Anonimo - Memoria, Segunda Reunion Anual Del Proyecto

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Identidades y movilidades, las sociedades regionales frente a los nuevos contextos polticos y migratorios. Una comparacin entre Mxico y ColombiaProyectoCONACYT

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Memoria Segunda reunin anual del proyecto8 - 11 de noviembre, 2004. Bogot Colombia.Este coloquio se organiz en el marco del proyecto Identidades y Movilidades con la colaboracin de las instituciones invitantes (CIESAS-IRD-ICANH), del CONACYT de Mxico, y del programa de intercambio franco-colombiano ECOS/ICFES/COLCIENCIAS/ ICETEX nmero CO3HO1

Documentosnmero 2Diciembre de 2004

2Identidades y movilidades, las sociedades regionales frente a los nuevos contextos polticos y migratorios. Una comparacin entre Mxico y Colombia Coordinadoras:

Margarita Chaves, ICANH Odile Hoffmann, CIESAS-IRD Ma. Teresa Rodrguez, CIESAS Marta Zambrano, U. NACIONAL Es este nmero participaron por orden alfabtico:Agudelo, Carlos Ariel de Vidas, Anath Aubre, Marion Bravo Pazmio, Hernando Briones, Claudia Chaves, Margarita Cunin, Elisabeth Dalton, Margarita Flrez, Franz Hernndez Castillo, R. Ada Hernndez Rivera, Claudia Hoffmann, Odile Igreja, Rebecca Laurent, Virginie Nates Cruz, Batriz Oslender, Ulrich Pepin-Lehalleur, Marielle Recondo, David Rodrguez, Mara Teresa Sansone, Livio Uribe, Manuel Zambrano, Marta

Debido al interes por difundir esta memoria a la brevedad deseable los textos que se incluyen no se sometieron a revisin de estilo

La formacin y edicin de este volumen estuvo a cargo de Gilberto Chzaro Garca (CIESAS-GOLFO) Xalapa Ver., Mxico, 2004 Se autoriza la reproduccin de los artculos que en esta publicacin aparecen siempre y cuando se mencione la fuente.

Identidades y movilidades Reunin anual, noviembre 2004

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ndicePrograma del evento ................................................................................................................................... 5 Palabras de apertura .................................................................................................................................. 9Odile Hoffmann

Contextualizacin de los estudios de caso mexicanos .............................................................................11Mara Teresa Rodrguez

Escpate a un Mundo fuera de este Mundo1: turismo, globalizacin y alteridad ...................................................................................................... 19Elisabeth Cunin

Minatitln: la construccin una urbe multicultural en el Istmo Veracruzano .................................... 31Manuel Uribe

Escenarios pblicos de la etnicidad indgena y de la pluriculturalidad en Bogot ............................. 39Marta Zambrano

Ser indgena en la Ciudad de Mxico: obedeciendo a los criterios de indianidad de la ciudad .................................................................................................................. 45Rebecca Igreja

Comentario a las ponencias del Panel 1 ................................................................................................. 51Margarita Dalton

Multiculturalismo y poblaciones negras en Colombia. ......................................................................... 57 El Estado: Ambigedades de un actor imprescindibleCarlos Agudelo

Polticas multiculturales y ciudanana multi-territorial en Mxico ..................................................... 67David Recondo

Reconfiguraciones identitarias y espaciales en los procesos de reetnizacin en Putumayo ............... 75Margarita Chaves

De las tres razas al mestizaje : diversidad de las representaciones colectivas ................................. 81 acerca de lo negro en Mxico.Odile Hoffmann

Etnicidad y prcticas de la diferencia en la construccin de un espacio local (Sotavento veracruzano) ........................................................................................................................................ 93Mara Teresa Rodrguez L.

El papel de los rituales en la (re)afirmacin identitaria:herramientas al servicio de la poltica moderna o pilares de la tradicin? ................................................................................................... 103Virginie Laurent

Identidades colectivas en la Costa Chica: De lo tnico y lo religioso ................................................. 107Marion Aubre

Algunas notas metodolgicas sobre la construccin del sentido de pertenencia en un ritual religioso en la Costa Pacfica del Choc (Colombia). ...................................................... 117Franz Flrez

Comentarios a las ponencias del Panel 3 .............................................................................................. 125Anath Ariel de Vidas

Los discursos y prcticas de la identidad tnica en el proceso de remunicipalizacin de Xochiapa, Ver. ............................................................................................................................... 129Claudia Tomic Hernndez Rivera

Territorios colectivos, identidades tnicas y desplazamiento forzado en el litoral Pacfico de Nario, Colombia ........................................................................................................... 137Hernando Bravo Pazmio

Movilidad individual y colectiva, desciframiento del entorno social (o agencia en un nuevo entorno social), formas de territorialidad, legitimidad poltica. Siguiendo a los migrantes desde San Pedro Jicayn, en la Costa Chica de Oaxaca. ............................................................................................ 147Marielle Pepin-Lehalleur

Comentarios a las ponencias del Panel 4 .............................................................................................. 155Batriz Nates Cruz

CONFERENCIAS .................................................................................................................................. 161 Cruces de Fronteras: Reflexiones sobre identidades, transnacionalismos y poscolonialismos ............................................................................................................................ 163R. Ada Hernndez Castillo

Ser negro em duas cidades. Comparao entre jovens negros de classe baixa em Salvador e em Amsterd .................................................................................................................. 185Livio Sansone

Formaciones nacionales de alteridad y movilidades estructuradas. Reflexiones desde un pas con pocos indios y sin negros (Versin preliminar) ........................ 203Claudia Briones

Perspectivas geogrficas sobre el estudio del terror: El caso del desplazamiento forzado en Colombia ........................................................................................................................ 229Ulrich Oslender

PROGRAMA

MS ALL DE LA IDENTIDAD: PERSPECTIVAS CONTEMPORNEAS COMPARATIVAS SOBRE LUGAR, ESPACIO Y MOVILIDAD EN AMRICA LATINA

2a Reunin anual de los equipos de investigacin del proyecto Identidades y movilidades: las sociedades regionales en los nuevos contextos polticos y migratorios. Una comparacin entre Colombia y Mxico (ICANH-IRD-CIESAS)*

Edificio de Posgrados de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia Biblioteca Luis ngel Arango Bogot, Colombia, noviembre 8-11, 2004Organizadoras: Margarita Chaves, ICANH Odile Hoffmann, CIESAS-IRD Mara Teresa Rodrguez, CIESAS-Golfo Marta Zambrano, Universidad Nacional

Desde la dcada de 1980, en un contexto de globalizacin creciente, Amrica Latina ha enfrentado dos grandes transformaciones: la introduccin de medidas de descentralizacin (poltica, administrativa y fiscal) y la adopcin del multiculturalismo. La primera le ha otorgado un papel prominente a los actores regionales y la segunda a los actores tnicos. Las dos han transformado los discursos e imaginarios de la nacin que hicieron carrera en el continente durante casi un siglo. Bajo el lema de un pueblo, un idioma y una religin buscaron la unificacin, la asimilacin de la diversidad tnica y la imposicin de la homogeneidad cultural. Tales transformaciones se han cruzado con procesos de reestructuracin, que han impulsado la mayor movilidad y velocidad de los desplazamientos y de las comunicaciones. De manera dramtica, estos procesos han provocado que individuos, familias y colectividades se desplacen hacia otras localidades, regiones y pases, redefiniendo activa o reactivamente sus afiliaciones y espacios por caminos diferentes y en ocasiones conflictivos. Como acadmicos y acadmicas necesitamos explorar el impacto y la respuesta al avance de estos procesos. Con el propsito de alcanzar una mejor comprensin de las circunstancias precisas de la relocalizacin, formacin y transformacin identitaria en Amrica Latina, un grupo de investigadoras e investigadores de Colombia, Mxico y Francia propuso en 2003 un proyecto novedoso de investigacin, que busca comparar la relacin entre movilidad espacial e identitaria de indgenas, mestizos y gente negra en Mxico y Colombia. Una parte integral de este proyecto es el encuentro e intercambio de experiencias entre sus miembros, a travs de las fronteras nacionales y disciplinarias, para lo cual hemos planeado tres reuniones anuales. El encuentro para el cual convocamos ser el segundo de una serie de tres, con sedes en Mxico, Colombia y Francia. En esta*

Con el apoyo financiero del ICANH, la Universidad Nacional y COLCIENCIAS, de Colombia; el CIESAS y CONACYT de Mxico; y el IRD de Francia.

6ocasin buscamos fortalecer el alcance comparativo de nuestro proceso investigativo y presentarlo a una audiencia amplia. Adems de los miembros del equipo, contaremos con la participacin de investigadores e investigadoras procedentes de Latinoamrica y Europa para la presentacin de conferencias, el intercambio de ideas y el debate sobre lugar, espacio y movilidad, ms all de los lmites geogrficos, personales e institucionales y de las investigaciones y publicaciones individuales. El evento brindar a sus participantes y la audiencia una oportunidad nica, pues son pocas las oportunidades para discutir estos temas desde una perspectiva comparativa amplia. Relacionado con lo anterior, motivaremos la reflexin, la discusin y el debate acerca de cmo se construyen estos lmites. Deseamos promover maneras de trascenderlos para que investigadoras e investigadores de diversas nacionalidades y disciplinas, trabajen sobre tpicos convergentes en Amrica Latina con colegas con quienes usualmente no tienen oportunidad de discutir e intercambiar experiencias de investigacin.LUNES 8 DE NOVIEMBRE APERTURA y PRESENTACIN DE LOS TRABAJOS DE INVESTIGACIN

INTRODUCCIN 9 a.m. Presentacin del proyecto IDYMOV, Odile Hoffmann, coordinadora general Metodologa del seminario, Marta Zambrano y Margarita Chaves, organizadoras del evento PRESENTACIN DE TRABAJOS PANEL 1 Maana: sesin 10 a.m. - 12 m. Lugar: Saln Oval, Edificio de Posgrados, Universidad Nacional Moderador: Mauricio Pardo, ICANH Comentaristas: Claudia Briones, Universidad de Buenos Aires Margarita Dalton, CIESAS, Oaxaca 1. Polticas multiculturales y definicin de la identidad negra e indgena en centros tursticos urbanos. Elisabeth Cunin, IRD, Francia, y Manuel Uribe, INAH, Mxico. 2. La etnicidad como capital poltico: afiliaciones interculturales y transformaciones de las identidades indgenas en las ciudades de Bogot y Mxico DF. Rebecca Igreja, Universidad de Brasilia y Marta Zambrano, Universidad Nacional PROYECCIN DE VIDEOS Tarde: sesin 2 p.m. - 3:45 p.m. Lugar: Auditorio Camilo Torres, Facultad de Sociologa, Universidad Nacional -Mujeres presidentas de Oaxaca, por Margarita Dalton, CIESAS-Oaxaca Presentacin de videos -La Fiesta de la Candelaria en Veracruz, por Manuel Uribe, CIESAS-Golfo, y Melesio Portilla, comunicador independiente. -Volviendo a lo muisca. Recuperacin cultural del cabildo de Bosa, 2003, por Carlos Andrs Durn, Universidad de los Andes.

