APUNTES DE LA SIERRA SEPTIEMBRE 2009

La vuelta al cole

Síndrome post vacacional

Valmayor

Mujeres Viajeras

Dirección: Marisa [email protected]

Diseño y Maquetación:Apuntes de la Sierra

[email protected]

Colaboran en este número:Amparo Ruiz PalazuelosAndrés Magaña GarcíaSergio García SorianoSilvia Arcas Guijarro

Virginia Rodríguez Cañete

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Apuntes de la Sierra. Apdo. nº 2128450 Collado Mediano • Madrid

Imprime: Imprimex®

Depósito Legal: M-22918-1994ISSN: 1134-3735 Se

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Apuntes de la Sierra • 3

La vuelta al cole

Síndrome post vacacional

Valmayor

Mujeres Viajeras

Sumario

24Sindrome post vacacional

Tenemos que saber que para elsujeto, las fantasías previas sobre

las vacaciones y los recuerdosposteriores son tan importantes

como la vivencia “in situ” del pe-riodo vacacional.

ValmayorEn sus 755 hectáreas de superficie, elagua habla con voz ronca de sus no-ches solas a escondidas entre los rinco-nes de encinas olvidadas en dehesas ypastizales cuyos nombres, los de cadauna, quedan sólo para ellas

4Mujeres Viajeras

En los siglos oscuros de la EdadMedia el viaje tenía un sentido tras-cendente: el viaje al más allá, el viaje alFinisterre, a los límites geográficos.

19La vuelta al cole

“No es de extrañar, que los primeros díasde cole supongan toda una revolución enla dinámica familiar: prisas y carreras,niños inquietos y nerviosos, más revolto-sos e irritables que de costumbre”

ESTA PUBLICACIÓN NO SE RESPONSABILIZA DE LASOPINIONES VERTIDAS POR SUS COLABORADORES

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En España existen muy pocos libros o biograf ías dedicados a mujeresviajeras o exploradoras y, sin embargo, la literatura femenina de viajesestá muy de moda porque la pasión que desprende invita a lazarse a laaventura.

Partir es vivir: hay que estar despierto, atento, alerta, siguiendo pistas yeligiendo constantemente el camino a seguir. Los acontecimientos son rápidosy dinámicos y hay que responder de forma veloz e inmediata a lo eternamentecambiante. Viajando nos mantenemos en forma y nos fortalecemos f ísica ymoralmente.

Hasta el siglo XVIII la Historia no se ocupa de las mujeres viajeras. Desdelas heroínas del siglo XII hasta las astronautas que hoy viajan al espacio, ha ha-bido mucho tiempo para ver mundo...

La mujer no necesita batir plusmarcas o presumir de sus hazañas sinoaprender del conocimiento directo con la experiencia. Quiere abandonar lacomodidad de lo conocido y adentrarse en lo desconocido (en el mundo de lalibertad y la creatividad). Lo nuevo, lo sorprendente, lo que no conoce, la hacevivir con más intensidad. La mujer del siglo XXI ya no oculta sus pasiones ysus sueños y se compromete con la vida.

Para la mujer, viajar, era una heroicidad porque no la dejaban ni salir decasa. Curiosamente, la primera gran viajera de la que se tiene noticia era es-pañola y se llamaba Egeria. A finales del siglo IV y a punto de derrumbarse elImperio Romano, esta abadesa gallega, valiente y curiosa, se puso en caminopara venerar los Santos Lugares. Viajó durante tres años por Constantinopla,Mesopotamia, Jerusalén, El Sinaí...y lo pudo hacer gracias a la pax romana y a

4 • Apuntes de la Sierra

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MUJERESVIAJERASMUJERESVIAJERASHasta el siglo XVIII la Historia no se ocupade las mujeres viajeras. Desde las heroínasdel siglo XII hasta las astronautas que hoyviajan al espacio, ha habido mucho tiempopara ver mundo...

Doña Leonor deAquitania

Doña Leonor deAquitania

Alexandra David Neel

Ida Pfeiffer


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la red de calzadas del Imperio. Su libro “Itinerario” es el primer libro de via-jes español.

Fue una viajera de raza que se adelantó a los descubridores medievales y re-nacentistas y a los exploradores ilustrados y románticos. Su gran fortaleza f í-sica y espiritual la convirtió en la patrona de los trotamundos.

En los siglos oscuros de la Edad Media el viaje tenía un sentido trascen-dente: el viaje al más allá, el viaje al Finisterre, a los límites geográficos.

Las religiosas, en el convento, eran las únicas que podían aprender, estu-diar y gozar de una libertad que no tenían fuera. Una mujer no tenía acceso ala educación y, mucho menos, a la libertad de movimiento. La Monja Alférez,por ejemplo, viajó a las Indias y participó de la Conquista.

En el siglo XII Doña Leonor de Aquitania partió con su marido (Luis VIIde Francia) a la Segunda Cruzada y se estableció en Antioquia, en casa de sutío que era el Príncipe de la ciudad. Mujer vitalista, abierta y liberal se dejóimpregnar por la fascinante cultura oriental y su refinamiento.

En el siglo XVI el Tibet y el Nepal era una región misteriosa y descono-cida. Annie Taylor fue la primera europea que entró en el territorio prohibidodel Tibet. Mas tarde, la misionera inglesa Alejandra David-Neel partió rumboa China y vivió entre lamas y tibetanos después de aprender su lenguaje y suscostumbres.

Ya en los siglos XVIII y XIX aparecen mis viajeras favoritas, las LadiesVictorianas que recorrieron los confines del mundo vestidas con largas fal-das, pesadas enaguas y apretados corsés, calzadas con delicados botines y queno dudaron en aventurarse por selvas, pantanos, desiertos y lugares total-mente desconocidos.

En la sociedad victoriana sólo se esperaba de la mujer que fuera buena es-posa y madre ejemplar pero, un ambiente tan asfixiante impedía que se des-arrollase su talento y enfermaba...Los viajes eran su válvula de escape.Recorrían el mundo como portadoras y guardianas de la raza inglesa y los via-jes que nos cuentan lo hacen con la misma naturalidad que un paseo por HydePark o un picnic en Balmoral.

