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Anuario UPA 2002

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El Anuario 2002 de la Agricultura Familiar en España, editado por la Fundación de Estudios Rurales y por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), contiene artículos de opinión y de análisis, así como datos estadísticos de gran interés para comprender a fondo el sector primario europeo.

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EDlTA

11111 FUNDACIÓN DE ESTUDIOS RURALES

Con la colaboración del Ministerio de

Agti.culrma, Pesca y Alimentación

HlNISTUIO DE AOAK:UL TI.I"'- l'6CA T AUMCN1'ACION

AGRICULTURA FAMILIAR EN ESPANA 2002

AGR!CULTUM Y SOCIEDAD COMUNICAR EL CAMPO FERNANDO MORALEDA 3 A U\ OPINIÓN PÚBLI CA URBANA

LOS EUROPEOS ANTE U\ PAC FERMÍN IJO UZ.'\ 73

JUAN JESÚS GONZÁLEZ 7 FMGMENTOS DEL DIARIO DE UN

U\ AGRICULTURA FAMlLIAR. PUBLLClTARIO IGNORANTE

UNA VISIÓN DESDE CATALUÑA LUIS ANTON IO PARDILLO 79

JOSEP GRAU 1 SERIS [.¡ EL CARTEL PUBLLCITARJO

AGRICULTORES Y NO AGRICULTORES. EN U\ AGRICULTURA ESPAÑOL'\ (1900-1960)

UN PARTENARL'\DO NECESARlO PARA c;:ARLOS VEU\SCO MURVIEDRO 85

EL MU NDO RURAL LOS ACTORES SOCIALES EDUARDO MOYANO ESTRADA 21 EN EL DESARROLLO RURAL

DE CAMPESINOS A EMPRESARIOS AGRARIOS MANUEL PÉREZ "fll.UELA 90

O A ... (N O SE SABE MUY BIEN QUÉ) Y VUELTA U\ MULTIFUNCIONALIDAD A EMPEZAR EN U\ ESTRATEGUJ. AGRARIA EUROPEA

EMI UO BARCO 33 ERNEST RE!G 96

AGRICULTURA FAM ILIAR UN MODELO A PROTEGER NUEVOS RETOS PAR'\ EL SINDlCALISMO JAVIER ALEJANDRE Y JOSÉ NLA.NUEL DELGADO 46 AG RARIO EUROPEO

LOS AGRICULTORES, VISTOS DESDE RISTINA RUEDA CATRY 106

U\ IND USTIUA Y U\ DISTRIBUCIÓN EL MODELO FRANCÉS ALICIA U\ NGREO NAVARRO 51 DE ENSEÑANZA AGRARJA

ECOLOGISTAS Y RURALES, ERIC MARSHALL l 15

lUNA REU\CIÓ N IMPOSIBLE? LOS CONTRATOS TERRITORIALES JOAQUÍN FERNÁNDEZ 58 Y U\ REPRODUCCIÓN DE U\S PEQUEÑAS

ACT!VIDAD AGRARIA Y DESARROLLO EXPLOTACIONES AGRARIAS

SOSTENIBLE EN ESPACIOS NATURALES ANA VELASCO ARRANZ l26

PROTEGIDOS. EL CASO DE DOÑANA UNA MIRADA DESDE MARRUECOS LUIS ATIENZA SERNA 64 A. BENTAIBI Y TH. DESRUES l33

U\ REU\ClÓN ENTRE EL MOVIMTENTO LOS GRANDES RETOS DE EUROPA. DEL 11 DE CONSU MERJSTA Y U\AGRJCULTUM FAMILIAR SEPTIEMBRE A U\ RONDA DE U\ OMC EN DOHA

ALEJANDRO PERALES 69 GRUPO DE BRUGGE l 42

" ilíNFOiRME SOCIORCONOMICO DE IAAGRJ!CULTURA ESPAÑOIA 2002 La agricultura. española en 2001: grandes cifras y realidad socioeoon.ómioa. J BBÚB G. Regidor

Medi.0s de proouoción El añ0 agrario en la Unión Elur0pea blgricultura. y ailimenta.ción Sectores Fichas sect01:üa.les

1

146 153 il.57 ]58 16© J.81

Comunidades ~utónomas. Bala.nos de 2Cl©O

Acción Sindica:l de !UPA

Uniones Feder¡a.les

'Nmones Beotm;riales

Uniones Te11ri;0riailes

Sedes UPA:

189

213

222

23Cil

241 256

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O,qo¡"'°r OR~c.4iV C'.ilflic,¿,,, ,.ES'A 11A

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CONSELLQ REcuLAooR DA

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CERTTFJCA.oo DE GA.RA.Nr iA. Alll~LN•

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FERNANDO MORALEDA

Secrctwio General de

UPA

Agricultura y sociedad

e uanclo hace ya .nue\·e años iniciábamos la edición del Anuario de la Agriculru­ra Familiar en España, con un artículo de presentación que se ti rulaba "infor­

mación , agricultura y mundo rural ". Sólo a un año de cumplir una década, esta publicación recoge ya una amplia expe1iencia en la evolución ele la agii­cul rnra y el mundo rural, colaborando así al pri­mero ele los objetivos que nos planteábamos con su creación , esto es, la información.

Tanto la agricultura como el medio físico que soporta esta acrividad económica han evolucio­nado jumo a la Política Agrmia Común que la re­gula, ele manera má que apreciable desde aque­lla fecha en que nació esta publicación.

Acaba ele aprobarse la reforma más importan­te ele la PAC, por la que se dejaba el proteccionis­mo sobre la política de precios de garantía, para avanzar en el sostenimiento de ayudas directas co­mo compensación ele rentas por dicha bajada, ac­rnanclo en con secuencia con las normas que na­cen en la Ronda de Uruguay del entonces GATI~

Hoy, nueve años después, la Cumbre ele Doha, en la Cuarta Conferencia Ministerial de la re­ciememerne constituida Organización 11[undial ele Comercio (OMC), sigue influyendo en el devenir ele la Política Agraria Común.

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Hace escasos meses, la Declaración ele Doha volvía a reilerar, bajo el acuerdo unánime ele todos los países miembros, la necesidad ele disminuir el apoyo imerno a la agricultura, el favorecer el ac­ceso a los mercados, el elim inar el apoyo a las ex­portaciones, jumo a una nueva defmición sobre la importancia de tomar en consideración los as­pectos no comerciales de la agricultura.

Sin embargo, una de las parres más importan­tes de la Organización Mundial de Comercio , Es­tados Unidos, acaba de modificar radicalmente esa Declaración ele Doha, con una actuación unilme­ral ratificada pm el Presidente Bush , al aprobar la fonn Bill, con una duración de 6 años, esto es, fue­ra ele los compromisos recogidos en Qatar que obligar a un acuerdo antes del 1 ele enero de 2005, y creando un apoyo interno a la agriculcu ra esta­dounidense sin precedentes, ramo en lo que se re­fiere a la protección ele precios como a las ayudas a las e.'\-porrnciones.

El director general ele la OMC, en primer lugar, David Moore, y la Unión Europea, en segundo , tienen ame sí la enorme responsabilidad de hace cumplir los acuerdos de la OMC o replegarse de­finitivamente a esrn política ele predicar el libre­cambismo para os demás )' practicar el ulo·apro­teccionismo para sí mismos.

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Agricultura y sociedad

¡-

Esta siruación, por lejana que parezca, repre­senta uno de los factores más importantes sobre el cambio e la PAC a corto p lazo . El Comisario Fischler, dentro del segundo semestre de 2002 , bajo la presidencia danesa, tiene previsto presen­tar su propuesta de revisión de la PAC a medio pla­zo. lQué hacer después de la acruación nortea­mericana? lProfunclizar en la política ele desarro­llo rural dentro del segun do pilar, trasvasando recursos económicos para hacer esta política más compatible con las reglas escritas ele .la OMC? lO mantener la situación actual hasta que Estados Unidos no modifique su política?

La cuestión no deja ele tener importancia, por­que la aprobación ele la fro-m Bi/I ele Estados Uni­dos tendrá una repercusión inmediata en los mer­cados internacionales. La mayor protección inter­na a precios en le mercado norteamericano, junto a las ayudas a la exportac ión, más el incremento presupuestario en los programas ele ayuda ali­mentaria, que Esrados Unidos utiliza como un ali­viadero de siruaciones ele excedente en algunas producciones, tendrán un efecro inmediata en los precios internacionales.

Si la referencia ele disminución ele precios en Eu­rnpa se hace sobre estos precios internacionales es obvio que no hay equilibrio entre ambas posicio­nes. Además , la actuación unilateral norteameri­cana impide el desanollo económico de los países pobres, porque inundará sus mercados con pro-

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ducciones a bajo precio e impedirá, consecuente­mente, el desarrollo económico con producciones propias y un nivel ele auroabastecimiento alimen­tario procedente de su capacidad y no de la ac­tuación interesada de Estados Unidos.

Europa, por su parte, tiene obligaciones pro­pias que no debe eludir en el peliodo de reflexión que se abre durante los próximos meses. La PAC de hoy, a diferencia de la de hace nueve años, tie­ne un serio problema de legitimación social. Las opiniones públicas en Europa sigue apoyando por lo general a sus agricultores, más en el sur que en el norte, pero, a su vez, son cada vez más exigen­tes con la calidad, la seguridad alimentaria y el res­peto al medio ambiente.

La Política Agra1ia Común, por tanto, tiene el reto de no sólo decir lo que piensa la opinión pú­blica cuando manifieste su declaración de inten­ciones , sino sobre todo hacer posible, mediante ins trumentos de política agraria nuevos, que el presupuesto vaya dirigid o realmente al cumpli­miento ele dichos objetivos.

Calidad y seguridad alimentaria

La calidad agroalimentaria debe descansar ca­da vez más en denominaciones ligadas al origen o elaboraciones específicas, favoreciendo no sólo su desarrollo sino, sobre todo, el control del cum­plimiento ele esas prácticas junto a un apoyo real freme a los nuevos canales de comercialización, poniendo especial énfasis en la incidencia de la ac­rnal clisttibución agroalimentaria.

La seguridad alimenta1ia debe guiarse por re­forzar los cono-oles públicos sobre los sistemas de trazab ilidad, que deben generalizarse y e.""<ten­clerse a toda la cadena alimentaria, pero tienen que ser especialmeme iigurosos donde se viene concentrando el mayor riesgo de alarmas sanita-1ias, esto es, en el tratamiento industrial, tanto ele los medios de producción como de los propios alimentos.

El respeto medioambiental tiene que tener su concreción en la potenciación de prácticas e.x­rensivas, tanto ágtícolas como ganaderas, en la cer­üfi.cación de marcas ecológicas o biológicas que puedan acceder a un consumo generalizado, así como por el establecimiento de ayudas directas para la protección de determinadas especies ani­males o vegetales, o de tenit01ios que por sus ca­racterísticas na[Ura]es requieren ele sostenimiento público. Se trata de hace una política agraria pen­sando en el medio ambiente, compatibilizando ob­jetivos con esfuerzo presupuestario.

Por o tra parte, el empleo en la agricultura de­be de ser incorporado también como un objetivo

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Agricultura y sociedad

La sociedad europea ve con simpatía a los pequenos productores y a las zonas rurales, por entender que forman parte de un patrimonio hum.ano y físico que desean seguir preservando

básico en el fU[uro de la PAC, para hacer posible que las regiones del Sur ele Europa, que aportan el 57% del empleo agrario en la UE, no reciban co­mo en la actualidad sobre el 32% de las lransfe­rencias del FEOGA-Garamía.

La PAC aClual no puede mamener una pro­lección 2,5 veces superior por unidad de trabajo en los países del Norte frente a los cuatro países medireTTáneos.

Por último, un reparto más justo de las ayudas agrarias en la UE conforma el grueso ele requeri­miemos ele una nueva PAC con mayor legitima­ción social. No es posible aceprar como inmodifi­cable el hecho de que el 0,6% de los perceptores ele estas ayudas agrupen el 20% del total del pre­supuesto. Un insm.1memo que debe modificar es­ta siruación está en la aplicación de un nuevo Re­glamento de modulación obligaroria, adaptado a las nuevas circunstancias.

la ausencia de respuestas nacionales

Tocios estos cambios, tanto en el ámbito imer­nacional como en el escenario europeo implican inevirablemenre una toma de posición del Go­bierno español, primero para confonnar una opi­nión europea única y fuerte ante las decisiones unilmerales de Estados Unidos; y segundo, para conformar un cambio ele la polüica agrada en re­lación a los intereses preferentes de los agriculto­res y ganaderos europeos con mayor dificultad ,

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atendiendo las especificidades españolas; pero también, teniendo una política agraria propia, en la que se mejoren tanto la productividad media de las explotaciones mediante un proceso de mo­dernización como una distribución más equitati­va y eficaz entre tenitrnios del actual sostenimiento ele la PAC.

De la agencia de trabajo del Gobierno, hasta ahora es desconocida su actuación en los foros internacionales ele la OMC, es ineficaz por ino­perante en las decisiones europeas e inexistente en la elaboración de una política agra1ia propia para España.

El viejo refrán de ique inventen ellos! parece ha­berse adueñado de la sede del Ministerio ele Agri­cultura. A pocos días de que Fiscbler presente la propuesta de cambio de la PAC, desconocemos los crilerios espaüoles sobre esta reforma y seguimos, además, esperando que un supuesto "libro blan­co" se llene de tinta para ave1iguar las intenciones de lo que el Gobierno debiera hacer hecho ya.

Seis años de gestión agraria del Partido Popular han servido para que disminuyan los activos agra­rios, perdamos competitividad relativa con los pa­íses de nuestro entorno, aumente la especulación en los precios ele los derechos de producción y ele la tierra, y bajen las rentas por ocupado durante cuatro años para estancarse en los dos siguientes.

España recibió durante 2001 más recursos del FEOGA-Garanúa que ningún otro ejercicio desde que ingresamos en la UE; y en este mismo año la renta por activo era la mitad que en Francia y es­tabamos en décimo lugar respecto al conjunto ele la UE-15. Además, se destruyó empleo agrario a un ritmo ele 140 activos diarios, por lo que la dua­lización social del campo espaüol sigue acrecen­tándose de manera extraordinaria.

En definitiva, se necesitan muchos cambios en las políticas agrarias e,'Cistentes, la creación. de nue­vas políticas , la coordinación entre instituciones para la gestión de las mismas, como para que la opinión social sea más que nunca relevame a la hora de rnienrar la dirección ele estos cambios. La sociedad europea ve con simpatía a los pequeños productores y a las zonas rurales, por entender que forman parte de un patrimonio humano y físico que desean seguir preservando.

Si conseguimos adentrar en la conciencia pú­blica la necesidad de que las políticas se mienten hacia este colectivo y hacia el mundo rural, ob­tendremos una masa c1ítica social suficiente para promover el cambio político que hasta ahora se nos niega. Éste era el objetivo de este noveno Anuario ele la Fundación de Esmdios Rurales. És­te es el esfuerzo que UPA seguirá desarrollando durante los próximos meses.

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Los europeos ante la PAC

JE SUS GONZALEZ

UNED

El objetivo de este trabajo es presentar al­gunos de los resultados más destacables de dos Eurobarómerros realizados por en­

cargo de la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea para conocer la opinión de los agricultores europeos y de la opinión públi­ca europea ame la Política Agraria Común (PAC) . Los trabajos de campo se realizaron en los me-ses de ocrubre-noviembre de 2000. ·

Ambas encuestas se aplicaron tamo a agri­cultores como a población general de los quin­ce países miembros de la UE. La primera con­clusión del esrudio es que, pese a la gran diver­sidad de unos y de otros (ya sea en términos de tamaño de explotación o de orientación pro­ductiva, en el caso de los agricultores, ya sea de nivel de estudios o tipo de hábitat, en el caso de la población general) , la principal variable dis­criminante a la hora de estudiar los resultados son las opiniones públicas nacionales . Por su­puesto , estas no son independientes del tipo de agricultura predominante en cada caso ni del nivel de protección que la PAC proporciona a ca­da una de ellas, pero el país y su particular esta­do de opinión sigue siendo fundamental a la ho­ra de interpretar las variaciones de respuesta de los encues tados.

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Esto dificulta el análisis de los datos, pudien­do llevar en ocasiones a una casuística nacional complicada , dado que estamos hablando de quince países. Para simplificar el análisis, vamos a presentar únicamente los datos relativos a la media europea y al caso español, acompañado en ocasiones de dos países representativos del norte y del sur de Europa: Dinamarca e Italia. En el primer caso, se trata de una agricultura extra­ordinariamente intensiva y con un alto nivel de protección, en términos relativos.

En el segundo, se trata, en cambio, de una agricultura típicamente mediterránea, mucho menos intensiva y con un nivel relativamente ba­jo de protección. Para hacemos una idea, baste decir que , de los agricultores entrevis tados, el promedio europeo de agricultores que reciben algún tipo de subvención de la PAC es del 65%. Pues bien, este porcentaje llega al 94% en el ca­so de Dinamarca y desciende al 60% en el caso italiano , situándose España en un nivel inter­medio, el 76%.

Para una mejor comprensión del estado de opinión, voy a presentar alternativamente las opi­niones de los agricultores y de los ciudadanos de cada uno de estos países en relación con las si­guientes cuesliones: el nivel de financiación de la PAC, según que el presupuesto europeo des­tinado a la agricultura se considere insuficiente, adecuado o excesivo; ¿quiénes son los princi­pales beneficiarios de la PAC: los agricultores, los consumidores, la agroindustria o el medio am­biente? ; len qué medida la PAC cumple objeti­vos de seguridad alimentaria, de garantía de ren­tas agrarias, de reducción de diferencias regio­nales , de protección del medio ambiente, etc.?; opinión sobre los criterios de asignación de sub­venciones, es decir, si están de acuerdo los agri­cultores y los contribuyentes en que la PAC de­be subvencionar cada vez menos a las produc­ciones y cada vez más a los residentes del hábitat rural ; y ¿qué opinan unos y otros de los efectos de la ampliación al Este sobre la agricultura?

El coste de la PAC

Empecemos por el primer tema, es decir, ¿qué opinan los europeos de los tan a menudo de­nostados presupuestos agrarios de la UE, y si re­sultan tan onerosos como a veces se pre tende emre ciertos sectores económicos y mediáticos?

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Los europeos ante la PAC

llWJR01 ClWRl2

OPINIÓN DE LOS AGRICULTORES OPINIÓN DE LOS EUROPEOS SOBRE SOBRE LA FINANCIACIÓN DE LA PAC LA FINANCIACIÓN DE LA PAC

UE-15 DINAMARCA ESPAÑA ITALIA UE-15 DINAMARCA ESPAÑA ITALIA

INSUFICIENTE 59% 17% 60% 66% INSUFICIENTE 46% 13% 60% 59%

ADECUADA 23% 43% 22% 25% ADECUADA 28% 33% 23% 2.5%

EXCESIVA 8% 26% 5% 6% EXCESIVA 15% 29% 4% 6%

SALDO INSUFICIENTE-El(CESIVA SI% -9% 55% 60% SALDO INSUPICIENTE·EXCESIVA 31% -16% 56% 53%

ClWJR03 CtW>004

OPINIÓN DE LOS AGRICULTORES OPINIÓN DE LOS EUROPEOS SOBRE LOS BENEFICIARIOS DE LA PAC (*) SOBRE LOS BENEFICIARIOS DE LA PAC (*)

UE-15 DINAMARCA ESPAÑA ITALIA UE-15 DINAMARCA ESPAÑA llfALIA

AGRICULTORES -26 22 -12 -28 AG RICULTORES -4 24 -3

GQNSUMIQORES 14 48 25 CONSUMIDORES 11 13

MEDIO AMBIENTE 10 25 · I MEDIO AMBIENTE -1

AGROINDUSTRIA 24 33 30 19 AGROINOUSTRIA 22 19 20 26

l'I WS INDICES VAIJ OE ' 111/J ~ MUY BENEFICIADO, llASTA · ICl!P< MUY PERJlfDICADO I"/ LOS INDICES VAN DE t 111/J = MUY BENEFIC/ArJO, HASTA 100= MIJY PERJUDICADO

CIW>005

OPINIÓN DE LOS AGRICULTORES SOBRE EL GRADO DE CUMPLIMIENTO DE LOS SIGUIENTES OBJETIVOS:

UE-15 UE-15 ESPAÑA ESPAÑA DEBERÍA CUMPLE DE DEBERÍA CUMPLE DE CUMPLIR HECHO DIFERENCIA CUMPLIR HECHO DIFERENCIA

ASEGURAR LAS RENTAS DE LOS AGRICULTORES 87% 24% 63% 86% 20% 66%

FAVORECER LA VIDA EN EL CAMPO 9l% 35% 57% 93% 28% 65%

REDUCIR LAS 01FERENCIAS REG IONALES 84% 31 % 53% 90% 30$ 60%

PROTEGER EL MEDIO AMBIENTE 94% 57% 37% 95% 59% 36%

PROTEGER LAS PEQUEÑAS EXPLOTACIONES 91 % 24% 67% 91 % 22% 69%

SEGURIDAD ALIMENTARIA 97% 51 % 46~ 97% 53% 44%

WID006

OPINIÓN DE LOS EUROPEOS SOBRE EL GRADO DE CUMPLIMIENTO DE LOS SIGUIENTES OBJETIVOS:

UE-15 UE-15 ESPAÑA ESPAÑA DEBERÍA CUMPLE DE DEBERÍA CUMPLE DE CUMPLIR HECHO DIFERENCIA CUMPLIR HECHO

ASEGWRAR LAS RENTAS DELOS AGíilCULTORES 86% 29% 57% 92% 19%

~AVORECER LA VIDA EN EL CAMPO 90% 37% 53% 97% 32%

REDUCIR LAS DIFERENCIAS REGIONALES 82'to 36% 46% 89% 32%

PROTEGER EL MEDIO AMBIENTE 97% 50% 47~ 97% 45%

PROTEGER LAS PEQUEÑAS EXPLOTACIONES 92% 28% 64% 92% 20%

SEGURIDAD ALIMENTARIA 9W'io 52% 45% 97.% 48%

FUENTE FLASH EJJllOBAROMETiiE 65, 2í)lllJ

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Los europeos ante la PAC

En conjunto, los agricultores europeos se perciben a sí mismos como más bien perjudicados, por contraste con la percepción de la agroindustria, a la que ven más bien beneficiada

La respuesta varía sensiblemente de none a sur de Europa, pero en conjunto lo más desta­cable es que la opinión pública europea respal­da bastante bien la opinión de sus agricultores. Entre éstos , la cosa está clara: el 59% de los agri­cultores europeos consideran los fondos de la PAC insuficientes, frente a un 8% que los con­sidera excesivos (cuadro nº 1) . Los contribu­yentes tienden en general a considerar en mayor medida excesivos estos fondos : 46% versus 15%, pero su opinión se ajusta bastanre bien a la de aquellos. Esto está más claro cuando observa­mos las diferencias nacionales.

Dinamarca, paradigma de la agricultura del norte , lleva al extremo la tendencia a considerar e,"<cesivo el coste económico de la PAC: para em­pezar, son más los agricultores que lo conside­ran excesivo que los que lo consideran insufi­ciente: 26% frente a 1 7% (siendo una mayoría relativa del 43% los que lo consideran adecua­do) (véase cuadro nº 1). En justa coherencia, los connibuyemes daneses van aún más allá que sus agi.icultores: un 29% lo considera excesivo [ren­te a un 13% que lo considera insuficiente (un tercio lo considera adecuado) (cuadro nº 2). Am­bos casos arrojan saldos negativos (es decir di­ferencias entre quienes consideran insuficiente

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y quienes consideran excesivo a favor ele estos úlümos) ele -9% y de -16%, respectivamente.

Por el contrn1io, los agricultores italianos tien­den a juzgar masivamente las subvenciones ele la PAC como insuficientes ([rente a quienes las consideran excesivas), en proporción de once a uno (66% versus 6%). Esta opinión está muy res­paldada por los connibuyentes italianos en ge­neral, cuya proporción es ele diez a uno. En am­bos casos , los saldos son muy positivos: 60% y 53%, respectivamente.

El caso español se sitúa muy próximo del ita­liano: el saldo ele los agricultores españoles (55%) es ligeramente inferior al de los italianos (60%) , en tanto que el ele los españoles en ge­neral (56%) es algo mayor que el ele los italianos (53%). En cualquier caso, se confirn1a la idea ele una gran coherencia y respaldo entre los agri­cultores ele cada país y su opinión pública na­cional respectiva.

Los benefidarios de la PAC

¿Quiénes son los principales beneficiarios de la PAC? El Eurobarómetro ha preguntado por cuatro beneficiarios pmenciales: los propios agri­cultores , los consumidores, el medio ambiente y la agroinclustria. Para cada uno ele ellos, el Eurobarómetro proporciona unos índices que van de + 100, en el caso de que se perciban co­mo muy beneficiados, hasta -100, en el caso de que se perciban muy perjudicados. En con­junto, los agricultores europeos se perciben a sí mismos como más bien pe1judicados (- 26), por conrraste con la percepción de la agroinduso~ia, a la que ven más bien beneficiada e+ 2 4) ' por en­cima de los consumidores y el medio ambiente, a los que ven ligeramente beneficiados e+ 14 ) +6 , respectivamente) (cuadro nº 3).

lCómo son vistos , en cambio, los agriculto­res por los ciudadanos en general? . No tan per­judicados: en este caso, el índice es muy ligera­mente negativo (-4). En lo demás, ag1icultores y ciudadanos en general parecen estar sustan­cialmente de acuerdo: los indices relativos a con­sumidores, medio ambiente y agroinclustria son muy parecidos a los observados en el cuadro nº 3: 8 , O y 22 (cuadro nº 4). En suma, ag1iculto­res y ciudadanos en general están de acuerdo en que los agricultores no son los principales be­neficiarios de la PAC y que, en caso de haber be­nefi.ciarios , los consumidores y, sobre todo, la agroindustria, lo sedan mucho más que los pro­pios agi.iculrores.

Hay, como es habitual, diferencias nacionales significaüvas según nos desplacemos ele norte a

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Los europeos ame la PAC

A nivel de toda la Unión Europea, el objetivo que, a juicio de los ciudadanos, alcanza un mayor grado de cumplimiento es la seguridad alimentaria

sur, pero se refieren sobre tocio a la percepción ele los propios agricultores: mientras en Dina­marca los agricultores son vistos más bien como beneficiarios (tanto por ellos mismos como por el resto ele ciudadanos) e incluso como princi­pales beneficiarios (por el resto de los ciudada­nos), en Italia y España se ven a sí mismos como perjudicados (sobre todo en Italia), en tanto que el resto ele ciudadanos los ven en una situación neutra (ni beneficiarios ni pe1judicados).

El cumplimiento ele los objetivos ele la PAC

Particular interés tiene saber en qué medida la PAC consigue cumplir los siguientes objetivos: asegurar las rentas de Los ag1icu ltores; favore­cer la vida en el campo; reducir las diferencias regionales; proteger el medio ambiente; prote­ger Las pequeñas exploraciones; la seguridad ali­mentaria.

El grado de cumplimiento de estos objetivos depende, por lo pronto, ele la medida en que di­chos objetivos sean considerados legítimos por parre de Los entrevistados. En general, tocios ellos obtienen un alto nivel de legitimidad, que va, en el conjunto de los agricultores europeos, desde un mínimo del 84% que considera que reducir las diferencias regionales debe ser un objetivo ele la PAC hasta un máximo del 97% que opina lo

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mismo de la segu1idad alimen tatia (cuadro nº 5). En el caso ele los ciudadanos en general, el ni­vel mínimo se siu'.1a en el 82% (reducir las dife­rencias regionales) y el nivel máximo en el 97% (protección del medio ambiente y seguridad ali­mentaria). Pues bien, si consideramos grado de cumplimiento la diferencia entre quienes opinan que se trata de un objetivo legítimo y quienes opinan que se cumple de hecho , obtenemos el siguiente ranking de cumplimiento. En el caso ele los agricultores europeos en con.jumo, el ob­jetivo que más se cumple es la pro tección del medio ambiente: un 94% lo considera legítimo y un 57% lo considera cumplido, lo que arroja La diferencia más pequeña de todas: 37%. Este porcentaje indica la cantidad de entrevistados que, habiendo considerado legítimo un objeti­vo, Lo considera al mismo tiempo incumplido.

Por el con erario, el objetivo que presenta un mayor grado de incumplimiento es La protección de las pequeñas exploraciones: un 91 % lo consi­dera legítimo frente a un 24% que lo considera cumplido, lo que arroja una diferencia (es decir un grado de incumplimiento) del 67% (cuadro nº 5). En general , los agricultores españoles se ajustan bien a la pauta de los agricultores euro­peos que acabamos de describir (cuadro nº 5).

Si observamos las opiniones de los ciudada­nos en general, nuevamente nos encontramos un alto grado de paralelismo y coherencia con las de los agricultores: los niveles de legitimidad que conceden unos y ocres a los objetivos men­cionados son muy parecidos, corno lo son tam­bién el grado de cumplimiento atribuido a cada uno de ellos, con ligeras diferencias. A nivel de toda la Unión Europea, el objetivo que, a juicio de los ciudadanos, alcanza un mayor grado de cumplimiento es la seguridad alimentaria, que presenta la diferencia más pequeña e 45%) de la columna UE-15 (cuadro nº 6). Recuérdese que la diferencia más pequeña en el caso de los agri­cultores era la protección del medio ambiente (3 7%), que en el caso de los ciudadanos euro­peos alcanza el 47%, lo que quiere decir que estos son más críticos con el cumplimiento de objetivos medioambientales de la PAC que los agricultores . Por otro lacio, agricultores y ciu­dadanos coinciden en señalar la protección de las pequeñas ex-plotaciones como el principal in­cumplimiento de la PAC: 67% y 64%, respecti­vamente (cuadros nº 5 y 6).

Por último, los españoles tienden a ser más críticos sobre el cumplimiento de los objetivos de la PAC que los europeos y más incluso que los propios agricultores españoles: esto es claro en lo que se refiere a "asegurar las renras agra-

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Page 14: Anuario UPA 2002

Los europeos ame la PAC

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OPINIÓN DE LOS AGRICULTORES SOBRE LA EVOLUCIÓN DE OPINIÓN DE LOS EUROPEOS SOBRE LA EVOLUCIÓN DE LOS LOS CRITERIOS DE CONCESIÓN DE LAS AYUDAS CRITERIOS DE CONCESIÓN DE LAS AYUDAS

UE-15 DINAMARCA ESPAÑA ITALIA UE-15 DINAMARCA ESPAÑA ITALIA

POSITIVA 63% 48% 59% 70% POSITIVA 75% 47% 74% 70"

NEGATIVA 28% 42\ 29% 24% NEGATIVA 15% 33% 13% J7%

SALDO POSITIVA-NEGATIVA 35% 6% 30% 46% SALOO POSITJVA·NEGATJVA 60~ 14% 61% 53%

ClWJR09 CUADR010

OPINIÓN DE LOS AGRICULTORES SOBRE LOS EFECTOS DE LA AMPLIACIÓN DE LA UE PARA LA AGRICULTURA

OPINIÓN DE LOS EUROPEOS SOBRE LOS EFECTOS DE LA AMPLIACIÓN DE LA UE PARA LA AGRICULTURA

UE-15 DINAMARCA ESPAÑA ITALIA UE-15 DINAMARCA ESPAÑA ITALIA

POSITIVA 20% 22% 22% 24% POSITIVA 36'4 22t. 42'1b 4S%

NEGATIVA 64% 58% 49% 64% NEGATIVA 52% 46% 37% 40%

SALDO POSITIVA-NEGATIVA ·44% -36% -27% ·40% SALOO POSITIVA-NEGATIVA -16% -24% 5% 5%

FUENTE FLASll EURDBARDMET/1E 85. 2000

Los españoles tienden a ser más críticos sobre el cumplimiento de los objetivos de la PAC que los europeos y más incluso que los propios agricultores españoles

rías" y en "proreger las peque11as exploraciones", donde el nivel de incumplimiemo logra aulémi­cos records : 73% y 72%, respec¡ivamcnre.

Los criterios de distribución de las ayudas de la PAC

Un cuano rema de imerés se refiere a los cri­rerios de disnibución de las ayudas de la PAC. En general, se puede observar una evolución des­de la subvención a las producciones hacia la sub­vención a la residencia en el medio 1ural. El Euro­barómerro ha pregunrado ranto a los agriculro­res como a los comribuyenres sobre esta evolución en los crirerios, con los resulrados que se observan en los cuadros nº 7 y 8. En general , el balance es favorable a esta evolución rall[o en­rre los agricultores como, y sobre roclo, entre los conttibuyen tes. El saldo (emcncliclo como la di­ferencia entre opiniones a [avor y en comra) es positivo en ambos casos, si bien es especialmeme posilivo en el segundo (35% en el caso de los agriculrores y 60% en el de los contribuyentes).

Ahora bien , no en lodos los países es ran po­sitivo, habiendo diferencias si.gnificalivas entre norre y sur: en el caso de Dinamarca, los sal­dos, aunque posirivos, son muy reducidos (6% el de los agriculrores y 14% el de los connibu­yernes), lo que indica una fuene resisrencia a es­ra evolución de la PAC. Por el cono·ario, en lla­lia y Espaúa los saldos esrán próximos a la me­clia europea.

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La ampliación de la UE

Para lerminar, voy a presenrar los resultados del Eurobarómetro en relación con uno ele los remas más Coll[roverticlos ele la agencia europea: la am­pliación ele la UE. El Eurobarómerro ha pregun­tado concrerameme por los eventuales efectos ele dicha ampliación sobre la agricultura ele los Quin­ce. Hay que tener en cuenta, no obstante, que el conocimiento ele csle asumo emre la opinión pú­blica es loclavía limirado. incluso los propios agii­cukores no se siel1len suficientememe informados al respecto, lo que hace que a esra pregunta solo respondan el 70% ele ellos (88% en Dinamarca, 76% en lralia y 72% en España) . En cuamo a los ciudadanos en general, solo responde el 51 % (7 4% en Dinamarca, 45% en lralia y 39% en España) .

Con esras premisas, hay dos cosas que desra­car. Por un lacio, el impacto ele la ampliación al Es¡e se considera negativo para la ag1iculrura ele los Quince. Por otro, es el único asunto ele los que hemos visro has¡a aquí en que se observa un divorcio considerable entre los agriculrores y las opiniones públicas nacionales respectivas. En conjunto, el saldo ele esra pregunta (entendido como diferencia en¡re quienes esperan un im­pacto positivo y negativo) es ligeramel1le nega­tivo para los ciudadanos en general (un - 16%) , pero lo es claramenre negativo para los agricul­rores (un -44%). En el caso ele Dinamarca, es ras diferencias se reducen consiclerablememe (un - 24% y un - 36%, respecrivameme), pero en los

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Los europeos ante la PAC

En general, las opiniones públicas nacionales tienden a respaldar las opiniones de sus agricultores respectivos

ele Espalia y, sobre roela, Italia las diferencias se hacen espectaculares, hasta el punto de que lo que los ciudadanos consideran más bien positi­vo (saldos de +5 en ambos casos) , los agricul­tores lo ven como claramente negativo (un -2 7% en el caso de Es palia y un -40% en el ele l talia).

Conclusiones

Si hubiera que resumir las opiniones de los agricultores y ele los ciudadanos europeos en los temas que acabamos de referir, cabría decir:

l. En general , las opiniones públicas na­cionales tienden a respaldar las opiniones ele sus agri cultores respectivos.

2. En general , agricultores y connibuyentes tienden a considerar l.os fondos ele la PAC como insuficientes , si bien con diferencias signi fi cativas entre el norte ele Europa (donde emergen secto­res de opinión que consideran dichos fondos ex­cesivos) y el sur, donde la gi·an rnayoria tanto de los agriculrores como de los cono"ibuyentes con­sideran los presupuestos ele la PAC insuficientes.

3. Agricultores y ciudadanos en general están de acuerdo en que los agricultores no son los

JUMILLA

CALAS PARRA PIMENTON DE MURCIA 1t11111...-1Rmli•

principales beneficiarios de la PAC y que, en ca­so de haber beneficiarios, los consumidores y, sobre todo , la agroü1dustria lo serían mucho más que los propios agricultores .

4. Entre los objetivos de la PAC, a juicio de agricu ltores y ciudadanos, los que presentan un mayor grado el e cumplimiento son la seguridad alimentaria y la protección del medio ambien­te , en tamo que los de mayor incumplimiento son la garantía de las rentas agraiias y la protec­ción ele las pequelias explotaciones.

S. En general, agricultores y ciudadanos coin­ciden en valorar positivamente la evolución en los c1iterios de subvención ele la PAC desde la subvención a la producción hasta la subvención a la residencia en el hábitat rural.

6. Por último, ag1icultores y ciudadanos ex­presan una visión pesimista sobre los efectos de la ampliación de la UE al Este sobre la agii­cultura , si bien son los agricultores quienes se muestran más pesimistas. No obstante, los ciu­dadanos ele países del sur como Espafia e Italia no comparten este optimismo, si bien se trata de opiniones expresadas desde un alto nivel ele de­sinformación.

Page 16: Anuario UPA 2002

La agricultura fallliliar: una visión desde Cataluña

JOSEP

i SERIS

Conseller de Agriar1tLtra,

a nadería y Pesca.

Generalitat ele Catalufia

Tradicionalmente se ha considerado que las exploraciones familiares constiruyen el nú­cleo esencial ele la acrivi.dad agraria en Ca­

taluiia. Ello es así, en buena medida, por razones esnictarnente aiitméticas: son las más numerosas. Pero , además, se encuenuan distribuidas por to­do el teITitrnio, con lo cual [orman un tejido que, en un país corno Cataluña, pennite constatar con absoluta precisión la integración de las funciones productivas y medioambientales que mies explo­raciones descmpe1ian.

La ins titución del "hereu" (el heredero que, en el momento ele la sucesión por causa ele muer­te asume ímegramente el patrimonio íamiliar) ha sido [undamental para evitar la aparición del mi­nifundismo en Cataluña. Han sido los "hereus" los que, durante siglos, han sostenido la economía agrmia de nuestro país.

La defensa de la agricu ln.1ra [arniliar consüru­ye uno de los puntales básicos de la acción del go­bierno ele la Generalirat de Cataluña en materia agraria, puesto que el ejecutivo catalán entiende que debe garantizarse el apoyo instirucional a un modo de ejercer la accividad agraria que crea ri­queza, modela el paisaje, preserva valores culru-

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rales y contribuye ele modo decisivo a la ocupa­ción y gestión del medio rural.

El punto de partida

Para empezar, hay que tener en cuenta el re­pertrnio ele íactores que en estos momentos con­dicionan la evolución a cono y medio plazo de las explotaciones familiares.

En primer lugar, hay que hacer constar que el sector agrario en Cataluña se halla sujeto , desde hace tiempo, a una serie de mutaciones que han producido una profunda reconversión tanto en su vocación producriva como en la 01ientación eco­nómica y las fórmulas ele gestión de nuestras e.'\.­p lotaciones.

En segundo lugm; la pertenencia a la Unión Eu­ropea constituye un dato esencial que pennile ex­plicar, en buena medida, las transformaciones qu se han ido produciendo, tanto en lo que se refie­re al volumen ele ayudas percibidas como en rela­ción con las nuevas regulaciones que ha sido pre­ciso aplicar, y que han ejercido un papel decisivo en la configuración de la actividad agraria, tal y co­mo la entendemos hoy en día.

Por último, hay que s ituar, en este breve repa­so, el hecho ele que la agricultura tiene unas rela­ciones cada vez 1mís csn-echas con el conjunto de la economía. En Cataluña, esta imegración se ha­ce norar con especial fuerza, debido al hecho de contar con una poderosa industria agroali menta­ria, que e.\:ige el suministro continuado de mate­rias pti mas.

me qué modo ha afectado todo esto a la agri.­cul[Ura familiar? Es evideme que las estrucruras de las eqJlotaciones familiares, que durante muchos años han sostenido la producción agrmia e.n Ca­taluña y en Europa, han debido hacer un impor­tante esfuerzo de adaptación a las nuevas circuns­rancias. Al incrementarse la competencia [oránea, y a medida que han ido desapareciendo los meca­nismos de protección frente al exteiior, ha siclo ne­cesa1io revisar a [onclo las propias esm1cturas y bus­car fórmulas que pe1111i.tan la continuidad de la em­presa familiar. Este proceso, cuya fecha de inicio puede situarse convencionalmente alrededor de 1986, coincidiendo con el ingreso español en las Comunidades Europeas , aún no ha finalizado.

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La agiiculrura familiar: una visión desde Cataluña

Las explotaciones familiares deben ser competitivas para poder sobrevivir con éxito en el contexto de un mercado progresivamente más abierto

Aun cuando pueda existir un denominador co­mún en buena parre de los problemas que afectan a este tipo de exploraciones, la diversidad que las caracte1iza exige que se elaboren y apliquen polí­ticas cualitat:iva y cuant:itativamente diferenciadas. No evoluciona del mismo modo una explotación emplazada en una área ele regadío que otra que es­té situada en una zona ele montaña o en una zo­na desfavorecida.

Thes objetivos, tres retos

El primer gran objetivo es el de la competitivi­dad. Las explotaciones familiares deben ser com­petitivas para poder sobrevivir con éxito en el con­texto ele un mercado progresivamente más abier­to. A lo largo de los últimos tiempos ha quedado suficientemente demostrado que la referencia in­mediata del productor ya no es el mercado local; ni tan siquiera lo es el mercado europeo. El pro­gresivo desmantelamiento de los dispositivos de protección arancelaiia ha alterado sustancialmen­te este estado ele cosas, hasta el punto ele tener, como consecuencia directa, que la producción de­be considerar la situación del mercado mundial.

Namralmente, por razones de dimensión física y económica, resulta impensable que una eJo.."Plo­tación familiar planifique su orientación a tan gran escala, pero no lo es si tiene en cuenta que su po­tencial puede multiplicarse a través del recurso a las fórmulas asociativas.

Competitividad, en el contexto de una explo­tación familiar, significa, esencialmen re, moderni­zación. Este es un concepto que debe entender­se en sentido amplio , puesto que no sólo se re-

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fiere a la necesidad de dorarse de medios de pro­ducción más eficaces, sino también ele adoptar téc­nicas de gestión adecuadas a los reque1imienros del momento.

La administración agraria catalana tiene espe­cial cuidado en promover todas aquellas iniciati­vas que redunden en beneficio de la mayor com­petitividad.

En segundo lugar, la calidad. Los escándalos ali­mentarios que han surgido en distinros países ("vacas locas'', dioxinas ... ) han suscitado una re­acción ele los consmnidores, que c-'<igen legítima­mente que los productos que adquieren reúnan las máximas garantías higiénicas y sanitaiias, así como poder conocer su "trazabilidad", es decir, la verificación íntegra del proceso a que son some­tidos los alimentos desde que salen ele la explo­ración hasta que llegan al mostrador de la tienda, empieza precisamente en la granja , en el campo o en la piscifact:mía.

Calidad, pues. Pero no tan sólo en lo que se re­fiere a la salubridad de los alimentos, sino también en cuanto a la posibilidad de ofrecer una amplia gama de productos tradicionales que suelen ser desconocidos ele los consumidores urbanos. Las explotaciones familiares deben eA-plorar a fondo esta vía, que en muchos casos ya ha demostrado que cuenta con un considerable potencial.

Además, al hablar de calidad, no podemos ol­vidar la eAistencia ele instrumentos ele cerrificación y control que, con el aval el.e las administraciones, penniten presentar a los consumidores sellos de garantía que emanan de las denominaciones de origen, las indicaciones geográficas, protegidas, las marcas "Q", ere.

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La agricultura familiar : una visión desde Cataluña

La Ley catalana de Orientación Agraria contempla la necesaria inclusión de las empresas familiares agrarias en el Programa de Desarrollo Rural

Como consecuencia ele la reciente crisis de las vacas \.ocas, el conjurno del sector bovino catalán ha creado con el apoyo de la Generalitat de Cata­luña "PROVEDELLA. Centro de Promoción de la Carne de Ternera de Cataluña", cuyo objetivo es producir una carne de calidad cercificada.

En tercer lugar, un cambio de mentalidad para que los titulares de las explotaciones familiares asuman sin complejos el hecho incontestable de que son empresarios. Esta condición implica que se hacen cargo de tiesgos, con la finalidad de con­seguir beneficios, y supone, entre muchas otras cosas, innovar, utilizar la tecnología y estar al co­rriente de las demandas del mercado.

Esta último extremo es especialrneme impor­tante. La administración puede apoyar la adapta­ción mediarne planes estratégicos o promoviendo la reconversión de estructuras, pero es indudable que la mayor parte del esfuerzo debe recaer sobre el empresaii.o que, en ejercicio de su capaciclacl ele decisión, debe ori.enrar el rumbo de su empresa de acuerdo con los estímulos del mercado.

El libro Blanco y la Ley Catalana de Orientación Agraria

A mediados del ai'lo 2000, el Departament d'A­gticultura, Ramadetia i Pesca de la Generalitat ele Cataluña tomó la iniciativa de pl.antear la elabo­ración de un Libro Blanco del sector agrario.

Con la experiencia acumulada después de ca­si quince años de pertenencia a la Unión Europea,

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y en un conte.."\:tO de rápida evolución de los acon­tecimientos, parecía opormno convocar una am­plia reflexión sobre el estado del sector agrario en nuestro país. Para hacerlo, reclamamos la colabo­ración de las organizaciones profesionales agraiias, la Federació de Cooperatives Agraries de Catalu­ña (FCAC), el mundo académico (universidades y centros de investigación), las asociaciones em­presatiales, los colegios profesionales y la admi­nistración local. Asimismo, se dio la opormnidad ele manifestarse llibremenre a tocio aquel que qui­so expresar sus puntos ele vista, ya fuera a través ele una encuesta elaborada a es te efecto, o bien mediante la participación en las 24 reuniones que se celebraron por toda Cataluña, que cub1ieron el conjunto del terri.t01io y a las cuales asistieron más de 1.500 personas. Entre todos, abrimos un de­bate que dio como resultado un conjunto de re­comendaciones que han sido incorporadas a las Líneas básicas de la política agrati.a catalana.

Enn·e éslas son destacables, en cuanto a la ma­te ria que nos ocupa, la necesidad ele promover la consolidación de la figura del empresario agrario y la conveniencia de fomentar la empresa familiar agraiia.

Pero ello no bastaba. Y así se hizo mediante la presentación, al Parlamento ele Cataluña, de un proyecto de Ley de Otientación Agraria, en cuyo texto se imegraban todos los conceptos esencia­les que fueron objeto de aportaciones durante el proceso de elaboración del Libro Blanco. El pro­yecto fue aprobado por unanimidad de todos los giupos políticos de la cámara, convirtiéndose en la Ley 18/2001 , de 31 de diciembre , de Otienta­ción Agraria.

Esta disposición que, entre otros elementos destacados, incluye una decidida apuesta a favor ele los explotadores directos de las fincas , tiene ca­rácter programático, de tal modo que señala los elementos básicos que deben configurar la políti­ca agraria en Catalul'ia. Así, la elaboración de ésta debe tener siempre en cuenta el contenido ele la ley, que habrá ele ser desarrollada en los progi·a­mas ele actuación correspondientes.

La ley contempla, por ejemplo, la necesaria inclusión ele las empresas famiJiares agratias en el Programa de Desarrollo Rural (PDR),junto a me­didas de clara naturaleza económica, como pue­den ser el fomemo ele la incorporación de jóvenes agricultores o el apoyo a los planes de mejora de las exploraciones.

Los gi·andes proyectos de regadío, que en los próximos años permitirán multiplicar la superficie irrigada en Catalmia, y que tienen como obra más emblemática el canal Segarra-Gartigues, no pier­den ele vista el hecho ele que serán precisamente

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Page 20: Anuario UPA 2002

La agricultura familiar: una visión desde Cataluña

Para muchos, las primas no han ejercido un impacto favorable en términos de reestructuración y de refuerzo de la viabilidad económica de las explotaciones agrarias

las empresas agrarias familiares las mayores bene­ficiarias de su ejecución.

Ante una nueva PAC

Huelga dec ir que el sentido de la prevista re­fmma de la PAC es también sustancial para las em­presas familiares agrarias. Hasta fechas recientes, el grueso del apoyo público a la actividad agraria se venía ejecutando a través de las primas a la pro­ducción que emanan de la reforma de la PAC de 1992. Este sistema ha tenido sus ventajas , en la medida en que ha permitido sostener las rentas, pero su viabilidad futura ha sido puesta en cues­tión desde el interior y el exterior ele la Unión Eu­ropea. Además, para muchos 1as primas no han ejercido un impacto favorable en ténninos de re­estructuración y de refuerzo de la viabilidad eco­nómica de las explotaciones agrarias.

Por ello, son cada vez más las voces que se le­vantan a favor de una nueva política agraria que refuerce la vertiente estructural en detrimento del sostenimiento ele precios y mercados. Dicho ele otro modo: se apuesta por desünar a la mo­dernización buena parte ele los recursos que has­ta ahora consumen las primas.

Sin embargo, por razones obvias no existe una propuesta un itatia para la reforma ele la PAC. Ale­mania propone una reforma que disminuya el cos­te común, que racionalice las ayudas, que desco­necte todas las ayudas de la producción y que no beneficia a las producciones mediterráneas ni tie­ne en cuenta las funciones vitales ele la agricultu­ra contra la erosión, para el mantenimiento del en­torno natural y para el arraigamiento de la pobla­ción. Algunos países del norte ele Europa, como Suecia o Dinamarca, proponen eliminar total­mente las primas en un plazo de 10 o 15 años, y Francia, como primer beneficiario de las ayudas europeas, exige su mantenimiento.

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Nosotros consideramos que la PAC debe man­tener las primas pero adaptándolas a la mu1tifun­cionalidad real que desarrolla la agricultura y que aquélla supere, de una vez por todas, la contra­dicción inexplicable que desde hace muchos años se produce: los agricultores de los ricos países del norte de Europa reciben más ayudas que los de los países mediterráneos.

Desde la Generalitat de Cataluña defendemos también un refuerzo de las ayudas estructurales, denominado segundo pilar de la PAC, que ahora tan sólo representa el 15% del volumen total de ayudas. La modulación de las ayudas, a nivel esta­tal, constituüía una buena fuente complementa­ria para fortalecer las ayudas es tructurales. Todas estas actuaciones, junto a otras como el manteni­miento de medidas de estabilización, serían muy positivas también para las explotaciones agrarias familiares catalanas.

El asociacionismo como palanca de la competitividad

La agrupación de empresas agrarias familiares es una iniciativa recomendable porque posibilita que afloren economías de escala y ele situación. Por ello, entre 1989 y 1999, el número de socie­dades que gestionan explotaciones agrarias en Ca­taluña se incrementó en un 32%. Por su parte, las cooperativas de producción, durante el mismo período, pasaron de 60 a 146.

Por esta razón , la administración catalana está impulsando un nuevo plan dirigido a estas enti­dades, con el fin de promover su concemración y modernización. Es necesa1io que, habiendo ejer­cido tradicionalmente un papel relevante en lo que se refiere a la dinamización del sector, las coope­rativas se sitúen en la mejor posición posible pa­ra encarar con garantías un futuro que ya ha em­pezado a manifestarse.

La estrategia de asociación es importante y pue­de llegar a resultar decisiva. Existen ya hoy mu­chas expe1iencias reveladoras en los ámbitos de la reducción de costos, la mejora de la calidad y ele la productividad y el incremento de la oferta que no son sino el resultado de procesos de puesta en común de las distintas potencialidades.

Nuevos retos, nuevas oportunidades

En alguna ocasión se ha caído en la tentación de considerar que el mercado de proximidad era un mercado cautivo, y que la penetración de los productos foráneos tenía un alcance limitado. Na­da más lejos de la realidad. Hoy en día, la tecno-

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La agricultura familiar: una visión desde Caraluña

La agricultura familiar integra valores de raíz no exclusivamente económica, sino también de orden social, ambiental y cultural. Por ello, los poderes públicos deben adoptarlas medidas necesarias con la finalidad de contribuir a su continuidad

logía pennite colocar con celeridad los alimentos perecederos en cualquier mercado, aunque éste se encuentre situado a miles ele kilómetros. Los productos agra1ios deben considerar que su mer­cado es el mundo, y obrar en consecuencia.

Algunos han que1ido ver en la globalización, puesto que a ella nos referimos, un peligro inmi­nente de extinción del modelo agrario que repre­sentan las pequefias y medianas empresas familia­res. En realidad , más que un peligro en sí misma, la globalización constituye un reto; probablemen­te el mayor y más importante al que nunca ha de­bido enfrentarse este tipo de empresas.

Para hacerle frente con éxito es necesario do­rarse ele los medios adecuados , a los cuales nos hemos referido a lo largo de este anículo. Calidad, espíritu emprendedor y vocación de continuidad son, a no dudarlo , tres ingredientes importantes ele la receta del 6.ito.

Sin embargo, ello no es suficiente. Se requiere , además, afán de innovación, que sólo puede ad­quirirse mediante la inversión y la fom1ación ade­cuada. La Comisión Europea se ha refe1iclo a ello en múltiples ocasiones: la fonnación del agiicultor es esencial para conseguir progresos significativos en la competitividad. A este espíritu responden ini­ciativas como las que estamos desplegando en Ca­taluña, donde, aparte de potenciar la actual oferta formativa, que se concreta en catorce escuelas ele capacitación agraria y en múltiples actividades ele formación continua, se ha puesto en marcha un ambicioso programa ele transferencia tecnológica, que culminará con la constitución de una comu­nidad informática virtual para todos los agriculto­res y ganaderos. A través ele las posibilidades que ofrece Internet, se pretende la infom1ación que aquéllos reciben y darles la opción de ampliar y me­jorar sus conocimientos desde la propia e,xplota­ción agraria.

Conclusiones

Pese a rodas las vicisitudes a que se han visto sometidas, las empresas familiares agrarias siguen fonnando pane del núcleo duro de nuestra agri­cultura. Su continuidad exige un esfuerzo con­junto de administraciones y sector, puesto que, a cono plazo, deben enfrentarse a una serie de re­tos de gran envergadura.

Una de las posibles claves de esta continuidad reside en la interpretación de estos retos como oportunidades que deben ser aprovechadas para introducir nuevas e.'\rperiencias, nuevas técnicas, nuevas fonnas de pensar. El apoyo público cam­biará de fonna y modificará su orientación, aun­que no dejará ele existir.

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La agiicultura familiar integra valores ele raíz no exclusivamerne económica, sino también de or­den social, ambiental y cultural. Por ello , los po­deres públicos deben adoptar las medidas nece­sarias con la finalidad de contribuir a su conti­nuidad. La presencia de actividad agraria sobre el territorio supone la mejor de las garantías en or­den a su conservación y equilib1io socioeconómi­co del país.

Así pues, no son solamente las consideraciones estrictamente económicas las que deben prevale­cer en el momento ele analizar la situación y las perspectivas de futuro de las empresas familiares agrarias. Sin renunciar a la función esencial de cre­ar riqueza , que debe ir asociada a toda actividad productiva, se impone una visión de conjunto que considere en su integridad la diversidad de fun­ciones que confluyen en este tipo de ex.-plotacio­nes . Este punto de vista ha sido aceptado por la Comisión y el Consejo ele la Unión Europea.

En este contexto, la fonnación se erige en re­ferencia cemral. Una buena formación ha de con­nibuír decisivamente al aprovechamiento de las po­sibilidades de desarrollo. Y es imprescindible que el contenido y la mientación de las actividades for­mativas respondan a las exigencias del mercado.

En Cataluña creemos que hay que reconocer y apreciar el importante papel de las empresas fa­miliares agra1ias. La política que en este sentido se vi.ene ejecutando lleva el sello inequívoco de ral reconocimiento.

Page 22: Anuario UPA 2002

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Page 23: Anuario UPA 2002

Agricultores y no agricultort:~s. Un partenariado necesario ¡>ara el Inundo rural

EDUARDO MOYANO ESTRADA

1ESA-CSIC Có1-doba

U na mirada ate.nra a la sociedad rural espa­ñola nos permitiria consrnrnr su diversidad en términos de producciones agrarias, de

paisaje, de expresiones culrurales y anesana1es. Es una diversidad marcada por la fuene heteroge­neidad geográfica de nuestro territorio, condicio­nando las formas de colonización y asentamiento que se han sucedido a lo largo de la historia.

Otro üpo de mirada, más imrospecriva y refe­rida a espacios rurales concretos, nos refleja la di­versidad de los grupos y acüvidacles que conflu­yen en la sociedad rural de hoy. Basrn con obser­var las zonas rurales ele Andalucía o Extremadura, visitar las comarcas rurales ele la Comunidad Va­lenciana o Carnluüa, o pasear por las villas caste­llanas o riojanas, para comprobar, Ereme a su aban­dono secular, el crecieme dinamismo de sus pue­blos y la explosión de pluralidad que ha irrumpido en ellos en las últimas dos décadas. Son comuni­dades rurales donde coexisten grupos diversos, con diferemes formas de percibi.r el actual proce­so de cambio y con respuestas también diferentes para aprovechar las oportunidades que dicho pro­ceso les ofrece.

Si bien esa diversidad puede verse como un ele­mento positivo, una mirada más atenta nos de­vuelve la imagen ele un mundo rural en el que no se produce una adecuada cooperación entre los grupos que en él confluyen. Da la impresión ele que cada grupo persigue intereses particulares sin que se haya producido una convergencia en rre ellos en aras ele definir un interés general para el conjunto del mundo rural. Cada grupo tiene una imagen es­tereocipacla del orro, que le despierta desconfian­za y recelos mu tu os e impide afrontar proyectos co­lectivos ele desarrollo. Por ejemplo, los agricultores aparecen, para el resto de la población rural, como un grupo encerrado en sí mismo, reacio al cam­bio y preocupado por defender sus intereses cor­porativos, unos intereses que pasan por seguir ex­plotando sin límites y con fines productivos los re­cursos namrales y por mantener sin cambios el sistema de ayudas ele la PAC, aprovechándose además de la segmentación del mercado laboral provocado por la llegada masiva de inmigrantes. A ello contribuye la actitud de muchos agricultores, que apenas introducen cambios innovadores en

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sus explotaciones, que se limitan a una estrategia de recolección de las ayudas públicas y que apenas se interesan por los programas ele desarrollo rural Leader y Proder, movilizándose sólo cuando esas ayudas se ponen en peligro o cuando ven a sus puertas la amenaza ele productos competidores procedemes de otros países. Contribuyen también a esa imagen estereotipada de los agricultores los que se hacen cómplices, jumo a algunos grupos de asalariados, de los fraudes en la contratación la­boral, los que se aprovechan de las situaciones de marginalidad en las que muchos inmigrantes se en­cuentran, y los que se resisten a la firma de con­venios colectivos que incorporen incrememos sa­lariales y mejoras en las condiciones de vicia de los trabajadores que contratan.

Por su parte, los agricultores mancienen una es­pecie de relación de amor-odio con el resto ele la población: la necesitan para venderles los pro­ductos que obrienen en sus ex-plotaciones o para comprarles los insumos que requieren, pero rece­lan ele ella por comportarse según una lógica del beneficio diferente de la que ha impregnado tra­dicionalmente sus hábitos de conducta. Ese es el caso de la relación que mantienen con los i.mer­mediarios o con las industrias agroalimentarias. En lo que respecta a su relación con los asalaria­dos agricolas , suele ser frecuente la imagen perci­bida por los agricultores ele que éstos forman un

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Agricultores y no agiicultores. Un partenariado necesario para el mundo rural

CtWJ001

PERFIL TIPO DE AGRICULTOR

FUENTE PRINCIPAL DE RENTA

(Por orden de importancia)

PERCEPCIÓN DEL CAMBIO

ACTITUD ANTE EL CAMBIO

Fuente. Elaborac1án propia

colectivo escasamente motivado para realizar efi­cientemente su trabajo y siempre preparado para el fraude y la ilegalidad.

En lo que se refiere a los grupos de constitu­ción más reciente (nuevos profesionales, funcio­narios de las políticas de educación, sanidad o ser­vicios sociales, grupos ecologistas, agentes de de­sanollo rural , .. . ), los agricultores los perciben como una especie de intrusos, de advenedizos, que, al convenirse en mayoría en muchas zonas rurales , se arrogan el derecho de opinar sobre el destino de sus pueblos y que, cuando viene el caso , deciden sobre el aprovechamiemo de los re­cursos naturales cambiando los usos tradicionales del tenitorio (por lo general, usos agrarios) por otros más en sintonía con el discurso del desa­rrollo sostenible y la protección del medio am­biente, discurso éste que muchos agiicultores per-

ciben como una moda de la que desconfían por verla cargada de amenaza para su posición y sta­tus en el seno de la localidad donde residen.

A esta imagen estereotipada connibuye la ac­titud de algunos grupos que se han instalado en los pueblos rurales con una posición arrogante y de superioridad como si ellos fueran portadores de una modernidad que deben imponer sustitu­yendo el supuesto arcaísmo y el corporativismo rancio de los agricultores . También contribuyen a ello algunos actores de las políticas de desarro­llo rural, que definen sus estrategias de tal modo que en ellas la agricultura aparece como una acti­vidad marginal o desnaturalizada de sus funciones tradicionales. De esa actitud se hacen a veces cóm­plices los grupos ecologistas que, ignorando la im­portancia de la agricultura para la protección del medio ambiente y la preservación del paisaje, tra­tan a los agricultores como si fueran los mayores contaminantes, provocando en éstos una reacción defensiva y una actitud contraria a las nuevas ide­as del desarrollo sostenible.

En definitiva, se observa un mundo rural rico y diverso, pero que no es capaz de aprovechar sus po tencialidades y sinergias en proyectos inclu­yentes de desanollo. En este artículo trataremos de abordar este tema, reflexionando sobre las li­mitaciones y posibilidades para una mejor coope­ración eno·e los grupos que conviven en un mis­mo territorio, aunque no compartan todavía un sistema de valores común. Para ello, presentaré, en primer lugar, de manera resumida (dado que

RESPUESTAS DE LOS AGRICULTORES EN EL NIVEL INDIVIDUAL

PASIVA

ntulares de pequeñas explotaciones no competitivas

Pensiones, subsidios Ingresos de la actividad agraria Rentas familiares no agrarias

Ayudas PAC.

Positiva El cambio como conjunto de oportunidades creadas por el

Estado del bienestar

Estatalista Asistencialista

Multifuncionalidad

CONSERVADORA

Titulares de medianas y grandes explotaciones extensivas

Ayudas PAC Ingresos de la actividad agraria

Ingresos de actividades no agrarias.

Negativa El carnbto corno amenaza a derechos

adquiridos y pérdida de status e influencia en la sociedad rural

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Defensiva Tradicional

Repliegue corporativista

INNOVADORA

Perfiles diversos: titulares de pequeñas, medianas y grandes explotaciones

Positiva El cambio como oportunidad para emprender proyectos innovadores (agricultura integrada, ecológica .... )

Activa Emprendedora

Apertura a otros grupos sociales

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Agiiculwres y no agticulwres. Un partenariado necesario para el mundo rural

Aunque la presencia de asalariados es muy desigual en las distintas zonas rurales española, es evidente que constituye un componente esencial en muchas de ellas

este tema lo traté en el Informe del año 2000) la hace unas décadas eran considerados inviables o percepción del cambio por pane de los agriculto­res y sus respuestas en el nivel individual. anali­zaré el colectivo de los asalariados agricolas , muy presente en algunas zonas rurales españolas y so­metido a profundos cambios en su composición y expectativas. En tercer lugar, me cenrraré en la población rural no agraria y analizaré el modo co­mo perciben el acrual proceso de cambio sus dis­tintos grupos componentes, mostrando las res­puestas que pueden observarse. Finalmente, apor­taré algunas ideas sobre las posibilidades de intensificar la relación entre agricultores y no agri­cultores en el marco de un panenariado cada vez más necesario para garantizar el futuro de nues­tros campos y territorios rurales.

Los agricultores, ante el cambio

En el Informe Socioeconómico de la Agricultu­ra Española de 1999 presentaba los distintos tipos de respuesta de los agricultores al actual proceso de cambio que experimenta la agricultura espa­ñola, y lo hacía distinguiendo entre el nivel indivi­dual y el nivel colectivo (sindicatos y cooperativas). La principal conclusión de aquel artículo era la constatación de la diversidad de respuestas que pueden observarse en la población agraria espa­ñola, debido a la complejidad creciente de su es­nuctura social y al hecho de que los nuevos plan­teamiemos sobre la multifuncionalidad incorporan la pluralidad como un elemento positivo para el fu­turo ele la agricultura. Modelos de agricultura que,

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destinados a desaparecer por su escasa o nula com­petitividad, y eran excluidos de las políticas agra­rias entonces dominantes (centradas sobre todo en un modelo de explotación moderna y viable) , son ahora reconocidos por su contribución al dina­mismo del mundo rural y al desarrollo sostenible. Ello conviene ahora al sector agrario en un sector plural y diverso , y plantea a la política agraria el reto de definir instrumentos de actuación que apro­vechen esa diversidad integrándola y no segregan­do a algunos grnpos en procesos perversos de dua­lización que suelen ser puerta de enrrada para su exclusión social.

En el cuadro nº 1 pueden verse en forma de tipos ideales las distintas respuestas de los agri­cultores ame el actual proceso de cambio: pasi­va, conservadora e innovadora. Unos tipos que se denominan ideales porque en la práctica no se en­cuentran en estado puro, sino combinados entre sí. Por ejemplo, lo normal es encontrar agriculto­res que en sus comportamientos combinen las tres estrategias en distintas proporciones.

La primera respuesta es la pasiva, protagoni­zada por los pequeños agricultores que buscan un equilibrio entre remas, ayudas públicas y subsi­dios y que ven el cambio en términos positivos co­mo un conjunt:o de oportunidades creadas por el Estado de bienestar, adoptando ame el mismo ac­titudes estarnlistas y asistencialistas. El segundo ti­po de respuesta es la conservadora, protagoniza­da por los que centran sus estrategias en la reco­lección ele las ayudas ele la PAC Oos cazaprimas) y perciben el cambio en términos negativos, como una amenaza a sus actuales posiciones de privile­gio, por lo que adoptan actitudes conservadoras (no asumen riesgos), defensivas y ele repliegue cor­porativista. Por último, la respuesta innovadora, en la que el protagonismo corresponde a los agri­cultores que introducen cambios en la gestión y orientación productiva de sus exploraciones, afron­tan proyectos de riesgo y muestran una apertura al mundo rural buscando nuevos panenaires y aprovechando las oponunidades que ofrecen la política de desarrollo rural y los programas agro­ambiemales.

Los asalariados agrícolas, entre la reconversión y la asimilación laboral

Aunque la presencia de asalariados es muy de­sigual en las distimas zonas rurales española , es evicleme que constituye un componente esencial en muchas de ellas (no sólo en Andalucía y Ex­tremadura, sino también en comarcas de Caralu-

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Agricultores y no agricultores. Un panenariado necesario para el mundo rural

CUADR02

PERFIL SOCIAL

PERCEPCIÓN DEL CAMBIO

ACTITUD ANTE EL CAMBIO

Fuente: Elaboración propia

Tradicionalmente, el colectivo de asalariados agrícolas se ha caracterizado por mostrar una fuerte cohesión interna en torno a la reivindicación de la tierra y la reforma agraria, cohesión que hoy ya no existe

RESPUESTAS DE LOS ASALARIADOS AGRÍCOLAS

ASIMILACIÓN ASISTENCIALISMO MOVILIDAD LABORAL

Trabajadores agrícolas fijos o fijos discontinuos.

Trabajadores eventuales de edad avanzada. emporeros que siguen el Itinerario

estacional de las labores agrícolas Inmigrantes Jóvenes y mujeres rurales en

búsqueda de empleo.

Trabajadores eventuales que se limitan a reunir en su localidad las peonadas necesarias para percibir el subsidio.

Positiva Ambigua Ambigua El cambio como equiparación con

los demás asalariados.

El cambio como continuidad de los sistemas de protección.

El cambio como nuevas oportunidades de empleo y de

movilidad. El cambio como vía para salir de la cultura asistencial.

Temor a que la reforma de los sistemas de protección endurezcan

las condiciones de acceso. Segmentación del mercado de

trabajo (precariedad).

Activa Mejora de la cualificación

y apuesta por la formación. Participación en proyectos

emprendedores (economía social).

Pasiva Repliegue corporativista.

Actitudes defensivas para mantene los sistemas de protección.

ña, La Rioja o la Comunidad Valenciana). Hoy su complejidad ba aumentado, debido a que dentro ele ese colectivo coexisten grupos muy diversos: desde los asalariados fijos , hasta los que se bene­fician de los sistemas actuales ele protección social (subsidios y planes de empleo rural), pasando por los temporeros reclutados de las filas de una in­migración también muy heterogénea por los di­ferentes orígenes geográficos de sus miembros (magrebíes, subsaharianos, ecuatorianos, europe­os ele los países del Este, ... ).

Tradicionalmente , el colectivo de asalariados agrícolas se ha caracterizado por mostrar una fuer­te cohesión interna en romo a la reivindicación de la tien-a y la reforma agraria , cohesión que hoy ya no e>..iste. Se aprecian elementos imporrantes de diferenciación, estando sus respuestas individua­les orientadas en varios sentidos, no necesaria­mente excluyen tes , y rodas ellas en la Línea de adaptarse al nuevo contexto ele cambios, un con­texto marcado por la segmentación del mercado laboral, la mecanización de muchas labores agIÍ­colas y la e,-xtemalización de otras a través de em­presas de servicios.

Tales respuestas los conducen a la pérdida de su vieja identidad hisró1i ca como grupo social di­ferenciado y a su gradual asimilación con el resto del proletariado. Podemos distinguir tres tipos ide­ales de respuestas entre los asalariados. Por un la­do, encontramos una respuesta de asimilación res­pecto al conjunto de la población asalariada, orien­tándose a es tabilizar su situación en el mercado laboral mediame el aprovechamiento de las opor-

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tunidades surgidas en los distintos sectores pro­ductivos para acceder a contratos fijos o disconti­nuos, y buscando equiparar sus derechos labora­les con los demás asalatiados . Por otro, encontra­mos un segundo tipo de respuesta, que podríamos denominar asistencialista, protagonizados por los que se limitan a aprovechar los sistemas ele pro­tección social en los que se combinan los subsidios y los planes públicos destinados a fomentar el em­pleo en las zonas rurales, como fue, primero, el em­pleo comunirmio , más tarde el FER (Plan de Em­pleo RuraD y más recientemente el AEPSA (Acuer­do para el Empleo y la Pro tección Social en la Agricultura). Y finalmente, se encuentra un tercer tipo ele respuesta, orientada a la movilidad laboral, protagonizada por los que optan por itinerarios de emigración temporal según la estacionalidad ele las labores agiícolas, una opción que ahora está sien­do protagonizada cada vez más por los trabajado­res inmigrames, tal como se ha señalado.

La heterogeneidad del colectivo de asalaria­dos agrícolas hace que su relación con el res to de la población rural sea muy diversa, en función de sus específicas condiciones de trabajo y ex-pecta­tivas sociales. Respecto a los agricultores, man­tienen una estrecha relación ele tipo laboral, que varía según los sistemas agrarios y las caracreris­ticas de las exploraciones: relación con una fuer­te componente patronal en el caso de grandes explotaciones donde su titular no participa direc­tamente en las labores agúcolas; relación basada en la cooperación en el caso ele las pequeñas e,'1(­plotaciones donde el titular y su familia campar-

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Agliculrores y no aglicultores. Un partenariado necesario para el mundo rural

Dado el carácter mayormente eventual de los asalariados agrícolas, es frecuente que, en determinadas épocas de año, desarrollen otras actividades distintas de las relacionadas con la agricultura y se implique en relaciones laborales diversas

ClWJR03

ACTORES DEL DESARROLLO RURAL/LOCAL

ACTORES INDUCIDOS POR LAS POLÍTICAS

DE BIENESTAR

ACTORES PROCEDENTES DEL

MUNDO URBANO

Fuente · Elaboración propia

ten con los asalariados las tareas agrícolas. Dado el carácter mayonnente eventual de los asalariados agrícolas, es frecuente que , en determinadas épo­cas de año, desatTollen otras acrividades distintas de las relacionadas con la agricultura y se impli­que en relaciones laborales diversas (con Jos ayun­tamientos en las obras del PER, con las coopera­tivas y empresas agroalimemarias o con los em­presarios de la hostelería y restaurantes en determinadas épocas del año). Ello los convierte en una especie de grupo bisagra entre la población agraria y la no agraria, sobre todo si se riene en cuenta que, en muchas zonas, los miembros del colectivo de asalariados agrícolas suelen guardar relación de parentesco con los ag1icultores (prin­cipalmente, con los pequeños agricultores) o for­mar parte de sus mismos gmpos de pertenencia.

La población rural no agraria, ante el cambio

Hasta ahora se ha preguntado muy poco a la población rural no agraria sobre cómo percibe el cambio que eiq)erimenta la agricultura y el mun­do rural. Las rel1exiones sobre el cambio en el mundo mral han venido marcadas, sobre todo, por la rradición agrarista de muchos investigado­res sociales , procedentes en su mayoria de las es­cuelas de ingenieros agrónomos o de la propia ad­ministración agraria. Los agricultores han sido el grupo privilegiado de referencia para explicar el cambio de la sociedad rural andaluza, por lo que no es sorprendente que la percepción de éstos (una percepción de c1isis) haya sido hasta hace po­co la dominanre en los estudios rurales. Desde ha-

ce unos años , está emergiendo una nueva gene­ración de investigadores sociales (sociólogos , ge­ógrafos, antropólogos) , que no es de formación agrarista y que comienza a analizar el cambio en Ja sociedad mral a partir de las percepciones que de dicho proceso tienen los grupos no relacionados con la actividad agralia.

Lo importante a los efectos de nuestro hilo ar­gumental es que en los rrabajos de esta nueva ge­neración de sociólogos se pone de manifiesro una percepción del cambio muy diferente de la de los agricultores, no viniendo acompañada ele la com­ponente traumática ele crisis de idenridad que sue­le caracterizar a estos últimos, sino de una com­ponente de dinamismo que debe ser destacada. En estos trabajos se señala que , para muchos gru­pos de la población no agricola , el actual proceso de cambio ofrece importantes oportunidades de dinamización del medio rural y abre posibilidades para un mejor aprovechamiento del espacio y el territorio de acuerdo con las nuevas demandas de la sociedad . Así, estos trabajos destacan la exis­tencia de una gran diversidad de percepciones del cambio y ele respuestas al mismo, respuestas que , utilizando una metodología de tipos ideales , po­driamos agmpar en tres tipos: los actores del de­sarrollo rural/ local; los actores inducidos por las políricas de bienestar, y los actores procedentes del mundo urbano (ver cuadro nº 3) .

Los actores del desarrollo rural/loca[

Los programas de desarrollo local/rural , sobre todo los canalizados a través de los programas Le-

RESPUESTAS DE LA POBLACIÓN RURAL NO AGRÍCOL"

PERFIL SOCIAL

Alcaldes y concejales Agentes de desarrollo local

(Leader/Proder) Nuevos empresarios

Emprendedores rurales Profesionales autónomos

Médicos, enseñantes, profesores Asistentes sociales

Jubilados Segunda residencia

Veraneantes, excursionistas Profesionales autónomos

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DISCURSO

Neo-rural1sta

Territorialista

Sincretismo cultural

ACTITUDES Y ESTRATEGIAS

Diversificación de actividades Políticas de desarrollo rural

Lógica de riesgo Nuevo aprovechamiento del espacio rural (no agrarista)

Servicios en el medio rural Políticas de desarrollo regional

Urbanización de lo rural Rurallzaclón de lo urbano

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Agricultores y no agricultores. Un partenariado necesaiio para el mundo rural

Los programas de desarrollo local/rural han propiciado la emergencia de nuevos actores que se convierten en protagonistas de la vida económica y social en las comunidades rurales

ader y Proder, han propiciado la emergencia de nuevos actores que se convierten en protagonistas de la vida económica y social en las comunida­des mrales. Nuevas iniciativas empresmiales al am­paro de esos programas, pero también la prolife­ración ele técn icos y agente ele desaffollo local (no sólo los vinculados a los mencionados progra­mas ele desarrollo rural, sino a otras políticas acti­vas ele empleo promovidas por las diputaciones provinciales o el lNEM, como los ADLs, las UPEs o los ALPEs), introducen un dinamismo en las zo­nas rurales que las hacen percibir los actuales pro­cesos de cambio ele modo diferente a como los perciben los agricultores.

En algunos casos, tales programas están propi­ciando incluso la incorporación ele los giupos de agricultores más dinámicos a los proyectos de de­sarrollo , ofreciéndoles la posibilidad ele diversifi­car sus actividades e introcluci.r i.nnovaciones en la forma de gestionar sus ex'Plotaciones. Estos acro­res del clesan-ollo rnral/local, hasta ahora disper­sos en sus acciones y circunscritos al ámbito de su correspondiente programa ele clesmTOllo, comien­zan a articularse en estructuras asociativas no só­lo para imercambiar sus experiencias, sino para emprender acciones más amplias y participar co­mo nuevos actores colec tivos en los foros na­cionales e internacionales donde se dirime el con­tenido de las políticas de desmTOllo rural. El caso de la REDR (Red Espmiola de Desarrollo Rural) es un buen ejemplo ele esa articulación. Estos acto­res, impregnados ele un discurso que poclriamos llamar "neo-ruralista" º' (sustancialmente distin­to del viejo discurso corporativista basado en la diada agrarismo/ mralismo) , consideran que las zo-

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nas ru rales presentan singularidades que las dife­rencian de otras zonas, abogando, en consecuen­cia, en favor de políticas específicas de desarrollo rural destinadas a incentivar el aprovechamiento de los recursos endógenos. En esa línea ctitican, sin embargo, que las anuales políticas de desa­rrollo rural se canalicen a través de los departa­mentos de Agricultura, y proponen que sean im­plementadas por organismos interdepartamenta­les de carácter horizontal, con capacidad para integrar las distintas acciones contempladas den­tro de ellas. El ejemplo de las dificultades surgidas para la implementación de algunos planes de de­sarrollo rural coordinados desde los departamen­tos (consejerias) de Agriculrura, como ha ocurri­do con el PDRA (Plan de Desarrollo de Andalu­cía), se utiliza como argumento a favor de esta posición , al comprobarse Ja incapacidad de sus responsables políticos para lograr que el resto de los departamentos (educación, medio ambiente, obras públicas, sanidad,. .. ) se comprometan re­almente en la puesta en marcha de planes inte­grales dirigidos al mundo rural.

Los actores inducidos por las políticas de bienestar

J unto a estos actores del desarrollo locaVrnral , un segundo giupo de nuevos actores emergen al amparo de los sectores vinculados al Estado del Bienestar (sanidad, educación, servicios socia­les, ... ), convirriéndose en sectores dinámicos que definen el futuro del mundo rural de modo dib rente a como ha siclo tradicional y que, en muchas ocasiones, se implican directamente, bien a título

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Agricu'ltores y no agricultores . Un panenaiiado necesario para el mundo mral

El desarrollo de las funciones de ocio y recreativas de los espacios rurales promueve también la presencia en la sociedad rural de una población de origen urbano que, al tiempo que recupera antiguas tradiciones del folklore rural, acaban imponiendo pautas de comportamiento típicas de la cultura urbana

personal o a través de la insritución a la que per­tenecen, en los programas de desarrollo. Su pre­sencia en los pueblos es cada vez mayor, sobre todo después de que la mejora de las comunica­ciones y ele la calidad de vida en las zonas rurales propicia que estos grupos ele profesionales opten por residir en los núcleos en donde trabajan, co­menzando a romperse la tendencia, dominante hasta hace muy poco, a salir de ellos conforme fi­nalizaban su jornada laboral. La importancia de estos sectores en la vicia local no puede ignorar­se, abogando por un discurso basado más en el te­rritrnio (en este senriclo, se podiia calificar ele dis­curso "tenitorialista", para diferenciarlo del ante­rior) y menos en las singularidades específicas del mundo rural, al considerar que muchas veces es mayor la incidencia ele ·1as políLicas educativas o sani ra1ias sobre el fLl[uro ele las zonas rurales (al diseiiar los mapas de centros escolares o ele salud) , que los propios programas ele desarrollo rural.

Los actores procedentes del mundo urbano

finalmente, el desarrollo de las funciones de ocio y recreativas ele los espacios rurales prom ue­ve también la presencia en la sociedad rural de una población de origen urbano (residentes en perio­dos ele vacaciones o de fin de semana, excursio­nistas, praccicantes ele sencleris mo y depones ele naturaleza, ... ), que, al tiempo que recupera anci­guas tradiciones del folklore rural, acaban impo­niendo pautas de componamiemo típicas de la cultura urbana (movidas nocturnas juven iles, dis­cotecas, rnilización masiva del automóvil, . .. ). Asi-

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mismo, la instalación de jóvenes en las nuevas moclaliclacles de agriculmra (por ejemplo, la agri­culmra ecológica), Erecuenterneme coordinados con sectores del movimien to ecologista local, in­troducen una consideración no agra1isra en la e,'C­

plotación ele los recursos naturales, distan ' iándo­se del discurso tradicional ele los agricultores o provocando situaciones ele división imema clen­rro del sector agrario local.

Por último, la creciente instalación ele nuevos profesionales autónomos en el medio rural, apro­vechando las vemajas comparativas que éste pre­senta respecto a la ciudad (por ejemplo, menores costes de la vivienda, junto a unas condiciones ele vida más sana y saludab le), supone una regene­ración del tejido social en es tas zonas, con efectos en muchas facetas de la vida local. Este variado grupo ele acrores, procedentes en su mayor parte del mundo urbano, perciben el proceso ele cam­bios en ténuinos de "sincretismo cultural", en tan­to que connibuyen a una urbanización de la cul­mra rural en la que se integran y a una mralización ele la cultura urbana que portan consigo.

Para todos estos gn1pos, e1 actual contexto ele cambios oErece oportunidades para la dinamiza­ción del mundo rural, procurando influir en las decisiones que se toman a nivel local a través ele su participación en la políóca rnurücipal. Cada vez es m<:ís frecuente, que , entre los concejales que componen los plenos ele los ayuntamientos en las zonas ru rales, se encuentren personas pro­cedentes de esos sec tores (agentes de desarrollo local, médicos, maestros, asis tentes sociales, mo­nitores de grupos ecologistas ... ) , erigiéndose, junto a profesionales y empresarios ele sectores no agrarios, en las nuevas élites locales. No obs­tante , estos grupos adoptan respuestas dispersas y escasamemc art iculadas al nu evo niarco de oportunidades , cons tit1.1yenclo una muestra de la diversidad de intereses que existe en el mundo rural ele hoy, una diversidad que debe continuar siendo objeto ele investigación por parte de los científicos sociales para ampliar nueso·o conoci­miento sobre la dinámica social y económica de la sociedad m ral.

En ese contexto, y tal como seüalé en oo·o tra­bajo, los "investigadores tienen ante sí un intere­sante caldo de cultivo para analizar si se está pro­cluóenclo o no la emergencia de una nueva iden­tidad "mral", una identidad ya no marcada por su dimensión agra1ia exclusivamente, sino como una síntesis de las distintas actividades y profesiones, incluyendo la agi.icultura, que coníluyen en el he­cho ele desarrollarse en núcleos ele población de ta­maüo pequeüo o mediano y caracte1izaclos por una especial conexión con el espacio y el tenitorio . La

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Agricuhores y no agiicultores. Un panenariado necesario para el mundo rural

Cabe plantearse la necesidad de establecer puentes entre los distintos grupos que componen las comunidades rurales españolas en aras de definir el futuro de un mundo rural cuyo principal patrimonio es su diversidad social y económica

cuestión a dilucidar es si tal confluencia entre las identidades ele los distintos gmpos que componen la sociedad rural es lo suficientemente fuerte como para que se pueda hablar de la existencia ele una nueva id enrielad "rural", o si por el cono·ario lo que existe es una dispersión ele identidades sin cone­xión en o-e sí y sin conciencia alguna ele pertenecer a una comunidad cultural ni a un área de imereses compartidos" (m·ócu lo publicado en Papers, 61, 2000, pág.216).

A la búsqueda de un partenariado nual

Ante esa dispersión cabe plantearse fa necesi­dad de establecer puentes eno-e los distinros gru­pos que componen las comunidades rurales es­pañolas en aras de definir el futuro ele un mundo rural cuyo principal patrimonio es su diversidad so­cial y económica. Vaya este apartado final en la lí­nea ele aportar algunas ideas sobre este tema, apos­tando por la búsqueda de un nuevo panenaiiado que aproveche sinergias e imroduzca una cultura de la cooperación haciendo realidad el discu~so de la multifuncionalidad tan extendido en el lengua­je político e intelectual ele nuestro tiempo. En esa búsqueda, el papel a desempeñar por las organi­zaciones representativas, y en especial por el sin­dicalismo agrario, es fundamental, dada su capa­cidad para aunar voluntades y para vertebrar una población tan heterogénea como la agraria.

Si nos centramos en el colectivo de pequeftos agticultores con e>.."]Jloraciones poco competitivas, cuya eso·aregia es la búsqueda de un equilib1io de

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rentas, hab1ía que evitar su exclusión como agri­cultores, ofreciéndole oportunidades mediante su implicación en los programas de desarrollo rural para poner en valor sus explotaciones aprove­chando la calidad y singularidad de sus produc­ciones y la distinción tenitmial, mejorando la in­

Eraesouctura de sus casas rurales y oriernándolos hacia nuevas actividades que complementen las que traclicionalmeme han venido realizando. Ha­cia este colectivo deben volcarse los esfuerzos ele Los agentes ele desarrollo local/rural, para que oo queden excluidos ele los programas. Asimismo, los actores de las políticas de bienestar, sobre todo los del ámbito de la política educativa, pero también los de las políticas sociales o ele salud, tienen el re­to ele establecer programas ele colaboración con estos pequeños agricultores para aprovechar su co­nocimiento y experiencia, impulsando la creación de granjas escuela que han mosa·ado una gran uti­lidad formativa entre los jóvenes, o bien hacién­dolos partícipes de acciones de voluntaiiado diri­gidas a la rehabilitación de grupos de riesgo en los que se ha comprobado las ventajas terapéu ticas ele la agricultura.

Por su parte, el colectivo de agricultores im­pregnados hoy ele una cultura conservadora cen­trada en las ayudas de la PAC clebe1ía ser impeli­do a transformar esa cultura por otra más activa que, a cambio de seguir recibiendo dichas ayudas, los comprometa a afrontar proyectos de moderni­zación y a participar en proyectos de interés ge­neral. En este sentido, la introducción de criterios de modulación en la concesión de las ayudas y la puesta en marcha de formas contractuales (en la línea ele los contratos territo1iales ele exploración, ya aplicados en Francia) podrían contribuir a ese cambio cultural necesario para que un amplio sec­tor de agricultores se incorporen a la nueva cul­tura ele la calidad, la protección del medio am­biente y la segu1iclacl alimentaria, que demanda la sociedad actual para seguir contribuyendo con sus impuestos a la financiació n ele la política agraria.

En lo que se refiere al colectivo ele Los que he­mos denominado emprendedores , y que por su propia iniciativa ha emprendido proyectos inno­vadores en la dirección de esa nueva cultura a la que hemos aludido, debiera ser apoyado con pro­gramas destinados a hacerles más fácil la transi­ción a nuevas fonnas de agricultura, dadas las di­ficultades con las que muchas veces se encueno-an y que les provocan en ocasiones situaciones ele frustración e impotencia que podrían ser palia­das mediante fórmulas novedosas de acción co­lectiva (en la lmea de los stuely groups holande­ses). En este sentido, la interacción con el mundo ele la investigación agraria y una estrecha colabo-

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Agricultores y no agricultores. Un panenariado necesario para el mundo rural

Los poderes públicos pueden crear las infraestructuras adecuadas para favorecer las inversiones y la instalación de nuevos profesionales, y garantizar condiciones de vida a la población en el ámbito educativo, sanitario o de comunicaciones

ración entre cooperativas e industtias agroalimen­tarias , basada en la calidad y trazabilidad de las producciones , contribuiría a garantizar la seguri­dad en el consumo de alimemos. Por su parre , la puesta en marcha de iniciativas con los profesio­nales autónomos recién instalados en el mundo mral abriría nuevas expectativas a los agricultores e introduciría un nuevo dinamismo en sus formas de gestión.

Finalmeme, la recuperación , a partir de una nueva concepción de la política y de la democra­cia, del protagonismo perdido en los ámbitos lo­cales, pod1ía permitir la regeneración de una nue­va élite de agricultores (élite agraria, pero no agra­rista), que, en es u-echa relación con, y en igualdad de condiciones que, los demás grupos, contribu­ya a la definición de un interés general para las zo­nas mrales.

Todo ello debe estar impregnado de una culru­ra del desan-ollo sostenible , en su triple com¡i)b­nen te económica, social y ecológica, que haga re­cuperar al mundo rural y a su población el respe­to que siempre despenó en la sociedad más amplia y ganar legitimidad en las agendas políticas. Para ello, la viabilidad de los proyectos de desan-ollo m­ral debe estar basada en su contribución a la ge­neración de riqueza y empleo, en su adecuada uti­lización de los recursos naturales y en la creación de un entorno social donde no tenga cabida la ex­clusión laboral ni la imolerancia. Un mundo rural vivo y dinámico es una garanóa de equilibrio pa-

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ra el conjumo de la sociedad, pero para ello los que en él residen deben dar prueba de que su ac­tividad responde a los patrones culturales de hoy y esforzarse por presentar un proyecto común don­de se combine tradición y modernidad (una mo­dernidad reO.exiva que valore sus consecuencias para las generaciones futuras) y donde el respeto a la diversidad sea su principal fuerza.

En este proyecto, los poderes públicos pueden desempeñar, en los distintos niveles territoriales, un importante papel a través de formas diversas de intervención que hagan realidad el doble pac­to que hoy demanda el mundo rural: un pacto por la modernización y la competitividad, y otro por el desarrollo rural.

Los poderes públicos pueden crear las infraes­u-ucruras adecuadas para favorecer las inversiones y la instalación de nuevos profesionales, y garanti­zar condiciones de vida a la población en el ámbi­to educativo, sanitario o de comunicaciones, as­pectos éstos que tienen una enorn1e importancia para la viabilidad de muchas comunidades rurales.

Asimismo, pueden remover, mediante meca­nismos de discriminación positiva, los obstáculos que se oponen al acceso de determinados grupos sociales (¡mtjeres y jóvenes asalariados o subem­pleados en la e>..'Ploración familiar) a las oportuni­dades que el actual proceso de cambio les ofrece, sustituyendo la cultura pasiva y asistencialista por otra activa basada en proyectos de economía so­cial. Pueden forzar en los agricu ltores la erradica­ción de la cultura conservadora mediante medidas coactivas que obliguen a contraer compromisos a cambio de recibir ayudas públicas e incentivar en ellos una cultura emprendedora mediame progra­mas estratégicos de apoyo a iniciativas que intro­duzcan la innovación en las prácticas agrícolas ; pueden impulsar estructuras interprofesionales pa­ra potenciar sectores productivos o denominacio­nes de origen i:etrirorial que, sin esas esu-ucturas, difícilmente serían viables. Pueden, en definitiva, incentivar el parrenariado en el mundo rural posi­bilitando el acercamiento entre grupos hasta aho­ra marcados por el recelo y la desconfianza, cuan­do no por la indiferencia.

Nota

(1) El ténnino "neo-rural" ha sido L1tilizado con dis­ti 11 tas acepciones. En wws casos, se refiere al discurso que inspira la instalación en el medio nwal de jóvenes procedentes del medio urbano, y qi1e estllvo muy de ac­tualidad en Francia en los añ.os 80. En este trabajo lo utilizamos en 1111 sentido más amplio, ya que se refie­re a Jos nttevos actores del desarrollo rural, indepen­dientemente de sus lugares de procedencia.

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De cainpesinos a einpresaric)s agrarios o a... (no se sabe Inuy bien c¡ué) y vuelta a einpezar

BARCO

Agricu1to1'. Experto en

agliCLtitura y desarmllo m.ral

"Bueno, )JllCS mire: se lo diré, pero con t111a con­chción: que entienda usted al mismo tiempo qt1c los miedos y los fantasmas son tambié11 reales, c¡ucfor-111a11 parte de la Realidad, que tienen en ella SLLS fun­ciones y co11triln~vc11 a construida como Rea lidad. lLo entenderá Usted? no tendrá rn cuenta 111ie11-trns le mento lo que sigue?"

("Noticias de a1xyo", pági11u 177. Agustín Ga r­cía Ca lvo, Zamora)

Explotación familiar agraria . La vieja fórmu­la remozada en la segunda mitad del siglo pasado. Aquella construcción social que

bien sirvió para atar al campesino al orden esra­blecido y mal para alterar las relaciones de .pro­ducción en el sector agrmio, eno·e arras cosas por­que dejaba descolocados a la mayor parre de los campesinos, a los jornaleros. Que fue eficienre en tém1i.nos sociales y políticos creo que parece hoy demostrado. Lo que está por demostrar es que, en pleno proceso de modernización, lo fuese desde otras perspectivas: económica, cultural, territo­rial ... Y digo esto cuando algunos , desde hace años, andan buscando otras consnucciones so­ciales en las que situar a los campesinos porque

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es evidente que la vieja fórmula ya no funciona o, si. lo prefiere, no existe .

En los años sesenta aprendí a ser labrador (que así se decía emonces por mandato di.recto de San Isidro) en una casa en la que mi abuelo y mi pa­dre se encargaban de podar, labrar, sulfatar, escar­dar y vendimiar las viñas; de levantar el rasrrojo y de sembrar la cebada, de segar la mies y de pre­parar la parva en la era. Mi madre se encargaba de la casa y del corral y, además, de las cosas de la huerta: espárragos , lechugas , tomates ... prime­ro para llenar la despensa y, después, para llevar a la conservera. Y de la mano de mi madre, mi her­mana y yo aprendimos primero las cosas de la huerta y después yo las del secano y ella las de la casa. Tres generaciones evolucionando, discu­tiendo, enfrenrándose, modernizándose ... vivien­do. Una única fuente de ingresos: el trabajo en la huerta y en el secano. Ese sitio en el que me crié, supe luego, qu.e era una e2qilotación familiar.

En ese sitio yo crecí feliz, pero en ello nada tie­ne que ver la viieja fonna de organización, más bien al contrario. Lo fui por las personas con las que me tocó vivir y por el enromo en el que crecí, ya que la eA-ploración familiar como fórmula de organiza-

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De campesinos a empresmios agrarios o a ... (no se sabe muy bien qué) y vuelca a empezar

¿Cuántas explotaciones familiares quedan? ¿Tiene sentido hablar hoy de explotación familiar? ¿Puede defenderse la explotación familiar? ¿para qué?

ción del rrabajo y como sistema de producción era ni más ni menos que eso que su nombre indica: una explotación. Explotación de todos sobre todos: ele mi abuelo sobre mi padre, ele éste sobre mi ma­dre y de todos sobre mi hermana yyo. Y lo mismo podría decirse empezando por el final. Una buena fónnula para cumplir la consigna del Caudillo en su discurso ele clausura del Primer Congreso ele ln­geniería Agronómica el 25 de marzo ele 1950: "La Revolució11 Nacional quiere clecir esto: Lrn11s­fo1111ació11 completa de la vicia ele 1m país, que

110 cab1ía sin la tm11sfo1111ació11 total ele la ví­clci de 1111estm campo ... ", discurso que con luyó con esta consigna: "la Patria necesita: IPmdu­cir, producir y pmclucfr!". Sirvió la ex-plotación familiar para cumplir con lo dictado y sirvió, ade­más, bien, porque mi madre hizo ele capataz de mi padre (o al revés, que da igual) y los dos de ca­pataces nuestros, eso sí, con salario ele jornalero cuando valía el vi.no y sin salaiio el año que había que dar canilla para tirarlo a la acequia porque na­die lo quería. De aquello lo único bueno es que só lo queda el recuerdo.

¿cuántas e.-qJlotaciones familiares quedan? ffie­ne sentido hablar hoy de explotación fami liar? lPuede defenderse la explotación famlliar7 lPara qué? En lo años setenta, cuando producir un ki-1o ele uva en mi tierra costaba seis pesetas y las uvas se vendían a cinco, nuestra e..xplotación familiar la man tenían mi madre y mi hermana haciendo ca­torce horas en la conservera, pelando espárragos de abril a junio y en los meses de verano, tomares. Eran aquellos años en los que mi madre repetía día y noche a mi hern1ana: "cásate antes con un barrendero que con un agricultor". Y a mí: "antes cura que agricultor". Luego se casó mi hermana (con un agricultor, por cierto) y tuvo su propia ex­ploración familiar. A mí me mandaron a estudiar y al final de los setenta volví para casa a levantar la bandera sindical de la defensa ele la explotación

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familiar en nombre ele los agricultores (que no ya campesinos ni , mucho menos, labradores). Y ahí me mantuve bastantes años viendo por abajo co­mo año tras año se iba desfigurando mi explota­ción famil iar y, por arriba, como se iba deshila­chando la bandera que entre muchos levantamos a finales de los setenta.

En los años ochenta mi padre se j ubiló y em­pezó a llegar a casa el dinero del Estado. Mi ma­dre también cumplió sesenta y ci.nco años, pero en parte por eso de ser mujer y agricultora en es­te país, y en pane por la mala cabeza del industrial conservero que se olvidó de cotizar por su rraba­jo , jamás supo lo que era cobrar del Estado. En venganza me casé con una funcionaria. Y en esto devino aquella vieja e..\.1Jlotación familiar en la que aprendí a manejar los caballos de vapor con la mis­ma habilidad con la que mi abuelo manejaba los de verdad y a usar la química, en lugar de la aza­da, para escardar, además ele hacer un cursillo ace­lerado de marketing porque la consigna entonces ya no era iproducir, producir, producir! era iven­cler, vender, vender!

En los años noventa aprendí, además, a "rellenar papeles" y así me plan té en el siglo XXI, como pro­ductor ele uvas, ele pimientos del piquillo, ele cirue­las claudia y algunas otras cosas deliciosas , sabien­do manejar la química, la mecánica y los papeles )' sin haber Lcnido Liempo para plantearme esas cues­tiones que dicen esenciales: me donde vengo? lA dónde voy? y lPor qué hace ruido la moto?

En esa vorágine que cualquier agricultor ha vi­vido no es fádl estarse mucho rato ante el espejo para tratar ele adivinar lo que uno es a estas alru­ras de la vicia. Y además ele no ser fácil no parece que sea tampoco recomendable so 1iesgo ele que­rer llenar las consultas ele los psicólogos ele pa­cientes agricultores. Quizás por no pararnos ante el espejo o por haberlo roto a riempo, seguimos siendo hoy lo que siempre fuimos aunque a algu­nos les resulte difíci l entenderlo y por eso es tán tan empeñados en convencernos ele que nada es igua l, de que todo ha cambiado y ele que , con ese cambio , tampoco el ag1icultor, hoy, es lo que fue. iComo si no lo hubiéramos vivido!

Por esto les digo lo del espejo. Los efectos pue­den ser nocivos si, después ele vivir cada uno en su casa los cambios que ha vivido y de aprender ayer lo uno y hoy tener que empezar a aprender lo contrario, cuando tiene un rato se para a pen­sar err ello y deja que aniden en su cabeza esas preguntas que ele vez en cuando algún experto ele la soc iedad agraria plantea en alguna confe­rencia, debate o curso ele los que tanto abundan, una pregunta del esti lo ... ¿qué es ser agricu ltor en el año 2002?

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De campesinos a empresaii.os agratios o a ... (no se sabe muy bien qué) y vuelta a empezar

¿Cómo convence uno a su pareja de lo maravilloso que es vivir en un pueblo sin médico, sin cine, sin tienda, sin escuela ... ?

"¿Están todos los cstó111 e1gos e pa1io/cs satum­dos de ]ruta barato? )' si 11 0 es así, ¿por qw' estos pe nis de Scdww no rnrnc11tra11 por el 1110111c11to sa­l1dt1o11i11gií11 precio?"

("Un uiio de 111i v1.clt1 11, ¡icígina -+O. Miguel Dc­

/i/ Jcs, (1920) \la/ludolicl)

Este tipo de preguntas, Oas de los expenos, que no las de Delibes) planteadas así, en genérico, no me interesan. Y a lo peor es porque me da pánico ponerme delante del espejo y descub1ir que bue­na parre de las huellas que el tiempo me ha deja­do (eso que llamamos experiencia y que es vital para los campesinos de Berger) no me gustan y que difícilmente voy a poder borrarlas , emre oo·as razones porque el REASS no cubre este tipo de comingencias .

Si me interesa , por el comrario , concretar esa preguma genética en preguntas como las que plan­tea Delibes o Mariano que anda estos días con el rebaño por 1as Hoces del Durarán: ¿cómo hacer­me agiicultor ecológico, sin pasar previameme por el psicólogo , después de haber "matado" a mi abuelo en tremendas discusiones filosóficas juve­niles acerca del papel de 1a az, da y del arado fren­te al poderío de rounclup o del rotavator? ¿cómo cortar uvas en el mes ele julio, en aras ele la cali­dad , por mandato del más prestigioso Consejo Re­gulador de la única DOC existente en este país, para que me paguen las que dejo colgando a se­senta peseras el kilo después ele haberme con­vencido con información y con dinero ele la bon­dad de bajar el majuelo desde la ladera a la fértil vega) ¿cómo se aprende a arrimar el remolque al borde de la graYera para dejar caer los melocoto­nes eno·e las piedras sin bajar los ojos? ¿cómo con-

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vence uno a su pareja de lo maravilloso que es vi­vir en un pueblo sin médico , sin cine, sin tienda, sin escuela ... ? ¿cómo explicar a algunos mal in­formados, que ese dinero que me clan por esos 107 olivos cenrenatios que me permiten clisfrn­tar de las ensaladas, no me soluciona nada de na­da y que a lo peor justifican lo que perciben aque­llos que se llevan casi toda la tarta? lCómo enca­jar el golpe en el estómago que me da la viñ.era de El Rmo que aparece al pasar las hojas del dia­rio mientras apuro el café, en la que los ciudada­nos "exigimos una indemnización de lo ganade­ros por la carne que comimos"? o lCómo no reír a carcajadas ame esa otra viñeta ele Forges en la que Dositeo apoyado en una azada aciencle a la pregunta del personaje que disfruta del puente en el entorno rural? , "pero, l5e puede vivir ele la agri­cultura? No, dice Dositeo, mayonnente aquí vivi­mos ele las apuestas sobre lo que Vds., los de la ciudad, tardan en pi ar una moriiga. iVirgen san­ta! Exclama el ciudadano que tiene por peana la mofiiga. 8 a 1 iba Vd. Dice Dositeo. iS.000 pal Do­siteo! vocea al rondo orro vecino". y tocio esto des­pués de poner en el mercado vino, ciruelas clau­dias , pimientos del piquillo , cuatro patatas y un par de remolques de cebada. Otras cosas pondrá Usted.

ffntiende ahora porque no me interesa su pre­gunta, si es Usted quien la plantea, acerca de qué es ser ag¡-icultor en el siglo XXI? Empezando por ahí poco o nada vamos a andar juntos, entre arras cosas por que ni Usted me entiende a mí, ni yo le enciendo a Usted. A lo mejor si empezamos ha­blando del as¡ro y de la seca ele este año , y ele ahí pasamos al precio de los barbados, y después le cuento a cómo me ha puesto el 12-12-24 la coo­perativa, y ciando un rodeo me saca lo de las pri­mas de este año o lo de las lCMs, y por ahí se in­teresa Usted sobre por qué es te año siembro ca­labacines , a lo mejor terminamos hablando algo ele esas cosas que a Usted parecen interesarle. De lo conrra1io, malo.

Y, eso sí, entiendo bien que e trate de definir el papel de los agiirnltores en la sociedad actual, porque ele alguna forma hay que justificar, supo­niendo que todavía se lleve eso ele justificar algo ante los ciudadanos. la falta de sentido común ele eso que llamamos política ag¡·aiia. Cosa bien distinta es que pretendan presentamos estas ne­cesidades suyas como nuestras, que en absoluto lo son, al menos mías. "A11Les las tier.-as prn­d11cía11 patatas, 1·ei11olacha, oigo ... alwm pro­ducen s11bve11do11es. ¿Es que 110 hay fo1111a de com1ei1cer al Gobierno ele que esta política nos lleva al ltambrn?" Dice Mariano, miernras las ove­jas apuran el pasto seco en los bordes del Parque

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De campesinos a empresarios agrarios o a ... (no se sabe muy bien qué) y vuelta a empezar

Siendo cierto que esa parcela que yo labro además de mi majuelo, es un trocito de la biosfera, no lo es menos que ahora se ve de esta manera porque hay observadores ociosos (respecto de la tierra) mirando la parcela.

Natural de las Hoces del Durarán y nosotros ha­blamos de estas cosas. Mariano es que sigue to­davía pensando que su hambre es el hambre del mundo mundial. Igual que yo.

Mire, yo me dedico a sacar ele un majuelo vino de calidad, como Mariano se dedica a sus ovejas, y mi deseo y el suyo es poder vivir de hacer eso, y se que es posible que Usted beba vino y coma le­chaza sano y ele calidad porque puede comprarlo a un precio que nos permite vivir a mí, a Mariano, al bodeguero, al marariíe y al tendero de la esqui­na. Y creyendo que es perfectamen te posible que as.í sea, lo que me pregunto es por qué no lo es. Y esto es lo que me entretiene: cualquier parecido en tre lo que entiendo que es posible y la realidad es pura coincidencia. Como en las novelas.

Lo de las ayudas, lo de la calidad de los ali­mentos y lo orro de si tiré el ribazo donde anida la patirroja porque me facilita la labor con el apero o aquello de que hay nitritos en el acuífero porque le di un punto más a la abonadora aquel año de bonanza, o lo contrario (si mantengo el ribazo y cuido el acuífero), que a lo que vamos lo mismo da, no es tanto un problema de agticulror como de ciudadano, y ahí nos encontramos todos. Le cuento esto por eso de que ahora estamos meti­dos en ver como justificar lo injustificable de las ayudas que llegan al sector dándoles el maquilla­je de que llegan no por producir esto o lo otro, que no esta bien visto por quienes blindan su acero o sus chaquetas y se pasan Kioro por debajo de la pata, sino porque ayudamos a la patirroja a pre­parar su nido o porque humanizarnos adecuada­mente un paisaje quitando, eso si, las moñigas que acaban con el úlLimo recurso que le quedaba al Dositeo de Forges para ir tirando, y pasando por alto que, a lo peor, quien tiene la moñiga por pe­ana es uno de esos grandes perceptores de ayudas comunitarias.

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Siendo cieno que esa parcela que yo labro ade­más ele mi majuelo, es un trocito de la biosfera, no lo es menos que ahora se ve de esta manera por­que hay observadores ociosos (respecto de la tie­rra) mirando la parcela. Esto es, este afán de vin­cular ag1icultura y medio ambiente es consecuen­cia de mi.radas no productivas sobre el territorio, lo cual creo que es bueno, pero lo que ya no me parece tan bueno es el dominio exclusivo de la mi­rada ociosa y mucho menos la imposición ele los impulsos que siguen a la contemplación, sobre to­do cuando son utilizados para justificar lo injus­tifi cable: mantener el mismo concepto ele desa­ITollo que hasta ahora se ha venido manteniendo en esto ele lo agrario.

El desarrollo económico de la agiicul.rura que los e>..1Jertos miden por el aumento de la produc­tividad (de la tierra y del trabajo) ha traído una prospe1idad que nadie ignora y ha tenido también unas consecuencias económicas, sociales y am­bien tales no deseadas que, de forma global, casi todos también parecen ignorar. Es cuando me­nos hipócrita segui.r defendiendo el mismo con­cepto de desarrollo y al mismo tiempo trasladar a los agiicultores la responsabilidad exclusiva de lo que acusa el discurso agroambienral, y especial­mente cuando se mantiene sin alterar el fondo ele una politica agraria que permite que una parre importante de los recursos existentes no los reci­ban esos que aquí estamos llamando agricultores, al mismo tiempo que diseii a dos modelos de pro­ducción y de consumo absolutamente contradic­torios el uno para con el otro.

Este parece ser el mensaje: agri.cultores pro­ductivos, o empresaiios agrarios, para realizar la mayor parte de la producción y garanrizar el abas­tecimiento del mercado y agricultores campesinos poco o nada productivos para articular el discur­so agroambiental, rnral y ecológico. Un esquema demasiado simple que , en el mejor de los casos , implica el reconocimiento de dos tipos de con­sumidores: los de las tiendas de delicatessen y los de las tiendas de todo a cien, y en el peor, dejar a los campesinos al margen del mercado. Me que­do con mi vieja utopía de soñar con una agricul­tura capaz de producir alimentos en cantidad su­ficiente, sanos, nutritivos y sabrosos, y, además, al alcance de todos. Al menos no me conduce a si­tuaciones paradójicas. Las sociedades campesinas crearon paisajes campesinos que la modema agri­cultura ha alterado sustancialmente, cuando no los ha destruido (terrazas, muros , seros, chozos, cabañas, cañadas,..). LNo es paradójico querer tener un paisaje campesino con una agricultura in­dustrializada? A lo mejor en esta vieja Europa tie­nen cabida tanto los paisajes campesinos como los

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De campesinos a empresartos agrartos o a .. . (no se sabe muy bien qué) y vuelta a empezar

Seguramente es hoy más explotación familiar, en el sentido tradicional de la expresión, la que tienen mis tocayos Ibarra y Botín, que la mía, la de mi hermana y la mi primo Roberto que es agricultor­agricultor, o agricultor a título principal (ATP) como se les llama ahora.

paisajes propios de la agricultura indusoial (plás­tico , cemen rn , acero ... ). ¿Dónde unos y donde otros? ¿con la misma política agra1ia7 ¿Qué pien­san los agiicultores? ¿cómo se hace paisaje cam­pesino sin campesinos? O acaso cuando hablamos ele paisaje campesino estamos pensado sólo en eso que ahora está de moda: u n parque temático.

Sin dar respuesta a pregunras como es tas se es­tá ignorando la mayor a la vez que se elabora, a modo de respuesta, un nuevo discurso con el que se nos dice lo que tenemos que hacer para respe­tar la nueva forma de articular la política agraria. Y en esto, tan importantes son las formas como el fo ndo o, dicho de otra manera, a los agricultores, unas veces porque se nos dictaba y otras veces por­que se nos ignoraba, siempre ha venido alguien a decimos lo que teníamos que hacer en cada mo­memo y lo que realmente molesta es que preci­samente venga a decirte esto de respetar la Tierra o lo otro, quien se pasa diariamente entre las pier­nas el respeto a la Tierra y a lo otro. "A los pe­queños agricultores se les exige hoy que sean eficientes, y parn ello no tienen más remedio que contar con toda una legión de fundo11a­Jios y de expe1·tos <111e les of1'ecen sus servicios en el banco, en el almacén de abonos , en el despac110 ele abogados, en los servicios del mi­nisteJio o la consejei-ía de ag1iailt11rn. En s11-111a, un cOJyunto de pe1·sonas que les clice co1tS­ta11 temente lo q11e tienen q11e ltace1· y como lo tienen que hacer ... " Oosé Antonio Navarro, "Propieclad y refornra agrada", pág. 2 77).

Visto de esta manera, parece claro que a la pre­gunra de marras pueden ir dándole Ustedes mis­mos la respuesta que prefieran, ¿qué es ser agii­cultor en el siglo XXI? Lo que Ustedes quieran . Co­mo siempre ba sido, para que nada cambie. Los campesinos ayer y los agricultores hoy llevan si­glos adaptándose: al señorío, a los cultivos obli­gatorios , al libre mercado, a la mecanización, a la bio tecnología, a .. . No les quepa la menor duda de que , de una u otra manera, ahí seguirán estando.

"Mc1rcc/, sin r:mlx1rgo, era un filósofo. Par las noches intentaba explicarse a sí mismo lo que hubíu sucedido du ra nte el día para luego actuar en con­sonancia. Así o:plicaba por qué scgL1ía plan randa ma11 ::.a11 os".

(Jo/111 /3c1-g.:r "Puerca Tien·a", El valor del di­nero).

Lo que veo por aquí abajo es una de estas dos cosas , o nadie se plantea esa cuestión o los que se la planrean a la mañana siguiente están p lanrando manzanos. De igual forma que ya casi nadie habla

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de e>..1Jlotación familiar y a lo mejor es porque de los pocos agiicultores no jubilados que quedan , la mayada ya no funcionan con esa fórmula de or­ganización económica y del trabajo. Unos son agri­cultores a üempo parcial porque siguen sembran­do las parcelas que heredaron o podan las vüias que han plantado o recogen las naranjas de la ha­negada que les toco en suen e, en los ra tos libres que les deja el camión , el andamio o la fábrica de Almusafes y si es preciso dan de alta en el REASS a su compañera, si la tienen, para tener acceso a la subvención , a la ayuda por incorporación o al reparto de la cuota.

Orros , aunque no trabajan más que en el cam­po, resul ta que casaron con mujer que trabaja en la bodega, o en el almacén de fruta , o que abre ca­da mañana una tienda o que es maesLra y, a veces, llega más dinero a casa de estas cosas que de des­gastar las rejas en el secano. Y otros a lo mejor re­su lta que son agriculrores-agricultores, en el sen­tido de mujer-mujer, como dice el Presidente , y en su casa no enr:ra nada que no haya pasado anr~s por el n·abajo en la tierra. Los menos.

Seguramente es hoy más explotación familiar, en el senrido rradicional de la e>..1Jresión , la que rienen mis tocayos lbarra y Botín, que la mía, la de mi hermana y la mi primo Roberto que es agri­cultor-agricultor, o agricultor a úrulo principal (ATP) como se les llama ahora . Y esta es otra: la vieja bandera de la exploración familiar que le­vantábamos algunos en los años setenta y ochen­ta, la hemos cambiado por la nueva del ATP. Y si así ha sido, algo ha pasado, sin duda. Y lo que me resulta más sorprendenre, cuando entre surco y surco, o entre curso y curso, o entre papel y pa­pel, me paro un rato y puedo pensar, es que todos estos cambios los hemos hecho de una forma tan natural como las culebras cambian de piel cuan-

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De campesinos a empresarios agratios o a ... (no se sabe muy bien qué) y vuelra a empezar

Yo, por ejemplo, no acabo de entender lo del inmovilizado y lo del fondo social en mi cooperativa, y mira que he ido a cursos pagados por la administración e impartidos por consultoras de prestigio. Y así me va

do se acaba el invierno y la hierba de los ribazos anuncia la primavera, que es realmente cuando nos damos cuenta de que llega y no con las ílores que esto es más bien cosa de los de fuera que, como les pasa con casi todo lo de por aquí abajo, siempre se enteran de las cosas cuando hace ya tiempo que pasaron.

