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Apuntes de encuadernación SDUD OD UHDOL]DFLyQ GHO ´/LEUR GH DUWLVWDµ Verónica Tapia Cárdenas Profesora Victoria Cano Pérez 20112012

Apuntes de encuadernacion artesanal

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Apuntes en los que se explican los procedimeintos de encuadernación artesana

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Apuntes de encuadernación

Verónica Tapia Cárdenas Profesora -­ Victoria Cano Pérez

2011-­2012

Verónica Tapia Cárdenas 2

Índice

Introducción 3

1-­ El libro

1.1 Breve Historia del Libro 6 1.2 Definición de libro 9 1.3 Partes del libro 10

2-­ La Encuadernación

2.1 Tipos de encuadernación 11 2.2 La encuadernación artesanal. Puntos básicos del proceso 12 2.2.1 La confección de las guardas 12 2.2.2 El plegado de los cuadernillos y la costura del tomo del libro 15 2.2.3 Las tapas y la importancia de la dirección de las fibras 18

2.2.4 El acabado de las tapas. Materiales empleados para ello 21 2.2.5 Otros materiales utilizados para forrar libro 22 2.2.6 La preparación del tomo del libro 24

3-­ La costura Japonesa Yatsumie Toji 26

4-­ Bibliografía 28

Introducción

Estos apuntes han sido creados para la asignatura de Proyectos I de Dibujo de la Facultad de Bellas Artes de San Carlos de la Universidad Politécnica de Valencia. El objetivo de esta asignatura es que los alumnos que la cursan, realicen como trabajo final una obra artística

Los apuntes de encuadernación que se han realizado, intentan aplicar los conocimientos tradicionales de este oficio al objetivo de esta asignatura de manera que los alumnos que la cursan puedan tener unos conocimientos básicos que les permitan aplicar estas técnicas tradicionales a su trabajo artístico. Estos apuntes se apoyan en las prácticas de encuadernación realizadas dentro de la asignatura.

Cuando nos referimos al libro de artista o libro de autor hablamos de una obra artística que no tiene una única definición. Podemos decir que un libro de artista es una obra creada por artistas que se puede definir como un objeto artístico y que surge por la necesidad de uno o más artistas que trabajando solo o conjuntamente deseen expresar su obra en formato libro o bajo esa denominación.

Como su definición es compleja, también lo son los materiales y técnicas empleadas para su manufactura. Pueden estar compuestos de: cartones, tintas, collages, maderas, telas, soportes de polivinilo, etc. Se puede usar para su confección cualquier tipo de objeto, y/o materiales y/o manufactura de los mismos.

Este tipo de obra artística puede formar parte de una serie, siendo cada uno de las obras que la componen, un original y considerándose a la edición completa originales múltiples. Puede también estar compuesta de un solo ejemplar y se le considera ejemplar único.

En el caso de los ejemplares únicos podemos hacer una división en la que se engloban cuatro categorías diferentes:

Libro tradicional: En este caso el artista mantiene la estructura formal del libro, donde realiza una obra plástica única por cualquier procedimiento.

Libro Objeto: La obra se realiza con vocación tridimensional, contemplándose como una totalidad en su forma.

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Libro montaje: Las obras que situadas en un espacio, actúan sobre ese espacio o que sus dimensiones tridimensionales sobrepasan el formato tradicional del libro, condicionando al espectador en su relación con el entorno.

Alicia Marín

Libro reciclado: Partiendo de un libro de edición normalizada, el artista manipula este libro hasta convertirlo en una obra propia.

Para los libros editados en serie podemos encontrar también dos categorías diferentes. Es importante destacar que para que se considere una obra artística original la tirada tiene que estar limitada y los ejemplares deben estar firmados y numerados por el artista.

El libro de artista seriado (con un número de ejemplares que suele ir de cinco a mil ejemplares), está realizado en su mayor parte o en su totalidad por un artista plástico utilizando las más diversas técnicas de reproducción.

