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El Crimen casi perfecto Roberto Arlt La coartada de los tres hermanos de la suicida fue verificada. Ellos no habían mentido. El mayor, Juan, permaneció desde las cinco de la tarde hasta las doce de la noche (la señora Stevens se suicidó entre siete y diez de la noche) detenido en una comisaría por su participación imprudente en una accidente de tránsito. El segundo hermano, Esteban, se encontraba en el pueblo de Lister desde las seis de la tarde de aquel día hasta las nueve del siguiente, y, en cuanto al tercero, el doctor Pablo, no se había apartado ni un momento del laboratorio de análisis de leche de la Erpa Cía., donde estaba adjunto a la sección de dosificación de mantecas en las cremas. Lo más curioso de caso es que aquel día los tres hermanos almorzaron con la suicida para festejar su cumpleaños, y ella, a su vez, en ningún momento dejó de traslucir su intención funesta 1 . Comieron todos alegremente; luego, a las dos de la tarde, los hombres se retiraron. Sus declaraciones coincidían en un todo con las de la antigua doméstica 2 que servía hacía muchos años a la señora Stevens. Esta mujer, que dormía afuera del departamento, a las siete de la tarde se retiró a su casa. La última orden que recibió de la señora Stevens fue que le enviara por el portero un diario de la tarde. La criada se marchó; a las siete y diez el portero le entregó a la señora Stevens el diario pedido y el proceso de acción que ésta siguió antes de matarse se presume lógicamente así: la propietaria revisó las adiciones 3 en las libretas donde llevaba anotadas las entradas y salidas de su contabilidad doméstica, porque las libretas se encontraban sobre la mesa del comedor 1 Triste y desgraciado 2 Mujer que trabaja en una casa haciendo la limpieza 3 Cuentas con algunos gastos del día subrayados; luego se sirvió un vaso de agua con whisky, y en esta mezcla arrojó aproximadamente medio gramo de cianuro de potasio 4 . A continuación se puso a leer el diario, bebió el veneno, y al sentirse morir trató de ponerse de pie y cayó sobre la alfombra. El periódico fue hallado entre sus dedos tremendamente contraídos. Tal era la primera hipótesis que se desprendía del conjunto de cosas ordenadas pacíficamente en el interior del departamento pero, como se puede apreciar, este proceso de suicidio está cargado de absurdos psicológicos. Ninguno de los funcionarios que intervinimos en la investigación podíamos aceptar congruentemente 5 que la señora Stevens se hubiese suicidado. Sin embargo, únicamente la Stevens podía haber echado el cianuro en el vaso. El whisky no contenía veneno. El agua que se agregó al whisky también era pura. Podía presumirse que el veneno había sido depositado en el fondo o las paredes de la copa, pero el vaso utilizado por la suicida había sido retirado de un anaquel 6 donde se hallaba una docena de vasos del mismo estilo; de manera que el presunto asesino no podía saber si la señora Stevens iba a utilizar éste o aquél. La oficina policial de química nos informó que ninguno de los vasos contenía veneno adherido a sus paredes. El asunto no era fácil. Las primeras pruebas, pruebas mecánicas como las llamaba yo, nos inclinaban a aceptar que la viuda se había quitado la vida por su propia mano, pero la evidencia de que ella estaba distraída leyendo un periódico cuando la sorprendió la muerte transformaba en disparatada la prueba mecánica del suicidio. Tal era la situación técnica del caso cuando yo fui designado por mis superiores para continuar ocupándome de él. En cuanto a los informes de nuestro gabinete de 4 Veneno muy poderoso 5 Coherentemente, lógicamente 6 Estante

Antología de Cuentos Policiales

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El crimen casi perfecto, Nido de avispas, La pesquisa del comisario frutos

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El Crimen casi perfectoRoberto Arlt

La coartada de los tres hermanos de la suicida fue verificada. Ellos no haban mentido. El mayor, Juan, permaneci desde las cinco de la tarde hasta las doce de la noche (la seora Stevens se suicid entre siete y diez de la noche) detenido en una comisara por su participacin imprudente en una accidente de trnsito. El segundo hermano, Esteban, se encontraba en el pueblo de Lister desde las seis de la tarde de aquel da hasta las nueve del siguiente, y, en cuanto al tercero, el doctor Pablo, no se haba apartado ni un momento del laboratorio de anlisis de leche de la Erpa Ca., donde estaba adjunto a la seccin de dosificacin de mantecas en las cremas.Lo ms curioso de caso es que aquel da los tres hermanos almorzaron con la suicida para festejar su cumpleaos, y ella, a su vez, en ningn momento dej de traslucir su intencin funesta[footnoteRef:1]. Comieron todos alegremente; luego, a las dos de la tarde, los hombres se retiraron. [1: Triste y desgraciado]

Sus declaraciones coincidan en un todo con las de la antigua domstica[footnoteRef:2] que serva haca muchos aos a la seora Stevens. Esta mujer, que dorma afuera del departamento, a las siete de la tarde se retir a su casa. La ltima orden que recibi de la seora Stevens fue que le enviara por el portero un diario de la tarde. La criada se march; a las siete y diez el portero le entreg a la seora Stevens el diario pedido y el proceso de accin que sta sigui antes de matarse se presume lgicamente as: la propietaria revis las adiciones[footnoteRef:3] en las libretas donde llevaba anotadas las entradas y salidas de su contabilidad domstica, porque las libretas se encontraban sobre la mesa del comedor con algunos gastos del da subrayados; luego se sirvi un vaso de agua con whisky, y en esta mezcla arroj aproximadamente medio gramo de cianuro de potasio[footnoteRef:4]. A continuacin se puso a leer el diario, bebi el veneno, y al sentirse morir trat de ponerse de pie y cay sobre la alfombra. El peridico fue hallado entre sus dedos tremendamente contrados. [2: Mujer que trabaja en una casa haciendo la limpieza] [3: Cuentas ] [4: Veneno muy poderoso]

Tal era la primera hiptesis que se desprenda del conjunto de cosas ordenadas pacficamente en el interior del departamento pero, como se puede apreciar, este proceso de suicidio est cargado de absurdos psicolgicos. Ninguno de los funcionarios que intervinimos en la investigacin podamos aceptar congruentemente[footnoteRef:5] que la seora Stevens se hubiese suicidado. Sin embargo, nicamente la Stevens poda haber echado el cianuro en el vaso. El whisky no contena veneno. El agua que se agreg al whisky tambin era pura. Poda presumirse que el veneno haba sido depositado en el fondo o las paredes de la copa, pero el vaso utilizado por la suicida haba sido retirado de un anaquel[footnoteRef:6] donde se hallaba una docena de vasos del mismo estilo; de manera que el presunto asesino no poda saber si la seora Stevens iba a utilizar ste o aqul. La oficina policial de qumica nos inform que ninguno de los vasos contena veneno adherido a sus paredes. [5: Coherentemente, lgicamente] [6: Estante ]