A lo mejor es por esto, por lo de las diferen­cias temporales entre unos y otros, por lo que no entiendo a qué viene que algún experto agrario se interrogue y al mismo tiempo me inteITogue acerca de eso que le vengo comentando sobre la identidad del agricultor y su papel en esta socie­dad del siglo XXI y algunas veces me resulte duro soportar a renglón seguido, un discurso, del que apenas si entiendo los adjetivos y las conjuncio­nes, acerca del nuevo papel que los agricultores rienen que represenrar en la actualidad y lo que de ellos espera esta moderna sociedad. Casi nada. lPor qué nadie se pregunta lo que es , "en los al­bores del siglo XXI", un ta.,isrn, un albafiil, un so­ciólogo, un general o un arquitecto? ¿o también se preguntan estas cosas? La verdad es que leo po­co sobre actualidad y a lo mejor es que no estay al co1Tiente, o al loro, como prefieran.

Me imagino que cuando se plantean esas pre­guntas se están refi1ienclo a cosas del imaginatio, y no de lo real, y si así es, convendrán conmigo en que es normal que, entonces, este rema a los agri­cultores les suene a chino, porque siempre ha si­clo que nunca les interesó esas consmicciones so­ciales que antes sobre los campesinos, luego so­bre los labradores y ahora sobre los ag1icultores o los empresa1ios agrario , como gusten, algunos pa­recen necesitar para encajar sus conceptos, o dar por bueno su modelo teórico o justificar social­mente su políóca, lo que le permite ganarse la vi­cia como experto, concluir su tesis doctoral o presentarse a las prfo,imas elecciones. Y no les

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interesó, entre otras razones, porque siempre fue­ron poco hábiles para manejar lo intangible. Yo por ejemplo no acabo ele entender lo del inmoviliza­do y lo del fondo social en mi cooperativa y mira que he ido a cursos pagados por la administración e impartidos por consultoras de prestigio. Y así me va. Por lo ele seguir sin entender lo intangible en esta sociedad cada vez más tirada a lo virtual, lo digo, que no por lo de los cursos, ipor Dios!

Esto escribe john Berger en el epílogo históri­co ele "Puerca ti en a'': ''La modernización en­tmiia la clesC1parició11 tic los peqneíios cam­pesinos (ltr mayo1-íc1) y la tra11sfo1111ació11 de la 111in01ia 1·eslllnte en unos seres totalmente diferentes desde el punto de ' 'is ta social y eco­nómico". LCómo enc~jar a estos seres diferentes en el marco conceptual de lo social y de lo eco­nómico en el siglo XXI? Esto parece ser lo que pre­ocupa a algunas personas. A los campesinos ge­neralmente lo que les preocupa es la mayor: su de­saparición. Los campesinos y sus relaciones con la sociedad han ocupado el tiempo de muchos in­vestigadores y han dado ele comer a algunos tra­bajadores ele la sociedad ele servicios. Se han es­crita miles ele ponencias y comunicaciones, libros enreros e incluso algún que otro manual. Para mí, en un par ele páginasjohn Berger muestra como los propios campesinos no comparten, general­mente, las visiones que de ellos se hacen, preci­samenre porque no comparten la visión del tiem­po implí.cita en esas opiniones. Los campesinos saben que el alimento es la primera necesidad del hombre, como saben que ellos trabajan la tie­rra para producir el alimento necesaiio para sus­tentarse. Desde su visión , la relación on la so­ciedad es algo tan simple como esto: " ... ellos, que pueden alimental"se a sí mismos, se ven obli­gados a alimcntm- a los demás", incluso a ve­ces, antes que a ellos mismos.

Por esto resulta dirícil de entender todo eso ele la mulrifuncionalidacl basada en la creación ele pai­saje, en la conservación de valores culturales o del patiimonio hisró1ico, en el mantenimienta del te­j ido social en el medio rural. .. y tocias esas cosas que se dicen cuando se habla del papel del agri­cultor (ele nuestros países 1icos) en la sociedad del siglo XXI , porque no estamos hablando ele remo­lacha, o de trigo, o de paratas que sembramos, regamos, aporcamos, aclaramos, recogemos, ven­dernos ... o tiramos. Del papel de los campesinos del sur sin embargo no dicen nada. Será que lo tie­nen más claro. lA uanto se coriza en el parket el 1ibazo en el que anida la paü1Toja? ¿y el guarclavi­ñas que se cargó Floren porque justo donde lle­vaba dosciemos o más a!los tenía que poner la or­cleiiadora cuando la consigna del Caudillo se cam-

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De campesinos a empresarios agrarios o a ... (no se sabe muy bien qué) y vuelta a empezar

Una explotación familiar no puede hacer suspensión de pagos ni declararse en quiebra. ¿Qué es eso? Ya se que lo núonofue nunca, ni lo será, una empresa. Otra cosa es que a modo de discurso a algunos les vaya bien tratar de convencerme de que lo es. Tiempo perdido. Yo no veo la tierra nada más que como un puesto de trabajo.

bió en los años ochenra por "vender, vender, ven­der" y melas tuvimos que hacernos tenderos por­que para aquel entonces para producir valía ya cualquiera?

Después de pasar medio siglo dejando de ser campesinos para ser empresarios agrarios o, lo que es lo mismo , dejando de ser europeos para ha­cernos norteamericanos (por eso de llegar a ser agricultores con senrido de los negocios y poco enraizados en la cien-a), va y resulta que ahora, des­de la política agratia, se reivindica el paisaje cam­pesino de la vieja Europa, y después ele aprender a ser productores de higos o de patatas durante unos ati.os ; vendedores de judías secas o congela­das unos aftos más tarde , y estar casi a punto ele aprender también el oficio ele oficinistas, nos vie­nen a contar ahora estas cosas del territorio y del paisaje, de la culrura y del pauimonio, del saber y del arte. iA buenas horas , mangas verdes!, que cliiía mi madre.

" ... si la~ ay11clus.fi1 t·1w1 utnbwc/u de.fomw glo­bll l por cxplotanón y 11 0 dc.fornw sccloiia/izadu, los fo ndos podría n ser cwwli:::.mlos hacia los agnrn lto­rc~ en lfrm in os de 1111 cont raw ... El ug1irn llor dc­brna cicrtwncntc abandonar la idea -tota1111 cntc i/11-

sonu, tcnicndo en Clienta su part1w lar rcle1ció11 con el mcrrndo- de q11c él es 1

1111 cmprrnirio co111 0 los dc-111ú.s', pero pod1ía ahoffa r~c d cs.fuL'r::.o dcfingir c¡uc la socictfud 11 0 tlcnc 111lís proyecto que el de trans­Jo rmw- a lo::, agnrn ltorcs rn / i111cio11cinos-ja rdi11 c­rns de los cs¡iacws naturulcs".

(Bcrtrund Hcrviw. "Lo cwn¡JOs del f t1t11 ro", pag. 157)

Yo nunca he tenido en la cabeza esa idea ilu­smia de la que escribe Bertrand . En mi ca a a la cartilla de la caja ele ahorros no teníamos acceso los hijos. Nosotros tm~mos que aprender a ínter-

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pretar cada afio el color de los números banca­rios por el humor de los padres y por el uso de las tie1Tas del regadío. Si mi padre ponía diez o do­ce celemines ele pepinillos para que nos deslo­máramos todo el verano mi hermana yyo, no ten­go ninguna duda ele que no lo hacia por jodernos. Lo mismo que no la tengo de que cuando no te­níamos pepinillos no era porque mi padre quena que nos engancháramos al botellón que entonces preparábamos todas las noches de verano ele fies­ta ele pueblo en pueblo, como el gaitero. El color de los números de la cartilla de abonos de mi ca­sa marcó mucho más mi adolescencia y juventud que la perrita Marilín y las tetas de la Susana Es­trada. La explo tación familiar resolvía lo que la Ley impedía. Una explotación familiar no puede ha­cer suspensión de pagos ni declararse en quie­bra. ¿Qué es eso? Ya se que lo mío no fue nunca, ni lo será, una empresa. Oa-a cosa es que a modo de discurso a algunos les vaya bien a-atar de con­vencenne de que lo es. Tiempo perdido. Yo no veo la tierra nada más que como un puesto de traba­jo. Tener ele ella la visión que se puede derivar del concepto de propiedad no me serviría de mu­cho, por su dimensión , y eso orro de la tien-a "co­mo insITLimento para la acumulación de capital en la economía de mercado" , escapa a mi formación.

Que la tiena sea para uno su puesto de a-aba­jo le imprime más carácter que el sagrado sacra­mento ele la confirmación. El agricultor toma sus decisiones en un contexto permanente ele incerti­dumbre que se mueve emre un mercado que no controla y una climatología absolutamente incon­trolable. En este terreno germina la autonomía ele los agriculmres, su libertad, y quizás es esto lo que realmente les hace seguir siendo lo que siem­pre fueron a pesar de la inseguridad económica. De orra manera me lo contaba hace unos años Froilán, un pastor trashumante del valle del Ron­cal , en su cabaña en la que pasaba el invierno en Las Bardenas ele Navana, cuando, después de con­tarme parte de su vicia, para mi muy dura, yo le preguntaba si volvería a ser pastor si pudiera dar marcha arrás al reloj ele su vida: "Si, y sabes por qué , porque yo no valgo para que me mande orro que sea más tonto que yo" .

Ya se todo lo que fui y dejé ele ser, todo lo que ele ninguna manera puedo ser, (además de piloto de lbe1ia) y todo lo que de mí se espera, según algunos manuales al uso. Pero, lquién espera? La sociedad. ¿y eso qué es? lCuánclo se ha manifes­tado la sociedad sobre esras cosas7 lSe lo han pre­guntado? ¿o lo esrán dando por supuesto e in­terpretan sus su puestos deseos acerca ele los agri­cultores y de la ag1icultura7 lQuién los interpreta?

Yo creo que la sociedad, por lo menos en la que

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De campesinos a empresaiios agrarios o a ... (no se sabe muy bien qué) y vuelta a empezar

Que los agricultores nos ocupemos solos de eso que se llama la seguridad alimentaria, la conservación del medio y dela diversidad, el mantenimiento del medio rural, la ordenación del territorio ... es mucho tajo para los pocos que somos, porque además de pocos la mayoría estamos viejos.

yo me muevo, que no se lo que pasará en Francia o en Guadalajara porque salgo poco, está muy tran­quila viendo operación triunfo y el partido ele hu­bo! y más entretenida por estas cosas , que pre­gumándose que pinto yo con el chiser engancha­do al tractor camino del o livar a las siete menos cuarto de la mañana con lo bien que se está en la cama. Si acaso, y si anoche tenninó tarde la gala y la sociedad ancla con ganas de cama, se acuerde de mí mientras cierro la puerta del almacén y le ter­mina ele desvelar el rngir de los cien caballos que he dejado con el freno echado, justo debajo de su ventana. Lo demás, lo ele si las galletas que le en­caman a javierito llevan o no llevan almidón gené­ticamente modificado ; esto de si las cabras de la Marisol en pocos años en vez de leche para hacer queso van a dar leche para hacer tela de araña con la que fabricar chalecos an tibala; aquello de que el de la fábrica de muebles cobre ele la PAC este año tamo com o lo que no vamos a cobrar por nueso-o trabajo mi mujer y yo en cinco años; o aquello otro de si los espárragos con marchamo de calidad que compró en el supermercado ll egaron a la conser­vera de mi pueblo después de cruzar el Atlántico, la verdad es que me parece que le preocupa poco, por no decir nada.

Me parece que la sociedad tampoco anda muy sobrada de tiempo, eno·e lo de la hipoteca, el co­che, el cole de los niños, el dolor de muelas y el partido ele los miércoles, jueves y domingos como para dedicar un rato a preguntarse lo que espera de los agricultores. O tra cosa es que venga bien echar mano de ella a quienes juegan con eso de las construcciones sociales , como juega mi h ijo juan con las piezas Lego. iOjalá la sociedad se ocu-

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para de es tas cosas! Anda que no me encantaría que mi vecina, la que trabaja en telefónica, me invitará a merendar una tarde para hablar de mi papel en la sociedad del siglo XXI. en vez ele re­p roch anne con la mirada por la tierra que se que­da en la calle cuando bajo el cu ltivador al suelo. Si así fuera, hasta las botas me quitaba en su puer­ta, para no pringarte la porcelanosa ele la entrada, pero no se porque me da que no está la vecina por la labor.

Que los agricultores nos ocupemos solos de eso que se llama la seguridad alimema1ia, la conserva­ción del medio y ele la diversidad, el mantenimien­to del medio rural, la ordenación del terriro1io .. . es mucho rajo para los pocos que somos, porque ade­más ele pocos la mayoría estamos viejos. Más bien creo yo que estas cosas cleberian ser cosas del co­mún , cosas de tocios. Pero no lo son, y por eso las hacen suyas cuatro de esos que mayormente se de­dican a cantar por las mañanas, pero que conrrolan bien el saber y el d inero. para imponer con ello sus intereses, usando en su beneficio el nombre ele los ciudadanos en tamo que consumidores. Lo que me jode es que encima nos lo venden como si nos esruvieran haciendo un favor.

Dicho esto, entenderán por que nunca me ha agobiado el esfuerzo ele fingir que la sociedad no tiene otro proyecto para mí que el ele funcionario­jarclinero. iÓjala ruviera siquiera éste! De 8 a 3 cui­dando parterres éon berzas, que abundan ahora en los jardines, y por la tarde al majuelo. iNo ca­erá esa breval Los agraris tas que traducen a len­guaje BOE los deseos ele los gestores siempre han tenido presente la fu ncionarización ele los agri­cultores , pero, eso sí, advirtiendo que "d agri-

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cada uno es diferente

... y sus necesidades

distintas.

Como los campos y los cultivos.

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De campesinos a empresarios agrarios o a ... (no se sabe muy bien qué) y vuelta a empezar

iYmiraque intento ser optimista! Todo va a ser que esto no se consigue, como yo mal pienso, dándole más al porrón. Lo del optimismo.

cultor-prnpietado mmca debe se-i· funciona­rio, porque si no se prnduciría una peligrosa confusión y 1111a 'invasión' en Ja 'libre i11icia­tivc1 pi-ivacla'. Una cosa son las ayudas y los consejos y los créditos blandos, otrn distinta convertir a los agricultor·es en fimcionmios". a. A. Navarro, ob. cit. Pág. 180). De los fun­cionarios ag1iculrnres no dicen nada.

Siendo lo que somos y no de ocra manera es co­mo Funciona el sisrema. Qué iba a ser del enrra­maclo que llamamos agroindustria si nos hacen funcionarios, invadiendo con ello nuesna "libre iniciativa privada". Va a resu lrnr que es p recisa­meme por esto ran material, como mi papel en el entramado agroinclustrial, y no por cuestiones más etéreas como pensaba, por lo que, mira ru por donde, me vino a mí en los años sesenta el fervor sindical , que me llegó a puro de poner cada ma­ñana a prueba la consistencia del sistema mérri­co decimal y llegar al convencimiento ele su rela­tividad , a la vis ta de que el cajón que ! le naba de espá rragos de se is a doce ele la mañana, pesaba cuatro kilos menos en la báscu la ele la conservera que en la báscula de casa, que compró mi padre, no ramo para reclamar (que no había cauces) co­mo para saber con precisión lo que le estaba cos­tando, en aquel momento , su "inregración en el sistema agroalimentario".

Viéndome en ese emramaclo tan complejo , me siento más solo que mi hijo juan a las tres ele la mañana cuando Manflas le devora en sueños y sa­le giitanclo: papaaaá, rnamaaaá, y si no vas, se mea. En esto ha salido a mí, porque me pasa lo mismo cuando le g1ito a la administración mis miedos.

En el fondo, creo yo, que aparte de ajustar a los nuevos tiempos, el papel que clcsempeiia la tie­rra en el sistema económico en general y en la em­presa agrmia (nombre más acorde que campesino a los tiempos que corren) en parricular, los es-

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fuerzas no van más allá. Las paradojas y contra­dicciones se aparcan , cuando no se desprecian y se sigue sin saber que hacer con quienes cienen en la rieITa su puesto de rrabajo, igual que no se sa­bía que hacer con los jornaleros en los siglos pa­sados y se sigue sin saber que hacer hoy con los nuevos jornaleros ele esta agricultura moderna, los inmigrantes.

Que la política agra1ia no se ocupa de estos pro­blemas es evidente, y por eso, decir que la políti­ca agraria se ocupa de los problemas de los ag1i­cu ltores (y de los consumidores) es una fa lacia. Como lo es eso del libre mercado en general y de la iniciativa empresaiial en estas cosas de la tie­rra, en particular. Mi eA-plotación está condenada a ser ineficiente enrre orras razones porque no pue­do plantar la viña que me dice mi asesor que ne­cesito tener para que lo sea, porque la OCM me lo impide y el derecho ele producción se cotiza en el mercado negro (si, negro) a precios que hacen ineficiente cualquier escrategia para hacer por esa vía eficiente mi exploración, salvo que me dedique al tráíico de coca y reinvierta los beneficios en derechos de replantación, p1imas ganaderas , cuo­ta láctea o cupo de remolacha, que para todo hay libertad, lo que , sin ninguna duda, chocaría, con esa educación que recibí en aquella explotación familiar en la que me c1ié y que tenía grabado en el frontispicio ele la cuadra "pobre pero honrado" que, wmbién sin eluda, me acompañará el resto ele mis días y hasta la rumba.

Los expertos en economía que buscan la eficiencia y los ju1istas agrarios que desgranan el articulado de las nom1as que tocio lo regulan ha­ce mucho tiempo que ya no viven en esta realidad (esa mía que les acabo ele contar un párrafo antes) y por eso, al abordar la reforma ele la política agra­ria, se dedican 11C1 la disatsión en tonto a su ob­jeto fi111dm11e11tal: la empresa ctgt·adcr, agroa­límentada o el espacio n1rnl" 0osé Antonio NavaJTo, "Propiedad y n?fon11a agrnlia, pág. 276"). Entenderán ahora eso que les elije acerca ele que la política agra1ia no aborda los problemas de los agricultores (ni tampoco los de los consu­midores). Eso sí, se busca el encaje ele aquellos in­tangibles que hace tiempo que dejaron de serlo por el simple hecho de mercadear con ellos: de­rechos de producción, cupos, cuot~ ... y adaptar­la "al nivel ele los tiempos".

Pensando en estas cosas estaba cuando leo en algún diario la preocupación que ahora le embar­ga al MAPA sobre esta cuestión de la adaptación del sector a los nuevos ciempos y lo que espera conseguir con su iniciativa para elaborar un Li­bro Blanco. Este pesimismo mío que me devora cada día, y que a duras penas consigo mantener

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De campesinos a empresaiios agralios o a ... (no se sabe muy bien qué) y vuelrn a empezar

Estas cosas de encajar lo agrario a los tiempos que corren, y de paso encajarnos, las hacen todos, y cada uno a su manera. Hoy le toca a Arias Cañete como antesdeayer le tocó a Lamo.

a raya con unos pimientos del piquillo y unos tra­gos de vino, no me deja ver más aUá de unos bien presernaclos papeles en los que abunda la pala­bra competitividad, se subrayan las amenazas (a Dios rogando y con el mazo ciando) y las oporru­nidades (Dios aprieta pero no ahoga) , y que se en­tregan a Bailarín Marcial para que articule el diag­nóstico de los economistas, desde su panicular \'i­sión agraria ¡:¡ue le dan las gafas ahumadas por un capitalismo humanista con las que parece que nos mira úlrimamente. iY mira que imenw ser op­timista! Tocio va a ser que esto no se consigue, co­mo yo mal pienso, dándole más al porrón. Lo del optimismo.

Puede ser también [ruw de la experiencia. Lo del pesimismo digo. Porque, "rodo para los ag1i­culrores pero sin los agricultores" se hizo, e hace y se seguirá haciendo, gobierne quien gobierne, y así nos llamen campesinos, labradores, ag1iculto­res o empresaiios agratios, ¿Qué más cla7 Si en ello pintamos menos que "cho1Ta alambrada en Haro" , que se dice en mi tierra. Este creo yo que es el papel que representan quienes se encargan ele ges­tionar estas cosas ele lo agra1io. Aunque a lo me­jor estoy equiYocado.

Para preocupar. Lo ele mi vecina digo, que no me invita a merendar. Cualquier día ele estos voy a vencer esa timidez que me arenaza y que me im­pide disfrutar de la vicia, y que no es tamo fruto ele mi ruraliclacl, como creen algunos, como con­secuencia fatal del humo sagrado que mve que res­pirar ele monaguillo en plena efervescencia juve­nil, y le voy a proponer eso que mi amigo J eromo, el de Amayuelas ele Abajo, denomina "Cultura de Alianzas".

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"Rcco 11 0::.u1 que 110 111 c g11 stt1 lc1 rct1/nlad, que n11nrn 111c hu gustado. He rn111p/1do con ella cnnw Dws me lo lw dudo u c111cndcrrna11do 110 lwl11 t1111u-11 cn1 tic cst¡111vt1 r 11s leves, pero r/ texto de csu.s le­yes -que ade 111 óc; son tw11ac;- 11 0 me rn tru ."

(''Nubositfwl va liuhlc". wmcn Mcmín Gui te, ( 1925) Sa la11w11w)

Estas cosas ele encajar lo agraiio a los tiempos que COLTen, y de paso encajarnos, las hacen mdos, y cada uno a su manera. Hoy le wca a Arias Cañete como anrescleayer le tocó a Lamo. Recordarán que hace apenas una década se organizó algo parecido (aunque diferente en las formas) y después de aquellas casi clanclesrinas reunione ele expertos, animadas por Solbes, en Santa Cruz de Mudela, se aprobó la Ley ele Modernización. No creo que el diagnóstico sea hoy diferente del ele entonces, ni tampoco los condicionames extetiores: relom1a de la PAC y ronda negociadora de comercio mundial. ffn que puede ser distinta la nueva Ley que aho­ra se alumbre , más allá de los ajustes a las cir­cunstancias actuales? Seguramente en que aiiacli­rá un párrafo más a aquellas notas que entonces acompaiiaban al anteproyecto legislativo y que j . A. Navarro imerpreta en esros términos: " ... la re­fonna de los sesenta (franqnista) y la refonna de los ochenta (ce11trista), requienm se1· ele nuevo refo1111aclas, porque se han mostrado i11-s11fidentes pam co1Tegir los fuertes clesequí­libdos estn1ctm·ales existentes". No creo nece­saiio apuntar aquí el nuevo pá1Tafo. Aunque vete rn a saber, porque como estos a los que les wca ahora han demostrado suficiemememe que sólo exi re el presente, ignorando todo pasado, y re­chazando todo fururo en el que no estén ellos, pues a lo mejor va y dicen: "Una vez expuesto lo que, a nuestro juicio, debe ser el Libro Blan­co de la Aglia1lt11rn y el DesmTollo Rural, ca­be p1·eg11ntane si existen causas suficientes parn s11 elabornción. Al fin y al rnbo, es la pri­mera vez que se aborda 1111 pmyecto similar para la agi-iculwrn espaííola". (Manuel La­me/a Fen1á11dez, Subsccn:tlirio ele Agric11lt11-1·a, Pesca y Allimentació11, en la presentación ele/ Libm Blm1co, 1 de mar:;::o 2002).

Ese libro blanco que enseguida van a manchar ele negro, clebe1ía hacerse hablando con lo agri­cultores, que no es lo mismo que hablar sólo con sus líderes sindicales. i parecido en algunos ca­sos. Y también con los consumidores. Y con más gernc. Lo que sin duela exige estrategias y dinámi­cas diferentes a las habiwales. Por lo que se ha publicitado parece que esta en el ánimo mover a mucha gente. Que así sea. Aunque a uno le anida la duda a la vista ele lo visro , esto es, si en las jor-

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De campesinos a empresarios agrarios o a .. . (no se sabe muy bien qué) y vuelta a empezar

Si todo se va a mover para que por aquí abajo nada cambie, lo que realmente procede, de ser así, es empezar a ser mal educado. Esto es: se lo metan ustedes por donde les quepa. El libro blanco

nadas que ya se han celebrado se anima alguien a decir: qu e levanten la mano los que no sean fun­cionarios ni cobren de los erarios públicos, no se mueven ni media docena de brazos. Aunque ram­bi.én es cieno que para lo que a mi me alcanza que se prerencle, con eso sobra, o, como diría mi ami­go Paco, para un viaje cono cualquier maleta vale.

Dice Tamames que lo dijo Lamela en la prime­ra timba organizada para esto del libro blanco, "és­ta es una reforma integ1·al, un planteamien­to de una l'efonna integral, no en el sentido de la idea del viejo problema de la Ref onna de la propiedad, sino de la t'efonna global". Así lla­maban también al intento andaluz de los ochen­ta que ya sabemos lo que resulró.

Med io siglo después de que una vez asentado el sistema económico dominante se impusiera es­ta idea de llamar así "al conjunto de actuaciones temientes al desarrollo niral, y no como 1·e­par·to de tierTas" Ü· Le Coz, Las 1·efon11as agrarias), y olvidarse con ello de las reformas agrarias clásicas en las que los jornaleros clesem­peflaban el papel coJTespondieme a su clase, este tipo de declaraciones, las de l profesor Tamames, si quieren ser algo más que retó1ica, necesirnn res­ponder previamente a algunos inte1TOgantes: ¿Qué es lo que se quiere refom1ar o modernizar? lPara qué? ¿Quiénes anjman la rdonna? ¿cómo se ar­monizan en esa modernización, la competitividad, el respeto ambiental y la seguridad alimentmia7 ¿y el chirriar que produce el reparto de fondos pú­blicos? ¿y las relaciones en el comercio mundial? lQué es la soberanía alimentaria? Na a cambiar el concepto de desaJTollo con el que se mira ge­neralmente la historia agraria?

El profeso r no se anda con chiquitas en sus argumentos , aunque mezcle las churras con las merinas en esto ele las reformas, " .. .igual que en nuestrn transición ele la Ilustración al Libe­ralismo, igual que en la República y en la Gue­n·a, hoy en Espaiia tenemos que ltacer tam­bién una l'espuesta a 1111 reto, que es la trans­fonnación del 111111ulo agrcl1'io, del mrmdo rnral, de toda la estructura de nuestra agri­culttu-a para poner-nos al nivel ele los tiempos". Y partiendo ele aquí, el profesor Tamames subra­ya lo que dicen las cifras y esboza cual es el nivel ele los tiempos, para plantear algunas propuestas muy interesantes para abordar algunos ele los pro­blemas crónicos del sector y poner freno a ese tó­pico que tiende a equiparar agricultura e industria en los foros internacionales. Casi. nada, lo del ni­vel de los tiempos.

El que mucho abarca poco aprieta, aunque cla­ro, esto lo decíamos por aquí antes ele que llega­ran las máquinas prepodacloras y hacíamos gavi-

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llas con los sarmientos, ahora, con la mecaniza­ción es ya otra cosa. A lo mejor es por esto. Yo con la mitad de lo que apunta el profesor me confor­maba. ¿cuánto dinero cuesta eso1 me donde va a salir? ¿y tiempo? ¿cuántos vamos a quedar para entonces? lSe atreverá alguien a decir en las con­clusiones del Libro Blanco, que seguir hilvanan­do , en estas cosas , el discurso de la liberalización pura y dura es sencillamente indecente? Me te­mo que no, y por eso y ante lo que hasta ahora ha trascendido, soy escép tico.

Si todo se va a mover para que por aquí abajo nada cambie, lo que realmente procede, de ser así, es empezar a ser mal educado. Esto es: se lo me­tan ustedes por donde les quepa. El libro blanco. Que ya esrá uno sobrado de que le digan lo que tie­ne que hacer y lo que tiene que ser, en un trabajo en el q ue hay menos libertad que en la jaula de un canario. Y de nada sirve que el profesor nos ven­ga glosando ajovellanos y los "estorbos del siglo XVlTl" para tratar de encontrar al campesino de "los tiempos que COLTen" no se muy bien si con las mis­mas gafas que usaban los críticos-i lustrados de la vía de Adorno o con las ele aquellos viejos conser­vadores que idealizaban la vida campesin a en los siglos anteriores. Que coja cualesquiera, gafas di­go, no sea que por no ponérselas le pase como a los viejos padres del socialismo, Marx y Engels, que cuando no los ignoraron, los despreciaron. A los campesinos de su tiempo, digo. Esto para ir ha­ciendo boca , y de segundo mandar a hacer gárga­ras a tocio aquel que se acerque por el majuelo con la moto para vender debajo del brazo, en vez de in­vitarlo a un trago como mal nos educaron.

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De campesinos a empresarios agrarios o a ... (no se sabe muy bien qué) y vuelta a empezar

Con Arias cañete hemos topado. Si realmente es cierto que se quiere mantener la vida en los pueblos pues bien fácil es: la ayuda condicionada al trabajo y a la vida en el pueblo.

Y para postre empezar a decir alto y claro que aquí no hay una agiiculmra homogénea nada más que en el papel y que agriculturas diferentes con problemas diferentes no encuentran soluciones di­ferentes en el marco de una única política agra1ia que es café para todos y que. para colmo, está di­señada p1incipalmente en función ele los intereses de unos y casi en cornra de los de los otros , ge­nerando importantes contradicciones que da 1a sensación de que no se quieren resolver. Y de pa­so denunciar que este país con la disculpa del ''ya semos europeos" , que diría Albert Boadella, se ha dedicado a tocarse los bajos sin dar un palo al agua para no teneruna política agraria propia que sirviera, entre otras muchas cosas , para haber he­cho en democracia lo que fue imposible hacer en dictadura. Pero ni por esas .

Me dirán que esto es demasiado gené1ico, (y los más bravos hasta lo tacharán de demagógi­co), sin eluda, pero alguna vez hay que decir lo ge­neral , porque si no corremos el 1iesgo de olvidar­lo en el mismo momento en el que nos perdemos en el debate ele altura que , sin eluda, se enrabiará entre los expenos, y que nos mostrará , una vez más, que ni los medios ni los fines de Sumpsi coin­ciden con los de Lamo, pongamos por caso, ni los ele estos con los de Barceló, ni tampoco los de Ba­lla1ín con los de Tamames, ni los de este con los de ... Y esto si que no ciene nada ele nuevo.

Antes de pasar al café podemos entretenemos un rato con eso de la necesidad de "integrar polí­Licas agra1ias , medioambientales y de desarrollo rural con una perspectiva ele ordenación tenito-1ial" que queda muy guapo, pero que suena a hue­co si no se relaciona con el empleo y con la capa­cidad para generarlo de cada una de estas políti­cas por separado o en cama redonda, como prefieran los expertos, y con todo eso que siem­pre decimos que fa lta en los pueblos. Y así , ha­blando , negociando , trabajando y poco a poco, que estas cosas 1mís quieren calma que jolgorio, vamos llenando la sensación de hueco con cosas concretas referidas a: la coritu laridad en las ex­plotaci.ones agra1ias, el mercado ele la tierra, la agii­cultura a tiempo parcial y la percepción de ayu­das, la concentración parcelaria y la política de re­gadíos, el paisaje campesino y el paisaje industrial, la diferencia de renta entre este sector y los otros sectores económicos, la calidad ele los alimentos, el desplazamiento geográfico del hambre, las di­ferencias de servicios entre campo y ciudad, las pensiones del REASS, el cese anticipado y la in­corporación ele jóvenes .. . y todas esas cosas ele las que llevamos años y años hablando y siguen igual por no decir peor.

Y con el café, la copa y el puro, como por aquí

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se acostumbra, hablarnos ele eso de "la distribución equitativa de las ayudas" que se lee en los papeles. Con A1ias Caúete hemos topado. Si realmente es cierro que se quiere mantener la vicia en los pueblos pues bien fácil es: la ayuda condicionada al trabajo y a la vida en el pueblo. Que además se apuesta por la seguridad alimentaria y el medio ambiente, pues condicionada también a la realización de determi­nadas prácticas. Este es un buen hilo para hilvanar esas piezas del discurso. ¿o no interesa? ¿o a lo pe­or es poco eficiente?

Luego, y corno quien no quiere la cosa, mien­tras apuramos la copa, hablamos de las líneas ele política agi·aria nacional en el marco de la PAC, y de los dineros que necesita para que no se quede en papel boniw y de donde van a salir y de lo mu­cho que tenemos que cambiar Usted y yo para que esto sea posible, y así me dice usted Lo que de mi no le gusta y yo le canto a usted las cuarenta sin tapete ni baraja, y le cuento aquello de una admi­nistración burocratizada y de la necesidad de abor­dar su reforma, y que por nada quiero que piense que le sugiero ptivarizarla.

Pero claro para hablar ele todo es ro se tendna que venir usted por aquí, por la bodega, y ya en­tiendo que está demasiado ocupado y que para es­to hace falta i:iernpo y que es más eficaz (o efi­ciente, que ya me confundo) encargar estas cosas a los expertos y, si acaso, preparar alguna farra por encargo en la que simular que comemos y que ha­blamos, aunque mal hagamos lo uno y lo otro, y así democratizar las conclusiones del encargo.

Y tengo la sensación de que por este camino no vamos juntos a ningún lado, y que después ele tantas vueltas , estamos cada uno donde esuíba­mos. Los que asumen la responsabilidad de adap­tamos a los nuevos tiempos, Llegando si es preci­so a bautizamos (ahora toca llamamos empresa­rios), preparando con sus expertos el mandado y yo esperando a que entre el agua por la boquera, que desde febrero estoy regando. iVaya año! Y lo malo no es que no llueva, es que, encima, los que por aquí andamos hace años que perdimos la fe y ni en las rogativas confiamos. Con lo bien que nos vendría ahora una, con todos los santos. Y es que ni el tiempo acompaña para que pueda uno estar relajado y con ello ser agradable y bien edu­cado y pensar que con ir el día 18 a la convocato­ria oficial del li.bro blanco ya está todo encanilado y además muy democrático, y no corno ames, que daba asco. iYuna mierda!, por el agua lo digo, que no acaba ele entrar por la boquera, y eso que soy riojano, que si llego a ser murciano.

Alcanadre, ,en tiempo de seca que va largo. A mi tío Antonio, que ya no puede ir al 1·e­gadío con ltir bmTa.

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Agricultura fallliliar: un lllodelo a proteger

JAVIER ALEJANDRE

DELGADO a/Jinete

Técnico ele UPA

No cabe duda que la agriculrura, como la sociedad en general, está evolucionando ele fonna irnponante en las ú ltimas déca­

das. Afortunaclameme las bucólicas estampas de los campesinos segando la mies con las hoces se han tomado en imágenes donde destacan las mo­dernas cosechadoras que en una sola pasada rea­lizan las labores que antes necesitaban clfas y días y no pocos esfuerzos. És te es quizás el ejemplo más significativo del cambio que ha experimen­tado y sigue experimcnrando la agricultura. Pero como éste, en mayor o menor medida todas las ac­tividades agrícolas y ganaderas han evolucionado de [onna muy clara. Las cochiqueras mezcladas con las casas de los pueblos han dado paso a mo­dernas granjas ele cerdos automatizadas con con­cen naciones importantes de animales a las afue­ras ele los núcleos urbanos.

A esta evo lución no han siclo aje na las prop ias estructuras sociales )'económicas ele las explota­cione agrarias. En general han experimenmdo un crecimiemo importante en número ele hectáreas o cabezas de ganado. Respecro a la fuerza del rra­bajo también se puede indicar que las e,'Cp lota­ciones han evolucionado le una fom1a clara. Se ha pasado ele los años 60 donde e l trabajo ele la e,xplotación era real izado por el cabeza de fam ilia pero ayudado de una forma m uy activa por la mu­jer y los hijos a un modelo ele e,'\1Jlo tación donde mayorirariamcrne trabaja sólo el tirnlar. El primer modelo descrito fue el que dio lugar a la expresión de agriculrura familiar, porque era toda la familia la que trabajaba en la e.'\1Jlotación.

Si analizamos los dos últimos Censos Agrario (1989 y 1999) en lo que respecta a la disrribución de la mano ele obra en el sector agratio, se com­prueba, atendiendo al elato más reciente, que la mano de obra de las eiqJlotaciones españolas s i­gue descansando mayoritariamente en los riru la­res ele las explotaciones: el 43% del total, mien­rras que un 12% corresponde al cónyuge del li­tulary otro 12% a "on·os miembros ele la familia" , completándose la mano de obra agraria con orro un 20% ele empleo eventual y u n 13% ele emple­ados fijos. Sin embargo, comparando el censo de 1999 con el de 1989 y arencl.ienclo al concepto ele e.'Xplotación familiar como aquella que emplea ma­no ele obra fami liar, además ele la del ti rular, se lle-

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ga1ía a la con el usión el e que hemos pasado de un peso ele la familia en el apone ele mano ele obra del 30% en 1989 a 23,3% d iez. afios después, lo que nos llevaría a pensar que el modelo de e; plo­tación familiar está en claro retroceso .

Modelos de explotación agraria

Según lo anterior ¿se puede decir que Ja ex­ploración familiar ha mueno?. Para contestar a es­ta pregunta es importante analizar qué mode los de explotación agrmia se están imroclucienclo y cle­sa1wllando en la ac:tualidacl. Para ello nos vamos a rderir al actual debate propiciado por el Minis­te1io ele Agricu lwra sobre e l Libro 'Blanco ele la agricultura. En él se están contraponiendo dos mo­delos muy claros ele agricultura: la explo tación famUiar versus la ex1Jlotación empresarial agraria, la "empresa agria".

Si analizarnos el contexto actual en el mundo agrario español podemos observar que conviven modelos tan diferentes como:

- Explotación a tiempo parcial ligada al terri­torio : setía el típico caso de comerciantes o tra­bajadores del mismo pueblo que en sus raws li­bres se dedican a trabajar en su e,'\1J lotación, ob­ren ienclo unos ingresos ex'Tras por esra acriviclacl.

-Exploración a tiempo parcial desvinculada del territorio. En este caso se encomrarían personas cu­ya residencia se encuentre habitualmente en un nú­cleo urbano, que tienen en la explotación ele su fin­ca una Fuen re ele ingresos. Esta explmación unas ve­ces se realiza clirectameme por el titular o en mras

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Agricultura familiar: un modelo a proteger

A pesar de que la explotación familiar agraria es la base del modelo agrario europeo, no existe un marco normativo en cuanto a definición y a medidas de apoyo a este modelo ni en el marco de la PAC ni en el de los Fondos Estructurales aplicados al desarrollo rural

ocasiones se encargan las labores a ¡erceros, reali­zándose, de esra manera, la gestión alejada del pro­pio rerriw1io donde se ubica la explornción.

- Exploración con personalidad física o jurídi­ca donde los rrabajadores son a su vez los due-11os de la e.,xplotación. Viven en el telTitorio en el que está ubicada la cxplmación} ¡ienen sus in­gresos de una fom1a mayo1itaria de su trabajo en la e.,xploración. Puede ciarse el caso que en estas e.,\.-ploraciones conviva el amoempleo con la posi­bilidad de rener algún trabajador comratado.

-faplotación agraria desvinculada del territo­rio en cuanto a su gestión, en la medida que ésta se realiza alejada del ¡eniro1io en el que se ubica la e.,\.1Jlotación agraria ¡eniendo como principal obje­tivo el ele maximizar los beneficios. La titularidad ele la exploración puede ser en propiedad aunque mayorirariamenre prevalece el arrendamiento.

-Una variame ele la anterior sería la ele explo­raciones llevadas a través de empresas de servi­cios, en este caso la vinculación entre terriro1io y empresario-trabajador es mu cho más débil. Se tra­ta de reducir al máximo el trabajo de gestión ele la explotación al encomendárselo a una empresa especializada que está más cerca de lo que habi­tualmente estamos acostumbrados a ver en las em­presas ele obras públicas, por ejemplo, que en una empresa agraria. En la medida ele que llegan ha­cen las labores, como si ele pavimentar una calle se tratara, cogen su maquinaiia y van a otra ex­plmación, a otra calle.

Qué es una explotación familiar agraria

A pesar de que la ex11loración familiar agrmia es la base del modelo agra1io europeo (como ejem­plo, basra cirar que entre los objetivos de la refor­ma ele la PAC de 1992 figuraba ex-plícitamente la defensa del modelo europeo de ag1icultura fami­liar) , ranto por la propia estmctura de las explo­taciones corno por la defensa que ele ella se hace en las negociaciones multilaterales en el seno de la OMC (Organización Mundial del Comercio), no CAiste un marco normativo en cuanto a defini­ción y a medidas ele apoyo a este modelo ni en el marco ele la PAC ni en el ele los Fondos Estructu­rales aplicados al clesa1TOllo rural.

Tampoco e.,\.iste una definición en el marco na­cional , ya que aunque la Ley 49/81 del "Esratuto de la t:.\.-plotación familiar agraria y de los agricul­tores jóvenes" esrablecía una definición y medidas ele apoyo a esta figura, la posterior Ley 19/ 1995 de "Modernización de explotaciones agraiias" de­rogó por completo la anterior sin que a cambio se esrableciese una definición concreta para la explotación agraria familiar. Por tanto , nos en-

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comramos ante una figura o modelo de explota­ción que aunque es ampliamente mayoritaria en nuestra agricultura, carece ele una definición con­creta. Es por ranto necesario tener una co11creción de dicho concepto con el objeto de saber de lo que se está hablando para evitar clistinras interprera­ciones o utilizaciones según convenga al objetivo del interesado.

En este contexto sí que se hace necesario re­definir lo que se entiende por exploración famiLiar agraria. Ya no se puede ni se debe vincular la ex­ploración familiar con aquella en la que trabajan más de un miembro ele la familia. Las transfor­maciones que está e¡.,_-perimenranclo la agricultura familiar están haciendo perder una ele sus "señas de identidad" , la utilización de forma exclusiva o claramente mayoritaiia del trabajo familiaL Entre los motivos ele estos cambios está la reducción de las disponibilidades de trabajo en las familias agra-1ias como consecuencia ele la disminución del ra­maño familiar, la disminución ele las necesidades de trabajo en las e.xplotaciones como consecuen­cia ele los avances tecnológicos o las alternativas ele empleo en otros sectores.

Nos arrevemos a ciar otra definición , aún sa­biendo que como toda definición encorseta de­masiado y puede no ajustarse totalmente a la rea­lidad: e,-xplotación familiar es aquella que da em­pleo al titular o titulares de la e.\.-plotación, pudiendo tener o no trabajadores contratados, y que está implicada en el territoiio donde está ubi­cada la e.\.-plotación y por tanto lo gestiona, invierte en él y trabaja por él. Como se ve , no se trara ele una definición únicamente económica sino que necesariamente debe atender a consideraciones también sociales)' relTitoriales; estamos, pues, an­te un modelo socioeconómico ligado al territorio ele explotación agraria.

Las t:.\.-plotaciones agra1ias familiares se pocLían clasificar en tres grupos según su vinculación a la agiicultura. En p1imer lugar se hablaría de las ex­ploraciones familiares profesionales, que son las más competitivas desde el punto de vista agrmio, son aquellas que aumentan su dedicación y profesio­nalización a las actividades agra1ias. En segundo lu­gar estarían las ex-plotacioncs familiares con carác­ter regresivo, que por muy diversas causas van aban­donando la agriculrura. Por último, un tercer grupo estaría compuesto por t:.\.-plotaciones que son las que pueden mantenerse en el corto plazo en el sec­tor sin ser muy dinámicas. Las primeras son las que se consideran y quieren mantenerse como "profe­sionales ele la agricultura" , las segundas tienden más a programas ele abandono y reducción ele la pro­ducción y el tercer ripo mi liza más medidas ele di­versificación de actividades.

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Agricultura famihar: un modelo a proteger

Frente a posibles definiciones o diferenciaciones entre explotaciones agrarias que tienen en cuenta únicamente aspectos económicos, nosotros apostamos por una visión mucho más amplia de la explotación, una visión integrada en el medio donde se desarrolla la actividad

freme a posibles de­finiciones o di ferencia­ciones emre explotacio­nes agratias que tienen en cuenta únicamente aspectos económicos, corno pueda ser el mo­delo de gestión, la asunción de riesgos, o el volumen de negocio; nosotros apostamos por una visión mucho más amplia de la explo­tación, una visión inte­grada en el medio don­de se desarrolla la acti­vidad. En definitiva, una visión que va más

en la línea del nuevo enfoque de la agricultura eu­ropea, agriculmra rnultifuncional. En este sentido, es necesario no sólo analizar su producción, sino también su relación con el entorno, su compro­miso con el medio rural.

Sólo bajo esta óptica se entiende la definición dada anteriormente de explotación familiar, como aquel modelo de explotación que funclamemal­mente supone el auroempleo de su tirular y que es­tá rotalmeme compromet.ida con el mundo rural y el territorio donde se clesan-olla. Según esto, es per­fectamente compatible con que una exploración en concrero sea considerada como familiar y que ten­ga unos criterios de gestión empresarial. En este sen­tido, cuando se habla con determinados jóvenes que se han incorporado a la actividad agraria se no­ta como p1imizar1 su condición ele empresarios agra­rios a la condición de titulares ele exploración fa­miliar. Ello se debe, en nuestra opinión, a que el ofi­cio de agricultor no está suficientemente valorado en la actual sociedad por lo que muchos de los jó­venes que deciden quedarse al frente de la ex-plo­tación ele sus padres prefieren rodearse del atribu­to ele empresa1io agrario que parece ororgar un es­tatus social ele más nivel que la simple definición de agricultor, aunque el modelo de e,'qJlornción si­ga siendo en esencia igual al que heredaron de sus padres. Sin embargo sí que cumplen con los re­quisiros mencionados para ser considerados como e.'qJlotación familiar en la meclida de que con la de­cisión de seguir al frente de la e.'qJlotación del pa­dre se están generando su propio puesro de traba­jo y están totalmente comprometidos con el lega­do de sus antecesores familiares y con el medio rnral porque lo habitan y lo mantienen y lo gestionan.

Para entender esta definición en contraposición del otro modelo que se quiere imponer en la ac­tualidad desde diferentes árnbiros ele iníluencia

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del sector agrario, la empresa agrmia , tal y como la p lantean, sería aquella exp lotación agraria en la que el o los titulares no trabajan directameme la tien-a o el ganado, cuyas tornas de decisión se pueden desplazar del tenitorio donde está ubica­da y que por encima ele cualquier otra considera­ción tiene por objetivo maximizar beneficios, aun­que sea a costa ele otras cuestiones. Se trata de ex­plotaciones versátiles con gran capacidad de adaptación, utilizando terminología ele otras or­ganizaciones; serían exploraciones más cornpe­tiüvas, desde el punto de vista económico, que las primeras.

Para emencler esta diferenciación ele explota­ciones agrarias vamos a proponer una situación ca­da vez más Erecueme: un agricultor que se jubila con una exp loración suficientemente dimensio­nada, se pueden dar varias salidas, entre las que se encuenn·an:

- Uno de sus hijos sigue al frente de la explo­tación trabajándola directamente él.

-La e,xplotación se pone en aparcería o a me­dias con ou·o agi.icultor en activo.

-El agricultor pone las tierras propias a renta, y las que tenía a renta las deja para que las coja otro agi.icultor.

- Ante la falta ele herederos que quieran segui.r con la explotación , ésta se vende.

- Sus herederos se planteen trabajar los fines de semana y siguen llevando la e11.--plotación , aprove­chando fines ele semana y vacaciones y cuando les falta tiempo encargan las labores a terceros.

- Los herederos no quieren dejar la eJ<-ploración y como no tienen tiempo para trabajar sobre ella contratan los servicios de una empresa que les re­aliza rodas las labores y que, según los casos, has­ta les lleva la gestión de la exploración.

Estamos, en nuestra opinión , ante dos mode­los claramente diferenciados: los cuatro prime.ros supuesros se englobarían en el modelo de ex-plota­ción familiar porque el titular de la e,"\--ploración se "sube al tracror" y habita y gestiona el tenitmio. Fre­ne a esros cuatro supuesros tenemos los dos últi­mos en los que la gestión ele la ex'Plotación se des­plaza del tenirorio donde radica la ex-plotación, se produce una descone,'\ión entre la toma ele decisión y el temtorio. Estas últimas son explotaciones con planteamiemos estrictamente económicos.

Agricultura familiar en el Estatuto del Agricultor y Ganadero

Intentar encuadrar las explotaciones en d ife­rentes grupos como los planteados o alguno más sería un ejercicio estéril propio de pensadores de­dicados al estudio e investigación del sector agra-

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Agiiculrura familiar: un modelo a proteger

A la agricultura familiar se la debe sostener y apoyar, pero también por razones ajenas a la producción agraria: equilibrio tenitorial, nuevos usos del espacio rural, etc., mucho más vinculadas al desarrollo rural ya nuevas utilizaciones del espacio

rio más que de organizaciones profesionales agra­rias ; si no fuera porque detrás de esras definicio­nes se esconden modelos de agriculrura muy di­ferenciados y con objerivo claramente clisrinros , cuando no opuesros.

Así, en el transcurso de las jornadas que sobre el Libro Blanco ha organizado el Minisrerio de Agriculrura se ha propuesro en varias ocasiones elaborar el estaruro de la empresa agraria, frenre a la propuesta de UPA de definir y desarrollar el Esta tu ro del Agricultor y Ganadero.

La primera propuesta mencionada descansa so­bre la idea de que es necesmio aposrar por v..-plo­taciones competitivas desde el punto de vista eco­nómico exclusivamente. En este discurso no cabe otra cuestión que los resultados monetarios de la exploración. Otros aspectos como los sociales, cul­turales o medioambientales no existen en dicho planteamiento.

Frente a esto los que apostamos por el Estatu­to del Agriculror y Ganadero entendemos la acti­vidad agra1ia está inmersa en un todo , donde lo realmente importante por encima de la propia acrividad y las producciones son los agiiculrores y los ganaderos. En este sentido se bace especial hin­capié en los aspectos sociales de la explotación , además de los culturales o medioambientales de­rivados del terriro1io donde se desarrolla. Esta vi­sión nos lleva a apostar especialmente por la ex­ploración familiar agraria como el modelo de ex­plotación a defender por cuanto garantiza la fijación de la población en el medio rural, apues­ta por continuar con un mundo rural vivo y diná­mico, preservar las costumbres y cultura propia de este medio y está comprometida con el manteni­miento y conservación del entorno donde se de­sarrolla la actividad profesional.

Apostar por un modelo u otro va a traer conse­cuencias importantes para la agiicultura y el medio rural. Es difícil seguir manteniendo un sistema de apoyo a la agiiculrura que empieza a ser cuestionado desde diferentes ámbitos de la sociedad, más aún si el modelo que finalmente prospera es el ptimero de los mencionados anteriormente. Si queremos explo­taciones competitivas, que lo sean realmente bajo la ley del mercado y no reciban ayudas, dirán algunos; otros pondrán, sin duda, muchos reparos a mante­ner el nivel de apoyos cuando realmente poco esrán aporrando a la sociedad que les está financiando sal­vo alimentos, que por cierro, es más baram conse­guirlos fuera (sólo basta recordar la posición que ha mmado la Comisión ame la propuesta de apoyar los culti ·os proteicos europeos: me resulta más ba­rato seguir importando soja de terceros países). Só­lo el segundo modelo responde al modelo muki­funcional de la agiiculrura que se está defendiendo

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en el resto de Europa. No podemos olvidamos delas personas para pensar sólo en la actividad, en el ne­gocio. me qué nos sirve a los que vivimos y creemos en el medio mral e incluso a la sociedad en general tener explotaciones muy bien dimensionadas, com­petitivas si detrás no hay población, si esro implica que los pueblos se abandonen porque no se puede vivir de la actividad agraria sin que existan activida­des alternativas que absorban esa mano de obra y, por tanto, la salida se encuentra en que hay que o emigrar o esperar pacientemente la jubilación para luego ceder las tierras a una de esas empresas de servicio que están proliferando?.

Problemas y amenazas

En un comexto de economía agraria dominado por la globalización y las políticas de mercado de ín­dole liberal se plamean numerosos interrogantes sobre las expectativas de futuro de la agiicultura fa­miliar. El panorama no se presenta nada halagüeño si tenemos en cuenta la continúa desapa1ición de ex­plotaciones, los niveles de despoblamiento, el pro­gresivo envejecimiento de la población agraria y el es­caso relevo generacional implícito, la especulación de la tierra y derechos de producción y los consi­guientes desequilibrios renitoriales que se acentúan en gran parte de nuestras áreas rurales. Las sucesivas refom1as de la PAC han agudizado aún más las con­tradicciones del modelo actual de desarrollo agi·a­rio. La renuncia a inducir transformaciones profun­das en las esm1cruras agrarias, la implantación de las subvenciones como solución coyuntural ante la con­tinúa pérclida de renta de las ex-plotaciones familia­res y la asunción del mercado como único agente re­estrucrurador del campo en España y en la UE son los parámetros que definen y condicionan las nue­vas "reglas del juego" en las que se desenvuelve la ex­plotación familiar agraria en estos momentos.

Oportunidades

En las condiciones actuales la agricultura fa­miliar no debe tener como único referente de ob­tención de remas la producción agraria clásica. Existe una tendencia generalizada a propugnar la disminución de la intensidad productiva, la di­versificación de la producción y el respeto al me­dio ambiente. A la agiiculrura familiar se la debe sostener y apoyar, pero también por razones aje­nas a la producción agraria : equilibrio tenitorial, nuevos usos del espacio rural, etc., mucho más vinculadas al desanollo rural y a nuevas utiliza­ciones del espacio . Para ello se propugi1a la di­versificación de actividades y la pluri.actividad ("multifuncionalidad ") .

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111 MERCASA IT l 1- 1

MERCASA ,

UNA GRAN ORGANIZACION AL SERVICIO DE LA

, DISTRIBUCION ALIMENTARIA

Empresa Nacional MERCASA Pº DE LA HABANA, 180 / 28036 MADRID

TEL. : 91 350 06 09 / FAX: 91 350 47 90

CORREO ELECTRÓNICO : correo_m e [email protected] I INTERN ET: www.mercasa.es

Page 53: Anuario UPA 2002

Los agricultores, vistos desd.e la industria y la distribuciórt

L.ANGREO NAVARRO

Doctora Ingeniero

Agrónomo. Di.rectora de

Saborá, Sociedad de

EstL1dios

En la actualidad el agricultor forma parte de un complejo sistema, el sistema alimenta­rio, constituido por empresas estructuradas

en distintas fases que realizan el conjunto de las tareas necesarias para llevar los alimentos a los con­sumidores. La vinculación de los agricultores no se limita a la firma que adquiere sus productos, in­dustria o establecimiento comercial , sino que se prolonga hasta las últimas fases del sistema ali­mentario . En este trabajo se desa1wlla una refle­xión acerca de la visión que desde las empresas de las fases últimas de ese sistema alimentario se tie­ne del agricultor.

En la década de los años setenta se publica­ban en España los primeros trabajos sobre el sis­tema alimentario, en ellos se perfilaba claramen­te la estrecha vinculación entre la agricultura y las restantes fases de la cadena de producción de alimentos. Sin embargo, la mayoría de los análi­sis realizados desde entonces han seguido consi­derando a la agricultura como un sector aislado en vez de plantearlo como fase integrante de un sis­tema productivo de mayor rango. Este error de en­foque está en la raíz de la falta de una política pa­ra la cadena ele producción en la que ubicar las medidas agrarias y ha provocado que sea muy di­fícil hacer confluir los análisis del sector agrario con los del resto del sistema alimentario. A partir de ahí es fácil llegar a la conclusión, también erró-

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nea, de que el agricultor, especialmente el peque­ño , en su calidad de empresario es un bicho raro que se comporta según unas reglas propias ajenas a las del resto de la sociedad. La realidad es mu­cho más compleja y los agentes del sistema ali­mentario cada vez marizan más su visión de los agricultores.

Los rasgos característicos del sistema alimen­tario , que ya en los años setenta apuntaban, hoy se han generalizado y están plenamente consoli­dados; ahora, el sistema alimentario participa de la globalizaciém de la economía, se ve muy afec­tado por las modificaciones en las tendencias del consumo, con raíces socioeconómicas, y ha su­frido una reorganización interna debido a la irrup­ción de la gran distribución moderna. Todo esto resitúa la posición de los agricultores y la percep­ción sobre ellos.

Un aproximación al sistema alimentario

El sistema alimentario está constituido por las empresas encargadas de La producción de ali­mentos; en una visión amplia abarca desde la pro­ducción de inputs para la agricultura hasta su ad­quisición por el consumidor en un lineal de la dis­tribución, en un comercio tradicional o en la restauración. En este complejo participan empre­sas ele las distintas fases por las que se desplaza verticalmente un bien que sale de manos del agri­cultor como producto agrario (agrícola y ganade­ro) y debe llegar al consumidor como producto ali­mentario; entre uno y otro hay muchos pasos y un valor añadido creciente. En este contexto, el pro­ducto agrícola y ganadero no es un bien final , si­no la materia prima ele las fases posteriores , lo que obliga a la colaboración entre las fases para la con­secución de un producto competicivo. A partir de ahí, en el marco de esas relaciones de colabora­ción se perfilan intereses comunes (vender más , mejor precio final, mayor transparencia en el mer­cado , ere.) y contradictorios (el repano de ries­gos y beneficios) .

El producm agrario cada vez supone una par­te menor del producto alimentario: ya se cuente en valor añadido, en horas de trabajo invertido, en tecnología incorporada, en cualificación necesa-

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Los agricultores, vistos desde la industria y la distribución

Un elemento esencial del sistema alimentario es la coordinación entre las empresas de todas las fases

ria, en aportación de innovaciones o en cualquier otro concepto. En términos generales, puede de­cirse que la estructura interna del sistema alimen­ta1io se encuentra hoy bastante alejada ele esa par­ticipación teórica que se ha venido asumiendo des­de hace más ele 40 años (50% agricultura y 50% indusrria y comercio).

El sistema alimentario está integrado por las empresas agraiias, la inclusttia alimentaria, las es­tructuras comerciales y la distribución, además pueden incluisse suminisn·aclores de inputs a la agricultura como las empresas de semillas, vive­ros, piensos, maquinaria, fitosanitaiios, abonos, etc.; entre melas ellas desauollan las tareas nece­sarias para la producción ele alimentos . Como su­cede en el resm de la economia, estas tareas no siempre se realizan ele igual manera y por los mis­mos agentes, detectándose una movilidad cre­ciente en las funciones asumidas por unos u otros. Un rasgo básico es la divergencia entre la estruc­tura de las empresas agrarias (muy fragmentada) y el resto ele la cadena de producción (crecieme­mente concentrada, en especial en las [ases últi­mas), lo que distorsiona el funcionamiento del conjunto. La producción de alimentos requiere también la colaboración de sectores que no asu­men disectamente la responsabilidad empresarial sobre los productos agrarios o alimentarios, pero que prestan servi.cios imprescindibles y facilitan la incorporación de innovaciones, siendo el más im­portante el del transporte, ahora ascendido a lo­gístico. El papel de esta orla de sectores circun­dantes se está ampliando debido a la externaliza­ción de tareas que ames se hacían en el seno de

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las empresas; esto ha sucedido con los pones o la gestión de almacén y se da también en el ám­bito de la e."\.-plotación agraria. En esta red vertical y horizontal de empresas se ubica el agricultor co­mo "hacedor" del producto agrario y en calidad ele tal se le percibe, no importa tanto cómo sea, sino cómo haga su tarea en esta red.

Durante mucho tiempo no se ha considerado a la gran distribución como parte integrante del sistema alimentario propiamente dicho. Sin em­bargo, su estrategia más reciente en cuanto a sus relaciones con las fases ame1iores (el estableci­miento ele protocolos ele producción y la partici­pación en la definición ele productos y técnicas, la aplicación ele la trazabiliclad, la expansión de las marcas propias, la penetración directa en fases an­teriores y la opción por convenirse en garantes ele la calidad ante el consumidor y en transmisor de los deseos de éstos) la convierte en una fase ca­da vez más esencial del sistema alimentario a la que se están desplazando las p1incipales clecisi.o­nes que afectan al conjunto. Estas decisiones es­tratégicas que define la gran diso-ibución se des­plazan verticalmente por la cadena de producción y afectan de lleno el quehacer de los agricultores, que con frecuencia son vistos con perspicacia por este nuevo L1der del sistenia alimentario, un lider del que están muy lejos.

Un elemento esencial del sistema alimentario es la coordinación entre las empresas ele todas las fases, convenida en la pieza fundamental para la competitividad de los productos alimentarios, de modo que es impensable una agricuhura com­petitiva sin una puesta en mercado o una indus­oia igualmente competitiva y viceversa. Estaco­ordinación pone lünites al libre mercado al esta­blecer condiciones mutuas de las panes y compromisos sobre el producto y las condiciones de intercambio. La creciente desconfianza de los consumidores y las exigencias de seguridad ali­mentaria están incrementando la importancia y el alcance de la coordinación vertical , condición im­prescindible para la trazabi lidad. La coordina­ción verrical y la seguridad que aporta se está con­virtiendo en una ele las mejores fom1as de defen­sa de los productos europeos ante la oferta de terceros países.

Estos mecanismos segmentan profundamente a los agricultores entre, de una parte, los que par­ticipan de ellos, convertidos en "socios" o cola­boradores en esa cadena ele producción, y, de otra, los que quedan al margen, pero a los que se re­cune puntualmente, aunque se coloquen en áre­as cada vez más marginales de la cadena ele pro­ducción. La visión que desde la industria o dis­tribución se tiene de unos u otros tipos de

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Los agricultores, vistos desde la indusuia y la disnibución

Se avanza en la homogeneización de los consumos mundiales, en especial en los países más desarrollados

agriculrores es completamente distinta . Ahora bien , la selección del socio agricultor no está di­rectamente vinculada al ramaño de la explota­ción agraria, sino de su capacidad para producir en las condiciones que requiere la estrategia del comprador; es decir, garantizar seguridad, hacer el tipo de producto que se le demanda, ajustar el pre­cio a lo estipulado, cumplir condiciones de en­trega, etc.

La coordinación vertical implica la imposición de condiciones sobre una fase de la cadena por parte de las siguientes o ame1iores fases , favore­ciendo la con emración ele la toma de decisiones estratégicas en las empresas más dinámicas , a la vez que facilitando la introducción de innovacio­nes y si.mando la acmación del conjunto de la ca­dena de producción al nivel que marcan las fases más competitivas. Este proceso, que es bueno pa­ra el conjunto del sistema y ha situado algunos sec­tores espaiioles a la cabeza de la producción eu­ropea, suele dejar en la cunera a las empresas me­nos competicivas ele cada una de las fases , y emre ellas a bastantes explotaciones agra1ias. Los me­canismos de coordinación verücal y la imposición de condiciones ele producción de unas fases so­bre otras implican la cesión ele una parte más o menos amp lia de la capacidad de decisión em­presarial. En el caso e.xtremo ele la integración ver­ücal en el sector ele ganadería intensiva, esta ce­sión Uega a ser total, de fonna que el ganadero tra­dicional se conviene en una empresa prestadora de servicios (el cuidado durante el cebo) , mien­rras que la empresa integradora (casa de piensos , matadero o industria cárnica) asume la responsa­bilidad empresarial sobre el ganado. Actualmen­te, en el sector de frutas y hortalizas frescas , así co-

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rno en el cárnico y en una larga lista de productos, las decisiones sobre la producción las está to­

mando la gran distribución a escala europea.

La hegemonía de la gran distribuciéíin

En los últimos 30 a1ios , la capacidad ele deci­sión empresarial se ha desplazado hacia fases ca­da vez más alejadas ele la agricultura. Al final de la etapa de la ag1iculmra tradicional, la estrategia de la cadena de producción la lideró la industria alimenrmia con la colaboración de una parte de la industria suminiso~adora de inputs; su papel fue fundamental en la modernización de la agriculm­ra. Aunque en aquel proceso desaparecieron mu­chas explotaciones incapaces de adaptarse a los nuevos tiempos, la agricultura resultante fue ca­paz de suministrar a la sociedad los ali.memos en la cantidad y calidad demandada, ambas muy su­periores a las requeridas una década antes. Ese pa­pel de liderazgo ahora lo asume en buena medi­da la gran clisnibución , aunque los mayores con­glomerados industriales mantengan su fuerza , radicada parcialmente en su función globalizado­ra. En la acrnaliclad, la industria o la red comercial que no sea capaz ele adaptarse a las nuevas fonnas de producir, comprar y vender, se verá condenada a clesaparécer, quedarse en posiciones marginales o buscar nichos ele mercado específicos , arras­trando a los agricultores con los que trabaja. Des­de esta perspectiva, la percepción que el actual líder del sistema alimentaii.o Oa gran distribución) tiene de los agiicultores depende en buena medi­da de la imagen que ele ellos ofrece la empresa del escalón intermedio del sistema alimentario (in­dustria o red comercial) , que es con la que man­tiene una colaboración más estrecha.

La globalización y, más concretamente, la eu­ropeización del sistema alimentario , es otro rasgo funclamen tal: se avanza en la homogeneización ele los consumos mundiales, en especial en los paí­ses más desarrollados; los sistemas ele producción y compraventa se parecen cada vez más; los flujos de infom1ación llegan a todos los lugares; la revo­lución del transpone y la caída ele las barreras co­merciales provoca que los productos se cultiven, se transformen y se consuman en lugares muy le­janos, rompiendo la estacionalidad biológica y am­pliando l.a gama ofertada en los mercados más ren­tables. Dentro del sistema alimentari.o, las fases más globalizadas son la indusnia suministradora de inputs (en especial la que requiere más l + D), la gran industria de segunda cransforn1ación, al­gunas ele las grandes firmas comerciales y, re­cientemente, rambién la distribución. En térmi.-

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Los agricultores, vistos desde la industria y la distribución

Hay un nuevo elemento que ya condiciona el funcionamiento del sistema alimentario: la creciente demanda de seguridad alimentaria y la puesta en marcha de los sistemas de trazabilidad

nos generales puede decirse que la agricu ltura y gran parte de la industria ele primera transforma­ción no participan directamente en este proceso, aunque nada del mundo económico les resulta aje­no. Esta globalización permite que las empresas de las fases posteriores del sistema alimentario ad­quieran los productos agrarios en otros mercados, debilitando la capacidad negociadora de los agri­cultores salvo cuando la oferta local tiene otras ventajas (rrazabilidad, calidad diferencial , manejo, ere.). En definitiva, nos encontramos ante dos pro­cesos, en gran medida conrraclicto1ios, que con­viven en el mercado y está orientados a cubrir ni­chos diferentes.

Los mercados de alimentos de los países desa­rrollados son muy amplios y muestran multitud de segmentos que permiten la presencia de lo lo­cal vinculado frecuentemente a la calidad diferen­cial. A partir de ahí se fom1an cadenas de pro­ducción específicas vinculadas al territorio, que manejan un volumen de producción limi tado, en las que se mueven bien las empresas locales. Estas cadenas locales ofrecen el reverso ele los pro­cesos de globalización en la alimentación, y en ellas el agricultor (vinculado a la tierra y a una de­terminada forma de hacer su actividad) es un com­ponente fundamental.

Las estrategias de la industria alimentaria

Hasta aquí, hemos planteado una visión global de la industria alimentaria y de la distribución, pe­ro hay que señalar que, en la práctica, cada em­presa tiene su estrategia, intenta buscar un tipo ele clientes y establece un tipo de relación con las em-

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presas ele las restantes fases del sistema alimenta­rio con las que colabora, en definitiva, selecciona sus "socios" de acuerdo con lo que conviene a su estrategia general. Las finnas que buscan ganarse la confianza ele un segmento exigente del consu­mo buscan empresas serias, a las que exigen con­diciones duras y con las que con frecuencia esta­blecen relaciones duraderas, mientras que, en el otro extremo, las que centran su estrategia en el precio buscan los mercados más baratos recu­niendo con frecuencia a subastas a la baja. En los mercados competitivos actuales nadie paga ele más, pero las diferencias a la hora de acercarse a los agricultores y establecer o no un marco de co­laboración estable son muy acusadas, y para las empresas que se sitúan en los estratos de más ca­lidad los agricultores suministradores se acaban convirtiendo en socios. En la gran distribución se empieza a encontrar estos procesos, pero por el momento alcanzan sobre todo a sus suministra­dores directos, no a los escalones anteriores; la ge­neralización de estos mecanismos en los merca­dos europeos está siendo rápida.

En este mismo ámbito , otro fenómeno a resal­tar es el ele aquellas empresas donde prima el in­terés financiero , frente al industrial o comercial. Esto suele suceder en los procesos de adquisicio­nes de fim1as alimentatias por parte de sociedades de capital financiero. Normalmente, el propieta­rio suele tener poco interés en la actividad agroin­dustrial en sí; le interesa vender mejor o dividir la firn1a o n-ansfonnar en solares las fáb1i cas mf'.jor si­tuadas , cuestiones todas muy alejadas del agri­cultor suministrador de materias p1imas, quepo­siblemente no cuente en sus planteamientos.

Existe un elemento que pesa negativamente en la visión que los industriales y la distribución tie­nen de los agricultores: la resistencia que mu­chas veces ésms ofrecen a asumir responsabilida­des empresariales y su tendencia a pedir protec­ción al Es tado ante eventos que los res tantes empresaiios deben solucionar por sus propios me­dios en el marco de la legalidad vigente; esto lle­va a la percepción de que el sector agrario es algo así como "un menor de edad'', y eso en el mundo actual es una mala etiqueta. En el mismo sentido, capas importantes de la sociedad opinan que los agricultores se han convertido en los grandes pro­tegidos de la Política Agraria Europea (PAC) sin que a cambio muchas veces oferten una produc­ción de alimentos adecuada. Esta visión, agravada tras los recientes problemas de sanidad alimenta­ria, especia~nente el episodio de las "vacas locas", está poniendo en cuestión la legitimidad de la PAC y podría daflar el principal haber de los agriculto­res , que es y ha siclo siempre la confianza ele los

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8 = Sociedad Cooperativa General Agropecuaria-=-

P.º Isabel la Católica, 1

Apartado 346 47001 Valladolid

Tfno.: 983 350 400 Fax: 983 37 4 157

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Los agiiculrores, vistos desde la indusnia y la dis tribución

Cada tipo ele empresa industrial o ele la distribución se vincula a aquellos agricult.ores que encajan en su estraregia

consumidores. El hecho de que los agriculwres estén exentos de determinadas obligaciones im­puestas a las restantes fases en búsqueda de se­gu1idad en el consumo de alimentos (registros sa­nitarios, normas AENOR, ARCPC, etc.), colabora en el deterioro ele su imagen ante la sociedad y en una pérdida ele fuerza negociadora en la cade­na de producción.

La seguridad en el consumo de alimentos

En esta línea, hay un nuevo elemento que ya condiciona el funcionamiemo del sistema alirnen­tario: la creciente demanda de seguridad alimen­taria y la puesta en marcha de los sistemas de tra­zabilidad, ambos estrechamente vinculados. En los países desarrollados, y sobre todo en la UE, estos dos conceptos previsiblemente van a segmentar la cadena de producción, y con ella al colectivo de los agricultores, entre, de un lado, los que son capaces de acceder a ellos y, de otro, los que no tie­nen esa capacidad. Aunque estas divisiones nunca son nícidas, podemos pensar en sirnaciones muy distinras, marcadas por la posición anre estas dos cuestiones: los que queden fuera posiblememe se verán abocados a los peores mercados, y los que se integren tendrán la opción de estabi lizar su posi­ción en la cadena ele producción y, con ella, sus re­laciones con la industria y la disrribución, siempre en un marco dinámico , con exigencias continuas ele incorporación de innovaciones.

Esto ratlfica lo que se apuntaba al principio: ca­da tipo de empresa industrial o de la distribución se vincula a aquellos agricultores que encajan en su estrategia, de fonna que los que buscan más ca­lidad, seguridad y trazabiLidacl plantean relaciones más estables. Ahora bien, ¿qué tipo ele ag1iculto-

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res pueden cumplir esas condiciones?; ésta es una de las cuestiones en las que radica la clave de la política agraria. Una visión somera a la Encuesta de las Estrncruras de las Explotaciones Agra1ias (1997) o del Censo Agrario (1999) pone de ma­ni.fiesto que una parte imporranre de las explora­ciones tiene una dimensión tan pequeña, que no permite la dedicación ni siquiera equivalente a me­dio puesto ele trabajo con lo que prácticamente no cabe la profesionalidad; además, su dimensión económica hace inviable la incorporación de 1 +D. Este conjunto de explotaciones difícilmente po­drá incorporarse a cuestiones como la trazabilidad, sal'{O a través ele [01111as cooperativas de gestión y cultivo o bien mediante fó1m ulas de terciarización; la inmensa mayoría ele estas explotaciones cuenta con la dedicación a tiempo parcial (o margina]) del agricultor y muchas están casi abandonadas. Es­tas ex-plotaciones clilicilmente se incorporarán a la cadena de producción más competitiva e incluso pueden entorpecer la incorporación de sus veci­nos al dete riorar la producción de u na zona. En principio, todas las demás pueden clesanollar los nuevos sistemas ele trazabiliclad, pueden incorpo­rar innovaciones y convertirse en socios ele las me­jores cadenas de producción siempre que asuman su responsabi1idacl empresaiial; el problema del encarecimiento de las cuestiones logísticas en las de menor tama!lo podría solventarse por la vía co­operativa. Para la industTia alimentaria y las res­tantes firmas ele la cadena ele prod ucción, a la hora ele elegir agricultores "socios" no es tan im­portante el rama!lo (siempre a partir ele un umbral mínimo cambiante en el ciempo) como la calidad empresarial del agricultor.

El papel de las cooperativas

En esre análisis hay que detenerse en las coo­perativas, que juegan un papel fundamental en el sistema alimentario. En p1imer lugar, la coopera­tiva concentra a los agricultores y permite una ne­gociación más equilibrada con el resto de la ca­dena de producción, cuestión ya importante. Pe­ro, además, facilita la presencia del agricultor en los escalones siguientes ele la cadena ele produc­ción. Las cooperativas son empresas de los esca­lones comerciales o industriales que tienen co­mo socios-suministradores a los agricultores; su eso·ategia tiene que con-esponder al escalón en el que desanollan su trabajo , lo que a medio plazo será mejor para los socios, aunque ele forma in­mediata puede generar conüictos con su base so­cial. En el escenario actual, las cooperativas pue­den jugar un papel fundamen tal en apoyo de los agricultores facilitando 1a incorporación de inno-

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Los agi.icultores, visws desde la indus[ria y la dismbución

Las organi?.aciones interprofesionales, junt.o a otros mecanismos ele acción interprofesional habituales, estructuran la gestión ele los int.ereses colectivos ele la cadena ele producción

vaciones, asesorando, estableciendo crirerios de disciplina en la producción, racionalizando el uso de inputs quimicos y, en definüiva, ordenando las producciones; incluso pueden hacerse cargo ele la gestión o el culrivo ele las explotaciones más pe­queñas mediante "secciones de cultivo" o fórmu­las similares de las que ya hay ejemplos.

Su quehacer es funclamemal en la posición ele los agriculmres y en la percepción de los mismos por las empresas del sistema alimentario, pero pa­ra eso es imprescindible que la mayor pane ele las exploraciones que constituyen su base social rengan una \~sión clara de su papel en la cadena ele producción de ali memos y apuesten por una gestión de calidad.

La vertebración interprofesional

Hasra aquí, el análisis se ha realizado desde el punto de vista de la empresa a título individual, y desde esa perspectiva se ha planteado la coordi­nación entre fases. Ahora bien, el sistema alimen­tario tiene una dimensión colectiva que abarca al conjun w ele las empresas ele cada una ele las fa­ses de la producción; en ese ámbito colectivo se gestionan los in te reses conjuntos ele cada fase ante los poderes públicos y ame los colecrivos ele las empresas de las restantes fases.

El desarrollo de la gestión de intereses en esre ámbito colectivo requiere la e,'<isrencia ele organi­zaciones que canalicen la posición de las empre­sas ele cada fase, es decir, capaces de gestionar los imereses que tienen en común y los comra­clicrorios con las restantes fases de la cadena ele producción , para lo cual tienen que ser capaces de idemificarlos adecuadamente.

Las organizaciones interprofesionales, junto a

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otros mecanismos de acción interprofesional ha­bituales, esm1cturan la gesrión de los imereses co­lectivos de la cadena ele producción y, en el mar­co de las normas ele defensa de la competencia, permiten abordar el planteamiento de los imere­ses conrradicrnrios entre fases.

En ellas, los intereses de las empresas se canali­zan a través de sus organizaciones, siempre que éstas se doren ele la estructura y de los mecanismos de funcionamiemos precisos (medios técnicos e in­formarivos, esrrucrura organizativa, capacidad de toma ele decisiones, etc.) para su gestión. En el ca­so ele las eA'Plotaciones agrarias, esos intereses pue­den canalizarse a través de organizaciones específi­cas, como ocurre en Francia, o generales, como en España. Las dos fórmulas son viables siempre que cumplan su cometido con respecto a la gestión ele los inrereses de los agi.icultores en el marco del sis­rema alimenrnrio, lo que significa la colaboración en la resolución ele los inrereses comunes a roda la cadena de producción y la defensa de la posición ele los intereses concretos en los puntos conflicti­vos; la opción exclusiva por esta última posición o la pérdida ele la perspectiva ele la colaboración, su­pondrá en términos generales la automarginación de los sistemas alimemmios más competitivos. Las organizaciones imerprofesionales son una de las ví­as que penniren la participación del sector agrario en la toma de decisiones ele la cadena de produc­ción de alimentos.

Desde el puma de vista colecüvo, la perspec­riva de la agricu lrura visra desde las fases posre­riores del sistema a limen ra1io va a depender tam­bién de la responsabilidad que sus organizaciones muestren ame los actuales problemas del siste­ma alimentari.o, única fmma ele encarar el futuro en el mundo competitivo actual.

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Ecologistas y rurales, luna relación iinposible?

JOA UIN El mundo rural es el ámbito en el que el mo­vimiento ecologista moderno, y no menos sus predecesores decimonónicos (la año­

ranza por la arcadia perdida viene de lejos, léase a Palacio Valdés), ha puesto sus complacencias, aunque hemos de reconocer, teniendo en cuenta las excepciones pertinentes, que no ha sido del to­do (Lo casi nada?) correspondido ni en los afec­tos ni en las proclamas.

En realidad, al cabo de treinta años de activis­mo, nunca los ecologistas han tenido buen cartel en el medio rural Cdo tienen en el medio urbano7), a pesar de sus esfuerzos dialogantes y de sus apor­taciones cualificadas, y a pesar también de un ejer­cicio ele tolerancia que en absoluto han practica­do con el sector industrial o las administracio­nes , por citar dos ejemplos de enfrentamiento histórico continuado. La in transigencia, tachada a veces de incomprensión , propia del ecologismo radical (¿existe otro?) siempre ha sido suavizada en relación con el mundo rural.

¿Quiero decir, como algunos ya habrán sospe­chado, que los trabajadores rurales deben estar agradecidos a los ecologistas porque éstos les han perdonado la vida? Bueno, si como espero, lo to­mamos con cierto sentido del humor me atrevo a

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escribir que sí. Pero, ya en serio, me parece im­portante reflexionar sobre las causas ele ese rechazo que no tienen en cuenta, ya digo, las aportaciones fundamentales del ecologismo, o mejor dicho, de la culrura ecológica a la cultura rural. Y vice­versa, por supuesto.

Los bosques como punto de partida

Todos los libros que he escrito hasta la fecha m tratan de rastrear esa cultura ecológica (una ex­presión que va más allá del ecologismo militante) a través de los siglos. En el último, precisamente, titulado "La educación ambien tal en España (1800-1975)", abordo los orígenes de esta disci­plina hoy tan de moda, de vocación transversal al parecer, que aun con otros nombres e intenciones tiene ya larga tradición . Y esos orígenes, como no podía ser menos, están en el campo, en la naru­raleza , en el medio rural, en ese afán de inspira­ción rusoniana que, a partir del siglo XVIII y con mayor vigor en el XIX, se extiende por toda Euro­pa con el fin de vincular la enseñanza y la escuela con la naturaleza. Es entonces, y no en estos años como suele pensarse, cuando surgen las escuelas del bosque, las escuelas-granja, los huenos esco­lares, etc ., que buscan ampliar horizontes peda­gógicos ciertamente, pero sobre tocio tratan de pa­liar las dramáticas condiciones higiénico-sanita­rias de sociedades urbanas donde los índices de mortalidad por la tuberculosis y otras pestes, con especial incidencia en los niños, eran alarmantes.

Si se me permite la amocita, escribo: "La edu­cación ambiental nace ele la miselia ... La ed uca­ción ambiental nace de un mal ambiente de aires pestilentes y aguas infestadas, de los cuchitriles que nunca debieron llamarse viviendas ... La edu­cación ambiental es hija de un dramático catálo­go de pestes que han ido diezmando a la pobla­ción europea, y muy parriculam1ente a la espa­ñola , durante siglos y siglos. La educación ambiental es hija de la mucha muerte".

No se u·ata de una moda bucólica promovida por los primeros desencantados urbanos, que ya abundaban en el siglo XIX y no sólo entre quienes habían huido del campo a la ciudad, sino de una estrategia de supervivencia. Es la tuberculosis lo que fuerza esa mirada masiva hacia la naturaleza.

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Ecologistas y rurales , tuna relación imposible?

Nunca ha perdido la cultura ecológica sus raíces rurales, aunque a partir delos años setenta del pasado siglo, el movimiento ecologista se preocupara más por los impactos ambientales derivados del desarrollo industrial

El aire Ubre y limpio, la luz, el sol y el agua (en­tonces comienza el movimiento naturisra que üe­ne especial relevancia en Catalufia y Levante) , se revelan como el anódoto más eficaz contra esta en­fermedad mortal. "Las ciudades son el sumidero de la especie humana", había escrito Rousseau.

Luego vendrá la naturaleza como aula privile­giada para estudiar y entender nuestro en tomo, el excursionismo como método pedagógico antes que depone , el alpinismo, el incipiente turismo rural. La ciudad mira al campo, aunque se trate de una mirada provisional. Se habla de rusticar la ciu­dad y urbanizar el campo. Más adelante, a partir de 1910 desde Catalufia, se extiende la utopía de la Ciudad-jardín , que muchos interpreraban con no poca simpleza: la ciudad para el uabajo y los negocios , el campo para vivir y disfrutar. En cual­quier caso, la Ciudad-jardín iba más allá del ac­rnal adosado especulaüvo.

Quiero decir, en fin, que nunca ha perdido la cultura ecológica sus raíces rurales, aunque a par­tir de los afios setenta del pasado siglo, se preocu­para el movimiento ecologista por los impactos am­bientales derivados del desarrollo industrial sobre todo y de las opciones energéticas, con particular inquina contra la energía nuclear. Por lo demás, es sabido que el bosque ha sido la causa ecológica por antonomasia de todas las épocas, de todos los si­glos. Ha sido la vía de penetración de la concien­cia ecológica y, aunque suene sorprendente, del tan cacareado desanollo sostenible, un concepto que igualmente viene de antiguo con denominaciones

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dilerentes ; eso de las generaciones venideras ya les sonaba a nuestros tatarabuelos: "Los árboles, pa­nas y viñas -se dice en Las Siete Parüdas- deben ser bien guardados , porque los que los cortan o descruyen, facen maldad conocida".

Es a través del bosque cuando, a partir del si­glo XV111, cobramos conciencia de que la eA'Plo­ración irracional ele los recursos puede traer ne­fastas consecuencias. ffclucación ambiental? ¿Qué otra cosa perseguían los vecinos de Villanueva ele la Sierra (Plasencia) que, con el cura y el maestro a la cabeza, llevaron a cabo en 1805 una repobla­ción foresral de inequívocas intenciones pedagó­gicas, aparte de otros fines sanirarios , éticos, es­téticos y ecológicos?

Es también el bosque la causa principal de los p1irneros enfrentamientos entre el mundo y rural y los ecologistas cuando éstos se oponían (y se oponen) a ciertos critetios repobladores del fran­quismo y en buena medida de la democracia. El eucalipto y la energía nuclear fueron batallas pre­dilectas del ecologismo español. Esos mismos oi­terios de rentabilidad del bosque a cono plazo im­puestos casi manu militati fueron también muy contestados en el propio medio rural, lo de qué '~enen los odios viscerales al ICONAy asimilados?.

Más tarde surgieron los primeros intentos se­rios de conservación de espacios y de especies. Los Coros Reales de Gredos y Picos de Europa (1905), de puro interés cinegfoco, cumplen ese objetivo con el consentimiento ele dueños y vecinos, aca­so por no hacerle un feo al rey Alfonso Xlll , aman-

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Ecologistas y rurales, fona relación imposible?

Suele afirmarse que los espacios naturales que hoy apreciamos por sus valores ecológicos han llegado hasta nuestros días en buen estado gracias a los habitantes de su entorno

te de la escopeta, al igual que su amigo Pedro Pi­da!, el marqués de Villaviciosa. El [ue quien im­pulsó los Cotos Reales (Cotos Nacionales en la Re­pública) y, a parcir de 1916, los Parques Naciona­les . El de Covadonga fue inaugurado en 1918 y el de Ordesa en 1920.

Es con los Parques Nacionales cuando surge el conílicto y puede decirse, en parre, que otras fi­guras proteccionistas posteriores menos exigentes tuvieron su razón de ser en esos rechazos socia­les más que en los argumemos cien tilicos. A pe­sar del meritorio empeño de Piclal, un aristócrara adinerado de no muy buenas maneras pero de buen corazón, no mostraron demasiado entusias­mo los pueblos del entorno. Ya en 1915 hay cons­tancia de una comisión de agricultores y ganade­ros que viajó desde Cangas ele Onís a Madrid pa­ra enterarse a fondo de qué iban los Parques y cómo a[ecta1ían a sus intereses.

El impetuoso Pedro Piclal no podía entender por qué la gente rechazaba los Parques Naciona­les que él, con gran visión de futuro en este caso, veía como un reclamo ru1istico ele p1imera care­goria, como ocunia en Suiza o en los Esraclos Uni­dos, de donde tomó el modelo, que iba a aporrar rentas complementarias al mundo rural. No íal­taron los enfrentamientos y las venganzas (talas clandestinas e incendios contra los espacios pro­tegidos no asumidos) , sobre todo en el caso de los Picos ele Europa.

Hubo fallos evidentes por parte de la Admi­nistración y escasa predisposición ele los afecta­dos, reales o supuestos, para seguir adelante. Por

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eso no se declararon más Parques Nacionales bas­ta los años cincuenta, bajo el franquisrno. N ienen ele entonces los resentimientos? ¿comienzan en esos primeros años del siglo XX los rechazos del medio rural a la tarea conservacionista que aún hoy no han sido superados provocando en algu­nos pueblos viscerales rechazos? ffodavía existe conciencia en el mundo rural de que la conserva­ción va en conrra de sus intereses?.

Parece que sí, de nuevo con las excepciones de rigor, y ello a pesar del cambio radical para bien con la aprobación ele la Ley ele Conservación ele 1989. Una Ley aprobada tres años después ele nuestro in­greso en la Unión Europea que provocó no pocos cambios en este sentido. Desde el punto ele vista que nos ocupa, estos dos hechos han sido tras­cendentales en el medio rural que, poco a poco y con evidente desgana, ha ido asumiendo algunos postulados de la cultura ecológica.

Suele afumarse que los espacios naturales que hoy apreciamos por sus valores ecológicos han Ue­gado hasta nuestros días en buen estado gracias a los habi tantes de su entorno. Nadie niega sus mé1itos, pero si nos aparramos por un momento de lo políticamente correcto, lSe!Ía oportuno se­ñalar también que esos espacios se han manteni­do así porque no fue preciso llegar más lejos en sus usos? ¿o es que se han mantenido esos valo­res por una volunrad premedirada ele los usuarios? No parece creíble. Otro asumo bien distinto es que, en efecto, una buena parte de las actividades del medio rural son compatibles, y a veces desea­bles, con la conservación.

La seguridad alimentaria y otras alarmas

lQué ha aportado esta cultura al mundo mral en los últimos Lreinta ai'ios? Al margen de su inci­dencia en las actividades es[lictamente agiícolas y ganaderas , más allá de la PAC que reparte escan­dalosos dividendos a los grandes hacendados, es indudable que lo ha revitalizado y ha mejorado su imagen en el resta de la sociedad deshaciendo el tópico de la marginalidad al que algunos sectores parecen seguir aferrados , pues el victimismo ven­de mucho en estos tiempos de incertidumbre y demagogia mediácica. Por lo demás, no es impru­dente vaticinar que , de nuevo más allá de la PAC, esta cultura va a aportar argumentos razonables para que el mundo rural no siga perdiendo rentas. Lo quiera o no , el mundo rural será también con­servador, o digamos mejor conservacionista, para evitar equívocos no deseables.

En cualquier caso, no parece que hoy pueda hablarse de una alianza consciente y entusiasta en-

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Ca;a de Extremadurc Comprometidos contigo

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Ecologistas y rurales, lilna relación imposible?

A pesar de las dudasen el reparto de responsabilidades en las crisis alimentarias, los ecologistas han derivado sus criticas a la Unión Europea, a los gobiernos, a las grandes empresas ... , pero, en general, el buen nombre de los ganaderos ha sido preservado

tre rnrales y ecologistas. ¿cambiará en el futuro con los nuevos modelos agrarios, ganaderos y eco­lógicos diseñados por Bruselas? lHabrán in fl uido en ese senrido las sucesivas c1isis alimenrarias que han constituido uno de los avatares más duros y desagradables por los que ha tenido que pasar el mundo rnral y el resto de los ciudadanos (¿con­sumidores o consumidos?). Unas c1isis, por cier­to, que si bien han culpabilizado a sus protago­nistas más inmediatos y desvelado modos de ha­cer ran ajenos a la sana (lsanta?) tradición, ha puesto también en primer plano la importancia del mundo rural para el bienestar de los ciudada­nos, resaltando un aspecto tan crucial como la ca­lidad de los alimentos.

Esas crisis alimentatias, y de manera especial el caso de las vacas locas, que nos han revelado un mundo rural capaz de generar agresiones ran o más graves como el secror industrial, constituyen el ejem­plo más evidente del tacto con el que las organiza­ciones ecologistas suelen aproximarse a estos asun­tos. En ninguno de sus comunicados y pronuncia­mientos ha habido acusaciones explicitas, reproches o c1íticas despiadadas hacia el mundo rural.

Puede pensarse que no ha habido razones pa­ra ello, pues tan víctimas han siclo los ganaderos afectados (todo el mundo rural en definitiva) co­rno el resto de los morrales. Aun siendo así en bue­na medida, de ningún modo cabe clesculpabili­zarlos ele fo rma absoluta. Todos somos culpables de todo en alguna medida. ¿o es que sólo Menem y sucesores son responsables de la crisis argenti­na? Al fin y al cabo, el berlusconismo, como arras

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peligrosos ismos del pasado que parecen renacer, ha llegado al poder a través de las urnas. El siste­ma está pervertido, pero tampoco se aprecian ex­cesivos enrusiasmos por desenmascararlo. Las pancartas siempre hacen referencia a otras urgen­cias más inmediatas.

Bien es cierto que la his teria productivista (co­mo la generalización de los modelos laborales es­clavistas), impuestos con mayor o menor persua­sión desde Bruselas, o desde Washington, da igual, nos han llevado a ese callejón de difícil salida, pero hombre, algo tendrán que ver en ello los más directamente afectados, pues es evidente que ese desgraciado productivismo ha reportado también aspectos positivos a corro plazo (económicos so­bre todo) al medio rural. Alimenrar a las vacas con piensos locos o con gallinaza, utilizar medios de engorde indirectos de consecuencias nefastas pa­ra la salud, etc. requiere de complicidades gene­ralizadas que afec tan a todo el mundo. lPor qué manifestarse contra los cazaprimas o la sequ(a y no contra las mafias del antibiótico? Sé que exis­ten rechazos, pero debieran ser más explícitas, in­sistentes y generalizadas las críticas contra estos modelos inasurnibles.

A pesar ele las duelas en el reparto ele respon­sabilidades en las sucesivas crisis alimentarias, los ecologistas han cle1ivado sus críticas fundamen­talmente a la Unión Europea, a los gobiernos cen­tral o autonóm icos, a los ministerios ele Agricul­tura o de Sanidad, a las graneles empresas, al sis­tema (l?) etc., pero, en general, el buen nombre de los ganaderos ha sido preservado. lHa sido jus­tamente valorada a este propósito la aportación ele la cultura ecológica al movimiento creciente, tan alentador como imprescindible, a favor de unas materias primas de calidad, de las denominacio­nes ele origen, de los productos ecológicos, ele la agricultura integrada como paso intermedio, etc.?

Incluso en otros contenciosos que han surgido en estos años eno·c el ecologismo y el mundo ru­ral se ha mantenido esa prudencia crítica, acaso teñida ele patemalismo. Véase la polémica en tor­no al Plan Hidrológico Nacional o el Plan Nacional de Regadíos. lEs cierta esa cu ltura de la sosteni­bilidacl que se dice asumida en el med io rural en relación con los usos del agua? me verdad es va­lorado en su justa medida el hecho ele que el 80% de los recursos híd1icos vayan al medio rural en un país de pertinaces sequías como el nuestro? Pues aun así, ele nuevo las crí.ticas se centran en las administraciones. Hasta las comunidades de regantes son levemente vapuleadas por los ecolo­gistas. lNo existe, por cierto, una llamativa par­cialidad en la benevolencia con la que son asu­midos los impactos ambientales de los embalses,

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Ecologistas y rurales, luna relación imposible?

El turismo de naturaleza ha empezado por revalorizar a la naturaleza misma poniendo en evidencia que, en efecto, la conservación es rentable aun no haciéndonos millonarios

que incluyen desplazamientos de poblaciones, y las carreteras frente a las incomodidades (l?), a ve­ces no mal recompensadas, generadas por los es­pacios protegidos?.

Turismo rural

Hay más aponaciones importantes. Si bien tam­poco puede decirse que el turismo rural o de na­turaleza sea un fenómeno nuevo, sí es novedosa la dimensión que ha adquirido tanto desde un punto de vista económico (ya se nora en el PIB), como social y cultural. Por supuesto que el turis­mo rural, que en su día se pensó como fuente de rentas complementarias para los habitantes de los pueblos , ha sido un prerexrn, lícirn en cualquier caso , para la vuelta al campo de urbanitas irre­dentos que controlan buena parte de las instala­ciones, e incluso ha generado otros fenómenos es­pecu larivos que pueden acabar desvirtuándolo (¿qué ha sido del agroturismo?) , pero lha habido en los últimos decenios propuestas que tanto ha­yan contribuido a la revitalización del mundo ru­ral como ésta?

El turismo de naturaleza ha empezado por re­valmizar a la naturaleza misma poniendo en evi­dencia que, en efecrn, la conservación es renta­ble aun no haciéndonos millonarios. Ha genera­do también un movimiento de recuperación del patrimonio histórico , aróstico y cultural del mun­do rural sin precedentes, gracias entre otras con­tribuciones a las Escuelas Taller que yo mismo he calificado como una de las aportaciones 1mís im-

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portantes de la democracia desde todos los pun­rns de vista: la propia recuperación de nuesn·os va­lores culturales y de oficios casi perdidos (carne­ros , herreros, jardineros, ere.) , la generación de sueldos y puesrns de trabajo, o la contribución a una mejora estética de nuestros pueblos eviden­ciando la alianza tradicional que también había empezado a perderse, entre lo mral y el buen gus­to, sin hablar de la recuperación de pueblos aban­donados y otros fenómenos que merecen ser ana­lizados con mayor profundidad.

De manera equivocada, se ha pregonado que el desarrollo sostenible es poco más que la agri­cultura ecológica, la casa bioclimática, el rurismo rural o la artesanía ; como si una fábrica de co­ches o una planta siderúrgica no debieran adap­tarse también a esos nuevos modelos de desarro­llo . Esta inte11)retación, i11genuamenre esquemá­tica, explica en parte la alianza sentimental , más o menos reconocida, que los ecologistas buscan con el medio rural convertido en ámbito preferente de las nuevas utopías. Si a ello añadimos que es tmn­bién escenario privilegiado para la implantación de las energías renovables, quizás la propuesta más exirosa de la cultura ecológica internacional (el pri­mer plan de renovables en España fue elaborado por una organización ecologista, AEPDEN , en 1977) el cuadro se completa.

En efecto, los parques eólicos, las rninicentra­les hidroeléctricas, y dentro de poco las instala­ciones solares forovoltaicas son perfectamente asu­midas e integradas en el medio rnral, aunque tam­poco deban obviarse cienos impactos , pues al fin y al cabo, estas energías provocan modificaciones profundas en el paisaje, aun siendo mucho más estéticas que las granjas y otras edificaciones de bloque gris y uralira que afean el enromo de ran­rns pueblos. Y que nadie se atreva a argumenrar­me precariedades económicas, por favor. No jus­tifiquemos con dinero lo que sólo se ex-plica por la desidia y el mal gusto ¿Q es que no está sobra­da la cultura rural de modelos arquitectónicos ba­rarns y de una esrérica insuperable?.

Muchas más cosas en común tienen la cultura ecológica y el mundo rural, por eso es deseable un mayor enrendimienro entre sus principales prota­gonistas, aun en la discrepancia pennanente, por­que mucho me remo que el futuro, incierto futu ­ro para rodas, deben afrontarlo junros.

Nota

(1) Autor de: "Pelioelismo ambiental en Espaiia", "El ho111bre ele los Picos de Ettropa", "Historia ele los Parques Nacionales", "El ecologismo espaiiol" y "Dos siglos ele peiiodis1110 ambiental".

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Actividad agraria y desarrollo sostenible en espacios naturales protegidos. El caso de Doñana

Ai'IENZA SEBNA

Pres i cle:n te de la Fu 11 daci.ón

Dof'ia11a 21

Y: es universalmente admitido que la con­

ervación ele los espacios naturales requie­e un enfoque integrado con la realidad so­

cioeconómica en que se ubica. Esto es más im­portante cuanto más intensa sea la interrelación enrre los ecosistemas a proteger y su entorno, y cuanto mayor sea la presencia del hombre y el gra­do de transformación de ese entorno. El reto no es evitar, mediame el despoblamiento, que las actividades humanas incidan negativamente sobre los ecosistemas a pro teger, sino conseguir un nue­vo equilib1io entre el hombre y la naturaleza, que responda a las expectativas de progreso y bienes­tar de los habitantes de ese espacio, y al mismo tiempo preserve el patrimonio natural para las pró­ximas generaciones. Se trata, en definitiva, para es­pacios protegidos pero no sólo para ellos, de en­marcar la protección del medio natural en una es­trategia de desarrollo sostenible para el medio rural. Un desarrollo que debe ser sostenible me­dioambientalmente, pero que también debe serlo económica y socialmente.

Este es el reto qLie hemos asumido en Dmiana, a partir del Dictamen que una Comisión Interna­cional de Expertos realizó en 1992, del que se cumplen ahora diez años, que se tradujo en un

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Plan de Desanollo Sostenible ele Doñana con par­ticipación de la UE, la Administración Central y la ]unta de Andalucía. Doñana se convirtió así en la primera expe1iencia de integración de actuaciones de rodas las Adminiso·aciones en una estrategia de desarrollo sostenible para un territorio concreto.

Cuando hablamos de Doüana nos referimos a un espacio natural -algo más de 300.000 hectá­reas, de las que más de 100.000 han sido decla­radas como parque nacional o parque natural-, pero también a un espacio socioeconómico de 14 mun icipios, con más ele 160.000 habitantes, y ca­si un millón de habitantes a menos ele 30 kiló­metros ele su pe1i merro. Este grado de transfor­mación ele su entorno inmediato, que implica una presión permanente por el uso de los recursos na­turales, y el hecho de rratarse , en una parte im­portante, de un espacio ele maiisma situado al fi­nal de la cuenca del Guadalquivir, lo que le hace vulnerable a todo lo que suceda aguas aniba, pro­porcionan algunas claves de la dificultad ele lle­var adelante una estrategia de desarrollo sosteni­ble en Doñana.

Importancia del sector agroalimentario

En la estrategia ele desarrollo sostenible de Do­ñana , uno ele cuyos impulsores es la fundación Doñana 21 -en cuyo Patronato están representa­dos !ajunta de Andalucía, las Diputaciones de Huelva y Sevilla, las Cajas de Ahorro Unicaja, El Momc, San Fernando y la Rural del Sur, la Fede­ración Onubense ele Empresarios, UGl CCOO, y ADENA-, el sector agroalimentario constituye una ele sus pilares básicos. Representa más ele 1/3 del PlB ele la comarca, y es también el sector ele mayor generación de empleo, a partir de cultivos que tienen gran importancia, económica, social y cultural, pero también indudable incidencia me­dioambiental. El otro pilar de la economía de la comarca, aunque a distancia del agroalimenta1io, es el sector turístico, que dispone ele recursos de exuaordinario potencial, que estamos intentando poner en valor, minimizando sus Iiesgos y su im-

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Actividad agraria y desarrollo sos[enible en espacios naturales protegidos. El caso de Doñana

La actividad agraria más relevante es el cultivo del fresón. Se trata de un cultivo extraordinariam ente dinámico, en su desarrollo y en su innovación, que aprovecha los suelos arenosos dela franja litoral de Huelva y su clima benigno

pacm medioambiental , con una estrategia de tu­rismo sostenible que ya está proporcionando im­portantes resultados, pero cuyo análisis se esca­pa del objetivo de estas notas .

La actividad agraria más relevante es el cultivo del fresón. Se trata de un cultivo extraordinaria­mente dinámico , en su desarrollo y en su innova­ción , que aprovecha los suelos arenosos de la fran­ja litoral de Huelva y su clima benigno. Es un cul­tivo de elevado coste y muy intensivo en mano de obra , con casi 700 jornales por hectárea, lo que implica el recurso a decenas de miles de trabaja­dores temporeros. Existe un riesgo de crisis por exceso de oferta si el desarrollo de la producción no viene acompasado por un crecimiento del mer­cado y un diferencial de competitividad respecto de otras zonas de producción, que pe1mitan ob­tener un valor suficiente por el producto. Su im­pacto medioambiental se deriva de la exrracción de agua del acuífero 27, lo que incide en el equi­librio hídrico de Doñana; de la erosión, que pro­voca el arrastre de la cubierta vegetal hacia los cau­ces que vierten al Parque ; de la contaminación de suelos, acuíferos y aguas superficiales por el uso intensivo de fertilizantes y agroquímicos, que co­rresponden a un cultivo forzado que se produce en un microclima cálido y húmedo, y necesita ob­tener un producto de impecable apariencia ex­terna para su comercialización; de la generación de importantes residuos plásticos, y de su im­pacto paisajístico. Con mucho menor peso eco­nómico, e intensidad diversa en esa misma pro­blemática medioarnbiemal, se encuentran losarán­danos , la ílor cortada y otras producciones honofrutícolas .

El arroz constituye el segundo cultivo en im-

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ponancia de La comarca de Doñana por valor de la producción. Es mucho menos intensivo en ma­no de obra que el fresón, pero constituye la base económica más importante de algunos municipios de la parte más oriental de la comarca, en la ribe­ra del Guadalquivir. Su impacto medioambiental se deriva del elevado consumo de agua, mitigado por la generalización de la reutilización del agua en circuitos cerrados, y de la contaminación de aguas y suelos por la acumulación de fertilizantes y tratamientos fitosanita1ios . No obstante, en el otro lado de la balanza hay que poner que más del 40% del cultivo se realiza en régimen de produc­ción integrada, y que el anozal constituye la ma­risma de recambio , llena de nutrientes, para mu­chas especies de avifauna, cuando se seca la ma­risma natural , y los rastrojos un lugar de anidamiento para las aves invemantes.

El olivar constituye el cultivo más importante por superficie, y es muy relevante su generación de empleo. Está evolucionando desde una voca­ción tradicional de aceituna para almazara hacia aceituna de mesa. Su impacto medioambiental más significativo es la pérdida de cubierta vegetal por laboreos excesivos o inadecuados y el trata­miento inapropiado de residuos del aderezo y de alpechines.

El viñedo constituye el cultivo casi hegemóni­co en el norte de la comarca, en particular en Bo­llullos y Rociana. Está en fuerte regresión por su baja rentabilidad, y es sustituido por fresón , y en menor medida por cereales de invierno. Requiere una estrategia global de recuperación de rentabi­lidad mediante reconversión varietal, moderniza­ción de técnicas de vinificación, para extraer de la variedad zalema, ahora abrumadoramente ma-

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Actividad agraria y desarrollo sostenible en espacios naturales protegidos. El caso de Doñana

Nuestro objetivo es consolidar un espacio agrícola compatible con la conservación y conseguir que los agricultores apuesten por el respeto al medio ambiente como aliado para la comercialización de sus productos

yoritaria, todo su potencial, y un mayor esfuerzo en promoción comercial. Su impacto medioam­biental más relevante es la erosión.

Con menor importancia, tanto en superficie co­mo en valor, se encuentra el algodón, que es rele­vante sólo en localizaciones muy concretas, y los cítricos y frutales de hueso que, sin embargo, tie­nen un gran potencial en Doñana, sobre todo en producción integrada o ecológica.

La ganadería e,xtensiva, aun no siendo econó­micamente muy significativa, contribuye al man­tenimiento de dehesas y marismas desecadas con elevado valor medioambiental.

En resumen, la comarca de Doñana constituye un espacio natural muy valioso, pem también un espacio agrario muy dinámico y diverso, con no­table capacidad ele generación de empleo y ren­ta, y un espacio social y cultural con fuerte per­sonalidad y lógicas expectativas de progreso y bie­nes tar. Tiene al mismo tiempo un impacto medioambiental que se concreta en la pérdida de cubierta vegetal por la erosión y su arrastre por los cauces que vierten a la marisma, la competencia por el agua y el riesgo de sobreexplotación de los recursos existentes , la contaminación ele aguas , superficiales y subtetTáneas, por el uso intensivo de ferti lizantes y fitosani tarios, y los residuos plás­ticos , de aderezo y alpechines.

Agricultura sostenible

La estrategia de agricultura sostenible que i.m­pul.samos desde la Fundación Doñana 21 tiene co­mo objetivo conjugar competitividad y rentabili­dad del sector agroalimentari.o con el respeto al medioambiente. Nuestro objetivo es consolidar

un espacio agríco la compatible con la conserva­ción y conseguir que los agricultores apuesten por el respeto al medio ambiente como aliado para la comercialización de sus productos y para su ren­ta y calidad ele vida. Al mismo tiempo pretende­mos que la sociedad perciba a los agricultores co­mo aliados y garantes de la conservación del es­pac io natural Doñana. Los consumidores y los ciudadanos europeos están cada vez más preocu­pados por la calidad y la seguridad ele sus ali­mentos, y por el impacto medioambiental de las técnicas de producción , y más sensibles respecto del destino final de las ayudas agrarias. El papel de los agricultores ante la sociedad y la legitimación ele toda la política agraria va a depender cada vez más ele en qué med ida seamos capaces de conju-i gar en nuestro modelo agrario calidad, medio am­biente y cohesión social.

Los principales ejes de actuación de nuesrra es­trategia agraria para Doñana son los siguientes:

1. Impulsar una política de gestión del agua que permita sustituir aguas subterráneas por aguas su­perficiales procedentes del sistema Chanza-Piedras, para consolidar los regadíos existentes al mismo tiempo que se modernizan conducciones y canali­zaciones y se incorporan o se generalizan técnicas ele riego localizado, de bajo caudal y elevadas fre­cuencias, más eficientes tanto en el consumo de agua como de fertilizantes y fi.tosanitarios.

2. Promover prácticas de cultivo que reduz­can la erosión, al mismo tiempo que se aumentan la reforesraci.ón y la restauración de liberas.

3. Extender la producción inregrada con ca­rácter gen eral para los cultivos de la comarca, co­mo vía para reducir los rratamientos contra plagas y e11fem1edacles , sustituir los tra tamientos quími-

D/Sfi IBUCIÓN DE GASÓLEOS , GARCIA-CAMACHO, S.L.

Ctra. Don Benito-Medellín, s/n

Tel.: 924 803 754 // 924 811 111 // Fax: 924 808 332

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Act:ividad agraria y desarrollo sos tenible en espacios naturales protegidos. El caso de: Doñana

La Etiqueta Doñana 21, una marca de garantía creada por la Fundación Doñana21 y certificada por .AENOR, está convirtiéndose en un poderoso instrumento para la incorporación de la calidad y la naturaleza como factores de competitividad

cos por métodos biológicos , biotécnicos, físicos o genéticos. Es necesario que se avance en la nor­malización técnica y de etiquetado de la produc­ción integrada, tanto en el ámbito nacional como europeo, con el fin de que se convierta no sólo en un compromiso con la agricultura sostenible, si­no en el poderoso instrumento de comerciali­zación que ahora todavía no es.

La producción integrada, que ya representa más de 16.000 hectáreas de cukívo, con gran impor­tancia en el arroz pero con peso creciente en la fre­sa, está llamada a convenirse en el régimen de pro­ducción predominante en la comarca, y en un ins­crumemo diferencial clave para la competitividad y la comercializaóón de los productos de Dofia:na.

Con carácter más reducido, pero con produc­ciones creciemes, se sitúa la agricultura ecológi.ca, que representa ya más ele 500 hectáreas ele cu ltivo ele alto valor a:fiadiclo, y de la que Dofiana debe con­vertirse en lugar de referencia a nivel nacional. En esta misma línea, en el ámbito ganadero, se sitúa el apoyo al mantenimiento de razas autóctonas y la promoción de la ganaderia ecológica.

4. La Etiqueta Dofiana 21, una marca de garan­tía creada por la Fundación Doñana 21 y cen:ifica­ela por AENOR, está convirtiéndose en un pode­roso instrumento para la incorporación de la cali­dad y la naturaleza como factores de competitividad y apertura ele nuevos mercados para los productos y servicios de la comarca, y también en insoumen­to para la captación de nuevas actividades de trans­formación ele productos agrarios en Doii.ana. Se otorga a las empresas de la comarca que implan­tan un sistema ele gestión calidad y un sistema ele

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gestión medioambiental ele acuerdo con la norma­tiva ISO y que elaboran y aplican un plan de mejo­ra permanente ele sus indicadores ele comporta­miento medioambiental. Ya la han obtenido 20 em­presas y hay otras cuarenta que se encuentran en proceso de implantación.

S. Un programa de formación agroambiemal con­tinua que pemlita que los agricultores se familiaricen y apliquen técnicas de laboreo que prevengan la ero­sión, tecnologías ele uso eficiente del agua, y técnicas ele producción integrada y producción ecológica.

Estas !meas de actuación, que constituyen el nú­cleo de las cliri.gidas a conseguir un modelo agroa­limentario sostenible, van acompañadas de actua­ciones ele corte más convencional en la mejora de las infraestructuras , la modernización ele las e.'<­ploracíones, o el fortalecimiento del tejido asocia­tivo y su consolidación para conseguir economías ele escala y mayor capacidad de generación ele va­lor aiiadido y de comercialización.

Esta estrategia, que ya está dando algunos re­sulraclos, tiene, no obstante, la parte más impor­tante de su camino por recorrer, y ello sólo puede hacerse desde la participación y el consenso ele la mayoria del sector, Organizaciones Profesionales Agraiias , Cooperativas, Empresas Agroalimemarias, Adminisn·aciones y Asociaciones Conservacionís­tas , sí queremos evitar el riesgo de que se límite a un ejercicio voluntarista de cono alcance. Por ello nos hemos puesto como objerivo para los próxi­mos meses conseguir un Acuerdo por una Agri­cultura Sostenible en la comarca de Dofiana, del que lo aquí e,..¡puesto no son más que algunas pri­meras refle.~ones generales.

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Crecemos apoyándonos en n Ues tnus ra 1 Ces (Con líneas e~pecia l es de produ~tosJ

Tenemos muy claro donde están nuestras raíces, porque nacimos en el medio agrario. Si hoy somos la primera Caja Rural de España, no es algo casual o fortuito, sino la consecuencia del apoyo y la confianza recibida del campo, de las Cooperativas, SAT, empresas del sector y

www.cajamar.es

para la agricu ltu ra y ganadena.

co lectivos humanos. Por ello, continuaremos apostando por esta economía primaria y sus gentes, todos ellos tienen nuestro apoyo y el compromiso real , de tener, previstos y dispuestos, los productos y servicios más adecuados y en unas condiciones únicas.

Banca Telefmica: 901 511 (XXJ

Almería, Barcelona, Cádiz, Ceuta, Maclrid, Málaga, Meli lla, Murcia

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La relación entre el lllOvillli(~nto consulllerista y la agricultur·a fallliliar Posibilidades , límites y paradojas

PERALES President

de la Asodación de Usua1ios

de la ComLmicación

(AUC)

U no de los elementos que más caracteriza la dinámica de las sociedades desarroUa­das actuales es el descubrimiento del con­

sumo como un nuevo elemento aglutinante de identidad social. Si tradicionalmente los indivi­duos se constimían en grupos de interés aten­diendo fundamernalmerne a aspectos axiológicos, institucionales y/o económico-productivos (con­fesiones religiosas, partidos políticos, sindicatos) , el ciudadano ha pasado a reivindicar también sus derechos como usuario y consumidor de bienes y servicios, organizándose en tomo a ellos.

Dicho de otro modo, los ciudadanos no sólo se autoperciben en función de su clase social (por su relación con la propiedad de los medios ele pro­ducción , dicho en un sentido marxista clásico). También se estructuran y autoperciben en función ele su hábitos ele consumo y, además, en términos más cualitativos (es tilos de vicia) que cuantitativos (capacidad adquisitiva).

Los analistas y teóricos habían venido pronos-

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ricado ya esta progresiva importancia del consu­mo desde finales del XIX, e incluso antes (A. Smith, Malthus, Veblen, Simmel, ere.), pero es a mediados del XX cuando el movimiento consu­melisra organizado comienza a consolidarse en la sociedad norteamericana y europea tn Ello se de­be fundamentalmente a los siguientes factores:

- La progresiva incorporación ele los consumi­dores al mercado , que ha generado un aumento de las necesidades de producción y distribución ele bienes y servicios. Estas necesidades conllevan en ocasiones e,"'{igencias de rapidez, Oexibilidad y eficacia para su satisfacción que en ocasiones afec­tan negativamente a la calidad y seguridad de los productos. Ello se aprecia, muy especialmente, en el caso de los productos de alimentación.

