Andre Barbault - La auto-creatividad de los astrÃ³logos

7/30/2019 Andre Barbault - La auto-creatividad de los astrlogos

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AstrologieIndividuelle

(Thorie)

LA AUTO-CREATIVIDAD DE LOS ASTRLOGOS

El viaje que emprendo aqu en su compaa al pas de Urania para explorarla auto-creatividad por la que pasamos, comienza por una reflexin previa:la astrologa es una creacin del genio humano y es de aqu de dondetenemos que partir: Por qu esta creacin, y qu clase de creacin essta?

Slo se puede responder a este primer interrogante reconstruyendo elsaber astrolgico. Originalmente, el Hombre pregunta sobre el mundo y sepregunta l mismo, vinculando estas dos interrogantes. Es ms fcil captarlo que se ve fuera, que aprehender el propio interior, aunque encontramosen l un punto de apoyo para aclararse uno mismo. Un efecto espejo seconvierte as en el fundamento epistemolgico de una relacin como sta;

el universo devuelve al hombre su propia imagen, en la concepcin de unaunidad del mundo en el que reina una interdependencia generalizada, lacual se ha convertido cada vez ms en una evidencia en todos los medioscientficos.

Naturalmente, en este terreno ha crecido una fe ingenua, muyrpidamente cuestionadota del futuro, de la que surgi el arte adivinatoriobajo el estandarte del sombrero puntiagudo estrellado. Esto se parece auna infancia del saber. Incluso si esta percepcin no tiene nada de

absoluto, provisionalmente al menos, es preferible tener esta prcticacomo una enfermedad infantil de la astrologa de la que es mejor largarse,ya que hay mejores cosas que hacer, abrindola a su vocacin psicolgicaque la hace acceder a una condicin adulta.

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Descubrimos, en efecto, que ms all de esta ingenuidad que cojea de unacierta malicia, se percibe un contenido de base altamente portador: setrata de una unidad antropo-cosmolgica en la que el Hombre es parte delmundo y ste es inherente a lo humano. En sus Fundamentos y futuro de laastrologa (Fayard, 1974), Daniel Verney defini una feliz frmula demanifestacin lingstica de esta unidad, evocando un cdigo que sipermite al hombre descifrar la realidad, leer esta escritura que es elmundo, esto slo puede ser porque el cerebro humano es, l mismo, parteintegrante del mundo y est organizado, es decir, escrito, como lo est elmundo, segn una cierta estructura universal. All donde esta unidad esla ms viva, donde esta inscripcin o escritura del mundo en nosotros esms parlante, es en lo ms profundo de la naturaleza humana; se percibeaqu en la raz de nuestro ser psquico que habla el lenguaje simblico porel cual las resonancias de nuestra noche interior nos vinculan y nos renenpor medio de una participacin afectiva con el universo.

Algo que me ha conducido a decir que finalmente, la Astrologa esoriginalmente una creacin de la Psique, o ha salido de ella, n sistemavenido del alma humana y dirigido a ella misma; en resumen, un productovenido de s mismo y que tiene como objeto el sujeto mismo.

Entendemos as en la obra de una auto-creacin que se sumerge en elmundo del ser, ms precisamente parlante a nivel de las estructurasprofundas de la naturaleza humana. Por ejemplo, tanto como en sutejido vital gneo, acuoso, areo y terrestre, en sus estados clidos y fros,hmedos y secos. Ah incluso, tambin y sobretodo, en su ms ntimo tte--tte. Leer un tema, es poner luz a ese mundo de las afinidades electivas




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por las cuales estamos unidos al mundo, en ese lugar de predileccin quees el evangelio de las correspondencias donde el simbolismo, que partede la lengua materna del instinto, se rene para desarrollar la cumbre desu vida espiritual.

Naturalmente, la hija y el hijo de Urania debe pasar tambin por una auto-creacin, la asimilacin primera del saber por los otros (enseanza y obras)poniendo slo un pie en el estribo. De hecho, sin que lo sepa el astrlogo,en el tejido de la astrologa, confecciona su propio vestido estrellado, parallegar a componer una identidad de astrlogo a la misma imagen de suspropias astralidades. De todas maneras, estamos destinados a ello, pero,an es necesario que esta operacin tenga xito.