Se creían especiales por pertenecer a una gran potencia y en sus escritosexpresan su superioridad ante todo lo que ven. Pasean sus prejuicios por los

La mujer no necesita batir plusmarcas o presumir de sushazañas sino aprender del conocimiento directo con laexperiencia. Quiere abandonar la comodidad de loconocido y adentrarse en lo desconocido (en el mundode la libertad y la creatividad). Lo nuevo, lo sorprendente,lo que no conoce, la hace vivir con más intensidad. Lamujer del siglo XXI ya no oculta sus pasiones y sus sueñosy se compromete con la vida.


Mary Kingsley

Catalina de Erauso,la Monja AlferezCatalina de Erauso,la Monja Alferez

Annie TaylorAnnie Taylor

Apuntes de la Sierra • 98 • Apuntes de la Sierra

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países que recorren y jamás se doblegan ante las costumbres locales.May Sheldon viajaba en un enorme palanquín de mimbre y con su bañera

de zinc. Gertrude Bell cenaba en el desierto con su vajilla de porcelana, cris-talería y cubertería de plata...Sin embargo las exploradoras y aventureras via-jaban por placer y aprendían a manejar el fusil, montaban a caballo o escalabanmontañas.

Las aristócratas tenían la necesidad de hacer de su ocio una virtud y, comoya no tenían las obligaciones propias de su clase, dedicaron su tiempo a viajary a formarse según el espíritu ilustrado de la época. Eran cultas, inquietas yfuera de lo común y se negaban a llevar una vida “de segunda”. Fueron valien-tes y rompieron moldes.

Los relatos de sus viajes están impregnados de ironía y sentido del humory ninguna se queja o lamenta por haber salido de casa. La humildad y la inge-nuidad son comunes a todas ellas. Nos cuentan las cosas de forma sencilla ynatural. Sus textos son claros, ordenados y funcionales. Ellas, más que poli-glotas o valientes eran comunicativas y audaces.

“En tanto busco en vano algún epíteto que caracterice con justicia su ex-traordinaria disposición a la aventura, me viene a la cabeza, por ejemplo, queen las proximidades de Río de Janeiro se defiende de un peligroso atracador aparaguazos; alimenta a la rata que acude cada noche a pasearse por su caramientras duerme en el infecto camarote de un velero; flota menos que un yun-que y se aventura a atravesar un caudaloso río agarrándose a las ramas de unbanano; unos bandidos kurdos que tratan de asaltarla en Persia terminaránpor ayudarla a que plante el campamento…” (Fernando Pérez Barber en el pró-logo del libro “Viaje de una mujer alrededor del mundo” de Ida Pfeiffer).

Mary Kingsley, viajando por un río de África occidental, se las tuvo quever con un hipopótamo que quería volcar su embarcación y ésta fue su reac-ción: “con mucha precaución me incliné y le alcancé suavemente detrás de unaoreja con la punta de mi paraguas. El animal me miró perplejo y nos separa-mos en inmejorables condiciones; el monstruo se marchó dando resoplidos.Por fin mi paraguas, después de cargar con él desde Cambridge a África, habíaservido para algo, bien útil, por cierto”.

Voy a terminar con una frase de Marcel Proust con la que estoy totalmentede acuerdo: “el verdadero descubrimiento no es ver nuevos mundos, sino cam-biar la mirada”. ■

Amparo Ruiz Palazuelos.

Partir es vivir: hay que estar despierto, atento, alerta,siguiendo pistas y eligiendo constantemente el camino aseguir. Los acontecimientos son rápidos y dinámicos y hayque responder de forma veloz e inmediata a loeternamente cambiante. Viajando nos mantenemos enforma y nos fortalecemos física y moralmente.

Valentina Tereshkova,la primera mujer astronauta

Valentina Tereshkova,la primera mujer astronauta

May Sheldon viajaba enun enormepalanqui nde mimbre

May Sheldon viajaba enun enormepalanqui nde mimbre

May Sheldon May Sheldon

Gertrude BellGertrude Bell

»poemas y relatos

Llegó la noche.se infiltró por las rendijasde las ventanas cerradas,y ocupó los espaciosantes iluminados,repletos de color.

Nadie sabe de dónde vino,ni cómo se deslizó lentamenterecorriendo uno a unolos huecos de aquellas estanciasllenas de vida.

Nadie oyó el llanto del niñoque todavía se puede escucharalguna noche de luna llena,haciendo coro con algún lobo solitario,junto al pozo de un oasis,donde los viajeros del tiempopararon alguna vez a meditar,y bebiendo de sus oscuras aguasapagaron su sed,antes de proseguir su caminoa algún lugar secretodonde no se pusiera el sol.

Llegó la noche.se infiltró por las rendijasde las ventanas cerradas,y ocupó los espaciosantes iluminados,repletos de color.

Nadie sabe de dónde vino,ni cómo se deslizó lentamenterecorriendo uno a unolos huecos de aquellas estanciasllenas de vida.

Nadie oyó el llanto del niñoque todavía se puede escucharalguna noche de luna llena,haciendo coro con algún lobo solitario,junto al pozo de un oasis,donde los viajeros del tiempopararon alguna vez a meditar,y bebiendo de sus oscuras aguasapagaron su sed,antes de proseguir su caminoa algún lugar secretodonde no se pusiera el sol.

Llego lanoche

´Llego lanoche

´

Mari Paz HernándezMari Paz Hernández

» reportaje

Cuando Valmayor amaneceerrante y con semblante

amable, muchos de nosotrosle vamos dejando atrás por

unas horas surcando enseco, metro a metro, el

viaducto de asfalto yhormigón que lo atraviesa.

Texto y fotos: Virginia Rodríguez Cañete

[email protected]

Quizá fuese más lógico escribirun texto así humedeciendo laspáginas de esta revista, mo-jando cada renglón o bañando

sus letras para sentir por más la esenciadel pantano que hoy nos atañe.

Muchos como yo nacimos en los se-tenta y Madrid comenzó a necesitar másagua. Fue entonces cuando se pensó enel río Guadarrama como posible enclavepara la construcción sobre su cauce deun embalse que aprovechase al máximoel caudal de este. Pero finalmente, el Au-lencia se impuso, pese a su menor capa-cidad, al describir un valle abierto sobrematerial granítico que, impermeable,confería unas condiciones geográficasidóneas para ello en una zona despro-vista, casi por completo, de núcleos depoblación en torno suyo.

