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EDICIONES ESPECIALES Viernes 3 de agosto de 2012 Edición Especial Aniversario de San Felipe EL OBSERVADOR DE ACONCAGUA 272 años San Felipe

Aniversario de San Felipe

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Edición especial 272 años de San Felipe del Real

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Page 1: Aniversario de San Felipe

EdicionEsEspEcialEs Viernes 3 de agosto de 2012Edición Especial Aniversario de San Felipe

El oBsERVadoRdE aconcaGUa

272 años

San

Felip

e

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2 Viernes 3 de agosto de 2012 EL OBSERVADOR- Especial Aniversario de San Felipe

QuillotaQuillota y La Cruz

La Concepción 277

Casilla 1 - D

Fono: (33) 342209

(33) 342210

Quillota

La CaleraLa Calera, Artificio,

Hijuelas, Nogales

y El Melón

Arturo Prat 797

Fonofax: (33) 342216

La Calera

LimacheLimache y Olmué

Serrano 125 Of. 2

Fono: (33) 342220

San Francisco

de Limache

La LiguaLa Ligua, Cabildo,

Petorca, Papudo

y Zapallar

Ortiz de Rozas 694,

2º piso, oficina 19

Fono: (33)342217

La Ligua

San FelipeSan Felipe, Llay Llay,

Santa María, Catemu,

Putaendo, Panquehue

Salinas 318

Fono: (34) 343712

San Felipe

Los Andes Villa AlemanaLos Andes, San Esteban,

Rinconada, Calle Larga

Santa Rosa 225

Fono: (34) 343413

Los Andes

Villa Alemana

Santiago 710, Of. 206

2º piso, Edificio Karakum

Fono: (32) 2158396

Villa Alemana

EMPRESA PERIODÍSTICA EL OBSERVADOR

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Venta de PublicidadQuillota

Fonofax: (33) 342205 Coordinadora Comercial:

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San FelipeFono: (34) 343705

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Empresa afiliada a la Asociación Nacional de la Prensa,(ANP)

Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Cámara Regional

de Comercio de Valparaíso, Asociación de Industriales de

Valparaíso (ASIVA) y Corporación de Desarrollo Pro Aconca-

gua, Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI), Asocia-

ción Iberoamericana de Radiodifusores (AIR), Asociación de

Pequeños Industriales y Artesanos de Quillota, (APIAQUI).

Impreso en Editorial e Imprenta

EL OBSERVADORAv. Rafael Ariztía 600, Quillota.

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“La Verdad más que un valor es una actitud ante la vida”. Roberto Silva Bijit

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Editor Suplemento:Claudio Espejo Bórquez

Periodista:Paula Helo Malebrán

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Vivir en una ciudad no sólo es una referencia formal en la identi-dad de una persona. Es empapar-se de la forma de habitar de una comunidad, con sus tradiciones históricas, familiares e institucio-nales, marcando –incluso- la for-ma en que esta persona se vincula con las demás. Por ello, ser sanfe-lipeño representa una marca de la cual no hay desprendimiento posible. Una herencia que se nota. Una cualidad que se palpa. Eso es lo que representa este Suplemento Especial, editado en el marco de un nuevo aniversario de la ciudad, que exhibe a sus lec-tores elementos que marcan esa identidad construida con la histo-ria. Pero no sólo aquella historia que protegen con celo los libros, sino también la de experiencias recientes, edificios que existieron y ya no están, juegos electrónicos cercanos a la plaza desvanecidos por la competencia poderosa, bar-quillos de helado acompañando un paseo por la calle Salinas o Santo Domingo; y próceres con-temporáneos que dejaron como herencia su paso por la comuna y el resultado de su trabajo. También se exponen algunos

cuadros de nuestra vida actual, de esos rincones que vemos pero no observamos, que al re - presentar-se ante la mirada de quien lee este trabajo, podrá apreciar con más cariño y compromiso. San Felipe tiene una virtud de la que goza sin compartirla con muchas comunas similares: es el corazón de un valle rodeado de maravillas naturales; la Cordillera de los Andes; los frutas de la tie-rra que se exportan en forma de saludable alimento o se venden convertidos mágicamente en deli-ciosos licores. Proyecta, además, ese precioso sentimiento de arraigo de quienes se han ido, prendidos de un elás-tico cariño que siempre empuja el corazón del emigrante a los re-cuerdos de su vida en la comuna; o recuerda cada cierto tiempo que se debe volver a visitar a aquellos que permitieron vivir infancias y juventudes felices. Esas sensaciones han sido re-sumidas en 16 páginas de orgu-llos, melancolías, historias y expe-riencias, como un regalo a todos quienes cantamos el Cumpleaños Feliz a la Tres Veces Heroica Ciu-dad.

Sanfelipeños patiperros

Una mirada fotográfica al San Felipe de hoy

El patrimonio de Hermelo Arabena Williams: un mundohecho de libros

En San Felipe vive la Escuela Agrícola más antigua de Chile

La melancolía por los años mozos de San Felipe capturada por una comunidad de Internet

Actividades de aniversario 272

Editorial

Página 2

Página 3-6

Página 10

Páginas 11 y 12

Página 12-14

Página 16

Páginas 6-9

Los 272 años del corazón de un valle fértil

San Feli eÍndice

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3EL OBSERVADOR Viernes 3 de agosto de 2012 Especial Aniversario de San Felipe -

Un administrador de empresas agrícolas, una arquitecta, una cuidadora de adultos ma-yores y un chef, cuentan cómo es vivir extrañando su ciudad de origen, en culturas tan distintas, pero estando feliz de la decisión de hacer latir sus corazones sanfelipeños en otras latitudes

