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MAESTRÍA EN POLÍTICAS SOCIALES, DERECHOS DE LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA Tesis presentada para optar al grado académico de Master en Políticas Sociales, Derechos de la Niñez y Adolescencia Análisis de las representaciones sociales sobre el castigo físico y humillante que poseen los padres, madres, tutores, así como de niñas y niños en el Sector 1 del barrio Jorge Dimitrov Autora: Lic. Jennyfer Mayabel Medina Blanco Tutores: Msc. Sara María López Bonilla Msc. Milton Flores Chavarría Managua, Nicaragua Septiembre, 2017

Análisis de las representaciones sociales sobre el …repositorio.uca.edu.ni/4799/1/UCANI5171.pdfrepresentaciones sociales sobre el castigo físico y humillante que poseen los padres,

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MAESTRÍA EN

POLÍTICAS SOCIALES, DERECHOS DE LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA

Tesis presentada para optar al grado académico de

Master en Políticas Sociales, Derechos de la Niñez y Adolescencia

Análisis de las representaciones sociales sobre el castigo físico y

humillante que poseen los padres, madres, tutores, así como de

niñas y niños en el Sector 1 del barrio Jorge Dimitrov

Autora:

Lic. Jennyfer Mayabel Medina Blanco

Tutores:

Msc. Sara María López Bonilla

Msc. Milton Flores Chavarría

Managua, Nicaragua

Septiembre, 2017

Dedicatorias

A mi Padre Celestial, por darme las fuerzas para continuar y no morir en el intento.

A Clarisse, Scarlett y Diego, por ser mi inspiración.

Agradecimientos

Agradezco profundamente el apoyo de mi padre, madre, hermano, hermana, Manuel y

Arlen, a lo largo de esta jornada su cariño me fortaleció.

De manera muy especial, agradezco a Ana Cecilia, Maribel y Zayda, su compañerismo,

solidaridad y verdadera amistad me motivaron de muchas maneras.

A Mirna Quiroz siempre tendré presente por su consejo clave en el momento oportuno, ese

consejo me permitió visualizar la importancia de continuar con esta meta.

Como olvidar a cada maestro y maestra que fomentaron en mí el deseo de aprender y de

crecer, a ellos y ellas mis más sinceras gracias.

A mis tutores: Milton y Sara, quienes con cada observación, comentario, corrección me

proporcionaron las herramientas necesarias para expandir mi visión.

De corazón agradezco a Marjourie Duarte con su actitud jovial, dispuesta y entusiasta junto

con Jefferson García, Mery Zavala y Rodolfo Cerros, quienes estuvieron conmigo en la

aplicación de la Escala Likert.

Al Lic. José Justo Contreras Director del Centro Preventivo Divino Niño, quien no dudó en

apoyarme para la realización de esta investigación al igual que los padres, las madres y

tutores que participaron, así como las niñas y niños, a todos y todas, muchas gracias.

INDICE

INTRODUCCION…………………………………………………………………….…………….1

1.1. ANTECEDENTES……………………………………………………………………………..4

1.2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA………………………………………………………7

1.3. OBJETIVOS….……………………….……………………………………………………......12

1.4. JUSTIFICACIÓN……………………….………………………………...................................13

2. REFERENTES TEÓRICOS Y CONCEPTUALES….…………………………………………..15

Teoría Ecológica...…………………………………………………………………………………..15

Representaciones Sociales……..………………………………………………………………........17

Prácticas de crianza……...……………………………………………………………………........ 19

Niño y niñas………………………....................................................................................................23

Violencia…………………….………………………………………………………………………25

Castigo físico y humillante…………………………………………………………………….........28

Marco Jurídico y Normativo ……………………………………………………………………….34

3. DISEÑO METODOLÓGICO…………………………………………………………………....40

4. CAPÍTULO DE RESULTADOS………………………………………………………………...53

Representaciones sociales sobre el castigo físico y humillante……………………………………..53

Prácticas de crianza…...…………………………………………………………………………….67

Efectos del castigo físico y humillante…..…………………………………………………….........73

5. CONCLUSIONES…………………………………………………………………………….....82

6. RECOMENDACIONES…………………………………………………………………………85

LISTA DE REFERENCIAS………………………………………………………………………..87

ANEXOS

1

1. Introducción

La presente tesis se enmarca en la línea de investigación sobre Protección Especial,

vinculada a la violencia hacia las niñas y niños como uno de los principales problemas que

enfrentan, por esta razón; la orientación de esta investigación se basa en el análisis de las

representaciones sociales sobre el castigo físico y humillante que poseen los padres,

madres, tutores, así como de niñas y niños en el Sector 1 del barrio Jorge Dimitrov.

Las representaciones sociales se entienden como “formas de pensar y crear la realidad,

constituidas por elementos de carácter simbólico (…). “Tienen la capacidad de dotar de

sentido a la realidad” (Materán, 2008, p. 245). Por lo tanto, es importante comprender la

relación que existe entre interpretación de la realidad, los valores e ideas de la sociedad con

respecto a la actitud que poseen los padres, madres y tutores en lo concerniente al uso del

castigo físico y humillante como forma de disciplina a las niñas y niños.

El Manual “Lucha contra el castigo físico en la familia” (Save the Children, 2004) propone

como definición que el castigo físico es: “el uso de la fuerza causando dolor, pero no

heridas, con el propósito de corregir una conducta no deseable en el niño o la niña” (p. 11),

así mismo se expresa que el trato humillante a través de cualquier forma de trato ofensivo,

denigrante y que son parte del abuso verbal y psicológico, son formas erróneas de educar a

las niñas y niños pero se usan porque es el único método que los padres y madres conocen

para disciplinarles.

Para efectos de esta tesis se entenderá por niños y niñas a todos aquellos sujetos sociales y

de derechos “que no hubiesen cumplido los 13 años de edad”. (Código de la Niñez y

Adolescencia de la República de Nicaragua, 1998), quienes recorren una trayectoria de

procesos y necesidades durante este periodo de tiempo, el cual se construye en compañía de

los demás (Hidalgo, Sánchez, y Lorence, 2008), tal como la familia, la comunidad, así

como el ambiente sociocultural, los contextos económicos y políticos que pueden influir en

dicho proceso de desarrollo y por lo tanto, es necesario analizar “el sistema ecológico

entero en el cual el crecimiento ocurre” (Bronfenbrenner, 1994).

2

Por esta razón, es necesario el abordaje de los efectos del uso de castigos violentos en el

proceso de desarrollo y maduración del niño y la niña que conlleva a la alteración del

sistema inmunológico, puede provocar trastornos sociales, emocionales e inclusive

cognitivos que repercuten en conductas de riesgos y problemas sociales, el cual es un

problema de salud pública que se debe analizar porque aporta consecuencias de corto y

largo plazo en diferentes niveles y aspectos que van desde lo social a lo económico (Save

the Children, 2007).

A fin de lograr lo propuesto, la presente investigación se llevó a cabo en el Sector 1 del

barrio Jorge Dimitrov, del Distrito I de Managua entre los meses de abril a octubre 2016, el

cual tiene el estigma de ser un barrio violento. De acuerdo a un artículo publicado en la

Revista Visión Policial de la Policía Nacional en 2013 el Sr. Jorge Sandoval, uno de los

secretarios políticos del Dimitrov, refiriéndose al barrio, aseveró que los sectores

poblacionales más afectados por la violencia son los niños, niñas y mujeres. En este sentido

en el barrio persiste la violación de los derechos de los más vulnerables, el maltrato infantil

en dos de sus formas (física y psicológica), la cual tiende a enmascararse y no ser visto

como tal debido a que no existe una supervisión efectiva para el cumplimiento de las leyes.

La justificación disciplinar y teórica de este trabajo parte desde lo social, pues brinda un

acercamiento a los pensamientos, sentimientos y acciones de las personas, las cuales tienen

una influencia en el medio en el cual se desarrollan, desde una persona sobre otras, de un

grupo de personas sobre una, interacción entre grupos e inclusive entre naciones. Brinda

información acerca de una parte del fenómeno de las representaciones sociales y su

incidencia en relaciones familiares, particularmente en el tema de los castigos.

Asimismo, se realizó bajo el enfoque de derechos que tiene como objeto mejorar la

situación de los niños y niñas de manera que estos actores sociales puedan gozar de todos

sus derechos y se produzcan cambios en la sociedad nicaragüense al ser una herramienta

para futuros investigadores e inclusive instituciones del Estado para que por medio de sus

políticas públicas logren impartir una orientación detallada a padres, madres y tutores en la

protección de los niños y niñas que los lleven a un nivel de comprensión y respeto.

3

Al presente trabajo lo integran seis capítulos que abordan los siguientes aspectos:

El primer capítulo es la introducción y en ella, se plantean los antecedentes, el

planteamiento del problema, los objetivos, así como la justificación.

El segundo capítulo, comprende los referentes teóricos y conceptuales, así como el marco

jurídico- normativo. En el mismo se realiza un desarrollo teórico de todos aquellos

elementos relacionados con la problemática tales como: las representaciones sociales, el

abordaje de la Teoría Ecológica, los conceptos de niño y niña, castigo físico y humillante,

inclusive el abordaje del concepto de violencia y la relación existente entre lo que se

considera disciplina y/o maltrato.

El tercer capítulo, es el diseño metodológico utilizado durante la investigación. El método

de la investigación es cualitativo con elementos descriptivos por cuanto puede definirse

como aquella que produce datos “las propias palabras de las personas, habladas o escritas, y

la conducta observable” (Castaño y Quecedo, 2002, p. 7). De este modo, a partir de las

palabras y descripciones de los participantes se comprende la visión de su mundo.

El enfoque es fenomenológico, que de acuerdo a Salgado (2007) el centro de indagación

reside en las experiencias de los participantes (p. 73), en esta investigación la principal base

de estudio es el fenómeno de las representaciones sociales sobre el castigo físico y

humillante, cabe mencionar que el propósito de esta investigación no es generalizar, sino

realizar un acercamiento al tema de investigación.

El capítulo cuatro, es la descripción del trabajo de campo, a partir de las herramientas de

recolección de información y los datos surgidos de las mismas. Este capítulo incluye el

análisis de cada técnica y de la triangulación de la información que se obtuvo.

Finalmente en el quinto y sexto capítulo se exponen las principales conclusiones y

recomendaciones de la investigación.

4

A fin de obtener una perspectiva más amplia de cómo influyen las representaciones sociales

en los estilos de crianza que aprendieron los padres, madres y tutores ante situaciones

cotidianas relacionadas a disciplinar o corregir conductas en sus hijos e hijas hay elementos

importantes que se considerarán en esta investigación, dentro de los cuales se encuentran el

abordaje de la violencia y la importancia de la familia en la socialización.

1.1.Antecedentes

El castigo corporal y la forma de tratar a las niñas y niños como seres que requieren

supervisión no es un fenómeno totalmente nuevo. Dentro de la sociedad existen

representaciones sociales sobre la forma de educar a fin que los niños y niñas lleguen a

reproducir valores.

Aunque este fenómeno ha existido por mucho tiempo, ha habido avances en materia de

derecho los cuales tienen por objeto el garantizar protección a las niñas y niños contra toda

forma de abusos. Dichos elementos jurídicos tienen el respaldo de avances doctrinarios que

hablan sobre las consecuencias de la violencia y la forma en que ésta afecta y repercute en

la vida de las personas.

A fin de poder realizar un análisis documental de la información sobre el tema, se realizó

un estudio de la literatura encontrada como: tesis doctorales, libros y revistas científicas que

proporcionaron datos relevantes sobre la línea de investigación referida a protección

especial, violencia infantil y más específicamente en el tema de prácticas de crianza y

castigos a niños y niñas.

Serra (2007) en su investigación sobre los patrones de crianza de la niñez en Nicaragua,

expone que estudios seleccionados muestran que en Nicaragua existe una ambivalencia en

la vida familiar y estilos de crianza, por un lado el hogar y la familia representa un espacio

de relaciones afectivas y de cuido, sin embargo también puede convertirse en un espacio

donde se vulneran derechos a la niñez.

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El estudio hace recomendaciones sobre la importancia de avanzar no sólo en materia de

leyes, sino en acciones que se enmarquen en el cambio de patrones culturales arraigados en

el imaginario de nuestra sociedad.

Sin duda este estudio conlleva un análisis significativo sobre los estilos de crianza en

Nicaragua. Sin embargo el objetivo de este trabajo no era abarcar el tema de las

representaciones sociales sobre el castigo, por lo tanto el presente trabajo busca

profundizar en la relación que tienen las ideas, valores, opiniones sobre el castigo en las

prácticas de crianza de la sociedad y ahondar en el arraigo que existe de la población del

Barrio Jorge Dimitrov.

El trabajo de García et al. (2008) sobre la reproducción generacional del maltrato infantil,

se desprende que existe una relación entre la historia del maltrato que recibieron padres en

su niñez y el potencial de maltrato hacia sus hijos e hijas.

Para la investigación se trabajó con dos generaciones y dentro de los resultados se

encuentran: que hay mayor incidencia del maltrato emocional, seguida por el castigo físico,

la frecuencia de maltrato en la generación de padres e hijos es diferente, posiblemente

debido a mayor sensibilización sobre derechos. Existe relación significativa entre maltrato

potencial de hijos e hijas con la historia de los padres, sin embargo se determinó que la

reproducción generacional del maltrato no es absoluta ya que una tercera parte de los

padres maltratados no reprodujeron el maltrato. Se observó que las mujeres presentan un

mayor porcentaje de maltrato físico (58%) en relación a los hombres (42%) y en el caso de

maltrato emocional y el género, son también las mujeres las que reportan mayores

porcentajes (66,4%) frente a 33,6%. La investigación deja abierta la posibilidad de estudiar

posibles variables asociadas al mismo.

Martinez, Retana, Rivas, y Valencia (2010) realizaron una investigación sobre los efectos

jurídicos del castigo corporal en el niño y la niña de acuerdo con la Ley de Protección

Integral de la niñez y adolescencia (LEPINA), dicha investigación aborda los efectos

jurídicos de la entrada en vigencia de la Ley LEPINA, además de las consecuencias del

castigo físico en los niños y niñas salvadoreños, así como un análisis del modo en que se

presenta el maltrato.

6

Además contiene una visión de la responsabilidad que tienen los Estados de adoptar

medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas para proteger a las niñas, niños

y adolescentes.

Esta investigación ayudó en la comprensión de la realidad en que viven los niños y niñas en

relación al maltrato, la falta de instituciones que garantizan los derechos de la niñez en ese

país, la falta de detalles en cuanto a los trámites judiciales para denunciar el maltrato y la

importancia de concientizar a la población a través de la promoción de alternativas

disciplinarias. Sin embargo, esta investigación no profundiza en la relación que existe entre

las representaciones sociales, costumbres y percepciones sobre la niñez con el castigo físico

y humillante.

Por último, Gutiérrez (2011) en su tesis sobre violencia en la escuela, sostiene que las

representaciones sociales que tienen las y los maestros acerca de la niñez parece transitar

entre el paradigma de la protección irregular y la protección integral, además los conflictos

generados en ellos surgen de la representación social de imponer autoridad y asegurarse

que las niñas y niños sean disciplinados.

El análisis de la tesis mencionada en el párrafo anterior es interesante en cuanto refiere que

las y los maestros parecen no conocer guías para trabajar en la escuela primaria, los

derechos humanos, ni hay metodologías acordes, esta información sin duda proporciona un

abordaje interesante sobre la relación entre las representaciones sociales que tienen los

maestros y maestras en cuanto a la niñez que a la vez influyen en la violencia en la escuela,

razón por la cual se considera importante este trabajo de investigación en base a sus

avances sobre representaciones sociales, sin embargo, su objetivo no tenía como enfoque el

abordaje del tema dentro del seno familiar, ni las representaciones sociales sobre el castigo

físico y humillante, por esta razón la presente investigación se basará en ello a fin de

visualizar esta temática y su incidencia en la forma de disciplinar a niños y niñas.

En general, la información encontrada representa el análisis de la situación de niños y niñas

en relación al castigo físico y humillante desde diferentes paradigmas y enfoques, por un

lado la importancia de comprender la correlación que existe entre las representaciones

sociales y la violencia en espacios importantes para las niñas y niños, la influencia de las

7

prácticas de crianza en el ámbito familiar dentro de nuestra sociedad, por otro lado el

análisis de las relaciones intergeneracionales y de género desiguales existentes que

reproducen la violencia, así como el reconocimiento de los derechos de niños y niñas con la

visión de la necesidad de crear un marco jurídico y político que establezca definiciones más

claras y precisas sobre la temática para que garanticen su aplicación y atención oportuna en

busca de promover formas equitativas de relaciones familiares. Por lo antes expuesto y en

vista que las niñas y niños reproducen directa o indirectamente lo que aprenden en el

ámbito familiar, surge la motivación de analizar las creencias, valores, ideas, opiniones

sobre el castigo físico y humillante.

1.2.Planteamiento del Problema

El castigo físico y humillante es un tipo de violencia hacia las niñas y niños, sin embargo,

en la práctica algunos padres y madres hacen uso de métodos correccionales violentos que

incluyen golpes, quemaduras, gritos e insultos estos se aceptan e inclusive se aprueban por

gran parte de la sociedad.

Según el informe “Ocultos a Plena Luz” elaborado por UNICEF y publicado en septiembre

de 2014, “Los niños que crecen en hogares o comunidades violentas tienden a interiorizar

esas conductas violentas como manera de resolver disputas y a repetir esas pautas de

violencia y abuso contra sus cónyuges e hijos” (p. 1). Este elemento es muy importante,

especialmente si se analiza desde la perspectiva de la teoría ecológica que plantea

Bronfenbrenner (1979), en la cual las interacciones entre un individuo y el ambiente sobre

el cual se desarrolla inciden en su conducta y la forma de entender la realidad.

De acuerdo con el Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud (2002), definir la

violencia puede ser algo difícil ya que: “está influida por la cultura y sometida a una

continua revisión a medida que los valores y las normas sociales evolucionan”. (p.4) En

este sentido, algunas expresiones de violencia son tan comunes en la sociedad porque

representan nuestra creencia e interiorización sobre el uso de la fuerza como método de

solución de conflictos y en ocasiones los padres, madres y demás responsables en la

educación de los niños y niñas al interiorizar estas acciones de manera irreflexiva los llevan

a la práctica como la única estrategia para afrontar los problemas relacionados a corregir

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conductas y disciplinar, dicha acción se justifica e incluso alimenta por representaciones

sociales que son producto de una época y que persisten en la población.

En relación a lo antes mencionado, la familia es el principal reproductor de las normas y

valores en la sociedad. El Art. 37 del Código de la Familia, establece que “está integrada

por un grupo de personas naturales con capacidades, habilidades y destrezas diferentes…”,

quienes vienen a ser el primer elemento de socialización de las niñas y niños, por lo que se

debe tomar conciencia de los factores ambientales, estímulos e interacciones involucrados

que se les proporcionen.

Los valores, tipos de conducta y visiones de vida en la familia influyen en la construcción

del carácter y de la forma en la que se analizan y solucionan las dificultades. Si en la

familia algunas formas de violencia pasan inadvertidas o se consideran normales se crea un

círculo vicioso y puede que se repitan patrones de conducta en los hijos e hijas (Escalante y

López, 2002)

Por lo tanto, cuando la violencia surge en el hogar los niños y las niñas expuestos pueden

reproducir dichos patrones, tal como sus antecesores, la cual no sólo se limita al ambiente

familiar, sino que repercute en el ambiente externo. Si la familia es el “espacio de

socialización inicial más importante para el niño” (Aguirre y Durán, 2000, p. 37) urge el

empleo de diferentes modos de educar que incluyan un enfoque de derechos, modelos de

crianza sin violencia, participación de las niñas y niños, comprensión, diálogo entre otras

formas de educar con respeto.

Nuestro contexto histórico y social marcado por guerras y luchas de poder trae consigo la

idea de que la violencia es una forma de resolución de conflictos. Según el artículo de Peña,

Espindola, Cardosa, y González (2007) sobre la guerra y sus consecuencias psicológicas,

mencionan que ésta produce una desorganización en la sociedad, en la cual se desatan olas

de violencia, pérdida de autoestima, espiritualidad, valores, atropellos, desintegración

familiar entre otros, pero lo más grave son los efectos que se producen en las niñas y niños,

al hacer que estos se vuelvan alienados, temerosos, violentos, que tengan explosiones de ira

y dificultades para comunicarse con los demás.

9

Cabe mencionar que no es parte de esta investigación generalizar en que todas las personas

que han sufrido por la guerra, historiales de violencia en la familia o fuertes castigos por

ende van a reproducirlos hacia sus hijos e hijas, sin embargo esta información sirve de guía

para profundizar en el fenómeno y se observa un patrón que permite tener una referencia y

es que en las familias nicaragüenses hay personas que fueron víctimas de la guerra, de la

violencia y de todas aquellas ideas infundadas que se heredan a las generaciones ya que

aprender a actuar en base a conductas violentas, surge cuando un individuo las considera

como una conducta normal.

Sumado a ello, en 2015 la encuesta de MyR consultores reveló que el 83.9% de los

encuestados afirmaron que durante su niñez recibieron algún tipo de castigo físico de parte

de sus padres o tutores y que un 86.1% señala que ese castigo, les ayudó a ser mejores

personas en la sociedad, lo que de algún modo explica la tolerancia social al castigo físico

como método de corrección (CENIDH, 2015), sin embargo es importante destacar que este

tipo de disciplina conlleva al daño físico y emocional de las niñas y niños (Save the

Children , 2002) y que aun cuando el Arto. 280 del Código de la Familia prohíbe este tipo

de castigos violentos en el imaginario de nuestra sociedad no se percibe como una forma de

violencia, ni ataque en contra de los derechos de las niñas y niños.

En relación a lo anterior, datos proporcionados por la Policía Nacional de los primeros

meses del año 2012, reflejaron un registro de 25,734 denuncias por violencia de los cuales

el 25% por ciento de las víctimas fueron niños, niñas y adolescentes. El 77% de la violencia

registrada se produjo en el hogar. Conviene notar que dicho porcentaje corresponde a las

denuncias que se recibieron, sin embargo hay violencia que no es visible debido a que no se

considera como tal y las víctimas no lo denuncian.

Datos de la Federación Coordinadora Nicaragüense de ONG que trabajan con la Niñez y la

Adolescencia (CODENI, 2014) revelan que el 7% del peritaje por violencia intrafamiliar

está relacionado con el maltrato infantil, por lo que es necesario comprender que ambos

problemas sociales se desprenden de una visión adultista y con “frecuencia como la

explosión de sentimientos y emociones negativas largamente reprimidas” (CEPREV, s.f.).