El asunto no era fcil. Las primeras pruebas, pruebas mecnicas como las llamaba yo, nos inclinaban a aceptar que la viuda se haba quitado la vida por su propia mano, pero la evidencia de que ella estaba distrada leyendo un peridico cuando la sorprendi la muerte transformaba en disparatada la prueba mecnica del suicidio.Tal era la situacin tcnica del caso cuando yo fui designado por mis superiores para continuar ocupndome de l. En cuanto a los informes de nuestro gabinete de anlisis, no caba dudas. nicamente en el vaso, donde la seora Stevens haba bebido, se encontraba veneno. El agua y el whisky de las botellas eran completamente inofensivos. Por otra parte, la declaracin del portero era terminante; nadie haba visitado a la seora Stevens despus que l le alcanz el peridico; de manera que si yo, despus de algunas investigaciones superficiales, hubiera cerrado el sumario informando de un suicidio comprobado, mis superiores no hubiesen podido objetar[footnoteRef:7] palabra. Sin embargo, para m cerrar el sumario significaba confesarme fracasado. La seora Stevens haba sido asesinada, y haba un indicio que lo comprobaba: dnde se hallaba el envase que contena el veneno antes de que ella lo arrojara en su bebida? [7: Contradecir, dudar]

Por ms que nosotros revisramos el departamento, no nos fue posible descubrir la caja, el sobre o el frasco que contuvo el txico. Aquel indicio resultaba extraordinariamente sugestivo. Adems haba otro: los hermanos de la muerta eran tres bribones.Los tres, en menos de diez aos, haban despilfarrado los bienes que heredaron de sus padres. Actualmente sus medios de vida no eran del todo satisfactorios.Juan trabajaba como ayudante de un procurador[footnoteRef:8] especializado en divorcios. Su conducta result ms de una vez sospechosa y lindante[footnoteRef:9] con la presuncin[footnoteRef:10] de un chantaje. Esteban era corredor de seguros y haba asegurado a su hermana en una gruesa suma a su favor; en cuanto a Pablo, trabajaba de veterinario , pero estaba descalificado por la Justicia e inhabilitado para ejercer su profesin, acusado de haber dopado caballos. Para no morirse de hambre ingres en la industria lechera, se ocupaba de los anlisis. [8: Abogado ] [9: Al lmite] [10: Sospecha ]

Tales eran los hermanos de la seora Stevens. En cuanto a sta, haba enviudado tres veces. El da del suicidio cumpli 68 aos; pero era una mujer extraordinariamente conservada, gruesa, robusta, enrgica, con el cabello totalmente renegrido. Poda aspirar a casarse una cuarta vez y manejaba su casa alegremente y con puo duro. Aficionada[footnoteRef:11] a los placeres de la mesa, su despensa estaba provista de vinos y comestibles, y no cabe duda de que sin aquel accidente la viuda hubiera vivido cien aos. Suponer que una mujer de ese carcter era capaz de suicidarse, es desconocer la naturaleza humana. Su muerte beneficiaba a cada uno de los tres hermanos con doscientos treinta mil pesos. [11: Que algo le gusta mucho]

La criada de la muerta era una mujer casi estpida, y utilizada por aqulla en las labores groseras[footnoteRef:12] de la casa. Ahora estaba prcticamente aterrorizada al verse engranada[footnoteRef:13] en un procedimiento judicial. [12: Ordinarias] [13: Comprometida, complicada]

El cadver fue descubierto por el portero y la sirvienta a las siete de la maana, hora en que sta, no pudiendo abrir la puerta porque las hojas estaban aseguradas por dentro con cadenas de acero, llam en su auxilio al encargado de la casa. A las once de la maana, como creo haber dicho anteriormente, estaban en nuestro poder los informes del laboratorio de anlisis, a las tres de la tarde abandonaba yo la habitacin que quedaba detenida la sirvienta, con una idea brincando en el magn[footnoteRef:14]: y si alguien haba entrado en el departamento de la viuda rompiendo un vidrio de la ventana y colocando otro despus que volc el veneno en el vaso? Era una fantasa de novela policial, pero convena verificar la hiptesis. [14: Imaginacin ]

Sal decepcionado del departamento. Mi conjetura[footnoteRef:15] era absolutamente disparatada: la masilla solidificada no revelaba mudanza[footnoteRef:16] alguna. [15: Sospecha ] [16: Cambio ]

Ech a caminar sin prisa. El suicidio de la seora Stevens me preocupaba (dir una enormidad) no policialmente, sino deportivamente. Yo estaba en presencia de un asesino sagacsimo[footnoteRef:17], posiblemente uno de los tres hermanos que haba utilizado un recurso simple y complicado, pero imposible de presumir en la nitidez[footnoteRef:18] de aquel vaco. [17: Muy inteligente ] [18: claridad]

Absorbido en mis cavilaciones[footnoteRef:19], entr en un caf, y tan identificado estaba en mis conjeturas, que yo, que nunca bebo bebidas alcohlicas, automticamente ped un whisky. Cunto tiempo permaneci elwhisky servido frente a mis ojos? No lo s; pero de pronto mis ojos vieron el vaso de whisky, la jarra de agua y un plato con trozos de hielo. Atnito qued mirando el conjunto aquel. De pronto una idea alumbr mi curiosidad, llam al camarero, le pagu la bebida que no haba tomado, sub apresuradamente a un automvil y me dirig a la casa de la sirvienta. Una hiptesis daba grandes saltos en mi cerebro. Entr en la habitacin donde estaba detenida, me sent frente a ella y le dije: [19: Pensamientos enroscados]

- Mreme bien y fjese en lo que me va a contestar: la seora Stevens, tomaba el whisky con hielo o sin hielo?-Con hielo, seor.-Dnde compraba el hielo?- No lo compraba, seor. En casa haba una heladera pequea que lo fabricaba en pancitos[footnoteRef:20]. - Y la criada casi iluminada prosigui, a pesar de su estupidez.-Ahora que me acuerdo, la heladera, hasta ayer, que vino el seor Pablo, estaba descompuesta. l se encarg de arreglarla en un momento. [20: Cubitos ]

