Antología Miguel Hernández

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Poemas de Miguel Hernández

Citation preview

ANTOLOGA POTICA DE MIGUEL HERNNDEZ

PERITO EN LUNAS

TOROOctava IIIA la gloria, a la gloria toreadores!La hora es de mi luna menos cuarto.mulos imprudentes del lagarto,magnificaos el lomo de colores.Por el arco, contra los picadores,del cuerno, flecha, a dispararme parto.A la gloria, si yo antes no os ancoro,-golfo de arena-, en mis bigotes de oro!PALMERA

Octava VAnda, columna, ten un desenlacede surtidor. Principia por espuela.Pon a la luna un tirabuzn. Haceel camello ms alto de canela.Resuelta en claustro, viento esbelto pace,oasis de beldad a toda velacon gargantillas de oro en la garganta:fundada en ti se iza la sierpe, y canta.SANDA

Octava XVIIEsto, postre al canto: tierno dramadel blancor del mantel en menoscabo:conforme con la luna ms, se inflama,en verde plenilunio desde el rabo.Pero cuando el cuchillo le reclamalos polares cerquillos, tiene al cabo,para frescas hacer, claras las voces,un rojo desenlace negro de hoces.

EL RAYO QUE NO CESA

1

Un carnvoro cuchillode ala dulce y homicidasostiene un vuelo y un brilloalrededor de mi vida.

Rayo de metal crispadofulgentemente cado,picotea mi costadoy hace en l un triste nido.

Mi sien, florido balcnde mis edades tempranas,negra est, y mi corazn,y mi corazn con canas.

Tal es la mala virtuddel rayo que me rodea,que voy a mi juventudcomo la luna a mi aldea.

Recojo con las pestaassal del alma y sal del ojoy flores de telaraasde mis tristezas recojo.

A dnde ir que no vayami perdicin a buscar?Tu destino es de la playay mi vocacin del mar.

Descansar de esta laborde huracn, amor o infiernono es posible, y el dolorme har a mi pesar eterno.

Pero al fin podr vencerte,ave y rayo secular,corazn, que de la muertenadie ha de hacerme dudar.

Sigue, pues, sigue cuchillo,volando, hiriendo. Algn dase pondr el tiempo amarillosobre mi fotografa.

2

No cesar este rayo que me habitael corazn de exasperadas fierasy de fraguas colricas y herrerasdonde el metal ms fresco se marchita?

No cesar esta terca estalactitade cultivar sus duras cabellerascomo espadas y rgidas hoguerashacia mi corazn que muge y grita?

Este rayo ni cesa ni se agota:de m mismo tom su procedenciay ejercita en m mismo sus furores.

Esta obstinada piedra de m brotay sobre m dirige la insistenciade sus lluviosos rayos destructores.

6

Umbro por la pena, casi bruno,porque la pena tizna cuando estalla,donde yo no me hallo no se hallahombre ms apenado que ninguno.

Sobre la pena duermo solo y uno,pena es mi paz y pena mi batalla,perro que ni me deja ni se calla,siempre a su dueo fiel, pero importuno.

Cardos y penas llevo por corona,cardos y penas siembran sus leopardosy no me dejan bueno hueso alguno.

No podr con la pena mi personarodeada de penas y cardos:cunto penar para morirse uno!

10

Tengo estos huesos hechos a las penasy a las cavilaciones estas sienes:pena que vas, cavilacin que vienescomo el mar de la playa a las arenas.

Como el mar de la playa a las arenas,voy en este naufragio de vaivenes,por una noche oscura de sartenesredondas, pobres, tristes y morenas.

Nadie me salvar de este naufragiosi no es tu amor, la tabla que procuro,si no es tu voz, el norte que pretendo.

Eludiendo por eso el mal presagiode que ni en ti siquiera habr seguro,voy entre pena y pena sonriendo.

11

Te me mueres de casta y de sencilla:estoy convicto, amor, estoy confesode que, raptor intrpido de un beso,yo te lib la flor de la mejilla.

Yo te lib la flor de la mejilla,y desde aquella gloria, aquel suceso,tu mejilla, de escrpulo y de peso,se te cae deshojada y amarilla.