-La progresiva evolución hacia un entorno de mercado en el que la oferta (por mor, en buena medida, de esa eficacia productiva) supera a la de­manda, la competencia entre productos es cada vez mayor y las ventajas asociadas la precio, a las caracteiísticas del producto, al enriquecimiento de componentes o a la innovación tecnológica no se pueden mantener mucho tiempo, son pronta­mente asimiladas por la competencia.

El doble papel de consumidor y productor

El clesarroUo del movimiento consumerista co­mo tercer elememo de clasificación social ha ad­quirido, como puede entenderse ele las conside­raciones anteriores , una gran potencia; especial­mente eo aquellos países en los que la sociedad civil cuenta con una gran tradición de vertebración y movilización. Pero también se caracteriza por una peculiaridad o contradicción intrínseca que debe ser adecuadamente valorada para comprender las posibilidades y los límites del movimiento: el do­ble papel ele la mayoría de los ciudadanos como productores (empresarios, técnicos , trabajadores) y al mismo tiempo corno consumidores. Un te­rreno movedizo en el que desde una visión co­yuntural y alicorta se genera intereses incompati­bles y contradictorios, que sólo pueden afrontar­se desde una visión superadora ,a largo plazo y basada en el equilibrio.

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La relación entre el movimiento consumerisra y la agricultura familiar: posibilidades, límites y paradojas

Los consumidores dan cada vez más importancia a los valores de calidad y seguridad, y ello puede ser la baza fundamental para la confluencia de intereses entre los consumidores y los pequeños productores en cualquier sector; también en el sector primario

No debe olvidarse tampoco que el movi mien­to consumeris ta no es en absoluto uniforme en sus planteamiento y e."\-:pectaüvas. Aunque la exis­tencia a nivel estatal del Consejo de Consumido­res y Usua1i os (y de los correspondien tes conse­jos autonómicos) dota a este movimiento ele un nivel de represemmiviclad y coordinación muy im­portante, los modelos organizativos e incluso ide­ológicos de las asociaciones son a veces muy di­símiles, y ello e:\.-plica en muchos casos la dificul­tad ele los planteamientos unitarios.

De acuerdo con lo ya señalado, las asociacio­nes ele consumidores buscan, por un lacio, lama­yor comodidad, flexibilidad y amplitud de oferta, así como los menores precios. Ello supone en mu­chos casos apostar por graneles conglomerados productivos y de distribución, tamo en el caso ele la agricultura y la ganacle1ía como en el resto de los sectores producri.vos.

Pero al mismo tiempo , los consumidores bus­can también la calidad, la seguridad y la cercanía, y eso choca en ocasiones con determinadas prác­ticas introducidas por esos grandes conglomera­dos a nivel de precios, de aceleración de la pro­ducción o de modelos de comercialización.

Creo que en los últimos años, una vez garanti­zado un estándar mínimo el e capacidad de satis­facción de la demanda, los consumidores clan ca­da vez más importancia a esos valores ele ca1idad y seguridad, y ello puede ser la baza fundamental para la confluencia de intereses entre los consu­midores y los pequeños productores en cualquier sector; también en el sector primaiio 111

Ha pasado para los consumidores la época del caveat emptor, de la exclusiva responsabilidad de

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cada consumidor sobre aquello que recibe. Y ello se debe a una conciencia consolidada entre los ciu­dadanos, entre los poderes públicos e incluso en­tre los ofenantes ele que el derecho a la seguridad -especialmente a la segu1iclad en el campo de la salud y en el campo económico- es un derecho constitucional que debe garantizarse con medidas preventivas de carácter regula torio y de carácter in­formativo .

Las "vacas locas" y los pequeños ganaderos

Si se piensa en el caso ele nuestro país en los principales sucesos que han movilizado a los con­sumidores en los últimos años, se observa la per­tinencia de esta reüe,\'.ión: desde el precio de los li­bros y los horatios comerciales a las h uelgas en los servicios públicos ni .

También, por supuesto, dos asuntos muy po­lémicos relacionados con la agricultura y la gana­dería: las intoxicaciones derivadas de la ingesta ele aceite ele colza adulterado y los casos de encefa­lopaóa espongiforme bobina (EEB), más conoci­da como la enfennedad ele las "vacas locas".

El problema de salud pública generado por el aceite de colza adulterado supuso un aldabonazo en la conciencia ele los consumidores en cuanto a la necesidad ele garantías de seguridad en la in­dustria agroalimentatia en toda su cadena ele va­lor. Supuso también un hito en el desarrollo del movimiento ele consumidores en nuestro país.

En cuanto a la denominada Encefalopatía Es­pongifonne Bovina (EEB), desde los primeros ca­sos detectados en el Reino Unido entró con fuer-

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La relación entre el movimiento consumerista y la agricultura farni1iar: posibilidades, límites y paradojas

Es necesario que los representantes de las pequeñas y medianas explotaciones agrícolas desarrollen estrategias de comunicación proactivas y no meramente reactivas, que les permitan consolidar su imagenysus ventajas como instancia productiva

za en la agenda de temas de los ciudadanos, co­mo ponen de relieve diferentes escudios socioló­gicos y demoscópicos sobre las preocupaciones de los españoles. En estos momentos sigue condi­cionando de forma importante no sólo la respuesta cognitiva o actiludinal de los consumidores, sino también su conducta en la adquisición de carne de vacuno y, por extensión de carne en general.

lQué influencia ha tenido el desarrollo de am­bos fenómenos en la visión de los consumidores sobre los pequeños y medianos agricultores?

En primer lugar, el problema ha supuesto una cierta pérdida de la inocencia o ingenuidad de los consumidores, revelando los límites del mo­delo de consumo "cuanto más, cuánto más bara­to y cuanto antes mejor" aunque ello suponga romper cadenas alimenticias y obviar medidas de seguridad con los resultados por todos conocidos (o quizás apenas vislumbrados).

En segundo lugar, la puesta en cuestión de la liberación (desregulación) de los mercados a nivel global sin cortapisas, paradigma de las grandes multinacionales agroalirnentarias, debe contribuir a una mejor valoración de la pequeña y mediana agricultura. Esta aparece ante los consumidores corno más respecuosa con los procesos nacurales , con el medio ambiente y con el desarrollo soste­nible; pero sobre todo más respecuosa con la ca­lidad y la seguridad de esos consumidores.

La necesidad de una estrategia informativa

Las imágenes dominantes enrre la opinión pú­blica y mediática, sin embargo, perecen difuminar estas conclusiones . Un análisis llevado a cabo por

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la Asociación de Usuarios de la Comunicación so­bre el tratamiento inicial de la EEB en la prensa ponía de relieve corno los ganaderos aparecían co­rno los principales responsables del problema, mientras que la responsabilidad de orros instan­cias, corno la Administración o los proveedores de piensos, aparecía más difuminada.

Es necesario, en este sentido, que los repre­sentantes de las pequeñas y medianas explota­ciones agrícolas desarrollen estrategias de co­municación proactivas y no meramente reacti­vas, que les permitan consolidar su imagen y sus ventajas como instancia productiva. Es ne­cesario también que estos representantes re­fuercen la credibilidad de sus mensajes de cara no sólo a los clientes intermedios (canal de dis­tribución, puntos de venta) y finales (consu­midores), sino también a la sociedad civil en ge­neral, a las autoridades, a los periodistas y a los científicos.

Ello perrni tiría, en definitiva, un nuevo es­cenario de colaboración y complicidad entre los consumidores y la agricultura familiar, en base a esos criterios de calidad y seguridad se­ñalados.

Notas

(1) En su evolución, además, la reflexión -y las reí.vindicaciones- sobre el consL1 1110 han ido inte­grándose progresivamente en Lrn concepto de mayor alcance como es el de la calidad ele vida. La preo­cupación por la calidad ele vida es propia de w1 dL1.­

dada110 más activo, más selectivo, más consciente; que ha superado el ansia adquisitiva que vino des­pués de gra neles épocas de escasez; que busca la fe­licidad en el ser y no en el tener; que sabe usar sin desperdiciar; que elige y no sucwnbe a la secl11cción de la compra impu lsiva. E incluso podrían apun­

tarse aquí ámbitos cada vez más importantes de atención sociaI como el medio ambiente o el ocio y su valor como elemento de identificación y organi­zación social (Fliigel, Bocoá, Dichte1; Baudill.m·d, Certou, Gicldens, Cortina, Béja1; etc.) .

(2) Los ciudadanos, en el desempefio de su papel de consumidores, encuentra 11 hoy en la segwidacl 1ma de sm principales aspiraciones. Si, como seiia­laba el sociólogo Ji-anees Patrie Lagadec, vivimos en lo que pt1ede llamarse la civilización del 1iesgo, ello se debe sobre tocio a que nunca como en esta época los ciudadanos han estado persuadidos de la impor­tancia de controlar el entorno y anticiparse a ws po­sibles efectos 110 deseados qt1e el desarrollo conlleva.

(3) Lo mismo ornrrió en EE UU y en otros paí­ses et1ropeos con la segwidad de los vehículos o los in­gredientes de detenninados productos alimentari.os.

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Seguros de Daños

PRODUCl:IONES SUlveleull FECHA IJllC!O ASB:UllAJIES MAll!il (%) SUSCllll'CIÓN

Frulilles 45% 1 de enero Seguro de Explolacióo de Frutales 49% 1 de enero Ce.reza y cereza de Cáceres 45% 1 de enero

Berenjena 36% 15deenero Cebolla 36% 15deenero JUdi3Ven1e 36% l5deenero Kiwl 36% 15deenem MelOO 36% 15deenero Pimiento 36% 15decnem Sandia 36% 15deenero Toma le 36% 15deenem UvadoVinlficacióo 45% 15deenero Zanahoria 36% 15 de enero

Gira.su{ 22% l da febre ro Uva de Mesa 45% l de lebrero Vl'JBl'OS de Viñedo 36% l de febrero

A\iellana 36% 1 de marzo Cereolesdelnvlemo 22% 1 de marzo Cereales de Primavera 22o/o 1 de mano ColllloryBfÍ>CUll 36% t de mano C~za 22% 1 de marzo Lechuga 36% 1 demarro leguminosas Grano 22% l do marzo 1.Upulo 36o/o 1 de mano Mulllculüvo en Cultivos Herbáceos Extensivos 24% 1 de marzo Paja de Cereales de Invierno 22% l de marzo Palatl 36% 1 de marzo

TarHa General 36% 1 de marzo

Algodón 36% 1 deabrll C.qul 45% 1 dcabrll Cllrl<Os 45% 1 deabíll MultlculUvodeCflrlcos 47% l deabrll Tabaco 36% 1 deabrll Tomotedelnvlcmo 36% 1 de abril

Aceituna de Almazara 36% 1 de maya Acettuna de Mesa 36% l de mayo Arroz 36% 1 de mayo Fabes en Asturias 36'/o 1 de mayo

Aguacate 36% 1 de Junio Culll<osProlegldoS 3ú% 1 de Junio ~alano 49% 1 deJunlo

Alcachofa 36% 1 de Julio Guls.inteVerde 36% 1 deJul~ MultlculUvu en Hortalizas 38% 1 dejullo Haba Verde 36% 1 deJul~ Tomate en canarias 49% 1 íleJul~

PixatenCUrlcos 45% 1 de agoslo

Ajo 36% 1 de septiembre Fresa y Fresón 36% 'I desepllembre

Fresa y Fresón en Cádil, Huelva y Sevltla 45% 1 de septiembre

Seguros de Rendimientos Explotaclones FruUcolas en el Bieno 49% 1 de enero

EndrinoentJavarra 49% 1 deoneru

Remotacha Azucarera 49% 1 de sepl\emb<e Explotaciones do Cullt1r'OS Herbiiceos Extensivos 49% 1 deseptlembre

Almendro 49% 1 de octubre Altlarlcoque en el Noroeste de Murtia 49% 1 de octubre Aceituna 49% 1 de octubre Uvado.Vlnlflcación 49% 1 de octubre

Seguros Integrales Uva de Viniricaci6n en la O.O. Rioja y en la Isla de L.enzarote 45% 15deenero

Cebolla en lanzarote 45% 1 de sep1icmbfe Cereales de Invierno en Secano 45% 1 de septiembre Leguminosas Grano en Secano 45% 1 de septrembre

Seguros Pecuarios E:tplotílción de Ganado Vacuno en Reproductores y Retrfa 45% 15deenero ExplolaclÓI\ de Ganado Vacuno do Cebo 45% lSdeencro

Expfataclón Cle Gam1do Vacuoo de Lidia 45% 15dceMro

En<:ala!Opalla Espon¡¡llorme Bo'lna 50% IS de enero

Gas1os deñvados de la destrucción ele animales muertos 5011 l5deencro

Explotadón de Ganado Ovino y Caprfno 45% 15 de enero

Acuicultura Marina (Ooradil, lublna y RodabaJk>) Júll 1 de lebrero PiStifaclorias de Truchas 36% 1 defellfcm

Ganado va.cuno de Alta !Jaloración Genética 38% 1 deabrll Ar.11ir.11!111rnM:uirl:.ftAPllliñnl jf;~ 1 rtii ~tuu

Hay más de 180 millones de €uros para los Seguros Agrarios.

Para que su cosecha no corra ningún riesgo, el Ministerio de Agricultura , Pesca y Alimentación , a través de ENESA, la Entidad Estatal de Seguros Agrarios, le subvenciona su Seguro Agrario . Infórmese en ENESA, en las Delegaciones Provinciales de su Comunidad Autónoma, en las Áreas

Plan de Seguros Agrarios 2002

MINISTERIO DEAGR!f1:'LTURA, PESCA

ENTIDAD ESTATAL DE SEGUROS ·-- ·-·-- ·-· ·-- ··

Page 75: Anuario UPA 2002

Comunicar el campo a la opinión p1lÍblica urbana La imagen del mundo rural en los viajeros urbanos del siglo )(XI

FERMÍN BOUZA

Catedrático de Sociología.

Opinión Pública.

Farnltad ele Ciencias de la

·1·rJ11Jonnació11. Wniversidad Complutense

[email protected] .es

Las estrategias favorecedoras ele las activida­des terciarias en el campo, en panicular las que se refieren al turismo rural y al patri­

moni.o cultural, están modificando la relación ciu­dad/campo y estableciendo una imagen nueva en los urbanitas ele este comienzo ele siglo.

Cada fin ele semana un ejército ele personas agobiadas busca algún rincón campestre en don­de hacer una se1ie de actividaddes que de alguna forma le están vedadas en la ciudad. Las más ele­mentales son las relativas al simple descanso sin ruido y sin gente: donnir a pierna suelta, comer sano y en abundancia, pasear entre olores natu­rales y bosques balsámicos y perder el tiempo de forma intencional e inmoderada. Más allá de esta maravillosa pereza están los depones ele 1io, mar, montaña, y todo lo que sea nuevo , extraño y es­pectacular: volar con raros artefactos, meterse en complicadas cuevas , observar animales a punto de desaparecer, y tantas cosas que la inmensa perife­ria urbana ofrece a los urbanitas.

Tan intensa es esta nueva relación con el cam­po , que el urbanita está comenzano a construir un

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nuevo imaginario rural en el que las cosas están empezando a cambiar su sentido. Así, una casa ru­ral ya no es un lugar de trabajo en el que unos es­forzados campesinos , entre henamien tas y ani­males, luchan con la naturaleza para poder pro­porcionar a los seres urbanos materias primas de primera mano. No es eso: una casa rural es un esquelew ele antigua casa rural en el que una es­tética de revisrn de inte1iores da a los antiguos rin­cones naturales un aspecto urbano , o mejor: un aspecto de campo visto desde la nueva imagina­ción urbana. El campo -un lugar desagradable lleno de "pollos crudos", según el ijo, creo, Agus­tín de Foxá- e.s ahora un lugar relativamente des­poblado lleno de "casas rurales" de revista urbana e igl esias románicas restauradas -no tadas, la­mentablemente-. Al fondo del escenario que se ve desde las ventanas de las nuevas casas rurales , al­gún tractar ali:ivo señala en la línea del horizonte la persistencia o tenacidad de los agriculwres su­bidos a las nuevas tecnologías.

Esta nueva percepción del campo desde la ciu­dad , la paz de las casas rurales, los pollos crudos

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Comunicar el campo a la opinión pública urbana

Los nuevos ganaderos y agricultores, gente del campo en general, son profesionales de la misma madera de cualquier profesional urbano

(ahora asados en las casas rurales) , las iglesias ro­mánicas, el parapente, el 4x4, la bici campera, etc., se ve alterada por la im.1pción en la urbe de exrra­ñas manifestaciones de campesinos con cerdo (de­cenas de cerdos), de campesinos con sacos (de grano, quizá) , de campesinos con vacas (docas?), ere. El campesino es ahora no el bucólico y esfor­zado trabajador de la imagen clásica, sino el duro manifestante de cerdos, granos y vacas que entra en Madrid para romper con sus reivindicaciones la torva paz capitalina de coches, humos y ruidos.

Oe tal manera ha cambiado la imagen, que el inevitable "paleto" de las comedias madrileñas, en las que el Foro se autoa6rmaba en su desdén agra­rio hacia el campesino que enrraba en la ciudad, üende a ser suscituido por el bolchevique agrario y protestón de la Castellana que osa molestar a los mismos que el 6.n de semana irán a fotografiar las iglesias y a donnir en la casas rurales que los hi­jos negociantes del antiguo campesino han abier­to para ellos.

La idea romántica de un campo lleno de rui­nas (arruinado) y lleno también del espíriru de los antepasados, ele crepúsculos y sombras, de campesinos al amor ele la lumbre en el duro in­vierno, de autenticidad y naturaleza, es una idea decimonónica que venía exigida desde la emer­gencia de la nueva ciudad, también decimonó­nica , en la que proletarios y burgueses estaban unidos por la renuncia al viejo mundo rural, y

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por la nostalgia de sus imágenes. Un mundo en el que aún convivían los últimos hidalgos, solos ante el fuego eterno del hogar, ayudados por el ama, asando una perdiz y comando historias, con los úlrimos campesinos del viejo régimen, aún a tados a la prole , a la subsistencia, a la pobreza y a la humillación social.

Ese panorama romántico y posromámico ya no es del imaginario posmodemo o como quiera lla­mársele a este tiempo lleno de incertidumbres. La imagen que nos llega del campo, comunicada por los mismos ganaderos y agricultores a través de sus organizaciones, o bien por los medios de co­municación, o bien de forma mixta (mitad los pro­p ios campesinos, mirad los medios) , es esta imagen en la que emerge un nuevo hombre de campo, or­ganizado en sindicatos u otras organizaciones, que maneja información pw1tera relativa a su propia pro­fesión, mano a mano con el ordenador, con línea directa con Bruselas, y que, even rualmeme, abre ne­gocios paralelos de buen rendimiento, vinculados sobre todo al turismo rural o a la venta directa de sus productos como nuevas delicatessen en un mun­do ele productos supertransfonnados.

Paralelamente, este nuevo profesional, residuo último y eficiente ele la modernización agraria, man­tiene una pennanente tensión con el Estado, lo que le permite aj ustar su proyecto a catástrofes natu­rales y otras eventualidades sobre la base de la con­sideración prioritatia que el propio Estado ha de tener con quienes nutren al país de las matetias pri­mas más necesarias. En este panorama, el clásico "paleto" madrileño, el campesinado alucinado an­te la gran ciudad, sólo es un recuerdo de la litera­tura de costumbres. De6.nitivamente, los nuevos ganaderos y agricultores, gente del campo en ge­neral, son profesionales de la misma madera ele cualquier profesional urbano. La imagen del cam­po se hace así, desde esta consideración, entre am­b igua y sofisticada: de un lado, todavía pesan ias viejas imágenes agrarias cargadas ele belleza, po­breza y prejuicio; de otro, las nuevas emergencias sitúan esa imagen en un escenaiio curioso y para­dójico: un escenatio de fin de semana, en el que el campo es hostelería de revista, nuevas tecnologías y restos restaurados de un mundo perdido.

Todo ello compone una imagen del campo que no está exenta de problemas en la mente del ur­banita: su deseo más profundo sigue siendo ese re­encueno"O con la naturaleza al modo clásico, y se encuentra con un campo cada vez más regulado, lleno de problemas y resmcciones, que se defien­de también de la invasión urbana con nuevas que­jas contra diversos vehículos ele motor que des­trozan lindes, caminos y sembrados. La idea anár­quica ele una naturaleza absolutamente disponible

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Naturale a

www.aeasa.com

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Comunicar el campo a la opinión pública urbana

"Defender el campo es defenderla vida": ése sería el núcleo semántico de un buen eslogan rural

no es compacible con la regulación contemporá­nea que busca (en el mejor de los caos) salvaguar­dar a la misma naturaleza separándola de sus po­sibles disfrnradores de fin de semana. El campo es, emonces, un lugar de prohibiciones en los que el urbanita recrea el conflicto clásico entre el hombre y la naturaleza i.ntentando penetrar en todas las prohibiciones, perseguido por diversos guardas que se constituyen ahora en la imagen pública de una naturaleza que se defiende.

Así, el urbanita sabe que el viejo campo libre es­tá en trance ele desaparición, y busca creciente­mente lugares aún desregulaclos en los que aún tie­ne un margen para sentirse dueño de una natura­leza a la que, sin embargo, erosiona de forma masiva y constante. Las grandes masas urbanas que buscan un lugar efímero en el campo, son hoy una amenaza real para un campo que ya arrastra, his­tóricamente, el duro castigo de la mano humana mal usada.

La cuestión de la imagen del campesino no es separable de la de la i.magen de la naturaleza. A un campesino pobre y una naturaleza dispon ible le sucede un campesino profesional de ingresos in­ciertos pero dignos y una naturaleza no siempre disponible al gusto del urbani.ta depredador.

Así las cosas, la imagen de ese nuevo agricultor o ganadero no tiene porqué tranquilizar al urbani­ta: él es, en parte, el responsable de las nuevas res­tricciones sobre el uso ele la naturaleza: un adver­salio a batir. De esta fom1a, la inupción del nuevo hombre de campo en la modernidad urbana se ha­ce cona-a los i.ntereses simbólicos del urbanita, que ve cómo aquel mundo clásico que él conocía y con­trolaba, se muda en un mundo agraiio que ya no

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cona·ola ni entiende. Hay un cierto desafecto ha­cia los nuevos manifestantes de la Castellana, que arrastran ahora el pecado urbano de la reivindica­ción: ese no es mi. campesino, que me lo han cambiado.

Comunicar el campo es hoy un trabajo de ajus­te entre todas estas visiones entremezcladas que he ido citando. De un lado, la reducción , moderniza­ción y pro lesionalización del campo, y ele orro, la perspectiva romántica y depredadora del urbanita.

Creo que el elemento más convincente ele la nueva modernidad agraria para comunicarla a la ciudad, es esa defensa ele los recursos narurales co­mo fuente básica ele vida, y la necesidad de que esa defensa se haga desde un campesinado profesio­nal organizado convenientemente para dialogar con el Estado y con otras instancias. Defe.ncle.r d campo es dcfencle.r la vida: ése sería el núcleo semántico de un buen eslogan mral.

La idea urbana de que el campo es un lujo in­necesario (idea no racionalizada al nivel ele la conciencia explícita, pero realmente operante) es una idea que se asienta en la creencia ele que la mis­ma ciudad es omnipo[eme, y que ella, la ciudad, podría generar productos agrarios de forma quién sabe s i artificial o seminatural o pseudo natural: la ciudad lo puede todo, y si se convierte el campo en un puro lugar de ocio (utopía urbana fuerte­mente vigen [e), que es lo necesario , ya inventaría­mos la manera de bacer un campo en la ciudad, una fáb1ica vegetal o algo así.

Claro, estas cosas parecen fantasías del nana­doi; más que verdades antropológicas: pero no es así. Es[e tipo ele creencias inacionales, que el suje­to no aceptaiía si hubiera que elevarlas a concien­cia plena, son creencias que trabajan desde el fon­do de las culruras y cletem1inan en buena parte la percepción de las cosas. Es como cuando alguien dice: "lli no soy racista -nivel racional- pero no me gus­tan los moros" -nivel profundo en proceso ele emer­gencia-. Aunque en este úlümo caso, los problemas de la inmigración hayan hecho que mucha gente haga emerger a la conciencia esas creencias y sen­timientos hasta ahora escondidas en ese saco sin fondo que es nuestro mundo cognitivo.

Hay, pues, niveles de trabajo en la comunicación pública cid campo que entrañan una eiqJlornción y desn·ucción racional ele esa creencias amoclesco­nocidas: Sin el campo, no es posible. la vida, este sería un desanollo del eslogan básico para ir hacia cre­encias de esa clase sobre la necesidad de ese cam­po profesionalmente cuidado y trabajado que al1o­ra emerge.

Otro elemento que hay que comunicar es la pro­pia ventaja ele la regulación y el control sobre los productos que un campesino profesional y un Es­tado moderno deben garantizar. Calidad y Control

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Comunicar el campo a la opinión pública urbana

El relanzamiento del paisaje y la cultura histórica rural debería pasar por la reivindicación del papel del campo en la construcción de los países

de lo Productos Naturales, es on·o núcleo semántico de una buena campaña de difusión agraria enca­minada a reivindicar la materia p1irna sobre los su­cedáneos, el campo sobre la "fábrica urbana de ve­getales", por volver a recrear la utopía de la omni­potencia urbana.

Pero si introducimos aquí 1a nueva perspectiva terciaria de reactivación económica (casas rurales y monumentos restaurados) el campo ha de expre­sar el cumphrniemo de necesidades urbanas que el propio campo hace posible. La hi to1ia empezó en el campo, podría ser un buen núcleo semántico de tu­rismo mral, aunque corno verdad científica habiía que rnaúzarla. El relanzarniento del paisaje y la cul­tura histórica mral debería pasar por la reivindica­ción del papel del campo en la constmcción de los países, que es lo que hoy ya no es aceptable para un urbanira medio: la llistoiia del nmndo es la histoiia de la ciudad, nos cliria. Y esto es también una creencia de esa clase que he citado antes: profunda y ope­rante. Conocer el campo es conoced.a Histoiia, seda una buena amidpación, una buena antipófora, como cU­lÍan los clásicos, para adelantarse a ese prejuicio.

Una casa rural , para el urbanita, tiene el encan­to ele El sonido e/el silencio, otro núcleo semántico pa­ra relanzar ese nuevo turismo, con una conocida canción corno antecedente y música de fondo. Y así pocuíamos ir recreando mitos y conrramitos hasta reconstmir una imagen agraria a la meclida del nue­vo urbanita, y recuperar de esa fo1111a Ja comunica­ción entre estos habitantes terrestres tan distancia­dos a veces, tan lejanos en sus creencias básicas, en sus imaginarios, legendarios y mitologías.

Pero hay un aspecto sociopolírico en el que el nuevo hombre del campo debe reconocerse y co­municarse: El m1c:vo ag1iC11lto1; un s1yeto político para el siglo XXI, un sujeto emergente desde las profun-

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diclades del viejo régimen , resucitado ahora como sujeto político de primer orden, ocupando un es­pacio decisivo en la creación ele las nuevas políti­cas, con capacidad de decisión de voto, con fuerza simbólica y económica, organizado e informado.

Y es este nuevo sujeto político, que es ya el neocampesinado emergente, el que coloca su mensaje en la arena política ele forma creciente, y ele forma creciente es requerido para dar su opi­nión y para dar su voto. Su fuerza es su necesi­dad social, su carácter imprescindible desde un campo cada vez más ajustado al nuevo orden se­cular ele eficiencia y regulación.

La mitología namralísó.ca del urbanita no es in­compatible con un campo y una naturaleza regula­dos, que se defienden de ese amor de fin de sema­na (hay amores que matan, claro), pero también ha­cen posible una nueva forma ele relación entre lo urbano y lo rural a través de una racionaUzación de los sentimientos y de una puesta en servicio de esa nueva ruralidad en el nuevo turismo y en la restau­ración del patrimonio artístico como restauración de la Histmia, que hay que re-conocer en la grandeza del campo como lugar central de la consnucción simbólica, económica y política del mundo.

El diseño de la nueva comunicación ele lo agra­rio ha de hacerse desde la pertinencia de esta cla­se de reflexiones no siempre obvias (que nos lle­van a niveles no siempre claros) de la relación ciu­dad/campo. Hay una dificultad añadida: la creencia de que estas relaciones son "normales", enten­diendo por normalidad una cierta forma de desin­terés hacia lo rural que parece evidente en las conciencias urbanas. Pero esa es una normalidad indeseable. La presencia y potencia de lo iural en alunas países centrales ele Europa puede ser un ejemplo para nosotros.

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Seguro Multirriesgo del Hogar

Porque la vida da muchas vueltas

*Aseguran do el continente y el contenido. 05/02 • Coja Rural actúa como agente de Segu ros Ge nara les Ru ral, S.A. de Seguros y Reasegu ros. C.l.F. A-78/524683.

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Fragillentos del diario de un publicitario ignorante

ANTONIO PARDILLO

Cii'as este seLLdónimo se

esconden, y nunca mejor

dicho, dos pitblicitmios de la Agencia

Tactics Europe)

Cuando uno se apellida Pardillo , no debe­rla extrañarse de que le pasen las cosas que le pasan, y es que , por mucho tiempo que

uno lleve con semejante carga paterna, nunca ter­mina de sorprenderse de la capacidad de los de­más para meterle a uno en embolados de la si­guiente caradura, y les ex-plica:

10: 11 . Entro por la puerta de mi despacho, si­tuado en una céntrica calle de la capital , donde habitualmente desarrollo mi trabajo como creati­vo y redactor de una conocida y prestigiosa agen­cia de publicidad.

10: 23 . Es decir, 12 malditos minutos después de sentarme, suena el teléfono de mi mesa, y reco­nozco la voz de mi superior al otro lado :

- Pardillo, veme a mi despacho un momento, que tengo un encargo para ti.

Oh, Dios mío, invoco, bonito man-ón me va ca­e.r, ya que, cuando te llaman al despacho, a horas ran tempranas, es para colgane uno de esos trabajitos ...

Mira, es que nos ha llamado un cliente , ya sa­bes , D. Fulano de Tal, que lleva muchos años con nosotros , y siempre hemos hecho muchas cosas juntos, y demás, y nos ha pedido a ver si podemos ayudarle con un tema, que ahora el anda muy lia­do , y tal vez nosotros ...

-Ese "nosotros", me temo que se va a quedar en " tú" .. . lno?

-Eso es , PardU!o, pero vamos, una persona de tu capacidad, y tu creatividad, con ese saber. ..

-Vale , vale , que sí, que lo hago , pero ¿de qué se trata?

-Se trata de redactar una retrospectiva sobre la figura delAgiicultor, desde el punto de vista pu­blicitario y comunicacional, desde los úl.ti.mos 20 años hasta el día de hoy, para incluirla en el Anua­rio de la Fundación de Estudios Rurales de UPA, que como sabes , se edita una vez al año .. . (Me­nos mal , pensé para mí, que es solo una vez al afi.o.), . .. En fin , Pardillo, algo elegante, y ameno, que recoja como ha cambiado la perspectiva pu­blicitaria sobre el agricultor.

10:30. Necesito un café. 10:36. Regreso a mi mesa del despacho , y pen­

sando muy bajito, no sea que me vayan a oít; dedi­co algunos recuerdos para los familiares directos de mis superiores. En fin , suspiro con ánimo de su­perarlo pronto, veamos que podemos hacer. .. Po-

79

M. A. P. F. R. E. A.ven i da de Calvo Sotelo , 25 .~ MADRIO

Te lifonoso .40193- 9A y 9.5

demos comenzar elaborando un pequeño guión con los aspectos fundamentales , ... mmm, veamos:

- Retrospectivas de spots sobre agricultores ... (tal vez hace.r un script).

-Posible entrevista con un agricultor. .. - La evolución tecnológica ele los agiiculrores ... -Aghhh! ... demonios , y habrá que hacerlo

ameno ... 10:55. Llevo un rato tratando ele ordenar mis

ideas, y aportar una fónnula interesante para lle­var a cabo este asumo, pero me he quedado en blanco .... Me vienen a la mente imágenes ele una pared en blanco y negro, y un anuncio en azule­jos con una silueta oscura montada a caballo, con una leyenda en la parte inferior: "Nitrato de Chi­le". Eso sí que ha siclo una evolución . .. . De serun filón ampliamente explotado por los amigos su­damericanos, ahora nadie lo usa ya, con la mejo­ra de los tratamientos orgánicos.

Mmm ... (pienso). 11 :15. Necesito un café. 11 :36 . Bueno, veamos .. .. Recuerdo aquellos

anuncios, realizados por las entidades financieras,

Page 82: Anuario UPA 2002

Fragmemos del diario de un publicitario ignorante

Esto del tiempo atmosférico siempre ha sido un asunto de extrema importancia para los agricultores. Los urbanitas de ciudad sólo lo escuchamos para saber si hay que coger el paraguas antes de salir de casa, pero poco nos importa el resto ...

y que aún hoy siguen haciendo, en los que se ofre­cía a los sufridos agricultores múltiples posibili­dades para asegurar las cosechas. No deja de ser una o-emenda putada, y d isculpen la eiqxesión, que te pases toda la temporada cuidando el sem­brado, para que un granizo tardío te destroce la producción ... Un buen invento este de los segu­ros agrarios. Además, sirve para quitarle impor­tancia a eso de que nunca llueve al gusto de to­dos , lo que hace tan fundamental cada borrasca y cada anticiclón.

Y es que , lo de la información del tiempo, sí que no ha sufrido demasiados cambios en los úl­timos años. Es un espacio fijo en todas las televi­siones. Sus presentadores son los que más aguan­tan, y no sufren la contraprogramación ni los ri­gores de los estudios de audiencia. Se trata de un espacio necesario e incombustible ... y seguirá así por mucho tiempo.

11:45. Necesito un café. 11:50. Porque convendrán conmigo que esto

del tiempo atmosférico siempre ha sido un asun­to de extrema importancia para los agricultores. los urbanitas ele ciudad sólo lo escuchamos para saber si hay que coger el paraguas antes de salir de casa, pero poco nos importa el resto ... Cuantas veces hemos oído aquel consuelo urbano ame la persistente lluvia de "Bueno, esto debe ser bue­no para el campo ... ", pero sin exagerar, claro ...

Me trae a la mente este comentario una viñeta humo1ísrica, creo recordar que de Marrinmorales, pero no me hagan mucho caso, a cuento de unas recientes inundaciones en la cuenca del Segura: Un hombre con maletín, u·aje y corbata, encara­mado a un rejado, junto a otro paisano, aguan­tando estoicamente la lluvia sobre sus cabezas, y con tres metros de agua que llegaban ya casi al ale-

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ro del tejado. Y comenta el hombre de ciudad: -"Esto deber ser bueno para el campo" -"Vaya Ud. a la mierda" Lógicamente, la mentalidad urbanita respecto

a las necesidades del campo nunca ha estado muy acorde con las necesidades reales de nuestros agri­cultores .. . y es posible que esa diferencia de con­cepto se haya rrasladado en algún momento a la publicidad.

Porque, si echamos la vista atrás, la figura del agiicultor ha tenido una presencia de relativa im­ponancia en los medios de comunicación, y en la publicidad, aunque de formas algo d istintas: Porque no me negarán que cuando un agricultor, o muchos (todo depende de quien haga el re­cuento, si los medios oficiales, o la organización), aparece en los telediarios, es porque se están ma­nifestando.

Y manifestaciones agrarias ha habido muchas. Muchas en Madrid y muchas en el resto ele las ciu­dades . "Tractoradas", y volcados de productos en la vía pública han sido noticias que han teni­do su eco en los medios de comunicación, sobre todo con las crisis de las fronteras francesas ... lse acuerdan?

Uno piensa que los agricultores no tienen más que problemas, cuando sólo aparecen en la tele en medio de una manifestación ... Que si las ayu­das no son suficientes, que si el sector está en crisis ... y algo ele verdad debe haber en todo el asunto, vamos digo yo.

Y luego están las apariciones publicitarias: Por un lado aquellas, en las que la figura del agricul­tor (o ganadero en este caso) viene asociada a una persona ele campo, poco formada inrelecrual­meme, y algo aislada del mundo real ...

lSe acuerdan de aquel anuncio de un coche?

Page 83: Anuario UPA 2002

Fragmentos del diario de un publicirario ignorante

Los jóvenes están muy puestos en los simbolitos que pretenden ser caras y gestos en los teléfonos móviles, pero muchos creen que las verduras crecen directamente en las bandejas de poliestireno de las grandes superficies

- . . . LY dice Ud. que Franco ha muerw? ... Pues hombre, pocos quedan así ahora, donde

la mayoria de los "hombres del campo" , no sólo está bien informada, sino que maneja las nuevas tecnologías mejor que muchos de los "hombres de la ciudad".

Aquí es donde yo creo que eAiste una diferen­cia fundamental entre unos y otros. Por extraño que parezca, me parece a mí que los agriculwres y ganaderos siempre han sabido adaptarse mucho mejor a los cambios (sobre todo tecnológicos) que el resto de los mortales . . . Y es que a la fuerza ahor­can, pensará alguno, porque, sobre todo en estos casos, o te renuevas o mueres . . . y son muchos los caídos a lo largo de todos estos años . Nuevas ma­quinarias para la siembra y/o recolección, nuevos tratamientos en los abonos y en los fertilizantes , nuevas normativas, autónomas , estatales o comu­nitarias, nuevos métodos de producción , de dis­tribución, de empaquetado, garantías sanita1ias ...

(No es que yo esté muy al día. Es que, tratan­do de inspirarme, acabo de leer estos conceptos en el Anuario del año pasado).

12:25 . Necesito un café. Pero volvamos a la publicidad. Tengo en men­

te ahora, otro anuncio , este muy reciente, en el que aparece un agricultor (camisa de cuadros re­mangada, gorra de campo, bigote, y un tractor al fondo) que acaricia emre sus manos un puñado de tierra sembrada . . . No he visto a nadie tratar al-

MARCA

REGISTRAD~

NITRATO DE CAL

DE NORUEGA 81

go tan aparentemente banal como la tierra, con tanto mimo y cariño . .. Es que es publicidad, pen­sarán, pero es una de esas cosas que sabes quepa­san de verdad, porque las has visto. El anuncio en sí, una campaña europea que promociona el con­sumo de aceite de oliva, distingue a este agricul­tor de un saxofonista (noctámbulo, artista y vivi­dor) indicando que lo único que tienen en común es una salud de hierro y el aceite de oliva. Yapa­recen también unos platos apetitosos , que refuer­zan el sabor y la calidad del aceite de oliva ...

Y pensando en este anuncio , me está dando hambre . . ..

13:49. Me voy a comer. 14:00. Sentado a la mesa del restaurante de me­

nú diario, observo las posibilidades culinarias de hoy: Sopa castellana o Menestra de Verduras , y Fi­lete de ternera con pimientos o Trucha a la navarra.

Pues menestra y filete , decido, y mientras lo sir­ven, me paro a pensar en los procesos que han lle­vado esos elementos hasta mi mesa. Alguien ha te­nido que sembrar las semillas de las judías, zana­horias , alcachofas, guisantes, acelgas, espárragos , pimientos, ajos . .. vigilar su crecimiento, abonar­los, desparasirarlos si hubiera sido necesario, y re­colectarlos en su momento adecuado. Clasificar­los en cajas, y distribuirlos, hasta llegar al merca­do central, donde sé que el dueño del restaurante hace su compra semanal de productos frescos . . .. Ly cuantos nif1os de ahora conocen este proceso?

DEMAHDEZ L'OR.ANüE SUPE.RJEUR.E SPECIALE

1'\ERCI"

FOLIRNISSEU¡~

BE~ñn~oa f E~~E~

Page 84: Anuario UPA 2002

Fragmentos del diario de un publicitario ignorante

¿porqué en tantos anuncios vemos cómo se fabrica un coche desde el principio del proceso y, por el contrario, nunca vemos cómo se sigue la crianza de wi

cerdo, wi becerro, o las pipas de girasol?

Porque los jóvenes están muy puestos en los sim­boliros que pretenden ser caras y gestos en los teléfonos móviles, pero muchos creen que las ver­duras crecen directamente en las bandejas ele po­liestireno de las Grandes Superficies, y nunca han visto un pollo vivo. (y en muchos casos, tampoco muerto, sólo asado).

Y me pregunto: lpor qué en tantos anuncios vemos cómo se fabrica un coche desde el princi­pio del proceso y, por el comrmio, nunca vemos cómo se sigue la crianza de un cerdo, un bece­rro, o las pipas de girasol?

Como publicitario, entono un mea culpa y ata-co la menestra.

En fin, volvamos al n·abajo . 15:3 7. ¿otro café? Pues venga. 15:50 . Me enfrento de nuevo a mis papeles ,

desorganizados y algo caóticos .. . y trato de orde­nar mis ideas para este trabajito . Una visión re­trospectiva del agricultor en los últimos ai'ios, des­de el punto de vista publicitario ... ancla que el te­ma también se Las rrae. ¿y que pensará ele esto un agricultor ele verdad? Y, como casi todos tene­rnos raíces ligadas a la tierra (nunca mejor dicho), recuerdo que conozco vagamente a uno.

Hagamos una llamada telefónica:

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-Gregorio? Hola, Soy Luis Antonio Pardillo, el hijo ele Dami.án .. . lCómo estás? ... Oye, mira, que estoy haciendo un trabajo, y como tú, además ele las vacas, también eres agricultor, a lo mejor pue­des echarme una mano . ...

-Claro, dime -Tú hace, pongamos, unos 20 años, ¿como ve-

ías el papel ele los agricultores en la publicidad? - ffh? - Que si veías anuncios en la tele donde salían

agricultores ... -Bueno, nosotros tenemos la tele desde hace

unos 15 años, y la verdad, es que, ni ames ni aho-ra, la vemos mucho ... si acaso algo por la noche, ames de acostarnos . . .

-Y te acuerdas ele algún anuncio de o para agri­cultores?

-Uf. .. ¿c[e entonces' Pues no mucho ... en al­guna revista salían maquinarias nuevas o nuevos ferrilizames, pero no salían agricultores que yo re­cuerde ... Ahora parece que salen más, sobre todo ganaderos, llevando a una vaca en una camioneta a pastar ...

-ffu llevas a las vacas a pastar en la camioneta? - iVamos hombre, no me jodas! -Vale, vale, era una broma. Bueno, cuéntame ...

A graneles rasgos , ¿cómo ha sido ru vida en los últimos años?

-Uf. .. lQué te diría yo ... ? Ames , los precios eran mejores, quiero decir, que tenías un poco más ele margen , y ahora te aprietan mucho más .. . . no sólo con los cultivos, también con el ganado ... y cada vez son más exigentes con la calidad y con las normas ... Está duro el asumo, pero vamos ti­rando . ..

-Vaya, Gregario, pues lo siento, pero bueno .. . Oye, muchas gracias por todo.

-Nada, hasta más ver. .. Dale un abrazo a ru padre. 16: 15. Necesito un café. Pues es cieno lo que comenta Gregorio ... Aho­

ra se exige mucha más calidad, los controles y las garanáas son más rigurosas , y las tecnologías y las maquinarias están cada vez más presentes y ne­cesitan de menor mano de obra. Y sin embargo, cuanto más "industrializado" está el campo, más necesidad tiene la gente de saber que los alimen­tos que roma son tan sanos y naturales como el que más . . ..

Bonita paradoja. Por un lado, el consumidor exige garantías, controles, segutidad, nunición y sabor, y sobre todo, el consumo exige una sobre­producción cada vez mayor que atienda una de­manda cada vez mayor, pero por on-o lado, al ciu­dadano le gusta ver (o creer) que las zanahorias crecen en una pradera, al sol, sin más intervención humana que una cmicia cariñosa al ser recolecta-

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Fragmentos del diario ele un publicitario ignorante

da con las manos recias de un hombre con la ca- can unas banítas de chocolate.

Cuanto más "industrializado" está el campo, más necesidad tiene la gente de saber que los alimentos que toma son tan sanos y naturales como el que más

misa remangada. Y eso es lo que mostramos los publicitarios,

porque es lo que el ciudadano quiere ver. . . aun a sabiendas, como lo sabemos todos, que cada vez los procesos están más industrializados, cada vez hay menos hombres con la camisa remangada, y menos manos que acaricien los alimentos .

10:25 del día siguiente. Aunque suelo clonnir como un tronco, esta noche no he dejado ele so­ñar con lo ele los agricultores . Y todo lo que apa­recía en mi duermevela eran imágenes literarias, o cinematográficas. Imágenes lírico-melancólicas sa­lidas ele mis recuerdos ele Rosalía ele Castro; imá­genes bucólicas de Gabriel y Galán; imágenes des­carnadas de los versos ele Miguel Hernández ...

Y también imágenes ele cine ... Los granjeros del western, los campesinos nómadas ele "Las uvas de la ira", los segadores ele "La venganza" ...

iEI cine! iEso es! la mezcla ele imagen y soni­do, lo audiovisual es lo mío .... Así que haré el guión de un publineportaje ele un minuto ... No. Mejor, de dos minutos con lo que el mundo agra1io ha ofrecido como comunicación en los últimos años ...

Pero , antes ... 10:35 . Necesito un café. 10:45 . Me pongo a ello: Video (Música: "El Invierno" de Viva/di). Amanecer. Coche circulando a reducida \'elo­

ciclacl por carretera mojada por el rocío. Misma luz. Un campesino abre la puerta de su

casa, aislada en pleno campo y contempla el ho-1izonte.

(/vfíisica cambia a ·iitmo moderno y dinámico) . El coche sale de la carretera y para. interior coche. El conductor despierta suave­

mente a su acompañante. Abren la guantera y sa-

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lnte1ior casa campesino. El campesino, ante la cocina, preparándose un desayuno consistente , casi un almuerzo.

Interior establo. las vacas y sus temeros se van despertando y "desperezando" casi cómicamente.

interior cochiquera. Lo mismo, con cerdos. interior coche. l os ocupantes han acabado

su simulacro de desayuno. Consultan el mapa, un tanto desorientados.

El campesino sale de la casa y se dirige a su tractor ...

Pero, ¿qué tonte1ía estoy escribiendo? ¿una vez más la vieja historia ele lo falsamente bucólico fren­te a lo maléfico ele la vida urbana? lEs eso todo lo que se me puede ocutTir a la hora de representar el mundo agrario?

Todo esto sólo demuestra una cosa: no tengo ni idea de cómo ofrecer una imagen atractiva, pe­ro AUTÉNTICA, ele algo que no esté relacionado con el márkering. Y me niego a conrribuir a que se sigan fomentando arquetipos que no benefician a nadie ...

11:50. Así que voy a ver a mi jefe. Le voy a de­cir lo que pienso de verdad sobre lo que me ha en­cargado. Y que pase lo que tenga que pasar. Pero, antes .. .

11 :51. Necesito un café. 11:59. Me he atrevido a decírselo. Mientras, él

lee las notas inconexas que he escrito. Pero sé que me es taba escuchando.

levanta la vista y me mira. - Muy bien ... Es un poco caótico, pero tú eres

así. Mándalo, Pardillo. Respiro hondamente. Pero presiento que , en

cualquier caso, hoy no es el día ele pedirle el au­mento de sueldo. Tal vez mañana .. .

12:05 . Necesito un café.

Nota

Las fotos que ilc1strn11 este ai·tí­wlo repmducen diferentes carte­les y w1w1cios publicitams ditigi­dos a los agiirnltoresy ganadems espafloles en las primeras déca­das del siglo XX. Han sido facili­tados por Carlos Ve/asco Mur­vieclro y proceden de su colección particular

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Así es como deben seguir siendo los tomates del mañana. Por eso, en BASF ya llevamo:

tiempo investigando en la tecnología fitosanitaria del futuro. Para que las cosechas sea1

igual de sanas y naturales que siempre. Pero tan abundantes como nunca.

El sector agrícola está evolucionando a una velocidad

vertiginosa. Y, en BASF, queremos hacer frente a esa

evolución manteniendo nuestros principales compromisos :

ofrecer al agricultor las soluciones óptimas para sus

cultivos, ayudarle a respetar el medio ambiente y asesorarle

Fitosanitarios

de manera personalizada. Por eso, como respuesta a las

nuevas demandas que plantea la agricultura, BASF trabaja

para encontrar ideas innovadoras, eficaces y, por '

supuesto, respetuosas con el medio ambiente.

Éste es nuestro compromiso hoy. Y lo será siempre. Cultivamos Ideas

BASF

Page 87: Anuario UPA 2002

El cartel publicitario en la agricultura española (1900-1960)

VE LASCO

Profesor de Economía Aplicada.

UNED

Felizmente, hoy ya no existen apenas carteles de publicidad de tema agrario. Y al decir fe­lizmente lo que se quiere es resaltar la rela­

ción entre el tipo de economía, el nivel de vida de una colectividad y la publicidad correspon­diente a cada momento.

En una época (hasta bien entrados los años se­senta del pasado siglo XX) en que la economía española estuvo muy marcada por el sector pri­mario (en creación de riqueza y en proporción de población activa), era lógico también que una gran parte de la publicidad de los carteles se dirigiese al medio rural, y mucho menos a productos y bie­nes de carácter industrial (automóviles, maquina­ria, manufacturas en general, etc.), en los cuales España, o no era competitiva, o no disponía de un público potencial suficiente para su adquisición, por su elevado coste.

Y como quiera que ha ocurrido en rodas los lu­gares y en casi todos los terrenos (económico el principal, pero también en el cultural, sanitario, educativo, de oportunidades, formativo, publici­tario , de nivel de vida, etc .), que el habitante del campo era, en términos generales, el más atrasa­do , el envío de mensajes publicitarios planteaba

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problemas de: cierta importancia a las empresas que hace un siglo querian llegar a ellos. Con una radio apenas descubierta y poco extendida, sin te­levisión, con una prensa sólo en blanco y negro , con unos anuncios poco atractivos visualmente y -no se olvide- que precisaban ser leídos -cosa que el analfabetismo endémico del campo impedía ha­cer con mucha frecuencia-, el cartel aparece co­mo un medio de comunicación idóneo para trans­mitir mensajes a un público de escaso (cuando no nulo) nivel cultural.

De modo similar a como la Iglesia medieval articuló la transmisión de la doctrina c1istiana a unos fieles roi:almente iletrados, a través de unas imágenes grabadas en los capiteles de piedra ro­mánicos y góLicos, con escenas de la religión cla­ras, sencillas, entretenidas y atractivas (recuér­dese que en su origen los altorrelieves estaban coloreados, a finales del XIX y gran parte del XX, el cartel de publicidad comercial incorporó un papel muy similar al descrito: con un texto es­caso y, en todo caso, muy claro, y con una inco­nografia ayudada del color, el impacto visual de­bía bastar para transmitir las ideas deseadas so­bre un producto.

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El cartel publicitario en la agticulrura española (1900-1960)

Aún hoy se pueden ver en paredes de casas de pueblo aquellos azulejos con la silueta en negro, y el fondo amarillo, del caballista del Nitrato de Chile, tan característico de la iconograña rural de muchas décadas

A su vez, si lo anterior era de aplicación en tér­minos genéricos a una población mayoritmi a­mente escasa de cultura como era toda la espa­ñola, al dirigirse al público agrario la situación se agravaba por su ya desc1im menor nivel cultural. l os carteles de publicidad comercial de conteni­do agrario se hubieron de caracterizar, pues, por mucho color, dibujo simple y sencillo de enten­der, poco texto y una imagen, en todo caso, atra­yente para ese presunto usuario del producto con escasa formación.

Las imágenes de la "revolución agraria"

Centrándonos específicamente en los produc­tos que configuraron el entorno agrario de Espa­ña (y de otros países occidentales) de hace cien años, hay un primer bloque que, además, es el que reviste mayor importancia económica y social.

Nos referimos a lo que se ha venido en lla­mar "revolución agraria", y que tuvo a fines del XIX y, sobre todo, a principios de XX, rres com­ponentes li.mdamentales: los abonos no orgáni­cos, la maquinaria , y los insecticidas y alimentos para el ganado. Gracias a ellos , y sin ningún cam­bio polírico, legal o social, las clases agrarias más desfavorecidas (y todo el campo en general) , se vieron favorecidas por un aumento espectacular en los rendimientos de cereales, frutas, hortali­zas, verduras, carne, leche, etc. que, al fm y al ca­bo , mejoraron no sólo el nivel de alimentación y de renta en la agricultura, sino de toda la po­blación en general.

Entre los abonos, es más que conocido (y re­cordado) el caso de los abonos inorgánicos (sul­fato ele amoniaco, nitrato de cal, sales ele potasas,

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superfosfatos, etc.), y sus benéficos efectos en los rendimientos por hectárea y en la calidad del pro­duc to. En este sentido , aún hoy se pueden ver en paredes de casas de pueblo aquellos azulejos con la silueta en negro, y el fondo amarillo, del ca­ballista del Nitrato de Chile, tan caracterisrico de la iconografía rural ele mu chas décadas. O los anuncios en que aparecían unos frutos y verdu­ras de tamaño descomunal, para indicar de for­ma muy elemental cómo, si se usaba determina­do abono, el rendimiento crecería de forma es­pectacular.

Son los casos del Nitrato de Cal ele Noruega, los abonos Cros (con variadas imágenes sobre la fecundidad de los cultivos, con edificios, barcos, puertos, etc. relacionados con la marca) , las abundantes representaciones de la diosa Fortu­na relacionada con estos productos, las ideas ele ahmTO, lÓs anunc ios sobre el "guano" , las imá­genes folklóricas más típicas (pareja de campe­sinos, campo de trigo, frutos espléndidos, espi­gas, saco ele abono, etc., todo en un dibujo de gran belleza y colorido, como el de Wetzig Weic­kert y Cía). O la relación con las ideas político­econórnicas del momento (años veinte), como es el caso de las Potasas ele Suria y su naciona­lismo económico bien explícim ("a campo es­pañol, producto español"), que trataba de esta forma de mostrar cómo no era necesario recurrir a comprar abonos de Chile, Noruega, Alemania, etc., pues los había aquí similares.

El otro gran elemento modernizador de la agri­cultura fue el de la maquinaria, que aumentó los rendimientos y disminuyó el esfuerzo aplicado a la ag1icultura. Máxime si se tiene en cuenta que hasta bien entrado el siglo XX, en una gran par­te ele España se cultivaba todavía con el arado ro-

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El canel publicüario en la agriculmra española (1900-1960)

Los hoy llamados piensos compuestos ya existían hace casi un siglo; y aunque no fuera de una forma tan elaborada como actualmente, contribuyeron decisivamente a conseguir un mayor rendimiento en leche y carne del ganado

mano, un animal de arrastre (en algunos casos) y la hoz. En este sentido, menudearon deliciosos anuncios en que aparecían fabulosos rracrores con ruedas dentadas de hierro, trilladoras de ma­dera y hierro ("Rustan"), con una estética sor­prendente para la época, aventadoras , bombas hidráulicas para la extracción de agua ("caÚdal de agua, es caudal de oro '', decía la bomba Prat) y, también, arados para los agricultores con me­nos recursos ("Ideal").

Los insecticidas y los alimentos para el gana­do fueron el tercer componente de esa revolución agra1ia a que antes nos hemos referido. El prime­ro pem1itió mejorar las cosechas en cantidad y ca­lidad de los diferentes productos agrarios , muy ata­cados hasta ese momento por plagas y enferme­dades que , al afectar a las cosechas, estaban muchas veces en el origen de las hambrunas y pes­tes que diezmaban a la población rural y urbana. Hubo variados productos (Oriol, Sabino!, lNU, DDT, Superitram, etc.) que ayudaron a erradicar infecciones en las plantas y también, desde fechas tempranas , se dieron campañas institucionales que, como la de la Estación de Fitopatología Agri­cola de Valencia, trataba de informar y combatir­las (en el cartel, la de "la mosca de las frutas"), y roda ello con una estética preciosista y detallada de rexro y dibujo.

Por lo que se refiere a los hoy llamados piensos compuestos, ya exisáan hace casi un siglo ; y aun-

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que no fuera de una forma tan elaborada como ac­tualmente, connibuyeron decisivamente a con­seguir un mayor rendimiento en leche y carne del ganado. Aparte de otros (Garrofatina) , el más conocido fue el de Polvos Pinós, con su caracre­!Ística mamá-cerda e hijo-cerdito al que alimen­taba o llevaba de la mano (éste, con un juguete so­bre el mismo tema), mientras venían de la tienda de comprar este alimento (todos, incluso el ten­dero , sonrientes) ; a su vez, el escudo del produc­to , con una balanza romana y sus dos platillos, "con" y "sin" los Poi os Pinós, era bien explicati­vo de las bondades del producto.

Relacionado con lo anterior están los fárma­cos para el ganado, los cuales también favore­cieron, por la vía preventiva o curativa, los re­sultados en energía, carne o leche de un ganado de otra forma muy débil o susceptible de con­traer enfermedades . Aquí también hubo un pro­ducto muy conocido, el Resolutivo Rojo Mata, con varios anuncios . En uno de ellos, la idea a o·ansmitir resultaba asimismo muy sencilla: "sin" el producto (animal enfermo, raquítico , caído , apagado, etc.), y "con" él (vi.tal , lustroso, ergui­do , de porte vistoso, ere.) .

Por un campo más "seguro"

Esta panorámica, aunque necesariamente bre­ve , de los carteles que tenían a la agricultura co-

• L4C0Nfll

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El cartel publicirario en la agricultura española (1900-1960)

mo motivo publicirario, no quedaría complera, a nuestro juicio, si no se refiriera a otros tres aspec­tos de cierta relevancia que contribuyen a conocer y caractetizar mejor el sector agrario. El primero se refiere a la gran cantidad de anuncios Qógica, por otra parte) sobre los productos del campo: pata­tas , semillas (Propasi), plantones (Verón), frutas de Valencia (Vicente Mont), algodón, pasas de Má­laga, plátanos de Canarias, higos secos, o frutas para exportar (redactados en francés en estos dos casos), como las naranjas Merci (precioso, de gran fuerza ei.,,..presiva y con la imagen tópica de la "es­pañola"), o de los dátiles ("dattes") dejosé Ber­na!, con un dibujo orientalista a lo Fortuny o Ber­mcchi simplemente precioso.

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Otro tema de gran interés, que también hace muchas décadas ya se planteaba con cierta pro­fusión, era el de los seguros agrarios. Con un men­saje que solía ser claro y efectisra (cosechas abun­dantes, animales, pedtisco, etc.), o de accidentes laborales (el de Mapfre, con un campesino que al segar se había herido, es de Penagos, aunque está sin firmar), o del siniestro más temido, el incen­dio (cosechas, pajar, casa, etc.), sorprende a veces (como en el caso de Covadonga), la composición casi abstracta que , en los años cuarenta, recorda­ba bastante clara (y sorprendentemente) las imá­genes del "Guemica" de Picasso.

La última idea a destacar hace referencia a ese bajo nivel cultural que antes hemos comentado y

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El cartel publicitario en la agriculrura española (1900-1960)

S.A. DE SE6UR.05

SEGUROS DE INCENDIOS - COSECHAS GANADOS- PEDRISCO-ACCIDENTES- VIDA

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que, de una forma a veces nada disimulada, se asumía como necesaria o, al menos, convenieme para muchos de los anuncios de tema agrario. Es lo que he venido en llamar, la publicidad de "el tomo y el listo".

Ese el caso un anuncio de Polvos Pinós en que una campesina con una cesta repleta de huevos increpa a otro agricultor con otra (ésta, muy es­casa de ellos) sobre las bondades del producto; u otro del Sulfato de Amoniaco, en que una avioneta sobrevuela dos campos de cereales en los que se ha abonado, o no, con el citado producto, según la altura considerable, o pequeña, de las espigas; o, también, el de los abonos Cros, con hierba ra­quítica que rodea a otras que forman la palabra de la marca, los ejemplos se multiplican.

Con todo , el de Nitrato de Chile, con el cam­pesino viejo, encorvado, triste y gris , que con­templa su exigua cosecha, mientras que la de su vecino joven, sonriente y atlético , gracias al abo­no, supera en altura la de una persona normal, es emblemático de lo comentado.

Pero aún lo es más el del Engorde Castellano Liras, donde ese menor nivel cultural y formativo deja de estar implícito para, ahora, expresarse bien a las claras, con ese "Casiano, eres tonto .. . ", en que se verbaliza incluso esa atribución de tontería a quien no compre el producto en cuestión.

A este respecto , y como (triste , pero lógico) contraste en relación al resto de sectores y pro­ductos , el de la agricultura es, sin duela, el que aca­para porcemualmente mayor número ele ejemplos de este último tipo de publicidad.

Nota

Las Jotos que i.lustran este artíwlo reprodtt­cen diferentes carteles y anuncios pL1b1icitaros cliligidos a los agiiail­tores y ganaderos espa­ñoles en las p1imems décadas del siglo XX. Han sido facilitados por Carlos Velasco Murviedro, el autor del artíailo, y proceden de su colección partiaila1'.

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Los actores sociales en el desarrollo rural

PEREZ YRUELA

LESA-CSIC. Córdoba

Ll sociedad rural española ha tenido la ex­

petiencia de pasar, con éxito razonable, por n imenso proceso de cambio y moderni­

zación en un corto período de tiempo. Esos cam­bios se iniciaron al comienzo de los sesenta, y para la segunda mitad de los ochenta ya estaban bastante avanzadas las transfonnaciones que hoy caracterizan a la nueva sociedad rural y a la nueva agricultura española. En poco más de veinte años, una sociedad poco instruida cultural y profesio­nalmente, poco acostumbrada al cambio y a la in­novación, supo ingeniárselas para asumir y adap­tarse al nuevo papel que se esperaba de ella, y que se le imponía por la dinámica de cambio del res­ta de la sociedad. Algún sociólogo (Pérez Díaz, 1994) ya ha tenido el acierto de subrayar este he­cho. Ha pretendido con ello valorar la capacidad y el esfuerzo de la sociedad .rural española, con la intención de rechazar algunos tópicos que se te­nían sobre ella. En otras palabras, ha tratado de re­saltar el papel de los actores sociales más direc ta-

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mente involucrados, los propios agriculmres, en el desarrollo de ese acelerado e intenso proceso. Este énfasis en la dimensión microsocial del cam­bio contrasta con las visiones más frecuentes. Es­tas se han centrado, como decía al comienzo, en los cambios estructu rales y en una cierta inter­pretación rnecanicista. Mediame ella, se ha deri­vado de los cambios estructurales la necesidad ca­si automática de adaptación por parte de los agri­cultares y campesinos que los protagonizaron.

Es cieno que este proceso contó con factares externos al ámbito rural, que pueden tener la con­sideración de cambios estructurales, como la mo­dernización cultural de la sociedad española y el desanollo capitalista de su economía en general y de los otros sectores de actividad. Esto, sin du­da, estimuló los cambios. También ayudó a aliviar las tensiones que los cambios de la sociedad ru­ral provocaban dentro de ella misma. Sin embar­go, dentro del ámbito rural este proceso seguiría sin poder explicarse sin tener en cuenta la inter­vención de acmres colectivos e institucionales que lo activaron y mantuvieron vivo. Hubo institu­ciones públicas (Extensión Agraria, Colonización, Ordenación Rural, Concentración Parcelaria) cu­ya contribución fue decisiva para el cambio. Hu­bo actares colecrivos como las cooperativas y las organizaciones de representación de los intereses agrarios , cuyo papel fue igualmente relevante. Contamos con trabajos que han analizado el pa­pel de esos actores (Moyano, 1984; Sánchez de Puerta, 1994). A mi juicio, queda algo por escri­bir todavía para completar el análisis del papel de los actores sociales en ese proceso de cambio. Se trata del relato de las biografías, vicisitudes y es­n-ategias de acmres individuales y colectivos de ni­vel reducido, local, que en unos casos sobrevivie­ron al proceso y en otros sucumbieron en él.

De manera muy sintética, podria extraerse una conclusión de la experiencia de ese proceso ya vivido. El cambio fue posible por la concurrencia de un conjunto de factores externos a la sociedad rural que lo facilitaron, pero, sobre todo, por los siguientes facmres:

-La existencia de actores institucionales, cuya capacidad de intervención en la sociedad rural fue razonablemente apropiada para conseguir los ob­jetivos perseguidos.

-La presencia de acmres colectivos que prota­gonizaron e impulsaron el proceso también den­tro de la sociedad rural.

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Los acwres sociales en el desanollo rural

La puesta en marcha de modelos de este tipo no es una tarea fácil. Ha habido ya muchas iniciativas concretas en muchos países, pero todavía la cultura del nuevo localismo tiene que expandirse y desarrollarse más

-La creación entre unos y O[IOS de las condi­ciones para que los actores individuales pudieran decidir las estra[egias y asumir los 1iesgos que aca­barían haciendo realidad el proceso de cambio y modernización.

Enrre los factores externos e internos se dio una suene de compatibilidad sistémica que se O"asla­dó a una parte importante de los actores que de­bían protagonizar los cambios. Otra parte de los actores no se imegró directamente en el proceso Qos que sucumbieron o emigraron). No puede ol­vidarse que , como casi todo proceso de cambio, és[e tampoco fue completamente neuO"al con los dis[intos intereses en liza. Se puso en marcha por cle[erminados actores sociales que no tuvieron en cuema entre los objetivos los de resolver de ma­nera directa problemas tradicionales de la socie­dad rural española, como el de los jornaleros del sur o la disfuncionalidad de la estructura del ta­ma11o de las explotaciones, por poner algunos ejemplos de los más imponames.

Un nuevo proceso de cambio

Todavía no ha finalizado completamente el pro­ceso de cambio al que me he referido antes y ya se le está pidiendo a la sociedad rural española que inicie oo·o. El objerivo ahora es distinto. Como en el caso anterior, viene en pane impuesto por la di­námica de cambio del resto ele la sociedad: como no es posible seguir trasvasando población activa de las zonas rurales a las urbanas, hay que inten­tar crear nuevas oportunidades denrro de ellas; co-

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mono es posible seguir al[erando y degradando las condiciones medioambientales, hay que prac­ticar una agricu ltura distinta, menos agresiva con el enromo. En parte , viene impuesto por el éxim alcanzado por la propia sociedad rural en el pro­ceso de cambio anterior: como no es necesario se­guir aumentando la producción de alimentos y materias primas agra1ias , hay que pracricar una agiicultura menos productivista e imensiva en la utilización de recursos. En parte, también viene impuesto por las nuevas caractelÍsricas de la pro­pia sociedad, tanto la rural como la no rural: las nuevas cohortes de población, más formada y con nuevos valores , desearían vivir en las zonas rura­les si hubiera nuevas oportunidades para ellas; a su vez, es bien conocido el caso de residernes en áreas urbanas que vuelven o deseaiían volver bien como emigrantes de retomo o bien como una op­ción distinta de estrmegia personal o familiar.

En suma, viene impuesto por una nueva fonna de incompmibilidacl denD"o de las dis[intas panes del escenario, al que hemos venido Llamando sis­[ema, y entre éstas y las estrategias de los actores. El desarrollo rural como ahora se concibe requie­re un proceso ele readaptación ele la conducta de los actores que resuelva el puzzle de incompmi­bilidades que ahora se produce. El proceso que ahora se quiere accivar es menos lineal que el que se produjo en los años pasados. Si en el proceso de cambio anterior los actores y los imereses gi­raban exclusivamente en torno a la actividad agra­ria, ahora los actores están más diferenciados, gi­ran en tomo a intereses y actividades también di­ferentes y requiere de la definición de un nuevo modelo de desarrollo a nivel micro que integre y haga compatibles los papeles de los distintos agen­tes , de los que ahora se espera que adopten es­trategias diferentes.

El modelo bajo el que pu den integrarse de for­ma comparible estas conductas nuevas remite a una noción disrinra del cambio y desairnllo de la sociedad rural, una noción más parecí.da a la de desarrollo de la comunidad (o desarrollo comuni­tario) y desarrnllo endógeno sostenible, que a la de desarrollo agi·ario. Encaja con las nuevas ten­dencias de recuperación de la dimensión local del desarrollo , a las que se viene eriquetando en la li­teratura como "nuevo localismo". El nuevo loca­lismo consiste, como se sabe, en una esn-ategia de acción colecriva, esümulada por los actores polí­ticos de la comunidad. Persigue mejorar y desa­rrollar las condiciones de vida de la comunidad mediante la parricipación ciudadana, el aprove­chamiento de los recursos ociosos, la creación de nuevas actividades y la potenciación de las que ya ex:is[en. Tiene, pues, una dimensión polírica Qa

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Los actores sociales en el desarrollo rural

La denontinación de nuevos actores es en realidad metafórica. Se trata, salvo excepciones, de miembros de la comunidad que se involucran en el aprovechamiento de recursos y oportunidades no explotadas, creando nuevas actividades

participación) , una dimensión económica) (el de­sarrollo endógeno y autocentrado) y una dimen­sión socioculrnral Oa creación de un modelo local de bienestar social).

La puesta en marcha ele modelos ele este tipo no es una tarea fácil. Ha habido ya muchas inicia­tivas concre tas en muchos países, pero wdavía la culrnra del nuevo localismo tiene que expandirse y desarrollarse más. No es tarea fácil porque los ac­tores presentes en el nivel local se relacionan , co­mo decíamos, de manera muy distinta con la co­munidad desde la perspectiva del desairnllo como se erniende en el nuevo localismo.

Una tipología de actores del desarrollo local

En una investigación reciente que se ha reali­zado en colaboración entre este lESA y el Depar­ramemo de Ciencias Sociales Agrarias de la Uni­versidad Politécnica de Madrid, hemos elaborado una tipología de actores, que creemos puede ser útil para empezar a abordar el problema de la re­lación entre ellos y el sistema de referencia, la co­munidad, a cuyo desarrollo contribuyen con sus acciones . Los tipos son los siguientes:

- Actores pasivos. Lo constituyen las personas que residen en la comunidad y obrienen sus me­dios ele vida de pensiones, rentas u otros benefi­cios, que ni proceden ele la actividad directa ni de­penden de la comunidad en la que residen, ex­cepto en el caso de las amas de casa. La relación de estos actores con el desairnllo de la comunidad se puede identificar en dos aspecros. Primero, mantienen un nivel de demanda general, que per­mite la eAistencia de servicios, y de demanda es-

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pecífica en el caso de las personas mayores, que constituye una fuente de empleo en el ámbito de los servicios sociales personales. Segundo, pueden ser actores que, en función ele la edad y del tipo de ingreso que reciben, actúen en el desarrollo lo­cal impulsándolo de formas diversas: urbanísticas (eliminación de barreras , zonas verdes), cultura­les (oferta de ocio) y económicas (iniciativas lo­cales de empleo). En cualquier caso, lo qu e ca­racteriza a la mayoría de los actores pasivos es su escasa relación proactiva hacia el desarrollo de la comunidad en términos de crecimiento econó­mico. Se trata, como es bien sabido, de un grupo cada vez más importante., el más importan te en bastantes municipios ele pequeño tamaño.

- Actores tradicion ales no innovadores. Lo constituyen las personas que desarrollan activida­des tradicionales dentro de la comunidad (agra­rias sobre todo en zonas rurales) , o bien activida­des complementarias como construcción, comer­cio o reparaciones, o actividades indusuiales o de servicios que han existido desde antiguo. Se ca­racterizan por una orientación de la actividad ba­sada en técnicas tradicionales que no persiguen ni la ampl iación, ni la innovación o transformación para obtener mayor valor añadido. En la mayor parte de las zonas rurales españolas, constituyen el grupo que mantiene la mayor parre de la vida económica de la comunidad.

-Actores Lrndicionales innovadores. Lo cons­tituyen las personas que, sobre la base de activi­dades tradicionales , emprenden iniciativas de ex­pansión de la actividad, innovación técnica y de gestión, aumento del valor añadido, etc. Forman e.l subgrnpo dinámico y emprendedor del tipo an­terior, generalmente minoritario en el nivel indivi­dual. Sin embargo, en el nivel de actores colecti­vos, cooperativas y otras fónnulas asociativas del sector agrario principalmente, han sido agentes muy importantes de cambio e innovación, ya que han servido para incorporar a los actores indivi­duales a esos mismos procesos.

-Nuevos actores. La denominación de nuevos actores es en realidad metafórica. Se trata, salvo excepciones, de miembros de la comunidad que se involucran en el aprovechamiento ele recursos y oportunidades no exploradas, creando nuevas actividades. La base potencial de este grupo de ac­tores está hoy día fonnada, sobre todo, por las nue­vas cohortes ele población que han tenido acceso al sistema educativo incluso en los niveles más al­tos y que por las razones e.'<-puestas antes no aban­donan la comunidad de origen o vuelven a ella. Su perfil es apropiado para acometer nuevas iniciati­vas siempre que resuelvan el obstáculo mayor con el que generalmente se encuentran para ello: los

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Los actores sociales en el desarrollo rural

Corno no podía ser de otra manera, en cada comarca se ha producido una dinámica diferente de evolución en la que los distintos actores han intervenido de un modo específico

recursos de capital necesmios para la puesta en marcha de esas actividades. Esquemas de finan­ciación como los aportados por el Programa Lea­der han demostrado ser muy útiles para salvar es­te obstáculo. Lo que sucede es que es a todas lu­ces insuficiente para abordar el desarrollo mral de manera generalizada, como sería de desear en ca­sos como el andaluz, por ejemplo.

-Actores externos. Lo constirnyen las personas y organizaciones que actúan en la comarca me­diante actividades ele enclave dirigidas desde fue­ra de ella. Si se me permite la expresión, son ac­tores que salvan y hunden el desarrollo local en función de las estrategias ele negocio con las que operan. Esta cuestión no se rdiere sólo a activi­dades industriales o extractivas. En el caso del co­mercio y la distribución es una de las amenazas constantes para los sectores tradicionales de las comunidades.

-Actores públicos. Los actores públicos inter­vienen en las comunidades como actores externos (gobiernos e instituciones nacionales y regionales) e internos (gobierno e instituciones locales). En el caso español, lo más significativo es que, tras la restauración democrática, los actores públicos ex­ternos han tenido una influencia decisiva en el de­sarrollo local a través de la expansión a roda lapo­blación de las políticas públicas del estado del bie­nestar. Con ello han conseguido una mejora notable en las condiciones ele vida de la población, en la creación ce capital humano y en la retención de población en zonas rurales, que en otras con­diciones las habtía seguido abandonando. Sin em­bargo, su actuación en la definición y aplicación de políticas concretas de desarrollo mral ha sido mucho menos relevante. En Andalucía llegó a for­mularse un ambicioso Plan de Desarrollo Rural que nunca llegó a ser operativo en la práctica. Los actores públicos locales , por su parre, han pasado

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por dos fases . En la primera, durante la década de los ochenta, centraron sus estrategias en la mejo­ra ele infraesrrucruras y equipamientos de los mu­nicipios y comarcas rurales. En la segunda, du­rante la década de los noventa, se han involucra­do más en la promoción del desairnllo local, como forma de seguir legitimando su actuación como actores públicos ame los problemas y demandas de la población. Este impulso debería aprove­charse como la base ele la expansión y aplicación del modelo de desarrollo rural en el sentido del nuevo localismo ames apuntado.

Esta tipología ha resultado útil para compren­der con perspectiva microsociológica la evolución del desarrollo de algunas comarcas espaflolas, que hemos podido comparar en la investigación ames citada. Como no podía ser de otra manera, en ca­da comarca se ha producido una dinámica clile­rente de evolución en la que los distintos actores han intervenido de un modo específico. Esto con­duce a una p1imera conclusión que conviene su­brayar pese a su obvieclad. El desarrollo local/ru­ral tiene una dimensión microsocial que no pue­de subsumirse en modelos generales. Cada caso es un caso particular ele interacción entre actores y desarrollo que hay que analizar y esrimular ce­niendo en cuenta esas peculiaridades.

¿Qué enseñanzas hemos sacado ele esa com­paración?. Primero, la importancia ele los actores públicos internos y externos para crear las condi­ciones que hacen posible cierta estabili.dad de la población e impulsar dinámicas de desarrollo. Es­te es el único rasgo que remite a un modelo ge­neral: la importancia ele la acción redistriburiva del Estado para crear condiciones que favorezcan el cleswollo. Segundo, el peso indiscutible de los ac­tores pasivos en las zonas rurales . Tercero, el ma­yor peso de las actividades tradicionales -agricul­tura y actividades complementarias- en la vi.da económica de esas zonas. Cuarto, el papel decisi­vo desempen.aclo por los actores u·aclicionales in­novadores, cuando lo han hecho, en el manteni­miento del desan-ollo mral. Quinto, la parte to­davía pequeña que juegan los nuevos actores y las nuevas actividades en el desarrollo de las zonas ru­rales, pero que , sin embargo, tienen un efecto sim­bólico muy importante al convertirse, mediante el efecto demosuación, en el referente más influyente para estimular otras iniciativas innovadoras. Sex­to, la vía voluntarista (y ele prueba y error) por la que en las zonas rurales se opera en materia de de­sarrollo. Séptimo, la extensa red pública, y en al­gunos casos también surgida ele la sociedad , de agentes, departamentos , unidades y, en definitiva, de instituciones, que, dedicadas a la promoción del desanollo , existen en las zonas rurales dando

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Los actores sociales en el desarrollo rural

La planificación del desarrollo rural a la escala que se ha sugerido debe atender de manera particular a la estructura de los actores presentes para asignar simbólicamente el papel que corresponde a cada uno y las medidas específicas más apropiadas a cada caso.

empleo a un buen número de profesionales; la ob­servación más imponame que puede hacerse res­pecto a esrn red es que acrúa con escasa coordi­nación, debido a las depend ncia que tienen ele actores públicos cliferemes.

Algunas recotnendaciones

Para terminar es te b reve artículo voy a saltar de los aspecws clescriprivos y analíticos a hacer al­gunas conjeturas ele carácter normativo, basadas en lo que hemos podido aprender hasta ahora del clesaiTOllo rural en su nueva acepción .

Para hab lar en se rio ele una nueva es trategia ele desarrollo rural habría que afirmar su necesi­dad sin ambigüedades, como se hizo y acometió en la primera experiencia a la que me refería al principio ele este trabajo. Para ello se diseñó con wclas sus consecuencias un sistema institucional de apoyo al cambio ele la sociedad rural. Creo que, en la actualidad, la convicción sobre esta necesi­dad no riene el consenso necesario, tal vez porque el problema no sea tan urgeme y acuciante como lo fue entonces. Además, esra cuestión riene una relevancia muy distinta ele unas regiones a otras ele España. En el caso andaluz, no obstante, es re­levame, aunque só lo sea porque el 3 7% de la po­blación vive en municipios con menos ele veime mil habitantes, que pueden considerarse munici­pios rurales, en los que la expectativas personales de sus habitames dependen del desarrollo que se­an capaces ele provocar.

Enfocar el desarrollo rural cemrando la actua­ción sólo en el ámbito municipal puede resultar ine­ficaz. Existen de hecho áreas comarcales en las que pueden identificarse mercados comarcales de traba­jo, de prestación de servicios, de distribución o de uso del ti.empo de ocio ele sus habitantes. Por otra parre, las rivalidades intetmunicipales son con fre­cuencia el mayor obstáculo para acometer iniciativas que sólo tienen viabilidad en el ámbito comarcal.

Deberían adoptarse planes regionales ele desa­rrollo rural en el mar ·o de una organización terri­torial comarcal y con un reforzamiento ele las com­petencias de los mun icip ios y comarcas en la apli­cación de e os p lanes. Los planes regiona les deberían petmirir una concreción adicional, adap­tada a las peculiaridades ele cada comarca. Estos planes deberían utilizarse para canalizar coordi­nadamente todas las acciones dispersas que en la práctica se producen en la promoción del desa­rro llo por parre de las distintas administraciones. En suma, se tra ta ele descentralizar y coordinar las políticas ele clesanollo local.

La planificación del desarrollo rural a la escala que se ha suge1iclo debe atender de manera partí-

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cular a la estruc tura ele los actores presentes, se­gún la tipología anterior, para asignar simbólica­mente el papel que corresponde a cada uno y las medidas específicas más apropiadas a cada caso .

El papel ele los actores públicos debería ser el ele catalizadores de las es trategias ele los d iferen­tes actores que operan en cada zona, actuando me­diante una institución en la que es tén represen­tados los grupos ele intereses locales, las aso­ciaciones pro desarrollo y las ins tituciones financieras (las cajas de ahorros principalmente).

El modelo ele intervención que se ha aplicado a través de la iniciativa Leader y los programas Pro­cler puede ser un referente para diseñar la forma institucional ele imervención pública en la pro­moción del desarrollo ele las zonas rurales.

Conclu yo subrayando que debemos asu mir plenameme que el clesan-ollo descansa en la ca­pacidad ele los actores sociales para p romoverlo, y que esto es especialmente cierto cuando habla­mos de la dimensión microsocial del desarrollo. El papel de los actores y ele las políticas públicas no puede, en consecuencia, basarse en la creen­cia mecanicista de que cienos incemivos, por ejemplo, producirán automáticamente el cambio ele conducta ele los agentes sociales . Estimular el desarrollo de las zonas rurales requiere de cierta ingenie1ía social, como se dice ahora. Se trata de activar ele manera intencional y concreta la cone­xión enn·e el conjunto de oportunidades que pue­de ofrecer el sistema ele referencia en el que se de­senvuelven los actores (incentivos, políticas pú­b licas . .. ) y las estrategias y riesgos que éstos puedan asumir. Tocio ello reconociendo que los actores que han de protagonizarlo ni tienen ¡os mismos imereses ni su relación con el clesanollo ele la comunidad es equivalente, aunque tocios tengan una con nibución que hacer.

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9560 cws 9640 cws 9660 cws

Máquinas que trabajan tanto y tan duro como us1ted

Tecnología de recolección avanzada del mayor fabricante mundial de cosechadoras

os nuevos avances, como las de trilla y separación de demostrada una cabina totalmente nueva, y uevas variedades genéticas y las eficacia mediante la combinación de nuevos sistemas de limpieza. emillas oleaginosas de alto rendi- cilindro de trilla y sacudidores. i~cuda hoy mismo al concesio-1iento pueden tener una incidencia Este nuevo sistema consta de un nario John Deere de su zona, y wy significativa en los cultivos que cóncavo de grandes dimensiones y conozca la nueva línea de cosecha-sted tendrá que cosechar en el unos sacudidores extra largos de doras 9000 cws. ituro. Prepárese hoy para el futuro 11 saltos. en todo tipo de cultivos y condi- ¿Resultado? Más grano limpio

iones - con una nueva cosechado- en el depósito y más dinero en su 1 John Deere CWS (separación por bolsillo.

g)JOHNDEERE ilindro de trilla y sacudidores). Además, incluye una larga lista Escoja entre cuatro modelos. de valiosas características, como las

Jdos ellos incorporan un sistema nuevas plataformas de corte 600R, TECNOLOGÍA RENTABLE :B "' ¡¡¡ <

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La Illultifuncionalidad en la estrategia • agraria europea

EIWEST

Catedrático de Economía Aplicada.

Un iversidad de Valencia

La concepción de la agiicultura como una ac­tividad dotada ele múltiples funciones, que no se limitan a la simple producción de ali­

mentos, se está abriendo paso en los últimos años tanto en los medios académicos como en los más directamente relacionados con la elaboración de las políticas agrarias. La Comisión Europea ha de­fendido la idea ele multifuncionalidad viendo en ella una concepción del papel de la agricultura en los países desarrollados que permitiría justifi­car sus posiciones en las negociaciones reciente­mente emprendidas bajo los auspicios de la Or­ganización Mundial de Comercio (OMC), y a la vez salvaguardar lo más valioso del modelo euro­peo de agricultura 0 >. De este modo las autorida­des europeas se preparan a responder al énfasis que otros países (como Estados Unidos, Australia o Argentina) van a poner en una continuación de la senda de liberalización del comercio interna­cional de productos agrícolas y de reducción del proteccionismo comercial que se inició con la Ron­da Uruguay. Desde un punto de vista formal, la Comisión Europea puede apoyar sus pretensiones en el propio texto del Acuerdo sobre Agricultura alcanzado en 1994, al finalizar la Ronda, en cuyo

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preámbulo se afirma que el objetivo a largo plazo de los países signatarios es alcanzar reducciones progresivas del apoyo y protección a la agricultu­ra para poder corregir y evitar distorsiones en los mercados agrícolas mundiales, pero que los com­promisos que en esta línea se adquieran "deberán prestar atención a los asuntos no comerciales, in­cluyendo la seguridad alimentaria y la necesidad de proteger el medio ambiente".

lPuede concretarse la idea de multifuncionalidad?

Es evidente, en primer lugar, que hablar de mul­tifuncionalidad es reconocer de entrada las múlti­ples facetas que adquiere en el mundo actual la práctica de la agriculrura. Para ir más allá de esta constatación es necesario perfilar un poco más lo que pueda tener de singular el concep to de agri­cu ltura multi.funcional a la luz del análisis econó­mico, para posteriormente deducir algunas de sus implicaciones a efectos de política económica. Es­ta es la tarea, que en forma muy sintética se abor­da a continuación .

La Comisión Europea ha señalado los tres gran­des tipos de funciones que debe desempeñar la agricultura en el ámbito de la UE: la producción de alimentos para consumo humano y para la ali­mentación del ganado, así como la de otros bie­nes para uso industrial; la defensa de los valores paisajísticos y del medio ambiente rural; y la con­tribución a la viabilidad de las áreas rurales y a un desarrollo económico equilibrado desde el pun to de vista territorial.

Puede decirse, en consecuencia, que el núcleo de la argumentación que defienden las autorida­des agrícolas europeas -acompañadas por las de países como Noruega, japón o Corea- es que la agricultura merece recibi.r un trato especial en las negociaciones comerciales multilaterales porque no solamente produce bienes -como alimemos y materias primas- que cuentan con mercados don­de los consumidores finales y las empresas in­dustriales pueden manifestar a través de los pre­cios su disposición a pagar, sino que también ge­nera otro tipo de bienes, no comercializables mamados en el lenguaje económico bienes públi­cos), que no cueman con esos mercados y cuya

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La multifuncionahdad en la estrategia agraria europea

WADR01 AGRICULTURA MUL TIFUNCIONAL

PRODUCCIÓN DE BIENES PRIVADOS PRODUCCIÓN DE BIENES PÚBLICOS

MATERIAS PRIMAS DE DRIGHJ AGRÍCOLA

GAAANTIA DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA NACIONAL

l!IM!il OTROS BIENES PRIVADOS (COTOS DE CAZA ) . - PROTECCIÓN DE LA SALUD

DE PERSONAS. ANIMALES Y PLANTAS

Son demasiados los flancos que quedan por cubrir cuando se desciende del discurso genérico que con frecuencia utilizan los responsables de .Agricultura en la Comisión Europea, a la realidad de los hechos

1

11 . 1

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1

PROTECCIÓN DE LA BIDDIVERSIDAD

PROTECCIÓN DE POBLACIONES FRENTE AL

RIESGO DE INUNDACIONES (CAPACIDAD DE RETENCIÓN

DEL AGUA DEL SUELO)

ofena ha de ser decidida, por ramo, a través de me­canismos de decisión política m. No obstante, en la mayor parre de los casos, la producción de estos bienes públicos (paisaje, calidad del agua, biodi­versidad, dinamización del territorio, ... ) tiene lu­gar de forma conjunra con el desarrollo de la pro­ducción vegetal o ganadera, y no independienre­mente de ella. Por ello, si queremos que se produzca una cantidad socialmente deseable de di­chos bienes públicos, resulta necesario cieno gra­do de apoyo a la producción convencional de bie­nes agrícolas y ganaderos comercializables, un apo­yo adicional al que ya obtienen estas producciones como resultado de las decisiones de los consumi­dores en el mercado.

La realidad es que si los agricultores no reci­ben algún tipo de remuneración por los efectos ex­ternos positivos para el conjunto de la sociedad que se derivan de algunas de sus prácticas agrí­colas, no los tendrán en cuenra en sus decisiones , unas decisiones en las que primará, entonces, un criterio de estricta rentabilidad privada. Ello pue­de ocasionar una oferta inferior a la óptima de determinados bienes públicos que son deseados por el conjunto de la sociedad, tales como la cali­dad paisajística, el control de la erosión, el man­tenimiento de cierras formas de identidad cultu­ral vinculadas al medio rural, la protección de la biodiversidad o el freno a la despoblación de áre­as rurales periféricas. El cuadro nº 1 recoge en for­ma de esquema la variada gama de bienes que pro­duce la agricultura y que permiten precisamenre atribuirle un carácter multifuncional.

El planreamienro general que se acaba de ex­poner resalta aspectos esenciales de la multifun­cionalidad agraria, pero resulta demasiado ende­ble para que resulte convincente en los foros in-

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temacionales, ya que son demasiados los flancos que quedan por cubrir cuando se desciende del discurso genérico que con frecuencia utilizan los responsables de Agricultura en la Comisión Eu­ropea, a la realid~d de los hechos. Entre esos pun­tos débiles del discurso sobre la multifucionalidad vale la pena citar algunos que revisten importan­cia a efectos de la política económica:

-No es suficiente con señalar la existencia de efectos externos positivos de la agricultura (a es­timular) o ne:gativos (a corregir), sino que es ne­cesario también indicar y concretar cuál es el ni­vel de intensidad en la corrección de dichas ex­temalidades que la sociedad aspira a conseguir y está dispuesta a financiar . Ello depende de la com­paración entre, de un lado, los beneficios que pue­dan obtenerse de las medidas con-ecroras y, de otro, los costes que componen.

-Dado que los bienes públicos que la política agraria basada en la multifuncionali.dad desea su­ministrar poseen frecuenrememe una escala local o comarcal -que es la habitual para valorar una amplia gama de efectos medioambientales de la agricultura, y también para el enfoque de las po­líticas de desarrollo rural-, es probable que no sea efi.cienre la aplicación de políticas de ámbito na­cional. De ahí que cuamo más genérica sea la de­finición del apoyo que quiere prestarse a la pro­ducción de estos bienes públicos y más amplio el colectivo de beneficiatios del mismo, más pro­bable es que se esté haciendo un uso indebido del concepto de multifuncionalidad; concepto que puede incluso utilizarse para justificar políticas producrivistas (basadas, en mayor o menor me­dida, en la protección comercial) que con toda probabilidad no pasarian el test de aceptabilidad que establece la actual normativa de la Organiza­ción Mundial de Comercio (OMC).

-Hay que tener presenre que toda concepción multifuncional de la actividad agraria debe impli­car el reconocimiento previo de que la agricultu­ra no sólo contribuye a la producción de benefi­cios medioambienrales, sino que genera también externalidades negativas (como la polución de las corrientes de agua superficiales o subren-áne­as, la pérdida de humedales que albergan una al­ta riqueza en fauna, o la degradación del suelo). Normalmente, una buena parte de estos efectos negativos de la agricultura se correlaciona o bien con el uso intensivo de inputs (como fertilizantes y pesticidas) o bien con la ganaderia intensiva, as­pectos éstos que, a su vez, tienen que ver con el tipo de modernización agraria que ha venido pro­moviendo la Política Agraria Común (PAC). Bajo este punto de vista, y sil¡ necesidad de compartir el discurso multifunciorial, podria argurnenrarse

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La multifuncionalidad en la estrategia agraria europea

Puede decirse que, por lo menos parcialmente, el carácter multifuncional de la agricultura está ya reconocido en las normas que actualmente regulan el comercio internacional de productos agrarios

utilizando su misma lógica que, en ocasiones, una reducción de los precios de apoyo a las produc­ciones agrarias o una disminuc ión ele las medi­das de protección comercial podría mejorar el ba­lance entre las extemalidades positivas y las ne­gativas, al promover una menor inrensidad en la aplicación de algunos fact0res productivos.

-Se puede argumentar también sin necesidad de recurrir al discurso de la multifuncionalidad que, aún con precios agrícolas más bajos , la agri­cultura puede seguir ofreciendo a la sociedad ex­temalidades positivas si tiene lugar una reorgani­zación de la estrucrura productiva a favor de agri­cultores con mayores niveles de productividad -probablemente, con e,xplotaciones de mayor di­mensión-. En tal caso, y a menos que la ex:tema­lidad posiüva esruviera relacionada no con la pro­ducción per se, sino con un tipo particular de sistema productivo ligado a la pequeña explota­ción, no habría razones para temer que un me­nor nivel de apoyo a la producción agraria diera lugar a una merma en el volumen disponible de dicha extemalidad .

Multifuncionalidad y comercio internacional

Las externalidades son, en úlrima instancia, la manifestación de una divergencia entre los bene­ficios y los costes ele determinadas actividades pro­ducrivas, tal como los refleja la contabilidad pri­vada y tal como son percibidos por el conjunto de la sociedad. En efecto, los agricultores que man-

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tienen EA'Plotaciones ganaderas en parajes de mon­taña que sin su presencia serian difícilmente acce­sibles , los que practican una rotación de cu ltivos que permite la subsistencia de una fauna valiosa, o los que manrienen una arquirecrura rural tradi­cional en buen estado, están generando beneficios superiores a los que pueden lograr en forma de ingresos privados. Sin embargo, y desde el punto ele vista de la politica económica, la cuestión es­triba en saber cuál es la forma más eficiente de ac­ruar frente a esa divergencia (o distorsión) entre la perspectiva privada y la perspectiva social de mo­do que se logre el estimulo esperado sobre los com­portamientos privados deseables sin que por ello se creen otros problemas o distorsiones. En gene­ral, lo recomendable es actuar directamente sobre la fuente de la distorsión mediante medidas que re­muneren la generación del efect0 que se desea po­tenciar, pero que, a ser posible, sean neutrales res­pecto a su impacto sobre el volumen de la pro­ducción agricola convencional.

En el Acuerdo sobre Agricultura que clausuró la Ronda Uruguay (1986-94) rn se aceptaron co­mo legítimas las políticas agrarias que no distor­sionaban el comercio internacional, o que lo ha­cían en muy escasa medida, y fueron incluidas en u n conjunto de apartados englobados bajo el tírn lo genérico de caja verde. Entre ellas se en­conn·aban las políticas agroambiemales y los pro­gramas de asistencia a regiones desfavorecidas , así como clere1minadas medidas tendentes a promo­ver la seguridad alimentaria.

Puede decirse que , por lo menos parcialmen­te, el carácter mul ti funcional ele la agricultura es­tá ya reconocido en las nonnas que actualmente regulan el comercio internacional ele productos agrarios. Sin embargo , según el mencionado Acuerdo, la aceptación ele estas políricas depende de que cumplan ciertas condiciones, algunas ele carácter general y ocras más específicas. Emre las condiciones ele carácter general se considera el compromiso de que el apoyo debe suministrarse a través de un programa financiado con fondos pú­blicos que no debe implicar transferencias de ren­ta desde los consumidores. Las condiciones es­pecíficas referidas a los pagos establecidos en vir­wd ele programas agroambienrales señalan que éstos deben formar parte de políücas guberna­mentales con una finalidad conservaci.onisra o me­dioambiental bien definida, y depender del cum­plimiento, por parre de los agiicult0res, de deter­minados comprom isos establecidos en esos programas, incluyendo los relacionados con los métodos de producción o con la utilizáción de cienos factores productivos; además se establece entre esas condiciones específicas que el montante

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La mulüfuncionalidad en la estrategia agraria europea

Hasta el presente, sólo una pequeña parte del volumen de recursos que los países desarrollados canalizan en apoyo de sus respectivos sectores agrarios se encuadra dentro de las políticas incluidas dentro de la caja verde

de los pagos debe limirarse a cub1ir los costes ex­rra o compensar la pérdida de renta derivados del cumplimiento de las condiciones del programa agroambiemal.

Dado que el Acuerdo incluye también, clen­rro de la caja verde, la aceptación de políticas gu­bernamemales relacionadas con la investigación agraiia, la Ananciación ele una red básica ele segu­ridad en los ingresos, la formación profesional, el conrrol y errad icación ele plagas y enfermedades, y los servicios especializados de extensión agraria y asesoramiento , puede decirse que, en sí mismo, tal Acuerdo ofrece una amplia gama de pos ibili­dades para intentar conegir las extemalidades de la producción agraria e impulsar el suminisn-o de bienes públicos relacionados con el carácter mul­ti.funcional de la ag1icultura.

Sin embargo, la realidad es que, hasta el pre­sente , sólo una pequeña parte del vo lumen de recursos que los países clesanollaclos canalizan en apoyo ele sus respectivos sectores agrarios se en­cuadra dentro ele las políticas incluidas den no ele la caja verde, ya que por lo general el grueso si­gue destinado a políticas más clásicas ele apoyo a los ingresos. Pero es una cuesti.ón de opción y voluntad políticas.

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Compatibilidad entre multifundonalidad y apertura comercial

La PAC ha tenido siempre una vertiente que ha ido más allá de la gestión de los mercados agtí­colas , aunque esta última haya sido normalmente la preocupación dominante. La política tradicio­nal de estructuras agrarias ya incluía medidas ten­dentes a compensar dificultades específicas para las ex-plotaciones derivadas del medio natural (agri­cultura de man taña) , y desde 1985 comenzó tam­bién a aparecer un interés por vincular la protec­ción del medio ambiente a las directrices y la ges­tión de la PAC. Es con la reforma de la PAC de 1992 cuando se concreta un conjunto de medi­das de acompañamiento que, entre otros aspec­tos, da lugar al Reglamemo 2078/ 92 de ayudas ambientales '" .

En la actualidad, la PAC cuenta con instru­mentos de actuación m para apoyar el papel mul­tifuncional de la agricultura, que pueden agruparse en dos grandes bloques :

• Pagos agroambientales Como es sobradamente conocido, estos pagos

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La mulrifuncionalidad en la estrategia agraria europea

MEDIDAS DE AYUDA, DEFINIDAS

CON CARÁCTER TERRITORIAL

CARACTERÍSTICAS DE

LAS ZONAS INCLUIDAS

•Zonas con limitaciones mecUoambientale específicas Limitaciones a 1as explotaciones agrarias basadas en dispo­siciones comunitarias de protección medioambiental

•lona de montaña Limitaciones a 1as posibilidades de utilizar la tierra o aumento de los costes de trabajarla debido a las condiciones climáti­cas derivadas de la altitud, a pendientes demasiado pro­nunciadas o a una combinación de ambas cosas

•Zonas con ri go de abandono del uso agrario de la tierra y en donde ea nec ario su mantenimiento

Zonas agrarias homogéneas q_ue reúnan las siguientes carac­terísticas: • Baja productividad, difícil cultivo e idoneidad para la ganaderia extensiva. • Producción y resultados económicos inferi res a la media, como resultado de la b <1:ja productividad del medio natural.

•Zonas desfavorecidas afectadas por dificultad peciales

Zonas donde sea necesario proseguir la práctica d la activi-­dad agraria al objeto de conservar o mej rar el medio am­biente, preservar el porwcial turistico o proteger la costa, y que se encuenrren afectadas por dificultaGles especiales.

MEDIDAS AGROAMBIENTALES OBJEITVOS

Las ayudas van destinada a la utilización de método de producción que permitan proteger el medio ambiente y mantener los re ursas naturales

• F rmas de utilización de las tierras de interés agra1io cmpatibles on la pro tección del medio, del paisaje, de los recursos naturales , del suelo y de la diversidad genética. • Extensificación de Ja producción agraria y gestión de sistemas de pastoreo de baja intensidad. • Conservación de entornos agrarios ele alto valor natural y amenazados. • Mantenimiento del paisaje y de los rasgos históricos de las tierras de interés agrario. • Aplicación de una ordenación medioambiental en las prácticas agrarias.

surgieron con motivo de la reforma de la PAC im­pulsada en 1992 por el Comisario MacSharry, for­mando parte de un paquete de medidas de acom­pañamiento; en la acnialidad, se aplican median­te una serie de programas especificas, algunos de los cuales van dirigidos a "áreas ambientalmente sensibles". Promueven entre orros aspectos los si­guientes: conversión de las prácticas agricolas con­vencionales a agricultura ecológica; mejoras me­dioambientales en el marco de las prácticas con­vencionales, basadas en regular el uso de los medios de producción , buscando reducir el em­pleo de pesticidas y permitir el mantenimiento ele la biodiversidad de la fauna y la ílora; manterti­miento de sistemas agricolas de baja intensidad; salvaguarda ele razas ganaderas autóctonas en pe­ligro de extinción; mantenimiento de tierras agri­colas fuera de producción por razones medioam-

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bientales; mantenimiento de calidades paisajísti­cas ligadas a la actividad humana; y creación de hábitats para la protección de especies animales en peligro de extinción.

• MecUdas socioestructurales y de desarrollo rural

Se rrara de una panoplia de instrumentos que ha venido desarrollándose desde las p1imeras Direc­tivas de la PAC destinadas a reformar las estruc­turas agrarias, pero con la particularidad de que hoy en día su uso tiende a realizarse en el marco de programas de carácter integrado y plurisecto­rial. Las medidas más destacadas corresponden a tres tipos ele actuaciones: programas de ayuda a la inversión , con la finalidad de facilitar el ajuste es­tructural de la agricultura y la adaptación de sus productos a estándares más exigentes ; progra-

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La mulrifuncionalidad en la estrategia agraria europea

La UE cuenta, en principio, con los instrumentos adecuados para hacer frente a las demandas del modelo agrícola europeo

mas de apoyo a las explotaciones agrarias ubica­das en áreas desfavorecidas , y finalmente los ba­sados en la Iniciativa Comunitaria LEADER, que busca promover las iniciativas locales y comarca­les de desan-ollo, basadas en la diversificación del tejido productivo, la promoción ele productos re­gionales de calidad y la cooperación entre los agen­tes económicos y sociales de las áreas afectadas. El Reglamento 1257/99 representa en la acrnali­clad la base jurídica sobre la que se sustenta lama­y01ia de los programas agroambientales y ele las actuaciones en materia de desarrollo rural, res­pondiendo, en cuanto a sus objetivos, a la mayor parte de aquellas funciones agrícolas que van más allá de la mera producción de alimentos y ma[e­ri.as primas (el Cuadro 2 detalla la tipología ele ayu­das amparadas por es[e Reglamento en lo que ata­iie específicamente a las ele carácter territorial y medioambiental)

Puede afirmarse , en consecuencia, que la UE cuenta en principio con los instrumentos ade­cuados para hacer frente a las demandas del mo­delo agrícola europeo, a condición ele que lo for­mulado en los Reglamentos comunitarios ele un modo general sea después dotado ele la suficien­te concreción en los planes y programas ele desa­rrollo elaborados en cada país. Sin embargo , la visión optimista que pudiera desprenderse ele la lecmra ele las recientes nonnas ele la UE relacio­nadas con el desarrollo rural y el apoyo a los ser­vicios medioambiemales de la agricultura, debe ser macizada a la luz de diversas consideraciones.

En primer lugar, los fondos destinados a estas

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líneas de acmación son exiguos en relación a los que se desrinan a la intervención o regulación ele los mercados agrarios . Las directrices financieras para el período 2000-2006, aprobadas en el Con­sejo Europeo de Berlín y rarificadas posteri01mente por el Parlamento Europeo, recogen en la rúbrica l.b . (desarrollo rural, medidas de acompaña­miento de la reforma de la PAC, acciones veteri­narias) unos recursos que apenas representan el 10% de los fondos mtales consagrados a la PAC (en concrem 30.000 millones de euros freme a 297.000 a lo largo de esos siete años), mientras que los gasros ligados a la política ele mercados de la rúbri.ca l.a. absorben los 267.000 millones de euros restantes.

En segundo lugar, las actuaciones que pueden efectuarse al amparo de los fondos ele la rúbrica l.b. han de ser cofinanciadas, al contra1i.o de lo que ocurre con las que tienen lugar en el marco de las Organizaciones Comunes de Mercado (OCMs) y que tienen una finalidad de sosteni­miento de rentas. Ello implica el riesgo de que se­an aquellos Estados miembros, y aquellas regio­nes, dotados de una menor capacidad económica -quizás los más interesados en llevar a cabo ac­tuaciones de mejora de sus estructuras agrarias, así como políticas de impulso del medio rural- los que se encuentren con mayores limitaciones prác­ticas, de índole financiera, para llevarlas a cabo.

Por último , es necesario tener presente la timi­dez con que se han presentado las posibilidades de utilización del principio de ecocondicionalidad a la hora de utilizar las amplias posibilidades de modular las relaciones entre agricultura y medio ambiente que ofrece el primer pilar de la PAC. En concreto, y de acuerdo con el Reglamento 1259/99 del Consejo, por el que se establecen las disposiciones comunes aplicables a los regímenes de ayuda directa en el marco de la PAC, la posibi­lidad de reducir o suprimir los beneficios deriva­dos de los regímenes de ayuda cuando no se cum­plan las nom1as medioambientales, queda total­mente en manos de los Estados miembros , que pueden decidir también sobre las sanciones a apli­car en caso de que se incumplan determinados re­quisims medioambientales.

Más allá incluso de la escasa decisión con que se ha decidido empezar a modular la PAC, ya sea en el terreno medioambiental o en base a otro ti­po de consideraciones (empleo, rentabilidad de la explotación, volumen de ayudas recibidas) , sub­siste un problema más de fondo: la contradicción que frecuentemente surge entre, ele un lado, los nuevos objetivos multifuncionales y, ele otro , la orientación productivista e incentivadora de un uso intensivo de los factores de producción que

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La mulrifuncionalidad en la estrategia agraria europea

Resulta necesario clarificar la condición básica de que las políticas a aplicar no deben dar lugar a distorsiones del comercio y la producción

sigue caracterizando a las Organizaciones Comu­nes de Mercado (OCMs) 161

• En este terreno ha­brá que esperar avances mucho más sustanciales que los registrados en la Agenda 2000 en cuanto a la reforma de la PAC para que esa contradicción se mitigue o desaparezca.

Dejando por un momento ele lado la insu­ficiencia del apoyo financiero, cabe finalmente pre­guntarse si las actuales normas de la OMC son lo suficientemente amplias como para permitir a la UE desanollar libremente un modelo agratio orien­tado por la multifuncionalidad.

En líneas generales habria que responder afir­mativamente, ya que la acrual caja verde del Acuer­do sobre Agricultura ofrece un marco institucio­nal adecuado para el diseño de políticas apropia­das para una agricultura multifuncional rn_ Sin embargo, y ele cara al futuro, cleberian producirse ciertos cambios para permitir un mejor acomodo de las funciones no comerciales ele La agricultura dentro de las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

En primer lugar, resulta necesario darificar la condición básica ele que las políticas a aplicar no deben dar lugar a distorsiones del comercio y la producción. Resulta contradictorio que la OMC acepte como legítimas, medidas (como las de pa­gos directos de sostenimiento de rentas) que, só­lo b~jo supuestos muy particulares pueden con­siderarse auténticamente desvinculadas de la pro­ducción , y que a la vez pretenda negar la posibilidad de que, en persecución de objetivos también legítimos -tales como la defensa de labio-

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diversidad o el mantenimiento de una agricultu­ra viable en zonas desfavorecidas-, los instrumen­tos aplicados tengan un efecto colateral sobre la producción agraria.

En segundo lugar, no siempre resu lta posible dirigir directamente la intervención pública a la provisión del bien público buscado: bien por pro­blemas prácticos de cómputo y medición de efec­tos, o bien por el tipo de producción conjunta existente entre dicho bien público y la producción agrícola convencional En este último caso, el ins­tnnnento de política empleado tendrá que diri­girse a influir en el uso de un detem1inado medio de producción agrícola o sobre una práctica de cul­tivo especilica, o directamente en el nivel de acti­vidad, contribuyendo por tanto a aumentar o dis­minuir la producción. Bajo esas circunstancias, los correspondientes pagos a los agricultores deberi­an verse como una corrección de un fallo de mer­cado y no como una distorsión sobre las relacio­nes comerciales (Hodge, 2000).

Subsiste, por tanto, todavia un excesivo gra­do de incertidumbre en cuanto a la posibilidad ele que los países, o los bloques comerciales co­mo la Unión Europea, desarrollen políticas agro­ambientales autónomas y diferenciadas, y a la vez se mantengan dentro ele las reglas establecidas por la Organización Mundial de Comercio (OMC). Es por ello que se ha propuesto , en aras de una mayor transparencia, ir sometiendo los nuevos programas que cada país desee estable­cer a una especie de Código de Procedimiento que reduzca el iiesgo de que posteriom1ente pue­dan ser declarados incompatibles con las reglas de la OMC (Ervin, 1999) .

Consideraciones finales

La idea ele que la agriculrura satisface necesi­dades múkiples de la sociedad, algunas de las cua­les tienen en mayor o menor medida el carácter de bien público, abre nuevas perspecrivas al diseño de las políticas agrarias, aunque resulta dificil que sólo sobre esa base pueda construirse una defen­sa global ele la prmección comercial o de otras for­mas de apoyo al sector agrario contemplado en su conjunto. Se advierte en todo caso la necesidad de complementar con intervenciones públicas bien diseñadas iA> la acrual orientación general hacia la liberalización del comercio auspiciada por la OMC, y que en la forma más directa posible, y por tanto menos distorsionadora, remuneren a los agri­cultores por su contribución a la mejora en el bie­nestar de la sociedad en las diferentes facetas que ésta aprecia (como la protección de la identidad y el patrünonio cultural del mundo rural , la ele-

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La multifuncionalidad en la estrategia agraria europea

Se advierte en todo caso la necesidad de complementar con intervenciones públicas bien diseñadas la actual orientación general hacia la liberalización del comercio auspiciada por la OMC

fensa de la biodiversidad, la segu1idad alimenta­ria, la aminoración de los desequilibrios territo­riales y el mantenimiento de paisajes agrícolas que son el fruto de una larga interacción histórica en­tre el medio natural y las comunidades humanas que lo habitan).

En el caso concreto de la UE, la reorientación hacia el segundo pilar de la PAC (políticas de de­sarrollo rural) constiruye también una condición necesaria para que pueda efectivamente concre­tarse en sus aspectos multifuncionales el deno­minado modelo europeo de agricultura (Massot, 2000). Ahora bien, esto sólo será posible si para los agricultores y sus organizaciones representa­tivas cobran sentido y adquieren relevancia los objetivos de una agricultura multifuncional, ya que sólo entonces existirá el consenso suficien­te para desarrollar uñ modelo creíble y diferente del actual. Si esto no ocurre es difícil pensar que, en las duras negociaciones comerciales que se avecinan , el señuelo de la multifuncionalidad, convertido en mero instrumento retórico o en ar­gumentación defensiva, pueda convencer a na­die ni cubrir otras carencias.

Notas

(1) Este modelo no se caracte1izmia por la simili­tud de las estructu.ras agra1ias, que son Jiiertemente heterogéneas, como con-esponde a la vmiac/a diversi­dad geográfica que wbre el ten·itorio de 1os países de la Unión Europea, sino por su vinwlaci.ón con w1 mo­delo social específico que diversos mitores han bauti­zado como capitalismo renano o economía social de mercado. Véase al respecto el documentado trabajo de A. Massot (2000).

(2) En el lenguaje del análisis económico los bie­nes públicos no son los que se distinguen genéricamente por ser suministrados por el sector público (el Estado), sino los que wmplen dos condiciones básicas: su con­swno o disfrute por un individuo no reduce las canti­dades del bien disponibles para los demás, y es impo­sible técnicamente, o prohibitivamente caro, excluir de st1 disfrute a quien 110 paga w1 precio por ello. La de­fensa nacional constituye el ejemplo paradigmático de w1 bien con estas características de bien público, pe­ro también lo son otros bienes que, en mayor o menor grado, las aimplen, como las can-eteras (antes de que alcancen el punto de congestión), diversos servicios pú­blicos (bomberos, servicios de salud para el control de epidemias, orden público), bienes ambientales (calidad del agua y del aire) o rernrsos ligados a la biodiversi­dad (supeniivencia de especies amenazadas y de pa­rajes naturales apreciados). En el caso de los bienes pú­blicos puros, es decir los que cumplen ambas candi-

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dones en sentido est1icto, su provisión es imposible a través del mercado y queda en m.anos de las autorida­des públicas, que deben reamir a algún tipo de pro­cedimiento de revelación de las preferencias públicas (por ejemplo, a través de las elecciones).

(3) Un análisis más detallado de la relación entre liberalización del comercio y multiftmcionalidad agra­ria, así como ele otros temas qt1e son actualmente ob­jeto de diswsión en el seno de la OMC puede verse en Campes, Garcia Alvarez-Coque y Reig (2002).

(4) Una exposición del reconido seguido por lapo­lítica agroambiental europea, de los problemas plan­teados por la aplicación de este Reglamento y ele las es­trategias posibles para co1Tegirlos, se puede encontrar en Swnpsi, Ganido e Iglesias (1997).

(5) Antes de hacer referencia a los instrnmentos concretos de que se valen en la actualidad las at1tori­dades agrícolas europeas para promover su concepción multifi.mcional de la agriwltura, es necesario tener pre­sente qt1e las políticas públicas que se han venido apli­cando en los países europeos comunitarios para con-e­gir las externalidades medioambientales en la agiirnl­tura han hecho un escaso t1so del "P1incipio de Qt1ien Contamina Paga" (PPP),y se 11an inclinado en mayor medida por la creación de incentivos para que agli­wltores y ganaderos modifiquen sus métodos de pro­ducción, wanclo se considera a estos como responsa­bles de niveles excesivos de contaminación ti otras con­secuencias medioambientales indeseables. Ello es en parte el resultado de di.fiwltades específicas para iden­tificar al agente de la contaminación (contaminación difusa), pero puede interpretarse también como la con­sernencia de una definición implícita nnry amplia de los derechos de propiedad de los titulw·es ele explota­ciones agiwias.

(6) A título ele ejemplo, puede seii.alarse, de un la­do, las consecuencias positivas para la repoblaciónfo­restal con encinas y alcornoques de las dehesas extre­meñas de los pagos concedidos al amparo de las nor­mas del Reglamento 2080/92, y, de otro, el incentivo de las plimas a las cabezas de hembras nodrizas para el aumento de la densidad de ganado vaamo en las de­lmas, con el efecto delivado de fmwr la regeneración natural de los encinares y alcornocales. Véase Mmis­cal y Campos (2001) .

(7) En el caso cona-eta de la Unión Europea, ins­

trnmentos tales como la indemnización compensatoria en zonas desfavorecidas o con limitaciones medioam­bientales específicas, y la utilización de ayudas agi·o­ambientales, para fomentar el empleo de métodos de producción agiwia compatibles con el medio ambien­te-ambos incluidos en el Reglamento (CE) 1259/1999, pueden considerarse apropiados para favorecer algunas de las exte:rnalidades positivas de la actividad agraria, y reSL1lta11 pe:ifectamente: defe:i·1dibles como ayudas de la caja ve:i·de, aunque su aplicación resulte obstaculizada

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La multifuncionalidad en la estrategia agraria europea

por las 1·edi1cidas disponibilidades de fi.nanciación asig­nadas a las políticas de desa1wllo rnral. Al respecto pue­de verse Díez Patiei; Cores y Cebiián (2001).