Libro tradicional seriado: Otra posibilidad es la edición del libro por una editorial especializada en libros de artista;; para poder denominarlos así, la edición tiene que estar pensada, diseñada, realizadas sus planchas o sus

pantallas o sus prototipos por el artista, quedando la editorial encargada de poner los medios para su reproducción exacta, bajo la supervisión del propio artista.1

Proyecto Expositivo 2

1 Información extraída de los apuntes de Victoria Cano Pérez para la asignatura de Proyectos I de Dibujo. Universidad Politécnica de Valencia. 2 Libro Compartido es una exposición colectiva en la cual cada artista interviene libremente una tira de loneta de color crudo. Con los trozos superpuestos en una estructura formada por cinco bastidores, se crea una obra colectiva que tiene una lectura conceptual de Libro Objeto. Esta exposición se llevó a cabo con motivo de las actividades de celebración del día Internacional del libro y fue comisariado por Victoria Cano Pérez, en el Hall central de la Facultad de Bellas Artes de San Carlos de la Universidad Politécnica de Valencia en el año 2012.

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El libro

1.1 Breve historia del libro3

Las diferentes culturas que componen la humanidad han sentido y sienten la necesidad de preservar y transmitir sus conocimientos y tradiciones dejando constancia de ello.

Ejemplo de una de las primeras representaciones gráficas, son los pictogramas de las pinturas rupestres en el paleolítico. En estas pinturas podemos apreciar como a través de la imagen y el color, los hombres primitivos plasmaron sus vivencias. Podríamos decir que son el más antiguo precedente de los primeros documentos impresos de que se tiene memoria.

En la medida en que avanzamos en la historia de la humanidad y que los conocimientos cada vez son mayores, también lo es la necesidad de dejar constancia de ellos;; con este fin se utilizaron soportes rígidos y/o flexibles, como por ejemplo: papiro, pergamino, tablillas de arcilla y tablillas enceradas, madera y huesos tallados entre otros muchos.

En Babilonia se grababan los pictogramas sobre ladrillo de barro tierno, que posteriormente eran cocidos en hornos a altas temperaturas y se almacenaban con una numeración especial que establecía el orden en que debían ser leídos.

En los soportes rígidos solían ser de difícil lectura y almacenaje. Con el tiempo se buscaron soportes flexibles que tuviesen una lectura, transporte y almacenaje mejor. Los primeros soportes flexibles que se emplearon fueron: la seda, el papiro o el pergamino.

3 Para mayor información véase por ejemplo, BAEBIER, Frédéric, Historia del libro, Alianza Editorial, Madrid, 2005; MILLARES CARLO, Agustín, Introducción a la historia del libro y de las bibliotecas, Fondo de Cultura Económica. Madrid, 1993; ILIN, M. Historia del Libro, Ediciones Quinto sol, México.

se guardaban en formato rollo y eran depositados en el interior de jarras de barro, cofrecillos de madera y/o metal, habitualmente decorados. Los rollos estaban escritos sobre una sola cara y podían ser leídos horizontal o verticalmente. La longitud de las láminas de un rollo era muy variable.

En la biblioteca de Alejandría guardaban los papiros doblados y cosidos por una cuerdecilla que los reunía de modo que formaban una especie de ladrillo cuadrangular fácil de consultar que se denominaban códices.4 Al final del primer siglo de nuestra era, los códices reemplazaron a los rollos. Los códices eran más manejables y prácticos, con las hojas unidas entre ellas como en los libros modernos.

Fue en los monasterios coptos donde la técnica de la encuadernación5 occidental tuvo sus comienzos. Quedan pocos ejemplares de esa época, pero en ellos podemos ver que se trata de sólidos cuadernillos recubiertos de piel, otras veces de varios cuadernillos cosidos por una o dos agujas que trabajan separadamente para formar una cadeneta muy solida. Las tapas están hechas de madera o papiro y van cosidas a los cuadernillos.

Hasta la invención de la imprenta en el siglo XV, en occidente todos los libros eran manuscritos. Generalmente eran escritos por monjes e incluían ilustraciones. Las técnicas empleados en la confección de estos manuscritos eran muy variables. Existían oficios específicos para las diferentes partes de la confección del libro como copistas, iluminadores, encuadernador, etc., que se convirtieron en los responsables de la confecciona de los mismos. Muchas de las portadas iban cubiertas de piel y en ocasiones estaban ricamente adornadas con orfebrería (oro, plata, marfil y piedras preciosas).

