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- La Eucaristía alimento del alma y de la familia - 1 ESCUELA TABASCO DEPARTAMENTO DE PASTORAL FORMACIÓN HUMANA PARA PADRES DE FAMILIA “Si ustedes tienen la dicha de inculcar en sus hijas e hijos la verdadera devoción a María, los habrán salvado, porque o ellos nunca se apartarán del camino de Cristo, o si llegan a apartarse, serán conducidos de nuevo a ese camino por la Madre de la misericordia.” San Marcelino Champagnat. - 21 de Enero de 2012 -

AMOR DE DIOS

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Programa de formación para padres de familia, con el tema de Dios figura Padre y Madre y Jesús salvador del mundo.

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ESCUELA TABASCO

DEPARTAMENTO DE PASTORAL

FORMACIÓN HUMANA PARA PADRES DE FAMILIA

“Si ustedes tienen la dicha de inculcar en sus hijas e hijos la

verdadera devoción a María, los habrán salvado, porque o

ellos nunca se apartarán del camino de Cristo, o si llegan a

apartarse, serán conducidos de nuevo a ese camino por la

Madre de la misericordia.”

San Marcelino Champagnat.

- 21 de Enero de 2012 -

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PROGRAMA

Tema: La Eucaristía Alimento del alma y la Familia.

Los siguientes temas serán repartidos en tres pláticas y un momento de recolección al final del retiro.

1. Tema 1: Dios que se muestra y quiere permanecer. 2. Tema 2: Cristo un amor al extremo. 3. Tema 3: Mi familia un sacramento de COMÚN – UNIÓN.

HORARIO DE LA FORMACIÓN DE PAPÁS

HORA ACTIVIDAD RESPONSABLE

8:00 – 8:30 Llegada y café. TODOS

8:30 – 9:00 Dinámica de integración. Oración Inicial.

TODOS

9:00 – 10:15 Primer Plática: Dios que se muestra y quiere permanecer.

Fernando Iván Gómez Trejo

10:15 – 11:30 Segunda Plática: Cristo un amor al extremo.

Araceli Navarro Gallo

11:30 – 12:00 DESCANSO – CAFÉ TODOS

12:00 – 1:15 Tercer Plática: Mi familia un sacramento de COMÚN UNIÓN.

Equipo de Pastoral.

1:15 – 1:45 Reflexión personal (recolección) y desierto.

PERSONAL.

1:45 – 2:00 Cierre, conclusiones y oración final.

TODOS

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS.

1. Juan Pablo II. Carta Encíclica. Ecclesia de Eucharistia, 17 de abril de 2003. 2. Juan Pablo II. Carta Apostólica. DiesDomini, 31 de Mayo de 1998. 3. Benedicto XVI. Exhortación Apostólica. SacramentumCaritatis, 22 de febrero de 2007. 4. Concilio Valicano II. Constitución SacrosanctumConcilium, 4 de diciembre de 1963. 5. Arquidiócesis Primada de México. Directorio de los Sacramentos.

6. Intervención de Juan Pablo II en la audiencia general dedicada a comentar el cántico del capítulo 66 (versículos 10-14) del libro de Isaías.

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ENSÉÑANOS A ORAR – ORACIÓN INICIAL

SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR A HABLAR CON NUESTRO PADRE DIOS. SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR A ABRIR LAS MANOS ANTE TI. Orar con limpio corazón que solo cante para ti Con la mirada puesta en ti. Dejando que hables Señor

Orar buscando la verdad. Cerrar los ojos para ver. Dejarnos seducir Señor, Andar por tus huellas de paz. SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR A HABLAR CON NUESTRO PADRE DIOS. SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR A ABRIR LAS MANOS ANTE TI. Orar hablándote de ti, de tu silencio y de tu voz, De tu presencia que es calor, Dejarnos descubrir por ti. Orar también en sequedad. Las manos en tu hombro, Señor. Mirarte con sinceridad. Aquí nos tienes háblanos. SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR A HABLAR CON NUESTRO PADRE DIOS. SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR A ABRIR LAS MANOS ANTE TI.

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ORACION VOCAL – ORACIÓN INICIAL

Introducción: Orar es, ante todo, la acción de Dios en nosotros. Durante la oración, el

Espíritu Santo (sin que nos demos cuenta) nos transforma, aclara nuestro

entendimiento, inclina el corazón a comprender y a gustar las cosas de Dios,

es decir, las realidades del evangelio: ver, sentir, juzgar, amar todas las

cosas como Jesucristo las ve, las siente, las juzga y las ama.

“Orar no significa sólo que podemos decir a Dios todo lo que nos agobia. Orar significa también callar y escuchar lo que Dios nos quiere decir”

Juan Pablo II

SALMO 127

(c1)¡Feliz el que teme al Señor y

sigue sus caminos!

(c2)Comerás del fruto de tu

trabajo, serás feliz y todo te irá

bien.

(c1)Tu esposa será como una vid

fecunda en el seno de tu hogar;

(c2) tus hijos, como retoños de

olivo alrededor de tu mesa.

(c1)¡Así será bendecido el

hombre que teme al Señor!

(c2)¡Que el Señor te bendiga

desde Sión todos los días de tu

vida: que contemples la paz de

Jerusalén y veas a los hijos de

tus hijos!

(c1)¡Paz a Israel!

(c2)Gloria al Padre y al Hijo y al

Espíritu Santo. Como era en el principio

ahora y siempre por los siglos de los

siglos. Amén.

LA PALABRA Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a la mujer, y serán los dos una sola carne. (Mt 19, 5)Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que esto es grato al Señor. (Col 3, 20)De todo corazón honra a tu padre y no te olvides de los dolores de tu madre. (Eclo 7, 20)Honra a tu padre y a tu madre como Yahvé, tu Dios, te lo ha mandado, para que sirvas largos años y seas feliz en la tierra [...](Dt 5, 16)El que honra a su padre, se regocijará en sus hijos y será escuchado en el día de su oración. (Ecio 3, 6)Como el que atesora es el que honra a su madre. (Ecio 3, 15)

Tu Palabra Dios llama al corazón del hombre para poder impactar en la vida de cada uno, la decisión de abrirle la puerta es de cada uno de nosotros.

¿Qué dice a tu corazón esta palabra que has recitado y leído?

¿A qué te invita la PALABRA? ¿Hay algún reflejo de tu vida en esta palabra orada?

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ESCUELA TABASCO

DEPARTAMENTO DE PASTORAL

PRIMER TEMA

DIOS PADRE – MADRE Dios que se muestra y quiere permaneces.

Por:Fernando Iván Gómez Trejo. INTRODUCCIÓN.

“¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, Yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo tatuado; delante de mí están siempre tus manos.”

Isaías 49, 15-16

Cuando reflexionamos sobre Dios, lo primero que puede venir a nuestra mente o por lo menos aquello que se refleja en nuestro consiente es, la imagen de un hombre entrado en años que desde su cátedra celestial ordena los destinos del mundo. Para lo cual, la voluntad y la razón pueden tener dos opciones; asumir a este Dios omnipotente, sapiente y presente como algo lejano que se entroniza y atemoriza hasta el más mínimo pensamiento y actitud que podamos tomar o por otro lado tener presente la imagen de un Dios, Padre – Madre, creador de todo pero, con un sentido mayor, el Amor. Es un Dios Amor, lleno de ternura y de libertad, de aceptación y comprensión, un Dios que es Padre y Madre, que se manifiesta a los hombres y se queda entre los hombres, ese es el Dios de Cristo, el Dios de la Iglesia y por qué no el Dios de nosotros, nuestro Padre.