INAUGURACINPalabras de Mara Victoria Uribe, directora del ICANH Palabras de Germn Melndez, decano de la Facultad de Ciencias Humanas

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7CONFERENCIAS INAUGURALES Tarde: sesin 4:00 p.m. - 7:00 p.m. Lugar: Auditorio Virginia Gutirrez de Pineda, Edificio de Posgrados, Universidad Nacional Cruces de Fronteras: Reflexiones sobre identidades, transnacionalismos y poscolonialismos , Ada Hernndez, CIESAS, Mxico Ser negro en dos ciudades (diferentes). La creacin de una nueva cultura negra en Amsterdam y Salvador da Bahia, Livio Sansone, Universidad Federal de Baha Comentarista: Maria Emma Wills, Universidad Nacional de Colombia MARTES 9 DE NOVIEMBRE PRESENTACIN DE LOS TRABAJOS DE INVESTIGACIN PANEL 2 Lugar: Biblioteca Luis ngel Arango Maana: sesin 9:00 a.m. 11 a.m. Moderadora: Mara Viveros, Universidad Nacional de Colombia Comentaristas: Ada Hernandez, CIESAS, Mxico Livio Sansone, Universidad Federal de Baha 3. Estado, construcciones identitarias y movilizacin poltica en Mxico y Colombia. Carlos Agudelo, IHEAL, Francia, y David Recondo, CERI-Sciences-Po, Francia. 4. Movilidad identitaria y reconfiguracin de espacios y territorios en Putumayo, Colombia y la Costa Chica, Mxico. Margarita Chaves, ICANH, y Odile Hoffmann, CIESAS-IRD, Mxico. PANEL 3 Lugar: Biblioteca Luis ngel Arango Tarde: sesin 2:30 a.m. 4:30 p.m. Moderadora: Patricia Tovar, ICANH Comentarista: Anath Ariel De Vidas, CEMCA, Francia Ulrich Oslender, Universidad de Glasgow 5. Espacios polticos de la identidad: Liderazgo indgena, participacin poltica y performatividad ritual en Cauca y Veracruz. Maria Teresa Rodrguez, CIESAS-Golfo, y Virginie Laurent, IFEA. 6. Tiempo, espacio e identidad ritual en el sur de Oaxaca y el nor-occidente del Choc. Marion Aubre, CNRS, Francia y Franz Flrez, Universidad Central, Colombia MIERCOLES 10 DE NOVIEMBRE PRESENTACIN DE LOS TRABAJOS DE INVESTIGACIN Y DISCUSIN FINAL PANEL 4 Maana: sesin 8:30 a.m. 9:30 a.m. Lugar: Saln Oval, Edificio de Posgrados, Universidad Nacional Moderadora: Maria Teresa Salcedo, ICANH Comentaristas: Andrs Salcedo, Universidad Nacional Beatriz Nates, Universidad de Caldas 6. Lo rural y lo urbano en las dinmicas de las movilizaciones tnicas y sociales de regiones agroindustriales emergentes. Claudia Hernndez, Universidad Veracruzana, Mxico ; Hernando Bravo, Universidad Pedaggica Nacional, Colombia ; Marielle Pepin Lehalleur, CNRS-Francia. PANEL 5 Maana: sesin 10: 00 a.m. 1:00 p.m. Lugar: Saln Oval, Edificio de Posgrados, Universidad Nacional

8Moderadores y comentaristas: Eduardo Restrepo, ICANH Fernando Urrea, Universidad del Valle 8. Constructores de categoras de identidad y afiliacin social: dilogo entre todos los participantes. Panel colectivo de todos los participantes

CIERRE Tarde; sesin 5:00 p.m. 7:00 p.m. Lugar: Auditorio Virginia Gutirrez de Pineda, Edificio de Posgrados, Universidad Nacional Formaciones nacionales de alteridad y movilidades estructuradas. Reflexiones desde un pas con pocos indios y sin negros. Claudia Briones, Universidad de Buenos Aires, Argentina Perspectivas geogrficas sobre el estudio del terror: el caso del desplazamiento forzado en Colombia Ulrich Oslender, Universidad de Glasgow, Gran Bretaa Comentarista: Margarita Serje, Universidad de los Andes JUEVES 11 DE NOVIEMBRE

DISCUSIN INTERNA

Maana. Sesin 9:00 a.m. 12:30 p.m. Sala de profesores, Edificio de posgrados, Universidad Nacional. Esta jornada estar dedicada a la discusin de aspectos operativos del proyecto IDYMOV. Participarn exclusivamente los investigadores miembros de los equipos que trabajan en Colombia y en Mxico.

GUA DE ACRNIMOS CERI, Centro de estudios e Investigaciones Internacionales, Francia CEMCA, Centro Francs de Estudios Mexicanos y Centro-Americanos, Mxico DF. CIESAS, Centro de Investigacin y Estudios Superiores en Antropologa Social, Mxico CNRS, Centro Nacional para la Investigacin Cientfica, Francia CONACYT, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologa, Mxico CREDAL, Centro para la Investigacin y la Documentacin sobre Amrica Latina, Francia. ICANH, Instituto Colombiano de Antropologa e Historia, Colombia IFEA, Instituto Francs de Estudios Andinos, sede Bogot IHEAL, Instituto de Altos Estudios de Amrica Latina, Francia INAH, Instituto Nacional de Antropologa e Historia, Mxico IRD, Instituto de Investigacin para el Desarrollo, Francia

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9PALABRAS DE APERTURAOdile Hoffmann Coordinadora del proyecto ICANH-IRD-CIESAS

Este proyecto IDYMOV (Identidades y movilidades) arranc en julio 2003, gracias a las tres instituciones invitantes, ICANH-CIESAS-IRD, que aportan cada una con sus recursos, historias y especificidades. En conjunto pudimos potencializar estos recursos y acceder a otros apoyos en los tres paises a travs de programas COLCIENCIAS, CONACYT y ECOS. A todos gracias. A parte de los resultados de investigacin que vamos a discutir en estos das, quisiera sealar otras vertientes del proyecto, menos visibles pero no menos fundamentales. Uno consiste en la actividad de orientacin, direccin y formacin de jvenes investigadores, que no pueden acompaarnos todos en estas reuniones pero que participan activamente al proyecto. En los tres pases, el proyecto IDYMOV ha estado asesorando directamente por ahora 2 licenciaturas, 3 maestras y 3 doctorado, adems de permitir otros ms por su inscripcin en un mbito de formal de investigacin (2 maestras y 2 doctorados). Otros jvenes estn en formacin en calidad de co-investigadores. Adems, el proyecto alimenta las actividades de docencia que cada uno tenemos en nuestros respectivos mbitos de trabajo, favoreciendo as el avance de la reflexin sobre temas de identidad y movilidad. Otro aspecto importante es el papel potencializador que juega el proyecto. A este respecto, es grato mencionar la participacin de IDYMOV en nuevos proyectos de investigacin, no como equipo completo pero s como antecedente, por ejemplo en dos proyectos recientemente elaborados en Colombia: -sobre redes y categoras tnicas en el que participan Marta Zambrano, Margarita Chaves y varios de los presentes, en una alianza amplia de instituciones colombianas y extranjeras, entre ellas el IRD y el CIESAS, alrededor de la UNIVALLE (Fernando Urrea). -un nuevo proyecto ICANH-IRD-Universidad de Cartagena y Observatorio del Caribe sobre categoras y situaciones mestizas en el Caribe, en el que participan Elisabeth Cunin y Mauricio Pardo. As se fortalecen dilogos y cooperaciones internacionales, aveces no exentas de tensiones que, esperamos, puedan convertirse en fuentes de reflexin y avances en la construccin de una mejor comprensin de nuestro mundo. Felicidades a todos ellos. Quisiera finalizar esta breve presentacin con algunos comentarios. El tema general del proyecto gira alrededor de la interaccin entre procesos identitarios localizados y mbitos mayores que propician, obstaculizan o participan en estos procesos. Entre ellos, pero no los nicos, el poltico y el ritual llevan un lugar preponderante. Para entender las articulaciones o las incompatibilidades (entre niveles de accin y representacin, entre lgicas), tenemos que jugar por una parte entre escalas y actores, y por otra entre constricciones estructurales y prcticas innovadores de los actores, no siempre conceptualizadas como tales ni inmediatamente instrumentalizadas. Partimos pus de un constructivismo histrico fundamental pero no dogmtico, como lo recomienda el mismo F.Barth cuando pide ser atentos a procesos de reconstruccin y reproduccin

