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Andres Tupac Amaru

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Andres Tupac AmaruSitio a Sorata y posterior inundacin Walter P. Jerez Cuando revisamos la historia y los grandes acontecimientos realizados en diferentes pocas, con protagonistas que a su turno pudieron ser espaoles, criollos, mestizos, indgenas e incluso los negros, uno se pregunta si ser importante verificar alguno de estos hechos por su importancia en las versiones histricas. Por ello consider importante estudiar el tema del sitio y posterior inundacin de la poblacin de Sorata en 1781. Antes de emitir mi pregunta, recurriremos a las versiones que conocemos respecto al asunto. Uno de los textos ms recomendados de lectura e incluso usado por universitarios es "Manual de Historia de Bolivia'', de los insignes historiadores Humberto Vsquez Machicado, Jos de Mesa y Teresa Gisbert, que dice: "Andrs Tpac Amaru despus de la ejecucin de su to, el inca Jos Gabriel Condorcanqui, conquist toda la provincia de Larecaja, sitiando luego el pueblo de Sorata. Tres meses dur el asedio... La resistencia de los vecinos fue heroica hasta costarles la vida. Tpac Amaru ingeniosamente hizo que durante el sitio, sus tropas se ocuparan de construir un dique que fue desbordado arrasando la poblacin y ahogando a todos sus habitantes el 5 de agosto de 1781. Luego de su triunfo las tropas de Andrs Tpac Amaru fueron a colaborar en la conquista de la ciudad de La Paz''. Sobre el tema, el escritor Ramiro Reynaga Burgoa en su texto: Tawantinsuyo "Cinco Siglos de Guerra Qheswaymara contra Espaa'', publicado en 1978, en sus pginas 173-174 expresa: "Trabajando comunariamente soldados aymaras, quechuas desvan los deshielos del Illampu y del Tipuani. Contienen los ros Chilcani, Quilimbaya y Lakatia con una represa. Las aguas llegan al tope. Vuela la represa y el torrente avanza sobre la ciudad sitiada. La feroz artillera no puede matar el agua ni detenerla. Irrumpe destruyendo cuarteles, calles, casas... 5 de agosto de 1781, Sorata, despus de tres meses de sitio, cae en manos aymaraqheswas...'' Con estas dos versiones de las muchas que conocemos, en mi condicin de profesor de Estudios Sociales y con humildes conocimientos en un rea tan extensa y apasionante como es la historia, me propuse verificar en el terreno, en busca de evidencias de la inundacin, que supuestamente tendran que existir, ya que a la fecha son 221 aos y con seguridad siempre quedan restos. Ya en Sorata, apoyndome en fuentes orales de vecinos con muchsimos aos de residencia en aquella hermosa poblacin, o recurriendo a los propios campesinos que habitan el lugar donde supuestamente ocurri la inundacin, "Merkhe Sorata'', conversando con ellos, aseguran que dicha inundacin se pone en duda debido a que no hay vestigios de tal hecho. No conforme con dichas versiones, cre prudente y responsable visitar toda la zona que involucra tal hecho, cubriendo Tenera, Condorpata que son cabecera de Merkhe Sorata; Jumuku y Manzanani que son laterales de la pequea comunidad; ingresando por todo lugar que por su gravedad e inclinacin topogrfica pudiera dar posibilidad de inundar. Con mucha pena no pude corroborar ni acreditar las versiones de nuestros respetados historiadores, ya que es imposible inundar por lo que dije; nada hay que sustente la versin, pues no se ve canales, tampoco diques de contencin, y lo peor, ni restos, ya que siendo vivienda de espaoles lo menos que se poda encontrar son muros desmoronados, algunos restos de uso domiciliario, pero absolutamente nada hay. Ahora la pregunta: cmo justifican nuestros historiadores lo que aseveran en sus textos?; por lo menos el que escribe estas lneas se sentir muy agradecido por la respuesta, al igual que muchos docentes que ensean a sus alumnos estos pasajes tan importantes de la historia. NUESTRO HOMENAJE A LA COMANDANTE BARTOLINA SISA, INSOBORNABLE JEFA INDIGENA AYMARA

