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“LA PAZ COMO CAMINO DE ESPERANZA:

DIÁLOGO, RECONCILIACIÓN

Y CONVERSIÓN ECOLÓGICA.”

 

Capilla de Santa Tecla (Catedral) 27 - Diciembre – 2019

 

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CANTO DE ENTRADA 

Vienen con alegría, Señor, cantando vienen con alegría, Señor, los que caminan por la vida, Señor, sembrando tu paz y amor. (2) Vienen trayendo entre sus manos, esfuerzos de hermanos por la paz, deseos de un mundo más humano que nace del bien y la verdad.

BIENVENIDA 

ESTE ES EL DÍA EN QUE ACTUÓ EL SEÑOR SEA NUESTRA ALEGRÍA Y NUESTRO GOZO

DAD GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA

ALELUYA, ALELUYA.

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1.‐ TENEMOS TRES CASAS: NUESTRO PLANETA 

Dice Sandra Myrna Díaz, premio Princesa de Asturias 2019: “La naturaleza es el tapiz de la vida que nos entreteje y nos atraviesa”. “En verdad, la gente está inseparablemente conectada con la naturaleza desde siempre, y hoy vivimos en un mundo mucho más conectado que nunca antes en la historia, pero esto no lo ha hecho un mundo más justo. La aspiración de consumir y acumular siempre más, avasalla el derecho universal de gozar de una relación plena con el tapiz de la vida, porque si demasiadas hebras se devoran o se desechan en un sitio del tapiz, inevitablemente se producen rajaduras y agujeros en otros sitios del tejido”.

Estamos genéticamente conectados a toda la

comunidad de los seres vivos originados por un mismo impulso originario. La creación es manifestación del amor providente de Dios; nos ha sido entregada para que la cuidemos y la transformemos en fuente de vida digna para todos. Desatender las mutuas relaciones y el equilibrio que Dios mismo estableció entre las realidades creadas, es una ofensa al Creador, un atentado contra la biodiversidad y, en definitiva, contra la vida.

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Y, siguiendo el espíritu del Sínodo de la Amazonía… (TODOS)

Nos gustaría asumir, ante la amenaza

extrema del calentamiento global y del agotamiento de los recursos naturales, el compromiso de defender, especialmente con nuestras actitudes, a la “madre naturaleza”.

Nos gustaría bendecir cada día la alianza de Dios con todo lo creado, recordando que: “Por mi parte, voy a establecer mi alianza con vosotros y con vuestra descendencia, con todos los seres vivos.

Nos gustaría convencernos de que no somos los dueños de la madre tierra, sino sus hijos e hijas, formados del polvo de la tierra, huéspedes y peregrinos, llamados a ser cuidadores, comprometidos con una ecología integral en la que todo está interconectado y sobre lo que aletea el Espíritu de Dios.

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2.‐ TENEMOS TRES CASAS: NUESTRO HOGAR 

Los cristianos no podemos mirar la realidad social como desde fuera, como si no fuésemos corresponsables de lo que sucede. Hoy, la humanidad está configurada por la economía de mercado; esa economía que en palabras del papa Francisco “mata”. El “mercado” no es solo una noción económica, sino una forma de entender la vida y su sentido, y cuenta con nuestra complicidad, contaminando nuestras relaciones y motivaciones.

La defensa de la

dignidad de todas las personas y de toda la naturaleza, la igualdad en oportunidades y derechos fundamentales de todos los seres humanos, una progresiva conciencia de otras especies de vivientes, la libertad y justicia, la paz para toda

la humanidad y el cosmos, debe dar sentido grande a nuestras pequeñas vidas y acciones. Concretos en lo pequeño y universales en la intención.

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Y, siguiendo el espíritu del Sínodo de la Amazonía… (TODOS) Nos gustaría adoptar hábitos más

responsables: reducir la producción de basura y el uso de plásticos, favorecer la producción y comercialización de productos agroecológicos, utilizar el transporte público… Reducir, reciclar, reutilizar para asumir un estilo de vida alegremente sobrio, sencillo y solidario con los que poco o nada tienen.

Nos gustaría ponernos al lado de los que son perseguidos por su servicio profético de denuncia y reparación de injusticias, de defensa de la tierra y de los derechos de los pequeños, de acogida y apoyo a los migrantes y refugiados.

Cultivar verdaderas amistades con los

pobres, visitar a las personas más sencillas y a los enfermos, ejerciendo el ministerio de la escucha, del consuelo y del apoyo que traen aliento y renuevan la esperanza.