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Ribero y Sánchez (2004), en su artículo sobre efectos y costos de la violencia intrafamiliar

en Colombia exponen, que el maltrato a las niñas y niños en el hogar tiene efectos

negativos que van desde atrasos de 0.3 a 0.5 años en relación a los niños y niñas que no

reciben violencia intrafamiliar y además presentan que los primeros tendrán más

probabilidades de tener problemas respiratorios. Los padres, madres y demás responsables

deben proteger a sus hijos, no obstante la realidad para muchos niños y niñas no es

alentadora. En el aspecto de salud y también en lo educativo, las desventajas que presenten

tendrán alcances tanto a corto como a largo plazo. Estos costos pueden ser vistos de manera

indirecta pero refieren a bajas de productividad y menor calidad de vida, inclusive existe el

peligro de muerte prematura al haber negligencia en el cuido.

Por otro lado, la violencia tiene un costo no solamente de índole social, sino que representa

sumas para el Estado. En el artículo de la Prensa titulado: Costos y beneficios de reducir la

violencia (Octubre, 2014), se menciona que economistas han hecho cálculos sobre el costo

del abuso infantil, los cuales no sólo son evidentes por cuanto hay un aumento de las

intervenciones para el bienestar infantil, sino que hay documentación sobre la perdida a

futuro por cada niño abusado, el costo mundial total alcanza la suma de $ 3,5 billones al

año.

En el barrio Jorge Dimitrov, con frecuencia se registran hechos violentos y entre los

problemas priorizados se encuentra la violencia intrafamiliar. Está ubicado en el sector nor-

central, Distrito I de la ciudad capital, de acuerdo con el documento de “Sistematización de

Experiencias de Implementación de Policía Comunitaria en cuatro países de

Centroamérica” (PREVENIR, 2014), el barrio Dimitrov cuenta con una población de

19,275 habitantes distribuidas en 1,628 viviendas y 1,856 hogares (p. 163). El documento

además presenta que gran parte de la población que conforma este barrio se caracterizó por

familias desintegradas que vivían del robo, del pillaje y del expendio de drogas o bien

población que tiene parentesco con un alto porcentaje de habitantes con antecedentes

policiales.

Además, de acuerdo al Censo Poblacional y Situacional de riesgo social de la niñez en el

Barrio Jorge Dimitrov 2005-2006, el barrio tiene altos índices de problemas sociales que

11

repercuten en riesgos sociales para la niñez. En dicho estudio, el Sector 1 del barrio Jorge

Dimitrov, se identificó como un sector de nivel medio en peligrosidad y violencia, es decir,

presenta mayor situación de violencia en las calles y delincuencia.

A partir de estos datos sobre el contexto del barrio y como se mencionó anteriormente

sobre la situación del país en relación a la violencia intrafamiliar, es parte necesaria en esta

investigación comprender el efecto de las representaciones sociales sobre el castigo físico y

trato humillante en el proceso de socialización que involucra a las niñas y niños de este

sector y sus padres, madres y/o tutores.

En vista que el bienestar de la sociedad descansa sobre las bases de la familia y al

considerar que cuando se fortalecen por ende estamos fortificando a la sociedad se hace

necesario el análisis de las diferentes manifestaciones de violencia porque estos factores

impiden precisamente la garantía del bienestar de las niñas y niños, así como de una

sociedad nicaragüense libre de violencia, es por ello que la pregunta general que guiará este

trabajo de investigación es:

¿Cuáles son las representaciones sociales sobre el uso del castigo físico y humillante como

forma de disciplina y corrección que poseen los padres, madres, tutores, niños, niñas en el

Sector 1 del barrio Jorge Dimitrov y como inciden en las prácticas de crianza?

A fin de hacer un análisis especifico se consideran las siguientes preguntas:

¿Cuáles son las creencias, ideas, valores y opiniones que poseen los padres, madres y

tutores en el Sector 1 del barrio Jorge Dimitrov para corregir y disciplinar a sus hijos e

hijas?

¿Qué factores en el ámbito familiar del Sector 1 del barrio Jorge Dimitrov influyen en la

prevalencia de prácticas de crianza en los que se usa el castigo físico y humillante como

método de disciplina a las niñas y niños?

¿Qué efectos tiene el castigo físico y humillante en los padres, madres y tutores, así como

niños y niñas en el Sector 1 del barrio Jorge Dimitrov?

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1.3.Objetivos

1.3.1 Objetivo General

Analizar las principales representaciones sociales sobre el uso del castigo físico y

humillante como forma de disciplina y corrección que poseen los padres, madres, tutores,

niños y niñas en el Sector1 del barrio Jorge Dimitrov y como inciden en las prácticas de

crianza.

1.3.2. Objetivos Específicos

- Identificar las creencias, ideas, valores y opiniones sobre el castigo físico y humillante

que poseen los padres, madres y tutores del sector 1 del barrio Jorge Dimitrov y su relación

con los métodos de disciplina y corrección que se implementan en el hogar.

- Indagar sobre las prácticas de crianza de padres, madres y tutores habitantes del sector 1

del Barrio Jorge Dimitrov que permita la comprensión de factores que influyen en el uso

del castigo físico y humillante como método de disciplina a las niñas y niños.

- Describir el efecto del castigo físico y humillante en las y los participantes del Sector 1

del barrio Jorge Dimitrov.

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1.4.Justificación

El presente trabajo de investigación, tiene su motivación en la consideración sobre la

importancia de la familia como principal socializador y fundamental en el desarrollo del

individuo y por ende de la sociedad, así también se considera la importancia del ambiente y

los contextos en los que las niñas y niños crecen, por lo que es necesario hacer un cambio

en las representaciones sociales sobre lo que significa disciplinar a fin de no repetir

patrones inadecuados que vulneran los derechos de niños y niñas y que además pueden

afectar su desarrollo.

Conviene mencionar que el análisis de las representaciones sociales y patrones

socioculturales predominantes sobre el castigo físico y humillante que ejercen los padres,

madres y tutores hacia las niñas y niños es necesario, puesto que aún no se ha abordado

completamente ya que muchas víctimas de violencia y maltrato son identificadas solamente

cuando las lesiones son graves y/o pueden ocasionar la muerte, también hay víctimas que

forman parte de cifras desconocidas porque no se denuncian al considerarse normales en el

ámbito familiar.

A pesar de que existen investigaciones relacionadas a niños y niñas, prácticas de crianza,

leyes y representaciones sociales, no se encontraron estudios acerca de representaciones

sociales sobre el castigo físico y humillante como forma de disciplina dentro de la familia,

por lo que esta investigación ofrece su aporte al análisis de esta problemática desde un

punto de vista de las representaciones sociales y el papel que juegan en la perpetuación de

la violencia y pretende contribuir en la promoción de cambios en la forma de ver métodos

correctivos violentos como algo normal y transcender en el pensamiento sobre la forma en

la que las niñas y niños deben ser educados en el hogar.

Aun cuando en materia de leyes se aprobó la Ley 287, Código de la Niñez y la

Adolescencia (1998) la cual trajo consigo una visión encaminada a la construcción de una

niñez libre de violencia y que su existencia se apoya en la Constitución, que en su artículo

71 establece la plena vigencia en el país de la Convención sobre los Derechos del Niño, en

el país hace falta trabajar en coordinación con la familia, Estado y comunidad, para lograr

que efectivamente se puedan respetar y garantizar los derechos de los niños y niñas.

14

En relación a lo anterior, se debe mencionar que el arto. 280 del Código de la Familia

establece que: “bajo ninguna circunstancias se utilizará el castigo físico o cualquier tipo de

trato humillante como forma de corrección o disciplina”, sin embargo, según datos de

M&R Consultores en 2015 “el 76.4% de los encuestados cree que los padres que le pegan a

sus hijos lo hacen porque los quieren”, por lo que existe en el país un gran porcentaje de

padres, madres y demás responsables que suponen están haciendo lo correcto en la forma

de educar a sus hijos e hijas, inclusive consideran que sin usar este tipo de castigo, estarían

fallando como responsables en su educación.

En el sector del barrio Jorge Dimitrov, se registran altos índices de violencia en diferentes

ámbitos incluyendo violencia intrafamiliar (PREVENIR, 2014). Por lo que se pretende dar

como resultado un acercamiento a las causas de la incidencia de factores que fomentan en

las familias prácticas violentas a través de la comprensión de las representaciones sociales

de los y las participantes y analizar porque las familias siguen optando por este tipo de

formas de corrección y disciplina a pesar que la Ley prohíbe el uso de estos métodos.

Esta investigación tiene como objetivo central ser de beneficio a las niñas y niños, sin

embargo se considera que no es posible lograrlo sin el apoyo de los padres, madres y demás

responsables de la crianza de ellos, por lo que también será de valor para quienes están en

busca de métodos disciplinarios adecuados pero aún se debaten entre las enseñanzas de sus

padres, las representaciones sociales existentes en la sociedad y su propia ideología.

Debido a que las relaciones familiares no se han visto exentas de actos violentos que

atentan contra los derechos de sus miembros, conviene analizar qué factores en el seno

familiar fomentan las prácticas en las que se emplean castigos físicos violentos hacia las

niñas y niños, de tal manera que al identificar las representaciones sociales existentes,

futuros investigadores e investigadoras y todas aquellas personas que se relacionen con el

contenido de esta investigación, obtenga una visión más amplia y comprensión de esta

problemática desde el paradigma de la importancia de quienes ejercen las pautas de crianza,

a fin de ser un medio para generar cambios que permitan la prevención y erradicación del

problema.

15

2. Referentes teóricos y conceptuales

A través de la elaboración de este capítulo se pretende dar una aproximación a la teoría y

conceptos relacionados al tema de investigación, por lo tanto, con el objetivo de entender

los espacios en los que se desarrollan las niñas y los niños, se abordan los temas de

representaciones sociales, teoría ecológica, prácticas de crianza, castigo físico y humillante,

así como referencias sobre maltrato y violencia que ha sido planteada por diferentes

autores.

A través de la teoría y otros documentos relacionados a los conceptos del tema de

investigación se logra ampliar la visión de la influencia que ejercen las representaciones

sociales en la sociedad, las cuales median en las prácticas de crianza que se utilizan con el

fin de disciplinar a las niñas y niños, así mismo el análisis de la teoría permite ilustrar la

forma en que los adultos entienden el uso de castigo físico y humillante no como formas de

violencia o maltrato, sino como un método aceptado y desde su percepción adecuado para

reproducir valores.

Teoría Ecológica

Se considera necesario comprender los contextos en los cuales las niñas y niños se

desarrollan, puesto que existe una relación entre las interacciones de un individuo con el

ambiente ya sea en la familia, comunidad e inclusive cultura e ideología en una

determinada época o tiempo.

Bronfenbrenner (1977), propone una perspectiva en la cual existe una relación entre

desarrollo humano y el ambiente en el cual el individuo tiene ese desarrollo:

The ecology of human development is the scientific study of the progressive,

mutual accommodation, throughout the life span, between a growing human

organism and the changing immediate environments in which it lives, as this

process is affected by relations obtaining within and between these immediate

settings, as well as the larger social contexts, both formal and informal, in which the

settings are embedded.

16

En el proceso de desarrollo humano existen procesos de interacción los cuales son

dinámicos puesto que el humano activo tiene interconexión con el entorno cambiante en el

que vive y que se producen a lo largo del tiempo. Esta teoría no se detiene solamente en las

interrelaciones cercanas del individuo, sino que abarca contextos tanto formales como

informales de toda índole que también tienen influencia en el desarrollo de la persona.

Bronfenbrenner (1994), expone que el ambiente ecológico contiene estructuras seriadas en

diferentes niveles y cada nivel tiene relación con el otro. Los niveles se denominaron

microsistema, mesosistema, exosistema, macrosistema.

Frías, López y Díaz (2003), resumen que:

El microsistema constituye el nivel más inmediato en el que se desarrolla el

individuo (usualmente la familia); el mesosistema comprende las interrelaciones de

dos o más entornos en los que la persona en desarrollo participa activamente; al

exosistema lo integran contextos más amplios que no incluyen a la persona como

sujeto activo; finalmente, al macrosistema lo configuran la cultura y la subcultura en

la que se desenvuelve la persona y todos los individuos de su sociedad. (p. 16).

Como se puede observar, dentro de los niveles que en su interacción pueden influir en las

ideas, la forma de ver la realidad y por ende las acciones o decisiones a tomar están la

cultura en la cual las personas se encuentran.

La violencia y el comportamiento agresivo también se aprenden por medio de las

interacciones entre personas y el ambiente que les rodea. Para Belsky (1993) : “The most

obvious and thus most frequently called-on presumes that aggressive, antisocial behavior is

learned in childhood and simply expressed in adulthood in the parenting role”. (p. 415).

La comunidad, barrio, escuelas y otros contextos son necesarios e influyentes en el proceso

de desarrollo de las niñas y niños. Las interacciones que de ahí se derivan determinan en

gran medida la clase de comportamientos que se observarán en ellos y ellas.

17

Representaciones sociales

El tema de representaciones sociales surge como una teoría formalizada por Serge

Moscovici (Materán, 2008), ante el término de “representación colectiva” de Durkheim y a

partir de esta teoría Moscovici ofreció un panorama más amplio del comportamiento del

sujeto en el marco de las interacciones en sociedad, el cual permitió análisis e

investigaciones que siguen enriqueciéndola.

Para Moscovici (1961), las representaciones sociales parten de la comunicación

interindividual del colectivo, por lo que:

(…) aquí vemos sistemas que tienen una lógica y un lenguaje particulares, una

estructura de implicaciones que se refieren tanto a valores como a conceptos, un

estilo de discurso que le es propio. No los consideramos “opiniones sobre” o

“imágenes de”, sino “teorías” de las “ciencias colectivas” sui generis, destinadas a

interpretar y a construir lo real. (p. 33).

Es interesante lo que propone Moscovici en relación a las representaciones sociales, estas

más que opiniones, son teorías de la sociedad por medio de las cuales la realidad se

interpreta. La sociedad reproduce los valores e ideas de acuerdo a formas alegóricas y

subjetivas construidas de tal manera que son de gran importancia y llevan a las personas a

pensar y actuar en base a esos símbolos.

Además para Moscovici (1961), las representaciones sociales cumplen una función:

(…) para poder captar el sentido del calificativo social, más vale poner el acento en

la función a la que corresponde que en las circunstancias y las entidades que refleja.

Esta le pertenece, en la medida en que la representación contribuye exclusivamente

al proceso de formación de las conductas y de orientación de las comunicaciones (p.

51).

Como se ha mencionado antes, las representaciones sociales vienen a conformar un sistema

con sus propios conceptos e ideas de vida, las cuales guían las acciones de la sociedad

18

porque comunica el conocimiento, los valores e inclusive las tradiciones que les son

propias, es ahí cuando la conducta de los sujetos se moldea a través de la interpretación de

la realidad que se interioriza como parte de un proceso modelado por las interacciones en

sociedad.

Jodelet y Guerrero (2000) refiriéndose a los contenidos de las Representaciones Sociales de

la igualdad y prácticas sociales de los grupos expresan que:

Los contenidos están compuestos por formas cognitivas, aunque no excesivamente;

los componen también otros elementos como las informaciones, imágenes,

creencias, valores, opiniones, elementos ideológicos y culturales y en consecuencia,

en ellos están presentes componentes simbólicos, afectivos, emocionales,

imaginarios. (p. 205).

Los contenidos que se mencionan contienen un significado esencial porque son

precisamente esos procesos mentales y funciones comunicativas profundas y permanentes

que se entrelazan las que le dan un peso a las representaciones sociales sobre sujetos y

objetos.

Araya (2002), aborda el tema de la formación de las Representaciones Sociales y expone

que:

El fondo cultural acumulado en la sociedad a lo largo de su historia. Dicho fondo

está constituido por las creencias ampliamente compartidas, los valores

considerados como básicos y las referencias históricas y culturales que conforman

la memoria colectiva y la identidad de la propia sociedad. (p. 33)

El fondo cultural acumulado que se menciona recorre a la sociedad en forma de ideas,

principios y pensamientos que se asumen como ciertas y que pautan los intereses,

sentimientos y convicciones de la sociedad que los identifican, estos a su vez repercuten en

los comportamientos.

19

En relación a las creencias Araya expresa: “Si bien no es común que creencia y

Representaciones Sociales se confundan, el concepto de creencia es uno de los elementos

que conforman el campo de representación…” (p. 44)

Y en cuanto a la percepción para Araya: “La percepción y RS aluden a la categorización de

personas y objetos por lo que ambos conceptos se tienden a confundir…” (p. 44).

Comprender que las creencias y percepciones son parte de las representaciones sociales

permite analizar cómo es que la información sobre objetos, imágenes y sujetos es

interiorizada y llega a ser parte de la forma de entender la vida, sujetarse a ella y

reproducirla inclusive en situaciones tan simples como meras conversaciones, actividades

cotidianas e interacción de las personas.

- Conceptos

Prácticas de crianza

Las prácticas de crianza son las acciones que implementan los padres, madres y tutores con

el fin de promover el desarrollo de sus hijos e hijas, la misma incluye el sustento necesario

para la sobrevivencia. Estos elementos afectan los resultados en la vida de los niños y

niñas, por lo tanto se considera necesario abordar el tema.

El proceso de socialización se construye a través de la representación del mundo a partir de

tres elementos: normas, nociones y valores las cuales el niño y niña empiezan a teorizar y

tratar de dar explicaciones lógicas sobre ellas (Aguirre, 2000, p. 26). La socialización es

parte importante dentro de las prácticas de crianza ya que este elemento tiene por objeto

asegurar el desarrollo, supervivencia e integración a la sociedad.

Debido a que la familia es el agente socializador más representativo, el análisis de aquellos

elementos que influyen en su capacidad para transmitir e imponer los valores, normas y

cultura es de particular interés porque permite la comprensión del proceso de

interiorización de la misma en una sociedad determinada. Aguirre (2000), refiere que en la

crianza se encuentran involucrados tres procesos psicosociales: las prácticas, las pautas y

las creencias:

20

Las prácticas deben concebirse como acciones, esto es como comportamientos

intencionados y regulados […] Son acciones que se orientan a garantizar la

supervivencia del infante, a favorecer su crecimiento y desarrollo psicosocial, y a

facilitar el aprendizaje de conocimientos que permite al niño reconocer e interpretar

el entorno que lo rodea. La pauta, se refiere a lo esperado en la conducción de las

acciones de los niños. Es el vínculo directo con las determinaciones culturales

propias del grupo de referencia. Las creencias refieren a las explicaciones que dan

los padres sobre la manera como orientan las acciones de sus hijos. Se trata de un

conocimiento básico del modo en que deben criar a los niños; son certezas

compartidas por los miembros de un grupo, que brindan fundamento y seguridad al

proceso de crianza. (pp. 6-29).

Por lo que prácticas, pautas y creencias están entrelazados y constituyen el proceso

mediante el cual se educa dentro de cada familia. Pulido, Castro-Osorio, Peña y Ariza-

Ramírez, D. P. (2013), aportan un mensaje claro sobre el tema:

Un ejemplo de práctica es el castigo, el cual busca ejercer fuerza física

sobre la niña o el niño para corregir su comportamiento. La creencia que justifica

dicha práctica podría ser que si no se ejerce, el niño o niña no aprende. Por su

parte, la pauta es aquella que indica que dicho comportamiento no se ajusta

a sus normas culturales y, por lo tanto, es necesario corregirlo. Este

ejemplo indica que dichos componentes no pueden ser considerados de

manera independiente, ya que para que se presente uno deben estar presentes

los otros dos (p. 248).

Las creencias o visiones sobre la realidad influyen en las prácticas y pautas, las cuales a su

vez influyen en las creencias, la conexión de estos elementos está interrelacionado con las

ideas, normas y valores que dan vida a los distintos elementos de las interacciones en

sociedad, en tiempos y espacios determinados.

Aguirre (2010), resume que: “… la crianza es el compendio de las creencias, prácticas,

pautas manifestadas en los estilos y dimensiones, por los cuales los padres invierten y

demandan a sus hijos e hijas”. (p.14). Por tanto el hablar de este compendio de creencias,

21

hace referencia a las concepciones acerca de modelos educativos de enseñanza familiar que

desde tiempos antiguos se utilizó y que se trasmiten de generación en generación.

A fin de definir los estilos de crianza, se utiliza la información que proporciona Bouquet, y

Pachajoa (2009), por cuanto refieren que los padres hacen uso de diversas estrategias para

educar, algunos padres utilizan un estilo de crianza autoritario o represivo en el cual se da

mucha importancia a los castigos para imponer disciplina, existen padres que utilizan

estilos permisivos o muy flexibles, en el cual no se establecen normas pero tampoco hay un

control y por último el estilo democrático que fomenta el diálogo, la comunicación por lo

tanto es equilibrado.

Se considera que los padres, madres y tutores que tienden a realizar conductas extremas en

la disciplina son aquellos que utilizan estilos autoritarios por cuanto el mismo no promueve

el diálogo y la participación de las niñas y niños. Cabe señalar que no es un factor a

generalizar pero que se debe tomar en cuenta por el enfoque del estilo hacia el castigo.

Serra (2007), reflexiona que:

La familia constituye la principal organización de supervivencia material y afectiva

basada en la ayuda recíproca que se establece entre parientes; por otro lado,

representa un espacio de socialización de relaciones de poder y de violencia que

fomentan actitudes de dominación y de sumisión. El hogar puede convertirse en un

espacio de injusticia, particularmente contra las mujeres y las niñas, obstaculizando

un desarrollo humano integral. Para enfrentar esta problemática, no es suficiente la

aprobación de leyes, sino que éstas deben de complementarse con acciones dirigidas

al cambio de patrones culturales tan arraigados en el imaginario colectivo (p.125).

En base a lo enunciado por Serra (2007), se desprende el análisis de las relaciones de poder

existentes tanto generacionales como de género, también que la influencia de estas se

deriva de patrones educativos que prevalecen en la cultura como el conjunto de símbolos y

saberes de la sociedad.

22

En relación a las representaciones sociales y su influencia en los patrones de crianza, se

consideró conveniente registrar información pertinente en cuanto al tema. Para Climent

(2006), quien realizó una investigación titulada “Representaciones sociales, valores y

prácticas parentales educativas: Perspectiva de madres de adolescentes embarazadas”, la

cual tenía por objeto describir normas y formas de control de las conductas que configuran

prácticas de crianza diferenciales, dentro de la información encontrada, concluyó que:

(…) los estilos de crianza están íntimamente vinculados a las pautas, modelos y

teorías implícitas acerca de la crianza de los hijos que poseen los padres y que se

evidencian en sus representaciones sociales y responden a sus necesidades,

intereses, valores, carencias afectivas, aspiraciones, frustraciones y conflictos (p.