El fantasma del beso delincuenteel pmulo te tiene perseguido,cada vez ms patente, negro y grande.

Y sin dormir ests, celosamente,vigilando mi boca con qu cuido!para que no se vicie y se desmande.

12

Una querencia tengo por tu acentouna apetencia por tu compaay una dolencia de melancolapor la ausencia del aire de tu viento.

Paciencia necesita mi tormento,urgencia de tu garza galana,tu clemencia solar mi helado da,tu asistencia la herida en que lo cuento.

Ay querencia, dolencia y apetencia!:tus sustanciales besos, mi sustento,me faltan y me muero sobre mayo.

Quiero que vengas, flor, desde tu ausencia.a serenar la sien del pensamientoque desahoga en m su eterno rayo.

13

Mi corazn no puede con la cargade su amorosa y lbrega tormentay hasta mi lengua eleva la sangrientaespecie clamorosa que lo embarga.

Ya es corazn mi lengua lenta y larga,mi corazn y es lengua larga y lenta...Quieres contar sus penas? Anda y cuentalos dulces granos de la arena amarga.

Mi corazn no puede ms de triste:con el flotante espectro de un ahogadovuela en la sangre y se hunde sin apoyo.

Y ayer, dentro del tuyo, me escribisteque de nostalgia tienes inclinadomedio cuerpo hacia m, medio hacia el hoyo.

17

El toro sabe al fin de la corrida,donde prueba su chorro repentino,que el sabor de la muerte es el de un vinoque el equilibrio impide de la vida.

Respira corazones por la heridadesde un gigante corazn vecino,y su vasto poder de piedra y pinocesa debilitado en la cada.

Y como el toro t, mi sangre astada,que el cotidiano cliz de la muerte,edificado con un turbio acero,

vierte sobre mi lengua un gusto a espadadiluida en un vino espeso y fuertedesde mi corazn donde me muero.

23

Como el toro he nacido para el lutoy el dolor, como el toro estoy marcadopor un hierro infernal en el costadoy por varn en la ingle con un fruto.

Como el toro la encuentra diminutotodo mi corazn desmesurado,y del rostro del beso enamorado,como el toro a tu amor se lo disputo.

Como el toro me crezco en el castigo,la lengua en corazn tengo baaday llevo al cuello un vendaval sonoro.

Como el toro te sigo y te persigo,y dejas mi deseo en una espada,como el toro burlado, como el toro.

28

La muerte, toda llena de agujerosy cuernos de su mismo desenlace,bajo una piel de toro pisa y paceun luminoso prado de toreros.

Volcnicos bramidos, humos fierosde general amor por cuanto nace,a llamaradas echa mientras hacemorir a tranquilos ganaderos.

Ya puedes, amorosa fiera hambrienta,pastar mi corazn, trgica grama,si te gusta lo amargo de su asunto.

Un amor hacia todo me atormentacomo a ti, y hacia todo se derramami corazn vestido de difunto.

29

(En Orihuela, su pueblo y el mo, se me ha muerto como el rayo Ramn Sij, con quien tanto quera.)Yo quiero ser llorando el hortelanode la tierra que ocupas y estercolas,compaero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolasy rganos mi dolor sin instrumento,a las desalentadas amapolas

dar tu corazn por alimento.Tanto dolor se agrupa en mi costado,que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,un hachazo invisible y homicida,un empujn brutal te ha derribado.

No hay extensin ms grande que mi herida,lloro mi desventura y sus conjuntosy siento ms tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,y sin calor de nadie y sin consuelovoy de mi corazn a mis asuntos.

Temprano levant la muerte el vuelo,temprano madrug la madrugada,temprano ests rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,no perdono a la vida desatenta,no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormentade piedras, rayos y hachas estridentessedienta de catstrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,quiero apartar la tierra parte a partea dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrartey besarte la noble calaveray desamordazarte y regresarte.

Volvers a mi huerto y a mi higuera:por los altos andamios de las florespajarear tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.Volvers al arrullo de las rejasde los enamorados labradores.

Alegrars la sombra de mis cejas,y tu sangre se irn a cada ladodisputando tu novia y las abejas.