Una hora despus nos encontrbamos en el departamento de la suicida con el qumico de nuestra oficina de anlisis. El tcnico retir el agua que se encontraba en el depsito congelador de la heladera y varios pancitos de hielo. El qumico inici la operacin destinada a revelar la presencia del txico, y a los pocos minutos pudo manifestarnos:- El agua est envenenada y los panes de este hielo estn fabricados con agua envenenada.Nos miramos jubilosamente. El misterio estaba desentraado.Ahora era un juego reconstruir el crimen. El doctor Pablo, al reparar el fusible de la heladera (defecto que localiz el tcnico) arroj en el depsito congelador una cantidad de cianuro disuelto. Despus, ignorante de lo que aguardaba, la seora Stevens prepar un whisky; del depsito retir un pancito de hielo (lo cual explicaba que el plato con hielo disuelto se encontrara sobre la mesa), el cual, al deslerse[footnoteRef:21] en el alcohol, lo envenen poderosamente debido a su alta concentracin. Sin imaginarse que la muerte la aguardaba en su vicio, la seora Stevens se puso a leer el peridico, hasta que juzgando el whisky suficientemente enfriado, bebi un sorbo. Los efectos no se hicieron esperar. [21: Derretirse ]

No quedaba sino ir en busca del veterinario. Intilmente lo aguardamos en su casa. Ignoraban dnde se encontraba. Del laboratorio donde trabajaba nos informaron que llegara a las diez de la noche.A las once, yo, mi superior y el juez nos presentamos en el laboratorio de la Erpa. El doctor Pablo, en cuanto nos vio comparecer[footnoteRef:22] en grupo, levant el brazo como si quisiera anatemizar[footnoteRef:23] nuestras investigaciones, abri la boca y se desplom inerte[footnoteRef:24] junto a la mesa de mrmol. Lo haba matado un sncope[footnoteRef:25]. En su armario se encontraba un frasco de veneno. Fue el asesino ms ingenioso que conoc. [22: Aparecer ] [23: Criticar, maldecir] [24: Sin vida] [25: Paro cardaco]

Nido de avispasAgatha Christie

John Harrison sali de la casa y se qued un momento en la terraza de cara al jardn. Era un hombre alto de rostro delgado y cadavrico. No obstante, su aspecto lgubre se suavizaba al sonrer, mostrando entonces algo muy atractivo.Harrison amaba su jardn, cuya visin era inmejorable en aquel atardecer de agosto, soleado y lnguido[footnoteRef:26]. Las rosas lucan toda su belleza y los guisantes dulces perfumaban el aire. [26: Suave]

Un familiar chirrido hizo que Harrison volviese la cabeza a un lado. El asombro se reflej en su semblante[footnoteRef:27], pues la pulcra[footnoteRef:28] figura que avanzaba por el sendero era la que menos esperaba. [27: Rostro] [28: Prolija ]

-Qu alegra! -exclam Harrison-. Si es monsieur[footnoteRef:29] Poirot! [29: Seor en francs]

En efecto, all estaba Hrcules Poirot, el sagaz detective.-Yo en persona! En cierta ocasin usted me dijo: "Si alguna vez se pierde en esta parte del mundo, venga a verme." Acept su invitacin, lo recuerda?-Me siento encantado! -asegur Harrison sinceramente-. Sintese y beba algo.Su mano hospitalaria[footnoteRef:30] le seal una mesa en el prtico, donde haba diversas botellas. [30: Amigable]

-Gracias -repuso Poirot dejndose caer en un silln de mimbre-. Por casualidad no tiene jarabe[footnoteRef:31]? No, ya veo que no. Bien, srvame un poco de soda, por favor whisky no -su voz se hizo plaidera[footnoteRef:32] mientras le servan-. Cspita, mis bigotes estn lacios! Debe de ser el calor. [31: Jugo ] [32: Quejosa ]

-Qu le trae a este tranquilo lugar? -pregunt Harrison mientras se acomodaba en otro silln-. Es un viaje de placer?-No, mon ami[footnoteRef:33]; negocios. [33: mi amigo en francs]

-Negocios? En este apartado rincn?Poirot asinti gravemente.-S, amigo mo; no todos los delitos tienen por marco las grandes aglomeraciones[footnoteRef:34] urbanas. [34: Conjunto de edificios]

Harrison se ri.-Imagino que fui algo simple. Qu clase de delito investiga usted por aqu? Bueno, si puedo preguntar.-Claro que s. No slo me gusta, sino que tambin le agradezco sus preguntas.Los ojos de Harrison reflejaban curiosidad. La actitud de su visitante denotaba[footnoteRef:35] que le traa all un asunto de importancia. [35: Daba a entender]

-Dice que se trata de un delito? Un delito grave?-Uno de los ms graves delitos.-Acaso un ...?-Asesinato -complet Poirot.Tanto nfasis puso en la palabra que Harrison se sinti sobrecogido[footnoteRef:36]. Y por si esto fuera poco las pupilas del detective permanecan tan fijamente clavadas en l, que el aturdimiento[footnoteRef:37] lo invadi. Al fin pudo articular: [36: Sorprendido ] [37: Confusin ]

-No s que haya ocurrido ningn asesinato aqu.-No -dijo Poirot-. No es posible que lo sepa.-Quin es?-De momento, nadie.-Qu?-Ya le he dicho que no es posible que lo sepa. Investigo un crimen an no ejecutado.-Veamos, eso suena a tontera.-En absoluto. Investigar un asesinato antes de consumarse[footnoteRef:38] es mucho mejor que despus. Incluso, con un poco de imaginacin, podra evitarse. [38: Concretarse, realizarse]

Harrison lo mir incrdulo.-Habla usted en serio, monsieur Poirot?-S, hablo en serio.-Cree de verdad que va a cometerse un crimen? Eso es absurdo!Hrcules Poirot, sin hacer caso de la observacin, dijo:-A menos que usted y yo podamos evitarlo. S, mon ami.-Usted y yo?-Usted y yo. Necesitar su cooperacin.-Esa es la razn de su visita?Los ojos de Poirot le transmitieron inquietud.-Vine, monsieur Harrison, porque ... me agrada usted -y con voz ms despreocupada aadi-: Veo que hay un nido de avispas en su jardn. Por qu no lo destruye?El cambio de tema hizo que Harrison frunciera el ceo. Sigui la mirada de Poirot y dijo:-Pensaba hacerlo. Mejor dicho, lo har el joven Langton. Recuerda a Claude Langton? Asisti a la cena en que nos conocimos usted y yo. Viene esta noche expresamente[footnoteRef:39] a destruir el nido. [39: A propsito]

