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Antologí a de un escarnio laboral 2009/2010 © Félix Sánchez

Antología de un escarnio laboral

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Page 1: Antología de un escarnio laboral

Antología de un

escarnio laboral

2009/2010© Félix Sánchez

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RECTIFICAR ES DE SABIOS 

Aun equivocada sea la suertepor su aciaga decisión,

parece indecente la misiónde condenarle, de darle muerte.

 Los propósitos de lo sucedidodestino régulo postrado en mí,designio intencionado para ti;

sí, trances del suceso cometido. 

La entereza consabida del hechode que un meditado plan

anterior tenga mi firme prestigio

maltrecho. 

Refugiado en mi inmune interiorsi pudiere dejar satisfecho.Rectificando, harto de valor.

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Rencor sin abolengo

Con quien saja una propuesta convencida y verdadera,

sí, tengo.Volviéndose convenida

al apropiarse de su destino,es tongo.

Si se alía en la mentira por el lazo emparentado,

de songa.Sufriendo consecuenciasde la disputa matriarcal,

en tanga.Porque no quiero ser

remero de la falaz comisura,en bongo.

Arraigado resentimientopor la próspera sospecha,

exponga.

Atascada está quedandola miseria por sobrevivir,

tu ganga.No me creo ni un solominuto de tus gestos,

por chungo.

Porque tengo dignidad para aguantar los excesos, un tongo

resultará no devolver mi decencia. Y con songa me

tomaré tanto juicio sin fortuna, aunque en tanga me quedare,

persistiré.Tú en buque y yo en bongo, con

algo de merecer, sin que exponga agradecimiento ni

deuda alguna, por más que tu ganga suba por deteriorar mi

apariencia, chungo es el justiciero que promueves y

acreditas.

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Mi longevo pequeñín

Con este contradictio in terminis

que titulan estas patrañasevocaría a un homo habilis

muy parecido en sus entrañas.Una pantomima verdadera

que se hace realidaden el apagón de las estrellas

corto asaz de claridad.La incongruencia lógicadel que dice por callar

callaría la oratoriadel desorden por mandar.

Hacer corporativismoen pleno seno familiar

deja de calvas frondosasla acción de responsabilizar.

Una discreta exhibiciónal montar cada chochosin eficacia funcionarialen un diáfano despachosin ética empresarial.

De sospechosa profesión,

destruyendo con artetodo aquello que realcesu máxima expresión.

Con un agridulce despidohasta ahora le saludo,

clamoroso silencioque lo hace más ficticio. 

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Crepúsculo de serafín Un connubio bienaventurado en su lícita intimidadpierde su beata condición si consocia la humildad.La calidad del parentesco pierde su esplendorsi en la zona de comercio se instala el comedor.Querubín bien querido por tu índole parentallo político de tu lazo se convierte en colateral.Todos aquellos laudos, hediondos existirán;las friegas domésticas como con un velo se taparán.El celaje tenebroso instalado en cada decisión,oculto de prerrogativas al legitimar la concesión.Como una zorrera tiene el querube su afar,y con céreo pensamiento se empieza a conturbar.Ocelado por lo agreste que resulta el nombramientola elección de legatario evita su impedimento.Nesgando los papeles de alto grado confiadospoco diligentes son los deberes encargados.Azarar al azaroso que trabajo le faltarátodo lo que se diga como un lardo le sentará.Si no puedo repudiarte porque mucho tengo que callares indudable el desorden y lo que falta por turbar.

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Infamia inferida

Aun implorando bondadno pretenda, sea grato,fingir aspecto sensatobirlando mi libertad.

¡Pensad calmo mi alegato!Vivaz dolo.

Sin creer más su inferirpor el ripio cegesimal,

haciendo su deber formal,bretes en mi porvenir.