10endgenos de los esquemas cognitivos de las sociedades e individuos insertos unos, en una modernidad agresiva y otros, en una hiper-modernidad. Nuestro principal reto, en tanto proyecto, consiste en lograr un enfoque comparativo en varios sentidos : entre dinmicas nacionales, entre contextos indgenas y negros, entre situaciones de alta movilizacin tnica Versus otras de poca movilizacin. Sin presumir de resultados por venir, un primer avance, a mi juicio, consisiti en darnos cuenta de la fragilidad de ciertas evidencias , por ejemplo en cuanto al papel de los estados en los dos pases estudiados, Colombia y Mxico. Gracias a la perspectiva comparativa, se revelaron ciertas paradojas que nos obligaron a desmenuzar lo que entendemos por fuerza del Estado y por debilidad del Estado y su traduccin en situaciones locales. Lo mismo con la evaluacin del peso de los mbitos internacionales en la orientacin de polticas y acciones multiculturales , bastante distinto en los dos pases. Otro avance, tambin permitido por el enfoque comparativo, consiste en re-evaluar los enfoques tericos constructivistas y proponer nuevas articulaciones para entender los procesos de hegemona, subalternidad, resistencia y reproduccin cultural. Ah interviene con fuerza el papel de los intermediarios orgnicos, de los asesores y de los propios antroplogos y antroplogas, al lado de los polticos y agentes internacionales de desarrollo, quines activan conocimientos y redes propios y los trasladan a los mbitos locales (y vice-versa, pero en mucho menor medida). Con esto participamos a debates internacionales conexos, sea el de los estudios pos-coloniales y subalternos, o el de las autonomas indgenas, a los que podemos aportar con nuestras experiencias concretas y localizadas de investigacin, y de cooperacin. La violencia de las asignaciones identitarias, sea simblica o muy material y hasta armada, contradice a menudo unas prcticas genuinas de mestizaje y adaptacin permanente de parte de los individuos y grupos sociales, sean stos los grupos tnicos de Mxico, las comunidades negras de Colombia o las propias comunidades cientficas de los pases intervinientes en el proyecto. Es nuestro papel documentar y explicitar estos procesos contradictorios de construccin identitaria, sus trasfondos polticos y hasta ideolgicos, y su inscripcin en los espacios locales, regionales, nacionales e internacionales. El camino por recorrer es evidentemente muy largo. Nos falta entender mejor la manera en que los procesos polticos traducen o instrumentalizan mecanismos culturales, y al revs ; o cmo van construyndose nuevos espacios que integran prcticas de alta movilidad, ms o menos voluntaria o forzosa, utilizando o reactualizando conceptos como territorio o ancestralidad para dirimir conflictos y establecer alianzas. Otros temas aparecen con particular agudez, entre ellos la violencia. A mi juicio, el papel de IDYMOV en esta vasta empresa, gracias a las comparaciones y confrontaciones, debera ser el de cuestionar las evidencias y analizar con detalle las iniciativas que propician o amenazan el vnculo social a varios niveles, en el marco de las grandes contricciones econmicas, polticas e ideolgicas que reducen los campos de lo posible. Last but not least, quisiera agradecer muy especialmente a Margarita Chaves y Marta Zambrano por la organizacin de esta reunin, y tambin a los participantes y asistentes, sin olvidar las instituciones y las personas que hicieron posible este encuentro. Gracias a todos por permitirnos estar unos das en este maravilloso pas que es Colombia.

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11CONTEXTUALIZACIN DE LOS ESTUDIOS DE CASO MEXICANOSMara Teresa Rodrguez, CIESAS

En esta presentacin tratamos de plantear de manera breve, algunos elementos para entender el contexto general en torno a la diversidad tnica y cultural en Mxico, considerando los procesos relacionados con los modos de representacin de la poblacin indgena y negra o afromestiza, as como las polticas estatales.

Poltica y legislacin hacia la poblacin indgenaPara el Mxico independiente del siglo XIX, interesado en la formacin de un pas moderno, la heterogeneidad lingstica y cultural fue un problema a resolver. Para el nacionalismo revolucionario del siglo XX las culturas indias se integraron ideolgicamente como un ingrediente bsico del nacionalismo, sin modificar el marco prctico de dominacin y discriminacin de los pueblos indios. Las agencias oficiales indigenistas plantearon la necesidad de integrar a las poblaciones indgenas para conseguir una unificacin de la conciencia nacional bajo el sino del mestizo. La relacin entre los pueblos indios y las instancias del Estado ha sufrido transformaciones notables durante las ltimas dcadas. De 1970 a 1982 se modific el discurso indigenista que hablaba de integracin para dar paso a planteamientos relacionados con el respeto a la diversidad cultural. Se fortalecieron las instituciones orientadas a la educacin bilinge bicultural, al fomento a las culturas populares y a la formacin de la clase magisterial en las regiones indgenas. Se postula entonces el indigenismo de participacin, segn el cual los pueblos indios deban ser sujetos de su propio desarrollo, y se pone en marcha el programa COPLAMAR (Coordinacin General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados). Durante el periodo 19821988, se inicia la transicin hacia el neoliberalismo. Sera sin embargo hasta la administracin salinista (Salinas de Gortari, 1988-1994) cuando se implementa de forma radical el liberalismo social, postura que se respaldaba en un supuesto respeto a la pluralidad, la libre participacin y el apoyo a las iniciativas de la poblacin a travs del PRONASOL (Programa Nacional de Solidaridad). Bajo la idea de propiciar una mayor delegacin de decisiones y gestiones a los pueblos indios y suprimir la tutela del estado y el paternalismo, el salinismo estableci una clara distancia con el compromiso hacia el desarrollo econmico y social de las regiones indgenas. En 1992, en el mbito jurdico se reforman el artculo 4 constitucional que declara el respeto a las lenguas, usos, costumbres y tradiciones indgenas- y el 27, que pone fin al reparto agrario. Se propone a las poblaciones indgenas bajo la figura organizativa denominada Fondos Regionales- organizarse en el manejo de los recursos asignados por el Estado, priorizar sus necesidades y planificar su desarrollo. Determinados sectores de las regiones indgenas exigen entonces su reconocimiento real como instancias de decisin y reclaman ser reconocidos como sujetos sociales, interlocutores del Estado, con derecho a cierta autonoma. Surgen diversas organizaciones indgenas que en determinados momentos se apoyan en los partidos polticos, aprovechando la apertura poltica y la relativa democratizacin del pas. Sin embargo, el partido oficial encuentra casi siempre las vas para cooptar los movimientos indgenas contestatarios e impedir su radicalizacin. De manera general y siguiendo en sto tendencias internacionales, a partir de las dos ltimas dcadas del siglo XX, tanto las esferas acadmicas como los propios intelectuales indios han impulsado una revaloracin de la diversidad cultural y de las diferencias tnicas. Hoy en da, el

12movimiento indgena nacional abandera la identidad tnica y la afirmacin de las diferencias culturales como estrategia de accin poltica. En este cambio de posicin y de rumbo han influido por supuesto distintos factores, uno de ellos, quizs el ms notorio, ha sido el movimiento zapatista iniciado a la luz pblica en diciembre de 1994 en el estado sureo de Chiapas. Actualmente las organizaciones indgenas incluyen una gama muy amplia de demandas, muchas de ellas de carcter asistencial e inmediato (acceso a servicios pblicos, salud, educacin y en general los derechos colectivos reconocidos por las instancias internacionales). Los reclamos por cambiar estructuralmente la situacin de estos pueblos dentro del Estado es afn solamente de un reducido nmero de organizaciones, ms politizadas. Esto puede explicarse en parte por la fragmentada condicin de las poblaciones indgenas, su precaria situacin econmica y social, su escaso acceso a los medios educativos, as como por la ausencia de proyectos organizativos capaces de aglutinar los esfuerzos emprendidos por un gran nmero de organizaciones indgenas dispersas por todo el pas. Frente al difcil dilogo con el Estado y ante la desilusin hacia los partidos polticos e instancias gubernamentales como el INI (hoy Comisin Nacional de Desarrollo de los Pueblos Indios, CDI), algunas organizaciones se dirigen hacia organismos internacionales para ser escuchados y obtener algunas respuestas en demandas relacionadas con el tema de los derechos humanos, la salud, la equidad de gnero y otras necesidades bsicas. El zapatismo en este sentido, es un ejemplo exitoso del eficaz aprovechamiento de los contactos con organismo y redes transnacionales. Desde siempre pero de manera ms acelerada en la ltima dcada, sectores importantes de la poblacin indgena se movilizan por circuitos regionales, nacionales e internacionales (hacia Estados Unidos). La distribucin desigual de los recursos y la ausencia de un proyecto nacional de apoyo al desarrollo de las regiones indgenas y de la economa campesina, ha llevado a la diversificacin de los patrones de migracin. La situacin en el campo es de un alarmante xodo de gran parte de la poblacin joven, predominantemente masculina. El resultado es una diferenciacin interna muy pronunciada y una recomposicin social en los lugares de origen, casi siempre en un marco de subordinacin frente a los sectores dominantes, tanto en las ciudades como en el campo. No obstante, podemos sealar un caso de excepcin: el de los zapotecos del istmo veracruzano y oaxaqueo, quienes han conseguido capacidad econmica para insertarse en una posicin ms favorable en trminos polticos y socio-econmicos. En este caso no se asumen como indgenas, sino como zapotecos, con una fuerte identidad colectiva regional. Por otra parte, en muchas localidades indgenas han perdido cierta relevancia determinadas instituciones de carcter tradicional como los sistemas de cargos cvicos y religiosos y los Consejos de Ancianos, a la vez que la migracin en ocasiones, llega a revitalizar y transformar otras instituciones y ritualidades indgenas. Las recomposiciones propician nuevos arreglos entre generaciones, gneros, grupos estatutarios y criterios de prestigio. Muchas veces, las facciones locales se enfrentan entre s a travs de la filiacin a distintos partidos polticos y organizaciones independientes. El caso de la poblacin negra es distinto en varios aspectos planteados para la poblacin indgena: no existen organizaciones con un discurso poltico basado en particularidades de carcter cultural o racial. Tampoco han existido en Mxico polticas multiculturales donde se exprese el reconocimiento de una diferencia cultural o especificidad tnica afromestiza. Recientemente, en algunas regiones como en la costa chica oaxaquea y en el centro de Veracruz, algunas instituciones culturales mexicanas fomentan la idea de una especificidad afromestiza, dando lugar a procesos de reconstruccin e invencin identitaria que empiezan a tener repercusiones en la gestin de espacios polticos y sociales.

