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ANÁLISIS DE LA FRAGMENTACIÓN DE COBERTURAS NATURALES PRODUCIDA POR LA MINERÍA A CIELO ABIERTO EN EL MUNICIPIO LA JAGUA DE IBIRICO, CESAR. LUISA FERNANDA ANAYA VALENZUELA ANDREA STEFANIA DIAZ ROJAS UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS FACULTAD DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES PROYECTO CURRICULAR DE INGENIERIA AMBIENTAL BOGOTÁ D.C. 2016

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ANÁLISIS DE LA FRAGMENTACIÓN DE COBERTURAS NATURALES

PRODUCIDA POR LA MINERÍA A CIELO ABIERTO EN EL MUNICIPIO LA

JAGUA DE IBIRICO, CESAR.

LUISA FERNANDA ANAYA VALENZUELA

ANDREA STEFANIA DIAZ ROJAS

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES

PROYECTO CURRICULAR DE INGENIERIA AMBIENTAL

BOGOTÁ D.C.

2016

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ANÁLISIS DE LA FRAGMENTACIÓN DE COBERTURAS NATURALES

PRODUCIDA POR LA MINERÍA A CIELO ABIERTO EN EL MUNICIPIO LA

JAGUA DE IBIRICO, CESAR.

LUISA FERNANDA ANAYA VALENZUELA Cód: 20101180002

ANDREA STEFANIA DIAZ ROJAS Cód: 20092180014

Trabajo de grado para optar por el título de Ingeniera Ambiental

Bajo la modalidad de Investigación.

DIRECTOR: JUAN CARLOS ALARCÓN

Profesor Asociado Universidad Distrital Francisco José de Caldas

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES

PROYECTO CURRICULAR DE INGENIERIA AMBIENTAL

BOGOTÁ D.C.

2016

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NOTA DE ACEPTACIÓN

______________________________________________

______________________________________________

______________________________________________

______________________________________________

JUAN CARLOS ALARCÓN HINCAPIÉ

Director

______________________________________________

CAROLINA LOZANO BARRERO

Jurado

______________________________________________

NÉSTOR BERNAL SUAREZ

Jurado

iii

“Las ideas emitidas por los autores son de exclusiva responsabilidad y no

expresan necesariamente opiniones de la Universidad” (Artículo 117, Acuerdo 029

de 1998).

iv

AGRADECIMIENTOS

A nuestro director Juan Carlos Alarcón, nuestros jurados y a cada uno de los

profesionales que nos brindaron asesorías y que con su experiencia contribuyeron a

nuestro aprendizaje. A Corpocesar y a la alcaldía municipal de la Jagua de Ibirico por su

apoyo logístico y documental. A la coordinación de la Unidad de Investigación de la

Facultad de Medio Ambiente y Recursos Naturales por su colaboración en la adquisición

de información de instituciones externas. A los presidentes de las Juntas de Acción

Comunal en cada una de las veredas del municipio por su tiempo y disposición.

A Dios y a la vida por rodearme de personas maravillosas. A ustedes pa y abue

que desde arriba se deben divertir con mis aciertos y desaciertos. A la mejor

mamá del mundo y a mi hermana, mis amigas incondicionales y mis mejores

psicoterapeutas personales. A Andre por permitirme conocerla y caminar a su lado

durante todo este estupendo aprendizaje. A mi compañero de vida, por

acompañarme y alentarme cuando más lo necesité. A mis hermanos, tíos, primos

y amigos, por creer en mí y apoyarme en mis osadas decisiones, hasta mis más

pequeños triunfos llevan sus firmas.

Luisa Anaya Valenzuela

A Dios por la vida y la oportunidad de crecer un poco cada día.

A mis padres, abuela y familia por la confianza y apoyo incondicional durante todo

mi proceso formativo.

A mi compañera de tesis por brindarme la posibilidad de compartir junto a ella esta

maravillosa experiencia, por las enseñanzas y el camino recorrido lleno de

alegrías, apoyo, dificultades y aprendizaje.

A Ángel por caminar junto a mí esta etapa de la vida a pesar de las dificultades,

por soportar mi genio y brindarme su apoyo en situaciones complicadas.

A cada una de las personas que nos brindaron su apoyo y nos animaron a

continuar a pesar de las dificultades. A ellas gracias, por cada abrazo, consejo,

observación, aporte, discusión y aprecio por nuestro proyecto.

A nuestro director, jurados y cada uno de los profesionales que hicieron parte de

este proceso de aprendizaje y que contribuyeron al desarrollo del mismo,

brindándonos sus conocimientos y colaboración en lo que les fuese posible.

A mis compañeros de clase, especialmente al grupo de las “Andrea’s” por la

amistad, la complicidad y el gran aporte para mi vida académica y profesional.

Por último y no menos importante, a las personas que conocí y con las que

compartí durante la realización del trabajo de campo. Gracias por los recorridos,

los lugares conocidos, las charlas, lecciones y sobre todo por la amabilidad y

disposición de cada uno de ellos.

Andrea Díaz Rojas

v

CONTENIDO

1 INTRODUCCION ........................................................................................................ 1

2 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ......................................................................... 2

3 JUSTIFICACIÓN ......................................................................................................... 3

4 OBJETIVOS ............................................................................................................... 3

4.1 Objetivo general .................................................................................................. 3

4.2 Objetivos específicos ........................................................................................... 3

5 MARCO TEÓRICO ..................................................................................................... 4

5.1 Antecedentes históricos ....................................................................................... 4

5.2 Impactos causados por la minería ....................................................................... 6

5.3 Iniciativas de regulación....................................................................................... 7

5.4 Producción de Carbón ......................................................................................... 8

5.5 Transformación de coberturas y matrices de transición ..................................... 10

5.6 Métricas de paisaje ............................................................................................ 11

6 ESTADO DEL CONOCIMIENTO .............................................................................. 11

7 MÉTODOS ............................................................................................................... 13

7.1 Zona de estudio ................................................................................................. 13

7.1.1 Coberturas presentes en La Jagua ............................................................. 14

7.2 Metodología ....................................................................................................... 15

7.2.1 Recopilación de información ....................................................................... 15

7.2.2 Procesamiento de información ................................................................... 16

7.2.3 Verificación: Salida de Campo .................................................................... 17

7.2.4 Identificación de coberturas de la Tierra ..................................................... 18

7.2.5 Análisis multitemporal ................................................................................. 18

7.2.6 Análisis de fragmentación ........................................................................... 19

7.2.7 Generación de lineamientos para propuestas ambientales ......................... 19

8 RESULTADOS ......................................................................................................... 20

8.1 Identificación de coberturas de la Tierra ............................................................ 20

8.2 Análisis multitemporal ........................................................................................ 21

8.3 Análisis de fragmentación .................................................................................. 25

9 DISCUSIÓN .............................................................................................................. 30

9.1 Procesos de pérdida de coberturas ................................................................... 30

9.2 El impacto sobre los bosques de galería ........................................................... 31

9.3 Coberturas naturales bajo títulos mineros .......................................................... 32

9.4 Impacto minero en las Zonas de Reserva Forestal ............................................ 34

9.5 Medidas de compensación de las empresas mineras ........................................ 35

9.6 Lineamientos ambientales para la protección de los recursos naturales ............ 36

9.6.1 Estructura Ecológica Principal .................................................................... 36

9.6.2 Fortalecimiento de la participación popular ................................................. 40

10 CONCLUSIONES ..................................................................................................... 42

11 SUGERENCIAS ........................................................................................................ 43

12 BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................... 44

vi

ÍNDICE DE ILUSTRACIONES Y TABLAS

Tabla 1 Impactos causados por la minería ......................................................................... 7

Tabla 2 Imágenes satelitales a trabajar ........................................................................... 15

Tabla 3 Información principal para el análisis geográfico ................................................. 16

Tabla 4 Rótulo de toma de datos en salida de campo ...................................................... 18

Tabla 5 Cambio total y neto en el área de cada cobertura ............................................... 22

Tabla 6 Cambio de coberturas naturales a zonas de extracción minera 1989-2001 ........ 23

Tabla 7 Cambio de coberturas naturales a zonas de extracción minera 2001-2015 ........ 24

Tabla 8 Cambio de coberturas naturales a zonas de extracción minera 1989-2015 ........ 25

Ilustración 1 Localización del municipio La Jagua de Ibirico ............................................. 13

Ilustración 2 Ejemplo de transformación de coberturas en los periodos 1989-2001-2015 18

Ilustración 2 Indice de forma por cobertura natural .......................................................... 26

Ilustración 3 Indice de separación .................................................................................... 27

Ilustración 4 Número de parches ..................................................................................... 28

Ilustración 5 Promedio de área de parche por cobertura natural ...................................... 29

Ilustración 7 Porcentaje de cobertura en el paisaje .......................................................... 30

ANEXOS

A. Mapa de Localización

B. Mapa de verificación en campo

C. Observaciones de los puntos de verificación de salida de campo

D. Mapa de coberturas de 1989

E. Mapa de coberturas de 2001

F. Mapa de coberturas de 2015

G. Matriz de transición de 1989 a 2001

H. Matriz de transición de 2001 a 2015

I. Matriz de transición de 1989 a 2015

J. Mapa de cambio de coberturas de 1989 a 2001

K. Mapa de cambio de coberturas de 2001 a 2015

L. Mapa de cambio de coberturas de 1989-2015

M. Tabla de resultados de las métricas del paisaje

N. Mapa de coberturas naturales en jurisdicción de títulos mineros y Reservas

Forestales

O. Compensaciones exigidas a empresas mineras

P. Mapa de priorización de elementos para la Estructura Ecológica Principal.

1

1 INTRODUCCION

Los agentes antrópicos son los más impactantes modeladores del paisaje y provocan los

principales cambios ecológicos de la Tierra a escalas locales y globales. Hooke (2000)

estima que a nivel mundial el movimiento de tierra generado por la construcción de

viviendas, carreteras y la explotación de recursos minerales se sitúa entre 30 y 45

Gigatoneladas al año. Es esta última, la actividad que en conjunto representa la mitad de

los movimientos de tierra generados por el ser humano (Hooke, 1994), moldea

drásticamente el paisaje y pone en riesgo la funcionalidad y estabilidad de todos los

ecosistemas del globo (Ehrlich & Ehrlich, 1981 citado en Carvajal, 2014).

Los inicios de la actividad minera se remontan a un poco antes de la denominada edad de

piedra en el uso y escogencia de rocas como armas ornamentales, y hoy en día, es la

actividad más demandada para el abastecimiento energético mundial, además de otras

importantes aplicaciones de los materiales para construcción, poder calórico y

transferencia eléctrica (Ministerio de Minas y Energía, 2006).

La actividad minera ha sido la salida económica de muchos países emergentes que ven

en ella un gran aporte monetario luego de la caída de la producción, específicamente

carbonífera, en Europa y Rusia (Ministerio de Minas y Energía, 2006). Por ello, la

participación latinoamericana ha aumentado y Colombia se sitúa como el más importante

productor de esmeraldas y una gran promesa en la explotación de carbón (con una

participación del 1,2% al 2004) (Ministerio de Minas y Energía, 2006).

El auge de la minería colombiana de carbón data de hace décadas, en los últimos años se

ha considerado el producto como de excelente calidad (Mendieta et al, 2010), tanto que

ahora es el segundo material de exportación nacional después del petróleo. Los últimos

gobiernos nacionales han catalogado el sector minero como uno de los principales

motores para el crecimiento del PIB y la promoción de la inversión extranjera en el país

(Andrade, Rodriguez, & Wills, 2012). Por ello se ha impulsado activamente a través de

distintas políticas de desarrollo como en el actual Plan Nacional de Desarrollo (PND)

2014-2018, que establece a la locomotora minera como el primer objetivo de

competitividad, sin importar que además de otros daños ambientales, ha afectado

coberturas vegetales de uno de los ecosistemas más amenazados: los Bosques Secos

Tropicales (López-Camacho & Fierro, en Garay et al., 2014).

El Bosque Seco Tropical está considerado dentro del los tres ecosistemas más

degradados, fragmentados y menos conocidos (IAvH, 1998), además de poseer sólo el

1,5% de su cobertura original (Etter, 1993). De las tres grandes regiones con este

ecosistema en Colombia, la llanura Caribe incluyendo el sur de la Guajira, es la región con

mayor cobertura en la actualidad, sin embargo todas presentan condiciones relictuales

(IAvH, 1998). Carvajal (2014) afirma que la pérdida de vegetación nativa en el área

asciende al 95% y que el principal uso actual del suelo es para pastizales, cultivos

tradicionales, de especies foráneas, como la palma africana y eucalipto y la explotación

de carbón.

La Costa Atlántica es la mayor productora de carbón en el país, principalmente los

departamentos del Cesar y la Guajira, de donde se extrae el 90.5% del total nacional

(Hawkins, 2014). Sólo el departamento del Cesar produjo durante el año 2009 cerca de

33.5 millones de toneladas de carbón (Defensoría del Pueblo, 2010), región donde se

encuentra la segunda mina a cielo abierto más grande de Colombia para explotación de

2

carbón térmico y que se suscribe dentro del Distrito Minero La Jagua de Ibirico,

considerado como el segundo Distrito con más alto volumen de producción, en

jurisdicción de los municipios de Becerril, El Paso, Codazzi y La Jagua (Ministerio de

Minas y Energía, 2005a)

El municipio de La Jagua de Ibirico ocupa una posición central y posee casi el 50% de su

área con títulos mineros vigentes al 2015 (Tierra Minada, 2015). Por ello es esta la zona

de estudio donde se pretende analizar la fragmentación de las coberturas naturales, vista

como un indicador directo del estado físico de los ecosistemas y herramienta clave para

su manejo y conservación.

2 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

A las etapas del proceso del carbón le son inherentes grandes impactos ambientales y

sociales debido a las transformaciones que causa en las regiones donde se establece. La

Defensoría del Pueblo (2010) establece que además de las consecuencias inmediatas

sobre el paisaje, se generan de forma directa impactos como la alteración de la dinámica

hidráulica de la región, contaminación de las aguas, de los suelos y del aire y afectación

de las especies de flora y fauna, entre otros (Defensoria del Pueblo, 2008). Teniendo en

cuenta que las zonas que registran mayor producción de carbón térmico son los

departamentos de la Guajira y el Cesar, y donde su explotación es en su mayoría a cielo

abierto, es de gran relevancia realizar estudios que permitan establecer el alcance de los

impactos en las zonas donde se llevan a cabo dichas actividades (Garay et al., 2014).

