ANTOLOGIA DE LECTURAS LEEMOS MEJOR CADA DIA TERCER GRADO

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LECTURAS PARA TERCER GRADO

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LEEMOS MEJOR DA A DA

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TERCER GRADO

La antologa de lecturas Leemos mejor da a da. Tercer grado, fue elaborada en la Coordinacin Sectorial de Educacin Primaria. Luis Ignacio Snchez Gmez Administrador Federal de Servicios Educativos en el DF Antonio vila Daz Director General de Operacin de Servicios Educativos Germn Cervantes Ayala Coordinacin Sectorial de Educacin Primaria

Coordinacin del proyecto: Felipe Garrido Academia Mexicana de la Lengua Laura Nakamura Aburto Seleccin de textos: Dulce Mara Heredia Moreno Maritza Ching Mendoza Colaboracin: Mara Baslidis Hernndez Lugo Portada: Ricardo Mucio

La mayora de los textos reunidos en esta antologa proceden de los libros que se hallan en las bibliotecas escolares y de aula. La lectura que se hace al inicio de cada jornada escolar es una invitacin para que los alumnos y los maestros busquen el libro y lo lean completo.

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PRESENTACINLeer de a de veras es una tarea que ocupa toda la vida; siempre es posible ser un mejor lector. Felipe Garrido

La lectura es el instrumento esencial para la mayor parte de los aprendizajes que ofrecen la escuela y la vida. La lectura es la entrada a la cultura escrita, y sobre la cultura escrita se ha levantado nuestro mundo. Leyendo podemos aprender cualquier disciplina y abrirnos mltiples oportunidades de desarrollo, lo mismo personal que comunitario. Una poblacin lectora es una poblacin con mayores recursos para organizarse y ser productiva. La aspiracin es que la escuela forme lectores que lean por voluntad propia; personas que descubran que la lectura es una parte importante de su vida y que, a travs de la lectura, desarrollen el pensamiento abstracto, la actitud crtica y la capacidad de imaginar lo que no existe tan til en la poltica, el comercio y los negocios como en la medicina, las comunicaciones y la poesa. Personas capacitadas para ser mejores estudiantes, pues sabemos que, en general, el fracaso o el xito escolares tienen una relacin directa con las capacidades lectoras de cada alumno. Por todo lo anterior, la Administracin Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal ha puesto en marcha el programa Leemos mejor da a da. El propsito de este programa es impulsar el desarrollo de las competencias comunicativas de los alumnos, de manera enftica en la lectura y la escritura. Para ello se proponen seis acciones: 1. Lectura de los maestros ante el grupo como la primera actividad del da. En voz alta, que sirva de modelo, que muestre al grupo cmo se lee, cmo se da sentido y significado a un texto. 2. Veinte minutos de lectura individual o coral tres das a la semana. 3. Veinte minutos de escritura libre dos da a la semana.

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4. Publicacin en cada saln, escuela y zona escolar de los avances mensuales en velocidad de lectura. Comunicacin bimestral a padres de familia en los das de firma de boleta. 5. Veinte minutos de lectura en voz alta en casa. Los padres de familia certifican con su firma que sus hijos leyeron da a da 20 minutos en casa. 6. Consejos tcnicos centrados en la mejora de la competencia lectora. La primera accin es la lectura de los maestros ante el grupo como actividad con la que se inicia el da. Se propone que el maestro inicie la jornada escolar con una breve lectura. Es sabido que una de las ms eficaces y sencillas maneras de acercar a los nios y a los adultos a la lectura es leyndoles en voz alta, compartiendo con ellos toda clase de textos, lo mismo literatura que divulgacin cientfica, historia, tradicin; la lectura en voz alta, adems, es el mejor modelo para que el alumno vaya descubriendo cmo se lee, cmo se le da sentido y significado a un texto. Para que esta lectura diaria cumpla con su propsito debe ser variada; de temas, tonos, atmsferas y climas diferentes; provocar risa un da, y al siguiente nostalgia, o curiosidad, o reflexin, o asombro, de manera que despierte en los nios el deseo de seguir leyendo y la conviccin de que en los libros puede encontrarse la sorprendente variedad del universo y la vida. Con la publicacin de esta antologa se pretende que el maestro cuente con un texto para leer a sus alumnos cada da del ciclo escolar. Los textos reunidos se caracterizan por su variedad de temas y gneros, as como por su atencin a los valores la educacin no se constrie a la informacin que reciban los alumnos; requiere trabajar en la formacin de su carcter y sus actitudes. La mayora de los textos seleccionados proceden de los libros que se hallan en las bibliotecas escolares y de aula. La intencin es que sea ms fcil que los alumnos y los maestros respondan a la invitacin a la lectura que es cada uno de los textos que da tras da lea el maestro. Los fragmentos que se leen al comenzar el da deben propiciar que los alumnos y los maestros busquen el libro, lo lean completo y luego pasen a otro... o vuelvan a leer el primero.

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La extensin de los textos est calculada para que su lectura, ms los comentarios del maestro para iniciar y para concluir la actividad, no lleven ms de tres o cuatro minutos, y que la lectura que se haga sea eso: una manera amable, interesante, intrigante, conmovedora de comenzar el da; una lectura en voz alta que abra la jornada escolar. Algunos de los textos llevan, en cursivas, comentarios o informaciones para abrir y cerrar la lectura. La intencin es que sirvan de modelo a los maestros, no que sean seguidos al pie de la letra. Lo importante es recordar que conviene decir unas cuantas palabras antes de comenzar a leer: para preparar el ambiente, decir lo que significa alguna palabra rara, informar dnde se encuentra una ciudad o quin es un personaje, o cualquier otra cosa que permita a los alumnos entender bien el texto no entender lo que se lee es la razn ms frecuente para aborrecerlo; la comprensin es la meta ms importante de la lectura. Igualmente, hace falta, al terminar la lectura, plantear alguna cuestin que gue la curiosidad o la capacidad de reflexin de los alumnos, que les permita vincular lo que han escuchado con lo que viven dentro y fuera de la escuela. La mayor parte de los textos han sido retocados: para aclimatar el lxico y la sintaxis a los usos del espaol de Mxico y para ajustar su extensin al tiempo previsto para la actividad. Algunas lecturas son breves, el propsito es que en ellas haya ms tiempo para interactuar con los alumnos. Si se estn leyendo adivinanzas o trabalenguas, har falta que los alumnos intenten adivinar las respuestas o repetir los trabalenguas. La aspiracin es que todos los das, maestros y alumnos del Distrito Federal compartan y disfruten este momento de lectura, que favorezca la creacin de un ambiente de lectura y de complicidad alrededor de los textos. Un equipo de docentes de las diferentes direcciones operativas del Distrito Federal se form para elegir los textos. Su experiencia como maestros, su conocimiento de los alumnos en las diversas etapas de su desarrollo, su sensibilidad como lectores se ha aprovechado para integrar las lecturas. La coordinacin de este trabajo estuvo a cargo del maestro Felipe Garrido, quien con su larga trayectoria y experiencia como formador de

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lectores ha brindado acompaamiento y asesora a este equipo en la tarea de seleccin y en la preparacin de los materiales. Ahora que esta antologa llega a manos de los maestros, tenemos la oportunidad de que todos los que quieran participen: pueden solicitar el cambio de una lectura por otra; pedir que alguna sea suprimida; resaltar las virtudes o las ventajas de algunas; solicitar la inclusin de ilustraciones y materiales que no estn en el libro que se ha tomado, como mapas, cuadros, fotos Entre todos, iremos haciendo de esta antologa un acompaante irreemplazable de cada uno de nuestros das de clases. La intencin de la antologa es facilitar las lecturas. Pero los docentes pueden sustituir algunos de estos textos por otros que ellos prefieran. Lo importante es entender y disfrutar cada lectura. Conviene leer, y hasta ensayar, cada da lo que se leer al da siguiente. Conviene leer los libros de donde se han tomado los fragmentos. Conviene leer otros libros, por lo que aprendamos en ellos y por el inters, por el gusto de leerlos.

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1. El caminante de los pies gigantesHaba una vez un seor muy alto, que tena los pies tan grandes, que con un solo paso avanzaba como si hubiera dado tres. El seor estaba orgulloso de sus pies, porque gracias a ellos poda hacer lo que ms le gustaba: viajar. As, recorra con gusto los caminos. Su nica propiedad era una bolsa donde guardaba un recuerdo de cada lugar que visitaba. Un da se encontr a un pastor; luego de platicar un rato, ste le presumi: Fjate que all en mi tierra, viven unos peces que vuelan; y t de dnde eres? El seor se qued callado. No recordaba de dnde era, por eso respondi: No s. Hace tanto tiempo que viajo, que ya lo olvid. Si quieres te llevo con alguien que te puede ayudar dijo el pastor. Entonces fueron a ver a un gran sabio que viva en una cueva. All, el sabio dijo: Busca unas piedras que tienen huellas de pies como los tuyos; aunque escuches ruidos extraos, no temas, all conocers tu origen. A partir de ese da, el seor camin ms rpido an, pues deseaba encontrar las piedras. Fue al mar, a los cerros y al bosque, pero las piedras no aparecan. As lo hizo, pero su viaje era cada vez ms largo. Ya le dolan los pies y miraba sin inters lo que haba a su alrededor. Una tarde oscureci temprano y el seor no pudo continuar su viaje. De pronto, oy unas voces en el viento. Asustado, puso una mano sobre su odo y se durmi. En su sueo, vio dos gigantes parecidos a l, aunque ms altos y con pies enormes. Ha terminado tu bsqueda le dijo uno de ellos. El otro gigante continu: Un da, a nuestro pueblo lo destruy el egosmo. T eres el ltimo gigante, ahora que lo sabes, sigue tu viaje y haz el bien.

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En eso, el seor despert. Frente a l, estaban las piedras que tanto busc. Eran muy grandes y tenan las huellas de sus antepasados. Luego de un rato, recogi una piedrita y la guard en la bolsa de su pantaln. Era tiempo de seguir su camino, ya saba dnde haba nacido.Gloria Morales Veyra, El caminante de los pies gigantes, Claudia de Teresa, ilus. Mxico, SEP-CONAFE, 2001.

2. Los cuatro amigosTiempo atrs, en las selvas de la India los animales tenan la capacidad de razonar y hablar. Un da, un cuervo reposaba tranquilamente a la sombra de un rbol, cuando vio acercarse a un cazador con muy malas intenciones. El ave se qued muy quieta para no llamar la atencin del hombre y vio cmo pona una trampa para cazar, y colocaba trigo encima de ella. Al cabo de un rato, una bandada de palomas lleg para comerse el trigo. En cuanto pusieron sus patitas en la trampa, una red cay sobre ellas y quedaron atrapadas. Pero haciendo uso de su inteligencia, las palomas aletearon y volando con la red sobre ellas, fueron con el amigo ratn y ste, sin pedir nada a cambio, mordi la red con sus dientecillos y logr liberar a las palomas. El cuervo vio el acto de generosidad del ratn y dese con todas sus fuerzas ser su amigo. Despus insistir y de que el ratn perdi el miedo al cuervo, ambos se hicieron amigos y se fueron a vivir a un lugar donde haba agua y pastos, donde nadie pudiera matar al ratn. En su nuevo hogar, el ratn y el cuervo se encontraron con la tortuga, quien no los reconoci y, muerta de miedo, se lanz al agua. Sin embargo, cuando reconoci la voz del cuervo, quien era su amigo, la tortuga sali tranquila. El ratn comenz a contarles sus hazaas y cmo haba aprendido a valorar la amistad sincera por encima de todas las cosas. As los tres se fueron haciendo inseparables. Un da, lleg un venado asustado porque lo perseguan unos cazadores y tanto el ratn, como el cuervo y la tortuga lo aceptaron y protegieron. El venado permaneci algn tiempo con ellos, pero un da no volvi. El cuervo vol para buscarlo y lo encontr atrapado en una red. Regres a contarles a los otros dos, y juntos fueron a rescatarlo. El

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ratn cort con sus dientes la red, pero venado sinti mucha tristeza, porque cuando regresara el cazador la nica que no podra escapar sera tortuga. Y as fue. Al volver el cazador, el cuervo vol, el ciervo corri y el ratn se escondi, y la pobre tortuga fue puesta en una red. Al ver a su amiga atrapada, los otros tres amigos idearon el plan perfecto para rescatarla, Quieren saber cul fue ese plan? Ok, pero esa ser otra historia.Sara Nava Sanmilln, Los cuatro amigos. Mxico, SEP-Nuevo Mxico, 2004.