(8) Ello reqidei-e de un notable esfi1erzo de investi­gación de carácter mul.ticlisciplinm·y oiientado a ám­bitos geográficos especificas. La generación ele Llll sis­tema consistente de indicadores medioambientales y relacionados con las rnalidades apreciadas del paisa­je agrario constituiría, sin duda, w1 paso adelante im­portante para hacer operativa la concepción nrnlti­ji.mciona! de la agiirnltura. Algunas organizaciones in­ternacionales, como la OCDE, así como la propia Comisión Europea, han iniciado ya este trabajo.

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JENOMINACION ESPECIFICA ESPARRAGO DE NAVARRA

~ JENOMINACION DE ORIGEN PIQUILLO DE LODOSA

• DENOMINACION DE ORIGEN RONCAL

DENOMINACION DE ORIGEN IDIAZABAL

A ~ DENOMINACION DE ORIGEN NAVARRA

~ = DENOMINACION DE ORIGEN CALIFICADA RIOJA

~ \{~ DENOMINACION ESPECIFICA PACHARAN NAVARRO

DENOMINACION DE CALIDAD ALCACHOFA DE TUDELA

DENOMINACION DE CALIDAD TERNERA DE NAVARRA

b~:~WfiYt.14WI Departamento de Agricultura, ;.;. O: : .: ,; Ganadería y Alimentación

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Nuevos retos para el sindicalisino • agrario europeo

CRISTINA RUEDA

T émi.co del COPA. Brnselas

L; sociedad civil europea se preocupa cada

ez más por el desarrollo y evolución de las olíticas comunitarias. Las manifestaciones,

que se repiten ya con ocasión de cada reunión semestral del Consejo de jefes de Estado y de Go­bierno, expresan nuevas inquietudes de los ciu­dadanos europeos , que esperan que la UE de­fienda un modelo ele sociedad que incluya nuevos valores y que desarrolle una verdadera política so­cial. Esta demanda de la sociedad civU europea se plantea para que la política social impregne el conjunto ele las políticas comunes y las de cada Estado miembro en materia fiscal, empleo, pro­tección del medio ambiente y salud. Asim ismo, exige la inclusión en las políticas públicas de prin­cipios innovadores, como el derecho al trabajo , el acceso a la vivienda o la solidaridad en el seno de la economía de mercado , y reivindica la asig­nación de los medios necesarios para contrarres­tar los efectos del creciente proceso liberalizador a través de medidas corno la fijación ele un sala­rio mínimo europeo (aunque sea modulado), la aprobación de reglamentos que armonicen la jor­nada laboral o la potenciación de actividades co­munes en materia fonnación profesional para ]os jóvenes. Acompañando a estas reivindaciones so­ciales se expresan también reivindicaciones sobre

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la difusión de los valores asociados a los dere­chos humanos fundamentales y a la protección del medio ambiente, a escala europea y a escala mun­dial. En este contexto, los ciudadanos europeos reclaman también más transparencia y partici­pación democrática en las instituciones de la UE y se intenogan sobre la necesidad de que se pro­duzca un reparto armonioso de poderes entre la Comisión Europea y los Esrndos miembros, sobre todo desde la perspecciva de la integración de los nuevos países candidatos.

El debate sobre la agricultura y el mundo rural europeos no es ajeno a ese debate general sobre los grandes retos de la UE, por cuanto que la Política Agraria Común (PAC) ha constituido uno de los grandes pilares de la construcción europea, repre­senta hoy uno ele los grandes capítulos del p resu­puesto comunitario y es una de las políticas que se verán más afectadas por el proceso de ampliación. De ahí que el llamado dossier agiícola sea motivo de controversia y despierte reacciones diversas entre los distintos componentes ele la comunidad política que, hasta ahora, y de manera más o me­nos coordinada, ha defendido los intereses de los agricultores a través de sus organizaciones sindi­cales representadas en el COPA (Comité de Orga­nizaciones Profesionales Agrarias) y en la CPE (Co­ordinadora Campesina Europea) y de sus organi­zaciones cooperativas en el COGECA.

Por ello, parece oportuno tratar en este Anua­rio el rema de los retos del sindi.calismo agrario eu­ropeo ame los cambios que se van a producir en el horizonte de la UE. Es una mirada desde fuera sobre el sindicalismo agrario, pero procurando oriemarla hacia dentro del mismo teniendo en cuenta la diversidad creciente que se produce en su seno. Es ésta una diversidad debida no sólo a la heterogeneidad ele los sistemas agrarios -que ine­vitablemente aumentará con la ampliación de la UE-, sino también a los efectos sobre el sindica­lismo de los nuevos planteamientos sobre la rnul­rifuncionalidad , que, al considerar como funcio­nales y viables modelos de agricultura que déca­das atrás estaban condenadas a desaparecer, hace emerger discursos sindicales que ayer eran mar­ginales y hoy se sitúan en un plano de igualdad con los tradicionalmente dominantes, incluso en competencia con éstos.

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Nuevos retos para el sindicalismo agrario europeo

La próxima adhesión de los PECOsyde Chipre y Malta es la decisión política más importante de la UE desde la creación de la Comunidad Europea

Esta siruación genera dificultades al sindicalis­mo agrario europeo y al mismo tiempo le plantea retos apasionantes que tendremos ocasión de pre­sentar en estas páginas. Para ello , comenzaremos este artículo con una breve imroducción general al contexto de la ampliación, para pasar a conti­nuación a analizar los aspectos más relevantes que afectan al sindicalismo agrario europeo. El pri­mero de esos aspectos es el reto de saber integrar la diversidad que aportan los nuevos países miem­bros ele la UE; el segundo es el de tener capacidad para controlar las relaciones con la cadena agro­alimenraiia, tanto en lo que respecta a la distri­bución y la industria , como al suminisn-o de in­sumos; y por último, el reto de encontrar una nue­va legiLimiclacl para la Política Agraria Común (PAC), que no es otra cosa que legitimar ame la sociedad la profesión ele agiicultor y la función ele los sindicatos que pretenden representarla.

La ampliación de la UE

La próxima adhesión de los PECOs y de Chi­pre y Malta es la decisión política más importan­te de la UE desde la creación de la Comunidad Eu­ropea del Carbón y del Acero en 1951 y ele la Co­munidad Económica en 195 7. Desde entonces, la UE ha conocido varias ampliaciones , la más re­ciente la de 1995 cuando se integraron Ausnia, Finlandia y Suecia. La nueva ampliación se pre­senta como una decisión política lógica y cohe­rente , que, tras la caída del muro de Berlín, debe tener como resultado la integración en el modelo europeo occidental ele los antiguos países comu­nistas del Este. Además del aumento del número de países de la UE, que pasa de 15 a 25, la am-

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pliación supone además un desafio de enonnes dimensiones, no sólo por el aumento de la su­perficie de la UE (que crece un 34%) y el aumen­to de la población (que crece en 105 millones), si­no por las diferencias ele desan-ollo que existen en­tre los actuales países de la UE y los países candidatos (que tienen una renta per capita me­dia que no alcanza un tercio de la renta media de los Quince) y por la aportación de nuevas cultu­ras y tradiciones histó1icas.

Esta decisión política toma forma en 1998, cuando el Consejo de jefes ele Estado y ele Go­biemo adoptó un calendario para la adhesión ele diez países candidatos de Europa oriental (PECOs) y de Chipre y Malta , y paralelamente abría ofi­cialmente las negociaciones con 6 ele ellos. Des­pués de una evaluación realizada por la Comisión, basada en tres CJite1ios económicos y políticos (es­tabilidad de las instituciones que garantizan la de­mocracia, respeto de los derechos humanos y de los derechos de las minoridades, e.xistencia de eco­nomía de mercado y capacidad para afrontar la presión de la. competencia y, por último, capaci.­clad para responder a las obligaciones de la adhe­sión, incluyendo adhesión a los objetivos de la unión política, económica y monetaria), 10 países candidatos fueron seleccionados. El proceso de in­tegración ele estos 10 países (Chipre , Malta, Po­lonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Es­tonia, Lituania, Letonia y Hungria) ha seguido des­de entonces un ritmo de trabajo sostenido y pertinaz, sobre todo desde que, en junio del pa­sado aüo 2001, el Consejo 6ja como fecha de in­tegración el año 2004. La integración de los dos restantes países (Bulgaria y Rumania) y de Turquía seguirá un ritmo más lento , si bien la voluntad po­lítica de alcanzar un acuerdo en esta década si­gue presente.

Este elemento ele voluntad política a favor de la ampliación, unido al de las nuevas i.nquierudes de los ciudadanos europeos , no siempre guardan simonía, por lo que se ve cada vez más necesa1io abrir un debate en profundidad sobre la 01ienta­ción y contenido de las políticas europeas y el fun­cionamiento de las insrirnciones comunitarias. El problema es que el debate acrual sobre el futu­ro de Europa y la ampliación se desmwlla en fo­ros bastante alejados de estas nuevas inquietudes de los ciudadanos, habiéndose limitado o bien a las negociaciones técnicas en el seno de la Comi­sión o a los trabajos de una Convención que ali­mema un debate excesivamente técnico y poco transparente, difícil de comprender por la ciu­dadanía media europea, y carente de una visión ele conjunto. Puede decirse que es un debate po­co adaptado a las nuevos retos de la UE al no ir

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Nuevos retos para el sindicalismo agrario europeo

A esta actitud positiva manifestada en 1995, se añade actualmente el deseo de que los agricultores de los países candidatos tengan derecho a una integración de pleno derecho

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acompañado de una reflexión global sobre la di­rección que debe tener la reforma.

La integración de los países candidatos en el sindicalismo agrario europeo

El sindicalismo agrario europeo, que ya tiene experiencia en ampliaciones (desde 1958 ha ha­bido tres: la que supuso la entrada de Reino Urü­do, lrlanda y Dinamarca; la de Espaiia, Portugal y Grecia, y la ele Suecia, Austria y Finlandia), acogió el proyecto político de la ampliación hacia los pa­íses del Centro y Este ele Europa con gran satisfa­ción, por la importancia política ele asociarlos a los valores de la Europa democrática, a través de su adhesión a la UE. Sin embargo, los sindicatos agra­rios manifestaron a través del COPA su preocupa­ción yu-ecomendaron cautela respecto a cienos ele­memos: preparar la adhesión ele forma serena y sin precipitaciones; establecerun periodo de adap­tación previo a la adhesión, y aprobar un progra­ma de ayuda a los países candidatos antes de que se integren. A esta aclimd positiva manifestada en 1995, se aüade actual.mente el deseo ele que los agi.iculmres de los países candidatos tengan de­recho a una integración de pleno derecho, que sig­nifique igualdad en el trato que recibirán mclos los agricultores ele los Estados miembro. As imismo, es muy importante para los agricu lmrcs dar ga­rantías ele que habrá fondos suficientes para rea­lizar la adhesión, y ele que no sea la PAC la que so­porte los costes de la ampliación.

La imegración plantea, pues, a corto plazo, el problema de cómo va a financiar la UE el coste de la adhesión de los primeros diez países candicla-

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tos, lo que genera preocupación en el seno del sin­dicalismo agrario, aunque , en principio, y ele acuerdo con lo establecido en la Agenda 2000, la ampliación no debería afectar al presupuesto ele la PAC (la Agenda 2000 fijó ese presupuesto en 42.500 millones de euros por año para los 15 pa­íses miembros) . La financiación de la ampliación ya se había recogido en un capítulo separado (ca­pítulo 8) para los años 2004, 2005 y 2006 . La reciente propuesta de la Comisión para los 10 pa­íses candidatos prevé que el cos te de la adhesión se mantenga por debajo del montante aprobado por los Estados miembros en 1999. El sector agra­rio no tiene que temer ele aquí al año 2006 que el presupues to destinado a la PAC se vea dismi­nuido por la integración.

Sin embargo, esto no relaja la presión a la que se ve somelido el presupuesto de la PAC, una pre­sión que se manifiesta desde los años 70, década en la que se ponen en marcha las p rimeras refor­mas cuyo objetivo era reducir el gasto (con la in­trod ucción de la tasa ele la corresponsabilidad fi­nanciera de la leche y el azúcar). En cada discu­sión en el Consejo de Ministros de Agricul tura, varios países (Gran Bretaña, Holanda , Dinamarca, Aleman ia y Suecia) manifies tan abiertamente su determinación de disminuir la financiación de la agiicultura europea. Esta actitud se ha puesto de manifiesto en el reciente debate sobre las primas al ganado ovino, y sobre la renovación de las pri­mas del tabaco en el marco de su organización co­mún ele mercado, que se han visto gravemente amenazadas en el primer trimes(re del año 2002. Bajo el argumento de la salud , planteado por el Comisario Byme, los gobiernos ele varios Estados miembros Qos ames citados) y la Comisaria res­ponsable del Presupuesto (Sra. Schreyer) han in­tentado conseguir un importante ahorro presu­puestario.

Incluso si la reflexión política sobre la integra­ción de los países candidatos, y sobre la reforma institucional , llega a buen término y se presenta una solución poütica y técnicamente correcta en el plazo convenido, cabe hacerse vaiias preguntas: de será posible a la UE pagar el coste de la adhe­sión con su actuales ingresos p resupuestarios, o tendrá que detraerlos de los que destina a otras políticas, entre ellas la PAC? y si no es posible, les­tará dispuesta la sociedad europea a aumentar su comribución para financiar este proyecto politi.co, teniendo en cuenta ~as graneles diferencias de de­sarrollo entre los países del Centro y del Este ele Europa y los actuales países miembros de la UE? En lo que se refiere a la agricu ltu ra europea, la cuestión adicional que se plantea concierne a la legitimidad de la política agraria: ¿estará clispues-

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Nuevos retos para el sindicalismo agrario europeo

Mas allá de los retos ligados clirectamente al presupuesto de la PAC,al sindicalismo europeo se le presenta el reto de definir un modelo de agricultura a defender en el futuro

ta la sociedad europea a seguir financiando la agri­cultura de una Europa constituida por 25 Estados miembros?

La integración de los países candidatos y la heterogeneidad de su agricultura

Mas allá de los retos ligados directamente al presupuesto de la PAC, al sindicalismo europeo se le presenta el reto de definir un modelo de agri­culrura a defender en el fururo. El modelo euro­peo definido en 1998 en el marco de la Agencia 2000 se presentaba como una respuesta al con­texto en el que se mueve la agricultura europea, un contexto caracteii.zado por la gran diversidad de sus sistemas agrarios m.

El modelo definido por el sindicalismo europeo intenta conciliar, pues, esta diversidad con las nue­vas exigencias que marcan los consumidores y las nuevas funciones que se le asigna a la agricultura. Ese modelo no es orro que el de la ex-ploración agra­ria familiar y multifuncional, que responde a las exi­gencias sociales en matetia de medio ambiente, ele seguridad alimentaria y de ordenación del ten-ito­rio. Es un modelo que debe ser capaz, además, ele asegurar a la población agraria una renta compa­rable a la del resto de los sectores, así como per­mirir la inserción y el desarrollo de la agricultura europea no sólo en el mercado interno, sino tam­bién en el mercado internacional.

La definición de este modelo pennire acoger la diversidad ele las exploraciones presentes en los sistemas agrarios ele los 15 países miembros. Sin embargo, no recoge parte de las características de los sistemas agrarios que se han desarrollado en la última década en los países del Este. La frontera que ba dividido Europa del Este y Europa del Oes­te entre 1945 y 1990 se hace aún más importan-

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te para el sector agra1io. En efecto , limita dos sis­temas agrari.os no sólo diferentes , sino también an­tagonistas, si analizamos dos de sus rasgos carac­terísticos, a saber: la estructura agraria y la fonna de tenencia de la tierra. El sistema agrario de Eu­ropa Occidental es bien conocido y se basa en el llamado modelo danés, que se pone en marcha en Dinamarca a fnales del siglo 1'.'Vlll y se ex-pande en Europa a lo largo de los siglos XIX y XX, y cuyo ele­mento característico es el predominio ele la ex­plotación familiar agra1ia, que dispone ele la tie­n-a y del resto de los medios ele producción en pro­piedad o arrenclatamiento. El sistema de Europa del Este es , sin embargo , muy diferente , siendo el resultado de la ex"Periencia colectivista que, co­menzada en los años 50, dio lugar a dos formas predominantes de producción: Los koljós , coope­rativas de producción, que ponían en común la ex"Plotación de la tierra, y los sovjos , empresas de producción pertenecientes y controladas por el Es­tado. En Polonia, el rechazo de los campesinos a la colecrivizadón de la tierra dio lugar a otro tipo ele unidad ele producción, basada en la pequeña exploración, pero que gozaba de poca auronomía al estar integrada en una economía fuertemente adminisrracla por el Estado.

El proceso de clescolecrivización, que comien­za a principios de los años 90, no ha conseguido bmTar la frontera entre los sistemas agrarios del Es­te y del Oesi:e , que todavía presentan caracterís­ticas muy diferentes . Desde el punto de vista eco­nómico , el sector agrario de Europa Cenrral y del Este presema, como otros secrores, dificultades para adaptarse al sistema ele economía de merca­do , lo que provoca una recesión continua en la producción y una grave crisis financiera. A esto se añade que, en algunos países, eJ medio rural se ha convenido en el refugio de una parte de la pobla­ción urbana, que sufre también de exclusión eco­nómica tras las resrrucruraciones de orros secto­res. Aunque la población agraria ba disminuido rá­pidamente en los últimos años, todavía en rres de los países candidatos (Polonia, Lituania y Letonia) superaba en el año 2000 el 14% (18, 7% en Polo­nia, 18,4% en Liruania y 14,4% en Letonia) , y en el resro superaba el 7% (excepto en la República Checa) . Es evidente que las diferencias entre las condiciones económicas, sociales y es[rucrurales de la agricultura de estos países y las condiciones de los países miembros de la UE son mayores que en las adhesiones precedentes (ver cuadro nº 1) . A esto se añade la he[erogeneidad de las estruc­ruras de producción, que son el resuhado del pro­ceso de descolecrivización y de la hisroria y la po­lítica agraria del último siglo. Las amiguas coope­rativas de producción y las exploraciones del

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Nuevos reros para el sindicalismo agrario europeo

MACROMAGNITUDES AGRARIAS DE LOS PAISES CANDIDATOS Y MEDIA DE LA UE-15

El proceso de descolectivización, que comienza a principios de los años 90, no ha conseguido borrar la frontera entre los sistemas ag'rarios del Este y del Oeste, que todavía presentan características muy diferentes

SAU Empleo Empleo (Miles Hectáreas) (Miles) (% pob. activa)

Bulgaria 5.582 377 11,2

Rep. Checa 4.282 244 5,3

Estonia 1.001 42 7,0

Hungría 5.854 246 7,2

Letonia 2.488 140 14,4

Lituania 3.489 281 18,4

Polonia 18.220 2.711 18,7

Rumania 14.81 1 4.926 45,2

Eslovaquia 2.444 145 7,5

Eslovenia 491 85 9,6

Total países

candidatos 58.662 9.169 21,5

Chipre 101 27 8,9

Malta 11 2 1,6

UE-15 130.433 6.770 4,3

Esrado han dado lugar a una diversidad de fonnas sociales de producción que se pueden clasificar en tomo a rres modelos.

El primer tipo es el ele la empresa agricola in­divid ual (que se asemeja a la e.'.1Jlotación familiar conocida en España), en cuyo seno pueden iden­tificarse dos polos. Las pequeñas explotaciones, que en muchos casos cumplen únicamente una función de auroabastecimiento de la familia, y las explotaciones medianas, que oscilan cmre 50 y 100 hectáreas de superficie. Es este tipo de ex­plotaciones, donde la responsabilidad directa re­cae en el agricultor individual que trabaja funda­mentalmente en su e."--plotación, el que se aseme­ja más a las estructuras de producción conocidas en la UE. Sin embargo, presentan relaciones con­tractuales con los suministradores y con la indus­tria agroal.imentaria que difieren de las caracrerís-

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% Participación de la Valor de la producción agricultura en el PIB agraria (Mili. euros)

15,8 2.939

3,4 2.522

5,7 316

3,9 sd

3,9 415

2,5 857

2,9 10.651

1 1,4 7.780

2,7 1288

4,3 sd

sd sd

3,8 548

9,1 137

1,7 280.090

ti.cas de la economía ele mercado. El segundo tipo proviene de la evolución que

han seguido las grandes exploraciones pe rtene­cientes al Estado. En algunos países , como Hun­gria, estas unidades de producción se han man­ten ido bajo el auspicio del Estado, mientras que, en otros , se han pci.vaózado y convertido en gran­des exploraciones pertenecientes a "sociedades" o a "empresas", en las que los agricultores mantie­nen el estatuto de trabajador, y perciben benefi­cios heredados del antiguo régimen, como el ac­ceso gratuiro a la vivienda, al sistema de salud y a la educación.

El tercer tipo de exploraciones proviene de la descolectivización de las cooperativas de produc­ción. Estas nuevas explotaciones son el resultado de las combinación de las políticas de privatiza­ción de la tierra y de la preservación de los anti­guos métodos ele producción del !mijos. Los agri­culrores son proprierarios de "participaciones" de la nueva sociedad, lo que les permire recibir una parte de los bencficos anuales, manteniendo al mismo tiempo su vi~jo esraruro de trabajador agrí­cola , lo que les permüe recibir una remuneración por su trabajo. Los "proprietarios-ob reros" de es­tas sociedades cooperativas se benefician también de prestaciones sociales, como asistencia a los co­legios y guarderías, que pertenecían al lmljos, yac­ceso a las instalaciones deportivas, así como a las tiendas comunes, al bar o club social, y la obten­ción de condiciones preferenciales en la compra de gasoil y del resto de los insumos que necesitan para mantener sus pequeñas explotaciones. La so­ciedad cooperativa mantiene también a los jubila­dos, que, como proprierarios de la sociedad, se be­nefician ele estas prestaciones y de una parte ele

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Nuevos retos para el sindicahsmo agrario europeo

La adhesión de los países del Este plantea el problema de la integración de los diversos sistemas agrarios existentes hoy en esa parte de Europa.

los beneficios anuales. La adhesión de los países del Este plantea, por

tanto, el problema de la integración de los diver­sos sis temas agrarios e,xisrernes hoy en esa parre de Europa. Aunque el concepto de modelo euro­peo ele agricultura es en sí mismo bastante amplio, estos sistemas agrarios ob ligarán al sindicalismo europeo a reformular el tipo de explotación so­bre el que debe desanollarse el modelo europeo de agricultura.

Al reto de definir un modelo europeo de agri­cultura para la Europa de los Veimicinco, al sin­dicalismo agrario se le presenta también el reto de integrar la diversidad de organizaciones profesio­nales agrarias existentes, creadas en su mayoría du­rante la última década siguiendo diferentes mo­delos. En primer lugar, nos encontramos con or­ganizaciones que defienden los intereses de agriculrores con explotac iones de tipo individ ual, que , como hemos visto, presentan tamaños de ex­plotación que van desde las 3 hectáreas hasta las 100 hectáreas. Estos sindicatos se constituyen se­gún el modelo ele organización profesional agraria existente hoy en España. En segundo lugar, en­contramos organizaciones que reagrupan a los agti­cultores integrados en las nuevas grandes explo­raciones provenientes de los koljos, y que ex1Jlo­tan la tierra en común.

Aunque estas organizaciones se denominan a sí mismas organizaciones cooperativas, son en realidad organizaciones que siguen una esrrare­gia si.ndical de defensa del modelo de la gran ex­plotación, estrategia a la que se les unen los ütu­lares de las grandes exploraciones privadas, que, en ocasiones, articulan sus intereses de forma au­tónoma de aquéllas, pero con algún grado de co­ordinación. En tercer lugar, se encuemran las or­ganizaciones de jóvenes agriculrores (que, por ejemplo, en Eslovaquia son dos: una, aucodeno-

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minada "libre", y otra, ligada al partido de ideolo­gía post-comunista, llamado del "antiguo régi­men"). El panorama sindical se completa con las organizaciones de mujeres y las asociaciones de ti­po sectorial.

Una constante en estos países ha sido la pre­sencia de Cámaras Agrarias, que realizan una par­re importame: de las funciones que debe1ían reali­zar las organizaciones p rofesionales, y que al con­tar con el apoyo financiero del Estado interfieren la consolidación del resto de organizaciones, ya que entre las funciones que realizan se incluye la actividad sindical y la interlocución privilegiada con el Estado.

A título de ejemplo, puede ser interesante ex­poner el modelo asociativo de algunos países. Por ejemplo, en Polonia, el movimiento profesional agrario está constituido por 8 organizaciones de vo­cación general y ámbito nacional: el Centro Na­cional de jóvenes Agricultores, la organizacion NSZZ-Solidaridad (ligada al sindicato obrero del mismo nombre), el sindicato ZZR "Samoobrona", la Federación de Productores Agrarios de Polonia, la Federación de Uniones de Patronos Agrarios, la Unión Nacional de Cooperativas y Organizaciones Agrarias, el Consejo KRS de Cooperativas Na­cionales y la Cámara Agraria Nacional. La esnuc­tura de las tres primeras organizaciones se organi­za a partir de los "drculos", unidad organizariva de base que reagmpa entre 6 y 10 agricultores. El mo­vimiento profesional agrario en Polonia se carac­teriza por mantener pocos vínculos con su base so­cial, por una estrategia de acción altamente politi­zada y por la existencia de relaciones muy conflictivas entre las organizaciones que lo com­ponen.

En Lituania , existen, además de 3 organiza­ciones generales (Sindicato Agrario de Lituania, Asociación de las Compañías Agrarias de Lituania, Asociación de Cooperativas Agrarias) y de la Cá­mara Agraria, una organización ele mujeres (Aso­ciación Lituana de Agricultoras), una organización de jóvenes (Unión de los Círculos de jóvenes Agri­cul tores de Lituania) y 7 organizaciones sectoria­les (producciones vegetales, ganaderos de ganado "blanco y negro", productores de ovino, produc­tores de caprino, productores de cultivos indus­triales, productores de leche, producrores y trans­formadores de colza y criadores de ganado).

Aunque la mayoría de estas organizaciones ya pertenecen a la CEA (Conferencia Europea de Agricultura), a la que pertenecen también lama­yoría de las organizaciones que fonn an hoy el CO­PA, la imegración de estas organizaciones supon­drá un reto para la estructura actual de la cúpula agraria de la UE. En efecto, el COPA pasará de

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Nuevos retos para el sinclicahsmo agrario europeo

El proyecto de adhesión de los paises del Centro y del Este de Europa ofrece también una oportunidad al sindicalismo agrario europeo en lo que respecta al poder de influencia en las decisiones políticas

tener 28 organizaciones, a tener el doble, lo cual planteará el problema ele los idiomas ele trabajo, de la definición de posturas comunes y de la to­ma de decisiones. Más allá de los problemas or­ganizativos que la integración de nuevas organi­zaciones implicará al COPA y a la Confederación Campesina Europea, el desafio más important se­rá encontrar coherencia a sus estrategias y dis­cursos a la hora de [ijar sus posiciones respecti­vas ante la sociedad y la Comisión europea.

Sin embargo, el proyecto de adhesión de los pai­ses del Centro y del Este de Europa ofrece también una oportunidad al sindicalismo agrario europeo en lo que respecta al poder de influencia en las de­cisiones políticas. En ]as últimas décadas, el sin­dicalismo europeo ha perdido paulatinamente pe­so en la toma de decisiones sobre la PAC. Tres ele­mentos nos penniten explicar esta evolución. El primero ele ellos es el aumento del peso ele otras políticas comunes. La PAC representaba en el mo­mento de su creación en 1959 un gran proyecto político en tomo al que se consolidaría la recién creada Comunidad Económica Europea. Desde en­tonces, el desarrollo de otras políticas comunes, como la política económica y monetaria, la pollti­ca exterior común y la creación del mercado inte­rior; hace disminuir en términos relaüvos el papel de la PAC en el proyecto de constmcción europea.

El segundo elemento se refiere a la falta de co­nexión ele los objetivos del sector agrario con las demandas ele la sociedad europea. La producción agraria ha seguido durante muchos años el obje­tivo casi único de producir lo más posible, al pre­cio más competitivo, sin tener en cuenta el im­pacto sobre los equilibtios ecoloogicos, sociales, tenitoriales, etc. Sin embargo, el sector agrario ha evolucionado para adaptarse a las demandas del consumidor; que exige más calidad y más seguri­dad alimentaria, y más recientemente para res-

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pondera las nuevas demandas que la sociedad le exige a la agricultura: protección del medio am­biente, man tenimiento de los paisajes mrales eu­ropeos, producción de los alimentos pertene­cientes a los modelos alimentarios europeos, etc.

El tercer elemento se refiere a la aparición de otros actores en la escena pública, que represen­tan in tereses más concretos, y a menudo contra­dictorios, a los del sector agrario. Estos actores han ido ganando peso por sus políticas coherentes en el tiempo, que defienden intereses más concretos que los de los agricultores.

La integración de los países candidatos, en su mayoría eminentemente agrarios, podtia aumen­tar el peso ele la polí tica agraria en Europa. El sec­tor agra1io cumple en es tos países funciones muy importantes para el equilibrio social y económico, ya que juega el papel de colchón para una amplia franja ele la población, y tiene gran importancia en los valores asociados a la identidad nacional. La evolución de las negociaciones ha mostrado que el capítulo agrario se encuentra en el cen tro de las preocupaciones de todos los países candidatos, y varias áreas han levantado inquietudes en lapo­blación y en el movimiento profesional agrario. A cíwlo de ej emplo cabe mencionar las nego­ciaciones relativas a la venta de tien as a ciudada­nos de otros países miembros, que se perciclen co­mo un ataque a la soberanía sobre el territorio nacional. Por otro lado, en lo que respecta las de­cisiones del Consejo de Ministros de Agri cultura, la integración de los países candidatos podría dis­minuir el peso político del gi-upo de países que persiguen una cUsminución de la intervención en la agricultura y del gasto púbUco en el sector agra­rio.

Las relaciones con la cadena agroalimentaria

Como señala Moyano (2001) , el sindicalismo agrario español ha desarrollado sus actividades en dos grandes áreas: en la de las insLituciones y or­ganismos públicos, y en la de las instituciones y entidades que conforman la sociedad civil, dando priori.dad al primer área. El sindicalismo agrario europeo se ha caracterizado también, desde sus orígenes, por dirigir su estrategia ele acción colec­riva principalmente hacia las instimciones y orga­nizaciones públicas. Esta ha consistido en ejercer influencia en los ceneros ele decisión relacionados con la PAC, a saber: la Comisión Europea, que propone todas las iniciarivas legislativas, y el Con­sejo, que toma las decisiones que atañen al sec­mr agrario . El área de las instituciones públicas se ha ampliado en ~os últimos años al Parlamento

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Nuevos retos para el sindicalismo agrario europeo

En lo que respecta a la política agraria, la evolución de los últimos años muestra la disminución del apoyo público a la renta de los agricultores

europeo, que comparte con el Consejo el poder decisión sobre las iniciativas legislarivas relacio­nadas con el medio ambiente, la salud de los con­sumidores y el presupuesto y que podría tener en un futuro próximo más peso en la toma de decisiones sobre la política agraria .

Sin embargo, la evolución de la PAC, por un la­do , y las nuevas funciones que exige la sociedad a la agriculrura, por orro, orientan la acción colecti-

va del sindicalismo agi·aiio hacia nuevas áreas. En lo que respecta a la política agimia, la evolución de los últimos años muestra la disminución del apo­yo público a la renta de los agricultores (que en 1997 representa 33 millones de euros de un total de 250 millones de ingresos del sector agrario) y apunta hacia la dependencia creciente de la in­dusnia agroalimentaria y de la distribución. Esta dependencia se manifiesta en dos áreas: en la eco­nómica, y en la ele los pliegos ele condiciones.

En lo que respecta a la primera, y ante la dis­minución del apoyo público a la agticulmra, es in­dudable que la renta de los agricultores depende­rá cada vez más en el futuro del equilibrio entre los ingresos recibidos por la comercialización de los productos agi·arios (industria agroalimentaria y distribución) y el precio pagado a los sumistra­dores ele productos agrarios. En lo que respecta al segundo área Oos pliegos de condiciones), las em­presas de distribución desatTOllan en los últimos años un conjunto de normas que tiene como ob­jetivo imponer niveles propios de calidad, ele se­guridad alimentaria y ele trazabilidacl. Estas nor-

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mas, que sobrepasan habitualmeme los niveles es­tablecidos por la legislación alimentaria europea y nacionales, les confieren un poder crecieme para controlar la producción agraiia.

Ame este panorama, el sindicalismo europeo de­berá desarrollar nuevas esrrategias de acción colec­tiva, en paralelo con las acciones destinadas a in­fluir en los cenrros de decisión sobre la política agra­ria, que contribuyan a reforzar el peso político y económico de la agriculrura europea. La historia ha demostrado que no existe ninguna política social sin movimiento social capaz de imponerla, y que no es el mercado, sino un movimiento social quien ha «civilizado» el mercado, contribuyendo en gran medida a su eficacia (Bourdieu, 2001). Las nuevas estrategias del movimiento profesional agrario de­berán dirigirse hacia las organizaciones representa­tivas de los intereses ele los otros actores ele la ca­dena agroalimemaria, que dominan el mercado y que se organizan en tomo a rres polos, a saber: la organización representativa de la inclusuia agroali­mentaira, la organización representativa ele las dis­tribución alimentaria y las organizaciones repre­sentativas de las empresas que suministran fertili­zantes, semillas, productos füosanitarios, productos veterinaiios y piensos al sector agrario.

Algunas de las organizaciones que representan estos imereses desarrollan ya iniciativas de pane­nariado con las organizaciones representativas de los agiicultores y ganaderos europeos. A título de ejemplo, una organización que representa los inte­reses de los distribuidores y del comercio europeo desarrolla un programa que tiene como objetivo transmitir las vq:iectativas de los consumidores al resto de los agentes de la cadena agroalimentaria.

Las iniciativas en lo que respecta a la produc­ción son menos frecuentes, aunque algunas or­ganizaciones europeas, sobre todo cooperativas, desarrollan programas para estructurar las rela­ciones en el interior de la cadena agroalimenta­ria, para definir y controlar las reglas de produc­ción y de comercialización de la producción agra­ria y conseguir adaptarse rápidamente a las nuevas demandas de:l mercado.

A título de ejemplo, las cooperativas francesas están desarrollando el programa "Agriconfiance qualité/environnement", que tiene como objetivo reforzar tamo las normas de seguridad y de traza­bilidad alimentaiia, como la política de protección del medio ambiente, a través de phegos de con­diciones propios que aplican de motu propio los agiicultores que se adhieren a esa iniciativa. La finalidad es crear una marca registrada que sea va­lorada por sus clientes, y que encuemre notorie­dad en el mercado de la UE.

Estos dos elementos Oa necesidad de asegurar

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Nuevos retos para el sindicalismo agrario europeo

Al sindicalismo agrario europeo se le plantea el reto de desarrollar sus actividades de acción colectiva en el área de las organizaciones e instituciones representativas de la sociedad civil

los ingresos provenientes del mercado y la de con­trolar los estándares de la producción agraria) están reorientando el campo de actividad de las organi­zaciones europeas hacia el área de las organizacio­nes de representación de otros intereses econó­micos. El sindicalismo agrario europeo deberá rea­lizar acciones de panenariado con estas organizaciones, persiguiendo, por un lado, un ob­jetivo estrictamente económico, que permita au­men tar la competitividad y de la renta del sector agrario, y, por otro, reforzar la influencia sobre las decisiones relativas a las nmmas que rigen la trans­formación y el comercio de productos alimentarios.

Una legitimación cada vez más necesaria para la política agrícola

El tercer parámetro que influye en la evolución del contexto del sindicalismo agrario europeo es­tá relacionado con las nuevas funciones que exige la sociedad al sector agrario . Como ya es sabido, al sector agrario se le exige qu e cumpla un papel multifuncio nal, y que además de la producción tradicional de alimemos, cum pla objetivos socia­les, medioambientales y de desarrollo rural. Des­de esta perspectiva global y social, se desarrolla un nuevo paradigma para la agriculmra , que podría regir la política agraria de futuro, y que considera a la agricultura como un abanico de contribucio­nes al desarrollo económico y social tratado en su conjumo, expresando la voluntad de que es­tas contribuciones puedan asociarse ele forma duradera y coherente, según las preferencias de los contextos nacionales y regionales.

Teniendo en cuenta este nuevo escenario, al sin­dicalismo agrario europeo se le plantea el reto ele desarrollar sus actividades de acción colectiva en el área de las organizaciones e instituciones repre­sentativas de la sociedad civil. Estas se organizan en torno a diferentes intereses: la protección del medio ambiente, la defensa del bienestar de los ani­males, la protección de la salud y la protección de los derechos de los consumidores .

Como hemos visto más arriba, estas organiza­ciones han desarrollado por lo general una impor­tante actividad en los últimos años, que les ha lle­vado a ganar legitimidad ante la sociedad y ante los poderes públicos.

Una de las claves de su éxito es que represen­tan intereses muy concretos, lo que les permiten desarrollar discursos, asi como estrategias de ac­ción colectiva, coherentes en el tiempo.

El sector agrario necesita desarrollar, con ayu­da de estas organizaciones, panenariados que ten­gan por objeto coordinar y equilibrar, por un lado, los desafios que se le plantean al sector agrario y,

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por otro , las demandas que espera la sociedad eu­ropea. Estas convenciones pueden presentarse co­mo una oportunidad para el sector agrario euro­peo, sobre todo teniendo en cuerna el nuevo pa­radigma de desarrollo sostenible presen te en las políticas comunitarias. El Consejo de Jefes de Es­tado y de Gobierno europeos de Goteborg Qunio 200 1) ha señalado la sostenibilidad como una de las prioridades de la UE, que debe asociar a largo plazo tres climensiones: el crecimiento de la eco­nomía, la cohesión social y la protección del me­dio ambiente. El paradigma del desarrollo soste­nible pu ede consti tuir un instrumento para ga­rantizar la sostenibilidad económica del sector agrario y fomentar su papel en el desarrollo de las zonas rurales europeas, al tiempo que respetar las nuevas demandas que exige la sociedad a la agricultura europea.

Nota

(1) Según Le Coz (1990), w1 sistema agrario es w1 coryimto organizado, finalizado, de estructuras agra-1ias y de técnicas de producción (agricultura y gana­delia) y de intercambios, qL1e se desan-oll.a en un es­pacio detenninado, en relación con el medio físico lo­cal y con la economía y 1.a sociedad global.

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El Illodelo francés de enseñé1nza • agraria (*)

MARSHALL

Direcd6n General de

Ense:i'ianza e Investigación

Agraria. Ministerio francés de

Agiirnltw-a y Pesca

(*) La traducción al espaiiol ha sido realizada por Pilar Reina y revisada por Eduardo Moyana

M osrrar y hacer comprender un sistema de enseñanza al lector de otro país es una tarea difícil , ya que se debe evitar la au­

tocomplacencia y centrarse en los daros funda­mentales , dando cuenta, sobre todo, de los ele­mentos sociales , económicos, culturales e históri­cos que han contribuido a su existencia y transformaciones sucesivas.

El modelo francés de enseñanza agraria tiene ya una larga historia, como lo prueba el hecho de ha­berse conmemorado en 1998 su ciento cincuen­ta aniversario. Nació de un decreto-ley de julio de 1848, que tuvo una fuerte carga simbólica, ya que significaba romper con lo que algunos autores han denominado 1 'ordre eternel des champs (!) . Dicho decreto reconocía que había materia suficiente pa­ra crear un sistema de enseñanza agraria capaz de transmitir los saberes relacionados con la agricul­tura, y consideraba, además, que esa enseñanza debía ser responsabilidad del Estado. Como con­secuencia de ese planteamiento, el mencionado decreto ponía en marcha un sistema completo de enseñanza organizado internamente en dos ra­mas: una, técnica, y orra, superior. Una rápida mi­rada por la historia de estos 150 años nos permi-

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te comprobar que las justificaciones esgrimidas ha­ce más de un siglo para crear un sistema específi­co de enseñanza orientada a la formación agraria han evolucionado. Inicialmente, el objetivo era for­mar a los agri.culrores, lo que se explica, de una parte, por el peso político que tenía la población agraria en la sociedad francesa de entonces, y de otra, por la necesidad de disponer de un sistema de enseñanza que acompañara, e incluso que pre­cediera, a los cambios que experimentaba el sec­tor agrario. Este objetivo sigue teniendo sentido hoy, en la medida en que la enseñanza ¡:igrícola continúa siendo modelada por la política agraria, conservando, debido a su carácrer técnico, lazos muy fuertes con el mundo profesional agrícola.

La Ley de Orientación Agrícola (LOA) de 1960, que fue el acta fundacional del sistema moderno de enseñanza agraria en Francia, conduciría a so­brepasar ese objetivo inicial. En el marco de esa Ley, la enseñanza agraria no debía dirigirse sólo y exclusivamente a los agricultores o sus hijos, co­mo si fueran miembros deun mundo aparte , sino a todos los actores del sector agrario , contribu­yendo en particular a formar a los futuros técnicos agrícolas . Consideraba, además , que era indis-

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El modelo francés de enseñanza agraria

El sistema francés de ensenanza agraria tiene hoy la vocación de responder a las necesidades de la sociedad más amplia, sin renegar de su inicial apelativo 11agrario".

pensable que los hijos de los agricultores convi­vieran con oo-as categorías socioprofesionates del mundo rural en los centras de enseñanza.

La LOA-1960 establecía también que la ense­ñanza agraria debía tener una fu nción no sólo for­mativa, sino de promoción social y de 01ien ración (ayudar a los hijos de los agricultores a encono-aT empleo fuera de la agiicultura). Finalmente, la ci­tada ley señalaba que el sistema ele enseñanza agra­ria podía constirnir, por sus métodos pedagógicos, una vía alternativa para los alumnos que encon­trasen dificultades en las vías clásicas del sistema educativo.

Estos objetivos encontraron su punto ele infle­xión en el periodo 1980-90: los hijos de los agri­cultores , que habían sido rnayoria entre los alum­nos de los centros de.enseñanza agraria en 1960, iban reduciendo progresivamente su número has­ta ser minrnía (en consonancia con la disminución del número de agiicultores en la población activa francesa) . El sistema de enseñanza tuvo que di­versificar su oferta de formación hacia temas rela­cionados con el sector agi·oalimentmio, la comer­cialización y la gestión del medio rural (gestión del agua, ele los paisajes y de los espacios forestales) , sin abandonar su oriemación agronómica. El re­sultado fue un aumemo progresivo de los alum­nos gi·acias a una ampllación ele la base social ele reclutamiento de los cenu·os ele enseñanza agra­ria, crecimiento que se amplificará aún más en la década de los 90.

Corno tendremos ocasión de mostrar a lo lar­go ele este artículo, el sistema francés de enseñanza agraria tiene hoy la vocación de responder a las ne­cesidades de la sociedad más amplia, sin renegar de su inicial apelativo "agrario". En la primera par­te de este arúculo analizaremos las caracteristicas generales de dicho y en la segunda analizaremos

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las nuevas perspectivas que sobre él inducen los recientes cambios experimentados por la agricul­tura francesa, cambios que han sido tenidos en cuenta en la actual Ley de Orientación Agrícola de 9 ele julio ele 1999 (LOA-1999).

Características generales del modelo francés de enseñanza agraria

Las características del modelo francés ele en­señanza agraria pueden sin te rizarse en las si­gu ientes: es una enseñanza abierta a los cambios, ofrece a los alumnos un i.tinerario completo de es­tudios, está dorado ele una fuerte identidad, se­lecciona a la mayoría de su profesorado a través del Ministe1io de Agricultura, y uüliza una peda­gogía diferente del sistema educacivo general. A continuación analizaremos cada una ele esas ca­racteristicas.

• Una enseñanza abierta a los cambios

Uno de los rasgos singula1es del modelo fran­cés de enseñanza agraria es que depende del Mi­nisterio de Agricultura y no del Ministerio de Edu­cación. No siempre fue así, ya que. entre 1918 y 1960, la formación agraria era impanida no sólo en las escuelas ele agricultura, que dependían del Minis[erio ele Agricultura , sino también en las es­cuelas primalias, bajo tutela del entonces Minis­terio de Instrucción Pública (hoy Ministerio ele Educación Nacional).

Fue la ya mencionada LOA-1960 la que esta­bleció las competencias exclusivas del Ministerio de Agiicultura en mareiia de enseñanza agraria. Pe­ro esta singulaiidad nunca ha significado que el sistema de enseñanza agraria funcione totalmen­te al margen y con absolura independencia del Mi­niste.1io de Educación. De hecho, la LOA-1960 es­tableció una equiparación entre los niveles ele los diplomas expedidos en el sistema de enseñanza agraria y los del sistema eclucati.vo general depen­diente del Ministetio de Educación Nacional, equi­parando, además, los estarmos laborales de sus respectivos profesores y personal técnico. Dicho de otra manera, a raíz de la mencionada Ley, el sis­tema de enseñanza agralia se convirtió en una ra­ma especializada de l sistema educativo general, pero conservando su peculiaridad en cuanto al método pedagógico, lo que ha evitado el 1i.esgo de convertirlo en una mera copia del sistema clásico de ensefianza.

Dada su vinculación con el Minis[erio de Agri­cultura, es[e sistema ele enseñ.anza BS ha sido mo-

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El modelo francés de enseñanza agraria

El sistema francés de enseñanza agraria no ha sido modelado solamente por la política agraria, sino también por la política educativa general

delado por la política agraria, cambiando sus con­tenidos al 1itmo del progreso técnico y acompa­ñando , incluso adelantándose, como se ha seña­lado, a los cambios e>.1Jerimemados por el secror agrario. Por ejemplo, en el momento de la LOA-1960, los objecivos asignados a la agricultura fran­cesa , que en esos años acababa de entrar en el en­ronces denominado Mercado Común Europeo (hoy la UE), eran los de contribuir al logro de la autosuficiencia alimentaria, ya que Francia era de­ficitaria en la mayoría de los productos agrarios . Era necesario, pues , producir al máximo, lo que explica que los programas de ensefianza a lo largo de los años 60, 70 y 80 tuvieran por objetivo au­mentar la productividad agraria, formando a sus alumnos en las técnicas orientadas al aumento de los rendimientos y a una utilización eficiente de los factores de producción.

Pero la política agraria no es inamovible , y el contexro de los años 90 sería diferente. El objeti­vo de la aumsuficiencia alimentaria ya había sido conseguido, comenzando a introducirse en las pre­ocupaciones de la población aspectos relaciona­dos con la calidad y la segu1idad en el consumo de alimemos, así como con la conservación de los recursos naturales . La política agraria debía tras­pasar sus límites tradicionales para dar cabida tam­bién a los temas agroalimentarios, la gestión del espacio rural, el medio ambiente y el consumo de alimentos. En consecuencia, el modelo francés de enseñanza agraria diversificó sus líneas fonnacivas orientándolas hacia las profesiones relacionadas con el sistema agroalimentario y la ordenación del tenirorio , integrando todas ellas en los objetivos medioambientales.

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Además de eso, hay que tener en cuenta que , en este sistema, siempre ha estado presente una preocupación por la inserción profesional de sus alumnos, lo que e>.-plica que, a partir de los años 80, loscomenidos fom1ativos fuesen definidos de manera conjunta con los representantes de los di­versos secrores profesionales en el marco de una Comisión Profesional Consultiva (CPC).

No obstante, el sistema francés de enseñanza agraria no ha sido modelado solamente por la po­lítica agraria, sino también por la política educa­tiva general m, al ser, como hemos señalado, par­te activa de ella y caracterizándose, tras la LOA-1960, por su equiparación laboral y administrativa con el sistema educativo dependiente del Minis­terio de Educación. Esa equiparación se expresa en varios hechos: la concesión de los diplomas (que llevan la firma de los responsables de los ministerios de Ag1icultura y de Educación, para los títulos de bachilleraro tecnológico y de bachi­llerato profesional) ; la presencia de comen idos ge­nerales en los programas formativos; la existencia de tres vías de formación (general, BBS tecnoló­gica y profesional) , y la ya mencionada igualación de los estatutos de los profesores y del personal técnico. Esro significa que las refonnas adoptadas por el Ministerio de Educación Nacional tienen una repercusión directa en el sistema de re ense­ñanza agraria.

• Un itinerario completo de estudios

La enseñanza agraria es un sistema completo de aprendizaje, en el senado de que ofrece, a la vez, una enseúanza secundaria técnica y una en­señanza SL1perior (agronómica y veterinaria).

La enseñanza técnica acogía en el año 2000 a 175.000 alumnos , distribuidos en 849 cemros (215 públicos , 243 privados y 391 privados au­tónomos rn . Se agrupan en los siguientes niveles: el 54% en el nivel V y Vl, conespondieme a los cursos tercero y cuarro, que permiten la obten­ción del Certificado de Aptitud Profesional (CAP) y el Diploma (Brevet) de Estudios Pro[esionales Agrícolas (BEPA) ; el 33% en el nivel lV, corres­pondiente al título de Bachilleraro, y el 13% en el nivel lll.con-espondiente al Diploma (Brevet) de Técnico Superior Agrícola (BTSA) , siendo el 43% chicas. lgualmeme, tenía matriculados en ese aúo 28.000 alumnos como aprendices y 135.000 co­mo adultos en prácticas de la formación profesio­nal continua. La enseñanza técnica prepara a los alumnos para entrar en cinco ramas profesiona­les distintas: producción agraria (42% en el mi.o 2000) ; ordenación del territorio (18,5%); servi-

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El modelo francés de enseñanza agraria

Los centros de enseñanza agraria se encargan de cumplir cinco objetivos de servicio público: fonnación inicial y continua, desarrollo y experimentación, animación rural, cooperación internacional e inserción socio­profesional

cios (26%) (servicios a las personas, el 23,5%, y servicios a empresas, el 2,5%); agroalimentación (6%), y comercialización (7 ,5%). La enseñanza téc­nica agraria, concebida históricamente como una vía para la formación de los hijos de agricultores, forma hoy cada vez menos agricultores, aunque no ha abandonado su vocación de formar a sus alumnos en las actividades relacionadas con la producción agraria, sector que sigue siendo ma­yoritatio en la enseñanza técnica, aunque en lige­ro descenso. En los últimos veinte años, ha sabi­do diversificar su oferta de formación más allá de los temas relacionados con el secrnr de la pro­ducción y ha ampliado los perfiles profesionales, incorporando los ele la ordenación del territorio y los del sector agroalimemario, si. bien este último ele manera todavía insuficiente.

Por su parte, la enseñanza superior agronómi­ca y veterinaria acogía a 13.000 esrudiantes en el año 2000 (de los cuales el 50% son chicas) , ma­triculados en 26 centros (19 públicos y 7 priva­dos). Estos centros están distribuidos en dos gran­des categorías: una , formada por 20 escuelas de ingenieros y 4 escuelas veterinarias, y otra, for­mada por 2 escuelas especializadas (una, para la formaci.ón de paisajistas, y oua, para la forma­ción ele profesores).

Ambas categorías de centros forman técnicos superiores llamados a ejercer su profesión en los sectores agrario y forestal, agroindustrial y veteri­nario, así como en los sectores medioambiental, ele ordenación del territorio y de la arquitectura paisajística.

También f01man a las futuras élites y cargos téc­nicos del propio Ministeiio de Agiicultura en las escuelas llamadas "de aplicación", cuyo programa formativo dura dos años y a las que acceden los alumnos que ya poseen el tírulo de ingeniero.

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• Una fuerte identidad

Los cemros de enseñanza agratia se encargan de cumplir cinco objetivos de servicio público, de­finidos en la LOA-1984, y confirmados y desa­rrollados en la LOA-1999, a saber: formación ini­cial y cominua, desarrollo y experimentación, ani­mación rural, cooperación internacional e inserción socio-profesional, todos ellos articula­dos en cada centro en un proyecto instirucional. Esto es muy imponame, ya que una instirución de enseñanza, a través de estos objetivos, no es so­lameme un lugar de f01mación, sino también un promotor del desarrollo, fuerte.me.me insertado en su territorio.

En efecto, el carácter instirucional del proyecto educativo hace que esos cinco objetivos sean con­verge.mes y en relación sinérgica. Así, para llevar a cabo correctamente sus funciones de enseñanza un centro debe ser actor del desarrollo, es decir, debe tener una estrategia activa de intervención en su te.­ni torio ofreciendo su experiencia profesional, ele.be aglutinar recursos técnicos, culturales y científicos para su región, y debe ser un partenaire. del desa­rrollo local/rural. Para ello dispone de ciertas ven­tajas: la presencia ele ingenieros y animadores so­cio-culrurales en los centros, la existencia de equi­pos inrerdisciplinarios y la disponibilidad de una explotación agraria propia para las prácticas de los alumnos y de un cenn·o de recursos.

Los centros del sistema de enseñanza agraria forman una red por todo el territorio francés, es­pecialmente extensa en lo que se refiere a los ya mencionados 849 cemros de enseñanza técnica, que desempeñan un papel considerable en térmi­nos de ordenación del territorio y de desarrollo lo­cal. Esta red de cemros de enseñanza técnica se caracteriza por los siguiemes rasgos:

- Una dimensión de tamaño "humano"- El nú­mero medio de alumnos por centro es de 300 «i

(los institutos del sistema general dependiente del Ministerio Educación Nacional tienen una media de alrededor de 1.000 alumnos) , con un número importante en régimen de internado y una inten­sa vida cultu ral mediante la organización de di­versas acüvidades. Menos de la cuarta parte de los alumnos son de origen rural y mayoritariamente internos, estando los centros situados general­meme en zonas rurales o periurbanas.

- Un sólido enraizamiento en su enromo pro­fesional, tecnológico y territorial. Ello incita a una evolución y adaptación constantes del sistema de formación. favoreciendo una buena inserción so­cial y profesional de los jóvenes.

- La coexistencia de diversos tipos de alumna­do (alumnos, aprendices y adultos) . Los alum-

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El modelo francés de enseñanza agraria

Una característica de la enseñanza agrícola pública es la presencia en los centros de ingenieros funcionarios y de profesores especializados en educación sociocultural

nos pueden segillr estudios en la vía general (se­gundo, Bachillerato cienrífico, clases preparatorias para las grandes escuelas superiores agronómicas y veterinarias) , en la vía tecnológica (BachiUerato tecnológico y BIS) y profesional (CAP, BEP, Ba­chillerato profesional) , todos ellos en diversas es­pecialidades ligadas a las actividades del mundo agricola y rural y del sector agroalimentario.

-La presencia en los centros de una explotación agraria o de un taller tecnológico. Ello supone un apoyo a la enseñanza práctica y el aprendizaje, siendo un lugar de eA']Jerimemación agronómica o agroalimema1ia. El aprovechaemo con fines for­mativos de la explotación agraria se apoya en los usos y costumbres de los agricultores, con la fi­nalidad de ser un soporte pedagógico lo más cer­cano posible a la realidad y ser así creíble tamo pa­ra los alumnos , como para los agriculrores.

A estas caracteristicas generales se añaden otros aspectos más específicos de estos centros de en­señanza. El primero es que cada centro es una organización interna con varias ramas, correspon­diendo cada una de ellas a una vía de formación y a un tipo de público : los "liceos agricolas" para la formación escolar de los alumnos; los "centros de formación de aprendices" (CFA), para una for­mación orientada al aprendizaje; y los "centros de formación profesional y de promoción agraria" (CFPPA) para la formación continua de adultas. Este es un aspecto singular en relación con el sis­tema educativo general del Ministerio de Educa­ción, donde es raro encontrar las tres opciones de formación en el mismo centro. El segundo as­pecto es que el presidente del Consejo de Admi­nistración de los centros no es el Director, como ocurre en el ámbito del Ministerio de Educación, sino una personalidad externa al centro, que en la mayor parte de los casos es concejal de un ayun­tamiento o una mancomunidad o bien un diri­gente de la profesión agraria (de la cámara agraria o de una organización profesional) .

• El Ministerio de Agricultura selecciona a la mayoría del profesorado

En el año 2000, las actividades de formación en los centros públicos de enseñanza agraria fue­ron impartidas por 6. 417 profesores y 1.025 in­genieros y técnicos. Los profesores son seleccio­nados en su mayoría por el Ministerio de Agricul­tura, si bien algunos (los que imparten las disciplinas generales) provienen del Ministerio de Educación Nacional en situación de excedencia o comisión de servicios. Una característica de la en­señanza agricola pública es la presencia en los cen-

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tros ele ingenieros funcionarios y de profesores es­pecializados en educación sociocultural. La pre­sencia de ingenieros se explica, por una parce, por la naturaleza de algunas enseñanzas técnicas (agro­nomía, producción animal, gestión y economía de explotaciones agricolas), y, por otra, por el carác­ter práctico ele los objetivos de los cenrros (obje­tivos ele desarrollo y de experimentación agronó­mica, ejercidos en estrecha relación con las orga­nizaciones profesionales agrarias y los centros de investigación agraria de la zona). La presencia de profesores especializados en educación sociocul­tural se e.xplica por el hecho de que los alumnos son internos en su mayoría y porque los centros suelen estar ubicados en lugares bastante alejados de los grande.s focos culturales urbanos.

El ejercicio de estas tareas técnicas y sociocul­turales implica la adquisición de competencias es­pecíficas por parte del profesorado que le pe1mi­ta implicarse en el desarrollo de actividades inter­disciplinarias (estimulando en los alumnos una aptitud para comprender la complejidad de los problemas actuales, y una aptitud favorable a la acción) y de actividades que integren el contexto territorial y el enromo profesional y cultural del centro. De manera más general puede decirse que el profesorado de los cenrros de enseñanza agra­ria debe ser capaz de integrarse en equipos peda­gógicos y convertirse en actor de un proyecto de centro con diversos objetivos interrelacionados. Aunque los profesores están preparados funda­mentalmente para el objetivo de la formación, de­ben también estar preparados para el ejercicio de las cinco tareas antes mencionadas.

• Una pedagogía diferente

La capacidad de innovación del sistema de en­señanza agrnria, su riqueza para la invención y experimentación, lo han situado como una espe-

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El modelo francés de enseñanza agraria

Las perspectivas futuras del sistema de enseñanza agraria vienen marcadas por dos elementos: los cambios experimentados por la base social de su alumnado y las nuevas demandas de la sociedad

cie de "laborarorio de investigación avanzada" pa­ra introducir renovaciones en el campo de la pe­dagogía. Las renovaciones pedagógicas de que ha sido objeto desde el comienzo de los años 1980, las cuales han transformado profundamen­te los métodos y los itinerarios educativos , son principalmente los siguientes:

-La definición de un diploma profesional se ba­sa en un análisis previo de las profesiones y oficios para los que se enfoca, profesiones que son des­critas en su conte,xto social y sus perfiles se con­cretan de acuerdo con el parecer de una comis ión profesional consultiva Oa ya citada CPC), en la que están presentes representames de los distintos sec­tores profesionales .

-Los módulos formativos se definen ele mane­ra pluridisciplinar en función de sus objetivos y competencias. A un módulo le corresponde un objetivo general y una o varias disciplinas que de­ben converger para el logro de dicho objetivo; el conjunto de los objetivos se planifica en un itine­rario es tablecido por el equipo pedagógico para los dos años del ciclo de formac ión.

-Los itinerarios para acceder a los distintos di­plomas son diversos: vía escolar. aprendizaje, for­mación profesional continua, enseñanza a distan­cia, o matricula libre.

- Se establece un sistema de exámenes de las distintas asignaruras de los cursos de formación (CCF) , cuyo peso para la concesión del diploma oscila entre un 1/3 a 1/ 2 en la evaluación final.

-La existencia en cada curso de formación ele periodos de prácticas en empresas.

-La diversificación de los métodos pedagógicos: trabajos en pequeños grnpos , situaciones con­cretas de formación , trabajo personal, apoyo a los alumnos con dificultades, integración ele las prácticas en la formación, evaluación fonnativa e incorporación de una cultura pedagógica de ca­rácter con tracrual (pédagogie de contrat) . <51

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-Un trabajo en equipo de los formadores, que son responsables y autónomos para organizar los itinerarios de formación, las actividades inrerdis­ciplinarias y las estancias de los alumnos en otros centros, empresas o exploraciones agrarias, así co­mo para adaptar la formación a las realidades del en torno donde se ubica el cenrro , movilizarse so­bre los objetivos formativos comunes y coordi­narse con los profesionales del sector, y en parti­cular con los receptores de los alumnos en prác­ticas. La interdisciplinariedad, la educación en los valores de ciudadanía y las modalidades de eva­luación son algunos temas innovadores di.fundi­dos ampliamente en la culrura que impregna el sis­tema francés de enseñanza agraria.

Perspectivas futuras (úl

Las perspectivas futuras del sistema de ense­ñanza agraiia vienen marcadas por dos elementos: los cambios experimentados por la base social ele su alumnado y las nuevas demandas de la socie­dad. Ambos convergen para definir los retos de es­te sistema singular ele enseñanza y para plantear sus objetivos en este nuevo siglo.

• Cambios en la base social de los alunmos Los alumnos provenientes ele familias de agri­

cultores representaban en el año 2000 el 18,7% del total ele los alumnos de estos centros, lo que sigue una tendencia decreciente ya observada en los úlcimos quince años ( 40, 1 % en 1985 y 34% en 1990). Si se añaden los alumnos provenientes ele familias de asalariados agricolas, ese porcenta­je se eleva al 20.5%. La enseñanza agraria es, por tamo, un sistema que se dirige en un 80% a jóve­nes que no son de origen agricola. Este hecho, que refleja un nuevo atractivo del sistema ele enseñanza agra1ía, responde a varios factores: el am1ctivo que ejerce entre los jóvenes al ser un tipo de ense­ñanza ligado a las Llamadas ciencias de la vida y más concretamente a temas relacionados con la naturaleza y el medio ambiente, que están muy co­nectados con los problemas que afectan hoy a la sociedad; la e,xcelerne tasa de inserción prof esio­nal de los alumnos que salen como diplomados, y el tamaño ele dimensión humana de los centros de enseñanza agrícola , que permite un segui­miento directo ele la formación de los alumnos.

• La enseñanza agraria ante las nuevas demandas de la sociedad

Un sistema de enseñanza agraria debe ade­cuarse constantemente a los cambios que se pro­ducen en las actividades y profesiones relaciona­das con la agricultura e incluso anticiparse a ellos

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El modelo francés de ensefi.anza agraria

La agricultura debe ser transparente y razonada, y esto tanto en el seno de la cadena alimentaria, donde todos los eslabones son interdependientes, como dentro de los espacios l'Ul'ales

mediante un esfuerzo ele prospectiva. Sin embar­go, las transformaciones actuales en el sector agra­rio se caracterizan por ser el resultado de un nue­vo marco de relaciones con la sociedad. ¿cuáles son las consecuencias de esos cambios para el sis­tema de enseñanza agraria? Cuatro tipos de cam­bios caracterizan hoy a la agricultura, y que en el caso francés han sido recogidos en la nueva ley de orientación agrícola (LOA-99).

-El primero es el que proviene del objetivo po­lítico general del desarrollo sostenible asumido tras la Cumbre de Río ele 1992. La contribución de la agriculrura al desarrollo sostenible nos remite a una buena gestión ele los recursos naturales y a la apreciación de las consecuencias que para las ge­neraciones futuras pueden tener las decisiones que hoy se mman en relación con la acrividacl agraria.

-El segundo es el que procede de la doble pre­ocupación social expresada por los ciudadanos, en tanto que contribuyentes y consumidores. Una preocupación por el medio ambiente y la orde­nación del territmio (preservación de los recursos naturales, de la biodiversidad y los paisajes), y una preocupación por la seguridad en el consumo de alimentos y por la calidad, que sitúa a los consu­midores en una posición determinante al interro­garse sobre las actuales forrnas dominantes de pro­ducción agraria. Los consumidores exigen infor­mación sobre lo que se come y sobre el origen de los productos y los procedimientos utilizados pa­ra su transfonnación y conservación (ello nos re­mite a las sucesivas crisis relacionadas con lasa­nidad de los alimentos: encefalopatía espongifor­me bovina (EEB) , transgénicos u organismos genéticamente modi6cados (OGM) , micro-orga­nismos patógenos, sustancias alergénicas , mico­toxinas. dioxinas, metales pesados,. .. ). Por todo ello, la agricultura debe ser transparente y razona-

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da, y esto tanto en el seno de la cadena alimenta­ria, donde todos los eslabones son interdepen­dientes , como dentro de los espacios rurales; el aumento cada vez mayor de la eidgencias a la agri­cultura (en forma de "pliegos de condiciones" o "cuadernos de compromisos") es una prueba es­ta demanda de ]os consumidores.

-El reconocimiento del carácter multifuncional de la agi.icultura. Las funciones dela agticultura no son independientes, sino conectadas entre sí. La agricultura, por su actividad de producción , produce bienes privados, pero también bienes pú­blicos (paisaje , biodiversidad .. ) , bienes comer­ciales, pero también no comercializables, plante­ando estos úl.timos la cuestión de cómo remune­rar su producción. Esto se une a la voluntad de los contribuye.mes de financiar una importante can­tidad de gasto público en favor de la ag1icultura sólo si los agiicultores connibuyen con su activi­dad al manteniento del empleo, a la preservación ele los recursos naturales y a la mejora de la cali­dad ele los alimentos.

-La cuestión del equi.librio de los territorios. El desarrollo ele la actividad agra1ia depende tan­to de la calidad, como de la densidad del tejido so­cial donde viven los agricultores. No puede ha­ber agricultura sostenible en un mundo rural abandonado y desénico, y los agricultores pueden contribuir al manteniento de la vida social en el tenitmio gracias a los servicios colectivos que ellos producen. El equilibrio de los territorios es tam­bién la gestión de proyectos colectivos en el seno de espacios rurales donde los agricultores se han convenido en una minoría. Hay que buscar cómo se puede organizar una coexistencia equilibrada en el mundo rnral entre los agricultores y los de­más componentes de la población rnral. Los cua­tro retos de la LOA tienen consecuencias innega­bles para el sistema de enseñanza agraria, en té­mirnos de campos de saber, de aptitudes y de actitudes, lo que nos pernlite plantear cuatro nue­vos objetivos para el futuro.

Objetivo 1: ]Lograr que la enseñanza agraria asuma los cambios producidos en el ámbito de la alimentación

Así como podemos considerar que los progra­mas ele formación han integrado en parte las preo­cupaciones medioambientales (un cambio al que el propio sistema de enseñanza supo anticiparse), no está tan claro que hayan asumido de igual manera las preocupaciones sobre la alimentación, que no hay que conf1mdir con los temas relacionados con el sistema agroalimemario. El campo de la alimen­tación o ele las ciencias de los alimentos (al que van unidos los términos ele nutJición y salud) consti-

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El modelo francés de enseñanza agraria

Es necesario establecer lazos entre las ciencias agronónúcas y la nutrición; es decir, ser conscientes de que un modo deternúnado de producción tiene impacto no sólo sobre el medio ambiente, sino también sobre la nutrición y la salud

tuye una preocupación transversal en los diferentes sectores de la formación, y no sólo una preocupa­ción sectorial. Dicho campo atraviesa y afecta a los diferentes eslabones de la cadena alimentaria: pro­ducción agrícola, procedientos agroalimentarios, comercialización. Además de afectar directamente a las disciplinas académicas del sistema de ense­ñanza agraria, también afecta a los conocimientos que provienen de la práctica veterinaria, de los nu­tricionisras, de los sociólogos, de los médicos. Los siguientes aspectos merecen ser introducidos o po­tenciados en los contenidos formativos:

-Es necesario establecer lazos entre las ciencias agronómicas y la nu trición; es decir, ser conscien­tes de que un modo determinado de ¡producción tiene impac to no sólo sobre el medio ambiente (polución) , sino también sobre la nutrición (toxi­cología, metales pesados) y la salud (minerales, vi­taminas, polifenoles, fibras). Este enfoque es nue­vo, ya que, hasta ahora, la agricultura, la ganade­ría y la transformación ele los productos agrarios se había hecho sin contar con la experiencia y el conociento de los nutricionisras.

-Es también necesario comprender de un modo global la cadena alimentaria para percibir bien que los eslabones de la misma son no sólo interclepen­clientes, sino que deben ser soliclaiios entre sí, ya que ele esa interdependencia y solida1idacl depen­de la calidad ele los alimen ros. Las crisis sanitarias en el ámbito de la alimentación son crisis socio-eco­nócas ele envergadura que afectan a todos los que operan en cualquier eslabón ele la cadena.

-Es perentorio educar al consumidor para ayu­clade a clarificar las exigencias contradictorias que se les presenta en el ámbito ele la alimentación (ca­lidad, salud, seguridad sanitaria, gusta, placer, cos­te) y a interpretar mejor 1los mensajes nutricionales; es decir, hacer, mediante la formación, que conver­jan ante el consumidor las manifestaciones y prác­ticas alimentarias, en su mayoria individuales, con los objetivos más generales de salud pública.

-Es necesaiio introducir conocimientos de so­ciología del consumo para tener en cuenta las múl­tiples funciones de los alimentos, las prácticas ali­mentarias y los remas del riesgo y de su aceptabi­lidad social, a fin de que el consumidor comprenda por qué nuestra alimentación, que nunca como hasta ahora ha sido tan segura, ge­nera sin embargo tanta angustia.

El tema ele la alimentación invita eA1Jresamen­te a reforzar los lazos existentes entre los sistemas de formación en los ámbiros de la producción, la transformación agroalimentaiia y la comerciali­zación. Aunque es conveniente introducir aún más en los módulos forma tivos de producción agraria la preocupación por los temas relacionados con la

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alimentación, es necesario, a la inversa, introducir en los módulos agroalimentarios una sensibilidad mayor por los ternas ele la producción agraria. A partir de ahora, las cuestiones ele alimentación, nutrición y ele salud, son temas y materias que de­ben ser comunes a todas las enseñanzas imparti­das por el Ministerio ele Agricultura, y la palabra "alimentación" cleberia figurar todavía más en el nombre de nuestros centros de formación, al lado de las palabras "agricultura" o "medio ambiente".

Objetivo 2: Hacer que la enseñanza agraria responda de manera más amplia a las preocupaciones medioambientales de la sociedad.

Las preocupaciones medioambientales han si­do integradas en los programas ele enseñanza, so­bre todo bajo el ángulo ele los efectos de las prác­ticas agrícolas sobre el medio ambiente , en con­creto sobre la calidad del agua. Se habla de ''buenas prácticas agrícolas" para oponerlas a las que han prevalecido en la fase llamada "procluctivista" (1960-1980), etapa en la que no debemos olvidar que esas prácticas producrivistas permitieron ase­gurar el abastecimiento a la población y la su­ficiencia alimentaria. Conviene, con todo ello, te­ner una visión amplia del ténnino "medio am­biente", que, hasta ahora, se ha referido por lo general a los temas ele la preservación ele los re­cursos naturales (agua, biodiversidacl, suelo) y el paisaje desde una perspectiva de desarrollo soste­nible. Los recursos naturales se han convertido en bienes públicos, es decir, elementos del patri­monio común que hay que preservar y administrar.

En ténninos de formación, estas cuestiones se hacen muy transversales, y no afectan sólo a los centros de enseñanza orientados a la producción, sino también a los centros mienrados al medio am­biente (gestión y control del agua; gestión y pro­tección ele la naturaleza; ordenaci.ón del paisaje; gestión forestal). La palabra medio ambiente ha de incorporarse, por tanto, en todos los centros

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El modelo francés de enseñanza agraria

Conviene tener una visión amplia del térmmo"medio ambiente11

, que, hasta ahora, se ha referido por lo general a los temas dela preservación de los recursos naturales y el paisaje desde una perspectiva de desarrollo sostenible

de formación. La perspectiva del desarrollo sos­tenible, explícitamente tenida en cuen ta por la LOA-1999, consiste en preservar, para satisfacción de la generación actual y de las generaciones fu­turas, nuestro patrimonio natural y paisajístico, en su complejidad y diversidad, y desarrollar accio­nes para protegerlo, gestionarlo y ponerlo en va­lor. Dicha preocupación introduce una dimensión territorial, pero también una dimensión temporal.

Objetivo 3 : Desarrollar aptitudes y actitudes transversales

Este objetivo se orienta a la formación más in­tegral de los alumnos, más allá de su formación en aspectos sectoriales o temáticos. Nos referimos a cultivar en ellos aptitudes y actitudes que contri­buyan a su formación como ciudadano.

Entre las aptitudes , podrían destacarse las si­guientes: aptitud para la negociación y el acuerdo, Ligada a la interdependencia de los eslabones de la cadena alimentaria y a las dinámicas contrac­tuales , y al hecho de que los agricultores han de gestionar sus problemas en el seno de espacios ru­rales donde ellos se han convenido en minoría ; aptitud para plantear razonamiemos a largo plazo, y especialmente para considerar las consecuencias a largo plazo de los procesos de producción , en simonía con la perspectiva del desa1Tollo sosteni­ble; ap titud para razonar en diversas escalas si­multáneamente, con el fin de comprender los di­versos niveles de problemas ligados a la transfor­mación de los territorios rurales , a la puesta en marcha de proyectos colectivos, a la gestión del agua y al equilib1io de los ecosistemas; y aptitud para analizar y gestionar los riesgos , de modo que hagamos una elección responsable de nuestras de­cisiones, lo que nos lleva al ámbito de la alimen­tación y el medio ambiente.

Entre las actitudes a cul tivar entre los alum­nos destacan las siguientes: actitud favorable a par­ticipar en debates y afrontar las contradicciones de la sociedad con un espíritu de tolerancia; actitud a favor de los valores ciudadanos y éticos; y acti­tud abierta a la duela y la incertidumbre frente a los avances científicos aún no consolidados.

Objetivo 4 : Definir y hacer adquirir en cada nivel de formación una cultura común basada en la identidad de la enseñanza agraria

Desde su origen , el sistema de enseñanza agra­ria tuvo por objetivo responder a las preocupa­ciones ligadas a las ciencias de la vida y a los pro­ductos que el hombre obtiene de la naturaleza, así corno a los terri to1ios rurales y a los actores que vi­ven en ellos. Estos tres grandes campos de estu-

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dio muestran hoy toda su potencialidad para per­mitir a los alumnos de los centros ele enseñanza agraria la adquisición de una cultura común que sería lo que marcaría la identidad de este modelo de enseñanza, ayudando a establecer puentes en­tre sec tores can diferentes , pero tan interrelacio­nados, como la producción, la transformación, la co mercialización y la ordenación del tenitorio. Además , el hecho de formar parte del tronco co­mún ele la enseñanza general garanriza la pa1idad de niveles escolares entre los centros de enseñan­za agraria y los demás centros educativos depen­dientes del Ministerio de Educación. La adquisi­ción de esta cultura común pod1ía ser organizada en torno a tres ejes:

-Las relaciones entre agricultura y sociedad, in­cluyendo el estudio de las funciones presentes y pa­sadas de la agricultura (para mejor comprender la noción de multifuncionalidad agraria) , el estudio de los sistemas de producción agra1ia, la reflexión sobre los diferentes modelos de desarrollo y la nue­va perspectiva del desarrollo sostenible.

-La presernación mulridisciplinar, principal­mente desde un ángulo cien tífico, tecnológico y sociológico , de las nociones de la cadena y sis­tema alirnen tarios a los alumnos de los centros de enseñanza agraria. La interdependencia de los elementos de la cadena alimentaria debe ser mos trada con el objetivo de dar cuenta de los demandas de los consumidores a lo largo de to­dos los eslabones de la misma, es decir, desde una perspec tiva integral.

-Los diferentes aspectos de la movilización y gestión de los recursos ren ovab les; esta sería ocasión para plantear el problema de la soste­nihilidad de los modelos de desarrollo.

El objetivo buscado es fam iliarizar a los alum­nos con la complejidad y el análisis comparado , abriendo sus mentes a la diversidad de los en­foques y perspectivas para cultivar en ellos , ade-

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El modelo francés de enseñanza agraria

El hecho de formar parte del tronco común de la enseñanza general garantiza la paridad de niveles escolares entre los centros de enseñanza agraria y los demás centros educativos dependientes del ministerio de Educación

más del espíritu de tolerancia, una capacidad pa­ra adaptarse a los cambios en curso y ap rehen­der las contradicciones que les acompañan y que apelan a la búsqueda del consenso entre todos. Se trata igualmente de apostar por una apertura a lo que ocurre en el mundo, más allá de las me­ras consideraciones mercantiles. La base cuku­ral común debe concretarse en función de los niveles de formación de los alumnos.

Conclusiones

La actual imbricación entre agricultura y so­ciedad constituye una oporrunidad para ampliar la identidad del sis tema de enseñanza agraria y recomponer su es tructura y contenidos. Tal in­teracción reafirma y refuerza en efec to la mo­dernidad de este sistema ele enseñanza en el se­no del sistema educativo general por su capaci­dad para tratar temas que se han convertido en cuestiones sociales y no sólo en cuestiones cir­cunscritas al ámbito de la agricultura.

Dicho de otro modo , el sistema de enseñanza agraria no tiene ya como única vocación acom­pañar el proceso de modernización ele la agricu l­tura. Ello no significa que este sistema, concebi­do específicamente para la formación agra1ia, ha­ya perdido su razón de ser, sino que su justificación cambia de naturaleza: siendo agra­rio, tiene notables posibilidades para tratar temas que afectan a la sociedad en su conjunto (ali­mentación, nutrición, protección de os recursos naturales, problemas éticos, problemas ele acep­tación social ele los riesgos,. .. ).

La agricultura ofrece en efecto apoyos peda­gógicos notable, pues, como una especie de avan­zadilla ele la sociedad, consm1ye otras form as ele remunerar y concebir su actividad profesional, que no es únicamente ¡produci.r bienes para el merca­do , sino también servicios que deben ser tenidos en cuenta y valorados por la sociedad. De este mo­do, el sistema ele enseñanza agraria se adelanta a las nuevas concepciones sobre la economía.

Los retos cicla LOA-1999 conducen a despla­zar el centro ele gravedad del sistema ele enseñan­za agraria: de un sistema centrado en lo esencial sobre el eje "producción agrícola y agroalimenta­ria", por un lado, y el eje "naturaleza y agua", por oo·o, debe pasarse a una enseñanza donde se en­trecrucen la producción, el medio ambiente, la ali­mentación y el tenitorio, en un contexto de de­sarrollo sostenible. Esto apela a una recomposi­ción de los saberes, integrándolos mejor en el seno ele temas complejos (producción, agua, alimenta­ción, medio ambiente, territorio), que implican, todos a la vez, un fortalecimiento ele la interclisci-

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plinariedacl y el contacto con la realidad concreta y la práctica diaria.

Nuevos contenidos fo1mativos transversales, para cuya adqu isición prepara el sistema de en­señanza agraria, no son sólo importantes para las acriviclacles y profesiones relacionadas con el mundo rural, sino que son útiles para com­prender el mundo de hoy y ele mañana yac­tuar en él: asunción ele una cultura de nego­ciación , aplicación de métodos de acción colec­tiva, capacidad para gestionar los riesgos y razonar en varios nive les, asimilación y trata­miento de una información superabundante, consideración ele los efectos a largo plazo de nuestras decisiones, espíriw de duda (sin que ello provoque angustia),. .. El s istema de ense­ñanza agraria reúne ventajas para ser un sistema acorde con los tiempos actuales.

Notas

(1) Nota del trnducto1: En Francia se util iza l.a expresión "/. ' ordre eterne/ eles champs" para 1·eferir­se a la sit11ación del nnrndo 111rnl tradicio11al: esta­ble yrefractario a los cambios.

(2) Co1110 indica la Ley sobre Olientación de la EdL1-cadó11de14 de julio de 1989,fi.nnada por ambos mi­nistros, d de Aghwltura y el de Ecl11cació11 Nacional.

(3) En términos de mí mero ele alumnos, la cnse­fianza pública representa el 40% y la enseiianza pri­vada el 60%. Los 391 centros privados autónomos coi-responden en SLI mayoría a las "11wiso11s fami­lia/es" (escuelas familiares agm1ias) (Nota del tra­ductor: en Espai'ia el modelo c¡t1e más se les aproxi­ma el de las escuelasfanilares agralias vinculadas al Op11s Dei). En estos cen tros los alumnos comparten su tiempo entre la ensei'ianza y las prácticas en t1na empresa (c¡ 11c suele ser 11na explotación agrada); la titL1laridad de los centros suele rccaa en una aso­ciación fa111ilic11 ; y los profesores suelen ser más del ámbito de la animación sociolcultural que especia­listas en determinadas disciplinas académicas.

(5) Algunos cen tros pequeños acogen a unos 50 alumnos, los más graneles, poco m1merosos, escola-1iza11 a 800 alumnos; los U.ecos Agrícolas públicos tienen normalmen te alrededor de 500 alumnos.

(6) Nota del tradt1cto1: La "pedagogie de contrat'' se refiere al establecimiento de w1 awerdo entre pro­fesores y alumnos en tocio lo que afecta al comporta­miento en la clase, SLIS actitudes, st1s motivaciones, etc.

(7) El contenido de esta sección corresponde ínte­gramente a un informe de la Inspección de Enseiianza Agralici sobre "Las co11seCL1e11cias, en tém1inos ele sa­beres y CLtalificaciones profesionales, de las transfo1·-111aciones tenidas en atenta en la LOA-1999".

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Los contratos territoriales y la reproducción de las pequeñas explotaciones agrarias Un debate social sobre el modelo de agricultura

VELASCO

Doctora en Sociología

Rural. IESA-CSIC.

Córdoba

Como es conocido, enjulio de 1997, la Co­misión Europea presentó un proyecto so­bre el fufuro de la polírica de la UE que se

llamó Agenda 2000. En ese documento se expli­citaban las nuevas prioridades de la PAC: asegurar la competitividad del sector agrario europeo en los mercados internacionales, valorarizar las poten­cialidades del mundo rural y preservar los medios de subsistencia de los agricultores . Implícita­mente, la Comisión enunciaba que, en los próxi­mos años, para poder mantenerse como agricul­tor era condición necesaria que los profesionales de la agricultura pudiesen aumentar sus rentas hasta equipararlas a la renta interprofesional. Es­ta posición se justificaba porque el contexto de apertura del mercado mundial y las negociaciones con la OMC exigían a la UE una reducción de las ayudas a la producción, lo que se traduciría en una mayor competitividad. Este escenario engloba la reducción del número de explotaciones, sobre to­do de las que se consideren no competitivas fren­te al mercado.

Para compensar los efectos negaüvos de tal es­cenario y para negociar y legitimar una serie de ayudas directas que no estuviesen sometidas a

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las reglas de los mercados internacionales, la UE ha introducido el principio de la mulüfuncionali­dad, reconociendo la diversidad de funciones que puede cumplir la agricultura: económicas, me­dioambientales y sociales. El Tratado de Arnster­dam en 1999 y las negociaciones desarrolladas en Berlín en marzo de ese mismo año, previas a la reu­nión del Consejo Europeo, legitimaron la noción de multifuncionalidad. Inherente a esta noción es­tá la idea de mantener la agriculrura como activi-

, dad principal del m undo rural europeo, de corre­gir la pérdida de empleos en este sector y de am­pliar las funciones de la agricultura.

Tras los acuerdos del Consejo Europeo de Ber­lín, la multifuncionalidad se transforma en el co­modín del Reglamento CE n°1257/99 (RDR), re­glamento que define las pautas de la política eu­ropea de desarrollo rural entre el año 2000 y el 2006. Esta nueva normativa, que sustituye a lapo­lítica socioestrucrural clásica, transfiere una serie de fondos del primer pilar de la PAC (polícica de mercados) al segundo (política de desarrollo ru­ral), haciendo intervenir en éste una pequeña par­te de los fondos al FEOGA-Garanáa m. Aunque las divergencias presupuestarias entre los dos pilares siguen siendo enormes (el primero sigue concen­trando más del 80% de los fondos de la PAC), el reconocimiento de la multifuncionalidad de la agricultura impulsa, no obstante, un modelo agrí­cola europeo más coherente con las nuevas de­mandas de la sociedad: los agricultores no serán recompensados únicamente por producir alimen­tos, como la PAC había defendido durante los úl­timos cincuenta años, sino también por su dina­mismo en el desarrollo rural y en la preservación del medio ambiente. De esta manera, la multi­funcionalidad se convierte en la expresión más ge­nuina del paradigma de desarrollo sostenible en la economía rural y agraria.

En Francia, la puesta en marcha del conteni­do del segundo pilar de la PAC se regula en la Ley de Orientación Agraria (LOA) de 1999, ley que en su primer articulo reconoce la mulo funcionalidad de la agricultura con la frase siguiente: "la políti-

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Los contra tos territoriales y la reproducción de las pequeñas explotaciones agrarias

El instrumento político para integrar la multi.funcionalidad en la actividad agraria es el Contrato Territorial de Explotación (CTE)

ca agraria tiene en cuema las funciones económi­ca , mediambiemal y social de la agricultura y par­ticipa a la ordenación del tenitorio, en aras de un desarrollo sostenible" 11

'. Esta ley define así los nue­vos objetivos de la actividad agraria y oriema las actividades de los agricultores que , además de seguir siendo competi tivos en el mercado, deben mejorar la calidad de los alimentos , mantener el empleo en la agricultura y preservar los recursos naturales. El insrrumemo político para integrar la multifuncionalidad en la actividad agraria es el Contrato Territorial de Explotación (CTE) , cuya especificidad queda definida en el Título primero de la ci rada Ley.

La aplicación de los Contratos Territoriales de Explotación, al ser portadores de cambio en los valores y símbolos del sector agrario y presentarse como una herramienta a favor de las pequeñas ex­plotaciones, suscita interesantes debates , entre ellos el de la necesidad de clarificar qué es lo que se entiende hoy en día por pequeña explotación. A panir de la experiencia francesa, el objetivo de este arúcu lo es presentar diferentes posiciones y percepciones sobre la pequeña explotación, imá­genes que sirven para orientar un debate, que no es francés y que habría que situar al menos a es­cala europea.

El Contrato Territorial de Explotación, eje de la multifuncionalidad agraria

Pensado como eje de la política de desarrollo rural , el Contrato Territorial de Explotación (CTE) se articula con el citado reglamento horizontal de la UE, y su novedad principal está en incorporar

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este concepto dentro del marco de intervención de las políticas públicas. Es un contrato entre el agricultor y la sociedad (representada por las ins­tituciones estatales) y contiene la idea de com­pensación, mecüante una financiación pública, por cumplir unos compromisos fijados según el cri­terio del interés general. Con una duración de cin­co años , el CTE puede ser individual o colectivo.

En el primer caso, el agricultor debe presentar un proyecto coherente con los cambios necesarios en su explotación para desarrollar una agricultu­ra de mayor calidad, crear o mantener el empleo, diversificar las actividades y asimismo compro­meterse a respetar y preservar el med io ambien­te. Si el pmyecto es colectivo , la e>.1Jlotación se in­tegra en un proyecto de carácter territorial (por ejemplo, impulsar una denominación de origen, comprometiéndose a seguir las normas que se establezcan, desde el punto de vista comercial y medio ambiental). Este tipo de proyecto colecti­vo está asociado a menudo a sectores productivos (se establecen contratos tipos por sector) o a po­líticas loca les ; se trata de una vmiame creada por las administraciones provinciales para, por una parte, simplificar los contratos individuales y, por otra, integrarlos en las políticas regionales. Otra particularidad de los proyectos que se enmarcan bajo los CTEs es que h an de considerar a la ex­plotación en su globalidad, tanto desde el punto de vista social Qas personas que la componen : el titu lar, las ayudas familiares y los asalariados), co­mo estructural.

Como ya hemos comentado, el CTE se funda­menta en el reconocimiento de la multifunciona­lidad de la agricultura y en la capacidad de los agri­cultores para contribuir simultáneamente a la pro­ducción agrícola, a la creación de calidad y valor añadido de los productos, a la protección de los recursos naturales , a la preservación del paisaje y a la diversidad biológica. Además, reconoce el pa­pel de la agricultura en la preservación del empleo. Pero si el CTE es el eje de reconocimiento de la multifuncionalidad agraria, su función va más le­jos, puesto que traza las líneas de un "nuevo mo­delo de agricultor", un agricultor que realice una agricultura menos agresiva en términos de consu­mo de recursos y más respetuosa con el medio am­biente. Desde su puesta en funcionamiento, el CTE es , además, un instrumento para incentivar al agricultor a aceptar la separación entre las ayu­das de mercado (ayudas a la producción) y las ayu­das por otros servicios. Lo más importante de es­te instrumento es hacer Llegar al sector agrario el mensaje de que se impone un cambio en el mo­delo de producción, de que hay que producir de otra manera , con otras prácticas. Este mensaje

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Los contratos territoriales y la reproducción de las pequeñas explotaciones agrarias

La financiación de los CTEs se fracciona en dos partidas o capítulos presupuestarios que deben cumplirse de manera conjunta

no significa que el CTE pre[enda favorecer un ti­po de[erminado de sistema de producción; por el conrrario, tiene en cuema la diversidad de agri­culturas 01

; en es[e sentido, cada comrato puede adaprarse a la especificidad [erritorial de cada sis­[ema agrario.

La financiación de los CTEs se fracciona en dos partidas o capítulos presupuesrarios que deben cumplirse de manera conjuma:

l. El capítulo llamado socio-económica se re­fiere a las inversiones que necesitan realizarse en la explotación para que el proyecto pueda llevar­se a cabo. Las inversiones pueden ser: mejorar los esrablos, cambiar el ma[erial y equipo, rransformar los sis[emas produc tivos, mejorar la calidad del producto, inclu ida la [ransformación de la pro­ducción en productos ecológicos , e[c. También puede matarse de inversiones para realizar una nue­va actividad en la exploracion (turismo mral, ven­ta directa de algunos productos, artesanado, ere.). Otro aspecto ele esra partida es el que se refiere a la creación de empleo , prioridad actual de rodas las políticas públicas y, por ramo, [ambién de la agriculwra: los agricultores que incorporen en sus proyectos la creación de puestos de [rabajo verán incrementado el capítulo de ayuda a las inversio­nes en un 10% <'> . La panida socio-económica re­presema el 40% ele las inversiones, y el máximo de ayudas establecido es de 15 .150 euros cluran­[e los cinco años.

2. El segundo capítulo presupuesra1io del con­trato se refiere a las actividades relacionadas con el medio ambiente. El agticultor se compromete a preservar el paisaje, reducir los produc[OS quími­cos (abonos, pesticidas y herbicidas) , limpiar los puntos de agua, los caminos, etc. En el caso de los

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ganaderos, se comprometen a desinrensificar la producción introduciendo más superficie de pas­tos y a reducir los rraramiemos químicos. Esra par­tida no tiene un tope de ayudas, y éstas se O[Or­gan por hectárea de superficie, al igual que ocu­rría con las medidas agro-ambientales, que se incorporan ele este modo a los CTEs.

Una vez que, con la ayuda de los técnicos y consejeros de las Cámaras Agra1ias, el agriculror ha definido su proyecto CTE, lo presenta a una co­misión de ámbito provincial, denominada CDOA (Comisión Departamental de la Orientación Agra­ria) , que le da el visto bueno o lo rechaza y, en es­te último caso, le dice al solicitante lo que habría que cambiar para mejorarlo . Cuando la comisión ha dado el visto bueno, se esrablece el conrrato en­rre el agricultor y el prijet de cada departamento (equivalente a la figura del antiguo gobernador pro­vincial en España).

Es importante señalar que la CDOA está com­puesta por miembros procedentes de diversos me­dios (administración, defensa de consumidores, sindicatos agrarios, sindicaros de caza y pesca, co­operativas , representantes financieros , ecologis­tas .... ). Estas comisiones, que han ampliado sus funciones y representación a nuevos m iembros (en pani cular, miembros procedentes de fuera del mundo agrario), ya existían ames, aunque com­puestas sólo de representantes de la administra­ción agraii a de la profesión agrícola; eran las an­tiguas comisiones de estructuras (donde se dis­cutía la política ele cogestión) . La distribución de fondos a una u otra partida presupuestaria y la for­ma ele financiar los CTEs (mediante fondos pro­cedentes de la modulación de las ayudas directas) han dado lugar a debates y divergencias entre las diferentes organizaciones agrarias, siendo la ma­yoritaria FNSEA la que en un principio se opuso más a la puesta en marcha ele estos contratos 15

' .

El CTE, como política de apoyo a las pequeñas explotaciones

Cuando en Francia el gobierno socialista de L. jospin incluyó en la Ley de Orientación Agrícola de 1999 el Contrato Territorial de Explotación (CTE), lo presentó como un insoumemo de po­litica social para la ag1i.cu lrura, adaptando el Re­glamento horizontal de desarrollo rural de la UE a la realidad francesa. Eno·e otras cosas, se decía que el CTE debía servir a preservar el empleo, enten­diendo como ral mantener el mayor número po­sible de explotaciones en el territorio y evitar que una gran parte de las pequeñas ex-plotaciones, pre­servadoras del dinamismo de muchas zonas m­rales, se viesen obligadas a abandonar su explota-

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Los contratos territoriales y la reproducción de las pequeñas explotaciones agrarias

Las explotaciones familiares son cada vez menos familiares y utilizan más mano de obra salarial

ción. El sindicato mayorita1io , FNSEA, no vi.o al principio este planteamiento con buenos ojos y criticó al gobierno socialista por su política parti­dista de defensa de las pequeñas explotaciones, al recoger exclusivamente las reivindicaciones del sin­dicato rival, la Confédération Paysanne. Esta po­lítica le sonaba a la FNSEA como una revolución, y sus dirigentes se ocuparon de descalificar a los CTEs seüalando que eran contrarios a las orien­taciones de la PAC y a la Agenda 2000.

Se creó así una confrontación, que dejaba en­trever una percepción dual de la agricultura den­tro del campo sindical francés: por un lado, una percepción de la agricultura como una actividad orientada fundamentalmente a la producción, y, por otro, una percepción más guiada por una ló­gica social. Pero esta confrontación trascendía el ámbito sindical, ya que, por primera vez, se cues­tionaba a nivel oficial, en el marco de una ley apro­bada por el Parlamento, el modelo que había si­do el fundamento básico de la PAC. Más allá de los conflictos de intereses entre los diferentes sin­dicatos, la pues ta en marcha de los CTEs plantea la cuestión de qué se entiende hoy por un mode­lo de agricultura orientada por una lógica social, lo que conduce a la necesidad de definir mejor los que entendemos por pequeüa explotación, sím­bolo emblemático de ese modelo.

El debate sobre la pequeña explotación

En l~ última década, el contexto socieconómi­co ha cambiado los parámetros de las pequeü.as explotaciones: las explotaciones familiares son ca­da vez menos familiares y utilizan más mano de obra sala1ial, el tiempo de trabajo empleado en la explornción ha variado, el tipo de actividad y el contenido de la renta se han diversificado, etc. Por

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otra parte, nos habíamos acostumbrado al hecho que éstas desaparecieran poco a poco a favor de las grandes como si fuera un proceso natural. Es por lo que una política que se presenta con el ob­jetivo de defender las pequeüas explotaciones plantea inevitablemente la necesidad de definir esas estructuras, es decir, de establecer dónde co­locar sus límites. Generalmente, la definición de pequeña explotación remite a unos límites esta­dísticos que tradicionalmente consideraban la di­mensión superficial y, en la actualidad, la dimen­sión económica o renta (ambas relacionadas). Po­dría pensarse que las instiruciones relacionadas con el sector agrmio, y que a menudo hablan de grandes, pequeñas o medianas explotaciones, tie­nen una imagen o definición concrern de estas de­finiciones, pero no es así, como lo demuestra el estudio realizado en Francia y que sirve de base a este artículo. Es más, cuando el debate se abre a un público nuevo, la ambigüedad aumenta en tor­no al término "pequeña explotación".

A través de las estadísticas europeas y espaü.o­las puede observarse que la especialización agra­ria que ha exigido el modelo de la PAC de los años 70 estaba asociada a una selección continua de las exploraciones. Las que no concordaban con el tér­mino "viable" salían de las estadísticas agrícolas, aunque no por ello dejaban de existir realmente. El resultado ha sido que cada vez desconocemos más a este tipo de pequeñas e.x-plotaciones. Ade­más, hay que decir que, hasta ahora, para las ins­tituciones agrarias, y puesto que hablamos del ca­so francés, en particular las Cámaras Agrarias, es­tas explotaciones son demasiado pequeñas por su dimensión económica, desplazando su represen­tatividad al campo de lo social.

Por ello, hoy en día, una parte de estas peque­ñas explotaciones, consideradas como hors nor­me, se ven obligadas a refugiarse bajo el estatuto de cotisans solidaire <61

• Pero, además, en las pro­pias instituciones existe una laguna para identifi­car las explm:aciones que se encuentran entre 10 y 25 hectáreas, siendo éste un límite (implícito) para considerar una explotación de carácter fami­liar y pequeña. Para solventarla se dice que el cri­terio de superficie no es válido y que se debe te­ner en cuenta el criterio renta, según el cual una explotación es viable cuando su renta es similar o mayor al salario mínimo interprofesional. Desde el punto de vista cuantitativo, esto cierra el círcu­lo, pero no es satisfactorio desde un punto de vis­ta social y no aporra claridad a la definición.

Con el reconocimiento de la multifuncionali­dad de la agricultura, las ayudas asociadas al CTE admiten a otros actores, sobre todo a los titulares de pequeñas explotaciones que actuaban desde

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Los conrratos [erritoriales y la reproducción de las pequeñas explotaciones agrarias

La fragilidad o vulnerabilidad de las pequeñas explotaciones no se mide por la dificultad para mantener una cierta productividad de trabajo, sino por su incapacidad para obtener rentas "suficientes"

esa lógica de lo social a que hemos hech o re­ferencia. La nueva cllsrribución de ayudas para el desarrollo rural no se guía únicamerne por crire­rios de "viabilidad'', sino de "sustemabilidad''. Es­te cambio de lógica abre nuevas percepciones so­bre la pequeña explotación, surgiendo así la ne­cesidad de clarificar y definir qué se entiende por "pequeña explotación", para poder evaluar las po­tencialidades de estas formas de producción en el desarrollo rura l y para evaluar también la inci­dencia de la nueva normativa comunitaria en la preservación del empleo.

Discursos sobre la pequeña explotación

Nos apoyaremos en una de nuestros trabajos empíricos tn para transmitir a los lectores españo­les un ejemplo de las imágenes asociadas a estas unidades de producción, represernaciones que abren una serie de interrogantes sobre la defini­ción de "pequeña explotación". Las percepciones de los diversos actores sociales muestran grandes distancias. Algunos las han equiparado a "explo­taciones frágiles", otros a "explotaciones en difi­cultad", otros a "explotaciones de resistencia" ... Desde un pun to de vista social y político, me pa­rece importante conocer estas divergencias, pues son reflejo de las tensiones existentes entre los sin­dicatos, y deben comprenderse para poder alcan­zar pumos de negociación entre los distintos pun­tos de vista. En esta rápida exploración nos pare­ce percibir tres tipos de represemación o discursos sobre la pequeña explotación agrmi.a, que además están muy asociados al escenario político.

1. Una primera percepción es puramente eco­nómica y conservadora, y se corresponde con la posición hasta hoy mayoritaria en Francia, repre-

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sentada a nivel sindical, aunque con diferencias ele matices, por la FNSEA y el CNJA. Se caracteriza por querer ignorar a este tipo de explotaciones, ne­gando que tenga interés hoy definir lo que es una "pequeña explotación", además de ser una tarea inútil e imposible definir esre término.

Para este discurso, una explotación agraria de­be ser sobre todo "productiva", capaz de repro­ducirse económicamente y ele ob tener una buena rentabilidad. La imagen de "buen agricultor" seco­rrespondería con la de un titular de explotación a título principal, que gestiona su explotación como una empresa y que tiene capacidad para obtener una rema agraria de unos l. 400 euros por mes , es decir, similar al salario medio ele un asalariado que reside en la ciudad.

Para los portadores de esre discurso, el térmi­no de pequeña exploración se proyecta en una su­perficie pequeña (menos ele 25 hecráreas) , que no puede alcanzar una rema suficiente. La fragilidad o vulnerabilidad de estas pequeñas explotacio­nes no se mide por la dificultad para marnenenma cierta productividad de trabajo, sino por su inca­pacidad para obtenerremas "suficientes". Este dis­curso considera que las explotaciones que no son rentables desde un punto de vista económico y competitivo están condenadas a desaparecer. Di­cen que si esras explotaciones esrán hoy en difi­cultad es porque "no han sabido adaptarse a las condiciones socioeconómicas" cm . Sin embargo, re­conocen que esta fatalidad puede alcanzar a cual­quier tipo de explotación, independientemente de su tamaño. En esta imagen, la noción de adapta­ción es sinónimo de modernización , procesos pa­ralelos a la selección clásica de ~a PAC, y que se percibe como un proceso normal, per se. Además, la responsabilidad de encontrarse en esa situación recae sobre los propios agricultores: "es su culpa si no han sabido adaprarse al mercado, porque son malos empresmios".

Esta visión explica el desinterés en utilizar el té1111ino pequeña explotación, así como el recha­zo a una política más social que resalte la impor­tancia de estas unidades de producción en d de­sarrollo rural y en la preservación territorial. Este discurso tampoco ve clesequiübrios en la dist1i­bución de las ayudas nacionales o europeas, per­mitiéndose decir, paradójicamente, que no se pue­de mantener un gran número ele explotaciones, porque si hasta ahora la agricultura ha estado pro­tegida, a partir ele ahora la sociedad no querrá gas­tarse tamos recursos. Tras esta postura está la cues­tión de la distribución de ayudas: cuantos menos seamos, a más tocamos. Para este discurso, las me­didas de desarrollo rural , tamo como las medidas medioambientales asociadas al CTE, son, dacia su

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Los contratos territoriales y la reproducción de las pequeñas explotaciones agrarias

Existen corrientes que apuestan por un modelo alternativo de agricultura, que tenga más en cuenta lo social

reducida cuantía , consideradas como medidas puntuales que no pueden sustituir a las ayudas a la producción y que pueden quizá tener relevan­cia en las zonas desfavorecidas donde no se pue­de desarrollar una agricultura competitiva.

Este discurso tampoco se toma en serio el dis­curso político sobre la preservación del empleo por temor a que se produzca realmente un cam­bio y las ayudas se desplacen hacia esas explota­ciones ignoradas y que no representan al conjun­to de la agricultura .

Los que se sitúan en este discurso asocian la imagen de la pequeña eA1Jlotación, y su dificultad de reproducirse, a los siguientes factores: la falta de formación de su titular; el hecho de que la ex­plotación no sea resultado de un proceso suceso­rio ; su reducido tamaño (<25 hectáreas) ; la falta de información del titular y su falta de proyectos de futuro, y su autarquía o débil integración en el sistema económico y social. Para este discurso , la diversificación de actividades puede ser positiva (porque permite diversificar las rentas) siempre y cuando las explotaciones dispongan de mano de obra suficiente, y considera, de manera general, que las e,'<.-plotaciones con problemas son las que no han sabido adaptarse a las diferentes coyun­turas , ni adaptar en cada momento la mano de obra a su sistema de producción.

2 . Una segunda imagen es la que apuesta por un modelo alternativo de agricultura, que tenga más en cuenta lo social. Para este discurso, cuya percepción es opuesta al anterior, el rechazo que oficialmente se hace de la pequeña e.'<-plotación im­plica negar la existencia de muchos agricultores , ignorándolos políticamente y haciendo que se les desconozca estadísticamente. Para este dis­curso , los agricultores más que las explotaciones, el empleo (autoempleo) que generan y la vene­bración del tejido social en las zonas mrales , son

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prioritarios, y es por ello que rechazan la imagen de fragilidad que se les anibuye desde determi­nados foros a las pequeñas eJ\.']Jlotaciones.

Los portadores de este discurso piensan que cualquier explotación agraria constituyen un po­tencial para valorar y dinamizar las zonas rurales, para mantener con vida un terrirorio y para man­tener empleos. Este grupo se muestra favorable a los cambios sociales que echan por tierra los cre­dos (los a priori) sobre las exploraciones que no son "viables" , mostrándose plenamente favorables a la fórmula de los CTEs porque puede hacer via­bles a las pequeñas explotaciones que el sistema actual rechaza. Para este discurso (compartido por las asociaciones solidarias, los técnicos que tra­bajan con agricultores en dificultad, o las aso­ciaciones por el desarrollo del empleo), en el me­dio rural hay medidas alternativas para comple­mentar las pequeñas remas; sólo se trata de darles una orientación. Además , según este discurso , las pequeñas exvlotaciones tienen una gran resisten­cia, a pesar de no tener acceso a las ayudas como las grandes, y a pesar de que , en el caso de las con­sideradas ho1·s 1101111 , tampoco tienen acceso a la información , pues los técnicos de la Administra­ción las mar!~nan y no se dirigen a ellas para in­fonnarles. Según este discurso , la resistencia de las pequeñas e,'éplotaciones proviene de que dispo­nen ele mano de obra que no remuneran , así co­mo de que alguno de los miembros ele la familia dispone de un salario exterior y ele que tienen otra forma (más flexible) de organizarse.

3 . Podríamos hablar de un tercer discurso so­bre la peque:tia ex.-plotación, discurso que se en­cuentra en una posición intem1edia entre los dos precedentes. Se trata de un discurso un tamo con­tradictorio y ambiguo, que recurre a un lenguaje técnico para dar respuesta al problema de definir este tipo de ex--plotaciones. Por un lado, dice es­tar de acuerdo con , y ser favorables a, las nuevas ideas de la Ley de 01ientación Agrícola y la mul­tifuncionalidad de la agricultura, pero, por oo-o la­do, hace abstracción sobre la cuestión del empleo en agricultura. Da la impresión ele que es un dis­curso que quiere ponerse a la vanguardia ele algo , pero está fuertemente impregnado de la ideología dominante: los que se identifican con él se con­sideran actores del cambio, pero están imbuidos todavía del modelo que ha dominado a la PAC du­rante décacla:S. Este discurso no clarifica la cues­tión del problema de la pequeña e.xplotación. Es un discurso preseme en una parte ele la Adminis­tración y en algunos secrores del sindicato de iz­quierda Con[édération Paysanne, que, ame la di­ficultad de definir su postura, toma una posición intermedia. Esto se debe a su falta de proyección

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Los contratos territoriales y la reproducción de las pequeñas explotaciones agrarias

Lo que no hay que negar es que si el tema de las pequeñas explotaciones exige un debate que permita aclarar lo que entendemos por ese término, es porque una parte de la sociedad está a favor de defender este modelo de explotación.

sobre una política de orienración terrirorial. Pese a su preocupación por la cuestión del empleo, se limita a decir lo que no les gusta de la posición ac­tual, pero sin exponer qué es lo que deberla cam­biar. Los seguidores de este discurso no tienen una idea clara de cómo definir la pequeña exploración y están divididos entre una percepción economi­cista y una ideología rurahsta; su ambigüedad e in­decisión les impide adoptar una posición fuerte como alternativa al discurso dominante.

A modo de conclusión

Los discursos que acabamos de presentar ha­blan de una realidad socia~ con puntos de vista di­[erentes. Lo que no hay que negar es que si el te­ma de las pequeñas e.'<Plotaciones exige un deba­te que permita aclarar lo que entendemos por ese término, es porque una parte de la sociedad está a favor de defender este modelo de e21..-plotación. Tampoco se puede negar la resistencia de estas ex­plotaciones para adaptarse a nuevos comexros, a pesar de haberse tenido que enfremar a coyuntu­ras adversas. No es falta de dinamismo o de resis­tencia lo que les falta, sino una política que las de­fienda. En este sentido, la política socialista fran­cesa, planteando el CTE y definiendo la política de desan-ollo rural en ténninos de preservación del empleo, que no es menos importante, sino pare­jo a la protección del medio ambiente, ha dado un paso innovador. Sin embargo, no debemos dejar que la política de desarrollo rural se convierta en el árbol que tape el bosque y olvidemos que las pequeñas eA.1JlOtaciones tienen también una fun­ción en la producción de alimentos. No se trata de apoyar una vía dual para la agricultura, ni una vía dual para las explotaciones que segregue, por un lado, a las competitivas orientadas a la pro­ducción y los mercados, y por otro, a las peque­ñas no competitivas y orientadas a una lógica no productiva y de servicios. Se trata de establecer una distribución diferente de las ayudas públicas y un más equitativo apoyo a las rentas, así como apoyar al mismo tiempo una política de empleo a la que el medio rural puede connibuir.

Hacer de la multifuncionalidad un modelo pa­ra defenderlo ante la sociedad europea y las ins­tancias internacionales, significa a mi modo ele ver cambiar la política agraria actual por otra que apueste por la integración ele la actividad agraria y la diversificación de funciones y actividades. De este modo, la agricultura en su conjunto contri­buirá, como ya lo hizo en otro tiempo, tanto a la producción de alimenros, como a la conservación del espacio y al desarrollo de actividades que se­an clinamizadoras del medio rural.

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Notas

(1) Recordamos que d Reglamento CE nº 1257/99 está constituido por 22 medidas que engloban: las an­tiguas medidas del objetivo 5a de los fondos estruc­tLtral.es; las medidas ele acompaí'iamiento de la PAC de 1992; las medidas de desarrollo niml o ex medi­das de objetivo 5b de los fondos estnicturales. Las ac­ciones con-espondientes a las antiguas medidas de acompañamiento (medio arnbie11te,Jorestación y jLl­bilación anticipada) son cofinanciadas en todo el te­nito1io de la VE por el FEOGA-Garantía. Las otras medidas sigL1 en siendo cofinanciadas poi· el FEOGA-01ientaeió11 en las zonas del objetivo l y pasan a ser financiadas por el FEOGA-Gamntía en las otras re­gi.ones.

(2) Ley del 9 dejLllio 1999 nº 99-574, publicada en el ]ournal Officiel de 10 ju.lio 1999.

(3) Teóricamente, está abierto a todos los agliml­tores que se compmmetan a llevar a cabo w1 proyec­to para su explotación coherente tanto en el aspecto económico y medio ambiental, como social. La dura­ción del contrato es de 5 afias.

(4) A este respecto habría qL1e decir que, para el sindicato de jóvenes agriwltores CN]A, este incre­mento le parece bastante modesto para qL1e los CTEs se presenten como verdaderos incentivadores de em­pleo, pidiendo un porcentaje mayor y L1na partida de inversiones 111(15 alta.

(5) Para la financiación nacional de los CTEs, el Estado decide aplicar la modulación, retirando entre w1 2% y un 15% de las ayudas COP (cereales , olea­ginosas y proteaginosas) a las explotaciones que per­ciben de Bruselas más de 250.000 FF (37.878 euros). La FNSEA no estaba de awerdo con la modulación, ya que queiia que todas las explotaciones, no sólo las grandes, cont1ibLryeran a la creación de estos fondos.

(6) Es la denominación que reciben las peqL1eiias explotaciones de menos ele 10 ha en el régimm de la Seguridad Social Agmlia (lVISA); también se inclu­yen en esta definición aquellas explotaciones donde la activiclacl agra1ia es sernndalia y el Litular cotiza su segwidacl social en otro régimen.

(7) Esta experiencia se ha realizado en el depar­tamento de la Dordogne (s udoeste francés), en el mar­co de una investigación sobre la ac1aptabiliclac1 de los CTEs a las pequei'ias explotaciones. En esta in­vestigación nos interrogábamos sobre si el nuevo ins­trwnento era wi vector para el mantenimiento de em­pleo, aunque sólo fuera evitando C(Lle muchas ele las pequeí'ias explotaciones se vieran obligadas a aban­donar frente a la competencia e/el mercado. La p1i­mera problemática qL1e swgió era la de cómo definir la "pequei"ia explotación".

(8) El texto entre comillas son tramos de discur­sos obtenidos durante las entrevistas.

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U na Inirada desde MarrueccJs

A. BENTAIBI TH.DESRlJES

IESA-CSIC. Córdoba

Los esfuerzos de la Unión Europea por desa­rrollar el Partenariado euromediterráneo, ini­ciado en la Conferencia de Barcelona en

199 5, no han tenido los resultados esperados. La presencia de factores políticos (sobre todo la cuestión palestina) que actúan como inevitables injerencias en un proceso de panenaiiado cuya mayor potencialidad se encuentra en el terreno económico y cultural , hace que dicho proceso se vea contaminado por la inestabilidad crónica de la región mediterránea. Por ello , tiene cada vez ma­yor importancia las vías de intercambio entre los grupos que componen las sociedades civiles de las riberas norte y sur del Mediterráneo, vías que , como puentes de diálogo y cooperación, pueden facilitar lo que los factores políticos no hacen más que separar y emponzoñar.

No obstante, para que se produzca un avance en las relaciones de partenariado se deben dar, al menos, dos condiciones: la primera, aumentar el conocimiento entre ambas sociedades para neu­tralizar los estereotipos y malentendidos cons­truidos en el imaginario colectivo después de mu­chos años de indiferencia cuando no de desprecio mutuos; y la segunda, enfatizar los aspectos que unen (la interdependencia económica y cultural; el interés común por crear una zona de desarro­llo y estabilidad; o la complemernariedad de bie­nes y servici.os entre países) y minimizar los que separan (las diferencias culturales y religiosas; la competencia por recursos escasos como los pes­queros ; las disputas tenitoriales sobre residuos del

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colonialismo; o la confrontación política en temas internacionales, como el contencioso palestino-is­raeH) a las poblaciones de ambas riberas del Me­diterráneo. Sería lo que en sociología se denomi­na transformar una situación conflictiva de "suma cero" en otra de "suma positiva", en la que ambas panes puedan salir beneficiosas.

La agricultura es un sector donde se produ­cen importantes intercambios entre ambas riberas del Mediterráneo y donde se reflejan bastante bien las dificultades y posibilidades para avanzar en el proceso de partenariado impulsado por la UE. Re­firiéndonos al caso de las relaciones entre España y Marruecos (los dos países más occidentales del Mediterráneo: uno, en su ribera norte, y otro, en su ribera sur) , haremos en las páginas siguientes una reflexión sobre las posibilidades de avanzar en una mejor cooperación entre estos dos países, tomando como referencia el caso de la agricultu­ra. En aras de contribuir a un desarrollo del par­tenariado euromediterráneo en el ámbito de la agricultura, intentaremos de una manera razona­da enfatizar los aspectos que unen a los agricul­tores españoles y marroquíes y minimizar lo que los separan, porque estamos convencidos de que son más aquéllos que éstos. Basta aumentar el co­nocimiento sobre las realidades de ambos países y comprobar sus complementariedades, para dar­nos cuerna de que es posible una cooperación fructífera en materia de agricultura y que hay un espacio importante para que los agricultores de España y Marruecos, y sus organizaciones profe­sionales y cooperativas, emprendan proyectos de interés común.

