andamios interiores

8/6/2019 andamios interiores

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'.?^x--Andamies InterioresPoemas Radiogrficosde Manuel Maples Arce

Editorial oMxico^Cvltvra' 1 9 2 2


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DEL AUTORRAQ.^Ti'nta de Abanico.1920


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Verdadero artista es el hombreque cree absolutamente en s,

i porque l es absolutamente lI mismo.

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DEDICATORIA

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A la que sacudi sobre mi vidauna primavera de alas.


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EX-LIBRIS


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Prisma.


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fo soy un punto muerto en medio de la hora,quidistante al grito nufrago de una estrella.Jn parque de manubrio se engarrota en la sombra,T la luna sin cuerdane oprime en las vidrieras. t^

Margaritas de orodeshojadas al viento.


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La ciudad insurrecta de anuncios luminososflota en los almanaques,y all de tarde en tarde,por la calle planchada se desangra un elctrico.

El insomnio, lo mismo que una enredadera,se abraza a los aixdamios sinoples del telgrafo,y mientras que los ruidos descerrajan las puertas,la noche ha enflaquecido lamiendo su recuerdo.

El silencio amarillo suena sobre mis ojos.Prismal, difana ma, para sentirlo todo

Yo depart sus manos,pero en aquella horagris de las estaciones,sus palabras mojadas se me echaron al cuello,y ima locomotora


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sedienta de kilmetros la arranc de mis brazos.

Hoy suenan sus palabras ms heladas que nunca.Y la locura de Edison a manos de la lluviaEl cielo es un obstculo para el hotel inversorefractado en las lunas sombras de los espejos; ;los violines se suben como la champaa,y mientras las ojeras sondean la madrugada,el invierno huesoso tirita en los percheros.Mis nervios se derraman.

La estrella del recuerdonaufragada en el agua ^ -{del silencio. v '

T y yocoincidimosen la noche terrible,


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meditacin temticadeshojada en jardines.

Locomotoras, gritos,arsenales, telgrafos.

El amor y la vidason hoy sindicalistas,

y todo se dilata en crculos concntricos.

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Esas rosas elctricas ,

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Esas rosas elctricas de los cafs con msicaque estilizan sus noches con "poses" opersticas,languidecen de muerte, como las semifusas,en tanto que en la orquesta se encienden anilinasy bosteza la sfilis entre "tubos de estufa".

Equivocando un salto de trampoln, las joyasse confunden estrellas de catlogos Osram.


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Y olvidado en el hombro de alguna Margarita,deshojada por todos los poetas franceses,me galvaniza una de estas plidas "sticas"que desvelan de balde sus ojeras dramticas,y un recuerdo de otoo de hospital se me entibia,

Y entre sorbos de exticos nombres fermentados,el amor, que es un fcil juego de cubilete,prende en una absurda figura literariael dibujo meldico de un vals incandescente.

El violn se accidenta en sollozos teatrales,y se atragante un pjaro los ltimos compases.

Este techo se llueve.La noche en el jardnse da toques con pilas elctricas de ter,y la luna est al ltimo grito de Pars.


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Y en la sala ruidosa, feel mesero acadmico descorchaba las horas.


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Todo en un plano oblicuo . .

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mientras que la blancura en xtasis de frascose envuelve en una llama d'Orsay de gasolina.

Me debrayo en un clarode animcio cinemtico.

Y detrs de la lluvia que pein los jardineshay un hervor galante de encajes auditivos;a aquel violn morado le operan la laringey una estrella reciente se desangra en suspiros.Un incendio de aplausos consume las lunetasde la clnica, y luegooh annima de siempredesvistiendo sus laxas indolencias modernas,reincideflor de lucrotras los impertinentes.

Pero todo esto es sloun efecto cinemtico,

porque ahora, siguiendo el entierro de coches,


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all de tarde en tarde estornuda un voltaicosobre las caras lvidas de los "players" romnticos,y florecen algunos aeroplanos de hidrgeno.-.', .;%-'. ' _ -

1 ' " . ,.* _ " :% . v ' " . --En la esquina, un "umpire" de trfico, a su modo,

va midiendo los "outs", y en este amarlismo,se promulga un sistema luminista de rtulos.