As que ste es un novelista que comienza inaugurando su obra con unaautobiografa, una inclinacin natural que lleva al debutante a hacer supropio tratado lo publique o no-, lo que es una manera de construir susaber personalizndolo, bordando su tapicera o yendo a golpe decastauelas. Enfoque en el que el valor reposa en la calidad de suescucha: si es posible, no de una sola escuela que conlleva el riesgo de seruna enseanza parcial de la que somos prisioneros sin saberlo, sino delconjunto del saber transmitido, su eleccin personal pudiendo as hacerseposteriormente de la mejor manera.

Como la subida silenciosa del jugo al corazn de la planta, la auto-creacines una vivencia astrolgica teida de s mismo, que slo se obtiene a travsde un trabajo sobre el oficio, elaborando su materia a mano, frotndosecon el hecho astrolgico en s, destilndose as el verdadero saber que slose debe a un verdadero matrimonio con Urania.

Cuanto ms interpreta el astrlogo de forma justa dejndola hablar en unproducto perfecto de la sintaxis del lenguaje astral-, ms se desdibuja ldetrs de la astrologa. En esta bella obra, interpretar es un acoplamientocon el mundo en general: en lo individual, es unirse al ser interpretado,unirse a l en una relacin que hace pensar en el vnculo teatral de unautor y de un actor, transmitiendo el primero una palabra que acta elsegundo. Trampoln del saber, la verdadera correlacin transmite esepoder de iluminar a la persona arrojando un rayo de luz sobre su mundodesconocido.

Y en esta relacin est, ms o menos, en la obra del principio antrpico,en el que el observador se encuentra en su observacin, expresndola

haciendo cuerpo con lo expresado. Ejemplaridad misma de esta auto-creacin que nos sorprende mucho descubrir mucho ms tarde que lascosas se hayan desarrollado.




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Permtanme, por favor, citar algunos casos personales que, con la distanciadel tiempo, me han impresionado un poco.

Yo nac con una cudruple conjuncin a 11 de orbe, en la que la Luna estdelante del Sol, que precede a Jpiter, el cual est delante de Saturno. Espor tanto un conjunto de seis ciclos planetarios que se reorganizan en filaindia. Ahora bien, sin haberme dado cuenta que viva en esto unacorrelacin de la obra, he pasado la mayor parte de mi vida trabajando losciclos planetarios y las grandes conjunciones, a sacar de su silencio elndice de concentracin que nuestro querido Gouchon, que yo elabor enndice cclico, a aplicarme en el estudio de las doriforias que son loasconjunciones de conjunciones, lo que me condujo a exhumar, parafinalmente haberla confirmado, la teora fundamental del Gran Ao (que

nada tiene que ver con el ao precesional de las eras zodiacales) cuyaexistencia ignoraban mis colegas en esta poca. En esta historia, es mipropia concentracin planetaria, la ms impresionante configuracin de micarta, la que se convirti en materia astral o el material astrolgico que hetratado ms en mi vida. Lo cual es una manera de constatar que miidentidad de astrlogo especializado en mundial, se constituy sobre laimagen de esta configuracin personal, tratando configuracionessemejantes a la ma en la historia!

De la agrupacin de estos seis ciclos nacientes, yo extraigo tambin otraconclusin de astrlogo: mi gusto por lo que comienza, la base, lo inicial.De ah mis afinidades con el Aries Jean Carteret cuando, en los aoscincuenta, sentimos en comn la necesidad de refundir el saber delsimbolismo planetario, para sentir mejor la realidad esencial, confrontadaa la psicologa moderna. Aqu, la fuerza est en extraer una verdadprimera, y la debilidad en estar en una perspectiva que se desvanece amedida que se desarrolla la trama de la historia. Mi preocupacin es tenerla gravedad de las cosas, tenerlas como una verdad en la palma de lamano, me deja tranquilo para no ver nada ms, prefiriendo por otro ladolos estudios resumidos como croquis, textos previstos en frases cortas,sumarios, pero suficientes a mis ojos.

En individual, durante mucho tiempo busqu este valor bsico que nopreocupaba mucho a mis colegas de la poca, excepto a un lejanoChoisinard abandonado muy rpidamente. Termin por encontrarlo en elteclado de lo planetario, asombrado de ver mi ruta solitaria desembocarfinalmente sobre la arteria central de la buena tradicin antigua, haciendoas florecer patrimonio cultural que lleg a ser muy preciado para m- lateora olvidada de las firmas. Interpretar un tema sobre todo volva aextraer, a travs de su tejido planetario, la esencia de una persona, suestilo propio, as como una distribucin de esta tela con respecto a su

figura interplanetaria. As se haca natural volver a la nocin tradicional deregente de natividad, de regente de la genitura, de dominante consus sub-dominantes poco importa el vocabulario- para una evaluacin




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cuantitativa y cualitativa de las configuraciones, no pudiendo existir la unasin la otra en la bsqueda ms sinttica que se haga sea cual sea.

