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Andamios. Revista de Investigación Social ISSN: 1870-0063 [email protected] Universidad Autónoma de la Ciudad de México México Delgadillo, Víctor América Latina urbana: la construcción de un pensamiento teórico propio. Entrevista con Emilio Pradilla Cobos Andamios. Revista de Investigación Social, vol. 10, núm. 22, mayo-agosto, 2013, pp. 185-201 Universidad Autónoma de la Ciudad de México Distrito Federal, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=62828837009 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

América Latina Urbana La Construcción de Un

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  • Andamios. Revista de Investigacin SocialISSN: [email protected] Autnoma de la Ciudad de MxicoMxico

    Delgadillo, VctorAmrica Latina urbana: la construccin de un pensamiento terico propio. Entrevista con Emilio

    Pradilla CobosAndamios. Revista de Investigacin Social, vol. 10, nm. 22, mayo-agosto, 2013, pp. 185-201

    Universidad Autnoma de la Ciudad de MxicoDistrito Federal, Mxico

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=62828837009

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  • EntrEvista

    Beto Araujo, El morro no tiene derechos

  • Andamios 185

    amrica Latina urbana: La construccin dE un pEnsamiEnto tErico propio

    EntrEvista con EmiLio pradiLLa cobos*

    Vctor Delgadillo**

    Emilio Pradilla tiene una larga trayectoria acadmica en materia de estudios urbanos que lo ha llevado a constituirse en uno de los autores ms reconocidos en Amrica Latina y el mundo. La obra de Emilio Pradilla ha contribuido a la formacin de varias generaciones de profesionistas. En gran medida este dossier est inspirado en las tesis de Pradilla, quien desde la dcada de 1970 a travs de su vasta y rigurosa obra acadmica promueve un pensamiento terico propio, crtico y acorde con nuestras realidades concretas y las necesidades de la mayora de nuestra poblacin, as como la descolonizacin de las teo ras y las polticas urbanas. Igual que en las dcadas de 1970 y 1980, cuando abiertamente criticaba la adopcin acrtica de la Escuela de Sociologa Urbana Francesa para explicar las realidades urbanas latinoamericanas, en el siglo XXI l critica el paradigma de la ciudad global y otros anglicismos en boga. Como parte de esta constante postura, Pradilla, junto con otros destacados colegas latinoamericanos, recientemente

    * Arquitecto (Universidad Nacional de Colombia); doctor en tcnicas superiores del desarrollo (Universidad de Pars I); maestro en arquitectura y doctor en urbanismo (Universidad Nacional Autnoma de Mxico). Profesor Titular C, Divisin de Ciencias y artes para el diseo, Universidad Autnoma Metropolitana, Xochimilco. Autor de 18 libros y 122 artculos y captulos en libros. Ha dictado ms de 280 ponencias y con-ferencias magistrales sobre problemas urbanos en 20 pases de Amrica y Europa. Sus dos libros ms recientes son Los territorios del neoliberalismo en Amrica Latina (Mxico: Miguel ngel Porra / UAM-X, 2009) y compil Ciudades compactas, dispersas, fragmentadas (Mxico: Miguel ngel Porra / UAM-X, 2011). Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel III, de la Red Nacional de Investigacin Urbana (Mxico), de la Red Iberoamericana de Investigadores sobre Globalizacin y Territorio y fundador de la Red Latinoamericana de Investigadores sobre Teora Urbana.** Doctor en urbanismo por la Universidad Nacional Autnoma de Mxico. Profesor investigador del Colegio de Humanidades y Ciencias sociales de la Universidad Autno-ma de la Ciudad de Mxico (UACM). Correo electrnico: [email protected]

    Volumen 10, nmero 22, mayo-agosto, 2013, pp. 185-201

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  • Andamios186

    vctor dELgadiLLo

    promovi la constitucin de la Red Latinoamericana de Investigadores sobre Teora Urbana, que se ha propuesto favorecer una produccin terica local y regional, crtica y reflexiva. Enseguida reproducimos la entrevista que Emilio Pradilla generosamente concedi, en su casa, a Andamios, el 17 de julio de 2012.

    contExto

    En las ltimas dcadas las ciudades latinoamericanas han sufrido fuertes procesos de transformacin socioeconmica y de reestructuracin fsica, al grado que algunos colegas sostienen que: 1) nuestras urbes poco tienen que ver con las de hace veinte aos, y que 2) seguimos tratando de comprender nuestras ciudades con una serie de conceptos obsoletos y teoras anquilosadas, y a menudo importadas. Nuestras ciudades actuales son sustancialmente diferentes de las urbes de las dcadas de 1970 y 1980?Como en todo momento en la historia, el presente es una combina-cin desigual de lo viejo y lo nuevo. Si comparamos la ciudad de hoy con la de los aos setenta, que no es tan vieja, que no es tan el pasado, tenemos que pensar que hay un hecho fundamental que se mantiene, y es el carcter capitalista de la ciudad latinoamericana, que aflora por todos los lados y en todos los mbitos en la ciudad, que no es resultado del neoliberalismo. El neoliberalismo es un patrn de acumulacin de capital distinto al intervencionista estatal imperante en los aos setenta del siglo XX, pero los dos son patrones de acumulacin de capital. Entonces diremos que lo que persiste en las ciudades es todo aquello que est determinado por el carcter capitalista de la ciudad. Cambia la arquitectura de las formas sociales y territoriales, pero por debajo de ella se encuentran las mismas determinaciones econmico-sociales del pa-sado. Es exagerado decir que hoy la ciudad es radicalmente distinta a la anterior. Hay infinidad de rasgos, de procesos, de relaciones que no son iguales, porque el desarrollo las cambia, hace que cambien las formas, pero que siguen teniendo la misma naturaleza capitalista. Creo tambin que hay un afn de pensar siempre que lo nuevo es algo nun-ca visto. Les recuerdo, a aquellos que piensan que el pasado no existe,