Sanfelipeños patiperros: parte del valle en el mundo

Cristian se presenta como un “nacido y criado en San Felipe”. Estudió la enseñanza básica en la escuela E-62 “José de San Martín” y la media en el Co-legio Pumanque y se tituló de la carrera de Administración de Empresas, en la Universidad de Viña del Mar. “De ambos espacios en los que estudié pude rescatar grandes amigos, con los cuales aún mantengo contacto y he tenido el agrado de recibirlos en mi casa acá”, comenta sobre los lazos que mantiene con los compañeros, que ha sabido de primera fuente acerca de los éxitos y alegrías de este joven que decidió de-sarrollar su vida en la capital de Argentina, Buenos Aires. Fue una mujer de ese país quien le robó el corazón, pero en San Felipe, don-de se casó y comenzó a formar una familia, en medio de la cual ya ha nacido su primer hijo, Agustín, de sólo dos años de edad. “Mi llegada a este país tiene que ver ciento por ciento con lo sentimental: mi señora siempre me pedía venir a su país, porque extrañaba mucho, hasta que accedí. Me vine sin pensarlo mucho y, la verdad, que fue una elección muy buena”, relata Cristian. Cristian trabajaba en una empresa agrícola de San Felipe, hasta decidió partir. Eso le permitió hacer experiencia para la labor que desempeña hoy, pues en la capital trasandina trabaja como analista de cuentas en una importante compañía del mismo rubro de Argentina. “En un principio, hice un pequeño taller en mi casa para reparar computado-res y notebooks, pero por cuestión de tiempos ya desistí de eso y sólo lo hago como algún favor para los amigos o a la empresa donde estoy trabajando”, na-rra. Sobre su adaptación en el país, confiesa que tenía muchas aprensiones al momento de emprender esta aventura. “El llegar a Argentina fue muy lindo, nunca había estado como turista y tenía el típico concepto errado de muchos chilenos, de que acá no nos quieren, que nos tratan mal o que los argentinos son pesados y nada puede estar mas erra-do. Fue al revés: ser chileno me abrió muchas puertas, sobre todo en lo laboral, porque les interesa mucho saber de nuestro país, nuestras costumbres, me trataron muy bien. Recuerdo una vez, camino al trabajo, había paro de ‘subtes’ (Metro). No tenía idea de cómo llegar caminando o en micro, porque sólo conocía el trayecto en Metro. Vi a un señor en la esquina muy bien vestido de terno y me animé a preguntarle cómo llegar a mi destino. De inmediato me consultó si era chileno por mi tonadita. Al responder que sí, me dijo ‘No te preocupes que yo te acompaño’. La situación poco cuadraba, pero no me dio desconfianza, nos fuimos caminando y conversando unas quince cuadras en donde me llenó de preguntas de política, economía, de todo respecto a Chile, hasta que llegamos a una esquina y me dijo: ‘Acá es donde tienes que llegar’. Me dejó a media cuadra de mi trabajo y siguió su camino”, cuenta el sanfelipeño. Cristian, desde que dejó el país hace cinco años, trata de viajar al menos una vez al año a San Felipe, aunque reconoce que este 2012 no aguantó y ha venido dos veces al Valle de Aconcagua. “De San Felipe, extraño su gente, que es mi gente. Extraño mi familia, ex-traño ir a tomar Helados Olguín los domingos por la tarde, extraño las juntas de compañeros en el restorán La Ruca, extraño las alamedas, que la última vez que fui en junio las vi hermosas; extraño el orden de sus calles y el mirar su paisaje rodeado de tan lindos cerros y montañas. ¡Ah! Y extraño mi banda de rock, don-de tocaba el bajo: La Banda del Gato Tomás”, comenta. Para Cristian, San Felipe está ligada a sus raíces, al lugar que lo vio crecer, tanto así que su apodo en la universidad era el nombre de su ciudad. “Los más lindos recuerdos de mi vida me llevan a esta ciudad. Cuando esta-ba en la universidad, mis compañeros no me llamaban por mi nombre ni por mi apellido, sino que me decían ‘San Felipe’. Hasta, hoy por Facebook, me saludan así. Siempre me sentí muy orgulloso de la ciudad en que nací”, afirma.

“En ArgEntinA, SEr chilEno mE Abrió muchAS puErtAS”

Cristian Eduardo domingo PEñaApodo: “El San Felipe”

30 añosBuenos Aires, Argentina

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Page 4: Aniversario de San Felipe

4 Viernes 3 de agosto de 2012 EL OBSERVADOR- Especial Aniversario de San Felipe

Juany González Morales estudió en varios colegios de San Felipe: Colegio Americano, la Escuela John Kennedy, en las Religiosas Carmelitas, terminando sus estudios en la escuela nocturna del Liceo de Hombres. También comenta que estuvo en la Escuela Agrícola en el tiempo que se abrió experimentalmente para mujeres.

“Era muy divertido, ya que éramos solo ocho mujeres y el resto de la escuela, sólo hombres”, rememora.

La historia de Juany es bastante particular. Su papá, Jorge González Castro, llevaba varios años radicado en la ciudad de Nueva York, el corazón de la diversidad en Es-tados Unidos, cuando una amiga la tentó con emprender la aventura de ir a ese país y probar suerte.

“Una amiga me comentó que quería irse del país, pero no sola. Fue ahí cuando lo pensé y comenzamos a organizar el viaje. Le comenté a mi papá de mi idea y me apoyó en esta travesía. EL resto de mi familia también estuvo dispuesta”, explica Juany. De eso ya han pasado 17 años, en los que ha hecho su vida en Estados Unidos.

Pero su llegada a Norteamérica no fue fácil. La pri-mera traba fue el idioma, pues no hablaba Inglés y le era casi imposible desenvolverse en la gran metrópolis. A eso se sumaba la idiosincrasia de los gringos.

“Me costó la frialdad de este país. Yo vengo de una familia muy unida y acá el americano es muy frío y no demuestra sus sentimientos”, dice la emigrante, quien tiene una hija de 29 años y un nieto de 6, en San Felipe.

Pero -lejos- lo que más le costó a Juany fue dejar a su hija, que tenía sólo 11 años, cuando ella decidió partir.

“Fue súper difícil alejarme de ella. La verdad, fue di-fícil para las dos. Sufrimos mucho, me dolió mucho y me duele no estar a su lado. No haber estado en momentos

tan importantes para ella es tremendo”, asegura esta madre.

Por ello, estar en Estados Unidos tenía que entregarle réditos importantes, con la idea de su decisión valiera la pena. Por ello, Juany decidió que lo primero que tenía que hacer era estudiar el idioma. Una vez que pudo enten-derse con los americanos, comenzó a trabajar limpiando casas y departamentos, puesto que ese trabajo era muy bien remunerado en esos años.

“Después de unos años trabajé en una compañía lla-mada Amazon, hasta que decidí estudiar Home Health Aid, que quiere decir ‘cuidado de personas en el hogar’. Actualmente, trabajo en una compañía que se dedica a eso, por lo que mi labor es estar a cargo de una abuelita de 84 años”, comenta.

Juany, desde que decidió irse a New York, no viajó du-rante ocho años a Chile. Hoy, que tiene un buen trabajo y una gran familia que siempre está atenta de ella en San Felipe, trata de hacerlo regularmente. De hecho, estuvo en la ciudad en diciembre, cuando viajó para pasar las fiestas de fin de año con su familia.

“Lo que más se extraña es a la familia, a mi hija, a mi nieto. Pero también extraño el clima, el olor a tierra mojada, las amistades y esa sensación de sentirme en casa, de decir: ‘Demos una vuelta por la plaza’”, recuer-da Juany, quien agrega que para ella la ciudad de San Felipe es su casa, su hogar.