3. El ManchasJavi es un nio que tiene un perro que se llama El Manchas. En la parte de la historia que vamos a leer hoy, el nio y el perro estn separados. Javi se siente como si se hubiera quedado manco, cojo, sin su sombra. As era como se senta sin su perro El Manchas. Era cierto que el nuevo pas era bueno y ms saber dos idiomas, pero estar sin El Manchas, era como estar sin su alma. Por su parte, El Manchas tena como dueo a alguien que pretenda ser su amigo y quien se vea buena persona; an as, El Manchas, que estaba en un buen lugar, al menos con un espacio ms grande que el que tena con Javi, extraaba de la misma forma a su antiguo dueo. Y como Javi no resisti ms tiempo la ausencia de su amigo El Manchas, decidi romper el cochino [su alcanca] para poder ir en busca de l. Saba que su madre se preocupara al no encontrarlo en casa, pero el regao vala la pena. Javi sac las monedas y venciendo sus miedos de salir solo, tom el autobs y despus de tanto buscar y sudar por los nervios de andar solo en la ciudad, encontr la direccin. Al tocar la puerta le abri una seora que al verle el aspecto tan cansado, le invit una limonada, pero del perro no deca nada. Despus de una gran insistencia por parte de Javi, la seora le dijo que, en efecto, su hijo haba tenido al perro, pero que lo haba vendido. Mientras tanto El Manchas, despus de haber bebido un poco de agua para aguantar el viaje, decidi escapar de su actual dueo, por bueno que fuera. El Manchas no hallaba una

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salida; no, al menos, la que lo obligaba a pasar por unos perros igual o ms furiosos que l. Corri y corri y salt la cerca, pero al hacerlo, su pata se lastim. La ciudad pareca muy grande. Javi fue a buscar al nuevo dueo. El seor lo vio y reconoci por quin vena pero, desgraciadamente, El Manchas, ya no estaba. Tanto viaje para nada. El telfono son. Al principio la tristeza no permiti a Javi poner atencin a la llamada, pero pronto entendi que quien llamaba era su mam. Muerto de miedo y tristeza comenz a llorar y escuch lo que su madre le dijo: Hijo! El susto que me has dado. No debiste marcharte as, sin avisarme. Pero mira, te voy a poner a alguien en el telfono, alguien que ha hecho un largo viaje y que est loco por verte. A travs del telfono, Javi oye un raro jadeo y despus un ladrido, un ladrido largo, impaciente, conocido. De quin era ese ladrido?Marins Medero, El Manchas. Mxico, SEP-Smara, 1986.

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4. La nia que yo ms quieroCmo decir cmo es la gente que queremos ms? El mejor camino es la poesa. Vamos a leer un breve poema. Lo vamos a leer dos veces, y a ver si alguien se lo aprende de memoria. La nia que yo ms quiero tiene la vida en los ojos, lgrimas en el pauelo y sabe hablar con las manos la nia que yo ms quiero. Tiene los pies en el suelo y msica en los odos y en el corazn un vuelco, y canta con todo el cuerpo La nia que yo ms quiero.David Chericin, La nia que yo ms quiero en El amor es un nio travieso. Mxico, SEP-Panamericana, 2005.

5. Urbano. A la maestra le duele la cabezaUn da, cuando Urbano festejaba su cumpleaos nmero diez, sus orejas comenzaron a hacerle pequeas travesuras: la oreja chica empez a escuchar cosas que la oreja grande no captaba. Y por su parte, la oreja grande continu oyendo las cosas que a la pequea ya no le interesaban. Por la oreja grande, Urbano pudo escuchar Las maanitas que le cantaron por su cumpleaos, las palabras de su pap cuando le entreg su regalo, las risas de sus amigos, las canciones que surgan del aparato de msica, los estornudos de su abuela y el regao que le puso su maestra el lunes siguiente por no llevar la mochila. O sea: la oreja grande de Urbano funcionaba exactamente igual que cualquier oreja del mundo. En cambio, la oreja chica empez desde ese da a escuchar cosas que otras orejas no oan.

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Al da siguiente de su fiesta de diez aos, mientras desayunaba en compaa de sus paps y de su hermano mayor, Urbano escuch muy claramente, a travs de su oreja ms pequea, lo que estaba pensando su pap: Dentro de quince das empiezan las vacaciones y a m todava no se me ha ocurrido qu hacer. A lo mejor no es mala idea ir otra vez a la playa S pap, se apresur a comentar Urbano con entusiasmo, me encantara que furamos otra vez a la playa. Estuvo de lujo el ao pasado, verdad? Yo no dije nada asegur el pap sorprendido. Por qu dijiste eso de ir a la playa? pregunt la mam, tambin extraada. Lo o clarito Yo no dije nada! Solo estaba pensando Yo tampoco o nada se meti el hermano en la conversacin, aunque la verdad no estara nada mal. A m tambin me gustara ir otra vez a la playa. El lunes en la escuela volvi a sucederle lo mismo: escuch los pensamientos de su maestra: Con este dolor de cabeza, no s por qu vine a dar clase Si le duele la cabeza, maestra dijo Urbano en cuanto ella le permiti hablar, podemos salir al patio Y por qu crees que me duele la cabeza? le pregunt. Es que usted lo dijo Yo no dije nada! grit, verdaderamente molesta de que uno de sus alumnos se hubiera dado cuenta de su malestar. De cualquier manera es una buena idea: salgan al patio, anden, salgan todos al patio y djenme en paz Durante los siguientes das el odo chico de Urbano continu escuchando lo que pensaban sus paps, hermano, su abuela, su ta Ernestina, sus vecinos, sus compaeros de escuela y el dueo de la tienda de helados. Para l mismo, los extraordinarios poderes que tena eran del todo inexplicables. De cualquier manera, la vida segua su curso y nadie se tomaba en serio las locuras de un nio que aseguraba or lo que pensaban los dems.Francisco Hinojosa, A la maestra le duele la cabeza en Las orejas de Urbano, El Fisgn, ilus. Mxico, SEPSantillana, 2007.

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6. Urbano Ladrn de palomitas?Pero sucedi que una vez, una tarde soleada en la que su mam decidi premiar sus buenas calificaciones con una visita a la feria, Urbano escuch los pensamientos de un hombre que estaba formado detrs de l en la fila para comprar las palomitas de maz: Si el polica intenta hacerse el valiente tendr que matarlo Al principio, Urbano se asust porque imagin que ese hombre iba a llevarse las palomitas sin pagar y que iba a matar a alguno de los policas que vigilaban el lugar si intentaban detenerlo. Pero no sucedi nada de eso: el hombre entreg su moneda y se perdi entre la gente que haca cola para subirse al inmenso carrusel. Por voluntad propia decidi no decirle nada a nadie de lo que haba registrado de su oreja ms pequea. Sin embargo, dos das despus, cuando su mam lo llev a una tienda del Centro para comprarle calcetines y calzones, Urbano volvi a toparse con el tipo en las escaleras elctricas y escuch de nuevo sus pensamientos: Ha llegado la hora. Debo estar tranquilo ante la gente del banco para que sepan que si no me entregan el dinero tendr que matar a quien se oponga. A Urbano ya no le quedaba ninguna duda: ese hombre planeaba asaltar un banco, y slo l lo saba. Se lo confi primero a su mam: Pero ella slo le dijo, a su oreja grande, que ya dejara de imaginar tantas cosas y se inventara otro juego, y a su oreja chica: Este nio tiene una imaginacin muy rara, no es como la de todos los dems: Yo creo que lo voy a tener que llevar con el doctor. Urbano, por supuesto, no se atrevi a responderle que l por ningn motivo ira a ver al doctor, que slo saba poner inyecciones y recetar jarabes que saben a medicina revuelta con cerezas.Francisco Hinojosa, Ladrn de palomitas? en Las orejas de Urbano, El Fisgn, ilus. Mxico, SEP-Santillana, 2007.

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7. La tortuga pocaprisa

La tortuga Pocaprisa tiene su modo de andar: camina un poco y se para a ver el viento pasar. La tortuga Pocaprisa tiene su modo de andar: si descansa, no camina, y el viento la deja atrs.

La tortuga Pocaprisa tiene su modo de andar: pasan las nubes corriendo, y el tiempo las deja atrs. Tiene el nio su sonrisa tiene sus olas el mar: la tortuga Pocaprisa tiene su modo de andar.

Cada uno de nosotros tiene su modo de andar, se han fijado? Cada quien trate de describir cul es su modo de andar.Floria Jimnez, La tortuga pocaprisa en Ana Garraln (antologadora), Si ves un monte de espumas y otros poemas. Antologa de poesa infantil hispanoamericana, Mxico, SEP-Anaya, 2002.

8. Anbal y MelquadesMelquades era el nio ms fuerte y ms temido de la escuela. Poda cargar el escritorio de la maestra con todo y maestra arriba; era capaz de pelear solo contra dos de tercero, mataba los alacranes con la mano y poda comerse una lata completa de chile. Una vez dej la marca de su poderoso puo en una puerta y un da rompi con la frente el pizarrn. Hasta el maestro de deportes le tena miedo, pues de vez en cuando Melquades le pona un azotador en la bolsa de su saco. En cambio Anbal era el nio ms dbil y flacucho de la escuela. Chupaba los dulces porque no tena fuerza para morderlos, le costaba trabajo partir un cartoncillo en dos, daba las gracias cuando alguien le robaba su comida en el recreo y lloraba cuando sus compaeros le decan de broma Anbal canbal. Muchas veces, su mam tena que cargarle la mochila porque l se cansaba antes de llegar a la escuela. Una noche se cay de la cama y, como ya no tuvo fuerzas para levantarse, prefiri dormir en el suelo...

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El ltimo viernes de cada mes, el director de Dos ms dos menos dos igual a dos organiz un torneo en el que tenan que concursar todos los alumnos de la escuela. Cuando el director anunci el concurso de mayo fue para Anbal un da feliz: habra un torneo de circo. Al llegar a su casa tom el telfono y marc el nmero de Merln-ln. Estaba seguro de que l lo ayudara. Voy a ensearte el mayor de mis secretos le dijo el mago cuando Anbal termin de platicarle sobre el concurso. Nadie habr en el mundo que pueda ganarte. Cundo? pregunt Anbal ansioso. El sbado en la noche. No se mueren de ganas de saber qu pasar? Ojal, en las lecturas de los das que vienen, encontremos qu sucedi. Los impacientes vamos a buscar el libro para enterarnos.Francisco Hinojosa, Anbal y Melquiades. Mxico, SEP-FCE, 1996.

9. El aire y las nubesLa Tierra est rodeada de aire. All estn las nubes que el aire arrastra. Seguramente has visto cmo se mueven. El aire tambin transporta polvo, por eso a veces el cielo se ve gris y no azul. El aire es por donde vuelan las mariposas y los pjaros. Las nubes suelen ser blancas. Puedes jugar a mirarlas e imaginar que tienen formas de objetos, plantas, animales y hasta de personas que conoces. Aunque parecen bolas de algodn, son de vapor de agua. Cuando se ponen grises es que va a llover. El arcoris Las nubes son pequeas gotas de agua. Cuando las gotas crecen, caen en forma de lluvia. Cuando los rayos del Sol iluminan las gotas de lluvia, se forma el arcoris. Tambin puedes ver el arcoris en algunas fuentes y cascadas.Julieta Fierro, El aire y las nubes en El da y la noche. Mxico, SEP-Santillana, 2003.