Por la calle verdosa hay brimias de suicidio.


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A veces, con la tarde . .

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A veces, con la tarde luida de los bordes,un fracaso de alas se barre en el jardn.Y mientras que la vida esquina a los relojes,se pierden por la acera los pasos de la noche.

p ; Amarillismoi gris.

Mis ojos deletrean la ciudad algebraica


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entre las subversiones de los escaparates '^'J"detrs de los tranvas se explican las fachadasy las alas del viento se rompen en los cables.

Siento ntegra toda la instalacin estticalateral a las calles alambradas de ruido,que quiebran sobre el piano sus manos antispticas,y luego se recogen en un libro mullido.

A travs del insomnio centrado en las ventanastrepidan los andamios de una virginidad,y al final de un acceso paroxista de lgrimas,llamas de podredumbre suben del bulevard.

Y equivocadamente, mi corazn payaso,|

se engolfa entre nocturnos encantos de a 2 pesos:amor, mi vida, etc., y algn coche reumticosuea con un voltaico que le asesina el sueo.


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Sombra laboratorio. Las cosas bajo sobre.\ Ventilador elctrico, champagne -|- F. T.Marinetti =a

Nocturno futurista1912.

Y 200 estrellas de vicio a flor de nocheescupen pendejadas y besos de papel.


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Voces Amarillas


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Y nada de hojas secas


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(La maana romntica, como un ruido espumoso,se derrama en la calle de este barrio incoloropor donde a veces pasan repartiendo programas,y es una clara msica que se oye con los ojosla palidez enferma de la super-amada.

En tanto que un poeta,colgado en la ventana,


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se muere haciendo grgarasde plataelectrizada,

subido a los peldaos de una escalacromtica,barnizo sus dolencias con vocablos azules,y anclada en un letargo de cosas panormicas,SU vida se evapora lo mismo que un perfume.)

Mi tristeza de antes es la misma de hoy.Tu siempre con tus cosas." Oh poeta, perdn

(En el jardn moradose rompe el equilibrio fragante de una flor.)

Sol, blancura, etc., y nada de ho^'as secas.La vida es slo un grito que se me cuelga al cuello


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lo mismo que un adis.Hablemos de otra cosa,te lo ruego. ^

(Su voztiene dobleces romnticos de felpaque estuvo mucho tiempo guardada en naftalina,y duerme en sus cansancios ingrvidos de enferma,la elegancia de todas las cosas amarillas. ,

Y mientras la maana, atnita de espejos,estalla en el alfizar de la hora vulgar,el dolor se derrama, lo mismo que un tintero,sobre la partitura de su alma musical.)

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En la dolencia esttica . .

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(En la dolencia esttica de este jardn mecnico,el olor de las horas huele a convalecencia,y el pentagrama elctrico de todos los tejadosse muere en el alero del ltimo almanaque.

Extraviada en maneras musicales de enfermainmoviliza un sueo su vertical blancura,en tanto que un obscuro violn de quinto piso

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se deshoja a lo largo de un poema de Schumann,y en todos los peridicos se ha suicidado un tsico.)Hoy pasan los entierros, como un cuento de ojeras,lo mismo que en otoo. Ese tema, no es temade primavera. Ya ves lo que dice el mdico

(En el jardn hay 5 centavos de silencio.)Entonces, quiero un poco de sol azucarado.^Ya vuelves con tu acstica.* Pues mrame las manos.Mis dedos caligrficos se han vuelto endecaslabos.

(Y meditando un lento comps de 3 por 4 :

I Oh tus cosas meldicas; Soy un frasco de msica !-(Y en esta tarde lrica


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85-74, seorita. .

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la primavera pasa como en motocicleta,y al oro moribundo, historiada de cintas,lo mismo que un refajo se seca mi tristeza.)

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Por las horas de cuentoi .--

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a Amor, oyes las hojas? Si no es eso Entonces?Tal vez es una enfermaque llora con Beethoven. .

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(Y seguimos del brazo nuestro obscuro diptongo,por los parques afnicos,lacrimeantes de oro . . . ^

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;Me quisiera morir!" No digas esas cosasque me hacen tanto mal Si la vida es tan tristePero no pienses eso.