4 Véase, KRAMER, Charlotte, Mil años de arte miniado, Ars. Millenu, Madrid, 2000 y WALTHER, Ingo y WOLF, Norbert, Obras maestros de la iluminación, Taschen, China, 2005. 5 Juntar, unir y coser varios pliegos o cuadernos y ponerles cubiertas GÓMEZ RIAGIO, Francisco, El libro de la encuadernación, Alianza Editorial, 1996. P. 48

Verónica Tapia Cárdenas 8 En aquel entonces, el libro era considerado un objeto de lujo ya que sus ejemplares eran escasos y muy costos, y la mayoría de la gente no tenía acceso a ellos ya que era analfabeta. Para su confección se empleaba principalmente pergamino que suele ser la piel de res (en algunos casos de cabra) sin el vellón tratada y estirada.

Con el conocimiento del papel y de la imprenta, el libro inicia una época de expansión hasta nuestros días donde se considera un objeto de amplia difusión. Gracias a los avances de la tecnología y del internet, estamos entrando en una nueva era en la que la obra impresa está siendo reemplazada por el soporte digital.

1.2 Definición de libro

El libro del latin líber o libri, que quiere , es una obra impresa, manuscrita o pintada no periódico que consta de muchas hojas de papel, pergamino, vitela u otro material, dobladas en pliegos o cuadernillos, cosidas o encuadernadas por un costado y protegidas de cubiertas o tapas por ambas caras que se reúne en un volumen.6

Está compuesto de tapas y lomo.

También se puede llamar libro a una obra de gran extensión aunque este impresa

En otras ocasiones se considera un libro a una de las partes de una obra que se publican en el mismo volumen.

6 Información extraída de Wikipedia.

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1.3 Partes del libro

Tapas: Cada una de las dos cubiertas de un libro encuadernado. A la delantera suele llamar tapa y la a la trasera, contratapa.

Nervios: Son las cuerdas y/o cordeles que se colocan en el lomo del libro para reforzar la encuadernación y que producen unos salientes una vez encuadernado. Reciben esta denominación ya que originariamente estaban hechos con nervios de caballo. Hoy en día en la mayor parte de los casos no son más que un adorno y se denominan nervios falsos.

Lomo: Canto de la encuadernación de un libro. Parte exterior comprendida entre los planos donde se cosen o pegan los cuadernillos del libro. Parte del libro encuadernado en la que van fijadas las páginas y con la que se une la cubierta frontal con la posterior

Guardas: Hojas de papel que coloca el encuadernador dobladas por la mitad para unir el libro y la tapa. Son de un papel distinto usado en el cuerpo del libro, tanto de gramaje, color y ornamentación.

Cabezada: Cordel con el que los encuadernadores cosen las cabeceras del libro. Cinta con el borde de hilo de dos o tres colores que se pone entre el lomo y el corte de los libros.

Tejuelo: Pequeño trozo de piel, tela, papel o cualquier otro material que se pega al lomo y que lleva impreso el nombre del autor y el título. Su color suele contrastar con el de la piel.

Encuadernación

2.1 Tipos de encuadernación

Aunque existen muchas tipos de encuadernaciones diferentes las más comunes son:

Rustica -­ El libro cosido o encolado esta forrado con una cubierta de papel generalmente fuerte, y pegada al lomo. Con este tipo de encuadernación se pueden encontrar ejemplares muy diferentes.

Cartoné se define como la anterior con la única diferencia de que el cartón sustituye el papel.

En tela -­ tapas y lomo cubierto de tela o un material similar.

Holandesa puntas y media holandesa-­ el lomo o las partes más cercanas a él están forradas de piel (o con otro material diferenciado) mientras que el resto de la tapa esta forrada en papel, cartón o tela. La piel puede forrar también las puntas, y aunque esto es menos frecuente, hasta la mitad de la tapa del libro.

En piel -­ las tapas y el lomo están forradas íntegramente por piel, generalmente trabajada. Si cumple los requisitos de la holandesa se le pude denominar también media piel.

A la americana -­ lomo encolado.

Verónica Tapia Cárdenas 12 A media piel -­ la cobertura de las cubiertas esta mejorada en parte con piel.

En pasta Española o Valenciana Las tapas y el lomo están cubiertas con piel de cordero o cerdo, tintada con marrón y decorada con jaspeados. En el caso de la pasta valenciana, la piel se arruga antes de teñirla ofreciendo un jaspeado más rico y caprichoso que nos recuerda el mármol.

