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LXI-LXII Institución «Fernando el Católico» (C. S. I. C.) de la Excma. Diputación Provincial Zaragoza

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LXI-LXII

Institución «Fernando el Católico» (C. S. I. C.)

de la

Excma. Diputación Provincial

Zaragoza

ARCHIVODE

FILOLOGÍAARAGONESA

LXI-LXII

2005-2006

INSTITUCIÓN«FERNANDO

ELCATÓLICO»

I N S T I T U C I Ó N

F E R N A N D OEL CATÓLICO

ARCHIVO DE FILOLOGÍA ARAGONESA

LXI-LXII

2005-2006

INSTITUCIÓN «FERNANDO EL CATÓLICO» (C. S. I . C.)

DE LA

EXCMA. DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE ZARAGOZA

LXI-LXII

Z A R A G O Z A2005-2006

Toda la correspondencia, peticiones deenvío e intercambio, deben dirigirse ala Institución «Fernando el Católico».Palacio Provincial, Plaza de España, 2.

50071 ZARAGOZA (España)

ISSN: 0210-5624

IMPRESO EN ESPAÑA-UNIÓN EUROPEACometa, S. A. — Ctra. Castellón, Km. 3,400 — Zaragoza

Depósito Legal: Z. 480-1958

FICHA CATALOGRÁFICA

Publicación núm. 2.701de la Institución «Fernando el Católico»

Organismo autónomo de laExcma. Diputación de Zaragoza

Plaza de España, 250071 ZARAGOZA

Tels.: [34] 976 28 88 78/79 - Fax: [34] 976 28 88 69E-mail: [email protected]

http://ifc.dpz.es

ARCHIVO de Filología Aragonesa / Institución «Fernando elCatólico» .- V. 1 (1945)- .- Zaragoza: Institución «Fernandoel Católico», 1945- .- 24 cm.

ISSN 0210-5624I. Institución «Fernando el Católico», ed.80 (460.22)

DIRECTOR

Dr. Tomás Buesa Oliver (†)

SUBDIRECTOR

Dr. José M.ª Enguita Utrilla

SECRETARIA

Dra. Rosa M.ª Castañer

CONSEJO DE REDACCIÓN

Dra. Aurora EgidoDr. José-Carlos Mainer

Dra. M.ª Antonia Martín Zorraquino

S U M A R I O

AFA-LXI-LXII 5

ADELINO ÁLVAREZ RODRÍGUEZ: Los textos heredianos: dificulta-des y criterios para su edición ....................................................

MARCOS JESÚS HERRÁIZ PAREJA: Sobre la necesidad de una nue-va edición del Eutropio................................................................

ÁNGELES ROMERO CAMBRÓN: Latinismos sintácticos en la lenguaherediana: a propósito de las Historias contra los paganos (ms.V-27) ..............................................................................................

MÓNICA M.ª GÓMEZ GONZALVO: El sistema prepositivo del Plu-tarco de Juan Fernández de Heredia ..........................................

JOSÉ ANTONIO MATEOS ROYO: Control público y espectáculo tea-tral: el Coliseo de Comedias de Zaragoza (1777) ....................

JOSÉ M. VILAR PACHECO: Relatos conversacionales en la entre-vista dialectal. Encuestas en la Sierra de Albarracín (Teruel)

MOISÉS SELFA SASTRE: Estudio fonético-fonológico y morfosin-táctico del habla del Valle Medio del Ésera (Huesca) ..............

FERNANDO SÁNCHEZ PITARCH y GUILLERMO TOMÁS FACI: Brevedescripción del aragonés de Agüero ..........................................

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E S T U D I O S

SUMARIO

6 AFA-LXI-LXII

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO: La Isabela (tragedia de Lupercio Leo-nardo de Argensola) ....................................................................

M.ª ÁNGELES GARCÍA ARANDA: Estudio y edición de las Phrasesy fórmulas loquendi de la guerra de Juan Lorenzo Palmireno(1568) ..........................................................................................

JOSÉ MIGUEL GRÀCIA ZAPATER, JOSÉ RAMÓN MOLINS MARGELÍ yARTUR QUINTANA I FONT: Per dir la verdat / se perd l’amistat.Un libel difamatori de la Codonyera (Baix Aragó) del 1588 ....

219

301

321

A R C H I V O

ROSA GÓMEZ CASAÑ: Bibliografía de las hablas castellanas de laComunidad Valenciana ................................................................ 339

M I S C E L Á N E A

JEAN JOSEPH SAROÏHANDY: Dialectos aragoneses..........................DOMINGO MIRAL: El verbo ser en el cheso (dialecto del Pirineo

aragonés)......................................................................................DOMINGO MIRAL: Tipos de flexión verbal en el cheso (el verbo

hacer = fer) ..................................................................................

363

377

385

R E L E C C I O N E S

JOSÉ JAVIER MANGADO MARTÍNEZ: El habla de Sartaguda (Nava-rra). Su léxico específico (M.ª Luisa Arnal Purroy) ..................

FERNANDO GARCÍA ANDREVA: Los documentos del Archivo Muni-cipal de Logroño (1268-1351). Edición y estudio lingüístico(Carlos Meléndez Quero) ............................................................

MARÍA LUISA ARNAL PURROY: Diccionario del habla de la BajaRibagorza Occidental (Huesca) (Rosa M.ª Castañer Martín) ..

FABIÁN GONZÁLEZ BACHILLER: El léxico romance de las colec-ciones diplomáticas calceatenses en los siglos XII y XIII (ElisaGonzález Ramos) ........................................................................

393

397

401

403

R E S E Ñ A S

SUMARIO

AFA-LXI-LXII 7

CARMEN SARALEGUI y CRISTINA TABERNERO: Navarrismos en elDiccionario de la Real Academia Española (Rosa M.ª CastañerMartín)..........................................................................................

AURORA EGIDO, FERMÍN GIL ENCABO y JOSÉ ENRIQUE LAPLANA

(eds.): Baltasar Gracián. IV Centenario (1601-2001). Actas delI Congreso Internacional «Baltasar Gracián: pensamiento yerudición». AURORA EGIDO, M.ª CARMEN MARÍN y LUIS SÁN-CHEZ LAÍLLA (eds.): Baltasar Gracián. IV Centenario (1601-2001). Actas del II Congreso Internacional «Baltasar Graciánen sus obras» (M.ª Pilar Sánchez Laílla)....................................

JOSÉ M.ª ENGUITA UTRILLA (ed.): Jornadas sobre la variación lin-güística en Aragón a través de los textos (Verónica Edeso Nata-lías) ..............................................................................................

JOSÉ ANTONIO SAURA RAMI: Elementos de fonética y morfosinta-xis benasquesas (Javier Giralt Latorre) ......................................

HÈCTOR MORET: Indagacions sobre llengua i literatura catalanesa l’Aragó (Maria Teresa Moret Oliver) ......................................

ABRAHAM MADROÑAL: «De grado y de gracias». Vejámenes uni-versitarios de los Siglos de Oro (M.ª Pilar Sánchez Laílla) ......

XAVIER GIL PUYOL: Baltasar Gracián: política de El Político (JoséM.ª Enguita Utrilla) ....................................................................

MIGUEL MARAÑÓN RIPOLL: El Discurso de todos los diablos deQuevedo (Aurora González Roldán) ..........................................

R E S Ú M E N E S / A B S T R A C T S ............................................

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E S T U D I O S

Los textos heredianos: dificultades y criterios para su edición

ADELINO ÁLVAREZ RODRÍGUEZ

Universidad de Castilla-La Mancha

0. INTRODUCCIÓN

Lejos quedan ya los días del esforzado Latassa, que, a pesar desu vasta erudición, en su obra Bibliotheca antigua de los escritoresaragoneses (1796: 51) despachaba el mecenazgo literario de Juan Fer-nández de Heredia con la simple mención de tres de las traduccionespromovidas por él1. Poco a poco se han ido exhumando y editando losescritos que él patrocinó, y hoy día, con los medios técnicos de quedisponemos, ninguna de sus obras nos resulta inalcanzable.

Otro tema es la calidad de las ediciones. La mayor parte de lasrealizadas hasta ahora tiene un sello marcadamente bedierista, ya quelo que han pretendido sus autores es brindarle al lector un manuscri-to concreto, y no el texto original. Dentro de esta línea, cabe la opciónde fidelidad extrema al manuscrito en la que se opta por respetar lalongitud de las líneas del manuscrito y no intervenir ni siquiera en lapuntuación ortográfica. Tal es el caso de la edición electrónica lleva-da a cabo por Nitti y Kasten (1997) en Madison. En otras, el editorinterviene en la puntuación ortográfica animado por el deseo de faci-litarle la tarea al lector. Algunas de estas, como la edición de los dosprimeros libros de la primera partida de la Grant Crónica de Espan-ya, son altamente meritorias, porque su autora, Geijerstam (1964),solo ha hecho su labor de puntuación ortográfica después de un esme-

AFA-LXI-LXII (2005-2006), pp. 11-36 11

1. Estas traducciones son, respetando su denominación: Vidas de hombres ilustres, Secretum secre-torum Aristotelis y los Siete libros de Paulo Orosio.

rado cotejo con las fuentes de la Crónica. Hay otras ediciones, en fin,en las que sus autores intervienen no solo en la puntuación ortográ-fica, sino incluso en la sustancia textual, aunque de forma ocasionaly sin criterio definido. Tal es, por ejemplo, la del Tucídides de LópezMolina (1960).

Todas estas ediciones han tenido una indudable utilidad, ya quehan sido ellas las que nos han facilitado durante muchos años el acce-so a los textos heredianos. Su mismo nivel de no excesiva exigenciaha permitido ponerlas a disposición de los lectores en periodos detiempo relativamente cortos. Sin embargo, estas ediciones deben serconsideradas como productos de una etapa a superar. El ideal escorregir todo lo que está deturpado, alcanzar la pureza del originaly brindárselo al lector de una manera clara y atractiva, aunque sinrenunciar a nada que sea verdaderamente valioso en los nivelesgráfico-fónico, léxico y gramatical.

Ahora bien, este objetivo, típicamente neolachmanniano, exige unanálisis, en extensión y profundidad, de los textos, donde nada se pue-de escamotear. En el caso de los textos heredianos, constituidos en sumayor parte por traducciones o compilaciones elaboradas a partir detraducciones, no solamente hay que cotejarlos con los originales(griegos, latinos, castellanos, catalanes, franceses e italianos), sinoaveriguar todo el proceso escritorial que se esconde detrás de la for-ma que presentan los códices que nos los han transmitido.

Un contacto de treinta años con los textos heredianos, siempredentro de esta línea neolachmanniana, me ha permitido ver las muchasy grandes dificultades que comporta una edición digna de tal nombre.Como la mayor parte del tiempo la he consumido en las traduccionesque tienen como lengua original el griego o el latín, mis reflexionesse moverán preferentemente en el ámbito de estas traducciones, aun-que espero que en muchos casos sean extrapolables a otras obras dela producción herediana. Es mi propósito exponer en este estudio lasprincipales dificultades y rarezas que he encontrado, así como lassoluciones que les he dado. El panorama se completará con una seriede puntos espinosos para los cuales aún no he encontrado una res-puesta satisfactoria. Espero poder ayudar así a los presentes y futu-ros editores de la obra herediana, y también recibir yo algún auxiliode los que en estos puntos han visto o vean más que yo. A esto meanima especialmente el hecho de que, en el pequeño simposio quecelebramos en Ciudad Real los días 24 y 25 de marzo de 2004, el

ADELINO ÁLVAREZ RODRÍGUEZ

12 AFA-LXI-LXII

franco reconocimiento de mi ignorancia en algunos puntos de la obraherediana se vio rápidamente premiado con la clarificación de algu-nos problemas del Tucídides y del Libro de los emperadores que pare-cían insolubles2. En cuanto a las dificultades, unas son de caráctermorfológico o sintáctico; otras, de carácter gráfico o fónico; muchas,en fin, de carácter léxico.

I. DIFICULTADES DE CARÁCTER MORFOSINTÁCTICO

Dentro de la morfosintaxis, me han planteado no pocos proble-mas ciertas apariciones de la partícula et. He aquí algunos ejemplos:

(1) Et recordándose que un fijo de Aarón havía una senyal en elcobdo et era negro et pleno de pelos, et demandole que le mostrás elbraço (Emper., 132a).

El ejemplo está tomado del estudio que Spaccarelli (1975: XLVI)antepone a su edición del Libro de los emperadores. Este estudiosocalifica la presencia de esta partícula en casos como éste como «themost striking irregularity» de la sintaxis de esta obra herediana, y laconsidera como un residuo de la antigua tendencia a la parataxis. Pro-bablemente la interpretación es discutible, pero es innegable el hechode que este uso de et es muy frecuente en esta obra herediana, sin quefalte en las demás3. Se ha referido a ella Geijerstam en el estudio queprecede a su edición de los dos primeros libros de la Grant Crónicade Espanya (1964: 125) y, antes que ella, Menéndez Pidal en su estu-dio del Cantar de Mio Cid (1944: 391-392). Hay que destacar, sobretodo, el trabajo de Pietsch (1925: I, 36-37), «Zur spanischen Gram-matik: aus einem Komentar zu den spanischen Gralfragmenten», enque se señala su presencia en lenguas tan distintas como el hebreo, elárabe, el griego, el latín, el alto alemán antiguo, el italiano, el pro-venzal y el francés y castellano antiguos. Se trata de un conector que

LOS TEXTOS HEREDIANOS: DIFICULTADES Y CRITERIOS PARA SU EDICIÓN

AFA-LXI-LXII 13

2. Me estoy refiriendo a grifones, que aparece en el fol. 117b del Libro de los emperadores, y apertuses, que figura en el Tucídides. Ambos términos fueron aclarados convenientemente por J. M.Cacho Blecua y E. Marcello. Con posterioridad, he podido comprobar que el término pertús (en singu-lar) pertenece también al occitano y catalán antiguos.

3. Cf., por ejemplo: «Si ellos con huest querrán destruir nuestra tierra, et nós, navigando por laribera del Pelopóniso, decendiendo de lugar en lugar, les destruiremos toda la ribera de la mar» (Tucíd.,12a); «Et aun Fraorto, supiendo que los partos todas las cosas sufrían sino solament de seyer fuera delures casas l’ivierno, et se dubdava que la huest de los romanos no fincase et los partos lo dexasen etfuyesen» (Plut., Ant. 131v).

encabeza la cláusula principal cuando viene precedida por la subor-dinada. La llama Pietsch «et des Nachsatzes», y podríamos traducir-la al español como «et de la apódosis». El desconocimiento de esteuso de et crea al editor serios problemas a la hora de fijar el texto, yal lector le hace embarazosa su lectura.

En el texto siguiente:

(2) Semblantment falle qui se ensuperbia por las prosperidades delas batallas no pensando que superbia es cosa desleal por el torno de lafortuna, peró que algunas vegadas mal consello ha prosperado, e bienha venido por mal consello; de la otra part contraria, et algunas vega-das buen consello viene a menos de la entención del consellador, por-que la fin no viene siempre segunt la entención de los hombres (Tucíd.,7d-8a).

et parece tener el valor de ‘también’, valor corriente en latín y noextraño a los textos heredianos, como se puede ver en el siguientepasaje del Plutarco:

(3) Tú solo quieres enrequir, et tú solo ves a combater (Luc., 95v).

En este otro pasaje, tomado también del Plutarco,

(4) Et es assín de la ventura como et la figura Arquíloco, es a saber,una mujer que aduzía agua en la una mano, et en otra fuego (Demetr.,104r).

solo se me ocurre darle a et el valor que tiene en griego con frecuen-cia la conjunción και ‘por cierto’, por más que en este pasaje concretono aparezca en el original griego.

Frente a su ausencia o suma escasez en los textos castellanos dela época, hay que destacar la frecuencia de et...et como miembros deuna correlación enfática. He aquí un par de ejemplos:

(5) Una cosa sé bien et dayuno et embriago: que todas cosas seránbien fechas si Cleopatra torna en Egipto (Plut., Ant., 141v).

(6) Entre las cuales era Valeria, la ermana de Poplícola, el qualfizo muchas et grandes utilidades a los romanos et en la ciudat et en laguerra (Plut., Coriol., 208r).

En el fragmento siguiente:

(7) Éstos cridavan mucho, et ellos no los oían punto; fasta que unod’éstos se pensó una tal cosa: et tomó una escorça de árbol et escriviósobre aquella lo que menester le fazié et la adversidat del ninyo (Plut.,Pirro 157r).

ADELINO ÁLVAREZ RODRÍGUEZ

14 AFA-LXI-LXII

[οι J δ’ουj κατηvκουον δια; τραχυ vτητα και ; παv ταγον του8‘ρευv-

µατος, αλλ’ η\ν διατριβη ; τω8ν µε ;ν βοωv ντων, τω

8ν δε ; µη ; συνιε vντων,

α# χρι τις ε jννοηvσας και ; περιελω; ν δρυο;ς ϕλοιο;ν ε jνε vγραψε πο vρπη®γραv µµατα φλαv ζοντα τη ;ν τε χρει vαν και ; τη ;ν τυvχην του

8παιδο;ς...]

(II, 6)

podríamos interpretar et como parte de una correlación enfática, enconexión con el et siguiente; pero es muy dudoso que haya aquí inten-ción de enfatizar.

En este otro fragmento et tiene difícil encaje sintáctico:

(8) Et aún se remembravan de la bondat de Antípatro el viejo; etpor Fila et por el fijo que Dimitrio havié con ella, el qual era herederode la senyoría, amavan otro tanto a Dimitrio como a Antípatro. Et más,et era la hora Antíoco, el fijo de Dimitrio et Fila, joven infant et iva consu padre en fechos de armas (Plut., Demetr. 105r).

[ει j δε ; τις ε#τι µνηvµη τη8ς ’Αντιπαv τρου του

8παλιου

8µετριοv τη−

τος υ@πελει vπετο, και ; ταυvτην ∆ηµηvτριος ε jκαρπου8το, Φι vλα® υνοικω

και ; το;ν εξ ε jκει vνης υι Jο;ν ε#χων διαv δοχον τη8ς αjρχη

8ς, η[δη τοv τε

µειραvκιον ο#ντα και ; τ Pω8πατρι ; συστρατευοv µενον] (XXXVI, 3-4).

Una solución sería cambiar la puntuación ortográfica:

(81) Et aún se remembravan de la bondat de Antípatro el viejo; etpor Fila et por el fijo que Dimitrio havié con ella, el qual era herederode la senyoría, amavan otro tanto a Dimitrio como a Antípatro, et más.Et era la hora [...] fechos de armas.

El mayor inconveniente de esta solución es que el sentido resul-tante carece de base en el texto griego.

En el siguiente pasaje del Plutarco:

(9) Octavia [...] lo pregó qu’él la enviasse a su ermano et porqueera de cerca su tiempo de parir (Plut., Ant. 128v)

[ε jνταυ8θα τη ;ν ’Οκταουι vαν —συνε vπλει γα;ρ αjποv τη

8ς ‘Ελλαv δος

αυ jτ Pω8— δεηθει

8σαν αj ποπε vµπει προ;ς το;ν αjδελφοv ν, ε#γκυον µε;ν

ου\σαν, η#δη δε; και ; δευvτερον ε jξ αυ jτου8θυγαv τριον ε#χουσαν] (XXXV,

2).

la única explicación razonable que se me ocurre es admitir la pérdi-da de una cláusula causal entre et y la palabra anterior, «ermano». Eltexto griego sugiere esa solución ya que, frente al texto aragonés, quesolo da una razón de la partida de Octavia, el original da dos: 1) queesperaba un nuevo hijo, y 2) que ya tenía una hija pequeña. Hay queañadir que este et aparece en los cuatro manuscritos que nos han trans-

LOS TEXTOS HEREDIANOS: DIFICULTADES Y CRITERIOS PARA SU EDICIÓN

AFA-LXI-LXII 15

mitido el pasaje: PMKF, por lo que la ausencia textual habría quesituarla ya en el nivel del arquetipo.

Para el et del fragmento siguiente:

(10) Et espeçava sus ropas sobre él et fería sus pechos et sangrósu cara et clamándolo senyor et monarca (Plut., Ant. 150r).

la mejor solución sería, de conformidad con el texto griego, conside-rar a «clamándolo» corrupción de clamávalo (gr. ε jκαvλει).

Parece que en estos dos casos nos encontramos también ante for-mas corruptas:

(11) Es costumbre antiga que et más poderoso sea senyor delmenos poderoso (Tucíd. 3a).

[αι jει ~ καθεστω§ τος τον η{σσω υ@ πο του§ δυνατωτε vρου κατει vρ−γεσθαι] (I, LXXVI, 2).

(12) Et fizieron tantas gracias et loores al muerto et por ningúntiempo no havían facto a hombre bivo (Eutr. 52r).

[Tantas ei mortuo laudes gratiasque congessit, quantas nec vivoumquam egerat nec praesenti].

En (11), et debería ser sustituido por el, y en (12), aunque la paleo-grafía no ayude, la sintaxis pide que4.

Otra dificultad de carácter sintáctico la plantea el uso de por locual. Amén de su uso normal como nexo ilativo, en dos ocasionesparece tener valor de nexo causal. Los dos ejemplos pertenecen alPlutarco:

(13) Cícero, loándose de su obra, respondió al dicho Quiquelioescriviéndole que en Quiliquía no se trobavan leopardos, por lo qual,no sufriendo que todos los otros estuviessen en paz e ellos solos com-batiessen, fuyeron a Caria (Plut., Cíc. 157v).

[Κεκιλι vου του8ρJηvτορος δεοµε vνου παρδαvλεις αυ jτ Pω

8προ;ς τι vνα

θε vαν ει jς ‘Ρωv µην ε jκ Κιλικι vας αjποστει8λαι, καλλωπιζοv µενος ε jπι ;

τοι8ς πεπραγµε vνοις γραv φει προ;ς αυjτο;ν ουjκ ει \ναι παρδαv λεις ε jν

Κιλικι vPPα· πεφευγε vναι γα;ρ ε jις Καρι vαν αjγνακτουvσας ο{τι µοvναι πολε−µου

8νται παv ντων ει jρηvνην ε jχοvντων] (XXXVI, 6).

ADELINO ÁLVAREZ RODRÍGUEZ

16 AFA-LXI-LXII

4. Los problemas planteados por la partícula et/y no se circunscriben al ámbito aragonés ni al perío-do medieval. Rosenblat (1971: 296-297) detectó todavía en varios pasajes del Quijote la presencia deun «y perturbador»; pero despachó el asunto diciendo que puede tratarse de erratas. Weigert (1907: 200-201) advirtió en el Persiles lo que hemos denominado la «y de la apódosis», mostrándose respetuosocon ella.

(14) Et aprés, haviendo fecho pactos los lacedemonios e los athe-nienos por espacio de XXX anyos, Péricles conselló a los athenienos depassar a Samos, por lo qual [los de Samos], comandándoles fazer pazcon los melissos, no querién (Plut., Pericl. 172v).

[’Εκ τουv του γενοµε vνων σπονδω8ν ’Αθηναι vοις και ; Λακεδαι−

µονι vοις ει jς ε#τη τριαvκοντα, ψεφι vζεται το;ν ει jς Σαv µον πλου8ν, αι jτι vαν

ποιησαv µενος κατ’ αυjτω8ν ο{τι το;ν προ;ς Μιλησι vους κελευοvµενοι

διαλυ vσασθαι ποvλεµον ουjχ υJπηvκουον] (XXIV, 1).

La interpretación causal viene sugerida por el texto griego, que es declaridad meridiana —los nexos causales son γα;ρ y ο{τι, respectiva-mente—, y por la existencia de otros nexos causales similares en algu-nos textos del español medieval. En efecto, el anteriormente citadoK. Pietsch (1925: I, 38-39) ofrece varios testimonios de por lo que convalor causal. Por lo demás, no es otro el origen del nexo causal car,presente en el galorrománico y en catalán y aragonés5.

En sentido contrario, por que tiene a veces valor de ‘por eso’, yno de ‘por lo cual’:

(15) Et como fue dito a los bárbaros que l’emperador vinía conhuest contra ellos [...], por que los bárbaros dubdaron de meterse enbatalla (Emp. 158a).

(16) Vidiendo que la part del imperio devés levant estava mal [...],por que ha feito una crida e mandamiento imperial (Emp. 157c).

(17) [Samuel], no podiendo estar sin contrastar la puxança delemperador, por que ha feito tancar todos los passos con cavas et conmurallas (Emp. 114c).

Entre los varios si de los escritos heredianos, hay que señalar elque podríamos llamar el sí enfático, semejante al que practicamos enel español actual en frases como «si ya te lo he dicho»:

(18) Et la occasión sí fue el departimiento del aire, por esto que porla fuerça de la voz el aire se rompió en aquella part do el viento de la voztocó et no dio firmeza on se sostuviessen las aves (Plut., Flamin. 43r).

(19) Cuanto a los beneficios que Tito fizo a los griegos, no es dig-na cosa que Filopimi ni muchos otros mejores que Filopimi fagamoseguales a Tito. La una razón sí es que ellos eran griegos, mas Tito noera griego et combatía con los griegos (Plut., Flamin. 49v).

LOS TEXTOS HEREDIANOS: DIFICULTADES Y CRITERIOS PARA SU EDICIÓN

AFA-LXI-LXII 17

5. Con la ayuda de estos ejemplos, parece conveniente corregir el «por la qual» de Tuc. 21c: «Etdevés haver cura de no perder la senyoría, por la qual, si la perdedes, serés destroídos de todo» en: Etdevés haver cura [...] por lo qual, si la perdés, serés destroídos de todo; donde por lo qual tendría unclaro valor causal.

La secuencia como cuando, aparte de sus valores normales, pare-ce en algunos casos equivaler sencillamente a cuando:

(20) Et como cuando él trobava a alguno de la tierra qui fues buencavallero, él le prometía de relevarlo de servitut et que jamás no le seríademandada ninguna pecha, et encara a todos los de su familia (Plut.,Eum. 13v).

[αυjτο;ς δε ; τη ;ν φαvλαγγα τω8ν Μακεδοv νων ε jπηρµε vνην και ; θρα−

σει8αν ευJρωvν, τω

8ν µε ;ν ε jγχωρι vων τοι

8ς ‘ιππευvειν δυναµε vνοις αjνεισ−

φορι vας διδου;ς και ; αjτελει vας, τω8ν δε ; περι ; αυJτο;ν οι

8ς µαvλιστ’ ε jπι vσ−

τευεν ωjνητου;ς διανε vµων ι {ππους, φιλοτιµι vας τε και ; δωρεαι8ς τα;

φρονηvµατα παροξυv νων, και ; τα; σωv µατα κινηvσεσι και ; µελε vταιςδιαπονω

8ν, …] (IV, 3).

(21) Et como cuando los de Mantinia se rebellaron contra los deEstivas et enviaron por los lacedemonios, et Epamenón sentió que Agis-sílao havía congregado huest et iva contra la Mantinia, antes que los deMantinia sintiessen res, Epaminón tomó secretament su huest et fués-se a Lacedemonia [...] (Plut., Agesil. 10v).

[’Επει ; γα;ρ οι J Μαντινει8ς αυ

8θις αjπε vστησαν τω

8ν Θηβαι vων και ;

µετεπε vµποντο του;ς Λακεδαιµονι vους, αι jσθοv µενος οJ ’Επαµεινωv -νδας το;ν ’Αγησι vλαον ε jξεστρατευµε vνον µετα; τη

8ς δυναv µεως και ;

προσιοvντα, λαθω; ν του;ς Μαντινει8ς αjνε vζευξε νυκτο;ς ε jκ Τεγε vας

α# γων ε jπ’ αυj τη;ν τη;ν Λακεδαι vµονα το; στραvτευµα] (XXXIV, 3).

En el Libro de los emperadores nos encontramos hasta 10 vecescon el nexo concesivo empero que en contextos en que lo pertinentees una conjunción causal:

(22) Mas encara aquellos que son en ponent passan peyor, empe-ro que del emperador Micali, por su necligencia, toda Italia et Ciciliaet otras tierras et castiellos [...] aquel ora fueron yusmesos a los bárba-ros (52c).

(23) Basilio [...] sabiésse regir et governar la senyoría del impe-rio. Et no era pont de su condición su ermano Costantín, antes metía sucoraçón en el comer et en el bever, que no en la governación. Mas Basi-lio era de condición contraria, empero que era presto a fer una cosasavia naturalment (103a).

Se trata de una mala corrección llevada a cabo por los correcto-res de la traducción aragonesa. Estos interventores aviñonenses, igno-rantes del italiano, cambiaron un originario peró que causal por unnexo parecido fonéticamente, pero que perturba gravemente el senti-do. La conjunción griega correspondiente es en los dos casos la cau-sal γαvρ. Los correctores empezaron a intervenir en el fol. 38r, ya queen los anteriores aún se conserva el originario peró que. Este nexo ita-

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18 AFA-LXI-LXII

liano se documenta abundantemente también en el ms. 72 del Plu-tarco (fols. 117v, 118r, 118v, 127r...) y, aunque sea una sola vez, enel Tucídides (fol. 31v). El empero que del Tucídides (7v) está usadocorrectamente. Hay que recordar una vez más que estas tres obras fue-ron traducidas del griego al aragonés por el italiano Nicolás.

Otra rareza de carácter sintáctico consiste en la presencia del artí-culo determinado delante de más en las comparativas de superiori-dad:

(24) Mas estas cosas havemos dichas por gracia del rei Joba, elcual fue el más grande istoriógrafo qui6 los otros reyes (Plut., Sert. 1r).

(25) Nós somos venidas aquí como las más malaventuradas quetodas las otras mujeres del mundo (Plut., Coriol. 209r).

Parece tratarse, una vez más, de una construcción contaminada pro-vocada por la superlativa relativa correspondiente: El cual fue el másgrant istoriógrafo de todos los reyes. Nos interesa saber el grado deaceptabilidad de esta construcción7.

En sentido contrario, parece faltar el artículo en la siguientesuperlativa relativa:

(26) Et las donzellas [...] eran ornadas de [ ] más fermosas ropasque pudiessen seyer (Plut., Ant. 124v);

pero, por extraña que pueda parecernos hoy esta construcción, eranormal en la lengua de la época en textos tanto aragoneses como cas-tellanos8.

Otra dificultad es la planteada en dos ocasiones por la inespera-da ausencia de pronombres anafóricos. Una aparece en la Vida deTemístocles:

(27) Vidieron fantasías et ídolos de la Éguena, los cuales estendíanlures manos et [ ] lançavan al estol de los griegos (Plut., Temíst. 27v).

[Ει [δωλα καθορα8ν ε [δοξαν ε#νοvπλων αjνδρω

8ν αjπ’ Αι jγι vνης τα;ς

χει8ρας αjνεχοv ντων προ ; τω

8ν ‘Ελληνικω

8ν τριηvρων] (XV, 2);

LOS TEXTOS HEREDIANOS: DIFICULTADES Y CRITERIOS PARA SU EDICIÓN

AFA-LXI-LXII 19

6. Para la forma qui por que, cf. infra.7. Ángeles Romero, máxima autoridad en comparativas de desigualdad en la historia del español,

me ha señalado un ejemplo similar en el Quijote (I, IX): «Esta Dulcinea del Toboso, tantas veces en estahistoria referida, dicen que tuvo la mejor mano de salar puercos que otra mujer de toda la Mancha».Rosenblat (1971: 299) aduce un ejemplo más de la misma obra (II, XXXIV): «El ejercicio de la caza demonte es el más conveniente y necesario para los reyes y príncipes que otro alguno».

8. Debo también a Ángeles Romero la información sobre la normalidad de este uso.

y el otro, en la Vida de Luculo:

(28) Si él huviés confortado la gent d’armas et los aduziés amiga-blement et a su servitut, con los otros muchos grandes bienes et virtu-des que él havía [...], no havría hovido la senyoría de Roma por confi-nias o términos de la Asia al río Eufatres, mas [ ] havría tenido entro ala fin de aquella tierra et de la mar de Ircania (Plut., Luc. 96v).

En el primer caso se esperaría:

(271) Vidieron [...] estendían lures manos et [las] lançavan [...];

y en el segundo:

(281) Si él huviés confortado [...], mas [las] havría tenido entro ala fin [...].

Junto a la forma típicamente castellana gelo (< ILLI ILLUM) apa-rece también lel:

(29) Et encara, si a tu padre fese mester, tú lel [‘se lo’] porías dar(Emper., 59d).

Vives (1927: 40) interpreta la secuencia lel como sucesión de dativomás acusativo, al estilo de gelo; pero el caso de «dárlesle» en los frag-mentos siguientes:

(30) Et porque mi fillo el emperador no haya occasión de dizir queell no havía trobado trasoros en el imperio, yo vos los quiero mostraret dárlesle en presencia de vosotros (Emper., 33c),

(31) L’emperador hale livrados todos aquellos presoneros, et les-le ha enviados segunt su demanda (Emper., 62c)

aconseja interpretarlo en sentido contrario: ILLUM ILLI, coincidiendocon el modelo francés (Je le lui donne).

En obras muy influidas por modelos catalanes o hablantes decatalán (Libro de los emperadores, Eutropio,...) se pueden ver formasen -a por las esperables en -o para la tercera persona del singular delpretérito simple. La ausencia de diptongación en la vocal radical (mos-tra vs. muestra) suele ser un indicio de carácter de perfecto:

(32) Et tornado en el palacio, desesperado de la vida, envió por losvarones del consello et pregálos carament que devissen servar lealtat ala emperadriç et a Micali, su fillo (Emper., 29a).

En el mismo tipo de obras que el referido en el párrafo anterior,abundan los pretéritos perifrásticos formados, a la manera catalana,por el presente de indicativo de ir y el infinitivo del verbo corres-pondiente:

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(33) El qual con grant pena se movió et lo va seguir, et assí esca-pó de los moros aquella vegada (Emper., 26c).

En el Libro de los emperadores y en las últimas vidas del Plu-tarco, se aprecia un uso aparentemente9 indiscriminado de los per-fectos simple y compuesto:

(34) El sangristán se levantó con miedo et sallió fuera et espertóBasilio, que dormía, et halo feito entrar dentro, et halo levado a su cam-bra, et hale feita honor (Emper., 44c-44d).

(35) Et por aquesta occasión los çagueros succesores no refusaronaquesti sobrenombre, antes lo han quesido et amado (Plut., Cic. 144v).

Parece tratarse de un italianismo norteño que delataría la proceden-cia del obispo Nicolás, traductor de ambas obras.

Conocido, aparte de su significado normal, tiene a veces valoractivo:

(36) Favio no cesó de meter en miedo los romanos con sus paravlas,diziendo que Squipión serié costrenyido de grant et fuert batalla comoestrangero et no conocido de la tierra (Plut., F. Máx. 192r).

[’Ενταυ8θα δη ; Φαvβιος ε jπι ; πα

8ν δε vος α# γων τη

8ν ποvλιν, ω@ ς υ jπ’

αjνδρο;ς αjνοηvτου και ; νε vου φεροµε vνην ει jς το;ν ε#σχατον και ; µε vγισ−τον κι vνδυνον] (F. Máx. XXV, 2).

(37) Aprés, vidiendo Cícero entre la multitut muchos de sus con-jurados congregados ensemble no conocidos de la muert de los conju-rados [...], cridó fuert devés ellos diziendo: «¡Bivos son!» (Plut., Cic.152v).

[οJρω8ν δε ; πολλου;ς ε#τι τω

8ν αjπο; τη

8ς συνωµοσι vας ε jν αjγορα®

συνεστω8τας αjθροv ους, και ; τη ;ν µε ;ν πρα

8ξιν αjγνοου

8ντας, τη ;ν δε ;

νυvκτα προσµε vνοντας, ωJ ς ε#τι ζωv ντων τω8ν αjνδρω

8ν και ; δυναµε vνων

ε jξαπαργη8ναι, φθεγξα vµενος µε vγα προ;ς αυjτου;ς «ε#ζησαν» ει jπεν]

(Cic. XXII, 4).

En la obra herediana es relativamente frecuente el uso de parti-cipio pasado con complemento directo:

(38) Sabido los varones francos qui eran en Contastinoble las nue-vas del emperador Baldoín, que era muerto, et de la esconfita que aví-an avido, no seyendo romanido fijo eredero ninguno, fizieron Roberto,su ermano, emperador (Libro de los fechos, 191v).

LOS TEXTOS HEREDIANOS: DIFICULTADES Y CRITERIOS PARA SU EDICIÓN

AFA-LXI-LXII 21

9. Aparentemente, porque, visto con más atención, se advierte que el perfecto simple aparece sis-temáticamente en primer lugar en las series, lo que permitiría distinguir dos planos temporales (?) enel pasado, aunque distintos de los del español común.

(39) E humiliado su cabeça, le ha feito reverencia (Emp. 103d).

(40) Mas l’emperador Romanó, jugado la senyoría del imperiocomo juego de dados por espacio de tres anyos, morió metzinado (Emp.84a).

Plantean también una dificultad de orden sintáctico algunas for-mas verbales integradas por haver + participio concertado con el suje-to. Los dos casos presentados proceden del Tucídides:

(41) La cual cosa si les huviés venida a fin, havrién punido loshombres cruelment et fecho morir amarament (Tucíd. 67d).

(42) Si yo no vidiés que vosotros vos dubdássedes de los enemi-gos porque havés fincados solos, yo no vos comandaría ni consellaríares (Tucíd. 45d).

Parece tratarse de contaminaciones provocadas por las perífrasis nor-males «fues venida» y «sodes fincados». La cuestión es saber, unavez más, qué grado de aceptabilidad llegaron a adquirir tales conta-minaciones en el aragonés de la época.

En varias ocasiones he advertido la presencia aparentemente ino-portuna de que:

(43) Et el más dolç esguart que nós havíamos nos es tornado enmás terrible que veyendo yo a mi fillo et ésta a su marido, et él estácomo enemigo devant los muros de su patria (Plut., Coriol. 209r).

[Λογι vσαι δε ; νυ8ν, ωJ ς αjτυχε vσταται πασω

8ν αjφι vγµεθα γυναικω

8ν,

αι@ ς το; η{διστον θε vαµα φοβερωv τατον η@ τυvχη πεποι vηκεν, ε jµοι ; µε;νυι Jοv ν, ταυvτPη δ’ α# νδρα τοι

8ς τη

8ς πατρι vδος τει vχεσιν ι jδει

8ν αjντικαθηv -

µενον] (XXXV, 2).

(44) Et que Marcio en aquel tiempo no estava occioso, mas corríala tierra de los subjectos de sus enemigos et los consumava (Plut.,Coriol. 207r).

[Και vτοι το;ν χροvνον του8τον οJ Μαvρκιος ουjκ αjργο;ν διη

8γεν, αjλλα;

του;ς συµµαvχους τω8ν πολεµι vων ε#φθειρεν ε jπιω; ν και ; περιεvκοπτε]

(XXXI, 4).

(45) Encara, l’emperador envió otra embaxada e encara otra, masaquél con su superbia dizía que non faría res. Finalment, que los emba-xadores se partieron de allí desonestament (Emp. 169d)10.

En el caso (43), cabría la posibilidad de interpretar el que en cuestión

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22 AFA-LXI-LXII

10. En el Plut. (Tes. 8br) he encontrado un nuevo ejemplo: «Assín et yo, aquexandome de escri-vir Vidas semblantes, que yo he discurrido tantas istorias quantas el tiempo dava que verdaderamentfuessen convenibles segunt los aferes».

como nexo causal, y el último et como et de la apódosis (en la ter-minología de Pietsch); pero todo sería más fácil si prescindiéramosde esa partícula. En los casos (44) y (45), que no tiene ningún enca-je en la estructura oracional. Únicamente se justificaría su presenciasi suponemos una laguna entre él y la copulativa precedente (del tipose dice); pero nada en el original sugiere esa solución.

Se podría pensar también en un parentesco con el que «enuncia-tivo» del gascón («er esquema qu’ei parciau», «que pensam que noni a ua motivacion simpla»); pero en gascón precede inmediatamenteal verbo, cosa que no sucede en los textos heredianos.

Merece también alguna consideración un fenómeno fronterizoentre la morfología y la fonética. Se trata del uso de qui por que comonexo completivo o comparativo:

(46) Et por esto baldament vitupere et denueste aquestos presen-tes tiempos et alabe aquellos passados qualquier qui non sabe qui todoslos pueblos qui agora son de aquestas sobredichas ciudades et provin-cias bien assí envellecen con los solos juegos et deleites estando enlures hostales (Oros., 73r).

Se podría pensar que en este pasaje del Orosio se trata de un eco-grafismo provocado por los qui circundantes; pero la forma reapare-ce en el Plutarco:

(47) Mas estas cosas havemos dichas por gracia del rei Joba, elcual fue el más grant istoriógrafo qui los otros reyes (Sert. 1r).

(48) La hora mostró bien Antonio manifiestament que él no erapríncep ni valient, ni havía piensa, mas lo que dixo uno, qui «el almade aquel qui ama en estranyo cuerpo bive», se cumplió en él (Ant. 145r).

(49) Mas la más verdadera paravla es qui mucho fueron aprecia-das aquellas opimias (Marc. 73v).

Mi explicación, aunque insegura, es que se trata de una extensión,a la conjunción que, de la variación que/qui del relativo aragonés dela época.

Puede, en fin, crear problemas de comprensión y de análisis sin-táctico la frecuente ausencia de preposición ante el relativo circuns-tancial que:

(50) ... et entró en Roma por dos cosas: la una por su grant poder,et l’otra por el bien que los romanos lo querían (Emper., 42c).

(51) E la emperadriç le promisso ferlo meter dentro la cambra quel’emperador dormía (Emp. 93c).

LOS TEXTOS HEREDIANOS: DIFICULTADES Y CRITERIOS PARA SU EDICIÓN

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(52) ... los ha tornados cada uno en l’onor que nantes era (Emp.150b).

Badía Margarit (1944: 183) interpreta en (50), criticando a Vives(1927: 40), el pronombre lo como objeto indirecto. Ello supone queestá interpretando el que anterior como objeto directo. En realidad,lo es objeto directo, y que un circunstancial que hoy clarificaríamosanteponiéndole la preposición con. Esto es un buen ejemplo de unpeligro que acecha a todo diacronista: la tendencia a proyectar haciael pasado la gramática del estado de lengua actual.

II. DIFICULTADES DE CARÁCTER GRÁFICO-FÓNICO

En el plano gráfico-fónico plantean dificultades algunas grafíascuyo alcance fonológico no hemos podido aclarar plenamente.

En primer lugar, la doble u inicial en palabras como:

(53) uulular ‘ulular’ (Emper., 21a) < lat. ULULARE

(54) uurinca ‘Bringa’ (Emper., 84b) < gr. Βρι vγγαν

(55) uullachernes ‘Blaquernas’ (Emper., 159d) < Βλαχερνω8ν.

La geminación gráfica de f-, r- o s- iniciales en los textos medie-vales parece indicar una pronunciación especialmente fuerte de loselementos fónicos representados: [f] frente a [h], s sorda frente a ssonora, vibrante múltiple frente a vibrante simple; pero, en el caso deun principio vocálico, no alcanzo a ver el propósito del traductor odel copista. Curiosamente, el general espartano Brásidas (gr. Βρασι vδας)aparece las cuatro veces en el Tucídides como «ubrassida». Si hemosde dar fe a Correas (1954: 96), Ub es monofonemático e intercam-biable con B o W: «lo mesmo ai en Banba, que le escriven tanbienWanba o Ubanba». Lo mismo valdría para Vbriano (Emper., 24b),que traduce el gr. Βρυvαντι.

Suscita también un interrogante el frecuente uso de r simple porr doble, no solamente en palabras de uso común, sino también en laonomástica extraña:

(56) tiera ‘tierra’, Pirus ‘Pirro’, tirinos ‘tirrenos’.

Cabe preguntarse si no se esconde detrás de esta grafía algúnfenómeno de desfonologización. Hodcroft (1963-1964: 92) y Gei-jerstam (1964: 84) hacen referencia a este fenómeno gráfico, pero nosacan ninguna conclusión.

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Paralelamente, aparece bastantes veces la l simple donde espe-raríamos doble l, como en los casos de:

(57) vila, vilano, vilanía.

Normalmente, habrá que interpretarlo como mera variante gráfi-ca para representar la palatal lateral, pero en obras con abundantescatalanismos podemos pensar que se trata de catalanismos léxicos;tal es, por ejemplo, el caso del Libro de los emperadores.

