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Universidad de las Américas. Psicoterapia II
Análisis de Película Danesa
“La Celebración”
Camila Aylwin, Camila Astullá, Vannia Farías
Catedrático: Leonel Núñez
Santiago de Chile, 14 Noviembre de 2012
Universidad de las Américas. Psicoterapia II
ÍNDICE
Temas Páginas
Introducción……………………………………………………………
Hipótesis sistemática………………………………………………………
Análisis estructural………………………………………………….
Reseña histórica……………………………………………………
Análisis de la Escuela de Milán…………………………………….
Referencias bibliográficas………………………………………….
Universidad de las Américas. Psicoterapia II
INTRODUCCIÓN
En el presente informe se desarrollará un análisis de la película “La
celebración” (en danés: Festen) (1998), escrita y dirigida por Thomas Vinterberg,
sobre la estructura familiar y las pautas de interacción que dan a conocer los
miembros de la familia.
El tema de la película es, en resumen, la serie de
circunstancias críticas que se presentan en una familia cuando, en plena fiesta de
celebración de los 60 años del padre (el respetado patriarca Helge, un empresario,
interpretado por Henning Moritzen), el mayor de sus hijos, Christian (Ulrich
Thomsen) revela, al brindar en la cena en su honor en un hotel propiedad de la
familia, las verdades que permanecieron ocultas durante muchos años: el
padre abusó sexualmente de él y de su hermana gemela, Linda, quien
recientemente se quitó la vida allí mismo, en el hotel. Por supuesto, la revelación
causa conmoción entre los asistentes: la esposa del festejado, Else (Birthe
Neumann), su hija Helene (Paprika Steen), sus otro hijo Michael (Thomas Bo
Larsen) y los muchos invitados.
Junto a esto, podemos decir que la vida de una persona no se puede
comprender si es que no se observan antes las interacciones y las pautas
familiares; el individuo no está solo.
Recordemos que la familia es la matriz que le entrega identidad a la
persona, la cual es también el primer sistema con el que establecemos relaciones
y por ende, aprendemos a sociabilizar. Además, es el sistema que proporciona los
aprendizajes básicos, la protección, la seguridad, la confianza, el cuidado, el logro
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de metas, etc. a sus miembros, pero paradójicamente es la misma familia que
genera disfuncionalidad a los integrantes de la misma.
HIPÓTESIS SISTEMICA DE LA FAMILIA
Universidad de las Américas. Psicoterapia II
ANÁLISIS ESTRUCTURAL DE LA FAMILIA
En esta dinámica familiar se pueden observar los distintos niveles de
subsistemas compuestos por: subsistema parental (matrimonio como padres e
hijos), conyugal (matrimonio) y fraterno (hermanos), en los cuales participan de
distinta manera ambos padres y los cuatro hermanos (Christian, Linda, Helene y
Michael). Estos subsistemas junto a los límites existentes en cada uno cumplen la
tarea de diferenciar y guiar la función, roles y participación de cada miembro
dentro del sistema familiar y el ambiente que lo rodea. En particular, los límites
establecidos en cada subsistema cumplen un papel de diferenciación entre ellos, a
fin de no provocar confusiones y exista un funcionamiento adecuado. En la familia
Klingenfeldt se observa como predominan los límites rígidos entre los
subsistemas, a partir de esto se hace difícil la comunicación entre ellos no
permitiendo que se relacionen de una manera efectiva y sana, desarrollándose
una pauta recurrente a lo largo de los años, el ocultamiento de información que
significa una desestabilización a la homeostasis (equilibrio) familiar (abusos del
padre hacia sus hijos), de manera transversal, desde el sistema conyugal y
parental, pues la madre conocía estos abusos sin emitir opinión al respecto y
desde el sistema fraterno, ya que los dos hermanos abusados guardaban el
secreto en conjunto, esto además se refleja en la carta dejada por Linda en la cual
cuenta los motivos de su suicidio, para encontrarla es necesario seguir ciertas
pistas, lo que muestra que ella no quería que cualquiera la encontrara, sino que
iba dirigida a sus hermanos. A causa de esto, se limitan las funciones protectoras
de la familia, y además los miembros no son capaces de pedir ayuda cuando lo
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necesitan, los hijos se presentan demasiado independientes y con un bajo sentido
de pertenencia familiar.