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No quiero serlo

¡¡Cómplice!!, ¡¡cómplice!!,te recuerdo de mis gestos.¡¡Cómplice!!, ¡¡cómplice!!,te recuerdo de mis actos.¡¡Cómplice!!, ¡¡cómplice!!,

de todo lo que digo.¡¡Cómplice!!, ¡¡cómplice!!,

de todo lo que hago.

No quiero ser tu cómplice,si inánime queda mi laboreo.

No quiero ser tu cómplice,si inane queda mi calado.No quiero ser tu cómplice,

si infame queda mi palabra.No quiero ser tu cómplice,

si insana queda tu bonanza.

¡¡Cómplice!!, ¡¡cómplice!!,el cómplice no obedece.

¡¡Cómplice!!, ¡¡cómplice!!,el cómplice no acata.

¡¡Cómplice!!, ¡¡cómplice!!,el cómplice me desdice.

¡¡Cómplice!!, ¡¡cómplice!!,del supremo y su venganza.

¡Dios mío!, ¡Dios mío!,quiere ser mi cómplice.¡Satanás!, ¡Satanás!,

quiere serlo vos.

¡¡Cómplice!!, ¡¡cómplice!!,te recuerdo de mis gestos.¡¡Cómplice!!, ¡¡cómplice!!,te recuerdo de mis actos.¡¡Cómplice!!, ¡¡cómplice!!,

de todo lo que digo.¡¡Cómplice!!, ¡¡cómplice!!,

de todo lo que hago.

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Mosaico de parientesdel dominio imperial, armándose hasta los

dientesen plena fiesta saturnal,

husmeando por su domus

queriéndose enterarsi pudieran sajar la

séculadel concordato laboral

que suscrito y rubricadotiene mi compromiso

actual.El festival de Saturnaliaen lo contrario insistía,una vez al año fuera:el campesino pararía

de campear por el sembrado,

el patricio cesaríade oprimir al dominado,

el plebeyo regalaríalo que no está en el

dictadoal familiar y al querido;consagrando el festejo

y haciéndole más adicto.

Noticias me llegande tierra augusta

¡¡nula sorpresa, nada asusta!!

La respuesta que buscaninvierten la figura

que degrada la deidad,por ser de terracota

los aperos de seriedad.Desde las termas aclaro:

¡de su urbe no me muevo!,pagano será el oráculo

que me hace ser plebeyo.Porque espero el desenlace

de ser su manumiso,pero sin suertes patricias

aún más agradecido.

¡Io, Saturnalia!

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Mi peculiar peculio,más exiguo y menesteroso

que pletórico o profuso,se está volviendo derrochoso

por culpa de algún descuidero,bien merecido su decideropor si tósigo fuere el oficio.

 Siendo obvia su veridadvoy señero y rabisono,

no voy a mostrar lenidadpor el acto femencioso.

 Dado este desafuero

súbito e insospechado,pues no me consideroculpable ni apoderado

ni un atrevido mesturero. 

Balbucir esta mesturame está haciendo pugnarconmigo y con mi corba,

prelado de la usurade quien lo haga perdurar.

 Desterrar la terreríay su ideario creado

del terrero que lo haríasin honrar al mancillado.

¡¡Hola!!, buenas tardes.Soy el mancillado,

¡señor pechado bien hallado!Hasta las gónodas

tuvieranme que hallarsi no resultara pecharaquellas tristes parias

que sin dueño han de estar. 

Algotro cierto díapresto y priado,

con gusto me acercaríaa mi particular mercado,

aun con desazón comprobaríasi mi lóbrego dinerario

existiera todavía. 

Tanto donaire acuciacon permiso de la autoridad

no vayan a hacerme la pascuaen plena natividad.

Porque de pauras benditasandamos a nuestra edad

más bien inermescon toda sinceridad.

Preces para

quien se precie

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Sálvese la parteque atenta vigila

el espacio abierto,ocelando el paisajeque mitiga la vista

de un futuro incierto,

avento de deseos.

La distancia oníricade ojeras

clarividentesesclavo de sus

sueños,convierte luceros

en dueños sin matices.