La doble l es en casos como sillaba o Sibilla un mero grafismolatinizante; pero en el caso de rebelle pienso con Corominas (1980-1991) que la doble l refleja geminación culta, lo que explicaría el ulte-rior desarrollo rebelde.

Plantea, asimismo, dificultades el dígrafo ny. Como es bien sabi-do, en los textos heredianos es el signo gráfico normal para la repre-sentación de la nasal palatal. Pero es práctica normal en los escritosheredianos la omisión gráfica del fonema siguiente cuando es /i/; yasí, /estreV ído/ y /fiV ía/ se representan como:

(58) strenydo (De secreto... fol. 282r) y finya (Plut., Agisil. 4r).

Esta práctica tiene en algunos casos repercusión léxica, porque,ante un scriptum como companya, no sabemos en principio si se tra-ta de /kompaVa/ o de /kompaV ía/.

Tampoco tenemos claro qué se esconde tras la oscilante grafíajazer/yazer. ¿Refleja una variación prepalatal/mediopalatal en elfonema inicial? Algo parecido ocurre con el castellanismo ojos en elLibro de los emperadores: aunque normalmente se escribe con i o j,como en castellano, no faltan ejemplos de representación con y. Laoscilación se da también en los textos castellanos.

Un caso verdaderamente singular es el uso del trígrafo guo paralo que parece ser el dífono [gu], con u plenamente vocálica. Lo hedocumentado cuatro veces en el Plutarco11, por lo que no podemosdespacharlo como simple errata de copista. En un artículo de 199412

dedicado parcialmente a este tema, expliqué este uso de guo ante con-sonante con valor de [gu] como una extensión del uso de guo (ante

LOS TEXTOS HEREDIANOS: DIFICULTADES Y CRITERIOS PARA SU EDICIÓN

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11. En una ocasión el manuscrito parisiense presenta laguanas (Filop. 32v), que interpreto comocorrupción gráfica de laguonas (it. lagumi, gr. @ρε“

8θρα). Los otros tres casos son: ninguono (Ant., 155r)

y alguonos (Craso 125v y Lis. 147v).12. Cf. Álvarez Rodríguez (1994: 14-18).

a) con valor de [gw], dada la identidad fonológica de [gw] y [gu].Pero, bien considerado, no hay ninguna razón para pensar que en lascripta navarro-aragonesa el trígrafo guo de aguoa, eguoales, repre-sente a [gw], sino sencillamente a [go], con o semiconsonántica. Enel Libro de los emperadores tenemos una buena prueba de la apertu-ra del elemento prenuclear del diptongo: proeva (fol. 117b). Y aun-que lejos de nuestro ámbito idiomático, no es inoportuno recordar queagua es en gallego ágoa. Habrá, pues, que darle a alguono, ninguo-no y laguona las pronunciaciones [algóno], [ningóno] y [lagóna]13.Por si quedara alguna duda, el Eutropio (fol. 70v) nos brinda limpia-mente la grafía algonos.

III. DIFICULTADES DE CARÁCTER LÉXICO

El léxico herediano es de una enorme complejidad. El editor delas traducciones y compilaciones del Gran Maestre hará bien en rode-arse de diccionarios y vocabularios latinos, griegos, franceses, ita-lianos, catalanes, castellanos y árabes. Aun así el trabajo no le resul-tará fácil: primero, porque no siempre está recogido en los léxicosconvencionales, y segundo, porque los correctores o los copistas, aldesconocer el léxico exótico, con frecuencia lo han deturpado hastahacerlo irreconocible. Los ejemplos siguientes nos darán una idea dela dificultad.

(59) Malaise. En la primera parte de la Grant Crónica de Espa-nya (fol. 277v) y en la segunda de la Gran Corónica de los conqui-ridores (fol. 41r) aparece la expresión «mal ayre», que deberá corre-girse, de acuerdo con el Plutarco (Ant. 146r) en malaise ‘malestar’.Se trata de un galicismo que no fue entendido por los correctores ocopistas heredianos. La traducción italiana del Plutarco aragonés pre-senta en el lugar correspondiente a Ant. 146r disagio, equivalente alfr. malaise.

(60) Desaise. Es todavía mayor el desquiciamiento que se puedeobservar a propósito de desaise, cognado de malaise. Aparece una

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13. Para el caso de lagona se han encontrado ejemplos similares en otras zonas y documentos deldominio hispano. Meyer-Lübke (1935: 4835) lo registra en mirandés bajo la forma llagona, y Coromi-nas (1980-1991, s.v. lago), aporta dos ejemplos de lacona en un documento palentino del año 938, yuno de lagona en otro de Sahagún de 1094. Tanto para Meyer-Lübke como para Corominas, se trata deun cambio de sufijo.

vez en la primera parte de la Corónica de los conquiridores (fol.142r), 4 veces en la segunda parte de la misma crónica (fols. 38v, 66r,240r, 259r), 9 veces en el Plutarco (ms. 70: 17v, 132v, 137r, 143v;ms. 71: 107r, 116v, 174v; ms. 72: 11r, 142r) y 3 veces en la Flor delas istorias de Orient (23r, 46r, 46r), siempre deformado en «desay-re». En el Tucídides (68v) aparece una vez transformado en «desase»,traduciendo el gr. συµφοραι

8ς. La única forma auténtica, desaise, la

encontramos una vez en la primera partida de la Grant Crónica deEspanya (fol. 530v). Esta forma responde al fr. ant. desayse, que con-tinúa en el ing. disease. Los correspondientes pasajes italianos delPlutarco presentan también aquí disagio.

(61) Calogrea. En el Libro de los emperadores aparece variasveces la forma «calogera» para designar a la monja. Junto a ella apa-rece también varias veces «calogero» para referirse al monje. Mien-tras que calogero responde exactamente al griego biz. καλοv γερος, laforma femenina es en griego biz. καλογραι

8α. Los correctores here-

dianos formaron un femenino aragonés sobre la base del masculinocalogero, previa la paroxitonización del vocablo (gr. καλοv γερος).Sabemos que el traductor de Zonaras reprodujo el biz. καλογραι

8α por

calogrea porque en su primera aparición el vocablo (fol. 4d) aún con-serva esta forma.

(62) Chiéstora. Esta extraña forma para designar al cuestor es latranslación al romance de la forma biz. κοιαι

8στορα, acusativo de

κοιαι8στωρ, que responde al lat. QUAESTOR.

(63) Colaç. El clásico αjκροvπολις suele aparecer en el Plutarco(Agis. 5r, 5v, 7r; Solón 73r; Dem. 140v) y en el Libro de los empe-radores (83c, 87c, 89d) traducido como «colaz/colaç/collach». Se tra-ta de la forma neogriega, de origen turco, κουλαv /κουλαv ς, como ates-tigua Ana Comneno en su Alexíada (XI, 12, 2). La forma con doble lque presenta reiteradamente el Libro de los emperadores parece estarinfluenciada por el hispano collado, próximo en el significante y elsignificado. De hecho, αjκροvπολις en su última aparición en el Librode los emperadores no es traducido por «collach», sino directamentepor collado (170c). La terminación ch es el resultado de un doble pro-ceso: 1) pérdida de la virgulilla de la ç, y 2) igualación de c y ch enposición final.

(64) Varangos. En la escena de la coronación de los hijos de Cleo-patra narrada en el Plutarco (Ant. 139v) se dice que uno de ellos ibaacompañado de «varagos de Macedonia». Estos extraños «varagos»

LOS TEXTOS HEREDIANOS: DIFICULTADES Y CRITERIOS PARA SU EDICIÓN

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aparecen en la primera partida de la Grant Crónica de Espanya(532v), que incorpora ese fragmento plutarquiano, como «varangos».En el texto griego de Plutarco, la palabra correspondiente a «vara-gos/varangos» es φαv λαγγας. Dada la relativa proximidad fonéticaentre varangos, la variante más antigua, y φαvλαγγας, el editor puedeverse tentado a ver en el primero una adaptación medianamente afor-tunada del segundo. Pero es un espejismo: varangos es la traduccióndirecta y simple del biz. βαvραγγοι, una especie de guarda de corps delos emperadores bizantinos. Esto nos indica que Nicolás, el traductoral aragonés, no leyó en el texto neogriego preparado por Calodiquiφαvλαγγας, sino βαραv γγους. Dendias (1925) dedicó un estudio mono-gráfico a estos personajes.

(65) Cucos. Varias veces en el Plutarco (Lis. 156v, 156v; Tem.26r; Róm. 104r) nos encontramos con los «cucos» en contextos y acti-vidades que no son propias de esta especie ornitológica. En todos loscasos, el correspondiente término griego, en el texto clásico de Plu-tarco, es γλαυv ξ ‘lechuza’. El editor se preguntará por qué se traduceel gr. γλαυv ξ por cuco, siendo un ave tan distinta. La clave la encon-tramos en la vida de Pericles (Per. 173r), donde el ms. parisino 72presenta «tucovaya» para referirse al gr. γλαυv ξ. La forma «tucovaya»es una corrupción de cucovaya, que representa la forma neogr. κου−κοβαv για ‘lechuza’. Cabe pensar que en todos los pasajes del Plutar-co donde ahora leemos «cuco», los correctores heredianos leyeroncucovaya. Al no entender esa palabra, la transformaron en lo que lessugería su primera parte. Las últimas Vidas del Plutarco están muchomenos intervenidas que el resto de la obra, por lo que la forma neo-griega se mantuvo, aunque el copista del parisino 72 confundiera lac inicial con la t, error muy común en la scripta medieval14.

(66) Armeraglo. Esta palabra aparece en el Libro de los empera-dores (52b). No se trata, como quería Spaccarelli (1975: XXXVII), deuna nerviosa y confusa síntesis de los términos lat. AMERAS y JUGU-LATUR, que aparecen en la traducción latina del texto de Zonaras lle-vada a cabo por H. Wolf en el siglo XVI, sino sencillamente de un ita-lianismo que significa ‘jefe, adelantado’. Armeraglo es la traducciónpura y simple del zonariano ’Αµηρα

8ς, adaptación a su vez del ár. ’amı @r

‘emir’. La italianidad del vocablo se refleja incluso en la grafía glpara /λ/.

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14. En Nic. 115r, leemos «cuquiello» en correspondencia con el cl. γλαυκι v ‘lechuza’. Hay quepensar que también aquí los correctores se encontraron con el biz. cucobaya.

(67) Avanço. Avanço aparece hasta 11 veces en las tres obrasheredianas traducidas del griego: 7 veces en el Plutarco (Per. 166v,168r, 168v; F. Máx. 178v, 180v, 182r, 189v), 2 veces en el Tucídides(47r, 50v), y otras 2 en el Libro de los emperadores (40d, 158b15). Latentación del editor/lector es entenderlo como ‘avanzadilla’; pero setrata, en realidad, de un italianismo que significa ‘resto’, y constitu-ye un buen argumento a favor de la italianidad del traductor de estasobras griegas al aragonés y, extremando un poco el argumento, a favorde la unicidad del personaje.

(68) Cassa. Zonaras (XVII, 15), en un episodio que nos hace reme-morar el homérico del caballo de Troya, nos narra un lance en el quela ciudad de Edesa estuvo a punto de ser tomada por 1000 árabes queiban en 500 camellos. Cada camello portaba dos cajas, y en cada cajaiba un hombre armado. Curiosamente, en la traducción aragonesa,encima de cada camello no van dos cajas (κιβωvτια δυvο) sino «unacasa». Y como aun eso parecía excesivo para los lomos del portador,esa «casa» se cambia más adelante, en el decurso de la narración, en«cosa». No parece difícil reconstruir la historia del error. El traduc-tor al aragonés, italiano, tradujo el gr. κιβωvτια ‘cajas’ por cassas, deacuerdo con el italiano cassa ‘caja’. Los correctores aviñonensesentendieron cassas como ‘casas’, y no como ‘cajas’. Pero, al pare-cerles que dos casas eran demasiado para un cuadrúpedo, le reduje-ron la carga a la mitad. Pareciéndole aún demasiado al copista, trans-formó la casa en cosa.

(69) Piglar. El Libro de los emperadores nos presenta dos vecesel verbo «periglar» en contextos en que no es pertinente:

(a) L’Emperador le ha tirado el officio e diolo a un otro clamadoCipion, el cual prometía por fuerça de batalla periglar la ciudat de Tar-so (52b).

(b) E algunos que se defendían fuertment en batalla fueron peri-glados (54d-55a).

El pasaje griego correspondiente habla de: a) ‘tomar la ciudad deTarso’, y b) ‘de la captura de algunos combatientes’. Lo que ha ocu-rrido es que los originarios piglar y piglados han sido erróneamentearagonesizados en «periglar» y «periglados» por no comprender loscorrectores el italianismo piglar. En otro fragmento de la misma obra(12a) podemos leer todavía:

LOS TEXTOS HEREDIANOS: DIFICULTADES Y CRITERIOS PARA SU EDICIÓN

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15. En el manuscrito se lee «avança».

(c) ... e entró en una esglesia que es en un lugar que se clama Faron,en do el dito León los fizo piglar e los envió a la isla de Proti (12a).

Esto es lo que aún nos transmite el manuscrito, porque tantoSpaccarelli (1975) como los autores de la edición electrónica de Madi-son, a pesar de su propósito de fidelidad suma al manuscrito, hantransformado piglar en periglar siguiendo el mal ejemplo de los inex-pertos correctores de Aviñón.

(70) Mesarape/masarapo. Este vocablo aparece dos veces, den-tro del mismo episodio, en el Libro de los emperadores. Un artículode Thomas (1914: 75-78) nos da la clave para descifrarlo. Se trata deun arabismo con la raíz trilítera srb ‘beber’ y el prefijo instrumentalmi-: jarro. Traduce parcialmente el gr. χερνιβοv ξεστον (Zon. XV, 26),que es un conjunto de jarro y palangana. En provenzal se documentala forma femenina misiraba/misirapa, mientras que la forma arago-nesa es masculina. Según Thomas (1914: 78), en serbio se documen-ta tanto la forma femenina (mastrafa) como la masculina (mastrap).Tanto la forma serbia mastrap como las aragonesas mesarape/masa-rapo parecen remontar a la árabe masculina misrab, mientras que laprovenzal misiraba remontaría a la ár. femenina misraba, todavía vivaen el árabe moderno. También el italiano, el neogriego, el albanés, elbúlgaro y el rumano presentan palabras procedentes de la referidabase árabe. Según Thomas (1914: 77), el punto de partida estaría enel árabe hablado en Siria, y el vocablo habría llegado a occidente através de Bizancio16.

(71) Zarbotar. El término aparece una sola vez, y es, una vezmás, en el Libro de los emperadores (117b):

Costantín [...] comendó la governación del imperio [...] a siervoslos cuales non eran naturalment griegos ni sabían perfectament favlar[como los] grifones, mas zarbotavan como aquellos que eran bárbaros.

Está claro por el contexto que zarbotavan significa ‘hablabanmal’. También parece claro que zarbotar es cognado de zarabato,zarabitoso, zarabeto, términos aducidos por Corriente (1999) en suDiccionario de arabismos y voces afines en iberorromance como posi-bles arabismos. Este ilustre arabista sostiene que «pueden guardar

ADELINO ÁLVAREZ RODRÍGUEZ

30 AFA-LXI-LXII

16. En los «Nachträge» del REW de Meyer-Lübke aparece la entrada misraba con la indicación«(arab.) ‘Trinkgefäss’». El ilustre romanista remite para su estudio al referido artículo de Thomas. Esincorrecto el significado (‘handle’) que le atribuye Gilkison (1984) en su conocido Lexicon de los manus-critos heredianos del siglo XIV.

relación con el and. salbat ‘tartamudear’ [...] para cuya estructura serecomienda un causativo sudár. formado sobre la raíz ár. cl. lbt».Curiosamente, los tres términos aducidos por Corriente pertenecen adialectos del occidente peninsular.

(72) Anta. Anta es un hápax en la producción herediana. Apare-ce una sola vez, en plural y deformado en «ancas», en el Libro de losemperadores en correspondencia con el gr. κε vρασιν ‘cuernos’. Elpasaje en cuestión da y recibe luz de otro pasaje comentado por Coro-minas (1980-1991, s.v. asta). Ante la expresión «de antas de ciervo»,documentada en un inventario aragonés de 1403, se pregunta el ilus-tre lexicógrafo si no será una corrupción «de anta o de ciervo», enten-diendo por anta o ante «un rumiante parecido al ciervo». El pasajede la obra herediana demuestra que es correcta la expresión del inven-tario y permite corregir la c del Libro de los emperadores en t. En laTraducción y glosas de la Eneida realizada entre 1427 y 1428 porEnrique de Villena, autor muy vinculado al mundo aragonés, reapa-rece nuestro vocablo por dos veces. La primera vez, el sintagma ville-niano con antas arboradas es traducción del virgiliano cornibus arbo-reis (I, 190). La segunda vez aparece en una glosa de Villena al textovirgiliano17. Ignoro el étimo del vocablo.

(73) Ramo. Ramo, aparte de su normal significado fitológico, sig-nifica también algunas veces ‘cobre’:

(a) ... un puerco de ramo el cual estava en el teatro (Emp. 68b)

(b) Et un ladrón clamado Calco, es a saber, de ramo, reprendien-do dixo a Demostenin: «Tú velas mucho de noche a estudiar et a escre-vir (Plut., Dem. 137r).

Se trata de un italianismo presente en el Plutarco (ms. 72) y elLibro de los emperadores, obras traducidas del griego al aragonés porel italiano Nicolás18.

Estas son solo algunas de las muchas palabras de la producciónherediana que nos plantean serios problemas de lectura o de inter-pretación. Aunque estas han recibido, según creemos, un esclareci-miento razonable, en muchas otras el resultado no ha sido tan feliz.

LOS TEXTOS HEREDIANOS: DIFICULTADES Y CRITERIOS PARA SU EDICIÓN

AFA-LXI-LXII 31

17. Cf. Villena (1994: 105, 813). Ignora el término el Diccionario histórico de la lengua españo-la (A-C) de 1936. Para este diccionario, anta es: 1) «un cuadrúpedo rumiante» (como ante), y 2) un«menhir» (del lat. ANTAE).

18. La forma más corriente en italiano es rame (< lat. AERAMEN), pero también se documenta laforma ramo; cf. Grande dizionario (1970-2004, s.v. rame).

Doy a continuación una lista de términos heredianos que siguen nece-sitando clarificación o en su significado o en su significante o en suetimología:

amiyea (Plut., Solón 68v)anatcoa (Emp. 23b)anoca ‘tortuga’ (Plut., Flamin. 46v)birol (Emp. 141d)compunot (Eut. 117r)cuntada (Eut. 29r)cutava (Plut., Tes. 89v)desbevató (Eut. 40v)desempamento (Tuc. 47b)dimi (Emp. 146c)dito (Emp. 113d)egnigo (Plut., Luc. 100r)fetine (Eut. 51v)fuecha (Eut. 6r)hugats (Eut. 89v)igenia (Eut. 112v)ligoferi (Plut., Cat. 127r)marori (Emp. 66a)mermas (Emp. 119a)molosa ‘temblorosa’ (Plut., Ant. 152r)pervere (Emp. 119r)proendo (Emp. 120v)proximoda ‘probóscide’ (Plut., Pirro 169v, 180r)remidió (Plut., Róm. 107v)rimostati ‘lanza (del carro)’ (Plut., Coriol. 204r)rucó (Plut., Tes. 89v)sallo (Eut. 79r)sufrando (Plut., Pelóp. 59v)timperoso (Emp. 111a)trene (Plut., Alcib. 213v).

ADELINO ÁLVAREZ RODRÍGUEZ

32 AFA-LXI-LXII

IV. EPÍLOGO

Este breve recorrido por la obra del Gran Maestre nos ha permi-tido ver que aún quedan muchas cosas por aclarar para que las edi-ciones y los estudios concomitantes sean dignos de tal nombre. En losúltimos tiempos han aparecido tres instrumentos de trabajo de carác-ter general que pueden facilitar la tarea al editor de los textos here-dianos. Son el Lexicon of the 14th-century Aragonese manuscripts ofJuan Fernández de Heredia, de Jean Gilkison (1984); los Electronictexts and concordances of Medieval Navarro-Aragonese manuscripts,de J. Nitti y Ll. Kasten (1997), y el CORDE, con textos heredianos edi-tados por R. af Geijerstam y J. M. Cacho Blecua.

El Lexicon de Gilkison, como ha puesto de relieve Geijerstam(1985), aun siendo útil, debe utilizarse con suma prudencia por la pre-sencia de palabras fantasma procedentes de malas lecturas de letras,de malas divisiones de palabras, o de formas básicas erróneamentepostuladas. Tiene especial interés el apartado de morfología verbal.Es una pena que, por ceñirse a los manuscritos del scriptorium here-diano, no incluya el léxico del Plutarco ni el de los manuscritos 10190y 12367 de la Grant corónica de conquiridores I (Biblioteca Nacio-nal, Madrid), que amplían el contenido en el actual ms. 2211, ni eldel Orosio de Madrid (ms. 10200 de la Biblioteca Nacional).

Los Electronic texts son el instrumento más útil para el heredia-nista de hoy. Aunque no siempre las lecturas sean correctas, el res-peto como principio a la materialidad del manuscrito permite al inves-tigador contar con un punto de partida relativamente sólido. Sobreesa base, el editor podrá introducir las correcciones que estime opor-tunas. Aunque contiene el léxico del Plutarco, no incluye tampoco elde los susodichos manuscritos 10190, 10200 y 12367 de la Bibliote-ca Nacional19.

El CORDE tiene almacenada en su seno la mayor parte de los escri-tos heredianos. Con fecha 9 de enero de 2006, le faltan, amén de lossusodichos manuscritos ausentes en el Lexicon de Gilkison y en losElectronic texts de Nitti y Kasten, la primera partida de la Grant coró-nica de los conquiridores y el Libro de los emperadores. A excepciónde la primera partida de la Grant crónica de Espanya, que ha sido

LOS TEXTOS HEREDIANOS: DIFICULTADES Y CRITERIOS PARA SU EDICIÓN

AFA-LXI-LXII 33

19. Además, según información de Ángeles Romero, por algún misterioso accidente, le faltan losfolios 8r-28v del Orosio valenciano (ms. V-27 del Colegio del Patriarca).

preparada por Geijerstam, el resto de las obras deben su presencia enel CORDE a la laboriosidad del profesor Cacho Blecua. Esta edicióntiene la limitación inicial, propia de todos los documentos del COR-DE, de que sus documentos están dispuestos para ser consultados enpequeños fragmentos, pero no para ser leídos de corrido. Otra limi-tación, también atribuible al CORDE en general, es la ausencia de apa-rato crítico. Si exceptuamos la parte elaborada por Geijerstam, el prin-cipal defecto de los textos heredianos del CORDE es la falta de uncriterio ecdótico claro: 1) unas veces se completa el texto de una obracon texto procedente de otros escritos heredianos, y otras veces, enidéntica situación, deja de completarse; 2) las palabras se corrigenaleatoriamente, sin un criterio definido; y 3) la puntuación ortográfi-ca es a veces defectuosa por falta de cotejo de los textos traducidoscon los originales. A pesar de estas limitaciones e imperfecciones, laedición académica de los escritos heredianos es también un instru-mento útil para el editor.

Con todo, la vía más segura y productiva para el editor de la obrade Heredia sigue siendo la lectura atenta y asidua, no solo de la obraconcreta que se quiera editar, sino de toda la producción herediana.Esa lectura nos permitirá en muchos casos averiguar si una forma ouna construcción aparentemente aberrante es un sospechoso hápax oes algo recurrente. La lectura asidua y atenta nos permitirá tambiénencontrar muchas veces lo que no buscamos, y que a veces es másvalioso que el objeto preciso de nuestra búsqueda. A fin de cuentas,la crítica textual no es una episteme, ni siquiera una tekhne, sino unajugosa empeiría.

BIBLIOGRAFÍA

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ADELINO ÁLVAREZ RODRÍGUEZ

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Grant Corónica de los Conquiridores II: crónica herediana contenida en el ms.10134bis de la Biblioteca Nacional (Madrid).

Grant Crónica de Espanya I: crónica herediana contenida en el ms. 10133 de laBiblioteca Nacional (Madrid).

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Libro de los emperadores: versión herediana de la ’Επιτοµη; ‘ιστοριω8ν de Zona-

ras, ms. 10131 (fols. 1r-182r) de la Biblioteca Nacional (Madrid).

Libro de los fechos et conquistas del principado de la Morea: versión/compila-ción herediana de la Crónica de Morea, ms. 10131 (fols. 183r-266r) de laBiblioteca Nacional (Madrid).

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Menéndez Pidal, R. (1944): Cantar de Mio Cid: texto, gramática y vocabulario,Madrid, Espasa-Calpe.

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LOS TEXTOS HEREDIANOS: DIFICULTADES Y CRITERIOS PARA SU EDICIÓN

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Orosio: versión herediana de la Historia contra los paganos de Paulo Orosio,ms. V-27 de la Biblioteca del Colegio del Patriarca [Valencia] (antes, Cole-gio del Corpus Christi).

Pietsch, K. (1925): «Zur spanischen Grammatik: aus einem Komentar zu denGralfragmenten», en Homenaje ofrecido a Menéndez Pidal, Madrid, Edit.Hernando, t. I, 33-47.

Plutarco: versión herediana de las Vidas paralelas de Plutarco, mss. 70-72 del fon-do de manuscritos españoles y portugueses de la Bibliothèque Nationale (París).

Plutarco: versión italiana del Plutarco aragonés, mss. 7, 9 y 10 del plut. XXX-XXXVI, sin. de S. Croce + el Cod. Magliabech. II, I, 52.

Plutarco (1961-1974): Plutarco, Vitae parallelae. Edición y estudio de K. Ziegler,Leipzig, Teubner.

Real Academia Española (1936): Diccionario histórico de la lengua española (A-C),Madrid, Edit. Hernando.

Rosenblat, A. (1971): La lengua del Quijote, Madrid, Gredos.

Spaccarelli, T. D. (1975): An edition, study and glossary of the Libro de los empe-radores, translated from the Greek for Juan Fernández de Heredia, The Uni-versity of Wisconsin (University Microfilms International, Ann Arbor, Michi-gan, 1990, 2 vols.).

Thomas, A. (1914): Variétés étymologiques», Romania, XLIII, 59-88.

Tucídides: versión herediana de los discursos de la Historia de la guerra del Pelo-poneso de Tucídides, ms. 10801 (fols. 1r-69v) de la Biblioteca Nacional(Madrid).

Villena, E. de (1994): Traducción y glosas de la Eneida: libros I-III. Edición deP. M. Cátedra, Madrid, Turner Libros.

Vives, J. (1927): Juan Fernández de Heredia, Gran Maestre de Rodas: vida,obras y formas dialectales, Barcelona, Balmes.

Weigert, L. (1907): Untersuchungen zur spanischen Syntax auf Grund der Wer-ke des Cervantes, Berlín.

Wolf: cf. Zonaras (1841-1897).

Zonaras, J. (1841-1897): Epitomae historiarum libri XVIII. Edición de M. Pindery Th. Büttner-Wobst; incluye la versión latina de H. Wolf, Bonn, Weber.

ADELINO ÁLVAREZ RODRÍGUEZ

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Sobre la necesidad de una nueva edición del Eutropio*

MARCOS JESÚS HERRÁIZ PAREJA

Universidad de Castilla-La Mancha

Hace ya unos años que un grupo de filólogos de la UCLM, bajo ladirección del profesor Adelino Álvarez, nos venimos ocupando de lacorrección de una serie de obras pertenecientes al taller del aragonésJuan Fernández de Heredia, con el objeto de preparar unas edicionesque aporten nuevos datos al intrincado laberinto que supone el con-junto de estos manuscritos. De entre estas obras, una de las que másdificultades presenta es el Eutropio1. Sin embargo, la versión de laque disponemos no es la de este compilador romano, sino la de la His-toria Romana de Paulo Diácono (seguida de algunas partes de la His-toria langobardorum), que junto con la ampliación de la Historia Mis-cella de Landulfo, supuso la principal vía por la que el Eutropio seconoció en la Edad Media. La traducción aragonesa de la historia dePaulo Diácono va precedida de un sumario a modo de índice que seextiende hasta el folio 16c.

Las cartas de Pedro III a Heredia nos dan noticia de uno de losencargos del monarca, la traducción de la obra de Paulo, a quien con-funde con el historiador romano Eutropio llamándolo «Paulo Eutro-pio». El Eutropio se conserva en el manuscrito 8.324 de la bibliote-ca del Arsenal de París2 y es la copia encargada por Heredia3. Fue uno

AFA-LXI-LXII (2005-2006), pp. 37-56 37

* Este artículo se incluye dentro del proyecto de investigación: Edición crítica y estudio de lastraducciones al aragonés de Juan Fernández de Heredia. DGES. Universidad Castilla-La Mancha.

1. Atribuido a Heredia por Morel-Fatio mediante el análisis del conjunto de cuestiones paleográ-ficas y lingüísticas (A. Morel-Fatio, «Une version aragonaise d’Eutrope faite sous les auspices de JuanFernández de Heredia», Romania, XVIII (1889), pp. 491-493).

2. Catalogue des manuscrites. Bibliothèque de l’Arsenal, ed. Henri Martin (París, 1892), VI, pp.456-457.

3. Contiene 123 folios escritos a doble columna; los folios 122r, 122v y 123r están en blanco.

de los diecisiete manuscritos españoles que se guardaban en el monas-terio agustino de Croix-Rousse de Lión al final del siglo XVII.

Al cuerpo principal de la obra precede un epítome incompleto de16 folios de la Historia Romana de Paulo Diácono hasta el capítuloVI del libro 16. El Breviarium ab Urbe Condita de Eutropio está reco-gido en diez libros (16v-90r). A partir del folio 90r (hasta 121v) seañade un resumen en seis libros de la Historia langobardorum. Estese corresponde con el manuscrito nombrado A6 por L. Bethmann yG. Waitz en su edición4 y que contiene varias interpolaciones que nose encuentran en el resto de la tradición manuscrita.

Se trata de una traducción casi al pie de la letra, en la que seintenta seguir muy de cerca al modelo latino. A ello se debe la grancantidad de latinismos gráficos, morfológicos y léxicos. Nos hallamosmuy lejos de la amplificatio y la abbreviatio que se observa en otrostextos como la Grant Crónica de Espanya. Vives5 considera que el tra-ductor solo se preocupó de reproducir todas las palabras del original,que provendría de una copia defectuosa. La profesora Gilkison6

defiende que se trataba de una obra traducida del italiano en París porPedro de Palmerola, comendador de Villel entre 1368 y 1378. Regi-na Geijerstam7 afirma que estamos ante el texto herediano más cata-lanizado y a la vez más corrupto. Ello le hace suponer que el traduc-tor al aragonés fue un catalán, pues es poco verosímil que un aragonéshaya dejado pasar una cantidad tan abrumadora de catalanismos foné-ticos, morfosintácticos y léxicos. El hecho de que haya podido sertraducido del italiano por Pedro de Palmerola en París supondría paraRegina una explicación a la pésima calidad del texto: «¡una versiónitaliana traducida al aragonés por un catalán residente en París!».

A ello hay que añadir la desafortunada labor del copista (o delcorrector), quien, ante las dificultades de una sintaxis muy latiniza-da, opta en numerosas ocasiones por separar las oraciones a su arbi-trio. Este cúmulo de circunstancias hace que el estado del texto sea

MARCOS JESÚS HERRÁIZ PAREJA

38 AFA-LXI-LXII

4. Monumenta Germaniae Historica. Scriptores Rerum Langobardicarum et Italicarum Saec. VI-IX, ed. L. Bethmann and G. Waitz (Hannover, 1878; rpt. 1964), p. 30.

5. J. Vives, Juan Fernández de Heredia, Gran Maestre de Rodas. Vida, obra, formas dialectales,Barcelona, Balmes, 1927.

6. Jean Gilkison Mackenzie, A Lexicon of the 14th-century Aragonese manuscripts of Juan Fer-nández de Heredia, Madison, Hispanic Seminary of Medieval Studies, 1984 (Reseñas de Geijerstam,1985, y de Hodcroft, 1984).

7. R. af Geijerstam, «Juan Fernández de Heredia, transmissor de catalanismes lèxics a l’aragonès-castellà?», en A. Ferrando (ed.), Actes del Segon Congrés International de la Llengua Catalana, VIII.Àrea 7. História de la llengua, Valencia, Institut de Filologia Valenciana, pp. 499-512.

de lo más lamentable y que muchos párrafos resulten completamen-te ininteligibles.

LA EDICIÓN DE CONERLY Y LA NUESTRA

Hasta la publicación de la obra de Porter Patrick Conerly8 no sedisponía de una edición completa del Eutropio. Solamente encon-tramos fragmentos en los mencionados artículos de Morel-Fatio(1889: 493) y de Vives (1927: 70). El primero inserta el comienzode la introducción y parte del capítulo II del sumario (fol. 1r) con elobjeto de proporcionar una muestra de la lengua del mismo y decaracterizarla como aragonesa. Vives, por su parte, nos presenta otrofragmento (fol. 68v) correspondiente al capítulo duodécimo del libroXI, dentro de una breve antología de textos de las obras de Heredia.Ambos estudiosos realizan escasas modificaciones con respecto almanuscrito, que afectan sobre todo a la puntuación y a la utilizaciónde mayúsculas.

En 1979 Conerly, partiendo de un microfilme del manuscrito ori-ginal, editó el texto completo como tesis doctoral en la Universidadde Carolina del Norte (Chapell Hill). Esta edición, que pretendía arro-jar luz sobre la relación del Eutropio con el resto de las compilacio-nes de Heredia, ha quedado reducida a una breve introducción lin-güística, a una mera transcripción paleográfica del texto y a unglosario plagado de errores y lagunas. Aunque este trabajo ha ayuda-do ciertamente a solucionar algunos problemas, sin embargo, su inter-pretación de la fonética y sintaxis aragonesas (sobre todo en lo querespecta a la subordinación) deja mucho que desear, ya que estable-ce lecturas y correspondencias entre oraciones que llegan a aumentarel caos ya existente de por sí.

Las normas de su edición, como él mismo confiesa, son total-mente conservadoras por lo que respecta a la ortografía del manus-crito, la división de párrafos y la separación de palabras. La organi-zación de la frase, sin embargo, sigue los modernos sistemas depuntuación, pero elimina la acentuación por considerarla errática. Las

SOBRE LA NECESIDAD DE UNA NUEVA EDICIÓN DEL EUTROPIO

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8. Porter Patrick Conerly, An edition, study and glossary of the «Eutropio» of Juan Fernández deHeredia (Spanish text), The University of North Carolina of Chapel Hill, 1979 (University MicrofilmsInternational, Ann Arbor-Michigan-London, 1990).

principales variaciones que Conerly lleva a cabo sobre el manuscri-to son: desarrollo de las abreviaciones, modificación de ciertas gra-fías, como xpisto en Christo, regularización del uso de la cedilla cuan-do lo considera necesario, la inclusión de apóstrofos, corrección deciertas lecturas erróneas y reconstrucción de algunos vocablos corrup-tos.

El mencionado compromiso con el manuscrito hace que las apor-taciones de Conerly resulten realmente de escaso interés. Este mode-lo de edición resulta a todas luces insuficiente puesto que reduce lalabor del filólogo a la de simple transmisor de un texto ya existenteen el que ocasionalmente se introduce como mucho alguna correc-ción. Teniendo en cuenta que nos hallamos ante una obra caracteri-zada por la mezcla de registros aragoneses, castellanos y catalanes,el trabajo del investigador adquiere especial relevancia a la hora deaveriguar el proceso de su elaboración. Se echa de menos, por lo tan-to, una distribución más rigurosa del texto mediante la puntuación yuna fijación del mismo que permita su regularización. Se hace impres-cindible, a la vez, la constante referencia a la fuente de la traducción,pues gran parte de los errores que señalaremos nacen de una falta decotejo con el original latino y con el resto del corpus herediano.

Nuestra propuesta, dentro de los criterios de la crítica neolach-manniana, va encaminada no a una mera transmisión del manuscrito,sino a su restauración. Esta solo se puede efectuar a partir del cono-cimiento de la lengua de la obra herediana y de la meticulosa com-paración con la fuente latina. El conocimiento de la producción here-diana, cuyo manejo han facilitado en gran medida los avancesinformáticos utilizados por Conerly, resulta del todo imprescindible,ya que no existen generalmente soluciones aisladas a la complejidadde ciertas voces que este corpus nos ofrece. Ya hemos aludido a laimportancia de la constante utilización de la fuente latina, sin la cualdifícilmente podremos establecer la organización de la estructura deun periodo, corregir registros corruptos o proponer soluciones a deter-minadas lagunas.

En la edición que estamos elaborando hemos estimado necesarioestablecer un sistema de acentuación que permita al lector distinguir,entre otras, formas homógrafas como la de la tercera persona del sin-gular del perfecto catalán amá y la tercera del presente de indicativoama, del mismo modo trobó y trobo, perfecto y presente respectiva-mente. Por otra parte, entendemos que no se puede acometer el estu-

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dio de un manuscrito de estas características sin una ordenada dispo-sición de sus elementos. La distribución de los signos de puntuaciónresulta clave sobre todo en textos como el Eutropio, donde los erro-res del copista han dado lugar en gran cantidad de párrafos a un ver-dadero caos. Será el texto latino el que nos marque las pautas a lahora de establecer la división entre frases. Utilizaremos, además, elpunto interior (no.s) y el apóstrofo (ent’acá, s’era, fuess’en).

En cuanto a los criterios de transcripción, aun respetando elmanuscrito, nos hemos alejado de los meramente paleográficos. Ellopermite dotar a la obra de una uniformidad encaminada a una mejorcomprensión de la misma. No resulta pertinente confeccionar en esteartículo una relación completa de los mismos, algo que se hará en laedición. Por ahora, entre los más importantes, destacamos:

ch con valor de /k/ > c (para evitar la confusión con /t∫ /): «cha-tos» > catos, «duch» > duc

et y & > e.

gua, guo con valor de /ga/, /go/ > ga, go: «guastaua» > gastava,«guodos» > godos.

ga, go con valor de /Z/ > j: «rebuga» > rebujá.

Supresión de la h no etimológica: «hedificar» > edificar, excep-to la grafía de aver / haver, reflejada siempre con h.

hy / hi / i / y ‘allí’ > y.

i con valor de /Z/ > j: «aiustar» > ajustar.

l con valor de /λ/ > ll: «batala» > batalla.

ll con valor de /l/ > l: «Silla» > Sila, «excellentes» > excelentes.

n ante b o p > m: «tienpo» > tiempo.

ny con valor de /V í/ > nyí: «finya» > finyía.

qua, quo con valor de /ka/, /ko/ > ca, co: «quasi» > casi, «cin-quo» > cinco.

que con valor de /kue/ > cue: «questor» > cuestor.

ss inicial, pre o postconsonántica > s: «sseglares» > seglares,«conssello» > consello.

sce / sçe y sci / sçi > ce, ci: «nasce» > nace, «creció» > creció.

u con valor de /v/ > v: «huuo» > huvo.

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v con valor de /u/ > u: «vno» > uno.

y con valor de /i/ > i: «yra» > ira...

En el plano de la sintaxis, consideramos que solamente el estu-dio del estilo del autor y la constante comparación con el texto lati-no pueden llevarnos a una correcta interpretación del manuscrito.Estos dos elementos de análisis, sin duda fundamentales, se echan demenos en la edición de Conerly, quien a menudo se pierde en conje-turas al establecer la relación entre los diversos periodos.

Dado el elevado número de errores que observamos en la obra delamericano, trataremos de dar cuenta de algunos de ellos de un modoabreviado, y, con el objeto establecer un orden, los organizaremos dela siguiente manera9:

TIPO DE ERRORES MÁS COMUNES

El tipo de errores más corriente que observamos en el manuscri-to es la simple confusión de una letra por otra: «tarus» (60b) por Carus,lat. Carus; «armals» (67b) por armats, lat. armatorum; «stots» (77c)por scots, lat. scottorum; «descoba» (61d) por desrobá, lat. diripuit;«cara» (71c, 71d) por cura, lat. cura; «retriar» (73a) por recriar; «her-mano» (73c) por hermana, lat. sororem; «se» (74d) por fe; «por» (76c)por paz, lat. pax; «tomando» (49c) por comandó, lat. committeretur.

Gran parte de estas confusiones quedan sin corregir por Conerly,quien incluso llega a corromper aún más el manuscrito: así, en lugardel ms. «scichas», (52c) lee “sachas” por catos, lat. Chattos. Otrasveces reconstruye mal los registros: para el ms. «tauadas» (68c) pro-pone “taiadas” en lugar de talladas, lat. obruit; para el ms. «ulpian»(13a) “Uipian” por Ulpián. Altera también una forma correcta por fal-ta de comprensión de la misma: el ms. «por art» (78d) lo lee “poracto”, lat. arte. Otras lecturas las atribuimos a meros despistes: el ms.«suyo» (112a) viene recogido como “suyao”.

La dificultad a la hora de reconstruir los elementos aislados deuna oración afecta finalmente a la comprensión de la misma. Tal esel caso de 79b:

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9. Represento el texto del ms. entre comillas angulares, el de Conerly entre comillas ordinarias,mientras que la fuente latina y nuestras correcciones irán en cursiva.

ms. «et que le fues pos agra cosa de batalla con los suyos que tor-nosen enemigos».

lat. Ne [...] acerbius ei esset cum suis quam cum hostibus dimicare.

Con. “et que le fues pos agra cosa de batalla con los sus que ene-migos”.

Estimamos que se ha de entender: e que le fues pus agra cosa debatallar con los sus que con los enemigos.

Se echa de menos, por lo tanto, un continuo contraste de formasy de frases con el objeto de determinar el estilo del traductor. Así, enel ms. 41c la toma del campamento de Clodio por Espartaco se nosrefiere de la siguiente manera:

ms. «prisiero (prisieron) los castres de cludio pretor [...] et aquelconuertido en fuert (lat. in fugam) conuertieron todas las cosas en lurpreda».

Lat. Clodii praetoris [...] castra expugnaverunt ipsoque in fugamacto cuncta in praedam averterunt.

Con. “prisiero/n/ los castres de Cludio pretor […]. Et aquel conuer-tido en fuert*, conuertieron todas las cosas en lur preda”.

Conerly mantiene la lectura del manuscrito y añade: «the pronounaquel apparently refers to the castle and fortress (castres) of Clodiuspretor. This sentence replaces the idea expressed in the latin text ofClodius’ flight». Esta conclusión es errónea por varios motivos. El pri-mero porque «castres» se halla en plural y «aquel» en singular; ensegundo lugar porque no concuerda con la traducción latina ipsoquein fugam acto ‘y empujado él mismo (Clodio) a la huida’. Se trata sim-plemente de un error del copista, como se puede constatar si compa-ramos esta secuencia con una similar en 68c: el emperador, ferido consayeta convertido en fuita (lat. versusque in fugam). Según lo expues-to, reconstruimos aquél convertido en fuita. Pero no es la única vezque el sustantivo «fuert» presenta problemas, cf. ms. 101c:

ms. «departieron entresi por fuert de catiuitat los infantes pocoset las fembras».

lat. mulieres vero et parvulos captivitatis sorte dividunt.

Con. “departieron entresi /fol. 101v/ por fuert de catiuitat los infan-tes pocos et las fembras”.

Conerly recoge por “fuert de catiuitat” en lugar de por suert decativitat, lat. captivitatis sorte. Sí corrige bien, sin embargo, en 59d«fuert» por “fuese”, lat. fuerit.

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FORMAS VERBALES INADECUADAS

En el ms. 48a leemos «cajo grandes copias de germanos», lat.ingentes copias cecı @dit. Conerly no solo mantiene este hápax del ms.,sino que en su glosario lo introduce erróneamente dentro del verbocayer ‘caer’, a pesar de que la traducción general de caedo es tallaro tajar, y, en menor medida, matar. Es evidente que el americano hainterpretado cecidit ‘cayó’ en lugar del correcto cecı @dit ‘mató’. Porlo tanto, el ms. «cajo» se debe restituir por tajó. Otras formas quequedan sin corrección son: «regnava los ojos» (48d) por regirava losojos, lat. vibrans; «iniuriesse» (109) por muriesse, lat. periret; «peri-ren la yra» (92a) por pariren la ira, lat. rixam […] parturiunt.

