Comentando la riqueza de un texto de los padres de la Iglesia

Por José Luis Morales Chávez

¿Por qué, pues, rico, eres soberbio? ¿Por qué dices al pobre: "No me toques"? ¿Acaso no has sido concebido y has nacido como él? ¿Por qué te jactas de la nobleza de tu progenie? (San Ambrosio, Historia de Naboth 54)

El tema de la igualdad que aborda san Ambrosio es, sin duda, uno de los conceptos fundamentales en el estudio de la Doctrina Social de la Iglesia. Y es que la igualdad brota inmediatamente de la dignidad de la persona humana. Podemos ser solidarios, fraternos y sociables gracias a que nos reconocemos como iguales.

San Ambrosio pretende hacer entender al rico que tanto él como el pobre han salido de las manos amorosas de Yahveh y que no tiene ninguna razón para ensoberbecerse y jactarse de su aparente abolengo, pues eso no vale de nada a los ojos de Dios

¿Cuántos, como Naboth, han sido oprimidos, marginados, esclavizados y hasta asesinados porque no nos reconocemos como iguales y con la misma dignidad? La historia de Naboth se repite todos los días en nuestro país, a nuestro lado y es deber nuestro anunciar la dignidad que poseemos todos por igual y denunciar los abusos que contra ésta se cometen.

Hoy y todos los días debemos poner en nuestra boca las palabras con las que Ambrosio arremete: rico, no te llenes de soberbia ni te jactes, porque tanto tú como el pobre han salido de las manos amorosas de Dios; por tanto, rico, no oprimas, no abuses, no humilles, no esclavices, porque el pobre al que haces eso es hueso de tus huesos y carne de tu carne, es decir, es tu HERMANO.