Hoy su ejemplo de lucha infatigable e irrenunciable queda por siempre grabado en el corazn de cada habitante del mundo indgena andino en particular e inmortalizado para la perptua memoria del mundo indgena en general. De la fecha de su nacimiento an no esclarecida existen dos versiones: la primera afirma que fue el 24 de Agosto de 1753 en la comunidad de Sullkawi del Ayllu del mismo nombre, y la otra menciona el 12 de Agosto de 1750 en la comunidad de Qara Qhatu, situada en la actual provincia Loayza del departamento de La Paz, Bolivia. Sus padres Jos Sisa y Josefa Vargas la vieron nacer en la poca de la ms sauda e inmisericorde opresin y despojo colonialista espaola contra los indgenas de los Andes. Desde muy jven, Bartolina junto a sus progenitores, y luego de unos aos ya con su esposo, el gran caudillo aymara Tupaj Katari (Julin Apaza), se dedic al comercio de la hoja de coca y de tejidos nativos, desplazndose de este modo por innumerables lugares entre ayllus, poblados, comunidades y ciudades de la inmensa y rida altiplanicie andina y los valles yungueos del departamento de La Paz. Esta febril actividad permiti a Bartolina Sisa liberarse de la condicin de servidumbre y esclavitud a la que fue sometida su nacin originaria por los colonialistas y seores feudales de orgen europeo. Observ con sabidura el terrible sometimiento del que eran objeto sus hermana(o)s de raza, quienes no solo sufran los vejmenes y ultrajes de los blancos europeos que fungan de autoridades, clrigos, militares, etc., sino tambin de los criollos y cholos mestizos serviles de los colonialistas. As, Bartolina Sisa fue tomando verdadera conciencia y asumiendo una profunda conviccin por redimir a su pueblo de las cadenas de la opresin y luchar por la emancipacin definitiva de las comunidades originarias andinas. En ese transcurrir, ya ambos, Bartolina Sisa y su esposo Tupaj Katari, tuvieron la ocasin de coincidir con los itinerarios libertarios del arriero Jos Gabriel Condorcanqui (Tupaj Amaru) y de los hermanos Dmaso y Toms Katari de Chayanta, con quienes aunaron sus propsitos emancipatorios basados en una slida convergencia de criterios, tcticas y estrategias de lucha. De este modo decidieron elaborar un plan de acciones debidamente sistematizadas que puso en pie de guerra a ms de 150 mil indgenas en toda la regin ms conflictiva del Per, La Paz, Oruro, y los valles de Chayanta en Bolivia. El ejrcito de los Katari-Sisa que durante el inicio del Sitio de la Ciudad de La Paz (13 de marzo de 1781) contaba con 20 mil combatientes, en muy pocos das se convirti en 40 mil, y al cabo de 5 meses alcanzaron a 80 mil. Bartolina Sisa, siempre abanderada de la sagrada Wiphala, es considerada un fenmeno no solo por sus dotes de belleza natural, que la configuran como una mujer muy atractiva, morena, de facciones uniformes y seductoras, hermosos ojos negros, jven e inteligente, sino tambin por sus caractersticas y talento innato que hacen a un comandante poltico-militar, por su visin, sentido de responsabilidad, disciplina, fortaleza, capacidad de tomar las decisiones ms apropiadas en el momento oportuno y por la confianza y seguridad que inspiraba en sus huestes. Es as que al estallar la insurgencia Aymara-Quishwa de 1781, mientras su esposo era proclamado Virrey del Inca, ella era proclamada Virreyna, pero no porque haya sido la esposa de Tupaj Katari, sino por el mrito propio que adornada su personalidad. Durante el Cerco (o Sitio) a la Paz por ejemplo, el nivel jerrquico de la jefatura fu compartido entre Tupaj Katari y Bartolina Sisa en igualdad de condiciones. Fue as que Bartolina fue ampliamente aceptada y reconocida por los niveles jefaturales inmediatos, medios, intermedios y superiores. Fue indudable el respeto, afecto y aprecio a las virtudes de indiscutible liderazgo que guardaban estos jefes guerreros indgenas. El 29 de junio de 1781 el ejrcito de Tupaj Katari sufre un golpe muy duro por parte de los realistas provocando un inevitable desbande de sus fuerzas. En este mismo momento se produce una ruptura circunstancial del Cerco de La Paz acompaada de rumores en sentido de que la sublevacin haba sido derrotada, razon por la que las autoridades coloniales ofrecen el indulto a los rebeldes a condicin de que stos entregasen a sus jefes cabecillas, en una franca incitacin a la ms descarada traicin.