Tu corazn, ya terciopelo ajado,llama a un campo de almendras espumosasmi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosasdel almendro de nata te requiero,que tenemos que hablar de muchas cosas,compaero del alma, compaero.

(10 de enero de 1936)[2]

SENTADO SOBRE LOS MUERTOS

Sentado sobre los muertosque se han callado en dos meses,beso zapatos vacosy empuo rabiosamentela mano del corazny el alma que lo mantiene.

Que mi voz suba a los montesy baje a la tierra y truene,eso pide mi gargantadesde ahora y desde siempre.

Acrcate a mi clamor,pueblo de mi misma leche,rbol que con tus racesencarcelado me tienes,que aqu estoy yo para amartey estoy para defendertecon la sangre y con la bocacomo dos fusiles fieles.

Si yo sal de la tierra,si yo he nacido de un vientredesdichado y con pobreza,no fue sino para hacermeruiseor de las desdichas,eco de la mala suerte,y cantar y repetira quien escucharme debecuanto a penas, cuanto a pobres,cuanto a tierra se refiere.

Ayer amaneci el pueblodesnudo y sin qu ponerse,hambriento y sin qu comer,el da de hoy amanecejustamente aborrascadoy sangriento justamente.En su mano los fusilesleones quieren volversepara acabar con las fierasque lo han sido tantas veces.

Aunque le falten las armas,pueblo de cien mil poderes,no desfallezcan tus huesos,castiga a quien te malhieremientras que te queden puos,uas, saliva, y te quedencorazn, entraas, tripas,cosas de varn y dientes.Bravo como el viento bravo,leve como el aire leve,asesina al que asesina,aborrece al que aborrecela paz de tu corazny el vientre de tus mujeres.No te hieran por la espalda,vive cara a cara y muerecon el pecho ante las balas,ancho como las paredes.

Canto con la voz de luto,pueblo de m, por tus hroes:tus ansias como las mas,tus desventuras que tienendel mismo metal el llanto,las penas del mismo temple,y de la misma maderatu pensamiento y mi frente,tu corazn y mi sangre,tu dolor y mis laureles.Antemuro de la nadaesta vida me parece.

Aqu estoy para vivirmientras el alma me suene,y aqu estoy para morir,cuando la hora me llegue,en los veneros del pueblodesde ahora y desde siempre.Varios tragos es la viday un solo trago es la muerte.

[3]

VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN

Vientos del pueblo me llevan,vientos del pueblo me arrastran,me esparcen el corazny me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,impotentemente mansa,delante de los castigos:los leones la levantany al mismo tiempo castigancon su clamorosa zarpa.

No soy de un pueblo de bueyes,que soy de un pueblo que embarganyacimientos de leones,desfiladeros de guilasy cordilleras de toroscon el orgullo en el asta.Nunca medraron los bueyesen los pramos de Espaa.Quin habl de echar un yugosobre el cuello de esta raza?Quin ha puesto al huracnjams ni yugos ni trabas,ni quin al rayo detuvoprisionero en una jaula?

Asturianos de braveza,vascos de piedra blindada,valencianos de alegray castellanos de alma,labrados como la tierray airosos como las alas;andaluces de relmpagos,nacidos entre guitarrasy forjados en los yunquestorrenciales de las lgrimas;extremeos de centeno,gallegos de lluvia y calma,catalanes de firmeza,aragoneses de casta,murcianos de dinamitafrutalmente propagada,leoneses, navarros, dueosdel hambre, el sudor y el hacha,reyes de la minera,seores de la labranza,hombres que entre las races,como races gallardas,vais de la vida a la muerte,vais de la nada a la nada:yugos os quieren ponergentes de la hierba mala,yugos que habis de dejarrotos sobre sus espaldas.Crepsculo de los bueyesest despuntando el alba.

Los bueyes mueren vestidosde humildad y olor de cuadra:las guilas, los leonesy los toros de arrogancia,y detrs de ellos, el cieloni se enturbia ni se acaba.La agona de los bueyestiene pequea la cara,la del animal varntoda la creacin agranda.

Si me muero, que me mueracon la cabeza muy alta.Muerto y veinte veces muerto,la boca contra la grama,tendr apretados los dientesy decidida la barba.