En la imagen seleccionada para este reportaje, Juany aparece junto a su padre, Jorge González Castro, quien falleció en marzo del 2010, a raíz de un cáncer pulmonar. Ella misma cuenta que la decisión de su papá fue venir a pasar sus últimos días a su tierra.

“EXTRAÑO EL OLOR A TIERRA MOJADA Y PODER SENTIR QUE ESTOY EN MI CASA”

JUANY DEL PILAR GONZÁLEZ MORALES50 años

Nueva York, Estados Unidos

Sanfelipeños patiperros... Viene de página 3

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5EL OBSERVADOR Viernes 3 de agosto de 2012 Especial Aniversario de San Felipe -

Silvana cursó toda su educación básica y media en el Colegio Alonso de Ercilla de San Felipe. En el estable-cimiento hay algo que siempre la caracterizó: siempre llegaba atrasada y por eso se ganó más de algún chiste de sus compañeros. “Lo que más me acuerdo, es el delantal que usába-mos y que no me podía gustar. Lo dejaba en la casa a propósito”, rememora, confesando algunos “pecaditos” escolares. Al egresar del colegio, como tenía exce lentes notas, estudió Arquitectura y Arte en la Universidad Católica de Chile, en Santiago. “La primera vez que me fui de San Felipe fue para es-tudiar en la capital. Nunca me acostumbré. Siempre so-ñaba con vivir en una ciudad menos anónima. La primera vez que vine a Europa, en el año 2000, por el Encuentro Mundial de la Juventud en Roma, me enamoré de esa ciudad y me propuse venir por un tiempo a estudiar”, comenta Silvana. Cuando volvió de Roma, en San Felipe conoció a quien es ahora su esposo. Pero no era un chileno: se trata de un alemán, que, por aquellos años, trabajaba como voluntario en la Casa de Jóvenes de la alameda Chacabuco. Claro que él debió partir de vuelta a su país, sabiendo –eso sí. Que el amor en algún momento volve-ría reunirlos. “Con la idea de un reencuentro en Europa y con una beca de la Universidad, viajé de nuevo, pero por un año, a Roma. Vine de visita a Alemania y de a poco me fue interesando mas la idea de radicarme un tiempo acá. El 2004, decidí venirme, sin saber por cuánto tiempo, sólo para cultivar mi relación de pareja, aprender el Idio-ma, hacer alguna práctica con arquitectos, desarrollar

mi tesis y quizá, trabajar”, cuenta la sanfelipeña, que finalmente se casó con quien define como el amor de su vida y con quien tiene una hija de un año y medio. Cuando Silvana se fue a estudiar a Roma, el idioma no le fue tan complicado. Pero cuando se radicó en Ale-mania, la cosa fue distinta. “El tiempo en Roma fue muy lúdico. El español y el Italiano son tan similares, que si no me sabía una palabra, la decía en español, poniéndole la entonación italiana y la mayoría de las veces me entendían. Con el alemán fue muy distinto. El idioma es duro, preciso y re-quiere de mucha disciplina y estructura, algo que nunca pensé que aprendería a los 26 años”, relata. Silvana logró convalidar su título de Arquitectura en Alemania, donde además hizo un Máster. Hoy trabaja medio tiempo en una oficina de Planificación de Logísti-ca del Transporte, mientras que el resto del día lo disfru-ta con su hija.

Sus viajes a Chile trata de hacerlos cada dos años, sin embargo, ahora hace tres que no viaja. Por eso tiene planificado una visita a San Felipe en octubre, por lo que está muy ansiosa de reencontrarse con sus amigos y familiares, sumado a que es la primera vez que su hija visitará su ciudad de origen. “Lo que más extraño es mi gente, la cordillera y el olor a tierra después de la lluvia, con los charcos de agua evaporándose con el sol. Extraño esa luz, esos colores y olores. San Felipe es mi cuna, donde están mis recuerdos de infancia y juventud y de toda la familia reunida a la mesa o en las fogatas con los asados bien guitarreados”, recuerda la joven, quien además es aficionada al canto. Acerca de lo que más extraña esta arquitecta, son “las caminatas familiares por las cuatro alamedas y los paseos por la plaza tomando helados de Olguín”.

“ExtrAño lAS cAminAtAS por lAS AlAmEdAS y loS pASEoS A lA

plAzA con un HElAdo olguín”Silvana del Carmen allendeS CifuenteS

33 añosDortmund, Alemania.

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Page 6: Aniversario de San Felipe

6 Viernes 3 de agosto de 2012 EL OBSERVADOR- Especial Aniversario de San Felipe

Roberto estudió en varios colegios de San Felipe y se formó profesio-nalmente en el Inacap, estudiando Cocina Internacional. Con este título, no tuvo temores de buscar su destino profesional fuera de las fronteras del país y se fue a México. Le fue bien: ahí trabajó por dos años en tantos hoteles como ciudades: Cozumel, Quintana Roo y Ciudad de México. Cuando retornó a Chile, se encontró con una agencia que estaba re-clutando personal para laborar en Celebrity Cruise Line. Roberto postuló y nuevamente el éxito le sonrió: quedó seleccionado para el puesto de Chef Tournant. Así es como se ha convertido -literalmente- en un ciudadano del mundo, pues ha hecho una carrera sobre los cruceros, por lo que, dependiendo del barco que le toca abordar, es el recorrido que debe hacer. “Las rutas son variadas: Báltico, Mediterráneo, Asia, las islas del Pací-fico, Polinesia Francesa, Hawai, Caribe, en su mayoría. También están Alas-ka y gran parte de Europa. Entre los meses de diciembre y febrero, algunos de ellos llegan a la Antártica, Punta Arenas, Puerto Montt, Valparaíso y Co-quimbo. Siguiendo hacia el norte, cruzan por el Canal de Panamá y, cuando llegan a Brasil, empieza otra vez el mismo recorrido”, explica Roberto, sobre los diferentes viajes que le ha tocado hacer. Este sanfelipeño de 37 años indica que el sistema de trabajo es bas-tante fuerte, porque se trabaja durante doce horas diarias, a lo largo de los seis meses que duran los contratos. Aunque hay días más flexibles que otros, señala que muchas veces los tiempos libres se dedican para descan-sar, excepto que esté una ruta nueva y aproveche para salir a conocer. “Si uno ya ha estado ahí, no se sale siempre. Uno se organiza y se le da prioridad a descansar. Pero si, por ejemplo, estoy en Miami o en un lu-gar realmente barato, me voy de shopping. Si estoy en el Caribe, me gusta conocer las playas, aunque a veces el calor me mata. Pero es entretenido conocer la cultura del lugar, su gente. En Europa en particular trato de salir harto, de conocer al máximo, porque hay lugares maravillosos, como el Báltico o el Mediterráneo”, relata Roberto, quien lleva casi diez años traba-jando afuera del país. Su trabajo consiste en apoyar la gestión del Chef Ejecutivo, siguiendo estándares de calidad. “Hay que seguir las recetas; el cumplimiento de normas de Salud Pú-blica, la cual es muy rigurosa en todos sus sentidos. Los estándares de calidad de los cruceros son increíbles, la sanidad, la limpieza y todo para mantener las bacterias fuera del lugar”, describe. Y continúa: “Es harta pega: supervisar, ver calidad de verduras, carnes y muchas otras cosas, junto con controlar horarios de trabajo, comprar a bordo. Pero lo más importante es convivir con personas de un montón de otras nacionalidades, sabiendo que, por lo largo de los viajes, debes llevarte bien con gente de distintos lugares del mundo. Es una experiencia maravillosa que hay aprovechar al máximo”. Este profesional de la cocina asegura que tener el training de trabajo que se necesita para estar seis meses viajando, trabajando sin parar y lejos de la familia, es parte de las cualidades más complicadas que debe tener un trabajador como él. Acerca de San Felipe, Roberto asegura, con breves palabras, lo que siente por la ciudad que lo vio nacer y crecer: “Es un todo, es mi mundo, es algo inexplicable”.