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  • Andamios 187

    amrica Latina urbana: La construccin dE un pEnsamiEnto tErico propio

    la frase del XVIII Brumario de Luis Bonaparte de Marx, cuando dice que los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre al-bedro, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. Las nuevas generaciones se maravillan de todo lo presente y creen que es algo nunca visto y se les olvida que la historia vive en el presente a travs de las estructuras que produjo. Yo creo lo mismo; no creo que la ciudad actual sea radicalmente distinta a la ciudad de los aos setenta, ni que los conceptos, o al menos aquellos que se derivan directamente de las teoras generales que explican las for-mas histricas de organizacin social, los modos de produc cin, en particular el capitalista, sean obsoletos e inaplicables en el momento actual.

    En este sentido los paradigmas de hace un par de dcadas no resultan ni inservibles ni incapaces de explicar las transformaciones recientes de las urbes latinoamericanas?No lo creo. Aunque depende de qu estamos hablando cuando decimos paradigmas, porque nos enfrentamos, y luego lo profun-dizaremos, a una importacin de conceptos descriptivos que han sido sobrevalorados como si fueran teoras o paradigmas, y que aparecen como la gran novedad. Lo que en gran medida subsiste son los grandes paradigmas que fueron desarrollados por las teoras generales, que siguen siendo vigentes, a pesar del deseo casi esquizofrnico del posmodernismo de acabar con las grandes teoras, que siguen tenien-do plenamente su validez. Decir hoy que conceptos como la explotacin capitalista, las condiciones generales de la produccin, la renta del suelo o la sobrepoblacin relativa son conceptos tericos obsoletos es err neo. Esos conceptos del pasado siguen siendo vlidos para explicar nuestras realidades actuales, que siguen siendo expresiones diversas del modo de produccin capitalista. Los que son obsoletos y poco tiles pa-ra explicar nuestras realidades son esos conceptos descriptivos acuados para otras realidades y que se tratan de imponer como novedades o como nuevos paradigmas sin serlo a la realidad actual.

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  • Andamios188

    vctor dELgadiLLo

    agEnda actuaL dE invEstigacin urbana LatinoamEricana

    Los estudios urbanos se han multiplicado, enriquecido y diversificado, tanto en la temtica de estudio, como en las disciplinas y ciencias sociales involucradas en ellos. Se han multiplicado las licenciaturas y posgrados; los centros de investigacin y los observatorios urbanos; y las redes regionales, nacionales y latinoamericanas de investigacin acadmica. Las nuevas tecnologas de la comunicacin (restringidas a gruesos grupos de poblacin) y las posibilidades de viajar al extranjero han fortalecido como nunca los intercambios acadmicos, y la difusin de investigaciones. En este contexto, cul es tu balance sobre el estado actual de la teora urbana en Amrica Latina?Este es un punto nodal, yo dira que es una de nuestras preocupacio-nes ms recientes que se ha expresado en la creacin de la Red Latinoamericana de Investigadores sobre Teora Urbana. Evidentemente ha habido una multiplicacin de los investigadores y de las investi-gaciones, que en muchos aspectos tenemos que saludar como muy positiva. Pero esta multiplicacin de investigaciones y de investigado res no ha trado consigo la solucin de viejos problemas de la investiga cin latinoamericana y ha generado algunas otras problemticas. Una de ellas ha sido precisamente la importacin indiscriminada y acrtica de con-cep tualizaciones que se construyeron para explicar otras realidades econmico-sociales y que se han impuesto a la realidad lati-noamerica na. Mucha de esa investigacin se hace no para explicar nuestras realidades, sino para acomodar nuestra realidad a estas con-ceptualizaciones, a estas descripciones puras y simples, en muchos casos que se construyen en los pases hegemnicos del capitalis-mo. Entonces, una parte de esa investigacin muestra este colonialismo intelectual autoasumido. Otro problema que ha trado consigo la multiplicacin de las profesiones, es la parcelacin del conocimiento, cada vez mayor, en compartimentos, en pequeas parcelas que puede ser que expliquen hechos puntuales de la realidad pero que pierden toda referencia a la totalidad concreta, a la construccin de explicaciones coherentes en el mbito del pensamiento, en el mbito del conocimiento de la complejidad de nuestras metrpolis. Esas son dos caractersticas muy importantes y contradictorias. Otra tercera, que surge tambin de