2.2 La encuadernación artesanal. Puntos básicos del proceso

2.2.1 La confección de las guardas

Se entiende por guarda a las hojas de papel que sirven para unir el libro con las tapas. Se utiliza en su confección un papel diferente y de mayor gramaje que el del interior del libro. Las guardas pueden estar decoradas con motivos ornamentales en una de sus caras o ser de un color plano. La decoración puede ser industrial como la que solemos encontrar en la mayoría de los libros, o manual utilizando el sistema de jaspeado o marmoleado.

El papel jaspeado o Suminagashi, tiene su origen en Japón en el periodo Eian (795-­1186).

el viento, 7

La fabricación del papel jaspeado se consigue por la transferencia (al papel), a través de un breve contacto de los tintes dispuestos en flotación, sobre un líquido de mayor densidad.

Cada pigmento requiere un disolvente adecuado y un liquido sobre el que pueda flotar (una cola o gelatina).

Se prepara una cubeta con una solución acuosa que tenga algún tipo de espesante en disolución como por ejemplo un éter de celulosa. Se recomienda el empleo de los éteres de celulosa ya que por sus características no afectan significativamente las propiedades químicas, físicas y/o mecánicas del papel, actuando como un agente inocuo, incoloro y reversible.

Los éteres de celulosa son muy utilizados en la industria (alimentación, cosmética, construcción y agricultura, entre otros). En el caso que nos ocupa podemos comprar cola de empapelar (cola de metílcelulosa)

Para obtener mejores resultados se recomienda preparar la cubeta con el espesante en disolución acuosa con una antelación de unas 24 horas.

7 GOMEZ RIAGIO, Op. Cit. P. 409

Verónica Tapia Cárdenas 14 Sobre esta disolución se dibuja con una pintura al aceite como puede ser óleo diluido en esencia de trementina. Los colores y las cantidades empleadas dependerán exclusivamente de los resultados que se desee obtener.

Los colores que se ponen en la cubeta sobre la base acuosa, se les puede dar formas diferentes, dibujando, moviendo o peinando el pigmento con palillos chinos, peines de púas o cualquier otro objeto que sirva para ello. De la manera en que movemos los colores, obtendremos unos dibujos u otros. El espesante nos servirá para que el movimiento del pigmento en solución grasa, pueda ser controlado con mayor facilidad.

Una vez tenemos preparado nuestro jaspeado, pondremos sobre la superficie de la cubeta, el papel que hemos elegido para las guardas. Normalmente se utilizan papeles porosos de colores claros o diferentes a los empleados en la gama cromática del jaspeado. Los papeles verjurados suelen dar buenos resultados.

Una vez obtengamos la impronta del jaspeado sobre el papel de guarda se recomienda lavar el papel con un chorro de agua de intensidad moderada para quitar los excesos de espesante del jaspeado. Esta operación debe a hacerse con mucho cuidado ya que cuando el papel esta húmedo, es una materia muy frágil.

Jaspeados hechas a mano Jaspeados industriales

2.2.2 El plegado de los cuadernillos y la costura del tomo del libro

El primer paso consiste en colocar juntas todas las páginas que formaran el tomo del libro (su interior) ya hechas cuadernillos o librillos asegurándonos que están en el orden correcto. La cantidad de hojas por cuadernillo dependerá del gramaje de papel que empleemos. A mayor gramaje, menor cantidad de hojas y viceversa.

Para el interior del libro se puede utilizar papeles de diferentes gramajes, siempre que tengan un gramaje que nos permita el plegado de las hojas para realizar los cuadernillos.

A continuación debemos colocar todos los cuadernillos perfectamente alineados. Si tenemos la posibilidad, debemos prensar todo el tomo del libro para que todos los cuadernillos que lo componen queden perfectamente plegados. Esta labor nos facilitará la costura.

Marcaremos con un lápiz varias líneas verticales a los cuadernillos que nos servirán de referencia para serrar el tomo. El serrado del lomo consiste en marcar con una sierra, los puntos de cosido en el lomo. El serrado facilita la rapidez del cosido, asegura la situación exacta de las puntadas y permite ocultar el cosido.