As, el 2 de julio cuando la Virreyna Bartolina Sisa, la jefa mxima del Cerco, en circunstancias en que ella se diriga del campamento de El Alto al de Pampajasi, en el camino, es sorprendida por la actitud de sus propios acompaantes, quienes en un acto de cobarde traicin y confabulacin con los espaoles la apresan e inmediatamente, tras una emboscada concertada, hacen entrega de Bartolina Sisa en condicin de prisionera de guerra. Al amanecer del 5 de septiembre de 1782, la heroica comandante guerrera aymara sufre la sentencia de los opresores que en su texto original copiado del castellano antiguo dice: A Bartolina Sisa Muger del Fers Julin Apaza o Tupa Catari, en pena ordinaria de Suplicio, y que sacada del Quartel ala Plaza mayor por su sircunferencia atada ala cola de un Caballo, con una soga de espatro al Cuello, y Plumas, y una Aspa afianzada sobre un Bastn de palo en la mano y a vs de pregonero que publique sea conducida ala Horca, y se ponga pendiente de ella hasta que naturalmente muera; y despus se clave su caveza y manos en Picotas con el rtulo correspondiente, y se fijen para el pblico escarmiento en los lugares de Cruzpata, Alto de San Pedro, y Pampaxasi donde estaba acampada y Precida sus juntas sediciosas; y fecho sucesivamente despus de das se conduzca la caveza a los pueblos de Ayohayo, y Sapahagui de su Domicilio y origen en la Provincia de Sicasica, conla orden para que se queme despus de tiempo, y se arrojen las senizas al aire, donde estime convenir. Y la sentencia se cumpli. La gran Bartolina Sisa, insobornable comandante en jefa de las fuerzas emancipatorias de las naciones originarias andinas, mora ahorcada no sin antes sufrir una horrenda tortura fsica y moral, flagelada, violada, azotada, arrastrada a puntapies en un inmenso charco de sangre. Posteriormente fue paseada desnuda montada en un burro, en la plaza colonial de La Paz, hoy Plaza Murillo. Desde entonces esta plaza qued manchada en sus cuatro lados con la sangre de Bartolina Sisa, Gregoria Apaza y de muchos otros que ofrendaron sus vidas junto a ellas por la restitucin de las libertades a las naciones originarias.

Ya muerta Bartolina Sisa, y no conforme con ello, sus verdugos descuartizaron su cuerpo y exhibieron su cabeza y sus extremidades en distintos lugares de los ayllus y caminos donde ella resisti con su lucha. Su cabeza fu clavada en la punta de una picota, para escarmiento de los indios, decan sus verdugos, y la situaron en Jayujayu-Marka, hoy provincia Aroma del departamento de La Paz. Sus extremidades fueron enviadas a Tinta-Marka, una comunidad situada en la actual repblica del Per, donde tambin fueron exhibidas en sendas picotas. Estos espeluznantes hechos de brutalidad, barbarie y salvajismo sin nombre, han dejado profundas huellas y cicatrices en nosotros, los hijos de las naciones originarias. Esas cicatrices marcadas por la heroicidad no solo de Bartolina Sisa, sino tambin de Micaela Bastidas, Gregoria Apaza, Kurusa Llawi, etc., son el genuino reflejo de la verdadera historia de los ayllus de la patria ancestral tawantinsuyana y del mundo indgena del Abya-Yala. Ya han transcurrido 220 aos, y el ejemplo de su lucha pervive hoy grabada en la memoria y corazn de sus hijos y su imagen tatuada en los majestuosos y sempiternos Andes se pasea en el el recuerdo de las milenarias naciones indgenas. Nosotros la recordamos con profundo dolor y tristeza pero no con el espritu de los vencidos y sumisos, sino con los nimos fortalecidos, con la frente altiva y con el corazn henchido de entusiasmo convencidos de que una reflexin mesurada, un da no muy lejano nos permitir retomar el camino emancipatorio frente al actual sistema neoliberal de saqueo y usufructuo indiscriminado. Tpac Katari y el cerco de La Paz La rebelin de Julin Apaza, indgena de Sica Sica, logr levantar en armas a ms de 12.000 indgenas que sitiaron la ciudad de La Paz por tres meses, en uno de los episodios ms dramticos de las rebeliones indgenas. Un nombre emblemtico

