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BURÓ INTERNACIONAL DE LAS ARTES — Correspondencia: Sta Ana, 28, 2.° Letra C Tel. 31 26 63 — Barcelona (España) FEBRERO 1959 N.° 14 SEGUNDA EPOCA AÑO III Precío de este ejemplar 4 ptas. Depósito Legal: B. 5023-1959 1 .............-........................................ Apeles millonario La ciudad de Barcelona cuen- ta con un promedio de veinte Salas de Arte, exponiendo du- rante la temporada más de doce mil cuadros, equivalente a unos cuatrocientos pintores y una venta de tres mil obras, las cua- les podríamos equiparar en j quince millones de pesetas. La i cifra de cuadros es aún más elevada, calcúlase entre Salones, z Concursos, Exposiciones Oficia- les, Entidades, Subastas y Tien- das, con ocho mil lienzos más, aumentando, por consiguiente, el 'c número de pintores en doscien- tos cincuenta; es de creer des- pués de hipotéticas averiguacio- nes en veinte mil cuadros exhi- - bidos al público barcelonés du- - rante el año artístico y obtenien- - do los siguientes resultados: se- tecientos pintores y un giro de veinticinco millones de pesetas, sin contar las transacciones pri- vadas que son muchas a lo lar- go de la temporada. La legión ele artistas que stir- ten este singular mercado in- vierte al año en artículos de su - oficio, como telas, bastidores, pinceles, marcos, etc., etc., diez millones de pesetas, y en las trescientas setenta y cinco ex- posiciones que suelen celebrar- se, dos millones de pesetas en- tre anuncios, catálogos y otras : propagandas. Esta actividad artístico co- : mercial tiene sus características - especiales como todos los mer- cados que se promueven en el - mundo, el del arte queda ma- tizado por un clima original, ya . - que sus personajes son seres dedicados a crear un material . subjetivo, exclusivamente para - el espíritu a pesar que muchos - lo emplean como objetos domés- - ticos, con el símple fin de con- - fortar las paredes de su casa, - preocupándose de su servicio = decorativo, como una lámpara - - más o menos bonita; otros dán- doles más preferencias y amén de otros tantos que más cultos - - y refinados lian hecho de estos productos artísticos su afición -_ favorita, asiduos concurrentes en - esta feria Bien merecen un elogio las Galerías de Arte y a cuantos que por su pasión a la pintura - - dignifican y elevan este mundo = - espiritual dando categoría a - - Barcelona de ciudad culta y : adelantada en arte, incorporán- dola con su afán en el concier- to universal de la pintura. = Tiene sus aspectos grotescos también, quienes al socaire de estas entidades y personas ex- = plotan la afición proporcionán- dole subastando cuadros de du- = dosa paternidad; sus aspectos = también de sainete que se des- arrollan a la trastienda más dis- tanciada de comercio oficial de la venta de cuadros, y otros ac- tores son los traficantes erran- tes, proclamando a •doj*nicilio las . bellezas de los mejores cuadros - • y de las mejores gangas. Y otro tanto el artista que con el cuadro a cuestas ofrece = su arte al probable comprador. Y otros tantos también hundi- dos en el caos por una crítica in- = flexible. Amén de arte, pero el (sigue en la pág. 4) El carnaval viene de mucho más atrás que la institución del cristia- nismo. Todos los pueblos de la an- tigüedad tenían ciertas épocas de licencia y algazara. Los hebreos, a pesar de las prohibiciones del Deuteronomio, celebraban con dis- fraces y bulliciosamente la fiesta de «Pliarimo» que estaba, sin em- bargo, aprobada, y según parece había sido instituída en memoria de haberse libertado los judíos de las asechanzas de Aman, que in- tentó hacer entre ellos un destrozo general. En Grecia liubo también fiestas parecidas, durante las cua- les hombres y mujeres se cubrían el rostro con hojas o se lo desfi- guraban ennegreciéndolo o de cual- quier otro modo, y se entregaban a demostraciones análogas de bu- llicio y alegría. Por otra parte bien conocidas son las saturnales de la antigua Roma, aquella época de fugitiva igualdad en que el escla- vo se ponía los vestidos de su amo, se sentaba con él en la mesa, man- daba en jefe y era obedecido; mise- rable desahogo de un día que le representaba al día siguiente mu- cho más dura su condición. Algunas ciudades, sin embargo, han adquirido cierta celebridad por estas fiestas, y una de ellas es Ve- necia. De todas las naciones de Eu- ropa concurrían durante la repú- blica gran número de personas a aquellas animadas diversiones que pudiéramos llamar más bien ba- canales. El gobierno, que ejercía un atroz despotismo con aparien- un largo carnaval para distraerle de sus verdaderos quebrantos. Con- vertíase la ciudad en un Babel: gen- tes de diferentes países; personas de todas condiciones andaban mezcla- das por medio de un disfraz gene- ral, que alentaba el mayor desen -freno. Parecía un pueblo abandona- do de la mano de Dios; y con efec- to, allí todo era libertinaje, todo confusión y escándalo. Milán y Ro- ma se distinguieron también, aun- que no tanto, por esta clase de fiestas, en las que llegaron algu- nas veces a tomar parte personas llamadas por su carácter a más se- rio entretenimiento, a deberes bien distintos. En Milán ha quedado el car- naval reducido, lo mismo que en Venecia, a una sombra de lo que fué. Francia ha solido divertirse gran- demente en la época del carnaval, que ha durado allí por lo común más de tres días. Fueron célebres los bailes de máscaras en tiempo de Luis XIV, cuyo lujo no tuvo rival. A Inglaterra, a pesar del carácter de sus habitantes, le pa- recieron bien las costumbres de Francia y no tardó en adoptarlas. En todos los pueblos de España se conserva la práctica de extrañas costumbres en la mencionada época del año, las cuales deben tener muy remoto origen. Los catalanes han sido los más aficionados a es- tas fiestas, y así se ve que en casi todas sus poblaciones se conocen hoy funciones, juegos y combates de máscaras que llaman el diablo. Madrid, en otros tiempos tuvo ción, sus regocijos y máscaras du- rante los tres días que preceden a los cuarenta de recogimiento y privaciones de la cuaresma. Feli- pe IV se complació en proporcio- nar al pueblo de Madrid un car -naval alegre el año de 1637. Con noticia de la elección del rey de Hungría, su cuñado, para rey de los romanos, mandó que para el carnaval próximo se levantase en el retiro una plaza de madera que pudiera contener muchos miles de personas. Tenía esta plaza 488 ven- tanas, y por las noches se ilumina- ba con 7.000 luces. El 15 de febre- ro, días antes de carnestolendas, se estrenó, asistiendo toda la corte en traje de máscara, y los tres días de carnaval estuvo abierta al pú- blico, habiéndose publicado un pre- gón para que nadie pudiera entrar sin llevar careta. Felipe V no fué el mismo (tumor que su antecesor en nombre, y prohibió los regocijos del carnaval, reducidos desde mu- cho tiempo hacia las máscaras pú- blicas por calles y paseos. El rey Carlos III permitió que volviesen las máscaras, y se introdujeron en el teatro en 1767 bailes de las mis- mas, dándose una instrucción so- bre el orden que había de obser- varse. Durante el reinado de dicho ilustrado monarca, el pueblo disfru- taba ele una diversión tan agrada- ble como sencilla, a causa de las costumbres morigeradas de este. Todas las familias se recreaban durante el carnaval en sus casas, en el teatro o en las calles, sin que de esto resultase inconveniente ni daño alguno. En tiempo de Fer- en las casas particulares se sola- zase la gente disfrazándose como fué siempre costumbre en carnes- tolendas. Por fin cuando la regen- cia de la reina doña María Cristina, volvieron los bailes de máscaras con todo estrépito: los tres días de carnaval parecieron tiempo limi- tado y se dieron grandes bailes públicos antes y después de ellos, concurriendo lo más principal de la corte. Pero como suele suceder, cuando se llega a conseguir lo que con ansia se desea, al cabo de algu- nos años cesó el furor de estas diversiones hasta un punto que parece inverosímil. La Iglesia acostumbra a dirigir preces mientras duran los regoci- jos públicos de los tres días, a fin de desagraviar al Señor por las ofensas que le hagan; piadoso acto muy propio de un pueblo católico, pero que ciertamente no supone en- tre nosotros la existencia de los escándalos y depravaciones que des- honran a otros países y a otras épocas. El mundo actual celebra con pá- lidos reflejos lo que fué el carnesto- lendas. Las guerras y los sufri- mientos sociales han contenido sus desenfrenos y su brillantez, los pue- blos parecen redimidos de aquellas causas que daban ocasión a sus ex- travíos y locas diversiones. Hay un orden de civilización que satisface a los mortales, divirtiéndose al día, con fiestas completamente distintas, ajenas de aquellas otras. El carnaval es hoy una leyenda que cultivan las agencias de via- je, el turismo y la publicidad.

Apeles millonario - UAB Barcelona · millonario La ciudad de Barcelona cuen-ta con un promedio de veinte Salas de Arte, exponiendo du-rante la temporada más de doce mil cuadros,

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Page 1: Apeles millonario - UAB Barcelona · millonario La ciudad de Barcelona cuen-ta con un promedio de veinte Salas de Arte, exponiendo du-rante la temporada más de doce mil cuadros,

BURÓ INTERNACIONAL DE LAS ARTES — Correspondencia: Sta Ana, 28, 2.° Letra C Tel. 31 26 63 — Barcelona (España)

FEBRERO 1959

N.° 14

SEGUNDA EPOCA

AÑO III

Precío de este ejemplar

4 ptas.

Depósito Legal:

B. 5023-1959

1

.............-........................................ —

ApelesmillonarioLa ciudad de Barcelona cuen-

ta con un promedio de veinteSalas de Arte, exponiendo du-rante la temporada más de docemil cuadros, equivalente a unoscuatrocientos pintores y unaventa de tres mil obras, las cua-les podríamos equiparar en jquince millones de pesetas. La icifra de cuadros es aún máselevada, calcúlase entre Salones, zConcursos, Exposiciones Oficia-les, Entidades, Subastas y Tien-das, con ocho mil lienzos más,aumentando, por consiguiente, el 'cnúmero de pintores en doscien-tos cincuenta; es de creer des-pués de hipotéticas averiguacio-nes en veinte mil cuadros exhi- -bidos al público barcelonés du- -rante el año artístico y obtenien- -do los siguientes resultados: se-tecientos pintores y un giro deveinticinco millones de pesetas,sin contar las transacciones pri-vadas que son muchas a lo lar-go de la temporada.

La legión ele artistas que stir-ten este singular mercado in-vierte al año en artículos de su -oficio, como telas, bastidores,pinceles, marcos, etc., etc., diezmillones de pesetas, y en lastrescientas setenta y cinco ex-posiciones que suelen celebrar-se, dos millones de pesetas en-tre anuncios, catálogos y otras :propagandas.

Esta actividad artístico co- :mercial tiene sus características

- especiales como todos los mer-cados que se promueven en el -mundo, el del arte queda ma-tizado por un clima original, ya .

- que sus personajes son seres dedicados a crear un material .subjetivo, exclusivamente para

- el espíritu a pesar que muchos- lo emplean como objetos domés-- ticos, con el símple fin de con- - fortar las paredes de su casa,- preocupándose de su servicio =

decorativo, como una lámpara -- más o menos bonita; otros dán-

doles más preferencias y aménde otros tantos que más cultos -

- y refinados lian hecho de estosproductos artísticos su afición

-_ favorita, asiduos concurrentes en -esta feria

Bien merecen un elogio lasGalerías de Arte y a cuantosque por su pasión a la pintura - -dignifican y elevan este mundo =

- espiritual dando categoría a -- Barcelona de ciudad culta y :

adelantada en arte, incorporán-dola con su afán en el concier-to universal de la pintura.

= Tiene sus aspectos grotescostambién, quienes al socaire deestas entidades y personas ex-

= plotan la afición proporcionán-dole subastando cuadros de du-

= dosa paternidad; sus aspectos =también de sainete que se des-arrollan a la trastienda más dis-tanciada de comercio oficial dela venta de cuadros, y otros ac-tores son los traficantes erran-tes, proclamando a •doj*nicilio las

. bellezas de los mejores cuadros -• y de las mejores gangas.

Y otro tanto el artista quecon el cuadro a cuestas ofrece

= su arte al probable comprador.Y otros tantos también hundi-dos en el caos por una crítica in-

= flexible. Amén de arte, pero el(sigue en la pág. 4)

El carnaval viene de mucho másatrás que la institución del cristia-nismo. Todos los pueblos de la an-tigüedad tenían ciertas épocas delicencia y algazara. Los hebreos,a pesar de las prohibiciones delDeuteronomio, celebraban con dis-fraces y bulliciosamente la fiestade «Pliarimo» que estaba, sin em-bargo, aprobada, y según parecehabía sido instituída en memoriade haberse libertado los judíos delas asechanzas de Aman, que in-tentó hacer entre ellos un destrozogeneral. En Grecia liubo tambiénfiestas parecidas, durante las cua-les hombres y mujeres se cubríanel rostro con hojas o se lo desfi-guraban ennegreciéndolo o de cual-quier otro modo, y se entregabana demostraciones análogas de bu-llicio y alegría. Por otra parte bienconocidas son las saturnales de laantigua Roma, aquella época defugitiva igualdad en que el escla-vo se ponía los vestidos de su amo,se sentaba con él en la mesa, man-daba en jefe y era obedecido; mise-rable desahogo de un día que lerepresentaba al día siguiente mu-cho más dura su condición.

Algunas ciudades, sin embargo,han adquirido cierta celebridad porestas fiestas, y una de ellas es Ve-necia. De todas las naciones de Eu-ropa concurrían durante la repú-blica gran número de personas aaquellas animadas diversiones quepudiéramos llamar más bien ba-canales. El gobierno, que ejercíaun atroz despotismo con aparien-

un largo carnaval para distraerlede sus verdaderos quebrantos. Con-vertíase la ciudad en un Babel: gen-tes de diferentes países; personas detodas condiciones andaban mezcla-das por medio de un disfraz gene-ral, que alentaba el mayor desen

-freno. Parecía un pueblo abandona-do de la mano de Dios; y con efec-to, allí todo era libertinaje, todoconfusión y escándalo. Milán y Ro-ma se distinguieron también, aun-que no tanto, por esta clase defiestas, en las que llegaron algu-nas veces a tomar parte personasllamadas por su carácter a más se-rio entretenimiento, a deberes biendistintos.