205).

Un aspecto importante a destacar es sobre las teorías implícitas mencionadas por este autor,

por cuanto refleja la existencia de reglas sociales que permiten confeccionar modelos de

actuación de acuerdo a principios y supuestos que se trasmiten de generación en

generación. En relación a la crianza y las formas de disciplinas, las mismas son parte de

tejido social y que su arraigo tiene mucha antigüedad.

Vega y Moro (2013) en su investigación titulada “La representación social de los malos

tratos infantiles en la familia: Factores psicosociales que influyen en la percepción de las

conductas de maltrato” encontraron que:

En la investigación se pone de manifiesto que la representación social del maltrato

intrafamiliar está condicionada por: 1) los estereotipos de género, puesto que

hombres y mujeres tienen una percepción distinta del maltrato, 2) las diferencias

generacionales, dado que los jóvenes consideran como maltrato conductas que

culturalmente antes no se consideraban (por ejemplo, darle un tortazo a un menor o

no demostrarle afecto), prueba de ello es que las nuevas generaciones están

adoptando una representación del maltrato basada en considerar como tal todas

aquellas conductas, sean pasivas o activas, que dañen o pongan en riesgo el

bienestar del menor y 3) la experiencia personal, por ejemplo, ser padre o haberse

23

sentido maltratado de pequeño genera creencias y percepciones diferentes de la

realidad (p.13).

Es importante analizar que existen distintas representaciones sociales sobre lo que se

considera maltrato en base a las propias experiencias de vida y que están condicionadas por

creencias y percepciones de la realidad, también el contexto histórico y social en que se

vive puede generar representaciones sociales que determinen la actuación de los padres,

madres y demás responsables de la crianza.

La vida del sujeto está llena de elementos que guían su conducta, las prácticas de crianza se

formulan y ejecutan por sujetos. Contienen elementos subjetivos y es en este sentido, el

interés por entender las representaciones sociales y lo que significan para la sociedad en

vista que su influencia se encuentra en los distintos ámbitos que forman parte de la vida en

sociedad.

Niño y Niña

Los términos de niño y niña, se relacionan con infancia y niñez. Estos conceptos cambian

en dependencia de factores socioculturales e históricos, de igual manera los derechos y las

necesidades individuales y como grupo social evolucionaron. Actualmente el concepto de

niño y niña se ha desarrollado al incorporarse la visión de la Convención sobre los

Derechos del Niño como sujetos de derechos, miembros de la familia, comunidad y

sociedad.

Parte de la información teórica que se encontró refiere a los términos “niño” y “niños”, para

referirse también a “niña” y “niñas”, dichos términos se aceptaron por la investigadora a

falta de un concepto teórico que especifique el término de niña y niñas, sin embargo, se

observa que de manera general, la sociedad necesita ampliar el concepto de niña.

Para Pavez (2012): “… la infancia es un espacio socialmente construido… mientras que la

niñez se entiende como el grupo social que conforman las niñas y los niños”. Los términos

que se mencionan tienen una interrelación, si la infancia es un espacio tendiente a

construirse con el paso del tiempo y los diferentes contextos en que se encuentren, las

24

consideraciones acerca de la niñez como grupo y por ende lo que se piense acerca de ser un

niño o una niña presentarán variantes, por lo que ser niño o niña puede ser diferente en las

diversas culturas.

Lo anterior coincide con lo que plantea Nieves (2004), al expresar que:

A los niños se les han considerado de diferentes formas, en distintas épocas de la

historia, en diversas culturas y en distintos grupos sociales. Además las definiciones

no son fijas, están sujetas a un proceso de constante lucha y negociación tanto en el

ámbito público (medios de comunicación, política social, ámbito académico) como

en el privado…” (p.150).

De tal manera que el tratar de definir niño y niña presenta un reto, debido a los constantes

cambios, diferentes actores que se involucran y determinantes socioculturales. No

sorprende que en determinadas culturas los niños y niñas fueran meros objetos o individuos

que por su condición de menor, según se les considera, pertenecen a personas adultas, de

quienes dependen y a quienes deben obedecer y seguir a fin de llegar a ser individuos

completos en el futuro.

El renovado interés por la infancia, así como los diferentes movimientos a favor de las

niñas y niños “deberá contemplar la consideración de los niños como actores sociales”

(Gaitán, 2006, p. 11).

De acuerdo con Gaitán, (2006):

Los niños, como grupo social, no sólo pueden actuar, sino que actúan de hecho, e

interactúan con los demás grupos sociales, modificando, construyendo y

contribuyendo a los cambios que se producen en la sociedad, a la vez que son

afectados por ellos en forma no exactamente igual que son afectados sus padres o

los otros adultos, y sí de modo bastante semejante a como resultan afectados otros

niños. Los niños son abiertos en una sociedad abierta y trasvasan experiencias de un

espacio a otro de los que transitan, creando una cultura propia ampliamente

compartida, y configurando su propia visión del mundo. En consecuencia los niños

25

también provocan cambios en la forma de ser niño, también reconfiguran la

definición de la infancia (p.69).

Para este autor, los niños y niñas como un conjunto, son parte de un sistema que interactúa

con otros diferentes sistemas integrados por un conjunto de personas, que a la vez su

interacción tiene un efecto en la sociedad, así como la sociedad tiene un efecto en este

grupo social, por lo que los niños y niñas son agentes de transformación, así mismo en vista

de no ser objetos pasivos, se les puede definir como sujetos activos en la sociedad.

Jaramillo (2007) propone que: “Pensar en los niños como ciudadanos es reconocer

igualmente los derechos y obligaciones de todos los actores sociales”. Lo cual pone de

manifiesto que al cambiar la visión sobre ellos y ellas se les debe reconocer como sujetos

activos del Estado, titulares de derechos y también que todas y todos los actores sociales

tienen responsabilidades para con ellos y ellas.

Para fines de esta investigación se entenderá como niño y niña a todos aquellos actores

sociales y sujetos de derechos que se encuentran entre las edades comprendidas de 0 a 12

años, de acuerdo a lo establecido por el Código de la Niñez y Adolescencia de la República

de Nicaragua, (1998).

Violencia

Hablar de violencia es complejo, su definición resulta difícil, sin embargo a fin de

esclarecer este concepto se agrega al presente trabajo de investigación información de

diferentes documentos que contienen definiciones prácticas del mismo.

La Organización Mundial de la Salud (2002), define la violencia como:

El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o

efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga

muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del

desarrollo o privaciones. La definición comprende tanto la violencia interpersonal

como el comportamiento suicida y los conflictos armados. Cubre también una

26

amplia gama de actos que van más allá del acto físico para incluir las amenazas e

intimidaciones (OPS, OMS, 2002: p.5).

La violencia tiene como fin el conseguir la dominación e imposición sobre algo o alguien

para ello se hace uso del poder ya sea este simbólico o palpable, hacia un individuo que

generalmente es visto como un objeto o bien hacia un grupo de personas. Este concepto da

luces sobre las relaciones entre padres, madres y tutores con sus hijos e hijas, porque se

cataloga como violencia no sólo los actos físicos como golpes y nalgadas, sino como el uso

de la intimidación y las amenazas que infieren los miembros adultos de la familia hacia las

niñas y niños.

En el Informe Somos Noticia correspondiente al período Octubre 2007 / Septiembre 2008

del Centro Comunitario de Aprendizaje (CECODAP), identifica que entre las

manifestaciones de violencia intrafamiliar se encuentran:

Castigo corporal/físico: Es la agresión que realiza cualquier persona para corregir,

controlar o educar contra un niño, niña o adolescente a través de cachetadas,

nalgadas, golpes en la cabeza, jalones de cabello y orejas, pellizcos, sacudidas,

empujones, colocación en posturas incómodas, entre otras acciones que causan

dolor, aunque sin ocasionar lesiones o heridas. Incluye el uso de objetos (correas,

varas, zapatos) y la humillación que estas acciones conllevan en los niños, niñas y

adolescentes.

Maltrato: Las acciones u omisiones con el fin de hacer daño o abusar a un niño, niña

o adolescente, causando lesiones físicas o psicológicas, dejando secuelas evidentes

y pudiendo llegar incluso a la muerte.

Castigo humillante: La agresión que, con el ánimo de corregir, disciplinar, controlar

o educar, realiza cualquier persona contra un niño, niña y adolescente a través de un

trato ofensivo, denigrante, desvalorizador, estigmatizante o ridiculizador; incluye la

deshonra, descrédito o menosprecio de la dignidad personal, aislamiento o rechazo,

negligencia, abandono, comparaciones destructivas, amenaza o separación de los

padres, madres o familiares; actos que causen daños emocionales y psicológicos,

27

todas aquellas acciones que conlleven a disminuir la autoestima, a perjudicar y

perturbar su pleno desarrollo.

El maltrato se ha visto como una categoría distinta a lo que es el castigo, sin embargo, es

importante que se realicen más estudios sobre este fenómeno para llegar a una comprensión

más precisa de lo que cada uno representa, parece ser que ambas categorías hacen uso de la

violencia pero con diferentes fines, sin embargo existe una línea muy delgada que las

separa.

En el Estudio sobre maltrato infantil en el ámbito familiar- Paraguay, realizado por

UNICEF en 2009 se realiza una descripción para determinar el tipo de maltrato infantil en

el ámbito familiar, así como la intensidad del mismo, dicha investigación se basa en la

metodología de la OMS (2003), y se plantea que hay castigos que implican violencia física

ya sea esta grave o leve y también violencia psicológica, los cuales incluyen abofetear,

pellizcar, poner pimienta en la boca, amenazar, jalar, dar nalgadas, gritar, insultar, maldecir

entre otros.

Resulta evidente que ciertos métodos comúnmente usados para disciplinar o corregir

acciones realizadas por los niños y niñas implica elementos de violencia. La misma es

interpretada de manera diferente según el grupo cultural donde se practique. Amenazar con

espíritus malignos puede ser parte de una cultura y para algunas personas dar nalgadas es

una forma leve y es útil para corregir una conducta inadecuada.

En el caso particular del maltrato psicológico Arruabarrena (2011), menciona que:

La Asociación Profesional Americana sobre el Abuso Infantil define el maltrato

psicológico como “un patrón repetido o un incidente/s extremo/s de rechazo,

aterrorizar, aislamiento, explotación/corrupción, ignorar y/o negligencia hacia la

salud mental/médica/educativa del niño. Tales conductas transmiten al niño el

mensaje de ser inútil, defectuoso, no querido, estar en peligro, o sólo valioso en la

medida en que satisface las necesidades de otro” (American Professional Society on

the Abuse of Children, 1995).

28

Sin embargo, este mismo artículo expone que “Si bien estas definiciones gozan de una

amplia aceptación, profesionales e investigadores necesitan definiciones más operativas y

precisas, y es aquí donde se presentan las dificultades (Brassard y Donovan, 2006, pp. 151-

197)”.

Existen conceptos que diferencian estas variables en relación a la intención, intensidad,

frecuencia y severidad de la violencia o el propósito para el cual son usados, por ejemplo en

el documento Marco Referencial, Educar sin pegar es posible y necesario (Save the

Children, 2008), se explica que:

Hablar de castigo físico no es hablar de maltrato físico, son dos fenómenos distintos

y es importante diferenciarlos. Un padre o una madre que castiga a sus hijos e hijas,

lo hace con la intención de educarles, pues esa es la forma que conoce para

disciplinar. Un padre o una madre que les maltrata nunca lo hace por sus hijos e

hijas, lo hace para descargar su furia, sus frustraciones y con ánimo de dañar para

que aprenda la lección. (p. 16)

Castigo físico y humillante

Según la Real Academia Española (RAE), el castigo es “la pena que se impone a quien ha

cometido un delito o falta”. En cambio disciplinar es enseñar e instruir sobre un arte o una

ciencia. La razón de este apartado es el de profundizar en lo que representa para la sociedad

castigar y disciplinar porque es posible que el entender la diferencia entre ambos términos

determine nuestra actuación con respecto a la crianza de las niñas y niños.

Para Sánchez, Reyes, Carbajal, Reyes, Reyes y López (2011):

La palabra disciplina tiene su raíz en la palabra latina disciplinare que significa

enseñar, se refiere a la estructura creada por los padres para enseñar a sus hijos la

forma como se espera que ellos se comporten. El término a menudo se utiliza en un

contexto mucho más limitado para referirse únicamente al castigo… (p. 8).

La disciplina es una forma de educar y enseñar valores a las personas en los diferentes

ámbitos, en el caso de la disciplina en el hogar muy comúnmente se confunde con el

29

término castigar, autoritarismo o imposición, sin embargo como bien explican Sánchez et

al. (2011): “El castigo sólo enseña a los niños qué tipo de comportamiento no es

aceptable, pero no enseña qué comportamientos son deseables, por consiguiente, debe

constituir sólo una pequeña parte de toda la estrategia disciplinaria” (p. 11).

Según García y García (2009) la disciplina es:

El proceso de ordenar, dirigir y organizar de forma armónica y eficaz, y de ofrecer

oportunidades adecuadas para el desarrollo de las aptitudes de cada hijo, en la que

los padres puedan cumplir su misión especial de facilitar la labor de aprendizaje, y

los hijos asimilar de buen agrado las técnicas de autocontrol y orientación de sus

propias conductas (p. 474).

Por lo tanto la disciplina que se hace de manera efectiva proporciona a los niños y niñas

oportunidades de desarrollarse, de participar y por ende tiene un enfoque de derechos,

porque parten de principios y normas que promueven la paz y equilibrio en el hogar. Las

actividades e instrucciones que se imparten no son de índole autoritarias sino que se

facilitan de acuerdo al grado de evolución de la niña y el niño. Es importante mencionar

que en ella generalmente, los hijos e hijas observan la conducta de sus padres, madres y

tutores y como estos también son capaces de auto controlarse y respetarse mutuamente.

En relación al castigo, Nuñez (2010), expresa que:

El acto de castigar es algo tan antiguo como seres humanos han existido, pues,

debido a su evidente carácter moral, probablemente sea un acto ejecutable

únicamente por el modo humano de vivir en comunidad. De este modo, la noción de

bien y de mal, en su sentido moral, es decir, lo que se debe hacer y lo que no se debe

hacer, está presente como fundamento legitimador en todo tipo de castigo. Por tal

razón, el castigo –tal como lo podemos entender cotidianamente, es decir, la acción

de producir una sanción o escarmiento a una persona o institución que ha

transgredido aquello que la sociedad ha entendido como lo bueno, correcto o legal–

siempre será una construcción histórica-social que valida algún modo de violencia.

30

Esto significa, en primer lugar, que el castigo, como toda construcción humana, se

encuentra afectado por el tiempo, la contingencia y los destinos. (p. 223)

De acuerdo a lo que expresa el párrafo anterior, en dependencia de la época, los contextos

socioeconómicos, los líderes políticos y de otras índoles se entenderá como justo o injusto

aplicar sanciones para aquellos que transgreden las normas, sin embargo, en referencia al

concepto que se planteó no es posible decir que una niña o un niño deba ser sancionado por

una norma o noción que aún no entiende o está en proceso de aprender, por lo tanto las

representaciones sociales sobre disciplinar tienen una orientación más ligada al concepto de

castigar que lleva a las personas a implementar métodos incongruentes con lo que debería

ser el verdadero propósito por el cual se usan.

Para Sánchez (2009), “el castigo parental ha sido definido, desde un punto de vista

unilateral y centrado en la persona adulta, como un factor que media la interacción entre

padres, madres y sus hijas e hijos en situaciones particulares de conflicto”. (p. 5).

En la antigüedad a los niños y niñas se les consideró como un proyecto de persona, esta

consideración existe aún en el imaginario de la sociedad producto de las representaciones

sociales que persisten sobre lo que significa ser niño, niña o sobre la etapa de la niñez.

Sobre este particular existe una legitimación social sobre el uso y en ocasiones abuso de los

progenitores a sus hijos e hijas al considerarse que los últimos son propiedad de los

primeros, otro punto es que al haber conflicto los adultos consideran que al castigar a sus

hijos e hijas evitarán que sean desobedientes.

Sauceda, Olivo, Gutierrez, y Maldonado (2007) citan el concepto sobre castigo de la

Academia Americana de Pediatría (1998):

El Castigo se define como la aplicación de un estímulo negativo para reducir o

eliminar una conducta determinada. Hay dos tipos de castigo típicamente empleados

con niños: el que incluye reprimendas verbales y desaprobación y el que produce

dolor físico. Este estímulo puede variar desde una palmada o nalgada hasta golpes,

rasguños, pellizcos, mordidas, quemaduras, etc. (p. 383).

31

El castigo se define como la aplicación de un estímulo negativo, dentro de los cuales se

encuentran el castigo físico el cual es aquel que produce dolor físico. Por medio de esta

señal o estímulo para educar, se brinda como enseñanza una actitud hacia la violencia como

un modo válido para resolver conflictos, se induce indirectamente a las niñas y niños a

convertirse repetidamente en víctimas o bien a reproducir el patrón de violencia. En el caso

del castigo por reprimendas o desaprobación sucede igual con la salvedad que el dolor que

se causa es interno y no externo, sin embargo tiene la misma capacidad para lastimar y con

consecuencias aún más peligrosas porque se excluye el proceso de reflexión, diálogo y

comunicación lo cual tiende a perjudicar las relaciones familiares.

Gutiérrez (2011), define que “Violencia es el uso abusivo del poder, por acción u omisión,

que viola derechos humanos y causa daño o sufrimiento físico o psicológico a niñas y

niños, afectando su dignidad” (p.26).

El castigo corporal es una forma de violencia, en vista que atenta contra los derechos de las

niñas y niños. Sánchez et al. (2001), explica que muchos padres pueden no considerar

maltrato sus actuaciones para fomentar disciplina, inclusive expone que los niños y niñas

pueden llegar a considerar este maltrato como una demostración de buena intención, sin

embargo existen datos importantes que se deben tomar en cuenta, por ejemplo:

Los niños sometidos a una disciplina rígida o maltratados por sus padres pueden

estar en mayor riesgo de presentar un comportamiento agresivo a largo plazo. Los

sujetos que muestran comportamientos agresivos por lo común tienen deficiencia en

sus habilidades sociales para solucionar los problemas y sus compañeros

convencionales y no agresivos los rechazan (p. 8).

Es conveniente tener en cuenta que muchos padres, madres y tutores poseen

comportamientos agresivos en base al tipo de castigos que recibieron lo que para ellos

representa su proceso de disciplinar por lo que las representaciones sociales que tienen

sobre el castigo físico y humillante son determinantes en la reproducción de los mismos

patrones, los cuales ponen en riesgo a sus hijos e hijas. Con el objetivo de definir lo que

significa maltrato Gracia y Musitu (1993), proponen que es:

32

Cualquier daño físico o psicológico no accidental a un niño menor de dieciséis

años ocasionado por sus padres o cuidadores, que ocurre como resultado de

acciones físicas, sexuales o emocionales, de omisión o de comisión, y que

amenazan el desarrollo normal tanto físico como psicológico en el niño.

El abuso, la negligencia, la desatención y explotación es maltrato infantil y puede causar

daños físicos y psicológicos. El resultado del maltrato se manifiesta a través del

sufrimiento, estrés, problemas conductuales, depresión e involucramiento en actividades

delictivas y adictivas. También es necesario abordar el hecho de la violencia por omisión, la

cual representa un tipo de violencia pasiva que usualmente no se visualiza y se origina en el

hogar cuando los progenitores y familiares a cargo del niño o niña no atienden a los cuidos

necesarios de estos, este tipo de violencia puede llevar a la muerte a un niño o niña, si se

actúa con negligencia, no se les alimenta correctamente, no se dan los medicamentos

necesarios, etc.

De estas definiciones, se concluye en que el castigo físico y humillante representa el uso

inadecuado de la responsabilidad que se tiene como padre, madre y/ o tutor al hacer uso de

la coerción, imposición, compulsión y mando con el fin de satisfacer un impulso no

controlado, corregir y disciplinar usando métodos y herramientas que se reproducen o bien

en algunos casos ejercer injusto dominio sobre sujetos de derechos. Atenta contra la

dignidad de las niñas y niños, porque que este tipo de castigos utiliza métodos violentos

que van más allá de dar unas nalgadas, en ella se lastima, hiere, ridiculiza, aísla, grita,

insulta, así como todo aquello que transmita al niño y a la niña una idea inadecuada sobre

su identidad. Sin embargo, para efectos de este estudio, se retoman elementos del marco

referencial de Save the Children, el cual no se centra en las actitudes de los padres, madres

y tutores como detractores de la ley, sino como sujetos que también fueron y son víctimas

de la violencia en dos de sus formas (física y psicológica) y que trae como consecuencia la

reproducción de la misma.

Llama la atención que las percepciones y creencias de la sociedad, así como los contextos y

ambientes en donde el ser humano tiene su desarrollo pueden influir en lo que se considera

bueno y apropiado, así por ejemplo, golpear y gritar para educar puede ser bien visto, si

33

nuestra imagen, simbología, percepciones y creencias además del fondo cultural

acumulado, considera que es apropiado para ello.

En relación a las prácticas de crianza, las representaciones sociales influyen en el

pensamiento y acciones de las personas que se refleja a través de las diversas formas de

interacción, estas forjan también las relaciones entre miembros de un grupo, comunidad o

núcleo. De tal manera que para una persona la utilización del castigo físico y humillante

como una forma de corregir comportamientos que se consideren inadecuados puede

expresar para él o ella, la enseñanza de valores, el cumplimiento de una responsabilidad y

por ende la consideración de que se es un buen padre o madre encaminando a sus hijos e

hijas y debido a ello, estas representaciones sociales pueden generar en el colectivo un

sentimiento de incapacidad si no se usan para educar, debido a que este elemento se

transmite e interioriza en cada generación.

Además, en lo que respecta a la importancia del análisis de las representaciones sociales del

castigo en el marco de las relaciones familiares, comunitarias y sociales, es decir, en los

diferentes sistemas en el que el niño y la niña se desenvuelve, conviene mencionar que

muchos padres y madres no poseen un deseo mal intencionado de hacer daño a sus hijos e

hijas porque los aman, sino que ellos y ellas también son víctimas de enseñanzas,

interiorizaciones y símbolos alrededor de lo que se considera disciplina. Si todas las

familias de una comunidad consideran que está bien golpear y gritar, si en la escuela se

respalda su utilización como una técnica para educar y si el contexto en el que un grupo de

personas se encuentra justifica la práctica, posiblemente padres, madres y demás

responsables seguirán actuando en concordancia con esta teoría implícita, que se ha

enseñado como un método para educar a niños y niñas.