Por otra parte, el manuscrito presenta formas que, a pesar de sudificultad, permiten conjeturar su reconstrucción, tal es el caso de33c:

ms. «et luego saron asi dos duchs asdrubals»,

lat. moxque sibi duos Hasdrubales duces creaverunt.

Con. “et luego fueron asi dos duchs Asdrubals”.

Pero «saron» del ms. mantiene la desinencia verbal -aron, quepermite suponer que se trata de un verbo de la primera conjugación.El verbo latino creare suele tener una correspondencia muy unifor-me con el aragonés crear (de las treinta ocasiones en que aparece solocuatro se traduce por otro verbo). El posible error de abreviación de-re- (crearon > caron con la posterior confusión entre c- y s-) apoya-ría esta reconstrucción. La forma «asi» del ms. no debe considerarseun adverbio, sino la preposición más el pronombre personal, a sí, lat.sibi. El texto que proponemos es por consiguiente: e luego crearon así dos ducs Asdrubals.

Verbos por sustantivos. En algún caso observamos formas ver-bales donde debían aparecer sustantivos. Frente al ms. «meritat etsolia» (48c), lat. temeritatem, Conerly ofrece “temeritat et solia”, quese debe corregir por temeritat e folía, teniendo en cuenta la ya seña-lada tendencia del traductor a utilizar dos términos similares arago-neses para verter uno latino (cf. 50b desonor e folía, lat. dedecore).De igual manera en ms. 62c se nos dice de Diocleciano: «Viuio .lxviij.anyos, de los quales viuio cerca de nueue en comun hinto»; la abre-viación «hinto» (hábito, lat. habitu) la interpreta Conerly en su glo-sario como “hinco”, perfecto de hincar.

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Sustantivos por verbos. Confusión de signo contrario a la ante-rior y que se observa en ciertos pasajes, como en el que se alaba a Ves-pasiano porque, aunque no fue de linaje ilustre, se le podía compararcon los más sobresalientes (ms. 51c): «mas que deue seyr emperadora los excellentes». A pesar de advertirnos en nota la correspondenciacon el lat. sed optimis comparandus, Conerly no lleva a cabo ningúntipo de modificación en el texto, que creemos ha de ser entendidocomo mas que deve seír comparado a los excelentes. Más adelante,en 84c, mantiene la lectura del manuscrito, totalmente incomprensi-ble, «car no aurie hedat sou ni estipendis as tanta gent», lat. quando-quidem cotidianorum stipendiorum exactoribus careret. El sentidocorrecto de este texto es: car no havrié de dar sou ni estipendis a tan-ta gent.

ERROR DE LECTURA DE UNA FORMA CORRECTA DEL MS.

En algún caso incluso se modifica la lectura correcta del manus-crito por otra que no lo es, así en 63d «portar afin», se interpreta por“portar asin”, en lugar de portar a fin, que se corresponde con el lat.efficere. El error es más chocante si tenemos en cuenta que “asin” nose encuentra en la obra y que ni siquiera lo recoge en su propio glo-sario. En 29a Conerly lee el ms. «ainstigacion de Anibal» por “aius-tigacion”, pero en su glosario añade «error for “ainstigacion”? latinsource: ea sollicitata». Se debe entender, por lo tanto, a instigación.En 49b el ms. «muerto o matado», lat. mortuum seu necatum, lo leesorprendentemente “muerto o negado”.

ERRORES EN LA SEPARACIÓN Y UNIÓN DE PALABRAS

Se trata de otra de las equivocaciones más frecuentes de nuestrocopista que Conerly mantiene. En el ms. 8d leemos: «scribonio [...]passo en troha en Danubio», lat. et usque ad Danuvium penetravit.Conerly entiende «troha» como el nombre de una ciudad: “passo enTrolia en Danubio”. Reconstrucción un tanto compleja si tenemos encuenta paralelos como e entraron entro a en Danubio río (9a). Laestructura correcta sería: passó entro a en Danubio. Vuelve a come-ter el mismo error en 113a, donde el ms. «fuyo [...] percuna», lat. perCuriam […] venit, no puede entenderse tal como el lo hace, “fuyo

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Percuna”, sino fuyó per Curia. En 58a no modifica el ms. «ni posan-do el piet», que el lat. pedem imponens aconseja interpretar comoimposando el piet. Lo mismo sucede en el ms. 94c «foro iulianes asidicto...», lat. Forum Iulii ita dictum, y que Conerly presenta como“Foro Iulianes, asi dicto”. Aquí se hace necesaria la separación delsustantivo y el verbo copulativo: Foro Julián es así dicto.

Caso curioso es el de 71d, donde transforma totalmente la lectu-ra del manuscrito «su fiio humilment la prohibicion» en “porto humil-ment la prohibicion”, lat. pertulit. El lat. perfero se traduce en ara-gonés por levar (26c, 28b), portar (36b, 59d), aportar (36c), trayer(94b), etc., con un sentido claramente físico, y por sufrió 58d,suffriendo 96d con un matiz claramente distinto. Es evidente que tan-to el contexto como una sencilla restitución de trazos nos invitan aentender sufrió.

En otros párrafos, ante la incomprensión del ms., el americanoopta simplemente por la omisión, tal como en el ms. 48d, donde sehace referencia a Augusto: «en tenia muchos en los estudios libera-les», lat. liberalibus studiis […] incumbens ‘consagrado a las artesliberales’. El americano suprime «en tenia muchos», por lo que, alprivar a la frase de su verbo, la deja completamente sin sentido. Perosi comparamos con 77d entendiose a tomar Cartagen (lat. recipien-dae Carthagini incubuisset 13.14), podemos restituir: entenía muchoen los estudios liberales. Algunas de sus omisiones conducen al des-concierto, como sucede en el ms. 58a:

ms. «Valeriano [...] luego preso en veyli enuers los parthos».

lat. Valerianus […] mox etiam captus apud Parthos consenuit.

Con. “Valeriano […] luego preso envers los parthos”.

Su propuesta no tiene en cuenta el verbo latino consenuit, quepermite restituir enveilí (> envellí).

ERRORES EN LA PUNTUACIÓN Y SEPARACIÓN DE FRASES

Uno de los principales problemas de este manuscrito reside en laarbitraria división del texto por parte del copista, quien, además delas mayúsculas iniciales, se sirve generalmente del punto, del signo«|» y de la conjunción «et» para distribuir oraciones y periodos. Enel sumario inicial se utiliza con preferencia el punto o «.|» más la con-

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junción «et». El texto de Conerly soluciona gran parte de estos pro-blemas, pero deja un gran número de ellos sin resolver. La primeraimpresión que se tiene al hojear su edición es la excesiva fragmenta-ción de oraciones y pasajes en los que abundan puntuaciones fuertes,excesivas, incorrectas y, en algunos casos, increíbles y totalmenteincomprensibles. No se puede recurrir a la excusa de una ediciónpaleográfica, pues la mayoría de estas divisiones no guardan corres-pondencia alguna con el manuscrito aragonés, surgiendo en su mayorparte de la incomprensión del texto. Serían muchos los ejemplos quese podrían aportar sobre la anarquía que reina en ciertos fragmentos,pero los que más llaman la atención por su atrevimiento y por su fre-cuencia son los que atañen a las oraciones subordinadas que prece-den a la principal. Basten solo dos ejemplos de los muchos que encon-tramos:

Partamos del ms. 4b, donde se hace referencia al naufragio deunas naves cargadas con un gran botín: «et como sen tornasen congrant presa. perieron todas en la mar por fortuna», lat. Praedam ingen-tem reducentes naufragium passi sunt. Conerly, al conservar la divi-sión (“presa. Perieron”), frente a la esperada (presa, perieron), privade coherencia a la oración. La frase del ms. 58a la interpreta:

ms. «et galieno como adolescient fues facto agusto Impero...».

lat. Gallienus cum adolescens factus esset Augustus, imperium [...]gessit.

Con. “et Galieno, como adolescient, fues facto agusto. Impero...”.

El texto latino nos permite entender: e Galieno, como adolecientfues facto agusto, imperó...

Especialmente complicados en la edición americana son los pasa-jes en los que, amén de problemas de puntuación, se echa de menosla restitución. Así, cuando se nos habla de la derrota que inflige Vale-riano a Sapor leemos en 13c:

ms. (Sumario) 13c: «Valeria no fue vencido por sopor Rey de lospersanos| et proso el Rey de aquella prouincia quando puyaua en sucauallo le puyaua sobre la squina et en aquesta seruitut fue condepnamientre que huuo Et Galieno desemparant la cosa publica El imperiofue seruado en Occident por postuno et por Odeuant en orient».

lat. 9.7 Valerianus (in Mesopotamiam bellum gerens) a Sapore Per-sarum rege superatus est, mox etiam captus apud Parthos ignobili ser-vitute consenuit. Nam quamdiu vixit, rex eiusdem provinciae incurvatoeo pedem cervicibus eius imponens solitus erat equum conscendere...

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9.11 Ita Gallieno rem publicam deserente Romanum imperium in Occi-dente per Postumum, per Odenachum (Eutrop. per Odenathum) inOriente servatum est.

Con. “Valeria no fue vencido por Sopor, rey de los persanos et pri-so el rey de aquella prouincia. Quando puyaua en su cauallo le puyauasobre la squina et en aquesta seruitut fue condepnado mientre que huuo.Et Galieno desemparant la cosa publica. El imperio fue seruado en occi-dent por Postimo et por Odeuant en orient”.

Este texto carece totalmente de coherencia debido a una serie deincorrecciones consecutivas. La primera consiste en la restitución delms. «proso» por “priso” (perfecto) cuando el lat. captus exige un par-ticipio preso. Esto le obliga a una puntuación forzada tras “provin-cia”. El verbo «huvo» (lat. vixit), que se explica fácilmente por unasimple confusión de trazos, se encuentra sin corregir (para el mismoerror, cf. 13a y 14a). Faltas que se hubieran podido subsanar sola-mente con tener en cuenta el mismo texto del ms. en 58a:

ms. «valeriano faziendo batalla en mesopotania fue vencido porSopor rey de los persas et luego preso enveyli (envejeció) enuers losparthos por ignoble seruitut car atanto como viuio (lat. vixit) el rey deaquella prouincia aquel jncuruado nj posando el piet en las espaldas deaquel era acostumbrado de puyar en su cauallo».

La frase del ms. «Et Galieno [...] publica» queda en Conerly sinverbo al mantener la separación original. En la siguiente oración nostopamos con un nombre propio extraño, “Postimo”, que no se corres-ponde ni con el ms. «postuno» ni con el lat. Postumus. No se esfuer-za por corregir el «odeuant», a pesar de disponer de otros paralelosque ayudan a ello. Para la estructura de la frase remitimos ahora alms. 58d:

«Et asi Galieno desemparando la re publica el Jmperio Romanofue conseruado en Occident por postunio et por odenato en orient».

No encontramos aquí la división de 13c ni la que propone Co-nerly. Todo ello nos lleva a corregir el texto de la siguiente manera:

Valeriano fue vencido por Sapor, rei de los persanos e, preso, elrei de aquella provincia, cuando puyava en su cavallo, le puyava sobrela esquina. E en aquesta servitut fue condepnado mientre que vivió. E,Galieno desemparant la cosa pública, el imperio fue servado en occi-dent por Póstumo e por Odenato en orient.

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CAMBIOS INCOMPRENSIBLES DE ORDEN Y DE VERBO

El ms. presenta determinados loci cuya lectura resulta harto com-plicada, como el siguiente en 47b:

ms. «et mato pastoro fijo del Rey erodis en aquel mismo dia queaca entras orodis Rey de los pesas por lo duque surena auia matadocrasso».

lat. Pastorum regis Orodis filium interfecit eo ipso die quo olimOrodis Persarum rex per ducem Surenam Crassum occiderat.

Con. “Et mato Pastoro, fijo del rey Erodis, en aquel mismo dia queaca entras Orodis, rey delos pesas, por lo duque Surena Crasso, auiamuerto”.

Conerly incomprensiblemente opta por cambiar el orden y el ver-bo: “Crasso, auia muerto”. La lectura correcta sería: e mató Pastoro,fijo del rei Erodis, en aquel mismo día que acá entrás Orodis, rei delos persas, por lo duque Surena havía matado Crasso.

OMISIONES DE CONERLY

Las omisiones de la edición de Conerly (que incluyo entre cor-chetes {}) van desde una simple letra a varios sintagmas. Hemos reco-gido más de doscientas cincuenta. Si a las insalvables dificultades deun manuscrito tan corrupto como el que nos ocupa hemos de añadireste tipo de errores en su edición, su lectura se hace ardua y en oca-siones imposible. En una misma frase llegan a concurrir dos omisio-nes: “Alboin... {bien} por una ora se defendio con {vn} vanquiello”(97c). En ocasiones se siguen de manera inmediata en oraciones dis-tintas: “{et} asi la batalla fue renouada. {A} Loculo” (42a); “el qualde continent {enuio} en Beuent a Rodolinda, mugier suya, et Conpert,su fijo, {et} en aquel lugar {de} cerqua el fluui de Ticino” (108c). Aveces se ven afectadas varias palabras o frases enteras: “Et como {loscartagineses inducieron} los sardos que se rebellasen et como fuetriumphado de los sardos... {Et fue triumphado de a aquellos}” (4c);“enues Montescasino {en vn monesterio} apres la vida solitaria”(89b); “solaz et en delitos {mas que no deuiera mando} que...” (97b).

Más preocupantes son las numerosas supresiones de la ediciónamericana como consecuencia de saltos de igual a igual que mutilanfrases enteras y dejan sin el sentido adecuado otras: “tiro el espada

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{por ferir aquel et asi mismo el rey tiro el espada} contra aquel”(116d); “dixo a {Ferdulfo mienbre te duch} Fredulfo” (114a); “fue cre-mado por {fuego por aquellos los quales el auia cremado con} fuegode perfidia” (68c); “los fijos de su {hermano muerto et de su} herma-na” (71c); “en la {batalla, fue facta mucho agra} batalla et” (78d) etc.

Se advierte por el contrario algún añadido por salto de igual aigual: “fue dada batalla ni la paz no fue dada ratificada” (66c), repi-te “dada” erróneamente.

A omisiones de este tipo se añaden, además, otros errores quedeturpan de manera notable el texto. Así se describe la muerte y suce-sión de Arcadio en 72a:

ms. «et murio liuro la suma del imperio a theodosio fijo suyo fueschico».

lat. imperiique summam Theodosio filio parvo admodum morienstradidit.

Con. “et murio. Liuro la suma del imperio a Theodosio, fijo, fueschico”.

Advertimos una falta de reconstrucción (“murio” por muriendo,lat. moriens), lo que lleva a un error de puntuación (“murio. Liuro”).Conerly reduce, además, el sintagma del ms. «fijo suyo» a “fijo”. Seañade también el mantenimiento de una grafía incorrecta (“fues chi-co”, por fuert chico10, lat. parvo admodum). Una vez enmendadosestos fallos, tendríamos: e muriendo livró la suma del imperio a The-odosio, fijo suyo, fuert chico.

FALTA DE RIGOR EN EL GLOSARIO

Dado que nos enfrentamos a una obra en la que se mezclan for-mas de muy diversa procedencia (especialmente castellanas, arago-nesas y catalanas) se hace completamente necesaria la lematizaciónde los términos una vez fijado el texto. Hay que agradecer a Conerlyla elaboración de un pequeño glosario encaminado a una sistemati-zación del léxico. Ahora bien, este glosario presenta importantescarencias debidas a la mala comprensión del manuscrito. Analicemos,por ejemplo, el siguiente texto del ms. 56a:

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10. Cf. 57b fuert infant, lat. admodum puer.

ms. «A aquesti succeyo pertinax hombre fuert dius el qual auia .lxx.anyos...».

lat. Pertinax grandaevus et qui septuagenariam attigisset aeta-tem...

Con. “A aquesti succeyo Pertinax, hombre fuert, dius el qual auia.lxx. anyos...”.

La oración de relativo del ms. «dius el qual...» (‘bajo el cual...’)resulta incomprensible, sin que en el glosario se nos haga aclaraciónalguna. Tenemos que llegar al folio 64d para encontrar de nuevo ellat. grandaevum iam (‘de edad avanzada’) vertido en el ms. por «hom-bre ya dios». Si consultamos de nuevo el glosario, leemos: «DIOS adj.error? Translates latin grandaevus». No tiene en cuenta tampoco latraducción de grandaevus en el ms. 118a por «hombre dios». Da laimpresión de que en 56a el traductor ha dividido la palabra en dos par-tes gran, traducido por «fuert», y daevus, al que se le ha relacionadocon la raíz de deus. El copista o corrector, lógicamente, no ha enten-dido esta construcción, por lo que ha considerado el sustantivo dioscomo la preposición dios / dius. Admitiendo esta interpretación, lalectura correcta del ms. (aunque no se corresponda con el texto lati-no) sería: A aquesti succeyó Pertinax, hombre fuert dios, el qual havíaLXX anyos...

Otro caso lo constituye el pasaje que recoge los deseos de Dio-cleciano en su voluntario retiro, 62b:

ms. «por la auia voluntat pudiesedes visitar...».

lat. utinam […] possetis visere ‘ojalá pudieseis visitar’.

Con. “por la auiat voluntat pudiesedes visitar...”.

Conerly propone “auiat” y en su glosario explica: «AVIAT adj.quick, ready, 62r. “Por la aviat voluntat” translates the latin utinam».Para obtener el verdadero significado de esta expresión debemos teneren cuenta las palabras que se dirigían a Augusto tras su muerte, 49b:

ms. «por la nuestra voluntat no muriste o no nasciste».

lat. utinam aut non nasceretur aut non moreretur.

De ahí que la secuencia por + adj. posesivo + voluntad = utinam.En el caso de 62r estamos ante una mera confusión de trazos que hade interpretarse así: por la mía voluntat.

Introduce errores de lectura como “desposadas” (118d) en lugarde deposadas, lat. depositas; “descosta” por de costa 84d. Hay tér-

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minos sin corregir y mal traducidos: “elege” (glosario «adj. elected»)51d, por alegre, lat. iocundus. Se observan lemas llamativos como“necea” (51b) sin correspondencia con el texto latino y que en el glo-sario se anota como «s. foolischness». Este registro constituye aquí,y por lo tanto en el léxico de Gilkison, un hápax, que debe corregir-se por vecea (cf. 58a, 58b). Sin embargo, al consultar el glosario, lee-mos con sorpresa: «VECEA s. depravity, corruption, 58r, 58r». En elprimer caso (ms. 58r = 58a) no se ha tenido en cuenta su correspon-dencia con el lat. ignavia (‘pereza’, ‘cobardía’, ‘negligencia’), ni elhecho de que en la presente obra, cuando el traductor introduce un tér-mino complicado, lo suele glosar por medio de una conjunción conotro más sencillo, de ahí su traducción por «vecea et flaqueza». Lomismo se puede decir del segundo caso (ms. 58r = 58b), donde el lat.ignavia se vierte en el ms. por «vecea et negligencia».

Algunas de las entradas del glosario resultan desconcertantes, porejemplo: «DESAMINISTAT s. 77r, desamistades 92r, desmistades 51v.Animosity». En “desaministat” (hápax en Gilkison), «-ni-» se repitedebido a los frecuentes despistes del copista al finalizar una línea ycomenzar la siguiente. Por otra parte, “desmistades” (51v = 51d) esun error tipográfico, que solo se observa aquí, pues en el manuscritoy en su propia edición viene recogido correctamente “desamistades”.Es resumen, de tres referencias, solo una es correcta (92r = 92a), queno es precisamente la que se toma como lema.

Resulta aún más incomprensible que no se reflejen las modifica-ciones efectuadas en la edición. Así, a pesar de que Conerly enmien-da el ms. 64b «fue comparador a los principes» por “fue comparadoa los principes”, sin embargo, en el glosario leemos: «COMPARADOR

s. 64r, compradores, 12v. Buyer». No solo no introduce el términocorregido, sino que, además, lo incluye, no se sabe por qué, como unaforma más del sustantivo comprador, en lugar del verbo comparar.

Se echan de menos, también, referencias a importantes manualesde consulta, como los diccionarios de Alborg, Alcover y Corominas,y no se tiene en cuenta la fuente latina.

FALTA DE CORRELATO CON LAS LECTURAS DEL SUMARIO

Como ya se ha adelantado, nuestro manuscrito cuenta con la ven-taja de disponer desde el folio 1a hasta el 16c inclusive de un peque-

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ño sumario, aunque incompleto, de la Historia de Roma. Esta espe-cie de resumen resulta verdaderamente útil, ya que en él se repitenformas o frases cuyo cotejo con el texto principal hace posible cier-tas reconstrucciones problemáticas. De este modo un error de copiacomo «entrando» (58d) se puede corregir por entretanto (13c), lat.interea; «huvo» por vivió (56d); «gradas las puertas» (85a) por cerra-das las puertas (16b), lat. obseratis... portis. Conerly no ha sabidosacar todo el provecho a esta parte introductora, pues comparandoambas secciones observamos, amén de las mencionadas, ciertas fal-tas de reconstrucción que hubiesen sido fácilmente subsanables si sehubiese recurrido a ella.

FALTA DE CORRELATO CON LA LECTURA DE OTROS MANUSCRITOS

Para nuestro trabajo hemos seguido la edición de Droysen11, querecoge el texto de Eutropio más el de Paulo Diácono con sus corres-pondientes variantes, y la de Santini12, limitada solo a la obra del pri-mero. La utilización del aparato crítico de estas ediciones, sobre todola de Droysen, se hace totalmente imprescindible. Pues bien, en eltexto de Conerly hubiesen sido de gran ayuda las referencias a lasvariantes textuales de otros manuscritos latinos que permitirían arro-jar luz sobre ciertos puntos. Tomemos como ejemplo una parte de lanarración de la muerte de la hueste de Odoacro: “afogarense en el rioAthesis” (85a). Conerly advierte en nota: lat. Adesis. Pero esta lec-tura la encontramos solo en HVM1, siendo la de los restantes manus-critos Atesim. Analicemos, del mismo modo, el fragmento en el quese hace referencia al sucesor del emperador Claudio, ms. 50b:

ms. «aquesti succeyo nero gallicula semblantment a su oncle».

lat. successit huic Nero, Caligulae avunculo suo simillimus ‘a estesucedió Nerón, muy semejante a su tío Calígula’.

Con. “aquesti succeyo Nero, semblant a su oncle Gallicula”.

Observamos en esta última frase un cambio importante en elorden de las palabras sin que se nos ofrezca explicación alguna. Sibien es verdad que el sentido de la oración es ahora el correcto, no es

SOBRE LA NECESIDAD DE UNA NUEVA EDICIÓN DEL EUTROPIO

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11. H. Droysen, Eurtropi Breviarium ab Urbe Condita cum versionibus graecis et Pauli Landol-fique additamentis, Berolini apud Weidmannos MDCCCLXXVIII.

12. Carolus Santini, Eutropii Breviarium ab Urbe Condita. Teubner, 1992.

menos cierto que la traducción del ms. se puede entender recurrien-do a otras lecturas del texto latino: Galicula, en HV. Ello supondríaen lat. una aposición del tipo Nero Galigula, que nos obligaría a man-tener la secuencia del ms.: aquesti succeyó Nero Galícula semblant-ment a su oncle. Más difícil de comprender es la interpretación delms. del adjetivo simillimus por «semblantment». Llama la atención,sin embargo, que en el sumario (ms. 11b) no lleve a cabo ningún tipode modificación en la aposición mencionada: “A aquesti sucidio NeroGallicula. Aquesti fue mucho senblant asu tio Gallicula”.

En el ms. 42a Conerly corrige «por que defendiesen las legio-nes» por “por que defendiesen las regiones”, de acuerdo con el lat. utregiones […] tuerentur. No ha tenido en consideración las variantesdel aparato crítico de las ediciones de Droysen, legiones FGS, y deSantini, legiones φ, λ y S.

FALTA DE CORRELATO CON LAS CORRECCIONES PROPIAS DEL MANUS-CRITO AL MARGEN

Nuestro texto es muy prolijo en este tipo de correcciones y deadvertencias de error, ya sea mediante una cruz (+) situada en el mar-gen, ya mediante uno o varios puntos colocados bajo la palabra detur-pada. Dichas marcas, de vital importancia para la resolución de cier-tas lecturas, son en ocasiones malinterpretadas o pasadas por alto enla presente edición. Así en el ms. 115c «aquesti Philipico envio letrasde mala dotrina a Costantin papa, las qualeles quel rebuga», el rela-tivo del sintagma «las qualeles quel rebuga», lat. quas ille […] res-puit, se encuentra tachado en el ms. en su parte final «las qualeles».En el margen izquierdo se añade la a como glosa que debe sustituir laparte tachada. Conerly corrige correctamente aquel, pero confundeglosa y texto introduciendo a delante de las: “a las quales aquel rebu-ga”, en lugar de las quales aquel rebujá. En 118b mantiene la lectu-ra del ms. “Eudon, primcep a Aquitania”, a pesar de que la a de la pre-posición lleva un punto debajo, al tiempo que en el margen se nosindica la preposición correcta, de. A veces omite y no corrige, cf. 30d:

ms. «Et Anibal vencido en muchas vegadas et muchas vegadascomenco a demandar paz a Scipión».

lat. Hannibal quoque frequentibus proeliis victus a Scipione pete-re etiam ipse coepit pacem.

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Con. “Et Anibal vencido en muchas vegadas començo ademandarpaz a Scipion”.

No advierte que en el margen del manuscrito se encuentra el sus-tantivo correcto, batalas, que nos obliga a interpretar: vencido enmuchas batallas e muchas vegadas, començó a demandar paz aCipión.

FALTA DE CORRELATO EN LA ANOTACIÓN

Para los problemas de interpretación la edición de Conerly se sir-ve de un asterisco que remite a una aclaración al final a modo de nota.Sin embargo, muy a menudo la referencia marcada mediante este sig-no carece de la esperada aclaración. Esto ocurre en 56d: “Dius aques-to fue* grant pestilencia”. Se debe ir al manuscrito para comprobarque se trata de una repetición de palabras, «fue en fue con grant pes-tilencia». En 70r “tirayn*”, a pesar del asterisco, no anota lo que refle-ja el manuscrito «tirayr».

Otros ejemplos en los que falta la anotación correspondiente, yen los que debemos obtener la información del propio ms., son: “tras-lado*” (1d), lectura errónea del ms. que no se corrige, en lugar detrasladado; “assitia*” (118c), perfecto, corrección del ms. «assitira»;“reputandolo*” (114a), por el ms. «reputanto so»; “costumbre*”(107b), se enmienda la forma del ms. «acostumbre».

CONCLUSIONES

Este artículo no ha intentado ser minucioso, sino que se ha limi-tado a escoger algunas de las dificultades que presenta el texto y sutratamiento en la edición de Conerly. Son muchas más las líneas enlas que la correcta interpretación del contenido se ve dificultada porlos errores de transmisión del texto.

En este sentido, el trabajo del americano supone solamente un pri-mer acercamiento al manuscrito, no ya por ser una edición paleográfi-ca, con las limitaciones que esta supone, sino porque creemos que seha abordado una obra tan complicada con cierta precipitación y exce-siva confianza en los medios informáticos, que, si bien ayudan a agili-zar y facilitar el duro trabajo del filólogo, no pueden suplantar su labor.

SOBRE LA NECESIDAD DE UNA NUEVA EDICIÓN DEL EUTROPIO

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No dejamos de reconocer su valor como obra base y primer pasopara una más completa y con pretensiones más amplias. Su glosario,a pesar de los errores y omisiones, resulta verdaderamente útil a quiense adentra por primera vez en este enmarañado texto. Por otra parte,si bien es cierto que muchas de sus correcciones son erróneas, otrasse exponen con acierto.

Son numerosas, sin embargo, las carencias de esta edición: elanálisis de los términos es muy superficial, faltan referencias a manua-les de consulta imprescindibles, no se han tenido en cuenta tampocolas lecturas de otros manuscritos latinos, no se profundiza en las dife-rencias entre términos aragonés y catalanes, no se hace referencia alos diferentes copistas, no se describe de manera suficiente el tipo deletra del manuscrito, etc.

Teniendo en cuenta todo esto, creemos que se hace urgente la ela-boración de una nueva edición que acerque el contenido de la obra alo que realmente salió de la pluma del traductor, labor que nos ocu-pa actualmente y esperamos salga a luz en breve tiempo. En esta nue-va edición intentaremos poner de relieve la fuerte influencia del tex-to latino, no solo en lo relativo al vocabulario, sino también a lasintaxis. Se analizará el texto teniendo en cuenta la impronta que suscopistas y correctores han dejado en ella, e intentaremos aplicar loscriterios de transcripción que creemos más adecuados a la pronun-ciación de la época.

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Latinismos sintácticos en la lengua herediana: a propósito de las Historias contra los paganos

(ms. v-27)ÁNGELES ROMERO CAMBRÓN

Universidad de Castilla-La Mancha

La aproximación al latín es una de las características sobresa-lientes de la lengua y estilo de las Historias contra los paganos, tra-ducción del texto de Orosio realizada bajo el patrocinio de Juan Fer-nández de Heredia. El afán cultista de la versión aragonesa se extiendepor igual a todos los niveles lingüísticos, empezando por el léxico.Así puede apreciarse en el siguiente fragmento, donde encontramoslatinismos como present, terribles, terremotus, inundaciones, abun-dancia, etc.:

(1) Doncas, padre Sant Agustín, tú me mandaste que de todas lascosas de los tiempos passados que a present se pudiessen trobaren las istorias o en los fechos de cascún any o cualesquier quefuessen estadas —agora graves por batallas, o corruptas por enfer-medades, o por fambre tristes, o terribles por los movimientos eterremotus de las tierras, o non acostumbradas por inundacionese abundancia de aguas, o temerosas e espantables por corrompi-miento de fuegos o por colpes e percudimientos de los ríos, o crue-les por plagas e feridas de rayos o de piedras caídas del cielo, oencara miserables por pecados feos e tradimientos de patrias—,que yo ordenasse brevement un volumen textual en el cual lasexplanasse e declarasse contra la malvestad de aquellos qui favlancosas vanas e feas... (f. 10cd).

El objeto de las presentes notas es estudiar únicamente un aspec-to de la utilización del latinismo en la traducción aragonesa: su mani-festación en la sintaxis. En paralelo con el concepto de «latinismo

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léxico», ha de tomarse por «latinismo sintáctico» toda construccióno rasgo sintáctico cuya presencia en la lengua no obedezca a heren-cia patrimonial —lo que supone que ha habido continuidad en suempleo del latín al romance— sino a introducción culta, por asimila-ción de características del latín escrito. La verdadera dificultad quedebe resolver un estudio sobre los latinismos sintácticos es precisa-mente la de demostrar la naturaleza patrimonial o culta de cada usoen particular. El insuficiente grado de conocimiento de la sintaxis dela lengua antigua —situación lamentada por todos los que nos ocu-pamos de este ámbito de la Lingüística histórica— obstaculiza aúnmás en el momento presente una tarea como esta; y así, en las pági-nas que siguen habrán de quedar como provisionales las reflexionessobre el origen de muchos usos sintácticos.

Este trabajo, por el mismo tema que aborda, se inscribe dentrodel estudio del desarrollo de la lengua literaria y culta. Mi referenciaal citado nivel lingüístico descansa en dos supuestos. En primer lugar,entiendo que, aunque la «lengua general» y la «lengua literaria» cons-tituyen dos niveles diferentes de empleo de la «lengua», la comuni-cación y el intercambio entre una y otra es fluido, como puede obser-var con facilidad cualquiera que preste atención al desenvolvimientobásico de la actividad lingüística. El paso a la lengua general de unuso culto es un proceso habitual, lo que hace más complicado deter-minar cuál es el origen de una construcción dada. En segundo lugar,considero que la lengua literaria es una tradición forjada por genera-ciones sucesivas, en permanente equilibrio entre la tendencia a con-servar y la tendencia a innovar.

En el marco general del estudio de la evolución de la lengua lite-raria, ha de prestarse la atención adecuada al examen de los latinis-mos sintácticos. Es verdad que no faltan observaciones sobre el temaen trabajos consagrados a autores u obras particulares1; sin embargo,no se ha desarrollado aún la necesaria investigación de conjunto. Estetrabajo es también parcial, pues examina una única obra, pero se haescrito en el entendimiento de que los resultados en él obtenidos solohallarán interpretación plena si se inscriben en una perspectiva másamplia que permita comparar la presencia del latinismo sintáctico enlas Historias y la que se registra en las otras obras de Heredia, en

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1. Citaré solo un ejemplo de este tipo de obras, incluido en la bibliografía a la que haré referen-cia: el trabajo de María Rosa Lida (1949).

autores catalanes del periodo o, fuera de la Corona de Aragón, enautores castellanos coetáneos o posteriores, ya sea del siglo XV, ya seadel periodo áureo. Si la lengua literaria es una tradición que se renue-va, es necesario precisar no solo qué latinismos sintácticos se intro-ducen en romance, sino cuándo se han introducido y si ha habido con-tinuidad en su empleo. A falta de indagaciones sólidas en esta línea,y con el fin de poner obtener datos sobre la pervivencia de un usosintáctico en la lengua, aduzco testimonios pertenecientes a la obracervantina, aun consciente de que este no es el mejor término de com-paración para un texto herediano. Más conveniente es sin duda con-frontar la prosa de las Historias con la de escritores catalanes de laépoca, tal como también haré en su lugar.

El carácter inédito de las Historias, si se exceptúa el insatisfac-torio texto publicado en la edición de conjunto de Nitti y Kasten(1997), me obligará a recordar sumariamente, en beneficio de la cla-ridad, algunas características de las Historias, atendiendo en especiala poner en claro la naturaleza del proceso de traducción de la obra (§1). A continuación consideraré los latinismos sintácticos de mayorrelevancia: el predominio de la subordinación compleja (§ 2); losrecursos básicos de la subordinación adverbial: la construcción abso-luta y el como con subjuntivo (§ 3); el uso del infinitivo por verbo enforma conjugada en la subordinada completiva (§ 4); la sobreabun-dancia de la pasiva (§ 5); el alejamiento del antecedente en las ora-ciones relativas (§ 6); el uso del participio de presente (§ 7); otros lati-nismos sintácticos (§ 8); análisis de un tipo de aposición culto (§ 9);el empleo del subjuntivo en las oraciones relativas, condicionales,interrogativas y exclamativas (§ 10); y el orden de palabras (§ 11).Por último, examinaré la estructuración retórica de la frase, en con-sonancia con la del modelo latino traducido: los paralelismos, lassimetrías, los incisos y las enumeraciones (§ 12). Las conclusionespueden hallarse en el § 13.

1. EL PROCESO DE TRADUCCIÓN

El ms. V-27 del Colegio del Patriarca (al que llamamos V) con-tiene la traducción, realizada por el scriptorium herediano, de las His-toriae aduersus paganos, de Paulo Orosio, una historia universal escri-ta con intención argumentativa y polémica. Son ya varios los años quellevo consagrados a la edición de esta traducción aragonesa, en com-

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pañía del profesor Ignacio García Pinilla (Orosio, 2007); los conoci-mientos adquiridos en esa labor me permiten ahora esbozar los pre-sentes comentarios. El traductor de V vierte directamente desde el latín—afirmación que enseguida precisaré—. El de V representa, como sesabe, el segundo intento de traducción de la obra latina que se acometiódesde el taller del Gran Maestre, pues previamente se había conclui-do otra (ms. 10200 de la BNM, el llamado M); ahora bien, la traduc-ción de M se llevó a cabo a partir, no del texto latino, sino de la tra-ducción italiana del mismo realizada por el florentino Bono Giambonien las postrimerías del siglo XIII.

Aunque no podamos entrar a fondo en el asunto (resumimos aquíuna cuestión que abordaré con detalle en la edición emprendida), sehace necesario dar algunas indicaciones sobre el procedimiento detraducción seguido en V2. La traducción de V parte, en efecto, direc-tamente del latín, pero teniendo a la vista M. Da la impresión de queel traductor en cada oración va primero al latín, después a M y luegoensaya su propia solución, manteniendo literalmente parte del textode M, introduciendo modificaciones en él, o apartándose de él y ver-tiendo del mismo latín. Es lo que puede comprobarse comparando (2),la versión de V, con (3), la versión de M, con (4), la de Giamboni, ycon (5), el texto latino de Orosio. En esta ocasión V toma de M prác-ticamente sin introducir alteración alguna el comienzo de la primeraoración: «Como es verdat que, después de la fechura e començamientod’esti mundo, el hombre...». A continuación, donde M (traduciendo aG) resume el texto orosiano, V vierte sin intermediarios desde el latín;especialmente, V traduce en solitario desde el latín el final de la segun-da oración (si bien no muy airosamente):

(2) Versión de V:

Como es verdat que, después de la fechura e començamiento d’es-ti mundo, el hombre, el cual havía Dios fecho justo e sin man-ziella, tornándose malo por la licencia dada a él, se ensuzió depecado e se diusmetió a la muert —por do el humanal linage,depravado e corrupto por los deleites e luxurias, fuesse destroí-do—, de continent la justa punición consiguió a la justa licenciadada al hombre. Esto es, que la sentencia de Dios, criador e jut-ge, fue establecida e destinada al hombre pecador, e a la tierra porel hombre, la cual sentencia durasse por siempre en tanto cuantolos hombres morarían en la tierra e serían todos constrenyidos;

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2. Una primera aproximación a este problema puede hallarse en el trabajo de L. Passamonti(1990).

comoquier que a aquellos a los cuales la fiel Escriptura non con-sella nin amonesta cuando ellos niegan aquestas cosas, nós losenformamos e certificamos provándolas o, si las confiessan, lahora nós los toleramos; a los cuales, endurecidos en sus volunta-des, la lur enfermedat, que es testimonio a ellos, los crema den-tro de sus coraçones (f. 22bc).

(3) Versión de M:

Como es uerdat que despues de la fechura et començamiento delmundo el hombre, el qual auia dios fecho justo et sin macula, tor-nandose malo por la liçençia se ensuziasse de pecado en continentse siguio el justo punimiento por la sentençia de dios el criadoret juez del peccado duradero siempre quanto los hombres estaranen la tierra (f. 11v).

(4) Texto de Giamboni:

Con ciò sia cosa che, dipo’ la fattura e ornamento del modo, l’uomo,il quale iusto e sanza macola avea fatto Iddio, diventato reo, perla licenzia si macolasse di peccato, incontanente il iusto puni-mento si seguitò per sentenzia del creatore Iddio, e iudice del pec-cato, duratura sempre quanto gli uomini abiterauno la terra (cap.III, p. 28).

(5) Texto latino:

Cum post fabricam ornatumque mundi huius homo, quem rectumatque inmaculatum fecerat Deus, ac perinde humanum genus, libi-dinibus deprauatum peccatis obsorduisset, continuo iniustamlicentiam iusta punitio consecuta est. Sententiam creatoris Dei etiudicis peccanti homini ac terrae propter hominem destinatamsemperque dum homines terram habitauerint duraturam, omnesinuiti licet aut probamus negando aut confitendo toleramus, obs-tinatisque mentibus testis sibi infirmitas sua inurit, quibus fide-lis scriptura non suaserit (I, 3, 1-2).

Por otra parte, por lo que afecta al dominio oracional, como pue-de comprobarse en (2) arriba, la de V es una traducción palabra porpalabra; no hay vocablo latino que quede sin traducción. En esteaspecto se aleja V de Giamboni (y por tanto, de M), que hace una tra-ducción más libre y no duda a menudo en resumir el contenido de laoración latina. Por lo que se refiere al texto, la obra latina intercalaen la narración historiográfica frecuentes pasajes retóricos: los pró-logos —el general de la obra y los correspondientes a los siete librosque la integran— y numerosos comentarios que interrumpen el rela-to. V ofrece la traducción del texto latino íntegro, en lo que se lo dis-tingue de Giamboni (y de M), que acostumbra a eliminar todas lasexpansiones retóricas de Paulo Orosio que queden fuera de la narra-

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ción histórica. En todas ellas, los pasajes más difíciles desde el pun-to de vista de la traducción, V trabaja por lo común directamente des-de el latín, sin el auxilio de M.

Habría que añadir que el traductor aragonés de V tampoco reali-za adiciones al texto latino, excepción hecha de puntuales glosas a tér-minos que podían resultar oscuros a los lectores de aquella época; enestos casos, la glosa parece ser responsabilidad de V, pues suele fal-tar en el texto crítico latino y en M. El comentario añadido por nues-tro traductor va entre paréntesis en los ejemplos de (6) y (7):

(6) Después que ya fue fecha la paz con los partos e las Puertas deJano (esto es, del tiempo passado e del venidero) fueron cerradase todas las guerras cessaron por todo el mundo... (f. 12a).

(7) Después d’estas cosas, Claudio cónsul mató XXX mill de los ges-sados (los cuales, segunt que desuso es dicho, eran gálicos mer-cenarios) (f. 119b).

Si consideramos el seguimiento estricto que hace el traductor ara-gonés del texto latino, no sorprenderá que igualmente haya intentadoseguir a su modelo en la vertiente lingüística y estilística. Se podráaducir en contra del interés de analizar los latinismos en las Histo-rias que, en una traducción, es normal que trasciendan rasgos lin-güísticos de la lengua origen y que, por tanto, nada tiene de particu-lar que así haya sucedido en nuestro texto. Y efectivamente laobservación general es válida; pero el importante acercamiento al latínde la sintaxis de las Historias supera con creces al que esperaríamoscomo consecuencia de la inercia del proceso de traducción. No cabeatribuirlo a impericia por parte del traductor, ya que este se revelacapaz de llevar a buen término su labor; tampoco a despreocupaciónde este por lo que atañe al estilo, aspecto al que se muestra atento.Más bien revela una voluntad clara de aproximar el romance al latín.Esta voluntad, que alienta ya en el texto de Giamboni, y por tanto enM —como puede comprobarse en las citas de (3) y (4) arriba—, es lle-vada por V a consecuencias más extremas. Por lo demás, aunque loslatinismos sintácticos se debieran solo o primordialmente al carácterde traducción de la obra, esta circunstancia no resta interés a su estu-dio, pues sin duda la traducción es una vía natural para la introduc-ción de usos lingüísticos foráneos en la lengua.

ÁNGELES ROMERO CAMBRÓN

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2. EL PREDOMINIO DE UNA SUBORDINACIÓN COMPLEJA

Pasemos ya a analizar los rasgos sintácticos del latín que adoptala traducción aragonesa de las Historias. El primero que debe seña-larse, como más característico, es el predominio de la subordinación,de una subordinación además muy compleja. No es que pueda decir-se que el empleo de una subordinación tan elaborada sea indicio, ensí mismo, de sintaxis latinizante; ahora bien, en cualquier caso, ennuestra traducción el predominio de la subordinación se debe ainfluencia de la sintaxis del texto latino vertido. Véase, a manera deejemplo, la oración siguiente, donde todos los verbos son subordina-dos, salvo «destruyeron e anularon» (en cursiva, los verbos subordi-nados):

(8) Empero, non obstant aquestas cosas, aquellos muit sabios hom-bres de Athenas sobre todos los otros, seyendo enformados e cono-ciendo bien, por los males que havían passados, cómo por la con-cordia las cosas muit chicas se acrecientan e por la discordia lasgrandes se amenguan e perecen, e semblantment, veyendo que lascosas assí buenas como malas, las cuales los hombres fazen emuestran de fuera, todas han nacimiento e son arraigadas dentrode los coraçones; por tanto, ellos lo primero que fizieron en suscasas fue esto: que rayeron e quitaron de sí los odios e las mal-querencias que tenían dentro de los coraçones arraigadas los unosenta los otros, segunt que por los fechos extrínsecos havíandemostrado, e destruyeron e anularon las batallas que havían defuera (f. 98bc).

Oraciones de la complejidad de (8) son muy corrientes en la tra-ducción aragonesa, especialmente en prólogos, comentarios y argu-mentaciones retóricas.

3. PROCEDIMIENTOS BÁSICOS EN LA SUBORDINACIÓN ADVERBIAL: LA

CONSTRUCCIÓN ABSOLUTA Y EL COMO CON SUBJUNTIVO

En la sintaxis de la subordinación, el traductor aragonés ha asi-milado dos construcciones características de la lengua latina: nos refe-rimos a la construcción absoluta y al como con subjuntivo.