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3.‐TENEMOS TRES CASAS: NUESTRO CUERPO 

Los especialistas concluyen que hay dos ambientes que influyen en la salud: el medioambiente y el entorno familiar. Cuenta un mito que los dioses ocultaron el secreto de la vida en el cuerpo humano. Para crearlo prepararon el universo. Pero temiendo una rebelión que robara el secreto de la vida, la ocultaron en el interior del cuerpo humano “así no lo encontraran; ocupados por la belleza exterior jamás volverán la vista a su propio interior”. Hoy, nos enfrentamos a múltiples amenazas para el desarrollo e integridad de cada persona: pobreza, violencia, enfermedades, prostitución infantil, explotación sexual, uso y tráfico de drogas, embarazos precoces, depresión, nuevas formas de esclavitud, tráfico de órganos, dificultades para acceder a la educación, salud y asistencia social. También han aumentado los datos referidos al suicidio...  

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Y, siguiendo el espíritu del Sínodo de la Amazonía… (TODOS)

Nos gustaría desaprender sobre el cuerpo,

nuestra casa más cercana: el miedo a no estar todo lo sanos que se nos exige en esta sociedad, obsesionados con la salud, concibiendo la vida humana como algo más que vida biológica.

Nos gustaría aprender sobre el cuerpo: estamos mucho más sanos de lo que creemos, aunque con la globalización de la mediocridad los saludables ahora sobran. Parece que caminamos hacia una sociedad de “todos pacientes”, mucho más que a una sociedad de ciudadanos “razonablemente” sanos.

Nos gustaría ser solidarios con un ejercicio físico razonable, la curiosidad intelectual, el desarrollar la creatividad, el crear vínculos humanos, así como una simplicidad del consumo desmedido, una vida más sencilla y libre, más exigente con la mente que con el cuerpo. Y tener un referente espiritual para acoger y valorar la diversidad cultural en un diálogo respetuoso con todas las tradiciones espirituales.

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CONSTRUCTORES DE NUEVA HUMANIDAD 

Danos un corazón, grande para amar. Danos un corazón, fuerte para luchar.

Hombres nuevos, creadores de la historia, constructores de nueva humanidad; hombres nuevos que viven la existencia como riesgo de un largo caminar.

Hombres nuevos, luchando en esperanza,

caminando sedientos de verdad; hombres nuevos sin frenos ni cadenas,

hombres libres que exigen libertad.

DEL EVANGELIO (Lc. 2, 1 ‐ 7) 

"Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo.

Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David,

que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que

estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en

un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento. "

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ORACIÓN COMUNITARIA 

Gracias al Señor por el Big Bang y las explosiones solares,

las supernovas que reinauguran la Creación, por los quars centrados

en el misterio de la Trinidad, los fotones que nos traen luz,

los teoremas de Pitágoras, el heliocentrismo de Copérnico,

la insumisión de Galileo, la manzana de Newton y el departamento de patentes de Einstein.

Hoy, Señor te damos gracias…

Los reptiles y las aves, los seres que viven y los que mueren. Las colinas más elevadas, los más profundos mares, la potente tempestad y la suave brisa. Las flores del cerezo, la compleja tela de araña, el aroma de la tierra sedienta cuando llueve. Cada célula que forma nuestro cerebro, cada hoja caída, cada pino imponente... Todo ello revela su diseño intrincado. Señor creador, estamos llenos de asombro. Hoy, Señor te damos gracias…

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El canto rodado en la orilla del río, el humus en el suelo del bosque,

lo más profundo del espacio (aún no descubierto),

las arrugas en la cara de un bebé cuando llora. Cada gorrión y cada cabello humano

están numerados y a tu cuidado, El hierro, el aceite y también los diamantes, aunque los usamos nosotros, te pertenecen.

Perdónanos Señor, porque olvidamos que todas las cosas son tuyas,

y sin embargo, todo nos asombra.

Hoy, Señor te damos gracias…

Señor Dios, antes del comienzo de los tiempos te convertiste en un Hijo de Hombre, entraste en el mundo que hiciste (un mundo que creado fue bueno, ahora dañado y decaído). Como Hijo del Hombre, tu muerte invirtió el caos de maldición en nueva creación. La misma tierra tembló ese día, liberada de la esclavitud a la decadencia, reconciliada contigo, esperando en Ti.

Señor Redentor, llenos de asombro, junto a tu Tierra, te alabamos: Hoy, Señor te damos gracias…

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GESTO DE PAZ  

La paz esté con nosotros (3) que con nosotros siempre,

siempre esté la paz.

ADORACIÓN 

Nace el Niño en un portal, Él nos trae la paz, Él nos trae la Navidad, nos trae la felicidad. Venid, que es hoy Nochebuena; venid, que es hoy Navidad. Los pastores ya van caminando al portal. Gloria a Dios y en la Tierra paz. (2) (1) Los ángeles vienen cantando, la estrella empieza a brillar y en la torre las campanas no cesan de tocar: gloria a Dios y en la Tierra paz. Venid, que es hoy Nochebuena (1) Nace el Niño en un portal… (2) María cuida a su niño; José prepara el portal; los pastores de rodillas adoran al zagal: gloria a Dios y en la Tierra paz.