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2013
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1- independiente
2- de tu música
3- jackson pollac
4- maluko
5- el rey de cadorna
6- una impresentable
7- un jaguareté
8- y roberto que juega a ser un rabioso
9- maría juega a ser un avión
10- por ello no
11- todo es gratis
12- tarantino por natureza
13- un vestido
14- tam tam
15- el surf
16- mariátegui y los siete
17- de siempre
18- terca obsesión
19- de castelar
20- la leona o el bajón
21- la cucha
22- un sdm
23- las impresentables y el sol
24- se subastan en tiflís
zal
kalimba en 1, 6, 10, 23 y 24
guitarra en 2, 8, 17, 19, 21,
22, 24
chapman stick en 4, 5, 9, 11,
20, 24
voz en 2, 4, 5, 11, 16, 19, 22,
24
coros en 9 y 24
guitarra hawaiana en 13, 14,
15, 16 y 24
yulia aprelskaya
voz y piano en 3, 7, 14 y 24
sammie kosonen
guitarra en 4 y 24
jan pethman
batería en 4 y 24
marion leriche
voz en 5 y 24
von yul
batería y percusión en 5, 20 y
24
henry bianco
trompeta en 6, 18 y 24
lio funk
voz y guitarras en 9 y 24
giulia tarquina
voz y coros en 9 y 24
giorgina marineri
voz y coros en 9 y 24
gabi oviedo
batería en 11 y 24
anastasiya novikova
coros en 11 y 24
thierry haclin
guitarra hawaiana en 12 y 24
andrés ruiz
teclados en 14 y 24
ro bueh
garrahand en 16 y 24
nicolás schocron
batería en 16 y 24
german tuñón
teclados en 18 y 24
letras: zal excepto en “de tu música” (inga luchiani), “maría juega a ser un avión” (tobogán andaluz) y “tam
tam” (yulia aprelskaya). “terca obsesión” pertenece a germán tuñón. En cuanto a las similitudes entre algunas
expresiones en sdm y una canción de aeroblues, queda a la voluntad del carpo cualquier revancha y la coincidencia entre
“lo que a mi me gusta a vos te asusta” y algo parecido que canta kevin johansen en daisy, se halla sujeto a las
complicidades entre los escuchas y las consecuencias del azar inconsciente más que al choreo, esperamos entonces que sin
ninguna forma de rencor podamos todos seguir creciendo con amor. fotos de las tapas y de la luna: anastasiya
novikova. fotos en el tren: andrés herrera. la foto aquí detrás elizabeth cardenas. foto al final: eva demente.
modelos: ar dah e ivana vi. todo grabado en un m audio excepto maluko en publivox studios, helsinki por
sammie kosonen.
maluko
sabes
creo que toda nación es nazi
sabes
creo que todo niño es un dios
sabes
creo que tu peor demonio vive en vos
sabes hoy me quiero ir adonde me quieras llevar,
quiero abandonarme en vos
sigo a quien quiero dejar ir y algo no esta en su
lugar, quiero abandonarme en vos
si no es ahora no existe así que no me mientas,
estaré esperándote
sigo a quien quiero dejar ir
y algo no esta en su lugar
quiero abandonarme en vos
libre liviano indivisible nada te va a parar
todo es gratis
todo gratis
es lo que mas me gusta
fuera de vos y el mercado
fuera de las rupias y los morlacos
sin más gesto que otra cosa
todo gratis así sea por una canción
un poquito mas tal vez
entrare de un momento a otro en acción
todo gratis
no hay palabras para regalar unas rosas
la libertad no pide permiso ni tampoco otras cosas
tenso, tenso, en sus arranques de milico
paranoico y siniestro en su figura ocasional
todo gratis
tenso, tenso, listo para disparar
se llevará las flores sin pagar
lo reclama la justicia un día mas
te sigo persiguiendo que más da
yo estoy siempre donde no querés llegar
soy los acertijos de tu tan lejana edad, todo gratis.
mariátegui y los siete
mariátegui y los siete
se sentaron a conversar
tras una ronda de mates
el mundo puede cambiar
hablaron de muchas cosas
hablaron de la verdad
dijeron tantos proyectos
todo quedo en hablar
mariátegui y los siete
salen a conversar
hablan toda la noche
nadie puede callar
mariátegui y los siete
hablaron de muchas cosas
nadie los va a callar
cambian el mundo entero
es la piedra filosofal
de castelar
seremos como hojas agitadas
volviendo eternos hasta esos instantes
sin embargo vive cauto
si te descuidas ocurre y caerás
Hoy voy a hablar de las impresentables. De quien tanto me cuesta hacer una definición simple. Poco por mi incapacidad
literaria otro tanto por mi incomprensión en la materia. Así es como me refiero también a “las ellas” por equivalentes
motivos, no sé que debería decir puntualmente de ninguna y sin embargo “las ellas” les queda tan bien a todas juntas. Creo
que es todo lo que tengo para decir. Y además yo soy muy diferente al rey de Cadorna.