Cantando espero a la muerte,que hay ruiseores que cantanencima de los fusilesy en medio de las batallas.

[10]

ROSARIO, DINAMITERA

Rosario, dinamitera,sobre tu mano bonitacelaba la dinamitasus atributos de fiera.Nadie al mirarla creyeraque haba en su coraznuna desesperacin,de cristales, de metrallaansiosa de una batalla,sedienta de una explosin.

Era tu mano derecha,capaz de fundir leones,la flor de las municionesy el anhelo de la mecha.Rosario, buena cosecha,alta como un campanariosembrabas al adversariode dinamita furiosay era tu mano una rosaenfurecida, Rosario.

Buitrago ha sido testigode la condicin de rayode las hazaas que calloy de la mano que digo.Bien conoci el enemigola mano de esta doncella,que hoy no es mano porque de ella,que ni un solo dedo agita,se prend la dinamitay la convirti en estrella!

Rosario, dinamitera,puedes ser varn y eresla nata de las mujeres,la espuma de la trinchera.Digna como una banderade triunfos y resplandores,dinamiteros pastores,vedla agitando su alientoy dad las bombas al vientodel alma de los traidores.

[11]

JORNALEROS

Jornaleros que habis cobrado en plomosufrimientos, trabajos y dineros.Cuerpos de sometido y alto lomo:jornaleros.

Espaoles que Espaa habis ganadolabrndola entre lluvias y entre soles.Rabadanes del hambre y el arado:espaoles.

Esta Espaa que, nunca satisfechade malograr la flor de la cizaa,de una cosecha pasa a otra cosecha:esta Espaa.

Poderoso homenaje a las encinas,homenaje del toro y el coloso,homenaje de pramos y minaspoderoso.

Esta Espaa que habis amamantadocon sudores y empujes de montaa,codician los que nunca han cultivadoesta Espaa.

Dejaremos llevar cobardementeriquezas que han forjado nuestros remos?Campos que ha humedecido nuestra frentedejaremos?

Adelanta, espaol, una tormentade martillos y hoces: ruge y canta.Tu porvenir, tu orgullo, tu herramientaadelanta.

Los verdugos, ejemplo de tiranos,Hitler y Mussolini labran yugos.Sumid en un retrete de gusanoslos verdugos.

Ellos, ellos nos traen una cadenade crceles, miserias y atropellos.Quin Espaa destruye y desordena?Ellos!Ellos!

Fuera, fuera, ladrones de naciones,guardianes de la cpula banquera,cluecas del capital y sus doblones:fuera, fuera!

Arrojados seris como basurade todas partes y de todos lados.No habr para vosotros sepultura,arrojados.

La saliva ser vuestra mortaja,vuestro final la bota vengativa,y slo os dar sombra, paz y cajala saliva.

Jornaleros: Espaa, loma a loma,es de gaanes, pobres y braceros.No permitis que el rico se la coma,jornaleros!

[13]

ACEITUNEROS

Andaluces de Jan,aceituneros altivos,decidme en el alma: quin,quin levant los olivos?

No los levant la nada,ni el dinero, ni el seor,sino la tierra callada,el trabajo y el sudor.

Unidos al agua puray a los planetas unidos,los tres dieron la hermosurade los troncos retorcidos.

Levntate, olivo cano,dijeron al pie del viento.Y el olivo alz una manopoderosa de cimiento.

Andaluces de Jan,aceituneros altivos,decidme en el alma, quinamamant los olivos?

Vuestra sangre, vuestra vida,no la del explotadorque se enriqueci en la heridagenerosa de sudor.

No la del terratenienteque os sepult en la pobreza,que os pisote la frente,que os redujo la cabeza.

rboles que vuestro afnconsagr al centro del daeran principio de un panque slo el otro coma.

Cuntos siglos de aceituna,los pies y las manos presos,sol a sol y luna a luna,pesan sobre vuestros huesos!

Andaluces de Jan,aceituneros altivos,pregunta mi alma: de quin,de quin son estos olivos?

Jan, levntate bravasobre tus piedras lunares,no vayas a ser esclavacon todos tus olivares.