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10. Cmo se mide el tiempo?El tiempo es algo misterioso. No puedes verlo. No puedes orlo. No puedes atraparlo con una red y ponerlo en un frasco. Pero sabes que el tiempo existe, porque puedes sentir cmo pasa. En cierto modo, el tiempo es como el viento. No puedes ver el viento, pero puedes ver qu pasa cuando sopla. Los papalotes vuelan en el aire, las nubes se mueven en el cielo, y los barcos navegan en el mar. Y puedes ver qu ocurre cuando pasa el tiempo. Las flores se transforman en manzanas, los cachorritos se convierten en perros, y las orugas en mariposas. Pero el tiempo es ms misterioso que el viento. Es tan misterioso que ni los ms grandes pensadores y cientficos pueden explicar qu es. Pero aun as, es un misterio que podemos medir. No lo podemos medir con una cinta mtrica, claro. Esto es lo que utilizaras para medir un caimn. Un reloj puede medir el tiempo Pero antes no haba relojes! Cmo se mide el tiempo, pues? A ver quines lo averiguan y lo escriben en una hojita. Pregunten en casa, platquenlo entre ustedes y con otros amigos.Robert E. Wells, Cmo se mide el tiempo? Mxico, SEP-Juventud, 2004.

11. El instrumento que todos llevamos puestoSeguramente pensars que los chisposos ya no sabemos cantar, pero no es as. Lo que sucede es que, cuando cantamos, nuestro cuerpo funciona como un instrumento musical. Listos para comprobarlo? Coloquen las yemas de los dedos sobre su garganta y despus digan con fuerza AAAAA [Conviene hacerlo con el grupo]. Notan cmo vibran las cuerdas de su instrumento? Claro, las cuerdas vocales que tenemos en la laringe. Ellas se estiran o se contraen para dar tono particular a la voz. Pero

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tambin se abren o se cierran con mayor o menor amplitud, lo que determina la potencia del sonido. Para comprobarlo, hagan el siguiente experimento. Emitan un sonido cualquiera con voz muy baja y cuenten el tiempo que resisten. Ahora hagan lo mismo, pero gritando. La segunda vez aguantarn menos, se los aseguro. Eso se debe a que sus cuerdas se separaron tanto al vibrar que dejaron pasar ms rpidamente el aire de los pulmones.Revista Chispa, nm. 30, mayo de 1983.

12. Tigres de la otra nocheHay un tigre bajo mi almohada. Todas las noches estrena rayas. Tigre, dame una manita de gato. Quiero salir a la carrera, a probar este mundo. No podra hacerlo sin ti. Afuera estn los muchachos mayores, las materias desconocidas, la maestra y los policas. No es que tenga miedo: slo un poco de precaucin, que no es del todo mala. Pero si me das algo tuyo... algo simblico... No te asustes. No quiero tu piel, ni tus colmillos, ni siquiera tu rugido metido en un pauelo. Si acaso, tigre mo, quiero una mano, una manita de gato, una ayudadita. Quieres venir conmigo? Anda! Te llevar a la escuela. Te sentar en el sitio de mi mejor amigo. Cuidado con tu cola! Trata de enroscarla debajo del pupitre. As est bien. Tus bigotes! No puedes guardarlos? Distraen a la maestra. Trae ac esa pata. Aqu, sobre mis hombros, para que en el recreo todos sepan que yo tengo un amigo verdadero.

A quin no le gustara que un hermoso animal lo acompaara a la escuela y fuera su amigo? Qu animal escogeran ustedes, y por qu? Es un tema para pensarlo.Mara Garca Espern, Tigres de la otra noche, Alejandro Magallanes, iIus. Mxico, SEP-FCE, 2007.

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13. Culguenme!Vamos a leer una pgina de un diario que lleva un gato: un cuaderno o una libreta donde este animalito acostumbra, todos o casi todos los das, escribir lo que le sucede, lo que se le ocurre, lo que ve. Es una costumbre muy conveniente. Parece difcil, pero si alguno comienza, aunque sea con frases muy cortitas, ya ver lo til, lo interesante que es. Un lunes Est bien, est bien. Culguenme. Mat a un pjaro. Por todos los cielos, soy un gato. Mi trabajo, prcticamente, es andar sigiloso [sin hacer ruido] por el jardn tras los dulces pajaritos que apenas pueden volar de un seto a otro. Entonces, qu se supone que debo hacer cuando una de esas pelotitas emplumadas revoloteantes casi se arroja en mi boca? Me pudo haber golpeado. Est bien, est bien. Le di un zarpazo. Es esa una razn para que Eli llorara tan copiosamente sobre mi pelambre que casi me ahoga, y me apretara tan fuerte que casi me asfixia? Ay, Tufy! dijo ella, toda llorosa, ojos enrojecidos y motones de pauelos mojados. Ay, Tufy!, cmo pudiste hacer eso? Cmo pude hacer eso? Soy un gato. Cmo iba a saber que se hara tanto lo: la madre de Eli corriendo apurada por peridicos viejos, y el padre de Eli llenando una cubeta con agua jabonosa. Bueno, bueno, tal vez no deb llevarlo adentro y dejarlo en la alfombra. Y es probable que las manchas no se quiten nunca. As que: culguenme, soy un gato. As son los gatos, verdad? Si cazan un ratn, una lagartija, un pjaro, se lo llevan a sus amos, muy orgullosos de lo que hicieron.Anne Fine, Culguenme! en El diario de un gato asesino. Damin Ortega, ilus. Mxico, SEP-FCE, 1999.

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14. De qu colores somos?El ao pasado fui de excursin con muchos nios. Mi primo Ral era uno de los instructores. En el autobs conoc a Kaelo. Nos sentamos juntas y enseguida nos hicimos amigas. Kaelo tiene diez aos, el pelo negro y la piel color chocolate. Es espaola. Los nios del asiento de atrs dijeron que parecamos caf con leche. Y tenan razn, porque Kaelo es oscura como el caf y yo, blanca como la leche. Me qued un momento pensando y entonces le pregunt a mi primo Ral: Por qu somos de diferentes colores? Sabes, Marta? Esta pregunta vamos a contestarla entre todos me explic. Celebremos nuestra llegada con un juego! dijo Ral Voy a hacer una pregunta, y la contestamos a la noche junto a la fogata. La mejor respuesta tendr un premio. La pregunta es: por qu somos de diferentes colores? Despus de la cena, nos sentamos alrededor del fuego y Ral comenz a hablar: En la maana hice una pregunta dijo. Quin quiere contestarla? Se levantaron un montn de manos. Hubo muchas respuestas, divertidas, ingeniosas, sorprendentes, pero ninguna nos dej satisfechos. Entonces Ral tom la palabra: No creo que mi respuesta sea ms hermosa dijo, ni ms interesante, ni ms divertida que las dems. Pero es la ms real. El color de la piel depende de la melanina. Cuanta ms melanina tenga una persona, ms oscura ser. La melanina es una sustancia qumica que protege la piel de las radiaciones ultravioletas, que estn en los rayos del sol. Es como la sombrilla de nuestro cuerpo. Todos estbamos atentos, y Ral sigui explicando: Cuando tomamos el sol, nuestro cuerpo produce ms melanina, porque necesita ms proteccin. Cuando los seres humanos se repartieron por la Tierra, el color de su piel se fue adaptando al clima del lugar donde vivan.

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La explicacin de Ral nos dej boquiabiertos, pero no nos olvidamos del premio. Oye, Ral, y el premio? preguntamos. El premio ser dijo Ral un libro! En l pondremos todas las respuestas que se han dado aqu esta noche. Despus lo ilustraremos y lo llevaremos a la imprenta para que hagan tres ejemplares para cada uno. Aquella excursin fue genial. Lo mejor fue que conoc a Kaelo, que desde entonces es mi amiga del alma. Ahora sabemos que la nica diferencia entre las dos es un puado de rayos de sol. Y estamos seguras de que el mundo es ms interesante con tanta gente diferente.Carmen Gil (adaptacin), De qu colores somos?, Mxico, SEP-Parramn, 2006.

15. Los viajeros y el osoDos jvenes amigos cruzaban el bosque por una senda solitaria cuando de pronto oyeron el ruido de pasos entre la maleza. Comprendieron que una bestia se acercaba, y uno de ellos se apresur a trepar a un rbol mientras susurraba alarmado: Ay, Dios mo, qu tal que es un oso! Apenas haba alcanzado la primera rama cuando un enorme oso caf sali de entre los arbustos. El muchacho que se haba subido al rbol se agarraba al tronco con brazos y piernas, y ni siquiera le tendi la mano a su compaero para ayudarle a subir. El joven se qued abajo decidido a tirarse al suelo y fingir que estaba muerto, pues haba odo decir que los osos nunca se alimentaban de cadveres. El engao dio resultado, pues el oso se agach junto al muchacho que se haca el muerto, le olisque la cara y le revolvi con el hocico; y, sin hacerle ningn dao, se march por donde haba venido, para sorpresa de los dos amigos. Entonces el joven que haba trepado al rbol corri a abrazar a su compaero y le dijo maravillado:

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Qu suerte tuviste: el oso no te hizo nada! Pero me pareci que te deca algo al odo... As es respondi el otro: me aconsej que la prxima vez que salga de viaje elija mejor a mi compaero. Y tus amigos, qu tal son? Si estuvieras en peligro, trataran de ayudarte o te abandonaran a tu suerte?Esopo, Los viajeros y el oso en Jerry Pinkney (adaptacin), Fbulas de Esopo. Mxico, SEP-Vicens Vives-Limusa, 2006.

16. La biblioteca imaginaria

Hay un libro que habla solo, un libro que nadie ha escrito, un libro con un espejo y, dentro, un libro distinto. Hay un libro de aventuras donde nunca pasa nada, un libro que inventa cuentos con una sola palabra. Hay un libro que se abre con la llave de un castillo,

un libro para perderse en medio de un laberinto. Hay un libro donde el viento arrastra todas las letras, un libro con un camino por donde nadie regresa. Libros que lo dicen todo y libros que se lo callan, libros donde el mar va y viene sin salirse de la pgina.

Juan C. Martn, La biblioteca imaginaria en Las palabras que se lleva el viento. Mxico, SEP-Everest, 2004.

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17. Leyenda del sol y la lunaCmo nacieron el sol y la Luna? Esta es, indudablemente, una de las primeras preguntas que se hicieron nuestros antepasados. Cmo contestarla? Los hombres de la antigedad se respondieron: Al sol y a la Luna los hicieron los dioses. Y as, del sentimiento e imaginacin humanas nacieron los mitos y leyendas. Te presentamos una leyenda muy antigua sobre el origen del sol y la Luna. Es la leyenda azteca del Quinto Sol. Cuentan los nahuas que los dioses Tezcatlipoca, Quetzalcatl y Citlalicue, ordenaron que se hiciera el Sol. Para ello se reunieron en Teotihuacan alrededor de una hoguera sagrada en la cual deba de sacrificarse el que quisiera convertirse en el Sol. Para el sacrificio se ofrecieron Tecciztcatl, hermoso y rico; y Nanahuatzin, enfermo y pobre. En el momento en que deban decidirse, Tecciztcatl tuvo miedo y fue Nanahuatzin quien, lleno de valor, se arroj a la hoguera, de donde sali convertido en el Sol. Entonces Tecciztcatl, avergonzado de su cobarda, se arroj tambin a la hoguera, saliendo convertido en la Luna. Al principio los dos brillaban igual, pero los dioses, como recuerdo de su cobarda, le arrojaron un conejo a la Luna, con lo cual disminuy su brillo. Este conejo puede verse an hoy en la Luna, y sirve para recordarnos que el valor es una virtud mayor que la belleza o la riqueza.