I. UN DIOS PADRE – CREADOR Y AMANTE “QUE SE MUESTRA”. DESDE LAS ESCRITURAS.

a) EL DIOS CREADOR: “En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra, todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos

mientras el espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas. Dijo Dios… *…+ y vio Dios que todo era bueno *…+” (Gn 1,1-3)

El Dios de Jesús, es un Dios efectivamente creador, pero a diferencia de los otros dioses de los pueblos antiguos, éste crea de una forma pacífica y sin violentar nada. Es un Dios que se muestra a través de la vida para darse a conocer. ¿Para qué lo hace?

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b) UN DIOS DE PROMESA CUMPLIDA – DIOS DE LA LIBERTAD: “Y Dios dijo a Abraham: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur,

y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.” (Gn 13,14-15)

Es Dios el que entrega la entera libertad al hombre y en esa misma libertad respeta su actuar, no son títeres los seres humanos, son ante todo Hijos del Mismo creador, Señores de la Creación y procuradores de su continuidad. Por ello estrecha con Abraham su promesa de permanecer a lado y providente del hombre. ¿Por qué hace esto?

c) DIOS DE LA ALIANZA: “Y estableceré mi pacto entre yo y tú, y tu descendencia

después de ti en sus generaciones, en pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti la tierra que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.” (Gn 17, 7-8)

Dios se da a reconocer a través de su alianza, yo soy tu Dios y tú serás para mí el Pueblo escogido, pueblo de mi propiedad… claro está, si tú lo deseas así. Al igual que la creación Dios nunca violenta su alianza, la hace a través del diálogo de la aceptación libre y voluntaria del Padre Abraham. Es un pacto desde lo personal e individual que se transformará en lo comunitario. ¿Dios que respeta nuestra libertad y libre arbitrio?

d) DIOS PADRE: “Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la

Palabra era Dios. Al principio estaba junto a Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.

En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.” (Jn 1,1 – 4) “Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡Cuánto

más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!” (Mt 7,11)

Dios es Padre, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,

mas tenga vida eterna.”(Jn 3,16) y este parto lo hace ser el de mayor impacto y trascendencia en el mundo, es el Padre que decide entregar a su hijo por la salvación de otros tantos, como Abraham se prueba así mismo (Gn 22,1-14) al llevar al holocausto a su hijo, así Dios se muestra por un lado tan paternal como siempre y por el otro tan Dios como sabe serlo, un Dios que da a elegir al mismo Cristo su destino, un Dios que como padre proporciona de todo a sus hijos, un Padre que sabe llevar de la mano a sus pequeños y una vez crecidos los suelta para que tomen decisión. ¿Qué sacrificios, pruebas y conciencia tenemos de nuestro ser Padres ante Dios?

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e) PADRE NUESTRO: “Padre nuestroque estás

en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo *...+” (Mt 6, 9-13)

“Yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las

palmas de las manos te tengo tatuado; delante de mí están siempre tus manos” (Is 49,16)

Dios es nuestro Padre, no sólo el Padre de Israel, el de Jesús, el del predicador, o del que está “cercano” a Dios, él, es Padre en toda la extensión de la Palabra de cada uno de nosotros, ha ganado para sí una familia, en el sacrificio eterno de su hijo unigénito. Nos ha salvado para sabernos amados por él, en la Biblia hay más menciones del Dios paternal y preocupado de su pueblo, que del Dios justiciero y vengador, la imagen de Dios es responsabilidad de cada uno, la incorrecta apreciación de este Dios Padre es obra también de nuestra decisión. No hay nada en el intelecto que antes no haya pasado por los sentidos - Nihil est in

intellectuquod non priusfuerit in sensu- (Aristóteles) nada hay en nuestra vida que no se haya probado con todos o por lo menos uno de los sentidos, a estas alturas sobre este diagrama de Dios ¿Cuál es la imagen que tienes de él? e.1) Imágenes incorrectas de Dios. Hay que ser claros y no dejar pasar más tiempo y más interpretaciones a las imágenes incorrectas de Dios que nos han sido dadas, como has visto en las lecturas anteriores, Dios Padre, Nuestro Padre es totalmente otro, su imagen no es más la de un ser inalcanzable, indolente es la imagen del amor que se construye a través de imágenes humanas del amor de un Padre, de una madre, de los amigos, entre otros.

a) Imagen de Dios tapa agujeros: Es un típico Dios al que acudo en momentos difíciles, es el Dios milagrero que muchos conocemos.

b) Dios que es Controlador: Este es el Dios que está como reloj checador, que sabe la hora de salida y la de entrada, quien cree en él monta una relación de Leyes, de códigos, de normas.

c) Dios Castigador: Es la imagen del Dios juez, que premia a los buenos y castiga a los malo, la actitud frente a él, es la de aquel que no puede creer por el miedo que da estar cerca de aquel Dios.

d) Dios sin novedad: Es como una película ya vista, no hay nada nuevo que me sorprenda, ante este Dios su nombre, su oficio, su religión me tiene sin cuidado pues no es novedad en mi vida.

e) Dios de las obras: Donde nos mide a través de las cosas buenas que hayamos hecho.

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f) Dios enemigo de mi libertad: Lo que Dios pide suele ser contrario a lo que me produce tanto placer o felicidad, un Dios que no está a la onda. Frente a estas imágenes lo único que nos dice la escritura es que la imagen de Dios del

que nos habló Jesús, es la de ABBA (padre), que es capaz de un amor inconmensurable. Quizás no haya un consenso de la imagen única de Dios ante los hombres pero si hay unos puntos básicos para entender a que Dios tener en consideración para abrir el corazón.

† Es un Dios que ama personalmente. (Los llama por su nombre: Samuel, Samuel… 1 Sam 3,1 – 21)

† Que ama incondicionalmente. (Lo entrega todo: Nos entregó a su único hijo… Jn 3,16)

† Tiene un plan de amor para ti. (Desde antes de formarnos: Antes de darte vida… Jer 1,4-7)

† Nunca te abandona. (Una promesa para siempre: Yo estaré todos los días… Mt 28,18-20)

† Es nuestro padre. (Su palabra: Padre nuestro… Mt 6, 9-13)

† Es toda misericordia y todo perdón. (Grábalo en tu corazón: Misericordia y no sacrificios… Mt 9,13)

† Te ama sin un porqué o un para qué. (Sólo por ser quien eres: ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?... Sal 8)

II. LA TERNURA MATERNAL DE DIOS. Observar a Dios, desde una visión materna, puede conflictuar la imagen varonil que tenemos de él, siempre ha sido Dios: El señor de los ejércitos, El creador de todo, El Padre;pero jamás palpamos la figura de Madre, de ternura, de comprensión, del Dios que se hace miseria misma para dotar de sentido a la misericordia, sabe lo que es ser humano y humaniza desde su divinidad; es el Dios que se ENCARNA y PARE, un Dios que toca lo humano y nada de ello es ajeno a él.

a) DIOS QUE DA LA VIDA: “Yo sé todo acerca de ti,Yo sé cuándo te sientas y cuándo

te levantas Todos tus caminos me son conocidos *…+” (Sal 19,1-3) Mirar a Dios bajo la figura maternal asegura sobre nosotros, la impronta de sabernos hijos y

por lo tanto amados. Ya lo dice en Isaías cap. 49 sobre la maternidad, aunque las madres se olviden o no cuiden a sus hijos con amor, es el mismo Dios, el mismísimo amor quien nos engendra y teje desde el vientre materno para vivir y hacernos saber que su amor es quien nos dota de vida y existencia.