Con respecto a la primera estructura citada, carecemos aún deuna investigación específica que aclare si tuvo o no pervivencia patri-monial y, en definitiva, que dé cuenta de su historia en romance.Meyer-Lübke (1890-1906: III, §§ 46, 422) creía que las construccio-

LATINISMOS SINTÁCTICOS EN LA LENGUA HEREDIANA

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nes absolutas del romance continuaban las del latín, aunque no dejóde expresar algunas reservas sobre ese particular. Por su parte, Lyer(1931) reúne argumentos para defender la opinión contraria: las cons-trucciones absolutas del romance constituyen un desarrollo indepen-diente del «ablativo absoluto» latino. Desde su punto de vista, estashabrían tomado como punto de partida un «accusatif qualitatis prédi-catif». Es lo que ocurre en este ejemplo del francés antiguo, dondedroite es predicativo y lanche droite tiene valor adverbial:

(9) Érec chevauche lanche droite (Érec, v. 747).

El adjetivo droite de (9) podía perfectamente ser sustituido porun participio, como abiertos en (10):

(10) Recibiolo el Çid, abiertos amos los braços (CMC, v. 203).

Väänänen (1967: § 384) insiste precisamente en poner de relie-ve los antecedentes latinos de la construcción románica representadaen (9) y (10) y aduce un testimonio del siglo VII:

(11) Sed ille frater, manus suas ad latum suum extensas, oculos clu-sos, coepit semivivus iacere.

A favor de que la construcción absoluta tenga carácter patrimo-nial está el hecho de que se documenta en la poesía épica medievalde la mayoría de las lenguas romances, como es el caso del castella-no, en (10) y en (12) abajo:

(12) La oración fecha, luego cavalgaua (CMC, 54).

Sin embargo, dos argumentos llevarían a pensar que no ha habi-do continuidad desde el latín en la estructura que nos ocupa. En pri-mer lugar, la construcción absoluta es desconocida en la poesía épi-ca del rumano (Meyer-Lübke, 1890-1906: III, § 422; Lyer, 1931: 421).En segundo lugar, si la construcción absoluta fuera patrimonial debe-ría ser corriente en el coloquio. Narbona (1996: 462) afirma que «noparece muy arriesgado sostener que nunca ha debido de ser usual enla conversación ordinaria»; P. Tekavcic (1972: § 1178) y Anne Helt-tula (1987: 113) la tienen por una construcción de una naturaleza pura-mente literaria. No obstante, el propio Narbona ofrece algunos ejem-plos de empleo de construcciones absolutas en el coloquio:

(13) Tendido todo el día en el sofá, no creo que te salga trabajo.

Para nuestro propósito, no es esencial determinar el origen popu-lar o culto de la construcción absoluta en romance. Sí es preciso aten-

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der en todo caso a su desenvolvimiento histórico: Meyer-Lübke (ibi-dem, § 422) observa que la construcción absoluta era rara en francése italiano antiguos y solo se desarrolla ilimitadamente en épocamoderna; en el Renacimiento, bajo el influjo del latín, los escritoresfranceses e italianos hicieron un uso abundante de una construcciónque no era desconocida aunque sí rara en sus propias lenguas.

Por su parte, la construcción de como y subjuntivo se interpre-ta mayoritariamente como un calco del «cum histórico» del latín(Cuervo, 1893: s.v. como; Real Academia de la Lengua, 1973: 549),aunque algún autor como Keniston (1937: § 29.71), considerando laamplia difusión del giro en el siglo XVI, rechaza este punto de vis-ta. En efecto, su uso en romance fue, al parecer, en aumento3. Tan-to, pues, en el caso de la construcción absoluta como en el del «cumhistórico», de nuevo lo singular no es que nuestro traductor empleeestas construcciones, sino la profusión con que las emplea, y estaprofusión sí debe imputarse a deseo de asimilación a la sintaxis la-tina.

Veamos un ejemplo de construcción absoluta (a partir de ahora,destaco en cursiva la secuencia objeto de la ejemplificación):

(14) Perquirió e cercó Roma la amplura o largueza del su regnado conlos sus matamientos que fizo, e después, convertida en su mor-taldat e tallamiento, cada una de las gentes, ado las subjugó edomó, allí las vengó de sí mesma. Esto es, en Asia e en Europa een África, non digo en estas tres partes del mundo, mas en todoslos rencones e cantones d’ellas, parió e sembró los gladiatores omatadores ya de suso dichos que d’ella ixieron, e reposados eapaziguados sus enemigos, dioles miradero de do reguardassen lamiserable vengança (f. 119c).

He aquí un ejemplo de como con subjuntivo:

(15) En la cual batalla, como los romanos fuessen mucho apremiadose constrenyidos por la grant impetuosidad e fuerça de los galos,Decio cónsul fue muerto (f. 91c).

Muchos otros latinismos sintácticos no alcanzan en la traducciónla importancia y frecuencia de los hasta ahora citados, pero, sumadosy en conjunto, contribuyen a consolidar su fisonomía latinizante. Sin

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3. Atendiendo al castellano, Ridruejo (1981: 316) solo encuentra tres ejemplos en la Crónica gene-ral de como con subjuntivo, todos traducción de la citada construcción latina. Sin embargo, para el sigloXV, Arroyo Vega (2002) documenta su uso abundante en el castellano de la cancillería de la Corona deAragón.

pretender agotar la nómina de todos los que hallan acogida en la tra-ducción aragonesa, señalo a continuación los más relevantes.

4. USO DEL INFINITIVO EN LA COMPLETIVA DONDE EL ROMANCE EM-PLEA EL VERBO CONJUGADO

El latín usaba la completiva en infinitivo con ciertos verbos, comolos declarativos y de creencia (dico, credo). Este empleo se sigue connormalidad en nuestra traducción:

(16) Onde yo encara agora, por el contrario, podría contar semblan-tes fechos e cosas haver esdevenido en los nuestros tiempos enCostantinoble, senyora e príncipe de las gentes (f. 73cd).

En la lengua actual se diría, con verbo en forma personal: ‘podríacontar que han sucedido hechos y cosas similares’. Sin haber hechouna búsqueda sistemática, encuentro un uso frecuente de infinitivopor verbo conjugado en Cervantes:

(17) Y acabó de confirmar ser verdad lo que la doncella decía llegarlos corchetes con su hermano preso (Quijote, II, XLIX).

A la vista de pasajes como el de (17), creo que no habría que des-cartar el carácter patrimonial de este infinitivo, aunque para llegar aconclusiones válidas sería necesario realizar un estudio histórico queconsiderara separadamente los diferentes verbos rectores y contextossintácticos posibles. De hecho, en contra de esta impresión, Bourciez(1946: § 315) sostiene que, en francés, para verbos del tipo de deciry creer, la presencia del infinitivo en este contexto se da solo por imi-tación del latín.

5. LA SOBREABUNDANCIA DE LA PASIVA

No cabe duda de que, en términos de frecuencia absoluta y dedistribución en los diferentes contextos sintácticos, la lengua antiguaempleaba más la pasiva perifrástica con ser que la lengua actual; eseste un hecho señalado ya por Hanssen (1913: § 595). Aunque sea esoasí, lo cierto es que la abundante presencia de la pasiva con ser en lasHistorias debe atribuirse a influencia latina. En dos vertientes semanifiesta esta influencia. De un lado, la pasiva con ser se emplea,

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en detrimento de la pasiva refleja y del se impersonal, para expresarla «impersonalidad», esto es, aquellos casos donde el agente, tácito,de la acción significada por el verbo es lo que se denomina la «per-sona general»: «la generalidad, la gente». Tenemos, por ejemplo, «esvisto» en lugar de «se ve»: esto es, ‘vemos’ ‘la gente ve’. La pasivapara la expresión de «persona general» la encontramos en los distin-tos ejemplos de (18) abajo («son tenidas», i. e., ‘se tienen’, dicho másllanamente, en la lengua actual; etc.):

(18) ... Porque las cosas passadas atanto son tenidas por más agrada-bles e graciosas en las paravlas cuanto más graves e fuertes sonrecontadas en los fechos; e las cosas que son por venir, mientreque más deseadas son por el enoyo e fastidio de aquellas que sonpresentes, siempre son creídas de los hombres que serán milloresque las presentes (f. 99a).

De otro lado, la pasiva adopta en la traducción aragonesa recur-sos sintácticos propios de la pasiva latina. En romance la pasiva nopuede llevar complemento directo; sin embargo, en el último ejem-plo de (18) arriba la pasiva está construida con complemento directooracional: las cosas que son por venir [...] siempre son creídas de loshombres que serán millores que las presentes.

Alguna vez se emplea la pasiva sin sujeto (la conocida en la gra-mática latina como «pasiva impersonal»; vid. Bassols de Climent,1992: §§ 279-280); aunque la siguiente oración más parece traducciónimperfecta:

(19) ¿O, porque Aquel aquesti poderío que le era dado del Padre pedri-cava, algunas vegadas fue esdevenido a la inteligencia e noticiade aquel Dios, conocido e ascondido, la cual ninguno non puedehaver nin alcançar, segunt que ya he dicho, sinon por Él mismo?(f. 175c).

Fue esdevenido traduce el latín peruentum est, pasiva imperso-nal; el sujeto no es Aquel. Habría que interpretar: ‘Porque Aquel pre-dicaba este poderío que el Padre le había dado, a veces se llegó alconocimiento de aquel Dios...’. En latín:

(20) An quia ille hanc potentiam a Patre sibi traditam praedicabatperuentum est aliquando ad intellegentiam illius noti et ignotiDei, quam adprehendere, ut dixi, nemo nisi per ipsum potest? (VI,1, 18).

Más corriente es que, de acuerdo con la sintaxis latina, el sujetodel verbo en pasiva, en construcción concertada o personal, lo sea

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también de un infinitivo subordinado. En (21) este infinitivo llevapreposición:

(21) ... Publio Cornelio Cipión, qui después fue dicho Africano, se ofre-ció de su propria voluntat de ir a seguir las armas en Espanya, maguerque por suert él fuesse ya deputado de ir en Macedonya (f. 131a).

Esto es, ‘se le había ordenado que fuera a Macedonia’. Este otroejemplo pertenece a una rúbrica:

(22) Aquí favla el actor cómo, entre muchas otras maravillas, fue vis-ta la tierra manar sangre e el cielo pluvir leche (f. 104d).

Lo significativo es que, en el texto que sigue inmediatamente ala rúbrica citada, la idea se repite, pero ahora la construcción es noconcertada y lleva en la subordinada un verbo en forma personal:

(23) En el anyo de la edificación de la Ciudat CCCCLXXX, entre muchasotras maravillas e senyales que la hora aparecieron, fue visto quede la tierra manasse sangre e del cielo cayese leche (f. 104d).

El latín en este caso permite interpretar tanto que hay una cons-trucción concertada como no concertada:

(24) Sanguis e terra, lac uisum est manare de caelo (IV, 5, 1).

En el Quijote encuentro un único caso de la construcción con-certada con infinitivo a la que hacía referencia:

(25) Subieron, en esto, al teatro, con mucho acompañamiento, dos prin-cipales personajes, que luego fueron conocidos de don Quijote serel duque y la duquesa (Quijote, II, LXVIII).

Existe un uso concreto de la pasiva que resulta chocante por tra-tarse de una traducción demasiado arrimada al latín: uidetur ‘parecer’es regularmente vertido como «es visto»:

(26) Aquestos dioses, los cuales dizen que son tan grandes que, seyen-do favorables e propicios, seyan vistos haver ensalçado e acre-centado la República de los romanos e, seyéndole adversos e con-trarios, la hayan atormentado e fatigado... (f. 175cd).

(27) ... Que nós seamos vistos haver dicho en aquel lugar que fue iracelestial (f. 105d).

Es decir, ‘que nosotros parezcamos’, o mejor, ‘que parezca quenosotros’. La traducción aragonesa emplea alguna vez con es visto elllamado «dativo de punto de vista»:

(28) Certas, a mí parece que esti atal en ninguna manera non serié de

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reprender, por esto que havrié favlado segunt que comunamentacostumbran los hombres de dezir en tal punto o segunt que a élpropriament era visto (f. 99cd).

6. ALEJAMIENTO DE ANTECEDENTE Y PRONOMBRE RELATIVO

El pronombre relativo puede hallarse muy alejado de su antece-dente. En (29), «aquesti» es el antecedente de «el cual» («diuso delcual»), en la línea siguiente:

(29) Pues que assí es, quien sanament a esta cosa parasse mientes,¡cómo se maravillaría de la mesquina condición del hombre edolerse hía, considerando los mudamientos e trastornamientos delas cosas, o mayorment favlando e pesando la cosa perfectamentpor aquesta variedat especialment: dezir agora aquesti seyer con-tento de una muit chica e vil escafa en que se metiesse e se ascon-diesse, diuso del cual todo el mar se havía ascondido antes... (f.53a).

Este será un rasgo que va a hallar cierta continuidad en la lengualiteraria posterior, como testimonia el conocido verso de San Juan dela Cruz o esta otra cita cervantina:

(30) El ganado perdí que antes seguía (Cántico espiritual, v. 17e).

(31) Aquellos parecen grandes y ilustres que lo [el linaje] muestran enla virtud (Quijote, II, VI).

Por influjo del latín, es corriente el uso del relativo «el cual» —aun-que solo de este relativo, el único tónico— tras pausa oracional:

(32) E por ende certas ella [la mujer de Antonio] començó a seyersoberviosa contra aquellos onde la sobervia traía. Por esto que,César tornado cerca Brándiz, ella s’en fue a él e lo acometió coninjurias e con traiciones e con celadas. Del cual seyendo abando-nada e echada, ella s’en fue en Grecia a Antonio (f. 201b).

También este empleo perdurará en la lengua literaria del Siglo deOro; en Cervantes es regular:

(33) Y dice más Cide Hamete: que tiene para sí ser tan locos los bur-ladores como los burlados, y que no estaban los duques dos dedosde parecer tontos, pues tanto ahínco ponían en burlarse de dostontos. Los cuales, el uno durmiendo a sueño suelto, y el otrovelando a pensamientos desatados, les tomó el día y la gana delevantarse (Quijote, II, LXX).

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7. EL PARTICIPIO DE PRESENTE

El participio de presente se emplea fundamentalmente con carác-ter adjetivo, como en: «florient memorial e sumario» (f. 1b), «un cava-llero de los reales muit blanco e resplandecient» (f. 46d), «sol sallient»(f. 54a), «muit fermoso e plazient de mirar» (f. 46d). Los usos comosustantivo son raros; puede hallarse un caso al final de la siguientecita:

(34) E aquellas bozes que davan engendravan de sí una semblança oimagen dolorosa e quebrantada de boz de respondient (f. 66d).

También se usa como verbo, aunque en esta función se prefiereel gerundio. Con tal valor se emplea especialmente en la expresión,muy repetida, «estantes cónsules»:

(35) En el anyo CCCCIX de la edificación de la Ciudat, estantes cón-sules Manlio Torcuato e Decio Múrico, los romanos dieron bata-lla a los latinos (f. 77bc).

(36) Encara se trobarán agora muit muchos qui jutgarán que los pre-sentes tiempos son de loar porque muchas cosas vincieron e sub-jugaron, reputantes las miserias e tribulaciones de los otros bie-naventurança suya (f. 90d).

(37) E Luculo, reguardante la mortaldat agena, sin ningunt cavalleroseyer ensangrentado, huvo nueva generación de victoria (f. 178d).

(38) Alixandre domó e apremió por XII anyos con fierro todo el mun-do, tremolant diuso d’él (f. 93d).

8. OTROS LATINISMOS SINTÁCTICOS

No es del todo extraño que el traductor siga excesivamente decerca la sintaxis latina. Así sucede, por ejemplo, cuando como normatraslada el superlativo latino relativo en -issimus calcando el giro dela lengua modelo:

(39) Aquellos muit sabios hombres de Athenas sobre todos los otros(f. 64b).

En latín:

(40) Sapientissimi omnium Athenienses (II, 17, 17).

Más acorde con los usos del romance hubiera sido traducir ‘los

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atenienses, los más sabios de todos’, o incluso, ‘los atenienses, mássabios que todos’ («más sabios que ninguno» en la lengua actual).

Es posible encontrar más ilustraciones de acomodo a los usoslatinos en el uso de la conjunción «e». Ocasionalmente se trasladacon «e... e» la correlación latina et... et:

(41) Sertorio, varón e por enganyo e por esfuerço muit poderoso (f.169a).

(42) Toda la provincia e devastó e destruyó por fuego e por fierro (f.177a).

(43) E segunt que, del començamiento, e pecar los hombres e seyerpunidos por los pecados yo non he callado, bien assí agora, sem-blantment, yo contaré qué persecuciones de los cristianos fueronfechas (f. 210a).

Un solo caso puedo aducir de «e» con el valor de ‘incluso’, posi-ble en el latín et. Tal vez ese valor pueda verse en (44), si entende-mos aquí ‘incluso Escipión’:

(44) Pues que assí es, como el Senado de Roma huviesse ordenado dedestruir e desfazer la ciudat de Cartagen, los cónsules s’en fue-ron en África, e Cipión, qui la hora era tribuno de los cavalleros;e tuvieron sus castras cerca de Anthica del mayor mar africano (f.132b).

(45) Igitur cum senatus delendam Carthaginem censuisset, profecti inAfricam consules et Scipio tunc tribunus militum prope Vticammaioris Africani castra tenuerunt (IV, 22, 1).

Me ocuparé ahora de un tipo determinado de aposición y del usodel subjuntivo en ciertas subordinadas. En una y otra cuestión es posi-ble aportar diferentes datos al debate sobre el carácter de su origenque le añaden interés, a pesar de que en muchos aspectos estos datosno sean concluyentes.

9. UN TIPO DE APOSICIÓN CULTO

Como es bien sabido, en la aposición un sustantivo complemen-ta a otro sustantivo por medio de la yuxtaposición, sin valerse de unapreposición que exprese este carácter dependiente. Hallamos en lasHistorias aragonesas un tipo de construcción apositiva, empleado conprofusión, que debemos delimitar cuidadosamente de otros con losque pudiera confundirse. Es el que se utiliza cuando en el segundo

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miembro de la aposición figura un oficio o dignidad, como sucedecon «pretor» o «emperador» en (42) y (43):

(46) Sergio Galba pretor fue vencido de los lusitanos en muit grantbatalla (f. 131 b).

(47) Honorio emperador (f. 9c).

Adoptando el patrón «Sergio Galba pretor», el traductor arago-nés se acomoda a la sintaxis latina —este es el uso sistemático deOrosio—, tal como ya lo había hecho Giamboni:

(48) Sergius autem Galba praetor a Lusitanis magno proelio uictus est(IV, 21, 3).

(49) Sergio Galba pretore da’ Lusitani in gravissima battaglia fue vin-to (cap. XXII, p. 263).

En primer término, es preciso distinguir la construcción repre-sentada en «Sergio Galba pretor» de otra existente en la lengua medie-val y clásica, que Lapesa (2000: 123-136) ejemplifica con el sintag-ma de (50):

(50) Tarsiana la infante (Apolonio, v. 489a).

El principal argumento para considerar distintas ambas cons-trucciones es que en la primera, «Tarsiana la infante», el nombrecomún pospuesto («la infante») lleva siempre artículo, lo que no ocu-rre con «pretor» en «Sergio Galba pretor». Aquella es una construc-ción patrimonial, ampliamente arraigada, y esta es un cultismo. Laprimera, como cabría esperar, se emplea usualmente en las Historias(en este caso con posesivo):

(51) Encara semblantment passó a Citia con Alexandre su fillo (f. 82a).

Lamentablemente, la gramática del tipo «Tarsiana la infante» pre-senta aún muchas cuestiones no resueltas, como en parte reconoce elpropio Lapesa (2000: 136). La misma delimitación que propone elcitado autor del contexto general en que se emplea este esquema apo-sitivo adolece de imprecisa: según él, en el tipo «Tarsiana la infante»el nombre común «es un título o una indicación del estado social, yconstituye una especie de halo que envuelve a la mención de la per-sona mediante el nombre propio» (p. 131). Lo que es cierto es que elorden «Tarsiana la infante» alterna con «la infanta Tarsiana». Es lasituación que encontramos en las Historias:

(52) Su fillo Pélope (f. 31c).

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La doble posibilidad aludida se documenta todavía en Cervantes:

(53) Tan lacayo Tosilos entré en la estacada como Tosilos lacayo salídella (Quijote, II, LXVI).

Esta alternancia entre la posposición y anteposición del nombrecomún no se da en otros tipos de aposición en apariencia próximos:por ejemplo, en «Pedro el Ermitaño», donde el segundo miembro tie-ne carácter especificativo, no tenemos un concurrente «el ermitañoPedro».

La aposición culta de (46) y (47) arriba, el esquema objeto deeste párrafo, debió tener cierta presencia en la lengua, dentro delámbito clerical, pues aún hoy persisten acuñaciones como «San PedroApóstol», en lugar de «el apóstol San Pedro». En las Historias noestán ausentes los ejemplos de semejante naturaleza:

(54) San Estevan mártir (f. 9b).

10. EMPLEO DEL MODO SUBJUNTIVO EN LA SUBORDINACIÓN

El uso del modo en los diferentes tipos de oraciones subordina-das plantea todavía algunas preguntas no enteramente contestadas porlos gramáticos, al menos en lo que a su vertiente histórica se refiere.Por esta razón, las conclusiones que esboce en este apartado no podránser todo lo seguras que sería de desear.

En las relativas, el latín empleaba el subjuntivo si estas teníandeterminados matices circunstanciales, como el final, el condicional,el causal, el concesivo (Bassols de Climent, 1992: §§ 237-239; Ernouty Thomas, 1972: §§ 333 y sigs.). En las Historias es latinismo segu-ro el uso esporádico de este modo en tal tipo de relativas. En (55) elmatiz de la relativa es final:

(55) Mas Hannón veyéndose escarnido d’esti consello, él aparelló porotra art de fazer aquel mal, e comovió e induxo los siervos conlos cuales súbitament acometiesse e opprimiesse la ciudat, impro-visa de aquella cosa (ff. 107d-108a).

En el modelo latino:

(56) Hoc consilio elusus Hanno alio machinamento facinus adgrediparat: seruitia concitat, quibus repente incautam urbem oppri-meret (IV, 6, 17).

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Hoy diríamos algo así: ‘Atrajo a los esclavos para con ellos opri-mir la ciudad’. En (57) tenemos un segundo ejemplo de este tipo desubjuntivo en las relativas, también de matiz final:

(57) Exercitados e augmentados son por todas las partidas del mundolos poderíos de los duques e de los senyores e las fuerças de laslegiones, las cuales, corriendo unas contra otras, venciessen condapnage de aquella part por cuyo periglo fuessen vencidas (f.192).

Consideremos ahora otra clase de subordinada, las condicionalespotenciales. Estas llevaban en latín presente o perfecto de subjuntivoen prótasis y apódosis: si sciat, succenseat (Bassols de Climent, 1992:§ 256). El aragonés ha conservado por vía patrimonial, el presente (yel antepresente) de subjuntivo en la prótasis, tal como atestigua demodo claro la documentación medieval; en este punto contrasta consu dialecto vecino, el castellano, que se sirve del futuro de subjunti-vo. Los datos que podemos extraer de las Historias contra los paga-nos no hacen sino corroborar el carácter patrimonial del presente desubjuntivo en la prótasis, pues este tiempo se emplea aun cuando nohaya subjuntivo en el texto latino traducido:

(58) ¡O, qué desvergonyada cosa e confusa es si en aquesti lugar lostiempos han menester de comparación dubdosa e escura! E sidigan que sí, o que aquí se deve fazer mayorment comparaciónque en otra part, diziendo cuál cosa es tant apta como compararlas guerras ciudadanas, o si por ventura sea dicho d’ellos que nonfueron guerras ciudadanas en aquestos presentes tiempos; la horanós les responderemos que certas más justament las dichas gue-rras deven ser clamadas e nombradas de amigos e companyones,que non de ciudadanos, mas empero que a nós aprovechará siseyan nombradas ciudadanas (f. 167ab).

En (58) arriba solo el último subjuntivo de «si seyan nombradas»es traducción de un presente de subjuntivo en la obra de Orosio, noasí el de «si digan» y el de «si por ventura sea dicho»:

(59) Pro pudor! num quidnam et hic conparatione ambigua egent tem-pora? immo uel maxime, inquiunt: nam quid tam apte quam bellisciuilibus bella ciuilia conparantur? an forte dicetur, etiam in histemporibus bella ciuilia non fuisse? Quibus a nobis respondebi-tur iustius quidem socialia uocari oportere, sed nobis proficeresi ciuilia nominentur (V, 19, 22).

Este otro ejemplo con antepresente tampoco halla paralelo en ellatín vertido:

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(60) E si yo lo haya fecho drechament o non, tú está por judicio (f.9d).

Con respecto a las interrogativas indirectas, el latín clásico uti-lizaba casi siempre el subjuntivo, aunque en el postclásico se impo-ne el indicativo (Bassols, 1992: §§ 171-173); es este empleo del indi-cativo el que perdurará en romance. En (61) encontramos subjuntivoen el texto aragonés y en el de Orosio:

(61) E yo mostraré breument cómo e en qué manera aquesta tan grantfatiga e treballo hayan costrenyido e oppremido los coraçones elos cuerpos de todos los pueblos por toda Grecia, pues que ellatan liugerament aduxo los muit fieros e fuertes coraçones a con-sentir e recebir la ociosidat e folgança que non era conocida ninacostumbrada d’ellos (f. 69a).

(62) Vnde autem tanta fatigatio omnium per totam Graeciam populo-rum corda corporaque oppresserit quae efferos animos ignotoadquiescere otio tam facile persuasit, quam breuissime ostendam(III, 1, 4).

Se trata en esta ocasión de un uso meramente mimético del tra-ductor. Un caso diferente es el que tenemos en (63), donde apareceel subjuntivo en aragonés pero no en el latín de Orosio, que utilizaotro giro distinto:

(63) Porque el treballo e fatigación de las guerras por las cuales aque-llos fueron quebrantados e atormentados, nós non lo conocemosnin sabemos qué cosa seya (f. 136a).

(64) Inquietudo enim bellorum, qua illi attriti sunt, nobis ignota est.(V, 1, 8).

Esa circunstancia lleva a pensar que el uso del subjuntivo es patri-monial, y efectivamente es así. Nos hallamos ante un ejemplo de sub-juntivo en interrogativas dubitativas, dependientes de predicadoscomo «saber» y «no saber» y similares. El Esbozo (1973: § 3.19.8.f.)se encarga de señalar que, en ese tipo de interrogativas, el subjunti-vo puede aparecer de forma opcional junto con el indicativo, y ates-tigua el uso, hoy en día de regusto ciertamente arcaizante, con variospasajes, dos de ellos cervantinos:

(65) Nosotros no conocemos quién sea esa buena señora (Quijote, I,IV).

Acaso convenga añadir que no se debe identificar este «subjun-tivo dubitativo» del romance con el «subjuntivo deliberativo», en inte-

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rrogativa directa e indirecta, que conoció la lengua clásica. El latínemplea el subjuntivo cuando el hablante muestra indecisión sobre quéacción o conducta adoptar (Ernout y Thomas, 1951: § 259), como enquid igitur faciam? (‘¿qué haré entonces? ¿qué hacer entonces?’). El«subjuntivo deliberativo» no ha sido imitado en la prosa de las His-torias.

El subjuntivo aparece usado igualmente en las oraciones excla-mativas indirectas. Los datos que pueden obtenerse en el examen dela traducción aragonesa inclinan a pensar que se trata en esta ocasiónde un préstamo cultista, pero sería preciso un estudio sintáctico deámbito más general que confirmara este juicio. Subjuntivo en la excla-mación tenemos en (66):

(66) Empero, cuando yo algunas vegadas me recuerdo e favlo de mímesmo, cómo yo primerament vide a los bárbaros, que jamás nonhavía conocidos, cómo yo me haya apartado de los soberviosos,cómo yo haya falagado e lausenjado a los senyores, cómo yo hayapregado e supplicado a los infieles, cómo yo me haya escondidoe fuido de aquellos que me tenían echado aguaites e celadas e,finalment, cómo de aquellos qui me perseguían en la mar e en laspenyas o rocas, buscándome con lanças e dardos e teniéndome yaencara cuasi en las manos, yo haya escapado por una niebla quesúbitament me circundó en torno, por do, ellos non vidiendo, fuíde lures manos... (f. 90b).

El pasaje latino traducido es este:

(67) Si quando de me ipso refero ut ignotos primum barbaros uiderim,ut infestos declinauerim, ut dominantibus eblanditus sim, ut infi-deles praecauerim, ut insidiantes subterfugerim, postremo ut per-sequentes in mari ac saxis spiculisque adpetentes, manibus etiampaene iam adprehendentes repentina nebula circumfusus euaserim,cunctos audientes me in lacrimas commoueri uelim... (III, 20, 6).

Contra la interpretación de que el subjuntivo en este contexto searomance está el hecho de que el primer verbo de la serie en (66) arri-ba, «vide», esté en indicativo, en contraste con «haya apartado»,«haya falagado», etc. Es lo mismo que sucede en el pasaje siguiente,donde asimismo aflora, en coordinación con los demás subjuntivos(«se veya», «esté»...), el indicativo «yaze»:

(68) Querría yo agora que davant los ollos fuesse demostrada aquelladesfecha e desangrada Galia después de aquellas muy ardientesfiebres e cremantes escalfamientos que dentro de sí sostuvo, por-que, veyendo aquellos millores arroyos de vida que agora por ellacorren, se conosca en cuántas azes de batalla se veya agora e de

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cuántas maleutías esté amarilla e cuánto yaze ya dexada e apar-tada de todas aquellas cosas, e cuánto ella tema4 semblantmentencara los movimientos de su necessario officio e estamiento pormiedo de non revocar e dar occasión a los malos que non querrándentro d’ella (f. 191d-192a).

(69) Constitui nunc ante oculos uelim exsanguem defectamqueGalliam, post illas ardentissimas febres internosque aestus uita-lium meliora torrentes ut sese habeat, quanta macie quantoquepallore sit, quam dimissa ac resoluta iaceat, quam ipsos quoquenecessarii officii motus, ne eundem incursum malorum reuocent,pertimescat (VI, 12, 2).

11. EL ORDEN DE PALABRAS

Contrariamente a lo que ocurre en otros aspectos, es más bienescaso el interés de nuestro traductor por aproximarse a la sintaxislatina en el terreno del orden de palabras. La colocación del verbo alfinal es una de las características más sobresalientes del estilo latini-zante en la prosa castellana del XV y de los siglos siguientes. Puesbien, aunque aquí y allá aparezcan casos de verbo en posición final,este no es el orden habitual en las Historias. La traducción aragone-sa contiene oraciones de impecable factura latina por lo que al ordende palabras se refiere, pero no son la norma:

(70) Gayo Gabino legado en el combat de las castras de los enemigosfue muerto (f. 160c).

En este caso el seguimiento del orden del latín es completo:

(71) C. Gabinius legatus in expugnatione hostilium castrorum inter-fectus est (V, 18, 25).

En ocasiones el verbo aparece colocado al final porque se hanantepuesto los circunstanciales, debido a razones semánticas; esto es,no podemos hablar en estos casos de un orden «neutro». En el siguien-te ejemplo estos preceden temporal o lógicamente al verbo:

(72) El cual [Pirro], después de muit muchas e graves batallas que fizoen Grecia a Argos, ciudat muit florient de Acaya, enganyado concobdicia e deseo de haver el regno de Espartia, ferido de una pie-dra, murió (f. 103c).

LATINISMOS SINTÁCTICOS EN LA LENGUA HEREDIANA

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4. En el ms., «tenia»; pero hay que corregir en «tema» de acuerdo con el lat. pertimescat.

Lo que sí se aprecia, quizá como una fórmula de compromisoentre el orden latino y el romance, es la tendencia a anteponer loscomplementos circunstanciales, aun cuando estos no estén destacadosdesde el punto de vista semántico, sin desplazar el verbo al final. En(73) el verbo «perdió» no aparece en última posición, pues le sigueel complemento directo «la huest»:

(73) Después d’estas cosas, Amílcar, rei de los cartageneses, faziendoguerra en Sicilia, subtosament por terrible pestilencia perdió lahuest (f. 107b).

Esta tendencia se acentúa con el participio en construcción abso-luta:

(74) Aquesti, después de la muert de Alixandre tornado en Cartagen,los cartagineses, non tan solament por el desagradecible coraçónque tenían, mas encara por cruel invidia que d’él huvieron, lomataron (f. 108b).

En cuanto a la colocación del adjetivo, su anteposición al sus-tantivo, fuera de los casos donde así lo determina la gramática roman-ce, es esporádica:

(75) Ellos fueron vencidos liugerament d’ellos en una naval batalla(f. 39a).

(76) Pues que del todo fue destruida la real dignidat (f. 44d).

En el primer prólogo de las Historias, de aproximadamente dosfolios, solo hemos registrado un par de casos de anticipación latini-zante:

(77) Assí como de mirall e miradero de la ecclesiástica claridat (f. 11a).

(78) Assí como despertado por divinal proveimiento (f. 11d).

En cuanto a la práctica del hipérbaton, por imitación de la sinta-xis latina, se reduce a algún aspecto concreto. Así, registramos conrelativa frecuencia la anticipación de algún complemento de la subor-dinada a la conjunción subordinante:

(79) ... Él mandó a uno de los marineros subir en el mástel de la navee de allí reguardar enta a qué región o partida iva a aportar; elcual marinero como huviesse respondido que la nave reguardavadrechament a un sepulcro rompido, la hora Anníbal haviendo enabominación e odio aquella cosa, mandó girar el curso de la naveenta ayuso... (f. 126cd).

Sin embargo, al traductor no le ha interesado introducir en su pro-

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sa ningún tipo de hipérbaton violento, como el que se produce, porejemplo, con la separación de adjetivo y sustantivo. Semejante arti-ficio sí es practicado por autores castellanos del siglo XV. Es el caso,en prosa, de Enrique de Villena en Los doze trabajos de Hércules:

(80) Las heroicas alcançaron virtudes (p. 10).

Y de Mena en su Laberinto, esta vez en verso:

(81) Divina me puedes llamar Providencia (v. 23h).

12. EL ORNATO RETÓRICO

Tal como queda apuntado arriba, en el original latino Orosio nose propone tan solo escribir una historia universal: pretendía extraerde ella argumentos en su polémica contra los paganos. Estos argu-mentos ocuparán los prólogos —el general de la obra y los que abrencada uno de sus siete libros— y los continuos comentarios que inter-cala el autor en el relato de hechos históricos. Tales pasajes, de granimportancia en la obra, constituyen el campo ideal para el desarrollode todo tipo de recursos retóricos, en lo que María Rosa Lida (1949:419 y sigs.) llama, al abordar la prosa de Juan de Mena, «estilo de pro-pósito ornamental». Es precisamente esta parte de la obra la quesuprime Giamboni (y por tanto, M), atento solo a la narración histó-rica; nuestro traductor la vierte, reproduciendo el ornato retórico deloriginal latino.

Caracterizan el estilo de prólogos y comentarios en las Historiasla especial complejidad sintáctica de la oración, acentuada por la pre-sencia de frecuentes incisos, y el empleo abundante de paralelismos,simetrías y enumeraciones, además del abuso de interrogaciones yexclamaciones retóricas. Es lo que puede apreciarse en el siguientepasaje:

(82) Yo creo que ya no sea hombre en el mundo que non sepa bien queDios en aquesti mundo fizo el hombre e que, por los sus pecados,el mundo es redargüido e punido, e que Dios, por costrenyir ecomprimir la nuestra intemperancia e disolución, castiga e punea aquesta tierra en que nós bevimos dándole defecto de todas lasotras animalias e privándola de los sus frutos. E por ende, si crea-tura de Dios somos e por la su dispensación somos, ¿quién esaquel que más nos ama que aquel que nos fizo? ¿E quién es aquelque más ordenadament rige la cosa que aquel que la fizo e la ama?

LATINISMOS SINTÁCTICOS EN LA LENGUA HEREDIANA

AFA-LXI-LXII 79

¿E quién es aquel qui más sabia e más fuertment puede ordenar eregir las cosas que aquel que, antes que las fiziesse, las estudióprimerament e las pensó e, haviéndolas assí estudiadas e delibe-radas primerament que las fiziesse, después las acabó? Por la cualcosa, aquellos qui non han leído lo sienten e aquellos qui han leí-do lo reconoxen, que toda senyoría e poderío e toda ordenaciónviene de Dios. ¡Cuánto más los regnos, de los cuales todas lasotras senyorías e poderíos proceden e sallen! E pues si los regnosson diversos, ¡cuánto más justament deve seyer alguno grant reg-no al cual sea subjecta e diusmesa toda la senyoría de los otrosregnos, así como en el començamiento fue aquel de Babilonya eaprés el de Macedonya e encara el de África e a la çaguería el deRoma, el cual dura entro a los presentes tiempos! (f. 40cd).

Sin embargo, el recurso ornamental más característico de las His-torias aragonesas es la pareja sinonímica, empleada a cada paso.Como muestra de hasta qué punto el traductor prodiga su uso, puedeexaminarse el fragmento anterior de (82): en él aparecen las parejassinonímicas de «constrenyir e comprimir», «intemperancia e disolu-ción», «castiga e pune», «ordenar e regir», etc. La pareja sinoními-ca, como forma de verter un único vocablo del texto original, es unprocedimiento de traducción practicado habitualmente hasta el Siglode Oro (Lida, 1949: 416); se trata, por otra parte, de un recurso ente-ramente ajeno al estilo de Orosio.

13. CONCLUSIONES

El examen precedente nos ha permitido comprobar —a pesar deque en muchas casos no ha sido posible establecer con certeza si noshallábamos ante un uso culto— hasta qué punto es abrumadora la pre-sencia de latinismos sintácticos en las Historias aragonesas. En sin-taxis, como en los demás niveles lingüísticos, es manifiesto el deseopor parte del traductor de acomodar el romance al modelo latino.

Si atendemos a situar la lengua y estilo de nuestro texto en la his-toria de la lengua literaria, destacan determinados rasgos diferencia-les. Indudablemente, la aparición de algunos latinismos obedece enella de un modo mecánico a la propia labor de traducción; es lo quesucede cuando, tal como veíamos, el superlativo relativo latino sapien-tissimi omnium Athenienses se vierte como «aquellos muit sabios hom-bres de Athenas sobre todos los otros». Otros latinismos no han halla-do continuación, como por ejemplo el uso del modo subjuntivo con

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80 AFA-LXI-LXII

las relativas en los términos conocidos por la gramática latina. Algu-nos existían ya en romance y han pervivido con posterioridad, comosucede con la construcción absoluta o con la de como con subjuntivo.Es de notar, particularmente, que el traductor de las Historias noemplee la colocación del verbo en posición final, principal rasgo lati-nizante en la prosa castellana del siglo XV y del Siglo de Oro.

Pero la verdadera significación de las Historias heredianas solopuede apreciarse si las enmarcamos en el contexto histórico y cultu-ral en que fueron escritas: el de la Corona de Aragón a finales del sigloXIV. La interpretación de todo este periodo está hoy sometida a deba-te: Rubió i Lluch (1917-1918) creía ver en él los primeros impulsosrenovadores del Prerrenacimiento; sin embargo, Badia (1988) revisaeste planteamiento y considera que más bien debe entenderse como laúltima etapa de la Edad Media. La citada polémica alcanza a la valo-ración de la figura y la producción herediana: Gómez Moreno (1996)analiza los rasgos de la personalidad de Heredia que permitirían con-siderarlo un humanista, y Adelino Álvarez (2007a: § 1.10.1.15) seña-la el carácter medieval de las tres traducciones heredianas del griego,aunque con interesantes matizaciones.

Por mi parte, no deseo entrar en la discusión en torno al carácterprerrenacentista o medieval del Gran Maestre; con todo, no es posi-ble excusar los términos del debate general sin hacer una referenciacontrastiva al estilo de nuestra traducción. Para ese momento, hacia1380, se ha hablado de la introducción de un nuevo estilo en la pro-sa cancilleresca y literaria de la Corona de Aragón; ese nuevo estiloha sido descrito para el latín (Olivar: 1936) y para el catatán (Rubiói Balaguer: 1954-1955; Riquer: 1959 y 1969). La prosa latina y cata-lana empieza a adaptarse al modelo ciceroniano, de acuerdo con lospatrones de las Artes dictaminis. Nada de ese espíritu puede encon-trarse en las Historias: en ellas es ostensible igualmente ese intentode elevar la lengua vernácula mediante la imitación de la lengua lati-na; pero el modelo no es el latín de los clásicos sino el de un autordel siglo V, más acorde con las inquietudes intelectuales del círculoherediano. El estilo de las Historias, gobernado por una exuberantearticulación retórica, está en el extremo contrario del equilibrio clasi-cista que representa un autor como Bernat Metge. A una conclusión si-milar llega Adelino Álvarez (2007b: § 1.2.9) en relación a los heredia-nos Discursos de la guerra del Peloponeso, a las Vidas paralelas y alLibro de los emperadores: se percibe en su prosa una fuerte presenciadel elemento latino, pero no la influencia del modelo ciceroniano.

LATINISMOS SINTÁCTICOS EN LA LENGUA HEREDIANA

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LATINISMOS SINTÁCTICOS EN LA LENGUA HEREDIANA

AFA-LXI-LXII 83

El sistema prepositivo del Plutarco de Juan Fernández de Heredia1

MÓNICA M.ª GÓMEZ GONZALVO

Universidad de Zaragoza

Uno de los aspectos más discutidos de las obras del Gran Maes-tre Juan Fernández de Heredia es el de la lengua en la que fueronescritas. En líneas generales, se ha señalado que la lengua de estoslibros es el aragonés. Sin embargo, al leer los textos, fácilmente pue-de apreciarse la confluencia de rasgos castellanos y de rasgos catala-nes —además de los pertenecientes a otras lenguas— que, en ocasio-nes, se han atribuido al origen de los traductores que intervinieron enel scriptorium herediano y a las fuentes sobre las que estos trabaja-ron. Si bien es cierto que la mano de las distintas personas que par-ticiparon durante el proceso creativo de cada una de las obras se apre-cia en el resultado final, la aparición de estos rasgos castellanos ycatalanes no ha de achacarse solo a la procedencia de los traductoresy de los copistas, sino a una situación lingüística peculiar caracteri-zada por el poliglotismo de la corte aragonesa y por el proceso nive-lador que, tras la Reconquista, había producido una ruptura entre lashablas pirenaicas, más arcaizantes, y las hablas del valle del Ebro quehabían ido perdiendo algunos de los rasgos dialectales.

Además, a la hora de llevar a cabo el análisis de la lengua de lasobras heredianas, hay que tener en cuenta las dificultades que impli-

AFA-LXI-LXII (2005-2006), pp. 85-119 85

1. El texto sobre el que hemos trabajado es la copia del Plutarco que se conserva en la BibliotecaNacional de París (mss. 70, 71 y 72) cuya consulta ha sido posible gracias a la generosidad del profe-sor de la Universidad de Zaragoza Juan Manuel Cacho Blecua. Hemos cotejado la lectura de este manus-crito con la transcripción llevada a cabo por el Hispanic Seminary of Medieval Studies de Madison ycon la edición del Plutarco que realizó A. Álvarez Rodríguez, el mejor estudioso de esta obra heredia-na. Fruto de dicho cotejo es nuestro corpus en el que hemos intentado recoger todas las preposicionesque aparecen en la obra, las variantes de dichas preposiciones y su valor en el texto.

caba la ausencia de un modelo de prosa en aragonés en la tarea de latraducción de los textos. Este hecho muchas veces facilitaba que que-dasen subyacentes algunos de los rasgos de la lengua en la que esta-ban escritos los textos que eran objeto de traducción.

Por todo esto, debemos considerar cada una de las obras here-dianas de manera independiente para poder determinar cuáles son suscaracterísticas lingüísticas, teniendo en cuenta las distintas fases delproceso de elaboración que ha sufrido, siempre que esto sea posible.