Con respecto a las triangulaciones, éstas se hacen evidentes de la
siguiente manera, primero y la más evidente es la observada entre Christian, su
padre y su hermana Helene, en el momento en el que Christian revela que él y su
hermana melliza fueron abusados por su padre, su hermana sale en defensa de
su padre, negando las palabras de Christian, justificándolas con el hecho de que
estaba borracho. Luego, se presenta otra triangulación, la cual que integra a la
madre, ya después de una segunda declaración en el brindis que hace Christian
por su padre exclamando “ por el asesino de mi hermana” , el padre lo enfrenta en
un contexto interpersonal , descalificando y culpándolo a él por la muerte de su
hermana , en ese momento interrumpe con un discurso la madre , saliendo en
defensa del padre y tratando a Christian de mente trastornada, en consecuencia
Christian se dirige a ella tratándola de cómplice de su padre, al saber lo que él
hacía con sus hijos, y que ella no hacía nada al respecto.
Las dinámicas que se pudieron observar en la película ,en relación al
concepto de alienación que consiste en la unión u oposición de un miembro del
sistema a otro, se da cuando Cristian al comunicar que fue violado en reiteradas
ocasiones por su padre, revelándose contra el subsistema parental, no es tomado
en cuenta, siendo ignorado por todos los asistentes y por su familia,
principalmente su madre tiende a desmentir lo que él relata diciendo a los demás
que el acostumbra a fantasear, más tarde su hermano en conjunto con otros
familiares lo excluyen de la sala, sacándolo a golpes, en este situación podemos
decir que Cristian sufrió de alienación por parte de su familia ya que estaba
rompiendo con la estabilidad, estatus y prestigio que trataban de aparentar frente
a los otros, lo cual produjo que lo excluyeran y los demás formaran una coalición
contra él para callarlo sobre todo su madre y Michael su hermano.
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Otra situación que se generó más tarde fue cuando Cristian pudo lograr que
lo escucharan y tomaran en cuenta, luego de que su hermana encontrara una
carta que dejo su hermana fallecida, comenzó a ocurrir que ambos Cristian y
Helen empiezan a hacer alianza ya que ambos tenían en común revelar a todos
los malos actos de Helge, su padre, es así como Helen en su discurso prefiere leer
la carta de su hermana quien manifiesta su dolor de haber sido violada y que
como consecuencia de ello se suicidó dejando a su padre al descubierto como una
forma de hacer justicia. Más adelante conforme avanzo la película se pudo
apreciar como la familia empezó a cambiar sus percepciones a cerca de Helge,
produciéndose finalmente una coalición entre la madre y los tres hermanos contra
su padre a modo de castigarlo por los actos que cometió.
Otro tema posible de analizar es el poder, este se define como la influencia
relativa de cada miembro de la familia, siendo este no un atributo absoluto si no
relativo, en este caso es posible observar que durante gran parte de la película el
sujeto a quien más se le otorgaba poder y autoridad es a Helge el festejado de la
fiesta, algo así como un patriarca que dominaba la situación ya que era dueño de
la mansión, por ende su actitud activa de mandar era obedecida por sus sirvientes,
asimismo, por sus hijos situación que se reflejó cuando en una escena Helge le
dice a Michael que quiere verlo en cinco minutos y este va corriendo como sea a
verlo a tiempo. También podemos ver que la influencia del poder cambia según el
contexto por ejemplo Michael frente a su padre se comporta sumiso, es decir
reconoce el poder que ejerce y obedece sin cuestionarle nada, sin embargo dentro
del contexto de su hogar frente a su mujer se empodera, mandándola, exigiéndole
y maltratándola mientras ella adopta la actitud sometida, lo cual potencia el
ejercicio del poder que su esposo tiene sobre ella.