Dborah Dultzin et al., La leyenda del sol y la luna en De la Tierra al Cosmos, Astronoma para nios. Mxico, SEP-CIDCLI, 1992.

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18. Los viajes del abueloTodas las noches antes de acostarse, el abuelo se sienta sobre la cama, abre su cofre de madera y mira las cosas que hay dentro. Luego, lo cierra y vuelve a ponerlo en su sitio. Me gusta observarlo, en silencio, desde la puerta. Nunca lo he interrumpido. Pero me intriga mucho lo que el abuelo guarda con tanto inters. Por eso, y porque crea que el abuelo no estaba, he cogido el cofre para tocarlo y ver si poda adivinar lo que contena. Qu guardar aqu dentro? En ese momento apareci el abuelo. Qu buscas debajo de mi cama? Qu tal, eh? Cmo le habr ido al pobre nieto? A ver quin lee el libro y luego nos lo cuenta a los dems.Agustn Comotto, Los viajes del abuelo. Mxico, SEP-Edelvives-Limusa, 2007.

19. La tortuga que sueaQuieren escuchar el cuento de la tortuga que suea? Entonces, leamos! Dejemos de gritar, no estornudemos, respiremos lentamente, no hagamos ruido al comer, no pisemos nada que truene: ni la hoja del cuaderno, ni un papel, mucho menos los lentes de la abuela! No movamos las piernas, no nos volvamos a acomodar en la silla. Apaguemos la tele, apaguemos la computadora, apaguemos la radio. La tortuga que suea deja escapar un ruidoso sonido de sus labios, un sonido quedito y suave, con un poco de aliento y restos de lo que comi.

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Son todos los secretos del mundo, todas las verdades del mundo, todas las respuestas del mundo. Pero hagamos silencio Shhhh!, silencio, que nadie hable. No la miremos con las orejas. Quitemos de en medio todo lo que pueda romperse. Alejemos el mosquito que hace ruido, no hagamos preguntas tontas, no vayamos de aqu para all y hagan callar a ese perro que ladra por horas, que la tortuga ahora est por despertar.Oche Califa, La tortuga que suea en Para escuchar a la tortuga que suea. Mxico, SEP-Colihue, 2006.

20. Niito, ven...Niito, ven; puras y bellas van las estrellas a salir. Y cuando salen las estrellas, los nios buenos, a dormir! Niito, ven; tras de la loma la Luna blanca va a asomar. Cuando la Luna blanca asoma, los nios buenos, a soar!

Niito, ven; ya los ganados estn mugiendo en el corral. Cierra tus ojos fatigados en el regazo maternal. Niito, ven; suea en las rosas que el viento agita en su vaivn. Suea en las blancas mariposas... Niito, ven! Niito, ven!

Amado Nervo, Niito ven en Ana Garraln (antologadora), Si ves un monte de espumas y otros poemas. Antologa de poesa infantil hispanoamericana, Mxico, SEP-Anaya, 2002.

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21. Trabalengero IAndamos hoy medio adormilados? A ver si nos despiertan estos trabalenguas. Los vamos leyendo, y a ver si podemos repetirlos.

Compr pocas copas, pocas copas compr; y como compr pocas copas, pocas copas compr.

La pcara pjara pica la tpica jcara; la tpica jcara pica la pcara pjara.

Chango chino chiflador que chiflas a tu china changa: ya no chifles a tu china changa, chango chino chiflador.

Rosa Rosales cort una rosa. Que roja la rosa de Rosa Rosales.

Rosa Rizo reza en ruso, en ruso reza Rosa Rizo.

El amor es una locura que ni el cura la cura

Entro contigo a un tren con trigo, a un tren con trigo entro contigo.

y si el cura la cura es una locura de cura.

Valentn Rincn, Trabalengero. Mxico, SEP-Nostra, 2005.

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22. Caperucita Roja y el loboTodos conocemos el cuento de Caperucita Roja, pero nunca nos lo han contado as como lo van a or hoy. Estando una maana hacindose el bobo le entr un hambre espantosa al Seor Lobo. As que, para echarse algo a la muela, se fue corriendo a la casa de la Abuela. Puedo pasar, Seora?, pregunt. La pobre anciana, al verlo, se asust pensando ste me come de un bocado! Y, claro, no se haba equivocado: se convirti la abuela en su alimento en menos tiempo del que aqu te cuento. Lo malo es que era flaca y tan huesuda que al lobo no le fue de gran ayuda: Sigo teniendo un hambre aterradora... Tendr que merendarme otra seora!! Y, al no encontrar ninguna en la nevera, gru con impaciencia aqulla fiera: Esperar sentado hasta que vuelva Caperucita Roja de la Selva! que as llamaba al bosque aquella fiera, aunque en la sierra estuviera Y para que no se viere su fiereza, se disfraz de abuela con presteza, se dio laca en las uas y en el pelo, se puso la gran falda gris de vuelo, zapatos, sombrerito, una chaqueta y se sent en espera de la nieta. Lleg por fin Caperu a medio da y dijo: Cmo ests, abuela ma? Por cierto, me impresionan tus orejas! Para mejor orte, que las viejas somos un poco sordas. Abuelita, que ojos tan grandes tienes! Claro, hijita, son los nuevos lentes que me he puesto para que pueda verte, con Ernesto el oculista, dijo el animal mirndola con gesto angelical mientras que se le ocurra que la chica iba a saberle mil veces ms rica que el rancho precedente. De repente Caperucita dijo: Qu imponente abrigo de piel llevas este invierno! El lobo, estupefacto, dijo: Un cuerno! O no sabes el cuento o t mientes: Ahora te toca hablarme de mis dientes! Me ests tomando el pelo...? Oye mocosa, te comer ahora mismo y a otra cosa. Pero ella se sent en una silla, sac una pistola de la capa, con calma apunt bien a la cabeza pam! all cay la buena pieza.

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Al poco tiempo vi a Caperucita cruzando por el Bosque... Pobrecita! Saben lo que llevaba la infeliz? Pues nada menos que un traje

que a m me pareci de piel de un lobo que estuvo una maana hacindose el bobo.

Roald Dahl, Caperucita roja y el lobo en Cuentos en verso para nios perversos. Mxico, SEP-Altea, 2002.

23. El delfnBienvenido!La cra del delfn nace dentro del agua. Lo primero que sale del vientre de su madre es la cola. En cuanto nace, inmediatamente, otro delfn hembra lo lleva hasta la superficie para que respire. Dentro de poco, la cra ya es muy grande, pero no tardar mucho en ser del tamao de su madre. La cra delfn no se separa de su madre hasta los cuatro o seis aos. La cra mama la leche de su madre sin perder una sola gota. En muy poco tiempo y con la ayuda de su madre, aprende a nadar. Quince aos despus Un da, cuando el delfn ya es casi adulto, tiene que separarse de su madre. Ya est preparado para vivir solo. Al principio se queda con otros delfines jvenes. La vida del delfn, a la de quines se le parece?Rene Le Bloas, El delfn. Mxico, SEP-SM, 2001.

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24. Adivinanzas para jvenes detectivesLos reto a que sean unos autnticos detectives y logren resolver las siguientes adivinanzas. Suerte! Tiene tronco, alguna rama, es un personaje mudo, a los pjaros los ama, en diciembre est desnudo. El rbol Son los ojos de las casas en pueblos y en capitales, te miran cuando t pasas a travs de sus cristales. Las ventanas Primo hermano del ratn pero capaz de volar, como est mal de visin se gua por su radar. Murcilago Al lpiz siempre lo ayuda para hacer rayas derechas. Luego las mide y no hay duda de que quedan muy bien hechas. La regla

Si no sabes qu es un sema, ni tampoco qu es un foro, smalos, pues no te quema su luz roja, verde y oro. El semforo

Antonio A. Gmez Yebra, Oro parece: Libro de adivinanzas para jvenes detectives. Mxico, SEP-Hachette, 2002.

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25. La peor seora del mundoEn el norte de Turambul, haba una vez una seora que era la peor seora del mundo. Era gorda como un hipoptamo, fumaba puro y tena dos colmillos puntiagudos y brillantes. Adems, usaba botas de pico y tena uas grandes y filosas con las que le gustaba rasguar a la gente. A sus cinco hijos les pegaba cuando sacaban malas calificaciones en la escuela, y tambin cuando sacaban dieces. Los castigaba cuando se portaban bien y cuando se portaban mal. Les echaba jugo de limn en los ojos lo mismo si hacan travesuras que si le ayudaban a barrer la casa o a lavar los platos de la comida. Adems de todo, en el desayuno les serva comida para perros. El que no se la comiera deba saltar la cuerda ciento veinte veces, hacer cincuenta sentadillas y dormir en el gallinero. Los nios del vecindario se echaban a correr en cuanto vean que ella se acercaba. Lo mismo suceda con los seores y las seoras y los viejitos y las viejitas y los policas y los dueos de las tiendas. Hasta los gatos y las gaviotas y las cucarachas saban que su vida peligraba cerca de la malvada mujer. A las hormigas ni les pasaba por la cabeza hacer su hormiguero cerca de su casa porque saban que si lo hacan la seora les echara encima agua caliente. Era una seora mala, terrible, espantosa, malvadsima. La peor de las peores seoras del mundo. La ms malvada de las malvadas. Oh no? Pero cierto da... Qu pasara cierto da? Alguno de ustedes ya ley este libro?, para que nos cuente la historia. Cmo le haran ustedes para librarse de esta amenaza?Francisco Hinojosa, La peor seora del mundo, El Fisgn, ilus. Mxico, SEP-FCE, 2001.

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26. Dos poetasMuchos poetas muy importantes han escrito para que los lean las nias y los nios. Dos de ellos son Amado Nervo, mexicano, de quien ya hemos ledo algunos versos, y Germn Berdiales, argentino, a quien vamos a conocer en esta lectura. Para ser justos y equitativos, un poema por cabeza. Pongan atencin. Buen viaje Con la mitad de un peridico va y en la fuente de mi casa va navegando muy bien. Mi hermana con su abanico Sopla que sopla sobre l. Muy buen viaje, muy buen viaje buquecito de papel! Amado Nervo La tijera de mam Cuando me recorta el pelo la tijera de mam, va diciendo en su revuelo: chiqui chiquichiquicha..., aletea, viene y va, y a mi odo cuchichea, chiquichiqui chiqui, cha. Cuando el pelo me recorta la tijera de mam, charla ms de lo que corta: chiquichiqui chiqui, cha. Germn Berdiales

Un barquito de papel y unas tijeras que nos cortan el pelo. A muchos no se los corta su mam, sino el peluquero, pero las tijeras platican igual. Se han fijado? La prxima vez que les corten el pelo, pongan el odo atento, a ver si entienden qu les cuentan.

Amado Nervo y Germn Berdiales, Dos poetas en Ana Garraln (antologadora), Antologa de poesa infantil hispanoamericana. Mxico, SEP-Anaya, 2003.

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27. El peinado de la ta ChofiUna historia de pelos! Fjense. Seguro que conocen a alguien que se parezca a la seora de esta lectura. A m no me gustan las bodas. Pero a mi ta Chofi le encantan. Se viste con plumas, pieles, piedras y guantes. Y hay algo que siempre me quita la respiracin: su peinado. Y es que cuando hay una boda, primera comunin, quince aos o funeral, mi ta Chofi hace una cita en el Saln de Belleza Elodia. En ese lugar, la seora Elodia realiza el milagro: agarra los pocos pelos rojos de mi ta. Despus los lava, los seca, los estira, les hace crep, los extiende y los soba hasta transformar la escasa cabellera de mi ta en un edificio de fantasa. Lo hornea durante varias horas en el secador y despus lo roca con siete litros de laca para darle firmeza. El da de la boda, mi ta lleg a nuestra casa con un peinado que meda dos metros de altura. Cuando abrimos la puerta para salir, se escuch un zumbido. Al levantar la vista descubrimos un bicho que se acercaba volando a toda velocidad. Qu es eso? pregunt mam. Yo s lo que es! Es un mayate. Y eso qu es? interrog mi hermana. Un mayate les inform es una especie de escarabajo, pero ms rechoncho y escandaloso. El insecto vol en picada y zaaaas!, se zambull en el peinado. Qutenmelo, pero sin descomponer el peinado advirti la ta. Nos asomamos temerosos a las profundidades de esa selva roja. El peinado segua intacto y el insecto segua adentro. De nada valieron splicas, amenazas ni los ms rudos procedimientos. Ni modo se impacient pap. Se nos hace tarde. Tendrs que ir con... con... eso. Mi ta, aunque nerviosa, saba que no tena alternativa.