Sería el ingeniero de Caminos, Ca-nales y Puertos y jefe, además, del De-partamento de Proyectos y Obras delCanal de Isabel II, Don Emeterio Cua-drado Díaz, quien dirigiera tanto el pro-yecto como las obras que terminarían,con éxito, en 1976.

CUANDO VALMAYOR AMANECE ERRANTE


» reportaje

Desde entonces, el Guadarrama, ca-rente de envidias, no guarda rencores yjunto al Aulencia y a su afluente el arroyoLadrón, comparte funciones con ellos yes él quien, altruista y desinteresado, rea-liza las mayores aportaciones de agua.

Cuando Valmayor amanece errante ycon semblante amable, muchos de nos-otros le vamos dejando atrás por unashoras surcando en seco, metro a metro,el viaducto de asfalto y hormigón que loatraviesa. Es el nuevo Puente del Tercioque se alza imponente y decidido inclusosobre los restos apagados del antiguo. Enla retina quedan estampas que ni siquierauna jornada de trabajo en la urbe arruina.

Pero si de números se trata, Valmayorno resulta más bello por haber sido elpantano con la presa de escollera más altade España ni por sus más de dos millonesde metros cúbicos de volumen, sino por-que en sus doce kilómetros de longitud ypaseando ligero como invitado en unbaile lleno de ritmos entre Valdemorillo,Colmenarejo y El Escorial, Valmayorameniza sus orillas con nanas hechas deintimidad, modestia y sencillez.

En sus 755 hectáreas de superficie, elagua habla con voz ronca de sus noches

solas a escondidas entre los rincones deencinas olvidadas en dehesas y pastiza-les cuyos nombres, los de cada una, que-dan sólo para ellas.

Recorriendo las márgenes del pan-tano en cualquiera de sus laderas, lossauces y fresnos salpican traviesos soto-bosques de nemorales, aros, nuezanegra, botón de oro y brionía mientrasmajuelos, endrinos y zarzamora se lle-van a bien con los arbustos de madre-selva y rosal silvestre de la zona. Peroserá el cárex quien, entre miles y milesde gramíneas, endulce el pasaje y el pai-saje de las franjas anegadas.

¡Cuántas de mis horas se habránquedado eternamente sentadas en losrecios muros de piedra que acompañana Valmayor en sus andanzas! ¡Cuántospensamientos, cuántas sensaciones!

Me levanté una mañana y el pantanoparecía terciopelo. Paseé por sus orillassin enturbiar el murmullo de la madru-gada y me dejé llevar por la melancolía.Sus aguas bañan unas vistas que se cla-van en el recuerdo de los que ahora es-tamos lejos.

Aguas arriba, en la cola más afamadade este, el embalse de Los Arroyos flan-

quea arrogante el escondite de anfibios,carpas, lucios y reptiles que junto a avesacuáticas y migratorias como somormu-jos, cercetas, garzas y ánades crean unecosistema en el que la pesca está, en al-gunas zonas, permitida. Aguas abajo, laPresa Vieja o embalse de Valmenor, aun-que ya en desuso, no pierde por ellovalor medioambiental alguno.

Y bajo ellas, como testigo de un pa-sado y reposando sus cimientos cansa-dos por el paso de los años, el viejopuente del Tercio asoma cuando estas serepliegan generosas sobre un lecho queignora ser el segundo con mayor canti-dad embalsada en la comunidad madri-leña. Además de este, otro puente, yaruinoso, se intuye en la pedanía escuria-lense de Navalquejigo y que antaño dioservicio a los vecinos de la zona.

Las aguas represadas se tragaron tam-bién, pero esta vez sólo por un tiempo, ala Cruz del Tercio que antes delimitara eltérmino municipal de El Escorial. Ahora,una vez rescatada de los fondos, se erigesolemne en dicha villa, olvidando porcompleto esta experiencia.

A su vez, caminos y cañadas sumer-gidos hace tanto guardan las sendas que

trazaran por entonces pastores y zagalescon sus ovejas, perros y cabras.

Los aprovechamientos agrícolas, ga-naderos y forestales coexisten, pues, sindificultad en esta comunidad que gozade una solidaria armonía. ¡Ay si apren-diéramos algo de ella!

No muy lejos aún, resuenan todavíalos ecos de algún enorme cocodrilo quea semejanza de la leyenda del LagoNess, llenó folios y minutos en los noti-cieros del 2003 cuando se decía verlecustodiar unas aguas que nunca se pen-saron para él.

Actualmente, Valmayor se encuentraprotegido por la Ley 7/1990, del 28 dejunio, de Protección de embalses y zonashúmedas de la Comunidad de Madrid ytambién por su inclusión dentro del Par-que Regional del Curso Medio del ríoGuadarrama y su entorno.

Pero si, además de ello, todos los quedisfrutamos de él sacáramos a relucir elcivismo necesario para mantener unpantano que bien merece el esfuerzo derespetarse, no sólo aquellos que viven enél y que dependen de la salud de susaguas lo agradecerían, sino egoísta-mente nosotros. Porque Valmayor noson latas y botes que flotan, ni papeles oplásticos que se enganchan en las rocas.Valmayor no son botellas que se dejanolvidadas o se tiran con desgana ni res-tos de tardes locas o noches desgastadas.Valmayor es mi pantano, nuestro pan-tano. El pantano que amanece errante ycon semblante amable. ■

Recorriendo las márgenes delpantano en cualquiera de sus

laderas, los sauces y fresnossalpican traviesos sotobosques

de nemorales, aros, nueza negra,botón de oro y brionía mientrasmajuelos, endrinos y zarzamora

se llevan a bien con los arbustos demadreselva y rosal silvestre

de la zona.

14 • Apuntes de la Sierra Apuntes de la Sierra • 15


La singularidad de las característi-cas biogeográficas y medioam-bientales quesinérgicamente con-curren en el ámbito

territorial de La Cerca de Fe-lipe II han determinado que lacriatura más bella y exóticadel lepidopterológico hispá-nico tenga su hábitat en elReal Sitio del Escorial. Como dije en el nú-mero anterior, la otra joya lepidoroptero-lógica escurialense es la Mariposa Apolo,mariposa diurna conocida científica-mente con el nombre de Parnassius Apo-llo.