El Honorable Rey de la BELGICA. S.R.L
Un perfecto desastre, imaginas el juicio que harán tus amigos aunque no te lo digan. Mejor ser un vago profesional.
El Grecopolaco
¡Un disco patafísico!
El Búho
Impresentables porque se odian entre si y mejor que no se crucen, comparten algo que pasa en el imaginario bondi y que de
alguna manera nunca tiene porque convivir. Podríamos decir que se intuyen y huelen sin saberse con exactitud.
Rulo
Vos en el medio. Venís de ver a una y te morís de ganas de contarle a la otra pero no te conviene, pero te gustaría igual,
puro morbo o algo parecido. También te gusta que sospeche y que te pregunte y que tengas que inventar algo y por dentro
te reis tanto y “si me vieran los pibes” y se te dibuja una sonrisa de pensar que ya lo charlarán y en las caras que van a
poner y que deleite seria y birra de por medio y mate con bizcochitos o lo que sea…
Lalo el bacán
Del arroz tienes la suerte:
Presentando lo impresentable en cierto modo se revierte el maleficio, se trasciende la barrera
de los escondites o de cualquier coartada quizás. Se desnuda frente a la sorpresa de todas las convenciones y se gimen las
verdades con la sinceridad del parto.
(nota del editor)
Esa mañana ella había escuchado Tumba de Borracho y antes de que él pasara su
primer semáforo en rojo en ese día o el primer semáforo rojo del día o el primer
semáforo EN rojo de ESE día, ella estaba olvidándolo por vez número setecientos
dieciocho en lo que va de la última semana. Eso es mucho. Entonces el abrió la puerta
de su habitación favorita, encendió la lámpara de pie y se escondió detrás de la misma
para crear una silueta resplandeciente de tanto amor, por supuesto que eso fue
mucho antes de empezar a preparar la sémola para esa noche, sin saber cómo pero
con toda la sabiduría del hambre.
Así…
Desplazado por el hiperrealismo de un plato de sémola. “Si tan solo pudiera
aparecerme como la pantera en la hora en que los gatos andan libres por esta ciudad”.
“Estoy agotado” se dijo, no hace falta dormir “mejor escribí este relato” le dijeron.
Uno de esos finales después de muchas o muchos cortometrajes en la mira, de esos
que nunca terminarían de verse y mirar los dedos mientras escriben, mirar los dedos
sin equivocarse, por observación, por mirón, mirar a dos hacer el amor, por algo que
no valdría la pena decir. Mirar tanto que sea demás y después que lo que esta demás
sea lo que ocurre, la intromisión en la escena misma del crimen, el abecé de toda
doctrina, de toda liberación, sin saber el orden sin saber sobre la meditación o la
premeditación, sin saber un carajo. El proyecto anticipa la acción. Las trompetas que
aquí se escuchen corren por cuenta y cargo de Enrique. Pensó. Y luego prendió una
hornalla.
Cocinar así no tiene gracia. Se dijo. La sémola estará para el olvido, así que lo que no
me dio la sémola que me lo de este relato.
Ella enseñaba. Para él todo había sido patraña de otra época, lo que quedaba era
trasnocharse o ceder definitivamente al encanto de la transmigración o de la unyo
mística de Mircea.
Puso pausa, era tarde tenía que dar su clase. Un gato cruza cerquita del río, es
domingo, creo que hay unos mercados de ropa usada que explotan. La chica
encerrada pasa con la bicicleta, sin auriculares, por precaución por supuesto, pero es
una pena, podría sintonizar la radio que dirá lo del accidente en que uno de sus
amigos había recibido unos cascotes en el coco justo dos horas antes y donde no se
cuantos argentinos habían resultado heridos también. ¡Pero como es posible!, sino
fuera posible, no pudiera haber pedaleado un instante mas, solo sabiendo que aquel
amigo de tantos años, que aquella fuente tan bonita o que aquel triciclo oxidado en el
galpón de Temperley.
La chica lo sabe bien, lo que no se haga ahora no se hace más, o el paso el costado, o al
frente, o el arrepentimiento del samaritano que decide hacerse un buen pecador, un
otoño sabroso. Pero la chica encerrada pasa su rato mirando un punto fijo, como
confiando en que la pared se abrirá de un momento a otro. El quiere escribir con una
tecla menos pero son dos o mil pero también existe hacer música con las teclas del
teclado, que esta fuera de sí, la carrera contra el cerebro de la chica, o contra el alma
de los dos, o el alma de todos, o los desalmados de siempre que dictan la que nunca
interpretará máquina alguna de todos modos, al final es una gran reproducción en
manos de una u otra máquina (una de esas máquinas con manos) primero la de
escribir y segundo la de hacer caca. Tercero, la improvisación desnuda.
del arroz tienes la suerte (3/7/1966)