b) DIOS CONSERVA LA VIDA “Estoy tranquilo y sereno como un niñodestetado en los brazos de su madre, mi alma es

como un niño destetado” (Sal. 131,2)

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El Dios de la vida que hace remontar el universo entero para preservar de la muerte a toda su creación, me recuerda la Madre que es capaz de levantar un carguero por rescatar a su creatura que se halla debajo de las llantas del tracto camión, es indómito el valor, la fuerza y persistencia de una madre por preservar la vida de su criatura,

como indómito, fuerza, tenaz y amoroso es el deseo de Dios por preservar a cada uno de sus hijos. Es quizás el más exigente en el momento de solicitar a los padres las cuentas por los hijos confiados a su solicitud. Dios no se mantiene ajeno y distante ante su creación es el quien promueve el diálogo y la cercanía con su mismísima creación. Como una madre, así consuela a sus hijos (Is 66,13), no se da oportunidad de fallarles, les provee de menos el pan de cada día, y a los que más la vida diaria, es el Dios Padre – Madre que cuida su creación.

c) DIOS DE MISERICORDIA “Sacad de inmediato el mejor vestido y vestidle, y poned un anillo en su mano y calzado en sus pies. Traed el ternero engordado y matadlo.

Comamos y regocijémonos, porque este mi hijo estaba muerto y ha vuelto a vivir; estaba perdido y ha sido hallado.” Y comenzaron a regocijarse.” (Lc 15,11-32)

Si bien Dios Padre se presenta como un ser de Amor, es en la presentación del amor materno y su misericordia donde se perfecciona este amor. Es Dios quien así como María irá siguiendo los pasos de su hijo y sus decisiones sin discusión, con la entera convicción de que ha formado a un ser verdaderamente integral. María desde su silencio y meditación nos enseña la figura de misericordia de una Madre, ¿De quién habrá aprendido todas estas cosas? Del mismísimo padre de todos los hombres, Dios;Él enseña a María cual es la verdadera postura que una madre debe tomar ante las decisiones de sus hijos, la misericordia, abrir el corazón, sacar de él todos los prejuicios y llenarlo sólo de amor y sólo de aquello que pueda ser verdaderamente útil en algún momento para dar consejo o guía. Así María aprende de Dios el silencio y aprende de él, el habla contundente y lacónica. Dios se hace uno con el hombre en su misericordia.

III. DIOS QUE PERMANECE La permanencia de Dios en los hombres parte desde el mismo hombre, como hemos visto, cada persona de este existir y coincidir existencial está totalmente unido a Dios y es referencia del mismo Dios. Quizás sea suficiente con voltear a mirarnos, para llenar de satisfacción la pregunta ¿Dónde estás Dios? Al vivir con sensibilidad, la misma que nos ha regalado el Padre de todos, podemos ser capaces de vislumbrar en la sonrisa de un niño, en la caricia de la madre o de la pareja esa peculiar ternura de nuestro Padre Celeste, al escuchar una buena conversación y poner atención en los detalles de vida, en la aceptación de la muerte, en el gozo diario de la salud o en la reflexión de la enfermedad, ahí ya hay una voz de Dios, signos, señales, símbolos, y sin embargo remiten a Dios.

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Si en la parte más sensible de nosotros podemos captar esta unión de realidades, con cuanta mayor facilidad se podrá saber en qué lugar y momento concreto se encuentra la presencia

total y duradera de Dios que permanece, así como hemos recordado en este recorrido por las distintas etapas y facetas de Dios su profunda y estrecha relación con el hombre, hablemos pues de la Comunión o Eucaristía como este medio, momento y signo preferente donde Dios permanece y nos comparte aún más su amor.

a) Dios se encarna: “No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús” (Lc, 1,30-31)

Dios permanece en su hijo, el signo más sensible de su permanencia durante el momento histórico que Israel estaba viviendo; es este hijo único el que enseñara a los hombres la grandeza de Dios para con la humanidad entera. Su hijo es el que hace posible la voluntad del Padre que en sí misma ya es muestra de amor, nos enseña la Escritura que Jesús, hijo primogénito del Padre viene a los hombres para mostrarles que mediante el amor se es posible todo, donde hay amor, hay unión, donde se unen hay fraternidad y donde hay fraternidad todo toma un nuevo sentido que se agradece.

b) Un solo corazón una sola alma: “Mírenlos cómo se amany cómo están dispuestos

a morir unos por otros” (Tertuliano s.III) De esta manera el gran deseo de Dios al permitir conocer a los hombres su constante amor entre cada uno de ellos se hace realidad a través de su hijo, sobre todo a través del sacrificio realizado en la cruz de Cristo Jesús, esa misma cruz reconcilia a la humanidad entera y las reúne entorno a un hombre, Dios no sólo toma este evento para reunir a la humanidad, ni es el primordial para reconciliar todas las cosas, justo antes de pasar por el calvario toma la cena Pascual de la comunidad discipular y El Maestro, para hacer memorial de la salvación de cada uno de los hombres y es como lo repetirán las Plegarias Eucarísticas, sobre todo la numero uno o Canon Romano “Reúne entorno a ti, Padre Misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el Mundo”. Es la mesa la Eucaristía donde Dios reúne a sus hijos para dar el Mensaje de Amor y el Pan de vida Eterna. La comunión es en cuanto y por fe sabemos que en la hostia consagrada se encuentra Cristo y es también en cuanto la comunidad entera participa en y del sacramento, quien celebra no es sólo el sacerdote, es toda la comunidad de creyentes los que se entregan a la celebración de Cristo que ha comunicado el mensaje de amor a los hombres y del Padre de Bondad que transmite sus cuidados a sus hijos reunidos en comunión de alegría.

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Así podríamos decir que Dios permanece a través de la comunidad de creyentes que ama, adora y constantemente se relaciona con Dios y a través de la Eucaristía como signo vivo de su presencia, al alcance de quien desee recibirlo y vivir eternamente en unión con él.

CONCLUSIONES. Después de haber compartido la reflexión sobre la figura de “Dios como Padre – Madre que se muestra y que permanece”, realiza tu propia reflexión bajo tres puntos concretos para continuar y analizar.

1. Dios a través de su papel de Padre es para mi vida... ________________________________________________________________________

2. Dios a través de su ternura de Madres llama a mi vida… ________________________________________________________________________

3. Dios en qué forma permanece en mi vida… _______________________________________________________________________ Dio Padre – Madre que me ha permitido ser coparticipe de su obra creadora en que forma me exige corresponder con su mismo amor, cuidado, protección y exigencia a mi o mis hijos día a día. Anota tres ejemplos.

“Gloria Dei homo vivens - La Gloria de Dios es que el hombre viva-”

S. Ireneo de Lyon.

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DEPARTAMENTO DE PASTORAL

SEGUNDO TEMA

CRISTO, EL AMOR AL EXTREMO. Por: Araceli Navarro Gallo

I. NOS AMO HASTA EL EXTREMO

Jueves Santo. Última Cena de Jesús con sus discípulos. El memorial de ese acontecimiento histórico centra ahora nuestra atención en el infinito amor de Dios. El Banquete, envuelto en la atmósfera ritual y familiar de la celebración de la Pascua judía y que Jesús con tanta ansia había deseado comer con sus discípulos antes de padecer. San Juan nos introduce en este acontecimiento dramático

con estas palabras: «Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo». El evangelista es un testigo de excepción de todo lo que estaba por suceder aquella noche. Lo vivió en primera persona y lo profundizó con el correr de los años. Por lo tanto nos dejó palabras densas, cargadas de significado, de teología, de espiritualidad, que nos invitan a focalizar nuestra mirada en ese punto central donde convergen los distintos acontecimientos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús: el Amor "hasta el extremo".