“No SE puEdE ExplicAr, pEro, Al ESTAr lEJoS, SAN FElipE ES uN Todo”

RobeRto HeRnán ViVanco PRieto37 años.

Recorre el mundo a través de un crucero

Una mirada fotográfica San Felipe no es sólo el recuerdo de una ciudad pasada. También las calles y rin-cones de la ciudad actual sirven de escenario para una vida tranquila, donde muchos comparten sus alegrías y penas, rodeados de parajes maravillosos, que cubren como una capa natural una ciudad enclavada en un valle frondoso y fértil. Eso sí, ese bello marco, a ratos se tropieza con algunas escenas de descuido, de las que hay que empe-zar a preocuparse, para evitar que el del tiempo se convierta en pinturas ajadas, sitos abandonados o simplemente testimonio silencioso de vigores pasados. Éste es el San Felipe de hoy, presentado en un reportaje gráfico del fotógrafo Cristian Henríquez Corvalán.

Un retrato de los servicios higiénicos del ex Cine Aconcagua.

Calle Prat es la arteria principal dentro de las cuatro alamedas, pero tiene edificaciones bastante deterioradas, a pesar de que son el patrimonio de la ciudad.

En la medialuna de la comuna constantemente se están efectuando rodeos.

La cúpula de la Catedral de San Felipe, mira-da desde Plaza de Armas.

Sanfelipeños patiperros... Viene de página 5

Page 7: Aniversario de San Felipe

7EL OBSERVADOR Viernes 3 de agosto de 2012 Especial Aniversario de San Felipe -

al San Felipe de hoy: ése que vivimos todos los días

La Trilla a Yegua Suelta de El Almendral busca mantener algunas de las tradiciones de la comuna.

Algunas de las ruinas que quedan del Pa-lacio de Quilpué.

El jardín que en el pasado fuera uno de más be-

llos del país. Hoy, totalmente aban-

donado. En la imagen, el tronco de una araucaria

que representa los cientos de ár-boles del Palacio

de Quilpué que están muriendo.

Los Molles, un lugar tranquilo que hoy está to-mando mayor protagonismo inmobiliario.

El centro histórico de San Felipe desde las alturas.

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8 Viernes 3 de agosto de 2012 EL OBSERVADOR- Especial Aniversario de San Felipe

Una mirada al cielo a través del campanario de la Iglesia de El Almendral.

Las alamedas también han cobrado vida, debido a las máquinas de ejercicios que motivan a usar estos espacios para prácticas de vida sana.

Al final de los parronales, la Cordillera de Los Andes.

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Vista de la tres veces heroica ciudad desde El Almendral.

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9EL OBSERVADOR Viernes 3 de agosto de 2012 Especial Aniversario de San Felipe -

Una de las obras viales más impor-tantes que ha tenido San Felipe este último tiempo: su nuevo ingreso por el Enlace Monasterio.

Cuando todo parece ir más rápido, hay quienes se detienen y disfrutan uno de los tesoros sanfelipeños: las alamedas.

 

Podría ser un cuadro realista de un reconocido artis-ta, pero son los jardines abandonados del Palacio de Quilpué, que aún nos regalan un poco de hermosura.

Page 10: Aniversario de San Felipe

10 Viernes 3 de agosto de 2012 EL OBSERVADOR- Especial Aniversario de San Felipe

Hermelo Aravena Wi-lliams vivía en medio de un maravilloso mundo, lleno de libros, que terminaría convirtiéndose en la gran herencia que este notable vecino de la ciudad termi-naría dejando para su queri-do San Felipe: una bibliote-ca de 2 mil 540 ejemplares, que entre sus páginas abor-dan diferentes temáticas, las mismas que, como él sabía que serían del interés de muchos, decidió donar en vida a la Municipalidad, cuando el alcalde de la co-muna era Renato Chacón Blanchot. La colección, que según los especialistas tiene un alto valor patrimonial, tiene 432 ejemplares de literatura; 64 diccionarios; 151 libros de Historia de Chile; 264 de Historia General; 139 de re-ligión, economía y ciencias políticas; 95 de filosofía y psicología; 235 ejemplares de poesías y leyendas; 138 de clásicos castellanos; sólo por mencionar algunos de los que constan en el inven-tario que –ahora- resguarda la Sociedad de Historia y Arqueología de San Felipe, organismo a quien el muni-cipio le dio la administración de la biblioteca y de algunos artículos personales del es-critor, durante cinco años.

SU RELACIÓN CON SAN FELIPE

Hermelo Arabena Wi-lliams, poeta, crítico litera-rio, ensayista y tradiciona-lista, nació en La Ligua, el año 1905. Frecuentó -con ex-cepción del teatro- todos los géneros literarios y publicó 16 obras, entre 1935 y 1983, sin considerar sus estudios críticos de autores naciona-les y extranjeros, aparecidos en diferentes diarios y pe-riódicos, como El Mercurio de Santiago, La Unión, Re-vista Nacional de Cultura, El Día de La Serena, entre otros (ver recuadro). Según él mismo relató en la carta por medio de la cual cedió su biblioteca, la cercanía a San Felipe co-

menzó durante su época de juventud. “Hoy, que en ocasión solemne vuelvo a San Feli-pe, en donde transcurrió mi adolescencia y escuché los tímido aleteos de la poesía, son tantos los recuerdos que se agolpan en la mente y tantas las sombras queridas que parecieran regresar del pasado, que en mi confusión no acierto a conciliar los vi-vos sentimientos de júbilo con las hondas añoranzas dolorosas”, expresó en ese documento. En su relato, recuerda, además, cuando fue conde-corado como “Poeta Lau-reado en los Cuartos Juegos Florales de 1934”. Además de pasar su ju-ventud en San Felipe, en la mitad de su vida retornó a la ciudad, cuando decidió do-nar sus libros en vida y así crear una fundación a cargo del municipio sanfelipeño. “¡Los libros! ¡Única ri-queza que logré atesorar!