Como no podía ser de otro modo, dicha confluencia de rasgosaragoneses, catalanes y castellanos también caracteriza la lengua dela versión herediana de las Vidas de Hombres Ilustres del escritor grie-go Plutarco y, por supuesto, también tiene su reflejo en el sistemaprepositivo, objeto de estudio del presente trabajo. Así, pues, nuestropropósito es llevar a cabo un análisis descriptivo del Plutarco de JuanFernández de Heredia con la finalidad de determinar la caracteriza-ción de la lengua en la que está escrita la obra considerando las pre-posiciones que aparecen en el texto. Para ello vamos a observar cuá-les son las preposiciones que aparecen en la obra; qué variantes seemplean; si pertenecen al aragonés, al catalán o al castellano o si soncomunes a los tres romances; y, sobre todo, cuáles son los valoresfundamentales que dichas preposiciones adquieren en el texto. Coneste objetivo las hemos dividido en tres apartados: preposiciones típi-camente aragonesas, preposiciones catalanas y preposiciones caste-llanas; si bien entre las primeras algunas son comunes con el catalán,y entre las del tercer apartado la mayor parte se dan tanto en caste-llano como en aragonés.

1. PREPOSICIONES TÍPICAMENTE ARAGONESAS

Entre las preposiciones que hemos registrado en el Plutarco deJuan Fernández de Heredia, hallamos formas propias del dialecto ara-gonés. Algunas de estas preposiciones se caracterizan porque perte-necen a un subsistema prepositivo que posee el rasgo ‘movimiento’:enta y entro; mientras que otras de las preposiciones aragonesas queaparecen en el texto se caracterizan por pertenecer a un subsistemaestático, es decir, por no poseer el rasgo positivo de ‘movimiento’:dius, devant y ultra (vid. Trujillo, 1971: 234-279).

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86 AFA-LXI-LXII

Enta

La preposición aragonesa enta equivale al castellano hacia inexis-tente en el Plutarco. Esta forma es muy usual en los textos aragone-ses antiguos y todavía hoy subsiste en algunas zonas del Alto Ara-gón, desde Ansó hasta Benasque (vid. Alvar, 1953: 250; DCECH, s.v.ende; Terrado, 1991: 114). Sin embargo, en la actualidad está muchomás extendida la variante abreviada ta, que se usa también en el gas-cón pirenaico y en el catalán hablado en la Ribagorza (Alvar, 1953:250).

Frente a la etimología propuesta por Rohlfs, según el cual entaderivaría de INTUS AD, Corominas y Pascual afirman que la forma queaquí nos ocupa procede de una contracción de la forma ent, que deri-va de INDE, con la preposición a, procedente de AD (DCECH, s.v. ende).El hecho de que enta proceda de INTUS AD es imposible para Coro-minas y Pascual puesto que la -s se conserva sin excepción en gas-cón, aragonés y catalán (DCECH, s.v. ende).

En nuestro corpus esta preposición aparece siempre escrita entay nunca pierde la vocal final aunque vaya seguida de una palabra quecomience por vocal, a diferencia de lo que sucede en otros textos deJuan Fernández de Heredia, como por ejemplo el Tucídides (Casta-ñer, 1992: 85), y en las zonas ribagorzanas (Terrado, 1991: 114):

— Et quando el ceruatiello uido a Sertorio, corrio con alegria entael et aplegosse cerca el et puso su cabeça sobre los genollos de Sertorioet lamiele la mano derecha assin como era acostumbrado de fazer (7r).

— Cesar yua la hora con todo su poderio derechament enta Ale-xandria (149r).

Enta es una preposición que se caracteriza por poseer el sema‘movimiento’ expresando dirección u orientación a un punto que noes precisamente el límite final de dicho movimiento (vid. Trujillo,1971: 267; López, 1970: 167) Por este motivo es frecuente en nues-tro corpus que hallemos esta preposición junto a verbos de movi-miento como corrio, yua, sallieron, fuyeron, nauego, uinia, puyo,entre otros, para expresar, desde el punto de vista del espacio, el sen-tido de dirección u orientación:

— Et quando el ceruatiello uido a Sertorio, corrio con alegria entael et aplegosse cerca el et puso su cabeça sobre los genollos de Serto-rio et lamiele la mano derecha assin como era acostumbrado de fazer(7r).

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— Et sallieron de la ciudat enta aquella part do eran los enemigosde Anthonio con grant roydo, tanto que todos los ciudadanos lo sintie-ron et jutgaron que aquel dios que Anthonio amaua et siguia en suconuersacion desemparaua et yua a sus enemigos (149r).

— Et por esto passaron la Meotida et fuyeron enta la Asia (185v).

— Mas Thito entro el mismo en Falquida et d’alli nauego enta laMaguexia (43v).

— Mas la hora lo uidian como uinia enta la puerta (57r).

— Et depues qu’el tomo poderio, puyo enta los terminos de Jndiapor poner en su seruitut las prouincias de Caucaso et toda la gent queera cerca de la Jndia (92r).

El término de la preposición en estos casos es siempre un sintag-ma nominal, pero puede hacer referencia a un lugar concreto, como unpaís o una ciudad; a un lugar más impreciso e, incluso, a una personaque se considera como el punto al que se orienta el movimiento:

— Mas Thito entro el mismo en Falquida et d’alli nauego enta laMaguexia (43v).

— Et la ora era tiempo de miesses, et el ujento tomaua mas depoderio por el regalar de la nieue, la qual se regala enta la part septen-trional (5r).

— Et la memoria de aquel cantar et la dolçor de la uoz de Piladigiro a todos enta Philopimi, et pensaron que la sperança de las antigasprosperidades haujan trobado en Philopimi (31r).

Otras veces enta sirve para expresar la idea de movimiento haciaun límite en el plano nocional. En tales casos es muy frecuente queesta preposición aparezca para indicar la persona hacia la que va diri-gida una determinada actitud. En nuestro corpus, aparece en oracio-nes cuyo núcleo verbal es mostrar o, en su forma reflexiva, mostrar-se, caso este último al que se une un complemento predicativo:

— Mas Eumenio como malicioso penso de saluar su persona enaquesta manera que el daua por consello a Alexandre que deuiesse hon-drar a Yfestion et que mostrasse amor enta el depues su muert (12v).

— Porque cuydas qu’el mas priuado senyor sea muyt crudel etembargas la curialidat qu’el quiere mostrar enta tu (151r).

— Mas en aquel bien que Thito et los romanos fizieron a los grie-gos no solament eran loados et regraciados, mas todo hombre era fielet derecho enta ellos (43v).

Con este uso enta puede anteponerse bien a un nombre, a un pro-nombre demostrativo o a un pronombre personal:

MÓNICA M.ª GÓMEZ GONZALVO

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— Et Thito uido primero a Cipion sin la uoluntat del consello comoa primero et marauelloso, mas enta Caton el se mostro enemigo por taloccasión (47r).

— Et esto conteçio a Sertorio, que, segunt que la uentura lo aque-xaua, se mostraua duro et malo enta aquellos que tuerto le fazian (1v).

— Pareçe que ha mala jntencion enta tu (166v).

En los casos en los que el término de la preposición es un pro-nombre personal de segunda persona siempre aparece la forma sujeto,mientras que cuando el pronombre personal aparece sustituyendo a laprimera persona, aparece la forma correspondiente al caso oblicuo:

— Pareçe que ha mala jntencion enta tu (166v).

— «O hombres de Athenas, yo so contento bien del amor de lacomunjdat et de la confiança que ha mostrado enta mi» (163).

En el Plutarco de Juan Fernández de Heredia la preposición entatambién puede expresar indicación temporal, aunque, eso sí, de mane-ra aproximada:

— El otro dia apres enta l’alba, por tal que la noche se mostro assicomo humida, el campo era todo pleno de niebla, et era todo escuro, etapres del dia desçendia de sobre la montanya vn ayre groso en mediode las huestes, et cubria los lugares (41r).

El valor temporal de la preposición enta no es muy frecuente enel texto que estamos analizando; de hecho, en nuestro corpus tan solohemos registrado el ejemplo citado arriba.

Entro, entro a, tro

Confluyendo con la preposición castellana fasta, aparece en eltexto su equivalente aragonesa entro que procede del latín INTRO ‘den-tro’, en abreviación de la locución INTRO USQUE ‘hasta dentro de’(DCECH, s.v. entre; DeCat, s.v. entre; Alvar y Pottier, 1980: 337). Estaforma es muy usual en textos medievales aragoneses y es corrienteen catalán (vid. Miralles, 1984: 380) y occitano antiguos (Moll, 1952:205). La variante más habitual de esta preposición en nuestro textoes entro, aunque también hemos registrado otras dos formas. La pri-mera de ellas es tro, abreviación de entro, que aparece en nuestro cor-pus en tan solo una ocasión como nexo oracional:

— Porque no sabemos que puede conteçer de la ora de la çena troqu’el aya çenado (126r).

EL SISTEMA PREPOSITIVO DEL PLUTARCO DE JUAN FERNÁNDEZ DE HEREDIA

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La otra variante que aparece en el texto es la forma entra que,aunque tal vez podría explicarse por una contracción de entro y a porfonosintaxis, probablemente se trata de un error, puesto que ni apa-rece en otros textos de Juan Fernández de Heredia (vid. Gilkinson,1984), ni en ninguna de las obras que hemos consultado durante la ela-boración de este trabajo.

Entro indica movimiento orientado hacia un límite que es el tér-mino absoluto del mismo (vid. Trujillo, 1971: 267; López, 1970: 195).Dicha preposición puede tener referencias espacio-temporales ynocionales. Así, pues, entro puede expresar lugar. En tal caso, la pre-posición aparece en nuestro corpus bien precediendo al adverbio delugar alla, bien seguida de la preposición a, unida a un nombre delugar, o de la forma contracta al cuando dicho nombre va precedidodel artículo determinado masculino:

— Pues si Sertorio se assentara en palazio, ¿que comandamjentosuos pareçe qu’el fara, pues que agora que es apartado entro a la marAtlantica mete terminos a las confinias de nuestro regno entro alla dodeuen seyer et ahun nos menaza de fazernos guerra si nos buscaremosde subiugar l’Asia? (9v).

— Et entro alla cumple su curso el rio de Mella (59r).

— Et los barbaros lo acompanyaron entro al ostal marauellando-se fuertment, et lo reputauan hombre diuino et amigo de los dioses (7v).

A veces el límite del movimiento de la acción puede ser una per-sona determinada:

— Et solo Aquino escapo, sin armas et sin cauallo, et fuesse entroa Metello et partiose d’alla enuergonçado a mal su grado (3r).

— En aquella caualgada fueron depues entro a Metini (35r).

Entro, seguida siempre de la preposición a, frecuentemente apa-rece en el Plutarco indicando el término temporal de la acción. Coneste valor, la hallamos en nuestro corpus formando la locución entroa la fin que puede tener algunas variantes:

— Et entramos eran de grant lohor; mas todos aquellos quj hanconoçimjento nenguna otra cosa no reputan assi grant por lur lohor comoel grant amor que haujan el uno al otro del principio entro a la fin (53r).

— Mas sobre todos era famoso Pelopidi, al qual cada anyo faziano capitan de guerra o capitan de aquellos qui guardauan la fortalezaentro a su fin (58v).

— Mas, ya sea qu’el fuesse bienaventurado entro a la fin de lauida suya, finalment la jnujdia lo alcanço (34v).

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Aparecen también las expresiones temporales entro a la hora,etimológicamente emparentada con agora (Castañer, 1992: 84), yentro al sol, con el significado de ‘hasta el amanecer’; también se uneal adverbio oy y a la locución adverbial el dia de oy:

— Mas los de Estiuas entro a la hora solos combatian contra losde Laçedemonia (58r).

— De çaga del templo sallen dos fuentes de agua mucha et fria etmucha; la vna se clama Finiqua, es a saber, Palmera, et la otra Elea, esa saber, Oliva, entro a oy, por esto que la dea non pario en medio delos dos arbores, antes en medio de dos fuentes (59r).

— Et depues que los de Calqueda se saluaron en tal manera, todaslas mellores cosas que haujan las recomandaron a Thito por regraçia-miento asi como pareçe entro al dia de oy por hun sobrescripto que dizeassi (46r).

— Mas Dionisio no scriue que fuessen fechas dos batallas a Ascolyni que los romanos fuesen uencidos, mas dize que se combatieron entroal sol puesto et que apenas se pudieron departir sino porque Pirus fueferido de vna lança en el braço, et murieron de los romanos et de los dePirrus todos ensemble mas de XVM (171r).

Otras veces el límite temporal al que se refiere la preposiciónentro es una etapa de la vida del hombre:

— Antes era conuenjble cosa que deujan seguir la uirtut de Trasi-gulo entro a la muert por assi grant fecho (54v).

— Et siempre pareçia solaçible, et nunqua parecio greu ni duro enla uoz ni en su faular ni en el su esguart; las quales cosas lo conserua-ron entro a su ueiedat en mayor beniuolençia que a los otros quj eranbuenos et bellos (209r).

En estos casos la extensión del movimiento es tan relevante comoel límite del mismo (Trujillo, 1971: 268).

En el texto herediano que estamos analizando la preposición entroa veces aparece expresando el término de cantidad:

— Et encara el esleyo de los jouenes mas ardidos entro IIIM, losquales fuessen a el como azero; et con ellos passo al Ybero, es a saber,a las partidas del Botronto sin periglo (38v).

— Et por poco falleçio que no tomo a Mario quando el sallio fue-ra; mas el mato d’aquellos que tomaron en el agua entro a XVI (203v).

Con este uso, la preposición suele aportar un matiz ponderativo.

Como conjunción, en nuestro corpus suele aparecer entro que,aunque también hemos registrado las variantes entro ha que y tro que:

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— Et fizolos alargar vn poco dauant de los de cauallo entro qu’else alargase un poco de los enemigos (72v).

— Et los marineros pregaron a Mario que salliesse fuera en tierrapor comer et dar reposo a su persona, que era treballada, et que repo-sase entro ha que fizies buen tiempo (202r).

— Porque no sabemos que puede conteçer de la ora de la çena troqu’el aya çenado (126r).

Dius

La preposición medieval aragonesa dius procede de la forma dellatín clásico DEORSUM ‘hacia abajo’ (DCECH, s.v. yuso; Alvar, 1953:250). Dicha preposición convivió con las variantes jus, deius, cuya use debe al influjo del contrapuesto SUSUM ‘hacia arriba’ (< SURSUM)y también al de la voz dios; sin embargo, el empleo de la forma diusfue más abundante en toda la Edad Media y, además, es la únicavariante que hemos hallado en el Plutarco de Juan Fernández de Here-dia. Corominas y Pascual consideran que no es probable que la for-ma dius se haya originado mediante la conservación del grupo DI- dellatín vulgar, fenómeno que sería contrario a la fonética del aragonés,sino que es mucho más probable que se haya producido contracciónde las formas deyós, deyús procedentes de DEORSUM (DCECH, s.v.yuso).

La preposición dius se caracteriza por pertenecer a un subsiste-ma prepositivo estático. Expresa situación espacio-temporal o con-ceptual indicando orientación precisa del término con un límite fija-do de abajo a arriba (vid. Trujillo, 1971: 276; López, 1970: 140).

En la obra de la que nos ocupamos en este trabajo la preposiciónexpresa posición o situación inferior haciendo referencia a espaciosreales:

— Et con otros engenios fazia ferir las naues en las penyas queeran dius el castiello et fazialas romper (77v).

— Et las tenia en el ayre colgadas entro tanto que ne echauan lanau vazia dius el muro (77v).

— Et Agissilao fue antes que Farnauaso et pusose dius vna som-bra do hauje mucha yerua, et alli folgaua et speraua a Farnauaso (214v).

Dius puede indicar posición inferior en sentido figurado. De estemodo, expresa la idea de sometimiento o dependencia:

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— Et constituyo el pays de Spartia dius el comandamjento de losaqueos (33r).

— Et los de Athenas, del tiempo de la batalla que fue fecha enLamia et en el Cranona, et passo el tiempo de XV anyos que ellos erandius la tyrania de Falirea, el qual mostraua que su jntencion fuesse quepocos senyoreassen, mas por uerdat el queria el solo senyorear (94r).

Con dicho significado de ‘sometimiento’ o ‘dependencia’ la pre-posición dius interviene en la formación de algunas palabras com-puestas tal y como sucede en el verbo diusmeter que aparece en losejemplos siguientes:

— No pas qu’el diusmetiesse a ellos por el poderio que haujan,mas por la uerdadera amor (90r).

— Tanto se diusmetio a su amor que de la ora en auant el no amauaninguna muller sino a ella, en tanto que las otras muieres amauan a elet el no amaua sino a Lamia (96v).

Sin embargo, la voz aragonesa diusmeter convive con las pala-bras castellanas sosmetien (66r), sometieron (39v), y también con laforma catalanizante susmetian (39v).

El significado de ‘situación inferior’ de dius puede desarrollarun sentido instrumental, como podemos observar en la siguiente fra-se del Plutarco:

— Vna otra uegada los embaxadores de Antiocho contauan a losaqueos el su poderio et la moltitut de su huest dius diuersas maneras (46v).

Deuant, dauant

Las formas deuant y dauant que aparecen en el texto equivalenal ante castellano. Corominas y Pascual afirman que dauant deriva deladverbio auant, que procede del latín vulgar ABANTE, y de esta sesacó deuant (DCECH, s.v. ante). Alvar explica que deuant resulta dela unión de DE y ABANTE (Alvar, 1973: 105). Las tres variantes sedieron en textos antiguos tanto aragoneses como catalanes, si bienhoy las formas avant y davant siguen vivas en el catalán, mientras quedevant, que es la variante que ha subsistido en algunas zonas del AltoAragón2, pertenece ya a la lengua antigua (DCVB, s.v. devant).

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2. Andolz (1982, s.v. deván). Según este diccionario debán se conserva, con valor adverbial, enBenasque y en Bielsa.

En la sintaxis oracional estas palabras unas veces se comportancomo preposiciones y otras veces pueden funcionar como adverbios.En el primer caso pertenecen a un subsistema prepositivo estático yexpresan situación espacio-temporal o conceptual indicando orienta-ción precisa del término con un límite fijado horizontalmente (Truji-llo, 1971: 276; Alarcos, 1999: 278). En el Plutarco, deuant es más fre-cuente que dauant. Ambas preposiciones aparecen siempre indicandolugar, tanto en sentido físico como figurado:

— Algunos quando fueron leuados deuant Ponpeo, fueron muer-tos (11r).

— Et puso deuant los muros de Rodas por tomar la ciudat vn talengenio (98r).

— Pirus el moloso a colgado dauant la dea Palas por dono losescudos de los galatos superbiosos, quando el destruyo toda la huest deAntigono (174r).

— Et ponia dauant sus oios su exilio et las penas et los periglosque hauje sostenido en tierra et en mar (207v).

En nuestro corpus hallamos dichas formas en función adverbial:

— Et encara fuyendo, el torno de çaga que sus enemigos no s’endieron aguarda et siempre andauan deuant persiguiendolo (17r).

—Mas dos dias dauant que las nueuas uiniessen fue fecha en Egip-to vna rebellion, et Perdica fue muerto (16v).

Cuando la preposición deuant tiene como término de preposiciónun pronombre personal de primera persona, la forma de dicho pro-nombre que se utiliza es la correspondiente al caso oblicuo, aunqueen nuestro texto tan solo hemos registrado un ejemplo:

— «Tu no eres uenido deuant mi por Yfestion, mas por dezirmeuillanias» (12r).

Ultra

Ultra era en latín una preposición de acusativo, además de adver-bio, con los sentidos de ‘más allá de’, ‘después de’, ‘fuera de’, queno tuvieron vitalidad en épocas tardías y, por ello, no llegaron a per-durar en español (Alvar y Pottier, 1980: 314; Castañer, 1992: 86). Sinembargo, alcanzó cierta difusión en Aragón y en Cataluña, regionesdonde, además de ultra, se conocieron las variantes oltra y otra(DCECH, s.v. último).

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Es una preposición que pertenece a un subsistema estático y queexpresa una situación espacial o nocional con orientación precisa deltérmino (Castañer, 1992: 86). Así, pues, la forma ultra puede indicarlugar ‘más allá de’ como sucede en los siguientes ejemplos:

— Et leuaron los ciudadanos ultra el rio de Eurota, et yuan a Spar-ti (62r).

— Et yua la huest de Anthonio ordenadament et passaua ultra laaz de los barbaros, la qual estaua como la luna quando es nueua, et losordeno que quando los primeros de cauallo pasassen vn poco adelantde los de piet et passassen la haz de los enemigos, que subitament tor-nasen et circundassen a los enemigos (131r).

A veces esta localización espacial se interpreta en sentido figu-rado, situándose así en el plano nocional puesto que la preposiciónaporta un matiz modal:

— Tito hauja vn su hermano el qual hauja nombre Pefquio Flami-nio, el qual no semblaua en res a la natura de Thito et era hombre quese deleytaua en deleytes carnales ultra razon (47r).

— Et los laçedemonios se deffendian ardidament ultra lur poder,et ni las mulleres fallecian en la batalla, mas eran ally çerca et dauan alos hombres armas et comer et beuer a qui fazia menester, et leuauanlos feridos (177r).

En algunos de los ejemplos de nuestro corpus ultra se comporta,más que como una preposición, como un adverbio. Con dicho valoradverbial puede tener el sentido de ‘además de’ (DRAE, s.v. ultra):

— Las quales cosas todas Tholomeo de continent las rendio, etultra esto rendio las amigos de Dimitrio a (sic) Dimjtrio diziendo estaparaula que era de bondat et de curialidat (91v).

— Ni encara de su gent de cauallo no curaron res por esto que losçeltos son buenos combatidores a cauallo et mas auantaie de los otros;et ultra esto, eran mas en numero (72r).

2. PREPOSICIONES CATALANAS

En el Plutarco de Juan Fernández de Heredia hallamos algunaspreposiciones que son propias de la lengua catalana: sus, uers, enuers,deuers, ues y enues. Tal rasgo puede deberse al hecho de que el tra-ductor que trasladó al aragonés la versión en griego vulgar conocíamejor la lengua catalana que nuestro dialecto aragonés.

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Sus

La palabra catalana sus aparece en nuestro corpus en tan solo unaocasión con el mismo uso que la equivalente sobre, que en la obraherediana de la que nos ocupamos es la preposición habitual. Sus pro-cede del latín clásico SURSUM ‘hacia arriba’, reducido en la formaSUSUM que es ya frecuente en los textos vulgares latinos y es la con-servada en todos los romances (DCECH, s.v. suso; DeCat, s.v. sus).

La voz sus en el catalán antiguo podía funcionar como adverbiode lugar, coincidiendo así en los usos que tenía el adverbio castella-no suso, de la misma etimología, que fue muy usual en los siglos XIII

y XIV (DCECH, s.v. suso). Como palabra independiente, aunque en lalengua antigua fue una forma muy empleada, en el catalán actual seconsidera anticuada y solo ha sobrevivido en la lengua del Rosellóny en algunos dialectos del catalán insular (DeCat, s.v. sus). La vozsus también podía comportarse como preposición tal y como sucedeen nuestro ejemplo.

Como preposición, sus se caracteriza por pertenecer a un subsis-tema prepositivo estático (vid. Trujillo, 1971: 276). Expresa situaciónespacio-temporal o nocional indicando orientación precisa del térmi-no con un límite fijado de abajo a arriba (vid. López, 1970: 141). Des-de el punto de vista espacial sus indica lugar y puede significar ‘pun-to de apoyo’, ‘mayor elevación en lo material’ y ‘mayor dignidad oautoridad’ (Bruyne, 1999: 692). Como modalidad particular del con-cepto ‘lugar’, puede expresar cercanía o proximidad (DCVB, s.v. sus).Sus en el plano temporal puede tener valor temporal aproximativo(DeCat, s.v. sus).

En nuestro corpus hallamos sus indicando lugar con el significa-do de ‘mayor elevación en lo material’:

— Et quando lo vino a reçebir el pueblo, el leuanto aquestas armaset las leuaua sus el carro (73r).

Ues, enues, uers, enuers y deuers

La preposición uers procede del latín VERSUS ‘hacia’, que en ori-gen era un sustantivo cuyo significado se adverbializó y despuésadquirió carácter preposicional (Alvar y Pottier, 1980: 286). En elPlutarco hemos registrado, además de esta forma, la variante ues, con

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la ortografía habitual en el catalán antiguo (DeCat, s.v. vessar), y tam-bién las formas compuestas enues, enuers y deuers, procedentes de*IN VERSUS y de *DE VERSUS respectivamente (Moll, 1952: 205), cuyouso se generalizó en la lengua catalana convirtiéndose hoy en las for-mas propias del lenguaje oral y restringiendo uers al uso literario(DCVB, s.v. vers).

En nuestro corpus la variante más frecuente es uers, que poseeuna ortografía más próxima al latín que la forma ues, que tan solohemos registrado en una ocasión. Sin embargo, hallamos más ejem-plos del compuesto enues que de enuers, a pesar de que Corominasseñala que la variante con la r restablecida fue la forma predominan-te en catalán (DeCat, s.v. vessar). En los datos que manejamos solocontamos con un ejemplo en el que aparece deuers que, sin embargo,desde el siglo XIII siempre ha tenido un uso más amplio y permanen-te que enuers. De hecho, esta forma, que también se conserva en occi-tano donde fue muy frecuente en la lengua de los trovadores desde elsiglo XII, se mantiene aún viva en todas las zonas de habla catalana,al menos en el uso comarcal y literario (DeCat, s.v. vessar).

Las formas ues, uers, enues, enuers y deuers equivalen a la pre-posición castellana hacia, a la que sustituyen por completo junto a lapalabra aragonesa enta que posee el mismo significado. Dichas pre-posiciones catalanas pueden llegar a aparecer en nuestro texto en lamisma frase que la aragonesa correspondiente:

— Et era tal enta algunos, mas enues los otros era muyt saluage(123v).

Al igual que la preposición aragonesa enta, estas voces catalanasse caracterizan por pertenecer a un subsistema prepositivo dinámico,es decir, por poseer el sema ‘movimiento’ (vid. Trujillo, 1971: 267;Alarcos,1999: 278). Expresa dirección u orientación hacia un puntoque no tiene que ser necesariamente el límite final del movimiento(vid. López, 1970: 167).

Ues, uers, enues, enuers y deuers en el Plutarco de Juan Fer-nández de Heredia indican dirección, movimiento, lugar u orienta-ción tanto en sentido material como en sentido figurado. En el primercaso, la preposición aparece siempre precedida de un verbo de movi-miento como fue, giro, corria o passar, entre otros:

— La ora el dexo a Pirrus en la Elada, et el fue uers la prouinciade Lisímaco (102r).

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— Et de que Çesar uido que se començaron a mouer, el se alegroet giro la popa suya uers ellos por sacar los enemjgos del strecho delgolfo por que los pudiesse mellor circundar en el piélago (144v).

— Mas subitament vino dentro del golfo vn ujento que fizo ces-sar la fortuna et fazia yr las aguas de tierra ues al piélago (117v).

— Et depues qu’el uido que todos lo guardauan tremolando et resno dizian, echo su roba et rompio su camisa, salto espullado en mediode la gent et corria enues la exida de la plaça cridando (80v).

— La qual cosa no dixo pas por deçebir ahun a Tisaferno, mas Thi-saferno se decibio por si mismo, porque no quiso creyer a Agissilao,pensando que ahun lo deçebiria assi como hauja fecho antes, et pareçio-le que Agissilao deujes ahun passar deuers la Caria (213r).

En tales casos el término de la preposición es un sintagma nomi-nal con el que se alude al límite al que se dirige la acción. Dicho lími-te puede ser el nombre de un lugar, una ciudad, un continente, etc.:

— Et quando apenas se pudo leuantar, congrego aquellos qui eranfincados et fuesse contra sus enemigos enues la Ciçilia (111v).

— Entre esto congrego todos sus uaxiellos et puso dentro hom-bres de armas de piet et de cauallo XIM, et fues uers l’Asia por ordenarque la Carea et la Lidia se rebellasen contra a Lisímaco (110r).

Sin embargo, otras veces el punto hacia el que se orienta el movi-miento puede estar constituido por una persona o por un grupo de per-sonas. En tal caso, como término de preposición puede aparecer, ade-más de un antropónimo, un pronombre personal:

— Et quando Seleuco parecio et se atendo cerca de Dimitrio, Dimi-trio leuo la su huest de noche et fuesse enues Seleuco que ninguno delos de Seleuco no lo sintio (111v).

— Et de que Çesar uido que se començaron a mouer, el se alegroet giro la popa suya uers ellos por sacar los enemjgos del strecho delgolfo por que los pudiesse mellor circundar en el pielago (144v).

En otras ocasiones, la preposición indica orientación en sentidofigurado. En tales casos precede a la persona o personas hacia las quese dirige una actitud. Es frecuente que la preposición acompañe alverbo mostrar:

— Por la qual cosa, Anthonio, queriendo mostrar curialidat enuersella, fue alla (125r).

— Et Cesar mismo mostro manifiestament la jntencion qu’el hauiauers Antonio (117v).

Además, en nuestro corpus hemos hallado varios ejemplos en los

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que la preposición aparece en la oración por las exigencias sintácti-cas de un nombre deverbal:

— Et quando la disposicion de Seleuco enues Dimitrio fue mani-fiesta, en el principio poco mas, depues muchos yuan a el (112v).

La preposición uers y sus formas derivadas, en los ejemplos delPlutarco que hemos incluido en nuestro corpus, siempre expresa lasideas de dirección, lugar o movimiento, ya sea en sentido literal o ensentido figurado; pero no establece indicación temporal, a diferenciade lo que sucede con la preposición análoga aragonesa enta.

3. PREPOSICIONES CASTELLANAS O COMUNES

En la obra de don Juan Fernández de Heredia que estamos ana-lizando aparece un buen número de preposiciones cuya forma y fun-ción coincidían en el aragonés medieval y en el castellano de la mis-ma época: a, con, contra, de, en, entre, pora, por, sin y sobre. Encambio, hemos registrado la preposición fasta que se adscribe a lalengua castellana, pero no a la aragonesa que poseía la forma equi-valente entro, que también aparece en el texto.

En general, siguiendo la clasificación de las preposiciones quehace Trujillo, podemos distinguir entre las que se caracterizan porposeer el sema ‘movimiento’: a, contra, de, fasta, para y por; y lasque no tienen dicho rasgo: con, en, entre, sin y sobre (vid. Truji-llo,1971: 265). No obstante, hay que tener en cuenta que las preposi-ciones muchas veces se apartan de esta clasificación general, bien porusos propios de la etapa medieval, bien por condicionamientosimpuestos por su origen latino.

A

Procedente de la preposición latina AD, hallamos en el texto laforma a y su variante ad. El uso de ad ante palabra de inicial vocáli-ca, que en el siglo XII y comienzos del XIII se encuentra aún en zonascastellanas, pronto va quedando limitado al territorio aragonés(DCECH, s.v. a), donde se documenta en los primeros textos roman-ceados y dura hasta la literatura aljamiada del siglo XVI y los poemasdialectales del XVII, si bien ha desaparecido en el habla viva (Alvar,

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1953: 250). En el texto herediano que aquí analizamos ad aparecesolo ante palabra que comienza por la vocal a-:

— Et besaron ad aquellos que romanjan de part de fuera; et depuesenujaron vn mensagero a Carona (54v).

— Ad Argos se fazia la fiesta de la dea Juno (100r).

Aunque esto no ocurre de manera regular:

— Cleopatra oyha la fama que Octauia hauia a Athenas et el grantlaor (140v).

Según Trujillo la preposición a se caracteriza por poseer el sema‘movimiento’ y por expresar aproximación a un límite, tal y comosucede en los ejemplos siguientes (Trujillo, 1971: 270):

— Et retorno encara ad Arquia et lo fizo bien embriagar (56r).

— Car primerament fue a Lissitania con IIM VIC (2r).

Sin embargo, la riqueza de matices que poseía en latín ha dejado sushuellas en las lenguas romances. Así, pues, en el texto la preposicióna aparece indicando situación con un uso que procede del valor está-tico de cercanía que poseía el AD latino (Trujillo, 1971: 270; Casta-ñer, 1992: 90):

— Cleopatra oyha la fama que Octauia hauia a Athenas et el grantlaor (140v).

— Ad Argos se fazia la fiesta de la dea Juno (100r).

Relacionado con el valor estático que tuvo la preposición latina,está el uso de ad que hallamos en el ejemplo siguiente:

— La noche quando Thun deuia fazer lo que hauia ordenado,escondio sus hermanos en vna cambra et ella entro ad Alexandre solaasi como era acostumbrada (69r).

En esta construcción la preposición posee el sentido de ‘en casade’ que podía tener el AD latino cuando se unía a nombres de perso-na en acusativo. Sin embargo, a pesar del precedente latino, el empleode la preposición a en el texto con el valor de ‘interioridad’ puededeberse a la convergencia de a y en, puesto que en la lengua antiguano existía la diferenciación actual de en como propia de los verbosque indican estancia en un lugar y a para acompañar verbos de movi-miento (DCECH, s.v. a).

Con el sentido actual de aproximación a un límite no parece con-

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tradictorio el uso con el objeto indirecto procedente de la especiali-zación de AD para las funciones del dativo latino, con lo que ya seunían en esta lengua el objeto indirecto y el término del movimientoen una sola representación. Tampoco es extraño en este significadofundamental su empleo con el objeto directo (Trujillo, 1971: 271); ensu propagación habrían intervenido el entronque principal de estaconstrucción con la latina de AD + acusativo competidora y herederadel dativo latino, el paralelismo con la confusión de dativo y acusa-tivo en los pronombres átonos y el deseo de distinguir entre personay cosa (Trujillo, 1971: 271; Castañer, 1992: 90). Sin embargo, estageneralización no fue repentina tal y como podemos comprobar en eltexto donde, a veces, se omite la preposición a para introducir el obje-to directo de persona:

— La noche quando Thun deuia fazer lo que hauia ordenado,escondio sus hermanos en vna cambra et ella entro ad Alexandre solaasi como era acostumbrada (69r).

— Porqu’el ama mi muger (105v).

Cuando la preposición a antecede a un pronombre personal enfunción de objeto directo o de objeto indirecto, aparece la forma tóni-ca del pronombre en lugar de la átona correspondiente con lo cual lafrase queda muy cargada de acentos (Badía, 1944: 183):

— Et Sextorio seyendo alla, por esto que todos los caçadores etlos lauradores de la tierra quando haujan alguna cosa la leuauan a el [..],esti hombre le aduxo el ceruatiello (1v).

— Et esto sabras quando hauras leydo lo que a tu screuimos (17r).

Este tipo de construcciones, aunque también fueron conocidas en cas-tellano, se consideran características del aragonés medieval (Alvar,1953: 286).

En el Plutarco hallamos la preposición a en perífrasis de obliga-ción sustituyendo a de:

— «¡O que mala fiera es aquesta con la qual hauemos a comba-ter!» (111v).

También aparece en construcciones en las que hoy no se emplea lapreposición, pero que no eran extrañas en el castellano de la época:

— Et depues que huuieron el consentimjento de los de Athenas,enuiaron a Estiuas secretament nueuas a asus amigos qui alla eran roma-nidos, faziendoles a saber la su jntencion (54v).

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— Et poco a poco fazia a creyer qu’el dicho ceruatiello era donode la dea Juno (2r)

Además, es muy frecuente que la preposición a se una a otras prepo-siciones reforzando la idea de movimiento hacia un límite:

— Et partiose con sus huestes et yua contra a la Biotia (106r).

— Por que Pirrus la corrio toda ayna et vino fasta al Edess (108r).

Contra

La forma contra, preposición común al castellano, al aragonés yal catalán, procede del latín CONTRA ‘frente a’, ‘contra’ (DCECH, s.v.contra). En romance existieron las variantes cuentra, cuantra, escuan-tra y encuantra, que se hallan en textos aragoneses, pero que tambiénfueron frecuentes en Castilla durante el siglo XIII (DCECH, s.v. contra).Sin embargo, en el texto herediano que aquí nos ocupa solo hemosregistrado la forma que ha llegado hasta nuestros días, esto es, contra.

Dicha preposición se caracteriza por poseer el rasgo positivo demovimiento y expresa oposición a un movimiento contrario (vid. Tru-jillo, 1971: 265; López, 1970: 144). Así, pues, contra indica hostili-dad, oposición o contrariedad. Por eso en nuestro texto aparece converbos que implican movimiento contrario: conbatio, saltassen, reue-lo, etc.:

— Con estos conbatio contra IIII capitanes romanos los quales ha-ujan a su comandament hombre de piet CXXM, et de cauallo VIM, arque-ros et hombres con fondas IIM, et castiellos infinitos (2r).

— Et si el grant rey Mitridati fiziesse su capitan de guerra a Ser-torio, qui era assin diestro et assin cuerdo, et de vna part guerreasse elvno et del otra part el otro contra los romanos, los romanos no sepodrian deffender contra assin potentes et assin cuerdos guerreros (9r).

— Et como la escaramuça se fazia et los peones de Cleomeni con-turbauan los yllirios, Philopimi considero que […] no conuinia mas tar-dar ni le pareçia dura cosa que tantos por tantos saltassen contra los ene-migos (27v).

— Dinocrati, qui muchas uegadas hauia fecho rumores con Philo-pimi et todos lo querian mal assi como a hombre malicioso et qui no sepodia amansar, ordeno assi que Metini se reuelo contra los aqueos(35v).

Contra también puede indicar movimiento contrario en sentidofigurado:

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— En esto muchos lo reputaron hombre manso por natura et paçi-fico et que contra su uoluntat por neçessidat el percaçaua senyorias(8r).

— Mas Fuluio et Malio contrastauan diziendo que contra razonera que a hun hombre jouen diessen el mayor officio de la ciudat antesque se exerçitasse en los mas chicos (37v).

Esta preposición puede implicar un matiz locativo. En tal casoequivale a ‘en frente de’, manteniendo la idea de oposición, comosucede en el siguiente ejemplo:

— Tito Qujnto Flamanio, el qual nos assemblamos et comparamosa Philopimi, como era fecho en la cara qui lo qujere saber ueya la sustatua de arambre la qual esta en Roma contra el ypodromio, es a saber,do corren los cauallos, cerca el ydolo del grant Apollo el qual tomaronlos romanos de los carquidonios et ha el sobrescripto de letras gre-guescas (37r).

De

De, procedente del latín DE, es una preposición que se incluyeentre aquellas que expresan movimiento indicando origen o aleja-miento de un límite, con referencias espacio-temporales y nocionales(Trujillo, 1971: 265, 269). Sin embargo, heredera de importantes valo-res casuales del latín, principalmente los de ablativo y los de geniti-vo, conoce una inmensa cantidad de construcciones fijadas, ademásde su función puramente sintáctica en el complemento nominal (Tru-jillo, 1971: 273). En general, los usos que la preposición de tiene enel Plutarco son los mismos del español, aunque ofrecen algunas pecu-liaridades también conocidas por el castellano medieval.

La preposición de sirve para expresar el ablativo agente en la vozpasiva. En latín, la indicación del sujeto agente se hacía mediante elablativo solo si era cosa y acompañado de a o ab si era persona (Lape-sa, 2000: 118). Generalizada la preposición a, se sustituyó por de.Este uso fue habitual en catalán (Moll, 1952: 350) y en castellano,lengua esta última en la que este empleo de la preposición se prolon-gó hasta principios del siglo XVII (Lapesa, 2000: 119). En el texto deJuan Fernández de Heredia que estamos analizando podemos obser-var algunos ejemplos:

— En esto respondio Anjbal: «Si yo no huujesse estado uençidode tu, no seria puesto tercero entre los guerreros, mas primero» (49r).

EL SISTEMA PREPOSITIVO DEL PLUTARCO DE JUAN FERNÁNDEZ DE HEREDIA

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La preposición de se usa en construcciones comparativas en lugarde nuestro actual que, al igual que sucedía en el castellano medieval(Castañer, 1992: 88):

— Et por combater subitament nunqua capitan no fue mas ardidod’el (1v).

— Et las obras lo confirmauan en esta oppinjon por esto que supoderio multiplicaua mas de razon (2r).

A lo largo del Plutarco de Juan Fernández de Heredia hemoshallado algunos ejemplos en los que la preposición de introduce unaconstrucción partitiva indefinida (Lapesa, 2000: 79). La preposiciónde aparece cuando la parte implícita es objeto directo del verbo:

— Quando Marçello huyo aquesta cosa, dexo a su compayon enguerras con toda la gent de piet et con todos aquellos qui eran greumentarmados et con la terçera part de los hombres de cauallo; los otros decauallo tomo el, et de los peones mas liugeros entro a VI C, et persi-gujalos (72r).

— Et escollio de Taranto quantos ne pudo trobar de buenos, etfuesse aun contra los romanos, los quales eran atendados a la Sanniti-da (173v).

El valor de de como introductor de un partitivo indefinido fue muyfrecuente en el español medieval y clásico hasta principios del sigloXVII (Lapesa, 2000: 79) y fue habitual en catalán principalmente cuan-do se aplicaba al objeto directo (Moll, 1952: 351).

La preposición de se emplea en la lengua del Plutarco para intro-ducir una oración sustantiva de complemento directo en casos dondeel español actual la elimina o la sustituye por a:

— Et Caron mas famoso prometio de darles su casa (54v).

— Et depues que Caron torno et trobo aquellos hombre sparella-dos, non pas que esperassen de uencer et de saluarse, antes de matar ene-migos et de seyer muertos honorablement, dixo toda la uerdat a Pelo-pidi solo, mas a los otros trobo otras occasiones (56r).

— Porque quando yo los clamaua no me escucharon et encara mas:que los tyranos non los constringian que combatiessen, antes ellos jndu-zian los tyranos de combatir contra nos (82r).

Estos usos de la preposición se han conservado en el catalán moder-no, especialmente en la lengua literaria (Badía, 1944: 187).

De frecuentemente se omite en el texto ante los adverbios den-

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tro y cerca; este último, según Alvar (1953: 301), en aragonés no lle-va preposición:

— Mas dentro pocos dias sintieron peyor cambio et de peyor tyra-no (208r).

— Et quando Thimon murio, fue enterrado cerca la mar (147v).

Este tipo de construcciones también son frecuentes en el españolactual (Alvar, 1998: 152). En estos casos, la ausencia de preposiciónconfiere al adverbio un carácter prepositivo (Castañer, 1992: 89).

Frecuentemente de también se omite en casos en los que el deter-minante está constituido por una oración:

— Et ahun si le uinjan nueuas que algun su capitan huuiesse fechoalguna uictoria, el escondia el mensage qui dizia las nueuas [...] (2r).

Como sucede con otras preposiciones que aparecen en el Plutar-co, la preposición de se une a la forma tónica del pronombre perso-nal de segunda persona, rasgo propio del aragonés:

— Si tu eres dios, nos no hauremos algun mal de tu; porque nosno te hauemos fecho ninguna jnjusticia (175v).

— «O Cipion, ¿depues de tu a qui trobara la comunjdat de Romatal como a tu?» (181v).

En nuestro corpus no hemos registrado la aparición de des o dedesde. Tal circunstancia llama la atención porque dichas formas yahabían aparecido en el siglo XII (Alvar y Pottier, 1980: 293). Por elcontrario, hemos hallado la preposición de con el uso que luegodesempeñaría desde:

— Et de que Çesar uido que se començaron a mouer, el se alegroet giro la popa suya uers ellos por sacar los enemjgos del strecho delgolfo por que los pudiesse mellor circundar en el pielago (144v).

Fasta

La preposición fasta procede del árabe hatta (DCECH, s.v. hasta).Esta forma, que convivió en castellano con otras como adta, adte,ata, hata o fata (Alvar y Pottier, 1980: 291), fue frecuente en el cas-tellano del siglo XIII y se generalizó en el XIV hasta que, desde Nebri-ja, se fue sustituyendo por la variante hasta con pérdida de la f- ini-cial. En el texto herediano que analizamos, fasta aparece, casi en igual

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proporción, en confluencia con la preposición aragonesa equivalenteentro.

Fasta se caracteriza por poseer el rasgo ‘movimiento’ y porexpresar orientación hacia un límite que es el término absoluto dedicho movimiento (Trujillo, 1971: 265-267; López, 1970: 143). Pue-de indicar término de lugar; en tal caso, se une a verbos de movi-miento como uino, ando, fuese, entre otros:

— Et el los encalço et vino fasta lures barreras et las circundo(6v).