¿QUÉ SIGNIFICA "HASTA EL EXTREMO"?

Como sabemos, San Juan escribió su Evangelio en griego. La versión castellana traduce por "extremo" la palabra griega telos. Dicho vocablo aparece una sola vez en todo el Evangelio. Éste es un dato muy significativo que no podemos pasar por alto, pues se trata con mucha probabilidad, no de una palabra que el evangelista haya utilizado al azar sino más bien de un término pensado, meditado y, por lo tanto, usado intencionadamente como clave de lectura de la hora de Jesús, la hora de su Amor. La raíz de la palabra griega telos significa primariamente "ponerse en marcha hacia un punto o meta preciso" y su significado usual admite en castellano varias traducciones posibles. Una de ellas es la de "fin", traducción que, al mismo tiempo, abarca varios conceptos:

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1. Fin en cuanto último elemento de una serie de cosas o sucesos. 2. Fin entendido como término, es decir, el límite en el cual algo dejar de existir, el cese de un acto o de un estado. 3. Fin en cuanto, conclusión o resolución de algo, como finalidad, objetivo, meta, propósito.

1. UN AMOR QUE REVELA EL ROSTRO DE DIOS Y DEL HOMBRE Como decíamos, el primer significado de la palabra telos haría referencia al último término de una serie de sucesos. En este caso concreto el término hace referencia a las etapas en las cuales Dios, rico en misericordia, se fue revelando progresiva y pedagógicamente al ser humano hasta llegar en el Señor Jesús, «mediador y plenitud de toda la revelación», a decirnos todo lo referente a nuestra reconciliación. Y es que la persona que busca a Dios con sincero corazón, respondiendo a su nostalgia de infinito, tiene en el Señor Jesús la certeza de encontrar al Único que puede saciarlo. Su enseñanza no deja lugar a dudas: «El que me ha visto a mí, ha visto al Padre». En el Señor Jesús, verdadero Dios y verdadero Hombre, se manifiesta el «rostro humano de Dios y el rostro divino del hombre». ¿Y cómo es el rostro de Dios que muestra Jesús? Es importante destacar aquí que, a semejanza del corazón, cuando se habla del rostro de la persona en la cultura judía, se quiere hacer referencia a la manifestación de todo el ser. Podemos afirmar pues que Jesús, al revelar en sí mismo que «Dios es Amor», nos ha manifestado su auténtico rostro, y en Él, el nuestro. Por ello nos dirá S.S. Benedicto XVI que

«el amor de Dios por nosotros es una cuestión fundamental para la vida y plantea preguntas decisivas sobre quién es Dios y quiénes somos nosotros». En Jesucristo el amor de Dios se hace tangible, se hace gestos concretos. Lo dice muy expresivamente el Papa en su Encíclica Deus caritas est: «La verdadera originalidad del Nuevo Testamento no consiste en nuevas ideas, sino en la figura misma de Cristo, que da carne y sangre a los conceptos: un realismo inaudito. Es allí, en la cruz, donde puede contemplarse esta verdad. Y a partir de allí se debe definir ahora qué es el amor. Y, desde esa mirada, el cristiano encuentra la orientación de su vivir y de su amar».

2. UN AMOR SIN LÍMITES

El segundo significado del término telos es el que nos resulta más evidente a partir de nuestra traducción castellana: los amó hasta el extremo significa al máximo, hasta el límite de toda medida concebible, hasta lo inverosímil, hasta el exceso al cual solamente el corazón de Cristo podría llegar. Hasta darse a sí mismo con esa totalidad que el verdadero amor exige, y con la efusión que sólo el amor divino puede concebir y puede actuar.

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Si bien "extremo" hace referencia a un límite a partir del cual no puede haber medida mayor, la hermosa paradoja del amor de Dios es que su límite es no tener límite, la medida del amor divino es amar sin medida, la de ser un amor infinito que se hace donación y se actualiza en el maravilloso misterio de la Eucaristía.

Pensemos ahora justamente en el misterioso acontecimiento con el cual se concluyó aquella cena pascual. Así lo describe San Pablo: «Porque yo recibí del Señor lo que os he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: "Éste es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío". Asimismo también la copa después de cenar diciendo: "Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en recuerdo mío"». Aquel sacrificio cruento que Cristo iba a ofrecer por la humanidad en su inminente sacrificio en la cruz se actualiza en el sacrificio eucarístico de forma incruenta. Imposible comprender semejante evento si no es desde la lógica del amor que no quiere conocer límites, que quiere grabar en el corazón de cada hombre, de cada mujer, la experiencia de San Pablo: «la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí». Si creemos verdaderamente en este "misterio de nuestra fe", si entramos en ese haz de luz y de amor que nos lanza, que nos fulgura, que nos traspasa, no podemos quedar indiferentes, según canta el poeta: «Amor, que a todo amado a amar le obliga, prendió por éste en mí pasión tan fuerte que, como ves, aún no me abandona». Pero, ¿acaso el amor puede ser mandado? ¡Sí!, nos dirá el Santo Padre: «El amor puede ser "mandado" porque antes es dado». Y es que en la comunión eucarística está incluido a la vez el ser amados y el amar a los otros. En esta lógica se entiende el gesto elocuente por sí mismo del lavatorio de los pies. Jesús con un acto concreto de servicio explicita esa íntima unión entre Eucaristía y amor concreto hecho servicio: «os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros".

3. UN AMOR QUE SE REALIZA EN LA OBEDIENCIA El tercer significado de la palabra telos hace referencia a la conclusión de un objetivo. En ese sentido los amó hasta el extremo nos evoca el consummatumest, "todo está cumplido" que Jesús pronunció antes de morir. Fueron sus últimas palabras. Manifiestan su conciencia de haber cumplido hasta el final la obra para la que fue enviado al mundo: «Padre: Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar».

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En el Evangelio según San Juan queda muy claro que Cristo fue enviado por Dios al mundo para llevar a cabo la redención del hombre mediante el sacrificio de su propia vida. Este sacrificio debía tomar la forma de un "despojarse" de sí en la obediencia hasta la muerte en la Cruz. En toda su predicación, en todo su comportamiento, Jesús

es guiado por la consciencia profunda que tiene de los designios de Dios sobre la vida y la muerte, con la certeza de que esos designios nacen del amor eterno del Padre al mundo, y en especial al hombre. Jesús mismo lo formula con las siguientes palabras: «Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga la vida eterna». El amor sigue siendo la explicación definitiva de la redención mediante la Cruz. Es la única respuesta a la pregunta "¿por qué?" a propósito de la muerte de Cristo incluida en el designio eterno de Dios. De esa manera, la muerte no tiene la última palabra. Jesús con su muerte revela que al final de la vida el hombre no está destinado a sumergirse en la oscuridad, en el vacío existencial, en la vorágine de la nada, sino que está invitado al encuentro con el Padre misericordioso, que lo espera con los brazos abiertos por el camino del amor hecho obediencia. En nuestra espiritualidad sodálite el mandamiento de Jesús encuentra especialmente su plasmación en la oración del ideal: «Santa María, ayúdame a esforzarme, según el máximo de mi capacidad y al máximo de mis posibilidades, para así responder al Plan de Dios en todas las circunstancias concretas de mi vida».