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La fiesta transcurra normalmente, pero a cada rato mi ta se sobresaltaba. Cuando terminamos de cenar y empez la msica, mi ta ahog un grito. Qu te pasa? le pregunt. Creo que el escarabajo est bailando susurr. Me asom y, efectivamente, el escarabajo estaba bailando. Observ fascinado que el merengue del pastel tena grandes semejanzas con el peinado de mi ta. Lleg el momento de felicitar a los novios. Mi ta se levant y, al abrazar a la novia... ZZZZZZZZZZZZZZZ! El escarabajo decidi volar dentro del peinado. Qu ruido es se? pregunt la novia, asustada. Parece que viene de tu cabeza, ta. Es mi aparato para la sordera respondi ella con una sonrisa de pnico. Entonces sucedi lo peor: el escarabajo sali del peinado, camin por su superficie y zumb malvolamente. En el peinado de la ta Chofi hay un animal! grit la novia. A mi ta, de horror, se le erizaron los pelos, y el peinado se desbarat! Fue la mejor boda que he asistido. En la siguiente invitacin, la ta Chofi se compr un sombrero.Vivian Mansour Manzur, El peinado de la ta Chofi, Martha Avils, ilus. Mxico, SEP-FCE, 2004.

28. La bruja malaHace mucho tiempo que se contaba que en un pantano se haba muerto una bruja que le haca maldades a la gente, hasta que lleg una muchacha valiente que vio a esa seora haciendo brujera, y le grit: No, seora, ya no vas a hacer maldades! Y t quien eres para decirme que no haga maldades! Es que no est bien que la gente sufra. Yo tengo una hermana llamada Mara y ella me cont esta historia, pero yo no pensaba que fuera realidad. Y la bruja dijo: Tu no vas a decir nada!

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Cmo que no voy a decir nada? dijo la muchacha. Te voy a convertir en bruja la amenaz la bruja. No, por favor, no me conviertas en bruja! Har lo que me pidas le suplic la muchacha. Y la bruja le dijo que se metiera al pantano donde ella haba muerto. Bueno, me voy a meter dijo la muchacha. Pero si me meto me dejas en paz. Y, qu creen? Sali viva, y desde ese da nadie se acerca al pantano donde muri la bruja.Emily Janeth Ros, La bruja mala en Escribimos para ti todo un valle de palabras. Mxico, SEP-Secretara de Educacin y Cultura de Zacatecas, 2007.

29. El galloEl gallo, el ganso, la gallina y el papagayo se burlaron del pollito cuando dijo que viajara alrededor del Sol. El gallo, el ganso, la gallina y el papagayo no salan de su asombro cuando vieron que el pollito emprendi el viaje alrededor del Sol montado en el centro de un girasol. Y el Sol giraba con un emplumado corazn, y el corazn era el pollito que con el girasol giraba alrededor del Sol. Se imaginan al pollito, montado en su girasol, dando vueltas como un astronauta alrededor del Sol? Se habr entrenado el pollito en la mquina centrfuga que vimos el otro da? Habr bajado al fondo de una alberca para prepararse y hacer frente a la falta de gravedad? Bueno, tal vez por hacer su viaje en un texto tan potico el pollito pudo pasar por alto esos preparativos. Qu piensan ustedes?Jairo Anbal Nio, El gallo en El equipaje de la mariposa. Mxico, SEP-Panamericana, 2003.

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30. La ranaCuando la rana quiere gozar, viene la mosca y la hace gritar. La mosca a la rana. La rana en el agua se echa a nadar. Cuando la mosca quiere gozar, viene la araa y la hace gritar. La araa a la mosca, la mosca a la rana. La rana en el agua se echa a nadar. Cuando la araa quiere gozar, viene la escoba y la hace gritar. La escoba a la araa, la araa a la mosca, la mosca a la rana. La rana en el agua se echa a nadar. Cuando la escoba quiere gozar, viene la lumbre y la hace gritar. La lumbre a la escoba, la escoba a la araa, la araa a la mosca, la mosca a la rana. La rana en el agua se echa a nadar. Cuando la lumbre quiere gozar, viene el agua y la hace gritar. El agua a la lumbre, la lumbre a la escoba, la escoba a la araa, la araa a la mosca, la mosca a la rana. La rana en el agua se echa a nadar. Cuando el agua quiere gozar, viene la llave y la hace callar. La llave al agua, el agua a la lumbre, la lumbre a la escoba, la escoba a la araa, la araa a la mosca, la mosca a la rana. La rana en el agua se echa a nadar. Cuando la llave quiere gozar, viene el plomero y la hace gritar. El plomero a la llave, el agua a la lumbre, la lumbre a la escoba, la escoba a la araa, la araa a la mosca, la mosca a la rana. La rana en el agua se echa a nadar.

La rana en A jugar! Lrica popular. Mxico, SEP-Artes de Mxico, 2007.

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31. Lo que mi to piensa de Cristbal ColnTengo un to marinero. Es capitn de un buque y conoce todos los mares. Se llama Jos Miguel Arrizabalaga. Se los juro que as se llama. Un da le pregunt si conoca la historia de Cristbal Coln, el almirante que dicen que descubri Amrica en el ao 1492. Y vaya si me contest... Ese viejo lobo de mar era muy cabezn, pero yo creo que no fue l quien descubri Amrica. rale, to! Entonces, quin descubri Amrica? le pregunt. Mi to se qued pensativo un momento y me cont lo siguiente: Mucho antes de que Coln naciera, valientes marineros exploraron los mares y conocieron regiones alejadas de sus propios pueblos. Hubo un noruego, Erik el Rojo, que por asesinar a un hombre en Islandia, fue expulsado de su pueblo y se fue a Groenlandia, que l no conoca. Tiempo despus, fue en busca de su familia y amigos y fund un pueblo en Groenlandia. Un tal Bjarne Herfulson, fue en busca de su padre, quien se haba ido con Erik el Rojo. Bjarne se perdi y encontr otro lugar que no era Groenlandia. l junto con sus marineros, fueron tal vez los primeros europeos en tocar el continente americano. Entonces le pregunt ellos descubrieron Amrica? Bueno me dijo, tal vez fueron los chinos, porque en Mxico se han encontrado barcos chinos y en las tumbas de algunos norteamericanos se han hallado antiguas monedas chinas. y hubo alguien ms que lleg a Amrica antes que Coln? S, los vascos. Por casualidad. Ellos buscaban las ballenas y el bacalao y sin quererlo llegaron a Canad. Pero, entonces, por qu en la escuela nos ensean que Coln descubri Amrica? Pues... porque los chinos nunca tuvieron mucho inters en explorar estas tierras. Los vascos no queran revelar sus rutas y no informaron sobre lo que haban descubierto. Y cuando los vikingos llegaron a Amrica, los corrieron losTERCER GRADO

nativos a flechazos. Y ninguno de ellos se imagin que esas tierras eran un inmenso continente donde florecan grandes ciudades. La hazaa de Coln consiste en que l segua un sueo y regres. Y a l lo siguieron otros. Su viaje cambi el mundo. Y a m eso me cae bien de l. Y a ti?Annuska Angulo Rivero, Lo que mi to piensa de Cristbal Coln. Mxico, SEP-R. Mireles Gavito, 2006.

32. El canto de las ballenasLa abuela de Lilly le cont una historia. Alguna vez dijo, el ocano estuvo lleno de ballenas. Eran tan grandes como las colinas y tan apacibles como la luna. Eran las criaturas ms maravillosas que puedes imaginar. Lilly se acomod en las piernas de su abuela y ella sigui contando: Yo acostumbraba sentarme al final del muelle a esperar a las ballenas. Algunas veces, pasaba ah todo el da y toda la noche. Sbitamente las vea venir desde muy lejos nadando hacia el muelle. Se deslizaban por el agua como si estuvieran bailando. Pero cmo saban las ballenas que t estabas all, Abuela? pregunt Lilly.Cmo podan encontrarte? La abuela sonri. Bueno, tenas que ofrecerles algo muy especial. Un caracol perfecto. O una hermosa piedra. Y si t les agradabas, las ballenas se llevaban tu regalo y te daban algo a cambio. Qu te regalaban, Abuela? pregunt Lilly Qu te ofrecan las ballenas a ti? La abuela suspir. Una o dos veces dijo en voz baja, una o dos veces, las o cantar. De pronto, el to Federico entr al saln. Qu tonteras andas diciendo? Chocheras de vieja! exclam. Las ballenas eran importantes por su carne, por sus huesos y por su grasa. Si vas a contarle algo a Lilly, cuntale algo til. Deja de llenarle la cabeza de necedades. Ballenas cantando, verdaderamente!

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La abuela continu: Las ballenas vivan aqu millones de aos antes de que existieran barcos y ciudades. La gente sola decir que las ballenas eran mgicas. Lo que la gente haca era comrselas y cocinarlas para obtener su grasa gru el to Federico y dando la vuelta, sali al jardn. Esa noche, Lilly so con las ballenas. En sus sueos las vio tan grandes como las colinas y ms azules que el cielo. En sus sueos, las oy cantar y sus voces eran como el viento. En sus sueos, las ballenas saltaron del agua y la llamaron por su nombre. A la maana siguiente, Lilly baj sola al mar. Camin hasta el final del viejo muelle donde las aguas estaban quietas. Tom de su bolsillo una flor amarilla y la dej caer.Esto es para ustedes grit al aire.Dyan Sheldon, El canto de las ballenas. Mxico, SEP-Ekar, 2003.

33. As es la vidaCierto granjero, que era medio filsofo y viva nada ms en compaa de su hijo, vio un da, al levantarse temprano, que el nico caballo que tena se les haba escapado del establo. Los vecinos llegaron a su casa a compadecerse por su mala suerte: Pobre amigo, qu mala pata, has perdido al animal que te ayudaba en el trabajo. T dependas de l. Qu vas a hacer ahora? Te irs a la ruina. El granjero contest tranquilo: As es la vida. Pero dos das despus su alazn regres acompaado de otro corcel. Los vecinos fueron a felicitarlo, dicindole: Qu afortunado!, por tener dos monturas. Pronto sers rico! El hombre slo expres: As es la vida. A los pocos das salieron juntos padre e hijo a cabalgar y en el camino el rocn del muchacho se asust y lo tir y se rompi una pierna. De nuevo los vecinos fueron a su casa, dicindole: S que tienes mala suerte, si no hubiese venido ese penco, a tu hijo no le habra pasado nada. l solamente recit: As es la vida.TERCER GRADO

Sin embargo, ocurri que en esos das se declar la guerra y los militares llegaron a aquel pueblo a reclutar a todos los jvenes en edad de prestar servicio militar. Todos marcharon al frente menos el hijo del granjero, pues tena la pierna rota, por lo que los vecinos fueron otra vez a su casa, diciendo: Qu desgracia la nuestra, no sabemos si volveremos a ver a nuestros hijos; en cambio el tuyo est en tu casa. El hombre slo dijo: As es la vida.Alfonso Madrigal, As es la vida en Cuentos fantsticos de la India. Mxico, Selector, 2002.