-Ah! -exclam Poirot-. Y cmo piensa hacerlo?-Con petrleo rociado con un inyector de jardn. Traer el suyo que es ms adecuado que el mo.-Hay otro sistema, no? -pregunt Poirot-. Por ejemplo, cianuro de potasio[footnoteRef:40]. [40: El mismo veneno que aparece en el cuento de Arlt]

Harrison alz la vista sorprendido.-Es peligroso! Se corre el riesgo de su fijacin en la plantas.Poirot asinti.-S; es un veneno mortal -guard silencio un minuto y repiti-: Un veneno mortal.-til para desembarazarse de la suegra, verdad? -se ri Harrison. Hrcules Poirot permaneci serio.-Est completamente seguro, monsieur Harrison, de que Langton destruir el avispero con petrleo?-Segursimo! Por qu?-Simple curiosidad. Estuve en la farmacia de Bachester esta tarde, y mi compra exigi que firmase en el libro de venenos. La ltima venta era cianuro de potasio, adquirido por Claude Langton.Harrison enarc[footnoteRef:41] las cejas. [41: Frunci ]

-Qu raro! Langton se opuso el otro da a que emplesemos esa sustancia. Segn su parecer, no debera venderse para este fin.Poirot mir por encima de las rosas. Su voz fue muy queda[footnoteRef:42] al preguntar: [42: Baja]

-Le gusta Langton?La pregunta cogi por sorpresa a Harrison, que acus su efecto.-Qu quiere que le diga! Pues s, me gusta Por qu no ha de gustarme?-Mera divagacin -repuso Poirot-. Y usted es de su gusto?Ante el silencio de su anfitrin, repiti la pregunta.-Puede decirme si usted es de su gusto?-Qu se propone, monsieur Poirot? No termino de comprender su pensamiento.-Le ser franco. Tiene usted relaciones y piensa casarse, monsieur Harrison. Conozco a la seorita Moly Deane. Es una joven encantadora y muy bonita. Antes estuvo prometida a Claude Langton, a quien dej por usted.Harrison asinti con la cabeza.-Yo no pregunto cules fueron las razones; quizs estn justificadas, pero no le parece justificada tambin cualquier duda en cuanto a que Langton haya olvidado o perdonado?-Se equivoca, monsieur Poirot. Le aseguro que est equivocado. Langton es un deportista y ha reaccionado como un caballero. Ha sido sorprendentemente honrado conmigo, y, no con mucho, no ha dejado de mostrarme aprecio.-Y no le parece eso poco normal? Utiliza usted la palabra "sorprendente" y, sin embargo, no demuestra hallarse sorprendido.-No lo comprendo, monsieur Poirot.La voz del detective acus un nuevo matiz al responder:-Quiero decir que un hombre puede ocultar su odio hasta que llegue el momento adecuado.-Odio? -Harrison sacudi la cabeza y se ri.-Los ingleses son muy estpidos -dijo Poirot-. Se consideran capaces de engaar a cualquiera y que nadie es capaz de engaarlos a ellos. El deportista, el caballero, es un alguien del que nadie piensa mal. Pero, a veces, ese mismo deportista, cuyo valor le lleva al sacrificio, piensa lo mismo de sus semejantes y se equivoca.-Me est usted advirtiendo en contra de Claude Langton -exclam Harrison-. Ahora comprendo esa intencin suya que me tena intrigado.Poirot asinti, y Harrison, bruscamente, se puso en pie.-Est usted loco, monsieur Poirot? Esto es Inglaterra! Aqu nadie reacciona as. Los pretendientes rechazados no apualan por la espalda o envenenan. Se equivoca en cuanto a Langton! Ese muchacho no hara dao a una mosca.-La vida de una mosca no es asunto mo -repuso Poirot plcidamente-. No obstante, usted dice que monsieur Langton no es capaz de matarlas, cuando en este momento debe prepararse para exterminar a miles de avispas.Harrison no replic[footnoteRef:43], y el detective, puesto en pie a su vez, coloc una mano sobre el hombro de su amigo, y lo zarande como si quisiera despertarlo de un mal sueo. [43: Respondi ]

-Espablese[footnoteRef:44], amigo, espablese! Mire aquel hueco en el tronco del rbol. Las avispas regresan confiadas a su nido despus de haber volado todo el da en busca de su alimento. Dentro de una hora habrn sido destruidas, y ellas lo ignoran, porque nadie les advierte. De hecho carecen de un Hrcules Poirot. Monsieur Harrison, le repito que vine en plan de negocios. El crimen es mi negocio, y me incumbe antes de cometerse y despus. A qu hora vendr monsieur Langton a eliminar el nido de avispas? [44: Despirtese ]

-Langton jams...-A qu hora? -lo ataj.-A las nueve. Pero le repito que est equivocado. Langton jams...-Estos ingleses! -volvi a interrumpirlo Poirot.Recogi su sombrero y su bastn y se encamin al sendero, detenindose para decir por encima del hombro.-No me quedo para no discutir con usted; slo me enfurecera. Pero entrese bien: regresar a las nueve.Harrison abri la boca y Poirot grit antes de que dijese una sola palabra:-S lo que va a decirme: "Langton jams...", etctera. Me aburre su "Langton jams"! No lo olvide, regresar a las nueve. Estoy seguro de que me divertir ver cmo destruye el nido de avispas. Otro de los deportes ingleses!No esper la reaccin de Harrison y se fue presuroso[footnoteRef:45] por el sendero hasta la verja. Ya en el exterior, camin pausadamente, y su rostro se volvi grave y preocupado. Sac el reloj del bolsillo y los consult. Las manecillas marcaban las ocho y diez. [45: Apurado ]

-Unos tres cuartos de hora -murmur-. Quiz hubiera sido mejor aguardar en la casa.Sus pasos se hicieron ms lentos, como si una fuerza irresistible lo invitase a regresar. Era un extrao presentimiento, que, decidido, se sacudi antes de seguir hacia el pueblo. No obstante, la preocupacin se reflejaba en su rostro y una o dos veces movi la cabeza, signo inequvoco de la escasa satisfaccin que le produca su acto. Minutos antes de las nueve, se encontraba de nuevo frente a la verja del jardn. Era una noche clara y la brisa apenas mova las ramas de los rboles. La quietud imperante rezumaba[footnoteRef:46] un algo siniestro, parecido a la calma que antecede a la tempestad. [46: Manifestaba ]