Iglesia de Sica Sica, pueblo de origen de Tpac Katari Iglesia de Sica Sica, pueblo de origen de Tpac Katari

Como un homenaje a Tpac Amaru -que se levant en la regin del Cusco- y a Toms Katari -el rebelde de Chayanta-, el indgena de Sica Sica Julin Apaza tom el apelativo de Tpac Katari. Apaza, un aimara "del comn", lo que equivale a decir que no perteneca a la esfera de las autoridades tradicionales, levant en armas a los indgenas de todo el altiplano paceo en 1781. Su movimiento fue muy amplio y tom contacto con los rebeldes que haban inspirado su levantamiento. El cerco de La Paz Pasqun protesta en contra del corregidor, los impuestos y Bernardo Gallo Pasqun protesta en contra del corregidor, los impuestos y Bernardo Gallo Saber ms Levantamiento antifiscal En 1780, un ao antes de la sublevacin de Tpac Katari, criollos y mestizos comerciantes de la ciudad de La Paz se sublevaron en contra del sistema colonia... Junto a su esposa Bartolina Sisa, Tpac Katari logr controlar el altiplano paceo y puso cerco a la ciudad de La Paz, congregando en El Alto a cerca de 12.000 indgenas. El asedio comenz en marzo de 1781. En los tres meses que siguieron, el hambre y las epidemias hicieron presa de la poblacin de la ciudad, en la que habitaban unas 20.000 personas, provocando cuantiosas bajas. Los rebeldes exigieron el reconocimiento de Tpac Amaru como rey, el comandante espaol Sebastin Segurola, se neg a rendirse. En junio, los espaoles lograron romper el cerco, pero debido a la falta de apoyo militar, debieron abandonar nuevamente la ciudad. Reinstalado el cerco, los indgenas intentaron inundar La Paz, rompiendo una represa construida en el ro Choqueyapu; afortunadamente para los pobladores, sta revent antes de tiempo. Finalmente, en octubre de 1781 se rompi el cerco e ingresaron las tropas espaolas bajo el mando de Jos de Resegun. Tpac Katari fue apresado y descuartizado en el mes de noviembre en la poblacin de Peas, en el altiplano paceo. Segn la tradicin, sus ltimas palabras fueron: "Volver, y ser millones". El levantamiento se prolonga La ceja de El Alto vista desde la ciudad de La Paz La ceja de El Alto vista desde la ciudad de La Paz En los meses del cerco, el rea de influencia de Tpac Katari abarcaba un extenso territorio, que iba desde Caracollo (en Oruro) hasta Puno (en el actual territorio peruano). Su estrategia incluy alianzas con los familiares de Tpac Amaru, algunos de los cuales seguan activos como lderes del levantamiento. La hermana de Tpac Katari, Gregoria Apaza, fue la compaera de Andrs Tpac Amaru, sobrino del caudillo quechua. Juntos, cercaron la poblacin de Sorata, ubicada en los valles interandinos de La Paz. Los mestizos y criollos de la regin de Larecaja, refugiados en esta poblacin, resistieron un asedio de tres meses. En agosto de 1781, el pueblo cay debido a la inundacin provocada por los rebeldes. Los espaoles fueron ejecutados, mientras que los criollos y mestizos salieron en libertad. Represin de la sublevacin Luego de la ejecucin de sus principales lderes, los indgenas sublevados se replegaron hacia otras regiones, como Apolobamba y los yungas paceos. Sebastin de Segurola organiz a sus tropas para reprimir a varios lderes menores que quedaban activos tras la gran sublevacin. Los familiares de los principales protagonistas fueron ejecutados; el resto de los indgenas que participaron en la rebelin fueron indultados o perdonados. En cambio, a los criollos y mestizos que se levantaron en Oruro se los tom presos y se los traslad a Buenos Aires, donde se les sigui un proceso judicial que dur veinte aos.