En este sentido, es imperativo un cambio en las representaciones sociales del castigo físico

y humillante dentro de las prácticas de crianza, es decir todas aquellas acciones que se

basan en patrones culturales, conocimientos y creencias dentro de la familia estén dirigidas

a cumplir el fin por el cual se establecen, el cual es ser el medio para que se eduque y

provea de los elementos necesarios que garantizarán el bienestar físico, temporal y

34

psicológico de la sociedad ya que al cambiar patrones de conductas inadecuados, estaremos

se podrá asegurar el desarrollo integral de las personas.

Marco Jurídico y Normativo

Con la evolución y avance de la sociedad se han creado leyes que garantizan el

cumplimiento de los derechos humanos y específicos de las personas. Sabiendo que la

niñez es importante y que es en esa etapa que se construye la identidad las políticas

públicas del Estado nicaragüense deben estar dirigidas a asegurar que estos tengan una vida

digna y que se respeten sus derechos, comenzando desde la familia, la cual es la base de

nuestra sociedad.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue aprobada por la Asamblea General

de las Naciones Unidas en 1948, y establece que: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a

la libertad y a la seguridad de su persona.” El espíritu de esta declaración universal tiene

como ideal común que todos los pueblos, individuos e instituciones promuevan el respeto a

las libertades y garantías de los sujetos de derechos.

La Declaración de los Derechos del Niño (1959), en su arto. 2 establece que: “El niño

gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades para que pueda

desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal,

así como en condiciones de libertad y dignidad”, la libertad y dignidad de que se habla solo

pueden ser establecidas mediante el debido reconocimiento de su condición como seres

humanos, esta declaración marca la pauta para el reconocimiento especifico de los derechos

de las niñas y niños que antes no se visualizaba. Además expresa principios sobre su

desarrollo en distintos ámbitos.

El arto. 6, establece que el niño y la niña necesita amor y comprensión, para su desarrollo,

a pesar que el primer término puede considerarse subjetivo el segundo nos da una modelo

en cuanto a la crianza por cuanto esta acción refiere a la capacidad para entender a los

demás y actuar en concordancia con ello, al respetar los sentimientos de otros.

35

Así mismo, el principio 10 de esta Declaración expone que las niñas y niños deben: “ ser

educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y

fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes

al servicio de sus semejantes”, dicho ideal de enseñanza no puede, ni debe realizarse

conforme principios contrarios a los establecidos, por lo que prácticas de crianza con

castigos físicos y violentos derivan de actitudes y patrones negativos preconcebidos.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966), en el arto 24, establece que:

Todo niño tiene derecho, sin discriminación alguna por motivos de raza,

color, sexo, idioma, religión, origen nacional o social, posición económica o

nacimiento, a las medidas de protección que su condición de menor requiere,

tanto por parte de su familia como de la sociedad y del Estado.

Los elementos mencionados en este artículo se refieren a aspectos de índole social que

pueden repercutir en lo psicológico. Es por ello, que se considera necesario la protección

contra formas de violencia pasiva, por lo que los Estados deben promover principios de

justicia, igualdad y equidad para garantizar el ejercicio pleno de los derechos de niños y

niñas.

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, tiene como objetivo

el reconocimiento de la dignidad humana, en el arto. 3, inciso 2, se plantea y reconoce que

se deben crear las condiciones debidas para el ejercicio de los derechos que se enuncian a

favor de las niñas y niños.

La Convención de los Derechos del Niño y de la Niña se aprobó por la Asamblea General

de las Naciones Unidas a través de la resolución 44/25 el 20 de noviembre de 1989 la cual

entra en vigor el 2 de septiembre de 1990. La convención tiene cuatro principios a

considerar: No discriminación, el interés superior del Niño y la Niña, la supervivencia y el

desarrollo, la participación de la niñez en todos los asuntos que le competen y en temas de

la vida nacional. Este instrumento es jurídicamente vinculante y el Estado parte adquiere el

compromiso jurídico de aplicarla.

36

El Arto. 2, inciso 2, establece que:

Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para garantizar que el

niño se vea protegido contra toda forma de discriminación o castigo por causa de la

condición, las actividades, las opiniones expresadas o las creencias de sus padres, o

sus tutores o de sus familiares.

En materia de leyes y a nivel internacional este convenio es el primero en implantar la

cognición sobre el uso de castigos de los cuales se debe proteger a las niñas y niños,

expresa que los Estados partes deben garantizar el cumplimiento de lo dispuesto. En este

artículo se puntualiza que no se usará el castigo por motivo de una visualización errónea de

las niñas y niños que atente contra su dignidad al no reconocerle como un sujeto. Basado en

ello, el artículo 3 viene a definir una norma que se utilizará en toda ocasión para asegurar el

debido cumplimiento de los derechos, el cual se establece por medio del “interés superior

del niño”.

Por medio del interés superior del niño y la niña, el cual se entiende por el conjunto de

acciones y procesos que tienen por fin el garantizar el desarrollo integral y una vida digna,

que permitan vivir plenamente a las niñas y niños y que asegure su bienestar, se les protege

contra toda forma de abuso de poder y autoridad que pudiera vulnerarles. Este incluye la

utilización de castigos físicos y humillantes.

El artículo 18, inciso 2, plantea que se deben:

Garantizar y promover los derechos enunciados en la presente Convención, los

Estados Partes prestarán la asistencia apropiada a los padres y a los representantes

legales para el desempeño de sus funciones en lo que respecta a la crianza del niño y

la niña.

Mediante programas que promuevan y garanticen el cumplimiento de los derechos, los

Estados cumplen su función como garantes. Dichos programas o mecanismos deben ser de

índole legal y también orgánico y que su orientación sea para el pleno desarrollo biológico,

psicológico y social de los niños y niñas, así como cambios en las prácticas de crianza.

37

Además en el artículo 19, se expone de manera específica que:

Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas,

sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de

perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o

explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia

de los padres, de un representante legal.

A nivel internacional, la preocupación sobre las diversas situaciones de violencia y maltrato

hacia las niñas y niños conllevó a la creación de medidas para su protección, en estas se

establece la responsabilidad que tiene el Estado como garante de prevenir su posible

violación, ser el mismo un ejemplo de respeto a los derechos y proteger a los sujetos por

medio de su capacidad de instrumentar políticas públicas que aseguren a todos la

satisfacción de las necesidades básicas protegidas por los derechos.

A pesar que la mayoría de las menciones de estos artículos refieren a la responsabilidad del

Estado, a nivel individual, social y/o comunitario se deben coordinar esfuerzos para hacer

respetar nuestros derechos y también asumir la responsabilidad del respeto al derecho de

los demás.

La Constitución de la República de Nicaragua, es la base de todo el ordenamiento jurídico

mediante el cual el Estado asume su responsabilidad como garante de proteger y velar por

todos sus habitantes.

En el caso de las relaciones familiares con respeto e igualdad, la misma se encuentra en el

artículo 76 de la Constitución, considerando la importancia de las relaciones familiares para

el debido cumplimiento de los derechos humanos dentro del hogar. De esta declaración

surge la importancia de establecer relaciones familiares saludables, y que se basen en

principios de justicia, equidad e igualdad.

Por otra parte, el Código de la Niñez y la Adolescencia, (Ley 287) de 1998, establece que

Ninguna niña, niño o adolescente, será objeto de cualquier forma de discriminación,

explotación, traslado ilícito dentro o fuera del país, violencia, abuso o maltrato

38

físico, psíquico y sexual, tratamiento inhumano, aterrorizador, humillante, opresivo,

trato cruel, atentado o negligencia, por acción u omisión a sus derechos y libertades.

(Arto. 5).

Es importante señalar que este artículo recoge el elemento de violencia, abuso o maltrato ya

sea físico o psicológico que se pueda dar tanto por acciones que se cometan y que atenten

contra los derechos de las niñas y niños, así como en los casos de omisión, descuido o

negligencia.

Así mismo, el artículo 6 refiere a los espacios donde se puede dar este tipo de violación a

los derechos, por lo tanto reconoce que: “La familia es el núcleo natural y fundamental para

el crecimiento, desarrollo y bienestar integral de las niñas, niños y adolescentes. En

consecuencia, la familia debe asumir plenamente sus responsabilidades, su cuido,

educación, rehabilitación, protección y desarrollo”. Dentro de este núcleo los padres, las

madres y cuidadores son los garantes de la protección de los derechos de niños y niñas en el

hogar, sin embargo debido a que asumir un modelo ecológico conlleva a una visión más

amplia de cómo garantizar el bienestar de los niñas y niñas, se plantea que:

Es deber de la familia, la comunidad, el Estado y la sociedad en general asegurar,

con absoluta prioridad, el cumplimiento de los derechos y garantías de las niñas,

niños y adolescentes referentes a la vida, convivencia familiar y comunitaria,

identidad, nacionalidad, salud, alimentación, vivienda, educación, medio ambiente,

deporte, recreación, profesionalización, cultura, dignidad, respeto y libertad.

Por lo tanto, es menester coordinar esfuerzos en función de asegurar que se logren los

objetivos y fines enunciados en este código con un enfoque de derechos.

En caso que haya una violación a los derechos, el código establece que las personas

“podrán ser juzgados y sancionados conforme la legislación penal vigente” (Arto. 26

segundo párrafo, Arto. 76. inciso i) y arto. 85).

39

El Código de la Familia, se creó con el fin de regular el régimen jurídico familiar, entró en

vigencia en el año 2015. Este código define la violencia, así como los tipos de violencia

intrafamiliar (Artos. 46 y 47). Además declara que:

El padre, madre, o en su caso otros miembros de la familia, tutores u otras personas

encargadas legalmente del hijo o la hija, tienen la responsabilidad, el derecho y el

deber de impartir, en consonancia con la evolución de sus facultades, la dirección y

orientación apropiadas de sus representados, sin que se ponga en riesgo la salud,

integridad física, psicológica y dignidad personal de los mismos y bajo ninguna

circunstancias se utilizará el castigo físico o cualquier tipo de trato humillante como

forma de corrección o disciplina.

Con esta enunciación se declara que no se deben utilizar castigos físicos y humillantes

como forma de disciplina, dichos castigos se oponen al concepto de sujeto de derechos

porque no garantizan las libertades que son inherentes a la condición humana, por lo tanto,

los padres, madres y tutores deben realizar esfuerzos que estén encaminados a educar desde

una perspectiva de derechos. También es importante que el Estado asuma su rol de garante

y promueva e incentive la disciplina sin castigos físicos y humillantes, puesto que muchos

padres, madres y tutores no se les ha instruido correctamente sobre las diferencias entre

castigar y disciplinar.

40

3. Diseño Metodológico

La investigación se realizó en el Sector 1 del Barrio Jorge Dimitrov ubicado al este y

comienza el Colegio Cristo Rey hasta la primera entrada a la Rotonda Santo Domingo.

Se analizaron las principales representaciones sociales que tienen los padres, madres y

tutores, así mismo se logró recopilar información de lo que piensan niños y niñas, en lo

concerniente al uso del castigo físico y humillante como forma de disciplina, además de su

incidencia en las relaciones de los adultos con las niñas y niños.

Es importante señalar que la investigación consistió en un estudio que no pretendía

generalizar la información sino más bien extraer verdades, es decir iluminar una parte de la

complejidad de las relaciones en el ámbito familiar, además generar datos que guíen a

investigaciones más precisas para favorecer la promoción de relaciones familiares

equitativas y con enfoque de derechos como parte del bienestar de las niñas y niños y

construcción de una generación de la cual la violencia no sea una forma de vida.

Tipo de investigación

El método es cualitativo, cuya finalidad: “es comprender e interpretar la realidad tal y como

es entendida por los sujetos participantes en los contextos estudiados” (Rodríguez, Flores y

García, 1996, p.32) y de acuerdo a Maykut y Morehouse (1994), la investigación

cualitativa:

Busca entender una situación tal como es construida por los participantes. El

investigador cualitativo intenta capturar lo que la gente dice y hace, es decir, los

productos de cómo la gente interpreta el mundo […] la tarea del investigador

cualitativo es encontrar los patrones dentro de las palabras y los actos, y presentarle

estos patrones a otros […] para inspeccionar y al mismo tiempo situarse lo más

cerca posible de la construcción del mundo tal como los participantes originalmente

lo experimentan. (p. 18).

41

La investigación cualitativa permitió una aproximación de la realidad desde el

entendimiento y saberes que tienen las y los sujetos involucrados, es decir las madres, los

padres y/o tutores, así como las niñas y niños del Barrio Jorge Dimitrov, Sector 1.

A la vez, la investigación contempló elementos de tipo descriptivo, por cuanto “identifica

características del universo de investigación, señala formas de conducta y actitudes del

universo investigado, establece comportamientos concretos y descubre y comprueba la

asociación entre variables de investigación.” (Behar, 2008, p. 17), por tanto, describe los

hechos, las conductas y actitudes como se observaron y recogió información que se registró

y contextualizó sobre las ideas, opiniones, creencias sobre el castigo físico y humillante.

La investigación tuvo un enfoque fenomenológico por cuanto “describe el significado de

las experiencias vividas por una persona o grupo de personas acerca de un concepto o

fenómeno” (Creswell, 1998, p. 51). Por lo que el análisis se llevó a cabo desde la visión

subjetiva de las y los implicados en esta investigación lo cual permitió comprender sus

actitudes y conductas en lo relativo a las prácticas de crianza e interpretación de sus

realidades.

Según la clase de medios utilizados para obtener los datos, la investigación es de campo:

“Este tipo de investigación se apoya en informaciones que provienen entre otras, de

entrevistas, cuestionarios, encuestas y observaciones” (Behar, 2008, p. 21), el propósito de

esta tesis es realizar la investigación donde el fenómeno ocurre al hacer uso de diversas

herramientas en busca de obtener la información de la manera más natural y real posible, es

decir dentro de las propias familias en el Sector 1 del barrio Jorge Dimitrov, lo cual se hizo

de manera sistemática en base a estrategias de recolección de la información a partir de las

y los sujetos participantes.

Y por último, según el tiempo en que se efectúan, la investigación es sincrónica, según

Sanca (2011): “son estudios que se dan en un corto tiempo”, la investigación se llevó a

cabo en los meses de abril a octubre 2016.

42

Población de estudio y tamaño de muestra

El barrio Jorge Dimitrov cuenta con una población de más de 19,275 habitantes, el 58% de

la población es menor de 18 años (PREVENIR, 2014, p. 163). Para el 2006 la población del

Sector 1 del barrio Jorge Dimitrov correspondía a 3, 106 personas (Censo Poblacional y

Situacional de riesgo social de la niñez en el Barrio Jorge Dimitrov 2005-2006).

En vista que este estudio no tuvo como propósito generalizar la información y su objetivo

es documentar ciertas experiencias, el tipo de muestra es no probabilística, este tipo de

muestreo según Behar (2008) “es cuando la elección de los elementos no depende de la

probabilidad, sino con causas relacionadas con las características de la investigación o de

quien hace la muestra.”(pp. 51-52), Para ello, se intentó incluir a todos los sujetos

accesibles como parte de la muestra. Los y las participantes consultados, accedieron

voluntariamente a formar parte de la investigación y los resultados de la investigación

dieron como producto un acercamiento al fenómeno de las representaciones sociales sobre

el castigo físico y humillante y la relación que existe en el uso de métodos correctivos

violentos dentro del hogar.

Criterios de inclusión y exclusión

Para Quecedo y Castaño (2002). “Una vez definida la población, se buscan grupos que

posean las características apropiadas…”, por lo tanto para fines de esta investigación, la

selección de la población se basó en criterios, establecidos por la investigadora en selección

de acuerdo con los objetivos del estudio, para lo cual se conformó un grupo focal con los

adultos y un taller lúdico con las niñas y niños, la aplicación de escala Likert tanto a adultos

como a niños y niñas, así como la observación.

Las actividades a realizar se programaron con el apoyo del Lic. José Justo Contreras

Director del Centro Preventivo Divino Niño, quien conoce el Barrio Jorge Dimitrov y a la

vez colaboró prestando el local para la realización del grupo focal y taller lúdico. Las

características de las y los adultos participantes en el grupo focal son:

43

Familias (nucleares- presencia de ambos progenitores, familias uniparentales y/o

familias extensas) con antecedentes relacionados a castigo físico y humillante ya sea

que sus progenitores los usaran como métodos correctivos y que actualmente ellos

utilicen estos métodos en sus hijos e hijas.

Que sepan leer y escribir a fin de que puedan leer, aceptar y firmar formularios de

consentimiento para su participación en la investigación.

Características de los niños y niñas participantes en el taller lúdico:

Provenientes de familias con las características arriba mencionadas y con

antecedentes de uso de castigos físicos y humillantes.

Edades comprendidas entre 7 a 12 años, ya que “en este periodo donde los procesos

de razonamiento se vuelven lógicos y pueden aplicarse a problemas reales. Es decir

hay una objetivación del pensamiento” (Rojas y Lora, p.235), además los niños

aprenden los valores sociales y empiezan a entender la práctica de la integración en

la sociedad.

Que sepan leer y escribir.

Herramientas de recopilación de datos

Se elaboraron los instrumentos para la recolección de la información cualitativa. Los

mismos fueron sometidos a validación por parte de un experto en el tema que se desempeña

en el campo académico y cuenta con varios años de experiencia. En el caso de la Escala

Likert, además de la validación del experto se utilizó la validación de caso único, el cual

consistió en una aplicación del instrumento a una persona con las mismas características de

la población definida.

Una vez validados los instrumentos de recolección de la información, se conversó con el

Lic. Contreras, quien proporcionó información relevante sobre la situación del Barrio Jorge

Dimitrov. Con su apoyo se coordinó la realización del grupo focal y el taller lúdico con

44

personas que viven en el Sector 1. La información que proporcionó el Sr. Contreras sobre el

sector 1 del barrio, así como los datos que compartieron los y las participantes del grupo

focal fue de utilidad para la realización de la Escala Likert.

Una vez seleccionada la población, se les consultó en forma individual a cada participante

si estaba anuente a formar parte en la investigación, indicándoles el carácter de

voluntariedad y el propósito de la misma. Se considera esencial definir las herramientas de

recopilación de datos que se usaron para esta investigación y detallar las actividades que se

realizaron. A continuación se define:

Grupo Focal

Según Escoba y Bonilla (s.f) “Los grupos focales son una técnica de recolección de datos

mediante una entrevista grupal semiestructurada, la cual gira alrededor de una temática

propuesta por el investigador”. (p. 52).

El día 12 de septiembre se realizó un grupo focal de 7 personas de las cuales 5 son mujeres

y 2 hombres. Cabe mencionar que el grupo focal se programó con el apoyo del Sr. José

Contreras, Director del Centro Preventivo Divino Niño, ubicada en el Sector 1 del barrio

Jorge Dimitrov, se aprovechó que el Lic. Contreras tendría una reunión de padres y madres

de familia para tratar temas referentes a sus hijos e hijas, en dicha reunión solo asistieron 4

padres, de los cuales solamente 2 estaban dispuestos a participar. Todos los participantes

pertenecen al Sector 1 del barrio Jorge Dimitrov caracterizado por ser un sector de

violencia media y delincuencia según el Censo Poblacional y situacional de riesgo social de

la niñez, adolescencia y juventud en el barrio Jorge Dimitrov 2005-2006.

Las edades de los participantes, comprenden entre los 22 a 68 años de edad. Todos se

criaron en el barrio Jorge Dimitrov a excepción de una persona de 68 años de edad, quien

tiene de vivir en el barrio 34 años. El nivel académico promedio de los participantes en el

grupo focal es de primaria completo, no terminaron la secundaria a excepción de un padre

de familia profesional y una madre quien llegó a segundo año de la universidad.

45

En su mayoría, el tipo de familia estaba conformado por hogares nucleares, luego por

hogares uniparentales maternos y familias extensas. De acuerdo a lo comentado por los

participantes adultos del grupo focal, en sus hogares de crianza el tipo de castigos que

comúnmente usaban sus padres eran los golpes, rigidez, gritos etc. Uno de los participantes

tiene un hermano en la cárcel y en el caso de la mayoría de los y las participantes algunos

de sus hermanos y hermanas tiene problemas con el alcohol, participan en pleitos de barrio,

no terminaron sus estudios de secundaria.

En el grupo focal se propició la discusión y participación activa de todos los y las

participantes, permitiendo que enunciaran sus ideas de manera abierta y se respetaran las

opiniones no compartidas. Los resultados se muestran en base a las preguntas de

investigación con los temas o categorías tales como: Representaciones Sociales sobre el

castigo físico y humillante, prácticas de crianza. Con la utilización de esta herramienta se

identificó la prevalencia de creencias, ideas, opiniones y valores como colectivo sobre el

uso del castigo físico y humillante, también los y las participantes compartieron

experiencias personales para ejemplificar las prácticas de crianza en sus hogares y

adicionalmente, con la información encontrada, se hizo el análisis de los efectos del castigo

físico y humillante.

Taller Lúdico

En vista que para esta investigación, también es importante conocer el pensamiento de las

niñas y niños acerca el castigo físico y humillante, se utilizó la herramienta de taller lúdico

ya que según Quiroz, Velasquez, García y González, (s.f.):

El taller es reconocido como un instrumento válido para la socialización, la

transferencia, la apropiación y el desarrollo de conocimientos, actitudes y

competencias de una manera participativa y acorde a las necesidades y cultura de

los participantes. Es una forma de recoger, analizar y construir conocimiento (p.38).

46

Esta herramienta permite recoger la información necesaria sobre el tema a partir del propio

conocimiento de las niñas y niños, la herramienta es interactiva y combina la teoría con la

práctica.

Los y las participantes de esta actividad corresponden a hijos e hijas de los participantes del

grupo focal, para ello, con anticipación se les consultó a sus padres, madres y/o tutores si

estaban dispuestos a que se realizara dicho taller con sus hijos e hijas. Una de las limitantes

encontradas es que en general, los padres, madres y /o tutores manifestaron estar de acuerdo

en que sus hijos e hijas participaran en el taller lúdico y se comprometieron a enviarlos en

el día que por acuerdo mutuo se designó, sin embargo el día señalado para la realización de

la actividad solamente se presentaron 3 niñas y un niño en edades de 7 a 12 años.

La actividad se llevó a cabo el día 17 de septiembre en un aula del Centro Preventivo

Divino Niño. Las niñas y el niño que participaron, contaron con la aprobación y permiso de

los responsables de crianza.

Se trató de realizar otro taller a fin de conocer más opiniones y experiencias de otros niños

y niñas, no obstante los responsables de crianza no mostraron más disposición de

permitirles participar, cuando se les contactó, en cada ocasión alegaban falta de tiempo,

compromisos previos que los niños y niñas debían cumplir, entre otros.