Desgraciadamente el hábitat de loslepidópteros escurialenses, junto con sufauna y su flora, está sufriendo una im-portante regresión por el urbanismodesaforado que está devastando la bio-cenosis de los ecosistemas de Abantos,el monte más emblemático del circomontañoso que enmarca en el paisaje alReal Monasterio de San Lorenzo de ElEscorial.

La agonía del biotopo del MonteAbantos comenzó a las tres y media dela tarde del viernes 20 de agosto de1999: un incendio provocado arrasó450 hectáreas de pinar en las proximi-dades del Prado de la Era: una catás-

trofe para la fauna y flora de la Sierra deGuadarrama. Con la plantación de 45000 pinos, la Comunidad de Madrid in-tentó reforestar sin gran éxito la zonaquemada, que, no obstante, no reco-brará su aspecto original hasta que

» naturaleza


pasen cien años.El próximo dos de noviembre de dos

mil nueve celebraremos el veinticinco ani-versario de la inscripción del Real Sitio delEscorial en la Lista del Patrimonio Mun-

dial de la UNESCO. Ello significa implíci-tamente; su reconocimiento universalcomo enclave significativo de la MemoriaHistórica de la Civilización Hispánica, dela Monarquía Hispánica y de la SinergiaCultural entre Iglesia y Monarquía en elSiglo de Oro y en el Renacimiento Español.

En el Acta de la Octava Reunión Or-dinaria del Comité del Patrimonio Mun-dial de la UNESCO, fechada en BuenosAires el 2 de Noviembre de 1984, laUNESCO pidió al Gobierno Español que

preservase el entorno escuria-lense por su exclusiva e inusitadabelleza. Veinticinco años des-pués, para nuestra desgracia, nohemos querido y/o sabido des-arrollar el Real Sitio del Escorial(el ámbito territorial que prote-gió La Gran Cerca de Felipe II),como fuente sostenible de ri-queza espiritual y económica; esdecir, implementar un Plan Sos-tenible de Turismo Cultural y deOcio en el Real Sitio del Escorial:Ayuntamientos de El Escorial,San Lorenzo de El Escorial, Zar-zalejo y Santa María de la Ala-meda (Decreto CAM 52/2006:

Declaración de Territorio Histórico afavor del Real Sitio del Escorial).

GLOSARIOBIOCENOSIS. Conjunto de organis-

mos de especies diversas, vegetales o ani-males, que viven y se reproducen en undeterminado biotopo.

BIOTOPO. Condiciones medioam-bientales y biogeográficas de un territorioque permiten que en él se desarrolle unadeterminada comunidad de seres vivos.Aquí hacemos referencia al biotopo lepi-dopterológico, concretamente al biotopode la Actias Isabelae (Graellsia Isabelae) yde la Parnassius Apollo.

CRISÁLIDA. Fase de la metamorfo-sis en la que el insecto pasa de larva adulto.

IMAGO. Lepidóptero adulto. En estecontexto, mariposa.

LARVA. Fase juvenil de la metamor-fosis de los insectos. La larva de la mari-posa se denomina oruga.

LEPIDÓPTERO. Nombre con que seconocen los insectos del orden Lepidop-tera, que engloba las mariposas diurnas y

nocturnas.MARIPOSA. Insecto lepidóptero.

Tiene boca chupadora constituida poruna trompa que se arrolla en espiral, ycuatro alas cubiertas de escamitas imbri-cadas. Tienen metamorfosis completas.En el estado de larva reciben el nombre deoruga. Sus ninfas son las crisálidas, mu-chas de las cuales pasan esta fase de sumetamorfosis dentro de un capullo.

MARIPOSA APOLO. Mariposadiurna. Sus alas, que tienen una enver-gadura de de 65-80 mm, son de un colorblanco, amarillo pálido o gris, con man-chas oscuras en las alas anteriores y unocelo de color rojo y negro en cada unade las alas posteriores. Clasificacióncientífica: la Mariposa Apolo o perte-nece a la Familia Papilionidae, del OrdenLepidoptera. Su nombre científico esParnassius Apollo.

MARIPOSA ISABELINA. Mariposanocturna que pertenece a la familia de losSatúrnidos. Fue descubierta en Pegueri-nos (Ávila) por Mariano de la Paz Graells,naturalista riojano del siglo XIX. Le dio elnombre de Saturnia Isabelae en honor deIsabel II. Sus alas, que tienen una enver-gadura de 90 mm, son de un color verdeamarillento con bandas de color castañoclaro y negro. En cada una de las alas an-teriores aparece una mancha similar a unocelo o falso ojo, y las alas posteriores aca-ban en punta, a modo de cola. Clasifica-ción científica: la Mariposa Isabelinapertenece a la Familia Saturniidae, delOrden Lepidoptera. Su nombre científicoes Graellsia isabelae.

METAMORFOSIS. En este contexto,denominación del conjunto de cambiosbiológicos que experimentan los lepidóp-teros durante su ciclo biológico. Se mani-fiesta no solo en la variación de su aspectof ísico, sino también en sus funciones ytipo de vida. Las mariposas son insectosde metamorfosis completa: huevo, larva uoruga, crisálida o pupa e imago o mari-posa propiamente dicha.

NINFA. Etapa juvenil de la metamor-fosis de los insectos. En esta etapa el in-secto muestra un desarrollo incompletode sus alas.

OCELO. 1.- Cada ojo simple de losque forman un ojo compuesto de los ar-trópodos. 2.- Mancha redonda y bicoloren las alas de algunos insectos.

ORUGA. Larva de los insectos lepi-dópteros. ■

Texto: Andrés Magaña GarcíaFotos: Creative Commons

Graellsia Isabelae,Graellsia Isabelae,bella y exotica mariposa nocturna del Real Sitio del Escorialbella y exotica mariposa nocturna del Real Sitio del Escorial´

» artículo

LA “VUELTA AL COLE”D

urante las vacaciones la paternidades más sencilla, nos liberamos de laesclavitud a la que nos someten lasmúltiples obligaciones cotidianas,

entregándonos con placer al tiempo compar-tido con nuestros hijos. Se amplían los espa-cios de ocio, para conversar y jugar con lospequeños de la casa, de forma mucho másabierta y relajada. Las normas y los horarios,que regían la convivencia familiar, se tornanflexibles. Y nos volvemos más tolerantes conunas pautas educativas que disminuyen su ha-bitual nivel de exigencia.