En las plácidas tardes de otoño y en las inclemen-tes del invierno, al recorrer las láminas y textos de los diccionarios de artes plás-ticas buscando un dato, o detenerme embelesado en ese mundo mágico de las Enciclopedias, repletas de ilustraciones y mapas, ima-ginábame que unos y otras me sonreían advirtiendo mi cansancio y que despren-díanse del marco de sus pá-ginas para entregarme, con sus lecciones cautivantes, la gracias estética de sus líneas y colores”, expresó en el tex-to donde hereda su colec-ción a la Ciudad Tres Veces Heroica. Y prosiguió: “Señores: en el propósito de que este acervo bibliográfico se con-serve íntegramente después de mis días y no vaya a la fosa común de los remates indecorosos, resolví donar a Ilustre Municipalidad de San Felipe mi biblioteca y una galería de cuadros, para

que sean administradas por su Casa de la Cultura. Esta donación, ya firmada ante Notario, la efectúo en me-moria de mi fallecido her-mano René, historiador y crítico de arte, y de mi que-rida hermana Atala”. Hermelo Arabena Wi-lliams falleció el año 2001 en esta ciudad y su cuerpo fue trasladado a Santiago.

VALOR PATRIMONIAL DE LA BIBLIOTECA

A juicio de los expertos, la biblioteca de Hermelo Arabena Williams tiene un alto valor patrimonial, de-bido a que muchos ejempla-res de esta colección fueron primeras ediciones, o bien, nunca más fueron editados. A ello se suma el tipo de empastado que Arabena hacía poner a sus ejempla-res, entre los cuales existen trabajos bastante especiali-zados. Luz Gatica Guzmán, gestora cultural de San Fe-

lipe, rescata lo anterior, se-ñalando que “las bibliotecas son patrimonio desde dis-tintas perspectivas”. “La biblioteca de los her-manos Arabena Williams es importante, en primer lu-gar, por la antigüedad de lo escrito, el contenido. En se-gundo lugar, es importante por el formato de los libros, por su empastado, por el tipo de letra, porque nunca más se editaron. Desde el punto de vista patrimonial, tiene diversas interpretacio-nes, que es una cosa que en San Felipe no se ha trabaja-do y debería haber una pro-fundización en eso”, explicó Luz Gatica, conocedora en detalle de esta colección. Pero la idea del escritor no era –como él mismo de-cía- que aquello que cons-truyó durante tantos años de pasión por los libros se quedara enterrado, sin ser apreciado, visto y usado. Mal que mal, él deseaba que ese vicio envolvente de las letras sobre el papel se contagiara. Por ello, el material está ahí, para acceder a él, con el cuidado que demanda saber que se está frente a objetos únicos. Verónica Miranda Val-divia, encargada del Museo de Historia y Arqueología de Aconcagua, hizo un lla-mado a los jóvenes para que se acerquen a conocer este patrimonio. “Toda la biblioteca se expone diariamente en la sede de la Sociedad, ubicada en Freire Número 12, casi llegando a la alameda Yun-gay”, dijo la encargada.

El patrimonio de Hermelo Arabena Williams: un mundohecho de libros que hoy cuida la Sociedad de Historia

El escritor donó sus colecciones perso-nales y su biblioteca, que tiene 2 mil 540 ejemplares, al municipio sanfelipe-ño, que entregó un comodato por cinco años a la Sociedad de Historia y Ar-queología de San Felipe, para que los deje a disposición del público

Poesía:

- Hora del Angelus (1940)- Piedra y Luz de España (1965)- Romance del Niño Dios (1969)- Romances de Calles Vie-jas (1975)- Ceniza y Cielo (1979)

Novela:

- Aconcagua Arriba (1969)- El príncipe negro (1981); Premio Pen Club de Chile- Tulipanes Negros (1983)

Tradiciones:

-Glosas sobre San Felipe El Real (1935)- Entre Espadas y Bas-quiñas (1946); Premio Ilustre Municipalidad de Santiago- Blasones, Duendes y Da-millas (1953)- Recuerdos de Mi Padre (1978)

Ensayos:

-Don Enrique Nercasseau y Morán, primer filósofo e hispanista chileno (1950)- Influencias hispánicas en los poetas festivos chi-lenos (1954)- Andrés Bello, poeta y crí-tico literario (1982)- Revista Chilena de Histo-ria y Geografía, Vol. 150- Ensayos de Exégesis Literaria (escritores chi-lenos e hispanoamerica-nos)

Obras publicadas por Hermelo Arabena Williams

Más de 2 mil 500 libros tiene la biblioteca que Hermelo Arabena Williams donó a la ciudad de San Felipe.

Variados objetos personales del escritor son expuestos en la So-ciedad de Historia y Arqueología.

Hermelo Arabena Wi-lliams, junto a su amigo historiador, -también fallecido- Carlos Ruiz Zaldívar.

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11EL OBSERVADOR Viernes 3 de agosto de 2012 Especial Aniversario de San Felipe -

Cuando el director de la Escuela Agrícola de San Felipe, Carlos Dasso Dote, inicia la tarea de hablar so-bre la historia del estableci-miento, se entusiasma. Dis-fruta. Está orgulloso. Describe, como si estu-viera disertando para una prueba final, que “la histo-ria de la escuela se remonta a los inicios del siglo pasado cuando Chile estaba prác-ticamente saliendo de la Guerra del Pacífico y de la Guerra Civil del 91, lo que provocó una gran inestabi-lidad en todo el país”. “Ahí se vio la necesidad de preparar cada día mejor a las personas que vivían en el campo y, por eso, el Go-bierno, buscando proteger a los jóvenes de esa época e incentivarlos a que -ya en ese tiempo- permaneciesen viviendo en el campo -algo que hoy es un problema más grave todavía- se ha-bilitaron algunas escuelas a lo largo de todo el país y la primera que se construyó y funcionó fue ésta: la Escue-la Agrícola de San Felipe”, cuenta el director. Por eso -argumenta- tie-