Escala Likert

Para poder identificar las ideas y actitudes de mujeres, hombres, niños y niñas en relación

al castigo físico y humillante, así como la percepción de ella en la práctica en el hogar se

aplicó la Escala Likert la cual según Malave (2007):

Es un tipo de instrumento de medición o de recolección de datos que se dispone en

la investigación social para medir actitudes. Consiste en un conjunto de ítems bajo

la forma de afirmaciones o juicios ante los cuales se solicita la reacción (favorable o

desfavorable, positiva o negativa) de los individuos. (p. 2)

47

Juárez y Delgado (s.f), exponen que Robert Likert (1976) creó la escala para evaluar las

actitudes de las personas, así mismo mencionan que: “la actitud es un concepto psicológico

que comprende tres aspectos: cognitivo, que es lo que se sabe o conoce; afectivo, lo que se

siente y comportamental, lo que se actúa o hace con respecto a un objeto concreto o idea”

(p.4) por lo que al evaluar a niños y niñas se puede inferir lo que saben, lo que sienten y lo

que actúan con respecto al contenido de ese aprendizaje a través de la medición de sus

actitudes. En base a ello, se consideró utilizar la Escala Likert en niños y niñas,

considerando que como protagonistas de la sociedad, proporcionarían datos relevantes

sobre el tema de investigación.

La Escala Likert se realizó el día 15 de septiembre considerando que para muchas personas

era un día feriado y que se podrían encontrar más personas en casa, el horario fue de 8:00

a.m. a 11:45 a.m. Dicha actividad se llevó a cabo una vez en el sector 1 del barrio Jorge

Dimitrov.

En ese periodo de tiempo se lograron hacer 86 encuestas, de las cuales 41 personas

encuestadas son mujeres, madres, abuelas que son responsables de la crianza de las niñas y

niños. 24 personas entrevistadas son hombres, padres, abuelos o tíos responsables de

crianza. Como se puede observar, había mayor cantidad de mujeres en el hogar en relación

a hombres y también se encontró con mayor cantidad de mujeres dispuestas a contestar las

preguntas de cada ítem.

6 personas fueron encuestadas, sin embargo, por error involuntario no se agregó

información para determinar género y edad, por lo que para la realización del análisis de

datos se trabajó en base a las encuestas de las que sí se tienen estos datos.

Con la autorización de los adultos responsables de crianza de niñas y niños se realizó

Escala Likert también a 7 niñas y 8 niños en las edades de 7 a 12 años. Cabe mencionar que

la cantidad que se menciona, en total 15 niños y niñas, corresponde a quienes recibieron la

debida aprobación de sus responsables de crianza para poder participar en la escala Likert.

48

En general, las personas adultas que participaron en la Escala Likert en el barrio Jorge

Dimitrov, sector 1 se mostraron muy abiertas y dispuestas a colaborar. No tuvieron reservas

en contestar la escala e inclusive compartieron información adicional, mientras daban

respuesta a los diferentes ítems, expresaron sus ideas, sentimientos y experiencias por cada

afirmación, compartieron información sobre sus hogares de crianza, constatando que en sus

hogares el castigo físico y humillante prevaleció, por lo que se agrega a este análisis los

comentarios que hicieron los adultos mientras se les realizaba la encuesta así como

observaciones por parte de la investigadora y el personal de apoyo.

Observación:

También se hizo uso de la observación por cuanto “consiste en el registro sistemático,

válido y confiable del comportamiento o conducta manifiesta” (Behar, 2008, p.68). En este

caso se utilizó la observación la cual permitió una reflexión sobre el fenómeno observado.

La técnica de observación se basó en el análisis del comportamiento de los y las personas

que participaron en la Escala Likert, taller lúdico y en el grupo focal al momento de realizar

el trabajo de campo, además se observó el espacio físico en el que los niños y niñas se

desenvuelven, la estructura de las viviendas entre otros. (Ver anexo III – Guía de

observación).

Se observó que las condiciones de las viviendas en el Sector 1 del Barrio Jorge Dimitrov

son de predominante construcción precaria; sin embargo cuentan con cobertura de servicios

públicos, escuelas y el Centro de Atención preventiva Divino Niño. También se observó en

el Sector 1 la principal actividad económica corresponde a pequeños negocios como las

pulperías y salones de belleza. Se hizo un registro de las experiencias vividas a fin de

conservar los aspectos más significativos. La grabación, que se realizó en el grupo focal y

taller lúdico permitió recordar los momentos más importantes del diálogo.

Se realizó un análisis de los datos que se obtuvieron del trabajo de campo,

complementándolo con interpretación, es decir, las anotaciones, tanto de la suscrita como

49

del personal de apoyo en la realización de la Escala Likert, permitieron complementar la

información que se recibió por parte de los participantes, se realizaron de manera simple,

incluyendo indicadores o enunciados de las situaciones a fin de poder describir los hechos

que se observaron.

Para la realización del análisis de toda la información obtenida con los instrumentos que se

aplicaron, se hizo una matriz que permitieran identificar aquellos elementos que se

plantearon por cada objetivo a fin de lograr el objeto del estudio. A través de las

herramientas que se mencionaron, la investigación profundizó en los sentimientos,

imaginarios y experiencias de las y los sujetos en la investigación.

Fuentes de Datos

Para el desarrollo de esta investigación se consultaron diversas fuentes de datos, para Cazau

(2006):

Los datos primarios son aquellos obtenidos directamente de la realidad por el

mismo investigador mediante la simple observación o a través de cuestionarios,

entrevistas, tests u otro medio. Los datos secundarios son los datos obtenidos de

otras personas o instituciones (censos, estudios empíricos de otros investigadores,

metaanálisis, etc). (p. 34)

Las fuentes primarias fueron las y los participantes del grupo focal, taller lúdicos y las

personas que participaron en la aplicación de la Escala Likert, es decir todos los sujetos

que se involucraron en el estudio. Las fuentes secundarias incluyen datos bibliográficos y

artículos especializados en el tema de violencia infantil, castigo físico y humillante, así

como representaciones sociales.

50

Consideraciones éticas

Debido a que esta investigación se logró con aportes de sujetos participantes tanto adultos

como niños y niñas, cuenta con principios, criterios y/o requerimientos éticos a fin de

satisfacer las expectativas de las personas que se involucraron en ella.

Consentimiento Informado

Noreña, Moreno, Rojas y Malpica (2012), plantean que: “El uso del consentimiento

informado responde a una ética kantiana donde los seres humanos deben ser tratados como

un fin en sí mismos y nunca como un medio para conseguir algo” (p. 270). Por lo tanto, las

personas que participaron en el estudio lo hicieron bajo su propia voluntad y expresaron su

consentimiento para el análisis de la información a fin de cumplir con los objetivos de la

investigación y respetando su anonimato. Los nombres de los y las participantes del Grupo

Focal se cambiaron por otros nombres.

El principio de no-maleficencia y Beneficencia

De acuerdo a Siurana (2010) el principio de no maleficencia “hace referencia a la

obligación de no infringir daño intencionadamente”, además agrega que “… la beneficencia

consiste en prevenir el daño, eliminar el daño o hacer el bien a otros” (pp.124-125). Para

efectos de esta investigación se ligan estos principios a todo aquello que este dentro del

marco de la reputación, la privacidad y la libertad. Se respetó a cada participante, así mismo

se les informó a los y las participantes que los resultados de la investigación no generarán

ningún perjuicio o daño institucional, profesional o personal ya que la investigación no

tiene por objeto que se use para fines más allá de lo que se proyecta.

Como se mencionó a inicios de este acápite, el proceso de investigación se llevó a cabo con

sujetos de derechos, quienes apoyaron esta investigación y para quienes se tiene una

responsabilidad con los resultados de la investigación, por todas estas razones se consideró

51

necesario incluir las consideraciones éticas para hacer reflexiones claves que aseguren la

calidad en el proceso de investigación y en los resultados de la misma.

Rigor metodológico

Para el procesamiento de los datos, se realizó un registro sistemático de la información

obtenida a fin de determinar la congruencia de la investigación, se realizaron

transcripciones textuales de las grabaciones que contienen los comentarios de las y los

participantes. La información fue ordenada y agrupada por categorías con las ideas,

conceptos y datos encontrados, una vez realizado esto, se logró una explicación integrada

del tema de investigación de acuerdo a los objetivos.

Debido a que se considera que una investigación debe ser objetiva, se hizo uso de todos

aquellos criterios necesarios que permiten claridad en los procedimientos que se registren.

Estos criterios son: la credibilidad, la auditabilidad o confirmabilidad y la transferibilidad o

aplicabilidad.

De acuerdo a Castillo y Vásquez (2003): “La credibilidad se refiere a cómo los resultados

de una investigación son verdaderos para las personas que fueron estudiadas y para otras

personas que han experimentado o estado en contacto con el fenómeno investigado” (p.

165). Por lo que a fin de lograr este objetivo se hizo uso de la triangulación la cual se

entiende como: “como un procedimiento que disminuye la posibilidad de malos entendidos,

al producir información redundante durante la recolección de datos que esclarece de esta

manera significados y verifica la repetibilidad de una observación” (Okuda y Gómez, 2005,

p. 120). El uso de diferentes técnicas de recolección de datos es una alternativa para poder

visualizar un problema desde diferentes ángulos y presenta consistencia de los hallazgos.

Así mismo, la auditabilidad o confirmabilidad “permite que otro investigador examine los

datos y pueda llegar a conclusiones iguales o similares a las del investigador original

siempre y cuando tengan perspectivas similares” (Castillo y Vásquez, 2003, p. 165), el

registro detallado de toda la documentación, grabadoras o vídeos que se usan, así como la

52

transcripción fiel de la información que proporcionaron los y las participantes, está

disponible para que otro investigador pueda obtener la información fácilmente.

Para Noreña, et al. (2012), “La transferibilidad o aplicabilidad consiste en poder trasferir

los resultados de la investigación a otros contextos” (p. 267). En este caso se realizó una

descripción de las características del Sector 1 del Barrio Jorge Dimitrov. Cabe mencionar

que tal como se ha hecho mención antes, esta investigación no pretende generalizar, se

considera que a través de ella se pueda transferir dicha información a otros espacios o

contextos en los cuales pueda ser aplicable y que tengan características similares a las que

se mencionaron.

Por medio de la aplicación de estos elementos, se considera que la investigación generó

información importante sobre la situación en la que se encuentran las niñas y niños del

barrio Jorge Dimitrov en relación a su derecho de vivir una vida libre y sin violencia,

además se logró un mayor acercamiento a la incidencia de las representaciones sociales en

algunos tipos de violencia dentro del ámbito familiar.

53

4. Capítulo de Resultados

A través de la aplicación de las diferentes herramientas de recolección de datos se logró un

acercamiento a las representaciones sociales de padres, madres y tutores acerca del castigo

físico y humillante, también fue posible obtener un acercamiento a las ideas de niñas y

niños en relación al tema. Padres, madres y tutores compartieron experiencias personales de

prácticas de crianza que actualmente utilizan para disciplinar y corregir a sus hijos e hijas,

así como aquellas que se utilizaron en sus hogares de crianza. Para realizar la interpretación

sobre los registros y anotaciones, se situaron los hechos en relación con el contexto

observado.

Representaciones sociales sobre el castigo físico y humillante y su relación con los

métodos de disciplina y corrección que se implementan en el hogar.

Se logró recopilar información sobre las ideas, creencias, opiniones y valores de los

participantes en relación al castigo físico y humillante, es decir, las representaciones

sociales sobre el tema que poseen los y las participantes, en el cual, tal y como expresa

Moscovici, (1961) son teorías y por medio de ellas las personas interpretan su realidad.

Cuando se les solicitó a los y las participantes del grupo focal que expresaran lo que para

ellos y ellas significa disciplina, coincidieron en que es el proceso de enseñar a sus hijos e

hijas a estar limpios, cambiarse la ropa en cuanto llegan del colegio, bañarse y peinarse

adecuadamente, respetar a los mayores, respetar a los maestros y maestras, portarse bien.

“La disciplina encierra muchas cosas se disciplina a los niños en cuanto llegue

cambiarse sus zapatos, su ropa, al niño se le enseña donde poner su ropa, sus

zapatos, quitarse sus chinelas eso considero yo es disciplina. También incluye

respetar a los mayores, saludar a los mayores cuando llegan también se disciplina en

la comida, muchas cosas, digo yo aparte de la disciplina es hacerles ver lo bueno y

lo malo que sepan que es lo correcto, el uso de las palabras, eso no se dice así, eso

54

no es correcto, eso es vulgaridad, que hay que bañarse y como peinarse”. (GF,

Juana, 12 de septiembre, 2016).

Los y las participantes del grupo focal opinaron que enseñar una buena conducta, tanto en

casa como fuera de ella, se considera parte esencial del proceso de disciplinar a las niñas y

niños desde el hogar y exponen que: “la conducta viene desde chiquito, inculcándole la

conducta y disciplina, a respetar a sus maestros y a sus padres porque son los que van a

velar por ellos”. (GF, Mario, 12 de septiembre, 2016).

Se observó que existe la necesidad por parte de las y los adultos de sentir que sus hijos son

disciplinados y tal como se planteó anteriormente, esto implica que niños y niñas deben

saber cómo mantenerse aseados, tener orden y respetar a sus mayores el cual es un deber de

las niñas y niños para con los adultos.

“Si a veces no sé, ni yo misma me aguanto, es que aunque uno quisiera que los hijos

fueran disciplinados a veces los hijos no hacen caso y a veces uno pierde la

paciencia, a veces uno le dice: ¡sentáte!, pero el niño no hace caso”. (GF, Brenda,

12 de septiembre, 2016).

Una frase que utilizaron en muchas ocasiones los y las participantes del grupo focal durante

la sesión es: “los niños y las niñas deben portarse bien”, se observa que este tema es de gran

importancia para todos y todas, al grado que puede causarles preocupación la idea que sus

hijos e hijas no se comporten como se espera, lo anterior se explica con lo que expresa

Aguirre (2010) sobre la crianza y el compendio de creencias y prácticas. Padres, madres y

tutores consideran que las normas de la sociedad les indican lo que es apropiado o no y que

deben enseñar a sus hijos e hijas.

“Yo siento que a veces es difícil, es difícil porque yo quisiera hacerlo mejor pero no

puedo, es tan inquieto o sea aunque quiero pierdo la paciencia rápido, a veces siento

que no tengo control. Quisiera que fuera bien disciplinado pero no lo puedo

55

controlar y a veces siento que necesito ayuda psicológica conmigo misma porque yo

quisiera que él se portara bien”. (GF, Karla, 12 de septiembre, 2016).

Ante lo expuesto por los y las participantes, se identifica que la representación social sobre

la disciplina, se basa en un modelo de obediencia y respeto de niños y niñas hacia los

adultos. Padres, madres y tutores consideran que el deber de sus hijos e hijas es ser

disciplinados, existe para ellas y ellos una construcción social de niños y niñas enseñada

desde épocas distintas como seres a los cuales se les debe controlar (Pavez, 2012) y

(Nieves, 2004). Estos elementos de índole autoritarios, contrastan con el verdadero objetivo

de la disciplina, en la cual las instrucciones que se imparten deben facilitar la toma de

decisiones para llegar a un común acuerdo lo que a la vez permitirá el pleno desarrollo de

niños y niñas (García y García, 2009).

Para los participantes del grupo focal, el castigo también implica quitarles aquello que más

les gusta a sus hijos e hijas, lo cual permitirá que comprendan que algo de lo que hicieron

no estuvo bien.

“Una si le gusta la tele se le quita la tele cuando no haga la tarea y el otro lo que le

gusta, si le gusta celular porque ahora quieren su celular, quieren su Facebook está

bien pues, pero uno tiene que estar constantemente en vigilancia y ver lo que hacen,

pero claro uno ha aprendido y se castiga con lo que más le duele”. (GF, Mario, 12

de septiembre, 2016).

Padres, madres y tutores a menudo conciben el castigo físico y humillante como una

estrategia para resolver conflictos en el hogar, se valora mucho el vigilar, sancionar y

corregir conductas que se consideran incorrectas por medio de golpes y gritos desde la

perspectiva de las y los adultos (Sánchez, 2009).

Con todos estos elementos que las y los participantes consideran necesarios e importantes,

se pone énfasis en el comportamiento inmediato del niño y la niña más que en el proceso de

enseñanza, en el cual se garantice el desarrollo completo de su personalidad. La disciplina

56

que se concibe como el “proceso de ordenar, dirigir y organizar de forma armónica y

eficaz” (García y García, 2009) puede brindar grandes oportunidades para fomentar ideales

de paz y respeto entre las personas, sin embargo el modelo de disciplina que hace énfasis en

controlar el comportamiento externo de un niño o niña, a menudo conlleva a un

sentimiento de tensión para padres, madres y tutores que genera comportamientos

autoritarios que puede repercutir en acciones violentas para con sus hijos e hijas.

Debido a que padres, madres y tutores consideran que son los principales responsables de la

educación de sus hijos e hijas y ya que existe una representación social del castigo físico y

humillante como un modelo de enseñanza disciplinaria, los y las participantes de esta

investigación también consideran que adicionalmente el castigo físico y humillante tiene

una finalidad educativa, uno de los participantes comentó: “Bueno los hijos trasmiten todo

lo que se mira en el hogar entonces la educación comienza desde el hogar, entonces

nosotros les transmitimos a nuestros hijos valores, este, educación hacia todos pues (…)”

(GF, Luis, 12 de septiembre, 2016), por lo que de ahí se desprende que la educación en el

hogar representa para las personas adultas la manera de transmitir valores.

“(…) yo les hablo claro a mis hijos, les digo saben una cosa si ustedes agarran un

mal camino ¿qué les espera? ¡Una panza!, ¡andar en las cárceles! Un vende agua

helada pueden buscarse pero que las va a respetar, pero un vago no les espera nada,

sino andar en las cárceles, andarlo viendo en la cárcel, por eso yo les hablo claro a

ellas y aun en el mismo colegio, en el mismo círculo familiar hay problemas pero

cuando queremos a nuestros hijos como madres uno tiene que saberlos educar”.

(GF, Adelaida, 12 de septiembre, 2016).

Con la aplicación de la Escala Likert, se constató que el 63% de los adultos participantes ve

de manera favorable el uso del castigo físico y humillante para educar.

En el aspecto de lograr que niños y niñas sean disciplinados con sus estudios, en su mayoría

los y las participantes adultos expresaron en la Escala Likert que consideran motivo para

usar el castigo físico y humillante cuando sus hijos e hijas tienen malas notas en sus

57

estudios, agregaron como comentarios que no sólo se limita a las notas, sino a recibir

quejas de mal comportamiento en el colegio puesto que la educación puede asegurar un

mejor futuro para sus hijos e hijas. Al aplicarse la escala Likert muchos adultos comentaron

que cuando sus hijos y/o hijas no quieren hacer tareas o apoyar en los quehaceres de la

casa, les muestran la faja o les gritan, luego de ello niñas y niños obedecen rápidamente.

También, cinco de los siete participantes del grupo focal concuerdan en que el castigo

físico y humillante impide que los niños y las niñas hagan lo que quieran. Así mismo, es

interesante destacar que de acuerdo a la opinión de la mayoría de los participantes del

grupo focal, el Código de la Niñez y Adolescencia entorpece la labor de educar

correctamente, ya que, según explican, les resta dominio y control sobre sus hijos e hijas.

Refieren que debido al Código las niñas y niños consideran que todo es maltrato inclusive

una reprensión o el uso de las medidas drásticas que ejecutan en el hogar.

“Con los códigos que hay de la niñez que si le pegas a un niño, o sea yo digo, yo

digo que esos códigos más bien vinieron a entorpecer la educación de los niños

porque, porque ahora un niño viene y hace lo que ellos quieren”. (GF, Luis, 12 de

septiembre, 2016).

En vista que la mayoría de los y las participantes del grupo focal manifestaron tener una

opinión desfavorable sobre el Código de la Niñez y Adolescencia, se les preguntó si alguna

vez leyeron dicho instrumento jurídico seguido de lo cual se miraron unos a otros y después

de un breve silencio solamente uno de los participantes expresó que hace algún tiempo leyó

el Código de la Niñez y Adolescencia. El resto de los y las participantes del grupo focal

tienen una percepción negativa sobre el mismo, aun cuando admiten que no lo leyeron y

sólo escucharon comentarios negativos de otras personas, lo que muestra la necesidad de

continuar la labor de sensibilizar y educar a la población sobre el tema de los derechos

humanos y específicamente acerca de la niñez y adolescencia, de tal manera que la

violencia no sea naturalizada.

58

Además, en el proceso de crianza, los padres, madres y tutores consideran que enseñarles

valores es importante y refieren que a niñas y niños se les debe instruir en cuanto a lo que

se considera bueno y lo que se considera malo, así como el tipo de comportamientos que les

permitan desarrollarse en sociedad, puesto que existe un componente simbólico (Jodelet y

Guerrero, 2000) que implica que sus hijos e hijas representarán adecuadamente su hogar de

donde proceden los valores que ellos y ellas deben aplicar en sus respectivos entornos.

Los y las participantes definen el castigo como la acción con rigor para disciplinar y

corregir conductas inapropiadas tales como indisciplina en la casa y escuela, berrinches,

caprichos, levantar la voz, falta de respeto entre otros, incluye el uso de golpes, fajazos,

coyundas, regaños y gritos con el objetivo de lograr imponer disciplina y corregir

comportamientos incorrectos. Adicionalmente, algunas construcciones culturales,

religiosas y/o sociales refuerzan la creencia que el fenómeno del castigo es natural, normal

e inclusive necesario. En cada cultura o sociedad existe un fundamento legitimador de todas

las clases de castigo que se relacionan a la noción de bien o mal que se posea (Núñez,

2010), así que para muchos los actos que se consideren un delito o falta necesitan recibir la

pena correspondiente.

“(…) a los niños hay que pegarles porque hasta la misma biblia dice que el que, no

sé, una parte dice que con vara si es necesario hay que darle porque eso es lo que yo

veo, tampoco es que uno les va a dar y los va a matar, pero si hay que darle y

corregirlo”. (GF, Ada, 12 de septiembre, 2016).

Para padres, madres y tutores el ejercicio de castigo físico y humillante es necesario y como

tal puede brindar beneficios a niños y niñas, tales como prevenir comportamientos

incorrectos, enseñarles a respetar la autoridad, lograr que sus hijos e hijas cumplan con sus

responsabilidades, desarrollo del carácter y que sean buenas personas.

La mayoría de los y las participantes del grupo focal, exponen que es muy importante que

los niños y niñas aprendan a respetar y consideran que el uso del castigo físico, las palabras

ásperas y fuertes, reafirma la autoridad que tienen las y los adultos sobre sus hijos e hijas.