34. Rayos y truenosCuando el aire mueve las nubes con fuerza stas se frotan unas contra otras y se producen unas chispas que se llaman rayos. A veces son tan grandes que se ven desde las ventanas de nuestras casas. Los rayos empujan violentamente el aire de las nubes y las hacen tronar. Las nubes producen los rayos y los truenos. La Luna La Luna es redonda, como la Tierra, y da vueltas alrededor de nuestro planeta. En cada vuelta se tarda un mes. A veces vemos la Luna muy redonda y otras parece una sonrisa. Lo que sucede es que en la Luna tambin hay das y noches. La parte brillante de la Luna est iluminada por el Sol y all es de da. En cambio en la parte oscura es de noche. Si viajas en automvil o caminas y vas viendo la Luna, parece que te sigue. Lo que pasa es que est tan lejos que parece que no se mueve. La Luna es mucho ms pequea que nuestro planeta. Es casi del tamao de nuestro pas. Mxico quiere decir ombligo de la Luna, en nhuatl.Julieta Fierro, Rayos y truenos en El da y la noche. Mxico, SEP-Santillana, 2003.

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35. El pozo de los deseosUna vez una ratita encontr un pozo de los deseos. Ahora podr conseguir todo lo que quiera exclam. Tir una moneda al pozo y formul un deseo. Ay! dijo el pozo. Al da siguiente la ratita volvi al pozo. Tir una moneda al pozo y formul un deseo. Ay! dijo el pozo. Al da siguiente la ratita volvi otra vez. Tir una moneda al pozo. Me gustara que este pozo no dijese ay! dijo. Ay! dijo el pozo Me lastima! Qu har? dijo la ratita llorando. As, mis deseos nunca se harn realidad! La ratita corri a casa. Cogi la almohada de su cama. Quiz esto sirva dijo la ratita, y volvi corriendo al pozo. La ratita tir la almohada al pozo. Luego tir una moneda al pozo y formul un deseo. Ah!, qu diferencia! dijo al pozo. Bien! dijo la ratita Ahora puedo empezar a pedir. Despus de este da la ratita formul muchos deseos junto al pozo. Y todos se le cumplieron.Arnold Lobel, El pozo de los deseos en Historias de ratones. Mxico, SEP-Alfaguara Infantil, 1992.

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36. Dos poemas para pensarComo otros das, hoy vamos a leer dos poemitas. Pero estos versos de hoy son muy especiales. Son versos para pensar. Pongan mucha atencin y vamos a ver si pueden imaginarse lo que dicen estas dos lecturas. Verso y reverso Verso y reverso, haz y envs, la otra cara de la Luna no la ves. Hay palabras que se dicen al derecho y revs, cuando pases esta pgina puede ser que ya no estn. El cuento de nunca empezar rase una vez un cuento que nadie puede contar, que acaba por el principio y empieza por el final. rase una vez un cuento que se cuenta sin contar, cuando empieza ha terminado, cuando acaba va a empezar.

Juan Carlos Martn Ramos, Dos poemas para pensar en Las palabras que se lleva el viento. Mxico, SEP-Everest, 2004.

37. Sapo y Sepo quieren un heladoUn caluroso da de verano, Sapo y Sepo estaban sentados junto a la charca. Sera estupendo tener ahora unos helados bien fros y dulces! dijo Sapo. Qu buena idea dijo Sepo. Esprame aqu, Sapo. Volver enseguida. Sepo fue a la tienda. Compr dos grandes conos de helado de chocolate. Sepo lami uno de los conos. A Sapo le gusta el de chocolate dijo Sepo. Igual que a m. Sepo volvi por el camino. Una gran gota blanda de helado se escurri por su brazo. Este helado se est derritiendo con el sol dijo Sepo.

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Sepo camin ms aprisa. Muchas gotas de helado derretido volaron por el aire. Caan en la cabeza de Sepo. Tengo que volver corriendo hasta donde est Sapo! exclam. El helado se derreta ms y ms. Chorreaba por el saco de Sepo. Salpicaba sus pantalones y sus pies. Dnde est el sendero? grit Sepo No veo nada! Sapo segua sentado junto a la charca esperando a Sepo. Un ratn pas corriendo. Acabo de ver algo terrible! grit el ratn. Era grande y caf! Algo cubierto de ramas y hojas avanza hacia aqu! grit una ardilla. Ah viene una cosa con cuernos! voce un conejo. Slvate! Huye! Qu podr ser? pregunt Sapo. Y aquella cosa con cuernos grit su nombre: Sapo! Qu podr ser esa cosa tan extraa?Arnold Lobel, Sapo y Sepo quieren un helado en Sapo y Sepo, un ao entero. Mxico, SEP-Alfaguara, 2001.

38.Cuando una gripa se estableceYa sabes cmo se siente. La cabeza te pesa, te duele y te da vueltas. La garganta te duele, especialmente cuando toses, que es la mayor parte del tiempo. Cuando tu nariz no est ocupada estornudando, gotea. Y lo nico que quieres es dormir. Bienvenido al mundo del catarro comn. Lo raro es que ninguno de estos sntomas es causado por los virus que te estn invadiendo. Lo que te hace sentir tan mal es tu cuerpo tratando de contraatacar. Una vez que los virus entran por tus vas respiratorias, atrapan a unas clulas para hacer copias de ellos mismos. Tu cuerpo enva ms sangre para reparar las clulas heridas y combatir el virus. Es esa sangre extra, no el virus ni el dao que causan, lo que hace queTERCER GRADO

tu garganta y la mucosa que recubre tu nariz y tus senos nasales -los huesos que estn arriba de tu nariz- se inflamen y duelan. Tu cuerpo tambin produce ms mocos para atrapar los virus en tu nariz y tus senos nasales y sacarlos de tu cuerpo. Eso hace que tu nariz se escurra y sientas la cabeza pesada. Y, como tu cuerpo est trabajando tan duramente para hacer todo esto, necesita mucho sueo extra para aguantar, por eso cuando ests enfermo tienes tanta energa como un espagueti mojado. Luchar contra una gripa puede ser molesto, pero si tu cuerpo no lo hiciera, con el paso del tiempo esos pequesimos virus te podran matar. La prxima vez que tengamos una gripe ya sabremos por qu nos sentimos tan mal.Trudee Romanek, Cuando una gripa se establece en Achuuu! Mxico, SEP-Planeta Mexicana, 2007.

39.Confieso que he soadoSo que un fantasma se echaba en el patio. So que un fantasma se echaba en el patio de un castillo para tomar sol, venan unos nios a preparar su desayuno y lo manchaban de mostaza. So que un beb se tragaba un aro y le creca una oreja en el estmago. So que tomaba leche de una vaca. So que haba una explosin y se terminaba el mundo (No me acuerdo de lo que segua). So que escriba poemas en hojas sueltas y volaban. Hacia una bola con una hoja porque el poema no me gust y tambin vol. So que dos ms dos eran tres. So que me espantaban, que me daba vuelta para ver quin era y me converta en estatua. So que Caperucita Roja se coma al lobo. So que un camello pasaba por el ojo de una chapa. So que era millonaria y compraba muchsimos dulces, que me coma y despus me infl como un globo.

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So que no haba escuela y no tenia tareas, tampoco maestros en casa. So que era una gigante y mis paps me obedecan, y todos me teman. Y ustedes, se acuerdan de lo que soaron?Oche Califa, Confieso que he soado en Para escuchar a la tortuga que suea. Mxico, SEP-Colihue, 2006

40. Las palabras que se lleva el vientoLas palabras que se lleva el viento Estas son las palabras que me ha trado esta maana el viento. Palabras para hablar por casa, palabras que huelen a pan recin hecho. Palabras para hablar en paz, palabras que si dicen blanco dicen negro. Palabras que no son de nadie, palabras que no tienen precio. Palabras para hablar de cerca o de lejos. Palabras, palabras y ms palabras. Palabras que se lleva el viento. Paisaje en el tintero Miro por la ventana y escribo en el cuaderno. El paisaje est afuera y a la vez aqu adentro. La luz mancha la pgina debajo de mis dedos. Los pjaros son letras escritas en el viento. Las huellas del camino, palabras que me dicen si ests cerca o vas lejos. Un arroyo murmura dentro de mi tintero. De pronto, cae la lluvia. Borrn y cuento nuevo.

Juan Carlos Martn Ramos, Las palabras que se lleva el viento. Mxico, SEP-Everest, 2004

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41. Nuestra vecina la LunaVamos a ver quin conoce la respuesta a las siguientes preguntas acerca de la amiga ms cercana de nuestro planeta. Existen el da y la noche en la Luna? S, ya que, como la Tierra, la Luna gira sobre s misma, y ofrece una cara distinta al Sol. Un da en la Luna dura lo mismo que en la Tierra? No. Un da en la Luna dura aproximadamente 28 veces ms que en la Tierra, ya que la Luna tarda aproximadamente 28 das en dar una vuelta completa sobre s misma. Qu temperatura hace en la Luna? Hace mucho calor durante el da, unos 100 grados centgrados. Imagnense eso, aqu en la Tierra cuando pasamos de unos treinta grados comenzamos a asarnos. Y mucho fro durante la noche, hasta menos 150 grados centgrados. Aqu en la Tierra cuando llegamos a menos de diez grados comenzamos a congelarnos. Ahora ya lo sabemos. Cuando miremos la Luna en las noches pensemos que la parte iluminada est de da, y la que no vemos est de noche.Ana Alter, Nuestra vecina la Luna en El Universo. Mxico, SEP-VOX, 2002.

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42. Cuando sea grande quiero ser...Veterinario Atiendo a los perros, a los gatos, a los pjaros. Incluso a las serpientes! Tengo un consultorio en el que ausculto, vacuno y opero. Otros veterinarios atienden a los animales del campo o trabajan en las fbricas de alimentos o de medicamentos para animales. Productor de giras Soy la mano derecha de las bandas de msica y de los cantantes! Me ocupo de organizar las giras, decidiendo cundo y dnde se realizarn las presentaciones: tal da en tal sala, tal vez en otro o en aquel estadio. Me encargo de alquilar los micrfonos y los amplificadores, del alojamiento y transporte de los msicos. Estilista Cortar el cabello es divertido, pero nada fcil! Hay que usar las tijeras sin que te tiemble el pulso y tener claro dnde quieres llegar. Algo esencial en mi trabajo es escuchar y aconsejar a mis clientes. Astrnomo Con sus millares de estrellas, sus planetas, sus cometas y sus galaxias, el Universo me fascina. Necesitara varias vidas para estudiar todo lo que ofrece! Por eso cada astrnomo debe definir muy bien su campo de investigacin. Foniatra En el hospital o en el consultorio, atiendo a nios que tienden problemas de lenguaje: los que tartamudean, los que no pueden pronunciar ciertos sonidos, los que tienen problemas de lectura o de escritura. Y a ustedes, qu les gustara ser, de qu les gustara trabajar?Nadine Mouchet, Cuando sea grande quiero ser. Mxico, SEP-Lamiqu, 2008

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43. La huesuda tabla del ochoLa lectura de hoy es matemtica, ya lo vern. Y adems es colectiva: ustedes van a decir el coro, y yo voy a ir leyendo las estrofas. El Coro dice as, dganlo conmigo: Coro Aaah, aaah, ah... Aaah, aaah, ah... Aaah, aaah, ah... Aaah, aaah, ah... Aaah, aaah, ah... Aaah, aaah, ah... Aaah, aaah, ah... Aaah, aaah, ah... Estrofa Ocho por uno ocho, las calaveras salen en vocho. Ocho por dos diecisis, las calaveras comen mamey. Ocho por tres veinticuatro, las calaveras van al teatro. Ocho por cuatro treinta y dos, las calaveras tocan bongs. Ocho por cinco cuarenta, las calaveras estn en venta. Estrofa Ocho por seis cuarenta y ocho, las calaveras comen bizcocho. Ocho por siete cincuenta y seis, las calaveras no tienen rey. Ocho por ocho sesenta y cuatro, las calaveras y su retrato. Ocho por nueve setenta y dos, las calaveras tienen tos. Ocho por diez ochenta, las calaveras ya tienen clienta. Coro Aaah, aaah, ah... Aaah, aaah, ah... Aaah, aaah, ah... Aaah, aaah, ah...