Asimismo a medida que avanza la película vemos que el poder se va
desplazando desde Helge que en un principio tenía poder y que producto de los
abusos y violaciones a sus hijos poco a poco va siendo desacreditando como
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padre, despojándose poco a poco de la autoridad traspasándosela sumisamente a
Michael que en un comienzo es el miembro con menos peso dentro de la familia,
termina empoderándose de la situación encarando a su padre echándolo de la
mesa en donde compartían el desayuno.
RESEÑA HISTÓRICA DE LA ESCUELA DE MILÁN
En la evolución histórico-conceptual de los modelos terapéuticos sistémicos
podemos identificar diferentes etapas, como lo son la Etapa de los precursores
que desde el inicio del “movimiento familiar” en los años cincuenta hasta
aproximadamente los años setenta, se señalan como fundamentales para la
construcción teórica del encuadre sistémico en terapia familiar mediante las
contribuciones de Bateson (1979) y el Mental Research Institute de Palo Alto,
California. Se inician, además, diferentes modelos y escuelas, entre las cuales se
destacan la Comunicacional-existencial liberalizada por Virginia Satir; el modelo
estructuralista iniciado por Minuchin; el estratégico, cuyo exponentes principales
son Haley y Madanes; el contextual (Ackerman y Nagy); el sistémico-cibernético
(Watzlawick); el Grupo de Palo Alto (MRI) y el Grupo de Milán con Selvini-
Palazzoli (Platone, 2007).
En particular, la terapia Sistémica de Milán, conocida en los países
anglosajones como Milan Approach (Hoffman 1981 citado en Boscolo y Bertrando,
s/f), un modelo terapéutico fundado sobre las teorías de Gregory Bateson (1972).
El modelo de Milán es hoy por hoy el más utilizado, no solo en la terapia familiar,
sino también en el trabajo individual, de pareja, con grupos y con organizaciones
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(Campbell et al, 1991 citado en Boscolo y Bertrando, s/f). Refiriendonos a sus
orígenes, María Selvini-Palazzoli funda el Instituto de la Familia en Milán e invita a
colaborar de este proyecto a Luigi Boscolo, Giofranco Cecchin y a Giuliana Patra,
grupo de trabajo que se inserta en sus inicios en la línea de las terapias
estratégicas, para más tarde emerger como uno de los principales ejemplos de
terapia sistémica, fundada sobre los principios de la cibernética batesoniana,
desembarcando en el constructivismo, el constructivismo social, el
posmodernismo y la narrativa (Boscolo y Bertrando s/f).
En los primeros años de la década del ’70, el grupo de Milán, bajo la influencia de
Gregory Bateson, Don Jackon, Jay Haley, Milton Erikson (Watzlawick et. al 1967;
Haley, 1963 citado en Boscolo y Bertrando s/f) adopta el modelo sistémico
estratégico del Mental Research Institute (MRI) de Palo Alto, en reemplazo de lo
que fuera en un período inicial la terapia de la familia bajo una orientación
psicoanalítica (1967-1971). En este primer período de actividad de grupo, que
duraría hasta 1975, la terapia estaba siempre como un ofrecimiento a toda familia
a la que se le presentaba un problema, incluso cuando éste estaba relacionado
con sólo uno de sus miembros (el “paciente índice”) (Bertrando y Toffanetti, 2004).
Es así como se formaron ciertos elementos dentro del modelo que lo
caracterizaron y lo diferenciaron de los demás: los datos de las familias que
solicitaban el servicio se transcribían en una ficha, en la que cada sesión se
desarrollaba en cinco partes; mediante un espejo bidireccional que dividía la sala
de la terapia de la sala de observación; el equipo terapéutico se encontraba, en
general, antes de cada sesión, para formular alguna hipótesis de trabajo según las
informaciones recibidas previamente (pre-sesión) (Bertrando y Toffanetti, 2004).