59

Durante la sesión del grupo focal se escucharon comentarios, tales como: “(…) yo que

estoy de acuerdo en eso hay que a los niños hay que darles de vez en cuando, ellos tienen

que respetar”. (GF, Ada, 12 de septiembre, 2016).

Las personas adultas tienen la noción sobre el mal comportamiento en la casa, en la escuela

y en las calles del barrio como una falta que conlleva a una pena o castigo y puesto que las

niñas y los niños son vistos como un proyecto de persona, se considera que se les debe

controlar y dominar. Esta forma de ver a las niñas y niños es una construcción social que va

en detrimento de sus derechos ya que como expresa Gaitán (2006), es necesario ver a niños

y niñas como actores sociales.

“Hoy en día es donde yo le digo a esa hermana mía que no pueden dominar a sus

hijos, vieras que cólera me da oír en que diga un padre o una madre: ¡se me salió de

la mano!. ¡Eso no lo soporto! Como voy a decir que él o ella se me va a salir de la

mano, si tengo dominio sobre ellos y vieras que eso me indigna oír que un padre o

una madre diga, por ultimo si es que ya no puedo, me voy a la policía y le digo:

métanlo preso. Por eso me indigna y se lo digo a mi hermana: ¿que no podés o no

tenés poder dominio sobre tus hijos?, si vos fuiste una que no diste esos problemas

porque ella estuvo en esos proyectos que menciona “Mario”. ¿Porque no tenés las

agallas y no podes controlar a tus hijos? ¡A mí no me va controlar esa niña!” (GF,

Adelaida, 12 de septiembre, 2016).

Por lo tanto, se observa que el definir a las personas adultas como la autoridad o sujetos a

quienes se les debe máximo respeto valida la normalización del uso de sanciones y castigos

que “implican violencia física ya sea esta grave o leve y también violencia psicológica”

UNICEF (2009).

“yo con mis hijas a como ella dice se le quita lo que más le gusta aun a la más

grande, páseme ese teléfono se lo voy a dar hasta que usted me vuelva a

comportárseme bien y eso es lo que hago con mis dos hijas si ellas me hacen una

malacrianza si es necesario aplicarle palo yo se lo aplico y el día que lo hagan ya se

60

los dije, el día que ustedes anden en esas agarraderas que se arman ¡óiganme bien!,

el día que ustedes salgan del colegio y me digan que: ¡allá se está agarrando tu hija

con otra chavala! Yo voy a llegar, yo la agarro y ahí mismo la garroteo delante de

todos”. (GF, Adelaida, 12 de septiembre, 2016).

El castigo representa para los y las responsables de crianza, con una visión adultista, la

manera oportuna de corregir y sancionar comportamientos incorrectos de sus hijos e hijas

ante situaciones de conflicto (Sánchez, 2009), o que se relacionan con su forma de actuar y

de pensar.

Cuando se les consultó a las y los participantes adultos de la Escala likert acerca de su

opinión sobre el castigo físico y humillante como forma de dar amor, la mayoría expresó

tener una visión favorable, agregaron que esta práctica demuestra preocupación e interés

por lo que sus hijos e hijas puedan llegar a ser en el futuro. Además mencionaron que en

sus hogares de crianza se les enseñó de esta manera. Con ello se observa la repetición de

ideas, opiniones y creencias en la cual se valora el uso de la violencia como algo positivo y

esto se explica de acuerdo a lo que propone Aguirre (2010) sobre el compendio de

creencias y prácticas legadas de generación en generación y además acumuladas a través de

la historia y del tiempo que permanecen como parte de la identidad de las personas

participantes (Araya, 2002).

Asociado a ello, es significativo agregar que los y las participantes del grupo focal

expresaron que durante el proceso de crianza, darles amor y cariño a sus hijos e hijas es

importante, sin embargo, tal como expresan, eso no excluye que se les golpee o se usen

regaños con gritos considerando que determinada acción necesita corrección por lo que el

castigo físico y humillante que se ejerce es visto como un método que beneficia a sus hijos

e hijas, expresan que: “(…) entonces yo digo que al hijo hay que darle amor pero así como

se le da amor hay que darle rigor porque ellos también tienen que ser disciplinados”. (GF,

Luis, 12 de septiembre).

61

En relación a los métodos de corrección y disciplina que implementan en el hogar: “(…)

Cada quien tiene su manera de corregir. Mi manera es esa, hay que darle cariño pero

también sus fajazos”. (GF, Juana, 12 de septiembre, 2016).

Para muchos padres, madres y tutores el castigo físico y humillante, representa una

demostración de su aprecio y preocupación por sus hijos e hijas, pero que esconden una

deficiencia en sus habilidades sociales así como agresividad (Sánchez et al. 2001).

El tema de tratar de impedir futuros actos de delincuencia se considera vital en las y los

participantes del grupo focal, exponen que los fajazos y castigos son necesarios puesto que

de esta manera pueden enseñar a sus hijos e hijas valores sobre “qué tipo de

comportamiento no es aceptable” tal es el caso, según explican los y las participantes del

grupo focal, en las escuelas a menudo sucede que los niños y niñas pueden tomar objetos de

otros de manera indebidamente, por lo cual, como responsables de crianza, se deben

asegurar que si sus hijos e hijas realizaron esta acción no se repita lo que a la vez impedirá

que el niño o la niña se convierta en un problema para la sociedad.

“(…) no es abuso darle un fajazo a un niño porque si yo le pego es porque no quiero

que haga eso porque es malo y yo no quiero que el día de mañana me vengan a decir

que le agarro un lápiz a un niño y se lo llevo a la casa, yo lo voy a pegar porque hoy

es un lápiz y mañana va a ser otra cosa”. (GF, Brenda, 12 de septiembre, 2016)

“Si yo los dejo así a vos y a mi vamos a hacer los primeros que nos van a poner la

mano y después van a ir a dar problemas y dolor de cabeza a las calles” (GF,

Adelaida, 12 de septiembre, 2016).

“yo digo, ¿cómo hacer para que mi hijo no se metiera en problemas? El ahorita está

en el colegio pero la verdad es que aunque hayan manuales e instrucciones, en

internet se ve eso de como criar a los hijos pero uno nunca sabe cómo se van a

desarrollar, la verdad que cada niño se le va viendo su carácter. A veces los padres

necesitamos ayuda”. (GF, Karla, 12 de septiembre, 2016).

62

Esta preocupación de los responsables de crianza sobre el futuro de los niños y niñas, en el

caso del sector 1 del barrio Jorge Dimitrov, deriva de la situación de violencia y

delincuencia que sufre la comunidad en la que habitan. El análisis de este indicio se

relaciona a la perspectiva que propone Bronfenbrenner (1977) sobre la relación entre el

desarrollo humano y el ambiente en el cual el individuo se encuentra.

A fin de evitar, que sus hijos e hijas lleguen a ser delincuentes, madres, padres y tutores

participantes del grupo focal, consideran que el castigo físico y humillante que se utiliza en

el hogar es una herramienta que permite lograr que sus hijos e hijas sean buenas personas.

“(…) Para que el día de mañana sean buenas personas, para que después no salgan

en los periódicos, por ejemplo, esa es mi forma y es lo que voy a hacer siempre,

durante estén en casa, claro cuando ya les llegue el tiempo que se vayan o se casen

ya va a ser diferente, pero mientras yo pueda y tenga la fuerza, ese es mi método y

aplicarles palo. Ante que se los vaya a aplicar la policía a ellos. Porque si mañana

más tarde se vuelve delincuente me lo mata la policía mejor ser así”. (GF, Adelaida,

12 de septiembre, 2016).

En la aplicación de la Escala Likert, se les consultó a los adultos participantes su opinión

sobre el uso del castigo físico y humillante con la finalidad de hacer que sus hijos e hijas

fuesen mejores niños y niñas, se observó que hay entre las madres, abuelas y tutoras de

niños y niñas, gran aceptación (57%) ante la idea del uso del castigo físico y humillante

como forma de lograr este objetivo. Los adultos varones también expresaron, que sus

padres y madres aplicaban este tipo de castigos para ayudarles a ser mejores personas.

Entre el grupo que desaprobó esta afirmación (37%), es importante notar que en la práctica

se observa repetido uso de esta forma de corrección ya que a menudo, en el Sector 1 del

barrio Jorge Dimitrov, se considera que una buena madre o un buen padre es aquel que

logró criar a sus hijos e hijas para que llegase a ser buenas personas y que no se encuentren

en situación de cárcel.

63

“Yo a ellas gracias a Dios no tengo problemas en la calle con ellas ni nada, porque

yo he sabido, si a mí me dicen algo aun de aquí del colegio: mire fíjese que así y

así, ellas saben que cuando llegan a la casa lo que les espera, ¿porque? Por qué yo

le enseño a que sea buena persona”. (GF, Adelaida, 12 de septiembre, 2016).

Otro punto que los adultos consideran a favor sobre el castigo físico y humillante es que a

través de su aplicación se puede lograr el desarrollo del carácter y la personalidad del niño

y la niña, para los padres, madres y tutores, a través de imponer lo que consideran más

conveniente en su proceso de enseñanza, de esta manera se evitan actitudes caprichosas y

conductas que les impidan madurar y aprender.

“(…) ella dice que: ‘mi abuelita solo me pega si quiero ver los muñecos’, entonces

le digo: ¡vas a ver lo que yo quiera! ¡Cuando yo digo no, es no! Así hay que ser sino

ella se va a encaprichar a lo que ella quiere y debe ser a lo que uno dice, digo yo esa

es mi manera de ser, si yo miro que es bueno para ella se le da, pero si miro que no

es agradable para ella no, si pone berrinche le doy dos chinelazos”. (GF, Juana, 12

de septiembre, 2016).

Para padres, madres y tutores, aparte de lograr evitar las conductas que se mencionaron

antes, el uso del castigo físico y humillante favorece al desarrollo interno del niño y niña, al

producir que sea más fuerte internamente, por lo que se refleja que el estilo de crianza que

utilizan padres, madres y tutores participantes en la investigación es de índole represivo o

autoritario según lo que propone Bouquet y Pachajoa (2009). Esto también se reflejó en la

aplicación de la Escala Likert cuando se les consultó a los padres sobre el uso de la

“chancleta” para castigar y los gritos logran que sus hijos e hijas sean más fuertes

internamente, la mayoría respondió de manera afirmativa.

El concepto de maltrato hacia niños y niñas se define como el daño físico o psicológico no

accidental y que amenazan el desarrollo normal del niño y la niña (Gracia y Musitu,

1993). Sin embargo, los y las participantes del grupo focal, trataron de conceptualizar lo

64

que significa maltrato y su diferencia con el castigo y la disciplina, lo que permitió la

comprensión de la falta de una definición más completa por parte de los y las participantes,

aunque sugieren que maltrato es golpear, castigar, gritar, masacrar e inclusive apedrear a un

niño o niña sin una razón o por puro gusto y que además implica infligir un daño que lleve

a un niño y una niña a morir.

Esto no parece aplicar cuando el niño o la niña, por medio de su desobediencia provocan

que se usen los golpes o gritos, ya que en lugar de maltrato para la mayoría de los y las

participantes, se convierte en una medida drástica puesto que según entienden los adultos,

se merecen el castigo: “Maltrato es que yo venga y le agarre y le dé por puro gusto, pero

eso de pegar ya es porque él provoca”. (GF, Ada, 12 de septiembre, 2016).

“(…) entonces creo yo que también hay que darles y tampoco hay que agarrarlos y

masacrarlos como yo he visto a muchas mamas que los agarran hasta apedreadas si

les pueden dar, eso no , pero si hay que darles su fajazo de vez en cuando para que

sepan que, aparte de todo también existe otro método que para ponerlos, porque

talvez eso es lo que le falta a tanto chavalo aquí que anda porque de loco y también

digo yo viendo eso ahora se está viniendo para acá como en Estados Unidos, como

claro a los niños no se les pega, no se les hace esto hay mucho que se matan, que los

colegios, que los secuestraron”. (GF, Ada, 12 de septiembre).

En relación a como se considera este término en el hogar, los y las participantes del grupo

focal refieren: “(…) Entonces yo digo que sí, merecen castigo los hijos, pero no

maltratarlos que los vamos a matar”. (GF, Luis, 12 de septiembre, 2016). Además expresan:

“(…) es que él dice que es maltrato que yo venga y agarre una faja y le pegue

entonces le digo yo que eso no es maltrato, esa es una medida drástica porque si yo

ya hablé y ya le dije y no hace caso a las palabras entonces hay que agarrar la faja y

darle, pero para él todo es maltrato y ahora como hoy en día para el chavalo todo es

maltrato si yo ya le digo: ¡deja sentáte ahí! Ya se siente que esta maltratado

65

psicológico verbal y de todas maneras, hoy en día eso lo agarran, que es maltrato”.

(GF, Adelaida, 12 de septiembre, 2016).

Los y las participantes del grupo focal expresaron que existe un límite entre el castigo físico

y humillante con respecto al maltrato aun cuando no lograron delimitarlo de una manera

más precisa. La mayoría de las y los participantes de la Escala Likert, están de acuerdo con

la afirmación en la que un niño o niña merece castigo físico o gritos si quiebra algo. Un

porcentaje de los encuestados (17%) manifestó vacilación ante esta afirmación puesto que

la respuesta dependía de ciertos elementos, por ejemplo, si fue un accidente o sí el niño o la

niña lo hizo por gusto, también del tipo de cosa o material que se rompió, por lo tanto

optaron por tomar una actitud neutral (ni de acuerdo, ni en desacuerdo).

Aun cuando un porcentaje desaprobó la afirmación, es importante agregar que en el

momento de dar su respuesta muchas de las mujeres expresaron estar en desacuerdo de

golpearles y gritarles si fue un accidente, expresaron que si el niño o la niña lo hizo por

gusto “si se les debe de dar palo”, también se observó que algunas mujeres indicaron estar

en desacuerdo con la observación sin embargo, cuando sus hijos correteaban por la sala

estas mujeres les gritaron e incluso insultaron. Luego siguieron dando respuestas

desfavorables a afirmaciones relacionadas con castigar, pegar e insultar como algo

favorable.

En conclusión, para los padres, madres y tutores, el castigo físico y humillante es una forma

de disciplinar y corregir conductas inadecuadas, además consideran que hay razones

específicas por las cuales un padre, una madre, abuela, abuelo, tío, tía etc., pueden incurrir

en este tipo de método disciplinario, lo que prevalece es el pensamiento de los beneficios

que posee, tales como educar, fortalecer internamente, desarrollar el carácter del niño y la

niña, corregir a tiempo comportamientos que los lleven a actitudes delincuenciales, lograr

que aprendan a vivir en sociedad y que sean personas de provecho. Estas elementos son

composiciones ideológicas del imaginario de la sociedad del barrio, para ellos y ellas

representan valores, opiniones que comparten sobre la importancia de utilizar este tipo de

métodos (Jodelet y Guerrero, 2000).

66

Debido a que padres, madres y tutores tienen una concepción del castigo físico y humillante

como una acción correcta, el castigo físico y humillante se utiliza en el hogar de manera

indistinta al castigo, además exponen que al hacer uso de este método, se corrigen de

manera inmediata las conductas que puedan causar daños en el futuro a sus hijos e hijas, lo

que simboliza amor y preocupación por el bienestar y correcto aprendizaje de niños y niñas,

sin embargo, al relacionar esta actitud con lo expresado por Nuñez (2010), sobre la

ejecución del castigo físico para producir sanciones y escarmiento por parte de los seres

humanos, se refleja la legitimación de la violencia como algo positivo para resolver

conflictos.

Este tipo de castigos sólo corrige de manera temporal determinada conducta amenazando el

correcto desarrollo físico y psicológico del niños y niñas (Gracia y Musitu 1993). Se debe

reconocer que se considera a la familia como el núcleo fundamental para el crecimiento,

desarrollo y bienestar integral de niños y niñas (Art. 6, Ley 287, 1998) y por lo tanto es

necesario cambiar la forma de ver las relaciones entre adultos con niños y niñas en la cual

los primeros ejercen el poder y la autoridad y los segundos deben obedecer.

El relación al maltrato, padres, madres y tutores suponen que llegar al punto de herir

gravemente o matar a sus hijos e hijas constituye maltrato. Las palabras ásperas,

denigrantes y ofensivas no se consideran una mala acción en el proceso de educar y los

golpes con coyundas, fajazos y otros representan para ellos y ellas solamente una medida

drástica cuando los hijos e hijas no quieren obedecer. Tal como proponen Brassard y

Donovan (2006), es necesario que padres, madres y tutores tengan una definición más

precisa sobre el maltrato que les permita comprender la diferencia entre disciplinar y el acto

de depositar sus frustraciones sobre sus hijos e hijas, lo cual repercute en el desarrollo de

los mismos (Save the Children, 2008).

67

Prácticas de crianza y factores que incluyen en el uso del castigo físico y humillante.

Las prácticas de crianza son aquellas acciones por medio de las cuales los padres, madres

y/o tutores pretenden educar, enseñar conocimientos y garantizar el completo desarrollo de

los niños y niñas por quienes son responsables (Aguirre, 2000). En este Capítulo se abordan

dos factores que influyen en prácticas de crianza en la cual se usa el castigo físico y

humillante como método de disciplina a niños y niñas. Los adultos que participaron en el

grupo focal, así como aquellos a quienes se les aplicó la Escala Likert compartieron

información importante sobre las creencias que justifican este tipo de métodos dentro de los

cuales se encuentran la enseñanza que recibieron de sus padres, así como el ambiente con el

cual sus hijos e hijas relacionan.

a. Enseñanza en las familias de origen

Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la familia es el elemento

natural, universal y fundamental de la sociedad, además es la principal organización de

supervivencia material y afectiva (Serra, 2007) de niños y niñas, por lo tanto la interacción

con sus padres, madres y/o tutores es importante durante el proceso de desarrollo pues esta

determina en gran medida la conducta social de las personas en su contexto inmediato y

futuro.

Los y las participantes del grupo focal, utilizan el castigo físico y humillante con sus hijos e

hijas, expresaron que sus padres y madres también usaron el castigo físico y humillante

para corregirles, les amenazaban y castigaban duramente si no cumplían con las reglas

establecidas en el hogar, todos provienen de familias en las que se usó el castigo físico y

humillante. En las prácticas de crianza de sus hogares se daba mucha importancia a los

castigos para disciplinar y por lo tanto, se identificó que el estilo de crianza era autoritario,

de acuerdo al concepto que proponen Bouquet y Pachajoa (2009), en su trabajo sobre los

estilos de crianza.

68

“Antes los castigos era como decía así, a mí me castigaban bien duro y a mí me

decían: voy a escupir en el piso y si vos no venís a esta hora y se seca antes… y nos

daban”. (GF, Mario, 12 de septiembre, 2016).

Las prácticas de crianza que se usaron en las familias de origen de los participantes

tuvieron influencia en la vida de los y las participantes. Tal como ellos y ellas exponen la

base de su educación viene desde las enseñanzas en sus hogares, el tipo de disciplina y

castigos recibidos en el hogar generó en ellos y ellas percepciones y creencias que se

interiorizaron, lo cual coincide con lo expuesto Vega y Moro (2013), en su investigación

sobre los factores que influyen en percepciones de las conductas sobre el maltrato.

“(…)entonces eso viene a raíz de la educación que nosotros recibimos de nuestros

padres y esa es una cadena que viene desde muy atrás entonces la educación se basa

en eso en los principios en los valores que tenemos que nos criamos nosotros como

padres y nuestro padres que nos criaron a golpes, entonces habemos personas que

reaccionamos a esa manera que a golpes tenemos que corregir y entonces esa es una

sola cadena es un núcleo familiar que se viene desencadenando ahi veces en

violencia, ahi veces en maltrato”. (GF, Luis, 12 de septiembre, 2016).

La mayoría de los y las participantes del grupo focal, coinciden en que las personas tienden

a reproducir el tipo de educación que recibieron en sus hogares de crianza, inclusive las

conductas violentas.

“(…) creo que es el tipo de educación que ha tenido la familia, porque hay familias

que han sido bien educadas en cuanto a su educación y hay familias que han sido

violentadas y padres muy violentos peor cuando toman y cuando lo hace viene y

hace una reversión de que es lo que fuiste entonces viene y actúa lo que le hicieron

o lo que le hicieron verdad, entonces se ve “como a mí me lo hicieron yo lo voy a

hacer”. (GF, Mario, 12 de septiembre, 2016).

69

Dos participantes reconocen que repetir esos patrones de crianza no es adecuado debido a

que dañan a las niñas y niños: “El padre influye porque cuando no dan palabras positivas

como que de repente eso te lo crees, entonces el niño ya va en eso. Esas palabras si dañan”.

(GF, Karla, 12 de septiembre, 2016).

Además expresan que hoy en día es posible aprender de otros estilos de crianza que

permitan una mejor relación con el niño o la niña, un mejor desarrollo y crecimiento:

“(…) cada uno de los padres nos enseñaron a ser desde pequeños a ser disciplinados

y ordenados. (…) En años anteriores, al escolaridad y enseñanza era diferente ahora

no, ahora con nuevas tecnológicas uno va aprendiendo nuevos temas entonces uno

va aprendiendo como padre, ve no aprendí esto entonces esta disciplina me parece,

porque yo voy a aprender de él o sea el hijo y el padre se consensa”. (GF, Mario, 12

de septiembre, 2016).

Sin embargo, esta discusión generó otro tipo de sentimientos en una participante, quien

manifiesta que no necesariamente los hijos e hijas van a repetir todo lo que vivieron en sus

hogares de crianza. Cabe señalar que la misma participante expresó con anterioridad que

ella golpea, grita, regaña a sus hijos e hijas si se portan mal, además compartió que su

madre era rígida y utilizaba castigo físico para con ella, sus hermanos y hermanas.

“yo digo que bueno mi mama, ella no llegó a sexto grado, pero ella siempre a sus

cinco hijos siempre nos decía: vas a ir a clases y a las 6 de la mañana ya estábamos

casi listos para ir a clases y tres de mis hermanas son preparadas. Yo por lo menos

llegue a quinto año, entonces no podemos decir que lo que la mama hizo, el

maltrato que te dieron vos lo vas a dar, sí nos pegaban porque en esos tiempos era lo

normal, si una niña se portó mal le vamos a dar, mira te estoy pegando por esto esto

y esto que hiciste, entonces yo digo que no es tanto que porque a mí me pegaron yo

también lo voy a hacer”. (GF, Ada, 12 de septiembre, 2016).

70

En el grupo focal se encontró que las familias de origen de los padres madres y / o tutores

se caracterizaron por patrones de crianza basados en autoridad rígida. En la aplicación de la

escala Likert, los padres, madres y tutores también compartieron información del tipo de

castigos que recibían en sus hogares de crianza. Los métodos disciplinarios incluían golpes,

gritos, insultos y en algunos casos maltrato.