Exprimimos nuestras vacaciones al má-ximo y volvemos a las viejas rutinas de siem-pre, invirtiendo dos o tres días de auténticalocura en solventar ese sin fin de pequeñosproblemas prácticos que conlleva la reorga-nización de la casa: deshacer maletas, com-prar en el supermercado, adquirir los librosdel cole y sumergirnos en las delicias del la-

El plácido discurrir de losdías de Agosto, da lugar a

un mes de Septiembremovido y bullicioso:

madrugones, estridentesdespertadores, cafés

apresurados, callesatestadas, colapso de

vehículos en la entrada ala escuela, apretujones enel autobús, comida rápida


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vado de un mar de colada sucia.El plácido discurrir de los días de

Agosto, da lugar a un mes de Septiem-bre movido y bullicioso: madrugones,estridentes despertadores, cafés apresu-rados, calles atestadas, colapso de vehí-culos en la entrada a la escuela,apretujones en el autobús, comida rá-pida, recogida de los niños de las ex-traescolares, clases de pilates, informes amedio hacer que quedaron pendientespara terminar en casa….

Nadie es ajeno a este esfuerzo deadaptación al cambio que supone asu-mir de nuevo las múltiples exigenciasque gobiernan nuestras vidas, pero estono es más fácil para los niños. Los adul-tos tendemos a idealizar el mundo in-fantil y a pensar, erróneamente, que losauténticos desaf íos pertenecen a nues-tro ciclo vital. Sin embargo, los niñosviven con mayor repercusión todos loscambios acaecidos al término de sus va-caciones estivales y muy especialmente:“la vuelta al cole”.

¿Recuerdas lo infinitos que parecíandiscurrir los meses y los años, cuandoeras niño?. ¡El momento de hacertemayor no llegaba nunca¡.¡Cuántas expe-riencias vividas en ese lapso de dos o tres

meses de vacaciones¡.¡ Era, casi, comouna vida entera¡. Pero según vamos cre-ciendo, el tiempo percibido se burla denosotros encogiéndose vertiginosa-mente. Nuestras vacaciones no son sóloobjetivamente más cortas que la denuestros hijos, dos o tres semanas dedescanso en el caso de los más afortuna-dos, sino que, para colmo de desdichas,pasan más deprisa. Por eso, la percep-ción del cambio en la mente infantil, conel reinicio de la escolaridad, resulta sub-jetivamente mucho más impactante quela de un adulto.

Además, para la corta edad y expe-riencia de los protagonistas, no son pocaslas exigencias con las que el proceso deadaptación escolar les bombardea: inte-riorización de normas más rígidas que lasdel hogar, aprendizajes intelectuales com-plejos, trabajo escolar dentro y fuera decasa, adquisición de múltiples habilida-des sociales para convivir con otros niñosy adultos referentes, duros procesos deevaluación, superación de distintos cicloseducativos, cambios de compañeros y deprofesores…

Los cambios se hacen todavía muchomás notables para los chiquititos, du-rante el primer contacto con la escuela,momento en el que muchos padres ehijos se enfrentan a su primera separa-ción. La entrada en Primaria es tambiénuna etapa complicada, dado el aumentoprogresivo del nivel de exigencia y elcambio de relación con el maestro queevoluciona desde el trato más personali-zado y proteccionista, característico dela etapa infantil, hacia unas relacionesmás centradas en el trabajo educativo ylas capacidades personales. Siendo loscursos de primero, tercero y quinto losmás críticos, en correspondencia con elprimer año de los ciclos inicial, medio ysuperior. El paso a la Secundaria, suponeel abandono del colegio para entrar en elinstituto, justo en ese periodo de ebulli-ción biológica llamado: pubertad. Un re-novado salto cualitativo que seconstituye como todo un reto adaptativopara el adolescente, en cuanto a la ad-

Exprimimos nuestras vacaciones al máximo y volvemosa las viejas rutinas de siempre, invirtiendo dos o tres

días de auténtica locura en solventar ese sin fin depequeños problemas prácticos que conlleva la

reorganización de la casa

“Los cambios se hacen todavía mucho más notables para los chiquititos,durante el primer contacto con la escuela, momento en el que muchospadres e hijos se enfrentan a su primera separación”

20 • Apuntes de la Sierra Apuntes de la Sierra • 21

¡Imposible hacerse cargo de la situacion, sin unabuena dosis de cafe cargado¡.


Mientras se maquillaba en el camerino, repasabaen voz alta los diálogos, dejándose embriagar por lamusical cadencia de aquellas palabras.

Aquella tarde no acudirían muchos espectadoresa la representación teatral, era tan sólo un día entresemana más en el que el patio de butacas quedabasemivacío, salpicado por algunas cabecitas distantes,que resultaba fácil identificar desde el escenario con“el rabillo del ojo”.

Nada especial: el típico tontuelo enamorado, tra-tando de impresionar a su novia con sus dotes cultu-rales; un par de despistados, que sin duda hubierandisfrutado más de la película que proyectaban en elcine de al lado y algunos agotados oficinistas, bus-cando sumergir el tedio cotidiano en un poco de eva-sión y fantasía.

Era importante disimular los brillos faciales trasuna nube compacta de polvos traslúcidos y subrayarlos párpados con un grueso trazo de khol negro por-que, de lo contrario, la luz de los focos haría parecer lacara macilenta, exenta de vitalidad y el principal atri-buto de una buena actriz era la fuerza expresiva de surostro.

Resultaba muy fácil pronosticar lo que sucederíaa continuación: un escalofrío recorriendo la columnavertebral con la apertura del telón, la boca seca y losojos cegados por la intensidad lumínica durante elbreve lapso de tiempo, paradójicamente infinito, quetardaba el personaje en poseer su voz y su cuerpo. En-tonces, el nerviosismo inicial desaparecía y todo su ser

tan sólo sería el vehículo a través del cual las hermo-sas palabras hablaban.