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13Las regiones de estudio -El Sur de Veracruz es una regin compuesta por un sistema de sub-conjuntos territoriales, diferenciados desde el punto de vista histrico, social y econmico. Por una parte, existen zonas de vieja agricultura indgena con procesos de diferenciacin socioeconmica en torno al acceso a los cultivos comerciales: caf, pltano, caa de azcar, tabaco. Una burguesa comerciante y terrateniente controla los circuitos de intercambio y del excedente campesino. Por otra parte, se encuentran sabanas naturales y selvas en los llanos, las cuales permanecieron casi despobladas durante el primer siglo despus de la colonizacin, ocupadas por hatos ganaderos despus o explotadas por concesionarios de madera. A partir de la segunda mitad del siglo XX la colonizacin territorial en estos espacios desencaden la ganadera extensiva. Estos procesos de colonizacin se realizaron de manera articulada a las redes polticas y comerciales y resultaron en la conformacin de poderes muy centralizados. Ms tarde el Estado intervino de forma ms notoria en los procesos de regulacin territorial y poltica, dando lugar a la conformacin de propiedades privadas y ejidos, constituidos con frecuencia sobre una base tnica. En los mrgenes de estos llanos se encuentran sierras y piedemontes poblados por indgenas de Veracruz y Oaxaca que siguen con una agricultura campesina (maz) aunque participan tambin, en pequea escala, de la ganaderizacin regional. La presencia indgena en la regin sur de Veracruz se concentra principalmente en la Sierra de Santa Marta, en el valle del Uxpanapa y en los llanos de Playa Vicente, considerando en total a 115 000 hablantes de alguna lengua indgena en 2000 (aprox.). Los grupos tnicos con mayor presencia en esta regin son: nahuas, popolucas, zapotecos, mazatecos, mixtecos y chinantecos. Adicionalmente, en el sur de Veracruz se presenta un importante complejo urbano-industrial que se desarroll en la segunda mitad del siglo XX en torno a la extraccin y transformacin del petrleo. Hasta los aos 1980 el corredor industrial Coatzacoalcos-Minatitln absorbi excedentes de fuerza de trabajo de las zonas vecinas de vieja agricultura campesina, para expulsarla despus en los aos 1990, a consecuencia de los programas de reestructuracin de las empresas pblicas de ese sector. Durante aos el sur de Veracruz fue un espacio regional integrado por extensas reas ganaderas, con reductos de agricultura campesina y redes de control poltico y econmico en manos de elites sub-regionales. El Estado estableci ah una fuerte presencia mediante una red corporativista que integra al sector petrolero de la zona urbano-industrial, a los ganaderos, a los campesinos ejidatarios y pequeos propietarios y a la poblacin indgena. Las reformas polticas y las transformaciones econmicas de las ltimas dcadas (reestructuracin del sector petrolero, crisis de los sectores cafetalero, caero y tabacalero, apertura comercial y baja de precios agrcolas, etc.) no han acabado por completo con estas estructuras de poder que se pueden reactivar en ocasiones, como se mostr por ejemplo en las ltimas elecciones a gobernador del estado de Veracruz, en septiembre 2004, donde gan el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Fidel Herrera. (Tomado en parte de: Lonard y Velsquez (coords.) 2000. pp. 11-24.) La costa chica de Oaxaca y Guerrero es una regin de tierras calientes con largas temporadas de sequa, en el litoral del Pacfico sur, de relieves planos y ondulados. Ubicada entre los polos urbanos de Acapulco al oeste y Puerto Escondido al este, no abriga grandes ciudades. Tampoco es lugar de grandes producciones agrcolas ni industriales, aunque s de cultivos comerciales como la copra, la jamaica, la sanda y antes el algodn y la caa de azcar, principalmente en las vegas de los ros. La actividad ganadera es importante sin alcanzar niveles de productividad que puedan

14rivalizar con el trpico hmedo veracruzano. La regin se desarroll histricamente a partir de grandes haciendas que empleaban mano de obra esclava, limitando con la sierra poblada de comunidades indgenas (tlapanecos, nahuas, amuzgos, mixtecos, huaves) que conservaron parte de sus tierras hasta la revolucin y la actualidad. Las polticas porfirianas de desmantelamiento de tierras ociosas y luego la reforma agraria del siglo XX propiciaron una recomposicin agraria que result en una fuerte presencia de ejidos y comunidades agrarias, al lado de ranchos medianos o pequeos. La estructura agraria no se sobrepone exactamente a la diferenciacin tnica, la propiedad ejidal, comunal o privada siendo distribuida entre poblaciones de pueblos indios o de mestizos y afromestizos. Al lado de las comunidades indgenas que mantienen gran parte de sus estructuras polticas y rituales propias, los mestizos y afromestizos se reivindican principalmente como costeos. Sin embargo, el Estado de Oaxaca ha incluido recientemente a los afromestizos en la lista de los grupos tnicos del estado susceptibles de referirse a polticas especiales de desarrollo comunitario (lo que no ha sucedido en el estado vecino de Guerrero). Algunas asociaciones civiles y grupos culturales empiezan a movilizarse para reivindicar la identidad afromestiza con sus consecuencias en trminos de reconocimiento legal y poltico. La poblacin de fenotipo moreno o negro se estima a varios decenas de miles de habitantes (entre 20 y 60% del total regional segn las estimaciones), sin que exista un censo preciso al respecto.

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ESCPATE A UN MUNDO FUERA DE ESTE MUNDO1: TURISMO, GLOBALIZACIN Y ALTERIDADElisabeth Cunin - IRD

El turismo es una paradoja. Si bien los primeros trabajos hicieron nfasis en la bsqueda de autenticidad consustancial a la actividad turstica (Mc Cannel, 1976) o en la dimensin inicitica y casi ritual de una experiencia que permite escaparse de la vida cotidiana (Grabum, 1977), parecera que el turismo lleva en s la negacin de estos atributos que lo definen. Cmo hablar en efecto, de autenticidad, cuando el otro se construye como el objeto de la actividad turstica y se define a travs de un marketing de la diferencia? Cmo calificar de inicitica y ritual una actividad que rpidamente tom la forma de una prctica de masa, orquestada por unas agencias de viaje, segn normas estandarizadas y globalizadas? Mientras que el turista sale a la bsqueda de culturas precapitalistas, preglobales y no McDonaldizadas (Lacy, Douglass, 2002: 6), la actividad turstica contempornea supone la existencia de un mundo capitalista, global y McDonaldizado2. El turista, es el idiota del viaje (Urbain, 1993) que en el mismo momento en que pretende desplazarse hacia otra parte y hacia la alteridad, se encuentra en medio de sus compatriotas o en uno de estos (no) lugares globalizados (aeropuerto, hotel o restaurante para viajeros, monumento en forma de parque temtico, etc.). A tal punto que algunos turistas llegan a presentarse como anti-turistas con el fin de legitimar la autenticidad de su encuentro con el otro en un discurso que muestra la lgica de distincin propia a la categora homogeneizante de turista. De hecho, Marc Aug califica el turismo de viaje imposible, el que no haremos nunca ms, que hubiera podido hacernos descubrir nuevos paisajes y otros hombres, que hubiera podido abrirnos el espacio de los encuentros (Aug, 1997: 13). La lgica turstica es, en muchos aspectos, comparable al planteamiento antropolgico: igual bsqueda del otro percibido en primer lugar en una relacin de exterioridad idealizada, igual desencanto ligado a la toma de conciencia de que esta alteridad es el resultado de una construccin occidental. El estudio del turismo nos permite as entrar en la reflexin sobre la alteridad, precisamente cuando esta relacin con el otro es objeto de una puesta en escena que acenta sus caractersticas y revela los mecanismos de la diferenciacin. Al mismo tiempo que el discurso turstico tiende, en una lgica prebarthiania, a definir el otro a partir de una serie de atributos, haciendo de la cultura una entidad discreta y esencializada y del mundo un inmenso caleidoscopio, se ver que la prctica turstica contribuye a generar nuevas formas culturales y autoriza mltiples representaciones de la cultura puesta en escena. Segn las cifras de la Organizacin Mundial del Turismo (OMT), el turismo aparece hoy como la principal actividad productora de riquezas y empleos. Aunque su desarrollo fue especialmente afectado por los acontecimientos del 11 de septiembre, el turismo ocupa el primer lugar en la economa mundial en trminos de exportacin y es adems, muy solicitante de recursos humanos. Los pasajeros que efectan un tour en crucero pasaron de 1,4 milln en 1980 a 8,5 millones en 1997 (Wood, 2000: 349). En Colombia, en un pas donde el turismo sigue siendo en gran parte marginal

20a causa de la recurrencia de los conflictos armados, Cartagena se presenta como LA ciudad turstica: clasificada Patrimonio mundial de la humanidad por la UNESCO en 1995, fue tambin declarada distrito turstico e histrico, confirmando as una orientacin tomada desde el principio del siglo, que tiende a asimilar poltica urbana y poltica turstica (vase trabajo sobre los archivos de la Sociedad de Mejoras Pblicas de Cartagena). El turismo se volvi uno de los criterios esenciales de fijacin de las normas de desarrollo de la ciudad3, a nivel de las infraestructuras y tambin de la organizacin econmica, la promocin de actividades culturales, etc. El diario local, El Universal, da cuenta de este inters permanente por el turismo: el 10 de septiembre de 2004, anunci una macro rueda internacional de turismo haciendo parte de un plan estratgico del Distrito para fortalecer la promocin y competitividad de la ciudad como destino turstico; el 20 de septiembre, informo sobre la llegada de 120 empresarios de turismo del mundo entero encargados de hacer la promocin de la ciudad en su pas de origen. Sin embargo, paradjicamente, el turismo dista mucho de ser una actividad consolidada y rentable en Cartagena. Despus de un pico en medio de los aos noventa, la ocupacin hotelera pas del 80% a menos de 50% hoy. Por lo que se refiere ms especficamente al turismo de crucero que nos interesa aqu, el volumen de pasajeros aument de 9.545 en 1990 a cerca de189.000 en 1999 (Bez, 2000: 37); pero, si recibi 160 barcos este mismo ao, Cartagena solo acogi 80 en 2002 y no espera ms que una treintena para la temporada 2004-2005. Por otra parte, ms sorprendente an, el turismo de crucero no aparece en las estadsticas oficiales de la ciudad: en efecto, se considera turista toda persona que pasa al menos una noche en el lugar de recepcin. Cartagena, que no consigui obtener el titulo de home port, solo recibe a los turistas de cruceros durante unas horas: stos no son contabilizados oficialmente en las estadsticas del turismo. En otros trminos, el turismo de crucero no existe... Ms all de las ambigedades relativas a las cifras y las definiciones, esta paradoja cuestiona la prctica misma del turismo de crucero, en particular, su inscripcin en los lugares visitados, la importancia concedida a un mundo virtual, el descubrimiento organizado de una ciudad preformada, etc. De hecho, lo que cuestiona esta nueva forma de turismo, es precisamente la naturaleza de la relacin con el otro, supuestamente en el corazn de la prctica turstica. 1. El turismo: relacin globalizada con un otro imaginado Turismo y relaciones intertnicas... Tourism, I suggested, involves a conscious crossing of ethnic boundaries and is, therefore, a special case of ethnic relations (van den Berghe, 1980: 377). Peter van den Berghe es uno de los primeros en haber analizado el turismo en trminos de relaciones intertnicas. Define as tres tipos de roles regulados por un conjunto de normas: el turista, el touree y el intermediario (middleman). La presencia del turista transforma as al nativo en touree, es decir, en un protagonista que modifica su comportamiento en funcin de su percepcin de las expectativas del turista. Si es justo reconocer el carcter innovador de los trabajos de Van den Berghe, es necesario recordar tambin que se basan en una concepcin fija y esencialista de la etnicidad: el turismo no hara ms que perturbar relaciones intertnicas establecidas por otra parte, como si la etnicidad precediera su expresin en las formas de interaccin. Crossing an international boundary makes one a tourist, but one can also be a tourist within ones own country if there is some perception of crossing an ethnic boundary (Van den Berghe, 1980: 376). Todo pasa como si la etnicidad definiera grupos perfectamente distintos; el turismo, en este sentido, sera una forma de encuentro entre grupos tnicos ya existentes, deIdentidades y movilidades Reunin anual, noviembre 2004