I. “JUNTO A LA CRUZ DE JESÚS ESTABA SU MADRE”.

Es la hora de la fidelidad, de la ratificación solemne de su primer “Sí” (FIAT). Por eso María en la cruz es también además de la Virgen oferente, la Virgen fiel, pues la fidelidad se demuestra y se acrisola en los momentos de prueba y de dolor. La Virgen fiel a su “Sí”. Decir “Sí” en los momentos de gozo y exaltación es fácil. Pero seguir diciendo “Sí” en momentos de dolor es señal de fidelidad. Es en la Cruz donde María queda convertida en madre de la humanidad, madre de la Iglesia. El amor crucificado de María se vuelve amor fecundo la semilla debe morir para producir fruto abundante. Jesús no se ofrece por sí mismo, sino por nosotros. María no sufre por sí misma, lo hace por nosotros. No se repliega sobre su dolor, lo abre a sus hermanos, representados en ese momento por el discípulo Juan. San Juan añade sobre María Por una parte reafirma el rasgo que ya san Lucas nos comentó en el momento de la presentación del Niño en el templo: Virgen oferente. María en la cruz sigue siendo esa “Virgen oferente”, la que se había entregado por entero en el momento gozoso de la Anunciación y en la presentación en el templo, también ahora, en momentos dolorosos vuelve a testimoniar su amor entregándose a sí misma.

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La espada que le atraviesa el corazón no es resistida. Entrega lo más querido: su propio Hijo, y con Él se inmola Ella como víctima de amor. Ella misma ofrece al Padre el sacrificio de Jesús. Es la hora de la autenticidad del amor.

La expresión “Stabat” (estaba en pie) denota vigorosamente la actitud de María en un estar en pie, sin claudicación ni desmayo. María está junto a la cruz, herida profundamente en su corazón de madre, pero erguida y fuerte en su entrega. Es la primera y más perfecta seguidora del Señor porque, con mayor intensidad que nadie, toma sobre sí la carga de la cruz y la lleva con amor íntegro; ella con su propio dolor completa lo que falta a la pasión de Cristo (cf. Col. 1, 24). ¿Por qué aceptó María aquella tortura? ¿Qué le amordaza, qué le mantiene en silencio? La respuesta es: «movida por un inmenso amor a nosotros, ofreció Ella misma a su Hijo a la divina justicia para recibirnos como hijos». El porqué del inmenso dolor de María es este: nosotros. Por nosotros muere Jesús y por nosotros sufre María. Engendró a Dios y le dio a luz con gozo inmenso, pero sufrió el parto más doloroso en el Calvario para -en comunión con su Hijo- hacernos hijos de Dios e hijos suyos. «Tanto amó Dios al mundo, que le dio su unigénito Hijo, para que todo el que crea en El no perezca, sino que tenga la vida eterna». De modo análogo podemos decir: tanto nos amó María, que nos dio a su unigénito Hijo, para que los demás podamos participar en su eterna gloria.

CITAS PARA MEDITAR

El Señor Jesús nos amó hasta el extremo: Jn 13,1.

Quien ve a Jesús, ve al Padre: Jn 14,9.

Dios es Amor: 1Jn 4,8.16.

La Eucaristía es fruto del amor de Jesús por nosotros: 1Cor 11,23-25.

La vida en Cristo es posible gracias a su infinito amor: Gál 2,20b.

El Señor Jesús nos ha dado ejemplo de cómo amarnos entre nosotros: Jn 13,15.

El amor de Jesús se expresó privilegiadamente en su obediencia al Padre: Jn 17,4;

19,30.

¿Qué más pudo hacer Dios por nosotros que no haya hecho ya?: Is 5,4.

El mandamiento de Jesús es amarnos como Él nos amó: Jn 15,12-13.

En la Cruz nos amó Jesús hasta el extremo: Ef 2,16; Flp 2,8; Heb 12,2.

Conociendo y amando a Jesús encontraremos la vida eterna: Jn 3,16.

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PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO

2. ¿Qué significa para mi vida que el Señor Jesús me haya amado hasta el extremo?

3. Ante tal prueba de amor del Señor por mí, ¿cómo le estoy respondiendo al Señor?

¿Qué puedo hacer para que esa respuesta sea aún más generosa?

4. ¿Me descubro realmente llamado, aprendiendo del Señor Jesús, a amar sin límites?

¿Cómo lo puedo hacer en concreto?

5. La amorosa entrega de Jesús en la Cruz es manifestación de su total obediencia al Plan

del Padre. ¿Cómo estoy viviendo la obediencia al Plan que el Padre tiene

concretamente para mi vida?

6. ¿Qué relación tiene la oración del ideal con el tema que estamos meditando del amor

hasta el extremo? ¿Estoy haciendo vida la oración del ideal?

Te invitamos a anotar tus impresiones y preguntas sobre este tema y lo que llevamos

caminando en esta formación.

Notas:

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ESCUELA TABASCO

DEPARTAMENTO DE PASTORAL

TERCER TEMA

MI FAMILIA UN SACRAMENTO DE COMUN - UNIÓN. Por: Fernando Iván Gómez Trejo

INTRODUCCIÓN “Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica. Está presente en el sacrificio de la Misa *…+"Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos" (Mt 18, 20).” (SacrosanctumConcilium, n.7)

Cristo siendo Dios se permite permanecer entre nosotros mediante la liturgia, los signos, gestos y símbolos que como fieles realizamos para recordar a nuestro salvador. En especial la EUCARISTÍA que forma parte de los sacramentos de iniciación cristianas es el signo de gracia visible predilecto para la establecer un canal de comunicación personal con Cristo. Todas nuestras prácticas así como la mismísima comunión son este “manantial y cumbre de la vida cristiana” (SC 10) por ello es importante reflexionar sobre su importancia dentro de nuestra vida, bien, si la Eucaristía por lo que representa sabemos es un sacramento ¿Cómo lograr que una Familia se transforme en sacramento de común – unión? Primero debemos saber que entendemos por Familia, Sacramento y Comunión.

I. SER, QUEHACER Y HACER FAMILIA

“La familia, en los tiempos modernos, ha sufrido quizá como ninguna otra institución, la acometida de las transformaciones amplias, profundas y rápidas de la sociedad y de la cultura. Muchas familias viven esta situación permaneciendo fieles a los valores que constituyen el fundamento de la institución familiar.” (FamiliarisConsortio, 1.)

Cuando un texto de esta magnitud se pone frente a nuestros ojos, nos plantea tres preguntas: 1. ¿Qué es una familia?, 2. ¿Quiénes integran una familia?, 3. ¿Cuáles son los movimientos o rotaciones sociales que influyen en la constitución de una familia? Para comenzar no ahondaremos en las definiciones clásicas que pueda proporcionarnos los diccionarios enciclopédicos o sociológicos, impelemos a nuestra sabiduría adquirida por los años, la experiencia.

Hablar sobre ¿Qué es una familia? Nos remonta a comprender como familia, a las personas cuyo lazo sanguíneo a fin a nosotros, une nuestras relaciones sociales y converge o no dentro de un espacio físico concreto. Pero no perdamos de vista nuestra finalidad saber qué es una familia a partir de nuestra experiencia, quizás uno de los primeros términos para familia podría ser: un grupo de personas reunidas para un fin.