Más de 5 mil alumnos han egresado del

establecimien-to sanfelipeño

con el título de Técnico Agríco-

la. Este año, la entidad abrió la oferta educacio-nal impartiendo

Alimentación Colectiva o Gas-tronomía, como

una muestra que su presencia en la ciudad está

en permanente crecimiento

ne tanta importancia desde el punto de vista patrimo-nial, “porque es la escuela agrícola más antigua de nuestra patria, que perma-nece aquí, en el mismo lu-gar donde toda la vida ha estado”. Su existencia se empe-zó a concretar el año 1923, cuando las autoridades de la época, en conjunto con empresarios y autoridades agrícolas de Aconcagua, se dieron cuenta de la impor-tancia que revestía la insta-lación de un establecimien-to de estas características, para una zona que vivía de las actividades de la tierra. Para tales efectos, se compró la propiedad en la cual hoy se encuentra la ci-tada escuela, terrenos que pertenecían a la familia Tri-velli y que incluían -dentro de la superficie de casi 50 hectáreas- una gran casa de arquitectura colonial y va-rias dependencias propias de la época. Dicha escuela está ubi-cada en calle Tocornal, sa-liendo hacia el oriente des-de la calle Yungay de San Felipe.

Por antecedentes foto-gráficos de ex funcionarios y ex alumnos, se registra di-cha escuela con una entrada colonial, amplias dependen-cias, iluminados corredores y un segundo piso, con un amplio balcón; un techo de tejas bermellón, resaltando sobre la blanca pulcritud de sus murallas. Tres arcos flanquean la entrada con grandes escu-dos que distinguen la casta y el honor familiar. En este lugar nació a la vida institucional la Escuela Agrícola, formalmente, el 9 de abril de 1924, quedando bajo la dependencia del Mi-nisterio de Agricultura.

PRIMERA EN CHILE, SÉPTIMA EN EL MUNDO

Cuando comenzó a fun-cionar el establecimiento, los alumnos ingresaban con su Sexto Año de Preparato-ria rendido y, luego de tres años de estudio, recibían el Título de Prácticas Agríco-las. Este sistema se mantu-vo por 36 años, durante los cuales obtuvieron su título casi 600 jóvenes, entre com-patriotas y extranjeros, que llegaban a la comuna desde distintos lugares de Chile y el mundo. Por Decreto Nº422, el 14 de abril de 1959, del Mi-nisterio de Tierras y Co-lonización, la Escuela fue traspasada al Ministerio de Educación y se le concedió la categoría de “Escuela Agrícola Superior de San Fe-lipe”, institución que tenía la misión de formar técnicos agrícolas, siendo la primera de su tipo en Chile, segunda en Sudamérica y séptima en el mundo. Como Escuela Agríco-

la Superior, recibía alum-nos con Sexto Año de Hu-manidades rendido y con Quinto Año de Formación Agrícola. La carrera dura-ba dos y tres años: dos para los alumnos con formación agrícola y tres para los que ingresaban con Sexto de Humanidades. Después de realizar una práctica de 9 meses y ren-dir un Examen de Grado en diferentes asignaturas, los alumnos recibían su título. Con la Reforma Educa-cional de 1968, la Escuela sufrió un nuevo cambio: como Establecimiento de Enseñanza Media, recibía alumnos con Octavo Año de Enseñanza Básica, los cuales después de cuatro años de estudio y seis me-ses de práctica profesional, obtenían su título de “Téc-nico Agrícola con Mención en Fruticultura”. El paso del tiempo y el espíritu empresarial se proyecta en las necesidades del tiempo y fue así como, el 10 de marzo de 1978, el Ministerio de Educación, poniendo en práctica nue-vas políticas educacionales, firmó un convenio con la Corporación Educacional de la Sociedad Nacional de Agricultura (CODESSER) para su administración, sis-tema que comenzó a operar como plan piloto, hasta que se traspasó totalmente la labor de la Escuela Agríco-la de San Felipe a la citada Corporación el 1 de marzo de 1982. Los cambios de hoy en la Educación también han exi-gido nuevas adaptaciones del establecimiento, que, in-cluso, se han actualizado a las nuevas necesidades del mercado laboral de la pro-ducción de la tierra y la ali-

mentación. “Hoy nos enfrentamos a nuevos desafíos y por eso nuestra Escuela ha abierto una nueva especialidad. Hemos buscado crear cosas nuevas, que satisfagan las necesidades de los jóvenes y que también satisfagan especialmente las necesida-des del mundo del trabajo, por eso hoy nos estamos abriendo a la especialidad de Alimentación Colectiva o Gastronomía, que esta-mos recién partiendo este año. Puede que el enfoque sea distinto, pero los jóve-nes son iguales, por lo que demandan cosas iguales, pues tiene las mismas ne-cesidades”, expone el direc-tor. El establecimiento fun-ciona bajo las orientacio-nes del Concejo Regional Empresarial de la Escuela Agrícola de San Felipe, que es presidido por el conocido y destacado empresario de la zona, Fernando Vargas Jara, ingeniero agrónomo, quien junto a otros actores relevantes del mundo agrí-cola de la zona colaboran diaria y desinteresadamen-te para que el recinto edu-cacional evolucione.

“FORMAMOS PERSONAS”

Para el director del es-tablecimiento, el que la es-cuela haya contado con un internado, otorga una res-ponsabilidad mucho más amplia con los alumnos, de-bido a que, hasta hace unos años atrás, algunos pasaban casi todo el año como pupi-los, debido a lo problemático que era trasladarse de un lu-gar a otro. “En años pretéritos, cuando no había los medios de comunicación que hay hoy en día, les costaba mu-cho a los jóvenes trasladar-se, por lo que permanecían acá todo el año, viajaban a su casa una vez, dependien-do de la distancia, o quizá lo podían hacer dos veces al año”, explica Carlos Dasso. Tener tanto tiempo a los jóvenes en las dependencias de la escuela, para el direc-tor significaba que, más que preocuparse de entregar los contenidos académicos para formar buenos profesiona-les, se debían formar buenas personas. “Como en todas las es-cuelas, nos preocupamos

En San Felipe vive la Escuela Agrícola más antigua de Chile

Los alumnos tienen la garantía de practicar sus clases teóricas en los mismos predios de la escuela.

La gran casona que acogió en sus inicios la Escuela Agrícola de San Felipe.