Repentinamente alarmado, Poirot apresur el paso, como si un sexto sentido lo pusiese sobre aviso. De pronto, se abri la puerta de la verja y Claude Langton, presuroso, sali a la carretera. Su sobresalto fue grande al ver a Poirot.-Ah...! Oh...! Buenas noches.-Buenas noches, monsieur Langton. Ha terminado usted?El joven lo mir inquisitivo.-Ignoro a qu se refiere -dijo.-Ha destruido ya el nido de avispas?-No.-Oh! -exclam Poirot como si sufriera un desencanto-. No lo ha destruido? Qu hizo usted, pues?-He charlado con mi amigo Harrison. Tengo prisa, monsieur Poirot. Ignoraba que vendra a este solitario rincn del mundo.-Me traen asuntos profesionales.-Hallar a Harrison en la terraza. Lamento no detenerme.Langton se fue y Poirot lo sigui con la mirada. Era un joven nervioso, de labios finos y bien parecido.-Dice que encontrar a Harrison en la terraza -murmur Poirot-. Veamos!Penetr en el jardn y sigui por el sendero. Harrison se hallaba sentado en una silla junto a la mesa. Permaneca inmvil, y no volvi la cabeza al or a Poirot.-Ah, mon ami! -exclam ste-. Cmo se encuentra?Despus de una larga pausa, Harrison, con voz extraamente fra, inquiri:-Qu ha dicho?-Le he preguntado cmo se encuentra.-Bien. S; estoy bien. Por qu no?-No siente ningn malestar? Eso es bueno.-Malestar? Por qu?-Por el carbonato sdico[footnoteRef:47]. [47: Bicarbonato de sodio, una sustancia inofensiva]

Harrison alz la cabeza.-Carbonato sdico? Qu significa eso?Poirot se excus.-Siento mucho haber obrado sin su consentimiento, pero me vi obligado a ponerle un poco en uno de sus bolsillos.-Que puso usted un poco en uno de mis bolsillos? Por qu diablos hizo eso?Poirot se expres con esa cadencia[footnoteRef:48] impersonal de los conferenciantes que hablan a los nios. [48: Ritmo al hablar]

-Una de las ventajas o desventajas del detective radica en su conocimiento de los bajos fondos de la sociedad. All se aprenden cosas muy interesantes y curiosas. Cierta vez me interes por un simple ratero[footnoteRef:49] que no haba cometido el hurto que se le imputaba, y logr demostrar su inocencia. El hombre, agradecido, me pag ensendome los viejos trucos de su profesin. Eso me permite ahora hurgar[footnoteRef:50] en el bolsillo de cualquiera con solo escoger el momento oportuno. Para ello basta poner una mano sobre su hombro y simular un estado de excitacin. As logr sacar el contenido de su bolsillo derecho y dejar a cambio un poco de carbonato sdico. Comprndalo. Si un hombre desea poner rpidamente un veneno en su propio vaso, sin ser visto, es natural que lo lleve en el bolsillo derecho de la americana[footnoteRef:51]. [49: Ladrn ] [50: Buscar ] [51: Chaqueta ]

Poirot se sac de uno de sus bolsillos algunos cristales blancos y aterronados.-Es muy peligroso -murmur- llevarlos sueltos.Curiosamente y sin precipitarse, extrajo de otro bolsillo un frasco de boca ancha. Desliz en su interior los cristales, se acerc a la mesa y verti agua en el frasco. Una vez tapado lo agit hasta disolver los cristales. Harrison los miraba fascinado.Poirot se encamin al avispero, destap el frasco y roci con la solucin el nido. Retrocedi un par de pasos y se qued all a la expectativa. Algunas avispas se estremecieron un poco antes de quedarse quietas. Otras treparon por el tronco del rbol hasta caer muertas. Poirot sacudi la cabeza y regres al prtico.-Una muerte muy rpida -dijo.Harrison pareci encontrar su voz.-Qu sabe usted?-Como le dije, vi el nombre de Claude Langton en el registro. Pero no le cont lo que sigui inmediatamente despus. Lo encontr al salir a la calle y me explic que haba comprado cianuro de potasio a peticin de usted para destruir el nido de avispas. Eso me pareci algo raro, amigo mo, pues recuerdo que en aquella cena a que hice referencia antes, usted expuso su punto de vista sobre el mayor mrito de la gasolina para estas cosas, y denunci el empleo de cianuro como peligroso e innecesario.-Siga.-S algo ms. Vi a Claude Langton y a Molly Deane cuando ellos se crean libres de ojos indiscretos. Ignoro la causa de la ruptura de enamorados que lleg a separarlos, poniendo a Molly en los brazos de usted, pero comprend que los malos entendidos haban acabado entre la pareja y que la seorita Deane volva a su antiguo amor.-Siga.-Nada ms. Salvo que me encontraba en Harley el otro da y vi salir a usted del consultorio de cierto doctor, amigo mo. La expresin que usted tena me dijo la clase de enfermedad que padece y su gravedad. Es una expresin muy peculiar, que slo he observado un par de veces en mi vida, pero inconfundible. Ella refleja el conocimiento de la propia sentencia de muerte. Tengo razn o no?-S. Slo dos meses de vida. Eso me dijo.-Usted no me vio, amigo mo, pues tena otras cosas en qu pensar. Pero advert algo ms en su rostro; advert esa cosa que los hombres tratan de ocultar, y de la cual le habl antes. Odio, amigo mo. No se moleste en negarlo.-Siga -apremi[footnoteRef:52] Harrison. [52: Apur ]

-No hay mucho ms que decir. Por pura casualidad vi el nombre de Langton en el libro de registro de venenos. Lo dems ya lo sabe. Usted me neg que Langton fuera a emplear el cianuro, e incluso se mostr sorprendido de que lo hubiera adquirido. Mi visita no le fue particularmente grata al principio, si bien muy pronto la hall conveniente y alent mis sospechas. Langton me dijo que vendra a las ocho y media. Usted que a las nueve. Sin duda pens que a esa hora me encontrara con el hecho consumado.-Por qu vino? -grit Harrison-. Ojal no hubiera venido!-Se lo dije. El asesinato es asunto de mi incumbencia.-Asesinato? Suicidio querr decir!-No -la voz de Poirot son claramente aguda-. Quiero decir asesinato. Su muerte sera rpida y fcil, pero la que planeaba para Langton era la peor muerte que un hombre puede sufrir. l compra el veneno, viene a verlo y los dos permanecen solos. Usted muere de repente y se encuentra cianuro en su vaso. A Claude Langton lo cuelgan! Ese era su plan.Harrison gimi al repetir:-Por qu vino? Ojal no hubiera venido!-Ya se lo he dicho. No obstante, hay otro motivo. Lo aprecio, monsieur Harrison. Escuche, mon ami; usted es un moribundo y ha perdido la joven que amaba; pero no es un asesino. Dgame la verdad: Se alegra o lamenta ahora de que yo viniese?Tras una larga pausa, Harrison se anim. Haba dignidad en su rostro y la mirada del hombre que ha logrado salvar su propia alma. Tendi la mano por encima de la mesa y dijo:-Fue una suerte que viniera usted.