En Milán ha quedado el car-naval reducido, lo mismo que enVenecia, a una sombra de lo quefué.

Francia ha solido divertirse gran-demente en la época del carnaval,que ha durado allí por lo comúnmás de tres días. Fueron célebreslos bailes de máscaras en tiempode Luis XIV, cuyo lujo no tuvorival. A Inglaterra, a pesar delcarácter de sus habitantes, le pa-recieron bien las costumbres deFrancia y no tardó en adoptarlas.

En todos los pueblos de Españase conserva la práctica de extrañascostumbres en la mencionada épocadel año, las cuales deben tenermuy remoto origen. Los catalaneshan sido los más aficionados a es-tas fiestas, y así se ve que en casitodas sus poblaciones se conocenhoy funciones, juegos y combatesde máscaras que llaman el diablo.

Madrid, en otros tiempos tuvo

ción, sus regocijos y máscaras du-rante los tres días que precedena los cuarenta de recogimiento yprivaciones de la cuaresma. Feli-pe IV se complació en proporcio-nar al pueblo de Madrid un car

-naval alegre el año de 1637. Connoticia de la elección del rey deHungría, su cuñado, para rey delos romanos, mandó que para elcarnaval próximo se levantase enel retiro una plaza de madera quepudiera contener muchos miles depersonas. Tenía esta plaza 488 ven-tanas, y por las noches se ilumina-ba con 7.000 luces. El 15 de febre-ro, días antes de carnestolendas,se estrenó, asistiendo toda la corteen traje de máscara, y los tres díasde carnaval estuvo abierta al pú-blico, habiéndose publicado un pre-gón para que nadie pudiera entrarsin llevar careta. Felipe V no fué elmismo (tumor que su antecesor ennombre, y prohibió los regocijosdel carnaval, reducidos desde mu-cho tiempo hacia las máscaras pú-blicas por calles y paseos. El reyCarlos III permitió que volviesenlas máscaras, y se introdujeron enel teatro en 1767 bailes de las mis-mas, dándose una instrucción so-bre el orden que había de obser-varse. Durante el reinado de dichoilustrado monarca, el pueblo disfru-taba ele una diversión tan agrada-ble como sencilla, a causa de lascostumbres morigeradas de este.Todas las familias se recreabandurante el carnaval en sus casas,en el teatro o en las calles, sin quede esto resultase inconveniente nidaño alguno. En tiempo de Fer-

en las casas particulares se sola-zase la gente disfrazándose comofué siempre costumbre en carnes-tolendas. Por fin cuando la regen-cia de la reina doña María Cristina,volvieron los bailes de máscarascon todo estrépito: los tres días decarnaval parecieron tiempo limi-tado y se dieron grandes bailespúblicos antes y después de ellos,concurriendo lo más principal dela corte. Pero como suele suceder,cuando se llega a conseguir lo quecon ansia se desea, al cabo de algu-nos años cesó el furor de estasdiversiones hasta un punto queparece inverosímil.

La Iglesia acostumbra a dirigirpreces mientras duran los regoci-jos públicos de los tres días, a finde desagraviar al Señor por lasofensas que le hagan; piadoso actomuy propio de un pueblo católico,pero que ciertamente no supone en-tre nosotros la existencia de losescándalos y depravaciones que des-honran a otros países y a otrasépocas.

El mundo actual celebra con pá-lidos reflejos lo que fué el carnesto-lendas. Las guerras y los sufri-mientos sociales han contenido susdesenfrenos y su brillantez, los pue-blos parecen redimidos de aquellascausas que daban ocasión a sus ex-travíos y locas diversiones. Hay unorden de civilización que satisfacea los mortales, divirtiéndose al día,con fiestas completamente distintas,ajenas de aquellas otras.

El carnaval es hoy una leyendaque cultivan las agencias de via-je, el turismo y la publicidad.

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TURISMO F R BAAvda. José iV ^Avda. José Antonio, 603- Tel, 21 82 30

MADRIDAvda. José Antonio, 59 -,.Tel. 47 16 46

LAS ARTES EN EL )(T 1? A• NJERO

Cróníca de París por JEAN GRENIER

La prensa de París recoge ampliamente las noticias del viaje queha efectuado M. Mikoyan por los Estados Unidos. Y me ha parecidointeresante, fuera de la política y de la «guerra fría», poner ante mislectores la anécdota que se subraya y que confirma las aficiones filar-mónicas del hombre número 2 del Kremlin. En la noche del 19 deenero, se ofreció una recepción en la Embajada soviética de Washing-ton a M. Mikoyan. Debió constituir un acierto del embajador pre-sentarle al joven y gran pianista Van Cliburn, el norteamericano queganó en 1958 el premio de piano «Tchaikovsky» de Moscú. Porque elsiniestro personaje le cogió del brazo cariñosamente y le condujo hastael piano. Parece ser que la música es un elemento de primer ordenen Rusia y que sentir su influencia bienhechora no es extraño ni alos fabricantes de las famosas «purgas».

Van Cliburn interpretó con magistral éxito las «Nuits de Moscú»,a juzgar por los detalles que se cuentan, entre ellos, que M. Mikoyan,el embajador M. Mikhail Menchikov y el alto personal de la embajada,impulsados por el embrujo del joven pianista y su técnica singular,cantaron a coro y le acompañaron colaborando en la empresa musical.A petición de M. Mikoyan y fuera de programa, ejecutó primorosa-mente Van Cliburn la rapsodia núm. 2 de Listz, desbordándose laemoción de los presentes. Tanto, que la señora del Agregado Cultural,Mme. Boris Krylov, abrazó al artista con lágrimas en los ojos. Cual-quiera puede pensar que si un abrazo así se hubiera logrado en laSecretaría de Estado, respiraríamos todos más tranquilos.

La Expo de Bruselas, acontecimiento universal, ha tenido un ecodesagradable en el centro de la hermosa ciudad. No podían faltar lassubastas de obras y objetos de arte, atraídos los comerciantes y mar-chantes por el alud de gentes de todas partes. Un organizador belgade esta clase de ventas, auxiliado por otro desaprensivo, han vendidouna gran cantidad de pinturas y porcelanas, etc., valiéndose de unbien urdido catálogo avalado por los certificados de técnicos de Paríssobre la calidad y origen de todo lo subastado que, naturalmente, eranfalsos. En la Ville Lumiére existe la Cámara de Expertos profesionalesen objetos de arte y de colección, única en su género y cuyos miem-bros garantizan con su prestigio reconocido el valor y procedencia delas obras en venta.

En este escandaloso asunto, fueron falsificadas las firmas de M. MaxJ. Friendlaender, Robert Lebel y Lionello Venturi. Ha sido M. Lebelel que ha promovido una querella judicial contra los organizadores deBruselas, y, alrededor del asunto, que ha levantado polvareda en lacapital belga y en París, han aparecido quejas, protestas y cartas derecriminación, de defensa personal, en las columnas de algunos dia-rios importantes a orillas del Sena.

No todo ha sido en Bruselas brillante y moral. ¿En qué feria noocurren éstas o parecidas picardías y engaños, al socaire de las multi-tudes que en ellas creen encontrar la ganga? La Expo también hatenido su faceta equívoca. Es la tradición.

Chagall, pintor brasileño; Mauriac, escritor y novelista católico, yel eminente compositor Poulenc, han sido galardonados por la «Ameri-can Academy of. Arts and Letters» y el «National Institute of Art andLetters» de Norteamérica. A los respectivos diplomas, recibidos de ma-nos del embajador de dicho gran país en París, M. Amory Hougton, enlos salones de la embajada, recibieron tan relevantes personalidadesdel arte y la literatura, unas credenciales de ambas instituciones yan-quis en las que se expresan los juicios que merecen sus obras. Vale lapena que los extracte en esta crónica, por ser justos y exactos.

«El pintor Chagall ha reunido la imaginación y la naturaleza conel esplendor mágico del color.» En sus recias novelas, Francois Mauriac,«con vigor sobrio y trágico, ha sondeado los problemas esenciales dela religión, en la letra y en el espíritu.., con una luz digna de Pascal».En cuanto a Francis Poulenc, «se afirma como un compositor de pri-merísimo rango por su original elegancia melódica y harmónica».

Con gran agudeza, Mauriac agradeció la distinción al embajador ypuso de relieve que «nuestra Academia tiene mucho que aprender dela vuestra, puesto que es al mismo tiempo Academia de las Letras y lasArtes. He aquí una buena idea: elegir miembros para la francesa entrelos grandes artistas. Cosa que debemos meditar».

«Le Grand Prix Litteraire de la Ville de Paris, 1958», le ha sidoconcedido a M. Gérard Bauer, cronista literario, crítico, ensayista yconferenciante. Un premio que corona la larga y fecunda labor lite-raria, después de haber ingresado en la Academia Goncourt en 1948,que llevó a un alto puesto de las letras francesas a M. Bauer, dedistinguida familia de escritores. Brillante periodista, maestro en eldifícil arte de resumir en breves crónicas el concepto exacto, esquemá-tico, adornado con el dominio admirable del idioma, sus trabajos hansido siempre una pura delicia para sus lectores. Ultimamente, hizofamoso el seudónimo «Guermantes» en las columnas de «Figaro». A tan-tas felicitaciones que habrá recibido el notable escritor, nos permiti-mos unir la nuestra, modesta pero sincera.

BOLSA- DE

Objetos de Arte

En el próximo número -

CORREO DE LAS ARTESdestinará un espacio en segun- =

2 da página a las ofertas y de- `-mandas de objetos de arte, pin- `-turas, porcelanas, libros, etc.

Crónica de Roma por MARIO MONTI

Quiero contribuir con mi mejor esfuerzo a la relación entre los ar-tistas romanos y los de Barcelona. España e Italia son dos países her-manos y sus habitantes pueden confundirse, tanto en el orden físicocomo en el cultural. No existe distinción. El mismo apasionamientofulgurante por la historia y el amor al Arte, la misma disposición pararealizar la obra clásica y también para sentir el fuego de la audaciarenovadora. Fundidos por tantas razones, será un placer comunicarmecon lo español y lo catalán. Aquí en Roma y por toda Italia, españoleseminentes han venido, vienen y vendrán a beber en las fuentes dela latinidad y saciar el hambre de las perspectivas monumentales, con-templar las ruinas del Imperio y la estupenda realidad del Renaci-miento. España, siempre con vigor y madre de individualidades excep-cionales, nos ofrece a los italianos toda una teoría del espíritu creadory el paisaje y la naturaleza indómitas, poderosas y evocadoras. Enfin, la historia nos es común y no cabe duda de q ue somos y perte-necemos a la misma raza. Hago votos por que mis crónicas gusten alos lectores de CORREO DE LAS ARTES, despertando el interés porlas cosas que con gran intensidad ocurren en esta Roma eterna, tan viejay a la vez tan llena de inquietud en todos los órdenes.

Un espectáculo conmovedor, emotivo y ejemplar, lo dieron no hacemucho en la Piccola Scala de Milán los Niños Cantores de Murialdo,una agrupación de criaturas cuya edad oscila entre los 9 y 12 años.Están formados maravillosamente y educadas sus cristalinas voces porel padre Giuseppini, en una escuela de Mendoza (Argentina). Y la sor-presa mayor que se llevó el público milanés fué oírles cantar en variosidiomas, tanto la música coral clásica como la popular de varios países.Actúan en Italia dirigidos por el maestro Víctor Volpe, autoridad pres-tigiosa en estos menesteres, que contribuye con alto magisterio al éxitode los muchachos.

La interpretación de este coro infantil auténtico se destaca por laincreíble precisión y desenvoltura valiente con que acometen todasuerte de piezas. Son unos niños sabiamente escogidos por su inteli-gencia y disposición para la música, con una cuadratura de vocesperfecta, segura y de timbres impresionantes, dentro del diapasónque les corresponde en el pentagrama. Y les dará a ustedes, caros lec-tores míos, una idea de la calidad del grupo coral, el hecho de quesu primera actuación fué presidida en el palco de honor por elE. S. Cardenal Montini, quien aplaudió con el mismo fervor que elpúblico entusiasmado que llenaba la sala..

España se complace a veces en el contraste. Sus hombres acometenla aventura, firmes y esforzados. En una entrevista publicada en Romarecientemente, el pintor español Agustín Segura, que recorre Italiaen su primer viaje a este país, a lo largo de tres meses, ha formuladounas declaraciones que pasman viniendo el artista de España, que haengendrado a pintores de carrera revolucionaria. Dijo que en tres

meses de estancia en Italia no ha cogido ni una sola vez los pinceles.Esto se justifica muy bien, porque la tarea de los ojos es en Italiaabrumadora. Le ha gustado el Renacimiento, por ser «el más equi-librado» como estilo. Los otros son más «difíciles de comprender». Dijotambién que «la pintura moderna no existe». Y que «tanto Picasso comoDalí hacen mucho ruido con el fin de polarizar la atención del mun-dillo artístico». La cosa es fuerte. Más viniendo de un artista espa-ñol, no debe sorprender a nadie. La pasión se esconde de muchas ma-neras. O bien se airea de palabra, con afirmaciones ligeras o ya seconvierte en obra que escandaliza. Sin inclinarse uno a favor de nadie,está claro que Picasso, Miró, Clavé, Tapies, son pintores que interesan,tanto por el arrastre que les acompaña en su desconcertante labor,que es ya parte de la cultura de nuestro tiempo, como por la diatribaviolenta que suscitan en el campo de la pintura. Yo digo que hayque saber esperar y dejar que el tiempo diga su palabra.

A fuer de objetivo, hay que decir que en Roma llaman la aten-ción ciertos libros que se publican en España sobre Baroja, Unamunoy Ortega. Esta producción literaria es como una lanzada sobre figu-ras muertas, cuya respuesta es imposible que se produzca por laparte criticada. Lo que asombra es esa faena de discriminación quecausa dudas acerca de la obra hecha por tan distinguidos autores es-pañoles. ¿Quién o quienes la defenderán con ese denuedo que carac-teriza a los escritores hispanos? Se puede caer en la confusión antetantos criterios más o menos científicos. Ahora bien; no se olvide queesos tres gigantes de la novela, el ensayo y la filosofía, pertenecen almundo entero de la cultura, con sus aciertos y con sus errores. comole ocurrió al Ingenioso Hidalgo, el más loco de todos los cuerdos queen el mundo han sido.