250 alumnos: la mitad mujeres La escuela, que históricamente fue para varones, tuvo que enfrentar un nuevo desafío cuando se decidió por el ingreso de mujeres. “Los empresarios que forman parte del directorio de la escuela, vieron que cada día las mujeres asumían roles más importantes en el campo e hicieron los estudios para recibir señoritas en nuestra escuela. Ya llevamos como 12 años que estamos trabajando con señoritas, lo que nos obligó a mo-dificar mucho la infraestructura, la construcción de baños e internado para damas, pero el trabajo de aprendizaje de ellas es igual que el de los varones”, narra Carlos Dasso. Según el director, las mujeres han sabido integrarse muy bien a la vida de internas y del campo, con lo que han ido ganando espacios también el interior del establecimiento. Ade-más, se responde a una situación actual, donde la presencia laboral de mujeres en el campo es clave en el desarrollo de la industria agroalimentaria. En la actualidad, hay 250 alumnos aproximadamente en la escuela, alcanzando las mujeres casi el 50% de las matrículas.

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de los aspectos técnicos, de los aspectos cognitivos, pero además nos preocupa-mos de formar principios y valores en los niños, de tal manera que en su es-cuela puedan ver buenos ejemplos, y que tengan la oportunidad de practi-car esos ejemplos, como la honradez, respeto, amor, responsabilidad, iniciativa, que son valores transver-sales que atraviesan todo el quehacer de la sociedad y eso hoy cobra más impor-

tancia que nunca”, comenta el director.

PRÁCTICAS ESTIVALES

Tener a los alumnos du-rante todo el año debido a que venían de todo el país para recibirse con el títu-lo de Técnico Agrícola, fue fundamental para que los docentes se dieran cuen-ta que había procesos que sólo se daban en verano –en épocas de cosecha de fruta de exportación- y que era

importante que los jóvenes conocieran para su futuro laboral. De esta manera, na-cieron las prácticas estiva-les.

“En el verano ocurren procesos que no ocurren en otras épocas del año y la única forma de que los niños adquieran experien-cia es que la vivan. Yo no puedo cosechar en julio ni embalar fruta en julio, hay que hacerlo en enero y fe-brero, por eso los niños ro-tativamente van teniendo

prácticas durante el vera-no, que son actividades de aprendizaje, que son súper lúdicas, relajadas, de tal manera que el niño pueda cada día irle tomando más cariño y amor a las activi-dades del campo”, puntua-liza Dasso.

Y no se trata de experi-mentaciones sin resultados concretos: todos los pro-ductos que se obtienen del aprendizaje de los alumnos, es vendido.

En los últimos meses, se ha planteado la discusión en torno a la posibilidad de utili-zar parten de los terrenos que pertenecen a la Escuela para edificar un nuevo estadio para San Felipe. No pasó mucho tiempo y surgió un grupo en Facebook, llamado “No a la construcción del estadio en la Escuela

Agrícola”, que a la fecha suma 3 mil 801 miembros. He aquí algunos testimonios de sus alumnos:

José Vargas Herrera: “La Escuela Agrícola existe y está viva por cada uno de sus alumnos, ex alumnos y funcionarios para quienes no sólo es una escuela, sino un hogar, el alma que transforma niños y niñas en hombres y mujeres de bien, ‘agricolanos’ de corazón. No cualquier escuela (por no decir ninguna), tiene un complemento histórico, cívico y educacional como nuestra querida escuela”.

Lissette Arancibia Marambio : “La Escuela Agrícola San Felipe es y será un ejemplo para muchos centros educacio-nales; en esta escuela no son sólo asignaturas las que se imparten, sino también valores para crear grandes personas y trabajadores para un país que no valora sus raíces ni legados culturales. La Escuela Agrícola es la escuela más antigua del país; fue la primera en formar profesionales en algo que es el sustento de Chile”.

Myriam López Carmona: “Todo mi apoyo a una de las me-jores escuelas agrícolas del país, donde conocí a las mejores personas: mis profesores, mis amigos y mi actual pareja. Cre-cí como persona y profesionalmente en esa escuela”.

Aquiles Valle Valle: “Yo ingresé el año 1996, siendo un niño; y egresé el 2000, siendo un hombre íntegro y con un título. Soy segunda generación de mi familia que estudia en este prestigioso y gratuito centro educacional, por lo que pue-do decir que la escuela es mi casa y todos los ‘agricolanos’, sin importar el año que estuvieron, son mi familia. Creo que la construcción de un estadio va en desmedro de la calidad de la educación, dado que para practicar se deben transportar a otro lado, por lo que se perdería tiempo, en cambio en estos momentos si un docente está en clases y de un momento a otro desea ir a mostrar en terreno lo que está pasando en teoría, lo pueden realizar hay mismo. Fuerza”.

“No a la construcción del estadio en la Escuela Agrícola”

Los jardines de la escuela son manteni-dos por alumnos y profesores.

Un alumno de la escuela, practicando la fertilización de fru-tales.

Los jóvenes también aprenden sobre el manejo de ma-quinarias agrícolas.

Este año se abrió la carrera de Alimentación Co-lectiva o Gastronomía. En sus primeras clases los alumnos aprendieron sobre el comedor, cómo poner, decorar y también atender una mesa.

En San Felipe vive la Escuela Agrícola Viene de página 11

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13EL OBSERVADOR Viernes 3 de agosto de 2012 Especial Aniversario de San Felipe -

Que en la esquina de la calle Combate de Las Coi-mas con Prat se encontraba el negocio La Reina,

que cómo era la antigua Hostería San Felipe, o las jornadas de juego de los Donaldi s; las vivencias en el Bar Il Dome-nico; u otras remembranzas de quienes conformaban la ju-ventud de San Felipe en décadas pasadas, son parte de los melancólicos recuerdos que se pueden capturar por medio de un espacio en las redes sociales creado para que esas remembranzas queden congeladas en imágenes y textos. El Emporio-Cristalería “Almirante Latorre” y la Fuen-te de Soda “Gianella”, que estaban al lado de la Catedral, además de otros tantos lugares y personajes, son algunos de los recuerdos que se pueden rescatar de los más de 3 mil 200 miembros que tiene el grupo de Facebook llamado “Sabes que eres de San Felipe si…”, que ha calado hondo en los recuerdos de muchos coterráneos. Para aquellos que aún no visitan el sitio, presentamos algunas de las imágenes que los miembros han rescatado de la Tres Veces Heroica Ciudad. Quizás se motive a apor-tar en la web o, simplemente, bote alguna lágrima de ale-gría por haber vivido en estas tierras tantas experiencias lindas, que no se borrarán tan fácilmente.