La pesquisa de don FrutosVelmiro Ayala Gauna

Don Frutos Gmez, el comisario de Capibara-Cu, entr en su desmantelada oficina haciendo sonar las espuelas, salud cordialmente a sus subalternos y se acomod en una vieja silla de paja, cerca de la puerta, a esperar el mate que uno de los agentes empez a cebarle con pachorrienta solicitud.Cuando tuvo el recipiente en sus manos, succion con fruicin[footnoteRef:53] por la bombilla y gust del spero sabor del brebaje con silenciosa delectacin[footnoteRef:54]. [53: Placer ] [54: Gusto ]

Al recibir el segundo mate lo tendi cordial hacia el oficial sumariante[footnoteRef:55] que lea, con toda atencin, junto a la nica y desvencijada mesa del recinto. [55: Encargado de hacer sumarios, informes]

Gusta un amargo?Gracias... respondi el otro. Slo lo tomo dulce.Aqu slo toman dulce las mujeres... terci el cabo Leiva con completo olvido de la disciplina.Cuando quiera su opinin se la solicitar... replic framente el sumariante.Est bien, mi oficial... dijo el cabo y continu perezosamente apoyado contra el marco de la puerta.Luis Arzsola, que haca tres das haba llegado desde la capital correntina a hacerse cargo de su puesto en ese abandonado pueblecillo, se revolvi molesto en el asiento, conteniendo a duras penas los deseos de "sacar carpiendo" al insolente, pero don Frutos rega a sus subordinados con paternal condescendencia[footnoteRef:56], sin reparar[footnoteRef:57] en graduaciones[footnoteRef:58], y no quera saber de ms reglamentos que su omnmoda[footnoteRef:59] voluntad. [56: Amabilidad que subestima al otro, tratarlo como un chico] [57: Hacer caso] [58: Rangos dentro de la polica] [59: Que entiende todo]

Cuando l, ya en ese breve tiempo, le hubo expuesto en repetidas ocasiones sus quejas por lo que consideraba excesiva confianza o indisciplina del personal, slo obtuvo como nica respuesta:No se haga mala sangre, m'hijo... No lo hacen con mala intencin sino de brutos que son noms... Ya se ir acostumbrando con el tiempo.Para olvidar el disgusto, Arzsola sigui leyendo su apreciado libro de psicologa y efectuando apuntes en un cuaderno que tena su lado, pero la mesa, que tena una pata ms corta que las otras, se inclinaba hacia ese costado y haca peligrar la estabilidad del tintero que se iba corriendo lentamente y amenazaba concluir en el suelo. Para evitar tal contingencia[footnoteRef:60] tom un diario, lo dobl repetidas veces y lo coloc, para nivelar el mueble, debajo del sostn defectuoso. Luego sigui con la lectura interrumpida. [60: Posibilidad de que algo suceda]

Qu pa[footnoteRef:61] est aprendiendo, che oficial? pregunt el agente mientras esperaba el mate de manos del comisario. [61: En Corrientes, qu demonios..?]

Psicologa.Y eso para qu sirve?Para conocer a la gente. Es la ciencia del conocimiento del alma humana.El milico recibi el mate vaco, medit unos segundos y concluy sentenciosamente:Para mi ver[footnoteRef:62] eso no se estudia en los libros... Para conocer a la gente hay... [62: Para m, segn mi parecer]

Vacil un momento y afirm:... hay que estudiar a la gente.Despus se acerc al brasero que arda en un rincn y empez a llenar la calabaza[footnoteRef:63] cuidando que el agua no se derramara y que formara una espuma consistente. [63: Mate ]

En eso estaban cuando Aniceto, el mozo[footnoteRef:64] de la carnicera, entr espantado: [64: Joven que trabaja]

Don Frutos!... Don Frutos!...Qu te ocurre hombre? contest el aludido y empez a levantarse.Al tuerto Mndez...S?Lo han achurao sin asco... Recin cuando le fui a llevar un matambre que haba encargao ayer, dentr a su rancho y, nima bendita santa!, lo encontr tendido en el suelo, boca abajo y lleno de sangre...Seguro pa de que estaba muerto, chamigo?Seguro, don Frutos... Duro, fro y hasta medio jediendo[footnoteRef:65] con el calor que hace... [65: Con mal olor]

Geno, gracias, Aniceto... andate noms...Hasta luego, don Frutos!Hasta luego, Aniceto!... respondi el funcionario y volvi a sentarse cmodamente.El oficial, que haba dejado el libro, se plant frente a su superior.Qu pa le pasa, m'hijo?No vamos al lugar del hecho, comisario?S, en seguidita...Pero... es que hay un muerto, seor!...Y qu?... contest el viejo ya con absoluta familiaridad Acaso tens miedo de que se dispare[footnoteRef:66]?... Dejame que tome cuatro o cinco matecitos ms o de no se van a desteir las tripas. [66: Se vaya]

Cuando despus de una buena media hora arribaron al rancho de las afueras donde haba ocurrido el suceso, ya el oficial haba redactado in mente[footnoteRef:67] el informe que elevara a las autoridades sobre la inoperancia[footnoteRef:68] del comisario, sus arbitrarios[footnoteRef:69] procedimientos y su inhabilidad para el cargo. Crea que era llegada la ocasin propicia[footnoteRef:70] para su particular lucimiento[footnoteRef:71] y para apabullar[footnoteRef:72] con sus mayores conocimientos los mtodos simples y arcaicos[footnoteRef:73] del funcionario campesino. Lo nico que lamentaba era haber olvidado en la ciudad una poderosa lupa que le hubiera servido de maravilloso auxiliar para la bsqueda de huellas. [67: Mentalmente ] [68: Falta de eficacia] [69: Sin orden ni lgica] [70: Oportuna ] [71: Accin de lucirse] [72: Superar ] [73: primitivos]

Apenas a unos pasos de la puerta estaba el extinto[footnoteRef:74] de bruces[footnoteRef:75] contra el suelo. [74: muerto] [75: Boca abajo]