Recordemos que debemos dejar dos cortes, uno en cada extremo del tomo, en la cabeza y el pie del libro, a una distancia aproximada de unos 2 cm, que nos servirán para poner la cadeneta que unirá posteriormente el cosido de los cuadernillos. En la encuadernación clásica existe una plantilla de proporciones para señalar donde deben ir las cuerdas, las cintas o los nervios.8

Serraremos a lo alargo de las líneas trazadas previamente, con la profundidad suficiente que nos permite perforar cada cuadernillo hasta su interior.

La finalidad de la costura es unir con firmeza los pliegos haciendo uso de los orificios practicados con el serrucho.

Se empleara hilo de lino o algodón, puede ser crudo o de colores, dependiendo de los resultados que deseamos obtener. El diámetro del hilo depende del gramaje del papel con que se han hecho los cuadernillos del tomo. Es importante destacar que mientras más gramaje tenga el papel del tomo del libro, el hilo que emplearemos en la costura debe tener mayor grosor y mayor resistencia.

8 GÓMEZ RIAGIO, Op. Cit. pp. 68-­‐69

Verónica Tapia Cárdenas 16 Preparamos el bastidor de coser con la cantidad de cuerdas de cáñamo que necesitamos para nuestro libro. La cantidad de cuerdas dependerá de la cantidad de marcas de serrado que hemos realizado. Es importante destacar que en ambos extremos no pondremos cuerdas ya que en estas ranuras es por donde entra y sale la costura y en ella realizaremos la cadeneta.

Si recordamos las prácticas realizadas en el aula, la costura se puede efectuar con bastidor o sin él. Esta segunda opción es un poco más compleja ya que las cuerdas de la costura solo se fijan a la superficie de trabajo con cinta de carrocero o celo, quedando sueltas en su otro extremo.

En caso de emplear bastidor seguiremos los siguientes pasos:

Fijamos el primer cuadernillo en la base del bastidor enfrentando los agujeros con las cuerdas.

Ponemos la mano izquierda dentro del centro del pliego y con la derecha empujaremos la aguja con a través del primer agujero de la derecha.

Continuaremos de la misma manera hasta llegar al último agujero del pliego.

Tiraremos el hilo tensándolo desde el libro en dirección paralela al lomo, y presionaremos el libro con una plegadera u objeto similar (por ejemplo un abrecartas). No está de más recordar que el hilo de costura debe ser encerado, o en caso de no serlo podemos frotarlo en una vela y de esa manera encerarlo nosotros mismos.

Esta costura es la que se emplea mayormente y se denomina ido y es un cosido continuo ya que se cose de librillo en librillo, es decir, el hilo recorre el lomo desde el primero hasta el último orificio.

Existe una variación de esta costura en la se va cosiendo de dos en dos ó, de tres en tres los librillos que forman el tomo. Se conoce como cosido alterno o a la francesa.

Una vez finalizada la costura pondremos una capa de cola de encuadernación sobre el lomo con un pincel o brocha pequeña y lo prensaremos. El encolado tiene por misión reforzar el cosido y evitar que puedan aflojarse las hiladas.

La cola que normalmente empleamos es cola de encuadernación que está compuesta de acetato de polivinilo. También se pueden emplear colas animales y/o vegetales como la cola de conejo y el engrudo respectivamente. Estas últimas suelen utilizarse menos ya que pueden presentar problemas como por ejemplo el ataque micótico que degrada el papel y produce manchas.

Una vez tenemos el tomo del libro cosido y encolado pegaremos las guardas.

El tamaño de las guardas son: el doble que las páginas del volumen en sentido longitudinal, es decir, serán unos milímetros más pequeñas que las tapas.

Cada libro lleva dos guardas: una intercalada entre la tapa y la primera página y la otra entre la última página y la contratapa.

Para fijar la guarda delantera del tomo del libro, aplicaremos el adhesivo con pincel de punta pequeña en una franja lateral de unos 4 mm. de ancho, y la pegaremos a la primera página del libro;; con la guarda trasera haremos lo mismo, con la diferencia de que la fijaremos en la última página del volumen. No está de más recordar que la ornamentación del papel (en caso de tenerla) debe quedar plegado hacia adentro.