La Jagua de Ibirico hace parte del distrito minero La Jagua, el cual se considera un distrito

con alto volumen de producción de carbón (Ministerio de Minas y Energía, 2005a). El

municipio cuenta con un Plan Básico de Ordenamiento Territorial del año 2000 donde se

encuentra información sobre las coberturas vegetales para dicho año y todo un capítulo

sobre la dimensión de la actividad minera (Cardona, 2000); sin embargo, no hay

evidencias sobre informes institucionales o documentos académicos que aborden el tema

de los impactos causados sobre las coberturas naturales y su fragmentación dentro del

municipio o el departamento.

En virtud de lo señalado, se debe tener en cuenta que el paisaje es una superficie

terrestre donde se manifiestan los cuatro procesos ecológicos fundamentales (ciclo del

agua, los ciclos biogeoquímicos o de nutrientes, el flujo de energía y la dinámica de las

comunidades), los cuales se ven afectados por la minería a cielo abierto debido a que la

actividad requiere de la limpieza total del terreno, realizando descapote y posterior

adecuación del área para el inicio de las labores de explotación lo cual genera la pérdida

total de la cobertura natural presente (Cabrera y Fierro en Garay et al., 2013). Es lo

anterior la razón de la importancia del análisis de la afectación sobre las coberturas

naturales producidas por la actividad minera, ya que hasta el momento no hay una

cuantificación del área de cobertura natural que se ha perdido por dicha actividad, lo que

conlleva a la formulación de la pregunta de investigación: ¿En qué medida ha contribuido

la actividad minera a la pérdida de coberturas naturales en el municipio de la Jagua de

Ibirico?

3

3 JUSTIFICACIÓN

El código de Minas (CM), excluye taxativamente las zonas del Sistema Nacional de Áreas

Protegidas (SINAP) para actividades mineras de cualquier tipo. No obstante, no hace

claridad frente a otros territorios de importancia ambiental como las zonas de reserva

forestal, humedales, páramos, y mucho menos zonas de relictos de ecosistemas

amenazados. En el artículo 36 de la ley 685, sobresale la oportunidad que podría dejar

abierto el CM para que se pueda modificar el ordenamiento del territorio con el fin de

declarar zonas aptas para la minería sin tener debidamente en cuenta la riqueza

ambiental (Mena en Garay et al., 2013).

Lo anterior se agrava cuando no se conoce la riqueza ambiental del territorio, ni tampoco

su deterioro debido a la actividad minera, situación plasmada en el vencido PBOT de la

Jagua de Ibirico que no cuenta con documentos que aborden a profundidad el tema y,

debido a que es la actividad clave para el desarrollo del municipio y del país según

políticas públicas ya mencionadas, es casi que improbable su abandono. Por ende, es

primordial el desarrollo de proyectos en busca de conocer el estado y la dinámica de la

minería y sus repercusiones a nivel ambiental, con el fin de servir como instrumentos para

la toma de decisiones sobre el territorio y evitar enfrentarse a vacíos normativos

evidenciados en el CM.

Los periodos analizados en la investigación (1989-2001, 2001-2015 y 1989-2015) han

sido el resultado del estudio de la dinámica minera del municipio junto a la elección de las

más óptimas imágenes satelitales. Con respecto al primer criterio: la explotación de

carbón en el municipio se inició desde los años 1984 con minería a pequeña y mediana

escala, y es a partir de la década de los 90 cuando se dinamiza el crecimiento del sector

minero en todo el departamento. En 1994 se inicia el funcionamiento de la mina a cielo

abierto más impactante del departamento: La Loma-Boquerón (de Drummond Ltd.) junto

al Proyecto La Jagua, localizada a 100 Km al sur de Valledupar y a 5 km al este de la

población de La Jagua (Cardona, 2000). De 2005 a 2007 se pasaron de 3 a 21 títulos

vigentes (Defensoria del Pueblo, 2008). Para el 1 de agosto de 2014, La Jagua de Ibirico

tenía otorgados 47 títulos mineros, siendo el segundo municipio del departamento del

Cesar con mayor número de títulos mineros después de Valledupar.

4 OBJETIVOS

4.1 Objetivo general

Analizar la fragmentación de las coberturas naturales producida por la minería a cielo

abierto en el municipio La Jagua de Ibirico, Cesar.

4.2 Objetivos específicos

Identificar las coberturas naturales y las zonas de extracción minera presentes en el

municipio de La Jagua de Ibirico en los años 1989, 2001 y 2015.

Determinar la dinámica espacio-temporal de la transformación de coberturas

naturales a causa de la extracción minera.

Determinar el estado de fragmentación de las coberturas naturales a causa de la

extracción minera para el año 2015

Generar lineamientos para propuestas ambientales que contribuyan a la planificación

regional.

4

5 MARCO TEÓRICO

5.1 Antecedentes históricos

Desde el gobierno del expresidente Lleras Restrepo (1966–1970) hasta mediados de los

noventa, la minería fue concebida como un medio para la industrialización del país, el

fomento de cadenas de valor agregado, la sustitución de importaciones y la exportación

de bienes intermedios y finales, la generación de empleo y la consecución de recursos

públicos para la Nación y las regiones productoras (Garay et al., 2014).

Desde mediados de la década de 1990 se comenzó a generar la necesidad de mejorar el

clima de inversión en el tema minero. En 1992 el Presidente Gaviria afirmaba que al

menos la mitad del crecimiento de la economía en los próximos tres años debería ser

aportado por la inversión extranjera y mostraba ya cómo la minería y el sector energético

eran los más dinámicos, destacando carbón, petróleo y níquel y su posición como el

mayor productor mundial de esmeraldas y el segundo en oro en Latinoamérica (Revista

Semana, 1992).

Esta visión de liberalización económica interesó a países del Norte Global y en 1997 el

gobierno canadiense intervino en la formulación de políticas y normativa a través del

convenio del Ministerio de Minas y Energía y el Canadian Energy Research Institute

(CERI). Sin embargo, hubo presiones para modificar el Código de Minas (Decreto 2655 de

1988), con el argumento de armonizar la normativa minera a la Carta Política de 1991

(Garay et al., 2014).

De la participación del CERI y del sector minero y financiero en la reglamentación,

efectivamente hubo un nuevo Código de Minas: la Ley 685 de 2001, el cual generó un

cambio en las políticas con respecto a la minería, pues establece un país que promociona

y fiscaliza la minería, pero sin la posibilidad de empresas mineras de capital público o

mixto (Fierro, 2012a). A cambio, los particulares nacionales y extranjeros pagarán una

contraprestación económica por el costo de los recursos naturales no renovables

denominada regalía, la cual se tasa en función del tipo de material como un porcentaje del

valor de mercado. De igual manera, flexibiliza normas con el fin de facilitar la inversión

privada y establece la prelación de quien primero solicite el título minero (primero en

tiempo, primero en derecho) (Garay et al., 2014).

De acuerdo con Fierro (2011, citado en Fierro, 2012), la política minera en el país es

delineada desde el Ministerio de Minas y Energía que delegó la autoridad minera en el

Ingeominas. El Servicio Geológico fue fusionado durante el primer gobierno de Uribe

Vélez con el Servicio Minero, con lo cual el conocimiento sobre amenazas naturales como

deslizamientos, sismicidad y remoción en masa y el conocimiento del subsuelo para

minería, aguas subterráneas, paisajismo fue conducido al fin único de generar información

sobre potencial minero.

Desde la década del 2000, se realizó el plan de desarrollo minero “Colombia País Minero

2019” producto de las iniciativas del gobierno nacional para incentivar el crecimiento de la

actividad minera. Con este se pretende una planeación a largo plazo del sector, se

visualiza el país como una de las potencias más importantes de Latinoamérica a nivel

minero y su aporte a la economía nacional. Las principales metas que se propone en

cuanto a minería de carbón son:

5

Aumentar las exportaciones de carbón a 100 millones de toneladas anuales.

Duplicar la producción de carbón para el año 2019.

Además, las estrategias de promoción van encaminadas a difundir las ventajas de invertir

en minería en el país. Por otra parte, este plan tiene el respaldo de los últimos tres planes

de desarrollo nacional, donde se le da gran importancia a la actividad minera, siendo

clave para alcanzar las metas del crecimiento del Producto Interno Bruto - PIB (Defensoria

del Pueblo, 2008).

Durante la administración de Uribe y bajo el plan Nacional de Desarrollo (PND) “Estado

comunitario: Desarrollo para todos” se promovió un aumento en la productividad de las

explotaciones mineras mediante el fomento de la asociación de mineros en distritos, se

facilitó el acceso de los mineros tradicionales a fuentes de financiación, y se promovió la

asignación de áreas mineras a operadores estratégicos (Fierro, 2012a). Con el fin de

estimular la inversión extranjera, se reestructuró el reparto de la renta minera,

disminuyendo las regalías e impuestos y se flexibilizó la obligación de reparación social y

ambiental de las empresas (Colectivo Agrario Abya Yala, 2010).

En el PND 2010-2014 “Prosperidad para todos” se estableció al sector minero energético

como una de las “locomotoras para el crecimiento y generación de empleo” que promueve

el crecimiento de la economía. El objetivo era lograr una tasa de crecimiento anual del 5%

aproximadamente (CAFOD, Aid, Oxfam GB, SCIAF, & Trocaire, 2011), y para llevarlo a

cabo se realizó el esfuerzo de establecer los Proyectos de Interés Nacional y Estratégicos

(PINES) en sectores como la minería, hidrocarburos, energía y transporte. Como medida

para orientar, mejorar y agilizar los principales trámites que más obstáculos presentaron

para el desarrollo de estos se generó el CONPES 3762, en el cual se fijaron unos

lineamientos de política y un plan de acción para la eficiencia y eficacia en la planeación y

ejecución de todos los proyectos de inversión del país en los sectores de transporte y

minero energético, y en particular declara PINES que tienen un seguimiento especial para

su ejecución y gestión (CONPES, 2013).

Actualmente, en el PND 2014-2018 “Todos por un nuevo país” el desarrollo minero

energético está definido como el primer objetivo al que se le apuesta en materia de

competitividad con una inversión de más de 78 billones de pesos, en contraposición con

el último objetivo: Proteger y asegurar el uso sostenible del capital natural y mejorar la

calidad ambiental, con una inversión que no sobrepasa los 10 billones de pesos (Ley

1753 de 2015).

La institucionalidad ambiental, por su parte, se estructura a través del Sistema Nacional

Ambiental, donde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenibles (MADS) define las

políticas y entidades regionales denominadas Corporaciones Autónomas Regionales

(CAR) que son las que ejercen la autoridad a nivel regional. Para el caso minero en

particular, las competencias de ejercer el control y seguimiento ambiental se da en función

de los volúmenes de producción y solamente cerca de 20 actividades mineras (Cerrejón,

Cerro Matoso, Drummond, Tunjuelo, entre otras) tienen como autoridad al MAVDT

(Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, hoy Ministerio de Ambiente y

Desarrollo Sostenible, MADS). Los otros proyectos mineros, medianos y pequeños, son

controlados por las CAR.

Los avances informativos del potencial minero han sido estudiados con premura a

comparación de los impactos ambientales que conllevan. Es hasta 1998 cuando por

6

iniciativa de la sociedad civil se realizó el esfuerzo por cartografiar los ecosistemas. Fue

Andrés Etter quien logró caracterizar los ecosistemas de acuerdo al bioma al que

pertenecen, su fisionomía, composición florística a nivel de familias y uso tentativo. El

resultado final fue un mapa con 21 biomas, 62 ecosistemas naturales y una serie de

ecosistemas transformados o agroecosistemas (López-Camacho & Fierro, en Garay et al.,

2014). Hasta el 2007, el Sistema Nacional Ambiental (SINA) y el Instituto Geográfico

Agustín Codazzi (IGAC) elaboraron el Mapa de ecosistemas continentales, marinos y

costeros de Colombia a escala 1:500.000, constituyéndose en el mapa oficial de

ecosistemas del país, cuya representación espacial es resultado de la superposición de

información climática, geomorfológica y de cobertura vegetal (López-Camacho & Fierro,

en Garay et al., 2014).

Son muchos los movimientos sociales, políticos y ambientalistas que surgieron en las

últimas décadas en torno a la crisis ecológica y social desencadenada por la economía

extractiva. Sin embargo, es la principal alternativa económica a la que le han apostado los

últimos gobiernos.

5.2 Impactos causados por la minería

La Defensoría del Pueblo en su Resolución Defensorial No.54 estipula que “La actividad

minera ocasiona grandes impactos ambientales y sociales debido a las transformaciones

que se presentan en las regiones donde se establece… cuando se hace a gran o mediana

escala” (Defensoria del Pueblo, 2008).

A continuación, se presentan, grosso modo, los impactos tanto positivos como negativos

de la actividad minera datados en un informe sobre valoración económica ambiental en la

zona carbonífera del Cesar (Tabla 1. Impactos causados por la minería). Los impactos

son clasificados de la siguiente manera:

COMPONENTE AMBIENTAL IMPACTOS

HIDRÓSFERA

Afectación de la cantidad de aguas superficiales

Disminución reservas acuíferas

Cambio en la dinámica aguas superficiales y régimen hidrológico [cambio microclima]

Aumento déficit hídrico en el área

Contaminación recurso hídrico

LITÓSFERA

Modificaciones geomorfológicas profundas

Contaminación de Suelos

Incremento niveles de vibración

ATMÓSFERA

Afectación calidad del aire por incremento en la concentración material particulado y metales pesados

Aumento de la temperatura en la zona

Cambio de clima local y regional

Incremento en niveles normales presión sonora- ruido

BIÓSFERA Suelo Cambio en las propiedades físicas y químicas del suelo [Aumento de acidez, salinización]

Cambio en el uso adyacente del suelo

7

Biodiversidad

Pérdida de coberturas estratégicas por cambios en el uso del suelo

Remoción coberturas vegetales

Alteración de la biodiversidad

Espacial Servicios públicos y sociales: Incremento en demanda de bienes y servicios

Demográfico

Dinámica poblacional: Desplazamiento y relocalización involuntaria de la población

Dinámica poblacional: Inducción de procesos migratorios por especulación de demanda laboral

Calidad de vida Salud: Alteración en las tasas de morbilidad y mortalidad de la población

Socio-político

Actividades económicas: Pérdida temporal o permanente de suelos agrícolas productivos

Empleo: Generación de expectativas

Empleo: Generación de empleo Tabla 1 Impactos causados por la minería

Fuente: Mendieta et al., 2010 adaptado por autoras.

