INSTITUTO DE ESTUDIOS PARA LA EXCELENCIA PROFESIONAL

 |   | 

ANÁLISIS DE LECTURAS 3ra. SESION

Paulo Freire, los círculos de cultura.

Paulo Freire es, a mi parecer, uno de los teóricos de la Pedagogía más sobresalientes,

ya que sus propuestas son sustentadas en base a una teoría pedagógica basada en las

necesidades del contexto latinoamericano como sociedad colonizada y alienada.

Partimos desde su concepción de educación, la cual la divide en bancaria y libertadora;

La primera se refiere a ese proceso mecánico y alienante que las clases opresoras utilizan

en los oprimidos para configurar sus estructuras mentales en pro de un conformismo y

servilismo adherentes a las necesidades de los opresores, una educación que no permite

construcción, solo repetición, que no permite razón, solo memorización, que no permite la

crítica, solo la aceptación silenciosa de las estructuras establecidas por unos cuantos que

ven en esta educación el arma perfecta de domesticación social. Por el contario la educación

libertadora permite lo opuesto, tiene como principal función recordarle al individuo su

humanidad, pero que no solo sea consciente de ello, sino que también sea participe de

cambio, de crear una consciencia más allá de la conciencia.

Hace hincapié en que la educación no puede separarse de la praxis, que la educación

no debe verse como ese conjunto de conocimientos estáticos, sin trasfondo cultural y

temporal, no, al contrario, debe ser el proceso por el cual el ser humano se libere de la

opresión, del control, del paternalismo y de la dependencia de entidades políticas y sociales

que en vez de ayudarle lo perjudican.

Todo lo que Paulo Freire comenta se puso en práctica con su proyecto alfabetizador de

la palabra generadora, en donde el proceso de alfabetización no es solo la dinámica

mecánica que se maneja actualmente en la educación de adultos, no es repetir silabas y que

el sujeto de manera inerte comprenda que el símbolo “A” tiene un sonido que uniéndolo a

otro nos da un significado, como lo dije anteriormente, inerte. No, para Freire el proceso de

alfabetización debe ser activo, basado en las necesidades de los que desarrollan el proceso,

los alfabetizandos, que las palabras tengan una significación real, que no solo sean silabas,

sino palabras con una definición intrínseca en la política, en la vida social de la comunidad,

donde se despierte no solo la capacidad de comprender letras y unirlas, sino también

comprender las ideas que forman estas letras y cómo podemos transformar esas ideas en

pro de una vida más apegada a la realidad del hombre oprimido.

PÁGINA 1

Henry A. Giroux: La esfera pública democrática.

Giroux nos habla de la resistencia y de la pedagogía radical, donde critica a los centros

educativos y a los maestros por ser centros de reproducción y artífices de la continuidad del

sometimiento y la dominación. Pero para erradicar estas circunstancias, Giroux propone que

las escuelas deben ser centros democráticos en donde no solo se transmitan conocimientos,

sino también permitan una manifestación de la vida democrática que debe enseñar a los

alumnos no solo los conocimientos del currículum oficial, sino también que se le den

estrategias críticas para que se analice la educación como proceso formador, inherente a

dinámicas y estratos sociales, que forme ciudadanos capaces de construir una democracia

critica.

Para lograrlo, se debe repensar en la formación de los docentes, ya que en ello reside el

cambio hacia una educación radical y democrática; es por eso que el docente como agente

de cambio debe adquirir ciertos conocimientos que le serán de ayuda para esa labor, en

primer lugar debe adquirir conocimientos que le permitan analizar el proceso educativo

desde las esferas donde se produce y a las que al final afectara, estamos hablando de la

sociología, filosofía, historia, política y economía, debe vislumbrar a la educación como un

proceso que se da en un espacio pluricultural y conflictivo, en donde ninguna estrategia

didáctica aprendida puede solventar la complejidad de lo que encontrara en la práctica

educativa directa, que utilice los conocimientos para concretar no para distorsionar la

realidad del educando.

Debe conocer la relación entre el conocimiento y el poder, de la historia, como vestigio

de la evolución pero que también es manipulada por los vencedores, se sabe lo que se

quiere que se sepa en la mayoría de los casos, todos conocen la historia de la conquista

pero no la visión de los vencidos, la historia la escriben los vencedores, y en esa deformidad

se perpetúan las relaciones de dominación y poder que existen en la actualidad.

No se debe dejar de lado tampoco la cultura, ese conjunto de manifestaciones que le

dan una identidad a un grupo social, que también se ha relacionado con el poder y con

dinámicas de dominación, es ahí donde el maestro radical debe profundizar el conocimiento,

para que el acto educativo sea, un proceso de creación democrática, en donde todos tengan

voz y sean partícipes del cambio social que se necesita.

PÁGINA 2

Stephen Kemis: Las escuelas como comunidades críticas.

La creación de una comunidad crítica es algo complicado en tiempos posmodernos

(referidos al fragmento temporal actual que comenzó desde la caída del muro de Berlín)

debido a las tendencias globalizadoras que rigen las dinámicas sociales y económicas del

planeta. El problema de esta aldea global es que se pretenden imponer ideas y culturas

alienantes que no permiten la crítica, simplemente las potencias proponen sus estilos de vida

como los objetivos que todos debemos de alcanzar para tener una plenitud como humanos

(american way of life en nuestro caso específico). El consumismo y el capitalismo voraz en el

que estamos inmersos no permiten el desarrollo de una idea de comunidad, se basa en la

competencia y el individualismo, en donde se le da a la educación una función

instrumentalista que en vez de mejorar la calidad de vida y despertar consciencias, las

dormita y las aliena.

Kemis propone para contrarrestar de una manera estas dinámicas que solo generan

desigualdad y dominación, la construcción de comunidades críticas, en la que los individuos

entren en conflicto con las ideologías y las culturas contradictorias, una falsa conciencia para

después desarrollar una teoría de crisis (identificarla por supuesto) en las dinámicas que

manejan la vida de la comunidad, posteriormente se desarrolla una teoría educativa que

permita el surgimiento de la conciencia en el grupo, tomando en consideración las

características que los individuos han desarrollado y que comparten con otros, rescatar esos

puntos en común y basar la educación en ellos, para que al final sea como comenta la

lectura una actuación transformadora, que sea un proceso de acción y de cambio, de

innovación para que las situaciones identificadas en crisis terminen y permitan un desarrollo

por y para todos.

Presiento que estamos en un debate nuevamente en lo que se refiere a los contrarios de

universalidad y relativismo cultural, estamos en la época como lo mencione de la aldea

global, donde se tienen las miras a que todo el mundo comparta una misma cultura, una

misma interpretación de la realidad, bajo el eslogan de “progreso” se han desarrollado

mecanismos de dominación que marcan la desigualdad en varios contextos, donde los

países con infraestructura productiva baja sean dependientes de otras economías más

fuertes, la creación de estas comunidades criticas rompería esta inercia, las escuelas deben

retomar su función ser centros democráticos y despertadores de conciencias.

PÁGINA 3

PÁGINA 4