Una vez finalizada esta parte, ya tendremos el volumen cosido y con las guardas pegadas.

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Con respecto a las costuras, existen también costuras que se realizan en hojas sueltas como por ejemplo el cosido de un solo cuadernillo. Un ejemplo muy decorativo de esta costura es el que apreciamos a continuación. En esta libreta la costura se sustenta sobre una caña de bambú lo que da un carácter muy original a la encuadernación.

Otros tipos de costura de hojas sueltas son: paso de toro, diente de perro y punto seguido.

En el caso de la encuadernación japonesa que también es un tipo de costura de hojas sueltas, hablaremos con detenimiento en la página 26.

2.2.3 Las tapas y la importancia de la dirección de las fibras9

Todos los papeles y cartones que se fabrican industrialmente presentan un sentido en las fibras de celulosa que lo componen. El sentido de las fibras es la dirección en la que la pasta de celulosa se deposita en la cinta de la máquina de cilindro continuo con la que habitualmente se producen los rollos de papel.10

El sentido de la fibra del papel es muy importante en la encuadernación ya que de éste depende la reacción de expansión y contracción que tendrá ese papel o cartón frente a la humedad. Esta cuestión es fundamental sobre todo cuando se trabaja en grandes formatos. Unas tapas cortadas a contra fibra normalmente se deforman.

Algunos papeles como los artesanos o hechos manualmente, no presentan un sentido de fibra en particular ya que la fabricación del papel se realiza en cubetas grandes en las cuales la pulpa de papel y el agua están en suspensión y cuando se introducen el bastidor con la forma del papel, esta pulpa se deposita aleatoriamente en el bastidor. Debido a esto el papel hecho a mano se contrae y expande muy poco, casi por igual en ambas direcciones.

Para cortar las tapas lo primero que debemos hacer es reconocer la dirección de las fibras de celulosa que forman el cartón que utilizaremos como soporte. Se puede reconocer fácilmente intentando doblar el cartón, cuando lo hagamos en el sentido de las fibras obtendremos una menor resistencia que cuándo lo intentemos a contra fibra. En algunos cartones se puede detectar visualmente esta característica.

Siempre debemos cortar las tapas de modo que la dirección de las fibras sea vertical al sentido en que coloquemos las tapas. No importa si el formato de nuestro libro sea apaisado.

Para una encuadernación normal recomendamos el empleo de cartones 1,5 2 mm. de grosor.

Las medidas de las tapas se toman directamente sobre el libro cosido. No debemos olvidar añadir por lo menos tres milímetros de cejilla a los bordes delantero, cabeza

9 En el caso que nos ocupa realizaremos la encuadernación en Cartoné, por ser una encuadernación básica sobre la cual podemos realizar diferentes variaciones. 10 Este sistema mecánico nace en Francia en 1799. Véase por ejemplo VERGARA, JOSÉ, Conservación y restauración de material cultural en archivos y bibliotecas, Biblioteca Profesional, Genralitat Valenciana, 2002. pp. 15-­‐16.

Verónica Tapia Cárdenas 20 y pies. También debemos medir el ancho del lomo para cortar también este trozo. El lomo puede hacerse de cartón (el mismo de las tapas) o de estracilla (una cartulina más gruesa). En este último caso podemos hacer el lomo del libro curvo.

Antes de cortar el cartón debemos confirmar la exactitud de las medidas y asegurarnos que los cortes están en perfecta escuadra. Marcamos las medidas en el cartón con un lápiz y cortamos con cuchilla afilada (cutter) o cizalla.

Se unen las dos tapas de cartón junto a la lomera con una tira de papel de estraza, dejando entre las tapas y la lomera unos 5 mm. en cada una de ellas. Esta medida depende del grosor que tenga el cartón que empleemos para la confección de las tapas. A mayor grosor, mayor separación. Este espacio entre las cubiertas y el lomo le da una articulación al libo para poder abrirlo y cerrarlo con facilidad.

2.2.4 El acabado de las tapas. Materiales empleados para ello

En el caso que nos ocupa utilizaremos tela de encuadernación ya que es un material económico y fácil de trabajar. Recordemos que la tela de encuadernación es una tela que en su reverso tiene adherido un papel. Esta característica nos facilita el encolado ya que la cola no puede traspasar el tejido y obtenemos un acabado más limpio. En la práctica se puede emplear cualquier

precaución en el encolado.