Josefina Baker revuelve Roma en dos salas de fiestas, la «RupeTarpea» y en el «Jicky Club». La primera es de gran lujo y lasegunda de corte más burgués. Es como si la artista de color quisierarepartirse entre dos estratos de la sociedad romana. Así hay para todoso para casi todos. Un día actúa para los opulentos y al día siguientese asoma a los ojos de las clases liberales. Ya no es la Baker del23 y el 30, pero solamente en lo que se refiere a sus indiscutiblesencantos. La gracia y la sal, el dinamismo frívolo y el tono francésde su arte, siguen siendo aquellos que la elevaron a la fama. Losaños, sin embargo, son crueles y tienden a provocar la tristeza y lamelancolía, finamente disimuladas entre los 50 ó 60 años que la gentele adjudica. De todos modos, ver a Josefina Baker, mostrando desnu-deces con un vestido de plátano o banana, de hojas levantadas, origi-nal, es todo un curso de nostalgias, de regusto de épocas que ya fuerony que no podrán volver. Lo que sí es cierto es que triunfa porque suvoz transmite sensaciones de pasión y amor y que no le falta unaaureola de fondo humano perceptible en las canciones que canta conla languidez de sus mejores tiempos. La Roma sensible recuerda esostiempos por medio de esta negra incomparable, dueña del éxito y desu arte personalísimo.

59 SalónARS MÉNAGERSEl día 26 de febrero se inaugurará

en París la interesantísima exposicióndel salón Arts Menagers, la cual, comocada año, despierta el mayor interéspor los objetos expuestos.

Es, ante todo, la revelación expuestacada temporada, de los últimos ade-lantos en los perfeccionamientos apor-tados al equipo doméstico y a los in-numerables útiles para el hogar.

Es, también, el ofrecimiento en cen-tenares de presentaciones, de la másimportante, competente y variada ex-posición de mobiliario y decoración.

Es, en fin, la más sensacional exhibi-ción artística e ingeniosa, audaz anti-cipación de la más avanzada técnica.

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•• j Una Revolución en la Pintura Artístican nn nn na Con un solo producto hará Ud. : n

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• Paseo Nacional, 12 U 13- Tel. 21 91 51 - BARCELONA on nnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn u

"EL en BarcelonaEl grupo de la vanguardia pictórica de Madrid, que actúa bajo el nombre

de «El Paso», ha expuesto sus obrasen Barcelona.

Transcribimos a continuación los comentarios de J. E. Cirlot sobre loscuatro pintores que forman este grupo.

No hay duda de que puede p_an-tearse la interrogación sobre la esenciaartística de la creación realizada den-tro de las técnicas informales. Peronuestra respuesta será afirmativa entodo caso. Si el arte es «expresiónrepresentada» (Meumannl y la Psi-cología de la Forma admite que to-dos los elementos que pueden apa-recer en la existencia espacial posee-•'.un carácter y una expresión intrínse-ca, no menos cierto es que la elabo-ración creadora produce una ciertatransformación de dichos elementoshasta constituir con ellos una ((repre-sentación)>. Sucede, esto es obvio, quetal representación no es del orden delas acostumbradas en la pintura tra-dicional, pues no sólo se refiere almundo visual, sino que tampoco con-cierne al de las figuras abstractas. Elproceso característico del arte infor-mal consiste menos en la ausencia deformas claras y precisas que en elabandono de una técnica de traduc-ción de sensaciones o ideas abstrac-

tas al orden convencional de lo pic-tórico, substituyéndola por otra téc-

nica en la que la «realidad» es inte-grada verdaderamente por medio deacumulación de materias o de reduc-ción del hecho pictórico a su solasubstantividad.

El interés por las calidades expre-sivas de las materias no pictóricas,esencial en artistas como Jean Du-buffet que amalgama yeso, carbóntriturado, goma, barniz, arena, polvode vidrio y de metales, resina, bra-mantes deshilachados, arcilla, cemen-to, etc., es la prueba más inmediatade cuanto decimos y constituye unfactor muy frecuente en la creacióninformalista. La suma de destruccio-nes y desapariciones de elementos imi-tados, que imperaban en la pinturatradicional, ha sido compensada porestas adiciones de «materiales del uni-verso» que tienden a convertir la re-presentación en una presentación que,sin embargo, dista de ser bruta y di-recta por cuanto las amalgamas dematerias son concebidas con un cri-terio artístico y respondiendo a nece-sidades rigurosas de expresión espiri-tual. El propio Dubuffet ha dichosiempre que la materia le atrae sólocomo receptáculo de las fuerzas espi-rituales. En algunos artistas no selleva a un grado tal de complejidadla elaboración de la pasta, sino que lamateria se plantea con un naturalismode lo inmediato, ateniéndose a mix-

París ha abierto el año 1959 conla puesta en escena en el pequeñoteatro Recamier, con categoría de es-treno absoluto, de la obra de Fede-rico García Lorca «Así que pasencinco años», que fué escrita en Es-paña en 1931. «Así que pasen cincoaños» es una obra poética y de unlirismo puro, ha sido traducida porMarcelle Auclair y los poemas porMarcel Prevost. El escenógrafo y figu-rinista chileno Raimundo de Larrainha realizado una depurada y fiel pues-ta en escena. La compañía formadapor jóvenes valores de la comediafrancesa estuvo a la altura del sinpar maestro García Lorca. Ha sidoun pequeño gran triunfo español enParís en 1959.

turas sencillas y tan «clásicas» yadentro del arte de nuestro tiempocorno la integración de arena en elóleo, que Georges Braque puso enpráctica a partir de 1912, en simulta-neidad con sus «papiers collés». Perootros pintores dan a la preparaciónde la «pintura» la importancia queantes se otorgara a la ejecución debocetos y dibujos preparatorios, porconsiderar que el efecto expresivoinstantáneo de la materia obtenida yaposee de por sí un sentido definido yuna potestad de evocación suficiente.

Es difícil substraerse a la analogíacon la vieja alquimia, en la cual lasinacabables labores de preparación dela «primera materia» eran atendidascon la misma fanática esperanza quelas fases finales de la «albedo», la«rubedo» y la presunta obtención del«lapis». Según Piobb, que expone lafinalidad y procesos de la alquimia enun lenguaje redundante pero exacto,esa ciencia expresaba la voluntad deabandonar el mundo de la «beres-

chicht» (fenoménico), para penetrar enel de la «mercabah» (creación en sí)y ello mediante la «evolución de lointrínseco combinado» y de la «trans-formación de los aspectos materiales einmateriales» producida por medio dela más secreta y constante interac-ción. Como dijimos, Dubuffet ha ra-tificado el contenidismo auténtico delarte informal y se ha expresado alrespecto en los siguientes términos:«Se me ha acudido que podrían exis-tir ritmos comunes, sistemas de movi-mientos idénticos, entre las formas yaspectos que toma a la mirada lamateria física y las danzas mentalesque se instituyen en el espíritu delhombre. He tenido la impresión, entodo caso, de que ciertas de tales pin-turas conducían a representacionesque pueden sorprender al espíritu co-mo una transposición, hecha sensiblepor la mirada, del funcionamiento dela maquinaria mental, una especie decinemática del pensamiento; en suma,he aquí por qué las he denominadopaisajes mentales».

Esta manifestación, que es todo unprograma estético, se halla en relacióndirecta con el automatismo gráfico delsurrealismo, al extremo de que nossentimos tentados a creer que la téc-nica informal es la verdadera expre-sión de ese anhelo de poner al des-cubierto los movimientos elementalesdel inconsciente, mostrando por lashuellas de las presiones, por los res-

En el teatro Candilejas ha sido es-trenada a primeros de febrero la co-media norteamericana de John Pa-trick «La desconcertante señora Sa-vage». Mercedes Prendes, GemmaCuervo, Roberto Martín, Carmen Ye-pes son los principales intérpretes.

En el teatro Comedia, López Lagarha obtenido un notable triunfo y nostrae un teatro de veras con la co-media «Panorama desde el puente»,de Miller. Es una pequeña obra maes-tra de interpretación y de presenta-ción.

«Mi vida empieza en Malasia», cin-ta inglesa dirigida por Jack Llee, nosofrece la revelación de la actriz bri-tánica Virginia McKenna que llama

plandores u opacidades de las mate-rias, por las relaciones entre forma>topológicas y espacios la actividad yla posición de la psique en un mo-mento dado. No hay duda de queexisten artistas que manifiestan uno>principios contrarios a los estable.cidos por Dubuffet, en la línea de la:ya lejanas declaraciones de Ernts apropósito del «collage» y del «frotta-ge». Esos pintores conceptuarán quela finalidad de sus creaciones es es-trictamente plástica, pues dentro dela técnica informal, se hallarán máscercanos a la estética de la abstrac-ción que a la de cualquier proyecciónespiritual, romántica, surrealista csencillamente humana.

Pero a nuestro modo de ver el pro-blema agudo del informalismo, radicajustamente en esa lucha entre uncriterio plástico sostenido a ultranzay la necesidad de manifestar lo inco-municable. Pues si el informalismopuede ser explicado por una conver-gencia entre surrealismo y abstrac-ción, no cabe duda de que sus resul-tados dan lugar a una mutación quepone ante nuestra mirada «otra cosa),distinta de las producidas bajo esosmovimientos anteriores. La huella delhombre, la comunicación más exaspe-rada de la energía a la materia, laemoción del espacio en sí, la movi-lidad latente de las masas y de loscampos materiales que parecen iman-tados y poseídos a veces por extrañostropismos, el contraste entre la super-ficie relativa de la obra y la abso-luta, el simbolismo de las estructuraso «formas interiores» y el de lastexturas, cuya gama podría equiparar-se en cierto modo a la ya exploradadesde siglos de los colores, todo elloson los factores fundamentales de lacreación informalista. Hay una obje-tividad mayor que en las búsquedasde profundidad del surrealismo y hayun misterio y una adhesión a la ver-dad planetaria muy superior a lasheladas abstracciones. El pintor usapara conseguir esa emoción — queconstituye una revelación sobre unmodo de lo humano — tanto las téc-nicas negativas, triturando, rayando,descomponiendo y estriando, como laspositivas de conglobación, mixtura, ycomposición a fin de cuentas. Pode-mos significar que el informalismo ex-presa un furioso anhelo humano deposeer la materia, recreándola, mar-cándola, tatuándola con signos queidentifiquen su pertenencia a un enteque se ha denominado a sí niismo,con Heidegger, «mensajero del ser» yque ha precisado, en un instante desu historia, esa contrastación exaspe-rada.

En su «Homenaje a Gaudí» (1957),que figuró en la exposición del «OtroArte», celebrada en la Sala Gasparen el citado año, Antonio Tapies com

-pone una zona de expresión intensa,en un ángulo, mediante un platoroto pegado al soporte, que se fundecon la pintura para exponer la rela-ción entre lo subjetivo y lo objetivo,entre el mundo de la manifestaciónespiritual y el de las realidades quese contraponen al hombre, pero quele pertenecen con igual derecho. YaGaudí —y ello motiva y justifica elhomenaje en cuestión— había inte-grado en «collages» similares objetosheteróclitos en el techo de la sala decolumnas del Parque Güell. Y con se-mejante espíritu creó Kurt Schwit-ters algunos de sus «merzbau», en loscuales restos de objetos, sobre los queparece haber pasado el vendabal dela guerra, adquieren un aspecto alta-mente patético. Pero Tapies actúa enla pintura estricta y acentúa el sentidoplástico de la composición, valor quele ha conferido ese carácter esencialdentro del informalismo hispánico yque ha estimulado a tantos artistas.

la atención por la exótica belleza desu rostro y la profunda raíz dramá-tica de su arte. Virginia McKenna esuna actriz de valores que pronto ve-remos en importantes roles.

En el Palacio de la Música fué pre-sentada «la historia de un soldado»,de Igor Strawinsky, que no alcanzóaltura artística, y sólo podemos sal-var la satírica y graciosa música deStrawinsky. -

Victorio Aguado ha terminado elrodaje de su primera película comodirector «El amor empieza en sába-do». Erika Remberg, Gustavo Rojo,Juan José Menéndez, Manuel Gas,Juan Capri, son los principales intér-pretes.

«Antonio Saura (Huesca, 1930) es untemperamento vigoroso de luchador,que sacrifica todo factor sensual en suarte y se exige a sí mismo una crea-ción pura, desnuda, cruel en su fana-tismo. La ambivalencia de su concep-to pictórico expone un anhelo de to-talidad, su ansia constantemente re-novada de absoluto. Por ello vemos ensus imágenes, con igual valor, aspectosde construcción y destrucción, de amory de odio, de luz y de tiniebla, de abs-tracción y de metafiguración en an-chas pinceladas, libres y entrecorta-das, que sostienen un combate eterno,como el de los entrelazados del arteviquing. La pintura de Saura no seconvierte por ello en una simple tra-ducción al orden visual de una luchametafísica entre el bien y el mal, sinoque arraiga en problemas estrictamen-te plásticos tanto como en los conflic-tos éticos, exponiendo de modo fun-

damental el problema de la «detenciónde un dinamismo en el éxtasis», es de-cir, la interacción de la movilidad ydel reposo, lo cual es ciertamente elorigen de toda la evolución pictóricadesde 1500. Esta conflagración de fuer-zas no aparece manifestada como unsistema simbólico, intelectualmenteconcebido y reflejado a posteriori, sinoque tiene lugar por medio de un sos-tenido activismo, por una tensión vio-lenta, como un entrechocar de espadasy de lanzas. Por algo él ha dicho que«la tela es un campo de batalla» yque lo que le interesa «es la mate-ria convulsionada bajo una voluntad deacción». Como consecuencia de todo loque llevamos manifestado, tanto sobrela voluntad de estilo que presidió laformación del grupo «El Paso» comosobre la pintura de Saura, agregare-mos que el activismo de este nuevoavance del arte no sólo se planteócontra el arte retardatario, sino tam-bién contra las formas vanguardistasya superadas; esto es, contra la com-pleja y atormentada sensualidad su-rrealista y contra el seco intelectualis-mo del arte abstracto, que Miró repu-diara en Mondrian en fechas ya le-janas y sin menoscabo de una estima-ción profesional.