Actualmente muchos de los padres, madres y tutores reproducen en alguna manera el tipo

de disciplina y castigos que aprendieron de sus padres, madres y tutores en sus hogares de

crianza como un conjunto de creencias y practicas (Aguirre, 2010). Una de las participantes

en el grupo focal encuentra difícil el proceso de crianza de su hijo, esto es posible puesto

que se divide entre las prácticas de crianza que se presentaban en su hogar y su deseo de no

repetirlo. Por otro lado uno de los participantes comprende que debe existir otra forma de

educar a sus hijos e hijas.

b. Contexto y ambiente

En el punto anterior, se analizaron las prácticas de crianza de las familias de las y los

participantes del grupo focal, quienes en el proceso de desarrollo y aprendizaje de sus hijos

e hijas enseñaron comportamientos, actitudes, creencias y valores que se interiorizaron. Así

como la unidad familiar es importante para niños y niñas, se considera necesario analizar el

ambiente y contexto en el que produce el desarrollo humano, puesto que la interrelación

entre dos o más entornos y contextos es de vital importancia en el proceso de evolución que

adquiere cada persona (Bronfenbrenner, 1977). Aquellos que se encuentren en la vida diaria

del niño y la niña pueden influir en la forma de pensar y analizar la realidad, la forma de

comunicar los valores y percepciones, así como las capacidades a desarrollar.

Al ingresar a la escuela el niño se encuentra en contacto con otras formas de socialización

en donde comienza a interactuar con sus compañeros y maestros (Frías, López y Díaz,

2003). Según los y las participantes del grupo focal, es común escuchar, ser testigo o bien

ser partícipe de problemas entre padres, madres u otros responsables de la crianza de los

71

hijos e hijas por situaciones que se relacionan a peleas entre un niño/niña con otro u otra:

“A veces he oído situaciones en los que hay una mama que se peleó con otra mama por los

mismos problemas en el colegio”. (GF, Karla, 12 de septiembre, 2016).

“(…) Yo tuve un problema hace poco, había un niño que mucho me le pegaba,

entonces el vino y parece que se aburrió de que mucho me le pegara que se aburrió

y le pego al otro niño, vino la mama y se enojó tampoco yo iba a permitir eso, ella

vino y me dijo que si yo no tenía educación para educar a mis hijos entonces yo le

dije que yo lo mandaba a clases no a pelear con nadie. Yo siempre hablo con él y le

digo pórtate bien, a veces yo digo:¡ay Señor dame paciencia para tolerar eso!” (GF,

Brenda, 12 de septiembre, 2016).

El ambiente en el barrio, el colegio, la calle y otras influencias de familiares pueden

repercutir en lo que el niño y la niña perciben, así como las decisiones que puedan tomar

tanto en su situación presente como en el futuro.

“Desde chiquitos hay que enseñarles y a veces influye porque si nosotros les

enseñamos buenos modales, pero donde convivimos y aun en la calle y en el colegio

esta aquel círculo donde hay malacrianzas, hay de todos y todo el chavalo va

absorbiendo, el chavalo va absorbiendo” (GF, Adelaida, 12 de septiembre, 2016).

“(…) yo les enseño pero siempre en el mismo grupo familiar y el colegio y la calle

el chavalo va absorber”. (GF, Adelaida, 12 de septiembre, 2016).

“Yo digo que como uno va enseñando: hay que respetar a la abuelita, ustedes no

tienen que usar malas palabras, ustedes no tienen que andar en malas compañías,

porque a veces las malas compañías hacen que los chavalos cambien porque yo he

mirado pues a jovencitas”. (GF, Juana, 12 de septiembre, 2016).

Por otra parte, los padres, madres y tutores expresaron que la educación que recibieron en

la escuela en su niñez era rígida, los maestros y maestras eran estrictos, usaban los reglazos

72

y otras formas de control que permitieran el buen comportamiento en clases. Para la

mayoría de los y las participantes estas medidas promovían la disciplina y orden. El

fenómeno del castigo físico y humillante puede asociarse a una problemática social

generalizada, puesto que tal y como propone Belsky (1993), sobre la teoría ecológica y el

comportamiento agresivo aprendido en la niñez, las relaciones familiares, las costumbres

del entorno, y las prácticas de crianza, determinan los comportamientos que los miembros

de la comunidad o sector van a reproducir.

“Porque antes cuando yo estudiaba me miraba la profesora lo primero que me decía

venga ‘Luis’ para acá póngame las manos y me pegaba dos reglazos y yo me iba a

sentar y antes en los colegios cuando nosotros estudiábamos nos decía: ¡control!, ya

sabían que todo el mundo tenía que agachar la cabeza, ahora usted le dice, dentra un

aula de los colegios y dice buenos días y nadie te dice buenos días y la profesora le

dice: ¡cállese!, talvez la profesora está platicando con el padre de familia y aquel

alboroto te lo digo porque yo ya lo he pasado”. (GF, Luis, 12 de septiembre, 2016).

En el proceso de crianza se involucran factores influyentes en el uso del castigo físico y

humillante como método de disciplina y corrección a niñas y niños. En su mayoría madres

y tutores recibieron castigo físico y humillante en sus hogares de crianza, las ideas o

visiones sobre este tipo de método disciplinario como algo correcto y necesario se

interiorizó.

Los padres, madres y tutores esperan que sus hijos e hijas reproduzcan sus valores y

creencias sobre todo aquellas que consideran correctas. Las personas adultas tienen

expectativas de sus hijos e hijas en la cual suponen que deber ser disciplinados y ordenados,

la idea de que no sean obedientes o no cumplan con su papel en la sociedad causa

frustración a las personas adultas, lo cual los lleva a usar el castigo físico y humillante

como un método disciplinario que, según consideran, actúa de manera rápida y eficaz.

El ambiente y contexto del Sector 1 del barrio Jorge Dimitrov, tiene características de

violencia, como forma de resolver problemas, con frecuencia se hace uso de la violencia a

73

través de peleas, amenazas e intimidación. Los habitantes de este sector, comúnmente

observan la práctica del castigo físico y humillante, como algo normal e incluso necesario,

lo cual se explica desde la teoría ecológica propuesta Bronfenbrenner (1994), en la cual el

ser humano es su interacción con las estructuras seriadas de su ambiente ecológico influyen

en sus ideas, acciones y decisiones.

Efectos del castigo físico y humillante

A partir de las experiencias de los y las participantes de esta investigación (tanto adultos

como niños y niñas) se realizó un análisis de la relación de los efectos del castigo físico y

humillante en el desarrollo psicosocial. A fin de presentar la información, se agruparon los

efectos en tres dimensiones: Cognitivo, Emocional y Conductual.

a. Dimensión cognitiva

Como parte de los resultados, se encontró que precisamente las percepciones o

preconceptos que tienen las personas sobre el castigo físico y humillante es una

consecuencia del uso de este método que se implementa en los hogares como algo normal,

necesario y bueno para corregir o disciplinar, es decir existe una naturalización de la

violencia en el hogar, concebida como una forma de disciplinar y corregir.

Para las niñas y niños participantes del taller lúdico la idea de los castigos físicos y regaños,

representa una acción necesaria en el proceso de educarles. “Lo que nos dice nuestros

padres es por nuestro bien para que el día de mañana les demos gracias porque nos supieron

educar” (TL, Reyna, 17 de septiembre, 2016). Las palabras de los niños y niñas evocan el

ideal de lo que sus referentes (padres, madres y/o tutores) valoran como un método

adecuado de enseñanza.

Cuando se les consultó a los niños y niñas participantes de la Escala Likert, si consideraban

que pegar, gritar y regañar es bueno para que cumplan con sus deberes, la mayoría estuvo

en desacuerdo lo que reflejan que para ellos y ellas, este estímulo es negativo y no

74

representa lo que piensan cuando se les aplica el castigo físico y humillante con el fin de

cumplir con sus deberes, además expresaron que el castigo tiende a generarles tensión. Un

porcentaje de las niñas y niños encuestados expresaron que estaban de acuerdo con la

afirmación, pues según se les plantea es un mecanismo que se usa para ayudarles a ser

mejores.

Como se aborda en el Primer capítulo de resultados, muchos adultos que participaron en la

Escala Likert expresan que consideran que “pegar, gritar y regañar como algo bueno para

que sus hijos e hijas cumplan con los deberes”. Existe una percepción y actitud favorable

hacia el castigo comparable con el concepto propuesto por Sauceda et al. (2007), en el cual

castigo es visto como la aplicación de un estímulo y según creen, los y las participantes de

esta investigación, es un método que puede corregir un mal comportamiento de niños y

niñas en su proceso de aprendizaje. Para muchos de los niños y niñas expuestos a esta idea

en su constante interacción con el medio que considera aceptable esta práctica se volverá

una realidad la necesidad de usar la violencia para solucionar conflictos.

En su mayoría padres, madres y tutores consideran la afirmación en la cual se expone que

el castigo físico y humillante no permite la concentración en clases como cierta. Los padres,

madres y tutores compartieron memorias de cuando de niños/niñas les golpearon, se les

trató duramente o inclusive cuando se les maltrató y como estos elementos en sus vidas les

afectaron y repercutieron en su motivación para desempeñarse en clases. A pesar de ello, un

porcentaje no reconoce como el uso del castigo físico y humillante puede afectar de manera

negativa el desempeño de sus hijos y/o hijas en clases.

De igual forma, a pesar de que en su mayoría niñas y niños a quienes se les aplicó la Escala

Likert consideran que el castigo físico y humillante no les deja concentrarse en clases para

algunos, el uso del castigo físico y humillante no se considera un impedimento ello, tal

como las y los participantes adultos (muchos de ellos sus padres, madres y/o tutores),

quienes no reconocen los efectos negativos del uso de este método.

Para una de las participantes del grupo focal, el castigo físico y humillante tiene efectos que

se pueden observar a lo largo del tiempo.

75

“(…) mire mi mama si fue bien dura, pero yo veo diferente las cosas. Ella no quiso

estudiar, otros sí entonces yo digo no todos terminaron secundaria, no todos

terminaron de ser profesionales porque ella siempre fue bien rígida, entonces unos

se fueron por un lado y otros por otro”. (GF, Karla, 12 de septiembre, 2016).

Según la participante el rigor y dureza que menciona, está relacionado al tipo de castigos

que recibió ella, sus hermanos y hermanas por parte de su madre. En su hogar de crianza

era común recibir golpes, gritos como forma de educar. El castigo físico impide que niñas y

niños desarrollen su capacidad creativa e intelectual ocasionando que la solución de

problemas sea más compleja para ellos y ellas.

En la realización del taller lúdico se les pidió a los participantes (niños y niñas) que

realizarán un socio drama sobre relaciones familiares (ver Anexo II), expresaron como

parte del análisis lo siguiente: “(…) No hicieron caso cuando les dijimos que no jugaran y

por eso le tuvimos que poner castigo (…]) El hijo de sintió mal porque los regañamos, los

padres se sentían mal porque tenían que regañar” (TL, Dora, 17 de septiembre, 2016).

Lo anterior es importante a tomar en cuenta ya que la implementación en el hogar del uso

de castigo físico y humillante lesiona las relaciones familiares y sociales lo cual a su vez

repercute en el desarrollo cognitivo de los niños y las niñas debido a que la interacción del

niño y niña en el microsistema (Frías, López y Díaz, 2003), les remite a comprender el

mundo que les rodea a través de representaciones y símbolos.

La mayoría de los niños y niñas a quienes se les aplicó la Escala Likert, consideran que

cuando sus padres, madres o tutores les castigan con golpes y regaños fuertes falta

comunicación en el hogar, es decir no existe una relación de confianza y los problemas no

se resuelven dialogando entre las partes y tal como expresaba Serra (2007): “El hogar

puede convertirse en un espacio de injusticia, particularmente contra las mujeres y las

niñas, obstaculizando un desarrollo humano integral”.

76

El castigo físico y el trato humillante tiene como consecuencia excluir el diálogo que podría

producirse en el hogar dificultando que padres, madres, tutores, niños y niñas puedan

establecer relaciones más sólidas para con sus hijos e hijas y que se aborde de manera

objetiva el tema que causa comportamientos inadecuados. Para 6 de los participantes del

grupo focal, en su entorno familiar, existen diferencias de opinión sobre el grado de rígor o

dureza que se debe aplicar en el castigo para niñas y niños, estas diferencias con frecuencia

los llevan a discutir y distanciarse socavando las relaciones entre la pareja, hermanos y

hermanas también.

“Casualmente ayer le pegué a la que tiene 12 años. En la tarde que yo llegué me

llama mi marido […] no me llama primero para decirme: ¿cómo estás?, no, me dice:

¡le pegaste a la Reyna!, sí, le pegue, ¿le reventaste su canilla?, sí, se las reventé le

digo, entonces les digo a los chavalos: ¿quién de los tres cuando llamó su pápa fue

la que habló?, en carrera los otros dos por liberarse, me dicen: ¡ella!”.(GF, Adelaida,

12 de septiembre, 2016).

Es importante mencionar que la hija de la participante ingresó al salón en el cual se llevó a

cabo el grupo focal de adultos en ese momento y al escuchar la experiencia que su madre

relataba, su hija la miraba con rostro furioso.

Las prácticas de crianza autoritarias y represivas con el uso del castigo físico puede influir

negativamente en la capacidad de aprendizaje del niño y la niña. Además aunque este

estímulo negativo puede parecer corregir una conducta inadecuada, realmente solo lo hace

de manera temporal es decir, puede que al castigarle físicamente o gritarle, el niño o la niña

haga sus tareas para evitar más gritos o golpes, sin embargo cuando se usa con repetición

constante los mantiene nerviosos y ansiosos ante la idea de realizar sus deberes, se limitan a

cumplir con lo que se espera, interponiéndose esto con el desarrollo de su creatividad y

demás capacidades, así mismo el uso de este tipo de castigos afecta las relaciones

familiares al impedir una comunicación abierta en la cual exista confianza y diálogo para

resolver los asuntos familiares.

77

b. Dimensión emocional

Esta dimensión se relaciona con los sentimientos y las emociones como parte fundamental

del ser humano. Específicamente, se abordan los resultados de la investigación en cuanto a

los efectos del castigo físico y humillante en este particular, puesto que se considera

determina las acciones, impulsos y motivaciones.

Cuando se les consultó a los participantes adultos de la Escala Likert sobre el castigo físico

y su relación con el sentimiento de temor de niñas y niños la mayoría de los padres, madres

y tutores manifestó estar de acuerdo o muy de acuerdo con el hecho del sentimiento de

temor que se manifiesta en sus hijos e hijas al aplicarles castigo físico y humillante. Sin

embargo, algunos de los y las participantes de la Escala Likert externaron que el hecho que

sus hijos e hijas tuvieran miedo era algo favorable puesto que los posiciona como una

figura de autoridad.

Para mayoría de niños y niñas participantes de la Escala Likert, el castigo físico y

humillante puede causarles sufrimiento, no sólo físico sino que también lo relacionaron con

sentimientos de tristeza.

Cuando se les consultó a padres, madres y tutores sobre esta afirmación, es interesante

notar que aun cuando en su mayoría mujeres (73.1%) y hombres (83.3%) están de acuerdo

o muy de acuerdo, hubieron quienes expresaron que momentáneamente el niño o la niña

podría sentir que sufre, sin embargo, con el tiempo aprenderían y comprenderían que todo

era por su bien. Según lo planteado por Climent (2006), este tipo de pauta y teoría implícita

tiene su influencia en las representaciones sociales sobre lo que el castigo físico y

humillante puede hacer en beneficio de niños y niñas para corregir conductas

La mayoría de niños y niñas concuerdan en que sienten vergüenza cuando son castigados

públicamente. Sin embargo cuando se les consultó sobre la afirmación “Se siente paz si se

es golpeado o gritado en privado”, de los niños y niñas participantes de la encuesta las

opiniones se encontraban divididas entre estar de acuerdo con ella o en desacuerdo.

78

En su mayoría las mujeres que participaron de la Escala Likert, expresaron estar de acuerdo

y muy de acuerdo con esta afirmación, igualmente en el caso de los hombres, recordaron

cuando eran niños la vergüenza que sentían al ser golpeados públicamente y que les

resultaba mejor si se les castigaba en privado. Quienes no compartieron esta opinión

explicaron que ya sean en público o en privado, el castigo físico y humillante siempre es

denigrante y que nadie podría sentir paz cuando se le golpea.

En este sentido, el castigo físico y trato humillante puede provocar que niños y niñas traten

de reprimir estos sentimientos, según lo considera uno de los participantes del grupo focal,

quien expone que este tipo de castigos también puede provocar otros males ya que el

distanciamiento entre la familia conlleva a que el niño y la niña sienta que debe enfrentarse

a las dificultades solo o sola expresando sus emociones por medio de experiencias que

puedan perjudicarle.

“(…)pero a veces el castigo como que los chavalos y las chavalas se reprimen y el

castigo duro le quitamos esto, pero no sabemos que puede suceder más atrás, ahora

con toda esta con los chavalos han visto en internet la televisión, verdad, esos

juegos el ahorcado, el juego de brujería entonces ellos transmite todo eso”. (GF,

Mario, 12 de septiembre, 2016).

Cuando se les consultó a niños y niñas si “Da emoción ser castigado y humillado” (Ítem

No. 9, Escala Likert), inmediatamente respondían moviendo sus cabezas en señal de

desaprobación a excepción de un niño, lo cual puede explicarse desde la lógica que

compartió un participante del taller lúdico, quién expresó lo siguiente: “Me siento bien que

me regañen porque a veces hacemos cosas que no debemos hacer” (TL, Carlos, 17 de

Septiembre, 2016), no debe extrañar el hecho que para algunas personas el castigo físico y

humillante es una manifestación de amor y esta idea que se plantea como un valor de la

sociedad se implanta a niñas y niños en su proceso de desarrollo.

Por otro lado, aun cuando en su mayoría los participantes de la Escala Likert declararon en

papel estar en desacuerdo o muy en desacuerdo ante la afirmación de sentir emoción al ser

79

castigado y humillado, es interesante notar que a medida en que las niñas y niños crecen en

ambientes con opiniones favorables sobre el castigo físico y humillante sus percepciones

cambian, por ejemplo, se observó que para un grupo de participantes adultos de la Escala

Likert (23% de hombres y 9.7% mujeres), expresaron estar de acuerdo o muy de acuerdo

con esta afirmación, 17% de los hombres y mujeres a quienes se les aplicó la Escala Likert

dijeron no estar ni de acuerdo ni en desacuerdo, sin embargo expresaron comentarios en los

cuales aluden que “en el momento talvez no es agradable, ni emocionante, pero es por su

bien”.

Muchos padres, madres y tutores no logran comprender el efecto negativo que surte del

castigo físico y humillante, puesto que en sus hogares de crianza se les enseñó de esta

manera, se les dijo que cuando se les gritaba era por su bien, cuando se les golpeaba era

porque les amaban y cuando se usaron garrotes, coyundas o cualquier instrumento que les

generó dolor, todo fue para que llegasen a ser personas de bien.

El castigo físico y humillante puede causar tristeza, dolor, vergüenza y sufrimiento a niñas

y niños, inclusive a las y los adultos responsables de crianza, añade una visión negativa de

los demás y de la sociedad, hace que las personas se repriman y refuerza el sentimiento de

soledad para atravesar por las dificultades de la vida. Estos afectos a su vez influyen en las

motivaciones presentes y futuras de la persona a quien se le aplica el castigo y puede

aumentar sentimientos de estrés y ansiedad.

c. Dimensión conductual

Durante el proceso de investigación, se encontró que las consecuencias del uso del castigo

físico y humillante se relacionan con la repetición o reproducción de la violencia en

diferentes situaciones aun de manera inconsciente. Cuando se les consultó a los y las

participantes (niño y niñas) del taller lúdico como educarían a sus hijos e hijas una

participante respondió: “Lo haríamos de la misma manera [Basado en la enseñanza de sus

padres, madres y tutores] para que tengan buena disciplina” (TL, Dora, 17 de septiembre,

2016).

80

La mayoría de niños y niñas están en desacuerdo con la afirmación “Al ser golpeado o

humillado debo repetirlo con amigos, amigas o mascotas para que también aprendan a

comportarse” (Ítem No. 15, Escala Likert), sin embargo durante la aplicación de la Escala

Likert que se realizó a las y los adultos, muchos padres y madres comentaban que en

muchas ocasiones tienen que castigar más fuerte a sus hijos e hijas porque estos golpean a

sus hermanitos o hermanitas, por lo que se observa la reproducción de la violencia, así

como la aceptación de la misma. Se observó que hay entre los y las participantes de esta

investigación comportamientos agresivos, que según expone Belsky (1993), este tipo de

comportamientos se aprenden en la niñez a través de la interacción entre las personas y el

ambiente, así como sufrimiento físico y psicológico, según el concepto de violencia y

efectos que propone Gutiérrez (2011).

La mayoría de padres, madres y tutores están de acuerdo en que los golpes, y gritos

aumentan la ira de sus hijos e hijas. Sin embargo, para una parte de ellos y ellas, consideran

que a través de estos métodos niños y niños pueden aprender a controlar su carácter. Esto

demuestra que aún persiste la percepción del uso del castigo físico y humillante como algo

bueno. Las niñas y niños en su mayoría expresan que están de acuerdo en que el castigo

físico y humillante tiende a hacerlos sentir más iracundos.

Otro aspecto que tiene relación con la ira y el desquite como efecto del castigo físico y

humillante es la conducta rebelde tendiente en niñas y niños. Para la mayoría de los padres,

madres y tutores a quienes se les aplicó la Escala Likert, reconocen que observaron en sus

hijos e hijas actitudes rebeldes, como algunos mencionaron: “están más malcriados”.

En su mayoría los y las participantes de la Escala Likert, así como los y las participantes del

Grupo Focal observan comportamientos como: ser malcriados, pleitistas o dispuestos a

pelear como algo negativo sin asociarlo al tipo de estímulos que reciben en el hogar cuando

se les aplican golpes, gritos o se les avergüenza.

“Yo sé lo que es mi hijo, él es malcriado él es necio, pleitista, le gusta pelearse y si

le va a quitar algo a alguien él va a pelear, entonces yo entiendo porque digo yo,

viéndolo desde otro punto desde otra gente me molestaría un niño así, me caería

81

como mal, no me gustaría pues viendo que muchas personas así lo ven con mi hijo”

(GF, Ada, 12 de septiembre, 2016).

Puesto que son los mismos padres, madres y tutores que aplican los castigos, el hecho de

considerar que sus hijos e hijas son rebeldes puede generar el sentimiento que deben

controlarlos a como dé lugar por medio de intensificar los castigos físicos o de

humillaciones que sean graves en el niño y niña.