Las consecuencias de la "rebelin general de indios" fueron trascendentales, ya que causaron la muerte de alrededor de 100.000 personas, lo que ocasion un colapso demogrfico que afect la productividad de las regiones implicadas. Toms KATARI Toms KATARI naci en 1740 en el Ayllu (Comunidad) de San Pedro de Macha, Potos. En 1777, en Chayanta, al norte de Potos comenzaba una rebelin que sera llevada adelante por Toms Katari. Este levantamiento tuvo tres etapas: la primera, se inicia en las ciudades de Anasaya y Urisaya de Macha en reclamo de sustituir a sus jefes tnicos y lograr el nombramiento de Tomas Katari como cacique de la regin. Los enfrentamientos entre los indgenas locales y los espaoles duraron hasta agosto de 1780, cuando se produjo el levantamiento masivo en el pueblo de Pocoata, logrando expulsar al corregidor espaol de Chayanta, y logrando la liberacin del lder aymara Tomas Katari. La segunda etapa cuando Tomas Katari regresa a la provincia de Macha como cacique en septiembre de 1780. Para esta poca, las comunidades tenan el control de las reas rurales y la violencia colectiva se haba extendido a otras zonas de la puna y los valles. A fines de 1780, Tomas Katari intento recomponer la relacin con los funcionarios espaoles por medio del dilogo, pero los enfrentamientos haban llegado a un punto de no retorno. Esta etapa finaliza cuando en 1781 el lder aymara es capturado y asesinado, coincidiendo con la expansin de la rebelin que Tupac Amaru encabezaba en el Cusco, el levantamiento en la ciudad de La Paz encabezado por Tupac Katari, y la exitosa sublevacin en la ciudad de Oruro. La tercera etapa es la que alcanz la mayor insurreccin y violencia cuando miles de indgenas encabezados por los hermanos de Tomas Katari, luego de atacar varios pueblos en la provincia de Chayanta fueron derrotados con relativa rapidez, y entre abril y mayo de 1781 los espaoles comenzaron a tomar de nuevo el control cuando capturaron y ejecutaron a los principales caciques de la revuelta. LA REVOLUCIN DE TPAC AMARU II Este ascenso de la lucha nacional indgena alcanz su punto ms alto con el levantamiento de JOSE GABRIEL CONDORCANQUI NOGUERA "TPAC AMARU II". Esta rebelin, iniciada el 4 de noviembre de 1780 con la captura y ejecucin del cruel corregidor Arriaga, lleg a su punto ms alto con el asedio del Cuzco. Posteriormente, la lucha fue continuada por Diego Cristbal, Pedro Vilcapaza y los Katari que llegaron a tomar Puno y La Paz, radicalizando cl contenido programtico de la revolucin. La Revolucin Tupacamarista se expandi por el Per y Bolivia y lleg hasta el norte chileno y argentino, teniendo influencia en Colombia con la llamada Revolucin de los Comuneros del Rosario, encabezada por el mestizo Jos Antonio Galn y el cacique Zape Zipa, que proclam a Tpac Amaru "Inca de Amrica". Alcanz, de esta manera, una proyeccin continental. Tpac Amaru fue asesinado junto a su inolvidable compaera Micaela Bastidas, quien alguna vez expresara: "Por la libertad de mi pueblo he renunciado a todo. No ver florecer a mis hijos...". La participacin revolucionaria de la mujer peruana tiene en esta gesta, tambin, a Tomasa Titu Condemayta y Bartolina Cisa, como dignos ejemplos. Pero, la revolucin de Tpac Amaru trasciende los siglos por su programa. Para nosotros, ser revolucionarios, significa luchar por la Liberacin Nacional y asumir las posiciones de la clase revolucionaria de su poca. Espartaco que luch contra la esclavitud, no levant las mismas banderas revolucionarias de hoy, pero expresaba lo ms avanzado de su poca. Por eso, los comunistas alemanes asumieron su nombre. Tpac Amaru levant lo ms avanzado de Amrica en la lucha anticolonial Represent la conciencia nacional indgena que persegua la libertad de la patria bajo la hegemona indgena, pero que tambin buscaba integrar bajo ese manto, a las dems razas etnias y nacionalidades. El proclamarse Inca reivindicaba el pasado indgena y su radical decisin de lucha contra la dominacin colonial. No debemos olvidar que entonces el significado de Inca equivala a "padre", "fundador", "conductor", y el Tawantinsuyo era presentado como un imperio justo e igualitario. Tanto el reparto de estampas con su imagen reivindicando