Avistando oportunidades,

esbozando fantasías,

sugiriendo anhelos.Bosquejos avaros

en uno y otro confín.

El torso desfallecey el ánimo se apaga,

pero el alma llenael foso de la esencia

que el porvenir merece.

Un horizonte espera,apoyado en el

espírituque emerja la providencia.¿Horizont

e?,tengo.

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 Los malos momentos,sin llegar al desaliento,

te llenan de postergaciónal no estar atentos.Yo diría más bien

decaimiento,para algunos depresión.

 Dios aprieta pero no ahoga,

según un ferviente confesor,

aunque muchas veces la toga

no oculta todo tu interior.

Compartir tus dolorescuando sean del corazón

consagran la razónque calman tus azores.

Los temores más tenacesarrebatan obstinadoslos placeres de la vida

que se encuentran magullados.

En el mismo baluartese detenta la solución

cuando el arrojo comparte

la falta de reparación. 

Si tenemos presenteque puede ser lección

cada fracaso conscientecarente de dirección.

 Una sonrisa evidencia

la fe que depositocon fuerza en la creenciade salir del descalabro,y la afrenta equilibromimando el requisito

de aprender de lo pasado.

En algún tiempo pasadouna decisión se truncóhaciendo de un ánimo

holgadouna perenne interrupción.

Con un equipaje saturado,

colmado de ilusión,desvalorizas tu denuedo

al mínimo resbalón.

Amparo

delánimo

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De mirada próxima, semejante atributo puesto y dispuesto para bordar la ternura. Protegiendo con cariño, no menos esmero, la precocidad inocente y distraída, sin recibir agrado por el valor de su tacto, la valía de su gesto, lo valioso de su acto. Ese verdor pueril que atenta vigila, sin desaliento, sin decaer. Lugar que ocupa como nadie por tan dolorosa dádiva, dirigiendo tu crecimiento hacia las cotas más altas de la apetencia moral, rozando por momentos el culmen de su paciencia, garante de las bondades de su rectitud, de tu honradez. Altanera queda.

Sin ocelar tu ingrata conducta, ella observa, cavila, llora. Porque lloran, más que nadie en este mundo. Lloran cándidas y orgullosas por lo bueno y por lo malo, no en vano, son el vértice natural de nuestro desarrollo individual, cerrojo de vanidades, senda de la que no separarse. Sus mejillas son la vertiente donde podemos ver reflejado nuestros éxitos y nuestros fracasos, nuestros aciertos y nuestros fallos. Por lo menos la mía, por lo menos la tuya.

La tuya,la mía.

Afectuosa carrera de obstáculos donde percibe tu inmadurez hasta el final de sus días, convirtiéndose en la cláusula solemne que asegura su éxito. Tú eres ella, ella eres tú. Sus valores son tuyos, tus principios, mutuos. Nos damos cuenta de ello; pero tarde, muy tarde. Más allá de su vencimiento, en la mayoría de las ocasiones no sabremos compensar su ayuda, su amparo, su apoyo.

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El paraje de tu honradezárido, baldío y desolado,por reducir mi liquidezen un acto desalmado.

Cubriendo con acopio tu escasez

arando del coaccionado.Al menos, mezquino, has

de saberque por rectitud no me

mueveel dinero. Y no querersiete, ocho, ni nueve,siembra en tu honor,

desmerecercualquier grano de solidezpor la que simulas recato.

Engañado salí del cercado

al procurar un barbecho

del que te seguiste labrando,cultivo de

descarnado,para seguir

choriceando.