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  • Andamios 189

    amrica Latina urbana: La construccin dE un pEnsamiEnto tErico propio

    la supuesta muerte de las grandes teoras, es el eclecticismo, el hecho de que construimos discursos donde ya no importa la coherencia terica, ya no importa la postura de cada investigador ante un fenmeno. To-do parece revolverse en un gran mole terico donde vemos al mismo tiempo citados profusamente a Harvey, que se reconoce como marxis-ta, al lado de Krugman, un economista liberal, junto al Castells del setenta, declaradamente marxista, y el Castells de hoy cuya ubicacin tendramos que definir como pro-neoliberal, junto con autores abierta-mente conservadores como Michel Porter y sus clusters, y otras cosas. Ese eclecticismo, que anula el pensamiento de los autores citados, es ta especie de casas de citas, conforman la mitad de los textos de muchos que se dicen investigadores. Yo creo que son tres problemas que estn presentes de lleno en la investigacin urbana en Amrica Latina, que por otra parte tiene una tradicin riqusima de grandes debates teri cos, de propuestas muchas veces con planteamientos generadores, que trataron de construirse a partir de nuestras propias realidades, como un esfuerzo de aplicacin de las teoras generales a la explicacin de nues-tra realidad urbana. Propuestas que hemos perdido, precisamente por ese colonialismo intelectual asumido (muchas veces libremente por mu-chos investigadores) como lneas de trabajo que podramos estar siguiendo para desarrollar la teora sobre la ciudad latinoamericana.

    En este sentido, identificas algunos faros o centros de innovacin en la produccin de la teora sobre la ciudad latinoamericana actual?Es una enorme cantidad de autores que han hecho esfuerzos muy vlidos de partir de las teoras generales que no las podemos ignorar, que no han muerto, que ah estn para construir explicaciones sobre la propia realidad latinoamericana. Precisamente estamos en el proceso de edicin de un libro colectivo que se llama Las teoras sobre la ciudad en Amrica Latina, que trata de recuperar ese enorme acervo de conocimiento producido sobre la ciudad latinoamericana, donde se recogen debates y posiciones, se plantean posturas, etctera. Ese libro tiene bibliografas extenssimas que deberamos estar mirando en lugar de estar copiando de mala manera frases de autores, cuya validez no dis-cuto para Francia, para Alemania, para Inglaterra, para Estados Unidos, no la discuto!, pero que evidentemente no estn explicando nuestra

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  • Andamios190

    vctor dELgadiLLo

    realidad, nuestros problemas, ni estn dando respuestas tericas a ellos. Creo que faros y centros de innovacin hay en Brasil, en Argentina, en Mxico, en otros pases, los hay un poco por aqu, un poco por all. Recuperar todo ese enorme debate latinoamericano sera riqusimo para desarrollar nuestra propia investigacin.

    Lamentablemente la investigacin latinoamericana circula muy po-co, muy difcilmente en Amrica Latina. En cualquier parte encontramos editados, reeditados, re-contra editados los textos de las vacas sagra-das del conocimiento europeo y norteamericano; en cambio, qu difcil es encontrar un libro publicado en Argentina, en Chile, en Brasil por un investigador latinoamericano. Qu difcil es encontrarlo! Las grandes casas editoras, casi todas ellas en manos del capital trasnacional, se han convertido en grandes difusores de esa literatura internacional, pe ro no hacen ningn esfuerzo por difundir el conocimiento que se elabo ra en Amrica Latina. Esa es una verdad y es una verdadera tragedia.

    Un comentario al margen, yo pienso por ejemplo en la coleccin que dirige Fernando Carrin en la Organizacin Latinoamericana y de El Caribe sobre Centros Histricos (Olacchi), ese gran esfuerzo que hace l de recuperar a los autores latinoamericanos, de editar sus libros en esa serie de publicaciones que infelizmente, como dices, es accesible slo para el que va a QuitoPero no circulan en Amrica Latina porque esas casas editoriales no tienen la capacidad de circular en Amrica Latina. En Brasil hay tambin una enorme produccin editorial sobre temas urbanos, mucho mayor que en Mxico. Cuando vamos a Brasil compramos esos libros, pero no los encontramos en ninguna otra parte, no hay un acceso como el que podemos tener en las grandes editoriales de circulacin mundial que publican bsicamente a los autores de los pases hegemnicos.

    De acuerdo con distintas evidencias, las ciudades de Amrica Latina se encuentran en escenarios urbanos y demogrficos ms favorables a los que padecan en las dcadas de 1970 y 1980, cuando el proceso de urbanizacin pareca incontenible. En la segunda dcada del siglo XXI, cules son los grandes temas de la agenda urbana de investigacin en Amrica Latina?Aunque se ha multiplicado la investigacin, seguimos teniendo enor mes lagunas en el conocimiento sobre la problemtica urbana

