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los psicópatas son más comunes y difíciles de identificar de lo que se pensaba. Si bien es cierto su trastorno de personalidad los hace más propensos a entrar en conflicto con la ley, es común encontrarlos en lugares en los que sus características les permiten surgir y ser exitosos.

Análisis de la psicopatía

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los psicópatas son más comunes y difíciles de identificar de lo que se pensaba. Si bien es cierto su trastorno de personalidad

los hace más propensos a entrar en conflicto con la ley, es común encontrarlos en lugares en los que sus características

les permiten surgir y ser exitosos.

No existe un acuerdo generalizado entre los investigadores y clínicos en cuanto a las causas o

factores que determinan el surgimiento de un trastorno de personalidad psicopática

La mayoría de investigadores en el campo de la psicología forense en Norteamérica y Europa ha

optado por el constructo de psicopatía propuesto por Robert Hare.

En la tradición clínica, el término “psicopatía” ha sido utilizado para describir individuos que presentan un

funcionamiento intelectual adecuado pero que parecen tener un defecto profundo en el ámbito afectivo o inhibitorio que

les afecta su habilidad para conducirse apropiadamente (Newman, 1998).

Millon, Simonsen y Birket-Smith (1998), realizan una revisión detallada del concepto en Europa y Estados Unidos a partir del siglo

diecinueve, llegando a la conclusión de que el mismo tiene una larga tradición clínica e histórica y que en la última década un amplio

cuerpo de investigación ha establecido su validez tanto desde un punto de vista psicodinámico como neurobiológico.

Ya por el año 1835 el autor inglés J.C. Prichard, reconocido como el primero en formular el término “demencia moral”,

sostenía que existía un tipo de individuos que compartían un defecto común en sus capacidades para guiarse de acuerdo

con “sentimientos naturales”,

es decir, por un sentido intrínseco y espontáneo de lo correcto, lo bueno y de responsabilidad. A pesar de su

habilidad intelectual para comprender las opciones ante ellos, eran movidos por una fuerza afectiva superior que los llevaba a involucrarse en comportamientos socialmente repugnantes.

Un autor importante de finales del siglo diecinueve es J.L. Koch quien propuso que el

término “demencia moral” fuera reemplazado por el de “inferioridad psicopática”,

en el que incluía todas las irregularidades mentales (congénitas o adquiridas) que influenciaban al individuo en su

vida personal y que lo llevaban, en el mejor de los casos, a parecer que no se encontraba completamente en posesión de

una capacidad mental normal

En sus varias ediciones de “Psychiatrie: Ein Lehrbuch” (Psiquiatría: Libro de Texto), Emil

Kraepelin, refleja los distintos énfasis dados al síndrome psicopático en su época.

Kurt Schneider en su obra principal,“Die Psychopathischen Personlichkeiten” (Las Personalidades Psicopáticas),

aparecida por primera vez en 1923, enfatiza en la idea de que estos sujetos se caracterizan por una vida emocional poco intensa, así como por la carencia de vergüenza, decencia,

remordimiento y conciencia

Meloy (1988) ha destacado que otros autores psicoanalíticos que han contribuido con escritos en este campo son Karen

Horney, Otto Fenichel y Wilhelm Reich quienes publican obras relevantes en la comprensión de la vida inconsciente de los

psicópatas en el año 1945.

El trabajo de Hervey Cleckley, publicado por primera vez en 1941 “The Mask of Sanity” (La

Máscara de Salud Mental), es sin duda una de las obras fundamentales para la comprensión del

concepto actual de psicopatía.

Desde su perspectiva, los psicópatas sufren de una insuficiencia para comprender y expresar el significado de experiencias emocionales, aún cuando su comprensión del

lenguaje es normal. Su insuficiencia para apreciar los componentes afectivos de la experiencia era enmascarada por

sus adecuadas habilidades intelectuales.

Incapacitados para comprender el sufrimiento que su comportamiento produce en otros, no

desarrollan una conciencia y por lo tanto se caracterizan por la carencia de empatía y de

remordimiento (Millon y Davis, 2000).

Enfatizaba Cleckley que mientras que el psicópata no fuera un participante directo, su juicio acerca de

aspectos éticos, evaluativos y emocionales, así como sus habilidades verbales y de abstracción no

evidenciaban defecto alguno

Sin embargo, cuando la evaluación de la acción lo involucraba a él mismo,

rápidamente se evidenciaban amplias deficiencias en estos niveles.