La agricultura en Marruecos: limitaciones y posibilidades

Como es conocido, Marruecos es un país en vía de desarrollo, que , como casi todos los países del Sur, se caracteriza por la incapacidad de su agri­cultura para satisfacer las necesidades fundamen­tales de su población , una población joven que crece más deprisa que la capacidad de la econo­mía para producir bienes y riquezas .

Marruecos presenta en su estructura produc­tiva y social los rasgos de una economía con un pasado colonial, a saber: una elevada dependen­cia exterior marcada por la concentración geográ­fica ele los flujos comerciales y una especialización en productos primarios y de bajo valor añadido.

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U na mirada desde Mairuecos

En los años 60, el gobierno marroquí dio prioridad a la agricultura, centrando sus esfuerzos sobre todo en las grandes transformaciones hidráulicas

Dicha dependencia reproduce el modelo colo­nial de inserción en la economía internacional orientado a abastecer en un primer periodo a la metrópoli (Francia) y luego a la CEE .

En los años 60, el gobierno ma1TOquí dio prio­ridad a la agricultura, centrando sus esfuerzos so­bre todo en las grandes rransformaciones hidráu­licas. En las pocas regiones p1ivilegiadas, la polí­tica hidráu lica consiguió, sin duda, resultados positivos , provocando el incremento de las pro­ducciones en cultivos como los cí.tricos, las hor­talizas y la remolacha. Sin embargo, tales resulta­dos se lograron en detrimento del desarrollo de arras producciones básicas para el consumo in­terno, como cereales, olivocultura o ganaderia (car­ne). Puede decirse que el esfuerzo inversor de la polícica agraria se concentró en el 10% de las tie­rras cultivables (mmsfo.rmándolas en regadío) , pe­ro a costa de acentuar las disparidades territ01ia­lcs y sociales dentro del mundo rural marroquí.

Algunos datos pueden ilustrar esas disparida­des. Marruecos cuenta con una superficie agtico­la cultivable que representa sólo el 15% del terri­torio (es decir, al.rededor de 8 millones de hectá­reas), de la que vive, sin embargo, el 48% de la población. Este porcentaje ha disminuido nota­blemente desde la independencia (en 1960, el 7 4% de la población vivía en las zonas mrales), sin que se reduzca la presión demográfica sobre los recursos hídricos y fundiarios ya que la pobla­ción agraria sigue incrementándose y al no en­connar salida en la agricultura, mantiene el füuo migrarorio hacia las ciudades. La situación se agra­va aún más cuando se observa que los déficits que

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padece el mundo rural conciernen tamo a las in­fraesrructuras básicas (fundamentales para la acti­vidad económica), como a los servicios sanitarios o educativos (fundamentales para el desarrollo del capital humano. La esnuctura social y agraria se caracteriza por la concennación funcliaria (11 .000 exploraciones de más de 50 hectáreas) y el domi­nio de la pequeña explotación, ya que el 70% de las explotaciones tiene menos ele 5 hectáreas, con una media de 2, 1 hectáreas por exploración.

Otro elato significativo es la evolución tan errá­tica que ha sufrido la producción agraria, debido sobre tocio a la [uerte dependencia ele la agricul­tura maiTOquí respecto de los factores climatoló­gicos (principalmente ele las sequías que periócli­camen te asolan a Marruecos). Así, en los años 60 la producción agraria represen taba alrededor del 30% del PIB, miemras que, du.rante los años 70, cayó a la mirad (un 15%), para oscilar entre el 11 % (en 1984) y el 1 7% (1999) en las décadas poste­riores. Entre 1960 y 1980, la evolución de la rasa media de crecimien ro de la producción agraria apenas superó el l ,3%, mientras que la tasa de cre­cimiento demográfico evolucionó a un ritmo dos veces supe1io 1~ E1me 1981y 1985 la tasa de cre­cimiento fue negativa (-2,2% anual), coincidien­do con un í1.1ene pe1ioclo de sequía.

Respecto a este tema hay que recordar que, al igual que el res to de países mediterráneos, Ma­m1ecos se enfrenta al problema de escasez de agua, debido a la fuerte oscilación de las precipitaciones pluviomé[ricas anuales, que provoca [luctuacio­nes en las cosechas, sobre roda en las de cereales, que puede caer a la tercera parte de un año a offo. Como se ha señalado, tras la independencia, Ma­rruecos oriemó las inversiones hacia las zonas de regadío, construyendo embalses financiados con préstamos externos. Pero a pesar de tales inver­siones hidráulicas, Marruecos está todavía lejos de gestionar de manera diciente los recursos hídri­cos, donde se observan graves carencias y desa­justes, como por ejemplo, el desfase entre el agua movilizada por los embalses y las superficies equi­padas para el riego, la falta del mantenimiento sos­tenido de la red (que da lugar a enonnes pérdidas) y la inexistencia de un precio del agua que se acer­que al coste real (que impide una utilización más racional del recurso hídrico y la difusión y adop­ción de técnicas de regadío más ahorradoras de agua). Esta situación conviene a Maruecos en un país con fuertes limitaciones hídricas para hacer sostenibles sus modelos de desarrollo.

A esa simación se añade el cuestionamienro que la opin ión pública marroquí hace del mode­lo agrmio dominante. En efecto, la fuerte opción por la agricultura de regadío, que fue una apues-

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Una mirada desde Marruecos

En 1996, Marruecos firmó un acuerdo de asociación con la UE, que tiene como principal objetivo su integración en la futura Zona Euro­Mediterránea de Libre Comercio, prevista para el año 2010

ta política en los años 60 y 70, esrá siendo cada vez más cuestionada , por varios motivos: por su elevado consumo de agua en un país donde este recurso es escaso; por la cada vez mayor deman­da del consumo doméstico, debido a la fuene aglo­meración urbana; y por la recieme apuesta en fa­vor del desarrollo rurisrico , gran consumidor de recursos hídricos. Esro hace que en el Marruecos de hoy se haya abierto un debate sobre la soste­nibilidad del actual modelo de desanollo agiicola y la necesidad de redefinir las oriemaciones de la polírica agraria. Un observador atemo no puede por menos que encomrar en ese debate algunas semejanzas con el que se desanolla hoy en Espa­ña sobre el fururo de los modelos imensivos de agriculrura (pensemos en la dudosa sostenibilidad ecológica y social de modelos como el horrícola almeriense), observándose elemenros comunes que pueden propiciar el diálogo y la cooperación entre ambas panes.

Las relaciones de Marruecos con la Unión Europea

En 1996, Marruecos finnó un acuerdo de aso­ciación con la UE, que riene como principal ob­jerivo su imegración en la futura Zona Euro-Me­ditenánea de Libre Comercio, prevista para el año 2010, una zona que deja, sin embargo, fuera a los productos agrícolas. La exclusión de los inrer­cambios agrícolas del resro de las rransacciones co­merciales se debe al traro especial que estos pro­ducros reciben en las respectivas economías y en los acuerdos de la OMC, así como a su especial importancia en la economía de Marruecos. En relación con las importaciones agrarias efectuadas

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por Marruecos, responden principalmente al dé­ficit existente en cuatro productos alimentarios bá­sicos: trigo blando, aceites de semilla, azÓcar bru­ro y algunos productos lácteos , mientras que la carne de importación se enfrema a un poder ad­quisitivo reducido.

Competitividad y complemimtariedad de los productos agrícolas

La concunencia agrícola entre la UE y Marrue­cos es evidente. Sin embargo, la complementa-1iedad es algo menos conocido, y por ello menos desarrollado. Es evidente que la entrada de Espa­ña y Portugal en la UE aumentó la producción eu­ropea en gran parte de los productos agrícolas me­diterráneos, alcanzando la aurosuficiencia y lo­grando un margen suficiente para responder a posibles incrementos de la demanda. Es evidente también que la entrada en la UE de los produc­ros agrícolas procedentes de Manuecos, aunque de manera muy controlada, perjudica el potencial productivo de los países del sur de Europa, fun­damemalmente España y Portugal, debido sobre todo al menor precio de los producros marroquí­es por el más bajo coste de la mano de obra. No obstante, recientes esrudios esrán mostrando que las ventajas de tener una mano de obra más bara­ta que la europea esrá teniendo cada vez menos importancia en primer lugar, en la estructura de costes de los productos marroquíes debido al au­memo ex-peri mentado en ou·os insumos º' y en se­gundo lugar, debido a que cuando los salaiios ofre­cidos son demasiado bajos no actuan como in­centivo para conseguir una mano de obra bien formada y disponible.

La complernentariedad entre la UE y Manue­cos es mucho menos evidente y sus posibilida­des menos exploradas. Se suele hablar de com­plememariedad en productos agrícolas básicos, como cereales, aceites y azúcar, de los que Ma­rruecos carece en producciones suficientes para abasrecer a su población y la UE tiene en abun­dancia dadas las buenas condiciones de produc­tividad en la Europa continental. Sin embargo, esa complememariedad se vuelve vulnerable frente al potencial productivo de otros países (como EE UU, Canadá, Argentina o Australia) que dentro de los acuerdos de la OMC se presentan en los mer­cados marroquíes con productos a precios más competitivos que los procedemes de la UE. No obstante, cuando se habla de estas producciones básicas hay que hacerlo no en términos de mer­cado e intercambios comerciales , sino en térmi­nos de cooperación agrícola, donde la UE puede

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Una mirada desde Marruecos

En las próximas negociaciones sobre los acuerdos actuales de asociación de Marruecos con la UE, el gobierno español se sentirá presionado por sus organizaciones agrarias para defender en Bruselas una posición que evite la concurrencia de los productos agrícolas marroquíes

jugar una función imponanre. En efecto, el co­nocimiento acumulado en mareria de técnicas pro­ductivas, de gestión de exploraciones y de vene­bración económica y profesional es un know-how que la UE, y en panicular España, puede aporrar en sus relaciones de cooperación con Marruecos, ya que el objetivo de la política agraria marroquí debe ser a medio plazo lograr la autosuficiencia en esas producciones básicas, tal como los países de la UE la lograron en los años sesenta y setenta me­diante políricas de protección e incentivación de los agricultores.

En este campo, la creación de proyectos con­juntos y el impulso de acuerdos de carácter in­terprofesional para posibilitar las relaciones co­merciales y los intercambios técnicos y profesio­nales, constituye una gran oportunidad para hacer realidad el partenariado del que tanto se habla en el ámbi to político. Asimismo, es una oportunidad las posibilidades de cooperación en el campo de la gestión del agua, ya que las region es del sur de España son, como se sabe, regiones asoladas por sequías crónicas, donde, precisamente por ello, ha avanzado de forma importante la incor­poración de nuevas tecnologías a la gestión de los sistemas de riego, posibilitando un uso más ra­cional y eficiente del agua por los agricultores. También, en el terreno de la sanidad animal y vegetal, la cooperación enrre España y Marruecos puede dar pasos significativos, pues no podemos olvidar que las regiones españolas del sur, como Andalucía, son regiones mediterráneas y de gran proximidad geográfica con las marroquíes; por

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ello, muchas de las enfermedades que afecran al ganado o a los cultivos de esas regiones tienen una base común, que podrían ser erradicadas me­dian te acciones in tegradas. Finalmente, en el campo de la nueva política agroambiental, Espa­ña y Marruecos tienen amplias posibilidades de colaboración, ya que, de acuerdo con la filosofía de desarrollo sostenible implícita en esa política, lo que se pretende es apoyar modelos extensivos de agricultura y ganadería más respetuosos con el medio ambiente e integrados en el territorio, mo­delos que abundan en muchas regiones marro­quíes del interior; en ese marco, hay zonas de Ma­rrnecos y España donde la cooperación en pro­yectos agroambientales es factible al amparo de las posibilidades abiertas en los actuales acuerdos de asociación euromediterránea.

La perspectiva de una zona de libre cambio en el Mediterráneo

Como se ha comentado, el proyecto del Pane­nariado Euromediterráneo de crear una Zona de Libre Cambio para el año 2010 excluye en una pri­mera fase los intercambios agrícolas. No obstan­te, hay que pensar con la mirada puesta en el ho­líizonte de que la agricultura acabará incorporán­dose más tarde o más temprano a esa Zona cuando las condiciones sean aceptables por los agriculto­res de las dos oril las del Mediterráneo. Para com­prender las consecuencias que puede tener una Zona de Libre Cambio sobre el sector agrario y el sector agroalimentario marroquíes en su conjun­to , es necesario distinguir entre sus posibles efec­tos positivos sobre la parte moderna de la agri­cultura de Marruecos (agricultura intensiva de hor­talizas y cítricos) y las consecuencias negativas que, sin duda, sufrirá la parte más tradicional de agri­cultura extensiva de cereales y producción gana­dera, consecuencias que tendrían efectos colate­rales graves sobre la vertebración de una amplia extensión del mundo rural marroquí.

En las próximas negociaciones sobre los acuer­dos actuales de asociación de Mam1ecos con la UE, el gobierno español se sentirá presionado por sus organizaciones agrarias para defender en Bru­selas una posición que evite la concurrencia de"los productos agrícolas marroquíes, y seguramente van a luchar por mantener las barreras actuales a fin de no perder una parte del mercado de la UE, sobre todo una vez que se produzca la ampliación a los países de la Europa central. Sin embargo, cre­emos que, antes ele fijar la posición española, se debería propiciar un diálogo entre organizacio­nes agrarias españolas y marroquíes para inter­cambiar información y conocer mejor los efectos

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U na mirada desde Marruecos

Hasta los años 90, la política agraria marroquí limitaba sus acciones a subvencionar los precios de los insumos y otros bienes de primera necesidad

de la concurrencia entre ambos países, ya que , pa­ra Marruecos , la concurrencia de los agriculcores europeos en algunas producciones , sobre todo la de los graneles productores ele cereales , tendría efectos devastadores para la economía ele las zo­nas rurales marroquíes. Haría falta recordar que las condiciones de producción y la organización y for­mación de los agricultores en Mam1ecos están to­davía muy alejadas de las europeas, reflejándose en la di_ferencia de rendimientos: la producción media ele trigo por hectárea en Marruecos se sitúa alrededor ele 12 quintales por hectárea. A corto plazo, la entrada libre de esos productos conti­nentales dañaría sensiblemente las regiones don­de se practica la agricultura de subsistencia y pro­vocaría una intensificación de los flujos migrato­rios, con graves consecuencias sobre la cohesión social en las ciudades y efectos indirectos sobre la emigración hacia el exterior.

Deberíamos ser conscientes de estas diferen­cias si queremos enmarcar la cooperación emre España y Marruecos en un marco realista y sen­sato. Tal vez enfrascados en el tradicional conflic­to por las producciones mediterráneas, estemos dejando de lado la importancia ele otros proble­mas más amplios para este flanco sur de la UE una vez se produzca la ampliación al Este . No tiene sentido que por existir concurrencia en alguna pro­ducción concreta, como el tomate (donde tal vez no sea tan grande la confrontación si ponemos so­bre la mesa cifras y balance ele resultados de los últimos diez o quince años), perdamos la opor­runidad de avanzar en proyectos ele partenariado más serios y de más largo alcance, no sólo en ma­teria de agricultura, sino de desa1TOllo rural. Con esos proyectos, tamo la agricultura española, co­mo la maiTOquí se podrían colocar en una posi­ción ventajosa para cuando se ponga en marcha la

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ya mencionada Zona ele Libre Cambio en el Me­diterráneo.

La cuestic)n del desarrollo rural en Marruecos

Hasta los años 90, la política agraria marroquí limitaba sus acciones a subvencionar los precios de los insumos y otros bienes de primera necesidad. Los términos "rural" y "desatTollo rural " se pres­taban a interpretaciones diversas, hasta el punto ele que, a diferencia de lo ocurrido en la UE, la ag1i­cultura ha seguido siendo hasta muy recientemente en MatTUecos sinónimo de desarrollo rural.

Tras la evaluación de las grandes inversiones en regadío y el 1iesgo de dualización existente en la sociedad rural matToquí, los problemas de las zo­nas rurales se plantean de modo diferente, acer­cándose al discurso que hoy domina la escena eu­ropea en general y la española en particular. Hoy puede decirse que hay un lenguaje común en ma­teria de desarrollo rural entre España y Marruecos, que abre posibilidades interesantes para impul­sar proyectos de cooperación en este área. En ese contexco, la experiencia española, y sobre todo la andaluza , en la aplicación de los programas Lea­der y Proder puede ser un ejemplo para impulsar la elaboración de planes regionales de desarrollo rnral en Marruecos.

La propuesta de poner en marcha proyectos­piloto en estas marerias, donde puedan implicar­se los grupos de acción local españoles, sería la mejor manera de trasladar a la práctica la idea del partena1iaclo, pues no debemos olvidar que esos grupos son una representación directa de la so­ciedad civil y el mejor reflejo del capital social que se ha ido construyendo en España bajo el impul­so ele las polí ricas ele clesatTollo rnral (ver en este semido los proyectos de cooperación ya en mar­cha entre la junta de Andalucía y algunas regiones del norte ele Mam1ecos) . De este modo, el mun­do mral de Mam1ecos se podría aprovechar de un impulso externo, no procedente del ámbito polí­tico , sino de la sociedad civil, para movilizar sus recursos endógenos y promocionar iniciativas en sus respectivas áreas [erritoriales , generando una dinámica nue:va, hasta ahora desconocida, en mu­chas de sus zonas rurales deprimidas.

Los actores del partenariado

Para terminar este artículo, y con el objetivo ele ofrecer un mayor conocimiento ele la sociedad agraria matToquí, dedicaremos las úlrimas líneas a presentar sus grandes actores colectivos, por ser los que, en la práctica, han ele erigirse en los in-

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Una mirada desde Marruecos

En un contexto de reforma como el marroquí, la vertebración del sector agrario se convierte en un imperativo que, sin embargo, se ve dificultado por las inercias del pasado

terlocurores de los proyectos de partenariado a que hemos venido haciendo referencia. Entre tales ac­tores colectivos, nos centraremos en tres ti.pos: las cámaras agrarias, las asociaciones de cooperati­vas y las organizaciones profesionales agrarias.

En un comexro de refom1a como el marroquí (ajuste estmctural, liberalización económica y re­tirada del Estado) , la vertebración del sector agra­rio se convierte en un imperativo que, sin embar­go, se ve dificu ltado por las inercias del pasado , sobre roela por la coexistencia de un secror ca­pitalista, minoritario, que se ha beneficiado de la política agraria al tiempo que ha modernizado y especializado sus explotaciones, y un sector ma­yoritario de agri.culrura familiar anclado todavía en sistemas tradicionales de gestión. Este apartado se incluye con un objerivo informativo, para iJustrar al lector español y contribuir a un mejor conoci­miento de la realidad social de la agricultura ma­rroquí. Por ello, optamos por un enfoque mera­mente descriprivo a sabiendas de que dicha reali­dad es compleja y exigiría un análisis más detallado.

Las Cámaras Agrarias

En Marruecos hay 3 7 Cámaras Agrarias, di.stri.­bui.das a ni.ve! local por el te1Tirorio manoquí. He­rederas de las antiguas Cámaras que existían bajo el Protectorado francés, y refom1adas tras la inde­pendencia, ias actuales son corporaciones ele na­ruraleza pública, donde los agricultores marroquíes están representados med iante elecciones que se celebran cada seis años. Desde su refundación, las Cámaras Agrarias han evolucionado hacia una es­pecie de insriruciones administrativas, depen­diemes del Estado y escasamente legitimadas co-

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mo representantes de la heterogeneidad social de la agricultura manoquí (MAEE, 1998). Por ese mo­tivo, se viene planteando desde hace algunos años la necesidad de abordar una nueva reforma para que puedan jugar un papel efec tivo y más diná­mico que en el pasado, y ponerlas en cond iciones de com1ibuir a impulsar la concertación entre el sector agrario y el Estado, prestar servicios de i.n­fom1ación y asesoramiemo a los agricultores y pro­mover las actividades de intercambio con los agri­cultores de otras regiones mediterráneas.

No obstante, la viabilidad de esa reforma plan­tea varias cuestiones previas vinculadas, de un la­do, a la estructura organizativa de las Cámaras Agra­rias y di.sponi.bilidad de recursos humanos y ma­teriales, y, de otro, a la clarificación de sus funciones como representante legal de los agricultores ante los organismos gubernamentales, que están obli­gados a consultarles para todos los asuntos eco­nómicos , comerciales y financieros relacionados con la agricultura. Tales cuestiones conducen a re­conocer una serie de limitaciones que las Cámaras deben resolver y sin cuya resolución difícilmente la refom1a propuesta podría tener éxiro.

La primera limitación se refiere a la necesidad de aumentar la dotación de las Cámaras Agrarias en medios financieros y humanos , objetivo difícil de cumplir en un contexto como el actual de iigor presupuestario. La segunda se refiere a la retirada del Estado y la posible atribución de parte de sus competencias a las Cámaras Agra1ias, objetivo que no puede hacerse de golpe, sino que requiere un periodo de n·ansición, que bien podría traducirse en la atribución de personal de la Administración pública y ele recursos financieros. La tercera limi­tación se refiere a la cultura y las prácticas políti­cas dominantes todavía en el mundo rural ma-

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Una mirada desde Manu ecos

El sector de las llamadas "cooperativas agrarias libres", es decir, las que se crean fuera de las instituciones creadas dentro de la Reforma Agraria, abarcaba en 1998 a l. 724 cooperativas de primer grado y 13 cooperativas de segundo grado, con unos 140.000 socios

noquí y que afectan al rema de la legicimidad de la representación que encaman las Cámaras; la presencia de esa cultura conviene a las Cámaras Agra1ias en reducros de una práctica clientelar y corporativa que difícilmente puede sin ronizar con las nuevas formas de vertebración de los intere­ses agrarios que vienen desarrollándose en Ma­ruecos (cooperativismo, organizaciones sectoria­les, sindicaros, .. .).

Las Cooperativas Agrarias

El sector de las llamadas "cooperativas agrarias libres", es decir, las que se crean fuera de las ins­tiruciones creadas dentro de la Refonna Agraria, abarcaba en 1998 a 1. 72 4 cooperativas de pri­mer grado y 13 cooperativas de segundo grado, con unos 140.000 socios. El cooperariYismo agra­rio siempre ha sido fuertemente tutelado por el Es­tado, al considerar a las cooperativas un eficaz ins­trumento para contribuir a superar las limitacio­nes del minifundio (el 40% de las eA.1J lotaciones agrarias ocupan el 6,3% ele la SAU) , la atomiza­ción de la producción agraria y la deficiente arti­culación del sector agrario con el conjunto del sis­tema agroaUmentario. El desarrollo del sector co­operativo en Marruecos ha sido desequilibrado ramo en términos reniroriales, afectando sobre ro­do las regiones con mayor potencial de intensifi­cación productiva y de remabilización de las in­versiones públicas , como en términos de filiéres , dándose relevancia a las actividades lácteas, de ex­portación de Erutas y producciones tempranas .

La vida de las cooperativas suele caracterizarse por una fume rurela aclminisrraciva (constitución, encuadramiento, gesrión, apoyo material y hu­mano) , así como por una fa lta de coordinación en­tre los distintos deparramenros minisre1iales, a pe­sar de la labor desarrollada por la Oficina de De­sanollo Cooperativo (ODECO)

La ley sobre el cooperativismo de 1984 tradu­ce la volun tad del Estado de retirarse progresiva­mente de esre área, pero su aplicación tropieza con las inercias del pasado y la falta de medidas de acompañamiento, como son la reforn1a del marco legal, la reducción de los gastos financieros, la cua­lificación de su personal técnico y gerencial y la formación de los dirigentes. Otro fenómeno que dificulta el clesatTOllo del cooperativismo agrario en Man11ecos en esta nueva etapa es el escaso es­píritu cooperativo de los agricu ltores , que penni­te justificar desde algunos ámbitos la cominuidad del intervencionismo estatal.

Dos ejemplos pueden ilustrar esta simación. Uno es el de las cooperativas del sec tor lácteo. En es te sector, se ha impulsado la creación de

139

cenrros cooperativos de recogida de la leche pa­ra abastecer las plantas ele transformación in­dustrial; dichos cenrros tienen que agrupar a un alto número de socios para que la imegración dentro ele la fi liére sea rentable, y su gestión la Llevan a cabo a menudo funcionarios públicos , que, debido a la escasa formación de los gana­deros , disponen de un poder mucho mayor que el de los dirigentes elegidos.

El segundo ejemplo es el de las CUMA (coo­perativas de milización en común de maquirlaria) , que son, por lo general, creadas entre familiares y amigos para beneficiarse de las subvenciones y cré­diros públicos, pero sin que respondan a una to­ma de conciencia previa sobre la necesidad de afrontar un proyecto de acción colectiva. No obs­tante, y a pesar de esta situación general , se vie­nen observando en los últimos años algunas inte­resantes iniciativas (en el campo de la exportación ele productos tempranos de la región del Sus, en la rransfonnación de leche ovino y caprino de la región norte , o en el sector ele la apicultura en zonas agrícolas marginales, ... ), que refuerzan el po­sitivo papel de proximidad que pueden cumplir las cooperativas en Marruecos. Es precisamente como apoyo a estas iniciativas que se abre un am­plio espacio de cooperación con el cooperativis­mo españo l, en el que las federaciones de coope­rativas agra1ias podrian desempeñar una función dinamizadora de partenariado (en este sentido , hay ya iniciativas de la federación andaluza FAE­CA en algunas regiones del norte ele Mam1ecos).

Las organizaciones profesionales agrarias

Existe unas 180 asociaciones agrarias registra­das en el Min.isterio de Agricultura, enrre las cua­les 56 son asociaciones de carácter nacional y 12 4 regionales. En un contexto no pluraLista corno el marroquí, el panorama asociativo se caracteriza por una fuerte mediatización por parte del Esta­do. En general , las organizaciones profesionales agrarias en Mam1ecos se caracterizan por la esca­sez de sus medios y de sus acciones de profesio­nalización , así como por su escasa represemativi­clad real. De hecho , serrara ele un tejido asociati­vo elirisra, eso:echarnenre vinculado a la agricultura capitalista de e.xportación o de suscitución de im­portación, por lo que representa a una minoria de grandes y medianos agricultores que han sabido modernizar sus e.xplotaciones o que se han bene­ficiado de la política agraria. En un contexto de re­forma corno el actual, la vertebración del sector es un imperativo que se ve dificultado por la esrrati­ficación social. agraria y las inercias del pasado. Así,

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Una mirada desde Marruecos

La UlVIA es una organización de ámbito nacional y vocación general, de ideología agrarista, que, desde su creación, ha tenido entre sus objetivos la defensa de los intereses de los grandes productores

los 11.000 titulares de exploraciones de más de 50 hectáreas están representados en asociaciones que gozan de una cierta autononúa, mientras que los pequeños agricultores con explotaciones ubi­cadas dentro de los perímetros de regadío han si­do integrados en asociaciones de productores con­troladas por los grandes empresarios agrícolas y ruteladas por los departamentos regionales de agri­cul tura. Por ello, estas asociaciones carecen de legitimidad para la mayor parre de los agricultores marroquíes, que no entienden sus funciones ni se benefician de sus actividades.

No obstante, bajo la presión de los cambios se observan varias tendencias dentro de las organi­zaciones profesionales agraiias en Marruecos. La primera se vislumbra dentro ele la todopoderosa UMA (Unión Marroquí ele Agriculrura), que, des­de la independencia (1956), ha ostentado el mo­nopolio ele la interlocución del sector agrario an­te el Estado. La UMA es una organización ele ám­bito nacional y vocación general, ele ideología agrarista, que, desde su creación, ha tenido entre sus objetivos la defensa de los intereses ele los gran­eles productores, apostando por la modernización.

La UMA no es una organización de masas, ya que el acceso privilegiado ele este grupo minori­tario de graneles agricultores a los centros ele de­cisión ha sido durante años el fundamento de su legirimiclacl. La UMA reúne a varias asociaciones sectmiales con una misma comunidad ele intere­ses, identificada con la ele sus cúpulas formadas por grandes productores. Su monopolio como i.n-

140

1

1 "¡

terlocurnr ante los poderes públicos se ha visrn cuestionado recientemente desde determinados grupos ele "disidentes", que milizan el argumen­rn de que la UMA no represema la heterogenei­dad de la agricultura marroquí, ni ha sabido con­vertirse en una organización de servicios capaci­tada para susriruir las funciones ames asignadas al Estado, ni responde a las necesidades de moder­nización ele los agriculrnres medianos y pequeñ.os. La UMA es una organización sometida a fuertes tensiones in temas, debido precisamente a su vo­cación ele ser la única representante de la agricul­tura en Marruecos , que le ha llevado a incorporar mediante estarurns muy flexibles, a arras organi­zaciones sectoriales.

Un caso paradigmático es el de la ASPAM (cre­ada en 1958) , que, integrada en la UMA, repre­senta los imereses de los grandes producrnres de cítricos para la exportación y ha sabido desarrollar, en estrecha colaboración con los poderes públi­cos, una red propia de servicios a sus afiliados.

Una segunda tendencia, dentro del monopo­lio de la UMA, es la que se produce en algunos secrnres estrechamente vinculados a determina­das filiéres , y en los que se ve claramente fa inter­ferencia del Estado para promover asociaciones, como las Asociaciones ele Producrnres de Plantas Sacarosas (APPS), que faciliten su integración en el sistema agroahmentario. No obstante, precisa­mente por la lógica tutelar con la que han sido cre­adas, estas asociaciones son meras correas de transmisión de la administración y actúan más

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Una mirada desde Marruecos

La modernización y vertebración del sector agrario en Marruecos sigue pendiente de una democratización real y de unas inversiones por parte del Estado en infraestructuras básicas y capital humano

bien como estrncturas de desmovilización de los productores .

Una última dinámica aún incipieme, que en­cama el sector crítico dentro de la UMA o que se vertebra fuera de ésta, concierne a organizacio­nes tan diversas como la Asociación de Produc­tores Exportadores de Frutas y Tempranos (APE­FEL), la Asociación Nacional de Ovinos y Capri­nos (ANOC) y la TASSAOUT de ganaderos bovinos. Si bien se diferencian emre sí, compar­ten una visión renovada de la agricultura y del papel del agricultor, reflejando la heterogeneidad de la agricultura marroquí y apostando por una mayor participación de los miembros , la renova­ción de las cúpulas y la profesionalización de sus servicios. Esta última tendencia supone un re­vulsivo en el mortecino campo de la vertebración de intereses en Manuecos, ya que pone de mani­fiesto la existencia de un proceso de cambio lide­rado por una nueva élite agraria que puede susti­tuir a las viejas y arrastrar con ella a un colectivo de agricultores más amplio y menos privilegiado.

Conclusiones

La modernización y vertebración del sector agrario en Marruecos sigue pendiente de una de­mocratización real y de unas inversiones por par­te del Estado en infraestructuras básicas y capital humano. Ahora bien, los actores que actualmen­te vertebran la agricultura maiTOquí han mostrado un interés para conocer mejor la expe1iencia es­paüola; una experiencia de modernización que suscita la admiración y una envidia sana, ya que , lejos de los recelos entre competidores , prevalece un afán de conocimiento, intercambio y coope­ración. Varios son los factores que empujan a la cooperación: la simili tud agroecológica y climáti­ca entre ambos países; la modernización exitosa de la agricultura española, y, en particular, en los sectores de ftutas y hortalizas ; la demanda implí­cita o explícita de democratización, que tiene co­mo referencia la reciente transición espaüola den­tro del marco monárquico; la modernización so­cial y cultural que ha sido respetuosa de la identidad plural de los componentes del Estado español al tiempo que conegía parte de los gran­des desequilibrios tenitoriales mediante una polí­tica de desanollo rural.

Es evidente que la cooperación entre produc­tores de dtricos o hortalizas , debido a que son competidores directas , será más compleja de lle­var a cabo que la de sectores como los ovi.no y caprino o de la leche; secrores estos últimos defi­citaiios y con una vocación interna y de desarro­llo agrario como vectores del desarrollo rural en

14 1

Marruecos. No obstante, incluso en los secrores de competencia directa, la cooperación mediante la multiplicación de encuentros (coloquios, asis­tencia a asambleas de asociaciones y a ferias, her­manamientos entre cooperativas u asociaciones lo­cales, ... ) permitiría instaurar un diálogo respetuo­so de los imereses legítimos de ambas partes y podría actuar corno una fórmula de desactivación de los conflictos, o por lo menos para encauzarlos hacia una vía negociada.

En definitiva, en Marruecos existe una deman­da ele cooperación y ele conocimienro mutuo, a la que la parte española no ha respondido aún, qui­zás no tanto por falta de buena voluntad, como por falta de conocimiento.

Notas

(1). Así, por ejemplo, el coste de la mano de obra sól.o representa el 28% del coste total de la producción de ww tonelada de tomates prod11cida en Ma111.1ecos, mie11tras que los insumos importados llegan al 65% ele ese coste. No puede decirse, por tanto, qt1e el tomate maii-oquí salga más barato que el tomate de Alrnería (A l1esbi, 1995).

BihliograJfía

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Los grandes retos de Europa

Los grandes retos de Europa Del 11 de septiembre a la Ronda de la OMC en Doha (Qatar)

GRUPO DE BRUGGE

(BRUJAS)

En la reunión de Berlín del pasado mes de no­viembre, el Grnpo de Brngge/BnUas debatió co11 re­presentantes políticos y de cli.slintos movimientos so­ciales de los países de la Europa del Este, el tema de la a111plic1ció11 de la Unión foropea. Dichos de­bates estuvieron marcaclos por los acontedmiento del 11 de septiembre, lo que obligó a ampliar las reflexiones sobre el papel de EL1ropa en d mundo. A contínttacíón se presenta el dommento aprobado en la reunión plenwia del Grnpo ele Brngge/BnUas. La versión espaflolll ha conido a cargo de Eduardo Mo­yc1110, miembro del Gmpo c/escle 1995.

Tras los su cesos del 11 de septiemb re de 200 1, muchos nos resistimos a ver el fu tu­ro del mundo orquestado por la presencia

hegemónica ele una sola potencia, y muchos apos­tamos también por un mundo m ultipolar en el que Europa juegue un papel importante. Esta ac­titud hace que seamos conscientes ele los liesgos de inestabiJidael y nos incita a p lantear dos tareas urgentes. La primera consiste en promover el cle­satTOllo de los países del Sur, reconociéndoles el derecho a participar como entidades políticas y culturales independientes en los foros y organis­mos multilaterales. La segunda tarea reside en ace­lerar y profundizar el proceso de consnucción eu­ropea a fin de hacerle un lugar digno en la Unión

142

Europea (UE) a los países de la Europa cenrral y oriental (PECOs) y de prevenir cualquier riesgo de desestabilización en una región como ésa donde una compleja incorporación a la economía de mer­cado corre pareja a un no menos complejo trán­süo a la democracia.

En un mundo abierto y frágil, es indispensa­ble apos tar por la rnu lripolaridad, favoreciendo la emergencia de conjuntos regionales en los di­feremes continentes del Sur: Africa, As ia y Amé­rica Latina. Ciertamente, la construcción de un mundo multipolar no nos ahorrará tensiones y enfrentamien tos, pero si ésws se ejercen en un cuadro concertado entre regiones de niveles si­milares de desarrollo, la probabilidad de ges tio­nar los conflictos mediante acuerdos equilibra­dos, será más alta.

El ciclo de negociaciones de la OMC (organi­zación mundial de comercio) cerrado reciente­mente en Doha (Qatar), debe ser el ele la reduc­ción el e las desigualdades. Los resultados alcan­zados por los países del Sur en lo relativo a su acceso a los medicamentos debieran ser comple­tados con avances en otros sectores-clave, corno el de los alimentos. Hace falta para ello impulsar la construcción de conjuntos regionales concebi­dos no como simples zonas de libre-cambio, si­no como espacios de armonización de polí ticas que, siguiendo el modelo de la UE, puedan con­tribuir a la cons trucción de mercados lo sufi­cientemente regulados corno para suscitar el de­sarrollo de los Estados que los componen.

Para la mayoría ele los países del Sur, la seguri­dad del aprovisionami.emo alimenticio es un im­perativo ineludible. En esas regiones del mundo, donde los campesinos constituyen más de la mi­tad de la población, la búsqueda ele mercados pa­ra los productos agrícolas es un requisito del de­sarrollo. La consolidación de sus economías pasa necesariamente por establecer mecanismos inter­nos de regulación de los intercambios agro-ali­mentarios y sistemas ele protección respecto de las exportaciones de los países ricos, tal corno hizo la UE cuando comenzó a crear el mercado común. Es un derecho que, al igual que Europa lo ha rei­vindicado para sí misma, debe serle reconocido a los países en vías de desarrollo. Como contrapar­tida, todas las formas de dumping (social, econó-

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Los grandes retos de Europa

La estrategia de conquista de los mercados de la que la UE ha hecho gala hasta ahora, está en contradicción flagrante con sus objetivos en materia de cooperación internacional y con su interés político a largo plazo

mico y ecológico), que suelen ser aprovechados por los grupos y sectores más poderosos , deben ser abolidas . Los países menos desatTOllados de­ben disponer, en definitiva, de un acceso de sus productos a los mercados europeos, pero antes de­ben sus respectivos gobiernos impulsar el desa­rrollo de los mercados internos para satisfacer las necesidades alimenticias de la población y redu­ci.r la pobreza de los sectores campesinos.

A través de una reorienración de las políticas públicas, hace falta reencontrar un punto de equi­librio entre autonomía y apertura económica: el reto reside en combinar justicia y solidez en los equilibrios mundiales. La UE se ha atrincherado en Doha (Qatar) en una defensa numantina de las subvenciones a las exportaciones agrícolas, sien­do acusada por ello de hipotecar el progreso de los agricultores más pobres al invacUr los mercados mundiales con producciones a bajo precio. Con su actitud de defensa a ultranza del sector expor­tador agrícola, los negociadores de la UE en Do­ha se han visto deslegirimados para encontrar apo­yos para otras propuestas realizadas por la Comi­sión Europea en la OMC, propuestas que afectan a sectores distintos de la agricultura y que van en la dirección de apostar por una regulación del pro­ceso de mundialización.

La estrategia de conquista de los mercados de la que la UE ha hecho gala hasta ahora, está en contradicción flagrante con sus objetivos en ma-

143

teria de cooperación internacional y con su inte­rés político a largo plazo. Mientras que la UE se bate por unas parcelas de mercado cada vez más pequeñas, que no interesan más que a una frac­ción reducida de sus agricultores, los represen­tantes europeos en la OMC se quedan paralizados y sin iniciativas ame temas cruciales para el futu­ro, como el de la apropiación privada de los re­cursos genéticos.

Con esa estrategia, la UE se priva. en el seno de la OMC, de recibir el apoyo de los países del Sur en la defensa del modelo europeo de sociedad. Darle un lugar a los países del Sur en la organiza­ción de los mercados agricolas no significa, sin em­bargo, sacrificar la agriculrura europea. Más allá de plantearse el objetivo de continuar conquistando mercados lejanos, otras vías ele progreso , sin du­da menos inseguras y menos peligrosas , ya exis­ten en el mundo rural europeo : la transforma­ción de productos agricolas de alto valor añadido, la búsqueda de la calidad y la diversificación de las actividades de los agricultores mediame la retri­bución públi.ca de sus acciones positivas sobre el medio ambiente, el paisaje y la dinamización del mundo mral,. ..

Todo esto ya existe sobre el terreno y no hace falta más que un impulso político inequívoco y fir­me para hacer de ello la base de un nuevo motor de desarrollo que esté en sintonía con las de­mandas de los ciudadanos europeos. Es ahí don­de pueden hacerse oír los agricultores y no sobre su capacidad de aITebatar los mercados a los agri­cu ltores africanos, latinoamericanos o asiáticos.

La reforma agrícola y el futuro de Europa

En la reforma en profundidad de la vieja polí­tica agraria europea reside uno de los retos de nuestras discusiones con los países de la Europa central y del este, candidatos a la ampliación. De­jemos de utilizar el término "ampliación" en estos seminarios europeos: esta palabra hace pensar que el proceso de ampliación da legüimidad a los Quince para que gocen de plena libenad a la ho­ra de imponer sus condiciones a unos aspirantes que no tendrán más remedio que aceprarlas. Pre­guntémonos qué Europa es la que desearnos y cuál es la contribución que pueden aportar los países del centro y es te de Europa al proceso de cons­trucción europea. La aplicación de la PAC en su estado actual no satisface ni a los países de la UE ni a los países candidatos a la adhesión, debido a los costes que entraña el sistema ele subvenciones agricolas y a la creciente deslegirimación de las for­mas de distribución de las ayudas directas (sin

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Los grandes retos de Europa

Uno de los retos de la UE reside en la cohesión y el equili'brio de los territorios

modulación y sin contrapartidas por parte de los agricultores), a lo que hay que añadir la persis ­tencia de una orientación manifiestamente inadap­tada a los imperaúvos del desa1rnllo sostenible pre­gonados por los políticos europeos. La PAC, con­cebida durante su creación, allá por principios de los años 60, como un instrumento útil de co­hesión , se ha convertido hoy en un factor de di­sensión. lEn qué condiciones puede reencontrar la PAC un nuevo status que sea compatible con los retos y desafíos de hoy?.

Uno de los retos de la UE reside en la cohesión y el equilibrio de los territorios. Actualmente, las diferencias son fuertes entre las regiones europe­as del norte y del sur, y mucho más entre las del este y el oeste, diferencias que, con la unificación de los mercados, aumentarán, acrecentando las desigualdades y haciendo que el riesgo de con­llictos sea mayor. Por ello, es urgente reforzar lapo­lítica regional añadiéndole, como un pilar de ella, la contribución de la agricultura al equilibrio del territo1io e incorporándole, en consecuencia, los apoyos económicos que ahora recibe el secror agra­rio de forma sectorial. Pasar ele una política sec­torial de los mercados agrícolas a otra de los terri­torios , es estar de acuerdo erJ favo recer una me­jor distribución geográ[ica de las actividades, en promover la creación de empleo en las zonas ru-

144

rales, en valorizar los recursos naturales y en apo­yar las dinámicas locales. Todo esto debe estar en el corazón de la estrategia europea. Más que apli­car en el Este una PAC que sabemos superada, de­beríamos aprovechar la oportunidad de la am­pliación para poner las bases de una nueva políti­ca territorial a la que puedan contribuir con sus ideas y aportaciones los países candidatos.

lSobre qué debe estar basada esa política?. Cua­tro principios pueden ser enunciados: sostenibi­lidad, subsidiariedad, solidaridad financiera y equi­dad. El principio de sostenibiliclad reposa en la in­clusión ele los imperativos medioambientales y sociales en los procesos ele desarrollo económico. El principio de subsidiariedad no se debe limitar a una mera descentralización de las decisiones y las políticas, sino que supone abrir un diálogo per­manente entre los diferentes niveles territoriales: Bruselas, gobiernos nacionales y/o regionales y cor­poraciones locales, y la introducción de una di­námica contractual a la hora de fijar los objetivos, asumir compromisos y conceder apoyos econó­micos. La subsicliariedad debe tener por objetivo preservar la diversidad de las regiones europeas, que es una de nuestras principales riquezas, y mo­vilizar las energías locales en tomo a proyectos con­certados. Por último, la solidaridad financiera en­tre países y regiones de Europa debe permitir a las comarcas peor situadas en el juego del mercado valorizar sus especificidades y transformarlas en ventajas comparativas. La equidad en la distribu­ción de las ayudas a los agricultores, introducien­do sistemas de modulación en función del empleo y de su contribución al equilibrio y dinamización del mundo rural, se convierte en un pdncipio fun­damental para que la PAC pueda recuperar su le­giúmidad ante la sociedad y los contribuyentes eu­ropeos.

He aquí, rápidamente enunciados, los retos eu­ropeos que los sucesos del 11 de septiembre han venido a recordamos brutalmente. Sobre el pla­no internacional, el reto de contribuir de f01ma de­cisiva a la puesta en marcha de un nuevo orden ele carácter multipolar; sobre el plano interno, el re­to de garantizar la cohesión de la f urura Europa y prevenir todo riesgo de fractura social. LQué falta para que estas ambiciones se concreten finalmen­te?. Por supuesto, Liberarse de los compromisos del corto plazo y de los intereses particulares de los gmpos de presión. Pero también hace fa lta co­raje polfrico, tener una visión de la Europa del ma­ñana, de su lugar en el mundo, de la contribución de las políticas sectoriales (entre ellas la agraria) en un proyecto de conjunto para la sociedad, y de la necesidad de conjugar los desafíos geoestratégicos con las demandas de los ciudadanos.

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AGBICULTURA ESPAÑOLA· 2001

La agricultura española en 2001: grandes cifras y realidad socioeconómica

JESUS G. REGIDOR Universidad Autónoma de Madrid

E 1 análisis de las grandes cifras de la actividad agraria en 2001, se­gún los datos ofic iales avanza­

dos por el Ministerio de Ag ricultu ra, conduce en esta ocasión a una cierta perplejidad. Tal como presumíamos el año pasado en este mismo Informe, se ha producido un cambio metodológi­co (la aplicación del nuevo Sistema Eu­ropeo de Cuentas, SEC/95), que ha provocado cambios importantes en la valoración de las macromagnitudes y no poca confusión, de forma que no se sabe bien dónde estamos. Por ello se presenta a continuación una valoración de los resu ltados agrega­dos del sector, en relación con la evo­lución seguida en los últimos años en España y en los restantes países de la Unión Europea. Pero al mismo tiem­po se lleva a cabo una contrastación de estos resultados, comentando di­versos aspectos de la evolución de la realidad socioeconómica en la que se apoya el sector. Aunque, en definitiva, lo que más interesa conocer es el im­pacto de estos resultados sobre los di­ferentes colectivos profesionales que protagonizan la actividad agraria.

Resultados sorprendentes: ¿dónde estamos?

Se parte de la estimación de la Pro­ducción de la Rama Agraria (antigua Producción Final Agraria) a precios básicos, que muestra una mejora con relación al año anterior (creció un 4,4% en valor) debida exclusivamente al in­cremento de los precios , ya que al­gunas producciones vegetales caye­ron considerablemente (los cereales , el vino y el mosto, las p lantas indus­triales y las patatas) , mientras que se

mantuvo la producción animal con un tirón mayor en precios que en canti­dades (destacan el porcino y las aves frente a la caída del vacuno , tocado por el mal de las "vacas locas") (véa­se cuadro 1 ). No obstante, como los nuevos criterios de cálcu lo incorporan al valor de la producción las Subvenciones a los Productos (la mayor parte de las anti-

146

guas Subvenciones de Explotación ne­tas de impuestos) , que representaron el año pasado aproximadamente un 10% de esta producción , ahora, ade­más de la variación de las cantidades y precios de las producciones (valora­ción a precios del productor), hay que cons iderar las fluctuac iones de las subvenciones para estimar el resu lta­do global del sector (valoración a pre­cios básicos). En concreto , lo que mejoró en 2001 fueron los precios de las producciones animales (un 9,4%) y las subvenciones a los productos vegetales (un 5,7%) , mientras que empeoraron las cantida­des de la mayor parte de los produc­tos vegetales (-4,0%) (con la excep­ción del aceite de oliva) y las subven­ciones a los productos animales (una disminución del 10,6%). Así pues , la producción real retrocedió (un 1%). Esta mezcla de cantidades, precios y subvenciones en la valoración de los re­sultados económicos impide deslindar los efectos de las condiciones cl imáti­cas y el comportamiento de los mer­cados del impacto de las políticas agra­rias. Sin embargo, en nuestro caso el

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AGBICULTUBA ESPAÑOLA · 2001

CUADRO 1 -~

~ B'folucl6n de JDaCll'OlD$ita~ qruiu lll 1001 ~¡ VALORES CORRIENTES A PRECIOS BASICOS EN Ml~LONES DE EUROS

Variación en % 200112000

MACROMAGNITUDES 2000 Cantidad Precio

A. PRODUCCIÓN RAMA AGRARIA 34.069 ,7 -1,0 5,5

PRODUCCION VEGETAL 20.683,3 -4,0 3,2

1. CEREALES 4,237,7 -31,5 21,3

2. PLANTAS INDUSTRIALES 111 1.406,2 -5,8 3,7

3. PLANTAS FORRAJERAS 803,6 1 ,8 -4,6

4. HORTALIZAS 121 5.396,5 1,3 -2,9

5. PATATA 554,1 -5,2 21,0

6. FRUTAS C31 4.790,4 1,2 14,9

7. VINO Y MOSTO 1.192,4 -23,2 -27,1

8. ACEITE DE OLIVA 1.568,6 48,1 -18, 1

9. OTROS 1

733,8 0,0 0,1

PRODUCCION ANI MAL 12.144,0 4,2 9,4 1

9.295,2 3,6 10,4 CARNE Y GANADO 1. BOVINO 2.256,2 2,5 -12, 1

2. PORCINO 3.698,0 4,1 26,7

3. EQUINO 64,3 10,1 0,0

4. OVINO Y CAPRINO 1.542,8 3,9 -0,6

5. AVES 1.311 ,4 4,0 13,8

6. OTROS 422,5 1,0 16,9

PRODUCTOS ANIMALES 2.848,8 6,2 6,2 1. LECHE 2.11 9,2 5,8 8,8 2. HUEVOS 650,3 8,1 -1,4 3. OTROS 79,3 0,0 0,0

PRODUCCION DE SERVICIOS 395,5 -4,6 0,6 ACTIV. SECUND. NO AGRARIAS 846,9 -0,3 4,2 NO SEPARABLES

B. CONSUMOS INTERMEDIOS 11.446,9 1,8 2,4

1. SEMILLAS Y PLANTONES 1 752,5 -4,6 -1, 1

2. ENERGIA Y LUBRICANTES 1.143,1 -4,6 1,9

3. FERTILIZANTES Y ENMIENDAS 1.110,1 -7,0 7,6

4. PRODUCTOS FITOSANITARIOS 813,8 0,5 0,5

5. GASTOS VETERINARIOS 458,0 4,4 0,6

6. PIENSOS 4.481, 1 8,2 2,4

7. MANTENIMIENTO DE MATERIAL 1.01 0,9 0,1 1,1

8. MANTENIMIENTO DE EDIFICIOS 301,7 3,6 3,9

9. SERVICIOS AGRICOLAS 498,2 2,1 1,5

10. OTROS BIENES Y SERVICIOS 1 877,5 -4,6 3,3

C = (A-8) VALOR AÑADIDO BRUTO 22.622,8

O- AMORTIZACIONES 2.756,8

E- OTRAS SUBVENCIONES 1.160,8 F-OTROS IMPUESTOS 132,2

G = (C-D+E+F) RENTA AGRARIA 20.894,6

(1) Inc luye: Remolacha, Tabaco, Algodón, Girasol y otras. También se inc luyen las leguminosas grano. (2) Incluye: Flores y plantas de vivero. (3) Incluye: Frutas frescas , Cltricos, Frutas tropicales. Uvas y Acei tunas.

147

Valor

4,4

-0 ,9

-16,9 -2,3 -2,9 -1,7

-14,7

16,2 -44,0

21,2 0,1

13,9

14,3 -9,9 31,9 1O,1 3,3

18,4 18, 1 12,7 15, 1 6,6

o.o -4,0 3,9

4,2

-5,6

-2,8

O, 1

1,0

5,0 10,8

1,2

7,6

3,6 -1,5

4_, 6

9,8

18,0

3,6

4,6

Estructura en

2001 2001 (%)

35.585 ,0 100

20.487,6 57,6

3.521,9 9,9 1.374,5 3,9

780,4 2,2 5.304,5 14,9

635,6 1,S

5.566,7 15,6

667,6 1,9

1.901,9 5,3

734,5 2, 1 1

13.838,0 38,9 1

10.626,2 29,9 1

2.033,2 5,7 4.877,5 13,7

70,8 0,2 1.593,9 4,5 1.552, 1 4,4

498,8 1,4 3.211 ,9 9,0 2.439,4 6,9

693,1 1,9 79,3 0,2

379,6 1, i

11 879,8 2,5

1

11.928,8 33,5

710,0 2,0

1.111,2 3,1

1.110,9 3,1

822,0 2,3

481 ,0 1,4 1 4.964,9 14,0

.1 1.023,0 2,9 .1

324,8 0,9

516,3 1,5

864,8 2,4

23.656,2 66,5 1

3.027,7 8,5

1.369,3 3,8

136,9 0,4

21 .860 ,8 61 ,4

___J

FUENTE: Ministerio de Agricultura. 2002.

Page 150: Anuario UPA 2002

AGRICULTURA ESPAÑOLA· 2001

La agricultura española en 2001: grandes cifras y realidad socioeconómica

contenido de la PAC está siendo deter­minante para la evolución de las prin­cipales orientaciones productivas, las formas de organización de la produc­ción y, en particular, para fijar cuántos y qué tipos de colectivos profesionales permanecen vinculados al sector. El aumento de los Consumos Interme­dios (un 4,2 % en valor), que crecen más debido a precios que a cantida­des (destacan los fertilizantes cuyo precio subió un 7,6% y los piensos cu­yo consumo aumentó un 8,2%), mues­tra que se produjo menos con unos gastos de fuera del sector equ ivalen­tes. Este hecho no debe valorarse ais­ladamente, sino por su coherencia con la evolución que viene experimentan­do la productividad del sector desde hace años. Los análisis realizados por EUROSTAT ponen de manifiesto un es­tancamiento de la productividad glo­bal del sector durante los años 90, so­bre todo en comparación con su evo­lución en los principales países de la UE en el mismo periodo. La observación del comportamiento de ambas macromagnitudes conduce a plantearnos la pregunta de qué viene ocurriendo con la producción agraria en un periodo reciente (desde 1996). Las cifras oficiales muestran un estan-

GRÁFICO 1

camiento de la Producción Final Agra­ria desde nuestra entrada en la CEE hasta 1995, acompañado por un dé­bil mantenimiento e incluso por un re­troceso del consumo de los principa­les insumos de la producción agrícola (semi llas y plantones , abonos y en­miendas, y energía), y por un débil au­mento de los piensos para la produc­ción animal. De este modo el salto pro­ductivo que se produjo en 1996, y que, sobre todo, se mantuvo posteriormen­te hasta el 2000 con pequeños altiba­jos (con un crecimiento acumulado del 42% desde 1995), sigue sin poder ex­plicarse de manera convincente. No parece que existan causas estruc­turales que justifiquen este excepcio­nal comportamiento de la Producción Final Agraria desde 1996, ni por una significativa expansión de las tierras cultivadas (salvo en el caso del olivar, cuya ponderac ión en la producción apenas supera el 5%), ni por una me­jora continuada de la productividad que no se ha producido. Una mirada al conjunto de la Unión Eu­ropea (datos de EUROSTAT) muestra que la producción agraria apenas ha crecido en términos reales desde 1995 (un 6%), confirmando el proceso de re­ducción de tierras cultivadas y la con-

• Porcentajes de participación sobre el PIB

12,00

10,00

8,00

6,00

4,00

2,00

0,00

10,3 9,9

5,0 1·, 1986* 1990*

1 Pa¡ticipaciqi de los seclores agrario y pesquero

• Metodología antigw •• Metodología nueva

8,3

7,2.

62

I '' 1995* 1995** 1999**

Participación de la induslria agroalimenlaria

&.ma de las partidpaci:res de ambos sectores

FUENTE: INE y Ministerio de Agricultura

148

centración de la producción en un me­nor número de exp lotaciones (entre 1987-1997 el número de explotaciones con tierras cultivadas disminuyó en un tercio en la UE/12) . Así pues, los au­mentos productivos de los últimos años en España parecen ser más atri­buibles a cambios contables y mone­tarios (precios y subvenciones) que re­ales (cantidades). Con todo ello se llega a la obtención del Valor Añadido Bruto a precios bá­sicos (antiguo Valor Añadido Bruto a precios de mercado), que mide la aportación del sector a la economía, pero que con el nuevo sistema de cál­cu lo presenta resultados sorprenden­tes (un aumento del 4,6% en valor so­bre el año anterior). Por una parte, aumenta considerable­mente la participación relativa del sec­tor en el PI B total (con un 3, 7% en 2000, volviendo a porcentajes de hace una década). Y por otra parte , el sec­tor agrario supera de nuevo en peso relativo a la participación de la indus­tria alimentaria, los cuales en todo ca­so mantienen una participación de­creciente como sector agroalimentario en la economía (s in contar con la par­ticipación de la distribución al imenta­ria, no estimada oficialmente). Datos oficiales, divulgados por el Mi­nisterio de Agricultura a finales de 2001 ("La agricultura, la pesca y la alimenta­ción en España en 2000"), permiten comparar la participación de los sec­tores agrario y pesquero, y la industria alimentaria en la economía, según las diferentes metodologías de cálculo (vé­ase gráfico 1 ). La notable revisión al al­za de la importancia económica de la agricultura no tiene fácil explicación. En realidad , la confusión a que conducen las nuevas cifras es notable, pues se considera consol idada la tesis de que, en un sector agroalimentario maduro como el nuestro, la industria alimentaria supera en importancia a la agricultura. En consecuencia, cabe preguntarse por las causas de esta aparente me­jora de la aportación de la agricultura a la economía. Asl, en 2001, si la rela­ción de precios percib idos y pagados por los agricultores empeoró de nue­vo, la cifra de ocupados del sector

Page 151: Anuario UPA 2002

Fresadora Alomadora ( 0 m b i Sta r. Para una preparación del suelo sin piedras ni terrones.

---··------GR.~llVINIE

Plantadora Para 2, 4 ó 6 surcos.

Cosechadoras de patatas.

Separación más efectiva,

gran rendimiento y trato

delicado del producto,

gracias a innovaciones

tecnológicas patentadas

internacionalmente.

Page 152: Anuario UPA 2002

continuó cayendo, y la productividad global del sector continúa estancada o en retroceso, la única explicación po­sible de la mejora es que factores "contables" como la integración de las Subvenciones a los Productos (3.432,5 millones de euros en 2001 ), y la adición al cá lculo de otros elementos (el re­empleo para al imentación animal, los servicios agrícolas, las actividades se­cundarias no agrarias, etc.) han eleva­do la valorac ión de este nuevo Va lor Añadido Bruto a precios de base. Así pues, ¿dónde se encuentra rea lmente el sec tor en relación con el resto de la economía?.

Descenso de las Rentas Agrarias: un 10% menos en cuatro años

La obtención del Valor Añad ido Neto a precios básicos una vez descontadas las Amortizaciones (éstas aumentaron cas i un 9,8% en el año) nos acerca a la macromagni tud más importante, la Renta Agraria, aunque para llegar a ella ahora hay que añadir Otras Sub­venciones netas de impuestos (al fac­tor trabajo, objetivos medioambienta­les , bonificación de intereses, etc., es­to es, 1.232 ,4 millones de euros en 2001 ). Hemos llegado así a las cifras que provocan mayor confusión. Ciertamente, la Renta Agraria resume la valoración de la remuneración de todos los factores de producción agraria (tie­rra, trabajo y capital) , por ello se pone tanto énfasis en divulgar sus resultados de la forma que políticamente parezca más favorable. En esta ocasión el re­sultado que se presenta es positivo (un aumento del 4,6% en términos moneta­rios) , si bien en términos reales (a pre­cios constan tes de 1990) el aumento fue sólo del 0,8%, aunque este dato no se divulga. En su lugar, otra fornna de presentar los resultados es med iante la Renta Agraria por ocupado en térmi­nos reales (un aumento del 2,6% en el ar'io) en su mayor parte debido a la ca­ída de los ocupados (el 1,8%). Con la anterior metodología (SEC/79) la Renta Agraria había crecido en tér­minos reales (en pesetas de 1980) ca­si ininterrumpidamente desde 1986 a

AGBICULTUBA ESPAÑOLA· 2001

GRÁFICO 2a

• Evolución de la renta agraria real en España y UE-15

130

120

110

100

90

80

70

1990 ~991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1993 1999 2CXXl 2001

• España

• España (11ueva rnelodología) T Europa 15 (nueva me1odologla)

FUENTE: EUROSTAT

GRÁFICO 2b

• Evolución de la renta agraria real por UTA en España y UE-15

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 20'.Xl 2001

• España

• España (nueva rnetOdologla)

1996 (un 64%), alcanzando un máximo en este último año y cayendo desde entonces hasta el 2000 (un - 1O,1 %). Del mismo modo se comportó la Ren­ta Agraria real por ocupado (cayó un 3,9% en 1996-2000), o la Renta Agra­ria por Unidad de Trabajo Anual (UTA) , indicador utilizado preferentemente por EUROSTAT, (con una caída del 8,8% en el mismo periodo). En definitiva, la presentac ión de los re­su ltados de la Renta Agraria está su­jeta a un juego de opciones (a precios corrientes o real , global, por ocupado o por UTA, según antigua o nueva me­todología ... ), que impide obtener una

150

T Europa 15

FUENTE: EUR OSTAT

respuesta clara a la pregunta de cómo ha evolucionado el sector en los últi­mos años. A modo de ejemplo, baste citar que con la antigua metodología la Renta Agraria de 2000 fue de 16.911,3 mil lones de euros, mientras que con la nueva metodología la cifra es de 20.894,6 millones de euros (¡un 24% más!) . En todo caso, la presentación de los resultados para un mismo periodo con ambas metodologías, tanto en España como en la Unión Europea (véase grá­fico 2a), ofrece algunas conclusiones claras. El crecimiento de la Renta Agra­ria real en España hasta 1996 (con la

Page 153: Anuario UPA 2002

excepción principal de 1992), que con­trastó con la reducción y el estanca­miento de la misma en la UE-15, fue seguido por una caída en picado du­rante cuatro años y un posterior estan­camiento que llega hasta la actualidad. Este tipo de evolución se ve reforza­da en términos de la Renta Agraria re­al por UTA (véase gráfico 2b) para el caso español, y correg ida en parte para la UE, dada la caída del volu­men de mano de obra utilizada en Es­paña en el periodo (una reducción del 16,3% de UTAs entre 1990-1998), superior a la experimentada por la UE-15 (una reducción del 12,2% en el mismo periodo) . Ahora bien, con la nueva metodología esta caída de rentas casi desaparece para España, siendo sustituida por una mejora considerable en el periodo (1995-2001), mientras que en la UE-15 el estancamiento de rentas permane­ce prácticamente hasta 2000. De este modo, el balance económico y político que se puede hacer desde 1996 cam­bia de signo. al igual que ocurrió con la nueva Encuesta de Población Acti­va en relación con la medición del pa­ro y con el nuevo Índice de Precios al Consumo para la inflación. Nada me­jor que un cambio metodológico para edulcorar realidad. Sin embargo , además de cuestionar los resultados de la agricultura espa­ñola y de compararlos con los de los demás países de la Unión Europea, es necesario observar el aspecto más re­levante: la distribución dentro del sec­tor de estos resultados. La distribución funcional de la Renta Agraria (según datos de las "Cuentas Económicas de la Agricultura", EUROSTAT), permite re­alizar una primera aproximación, dis­tinguiendo la participación de los agri­cultores y los asalariados. Esta distribución , para el último año del que se dispone de información (2000) , evidencia que los asalariados perciben una mínima parte de la Ren­ta Neta (un 15, 1 %) , mientras que los agricultores retienen la mayor parte del resto (el 81 % , como Renta Neta de Empresa, antiguas Disponibilida­des Empresariales) . Al mismo tiempo la UE-15 presenta un reparto menos

AGBICULTURA ESPAÑOLA- 2001

CUADRO 2

• Resultados económicos por explotación en España y la UE Datos de 1998

Dimensión económica Resultados medios por explotación (UDE) (Valor anadldo neto de explotación)

Marginal (<SUDE) Mejorable l8-16UDE) Viable (16-40 UDE) Grande (40-100 UOE) Muy Grande (>100 UDE) Tolal

Mlles de f!!!"Cl!l

8,7

17,9

32,3

65,B

310,6

49.0

26,0

19,4

5,1

0,6 100,0

6,0 38,6

14,0 20,6

26,3 22,9

53,6 13,6

162,0 4,3 100,0

FUENTE: Comisión Europea, 2002

desequilibrado (el 24,4% y el 66,7% , respectivamente) . Si recordamos que los asalariados re­presentan en la actualidad el 50% aproximadamente de la población activa agraria, y que su participación en la Renta Agraria era en 1986 (con apenas un tercio de la población ac­tiva agraria) del 21 % frente al 70% para las Disponibilidades Empresa­riales , podemos intuir el grado de precariedad alcanzado por este in­menso colectivo profesional. Esta si­tuación configura una parte muy im­portante de nuestra rea lidad agraria, que se muestra a través de hechos diversos (el paro agrario , los bajos salarios , la contratación irregular de mano de obra inmigrante .. . ). Una segunda aproximación debería permitirnos diferenciar el impacto de estos resultados entre los diferentes ti­pos de agricultores, pero con la infor­mación disponible este análisis es muy limitado. Utilizando datos de otra fuen­te estadística de discutible representa­tividad (la Red de Información Conta­ble Agraria, RICA, de la UE), podemos al menos inferir que la distribución de la Renta Neta de Empresa de los agri­cultores españoles se encuentra mu­cho más concentrada que la media de los países de la UE (cuadro 2). Según los últimos datos comparables existentes (1998), en el caso español las tres cuartas partes de las explota­ciones representadas en la RICA de

151

menor dimensión económica (menores de 16 UDEs) obtendrían unos resulta­dos medios netos inferiores a la llama­da "renta de referencia" (entre 8,7 y 17,9 miles de euros , según se trate de una explotación familiar "marginal " o "mejorable"), sólo una quinta parte de las explotaciones de una dimensión económica aún pequeña (de 16-40 UDEs) pueden considerarse "viables" (con 32,3 miles de euros de media), y el restante 5% de explotaciones con una dimensión económica "grande" o "muy grande" obtendrían unos resul­tados medios millonarios (entre 65,8 y 310,6 miles de euros). Estos mismos datos para la UE-15 ofrecen resultados bien diferentes, que se resumen en el menor peso re­lativo de las explotaciones "margina­les " y "mejorables" , en la equivalen­cia en peso y resultados de las ex­plotaciones de pequeña dimensión económica "viables" , y en la gran im­portancia del peso relativo de las ex­plotaciones "grandes" y "muy gran­des", las cuales al parecer obtendrí­an unos resultados unitarios menores que los del caso español (entre 53,6 y 162,0 miles de euros) . Dado que estos resultados están refe­ridos únicamente a explotaciones "pro­fesionales" (las que superan un nivel mínimo de actividad económica) , la distribución de la renta contando con todas las explotaciones sería aún más desigual. Por ello, en la medida en que esta Renta Neta incorpora las subven­ciones de explotación , España tenía poderosas razones económicas para haber encabezado la aplicación de la "modulación de las ayudas" dentro de la Unión Europea. En conclusión, en nuestro país ha exis­tido una importante caída de rentas agrarias en los últimos años , acompa­ñada por un reparto muy desequilibra­do entre asalariados y agricultores , y por una concentración de las mismas en un número muy reducido de explo­taciones agrarias . Estos hechos debe­rían servir de referencia para los de­bates que , sobre el futuro de la agri­cultura española , van a tener que llevarse a cabo ante la próxima refor­ma de la política agraria europea.

Page 154: Anuario UPA 2002

AGRICULTURA ESPAÑOLA 2001

Empleo: nueva reducción de activos agrarios

Según la Encuesta de Población Activa (EPA), los activos medios del sector agrario (incluyendo a

agricultores, ganaderos, silvicu ltores y ocupados en tareas relacionadas con la caza) en el año 2001 fueron 1.109.400, cifra que comparada con la del año precedente arroja un resultado negativo del 2,2% . En el sector de la pesca, el número de activos registrados por la EPA fue de 60.600, que sumados a la población activa agraria ascienden a 1.170.000 activos en todo el sector primario español.

En cifras absolutas, los activos agrarios descendieron en el año 2001 en 21.400 personas, una cifra de por sí muy alar­mante. Asimismo, los activos del sector primario, que incluyen a ganaderos, agricu ltores, si lvicu ltores y activos del sector de la pesca, eran al finalizar el año 2001 el 6,8% de todos los activos españoles, un 0,2% menos que lo que representaban al finalizar el año 2000. De la cifra de activos totales de este sector, 759.000 eran varones y 350.400 mujeres. Por su parte , los rea lmente ocupados fueron 923.000 (media del

conjunto del año) y los parados ascen­dieron a 186.400. Igualmente, del total de ocupados 373.400 eran asalariados, según la EPA. Mientras en el año 2000 los ocupados agrarios representaban el 6,4%, un año después la cifra apenas llegaba al 6,3%. Otro dato significativo sobre los ocupados del sector agrario es que el número de hombres desciende más que el de mujeres. Por comunidades autónomas, la región con mayor número de ocupados en es­te sector es de nuevo Andalucía, con 259.080 personas. Sin embargo, la re­gión en la que los ocupados del sector primario tienen un mayor peso en su economía es Galicia . Otras regiones en las que el porcentaje de empleo en agricultura y pesca se encuentra por encima de la media son Extremadura, Murcia, Castilla-La Mancha, Casti lla y León y La Rioja. Por el contrario, donde el sector tiene menos peso es en Madrid (sólo el 0,8% de todos los ocupados madrileños lo está en el sector primario), Baleares , País Vasco y Cataluña. Además de la caída del número de ocupados agrar ios, un dato también preocupante es el progresivo envejeci­miento de los mismos. Según los datos de la EPA, el 69% de los ocupados del sector tenían en el año 2001 entre 30 y 60 años, siendo el más numeroso el gru­po de los activos de entre 50 y 59 años. Otro dato representativo del sector es que el 62% de los ocupados tiene es­tudios primarios.

Seguridad Social: nuevo descenso de afiiados del REASS

E 1 número de afiliados al Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS) volvió a sufrir du­

rante el año 2001 un nuevo retroceso. De acuerdo con los datos del Ministerio de Trabajo, la afiliación media a este tipo de régimen de la seguridad social fue de 1.127.632, un 1% rnenos que en el año 2000, con 11 .986 afiliados menos. De la cifra total de afiliac iones al RE­ASS, 315.598 correspondieron en 2001 a los afi liados por cuenta propia y los

812 .034 restantes fueron afiliaciones por cuenta ajena. Como ya viene sien­do habitual en los últimos años, los afi­liados por cuenta ajena reg istraron un ligero crec imiento (un 0,6% en el año 2001 ), mientras que los afiliados por cuenta propia experimentaron un no­tab le retroceso (un 5%). Al acabar el año, el número de pensio­nes en vigor correspondientes a este ré­gimen de la seguridad social se eleva­ba a 1.563 .834, cifra que comparada

152

con la de un año antes arrojaba un des­censo de casi el 1%. La mayor parte de estas pensiones las cobraban trabaja­dores agrarios por cuenta propia (888.823) . En cuanto a las pensiones medias percibidas, la de los trabajado­res por cuenta ajena del sector agrario ascendía a 356,71 euros al mes, mien­tras que la de los trabajadores por cuenta propia quedaba en 341,34 eu­ros al mes. En ambos casos se produ­jo un incremento sobre el año anterior.

Page 155: Anuario UPA 2002

Siniestralidad laboral:

menos accidentes en el campo

Frente al aumento de accidentes la­borales en el sector servicios y en la construcción , el número de ac­

cidentes con baja laboral en el sector agrario y en el industrial descendió en el año 2001 . Según datos del Ministerio de Trabajo , el número de accidentes con baja laboral en el sector agrario ascen­dió a 41.084, cifra inferior en un 6,7% a la del año 2000 y también la cifra más baja registrada de los últimos cinco años. Por meses, marzo fue con diferencia el que registró mayor número de accidentes con baja, al tiempo que septiembre, con 2.591, fue el mes con la cifra más baja.

Fertilizantes: el consumo se

reduce

El consumo de fertilizantes durante todo el año 2001 descendió un 5% con respecto al año precedente, se­

gún los datos manejados por el Ministe­rio de Agricultura elaborados en base a las estadísticas de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes de Espa­ña. Conforme a estos datos, en total se consumieron en los campos españoles 2.210.200 toneladas de producto fertili­zante y de esa cantidad , 1.131.000 to­neladas fueron fertilizantes nitrogenados, 610.800 toneladas fueron productos fos­fatados y las 468.400 toneladas restantes fueron productos potásicos. Por tipos de productos, en el año 2001 se registró un descenso con respecto al año precedente, en el consumo de los productos nitrogenados y en el de los fer­tilizantes potásicos, mientras que el con­sumo en el grupo de fertilizantes fosfata­dos aumentó en más de 40.000 tonela­das.

AGRICULTURA ESPANOLA 2001

Seguros Agrarios: descienden __ ' las contrataciones

La contratación de seguros agra­rios en el año 2001 se redujo un 14 % debido fundamentalmente a

las malas condiciones climáticas. En concreto, se produjo un descenso de las siembras de cereal de invierno que derivó a su vez en una caída de la pro­ducción y también se notó la influencia del tiempo en cultivos como los cítricos y la uva de vinificación. Al final , el número de pólizas contrata­das fue de 315 .931 por un importe en primas netas periodificadas de 272,04 millones de euros, lo que representa a su vez un retroceso de casi el 3% res­pecto al ejercicio anterior, según los da­tos de Agroseguro . En cuanto a la superficie asegurada, ésta quedó en 5,5 millones de hectá­reas , con una producción garantizada de 25 millones de toneladas. Igual­mente, el valor de la producción ase­gurada en el pasado año 2001 fue de 6, 19 millones de euros, un 2,5% más que en el anterior ejercicio. Diferenciando por tipos de líneas, las viables fueron las que acumularon un mayor volumen de primas con 138,29 millones de euros. En este grupo regis­traron un notable incremento en su con­tratación las líneas para el ganado va­cuno y la de cítricos, que a su vez fue una de las que mayor siniestralidad re­gistró.

153

Dentro del grupo de las líneas experi­mentales, las primas netas alcanzaron los 133,65 millones de euros debido al incremento experimentado en la con­tratación de seguros para frutales. De acuerdo con Agroseguro, los seguros de frutales , los integrales y los de ren­dimientos fueron los que acumularon mayor siniestralidad dentro de este grupo. De cara al Plan 2002, el presupuesto destinado a financiar la contratación de seguros agrarios se elevó a 180,3 mi­llones de euros, prácticamente un 11 % más que lo presupuestado para 2001. Las novedades más importantes intro­ducidas en el Plan 2002 son la cober­tura de riesgos nuevos (como el de da­ños por lluvias persistentes , por ejem­plo) y la puesta en marcha de seguros específicos para producciones como la patata (que había sido demandado con insistencia por el sector), el caqui, el en­drino, algunos frutales y la producción de fresa y fresón de las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla. Para el sector ganadero, las novedades más destacadas incorporadas en el Plan 2002 son los seguros específicos para el ganado equino y bovino con al­ta valoración genética y la incorpora­ción de la cobertura de los gastos deri­vados de la Encefalopatfa Espongifor­me Bovina.

Page 156: Anuario UPA 2002

AGBICULTUBA ESPAÑOLA 2001

Maquinaria: de nuevo caen las ventas

e orno ya se advertía al comenzar el año, el resultado final de las empresas dedicadas a la venta

de maquinaria agrícola volvió a ser ne­gativo en 2001. Aunque los datos del Registro de Maquinaria Agrícola del Mi­nisterio de Agricu ltura no son totalmen­te exactos porque hay máquinas que no entran en los mismos (especialmente máquinas arrastradas y suspendidas), en el conjunto del año se inscribieron en los registros provinciales de maquinaria un total de 39.660 unidades, un 7,5% menos que el año anterior. De las máquinas totales inscr itas . 18.214 unidades correspondieron a tractores; 1.057 a motocultores y moto­máquinas; 1.255 a máquinas automotri­ces; 8.990 a máquinas arrastradas y suspendidas; 9.961 a remolques y el resto (83 unidades) a otras máquinas. Asimismo, el valor de venta de esta ma­quinaria se elevó a 7 46,2 millones de eu­ros , de los que casi 506 millones co­rrespondieron al valor de las ventas del grupo de los tractores y 90 millones a las ventas del grupo de las máquinas arras-

tracias y suspendidas. Una vez más, hay que tener en cuenta que estos valores corresponden a las máquinas nuevas inscritas en los registros oficiales y que la inversión total en maquinaria nueva adquirida por los agricultores españo­les podría ascender, según estimacio­nes del Ministerio de Agricultura, a más de 1.051 millones de euros. A pesar de que los tractores siguen siendo las máquinas agrícolas nuevas que más se compran, en el pasado año

._ GATFO GABINETE TÉCNICO FORESTAL

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fueron también las que reg istraron uno de los mayores descensos con respec­to a las inscripciones del año 2000 (en torno a un 8,6%). Es de reseñar que en el año 2001 se constató el predomino de las ventas de tractores de doble tracción y que la potencia media de los tractores vendidos en fue de 84, 1 CV. Igualmen­te, las marcas de tractores más deman­dadas por los ag ricu ltores en el año 2001 siguieron siendo John Deere (con cas i el 26% de las ventas totales), New Hol land (con un 18% del total), Massey Fergusson, Landini, Same, Fiat-Fiat Agri y Case Internacional. También con respecto a las ventas del año 2000 cayeron mucho las ventas de motocultores, de máquinas automotri­ces (un 4,4%}, de remolques (un 8%) y del grupo de otras máquinas (un 10%). Por el contrario, en el año 2001 aumen­taron las ventas de la maquinaria para la preparación de suelos, de las sem­bradoras, de las abonadoras y de los tractocarros. Diferenciando por regiones, según los datos del Ministerio de Agricultura en el pasado año 2001 se registró un com­portamiento muy irregular entre las di­ferentes reg iones, destacando espe­cialmente los descensos en todas las del interior peninsular, Galicia, Navarra y País Vasco , al tiempo que se incre­mentan las ventas en la zona medite­rránea y se estabilizan en Andalucía. A parte de la compra de maqu inaria nueva, en el año 2001 también se re­gistraron numerosas transacciones de maquinaria de segunda mano. Con todos estos datos, el parque na­cional de maquinaria automotriz al fina­lizar el año 2001 estaba compuesto bá­sicamente por 925 .688 tractores; 279.920 motocultores y motomáquinas y 50.591 cosechadoras de cereal, 761 cosechadoras de forrajes; 887 de re­molacha; 321 de hortalizas y 1.087 de algodón. t\lo obstante, estas cifras del censo ele maquinaria deberían corre­girse a la baja porque se ha pod ido constatar que en numerosas ocasiones no se anula la inscripción en el reg istro cuando se retira una máquina.

Page 157: Anuario UPA 2002

AGRICULTURA ESPANOLA 2001

Alimentación animal: se incrementan los controles

La producción nacional de piensos animales descendió considera­blemente en el año 2001 , algo

que no extraña si se tiene en cuenta que además de reducirse la cabaña por la crisis del vacuno, el precio de las materias primas que utilizan en esta in­dustria (cereales, derivados del cere­al , etc.) se inc rementó notablemente durante el mencionado período. En to­tal, se sacaron al mercado 17,3 millo­nes de toneladas lo que supone una re­ducción con relación a la campaña pre­cedente del 1,3%. Por su parte, la producción comunitaria de piensos se mantuvo estable en el pa­sado año. De los 124,4 millones de tone­ladas producidos, prácticamente lo mis­mo que en el año 2000, el 27% fueron piensos para el ganado vacuno; el 35% fueron piensos para el sector porcino; el 30% fueron alimentos para el sector de las aves y el resto se dividió entre ali­mentos para lactantes y para el resto de animales. Además de España, también la producción de piensos se redujo en los grandes países productores como Fran­cia (aunque se produjeron casi 30 millo­nes de toneladas) y Alemania.

Durante los primeros meses del año 2002, el Parlamento Europeo aprobó una Directiva para reducir la presencia de sustancias peligrosas en los piensos destinados a la alimentación animal. La nueva normativa no entrará en vigor hasta el año 2003. No obstante, el sector productor de piensos en España prefirió adelantarse

en cierta medida a la normativa que es­tá por llegar poniendo en marcha una marca de garantía certificada propia mediante la cual , se garantiza al gana­dero que el productor que lleva esa mar­ca l1a sido elaborado cumpliendo unos criterios rigurosos en las materias pri­mas empleadas y en el proceso de pro­ducción, entre otras.

Page 158: Anuario UPA 2002

Hipotecas: descienden las

fincas hipotecadas

El número de hipotecas sobre fincas rústicas des­cendió en 2001 un 11 %, según los datos regis­trados por el INE. Al finalizar el año, el número de

fincas hipotecadas llegó a 20.776, el más bajo de los últimos cincos años. De ese total. 17.387 correspon­dieron a fincas de secano y el resto fueronde regadlo. Con respecto al 2000, el número de hipotecas des­cendió tanto en uno como en otro grupo, pero esa di­ferencia fue mayor en el grupo de las hipotecas de se­cano que llegaron a caer un 10%.Por lo que respecta al valor de las hipotecas, el caprtal prestado por las en­tidades de crédito fue 2.143 millones de euros, una cifra inferior en 26 millones de euros a la del año 2000. Las entidades que más crédrtos concedieron en este año volvieron a ser las cajas de ahorro, seguidas de los bancos y de otras entidades financieras. Sólo en este último grupo se produjo un incremento en el nú­mero de préstamos concedidos.

AGRICULTURA ESPAÑOLA 2001

Ayudas del Feoga-Garantía: España recibe 6.175 millones de

euros y se convierte en el segundo perceptor de la UE

España fue en el año 2001 el segun­do país de la Unión Europea en per­cepción de fondos procedentes del

Feoga-Garantfa. De acuerdo con datos de la Comisión Europea, el sector agrario es­pañol recibió un total de 6.175 millones de euros, cifra que supone casi un 15% de to­dos los pagos realizados por este orga­nismo comunitario. Por delante en España en percepción de fondos sólo estuvo Francia, que recibió 9.222 millones de euros. Por detrás que­daron Alemania con 5.858 millones de eu­ros; Italia con 5.324 millones de euros; el Reino Unido con 3.997 mi llones de euros ; Grecia con 2.612 millones de euros; lrlan-

da con 1.584 millones de euros; Dinamar­ca con 1.111 millones de euros; Holanda con 1.104 millones de euros; Austria con 1.053 millones de euros; Bélgica con 934 millones de euros; Portugal con 874 millo­nes de euros; Finlandia con 815 millones de euros; Suecia con 780 millones de eu­ros y finalmente, Luxemburgo con 29 mi­llones de euros. España es desde su ingreso en la Unión Europea uno de los países que más fon­dos recibe del Feoga-Garantía, pero a jui­cio del sector todavía no ha llegado a los niveles que le corresponde por el volumen de superficies de cultivo y población acti­va agraria que tiene.

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AGRICULTURA ESPANOLA 2001

El año agrario en la Unión Europea: un balance agridulce

Aunque los ingresos por activo en la agricu ltura aumentaron en la Unión Europea, no puede de­

cirse que el balance del año 2001 pa­ra el sector agrario de los Quince fue­ra precisamente positivo. La disminu­ción de buena parte de las cosechas por la mala c limatología, la crisis del sector ganadero y la reducción de las exportaciones de alimentos debido, por un lado, a la crisis internacional y, por otro, a la mala situación de los sec­tores cárnico y ganadero , fueron tres factores que marcaron negativamente al sector agrario. Sin embargo, y pese a esto, los ingresos reales por ocupado en el sector aumen­taron . En concreto, según Eurostat, la renta media en la UE aumentó un 3,3% por la reducción del número de ocupa­dos (que Eurostat fijó en un 2%) y al in­cremento de las subvenciones.

STARCE C'ebo a trayente e1o1ógidl

Por países, Eurostat ref lejó un crec i­miento de la renta por activo del 12% en Dinamarca y Portugal; del 11 % en Aus­tria; del 10% en Alemania; del 8% en Ir­landa; del 5,3% en Bélgica; del 5% en Suecia; del 4,7% en Finlandia; del 3,5% en el Re ino Unido; del 2,6% en Espa­ña; del 2,4% en Holanda; del 1,5% en Grecia; del 0,7% en Francia ; del 0,2% en Italia y del 0,6% en Luxemburgo. Por tipos de actividad , Eurostat recogió un incremento del valor de la produc-

Para la captura masiva de hembras y machos

ción ganadera del conjunto de los paí­ses de la Unión y un descenso de la pro­ducción vegetal. En este sentido, la caída del valor de la producción vegetal se debió principal­mente a las malas cosechas de Espa­ña, Italia, Francia y Alemania. No obs­tante, de todos los países de la Unión, sólo Bélgica , Irlanda y Holanda tuvieron resu ltados positivos en el capítulo de la agricultura. En cuanto a la evolución del sector ganadero, lo curioso fue que a pesar de las crisis (fiebre aftosa, Ence­falopatía Espongiforme Bovina, etc.), los precios ganadero fueron mejores. En el año 2001también se registró en la UE un aumento de los costes , insumos y amortizaciones que soportan los agri­cultores y ganaderos comunitarios, pe­ro también se produjo, según los datos de Eurostat, un ligero incremento de las subvenciones.

e biológico

de Mosca del Mediterráneo (Ceratitis Capitata) y también captura de otras especies de dípteros (Mosca del Olivo, etc ... )

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Page 160: Anuario UPA 2002

AGRICULTURA ESPAÑOLA 2001

IPC: los precios al consumo se disparan

Frente a una subida del Indice de Precios al Consumo (IPC) gene­ral del 2,7%, los precios de ali­

mentos y bebidas acabaron el año con una subida del 5,9% sobre el año an­terior, según los datos del Instituto Na­cional de Estadlstica (INE). Igualmen­te, los precios del tabaco y las bebi­das alcohóli cas también sub ieron significativamente y terminaron el año un 4,2% más ca ros que en el año 2000. Dentro del sector alimentario, subieron tanto los precios de los productos fres­cos (un 6,1%) como los de los elabo­rados (un 5,3%) Más concretamente, dentro de los pro­ductos frescos destacaron especial­mente las subidas de precios de la carne de ovino (un 25,8% más que en el año anterior), subida que se debió al encarecim iento de los precios en origen de este ti po de carne a partir del mes de agosto. También subieron los precios de con­sumo de las frutas frescas (un 12,4%), a pesar de que las cosechas de las producciones que más se consumen en nuestro país fueron superiores a las del año precedente. Igualmente, otros productos cuyos precios que también subieron fueron los de la leche (un 10,4%), los de las hortalizas frescas (7,5%, que suben por segundo año consecutivo), los del pan (un 7,3% de­bido a la escasez de cosecha de ce­reales), los de la carne de vacuno (un 5,6%, a pesar de la crisis que sufr ió el sector productor), los de la pata ta y sus preparados (un 5,2% a conse­cuencia de la escasa cosecha de patata temprana), los de la carne de cerdo (un 4%) y los de los aceites (que cerraron el año con un encarecimien­to del 8,3%, según datos del INE). En el lado de las bajadas de prec ios al consumo sólo se encontraron la car­ne de ave (con un descenso en el pa­sado año 2001 del 5,5%), el café y las bebidas alcohólicas. Por comunidades autónomas, el año 2001 terminó con subidas generaliza­das de los precios defos alimentos en

la cesta de la compra. Concretamen­te, en Andalucía los precios al consu­mo subieron un 5,6% sobre el año an­terior; en Aragón un 6,8%; en Asturias un 5,6%; en las Islas Baleares un 6, 1 %; en Canar ias un 6,7%; en Can­tabria un 6%; en Castilla y León un 7,1%; en Casti lla-La Mancha un 5,9%; en Cataluña un 5,7%; en la Comuni-

Madrid un 5,8%; en Murc ia un 4,7%; en Navarra un 5,7%; en el País Vasco un 5,7% ; en La Rioja un 6,3% y en Ceuta y Melil la la subida de estos pre­cios estimada por el INE fue del 4,9%. En cuanto a la evolución de los precios al consumo en la Unión Europea, el grupo de alimentos y bebidas reg istró un incremento sobre el año anterior del

dad Valenciana un 5,5%; en Extrema- 4,9%, que en el caso de los países de dura un 6,3%; en Gal icia un 6, 1 %; en la zona euro se elevó al 5, 1 %.

INDUSTRIA AGROALIMENTARIA

Menos empresas y descenso de facturación

La industria agroalimentarla es­pañola no terminó el año 2001 con buen sabor de boca. Las di­

ferentes crisis alimentarias que afec­taron a la Unión Europea hicieron que, al cierre del ejercicio, su producción bruta (ventas netas a precios de sa­lida de fab ri ca) descendiera con res­pecto al año anterior. En este sentido, según los datos de la Federación Española de las Indus­trias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), las ventas netas de la indus­tria alimentaria española se elevaron a 56.255 millones de euros (9,36 bi­llones de pesetas), un 1,89% menos que el año anterior. (en pesetas co­rrientes el descenso fue del 1 %).

158

La reducción del número de indus­trias agroalimentarias también fue una de las razones de esta importante ca­ída. Según la FIAB, en 2001 desapa­recieron 752 pequeñas y medianas industrias del sector de las que 677 cesaron en su actividad y el resto fue­ron absorbidas por otras empresas más grandes. De todas fo rmas, el sector de la industria agroalimentaria cuenta todavía con 31.600 empresas. Aunque en general los datos de 2001 fueron malos, la actividad exportado­ra de estas empresas evolucionó más positivamente que en el año 2000, he­cho que se interpreta como un signo de la mayor internaciorialización de nuestro sector.

Page 161: Anuario UPA 2002

AGBICULTURA ESPANOLA 2001

Consumo alimentario: aumenta el gasto en alimentos de calidad

El consumo de alimentos y bebidas durante el año 2001 volvió a crecer en torno a un 1,5%, continuando una

tendencia al alza ininterrumpida desde 1997. Además del incremento del gasto, el Ministerio de Agricultura sostiene que si­gue creciendo el interés de los españoles por mantener la dieta mediterránea, con la consolidación de un consumo aceptable de pan y los aumentos en los consumos de aceite de oliva, frutas y hortalizas. También es de destacar el hecho de que cada vez más el consumidor español pre­fiere productos de mayor calidad aunque sea a costa de un incremento del precio. Esta tendencia se aprecia especialmente en el grupo de los vinos y las carnes. De acuerdo con los datos recog idos por el Ministerio de Agricultura, el gasto total en alimentos durante ese año ascendió a 61,44 millones de euros, un 8% más que en

el año anterior. De este gasto tal, la mayor parte se realizó en los hogares (aproxima­damente el 73%). Como ya viene siendo habitual, las carnes son el grupo con más peso específico en las cestas de la compra. Del gasto total de alimentos, a las carnes les correspondió un 22% ya que además en el año 2001 au­mentó el gasto de las familias porque se consumieron más carnes con certificados de calidad . Durante el año 2001 , el consumo de car­ne por habitante se situó en 66 ki los, mien­tras que el consumo de pescado per cá­pita fue de 35 kilos (un 9% más que en el año 2000) . El gasto en productos de la pes­ca aumentó un 11 % y el valor del mismo re­presentó aproximadamente el 14% del to­tal gastado. También crecieron los consumos de frutas y hortalizas (hasta llegar a 63 kilos por per-

sana) -a pesar de que su precio aumen­tó- y de aceites de oliva (un 4% más que en el año 2000) ; dentro de este grupo, destacó especialmente el incremento del consumo de aceite de oliva virgen, algo que por otra parte ya es habitual en los úl­timos años. Por Jo que respecta al vino, el aumento del consumo de caldos con Denominación de Origen elevó la media por persona, que que­dó al finalizar el año en 8 litros por habitan­te frente a los 7 litros del año 2000. Dentro de E1ste grupo destaca el descenso del con­sumo de los llamados vinos de mesa. Por su parte, se mantuvo estable el con­sumo per cápita de pan , con 58 kilos, que se suman a los 13 kilogramos de pro­ductos de bollería de consumo medio por persona. Finalmente, el grupo de leche y productos lácteos fue uno de los pocos que registró un descenso en el consumo nacional du­rante el año 2001 : se pasó de 116 a 113 li­tros de leche por persona y de 35 a 34,4 ki­los de productos lácteos.

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Page 162: Anuario UPA 2002

CEREALES

Fuerte descenso de producción

• La producción de cereales otoño-in­vierno en la cosecha 2001 se redujo considerablemente sobre el año ante­rior. La caída de las siembras debido a problemas con las lluvias, unido al mal desarrol lo de la campaña las heladas posteriores y la sequía en los últi mos meses previos a la cosecha, hic ieron que al final el cereal recogido fuera mu­cho menor de lo esperado. Concretamente, la producción de trigo alcanzó escasamente los 5 millones de toneladas, unos 2,3 millones menos que en el año 2000, siendo mucho mayor la reducción entre los trigos blandos que entre los duros . Por su parte, la pro­ducción de cebada quedó cas i en la

mitad que un año antes (se recogieron 6,2 millones de toneladas), debido en

este caso al gran descenso de la pro­ducción de las variedades de 6 carre­ras (se cosecharon 4,9 mil lones de to­neladas mientras que un año an tes se habían recogido más de 8,8 mi llones de toneladas).

También la producción de avena , triti­cale y centeno fue en el año 2001 no­tablemente inferior a la del 2000, a pe­sar de que en algunos casos (como el de la avena, por ejemplo) se había in­crementado la superficie cu ltivada.

Si trad icionalmente España es un país netamente importador de grano, la re­ducción de la producción de otoño e in­vierno hizo que las compras de cereal en el exterior se d isparasen en el 2001 . Según los datos de la Dirección Gene-

SECTORES

ral de Aduanas, durante el año se im­

portaron 9,02 mi llones de toneladas de grano por un valor de 2.372 millones de euros y se exportaron 2,84 millones de toneladas por un valor de 1.827 millo­nes de euros. Dentro de las importa­c iones , las mayores partidas corres­pondieron al trigo blando (4,4 mi llones de toneladas), al maíz (3,2 mil lones de toneladas) y a la cebada (0,8 mil lones de toneladas), pero también fueron im­portantes las entradas de arroz, espe­c ialmente del tipo blanqueado. Por su

parte, en el grupo de las exportaciones sobresalió el trigo duro, el maíz y el tri­

go blando. Por lo que respecta a la Unión Euro­

pea, ya desde las primeras estimacio­nes se preveía una reducción de la co­secha que al final lamentablemente se confirmó. La parte más positiva de la caída de la producc ión de grano fue que los pre­cios se sostuvieron. De acuerdo con los datos manejados por el Ministerio de Agricultura, el precio medio deí tri­go superó en más de 3 pesetas por ki ­lo el precio del año anterior, y algo si­milar ocurrió con la avena , la cebada y el centeno . En cuanto a las primeras estimaciones para la campaña 2002, el Ministerio de Agricultu ra estima que habrá un au­mento de la superficie sembrada de to­dos los cereales de otoño-invierno, ex­cepto de trigo duro debido a que en An­dalucía se ha producido una caída importante de las siembras. Con estas estimaciones y teniendo en cuenta que las condiciones meteorológicas en los primeros meses del año han sido muy buenas, lo previsible es que la cosecha

2002 sea también superior a la de 2001. Para las cosechas de cereales de pri­

mavera, el balance en el ano 2001 no fue tan favorable como en el caso de los granos de invierno, especia lmen­te para los cultivadores de maíz. La su­perficie dedicada a este cultivo se in­c rementó en un 18% debido a los pro­blemas que tuvieron los ag ricu ltores con las siembras de g ranos de otofío­invierno, alcanzando en el conjunto del Estado español las 503. 700 hectáreas. Igualmente, la producción superó con

creces la del año precedente y se si-

160

tuó entorno a los 4,95 mi llones de to­neladas. Este espectac ul ar incremento de la oferta hizo que, por un lado, los precios del grano cayeran en el mercado na­cional y, por otro, que los cu ltivadores sufrieran penalizaciones en las ayudas

que reciben de la UE. Además del maíz, el sorgo fue otro cu l­tivo de primavera en el que se reg istró un incremento de la producción, a pe­sar de que la superficie sembrada per­maneció estable.

ARROZ

Mayor cosecha y nuevas penalizaciones

• En el sector del arroz, la campaña 2001/2002 se sa ldó con un aumento considerable de la producc ión, a pesar

del descenso de las siembras. Concre­tamente, la superficie sembrada se ele­vó en el conjunto del Estado a 113.200 hectáreas, una cifra que comparada con la de la campaña precedente su­puso un retroceso de aproximadamen­te un 2% . Por su parte, la producción estimada al finalizar el año rondaba las

887.000 toneladas, un 11 % más que un año antes. Aunque parecía que la cosecha no iba a ser tan buena, las condiciones mete­orológicas favorables y los controles sa­nitarios que se ejercen en los arrozales hicieron posible que al final se consi­guiera una cosecha récord , especial­mente en los campos andaluces donde llegaron a conseg uirse rendimientos medios por hectárea superiores a los 9.000 ki logramos frene a los 7.500 ki-

Page 163: Anuario UPA 2002

logramos de media en otras zonas pro­ductivas del país. En este sentido, la producción en An­dalucía superó en un 19% la del año precedente con una cosecha de 378.200 toneladas. Le siguieron Extre­madura, con 173.300 toneladas ; Cata­luña con 130.600 toneladas; la Comu­nidad Valenciana con 102.700 tonela­das; Aragón, con 90.800 toneladas y en menor medida, la Regi ón de Murcia (con 2.500 toneladas), Navarra (con 8.200 toneladas) y Castilla-La Mancha. El grueso de la producción nacional es de la variedad Japónica que es la que más se consume en el mercado inter­no, pero nuestra producción no llega a cubrir toda la demanda y es necesario importar. Como la superficie asignada a España por la Unión Europea se sitúa en 104.972 hectáreas, las ayudas que re­ciben los agricultores sufrieron un en­rome recorte (casi un 8%), ya que el sis­tema de penalización para el arroz su­pone la reducción de hasta el 50% en la ayuda que habitualmente reciben . Las pérdidas por la reducción de las ayudas al sector del arroz rondaron los 2.500 millones de pesetas y los pro­ductores de arroz volvieron a denunciar que el sistema de cálculo para sus ayu­das penaliza más que el que se aplica a otros cultivos como por ejemplo los cultivos herbáceos. Para la campaña 2002, el sector arro­cero tendrá que enfrentarse a una re­forma de la Organización Común de Mercado (OCM) que en principio plan­tea, entre otras medidas, la desapari­ción del precio de intervención y la in-

SECTORES

clusión del arroz en el régimen de los cu ltivos herbáceos. El debate sobre es­ta reforma de mercado se abrirá, previ­siblemente, antes de que termine en ju­lio la presidencia española de la Unión Europea. Además de la futura reforma de la OCM, el sector vive también pendien­te de los acuerdos con países terceros (que están exportando cada vez más grano a los mercados comunitarios) y de la futura ampliación de la Unión. En este sentido, los arroceros comuni­tarios han pedido a la Comisión Euro­pea que extreme el rigor en sus con­versaciones con los países candida­tos con el objeto de que no se introduzcan cuotas preferentes como ocurrió en anteriores negociaciones.

LEGUMilTOSAS

Más superficie, pero menos produccion

• A pesar del aumento de la superficie sembrada para esta campaña,. fas co­sechas de leguminosas grano en el te­rritorio nacional en el año 2001 resulta­ron , en general, inferiores a las del pa­sado. En el grupo de las leguminosas para consumo humano, el año fue ma­lo para la producción de lentejas, que al final se saldó con un descenso im­portante sobre la cosecha del año an­terior. Por el contrario, la positiva evolu­ción de la cosecha de garbanzos hizo que la producción naciona l (unas 53.300 toneladas) fuera muy superior. En el capítulo de las leguminosas para el consumo animal , el balance fue tam-

161

bién negativo. Las siembras de yeros y veza superaron la superficie del año 2000 pero los rendimientos por hectá­rea en ambos cultivos fueron muy infe­riores a los de esa campaña y la cose­cha quedó finalmente por debajo. Tam­bién !as cosechas de altramuz y de habas secas fueron inferiores a las del año 2000. Según los datos del Ministe­rio de Agricultura, entre los primeros se produjo un descenso del 18% y entre los segundos, del 6% con relación a la campaña precedente. Otro cultivo leguminoso destinado a la alimentación animal que tuvo un balan­ce positivo en el año 2001 fue el de los guisantes secos . La campaña finalizó con una cosecha superior a las 68.000 toneladas, un 19% más que un año an­tes. Corno ya ocurriera en la campaña 1999/2000, los cultivos destinados a la alimentación animal sufrieron una pe­nalización en las ayudas que reciben de E3ruselas al superarse claramente la superficie con derecho a ayuda (24 ·1.27 4 hectáreas) . La penalización fue del 2,43 por ciento y los agriculto­res cobraron 176,80 euros por hectá­rea. Por el contrario, para las leguminosas destinadas al consumo humano no hu­bo penalizaciones ya que la superficie con derecho a ayudas (99.282) resu ltó superior a la sembrada. Los producto­res de garbanzos y lentejas recibieron 181 euros por hectárea. España es uno de los paf ses comunita­rios con mayor producción de legumi­nosas. Para la campaña 2002, todo parece in­dicar que no se superará la superficie dedicada al cultivo de las leguminosas grano. De acuerdo con los datos del Mi­nisterio de Agricultura, se prevén una aumento de las siembras para los cul­tivos de yeros, altramuz dulce, veza y habas secas. Por el contrario, se aven­tura un descenso sobre la superficie del pasado año en las siembras de gui­santes secos. Las leguminosas pueden constituir, jun­to con las oleaginosas, una alternativa en la alimentación animal en momentos en los que, como ahora, se cuestiona, la. elaboración de piensos.

Page 164: Anuario UPA 2002

OLEAGINOSAS

Aumentó la producción de girasol

• Las siembras de oleaginosas durante la campaña 2001 crecieron sustancialmente debido a que las lluvias impidieron en mu­chas zonas de España sembrar cereal de invierno a su debido tiempo. Además, las expectativas del sector oleaginoso en los primeros meses del año eran muy buenas ya que los problemas con la alimentación animal y la prohibición de las harinas cár­nicas hizo volver la vista de los ganaderos hacia estas producciones. Al final del año, los rendimientos de estos cultivos fueron al­tos y los precios percibidos por los agricul­tores estuvieron en niveles aceptables. El girasol fue el único grano oleaginoso que registró en la campaña 2001 un incremento tanto de la superficie sembrada como de la producción. Concretamente, las siembras alcanzaron las 858.200 hectáreas (un 2% más que en la campaña precedente) y la cosecha superó las 870.800 toneladas. Por su parte, la superficie dedicada a la so­ja descendió hasta llegar a 2.300 ha y la pro­ducción cayó en la misma proporción que las siembras y se situó en 4.800 toneladas. Asimismo, la colza cultivada en España pro­dujo unas 36.000 toneladas, cifra que com­parada con la producción de un año antes supuso un descenso del 28%, según las es­timaciones del Ministerio de Agricultura. En la Unión Europea, la cosecha también fue buena. La producción de girasol rondó los 3, 14 millones de toneladas; la de colza superó los 8,8 millones de toneladas y la de soja, los 1,2 millones de toneladas. De cara a la campaña 2002, las expectati­vas de los cultivos oleaginosos no son ma­las porque se espera que los precios fluc­túen en niveles aceptables, especialmente los del girasol. Este cultivo ya no tendrá que sufrir esta campaña penal izaciones por superficie ya que desaparecen los límites al igualarse las ayudas con los cultivos herbáceos (seco­brarán 63 Euros por hectárea). Otro de los factores que hace interesante el cultivo de oleaginosas es el Programa Agro­ambiental del girasol, que aunque en el año 2001 no tuvo mucho éxito, sigue estando ahí con su financiación.

SECTORES

FORRAJES

Mayor producción

• La producción española de forraje des­hidratado y secado durante la campaña 2001/2002 fue notablemente superior a la anterior. De acuerdo con fuentes del sector productor, la cosecha nacional quedó en 2,08 millones de toneladas, un 1,3% más. De esta cantidad, aproximadamente 1,81 millones de toneladas fueron forrajes des­hidratados y el resto (unas 274.200 tonela­das) fueron forrajes secados y otros tipos de forrajes. Por regiones, la campaña forrajera 2001/2002 fue mejor que la anterior en An­dalucfa (42.900 toneladas), Aragón {942.950 toneladas), Baleares (5.000 tone­ladas), Castil la y León (83.350 toneladas) y Galicia (1 .500 toneladas). En sentido contrario, las cosechas fueron in­feriores en Castilla-La Mancha (351 .000 to­neladas), Cataluña (513.286 toneladas), Ex­tremadura (18.000 toneladas} , Madrid (2.500 toneladas) y Navarra (128.700 tone­ladas). España es el primer país productor de fo­rrajes de la Unión Europea, segu ido de Francia. La producción final fue superior a la Cantidad Nacional Garantizada (algo más de 4,41 millones de toneladas) y por eso los productores españoles, con los de Aragón a la cabeza, pidieron a Bruselas que incre­mentara esa cantidad. En los primeros meses del año 2002, la es­casez de pastos por la falta de lluvias hizo que los precios del forraje se disparasen de forma alarmante, pero a medida que llega­ron las lluvias y el forraje de nueva cosecha, las cotizaciones volvieron a la normalidad.

162

COMERCIO HORTOFRUTÍCOLA

Superavit en la balanza comercial

• En el pasado año 2001 se incrementó tanto el volumen como el valor de las ventas exte­riores del sector hortofrutícola. De acuerdo con los datos de la Dirección General de Aduanas, el valor de las exportaciones ascendió a 6.244 millones de euros (un 9% más) y el volumen se elevó a 8,8 mi llones de toneladas (un 2% más). Del volumen total exportado correspondió al sector de las frutas 4,9 millones de toneladas, dato que comparado con el del año 2000 su­puso asimismo un retroceso del 4%. La cau­sa de este fatal resultado para el sector fue la negativa evolución de las exportaciones de cí­tricos debido, entre otras causas, al conflicto de las clementinas con Estados Unidos. Sin embargo, el valor de las exportaciones en es­te año se incrementó un 5,6% alcanzando los 3.460 millones de euros, debido a que el va­lor de las ventas fue superior al del año pre­cedente. A este respecto, según datos del sector el precio medio del kilo de fruta expor­tado en el año 2001 se situó en 0,69 euros, frente a los 0,62 euros que fue el precio medio en el año 2000. Por lo que respecta a la exportación de hor­talizas, el volumen de las ventas exteriores se elevó a 3,8 millones de toneladas y su valor a 2. 784 millones de euros, con incrementos res­pectivos con relación al año precedente del 11 % y del 14%. Como en años anteriores, el tomate volvió a ser la principal hortaliza ex­portada desde España, pero en el pasado año se produjo una caída de los precios medios pagados. El destino de las ventas de nuestra producción de frutas y hortalizas volvió a ser princ ipal­mente la Unión Europea y dentro de ella, Ale­mania, Francia, Reino Unido e Italia en cabe­za. En el pasado año descendieron las ventas a países terceros. Asimismo, las regiones de procedencia de las hortalizas y frutas que se vendieron en el exterior fueron Andalucía, la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y Canarias. Para los exportadores, pese a que al final los datos del año 2001 resultaron positivos, el avance conseguido en el volumen de ventas no es muy significativo y constata que un año más (y van tres), el sector está perdiendo po­siciones.

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Por lo que respecta a las importaciones, en el año 2001 se produjo un incremento de las compras de frutas y hortalizas tanto en volu­men como en valor. Según los datos de Adua­nas, al finalizar el año se habían importado 1,6 millones de toneladas cuyo valor de compra fue de 829 millones de euros. La mayor parte de estas entradas fueron patata, espárragos y frutas como manzana y cítricos. Conforme a estos datos, al finalizar el año el superávit en este sector es de 5.415 millones de euros, datos que vienen a corroborar la im­portancia que este sector tiene en la balanza comercial agroalimentaria española.

FRUTAS

Alta producción y problemas en cítricos

•Las buenas condiciones cl imáticas hicie­ron posible que, en general, las cosechas de frutas fueran mucho mejores que en el año 2000. Por producciones, en el sector de las frutas de pepita hubo aumentos signifi-

SECTORES

cativos tanto para peras como para man­zanas, llegando en el caso de la manzana de sidra a registrarse una cosecha récord. Además de la buena cosecha, se dio la cir­cunstancia de que la producción en los prin­cipales paises productores de la Unión Eu­ropea no fue muy buena, lo que derivó en un aumento de la demanda y en el sosteni­miento de los precios de mercado a lo lar­go de todo el año. Peor lo tuvieron los frutales de hueso, pues con la excepción del albaricoque, lasco­sechas recogidas en la campaña 2001 fue­ron menores que las de la campaña prece­dente debido a causas como el adelanta­miento de la cosecha por el excesivo calor. Dentro de este grupo, el mayor descenso porcentual se produjo en el sector de la ce­reza, que como otros frutales del mismo ti­po se vio muy afectada por el mal tiempo. También las cosecha de uva de mesa fue menor que la de la campaña 2000 debido en este caso al exceso de calor en los me­ses de la recogida. En cuanto al sector de cítricos, la evolución

de las cosechas fueron, en general, buenas. El aumento de la oferta- que se apreció más en naranjas y limones que en el resto de las producciones- chocó de lleno con un des­censo de la demanda exterior que se pro­dujo cuando en Estados Unidos decidie­ron dar marcha atrás en sus contratos de im­portaciones de clementinas españolas. Tras meses de negociación, en abril de 2002 se consiguió firmar un principio de acuerdo con el que no todos los productores se mos­traron de acuerdo, pero que al menos dio esperanzas al sector de cara a la próxima campaña. Finalmente, la producción de plátanos ca­naria superó con creces la del año prece­dente, alcanzando cuotas superiores a las 415.000 toneladas. Por otro lado, a comienzos del pasado año la Comisión Europea presentó su balance sobre el funcionamiento de la Organización Común de Mercado (OCM) del sector, re­formada un año antes. Este informe no fue bien acogido por el sector productor por su escaso contenido y falta de propuestas.

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Page 167: Anuario UPA 2002

HORTALIZAS

Año de cosechas excelentes

•Para el sector hortícola, el año 2001 fue relativamente bueno, a pesar de que las malas condiciones climato­lógicas (excesos de lluvias y vientos, etc.) provocaron un mal inicio de campaña para varias de las produc­ciones del país. Entre los cultivos que tuvieron peores resultados estuvieron el espárrago, la col y la lechuga, sin embargo los descensos tampoco fue­ron muy grandes. La campaña del melón acabó tam­bién con una producción inferior por­que los rendimientos por hectárea descendieron como consecuencia del mal tiempo. Asimismo, la cosecha de sandía también fue inferior (un 15% menor que la del año 2000). Continuando con los cultivos, en el sector del tomate se vivió un año ré-

SECTORES

cord en producción. El aumento de la superfic ie sembrada a nivel nacional hizo posible que la producción total fuera un 4% superior a la del año 2000. A mediados de septiembre, la Unión Europea logró un acuerdo con Marruecos sobre sus exportaciones de tomate . Según ese acuerdo, para la campaña 2001/2002 se aumenta el contingente de tomate marroquí en 18.081 toneladas , de las que la ma­yor parte entrarán en los mercados comunitarios entre los meses de abri l y mayo. También fue superior la cosecha de pim ientos, alcachofas, cebollas y co­liflores, a pesar de que en la mayor parte de los casos la superficie sem­brada en la campaña 2001 quedó li­geramente por debajo de la de la an­terior. Por su parte, las siembras de ajos se mantuvieron en los mismos niveles de la campaña anterior y la producción quedó ligeramente por debajo. Sin

servicios de investigación agraria

laboratorios de análisi$

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fTACIÓN DE PALENCIA llCIOS AGROPECUARIOS

ayudas técnicas a Ayuntamientos

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nuestro compromiso

el campo

y además

embargo, la reducción de la oferta nacional unido al aumento de los con­troles sobre la importación comunita­ria de ajos chinos , logró que los pre­cios pagados al agricultor fueron bas­tante buenos. En cuanto a la campaña de la fresa, en el año 2001 se registraron algunos problemas de comercialización que derivaron en su día en la reti rada del mercado de parte de la cosecha an­daluza. Al final, la producc ión na­cional quedó ligeramente por deba­jo de la anterior campaña y para evi­tar en la medida de lo posible estos problemas, en la campaña 2002 se ha reducido considerablemente la su­perficie sembrada. De cara también al año 2002, la Co­misión Europea tiene previsto revisar la Organización Común de Mercado del sector hortofrutícola, una revisión que podría realizarse antes de que fi­nalice la presidencia española de la Unión Europea.

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de nuestros productos

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nuestros grupos multi-profesionales, siempre al servicio del .agricultor y ganadero palentino

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FRUTOS SECOS

Continúa la incertidumbre

•Durante el año 2001, los productores de frutos secos en España y en la Unión Europea siguieron pendientes de la Co­misión Europea y de su decisión de su­primir o no las ayudas para el sector ya que los planes de mejora de la calidad y la comercialización de frutos secos ex­pi raban ese año. Las cosechas de avellanas y de almen­dras fueron mucho mejores que las del año 2000, aunque no llegaron a alcan­zar los niveles de 1999. En concreto, la producción de las primeras alcanzó en el conjunto del territorio nacional las 26.200 toneladas, un 47% más, y la de las segundas se situó en 257.000 tone­ladas, un 15% más. El alto nivel de humedad de los suelos , unido a que durante la floración no se re­gistraron problemas meteorológicos, hi­zo posible que se consiguiera este buen resultado. A parte de la producción de almendras y avel lanas, en España también hay pro­ducción de nogales , piñones y pista­chos, aunque estas producciones (prin­cipalmente las dos últimas), están en ni­veles muy bajos si los comparamos con los de otros paises miembros de la Unión Europea como Grecia o Italia. Durante p rácticamente todo el año el sector se pronunció a favor de una solu­ción definitiva para su futuro. Un mesan­tes de finalizar el 2001, la propia Comi­sión p resentó una propuesta para pro­rrogar durante un año más los planes de mejora de la calidad y comercialización

SECTORES

de los frutos secos. Los ministros de Agricultura de la Unión Europea aprobaron, ya en marzo de 2002, la prórroga de estas ayudas al sector, por un montante de 54,3 millones de euros (unos 241 euros por hectárea). La diferencia con respecto a la campa­ña 2001 es que de esa cifra, el Estado miembro deberá cofinanciar el 25% de esa ayuda, frente al 18% de otros años. Aunque se ha aprobado la prórroga, la Comisión sigue insistiendo en que este será el último año que lo hagan, mientras que desde el sector se sigue exig iendo una solución definitiva para las ayudas al sector.