Así, el terapeuta iniciaba la sesión misma mientras el resto del equipo
observaba detrás del espejo. La sesión podía ser interrumpida, ya sea por los
terapeutas como también por los miembros del equipo de supervisión; en ambos
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casos, terapeutas y equipo se reunían brevemente en la sala de observación para
un intercambio de ideas, lo que constituía a la discusión de la sesión en donde los
terapeutas a cargo salían a discutir como equipo lo acontecido en la sesión y
decidían como terminarla. Al final de la sesión, terapeutas y equipo se
encontraban nuevamente, esta vez por un tiempo más largo, a veces más de una
hora, en donde la discusión conducía hacia una serie de hipótesis que confluían
en una hipótesis sistémica, capaz de dar un sentido a los comportamientos
observados en relación al síntoma. A partir de la hipótesis sistémica, se construía
una “intervención final”, que podía consistir en una reformulación, una prescripción
con una tarea para seguir en casa, o bien con un ritual. Finalmente, el acta de
sesión se realiza cuando la familia ya se había retirado (Bertrando y Toffanetti,
2004).
Al mismo tiempo, el grupo se dedica al psicoanálisis en los otros días de la
semana. Los terapeutas de Milán entran así en un sistema de oposiciones y
diferencias respecto a su proveniencia psicoanalítica y a al modelo que escogieron
de terapia estratégica. El contacto continuo con dos tipos de práctica pone al
grupo en una situación paradojal: un colega psicoanalista romano, que visita el
Centro en 1972, queda sorprendido de ver como aquellos que le parecen cuatro
psicoanalistas, que actúan como psicoanalistas, hablan exclusivamente de
sistemas, retroalimentaciones, dobles vínculos, coaliciones y paradojas.
(Bertrando y Toffanetti, 2004)
Cuando el grupo publica por primera vez, lo hace con artículos en lengua
inglesa, que envía directamente a las principales revistas de terapia familiar. The
treatment of children triugh brief therapy of their parents (Selvini Palazzoli et al.,
1974), en la cual pone en evidencia la importancia de la connotación positiva y los
rituales (Bertrando y Toffanetti, 2004).
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El año siguiente sale publicado Paradoja y contraparadoja, traducido al
inglés tres años más tarde (Selvini Palazzoli et al., 1975) en la cual el objetivo
primario, sobre todo para Selvini Palazzoli era “investigar las raíces relacionales
de los problemas mentales mayores, incluida la esquizofrenia” (Selvini Palazzolli
en Doherty, 1999, pág. 16) (Bertrando y Toffanetti, 2004).
Lo nuevo emerge en la descripción de los “patrones rígidos y repetitivos de
interacción familiares”, definidos “juegos”: coaliciones secretas entre los miembros
de la familia y las familias de origen, comportamiento de uno de los hijos que
tienen el efecto de mantener otro hijo al interno de la familia o también intentos de
los hijos de “reformar” el matrimonio de los padres antes de irse de casa. Entre los
presupuestos teóricos fundamentales del período está el uso de un equipo de
pares, la subdivisión de las sesiones, el intervalo entre las sesiones, la
connotación positiva y los rituales terapéuticos. El intervalo entre las sesiones se
hace característico de modelo: aún adhiriendo, en esta fase, el grupo de Milán
establece un mes de tiempo entre una sesión y otra, denominado la propia terapia
breve-larga (pocas sesiones, pero en un largo período de tiempo) (Selvini
Palazzoli, 1980).
Con respecto a la connotación positiva, el grupo se refiere a ésta como la
prescripción de la configuración entera de la familia, quitándole el rol de
“privilegiado” a los síntomas (Bertrando y Toffanetti, 2004).
Por otro lado, un objetivo del ritual hace alusión a evidenciar el conflicto
entre las reglas verbales de la familia y aquellas analógicas, prescribiendo un
cambio de comportamiento, en vez de una reformulación hablada con un posible
insight. El valor de la ritualización del comportamiento prescrito es de crear para la
familia un nuevo contexto (Bertrando y Toffanetti, 2004).
Características del ritual terapéutico
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1. Pone a la familia en la condición de deber comportarse en maneras
diferente de las que lo han llevado al sufrimiento y a los síntomas (pasar del
“pensar” al “hacer”).
2. Pone a todos los miembros de la familia en el mismo plano en el acto de
seguir un ritual. Esto crea una experiencia colectiva que puede dar nuevas
perspectivas compartidas.