5.3 Iniciativas de regulación

Internacionales

En febrero de 2009 fue radicada en la Cámara de Los Comunes del Parlamento de

Canadá el Proyecto de Ley C300, que tenía como fin promover prácticas ambientales

responsables y normas a nivel internacional sobre derechos humanos por parte de las

empresas mineras y petroleras canadienses en los países en vías de desarrollo. La Ley

fue votada en octubre de 2010 y fue derrotada por un margen mínimo (51 a 49%, por

diferencia de cuatro votos). El gobierno canadiense emitió un documento de política sobre

responsabilidad social y empresarial, que fue determinante en la derrota de la iniciativa.

No obstante, existen ONG´s canadienses que se han comprometido en la responsabilidad

ambiental y social de las empresas canadienses con presencia en países con economía

emergente (Mena en Garay et al., 2013).

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización

Mundial de la Salud (OMS) han mostrado gran interés en los impactos ocasionados de la

minería aurífera. Con estudios científicamente detallados, han declarado que la

contaminación con mercurio es un grave problema para el ambiente y la salud humana.

Así mismo, el Proyecto Global Mercurio de la Organización de las Naciones Unidas para

el Desarrollo Industrial (ONUDI) ha establecido la meta global de reducir el uso de

mercurio en un 20% para el 2012 hasta llegar a una reducción del 50% en el 2015

(Rubiano, 2012).

Nacionales

En el Código de Minas (CM) de la ley 685 de 2001 se excluyen taxativamente las zonas

del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP), pero no se hace claridad frente a

otros territorios de importancia ambiental como las zonas de reserva forestal, los

humedales y los páramos (Mena en Garay et al., 2013). Con el ánimo de reformarlo, el

8

gobierno presentó una reforma (la ley 1382 de 2010) que presentaba un avance

significativo en términos de protección ambiental en cuanto aclaraba, a través de su

artículo 3°, las zonas que son excluidas para adelantar actividades mineras. Sin embargo

se declaró inexequible por la Corte constitucional por haber omitido la consulta previa a

minorías étnicas. Los efectos de la declaratoria fueron diferidos por el término de dos

años, tiempo en el cual el gobierno tuvo que modificar la propuesta y que hasta la fecha,

no se ha presentado, dejando la Ley sin efecto alguno.

La aplicación de la Guía Minero Ambiental para la exploración minera pudo haber sido

una iniciativa interesante si no hubiera sido una respuesta del gobierno a la eliminación

del requisito de solicitar licencia ambiental para la fase de exploración minera, la cual

ahora sólo se requiere para la fase de explotación. Ahora es el único estándar de

regulación para la fase de exploración. Según el artículo 81 del Código de Minas, el

concesionario minero está obligado a adelantar la exploración siguiendo las Guías

Ambientales para minería. Esta decisión fue muy problemática, pues una guía voluntaria y

con débiles estándares no compensa la ausencia de una regulación estricta (Rubiano,

2012).1

5.4 Producción de Carbón

El carbón mineral está compuesto principalmente por carbono, hidrógeno, nitrógeno,

oxígeno y azufre; se origina en transformaciones físicas y químicas de grandes

acumulaciones vegetales, depositadas en diferentes lugares (Ministerio de Minas y

Energía, 2005b). El carbón se utiliza generalmente para la generación de energía a partir

de calor o vapor. El carbón está clasificado en 5 grupos: antracita, bituminoso,

subbituminoso y, lignito y turba. Esta clasificación se realiza según la composición de

vegetales y el grado de metamorfismo que presentaron durante su formación.

El carbón es el combustible fósil más abundante en el mundo, para finales del año 2000

se estimaba que la reserva total era de más de un billón de toneladas, distribuidas

geográficamente en países de todos los continentes (Defensoria del Pueblo, 2008). Para

2010, los países con las mayores reservas eran Estados Unidos con un 27,6%, Rusia con

el 18,2%, China con 13,3% y Australia el 8,9% (Ministerio de Minas y Energía, 2005b).

Durante las últimas tres décadas la producción de carbón ha mostrado una dinámica

creciente; los principales productores de carbón a nivel mundial para el 2010 eran China,

Estados Unidos, India, Australia, Sudáfrica, Rusia, Indonesia y Kazajistán, con

producciones anuales superiores a los 100 Mt, los cuales aportan cerca del 93,22% de la

producción mundial (Ministerio de Minas y Energía, 2005b).

Por su parte, en Colombia se estimaban 6.593,4 millones de toneladas de carbón

equivalentes al 0,8% del total mundial, con una producción de 74,35 Mt anuales siendo

así el décimo productor de carbón para el año 2010; teniendo como su fuerte la

producción de carbón térmico (dentro del grupo de bituminosos).

Minería de carbón a cielo abierto

1 El Decreto 1728 de 2002 eliminó el requisito de licencia ambiental para la fase de exploración minera. Este requisito existía en el Art. 7 núm. 2 del derogado Decreto 1753 de 1994. Sobre este progresivo debilitamiento de las licencias ambientales ver Rodríguez (2011) en Rubiano (2012)

9

La minería a cielo abierto es una técnica de extracción de materiales que requiere el

descapote y limpieza total de la capa edafológica de la zona y su explotación se realiza

siempre sobre el yacimiento horizontal. Dentro de la minería cielo abierto existen

submétodos clásicos que se utilizan dependiendo de las características estructurales de la

zona y las aplicaciones de cada una de las técnicas para dar como resultado un tipo de

material (Ramos, 2010):

Minas cortas: Se usa para yacimientos masivos o de capas inclinadas mediante un

banqueo descendente y troncocónico. Es común para minería metálica y se

adaptaron las últimas décadas algunas modificaciones para los yacimientos de

carbón.

Descubiertas: Se aplica para yacimientos horizontales, consiste en un avance

unidireccional de un solo banco y se vierte el estéril al hueco de la fase anterior.

Es muy usado para extracción de carbón.

Contorno: Se usa en yacimientos de carbón y otros horizontales. Consiste en la

excavación del estéril y del mineral en sentido transversal al afloramiento, hasta

alcanzar el límite económico, dejando un talúd de banco único y progresión

longitudinal siguiendo la forma del afloramiento

Terraza: Se realiza un banqueo unidireccional a yacimientos relativamente

horizontales, de uno o varios niveles mineralizados y con recubrimientos potentes,

pero que permite depositar el estéril en el hueco creado transportándolo alrededor

de la explotación.

Otras técnicas para materiales de construcción: Se usan técnicas conocidas como

canteras, término genérico para referirse a las explotaciones de rocas industriales,

ornamentales y de materiales de construcción; y graveras, que se realizan en las

riveras.

Otras técnicas para mineralizaciones especiales: Se usa la minería hidráulica para

mineralizaciones como las metálicas de oro, casiterita, etc. contenidas en

aluviones, resulta interesante la aplicación de dragado, inundando previamente la

zona de explotación. La lixiviación se usa para algunos yacimientos de sales,

como por ejemplo la glauberita, la thenardita, etc. Primero se despoja la capa

superficial para después fragmentar el mineral mediante voladuras y,

seguidamente, efectuar su disolución mediante la circulación de agua caliente, que

es recuperada como una salmuera y posteriormente sufre un proceso de

cristalización.

Especiales o mixtos: Se refiere a métodos combinados que mezclan labores de

superficie y labores subterráneas, como es el caso de la minería Auger.

Minería de carbón en el municipio de La Jagua

Como se mencionó anteriormente, el municipio de la Jagua de Ibirico hace parte del

Distrito Minero La Jagua, que de acuerdo al Ministerio de Minas y Energía (2005a) se

estipula como un distrito con alto volumen de producción de carbón, con alrededor de 15

proyectos de interés nacional (Mendoza, 2004) ya que existen importantes yacimientos

localizados en la Formación Los Cuervos, alcanzando unas reservas de 3.123 Mt, 2.748

Mt medidas y 600 Mt de reservas indicadas; equivalente al 32% de las reservas de este

mineral existentes en Colombia (Alcaldía Municipal de La Jagua de Ibirico, 2012).

10

La Cuenca del Cesar ha sido explorada y explotada para carbones en los últimos treinta

años (Rudas, 2014). Uno de los municipios más afectados es La Jagua de Ibirico, que

tiene reservas medidas por 258 Mt donde se encuentran explotaciones de mediana escala

y gran escala como la mina a cielo abierto Pribbenow, de la empresa Drummond,

posicionada como la segunda mina de mayor tamaño en el país (Cardona, 2000).

La explotación de Carbón en el municipio se inició desde los años 1984 y 1985 con

minería a pequeña y mediana escala, a partir de la década de los 90 se evidencio un

crecimiento del sector minero en el departamento, y de igual manera en el municipio,

siendo el proyecto La Loma-Boquerón (de Drummond Ltd.) el de mayor impacto a nivel de

producción, iniciando la explotación a cielo abierto de carbón térmico en 1994, al igual que

el Proyecto La Jagua, localizada a 100 Km al sur de Valledupar y a 5 km al este de la

población de La Jagua (Cardona, 2000).

Para el 1 de agosto de 2014, La Jagua de Ibirico tenía otorgados 47 títulos mineros,

siendo el segundo municipio del departamento del Cesar con mayor número de títulos

mineros después de Valledupar. Según Tierra Minada (2015) para noviembre de 2014, se

tenían 18 títulos mineros vigentes en estado de explotación para carbón, ubicados

principalmente hacia el oriente del municipio ocupando la mayor parte de este sector.

Entre estos títulos mineros encuentran las minas a cielo abierto de Pribbenow y El

Descanso.

5.5 Transformación de coberturas y matrices de transición

De acuerdo con los procesos espacio-temporales que involucran transformaciones en la

estructura paisajística, Forman (1995) estima que los principales procesos de

transformación del patrón de un paisaje son perforación, disección, fragmentación,

contracción y consumación.

Cuando la intervención sobre el paisaje se intensifica, comienza el fenómeno de

“fragmentación”, que es el quiebre de los parches o hábitats en pequeños fragmentos

(islotes) de tamaños variables. Forman (1995) afirma que la “disección” podría ser

considerada como un caso especial de fragmentación; su diferencia radica en que la

disección es la separación de fragmentos por elementos lineales. Estos dos procesos

aumentan el número de parches y disminuyen su conectividad.

Los anteriores procesos conllevarían a originar fenómenos de “contracción”, que implican

un decrecimiento cada vez mayor del tamaño de los parches o hábitats, que ya han sido

fragmentados. Finalmente se encuentra el proceso espacial de “consumación” o

desaparición de los remanentes existentes en el paisaje; que implica casi una total

eliminación de parches o hábitats.

Los anteriores procesos de transformación se estudian mediante imágenes, ya sean

satelitales o fotográficas tomadas en distintos tiempos para identificar el cambio en el

patrón del paisaje; y para definir los cambios año a año se utilizan tablas con arreglos

simétricos llamadas matrices de transición. Éstas, contienen en uno de los ejes los tipos

de vegetación y usos del suelo en el primer año (base) y en el otro eje (segundo año)

estos mismos tipos. De esta forma, cada una de las celdas de la diagonal principal de la

matriz representa la superficie (en hectáreas) de cada clase de cobertura vegetal y uso

del suelo que permaneció en la misma categoría en el período de tiempo considerado,

mientras que el resto de las celdas estiman la superficie de una determinada cobertura o

11

tipo de uso de suelo que pasó a otra categoría (Lopez, 1999) permitiendo entender la

dinámica de cambio en la cobertura y uso de suelo a nivel local y/o regional (Sanchez,

Bocco, Fuentes, & Velázquez, 2003).

5.6 Métricas de paisaje

La ecología del paisaje enfatiza en la interacción entre los patrones espaciales y los

procesos ecológicos, esto es, las causas y consecuencias de la heterogeneidad espacial

a través de un rango de escalas (Turner, Gardner, & O´Neill, 2001), a través de modelos

que permitan desarrollar teorías de cómo funcionan dichas interacciones. Por ello, es

necesaria la medición de la composición y configuración del paisaje. La configuración del

paisaje se define como la organización específica de los elementos espaciales (Turner et

al., 2001); por su parte, la composición del paisaje es la variedad y abundancia de

fragmentos en el mismo. Estos dos elementos del patrón paisajístico pueden ser medidos

mediante métricas de paisaje en un intervalo de tiempo para poder evidenciar

determinado proceso ecológico.

Las métricas del paisaje pueden clasificarse de acuerdo al nivel de análisis. A nivel de

parche cuando se analiza información de un solo fragmento (e. g. tamaño de parche,

índice de forma); a nivel de clase cuando se analiza la información de todos los

fragmentos de un solo tipo (e. g. promedio de tamaño de parche, promedio de índice de

forma); y a nivel de paisaje cuando se quiere obtener un análisis de todos los elementos

contenido en un área de estudio (e. g. riqueza de parches, índice de Shannon).

Mediante el análisis de las métricas del paisaje en un periodo de tiempo, es posible

estudiar procesos ecológicos como la fragmentación, pérdida de coberturas, perturbación

de áreas naturales, entre otros.

6 ESTADO DEL CONOCIMIENTO

La minería es una actividad que produce un importante impacto a nivel ambiental, social y

económico (Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales, 2004). Sobre el impacto

ambiental que produce esta actividad se pueden encontrar estudios relacionados con los

efectos de ésta sobre la salud de las personas (Lockwood et al (2009); Hawkins (2014);

CINEP (2014)), sobre los organismos silvestres (Cabarcas, Olivero, & Orrales, 2012),

sobre el recurso hídrico (Hammond, Rosales, & Ouboter, 2013) y en menor medida su

efecto sobre los ecosistemas (Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (2004);

Fierro (2012b); (Mendieta et al., 2010).