And!... orden el comisario al cabo Leiva. Abr bien la ventana pa que dentre la luz.ste lo hizo as y el resplandeciente sol tropical entr a raudales en la reducida habitacin.Don Frutos se inclin sobre el cadver y observ en la espalda las marcas sangrientas de tres pualadas que tean de rojo la negra blusa del cado.Forastero[footnoteRef:76]... gru. [76: Que no es del pueblo]

Luego busc un palillo y lo introdujo en las heridas. Finalmente lo dej en una de ellas y asever:Gringo[footnoteRef:77]... [77: Extranjero]

Se irgui[footnoteRef:78] buscando algo con la mirada y, al no encontrarlo, dijo al cabo: [78: Se levant]

And, sacale las riendas al rosillo[footnoteRef:79] que es mansito y tramelas... [79: Caballo ]

Cuando al cabo de un momento las tuvo en su poder, midi con una la distancia de los pies del difunto hasta la herida y, luego, haciendo colocar a Leiva a su frente, marc la misma sobre sus pacientes espaldas. En seguida alz un brazo y lo baj. No qued satisfecho, al parecer y, ponindose en puntas de pie, repiti la operacin.Aj!... dijo. Es ms alto que yo, debe medir un metro ochenta ms o menosInmediatamente inquiri[footnoteRef:80] de su subordinado: [80: Quiso averiguar]

Estuvo el Tuerto ayer en las carreras?S, pero l pas la tarde jugando a la taba[footnoteRef:81]. [81: Juego popular en el campo, donde se juega con un hueso y se apuesta de qu lado va a caer.]

Y le jue bien?Y de no[footnoteRef:82]!... Si era como no hay otro pa clavarla de vuelta y media! Dios lo tenga en su santa gloria!... Gan una ponchada de pesos... Al capataz de la estancia, a se que le dicen "Mister", lo dej sin nada y hasta le gan tres esterlinas[footnoteRef:83] que tena de ricuerdo; al ato Cceres le gan ochenta pesos y el anillo'e compromiso. [82: Cmo que no!] [83: Moneda de Inglaterra]

Geno, revisalo a ver si le encontrs plata.El cabo obedeci. Dio vueltas al cadver y le meti las manos en los bolsillos, hurg en el amplio cinturn y le tante las ropas.Ni un veinte, comesario.A ver, vamos a buscar en la pieza, puede que la haiga[footnoteRef:84] escondido. [84: Haya ]

Pero, comisario... salt el oficial Arzsola. As van a borrar todas las huellas del culpable.Qu gellas, m'hijo?Las impresiones dactilares.Ac no usamos de eso, m'hijo. Tuito lo hacemos a la que te criaste noms...Y ayudado por el cabo y el agente, empez a buscar en cajones, debajo del colchn y en cuanto posible escondite imaginaron. Arzsola, entre tanto, segua acumulando elementos con criterio cientfico, pero se encontraba un poco desconcertado. En la ciudad, sobre un piso encerado, un cabello puede ser un indicio valioso, pero en el sucio piso de un rancho hay miles de cosas mezcladas con el polvo: recortes de uas, llaves de latas de sardinas, botones, semillas, huesecillos, etc. Desorientado y despus de haber llenado sus bolsillos con los objetos ms heterogneos[footnoteRef:85] que encontr a su paso, dirigi en otro sentido sus investigaciones. [85: Distintos ]

Junto a la puerta y cerca de la ventana encontr una serie de pisadas y, entre ellas, la huella casi perfecta de un pie.Comisario!... grit. Hay que buscar un poco de yeso...Pa qu, m'hijo?Para sacarle el molde a esta pisada. El asesino estuvo parado aqu y dej su marca.Y pa qu va a servir el molde?Porque gracias a una ciencia que se llama Antropometra respondi despectivamente[footnoteRef:86] y como dando una leccin de esa huella se puede deducir la talla de su dueo y otros datos. [86: Con desprecio ]

No te aflijas por eso... El criminal es gringo, ms o menos una cuarta ms alto que yo, y dejuro[footnoteRef:87] que ha de estar entre la peonada[footnoteRef:88]'e la estancia'e los ingleses... [87: Seguro ] [88: Grupo de peones, trabajadores]

Pero...! se asombr el oficial.Ya te explicar ms tarde, m'hijo. Estoy seguro que el tipo estuvo en la cancha'e taba y vio cmo el Tuerto se llenaba de plata, despus se le adelant y lo estuvo esperando en el rancho. Qued un rato vichando[footnoteRef:89] el camino desde la ventana y despus se puso detrs de la puerta. Cuando el pobre dentro le encaj una pualada y en seguida dos ms cuando lo vio cado... [89: Vigilando ]

As es, don Frutos... asinti el cabo. Se ve clarito por las pisadas.Al verlo muerto le revis los bolsillos, le sac tuitas las ganancias y se fue... Pero ya lo vamos a agarrar sin la Jometra esa que decas...En seguida, dirigindose al agente que lo acompaaba, orden: Andate a lo del carnicero y decile que te dea un cuero de vaca y te emprieste el carro. Lo tras al Aniceto pa que te ayude, lo envuelven al finao y lo llevan a enterrar... El pobre no tiene a nadies que lo llore. Cuando venga el Pa[footnoteRef:90] Marcelo pa la Navid, le haremos decir una misa... [90: Padre, sacerdote]

Est bien, comisario...Inmediatamente se volvi al oficial y al cabo y dijo:Ahora vamos pa la estancia... Se me hace que el infiel que hizo esta fechura[footnoteRef:91] debe de estar all. [91: Fechora, crimen]

La estancia de los ingleses se encontraba ms o menos a media legua[footnoteRef:92] del pueblo. Adems del habitual personal de servicio y peones, haba en ella unas dos docenas de obreros trabajando en la ampliacin de una de las alas del edificio. [92: Antigua medida de longitud, entre4 y 7 km]

Interiorizado[footnoteRef:93] el administrador del propsito que los llevaba, hizo reunir, frente a una de las galeras, a todo el personal. Hombres de todas clases y con los ms diversos atavos[footnoteRef:94] se encontraron all. Algunos con el torso desnudo brillante de sudor porque el sol ya empezaba a hacerse sentir, otros en camiseta, blusas, camisas de colores chillones, un ingls con breeches[footnoteRef:95], un espaol con boina, un italiano con saco de pana[footnoteRef:96], etc. [93: Enterado ] [94: Ropa ] [95: Pantaln para montar] [96: Tela de abrigo]