21intrusin en un grupo diferente al suyo, de paso de una frontera tnica4. El nativo se convierte en touree en esta comedia humana, pero como si se trataba de un papel, entre otros, desempeado por los miembros de un grupo tnico particular. La etnicidad precede la relacin de encuentro y no es afectada en profundidad por ella. Adoptar aqu un punto de vista diferente, que hace de la etnicidad a la vez el producto del encuentro ligado a la situacin de turismo y tambin una condicin para la instauracin y el desarrollo de la prctica turstica. En efecto, una de las industrias ms dinmicas de este capitalismo globalizado a menudo presentado como homogeneizante se basa en una verdadera comercializacin de la diferencia, el turismo siendo a la vez producido por y productor de prcticas y discursos diferenciales sobre la nacin, el lugar del otro, la pluralidad de las culturas. Los lugares y las personas presentados en los folletos de las agencias de viaje aparecen como tantas seales de alteridad consumidas por el turista, a tal punto que esta actividad pudo compararse a la empresa colonial de exotizacin del otro (Aitchinson, 2001; Cohen, 1995; Enloe, 2001). La industria turstica se inscribe as en una lgica hegemnica en la cual el destino se reduce a un lugar (site) turstico y los habitantes a seales (sights) tursticas5. ... en un mundo globalizado El turismo se inscribe as en un proceso ms amplio de compresin del tiempo y del espacio favorecido por el desarrollo de los medios de transporte y comunicacin caractersticos de un mundo cada vez ms globalizado. Rojek y Urry (1997: 11) mostraron cmo el turismo cultural tiende a volver caduca la dicotoma entre aqu y all, husped y visitante, creando espacios intermedios habitados por distintos tipos de viajeros y turistas. El crucero, en movimiento perpetuo en un mundo desterritorializado, asemejndose a un parque temtico flotante, personifica estos espacios intermedios. Esta reflexin sobre una forma de turismo sin viaje es presente en el libro de Renato Ortiz, Otro Territorio, en particular en el capitulo El viaje, lo popular y el otro. Para el sentido comn, el viaje se entiende como un movimiento de un sitio a otro, un desplazamiento en el espacio que se inscribe en una lgica de separacin que se puede asemejar a cierto rito de pasaje: una persona sale de un mundo anterior para entrar a un mundo desconocido. En el mundo simblico de este viaje hay palabras claves come puertas, limites, separacin. Pero, segn Ortiz, la globalizacin como quiebre de fronteras y movilidad interplanetaria, transforma esta definicin del viaje; el viajero deja de ser un intermediario para convertirse en viajero estacionario. Lo desconocido, en el pasado sinnimo de distante, se torna habitual, y no solo desde el punto de vista de aquellos que organizan el traslado (agencias tursticas), sino tambin de quienes lo experimentan. La modernidad-mundo posee su propio mobiliario, sus artefactos rodean a los individuos en cualquier parte del planeta (Ortiz, 1998: 13). Es la paradoja: cuando nos movemos en el espacio de la modernidad-mundo, permanecemos en su interior. Lo extrao se vuelve familiar, lo desconocido conocido. Existen imgenes consumidas mundialmente, como la torre Eiffel, el Pan de Azucar, la torre de Londres, etc. O el Caribe. En otros trminos y para retomar las palabras de Ortiz: El otro lado es parte del imaginario de aquellos que se trasladan (Ortiz, 1998: 14). Antes de salir, el viaje se prepara, a travs de la movilizacin, por una parte, de una serie de imgenes estereotipadas del lugar visitado y, por otra parte, de un conjunto de experiencias codificadas (informacin prctica sobre el clima, la moneda, la comida, etc.). Durante el viaje, el turista busca los objetos (ms que las experiencias o los encuentros) que corresponden a sus expectativas globalizadas y preconstituidas: lo veremos, en particular, a travs de la importancia concedida a las fotografas y a los souvenirs (recuerdos). Antes de moverse ya sabe lo que ocurrir y lo que traer.

22Y esta situacin es finalmente bien cercana a la descripcin hecha por Marc Aug de Disneylandia: Era eso seguramente el primer placer de Disneylandia: se nos ofreca un espectculo similar en todo a aqul que se nos haba anunciado (Aug, 1997: 23). El viaje se convierte as en sinnimo de comprobacin y reconocimiento, que pasa por la movilizacin de dos instrumentos: la Red Internet y la cmara fotogrfica. Esta visita al futuro anterior (Aug, 1997: 26) encuentra todo su sentido ms tarde: decir que uno estuvo all y proporcionar las pruebas. Pero se inscribe tambin en un pasado proftico: saber lo que nos espera y encontrar sus rastros. La realidad no est en los lugares visitados, est en las instantneas que nos muestra la publicidad turstica y las fotografas que traemos, en estas imgenes que deben consumirse dondequiera o llevarse con s. Por lo tanto uno podr preguntarse si la ficcin viniendo a substituir lo real, lo real no se esforzara a su vez en reproducir la ficcin... Un multiculturalismo bajo restricciones Los cruceros han sido estudiados como formidables lugares de expresin de las relaciones intertnicas, a causa de las lgicas tnicas de contratacin del personal y la jerarquizacin de las relaciones sociales a bordo (Wood, 2000). Me interesar aqu no por el barco multicultural, sino por la ciudad multicultural vinculada a la actividad de crucero, en la medida en que es:- objeto de una puesta en escena como lugar de inters turstico, atribucin que implica la produccin de una imagen extica destinada a una poblacin exterior; - lugar de paso de turistas para los cuales la unicidad del trmino oculta una multiplicidad de protagonistas con expectativas especficas6; - espacio de interacciones colaterales o programadas en el marco de la actividad turstica.

Con el fin de entender la complejidad de las situaciones ligadas al turismo, los anlisis actuales hacen nfasis en el carcter performativo e interactivo de la relacin entre productores y consumidores de turismo (Aitchison, 2001; Crang, P., 1997; Edensor, 2000; Hubbard and Lilley, 2000). En este sentido, tourist sights are performed and interpreted by hosts and tourists in a drama in which neither party has total control and in which the performance is not entirely scripted (Aitchinson, 2001: 143). Si los turistas esperan de sus huspedes que satisfagan sus deseos de exotismo, ellos mismos son perfectamente exticos para la poblacin local! Sobre todo cuando invaden por centenares un lugar, en grupos compactos, vestidos de camisas hawayanas coloreadas, hablando una lengua extranjera, con cmaras fotogrficas de la ltima moda. Este enfoque abre la va a una aprehensin menos caricatural de los habitantes de los lugares visitados (se trata en adelante de comprender la capacidad para adaptarse a las expectativas, para producir autnticos otros, para pervertir la relacin de dominacin capitalstica) y tambin de los propios turistas, muy a menudo reducidos al papel de vctimas de las ambiciones econmicas de las agencias de viaje y depredadores de las culturas del mundo (en un juicio de valor que deja entender que otros antroplogos en primera instancia habran sabido establecer una verdadera relacin de conocimiento con las poblaciones locales). Sin embargo, la escena multicultural dista mucho de estar abierta a todos los protagonistas de la ciudad en Cartagena, solamente los guas y los vendedores forman parte del escenario escrito para los visitantes de un da y del crucero la tripulacin, cuando sale de las infraestructuras del puerto, se dirige exclusivamente hacia los supermercados, los bares y los lugares de prostitucin . En Cartagena, no se observa ninguna puesta en espectculo de la cultura local a travs, por ejemplo, de la presentacin de un grupo de danza (lo que es muy frecuente durante los congresos o en

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23los grandes hoteles del barrio turstico de Bocagrande) que da una representacin estereotipada, estandarizada y visual de la alteridad y transforma la performancia en un verdadero objeto, lo que permite as un consumo inmediato del exotismo (Kirtsoglou y Theodossopoulos, 2004). Se trata aqu ms bien del lugar que se presenta, y no de su poblacin, en un proceso de localizacin de la alteridad tal que el lugar se sustituya a los protagonistas. As pues, la lgica de desterritorializacin consustancial al turismo de crucero se combina con un proceso de reterritorializacin extremadamente fuerte, en un territorio que debe corresponder a las imgenes virtuales y globales de la ciudad. Van den Berghe define el turismo tnico como una forma de turismo en la cual los propios nativos son la primera atraccin o, al menos, una parte significativa de la atraccin (Van den Berghe, 1980: 377). En Cartagena, se podran casi decir que el turismo que se establece se basa no en el contacto con los habitantes sino en su representacin en artefactos, yendo de los souvenirs de la artesana local al patrimonio que encarna la grandeza espaola, pasando por las estatuas que simbolizan la diversidad tnica, artefactos que responden ms fcilmente, a causa de su carcter inmutable, a las expectativas estereotipadas de los turistas. 2. Etnografa del turismo de crucero Frente al mapa de Colombia, en el convento de la Popa, nuestro gua nos dio una leccin de multiculturalismo7: this is Colombia, a big country, 45 millones of inhabitants, two coasts. We have a democratic government. Here you have Cartagena, Barranquilla, Santa Marta and this mountain is the highest near the sea. Here, Bogot, Medellin, Cali and this is where the esmeralds come from. In this area of Colombia, on the coast, there are only black people, in the mountains, only white people, in Cartagena, we have everything, black, white, indios, mulatos and zambos. The most beautiful thing in this country is the people. De hecho, la situacin de turismo pone en contacto guas y conductores negros y mulatos, pasajeros japoneses o norte-americanos, organizadores blancos, tripulacin caribea y de Europa del Este, transentes locales. 2. 1. El mundo de los cruceros La aventura en camarote de lujo Varias compaas de crucero consagran una parte de su sitio Web en tranquilizar al turista inquieto, en vsperas de emprender un viaje tan lejano. Sobre el modo del discurso inicitico (Cruising Misconceptions and Myths), se revelan poco a poco los secretos de este mundo de aventura. Sin embargo uno queda algo decepcionado por la amplitud de los riesgos incurridos, en la lectura de las cuestiones que estos futuros marineros se plantean: el viajero desea sobre todo evitar el mareo, embarcar los 100 kilos de su guardarropa personal y, por supuesto, asegurarse de poder conectarse a Internet. As es, por ejemplo, en la primera pregunta planteada a Anne Campbell, consejera profesional en cruceros: Do I need to take my own hairdryer on the ship? (Anne Campbells Cruise Mate). Una publicidad de Royal Caribbean (vase foto) resume perfectamente las expectativas ligadas al turismo de crucero: insistencia en la libertad individual y el carcter infinito de la oferta (multiplicidad de la eleccin de los destinos y ocios a discrecin), prioridad otorgada al propio barco (movilizacin de los estereotipos sobre crucero de lujo, posibilidad de viajar y permanecer al mismo tiempo en casa), creacin de un nuevo mundo artificial y autosuficiente. 18 barcos nuevos con ms de 70 destinos (...). Disfrute de los barcos ms grandes y espectaculares del mundo (...). Escpate a un Mundo... fuera de este Mundo. Con un sinnmero de actividades y DIVERSIONES para toda la familia, ests libre para hacer lo que QUIERAS, cuando