PATATA

Fuerte incremento de l os precios

• LaLas producciones de patatas fue­ron en general inferiores durante 2001, pero los precios medios percibidos por los agricu ltores experimentaron una fuerte sub ida, que según datos de la Administración podría haber rondado el 21 %. Con este aumento de los precios,

166

el valor total de la producción de pata­ta a efectos de calcular la producción final agraria creció en la campaña 2001 cas i un 15%. Las siembras de patata más tempranas se vieron perjudicadas por el exceso de humedad que afectó a los campos en los primeros meses del año. La super­ficie total de patata descend ió final­mente un 6% hasta quedar en 115.500 hectáreas . De esta cantid ad, 58.100 hectáreas fueron siembras de patata de media estación y 32.400 hectáreas fue­ron siembras de patata tard ía. A medida que la cosecha anual avanza­ba y era evidente que el nivel de precios de los tubérculos era alto, las siembras se fueron incrementando, por eso la su­perficie de patata tardla fue sólo un 3% inferior a la del año 2000 y la de extra­temprana fue un 14% más baja. Con relación a las producciones, la co­secha total se saldó con 2.956 .900 to­neladas, un 6% menos que lo recogi­do en la campaña precedente. Como en el caso de las siembras, el grueso de la cosecha lo compusieron las va­riedades de media estación (1.521.200 toneladas ese año). De cara al 2002, las primeras estimacio­nes apuntan a que habrá un notable in­cremento en la superf icie sembrada de patata de primera cosecha, que lógica­mente derivará en un incremento de la producción. Por su parte, la evolución del mercado en los primeros meses del nue­vo año fue bastante negativa, con pre­cios a la baja derivados quizás del au­mento de la oferta. Otra de las novedades del año 2002 ha sido la incorporación de una línea de se­guros agrarios específica para la patata al Plan Anual de Seguros.

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RIEGO LOCALIZADO (RKD)

MANGUERA PLANA Y ACCESORIOS PARA PRINCIPALES Y SECUNJDARIAS

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Menos producción y crisis de precios en el mercado

•El año 2001 en el sector vitivinícola es­pañol será recordado por la crisis de precios derivada del excedente de pro­ducción de la campaña precedente, sin que el Gobierno habilitase ayudas na­cionales para los productores, como sí lo hicieron en otros países de la UE. El año se cerró con un descenso en la producción nacional de vino y mosto , pero con un incremento de las ventas exteriores y un buen nivel de cal idad de los caldos producidos. Como ocurrió con otros cu ltivos de oto­ño, la vendimia se adelantó por el ex­ceso de calor y se desarrolló sin gran­des con tratiempos. Según diversas fuentes, la producción vitivinícola al f i­nal izar la campaña 2001 se situó, según las fuentes, entre 32,6 y 35 millones de hectol itros de vino de los que algo más de 3, 1 millones correspondieron amos­tos. Si comparamos las cifras de pro­ducción con las de la campaña prece­dente, se observa cuando menos un descenso del 21 %.

Por regiones, la mayor producción en volumen volvió a ser la de Casti lla-La Mancha, a pesar de que la cosecha 2001 fue un 30% inferior a la de la cam­paña precedente. Además de los cas­tellano-manchegos también tuvieron una producción inferior los viticultores del País Vasco, Navarra; La Rioja (un 29% menos), Aragón, Cataluña, Castil la y León , Valencia, Extremadura, Andalu­cía y Canarias. En sentido contrario, las comunidades autónomas cuya cosecha fue mejor que la del año precedente fueron Galicia (con una producción de 1.463,5 millo­nes de hectol itros), Asturias, Baleares, Madrid y Murcia. Sin embargo, a pesar del descenso de la cantidad en la mayor parte de las zo­nas productoras y de que la calidad de la uva fue notable, el precio pagado a los agricultores descendió considera­blemente con re lación al año anterior, especialmente entre las variedades de uva tinta que son las que más abundan.

SECTORES

En el ámbito de la Unión Europea, la pro­ducción vitivinícola de la campaña 2001/2002 también sufrió un gran revés. En conjunto, la cosecha total quedó en 168 mi llones de hectolitros, un 8% me­nos que la de la campaña precedente. El grueso de este volumen (unos 159,5 millones de hectolitros) fueron vinos y de el los , 82,3 millones de hectolitros se destinaron a vinos de mesa; 68,8 millo­nes de hectol itros a vinos de ca lidad producidos en regiones determinadas (los conocidos como VCPRD), y 8,5 mi­llones de hectolitros se destinaron a otros usos. Francia volvió a ser el país con una ma­yor producción (56 mi llones de hectoli­tros en la campaña 2001 ), seguido de Italia (con 53 millones de hectolitros). Por su parte, en Alemania la producción fue de 9,8 millones de hectolitros; en Portugal de 7,8 millones de hectolitros; en Grecia de 3,5 mil lones de hectolitros; en Austria de 2, 7 millones de hectol itros; en Luxemburgo de 138.000 hectol itros; en el Reino Unido de 20.000 hectolitros; en Bélgica de 2.000 hectolitros y en los Países Bajos de 1.000 hectolitros. Pese al descenso de la producción, los precios del vino estuvieron muy por de­bajo de campañas anteriores. A lo largo de la campaña, la Comisión Europea se vio obliga a abrir varios tramos de des­tilación vitivinícola para dar una salida a los excedentes de vino y tratar de re­gular el mercado. También las exportaciones contribuye­ron en España a mejorar la situación del sector. El año 2001 se cerró, según los datos de la industria, con un récord de ventas al alcanzar los 11,4 millones de hectolitros gracias al descenso de los precios medios del vino en cerca de un 4%. Diferenciando los tipos de vinos, crecieron especialmente las ventas de vinos tintos y rosados y también se in­crementaron por encima de la media las ventas de vinos de calidad como cavas o vinos con denominación de origen. Ten iendo en cuenta que las importacio­nes nacionales reg istraron en el mismo período un descenso del 58% (sólo se compraron unos 28 mi llones de hecto­litros), el saldo comerc ial del sector fue claramente favorable. A grandes rasgos , al finalizar el año el

168

sector consiguió un balance positivo su­perior a los 233.206 millones de pese­tas, un dato que le sitúa como uno de los sectores más activos y con mejores resultados dentro del comercio agroali­mentario español.

ACEITE DE OLIVA

Récord de producción, buena calidad y menos rentas

• Confirmando todas las previsiones, y a pesar de que algunas zonas se vieron dañadas por el temporal de frío de finales del otoño , la producción oleícola de la campaña 2001/2002 al­canzó cifras récord en la historia de la producción española. Sin embargo, la superación de la Cantidad Máxima Garantizada para España provocó una penalización en la ayuda a la pro­ducción de ace ite que reciben los agricultores , llegando a la paradoja de que una "buena" campaña se tra­duce finalmente en menos rentas pa­ra los productores . La campaña 2001/2002 comenzó con precios a la baja, pero semana a se­mana, el mercado se fue tranquil izan­do. De acuerdo con los datos de la Agenc ia para el Aceite de Oliva (AAO) , la producción naciona l de aceite en esta campaña estuvo cerca de alcanzar los 1,35 millones de to­neladas, un 40% más que en la cam­paña precedente. La recogida de la aceituna comenzó anticipadamente en el mes de octu­bre. La ausencia de lluvias en los pri­meros meses y el adelantamiento de la cosecha por las buenas tempera­turas hicieron posib le que la recogida avanzara con mucha rap idez, tanto que a finales de febrero prácticamen­te no quedaba ya nada en los campos de olivar. Las primeras estimaciones de la AAO apuntaban a una producción superior al millón de toneladas , pero a medida que las semanas pasaban y se ge­neralizaban las entregas en las alma­zaras se vela claro que esa cifra iba a ser claramente rebasada. Por regiones, la producción andaluza

Page 171: Anuario UPA 2002

alcanzó en la última campaña las 950.000 toneladas, una cifra histórica que fue posible por la buena climato­logía . Otras zonas productoras que también tuvieron mejor cosecha que en la campaña anterior fueron Cata­luña (a pesar de las heladas que da­ñaron el olivo en el mes de diciembre), Extremadura y Castilla-La Mancha. Además de por su abundancia, la campaña 2001-2002 también se ha caracterizado por el alto nivel de ca­lidad del aceite y por la buena marcha del comercio exterior y del consumo interior. De acuerdo con los datos de la in­dustria envasadora , las ventas de aceites comestibles durante el año 2001 crecieron significativamente. En total , el volumen comercializado as­cendió a 290,6 millones de litros de aceites y de esa cantidad, unos 66.000 litros correspondieron a ven­tas de aceite de oliva virgen , un tipo de aceite cuyas ventas crecieron un

MASSEY·FJ'RGUSON

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SECTORES

25% en relación a la campaña pre­cedente. Por el contrario, en el sector de los aceites de orujo de oliva se registró en este mismo año una fuerte caída. La crisis sanitaria que se desató a co­mienzos del segundo semestre del año 2001 por el asunto de los benzo­pirenos provocó una caída de la co­mercialización de este tipo de aceite que redujo las ventas a menos de la mitad del año 2000. En el incremento de la exportación de aceite de oliva tuvo mucho que ver la reducción de la producción en lama­yoría de los grandes países produc­tores del mundo. En este sentido, fue especialmente mala la cosecha de aceituna de al­mazara en Túnez y Siria, pero también en los países comunitarios se registró un notable descenso con respecto a un año antes. Así, en Italia se habló de una cosecha de alrededor de medio millón de toneladas en esta campaña,

cifra que supone una fuerte caída so­bre la campaña anterior. Asimismo, en Grecia también fue inferior. Como ya hemos avanzado, la cara ne­gativa de la buena campaña de este año está en la reducción de las ayu­das comunitarias. Dado que la cuota de producción es­tá en 760.027 toneladas, la "multa " por sobreproducción rondará el 44% de la ayuda integra. Por lo que respecta a la cosecha de aceituna de mesa, en consonancia con la e1volución de la producción de acei­te ele oliva, en la última campaña se lo­gró superar con creces las cifras de producción del año precedente. Según los datos del Ministerio de Agricultura, se recogieron en todo el Estado unas 400.000 toneladas de aceituna, un 5% más. La reducción de las ayudas que reciben los productores de Bruselas debido a la superación de la cantidad asi¡Jnada fue de nuevo la parte nega­tiva de la campaña 2001.

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Page 172: Anuario UPA 2002

REMOLACHA

La producción no superó la cuota

•La campaña de remolacha en 2001 estuvo marcada por los problemas de exceso de lluvias a la hora de las siem­bras y por la reforma de la Organiza­ción Común de Mercado (OCM) que los Ministros de Agricultura de la Un ión Europea aprobaron en los pr imeros meses del año. La campaña en la zona sur (Andalucla y Extremadura) terminó en las primeras semanas de agosto. La producción en­tregada a las azucareras se elevó a 2,287 mil lones de toneladas de remo­lacha, con una polarización media del 17. 1. Como en la campaña anterior se produjo más y se pasó la producción a la campaña 2001, la suma total alcan­zó el objetivo de producción de 2.4 mi­llones de tone ladas. Los rendimientos por hectárea no lle­garon a los de la campaña de 2000, pe­ro fueron bastante aceptables. Además de eso, la remolacha recogida tuvo tam­bién un buen nivel de calidad. Por lo que respecta a la campaña de re­molacha azucarera de invierno, ésta ter­minó en los primeros días del año 2002 gracias a que la recogida no se vio ca­si interrumpida desde el comienzo de la misma. La mala climatología (que im­pidió un óptimo desarrollo de la planta), un ido a la reducción de la superficie sembrada (que quedó, según estima­ciones del Ministerio de Agricu ltura, en 68 . 700 hectáreas). son las causas

SECTORES

apuntadas para explicar este descen­so de la producción de invierno. Sin embargo, la calidad de la remola­cha estuvo en nive les muy altos, con In­dices de polarización medios del 17,73 y un descuento medio del 10,58% Al final de la campaña de invierno, las fábricas azucareras molturaron 4,2 mi­llones de toneladas de azúcar, de la que 3,7 millones correspondieron a la producción de la zona norte y el resto a la de la zona centro . La producción de azúcar quedaba así por debajo de la cuota asignada a España, pero no hubo problemas para cubrir la cuota ya que existían reportes de la campa­ña anterior. Además de España, en la mayoría de los países productores de remolacha de la Unión Europea el balance también fue negativo: en Francia, por ejemplo, la producción quedó entre un 1 O y un 15% por debajo de la campaña anterior y también fueron in feriores los niveles de riqueza; en Italia también se produ­jo un descenso de la producción por el descenso de las siembras de entor­no a un 10% y en el Reino Unido, los problemas de exceso de lluvia a la ho­ra de la siembra hicieron que la super­ficie sembrada disminuyera y con ella, la producción . Al margen de la evolución de la cam­paña en sí, a primeros de marzo se f ir­mó el Acuerdo Marco Interprofesional (AMI) en el que se fijan los criterios de contratación de la remolacha hasta la campaña 2005/2006. Este acuerdo se firmó por unanimidad , con la partici­pación de las organizaciones profesio-

170

nales agrarias, las cooperativas y las in­dustrias del sector. Además, casi al final de la presidencia sueca de la Unión Europea, en el primer semestre del año 2001, los ministros de Agricu ltura alcanzaron un acuerdo pa­ra prorrogar por cinco años (hasta la campaña 2005/2006) , el régimen de cuotas en el sector del azúcar, con una revis ión del mismo en el año 2003. El acuerdo, que no fue del todo bien reci­bido por los productores españoles, in­cluía también la reducción de la cuota comunitaria de producción y la supre­sión del mecanismo de reembolso de los gastos de almacenamiento. Para 2002 las expectativas son buenas. Las siembras para la campaña de ve­rano en Andalucía se han reducido con­siderablemente con relac ión al año 2001 y el desarrollo del cu ltivo en los primeros meses del año era favora

TABACO

Movilización de los cultivadores para mantener las ayudas

•Durante todo el año 200 1, los pro­ductores de tabaco de la Unión Euro­pea vivieron bajo la amenaza de la re­forma de su Organ ización Común de Mercado (OCM). Desde el principio, se sabía que la Comisión Europea tenía un plan para eliminar las ayudas al sector tabaquero y que la iniciativa había par­tido de la propia presidencia y no de la Dirección General de Agricu ltura. Tanto los productores españoles como los de otros países la Unión Europea (el tabaco se cultiva también en Italia, Gre­cia y, en rnenor medida, en otros países miembros), se pusieron rápidamente en marcha para denunciar la irracionalidad de la propuesta. Para los productores, la Comisión pre­tendía ahorrar parte de su presupuesto sin reducir los ingresos que perciben de las tabacaleras, por eso convocaron jor­nadas y marchas de protesta que cu l­minaron en la ciudad sueca de Gotem­burgo, coincidiendo con la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno que puso f in al semestre de presidencia sueca de la Unión.

Page 173: Anuario UPA 2002

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Page 174: Anuario UPA 2002

El año fue fi nalmente duro , especial­

mente por los paros y las protestas, pe­ro se cons iguió (ya dentro de la presi­dencia de turno española en el primer semestre de 2002) que se mantuvie­

ran las ayudas tal y como estaban pac­tadas en la reforma de la OCM del sec­tor. Con el voto en contra de Suecia y Dinamarca y la abstención del Reino Unido, se llegó a un acuerdo para las tres próximas campañas en el que, en­tre otras cosas, se elimina el conside­rando de la propuesta de la Comisión relativo a la desaparición de las ayudas; se establece que los Estados Miembros podrán c rear una reserva nacional de cuotas; se acuerda que se podrá ap li­car un sistema de subasta de cuotas a

los contratos de agrupaciones de pro­ductores que deseen participar y se fi­ja la retención para el Fondo Comuni­tario del Tabaco en un 2% de la prima de la cosecha 2002, incrementándose

este porcentaje en campañas sucesi­vas, pero siempre sobre la base de un informe que deberá presentar la Comi­sión antes de finales de 2003. En cuanto a la producción de la cam­paña 2001, al estar este cultivo contin­gentado, ésta se mantuvo en niveles normales. Según datos de las industrias tabaqueras, la producción de tabaco

crudo rondó las 41 .700 toneladas, apro­ximadamente el 13% de toda la p ro­ducción comunitaria. Los rendimientos

por hectárea rondaron las 2,8 toneladas y la calidad fue buena.

ALGODÓN

Una campaña normal, con penalizaciones

• A comienzos de la campaña de al­godón 2001/2002, parecía que la pro­ducción iba a ser menor en cantidad pero de muy alta calidad, pero al final

resultó que la producción fue más o me­nos normal. La superficie sembrada se redujo con respecto al año pasado en­torno a un 1 %, quedando alrededor de 91.000 hectáreas. Tras la segunda es­timación de cosecha, la producción es­pañola de algodón se fijó en 325.000 to­neladas , lo que supone que los algo­doneros recibieron un precio mínimo de

SECTORES

132,37 pesetas por kilogramo, a lo que se añad ió las bonificaciones por cal i­dad, el transporte y el IVA.

En Andal ucía, que representa aproxi­madamente al 65% de la producción to­tal nacional, hubo alg unos problemas de fij ación de precios con las desmo­tadoras en los primeros meses de la

campaña, pero al final todos estos pro­blemas se solucionaron. La superación de la cantidad nacional garantizada por la Unión Europea hizo que los algodoneros perdieran al final parte de las ayudas, unas pérdidas que desde el propio sector se estimaron en más de 8 .800 millones de pesetas. Durante el mes de abril, se aprobó la re­forma del régimen de las ayudas para este sector que al final resultó para los productores algo mejor que la que ha­bía propuesto la Comisión Europea. Básicamente , la reforma mantiene las cantidades actuales garantizadas para cada Estado miembro y el mismo nivel de penalización (0,5% por cada 1 % de rebasamiento de la Cantidad Nacional Garantizada (CNG), dentro de un lím ite

de hasta 362.270 tone ladas). Si la pro­

ducción supera esta cantidad, la pena­lización se duplica en tramos del 2% cada 20.000 toneladas. La producción comunitaria de algodón se concentra en Grecia y España. Tras la reforma de este mercado, que se ma­terializó en el pasado mes de abril, la cantidad de producc ión garan tizada asciende a 1.031 .000 toneladas, de las que 249.000 corresponden a España. El cultivo nacional del algodón es en Es­paña bastante desigual. Sólo el 13% de

172

la superficie sembrada está en manos del grueso de los productores (el 52%), quedando la mayor parte de las tierras

en manos de unos pocos. En Angalu­cía, por ejemplo, sólo 1 O explotaciones se reparten unos 2.000 millones de pe­setas en ayudas. Si se produjera un sobrepasamiento de la cantidad máxima garantizada, los que más perderían serían los pequeños

agricultores, de ahí que el sector de­mande una regulación más equitativa del cultivo. Para evitar, entre otras cosas, nuevos sobrepasamientos de la CNG y nuevas penalizaciones en las ayudas, el Go­bierno decidió poner en marcha una li­mitación de la superfic ie sembrada, que no fue b ien rec ibida por el sector productor. A primeros del año 2002, el Ministerio de Agricultura publicó el Re­al Decreto en el que se concretan al­gunos aspectos de la normativa euro­pea regu ladora de la ayuda a la pro­ducción de algodón y se establece un rég imen de controles, algunas medidas de carácter medioambiental y la limita­ción de cultivo, entre otras medidas. La

propuesta del Ministerio fue mal aco­gida por el sector productor y por la Junta de Andalucía, que a su vez pu­

blicó otra orden que dio lugar a un con­flic to que duró varias semanas, con ma­

nifestaciones de protesta incluidas. El conflicto en el sector del algodón se cerró al final con un acuerdo firmado por las organizaciones agrarias, la Jun­ta de Andalucía y el Ministerio de Agri­cu ltura que estará vigen te para esta campaña.

Page 175: Anuario UPA 2002

LECHE

Tras una cierta recuperación, la industria pretende bajar los precios

•Et sector lácteo disfrutó durante et año 2001 de una relativa bonanza. En tos primeros meses del año, tos precios pa­gados a los ganaderos por la leche de vaca empezaron a subir debido a fac­tores como la reducción de ta oferta (por las negativas consecuencias de la Encefalopatía Espongiforme Bovina so­bre ta cabaña principalmente) , la dis­minución del factor estacional (ta pro­ducción es más estable a lo largo del año), el mayor control de las ventas de leche a bajo precio y ta mayor organi­zación del sector ganadero a través de cooperativas y otras estructuras que permiten mejorar tas negociaciones con tas industrias. Pero esta situación co­menzó a truncarse nada más comenzar

SECTOBES

2002, porque ta industria inició una es­trategia frontal para intentar bajar los precios a los ganaderos. En ta campaña 2001/2002 no se supe­ró la cuota asignada a España, a pesar de que desde algunas organizaciones representativas del sector se había ha­blado de una posible superación de es­ta cantidad . Sin tener los datos definiti-

CONASPI

vos sobre la mesa, la Comisión Europea preveía a primeros del año 2002 que en el conjunto de tos Quince se había su­perado en un 0,55% la cuota total y que 1 O países iban a sobrepasar su canti­dad nacional asignada. Concretamente, desde ta Comisión se habló de una superación de la produc­ción de leche en Francia de casi el 3%;

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Page 176: Anuario UPA 2002

en Alemania (un 0,6%); en Austria (3,5%); en Irlanda (1,4%), en Fin landia (3%); en los Países Bajos (0,5%) y tam­bién , en menor medida, en Bélgica, Di­namarca, Luxemburgo y Portugal. En sentido contrario, además de Espa­ña y a la espera de que se confirmen los datos definitivos a mediados del año 2002, la Comisión preveía también que no habría superación de la cuota en el Reino Unido, Italia, Grecia y Suecia. Por otro lado, la Audienc ia Nacional ra­tificó en enero de 2002, en sentencia fir­me, 16 de las 49 multas que impuso en su día el Tribunal de la Competencia a otras tantas industrias del sector lácteo por impedir la libre competencia al pac­tar los precios de la leche. La multa del Tribunal de la Competencia se impuso en 1997 tras la denuncia presentada por la UPA en el año 1992.

VACUNO DE CARNE

"Vacas locas": la crisis más grave

•Para los ganaderos de vacuno, el año 2001 será imposible de olvidar. Aunque la Encefalopatía Espongifo rme Bovina (EEB) había aparecido en los últimos meses del año 2000, las consecuencias más graves de la misma se hicieron pa­tentes en los doce meses sigu ientes. Casi un año después del primer caso de EEB, el Ministerio de Agricultura es­pañol hizo balance y habló de 310.000 test prion ics real izados, con 72 casos positivos , pero al acabar el año la c ifra de positivos se había elevado hasta 82 y siguió c rec iendo en los meses si­guientes. Ya en los primeros meses del año, los prec ios cayeron en picado en conso­nancia con la negativa evolución del mercado, pero a medida que el tiempo pasaba y que se constataba el control de la Admin istración y del sector so­bre la enfermedad, tanto el consumo como el mercado se fueron recuperan­do poco a poco, aunque nunca llega­ron a los niveles anteriores a la crisis . Las reg iones más afectadas por las cri­sis de la EEB fueron Galicia, Asturias y Cantabria, pero prácticamente todas las comun idades autónomas con ca-

SECTORES

baña ganadera habían reg istrado algún caso de EEB al acabar el año. Entre los rea lizados por las Adminis­traciones y los realizados por los labo­ratorios nacionales de referencia, al fi­nalizar el ejercicio se contabilizaron más de 160.000 test prionics. Desde la Unión Europea se pusieron en marcha varias iniciativas para lograr pa­liar los efectos de la crisis del sector va­cuno . Entre ellas, la Comisión estable­ció un plan de adquisición de animales bovinos de más de 30 meses a los que no se les hubiera practicado la prueba de detección de la EEB. Ese plan con­tinuó en el segundo semestre del año, introduciéndose algunas modificacio­nes como la obligatoriedad de realizar el test a todos los animales cualquiera que fuese su destino. También el Consejo de Ministros comu­nitario aprobó a mediados de 2001 una reforma de la Organización Común de Mercado del sector del vacuno de car­ne que, a juicio de los ganaderos na­cionales, es muy perjudicial para los in­tereses nacionales porque deriva en una reducción de las ayudas comunitarias. Además de esto, el Gobierno nacional puso en marcha una serie de medidas, en colaboración la Administración au­tonómica, tendentes a paliar los efec­tos producidos en el sector por la apa­rición de esta enfermedad. Estas me­didas fueron recogidas en 5 Reales Decretos; 17 Ordenes Ministeriales y 52 Resoluciones, incluyéndose en estas úl­timas los Convenios de colaboración fir­mados con las distintas Comunidades Autónomas.

174

Con toda esta normativa se regu laban las distintas actuaciones llevadas a ca­bo , que a grandes rasgos pueden re­sumirse en el Plan de Erradicación de la enfermedad; en medidas de apoyo al sector vacuno, y en el programa de gestión y eliminación de residuos cár­nicos. El Estado destino para poner en marcha estas medidas más de 152.000 mi llones de pesetas. Por su parte, el Ministerio de Agricu ltu­ra puso en marcha también un progra­ma de erradicac ión de la EEB, que ga­rantiza la protección de la salud públ i­ca como objetivo prioritario, realizando un enorme esfuerzo presupuestario, que ha ven ido paliando, en la medida de lo posible, la crisis del sector. Las pérdidas provocadas por la EEB en el sector durante el año 2001 fueron di­fíciles de calcular. Desde diversas fuen­tes, éstas se valoraron por encima de los 100.000 millones de pesetas (601 millones de euros), al tiempo que las ayudas a los productores no alcanza­ron ni un 10% de esta cantidad. Una prueba evidente de la dureza de la tragedia del sector fue la caída de las importaciones de terneros para cebo. De acuerdo con los datos de la Secre­taría General de Comercio Exterior, las entradas de terneros disminuyeron en­torno a un 20%, siendo mayor la caída entre los animales de pesos superiores a los 160 kilogramos. Lo que sí funciono mejor fue el comer­cio exterior ya que las exportaciones superaron ampliamente a las importa­ciones. Así , según los datos de Adua­nas, entraron en el mercado nacional 196 millones de kilos por un valor de 549 millones de euros, frente a unas ex­portaciones de 539 millones de kilo­gramos exportados por un valor de 1.162 millones de euros. Ya entrados en el año 2002, durante el pr imer trimestre continuaron produ­ciéndose nuevos casos de EEB (42 hasta primeros de abril), pero ya en los últimos meses del año 2001 comenzó a detectarse una cier ta recuperación del sector, fruto del buen funciona­miento de los programas puestos en marcha, tanto por el consumo de car­ne como por el sosten imiento de los precios de mercado.

Page 177: Anuario UPA 2002

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Page 178: Anuario UPA 2002

PORCINO

Un buen año, pese a la PPC

•La crisis del vacuno de carne tuvo co­mo gran beneficiario, al menos en el pri­mer semestre del año, al sector porci­no. La desconfianza del consumidor ha­cia las carnes de vacuno debido a la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) se trad ujo en un aumento de la carne de cerdo, entre otras, y ello a su vez derivó en una subida sistemática de los precios que se mantuvo hasta el mes de agosto. El censo d e porc ino en 200 1 fue de 23,88 mil lones de an imales según los datos provisionales del MAPA, lo que supuso un aumento de un 2,3 I % en re­lación con el año precedente. Por el contrario, en el con junto de la Unión Europea, el censo porcino d is­minuyó en un 0,55% hasta los 121,9 mi­llones de cabezas. De acuerdo con las estimaciones del Ministerio de Agricu ltura, la producción de estas carnes superó los 3 mi llones de toneladas, cifra que comparada con la producción del año precedente su­pone un incremento de casi el 4,6%. Además, e l consumo interno aumentó (en torno a un 10% en volumen) y las ex­portaciones de carne y de embutidos de porc ino alcanzaron un nivel histórico. Concretamente, las ventas exteriores de carne superaron los 356,6 millones de ki los, al tiempo que las importaciones rondaron los 69,4 millones de kilos , una cifra muy inferior a la del año anterior. Por lo que respecta al comercio de ani­males vivos, las exportaciones descen­dieron cas i un 20% sobre las del año 2000 y lo mismo sucedió con las impor­taciones (más de un 9%) Los países de la Unión Europea son los principales destinos y procedencias de los cerdos y la carne de porcino que en­tra y sale de nuestro mercado. Asimis­mo, la importancia del sector porcino en el comercio nacional de carne es gran­de ya que, según los datos de 2001, las exportaciones de carne de porcino re­presentaron un 66% del total y las im­portaciones, un 35%. No obstante, el sector porcino vivió tam-

SECTORES

bién sus momentos amargos. Tras ha­ber sido erradicada totalmente del pa­ís en 1999, a mediado de junio se de­tectó en lleida un brote de Peste Por­cina Clásica (PPC) , que se fue extendiendo por otras comunidades au­tónomas en los meses siguientes. A co­mienzos del otoño se detectó el último caso de PPC y ya en noviembre se de­claró la zona libre de la enfermedad. Sin embargo , unas semanas más tarde y antes de acabar el año, esta epizootia reapareció de nuevo en la misma pro­vincia catalana. La reducción de la oferta nacional de porcino, unido a la imposibilidad de im­portar carne de Holanda debido a que allf se había registrado un brote de fie­bre aftosa, hizo que el mercado na­cional se mantuviera más o menos fir­me hasta el último trimestre del año , cuando definitivamente las cotizaciones acabaron desplomándose. Comparando los precios medios al­canzados por el porcino de capa blan­ca en el año 2001 con los del año pre­cedente, se observa un aumento apro­ximado del 20%. Igualmente, el precio medio del lechón llegó a alcanzar el ni­vel más alto de los últimos cincos años. A su vez , si se comparan los precios medios del mercado español con los del mercado comunitario se observa que en el año 2001 ambos siguieron el mismo ciclo , aunque los prec ios na­cionales se mantuvieron siempre por debajo de la media. Por lo que respecta a la evolución del sector en los primeros meses de 2002, lo cierto es que en el mercado el primer

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trimestre del año se cerró con prec ios a la baja y sin visos de un cambio de tendencia, pues además las estimacio­nes de producc ión tanto para España como para la Unión Europea eran bas­tante optimistas.

OVINO Y CAPRINO

Por fin, la reforma de la OCM

•Tras muchos meses a la espera , el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea aprobó, casi al finali­zar el año 2001, el Reglamento de la Or­ganización Común de Mercado (OCM) del sector ovino. Al margen de esto, el año 2001 fue tam­bién un año positivo para el sector ya que los precios percibidos por los ga­naderos experimentaron un notable in­cremento sobre los del año precedente. Como ocurrió con otras cabañas gana­deras , también el sector ovino se be­nefició en parte de la crisis de vacuno. Los ganaderos percibieron durante to­do el año precios más altos que en el año anterior, apreciándose más las di­ferencias entre los animales de menor peso que entre los más grandes. En la Unión Europea, los prec ios de la carne del ovino subieron en 2001 una media del 15% debido a los efectos de la fiebre a~osa . De todos los países co­munitarios, Irlanda fue el que registró un mayor aumento en sus precios, mien­tras que los ganaderos del Reino Unido fueron los que lo llevaron peor ya que los precios de estas carnes bajaron de-

Page 179: Anuario UPA 2002

bido al exceso de oferta en el merca­do británico que se produjo por la prohi­bición de exportar que estuvo vigente durante muchos meses en este país. La producción de carne de ovino su­peró los 242,5 millones de kilos en ca­nal, cifra que comparada con la de año precedente supuso un incremento del 4,4%. Por el contrario, la producción de carne de caprino se redujo ligeramen­te, pasando de 18,8 millones de kilos a 18,2 millones. También en ese año aumentó la pro­ducción de leche, tanto de ovino como de caprino. De acuerdo con las esti­maciones del Ministerio de Agricultura, se produjeron 326 millones de litros de leche de oveja (un 6% más que en 2000) y 335 millones de litros de leche de cabra. En la reforma de la OCM aprobada se simplifican los trámites para solicitar las ayudas comunitarias al sustituir la pri ­ma variable por una prima fija de 21 eu­ros para animal productor de corde­ros pesados, al tiempo que se mantie­ne la prima para zonas desfavorecidas, que queda fijada en 7 euros. Igual ­mente , al aprobarse una partida de 18,8 millones de euros adicionales pa­ra España, la prima fija se eleva a 22 euros por animal. En cuanto a las primas ganaderas del año 2001 (las últimas antes de la refor­ma), a comienzos del 2002 el Comité de Gestión de la Carne de Ovino y Capri­no fijó el importe de la misma en 1.511 pesetas (9,07 euros) para las ovejas pe-

SECTORES

sadas y en 1.207,9 pesetas (7,26 euros) para las ovejas ligeras y las cabras. Es­tas cantidades fueron al final más bajas que las estimaciones que se habían he­cho a lo largo del año y supusieron tam­bién un importante retroceso con res­pecto a las primas cobradas en el año anterior.

HUEVOS

Se reducen los márgenes de producción

• El aumento de la cabaña de ponedo­ras en el año 2001 derivó en un incre­mento de la producción de huevos. Se­gún las estimaciones del Ministerio de Agricultura, la producción nacional ron­dó los 781 millones de docenas, un 8% más que el año anterior. Sin embargo, los precios percibidos por los productores experimentaron un gra­ve retroceso y, además, los costes de producción se incrementaron por el en­carecimiento del pienso y por el coste derivado de trasponer la normativa co­munitaria sobre bienestar animal a la le­gislación española. Según los datos del sector productor, el precio medio del huevo a la salida del centro de clasificación cayó un 10% con respecto al año 2000 y esa caída se no­tó especialmente en los meses de pri­mavera debido al aumento de la oferta. Por su lado, el precio del pienso para aves subió -según las mismas fuentes­un 8% debido a su vez al encareci-

177

miento del cereal por la reducción de la cosecha nacional Un dato positivo para el sector del hue­vo, que en España está formado por pequeñas y medianas empresas ma­yoritariamente, fue la buena marcha de las exportaciones durante todo el año 2001. En este sentido, los operadores del sector estiman que en el conjunto del año se logró superar la cifra récord de 60.000 toneladas, que fue la regis­trada en el año 2000. Las exportacio­nes del sector representan aproxima­damente el 13% de toda la producción. En cuanto a la evolución del sector en el conju nto de la Unión Europea , el conjunto de los Quince logró aumentar su producción entorno a un 3% sobre el año precedente. Alemania y Fran­cia continuaron siendo los países con mayor producción, seguidos por Italia y España. De cara al año 2002, las estimaciones del sector apuntan a que la producción comunitaria apenas variará, en conso­nancia con la evolución del consumo in­terno de huevos. A este respecto, mientras en el ámbito comunitario el consumo de huevos cre­ció entorno a un 3% en el año 2001 , en España permaneció más o menos es­table a pesar de que los precios paga­dos por los consumidores aumentaron un :2,8%. Al margen de esto, durante el año 2001 se estuvo a la espera de la puesta en marcha de la Directiva comunitaria so­bre condiciones mínimas de alojamien­to de gallinas ponedoras , que final­mente se traspuso a la legislación na­cional en enero de 2002. Además, el sector del huevo está pendiente del Re­glamento sobre Higiene de los Alimen­tos y el Reglamento sobre prevención de zoonosis y control de salmonelosis. Asimismo, también se pondrá previsi­blemente en marcha durante 2002 un reg istró de explotaciones avícolas en el ámbito nacional que servirá de base a su vez para poner en marcha el marca­do obligatorio del huevo de cara al 2004, con el código identificativo de la explotación de producción. Con esta identificación se pretende dar un paso más para garantizar la trazabilidad de los huevos.

Page 180: Anuario UPA 2002

CUNICULTURA

Un sector en crisis

•Si bien el panorama del sector en los primeros meses del año era bastante optimista, el balance final del ejercicio 2001 para el sector cunícola no puede decirse que sea bueno. Aunque el nivel de precios medios percibidos por el cu­nicultor fue al final superior al del año precedente, en el último trimestre del año se atisbó el comienzo de una crisis que se fue agudizando en los meses si­guientes del año 2002. La aparición de la EEB en España hizo que también en el sector del conejo se notara la recuperación del mercado en los primeros meses del año 2001. Sin embargo, en este sector a medida que los meses pasaban y se acercaba el ve­rano, las cotizaciones tendían a la baja. Con la llegada del otoño, el precio del conejo consiguió recuperarse, pero la alegría duró poco ya que en los meses siguientes las lonjas volvieron a bajar. Finalmente, el precio medio en el mer­cado resultó un 7% superior al del año 2000, pero eso no impidió que los pro­ductores denunciaran antes de acabar el año la difíc il situación en la que se encontraban. Pese a ser superiores a los de un año antes, los precios del conejo en 2001 si­guieron rozando los umbrales de renta­bilidad fi jados por los ganaderos. Ade­más, los descensos que percibieron los cun icultores en sus ventas no se vieron ref lejados en los precios que pagó el consumidor, algo que por otra parte es tristemente habitual para muchas pro­ducciones ganaderas. Para poner remedio a la caótica situa­ción, el sector demandó a la Adminis­trac ión medidas de apoyo urgentes como la puesta en marcha de ayudas directas a los productores y la supre­sión por parte de la Comisión Europea, de las importaciones procedentes de países terceros (como, por ejemp lo, las de China). Asimismo, también defendieron la in­clusión de la cunicu ltura en el Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS) y rechazaron que se siga con­siderando esta producción como una

SECTORES

actividad industrial, al tiempo que de­mandaron campañas oficiales de pro­moción del consumo. Durante el primer semestre del año se presentó oficialmente lntercun, la orga­nización interprofesional del sector cu­nícola que ya se habla constituido un año antes . Esta organización agrupa a los productores y a los comercializado­res de conejo con el obje tivo de de­fender los intereses del sector. La mala racha que atravesaba el sec­tor cunícula en los últimos meses de 2001 siguió en los primeros meses de 2002. Los precios pagados al ganade­ro en el conjunto de los mercados na­cionales bajaron un 1,3% en el primer trimestre del nuevo año, alcanzando al finalizar febrero uno de los niveles más bajos que se recuerdan. No obstante, el inic io de la primavera contribuyó a la recuperación de este mercado y las lonjas volvieron a alcanzar al comenzar abril los niveles de primeros de año, es­pecialmente en los mercados catalanes y aragoneses. Por otra parte , la Confederación Na­cional de Cunicu ltores (Conacun) y la Asoc iación de Mataderos de Conejos y Salas de Despiece (Madecun) , inte­gradas ambas en la organización inter­profesional del sector (lntercun), firma­ron su adhesión a los compromisos es­tablecidos en el Acuerdo Marco para la Competitividad y la Normalización de la Cadena Al imentaria Cárnica (Horizonte 2002-2004), con el que se pretende im­pulsar un proceso de normal ización del sector cárn ico que garantice su estabi­lidad y competitividad .

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De cara al futuro, el sector tendrá que hacer un esfuerzo para conquistar mer­cados y adaptarse a la demanda.

APICULTURA

Aumenta y mejora la producción de miel

•A pesar de que en algunas de las comarcas con mayor producción de miel la ausencia de lluvias a fina les de la primavera redundó en una menor flo­ración del espliego, la producción de miel en el año 2001 fue mayor que la del año precedente. En total, la producción española de miel utilizable rondó las 31.000 tone ladas, mientras que la producción comunita­ria fue de 132.000 tone ladas (un 3% más que en la campaña anterior). El grado de autoabastecimiento de miel en España se situó en casi un 82%, al tiempo que en la Unión Europea, la me­dia de autoabastecimiento estuvo en un 48%. En este sentido, los países comu­nitarios que más miel importan son Ale­mania y Gran Bretaña, aunque España les sigue muy de ce¡ca. Por su parte, de acuerdo con las esta­dísticas comunitarias, el número de api­cu ltores fue de 470.046 de los que 14. 796 eran profesionales. De este to­tal, 26.669 eran españoles y tenían una media de 420 colmenas de media ca­da uno (la media comunitaria es mucho más baja) Al margen de esto, en los primeros me­ses del año el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación anunció su inten-

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ción de retomar un antiguo proyecto de reordenación del sector. Mientras, los productores nacionales llevaron a cabo numerosas protestas en protesta por la situación del sector (la cada vez mayor incidencia de las enfermedades, la pre­sión de los bajos precios de la miel de importación , etc .), que culminaron con una gran manifestación de productores de miel comunitarios que se celebró en Bruselas ya en febrero de 2002. Entre otras cosas, los apicultores de­mandaban la ampliación del ámbito de aplicación del Reglamento 1221 /1997 para conseguir garantizar la supervi­vencia de esta cabaña ganadera y evi­tar interpretaciones diferentes de unos Estados a otros. Por otra parte, España obtuvo dentro del programa anual de medidas para la apicultura en el año 2002 un monto de 1.456 millones de pesetas (8,75 millo­nes de euros) cifra idéntica a la solici­tada por el Gobierno español y que su­pone a su vez un incremento del 7% con respecto a la del año 2001 . La mi­tad de este importe será financiado por la Unión Europea y el resto , correrá a cargo del Ministerio de Agricultura y de los distintos gobiernos regionales . El programa anual se centra principal ­mente en la lucha contra las enferme­dades de las abejas (varroa, etc.) y tam­bién en la racionalización de la trashu­mancia. Además de esto, se desarrollan también acciones destinadas a mejorar la calidad de la miel y a la asistencia téc­nica al apicultor, entre otras. El programa de apoyo a la apicultura eu­ropea lleva tres campañas en funcio­namiento. España es el país que más di-

SECTORES

nero recibe de la Unión Europea, pero también es el que presenta un mayor grado de ejecución de los programas. Además de esto y ya en enero de 2002, la Comisión Europea publicó la Directi­va 2001/110/CE sobre la calidad de la miel, que sustituye a otra anterior de 197 4 y con la que se pretende simplifi­car las normas de producción y co­mercialización y adaptar este producto a las disposiciones comunitarias gene­rales sobre la producción de alimentos. En la nueva directiva, que no será de aplicación obligada hasta agosto de 2003, se establecen, entre otras medi­das , las características de la miel ; se define lo que es la miel industrial y se fi­jan las indicaciones que tendrán que aparecer obligatoriamente en las eti­quetas de los envases.

POLLOS

Mejores precios y más consumo

• La caída del consumo de vacuno en los primeros meses del año 2001 tuvo como consecuencia, entre otras cosas, el aumento de la demanda de carne de pollo. Ese incremento del consumo se fue transformando semana a semana en subidas de precios hasta que, a me­diados de la primavera , la tendencia cambió . También a mediados del ve­rano las cotizaciones del pollo volvieron a subir gracias a la demanda del turis­mo, pero al final del ejercicio el sector terminó con los niveles de precios más bajos de todo el año, a pesar de que la media resultante superó en un 5% a

179

la media de precios conseguida du­rante el año 2000. Las causas de la caída de precios en el sector del pollo durante el último tri­mestre de 2001 son varias . Así, por ejemplo, el aumento del parque de re­productoras (derivado de las favorables expectativas que tenía en sector en los primeros meses del año) hizo que hu­biera un exceso de oferta justo en los meses en los que el consumo de carne de vacuno se iba recuperando. También influyó el hecho de que en el mercado hubiera mucha oferta de po­llos pasados de peso que no se podían comercializar en el extranjero. De acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura, la producción de carne de broilers superó en el año 2001 los 898 millones de kilogramos, un 4% más que en al año 2000. Asimismo, también cre­ció 1:in porcentajes similares la produc­ción de carne de otras aves, que según las mismas fuentes ascendió hasta los 128 millones de kilogramos en canal. Entre fas lonjas nacionales, la de Ma­drid fue la que registró los precios me­dios más altos, aunque todos los mer­cados siguen la misma línea en cuanto subidas y bajadas a lo largo del año. En la Unión Europea, el precio de los pollos estuvo más o menos estable du­rante todo el año y además, el precio percibido en España por los ganaderos fue inferior a la medía comunitaria. En el ámbito político , a mediados del año 2001 se alcanzó un Acuerdo Mar­co para el sector del pollo integrado, que fue muy bien acogido por el sec­tor y que tiene como objetivo primor­dial incrementar la competitividad del sector. En los meses siguientes, el co­mité de seguimiento del Acuerdo Mar­co, trabajó por la inclusión del sector del pollo en el sistema nacional de se­guros agrario y por la integración de los avicultores integrados en el Régi­men Especial Agrario de la Seguridad Social. De cara al ejercicio 2002 y siguientes, el sector del pollo tiene varios retos motivados por los cambios legislativos comunitarios. Entre estos, destacan las nuevas normativas sobre bienestar animal, sobre alimentación animal y sobre medio ambiente .

Page 182: Anuario UPA 2002

AGRICULTURA ECOLÓGICA

La producción sigue en aumento

•Como ya viene siendo hab itual en los últimos años, la ag ricultura eco­lóg ica volvió a registrar en el año 2001 un notable crecimiento tanto en superficie como en producción re­conocida. Según los datos maneja­dos por el MAPA, la superfic ie dedi­cada tanto a la producción ag rfcola como a la ganadera ascendía al fi­nalizar el año a 485.140 hectáreas, un 27% más que el año anterior. De esta superficie total , que sólo en parte está totalmente calificada, ca­si 200.000 hectáreas eran praderas y tierras de pasto , un dato que da idea de la importancia que el sec­tor ganadero tiene dentro de la pro­ducción ecológica. Aunque todas las reg iones españo­las participan de la producción eco­lóg ica, es Extremadura un año más la que lidera la lista tan to en pro-

SECTORES

ducción como en superfic ie dedica­da a estos cu ltivos. Por detrás de los extremeños continuan estando los andaluces, que contaban al finalizar el año con unas 107 .380 hectáreas en producción ecológica registradas por el Consejo Regu lador de la Agri­cu ltura Ecológ ica . Además de An ­dalucía, la otra comunidad con una gran producción en este tipo de agricultura es Cataluña, que en el año 2001 ten ía registradas unas 50 .790 hectáreas, según las mismas fuentes. En cuanto a los productores , la cifra a l final izar el año quedaba en 15.662 , unos 2.270 más que los que había en el año precedente . En este caso también fue Extremadura la que contaba con mayor número de productores registrados. Además de estos, también había re­g istrados un total de 914 elabora­dores de al imentos ecológ icos , cifra que comparada con la del año 2000 represen tó un aumento del 27%. De este tota l, estaban inscritos en los

180

registros de la comunidad autónoma andaluza 190. La importancia que tiene la ganade­ría ecológica se ve ref lejada no só­lo por el número de hectáreas que se dedican a la producción pecua­ria sino también por e l número de explotac iones registradas y por las cabañas representadas . Al acabar el pasado año la cifra de explota­ciones ganaderas se elevó a 1 .336 y, aunq ue de éstas la mayor parte eran explotac iones de ganado va­cuno extensivo , tamb ién había ga­naderos ecológ icos dedicados a la producc ión de ovino, caprino, por­cino, aves y miel. No obstante , a pesar de la impor­tancia del subsector ganadero, en el ámbito de la industria agroalimenta­ria es el sector puramente agrícola el que lidera, al menos en número de empresas . A este respec to , e l año 2001 terminó con un total de 996 in­dustrias agroalimentarias ecológ icas de las que más de 810 se dedica­ban a producciones vegetales.

Page 183: Anuario UPA 2002

FICHAS SECTOBWJlS

• > ! - ' l 1 -

I, • • ' ' ..... ... ,. -- --• Sup. Cultivada en España (Has) 881300 • Sup. Cultivada en España (Has) 1.319.800 · Sup, Cultivada en España {Has) 712.800

• % aprox!mado respecto a la UE-15 25% • % aproxlrnado rBSpecto a la UE-15 10.3% • % aproximado respoolo a la UE-15 16%

• Producción espai'lola 2001 (Tn.) 1.837 400 • Producdón española 2001 (Tn.) 3.1!!2 000 • ProdlkXlión española 2001 (Tn.) 1.344.500

• % aproximado respecto a la UE-15 26% • %aproximado respecto a la UE-15 4% • ·~ aproximado respecto a la UE-15 6%

• Precio medio en origen (P1sfag,) 24,76 •Precio medio en origeo (P1sfag.) 23 • PreG!o medio en O!lgen (PlsJ1<¡¡.) 20

•Principales zooas productoras • Pnmipales zonas productoras • Principales zonas produdo¡as (% sobre tolál nacional) {%sobre total nacional} J% sobre total nacional)

• Andalucla 69% • Castilla y León

"°" •Navarra 23%

• Extrerradura 18% • castilla-La Mahcha 16¡5% • Caslflla y Le6o 23%

· Aragón 17% . ('Ja!¡¡tlJf[a 8'l(, o(:astllla-l!Jl Mancha 21 %

•Fuente: MAPNCoceral •Fuente: MAPNCoceral • f'uente: MAPNCoceral

• Sup. Cultivada en España (Has) 2.281 000 • Sup. Cultivada en España (Has) 7.900 :!:~· Cultivada en España (lias) 441.200

• %aproximado respecto a la UE-15 36% • % aproxflrado respecto a la UE-15 7,5% • % aprOXimado respecto a la UE-15 21,4%

• Producción espal'lola 2001 (Tn.) 4.900.500 •ProducciOn esl)a'1ola 2001 (Tn.) 43900 • f~OOOcGíón espaJ\Ola 2001 (T n.) 658.900 ----• % aproximado respecto a la UE-15 21,05% • % aproX!mado respecto a la UE-15 7% • % aproximado respecto a la UE-15 10,5%

•Precio medio en Oli\ien (Pts.¡1(g.} 24,76 · Precio medio en orfgen (P1s.i1t!l1) 23,58 • F'raclo medio en 01i¡¡en (P1s.!1<¡¡.) 20,75

• Prl:ss zonas productoras • Prínoipales zonas producioras • PT!noipales zooas productoras ~lnacional} --- Asobre 1o1a1 nacional} ·~ sobre tolál naolooal) •Castilla y León 3~ • Call!ilJl'la 50% • Ciastilla·La Mancha 26,7% _, __ • Castllla-La Mancha 32% • ExtrarraOO¡¡¡ 23% •CasH!layLBOO 23,7%

· Aragón 12% · Andalllcfá 15% •Exlremadura 17%

· Fuenle: MAPNCocer.il •Fl.leOOJ: MAPNCoceral •fuente· MAPNCoceral

~:r:_~,:: . :_.- - ---- . 1,= - - -,u - -• ~ • 1 • 1 '

. Sup. Cultivada en España (Has) 101.200 · Sup. Cultivada en España (Has) 502.m .sµp. Cultivada en España (Has) 31.600 ---• % aproxlrnldo respecto a la UE-15 8% • %aproximado ~o a la UE-15 11% • 'll! aproxsrr¡adb respeclD a la UE-15 2,5%

• Producción espaOOla 2001 (T n.) 107.200 · ProdUCCkln espaOOla 2001 (Tn) 5.108.400 ~foducclón espaOOla 2001 (Tn.) 74!900

• % aproximado respoolo a la UE-15 2% • % aproximado respoolo a la UE-15 12,5% • % aprolOmado respecto a la UE-15 2%

•Precio medio en origen (PtsJ1<¡¡.) 20,54 · Precio medio en 01igeii (P1s.Alg,J 22,69 • Preolo medio en 01igen (P1s./kg,) 21

• Pri~les zooas prodt.doras • Prtncipales zor¡as productoras • P1frPpaiesL011aS productoras (% sobre llllal naolooaQ {% sobre lolai naclooal) ll~sobrelolal~

• castilla y León 63% • Gastilla y León 26% · AOOaloofa 58%

· Gallcia 14,7% · Aragón 21% • B<lrefra:iura 25,7%

• Gastilla·La Ma'ICl¡a 12.,5% • Extrerradura 16% •Castilla-La Mancha 11%

• FuenlB: MAPNCoceral •Fuente: MAPN€oceral •Fuenla: MAPNCoceral

• Sup. Oultivada en Espa/la(Has) 107200 •SUp. Cultivada en España (Has) 2MXJ · Sup. Cultivada en Espa1la (Has) 153.100

• % aproximado raspecto a la UE-15 96% • % aproximado raspil:lo a la UE-15 0,9% • %. aproximado respecto a la UE-15 87%

• Produa:ión espallola 2001 (T n.) 55.900 • l'rodlxclóií espaflbla 2001 (T n.) 4.00'.J •Producción española 2001 (Tn} 88.100

· % aproxfmado ~oa la UE-15 97% • % ap!O)(imado respecto a la UE-15 0,7% 0 %,aproxlrrafo raspecto a la UE-15 70%

•Precio medio en origen (P1s.Alg.} 26,66 • Precio medio en origen (P1sfa¡¡.) 36 • Prooio medio en origen (P1sfag,) 31,98

• Prinaípales zooas prodUctoras (% sotxe total nac!onall

· Principales zonas P!oductoras (% sobre tolal nacional)

•Pri~ zonas prodlic!oras _(111 tolal nacional}

• eastllla-La Mancha 72,6% • !ixtraniadura 96% • Cnst!lla-La Marrlla 42%

· Aragón 16% · Andalua!a 2% o!",¡ISIJllayl.eó\1 34,8% -- -•Castlllay León 4% · Calaluna 1% · Aragón 9%

· Fuenla: MAPNEuróSlal •Fuente: MAf'A/FAC •Fuente. MAPA!FAO

181

Page 184: Anuario UPA 2002

FICHAS SECTORWJ:S

Oolla .&?rol •G1ruo1

•Sup. Cultivada en Espalla (Has) 24.600 • Sup. Cultivada en Espal1a (Has) 111.liOO • SUp. CultíVada en Espai'la (Has) 857.500

• % aproximado respecto a la UE-15 0,9% •%aproximado respecto a la UE-15 28% • % aproximado respecto a la UE-15 46%

•Producción española 2001 (T n.) 35.900 · Producción española 2001 (Tn.) 887.600 • Producción española 2001 (Tn.) 893.000 - -- --

• % aproximada respecto a la UE-15 0,5% • % aprax1mado tmpeCto a la UE-15 35% • % aproximado respecto a la UE-15 30%

•Precio medio en origen (Pts./l<g.) 30 • Precio medio en origen (Pts./kg,) 46,43 •Precio meclío en orfjjell (Pts./kg.) 42,53

•Principales zonas productoras • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras (%sobre total_nacional) (% sobre total nacional) J% 5º-º-1.1! total riacionall

· Aragón 34% · Andaluc!a 43% · Andalucfa 37% ----•Castilla-La Manclln 27% • Extremadura 19% • Caslllla y León 27%

· Andalucía 21% · Calalui'la 15% • Castilla-La Miln<iha 14,6%

• Fuente: MAPNFAO • Fuente; MAPNFAO ·Fuente MAPNFAO

•Algodón 'flbloo • Bemolaaha uaaarera • Sup. Cultivada en España (Has) 88.100 · Sup. CUitivada en España [Has) 14,200 • Sup. Cultrvada en Espalla (Has) 114,100 ---• % aproximado respecto a la UE-15 18% • % aproximado tmpeCto a la UE-15 11% • %aproximado respecto a la UE-15 6%

• Producción española 2001 (T n ) 304.900 • Producción española 2001 (fn) 41.700 • Producclóo española 2001 (T n.) 6775.000 -

• % aproximado respecto a la UE-15 18% • % aproxunado respecto a la UE-15 13% • %aproximado respecto a la UE-15 6,5%

• Prooio medio en origen (Pts./kg.) 148,7 • Precio medio en origen (Pts./kg.) 537,11 • Preclo medio en origen (Pts,/kg.) 8,52

• Prinol~les zonas productoras • Principales zonas productoras • Principales zooas productoras ~etotal~- % sQ!Jra.Jptal ~1-ºDill)_ .l% sable t~j¡¡J nac.tQl!fil)_

oAndalUGfa 97% • Extremadura 86% • Castilla y León 56%

•Murcia 1% · Andalucía 10% · Andalucfa 31%

• Extrernadura 1% • Castilla y León 2% • Castll la-La Mancl1il 7%

• Fuente: MAPNFAO •Fuente: MAPNEurostat •Fuente: MAPNFAO Incluyen datos de cosecha de lílVlerno y verano

.&ceite d.t olln •Ylno · Sup. Cultivada en España (Has) 87426 oSUp. Cultivada en España (Has) 2.303.305 • Sup Cultivada en Espai'ta (Has) 1181 127 ---•%aproximado respecto a ta UE-15 60% • % aproximado respecto a la UE-15 50% • %aproximado respecto a la UE-15 36%

•Producción española 2001 (Tn.) 411.000 • Produccloo espanola 2001 (Tn.) 1.300.000 • Producción española 2001 (T n ) 35126.700 -• % aproxirnado respecto a Ja UE-15 63% • %aproximado respecto a la UE-15 62% •%aproximado respecto a la UE-15 20%

• Precfo medio en Oligen (Pts.Jl<g) 82,79 • Precio medio en origen (PIS /kg.) 284.4 •Precio medio en origen• (PisJllgd) 465

· Principales zonas productoras • Principales zonas productoras •Principales zonas productoras ~ SQbre total nacional) ~ S<l!¡r..f! lt!tal nacional) % sobre total nacional

· Andalucía 76% · Andalucla 83% • Casltlla-La Mancha 50% - -------• Exlrernadura 22% • Castilla-La Mancha 6% · Catalui'ta 8% -· Aragón 1% • ea1a1una 3% • Extrernadura 8%

• Fuente. MAPNEurostat • Fuenle: MAPNEurostat • Fuenle MAPNEurostat • Precio rosado

• Un de maa •Plmlemo • Sup. Cull lvada en España (Has) 23.353 • Sup. Cultivada en Espana (Has) 24,000 • Sup Culltvada en España (Has) 23 100 -•%aproximado tmpeClo a la UE-15 26% • % aproximado respecto a la UE-15 68% •%aproximado respecto a la UE-15 52%

• Produccíón española 2001 (Tn.) 342.400 • Producción española 2001 (T n ) 179.000 • Producción española 2001 (Tn.) 965.200

•%aproximado tmpeClo a la UE-15 20% •%aproximado respecto a la UE-15 66% • % aproximado respecto a la UE-15 54%

•Precio medio en origen [Pts./kg.) 75,65 • Precio medio en o¡igen (Pts./kg.) 169,37 • Precio medio en origen (Pts/kg.) 107,65

• Prinoipales zonas productoras • Principales zonas productoras • Prinrnpales zonas productoras (%sobre total nacional) ~~e 1º.l?l naciona..Jl_ ~ sobre total naGJonal)

•C. Valenciana 57% · Andalucfa 39% •Andalucla 84% - -· Murcia 2716% • Castilla-La Manct¡a 34% · Murcia 15,6%

· Andalucía 14% • Castilla y León 12% • GasUlla·La Mancha 4%

•Fuente. MAPNFAO • Fuenl!l MAPNFAO •Fuente: MAPNFAO

182

Page 185: Anuario UPA 2002

FICHAS SECTORWJlS

•Leahqa AJ.llÜ'lfl. OeMUn

• Slip. Cultivada en España (Has) 38.600 • Sup. Cultivada en Espalla (Has) 19.300 • Sup. €tlllivada en Espai'ía (Has) 23.aoo • % aprox11nado respecto a la UE-15 28% • % aproximado respecto a la UE-15 23% • % aproximado respa:to a la UE-15 23%

• l'rodu<:ci6o espat'KJla 2001 (Tn.) 972.600 •Producción espanoia 2001 (Tn.) 295.500 • Producción espaílo!a 2001 (Tn.) 1.104.(XXJ

• % aproximado respecto a la UE-15 29% • % aproximaclo respecto a la UE:-15 35% • % aproximado respocto a Ja UE-15 27% -• Precio medio en origen (P1s.¡kg.) 50,11 • Precio medio en origen (l'Ís.Jlq¡.) 56,48 • Precio medio en O!igen (P1s.¡1<¡¡1) 25,47

• Principales zonas productoras • Principales zonas productoras • Principales ZlJílaS productoras (% sobre tola! nacional) (% sobre tola! naélooal) _(% sobre Jolal nacional)

· Muroia 37,6% •Murcia 38% • Dastilla-La Mancha 42% ·-

• AndallJcla 21% • C. Valenc&ana 31% · Andalucía 17%

• Catalui'ia 8,6% • Catalui'la 8% • C. Valenciana 13%

•Fuente: MAf'NFAD •Fuente: MAf'NFAO • Fuenla: MAf'NFAO

._..,.... .,.... aSUp. Cultlvada en Espai'ía (Has) 14.700 • Sup. GultiVada en España (Has) 115.500 • Sup. CultiVada en Espai'ía (Has) 61.500 -• % aproX!mado respecto a la UE-15 25% • % aproximado raspecto a la UE-15 8% • 1*1 aproximado respecto a la UE-15 25%

• ProcJucd6n espal\ola 2001 (Tn.) 56.700 • Producd6n españbJa 2001 (T n.) 2.956.900 •Producción es¡iai1ola 2001 (T n.) 3.729.900

• %aproximado respecto a la UE-15 27% •%aproximado respa:to a la UE-15 7% •%aproximado respecto a la UE-15 25%

• Precio medio en origen (Pts,¡lq¡.) 295,42 • Preolo mafia en origen (Pts.¡lq¡,) 34,37 • l'recfo medio en origen (Ptsft<g.) 55,92

• Principales zonas~oductoras (% SObre tola! ll

• Pri~les zonas productoras (% e lolal nacional)

• /'rlnc]pa/es ~~oras j% sobre·lolal ñ

· Andaiud3 57% · r.astillay León 31% · !\ndalucfa 32%

• (',astí/la-La Mancha 14% · Andalucía 16,5% • Exlrmiadura 28%

• NaVarra 14% · Gallcla 15% · Ganarías 9%

• Fuenle: MAflNFAfJ • fuente: MAf'A/FAO •Fuente: MAf'A/FAO , extremadura,;

• • provlncla de Cáceres una tierra que se descubre al mundo

Viajarpor esta tierra de tolerancia J diversidad

es adentrarse en una cultura que conserva su historia

grabada en edificios . m.onumentos. Dehesas, o-argantas, alcornoques, sierras J llanos, ...

habitadas por gentes amables .Y el sabor de sus productos en el calor de sus fogones

' . .. ' ~ '., , .. , . ~l .. . ' 1

Page 186: Anuario UPA 2002

FICHAS SECTOBIALES

.. Ddl1'1DI

• Sup. Culilvada en Espalla (Has) 9100 • Sup, Oullivada en Espaf\a (Has) 139.155 · Sup. Cultivada en Espaf\a (Has) 106.036 --• % aproximado respeclo a la UE-15 17% • % aproximado respecto a la UE-15 45% • % aproximado respecto a la UE-15 58%

• ProdOOilón es parola 2001 (T n.) 328000 • Producción espal'¡ola 2001 (Tn.) 2.806.900 • ProdUGCión española 2001 (T n.) 1.655.100

• % aproximado respecto a la UE-15 38% • %aproximado respecto a la UE-15 47% • % aproximado respecto a la UE--15 67%

• Precio medía en oñgen (Pts,A(g.) 138,26 • Precio mecho en origen (Pts,/kg.) 31,92 • Precio medio en origen (Pts,A(g.) 43,75

• Principales zonas productoras •Principales zonas productoras • Principales zonas kroductoras (% sobre total naGjonaJ) (% sobre total nacional} % sobre total nac anal)

· AndalUGla 92% •C. Valenciana 60% • C. Valenciana 85% -· CalalUf\a 2,7% · Andalucía 30% · Andalucla 8%

• C. Valenciana 1%. ·Mumla 5,6% · Oataluila 3%

• fuente: MAPA/FAO •Fuente· MAPA/FAO • Fuente: MAPA/FAO

8a4fa

• Sup. OUILivada lll1 Espalla (Has) 48,735 • Sup Cultivada en Espalla (Has) 33,470 •Sup. Cultivada en Espalla (Has) 16.700

• % aproximado respecto a la UE-15 46% • % aproximado respecto a la UE-15 23% • %aproximado respecto a la UE-15 34%

• Producción espai'iOla 2001 (T n.) 1.036.700 • Produa:ión española 2001 (Tn) 719.500 • Producción española 2001 (Tn.) 618.400 --• % aprox1rnado respecto a la UE-15 58% • % aproximado respecto a la UE-15 24% • % aproximado respecto a la UE-15 35%

• Precio medio en origen (Pts./kg.) 39,39 • Precio medio en origen (f,ts./kg.) 51,46 •Precio medio en origen (Pts.Jl<JJ.) 34,14

• Princlpales10flll5 prodootoras • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras _(~ _scibre lolal nacional} ~J¡ra tollll nacional (%sobre total nacional)

· Murcia 46,5% · GatalUlla 51% · Andalucía 58% ----• O Valanciana 35% · Aragoo 23% · Murnla 14,5% ---- ----· Andalucla 17,5% · Murcia 5% •O valenciana 13%

• Fuen!e: MAPA/FAO •Fuente. MAPA/FAO • Fuente. MAPA/FAO

La agrícultura es la profesíón propía del~ famisadec

y la ocupación

Page 187: Anuario UPA 2002

FICHAS SECTORWJlS

__ ... Aiblr1aoqv.t

• Sup. Cultivada en Espana (Has) 52.528 · Sup. Cult!vada en España (Has) 38.500 • Sup. Cultivada en España (Has) 21.600

• % aproximado respect¡¡ a la UE-15 14% • % aproximado respecto a la UE-15 47% • % aproximado respecto a la UE-15 38% -• Producclón espailola 2001 (Tn ) 962.000 • Producción espal'Jola 2001 (T n.) 984.100 • Producclón espanola 2001 (T n.) 159.400

• % aproximado respecto a la UE-15 10% •%aproximado respecto a la UE-15 53% • 'lo aproxlmado respecto a la UE-15 28% -• Precio medio en origen {PlsJkg.) 39,06 • Precio medlO en origen (Pls.Jkg.) 42,91 • Precio medio en origen (Pls.Jkg.) 52,13

• Prlncjpales zooas~roductoras •Principales zooas productoras • Prfnolpales zonas productoras (%500retolal ll [% sobra tola! nacfonal) 1:% sobre tola! naclonal)

. cata1una 52% · AndallJc!a 31% •Murcia 60%

· Aragón 26,7% • Castllla-La Mardia 31% • C: Valenciana 15%

· Asturias 5,5% • Murcia 19% • Castilla-la Manctia 11%

•Fuente. MAf'A/FAO •Fuente: MAf'A/FAO • Fuente· MAf'A/FAO

U...78aindu

. &Jp. Cultivada en Espa71a {Has) 68.865 •&Jp. Cult!vada en España (Has) 5.644 · Sup. Cultivada en Espana (Has) 31936

• % aproximado res¡iecto a la UE-15 27% • % aproximado respecto a la UE-15 99% • '% aproximado respecto a la UE-15 24%

•Producción espanola 2001 (T n.) 1.030.800 • Producci6n espanola 2001 (T n.) 415.200 • l'roducciónespaiiola2001 (Tn.) 98.400

•%aproximado respecto a la UE-15 25% • % aproximado respeato a la UE-15 93% • '% aproXlmado respeato a la UE-15 16%

• Pracio medio en origen {Pls,¡!(g1) 84,03 •Precio medio en origen {PlsJllg.) 39,38 • l"reclo medio en origen (Pls.Jkg.) 283,23

• Principales zooas ~oductoras • Principales zonas productoras • l'rinclpales zonas productoras (%sobrelolal l (% sobre tola! nacional) J % sobre lolal nacional)

· Aragón 28% · Ganarlas 99% • I~ 28%

. cata1una 23% · Andalucía 1% al:ixlremadura 28%

• Murcia 20% •Fuente: Mtf'A/FAO • ilvldalucfa 12%

•Fuente. MAPNFAO •Fuente: MAf'AIFAO

. Sup. Cultivada en Espat\a {Has) 21-604 · &ip. Cult!vada en Espana (Has) 26.202 . !:;up. Cultivada en Espana (Has) 792.484

• % aproximado respecto a la UE-15 16% • % aproximado respecto a la UE-15 26,7% •%aproximado respecto a la UE-15 79%

· Pmducción espanola 2001 (Tn.) 143.400 • Producc!6nespañola2001 (Tn.) 26.200 • Producci6o espal\ola 2001 (Tn.) 257.000 --• % aproximado respecto a la UE-15 13% •%aproximado respeato a la UE-15 17% • % aproxfmado respecto a la UE-15 61%

• Precio medio en origen (PlsJllg.) 71,01 • Precio medio en origen (Pls.Jkg.) 207.43 • Precio medio en origen (Pls.Jkg.) 111.75

• Principales zonas productoras •Principales zonas productoras • l' rlnclpales zooas ~uctoras (% sobre total nacional) (% sobre tofal nrolona!) j % sobre tola! nao l

•Murcia 35% . ca1a1una 93% • G. Valenciana 25%

• Extrernadura 13% .e Valenciana 1% ·l~lda lucla 22%

· Andalt.cía 13% · Canlalirla 1% · l\ragón 13%

• Fuent!l. MAf'A/fAO •Fuente: MAPA/FAO ·Fuente. M/f'A/FAO

·--- ~-. sup. Cultivada en Espana (Has) 26.600 • Sup. Cult!vada eo Espana (Has) 81.600 • Sup. Cultivada en Espana (Has) 15.400

• % aproximado respecto a la UE-15 75% . 'l(, aproximado respecto a la UE-15 90% • % aproximado respecto a la UE-15 10%

• Prod!Jcción española 2001 (T IJ.) 17.300 • Producción espal'fola 2001 (Tn.) 53.300 • F'rodiJa:lón española 2001 (T n.) 18.400

• % aproximado respecto a la UE-15 56% • % aproximado respecto a la UE-15 87% • % aproximada respecto a la UE-15 5%

· Precio medio eo origen (Pls.Jlq¡.) 74,82 • Precio medio en origen (Pls.Jkg.) 135,28 · Precio medio eo origen (Pls.Mg.) 215,05

• Principales zonas productoras • Princlpales70f125 productoras • Principales zonas productoras (% sobre lolal naciooal) (%sobre total nacional) 1% sobre 1º1@! naolonal)

· Ca'stllla-La Mancha 84% · Andalucía 39% • Dastl lla y León 45,6%

· Gasttlla y l..e6o 9% · Exlremadura 23,6% · Gallcla 25%

· Madrid 4% • Castilla-La Mancha 22% al\Sturias 6%

. fuente: MAPA/FAO ·Fuenle: MAPA/FAO · f'ueote: MAPA/FAO

185

Page 188: Anuario UPA 2002

•Carne da

• Celiso español 2001 {cabezas) 248,000

• % aproximado respecto a la UE-15 11%

• Producción española (tm.) WJ4

•%aproximado 1especto a la UE-15 7%

• Prwlo medio en origen (Potro lechal) (PIS. kg.) 570

• DislnbuoiOn de la cabaña ganadera

•Galalulla 37% ----• C. Valenciana 28%

· CBntabria 11%

· Fuente: MAPAIFAO /EUROSTAT

• carne de caprino (Kg)

• Censo español 2001 (cabezas) 3.112.625

• % aproximado respecto a la UE-15 25%

• Producción española (lm.) 17.491

• %aproximado respecto a la UE-15 23%

• Precio medio en origen (Chivos) (Pis, IS!J,) 479,56

• Distribución de la cabaña ganadera

· Andalliefa 43%

• Castilla-La Mancha 13%

• Caarias 11 %

• Fuente: MAPNFAD /EUADSTAT

FICHAS SECTORIALES

• carne da vacuno (Kg) • carne da brollen (Kg)

• Censo espafiol 2001 (cabezas) ll.410.780 • Censo español 2001 (aves sacrihcadas)

• % aproximado respecto a la UE-15 7,8% • %aproximado respecto a Ja UE-15

• Producción española {tl11/canal) 642.033 • Producción española {lm) - ---

• % aproximado respecto a la UE-15 9% • % aproximado respecto a la UE-15

• Precio medio en origen (Ierneras) (PIS, !g¡.) 264,2

• Precio medio en origen (PIS IS!J.)

• Distribución da la cabai1a ganadera • Dlslribución de la cabai1a ganadera

• Castrlla y León 23% · Catalui1a --· Galleta 17% • Andalucfa

• Extrernadura 11% • C. Valenciana

•Fuente: MAPNFAD /EURDSTAT · Fuente· MAPNFAD /EURDSTAT

• Carne da con.,Jo

• Censo español 2001 {cabezas) 23.860.731 • Censo español 2001 (cabezas)

• % aproxrmado respecto a la UE-15 20% • %aproximado respecto a la UE-15

•Producción española {lm) 2.992.707 • Producción española {lm)

• % aproximado respeclo a la UE-15 17% • % aproximado respecta a la UE-15

• Precio rred10 en origen (Pis kg l 216,73

•Precio medio en origen (Pis. !!g/Vivo)

• Distribución de la rabaña ganadera • Distnbución de la cabaña ganadera

· CalBllJi'Ja 26% • Cataluña

· Aragón 17% oAragón

• Gastllla y León 14% •Galicla

• Fuente: MAPAIFAO iEURDSTAT • Fuente, MAPA!Ff\O /EUROSTAT

GAR TÍA DE CONTROL CON ACENTO AN

698,340,000

16%

1.030.531

15%

158,18

35%

14%

12%

23,000.000

25%

154,864

30%

326.05

37%

14%

13%

AGRICULTURA ECOLOGICA

Comité Andaluz de Agricultura Ecológica Cortijo de Cuarto sin, 41014-Sevilla

Apartado de correos, 11107, 41080-Sevilla

Telf.: 95-4689390 (6 líneas), Fax: 95-4680435

J.tJ

<(

<(

u ANDALUCIA

[email protected], web: www.caae.es

186

Page 189: Anuario UPA 2002

FICHAS SECTORIALES

• Carne de niDo •Kill • c~ españo! 2001 (c:abezl!s) 24.289.133 • Censo espai'Jol 2001 (colmenas)

• % aproximado respecto a la UE-15 23% • % aproximado respecto a la UE-15

•Producción espai'lola (trn) 236.409 • Producción española (trn)

• % aproximado respecto a la UE-15 25% • % aproximado respecto a la UE-15

• Precio medio en ori~ (Cordero recental) ( . kg.) 505,68

• Precio medio en origen (Pis. !!!J.)

• Distribución de la cabaña ganadera • Distribución de la cabal'la ganadera

• Castilla y León 21% • C. Valeoelana

• Extremadura 18% • cas1111a-La Mancha

• Castilla-La Mancha 15% • Castilla y León

•Fuente: MAPNFAO /EUROSTAT • Fuente: MAPNFAO /EUROST AT

• Leche de 'flOa

• Censo español 2001 (cabezas)' 3.148.586 •Censo español 2001 (cabe.?as)

• % aproximado respocto a la UE-15 26% • % aproximado respecto a la UE-15

• Prodocción española (mlllonas de litros) 306 •Producción española (millones de lllros)

• % aproximado respecto a la UE-15 14% · %aproximado respecto a la UE-15

• P~IO medio en origen (Pis./ L) 132,51 • Precio medio en origen (PlsJ L)

• OlstribUci611 de la caba1'la ganadera • Distribución de la cabaña ganadera

• Castilla y León 43% · Gallcla

• Castilla-La Mancha 38% • Gast111a y León

• Extramadura 6% · Asturias

•Fuente; MAPNFAO /EUROSTAT •Fuente: MAPNFAO /EUROSTAT • HerrX>ras ordeñadas

1 tu esfuerzo

se merece un diez 8 Controlar y fomentar la pureza y selección del ganado ovino de raza churra

f) Gestión del libro genealógico de la raza

e Control de producción láctea de las hembras

O Pruebas de descendencia de los moruecos

2.000.00J

24%

31 .00J

29%

275

26%

16%

15%

1.181 .986

8%

6.294

5%

52,57

37%

14%

11%

JI Hunos

• Censo de ponedoras 2001 (cabezas)

• %aproximado respocto a la UE-15

• Procloo;ióo española (miles de docenas)

• % aproximado respocto a la UE-15

• Precio medio en origen _(Clase Len Pts./Docena)

• Distrlbución de la cabal'la ganadera

• Castilla y León

• C. Valenciana

• Castilla-La Mancha

• FLie!11e: MAPNFAO/EUROSTAT

11 Leche de cab:ra

• Censo espai'Jol 2001 (c:abezl!s)'

• % ap~mado respocto a la UE-15

• Producción española (millones de litros)

• % aproximado respecto a la UE-15

• Precio medio en origen (P!sJ L)

• Distribución de la cabaffa ganadera

· Andalucía

• Canarias

• Castilla-La Mancha

•Fuente: MAPNFAO /EUROSTAT • Chivas cubiertas y cabras

e Programa de valoración genética de hembras y sementales (banco de dosis congeladas, iseminación artificial, etc ... )

O Identificación Electrónica Animal (Proyecto IDEA)

O Plan de Saneamiento de MAEDJ

() Organización de Exposiciones, Concursos y Subastas

C!) Representar a sus asociados ante la Administración y toda clase de Organizaciones

D Ofrecerteldiez r.azones para asociarte

o AAct1l

www.ctv.es/USERS/anche e-mail: [email protected]

Ü~~[~~ 2ª0' €nétirn

1 Avda. Casado del Ali·sal , 21

ASOCIACIÓN NACIONAL DE CRIADORES ~:~~~:~~E;sc~~ DE GANADO OVINO SELECTO CHURRO Fax: 979 70 11 65

38.064.00J

12,40%

780.912

10,82%

133.79

18%

15%

15%

1.734.134

45%

320

22%

75,96

50%

16%

12%

Page 190: Anuario UPA 2002

ACEITE DE -OLIVA

.Vo liay nada más

grande que la calidad

de esta tierra.

CALIDAD CERTIFICADA

L\ )1'tttta "e Att"a11'fcía "istittgM~ h Cali~a~ q«e se sale.

' CALIDAD CERTIFICADA

www.cap.junta-andatucia.es Andalucía, Imparable JUT1T1\ DE 1\T1U1\lU(11\ CONSEJERÍA DE AGRICULTURA Y PESCA

Page 191: Anuario UPA 2002

COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2001

Andalucía Récord en la producciór1 final agraria

Andalucía alcanzó en 2001 una producción final agraria récord. Además, la producción de la industria agroalimentaria, que cada

vez es más importante en el conjunto de la eco­nomía regional , también experimentó un notable crecimiento, según los datos manejados por el Go­

bierno regional. Por su extensión y variedad de tierras, la agricultura andalu­za es muy prolífica. Prácticamente abar­ca todos los sectores y algunos de ellos en exclusiva, aunque tos grandes pilares de la economía agra­ria regional siguen siendo el sector hor­tofrutícola y el olivar. Sin embargo, no de­jan de tener impor­tancia las produccio­nes de remolacha (que en 2001 fue me­nor), de cereales de

otoño invierno (especialmente de trigo duro) , de cereales de primavera (tas producciones de arroz, maíz y sorgo superaron las del año 2000) y ta co­secha de algodón (que en 2001 superó las 306.000 toneladas) Según los datos manejados por ta Junta de An­dalucía, la producción final agraria rondó en 2001 los 1.3 billones de pesetas, un 10,4% más que en el año anterior. Por sectores , el del olivar y el hor­tofrutícola fueron los que más aportaron al creci­miento general de ta producción agrícola. A este respecto , el sector hortofrutícola andaluz alcanzó un valor de producción de 425.488 millo­nes de pesetas, una cifra también histórica para este subsector de la agricultura regional. Produc­ciones importantes fueron las de tomate, las de pi­mientos, lechuga y judías verdes , pero también fueron buenas las cosechas de fresas , melones y otras producciones hortícolas. En cuanto a las fru­tas, Andalucía también tuvo buenas cosechas en casi todas sus producciones. También el sector del olivar registró cifras de pro­ducción récord, generando unos ingresos cerca­nos a tos 255.000 millones de pesetas . La cam-

189

paña 2001-2002 comenzó antes de tiempo y ter­minó sin incidentes, a pesar de que a finales de año se produjeron heladas que mermaron la pro­ducción. Las primeras estimaciones de produc­ción situaban la cosecha de aceituna de almaza­ra por encima de los 4, 1 millones de toneladas y ta producción de aceite, en torno a las 870.000 to­neladas. Otro de tos sectores productivos de peso en ta economía de la región es el sector vitivinícola. La superficie dedicada a estos cultivos ronda las 45 .000 hectáreas y en 2001 , la producción fue in­ferior un 5% a la del año anterior (se produjeron más de 1,78 millones de hectolitros). Una de las características del sector vitivinícola andaluz es que el grueso de la producción está amparada por Denominaciones de Origen. Además del gran peso del sector agrario en la economía de esta región , hay que tener en cuen­ta el papel de la industria agroalimentaria, que por su facturación es la segunda de España tras la ca­talana. En el año 2001 , los ingresos de estas in­dustrias se elevaron a 1,8 billones de pesetas , aproximadamente el 38% del total ingresado por el sector industrial de Andalucía. También la in­dustria agroalimentaria es una fuerte generadora de empleo, con más de 60.000 personas ocupa­das cada año en ella. Por su parte, E3n el sector ganadero la región des­taca en ovino-caprino y producción porcina, dos cabañas que saldaron el año pasado con resul ­tados bastante positivos . En el sector del vacu­no, es de destacar que en Andalucía no se con­firmó ningún caso de Encefalopatía Espongiforme Bovina hasta el mes de diciembre. Fue una vaca del Valle de los Pedroches, en Córdoba, a la que unos meses más tarde, ya en el año 2002, se le su­maría otra de Sevilla. En cuanto a ta evolución del comercio agroali­mentario, en el año 2001 la balanza comercial también tuvo un claro saldo positivo gracias a las exportaciones de aceite de oliva, tomates frescos , fresas y pimientos dulces. Aunque el valor de la producción final agraria au­mentó, en la renta de los agricultores y ganaderos andaluces sigue pesando mucho la aportación de las Administraciones. En el pasado año, el 25% de tas rentas procedió de las subvenciones. Por su par­te, la población ocupada en el sector rondó las 260.000 personas, el 11 % de los ocupados totales.

Page 192: Anuario UPA 2002

COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2001

Aragón Dinamismo ganadero y problemas con el agua

E 1 subsector ganadero vo lvió a ser, una vez más, en el año 2001 el motor del agro ara­gonés. La producción f inal en este subsec­

tor alcanzó por primera vez los 1.664 mil lones de pesetas, un 10% más que en el año anterior, cifra que supone asimismo casi el 53% de toda la pro­ducción final del sector agrario. El crec imiento en el sector ag rar io fue conse­cuencia de la positiva evolución del sector porci­no, que representa aproximadamente el 65% de

toda la producción fi nal ga­nadera. La cabaña ganadera porcina en Aragón superó los 6, 15 millones de cabezas, muchas de las cuales salen de la comunidad autónoma para su transformación ante la escasez de industrias transformadoras. Otras cabañas ganaderas de Aragón con comportamientos positivos en 2001 fueron la de ovino (que también tuvo una evolución alcista de los pre­cios y vivió el nacimiento de

la mayor cooperativa de ovino de España al fu­sionarse Colega y Oviaragón), la de caprino, la producción de pollos y la de huevos. Por su par­te , la cabaña de bovino se mantuvo más o menos estable, tras superar la fuerte crisis en los prime­ros seis meses del año. Un hecho a destacar es que en esta comun idad autónoma no se confir­mó en todo el año ningún caso de Encefalopatfa Espongiforme Bovina (EEB), aunque en los pri­meros meses del año 2002 sí se registró un caso en la provincia de Huesca. En el sector agrícola, el año estuvo marcado por el trasvase del Ebro, que movilizó a miles de ara­goneses, agricultores o no. Dejando a un lado la polémica, el Plan Nacional de Regadíos estable­ce para esta comunidad autónoma la transforma­ción de 47.360 hectáreas de regadío hasta el año 2.008. De esta cifra , 26.393 hectáreas correspon­den a planas de interés general y en ejecución y 20.967 hectáreas son regadlos de carácter social. Asimismo, el Plan contempla también la moderni­zación de 142.332 hectáreas.

1 90

Sin embargo, pese a que el tema del año fue el agua, parte de la agricultura aragonesa sufrió se­quía. Los cultivos más afectados fueron los cere­ales de otoño-invierno. Los cereales de primave­ra, por el contrario, experimentaron un fuerte cre­cimiento que derivó en penalizac iones de las ayudas. La crisis en el sector del bovino hizo que descen­diera la demanda de forra jes en los primeros me­ses del año. La producción de forrajes deshidra­tados en esta comunidad autónoma, que es lama­yor de España, se situó en el año 2001 en casi 430.000 tone ladas. Dentro del sector de las frutas, las cosechas fue­ron en general buenas. Especialmente relevante fue el incremento experimentado por el meloco­tón, una fruta que en la zona de Calanda está am­parada por una denominación de origen. En cuanto al sector del olivar, la cosecha en la campaña 2001-2002 resultó ser mucho mayor que la precedente y la producción final de aceite de oliva casi llegó a triplicar la del año 2000, supe­rando las 12.000 toneladas. También el sector de l vi no, o buena parte del mi smo, cuenta en Aragón con denominaciones de ori gen que amparan sus producciones. En el año 2001 las cosechas de uva de vinificación en todas estas zonas protegidas fueron inferiores a las del año 2000, excepto en la Denominación de Origen Somontano, que tuvo una de las me­jores vendimias de su historia. Al fina l, la pro­ducción total de la comunidad autónoma rondó los 1.036.000 hectolitros, volumen muy similar al del año precedente . El sector del vino fue además el más favorecido por las ayudas conced idas, dentro del Programa de Desarrol lo Rural 2000-2006, para la industria agro­alimentaria. Estas industrias , que cada vez se es­tán desarrollando más, dan trabajo en Aragón a más de 10.000 personas y general una producción anual superior a los 320.000 mil lones de pesetas. El dinamismo del sector agroindustrial aragonés contrasta sin embargo con la pérdida de empleos en el sector agrario, especialmente en el campo. Los datos del año 2001 estiman la población ocu­pada en el sector primario aragonés en 35.870, el 7% de todos los ocupados de la región.

Page 193: Anuario UPA 2002

COMlJNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2001

Asturias Buenas cosechas y crisis del vacuno

Asturias es la comunidad autónoma donde mayor es el peso de la ganadería dentro del conjunto del sector agrario. Por poner un

ejemplo, mientras el valor de la producción vege­tal no llega a los 53 millones de euros anuales, el de la producción ganadera supera los 283 millo­nes de euros. Por su parte, de toda la producción del sector ganadero, la del sector lácteo repre­senta aproximadamente un 60%. La Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) hizo

su aparición nada más comenzar el año 2001 . Los dos prime­ros casos confirma­dos en el Principado se dieron en anima­les procedentes de los municipios de Siero y Pilona . Al acabar el año, se ha­bía confirmado un to­tal de 11 casos de EEB, el último de ellos ya a las puertas del año 2002. Pese a todo , el cen­so final de animales bovinos en esta re­gión (entorno a 481 .500 cabezas de ganado) resultó su­perior al del año 2000. Asimismo , los

precios del ganado bovino se fueron recupe­rando tras el primer semestre y terminaron en unos niveles aceptables. En cuanto a las campañas de saneamiento en el sector, Asturias se encuentra ya entre las regiones que está muy próxima a la erradicación tanto de la tuberculosis , como de brucelosis bovina. Además del vacuno de leche y de carne , en As­turias hay también producciones importantes de porcino , caprino, ovino y aves. Como en el resto del país , el balance para estas cabañas fue po­sitivo gracias al comportamiento de los precios de mercado. Algo similar ocurrió con los precios de la leche

191

de vaca, una producción ganadera que es la lo­comotora de toda la industria alimentaria asturia­na y que se comercializa tanto para su consumo en fresco como para la elaboración de quesos y otros derivados lácteos. En cuanto a las producciones vegetales, el año 2001 también resultó mejor que el anterior. Em­pezando por el sector de la fruta , la cosecha de manzana de sidra alcanzó una cifra récord , muy superior a la del año 2000 que fue, por otra par­te , un mal año para esta producción . Concreta­mente, se pasó de 3.000 toneladas a 45.000 to­neladas en una sola campaña. Además, también fue mucho mejor la producción de manzanas de mesa y peras . Algo similar sucedió en el sector de los cultivos destinados a la alimentación animal: la cosecha de alfalfa fue muy buena y la producción superó las 40.000 toneladas . Igualmente, la producción de maíz forrajero fue muy buena. No obstante, hay que tener en cuenta que la cosecha 2000 había sido mala en neneral. Entre las hortalizas, se produjeron sonados des­censos en cosechas como la de cebolla, lechuga, coles y tomate , pero también algunos incremen­tos como los de las judías verdes, la fresa o el ajo. Donde sí se produjo una fuerte caída fue en las patatas. La producción recogida rondó las 57 .000 toneladas, un l% menos que en la campaña ante­rim pese a que la superficie sembrada fue similar. Además de los sectores agrícola y ganadero, el otro pilar agrario del Principado es el sector fo­restal, pues no en vano más de la mitad de su te­rritorio está formado por zonas de bosques . La producción anual de madera del Principado su­pera los 600.000 metros cúbicos y las expectati­vas de crecimiento son muy altas pues la deman­da se ha incrementado en los últimos años. Si bien es cierto que el sector primario sigue sien­do un sostén importante de la economía asturia­na, no es menos cierto que cada año se reduce el número de activos. En el 2001 , la cifra de ocupa­ción en el sector primario regional descendió, pe­ro aún así los ocupados siguen representando todavía hoy m~is del 7,7% de todo el personal que trabaja en Asturias, un porcentaje éste que se en­cuentra entre los más altos de toda España.

Page 194: Anuario UPA 2002

COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2001

Baleares Un año especialmente difícil

Para la agricul tura y ganadería de las Islas Baleares, el año 2001 resu ltó especialmen­te difíci l. En el sector ganadero, además de

la cris is del vacuno, hubo que hacer frente a la irrupción de la enfermedad de la lengua azul en

la cabaña ovina. Por su parte, los agricu l­tores se vieron afec­tados primero por la sequía que arrastra­ban desde 1999 y luego por las lluvias torrenc iales de fina­les de noviembre que acabaron con algu­nas de las cosechas . La con firmac ión de l primer caso de Ence­falopatra Espongifor­me Bovina (EEB) en las Islas Baleares se produjo en febrero de 2001 . Desde esa fe­cha y hasta que aca­bó el año , los labora­torios de referencia confirmaron otros 7 casos más de esta enfermedad bovina detectados casi to­dos ellos en explota­ciones de la isla de Menorca.

La producción porcina, por su parte, experimen­tó una gran mejoría debido a que el consumidor balear se decantó por la carne autóctona cuando se produjeron los primeros casos de Peste Por­cina Clás ica (PPC) en Cataluña. Además, la ofer­ta en los últimos años se ha ido incrementando. Asimismo, en el sector de la industria de elabo­rados cárnicos tamb ién se registraron resu lta­dos muy positivos . Según los datos que aporta el Consejo Regu lador de la Ind icación Geográfi­ca Protegida (IGP) Sobrassada de Mallorca, la producción comercializada con el sello oficial al­canzó las 2.600 toneladas , cifra c laramente su­perior a la del año 2000. Además, otro dato de in­terés es que casi el 95% de toda la producción de sobrasada de las Islas está ya acog ida a esta In­dicación Geográfica Protegida.

192

Finalmente, el sector de la producción láctea, el año tuvo un balance f inal positivo gracias a la subida de los precios pagados a los ganaderos. Los sectores agrícolas que resul taron más diná­micos en 2001 fueron el hortofrutfcola y el vitiv i­níco la. Entre las frutas destacó el buen funciona­miento de los cítricos debido a la puesta en mar­cha de una fábrica transformadora de zumos de naranja que absorbió la producción sobrante de las islas, que hizo posible que se recuperasen los precios de los cítricos. En hortalizas, la producción de tomate superó con creces a la de 2000 por el aumento de la super­ficie sembrada. Igualmente, fueron superiores las producciones de cebol las, alcachofas, melones y sand ías . Por el contrario , la cosecha total de patata resultó inferior y también fue menor la pro­ducción de ajo, entre otras. En contra de la tendencia general , la cosecha de uva resultó netamente superior y los mismo ocurrió con los cereales, porque la producción ba­lear se desmarcó de la tónica descendente re­gistrando incrementos espectaculares en las ci­fras de producción gracias, en parte, al aumento de la superficie sembrada. Por su lado, la producción de aceite de oliva se vio perjudicada por el temporal de finales de año y al final quedó en cifras similares a las de años anteriores. Uno de los cultivos que más seriamente sufrió los daños de la sequía fueron los frutos secos. La pro­ducción de almendra en el año 2001 se redujo en las Islas drásticamente hasta quedar por debajo de las 12.500 toneladas, casi 3.000 toneladas me­nos que en el año 1999. En el terreno de la industria agroalimentaria, las acciones del Gobierno balear se centraron en la puesta en marcha de diversas in iciativas promo­cionales destinadas a la producción autóctona. En el año 2001 se puso también en marcha el Ins­tituto de la Calidad Ag roalimentaria y se gestaron nuevas distinc iones de calidad para varias pro­ducciones agroalimentarias. Finalmente, durante el año 2001 se produjo el des­pegue del programa de desarrollo rural en las Is­las Baleares, un plan de actuación integrado por diversas líneas de apoyo económico destinado a cualquier inversión de mejora que se produzca en los municipios agrarios de todas las islas del archipié lago balear.

Page 195: Anuario UPA 2002

mlí1 GOVERN ~ DE LES ILLES BALEARS

Conselleria d' Agricultura i Pesca

Denomin:i.dó d'Orlgen Uenomin:u:iU d'Origcn Formatge Mahón ·Menorca l'ins de Binissalem-Mallorca

lndicadó Gcogdfirn Protegida

Sobrassada de Mallorca

Otinnminadó d'Orige.n Vius del Pla i Llemnl

,'"ys¡/b" ~~m:_!

, __ 7,,.z,,~

Vins de fa terra d"Eivissa

~

íM lknumimrció E.1pecílirn

Ensalmada de Mallorca

Denominació Generica l'rodu.cl!ió Agritria

Erolilgicu

Ametla Mallorquina

Palo ile Mallorca• Herbes eivissenques •Gin deMeuorcn

• Producció d' Agricultura futegnda

• Vi de la terra Serra de Tfámuo!a.oa - Costa Nord

• Vi de la terra de l'llla de Menorca

• Carn de Porc Mallorguí Selecte

Page 196: Anuario UPA 2002

COMlJN.[J)ADESAUTONOMAS

Balance de 2001

Canarias Las cosechas menguaron por la sequía

Aunque Canarias es una co­munidad autónoma con po­ca tierra de cultivo, el valor

f inal de su producción vegeta l es superior a la media. De la superfi­c ie cu lt ivada (aproximadamente 48.000 hectáreas, un 10% de toda su superficie) un tercio son viñedos y otro tercio son cultivos frutales en­tre los que el plátano ocupa un lu­gar predominante. En 2001, la producción vitivinícola canaria se resintió por los efectos

de la sequía que en muchas de las zonas pro­ductoras llevan varios años arrastrando. La pro­ducción de uva de vini ficación superó los 7,7 mi­llones de kilos, un 50% menos que en 2000. Sin embargo, la calidad de la uva fue muy buena. Es­ta comunidad autónoma se ha sumado con ím­petu a la producción de vino de calidad y es ya una de las regiones que cuenta con mayor n(1-mero de producciones vitivinícolas proteg idas. A pesar de que el vino es importante y cada vez se comercializa más fuem de Canarias, el cu ltivo más característico de estas tierras sigue siendo el plátano. Tal y como se preveía, la campaña de producción 2001 resu ltó para este sector muy po­sitiva ya que se produjo un aumento del orden del 10% en la producción , que finalmente quedó por encima de las 415.000 toneladas. Continuando con las frutas, también resultaron su­periores las cosechas de peras y manzanas, mien­tras que, por el con trario , las cosechas de frutas de hueso resultaron peores . En cuanto a las producciones hortícolas, lasco­sechas en general fueron mejores que las del año precedente . La producción de tomate, por ejemplo, que es la más característica del sec­tor hortícola de esta comunidad , superó en un 6% a la de 2000 a pesar de que la superficie cultivada se había reducido. También fueron su­periores las cosechas de pimiento, lechuga, melón , sandía y judías verdes. Igualmente , los cultivos forrajeros (destinados a la al imentación de la cabaña ganadera) tuvieron un buen año, al tiempo que el sector de la patata reg istró un importante descenso de cosecha, en conso-

19 4

nancia con la caída de las siembras . Por lo que respecta a la producción ganadera, Ca­narias es la tercera región en producción de ca­prino y en 2001 contaba con una cabaña de 340.000 cabezas, de las que cas i el 92% eran hembras. Precisamente, fue el aumento de la ca­baña de cabras de ordeño - cuya leche se utiliza principalmente para la elaboración de queso-, lo que propic ió una recuperación de la cabaña en torno al 21 %. También creció la cabaña de ovino de la reg ión, aunque en menores proporciones que la de ca­prino. Aunque las dos provincias canarias tienen producción de ovino y de caprino, la que cuenta con la mayor cabaña es Las Palmas. La producción de bovino en las islas en más mi­nori taria. En el año 2001 la cabaña ganadera re­gistró un pequeño incremento sobre el año pre­cedente y, además, Canarias fue una de las po­cas comu nidades en las que no se con firmó ningún caso de EEB. Finalmente, la producción de porcino también au­mentó, al tiempo que esta cabaña ganadera cre­cía un 18% hasta colocarse en casi 75.000 cabe­zas. La aparición de la Peste Porcina Clásica hi­zo que los consumidores insu lares volvieran la vista aún más si cabe a la producción autóctona. En el caso de la cabaña porcina, la provincia con más producción es Santa Cruz de Tenerife y el nú­mero de explotaciones censadas en esta comuni­dad representa el 0 ,7% de todas la de España. Además de todas estas producciones ganaderas, Canarias dispone también de cunicu ltura y avi­cultura suficiente para abastecer parte de la de­manda interna. En general, el número de explotaciones agrícolas en esta comunidad autónoma está entorno a las 37.000 y a esa cifra habría que sumar las 16.000 explotaciones ganaderas existentes. Todas las ca­bañas tienen su representación en las islas, pero la producción ganadera que destaca sobre el res­to es la caprina, que aproximadamente represen­ta el 40% de las explotaciones totales. En cuanto al nivel de ocupación, al finalizar el año 2001 había uno total de 34.330 personas ocupa­das en el sector primario, cifra que representaba el 5,5% de todos los ocupados.

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2001

Cantabria El peso de la agroindustria se incrementa

e orno todas las comunidades au tónomas ganaderas, Cantabria se resintió en el año 2001 de la crisis del sector vacuno, a pe­

sar de que el primer caso de EEB confirmado en la región se produjo ya en el mes de septiembre. Los ocupados en el sector primario (unos 14.300) representaban al terminar el año el 7,4% del total regional. Del total de los activos del sector primario,

el grueso le correspon­de al sector ganadero. En el año 2001 , los ga­naderos de esta comu­nidad autónoma logra­ron reducir los efectos de la cri sis vendiendo carnes más caras que estaban bien ampara­das por la Ind icación Geográfica Protegida (IGP) para la carne bovi­na que tienen o bien, por el Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica autonómico.

En cuanto a las campañas de saneamiento ga­nadero, en 2001 se observó un descenso impor­tante de la incidencia de la tuberculosis y la bru­celosis bovina y también de la brucelosis caprina y ovina. En todo el año, la Consejería de Ganade­ría pagó 1.242 millones de pesetas en concepto de indemnizaciones por sacrificio obligatorio pa­ra los ganaderos afectados. Por su parte , en el reparto de las primas de ovi­no-caprino, vaca nodriza y terneros del año 2001 destacó el aumen to del importe de las ayudas, así como también la d isminución del número de beneficiarios con relación a años an teriores . Se­gún datos del Gobierno reg ional, el importe to­tal reci bido por los 2.51 1 benefic iarios de las pri­mas por vaca nodriza se elevó a 2.365 ,5 millo­nes de pesetas. Pero aunque la producc ión ganadera conforma el grueso de la producc ión final agraria de la región, en Cantabria también hay agricultura. Las varia­ciones entre campañas son muy escasas, pero en 2001 se redujeron las cosechas de tomate , cü­les, patatas y lechuga, entre otros cu ltivos. En la

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mayoría de los casos, la reducc ión de la cosecha se debió principalmente a una caída de la super­ficie sembrada. Igualmente, aunque no por causa de la reducción de tierras de cultivo, la producc ión de vino regio­nal sufrió un descenso cons iderable al alcanzar solamente los 1.100 hectolitros frente a los más de 1.400 hectolitros del año 2000 (los datos incluyen la producción de vi no y mosto). Otra parte importante qe la ag ricultura cántabra está ligada a la al imentación animal. En 2001 , la producción de cu ltivos como la alfalfa y el maíz fo­rrajero descendió debido también a la menor su­perficie utilizada. Donde sí aumentó y mucho la su­perf icie sembrada fue en el cultivo de la veza pa­ra fo rraje, cuya producción crec ió de fo rma espectacular y alcanzó las 1.600 toneladas . Al margen de esto, lo que sí tiene verdadera im­portancia en la economía de Cantabria es el peso de la industria agraria. En 2001 , el sector al imen­tario movió en esta comunidad autónoma un total de 120.000 millones de pesetas , casi el 22% de todas las ventas del sector industrial regional. El grueso de esta facturación procedió del sector de la industria del cacao y el chocolate, pero también fueron importantes para la economía de la re­gión las aportaciones de las industrias pesqueras, las del sector de la leche y las del sector del pan y la bollería. Dentro del sector lácteo destaca el aumento de la leche transformada. De los 175.000 millones de litros que se transformaban en 1995 se ha pasa­do a transformar más de 310.000 mi llones de li tros (datos del año 2001 ). El aumento de la leche trans­formada en Cantabria supone asimismo que el va­lor añadido de la producción lechera regional tam­bién se queda en la reg ión . Finalmente, queda por hablar del sector forestal que tienen cada vez mayor importancia en la eco­nomía de esta comunidad autónoma. Incluyendo a la gente que trabaja la madera, este subsector da empleo a unas 8.000 personas (entre trabaja­dores fijos y tempora les) y mueve al año unos 45.000 mil lones de pesetas. Además, al contrario que otros sectores productivos de la reg ión, el fo­restal se encuentra en plena expansión y con una demanda cada vez más amplia.

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2001

Castilla-La Mancha Desastre en cereales y más aceite

Viñedo, cereales y olivar son los tres cu lti­vos básicos en la agricultura castellano­manchega. En 2001, los dos primeros tu­

vieron un balance negativo, mientras que el úl­timo registró, por el contrario , cifras de producción récord . Concretamente, la producción de aceituna de me­sa en 2001 superó en un 86% la del año anterior, con un volumen de aceituna recogido de 1.300 toneladas . Igualmente, la producción de aceite también creció significativamente y se colocó en

85.200 toneladas. Por su parte, en el sector vi­tivinícola la producción ron­dó los 15.97 millones de hectolitros de vino y mosto , un 35% menos que en la campaña precedente . En cereales , las cosechas estuvieron muy por debajo de las de l año 2002. Las siembras de trigo y ceba­da se redujeron , pero las cafdas de producción fue­ron también consecuencia de las malas condiciones climatológicas con las que se desarrolló la cosecha .

Al final de la campaña, la producción de ceba­da no llegó ni a 1,9 millones de toneladas y la de trigo se acercó a 600.000 toneladas, justo la mitad que un año antes . También fueron ma­las las cosechas del resto de granos de otoño y de las leguminosas destinadas al consumo ani­mal. La ventaja de esta caída de la producción fue que los cultivadores no soportaron penali­zaciones en las ayudas. Dado que la agricultura de Castilla-La Mancha es muy variada, el balance del año nunca es unifor­me. Al margen de Jos anteriores , hubo muchos cultivos que tuvieron resultados positivos . Por ejemplo, la producción de almendra en la cam­paña 2001 se disparó, pasando de 7.000 a 17.000 toneladas . También fueron superiores las cose­chas de frutas de hueso (cereza, melocotón, etc.), siendo la de albaricoque la que registró los me­jores resultados. Asimismo, la producción de oleaginosas (gira­sol principalmente) obtuvo mejores rendimientos que en la campaña 2000 al aumentar la produc-

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ción sobre la misma superficie , y en remolacha ocurrió prácticamente lo mismo y se alcanzó una producción ele 483.900 toneladas . En cuanto al sector de las hortalizas, las cosechas evolucio­naron de forma desigual . Así , en productos co­mo el espárrago se consiguió una cosecha su­perior, mientrns que para la cebolla el balance del año fue negativo. Las producción de sandfa y melón (dos cultivos emblemáticos de esta región) disminuyeron , mientras que la producción de ajo - que es la ma­yor de toda España- se incrementó un 5%, a pe­sar de que la superficie no varió. Por lo que respecta al sector ganadero, la ca­baña de porcino de la región (que representa aproximadamente el 8% del total nacional , aun­que en número de explotaciones este porcen­taje baja hasta el 2%), aumentó sustancialmen­te gracias a que en la provincia de Toledo la ca­baña se disparó. La proximidad de esta provincia y de Guadalaja­ra a Madrid ha propiciado en los últimos años la instalación de granjas avícolas que han incre­mentado sustancialmente la cabaña y la produc­ción de carne y huevos. Por su parte , en Toledo fue también donde se con­firmó el único caso de EEB de la comunidad cas­tellano-manchega en 2001 . Al finalizar el año, la cabaña de bovino había descendido con res­pecto al año precedente en unas 15.000 cabezas. Por el contrario, en el sector del ovino aumentó el número de animales (se encontraban censa­das más de 125.000 cabezas) y mejoraron mu­cho los precios percibidos por ganaderos, algo que también sucedió con el caprino aunque en menor medida. Tanto la leche de ovino como la de caprino se em­plean en la elaboración de quesos, una industria tradicional de esta comunidad que gana peso con los años. No en vano, esta comunidad cuenta con la Denominación de Origen Queso Manchego, en la que se encontraban inscritos al finalizar 2001 un total de 1.472 ganaderías, con 640.000 ani­males. La leche producida por estos animales se elevó a 41 millones de litros de los que 31 mi­llones se utilizaron para la elaboración de quesos. Sin contar a los trabajadores de la industria del queso, las bodegas y otras empresas agroali ­mentarias, los ocupados agrarios al acabar el año ascendían a 67 .540.

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ALIMENTOS DE

Castilla-La Mancha

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Alimentos de Junta de Comunidades de

Castilla - La Mancha Castilla-La Mancha

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2001

Castilla y León Más animales y peores cosechas

E El balance de la agricultura castellana y le­onesa en 2001 estuvo marcado por el des­censo de las principales cosechas. En el

sector de los cereales, la reducción de la superfi­cie sembrada por exceso de lluvia en los meses del invierno, fue la causa directa del recorte de la producción. La cosecha de trigo quedó en 1,28 millones de to­neladas, menos de la mitad que en la campaña precedente y la de cebada se situó en 2, 11 millo­nes de toneladas, también un volumen netamen­

te interior. Para el res­to de las produccio­nes de siembras de otoño-invierno, los resultados también fueron muy inferio­res, pero no ocurrió así con los cultivos cerealistas sembra­dos en primavera. Concretamente, el cultivo del maíz su­frió penalizaciones importantes por so­brepasamiento. Las siembras para la campaña de remola­cha azucarera dismi­nuyeron considera­

blemente y esa reducción hizo que la producción quedase al final muy por debajo de la de un año antes. Concretamente, se recogieron algo más de 3,8 millones de toneladas, según estimaciones de la Administración, lo que supuso un descenso de casi un 12%. Igualmente descendió la producción vitivinícola debido en este caso a que las tormentas daña­ron las vides cuando ya el fruto estaba cuajado. En total, la producción regional rondó los 1,2 mi­llones de hectolitros, pero la cosecha resultó de una calidad excelente, como lo confirmaron me­ses más tarde los Consejos Reguladores de varias denominaciones de origen. Otra producción agrícola importante en Castilla y León es la patata. En 2001, la producción total que­dó ligeramente por debajo de la del año 2000 y lo mismo ocurrió con la superficie sembrada. Se re­cogieron más de 928.000 toneladas y los precios conseguidos por los agricultores (especialmente

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en la segunda mitad del año) fueron buenos. Finalmente, E!I balance del año para las legumino­sas grano, los cultivos forrajeros, las oleaginosas y algunas hortalizas también fue negativo, mien­tras que para. las frutas (especialmente las de pe­pita) y para el sector del aceite de oliva (muy mi­noritario en esta región) , el año se cerró con un au­mento de la producción. Dentro del sector ganadero, Castilla y León es la comunidad autónoma que tiene la mayor cabaña de ovino y bovino. Asimismo, está entre las pri­meras productoras de porcino y aves. En el año 2001, la crisis del bovino afectó lógicamente a la producción de la región. Los dos primeros casos de EEB que se confirmaron en España nada más comenzar ese año fueron castellanos y leoneses y al acabar el ejercicio ya se habfan confirmado hasta 16 positivos. Además de esto, en las cam­pañas de saneamiento ganadero esta comunidad registró el porcentaje más alto (un 0,73%) de ca­sos positivos de brucelosis bovina. Pese a todo, el censo de animales bovinos en la región aumentó en 65.000 cabezas, superando en total los 1,44 millones de animales. De este total , una parte im­portante son vacas de ordeño, lo que da una idea de la importancia que la producción láctea tiene en esta Comunidad . La cabaña d13 porcino también creció en el año 2001 , superando los 3,35 millones de cabezas de ganado. Más de un tercio de esta cabaña eran le­chones. Los buenos precios pagados a los ga­naderos hicieron que este sector fuera el que sa­lió mejor parado al finalizar el año. Por su parte, en el sector del ovino, en 2001 la ca­baña de corderos se mantuvo más o menos esta­ble. También para el sector avícola el balance del año resultó positivo , especialmente en el primer semestre del año. En esta comunidad se está pro­duciendo en los últimos años un incremento de las explotaciones avícolas "alternativas", como las de avestruces o faisanes. En cuanto al empleo agrario, la población ocu­pada en esta región rondaba las 90.620 perso­nas al finalizar el año. Sin embargo, los activos agrarios no fue en aumento , como lo demuestra el hecho de que el número de solicitudes de ayudas PAC cjescendió en este año casi un 3% y también cayó el número de ganaderos que pi­dieron las primas ovino-caprino y las ayudas por vaca nodriza.

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2001

Cataluña -.---~~ La renta aumenta, pese a las crisis ~- ganaderas

E 1 aumento del valor de la producción agraria total, el moderado incremento de los costes de producción , la favorable coyuntura eco­

nómica general y la recuperación, con alti bajos, de los precios en el sector porcino, fueron las cau­sas de que la renta agraria en Cataluña registra­ra en el año 2001 un notable crecimiento. Según las estimaciones de la Generalitat, la renta agraria entendid a como valor añadido neto ex­perimentó un aumento de 17% respecto a 2000, y eso que ese año ya se había producido un incre­mento importante y que era difíci l llegar al mismo

nivel debido a los problemas en el

sector ganadero. En este sentido, la producción fi­nal del sector ganadero catalán registró en 2001 un aumento del 15,3% gracias al incremento de los prec ios y a pesar del descen­so de la producción debido a la c risis del sector vacuno. Los sectores que tuvieron un me­jor comportamiento en cuanto a precios fueron e l porc ino y las

aves, aunque también el balance final del año fue bueno para los

productores de leche y huevos . La producción en el sector porcino descendió más de un 6% por

los problemas derivados de la aparición de un nuevo brote de Peste Porcina Clás ica (PPC) en la reg ión, pero no obstante los precios percibi­dos se elevaron casi un 34%, con lo que el sec­

tor se recuperó. También dentro de la producción de pollos se pro­dujo un aumento tanto de la producción como de

los precios, lo que hizo que el valor de la produc­ción en este sector creciera un 21 %. El único sector de la ganadería catalana cuyo ba­lance final resu ltó negativo fue el del bovino. A pe­sar de que el volumen de producción alcanzado fue sensiblemente inferior al del año 2000, la apa­ratosa caída de los precios mermó el valor final de este importante sector productivo catalán. Por lo que respecta a la producción ag ríco la,

en general en 2001 se redujo la cantidad pro­ducida (un 6,2%), pero no así los precios, con lo que e l va lor final de la producción de este

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sector só lo descendió un 1,5% en re lac ión con el año precedente. Por sectores, los que tuvieron un buen comporta­miento ese año fueron las hortalizas {lechuga, to­mate y judía especialmente); los tubérculos (la producción de patatas aumentó tanto en precios como en volumen) ; la avellana (cuya cosecha au­mentó un 45%); la manzana (la recuperac ión de los precios de mercado coincidió con una mala cosecha en la UE) y el melocotón (que tuvo una campaña 2001 muy buena en producción y con precios altos). Asimismo, dentro del grupo de los cereales sólo la producción de maíz resultó me­jor que la del año 2000. También el sector de las flores y plantas ornamentales creció en el año 2001 gracias al aumento de la producción (un 2,2%) y

de los precios percibidos. En sentido contrario, el año agrícola 2001 fue re­lativamente malo para las producciones catalanas de aceite de oliva y mosto. En el primer caso, Ca­taluña cerró la campaña 2000-2001 con un des­censo de la producción en un 61,8% en relación con la anterior, caída que no se compensó con la moderada subida de los precios. Por su parte, la campaña de recogida de la aceituna 2001-2002 evolucionaba favorablemente hasta que el tem­poral de frío que azotó la península a primeros de diciembre de 2001 echó al traste las esperanzas

de muchos de los oleicultores catalanes. Por lo que respecta al sector vitivinícola, durante la campaña 2001 se produjo un descenso de la producción del orden del 10% y una caída de los prec ios en el mercado del 15%. Sólo las producc iones de trigo, cebada, arroz y le­guminosas estuvieron más o menos en los niveles

del año precedente. Además de todo esto, el año agrario 2001 se vio marcado en Cataluña por una reducción de las sub­venciones a las explotaciones, pese a que esta es una de las comunidades autónomas del Estado es­

pañol cuya agricu ltura menos apoyo recibe. Igualmente, la población activa agraria en la re­gión se mantuvo en niveles similares al año 2000. Así, de acuerdo con los datos de la Encuesta de Población Activa, al finalizar el año había en esta

comunidad autónoma 67.300 ocupados en activi­dades agrarias.