Los dos aspectos que más relevancia toman cuando se habla del impacto de la actividad

minera sobre el medio ambiente es el volumen de material que es preciso remover por

cada tonelada de carbón extraído y los impactos que se puedan generar sobre la salud de

los trabajadores directos y, en general, sobre la población del área de influencia de la

actividad minera. A pesar de que no se encuentran datos oficiales sobre estos aspectos,

se puede tomar como referencia los datos obtenidos a partir de los informes desarrollados

por las empresas mineras que permiten realizar dicho análisis (Rudas, 2014).

Si bien es sabido el impacto de la minería a cielo abierto a nivel mundial sobre los

ecosistemas, los estudios académicos que se han realizado sobre estos no cuentan con

la divulgación necesaria, y por ende se dificulta encontrar su evidencia (Rudas, 2014).

12

Hay que tener en cuenta que en ocasiones el impacto de la minería sobre el paisaje y los

ecosistemas no le dan la relevancia que este aspecto amerita (Fierro, 2012b).

Ahora bien, la actividad minera no sólo genera destrucción de ecosistemas y

fragmentación de los mismos por la afectación a la cobertura natural en el área de

explotación, sino que existen impactos indirectos resultado de la necesidad de facilitar el

acceso a regiones remotas, como la implantación de vías de transporte para la salida del

mineral y la capacidad para atraer contingentes poblacionales en búsqueda de

oportunidades de trabajo, parte de los cuales acaba asentándose en la región. También

se genera un desplazamiento de la población local que antes se encontraba en las zonas

de la explotación, generando de manera indirecta la ampliación de la frontera agrícola

(Corporación Nuevo Arco Iris, Fundación Foro Nacional por Colombia, 2012). Sánchez

(2000) muestra el caso de Chile donde las formaciones de Taramugo, una planta arbórea

endémica, fueron prácticamente devastadas debido a la necesidad de madera y leña para

la minería en la forma de materiales para la construcción o de combustible, a tal punto,

que se considera hoy esta especie como amenazada (Ginocchio, 1998 en Sánchez, 2000)

En Colombia, se han realizado diferentes estudios que buscan establecer los principales

impulsadores directos e indirectos de la deforestación y fragmentación de coberturas

naturales y la complejidad de sus interrelaciones (Armenteras, Cabrera, Rodríguez, N., &

Retana, 2013). La gran mayoría de estos tienden a establecer la relación entre las

variables sociales, demográficas y económicas, y como estás afectan las coberturas

naturales presentes en el país, especialmente en la Amazonía, los Andes colombianos y

la Orinoquía (Rincón, A., Romero, M., Bernal, N., Rodriguez, N. & Rodriguez, 2006).

Dentro de los principales impulsadores del cambio de cobertura se encuentran la

ampliación de la frontera agrícola, terrenos para la ganadería e infraestructura para

actividades productivas (Armenteras et al., 2013). Por su parte, Duque et al. (2013)

afirma que la fragmentación y la deforestación representan una de las principales

amenazas para la biodiversidad tropical (Duque, A., álvarez, E., Rodrígez, W., Lema,

2013); no obstante existen estudios que confirman que los paisajes fragmentados pueden

albergar una gran diversidad biológica (Duque, A., álvarez, E., Rodrígez, W., Lema, 2013).

En la zona norte del país, se han realizado estudios sobre la transformación del paisaje a

diferentes escalas y sus posibles causas, incluyendo la actividad minera entre los

promotores (Carvajal, 2014 & CINEP, 2014). Mendieta et al., (2010) realizó una valoración

económica de las externalidades en la zona carbonífera del Cesar, donde se tiene en

cuenta la pérdida de coberturas y la fragmentación de paisaje como los principales

impactos que se generaban a causa de esta actividad, sin embargo para la valoración de

la afectación al paisaje y geomorfología, estos se tomaron como “La disminución de la

oferta de las amenidades ambientales para la contemplación y el disfrute de la naturaleza

y otras fuentes de valor fundamentadas como el legado y altruismo” (Mendieta et al.,

2010), lo cual quiere decir que no se contempló la valoración económica de los servicios

ambientales que ofrece el paisaje, incluyendo las coberturas que hacen parte de él. Por

otra parte, Fierro (2012) en su libro “Política minera en Colombia” expone los diferentes

impactos producidos por la minería, resaltando entre ellos el cambio en el paisaje de las

zonas donde se realiza esta actividad, destacando el impacto sobre la cobertura y

ecosistemas del Caribe Colombiano.

13

En diciembre de 2015 el IGAC diseñó y desarrolló una “Metodología para la identificación

y monitoreo de zonas mineras a cielo abierto en Colombia, a partir de sensores remotos,

para escalas entre 1:50.000 y 1:100.000”. Esta metodología fue diseñada principalmente

para “saber exactamente la ubicación y tamaño de proyectos ilegales que están

degradando el medio ambiente, que son determinantes en la pérdida total del suelo

productivo, la contaminación de las aguas y el deterioro del bosque y el medio ambiente

en zonas que son inaccesibles” (IGAC, 2015). Dicha metodología fue aplicada en un

sector del nororiente del departamento de Antioquia, correspondiente a secciones de los

municipios de Caucasia, Zaragoza, El Bagre y Nechí. Se espera que esta metodología

sea aplicada en todo el territorio colombiano a través de convenios institucionales que

“permitan la toma de decisiones y acciones en ordenación del territorio, proyectos de

postconflicto, temas ambientales, fiscales, jurídicos, penales, sancionatorios, tributarios

entre otros” (IGAC, 2015).

7 MÉTODOS

7.1 Zona de estudio

El Distrito minero La Jagua se encuentra ubicado en la parte central del departamento del

Cesar en jurisdicción de los municipios de Becerril, El Paso, Codazzi, La Jagua y La

Loma. Su actividad minera está centrada en la explotación de los mantos de carbón que

se encuentran en la formación Los Cuervos (Ministerio de Minas y Energía, 2005a).

El municipio de La Jagua de Ibirico tiene un área de 73.983,39 hectáreas. (Ver Ilustración

1 y Anexo A. Mapa de Localización), limita al norte con el municipio de Becerril, al sur con

el municipio de Chiriguaná, por el oriente con la República de Venezuela y por el

occidente con el municipio de El Paso. La cabecera municipal se encuentra a una

distancia aproximada de 131 Km de la capital del departamento de Valledupar (Alcaldía

Municipal de La Jagua de Ibirico, 2012).

Ilustración 1 Localización del municipio La Jagua de Ibirico

14

Las principales actividades económicas de La Jagua de Ibirico son la agricultura y la

minería. Cuenta con cultivos transitorios como arroz, algodón, maíz, yuca y frijol; con

cultivos permanentes como la palma africana, café, plátano, aguacate y cacao. Sin

embargo, esta actividad se ha ido desplazando paulatinamente dando paso a la minería

de carbón (Mendieta et al., 2010).

De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la

población del municipio La Jagua de Ibirico ha venido aumentando en los últimos años,

pasando de 16.607 habitantes en el año 1996 a 22.311 para el 2016.

Geográficamente el municipio de La Jagua de Ibirico, se encuentra conformado por la

planicie aluvial del río Cesar y el macizo de la ecoregión de la Serranía de Perijá. Debido

a su topografía, esta región comprende diversidad de paisajes, desde sabanas tropicales,

hasta alturas que llegan a los 2.800 msnm. A lo largo del municipio se presenta una

variación de temperatura, en la zona plana del territorio la temperatura oscila entre los 28

y 32°C, en el área de piedemonte varía entre 17 y 24°C y en la serranía la temperatura es

baja presentando promedios de 14 a 17°C. Hidrográficamente, el municipio cuenta con

ríos, riachuelos y arroyos que vienen de la cordillera oriental y bajan a tierras bajas,

beneficiando el desarrollo de actividades económicas como la agricultura (Mendieta et al.,

2010).

7.1.1 Coberturas presentes en La Jagua

De acuerdo con el Plan Básico de Ordenamiento Territorial de La Jagua, para el año 2000

el municipio contaba con coberturas como bosque natural degradado, bosque protector,

bosque comercial, rastrojos, pastos naturales, pastos mejorados, cultivos transitorios,

cultivos permanentes, explotación minera y zonas urbanas (Cardona, 2000).

Para la presente propuesta, se explicarán las coberturas naturales de interés en el

municipio que están definidas en el PBOT:

Bosque Natural Degradado (Bs): Para el año 2000 esta cobertura ocupaba el

9,61% del territorio con un área de 7.525 Ha. Son superficies de bosque natural y

bosque secundario; éste último se encuentra en proceso de recuperación debido a

los procesos de explotación de madera en el municipio. Se encuentran

principalmente en el piedemonte de la Serranía de Perijá, especialmente en las

áreas altas de las subcuencas de los ríos Sororía, Arroyo las Animas, San Antonio

(Cardona, 2000).

Bosque Protector (Bp): La extensión de esta cobertura era de 7.963 Ha, lo que

corresponde a un 10,17%. Se localizan en el Río Tucuy (parte media y baja), Las

Animas, Doña Manuela y Caño Adentro y corresponde a las especies arbóreas

que se encuentran en las rondas de los ríos y fuentes menores (Cardona, 2000).

Rastrojos y Pastos: Se presentan principalmente en zonas de uso ganadero, en

algunos casos fueron abandonados y se ha presentado una recuperación natural

de los mismos. Representan las dos coberturas con mayor extensión en el

municipio; siendo los Pastos un 39% del territorio y rastrojos ocupan un 13,36%

del municipio (Cardona, 2000).

15

Caracterización por Zonas de Vida

De acuerdo al sistema de clasificación de la vegetación por zonas de vida desarrollado por Holdridge, para el 2000 en el municipio presentaba las siguientes zonas de vida:

Bosque Seco Tropical (Bs-T): La temperatura es mayor de 24°C y sus promedios anuales de precipitación varían entre 1.000 y 2000 mm, con alturas que oscilan entre los 40 y 800 m.s.n.m. Según el PBOT, estos bosques se estaban perdiendo a causa de las actividades antrópicas, siendo destruido casi en su totalidad.

Bosque Húmedo Tropical (Bh-T): Caracterizados por una temperatura media superior a los 24°C y la precipitación promedia varía entre los 2.000 y los 4.000 mm, con alturas de 800 a 1.000 m.s.n.m. y con una topografía variable.

Bosque Muy Húmedo Premontano (Bmh-Pm): Caracterizado por una temperatura entre 18 y 24°C, precipitación promedio anual de 2000 a 4000 mm, en alturas de 800 a 1000 msnm y topografía variable.

Bosque Muy Húmedo Montano Bajo (Bmh-Mb): Con temperatura 12 a 18°C y precipitación entre 2000 y 4000 mm, y de 1900 a 2800 m.s.n.m. Se encuentra en las estribaciones de la serranía del Perijá (Cardona, 2000).

7.2 Metodología

7.2.1 Recopilación de información

Se recopiló información oficial vigente (documental y cartográfica) de los diferentes

organismos estatales como IGAC, Instituto de Estudios Ambientales y Metereológicos

(IDEAM), MADS, Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), Corpocesar y la

Secretaría de Planeación Municipal; y otros de interés como el Instituto Alexander von

Humboldt.

El análisis multitemporal de la transformación de las coberturas a causa de la minería a

cielo abierto se realizó mediante imágenes satelitales, previa aceptación del tamaño de

pixel y porcentaje de nubosidad, de tres años: 1989, 2001 y 2015. Se determinaron las

posibles imágenes satelitales y planchas topográficas por medio del visor oficial del

Servicio Geológico de Estados Unidos y del Geoportal de la Página oficial del IGAC, que

sirvieron como insumo para el análisis de las coberturas.

Path 008 Row 053

Año

Elipsoide WGS84

Proyección UTM-Z18

Sensor Id Escena

2015 LANDSAT 7 ETM+ LC80080532015052LGN00

2001 LANDSAT 7 ETM+ p008r053_7dt20011004

1989 LANDSAT 5 TM p008r53_5t19891230 Tabla 2 Imágenes satelitales a trabajar. Fuente: Imágenes satelitales.

Planchas topográficas:

41IIIC, 48IA, 48IB, 48IIA, 48IIB, 48IID, 47IID, 48IC, 48ID, 48IIC, 48IIIA, 48IIIB, 48IV.

16

Para complementar información geográfica faltante por presencia de nubosidad en las

imágenes satelitales, se utilizaron las imágenes de DigitalGlobe™ disponibles en ESRI de

los años 2011 y 2012; y con el fin de clarificar algunas zonas de extracción minera y

coberturas naturales, se utilizaron las siguientes imágenes SPOT:

Imagen Fuente Spot Código de Imagen

Path-Row 645-331. Año 2008 0403004000000241

Path-Row 645-331. Año 2005 0403004000000080

Para el posterior análisis se contó con información geográfica de los visores SIAC, SIGOT

y archivos proporcionados por Corpocesar. Los principales fueron:

Formato Información Observaciones

shp Coberturas de la tierra Fuente: IGAC. Escala de presentación 1:100.000. Escala toma de datos: 1:25.000. Insumo: Landsat 853 2001/10/04. Clasificación hasta Nivel 3

shp Límite municipal Fuente: IGAC

shp Drenajes Fuente: IGAC

shp Ecosistemas 2008 Fuente: IGAC Escala 1: 100.000. Año 2008

shp Títulos mineros vigentes 2012

Fuente: Instituto Colombiano de Geología y Minería- Ingeominas. Contenido: Modalidad, minerales, Estado Exigencia, Titulares, Fecha de terminación, Código RMN, código Ex.

dwg Cobertura y uso actual PBOT La Jagua. Fuente: Corpocesar. Año 2000

shp Reservas forestales Ley 2 de 1959 Fuente: SIAC. Actualizado al año 2015

shp Zonificación reserva forestal del Río Magdalena Fuente: SIAC. Actualizado al año 2013

shp Zonificación reserva forestal Serranía de los Motilones Fuente: SIAC. Actualizado al año 2013

shp Zonas de Bosque Seco Tropical

Fuente: SIAC. Escala 1:100.000. Actualizado al año 2012

Tabla 3 Información principal para el análisis geográfico. Fuente: Autoras

7.2.2 Procesamiento de información

Obtenidas las imágenes satelitales fue necesaria la unión de todas las bandas,

descartando las que corresponden a la longitud de onda del Infrarrojo térmico. Este

proceso fue llevado a cabo por medio del software ERDAS IMAGINE 2014®.