Paula Rodrguez, La huesuda tabla del ocho en Baila la tablita yo ya la cant, Tablas de multiplicar para jugar en clase. Mxico, SEP-Hecho con amor x Hecho a mano, 2003.

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44. Nuevos juegos de palabrasAserrn, aserrn, los maderos de San Juan piden pan, no les dan; piden queso, les dan un hueso y se les atora en el merito pescuezo. Los de Roque, alfondoque; los de Rique, alfeique; los de Trique triquitrn. Arriba y abajo por los callejones, pasa una ratita con veinte ratones. Unos sin colita Y otros muy colones. Unos sin orejas y otros orejones. Unos sin patitas y otros muy patones. Unos sin ojitos y otros muy ojones. Unos sin narices y otros narigones. Unos sin hocico y otros hocicones. Pas una ratita con veinte ratones.Eufemia Hernndez, Nuevos juegos de palabras en Palabreras: Retahlas, trabalenguas, colmos y otros juegos de palabras. Mxico, SEP-Alfaguara, 2005.

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45. Sabes contar hasta un googol?Si estas buscando un nmero realmente grande, ciertamente no ser el 1. Uno es el nmero de pltanos que puedes mantener en equilibrio en tu nariz, si eres un buen equilibrista de pltanos. Pon un cero a la derecha de un 1, y se convertir en 10. Siempre que pongas un cero a la derecha de un nmero, har el nmero diez veces ms grande. Diez pltanos seran muchos pltanos para que un mono los mantuviese en equilibrio. Pero, por supuesto, diez es todava un nmero muy pequeo. Diez por diez son cien (10 X 10 son 100). Diras que cien es grande? Bueno, da igual, es un montn de pltanos en equilibrio! Tal vez 100 guilas te podran llevar de paseo panormico por cielo, si quisieras hacerlo. Pero, si ests buscando un nmero de verdad, de verdad grande, todava te queda un largo camino por recorrer! Diez por cien son mil (10 X 100 son 1,000). Si cien pinginos tuvieran cada uno diez bolas de helado en un cucurucho (cono o barquillo), seran mil bolas de helado. Mil, empieza a ser grande. Pero no te pares ah! Qu nmero es para ustedes realmente grande?Robert Wells, Sabes contar hasta un googol? Mxico, SEP-Juventud, 2004.

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46. Otros dos poemas con sol y sonLa lectura de hoy es de dos poetas argentinas. De Silvia Schujer, La palabrota Una palabra palabritera despalabrbase por la escalera. Pobre palabra! se apalabr palabrincando cada escaln. Cay de cola la palabrisa y palabrochse flor de paliza. Despalabra pala que brota de ser palabra ya es palabrota Y de Roberta Iannamico, Confusin Era una oveja que fabricaba miel y una abeja llena de lana. No, al revs. Era una oveja que untaba lana en un pan y una abeja que teja una manta de miel. No, otra vez. Era una abeja que antes de picar deca beeee.

Un poco disparatados. Pero divertidos, no es cierto? Van de vuelta porque estuvieron muy cortitosSilvia Schujer y Roberta Iannamico, Otros dos poemas con sol y son en Poemas con sol y son. Mxico, SEP-CIDCLI, 2002.

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47. Para masticar a gustoHoy en da no es aconsejable ni bien visto andar mascando chicle todo el tiempo. En primer lugar, porque es desagradable ver a alguien que est continuamente mascando y salivando. Pero, adems, porque el azcar que endulza los chicles comerciales produce caries. Sin embargo, hasta principios del siglo XX poda hacerse a gusto, pues esto no era una preocupacin. El verdadero chicle es un jugo lechoso que se extrae del tronco del chicozapote, un rbol oriundo de nuestro continente, y el chicle natural en general no se endulza. El lquido que se saca de los rboles se coagula y endurece fcilmente, y se vende en trozos. Los pobladores de Mesoamrica acostumbraban masticarlo en su estado natural para blanquearse los dientes. Chicle proviene de la palabra nhuatl tzictli.Cristina Carbo et al., Para masticar a gusto en 501 maravillas del viejo Nuevo Mundo. Mxico, SEP, 1994.

48. rase una niaA Juana Ins le gustaba mucho el estudio. A los tres aos ya haba aprendido a leer y a los siete, cuando supo que slo los nios podan continuar educndose suplic a su madre que la vistiera de varn para asistir a la escuela. Estudi por su cuenta con gran empeo y si no cumpla con todas las tareas que se haba propuesto, se castigaba cortndose el pelo! que, segn la moda de esa poca, las mujeres usaban muy largo. Defendi con ahnco el derecho de la mujer a recibir educacin.

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Sor Juana Ins de la Cruz, nombre que adopt al tomar los hbitos como religiosa, fue una apasionada de las ciencias y las artes y lleg a ser una gran poetisa; por eso la llaman la Dcima Musa. Ella escribi: rase una nia, como digo a ust, cuyos aos eran ocho sobre diez. Esperen, aguarden, que yo lo dir. sta (qu s yo cmo pudo ser) dizque supo mucho aunque era mujer. Esperen, aguarden, que yo lo dir. Porque como dizque dicen no s quien, ellas slo saben hilar y coser. Sor Juana, como le decimos a esta gran mujer, gran escritora, gran sabia, es un ejemplo a la vista. Nias y nios, y los maestros tambin, todos podemos tener por el estudio y por el lenguaje un gusto tan grande como el que ella tuvo.Cristina Carbo et al., rase una nia en 501 maravillas del viejo Nuevo Mundo. Mxico, SEP, 1994.

Esperen, aguarden, que yo lo dir. Pues sta a hombres grandes pudo convencer; que a un chico cualquiera lo saben envolver. Esperen, aguarden, que yo lo dir. Y aun una santita dizque era tambin sin que le estorbase para ello el saber...

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49. Hola bebDesde hace mucho tiempo mam, pap, Bea, Isa y yo hemos esperado que llegue este da. Mam tiene dolores y eso quiere decir que ests listo para nacer. Isa y Bea hacen una cama gigante al lado de la chimenea para mam y el beb. Juan, esta noche vestiremos al beb con su ropa nueva me dice mam. Me pregunto si ser nio o nia. Me gustara tener un hermano. Le digo a pap que mam debera sentarse a descansar, pero me dice que probablemente ella siga caminando. Y as lo hace. Da vueltas y vueltas alrededor de la sala. Cada tanto tiempo se detiene y se apoya en pap. Mam ha dejado de caminar y se apoya en pap. Se mece de un lado al otro. Y de vez en cuando grita. Grita tan fuerte que todo el pueblo se va a enterar de que hoy vamos a tener nuestro beb. Ta Mrgara me llama: Corre! Aprate! Ya se ve la cabeza! Me arrodillo cerca de mam y veo una forma redonda entre sus piernas. Mam puja y grita. De pronto, aparece... algo arrugado y rojo! Es...! Es el hermanito que estn esperando, por supuesto, pero qu ser? Nio o nia?Jenni Overend (adaptacin), Hola beb, Julie Vivas, ilus. Mxico, SEP-kar, 2002.

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50. Ah vienen los monosAh vienen los monos de Cualichand y el mono ms grande se parece a usted. Baila la costilla baila el costillar; con cuidado chata, no se vaya a caer. Ya vienen los monos, vienen de Tepic y el mono ms grande se parece a ti. Baila la costilla, baila el costillar; con cuidado chata, no se vaya a caer.

Vicente T. Mendoza (recopilacin) Ah vienen los monos en Lrica infantil de Mxico. Mxico, FCE, 1984.

51. Cmo inyecto las medicinas?Les han puesto alguna inyeccin? A quin le gusta? En general, a nadie le gustan mucho las inyecciones, pero a veces son necesarias. Y, por otra parte, cranme que las formas que antes se usaban para curar a la gente eran peores. Escuchen con atencin. Los primeros mdicos administraban las medicinas por la boca, pero el cuerpo tardaba mucho en absorberlas. Este tiempo podra marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Si los medicamentos llegaran a la sangre con ms rapidez, se podran salvar ms vidas. Muchos mdicos saban que era vital administrar la medicina en la sangre lo ms rpido posible. Una forma era extender la medicina sobre una herida. Ingerir los medicamentos era ms seguro pero, o se tardaba mucho tiempo en darlos, o la medicina no llagaba al sitio correcto. Una forma mejor era usar una espina, agujerar la piel y luego introducir la medicina en esta diminuta herida.

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Francis Rynd, un mdico irlands, pens entonces en usar, en lugar de una espina, una jeringa y una aguja hueca, de metal, para hacer llegar el medicamento a las venas. De esa manera, en 1844, termin por inventar las inyecciones. Diez aos ms tarde, un mdico tambin irlands, Francis Wood, y uno francs, Charles Pravaz, trabajando cada quien por su lado, perfeccionaron una aguja hipodrmica que se poda lavar y usar en varios pacientes. [Hipodrmica quiere decir que puede colocar el medicamento debajo, hipo, en griego, de la piel, dermos, tambin en griego.] Hoy en da, muchas jeringas son de plstico, se utilizan una sola vez y despus se tiran. Las agujas nunca deben usarse en ms de una persona. Cmo prefieren, entonces, que les den una medicina para curarse: por la boca, hacindoles un hoyo con una espina, o con una jeringa? Lo mejor, desde luego, es no enfermarse, pero eso de la espina, lo siento muyyyy picudo, jajajaja.

Gerry Bailey Cmo inyecto las medicinas en Avances Mdicos. Mxico, SEP-SM, 2005.

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52. El amor es un nio traviesoEl amor es un nio travieso y mofletudo que siempre anda desnudo volando sin cesar: maana, tarde y noche, sin importar edades, en campos y ciudades flechas lanza al azar. Est en todas las cosas porque en todas se esconde, slo hay que saber dnde buscar para encontrar; l nunca pide nada y da la vida entera y t de igual manera se la tienes que dar. En realidad l quiere una caricia, un beso: es un nio travieso, alegre y juguetn; mimos, besos, caricias l te da por montones y de aladas canciones te llena el corazn. Es un nio travieso, entrgale tu vida y hallars repartida tu vida sin cesar; como el vuelo del nio que en todo te visita y por amor te invita a amar a todo amar.

David Chericin, El amor es un nio travieso. Mxico, SEP-Panamericana Editorial, 2005.

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53. El hipo de InsEl otro da lemos sobre las inyecciones. Vamos ahora a leer sobre otro remedio que actualmente se usa muy poco, por ejemplo cuando hay hematomas, o sea moretones, muy grandes. Ese remedio son las sanguijuelas, unos animalitos parecidos a las babosas, que chupan la sangre. Antes se crea que algunas enfermedades las produca tener demasiada sangre en el cuerpo y se practicaban sangras o se ponan sanguijuelas para quitarle sangre al enfermo. Otra vez a coser! se quej Ins. Pero dice mi seora madre que como algn da me casar, debo estar preparada para ser una buena esposa. Pero slo tienes siete aos le contest su hermana Mara. Se me tiene que ocurrir algo pens Ins. Maana, despus de comer, fingir que estoy enferma se dijo. Pero, de qu? Puede venir el viejo don Gaspar, ese mdico tan estricto. Todo transcurri con normalidad la maana siguiente... pero su madre fue la primera en notarle algo extrao. Pero, hija, qu es lo que tienes? Pues... yo... hip! Me ha dado hipo y no se me quita, madre contest Ins entrecortando cada frase. Al poco rato de haber comenzado la labor de costura, su continuo hip! le provoc que se picara los dedos con la aguja y manch la tela con sangre. Cada hip! era motivo de nuevas discusiones y, aunque Ins trataba de disimular, a veces dejaba escapar una risita. Si maana amaneces igual, Pedro ir a buscar al mdico concluy doa Catarina, y a ver quin se re. Ms vale que me cuide de ese viejo matasanos dijo Ins. Antes del almuerzo, lleg el mdico. Intrigado por el continuo hip! hip! y un poco nervioso por la mirada acechante de doa Catarina, recomend que si el hipo persista, deban de purgar. Pero despus de tanto y una vez descubierto el engao de Ins, el mdico dio el remedio para dar una buena leccin Qu habr sido de ti Ins? Habrn sido las sanguijuelas una buena leccin para no mentir?Mara Cristina Sacristn, El hipo de Ins. Mxico, SEP-FCE, 2001.