Si la vida es tan tristeMe duele el corazn cuando t ests as.


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Doblaremos la hoja. a

(Y sobre el mismo tema,su voz, casi ojerosa:) ':Me quisiera morir!;Me quisiera morir :(Y en el cloroformado cansancio de la sombra,nuestras 2 vidas juntas, por el parque sin rosas,se pierden en la noche romntica de otooambulando en silencio la teora de un diptongo.)


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Al margen de la lluvia . . /


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Al margen de la lluvia en los cafs insomnes,los perfiles se duermen en las lminas sordas.Y es ahora que todo coincide en los. relojes:mi corazn nostlgico ardindose en la sombra.

Despus de los vulgares asombros del peridicoen que slo se oye el humo de las pipas,florecen a intervalos las actitudes lvidas


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retroprximamente de los paraguas cnicos.

Deduzco de la lluvia que esto es definitivo. Quin est en el manubrio ? Hay un corto circuito.La trama es complicado siniestro de oficina,y algunas seoritas,literalmente tericas,se han vuelto perifrsticas, ahora en re bemol,

. ' rcon abandonos tctiles sobre el papel de lija.

Explotan las estrellaselctricas en flor.

Pero ms que todo esto, en el sintaxicidiode unos cuantos renglones desgarrados de adioses: oh su carne amarilla mis dedos retroactivos

(En el piano automtico


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se va haciendo de noche.)

Y en el mismo declive del interior romntico,me interrumpo en un faro de automvil, en tanto,^bohemios romboidales^mi corazn se llueve;la tarde en las vidrieras traquetea como un tren,y mi dolor naufraga, definitivamente,en la literatura de todos los "ayer". 2

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Tras los adioses ltimos . .

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Tardes alcanforadas en vidrieras de enfermo,tras los adioses ltimos de las locomotoras,y en las palpitaciones cardacas del pauelohay un desgarramiento de frases espasmdicas.

El ascensor elctrico y un piano intermitentecomplican el sistema de la casa de "apartments",y en el grito morado de los ltimos trenes


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intuyo la distancia.

A espaldas de la ausencia se demuda el telgrafo.Despachos emotivos desangran mi interior.Sugerencia, L10 y recortes de peridicooh dolorosa ma,t ests lejos de todo,y estas horas que caen amarillean la vida.

En el fru-fru inalmbrico del vestido automticoque enreda por la casa su pauta seccional,incido sobre un xtasis de sol a las vidrieras,y la ciudad es una ferretera espectral.

Las canciones domsticasde codos a la calle.

(Ella era un desmayo de prestigios supremosy dolencias catlicas de perfumes envueltos


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a travs de mis dedos!)

Accidente de lgrimas. Locomotoras ltimasrenegridas a fuerza de gritamos adis,y ella en 3 latitudes, acida de blancura,derramada en silencio sobre mi corazn.


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Como una gotera . .

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Como una gotera de cristal, su recuerdo,agujera el silencio ':^de mis das amarillos. ;

Tramitamos palabraspor sellos de correo, fy la vida automticase asolea en los andamios de xm vulgar rotativo.


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Las canciones florecena travs de la lluvia,en la tarde vaca, sin teclado y sin lgrimas.Los tranvas se llevaron las calles cinemticasempapeladas de ventanas.Mis besos apretadosflorecan en su carne.

Aquel adis, el ltimo,fue un grito sin salida.La ciudad paroxistanos llegaba hasta el cuello,y un final de kilmetros subray sus congojas. Oh el camino de hierro

Un incendio de alasa travs del telgrafo.


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Trgicas chimeneasagujeran el cielo.

1Y el humo de las fbricas(As, todo, de lejos, se me dice como algoimposible que nunca he tenido en las manos.)

Un piano tangencial se acomoda en la sombradel jardn inconcreto; los interiores todosse exponen a la lluviaselecciones de pera

.

En las esquinas nrdicas hay manifiestos rojos.


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ZSTE LIBRO ACABSE DEIMPRIMIR ES LA TIP.CVLTVRA AV. REP.ARGENTINA N^ 5 ELda 15 DE JULIODE 1922.MXICO,D , r .

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