Para la interpretación visual se usa principalmente la combinación de falso color RGB

(Red Green Blue) en el orden 453 de las bandas de las imágenes Landsat, dado que es

la que muestra mayores discriminaciones de tonos en la imagen, permitiendo delimitar

con mayor detalle mayor cantidad de coberturas (Parques Nacionales Naturales de

Colombia, 2010). Posteriormente, se realizó un ajuste en el contraste de la imagen por

medio de la ecualización del histograma de cada una de las imágenes.

17

El corte de los elementos ráster y la digitalización de los vectores se realizó a través de

ArcGIS 10.2®. Este software es usado ya que, según León (2012), “es uno de los más

reconocidos y utilizados en el país debido a que sus aplicaciones se extienden más allá

del mejoramiento de las propiedades digitales de las imágenes, pues también permite

operar sobre ellas para hacer análisis espacial y generar información temática tipo ráster y

vector de gran utilidad en los estudios de uso y cobertura del suelo como es este caso,

para integrarla a un sistema de información geográfica.”

La metodología General para la Presentación de Estudios Ambientales del MAVDT

(Posada, Pineda, Hernandez, & D, 2010) fue la guía para la presentación de la cartografía

generada y el modelo de datos (Geodatabase).

7.2.3 Verificación: Salida de Campo

Para el desarrollo de la salida de campo se realizó previamente la elaboración de la

cartografía base como insumo fundamental, teniendo en cuenta la información

recolectada del IGAC, las planchas topográficas adquiridas y las imágenes satelitales

descargadas.

Para el diseño de la salida de campo, se consideró el método de muestreo por

Transectos, debido a que permite obtener datos dinámicos, facilita la percepción de

cambios cualitativos en la superficie forestal y resultan una forma más económica de

obtención de los datos de campo (Garitacelaya, Gómez, Martín, & Avilés, 2006). El

transecto es una banda de muestreo diseñada y dimensionada en función de cada

estudio, se basa en el análisis en detalle de una determinada superficie, considerada

representativa de una zona más amplia, a la que se extrapolan los datos (Garitacelaya et

al., 2006).

El diseño de los transectos lineales fue producto del análisis de la cartografía obtenida

con el fin de hacer el muestreo en las zonas relevantes para la verificación de la presencia

de las coberturas de interés. Sin embargo, todo el recorrido estuvo supeditado a las vías y

accesibilidad a terrenos privados o problemas de orden público como se puede ver en la

Ilustración 2 (para mayor detalle remitirse al Anexo B. Mapa de verificación en campo). El

trabajo de campo tuvo una duración de 8 días.

Ilustración 2 Puntos de verificación en campo. Fuente: Autoras

18

Los materiales y equipos necesarios para la captura de la información fueron: GPS,

Cámara fotográfica, agenda de apuntes, cartografía base, ruta de visita, computador e

imágenes satelitales. Los datos obtenidos durante la salida de campo fueron organizados

en un formato previamente realizado, como se muestra en la Tabla 4. Los datos

recolectados pueden visualizarse en el Anexo C. Puntos de verificación en el trabajo de

campo.

No. De Foto Tipo de Cobertura

Coordenadas Geográficas

Especies de Flora y Fauna

representativas

Observaciones principales

Tabla 4 Rótulo de toma de datos en salida de campo. Fuente: Autoras

7.2.4 Identificación de coberturas de la Tierra

La clasificación de los tipos de cobertura de las imágenes satelitales se realizó con el

catálogo de patrones de interpretación para las clases de coberturas según la

metodología CORINE Land Cover adaptada para Colombia, a partir de las cuales se

estimaron todos los tipos de coberturas presentes en la zona. Las coberturas de mayor

interés fueron Zonas de extracción minera- Explotación de Carbón (Patrón 1.3.1.3. de

CORINE Land Cover [CLC]) y Bosques y Áreas Seminaturales (Patrón 3 de CLC), cuyo

detalle alcanzó el nivel 3 en la clasificación CLC. Otras coberturas como Territorios

agrícolas fueron complemento para el análisis multitemporal, alcanzando un nivel 2 de

detalle con el fin de establecer posibles cambios indirectos asociados a la actividad

minera.

7.2.5 Análisis multitemporal

Con las coberturas identificadas de los 3 años de estudio, se realizó la posterior unión y

manejo de tablas dinámicas para obtener las matrices de transición y la cartografía donde

se evidencia la pérdida (área remplazada por otros tipos de cobertura), persistencia (área

de no cambio), y/o ganancia (incremento del área de la cobertura). Un ejemplo de la

transformación de coberturas naturales a zona de extracción minera durante el periodo de

estudio se puede observar en la Ilustración 3.

10 Km aprox.

Ilustración 3 Ejemplo de transformación de coberturas en los periodos 1989-2001-2015. Fuente: Autoras

19

7.2.6 Análisis de fragmentación

El análisis de fragmentación de las coberturas naturales y seminaturales y el cálculo de

algunos índices del paisaje, se realizó mediante el software FRAGSTATS 4.2®. Con el fin

de obtener mayor cantidad de datos, se estableció la regla de 4 en la determinación de

parches para el cálculo de las métricas.

Ya que los patrones de paisaje se trabajaron independiente de un proceso ecológico en

particular, no se calcularon índices de contraste de borde, de hábitat interior y de

proximidad, los cuales requieren tanto para su cálculo como para su análisis de la

perspectiva de procesos ecológicos (Armenteras et al., 2005 en Ramírez, Cabrera,

Morales, & Bernal, 2005).

Los índices presentados son2:

Promedio de área de parche (AREA_MN): Arroja el área total de la suma de todos

los parches pertenecientes a un mismo tipo de cobertura

Cantidad de fragmentos (NP): Arroja el número total de parches pertenecientes a

un mismo tipo de cobertura.

Índice de separación (SPLIT): El manual de Fragstats define el rango de esta

métrica entre 1 y el número total de celdas presentes en el paisaje elevado al

cuadrado. Ésta métrica adimensional tiene su valor máximo cuando el parche tiene

un área igual a la de un pixel y muestra el grado de agregación de los parches de

una misma clase.

Índice de forma (SHAPE_MN): SHAPE_MN = 1 cuando los parches de una clase

están, en promedio, compactados al máximo (es decir, cuadrados o casi

cuadrados), y aumenta sin límite en la medida en la que los parches se hacen

más irregulares.

Porcentaje de clase en el paisaje (PLAND): Es un sencillo indicador con el que se

puede evidenciar el cambio en el área de cada clase de interés con respecto al

paisaje.

7.2.7 Generación de lineamientos para propuestas ambientales

Con el ánimo de contribuir en la toma de decisiones por parte de las diferentes entidades

involucradas en el municipio para garantizar el buen manejo de sus recursos naturales, el

presente proyecto se constituye como un insumo para el proceso de actualización del

Esquema de Ordenamiento Territorial, no solo a nivel municipal sino también al regional

podrá ser tenido en cuenta para las actividades que se tengan propuestas. El producto de

esto serán lineamientos dirigidos a las entidades gubernamentales del municipio para

contribuir al Esquema de Ordenamiento Territorial en cuanto a la localización de áreas

estratégicas de especial importancia ecosistémica, que promuevan el desarrollo

sostenible del territorio y al mejoramiento de estructuras de participación y educación a las

comunidades.

2 Para mayor detalle del cálculo de las métricas, ver Manual de Fragstats: http://www.umass.edu/landeco/research/fragstats/documents/fragstats.help.4.2.pdf

20

8 RESULTADOS

8.1 Identificación de coberturas de la Tierra

Las coberturas de la tierra identificadas para los años 1989, 2001 y 2015, se muestran en

las ilustraciones 4, 5 y 6 (para mayor detalle consultar los anexos D, F y G

correspondientes a los mapas de coberturas de la tierra para cada uno de los años en

mención). La digitalización se realizó a escala 1:12.500 para presentar la información

cartográfica a escala 1:60.000.

Ilustración 4 Coberturas de la Tierra de 1989. Fuente: Elaboración propia.

21

Ilustración 5 Coberturas de la Tierra de 2001. Fuente: Elaboración propia.

Ilustración 6 Coberturas de la Tierra de 2015. Fuente: Elaboración propia.

8.2 Análisis multitemporal

Las matrices de transición se obtuvieron a partir del manejo de tablas dinámicas en

Excel, para relacionar el tipo de cobertura por año y su respectiva área (Ver anexos G, H

e I: matrices de transición para cada periodo). Se generaron los siguientes resultados

para analizar el cambio de coberturas en el periodo de estudio.

22

Cobertura

Cambio multitemporal (ha) Cambio neto (ha)

1989 2001 2015 1989-2001 2001-2015 1989-2015

Arbustal 4169,97 2577,04 2135,58 -1592,93 -441,46 -2034,39

Áreas agrícolas heterogéneas 18997,36 12403,42 15959,23 -6593,94 3555,81 -3038,12

Bosque abierto 3868,49 1969,42 1705,85 -1899,07 -263,56 -2162,64

Bosque de galería y ripario 8917,22 7916,40 4757,62 -1000,82 -3158,79 -4159,60

Bosque denso 6232,81 4253,49 4254,31 -1979,32 0,82 -1978,50

Bosque fragmentado 4221,87 3770,08 3518,50 -451,79 -251,58 -703,37

Cultivos 3451,86 309,90 1007,82 -3141,96 697,92 -2444,05

Herbazal 1252,98 468,99 831,58 -783,99 362,59 -421,40

Lagunas, lagos y ciénagas naturales 0,00 268,87 268,87 268,87 0,00 268,87

Pastos 22121,42 36639,64 32782,88 14518,23 -3856,76 10661,46

Tejido urbano continuo 191,97 283,52 449,17 91,55 165,65 257,20

Vegetación secundaria o en transición 0,00 8,64 0,00 8,64 -8,64 0,00

Zonas de extracción minera 557,44 3113,98 6311,98 2556,54 3198,00 5754,54 Tabla 5 Cambio total y neto en el área de cada cobertura. Fuente: Elaboración propia.

En la tabla 5 se puede evidenciar el cambio de coberturas en los años 1989, 2001 y 2015,

así como las pérdidas y ganancias por cada periodo. Cabe resaltar que el cambio de

coberturas presentado es producto de las diferentes dinámicas que se presentan en el

municipio y no son cambios producidos directamente por la actividad minera. No obstante,

a partir de los datos obtenidos se puede inferir que las coberturas naturales con mayor

pérdida de área durante el periodo 1989-2015 fueron bosques de galería y ripario, ya que

se redujeron a casi la mitad de su área inicial, seguidos por el bosque abierto y arbustal.

Las zonas de extracción minera muestran un aumento de un poco más de once veces su

área inicial (1989) lo cual ratifica la intensificación de la actividad minera dentro del

municipio, cambiando las dinámicas físicas, sociales y económicas que se llevaban a

cabo.

Para analizar el cambio de cobertura natural producida por la actividad minera se

presentaran los resultados en tres periodos:

23

Periodo 1: 1989 a 2001

Cobertura 2001

Cobertura 1989

Zonas de extracción minera

Hectáreas %

Arbustal 12,75 0,48

Áreas agrícolas heterogéneas 0,00 0,00

Bosque abierto 191,44 7,17

Bosque de galería y ripario 295,70 11,07

Bosque denso 0,10 0,00

Bosque fragmentado 55,92 2,09

Cultivos 160,11 5,99

Herbazal 199,57 7,47

Lagunas, lagos y ciénagas naturales 0,00 0,00

Pastos 1756,30 65,73

Tejido urbano continuo 0,00 0,00

Total 2671,90 100,00

Tabla 6 Cambio de coberturas naturales a zonas de extracción minera 1989-2001. Fuente: Elaboración propia.

Para este periodo las coberturas que fueron sustituidas en mayor proporción por zonas de

extracción minera fueron pastos, bosque de galería y ripario, herbazales y bosque abierto.

El área total de coberturas naturales que fueron reemplazadas es de 755,49 hectáreas lo

cual significa que el 28,28% del crecimiento de las zonas de extracción minera para el año

2001 se dio sobre coberturas naturales. Hay que tener en cuenta que el crecimiento de

las zonas de extracción fue alrededor de 5 veces su tamaño inicial en 1989.

El cambio de coberturas durante el periodo en mención se puede visualizar gráficamente

en el anexo J. Mapa de cambio de coberturas 1989-20013.

3 El cambio de coberturas naturales y territorios agrícolas a zonas de extracción minera se muestran de color rojo y naranja respectivamente.

24

Periodo 2: 2001 a 2015

Cobertura 2015

Cobertura 2001

Zonas de extracción minera

Hectáreas %

Arbustal 102,40 3,13

Áreas agrícolas heterogéneas 173,51 5,30

Bosque abierto 179,34 5,48

Bosque de galería y ripario 372,09 11,37

Bosque denso 70,23 2,15

Bosque fragmentado 88,63 2,71

Cultivos 0,00 0,00

Herbazal 23,62 0,72

Lagunas, lagos y ciénagas naturales 0,00 0,00

Pastos 2263,99 69,15

Tejido urbano continuo 0,00 0,00

Vegetación secundaria o en transición 0,00 0,00

Total 3273,82 100,00

Tabla 7 Cambio de coberturas naturales a zonas de extracción minera 2001-2015. Fuente: Elaboración propia.

En este periodo la expansión de las zonas de extracción minera se dio principalmente

sobre pastos. La cobertura natural que fue sustituida en mayor proporción fue bosque de

galería y ripario y en menor medida bosque abierto y arbustal. Para este periodo el

crecimiento de las zonas de extracción no fue tan acelerado con respecto al periodo

anterior, ya que en estos 14 años el área de explotación se duplicó y reemplazó 836,312

ha de cobertura natural, es decir que el 25,55% de las zonas mineras en 2015 se dio

sobre coberturas naturales presentes en 2001.

Para visualizar geográficamente los cambios de cobertura remitirse al Anexo K.