24quieras, durante tus vacaciones, y slo desempacar una vez. Un viaje que se prepara virtualmente Todas las gestiones relacionadas con el crucero pueden hacerse por Internet: existen sitios extremadamente detallados de las compaas, con todas las precisiones prcticas sobre el desarrollo del viaje, fotografas de las cabinas, distintos mtodos de reserva y compra, y tambin la posibilidad de plantear cuestiones, una lista de preguntas-respuestas ms frecuentes, un chat que comprende mensajes enviados antes, durante y despus del viaje. El sitio de Cruise Ship Center resume bien este papel central de Internet: your dream vacation is just a click away. Mejor incluso: ms all de la preparacin del crucero, la Red permite tener un primer acceso a los futuros lugares visitados, que se conocen as prcticamente es decir, son vistos e identificados antes de conocerse realmente. En el sitio de Cruise Mate, Anne Campbell responde a los que quieren conocer los puertos: Whether youre a first-time cruiser or a veteran of the high seas, the answer is at your fingertips. Its called The Internet (). The first place to start is right here at CruiseMates, with links to more web sites than you can begin to imagine. Queda por supuesto por saber en qu medida el conocimiento real no tiende a ser una simple bsqueda de esta imagen virtual. El mundo desde el puente del barco Lo que sorprende sobre todo en las promociones hechas para los cruceros en el Caribe, es la escasa referencia a los lugares visitados y la insistencia en las caractersticas propias del barco. Generalmente, los argumentos de venta se refieren prioritariamente a la comodidad del turista y al barco. The price of your ticket includes all of your meals and in-between snacks on-board; your stateroom, activities, parties and entertainment; plus, an exciting voyage to some of the most enchanting and culturally-enriching places in the world (CLIA). Todo pasa como si el descubrimiento constituyera un elemento adicional que vendra a dar un valor suplementario a lo ms importante: lo que ocurre en el barco. De 10 argumentos movilizados para elegir un crucero en uno de los barcos de la compaa CLIA, solo uno (colocado en sptima posicin) menciona los atractivos del descubrimiento. Pero ste aparece en la lgica del diaporama con tamao real: Choose to cruise for NEW HORIZONS. Fall asleep in one destination and awake to a new horizon... and you only have to pack and unpack once! No tener que hacer y deshacer sus maletas, ampliamente repetido en todos los sitios Web de cruceros, se convierten as en el smbolo de este turismo que permite desplazarse hacia otros lugares sin salir de casa. De hecho es revelador constatar que la supresin del puerto de Cartagena del itinerario habitual de los cruceros centrados en el Canal de Panam, se presenta de manera casi anodina, Cartagena siendo sustituida por Coln (Panam) en espera del regreso a una situacin poltica ms estable en Colombia, como si los destinos fueran intercambiables. The historic city of Cartagena, Colombia was originally included on both itineraries, but cruise ships stopped calling there in late March because of political troubles in Colombia. As long as the State Department advises U.S. citizens to avoid travel to Colombia, Princess has been using Colon, Panama as a replacement port. Once the advisory is lifted, Princess plans to return to Cartagena (Cruise Mates). Entre viaje inmvil e inquietudes prcticas Antes de las inquietudes relativas a los lugares visitados, la curiosidad de los futuros turistas se refiere a los aspectos prcticos del crucero, que las agencias van a enumerar bajo distintas formas:Identidades y movilidades Reunin anual, noviembre 2004

25Boletn informativo, rbricas FAQ, chat, consejos en la Web, lnea telefnica gratuita, etc. Gracias a un link con los sitios del U.S. State Department y del U.S. Customs Traveler Information, es posible tener las ltimas precisiones del Gobierno americano (en particular, el travel warning relativo a Colombia) y descargar numerosos documentos sobre la salud de los nios, las enfermedades tropicales, las vacunas, etc. As mismo las pginas Web de las agencias de crucero suministran una gran cantidad de informacin prctica sobre la organizacin del viaje: equipajes, reembolso, ropa, actividades. En la rbrica Cruise FAQ. Is this your first cruise? (The Cruise Market Place), las cuestiones planteadas se refieren exclusivamente a los aspectos prcticos del viaje: What should I pack to wear?, Is the food on a cruise as good as Ive heard?, Is food for special diets available?, Are there non-smoking sections?, What is there to do on board?, Will I get seasick?, What choices do I have with cabins?, Can I check my email from the ship?, Can I use my hair dryer or shaver? Solo dos preguntas, de 45, se refieren a los lugares visitados: What about shore excursions?, Whats there to do in port? De hecho, la calidad de la preparacin del viaje no tiene tanto que ver con el conocimiento del lugar visitado sino con la multiplicidad y la extensin de las fuentes de informacin, disponibles 24 horas sobre 24. Finalmente, la conclusin es clara: So, as you can see, life on board ship is not so different than vacationing at a large resort or in a large city. You can have and do it all or do nothing at all. El nfasis se pone en la referencia a formas de vacaciones ya conocidas, que permiten a cada uno hacer exactamente y en mejores condiciones lo que desea, es decir, todo o nada. A la lgica de descubrimiento asociada al crucero se substituye as una lgica de consumo, basada en la accesibilidad al mayor nmero posible de bienes. El otro familiar y extico a la vez Lo vimos, solo algunas cuestiones se interesan por los lugares visitados. Un futuro turista se pregunta, en particular, sobre lo que hay que hacer en el puerto (The Cruise Market). Cul es la respuesta? Cruises are an easy way to try out many different activities and travel to new destinations to see what you like. There are many adventures you can have on shore ranging from shopping at the local stores, riding horses across hills and beaches, climbing waterfalls, and searching ancient ruins. Not to mention fishing, golf, tennis, bicycling, rafting, scuba diving and windsurfing! And dont forget the nightlife-try the local nightclubs and casinos. Listen to the local native music, eat local foods, and discover other cultures and the birthplace of civilization! You can do all of this independently, or take a guided tour. Se encuentra aqu esta lgica de desmultiplicacin de las actividades propuestas como si la calidad del crucero dependiera de la abundancia de la oferta, como si fuera necesario garantizar que el futuro viajero encontrara al menos una actividad a su gusto. Observemos tambin que se hace hincapi en primer lugar en las actividades de compras y deportivas, o incluso de exploracin, en lugares que remiten a todas las riquezas naturales: montaas, playas, saltos de agua. Por otra parte es interesante tener en cuenta que las compras, el deporte y la exploracin se ubican en el mismo plano, dado que se asimila la compra de productos locales al descubrimiento del patrimonio olvidado. Y los turistas se asemejan a unos Indiana Jones que se desplazan en un supermercado gigante, que ofrece un infinito de actividades. Adems el conocimiento o el contacto con lo local se hace en un orden revelador: en primer lugar las compras, luego las ruinas antiguas, las discotecas y los casinos, finalmente la msica nativa, la comida local, el descubrimiento de otras culturas y el lugar de nacimiento de la civilizacin. El otro se percibe as, por una parte, a travs de ciertas prcticas globalizadas de compra y ocio y, por otra parte, bajo las caractersticas estereotipadas de la diferencia cultural, hasta el extremo del nacimiento de la civilizacin. En resumen, el otro debe corresponder a la imagen que tiene el turista, o bajo la forma de objetos, o bajo la forma de actividades culturales. En una de las raras evocaciones de la relacin con los habitantes de los puertos visitados, la pgina Cruise Mate aconseja a los turistas en sus