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COMUNIDADES AUTONOMAS

Balance de 2001

Comunidad Valenciana Menores cosechas y amenazas en varios frentes

E 1 balance del año 2001 para el sector agrario de la Comunidad Va­

lenciana incluye algunos ele­mentos de preocupación im­portante , como la reducción de las principales cosechas, la prohibición de exportar cle­mentinas a Estados Unidos, la posible eliminación de las ayudas a los frutos secos y los acuerdos preferentes de la Unión Europea con países terceros. La amenaza sobre las ayudas a los frutos secos afectó di­rectamente al campo va len­ciano porque allí se cultivan aproximadamente 120.000

hectáreas de almendra y 38.000 hectáreas de al­garrobas , además de algunas tierras de avella­nos . En los últimos años se han puesto en macha planes de mejora que han tenido un papel pri­mordial en la recuperación de este sector. Otro sector amenazado de la agricultura valen­ciana es el hortofrutícola . Los acuerdos pre­ferenciales de la Unión Europea con países co­mo Marruecos, Argelia , Túnez o Egipto afectan principalmente a las producciones señeras de Valencia : los cítricos y las producciones de la huerta. La campaña de exportación de cítricos se vio empañada por la prohibición de exportar clementinas a Estados Unidos. En cuanto a la co­secha, desde las primeras estimaciones se con­firmó un aforo inferior al de la campaña anterior. En concreto, la producción total prevista en la campaña 2001/2002 rondó los 3,43 millones de toneladas, un 4,5% menos. Los mayores des­censos se registraron en el sector de las man­darinas (un 10,6%), y más concretamente en el sector de las satsumas. También fue inferior, aun­que mucho menos, la cosecha de naranja dulce (se recogieron en total 1,66 millones de tonela­das), al tiempo que la cosecha de limones y la de pomelos superó con creces la del año prece­dente (se recogieron aproximadamente 360.000 y 4.155 toneladas respectivamente) .

201

En cuanto a la evolución de las cosechas de frutas , la producción de melocotón fue muy al­ta, pero en va riedades como la cereza, el al­baricoque o la ciruela no se alcanzaron los ni­ve les del año 2000 . Dentro de los cu ltivos hortícolas, en 2001 lasco­sechas resultaron superiores en general, aunque con excepciones como las sandía, los pimien­tos o las judías verdes. Dentro de los cultivos herbáceos de esta región destaca el arroz. La producción de este cereal de primavera, que en muchos casos está direc­tamente ligada a la existencia de humedales, su­peró en 2001 las 103.000 toneladas, un 6% más que en la campaña anterior. El viñedo es otro de los pilares de la agricultura valenciana. La producción en 2001 descendió y apenas superó los 2 millones de hectolitros . Junto con al vino, la producción de aceite y de plantas y flores son también sectores en creci­miento. La cosecha de aceituna de almazara superó las 102.000 toneladas en la campaña de recogida 2001 y con ellas se produjeron 20.500 toneladas de aceite. Por su parte, la producción de plantas y flores supera anualmente las 35 .000 toneladas. Por lo que respecta al sector ganadero, en la Co­munidad Valenciana hay representación de todas las cabañas, aunque la más importante, por el número de cabezas y el volumen de carne pro­ducida , es la de las aves. En 2001 se registró un ligero aumento de la cabaña de porcino (que ter­minó el año con 1, 12 millones de cabezas) y tam­bién de la de bovino (que no es muy numerosa) . Asimismo, la cabaña de ovino y especialmente la de caprino de incrementaron notablemente gracias al auge de las ovejas y cabras destina­das a la producción de leche. Hay que añadir al balance del sector ganadero valenciano la aportación de los subsectores de huevos, miel y lana. En el primer caso, la pro­ducción anual superó ampliamente los 6 millones de docenas , mientras que la cosecha de miel rondó las 7.000 toneladas. Al finalizar el año, había en el sector primario va­lenciano un total de 69 .200 ocupados , el 4,4% del total regional.

Page 204: Anuario UPA 2002

A CALIDAD GRO ALIMENTARIA

DE LA COMUNIDAD VALENCIANA

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COMUlllDADESAUTONOMAS

Balance de 2001

Extremadura Buen año agrario gracias a los precios

E 1 año agrario 2001 fue en Extremadura un buen año, a pesar de que en muchos de los principales sectores las producciones

quedaron por debajo de la media . Desde el pun­to de vista de la meteorología, el año se carac­terizó por la escasez de bajas temperaturas y por la abundancia de lluvias, dos aspectos que marcaron el desarrollo de las cosechas y tam­bién la evolución del sector ganadero ya que los costes de producción se redujeron por el au­mento del nivel de pastos. Las producciones agrícolas de secano fueron , en general, más cortas que las del año 2000. En los cereales de otoño-invierno, las lluvias impi­dieron en su día realizar normalmente las siembras con lo que se perdió buena parte de la superficie que normalmente se dedica a estos cultivos en la región. Aunque durante los meses de primavera casi no hubo lluvias, los rendimientos obtenidos en cereal fueron superiores a la media regional . También en maíz la cosecha fue muy buena , su­perando en un 30% la de 2000. Sin embargo, en este sector la superación de la cantidad máxima garantizada a nivel nacional derivó en una dismi­nución de las ayudas. Respecto al sector del arroz, la ausencia de pro­blemas climáticos a la hora de las siembras y unas buenas condiciones meteorológicas durante el de­

sarrollo del cultivo hi­cieron posible que se alcanzasen unos ex­celentes rendimien­tos (cercanos a los 8.000 kilogramos por hectárea). Finalmente , en gira­sol se produjo un descenso de la su­perficie sembrada y eso redundó en una caída de la produc­ción , que finalmente quedó en 70.000 to­neladas, frente a las 112.000 toneladas de la campaña prece­dente. La campaña de olivar durante 2001 fue, en general , buena. La

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producción fue superior a la de la campaña ante­rior, especialmente en Cáceres. En cuanto al vino, la producción de uva de vinifi­cación se situó por debajo de la media regional, pero la producción de vino resultó de una cal i­dad excelente . Uno de los problemas añadidos que tuvieron los productores de uva fueron los ba­jos precios, que a pesar de la calidad de la uva fueron inferiores a los de la vendimia del año 2000. En el sector de los frutales , la cosecha resultó bas­tante peor que el año anterior, pero los buenos pre­cios conseguidos por los productores acabaron por compensar el balance final. Donde más se apreció el descenso de la cosecha fue en el sec­tor de los frutales de hueso. Pm su parte, en el sector de las hortalizas la pro­ducción se disparó , especialmente en el melón, la sandía y el tomate para conserva. Además de las cerezas y el tomate de conserva, otra de las producciones emblemáticas de Extremadu­ra es el tabaco. La campaña 2001 para este cultivo industrial resultó más o menos normal, tanto en pro­ducción recogida como en calidad del tabaco. Todo lo contrario sucedió para la remolacha, que debido al encharcamiento del suelo sufrió pro­blemas de hongos en su desarrollo que al final acabaron mermando la cosecha y reduciendo los rendimientos . Como en muchas otras regiones, la campaña 2001 en el sector ganadero vino marcada por fa crisis del vacuno. Esta comunidad se ha especializado en la producción de terneros para vida y por eso sus ganaderos sufrieron un serio revés en sus precios. También destaca Extremadura por su producción de cerdo Ibérico. En los primeros meses del año los productores obtuvieron buenos precios, pero a partir del mes de mayo los precios bajaron sin que se lograran cubrir los costes de producción . En el sector del porcino de capa blanca, los ga­naderos tampoco tuvieron un buen año, aunque los precios estuvieron por encima de los costes. Sin embargo, para el sector avícola el balance del año 2001 fue bueno por el aumento de la deman­da y la subida de los precios. La Consejería de Agricultura y Medio Ambien­te de Extremadura pagó durante el año 2001 más de 98 ,3 millones de pesetas a un tota l de 76 .000 agricultores y ganaderos. De este total , el grueso fueron ayudas destinadas a los cul­tivos herbáceos.

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2001

Galicia Crisis de las "vacas locas" y menos producción vegetal

E 1 primer caso de EEB que se confirmó en España fue el de una vaca gallega en no­viembre del año 2000. Más de un año des­

pués, al comenzar 2002, Galicia seguía siendo, con mucha diferencia, la comunidad ·autónoma con más casos confirmados: 28. Además de es­to, la comparación del censo de bovino de 2001 con el de 2000 arroja un resultado negativo en la región de casi 60.000 animales. No obstante , aunque los primeros meses del

año fueron muy malos, hacia el otoño el sacri­ficio de ganado en los mataderos gallegos ya se había normalizado. La recuperación del consumo en esta co­munidad estuvo direc­tamente relacionado con el prestigio de las carnes amparadas por la Indicación Geográ­fica Protegida Ternera Gallega (que recuperó sus ventas e incre­mento considerable­mente sus precios en el año 2001 ). Pero además del sec­tor del vacuno de car­ne, la ganadería galle­ga se apoya firmemen­te en los subsectores porcino, avícola y cu­nícola. Como en el res­to del país , el balance

para los productores de porcino fue en 2001 cla­ramente positivo gracias al incremento de los precios . Por su lado, los productores del sector avícola tuvieron un primer semestre del año muy bueno y una segunda parte algo peor, con precios a la baja y exceso de oferta. Los que lo tuvieron pe­or fueron los productores de conejo, pues ni si­quiera en los mejores meses para el consumo consiguieron unos precios aceptables . En Gali­cia hay unas 340 explotaciones cunícolas que

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cuentan con unos 9 millones de cabezas y mue­ven al año unos 55 millones de euros. El balance de las campañas de saneamiento ga­nadero también fue positivo . Prácticamente el 99,9% de la cabaña bovina estaba al finalizar el año libre de brucelosis y tuberculosis y algo si­milar sucedía con la brucelosis para las caba­ñas de ovino y caprino. En cuanto al sector lácteo, la evolución en 2001 fue muy buena. Galicia produce aproximada­mente el 30% de toda la leche que se consume en España y de esa cantidad, el 80% se trans­forma en las empresas lácteas de la región. En la última campaña no hubo sobrepasamiento de cuota asignada y, por tanto, tampoco se penali­zó a los ganaderos , un hecho que unido a los buenos precios percibidos , hizo posible el cla­ro balance positivo que tuvo el sector. En la producción vegetal, el balance fue en ge­neral mucho mejor que el del pasado año, pues a pesar de que para muchos cultivos las super­ficies se redujeron , las cosechas fueron mayo­res . Concretamente, aumentó la producción en cereales de otoño-invierno (especialmente en cebada y centeno), en maíz y en maíz forrajero , en veza y en algunas hortalizas como las lechu­gas y los repollos . Por su parte, la cosecha de patata, con 451.800 toneladas, fu1:i similar a la de 2000, y otras pro­ducciones importantes del sector hortícola (co­mo por ejemplo los pimientos) y del sector de los cultivos forrajeros, resultaron inferiores. La cosecha de frutas arrojó buenos resultados y se disparó la producción de uva de vi nificación, siendo Galicia una de las pocas comunidades cuya producción de vino , con 1.463.000 hecto­litros , superó en un 40% a la de 2000. Finalmente, la ocupación en el sector primario en la comuniclad gallega es de las más altas del país. Sólo Andalucía les supera en cifras abso­lutas, pero sin embargo la comunidad autónoma gallega es la que más ocupados en el sector pri­mario tiene en relación con los otros sectores productivos (un 16% del total, con aproximada­mente 155.000 personas). Otro dato importante es que en esta comunidad se están incorporan­do muchos jóvenes al sector primario.

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COMUNIDADES AUTONOMAS

Balance de 2001

La Rioja Un vino excelente y más aceite

E 1 primer año del nuevo siglo será recorda­do en La Rioja por los buenos vinos pro­ducidos , porque aunque la campaña vitivi­

nfcola fue menor en cantidad, la calidad fue altí­sima y prueba de ello es que el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cal ifi­cada (DOC) Rioja cal ificó la añada de excelente. Se produjeron alrededor de 1.850.000 hectolitros, que supone un descenso del 30% con re lación al año precedente. La recogida de la uva co-

menzó en las tierras de las variedades garnacha y poco a poco se fue exten­diendo. El buen esta­do sanitario de las vi­ñas y la magníf ica evolución del ciclo vegetativo hicieron posible que la ca li ­dad de la uva fu era muy alta. Todo el lo en una co­mun idad autónoma­q ue en los últimos 20 años ha visto co­mo su superficie de viñedo se incremen­taba en torno a un 50% y en Ja que co­merc ializan sus pro­ducciones más de 14.000 viticu ltores .

La pob lación ocupada en el sector primario rio­jano representaba al terminar 2001 en torno al 11 % de todos los ocupados , un porcentaje que da una idea clara de la importancia económica que tiene el sector. Además de esto , hay que tener también en cuenta que la agroindustria es el motor del sector industr ial riojano. Además del sector del viñedo, La Rioja es muy rica en producciones hortofruícolas . Dentro de las frutas , la campaña 2001 fue buena en pro­ducción para las manzanas y melocotones (con incrementos de más del 40% en ambos casos) , menos positiva para la cereza y ligeramente pe­or que la del año 2000 para la pera. No obstan-

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te, los precios pagados fue ron buenos, espe­cialmente por la fruta de pepita. Por su parte, en­tras las hortal izas hubo de todo. Mejores cose­chas de tomates para conserva, pimientos, ce­bol las y lechugas; y peores en alcachofas y tomates frescos . También fueron inferiores las producc iones de cereales de otoño-invierno, (a pesar de que en algunos cult ivos se había in­crementado la superficie sembrada) y la de ma­íz, al tiempo que los cul tivos forrajeros experi­mentaron un notable crecimiento. Uno de los cult ivos característicos de La Rioja es la remolacha azucarera. En la campaña 200 1 se recogieron algo más de 140.000 tone ladas, una cifra superior a la del año precedente que se con­siguió grac ias al aumento de los rendimientos y a pesar del leve descenso de las siembras. Tras el desastroso año 2000, el sector oleícola de La Rioja tuvo un buen año. La superficie de oli­var en esta comunidad autónoma apenas varío en el año 2001 , pero la producción de aceituna se disparó casi hasta alcanzar los 3 mi llones de kilos , una cifra muy superior a la de la media de los últimos cinco años. También la producción de aceite de ol iva superó con creces la de anterio­res campañas, colocándose en cerca de 656.940 kilogramos de aceite. En cuanto al sector ganadero , esta comunidad fue una de las pocas donde no se registró ningún caso de EEB en todo 2001 (el primer caso con­firmado se produjo bien entrado el año 2002). La cabaña bovina regional censada al f inalizar el año rondaba las 51 .300 cabezas, una cifra lige­ramente inferior a la de un año antes. Asimismo , fue importante en la economfa regio­nal la positiva evolución de los sectores porcino y ovino. En La Rioja se encuentran el 0,5% de to­das las explotac iones porcinas de España, que cuentan con unas 116.700 cabezas de ganado, entre lechones y cerdos de cebo. Las explotaciones de ovino y caprino, que cuen­tan con más de 260.000 cabezas de ganado, también tuvieron un comportamiento positivo. Fi­nalmente, la producción del sector avícola en la reg ión es la más importante en cuento a número de explotaciones. En el año 2001, el balance pa­ra este subsector fue más o menos positivo.

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2001

Madrid Descienden las producciones vegetales · 1~ " E 1 sector agrario en

la comu nidad de Madrid vivió el año

2001 preocupado por la cris is del vacuno y la fal­ta de agua en los mo­mentos en los que más fa lta hacfa. De la pro­ducción final agraria de esta comunidad, aproxi­madamente el 70% co­rresponde al subsector ganadero, lo que indica la importancia que un desastre como el de las "vacas locas" puede re­presentar en la econo­mía agraria regional. Las producciones gana­deras se concentran en las tierras de la Sierra Norte y en las de la co­marca suroccldental ,

mientras que las principales producciones vege­tales son mayoritarias en las comarcas de la Vega y la Campiña. En Jos últimos años, la cabaña de ovino y caprino se ha reducido, al tiempo que la de bovino, porcino y especialmente la de aves se ha incrementado. En 2001 volvió a aumentar la cabaña de porcino (un 6,5% con respecto al año 2000), un sector en el que la producción integrada tiene un gran peso y en el que predominan los lechones sobre el res­to de los animales de cebo. En cuanto al sector bovino, la cabaña al final del peor año de las "vacas locas" quedó más o me­nos en Jos mismos niveles del año precedente, con algo más de 85.400 cabezas . No hubo tampoco casos confirmados de EEB. Por su parte, en el sector lácteo los precios que percibieron los ganaderos fueron buenos por se­gundo año consecutivo. Cada vez hay más con­centración en el sector lácteo y esta tendenc ia irá a más en los próximos años. Finalmente, la cabaña de ovino (165.467 cabezas) y la de caprino se redujo considerablemente y en el sector de las aves el balance final fue positivo gracias al buen nivel de precios.

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En la agricultura, aunque las superficies van en descenso, todavía el grueso de las tierras labra­das se dedica en esta comunidad autónoma a los cultivos herbáceos y a las hortalizas. En 2001, la cosecha de cereal de siembras de otoño-invier­no registró un resul tado desigual, con descensos en las producciones de trigo por encima del 45% y reducciones más moderadas en el resto de los cu ltivos, a pesar del aumento de la superficie cul­tivada. Hay que tener en cuenta, no obstante, que la campaña 2000 había sido muy buena. Donde sí se reg istró un aumento importante de la producción fue en el maíz. La cosecha cas i al­canzó las 105.000 toneladas y los agricultores tu­vieron que soportar la reducción de las ayudas procedentes de la UE. En el sector de las hortal izas , la agricultura ma­drileña destaca en producciones como la fresa, el melón y la sandía. En 2001, la cosecha de melo­nes se incrementó y las de fresas y sandías se mantuvieron estables, al tiempo que las cosechas de otras hortalizas como cebollas, coles, alcachofa y ajo fueron inferiores. Otras producciones que cerraron negativamente el balance del año fueron las patatas, las legumi­nosas, el girasol y los cu ltivos forrajeros . De la superficie total cultiva el olivar representa en esta comunidad aproximadamente el 11 %. La pro­ducción de aceite en el pasado 2001 aumentó, so­brepasando las 4.400 tone ladas y también fue su­perior la cosecha de aceituna de mesa. Además de los herbáceos y del olivar, la vid es el tercer cu ltivo importante de esta comunidad au­tónoma. En el año 2001 , la cosecha en la región estuvo entorno a los 330.000 hectolitros y la cali­dad de los caldos elaborados fue muy buena. Ma­drid cuenta con una denominación de origen en el sector vitivinícola en la que hay inscritos casi 4.000 viticu ltores y un total de 36 bodegas. Estas bodegas son parte de la potente industria agroalimentaria de la región , que además del vi­no está especializada en carnes y en repostería. Sin tener en cuenta el trabajo que genera la in­dustria agroalimentaria, en la comunidad madrile­ña el número de activos se ha incrementado. En el año 2001 , más de 16.200 personas (el 1 "lo de los ocupados de la toda la región) estaban ocupados en el sector primario.

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271 MILLONES DE EUROS

/

DE INVERSION DURANTE EL PERIODO

2000- 2006

LA COMUNIDAD DE MADRID CON LA CALIDAD Y LA INNOVACIÓN

TECNOLÓGICA EN LA INDUSTRIA AGROALIMENTARIA

• Comunidad de Madrid CONSEJERÍA DE ECONOMÍA

E INNOVACIÓN TECNOLÓGICA Dirección General de Agricultura

UNIÓN EUROPEA Fondo Europeo de Orientación y de Garantia Agrlcola Instrumento F1nanc1ero de Orienlac1on de la Pesca Fondo Europeo de Desarrollo Regional

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2001

Murcia Aumentan las cosechas y la producción porcina

Las buenas cosechas en muchas de las pro­ducciones ag ríco las y ganaderas, además de un nivel de precios aceptable, hic ieron

posible que el balance del año 2001 para el sec­tor primario de la Región de Murcia tuviera un se­llo claramente positivo. De la producción final agraria en esta comuni­dad, el 60% procede de la agricultu ra y el resto de las producciones ganaderas . Dentro de la ag ricul tu ra, es el sector hortofrutícola el que más ingresos genera. Esta región es rica en fruta de hueso, entre la que destaca el albaricoque (la cosecha mur­c iana es más de l 50% de l tota l nac ional). La

campaña 2001 para este sec­tor productivo resultó muy bue­na, excepto para el melocotón. Igualmente, en fruta de pepita se produjo un crecimiento im­portante de la producción de peras y manzanas. En cuanto a los cítricos, la agri­cu ltura murciana está especia­l izada en la producción de li ­mones. El balance de la cam­paña 2001 /2002 no fue muy bueno en general , pero tampo­co fue malo pues las produc­c iones de naranja, mandarina y limón (especialmente esta úl­tima) superaron las cifras de la campaña 2000/2001 .

Todo lo contrario sucedió en el sector de las hor­talizas, un sector en el que, en términos gene­rales , descendió la superficie cult ivada y tam­bién la producción . Entre los cultivos en los que se apreció un mayor descenso de las cosechas destacó el tomate (tanto para su consumo en fresco como para conserva) y la alcachofa , pro­ducciones "estrella" de la huerta murciana. En sentido contrario evolucionó la cosecha de pimiento (muy ligada al sector agroindustrial) y también la producción de patata, que llegó a su­perar las 135.000 toneladas (un 90% más) . Por su parte , el sector del cereal tuvo un buen comportamiento , en contra de la evolución ge­neral en España. Las cosechas de trigo y de ce­bada fueron mejores, a pesar de que las siem-

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bras se había reducido. También mejoró el ren ­dimiento del cult ivo de la avena. Cont inuando con los cereales de primavera, en arroz se produjo un descenso de l orden de l 35% (sólo se recogieron 2.500 toneladas) y en malz , sucedió lo mismo pero en este caso tuvo mucho que ver también la caída de la superfi­cie cu ltivada . Como en el caso de los cereales, en la pro­ducción de vino Murcia se desvió de la tónica general y reg istró un incremento del orden de l 5% sobre la campaña precedente. En tota l, la producc ión de vino y mosto rondó los 630.000 hectolitros. Finalmente , el balance del sector ganadero fue bastante positivo. Las cabañas de porcino y bo­vino se incrementaron, y los precios de los cer­dos subieron. Por el contrario , en el sector del ovino se produjo una ca lda del censo (de más de 911 .000 cab eza s a 707.630 cabezas) y lo mismo sucedió con el caprino , a pesar de que esta región cuenta con una raza autóctona de caprino muy cotizada en el mercado. Las otras dos grandes producciones ganaderas de Murcia, la avicultura y la cunicu ltura, también terminaron el año con moderado optimismo El único caso confirmado de EEB en Murcia du­rante el año 2001 se reg istró en el mes de julio. Por su parte, tras las campañas de saneamien­to ganadero durante ese año se constató que la cabaña bovina de esta comunidad casi está to­talmente libre de brucelosis y de leucosis , mien­tras que en la cabaña ovina sólo el 82% de las explotaciones era inmune a la brucelosis . En esta comun idad autónoma hay un gran nú­mero de trabajadores agrarios fijos discontinuos (aproximadamente unas 50.000 personas, según estimaciones), pero el número de ocupados al terminar el año ascendla a 48 .640, el 11,8% de todos los ocupados en la región . Esta cifra ade­más suponía un ligero incremento con respecto a la del año anterior. Por su parte, la industria agroalirnentaria es tam­bién una fuente de emp leo y riqueza cada vez

más importante . Los sectores que cuentan con un mayor desarro llo en este ámbito son el cár­nico (vinculado especialmente al porcino) y las conservas vegetales.

Page 213: Anuario UPA 2002

COlVIUNIDADES AUTONOMAS

Balance de 2001

Navarra Mejora la producción fi11al ganadera

La producción final agraria de Navarra expe­rimentó en 2001 un importante retroceso de­bido a la cafda del valor del conjunto de la

producción vegetal. Aunque en valor las produc­ciones agrícola y ganadera están bastante equili­bradas, en ese año la parte ganadera tomó la de­lantera a pesar de la crisis del sector vacuno. En concreto, el valor de la producción ganadera rondó en 2001 los 61.171 millones de pesetas. Só­lo el sector porcino aportó 18.360 millones de pe­setas, casi 5.000 millones más que en el año an­terior, gracias al buen comportamiento de los pre­cios. Por detrás del porcino se colocaron el sector del ovino-caprino (que también creció en porcen­tajes similares y por las mismas causas), el del va­cuno (cuya aportación al valor final de la produc­ción ganadera se incrementó pese a la crisis) y el sector avícola (que también creció aunque más moderadamente). En Navarra también tiene importancia el sector equino y las aportaciones de otros productos de origen animal como los huevos, la leche y la lana,

para los que en gene­ral el balance final de 2001 fue muy positivo debido al tirón de las ventas de leche. Volviendo al sector del vacuno, el valor de la producción final sueró a la del año 2000 en más de 1.000 millones de pesetas , precisa­mente en el año en el que los precios de es­ta ganadería más ca­yeron . Los primeros casos confirmados de "vacas locas" se registraron durante el mes de fe­brero y al acabar el año, en Navarra se ha­bían producido ya 6 casos en total. Sin embargo, al de­cantarse el consumi­dor por una carne de más calidad y de razas

211

autóctonas como la Pirenaica, los precios subie­ron y esa subida fue la causa de que el valor de la producción final fuera mayor. Donde sí hubo descensos fue en el sector de la producción vegetal. En conjunto , el valor de la producción final de este subgrupo rondó los 44.598 millones de pesetas, un 35% menos que un año antes. Los sectores que tuvieron peor comportamiento que en el año 2000 fueron los cereales de otoño­invierno (espE1cialmente el trigo blando), la pata­ta (debido al descenso de los precios y a pesar de que la producción fue superior) y las plantas de escarda. Asimismo, la producción vitivinícola su­frió un grave descalabro debido al descenso de la producción. Concretamente , la producción de uva de vinifi ­cación se situó en 133.469 toneladas , un 22% menos que en la campar'ía de 2000. Por su par­te , la producción total de vino y mosto rondó los 874 .000 hectolitros , un 49% menos que en la campaña anterior. La calidad de los vinos con­seguidos fue alta. En sentido contrario a estas producciones evolu­cionaron en 2001 las producciones navarras de maíz y arroz, las frutas y las hortalizas frescas. La campaña de espárrago, un producto típica­mente navarro, resultó inferior en producción a la de 2000 porque la superficie sembrada se re­dujo notablemente. Asimismo , aunque algunas de las producciones hortícolas más típicas de la región como las ha­bas verdes, los guisantes y las coles resultaron inferiores , en general las cosechas fueron bue­nas durante 2001 . En el sector de las frutas ocurrió algo similar, ex­cepto con la producción de cereza y, finalmente, otra cosecha que resultó muy buena en 2001 fue la de aceituna de almazara. Al margen de estos datos, los consumos interme­dios del sector agrario navarro (abonos, semillas, piensos, etc .) registraron también en el año 2001 un incremento importante. Según las estimaciones del Gobierno regional , el valor de estos consumos rondó los 50.371 mi llo­nes de pesetas trente a los 48. 148 millones del año precedente. Por su parte, también crecieron las subvenciones al sector, que ascendieron a 17. 772 mil lones de pesetas.

Page 214: Anuario UPA 2002

COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2001

País Vasco Aumenta la renta agraria

La actividad en el sector agrícola del País Vas­co durante 2001 estuvo marcada en buena medida por las consecuencias derivadas de

la crisis del sector vacuno y por la reducción de las cosechas debido a la mala climatología. La producción final agraria en el País Vasco su­peró ligeramente los 80.000 millones de pesetas (480,92 mi llones de euros), cifra notablemente su­perior a la del año precedente. De este total, co­rrespondió a la producción agrícola el 43%; a la ganadera el 35%; a la forestal el 19% y el restan­te 3%, al grupo de otras producciones. Comparando estos datos con los del año 2000, se observa un descenso en el valor de la producción vegetal y un incremento importante del valor tan­to de la producción ganadera como de la foresta l. La caída del valor de la producción vegetal hay que buscarla en las malas cosechas de algunas de las principales producciones, como ocurrió con el caso viñedo, que sufrió en 2001 una reducción del 47,4% en su valor. También disminuyó, aunque en mucha menor me­dida, el valor de la producción de cereales y de productos hortícolas debido en general a las ma-

212

las cosechas. Otros cultivos propios de la agri­cu ltura vasca que tuvieron una mala cosecha fue­ron las leguminosas grano, los cultivos industria­les y las patatas para consumo humano. Sin em­bargo, la positiva evolución de Jos precios en algunos de estos productos (como por ejemplo las patatas, los cereales y los cultivos industriales) hi­zo posib le que el balance final para estos secto­res no fuera tan malo. La producción total de pata­ta fue inferior en un 8% a la del año 2000 debido a la reducción de las siembras. Por lo que respecta al sector ganadero, el valor de la producción se elevó hasta 27.700 millones de pesetas, un 8,3% más que en el año 2000, gracias al aumento del valor de la producción lechera, del sector del porc ino y del sector del ovino. En ge­neral, las producciones fueron similares a las del año precedente , excepto en vacuno. En una explotación ganadera de Guipúzcoa se confirmó en marzo, el único caso de EEB que hu­bo en todo el año 2001 . Por su parte, la cabaña ganadera del sector bovino se incrementó, termi­nando el año con 184.272 cabezas , y lo mismo ocurrió con el ovino, aunque el incremento de ani­males fue inferior al del vacuno. En sentido contrario evolucionaron las cabañas de porcino (e l País Vasco cuenta con unos 41.000 cerdos) y la de caprino. En los buenos resultados del sector ganadero vas­co tuvo también mucho que ver la sorprendente evolución de los precios en el mercado de la le­che de vaca. La importancia del sector forestal en la economía agraria del País Vasco es significativa. En 2001 , el valor alcanzado por estas producciones se elevó a 15.300 mi llones de pesetas, un 13,4% más que en 2000. En 2001 , el consumo de bienes intermedios fue si­milar al del año anterior, pero sí se produjo un aumento del coste de los carburantes (un 17% más), de los abonos (un 11%) y de los piensos animales (4%). Asimismo, se incrementó el importe de las pri­mas para vacas nodrizas y las primas por sacrifi­cio de bovinos, al tiempo que las primas destina­das al sector ovino-caprino disminuyeron. Conforme a estos datos, la renta agraria por ocupado en el País Vasco experimentó un cre­c imiento supe rior al del conjunto de España y también muy por encima de la media de la Unión Europea.

Page 215: Anuario UPA 2002

ACCION SINDICAL DE UPA Balance 2001/2002

UPA LLENA MADRID DE CAMPO

M ás de 40.000 agricultores y ga­naderos procedentes de toda España acudieron el 23 de

marzo de 2002 a Madrid, a participar en la gran manifestación convocada por UPA para exigir al Gobierno la modu­lación de las ayudas y soluciones a los graves problemas sectoriales que afec­tan a los productores de leche, de vino, de carne de vacuno, de frutos secos, de aceite de oliva ... Tres años después de la mayor mani­festación de agricultores y ganaderos celebrada nunca en España - también en Madrid, en marzo de 1999 y orga­nizada por UPA- en esta ocasión vol­vieron a batirse todos los récords. La pancarta que abría la gran manifes­tación era muy explícita: "AGRICULTU­RA FAMILIAR=MODULACIÓN ". Una pancarta, precedida por cinco tracto­res, que sostuvieron a lo largo de todo el recorrido el Secretario General de UPA, Fernando Moraleda, junto al resto de la Comisión Ejecutiva Federal de UPA, y al Secretario General de UGT, Cándido Méndez.

Más de 40.000 agricultores y ganaderos procedentes de toda

España acudieron el 23 de marzo de 2002 a la convocatoria de UPA,

para exigir al Gobierno la modulación

Tras esta primera pancarta , una se­gunda, con la leyenda "Por la defensa de la agricultura familiar", .que soste­nía un grupo de niños , hijos de agricul­tores y ganaderos. En marzo de 1999, la riada humana que recorrió las calles principales de la ciu­dad encabezada por dos únicas pan­cartas: "Por el futuro del mundo rural " y "En defensa de la agricultura familiar" consiguió llamar la atención de la so­ciedad española sobre los problemas que afectaban en ese momento a los hombres y mujeres que trabajan en la agricultura y la ganadería. Ahora, tres años después, esos mismos problemas se han agravado e incrementado con nuevas incertidumbres, sin que ni des-

213

de Europa ni desde el Gobierno espa­ñol se aporten soluciones. Por ello, UPA ha vuelto a movi lizarse para demostrar una vez más que no estamos dormidos ni msignados. La gran manifestación retomó el eje central de las campañas desarrolladas por UPA en los últimos años, bajo la pre­gunta ¿Quién es agricultor y ganadero?, que se hizo famosa en los carteles re­part idos por UPA en toda España acompañando fotos de agricultores y ganaderos "de verdad" con el retrato de la Duquesa de Alba y Mario Conde, de­nunciando así el descaro de los "caza­prirnas", que se lleven la mayor parte de las ayudas europeas al sector, en detrimento de la mayoría de los agri­cultores y ganaderos. Por ello, UPA aprovechó la manifesta­ción del 23 de marzo para entregar al Gobierno las más de 250.000 firmas re­cog idas a favor de la modulación de las ayudas y el Estatuto del Agricultor y Ga­nadero; unas firmas que proceden tan­to del sector como de otros ámbitos de la sociedad .

Page 216: Anuario UPA 2002

ACCION SINDICAL DE UPA Balance 2001/2002

~

UN EXITO DE TODOS

E nla manifestación del 23 de mar­zo arrancó en la Puerta del Sol y concluyó frente al Ministerio de

Agricultura , tras recorrer las calles Ca­rretas y Atocha. Un recorrido por el co­razón de Madrid , que los miles de agri­cultores y ganaderos - hombres, muje­res, niños, familias enteras ... - llenaron con un tono festivo y reivindicativo, in­c luido el estruendo de los tambores de un grupo de jóvenes gallegos que no dejaron de tocar en ningún momento. La manifestación tardó dos horas en completar su recorrido, en una prima­veral mañana de sábado en Madrid, so­leada y calurosa, y a las dos de la tar­de se iniciaban en Atocha, en la puer­ta del Ministerio, las intervenciones de varios miembros de la Comisión Ejecu­tiva Federal de UPA, junto a Cándido Méndez, Secretario General de UGT, y Fernando Moraleda, que cerró el acto. José Domingo García, Secretario de Or­ganización de UPA, fue el encargado de dar la bienvenida a los miles de mani­festantes de dar la palabra, sucesiva­mente, a varios miembros de la Comi­sión Ejecutiva Federal de UPA: José Luis Gutierrez -que se centró en los proble­mas del aceite de oliva-; Cristobal To­rres, cuya intervención denunció la gra­ve crisis que arrastran los viticultores; Roberto Garcia, que en sus palabras re­saltó la dejación del Gob ierno con los problemas derivados de la crisis de las "vacas locas" y los intentos de las in-

dustrias lácteas para bajar los precios; y José Ignacio Senovilla, que repasó la situación del resto de sectores -ce­reales, girasol, frutas y hortalizas, frutos secos .. . - y denunció la ausencia de una polí ti ca agraria responsable por parte del Gobierno. A continuación, el Secretario General de UGT. Cándido Méndez, se dirigió a los miles de agricultores y ganaderos que abarratoban la plaza de Atocha, re­calcando que tanto él como UGT en su conjunto se sienten "plenamente iden­tificados con la reivindicación de UPA" y puntualizó que "la modulación es una manera muy importante de conceb ir nuestra integración en Europa". Finalmente, el Secretario General de UPA, Fernando Moraleda, felicitó a la or­ganización y a los 40.000 agricultores y ganaderos que le escuchaban por el éxito total de la manifestación, "que es la mejor manera de demostrar la firme­za y el apoyo de nuestras reivindica­ciones". Fe'rnando Moraleda recordó que el sis­tema de modulación de las ayudas ya está implantado en varios Estados miembros de la UE y prometió que "ma­ñana lo tendremos en España' ; ani­mando, asimismo, a todas las comuni­dades autónomas a seguir el ejemplo de Extremadura, cuyo Parlamento re­gional está debatiendo un proyecto de ley sobre modulación enviado por el Go­bierno extremeño.

214

Primeros resultados cie la gran movilización de UPA

EL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA PRESENTA UNA PROPOSICIÓN DE LEY SOBRE MODULACIÓN EN EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

La gran manifestación organiza­da por UPA en Madrid el 23 de

marzo de 2002 empezó a dar sus frutos unas semanas después, con la decisión del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Di­putados de presentar una proposi­ción de ley sobre modulación de ayudas agrarias, en la que se con­sidera que "la modulación de las ::;u_bve.n9iones directas procedentes

' del FEOGA.Garantfa, más al lá de ! una corrección presupuestaria, es , una cuestión de principios oportu-

na, ju~ta y deseable, que permite la disfrlbución de estas ayudas con criterios de equidad''. Según la proRosición de ley socia­.lista, el crjterio básico de modula­ción se establece en función del im­porte total de lbs pagos concedí-

- dos .. La modulación dentro del Estadc:i esp~ño l podrá alcanzar el 20% cualquiera que sea la metodo­logía utilizada para su aplicación y en ningún caso se podrá aplicar por debajq.,de 2_0.000 .euros por per-

, ceptor.':: · _._. ......

Se establecen, asimismo, tramos dis-tintos de modulación según el im­

I porte total de pagos concedidos por : perceptor y un. porcentaje creciente : de reducción a aplicar en cada tra-

mo, según la metodología que esta-• ble:zca _cada Comunidad Autónoma . .. Además, se contemplan también !~ .. criterios de bonificación por marite­i · nimiento y generación de empleo, y . _por. ser agricultores a título principal

en una exp)otación.agraria familiar. _, '· ·-. ...... _ .. - -- -- -- -

Page 217: Anuario UPA 2002

ACCION SmDICAL DE UPA Balance 2001/2002

UPA EXIGE AL MINISTRO DE AGRICULTURA QUE DEJE DE SER UNA SIMPLE OFICINA DE

""' BRUSELAS EN ESPANA

E 1 Secretario General de UPA, Fer­nando Moraleda, viene exigiendo desde hace meses al Ministro de

Agricultura, Pesca y Alimentación, Mi­guel Arias Cañete, que deje de actuar como si su Departamento fuese una "simple oficina de Bruselas en España, con delegaciones en las Comunidades Autónomas", con una ausencia crónica de política agraria nacional y de crite­rios propios para el futuro de la agricul­tura y el desarrollo rural en España. Un argumento que centró la interven­ción de los máximos responsables de UPA en la reunión celebrada el 30 de octubre de 2001 con Miguel Arias Ca­ñete por todos los miembros de la Co­misión Ejecutiva Federal de UPA, en la que se plantearon también las pro­puestas y reivindicaciones de la Orga­nización en los principales problemas sectoriales: vino, frutos secos, crisis de las "vacas locas", etc. En la reunión, los máximos responsa­bles de UPA manifestaron al Ministro de Agricul tura "el malestar de los peque­ños y medianos agricultores y ganade­ros por las actuaciones que lleva a ca­bo el Ministerio" y aseguraron que "si se sigue con esta política, puede ser el ini­cio de la desaparición del Ministerio de Agricultura, porque si no se dispone de presupuesto, no se dispone de política' .

Menos presupuesto para el Ministerio de Agricultura en 2002

Una denuncia de UPA que se justificó plenamente al conocer los presupues­tos del Ministerio de Agricultura para 2002, que están siendo claramente in­suficientes e ineficaces para resolver los graves problemas de los agriculto­res y ganaderos españoles. El MAPA ha reducido en el 11 % las partidas presu­puestarias destinadas a mejorar la ca­lidad y la seguridad alimentaria y ha re-

cortado drásticamente el presupuesto para medidas de apoyo y erradicación de la Encefalopatía Espongiforme Bo­vina (EEB), cuando la crisis no ha ter­minado. UPA ha denunciado también la escasez de presupuestos para desarrollar tan­to la ley de Sanidad Vegetal como la

Ley de San idad Animal y la dotación ridícu la para la Agencia de Seguridad Alimentaria; así como la reducción del 26% en los fondos destinados en 2002 a las medidas de acompañamiento (ju­bilac ión anticipada, ayudas agroam­bientales, ayudas para zonas de mon­taña y desfavorecidas y reforestación)

UPA ACUSA AL GOBIERNO DE CARECER DE AMBICIÓN EN LOS OBJETIVO AGRARIOS DE LA PRESIDENCIA ESPAÑO A EN LA UE

UPA denunció ya a fina les de 2001 , unos días antes de que

España asumiese la presidencia de turno en la Unión Europea, que al Gobierno carecía de ambición en los objetivos agrarios durante el pri­mer semestre de 2002, perdiendo as! Ja oportunidad de aprovechar este periodo para impulsar los cam­bios que reclama la PAC el futuro de la agricul tura familiar en Europa. Una denuncia confirmada por Jos hechos, porque el Gobierno espa-

215

ñol ha ejercido la presidencia de la UE en materia de agricultura de una far a burocrática, sin objetivos de­finí os, a pesar de la importancia qu tienen las actividades agrícolas y ganaderas para la economia es­pa ola y del protagonismo que tie­ne a agricultura española en el con­jun o de la PAC, como se constata al omprobar que durante 2001 Es­pa a ha sido ya el segundo per­ce tor de ayudas de la PAC, detrás de rancia.

Page 218: Anuario UPA 2002

ACCION SINDICAL DE UPA Balance 2001/2002

,, LAS ELECCIONES A CAMARAS AGRARIAS AUMENTAN LA REPRESENTATIVIDAD DE UPA

Los sucesivos procesos electo­rales para elegir por primera vez o renovar las Cámaras Agrarias

provinciales, que se vienen celebran­do en diferentes comunidades autó­nomas, están reforzando la presencia de UPA como organización mayorita­

Badajoz recibieron el respaldo ma­yoritario de los ag ricultores y ga­naderos de la región, hasta conver­tir a UPA-UCE en la primera fuerza del campo extremeño. Los casi 5.000 votos recibidos por UPA-UCE suponen el 44,5% del total de votos a nivel regional, 11 puntos ria en la agricultura familiar y aumen­

tando su representatividad en el sector agrario a nivel nacional, hasta alcanzar el 20%, lo que significa un aumento del 3% sobre la situación anterior. Entre junio de 2001 y junio de 2002 se han celebrado elecciones en Aragón, Canta­bria, Extremadura, Galicia y Casti lla y Le­ón, y la conclusión final es que la Unión de Pequeños Agricul tores y Ganaderos está recibiendo un apoyo muy significativo en las urnas, en un ámbito de representación sindical tan profesionalizado como el sec­tor agrario, en el que cada voto obtenido es el reflejo de un convencimiento firme y un reconocimiento al trabajo realizado por los compañeros y compañeras de UPA en cada provincia, en cada comarca.

en junio de 2001 , y pesar de contar con una presencia muy reciente en esta co­munidad, UPA consiguió estar presente en las tres Cámaras Agrarias de Zaragoza, Huesca y Teruel.

más que ASAJA y 28 puntos más que COAG. A nivel provincial, la candidatura de UPA-UCE en Badajoz obtuvo el 48,25% de los votos y en Cáceres, el 39%. Finalmente, coincidiendo en la misma fe­cha, el 26 de mayo de 2002 se celebraron elecciones para elegir por primera vez a los vocales de las Cámaras Agrarias de Gal icia y renovar las nueve Cámaras pro­vinc iales de Castil la y León.

En Cantabria, la convocatoria fue el 16 de diciembre, y la cand idatura del SDGM­UPA Cantabria obtuvo el 13% de los vo­tos, reforzando después esta representa­tividad al formar la Federación de Gana­deros y Agricultores de Cantabria, integrada por SDGM-UPA y Aigas

En Galicia, los resultados han refrendado el proyecto que defiende, desde hace 20 años, Unións Agrarias-UPA, cuyas candi­daturas recibieron el respaldo de 11 .000 ganaderos y agricultores gallegos, casi el 30% de los votantes.

En Aragón, las elecciones se celebraron

Ya en 2002, el 3 de marzo se celebraron las elecciones en Extremadura y los re­sultados fueron rotundos. Las candidatu­ras de UPA-UCE Extremadura para reno­var las Cámaras Agrarias de Cáceres y

Un gran éxito que sitúa a Unións Agrarias­UPA como la segunda organización agra-

LA AUDIENCIA NACIONAL ADMITE LA DENUNCIA DE UPA CONTRA LAS PETROLERAS

Los argumentos jurí­dicos de la querella

confirman las prácticas irregulares en la fijación de precios y la fa lta de libre competencia en el mercado de combusti­bles El Juzgado de Instrucción número ·1 de la Audiencia Nacional, cuyo titular es el juez Guillermo Ruiz Po­lanco admitió a trámite, en mayo de 2002, la denun­cia presentada por UPA un mes antes contra las empresas de productos petroliferos y la asociación que las agrupa, por alte­rar el precio de venta de

los carburantes y evitar la libre concurrencia, me­diante engaño y utiliza­ción de información privi­legiada. La Audiencia Na­cional ha decidido también acumular el resto de denuncias presenta­das por los integrantes de la Plataforma Nacional de Consumidores de Carbu­rantes y reclamar a la Fis­calía Anticorrupción toda la documentación e in­vestigación realizada du­rante los últimos dos anos. UPA presentó esta de­nuncia como consecuen­cia del acuerdo alcanza­do en este sentido en ma-

za de 2002 por la Plata­forma Nacional de Con­sumidores de Carburan­tes, tras la decisión del Fiscal General de Estado de paralizar el proceso abierto durante los últimos dos años por la Fiscalía Anticorrupción, para ana­lizar el comportamiento de las petroleras en la fi­jación de precios de los carburantes y el funciona­miento de la competencia en el mercado. Con esta decisión se ha conseguido ya el primer objetivo de UPA con la de­nuncia: que no se pierda el trabajo realizado por la

216

Fiscalía Anticorrupción, y por ello, junto a los hechos denunciados, UPA ha re­clamado también que la Aud iencia Nacional re­quiera la totalidad de las diligencias efectuadas por la Fiscalía, asl como los expedientes del Tribu­nal de Defensa de la Competencia a REPSOL y CEPSA, y las actuaciones practicadas previamente por el Servicio de Defen­sa de la Competencia. del Ministerio de Economía En la denuncia de UPA se incluye a las empresas Petronor, Repsol Ypf,. Repsol Petroleo. Cepsa,

Bp Oil España,, Repsol Comercial de Productos Petrolíferos, Cepsa Esta­ciones de Servici, y Com­pañía Logística De Hidro­carburos (CLH). Asimis­mo, la denuncia incluye a la Asociación Española de Operadores de · Pro­ductos Petrollferos (AOP), junto a las empresas que la forman, que además de las ya mencionadas son: Agip España. Esso Espa­ñola, Kuwait Petroleas Es­pañ. ,. Oil lnvest España, Petrogal Española, Shell España, Total Fina Espa­ña, y Saras Energía, Los argumentos jurídicos

Page 219: Anuario UPA 2002

ria en Galicia, con 28 representantes en

las Cámaras Agrarias de Pontevedra, A

Coruña, Lugo y Ourense.

La candidatura de Unións Agrarias-UPA

fue la más votada en Pontevedra, don­

de está garantizada la presidencia de la

Cámara Agraria para el número 1 de la

lista, Román Santal la, mientras que Ro­

berto García, Secretario General de

Unións Agrarias-UPA y candidato nú­

mero 1 de A Coruña, presidirá la Cáma­

ra Agra ria de esta provinc ia, en virtud

de los pactos post-e lectorales con el Sindicato Labrego Galega.

Por su parte, en Casti lla y León, UPA ha

aumentado su representatividad, porque

las candidaturas de UPA obtuvieron en

1997 el 18% de los votos y ahora ese por­

centaje se ha incrementado hasta alcan­

zar el 20%, en lo que supone un refuerzo

del apoyo de campo castellano y leonés

a la organización de defiende a la agri­

cu ltu ra familiar.

Con estos resultados se han pasado de

contar con 38 representantes en las Cá­

maras Agrarias a tener 43 tras las elec­

ciones del 26 de mayo. En cuanto a los re­

sul tados por provincias, cabe resaltar los incrementos de en torno al 10% en los vo­

tos obtenidos en Salamanca, Soria y Pa­

lencia, mientras que en Avila se obtuvie­

ron el 42% de los votos y en León un 30%.

~ la denuncia de UPA

cen referencia a to­

s las normas - desde

Constitución a las le­

s específicas- relati­

s al funcionamiento !I libre mercado y el

'peto a las reglas de ncurrencia, una vez

nstatado que las em­

sas denunciadas. a

vés del engaño per­

nente y el uso de in­

mación privilegiada

que sólo ellas podí­

disponer, han produ­

o graves perjuicios

gítimos a los consu­

dores españoles en

neral y a los peque­

s agricultores y gana­

ros en particular, far-

zados a pagar precios

superiores por los car­

burantes a los que ha­

brían satisfecho de no

existir estas prácticas.

Unos argumentos que

se centran inicialmente

en el periodo de fuertes

subidas de precios de

los carburantes de 1999 y 2000, pero que UPA

extiende también hasta la actualidad, como se

demuestra con un aná­

lisis incorporado a la de­

nuncia sobre la evolu­

ción paralela, claramen­

te desigual, de los

precios del petróleo y

los carburantes entre fe­

brero de 2000 y marzo

de 2002.

ACCION SINDICAL DE UPA Balance 2001/2002

PROBLEMAS SECTORIALE

La acción sindical de UPA en

2001/2002 ha reforzado su estra­

tegia básica de combinar la presión

a través de las movilizaciones, la ne­

gociación con administraciones y otras organizaciones representativas ,

y la consecución de acuerdos que re­

suelvan los problemas y mejoren las

condiciones de vida y de trabajo de

los hombres y mujeres que forman

el colect ivo de explotaciones familia­

res a los que representamos .

En tal sentido , entre los problemas

sectoriales que han exig ido una aten-

ción prioritaria por parte de UPA en

los últimos meses se incluyen las

consecuencias de la crisis de las "va­

cas locas", la peste porcina y la fie­

bre aftosa; la crisis del aceite de oru­

jo, la grave situación en el mercado

del vino , el cambio de normativa en

el algodón , los precios de la leche ,

los frutos secos, la preocupación por

el futuro del aceite de ol iva , las pe­

nal izaciones a los cultivadores de

mafz, las amenazas al futuro del ta­

baco, la falta de normativa europea

para la apicultura, etc.

MOVILIZACIÓN ...

NEGOCIACIÓN ...

. .. Y ACUEHDOS

217

Page 220: Anuario UPA 2002

EL MUNDO RURAL, CON LA HUELGA GENERAL Apoyo deUPA a la movilización masiva de la sociedad española el 20 de junio de 2002

El cierre del curso

político 2001/2002

ha tenido en la

huelga general del 20 de junio su

acontecimiento

más decisivo para el fu turo de la so­

c iedad española.

Una huelga gene­

ra l en que UPA ha actuado como la or­

ganización más representativa en el

medio rural , movilizando a sus 90.000

afiliados y afi liadas de toda España pa­

ra conseguir así la respuesta masiva en

todos los pueblos y comarcas a la con­

vocatoria realizada inicialmente por UGT y Comisiones Obreras, y apoya­

da posteriormente por numerosas or­

ganizaciones sind icales y políticas.

El detonante de la huelga general fue

la reforma del desempleo propuesta

por el Gobierno, sin consenso ni ne­

gociación con los sindicatos, y apro­

bada, en un acto de c lara soberbia po­

lítica, mediante un "decretazo" al dla

siguiente de que UGT y CC 00 pre­

sentaran oficialmente la convocatoria

del 20 de junio.

La reforma laboral aprobada por el Go­

bierno supone un atentado frontal a los

sistemas de protección social, que son una conqu ista y un derecho de los tra­

bajadores, y un paso más hacia la pro­

gresiva precariedad en el empleo.

En el caso de la Unión de Pequeños

Agricultores y Ganaderos, el apoyo a

la convocatoria de la huelga general

del 20 de junio representa, además, el

rechazo del mundo rural a las políticas

que afectan tanto a la actividad agra­

ria como a otros aspectos sociales y la­

borales.

ACCION SmDICAL DE UPA Balance 2001/2002

LOS ACUERDOS DE LA OMC EN LA CONFERENCIA DE DOHA AMENAZAN LA SUPERVIVENCIA DE LAS ,., PEQUENAS EXPLOTACIONES Fernando Moraleda representó a la agricultura familiar en la cumbre de la Organización Mundial del Comercio y defendió la necesidad de apoyar el modelo de agricultura europeo frente a la liberalización salvaje del mercado.

La PAC está "más dañada" tras los acuer­

dos de la Organización Mundial del Co­

mercio (OMC) en la Conferencia Ministe­

rial de Doha, para lanzar una nueva ronda

de liberalizac ión del comercio mundial,

porque "ponen en peligro la supervivencia

de las pequeñas y medianas explotacio­

nes agrícolas españolas". Esta es la conclusión global del Secreta­

rio General de UPA, Fernando Moraleda,

que viajó a Doha, la capital de Qatar, en

representación de la ag ricu ltura familiar

española y europea, para participar en los

debates de la Conferenc ia Ministerial de

la OMC, celebrada entre el 9 y el 13 de no­

viembre de 2001 , con la participación de

144 países.

Moraleda, que fue el ún ico representante

agrario español p resente en Doha , de­

nunció que la declaración final de la OMC

ORGANIZAOION Congresos Regionales celebrados (2001-2002) • UPA-UCE EXTREMADURA. Con­

freso de fus ión. 12 de dic iembre de

2001 . Secretario General: Lorenzo

Ramos Silva

Congresos Provinciales celebrados (2000-2001) • UPA ÁVILA. 26 de enero de 2001 . Secretario General : Juan Ignacio An­

tonio Senovi lla.

• UPA HUELVA. 17 de feb rero de

218

para la nueva ronda de negociaciones da prioridad a ul tranza al mercado sobre la

func ión soc ial o medioambiental de la

agricultura, lo que perjudica a la PAC y, en

particular, a los pequeños productores es­

pañoles, "porque si sólo se atiende al fac­

tor comercia l, la mayor parte de la ag ri ­

cultura española desaparecerá".

Asimismo, Fernando Moraleda criticó en

Doha a Estados Unidos, que "ofrece, aun­

que encubiertas, unas ayudas mayores

que la UE a la agricultura", y a los grandes

países exportadores, "donde las explota­ciones son de enormes dimensiones y be­

nefician a grandes empresas, mientras

sus campesi nos son cada vez más po­bres".

Propuestas de UPA para la próxima Ronda Negociadora de la OMC • Es prioritario que el comercio agrario se

lleve a cabo sobre la base de reglas cla­

ramente establecidas y mutuamente res­

petadas ..

• La defensa de la agricultura multifuncio­

nal es una prioridad esencial que respon­de a las expectativas y preocupaciones de

los c iudadanos europeos, de los consu­midores y de los propios agricultores.

2001. Secretario General: Vicente Su­

priano.

• UPA GRANADA. 2 de marzo de 2001 .

Secretario General: Antonio Palma.

• UPA SEVILLA. 3 1 de marzo de 2001.Secretaria General : Dolores Es­

calona.

• UPA CUENCA 17 de junio de 2001. Secretario General : Marcos García

Jiménez.

• UPA BURGOS. 13 de abril de 2002.

Secretario General : Gabriel Delgado Lara.

Page 221: Anuario UPA 2002

• La Unión Europea es el mayor importa­dor de bienes alimentic ios y agrfcolas de todo el planeta y el segundo mayor ex­portador. La contribución de los agricul­tores europeos a la estabil ización de los mercados mundiales ha sido muy impor­tante y no es posible exig ir nuevas con­ces iones. • Es prioritario garantizar la provisión de alimentos sanos y de calidad, producidos con métodos sostenibles, contribuir a la viabilidad económica y al empleo en las regiones rurales y promover y preservar el medio ambiente. • Se debe reconocer a escala interna­cional la seguridad alimentaria, las normas sanitarias y fitosanitarias de la Unión Eu­ropea y los controles derivados que ga­rantizan tanto la seguridad como la con­fianza de los consumidores. Las importa­ciones deben someterse a normas y controles equivalentes. • Las consideraciones no comerciales de­ben formar parte integrante del proceso de negociación. También es esencial ve­lar por la protección de las indicaciones geográficas y de calidad. • La ag ri cultura debe tratarse como un conjunto. No se trata de asistir a un rega­teo de partes de un acuerdo sobre la ag ri­cultura a cambio de ventajas en otros sec­tores económicos. • Los agricultores europeos, a través de sus organizac iones representativas, de­ben ser consultados a lo largo de todo el proceso de negociación.

219

ACCION SINDICAL DE UPA Balance 2001/2002

BUENA ACOGIDA :ENTRE AFILIADOS Y SIMPATIZANTES A LA TARJETA UPA-BANESTO

La acción sindical de UPA orienta­da a prestar cada vez más servi­cios a los afi liados ha dado un pa­

so muy importante con la firma, el pa­sado 14 de septiembre, de un acuerdo de colaboración con Banesto. El acuer­do, que tiene ámbito nacional y una vi­gencia de dos años renovables, se con­creta, en una primera fase, en la emisión de una Tarjeta UPA-Banesto, con venta­jas sign ificativas para sus titulares, y abre la puerta a la colaboración mutua en múltiples aspectos, siempre con el objetivo de apoyar el progreso de las ex­plotaciones familiares. El acuerdo fue firmado en Madrid por Jesús Elola, Director de AG ROBANES­TO Nac ional, y por Fern ando Morale­da, Secretario General de UPA, que ofre­cieron una rueda de prensa conjunta y valoraron muy pos itivamente la posibi­lidad de trabajar en común, en el marco de las actuaciones que contempla el convenio. En cuanto a las prestaciones y servi cios que BANESTO pone a dis­posición de los afiliados de la organi­zación, además de la Tarjeta UPA y las ventajas que va a conllevar su utiliza­ción, se prevé la organización de cursos de formación para agricultores y gana­deros, tramitación de ayudas, o facilitar el acceso de las explotaciones famil ia­res a Internet. La trascendencia de este acuerdo se justifi ca también porque es la primera ocasión en que una organización que representa a la agricultura familiar en Es­paña firma un acuerdo de colaboración con un gran banco , basado en el res­peto mutuo y el objetivo de obtener ven­tajas para ambas partes. Se enmarca en la estrategia de UPA de reforzar su ac­tividad como organización de servicios a los pequeños y medianos agricultores, para lo cual se busca siempre la co la­boración con las entidades más repre­sentativas. El acuerdo con Banesto pre­tende facilitar a las explotaciones !ami-

liares las mayores ventajas en materia ele servicios y productos financieros. Pd igual que ocurre, en otros ámbitos, con los seguros agrarios, los programas de formación o los acuerdos interprofe­sionales de carácter sectori al. UPA ha firma un acuerdo de colaboración con Banesto para mejorar la oferta de ser­vicios financieros a las explotaciones fa­miliares. Todo ello justifica que Los afili ados y simpatizantes de UPA están mostrando un interés creciente por las ventajas que ofrece la tarjeta UPA Banesto, tal y co­mo se desprende de las numerosas consultas que se están realizando tanto en las delegaciones de UPA en toda Es­paña como en las oficinas de Banesto. .A.simismo, otra de las fórmulas muy uti­lizadas para informarse sobre la Tarjeta UPA Banesto está siendo a través del portal de la agricultura familiar en Inter­net -www.upa.es- , que tiene un espacio dedicado íntegramente a informar sobre este tema, junto a un acceso directo a la pág ina web de Agrobanesto.

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ACOION SINDICAL DE UPA Balance 2001/2002

MENOS AGRICULTORES /

Y PERDIDA DE COMPETITNIDAD BALANCE DEL ANO AGRARIO Y ACCION SINDICAL

Durante 2001 se registraron 140 agricultores y ganaderos menos cada día y 275 millones de pesetas diarios en pérdidas por la crisis de las "vacas locas"

Los agricultores y ganaderos españoles fueron, durante 2001, los principales afectados por la sucesivas crisis sani­

tarias y alimentarias que se registraron a lo largo del año, de cuyo origen no fueron res­ponsables en ningún caso pero que tuvieron efectos muy negativos en los resultados de las explotaciones en este ejercicio y en sus expectativas de futuro a medio plazo. Esta es la conclusión más significativa del balance del año agrario realizado por UPA. en el que también destacan los efectos de la aplicación de las diferentes OCMs de la PAC durante el segundo año de aplicación de la Agenda 2000 - con más liberalización de los mercados y menos ayudas-, y la pro­gresiva reducción del empleo en la agricul­tura, que enmascara el aparente aumento de la renta agraria por ocupado, estimado por Eurostat para España en un 2, 7%, lo que nos sitúa entre los países de la UE con me­nores índices de orecimiento, en concreto en el puesto número once. Un dato macroeconómico que esconde, además, una realidad más preocupante por tener enormes déficits sociales. Aumenta­mos la renta por ocupado pero lo hacemos a costa de perder activos: 50.000 durante to­do el año, o lo que es igual, en 2001 España se perdieron 140 agricu ltores y ganaderos cada día. Sin olvidar que esta evoluoión in­crementa el diferencial de competitividad con los paises de nuestro entorno europeo. Todo ello, mientras que el Ministerio de Agri­cultura, Pesca y Alimentación actuaba más que nunca en 2001 como una ofi cina de Bruselas en Madrid, en lugar de asumir su verdadero papel como responsable del Es­tado español en materia de polltica agraria. Pérdida de peso político del MAPA que se ha evidenciado también en el Consejo de Mi nis-

tros del Gobierno español, al asumir la pues­ta en marcha de un nuevo impuesto en los carburantes, para alcanzar el déficit cero pre­supuestario, que incumple el acuerdo alcan­zado el año anterior con motivo de la crisis del gasóleo, supone un sobrecoste injustificable y, además, establece diferencias entre terri­torios autonómicos, en un input determinante para el mantenimiento de la actividad econó­mica de las explotaciones agrarias. La aplicación de la política agraria: más liberalización, menos ayudas y pérdida de competitividad. El año 2001 fue en el segundo año natural de apli­cación de la Agenda 2000 y sus resultados han tenido un doble efecto en todos los sec­tores sujetos a ayudas directas (herbáceos, primas ganaderas, algodón, aceite de oliva y tabaco): una pérdida de competitividad di­ferenciada en las explotaciones de pequeña dimensión y/o escaso rendimiento; y una ten­dencia a la renacionalización de la PAC, que se manifiesta en la úl tima reforma de la OCM del ovino y caprino, con el establecimiento de "sobres" nacionales o la gestión finan­ciera de la EEB en Europa, con la generali­zación de ayudas nacionales en el trata­miento político de la enfermedad. Crisis sanitarias y alimentarias. Fal· ta de control y mala gestión El 2001 es el que ha registrado más crisis sa­nitarias y mal llamadas "crisis alimentarias", porque siempre se han derivado de fal los en el control de nuevos procesos industriales, co­mo ocurrió con los piensos en las "vacas lo­cas", o el benzopireno en el aceite de orujo. En ambos casos, coincide también la reper­cusión negativa sobre los productores por la negligencia de la Administración. Por su parte, la fiebre aftosa y los sucesivos focos de peste porcina clásica, aunque han sido trasladados igualmente como crisis sa­nitarias y desafortunadamente en algunos casos vincu lándolos a la seguridad alimen­taria, son dos enfermedades que conviven desde hace muchos años, tanto en el ovino como en el porcino. Su recrudecimiento y al-

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ta intensidad tienen más que ver con los efec­tos de un mercado totalmente abierto junto a una escasa cuando no nula coordinación en­tre administraciones públicas. Todos estos casos ponen en evidencia que, ante una nueva situación como es la globa­lización del comercio alimentario, la res­puesta en materia de seguridad alimentaria hasta hoy ha sido escasa a nivel europeo por la complejidad que tienen todos los sistemas de trazabilidad de alimentos desde el origen al consumidor y, a nivel nacional, destaca la lentitud de la gestión pública de dichos pro­blemas y la inexistencia en el caso español de un sistema cooperativo entre la Adminis­tración central y los Gobiernos autónomos.

VACUNO DE LECHE

Los ''platos rotos" de las "vacas locas" El sector lácteo español, aunque disfrutó de unos precios relativamente estables en 2001, se vio muy afectado por las consecuencias de la enfermedad de las "vacas locas". Los ganaderos lácteos siguen soportando pre­cios muy bajos en la venta de sus animales y asumiendo los numerosos costes deriva­dos de esta crisis, como ocurre, por ejem­plo, con el certificado veterinario. En este sector se sigue registrando, ade­más, un alarmante abandono de los pro­ductores, que se han reducido en unos 8.000 durante 2001 y se elevan a 88.000 abandonos desde la campaña 1992/93.

VACUNO DE CARNE

Más de 100.000 millones de pesetas en pérdidas. Los productores de vacuno de carne han sido, lógicamente, los princi­pales afectados por la crisis de la Encefa­lopatía Espongiforme Bovina (EEB), con pér­didas acumuladas en un año que superan los 100.000 millones de pesetas y proble­mas que se mantienen en la actualidad, co­mo el pago de eliminación de los Materiales Específicos de Riesgo (MER), el coste de

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los certificados veterinarios y la cofinan­ciación de los Seguros Agrarios, instrumento en el que la Administración General del Es­tado ha dejado en manos la retirada de ca­dáveres de explotación y el lucro cesante cuando existe sacrificio por EEB.

PORCINO

Falta de control en los focos de Pes· te Porcina Clásica. El sector productor de porcino se vio afectado en 2001 por la falta de coordinación entre Administracio­nes en los sucesivos focos de Peste Porci­na Clásica que se han registrado a lo largo del año, que han vuelto a poner en eviden­cia la necesidad de una Ley de Sanidad Animal y un mayor control en el origen de este tipo de focos para evitar su extensión.

OVINO Y CAPRINO

Las consecuencias de las crisis sa· nitarias. Los productores de ovino y ca­prino se vieron doblemente afectados por las crisis de la EEB y la fiebre aftosa. Esta última situación perjudicó gravemente a los pro­ductores de ovino por la imposibilidad de movimientos de los animales biungulados y la perdida de valor de los corderos y cabri­tos al pasar de los pesos estandarizados. Respecto a la prima, la reforma de la OCM aprobada en los últimos días del año sigue sin garantizar que se compense la verda­dera pérdida de renta de los ganaderos.

Una crisis prolongada durante dos campañas. El sector vitivinícola vivió en 200 1 una de sus mayores crisis. En el pri­mer semestre del año, el mercado estuvo paralizado por la presión de la cosecha ré­cord de la campaña anterior, y las destila­ciones, aún siendo importantes, no hicieron subir los precios. Además, los viticu ltores españoles no contaron con ninguna ayuda nacional, que sí recibieron de sus respecti­vos Gobiernos otros productores europeos. La vendimia de 2001, aún siendo un 23% me­nor en producción, registró descensos verti­ginosos, entre un 20 y un 50%, en los pre­cios de la uva, especialmente en las varie­dades tintas. Los productores están sufriendo, además, la falta de apoyos del Ministerio de Agricultura y la imposibilidad de llegar a acuerdos con las industrias vinícolas, e in-

ACCION SINDICAL DE UPA Balance 2001/2002

cluso de que se cumplan los pocos acuerdos alcanzados en algunas regiones. Además, recientemente se ha presentado el anteproyecto de la Ley de la Vitivinicultura que pretende sustituir al desfasado Estatuto de la Vid , el Vino y los Alcoholes, vigente desde 1970. Un anteproyecto que ya cuen­ta con el rechazo casi unánime de todo el sector, incluida UPA y los Consejos Regula­dores de todas las Denominaciones de Ori­gen, porque la pretensión final es que el con­trol lo ejerza el sector privado.

ACEITE DE OLNA

Más producción y menos rentas. En 2001 asistimos a la segunda campaña más importante de producción de aceite de oli­va, con 972.000 toneladas y a la primera vez en la historia en que las ventas de aceite de oliva superan el millón de toneladas. Dos buenas noticias que contrastan con la rea­lidad económica de los productores, porque la ayuda que van a cobrar este año va a te­ner una penalización que supone cobrar 64,5 pesetas/kilo menos que la ayuda ba­se y porque el precio de mercado ha sido el más bajo de los últimos años, en torno a 280 pesetas/kg . Una si tuación que se traduce, finalmente, en una fuerte pérdida de renta de los productores, de hasta un 25% en 2001 y de un 34% en 2000.

FRUTOS SECOS

Sin ayudas, no hay futuro. Los pro­ductores secos vivieron durante 2001 con una gran incertidumbre sobre su futuro, por­que los planes de mejora están terminando y aún no se sabe si se van a prorrogar o no, porque la última propuesta de la Comisión baraja la posibilidad de prorrogar un año más los actuales planes de mejora pero con el matiz importante de no introducir ningún elemento que apueste por la ayuda definiti­va, aumentar el porcentaje de cofinanciación nacional del 18% al 25% y dejar a las ave­llanas españolas fuera de la ayuda específi­ca para este ejercicio. Esta es una situación insostenible, que está condicionando el pre­sente de este sector y que si no se cierra sa­tisfactoriamente pronto va a limitar su futuro.

TABACO

La Comisión Europea amenaza el futuro del cultivo. Los cultivadores de

221

tabaco se vieron amenazados en 2001 por la propuesta de la Comisión Europea, que podría aprobarse en los primeros meses de 2002, para reducir sustancialmente las primas a este sector, aduciendo criterios sanitarios. Una propuesta que condena el futuro de es­te sector y tan sólo persigue en el fondo un ahorro presupuestario, porque con el re­corte y eliminación de las ayudas sólo se conseguirá un aumento de las importacio­nes por parte de las fabricas de cigarrillos, que el tabaco sea más barato para la in­dustria y que los distintos Estados Miembros sigan recaudando los impuestos por la ven­ta de cigarrillos.

1 ALGODON

Lo1s pequeños productores, en peli· gr1(), El pasado mes de abri l el Consejo de Ministros de la UE, alcanzó el compromiso político necesario para reformar el régimen de ayudas al algodón. De esta forma se ce­rraba en falso un largo período de incerti­dumbre entre los algodoneros y se refuerza la amenaza de supervivencia para las pe­queñas explotaciones en este sector, que en pocos años puede acabar en manos de un reducido grupo de grandes perceptores de ayudas.

1 CEREALES

Fuerte reducción de cosecha y pe· nalizaciones en maíz. El año 2001 pa­sará a la historia como uno de los peores en cuanto a la escasa cosecha registrada, un 40% menos que en la campaña anterior. Las importantes lluvias que dieron lugar a con­diciones inadecuadas de siembra, las he­ladas posteriores y el último período de fuer­te sequía provocaron una importante re­ducción de la renta de los cerealistas. sin que las Administraciones hayan puesto en marcha medidas alternativas de apoyo ni las líneas de seguros hayan sido realmente efi­caces , porque no son lo suficientemente atractivas para los agricultores, ya que las coberturas siguen siendo escasas y en muy pocos casos representativas de la real idad agrnria. Además, en el caso concreto del maíz, los problemas existentes durante las siembras de los cereales han provocado en esta última campaña un aumento especta­cular de las siembras, y por lo tanto un in­cremento de las penalizaciones.

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ACCION SmDICAL DE UPA Uniones Federales

UNIÓN FEDERAL DE DESARROLLO RURAL

UPA refuerza el seguimiento de los programas LEADER y PRODER

O urante 2001 y los primeros me­ses de 2002, la Unión Federal de Desarrollo Rural de UPA ha

venido trabajando fundamentalmente tan to con los Programas Operativos y de Desarrollo Rural emanados del Re­g lamento de Desarrollo Rural nº 1257/1999 como en la iniciativa comu­nitaria LEADER+. En cuanto al desarrol lo y seguimiento de los diferentes programas europeos, UPA ha partic ipado ac ti vamente, una vez que ha sido admitida en los Comi­tés de Seguimiento, aunque en su ca­lidad de observador, en todas las reu­niones de seguimiento y debate junto con la Comisión Europea, el Min iste­rio de Agricu ltura, las 17 Comunidades Autónomas y el resto de representan­tes sociales del sector agrario. En relación a la iniciativa LEADER+ y los programas PRODER, el retraso en la selección de grupos de acción local es bastante elevado. A esto se ha aña-

dido la fuerte politización en determi­nadas regiones que ha provocado gra­ves problemas en c iertos programas que venían funcionando de manera sa­tisfactoria y cuya continuidad se ha vis­to en unos casos eliminada y en otros puesta en grave peligro. En esta tercera etapa de la in iciat iva LEADER y segunda de los PRODER que se in ic ia a partir del presente año, la participación de UPA en los corres­pond ientes Grupos de Acción Local (GAL) se ha incrementado de manera muy notable respecto a etapas ante­riores. Tamb ién hemos mantenido contactos y reuniones con la Red Española de Desarrollo Rura l con el fin de estable­cer estrategias conjuntas de actuación dentro de los GAL. Por otro lado, UPA ha elaborado un proyecto que compagina la protección del medio natural (a través de la futura Red Natura 2000) y el desarrollo rural

2 2 2

(med iante los programas LEADER y PRODER). Este proyecto se denomina "valorización de productos agrarios y rurales dentro ele la Red Natura 2000", y pretende que se garantice al menos la renta de los agricul tores y ganade­ros cuyas explotaciones estén ubica­das dentro ele la futura Red Natura 2000 (cuya propuesta de zonas prác­ticamente ya está fina lizada y que abarca más del 20% de nuestro terri­torio) a partir de sus producciones y servicios dentro de un desarrollo sos­tenib le. Este proyecto se ha presenta­do a asociaciones de desarrollo rural y medioambientales, con el fin de im­pulsar su desarrollo a partir del pre­sente año. Finalmente , cabe resalta r la partici ­pación de UPA en numerosas jornadas y mesas redondas celebradas a lo lar­go de toda la geografía española con el fin de defender nuestro modelo de desarrollo rural.

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ACCION SINDICAL DE UPA Uniones Federales

1 1 • ! 1 • • ! RARIAS

Seguimiento de los programas europeos y demanda de más fondos nacionales para mejora de estructuras

E 1 trabajo de la Unión Federal de Es­tructuras Agrarias de UPA se ha centrado en el último año de ma­

nera primordial en el desarrollo y segui­miento de los Programas europeos re­lacionados con la mejora de las estruc­turas agrarias, en concreto del Programa Operativo "Mejora de estructuras y de los sistemas de producción agrarios" , correspondiente a las regiones Objeti­vo 1 y a los programas de desarrollo ru­ral en sus apartados estructurales de las regiones fuera de Objetivo 1.

Después de varios años solicitando la participación en los Comités de Segui­miento de dichos programas, al final se ha conseguido que UPA pueda estar presente y participar activamente en di­chos Comités de carácter nacional. Es­te logro es de vital importancia ya que en estos Comités están presentes la Comi­sión, el Ministerio de Agricultura, las Co­munidades Autónomas, las OPAS y CCAE, por tanto la información y los de-

bates que se mantienen han mejorado la transparencia carente hasta ahora. Sin embargo nuestra participación en los Comités de Seguimiento de los progra­mas regionales sigue siendo práctica­mente nula debido a que la mayoría de las administraciones regionales no han incluido a las OPAS en dichos Comités. La acción de seguimiento sobre estos Programas se ha basado especialmen­te en las medidas de planes de mejora e incorporación de jóvenes. Como adaptación a la normativa española del contenido de dichos Programas se pu­blicó en junio de 2001 el Real Decreto 613/2001 para la mejora y moderniza­ción de las estructuras de producción de las explotaciones agrarias . El con­tenido del Decreto fue valorado positi­vamente en términos generales por UPA, sin embargo se denunció la insu­ficiente dotación presupuestaria con la que cuenta. En las reuniones previas a la aprobación de dicho Decreto partici-

223

pó UPA presentando observaciones a los borradores previos. Posteriormente a su publicación UPA ha estado traba­jando en el seguimiento de las corres­pondientes Ordenes de las Comunida­des Autónomas. También merece destacar la aprobación de la modificación en el Programa de Desarrollo Rural de las Medidas de Acompañamiento de la PAC y en parti­cular en cuanto a las modificaciones en las medidas de cese anticipado de la actividad agraria y de las zonas desfa­vorncidas (por lo que se refiere a las competencias de esta Unión Federal) . Estas modificaciones se han trasladado a un Real Decreto , que a su vez se transfiere a las Ordenes correspondien­tes en las Comunidades Autónomas. La insuficiencia presupuestaria en estas medidas de acompañamiento ha pro­vocado grandes retrasos en el pago en diferentes regiones, y la restricción de beneficiarios al establecerse determi­nados parámetros que han dejado tue­ra a numerosos beneficiarios como a las comunidades de bienes, una figura ca­da vez más extendida en el medio rural, cuestión que ha llevado incluso a la re­alización de protestas en la calle por parte de UPA. También existe gran pre­ocupación en la estricta aplicación de la posibilidad de establecer determina­das prioridades, ya que ello restringiría en gran medida el número de beneti­ciai-ios ocultando de esta manera el ver­dadero problema, el cual no es otro si­no la escasez de recursos financieros, sobre todo para las indemnizaciones en zonas desfavorecidas. Por último, UPA está participando en las jornadas sobre el futuro Libro Blan­co que está desarrollando el Ministerio de Agricultura , con la crítica hacia es­te Departamento por la taita de un do­cumento de partida que establezca la posición inicial del MAPA, y sobre el cual se debería iniciar el debate en to­da la sociedad .

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ACCION SINDICAL DE UPA U Iliones Federales

UNIÓN FEDERAL DE MEDIO AMBIENTE

Cambios en las ayudas agroambientales de la PAC

La Unión Federal de Medio Am­biente de UPA ha trabajado en varios frentes a lo largo del último

año , aunque cabe destacar el desa­rrollo de las medidas agroambientales de la PAC. Debido a los problemas fi ­nancieros en la aplicación de las me­didas de acompañamiento, y en par­ticular de las agroambienta les y a la necesidad de introducir determinados cambios y alguna línea nueva, el Mi­nisterio de Agricu ltura presentó a me­diados del pasado año una propues­ta a la Comisión Europea sobre la mo­dificación del "Programa de Desarrol lo Rural para las Med idas de Acompa­ñamiento de la PAC". Tras numerosos problemas y presiones de diversa ín­dole se pudo aprobar dicha modifica­ción en un Comité STAR en noviembre, ratificado posteriormente por una De­cisión de la Comisión el 20 de diciem­bre de 2001 . La novedad más destacable fue la apl icación de la degresividad en los importes de las ayudas para las medi­das agroambientales. Dicha degresi­vidad consiste en una reducc ión en porcentaje de la ayuda según se in­crementa el tamaño en superficie de la explotación, racionalizando así el re­parto de los escasos recursos ex is­tentes para estas medidas y permi­tiendo la mejora e introducción de nue­vas líneas. En el proceso de discusión

de estas modificaciones el pape l de UPA consistió en apoyar su aproba­ción frente a las ya ci tadas presiones en sentido contrario por parte de una organizac ión agraria y algunas Comu­nidades Autónomas. Por otro lado, se ha conti nuado traba­jando con todo lo relacionado a los or­ganismos modificados genéticamente (OGM), conocidos como alimentos transgénicos . Se sigue muy de cerca todo el proceso de debate en torno a las diversas propuestas reg lamenta­rias de la Comisión, tanto en lo re­ferente a la trazab ilidad como al eti­quetado de estos productos También se han manten ido diversas reuniones tanto con empresas como organiza­c iones sociales y se ha participado en varias mesas redondas y debates pa­ra explicar nuestra postura, la cual no va en contra de la biotecnología en sí , sino de la regulación actual y el control casi absoluto de las multinacionales agroquímicas en esta materia. A primeros de año el Ministerio de Me­dio Ambiente presentó una propuesta de la Estrategia Española de Desarro­llo Sostenib le (EEDS) que aunque no nos consultó sí hemos participado en varias reuniones tanto del Consejo Económico y Social (CES), presentan­do un documento conjunto con el res­to del sector agrario, como con otras organizaciones socia les y politicas.

224

Entre las propuestas planteadas por UPA y en re lación al capítu lo de agri­cu ltura y medio rura l, destaca la ne­cesidad de inclu ir como objetivo velar por la cohesión social y territorial, ga­rantizando la sostenibi lidad de las ren­tas y el empleo en el medio rural, y por otro lado la demanda de una estrate­gia de desarrollo rural. Con motivo de la posib le reestructu­rac ión del Consejo Asesor de Medio Ambiente (CAMA). que lleva c inco años sin convocarse, UPA remitió una carta al Secretario de Estado del Mi­nisterio de Med io Ambiente sol icitan­do una reun ión y la urgente necesi­dad de un funcionamiento adecuado del CAMA dada la importanc ia del medio rural y el sector agrar io en re­lación a la problemática medioam­biental (Red Natura 2000, reforma de la PAC, etc) . La Unión Federal de Medio Ambiente de UPA también ha seguido muy de ce rca tod o el proceso re lat ivo a las propuestas de Lugares de Interés Co­mun itario (LICs) dentro del estab leci­miento de la futura Red Natura 2000, dado que hasta el momento se supe­ra el 20% de superficie susceptible de inclui rse en esta figura de protección ambiental . Puesto que en este amplío territorio se encuentran gran cantidad de explotaciones agrícolas y ganade­ras y en muchos casos los Planes de Ordenación de Gestión de Recursos Naturales que se establezcan ocasio­naran determinadas limitaciones en su actividad productiva , UPA ha recla­mado unas ayudas compensatorias especificas para esta cuestión, y con recursos financieros alternativos a la establecidos en el Reglamento de de­sarro llo rura l, ya que éstos ya están agotados en sus previsiones . Por último, el Ministerio de Agricultura nos presentó un proyecto de Real De­cre to sobre la aplicación de la ecocondicionalidad de las ayudas di­rectas de la PAC a las cuales UPA pre­sentó sus observaciones .

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ACCION SINDICAL DE UPA Uniones Federales

1 1 . ' 1 • • 1 1 RICOS

Apuesta por un Plan Nacional de :Regadíos que favorezca a la agricultura familiar

E 1 trabajo de la Unión Federal de

Recursos Hídricos a lo largo del úl­

timo año ha estado centrado casi

exclusivamente en el Plan Nacional de

Regadíos (PNR). Después de muchos años de promesas desde el Gobierno so­

bre la aprobación inmediata de un PNR,

en el mes de julio de 2001 el Gobierno

presentó al Consejo Nacional del Agua (CNA) un documento sobre el PNR-Hori­

zonte 2008. A partir de ese momento se

inició el período de alegaciones por par­

te de todas las organizaciones miembros

del CNA.

Después de muchos esfuerzos, UPA pu­

do mantener una reunión con un presi­

dente de una SEIASA (Sociedad Estatal

de Infraestructuras Agrarias) , empresas

principales responsables de las obras de

modernización de los regadíos del PNR.

En dicha reunión se plantearon las dudas

y opinión sobre la actuación de estas em­

presas en dicho Plan.

La Comisión Permanente del CNA ela­

boró un proyecto de dictamen que apro­

bado en el Pleno del CNA el pasado mes

de marzo. En dicho Pleno UPA fue la úni­

ca organización agraria que votó en con­

tra. Posteriormente en el Consejo de Mi­

nistros del 5 de abril el Gobierno aprobó

el PNR-Horizonte 2008 mediante la

modalidad de Real Decreto.

UPA rechazó el PNR presentado por el

Gobierno ya que a pesar de la necesidad

urgente de un PNR para nuestra agricul­

tura , como motor de desarrollo rural y

agrario , este PNR no cumple con las ex­

pectativas generadas por los agriculto­

res después de muchos años de espe­

ra y promesas incumplidas. UPA basó su

rechazo al PNR-Horizonte 2008 en los si­

guiente motivos:

1- 1 ncremento de los costes para los re­

gantes: el programa de consolidación y

mejora de los regadíos incluido en el PNR

tiene un componente de financiación de­

masiado elevado para los regantes . Da­

do que la modernización de regadíos su­

pone un ahorro de agua, un beneficio so-

cial y medioambiental , la Administración

debería participar en mayor medida en

la financiación del programa. El propio

MAPA sostiene que no hay subvención

del Estado para hacer obras sino meca­

nismos de financiación distintos a tra­

vés de las SEIASAS. Por tanto , el apoyo

público de carácter nacional sólo supo­

ne un anticipo de financiación, pero el 100% lo soporta el regante salvo las ayu­

das provenientes de los fondos estruc­

turales europeos.

2- Desconexión entre el Plan Hidrológi­co Nacional (PHN) y el PNR: Es impres­

cindible una perfecta coordinación entre

la política hidráulica y la política agraria,

condicionada ésta a su vez por el con­

texto internacional (PAC, OMC, amplia­

ción UE, etc). Sin embargo, la elaboració

, metodología y tramitación del PHN y del

PNR han ido totalmente separadas en

contra del acuerdo del Pleno del Con­

greso de Diputados del 22 de marzo de

1994. El problema no viene dado sola­

mente en prever las dotaciones de su­

perficies regadas en función de previsi­

bles demandas, sino que es tanto o más

importante conocer las características

agronómicas de estas futuras demandas,

analizando la estructura de rentabilidad

por cultivos . 3- Un PNR insuficiente que puede con­

ducir a una desvertebración territorial: Las

actuaciones contempladas en el PNR son

insuficientes para paliar las necesidades

de nuestro campo. Las expectativas de

numerosas comarcas han quedado de­

fraudadas después de muchos años de

225

espera y promesas incumplidas. Con es­

te PNR se pierde una gran oportunidad

de acortar el gran diferencial en produc­

tividad que existe entre nuestra agricul­

tura y la media de la UE. Por otro lado, el

PNR establece unas grandes diferencias

de apoyo por hectárea según la región de

que se trate . Si no existe un enfoque in­

tegrador, garantizando la disponibilidad suficiente de agua tanto para la consoli­

dación de los regadíos infradotados co­

mo para la ejecución de los nuevos re­

gadíos, y no se favorece un equilibrio te­rritorial, se va camino de un peligroso

efecto desvertebrador que pueda traer

importantes desequilibrios y desigual­

dades entre regiones.

4- Marginación y ausencia de interlocu­

ción en el proceso de elaboración del

PNR: El MAPA ha sometido al sector

agrario, representado por sus organiza­

ciones profesionales, a una total margi­

nación y ausencia de interlocución en to­

do el proceso de desarrollo del PNR a pe­

sar de la vital importancia del tema para

el sector. Por otro lado, UPA ha reclamado al Go­

bierno que se introduzca el concepto de

la modulación en la política de gestión de

aguas .. Esta modulación debe diferen­

ciar de manera positiva a las pequeñas

y medianas explotaciones familiares en

aspectos relativos tanto al régimen eco­

nómico-financiero como a las concesio­

nes de derechos de uso del agua, intro­

duciendo de esta manera consideracio­

nes de carácter socioeconómico en la

política de regadíos .

Page 228: Anuario UPA 2002

ACCION SmDICAL DE UPA U Iliones Federales

DEPARTAMENTO DE LA MUJER RURAL

Por la igualdad de género en las explotaciones agrarias y el medio rural

E 1 Departamento de la Mujer Rural de UPA realizó durante el año 2001 un trabajo intenso en cum­

plimiento de su princ ipal objetivo: la igualdad de género en las explotacio­nes agrarias y en el medio rural. De nuevo, hemos estado presentes en mull itud de foros y encuentros donde se ha hablado y analizado la situación de

la mujer que vive y trabaja en el medio rura l. En todos y cada uno de el los, siempre hemos puesto de manifies to nuestra protesta por la ausencia de re­conocimiento, valoración y protección social del trabajo que realizan las mu­jeres en el seno de las explotaciones fa­mili ares agrarias. Una labor que, sin embargo, es clave para el desarrollo de

226

nuestros pueblos y comarcas. Al mismo tiempo, hemos expresado la necesidad de la incorporación de la mujer agricul­tora, titu lar o "ayuda familiar" a los ór­ganos de toma de decisión de las enti­dades socio-económicas relacionadas con el sector. Y una vez más hemos insistido en la for­mación, desarrollando en su totalidad el programa formativo plurirreg ional di­rig ido a la mujer rural y realizando mul­titud de acciones positivas incidentes en la mejora de la cualificación profe­sional de la mujer relacionada de una u otra forma con las explotaciones agrí­colas y ganaderas. Los dias 8 de marzo y 15 de octubre re­c ibieron , desde la Organ izac ión, la atenc ión especial que merecen como jornadas destacadas, conmemorativas de hechos y realidades, a la vez que rei­vind icativas de medidas y actuaciones que palien esa si tuación de "doble dis­criminación" de la mujer que vive y tra­baja en el medio rural. Asimismo, la representación institucio­nal, así como la interlocución con los dis tintos Organ ismos e Insti tuciones promotoras de la Igualdad de género continuó reforzándose a lo largo de 2001 , destacando principalmente la mantenida con el Instituto Nacional de la Mujer en torno a los trabajos prepa­ratorios del 111 Congreso Mundial de la Mujer Ru ral, a celebrar en Madrid en octubre de 2002. Y en lo que se refiere al trabajo realiza­do para conseguir una presencia ma­yor y más activa de la mujer dentro de nuestra Organización , destacan las jor­nadas ce lebradas en Madrid, en octu­bre de 2001, bajo el título "Participación de la mujer en UPA". La importante asis­tencia a dichas jornadas de las mujeres que ostentan responsabilidades en los órganos de toma de decisiones de UPA nos demuestra que el camino comen­zado avanza satisfactoriamente, aun­que todavía quede mucho por recorrer

Page 229: Anuario UPA 2002

ACCION SmDICAL DE UPA U Iliones Federales

DEPARTAMENTO DE FORMACIÓ

UPA lidera la oferta de formación para agricultores y ganaderos

E 1 verdadero desarrol lo rural es el que está protagonizado por todas las personas que habitan

en el medio rural , y por tanto los agri­cultores y agricultoras no están al margen de éste proceso. UPA ve necesario el mayor grado de formación posible, que facilite , parti­cipando en el proceso de desarrollo rural , estar presente como sujetos ac­tivos en la doble dinámica de desa­rrollo personal y profesional . En su planteamiento territorial , UPA quiere conocer y regular las activida­des tradicionales del te1-ritorio, la di­versificación económica y el propio desarrollo rural , haciendo compati­bles la actividad agraria. el respeto al medio ambiente y la preservación de los recursos patrimoniales , conside­rando con carácter prioritario los re­cursos humanos. Así consta en sus resoluciones cong resuales , profundi­zando cada vez más en la consecu­ción de estos objetivos que son bási­cos con el momento de cambio que

está transformando la vida rural. Así, en éste contexto , la formación fi­gura de una manera destacada entre los objetivos prioritarios de UPA, den­tro de su estrategia de acción sindical. UPA en estos momentos es líder en la oferta de formación para agricultores y ganaderos, dentro del ámbito de re­presentación que sus estatutos le confieren como organización agraria . En el sentido expuesto, UPA año tras año viene canalizando la demanda de formación que su presencia en el medio rural le permite conocer yana­lizar, plasmándolo en Planes ajusta­dos en func ión de esta demanda ma­nifiesta , y trasladándola con el es­fuerzo de gestión necesario a las instituciones encargadas de aportar la financiación necesaria, bien sea de orden Estatal , Autonómico o incluso Europeo. En el año 200 1 , hemos superado el número de destinatarios finales de la formación pasando, en los distintos Planes gestionados , de los 35 .000

227

agr"icultores y ganaderos , abriendo de una forma muy significativa el aba­nico de especia li dades y acciones formativas concretas . Hemos segui­do manteniendo el modelo de forma­ción semi presencial que tan buen re­sultado nos ha ido dando. dadas las dificultades de tiempo que, sobre to­do, en determinadas épocas del año, existen . Se ha ampl iado la dimensión de los planes formativos gestionados , con un nivel de realización del 100% , que nos permite ampliar los para años su­cesivos , concurriendo en los planes de formación convocados por el MA­PA a través de su Programa de For­mación Pluriregional llegando a más de 7.000 personas ; a través de la Fundación para la Formación Tripar­tita (antes FORCEM) a más de 12.DOO , y a través de los programas de formación autonómicos se ha im­partido fo rmación a un número apro­ximado de 16.000 agricu ltores y ga­naderos

Page 230: Anuario UPA 2002

ENESA INFORMA

PLAN2002

E 1 Ministerio de Agricu ltu­ra, Pesca y Alimentación ha elaborado el Plan de

Seguros Agrarios Combina­dos para el ejercicio 2002, aprobado por Acuerdo de Con ejo de Ministros el 30 ele noviembre de 2001 y pu­blicado en el Boletín Oficial del Estado del 20 de diciem­bre. Dentro de este Plan es posible asegurar la tota lidad ele las producciones agríco­las, a través de sesenta y ocho líneas de seguro.

¿Con quién contrato el Seguro Agrario?

El Ministerio de Agricultura, Pes­

ca y Alirnentación no interviene en

la contratación del seguro, ya que

sus funciones se centran en el dise-

1io, ele arrollo y subvención de la

polít i a de Seguros Agrarios, por lo

que se debe rea lizar el contrato de

segu ro con alguna ele las Entidades

incluidas en la Agrupación Españo­

la de Entidades Asegu radoras de los

Seguros Agrarios Cornbinados cre­

ada al efecto, para faci litar el fun­

cionarniento y dotar de una rnayor

seguridad al sistema.

Dentro de dicha Agrupación, de­

norni nada Agroseguro, se encuen­

tran incluidas, las Entidades Asegu­

radoras que figuran en la página web

de esta Entidad, a cua lqu iera ele las

CL1ales usted puede dirigirse para

conlrat;ir el seguro, a través de sus

delegaciones o de los mediadores de

dichas Entidades. El Consorcio de

Cornpensación de Seguros tarnbién

partici pa en el Sistema de Seguros

Agrarios mediante una doble fun­

ción, la de asegurador directo y la de

reasegurar el sistema.

¿Cómo contrato el Seguro Agrario?

El agricultor, ganadero o

acuicu ltor que decida asegu rar su

.-

INFORMACION GENERAL DE

producción, puede hacerlo ind ivi­

dualmente o de forma colectiva. Es­

ta última debe real izarl a integrán­

dose en un colectivo abierto por un

Tomador, beneficiándose por ello de

una mayor subvención.

¿Quién puede actuar como Tomador?

Cua lquier Cooperativa, Organ i­

zación o Asociación de Agricultores,

Ganaderos o Acuicultores que ten­

ga personalidad jurídica propia y ca­

pacidad para contratar, por sí y en

nombre de sus asociados.

Pero, para que dichos asociados

pueda n acceder a la subvenc ión

adicional por contratación colectiva

que tiene es tablecida el Min isterio

de Agricu ltura, Pesca y Alimenta­

ción, el Tomador debe estar inscrito

en el Registro de Tomadores creado

en la Entidad Estatal de Seguros

Agrarios (ENESA), por Orden de 23

de octubre de 1998, publicada en el

B.O.E. del 28 de octubre.

Actualmente son casi 600 los To­

madores inscritos en este Registro.

La relación de dichos Tomadores

puede ser consultada en la página

web de esta Entidad

Si tengo una queja ¿a quién debo dirigirme? Si durante el desarrollo del se­

guro el Tomador o Asegurado tuvie­

se alguna discrepancia con la ac­

tuación de Agroseguro o de las Enti­

dades que lo componen, sus

reclamaciones serán atendidas por

el Servicio de Atención de Recla ­

maciones de Agroseguro mediante

el Apartado 11° 2.448, Cód igo Pos­

tal 28080 de Madrid o a través de los

siguientes números de teléfono y fax:

902 23 94 97, si la llamada se

rea liza desde Madrid

902 01 01 93, si las 1 lamadas se

rea lizan desde otras localidades.

91 837 32 26, fax del Departa­

mento de Reclamaciones

De no estar de acuerdo con la

respuesta, puede reproducirla ante

el Defensor del Asegurado, en el

apartado nº 2.194, 28080 de Ma­

drid, como está dispuesto en los su­

puestos que fija el reglamento para

su actuación que se encuentra a su

disposición en las oficinas de Agro­

segu ro.

¿Qué tengo que hacer cuando ocurre un siniestro?

El Asegurado o Tornador, debe

comunica r el siniestro a la mayor

brevedad posible a Agroseguro C/ Gabelas, nº 23 - 28023 Madrid, De­

partamento de siniestros, Tf: 918373200 y Fax: 918373233.

Si lo prefiere, puede dirigirse a la

Oficina de Peritación de su zona, se­

gún el ámbito geográfico donde

ocurra el siniestro, pero sin dupl icar

la comun icación. La entrega de la

Declaración de Siniestro puede ha­

cerse en mano, por correo normal

o urgente, usando la vía del Fax so­

lo si realmente es muy urgente. En

cl(alquier caso, debe solicitar un

acuse de recibo de la Declaración

de Siniestro.

El plazo para la comunicac ión

en el caso de siniestro en produc­

ciones agrícolas, es de 7 días con­

tados a partir de la fecha en que fue

conocido. En caso de siniestros en

animales asegurados el plazo es de

24 horas y deberá hacerse por telé­

fono o por Fax.

¿A quién puedo solicitar más información?

Tanto el Ministerio de Agr icu ltu­

ra, Pesca y Alimentación, como las

Consejerías de Agricul tura de las Co­

munidades Autónomas, las Áreas de

Agricultura de las Delegaciones del

Page 231: Anuario UPA 2002

1

LOS SEGUROS AGRARIOS

Gobierno, las Organizaciones Profe­

sionales y de las Cooperati vas Agra­

rias y las Entidades Aseguradoras, le

pueden informar sobre los aspectos

que usted desee, pero recuerde que

los Mediadores y los Tomadores se

encuentran muy próximos a usted y

son los primeros que le pueden in­

formar y asesorar, durante toda la vi­

gencia de la póliza.

La En tidad Estata l de Seguros

Agrarios di spone de una pág ina

web, dentro de la del Ministerio de

Agricultura, Pesca y Alimentación,

en donde podrá recabar información

sobre la legislación de los seguros

agrarios y realizar consu ltas concre­

tas sobre las diferentes líneas de se­

guro -www.mapya,es-.También se

dispone de un buzón de correo elec­

trón ico en donde se podrá solicitar

cualquier info rm ación o asesora­

mien to sobre el sistema de seguros

agrarios: [email protected]

Agroseguro posee ta mbién una

web que le posibili tará, igua lmente,

el acceso a info rmación detall ada

sobre cua lquier aspecto re lativo al

seguro.

Su dirección es: www.agrosegu­

ro.es.

¿Quién subvenciona

los Seguros Agrarios?

El Ministerio de Agricultura, Pes­

ca y Alimentación, a través de la

Entidad Estata l de Seguros Agrarios,

concede subvenciones, al pago de

las primas, a los asegurados que sus­

criban pólizas de los Seguros inclui­

dos en el Plan de Seguros Agra rios.

¿Tengo que solicitar

la subvención?

La Declaración de Seguro, es la

solicitud de subvención, sin necesi­

dad de ningún trámite adic ional.

Ún icamente ha de facilitar a su Me­

diador, Tomador o a la Entidad Ase­

guradora los documentos que le re­

clamen.

¿Cómo se subvenciona?

La subvención del Ministerio ele

Agricultura, Pesca y Alimentación, a

través ele Enesa, se aplica sobre el

coste del seguro una vez deducidas

las bonificaciones y descuentos que

se establezcan en la póliza, es de­

cir sobre el coste neto y se percibe

en el momento de suscribir la póli­

za, de tal forma que el Asegurado so­

lo tiene que abonar la diferencia en­

tre el coste neto y el importe de la

subvención.

Para aplicar estas subvenciones

PLAN 2002

se ha establecido en el Plan Anual

ele Seguros cinco Grupos, en los

cuales se incluyen las diferentes lí­

neas de seguro siendo los porcenta­

jes distintos para cada uno de ellos.

La subvención s-e-eompone de

cinco tramos, que se suman según

los casos, denominados: "subven­

ción base", "subvención adicional

por contratación colectiva", "sub­

vención adicional según las carac­

terísticas del asegurado", "subven­

ción adicional por modalidad de

contrato" y "subvención adicional

por renovación de contrato".

1. La 11 subvención base11 se apli ­

ca a todos Jos asegurados y alcanza

el 5%, 10%, 19%, 23 % o 45 %,

dependiendo de la línea contratada.

2. La 11subvención adiciona l por

contratación colectiva" es del 5 % en

todos los Grupos y se aplica siempre

que el Tomador del colectivo se en­

cuentre inscrito en el Registro de To­

madores.

3. La "subvención adicional se­

gún las característi cas del asegura­

do11, es del 5% para el Grupo 1 y del

14% para el resto de Gru¡}os, ex­

cepto para el Grupo V, pudiendo ac­

ceder a esta subvención, si se reúne

alguno de los siguientes requisitos:

• Ser agricultor o ganadero pro­

fes ional, de conformidad con lo de­

finido en la Ley 19/95, de 4 de julio,

de Modernización de las Explota­

ciones Agrarias, y encontrándose afi­

liado y coti zando al Régimen Espe­

cial Agrario o al Régi men Especia l

de Trabajadores Autónomos.

• Ser titular de una explotación

ca lificada como prioritaria por el

Órgano competente de su Comuni­

dad Autónoma, de acuerdo con Jos

criterios establecidos a ta 1 efecto en

la mencionada Ley 19/95

•Ser socio de una Organización

de Productores que esté constituida

al amparo de lo dispuesto en los di­

versos Reglamentos Comunitarios

por los que se regulan las Organiza-

MINCS'TERIO !~!!!~:!.,et DEAGPJCULTURA.PE5CA .. - ... · ---· Y AllMENTA.OÓN ~

ciones Comunes de Mercado (OCM)

o de una Agrupación de Producto­

res constituida según lo establecido

en el Reglamento (UEJ 952/97, del

Consejo, de 20 de mayo.

4. La "subvención ad icional por

moda lidad ele contrato" se aplica a

las Pólizas Multicultivo es el 2% pa­

ra todos los Grupos, excepto para el

Grupo V.

5. La "subvención adicional por

renovación de contrato", se apl ica­

rá a las pólizas de aquellos asegu­

rados que, para la producción am­

parada, hayan contratado la misma

línea de Seguro (Seguro Combinado,

Multicultivo, Integra l, de Rendi­

mientos o Co lecti vo, según los ca­

sos, en producciones agrícolas o de

los Seguros de Exp lotación de Ga­

nado o de daños por la sequía en

pastos o de los Seguros de produc­

ciones Acuicolas) u otra de mayor

grado de protección (según la esca­

la ci tada) en el Plan o campaña an­

terior. Esta Subvención no es de apli ­

cación a los Seguros del Grupo V y

su cuantía en el resto de los grupos,

será:

• Del 5% si hubiera asegurado

en el Plan 2001 pero no en el Plan

2000.

• Del 7% si hubiera asegurado

en los Planes 2000 y 2001.

¿Subvencionan

las Comunidades

Autónomas?

Las Consejerías de Agricultura

ele todas las Comunidades Autóno­

mas subvencionan los Seguros Agra­

rios, acumulándose los porcentajes

que ellas conceden a los que esta­

blece el Ministerio ele Agricu ltu ra,

Pesca y Alimentación.

Debido a que cada Comunidad

subvenciona con diferentes cuantí­

as la contratación del seguro, es ne­

cesario que se informe para conocer

los porcentajes que serán aplicados

en su póliza.

Page 232: Anuario UPA 2002

Unión Sectorial de Aceite de Oliva

Más producción y menos rentas

Durante el año 2001 asistimos a la segunda campaña más impor­tante de producción de aceite de

oliva, con 972.000 toneladas. Por otro la­do, liemos visto por primera vez en la his­

toria la superación del mi llón de tonela­das de ventas de aceite de oliva, tanto en el mercado nacional como en el exterior. Unas buenas noticias que, sin embargo, se han visto empañadas con la realidad

económica del sector productor. -La ayuda que vamos a cobrar va a tener una penalización que supone cobrar 64,5 pesetas/kilo menos que la ayuda base. -El precio de mercado se ha situado en el más bajo de los últimos años, en el en­torno de las 280 pesetas/kilo. Una si tuación de la que se derivan las si­guientes consecuencias: -Analizando los ingresos en pesetas cons­tantes vemos como se produce un des­censo de los mismos incluso en campa­ñas como la actual donde la producción es superior a la de 1997. Por tanto, con la desaparición del mecanismo de sosteni­miento de precios del aceite de oliva -la in­tervención-, y la modificación, a peor, del almacenamiento privado nos encontra­mos con la paradoja de que una mayor producción no necesariamente se co­rresponde con mayores ingresos, sino más bien al contrario, porque pueden dis­minuir como consecuencia de la caída de precios del aceite de oliva en origen.

-Así llegamos a una primera conclusión clara: en los últimos cinco años, teniendo en cuenta sólo el flujo de ingresos, se ha producido una caída de renta en el sector del 25% en el 2001ydel34% en el 2000. -Si a este análisis le incorporamos la va­riable de los gastos de producción, lle­gamos a la conclusión de que el des­censo de rentas es mucho mayor, ya que cuando mayor es la cosecha también son muy superiores los gastos, conse­cuencia de que en este sector la com-

ACCION SmDICAL DE UPA U Iliones Sectoriales

ponente de los costes de recolección, en el conjunto de los gastos totales, tiene un peso muy importante. Por lo tanto ama­yor cosecha, mayores costes. Si esto lo unimos a la circunstancia ya co­mentada de que con el actual sistema a mayores cosechas no necesariamente le acompañan mayores ingresos, entonces llegamos a la conclusión de que la pér­

dida de renta del sector se acentúa. -En todo caso, este análisis se refiere al conjunto del olivar español. Si se particu­lariza atendiendo a los d iferentes tipos de olivar que existe en España las con­clusiones aún son mucho más claras y pa­tentes en el ol ivar tradicional. ya que a to­dos los motivos mencionados se le une la del trasvase de renta que se produce por la penalización en las ayudas y baja­da del precio del aceite por el incremen­to de producciones de las nuevas plan­taciones respecto de las tradicionales. En los dos últimos meses de 2001 asis­timos a una presión incomprensible de la Agencia Tributaria de Andalucía, que en una primera instancia se centró en las co­operativas y luego se trasladó a los agri­cultores. Los inspectores, acogiéndose a la Ley General del IVA, y sin tener en cuenta la resolución de 7 de noviembre de la Secretaria de Estado de Hacienda, interpretaron que el IVA que habla que

aplicar a los sujetos acogidos al régimen especial de la agricultura, ganadería y pesca es el sigu iente: las entregas de aceituna realizadas antes del 31 de di­ciembre de 1999, el 4,5%; las realiza ­das entre el 1 de enero y el 8 de octubre de 2000, el 5%; y las entregas posterio­res al 8 de octubre, el 8%. Desde UPA denunciamos desde el primer momento que esta interpretación sólo podía de­berse a un afán recaudatorio desmedi­do, pasando por alto la resolución de 7

de noviembre de la Secretaría de Estado de Hacienda, donde se indica el carác­ter retroactivo del incremento de los 3 puntos de IVA para la agricultura firmada en el acuerdo general del Gasóleo. La or­ganización tras realizar múltiples gestio­nes y presiones, consiguió que lo firma­do y acordado se cumpliese y finalmen­te se paralizaron los expedientes abiertos a las cooperativas. Por otro lado, en mayo de 2002, ya se co­nocen las cifras aproximadas de pro-

230

ducción de la presente campaña, supe­rando con creces la de la anterior tanto en aceite de oliva como en aceituna de mesa. En ambos casos estamos ante re­cords históricos de producción con más de 1.400.000 toneladas de aceite de oli­va y más de 550.000 toneladas de acei­tuna de mesa. Esto da una producción con derecho a ayuda que supera 1.575.000 toneladas, lo que supone que la presente campaña va a tener una pe­nalización del 52%. La ayuda se va a fi­jar en el entorno de las 106 pesetas/kilo, lo que significa que un productor espa­ñol va a cobrar unas 114 pesetas/kilo me­nos que los productores de otros países de la UE. En otro orden de cosas, la decisión de la Ministra de Sanidad y Consumo de re­tirar del mercado el 3 de julio todo el acei­te de orujo ocasionó una crisis sin pre­cedentes en este subsector que afectó a todo el sector del aceite de oliva. La de­cisión fue precipitada, injustificada y des­tinada más a provocar un impacto me­diático que a proteger realmente a los consumidores. Una crisis que un año después todavía no se ha superado

Unión Sectorial de Apicultura Movilización del

sector para exigir soluciones a la

crisis

E El trabajo de la Un ión Sectoria l Apícola de UPA a lo largo del úl­

timo año se ha caracterizado fun­damental mente por la labor de infor­mación que se ha realizado entre los apicultores con el fin de movilizar al sector para exig ir una solución a la cri­sis que sufre el sector. Problemas como el de las amenazas por patologías (varroa y otras enferme­dades) cada vez más difíciles de tratar, lo que incrementa los costes de pro­ducción; la gran di ferencia de precios medios de las mieles importadas (mu-

Page 233: Anuario UPA 2002

chas veces de mala calidad) y los pre­cios medios de producción de las mie­les europeas de calidad unido a la ca­da vez mayor importación de mieles, sobre todo de China, ha motivado que los apicultores profesionales se sientan desmoralizados y desanimados. Se han llevado a cabo dos manifesta­ciones a primeros de 2002, la primera de ellas tuvo lugar el 18 de febrero en Bruselas. Se trató de una manifestación organizada por el COPA-COGECA en la cual participaron apicultores de to­dos los países de la Unión Europea, destacando especialmente la asisten­cia de apicultores españoles, de los cua les varios centenares fueron de UPA, provenientes de varias regiones, sobre todo de Extremadura y de Casti­lla-La Mancha. Esta manifestación tuvo como objetivo la demanda de actuaciones por parte de la Comisión Europea para paliar los gra­ves problemas que está atravesando el sector. Con la manifestación también se trató de respaldar una resolución del Par­lamento Europeo de diciembre de 2001 en la que se reconocía que la actividad apícola de la Unión Europea se ve más amenazada que nunca. Los apicultores también comparten la opinión de los parlamentarios según la cual el Reglamento 1221/97, cuyo pro­pósito es mejorar la producción y la co­mercialización de la miel es útil pero to­talmente insuficiente y demasiado res­trictivo para garantizar la rentabilidad de las explotaciones apícolas y evitar la desaparición de la apicultura profesio­nal europea así como la pérdida de mi­les de pequeños y medianos apiculto-

ACCION SINDICAL DE UPA Uniones Sectoriales

res cada año. Dentro de las reivindicaciones plantea­das en la manifestación de Bruselas se incluyeron las siguientes: -Ampliar el ámbito de aplicación del Re­glamento nº 1221/97 para garantizar por un lado el mantenimiento , la re­constitución y el desarrollo de censos y de explotaciones apícolas productivos, y por otro remunerar el servicio medio­ambienta l prestado por la apicultura (actividad polinizadora) . -La Unión Europea ha de financiar inte­gramente los gastos comprometidos en el marco del Reglamento y hacer obli­gatoria la aplicación de esta normativa. -Revisar el procedimiento de homolo­gación de los productos fitosanitarios teniendo más en cuenta el principio de precaución, así como su impacto sobre las poblaciones de abejas. -Garantizar la viabilidad de las explota­ciones apícolas a través de medidas específicas de apoyo de la apicultura, particularmente al compensar las pér­didas de renta ligadas a las disparida­des del mercado derivadas de la ine­xistencia de una preferencia comuni­taria en este sector. -Promover la miel europea de calidad en la política de promoción interna y a través de la utilización de indicaciones protegidas. -C rear una línea "enfermedades de las abejas" en el marco del Fondo Veteri­nario europeo. Este año también ha sido importante en el sector por la publicación, después de muchos años de negociación y deba­te, del Real Decreto de ordenación de las explotaciones apícolas, herramien­ta fundamental para instrumentalizar la actividad apícola. Sin embargo sigue siendo urgente la elaboración de un Plan Nacional de lucha integral contra la varroasis . Por otro lado, UPA ha seguido partici­pando en el Comité de Seguimiento de los Proyectos de Investi gación enmar­cados en los Programas Nacionales Apícolas, Programas cuya ejecución y eficacia continúa en aumento y en el cual se ha trabajado en las diferentes regiones en aras de los intereses de nuestros apicultores .

231

Unión Sectorial de Algodón Movilización, negociación y acuerdo para

asegurar el futuro de los pequeños

cultivadores

Después de muchos meses de de­bate, el Consejo Europeo del mes de abril de 2001 aprobó definiti­

vamente la reforma del régimen del al­godón, en el que las esperanzas de los 11 .000 algodoneros españoles, de ver aumentada su Cantidad Máxima Garan­tizada, se convirtieron en un aumento de las penalizaciones. La Comisión Europea, con el apoyo del Consejo de Ministros dio un nuevo gol­pe a un cultivo mediterráneo, utilizando las excusas de siempre de reducción del presupuesto y establecimiento de medi­das respetuosas con el medio ambien­te. Sin embargo continua aumentando Jos apoyos a producciones tradicionales dEi los países del Norte de Europa. Una vez asestado el primer golpe al cu l­tivo en instancias europeas, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, con el estimable apoyo de la patronal agraria decidió imponer una serie de res­tricciones adicionales, cuyo único obje­tivo se centraba en la desaparición de los pequeños y medianos algodoneros. Desde este momento, la Unión Sectorial de Algodón de UPA inició sus activida­des oponiéndose claramente a la ob li­gación de rotar en las tierras de produc­ción, ya que para los algodoneros tradi­cionales, cuyas rentas dependen exclusivamente de sus diez hectáreas de algodón, suponía reducir sus ingre­sos a la mitad. Las continuas protestas realizadas por los algodoneros y por la Unión Sectorial de UPA ante los representantes del MA­PA forzaron a la Administración a sen­tarse a negociar y a modificar, aunque no excesivamente, su postura.

Page 234: Anuario UPA 2002

Como resultado de esas negociaciones, f inalmente se llegó a un acuerdo en el que se suavizaban un poco las condiciones impuestas para la próxima campaña, pe­ro se aceptaba irremediablemente la obli­gación de rotar, para evitar que se pro­duzcan fuertes penalizaciones. En primer lugar se exceptuaba de la obli­gación de rotar a los algodoneros con menos de cinco hectáreas y, además, se permite sembrar a todos los algodone­ros al menos el 50% de la superfic ie sembrada la campaña anterior. De esta forma se establecían las normas para la campaña 2002/2003, en la que sin duda la tardanza de la publicación de las mismas ha provocado gran in­certidumbre entre los algodoneros, y a cuyos resu ltados debemos estar muy atentos, para comprobar si se ha cum­plido el objetivo pretendido de reducir las penalizaciones, sin provocar dismi­nución de rentas en el sector.

Durante el año 200 1 se mantuvo la incertidumbre sobre las líneas generales de la reforma de la

OCM del arroz. Tras la aprobación, en el mes de febrero por parte del Conse­jo de Ministros, de una propuesta de la Comisión sobre preferencias arancela­rias, una serie de países con un gran potenc ial de producc ión de arroz se van a ver benefi c iados con la el imina­ción de las barreras arancelarias. Por este motivo, la propuesta inicial de la Comisión Europea sobre la reforma de la OCM del arroz perdfa todo su sen­tido, ya que en el la se hablaba de re­ducir las importancias de arroz, me­diante rev isión de los acuerdos pre­fe renciales. En re lación con la reforma de la OCM,

ACCION SmDICAL DE UPA U Iliones Sectoriales

la Unión Sectori al de Arroz de UPA mantiene su propuesta inicial de re­chazo tota l a la el iminación del siste­ma de intervención, y por otro lado con­sidera que la única salida viable al cu l­tivo es la eliminación del duro sistema de penalizaciones, junto a un aumento de la Superficie Máxima Garantizada y el establecimiento de determinados cri­terios para acceder a la intervención, lo que evitaría la existencia de in terme­diarios especuladores, que compran el arroz a los verdaderos productores y posteriormente lo llevan a la interven­ción . Además, la Unión Sectorial de Arroz de UPA está trabajando con varias Comu­nidades Autónomas para conseguir la puesta en marcha de medidas ag ro­ambientales, que supongan un apoyo para la renta de los arroceros.