Dentro de la claridaddel aceite y sus aromas,indican tu libertadla libertad de las lomas.

[15]

CENICIENTO MUSSOLINI (EXTRACTO)

Ven a Guadalajara, dictador de cadenas,carcelaria mandbula de canto:vers la retiradas miedosa de tu hienas,vers el apogeo del espanto.

Rumorosa provincia de colmenas,la patria del panal estremecido,la dulce Alcarria, amarga como el llanto,amarga te ha sabido.

Ven y vers, mortfero bandido,ruedas de tus caones,banderas de tu ejrcito, carne de tus soldados,huesos de tus legiones,trajes y corazones destrozados.

[19]

PRIMERO DE MAYO DE 1937 (EXTRACTO)

No s qu sepultada artilleradispara desde abajo los claveles,ni qu caballeracruza tronando y hace que huelan los laureles.

Sementales corceles,toros emocionados,como una fundicin de bronce y hierro,surgen tras una crin de todos lados,tras un rendido y plido cencerro.

Mayo los animales pone airados:la guerra ms se ara,y detrs de las armas los aradosbraman, hierven las flores, el sol gira.

[21]

CANCIN DEL ESPOSO SOLDADO (EXTRACTO)

He poblado tu vientre de amor y sementera,he prolongado el eco de sangre a que respondoy espero sobre el surco como el arado espera:he llegado hasta el fondo.

Morena de altas torres, alta luz y ojos altos,esposa de mi piel, gran trago de mi vida,tus pechos locos crecen hacia m dando saltosde cierva concebida.

Ya me parece que eres un cristal delicado,temo que te rompas al ms leve tropiezo,y a reforzar tus venas con mi piel de soldadofuera como el cerezo.

Espejo de mi carne, sustento de mis alas,te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas,ansiado por el plomo.

Sobre los atades feroces en acecho,sobre los mismo muertos sin remedio y sin fosate quiero, y te quisiera besar con todo el pechohasta en el polvo, esposa.

EL HOMBRE ACECHACANCIN PRIMERA

Se ha retirado el campoal ver abalanzarsecrispadamente al hombre.

Qu abismo entre el olivoy el hombre se descubre!

El animal que canta:el animal que puedellorar y echar races,rememor sus garras.

Garras que revestade suavidad y flores,pero que, al fin, desnudaen toda su crueldad.

Crepitan en mis manos.Aparta de ellas, hijo.Estoy dispuesto a hundirlas,dispuesto a proyectarlassobre tu carne leve.

He regresado al tigre.Aparta o te destrozo.

Hoy el amor es muerte,y el hombre acecha al hombre.

RUSIA (EXTRACTO)

En trenes posedos de una pasin errantepor el carbn y el hierro que los provoca y mueve,y en tensos aeroplanos de plumaje tajanterecorro la nacin del trabajo y la nieve.

De la extensin de Rusia, de sus tiernas ventanas,sale una voz profunda de mquinas y manos,que indica entre mujeres:Aqu estn tus hermanas,y prorrumpe entre hombres:Estos son tus hermanos.

Basta mirar: se cubre de verdad la mirada.Basta escuchar: retumba la sangre en las orejas.De cada aliento sale la ardiente bocanadade tantos corazones unidos por parejas.

EL SOLDADO Y LA NIEVE (EXTRACTO)

Diciembre ha congelado su aliento de dos filos,y lo resopla desde los cielos congelados,como una llama seca desarrollada en hilos,como una larga ruina que ataca a los soldados.

Nieve donde el caballo que impone sus pisadases una soledad de galopante luto.Nieve de uas cernidas, de garras derribadas,de celeste maldad, de desprecio absoluto.

Muerde, tala, traspasa como un tremendo hachazo,con un hacha de mrmol encarnizado y leve.Desciende, se derrama como un deshecho abrazode precipicios y alas, de soledad y nieve.

Esta agresin que parte del centro del invierno,hambre cruda, cansada de tener hambre y fro,amenaza al desnudo con un rencor eterno,blanco, mortal, hambriento, silencioso, sombro.