Pero ya se acabaron aquellos tiempos en que “elespectador” se postraba, sobrecogido, en su butaca,sediento de palabras. “¡Sueños de vieja gloria mal for-jados¡”, pensó, con nostalgia. Lo más seguro es que losenamorados estuvieran demasiado ocupados en de-leitarse el uno en el otro como para hacerlo con nadamás, los sufridos oficinistas entrasen en un agradablesopor y los amantes del cine confirmasen que el dúo:Brad Pitt- Angelina Jolie, resultaba, que duda cabe,mucho más interesante.

Con irónica ternura, sonrió a la imagen que le de-volvía el espejo desportillado.¡Qué descrédito para laprofesión¡.¡Cuánto amor malgastado¡. ¡Absurdas en-soñaciones de chalada titiritera¡

Tal vez, él hubiera acudido también aquella tardea la función. Solía venir una vez por semana. Butaca 3,fila 7. Era otro loco, enamorado de las palabras, aquien ella había bautizado secretamente como: “elpoeta”. Hombre de mirada penetrante, escuchaba in-tensamente, conmocionado, deleitándose en el dis-curso. Eran dos tarados, hermanados en un mismoafán, conmovidos por las mismas cosas. Cuando élacudía, no existía nadie más, para él toda su potenciainterpretativa.

En la soledad de las largas noches de su pequeñahabitación del hostal, ¡ cuántas veces había fantase-ado con llegar a conocerle¡. Se presentaría para soli-citar un autógrafo. Ella luciría radiante, borracha de

aplausos, sonreiría condescendiente e iniciaría algunaconversación informal. Luego saldrían juntos, a tomarcafé. Se moría por escucharle, por convertirse ella enla espectadora de sus palabras.

Encendió otro cigarrillo, con el que amortiguar latensión de la espera. Efímeras volutas de humo as-cendiendo caprichosamente. Con una punzada dedolor se dijo: “¿qué pasa tontorrona, te estás ena-morando?”.

Con un guiño cómplice, su amigo el tramoyistavenía a avisarle de dos cosas: quedaban breves se-gundos para iniciar la representación y él se encon-traba entre los asistentes.

Sonrío para sí, ¡delirios de hada vieja y chiflada¡. �

Silvia Arcas, psicóloga.

Esta antología nos presenta a diez escritoras nor-uegas contemporáneas, de entre 35 y 85 años, perte-necientes a generaciones y credos literarios muydiversos, pero en las que tal vez podamos también in-tuir algunos rasgos comunes. Como casi siempre en laliteratura, también en estos relatos el tema recurrenteson las relaciones humanas. En todos estos cuentos en-contramos luces y sombras, otro de los rasgos caracte-rísticos de la literatura noruega de todos los tiempos.Por lo general, melancolía y realismo aparecen comodos caras de la misma moneda. Los personajes de estosrelatos son hombres y mujeres de carne y hueso, consus anhelos y sus traumas, sus ilusiones y sus decep-

ciones, y una terca búsqueda de algo que proporcionesentido.

Cada relato está traducido por un traductor dife-rente, lo cual pensamos que proporciona una riquezaespecial a la antología: diez escritoras y diez traducto-res, entre los cuales hay tanto latinoamericanos comoespañoles, cosa que se refleja también en el lenguajefinal de los relatos, en los que se ha querido respetarlas diferencias y la riqueza de esta lengua que habla-mos tantos pueblos distintos.

SUEÑOS ROTOS

Apuntesliterarios

Apuntes yreflexiones

ΨSilvia Arcas Guijarro • PSICÓLOGA

Especialista en PsicopatologíaMaster en Psicología Clínica

Formadora de personal sanitarioNº de Col.: 13.367

Intervención psicológica en:Adultos, niños, Adolescentes, Crisis de Pareja,Orientación

Familiar, Depresión, Ansiedad, Fobias, AlteracionesEmocionales, Trastornos del Sueño, Tastornos de laAlimentación, Dificultades de Rendimiento Escolar,

Técnicas de Estudio y Motivación…Tareas Divulgativas: Conferencias y Escuelas de Padres.

c/ del Rey, nº 22-24 • 28200 S.L.Escorial • Madrid

Tel.: 667 01 43 00

TIENDA DE MÚSICA Y LIBRERÍAc/ Juan de Leyva, 19

28200 • San Lorenzo de El EscorialTel.: 91 899 76 [email protected]

quisición de nuevos hábitos de estudio yal establecimiento de una relación conlos profesores mucho más “anónima”.

No es de extrañar, pues, que los pri-meros días de cole supongan toda unarevolución en la dinámica familiar: pri-sas y carreras, niños inquietos y nervio-sos, más revoltosos e irritables que decostumbre. Los sospechosamente re-pentinos dolores de barriguita, la ma-ñana del lunes; los inconsolables llantoscamino de la ruta, realizando auténticosmalabarismos para sujetar con unamano a dos niños y con la otra a sus car-teras; la negativa a cenar, algunas nochesy los problemas para conciliar el sueño,son otras de las manifestaciones del es-trés frente a este aluvión de cambios.

En principio, si no se prolongan de-masiado en el tiempo, ni interfieren ne-gativamente con el normal desarrollo desu vida cotidiana, carecen de relevancia.Con el tiempo, el niño empieza a sen-tirse cómodo, en un ambiente estimu-lante y seguro, rodeado de amiguitos yadultos cariñosos. Los padres tambiénnos relajamos y ya no son necesariasesas infinitas dosis de paciencia iniciales

Pero podemos amortiguar su im-pacto preparando el terreno, en las se-manas previas al inicio del curso,mediante la instauración de unas rutinasmenos laxas y más próximas a las re-queridas en la escuela. Acompañarles losprimeros días, puede infundirles seguri-dad, como también favorecemos suadaptación escuchando con interés susvivencias cotidianas y promoviendo elcontacto con los amiguitos de clase,fuera del horario escolar.

Cuando, pese a todo, nuestro hijo nose siente a gusto y tranquilo en el aula,un contacto permanente con el centro ysobre todo: con los profesores, nos ayu-dará a discriminar la razón de su re-chazo.