Es posible tambin que no sea por azar si yo tengo, una al lado de la otra,

una conjuncin Sol-Luna y una conjuncin Jpiter-Saturno, y que publiqu,uno detrs del otro, en el C.I.A. hace cincuenta aos, los dos librostitulados Jpiter-Saturno y Sol-Luna.

Vayamos a los segundos. Desde que la astrologa existe, el par Sol-Luna noha cesado de imponerse en todos los aspectos y por la fuerza misma de unamilagrosa proporcin de sus dimensiones y distancias respectivas que losigualan visualmente en el eclipse total de uno por el otro. En el comienzode todo simbolismo, llegan estas luminarias en do, tan complementarias e

inseparables la una de la otra, como lo son el da y la noche, el hombre y lamujer, el padre y la madre, cada uno siendo a mitad del otro, siendo eltodo su punto de reunin. Qu puede haber de ms fundamental que esascategoras vitales tan perfecta y magistralmente emparejadas en elsimbolismo universal? Ahora pueden ustedes comprenderlo: no sesorprendan ya que con mi propia conjuncin de las luminarias, hayadefendido estos valores dobles de cara a una verdadera amputacin quehan hecho varias escuelas modernas. Una, sin embargo, descansando sobrela cosmografa ha desarticulado este do prodigioso en una desintegracinlunar. Otra (ver en mi web: Es necesario suprimir el Sol?), eclipsando lSol de su manifestacin esencial, sin embargo grandiosa y fundamental,en el emparejamiento y en el alumbramiento, como lo revelaronrecientemente los sondeos estadsticos monumentales de Didier Castille.

Ya que les he hablado de Jean Carteret, el auto-anlisis de nuestra vidaastrolgica no es menos ilustrativo. l y yo publicamos en 1950 en el CIAun folleto titulado: Analogas de la dialctica Urano-Neptuno. Ahora bien,encontramos que su Neptuno y mi Urano, en trgono ya el uno con el otrodesde Cncer a Piscis, se encuentran unidos en conjuncin topocntrica,estando el uno y el otro a una decena de grados bajo nuestros ascendentes.Sin ninguna duda que l aport en este folleto su genio neptuniano,

acoplado a mis exigencias uranianas. Los comentarios son innecesarios,pero aqu se puede hacer una observacin que ni el ni yo hicimos en sumomento

Este reverso del espejo muestra hasta qu punto yo no he cesado, en tantoque astrlogo, de serlo abrazando mis propias configuraciones,evidentemente sin saberlo. Y hablo slo de una parte de mis escritos,ahorrndoles el resto As como cada uno se reconstituye simblicamenteen el test que est invitado a construir, el astrlogo se cumple a s mismoastrologizando. Primero es de la manera en que l crea su propiaastrologa, que la recrea. La Dama Urania se convierte en lo que la hace suastrlogo. ste la personaliza a su imagen y, a partir de que ste la tomabien y no la traiciona, la formula a su propio valor. As como el hombre




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hace su configuracin y la configuracin hace al hombre, aparentemente laastrologa es al astrlogo lo que el astrlogo es a la astrologa.

Naturalmente, este cara a cara significativo no es el atributo significativo

slo de la gente astrolgica. Consagr el nmero especial 133 de Elastrlogo (1 trimestre2001) a los fundadores de la astronoma moderna,nuestros grandes astrnomos, precisando que, en sus temas, los cuerposcelestes estaban presentes a la vez como significantes y significados,siendo el objeto al mismo tiempo el sujeto: un tte--tte directo de losemejante entre microcosmos y macrocosmos. Y no es sorprendente queentre otros, el Sol haya tenido el honor entre aquellos que han realizado larevolucin heliocntrica: los temas de Coprnico y de Galileo sesuperponen en Piscis, lugar de valores de infinito, y los de Tycho-Brah,Kepler y Newton se superponen en Capricornio, signo de rigor y deabstraccin matemtica. De tanto en tanto, paseo por mi cuaderno de

temas de astrnomos (una centena) para observar encuentrossignificativos. Por ejemplo, fue Johann Bode quien hizo adoptar el nombrede Urano a Acuario al planeta descubierto por Herschel; ahora bien, esteastrnomo tiene al Urano de Acuario en el Medio Cielo y conjunto al Sol.As como Coprnico tiene su Sol en el Descendente, lugar de asignacin delo que est frente a m y tiene valor de objeto, es Neptuno (regente delSol) el que se encuentra all en el tema de Le Terrier. Y tambin elNeptuno de Galle est en oposicin a las luminarias, siendo conocido suinfortunio neptuniano. Adems es significativo que el inventor delespectroheligrafo, el instrumento fundamental para el estudio del Sol,Henri Deslandres, tiene el astro en su signo y en el Ascendente Enresumen, que los astros sean tratados como sujetos o como objetos no

cambia nada en el reflejo que nosotros recibimos de ellos.