Debemos medir la tela de manera que sea por lo menos 2,5 cm. más grande por cada una de los lados.

Encolamos la tela con un rodillo de espuma, cuando la cola se encuentre aun mordiente, fijamos las tapas en el centro con cuidado de no manchar la tela.

Para hacer el acabado de las puntas cortamos la tela en ángulo dejando por lo menos 3 milímetros entre las tapas de cartón y la tela.

Doblamos la tela y presionamos con las manos limpias o con un trapo, para que nos quede totalmente adherida y sin bolsas de aire entre las tapas y la tela. Marcamos con una plegadera la separacion entre las tapas y el lomo. Ya tendremos el anverso listo.

Ahora debemos prensar o dejar con peso para evitar deformaciones del carton debido a la humedad de la cola.

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2.2.5 Otros materiales utilizados para forrar libros

Como comentamos en el apartado de los tipos de encuadernación, las tapas se pueden hacer con diferentes materiales de soporte por ejemplo cartón, madera, cartulina y plástico entre otros.

En el caso del forro de las tapas existen también muchos materiales distintos: tela, papel (puede ser jaspeado), guaflex (material sintético) y piel. Este último es un material que se emplea principalmente en obras de lujo.

Tipos de Pieles

Piel de oveja, de carnero o de cordero: badana. Es piel de tacto suave y acolchado (porosa), lisa sin grano natural. Acepta el acabado mate o el brillo y soporta bien toda clase de tintes, colores, jaspeados y dorados.

Piel de cabra y de cabrón o cabritillo. Es más dura, más resistente y menos elástica que la badana, tiene grano natural esparcido de modo homogéneo por toda la superficie. Es piel de gran calidad.

Pieles porcinas: por lo general de cerdo o de jabalí. Son rígidas, normalmente se encuentran sin tintar. Tiene un tono apergaminado o amarillento. Cuando se utiliza la parte de la flor (la parte de la carne) es fácilmente reconocible, puesto que se aprecian los particulares de los folículos pilosos agrupados.

Pieles vacunas: becerro, vaca o buey. La de becerro suele presentar un color avellana característico, prácticamente lisa, gruesa, suave al tacto, elástica y brillante. La de vaca se conoce también con el nombre de veau, es muy gruesa, lisa y se encuentra coloreada industrialmente.

Acabados

Ante: Todo tipo de piel vuelta, o con la parte de la carne vista.

Badana natural o pasta española: Piel de oveja, carnero, cordero. La que esta decorada con jaspeados o con salpicados producidos por sulfato suele tener tonos pardos y un acabado brillante.

Pergamino: Piel de res, limpia del vellón o del pelo, raída, adobada y estirada, que sirve para escribir en ella, forrar libros y otros usos. No es un tipo de piel, sino, un curtido característico.

Vitela: Piel de vaca o ternera, muy pulida, en particular sirve para pintar o escribir en ella. La vitela se limpia de pelo, está tratada con cal, raída y se seca bajo tensión. El proceso es muy similar al del pergamino.

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2.2.6 La preparación del tomo del libro

Los libros pueden tener o no, el lomo unido a las tapas. En el caso que nos ocupa realizaremos una encuadernación en la que el lomo no estará unido a las tapas, como se puede apreciar en la parte superior de la imagen.

Lo primero que debemos hacer es poner las cabezadas que son las terminales del lomo superior e inferior (cabeza y pie respectivamente). Las cabezadas sirven para proteger los cuadernillos y darle un acabado más estético al libro.

Recordemos que las cabezadas pueden ser industriales o artesanales. Las industriales las podemos encontrar en el mercado en tiendas de artículos de encuadernación y las venden como una cinta continua con el borde de hilo de 2 o 3 colores. Existen también cabezadas cosidas al lomo, pero por tener una manufactura más compleja, no trabajaremos en esta ocasión con ellas.

En las prácticas realizadas en clase hicimos unas cabezadas muy básicas hechas de cuerda forrada con tela de encuadernación. Este tipo de cabezada nos permite combinar colores.