Los criterios desarrollados por Cleckley han sido empíricamente definidos y validados por Robert Hare (1991) en los últimos años en la forma de

una lista de chequeo (PCL)

Hare (1970) diferencia tres tipos de psicópatas: el primario, el secundario y el disocial. En su opinión, solo el psicópata

primario es un «verdadero psicópata» y las otras categorías combinan un grupo heterogéneo de sujetos antisociales

hallados usualmente en poblaciones penales.

Los actos antisociales o violentos cometidos por psicópatas secundarios se asocian

frecuentemente con problemas emocionales severos así como con conflictos internos.

los psicópatas disociales se caracterizan por su comportamiento agresivo y

antisocial, el cual es aprendido de su sub-cultura (pandilla o familia).

Hare enfatiza que los patrones motivacionales, la estructura de personalidad, historia clínica, respuesta al tratamiento y prognosis son sustancialmente diferentes en los psicópatas

primarios y que por lo tanto es un error el categorizar a otros grupos criminales como verdaderos psicópatas.

En contraste con los psicópatas primarios, los psicópatas secundarios y disociales son capaces

de experimentar culpa y remordimiento así como relaciones interpersonales afectivas significativas.

Bartol (1999) ha enfatizado que las conductas e historias de vida de psicópatas primarios tienen poca similitud con las de psicópatas secundarios y disociales, y que son erróneamente clasificados como psicópatas debido a sus elevadas tasas de

reincidencia

Sugiere este autor la utilización del concepto «sociópata», al igual que muchos criminólogos y

sociólogos, para explicar el comportamiento delictivo de ofensores repetitivos que no parecen responder

apropiadamente al tratamiento y a la prisión.

Lykken (1995) sostiene que los psicópatas primarios experimentan de forma atenuada la ansiedad y el miedo. Este autor ha propuesto la hipótesis del «bajo cociente de miedo»

que explica la diferencia entre las personalidades psicopáticas y las sociopáticas

En la concepción de Lykken, los psicópatas se distinguen por peculiaridades biológicas que los

hacen difíciles de socializar. Ellos muestran bajos niveles de miedo, pobre miedo condicionado y

pobre aprendizaje de la evitación

Por el otro lado, los sociópatas son el resultado de la incompetencia de sus padres para cumplir con

la función fundamental de socializar sus hijos. Sus cualidades innatas se encuentran en un rango

normal amplio

enfatiza en la idea de que debido a que la socialización es el producto de peculiaridades

genéticas y la calidad de las experiencias de socialización, el psicópata y el sociópata son

puntos extremos de un mismo continuun.

Lykken ha argumentado más recientemente (1998) que la mayoría de teorías de la psicopatía postulan una peculiaridad congénita (ya sea en el temperamento o en el funcionamiento

del cerebro), pero que un «caso puro» de psicopatía es relativamente raro.

Millon y Davis (2000) consideran que los psicópatas poseen una predisposición congénita hacia el trastorno, mientras que los sociópatas son físicamente normales, pero que desarrollan características antisociales debido a una socialización hostil o

incompetente, principalmente por una crianza defectuosa.

1.La psicopatía es usualmente considerada un trastorno de personalidad definida por una

constelación de características afectivas, interpersonales y de estilo de vida.

2. Afectivamente, los psicópatas se caracterizan por emociones superficiales y cambiantes, por una incapacidad

para formar vínculos duraderos con otras personas, principios o metas, y carecen de empatía, ansiedad, y de genuina culpa

o remordimiento.

3. Interpersonalmente son grandiosos, egocéntricos, manipuladores, dominantes,

persuasivos y calculadores.

4. Conductualmente son impulsivos y buscadores de sensaciones y fácilmente violan las normas sociales.

Expresiones características de esta predisposición son la criminalidad, el abuso de sustancias así como la dificultad

para cumplir obligaciones sociales y responsabilidades (Hare, 1991).

5. Los psicópatas son predadores que utilizan su encanto, manipulación, intimidación y violencia

para controlar a otros y para satisfacer sus propias necesidades.

6. Al carecer de “conciencia” y de sentimientos por los demás, encuentran fácil tomar lo que

quieren y hacer lo que les plazca, sin un sentimiento de culpa y sin lamentarlo

7. Los podemos encontrar en todas las razas, culturas, grupos étnicos y niveles

socio-económicos(Hare, 1993; Hare, 1998a).