25

Periodo 3: 1989 a 2015

Cobertura 2015

Cobertura 1989

Zonas de extracción minera

Hectáreas %

Arbustal 78,84 1,35

Áreas agrícolas heterogéneas 0,00 0,00

Bosque abierto 524,99 8,99

Bosque de galería y ripario 661,88 11,33

Bosque denso 7,72 0,13

Bosque fragmentado 120,54 2,06

Cultivos 1614,11 27,63

Herbazal 298,13 5,10

Lagunas, lagos y ciénagas naturales 0,00 0,00

Pastos 2535,25 43,40

Tejido urbano continuo 0,00 0,00

Total 5841,46 100,00

Tabla 8 Cambio de coberturas naturales a zonas de extracción minera 1989-2015. Fuente: Elaboración propia.

Para el periodo 1989-2015 las coberturas con el mayor porcentaje de cambio fueron los

cultivos, pastos y bosque de galería y ripario lo cual nos permite inferir que las actividades

agrícola y ganadera fueron las más afectadas por su sustitución a zonas de extracción

minera.

De la tabla 8 se deduce que el 28,97% (1.692,10 ha) del área de extracción minera para

el año 2015 se dio sobre coberturas naturales, ya sea directa o indirectamente, siendo el

bosque de galería y bosque abierto las coberturas con mayor porcentaje de cambio con

11,33% y 8,99% respectivamente.

En el Anexo L. Mapa de cambios de cobertura 1989-2015 se muestra geográficamente los

cambios durante el periodo en mención.

8.3 Análisis de fragmentación

Mediante el procesamiento de los datos en Fragstats, se logró evidenciar el cambio de la

complejidad en la forma, tamaño y cantidad de los distintos tipos de coberturas a través

de una serie de índices para simplificar el análisis de transformación del paisaje. Estos

resultados pueden ser vistos en detalle en el Anexo M: Resultados de las métricas del

paisaje.

26

Índice de forma

Ilustración 7 Índice de forma por cobertura natural. Fuente: Elaboración propia.

El índice de forma muestra el cambio en la complejidad de la forma de un parche, en este

caso, de la forma promedio de los parches de una clase. Cuando el índice es igual a 1, la

forma tiende a ser cuadrada y evidencia una gran intervención antrópica, mientras que

números mayores (el índice no tiene límite) implican mayor irregularidad.

En la gráfica se puede observar que han sido los parches de herbazales los más

afectados por la intervención antrópica, y se puede explicar debido a la cultura ganadera

de la región que aprovecha los lotes con vegetación de porte bajo para su actividad.

Sumado a ello, son de las coberturas que más ha sido afectada por las actividades

mineras, representando alrededor de un 5% del crecimiento de las zonas mineras de

1989 a 2015 (ver tabla 8)

Los parches de bosque denso han presentado paulatinamente una mayor irregularidad en

su forma, sin embargo, si los parches aledaños contrastan drásticamente (como pastos y

cultivos) implica un aumento en el efecto de borde que podría afectar especies de núcleo

(aquellas con exigencia de hábitat que utilicen las zonas centrales de los fragmentos) y

beneficiar a especies de borde (más generalistas), crear cambios en la dispersión de

semillas, en la estructura y composición de la comunidad y efectos en las interacciones

biológicas de la misma.

Los parches de bosque fragmentado y de galería evidencian una mayor regularidad al

final del intervalo de tiempo, probablemente porque son las coberturas más cercanas a

aquellas de uso agropecuario, y por ende más propensas a su intervención. A su vez,

0

0.5

1

1.5

2

2.5

3

1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020

Año

Indice de forma (SHAPE_MN)

Bosque abierto

Boque de galería y ripario

Arbustal

Herbazal

Bosque fragmentado

Bosque denso

27

estos resultados corroboran lo presentado en el análisis multitemporal: el bosque de

galería ha sido la cobertura natural más afectada a causa de las zonas de extracción

minera, representando alrededor de un 11% de la expansión minera desde 1989 a 2015

(Ver tabla 8).

Índice de separación

Ilustración 8 Índice de separación por cobertura natural. Fuente: Elaboración propia.

Cobertura

SPLIT

1989 2001 2015

Herbazal4 100584.18 719745.26 164944.66

El índice de separación tiene un rango entre 1 y el número total de celdas del paisaje al

cuadrado, en este caso 3.39E12 aprox. Según el resultado, son los herbazales, arbustales

y bosques abiertos, las coberturas más dispersas, mientras que el bosque fragmentado,

denso y de galería presentan mayor agregación. Este índice puede ser adoptado como

una medida indirecta del grado de fragmentación de un tipo de cobertura (McGarigal et al.

2002 en Ramírez, Cabrera, Morales, & Bernal, 2005), debido a que a medida que

aumenta, indica mayor número parches y por ende una disminución en su tamaño, lo cual

se traduce en una mayor fragmentación, por ello, se puede deducir de lejos, que son los

herbazales, arbustales y bosques abiertos las coberturas más fragmentadas a lo largo de

los periodos analizados. Sin embargo, este indicador no tiene en cuenta aquella pérdida

de cobertura sin fragmentación, esto es, la eliminación completa de fragmentos sin la

separación en áreas más pequeñas.

4 Para mayor claridad, no se muestran en la gráfica los resultados de la métrica para la cobertura de Herbazal, los cuales pueden ser vistos en esta tabla.

0

10000

20000

30000

40000

50000

60000

70000

80000

90000

100000

1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020

Año

Indice de separación (SPLIT)

Bosque abierto

Boque de galería y ripario

Arbustal

Bosque fragmentado

Bosque denso

28

Número de parches/fragmentos

Ilustración 9 Número de parches por cobertura natural. Fuente: Elaboración propia.

En la gráfica previa es posible evidenciar que la cantidad de parches de las coberturas de

Arbustales, Bosque abierto y Bosque denso han disminuido, mientras que el número de

fragmentos de Bosque de galería, Bosque fragmentado y Herbazales ha venido

aumentando paulatinamente. Es de esperarse que el segundo fenómeno vaya de la mano

con la disminución del tamaño de los parches teniendo en cuenta que el área de estudio

es la misma en los 3 años de análisis, sin embargo, el primer fenómeno también se

produce junto con la disminución del tamaño de parche, como se evidencia en la posterior

gráfica, donde se observa el promedio del tamaño del parche por tipo de cobertura.

0

20

40

60

80

100

120

140

160

1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020

Año

Número de parches (NP)

Bosque abierto

Boque de galería y ripario

Arbustal

Herbazal

Bosque fragmentado

Bosque denso

Vegetación secundaria

29

Promedio de área de parche/fragmento

Ilustración 10 Promedio de área de parche por cobertura natural. Fuente: Elaboración propia.

En la cobertura de Bosque denso se evidencia una curva casi parabólica cuyo vértice

tiende a estar en el año 2001; por otro lado la cobertura de Bosque de galería presenta

cierta semejanza en el tamaño del parche para los años 1989 y 2001. Lo anterior podría

ser explicado por la ola de violencia que rodeó el año 2001 en el que muchos habitantes

se vieron forzados a dejar sus tierras y desplazarse a otras zonas, ocasionando alguna

ganancia en las coberturas naturales debido al abandono de las tierras, o bien por la

marcha de algunos proyectos de reforestación como mecanismos de compensación de

las empresas mineras presentes en la zona. Los demás tipos de coberturas tendieron a

disminuir gradualmente su área promedio en el intervalo estudiado.

0

50

100

150

200

250

1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020

Año

Promedio de área de parche (AREA_MN)

Bosque abierto

Boque de galería y ripario

Arbustal

Herbazal

Bosque fragmentado

Bosque denso

Vegetación secundaria

30

Porcentaje de cobertura en el paisaje

Ilustración 11 Porcentaje de coberturas en el paisaje5. Fuente: Elaboración propia.

En las gráficas se puede evidenciar que las únicas dos coberturas que han aumentado su

porcentaje dentro del paisaje estudiado fueron las zonas de extracción minera y los

pastos, la primera pasó a ser casi la décima parte del municipio con un 8,53%, mientras

que la segunda pasó a ser casi la mitad del municipio con un 44,34%. Es evidente la

pérdida de coberturas de bosque de galería y ripario y de arbustales para el 2015 de casi

la mitad del área datada en 1989, pasando de un 12% a un 6.43% y de un 5.6% a un

2.89% respectivamente.

9 DISCUSIÓN

9.1 Procesos de pérdida de coberturas

Las métricas de paisaje muestran que el bosque denso, aunque casi mantiene el número

de parches y la cobertura aumenta una hectárea en el periodo 2001-2015, el área de cada

fragmento disminuye notablemente y con ello su separación a lo largo de todos los

periodos estudiados. Conviene afirmar entonces que los procesos que más han afectado

la cobertura de bosque denso han sido contracción y fragmentación.

En Colombia se identifican cuatro grandes grupos de agentes importantes para el análisis

de los procesos de transformación de la cobertura boscosa a nivel nacional: Agricultores,

Ganaderos, Empresas mineras y Actores armados (González, et al., 2011). Por los

resultados obtenidos (ver anexos G, H y J: matrices de transición), se corrobora que el

5 Para los porcentajes ver anexo 4. Tabla de resultados de las métricas del paisaje analizadas

31

impulsor más importante de la deforestación del bosque denso en el municipio de La

Jagua de Ibirico es el agricultor y pecuario, por su transición a áreas agrícolas

heterogéneas y a bosque fragmentado producido por la misma frontera agrícola.

El bosque fragmentado presenta resultados de un modelo básico de la fragmentación y

pérdida de cobertura por intervención antrópica, ya que la complejidad de su forma

disminuye junto al área de los fragmentos, en contraposición al índice de separación y

número de parches.

Las coberturas de arbustal y bosque abierto han sufrido mayores cambios en el periodo

1989-2001, entre ellos la disminución del tamaño y número de parches, acompañado por

el aumento de su separación, es decir que en términos generales sufrieron procesos de

contracción. Como se evidencia en la matriz de transición de 1989-2001 (Ver anexo G),

dichos procesos fueron provocados en su mayoría por la transición a pastos. Es para el

periodo 2001-2015 que en arbustales aumenta la complejidad en la forma y no hay un

cambio considerable en bosque abierto; mientras que la mayoría de los demás índices

prácticamente se mantienen, lo cual se puede traducir en un periodo de relativa

disminución en la tasa de deforestación.

La cobertura de herbazal es la que más fluctúa a lo largo de los periodos. Casi una sexta

parte de su cobertura original es reemplazada a zonas de explotación minera y casi la

mitad pasa a ser pastos en el periodo 1989-2001. El anterior es el periodo en el cual la

cobertura sufre de un alto índice de separación, y una baja considerable en el área de los

parches y el porcentaje de su cobertura en el paisaje, traducido en una alta tasa de

fragmentación y contracción. La disminución en el índice de forma (alta intervención

antrópica) no interviene en que sea el periodo 2001-2015 cuando la cobertura aumenta

estados de agregación acompañados del aumento en el área y número de fragmentos y

sea el periodo en el cual, la mayor parte de transiciones formen arbustales.

La recesiva en la deforestación y pérdida de coberturas de bosque abierto, arbustales y

herbazales para el periodo 2001-2015, pudo estar supeditada a procesos sociales debido

a la presencia de grupos al margen de la ley, políticas débiles en cuanto a tenencia de

tierras que permite a grandes terratenientes mantener y expandir su control sobre el

territorio, junto a la falta de apoyo gubernamental, provocando el desarrollo de estados

sucesionales de bosque en zonas tradicionalmente agropecuarias (González et al., 2011).

9.2 El impacto sobre los bosques de galería

El caso más apremiante es la pérdida de Bosques de galería a causa de la actividad

minera en el municipio, ya que más del 10% del crecimiento total de las zonas de

extracción minera para el periodo 1989-2015 ha sido sobre estas coberturas, y es

probablemente la mayor causa del deterioro del caudal y calidad de los cuerpos de agua.

De la mano de la deforestación por la ampliación y modificación de las zonas de

explotación minera, están los procesos de desvío de cauces de ríos para beneficio de la

actividad como los proyectos sobre el Río Calenturitas o el Caño San Antonio. En ambos

casos las empresas (Prodeco y Drummond) han solicitado permisos de aprovechamiento

forestal, cuyo proceso no requiere de licencia ambiental en cuanto que los proyectos de

mayor envergadura ya la poseen. El problema radica en que la norma colombiana deja

abierta la opción de solicitar o no medidas de compensación una vez realizada la tala,

32

como lo suscita el artículo 5° del Decreto 1791 de 1996 sobre el régimen de

aprovechamiento forestal:

Aprovechamiento forestal único: “Los que se realizan por una sola vez, en áreas

donde con base en estudios técnicos se demuestre mejor aptitud de uso del suelo

diferente al forestal o cuando existan razones de utilidad pública e interés social. Los

aprovechamientos forestales únicos pueden contener la obligación de dejar limpio el

terreno, al término del aprovechamiento, pero no la de renovar o conservar el

bosque.” (Subrayado fuera del texto original).

Lo anterior se evidencia en la forma con la que la Corporación Regional (Corpocesar)

flexibiliza la compensación forestal en muchos de los permisos otorgados, como lo ratifica

las cuestionables exigencias de todos los permisos autorizados para el proyecto de la

mina La Loma-Pribbenow, propiedad de Drummond Ltd. Aunque los aprovechamientos

forestales sobre rondas de ríos si han presentado exigencias compensatorias, los

expedientes muestran en todos los casos el atraso e incumplimiento de las medidas por

parte de las empresas mineras.

9.3 Coberturas naturales bajo títulos mineros

Para 2014 el 50,32% del área total del municipio estaba concesionada por 33 títulos

mineros vigentes, es decir 37.226,16 hectáreas serían destinadas a la actividad minera;

por lo tanto es importante hacer la relación entre el área de los títulos mineros y el área de

las coberturas naturales que se podrían ver afectadas a futuro por estos. Dicha relación

se muestra a continuación:

Cobertura 2015

Área de cobertura en títulos mineros a 2014

Hectáreas %

Arbustal 1189,65 3,20

Áreas agrícolas heterogéneas 2126,11 5,71

Bosque abierto 1136,03 3,05

Bosque de galería y ripario 2098,38 5,64

Bosque denso 353,17 0,95

Bosque fragmentado 736,46 1,98

Cultivos 803,86 2,16

Herbazal 216,10 0,58

Lagunas, lagos y ciénagas naturales 195,97 0,53

Pastos 21914,89 58,87

Tejido urbano continuo 215,09 0,58

Zonas de extracción minera 6240,44 16,76

Total área titulada 37226,16 100,00

Tabla 9 Títulos mineros 2014 Vs Coberturas naturales 2015. Fuente: Elaboración propia.