¡Impliquémonos activamente en laeducación de nuestros hijos, para fo-mentar la más completa interaccióneducativa y asegurarnos de que todofunciona de la forma adecuada.¡

Silvia Arcas Guijarro, psicóloga.

Permanecemos las primeras semanas de trabajosemi- aletargados, en un confuso estado de trance.

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Los cambios se hacen todavíamucho más notables para loschiquititos, durante el primer

contacto con la escuela, momentoen el que muchos padres e hijos seenfrentan a su primera separación.


Apuntes de la Sierra • 2524 • Apuntes de la Sierra

Todos los años en estas fechas meveo obligado a escribir o confe-renciar sobre el regreso al tra-bajo, al colegio… Si hablamos de

síndrome post vacacional le damos enti-dad clínica a un proceso de adaptación.Por otro lado, es cierto que en los prime-ros días de vuelta de las vacaciones pue-den producirse un conjunto de signos ysíntomas que pueden distorsionar la vidade la persona (falta de concentración, apa-tía…). Por ello, en septiembre acuden aconsulta psicológica más personas. Tam-bién arengadas por el periodismo y la psi-quiatría que son los que han acuñado elnombre del síndrome.

Estos síntomas no duran más de dossemanas, si los síntomas se extienden enel tiempo posiblemente exista otra cues-tión de base que sería importante sol-ventar.

¿Qué personas están afectadas conmás frecuencia?

Son los menores de 45 años los quemás acuden, los que han regresado sintransición del viaje de vacaciones al tra-bajo, los que tienen disconfort con sutrabajo y las personas que tienen el sín-drome de bornout, es decir, que tienenun agotamiento o desencanto con el tra-bajo que desempeñan. Todas ellas tienenla característica común de pensar en lasvacaciones como el colofón de su bien-estar personal.

¿Cuál es el origen de esta situa-ción? ¿Ha existido siempre?

Se comenzó a hablar de ello hace 20años. Existe desde que hay vacaciones yregreso al mundo laboral aunque ante-riormente no se etiquetaba. El origen re-

side en la forma de pensar el mundo: lasvacaciones, los trabajos, los comienzosy los finales. En ocasiones, los finales nosrecuerdan que tenemos finitud, que yahemos salido de la familia de origen, yano tenemos tanta protección, y sabemosque vamos a morir. Los cambios habi-tualmente generan esta cascada de pen-samientos conscientes o inconscientesque nos remiten a nuestro proceso vital.

Si estamos de acuerdo con estas pre-misas, no hacemos que los trabajadoresvayan vestidos con ropas veraniegas du-rante la primera semana de septiembre,no les prohibimos que disfruten de unmes seguido de asueto y no impedimosque empiecen la jornada en lunes.

La sociedad actual piensa de maneranegativa acerca del trabajo y sobrevaloralas vacaciones. Tenemos que saber que

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Si hablamos de síndrome postvacacional le damos entidad

clínica a un proceso deadaptación. Por otro lado, es

cierto que en los primeros díasde vuelta de las vacaciones

pueden producirse un conjunto de signos y

síntomas que puedendistorsionar la vida de la

persona.

Si hablamos de síndrome postvacacional le damos entidad

clínica a un proceso deadaptación. Por otro lado, es

cierto que en los primeros díasde vuelta de las vacaciones

pueden producirse un conjunto de signos y

síntomas que puedendistorsionar la vida de la

persona.

SÍNDROME POST VACACIONAL?

Nadie necesita más unas vacaciones que el que acaba de tenerlas. (Elbert Hubbard)


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La sociedad actual piensa de manera negativa acerca deltrabajo y sobrevalora las vacaciones.

Tenemos que pensar que las vacaciones no son una resolución de los problemas dentro del trabajo. A menudo, sentimos que después del descanso todo estará más calmado

pero esto es llevarse a engaño.

para el sujeto las fantasías previas sobrelas vacaciones y los recuerdos posterio-res son tan importantes como la viven-cia “in situ” del periodo vacacional. Esnecesario, darse cuenta de que las vaca-ciones no son un estado absolutamenteopuesto al periodo de trabajo, uno elculmen del placer y otro la cúspide delsufrimiento.

Por otra parte, tenemos que pensarque las vacaciones no son una resolu-ción de los problemas dentro del trabajo.A menudo, sentimos que después deldescanso todo estará más calmado peroesto es llevarse a engaño. Cuando las re-laciones labores están viciadas, las vaca-ciones sólo son un punto seguido.

Tampoco nos ayuda, el buscar la fe-licidad o el hedonismo continuamenteen este periodo. Es decir, no es necesarioestar siempre alegre o siempre feliz.

Además nos ayudaría saber que enAgosto, se pasa más tiempo con los fami-liares, en pareja y por ende, se producenmás separaciones, más frustraciones…loque le hace bien al ser humano son los

compromisos, los pactos, las conexionescon el mundo( aunque éste lo piense alrevés). No es dif ícil escuchar en consultay en la calle ideas como esta: “Me gusta-ría vivir sólo en el monte, con un huertoy sin problemas”, Fantasía ésta que nos re-mite a la edad infantil: “buscar el paraísoperdido”. Y también es común oír: “Soyun pringao me paso 10 horas diarias liadocon el trabajo”.

Sin embargo, es la fuerza de trabajola que permite cambiar la naturaleza ex-terna y la interna del humano. Si pudié-semos pensarlo así, no habría consultaspor síndromes post vacacionales. Exis-ten asimismo, pensamientos durante latarde del domingo que se asemejan a losque se producen al final de vacaciones.

Podríamos valorarlo de esta manera:“cuando algo se acaba es porque otracosa comienza, si dejamos que terminenlas vacaciones, las relaciones dañinas oel libro del que disfruté ayer podré serconsciente de que empieza algo nuevo,una nueva etapa profesional, un amorrenovado, cientos de libros por leer…■

Sergio García Soriano

Siempre podrán encontrar

«APUNTES DE LA SIERRA»,

en los siguientes puntosde

distribución● San Lorenzo de El Escorial:

Kiosco de prensa de los Jardincillos.