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Dios habla a las familias como una unidad, como un cuerpo único, si uno de los familiares falta el otro no encuentra gozo, ni satisfacción, en concreto no hay plenitud (sal. 27). Los integrantes de una familia pueden ser muy variados y no por ello es malo, la multiplicidad de carismas, necesidades y oportunidades para integrar la familia es un

reto mismo para el hombre como creatura; los integrantes del núcleo llamado familia son todos aquellos que amándose convivan en tal entorno familiar, del cual ya hemos hablado antes. En ocasiones puede pensarse que la normalidad de una familia radica en atribuirle a esta el modelo TRADICIONAL familiar, dicho modelo comprende a Padres e hijos, como lo menciona Juan Pablo II en su FamiliarisConsortio en este último siglo la familia ha sufrido muchos cambios, algunos de ellos asimilados y otros sólo asumidos por la fuerza, la normalidad de una familia no debería radicar en cuanto la norma de estándar social, amén de la Palabra de Dios, la norma máxima de evaluación cristiana debe ser el amor, así podemos ver en la Sagrada Familia la expresión máxima de esta singularidad entre familias. Me es precisar y mencionar que la Familia de Cristo era una FAMILIA FUNCIONAL NO CONVENCIONAL, su madre por naturaleza la Virgen María, su padre por adopción San José, y Jesús síntesis de dos realidades existenciales que en ocasiones a los filósofos les ha ocasionado dolor de cabeza, ¿Cómo puede ser posible que lo Divino y lo Profano se sinteticen en un solo hombre, verdadero Dios y verdadero hijo de Adán? Digo ese es un conflicto de familia, pero como podemos ver por más dispares que sean los integrantes, la familia debe poseer dos virtudes ser FUNCIONAL, como diría san Pablo. "A cada uno se le otorga la manifestación del Espíritu para común utilidad" (1 Cor., 12, 7) lo interesante no es ver a quien dota de más dones el Espíritu, sino ver con mi don como contribuyo a construir a mi familia. La modernidad de alguna manera ha hecho rotar el núcleo social y reinterpretar la conformación e integración de una familia, el nuevo milenio si bien trajo consigo avances tecnológicos tremendos, también nos solvento una deuda social, ¿Qué entendemos por libertad familiar o “Mi libertad”?

La situación en que se halla la familia presenta aspectos positivos y aspectos negativos: signo, los unos, de la salvación de Cristo operante en el mundo; signo, los otros, del rechazo que el hombre opone al amor de Dios. En efecto, por una parte existe una conciencia más viva de la libertad personal y una mayor atención a la calidad de las relaciones interpersonales en el matrimonio, a la promoción de la dignidad de la mujer, a la procreación responsable, a la educación de los hijos; se tiene además conciencia de la necesidad de desarrollar relaciones entre las familias, en orden a una ayuda recíproca espiritual y material, al conocimiento de la misión eclesial propia de la familia, a su responsabilidad en la construcción de una sociedad más justa. Por otra parte no faltan, sin embargo, signos de preocupante degradación de algunos valores fundamentales: una equivocada concepción teórica y práctica de la independencia de los cónyuges entre sí; las graves ambigüedades acerca de la relación de autoridad entre padres e hijos; las dificultades concretas que con frecuencia experimenta la familia en la transmisión de los valores; el número cada vez mayor de divorcios, la plaga del aborto, el recurso cada vez más frecuente a la esterilización, la instauración de una verdadera y propia mentalidad anticoncepcional.

Juan Pablo II, FamiliarisConsortio, n°6

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Nuestra era así como llena de gozos y esperanzas, también está llena de claros y oscuros dentro de nuestra relación familiar, ausencias y resarcimientos, opulencias y soledades, verdades y desmentiros. Ante una sociedad que en su momento ha tomado una postura nihilista ¿Cuál es tu respuesta como Padre – Madre de tus hijos?

Hacer familia nos debe remontar a nuestras experiencias primigenias de una familia, que de nuestros padres aprendimos y que debiéramos evitar, que de la sociedad tomamos, aditamentos que conformaron nuestra existencia y cuales debiéramos advertir por sus peligros. Hacer familia es estar con los ojos abiertos y el corazón encendido para comprender a los integrantes, cuáles sean, de mi familia y mirarlos con los ojos que Dios desearía mirarles. Ya que nadie nace de la casualidad, nace del mismísimo amor, de lo único eterno Dios en el amor.

II. SER SACRAMENTO “La Santísima Eucaristía es el don que Jesucristo hace de sí mismo, revelándonos el amor infinito de Dios por cada hombre. En este admirable Sacramento se manifiesta el amor «más grande», aquél que impulsa a «dar la vida por los propios amigos» (cf. Jn 15,13). En efecto, Jesús «los amó hasta el extremo » (Jn 13,1).” (Sacramento Caritatis, n° 1) Sacramento lo definirá el Catecismo de la Iglesia Católica (CatIC) son: “Las palabras y las acciones de Jesús durante su vida oculta y su ministerio público eran ya salvíficas. Anticipaban la fuerza de su misterio pascual. Anunciaban y preparaban aquello que Él daría a la Iglesia cuando todo

tuviese su cumplimiento.”Estas acciones que Jesús hizo en su vida y que ahora en su memoria celebramos nos hacen presente la Gracia que Dios quiere transmitir a sus hijos, en este sentido el sacramento es una donación total, al mismo tiempo que es un signo visible, por eso hacerse sacramento implica una determinante donación de convertirse en signo visible de donación total.

Nos hacemos sacramento en la Eucaristía, pues este

representa “la unión que ha querido establecer entre Él (Cristo) y nosotros”(Sac. Caritatis, n°14) esta unión nos

debe hacer considerar como nuestro el sacrificio de Cristo, hacer vida las razones del sacrificio y no como nos han interpretado la Cruz, cargar con una serie de condiciones adversas refugiándonos en la petición celestial de abnegación ¡Así ha sido siempre! O ¡Es la cruz que te toco llevar! La única inclusión sacramental que nos pide y exige el Cristianismo es AMAR y amar con tal conciencia y pasión que desborde, bajo este criterio constituir Familia Sacramental nos refiere a vivir intensamente desde nuestra realidad familiar, con los nuestros, las máximas evangélicas.

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No es soportarlo todo, ni aguantarlo todo, ni abnegarlo y callarlo todo, es amar todas las cualidades pero así como Cristo manifestó los defectos primero en privado, después con testigos y al final públicamente; así corregir nuestro quehacer familiar y nuestro ser sacramental, es definir nuestra postura estar con Dios o en la retirada (Jn

6,66-67) y escuchar la voz de Jesús ¿A caso ustedes también me abandonan?Y quizás

no sólo sea la voz de Cristo, sino la voz de alguno de los miembros de nuestra familia (tus hijos) que reclama, ¿Tú, también me abandonas? Ser sacramento es estar abiertos a interpretar los signos de los tiempos, tiempos que nos gusten o no son hechos de circunstancias, y nos construyen pero que no deben determinar totalmente lo que somos, pues a final de cuentas Tú ya has hecho algo con tus decisiones en tu vida, abandonar o dejar solo a alguien, no sólo es en la presencia, sino en la esencia misma de no corregir en el momento preciso, de ser permisivo hasta ser esclavo de la libertad que debería hacernos independientes, cualquier conducta negativa que se permite y no se detiene a tiempo no da vida, conduce a la muerte y todo sacramento es vida, es transmitir entrega vital y ser signo vivo de Dios. Revisemos nuestro andar, que actitudes del día a día nos hacen perder poco a poco la vitalidad de sacramento, educamos en esta conciencia o preferimos adiestrar y cual ordenador ingresar una serie de comandos a la memoria que se repiten eternamente. Recordemos se nos ha confiado la tarea más grande del mundo ser ángeles custodios de los más pequeños y predilectos del Padre, sus hijos, nuestros hijos. Que la voz de los pequeños se alce desde lo profundo de su corazón al reconocer a Dios como Padre y a ustedes también, pues cuando quisieron mirar a Dios y su amor; voltearon la mirada hacia su Padre y Madre que han sabido ser la imagen más cercana de este amor y eso ya es mucho decir.