Pon a un lado a los gringos y a los otros dejalos ir... dijo don Frutos al oficial, despus de pasar su mirada por el conjunto, y se sent con el dueo de casa a saborear un vaso de whisky.Arzsola, a su vez, trasmiti la orden.Los extranjeros que avancen dos pasos al frente.Una decena de hombres se destac de la masa. El oficial, entonces, dirigindose a los otros, exclam:Ustedes pueden retirarse.Correntinos, formoseos, misioneros y de algunas otras provincias del norte se alejaron murmurando entre dientes o contentos de verse libres de la curiosidad policial.De pronto el cabo Leiva se adelant hacia un mocetn de pelo hirsuto[footnoteRef:97] y tez cobriza[footnoteRef:98] que haba quedado con los dems. [97: Duro y enredado] [98: Piel morena]

Y vos, Gorgonio, qu hacs aqu?El oficial dijo que se quedsemos los estranjeros, pues...Qu pa vas a ser estranjero vos!... Ust sos paraguayo como yo, chamigo... Estranjero son los gringos, los de las Uropas[footnoteRef:99]... And de ac y no quedrs darte corte! Y as diciendo, lo sac a empellones[footnoteRef:100] de la fila. [99: Europa] [100: Empujones ]

Don Frutos, entonces, se acerc a los restantes y despus de observarlos, dijo:Los dos petisos de la esquina y ese otro de boina pueden irse noms...Frente a l quedaron el ingls, un par de italianos, dos espaoles y un polaco.A ver... continu, mustrenme la cartera o la plata que tengan.En cinco manos callosas aparecieron carteras grasientas o pesos arrugados.El ingls, sin inmutarse, advirti:M no tener una moneda...Al orlo, Arzsola se acerc a don Frutos y le dijo suavemente:Est mintiendo, me parece... Debe ser l y seguro ha escondido lo robado. Lo habr hecho para recobrar sus esterlinas...No... le respondi el superior. Ese no puede ser... Mirle a los pieses...El ingls permaneca firme y esttico mientras los otros, inquietos, se asentaban ora sobre un pie, ora sobre el otro.Ves, m'hijo? El "Mster" puede estarse mucho tiempo sin moverse, mientras el que estuvo all dej el suelo como pisadero para hacer ladrillos...Se acerc a los hombres silenciosos y les revis el dinero sin decir palabra.Se retir unos pasos atrs y dijo al oficial:El polaco, el italiano pelo'e choclo[footnoteRef:101] y los dos gallegos no han estado en la tabeada[footnoteRef:102]... [101: Que tiene el pelo rubio y parado como las barbas del choclo] [102: Juego de taba]

Cmo lo puede asegurar? Si ni siquiera los ha interrogado...No viste que la plata de sos estaba limpita y lisa? La de los otros estaba arrugada y sucia de tierra... Cuando puedas observar una partidita vas a ver cmo los tabeadores estrujan los billetes, los hacen bollitos, los doblan y los sostienen entre los dedos, los tiran al suelo, los pisan, los arrugan, etc. Uno de esos dos debe ser...Se acerc de nuevo a la fila y pasndose el pauelo por la cara dijo:Est apretando la calor, no?Mir al italiano de saco de pana y le aconsej con tono paternal:Ponete cmodo... Sacate el saco...Estoy bien, gracias.Sacate el saco, te he dicho... orden, entonces con rudeza, y luego sigui con aire protector Te va a embromar la calor si no lo hacs...A regaadientes[footnoteRef:103] obedeci el otro. [103: Sin ganas, contra su voluntad]

Apenas lo hubo hecho cuando don Frutos indic al cabo:Metelo preso!... ste es el criminal...Dando un rugido de rabia, el indicado meti la mano en la cintura y la sac empuando un pequeo y agudo cuchillo, pero el cabo, con rapidez felina, se lanz sobre l y lo encerr entre sus fuertes brazos mientras Arzsola, prendindosele de la mano, se la retorci para hacer caer el arma. En seguida, ayudado por los otros peones, lo maniataron[footnoteRef:104] y lo arrojaron sobre un carro que le facilit[footnoteRef:105] el administrador para llevarlo al pueblo. Don Frutos recogi el saco del suelo, lo estruj poco a poco como buscando algo y, luego, con el mismo cuchillo, le descosi el hombro y all, entre el relleno encontr escondidas las monedas de oro y el anillo. Despus volvi a la mesa a terminar su whisky y agradecer al dueo de casa su colaboracin, terminando lo cual la comisin mont a caballo y emprendi el regreso. [104: Ataron sus manos] [105: Prest ]

Una vez que el preso estuvo bien seguro en el calabozo, el comisario y el oficial se acomodaron en la oficina. Arzsola, impaciente, pregunt:Perdn, comisario, pero cmo hizo para descubrir al asesino?Muy fcil, m'hijo... Apenas le vi las heridas al muerto supe que el culpable era forastero.Por qu?Porque las heridas eran pequeas y aqu nadie usa cuchillo que no tenga, por lo menos, unos treinta centmetros de hoja. Aqu el cuchillo es un instrumento de trabajo y sirve para carnear, para cortar yuyos, para abrir picadas[footnoteRef:106] en el monte, y adonde se clava deja un aujero como para mirar del otro lado y no unos ojalitos como los que tena el Tuerto. Despus, cuando le met el palito adentro, supe por la posicin que el golpe haba venido de arriba para abajo y me dije: Gringo... [106: Caminos ]

Cierto, yo lo o... pero cmo pudo saberlo?Pero, m'hijo! Porque el criollo agarra el cuchillo de otra manera y ensarta de abajo para arriba como para levantarlo en el aire...Ah!Despus med la distancia de los pieses a la herida y la marqu en la espalda del cabo, alc el brazo y lo baj, pero daba ms abajo... Entonces me puse en puntas de pie y me dio ms o menos. Por eso supe que el asesino era como cuatro dedos ms alto que yo, y como mi medida, asegn la papeleta[footnoteRef:107], es de uno setenta, le calcul uno y ochenta... [107: Documento ]

S, pero cmo adivin que haba escondido las monedas y el anillo en el saco?Porque con el calor que haca no se lo sacaba de encima. Pens que deba tener algo de valor para cuidarlo tanto y ms me convenc cuando empez a sacrselo y le vi la camisa pegada al cuerpo por el sudor... Servite, m'hijo: aqu vas a tener que aprender a tomarlo cimarrn[footnoteRef:108]. le dijo el cabo, mientras le acercaba el mate. [108: Mate amargo]

Arzsola lo acept y dijo:Creo que voy a tener que aprender eso y otras cosas ms.Lo vaci de tres o cuatro enrgicos sorbos y lo devolvi al milico: luego, como la mesa empezaba a tambalear nuevamente, tom el libro de psicologa y lo puso debajo de pata renga.