26gestiones de compra, y hace nfasis en la prctica del regateo (Gamble like a pro). ste se presenta as como un verdadero ritual, que los visitantes no pueden ignorar si quieren penetrar este mundo misterioso y sacralizado: In these countries entering the bargaining ritual is a sign of commitment and honor. 2. 2. Patrimonio mundial, exclusin local Cartagena de Indias: una ciudad espaola del siglo XVII En el sitio de CLIA (Cruise Line International Association The official site of Cruise Industry), se presenta Cartagena as: Cartagena was founded in 1533 by Pedro de Heredia. Several years later, the Spanish empire decided to protect their new land from English, French, and Dutch pirates by constructing a walled fortress around the Old City. The remains of this fortress are still intact, but in the 16th century, it did little to deter invaders. Attacks by the French and British prompted the Spanish Empire to further fortify the city walls. Cartagena flourished in the 17th and 18th centuries as a major South American slave port, but today tourism is the backbone of the local economy. En este resumen de la historia de la ciudad, el tiempo comienza con la conquista y se detiene en el siglo XVIII (en un contraste significativo con el relato local que hace del siglo XIX, con la independencia de Cartagena en 1811, el punto central de la historia de la ciudad). Slo existe la ciudad colonial y espaola, o incluso europea (con los ataques franceses, ingleses, holandeses), la poca anterior a 1533 es decir, la presencia indgena es completamente silenciada, el tiempo republicano tambin. En cuanto a los esclavos, solo son objeto de una rpida mencin, menos como individuos que en trminos de referencia a la trata de ellos. La alteridad histrica, la alteridad que justifica el inters turstico se limita pues al colono espaol. Es lo que confirma el sitio Online Agency Deal, en una rpida referencia a Cartagena dnde el turista encontrar the romance of Old Spain. De hecho, los guas tursticos (libros y CD) y los sitios Internet nos suministran la imagen de una ciudad exclusivamente colonial, encarnada en su patrimonio arquitectnico (ver ejemplos). Los habitantes: una amenaza al desarrollo turstico Ante esta presentacin de la ciudad, los habitantes no estn lejos de aparecer como verdaderos obstculos al turismo, una presencia incongruente en un decorado de museo, un regreso inoportuno hacia el siglo XXI. Las tentativas recientes de planear un tanto el sector turstico de la ciudad hacen hincapi en la participacin de los habitantes de Cartagena en las actividades tursticas. As el Plan Maestro de Turismo para el litoral Caribe, 2002-2006, prevee que el turismo ser el inicio para la fundacin de un nuevo pas, en el cual ser posible aumentar la participacin de las comunidades en la prestacin de los servicios tursticos y obtener una mejor calidad de vida para las poblaciones gracias a las repercusiones econmicas. Del mismo modo, el Plan Sectorial de Turismo (Alcalda Mayor de Cartagena de Indias, Corporacin Turismo Cartagena de Indias, Instituto de Patrimonio y Cultura, Corporacin Cartagena 2011, Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Cartagena de Indias, abril 2004), simblicamente titulado Cartagena de Indias... es nuestro patrimonio, llama a una sociedad ms incluyente (pg. 5), califica Cartagena de nuestra casa (6). Pero ms all de estas palabras, lo que se descata, es la amenaza representada por los habitantes de Cartagena, que aparecen como verdaderos obstculos al desarrollo del turismo. El Plan Sectorial de Turismo denuncia la invasin de los vendedores ambulantes (40), la falta de conciencia ciudadana (54), la ausencia de sentimiento de pertenencia (53, 54, 87). Cuando un crucero llega a Cartagena, se

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27adoptan medidas de seguridad, en particular, el refuerzo de los equipos de polica turstica en los lugares ms visitados Los das de llegada de los cruceros hay un grupo especial frente a cada sitio. Nuestro papel es informar a los turistas y cuidar para que los vendedores ambulantes no molesten tanto (polica, San Pedro Claver, 18 de septiembre 2004). Los vendedores que no tienen autorizacin son inmediatamente expulsados por la polica. Del mismo modo, en la Popa, policas y curas se asocian para expulsar a los nios mendicantes con largos palillos (ver fotografa). En otros trminos, fuera de los contactos con categoras de poblacin previamente definidas (guas en uniforme, vendedor con carn), se percibe a los habitantes de Cartagena como delincuentes, en el modo exclusivo de la culpabilizacin. Los guas y los vendedores son el principal inconveniente de esta ciudad. Los guas son el gremio ms conflictivo del mundo, les tengo aqu organizados, juiciosos cuando llega el barco. El problema es de cultura, les falta educacin, no hay una cultura de atencin al turista, y tienen tantas necesidades. Estoy pendiente de que no maltraten a los turistas (Juan Carlos, responsable sector cruceros, Sociedad Portuaria, 16 septiembre 2004) De hecho, uno puede preguntarse cmo una ciudad que basa su reputacin en un patrimonio que remite a una historia ampliamente excluyente, en la cual no pueden reconocerse los habitantes de la ciudad, pretende al mismo tiempo colocar este patrimonio como bien comn. Despus de haber excluido la gran mayora de la poblacin de la puesta en escena turstica de la ciudad, las autoridades municipales se asombran de que esta poblacin no se identifique con este pasado prestigioso que no es suyo. Una ciudad de fotografas y souvenirs Al frente de cada monumento, el gua colombiano da algunos elementos de historia en un ingls aproximado, el gua-interprete japons toma notas sobre un gran cuaderno, pide precisiones, obliga a repetir varias veces los nombres, pregunta sobre tal palabra de vocabulario, y luego traduce en japons a las treinta y pico de personas que lo rodean. Las explicaciones son a menudo expeditivas: the city was founded by Pedro de Herredia en 1533. In 1811, Cartagena got freedom from Espana, but not for long. Y las reacciones sorprendentes: how long is the raining season?, who is Bolvar?, Whats the difference with San Martin?. De hecho, a menudo, el gua y el intrprete japons han terminado su discurso antes de que todo el grupo llegue (recuerdan que la visita se desarrolla en unas horas, cada etapa tiene que ser perfectamente cronometrada). Pero lo ms importante no est en las breves explicaciones proporcionadas: para los turistas, el objetivo consiste en tomar fotografas. En el Castillo de San Felipe, monumento smbolo de Cartagena, el grupo no entro en la fortaleza y no recibi ninguna explicacin; pero una parada para tomar foto estaba prevista en el programa, en un lugar estratgico que permite tomar el imponente monumento en su conjunto. Y si el autobs sube a continuacin a la Popa, no es tanto por el valor histrico del convento sino porque la colina ofrece the most beautiful panoramic view de la ciudad. Por otra parte, cuando el gua japons se atrevi con la ayuda del calor y del cansancio a hacer una observacin a su homlogo colombiano con el fin de calmar el ritmo desenfrenado de la visita, pidi sobre todo dejar tiempo a los visitantes para tomar fotografas, dado que se juzgaron superfluos los comentarios del gua. La frase Now you can take pictures, repetida incansablemente por el gua colombiano, se volver as el leitmotiv del da. Descendiendo sobre la carretera sinuosa que lleva de la Popa al centro de la ciudad, Marcos demuestra una animacin sbita: observa su reloj, cuenta a los pasajeros, llama en ocasiones sucesivas con su telfono celular, discute en voz baja con el conductor. Finalmente saca una lista de etiquetas autoadhesivas, sobre las cuales su nombre est inscrito con un marcador, y las distribuye a cada uno de los visitantes. Sabia precaucin, se podra pensar, despus de las vacilaciones, un momento antes, cuando, al salir de la Popa, fue necesario

28que las guas encontraran a sus turistas y los turistas su bus. Pero la evocacin de la prxima etapa de la visita y las explicaciones de Marcos revelaron la verdadera utilidad de estas etiquetas: nos acercbamos a las Bvedas, una veintena de tiendas de artesana situadas en una hendidura de las murallas. La inquietud de Marcos no tena que ver tanto con la posible prdida de uno de los miembros de su grupo sino con la no toma en cuenta de sus compras, sobre las cuales nuestra gua tena una comisin. Llegando al frente de las Bvedas, Marcos repiti en varias ocasiones el 10, el 10, tienes que parquear frente al 10; el autobs se coloc frente a la entrada del almacn nmero 10, los vendedores y Marcos hicieron una guardia de honor entre la puerta del autobs y la puerta de la tienda, prohibiendo as a un turista desatento equivocarse de camino. Con un horario perfectamente cronometrado, nuestro grupo permanecera ms de una hora en las Bvedas, antes de llegar, un poco ms tarde, al otro lugar estratgico de las compras de Cartagena, el Pierino Gallo y sus famosas tiendas de esmeraldas, y de terminar su da por una larga visita, con total libertad esta vez, del centro comercial directamente situado en el puerto. En total, la visita de la ciudad (castillo de San Felipe, convento de la Popa, calles del centro histrico, iglesia de San Pedro Claver) habr durado menos tiempo que la frecuentacin de las tiendas de souvenirs (artesana de las Bovedas, esmeraldas en el Pirino Gallo, artesana, joyas, caf en el centro comercial del puerto). Extenuados, los turistas volvern a su barco con los brazos cargados de paquetes de caf Juan Valds por decenas, de estatuas de la gorda de Botero, de la India Catalina y de la palenquera, de esmeraldas a un precio oscilando entre 20 y 20.000 dlares, etc. No sin antes tomar su primer tinto en la cafetera hyper-moderna del puerto, rodeados por una tienda de telecomunicacin (Internet, telfono larga distancia), un duty-free y un supermercado de artesanas. La gente Los guas y los vendedores8, que se supone son los nicos personajes de la visita de la ciudad, estn perfectamente concientes del papel que desempean. Convocados al puerto a las 7 am, mientras que la salida de la primera buseta estaba prevista para las 9 am, los felices electos una treintena, mientras que doscientos guas menos afortunados esperan al otro extremo del puerto para disputarse los pocos turistas que prefieren visitar la ciudad de manera ms autnoma tienen el tiempo de hablar de su profesin. Hacen nfasis especialmente en las calidades pedaggicas y de adaptacin consustanciales a su actividad, en la complejidad y la riqueza de una relacin de algunas horas con individuos venidos de horizontes extremadamente variados. En resumen, no estn lejos de definirse como verdaderos actores de un espectculo en vivo, en posicin de representacin ante un pblico internacional, sobre una escena que cambia con cada monumento. En cuanto a los vendedores, tienen tambin conciencia de su papel en esta interaccin transitoria que se establece a la llegada de cada barco. De los Estados Unidos, el 80% de los turistas compran algo, de Europa, apenas el 40%, un poco ms con los ingleses. A los franceses no les gusta que uno est muy pendiente, mostrando diferentes cosas, compran poco pero cosas de valor. Les interesa ms las cosas culturales que las joyeras. Los japoneses son ms organizados, saben lo que quieren comprar, entran y lo compran. Los norte-americanos compran mucho, uno tiene que acompaarlos, darles explicaciones, mostrarles varias cosas. Hay que tener estrategias diferentes segn la nacionalidad del cliente (vendedor, Pirino Gallo, 18 septiembre 2004). A las 4 en punto, como estaba previsto en el programa, Marcos llam a los pasajeros de su buseta con la frase significativa: back home. Es interesante constatar que, durante todo el da, los esfuerzos de nuestro gua por romper no slo la barrera de la lengua sino tambin el carcter automatizado de la visita de la ciudad tienden a insistir en este aspecto casi vergonzante de Cartagena: sus habitantes. Como si fuera necesario tratar de repoblar este decorado imponente en el cual sloIdentidades y movilidades Reunin anual, noviembre 2004

29tienen visibilidad las sombras monumentales de los siglos XVII y XVIII. Marcos har as varios chistes durante los trayectos en bus, en primer lugar en ingls, a su homlogo japons, rindose cuando el intrprete, despus de varias explicaciones, comprender la broma, escuchando atentamente la traduccin en una lengua desconocida, rindose de nuevo con los pasajeros, haciendo el esfuerzo de traducirme en espaol su chiste (lo que nunca haca con sus comentarios tursticos), rindose una ltima vez. Yo dije que aqu tenemos dos estaciones. Caliente y ms caliente. Eso siempre le causa risa a la gente. Es importante contar cosas de la vida cotidiana, para que se lleven algo de Cartagena. Yo siempre digo que lo ms importante que se lleva la gente est en su mente.