“Rosa Sepúlveda era original de Curimón. Se tras-ladó a los 18 años al Almendral y allí se casó con Ce-lerino Reinoso Vera, trabajador del fundo La Troya. Tuvo dos hijos, Ciriaco y Rubén Reinoso Sepúlveda. El verano de 1887 los cuatro enfermaron de tifus. La enfermedad cobró la vida los tres hombres de la casa y el destino quiso que la señora Rosa sobreviviera para convertirse a los 29 años en la conductora de uno de los tres “carros de sangre”. Ella era la cochera del “Riel número 2” el único coche que llegaba al Almendral. Pero doña Rosa no podía olvidar el dolor de haber perdido a su familia y en 1892 se fue a vivir a Santiago, donde trabajó en el mismo oficio en el trayecto Mapo-cho - Plaza Italia. Con la llegada de la electricidad y su amplio oficio adquirido, la Compañía Philips la enroló para condu-cir uno de los coches eléctricos que corrían entre la Estación Central y la Plaza de Armas de Santiago. Un accidente sufrido en 1906 no le permitió seguir condu-ciendo y, a partir de sus 48 años, trabajó como “arma-dora” de coches para la misma compañía. Quince años después, el 7 de diciembre de 1921, la Compañía Chile-na de Electricidad la retrató para otorgarle el carné de “Armadora N°415” y permitirnos a nosotros, los aman-tes de nuestra historia, conocer el rostro de una sanfeli-peña que dejó huellas en nuestro pasado patrimonial”.

La melancolía por los años mozos de San Felipe capturada por una comunidad de Internet

Amantes de la ciudad crearon un gru-po de Facebook, por medio del cual pretenden conservar las imágenes de antaño y dejar un registro de la histo-ria sanfelipeña a través de la red social

La cochera del “Riel número 2”Subida por Pedro Muñoz

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Esta foto más contemporánea data del año 2007, cuando hubo nevadas en San Felipe. La imagen la compartió Juan Francisco Astorga.

Patricio Vásquez Salinas subió esta foto del antiguo Palacio de Quilpué, del que hoy sólo hay ruinas.

El Programa Oficial de la Tercera Fiesta de la Vendimia que se realizó en el Parque y Palacio Quilpué del 23 al 27 de marzo de 1977. Ese año el evento estuvo animado por Javier Miranda y se pre-sentaron artistas como Arturo Gatica, Los de Ramón, Don Francisco y Mando-lino, Willy Bascu-ñan, Coco Legrand, el conjunto Malibú y el humorista Manolo González. Este vestigio de la historia sanfeli-peña también fue subido por Patricio Vásquez Salinas.

George Claussen Rojas nos regala esta foto de la antigua pileta que coronaba la Plaza de Armas, antes de su remodelación.

Patricio Vásquez Salinas muestra esta foto, donde se aprecia el cáñamo que se sembraba abiertamente en la década de los 60 y 70 en la zona. Éste se apilaba y formaban rucas, como la gente le decía a lo que se veía cuando se mira-ban las plantaciones, especialmente en el sector de Pío Río. El cáñamo era vendido a la Fábrica Duncan Fox, que se encontraba en calle Hopfenblatt.

Enrique Contreras Vergara comparte una verdadera reliquia familia. Los documen-tos de identidad de su abuelo y bisabuelo. Éste último, según consta en la cédula, habría participado en la Guerra del Pacífico.

La melancolía por los años mozos... Viene de página 13

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José Luis Navarro comparte esta imagen de la ex Estación de Ferrocarriles. Hoy no quedan vestigios de lo que fue un gran centro social en las décadas pasadas.

Según comentan los miembros del grupo, esta casa que aún se encuentra en la Hacienda de Quilpué, habría sido la cochera del palacete de la familia Lyon. La imagen es de Patricio Vásquez Salinas.

Así lucía el barrio estación, cuando esa era una zona próspera en la comuna. Hoy, corresponde a la intersección de calles Riquelme y Las Heras.

Según los miembros del grupo, las personas en estas imágenes fueron los primeros escoberos y hojalateros, de la Fábrica Pentzke. La imagen también es de la colección familiar de Genaro Andrés.

La antigua Iglesia de la Merced, de la cual sólo se conserva el campanario en la inter-sección de las calles Toro Mazote con Merced. La foto la compartió Genaro Andrés.

Marcia Toro Campos subió esta foto, explicando que las personas ahí retratadas serían algunos tra-bajadores y gerentes de la Fábrica de Conservas Aconcagua, en el año 1956.

Esta imagen muestra San Felipe nevado el año 1984. La toma es desde El Almendral, hacia el centro. La subió Gonzalo Astudillo.

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Saluda a

nuestra ciudad

San Felipe en su

aniversario Nº272

16 Viernes 3 de agosto de 2012 EL OBSERVADOR

Con más de 200 actividades se está celebrando el aniversario 272 de la ciu-dad de San Felipe. El programa comenzó a desarrollarse el jueves 26 de julio, con la inauguración de la ampliación del Li-ceo Bicentenario Cordillera y contempla una serie de eventos que llegarán a su término el 31 de agosto, con la Premia-ción del Festival Talento Sanfelipeño, a las 22 horas, en el Pub Mediterráneo. Para hoy viernes, día del aniversario de la comuna, se espera que las activida-des comiencen con la comuna comple-tamente embanderada y con el saludo del alcalde de San Felipe, Jaime Amar Amar, a los sanfelipeños, a través de ra-dios locales, a las 8 de la mañana. A esa misma hora, se espera el sa-ludo del Orfeón Municipal en el frontis del edificio consistorial. A las 8:15 de la mañana, el Club de Cueca Tierra Querida presentará un es-quinazo para los funcionarios munici-pales y al alcalde Amar, en el Salón de Honor de la Municipalidad.

A las 8:30 horas, la Banda Comunal Escolar llegará hasta el frontis del mu-nicipio para presentar sus saludos. Los saludos protocolares se harán a partir de las 9 de la mañana en el Sa-lón de Honor del municipio, para que, luego, las autoridades se trasladen a la Catedral de San Felipe. En el templo más importante de la Iglesia Católica de Aconcagua, a contar de las 10 de la mañana, se efectuará el tradicional Te-deum. A las 11 horas comenzará el Acto Cí-vico Militar, en la Plaza Cívica de la co-muna, donde las autoridades recibirán los Honores de un Destacamento del Re-gimiento Reforzado Nº 3 Yungay y don-de desfilarán las Fuerzas Armadas, las entidades educacionales de la comuna y las instituciones. Las actividades de este día culmi-narán a las 19 horas, en el Gimnasio del Liceo Roberto Humeres, con la presenta-ción de Germán Casas y Leandro Martí-nez con sus respectivas bandas.

Más de 200 actividades hay para celebrar el aniversario 272El acto oficial de celebración se llevará a cabo hoy viernes, a partir de las 11 de la mañana, en la Plaza Cívica de San Felipe, aunque las actividades protocolares comenzarán a las 8 de la mañana