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  • Andamios 191

    amrica Latina urbana: La construccin dE un pEnsamiEnto tErico propio

    latinoamericana. En los diferentes momentos han habido temas que hemos abordado, a veces casi como modas, dejando de lado mu-chos otros aspectos sustantivos de la problemtica. Eso ocurri en los aos se tenta, eso sigue ocurriendo en el momento actual, cuando las modas se han hecho todava ms marcadas. Novedades, muchas de ellas, que nos son impuestas desde fuera por este lenguaje universaliza-do, esta ideologa hecha lenguaje universal: la globalizacin, la ciudad global, la ciudad difusa, la ciudad competitiva, etctera, puesta sobre la mesa por esos grandes autores que todos conocemos y recitamos de me-moria. Y dejamos de lado muchos problemas de nuestra propia realidad, a veces tan importantes como la economa urbana. Hoy, por ejemplo, podra preguntarme, nos preguntamos algunos, qu est pa-sando con la economa urbana, qu estn implicando todos los efectos del patrn neoliberal de acumulacin de capital en trminos de una reconformacin de la economa urbana, qu pasa con la industria que est desapareciendo de las ciudades, qu costo pagan las ciudades por la prdida de la industria, cmo se estn moviendo los costos de la vi-da urbana, qu implicaciones tiene eso sobre la poblacin urbana cada vez desempleada en mayor nmero o que sobrevive en las fisuras de la sociedad a travs de la informalidad. Esto no est produciendo un empobrecimiento de la poblacin urbana? Qu tiene que ver eso con la violencia, por ejemplo, que asola las ciudades? Qu tiene que ver eso con lo que est pasando en Monterrey, en Ciudad Jurez, etctera. Son campos enormes de investigacin.

    Hay otros campos que se han beneficiado: los imaginarios urbanos, la cultura urbana, que no son despreciables. Hay lagunas muy gran-des en el conocimiento que siempre han estado ah, que son abordadas en un momento ms que en otro y que hoy vuelven a tomar un cierto grado de popularidad, pero bajo paradigmas que no son los nues-tros, paradigmas ideolgicos como el de la globalizacin, como el de las ciudades globales. Cunta tinta hemos gastado en tratar de adecuar nuestras investigaciones o nuestras explicaciones sobre la problemtica econmico social de nuestras ciudades, como efectos inexplicables de una globalizacin que ni siquiera definimos. Evidentemente tenemos frente a nosotros muchos problemas que resolver en la investigacin en Amrica Latina. Establecer agendas es un buen ejercicio, poco til

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  • Andamios192

    vctor dELgadiLLo

    desde luego porque siempre los investigadores actuaremos de acuerdo con nuestros propios intereses. Somos sujetos sometidos a muchas in-fluencias, a muchas modas, a muchos discursos; y tendramos que decir que la agenda la construyen da a da los investigadores. Lamentamos la desviacin de las modas que impide el desarrollo de campos de la investigacin que sera muy importante abordar en este momento, porque estn haciendo crisis en las sociedades.

    La pregunta tambin tena que ver con esto que Ricardo Jordn y Fernando Carrin dicen: que en la dcada de los setenta vivamos en un momento de urbanizacin sin fin y que hoy hemos arribado prcticamente al fin de la urbanizacin, y que ahora la investigacin urbana tendra que volcarse a la ciudad construida, al regreso al centro. No s en qu medida esto asimismo es una moda.Yo soy uno de los que dice que la urbanizacin est llegando casi a su final. Sin embargo, siempre me muerdo la lengua, porque resulta que la poblacin rural no ha empezado a decrecer en Amrica Latina. Es decir, en trminos relativos, ya estamos por debajo del 20% de poblacin rural, pero en trminos absolutos hoy hay ms poblacin en el campo, que sobrevive en el campo no s como, y que est ah para urbanizarse. Lo que pasa es que nuestras ciudades se han hecho tan grandes que relativamente la gente que llega cada da a ellas aparece como un porcentaje menor. Creo que tenemos el gran tema de la ciu-dad como un todo que sigue estando ah, la ciudad cambia cada da, la ciudad se transforma, los problemas se transforman, surgen nuevas contradicciones, las viejas contradicciones se hacen ms agudas, et-c tera. Tenemos el gran laboratorio de la ciudad como un todo, y tenemos todas esas totalidades parciales, todas esas subtotalidades, que investigar, que descifrar, que conocer. Tenemos que abordar diversos niveles: desde la conformacin de las grandes ciudades regin, que no es un problema interno a la ciudad, hasta las pequeas parcelas de las ciudades, los pequeos guetos de las ciudades, los fragmentos ml-tiples de las ciudades. Creo que tenemos que estar en todos esos niveles muchas veces trascendindolos, explicando cada uno de esos niveles y sus interrelaciones. No creo que haya frmulas sobre si debemos aban-donar esto o lo otro. La vida social nos va marcando prioridades y

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  • Andamios 193

    amrica Latina urbana: La construccin dE un pEnsamiEnto tErico propio

    lo importante sera estar abiertos a las prioridades que nos marca la sociedad. Insisto, el problema del desempleo urbano por ejemplo, las condiciones de vida de la masa de desempleados y de poblacin informal, la violencia, etctera. Son temas que nos est gritando la ciudad. Hay que responder a esos gritos de la sociedad desde el punto de vista de la investigacin.