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Notas 1 Propaganda Royal Carribean Internacional. 2 Lo que no era necesariamente el caso al nacimiento del turismo, a principios del siglo XIX, en Inglaterra, cuando los hijos de la aristocracia iban a descubrir el mundo, en un movimiento de ruptura con una sociedad en la cual la revolucin industrial no les conceda ms lugar (Boyer, 1999). 3 Ver por ejemplo el articulo 30, A, 2 del reglamento del Distrito Turstico: El uso turstico primar sobre cualquier otra actividad que se pretenda adelantar sobre los mismos [los bienes declarados recursos tursticos de desarrollo prioritario] (Zuccaradi, s.f.: 47). 4 Van den Berghe vacila en asignar una pertenencia tnica al turista, hablando as de casi etnia (1980: 380). Las poblaciones locales no tienen esta prevencin cuando califican a los visitantes de turistas o de gringos, haciendo abstraccin de las diferencias internas a estos grupos. 5 En esta configuracin, sera necesario tambin preguntarse si el nico sujeto que piensa no es la agencia de viaje, mientras que los visitados y los visitantes estn reducidos al papel pasivo de ejecutantes de un escenario escrito por otra parte. 6 Sera necesario distinguir entre turismo local, nacional e internacional, turismo de negocios y de ocio, turismo de playa y cultural, etc. En el turismo de crucero, es tambin importante hacer hincapi en la heterogeneidad de una poblacin muy a menudo reducida a individuos de la tercera edad, afortunados, norteamericanos. La composicin del pblico de crucero se diversific mucho, abrindose a las familias, a las clases medias y a distintas nacionalidades. 7 En dos ocasiones (18 de septiembre y 11 de octubre del 2004), tuve la oportunidad de participar con toda libertad en las actividades de los turistas llegados en crucero, desde su llegada al puerto hasta su regreso a las infraestructuras portuarias. A continuacin, las observaciones hechas se basan ms que todo en la primera visita, con un barco japons. 8 Hay que distinguir entre guas contratados para hacer la visita oficial en las busetas y guas reconocidos tambin pero directamente contratados por los turistas; entre vendedores ambulantes en las calles o en los sitios tursticos y vendedores en las tiendas de la ciudad y del puerto.

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MINATITLN: LA CONSTRUCCIN DE UNA URBE MULTICULTURAL EN EL ISTMO VERACRUZANO

Manuel Uribe Universidad Veracruzana

IntroduccinEn trminos sintticos mi ponencia intentara mostrar como la ciudad de Minatitln se ha construido con la participacin de diferentes grupos de diversa filiacin tnica, social y ocupacional (Ingleses, chinos, coreanos, norteamericanos, chiapanecos, tabasqueos, zapotecos, sirio-libaneses, comerciantes, funcionarios, ingenieros, obreros, etc.) y, en donde, hoy da, el grupo tnico de los zapotecos ocupa, poltica y socialmente, un lugar privilegiado. Esta Multiplicidad cultural la analizare a partir del proceso de industrializacin, iniciado en 1906 con la instalacin de la refinera petrolera por la compaa inglesa El guila, hasta 1940 periodo en que, despus de la expropiacin petrolera, el Estado implementar nuevos proyectos modernizadores. Desde 1907, con el impulso de las actividades petroleras y la apertura del ferrocarril nacional de Tehuantepec, la migracin fue constante hacia las ciudades del Istmo Veracruzano y donde industria petrolera se constituy en el principal eje de poblamiento y urbanizacin. En la actualidad, un grupo de ciudades costeras tropicales en cuyo eje figura Coatzacoalcos, Minatitln y Cosoleacaque constituyen una importante zona industrial que, en conjunto, la poblacin que la habita supera al milln de habitantes. La ciudad como posibilidad Hoy como ayer, la ciudad es smbolo de tensiones y diversidad cultural. En ese sentido, me interesa analizar la conformacin de la ciudad desde la perspectiva de la cultura, la interrelacin e interaccin de la vida cotidiana en el medio urbano entre lo universal y lo local. La ciudad como el lugar de encuentro de grupos diferentes, de creacin, de ficcin, de proyeccin al futuro. En suma, la ciudad, como el espacio de la diversidad y creatividad cultural. En base a lo anterior, y como punto de partida metodolgico, entiendo por multiculturalidad1:la convivencia en un mismo espacio social de mltiples sistemas culturales, es decir, formas de organizacin de smbolos para producir cierto sentido social2. Ms que nada, como lo ha sealado Portal3 como un concepto articulado a lo urbano. Las ciudades como concentradoras de una diversidad de grupos humanos marcados por una particular concepcin del mundo y la vida. La ciudad como expresin de lo heterogneo. Es decir, a partir de diferencias generadas por identidades sociales especficas a travs de las cuales se organiza la vida social, se construye un tipo de memoria e identidad y se habita la ciudad. En esa perspectiva, me interesa destacar cmo los hombres imaginaron y proyectaron sobre la ciudad; -a partir de ciertas ideas, creencias e ideales de futuro como progreso, razn, justicia,

32igualdad y dems-, un nuevo orden de relaciones sociales basados en la diversidad, ms all de las diferencias sociales, polticas y econmicas. Para ello me basare en tres formas de sociabilidad modernas, como lo son las mayordomas, el carnaval y las logias masnicas, Las logias masnicas Fue en la construccin y proyeccin de ese futuro, donde la aparicin de sociabilidades modernas (logias masnicas, sociedades de ayuda mutua, clubes liberales, crculos espiritistas, ligas antialcohlicas, sociedades recreativas, patronatos. etc.), jugaron un papel fundamental en las nuevas formas de entender, explicar y construir ese futuro (o la modernidad, diran algunos). Pues, como ha sealado Bastian4-, hasta hace poco se le haba prestado poca atencin a este universo asociativo cuya caracterstica principal fue la de mas que poseer un contenido discursivo impreso, ser espacios de discusin y de debate, sobre el nuevo ser social como ciudadano y la ciudad que se habita. Y en donde tomaba parte activa todo aquel que se interesara, desde librepensadores y periodistas pueblerinos, telegrafistas, obreros anarcosindicalistas, masones, maestros, espiritistas, etc., a menudo enfrascados en debates sin direccin ni sentido definido en donde lo mismo se debata sobre como deba ser la honorabilidad entre los miembros de la logia5, o, la pertinencia de pavimentar una calle6. Estas sociabilidades modernas constituyeron espacios ambivalentes y conflictivos que nos permiten explorar las formas que adopt la modernidad, (poltica, libertad de eleccin, autonoma municipal y sindical, libertad religiosa, espiritual, social, etc,) de las que fueron portadoras. Pero si bien, stas tuvieron un papel preponderante en la ruptura del viejo rgimen porfirista y preparar el advenimiento de la revolucin mexicana, acaso su fuerza ms relevante radic en su capacidad de individualizar al nuevo ciudadano sin desarticularlo totalmente de sus lazos tradicionales. Las asociaciones fueron probablemente un espacio de individuacin sin que perdiesen los lazos de parentesco y de amistad y, fueron tambin, el espacio de construccin de una ciudadana moderna en la que los individuos que la integraban no dejaran de seguir identificndose con su pueblo o patria chica. Las logias estuvieron conformadas inicialmente por obreros calificados nacionales y extranjeros; aunque tambin pertenecan a ellas, en menor medida, miembros de la clase media como comerciantes, maestros y periodistas. Una de las logias ms antiguas e importante en la regin, con sede en Minatitln, fue La logia masnica guila nmero 19 que perteneca al rito yorkino formada por obreros calificados y tcnicos ingleses y estadounidenses que haban llegado a laborar a la refinera y el ferrocarril Nacional de Tehuantepec. Otras, igualmente importantes, fueron La logia Miguel Hidalgo No 5 y la logia masnica justicia no. 56, afiliadas a la Gran Logia del Valle de Mxico7. La Primera estaba formada por obreros especializados que constituan una especie de elite ilustrada y; las dos ltimas, la integraban obreros no calificados, de pico y pala y a menudo analfabetos pero que en ellas, a decir de un viejo trabajador, haban aprendido a ser buenos hombres 8. La masonera, tal como ha sealado Sal Moreno9, fue uno de los principales espacios de una nueva formacin espiritual entre los obreros de la regin. Los masones consideraban su prctica como una disciplina, que les permita la creacin de un criterio basado en la razn que los protega contra la persuasin manipuladora de los curas y de cualquier fanatismo. Una nueva racionalidad, cuya plataforma principal fue un liberalismo popular con una fuerte connotacin laica y anticlerical pero que adquiri diferentes modalidades y connotaciones y que se nutri del culto a Benito Jurez, el nico presidente de extirpe indgena, de origen zapoteca, que ha tenido Mxico.

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33La participacin de las logias en la fundacin de los sindicatos en la regin fue importante y con el tiempo constituyeron y tejieron una vasta red a nivel regional y nacional (incluso con presencia internacional, como por ejemplo Cuba y Puerto Rico) que constituyeron apoyos invaluables para sus relaciones sindicales y polticas. As, alcaldes, diputados, lderes sindicales y jueces fueron masones.10 Para el caso que nos ocupa, las logias contribuyeron al desarrollo local en la regin; pero, ms que nada, en proporcionarle a la ciudad un contenido material y simblico. Una identidad y un perfil eminentemente urbano que articul lo global, la industria petrolera y las polticas nacionales de desarrollo; y, lo local, atravesado por relaciones laborales, intertnicas y culturales. Fue en este ltimo mbito donde las logias masnicas desplegaron una intensa actividad social y pedaggica para tratar de atenuar los crecientes problemas sociales (alcoholismo, desintegracin familiar, hacinamientos, analfabetismo, etc.,); al tiempo que se intentaba, a travs de la obra urbana (electrificacin, pavimentacin, agua potable, etc.) de construir un espacio urbano seguro ante la creciente incertidumbre provocada por la delincuencia y la violencia. As, se dieron a la tarea de iniciar una labor educativa basada en los principios que regan a las logias: hacer libres a los hombres, e inducir igual compaerismo y hermandad, y oponerse a aquellos que tienden a crear clases, esclavizar las mentes o almas de los hombres y destruir a la fraternidad. El valor verdadero de la Francmasonera no est en el misticismo o la filosofa, sino en su prct