De lo anterior se puede deducir que las coberturas que se ven afectadas en mayor

medida son pastos, áreas agrícolas heterogéneas y bosque de galería y ripario. Es

importante resaltar que solo el 16,76% del área titulada se encuentra actualmente en

explotación, debido a esto se debe tener en cuenta el área de las coberturas naturales

33

que se podrían afectar por los títulos para que la autoridad ambiental junto con las

autoridades locales sean quienes prioricen la preservación de coberturas naturales de

gran importancia como los bosque de galería, sobre todo cuando en el municipio ya se

reportan temporadas fuertes de sequía (Jiménez, 2015).

Proyectos Mineros

Se debe establecer una diferencia entre los títulos mineros vigentes y los proyectos

mineros que se están llevando a cabo en el municipio, ya que aunque hay un gran

número de títulos, la mayoría aún no están llevando a cabo actividades de explotación

debido a que se encuentran en trámites para el inicio de operaciones o el área de

explotación se encuentra en la jurisdicción de los municipios vecinos.

Para esta investigación, se entiende por proyecto minero la zona titulada que se

encuentra en estado de ejecución y cuenta con licencia ambiental para adelantar las

actividades de explotación con su respectivo expediente de seguimiento ante la autoridad

ambiental. Aclarado lo anterior, se presenta la relación establecida entre el área de

coberturas presentes en cada uno de los proyectos y la empresa que lo representa (dicha

relación se puede visualizar en la ilustración 12 o para mayor detalle ver Anexo N):

Nombre Mina Empresa Cobertura Área (ha)

Calenturitas C.I. PRODECO

S.A.

Arbustal 2,87

Bosque de galería y ripario 102,39

Pastos 726,93

La Loma-Pribbenow Drummond Ltda.

Áreas agrícolas heterogéneas 97,42

Arbustal 333,31

Bosque abierto 167,53

Bosque de galería y ripario 120,15

Bosque denso 64,06

Pastos 865,29

El Hatillo Vale Coal Colombia

Ltda.

Arbustal 2,62

Bosque abierto 5,27

Bosque de galería y ripario 31,03

Pastos 31,20

Herbazal 0,13

Descanso Zona Norte

Drummond Ltda.

Arbustal 244,61

Bosque abierto 614,82

Bosque de galería y ripario 86,82

Bosque denso 89,69

Cultivos 35,85

Herbazal 45,31

Pastos 1138,44

Operación Conjunta Carbones La Jagua

Áreas agrícolas heterogéneas 2,39

Bosque de galería y ripario 41,61

Bosque fragmentado 13,57

34

Bosque abierto 0,16

Cultivos 2,95

Pastos 654,95

Cerrolargo Norcarbón S.A.S. Áreas agrícolas heterogéneas 193,28

Pastos 116,00

Total 5830,65

Total Cobertura Natural 1968,34 Tabla 10 Coberturas naturales en jurisdicción de proyectos mineros. Fuente: Elaboración propia.

Las coberturas naturales que se encuentran dentro de los títulos mineros y que se pueden

ver afectadas en mayor proporción son bosque abierto (40%), arbustal (29%) y bosque de

galería (19,40%), es por esto que se puede inferir que en casos donde la empresa decida

expandir el área de explotación o reubicar zonas para disposición de residuos son estas

coberturas las que tienen mayor riesgo de pérdida.

9.4 Impacto minero en las Zonas de Reserva Forestal

A la altura del municipio de la Jagua se encuentran las Reservas forestales de Río

Magdalena y Serranía de los Motilones. Todas las sustracciones para proyectos de

explotación de carbón se realizaron sobre zonas de reserva tipo C, quiere decir según las

Resoluciones 1923 y 1924 de 2013 (zonificación y ordenamiento de las Reservas

Forestales Serranía de los Motilones y Río Magdalena) que dichas áreas eran destinadas

al “desarrollo de actividades productivas agroforestales, silvopastoriles y otras

compatibles con los objetivos de la Reserva Forestal que deben incorporar el componente

forestal y que no impliquen la reducción de las áreas de bosque natural en todos sus

estados sucesionales”. La evidencia permite confirmar que la Resolución de zonificación

no es determinante para establecer la importancia de estructuras ecológicas, ya que luego

de las sustracciones las áreas quedan a libre destinación para lo propuesto por las

empresas mineras en sus solicitudes, y que nada tendrá que ver con las actividades

propuestas para las zonas tipo C antes de la sustracción.

Con el compromiso de hacer restauración ecológica a un área igual a la sustraída en los

lugares que indique la autoridad ambiental, las empresas responsables de cumplir el Plan

de Compensación Forestal por las sustracciones realizadas a la Serranía de los Motilones

y Río Magdalena mediante la Resolución 1465 de 2008 son: Carbones del Caribe (151

ha), Norcarbón (488 ha), Carbones del Cesar (488), Drummond (213), Carbones del

Jagua (421), Consorcio Minero Unido (289), Carbones del Tesoro (487), Prodeco (70).

El área total disponible para adelantar el programa de compensación propuesto en la

resolución corresponde a las cuencas de los ríos Sororía y Tucuy, con una extensión de

10.475 hectáreas sobre zonas aledañas a los ríos que han sido intervenidas por la

expansión de la frontera agrícola y pecuaria, impactos que podrían estar promovidos

indirectamente por el auge de la actividad minera, tema que será discutido

posteriormente.

Pese a todas las sustracciones, la mina Operación Conjunta La Jagua, se sobrepone a

1.021,59 ha de reserva forestal Río Magdalena y 19,12 ha de Serranía de los Motilones

como se puede visualizar en la ilustración 12 (para mayor detalle ver Anexo N.) , ambas

35

con zonificación de tipo C, interfiriendo gravemente con los objetivos de las reservas

forestales, lo que se traduce en un débil e ineficiente seguimiento por parte de la

Autoridad Ambiental al permitir actividades que se alejan astronómicamente de las

propuestas en la zonificación de las reversas señaladas.

Ilustración 12 Mapa de coberturas naturales en jurisdicción de títulos mineros y Reservas Forestales.

Fuente: Elaboración propia.

9.5 Medidas de compensación de las empresas mineras

Las compensaciones ambientales son un instrumento de gestión ambiental con el fin que

los impactos de carácter irreversible producidos por proyectos de desarrollo económico

sean compensados mediante acciones de restauración, mejora, o preservación de un

ecosistema equivalente en lugares diferentes a donde se desarrolla el proyecto

(Sarmiento & López, 2014). El requerimiento de compensación se da por cuatro razones:

licencia ambiental, sustracción de áreas de reserva forestal, el aprovechamiento forestal y

compensación por aprovechamiento de especies amenazadas.

Para el caso de la actividad minera y particularmente para los proyectos mineros que

están siendo ejecutados dentro del municipio se han hecho requerimientos de

compensación por sustracción de áreas de reserva forestal y aprovechamiento forestal.

Para mayo de 2015 de acuerdo con los diferentes actos administrativos expedidos por la

36

ANLA, las empresas mineras presentes en el municipio deben compensar una superficie

total de 29.471,13 ha por diferentes conceptos como lo son: permisos de

aprovechamiento forestal, pérdida de cobertura vegetal, entre otros (ver anexo O.

Compensaciones por parte de las empresas mineras).

Las acciones de compensación adelantadas por parte de las empresas mineras son

prácticamente nulas, ya que para el 2015 solo se están llevando a cabo los programas de

compensación por sustracción de zonas de reserva forestal (explicados más adelante),

mientras los lugares destinados para la restauración exigida por la ANLA por concepto de

impactos relacionados con el aprovechamiento forestal, desviación de cauces y pérdida

de cobertura por las actividades mineras, apenas se están acordando entre Corpocesar y

las empresas mineras. Es importante aclarar que la ANLA es la autoridad que define la

superficie terrestre a compensar, pero es la Corporación Autonóma Regional con las

empresas mineras quienes definen las zonas donde se debe cumplir dicho requerimiento.

9.6 Lineamientos ambientales para la protección de los recursos naturales

En este apartado presentamos los lineamientos para propuestas ambientales que han

sido fruto del análisis de los procesos históricos y patrones actuales de las coberturas

naturales y su afectación a costa de la locomotora minera.

9.6.1 Estructura Ecológica Principal

En primera instancia se precisa la importancia de los criterios ecológicos en la

planificación territorial, ya que la existencia y calidad de vida humana así como el

desarrollo socioeconómico, están ligados a la salud ecosistémica (Van der Hammen &

Andrade, 2003). La planificación de este modo, permite que a mediano y largo plazo las

funciones ecológicas de soporte se conserven y perpetúen los servicios ecosistémicos

que de estas deriven. Así pues, como primer lineamiento presentamos un escenario de

priorización de áreas como propuesta para establecer la Estructura Ecológica Principal

(EEP) del municipio para ser utilizada como referencia en el Ordenamiento Territorial, ya

que de este modo se puede controlar la transformación de ecosistemas, promover el uso

sostenible de los recursos naturales y planificar proyectos de restauración, todo ello, para

adaptar el territorio al cambio climático global.

La EEP se define como el “conjunto de ecosistemas naturales y seminaturales que tienen

una localización, extensión, conexiones y estado de salud, tales que garantiza el

mantenimiento de la integridad de la biodiversidad, la provisión de servicios ambientales,

como medida para garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de los habitantes

y la perpetuación de la vida”. Van der Hammen y Andrade (2003), proponen un modelo de

EEP compuesto por:

1. Coberturas vegetales naturales y seminaturales, donde se incluyen aquellas

suscritas dentro de áreas protegidas y con presencia de comunidades étnicas.

2. Coberturas naturales sin protección definida o efectiva como aquellas ubicadas en

zonas de Reserva Forestal.

3. Corredores Ecológicos principalmente aquellos que forman las rondas de los ríos y

franjas con vegetación que por su posición conecten fragmentos para el

intercambio biológico.

37

Dicho modelo se desarrolla teniendo en cuenta la siguiente información:

Curvas de Nivel

Cuerpos de agua

Unidades Biogeográficas

Ecosistemas

Coberturas

Humedales

Zonas de vida

Áreas protegidas

Conflictos de uso de suelo

Sumado a lo anterior, el resultado del análisis del paisaje y la posterior identificación de

coberturas con mayor fragmentación (bosque de galería y bosque denso), fue esencial al

establecer los criterios para valorar el orden de prioridad de las áreas que harían parte de

la EEP. Dicha priorización fue el resultado de no desconocer la realidad social y

económica del municipio ni la dificultad para restaurar zonas que se encuentren en

conflicto de uso, además de sumarle importancia a la existencia de la Reserva Forestal,

figura que genera mucha incertidumbre en cuanto a su definición y manejo.

Prioridad 1. Áreas sin conflicto:

Coberturas naturales cuyo uso propuesto en el PBOT sea Zonas de Preservación

Absoluta, o Zonas de Protección Paisajística Vial; que se encuentren dentro de las

Reservas Forestales en zonificación tipo A o rodeen cuerpos de agua; cuyos ecosistemas

hagan parte del Orobioma medio de los Andes o del Zonobioma Seco Tropical del Caribe

(exceptuando las áreas agrícolas del mismo). Rondas de ríos de 30 metros de ancho (a

cada lado) que se encuentren deforestadas y requieran restauración ecológica.

Prioridad 2. Áreas con conflicto medio:

Cobertura natural cuyo uso propuesto en el PBOT sea Zonas Forestales Protectoras

Productoras, Bosque Productor Zonas de Uso Agrosilvopastoril o Áreas de Uso

Agropecuario Conservacionista; se encuentren dentro de las Reservas Forestales en

zonificación tipo C; o que sus ecosistemas hagan parte del Orobioma bajo de los Andes

(exceptuando las áreas agrícolas del mismo). Zonas sin cobertura natural que se

encuentren dentro de la zonificación A de las Reservas Forestales.

Prioridad 3. Áreas con alto conflicto:

Cobertura natural cuyo uso propuesto en el PBOT sea Zonas de Uso Controlado y Uso

Intensivo. Zonas sin cobertura natural cuyo uso propuesto en el PBOT sea Zonas de

Preservación Absoluta o Zonas de Protección Paisajística Vial; que hagan parte del

zonobioma seco tropical (exceptuando las áreas agrícolas del mismo); que se encuentren

dentro de la zonificación C de las Reservas Forestales; o que su uso propuesto sea Zonas

Forestales Protectoras Productoras, Bosque Productor, Zonas de Uso Agrosilvopastoril o

Áreas de Uso Agropecuario Conservacionista.

38

Prioridad 4. Áreas con muy alto conflicto:

Cobertura natural cuyo uso propuesto en el PBOT sea Zonas Carboníferas o zonas de

ordenamiento urbano. Zonas sin cobertura natural que no se encuentren en ninguno de

los anteriores conflictos.

Luego de establecer los escenarios de priorización, se obtuvo un mapa que indica los

elementos potenciales de la EEP municipal que puede ser observado en la Ilustración 13

o con más detalle el Anexo P.

Ilustración 13 Mapa de priorización de elemento de la EEP. Fuente: Elaboración propia.

De acuerdo con la priorización de elementos para la estructura ecológica principal del

municipio se propone que su articulación con los procesos de planificación local y regional

se lleven a cabo de la siguiente manera:

Áreas definidas como Prioridad 1: Las coberturas naturales que se encuentran

definidas como prioridad 1 en su mayoría no han sido intervenidas fuertemente y

no presentan conflictos de uso del suelo, por lo tanto se considera que cuentan

con condiciones mínimas para su conservación. Por lo anterior, se propone que

dichas áreas sean tenidas en cuenta dentro de la actualización del PBOT que

adelanta la alcaldía municipal, y esto se vea reflejado en su incorporación en las

áreas de conservación y protección ambiental como áreas de Reserva Forestal y

áreas de especial importancia ecosistémica en la categoría de suelos de

protección establecidos en el Decreto 3600 de 2007, donde se exponen los

39

lineamientos para el ordenamiento territorial del suelo rural y a su vez sean tenidas

en cuenta dentro del componente general del PBOT según lo establecido en la Ley

388 de 1997.