Una vez tengamos fijada la cabezada ponemos un refuerzo de papel de estraza en el lomo que tenga de ancho el doble del tamaño del ancho del lomo, y de largo, el tamaño de largo del lomo menos las cabezadas. Encolamos y alisamos bien con plegadera o herramienta similar.

Una vez que este refuerzo este seco, ponemos un refuerzo triple, también de papel de estraza. Este refuerzo es muy similar al anterior la única diferencia es que su tamaño es el triple del ancho de lomo. Antes de encolar debemos plegarlo sobre sí mismo de manera que quede un espacio en medio, para que cuando peguemos el lomo, no quede adherido en su totalidad a las tapas.

Pegamos este segundo refuerzo, dejando el espacio en medio. Ahora ya podemos encolar el lomo con los refuerzos y la cabezada, a la lomera que hicimos junto a las tapas del libro y que confeccionamos con anterioridad.

Una vez las el tomo del libro con su lomera este bien unido con la cola, procedemos a pegar las guardas, que ya están fijadas al volumen del libro, a las tapas.

Encolamos con mucho cuidado la parte de la guarda que está entre la tapa y la primera página, poniendo un papel de periódico, cuando la cola aún se encuentre mordiente, fijamos con cuidado la guarda a la tapa.

Hacemos lo mismo con la guarda del final del libro y la contratapa.

Recomendamos prensar el libro abierto de forma que las tapas no se deformen con la humedad, hasta que este seco.

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La costura Japonesa o YOTSUMIE TOJI Yotsumie toji11 o encuadernación cosida con 4 agujeros.

Es la más básica y común de las costuras de hojas sueltas. En este caso el hilo de coser se pasa a través de 4 agujeros equidistantes abiertos sobre las tapas y el tomo a lo largo del lomo.

Los cuadernillos que forman el tomo del libro se unen por una costura interior sencilla que se realiza perforando el tomo en dos partes y pasando posteriormente una cuerda que se anuda.

11 Catálogo de la exposición de Xilografías Japonesas en el Museo de Artes Decorativas de Madrid de marzo a mayo de 1999., AA. VV, Hanga. Imágenes del mundo flotante, Ministerio de Educación y Cultura, Madrid 1999.

Esta encuadernación nos da mayor libertad para elegir el material de costura que emplearemos. Podemos usar: hilo de palomar, cintas de colores, hilos metálicos entorchados, seda torcida, etc.

Cuando se perforan más aguajeros y se realizan pasadas suplementarias del hilo se producen diversas variedades decorativas como por ejemplo: kangxi, hoja de cáñamo y concha de tortuga.

Para esta encuadernación haremos la tapa del principio y del final por separadas. La costura unirá las tapas con el cuadernillo. Antes de cortar las tapas recordar verificar el sentido de las fibras del cartón.

Forraremos las tapas por el anverso. Pondremos un papel o tela por el reverso. Cuando tengamos ambas tapas listas, haremos una plantilla que presenta esquemáticamente los puntos equidistantes a través de los cuales coseremos. Podemos elegir cualquiera de las costuras mencionadas anteriormente.

Los agujeros deben tener el tamaño necesario para que pase la aguja y el hilo, pero no ser demasiado grandes, para no afectar la estética del conjunto.

La costura se realiza como en el esquema de la página anterior.

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Bibliografía

AA. VV, Hanga. Imágenes del mundo flotante, Ministerio de Educación y Cultura, Madrid 1999.

BAEBIER, Frédéric, Historia del libro, Alianza Editorial, Madrid, 2005;;

DE CUSA, Juan, Cómo encuadernar un libro, Ediciones Ceac, España, 1996.

GÓMEZ RIAGIO, Francisco, El libro de la encuadernación, Alianza Editorial, 1996.

ILIN, M. Historia del Libro, Ediciones Quinto sol, México.

KRAMER, Charlotte, Mil años de arte miniado, Ars. Millenu, Madrid, 2000.

MILLARES CARLO, Agustín, Introducción a la historia del libro y de las bibliotecas, Fondo de Cultura Económica. Madrid, 1993;;

VERGARA, JOSÉ, Conservación y restauración de material cultural en archivos y bibliotecas, Biblioteca Profesional, Genralitat Valenciana, 2002. pp. 15-­16.

WALTHER, Ingo y WOLF, Norbert, Obras maestros de la iluminación, Taschen, China, 2005.