— Et quando el las huuo, ando fasta al strecho, et en todo lugarles uenia aduersidat (102r).

— Assi como Soçio, el capitan de Anthonio, fizo grandes ualen-tias en Siria, et otro tanto fizo Canidio en Armenia, el qual uencio losarmenios et los reyes de los yueros et de los albanos, et fuese fasta elCaucaso (128v).

Este límite del movimiento puede ser un lugar representado por unsintagma nominal:

— Et quando el las huuo, ando fasta al strecho, et en todo lugarles uenia aduersidat (102r).

— Et fuesse fasta la prouinçia de Feniz (126v),

o por el adverbio ally:

— Et Mitridati les dio por consello que no tardassen ally, mas,assin tost como huuiessen vn poco reposo, et se leuantassen et se aque-xassen de passar el rio porque fasta ally los deujan encalçar los partos,mas ellos no passarian el rio (136r).

En otras ocasiones, una persona se interpreta como el límite hacia elque se orienta la acción verbal:

— Et quando Dimitrio cayo de la senyoria et fuyendo vino fastaa Cassandra, su muier Fila, uençida de dolor, no le pudo sofrir elcoraçon de ueyer a Dimitrio fugitiuo como a hun hombre comun et mastristo et mas desastrugo de todos los reyes (109v).

— No res menos, el puyo ahun depues fasta al rey de Media etfizo dar por muier vna fija del rey de los medos ahun su fillastro quiera fillo de Cleopatra (138v).

La preposición fasta puede expresar el término temporal de unaacción:

— Et regnaron sus sucçessores fasta al tiempo de Persea (114r).

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— Et al rey de los medos enuio dezir qu’el sperasse fasta a la pri-mauera, no contrastant que hauja nueuas que la patria (sic) era en diui-sion (138v).

— Et duroles fasta la hora de biespras et aun mas tarde (157r).

— Et por esto fasta el dia de oy aquella boca se clama el Puertode Mario (188r).

— Mas vn otro ystoriografo quj hauja nombre Gayo Piso scriueque Mario hauja tal costumbre: que apres que hauje çenado, yua et uenjad’aca et d’alla con sus amigos et les contaua todo lo que le era esdeue-nido del principio fasta a la fin, et las aduersidades et las prosperida-des (207v).

Fasta con este uso no solo pone de relieve el límite hacia el quese orienta la acción verbal, sino también la extensión de este movi-miento. En este sentido, es frecuente en el Plutarco la aparición de lacorrelación de…fasta, indicando así el inicio y el final del movi-miento:

— Porque el dicho jngenio era quadrado de suso assi como de juso,mas era mas estrecho qu’el piet, et era mas de suso fasta yuso partidoen diuersas partes (98v).

— Por la qual cosa, Seleuco se mostraua forçador et jnjusto por-qu’el tenia de Jndia fasta la baxa Suria toda con la marina en su serui-tut et mostrauase tanto amenguado et poure qu’el por dos ciudadesechaua a su suegro, al qual era esdeuenido tanta aduersidat (102v).

En nuestro texto la preposición fasta, al igual que su forma aná-loga aragonesa entro, indica término de cantidad. En tal caso, no soloindica el límite cuantitativo, sino también el carácter notable o sor-prendente de aquello que se dice del sujeto (Lapesa, 2000: 76):

— Et puso su talaya fasta VII M hombres de armas et senyoreo todoel lugar (92r).

— Entre esti medio uino vn capitan el qual hauia nombre Pafsa-nias con hombres de piet et de cauallo fasta IIIM, et circundo subitamenta Dimitrio, et echo a todos los otros (112v).

Fasta puede anteceder tanto a un adverbio como a un sintagmanominal o a una oración. Cuando el término de la preposición es unaoración, constituye una proposición subordinada adverbial de tiempo:

— «Yo he grant deseo de ueyer la ciudat, mas no la uere fasta quela affranquesca de la talaya» (93r).

— Et a sus donçeles qui lo sigujan et qui eran mas que los de Ale-xandre comando qu’ellos fincasen con el en la posaderia, que speras-sen fasta qu’el se leuantasse (104v).

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Dicha preposición frecuentemente aparece seguida de la prepo-sición a, que refuerza el carácter direccional de fasta:

— Et quando fue fecho assi como el pensaua, a la fin el les ayu-do et aplego aquellos qui fuyhan et los saluo fasta a las barreras, etdepues el quiso consolar et leuarles el coraçon (4r).

— Et corrio fasta a la Edessa que ninguno no le sallio al encuen-tro, antes muchos se diusmetian a su seruitut et yuan en su ayuda (161v).

Por

La preposición castellana por procede probablemente de PER coninfluencia de PRO (Alvar y Pottier 1980: 300). De hecho, por tienediversos valores que son propios de PER (‘paso a través de’, ‘duraciónen el tiempo’, ‘medio’,’causa’, ‘modo’) y otros derivados de PRO

(‘sustitución o representación’, ‘compensación o equivalencia’, ‘enbusca de’, ‘a favor de’).

Según Trujillo (1971: 270), el contenido semántico de por es el de‘extensión del movimiento’. Con referencias espaciales la preposicióndesarrolla el sentido de lugar, tránsito o parte (Bruyne, 1999: 684):

— Et en maliçia de guerra et por yr por caminos malos et por yrayna et por deçebimientos era trobador et maestro et mucho diestro (1r).

— Con poco comer fazia grant camjno, et quando el no combatia,el caçaua et yua por lugares do no era camino et do era camjno (2v).

En contextos temporales, de acuerdo con el sema ‘extensión delmovimiento’ que la caracteriza, la preposición por se ajusta perfec-tamente a referencias durativas:

— Ahun se texia por mucho tiempo vna ropa por el, la qual hauiala semblança del mundo, et la ondenauan segunt la disposicion delvniuerso mundo (107v).

Si el contexto rechaza tiempo y espacio, los semas ‘movimien-to’ y ‘extensión’ que posee la preposición sufren matizaciones diver-sas que responden a las funciones latinas de las preposiciones latinasPRO y PER (Trujillo, 1971: 270). Así, pues, en la obra que estamosanalizando, por puede introducir el complemento agente en las fra-ses pasivas, función que comparte con de:

— Et la mayor part que lo mouia era la supervía, la qual era puya-da por las paraulas de los lausengeros (8v).

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Por también aparece expresando causa o motivo:

— Et por combater subitament nunqua capitan no fue mas ardidod’el (1v).

— Mas quando se combatieron con Metello, la gent pensaua queel prosperasse por esto que Metello era uiello et perezoso por natura(5v).

— Et clamaua diciplo de Sila a Ponpeyo por chufa (5v).

Esta función causal explica el uso de por en palabras y locucionescomo porque y por esto que, que introducen oraciones causales:

— Ya sea que la mayor part lo reçibian por senyor de lur buen gra-do, porque el era mansueto et pratico (1v).

— Et las obras lo confirmauan en esta oppinjon por esto que supoderio multiplicaua mas de razon (2r).

En el Plutarco hemos registrado en numerosas ocasiones la pre-posición por con valor final, habitualmente seguida de un infinitivo;incluso formando parte de la locución por tal que, introduce oracio-nes finales:

— Et de continent enuio a Quino, qui era capitan de VIM hombres,por leuar uictualia a la huest (3r).

— Et ahun enuio a dezir a los lauronitas que houiessen buencoraçon et que stuuiessen sobre los muros de la ciudat por ueyer comoel circundaria a Sertorio et como conbatiria con el (5v).

— Et sacaua fuera el çeruatiello coronado significando que deuies-sen uenir buenas nueuas por tal que los suyos huujessen buen coraçonet fiziessen sacrificios a los dioses porque deuian oyr buenas nueuas(2r).

La preposición por en el texto también introduce sintagmas queexpresan medio o modo:

— Et por tal manera escapo (6v).

— Mas quando el moço confirmaua que Malio era en aquel con-sello de Perpenna et de Graquino et ahun nombro algunos otros pornombre, de los quales el sabia otrosi, Affidio se conturbo (10r).

— Mas si nos tomamos su cuerpo et lo ornamos et lo soterramospor nuestras manos, meior nos creyeredes de lo que dezimos (68r).

Otras veces denota precio o cuantía:

— Mas Sertorio les ayudo ayna et comando que fuessen jnplidosdos mil odres de agua, et por cada un odre prometio mucho argent (3v).

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— Et ahun afranquio a Argus et a Sciçiona et a Corinto por talen-tes C, los quales dio a los de Cassandro quj las guardauan (99v).

En nuestro corpus también hemos hallado la preposición por enexclamaciones patéticas:

— No pas, ¡por Jupiter!, por abelleçer nuestra scriptura ni por pla-zer de aquellos qui las leyran (89r).

Pora

Las preposiciones latinas PRO y PER expresaron tanto la causacomo la finalidad y, aunque tal distinción no es imprescindible en elsistema de la lengua, el castellano recurrió a la unión de PRO y AD paraindicar la finalidad, que dio como resultado la forma pora (Alvar yPottier, 1980: 301). En el Plutarco es mucho más frecuente la apari-ción de por con valor final que el empleo de pora. Y es que, comoindica Castañer (1992: 93), en navarro-aragonés por fue la forma prin-cipal, mientras que pora tuvo una difusión más escasa por el carác-ter menos direccional de la preposición a en este dominio y por laalternancia en que se halla con la partícula pirenaica enta.

Pora en el texto herediano del que aquí nos estamos ocupandoaparece fundamentalmente en referencias nocionales con sentido definalidad, aptitud o destino que se da a las cosas (cf. Bruyne, 1999: 678):

— Por esto que apres de la Elada no engendro nengun hombre otroasi grant ni assi digno pora ella (25v).

— O uiandantes, en este collado de montanya fazet vna forquapora Alqueo sin flores et sin fuellas, qu’el sol la fierga bien» (41v).

— Et no pudiendo Çesar pensar a qui pudies tomar por yerno detodos sus amigos pora la jouen uidua, Octauia le dio por consello queAgripa dexase la filla d’ella et que Cesar lo tomase por yerno (154r).

Más numerosos son los ejemplos en los que la hemos hallado, segui-da de un infinitivo, introduciendo oraciones finales:

— Et Eumenio mismo dio de buena uoluntat moneda asaz porahondrar la sepultura de Yfestion (12v).

— Encara Agisilau, quando el se partia de la Aulida pora yr a Tro-ya, la dea le demanda qu’el sacrificase su fija assi como demando aAgamenon (61r).

— Et la hora beso ella muchas uegadas al monument et demandoagua pora lauarse (153r).

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La preposición pora también puede usarse con referencias tem-porales. En tal caso, indica el tiempo o plazo determinado (cf. Bruy-ne, 1999: 679). En el Plutarco este empleo de la preposición no esmuy frecuente; no obstante, hemos registrado el siguiente ejemplo:

— Et el pueblo lo fizo uiçeconsul pora el anyo uenidero (83r).

Con

La preposición con, común al castellano y al aragonés, procededel latín CUM (DCECH, s.v. con). No posee el rasgo de ‘movimiento’y expresa situación espacio-temporal o conceptual con orientación noprecisa del término (Trujillo, 1971: 269, 276). Además esta preposi-ción, de acuerdo con su etimología, conserva siempre su sentido posi-tivo de ‘acompañamiento’ o ‘circunstancia concomitante’, cualidadque la caracteriza oponiéndola a sin.

Aparece en el texto con valores coincidentes con los del caste-llano medieval y el español actual. Así, pues, esta preposición puedeindicar compañía, colaboración, concurrencia o reciprocidad:

— Dizen vna faula los de la ciudat de Thigueni: que quando Anteomurio, Hercules se mesclo con la muger del dicho Antheo, la qual hauianombre Thigueni, et engendro a Sofaca, el qual regno en aquella ciu-dat, et puso nombre a la ciudat el nombre de su madre (1r).

— Car primerament fue a Lissitania con IIM VIC, los quales el cla-maua romanos et con otros VIIC libios mezclados [...] (2r).

— Porque et yo yre de continent a estar con tu (149v).

Puede expresar instrumento, medio o modo:

— Et de continent el fendio vn carnero a manera de sacrificio etlo enterro dentro al monument con el cuerpo ensemble (1r).

— Et Sofaca engendro a Diodoro, el qual puso en seruitut a muchagent de Libia con huest de griegos, los quales haujan segujdo en aqueltiempo a Hercules et abitaron alla (1r).

— Et pensauase como meior los pudiesse subiugar con deçebim-jento (1v).

O también contenido o adherencia:

— Ahun mato a Thoranio, el qual hauia enuiado Metello capitancon mucho poderio (2v).

La preposición con, a diferencia de lo que sucedía en castellano

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donde la forma contigo aparece ya en el Cantar de Mio Cid (Alvar yPottier, 1980:125), se une a la forma sujeto del pronombre personalde segunda persona:

— Porque et yo yre de continent a estar con tu (149v).

— Que en mj persona tu no seas uituperado en el triumfo de Roma,mas entierrame aquí con tu ensemble (153r).

Tal circunstancia se dio en los Fueros medievales aragoneses ytodavía dura hoy en una amplia zona que se extiende desde el Piri-neo hasta los pueblos que circundan Zaragoza (Alvar y Pottier, 1980:124; Alvar, 1953: 287).

En

La palabra en procede del latín IN (DCECH: s.v. en). Se ha enmar-cado entre las preposiciones que expresan una situación estática sinorientación precisa del término (Trujillo, 1971: 276). A lo largo delPlutarco de Juan Fernández de Heredia podemos observar este valorde en en el plano espacial:

— En aquella tierra escriuen los hombres de Libia que jaze Antheo(1r).

— Dizen vna faula los de la ciudat de Thigueni: que quando Anteomurio, Hercules se mesclo con la muger del dicho Antheo, la qual hauianombre Thigueni, et engendro a Sofaca, el qual regno en aquella ciu-dat, et puso nombre a la ciudat el nombre de su madre (1r).

En el plano temporal:

— Alli era Ypostenida, no pas mal hombre, antes amaua a su tie-rra et a los fugitivos; mas no hauia tanta ardideza como fazia menesteren aquel tiempo (55r).

— Et de muchos dias antes hauia faulado con Arquia et con suscompanyones por estar a solas con mugeres maridadas en aquel dia(55v).

Y en el plano nocional:

— Todos estuujeron en piet, et por la grant alegria cridaron tanfuert que la uoz fue oyda entro a la mar (43r).

Sin embargo, en el texto hallamos usos que divergen de estecarácter estático de en. Esta complejidad semántica se debe al hechode que dicha preposición está condicionada por la herencia latina, ya

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que IN, además de expresar situación estática cuando regía ablativo,podía indicar movimiento hacia un límite cuando iba seguida de acu-sativo (Castañer, 1992: 94; Alvar y Pottier, 1980: 296). Así, pues, ennuestro corpus hemos registrado numerosos ejemplos de en, con ver-bos de movimiento, expresando ‘término del movimiento’, uso que seperpetuó durante siglos (Alvar y Pottier, 1980: 296):

— Por estas paraulas Seleuco se comouio et fuesse en Ciliçia congrant poderio (11r).

— Et Cesar fizo a Anthonio rector del pueblo et lo enuio en Roma(118r).

— Como Mario arribo en Libia, et como se trobo con su fijo enNumjdia (204r).

En el Plutarco hallamos un uso particular de la preposición encon el valor dinámico al que nos estamos refiriendo que se ha con-servado hasta la actualidad en algunas zonas andaluzas, leonesas yamericanas (DCECH, s.v. en). Se trata de la construcción ir en casa de,con el sentido de ‘ir a casa de’, que aparece en el texto en ejemploscomo los que siguen:

— Quando la dona hoyo qu’el capitan de los aqueos uenia en sucasa, ella se aquexaua de aparellar la cena, porque su marido era alli(26r).

— Marco Anthonio el rectorico fuyo en casa de vn su amigo, por-que aquel su amigo era hombre popular (206v).

En la obra herediana que estamos analizando, la preposición enaparece en contextos que en la actualidad requieren otra preposición:

— Como hombre acosstumbrado en tales cosas nenguno no lopodia embargar (35v)3.

— Et depues mudo lur buen beujr et lur precioso uestir por estoque de todo no los podia leuar por tal que mucho tiempo, assi comoantiga malautia haujan seguido la uanedat, es a saber, de hauer ropasmuchas et lechos tenydos en grana et çenas el beuerias superfluas (29v).

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3. Badía (1944: 187) afirma que la expresión acostumbrado en es frecuente en la lengua here-diana.

Entre

La preposición entre procede del latín INTER (DCECH, s.v. entre).Pertenece a un subsistema estático que se caracteriza por la irrele-vancia del rasgo ‘movimiento’ (Trujillo, 1971: 265). Indica situaciónen el interior de dos límites expresamente señalados.

Los valores de entre en el texto coinciden con los usos del cas-tellano de la época y con los del español actual. Esta preposicióndenota situación en medio de dos o más personas, animales o cosas,tanto en sentido material como figurado:

— Et ahun a Metello mismo, el qual era famoso entre los roma-nos, tanto lo fizo errar et a tanta jnpotencia lo reduxo que Lefquio Leliovino en ayuda de Galacia (2v).

— Aqui se faze comparacion entre Tito et Philopimj (49v).

— Et si uos non uos fiades de darme chuchiello, echatme ligadoentre las fieras (23r).

— Alla cayo entre la feruor de la batalla Memmio Calio, vno delos capitanes que hauja Pompeyo (7r).

En ocasiones, la preposición entre denota estado intermedio:

— Et depues el vido mucho poluo qu’el ujento leuantaua sobreellos por esto que, assi como nos hauemos dicho, las cueuas talayanenta el çierço, et el ujento que es entre griego et trasmuntana corrio allimuyt fuert por esto que toma poderio de los campos humjdos et de mon-tanyas neuadas (5r).

Sin

La preposición sin procede del latín SINE. Como resultado del éti-mo latino cabría esperar en castellano sen, forma que se atestigua entextos leoneses y aragoneses de la época medieval (DCECH, s.v. sin).De la voz sen se obtuvo senes, con la terminación adverbial, y la for-ma con i, sines, que es más común todavía (Alvar y Pottier, 1980:294). Con documentación dispersa por toda la Península se hallan lasvariantes sien y sienes, originadas por un cruce entre sin y sen (Alvary Pottier, 1980: 294; DCECH, s.v. sin). Para explicar las formas con ise han formulado diversas hipótesis: se ha propuesto que la presen-cia de la i ha podido deberse a un influjo de nin o sino; por otro lado,Corominas y Pascual (DCECH, s.v. sin) han considerado que tal vez se

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deba al hecho de que, al tratarse de una palabra átona, esté expuestaa influjos fonéticos de tipo excepcional.

En Aragón SINE dio lugar a distintas variantes: sin, de sin, sines,sen, sienes, formas que, aunque también se dieron en textos extra-aragoneses, son propias de nuestro dialecto (Alvar, 1953: 251). En elterritorio aragonés se conoció la variante sinse que se explica en rela-ción con el catalán y el galorrománico (Alvar y Pottier, 1980: 294).No obstante, en el Plutarco de Juan Fernández de Heredia únicamentehemos registrado la forma sin, coincidente en castellano y aragonés.

Dicha preposición se caracteriza por pertenecer a un subsistemaprepositivo estático. Expresa situación espacio-temporal o nocional,pero no da la orientación precisa del término (Trujillo, 1971: 277).Frente a la preposición con, sin no posee el rasgo positivo de ‘acom-pañamiento’. Por tanto, denota privación o carencia:

— Et quando esta gent en algun miedo, se recullen alla suso a lascueuas et habitan alli sin miedo (4v).

— Por la qual cosa, primerament fue nombrado Magno, es a saber,‘grant’, et le fue fecho el triumfo, seyendo ahun jouen sin barba (5v).

— Et la ora pensaua Sertorio como podria leuar su gent del cam-po sin periglo et sostenerse fasta que le uiniesse ayuda (7r).

Como término de esta preposición puede aparecer un nombre,una oración subordinada sustantiva, un infinitivo o un pronombre per-sonal que, cuando es de segunda persona, aparece con la forma corres-pondiente al sujeto:

— Et la hora el ferio entre la haz de los lacedemonios, los qualesno haujan su senyor ni credian combatir, mas estauan sin pensamjentocreyendo que Micanidi los deuiesse todos uençer (30r).

— Mas el vno murio sin que lo supies ante, el otro lo supo et spe-raua la muert (24v).

— Et por aquesta manera se treballauan et sudauan et suspirauanpor esto que treballauan sin correr por fuera (19r).

— Porque de los XM males que yo he no reputo ninguno mas grieuque esti, es a saber, que yo uiuo sin tu» (153r).

Sobre

Sobre, preposición coincidente en aragonés, castellano y catalán,procede de la forma latina SUPER (DCECH, s.v. sobre). Se caracteriza

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por pertenecer a un subsistema prepositivo estático, caracterizado porla ausencia del rasgo ‘movimiento’. Expresa situación espacio-tem-poral o nocional indicando orientación precisa del término con unlímite fijado verticalmente (Trujillo, 1971: 277).

En el plano espacial sobre indica lugar y puede significar mayorelevación en lo material, heredando así el valor que tenía la preposi-ción latina SUPER cuando regía caso ablativo (Alvar y Pottier, 1980:304). En nuestro corpus hemos hallado numerosos ejemplos de sobrecon este uso:

— Et la ora puyo sobre su cadira et faulo a aquellos a qui queriafaular et quando el ceruatiello uido a Sertorio, corrio con alegria entael et aplegosse cerca el et puso su cabeça sobre los genollos de Serto-rio et lamiele la mano derecha assin como era acostumbrado de fazer(7r).

— Et por esto el se reduxo en vn castiello el qual era sobre vnamontanya alta, et fortificaua los muros et las puertas (7r).

— Et Sertorio se giro por leuantarse suso por el colpe, et Antho-nio se echo sobre el et tomo las manos por tal que no se pudiesse def-fender (11r).

La indicación ‘lugar encima de’ puede tomarse en sentido tras-laticio y entonces sobre puede expresar mayor dignidad o autoridad:

— Et por esto quando el supo que Antipatro deuia entrar en Capa-doçia, ordeno por sus letras a Eumenio capitan general sobre todas lashuestes de Armenia et de Capadocia (13v).

— Et encara estos comandamjentos fizieron et escriujeron a Andi-gueni et a Theftamo, los quales eran capitanes sobre aquellos qui leuauanescudos de argent (20r).

Con un verbo de movimiento, esta preposición implica la idea deataque, violencia u hostilidad:

— Et Damafani, capitan de cauallo de los yllios, se miso auant etcorrio sobre Philopimi et Philopimi corrio sobre el et diole un colpe delança assi que lo echo en tierra (28v).

— Et quando fue oydo que Filopimi era entrado en la Mantinia,Micanidi se mouio con su huest por yr sobre el (30r).

— Et Philopimi trobo el tiempo apto et ferio sobre ellos con pode-rio (33r).

Si nos situamos en el ámbito de lo nocional, sobre puede equi-valer a ‘acerca de’ cuando anuncia el asunto o tema de que se trata:

MÓNICA M.ª GÓMEZ GONZALVO

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— Sobre esta cosa se consellaron aquellos que leuauan los escu-dos de argent, et determjnaron de dar a Eumenio uiuo a Antigono (23r).

Con este valor refleja uno de los usos que desempeñaba la preposi-ción latina SUPER cuando se unía al caso ablativo.

En nuestro corpus hemos registrado un ejemplo en el que la pre-posición adquiere el sentido de ‘después de’, situándose así en el pla-no temporal. Con este valor, sobre se muestra heredera de otro de lossentidos que adquiría la preposición latina de la que deriva cuandoregía caso ablativo. Así, pues, con el valor temporal de posterioridadaparece en el Plutarco herediano en el ejemplo siguiente:

— Alexandre conuido a çena a Dimitrio et como Dimitrio yua, vnole reuelo la traycion: Como sobre el beuer lo deujan matar (104v).

Este valor de posterioridad de sobre que hallamos en nuestro textomedieval se ha conservado en el español actual en algunas palabrascompuestas como sobremesa, sobreparto o sobresiesta (vid. Bruyne,1999: 694).

CONSIDERACIONES FINALES

Atendiendo al sistema prepositivo del Plutarco de Juan Fernán-dez de Heredia, podemos identificar la lengua en la que está escritadicha obra como aragonés, dada la presencia de las preposiciones típi-camente aragonesas enta, entro, dius, deuant, dauant y ultra, aunquealgunas de ellas —como se ha indicado— se hallan también en cata-lán. Rasgo aragonés es asimismo el hecho de que, cuando el términode la preposición es un pronombre personal de segunda persona, lapreposición se une a la forma correspondiente al caso sujeto en vezde a la forma del caso oblicuo (enta tu, a tu, con tu, sin tu, de tu). Lalengua del texto se muestra castellanizada puesto que, además de apa-recer buen número de preposiciones comunes tanto al aragonés comoal castellano, hallamos la forma castellana fasta en distribución com-plementaria con la aragonesa entro. La presencia de las formas cata-lanas sus, que convive con sobre, y uers (y sus derivados), que apa-rece junto a la aragonesa enta, denotan el influjo de la lengua catalana.

En este texto observamos mayor presencia de rasgos del dialec-to más oriental que en otras obras heredianas. Frente al Tucídides(Castañer, 1992), el Libro de Marco Polo (Buesa y Castañer, 1996) y

EL SISTEMA PREPOSITIVO DEL PLUTARCO DE JUAN FERNÁNDEZ DE HEREDIA

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La Grant crónica de Espanya (Geijerstam, 1964), el Plutarco con-tiene la preposición catalana sus. Además, en este manuscrito apare-cen las formas ues, enues, uers, enuers y deuers de las cuales solodeues se registra en el Libro de Marco Polo.

Así, pues, para concluir, podemos afirmar que, según las carac-terísticas de su sistema prepositivo, el Plutarco de Juan Fernández deHeredia está escrito en aragonés castellanizado con algunos rasgospropios de la lengua catalana. Dichas peculiaridades responden a lasituación lingüística de una corte bilingüe en la que se empleaban,además del latín, tanto el aragonés —sometido ya a un proceso nive-lador y lejos del primitivo pirenaico— como el catalán.

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EL SISTEMA PREPOSITIVO DEL PLUTARCO DE JUAN FERNÁNDEZ DE HEREDIA

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Control público y espectáculo teatral: el Coliseo de Comedias de Zaragoza

(1777)*JOSÉ ANTONIO MATEOS ROYO

Universidad de Zaragoza

La intención del presente trabajo es aportar un repertorio docu-mental sobre la actividad teatral desarrollada en Zaragoza durante elreinado de Carlos III (1759-1788)1. Centrados los datos en el año 1777,su riqueza no solo describe las piezas básicas que componían la car-telera de la ciudad, sino demuestra la fuerte revitalización de lasactuaciones que tiene lugar entre la apertura del nuevo Coliseo deComedias en 1770 y su incendio en 1778. Localizada en su totalidaden el Archivo municipal, esta documentación revela la nueva funciónde las autoridades públicas borbónicas en Aragón ante la consolida-ción de una verdadera política nacional respecto al espectáculo tea-tral durante este periodo.

Esta revitalización del teatro tiene su inicio con la llegada al tro-no de Carlos III. Durante su visita a la ciudad, el nuevo rey levantóen noviembre de 1759 la prohibición de realizar obras teatrales dic-tada en 1751 por Fernando VI que había sumido la Casa de Comediasde Zaragoza en una forzada inactividad durante los años cincuenta2.

AFA-LXI-LXII (2005-2006), pp. 121-138 121

* Este artículo ha sido elaborado con la ayuda de la fundación Caja Madrid.1. Como mejor síntesis sobre el teatro aragonés durante las Edades Media y Moderna, cf. Aurora

Egido, Bosquejo para una historia del teatro en Aragón hasta finales del siglo XVIII, Zaragoza, Institu-ción «Fernando el Católico», 1987.

2. Cf. Archivo Municipal de Zaragoza, Libros de Actas, 1759, fols. 351r y 363r-365r y A(rchivo)H(istórico) P(rovincial de) Z(aragoza), Real Acuerdo, 1766, fols. 328v-329r. Las prohibiciones de rea-lizar obras teatrales menudearon en las ciudades españolas durante el siglo XVIII. El ejemplo de Sevi-lla resulta paradigmático. Cf. Francisco Aguilar Piñal, Sevilla y el teatro en el siglo XVIII, Oviedo, Uni-versidad, 1974.

Pese a la restauración de este edificio, su estrechura e inadecuacióngeneral para la nueva función social otorgada a los coliseos de come-dias durante la época fue imponiendo durante la década de los sesen-ta la necesidad de adecuar un nuevo espacio para la práctica teatralen la ciudad.

En atención a estos motivos, la Sitiada o Junta que regentaba elHospital de Nuestra Señora de Gracia decidió en 1769 el derribo dela antigua casa de comedias cuyos beneficios recibía para construirun coliseo de nueva planta3. Bajo la inspección del conde de Sástago,los trabajos terminaron en octubre de ese año. Abierto acto seguido,las actuaciones se hallaban consolidadas ya a principios de 17704.Dispuesto en cuatro pisos y con capacidad para unas 1300 personas,el diverso precio de las entradas ayudaba a jerarquizar el espacio5.Los espectadores que se limitaban a pagar la entrada normal se situa-ban tras rebasar la entrada principal en los bancos del patio o en lacazuela para las mujeres situada al fondo del mismo, a la que se acce-día por una puerta lateral. El módico aumento de un real permitíasituarse bien en las lunetas o filas de asientos delante del proscenio,o bien en las gradas, a las que conducían dos corredores laterales yreservadas en el coliseo de Zaragoza a los hombres. Los grupos socia-les más acomodados y los representantes de las instituciones públi-cas aragonesas accedían por una puerta lateral a los palcos situadossobre las gradas, alquilados con frecuencia para toda la temporadateatral y en parte reservados en exclusiva a mujeres. Más caros, lospalcos de primera línea ofrecían frente a los de segunda una mejor vis-

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3. Sobre las modificaciones formales que implica para la representación teatral el tránsito del corralal coliseo de comedias, cf. José Luis Sirera, El teatro en el siglo XVII: ciclo de Calderón, Madrid, Pla-yor, 1982, pp. 76-81. A semejanza de los coliseos existentes en otras grandes ciudades, el nuevo teatrozaragozano mantuvo recursos escénicos como las tramoyas y los escotillones más característicos de loscorrales de comedias. Cf. el documento 21.

4. Cf. Orencio Pacareo, Goya y el teatro de Zaragoza en su tiempo, Zaragoza, El Hospicio, 1928,pp. 20-21 y 31. La finalización de los trabajos del nuevo coliseo en octubre de 1769 parece desatar elconflicto sobre la asignación de aposentos a las autoridades públicas descrito en AHPZ, Real Acuerdo,Libros de Informes, 1769, 16 de octubre y 11 de noviembre, fols. 181v-190v y Real Acuerdo, 1770, 19de enero, fols. 43r-51r. Por este mes de octubre, la anterior casa de comedias era citada como «el corralantiguo»: contaba con una gran cazuela, gradas a ambos lados, patio, luneta, veintisiete aposentos ycapacidad para albergar a más de 1530 personas. Cf. AHPZ, Real Acuerdo, Libros de Informes, 1769, 16de octubre, fol. 187r.

5. Cf. el documento 5. Para comparar estos datos con un diseño en planta del coliseo de comediasrealizado en la época, cf. Tomás Sebastián y Latre, Relación histórica de los sucesos ocurridos en Zara-goza con motivo del incendio de su coliseo en la noche del doce de noviembre de 1778, Zaragoza, Fran-cisco Moreno, 1779, y Aurora Egido, op. cit., nota 1, p. 35. Para la distribución social en el teatro segúnlos precios de entrada, cf. René Andioc, Teatro y sociedad en el Madrid del siglo XVIII, Madrid, Casta-lia, 1976, pp. 11-16.

ta del espectáculo y constituían el lugar preferente dentro del coliseode comedias.

La gestión de la Casa de Comedias presentaba en este periodouna clara dualidad. Como sucedía en el anterior edificio, el Hospitalde Nuestra Señora de Gracia tenía asignados sus beneficios para sufra-gar sus fines caritativos6. Esta institución contrataba en algunas oca-siones por medio de delegados compañías de cómicos para actuar acambio de unas retribuciones establecidas, que incluían participaciónen las entradas, raciones diarias y ayudas de costa. En otras, máscomunes durante la gestión del nuevo coliseo, la Sitiada cedía a cam-bio de una suma y bajo ciertas condiciones el usufructo del teatro aun particular, quien se encargaba de preparar la función y contratar alos cómicos y operistas7. Sin embargo, el municipio disponía de cier-to margen para modificar el precio de las entradas, horarios y condi-ciones de representación. Fiel reflejo, las compañías que actuaban enel coliseo zaragozano en 1777 apelaron al favor del municipio paraaumentar el precio de las entradas o alterar el horario de la represen-tación. Este control dual sobre el teatro se halla ejemplificado en lasconversaciones entre el conde de Sástago, comisario de comedias dela Sitiada, y los diversos delegados sobre la materia designados porel Ayuntamiento.

Como ya había sucedido en periodos anteriores, la regulación dela actividad teatral promovió fricciones entre ambas instituciones8.Ya en 1734 se produjo una agria disputa entre el Hospital y el muni-cipio sobre la facultad de formar compañías, que se elevó hasta elConsejo de Castilla y se saldó en enero de 1737 con un pacto entrelas partes bajo la mediación de la Audiencia de Aragón. El estreno delcoliseo de comedias pondrá en cuestión de nuevo ambas jurisdiccio-nes. Pese a haber dispuesto el Consejo de Castilla en junio de 1769que el gobierno económico del teatro correspondía a la Sitiada y almunicipio el político y judicial con arreglo a la policía practicada enla Corte, esta institución tuvo que volver a definir en marzo 1775 elámbito de la regalía municipal sobre las actuaciones teatrales esce-nificadas en Zaragoza.

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6. Cf. los documentos 5, 6, 9, 17, 18, 19 y 21.7. Sobre ambas formas de gestión de la casa de comedias durante el siglo XVIII, cf. Andrés Jimé-

nez Soler, «El teatro en Zaragoza antes del siglo XIX», Universidad (1927), pp. 67-71, 78-82 y 126-133.8. Sobre el tema, cf. la nota 4 y Andrés Jiménez Soler, op. cit., nota 7, pp. 35-36, 66-67.

Si estos conflictos eran comunes en la España Moderna tras sur-gir los corrales, el control público del coliseo adquiere distinto carác-ter en este periodo al consolidarse durante el reinado de Carlos III unapolítica estatal sobre el teatro en aras de su función social. Ya inau-gurada con medidas tales como la prohibición de los autos sacra-mentales en 1765, la llegada al poder del conde de Aranda en 1766tras la caída del ministro Esquilache sanciona la introducción de losideales ilustrados sobre el teatro, su fin pedagógico y el intento de for-jar una tragedia y comedia nacional que recoja los intereses del Esta-do9. En aras de estos objetivos, las reformas del conde de Arandamodifican los horarios y otras condiciones de las representaciones.Muestra de este nuevo interés estatal, una resolución del Consejo deCastilla anuló en julio de 1767 órdenes anteriores que habían vetadola representación de comedias en algunos pueblos de Aragón10. Elmantenimiento del orden se aseguraría en adelante mediante la con-fección de reglamentos sobre el teatro público por parte de las auto-ridades locales que deberían remitir al Consejo de Castilla para suaprobación y corrección.

En correspondencia con esta política, el deseo de las autoridadesaragonesas de hacer olvidar el violento motín acaecido en abril de1766 y de ofrecer a la monarquía una imagen más positiva de la ciu-dad y del reino parece favorecer la construcción del coliseo. Su plan-ta más moderna no solo permite una mayor distinción entre los espec-tadores según el rango social, presente en 1777 en la polémica sobreel aumento del precio de las entradas, sino posibilita su mayor inser-ción en un ritual urbano de clara exaltación del soberano11. A imita-ción de años anteriores, la iluminación efectuada en 1777 en fechascomo el 25 de agosto, cumpleaños de la princesa de Asturias, o el 4de noviembre, día de San Carlos, reflejan la usual adaptación de losaspectos lúdicos a fines políticos.

El deseo de una mayor magnificencia del espectáculo teatral enla ciudad chocaba a menudo con la preservación del orden público o

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9. Sobre la prohibición de autos sacramentales en 1765, cf. Ramón Esquer Torres, «Las prohibi-ciones de comedias y autos sacramentales en el siglo XVIII», Segismundo, I (1965), pp. 187-226, y RenéAndioc, op. cit., nota 5, pp. 344-379. Para las reformas del Conde de Aranda en las condiciones de repre-sentación, cf. Javier Lucea, La poesía y el teatro en el siglo XVIII, Madrid, Playor, 1984, pp. 128-134.Como muestra de la aplicación de este programa, cf. Francisco Aguilar Piñal, op. cit., nota 2, pp. 53-76, 251-256.

10. Cf. AHPZ, Real Acuerdo, 1767, 23 de julio, fols. 543v-544v.11. Cf. los documentos 6, 7, 18 y 19.

la proporción de una mayor seguridad. Obsesión creciente en la legis-lación teatral de los ilustrados, esta última necesidad era utilizada aveces para justificar un aumento de las entradas que frenaba el acce-so al teatro de las capas más bajas de la población12. La consecuciónde ambos fines propiciaba en Zaragoza intervenciones de distintasautoridades públicas, como el regente de la Audiencia o el capitángeneral del reino, que disputaban al municipio y a su corregidor par-celas de poder en el seno de la ciudad y deseaban significarse en esteespacio rodeado de creciente prestigio social13. Como demuestra elaltercado surgido al reclamar el público otra actuación de la actrizFrancisca Ladvenant el martes de Carnaval de 1770, estos conflictospolíticos motivaban disputas en el mismo teatro entre estas autorida-des —bien por meras cuestiones protocolarias o por la regulación delas actuaciones— que les restaban capacidad para mantener el ordenpúblico14.

Entre estas intervenciones, la función de la Audiencia demuestrauna mayor asunción de las directrices estatales. Si sus disposicionesiniciales desde la misma reapertura de la vida teatral se dirigen en losaños sesenta a contener desmanes o defender derechos protocolarios,en la década siguiente incluyen consideraciones sobre prevención deriesgos, con especial atención al fuego15. En enero de 1777, el corre-gidor y el comisionado municipal de comedias Miguel Franco recu-rren ante el Real Acuerdo sus disposiciones sobre la iluminación delcoliseo de comedias para poder festejar con mayor dignidad el cum-pleaños del monarca. Como presidente de la Audiencia, la opinión delcapitán general del reino debía ser asimismo consultada. La obliga-ción municipal de informarle sobre los términos de la contrata con elempresario teatral y solicitar su permiso para introducir cambios enla cartelera, horarios y precios de las actuaciones otorgaban influen-cia al capitán general en la actividad teatral y provocaban agrias dis-putas. Con todo, en algunas ocasiones, el municipio podía revocar sus

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12. Cf. los documentos 9 y 10. Las quejas sobre el excesivo precio de las entradas, sobre todo enlas representaciones de ópera, eran comunes en las principales ciudades españolas. Cf. René Andioc,op. cit, nota 5, pp. 11-16, y Francisco Aguilar Piñal, op. cit., nota 2, pp. 255-256.

13. Al respecto, el conflicto desatado en 1769 por los aposentos destinados a las autoridades públi-cas en la casa de comedias resulta muy ilustrativo. Cf. la nota 4.

14. Este episodio revela tanto la política del Conde de Aranda de imponer orden en el teatro comoel fervor popular por actores y actrices. Cf. la nota 9, Orencio Pacareo, op. cit., nota 4, pp. 20-21, yAHPZ, Real Acuerdo, 1770, 12 de marzo, fols. 51r-52v.

15. Cf. Aurora Egido, op. cit., nota 1, pp. 39, 41 y 45. Sobre los problemas de incendios ligadosa la iluminación del coliseo, véase el documento 6.

decisiones sobre el tema en caso de sentirse respaldado por otras ins-tituciones implicadas en el control del coliseo de comedias16.

Por desgracia, la documentación descubierta solo permite carac-terizar con unos rasgos someros la actividad del coliseo zaragozano17.En un primer momento, comprendido entre 1770 y 1772, la Sitiadadecidió administrar el teatro y contratar a compañías de actores. Paralograr la formación de estas, recurría a la ayuda de empresarios tea-trales como Carlos Vallés, con quien el Hospital de Gracia firmó unacuerdo en diciembre de 1769. La propuesta de Vallés de arrendar lagestión del teatro en diciembre de 1772, sancionada por el Consejode Castilla en marzo de 1773 tras competir con la oferta del cómicoTomás Carretero, consagró esta fórmula en los años siguientes hastala extinción del nuevo coliseo en 1778. Como era usual, la tempora-da teatral se atenía en Zaragoza a dos ciclos principales a lo largo delaño. Por lo común desde primero de mes, octubre abría la temporadacómica de invierno, que solía finalizar el martes de carnaval o el miér-coles de ceniza. A partir del segundo día tras el Domingo de Resu-rrección, las actuaciones se reanudaban hasta el verano. Si la Sitiadaadministraba el teatro, como en 1770-1772, los actores seguían tra-bajando en el verano, pero se procuraba que actuasen en otras ciuda-des como Barcelona o Pamplona para evitar el fuerte calor de Zara-goza. Si el empresario asumía la gestión del teatro, como sucede en1773-1778, podía acordar con la compañía de cómicos su marcha enagosto y septiembre con el fin, bien de sustituirla por otra y renovarel espectáculo, o de cerrar el teatro hasta octubre. Como demuestrandistintas menciones a lo largo del siglo XVIII, en función de las cir-cunstancias, la temporada de verano podía declararse cerrada conantelación, en mayo o junio. Fiestas religiosas, como la Cuaresma olos días de misiones celebrados en septiembre, citados en 1777, ydesastres climáticos como la amenaza de sequía provocaban que lasautoridades impusiesen el cese de las actuaciones.

Como rasgos destacados, el teatro en Zaragoza combina en los

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16. Como ejemplo, el conflicto acaecido en 1776 sobre la contratación de María Antonia Fernán-dez por el empresario Manuel Navas. Cf. Orencio Pacareo, op. cit., nota 4, pp. 26-29. En contraste conla pérdida de control del intendente sobre la actividad teatral tras las reformas administrativas de 1766en beneficio del corregidor, la autoridad del capitán general crecerá a fines del siglo XVIII. Cf. AndrésJiménez Soler, op. cit., nota 7, pp. 25, 115.

17. Sobre los nexos entre los periodos de contratación de compañías con estos dos ciclos de la tem-porada teatral en Zaragoza durante el siglo XVIII, cf. Andrés Jiménez Soler, op. cit., nota 7, pp. 27-28,47, 67-71,78-82, 126-133, y los documentos 1, 2, 3, 4, 6, 10, 11, 12 y 13.

años setenta actuaciones de corte más tradicional y gran éxito popu-lar con la emergencia de la ópera. De implantación progresiva enEspaña desde principios del siglo XVIII, la ópera conoce un fuertedesarrollo en Madrid entre 1767 y 1777 a instancias del Conde deAranda que resulta decisivo para su difusión a ciudades como Sevi-lla, Cádiz o Valencia18. A su semejanza, el coliseo de comedias deZaragoza añade estas escenificaciones a su cartelera. Su inclusiónparece más debida a la demanda del público que al énfasis de las auto-ridades regionales en su promoción. Al finalizar en 1777 el arriendodel empresario Manuel Navas, el Ayuntamiento no manifestó a finesde agosto ante el conde de Sástago preferir la llegada de operistas ita-lianos frente a los cómicos españoles19. Su interés se orientó a fijarlos horarios y precios de uno u otro tipo de representación con unamarcada preocupación por los excesivos costes de las óperas.

Pese al desentendimiento municipal, los textos expuestos para1777 revelan el interés de los gestores del teatro por incluir repre-sentaciones de ópera20. Con clara intervención del Conde de Sástago,el empresario Manuel Navas llegó en mayo de 1777 a un acuerdo conel italiano José Croce para que su compañía de ópera y baile, trasactuar en Pamplona durante las fiestas de San Fermín, representaseen el coliseo durante agosto y septiembre. Nuevo testimonio de esteinterés, el día 9 de este último mes, el conde de Sástago obtuvo el con-trato con esta compañía por una temporada completa entre el segun-do día de Pascua de Resurrección y el martes de Carnaval. Por estemotivo, la compañía cómica liderada por Bartolomé Ibáñez, que habíaactuado en el coliseo hasta julio, retomó sus actuaciones el primerode octubre con vistas a cesar a la llegada del Carnaval y ser sustitui-da por los operistas una vez celebrada la Pascua de Resurrección.