    dEpEndEncia cuLturaL y diLogo con Los paradigmas dE Los pasEs hEgEmnicos

    La investigacin y las polticas pblicas urbanas latinoamericanas siempre han estado influidas por las teoras extranjeras, en algunos lugares y pocas ms que en otras. Durante el siglo XX fueron adoptados diversos paradig mas de Europa y Estados Unidos para: 1) explicar los cambios, las estructuras y el funcionamiento de las ciudades latinoamericanas, y 2) promover o inhibir determinado tipo de desarrollo urbano.1 Despus del xi to de la ciudad global, sigue el turno de los conceptos anglosajones de gentrificacin y clusters urbanos, y de diversos sinnimos de la fragmentacin urbana y social. Es vlido recurrir a las teoras urbanas producidas en ciudades y pases del Norte donde ya ocurrieron los cambios que ahora ocurren en Amrica Latina? Qu opinas sobre el uso de la teora de la gentrificacin para explicar el retorno al centro de la ciudad y la recuperacin de los centros histricos en Amrica Latina?Mi postura es bastante simple. Son nuestras realidades iguales a las realidades de los pases hegemnicos? Yo siempre he credo que una de las leyes fundamentales del desarrollo histrico es la ley del desarrollo desigual. Todo proceso social, por tanto la sociedad, se desarrolla en forma desigual. No es lo mismo el desarrollo de los pases europeos que el de Estados Unidos o el de los pases asiticos, sean ellos pa-ses desarrollados hegemnicos o no, no es lo mismo Japn que Estados Unidos, ni Francia que Alemania, ni Francia que Inglaterra, ni Francia

    1 Por ejemplo, las Zonas Especiales de Desarrollo Controlado (Zedec) que se impulsa-ron en la ciudad de Mxico a principios de la dcada de 1990 tienen un extraordinario parecido con las Zones dAmnagement Concert (ZAC) francesas.

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  • Andamios194

    vctor dELgadiLLo

    que Grecia. Los grados de desarrollo son desiguales, las formas sociales se desarrollan de manera desigual, por tanto el mundo actual es una com-binacin de formas desiguales de desarrollo. En Amrica Latina hay historias similares y sin embargo cada pas es distinto. Ni siquiera podramos hablar de que todos los pases latinoamericanos han segui-do el mismo patrn de desarrollo. Hoy da hay diversos neoliberalismos y hay algunos pases que tratan de no ser neoliberales (si lo logran o no es otra cuestin a investigar). Entonces evidentemente no podemos, no debemos partir de esas elaboraciones tericas construidas para otras realidades, para explicar las realidades nuestras.

    Insisto: hay niveles distintos de la teora que no podemos ignorar. Hay el nivel de las teoras generales o de la sociedad, de las concepciones del mundo, como llamaran los clsicos; hay algunos niveles de la teora sobre lo urbano que buscan ese carcter de generalidad: explicar aquello que es universal en todas las ciudades de las sociedades capitalistas. Esas generalidades son lo que el capitalismo genera en las ciudades y las grandes tendencias que el capitalismo imprime a las ciudades. Pero eso es distinto a otros niveles, donde estamos tratando de describir e in-terpretando realidades concretas. Hay muchos ejemplos. T mencionas gentrificacin; que yo sepa, gentrificacin es un concepto puramente descriptivo de algo que tiene que ver con el retorno de los gentilhombres al centro de las ciudades. Aqu regresan los gentilhombres a los cen-tros de las ciudades? Cules gentiles hombres? Aqu no hay nobleza que yo sepa, salvo quienes se quieren atribuir noblezas del pasado. Quines regresan a los centros urbanos, cmo regresan? Regresan igual en Quito, en Mxico, en Buenos Aires, en Bogot; regresan co-mo en Nueva York o Pars? Cmo son los procesos particulares? Es lo mismo el crecimiento urbano que Dematteis llama difuso, o que los anglosajones llaman el sprawl, que el que ocurre en la ciudad de Mxico? Yo creo que no, creo que son procesos muy distintos. Entonces imponer a nuestra realidad el concepto de ciudad difusa, crecimiento difuso, es precisamente encajar nuestra realidad en un concepto en donde no cabe esa realidad. Por eso no creo que esos conceptos descripti vos nos sean tiles. Podemos explicar la realidad desde otros puntos de vista, usando la teora general, que es general porque explica hechos presentes en todas las realidades; ese es el carcter de generalidad, por

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  • Andamios 195

    amrica Latina urbana: La construccin dE un pEnsamiEnto tErico propio

    eso hablamos de una teora general. Los otros son conceptos descriptivos intercambiables, que son herramientas minsculas del anlisis que no construyen una teora, que no permiten construir una teora, porque ocurren de forma diferente en cada realidad.