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54. De la A a la Z por un poetaLa almohada, por arte de magia, se vuelve hada La a La A sabe que es un reto no se le puede negar hallarse en primer lugar de todito el alfabeto. Al mismo tiempo, la A, desde antiguo], se aparece donde quiera: aqu, ac y acull. La red, por ms que bebe agua, se muere de sed. El zapato, con pico y plumas, parece pato. La z Con la Z me despido y con todo mi respeto de este locuaz alfabeto, y les quedo agradecido. Me despido con la Z y tambin se va conmigo este servidor, amigo, y afectsimo poeta.Y si quieres saber de las dems letras, busca el libro en los acervos de la escuela.Fernando del Paso, De la A a la Z por un poeta. Mxico, SEP-CONACULTA, 2000.

La r Otra cosa nadie espere: un cerro se vuelve cero, y un perro se vuelve pero si la erre se hace ere. Al revs, que nadie yerre [se equivoque], y para que quede claro: deja un carro de ser caro

inveterada viajera [que acostumbra viajar si la ere, se hace erre.

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55. DinosauriosSeguramente ustedes saben mucho de dinosaurios: cmo aparecieron, cules eran los ms peligrosos, qu coman... pero, se han preguntado cmo le hacan para elegir pareja y tener cras? De eso trata esta lectura. Cortejo En el mundo animal, el macho ms fuerte o el que luzca mejor, tiene una mayor oportunidad de atraer a una hembra. Algunos dinosaurios pueden haberse enfrentado en combates de fuerza. Los machos rivales se empujaban uno a otro para mostrar su fuerza. Batalla de cascos Dentro de las manadas, los dinosaurios machos se enfrentaban para ganarse a una hembra. Quiz los Pachycelosaurus machos lo decidan a cabezazos. Al elegir a los machos campeones como pareja, las hembras escogan padres saludables para sus cras. Crneo con picos La gran orla del cuello de la lagartija con picos, o Styracosaurus, estaba rodeada de seis picos. Los machos pueden haberlos usado para impresionar a las hembras.

David Lambert, Dinosaurios. Mxico, SEP-Publicaciones CITEM, 2002.

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56. Ms adivinanzas para jvenes detectivesHace unos das lemos algunas adivinanzas para jvenes detectives. Como ustedes se las saben de todas todas, aqu les va una nueva tanda. Be... Be... Benita se llama, es su beb de algodn, su lana tengo en la cama, tambin en el almohadn. La oveja Caca... caca... cacarea antes de poner el huevo, y aunque ninguno la vea despus lo hace de nuevo. La gallina Ella es el peine del suelo aunque en l no haya ni un pelo: lo mismo barre un pauelo que un papel de caramelo. La escoba El que sale en las historias de dibujos animados comiendo las zanahorias con sus dientes alargados. El conejo Regalos de la gallina al granjero y la granjera, se los lleva tu vecina y los guarda en la nevera. Los huevos Bicho verde que no falta en el agua que ha nacido, y por algn cuento salta en prncipe convertido. La rana Cae del cielo y nos moja, friega con fuerza el tejado, quita el polvo a cada hoja y el campo deja empapado. La lluvia Aunque parece algodn es agua que al cielo sube; all espera la ocasin para mojarte, la... La nube

Antonio A. Gmez Yebra, Oro parece: Libro de adivinanzas para jvenes detectives. Mxico, SEP-Hachette, 2002.

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57. Los tres deseosHaba una vez un leador que fue al bosque a cortar un viejo rbol. En el viejo rbol viva un duende, quien le pidi que no cortara el rbol. El leador decidi no cortar el rbol. El duende agradecido, le dijo: Les cumplir tres deseos a ti y a tu esposa. El leador fue corriendo a contarle a su esposa. La mujer se puso tan contenta que olvid preparar la comida. Despus el leador dijo: Me gustara comer una gran salchicha. Entonces una gran salchicha apareci sobre la mesa. La mujer enojada le dijo: Ojal que la salchicha se te pegara en la nariz! Y la salchicha se le peg a la nariz. El leador dijo: Que la salchicha se me despegue de la nariz! Y la salchicha cay. Despus, los dos se quedaron callados. Por discutir, perdieron las tres oportunidades. Entonces, se pusieron a comer la gran salchicha. Fue lo nico que obtuvieron!

Los tres deseos en Espaol, Primer grado, Lecturas. Mxico, SEP, 1998.

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58. El banqueteVamos a leer una extraa conversacin. Pongan atencin. Vamos a ver si adivinamos quines estn hablando. Y cuntos ojos tienen? Dos. Agh! Los mueven con esas cosas que les cuelgan? No, los tienen arriba, en la parte de adelante. No sigas, mam, que despus tengo pesadillas! (se quej la hermana). El hermano, fascinado por el relato, prosigui: ndale, mami, pueden moverlos por separado? No, slo en la misma direccin y sirven para recibir la luz. Pero lo ms feo, lo ms feo... son esas cosas que les salen del cuerpo, sus extremidades. Por qu, mam? Tienen muchas? Cuatro. Y para qu? Dos son para pararse y las otras dos para agarrar objetos, y las mueven continuamente. Y no irradian?! Djame terminar, las de agarrar son ms pequeas que las otras y terminan... y terminan en... Mam, en serio, no hagas as! (se quej nuevamente la pequea). Terminan en dedos! S, y oigan esto... no tienen antenas Y cmo le hacen para no chocar? Tienen una cosa boluda, llamada cabeza Qu onda! Y adems oigan esto... la cabeza tiene ms agujeros y les crece algo llamado cabello. Mam, no inventes! Despus no voy a comer! Qu es? Pregunta el hermano.

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Les crece arriba de los ojos, cubre toda la cabeza. Para qu es?... la verdad no lo s, supongo que para esconderse y miren pap los consigui a un precio carsimo. Mam, yo no voy a comer eso. Son muy ricos, mi amor, y pap los consigui muy caros en el mercado. S, pero no quiero. Yo s!, grit el hermano, aunque a l tambin le daba asco. Quines estn hablando? Y, de qu estn hablando? Qu es lo que van a comer? Quin lo sabe?Luis Mara Pescetti, El banquete en Nadie te creera. Mxico, SEP-Santillana, 2005.

59. Existen planetas ms all del Sistema Solar?Estamos seguros de que existen otros planetas ms all del Sistema Solar desde hace muy poco tiempo. De momento se han descubierto unos treinta, pero con toda seguridad existen muchos ms que todava se desconocen. Se pueden ver estos planetas desde la Tierra? No, no los podemos observar ni a simple vista ni con ayuda de instrumentos. Los cientficos han descubierto estos planetas gracias a clculos complicados. Si un cohete fuera tan potente como para ir hasta el ms prximo de estos planetas, tardara miles de aos en llegar. Les gustara vivir en otro planeta, que no fuera la Tierra? Creen que algn da exista algn transporte que nos lleve a otros planetas? Sera interesante, muy interesante. Los que quieran, dibujen uno de esos otros planetas, o escriban cmo sera; o las dos cosas. Y traigan sus escritos y sus dibujos a la escuela.Ana Alter, Existen planetas ms all del Sistema Solar? en El Universo. Mxico, SEP-Larousse, 2002.

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60. T sabes por qu tenemos sed?El agua es una de las sustancias ms importante de nuestro cuerpo, por eso no podemos vivir sin ella. Prcticamente las dos terceras partes de nuestro cuerpo estn compuestas de agua. Cada vez que orinamos, respiramos, hablamos, sudamos o lloramos perdemos una pequea cantidad de agua, que debe ser reemplazada para que la sangre siga corriendo. Cuando la sangre est espesa, porque est demasiado concentrada, tenemos sed. Mantengan el equilibrio Para reemplazar el agua que perdemos, bebemos y comemos. La fruta y la verdura, entre otros alimentos, contienen una cantidad de agua sorprendente. Adems, todas las personas deberan beber dos litros de agua al da. Cuando no tenemos suficiente agua en la sangre, el detector de agua de nuestro cerebro hace que tengamos la boca seca y que nos den ganas de beber. Y ustedes, le hacen caso a su cuerpo cuando tienen sed? Si la respuesta es no, tal vez, ste sea un buen momento para empezar a hacerlo. Tomar agua purifica nuestros sistemas orgnicos y ayuda a que nos mantengamos ms alertas, ms despiertos.Janice Lobb, T sabes por qu tenemos sed? en Con las manos en la masa. Mxico, SEP-VOX, 2003.

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61. El seor de los siete colores. Leyenda mazatecaPues seor, cuentan los que lo vieron, que hace mucho tiempo el arco iris era un seor muy pobre. Tan pobre que no tena ni ropa para ponerse. Su desnudez le apenaba mucho y decidi un da buscar una solucin. Pero no se le ocurra nada y deca: De dnde voy a sacar yo ropa? Y se pona an ms triste. Un da brill en el cielo un gran relmpago, y el seor decidi ir a visitarle. Tal vez l pueda ayudarme. As que se puso en camino y, despus de varios das de viaje, lleg ante l. Mientras le contaba sus penas, el relmpago le miraba con tristeza y pareca estar muy pensativo. Hasta que habl: Grande es mi poder, pero no tanto como para darte ropa. Sin embargo, tu historia me ha conmovido y por eso te voy a hacer un regalo. Y sigui hablando: Te voy a dar estos siete colores. Con ellos podrs pintarte el cuerpo y te vestirs para siempre. El hombre pobre sonri. Adems sigui el relmpago, aparecers ante la gente despus de las tempestades y anunciars la llegada del sol. La gente te querr y te mirar con asombro. Y as fue como, a partir de ese momento, el arco iris se le llam el Seor de los Siete Colores. Y, como me lo contaron, te lo cuento.El Seor de los Siete colores en Ana Garraln (antologadora), Cuentos y leyendas hispanoamericanos. Mxico, SEP-Larousse, 2007.

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62. Cancin del quererTe quiere el viento del monte y el bote del pescador y el sinsonte con sus trinos de inspirado trovador. Quirelos t como los quiero yo! Te quiere el agua del ro y el sueo del soador y la doble mariposa con su vuelo y con su color.David Chericin, El amor es un nio travieso. Mxico, SEP-Panamericana, 2005.

Quirelos, quirelos, quirelos! Te quiere el Sol cuando enciende tu alegra y tu candor y el mar con todos sus peces y el volcn con su vapor; y yo ms que todos ellos, s seor y cmo no. Quireme t como te quiero yo!

63. Por qu dan comezn los piquetes de mosquito?La respuesta loca del doctor Quen Justo debajo de la piel viven unos animalitos, los dermticus. En general, estn tranquilos y no los sentimos. Cuando nos pica un mosquito, despierta a los dermticus, que se agitan en todas direcciones. Su pnico dura mucho, y nos da comezn hasta que se calman. Je, je, voy a picarte (Mosquito). Pic (Mosquito) Despierten! Arriba! Es el malvado mosquito! Rpido! (Dermticus). Vamos, Doctor Quen! Los dermticus no existen! La respuesta exacta del Doctor Ques Delicioso! Mmm! Slurp! (mosquito)TERCER GRADO

Cuando te pica un mosquito, hunde su trompa en la piel y succiona un poco de tu sangre. Esta picadur