Es por tanto provechoso retornar hacia uno mismo, entregarse a un auto-anlisis para descubrir su identidad astrolgica, lo que es una manera deaclararse bajo el desvelamiento de su acto interpretativo. Una maneratambin de tomar consciencia de su presencia en este ejercicio. Miren, sidescifran el genio creador de un artista, ustedes hacen un estudio de ida yvuelta de la obra a travs del tema y del tema por la obra, no sin introduciren este movimiento de espejo su presencia, aunque fuera por el estilo de

su traduccin.Puede ser tambin porque este vehculo astrolgico leshace pasar intuitivamente por el acto creador del artista, en una comunin

de intrprete al intrprete. Ahora bien, en una aventura similar, es buenopasar por el crisol de su nacimiento personal para ver su propio rostro deastrlogo. Su propia auto-creacin pasa por ah, siempre en un retornosobre s. He aqu una ilustracin.

Bajo el ttulo: Speculum astrolgiae, en el n 51 (3 trimestre 1980) de Elastrlogo, dediqu un estudio a una encuesta estadstica de FranoiseGauquelin, consagrado a los textos de diez astrlogos. Apoyndose sobre

los resultados anteriores obtenidos con Michel Gauquelin, estableciendouna coexistencia entre planetas angulares y rasgos de carcter, quisojuzgar, esta vez, en un enfoque a contracorriente, si las palabras clave




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atribuidas por estos autores a los planetas, producan un efecto deangularidad justificativo. Recuerdo someramente que los 10 autoreshaban tenido xito con Marte y Saturno, 9 de entre ellos con Venus, 7solamente con la Luna, y los otros resultados fueron deficitarios paraJpiter y ms an para los dems planetas.

Ms all de la demostracin, esta experiencia revel tener un valorheurstico, ya que es el espejo que se ofrece, en el que el docente puedemirarse para juzgar los resultados. Naturalmente, hay que tomarprecauciones en la interpretacin. stas son las palabras que fuerontestadas: combativo para llamar la respuesta de Marte, paciente la deSaturno Pero el rasgo de carcter es a la personalidad de un ser lo que laflor o el fruto a la planta; cargado de motivaciones diversas a identificar,hay que remontarse a las races para estar seguro de captar en su dinmicatrayectoria, la esencia de su tendencia. Lo que no impide, para el que sepaleerlo, este test hable.

Lo que ensea, es cuando el rasgo de carcter desencadena una reaccinpositiva o negativa de otro planeta que el que le corresponde.Ciertamente, no estamos desorientados al constatar que en 8 de los 10colegas, las palabras clave de Marte estn acompaadas de un dficit lunarsignificativo, algo que es normal de un rechazo o de un eclipse que explicael contraste del Fuego y del Agua de los dos astros, el uno rechazandoacompaar al otro.

Y observamos un contraste parecido en la dialctica de las parejas Venus-Marte y Jpiter-Saturno (el anlogo de las sobrefrecuencias angulares delos resultados estadsticos anteriores que confirman muy bien laspolaridades de estas verdaderas parejas planetarias).

Es al margen que cada docente testado puede haber sido cogido en unerror ms o menos significativo. Por qu, por ejemplo, las palabras

claves de la Luna han producido un efecto jupiteriano negativo inesperadoen 6 astrlogos? Naturalmente, yo me inclin sobre mis propios resultadospara comprenderlos. As, en materia de error, por qu mi Neptuno,que, adems del resultado positivo que confirma el valor de mis palabrasclave, desencaden una reaccin negativa del par Jpiter-Saturno? Larespuesta no se hace esperar: en mi propio tema, Neptuno est ensemicuadratura con mi conjuncin Jpiter-Saturno. Lo que puedeinterpretarse fcilmente: mi versin neptuniana acentu excesivamente elcontraste entre la marginalidad-evasin del astro y la rectitud bajo la cualme aparece el clasicismo saturniano; es la impureza de un rsultado porexceso. Por qu, adems, mi Venus apel a un clic lunar positivo?Resultado relativamente aceptable dada la similitud de los dos planetasfemeninos y afectivos: sin embargo, en una indiferenciacin lamentableque puede explicar, probablemente, la vecindad de un semisextil Cuandosabemos, por ejemplo, que nuestro estimado colega Charles Vouga tiene