Manolo Millares (Las Palmas, 1926)presenta grandes sargas desgarradas,manchadas, recosidas, vendadas yvueltas a manchar, iluminada a vecespor resplandores cromáticos sublimespor lo inesperados. ¿Qué ha sucedidoen el universo para que el hombrecree obras de esta suerte y las expon-ga como factores de significación? Elhecho es que tales creaciones, a pesarde sus fundamentos lancinantes y desu trágica expresividad, poseen unaelevada sugestión y una rara belleza.En esto aparece la iluminación y lalabor del artista, capaz de transfigu-rar los materiales más heridos y de-sastrosos, como cuando Velázquez en-noblecía los asuntos y personajes deaspecto menos noble, según el dicta-men de cualquier estética, oficial oantioficial. Más aún: vemos en Milla-res al puro enamorado de la bellezaque se atreve a citarla en los parajesmás espantosos para gozar con con-tradicciones increíbles, salvándola defos desfiladeros y de los cuervos, delas agujas de coser panzas de caballo3e toros y de los vendajes de un hos-)ital de urgencia. Ese chorrear de;finta, como sangre intelectual, ¡cuán-

tas evocaciones no suscita, aplicado alcontenido sepia de las sargas!

Rafael Canogar (Toledo, 1934) llegaa sus configuraciones plásticas a tra-vés de procesos de elaboración de ma-teria, con gruesos empastes y orogra-fías misteriosas, en las que «resuenan»muchos paisajes de la meseta exte-rior e interior. Pero sus pinturas noson creadas partiendo de la intuiciónde un conjunto, sino que se elaboranpor crecimiento del pormenor, comosumas de irradiaciones con conflagra-ción, en las que se sintentizan no sólolos factores materiales, sino los psí-quicos y, ante todo, el propio aconte-cer temporal. Por ello, si Canogar haexpuesto el fundamento de su téc-nica al considerarla como una «ten-sión expansiva creada por estructurasde signos que comprimen al mundo almismo tiempo que amplían sus lími-tes hasta un infinito», también nos hacomunicado su mayor ambición al se-ñalar que su arte surge para «fosili-zar el instante», esto es, para dar cum-plimiento al precepto de un Goethe,pero dentro de un orden muy dis-tinto, que no se refiere a las imáge-nes aéreas con las que lo fenoménicopasa por la superficie del planeta. sinoa las entrañas mismas de la tierra,a la ferocidad que justifica toda ar-queología, allá donde el diente de lobo,la raíz mágica, la mano desaparecida,la fíbula de un hierro corroído hastalos orígenes no son sino la mismacosa, que puede ser pintura solamente;pintura en ocres, grises, negros y blan-cos lechosos, como ríos petrificados ysombras en conjunciones siempre va-riantes.

Luis Feito (Madrid, 1929) llegó a lacasi disolución de la forma partiendode la abstracción con valores linealesmuy acusados. Pero si sus líneas teníanhace pocos años un extraño carácterfantasmal, semejantes a rastros deluces astrales, en cambio, sus magmasinformales de hoy conservan mucho deun sistema subyacente, en el cual per-dura el logos, con sus órdenes sobre elprincipio de contradicción y sus con-secuentes contrastes entre lo liso ylo erizado, lo curvo y lo recto. lo som-brío y lo luminoso. Vemos. pues, enFeito al artista más contenido delgrupo «El Paso», que utiliza todas lasposibilidades de un texturalismo ricoen calidades y en matices deforman-tes, para mantener. en el fondo, loshorizontes de una geometría latente, enla que abundan las metamorfosis, consugerencias que van desde la imposi-ción del muro de çal ante los ojos aldespliegue de una suerte de «paisajes»que no se sabe si son visuales. táctileso productos de una imaginación mássensibilizada que en los sueños inten-sos del amanecer. Feito usa tambiénuna gama restringida de color, en laque prevalecen los neutros y las tona-lidades claras y terrosas. como baña-das en reflejos de luz crepuscular.

En síntesis, la presencia del grupo«El Paso» en Barcelona, en la ciudadde Gaudí y de las primeras creacio-nes trascendentales de Pablo Picasso,pone ante nuestra mirada las expre-siones más puras y exaltadas de lapintura hispánica actual y viene a es-tablecer con los mejores creadores bar-,eloneses un necesario contacto.»

La obra Informalistapor JUAN-EDUARDO CIRLOI

Page 4: Apeles millonario - UAB Barcelona · millonario La ciudad de Barcelona cuen-ta con un promedio de veinte Salas de Arte, exponiendo du-rante la temporada más de doce mil cuadros,

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ARTE Y CIUDANAN I A.^, Cardona Torrandellen el Ateneo Barcelonés por B. X. Ferrer

Uno de los jóvenes valores de lapintura barcelonesa es Armando Car

-dona Torrandell, al que hemos idosiguiendo en sus exposiciones presenta-das por el siguiente orden: La prime-ra. en galerías Layetanas (Primavera1957), Premio IV salón del Jaaz, II Sa-lón de Mayo 1958, Primer salón deSitges 1958, Exposición Centro de es-tudios Norteamericanos (Valencia, ju-nio de 1958), Exposición Círculo Artís-tico (Tortosa, 1958). Ha colaborado enel Movimiento Artístico del Medite-rráneo, cuyas obras han sido presen-tadas en diversas ciudades. Pertenecea «Valores Plásticos Actuales» y alCercle Maillol.

Armando Cardona Torrandell se ca-racteriza por su personalidad y nos hademostrado que tiene un gran do-minio de los matices. Hace jugar lastintas en claro y obscuro de maneraamable y con la máxima expresión.

Nos muestra en esta última etapaconseguida un gran interés por la ca-lidad de cada uno de los dibujos. Unaserie de cabezas que recuerdan lospensadores, los hombres de la Greciay los relieves de las rocas que el tiem-po ha convertido en dulces tallas na-turales. Pero Cardona no se confor-ma en que sus obras reúnan talescualidades, sino que esas cabezas ex-plicadas en el lenguaje pictórico deabstracto y figurativo, están llenas deuna gran humanidad y dejan sentirsu presencia cuando contemplamos ensus pinturas al rostro que nos observacon sensibidad y severa nobleza, conprofunda serenidad. Armando Cardo-na es artista sincero por naturaleza,igual como con la misma sinceridadque sus dibujos, nobles y severos, sa-biendo aportar a la tela o al papel loabstracto y la forma.

La labor que lleva a cabo el AteneoBarcelonés es de un gran interés, yaque en esta temporada, presenta unaserie de jóvenes artistas que sientenlas inquietudes de nuestro tiempo. Esde admirar el interés que muestra elcrítico de arte barcelonés y directorartístico del Ateneo, el señor AngelMarsá, a quien felicitamos desde estas

En el mes de mago del año1959 se celebrará la IIIConvención Internacionalde Publicidad, en la cualrepresentará a España elSeñor Ruescas

En Viena es la ciudad donde se re-unirá la III Convención Internacio-nal de Publicidad organizada por laI.A.A. (International Advertising As-sociation). Habiendo sido designado

columnas por los éxitos obtenidos y sa-ber presentar a Barcelona estas in-quietudes del mundo artístico actual.

don Francisco García Ruescas parapresidir el grupo de España. El graninterés suscitado en los centros pro-fesionales de esa Convención Interna-cional hace presentir que se desarro-llarán temas de gran interés, comopor ejemplo: Medios difusores, sus re-laciones en el mundo; la publicidad ysu colaboración con la economía ydesarrollo de los medios difusores yempresas.

Se cree comparecerán más de milmiembros de la I.A.A. a dicha Con-vención.

La obra de

VICENTE VELAÉn las obras que expuso Vela en

Barcelona, este pintor manifiesta unainclinación decidida hacia un ala delinformalismo que cada vez tiene máscultivadores, que se contrapone a ladesgarradamente romántica tanto comoa la internamente abstracta. Sus pin-turas están ejecutadas al óleo, conuna mezcla de polvos de piedra pómes,sometiéndose las imágenes realizadasa baños de aguarrás que les dan unaspecto muy particular. La restriccióncromática impera totalmente en estasobras, cuya gama oscila entre el negroy el blanco grisáceo, integrándose unrojo sucio y varias tonalidades ocresdentro de una dominante en gris. Latextura es variada, desde zonas de unalisura perfecta, aunque con frecuen-cia sutilmente arañada y rayada, aotras de cierto grueso, en las que lapasta aparece como , comprimida y es-tratificada. Nunca se produce la sen-sación de grueso concebido por trans-verberación, es decir, de la tela a unplano paralelo ideal, como en los re-lieves escultóricos, sino que los grue-sos surgen como resultado de movi-mientos bidimensionales por la super-ficie de la imagen, prevaleciendo losritmos diagonales.

Hay un dibujo latente en estas pin-turas sordas, severas, pero no ascéti-cas ni, menos todavía, trágicas a pe-sar de su voluntario y aparente re-nunciamiento. Y esto sucede así porcuanto Vela, en el fondo, tiene unasensibilidad de paisajista que reducevalores visuales a táctiles y que, re-chazando las contemplaciones depara-das por la realidad exterior, siente,sin embargo cómo su producto manadentro de él. Estanques, aguas en ex-pansión, luces cambiantes, contrastesde sombras y claridades, de zonas do-minadas por vegetaciones de un or-den fantasmagórico, pero sin embar-go obvias, luchan en sus cuadros conlas expresiones de la pura voluntad dehacer sólo pintura «per se», al mar-gen de cualquier probabilidad expre-siva. En Vela, como en otros adeptosjóvenes del informalismo, se advierteun predominio del sentimiento técnicode la tendencia sobre las raíces quehubieran determinado y justificado suadopción. Ello no quiere decir que suarte informal sea inauténtico, pero sísubraya que ha de dirigirse por lafuerza de las circunstancias internasde la psicología del pintor hacia unosdominios que nada tienen que ver conla obscura pasión expresionista deFautrier, ni con el nervioso anhelo dedisolución de Wols o con el dramatis-mo de pintores españoles como Tapies,Saura o Millares, que encuentran enel informalismo un campo donde lu-char a muerte con la materia.

Tampoco hemos de juzgar, por loprecedente, que las pinturas de Velacarezcan de esa multiplicidad de alu-siones, casi siempre inconcretas y enperenne período de metamorfosis, quecaracteriza el arte informal. Aunqueestéticamente concebidas, y fuera deuna patética lancinante, las expresio-nes inherentes a los colores usados, alas formas que surgen y proliferan, ysobre todo a las composiciones quetienen un especial dinamismo a tempolento, no dejan de promover efectos.Y crean una atmósfera especial enla que diríamos que muchos paisajesahogados en el fondo del limo pug-nan por resucitar.

JUAN-EDUARDO CIRLOT

MLJSICX

Maestro- Compositor

da clases de

solfeo - teoría, piano,armonía, contrapuntoy formas musicales,bajo el más moderno,método pedagógico.

Horas a convenirle!. 32 51 79

En la primera semana de febrerose ha organizado en nuestra ciu-dad unos festivales de música deJazz bajo el patrocinio de las en-tidades del «Hot Club Barcelona»,«Club 49» y «Agrupación discófilosdel FAD». Y toda esta organizacióngira en torno al llamado Gran Pre-mio del Disco de Jazz 1958, creandouna atmósfera propicia y entusiasta,como se pudo comprobar en la memo-rable sesión celebrada el viernes 6 defebrero en el suntuoso Windsor Palace.

Esta moderna y rara expresión mu-sical nacida en los Estados Unidos,siendo la «gran patria» la ciudad Nue-va Orleáns y le sigue Chicago, y mástarde Nueva York, ha crecido en elmundo alcanzando una importancia enlos anales de la música de nuestro si-glo XIX. No es raro que Europa hayaencajado plenamente y sienta un ver-dadero interés por esta faceta norte-americana creada por la población mo-rena. Harlem canta al mundo desdeun Nueva York tremendo. Eleva consu corazón un sentido y una estéticadistinta para llenarlos con los incon-mensurables «blues» de Nueva Or-leáns y crea una canción que no seolvida fácilmente.

Estos festivales de Jazz en Barce-lona, no sólo atraen aquellos segui-dores y fieles de siempre, sino queesta vez ha llamado a otras puertasque estaban sordas o indiferentes. Lamúsica de jazz tan atacada y discu-tida, se ha ido introduciendo y ganan-do puntos importantes con su historiatan breve como densa. Y tiene intér-pretes magistrales como «Cootie» Wi-lliams que nos ha traído con sus rit-

Con el primer día de este año, 1959,entró en el escenario de nuestro Li-ceo una ópera catalana, y surgida dela pluma de Juan Altisent, compositorconocido y prestigioso.

Desde luego, tiempo hacía que unestreno no concentraba una tal can-tidad de público. Lo que demuestraque tal como anunciábamos en estasmismas páginas, la expectación des-pertada era extraordinaria.

No tuvimos noticia de que nadie sa-liera defraudado. Pero, hubiera sali-do defraudado quien esperara unaópera al viejo estilo, mantenida enla tónica de Verdi o de Wagner. Tam-bién hubiera salido defraudado quien

esperara una ópera moderna, más omenos a lo Menotti... Creemos que,más por inclinación natural que poridea preconcebida, el maestro Alti-sent ha conseguido, con «Amunt!», unequilibrio entre antiguo y moderno, untérmino medio elegante; una adhesióna las fórmulas tradicionales, unida auna audacia en la concepción musical,una audacia siempre desbordada ysiempre contenida; un «toma y deja»— válganos esta expresión vulgar —que le presta al encanto de lo originaly, al mismo tiempo, el sello de unadmirable respeto hacia el arte quenos han legado los siglos.

Esta es, realmente, la tónica queJuan Altisent imprime a todas sus

mos todo un sentido nacido del cora-zón y de la espontaneidad.