III. EN COMÚN – UNIÓN

IV.

“La Iglesia vive de la Eucaristía. Esta verdad no expresa solamente una experienciacotidiana de fe, sino que encierra en síntesis el núcleo del misterio de la Iglesia. Éstaexperimenta con alegría cómo se realiza continuamente, en múltiples formas, lapromesa del Señor: «He aquí

que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo»(Mt 28, 20)”(Ecclesia de Eucharistia, n° 1) Así como el ciervo busca el agua cuando se haya sediento, también los cristianos buscamos la fuente de donde emana nuestro ser imitadores de Cristo, la Eucaristía. Este sacramento además de ser icono y cimiente de la vida litúrgica es sin lugar a duda la muestra de misericordia más grande de Dios.

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Dios se ha encarnado, se ha manifestado a los hombres, los ha adoctrinado y les ha transmitido sólo lo que los hijos deben saber del Padre, ha tomado como propio a un pueblo y lo ha amado hasta el extremo de entregarles a su único hijo, Él al filo de la muerte reconcilia todas las cosas con sabiduría y amor, hace que los hombres se

reúnan en torno a la misma mesa, de la Eucaristía y comparte con ellos su mismo cuerpo y su preciosa sangre. Se hace uno en ellos y ora al Padre de los cielos para que sean también uno con él, no importando el trato que da la necedad humana decide permanecer entre nosotros dejándonos este memorial suyo, para que sean uno sólo y el mundo pueda creer.

1. SEAMOS UNO…

“Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros y no todos los miembros tienen una misma función, así también nosotros, aunque somos muchos formamos un solo cuerpo al quedar unidos a Cristo y somos miembros los unos de los otros. Puesto que tenemos dones diferentes según la gracia que Dios nos ha confiado, el que habla de parte de Dios, hágalo de acuerdo con la fe. El que sirve, entréguese al servicio; el que enseña, a la enseñanza, el que exhorta a la exhortación, el que ayuda, hágalo con generosidad. El que atiende, con solicitud; el misericordioso hágalo con alegría.”(Rm 12,4-8) He aquí otra de las ideas audaces y formulaciones centrales de Pablo, “aunque somos muchos formamos un solo cuerpo al estar unidos a Cristo y somos miembros los unos de los otros”. Somos el cuerpo de Cristo ¡Qué alegría, que honor, que programa, que tarea! Imagínate un mundo donde todos nos comportamos como miembros de un solo cuerpo: tu familia, tu pueblo, tus compañeros de trabajo, entre otras, todos unidos, viviendo en PAZ. Cuando nos sabemos hijos de Dios y hermanos de Cristo nuestra vida se convierte en una ofrenda al servicio a Dios. Este es el nuevo culto, nuestra vida entera ofrecida a Dios, para ello debemos de vivir según el evangelio “Amándonos los unos a otros como yo los he amado” (Jn 15,13) nuestra vida como sacramento vivo entregado a Dios por medio de nuestros hermanos. Dios nos da inteligencia para distinguir lo que no es bueno al proyecto de amor que él nos ha propuesto, para reconocer cuando estamos divididos y fuera del amor del Padre, si creemos en Cristo, creamos en el amor, así, si cada uno desde sus capacidades colaboar con el otro, en amor para continuar la construcción fraternal del Reino de Dios el futuro de unidad y solidaridad podrá ser, de lo contrario seguiremos siendo lo mismo y los mismos, no por asistir

a misa o recibir los sacramentos la vida tiende a ser menos dura, ni menos penosa, ni menos vida, simplemente se convierte en vida en abundancia para ser vivida.

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2. UNA SOLA FAMILIA

“El día del descanso es tal ante todo porque es el día "bendecido" y "santificado"por Dios, o sea, separado de los otros días para ser, entre todos, el "día del Señor"*…+ 9 La

Eucaristía nutre y modela a laIglesia: " Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, puestodos participamos de un solo pan " (1 Co 10,17). Por esta relación vital con elsacramento del Cuerpo y Sangre del Señor, el misterio de la Iglesia es anunciado,gustado y vivido de manera insuperable en la Eucaristía.” (DiesDomini, n°14) Establecer un día de descanso en donde se pueda dar a Dios el tiempo y espacio que merece, se ha hecho merecedor también de una adoración familiar, efectivamente al destinar un día de culto, ha sido para que la familia entera se entregue a este culto, al descanso y por qué no también a la solidaridad.

Al ser un día de culto, pide la Iglesia, sea un día en donde fuera de toda presión se pueda dar Gloria a Dios a través de la Santa Misa.

Adoración familiar en cuanto como primer núcleo social y eclesial se lleve de la mano la formación espiritual de los hijos, para participar en la Eucaristía.

De solidaridad al ser un tiempo predilecto para la ayuda ya sea asistencial o bien comprometida a través del tiempo donado para realizar dichas actividades.

Si bien Dios salva al hombre, lo salva en su totalidad en su ser social, en su ser individual y en su ser espiritual, pues bien, este Padre de bondad se goza de ver a sus hijos en familia adorándole, dándole culto y viviendo en sus preceptos: Ser Felices y Amantes.

CONCLUSIONES Decir que la familia debe ser un sacramento de común unión es decir que nuestro núcleo familiar donde nos desarrollamos, sea como sea, conformado con los integrantes que Dios provea; esté destinado a donarse a sí mismo hacia los demás, no sin antes saber vivir en los valores del evangelio, unidos y en común alegría. La Eucaristía si bien tiene sus exigencias como sacramento canónicamente constituido, pide más del Cristiano en su interior como parte integral de una familia, a final de cuentas las bondades que la Eucaristía y entendida como este Padre que ama a su Creación que al cumplirse la plenitud de los tiempos envía a su hijo unigénito Jesucristo para comunicarnos su mensaje de amor, exigen de cada uno de nosotros repetirlas en un entorno donde desde nuestra intimidad se puedan transmitir, no nos pide ser exhibicionistas solo darlo a conocer día a día desde lo común. Nuestra familia es el seno y lugar predilecto para sembrar las semillas del amor y la felicidad, si Dios no crea en la violencia, ¿Por qué nosotros violentamos los procesos de nuestros hijos? Si Dios no exige con los criterios limitantes de cantidad y calidad,

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¿Por qué vemos con ojos maledicentes los errores, fallas y caídas, cuando debiera ser de misericordia nuestra mirada? Si Dios Padre Nuestro acepta nuestras particularidades, ¿Por qué guardar la norma específica social y vacía de la modernidad y la vanguardia?

Seamos constructores de como familia de un bello lugar de remanso donde los hijos, los padres y entre hermanos más que una obligatoriedad consanguínea sea pueda dar una fraternidad y/o filiación basada en el respeto, en la conciencia de Dios que hermana universalmente y que ama totalmente. Somos herederos de una tradición en la Eucaristía y de un mismo espíritu en Dios nuestro Padre – Madre que abre día a día nuestros ojos para mostrarnos su mensaje de amor. “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre?

Aunque olvide ella, Yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo tatuado; delante de mí están siempre tus manos.”

Isaías 49, 15-16 Te invito a que leas el siguiente texto sobre este Jesús que nos muestra la permanencia del Padre todos los días, muchas veces encontramos a Jesús como salvador, Dios, santo, entre otros; nunca o casi nunca nos dejan ver esa parte tan humana y tan verdadera de un Jesús hijo y sobre todo el hijo que se enfrenta a la separación de su Madre.

Carta de Jesús a María su madre.