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una conjuncin Neptuno-Plutn en el Fondo del Cielo, no nos sorprendemosque haya neptunizado un poco a Plutn y platonizado a Neptuno, hasta elpunto de haber atribuido la regencia de Piscis a Plutn. Ocurre algo similarcon la conjuncin Sol-Saturno de Alex Ruperti, en cuanto a la relacinmaltratada Sol-padre

Paro aqu este escrutinio edificante que es revelador de la edificacin denuestro saber. Todos concebimos nuestro simplismo planetario como unvalor en s mismo sobre el cual se ha llegado a una unanimidad: figuracinde arquetipos puros, patrones perfectos e inmutables, universales yeternos. En realidad, -y es por ello que he hablado de mi Neptuno, demi Venus-, cada uno de nosotros se hace una representacin subjetivaque est moldeada sobre su configuracin natal. Esperamos aproximarnos auna frmula impersonal que sera un canon ideal de la realidad. En verdad,personalizamos nuestro simbolismo planetario, lo travestimos, lo

revestimos de los andrajos o de los oropeles de nuestras configuraciones,alinendonos con nuestro planeta. Es algo que es necesario saber, ya quees la base de una problemtica de la interpretacin sobre la cual cada unodebe volver en un auto-anlisis, para no traicionar al astro en su mensaje oser traicionado por l. Les aseguro que sera muy interesante descifrar lostemas de los astrlogos que han escrito ms, a fin de comparar susconfiguraciones con sus versiones astrolgicas; lo cual sera de granprovecho. Un da, si tengo tiempo, ya veremos

Llego al fin al corazn de la creatividad astrolgica que es el centro si no lacumbre de nuestro arte, poniendo en escena la especificidad creadora delhomo astrologicus, es decir, la previsin. Entiendo aqu, naturalmente, elprincipio previsto inherente al ejercicio de nuestro arte, en tanto queplataforma portadora de informacin tendenciosa en la guarida temporal,ya que conocemos con antelacin el curso de los astros. Al ejemplo de miexperimentacin prevista de la conjuncin Sol-Jpiter, sin duda bajo lainspiracin de la ma.

Creativa, la previsin lo es por esencia, ya que, generalmente, el futuro es

el agujero negro ms total. Dando acceso a un ms all desconocido, staparte a menudo de una nada para engendrar la palabra no est de ms- lainformacin que da sentido a un maana en estado de desvelamiento. Hedicho ya por mi parte, cuando me entregaba a la previsin mundial, sobretodo a largo plazo, que me senta, cada vez, como el rey desnudo de unsaber con el contador a cero, por el hecho de encontrarme al borde de unapantalla en blanco del futuro, mi toma de futuro, siendo un salto inditoen lo desconocido absoluto, ya que haba siempre una constelacindiferente delante de mis ojos. Prever da la impresin de un vaco que sellena de nuestro conocimiento portador de futuro, o de una oscuridad queilumina poco a poco, hasta percibir un final del camino delante de

nosotros.




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Yo s bien que, aqu tambin, cada uno puede tener su configuracindisuasoria, lo que es respetable. Lo que no impide que no sea deseable quela prctica astrolgica se atenga al ejercicio de interpretacin psicolgica,de fondo plana, esttica. Ya que podemos hacerlo mejor. El intrprete no

debe eludir el esfuerzo previsto que, por otro lado prolonga este ejercicio,tejindose el pronstico en la tela psicolgica de la persona, as captado envivo en la duracin percibida cinticamente, en la trama del tiempo. Entodo caso, me dirijo a quien se detiene a las puertas de la previsin sinentrar. Hay que frecuentar, con toda dignidad, este alto lugar que es comoel fruto ms sabroso de nuestro rbol del conocimiento. Antes de conseguirsu operacin, equivquense, incluso varias veces: aprendern as algo desus errores enriqueciendo su saber, lo que les permitir tener xito mstarde. Para terminar, dense esta recompensa que es el ms bello hechoastrolgico. nimo!

(Congreso de astrologa Sep Herms, 9 de abril de 2005)

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