EL HERIDO

Para el muro de un hospital de sangre.I

Por los campos luchados se extienden los heridos.Y de aquella extensin de cuerpos luchadoressalta un trigal de chorros calientes, extendidosen roncos surtidores.

La sangre llueve siempre boca arriba, hacia el cielo.Y las heridas suean, igual que caracolas,cuando hay en las heridas celeridad de vuelo,esencia de las olas

La sangre huele a mar, sabe a mar y a bodega.La bodega del mar, del vino bravo, estallaall donde el herido palpitante se anega,y florece y se halla.

Herido estoy, miradme: necesito ms vidas.La que contengo es poca para el gran cometidode sangre que quisiera perder por las heridas.Decid quin no fue herido.

Mi vida es una herida de juventud dichosa.Ay de quien no est herido, de quien jams se sienteherido por la vida, ni en la vida reposaherido alegremente!

Si hasta a los hospitales se va con alegra,se convierten en huertos de heridas entreabiertas,de adelfos florecidos ante la cirugade ensangrentadas puertas.

II

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.Para la libertad, mis ojos y mis manos,como un rbol carnal, generoso y cautivo,doy a los cirujanos.

Para la libertad siento ms corazonesque arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,y entro en los hospitales, y entro en los algodonescomo en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazosde los que han revolcado su estatua por el lodo.Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacas amanezcan,ella pondr dos piedras de futura mirada,y har que nuevos brazos y nuevas piernas crezcanen la carne talada.

Retoarn aladas de savia sin otooreliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.Porque soy como el rbol talado, que retoo:porque an tengo la vida.

18 DE JULIO 1936-18 DE JULIO 1938

Es sangre, no granizo, lo que azota mis sienes.Son dos aos de sangre: son dos inundaciones.Sangre de accin solar, devoradora vienes,hasta dejar sin nadie y ahogados los balcones.

Sangre que es el mejor de los mejores bienes.Sangre que atesoraba para el amor sus dones.Vedla enturbiando mares, sobrecogiendo trenes,desalentando toros donde alent leones.

El tiempo es sangre. El tiempo circula por mis venas.Y ante el reloj y el alba me siento ms que herido,y oigo un chocar de sangres de todos los tamaos.

Sangre donde se puede baar la muerte apenas:fulgor emocionante que no ha palidecido,porque lo recogieron mis ojos de mil aos.

CANCIN LTIMA

Pintada, no vaca:pintada est mi casadel color de las grandespasiones y desgracias.

Regresar del llantoadonde fue llevadacon su desierta mesa,con su ruinosa cama.

Florecern los besossobre las almohadas.

Y en torno de los cuerposelevar la sbanasu intensa enredaderanocturna, perfumada.

El odio se amortiguadetrs de la ventana.

Ser la garra suave.

Dejadme la esperanza.

CANCIONERO Y ROMANCERO DE AUSENCIAS[11]

Como la higuera jovende los barrancos eras.Y cuando yo pasabasonabas en la sierra.Como la higuera joven,resplandeciente y ciega.

Como la higuera eres.Como la higuera vieja.Y paso, y me saludansilencio y hojas secas.

Como la higuera eresque el rayo envejeciera.

[16]

Cuerpo del amanecer:flor de la carne florida.Siento que no quiso serms all de flor tu vida.Corazn que en el tamaode un da se abre y se cierra.La flor nunca cumple un ao,y lo cumple bajo tierra.

[24]

Una fotografa.Un cartn inexpresivo,envuelto por los mesesen los rincones ntimos.

Un agua de distanciaquiero beber: gozarun fondo de fantasma.

Un cartn me conmueve.Un cartn me acompaa.

[25]

Lleg con tres heridas:la del amor,la de la muerte,la de la vida.

Con tres heridas viene:la de la vida,la del amor,la de la muerte.

Con tres heridas yo:la de la vida,la de la muerte,la del amor.

[26]

Escrib en el arenallos tres nombres de la vida:vida, muerte, amor.Una rfaga de mar,tantas claras veces ida,vino y nos borr.[27]

Cogedme, cogedme.Dejadme, dejadme,fieras, hombres, sombras,soles, flores, mares.Cogedme.Dejadme.

PAGE 13