A continuación, a través de la experiencia de una participante del grupo focal, se observan

los efectos del castigo físico y humillante, en las diferentes dimensiones:

“Yo le digo a mi máma: usted no tuvo la culpa de que su hijo agarró camino a lo

caballo. Porque mi máma hasta la cabeza le rajaba, a ella había que quitarle a ese

chavalo, una de ella era yo que le decía: ¡no máma no lo agarre!, ese chavalo tenía 9

años le recuerdo y sentado, le dice mi máma te me vas a sentar ahí, el chavalo se fue

a sentar a otros lugar y agarró mi máma una piedra y le dio aquí [señalando la

cabeza], lo agarró después lo estaba ahorcando, lo guindaron del perlin amarrado.

No llego a esos extremos yo. Entonces por falta de palo no fue” (GF, Adelaida, 12

de septiembre, 2016).

La percepción y actitud sobre lo que ella considera fue uso del castigo (y no maltrato) por

parte de su madre a su hermano por un mal comportamiento, hace muchos años. La

participante expone que si su hermano se encuentra actualmente en la cárcel no es por falta

de castigo sino porque a él le gustaba hacer las cosas incorrectamente.

Según lo que plantea Sánchez et al. (2001), para muchos padres, madres y tutores el uso de

golpes fuertes, insultos que denigran no suelen considerarse violencia ni maltrato, sino una

medida drástica, necesaria y con buenas intenciones que responde a un mal

comportamiento, sin embargo, este tipo de castigos interfiere con el correcto desarrollo de

la inteligencia y emociones, lo que es peor aún legítima ante las nuevas generaciones de la

sociedad el uso de la fuerza y violencia como una forma de resolver conflictos.

82

5. Conclusiones

1. Las representaciones sociales que tienen padres, madres y tutores del Sector 1 del

barrio Jorge Dimitrov sobre el castigo físico y humillante reflejan que está practica

se considera necesaria para imponer disciplina y corregir conductas que se

consideren inadecuadas.

2. A pesar que la disciplina, es un proceso valioso de enseñanza, aprendizaje e

interacción entre padres, madres con sus hijos e hijas, a menudo se usa de manera

indistinta con el castigo, el cual se impone con una perspectiva adultista en la cual el

niño y la niña deben ser, hacer y llegar a ser, mientras que las personas adultas son

los responsables de hacer cumplir las normas valiéndose de métodos físicos y

psicológicos humillantes y violentos.

3. Debido a que las niñas y niños son vistos como un proyecto, sus padres, madres y

tutores suponen que el castigo físico y humillante moldea el comportamiento y la

actitud permitiéndoles comprender la realidad desde la visión de aquellos que son

los encargados de trasmitirles el conocimiento, es decir las y los adultos

responsables de crianza.

4. Para muchos padres, madres y tutores el castigo físico y humillante es una muestra

de amor por sus hijos e hijas, así mismo demuestra preocupación por educarles,

enseñarles valores, principios, puesto que con estas teorías implícitas la sociedad

plantea como un logro el hacer que niños y niñas sean buenas personas, ciudadanos

respetuosos de la leyes y normas.

5. El castigo físico y humillante contiene muchos elementos simbólicos, teorías y

conceptos trasmitidos a través de las generaciones dentro de los cuales figura el uso

de la fuerza para resolver los conflictos, la importancia de la figura de autoridad que

imponga una pena ante la comisión de algún delito o falta; ante tales elementos el

maltrato es difícil conceptualizar al considerar que padres, madres y tutores tienen

la idea de encontrase en el cumplimiento de su deber cuando sus hijos e hijas

infringen las normas y leyes impuestas en el hogar.

6. Las prácticas de crianza, del sector 1 del barrio Jorge Dimitrov, se establecen en

base a las creencias, ideas, valores y opiniones acerca del mundo, por tal razón las

83

representaciones sociales sobre el castigo físico y humillante evidencian que es una

práctica con arraigo en el imaginario de las y los participantes de esta investigación.

7. En relación a las prácticas de crianza, a padres, madres y tutores se les transmitió el

uso de golpes, el uso de la chancleta, bofetadas, nalgadas, los gritos y amenazas

como un método disciplinario, una forma de educar, una expresión de interés

genuino por los logros presentes y futuros de sus hijos e hijas, por lo que se espera

de ellos y ellas que vayan a reproducir los mismos valores, también se espera que no

caigan en actos perjudiciales para ellos mismos y la familia.

8. El ambiente del sector 1 del barrio Jorge Dimitrov suscita la violencia, los referentes

más cercanos de niños y niñas como el hogar, la escuela y la comunidad consideran

que al castigo físico y humillante como algo normal, en este sector a menudo se

observan pleitos en las calles, discusiones en los colegios por parte de padres,

madres y tutores con otros adultos. Todos estos componentes presentes en la vida

diaria de una persona influencian la visión sobre lo que se considera correcto,

normal y necesario, en particular si nos referimos al castigo físico y humillante.

9. Como parte del efecto del uso del castigo físico y humillante en las familias de los y

las participantes en la investigación, es la justificación de la práctica que parte de un

proceso cognitivo en el cual se percibe este método como necesario, adecuado,

correcto entre otros. Si la representación social sobre el castigo físico y humillante

como una forma de educar se valora positivamente seguirá trasmitiéndose a las

futuras generaciones.

10. Se puede observar en los y las participantes, evocar sus recuerdos de infancia con

añoranza cuando se hizo uso de la chancleta o la faja como los elementos que les

permitieron ser lo que son en este momento, sin asociar que en su momento les

impidieron tener una mejor concentración en clases.

11. Niñas y niños sienten temor, tensión, represividad o agresividad, tristeza que

responde a las consecuencias emocionales del uso del castigo físico y humillante

por parte de sus referentes, tampoco hay comunicación abierta en el hogar, en la

cual ellos y ellas expresen lo que piensan.

12. Entre los efectos del castigo físico y humillante en las y los adultos participantes se

encuentran: tensión, temor, tristeza, vergüenza que desencadena a su vez en

84

problemas sociales, tales como el sentimiento de soledad o aislamiento que conduce

a comportamientos depresivos y problemas de autoestima. Por otro lado, también

genera comportamientos violentos que va desde el uso de lenguaje abusivo y

amenazante, agresividad, participación en pleitos entre otros.

85

6. Recomendaciones

A padres, madres y tutores: Es necesario que en el hogar promuevan estrategias para

disciplinar a niños y niñas que no conlleven elementos de índole violentos, sino que se

basen en valores e ideales de paz, comunicación, solidaridad, respeto y tolerancia. Además

deben fortalecer prácticas de crianza en la que se permita la participación de sus hijos e

hijas sobre temas que les atañen tales como los castigos ante determinado comportamiento,

lo cual permitirá que expresen su sentir sobre el tema y se apliquen medidas que permitan

el correcto desarrollo de niños y niñas.

A las escuelas de la comunidad: Es vital que se realicen seminarios sobre el tema de los

efectos del castigo físico y humillante cuando se les ve como una forma de corregir

conductas, esto con el objetivo de impartir información más precisa y especializada a

maestros y maestras de la comunidad sobre la forma correcta de disciplinar en el aula que

no atente contra la seguridad física, ni psicológica de las niñas y niños para ello, es

necesario que docentes y maestros se involucren en modelos de cambio en los cuales se

eviten gritos, insultos, ofensas a niños y niñas, así como toda forma de aceptación a la

violencia que se produce en el hogar, en la escuela o bien en las calles puesto que los

maestros y maestras forman parte de la comunidad en el Sector 1 del Barrio Jorge

Dimitrov.

A los líderes comunitarios del sector 1 del barrio Jorge Dimitrov: Debido a que es

importante prevenir situaciones de violencia que puedan suceder en el hogar e incidir para

que haya cambios en aquellos hogares en los cuales ya es parte de su diario vivir es

necesario diseñar campañas educativas en coordinación con la familia, la escuela, las

diferentes organizaciones que apoyan el Barrio Jorge Dimitrov e inclusive universidades.

Dichas campañas deberán realizarse de manera permanente de tal modo que se logre el

objetivo de instruir a la población en cuanto al tema de la violencia, los castigos y a la vez

generar cambios visibles en la población del sector.

86

A instituciones del Gobierno: Lo anterior se puede lograr a través del fortalecimiento de

la coordinación institucional entre MINSA, Policía Nacional, MINED y MIFAM, así como

esfuerzos mancomunados de las familias y comunidad, quienes pueden profundizar en el

tema de representaciones sociales, abordar de manera integral el tema en el barrio que

posee características de violación de los derechos de la niñez. Además, es importante que se

instruya a padres, madres y tutores sobre los instrumentos jurídicos que respaldan los

derechos de sus hijos e hijas, puesto que la investigación proporcionó información sobre la

opinión negativa que se ha formado entre los responsables de crianza en relación al Código

de la Niñez y Adolescencia, así como otras leyes que garantizan sus derechos, por lo cual es

necesario que se realicen esfuerzos. Se deberán realizar periódicamente monitoreo y

seguimiento de manifestaciones de violencia a fin de realizar ajustes a los planes

propuestos que permita eficiencia constante en la prevención y/o disminución de la

violencia intrafamiliar escondida bajo la forma de disciplina en el hogar.

87

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97

ANEXOS

FACULTAD DE HUMANIDADES Y COMUNICACIÓN MAESTRÍA EN POLÍTICAS SOCIALES Y DERECHOS DE LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA

(IV EDICIÓN)

ANEXO I

Grupo Focal para la recopilación de la información del estudio

“representaciones sociales sobre castigo físico y humillante”

Entrevistadora: Licenciada Jennyfer Medina

I. DATOS GENERALES:

Nombre Sexo Edad Personas

con las

que vive

Zona

del

barrio

Lugar

donde

se

crío

Tiempo

de vivir

en Bo.

Dimitrov

Escolaridad Ocupación

Objetivo:

Obtener información sobre las ideas, creencias, opiniones y valores que poseen los padres, madres y

tutores sobre el castigo físico y humillante a través de la interacción discursiva de los participantes.

Grupo Focal dirigido a Padres, Madres y/o tutores

FACULTAD DE HUMANIDADES Y COMUNICACIÓN MAESTRÍA EN POLÍTICAS SOCIALES Y DERECHOS DE LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA

(IV EDICIÓN)

Pauta de chequeo

- Lugar adecuado en tamaño y acústica.

- Lugar neutral de acuerdo a los objetivos del Grupo focal.

- Asistentes sentados en U en la sala.

- Moderador respeta tiempo para que los participantes desarrollen cada tema

- Moderador escucha y utiliza la información que está siendo entregada.

- Se cumplen los objetivos planteados para esta reunión.

- Explicita en un comienzo objetivos y metodología de la reunión a participantes

- Permite que todos participen.

- Reunión entre 60 y 120 minutos.

- Registro de la información (grabadora o filmadora)

- Refrigerios adecuados y no interrumpen el desarrollo de la actividad.

- Escarapelas con identificación de asistentes.

EJEMPLO DE UNA INTRODUCCIÓN AL GRUPO FOCAL

Buenas tardes y bienvenidos a nuestra sesión. Gracias por sacar un tiempo para participar en esta discusión

sobre los métodos disciplinarios en el hogar. Me llamo Jennyfer Medina y actualmente estoy estudiando la

Maestría de Políticas Sociales y Derechos de la Niñez y la Adolescencia.

El propósito del estudio es comprender los estilos de crianza en la familia ya que estos influyen en el

crecimiento y desarrollo de las niñas y los niños. La información que nos provean será muy importante

para tenerse en cuenta, además que promoverá el debido fortalecimiento de relaciones familiares con

enfoque en derechos.

En esta actividad no hay respuestas correctas o incorrectas, sino diferentes puntos de vista. Favor de

sentirse con libertad de expresar su opinión, aun cuando esta difiera con la que expresen sus compañeros.

Se les pide que por favor hablen alto. Estaremos grabando sus respuestas, ya que no queremos perdernos

ninguno de sus comentarios. Si varios participantes hablan al mismo tiempo, la grabación se perderá.

Estaremos llamando a cada uno por el primer nombre. El informe final no incluirá los mismos para

asegurar la confiabilidad. Tengan en cuenta que estamos tan interesados en los comentarios negativos

como en los positivos. En algunos casos los comentarios negativos son aún más útiles que los positivos.

Nuestra sesión durará a lo mucho dos horas, y no tomaremos ningún receso formal. Colocaremos tarjetas

en la mesa al frente de Usted, para que nos ayuden a recordar los nombres de cada cual.

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(IV EDICIÓN)

Preguntas estímulo

1. Representaciones Sociales sobre el Castigo Físico y Humillante

1.1. Ideas sobre el castigo físico y humillante

En esta parte me gustaría conocer sobre sus ideas acerca de algunos conceptos, por ejemplo:

1. ¿Qué entienden por disciplinar a sus hijos/ hijas?

2. ¿Qué entienden por Castigar?

1.2. Creencias sobre el castigo físico y humillante

3. ¿Cuál es la mejor manera de disciplinar a sus hijos e hijas?

1.3. Opinión sobre el castigo físico y humillante

4. Para ustedes, ¿Existe alguna diferencia o similitud entre disciplinar y castigar? ¿Podría describir en que

consiste cada uno?

1.4. Valores sobre el castigo físico y humillante como forma de disciplina

5. ¿Cómo creen que influirá lo que ustedes dicen y hacen para disciplinar a sus hijos/ hijas en el tipo de

persona que serán en el futuro?

Opciones de recolección de datos:

- Notas de campo. Se asignará a un facilitador para que tome nota durante la sesión de las ideas

principales.

- Audio grabadora, para registrar las participaciones

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(IV EDICIÓN)

ANEXO II

OBJETIVO:

Identificar representaciones sociales del castigo físico y humillante desde la perspectiva de niñas y niños

a través de una práctica simulada sobre las relaciones familiares.

I. DATOS GENERALES:

Nombre Sexo Edad Vive

con

Parte

del

barrio

Grado

escolar

1. Características:

El taller lúdico tendrá una duración máxima de 60 minutos

Se procurará que el ambiente, la disposición y motivación garantice la participación

de las niñas, niños.

Guía Taller Lúdico

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(IV EDICIÓN)

2. Desarrollo:

- Proceso de Inscripción y registro de participantes el cual incluye entrega de etiqueta

con nombre del y la participante.

- Introducción a la actividad con una breve explicación del contexto en el cual se

realiza el taller.

- Presentación de participantes para romper el hielo. Se realizará una dinámica.

La facilitadora invita a las y los participantes a sentarse en círculo y explica la forma de

realizar el ejercicio. Consiste en que una persona tiene derecho a hacer una pregunta a otra

mientras le tira la pelota. La persona que ha quedado con la pelota en la mano se presenta

para el grupo: dice su nombre y lo que le gusta hacer en los ratos libres. Luego esta persona

hace otra pregunta y tira la pelota a otra persona, y así sucesivamente. Las preguntas pueden

ser sobre la vida en la escuela de esa persona.

El ejercicio continúa de la misma manera hasta que se presenta la mayoría. En caso de que

una misma persona quede más de una vez con la pelota, el grupo tiene derecho a hacerle una

pregunta.

- Presentación de Metodología del taller para lo cual se expondrán las palabras claves

relacionadas al tema de investigación: Disciplina, crianza, participación. Si alguna

persona quiere agregar otra se hace explica y anota.

- Las niñas y niños participantes podrán conversar sobre lo que conocen de las palabras

claves, cómo lo han vivido y como lo entienden.

- Luego podrán diseñar el argumento con los hechos y situaciones, así como el

momento en el que cada uno podrá actuar como el personaje.

Socio drama sobre relaciones familiares

La mamá o el papá está lavando los platos y su hijo o hija estaba jugando con la pelota en la

casa, en varias ocasiones papá/ mamá advierte que si algo se quiebra se va a enojar….

LOS NIÑOS Y NIÑAS DRAMATIZARAN COMO SE COMPORTAN SUS PADRES Y/O

MADRES (o ambos); ANTE SITUACIONES COMO ESTAS….

• Interpretación

El grupo se acerca a comprender y explicar el sentido de lo expresado.

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(IV EDICIÓN)

Preguntas para discusión

• ¿Qué es lo que fue presentado?

• ¿Cómo ustedes creen que hijo/ hija se sintió?

• ¿Por qué ustedes creen que papá/ mamá reaccionó de esa forma y el hijo/hija de otra?

• ¿Este tipo de situación sucede con ustedes? ¿En qué momentos?

• ¿Cómo se sienten ustedes en esos momentos?

• ¿Cómo les gustaría ser tratados?

• ¿Para qué todos se sintieran bien, ¿cómo las cosas podrían ser diferentes?

• Toma de conciencia

Reflexiones y comprensión

- Por último el cierre y agradecimiento realizando una breve recapitulación de las

actividades, y los productos del taller. Se les explica y agradece la información

proporcionada y se les explica el destino y propósito de los resultados.

Materiales

• Lista de asistencia

• Baterías

• Lapiceros/lápices de grafito

• Papelografo (opcional)

• Cinta adhesiva

Equipo

• Grabadora de mano.

• Una pelota

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(IV EDICIÓN)

ANEXO III. Guía de observación en hogares Sector I Barrio Jorge Dimitrov

Objetivo:

Observar prácticas de crianza de las madres y padres de familia de las niñas, niños, así

como el ambiente familiar en donde se desarrollan.

Observar las condiciones, familiares, sociales y del entorno de la niña, niño.

A. El contexto: ¿Cuáles son las características del barrio?

B. ¿Cuáles son las características socioeconómicas de la población?

Vivienda de la familia ___________________________

1. Condiciones de la vivienda:

Concreto_____

Limpia____

Sucia____

Techo de zinc____

Piso de tierra_____

Agua potable___

Electricidad_____

Cuarto propio para el niño/niña _______

Objetos personales _______

Juguetes _______

Cama _______

Otros (especifique) _____

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(IV EDICIÓN)

2. Interacción entre padres, madres e hijos/ hijas.

- ¿Se observan conflictos? ¿Cuáles?

- ¿Cuáles son sus motivos?

- ¿Qué actores están implicados?

- ¿Cuáles son las formas de intervención?

- ¿Cómo se resuelven?

- ¿Cómo es la interacción de los padres, y madres hacia sus hijos e hijas?

Dialogo Si ( ) NO ( )

Constantes llamados de atención injustos y agresivos Si ( ) NO ( )

Explique_________________

Amenazas Si ( ) NO ( ) Explique_____________________

Tono de voz bajo y cortés Si ( ) NO ( )

ENCUESTA ANEXO IV

Instrucciones: Marca con una X la alternativa que consideres apropiada.

1. Los golpes y los gritos para castigar es forma de dar amor

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

2. El castigo físico y humillante pone a los niños y niñas temerosos

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

3. Pegar, gritar y regañar es bueno para cumplir con los deberes

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

4. El castigo físico y humillante no te deja concentrarse en clases.

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

5. El castigo físico y humillante se usa para ser mejores niños y niñas

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

6. Falta comunicación cuando se usa golpes y regaños

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

ENCUESTA ANEXO IV

7. El castigo físico y humillante es la mejor forma de disciplinar y corregir

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

8. Que griten y golpeen hace que las niñas y niños se sientan inseguros

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

9. Da alegría y emoción ser castigado o humillado

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

10. Se sufre al ser castigado y humillado

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

11. Avergüenza ser golpeado y gritado en público

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

12. Se siente paz si se es golpeado o gritado en privado

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

ENCUESTA ANEXO IV

13. Cuando se usa la chancleta para castigar y se grita el niño y niña aprende a ser más fuerte internamente

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

14. Al ser humillado y castigado físicamente hace que las niñas y niños se sientan tristes

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

15. Al ser golpeado o humillado debo repetirlo con amigos, amigas o mascotas para que también aprendan a comportarse.

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

16. Los golpes y gritos hacia un niño o una niña aumenta su ira

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

17. Los empujones y golpes en público provocan vergüenza

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

18. El castigo y la humillación educa

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

ENCUESTA ANEXO IV

19. Al quebrar algo merezco un castigo o un grito para no volverlo a hacer

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

20. Que peguen y griten hace que las niñas y niños no puedan jugar alegres

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

21. Los golpes, sacudidas e insultos hace que se vuelva rebelde

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

22. Los gritos y golpes como castigo no hacen que sea más fuerte y disciplinado

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

23. Se aprende solo si se castiga con golpes y regaños

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

24. Sacar malas notas es motivo de golpes, gritos y humillación

Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo. En desacuerdo Muy en

desacuerdo

*Elaborado por alumnos de la carrera de Psicología de la UCA. Se hicieron ajustes en base al tema de investigación y para cumplir con los propósitos de la tesis.

Anexo V. GRÁFICAS

En base a Escala Likert que se aplicó a adultos. Elaboración propia (2016).

GRÁFICAS

En base a Escala Likert que se aplicó a niños y niñas. Elaboración propia (2016).

ANEXO V

CONSENTIMIENTO INFORMADO

Por este medio yo________________________________________________. (Padre,

madre y/o tutor) con número de cédula ____________________ doy mi autorización para

que: __________________________________________ (nombre del niño o niña)

participe en el taller lúdico que se realizarán el día 17 de septiembre a partir de las 8:00 a.m.

con el fin de participar en una discusión sobre los métodos disciplinarios en el hogar.

Firma: ________________________________

CONSENTIMIENTO INFORMADO

(Aceptación de participación de niñas y niños)

Tu firma indica que estás de acuerdo en participar libremente en la discusión que se

menciona anteriormente y que recibiste todas las respuestas necesarias a tus preguntas. El

informe final no incluirá tu nombre para asegurar la confiabilidad. Si en algún momento de

la realización del taller lúdico decides que ya no quieres participar eres libre de hacerlo sin

que ello tenga repercusiones.

Nombre y apellido: _______________________________________________________

ANEXO VI

Matriz para la elaboración del Capítulo de Resultados

Objetivos Resultados Análisis Conclusión

Objetivo 1 Resultado 1

Resultado 2

Resultado 3

Análisis- resultado 1

Análisis- resultado 2

Análisis- resultado 2

Conclusión- resultado 1

Conclusión - resultado 2

Conclusión - resultado 2

Objetivo 2 Resultado 1

Resultado 2

Resultado 3

Análisis- resultado 1

Análisis- resultado 2

Análisis- resultado 2

Conclusión- resultado 1

Conclusión - resultado 2

Conclusión - resultado 2

Objetivo 3 Resultado 1

Resultado 2

Resultado 3

Análisis- resultado 1

Análisis- resultado 2

Análisis- resultado 2

Conclusión- resultado 1

Conclusión - resultado 2

Conclusión - resultado 2