su ttulo, como la proclama de independencia redactada de puo y letra y hallada en su bolsillo, ratifican su total vocacin libertaria. Defendi la igualdad de las razas, y convoc a los criollos, mestizos y negros a la revolucin. Fue un gesto simblico la decisin que fuera el Negro Oblitas quien ejecutara al corregidor Arriaga. En lo econmico, adems de proclamar la desaparicin de los tributos coloniales, proclam la abolicin de la esclavitud, la mita como sistema de sojuzgamiento indgena, y los obrajes; y llam a repartir las tierras de los espaoles entre todos aquellos que se alzaran contra la dominacin hispana. Jos Gabriel asumi las banderas de la revolucin francesa. La derrota de la revolucin impidi saber cul hubiera sido su forma de gobierno, sin embargo, algo se puede deducir. La designacin de sus jefes militares combin nobles indios con la capacidad de otros como los Katari o Pedro Vilcapaza, que adems representaron el sector ms radical. La crueldad y el ensaamiento de los colonialistas, el "olvido" posterior de la oligarqua y su conversin posterior a simple "precursor", rebela el odio histrico que gener la revolucin Tupacamarista en las clases dominantes. En el Virreynato del Plata usaron el trmino "tupamaro" para designar a todo revoltoso. Esa tradicin fue recogida por los revolucionarios uruguayos, para reiniciar la lucha armada. Ningn movimiento independentista de Amrica asumi banderas tan radicales, Tpac Amaru expres lo ms avanzando de la lucha anticolonial en todo el continente. Tpac Amaru expresa la esperanza frustrada, hasta hoy, de nuestro pueblo. Tpac Amaru es el padre de nuestra rebelda y nuestra nacionalidad. Por eso, recogemos su nombre para llevarlo hasta las ltimas consecuencias. La razn de la derrota fue su debilidad clasista. Los curacas patriotas slo eran un puado, mientras la mayora de la aristocracia indgena estuvo al lado de los espaoles; los criollos, algunos de los cuales simpatizaron en la etapa de preparacin, abandonaron el proyecto por su base social indgena, su mtodo insurreccional y su contenido revolucionario. Falt, asimismo preparacin poltico-militar a la rebelin; y a ello se agregaron los errores militares tcticos: la indecisin de tomar Cuzco y aniquilar a los curacas colonialistas, no pasar a tiempo a las formas irregulares de guerra, la falta de cuidado ms firme en la conduccin revolucionaria, etc. La derrota de la Revolucin de Tpac Amaru liquid las posibilidades histricas del proyecto nacional indgena. La lucha fue continuada durante varios decenios en forma bastante dispersa, hasta que algunos criollos asumieron banderas patriticas aliadas a jefes indgenas como Aguilar y Ubalde, Francisco de Zela, Enrique Paillardelli, los hermanos ngulo, el Cura Muecas o los alcaldes indios de Hunuco. En esta larga guerra, cayeron lodos los jefes revolucionarios de nuestra patria, pero la llama rebelde de nuestro pueblo no se apag: un poderoso movimiento guerrillero se expandi por todo el pas (50 son conocidos en la etapa definitoria de la independencia). Este proceso de acumulacin seguramente hubiera conducido a un nuevo salto de una guerra revolucionaria ms expandida y fuerte. Ese proceso fue acelerado por la llegada de las expediciones emancipadoras del Sur y Norte, pero, en lo social y poltico, garantizaron el orden contrarrevolucionaria.