Apriscode

intereses

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El exigente de lo justo se convierte en un estorbo para el que quiere omitirlo, ya que es la parte esencial de su triunfo. El inconformista de lo invariable a peor, suele ser un ánima en peligro de extinción, que ni en el purgatorio encontrará a todos aquellos que conformistas disimulan hallarse. La exigencia será capricho cuando el propio beneficio se revele tras tu insolente propósito. Podría ser un antojo, con más pinta de abuso, si circunvala por el engaño y disimulando el delito. Sin embargo, amigo perverso, crear un entorno donde la integridad legítima pierda su espesor, hace asegurar la base para funcionar sin trabas, con trampas, pero hace asegurar la certidumbre de que seas el inductor. Señero acaba siendo aquel que quiere retirar las virtudes encontradas de la justicia y la equidad que deben ser depuradas. Si mi protección está descaminada, y necesito defender el desamparo, no puedo permitir, que aquellos de los que me separo, sean otros descaminados que su propia defensa quieren omitir. Viendo al otro lado, cómo el perfecto interesado, presencia la pugna estúpida que acaba legitimando la falsedad de su itinerario. Lo peor de ser señalado, no radica en que la parte opuesta, tu indigno adversario, pueda difundir que se siente agraviado, ¡pobrecito sea!, sino que otros perjudicados materializan tu anonimato al señalarte de descarado.

La superación individual no admite el conformismo, ni la resignación ni el abatimiento, por más que los que te rodean equiparen desdichas.

Supongo que podría resumirse:"Mal de muchos consuelo de tontos"

Un señalado, oculto y extraño. ¿Qué curioso?, verdad.

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Si no hago no digo, ni digo si hago;

aunque digan que no haga,haciendo lo que dicen,

por más que se desdigan.

Dinamitar una oficinaresulta del que anima,

convirtiendo al animadoen un fútil ser opaco.

En lugar amoral se hallael cómplice que calla,suele ser fantasiosa

su jeta orgullosa.

La carcoma tumoralde un grupo de trabajo

no se viste de legalpara el que va a destajo.

Tanta contradicción,tanto embuste feudo,tanta trampa rácana.No sirve de lección,

no escarmienta el laudo,continúa la cortesanacon dotes de truhana.

La laceriadel

despacho

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Alumbradas por la gracia biológica de parircomo lumbreras sin desperdicio cada vez,dedicando su lucimiento personal en gemiralaridos de maldad deslucida y estupidez.

Como luceros vagan sus súplicas de orden,empeñadas en relucir su decadente edén,lúcida farsa que provoca el castigo divinocon la luminiscencia que tiene de anodino.

Si luminoso es el letargo de la sequedad cultural,

tanta luminosidad que se persigue con ardor,

hace cometer el error de lucir talento gutural.

Alucinado tiene al personal esa bajeza moral,

observando tanta iluminada con dotes de agitadora.

Más vale tener luces para currar que para hablar mal.

El alumbramientode lagestación

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En algunas empresas se instala la capacidad de exagerar de un modo perpetuo cualquier método o manera de realizar todas y cada una de las operaciones ordinarias. Se intenta revelar de forma vulgar y ordinaria que los demás son los que no saben realizar en perfectas condiciones su trabajo. A menudo, es un déficit de los valores modales que cada cual tiene, para esconder aquellas carencias que harían falta para tomar más protagonismo. Es la forma que tienen determinados empleados de influir en la toma de decisión sobre el resto de compañeros, no para conseguir una trato igualitario a la alta en rendimiento, conocimientos y aptitud, sino todo lo contrario, intentar restar méritos para conseguir dicha igualdad a la baja, es decir, a un nivel más mediocre en el que sentirse más a gusto. En el momento que existen modales desproporcionados para conseguir réditos en función de unos comportamientos habituales que se cuestionen, la gerencia responsable que tiene a cargo ese grupo de empleados, debe poner los límites precisos. De este manera se promueve la idea fundamental que todos tienen que rendir cuentas por la parte individual de su trabajo y por la del resto.

El poder fáctico del tremendismo

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Todo ha sido mentira, un papelón egotista sin parangón.Un oscuro cuento que protagoniza un fulero, ávido de sazón

autoritaria.No existe el cofrade si la fidelidad no es compartida, y sin

contrapartidas;puede existir el compadre sin la comadre, pero nunca sin

cooperación;no existe el asociado, si en los lances reputados faltase la

honoraria;tanto poder te ha llevado a crear complicidades claramente

manidas.