Querida mamá: Cuando te despiertes yo ya me habré ido. He querido ahorrarte despedidas. Ya has sufrido bastante y lo que sufrirás, María.Ahora es de noche, mientras te escribo. El gato me mira como diciendo “¿es que no va a poder uno dormir en esta casa nunca?”.Quiero decirte por qué me voy, por qué te dejo, por qué no me quedo en el taller haciendo marcos para las puertas y enderezando sillas el resto de mi vida. Durante treinta años he observado a la gente de nuestro pueblo y he intentado comprender para qué vivían, para qué se levantaban cada mañana y con qué esperanza se dormían todas las noches.Juan el de la panadería, y con él la mitad de Nazaret, sueñan con hacerse ricos y creen de verdad que cuántas más cosas tengan más completos van a ser. El alcalde y los otros ponen el sentido de sus vidas en conseguir más poder, ser obedecidos por más gente, tener capacidad para disponer del futuro de los otros hombres. El rabino y sus beatas se han rendido ya de todo lo que signifique esforzarse por crecer y se disculpan haciéndolo pasar por voluntad de Dios. El resultado es que la mayoría de los días son grises, las soledades demasiado grandes para ser soportadas por hombros normales, la amargura habitual de casa, las alegrías cortas y poco alegres.

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A veces, madre, cuando llegaba el cartero y sonaba la trompetilla en la plaza del pueblo, cuando la gente acudía corriendo alrededor, yo me fijaba en esas caras que esperaban ansiosamente, delirantemente, de cualquier parte y con cualquier remite, una buena noticia: ¡hubieran dado la mitad de sus vidas porque alguien les hubiera

abierto, desde fuera, un boquete en el cascarón! Me venían ganas de ponerme en medio y gritarles: “¡La noticia buena ya ha llegado! ¡El reino de Dios está dentro de ustedes! ¡Las mejores cartas les van a llegar de dentro! ¿Por qué se repiten que están cojos si resulta que Dios les ha dado piernas de gacela? Yo me siento prendido por la plenitud de la vida, María. Yo me descubro encendido en un fuego que me lleva y me hace contarles a los hombres noticias simples y hermosas que ningún periódico dice nunca. Y quisiera quemar al mundo con esta llama; que en todos los rincones hubiera vida, pero vida en abundancia. Ya sé que soy un carpintero sin bachillerato y que apenas he cumplido la edad de poder abrir los labios en público. No me importaría esperar más, pensarlo más, ser más maduro, “hacer mi síntesis teológica”... pero esta tarde me he enterado de que han detenido a Juan, que bautizaba en el río. ¿Quién alentará ahora la chispita de esperanza que aún humea en el corazón de los pobres? ¿Quién gritará lo que Dios quiere en medio de tantos gritos que no quieren a Dios? ¿Quién jurará a los sencillos y a los cansados que tienen derecho a vivir porque son queridos desde el principio del universo? Hay demasiada infelicidad, mamá, como para que yo me contente con fabricar hamacas para unos pocos... demasiados ciegos, demasiados pobres, demasiada gente para quien el mundo es la blasfemia de Dios. No se puede creer en Dios en un mundo donde los hombres mueren y no son felices... a menos que se esté del lado de los que dan la vida para que todo eso no siga sucediendo; para el mundo sea como Dios lo pensó. Si te he de decir la verdad, no tengo nada claro qué es lo que voy a hacer. Sé por dónde empezar. No sé dónde terminaremos. Por lo pronto me voy a Cafarnaúm, a la orilla del lago, donde hay más gente y lo que pase tendrá más resonancia. Está amaneciendo. Te escribiré. Te vendré a ver de vez en cuando. Las vecinas, el gato, las estrellas del cielo y Dios Nuestro Señor te harán compañía en esa ola inmensa de convivencia fraterna con la naturaleza que los hombres no son capaces de descubrir. Y cuando hagamos ese pequeño grupo de gente que viva como estamos hechos para hacerlo, podrás venirte con nosotros, llena de flores, llena de ritmo, bendita entre todas las niñas de Israel, que me diste en fruto a mí,

Tu Jesús.

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Tomado de: José Luis Cortés “Un Señor como Dios manda”. Ed. PPC

REFLEXIÓN Tiempo de Desierto – Meditación

¿Cuántas veces como Padre – Madre has permitido a tu co-creación, tu hijo, tome sus propias decisiones y sólo seas un orientador no un límite? ______________________________________________________________________ ¿Tu amor al extremo, a que extremo puede llegar, amas para la libertad o para no equivocarse, amas para formar o para dar la pista de toda la vida? ____________________________________________________________________________ ¿Cómo realizas común unión en tu familia? O ¿sólo haces acuerdos? __________________________________________________________________________

Te invitamos a anotar tus impresiones y preguntas sobre este tema, y lo que llevamos

caminando en esta formación.

Notas:

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CUANDO PASARÁ – ORACIÓN FINAL

Cae noche y en silencio llego a nuestro hogar,

duermo en la casa Padre Nuestro, que en el cielo estas. Si miro al cielo me da miedo, si miro al suelo más, padre nuestro que estas arriba me tienes que escuchar. Cuando escribirás un cuento, que cuente las cosas que yo siento, cuando darás ami padre, un poco de tiempo para planear, cuando pasara, cuando pasara. CORO: Cuando llegara un buen día, en que pueda irme con mi padre a pasear, cuando sentiré sus pasos, que junto a mis pasos, me acompaña al andar, (jugando en la ciudad, sin calles que cruzar) (2) Cuando harás un nuevo cielo, para que la paz levante el vuelo, cuando curaras la guerra, que si tú no puedes, no hay quien pueda. cuando pasara,

cuando pasara CORO: (se repite) Buenas noches, que descanses, yo voy a dormir, hasta mañana Padre Nuestro, no te olvides de mí. solo te pido que mis sueños, se hagan realidad, y mañana cuando despierte queno sea un día más. (lalalalalalalala Cuando pasara) (3)

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ORACION VOCAL – ORACIÓN FINAL

Introducción:

“Orar no significa sólo que podemos decir a Dios todo lo que nos agobia. Orar significa también callar y escuchar lo que Dios

nos quiere decir” Juan Pablo II

SALMO 128

(c1) Si el Señor no edifica la casa, en

vano trabajan los albañiles;

(c2) si el Señor no custodia la

ciudad,en vano vigila el centinela.

(C1) Es inútil que ustedes

madruguen; es inútil que velen

hasta muy tarde y se desvivan por

ganar el pan:

(c2)¡Dios lo da a sus amigos

mientras duermen!

(c1)Los hijos son un regalo del

Señor, el fruto del vientre es una

recompensa; como flechas en la

mano de un guerrero son los hijos

de la juventud.

(c2)¡Feliz el hombre que llena con

ellos su aljaba! No será humillado al

discutir con sus enemigos en la

puerta de la ciudad.

(c1)Gloria al Padre y al Hijo y al

Espíritu Santo. Como era en el principio

ahora y siempre por los siglos de los

siglos. Amén.

LA PALABRA Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis Mt 19,14 "Cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe. Pero al que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgasen al cuello una piedra de molino de asno, y que le hundieran en el fondo del mar... Dejad a los niños venid a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de Dios." (Mt 18,3,5,6; Mc 10,14)

Tu Palabra Dios llama al corazón del hombre para poder impactar en la vida de cada uno, la decisión de abrirle la puerta es de cada uno de nosotros.

¿Qué dice a tu corazón esta palabra que has recitado y leído?

¿A qué te invita la PALABRA? ¿Hay algún reflejo de tu vida en esta palabra orada?

“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” Proverbios 22,6