3. Favorece la armonización de los tiempos individuales y colectivos, a
veces reintroduciendo secuencias que habían sido canceladas.
4. No porta consigo necesariamente contenidos; el objetivo en el formular
un ritual es operar sobre los procesos: cuenta más la forma que el contenido del
ritual. Por esto el ritual debe ser críptico, de tal manera que la familia pueda
atribuirle sus significados.
5. Es notoriamente distinto a la vida cotidiana de los clientes. Por ello, es
necesario prohibirles de hablar de todo lo que sucede en el transcurso del ritual,
hasta volver a la sesión.
Mientras tanto en 1972, sale publicado Verso una ecología de la mente,
síntesis definitiva del pensamiento de Gregory Bateson; los intentos de utilizar los
principios de la epistemología cibernética de Bateson llevan a modificar y
enriquecer la teoría milanesa con muchos elementos nuevos, superando la visión
estratégica y desarrollando el “purismo sistémico” que comienza a ser conocido
como “Modelo de Milán”. El interés se desplaza desde los síntomas a los patrones
de comportamiento, a las premisas epistemológicas y a los sistemas de
significado, desde el tiempo presente a un marco temporal que comprende
pasado, presente y futuro. Los problemas familiares son la inevitable
consecuencia de convicciones familiares (premisas) no más congruentes que al
estado relacional de la familia misma. Los sistemas en esta óptica, son evolutivos
más que homeostáticos. Impasse y homeostasis familiar no son más que
apariencias, sostenidas por los patrones comportamentales que derivan de errores
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epistemológicos de los miembros de la familia. La tarea del terapeuta es la de
crear un contexto de deutero-aprendizaje, aprender a aprender reconociendo lo
que parendo, en el cual los clientes puedan descubrir por sí mismos las propias
soluciones (Bertrando y Toffanetti, 2004).
El trabajo sobre las teorías de Bateson ocupa toda la segunda mitad de la
década y modifica profundamente la praxis terapéutica del grupo. Menos
confiados en la “realidad” de aquello que ven en la familia, los terapeutas
familiares de Milán comienzan a considerar las conclusiones a las que llegan
como simples hipótesis de trabajo. También la concepción del diálogo terapéutico
cambia radicalmente. Es así que nacen las “preguntas circulares” (Bertrando y
Toffanetti, 2004).
Las preguntas circulares llevan a obtener noticias de diferencias, nuevas
conexiones entre ideas, significados y comportamientos, que pueden no sólo
orientar al terapeuta, sino que además operar en el sistema, modificando la
epistemología, o sea las premisas personales de varios miembros de la familia,
configurándose como la intervención más importante para el terapeuta sistémico
de Milán. Tipos de preguntas circulares:
• Preguntas triádicas, en las cuales se pide a una persona comentar la
relacion que existe entre otros dos miembros de la familia.
• Preguntas sobre las diferencias de comportamiento, en cambio que sobre
la cualidad intrínseca de las personas.
•Preguntas sobre los cambios en el comportamiento antes o después de un
evento específico.
• Preguntas sobre circunstancias hipotéticas.
• Graduación de los miembros de la familia respecto a un comportamiento o
a una interacción específica (Bertrando y Toffanetti, 2004).
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El trabajo de la segunda mitad de la década culmina en la formulación de
los célebres principios de la conducción de la sesión, presentes justamente en
1980 con el histórico artículo hipotetización, circularidad y neutralidad, tres
directivas para la conducción de la sesión (Selvini Palazzoli et al., 1980).
Con la hipotetización, el grupo pasa del descubrimiento del juego a la
creación de una hipótesis, que es simplemente una explicación coherente, que
conecta todos los miembros del sistema observado en un patrón plausible. Guiada
por la hipótesis, la entrevista introducirá información y estructura (o entropía
negativa) en el sistema familiar, que tiende a desarrollar patrones
comportamentales repetitivos con escasa capacidad de discriminar las diferencias
(Bertrando y Toffanetti, 2004).