Tras unas duras negociaciones, en los primeros meses de 2001 se fir­mó el Acuerdo Marco para la Mo­

dernización y Competi tividad del Sec­tor Avícola de Carne en España, entre las empresas integradoras representa­das por la lnterprofesinal PROPOLLO, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Ali­mentación, y los avicultores integrados representados por la Unión de Peque­ños Agricultores y Ganaderos. Con este acuerdo se pretendía estable­cer un marco regulador del sector, en el que se establecieran las pautas nece­sarias para un desarrollo óptimo del sec­tor, reduciendo al máximo las si tuacio­nes de indefensión y abuso que se ha­bían producido hasta el momento. Tras la firma, y durante los sig uientes meses se ha mantenido una apretada

232

agenda de reuniones entre las partes firmantes para desarrollar cada uno de los puntos del Acuerdo, y aunque el tra­bajo no ha sido fáci l, se ha consegui­do alcanzar importantes acuerdos con los representantes de las empresas in­tegradoras. En primer lugar se realizaron los cam­bios oportunos para la inclusión de UPA en la Interprofes ional PROPOLLO, ver­dadero centro de debate del sector, en el que todas las partes debemos esta­blecer las normas de juego en el sector. Por otro lado, se aprobó definitivamen­te el texto del Estatuto Sectorial y Có­digo de Buenas Prácticas Agrarias, en el que se pretenden definir las conduc­tas más adecuadas que deben segu ir tanto integradora, como integrador pa­ra la consecución de un sector profe­sional, y que los rendim ientos de las dos partes crezcan al mismo ritmo. Un Estatuto que comenzará a aplicarse an­tes de que concluya 2002. Otro avance significativo es la elabo­ración del Estudio de Caracterización del Sector Avícola, que ha permitido un mejor conoc imiento de la situación ac­tual del sector. De este estudio se des­prende, como la conclusión más clara, la pérdida de renta continuada de los granjeros por el escaso beneficio de sus producciones y la nula intención de éstos de continuar en su trabajo. Igualmente, se ha consensuado el tex­to sobre un contrato tipo homologado para la avicultura, para disponer de una herramienta de gestión más cómoda, que ya existe en otros muchos sectores. Por último las actuaciones de la Unión Sectorial de Avicu ltura se han centrado en solicitar al MAPA que cumpla lo an­tes posib le sus compromisos adquiri­dos en el Acuerdo Marco: inclusión de los avicultores en el Régimen Espacial Agrario de la Seguridad Social, puesta en marcha de una línea específica de Seguros Agrarios, potenciación del ce­se anticipado, creación de una línea presupuestaria en forma de préstamos blandos subvencionados destinados a la reforma y transformación de las gran­jas, y establecimiento de mecanismos de contro l de los medios de produc­ción , junto con las Comunidades Autó­nomas implicadas.

Page 235: Anuario UPA 2002

Unión Sectorial de Azúcar

UPA denuncia los aspectos más

negativos de la reforma de la OCM

En el primer semestre del año 2001 se aprobó la reforma de la OCM del azúcar, con un resultado bas­

tante negativo si tememos en cuenta las expectativas que el sector remolachero­azucarero espanol había puesto en ella. El único punto positivo es el manteni­miento del sistema de cuotas hasta la campana 2005/06, pero existen una se­rie de modificaciones muy negativas: -Mantenimiento del precio de la remo­lacha, que se mantiene estancado des­de la campana 1984/85. -Reducción de unas 3.000 toneladas de azúcar, es decir unas 22.000 toneladas de remolacha de la cuota de Espana, que suponen unas 115.000 tone ladas de azúcar menos en Ja cuota total eu­ropea. -Eliminación de los gastos de almace­namiento, lo que provoca la desapari ­ción del pago anticipado a los ag ricul­tores de la remolacha contratada como de reporte , por lo que se producirá una nueva disminución de las siembras. Además, durante todo el proceso, la Unión Sectorial de UPA ha reivindicado el aumento de nuestra cuota, corres­pondiente a las 60.000 tone ladas del consumo de Canarias, aumento asegu­rado en varias ocasiones por el Ministro de Ag ricultura Pesca y Alimentación, y que finalmente no se ha conseguido. Por otro lado el azúcar ha sido uno de los sectores más afectados por el acuerdo del Consejo de Ministros de Asuntos Generales que aprobó en el mes de febrero la propuesta de pre­ferencias arancelarias generalizadas, por la que se eliminan las barreras aran­ce larias con los 48 países menos de­sarrollados del mundo. En su estudio preliminar, la Comisión Eu­ropea cifró en 2,7 millones de toneladas

ACCION SmDICAL DE UPA U Iliones Sectoriales

de azúcar las importaciones que podrí­an realizarse de dichos países, de ma­nera que tendrá que empezar a deter­minar las compensaciones que deberán recibi r los agricultores españoles cuan­do comience la entrada de ese azúcar. Dada la especial sensibilidad del azú­car, la Comisión Europea ha estableci­do un período transitorio, que acabará en julio de 2009. En lo que se refiere a la campaña re­molache ra, las dificultades en el mo­mento de la siembra produjeron una im­portante reducción de las siembras, que se vieron atenuadas por un au­mento c laro en la riqueza de la raíz de la zona Norte. En total en la zona Sur la recepc ión fue de 2.168.345 toneladas de remolacha, y en la zona Norte y Centro ascendió a 4.201.349 toneladas. Con estos datos la producc ión de azúcar se situó por debajo de Ja cuota nacional; una dife­rencia que se cubrió con el reporte pro-

cedente de la campana anterior. Como resultado de la campana y tras las presiones realizadas por la Unión Sectorial de UPA, en la próxima cam­pana todos los agricu ltores podrán con­tratar el 100% de su cupo individual, sin tener que sufrir penalizaciones por re­porte del año anterior. Por otro lado, la Unión Sectorial de UPA sigue presionando a las industrias azu­careras para evitar el cierre de nuevas fábricas, evitando con ello la desapari­ción del cultivo en las zonas de influen­cia de esas fábricas y asegurando las rentas de los agricu ltores. Asimismo, los agricultores están espe­rando la posible subasta de 30.000 tone­ladas de azúcar de cuota de AEA, anun­ciada tras el proceso de fusión por el Mi­nisterio de Economía, considerada por el Tribunal de la Competencia como una me­dida buena para el sector, limitando el mo­nopolio creado tras dicha fusión.

233

nión Sectorial de Cultivos Herbáceos

Compensaciones, maíz y proteínas

vegetales

Las propuestas para compensar a los productores por la escasa co­secha de cereales, la presión para

acabar con la incertidumbre en el maíz y el apoyo a los cultivos que aportan pro­teínas vegetales para alimentación ani­mal han centrado la acción sindical de la Unión Sectorial de Cultivos Herbáce­os de UPA, a lo largo de 2001 y los pri­meros meses de 2002.

Cureales

El año 2001 pasará a la historia como uno de los peores años en cuanto a la escasa cosecha registrada, que supone cerca del 40% menos que la obtenida en la campana pasada. Las importantes lluvias que dieron lu­gar a condiciones inadecuadas de siem­bra., las heladas posteriores y el último período de fuerte sequía provocaron una importante reducción de la renta de los cerealistas, mientras que la única medi­da adoptada por el MAPA, fue el antici­po del 50% del pago de la ayuda a los pequeños cerealistas. Ante esta situación , desde UPA hemos solicitado en varias ocasiones y a varias Administraciones la puesta en marcha de medidas alternativas en aquellos sitios en los que los rendimientos han sido espe­cialmente bajos, ya que, además, las lí­neas de seguro establecidas hasta el momento no están siendo lo suficiente­mente atractivas para los agricu ltores, ya quei las coberturas de los mismos, siguen siendo escasas y en muy pocos casos representativas de la realidad agraria. Alguna de las medidas propuestas son la mducción de los módulos del IRPF y la supresión de las cuotas de la Seguri­dad Social, al igual que ocurrió en otras campañas con problemas similares.

Page 236: Anuario UPA 2002

Maíz

Por un lado, los problemas existentes du­rante las siembras de los cereales y, por otro, la falta de alternativas han provo­cado en esta última campaña un au­mento espectacular de las siembras de maíz y, por lo tanto, un incremento de las penalizaciones. Hasta este momento, la penalización del maíz descansaba sobre el p rincipio de solidaridad f inanciera entre los agrícu l­tores de las diferentes Comunidades Au­tónomas, pero la creciente tendencia de regional izac ión llevada a cabo por el MAPA ocasionó en las diferentes Confe­rencias Sectoriales grandes tens iones por el sistema de pago de la penaliza­ción del mafz. Ante estas presiones, el Ministro de Agri­cultura, Miguel Arias Cañete, en la Con­ferenc ia Sectoria l celebrada el 24 de septiembre de 2001 , tomó la decisión de regional izar el pago de la penalización de manera que aquellas Comunidades Autónomas que más se habían pasa­do , más pagarian. Sin embargo, el pla­zo límite para tomar esta decisión había fina lizado el día 15 de ese mes, de ma­nera que la Comisión Europea, en una decisión inédita, hizo rectificar al MAPA su decisión, y finalmente la penalización fue a nivel nacional. Desde la Unión Sectorial de Cultivos Her­báceos de UPA siempre nos opusimos a la política del MAPA, que ha consisti­do en retrasar lo máximo posible su de­c isión , provocando una gran incerti­dumbre entre los agricultores.

Proteínas vegetales

Como consecuencia de la crisis de las vacas locas y la prohibición del consu­mo de harinas de carne y hueso, la Ca-

ACCION SmDICAL DE UPA U Iliones Sectoriales

misión Europea elaboró un informe de re lanzamiento de las proteínas vegeta­les para alimentación animal , en el cual tras establecer varios escenarios de fo­mento de la producción interna, se con­cluye que la medida más equilibrada a su exigencia económica es la importa­ción de soja de te rceros países. La Unión Sectorial de UPA siempre ha mostrado su rechazo a esta propuesta, y en este sentido ha demandado tanto del MAPA como de la Comisión Europea el establecimiento de verdaderas medi­das de apoyo a los cultivos ricos en pro­teínas vegetales. El MAPA, en colaboración con otros pa­f ses europeos, ha elaborado un informe para el relanzamiento de estas proteínas, pero sin embargo no ha escuchado nuestras reiteradas petic iones de fun­cionamiento inmediato. Así, mientras que la Comisión Europea aprobó la siembra de leguminosas fo­rrajeras en tierras de reti rada ecológi­ca, UPA ha solicitado al MAPA que haga las gestiones necesarias para, además de sacar adelante las medidas incluidas en el memorando, consiga en el plazo más corto de tiempo posible la autoriza­ción de sembrar leguminosas en todas las tierras de retirada para utilizarlo en alimentación animal .

Oleaginosas

Además de la inclusión de estos cultivos en el plan c itado an teriormente de re­lanzamiento de las proteínas vegetales, la Unión Sectorial de Cultivos Herbáce­os de UPA ha so lici tado en reite radas ocasiones el mantenimiento de una ayu­da especffica y diferenciada para las ole­aginosas , con el ob jetivo de frenar el descenso en las siembras desde la aprobación de la Agenda 2000. En caso contrario, y dado que en la ac­tua lidad se han igualado las ayudas con los cereales, desde UPA pensamos que deberían retirarse las limitaciones impuestas para el pago a las oleagino­sas, y que se permita acceder a ese pa­go a zonas con rendimientos inferiores o iguales a 2,2 toneladas/hectárea, es­tablec idas en el Plan de Regionaliza­ción Productiva. Estas medidas, que son en sí mismas

234

fundamentales para la supervivencia del cu ltivo, toman mayor importancia ante el gran fracaso que ha cosechado el pro­grama agroambiental del girasol, defen­d ido por el MAPA como el punto de sal­vac ión del cu ltivo. Este fracaso se ha produc ido básicamente por la ex isten­cia de unos compromisos insalvab les por los agricu ltores, que hacen incom­patible su cumplimiento con la rentabili­dad del cu ltivo.

Unión Sectorial de Cunicultura Propuestas para acabar con una

crisis sin precedentes

L a Los productores de conejos vie­nen soportando, durante 2001 y so­bre todo en los primeros meses de

2002, una crisis sin precedentes, provo­cada por el hundimiento de los precios, hasta situarse en una media de 1,20 eu­ros/kilo, muy por debajo de los costes de producción , situados en 1,55 euros/kilo. Esta circunstancia ha llevado al cierre de multitud de explotaciones, con el consi­guiente perjuicio económico para sus propietarios, quienes tienen que afrontar pagos de compromisos adquiridos por su explotación, sin tener posibilidades de generar ingresos en el caso del cierre o, totalmente insuficientes, en el caso de mantenimiento de la actividad . Una situación que ha exig ido a la Unión Sectorial de Cunicultura de UPA liderar la lucha contra la caída de precios, plante­ando propuestas y alternativas, tanto en el seno de la interprofesional lNTERCUN como directamente al Ministerio de Agri­cultura. Propuestas de carácter político y económico que compensen las pérdidas producidas hasta ahora, y sean capaces de reactivar el mercado para evitar pér­didas futu ras, además de procurar una mejor distribución de los beneficios en la cadena productiva. Entre las medidas inmediatas que de-

Page 237: Anuario UPA 2002

fiende la Unión Sectorial de Cunicultura de UPA se inc luyen las siguientes: - Establecer ayudas para el cese vo lun­tario de actividad . - Inc luir a la cunicultura en el REASS (ré­gimen especial agrario de la seguridad social) . --Condonación de la S.S. y reducción de los módulos de IRPF

- Sobre los planes de mejora e incorpo­ración de jóvenes. - Moratoria de los créditos oficiales. -Créditos blandos para capital c irculante. - Campañas de promoción. - Redistribu ir márgenes'comerciales.

Actuaciones inmediatas que deben com­pletarse con otra serie de medidas a me­dio plazo, entre las que destacan: - Mejorar el conocimiento del sector. - Regular nuevas incorporaciones al sector. - Inclusión en observatorio de precios.

- Seguros agrarios. - Unificación de lonjas. - Creación de fondos de reposición. - Calidad de productos. - 1 nvestigación.

Afinales de enero, la Comisión Eu­

ropea presentó el informe sobre el sector de frutas y hortalizas. Este

informe debería haber sido el punto de partida para cimentar la reforma del sec­tor; sin embargo, no ha sido así porque parte de la reforma que afecta a aproxi­madamente el 80% del presupuesto de esta OCM se aprobó en diciembre pa­sado, y porque por su contenido resulta decepcionante y no responde a ninguna de las incert idumbres que rodea al sec­tor. El informe no incluye propuestas ni so-1 uc iones para las frutas y hortalizas, ni

ACCION SmDICAL DE UPA U Iliones Sectoriales

tampoco entra en aspectos cruciales co­

mo la transformación o los acuerdos con terceros países. Además, el documento es poco profundo, inconsistente y super­fic ial porque se limita a hacer un análisis

estadístico sin establecer un soporte pa­ra que el legislador pueda acometer una reforma que responda a las necesidades

del sector. Uno de los subsectores que a finales del año ha sufrido una crisis muy seria ha si­

do el de las clementinas a ralz de que el

Gobierno de Estados Unidos, de forma totalmente injustificada. decidiera sus­pender las importaciones de clementinas españolas. Argumentaron haber encon­trado larvas vivas en la fruta, algo prácti­camente imposible, y que no han podido demostrar. Con esta decisión se ha pues­to de manifiesto la voluntad de EE UU de defender el líbre comercio, ya que prac­tica el liberalismo cuando sus productos son competitivos, pero cuando encuen­tra dificultades, se muestra totalmente proteccionista; diseñando, en este caso, barreras fitosanitarias totalmente ficticias

y artificiales. El Consejo de Ministros del 19 de di­ciembre aprobó el Reglamento por el que se modifica la OCM en el sector del p lá­tano, incorporando los acuerdos alcan­zados con Estados Unidos y Ecuador so­bre el régimen de importación de pláta­nos. La reforma también inc luyó la propuesta española sobre la autorización a los Estados miembros para exclui r a las nuevas plantaciones de la ayuda com­

pensatoria a la producción. Sin embargo, en la reforma no se recoge la petición re­alizada por UPA de establecer un fondo

solidario para la retirada de fruta en las épocas de sobreoferta. En el sector de transformados de toma-

235

te hemos asistido en esta campaña a un episodio lamentable al rectifi car el Co­mité de Gestión de frutas y hortalizas un acuerdo previo por el que se aprobaba el complemento de ayuda Integ ro, sin pe­nalización, al tomate transformado en la campaña 20011 /02. Sorprendentemente ac!miti ó la Comisión como buenas 190.000 toneladas suplementarias de to­

mate transformadas por Italia, lo cual ha tenido como consecuencia que el umbral comunitario se supere y a España se apli­que una penalización del 8,8%.

El pasado año se volvió a renegociar el acuerdo entre la UE y Marruecos para el tomate. Este nuevo acuerdo perm itió a Marruecos incrementar en 18.000 tone­ladas su cupo de tomate con derecho a exportar en condiciones ventajosas y am­pliar su calendario de exportación. Este acuerdo, sin embargo, no ha sido sino la antesala de la nueva ronda de nego­

ciaciones del acuerdo preferencial entre la UE y Marruecos que se negoc ia en 2002, y que supondrá el establecimien­to de nuevas concesiones al país vecino.

En el sector de frutos secos, durante 2001 con tinuó y se acrecen tó la incertidum­

bre respecto al futuro de los p lanes de mejora. UPA, junto con el resto de orga­nizaciones, convocó una gran manifes­tac ión en Madrid el 16 de junio para pe­

dir la prórroga de los actuales planes de mejora y una ayuda a la hectárea que ga­rantice el futu ro de mi les de explotacio­nes de frutos secos en España.

Tras dos dictámenes del Parlamento Eu­ropeo favorables a las peticiones del sec­tor español y otros tantos del Comité Eco­nómico y Social el Consejo de Ministros ha aprobado la prórroga de los planes de mejora. Sin embargo, este aparente logro no ha satisfecho en absoluto al sector por cuanto deja c laro que es la última pró­rroga, aumenta el porcentaje de cofi nan­ciación de los Estados miembros, pasa del 18% al 25% y deja a las avellanas es­pañolas fuera de la ayuda específica pa­ra este ejercicio, además de no introdu­ci r ningún elemento que apueste por la ayuda definitiva Esta es una si tuación insostenible, que está condicionando el presente de este sector y que si no se cierra satisfactoria­mente pronto va a limitar su futuro . Ne­cesariamente el fu tu ro del sector tiene

Page 238: Anuario UPA 2002

que pasar por el establecimiento de una

ayuda definitiva a la hectárea de frutos

secos desacoplada de la producción en

el marco de la OCM de frutas y hortalizas

durante un plazo de tiempo lo más am­

plio posib le para dar estabi lidad y ga­

rantías de futuro a este sector que tanto

lo necesita. Ya en el 2002, y aprovechando el conse­

jo informal de Murcia se ha celebrado una

manifestación en Cartagena para presio­

nar que en presidencia española se pre­

sente la propuesta de ayuda definitiva y

que ésta sea favorable a los intereses es­

pañoles.

Fuera del ámbito comunitario este año he­

mos visto como en los presupuestos pa­

ra 2002 se han destinado 1.000 millones

de pesetas menos para financiar la parte nacional de los planes de mejora, lo que

significa no contemplar la financiación de

150.000 hectáreas de frutos secos.

o largo de 2001 se dejaron notar

as consecuenc ias pos itivas del

cuerdo del gasóleo firmado a fi­

nales del año anterior, tras la grave crisis

de precios arrastrada desde 1999.

Los benefic ios obtenidos se derivan, bá­sicamente, de la subida del lVA en 2 pun­tos para el sector ganadero y 3 puntos pa­

ra el sector agrícola; a lo que hay que aña­

dir las consecuencias de la evolución del

precio del gasóleo, que en un año ha pa­

sado de 81 a 71 pesetas/l itro.

Un comportamiento de los precios que re­

fleja la coyuntura internacional, con baja­

das importantes del precio del petróleo;

aunque, sin embargo, no se trasladan en su total idad a los precios del gasóleo. Por

ello, UPA considera que las grandes em­

presas petroleras deberían repercutir con

carácter inmediato los descensos en el

precio del petróleo al gasóleo agrícola,

hasta alcanzar los niveles que había an­

tes de la crisis del pasado año.

ACCION SDJDICAL DE UPA U Iliones Sectoriales

En cuanto al resto de importantes medi­

das contempladas en el paquete del

acuerdo fi rmado hace un año, el balance

también es muy positivo. Entre estas me­

didas destacan la autorización a las coo­

perativas agrarias para vender gasóleos a terceros (no soc ios), las reducciones

conseguidas en el IRPF, el tratamiento es­pecial conseguido para los sectores apí­

colas y productores de pollos y los crédi­

tos bonificados. A esto hay que añadir las medidas libe­

ralizadoras y de orden fiscal y las mesas

abiertas como consecuencia de la firma

del acuerdo. La gran demanda de crédi­

tos (más de 220.000 mil lones de pesetas) demuestra su aceptación por parte del sector y pone en entredicho a quienes pre­

tenden el fracaso del acuerdo para justi­

ficar su opinión negativa.

Por último, cabe resaltar que la importan­cia económica del acuerdo y su repercu­

sión en los Presupuestos Generales del

Estado ha sido reconocida incluso por el

últ imo informe de la OCDE sobre la co­

yuntura económica en España, al que ha

tenido acceso UPA, según el cual una de

las causas que se apuntan para que el

Gobierno no consiga su pretendido obje­tivo de "déficit cero", habría que imputar­

la, precisamente, a los "costes" del acuer­

do del gasóleo.

236

O urante 2001 y los primeros meses de 2002, la Unión Sectorial Láctea

de UPA ha centrado sus esfuer­

zos en el mantenimiento de unos precios dignos a la producción, porque no es ra­

cional que un país donde hace falta im­

portar más de un 20% leche tenga el pre­

cio medio de los productores por deba­

jo de otros países que producen hasta un

220% de su autoconsumo (como, por ejemplo, Holanda o Dinamarca). La me­

dia europea en el año 2001 se si tuó en

52,38 pesetas/litro (0,314euros) mientras

que en España el precio medio percibi­

do por los ganaderos no sobrepasó las 50,55 pesetas/litro (0 ,303euros) . Si tra­

ducimos esta diferencia de 1,83 pese­

tas/litro (0,01 1 euros/litro) a la cuota su­

pone que los ganaderos españoles han ingresado 66 mil lones de euros (11 .000

millones de pesetas) menos que la me­

dia de la UE. Los precios se han mantenido estables

durante el año 2001, principalmente de­

bido a un ligero descenso de la produc­

ción, la aparición de la epidemia de fiebre

aftosa en el Reino Unido, (que restringió

los movimientos de animales y produc­

ciones) y por la denuncia de la venta de

leche a bajo precio, utilizándola como pro­

ducto reclamo por las grandes superficies.

Desde finales de año se ha producido

una bajada de precios a los productores

sin razones justificadas de mercado de

entre 4 y 6 pesetas por litro, pero el sec­

tor productor no está preparado para asu­mir los costes de este descenso de pre­

cios, máxime cuando los ganaderos aún

siguen soportando las pérdidas produci­

das por la crisis de las "vacas locas". Los

ganaderos lácteos soportan desde hace

más de un año un descenso en los pre-

Page 239: Anuario UPA 2002

cios de venta de sus terneros de 1 y 2 me­ses de entre un 30 y un 40%; en el caso del ganado de desvieje los descensos en los precios rondan entre el 40 y el 60%. Además de todo esto, los ganaderos ha­cen frente a los costes de los seguros de retirada de los animales muertos en la ex­plotación, certificados veterinarios y MER (materiales específicos de riesgo). Es de­ci r, los productores están pagando los "platos rotos" de la ineficacia de las ad­ministraciones estatales y europeas. Otro problema que esta intentando re­solver la Unión Sectorial Láctea de UPA es el cambio de comprador. General­mente cuando un productor cambia el destino de su producción, sorprendente­mente ve reducido el precio de su pro­ducto y cobra el mismo con un sustancial retraso. La actual normativa existente de­ja indefensos a los ganaderos ante las empresas, las cuales no agilizan los trá-

miles, ralentizan el cobro de la última en­trega y hacen retenciones injustificadas a los ganaderos. Ante esta situación los ga­naderos se encuentran indefensos y en manos de los juegos de las empresas. Desde la Unión Sectorial Láctea de UPA se está estudiando la normativa actual y se ha presentado un documento de tra­bajo a través de la Interprofesional en el cual se proponen las modificaciones ne­cesarias para regularizar esta situación. En principio, UPA considera necesario que el ganadero saliente de la empresa tiene que cobrar al mismo precio que lo venia haciendo, si no hay razones objeti­vas de mercado que digan lo contrario . Además, los ganaderos salientes también deberán cobrar la liquidación en las fe­chas o plazos habituales utilizados con anterioridad.

ACCION SINDICAL DE UPA U Iliones Sectoriales

Unión Sectorial de Ovino/ Caprino

La nueva OCM no asegura la renta de

los ganaderos

E 1 sector ovino y caprino ha sufrido esta campaña las consecuencias de una OCM deficiente, que si­

gue sin reflejar la pérdida de renta de los ganaderos. Desde la Unión Secto­rial de Ovino y Caprino de UPA se tra­bajo en la reforma de la OCM, en la cual se ha consegu ido alguna mejora pero las expectativas se han visto truncada por la escasez presupuestaria de la nueva prima. La principal mejora de la nueva OCM es el pago a tanto alzado, es decir, la prima variable vigente hasta ahora se sustitu­ye por una prima fija de 21 euros por ca­beza para los corderos pesados y de 16,8 euros para los corderos ligeros y las cabras y 7 euros a las ovejas y cabras que estén en zonas desfavorecidas. La nueva OCM establece un sobre de 72 millones de euros que ha sido re­partido en función del número de de­rechos de los distintos países europe­os. Por su parte, en España la cifra del sobre alcanza los 18,8 millones de eu­ros. Desde UPA nos hemos opuesto al incremento de la prima a través de un "sobre" ya que esto significa la rena­cionalización de la PAC y crea agravios comparativos entre ganaderos . Tam­bién echamos en falta en la nueva OCM la equiparación de la prima a la oveja productora de corderos ligeros con la de corderos pesados . Este aumento debe pasar por un aumento presu­puestario para poder igualar la prima de las ovejas ligeras con las pesadas y la prima debería actualizarse anual­mente con el incremento del IPC As imismo, las cr isis alimentarias van siempre acompañadas de una caída vertical de los mercados. Por todo ello, era necesario que se instrumentase un mecanismo que se desencadene de

237

manera automática, complementando la prima existente cuando se presente una situación del mercado por debajo de un precio umbral o de referencia. Finalmente, desde la la Unión Secto­rial de Ovino y Caprino de UPA también solicitamos una prima al kilo de lana y que se modulen las ayudas al ovino y caprino, techadas en función de crite­rios sociales y económicos, de modo que se maximice la utilidad del presu­puesto en primas La Unión Europea no es autosuficiente en la producción de carne de ovino, con lo cual debemos importar un 20% de nuestras necesidades. Estas impor­taciones deberán observarse muy de cerca, debido a que en los principales paf ses exportadores el sistema de pro­ducción es totalmente distinto del eu­ropeo y dejaría en clara desventaja a nuestros productores, hundiendo los precios en Europa.

nión Sectorial de Porcino

El retorno de la peste porcina

clásica

D Desde la Unión Sectorial de Por­cino de UPA se ha reclamado nuevamente al MAPA la unifica­

ción de los criterios sanitarios. Los ga­naderos españoles han estado a pun­to de sufrir las consecuencias en todo su territorio de la peste porcina c lásica (PPC). En el momento en que mejores precios tenía el sector (por desgracia beneficiándose de la crisis de la EEB en el sector vacuno) a principios del vera­no de 2001 apareció un brote de PPC en Cataluña, que posteriormente se ex­tendió a la Comunidad Valenciana, Murcia y el interior de la península, por lo que todavía no puede darse por erra­dicada esta zoonosis en España. La experiencia de la PPC debería hacer recapacitar al Ministerio de Agricultura, poniendo en marcha medidas de con­trol a nivel nacional y evitando que los

Page 240: Anuario UPA 2002

especuladores en situaciones de altos precios hagan su agosto importando animales de terceros países sin ningún tipo de vigi lancia. Además, los grandes perjud icados en estas crisis son las granjas familiares , que muchas veces no pueden hacer frente a crisis prolon­gadas, provocando su desaparición . Los precios percibidos por los produc­tores mejoraron debido al aumento del consumo y un aumento de las exporta­c iones, pero a su vez los ganaderos han tenido que soportar un aumento de los costes de producción principa l­mente en lo que se refiere al incremen­to ele costes en la alimentación . Por to­do el lo, el beneficio por el aumento del consumo de este tipo de carne en de­trimento de la carne de vacuno ha si­do nulo, es decir, mejoraron los prec ios pero aumentaron los costes de pro­ducción.

LLa Un ión Sectorial de Tabaco de UPA volvió a liderar en 2001 la de­fensa firme de las ayudas a los

cul tivadores de tabaco, denunciando la hipocresía de quienes pretenden justi­ficar las actuaciones sanitarias contra el hábito de fumar impidiendo el cultivo de tabaco en Europa. Por ello, UPA respond ió con movi liza­ciones cuando la Comisión Eu ropea planteó en 2001 la posibilidad de un re­corte en las ayudas al sector tabaque­ro , mediante una nueva Di rectiva que sólo persigue un ahorro presupuestario con la complicidad de los Ministros de Agricultura. La Unión Sectorial de Tabaco de UPA no cree que se puedan buscar alternativas al cu ltivo del tabaco, cuando el resto de producciones está contingentado (es decir, hay cuotas de producción y pe­nalizaciones si se superan) y cuando se está proponiendo una reforma sin haber

ACCION SmDICAL DE UPA U Iliones Sectoriales

realizado un estudio riguroso sobre el sector, lo que demuestra c laramente el in terés de recorte presupuestario , ya que no ocurrirá lo mismo con los im­puestos que recaudan los Estados Miembros, que seguirán percibiendo aunque el tabaco sea importado de ter­ceros paises. Sólo en España la ci fra re­caudada vía impuestos a los produc­tos industriales del tabaco ronda los 6 .000 millones de euros anuales. Una med ida de este tipo no tendrá nin­guna repercus ión real sobre la elabo­rac ión industrial de cigarri llos y otro ti­po de labores en Europa, pero si supo­ne una amenaza real de supervivencia

para 20.000 fam ilias directas en Espa­ña y más de 500.000 trabajadores en Europa. La Comisión se escuda en la OMS pa­ra justificar los efectos nocivos del ta­baco , mientras que con las medidas propuestas (recorte y eliminación de las ayudas) sólo se consegui rá un au­mento de las importac iones por parte de las fabricas de cigarrillos en su ma­

yoría procedentes de países terceros, donde la explotación laboral de muje­res y niños esta a la orden del día. Estos países no tendrán ningún reparo a la hora de aumentar su producción un 20% para cubrir la producción europea, con unos costes de producción muy asequibles para cualquier productor, es decir, con los gastos de transporte in­c luidos estos tabacos importados lle­gar a ser más baratos que el tabaco producido en la propia UE.

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Unión Sectorial de Vacuno de Carne

El año de las "vacas locas"

En el ámbito ganadero, el año 2001 estuvo marcado por importantes cri­sis sanitarias ("vacas locas", fiebre

aftosa y peste porcina clásica) que han puesto de manifiesto una vez más la falta de eficacia del Ministerio de Agricul tura para coordinar las actuaciones en mate­ria de sanidad animal. En cada una de las crisis sanitarias se ha repetido la misma situación: cada comu­nidad autónoma ha tomado las medidas que l1a considerado oportunas estable­ciendo así grandes agravios comparati­vos entre ganaderos segC1n el territorio a que pertenecen, dándose la circunstan­cia de que ganaderos de comarcas limí­trofes reciben un tratamiento diferenciado. En este sentido, UPA viene reclamando desde hace tiempo una Ley de Sanidad Animal que unifique y coordine las actua­ciones de las distintas Comunidades Au­tónomas en los casos de alerta sanitaria. Y de esa Ley de Sanidad Animal tenemos un borrador desde hace meses, que el MAPA ha sido incapaz de impulsar. De es­te modo asistimos a un panorama en el que cada territorio se muestra más o me­nos flexible a la hora de aplicar las nor­mativas que marca la UE. En la crisis de las "vacas locas", la com­plejidad alcanzó su mayor grado porque más que un problema de sanidad animal (baja incidencia en vacunos en compara­ción con otras enfermedades) es un pro­blema de salud pública, una vez que pa­rece demostrada la posible transmisión de la enfermedad al hombre. UPA no ha es­tado en absoluto conforme con la ges­tión de la crisis que ha real izado el Minis­terio de Agricultura. Una crisis en la que los principales perjudicados han sido y son los ganaderos. Al descalabro de pre­cios se añadieron otros efectos derivados, como la destrucción de harinas cárnicas, la retirada y destrucción de cadáveres, el sacrificio de la ganadería en las explota-

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ciones con un caso positivo, la implanta­ción del certificado veterinario, la retirada y eliminación de los materiales especíti­cados de riesgo (MER) y la modificación de la OCM de vacuno de carne. Todas estas cuestiones han tenido una traslación y reflejo tanto en pérdida de in­gresos de los ganaderos como en incre­mento de costes, en definitiva en reduc­

c ión de la renta de los ganaderos. Con unas pérdidas aproximadas de 100.000 millones de pesetas, los ganaderos siguen pagando los MER que son retirados en mataderos y salas de despiece, se hacen cargo del coste de los certificados veteri­narios y están cofinancian­do los Seguros Agrarios.

Para denunciar los efectos negativos de la crisis para los ganaderos, UPA reali­zó una serie de moviliza­ciones en toda España a fi­nales de febrero de 2001, para explicar a la sociedad la gravedad de la si tuación y exigir al Gobierno que asumiera toda su respon­sabilidad en este problema y pusiera los medios y los recursos nece­sarios para resolverlo. La defensa de los intereses de la explota­ción famil iar no se centró solamente en la capitalización de las movilizaciones, sino

que además UPA presentó, el 27 de febre­ro, ante la Audiencia Nacional un recurso contra la Orden Ministerial que obliga a los

ganaderos a realizar los certificados veteri­narios, porque esta decisión perjudica a los ganaderos, no aporta ninguna garantía y tan sólo traslada a los ganaderos una respon­sabilidad que no les corresponde. Además, los Presupuestos Generales del Estado para 2002 evidencian que desde el Ministe rio se da por cerrada esta c ri ­sis, porque la dotación presupuestaria pa­ra atajar los efectos de la EEB es ridícula. Algunos de los temas importantes ya men­cionados como son la retirada de cadá­veres de explotación y el "lucro cesante" de los ganaderos con un positivo en EEB quedan en manos de un seguro, aún cuando éste no ha sido suscrito por un nú­mero significativo de ganaderos de vacu­no. Además no está claro que no tengan que sufragar los costes de retirada y des­trucción de las harinas de carne y hueso.

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En cuanto a las medidas destinadas a me­jorar la situación del mercado, la interven­ción correspondiente a terneros pesados y ligeros se ha cerrado como consecuen­cia de la parcial recuperación de los pre­cios. No ocurre lo mismo con la interven­ción de las vacas mayores de treinta me­ses. Para este subsector, la problemática es diferente porque, si bien el Reglamen­

to 690/2001 establece que los ganaderos pueden acceder a la intervención, la can­tidad mínima exigida de 1 O toneladas lo impide. UPA ha pedido al MAPA y al FE­GA que permitan que organizaciones agrarias y cooperativas puedan actuar co­

mo representantes de los ganaderos pudiendo ofer­

tar en nombre de varios de ellos hasta reunir la canti­

dad requerida. En este esquema dibujado de crisis generalizada, en julio del 2001 el Consejo de Ministros de la UE aprobó el Reglamento RE(CE) 1512/2001 que establece las nuevas modificaciones introducidas en la OCM de

vacuno de carne. Aunque desde Bruse­las la modificación se consideró como una mini-reforma, los aspectos que han cam­biado tienen una gran trascendencia pa­ra la ganadería española de vacuno de carne. Los elementos más importantes de esta reforma fueron : -Reducción de la carga ganadera de las actuales 2 UGM/Ha a 1,9 y 1,8. -Reducción de los techos nacionales pa­ra la prima especial durante los años 2002 y 2003 (España pasa de tener 713.999 de­rechos a tener 643.525). -Introducción, durante los años 2002 y 2003, de la obligación siguiente: para el cobro de la prima a la vaca nodriza es obli­gatorio mantener un número de novillas de un 15% como mínimo del total de dere­

chos de vaca nodriza que se posean. Es decir, se pueden tener un número de no­villas comprendido entre el 15% y el 40% del número de derechos de nodriza; no habrá reparto de derechos de vaca no­driza de la Reserva Nacional durante los años 2002 y 2003. La cuantificación económica de esta re­forma para España supone la pérdida de 5.150 millones de pesetas.

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E- 1 sector vitivinícola es tá atrave­

- sando una grave c risis que se ha

- acentuado aún más en la actual campaña y que está provocando una importante pérdida de renta en las ex­plotaciones vitícolas familiares. A pesar de la reducción en producción con res­

pecto a la campaña anterior (se ha pa­sado de 45,57 a 35, 12 millones de hec­tolitros), los precios tanto de la uva co­mo del vino han cafdo hasta niveles insospechados . El resultado más evi­dente de esta situación se encuentra en los datos elaborados por el propio Mi­nisterio de Agricultura respecto al valor de los diferentes sectores ag rario en el 2001. En base a estos datos, el sector vitivinícola es el que más valor econó­mico ha perdido con respecto al año 2000, en concreto, una pérdida del 43,9%, dado que los precios descen­dieron un 27, 1 % a pesar de que la pro­ducción se redujo en un 23, 1 %. Estas cifras dan una idea de la fuerte c risis de

precios que está hundiendo al sector, sin que desde el MAPA se haya ofreci­do ningún tipo de solución. En este contexto, hemos sufrido duran­

te los últimos meses el resultado de di­ferentes actuaciones que han incre­mentado la si tuación negativa en la que

estamos inmersos. Entre estas actua­ciones destacan las siguientes: A comienzos del año pasado todos los países productores de la Unión Euro­pea, salvo España, otorgaron ayudas nacionales a los diversos tipos de des­tilación, a pesar de que para ello tuvie­ron que contar con el beneplácito del Mini sterio de Agricultura, ya que es im­prescindible tener el apoyo de todos los países para que un pafs pueda apoyar a su sucesor con una ayuda nacional . Los reglamentos de aplicación de la

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OCM han sido modificados reiterada­mente a comienzos de la actual cam­paña. Estas modificaciones se han de­bido a presiones de países productores como Francia e Ital ia, logrando resul­tados totalmente beneficiosos para sus sectores y muy perjudiciales para Es­paña. Entre estas modificaciones se en­cuentran el retraso del 1 de septiembre al 15 de octubre en la puesta en mar­cha de la destilación para alcohol de uso de boda, en la reducción del por­centaje de vino de mesa que se pueda contratar para esa desti lación y también han conseguido que esta destilación se pueda abrir por tramos, en perjuicio de nuestros intereses. -Ante el hundimiento generalizado de los precios de la uva en la pasada vendimia, se intentó establecer acuerdos con el sector industrial, siendo en la mayoría de los casos imposible y en aquellos don­de sí se acordaron precios fueron inme­diatamente incumplidos por la industria. A todo esto se añade que desde cier­tos países, principalmente Francia, se está intentando modificar la OCM en su benefi c io , intentando medidas como compartimentar por países la destila­ción de alcohol de uso de boca, pero sin tocar el tema de la "chaptalización" que tanto daño nos hace en Espar'ia. Además, Francia e Italia han consegui­do el permiso del Consejo de Ministros de la UE para otorgar ayudas naciona­les a la destilación de crisis, sin que nin­gún país (incluido España) lo haya im­pedido , provocando de esta manera una competencia desleal a nuestro sec­tor a pesar de encontrarnos inmersos en un Mercado Único. Por otro lado, en Francia han elaborado un plan de ayu­das al sector en la que se incluyen ayu­das estructurales (jubilaciones, incor­poracíones, apoyos a la renta) y secto­riales con financiación nacional, mientras que en España el Gobierno no sólo no ha diseñado medidas de apo­yo al sector sino que el propio Ministro aseguró que no habría ayudas na­cionales al sector. A pesar de las destilaciones de alcohol de uso de boca realizadas el mercado no ha reaccionado debidamente , sien­do en especial caótica la situación de los vinos tintos a pesar del esfuerzo que

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se está llevando a cabo en los planes de reestructuración. Ante esta situación la Unión Sectorial Vi­tivinícola de UPA ha realizado una labor muy intensa a lo largo de toda la cam­paña. Se comenzó intentando negociar en distintas regiones y comarcas con el sector bodeguero en el objetivo de es­tab lecer unos contratos que estab ili­zasen a unos precios adecuados la uva de vinificación , en pocos casos se lo­gró establecer unos acuerdos que por lo general fueron incumplidos poste­riormente por el sector industrial. En la propia vendimia se rec lamó al Mi­nisterio de Agricultura soluciones para el sector, sin que hasta el momento se haya logrado nada. Sin embargo el Mi­nisterio estableció una serie de reunio­nes (grupos de trabajo) en la que par­ticiparon el sector productor, algunas Comunidades Autónomas y el propio MAPA. Lamentablemente las reun iones tuvieron lugar separadamente de otro grupo de trabajo encargado de la trans­formación y comercialización , ya que desde UPA se había demandado que las soluciones se debían buscar con­juntamente entre todo el sector. Hasta el momento, y a pesar de la urgencia en su día (el propio Ministro se compro­metió a desarrollar determinadas me­didas antes de diciembre a partir de las conclusiones de dichos grupos de tra­bajo) aún no existe ninguna respuesta oficial a la crisis desde el MAPA. UPA junto con el resto del sector pro­ductor elaboró en octubre un docu­mento de propuestas a corto y medio plazo para el sector cuya respuesta ofi-

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cial desde el MAPA ha sido un comple­to si lencio. En noviembre el MAPA nos presentó un anteproyecto de la Ley de Vitivinicultu­ra, que fue rechazado por UPA debido a que se consideraba incompleto y que defraudaba las expectativas generadas por el sector productor. Debido a las fuertes reacc iones en contra a dicho anteproyecto el MAPA se ha visto obli­gado a retirar dicho anteproyecto y a re­dactar uno nuevo que ha sido remitido a UPA en abril (momento de la redac­ción de este informe). Por todo ello, UPA se movilizó contra la política vitivinícola del MAPA en una ma­nifestación que aunque bajo el lema de la petic ión de modulación de las ayu­das, los vit icu ltores de numerosas re­giones de España, en especial de Cas­til la-La Mancha hicieron llegar sus pro­puestas ante la sede del MAPA el pasado 23 de marzo. Por otro lado, UPA ha seguido partici­pando en las numerosas reuniones que se han llevado a cabo a lo largo del úl­timo año en el seno del Grupo de Tra­bajo de Vinos de COPA y del Grupo Permanente del Vinos de la Comisión en Bruselas. También ha sido muy im­portante la labor realizada en el aseso­ramiento y realización de proyectos de reestructuración en las diversas regio­nes y comarcas vitícolas. Por último y en relación a las interpro­fesiones de vinos de mesa (IVIM) y de mosto (INTERMOSTO) se han seguido manteniendo reuniones con el fin de po­der impulsar de una vez estas interpro­fesiones .

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, UPA ANDALUCIA Falta de control sanitario y penalizaciones

El año 2001 fue tremendamente decepcio­nante para los agricultores y ganaderos an­daluces. Los problemas derivados de los

escándalos sanitarios en ganadería, y los resul­tantes de OCMs perjudiciales para el campo no han hecho más que sembrar dudas acerca del futuro de las pequeñas y medianas explotaciones familiares en Andalucía. Por la gravedad de sus consecuencias, el balan­ce del año debe comenzar por la crisis de las "va­cas locas", que exigió UPA Andalucía un esfuer­zo tremendo, movilizando a la población ganade­ra en manifestaciones masivas en nuestra comunidad autónoma y en Madrid. Se mantuvie­ron reuniones en distintos ámbitos para que las Administraciones afrontasen sus responsabilida­des en este escándalo, y sin embargo, nos en­

Agricultura. Centrados en este último sector, habría que ha­cer hincapié en las reuniones mantenidas para conseguir el establecimiento definitivo de unas primas fijas que afiance la estabilidad que nece­sita, aunque eso sí, seguimos mostrando nuestro pesar porque las cuantías siguen siendo bajas y estamos en contra del establecimiento de sobres nacionales. Los productores avícolas también se han vísto be­neficiado este año con una actuación de UPA-A, líder en este sector, tras el Acuerdo Marco firma­do entre el MAPA y UPA. Una vez rubricado el acuerdo de UPA-A con las integradoras en el mes de agosto, los productores de Granada y Jaén pueden disfrutar de una idéntica situación a la del resto de productores a nivel nacional.

contramos en una difícil situación por cuanto el Gobierno Central ha reduci­do las partidas en seguridad alimen­taria, originando nuevas cargas a los productores. También ante esto nos hemos movilizado, concentrando a medio centenar de ganaderos anda­luces ante las puertas de uno de los mataderos más importantes de la re­gión para obligar a un cierre temporal de las instalaciones, y a la paralización de toda actividad. Se está en espera

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

Otro de los temas que sigue ocupan­do gran parte de nuestra actividad sin­dical es el referente a la OCM del acei­te de oliva. Antes de llegar al desen­cadenante provocado por la decisión de prorrogar la reforma de la actual OCM del sector, UPA-A realizó ruedas de prensa en Jaén, en Córdoba, ac­tos públicos, reuniones en el Ministe­rio, con las cooperativas, presentación de informes ... En definitiva, una bate-ANDALUCÍA

de que la solución aportada por el MAPA tras la presión ejercida con el cierre de mataderos lleva­do a cabo por UPA cause efecto positivo en el sec­tor ganadero. UPA-A ha realizado propuestas re­ales para solucionar lo más urgente posible la si­tuación. Sin embargo, existen otros problemas por los que también hemos intercedido en este sentido, co­mo es el de la retirada gratuita de cadáveres; ser­vicio que UPA-A consiguió que fuera prorrogado durante veinte días más para que los ganaderos tuvieran oportunidad de informarse adecuada­mente de cómo contratar un seguro para tal fin. En cuanto al sector de ovino-caprino, UPA An­dalucía se ha manifestado a favor de la creación de una ley para regular y permitir el enterramien­to excepcional de animales muertos en explota­ción, y ha instado a la Junta de Andalucía para que medie en este sentido ante el organismo ca­pacitado para su elaboración, el Ministerio de

ría de actuaciones de las que se ex­trajeron un punto en común: nadie discrepaba de que la situación de los olivareros era peor que la de hace unos años, y que de seguir así el futu­ro se contempla bastante sombrío. De hecho, el informe presentado por UPA en Jaén una sema­na antes de la decisión de los Quince resultaba demoledor: la renta de los olivareros ha descen­dido en un 80% desde 1997. También la caída de precios ha terminado por poner de manifiesto lo que la organización viene anunciando desde ha­ce tiempo. El olivar tradicional es el que peor parado sale, y esa ha sido una de las grandes preocupaciones de UPA. Todos nuestros argumentos han sido expuestos en los más diversos foros, como la jornada "Aná­lisis de las repercusiones en el ol ivar histórico del periodo transitorio de la OCM del aceite de oli­va", la feria de muestras Expoliva, la feria agrlco­la de Ronda -donde los secretarios provinciales

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de nuestra organización en Málaga y Jaén se en­trevistaron con Arias Cañete para expresarle su preocupación- , las jornadas organizadas por UPA Jaén, UPA Málaga y UPA Córdoba, céntra­das las dos primeras en la calidad del aceite, y la tercera en destacar el papel fundamental del olivar de sierra en ciertas comarcas cordobesas .. . Pero no podemos dejar atrás una crisis importante surgida a comienzos de los meses estivales: la crisis del orujo. En todo. momento, nuestra orga­nización estuvo al tanto de las actuaciones de la Adrninistración Central para llamar a la calma del consumidor, y reprender al presidente del Go­bierno por responsabilizar a los productores de aceite de la falta de control en la elaboración del orujo de aceituna, que es un producto industrial. Para finalizar con este sector, citemos dos de las actuaciones más recientes. Por un lado, la inter­vención de UPA-A para que la Junta de Andalu­cía permitiera a los agricultores por cuenta ajena seguir percibiendo las ayudas que les corres­pondfan dentro del programa de Indemnizacio­nes Compensatorias de Zonas Desfavorecidas y de Montaña. Por otro, el logro de la organización para que Hacienda no materializase la devolución de más de 22,84 millones de euros que exigía a almazaras y cooperativas de toda Andalucía. El airo gran frente de trabajo que ha marcado la agenda de la organización en Andalucía ha sido el que se ha centrado en Jos sectores de frutas y hortalizas, y frutos secos. Almería fue la gran protagonista, con una de las manifestaciones más importantes en el plano reivindicativo del sector de frutas y hortalizas. UPA ha pedido la puesta en marcha de un plan urgente de mejora de invernaderos, impulsar y mantener un programa de higiene rural, medidas de aipoyo para concentrar la oferta, ayudas para la construcción de alojamientos a inmigrantes y temporeros, un plan de ordenación rural y la apro­bación de una ley de semillas. La competencia con los terceros países es una amenaza más, lo que nos ha obligado a pedir un control exhaustivo y riguroso de los cupos ex­portados desde Marruecos. Finalmente, hay que hacer balance también de lo trabajado en torno a los frutos secos, que des­pués de haber estado participando en la gran ma­nifestación del día 16 de junio en Madrid, de ha­ber repartido almendras de forma gratuita en Al­mería y Granada, y haber realizado una jornada en Ghiribel {Almería), hay que seguir reivindican­do que se realice una reforma de la OCM de fru­tas y hortalizas que contemple la especificidad de los frutos secos y una ayuda definitiva que va­ya directa al agricultor.

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" UPAARAGON Presencia en las tres Cámaras .Agraria·s provinciales

L as elecciones a Cámaras Agra­rias de junio de 2001 vinieron a avalar el esfuerzo realizado en

los últimos años por los compañeros y

En octubre de 2001, UPA Aragón abanderó las movilizac iones, como única organización agraria, para re­clamar ayudas en la comarca del Ma­

tarraña, por las riadas ocurri ­das en octubre de 2000. Se convocaron asambleas, se recogieron firmas y se rec la­maron ayudas urgentes a la Administración.

compañeras de UPA en Ara­gón. Por primera vez en la historia, UPA conseguía pre­sentar candidatura en las tres provincias aragonesas y reci­bir el apoyo necesario de los agricultores y ganaderos de la región para obtener repre­sentación en las Cámaras de Huesca, Teruel y Zaragoza. UPA Aragón sigue sin bajar la guardia con su más firme

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

De igual modo, en esas mis­mas fechas, UPA Aragón se posicionó en contra de la na­c ionalizac ión de las penali ­zaciones del maíz, part ici-ARAGÓN

rechazo al Plan Hidrológico Nacional, en todos los foros de debate, frente a los medios de prensa y a la adminis­tración centra l.

UPA MADRID

pando activamente en mani­festaciones y plantes en la delegación de Gobierno de Zaragoza. En el ámbito organizativo sectoria l, UPA Aragón ha constitu ido en Cala-

Refuerzo de la labor informativa a los agricultores y ganaderos

Las actividades realiza- 1

das por UPA Madrid en 2001 han abarcado numerosos

sectores y ámbitos de actua­ción, encaminadas siempre a reforzar el papel de UPA co­mo la organización más re­presentativa de la agricultura familiar madrileña.

rosas asambleas informativas organi­zadas por UPA Madrid en todas las

Con carácter general, UPA Madrid participó en todas las manifestaciones y nego­ciaciones sectoriales, como

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

comarcas de la reg ión , para apoyar los agricu ltores y ga­naderos en su trabajo para hacer más competitivas las explotaciones y que sean más eficaces y respetuosas con el medio ambiente , me­jorando su rentabilidad y fo­mentando la incorporación de jóvenes al sector.

MADRID La prestac ión de asistencia ocurrió especialmente en re-lación con la crisis de las "vacas lo­cas" . A nivel regional , destacan las nume-

técnica a Los afiliados para las infraestructuras productivas , d i­versificación y seguridad alimentaria, para obtener productos de calidad y

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mocha la "Asoc iación de Ganaderos de Calamocha", para defender y velar por los intereses de los ganaderos de la comarca . Asimismo, tras la firma del Acuerdo para la Mejora de la Competitividad de la Carne de Pollo, UPA Aragón ha venido realizando un exhaustivo se­guimiento de su cumplimiento, junto a los trámites para la constitución de la primera Asociación de Defensa Sa­nitaria Avícola de Aragón, constitu­yendo la "Asociación de Avicultores Huerva-Jalón". UPA Aragón rea liza también un ex­haustivo seguimiento del acuerdo sus­crito por el Ministerio y los mataderos en cuanto al coste de la eliminación de las harinas de carne y hueso, descu­briendo y denunciando varios casos de fraude por parte de los mataderos. Y ya en la recta final del año, UPA Ara­gón rechazó la nueva Ley de Pastos y Rastrojeras, liderando las protestas, haciendo asambleas informativas y presentando enmiendas y observa­ciones a la nueva Ley.

que tengan mejores accesos a los mercados. UPA Madrid ha realizado, asim ismo, la tramitación de un amp lio número de expedientes para la incorporación al sector de varios jóvenes y mejoras de explotaciones de agricultores y ganaderos de la comunidad . UPA Madrid ha estado colaborando con la Dirección General de Agricul­tura con seminarios y jornadas, expli­cando las 30 medidas agroambienta­les que ha desarrollado la Comunidad Autónoma de Madrid junto con las buenas prácticas agrarias, a las que asistieron durante 2001 más de 1.500 personas. En el ámbito sectorial, UPA Madrid ha realizado un seguimiento en la reali ­zación de los trabajos de viñedo y en su reestructurac ión para exped ir los certificados a los vitivin icultores de varias subzonas de los vinos de Ma­drid . UPA Madrid ha participado tam­bién en las selecciones de ganadería y agricultura ecológica con buenos

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UNION DE CAMPESINOS ASTURIANOS (UCA-UPA)

Ante la crisis ganadera, ref orzam.iento sindical y social

E 1 año 2001 fue muy intenso para la Unión de Campesinos Asturia­nos (UCA-UPA). Por un lado, la

act ividad formativa siguió incremen­tándose, con cursos y jornadas divu l­gativas por todas las comarcas astu­rianas, diversificando en gran medida los contenidos, en respuesta a los cam­bios que se registran en el medio rural . Siendo los más relevantes el aumento del numero de mujeres tanto en la acti­vidad agraria como en la organización, la diversificación y especialización de las producciones.

do y se siguen realizando multitud de asambleas y actos reivindicativos como consecuencia de los efec tos de la cri ­sis de las "vacas locas", el coste eco­nómico y personal ha sido tremendo pero el resultado ha merecido la pena, los ganaderos asturianos (afiliados o no) han valorado muy positivamente que UCA-UPA haya sido la

Astu rias, pero también será recordado corno el año que UCA-UPA ha tenido mayor incidencia en la sociedad astu­riana: las dos campañas de recogida de firmas, una a favor de la modulación y otra en contra de la supresión del Régi­men Especial Agrario ha suscitado apo­yos políticos y sociales de distinta pro­cedencia. UCA-UPA es la organización decana en el campo astu riano y este año ha sido el de mayor presencia en los medios de comunicación , siendo in­cesante la solic itud de participación en radio, televisión o prensa escrita. El trabajo realizado y la coherencia de nuestros planteamientos han hecho que aumentase el número de afiliados, que

junto al fuerte descenso

El mismo refuerzo tuvo también la acti­vidad técnica realizada tanto desde la sede central de UCA-UPA Asturias co­mo en las distintas comarcas, la vorá­gine en los cambios de normativa legal y requisitos administrativos han su­puesto que se multiplicasen los esfuer­zos, constatándose que se ha incre­mentado de forma exponencial los ga­naderos que recurren a la organización para in formarse de los cambios, y es­pecialmente para que se les realicen los tramites administrativos o tr ibutarios y recursos judiciales necesarios.

única organización que ha informado de forma siste­mática mediante asamble­as abiertas o comunica­ción por carta a todo el censo agrario, de la situa­ción del sector y los actos reivindicativos ha realizar. La oficina móvi l de UCA­UPA, que el año pasado

ASTURIAS

de activos agrarios regis­trado este año hace que la implantación regional de UCA-UPA se incremente. Es de resaltar que un gran número de nuevos afilia­dos son hijos de ganade­ros que ya pertenecían a la organización, dando fe del grado de fidelidad de

En el apartado netamente sindical, el año 2001 se puede resumir como una constante movi lización, se han realiza-

era una novedad, es ya una real idad que ha sobrepasado las previsiones, la ofic ina móvil se ha con­vertido en un referente regional que per­mite ag il izar tanto la información sind i­cal como la técnica, salvando los pro­blemas de desplazamiento de los ganaderos y transmi tiendo que la or­ganización está donde y para lo que los ganaderos asturianos demandan. El año 2001 será recordado como el de la mayor cri sis ganadera conocida en

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nuestros afiliados. Asimismo, un año más realizamos en agosto de 200 1 el festivo y multidu­nari o Día del Campo, en esta ocasión en la loca li dad de Ti neo, con una nu­trida rep resentación política y social de la que se puede resaltar el reco­nocimiento del buen hacer de los ga­naderos asturianos y el apoyo para superar la c ri sis por parte de l Presi­dente reg ional y el Consejero de Me­dio Rura l.

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UPA CANARIAS Plátanos, tomates y desarrollo de las medianías

L a acción sindical de UPA Ca­narias durante 200 1 se con­centró en los pri nc ipales pro­

b lemas y sectores de la agricultu­ra f amiliar en al archipié lago : pl átanos , tomates y desarrollo de las zonas medianías. En relación con los pláta­nos, desde UPA Canarias segu imos insistiendo en un reparto más justo sob re las ayudas compensatorias por pérdida de renta, para que sean recibidas por qu ienes menos cobran por su producción de plátanos. En c uanto a su comerc iali -

llevar esto de otra fo rma , que no sea acumulada la fruta en unas se­manas y se produzca la saturación de l mercado como consecuenc ia de la caída de los prec ios . También insistimos en la necesidad de abrir la comercialización a otros

mercados, no limitándonos a l mercado peninsular, y seg uimos p lanteando co­mo re iv ind icación priorita­ria crear una lnterprofesión del plátano donde estén to­das las partes imp licadas. Otro punto importante den­tro de l sec tor de l p látano es el contro l de calidad

zac ión y contro l de caltdad , optamos por un p lan inte-

CANARIAS donde tenemos que ir a un

gra l por comarcas pa ra que no se siga cortando cuando más conven­ga, sino que haya unos madurado­res de fruta independientes para

cultivo integrado que ya os­tentan gran parte de los frutales eu­ropeos. Se requ iere su seguimien­to exhaustivo desde el campo, con inspectores, análi sis y sanc iones;

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constituyendo más ATRIAS quepo­drían ser comarcales y cuya misión sería también efectuar por medios técnicos espec ializados los trata­miento fitosanitar ios menos agresi­vos posibles . En cuanto a los tomates, UPA Ca­narias vo lv ió a sol icitar en 2001 una ayuda compensatoria por pérdida de renta ya que se trata de un cul ­tivo social para Canarias , así como el cumpl imiento po r parte de Ma­rruecos de los contingen tes y re­c lamar ayudas de la Admin istración para poder erradicar el virus de la cuca racha que tanto daño esta causando a los cultivos . Fi nalmente , desde UPA Canari as seguimos insistiendo y re ivindi­cando ante las instituciones auto­nóm icas e insu lares un programa de desarrol lo de las medianías , ya que creemos que es la ún ica fo r­ma de mantener a la población ru­ral. Necesitamos también crear re­des de rieg o y un plan de balsas efi c iente para poder desarrol lar e l sector primario , comp lementado con un mayor impulso al tu rismo rural.

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SDGM-UPA CANf.ABRIA

Las cuotas lácteas, patrimonio de los ganaderos

E 1 balance de la acción sindical del Sindicato Democrático de Gana­deros Montañeses, SDGM-UPA

Cantabria, correspondiente a 2001 de­be inclui r de forma destacada la intensa actividad relacionada con los sectores lácteo y de vacuno de carne, en el pri­mer caso en relación con las cuotas y en el segundo a rafz de las consecuencias de la crisis de las "vacas locas". Más de 500 ganaderos respondieron a la llamada del SDGM-UPA Cantabria y acudieron a la movilización celebrada en Santander, el 23 de febrero, solic i­tando ayudas directas para compensar las pérdidas por la crisis de las "vacas locas". Gracias a nuestra iniciativa y, tras numerosas reuniones y gestiones, se concedieron 1.200 mil lones de pe­setas, procedentes de la UE, para los ganaderos cántabros . En relación con este mismo problema, el SDGM-UPA Cantabria realizó a lo lar­go de 2001 numerosas charlas con gru­pos de ganaderos para informarles so­bre la si tuac ión en cada momento y orientarles sobre que precauciones o medidas debían tomar en sus explota­ciones. En el sector lácteo, el SDGM-UPA Can-

Cantabria es contundente: no podemos permitir que desaparezca el sistema de cuotas. Y por si existe la tentación, el SDGM-UPA Cantabria plantea una idea

tabria continuó en 2001 defendiendo novedosa: las cuotas no son una con-las cuotas como un patrimonio de los ganaderos. En tal sentido, cobraron es­pecia l re levancia las Jornadas de de­bate sobre el 'Futuro de las Cuotas Lác­teas" , organizadas los días 14 y 15 de noviembre , en

cesión administrativa, sino un patrimo­nio de los ganaderos. Si al ganadero le quitan la cuota láctea, pa rte de la cual ha pagado con su propio dinero, se queda sin patrimonio y sin futuro. Es-

te es el reto de fu-Santander, por el SDGM-UPA Can­tabria, con la par­ticipación del MA-

Sindicato Democrático turo más impor­tante para la ga­nadería en la

de Ganaderos Montañeses

PA, la Consejería de Ganadería, la FE­N 1 L y la IN LCA. El debate de esta Jornada anal izó un informe del Tribunal de Cuentas de la Unión Europea que pone en cuestión la continuidad del sis­tema de cuotas y se f ija la fecha del 2007 para su desaparición. SDGM-UPA

región , y el SDGM-UPA Cantabria dará la batalla con todas sus armas. Finalmente, el año 200 1 se cerró las elecc iones a la Cámara Agraria de Can­tabria, que se celebraron el 16 de di­ciemb re, y en las la candidatura del SDGM-UPA Cantabria obtuvo 650 vo-

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tos , el 13,3% del tota l, lo que supone contar con tres vocales en la nueva Cá­mara Agraria . mientras que A IGAS ob­tuvo 421 votos (el 8,7% del total) . Tras las elecc iones, el número 1 de la candidatura del SDGM-UPA Cantabria agradeció a los ganaderos de Canta­bria que dieron su apoyo a su candi­datura, y aseguró que "sus votos y opi­niones se oirán alto y c laro en todos los órganos del sector, porque el SDGM­U PI~ Cantabria va a seguir trabajando con firmeza a partir de ahora para de­fender el futuro de la ganadería fami liar en la región ". Tras las elecciones, el SDGM-UPA ha fo rmado con la organización agraria AIGAS la Federación de Ganaderos y Ag ri c ul to res de Cantab ri a para tener asf una mayor rep resentación en los órganos de decisión de los ganaderos cán tabros .

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ACCION SINDICAL DE UPA U Iliones Territoriales

" UPA CASTILLA Y LEON El año de la mayor cosecha y de la mayor movilización de UPA

E 1 año 2001 se iniciaba en Casti­lla y León con una gran movili­zación contundente para recor­

dar a los políticos gobernantes que en esta región no nos quedaríamos pa­rados ante la ruina que se nos aveci­naba por la crisis de las 'vacas locas '. Más de 5.000 ganaderos se dieron ci­ta el 23 de febrero en Valladolid para dejar bien claro que el sector produc­tor no asumiría la negligencia del Go­bierno en la crisis de las 'vacas locas ' .

bierno, CEOE y Comisiones Obreras. UPA encabeza las denuncias en varias provinc ias por el caos de las seccio­nes ag rarias comarcales y un idades veterinarias reconociendo la Adminis­trac ión regional los fal los que hay, y prometiendo mayor personal técnico y mayores medios. El tabaco se ha convertido en otro sec­tor en el que la organización ha dado la cara saliendo a la calle para mani­festarse en contra de la desaparic ión

En marzo mantuvimos varias reuniones con responsables de las distintas administracio­nes para pedir aclaraciones sobre la política de desem­balses en nuestra región. Las tremendas inundaciones pa­decidas en muchos munici­pios de la comunidad autóno­ma, en parte por la deficiente política reg ional en materia de

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

de las ayudas. A mediados de año volvemos a poner en mar­cha el plan de pensiones aso­ciado, y por otra parte partici­pamos tanto en la inaugura­ción de la primera planta de purines que genera electric i­dad como en la manifestación contra la insta lación de cen­trales térmicas en la comuni­dad autónoma. C A STILLA

Y L EÓN aguas, anegaron numerosas parcelas y provocaron la desaparición de un buen número de establos, naves y explotaciones ganaderas. Un exhaustivo estudio apuntando que el número de titulares que trabajan fue­ra de la explotación es cada vez ma­yor pone en evidencia un hecho, y es que el número de ATPs en Casti lla y León va descendiendo a la vez que au­menta el número de Agr icu ltores a Tiempo Parcial. UPA en este informe aporta ideas muy interesantes, que son recogidas por la práctica totalidad de medios de comunicación, sobre el fu­turo en el sector agrario y sobre la fuer­za que está empezando a cobrar esa figura. Paralelamente a este trabajo, nuestra or­ganización inició una campaña de de­nuncia social sobre las repercusiones que en la economfa del agricultor y ga­nadero tendrá la eliminación del Régi­men Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS) impulsado por el Go-

También en el 2001 nos volví -mos a encontrar con la incomprensible actitud del Delegado del Gobierno, que intentó coartar nuestro derecho de manifestación a través de sanciones económicas por ' alteración pública ' cuando lo único que hicimos era de­fender pacfficamente nuestras reivin­dicaciones. Sirva como ejemplo la san­ción que interpuso el mencionado de­legado a nuestro Secretario Regional y al Secretario Provincia l de León por manifestarnos en la planta incinerado­ra de Rebisa exigiendo a la Consejería de Agricultura la publicación de la Or­den que regulaba el lucro cesante pa­ra las explotaciones que tuvieran algún positivo de EEB. La respuesta fue la de amenazarnos e imponernos multas por defender a los ganaderos afectados. Los primeros días de verano venlan a confirmar desgraciadamente la nefas­ta cosecha de cereales en Castilla y León. Los campos de la región produ­cfan 3,3 mil lones de toneladas de ce-

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real y en algunas comarcas ni siquiera se superaron las 700 toneladas/hectá­rea. Un año catastrófico, con un 50% menos de una cosecha normal. Dada esta circunstancia UPA arrancó el com­promiso de la Junta de adelantar el 50% de la PAC a los pequeños pro­ductores. Más movilizaciones en julio: por un la­do, por la deficiente normativa sobre mejora y modernización de estructuras agrarias; y, por otro, para buscar solu­ciones al problema de la brucelosis en la cabaña ganadera. La imprescindible presencia de UPA en el sector se hace notar también en la visita de delegados europeos que desean conocer in situ la real idad del girasol en los campos de Castilla y Le­ón. Nuestra organización junto a coo­perativistas, semillistas e industrias ex­tractoras visitan numerosas parcelas de la región con el fin de conseguir una flexibil idad en el programa ambiental del girasol, cu ltivo vita l en el secano castellano y leonés. El mes de octubre comienza con una importante labor reiv indicativa que se traduce en numerosas movil izaciones y concentraciones provinciales para exigir que no se penalice a los pro­ductores de mafz. También se consti­tuye la Unión Sectorial Avícola de Cas­tilla y León y rea lizamos actos de pro­testa para percibir las indemnizaciones compensatorias y para que no se re­trasasen durante más tiempo las con­cesiones de los sondeos en el acuífe­ro de Los Arenales y el Páramo de Cuéllar. El importante papel de UPA en Avi la durante 20 años da su fruto y por fin se firma el convenio para regar 7.500 hec­táreas con ' Las Cogotas ' viendo la luz una reivindicación histórica de nuestra organización. Finaliza 2001 con un nuevo acto rei­vind icativo bloqueando los matade­ros de la región por la nefasta gestión que sobre la enfermedad de las 'vacas locas ' está haciendo el Gobierno, im­pidiendo con esta movi lizac ión que nos cargaran el coste de la eliminación de las harinas cárn icas a los ganade­ros como venían haciendo desde pri­meros de enero.

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ACCION SmDICAL DE UPA Uniones Territoriales

UPA CASTILLA-LA MANCHA chas se saltaron este acuerdo y UPA Cas­tilla-La Mancha decidió entonces certifi­car notarialmente que había bodegas que no estaban cumpliendo los acuerdos fir­mados. Es más, que los precios en bo­degas distintas coincidían en lo que po­día suponer un acuerdo contra las leyes de la competencia. El escándalo informa­tivo que se creó tras esta revelación de UPA-CLM presionó a los bodegueros a su­bir los precios. Y toda esta intensa activi­dad ha sido traslada a nuestros afil iados a través de decenas y decenas de asam­bleas informativas en multitud de locali­dades.

Trabajando en todos los frentes con autonomía y eficacia

El año 2001 se inició para UPA Casti­lla-La Mancha con la gran manifes­tación de ganaderos que celebra­

mos en Toledo el 23 de febrero en coinci­dencia con el resto de manifestaciones convocadas por UPA en toda España. Nos manifestamos unos 3.000 ganaderos y afiliados reivindicando que el Gobierno central aceptase su responsabilidad en la crisis de la EEB. Pero UPA-CLM ha conti­nuado defendiendo a los ganaderos de vacuno una vez apagada la expectación social, y de hecho ha sido la única orga­nización de la región que ha pedido a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ayudas regionales, presentán­dole un Plan Regional de Ayudas Directas por la EEB. Fue el punto de salida de un año de enor­me actividad en esta región: hemos orga­nizado el sector avícola en Castilla-La Mancha, constituyéndose la Unión Secto­rial Avícola de UPA-CLM en la que están afiliados la mayor parte de los criadores de pollo de la región, y que está desarro­llando una gran labor organizativa, cele­brando asambleas, informando a los cria­dores y luchando por los derechos de un sector antes indefenso. A nivel organiza­tivo, junto con la constitución de esta sec­torial , durante 2001 se celebró el 11 Comi-

té Regional Ordinario, el 111 Congreso de UPA Cuenca, y se constituyeron diversas ejecutivas locales. superándose ya la quincena de oficinas abiertas en la región. En el sector vitivinícola, tan caracteristico de esta región, hemos planteando activi­dad en todos los frentes. desde sentarnos con el Ministro a negociar con la Admi­nistración regional. UPA-Castil la-La Man­cha no ha dudado, incluso, en pedir el ce­

UPA Castilla-La Mancha también consigue frutos palpables: En Montealegre del Cas­tillo (Albacete), una de las localidades más secas de la región, 86 familias consiguie­ron "arrancar" a la Confederación Hidro­

se de un director general de la Junta de Comunidades f)or ha­ber aprobado una orden de re­parto de viñedo para regulariza­ción, discriminando a pequeñas explotaciones, jóvenes viticulto­res y a quienes han cumplido la ley. UPA-CLM fue así la única or­ganización que en octubre de 2001 se opuso a esta orden. El tiempo luego nos ha dado la ra-

Unión de Pequeiios Agricultori~s y Ganaderos

gráfica del Segura una conce­sión de 1.762 metros cúbicos por hectárea y año, un hecho inédito en esta confederación. La actividad de UPA Castilla-La Mancha va desde logros tan concretos como el anterior a una labor general para el sector agrario como es el haber logra­do que el Consejo Económico y Social de Castilla-La Mancha CASTIL LA-LA

MANCHA

zón poniendo a cada uno en su sitio, y este reparto de viñedo ha sido un fracaso por las razones ya expuestas por esta organización meses antes. UPA también fue la primera organización en instar a los empresarios bodegueros e industrias vitivinícolas a pactar un acuer­do-marco sobre precios de la uva, alcan­zándose un acuerdo de precios con los principales productores. Después. mu-

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LA ILIAI

recomiende la modulación de las ayudas propuesta por UPAy el Esta­tuto del Agricultor y el Ganadero. Y el año lo cerrábamos tratando de sol­ventar la crisis creada tras la alarma sani­taria del aceite de orujo. De nuevo los agri­cultores volvían a sufrir una crisis sin que desde la Administración se actuase "de oficio" . La Unión Sectorial del Olivar de UPA-CLM mantuvo reuniones con los res­ponsables de la Administración central y re~1i onal exponiéndoles soluciones y al­ternativas para que la eliminación de los alperujos no supusieran coste alguno al agricultor. UPA Castil la-La Mancha cerraba así el año 2001 con la satisfacción de haber sido una herramienta útil para el ganadero y el agri­cultor; respondiendo rápida y profesio­nalmente a las crisis abiertas; aportando organización y experiencia a sectores abandonados; demostrando autonomía y seriedad; y consiguiendo desde agua de riego a mejoras de precios de los pro­ductos agrarios.

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UPA-UCE EXTREMADURA La primera fuerza del campo extremeño

E n diciembre del año 2001 UPA se convirtió en la mayor orga­nizac ión del campo extremeño

tras su fusión con la Unión de Cam­pesinos Extremeños (UCE) durante el desarrollo de un Congreso extra­ordina rio ce lebrado en Mérida al que asist ieron más de 300 delegados. El respaldo de los part icipantes fue aplastante ya que el 96% de los de legados comarcales de ambas organizaciones mostra-ron su voto favorable a una fusión que sitúa a la organización a la ca­beza del sindicalismo agrar io de Ex­tremadura, con el 40% del censo agrario en nuestras filas. Tres meses después, el 3 de marzo de 2002, las candidaturas de UPA­UC E Extremadura para renovar las Cámaras Agrarias de Cáceres y Ba-

dajoz recib ieron el respa ldo mayori­tari o de los agricultores y ganaderos de la reg ión, hasta convertir a UPA­UCE en la primera fuerza del campo extremeño. La elevada participación en las ur­nas, con un 75,26% de los censados

-frente al 71 ,9 1% de las elecc iones de 1998-, confirmó la profes ionali­dad y preocüpac ión de los agricultores y gana­deros extremeños por el futuro del sector. Y los

casi 5.000 votos recibidos por UPA­UCE suponen el 44,5% de l tota l de votos a nivel regional, 11 puntos más que ASAJA y 28 puntos más que CO­AG. A nivel provinc ia l, la cand idatu­ra de UPA-UCE en Badajoz obtuvo el 48,25% de los votos y en Cáceres, el 39%. Unos resul tados muy satisfac­torios que los candida to s de UPA-

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UCE Extremadu ra en Badajoz, Lo­renzo Ramos, y Cáceres, José Cruz, valo raron tras las elecc iones como "muy positivos" . Tanto UPA como UCE en sus res­pectivas trayectorias han demostra­do ser las organizaciones que repre­sentan y defienden los intereses de los peq ueños y med ianos agricu lto­res y ganaderos y de la exp lotac ión fam iliar agraria. Tras la fus ión, la im­plantación de UPA-UCE es plena en toda la región con una treintena de oficinas abiertas en prácticamente la mayoría de las comarcas. En el aspecto re ivind icativo ambas organ izaciones se mantuvie ron uni­das en numerosas movilizac iones que se ll evaron a cabo en el año 200 1 en la defensa de sec tores tan dañados como el vacuno, el maíz o tabaco, siendo ésta última la más es­pectacu lar por el número de partici­pantes , más de 40.000 personas , convi rtiéndose así en la más multitu­dinaria de las ce lebradas en los últ i­mos años en Extremadura. El acto convocado por la Plataforma en Defensa de l Tabaco bajo el lema "O te mueves hoy o emigras mañana" en la localidad cacereña de Naval­moral de la Mata, logró la conjunción no sólo de los ag ri cultores afectados sino de políticos, sind icatos, coope­rat ivas, entidades financieras y ayun­tamientos de la comarca tabaquera, situada en el norte cacereño. Las graves crisis alimentarias provo­cadas por las "vacas locas" primero y la fiebre aftosa después sacudió de manera grave a los sectores del va­cuno y porcino extremeños. UPA­UCE denunció públicamente la inefi­caz ac tuac ión del Gobierno español en estos dos asuntos que sacudió profundamente la maltrecha econo­mía de los ganaderos afec tados. En este contexto llevamos a cabo en el mes de febrero una gran manifesta­c ión en Badajoz en la que participa­ron alrededor de 2.000 ganaderos de la región . El primer éxito de la movi­lización no se hizo esperar y el Go­bierno daba marcha atrás instantes después del acto de protesta ce le­brado conjuntamente en diversas co-

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1 munidades , y retiraba una de las medidas que había causado más controversia en el sector; esto es, el aval requerido para la destrucción de las vacas mayores de 30 meses a las que no se les había practicado la prueba para la detección de la EEB. Unas semanas antes, UPA había fir­mado un acuerdo con UGT por el que se facilitaba la movilidad a los trabajadores del campo para realizar las tareas de recolección en las zo­nas de campañas con el objetivo de solventar la falta de mano de obra , unos de los principales prob lemas con los que cada año se enfrentan los empresarios extremeños, funda­mentalmente en los meses en que la activ idad en el campo es más inten­sa . Por otra parte, la organización daba respuesta al problema de la in­migración rechazando la contrata­ción de trabajadores de fuera de la región de manera desordenada. Los conflictos con la Confederación Hidrográfica del Guadiana no cesa­ron el año 2001 ya que el organismo público incumplió varios de los acuerdos fi rmados con los regantes

ACCION SINDICAL DE UPA U Iliones Territoriales

re lativos a la congelación de las tari­fas de riegos y la actualización de las cuotas atrasadas . La respuesta de UPA-UCE fue contundente y en ma­yo solicitamos el cese inmediato de su presidente por la fa lta de cred i­bi li dad ante los ag ri cu ltores y por el talante 'seudo-feudal' que venía em­pleando en los últimos tiempos. Unos meses después , dicha destitución fue hecha pública . A finales de año nos enfrentamos a una nueva crisis en el cultivo de ma­íz al romper el Gobierno de manera unilateral el acuerd o al que habían llegado los representantes autonó­micos con el ministro Arias Cañete sobre las penalizac iones en el cu lt i­vo, en el marco de la Conferencia Sectorial celebrada en septiembre . Según el dictamen emitido dichas sanciones serían ap licadas en el ám­bito regional. La posterior nacionali­zación de las pena li zaciones metió en el mi smo saco a todos los pro­ductores, los de las comunidades que se sobrepasaron en las siem­bras y los que respetaron sus cuotas de producción , como fue el caso de

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Extremadura. Esta actitud indignó a los cultivado­res extremeños que perderían por esta causa más de 1.200 millones de pesetas, las pérdidas globales por la caída de los prec ios duplicaban la cantidad. La organización lideró una movilización en Badajoz para recla­mar la restitución del acuerdo de la Conferencia Sectorial, postura que fue apoyada por la administración re­gional y que debieron entender en el propio ministerio ya que finalmente nos dieron la razón y los cultivadores pudieron respirar al no ver incre­mentadas sus pé rdi das de renta. El año 2001 también se caracte ri zó por la firma de un acuerdo histórico en la región entre los sindicatos de trabajadores y las organizaciones profesionales agrarias para equipa­rar las condiciones salariales y labo­rales en las dos provincias extreme­ñas. Por primera vez el campo en Ex­tremadura dispone de un convenio regiona l y una normativa única para ambas provincias, se cumplía una vieja reivindicación de la organ iza­ción.

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ACCION SINDICAL DE UPA Uniones Territoriales

UNIONS AGRARIAS-UPA GALICIA

Una solución para cada problema

La última época ha sido la más des­graciada para el sector del vacuno de carne en Galicia, tanto a nivel de ren­

tas como de prestigio de la profesión. La apari ción del primer caso de "vaca loca" en España desencadenó una bajada en el consumo y en los precios que condujo directamente al cierre a miles de explota­ciones: 10.000 sólo entre 1999 y 2000. En 2001, de los 140 ganaderos y agricultores que abandonaron su actividad cada día, 42 fueron gallegos. La peor parte de la crisis estuvo unida a una campaña -promovida también por la intervención de la Administración- de cul­pabilización del oficio de ganadero. Du­rante meses, los ganaderos gallegos estu­vimos en la picota informativa, y se nos se­ñaló, desde algunos frentes, como envenenadores y avaros. Unións Agrarias­UPA realizó un gran esfuerzo informativo en la defensa de los productores de vacuno, organizando miles de aparicio­nes públicas en las que explicá­bamos a la opinión pública que nosotros, los productores de va­cuno, no sólo no envenenamos a nadie, sino que somos las vícti­mas, no los culpables de la si­tuación creada a partir de la im­prudencia y la avaricia ajena. La crisis aún no ha terminado. Eso lo saben bien los producto­res de carne. La Administración, sin embargo, no comparte la opinión de los productores. En los últimos meses han de­cidido que la crisis ha finalizado. Es de su­poner que esta decisión fue la que los lle­vó a reducir el presupuesto destinado a EEB. Éste pasa de los 153.000 millones del 2001 a unos 10.000 millones en el 2002. La eliminación de harinas animales, es de­cir, la transformación de los Materiales Es­pecíficos de Riesgo para destruir el prión en caso de que exista, es una de las acciones que el MAPA deja de financiar a partir de es­te 2002. Unións Agrarias-UPA respondió con concentraciones a nivel nacional, en los ma­taderos representativos de cada Comunidad Autónoma, el 10 de enero de 2002.

Para el vacuno de leche, el momento tam­bién es muy delicado: la propuesta de la in­dustria de bajar la leche en el campo has­ta 7 u 8 pesetas entre los meses de di­ciembre y abril traería consigo pérdidas para los ganaderos de hasta 35 millones de euros. Unións Agrarias-UPA rechaza es­ta propuesta de la industria, que sigue to­mando sin contar con nadie decisiones que afectan a miles de explotaciones lácteas. Máxime cuando los ganaderos todavía si­guen soportando las pérdidas ocasionadas por la crisis de las "vacas locas". Unións Agrarias-UPA está tratando en la In­terprofesional Láctea (INLAC) esta situa­ción de desajuste que afecta de un modo gravísimo a las rentas de miles de explo­taciones lácteas gallegas. La Asociación Sectorial de Criadores Avl­colas de Galicia (ACRIAGA), integrada en Unións Agrarias-UPA, nació el 7 de julio de 1996 para defender y reivindicar los dere­

chos de los avicultores gallegos. Poco después, nuestra contribu­ción fue fundamental para crear la Plataforma Avícola Estatal, la primera organización de estas características que se crea en España para defender los intere­ses comunes de los granjeros productores de carne, y que agrupa al 90% del sector en todo el Estado. El trabajo de Unións Agrarias­

UPA-ACRIAGA, después de varias mani­festaciones y numerosas reuniones con los Grupos Parlamentarios en el Congreso de los Diputados y con los responsables del MAPA, para sensibilizar a la clase política de la situación de indefensión y sumisión en la que se encontraban los avicultores in­tegrados, cristalizó el 27 de marzo de 2001 con la firma del Acuerdo Marco para la Mo­dernización y Competitividad de la Avicul­tura de carne de Pollo en España, rubrica­do por el Ministerio de Agricultura, la pa­tronal de las integradoras Propollo y Unións Agrarias-UPA como única organización re­presentativa del sector en Galicia y en el conjunto del Estado.

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El 23 de noviembre de 2001, los aviculto­res gallegos se reunían en Sil leda, convo­cados por Unións Agrarias-UPA-ACRIAGA, para debatir la situación del sector y com­probar el grado de cumplimiento del mis­mo por parte de las compañías. La prácti­ca totalidad de empresas y cooperativas lo respetaban , a excepción Avícola de Gali­cia del grupo trances DOUX, con una cuo­ta de mercado del 12% en Galic ia. Pero bastó con esperar para que los franceses se ajustasen a la nueva reglamentación del sector en Galicia. El 27 de noviembre, días después, se reu­nía en el MAPA /a comisión de seguimien­to del Acuerdo Marco para aprobar el Es­tatuto Sectorial y Código de Buenas Prác­ticas del sector Avícola de Carne que tendrá el rango normativo de Real Decre­to y por tanto e ob ligado cumplimiento en todo el Estado, la herramienta que desa­rrollará y establecerá el marco legal de or­denación y regulación del sector en Espa­ña, convirtiéndose así en el primer estatu­to regulador de un sector agrícola o ganadero, en donde se establece por pri­mera vez una relación contractual, en cla­ve de igualdad, entre avicultores y empre­sas integradoras. El sector hortícola estuvo especialmente afectado por la ola de frío siberiano que afec­tó a Galicia en los últimos tres meses de 2001 . Las pérdidas, según los cálculos de Unións Agrarias-UPA, ascendieron a 5 millo­nes de euros (unos 848 millones de pesetas). Las heladas causaron graves daños en los pastos y la huerta gallega. Las peores con­secuencias las sufrieron las áreas producti­vas de lechuga, cebolla, acelga y colif lor. El sector vitivinícola está sumido en una cri­sis de precios que ya se ha hecho notar en la última campaña, en la que las bajadas afectaron a todas las denominaciones de ori­gen gallegas. Unións Agrarias-UPA llevó a cabo un gran número de asambleas para in­formar a los viticultores antes de la vendimia. Unións Agrarias-UPA llevó a cabo una fuer­te campaña de presión para convocar la Me­sa de Precios y que los viticultores pudiesen obtener cotizaciones dignas para la uva.

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ACCION SINDICAL DE UPA U Iliones Territoriales

UPA LA RIOJA Participación activa en los programas de desarrollo rural

La actividad sindical de UPA La Rioja durante 2001 fue muy variada e in­tensa, centrada tanto en políticas

sectoriales como en desarrollo rural, or­ganización, servicios, formación y aspec­tos jurídicos. En política sectorial, UPA La Rioja ha pre­sentado por segunda vez un plan de reestructuración de viñedo que afecta a 51 agricultores, 57,4 Hectáreas con una inversión de 65 millones y una ayuda de 41 ,6 mil lones.

ca del ovino en el Cidacos, actividad que viene siendo desplazada por decisiones municipales en contra del sector. En relación con el sector hortofrutícola, a través de la Cooperativa "Valles de La Rio­ja" se han desarrollado cursos de agricul­tura integrada en frutales, siguiendo el ci­

clo vegetativo. Se ha finaliza-

Unión de Pequeiios Agricultores y Ganaderos

Se ha pactado con el Consejero de Agri cultura una salida a los transter pendientes, a través de un compromiso público adquiri­do en una reunión expresa con la Comisión del Vino del sin-

LA RIOJA

do con la comercialización en común de la pera Conferencia y se ha participado activamen­te en la organización de la IGP del pimiento riojano, apoyan­do la incorporación de afiliados y proponiendo cambios nor­mativos que faci liten la puesta en marcha de la iniciativa. Dentro de los temas de desa­

di cato. Se ha realizado un estricto seguimiento de la labor del Consejo Regulador duran­te la pasada campaña, so­licitando la ap licación de una serie de medidas que fueron desestimadas por los vocales. Se ha llegado a un claro uso interesado de la Normativa, por lo que el sindicato organizó una serie de reunio­nes informativas en diversas localidades. El sindicato considera que los vocales de­ben dimitir. En vacuno de carne, UPA La Rioja provo­có un encuentro entre ganaderos, Admi­nistración y Universidad para la acepta­ción y desarrollo de una IGP en la sierra. En avicultura, se viene realizando un se­guimiento de los acuerdos alcanzados en Madrid, manteniendo reuniones conjuntas de los granjeros de La Rioja y Navarra. Se trabaja estrechamente con los granjeros de Aragón y del entorno provincial, ex­tendiendo las ventajas sectoriales al co­lectivo. Se han mantenido reuniones locales y en la Consejería para estudiar la problemáti-

rrollo rural, UPA La Rioja ostenta la vicepresiden­cia del CEIP y está en el Consejo de Administra­ción del Centro, que ha tutelado la Iniciativa Co­munitaria LEADER 11 . Es­to ha permitido seguir de cerca desde el Comité de seguimiento y Con­sejo de Administración durante el periodo de vi­

gencia de la iniciativa todos los proyectos de desarrollo realizados en la zona auxi­liable. El trabajo de la organización dentro del LEADER 11 ha sido reconocido por la em­presa encargada de realizar la evaluación final del programa, que considera que Fundación Cajarioja y UPA han sido las or­ganizaciones más activas y que más se han implicado en el proyecto. Dentro del proyecto LEADER 11 el grupo de Medio Ambiente ADEMAR de UPA La Rioja ha realizado publicaciones de mi­crotauna, y ha coordinado la monografía de Artrópodos de La Rioja del Instituto de Estudios Riojanos (1.E.R) Con motivo de la inmediata adjudicación de los proyectos LEADER plus, UPA La Rioja ha intentado

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tener presencia en la totalidad de los pro­yectos que se puedan presentar, traba­jando esta presencia desde el CEIP y en negociaciones con Fundación Cajarioja. En múltiples foros, UPA La Rioja se ha de­nunciado la taita de desarrollo de la Ley de Desarrollo Rural, publicada en junio del 2000, y en la que el Gobierno ha demos­trado falta de interés al no constituir el Con­sejo Riojano de Desarrollo Rural (cuya pre­visión era de seis meses) y no elaborar el Plan Director de Desarrollo Rural en el plazo de un año a partir de la entrada en vi ¡~or de la Ley. El Plan Director, tal como está previsto en la Ley, es el documento bésico de la planificación y ejecución de las políticas coordinadas de los distintos órganos de la Administración Pública en las Zonas Rurales de actuación. La taceta informativa se ha desarrollado activamente durante el año 2001. La apa­ri ción de un boletín propio fue una de­manda de los afiliados desde el 111 Con­greso Regional de la UPA. A lo largo del pasado año se publicaron tres ejemplares del Boletín "La Tierra de La Rioja", con una tirada de 3.000 ejemplares y una periodi­cidad bimensual. UFJA La Rioja, en calidad de organización representativa en la comunidad autóno­ma, viene siendo convocada al Consejo Económico y Social, Cámara Agraria Re­gional y reuniones del Consejo Agrario, con sus mesas derivadas (vino, ganade­ría .. . ). UFJA La Rioja concertó un crédito com­plementario con CAJARIOJA para los ag:ricultores y ganaderos que suscribieron el crédito del gasóleo a través de las soli­citudes que tramitó nuestro sindicato. El sindicato se encuentra en una nueva si­tuación al ser las Organizaciones Agrarias las encargadas de cumplimentar los es­tudios económicos en los expedientes de modernización e incorporación y no haber previsto la Administración compensacio­nes económicas. Este trabajo lo venían desempeñando los funcionarios de las Oficinas Comarcales. Finalmente, en formación, se han desa­rrollado Cursos a través de la correspon­diente Orden de la Consejería de Agri ­cultura: dos de Informática básica para ag ricultores y ganaderos, dos de medio ambiente y uno de manualidades y res­tauración en el medio rural.

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ACCION SmDICAL DE UPA Uniones Territoriales

UPA PAIS VALENCIANO Una organización consolidada y muy activa

E 1 año 2001 ha sido decisivo para la implantac ión de UPA País Va­lenciano, ratificada por la buena

acogida de los agricultores y ganaderos valencianos a nuestras propuestas para defender a las explotaciones fami liares y el desarrol lo rural . Durante la grave crisis de las "vacas lo­cas", UPA País Valenciano fue la única organización que se movil izó en la Co­munidad Valenciana en defensa de los ganaderos

venes agricultores y ganaderos progra­marse y plan ificar sus explotaciones. UPA País Valenciano ha asumido tam­bién la apuesta para crear una Indica­ción Geográfica de Vinos de la Tierra en Castellón, con el objetivo que llegar a te­ner, en el menor tiempo posible, una De­nominación de Origen. La campaña de cítr icos este año ha te­nido problemas serios, por la gran can­tidad de frutos para el destrío, debido

Nuestra Comunidad en tan só­lo cuatro años ha perd ido 13.500 agricu ltores y ganade­ros. Cada vez hay menos acti­vos en la agricultura y este ri t­mo, que no tiene visos de pa­ralizarse, se produce entre otros casas por la falta de pro­gramas serios y fiables por par­te de la Administrac ión auto­nómica para permitir a los jó-

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

a la "ceratitis capitata" (mos­ca de la fruta), sobre todo en las variedades tempranas y extratempranas, en parte por­q ue el servicio de plagas de nuestra Comunidad no con­siguió reducir las poblaciones de mosca al principio del ve­rano. El resto de la Campaña ha tenido dos pro tagonistas c laros : el c ierre de fronteras de Estados Unidos a las ele-

PAÍS VALENCIANO

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mentinas y las lluvias de octubre, don­de la persistencia provocó pérdidas im­portantes en campos de c lementinas debido al "p ixat" (deterioro de la piel por exceso de humedad) y la caída fi­siológica de los frutos. En cuanto al " Anteproyecto de Ley so­bre Ordenación y Modern ización de las Estructuras Agrarias de la Comunidad Valenciana" , UPA aportó observaciones de carácter general y otras al articu lado en el Consejo Económico y Social. En la Comunidad Valenciana, el 82% de las explotac iones son marg inales , el 12% sé podrían denominar explotacio­nes mejorables y 6% explotaciones via­bles. Ante esta situación, nos encontra­mos con un escenario complicado de­bido a las pequeñas dimensiones de nuestras estructuras productivas. Finalmente, hay que destacar también que durante todo el año 2001 UPA País Valenciano real izó numerosas charlas, jornadas y cursos, ofreciendo informa­ción y formación en todo el territorio. For­mamos parte como socios de dos Aso­ciaciones para la promoción socio-eco­nómica, del Maestral Plana Alta y Macizo de Caroig así como del Leader Plus Se­rranía Rincón de Ademuz.

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ACCION SINDICAL DE UPA Uniones Territoriales

UPA MURCIA Respuestas sectoriales y más servicios

U PA Murcia desarrolló en 2001 una intensa actividad sindical y de pro­fundización en la prestación de

servicios profesionales a los agricultores y ganaderos murcianos, así como de cre­cimiento afiliativo y de implantación de UPA en las distintas comarcas y sectores productivos. El sector vacuno atravesaba una gravísima crisis de precios como consecuencia de la aparición en Galicia, en los últimos meses de 2000, de los primeros casos de animales afectados por la EEB, y

ministrativa de todas las explotaciones y, en tal sentido, tras el convenio ya firmado para el sector porcino, se consiguió la for­malización de un nuevo convenio, con la Comunidad Autónoma de Murcia, para la adecuación ambiental de las explota­ciones de rumiantes, que se firmó el 28 de

febrero.

las explotaciones familiares se enfrentaban a una drástica caída de sus ingresos e importante pér­

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

Al mismo tiempo, las nego­ciaciones en marcha a nivel na­cional entre las integradoras aví­colas, el MAPA y UPA, se con­cretaban en la firma de un acuerdo nacional que incluía la consecución de reivindicac io­nes históricas de los producto­res integrados avícolas; acuer­dos que no obstante ha sido ne-dida de renta sin que el Gobier­ MURCIA

no español, a diferencia de los precedentes existentes en otros países de la UE, adoptara medidas de choque para paliar las consecuencias económicas so­bre las explotaciones ganaderas. Tuvo que ser UPA quien, mientras el resto de Orga­nizaciones Agrarias asistían impasibles a la situación, asumiera la defensa del sector y canalizara el descontento y las reivindi­caciones de los ganaderos a través de las movilizaciones realizadas el 23 de febrero. También los productores de cítricos pa­decían nefastas consecuencias econó­micas motivadas por el preocupante re­traso que la Comunidad Autónoma de Murcia venía acumulando en el pago a las Organizaciones de Productores de Cítri­cos (OPC) de las ayudas comunitarias por los cítricos destinados a su industrializa-ción, lo que incidía directamente en la si­tuación económica de muchas coopera­tivas. También en esta ocasión, UPA pro­vocó la movilización ante la Consejería de Agricultura de Murcia celebrada el 25 de enero, en colaboración con las OPC, que permitió el inicio de contactos entre el sec­tor y la Administración Regional para abor­dar la normalización en los pagos. Con respecto a la ganadería, UPA conti­nuó impulsando la creación de mecanis­mos que permitieran la regularización ad-

cesario exigir su cumplimiento a lo largo de 2001, dadas las "resistencias" encontradas en las empresas que traba­jaban en la Región de Murcia a poner en práctica todos los términos del acuerdo. Especial atención mereció el sector de fru­tos secos, que dada su enorme impor­tancia en la Región de Murcia (casi 80.000 hectáreas de almendro), y particularmen­te en las comarcas más desfavorecidas de la Región-. La finalización de Planes de Mejora, a través de los cuales casi 8.000 pequeños y medianos productores mur­cianos reciben unas ayudas de 40.000 pe­setas/hectárea, sigue siendo una ame­naza ante la decisión tomada por la UE de establecer prórroga de un año para di­chos planes sin que por el contrario exis­ta compromiso claro de establecer como alternativa una ayuda definitiva; reivindi­cación por la cual UPA, junto con los pro­ductores agrupados en Organizaciones de Productores de Frutos Secos, viene lu­chando en los últimos años. Precisamen­te en el mantenimiento de esa reivindica­ción y en la ausencia de compromisos concretos por parte del Consejo de Mi­nistros de Agricultura de la UE tuvo su jus­tificación la multitudinaria manifestación celebrada en Madrid el 16 de Junio de 2001 y que fue la antesala de la aproba-

253

ción en noviembre, por la Comisión Euro­pea, de una propuesta por la que se aprobaba una nueva prórroga de un año para los Planes de Mejora vencidos en 2000y 2001. UPA ha tenido que establecer nuevas lí­neas de servicios profesionales para aten­der nuevas necesidades de los agricul­tores y los ganaderos murcianos y que vie­nen a añadirse a las que se vinieron poniendo en marcha y consolidando en los años precedentes. Así, a los cursos de formación para la obtención del carnet de manipulador de plaguicidas, tanto en su . modalidad de básico como en la de cua­lificado, cursos de prevención de riesgos laborales, de actividades alternativas en el medio rural, de poda, de gestión de ex­plotaciones, etc., a la tramitación de ayu­das para incorporación de jóvenes, mo­dernización de explotaciones, primas ga­naderas, ayudas a superficies PAC, etc., han venido a sumarse nuevos servicios bien directamente bien a través de con­venios de colaboración con entidades. En­tre estos cabe destacar la realización de estudios hidrogeológicos para obtener de la Confederación Hidrográfica del Segu­ra la autorización para almacenar en bal­sas los purines de las explotaciones por­cinas y las actuaciones realizadas para que las explotaciones ganaderas cumplan tocios los requisitos para ser calificadas como pequeños productores de residuos veterinarios. Por último y entre otras actuaciones reali­zadas en el ámbito sectorial, fue también UPA quien lideró el rechazo de los pro­ductores de tomate murcianos al acuerdo alcanzado entre la UE y Marruecos, por el cual se establecían nuevas concesiones a este país tercero en sus exportaciones de tomate a la Unión Europea. En el plano organizativo cabe destacar, entre otros, la celebración de los Comités Regionales de UPA que aprobaron la ges­tión de la Comisión Ejecutiva Regional, el crecimiento afiliativo experimentado por la Organización y la apertura de nuevas se­des, especialmente la Oficina Comarcal de UPA en Lorca, inaugurada el 3 ele oc­tubre de 2001 con la presencia del Se­cretario General de UPA Federal , Fernan­do Moraleda, que ha permitido acercar la presencia y los servicio de UPA a la co­marca del Valle del Guadalentín.

Page 256: Anuario UPA 2002

ACCION SINDICAL DE UPA Uniones Territoriales

UPA NAVARRA

Pollos, ''vacas locas" y tomates

Varios son los sectores en los que UPA Navarra ha tenido que de­sarrollar, de forma activa y deci­

siva, su acción sindical en el año 2001. Con el comienzo del año, la Unión de Pequeños Agricul tores y Ganaderos de Navarra se volcó en uno de los secto­res con más tradic ión en nuestra Or­ganización, el avícola en integración . Este sector se vio inmerso en impor­

acuerdo que entienden va a garantizar las relaciones entre las partes, y aca­ba con muchos años de total indefen­sión de los ganaderos ante las exigen­cias de las integradoras. En el sector del vacuno de carne, tras la aparición en los últimos meses del año 2000, de los primeros casos de EEB en nuestra Comunidad Foral, es en el año 2001 cuando se notan con gran

tantes acontecimientos, ya que tras intensas nego­ciaciones con las empresas in­tegradoras (ANPP) y después de la convocatoria de cierre de granjas por nuestra parte, pre­visto para el mes de diciembre de 2000, se llegó a la firma del acuerdo con las integradoras. Un acuerdo marco que no ha­bía existido nunca en ningún sector ganadero del Estado, y

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

intensidad las repercusiones en las economías de los ga­naderos de este sector. Desde UPA Navarra se han ido planteado a las autorida­des autonómicas las distintas alte rnativas y med idas nece­sarias para la defensa de es­ta importante ganadería. Ante las escasas medidas ofreci-

NAVARRA das por las Administraciones

que ponía fin a una situación en la que las relaciones contractuales eran exclu­sivamente una imposición de una de las partes, la de las empresas integradoras. El sector, tras las cor respondientes asambleas, aceptó de buen grado el

para resolver este gravísimo problema, nuestras alternativas son ex­puestas en la Comisión de Agricultura y Ganadería del Parlamento de Nava­rra; as imismo, miembros de la Ejecuti­va junto con ganaderos del sector, man­tienen reuniones en la Delegación del

254

Ministerio de Agricu ltura, Ganadería y Alimentación, y en la Consejería de Agricu ltura y Ganadería del gobierno autonómico. UPA Navarra rechazó la concesión de las subvenciones directas a los ag ri­cultores de tomate y la consiguiente fi­jación de precios de venta a las con­serveras. Estas medidas cond ucen a una campaña en la que, tras el cambio de sistema, el agricultor de tomate su­fre una fuerte pérdida de ingresos, lo cual puede conducir a una disminución de productores de esta hortaliza, sien­do esto una c ircu nstanc ia muy preo­cupante ya que en esta región el culti­vo del tomate puede calificarse como cultivo social. Una de las preocupaciones más im­portantes para UPA Navarra es la atención a sus afiliados . Para ello se hace un esfuerzo especial en el acer­cam iento de nuestra Organ izac ión al afiliado . Esto se consigue incremen­tando las oficinas locales y los puntos de atención, para lo que se ha dise­ñado un plan a desarrollar en su to­tal idad entre los años 2001 y 2002, y así poder llegar a disponer de 17 pun­tos de atención cuando antes so la­mente contábamos con una ún ica ofi­cina provincial. Durante el año 2001 se han atendido re­gularmente 9 oficinas ubicadas en pun­tos estratégicos, y en donde una vez por semana se resuelven los problemas y consultas de nuestros afiliados. Para el año 2002 queda desarrollar en su to­tal idad el plan, hasta llegar a las 17 ofi­cinas previstas, en donde se atenderá una vez por semana. Se refuerzan los servic ios hacia los agr icu ltores y ganaderos, especia l­mente en lo referente a la contratación de temporeros para las campañas de recolección , podas , etc ., con la reali­zación de contratos, cotizac iones a la Seguridad Social, nóminas, etc., así co­mo también la ayuda a la legalizac ión de inmigrantes. Asimismo , a fina les del 2001, se co­menzó una campaña de información a nuestros afiliados para el desarrol lo del conven io firmado a nivel nacional con Banesto y conseguir el máximo núme­ro de tarjetas UPA Banesto.

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,. Indice de anunciantes

ACOR 55 CNH MAQUINARÍA SPAIN, S.A. 29 GENERALITAT VALENCIANA 202

ACTIVIDADES MIL LOMAS, S.A. 175 COMITÉ ANDALUZ GOBIERNO DE CANTABRIA 195

AGROBANESTO Interior ContraQortada DE AGRICULTURA ECOLÓGICA 186 GOBIERNO DE LA RIOJA 207

ALFERSÁN, S.A. 149 COMUNIDAD DE MADRID 209 GOBIERNO DE NAVARRA 105

ANCHE 187 CONASPI 173 GOVERN BALEAR 193

ASOCIACIÓN INTERPROFESIONAL DIPUTACIÓN JOHN DEERE 11 y 95 DE FORRAJES ESPAÑOLES 163 PROVINCIAL DE ALBACETE 27 JUNTA DE ANDALUCÍA 188 AZUCARERA EBRO 75 DIPUTACIÓN JUNTA DE COMUNIDADES

BASF 84 PROVINCIAL DE CÁCERES 183 DE CASTILLA-LA MANCHA 32 y 198

BBVA 17 DIPUTACIÓN PROV. DE PALENCIA 165 JUNTA DE EXTREMADURA 204

BIAGRO 157 DIPUTACIÓN PROV. DE TOLEDO 6 KVERNELAND PIMSA, S.A. Interior Portada

C.R.D.G.P. TERNERA GALLEGA 2 ENESA 72, 228 y 229 MJ\XIDEZA, S.L. 169

CAJA CASTILLA-LA MANCHA 20 ESTUDIOS E INGENIERÍA 164 MERCASA 50

CAJA DE EXTREMADURA 61 EUROAGRO/IBERFLORA 159 REGIÓN DE MURCIA 13

CAJA DUERO ContraQortada FECOAM 155 RIEGOS IBERIA REGABER, S.A. 41 y 125

CAJA MAR

CAJAS RURALES DE CASTILLA-LA MANCHA

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

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68 FERTILIZANTES NATURALES, S.A. 171 RK:O IRRIGACIÓN, S.L. 103y167

GABINETE TÉCNICO FORESTAL 154 TABARES-ACOTAB

78 GASÓLEOS GARCÍA CAMACHO 66 VIVEROS ATANASIO NARANJO, S.L.

www.upa.es El portal de · la ag1ricultura

familiar en Internet

UPA Informa Últimas noticias sobre agricu ltura, g¡anadería y mundo rural.

Servicios al afiliado Tramitación de expedientes. Asesornmiento. Formación.

Debates abiertos ¡Participa con tu opinión sobre las cuestiones más importantes para las explotaciones fami liares!

La Tierra del Agricultor y Ganadero Toda la información de la revista de UPA en Internet.

156

184

Page 258: Anuario UPA 2002

ANDALUCIA

UPA ANDALUCIA Alberche, 4 B 1° 41013 Sevilla Tel. 954 648 221 Fax 954 637 7 42 [email protected]

UPAALMERIA D. Gregario Marañan, 28, 1°1ª 04005 Almería Tel. : 950 622 169 Fax: 950 224 630 [email protected]

UPA CADIZ Avda. de la Marina, 29 11520 Rota (Cádiz) Tel.: 956 841 641 Fax: 956 841 641 [email protected]

UPA CÓRDOBA Plaza de Anda lucla, 9-1 ºA 14013 Córdoba Tel. : 957 421 91 O Fax: 957 421 91 O [email protected]

UPA GRANADA P. Francisco Padilla, E. Hawai, 13-14 18014 Granada Tel. 958 804 363 Fax 958 804 363 [email protected]

UPA HUELVA Avda. Andalucía, 16 21270 Cala (Huelva) Tel. : 959 191 051 Fax: 959 191 051 [email protected]

UPA JAEN Avda. Granada, 1-2' E 23001 Jaén Tel.: 953 270 728 Fax: 953 270 766 [email protected]

UPA MALAGA Heroe de Sostoa, 119-1' D 29006 Málaga Tel.: 952 340 405 Fax:952 340 405 [email protected]

UPA SEVILLA Alberche, 4 B1 º 41005 Sevilla Tel. : 954 662 002 Fax: 954 662 078 [email protected]

1 ARAGON

UPAARAGÓN D. Pedro de Luna, 22 Bajos 51010 ZARAGOZA Tel.: 976 348 160 Fax: 976 315 211 [email protected]

~·-SEDES DE UPA

UNIDN DE PEQUEÑOS AGRICULTORES Y GANADEROS (UPA)

UPA FEDERAL UPA EN BRUSELAS

Agustín de Betancourt, 17. 3°. 28003 Madrid (España)

-~~Tel.: 915 541 870 Fax: 9j 5 542 621

[email protected]

Rue Grety, 11. 5º-2. 1000 Bruselas (Bélgica) Tel.: 00-322 219 18 27 Fax: 00-322-21918~27:__~--upabrá[email protected]

PORTAL DE LA AGRICULTURA FAMILIAR EN INTERNET

UPA HUESCA Parque, 9 22004 Huesca Tel. : 974 22 40 50 Fax: 97 4 22 24 88 [email protected]

UPA TERUEL Crta. Sagunto-Burgos, km. 191 44 200 CALAMOCHA TER U EL Tel.: 978 730 037 Fax: 978 730 037 [email protected]

ASTURIAS

UCA-UPA ASTURIAS Marques Santa Cruz, 6, principal. 33007 Oviedo Tel. : 985 226 711 Fax: 985 227 354 [email protected]

1::0 CANARIAS

UPA CANARIAS Carretera General, 7 38720 San Andrés y Sauces (La Palma) Tel.: 922 450 968 Fax: 922 451 578 [email protected]

UPA LA PALMA Carretera General, 7 38720 San Andrés y Sauces (La Palma) Tel.: 922 450 968 Fax: 922 451 578 [email protected]

UPA TENERIFE Méndez Núñez, 84. 3' 35001 Sta. Cruz de Tenerlfe Tel. : 630 907 176 [email protected]

CANTABRIA

SDGM-UPA CANTABRIA Santa Lucía, 43 39003 Santander Tel. : 942 31 O 659 Fax: 942 361 612 sdgm_upacantabrí[email protected]

www.upa.es

CASTILLA·LA MANCHA

UPA CASTILLA-LA MANCHA Covarrublas, 1 1 'A 45006 Toledo Tel. 925 210 204 Fax 925 21 O 204 [email protected]

UPA ALBACETE Herreros, 14 02001 Albacete Tel. : 967 242 236 Fax: 967 245 426 [email protected]

UPA CIUDAD REAL Alarcos, 24-7º. 13002 Ciudad Real Tel. : 926 214 154 Fax: 926 214154 upací[email protected]

UPA CUENCA Colón, 18. 1' A 16004 Cuenca Tel. : 969 230 060 Fax: 969 230 029 [email protected]

UPA GUADALAJARA Plaza Pablo Iglesias, 2 19001 Guadalajara Tel.: 949 223 980 Fax: 949 230 730 [email protected]

UPA TOLEDO Avda. de Toledo, 31, 2° pta. 6°. 45600 Talavera de la Reina Tel. : 925 808 417 Fax: 925 807 912 [email protected]

CASTILLA Y LEON

UPA CASTILLA Y LEÓN Panaderos, 58 47004 Valladolid Tel.: 983 306 855 Fax: 983 302 831 [email protected]

UPAAVILA Cuesta antigua, 3 05001 Ávila Tel. : 920 213 138 Fax: 920 255 153 [email protected]

256

UPA BURGOS Vietoria, 17-8 0901'J4 Burgos Tel.: 947 203 946 Fax: 947 203 946 [email protected]

UGAL-UPA LEÓN Valcarce, 8 24010 León Tel.: 987 220 026 Fax: 987 230 346 [email protected]

UPA PALENCIA José Zorrilla 4 34001 Palencia Tel.: 979 706 063 Fax: 979 706 061 [email protected]

UPA SALAMANCA Pizarra, 19-bajo 37005 Salamanca Tel. : 923 220 171 Fax: 923 234 201 [email protected]

UPA SEGOVIA Moral, s/n 40440 Santa Mª de Nieva (Segovia) Tel. : 921 594 619 Fax: 921 594 619 [email protected]

UPASORIA Teatro, 14 Bajo 42002 Soria Tel. : 975 231 546 Fax: 975 239 154 [email protected]

UPA VALLADOLID Panaderos, 58 47004 Valladolid Tel. : 983 306 855

983 306 955 Fax:983 302 831 [email protected]

UPA ZAMORA PI. de Alemania, 1. Bajo lz. 49014 Zamora Tel.: 980 160 192 Fax: 980 160 191 [email protected]

COMUNIDAD VALENCIANA

UPA PAIS VALENCIANO Arquitecto Mora, 7 4601 O Valencia Tel.: 963 884 109 Fax: 963 884 010 [email protected]

UPA ALICANTE Pintor Lorenzo Casanova, 4. 4° 03003 Alicante Tel: 965 120 252 [email protected]

UPA CASTELLÓN Ramón y Cajal, 17 12500 Castellón Tel.: 964 231 379 Fax: 964 231 379 [email protected]

EXTREMA DURA

UPA-UCE EXTREMADURA Avda. de la Libertad, sin 06800 Mérida Tel.: 924 372 711 Fax: 924 370 673 [email protected]

GALICIA

UNIÓNS AGRARIAS-UPA Romero Donallo, 38 15707 Santiago de Compostela Tel.: 981 530 500 Fax 981 531 724 unionsagrarias [email protected]

LA RIOJA

UPA LA RIOJA Milicias, 1 bis 26002 Logroño Tel. : 941 240 022 Fax: 941 255 860 [email protected]

MADRID

UPA MADRID Agustín de Bethencourt, 17. 6ª 28003 Madrid Tel. : 915 541 870 Fax: 915 542 621 [email protected]

MURCIA

UPA MURCIA Santa Teresa, 1 o 5° 30005 Murcia Tel. : 968 281 324 Fax: 968 283 633 [email protected]

NAVARRA

UPA NAVARRA Avda. de Zaragoza, 12 31003 Pamplona Tel. : 948 236 450 Fax: 948 242 828 [email protected]

Page 259: Anuario UPA 2002
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~o.AO_.,,~

/:~ I servicio

agroalimentario

:l mundo ~I agrario