Windsor Palace es un marco dignoy justo para este espectáculo que nostrajo «Cootie». Cinco hombres, cincoinstrumentos, un pequeño conjunto ad-mirable. Desde los solos impresionan-tes de Williams con su trompeta, alsaxo de George Clark con su lentísi-mo apagado rumor. Desde la guitarrade Willie Lowery a los «drums» dela bateria de Lester Jenkins. ArnoldJarvis con su piano mágico y fasci-nante y al armonium, donde arrancacompases de la más pura inspiraciónde su alma de artista.

Esta quizá es la actuación y el actocumbre del festival del jazz en nues

-tra ciudad, que ha sido seguido portodos los aficionados. Agradecemosdesde estas líneas esta sesión delWindsor Palace que ha albergado porunas horas a un espectáculo digno quese supo montar en su escenario de«cine». Un perfecto juego de luces so-bre la escena, ambientando cada com-pás y un escenario desconocido antelos ojos con los cinco hombres hábil-mente dispuesto.

Ha sido un esfuerzo llevado a cabopor las entidades barcelonesas que alprincipio hemos mencionado, secunda-dos por las compañías de discos comola Columbia, Voz de su Amo, Capitol,Belter, y otras que han contribuídoal esplendor con las casas distribuido-ras y venta de discos. Y a los confe-renciantes Cirici Pellicer, Alfredo Pa-po, Frank Tenot que en la cúpula delColiseum han disertado sobre temasde jazz.

R. CORNELIO

obras, y «Amunt!» no se ha apartadode ella ni un ápice, lo que acreditaa su autor de poseer una auténticapersonalidad musical.

A pesar de estar situado el libre-to — obra de Jaime Picas: digno, yajustado siempre a toda necesidad mu-sical — en algún país de la EuropaCentral, la ópera, musicalmente ha-blando, resulta mediterránea... Tal«defecto» honra a su autor, pues nosindica que no puede renunciar a suestirpe. En la música de «Amunt!» en-contramos constantemente algo quenos era entrañable y familiar, y queera en realidad el eco del solar pa-trío. Incluso no nos hubiera sorpren-

dido hallar en los decorados, diseña-dos por el malogrado pintor RamónRogent, algún reflejo de mar, un atis-bo del azul Mediterráneo... Hasta talpunto la música de «Amunt!» tiene re-miniscencias de nuestras latitudes.

No, el público no salió defraudado.Lo demostraron las ovaciones cálidasy prolongadas con que se rubricó cadaacto, y el apoteosis final, una vez ter-minada la obra. Además, los intér-pretes cumplieron su cometido con unabuena voluntad digna de todo enco-mio. El maestro Altisent pudo con-tar para su ópera con muy dignoscolaboradores.

A. N. VIAYNA

M USICABarcelona en el Jazz

"AMUNT" del Maestro Juan Allisen;

6L

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PRUN r..

Juan Abelló, el actual artista expo-.sitor de turno de Galerías Biosca deMadrid, ha registrado un aconteci-miento pictórico nada vulgar en el co-tidiano acontecer de las Artes domi

--ciliadas en la villa del oso.La primera salida del pintor valle-

sano por el centro de la penínsu-la ibérica ha tenido la repercusiónprevista por sus coterráneos y segui-dores. El choque de su pintura lla-meante, con sus azules de metilo, ro-jos incandescentes y amarillos de fue-go, han encendido el interés que ori-gina todo encuentro con singulares

6RIFÉ Y ESCODAEl pintor Mestres Cabanes acaba de

exponer en Grifé & Escoda una co-lección de cuarenta y ocho cuadrosrealizados en Venecia, ciudad que leatrajo poderosamente a través del ar-tista italiano Canaletto. Una colecciónnotable que nos habla de una Vene-cia que caló hondo en el espíritu deMestres Cabanes. Una Venecia que vi-ve ante nosotros con el hechizo de suluz y la extraordinaria arquitecturade la bella ciudad italiana.

Mestres Cabanes con un gran senti-do del color, del ritmo, de la luz, co-nocedor de su oficio de pintor, nosbrinda imágenes como el Carnaval enla plaza de San Marcos, o esa notade color titulada «desde la ventanade mi hotel». Juega con cariño yacierto la luz, ya en los paisajes ur-banos, ya en el interior de la Basí-lica veneciana borracha de colores yde las formas apretadas del bizan-tino.

No olvidemos en Mestres Cabanes elhombre de los murales y de los deco-rados del Gran Teatro del Liceo, cuyoconcepto es grande y amplio en todomomento, porque ve los temas congrandeza. Es curioso observar en estaexposición como en los pequeños lien-zos se confirma esta teoría, ya que sinos acercamos al cuadro vemos laimprecisión y la fuerte pincelada delrasgo fuerte, y sin embargo dan laimpresión de telas mimizadas al má-ximo.

Venecia ha sido para él un sueñorealizado al fin, un sueño mantenidodurante los años de la vida y de lalucha hasta llegar a las luces de Ve-necia que el pintor durante tres añosha recogido en su paleta y nos traeahora de su mano.

estilos, refractarios a veces, pero eldon misterioso que funde el arte delos pueblos en un mismo crisol losuniversaliza, humanizándose las escue-las al grado justo de ser verdadera-mente representativas e inconfundiblesen los senos topográficos del mapa dela pintura.

Juan Abelló, pintor exaltado, emi-nentemente mediterráneo, concreta-mente latino, nutrido por la savia desu pueblo natal acostado en el ubé-rrimo y fastuoso llano del Vallés, pai-saje ameno, frondoso, agrícola, pas-toso e idílico y velado por sendas ymajestuosas montañas, cielo azul, cla-ro, transparente, aire limpio sano yestival. Los nativos llevan en su almael clima y la alegría de sus predios yhorizontes.

El pintor de Mollet del Vallés haentusiasmado con su pintura fragan-te a los madrileños, ha despuntado in-terés y ha chocado con la sobria pin-tura castellana, austera de colorido yparca en los asuntos, produciéndosepor el bien común del arte la efusiónespiritual de dos escuelas, de dos es-tilos y de dos reflejos pictóricamenteétnicos, alcanzando por esta transmi-stón el éxito que esperaban sus in-condicionales. Abelló ha proyectado entodas sus obras la alegría de su tie-rra. Hombre confiado, astuto y soñador,más hecho a la aventura que al tran-quilo q uehacer. sus paisajes tienenaudacia interpretativa, sus figuras la

SALA PARÉSEl pintor Juan Brull ha vuelto al

«Salón Parés» como un auténtico re-greso a un pasado inmediato que tan-to definió a Barcelona como ciudadde arte, de artistas, de inquietudes. Esquizás esta exposición más interesan-te por lo que de evocación y valor tie-ne, ya para los jóvenes como parael mundo sobreviviente de aquel en-tonces. Artísticamente es una etapasuperada y definida de Barcelona, quecuenta en su historia tanto, aunqueen estos momentos sea muy difícil serplenamente comprendida. Barcelonaera entonces una ciudad distinta.

La pintura de Brull, fuertementeatada a su época, tiene contrastes muyacusados, dado la sencillez que laanima, diríamos un modo muy finde siglo de ver y comprender las co-sas, pues un gran artista no cae enestos caminos fáciles como lo demos-tró en aquellos momentos el artistaprofundo que había en Isidro Nonell,que le consideramos como el herede-ro de un Fortuny en la línea directade un Goya. Brull es quizá más ape-gado y más anecdótico en todo sucontenido.

Por eso decimos que consideramosesta muestra de Sala Parés como unpunto de referencia, de evocación, elregreso a un pasado inmediato flojo ydesprovisto de fuerza. Desligado y flo-tando entre las dos fuerzas del si-glo XIX y el tremendo latido europeoque despierta el espíritu con la gue-rra del catorce. Un camino descono-cido que emprenden los intelectualesy los artistas marcando nuevas rutasque las generaciones posteriores lle-nan con su voz, su huella, su gesto,su grito eterno y nuevo.

preocupación cromática, pretendien-do poner sobre un presunto clasicis-mo, hallazgos de última hora, con bienentendidas faces, que sin ser demagó-gicas son expresiones bien aplicadas,que concretan y determinan una po-sición o un concepto de pintor for-mado que busca asentar en sus lien-zos una obra definitiva, toda esta aven-tura pictórica retrata el hombre lati-no, el artista alimentado por las ten-dencias que allende de los pirineos,sus montañas vecinas, se aparejan conla inquietud de su alma, cultivada enun paraíso ca}npestre, dotado de atrac-tivos que siempre han hecho gala lapintura catalana.

Su aparición en las reales de la me-seta castellana será considerada por lacrítica de la capital de España comouna valiosa aportación en el feudo dela pintura nacional.

Su temperamento intrépido, su pa-sión para pintar ha transformado anuestro pintor en un tipo clásico, enun personaje castizo. Sus modales yformas en el último mosquetero de lapintura romántico-expresionista, vayanha entender esta frase, ante sus cua-dros los investigadores y aficionadosal arte de Apeles.

La portada del presente número esoriginal de nuestro pintor, «Carnesto-lendas» el tema tradicional, grotescoy arbitraria subyuga al artista y selanza a su manera dictiva a pintar,dejando su estilo bien patente.

6ALERIAS JARDINEn la última exposición presenta-

da en las Galerías El Jardín, el pin-tor olotino Vayreda Canadell presen-ta una evolución que recuerda lasformas del cubismo en una pintura decolores acusados y rectángulos. Laevolución registrada en este pintor lelleva hacia un camino más propio ypersonal, aunque creamos sinceramen-te que Vayreda no halló todavía laexpresión pura de su arte. En sí estabusca indica el espíritu inquieto queno se conforma con lo conseguido nilo asequible. Pero esta busca encierrael peligro de autodestruirse cuando nose lleva una dirección fija y un ca-mino trazado.

Sus primeras exposiciones celebra-das en Olot le dieron el aliento ne-cesario para llegar a Barcelona amostrar su arte en El Jardín, quesiempre acoge a los artistas novelesque apuntan un camino y constituyeuna cierta garantía para todos. Qui-zá creemos que Vayreda Canadell, li-berado del ambiente y de las escuelasde su país, sea ésta una base firmehacia un futuro mejor en su obra ar-tística, que debe liberarse de formasextrañas y hablar por su propia voz.Esa voz que diga concretamente y al-cance lo que intenta.

No bastan estos digamos éxitos ini-ciales en su ciudad y en el InstitutoFrancés de Gerona, que si le avalany le garantizan como un valor, tam-bién le obliga mucho por la respon-sabilidad que encierra y por la feque se tiene. Vayreda nos afirma consu exposición barcelonesa ese cre-ciente impulso que cumple más alláde un principio superado ya en estosmomentos.

SPECTATOR

Curso sobre "Lo español

en la creación artística"

El 3 de febrero se inauguró en elInstituto de Cultura Hispánica elIII curso sobre «Lo español en lacreación artística», bajo la direcciónde don Antonio Almagro Díaz, y diri-gido especialmente a periodistas y uni-versitarios hispanoamericanos. Estecursc durará veinticuatro días, los te-mas a tratar serán: Artes plásticas,historia, música, teatro y literatura.Se visitarán el Museo del Prado yalgunos viajes culturales a Illescas yToledo.

Las conferencias son presentadas encolor, audiciones musicales, proyeccio-nes con diapositivas y recitales dra-máticos. Los que deseen matricularsepueden hacerlo en los días laborablesde once a dos de la tarde y de seisa ocho de la noche en el Departa-mento de Intercambio cultural en elInstituto de Cultura Hispánica.

Pintor barcelonés que vive entrenosotros. Su estudio de pintor seabre ante y bajo las palmeras de laPlaza Real. Sus ojos lejanos y hu-manos, miran cada día este paisaje ur-bano tan nuestro. Ahí le hemos ido aencontrar entre las luces del crepúscu-lo de un sábado de enero que el ar-tista nos espera. Y allá queda la Ram-bla envuelta en la luz nueva de suslámparas de mercurio que le da unaspecto fascinante y mágico.

Nos acercamos al pintor Pedro Pru-na, que recientemente ha obtenido unnuevo triunfo con su exposición en laSala Parés de nuestra castiza callePetritxol. Pruna ha vuelto a la ac-tualidad artística porque fué el pri-mer pintor español que alcanzó el co-tizado trofeo internacional de arte«Carnegie Institut» de Pittsburg, alláen el año 1929, que Derain conquistóel primer premio y Pedro Pruna elsegundo premio.

Entramos en la casa del artista dela Plaza Real. Nos recibe en su ta-ller amplio y perdido ahora en laúltima luz del día. Y su humanidad semueve hacia nosotros expresando unprofundo cansancio y una angustia.Empezamos el diálogo recordando susprimeros pasos y los estudios en LaLonja. París viene luego y a los dieci-siete años conoce a Picasso. Fuéel primer año de París, un año terri-ble y que marcó un regreso a Barcelo-na. Quedan en manos de Picasso unacolección de trescientos dibujos quele abrirán un año más tarde las puer-tas de la famosa galería parisina Per-cier, punto de arranque y positivo quepesará para siempre en su vida ar-tística.

Sucede más tarde que Diagilev, di-rector de los Ballets Rusos, le encargaun decorado para el ballet «Les Ma-talots» y más tarde «La Pastoral».Para identificarse con el espíritu quealienta a esta gran agrupación dedanza, asiste durante todo un año atodos los ensayos y las funciones. Ensus viajes por Europa conoce Inglate-rra. Vive tres meses en el colegio uni-versitario de Oxford, y cada año vi-sita Londres con sus maravillosos mu-seos y expone obras en «Clarige Gal

-lery». Además de estas ciudades, tam-bién expone en Barcelona, Chicago,Tokio, Nueva York. El arte de Prunase impone, ya desde el pintor al ilus-trador de libros, ya en el ballet conla vida de sus telones y sus figurines.