En general, los componentes individuales del equipo comienzan con
formular “hipótesis simples” sobre las relaciones diádicas, que después se enlazan
entre sí para converger en una de las tantas posibles hipótesis sistémicas que se
van modificando constantemente en el tiempo. Con este objetivo, el terapeuta
avala el principio de circularidad, es decir de las retroalimentaciones verbales y no
verbales de los clientes. “Por circularidad entendemos la capacidad del terapeuta
de conducir su investigación basándose sobre las retroalimentaciones de la familia
respecto de informaciones solicitadas en términos de relaciones y, por lo tanto, en
términos de diferencia y mutación” (Selvini Palazzoli et al., 1980, pág. 6).
A través de la circularidad el terapeuta confronta las hipótesis, ideas,
impresiones y emociones con las respuestas de los clientes y las respuestas lo
llevan a cambiar posiciones de modo de encontrar junto a los clientes, un sentido
compartido de lo que sucede en la sesión. El tercer principio, la neutralidad,
prescribe, en cambio, la posición del terapeuta respecto a la familia: el terapeuta
de Milán se caracteriza por ser discreto e imparcial (Bertrando y Toffanetti, 2004).
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Así, en 1980, se ve al milanés como el modelo sistémico por excelencia de
la terapia sistémica: “la silenciosa revolución de Milán” (Lynn Hoffman, 1981). Por
ende, el grupo de Milán estaba ya dividido: Boscolo e Cecchin crean un modelo de
génesis familiar de las psicopatologías y Selvini Palazzoli y Prata se ocupan de
crear un modo de hacer terapia independiente de cada tipología, en el cual se
ponía énfasis a la corrección de la situacion relacional, mas que “salvar” al
portador del problema. Por otro lado, el interés de Mara Selvini Palazzoli estaba
ahora centrado por el pasado de la familia, sobre los patrones transmitidos de
generación en generación que crean síntomas potentes y congruentes a la
situación familiar, su intento no es tanto de “salvar” al portador del problema
(Selvini Palazzoli y Prata, 1979).
Junto a esto, se crea el “método invariante o la “prescripción invariable”,
catalogada como un medio potente no sólo para tratar a las familias, sino también
para entenderlas. La prescripción, de hecho, proporciona también una constante,
en contra de la cual cada uno de los miembros de la familia reacciona de una
forma levemente diferente. Esto permite a las terapeutas de poner atención a cada
individuo y de evaluar su contribución a lo que empieza a ser definido como el
“juego familiar” (Bertrando y Toffanetti, 2004).
Poco después, Selvini Palazzoli, insatisfecha de los resultados de la
investigación, divide el grupo y constituye un nuevo equipo con tres psicólogos: su
hijo Mateo Selvini, Steffano Cirillo y Anna Maria Sorrentino. Y es precisamente
junto a ellos que surge un nuevo concepto al interno de la teoría de los juegos: eso
del “embrollo” familiar (Selvini Palazzoli et al., 1988, pág. 70). El embrollo sería lo
que los padres perpetúan en relación a sus hijos, primero envolviéndolos en su
lucha simétrica, por lo tanto, descalificándolos en los intentos de resolverlo,
tomando las partes del padre que aparece como más débil. Cuando se da cuenta
que uno de los padres, quien ha establecido una alianza, continua a tener un
vínculo cada vez más fuerte con el otro, el hijo, en vez de abandonar el campo,
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continua a reaccionar de manera más disfuncional. Con ello nace un modelo a
seis estadios de la génesis familiar de las psicosis (Bertrando y Toffanetti, 2004).
Con lo que se plantean, los seis estadios del juego psicótico en la familia:
1. Crisis en la pareja de cónyuges.
2. Involucramiento del hijo en el juego de la pareja.
3. Comportamiento inusitado (sintomático) del hijo.
4. Cambio de posición del padre considerado como aleado.
5. Explosión de la psicosis.
6. Estrategias basadas en el síntoma.
Esta preocupación ética se transformará en la característica fundamental
del trabajo de Selvini Palazzoli en la década sucesiva (Selvini Palazzoli et al.,
1988).