    Algunos colegas sugerimos que nuestra dependencia de las modas culturales de Europa y EUA se muestra incluso en la apropiacin de las crticas que autores del primer mundo hacen a sus propios paradigmas, y en titu lar nuestros libros en espaol como los que aparecen en ingls o son traducidos a nuestras lenguas. Sin embargo, los procesos de importa cin, exportacin y adaptacin de paradigmas urbanos son mucho ms complejos y contradictorios. Adems, reconocemos que promover la reflexin terica latinoamericana (desde cualquier lugar del mundo) no es un acto chauvinista y de ningn modo pretende construir barreras a las aportaciones tericas forneas. En este sentido, cul sera tu mensaje para nuestros estudiantes que aprenden otros idiomas y estudian en otros pases, o que leen en espaol a autores traducidos, y con ello descubren una gran cantidad de produccin editorial (impresa y en internet), y pueden estar seducidos por interesantes paradigmas y por ttulos provocadores? Cul sera la forma de dar validez al uso de paradigmas anglosajones y europeos para explicar los procesos regionales y locales?La postura siempre tiene que ser crtica. Toda postura crtica exi-ge conocer lo que criticamos. Pero esa capacidad de ser crticos frente a lo que nos llega de fuera, exige asumir una postura desde nues tra realidad, sobre nuestras realidades. No es chauvinismo! Para algunos, uno de los grandes aportes del posmodernismo es el culto a la di-ferencia, que para m no tiene nada de novedoso. Cuando hablamos de desarrollo desigual y combinado y esto ocurre desde hace ca si dos siglos estamos diciendo que puesto que hay desarrollo desigual, todo se desarrolla en forma diferente, hay infinidad de diferencias en las sociedades; esto no es un descubrimiento del posmodernismo. Llamamos precisamente a que asumamos una posicin crtica frente a lo que nos llega de fuera. Descolonicemos nuestro pensamiento, ha-gmoslo nosotros que somos los que tenemos que hacerlo. Esto no es obligacin de ellos, es obligacin nuestra. Valoremos lo que hace-mos, el trabajo que hacemos como investigadores en Amrica Latina.

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  • Andamios196

    Busquemos conocer lo que hacemos en Amrica Latina, tambin crticamente; no se trata de considerar que todo est bien porque es latinoamericano, porque es hecho en casa. Mantengamos esa posicin crtica; y para hacerlo, tenemos que pararnos en la realidad, asumir posturas frente a esa realidad. La investigacin en ciencias sociales no es neutra, siempre se para en algn lugar, asume alguna postura frente a la sociedad, y al no ser neutra puede ser abiertamente crtica. Es la posicin que yo recomendara, que recomiendo a mis estudiantes.

    Usar siempre la herramienta de la crtica para saber qu nos sirve, qu no nos sirve, qu aporta conocimiento, qu es puro discurso ideo-lgico. No es fcil asumir este tipo de posiciones; siempre el peso de lo acadmicamente correcto influye. Quin discute una cita de Harvey, quin se atreve a discutir una cita de Immanuel Wallerstein? Son ci tas acadmicamente correctas, pero tenemos que criticar tambin a esos autores aunque los compartamos. Ver qu aportan de conocimiento y qu de ese conocimiento nos sirve, y qu no nos sirve para expli car nuestras realidades. Qu es lo que es diferente en nuestras realidades frente a las realidades que ellos han investigado.

    rEvisin histrica

    Cuando algunos alumnos actuales leen al Castells de la dcada de 1970, quien habla de la Crisis de la ciudad capitalista (publicada en El Viejo Topo) o sus textos de la urbanizacin dependiente, creen que est hablando de la ciudad de Mxico o de otras ciudades en el siglo XXI. Para ti hay algunas aportaciones de las teoras de la marginalidad y de la dependencia que consideres an vigentes?El pensamiento tambin tiene su historia. Una historia que es en gran medida acumulativa, pero que es a la vez reflexiva sobre las condiciones en que se produce. Recordemos que el concepto de ciudad dependiente, y el de la dependencia misma, fue abiertamente criticado en Amrica Latina. Yo fui uno de los crticos de la teora de la dependencia y del concepto de ciudad dependiente. Es un producto de ese momento histrico y de los autores que trabajaron sobre l. Mu chos de esos autores cambiaron sustantivamente sus posiciones.

    vctor dELgadiLLo

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  • Andamios 197

    Recordemos: Fernando Henrique Cardoso en ese momento se declara-ba marxista, como se declaraba marxista Manuel Castells. T sabes que escrib un libro muy extenso de crtica al marxismo de la Escuela de Sociologa Urbana Francesa a la que perteneca entonces Castells. Fernando Henrique Cardoso fue despus presidente de Brasil, portando una ideologa bsicamente socialdemcrata bastante light; hoy podemos caracterizar su funcin como de aplicacin del neoliberalismo en Brasil. Manuel Castells mismo hizo su autocrtica y declar, a mediados de los aos ochenta, que ya haba dejado el marxismo y que se declara ba weberiano. Entonces tenemos que ubicar al Fernando H. Cardoso de los aos sesenta, y al Manuel Castells de los aos setenta e inicio de los ochenta y su produccin terica, y ubicar su produccin de hoy cuando han abandonado esas posturas y han asumido otras distintas. Yo no me atrevo a decir que Castells se haya hecho un neoliberal, pero por ah vamos, es una mezcla eclctica de teora de la regulacin, con los mi-tos del neoliberalismo. Entonces no es lo mismo el Castells de los aos setenta y el de hoy. No es lo mismo mi produccin de los aos setenta de la produccin de hoy. Todos llevamos un proceso, vamos respondien-do a las realidades concretas de cada momento con posturas que no necesariamente son iguales. Entonces hay que ubicar el conocimien-to en la historia, porque el conocimiento tiene su historia.

    tEora y poLticas pbLicas

    Algunos polticos de distinta orientacin poltica, as como consultores pragmticos, sugieren que la teora es un asunto de la academia, y que en la era de la globalizacin de la economa capitalista neoliberal los gobiernos deben procurar un desarrollo urbano sustentable y competitivo.2 Cmo explicas que los gobiernos de distintas ideologas y orientaciones polticas de varias ciudades latinoamericanas impulsen (casi) las mismas polticas urbanas y similares megaproyectos urbanos, que parecen formar parte de una agenda urbana internacional?