Para las coberturas naturales que rodean los cuerpos de agua y presenten

conflicto de uso en los 30 metros a cada lado del cauce se propone adelantar

proyectos de restauración en quebradas, caños y ríos que encuentran en estado

de degradación; dichos proyectos pueden ser realizados en convenios entre la

alcaldía y Corpocesar en el marco de los Planes de Ordenación y Manejo de

Cuencas Hidrográficas y los que puedan ser articulados al Plan de Gestión

Ambiental Regional del Cesar que se encuentra en proceso de actualización por

parte de la Corporación Ambiental.

Áreas definidas con Prioridad 2: Son coberturas naturales que presentan

conflicto medio y su manejo puede ser a corto y mediano plazo. Para estas áreas

se propone que sean tenidas en cuenta como áreas de desarrollo restringido

dentro el PBOT. Las coberturas que se encuentren en Zonas de Reserva Forestal

y presenten conflicto de uso se considera que se lleven a cabo proyectos que

permitan una transición a actividades que estén en concordancia con la

zonificación ambiental de la reserva tales como “desarrollo de actividades

productivas agroforestales, silvopastoriles y otras compatibles con los objetivos de

la Reserva Forestal que deben incorporar el componente forestal y que no

impliquen la reducción de las áreas de bosque natural en todos sus estados

sucesionales” (Resoluciones 1923 y 1924 de 2013 MADS).

Por otra parte, estas áreas pueden ser tenidas en cuenta por Corpocesar en el

desarrollo de sus proyectos de restauración ecológica de bosques y para el

establecimiento de sistemas agroforestales contenidos en el Plan de Ordenación

Forestal actual propuesto por dicha entidad. Para su realización se propone que se

lleven a cabo convenios con organizaciones e instituciones para el desarrollo

técnico de los mismos.

En zonas aledañas a las áreas de prioridad 1 se puede aplicar la figura de “zonas

de amortiguación” que ha sido implementada por Parques Nacionales Naturales y

es entendida como “aquella área de transición entre el paisaje antrópico y las

zonas de conservación, o entre aquel y las áreas especiales para la protección

como los nacimientos de agua, humedales y cauces. Esta zona puede contener

rastrojos o vegetación secundaria y puede estar expuesta a actividades

agropecuarias y extractivas sostenibles, de regular intensidad, que opera para las

Reservas Naturales de la Sociedad Civil (RNSC)” (Art.4 Decreto 1996 de 1999);

esto con el fin que se vea reflejada la transición entre las zonas que han sido

fuertemente intervenidas y las zonas priorizadas para su preservación.

De igual manera, se propone que sea en estas zonas donde que realicen los

proyectos de compensación forestal a los que están obligadas a cumplir las

empresas mineras.

40

Áreas definidas como Prioridad 3: Son coberturas naturales presentes en el

municipio y que presentan un alto conflicto, razón por la cual se propone llevar a

cabo proyectos agroforestales o agrosilvopastoriles y que sean realizados a

mediano y largo plazo. Pueden ser respaldados bajo los programas que se

plantean en el Plan de Ordenación Forestal o Plan de Gestión Ambiental Regional

del Cesar formulados por Corpocesar. Sin embargo no se excluyen iniciativas que

provengan de organizaciones o instituciones interesadas en la recuperación de

zonas altamente intervenidas.

9.6.2 Fortalecimiento de la participación popular

El segundo lineamiento presentado pretende dar la importancia que merece a la

participación comunitaria en los procesos que conciernen a su territorio. Los proyectos de

explotación minera han afectado gravemente las dinámicas socioculturales de un

municipio que tradicionalmente han sido agropecuario, la salud de sus habitantes a causa

del material particulado emanado de aquellos proyectos con cercanía a asentamientos

humanos; y los cuerpos de agua superficial y últimamente los subterráneos a causa de la

contaminación por el inadecuado manejo de aceites y elementos tóxicos. Todo lo anterior

no sucedería si el seguimiento de las autoridades ambientales fuera riguroso y

permanente, en vez de ello, los conflictos ambientales y sociales se van agravando a

medida que la locomotora minera se fortalece por las políticas públicas y el apoyo

gubernamental. Es entonces pertinente que las acciones de presión para el control y

seguimiento, obligaciones de las autoridades ambientales, se fortalezca mediante la

participación popular.

Aunque la participación popular es un proceso que se ha venido robusteciendo debido a

las afectaciones directas a las comunidades (salud, cultivos y contaminación de agua), se

deben implementar mecanismos de educación ambiental para fortalecer la defensa de los

ecosistemas naturales, vistos como la fuente de bienes y servicios tangibles e intangibles.

De este modo, que sean los mismos habitantes quienes se empoderen de sus recursos

naturales para su protección y para promover proyectos de producción tradicional con

prácticas sustentables.

Para lo anterior, se proponen los siguientes aspectos:

1. Fortalecimiento de las Juntas de Acción Comunal y los comités ambientales

locales, además del acompañamiento de entidades gubernamentales como la

Defensoría del Pueblo y Procuraduría para que velen por el cumplimiento del

derecho a gozar de un ambiente sano y ecológicamente equilibrado como lo

establece el Artículo 79 de la Constitución Política de Colombia, pues su violación

afecta directamente contra la perpetuación de la especie humana y, en

consecuencia con el derecho más fundamental del hombre, la vida.

2. Charlas, cursos y acompañamiento técnico por parte de las Instituciones de

Educación a los habitantes para promover sistemas productivos sostenibles como

los agrosilvopastoriles e implementación de tecnologías apropiadas para mejorar

la eficiencia y disminuir el impacto negativo que puedan emanar de las prácticas

convencionales.

3. Programas de Educación ambiental en las escuelas: Consideramos la educación

ambiental como una herramienta para la formación de una conciencia colectiva

que permita una cultura ambiental, ya que a medida que se transforme la manera

41

en que se relacionan los habitantes con su entorno natural se pueden lograr

cambios positivos para los ecosistemas naturales.

A partir de los resultados obtenidos, se puede establecer que parte de la

problemática que rodea la pérdida de coberturas naturales está relacionada con el

uso inadecuado del suelo, por lo cual se hace indispensable desarrollar proyectos

de educación ambiental que propicien en la comunidad el manejo apropiado de

sus recursos, ya que como lo plantea Corpocesar “De esta manera se busca

transmitir de forma clara y consistente, la razón de ser del ordenamiento del

territorio, para que del mismo modo los habitantes comprendan sus beneficios e

implicaciones y asuman una actitud de apropiación de una iniciativa clara de

conservación de los recursos naturales.”

Por lo anterior, se plantea la aplicación y fortalecimiento del proyecto de educación

ambiental expuesto por Corpocesar en el Plan de Ordenación Forestal, donde se

propone la formulación y ejecución de un Programa Ambiental Escolar (PRAES) y

articulado con los Programas Educativos Institucionales (PEI) en una o varias

escuelas. “Los PRAES representa para las instituciones educativas y la

comunidad, un instrumento que permite interactuar en la dinámica de la sociedad

– naturaleza a través del sistema educativo de Evaluación y Formulación en los

municipios de la zona. Donde la escuela asume un papel relevante dentro de su

comunidad, proyectándose hacia la solución de problemas ambientales con una

vista crítica y participativa, fomentando un nuevo código de conducta y una nueva

cultura.” Como parte de la formulación del proyecto en una o varias de las

escuelas que hacen parte del municipio se proponen como actividades: talleres de

contextualización de los PRAES con la comunidad educativa, talleres de

acercamiento a los procesos de investigación desde la escuela, reunión para la

evaluación crítica del diagnóstico educativo de la institución, construcción

participativa del diagnóstico ambienta local a través de talleres de cartografía

social, en apreciación y lectura territorial del entorno local y talleres de diagnóstico

local y priorización de problemas, la sistematización de diferentes experiencias,

entre otras.

Los actores responsables para su ejecución pueden ser Corpocesar, Secretaria de

Educación del municipio, organizaciones que quieran ser partícipes en la

realización de los talleres, docentes, alumnos y padres de familia.

42

10 CONCLUSIONES

Las coberturas naturales en el municipio representan actualmente el 24% del territorio,

su permanencia asegura los servicios ecosistémicos que de estas se derivan y a su

vez simbolizan parte del patrimonio natural de una región que se ha visto afectada por

actividades fuertemente impactantes a pesar de que cerca del 45% del municipio hace

parte de la Reserva Forestal Los Motilones. Pese a que el área de explotación minera

solo ocupa el 9%, es una actividad altamente impactante y genera cambios

socioeconómicos y culturales que se traducen en la ampliación de la frontera agrícola

(pastos, cultivos y áreas agrícolas heterogéneas representan el 67%) generando una

pérdida progresiva de coberturas naturales.

La promoción de políticas encaminadas al crecimiento de la economía extractiva en la

región ha dejado como resultado la pérdida del 28,97% de las coberturas naturales en

el municipio en los últimos 26 años. Las áreas de explotación minera han aumentado

once veces su tamaño inicial desde 1989, afectando zonas destinadas para la

agricultura (27,63%) y ganadería (43,40%) y en cuanto a coberturas naturales, la

actividad se asentó en un 11,33% sobre los bosques de galería y en un 8,99 % sobre

los bosques abiertos. Lo anterior sugiere que de seguirse permitiendo el incremento

de las zonas de explotación se pondría en riesgo los servicios ecosistémicos que

brindan las coberturas naturales y aceleraría los cambios en las dinámicas

socioeconómicas locales. En consecuencia, es pertinente hacer una reflexión sobre la

decisión de seguir fomentando la ampliación de la frontera minera a costa del

patrimonio natural y las actividades tradicionales agrícolas.

En términos de complejidad, son los bosques densos y de galería aquellos que

sustentan mayor diversidad de especies de fauna y flora, y por ende los que requieren

especial protección aunque han sido particularmente afectados por la intervención

antrópica. La gran separación de los bosques de galería y el aumento en su número

de parches (pasando de 109 a 146) demuestra que existen zonas de cauces de ríos

sin cobertura protectora, impidiendo el buen funcionamiento de los corredores

biológicos. El bosque denso con el aumento de su índice de separación, la

disminución en su número de fragmentos (de 32 a 20) y su transición a bosque

fragmentado deduce una gran pérdida de coberturas. Es imprescindible la atención en

el proceso de fragmentación, que si bien ha sido impulsado en gran medida por la

frontera agropecuaria, la minera ha aportado la deforestación producto de la

ampliación de zonas de explotación y de la desviación de los cauces, lo que puede

causar una grave afectación en la integridad de los servicios ecosistémicos, y

supervivencia de especies animales y vegetales.

Aunque el país posee una amplia normatividad para la protección y el manejo

sostenible de los recursos naturales, se compromete a nivel internacional en

convenios para la protección de la biodiversidad y se formulan como Leyes de la

República, es contradictoria la flexibilidad en la que incurre la nueva legislación para

incentivar una economía extractiva sobre el capital natural del país. Sin bien es a lo

que le han apostado los gobiernos de turno por más de una década, es imprescindible

que la participación estatal tome fuerza en ejercer la presión y control necesarios a las

empresas mineras y mientras esto sucede, son las comunidades las que debe

apropiarse de su patrimonio natural para su defensa y protección.

43

La minería es una actividad que impacta a distintas escalas y su efecto se amplía a

medida que se extiende la envergadura de un proyecto, es por ello que aunque se

resalta la importancia de controlar la minería ilegal, no por su condición se debe

relegar la legal bajo la premisa de que por contar con los permisos ambientales y la

aprobación oficial del gobierno, es menos impactante que la primera, ya que, aunque

existan los permisos, la estructura burocrática no permite que el control de las

actividades legales sea eficiente y se presenten reacciones tardías, lo que conlleva al

detrimento de los recursos naturales, muchas veces irreversibles.

11 SUGERENCIAS

Debido a que las políticas públicas en Colombia promueven la minería como una

herramienta para el desarrollo económico del país y fomentan la disposición de áreas

para el incremento de esta actividad, se resalta la importancia de replicar este estudio

como soporte técnico para evaluar la decisión de dónde y cómo desarrollarla en

aquellas zonas donde se encuentra y donde se proyecta establecer los proyectos de

interés nacional.

Para alcanzar mayor precisión en la información se sugiere la utilización de imágenes

satelitales con mejor calidad, que se establezcan alianzas con las instituciones

oficiales para la obtención de éstas y se cuente con el apoyo logístico para el

desarrollo de las investigaciones que al final servirán como un instrumento para la

toma de decisiones de todos los actores involucrados.

Se propone que este proyecto sea la aproximación a estudios posteriores que

permitan la modelación del riesgo de pérdida de coberturas naturales, involucrando las

variables socioeconómicas que están inmersas en la situación y que sirvan como

instrumento para la prospectiva territorial y así, alcanzar un análisis más aproximado a

la realidad de los territorios.

Este proyecto es un acercamiento a la afectación de los ecosistemas entendiendo que

las coberturas son un indicador directo de su salud, sin embargo se requieren estudios

con mayor detalle enfocados a estos y a sus dinámicas particulares, con el fin de

evidenciar los efectos sobre los servicios ecosistémicos y la afectación al rendimiento

de los cultivos en los agroecosistemas, ya que probablemente han sido deteriorados a

causa del material particulado emitido por la actividad minera.

La información geográfica oficial requiere con premura su revisión y rectificación para

armonizar los datos manejados por las diferentes instituciones, ya que el conflicto

actual impide un claro solape de la información que tiende a crear erróneas

interpretaciones, vacíos cartográficos y numerosos errores topológicos.

Se espera que este proyecto genere nuevas propuestas para realizar investigaciones

en torno a la importancia ambiental de la Reserva Forestal Los Motilones, y con ello

estimular proyectos encaminados al buen manejo de sus recursos naturales y

servicios ecosistémicos.

44

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