EDITORIALarte, esencialmente el arte tienesus virtuosos, criaturas dotadaspor Dios de una habilidad y deun surtido excepcional, elegi-das para regular la válvula ar-tística que ha de administrar elaire sano a la humanidad paraque respire su pureza como ele-mento capital de vida y evitarlas asfixias artísticas que enra-recen y corrumpen los flúidoshumanos.La concurrencia en este mer

-cado se cotiza entre afortunadosy desafortunados, afortunadosdesheredados de sensibilidad y

Pruna en esta tarde barcelonesa per-dida en el tiempo, tiene una fraseimpresionante 4uando hablamos delos poemas clásicos de «La Odisea».Sus palabras medidas y graves pe-san en sus labios. «Jo sóc un grecque estic aquí». Y de pronto me co-munica que acaba de terminar los 33grabados litográficos para el libro«La vida de Cristo según los cuatroevangelistas», que han sido el tra-bajo de un año y medio, y asesoradocon el consejo del Prefecto del Vati-cano y abad del Monasterio de Ri-

poll, Dom Anselmo Albareda. Un li-bro a gran folio en tiraje especial ylimitado de trescientos ejemplares.Los grabados del artista llevan el sellooriginal de su arte y del cuidado deun hombre consciente y capaz en elalma de su tema.

Dejamos a Pruna frente al mundode su Plaza Real. Sus palabras estánvivas en nuestros oídos. Nos absorbeel ritmo denso y tremendo de la Ram-bla. El Gran Teatro del Liceo brillaen la noche de «La Walkiria». Y nosé porque soñamos en ese libro épico

de Pruna que se llamará «La Odsea».

ROBERT

(Fii a1)

desafortunados propietarios deuna riqueza instintiva incalcu-lable para apreciar el valiosotesoro que ofrecen los artistas asus semejantes. Este galimatíasde temperamentos y facultadesanda el duende removiendo losintereses de la clientela y delos productores, así vemos enesta almoneda transita los per-sonajes pintorescos que consti -

tuyen el ambiente del mercadoartístico y desenvolverse su gra-cioso anecdotario a veces dra-

mático y miserable.

EI éxito de un pintor catalán en MadridJUAN ABELLO

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PAGINA 1_ [°í'I?1' AKiACRITICA DE LIBROS Los libros declarados de

Interés Nacional«LONDRES», por Jacques Boussard,

Editorial Juventud, Barcelona.

Jacques Boussard, un francés, nosda en el presente libro una visión ar-tística, monumental e histórica de lagran ciudad, expuesta con la gracia yfluidez de estilo, características de losescritores galos. No es una simple mo-nografía, sino un reportaje mucho másameno que una novela, además de es-tar ilustrado con profusión de helio-grabados y un plano. El autor consi-gue darnos en su obra la ambientaciónde la capital británica; nos detalla, sincaer en la monotonía, la riqueza delos museos, nos describe las calles mo-dernas y nos transmite el encanto delo antiguo con su evocación de los ba-rrios viejos, repletos casi todos ellosde Historia. Hasta el presente, no ha-bía llegado a nuestras latitudes una

PREMIOS NACIONALES DE

PERIODISMO

El «Boletín Oficial del Estado» deldía 4 de febrero publica una ordendel Ministerio de Información y Tu-rismo convocando los premios nacio-nales de periodismo «Francisco Fran-co» y «José Antonio Primo de Rive-ra», para el año 1959.

Los trabajos que concurran al pre-mio"nacional de periodismo «Francis-co Franco» constituirán la labor pe-riodística firmada de cada concursan-te dentro del plazo comprendido en-tre el 1 de febrero y el 31 de octubrede 1959. Los trabajos que se presentenal premio nacional de periodismo «JoséAntonio Primo de Rivera» constituiránla labor periodística que sin firmarhaya realizado cada concursante en elmismo plazo. Para aspirar a cualquie-ra de ambos premios será preciso quelos originales correspondientes hayansido publicados en idioma español yen diarios o revistas de España o paí-ses de habla española dentro del ci-tado plazo. El de admisión de artícu-los finalizará a las 24 horas del 10 denoviembre de 1959. La cuantía de cadauno de los premios nacionales de pe-riodismo será de veinticinco mil pe-setas, considerándose indivisible.

El Jurado calificador de dichos pre-mios estará constituído por los si-guientes señores: director general dePrensa como presidente; subdirectorgeneral de Prensa, como secretario;don Ismael Medina Cruz, redactor de«Arriba», de Madrid: don BartoloméMostaza Rodríguez, redactor de «Ya»,de Madrid; don Alonso Ojeda, direc-tor de «Diario Palantino-Día de Pa-lencia»; don Vicente Cebriá Carabias,director en funciones de «Arriba», deMadrid; don Pedro Alvarez Gómez,

La Editorial Gustavo Gili., S. A., deBarcelona, prepara la pronta publi-cación de un libro importante, JOANMIRO, SU OBRA GRAFICA. Con elloresultarán asequibles las obras gra-badas del gran pintor catalán, confi-nadas en limitadísimas tiradas de es-tampas independientes, o como ilus-tración de obras, en tiraje igualmen-te reducido, en su mayor parte textosde poetas franceses de la hora, comoTristan Tzara, André Breton, MichelLeiris, Georges Hugnet y otros quenos evocan el movimiento surrealista.El libro a que nos referimos es degran formato, impreso en offset yhuecograbado en lo que a sus cienláminas en color y negro se refiere.Lleva una introducción de Sam Hun-ter, Conservador Jefe del Instituto deArte de Minneápolis, y un corto pró-logo de Juan-Eduardo Cirlot, quienha cuidado asimismo de la traduccióndel original inglés. Esta obra aparecesimultáneamente en otros países, enEuropa y Estados Unidos, y no hayduda de que desempeñará un granpapel en el conocimiento de la obrade Miró. A diferencia de muchos delos artistas contemporáneos más im-portantes, el autor de «La Masía»prestó atención al grabado a lo largode la mayor parte de su carrera, des-de antes de 1930. Pero tan pronto co-

visión más completa de una ciudad tanimportante para todo europeo comoes el viejo Londres.

Para los que no tienen posibilidadde visitarla, nada mejor que este li-bro para conocerla.

«LOS ENCUENTROS», por VicenteAleixandre, Ediciones Guadarrama,Madrid.

El autor, en la nota preliminar, nosdice: «Muestran estas páginas un con-junto de semblanzas personales alusi-vas a algunos de los poetas españolesque yo he conocido a lo largo de mivida». Libro interesante, no tan sólopor su innegable calidad literaria, sinotambién por su finalidad, la de dar aconocer al público las figuras, en suaspecto personal, cuyas obras leyó.

director de «Córdoba», de Córdoba;don Guillermo Luca de Tena, directorde «ABC», de Sevilla, y don ManuelSantaella Pérez, director de «El IdealGallego», de La Coruña, como vocales.

CONCURSO ENTRE ANTIGUOSALUMNOS Y ASISTENTES DEL INS-

TITUTO «AUSIAS MARCH»

Para conmemorar el quinto cente-nario de la muerte del gran poetaAusias March, este Instituto, creadoen Barcelona, bajo tan prestigiosonombre en el año 1933, y que desde1939 viene funcionando en el inmueblesito en la calle Muntaner, 277, abreconcurso entre sus antiguos y actua-les alumnos a fin de premiar uno ovarios trabajos sobre la vida u obradel citado escritor valenciano. Estostrabajos deberán presentarse antes deldía 1 de marzo próximo en la secre-taría del Instituto, donde también sefacilitarán los informes necesarios.

INGRESO DEL SEÑOR NAVASCUESEN LA ACADEMIA DE BELLAS

ARTES

El próximo domingo, y en sesión so-lemne, tomará posesión de su plaza deacadémico numerario en la Real deBellas Artes de San Fernando donJoaquín María Navascués y de Juan,director del Museo Arqueológico, ins-pector general de Museos, Catedráticode Epigrafía y Numismática de la Uni-versidad de Madrid y académico dela Real de la Historia.

El señor Navascués desarrollará ensu discurso de ingreso el tema «Apor-taciones a la musicografía española».

Le contestará en nombre de la cor-poración don José Yarnoz Larrosa.

El acto comenzará a las siete de latarde y la entrada será pública.

mo entró en contacto con el agua-fuerte y la litografía, en sus manos,estos medios adquirieron un sorpren-dente carácter nuevo y se convirtie-ron en adecuados cauces a su libreimaginación creadora. Todos los pe-ríodos de Miró se hallan reflejadosen la obra, desde las imágenes surrea-listas de la década 1920-1930, cuyasformas biomórficas se remontan a Gau-dí —acaso con un influjo tangencialde Hans Arp — a las «virtualmenteabstractas» imágenes recientes, entrelas cuales sobresàlen las xilografíasen color para «A Toute Epreuve», dePaul Eluard, en cuyo grabado cola-boró Enrique Tormo. Pocos artistasdel siglo XX han sido tan audaces eíntegros como Miró — dice Sam Hun-ter en el libro que comentamos — alestablecer su comunicación con nos-otros por medio de un lenguaje deformas, signos y símbolos», menos in-comprensible de lo que parece a pri-mera vista al no iniciado» y siempredotado de una poderosa poesía plásti-ca. Especialmente hay que llamar laatención sobre la alta calidad de lasláminas de este nuevo libro de arteeditado en Barcelona, muchas de lascuales dan la sensación de una impre-sión original del grabado correspon-diente.

A. G.

Obras de este tipo han sido escritas ypublicadas en todas las literaturas eu-ropeas, y nos congratulamos de que laliteratura española cuente con unamás. Escrita con un estilo altamentematizado y poético, desfilan por suspáginas figuras tan importantes comoOrtega y Gasset, Jorge Guillén, CarlosRiba, etc., etc.

En este libro. Vicente Aleixandre hacuidado su objetividad . sin dejar demostrarse apasionado y sincero.

«EL DOCTOR JIVAGO», por BorisPasternak, Editorial Noguer, Méxi-co-Barcelona.

La discutida novela de Boris Pas-ternak, el escritor ruso desconocido

hasta hace poco en nuestro país, con-firma la tesis, bastante generalizadaentre los círculos intelectuales, de loconveniente de un retorno, en novela,a un estilo tradicional. Si bien BorisPasternak no alcanza con su obra laaltura de las grandes obras rusas delsiglo XIX («Crimen y castigo», «Gue-rra y paz»), consigue una evocaciónde lo épico a base de un estilo llano,objetivo, austero, muy propio de losgrandes maestros de la prosa. Consi-gue una perfecta fusión entre fondo yforma, que es, al fin y al cabo, la fi-nalidad de todo escritor digno de estenombre.

No es, pues, raro que una obra detal índole resista la traducción. Estetipo de obras resisten incluso las tra-ducciones precipitadas, pues, siendo sulenguaje lleno y normal, un simpleconductor de ideas, hechos y persona-jes, no obligan al traductor a buscaren el idioma al cual traslada, efectospreciosistas ni matices verbales. Casitodas las obras maestras de la nove-lística universal fueron concebidas, encuanto al estilo, como Boris Paster-nak ha concebido su «Doctor Jivago».

Con este título, la Editorial Aymános presenta un bello volumen, en-cuadernado en tela especial y oro,de 328 páginas. formato 16x21, con

48 láminas en huecograbado, dos ma-pas y seis dibujos a la pluma. Tradu-cido por el Dr. Jaime Elías, es su au-tor Samuel Noah Kramer, verdaderaautoridad en el campo de la Sumerio-logía y de las ciencias arqueológicasorientales. Nacido en Rusia en 1897,actualmente reside en Norteaméricay es profesor de Asiorología en launiversidad estadounidense de Pensyl-vania. Discípulo de Arno Pobel, desde

La orden de 1 de julio de 1945 so-bre calificación de libros, dispuso queentre las obras que hayan alcanzadola de libro recomendable se podrádiscernir una especial concediéndolesel título de «Libro de interés nacional».La consideración del sobresaliente va-lor e interés de los libros a que seotorgue este título, hace aconsejableque además de los beneficios a quese refiere el artículo sexto de dichaorden gocen de aquellos otros que su-pongan una efectiva protección de susediciones.

En su virtud el Ministerio de Infor-mación y Turismo, por orden de 30de diciembre último, que inserta el«Boletín Oficial del Estado» de hoy,ha tenido a bien disponer:

Art. 1. — Que a los beneficios con-tenidos en el artículo sexto de la or-den de 1 de junio de 1945 en favor delos libros declarados de «interés nacio-nal» de acuerdo con los preceptuadosen dicha orden, se agregue el de dis-

1930 ha participado en excavacionesy misiones arqueológicas en Turquíay en el próximo Oriente. Ha perma-necido largas temporadas en las tie-rras sumerias, excavando sus ciudades.Estas son ya las primeras garan-

tías de solvencia científica que nospresenta la Editorial Aymá con dichovolumen. Esta obra nos sorprende porsu amenidad, no siempre existente enlibros de tal índole. La descripciónde la historia de un pueblo olvidadohasta hace poco, adquiere en la plu-ma de Samuel Noah Kramer un tonovivo, cálido, cordial, más parecido alde un ensayista biógrafo que al de uninvestigador científico. Y, con todo,la exactitud histórica es rigurosa. Niun solo momento permite el autor quesu fantasía se desborde por los cami-nos de lo novelesco; fácil, al fin y alcabo, tratándose como se trata de untema cuyos detalles no pueden ser co-tejados con la realidad por el mo-derno lector.«Cuando se trataba de los grandes

intereses del estado, especialmente encuestiones de guerra y de paz, losmonarcas consultaban con sus másnotables conciudadanos, reunidos enasambleas. El hecho de recurrir a estaclase de instituciones «democráticas»,desde el tercer milenio a. de J.C., cons-tituye una nueva aportación de Sume-ria a la civilización.»

Esta muestra del texto da 'idea deltono vivo y de permanente interéscon que está enfocada dicha obra. Daa conocer al lector actual, incluso almás profano en cuestiones arqueoló-gicas, que cada época es parecidaa todas las épocas en cuanto a lohumano se refiere. En Sumer, «dondeempezó la Historia», los hombres lu-chaban, amaban, procreaban y mo-rían. Estructuraban su organizaciónen cuanto a pueblo, a colectividadhumana, e incluso instituían una es-pecie de parlamento.

Por esto, el hombre moderno nopuede desdeñar el pasado, pues essusceptible de aleccionarle para elpresente. Este libro es extraordina-riamente útil, al encerrar entre suspáginas, a través de su interesantetext(] esta idea fundamental.