    2 Con diferencias en la orientacin poltica de los gobiernos nacionales y locales de algunos pases y ciudades.

    amrica Latina urbana: La construccin dE un pEnsamiEnto tErico propio

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  • Andamios198

    Porque precisamente su falta de conocimiento les impide establecer la diferencia. Evidentemente es un conocimiento limitado, porque en muchos casos se ha perdido en gran medida la raz ideolgica, o nunca se tuvo. Porque el pragmatismo ha reemplazado el conocimiento, por -que estamos inmersos en un pensamiento nico, producto de las crisis de los aos ochenta que permitieron que se construyera el pensamiento neoliberal como un pensamiento nico y excluyente. Porque se per-dieron las opciones con la crisis del socialismo real a finales de los aos ochenta. El neoliberalismo, el pensamiento neoliberal se ha convertido en un pensamiento hegemnico del cual abrevan la mayora de las tendencias polticas actuales. No quiero decir que todas, pero s la mayora. Hay otras que abrevan de otro tipo de pensamiento.

    A m me llama mucho la atencin que, por ejemplo, todos hablan de globalizacin. Para todos, la globalizacin es lo mismo, llmese Bush, llmese Obama, llmese , no quiero decir ms nombres. De la derecha a la izquierda todos hablan de la globalizacin y todos la pien-san igual, pero no la definen. Todos hablan de ciudades globales, los unos para unos fines, los otros para otros. Todos usan los mismos concep-tos. Todos los gobernantes, o casi todos, plantean la misma necesidad de la competitividad urbana, sin darse cuenta de qu estn planteando cuando hablan de la competitividad. La competitividad es abiertamente un concepto de la economa conservadora, de la economa burgue sa, de la economa del capitalismo. Todos quieren ciudades competiti-vas, todos quieren ciudades globales o al menos de clase mundial, como dira nuestro jefe de gobierno, etctera. Precisamente porque la crisis de las concepciones del mundo diferenciadas, que ocurre en la dcada de los ochenta y principios de los noventa, las desbarata, las hace aicos, y al hacer aicos a las concepciones del mundo diferencia-das permite que el neoliberalismo se convierta en un pensamiento nico, en el cual todos de una u otra forma estamos inmersos. Es a partir de una crtica profunda y exhaustiva, no propia de los polticos, que podemos ir diferenciando de qu estamos hablando, qu conceptos podemos asumir y qu conceptos no debemos asumir. Los polticos por lo general ni son muy crticos ni son muy profundos.

    vctor dELgadiLLo

  • Andamios 199

    utopas urbanas

    En el siglo XXI padecemos ciudades duras y difciles, y disfrutarlas cada vez cuesta ms esfuerzos fsicos y econmicos. A menudo, nuestras ciudades parecen ms hechas de pesadillas que de sueos, al grado que varios colegas sugieren que la era urbana actual poco tiene que ver con el concepto clsico de la ciudad.

    Desde tu extensa experiencia y trayectoria, tu amplio conocimiento de muchas ciudades latinoamericanas y ms de cuatro dcadas de aportaciones acadmicas: Hay en el siglo XXI alguna utopa urbana en Amrica Latina que confronte el panorama urbano de la era neoliberal? Hay utopas urbanas que pretendan conquistar una gestin urbana democrtica y el derecho a la ciudad, en la ms amplia expresin del concepto (no reducido a su reconocimiento jurdico)? Qu papel desempean en esta lucha los anti guos y nuevos movimientos sociales? Cul es el papel renovado de los acadmicos?Yo creo que la nica utopa que est vigente en el mundo de hoy, y que es hegemnica, es la utopa neoliberal. Por qu digo qu es una utopa? Porque los supuestos bsicos del neoliberalismo son utpi-cos; aquello de la libertad para elegir en la era de los monopolios es una utopa tan grande como cualquiera otra. Slo que es una ideolo ga prctica, con polticas claramente establecidas que tienen un objetivo bsico que sintetiza el gran ascenso de esa utopa: la acumulacin del capital, la reproduccin del capital al precio que sea.