- Enfoplas La Prensa.- Gasolinera frente a la estación de Au-

tobuses.● El Escorial villa:

Kiosco el Muro.C/. Alfonso López.

● Collado Mediano:Bar Rubio.

Plaza del Ayuntamiento● Guadarrama:

Librería-Papeleria Roberto Alaez.(C/ San Roque, 17)

Prensa EnalferC/ Alfonso Senra nº 47

Tel.: 91 854 13 73

● Además de las Casas de Cultura y Ayuntamientos de la zona.


“Me gustari a vivir so lo en el monte, con un huerto y sin problemas”

Cuando escuchamos la palabrasanación nos puede venir a lamente: “no estoy enfermo, notengo nada que sanar” o tam-

bién podemos preguntarnos: “¿que eseso exactamente?”.

El origen de la Danza del vientre lolocalizamos en el antiguo Egipto. Segúnnumerosos hallazgos arqueológicos, enla época faraónica las sacerdotisas dan-zaban para celebrar el nacimiento de al-guna celebridad, atraer lalluvia y fertilizar así al sa-grado río Nilo, para hon-rar a los reyes, a losDioses, etc… Así, con elpasar de los siglos, estadanza se fue enrique-ciendo con las distintasculturas que habitaronEgipto, extendiéndosepor la mayoría de los pa-íses árabes.

La primera vez queasistí a una actuación deDanza Oriental algo enmi fue tocado por losmovimientos envolven-tes de la bailarina y captéal instante todo el disci-plinado esfuerzo quehabía detrás. Algún tiempo despuéstomé la decisión de comprobar por mimisma aquello que tanto había llamadomi atención, así pude descubrir el poderque este baile ejerce en nuestro mundointerior y exterior. Como si de una fór-mula alquímica se tratara, cada paso,cada giro, cada movimiento, iba conec-tando con una parte de mi que, porpudor, por prejuicios, por costumbres,no se atrevía a salir al exterior en la vidacotidiana. Me sentí artista, me sentí“Reina”, me sentí una mujer que se per-mitía mostrar, expresar su auténtica be-lleza interior. Además, rápidamentepude comprobar sus efectos terapéuti-

cos a nivel psicofisiológico. Mejoró lacirculación sanguínea, se tonificaronmis músculos, me sentía menos can-sada, más alegre, menos apática…

Como cómplice perfecto, la músicaárabe parece estar escrita para ensalzar ala mujer, así, la bailarina representa el la-tido del Universo con su cuerpo, con susgestos, con su alma… Nos realzan los tra-jes, vestidos de las “Mil y Una Noches”,con sus bordados de lentejuelas, sus gasas

y sus vivos colores. Cuando por primeravez me até un pañuelo de monedas a lacintura y agité torpemente mis caderas¡qué sensación!, aquello fue magia.

Somos muchas las que dudamos, lasque por inseguridad no nos atrevemos ynos preguntamos: “¿seré capaz?” No…eso no es para mi…¡con este cuerpo!”.Nada más lejos de la realidad. En laDanza Oriental lo que cuenta son nues-tros sentimientos, nuestra esencia feme-nina, nuestro poder creador. Cuandobailamos sonreímos y esa sonrisa noshace jóvenes sin importar nuestra edad.Nos mostramos coquetas, traviesas, ino-

centes, caprichosas, dulces… Cada mujertiene algo en su interior por descubrir yesa es la búsqueda que el camino de laDanza ofrece. Ese tesoro es único y po-demos ser capaces de expresarlo como unregalo para los demás y para nosotrasmismas. Fluiremos con el movimiento denuestra pelvis, tan olvidada por muchasde nosotras por condicionamientos yprejuicios. Es allí donde reside nuestraesencia femenina, receptáculo de lafuerza creativa. Mover las caderas nos

hace sentir más seguras, reconciliadascon el mundo y ¡tan hermosas!...

Con disciplina, constancia y un pocode paciencia todas las mujeres podemosbailar y disfrutar de la Danza Oriental.Gracias a todos los maestros y maestrasque se han dedicado y dedican encuerpo y alma sus días para transmitireste precioso legado. Y gracias a todaslas mujeres que hacen de esta danza unArte sagrado. ■

Elena TerolPiedra Luna

Telf. 91 890 24 85www.centro-yoga.com

» vida sana

DANZA DEL VIENTRE: LA MÁGICA DANZA DEL ANTIGUO ORIENTE

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Fechas: 24 de Oct – 21 de Nov. – 12 de Dic. (2009)La finalidad de estos cursos es integrar de una forma clara y correctalos fundamentos (teórico-prácticos) de esta técnica. De una maneraclara, sistemática y progresiva, combinando el rigor de la enseñanzaoriental con una metodología moderna de aprendizaje.

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Actividades RecomendadasDOLORES FRANCOACUARELASSAN LORENZO 2009UNA VISIÓN PARTICULAREn esta exposición, Dolores Franco nos muestra el San Lorenzode hoy, desde una mirada que se fija en pequeñas escenas, as-pectos, detalles, impresiones,… esto es, elementos presentes enla vida cotidiana del pueblo, a manera de testigos mudos, y confrecuencia inadvertidos, del impresionante escenario que cons-tituye su herencia histórica y artística, y con una visión queatiende de manera muy especial al color circundante, a la pecu-liar configuración de las luces y las sombras, así como a sus tran-siciones y contrastes en las distintas estaciones del año.

Un año más, en la madrugada del domingo 13 de Septiembre, los romerostrasladarán a la Ermita situada en la finca de la Herrería, en una carreta ri-camente engalanada, la imagen de la Virgen de Gracia, Patrona del Real Sitiode San Lorenzo de El Escorial.Las peñas y los grupos romeros permanecen en la Herrería hasta el atarde-cer. Durante el día se suceden los bailes, los concursos, las jotas, la comida yla bebida para la celebrar el acontecimiento. Es un buen momento para apre-ciar la riqueza de los bailes y cantes típicos serranos, la jota y el rondón sonlas formas más vistosas. “Al atardecer, desde la Ermita, comienza el caminode regreso que terminará en el Santuario de la Virgen de Gracia”.¡¡VIVA LA VIRGEN DE GRACIA!!

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APUNTES DE LA SIERRA SEPTIEMBRE 2009