Además de obra científica, puede serconsiderada obra de arte, por la per-fección de su estilo y por la maestríaen la exposición. Favorecida por lapulcra traducción del Dr. Elías y porla bella edición de la casa Aymá.

poner preferentemente dentro de lasdisponibilidades existentes en cadamomento, de los cupos de papel pro-tegido que necesiten sus ediciones, so-metiéndose a tal efecto a la inspecciónde producción editorial y límites deprecios que el Ministerio pueda esti-mar pertinente.

Art. 2. — Que el próximo año se re-serven las cantidades necesarias delos cupos globales de papel para ad-judicar con carácter definitivo las con-cesiones enunciadas y no adjudicadas.durante los dos últimos ejercicios enfavor de los libros declarados de «inte-rés nacional».

Convocatorias j Concursos

LIBROS SOBRE ARTE

Juan-Eduardo Cirlot

DICCIONARIODE SIMBOLOSTRADICIONALES

«La Historia empieza en el Sumer»por J. DELTELL

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CRIADO Eduardo

TIC AYEPES María Carmen

D E TEATRODIOSDADO Enrique

Panorama desde el puente

El Premio Nobelde literatura

MUNDO DEL ESPECTACULOMANUEL ROBERT

El Premio Nobel nos ha convertidosúbitamente en familiar y famoso unnombre que nos era completamentedesconocido y que, al principio, nosresultaba de difícil pronunciación. Bo-ris L. Pasternak. El Premio Nobel hapermitido que su libro, «El doctor Di-vago» — novela de fondo histórico -fuese un completo éxito de editorial yde librería. Nadie que se precie deestar «à la page» en cuanto a laliteratura actual e universal ha des-deñado «El doctor Jivago». Boris L.Pasternak, en su retiro, puede vana-gloriarse de haberse convertido enun autor mundialmente famoso.

• ¿Gracias a la calidad literaria desu novela? Gracias al premio Nobel.

Nuestro siglo ha descubierto que lospremios literarios consiguen no tansólo hacer ganar dinero a autor yeditor, sino también fama, populari-dad, al galardonado. Autor novel yambicioso, no se preocupa más, apar-te, naturalmente, la composición de.sus obras, que de los concursos lite-rarios a realizar. ¿Podría esta preocu-pación mermar sus facultades paracrear las obras susceptibles de figu-rar en dichos concursos y de ganarlos premios...? Esto sería grave. Estonos señalaría que ya podríamos re-nunciar al recibimiento de verdaderas-obras maestras; esto nos señalaría unalamentable crisis de genialidad.

A pesar de estas objeciónes que po-nemos, estamos de acuerdo con elPremio Nobel porque, generalmente,recae sobre algún autor que trabajay crea desde hace años, algún autorya no novel que comprende que lafama, el prestigio y la gloria, sólo pue-den obtenerse gradualmente y con len-titud, a través de verdadera vocacióny a costa de trabajo, paciencia, luchay sufrimiento. Con razón, desconfióde la fama ganada con poco esfuerzoy en un solo día... Su principal pre-ocupación no fué la de obtener dine-ro y galardones, sino la realizaciónde su obra, su obra entera, a la que.sacrificó horas y con la que fué usan-do su intelecto, este don del Creadorno dado con demasiada facilidad.

El Premio Nobel de literatura seprecisa sobre esta clase de escritor, quees el escritor verdadero, el escritordigno de sobrevivir a su época. Pormuchas razones, nosotros no hemosconocido a Boris L. Pasternak hastaahora, el momento del galardón, perosabemos que es un escritor ya no jo-ven y, desde luego, ya no novel. Y eseste factor, más, quizás, que ninguno,el que nos impulsa a leer con aten-ción su «Doctor Jivago».

ADOLFO NANOT

En el Teatro Alexis se ha produ-cido el éxito de dos comedias del jo-ven autor barcelonés Eduardo Criado.«Los blancos dientes del perro» y«Cuando las nubes cambian de na-riz». Esta última comedia ha sido pre-miada en el reciente fallo de los pre-mios «Ciudad de Barcelona», en elcertamen de Teatro.

Eduardo Criado es un autor «reciénestrenado» que ha tenido la acogidadel público con 450 representacionesconsecutivas de su comedia primera, yel notable éxito que está logrando consu segunda obra. Las comedias deCriado no son en sí obras definitivas,ni creo que sean obras originales, nide una trascendencia. Pero lo quenos gusta de Criado es el empuje vi-tal que le lanza con esa alegría haciaun mundo de posibilidades que vemosreflejadas en las obras salidas de susmanos.

Hay, por qué no, en su obra, unhalo poético, una gracia ingenua, unaesperanza humana, un calor de cria-turas, que tienden hacia un Teatromejor y más sólido y personal quecreemos nos dará Criado en un ma-ñana próximo. Hombre de una sim-patía personal, muy abierto a la crí-tica, escucha y habla sin que el éxi-to o la vanidad le hayan herido. Saberecoger con sincera humildad aquellosaplausos que le brindan desde el Tea-tro Alexis, auténtica plataforma desus éxitos. Tampoco olvidemos a losactores que han sabido dar vida ycrear los personajes de las obras deEduardo Criado, que indirectamentecontribuyen al triunfo y que realmen-te cuentan en la realidad.

Actriz barcelonesa queha logrado un merecidopuesto de honor en elteatro español moderno.Actriz de valores posi-tivos que se abre paso deun modo fulminante. Sin-gular criatura dotada deun raro encanto seductorque atrae, y de una es-cuela en la escena. Tie-ne un brillante porvenirsi ella misma no malo-gra las mejores esperan-zas que vemos y posee.

Desde los días del Ins-tituto del Teatro y lasclases de danza clásicacon madame Mirinscaya,son la escuela formal del uria Torray en los añosde 1952 a 1956, ha ren

-dido en esta mujer losprimeros pasos de su ca-rrera. Desde las funcionesde teatro de cámara alescenario del Teatro Co-media con «La rosa ta-tuada», «Catalina no es formal», «Au-gusto», y últimamente en el TeatroWindsor con «El canto de la ciga-rra» y «Patata».

Nuria Torray es una actriz eminen-temente trágica que siente el teatroclásico, y de los autores modernos es-pañoles a García Lorca y Alejandro

En el Teatro Candilejas vuelve conla comedia de John Patrick «La des-concertante señora Savage», una pe-queña actriz como la definió un crí-tico teatral barcelonés. María Car-men Yepes. Jovencísima criatura queha empezado a andar por el mundode la escena hace escasamente dosaños. «La dama duente», «Quiere us-ted jugar con moi?», «Un día deabril» y un corto gracioso papel enla «Feria de Cuernicabra» son los pun-tos de arranque.

María Carmen Yepes, dotada de unraro encanto que sujeta al espectadory que la hace centro de escena ensus ojos. Una gracia poética y huma-na que se desprende de su personadesde los trajes a los gestos y la vozy la pequeña figura rítmica de sucuerpo breve. Donde mejor vuelca yrevela su personalidad teatral tan in-tuitiva como inmensa, es el personajede Ana en la comedia «Un día deabril». Admitamos que el papel fuesea la medida y agradecido, pero la in-terpretación y el alma que puso sólopuede darlo un ser que lleva en sucorazón todo un mundo de valoreshumanos, plásticos, teatrales.

También ha rodado dos películas.«Su desconsolada esposa» y «Su pro-pio destino», y muy pronto empezaráel rodaje en «Marianela». Papeles cor-tos y secundarios, pero -importantespara alguien que apenas empieza sucamino. Su mejor interpretación en el«cine» es en «Su desconsolada espo-sa», porque en la película italoespa-ñola la impericia del director italia-no Vari equivocó totalmente el perso-naje de María Carmen Yepes, un per-sonaje grotesco y triste.

Casona. Una de las mejores condicio-nes que revela en su arte de la esce-na es que no le importa el «papel»y sí quien la dirige y la importanciade la obra. El director escénico Mi-guel Narros es quien mejor vió losvalores de la actriz Nuria Torray.

En el Windsor Palace Teatro per-manece hace casi un año el actor En-rique Diosdado, que se presentó enBarcelona con su compañía como pri-mer actor y director. Abrió el ciclocon la comedia de Alfonso Paso «Elcielo dentro de casa», y siguió con «Undía de abril», «El canto de la ciga-rra» y, actualmente, con el éxito de«Patata». Diosdado es un actor sobrioy correcto que lleva más de veinticin-co años en la escena con largas tem

-poradas en los teatros de España yde América. Quizá la mejor virtudque le acompañó siempre ha sido esemodo tan propio de «hacer y decir»,que le define en la creación de cadauno de los personajes, y sobre todole acompaña la voz y el gesto y elritmo a un solo compás. En las obrasque le hemos visto estrenar en Bar-celona, ha sido la tónica el buen gus-to y un amor por el teatro, que jus-tifica plenamente esta larga estanciaentre nosotros.

Quizá el mejor personaje encarnadopor Diosdado sea «Patata». Es un pa-pel difícil de una comedia difícil, pro-duciendo una serie de situaciones don-de el matiz y el momento están muylogrados. Y hemos de agradecer aDiosdado ese tono tan justo y tan me-dido que ha sabido imprimir en estavisita a Barcelona, que le acompañala fortuna del éxito como el mejoraval al esfuerzo y a la categoría deun espectáculo, y que beneficia al pe-queño Teatro Windsor en su corto his-torial escénico.

Ha sido presentada en nuestra ciu-dad esta obra que lleva dos años deéxito en París, y que en Roma haceseis meses. Comedia musical con ungran ritmo y con mucho juego de es-cena y de personajes, quizás excesivo,dado que el centro es Irma, la mu-chacha de Pigalle que un día descubreque existe el amor. Un ser primitivo ycon conceptos precisos del mundo. Noconozco la versión original francesani la puesta en escena, pero creo quehay un marcado divorcio con la adap-tación o versión española.

Mihura españoliza demasiado el te-ma sutil del modo francés de enten-der y comprender ciertas posicionesante la vida, sobre todo esta comediade Pigalle, donde dentro de lo enor-memente divertido y ligero de Parísvibra y existe la tragedia de los per-sonajes que también tienen corazón yalma, como Irma llamada «la dulce».Presentada bajo ese clima tan favo-rable al equívoco que es París enesencia hay ese fondo inmenso de lavida misma que no ignora nunca lospequeños dramas sentimentales quelaten en todas partes.La versión española presentada en

Barcelona se ajusta mucho más alcriterio que defendemos que a lo quevimos en Madrid en su presentaciónen España. Entre nosotros cuaja lacomedia musical de Irma, ya quedesde el teatro Calderón salta al Pa-ralelo, manteniéndose en cartel.

Arthur Miller ha llegado de la ma-no del actor Pedro López Lagar consu comedia «Panorama desde el puen-te», que es un trozo de la vida neoyor-quina vista con los ojos fríos de unautor hacia los personajes. Glacial lí-nea sin concesiones y recta que atacadirectamente el fondo de la cuestióny nos la muestra al desnudo sin quequepa la más mínima distracción dediálogo o peso muerto de la comedia,porque todo lo que ocurre en escenaes un trozo de la vida completo y ani-mado por los muñecos de comedia hu-mana con su carácter definido, justo,exacto, helado como una matemáticade números absurdos el mundo delcorazón. Magistral puesta en escena,sobria y recia y tan helada como elalma de la comedia misma que nosabemos por qué nos retrae al deco-rado del cuadro de la cárcel de laobra de William Faulkner «Réquiempor una mujer».

Todos los intérpretes realizan unalabor armónica llevados de la manode López Lagar y Carmen Bernardoscon Tina León y Miguel Palenzuela yVicente Haro, seguido de los demásactores de la compañía que dirige Ló-pez Lagar, que ha sabido montar unapequeña obra maestra de intensidadque dura más allá de las dos horas ymedia de un largo único acto, que re-vela de por sí la calidad alcanzada.Porque el espectador queda inmerso ysujeto a la acción en tal forma quepierde la noción del tiempo.

Esta es la mejor virtud de «Pano-rama desde el puente», que en sí esuna obra dramática con mucho de tó-pico y poco de original que es salvadapor esta magistral puesta en escenae interpretación.

La revelación que nos trae esta co-media es la actriz Lina Canalejas, mu-jer que canta y dice en la escena conun salero y un garbo. Trabaja conuna gran naturalidad llena de dulzuray cariño con el papel de Irma, donderealiza una interpretación muy supe-rior al tono de la comedia y su encajeen los gustos del público de nuestralatitud. La figura, su gracia, un en-canto personal, todo un orden estéticoy plástico nos revela en Lina Cana-lejas una actriz muy completa y sim-pática.

Corroto, el actor que crea en el tea-tro moderno español ese tipo desco-nocido y nuevo, es quien lleva el pesode la comedia y realiza tres papeles.El narrador de lo que ocurre en esce-na, el tabernero «Belle Pauline» y elpresidente del tribunal que es la en-carnación más soberbia de toda laobra por su contenido cómico y hu-mano. Corroto afirma en estos «dobles»la capacidad creadora de personajesy la «atmósfera del cuerpo» q ue sabedarle. Corroto da consistencia y ar-quitectura a esta obra junto a LinaCanalejas, porque el resto de la com-pañía se pierde en el mar procelosode lo gris y desvaído.

«Irma la dulce» ha sido acogida conesa suave sonrisa desde los labios delespectador, que no se alarma antelas enormidades del diálogo, ni caeen el provincianismo de considerar«verde» una obra tan humana.

NURIA TORRAY «IRMA LA DULCE»

CFR tm1CA D E C I N EEl puente sobre el río KwaiUna película de guerra en color

donde vemos lo bien que lo pasan losamericanos en la guerra, la rectitudejemplar de un soldado del británicoimperio y la enigmática actitud de uncoronel japonés. Tres personajes, tresmentalidades, tres mundos, tres acto-res correctos del «cine». Y todos ellosencuadrados al son de una músicatan inglesa como marcial llamada«Marcha del coronel Bogey», que esa nuestro juicio el mejor acierto dela película.

Es difícil superar los diez primerosminutos del «Puente-Kwai», donde laintensidad dramática alcanza un altogrado junto a la emoción de los mo-mentos largos y la «expresión» quelogra la cámara, y ello invalida elresto de la película. Porque lo quesucede luego está muy lejos y casi nada

tiene que ver con este momento cum-bre. Ahí se vuelca todo el valor dela idea y la fuerza que nos llega dela posición firme de los hombres concorazón de hierro y espíritu que haceinvencible a un pueblo. Nada más.