    Por otro lado, desde la otra posicin, la que siempre fue la de la iz-quierda, la que siempre fue la del marxismo revolucionario, la utopa sufri un duro golpe del cual no se ha repuesto. Muchos criticamos al socialismo real como una dictadura burocrtica que expropi a los tra-bajadores el poder, expropi la poltica y los sueos a los trabajadores; sin embargo, el derrumbe de esa dictadura burocrtica se llev entre los pies a toda la izquierda, a todas las corrientes marxistas. Fue una enorme derrota histrica, y las derrotas histricas no se superan en po co tiempo, lleva dcadas superarlas. En este momento no hay una uto pa libertaria, una utopa de los trabajadores, de la sociedad, una utopa de los no propietarios que se haya reconstruido. Creo que hay fragmentos

    amrica Latina urbana: La construccin dE un pEnsamiEnto tErico propio

  • Andamios200

    por aqu, fragmentos por all, todava muy embrionarios que no se han consolidado. Creo que eso mismo pasa en Amrica Latina; hay el voluntarismo de construir una nueva utopa latinoamericana, pero todava no logra cuajar, no logra madurar y mucho menos llegar a movilizar al conjunto de la poblacin, a la mayora de la poblacin de nuestros pases. Creo que va a llevar tiempo. Evidentemente no se ha reconstruido una utopa alternativa a la utopa reaccionaria neolibe ral, a la utopa conservadora neoliberal (perdn por la contradiccin, pe ro creo que al neoliberalismo lo deberamos llamar neoconservaduris-mo, sin embargo la palabra que se hizo popular fue la del neoliberalismo), no se ha reconstruido una utopa desde la izquierda para enfrentar a la utopa neoliberal. El peso de la derrota fue muy fuerte y est an presente; quien hace, construye las utopas es la sociedad en mo-vimiento: un poco por aqu, un poco por all, los movimientos altermundistas, los nuevos movimientos, los viejos movimientos que no han muerto aunque algunos s han muerto o han sido carcomidos por el pragmatismo, son parte de esa construccin. Lo es tambin el pensamiento cientfico, siempre lo ha sido, el conocimiento cientfico de las realidades. Son procesos sociales, no son las genialidades de un hombre por muy genial que se crea. Y casi siempre los que se creen ge niales no lo son tanto, no menciono nombres, pero los hay y los hay en la izquierda, los que se creen mesas redentores con la verdad en la mano, no necesariamente son los grandes pensadores de los proce sos sociales. La historia ha avanzado siempre as y no creo que esta vez sea la excepcin. Creo que en algn momento empezarn a cuajar todas estas iniciativas libertarias, aqu y all, de igualdad, de reivindicacin de la participacin, etctera. Quin pensaba que iba a surgir el movimien-to Yo Soy 132? Surgi! Puede que muera maana. Surgi el movimiento de los indignados a partir de un texto bastante nif dira yo, un tex to bastante ingenuo, mucho ms ingenuo que muchos otros textos que hemos conocido. Pero la sociedad se mueve as, se mueve por sus pro pias vivencias, ante sus propias realidades, ante sus propios retos, y va construyendo. Hay que dejar que la historia siga y seguir trabajando con nuestros pequeos aportes de conocimiento, de crtica,

    vctor dELgadiLLo

  • Andamios 201

    de rabia muchas veces, de indignacin, y seguir viendo el proceso histrico.Qu vigencia tiene para ti Una ciudad para todos, el programa de gobierno de Cuauhtmoc Crdenas, que fue un documento de construccin colectiva,3 que algunos consideramos como la ltima utopa urbana de la izquierda en Mxico?Ese texto tuvo vigencia en su momento, la sigue teniendo, aunque las realidades no son exactamente las mismas. De hecho, parte de ese gru-po seguimos trabajando posteriormente y hemos hecho algunos aportes. El ao pasado se hizo una nueva reelaboracin de ese documento. Eran ideas que, como todo proyecto, tienen que estar siempre sometidas al test de la realidad, al test de los movimientos. Hoy seguramente ese mismo grupo escribira un texto distinto en el cual, sin embargo, esta ran presentes muchas de las cosas que all se dijeron. Porque las realidades cambian, las fuerzas sociales se mueven, cambian. Ese documento tuvo una importancia en ese momento; pero creo que muchas de sus par tes son vlidas hoy y siguen siendo vlidas porque se manifiestan simila-res contradicciones, porque no se han construido nuevas opciones, porque se han abandonado opciones que se tomaron en ese momen-to, porque se ha retrocedido en la ciudad de Mxico en muchos aspectos. Por eso, yo dira que tendramos que estar (re)escribiendo cada da Una ciudad para todos.

    3 Este texto fue elaborado en 1996-1997 por Elizabeth Anaya, Jos Blanco Gil, Cuauhtmoc Crdenas, Ren Coulomb, Roberto Eibenschutz, Samuel del Villar, Ivn Garca, Asa Cristina Laurell, Carlos Lavore, Olivia Lpez, Armando Lpez, Telsforo Nava, Enrique Ortiz, Ricardo Pascoe, Emilio Pradilla, Santos Ruiz y Paco Ignacio Taibo II, y constituy la plataforma electoral de Cuauhtmoc Crdenas en la eleccin de Jefe de Gobierno del Distrito Federal en 1997.

    Volumen 10, nmero 22, mayo-agosto, 2013, pp. 185-201

    amrica Latina urbana: La construccin dE un pEnsamiEnto tErico propio