Igual que no existe el camarada, porque la comuna expiró,no existe el buen patrón que especula con tu fortuna,

porque los colegas no se tienen en la faena y su martiriocomo para sufrir la jactancia de perras, sin cancelar mi tribuna.

Mi desgraciada vanidad, que no llega ni al talón de tu mezquina apariencia,

no puede soportar escuchar tanta chanza guasona, espantosa.Se vulnera sólo al débil, al indefenso; pero recuerdo: no por ello

vencible.

Despojos del mandamás

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El mayor de mis reconocimientos ha sido ser alejado del hampa y la mentira, nunca podrá encontrarse mayor placer cuando alguien te

destierre de ello, aunque bordase el papel de un obcecado chantajista, ciego de razón y atiborrado de tinieblas. Recuperar el espíritu

interrumpido de una forma intencionada, hace encontrar la claridad, consigue dotar de alma el deseo por mostrarse sin ataduras. Sería

ingrato no reconocer que se ha vuelto a la vida después de encontrarse en la muerte más intensa que se puede vivir, la falta de autonomía y

espontaneidad.

No has podido por tu poder, no me has podido por tu poder, porque te has podrido de poder. No comulgar con la crueldad de aquellas medidas indignas que hacen que nos consideremos un objeto preso en una casa

de muñecas, es síntoma de aseo ético. Para ti somos un objeto, una pieza, un propósito, nunca seremos un fin, una finalidad ni un objetivo. Quieres que seamos como aquellos elementos de una casa de muñecas que, después de unas dosis de apariencia, con pintura, barniz y brillo,

queda preparada para albergar tus intenciones, para jugar con tus propósitos. Por ello, dejas entes inmóviles en el lugar que eliges,

desnaturalizas su esencia al disminuirlos de tamaño. Aun reconociendo su índole, serán inútiles fuera de su uso decorativo. Aprovechar la cualidad inerte que promueves para tu lucro, dejan sin realidad ni

compresión tus ganancias.

Los juguetes son para los niños, las casas de muñecas son para aquellos pacientes creativos del coleccionismo; espero con deseo que no seas

coleccionista de crímenes contra la agilidad de la palabra y el movimiento.

Seres inanimados

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La coyuntura hizo emerger la necesidad de llevar nuestro afable trato, a un nivel superior de roce e intimidad. ‘¿Los aprendices a osculador?, no existen’_ me pregunté. Ya había pasado el momento de las risas, había madurado la oportunidad de sucumbir ante la osadía sin reflexión de dar un paso al frente, una oportunidad donde conmovernos ambos, una insolencia inocente que llevara nuestro cara a cara a una demostración afectuosa de confianza, de gozo. No sería un escollo la manera de hacerlo, el riesgo y el peligro estaban asumidos, no sin algo de apuro, pero la sensación de darle un beso se instalaba férreamente en mi siguiente decisión. Y ocurrió, no sé cómo, pero ocurrió, lo supe. Aquel beso se había materializado, porque ambos nos miramos como queriendo encontrar una explicación a nuestro encuentro, las palabras se quedaron en el vestíbulo de nuestras bocas, aquellas que habían experimento un contacto huérfano de matices. Tal vez presionara mis labios contra los suyos, tal vez fuera al revés. Ella, yo. No sabría precisar si supe hacerlo, si ejercí el movimiento adecuado o la inclinación conveniente, si succioné sus labios contra los míos o simplemente expuse hacia ella mi gesto intencionado dejándome llevar. Yo, un inexperto sin remedio en aquel instante, y un acto, sin demasiado crédito. No me importó, era mi primer beso.