Inglaterra nos brinda a un nota-ble actor: Alec Guinnes. Sorprendenteinterpretación al encarnar al fabulo-so coronel Nichelson, el audaz y va-liente soldado que lleva a su gentecon la austera y justa rigidez de uninglés. Este es realmente el punto vi-tal y luz del argumento. Lo demás esla pura anécdota de una historia cual-quiera sin matiz ni valor humano.Otro personaje agudamente satirizadoes el comandante japonés del campo,que encarna el casi olvidado actordel «cine» mudo Sessue Hayakawa,que realiza una labor sobria y correc-ta. Willian Holden es mejor dejarlopara otra ocasión o sólo recordarle en«Picnic» o en la memorable película

«El crepúsculo de los dioses» junto ala «mitológica» Gloria Swanson.

David Lean, realizador de esta pe-lícula, es fiel a su línea y mantieneel ritmo y el estilo de su carrera,aunque quizá no sea esta su mejorrealización. Quizá no sea el culpablede una serie de incongruencias en eldiálogo y en el desarrollo de la ac-ción. Sobre todo en la marcha porla selva donde nacen una especie deromances amorosos y da la impre-sión muy lejana de la selva del Siam.Parece una alegre gira campestre unpoco incómoda. El final de la películaes quizás un poco exagerado y seabusa de los convencionalismos y que-da grotesco.Pero la película se conserva dentro

un estilo propio, quizá nos sobra elcolor y la pantalla tan enorme. Elblanco y negro hubiese sido muchomejor, porque el color distrae y sua-viza la acción. El puente, el río, la

música y Alee Guinnes son los per-sonajes y los valores primordiales queha sido muy bien recibido por el pú-blico, pero ello no avala las calidadestécnicas ni artísticas.

El árbol de la vidaOtra vez el «cine» norteamericano

ha vertido en la pantalla un tema tanlleno de sutilezas y áspero que sebasa en la Guerra de Secesión, que hasido llevado tantas veces al «cine»en realizaciones como «Lo que el vien-to se llevó», de Margaret Mitchell, oun libro tan vivido como magistraldel escritor Bronfield, «Río salvaje».Estas cintas tienen el valor de evo-

car un mundo desaparecido para siem-pre, que los Estados del Sur avivan yconservan con un largo profundo re-cuerdo hacia el pasado como el home-naje a la memoria de aquello que fué.El cinema norteamericano ha sabido

dar vida a la época de la Américade 1861 a 1865, con tal fidelidad quenos da la impresión de vivir entreesos personajes tan estupendos comohumanos. No son esta vez los clisésfríos y «standar» de Hollywood, sinoque son cuadros dotados de calor y co-lor,fuertes y dulces con las escenas dela guerra y las casas patriarcales delsuntuoso profundo sur.«El árbol de la vida» pertenec a

este tipo de obras que están demasia-do cerca para ser históricas y dema-siado lejos para ser algo que nos digaen «nuestro tiempo». Elizabeth Tay-lor encarna el pedsonaje que nos re-cuerda a la inolvidable Vivían Leighten Scarlette O'Hara. MontgomeryClift, Eve Marie Saint y Nigel Pa-trick llevan a cabo los roles centralesde la película, animando las imáge-nes que nos da el celuloide expresan-do y caracterizando a los personajesen una difícil labor interpretativa.

Page 8: Apeles millonario - UAB Barcelona · millonario La ciudad de Barcelona cuen-ta con un promedio de veinte Salas de Arte, exponiendo du-rante la temporada más de doce mil cuadros,

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Cuarenta y siete, telas predominando la figura y

grandes concepciones pictóricas de bodegones.

Su arte muestra un gran arranque

lleno de ambición y posibilidades.

Su obra queda definida dentrode un clasicismo puro y sincero

Avda. Generalfsino Franco, 484 - Teléf. 28 78 61BARCELONA

Fundaciones de laReal Junta Particu-lar de Comercio de

BarcelonaANTECEDENTES

El Princ'pado de Cataluña con laciudad condal de Barcelona en cabe-za, han sido siempre encauzadoras,eje, directriz de los elementos de pro-greso y de civilización. Fundando ins-tituciones y asociaciones y centros decultura que dieron la pauta y la me-dida del país. Y se da el fenómeno,casi siempre, que estos impulsos arran-caron de grupos o personas cuyas ac-tividades y mentalidad están muy le-jos o distanciadas de las tareas inte-lectuales. Y quizá, un ejemplo vivo ytípico de lo que afirmamos, lo halla-mos a finales del siglo XVIII y enlos principios del siglo XIX, en queresurgió el espíritu y el interés fe-cundo para alentar y crear el climade siempre, fomentando la enseñanza,y dar caminos abiertos y claros a losjóvenes. Y todo esto se produce gra-cias a la vitalidad y vigorosa persona-lidad de unos ciudadanos esforzados,de una institución ejemplar de la ciu-dad de Barcelona. La Real Junta Par-ticular de Comercio.

Barcelona, en aquel siglo XVIII,surgía llena de fuerza y corazón trasla inercia y la apatía que la habíaabatido las diversas circunstancias des-afortunadas históricas, políticas, socia-les, humanas, que habían debilitadosu poder económico. Anulando casi suproverbial espíritu de empresa, denegocios, de empuje en la vida de laciudad. Las actividades científicas, ar-tísticas, humanas y literarias habíansufrido un duro y hondo golpe. Y portanto, la labor que se encomendó laReal Junta Particular de Comercio fuéentregar todo , su esfuerzo y su afánpara crear centros de enseñanza pro-fesional, encauzando así el bloque desus ambiciones hacia el progreso yresurgir de la ciudad y del país. Yesto es el principio de diversas ini-ciativas culturales o luces, que agru-

pamos bajo el título del epígrafe.Fundaciones de la Real Junta Particu-lar de Comercio de Barcelona.

ESCUELA DE PILOTAJE

Nuestro objetivo en el trabajo quenos ocupa, será principal y funda-mentalmente la historia e incidenciasde la creación de la Escuela de Pilo-taje y de la Escuela de Nobles Artes.Ya que la ciudad tan ligada al Co-mercio y la Marina y el Arte no pue-de olvidar tan importantes aspectoshumanos de su vida actual y hacia elfuturo. La enseñanza a los jóvenesque sienten la llamada del mar ydel arte. Darles un camino de forma-ción escolástica y un bagaje paracumplir sus vocaciones.

En aquel entonces colapsaba el co-mercio catalán la lenta ruina con quese veía amenazada su marina de co-mercio. Camino obligado es la mar,vehículo admirable sus barcos, ele-mento primordial y casi único parala salida de sus mercancías y las im-portaciones. La Real Junta Particu-lar de Comercio de Barcelona elevóal Rey de España Carlos III, a tra-vés de su Ministro de Marina en laciudad, un escrito donde se pedía laautorización para fundar y manteneruna Escuela de Pilotaje. Esto ocurríaen el año de 1763. La demanda fuédenegada en Madrid, pese a la in-formación completa, detallada, urgen-cia manifiesta con que se considerabael proyecto. 1

Pasaron algunos años. Y surgió lacircunstancia que crea el clima quefecunda y realiza una idea de anti-gua aspiración humana. En el añode 1769, gracias a un experto y granmarino catalán, hombre de aventuray de saber náutico, es quien se ofre-ce con sus servicios a la Real Junta

cio de seis años, al término de los cua-les fué rescatado por la Orden de laMerced.

La Real Junta Particular de Comer-cio acogió favorablemente el proyec-to del piloto Sinibaldo Mas, y los Cón-sules del Mar se cercioraron de supericia, destreza y habilidad, cuyo in-forme le valió mucho en la realiza-ción del proyecto propuesto. Y éste esel origen de la Escuela de Pilotaje deBarcelona, fundada en un momentomuy oportuno. Ejemplo que más tar-de imitaron las poblaciones del litoralbarcelonés. Canet, Masnou, Arenys, Vi-lasar, Mataró. La Escuela estuvo ins-talada primitivamente en la Barcelo-neta. Y más tarde, después de un an-terior traslado, fué definitivamentealojada en el edificio de La Lonja. Norelatamos las vicisitudes que precedie-ron a su fundación ni su anécdotapor no considerarlo oportuno dentrodel trabajo que nos ocupa. Pero en losaños posteriores que le sucedieron enla vida de la misma, adquirió tal fa-ma y prestigio en toda Esuaña, queel propio Rey Carlos III felicitó per-sonalmente a la institución. Y no ol-videmos el famoso viaje de los cade-tes catalanes a bordo del buque es-cuela al puerto ruso de Arkangel, enel Océano Glacial Artico. Y los certá-menes públicos y las maniobras ma-rineras de velas en los palos de losveleros surtos en el puerto de Barce-lona. Todo esto contribuyó mucho a lafama y el prestigio de la Escuela dePilotaje, en la ciudad misma y en elmundo.

ESCUELA DE NOBLES ARTES

Es quizá la obra fundacional porexcelencia de la Real Junta. Una vezmás, siguiendo la ruta obligada deun camino, surge la idea base de unmodo muy sencillo. Y también, comosiempre, es la individualidad de unesfuerzo y de la iniciativa privada. Elimpulso de un hombre que pone enmarcha a un equipo y forma un gru-po para lograr un fin. Abre un ca-mino que en el tiempo será un ejem-plo y una institución. Los hermanosFrancisco y Manuel Tramulles, hijosde un famoso escultor de la época, es-tablecen en la ciudad una academiade dibujo al natural. Y fué en el añode 1771 que la Real Junta, valorandola labor pedagógica de estos hom-bres, les premia corn una subvenciónen metálico.

Francisco Tramulles fué nombradoprofesor de dibujo de la Escuela dePilotaje, y más tarde, al morir éste,le sustituye en la vacante producidasu hermano Manuel. Y en julio de1774, se decidió suspender estas cla-ses de dibujo, y los alumnos de náu-tica pasaron a la clase de dibujo queen La Lonja daba el artista Pas-cual Pedro Moles. Jubilando al pro-pio tiempo a Manuel Tramulles, quecesó definitivamente. Hemos trazadoen líneas generales los principios bá-sicos de la Escuela de Nobles Artesde Barcelona. Escuela que en el tiem-po ha dado a la ciudad fama. Ya porel valor de sus enseñanzas técnicas yhumanas, ya por los artistas de valíaque han salido de sus aulas.

Pascual Pedro Moles, de origen va-lenciano, cuando llegó a Barcelona yahabía realizado estudios de dibujoen Valencia. En nuestra ciudad fuéalumno de la escuela de Tramulles.Y luego, la Real Junta Particular deComercio, al comprobar la calidad desus trabajos y la promesa que signi-ficaba, le concedió una pensión paracompletar sus estudios en París. Estoocurría en el año de 1766. Moles es-tuvo en París más tiempo del que fuéasignado por la pensión, ya que el ar-tista no quería dejar Francia sin an-tes haber completado sus estudios. LaReal Junta, considerando la necesidadque el artista imponía, prorroga lascantidades de dinero y el tiempo deestancia. La Real Academia de SanFernando de Madrid, también pen-sionó a Pascual Pedro Moles, en elaño de 1771. Se tejió en torno al ar-tista una intriga, pues su arte desper-taba un interés vivísimo no solamen-te en Francia, sino en otras nacioneseuropeas que quisieron cautar al jo-ven artista. Su fama de buen dibu-jante y excelente grabador se exten-dió rápidamente en París. Y estos he-chos le dieron más notoriedad en laciudad de Barcelona y la fama leobligó más aún gracias a los traba-jos que mandó desde París, y fué fe-licitado por el pleno de la Real JuntaParticular de Comercio.

En 1774, Pascual Pedro Moles regre-só a Barcelona. Y este regreso casiobligado se debe a la urgencia quepuso la Real Junta para fundar unaescuela de dibujo y grabado en la ciu-dad. Y el seis de octubre quedó acor-dada la fundación de la Escuela de No-bles Artes, y al frente de ella, comoprimer director y fundador el artistaPascual Pedro Moles, otorgándoleigualdad de derechos, obligaciones yprivilegios que a Sinibaldo Mas, di-rector y fundador de la Escuela de Pi-lotaje. Fué instalada en el edificio deLa Lonja y se dieron las primerasclases en enero de 1775.

El éxito que obtuvo la Escuela y suinmediata proyección en la ciudad su-peró en mucho a todos los cálculosy mejores esperanzas que se puso enella. Y en ningún momento dudó laJunta en ofrecer sus servicios a estaobra ejemplar, dotándola de materialy profesorado, y de pensiones paralos alumnos sin recursos. Siguiendo lamisma norma que en la Escuela de Pi-lotaje. Práctica severísima de selec-ción y de méritos propios, en dondese ayudaba realmente aquellos indi-viduos parcos de recursos y revelasenlas excepcionales condiciones de un ta-lento natural.

La Real Junta Particular de Comer-cio, además de estas institucionesejemplares de las dos primeras escue-las, fundó las Escuelas de Botánica,Taquigrafía, Química y Mecánica. Rea-liza una labor fecunda y progresiva enpro de lo que en aquel siglo llama«luces». Es la cultura y el conoci-miento como base de arranque de loscentros llamados de civilización hu-mana, consecuencia de su espíritu yde su porvenir. Esto es el espíritu deBarcelona, siempre será la meta desus ambiciones más sublimes y no-bles.

M. R.

Particular de Comercio para la crea-ción de una Escuela de Pilotaje.

Sinibaldo Mas es su nombre, cata-lán de origen, nacido en las tierrastarraconenses de Torredembarra. Des-de muy joven empieza a navegar y lo-gra el título de primer piloto de al-tura en octubre de 1761, en la Es-cuela de Pilotos de la ciudad de Carta-gena. Su vida de aventuras da fin alhacerse cabeza y alma de la Escuelade Pilotaje de Barcelona. De su vidapasada en la mar sabemos que cayóprisionero de los corsarios ingleses, yque más tarde a raíz de su rescatefué apresado por los piratas argeli-nos que le obligaron a ejercer su ofi-cio a bordo de sus barcos por espa-

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Olesa de Montserrat

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Febrero, 15 y 22Marzo, 1, 8 y 14 (Galas de Prensa),

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