Junto con la presencia de la ópera, las restantes menciones deobras teatrales escenificadas en el coliseo en 1777 se atienen a géne-ros de gran éxito popular21. Las dos obras pías que la compañía cómi-ca debe representar en el verano a beneficio de Nuestra Señora de laNovena parecen aludir a comedias sobre vidas de santos o peniten-tes, que en la época acogían gran número de excentricidades y supers-ticiones en detrimento de su contenido ético, pero con notable éxito

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18. Sobre el tema, cf. Francisco Aguilar Piñal, op. cit., nota 2, pp. 135-138, y Arturo Zavala, Laópera en la vida teatral valenciana del siglo XVIII, Valencia, Diputación provincial, 1960.

19. Cf. el documento 8.20. Cf. Andrés Jiménez Soler, op. cit., nota 7, pp. 68-69, y los documentos 2, 3, 5, 9, 10 y 11.

entre los espectadores. Ya que no una tragedia, la compañía de Bar-tolomé Ibáñez propone al municipio en noviembre representar unacomedia heroica para festejar el día de San Carlos. Si su temática per-mite la exaltación de los valores nacionales al gusto ilustrado, la expo-sición de acciones militares, escenas sangrientas y ademanes ampu-losos configuraba un espectáculo muy llamativo de gran aceptaciónentre el público. Por último, esta compañía solicita permiso pararepresentar a fines de diciembre la obra Magia a magia vencer sabe,cuando la magia es con arte. Muy comunes para Navidad y Carna-val, estas comedias de magia gozaban de extraordinaria popularidadgracias al uso de múltiples recursos escénicos para crear prodigios yasombrar al espectador. La inclusión de excesos similares a los emple-ados en las comedias de santos motivó que un decreto real prohibie-ra en 1788 ambos géneros.

La representación de estas actuaciones se veía aderezada por lainclusión de sainetes y tonadillas en el espectáculo22. Obsérvese quesu ejecución es considerada por Bartolomé Ibáñez, en diciembre de1777 ante el municipio, como un gasto inexcusable para representarde forma adecuada la comedia de magia. La caída de Aranda, defen-sor del teatro ilustrado, en 1773 libera de toda traba la representaciónde sainetes en los teatros y su autor más representativo, Ramón de laCruz, alcanza en los años siguientes su máxima fama. Muestra de losevidentes nexos entre la vida teatral de Zaragoza y las modas impe-rantes en Madrid, las actuaciones de la popular tonadillera MaríaAntonia Fernández «la Caramba» se prolongarán desde enero de 1776hasta el fin de la temporada y salvarán la recaudación del teatro enuna situación crítica. La preservación de estos beneficios unirá alempresario Manuel Navas, al Hospital de Gracia y al municipio paradefender la continuidad de la cantante frente al capitán general.

Por último, claro ejemplo del incumplimiento de las medidas ilus-tradas de prevención de riesgos recomendadas por la Audiencia, estabrillante etapa del coliseo de comedias llegó a su fin en la noche del12 de noviembre de 1778. Un trágico incendio estalló en el escena-

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21. Cf. los documentos 4, 18 y 20. Sobre la espectacularidad y popularidad de estos géneros tea-trales, cf. René Andioc, op. cit., nota 5, pp. 31-121; Julio Caro Baroja, Teatro popular y magia, Madrid,Revista de Occidente, 1974, y Eduardo Juliá Martínez, «Preferencias teatrales del publico valencianoen el siglo XVIII», RFE, XX (1933), pp. 113-159.

22. Véase el documento 20 y la nota 16. Sobre estos dos géneros teatrales, cf. José Subirá, Latonadilla escénica. Sus obras y autores, Barcelona, Labor, 1933, y Ramón de la Cruz, Doce sainetes,Barcelona, Labor, 1972 (ed. de José Gatti).

rio al preparase un baile durante el segundo intermedio de La realjura de Artajerjes, ópera representada por la compañía de José Cro-ce. Su rápida propagación devastó el coliseo de comedias y causó lamuerte de decenas de personas, incluidas figuras de relieve en la vidapolítica y cultural aragonesa23. Descrita por el cronista Sebastián yLatre, su quema causó gran impresión y dio nuevos argumentos a par-ticulares e instituciones que pretendían suprimir la actividad teatralen la ciudad. Las autoridades estatales, obsesionadas por evitar suce-sos similares, dictaron en Madrid de inmediato nuevas normativaspara la prevención de incendios y dispusieron el cierre de los colise-os emplazados en las ciudades más importantes de España24. Entreotros, la fuerte presión del arzobispo de Zaragoza contribuyó a queel conde de Floridablanca prohibiese en diciembre de 1778 la erec-ción de un nuevo teatro en Zaragoza y en junio de 1784 la ampliasea la escenificación de obras teatrales en todos los pueblos del arzo-bispado25. Solo a partir del reinado de Carlos IV, el Ayuntamiento deZaragoza consiguió en 1789 reanudar las conversaciones para edifi-car un nuevo teatro y habilitar uno provisional en 1791 en la Lonja,donde se representará durante la mayor parte de la década. Planteadade nuevo la necesidad de un teatro estable por el municipio en 1793,tras merecer los planos de Agustín Sanz la aprobación final del minis-tro Godoy, fue construido en el Coso y en agosto de 1799 abierto alpúblico26.

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23. Cf. la nota 5.24. Al respecto, los casos de las ciudades de Valencia y Sevilla son muy significativos. Cf. Artu-

ro Zavala, op. cit., nota 18, y Francisco Aguilar Piñal, op. cit., nota 5.25. Cf. AHPZ, Real Acuerdo, 1784, 8 de julio, fols. 177r-178v.26. Cf. Andrés Jiménez Soler, op. cit, nota 7, pp. 17-32, y Aurora, Egido, op. cit., nota 1, pp. 39, 55.

APÉNDICE DOCUMENTAL

Documento 1. AMZ, Actas Municipales, 1777, 20 de marzo, fol. 70v.

(Al margen: Renuévanse las facultades del señor Franco en cuanto a comi-sario de comedias) El señor Don Miguel Franco expuso que por el excelentísi-mo señor conde de Sástago, comisario de comedias, se le había pasado el ofi-cio y lista de los cómicos, manifestándole estava formada la compañía y quepara en el casso de ocurrir alguna cosa sobre este particular la comunicaría asu Señoría como resultava del citado oficio y lista que presentava. En su inte-ligencia visto y leído uno y otro se acordó que por el mismo señor Don MiguelFranco se le responda a su Excelencia quedar entendida la ciudad y por consi-guiente se renuevan a su Señoría todas las facultades para lo que pudiere ocu-rrir sobre este particular para que en su vista providencie lo que estimare pormás combeniente.

Documento 2. AMZ, Actas Municipales, 1777, 12 de mayo, fol. 105r.

(Al margen: Dase quenta de estar ajustada por el impresario de comediasuna compañía de operantes) El señor Don Miguel Franco expuso que, con moti-bo de haber estado en su posada el excelentísimo señor conde de Sástago, comi-sario de comedias y del Real Hospital de Nuestra Señora de Gracia, y signifi-cándole de que el impresario de la compañía cómica había tratado con una deoperantes para trabajar en el verano y ajustándose sin alterar los precios a finde que lo hiciese presente al Ayuntamiento, como lo egecutaría de qualquieraotra novedad que ocurriese acerca de este particular. De lo que quedó enten-dida.

Documento 3. AMZ, Actas Municipales, 1777, 19 de julio, fols.155r-155v.

(Al margen: Presentase el oficio del excelentísimo señor conde de Sásta-go sobre óperas en la Cassa de comedias) El cavallero corregidor expuso que,con motivo de haverle manifestado a su Señoría el señor Don Miguel Franco eloficio que el excelentísimo señor conde de Sástago le comunicó en diez y sietede los corrientes y ser el día de oy feriado, de común acuerdo se había manda-do juntar a la ciudad en su posada para que sobre su contenido se sirviese tomaraquella resolución que tubiere por más combeniente. Y en su inteligencia el señorDon Miguel Franco presentó el oficio referido, el que visto en que manifiestaque Joseph Croçe, impresario de los operistas y bailarines, estaban prontos paravenir a trabajar a los últimos de este mes con lo demás que en él se expresa. Yteniendo presente el orden del excelentísimo señor presidente de diez y ocho deseptiembre de mil setecientos sesenta y nueve, se acordó que a fin de tomar reso-lución sobre el contenido de dicho oficio los mismos señores corregidor y DonMiguel Franco traten con el excelentísimo señor conde de Sástago sobre los pun-tos contenidos en él para en su vista tomar resolución.

(Al margen: Concédesele licencia para representar comedias en los díasque aquí se expresa) Viose el memorial de Bartholomé Ibáñez en nombre dela compañía cómica que su tenor es el siguiente (insierase). Se acordó hacer-le la gracia como lo pide, y para los días que hubiere de egecutar las dos come-dias, sea de acuerdo y consentimiento de los señores corregidor y Don MiguelFranco.

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Documento 4. AMZ, Actas Municipales, 1777, 19 de julio, fol. 156r.

Illustrísimo señor:

Bartolomé Ibáñez, en nombre de la compañía cómica de esta ciudad, pues-to a los pies de Vuestra Señoría Illustrísima, con su mayor veneración dice quees regular costumbre executar en el verano las dos comedias que por la supe-rioridad están mandadas, cuyo producto es para Nuestra Señora de la Novenay Hospitalidad, y pareciéndole oportuno executarlas en la actual vacante. Portanto,

A Vuestra Señoría Illustrísima suplica se sirve prefixarle los dos días quetubiere por conveniente y en que las dos obras pías puedan tener el mayor lucro.Gracia que aguarda de la piedad de Vuestra Señoría Illustrísima.

Bartolomé Ibáñez

Documento 5. AMZ, Actas Municipales, 1777, 24 de julio, fols. 160r-v y163r.

(Al margen: Sobre óperas en la casa de comedias) El cavallero corregidorexpuso que, a consequencia de lo que acordó la ciudad en el Ayuntamiento extra-ordinario que se celebró en su posada el veinte y uno de los corrientes y comi-sión conferida a su Señoría y al señor Don Miguel Franco sobre el oficio que lecomunicó el excelentísimo señor conde de Sástago en papel de diez y siete delos mismos, no habían podido practicar cosa alguna en respecto a que hasta eldía de aier no habían llegado los operistas. Bien que había hablado del asuntocon dicho excelentísimo señor conde, pero que con motivo de la súplica que hizoen el mismo Ayuntamiento el autor de la compañía de cómicos y de la resolu-ción que sobre su contenido tomó, passó a noticiarla al excelentísimo señor capi-tán general con cuyo motivo se habló igualmente en el particular de las óperas.Y manifestó que la ciudad, en quanto a ora y precios de entradas en la casa decomedias, los señalase con aquella moderación y prudencia que acostumbra, insi-nuando le parecía oportuno que por ahora se señalase la ora de las seis y media,y en el mes de septiembre a las seis d´antes según combiniere, lo que hacía pre-sent.

Y el señor Don Miguel Franco expuso asimismo que en el día de oy lehabía pasado el excelentísimo señor conde de Sástago en fecha de este día el ofi-cio que presentava manifestándole haver llegado los operistas y bailarines. Yque facilitando de la ciudad el correspondiente permiso, como también el seña-lamiento de la ora para que puedan empezar sus tareas el sávado próximo, espe-raría la resolución de la ciudad, inclinando a la misma a que la ora de la entra-da fuese a las siete. En su inteligencia visto y leído y tratádose detenidamentesobre todo lo referido, se acordó conceder el permiso para que el sávado próxi-mo se dé principio a las óperas con los aumentos al tanto que en el día se pagapor las entradas, assientos de gradas, lunetas y aposentos, a saber: la entrada enél todo por qualquiera puerta dos reales de vellón, un real de aumento por asien-to de luneta y lo mismo en gradas. Y asimismo que, en quanto a palcos, de losde primera línea se pague quinze reales de vellón y diez reales de la misma mone-da por los de la segunda. Y que, en conformidad de lo que se manda en la realcédula del año mil setecientos treinta y siete, el señor Don Miguel Franco a quiense da comisión, pase a dar quenta de dicha licencia y demás que estimare porcombeniente al excelentísimo señor capitán general. Y con lo que se acordare,responda a los oficios de dicho excelentísimo señor conde de Sástago de dicharesolución.

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Documento 6. AMZ, Actas Municipales, 1777, 21 de agosto, fols. 181v-182r.

(Al margen: Que se ilumine el coliseo de comedias en el día de San Luis,que lo es de la Señora Princesa de Asturias, Nuestra Señora) El señor Don JuanSorribas, como comisionado de comedias por ausencia del señor Don MiguelFranco, expuso que el lunes próximo, veinte y cinco de los corrientes, eran losdías de la Princessa Nuestra Señora. Y aunque el impresario actual de óperasnada le había insinuado de la función que tenía destinada para este día en obse-quio y celebridad de un objeto tan recomendable y muy particular en las actua-les circunstancias, lo hacía presente al Ayuntamiento para que, en fuerza del esti-lo y práctica que siempre se ha observado de iluminar el coliseo en semejantesdías y lo último de lo resuelto por el Real acuerdo en este particular en virtuddel recurso que se le hizo por el cavallero corregidor y el señor Don MiguelFranco como comisionado de comedias para el día veinte de enero en que sehabían de celebrar los de Nuestro Augusto Soberano. Por cuias razones, teníahecha alguna combersación con el cavallero corregidor relativa a la iluminacióndel día de San Luis. Y que con efecto lo havía citado para esta tarde en que ten-dría en su casa con otro motivo al impresario. Deseaba que la ciudad, para en elcaso de no acudir este a pedir dicha iluminación como lo han practicado losdemás impresarios de comedias, resolbiese si la havía de haver o no, u aquelloque tubiere por más combeniente. Y en su inteligencia de conformidad se acor-dó que, siguiendo la práctica y estilo hasta aquí observado, estima muy justo laciudad que en celebridad de tan superior objeto, se egecute la iluminación en tér-mino y distinga dicho día de los demás. Y que para que este fin el cavallerocomisionado, Don Juan Sorribas tome las providencias que estime conducentes,poniéndose de acuerdo con el cavallero corregidor para que se egecute quantosea combeniente a este intento. Y el señor Don Joseph Vidania dijo se absteníade botar por justos motivos que se reservaba.

Documento 7. AMZ, Actas Municipales, 1777, 23 de agosto, fols. 182v-183r.

(Al margen: Sobre iluminación del coliseo de comedias en el día de la sere-nísima señora Princesa de Asturias, Nuestra Señora) El señor Don Juan Sorribasexpuso que, a consequencia de lo que acordó la ciudad en el último Ayunta-miento había conferido con el cavallero corregidor a presencia del impresariode óperas sobre la iluminación de la casa de comedias en el día veinte y cinco,que son los días de la serenísima señora Princesa de Asturias, Nuestra Señora.Y combenido de que la egecutara en la forma acostumbrada, respecto a no poder-se poner arañas, y que lo haría presente a la ciudad mediante memorial. Y tam-bién de la función que se debía hacer, en inteligencia de que hasta de ahora nolo había egecutado según noticia que por la secretaría se le havía dado. En suvista y de lo expuesto en voz por el cavallero corregidor de que en la tarde deldía de aier le manifestó el impresario de que una vez que había aujeros paraponer arañas y tener ya estas las pondría, pero que no obstante le significó lohiciese presente al señor Don Juan Sorribas. Se acordó que el señor Don JuanSorribas, de acuerdo con el cavallero corregidor providencien se llebe a efectolo resuelto por la ciudad.

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Documento 8. AMZ, Actas Municipales, 1777, 30 de agosto, fols. 183v-184r.

(Al margen: Carta del excelentísimo señor conde de Sástago sobre con-tratar comedias u óperas) El cavallero corregidor hizo presente una carta queacababa de recivir del excelentísimo señor conde de Sástago en fecha de este díaque presentava. En su inteligencia visto y leído su contenido, en que expresaque con motivo de estar para finalizarse el arrendamiento del theatro de come-dias que la Sitiada tiene hecho a fabor de Don Manuel de Nabas y deseando lamisma facilitar la dibersión en el año próximo y hallarse en el día con la vellaproporción de poder contratar para comedias españolas u óperas italianas con lodemás que contiene dicha carta inserta en expediente formado a este fin. Y conconsideración a su contenido y tratádose largamente sobre este particular y deserle a la ciudad indiferente que sean comedias españolas u óperas italianas, seacordó que por dicho cavallero corregidor y el señor Don Juan Sorribas, comi-sionado de comedias, se trate y confiera con dicho señor conde de Sástago enrazón de los particulares de que trata dicha carta y lleban entendido, dando quen-ta a la ciudad de lo que acordaren y combinieren para su aprobación. Y que porel mismo señor corregidor se noticie al señor conde de Sástago esta resolución.Y el señor varón de Letosa dixo que, en casso de que determinase hubiese ópe-ras, se diese principio a ellas a la ora regular y acostumbrada de las comedias.

Documento 9. AMZ, Actas Municipales, 1777, 4 de septiembre, fol. 189r-v.

(Al margen: sobre óperas en la casa de comedias) El señor Don Juan Sorri-bas como comisario de comedias expuso que, a consequencia de lo acordado porla ciudad en treinta de agosto último sobre el particular de óperas a seguida deloficio que pasó el excelentísimo señor conde de Sástago y comisión dada a suSeñoría al cavallero corregidor, este le había pasado recado en primero de loscorrientes para que en la tarde de este día concurriese a su posada en la que asis-tiría dicho excelentísimo señor conde para tratar del asunto. Y en efecto lo habíaegecutado, sin embargo de tener muy presente lo resuelto por el Real Consejode la Cámara para iguales casos, por considerar muy diberso el presente de ópe-ras y que el cavallero corregidor era igualmente comisionado en él; motibo por-que no se había escusado y entender quedaba siempre reserbada la regalía de laciudad con arreglo a dicha orden de diez y ocho de marzo de mil setecientossetenta y cinco. Lo que hacía presente fuese de su aprobación por los motibos ycausas referidas. Y enseguida hizo igualmente presente que en dicha conferen-cia había explicado el señor conde que la pretensión de los operistas era la decontinuar por un año vajo los mismos precios de entradas y demás que actual-mente se pagan. Pues, en quanto a ajuste con la Sitiada, era de su cargo tratarparticularmente con dicho impresario y que remitiría la contrata que con estehiciere a la ciudad. Y que esperaba aumentaría algunas partes, assí de bailarinescomo de óperas. Y aunque por su parte le había propuesto barios reparos relati-bos a lo graboso que entendía era el subido precio de las entradas, sin embargode todo se había suspendido el tomar resolución hasta hacerlo presente a la ciu-dad como lo egecutaba a fin de que se sirba tomar la correspondiente. En su inte-ligencia, habiéndose conferido largamente sobre este particular, se acordó conlos señores diputados continúen los señores comisionados en tratar el asunto conamplias facultades para convenir con el señor comisionado de la Sitiada, dejan-do a su prudencia el esfuerzo que pudiere hacerse para solicitar alguna vaja aten-to a ser dicha dibersión de asiento por un año. Y quando no pudiere conseguir-se dicha vaja, los ajusten al mismo precio del día sin excederse. Y que se noticiepor los señores comisionados al excelentísimo señor conde de Sástago.

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Documento 10. AMZ, Actas Municipales, 1777, 11 de septiembre, fol. 192r.

(Al margen: Preséntase la contrata del impresario de óperas) El señor DonJuan Sorribas expuso que, en compañía del cavallero corregidor y en su posadase tubo una larga conferencia con el excelentísimo señor conde de Sástago, comi-sario de comedias del Hospital, no habiendo podido reducir el que las entradaspara las óperas fuesen con alguna moderación al precio que en el día tienen, porcuio motivo se había combenido al estado actual. Que a su seguida se pasó a suSeñoría en papel de nueve del presente mes la contrata que con el impresario deóperas Joseph Croce había formado que uno y otro presentava. Y lo hacía pre-sente para que, en su vista se halle comprendido el Ayuntamiento. Y en su inte-ligencia, visto el papel del excelentísimo señor conde de Sástago y contrata quele acompaña, quedó entendida la ciudad y acordó se junte al expediente.

Documento 11. AMZ, Actas Municipales, 1777, 18 de septiembre, fol. 196v.

(Al margen: No ha lugar a lo que pide el impresario de la compañía deóperas en quanto a representarlas en los días de misiones) Viose el memorial deJoseph Croce, impresario de las óperas y bailarines inserto este expediente for-mado a este fin. En su inteligencia y teniendo presente los oficios del excelen-tísimo señor conde de Sástago de diez y siete y veinte y quatro de julio próxi-mo antecedente y que la compañía española tiene el asiento en el theatro de estaciudad para las temporadas regulares e igualmente que siempre han cesado lasdiversiones de verano en diez y nueve de septiembre por razón de las misionesy empezarse la temporada cómica en primeros de octubre, se acordó de confor-midad no ha lugar a lo que se solicita por este impresario en lo principal de suinstancia. Y en quanto a la segunda parte que contiene, pase al señor comisio-nado Don Juan Sorribas para que tomando conocimiento y oiendo a los intere-sados informe a la ciudad lo que le pareciere y tubiere por combeniente.

(Al margen: orden del Real Acuerdo sobre lo ocurrido en la iluminacióndel theatro de comedias en el 20 de enero de este año) Precedida licencia entróen este Ayuntamiento un escribano real e hizo saber lo mandado por el RealAcuerdo de esta Audiencia en vista del orden del Supremo Consejo de la Cáma-ra sobre lo ocurrido en la iluminación del teatro de comedias en el día veinte deenero próximo con lo demás que en él se expresa. Y se acordó se obedezca.

Documento 12. AMZ, Actas Municipales, 1777, 22 de septiembre, fol. 199r.

Illustrísimo señor:

Bartolomé Ibáñez, autor de la compañía cómica, puesto a los pies de Vues-tra Señoría Illustrísima, con su mayor veneración suplicando dice:

Que ha dado principio o han dado sus antecedentes a la representación deinbierno en los últimos quatro años en primero de octubre, y hallándose éstacomo es notorio en sumo empeño y al tanto necesitada. En esta atención,

A Vuestra Señoría Illustrísima rendidamente suplica se sirva conceder supermiso para empezar la representación en dicho día, señalando la hora; que assílo espera de la suma Justificación de Vuestra Señoría Illustrísima.

Bartolomé Ibáñez.

JOSÉ ANTONIO MATEOS ROYO

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Documento 13. AMZ, Actas Municipales, 1777, 22 de septiembre, fol. 200r.

(Al margen: Concédese licencia al autor de cómicos para empezar la repre-sentación) Viose el memorial de Bartolomé Ibáñez, autor de la compañía cómi-ca que su tenor es el siguiente (insierase) y se acordó como lo pide y se señalala ora de dar principio a las quatro, a cuyo fin el señor Sorribas dé las órdenescorrespondientes notificándolo antes al excelentísimo señor capitán general.

Documento 14. AMZ, Actas Municipales, 1777, 9 de octubre, fol. 224r-v.

Muy Illustre Señor Corregidor y Ayuntamiento de esta ciudad.

Pedro Cardona, residente en esta ciudad, con el mayor respecto expone aVuestra Señoría que su hija María ha asistido de figuranta en la empresa deJoseph Cruz, y compañías de bailarines de ella desde el primero del año hastaconcluir la temporada de esta misma ciudad en último de septiembre próximopasado, en que cortó su escritura por justas causas que mediaron. Y en la espe-ranza de continuar su ejercicio en este teatro, yncorporada a los dos bailarinesy figurante que se hallan admitidos, a cuyo fin y el de dar muestra antes de repre-sentar a Vuestra Señoría ensayó con ellos y bailó el primer día. En esta atención,y la de que aunque la avilidad de dicha su hija no sea la mayor, no dejará de mejo-rar la diversión igualando dos copeas con el figurante que tiene consigo la admi-tida.

A Vuestra Señoría rendidamente suplico se sirva admitirla en esta calidad,señalando en la entrada y días de baile aquel aumento que juzgue competente apoder mantenerse e indemnizarse de los vestidos que tiene y ha de usar, o seña-lándole la gratificación correspondiente a estos obgetos. Gracia que espera dela acreditada benignidad de Vuestra Señoría.

Zaragoza, 7 de octubre de 1777.

Pedro Cardona.

Documento 15. AMZ, Actas Municipales, 1777, 9 de octubre, fol. 232r.

(Al margen: Memorial de Pedro Cardona sobre que se admita a su hija enla compañía de bailarines) Viose el memorial de Pedro Cardona en que suplicase admita en la compañía cómica de bailarines a su hija María Cardona, seña-lándole el tanto de entrada y días de baile que la ciudad considerase convenien-te. Y se acordó que esta parte acuda al impresario sobre su admisión, no pudién-dose providenciar por ahora sobre lo que pide.

Documento 16. AMZ, Actas Municipales, 1777, 9 de octubre, fol. 232v.

(Al margen: Gracia a la compañía cómica de empezar las representacionesa las 4) Viose el memorial de la compañía cómica que su tenor es el siguiente(insierase) y el cavallero corregidor expuso que por sus excelencias en el día deaier en la comedia se le manifestó no hallaban inconveniente. Y se acordó hacer-le la gracia como lo pide por todo este mes tan solamente.

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Documento 17. AMZ, Actas Municipales, 1777, 9 de octubre, fol. 233r.

Illustrísimo Señor:

La compañía cómica, puesta rendidamente a los pies de Vuestra SeñoríaIllustrísima, con su mayor veneración suplicando dice:

Que en virtud de experimentar suma decadencia en las entradas y de tenerentendido según dicen varias gentes que las habrá mayores, ha convenido conel permiso de Vuestra Señoría Illustrísima y si se sirve concederle, en empezarla representación a las quatro y media de la tarde. En cuya atención,

A Vuestra Señoría Illustrísima sea servido favorecerle con esta gracia parasu ausilio conseguir el aumento de sus entradas, en que recibirá singular favor.

Documento 18. AMZ, Actas Municipales, 1777, 23 de octubre, fol. 240r.

Illustrísimo Señor:

La compañía cómica, puesta rendidamente a los pies de Vuestra SeñoríaIllustrísima, con su mayor veneración expone:

Que atendiendo como debe a la mayor complacencia del público y a sudecorosa diversión, está preparando para el día quatro de noviembre próximo,en el que se celebra el real nombre de nuestro venerado monarca don Carlos ter-cero (que Dios guarde) una comedia heroyca y absolutamente nueva con diver-sas decoraciones, loa y correspondientes adornos, en que se emplea un excesi-vo gasto como será notorio. Por tanto,

A Vuestra Señoría Illustrísima suplica sea servido de concederle con la ilu-minación la subida y precio de entradas que tubiere por conveniente como enotros años. Gracia que aguarda de la benigna dignación de Vuestra Señoría Illus-trísima.

Por la compañía cómica.

Manuel Calderón.

Documento 19. AMZ, Actas Municipales, 1777, 23 de octubre, fol. 241r.

(Al margen: Que se ilumine el teatro de comedias en el día de San Carlos,que lo son del Rey Nuestro Señor) Viose el memorial de la compañía cómica quesu tenor es el siguiente (insierase). Y teniendo presente de que en iguales cir-cunstancias se les ha aumentado la entrada por la celebridad del día, se acordóconcederles tan solamente para el día de San Carlos el aumento de quatro quar-tos por la iluminación y demás gastos que expresa. Y que el señor Don JuanSorribas esté a la vista dando las órdenes correspondientes.

Documento 20. AMZ, Actas Municipales, 1777, 20 de diciembre, fol. 265r.

(Al margen: En el Ayuntamiento de este día se concedió el aumento de tresquartos como por menor resulta del acuerdo de este día)

Muy Illustre Señor:

Bartolomé Ibáñez, en nombre de la compañía cómica, a los pies de Vues-tra Señoría Illustrísima con la mayor veneración dice:

Que haviendo tenido proporción de lograr la gran comedia de teatro inti-tulada «Magia a magia vencer sabe quando la magia es con arte», cuio teatro esel contenido en la lista adjunta que para la inteligencia de Vuestra Señoría Illus-trísima presenta. Y él mismo, que aier ajustó con los tramoyistas en 65 durosademás del crecido gasto de alumbrado que se necesita por ser las mayores vis-

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tas de él de calado y otros inexcusables de sainete y tonadillas. Por lo que, y nopudiendo pasar a coordinar dicha función sin el principal permiso de VuestraSeñoría Illustrísima, cuia piedad y amor y patrocinio a la comppañía espera estahallar en Vuestra Señoría Illustrísima todo amparo y protección.

Rendidamente supplica que, en atención a los muchos yntereses que va aexponer en dicha función, la que no hai duda será del mayor gusto del público,se digne Vuestra Señoría Illustrísima proteger a la comppañía con la subida delos tres quartos que ha tenido la anterior. Gracia que espera, etc.

Bartolomé Ibáñez.

Documento 21. AMZ, Actas Municipales, 1777, 20 de diciembre, fols. 266r-266(bis)r.

Lista del teatro de la comedia «Magia a magia»

Jornada Primera.

Empieza en media selva.

A 2 silvos, salón enlutado con trono y gradas de lo mismo.

A 2 silvos, buela una muger.

A 2 silvos, la mutación nueva de galería sobre el graderío y el trono enlu-tado se transmuta en un real dosel de calado.

Al aviso se hunde el galán.

A otro aviso, por un escotillón que ha de haver en medio del teatro, subengalán y gracioso, y éste vestido de muger.

A 2 silvos, sube por escotillón el gracioso.

A 2 silvos, media selva

A 2 silvos, medio salón

A 2 silvos, mutación de jardín calado con fuentes de movimiento. Al foroun corpulento árbol, el que al remate del tronco y entre las ramas que tendránvarios pájaros de calado, estará una muger sentada. Al pie de este árbol, un carrotriunfal adornado de flores de calado, en que estará la dama. Y en quatro pechi-nas tanvién de flores quatro mugeres, las que a su tiempo se elevan sobre qua-tro yndios.

Al aviso, por el escotillón se unde uno.

Jornada Segunda.

Empieza en salón del espejo.

A 2 silvos, gavinete.

Al aviso, por el escotillón de la derecha se hunde uno y por el de la izquier-da sube al mismo tiempo otro.

A 2 silvos, media selva.

Al aviso, se oscurece y hai tempestad.

A 2 silvos, la mutación nueva de palacio a un lado y las chozas a otro.

Al aviso, se hunde el galán por un escotillón y por otro, que ha de haverdelante sale otro. Al mismo tiempo queda el teatro de selva y por otro escotillónse unde la dama.

A 2 silvos, vaja una tramoia de nuves de transparente, en que vienen galány dama.

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A 2 silvos se abre esta tramoia hasta su lugar, vaja un arco yris que hacecerramiento con ella. En dos balancines dos mugeres con otro arco de nuves, yal foro el sol. Todo esto de transparente.

Jornada Tercera.

Empieza en salón del espejo.

A 2 silvos, vuelan dos hombres, cada uno con media silla y el galán sehunde.

Al aviso, vuela la espada.

A 2 silvos, salón diario.

A 2 silvos, la mutación de fuentes y un águila, la que en el cuello tendráun hombre, en una ala otro y en la otra una muger.

Todo ajustado en 65 duros.

Documento 22. AMZ, Actas Municipales, 1777, 20 de diciembre, fol. 267r.

(Al margen: Gracia a la compañía cómica sobre aumento de precios en lasentradas de la comedia) Viose el memorial de Bartolomé Ibáñez en nombre dela compañía cómica y lista que le acompaña, que el tenor de uno y otro es elsiguiente (insierase). Y en su inteligencia, vista la orden del Real Consejo, seacordó hacerle la gracia del aumento de los tres quartos como lo pide, cum-pliendo con lo que expresa el contenido de la lista.

JOSÉ ANTONIO MATEOS ROYO

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Relatos conversacionales en la entrevista dialectal. Encuestas en la Sierra de Albarracín (Teruel)

JOSÉ M. VILAR PACHECO

Universidad de Valencia

0. INTRODUCCIÓN

En el ámbito geográfico de la Comunidad o Sierra de Albarracín,en el extremo suroccidental de la provincia de Teruel1, venimos prac-ticando desde el año 1999 entrevistas tendentes a registrar un corpusoral que nos permita caracterizar lingüísticamente esta comunidadturolense de la que apenas contamos con estudios de carácter lin-güístico2. Presentamos en este artículo algunas observaciones y con-sideraciones metodológicas sobre la rentabilidad de las entrevistasdialectales para un estudio sobre el español hablado (y su variedaddialectal) en una comarca como la de Albarracín, especialmente de las

AFA-LXI-LXII (2005-2006), pp. 139-164 139

1. La Sierra o Comunidad de Albarracín es una comarca o comunidad histórica de la provinciade Teruel situada en plena rama castellana de la cordillera Ibérica. Localizada geográficamente en laparte meridional de la Comunidad de Aragón, constituye una comarca extrema, fronteriza e indepen-diente durante siglos, entre Aragón y Castilla, una comunidad histórica formada en el siglo XIII tras elestado musulmán de los Beni Razín y el señorío navarro de los Azagra. La Comunidad es hoy una reli-quia institucional e histórica que agrupa a veintitrés municipios con una extensión de 1500 kilómetroscuadrados y una población de tan solo 5000 habitantes. Forman parte de esta Comunidad las localida-des de Albarracín, Bezas, Bronchales, Calomarde, Frías de Albarracín, Griegos, Guadalaviar, Jabalo-yas, Monterde, Moscardón, Noguera, Orihuela del Tremedal, Pozondón, Ródenas, Royuela, Saldón,Terriente, El Toril-Masegoso, Torres de Albarracín, Tramacastilla, Valdecuenca, El Vallecillo y Villardel Cobo. La Sierra, deprimida económica y demográficamente, tiene como actividad económica domi-nante y tradicional la ganadería (trashumante aún en algunos pueblos serranos), y el aprovechamien-to de los recursos forestales; últimamente han experimentado un cierto auge el sector servicios y elturismo rural.

2. Aparte de los materiales registrados en el ALEANR y en algunos diccionarios regionales (J. Alta-ba, 1985, y R. Andolz, 1977), solo una tesis de licenciatura ha estudiado el léxico de la localidad deAlbarracín (A. C. Buñola, 1992).

obtenidas en los relatos conversacionales o secuencias de historia queafloran a menudo en las intervenciones de los encuestados y que sin-tetizan rasgos coloquiales, sociolectales y dialectales de su comuni-dad de habla.

1. LA ENTREVISTA DIALECTAL COMO FUENTE Y MÉTODO PARA UN COR-PUS DE ESPAÑOL ORAL

Incorporamos en nuestro estudio de aproximación al españolhablado en la Sierra de Albarracín la perspectiva de los estudios deespañol coloquial (conversacional) y una reflexión sobre la situacióncomunicativa y la metodología que nos permite obtener este tipo deinformación o corpus de trabajo (tanto en lo dialectal como en losocial y coloquial): la entrevista dialectal resultante de aplicar uncuestionario. Este procedimiento nos ofrece un tipo de informaciónno solo puntual (formas léxicas y rasgos fónicos o morfosintácticos),sino un material mucho más rico para el estudio de aspectos discur-sivo-coloquiales. La entrevista dialectal es enormemente rentablecuando a través de ella se deja hablar a los informantes, ya que estosno se limitan por regla general a una respuesta concreta y puntualsino que explican, describen, emiten juicios evaluativos sobre su pro-pia lengua y la de los demás, muestran sus actitudes y conciencia lin-güística, relatan historias... En definitiva, despliegan todo su sabercultural y lingüístico, su léxico común y más específico, sus voces yrasgos socio-dialectales y todas aquellas estrategias de la coloquiali-dad, es decir, aquellas que les permiten construir un discurso en situa-ción, improvisadamente3. De ahí que el español hablado en la Sierra

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3. Esta entrevista (conversación interesada y dirigida en parte por el entrevistador), resultante dela aplicación de un cuestionario que sirve de guía, no suele seguir un orden rígido y sistemático, se tomamuchas veces como pretexto para desarrollar una serie de temas sobre los que conversar con el infor-mante, y conseguir así que aflore libremente su habla más espontánea. Como reconocen algunos auto-res, en la conversación más libre aparecen con mayor espontaneidad tanto las muestras fónicas, sintác-ticas o léxicas como las coloquiales y socio-dialectales. Y muchas veces, con una espontaneidadexcepcional para nuestros propósitos. Valga, en este sentido, la apreciación del ya desaparecido M. Alvar(Alvar-García Mouton, 1995: 22) en la que precisa el matiz de espontaneidad en las encuestas dialec-tales y la relación mantenida entre informante-encuestador: «explorador e informante no son dos autó-matas que preguntan y responden como si fueran máquinas desprovistas de sentimientos, antes al con-trario, sobre las exigencias de la pregunta-respuesta se van elaborando mil motivos de conversaciónsobre los temas suscitados o sobre otros que poco tienen que ver con ellos, pero que hacen del trabajouna comunicación cargada de humanidad y vida […]. Puedo aducir mil testimonios de corresponden-cia cordial para demostrar cómo el sujeto no es un tímido examinando, ni el explorador un dómine des-humanizado» (el subrayado es nuestro). Véase también Alvar (1995). Mucho se ha discutido y escrito

de Albarracín esté recorrido no solo por lo social y lo dialectal, sinotambién por lo coloquial: diversos rasgos que se articulan en un con-tínuum difícil a veces de delimitar y que se manifiestan solidaria-mente en una situación comunicativa específica, la conversación coti-diana. Esta conversación coloquial será el registro más habitual ycotidiano dada la estrecha franja de registros existente entre loshablantes de una comunidad rural, cuya lengua vendrá condicionadapor los rasgos sociológicos de la población y por los rasgos geográ-ficos de la comunidad en la que viven. Desde esta perspectiva ten-dremos que concluir que el español hablado en la Sierra de Albarra-cín se apoya no sobre un español vulgar (como han indicado muchosestudios dialectológicos de zonas similares a la nuestra), sino sobreun español coloquial (rasgos universales de esta variedad estilística)teñido o coloreado sociolectal y dialectalmente4. Aunque el métodopracticado, la entrevista dialectal sobre un cuestionario que sirvemuchas veces como pretexto o guía para orientar la conversación conlos informantes, represente y condicione situaciones más formalesque las cotidianas (un español coloquial periférico, según las obser-vaciones de A. Briz al delimitar el español coloquial conversacional)5,este método sigue siendo necesario para un estudio como el que rea-lizamos sobre esta comarca aragonesa.

En las respuestas / intervenciones de los informantes, a lo largode las entrevistas practicadas, podemos distinguir dos zonas: a) unazona primaria: la correspondiente a la respuesta del hablante en la quepuede controlar más su discurso (se limita a responder), y que, si bienen ocasiones es breve y concisa, puede resultar ya de por sí intere-sante; y b) una zona secundaria o periférica, marginal o paralela a la

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sobre la entrevista dialectal y sus aspectos metodológicos, así como sobre las objeciones que se le hanhecho a partir de la llamada paradoja del observador (M. Alvar, 1973; F. Moreno, 1990; G. Salvador,1986: 31-37, entre otros).

4. No se trata de un error que cometan los otros estudios, sino de una perspectiva distinta con laque afrontamos el estudio del habla de nuestra comunidad.

5. La aplicación de un cuestionario a través de la entrevista dialectal, considerada como una con-versación semidirigida, genera una situación comunicativa de la que obtendremos un español coloquialperiférico, admitiendo los diversos grados de coloquialidad que distinguen una situación prototípica deotra periférica (A. Briz, 1998: 42-43), y que suponen una gradación según los factores o elementos decoloquialidad, aunque algunos rasgos coloquializadores pueden nivelar o neutralizar la ausencia deotros. Admitiendo estos diversos grados en el español coloquial, a partir de los rasgos situacionales yprimarios del registro coloquial, estamos ante un español periférico que puede mermar cierta informa-lidad característica de lo coloquial-conversacional por parte de los hablantes, pero no pervertir en dema-sía la validez de este material para caracterizar su habla cotidiana y la de la comunidad de la que for-ma parte. La entrevista dialectal podría considerarse una variedad del género discursivo de la entrevista,con la que guarda ciertas coincidencias discursivas, pero de la que se aleja también en otros aspectos.

respuesta concreta, que ha quedado en sombra muchas veces en lasobservaciones de los estudios dialectales (cuando el hablante cree queconversa y no contesta: comentarios, anécdotas, explicaciones, cam-bios de tema o campo discursivo, incisos en que se implica más afec-tivamente o intervenciones paralelas a la principal). Surge aquí unamuestra interesante del discurso o habla más cotidiana del hablante(estrategias coloquiales, elementos dialectales y sociolectales) deenorme interés para el estudio lingüístico. De ahí que podamos hablarde rentabilidad de este método para obtener el corpus necesario quepermita caracterizar el habla de una comunidad rural. Esta situacióncomunicativa favorece la obtención de una serie de rasgos que van delo sociolectal a lo dialectal y coloquial a través de los planos fónico,morfosintáctico y léxico-semántico de la lengua, así como otros ras-gos de interés. Se trata de un método que complementamos con obser-vaciones participantes y pasivas, otro tipo de cuestionarios, o graba-ciones secretas, apenas practicadas hasta ahora, pero no descartadas.

2. RENTABILIDAD DE LA ENTREVISTA DIALECTAL. HACIA UNA DELIMI-TACIÓN LINGÜÍSTICO-CULTURAL DE LA SIERRA DE ALBARRACÍN

De las entrevistas practicadas en este espacio geográfico obte-nemos, pues, una serie de rasgos y manifestaciones que nos permiti-rán delimitar lingüística y culturalmente la comarca objeto de estu-dio.

2.1. Aparición y obtención de rasgos dialectales (de la variedadgeográfica de la lengua): aparición de léxico marcado dialectalmen-te (o incluso de léxico jergal, por ejemplo, del campo específico dela actividad forestal), formas de sufijación, construcciones gramati-cales, fenómenos fónicos… Estas formas van surgiendo a lo largo delas entrevistas; unas lo hacen más sujetas al autocontrol del indivi-duo (situación metalingüística a través de preguntas directas) o máscondicionadas por la pregunta o pie que da lugar a la respuesta; perootras formas afloran con menos control, introducidas por el infor-mante sin prestar tanta atención a lo que dice; por ejemplo, en losrelatos conversacionales, en la periferia de las entrevistas o en comen-tarios que introduce libremente, y por tanto, con menos autocontrolsobre el propio discurso. Entre los rasgos observados destacamos unaentonación dialectal apenas marcada, distinta de la considerada típi-

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camente aragonesa y más próxima a la del castellano6, la sufijaciónapreciativa mediante -ico (que muestra una vitalidad y extensiónextraordinaria), y en menor medida -ete, -eta7; y algunos casos deleísmo8, entre otros rasgos que no consideraremos aquí. Es en el apar-tado léxico donde encontramos una mayor riqueza léxica dialectal,sobre todo en los campos léxico-semánticos relativos a las activida-des tradicionales más importantes (la ganadería y los trabajos fores-tales) y al de las condiciones del terreno (designaciones topográficasy atmosféricas). Se trata de dialectalismos y formas léxicas que rela-cionan nuestra zona con el ámbito aragonés, con el catalán, con elespacio castellano-manchego, o con el eje que siguió la Reconquistade norte a sur (desde La Rioja a las tierras de la Andalucía Oriental,como ha señalado D. Catalán, 1975)9.

2.2. Aparición de rasgos coloquiales, derivados de una situacióncomunicativa llena de espontaneidad por falta de planificación, undiscurso que se construye improvisadamente y favorece continuasreelaboraciones, titubeos o apoyaturas…, al margen de rasgos socia-les de los hablantes. En definitiva, el hablante despliega todos losrecursos de un sistema que se adapta al momento y que se crea a par-tir de esa situación (el español coloquial conversacional). Por otraparte, el campo discursivo, esto es, el carácter más técnico o espe-cífico de la conversación, frente al más cotidiano (preguntas sobreun léxico más específico, según la actividad desarrollada por losinformantes, en nuestro caso forestales, trabajadores del monte o

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6. Esta entonación resulta más llamativa o peculiar en la ciudad de Zaragoza o en la ribera del Jilo-ca turolense. Sobre este aspecto, puede verse una breve aproximación en J. M. Vilar (2001).