El primer beso

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Indigno estupor muestra el patrón al realizar esta pregunta, al más que sorprendido funcionario que intenta dar solución a la fechoría. Si es que la base de tu honradez es un bulbo que entierras y desentierras a tu apetencia, para desterrar a quien te parece del agujero que deja tu conducta. Una picardía empresarial a la que recurres, que por clamorosa se desvela, acaba por indignarte a ti porque alguien estuviera alerta. Todos sabemos en tu redil, la fraudulencia con la que actúas, con un auténtico semblante criminal, una faz con mucho rostro, lleno de facciones intrigantes, con un talante cínico y un mendaz perfil. Asustadizo quedaría hasta el más perverso frescales que pudiera llegar a saber de tu impune presencia. No es más que un epílogo del apólogo chino en el que se ha convertido tu comercio de excesos, abusos e injusticias; aquellas que no se justifican, no más porque el escuadrón que defiende la fonda ha hecho de ella una escombrera, con más pinta de cotarro que de parador, con más motas de despropósito que de destreza legal y afortunada, con polvo de jugarretas que deja el rastro de tu ruindad. La garantía del presagio de lo que pasaría fue cuando mi mordaz retaguardia recibió en sus inicios la siguiente tropelía: _ Te pagamos para que estés trabajando todo el día […] Me retiro a vomitar los recuerdos que me vienen de cómo en tu plantel tienes, familiares quienes, aún estando todo el día no producen lo que deberían, ni deberían protagonizar los desequilibrios que producen.

…pero, ¿él está ahí?

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Admirada Tortosa, que tu condición de veguería en épocas medievales, supuso el filón para convertirte en reina del Bajo Ebro, la dama sureña en superficie catalana, en la cabeza principal de tus entornos como capital, pero no de pecados, no más por ser sede episcopal. Con tarraconense elegancia.Pero tú, TORTUOSO, como las calles estrechas de los barrios tortosinos, de una mediocridad sobresaliente, exquisita de ignorancia e iletrada en las capacidades más nobles de cualquier persona, en nada te asemejas a las amplias llanuras fluviales de vuestra tierra, poblada de cultivos de regadío, ya que en tu cerebro jamás has tenido el suficiente riego.Tu cerebro es vano, como el espacio sin materia que cobija la bóveda de crucería de vuestra Basílica-catedral de Santa María, gótica era, y gotero sería el instrumento que necesitaras para introducirte por vena los valores que te faltan.Un pasado bastante agitado de luchas ente pueblos por dominar un foco de riqueza garantizado, movió a íberos, romanos, musulmanes y cristianos, a pelear con gallardía su dominación. Ignorando la luchas castellanas y catalanas, hay que dignificar cómo realza su historia llena de españolidad, vigorosidad social y creciente en sus aspiraciones. Todo lo contrario a lo que tú demuestras, que pides prestado tu patetismo para que sepamos lo cerril que supone tu negocio, lo vulgares que son tus venganzas, aquellas que han delatado actos de malevos.Como tus paisanos vieran en 1370, con los Pactos de Tortosa, donde Navarra y Aragón se alían contra Castilla, has querido rememorar a tus antepasados, acudiendo sin seriedad a recuperar tu orgullo, cuando en lo que te queda de vida podrás superar la evidencia a la que has estado sometido.Unos actos ilegales, tutelados por una cúpula, que han dejado también en evidencia su talento y su incultura, hacen rememorar en el mismo plano, el Pacto Federal de Tortosa de 1869, donde se puede comprender el por qué un cuarteto de gitanos consiguen vivir de irregularidades, conciliando entre ellos cómo arrebatar la palabra al intruso que pueda desenmascarar tan sutiles argucias.

HAS CONSEGUIDO QUE ME SIENTA EL HOMBRE MÁS AFORTUNADO DEL MUNDO, AL COMPRENDER QUE LA INTEGRIDAD DE UNO MISMO CONSISTEN EN MANTENER UNOS VALORES EN EL TIEMPO, QUE HASTA

AHORA, SON MEJORES QUE LOS TUYOS.

Tú, desgraciado, de Tortosa al cieno. Yo, más digno que tú, de Madrid al cielo

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… fin.