En lo siguientes años de trabajo del grupo de Selvini Palazzoli se desarrolla
la dirección de una investigación que parte de una doble observación: por un lado
la situación relacional de las familias en tratamiento conduce a la patología de uno
de los miembros, por otra existe la necesidad de definir los síntomas de manera
precisa para poder trabajar con las familias de manera predictiva. Este hecho
introduce en el trabajo de grupo la diagnosis (Bertrando y Toffanetti, 1996).
El cliente, aquí, no es el experto: la competencia, el lenguaje adecuado, la
clasificación que hace la persona miembro de un grupo diagnóstico, pertenecen al
terapeuta. (Bertrando y Toffanetti, 1996).
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ANÁLISIS DE LA FAMILIA A PARTIR DE LA ESCUELA DE MILÁN
En esta dinámica familiar se puede observar “el juego” familiar, en la cual se
muestra en la película que existe varias coaliciones secretas entre los miembros
de la familia (por ejemplo, entre Cristian y Linda, Cristian y su amigo de la infancia,
el cocinero) y alianzas (por ejemplo entre el padre y la madre de Cristian o Michael
con su esposa, donde mas bien su relación era dominante y violenta) que van
formando a lo largo de su historia patrones de interacción familiar repetitivas y
rígidos, sin poder salir de ese circulo interaccional en el cual están insertos. El
“juego” familiar consiste, por otro lado, en
También la familia externa está involucrada en esta patología, donde se hacen
parte de este “juego” alentándose unos a otros para seguir con estas pautas
interaccionales, que para ellos se encuentran en lo “correcto”.
Junto a esto, se muestra los rituales que realiza la familia en torno al cumpleaños
del padre Helger, donde todos los miembros de la familia y de otros sistemas
familiares se encuentran en el mismo plano de comportamientos repetitivos y
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rígidos que deben seguir, porque osino son considerados fuera de la familia,
trayendo consigo la expulsión de la celebración. En estos mismo rituales se puede
observar la manera en que interacuta la familia en su vida cotidiana: pasivo,
violento, evasivo, tratando de no ver el problema. Estos rituales, por tanto,
aumentan la rigidez de sus pautas, sin poder ver lo que está sucediendo
realmente: “están sesgados”.
Esto se demuestra cuando por ejemplo, Christian no es capaz de enfrentar a su
padre a sola cuando éste viene a hablar con él sobre la declaración que hizo en el
momento de brindis. Esto se da porque para que tenga un efecto liberador la
verdad, debe ser publicada en un lugar social, es decir, en presencia de todo el
núcleo familiar y social, y no en la intersubjetividad de dos personas. Sin embargo,
Christian se encargó de, a través de estos rituales, romper la homeostasis del
síntoma del sistema familiar haciendo interacciones provocativas hacia su padre.
Tambien lo hizo en el momento en que su madre, Else, hace una connotación
positiva, es decir, le agradece por tener un “pequeño problema” pero que tiene que
arreglarlo pidiendo disculpas.
Ambas cosas hicieron que la estructura familiar se alterara y se transformará,
teniendo a la base otras pautas que pudieran reemplazar a las anteriores y así
poder seguir con este sistema, ya que solo sacaron la amenaza pero siguieron con
la misma organización.
A lo largo de la película, también se observó que se fueron reforzando ciertos roles
a través de una serie de conductas ejercidas por los padres hacia sus hijos; por
ejemplo la pasividad y la sumisión con que se enfrentan los hijos con sus padres
cuando se refieren a ellos como “aquellos que no cumplieron mis expectativas” o
cuando el padre abusaba de los gemelos y la madre no hacía nada por el poder y
el control que ejercía el padre hacia ella y sus hijos.
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Bibliografía
Bertrando, P., & Toffanetti, D. (1996). Historia de la terapia familiar: Los
personajes y las ideas. Paidós.
Boscolo, L., & Bertrando, P. (s.f.). La terapia sistemica de Milán. 224.
Platone, M. L. (2007). El enfoque ecosistémico en terapia de familia y de pareja.
Revista de psicología - Escuela de Psicología, Universidad Central de Venezuela ,
3.