7. Admitido y considerado como rasgo identificador de su habla, incluso de su deje aragonés. Es-ico el sufijo característico del habla de Teruel y de la ciudad de Zaragoza, así como de otras partes deAragón y de sus zonas limítrofes, aunque no exclusivo del espacio aragonés. Como anota J. M.ª Engui-ta (1985: 195-196), a partir de su estudio sobre las formas registradas por el ALEANR en el ámbito lin-güístico turolense, gozan de notable difusión, como en el resto de Aragón, las formas lexicalizadas comomocete, «aunque lo general es -ico, sufijo del que hay representantes prácticamente en todos los pun-tos encuestados, si exceptuamos la franja oriental». También J. M.ª Enguita (1991: 120; Martín Zorra-quino-Enguita, 2000: 51) ha dado cuenta en varias ocasiones de la preferencia en parte de Aragón, sobretodo en la zona interior, por el sufijo -ico (la zona altoaragonesa suele inclinarse por -ete, quedando -ico con escasa o nula funcionalidad).

8. Cf. los ejemplos «se les llevabas a los piones; se les pongo; se les dieron…», que correspondena lo que T. Buesa (1999: 127) considera casos de seudoleísmo, un rasgo del español de Aragón. El mapa1.709 del t. XII del ALEANR (‘a los niños los socorrieron’) muestra la alternancia de las formas prono-minales les / los.

9. Se trata de voces como guizque, ansa, ciemo, clin, clocha, maderista, toza, bolizas o mardano;un léxico que marca el discurso tanto dialectal como sociolectalmente, y también coloquialmente al serempleado por el hablante en situaciones y contextos determinados. Se trata de un léxico que se asientasobre el general del español estándar.

ganaderos), condiciona la aparición de un vocabulario más dialectaly específico (agrícola, ganadero, forestal…). Entre los rasgos colo-quiales, destacamos la impersonalización o generalización-indefini-ción del hablante mediante la forma se o tú, frente a las formas deprimera persona del singular o plural (personalización), junto a otrasmarcas de la deixis personal, espacial, temporal o social, los marca-dores discursivos, el estilo directo en los relatos conversacionalesespontáneos demarcado profusamente por el verbo decir, voces natu-rales y onomatopéyicas10; y otros ilustradores deícticos (verbales yno verbales) favorecidos por la entrevista in situ, en presencia oacompañada con ilustraciones, así como otros rasgos morfológicosy sintácticos que se corresponden en muchas ocasiones con los ras-gos universales de la lengua coloquial de ámbito general; es decir,una sintaxis coloquial que podemos matizar utilizando lo subrayadopara el español en Andalucía (Narbona et alii, 1998: 187): «es pocoprobable que sus esquemas constructivos sean exclusivos o especí-ficos de dicha variedad».

A lo largo de las entrevistas surgen algunas interrupcionesmomentáneas del discurso, generalmente muy breves. No nos referi-mos a las que podemos considerar intrínsecas a la lengua coloquialespontánea, es decir, las debidas a reelaboraciones, oraciones sus-pendidas o incompletas, anacolutos…, sino a las externas (y que for-marían parte también de lo que venimos llamando periferia de laentrevista), motivadas por sucesos externos como la irrupción de otroshablantes, llamadas telefónicas y otros elementos que interrumpen eldiscurso y suponen pequeños cortes o incisos, intervenciones parale-las en las que pueden hacer aparición formas más espontáneas o colo-quiales (como la forma de no cal que en la generación más adulta)11.En estos cortes, motivados por factores externos, surge una mayor

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10. Estas palabras memológicas o fonemas expresivos, como también son conocidas, actúan comoapoyos ilustradores y expresivos que el hablante utiliza en la explicación de actividades y movimien-tos del entorno en que se han realizado, o bien en el trato con los animales. Según J. Alcina y J. M. Ble-cua (1991: 823), las onomatopeyas «constituyen un intento de reproducir sumariamente por sus soni-dos aquello que se trata de representar»; aunque su inventario es abierto, por mucha que sea su perfecciónimitativa, no escapan de las reglas de combinación de la lengua (E. Alarcos, 1994: 241, que habla deinterjecciones onomatopéyicas). Sobre las onomatopeyas y las voces naturales el diccionario de V. Gar-cía de Diego (1968) es un buen referente.

11. La forma dialectal cal que (normalmente con sentido negativo, no cal que) está documentadapor igual en Aragón y en el dominio lingüístico del catalán (cf. los diccionarios aragoneses de Andolz,Altaba o Mott; o el DCVB para el dominio del catalán). Cf. caler en el DRAE, como voz en desuso, queatribuye a Aragón con el significado de ‘ser menester’. En la Sierra de Albarracín esta forma se asociaa la gente mayor («antes se decía no cale que lo hagas»).

espontaneidad y aparecen formas dialectales o sociolectales, ademásde las puramente coloquiales, que ayudan a definir mejor ciertos ras-gos o usos lingüísticos de los hablantes.

2.3. Aparición de índices o manifestaciones metalingüísticos ysociolingüísticos. Estos índices no surgen siempre de la misma mane-ra: unos lo hacen motivados por preguntas directas de tipo sociolin-güístico (preguntas sobre creencias y actitudes sociolingüísticas, habi-tuales en los cuestionarios de los atlas lingüísticos, como el nombredado al habla, diferencias intergeneracionales o con zonas próxi-mas…), pero otros surgen más libremente, por propia iniciativa delhablante, aunque en cierto modo motivados por el punto anterior o porel método / situación comunicativa creada, que condiciona algún tipode comentario por parte del hablante (el hablante sabe que pregunta-mos por palabras, por significantes, sobre todo en los cuestionariosde comprobación).

A lo largo de las entrevistas es habitual que los hablantes juz-guen su propia lengua o modo de hablar y opinen sobre las varieda-des geográficas, sociales e incluso estilísticas de la lengua. Comoindica J. Borrego (1981: 321), la encuesta dialectal, como instrumentode recolección de materiales, es, de hecho, una situación metalin-güística que permite obtener significantes o significados, pero losinformadores con frecuencia nos ofrecen una serie de apreciacionesde tipo metalingüístico que no son ni significantes ni significados yque tienen, según este autor, un notable interés sociolingüístico.Siguiendo su clasificación (1981: 321), podemos distinguir en estasmanifestaciones diferentes marcas o apreciaciones, como las distan-ciadoras (voces o formas consideradas desprestigiadas), y aprecia-ciones metalingüísticas, como las referidas a localización geográfi-ca, a los usuarios del léxico dentro de la comunidad, a frecuencia delléxico o a modalidad estilística. Así, es frecuente encontrarnos conapreciaciones como las siguientes: «yo antes de decir mocete, moci-co», «en Guadalaviar hablan muchísimo mal», «tiná se me ha pegaoa mí de Andalucía» o «en Cella arrastran más la palabra».

Los vulgarismos y arcaísmos comunes a otros ámbitos hispáni-cos que aparecen frecuentemente en las entrevistas pueden ser consi-derados muchas veces como coloquialismos, dado el registro mayo-ritariamente empleado por muchos hablantes. Otros rasgos coloquialesdenotan más que variedades geográficas, variedades sociolectales yuna estrecha competencia registral-situacional.

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2.4. Manifestaciones etnolingüísticas (etnotextos y palabras loca-les). Destacamos también en nuestras entrevistas dialectales la apa-rición de etnotextos, es decir, material de la cultura popular de loshablantes, de su enciclopedia cultural, en forma de proverbios, refra-nes, fraseología, canciones, leyendas, relatos o comentarios relacio-nados con los gentilicios populares, tradiciones, dichos, canciones,notas sobre botánica popular, etc., sobre todo entre la generaciónmayor. Aunque muchas veces su aparición viene motivada por pre-guntas más o menos directas relacionadas con esta cultura populartan importante y arraigada en la generación más adulta, otras vecesaparecen espontáneamente.

La espontaneidad, como recordaba M. Alvar (n. 3), acaba domi-nando muchas veces la entrevista, y favorece la naturalidad en lasrespuestas; muchas veces el informante da más de lo que se le pide,y surgen formas más suculentas que las esperadas o buscadas en unprincipio. Véase en (1) una prueba de esta espontaneidad y rentabili-dad que puede ofrecer la entrevista dialectal.

(1)

[¿y al sabuco se le llama así?]

A: sabuco/ aquí se cría mucho de eso/ y cogen las mujeres pa aguase ve que/ pa cuando está resfriao/ no sé pa que/ yo es que no h’estadomuchas veces malo/ pero/ y mayormente mi MADRE cogía sabuco el díade San Juan antes de que saliera el sol/ pero bueno eso son falorias/ pamí/ vamos/ pero que tenía esa costumbre/ p’hacer bálsamo/ bálsamoera/ con otra clase de flores/ (…) y el sabuco lo empleaba pa bálsamopa curar heridas/ hacía/ pero no esplicarle el mejunje/ pero el sabuco/aquí se le llama sabuco//12.

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12. Para la transcripción de las grabaciones utilizamos una versión reducida y adaptada del siste-ma de transcripción propuesto por el grupo Val.Es.Co (véase Briz, 1995: 40-41), fundamentalmenteortográfico. No tenemos en consideración en este trabajo la transcripción fonética; solo anotamos lareducción o relajación de grupos consonánticos cultos (como en defetuosos, estremar…). Se reducenalgunos aspectos y convenciones del sistema empleado por Val.Es.Co., de ahí que transcribamos en unabanda más ancha. Entre estos signos y claves destacamos los siguientes: [ ]: intervenciones-preguntasdel encuestador. A: Intervención del hablante identificado como A. B, …; /: pausa corta; //: pausa larga.FUEGO: Pronunciación marcada o enfática; Fue go: pronunciación silabeada; ((fuego)): transcripcióndudosa o fragmento indescifrable; ((…)): interrupciones de grabación o transcripción; (en)tonces: recons-trucción de una unidad léxica que se ha pronunciado incompleta, cuando pueda perturbar la compren-sión; pa’l: fenómenos de fonética sintáctica entre palabras, especialmente marcados…; ee: alargamientosvocálicos; mm: alargamientos consonánticos; ¿¡ ¡?: interrogaciones exclamativas; ¿?: interrogaciones yapéndices del tipo ¿no?, ¿sabes?, ¿eh?; ¡ ¡: exclamaciones; letra cursiva: reproducción e imitación deemisiones (estilo directo en relatos conversacionales).

2.5. A modo de conclusión

Como hemos visto hasta aquí, la entrevista dialectal puede teneruna gran rentabilidad para obtener muestras del español hablado enuna comarca rural como es la Sierra de Albarracín. Como situacióncomunicativa representa algo más que una simple entrevista, ya quefavorece intervenciones espontáneas de los hablantes en las que sepueden estudiar características discursivas del habla coloquial de losinformantes. El cuestionario aplicado nos dará información puntualde formas léxicas y rasgos fónicos y morfosintácticos, pero en lasintervenciones más extensas, que siempre hemos favorecido o motiva-do, surgirán otros rasgos gramaticales de interés, comentarios evalua-tivos de tipo cultural, metalingüístico o sociolingüístico, elementosdialectales latentes, formas coloquiales o marcadas sociolectalmen-te. En las intervenciones de los hablantes, cuando permitimos queestas sean largas y espontáneas, siempre hay una parte periférica omarginal que habitualmente ha quedado en sombra en los trabajosdialectales, y que es tan rica para el dialectólogo como la respuestaesperada o buscada a través de la pregunta efectuada al informante.Hemos querido prestar atención a esa parte de las entrevistas, al mate-rial allí acumulado, y ensayar un marco de integración en el que estu-diar conjuntamente esos rasgos que afloran en las respuestas de loshablantes, al margen de la voz o peculiaridad que buscábamos.

Hay que tener en cuenta que muchos de estos rasgos, considera-dos habitualmente en los trabajos de dialectología como vulgarismosgenerales del dominio hispánico, corresponden al sociolecto bajo dela comunidad, no están adscritos ni extendidos por igual entre lapoblación, aunque caracterizan a un sector importante de la misma,y se asientan sobre la base de un español oral-coloquial general. Jun-to a lo más específico y los rasgos más peculiares, encontramos ras-gos en el habla de la comarca que la integran en un conjunto o siste-ma más amplio.

Los rasgos sociológicos que conforman la zona de Albarracíninfluirán en su lengua, y también lo harán sus necesidades comuni-cativas. A menor necesidad de uso, menor variedad funcional o esti-lística. Dentro de la variedad, habrá en una comunidad rural unamayor homogeneización. En definitiva, el español hablado en la Sie-rra de Albarracín no es mejor ni peor que el hablado en cualquierlugar del ámbito hispánico; es simplemente una modalidad del espa-ñol condicionada por unas características económicas, geográficas y

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sociales, por una trayectoria histórica y cultural empapada por el lugargeográfico que ocupa la comunidad, y sobre todo, un español adap-tado a unas condiciones y necesidades convivenciales, léase colo-quiales o conversacionales. Se trata de un español heterogéneo y cam-biante, aunque en el medio rural estos rasgos calen con más lentitudy vitalidad, un español que se adapta a los distintos medios buscan-do un equilibrio ecológico en el que se aúna lo nuevo y lo viejo, serepliega en sus convenciones más locales o entrañables y se proyec-ta y universaliza en otras formas sobre una base común, la de la len-gua española, sin más matices; y en esa tensión se hace patente ladiversidad y unidad de una lengua.

3. EL RELATO CONVERSACIONAL COMO SÍNTESIS DE RASGOS COLO-QUIALES, SOCIALES Y DIALECTALES DEL HABLA DE LA SIERRA

3.1. El ser humano es un narrador nato. Por costumbre y necesi-dad (necesidad irreprimible, como la califica L. Juanatey, 2000: 12)nos pasamos parte de nuestra vida contando y relatando historias, tan-to reales como imaginadas, propias y ajenas: desde el cuento tradi-cional y legendario hasta el más insignificante chisme, chascarrillo ochiste pasando por todo tipo de anécdotas; el relato es, pues, partesustancial de nuestra conversación cotidiana y de nuestra interacciónsocial. Contar ha sido para el ser humano algo inherente y una nece-sidad vital y social que tradicional y universalmente ha hecho de for-ma oral; de hecho la oralidad ha sido la primera forma de transmisióncultural13. En el contexto de nuestras entrevistas dialectales, el gradode coloquialidad mantenido ha facilitado la aparición de diversos rela-tos conversacionales.

Una de las constantes de la conversación coloquial, que surgelibremente en muchas respuestas o intervenciones de los hablantes, esel empleo de secuencias de historia o relatos conversacionales, a vecesdramatizados14. Son relatos espontáneos que surgen al hilo de las res-puestas dadas, y explican con más profundidad algún aspecto relacio-

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13. Sobre las narraciones orales (o historias de vida) recogidas y estudiadas en antropología ysociología y su utilidad para el estudio de la memoria individual y colectiva, véase J. Miralles (1985)y M.ª A. Sanz (2000: 50-58). Las perspectivas desde las que es estudiado el relato oral, especialmentela lingüística, en H. Calsamiglia (2000).

14. Sobre el relato conversacional como constante en la conversación, A. Briz (1998) e I. Baixauli(2000).

nado con el tema propuesto, ejemplifican, argumentan o informan, y,en cualquier caso, animan y vivifican el discurso del hablante. Este sal-pica sus intervenciones con anécdotas de su memoria que activamuchas veces el motivo o tema por el que se les pregunta en la con-versación mantenida con ellos. Hemos comprobado a lo largo de lasentrevistas que el relato introducido libremente puede favorecer unaintervención más espontánea y natural, menos sujeta al control del dis-curso por parte del hablante, además de cumplir una función pragmá-tica, introducido con una intención determinada (informativa, argu-mentativa…). Así pues, encontramos en ellos una mayor libertadexpresiva; lo que trae o puede traer consigo una menor atención alpropio discurso (una mayor naturalidad o espontaneidad)15. Los infor-mantes más colaboradores salpican libre y continuamente sus inter-venciones con relatos y anécdotas narrativas, sobre todo, al trataraspectos del cuestionario en que se involucran más afectivamente o quepertenecen a actividades en las que ellos han tenido un protagonismoespecial o con las que se relacionan intensamente: aquellos cuyamemoria, experiencia o vivencia ha llenado preferentemente. Desdebreves anécdotas a relatos extensos o narraciones completas surge enellos una mayor afectividad que puede repercutir lingüísticamente enuna entonación expresiva y dramatización con aceleraciones o pausassignificativas, o incluso en una entonación más socio-dialectal. Se arti-culan en estas secuencias las constantes o rasgos universales de la len-gua hablada / coloquial, acomodada a su variedad, y los rasgos dife-renciales / individuales (variedad social y geográfica) en un contínuumque, a veces, resulta difícil deslindar.

3.2. El gato en el arbollón (análisis de un relato conversacional)

Comentamos seguidamente con más detenimiento un relato con-versacional, que consideramos modélico, como síntesis de aspectoscoloquiales, sociales y dialectales del habla de la Sierra de Albarra-cín. El relato pertenece a un hablante mayor de Villar del Cobo, sinapenas estudios, y que ha dedicado toda su vida a la ganadería tras-humante (la entrevista se efectuó en el verano de 1999). El relato,además de caracterizar lingüísticamente al hablante (geográfica ysocialmente), muestra rasgos generales del español coloquial y carac-

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15. Véase M. Alvar (1995, esp. p. 241).

terísticas del relato oral. Todos estos elementos se articulan y solida-rizan en un texto oral espontáneo (creado improvisadamente a partirde la memoria que activó la pregunta del encuestador), forman unsolo tejido o amalgama discursivo en el que no siempre es fácil dis-tinguir elementos en compartimentos estancos como no sean los delos niveles lingüísticos fónico, sintáctico y léxico. Reflejan el dis-curso habitual de los hablantes (su herramienta comunicativa coti-diana), representativo del español hablado en la Sierra de Albarracínpor una importante capa social: la de la generación más adulta y conescasos estudios, la más numerosa en una comunidad rural como lanuestra. Un español coloquial como único registro estilístico, en elque afloran elementos sociales y dialectales que lo van pigmentandoy diferenciando del de otras variedades o comunidades rurales. Enotra situación comunicativa, dada la espontaneidad con que ha surgi-do el relato, poco hubiera variado la textura lingüística o discursiva,grosso modo, de este ejemplo, que, como ya hemos dicho hace poco,sirve para caracterizar a una parte importante de hablantes de la Sie-rra de Albarracín; resume, pues, muchos de los rasgos esbozados oapuntados en esta aproximación.

La estructura narrativa se identifica, como indica B. Gallardo(1993: 110), por un cambio de estado, algo que ocurre y que el hablan-te presenta como finito (como se reconoce al inicio del relato quecomentamos), un enunciado predicativo donde se realiza algunaacción y que está integrado por cláusulas de acción, en que se expo-nen los acontecimientos de su historia. Conozcamos antes que nadael relato completo que vamos a comentar.

(2)

[AGUJERO EN LA PARTE INFERIOR DE LA PUERTA]16

A: arbollón // si eso pare un poco y le cuento lo que me pasó a míen el arbollón/

[Cuéntelo]

A: (RISAS)/ si luego lo quiere borrar.../

[Lo dejamos]

A: cuando me casé yo/ pues éramos jóvenes/ claro//nos casamos/no es que nos casáramos jóvenes/ pero teníamos veintinueve años/ y alaño tuvimos al primer chiquillo/ que tenemos dos/el primero/ya tenía

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16. Los criterios de transcripción se explican en la nota 12.

pues dos o tres añicos/ y se criaba/ lo mismo que luego ya se ha hechoya bastante...crecido/ se criaba muy finico, muy fuerte y mu sano peromu finico/ y...pa las fiestas de aquí del pueblo/ pues nos dijo/ el casoque nos dijo mi suegra y mi suegro/ si os queréis ir al baile traer aquíal chiquillo/ a ver si os vais a ir y...// lo que pasa a la gente joven/ ynosotros nos fuimos al baile y lo dejamos en la cama/ al chiquillo DOR-MIDETE/ y yo desde el baile en vez cuando con la ventana cerca/ iba adar vuelta/ pues está durmiendo/ y estuvimos hasta las dos o las tres/pero ná ná había hecho ni ni una hora que había bajao a a dar vuelta/ yestaba bien, durmiendo/ y cuando bajamos a a costarnos// ¡búscate alchiquillo!// la puerta cerrá con llave/ la llave nosotros en el bolsillo/ yel chiquillo por ningún.../¿ánde está el chiquillo?/ debajo de la cama/se habrá quedado dormido después de llorar tal/ que no aparecía porninguna parte/ ¡qué susto madre mía!/ y ¿ánde..?// vivía mi suegro cer-ca de allí de la casa/ yo vivía al otro lado del puente entonces/ y claro/no nos quedó más remedio que dar vuelta/ a a... mi suegro y mi suegraque vivía allí a orilla// llamamos y ná mas llamar a la puerta/ nos diouna alegría cuando empezaron ¡sirvengüeeenzaaa!/ yo me dio una ale-gría de que me dijeran sinvergüenza porque yo dije ahí está metío/ bue-no/ voy al arbollón/// que ¿por dónde te has salío?/ dice por el arbo-llón/ por el arbollón impoSIBLE/ pero claro se ha tenío que salir/ y alotro día yo al chiquillo/ ¡uy mi suegro si le regañamos al chiquillo!.../misuegro dice_ ¡como le regañís al chiquillo!/ ¡uy!/ y era verdad/ la cul-pa OJO/ pero claro aquí en estos pueblos como no había maldad de nin-guna clase/ nosotros jóvenes/ bueno/ que al otro día yo sonsacando alchiquillo/ digo bueno, vamos a ver ¿y cómo te salistes anoche? / y sese pone el chiquillo/ METIÓ UN BRAZO y la CABEZA/ y empieza a darvueltas ASÍ/ por el arbollón que.../ por eso no me se olvida que se lla-ma arbollón/ porque yo lo tenía allí/ y vueltas vueltas vueltas, y sesalió//

[ajá]

digo sí pues no te vas a salir más/ y algún día es capaz de su madre alo mejor enfadarse y cerrarlo aquí pa castiga-lo o algo y se va por elarbollón/ y le clavé una ta ((bla))/ como no teníamos/ porque eso mayor-mente en las casas viejas para los gatos/para que entraran a cazar rato-nes/ y en casi todas las casas había gallinas/

[ajá]

y en cualquier cuadro de abajo/ total/ que lo clavé con una tabla y yano se pudo escapar más/ así que mía si me acuerdo bien del arbollón/que en otros sitios le dicen (el) aujero / nosotros arbollón///

Nos encontramos ante un texto coloquial dominado por un rela-to conversacional, insertado al hilo de una respuesta, en el que semuestra el empleo de recursos universales o generales de esta varie-dad situacional. Sobre el tejido más claro de la lengua coloquial (crea-da a partir de una situación definida, determinada) afloran los rasgos

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sociolectales y geográficos propios del hablante, de la variedad geo-gráfica y social de la que participa como individuo.

La palabra clave del relato es el término dialectal arbollón. Lacontestación ha surgido motivada por una pregunta del encuestador(nombre dado a la gatera o agujero en las puertas de las casas parala entrada del gato). En torno a este concepto se estructura todo el tex-to, principio y fin del relato, cuya reiteración (ocho veces) da cohe-sión al mismo. Todo gira en torno a esta forma, es la voz que ha dadopie y motivado todo el relato espontáneo del informante a partir de lapregunta por el nombre de la gatera. Se trata de un término motiva-do, marcado afectivamente para el hablante. A través de este relatoespontáneo que gira sobre el ámbito familiar más íntimo del infor-mante, podemos sintetizar alguno de los rasgos observados a lo lar-go de nuestro estudio: resumen de rasgos tanto coloquiales como dia-lectales y sociolectales; y una constante en la conversación, lassecuencias de historia. Empecemos por la palabra clave arbollón,documentada también por el ALEANR en puntos de la Sierra y otrospróximos de Teruel y en la serranía conquense17, y analizada por R.M.ª Castañer (1990) en su estudio sobre el léxico de la casa a travésdel ALEANR. Figura albollón en el DRAE como ‘desaguadero en patios,corrales’. En anexo a lámina 766 (ALEANR, IV) se recogen las vocesalbullón en puntos de Cuenca, arbollón en Guadalajara y argullón enla Sierra de Albarracín, en la localidad de Noguera, como ‘gatera’. Pornuestra parte, hemos registrado arbollón con este significado en Fríasde Albarracín, Bronchales, Guadalaviar, Griegos, Noguera, El Valle-cillo y Bezas entre la generación adulta y media, y argollón en Orihue-la. En otras localidades, sin embargo, hemos registrado gatera; así enPozondón, donde arbollón ‘desagüe’.

Todas estas variantes remiten al árabe BALLÜCA (< balic ‘tragar’)‘cloaca’, según el DCECH, s.v. albañal, que por traslación semánticaha pasado a denominar ‘agujero’, en este caso el de la gatera, tal comoexplica R. M.ª Castañer (1990: 131). Este arabismo se registra entodos los diccionarios de préstamos del árabe, que suelen relacionar-

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17. Como dice J. L. Calero (1981: 68), el Bajo Aragón y la serranía de Cuenca son una continui-dad dentro del Sistema Ibérico y, por consiguiente, la influencia lingüística debe ser recíproca, y así seobserva en varias voces registradas en la Sierra, como en la referida al agujero de las puertas. Cf. argo-llón en la serranía conquense con idéntico significado (Calero, 1981). Así mismo, Calero documentaargollón (‘agujero’) en la Alcarria conquense. También queda registrado argollón en la localidad con-quense de Castejón (Junta, 1962).

lo con el oriente peninsular18. Cf. catalán albelló, arbelló (íd. DCVB);J. Corominas (DCECH) documenta albullón, albollón como aragonésy catalán oriental (arbollón en documentos de Guadalajara de 1496),y J. Terrado (1991: 228), alvollón en documentos medievales deTeruel como ‘desaguadero’19. Véase al final del relato, en la conclu-sión que da cierre al mismo, el comentario metalingüístico libremen-te introducido por el propio hablante (aquí arbollón, en otros sitiosaujero), aunque motivado por el contexto creado a lo largo de la entre-vista. Si observamos el mapa del ALEANR dedicado a los nombres dela gatera, comprobamos que la voz predominante y respuesta másextendida en Aragón y zonas limítrofes es la castellana agujero (y lasvariantes vulgares aujero, abujero), excepto en nuestra área de estu-dio en la que aparecen las variantes del arabismo albollón / arbollón,coincidiendo con la impresión que nuestro informante expresa al finaldel relato.

La construcción del relato de forma improvisada supone un tex-to lleno de espontaneidad que favorece los alargamientos vocálicostanto como recurso para la improvisación del discurso como paraintensificar, así como una serie de reiteraciones significativas y nosignificativas, reelaboraciones, cortes… Fónicamente destaca la apa-rición de rasgos considerados como vulgarismos o propios de unsociolecto bajo, como la pérdida de elementos vocálicos y conso-nánticos y contracciones generales en el dominio hispánico: mu(muy), mía (mira), pa (para), ná (nada), cerrá (cerrada), bajao (baja-do), metío (metido), salío (salido), aujero (agujero, con pérdida de -g- intervocálica), ande (dónde), así como las formas verbales mar-cadas sociolectalmente salistes (con s desinencial analógica en 2.ªpersona del pretérito indefinido, forma vulgar extendida; R. Lapesa,1991: 470) y regañís (reducción -éis > -ís en la segunda persona delplural).

Morfológicamente destaca sobre todo la aparición de los sufijosdiminutivos -ico20 y -ete (de extensión coloquial general), que mues-tran fundamentalmente, más que un valor nocional o de aminora-miento, la afectividad: añicos, finicos, dormidete… referidos al mun-do infantil o al hablar de niños, en este caso el hijo del informante,

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18. Así, por ejemplo, el glosario de L. Eguilaz y Yanguas (1886).19. Cf. arbellón (‘desaguadero’) en el diccionario de Pardo.20. Este sufijo, marcado dialectalmente, es característico de Aragón y de nuestra zona de estudio

(aunque no exclusivo). Véase n. 7.

protagonista del relato21. Frente a estas formas, aparece también lamás lexicalizada y general chiquillo ‘chico, niño’ (DRAE).

No me se olvida muestra un rasgo sociolectal evidente y exten-dido entre la generación mayor, algo que han registrado muchasmonografías dialectales y estudios generales al referirse a modalida-des rústicas y de sociolecto bajo: la anteposición del pronombre áto-no de primera y segunda persona al de tercera22. Morfosintáctica-mente, y como rasgo sociolectal, se observa igualmente el empleo deldoblete (oposición + estándar / + socio-dialectal) cerca de allí, a ori-lla (de). Este empleo de orilla de por cerca de es hoy consideradopopular o rústico tanto en estudios generales (Gómez Torrego, 1989,II: 352) como en trabajos dialectales (Briz, 1991: 78, en Requena-Utiel); un uso que hemos constatado en otros fragmentos de hablan-tes mayores de nuestra comunidad. El empleo del adverbio mayor-mente en nuestro texto podría considerarse como lo que A. M.ª Vigara(1992: 252-253) llama tic verbal, esto es, un «estimulante conversa-cional convertido en expresión favorita o momentáneamente favori-ta que adopta como cliché personal o muletilla y que lo usa aquí y allá[…] a modo de estribillo conversacional»; aunque en este texto soloaparece una vez, el hablante lo reitera a menudo en otros fragmentosgrabados. Tal vez su aparición venga motivada por la situación comu-nicativa de la entrevista, en la que el hablante considera esta formacomo una apoyatura formal (función pragmática); en cualquier casola aparición reiterada en otros fragmentos manifiesta rasgos socio-lectales del hablante. Considerada como vulgarismo (L. Gómez Torre-go, 1989, II: 177)23, o como popular, es usada expletivamente (DEA).

Las secuencias de historia y del relato dramatizado constituyenuna de las constantes de la conversación coloquial y actúan no solopara animar la conversación, sino como auténticos soportes argu-mentativos del que habla y de lo enunciado por este (A. Briz, 2000:

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21. «Los diminutivos y aumentativos saltan con frecuencia los límites de la mera descripción cuan-titativa para entrar de lleno en la expresividad (hasta el desgaste, en algunos casos)» (A. M.ª Vigara,1980: 26). Se ha señalado en muchos estudios su función como medio de expresión de la tensión afec-tiva y sus valores emotivos en el español conversacional (W. Beinhauer o A. M.ª Vigara entre otros).Más recientemente se ha considerado desde la pragmática su función pragmático-discursiva en el espa-ñol conversacional (A. Briz, 1998 y 2000; J. Gómez, 2000: 143-145).

22. Cf. otros ejemplos como me se cayó, me se quedó crónico registrados en nuestras entrevistas(pertenecientes a la generación más adulta). En el ALEANR (t. XII, mapa 1728 ’se me cayó’) es frecuen-te la anteposición del pronombre de primera y segunda persona.

23. Empleada como forma rústica junto a otros adverbios en -mente en las novelas de C. J. Cela(S. Suárez, 1969: 495).

43). En este caso, la narración se toma como argumento para expre-sar la seguridad que tenía el hablante en el nombre por el que se lehabía preguntado.

Uno de los rasgos que caracteriza al coloquio es, según A. M.ªVigara (1980: 13), su estricta actualización: «el que habla quiere serentendido, y entendido al instante […] de aquí la necesidad de adap-tarse a la lengua que se supone más inteligible para el interlocutor»,o al menos, añadiríamos nosotros, ser lo más explícito en su explica-ción, con continuos incisos aclaratorios que incluyen o no comenta-rios evaluativos, como ocurre en nuestra historia. Esta estricta actua-lización hace que el discurso se organice en torno al centro deícticopersonal, espacial y temporal del hablante (el yo, aquí y ahora). Sobreeste centro se va organizando el discurso que deriva fundamental-mente hacia el antes (la secuencia de historia) y la alternancia yo /nosotros sobre los que recae parte de la historia. Como es habitual enel español oral, la presencia del sujeto pronominal (explícita) en sin-gular (yo) es mayor que en plural, como así ocurre en nuestro texto24.

La afectividad y expresividad del hablante aflora a lo largo delrelato mediante exclamaciones e interjecciones, que en ocasiones sir-ven para enfatizar cuando reproducen la tensión afectiva de las cir-cunstancias narradas, momentos climáticos de la narración, reaccio-nes del hablante que se involucra en los hechos narrados; de ahí lasestructuras basadas en la tensión, el relieve afectivo a través de excla-maciones qué + sust. (¡qué susto!), reforzada con otra expresión excla-mativa (¡madre mía!), o las invocaciones como ¡dios mío! (Criado,1980: 53), que forman parte de los recursos intensificadores y eva-luativos propios del relato conversacional (I. Baixauli, 2000). Laexclamación ¡madre mía! reproduce la contrariedad o sorpresa25.

La urdimbre textual de la secuencia narrativa va articulándose através de una serie de marcadores (conectores, enlaces, nexos…,según la terminología que empleemos y el valor o función que desem-peñen) que relacionan los enunciados que van sucediéndose a lo lar-go del relato y aseguran la fluidez discursiva e intenciones del hablan-te. Este despliega (tanto en el relato como el discurso referido en

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24. A. Blanco (1999).25. Como fórmula rutinaria o unidad fraseológica (L. Ruiz, 2000: 180-181) constituye un enun-

ciado fijado, establecido por el uso, que a su vez es idiomático, y que adquiere su sentido concreto enlas situaciones pragmáticas en que se emplea. Aquí, forma parte del discurso referido, actualizado enestilo directo.

estilo directo) una serie de piezas estratégicas de control de la situa-ción del habla (bien del mensaje, formulación-reformulación, argu-mentos y conclusiones, bien del contacto fático)26. Entre los marca-dores discursivos, estructuradores de la información, aparecencomentadores como pues, uno de los más usuales en el discurso oral-coloquial (Martín Zorraquino-Portolés, 1999). El marcador claro,conector extraoracional de continuación, actúa de enlace narrativo yasegura la comunicación sin apenas añadir contenido (como entonceso pues) (Cortés, 1991: 66-67), y permite evaluar el discurso. En el usomonológico sirve de elemento reafirmativo, apoya la afirmación delhablante como lógica y evidente desde su perspectiva y para el oyen-te (Fuentes y Alcaide, 1996: 181). Ambos valores se observan en nues-tro texto (los apoyos conversacionales con la reafirmación de evi-dencia ante lo que expresa el propio hablante y hacerlo ver alinterlocutor) (Martín Zorraquino-Portolés, 1999). El marcador bueno,una forma polifuncional muy usada en la conversación, muestra algu-no de sus valores en nuestro texto. Así, como marcador metadiscur-sivo que detiene su intervención para rehacerla, es decir, un refor-mulador que marca un cambio temático o recupera la secuenciaanterior (Briz, 1998: 214), aparece en las líneas 29 y 35, o como for-ma de inicio (regulador de inicio)27 en el relato que refiere en estilodirecto poco después (línea 36): bueno, digo, vamos a ver… Por otraparte, así que es un marcador consecutivo que el hablante usa comomarcador conclusivo, pues introduce la conclusión del relato, justifi-cando la seguridad en su respuesta anterior y la inclusión del propiorelato en su discurso.

Mía (de mira, tras pérdida de consonante -r-) es equivalente afíjate. Aunque W. Beinhauer la considera frecuente en Andalucía yMadrid28, es una forma extendida en el ámbito hispánico, incluidoAragón (Buesa, 1999). Forma parte de una serie de marcas conver-sacionales que, procedentes de imperativos de percepción sensorial,funcionan como apelativos en el español conversacional29. En esterelato funciona como una llamada de atención al interlocutor; el infor-mante insiste en la seguridad de conocer la respuesta tras la anécdo-ta contada y refuerza la conclusión que acaba de introducir con el

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26. A. Briz (1994).27. Sobre este marcador, véase también M. A. Martín Zorraquino (1991: 261-263).28. W. Beinhauer (1991: 61-62, n. 68).29. Considerado como modalizador apelativo con función fática relacionada con usos enfáticos

(Fuentes-Alcaide, 1996) o como marcador conversacional (Martín Zorraquino-Portolés, 1999; Pons, 1998).

marcador así que ante el entrevistador. Mía, además de su funciónpragmática en el español coloquial-conversacional, como revela nues-tro ejemplo, desvela uno de los rasgos que venimos comentando sobrela aparición de secuencias de historia en las entrevistas. Al aparecerlibremente en la parte más periférica de las respuestas, implican unamayor afectividad en el discurso del hablante y crean un clima másfamiliar con el entrevistador: la forma mía representa el paso del tra-tamiento de cortesía usted (mantenido por el informante a lo largo detoda la entrevista) a una forma de tratamiento menos distante o másfamiliar (mía tú, fíjate tú), salvo que se considere una simple formalexicalizada, apoyatura conversacional, al margen de la deixis social.Total es un marcador con función textual de resumen, conclusión ycierre; retoma el hilo de lo expuesto para finalizar lo que venía rela-tando tras un inciso aclaratorio. Se trata de una estrategia comunica-tiva que retoma el discurso interrumpido, «lo que prima es el deseode finalizar con el asunto del que se venía hablando y de presentar elresultado al que el hablante quiere llegar […] puede introducir unarecapitulación o funcionar como estrategia comunicativa para reto-mar el discurso»30. En este caso, total retoma lo expuesto para poderfinalizar la exposición desarrollada por el hablante31. Y, como era deesperar, encontramos también a lo largo del texto los conectoresargumentativos porque, pero, por eso, que contribuyen al relato argu-mentativo y explicativo-evaluativo del hablante, como apoyos parala cohesión de su discurso.

Al inicio de la historia, el hablante nos sitúa en el tiempo delrelato que va a desarrollar (cuando me casé yo, pa las fiestas…) y que,después de enmarcar el relato, justificará la anécdota narrada. El rela-to ha sido anunciado por el hablante a través del verbo contar (si esole cuento) lo que marca o señala por parte del hablante su intenciónde insertar en la interacción que viene manteniendo una historia oanécdota que él considera marginal, dado el carácter situacional queviene desarrollándose (preguntas del encuestador en el marco de unaencuesta dialectal). De hecho, el hablante considera la historia comoun inciso irrelevante para lo que piensa puede ser de interés para eloyente, interés que intenta luego justificar en la conclusión evaluati-va del relato (la seguridad y conocimiento en la respuesta requerida),

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30. N. Vázquez (1994-1995: 387).31. L. Ruiz (2000: 180), como forma de cierre.

y que, sin embargo, para el entrevistador será tan valioso el relatocomo la contestación (arbollón) a la pregunta hecha. En ese relatomás libre, introducido espontáneamente, el habla del informante nopuede ser más espontánea, pensando en la irrelevancia de la historiapara los propósitos del investigador (si eso pare la grabación… siluego lo quiere borrar…). La introducción en el relato a través delinicio le cuento lo que pasó a mi en el arbollón actúa como un mar-cador introductor del tema32 que da pie a la inserción de la secuenciade historia.

La progresión de la historia se produce a través de una serie demarcadores temporales como ya, al año, cuando, al otro día, o namás que. Destaca la presencia considerable del enlace coordinantecopulativo y característico de la lengua coloquial y del sociolectobajo. Junto a los tiempos del pasado, el hablante actualiza y vivificala anécdota relatada como si sucediera en ese momento, a través delpresente del estilo directo en el que recrea partes de la historia. Es loque conocemos como presente histórico, una forma verbal tan viva,como reconoce E. Alarcos, en el relato coloquial (1994: 156).

El discurso reproducido es una característica inherente a lareconstrucción de una narración, especialmente en el relato dramati-zado (Baixauli, 2000). Como apuntaba ya F. González Ollé (1953: 21;1964: 38-39)33, en su estudio dialectal de un pueblo de Burgos y, mástarde, en el de la comarca de La Bureba, la forma verbal dice se con-vierte en un auténtico morfema de estilo directo que se emplea paracualquier persona, número o tiempo, incluso tras la forma de decirexigida por la concordancia34. El verbo decir es el dominante paraintroducir el discurso referido, frecuentemente en presente, pero tam-bién en pasado (dice, dije). Otro verbo relacionado con decir sería,en nuestro relato, sonsacar, e implicaría, según uno de los significa-dos que da el DRAE (fig. ‘procurar con maña que uno diga o descubralo que sabe o reserva’), haber preguntado o actuado en busca o enespera de una respuesta, esto es, la aparición del discurso citado en

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32. Y de creación del mundo, como lo considera J. A. Berenguer (1995: 111).33. Con bastante anterioridad ya lo había señalado G. García Lomas (1922: 21) en Santander y en

Castilla, quien aporta una cita de Unamuno al respecto: «lo usan para pasar del pretérito al presente his-tórico para evitar el que y tras él el estilo indirecto».

34. El uso del relato dramatizado ha sido vinculado a veces al estrato sociocultural bajo o a faltade destreza lingüística (Briz, 1998). Por otra parte, el uso del verbo decir como introductor del estilodirecto es empleado en algunas obras literarias para caracterizar el habla rústica y vulgar; así en C. J.Cela (S. Suarez, 1967: 52). El uso abusivo de este procedimiento es característico del sociolecto bajo.

estilo directo como ocurre aquí. También empezar (empezaron) llevaimplícita la acción relacionada con decir. Aunque el informante repro-duce en su relato en estilo directo las palabras de otros hablantes (desus suegros, en este caso), las formas lingüísticas empleadas parecenser las propias del hablante, ya que están asimiladas a su propio dis-curso, y las reconoce como tales. El relato o secuencia de historiavivifica y actualiza una historia pasada, un «rasgo en estrecha rela-ción con el carácter inmediato y actual de la comunicación coloquial»(Briz, 1998: 82).

Todos los enunciados que constituyen el relato son recubiertospor una línea melódica que fluctúa señalando diversos matices, deli-mitando y agrupando, señalando aspectos sociales y geográficos delhablante35. Toda esta amalgama de enunciados en la que alternan losrasgos universales del coloquio y de la conversación y de las secuen-cias de historia, y en la que afloran los rasgos sociolectales y colo-quiales que caracterizan el habla de una comunidad, es recubierta poruna línea melódica que juega un papel decisivo, tanto lingüísticocomo pragmático. La entonación expresa características sociales ygeográficas del hablante, una entonación poco marcada respecto dela aragonesa y andaluza como el propio hablante (que ha sido pastortrashumante casi toda su vida) afirma y reconoce: «Yo no tengo dejede andaluz, no se me ha pegao a mí, pero palabras tengo muchas queno existen aquí en el pueblo». Pero los rasgos suprasegmentales cum-plen o adquieren una especial importancia en la narración, como encualquier texto oral: pausas significativas (líneas 25 y 29), ritmo len-to o acelerado (líneas 20-22), pronunciación marcada o enfática(METIÓ UN BRAZO, IMPOSIBLE...). Distinguen y delimitan enunciados,o los integran (funciones modales primarias y secundarias, en el pla-no sintagmático y paradigmático), realzan e intensifican los enuncia-dos, muestran estados de ánimo (Hidalgo, 2000). Se trata de la fun-ción expresiva de la entonación que adquiere aquí una notable fuerzaal dramatizar el relato referido.

Nuestro informante sintetiza aspectos del habla coloquial, dia-lectal y sociolectal de nuestra zona, del español hablado en la Sierrade Albarracín por una generación importante, la más adulta y nume-rosa, como era de esperar en una comunidad rural como la que estu-

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35. Sobre las funciones de la entonación, véase A. Quilis (1981), aunque fue T. Navarro Tomás elprimero en adentrarse en el estudio de los aspectos suprasegmentales.

diamos, una generación que conserva aún una parte de la cultura tra-dicional y popular a punto del olvido, y a caballo aún entre dos for-mas de vida, la antigua y la moderna, como los mismos hablantescomentan frecuentemente, y nuestro propio informante del relato haceen más de una ocasión: «hablamos de las personas igual que de losanimales: parir, preñar…; la gente joven no, habla de otra manera,dicen dar a luz, estar embarazada». O cuando al hablar de los obje-tos de la casa, comenta: «les damos otros nombres a las cosas, noshemos modernizado hasta en eso». Hasta el propio nombre arbollóntiende al olvido, ya que estos agujeros han dejado de cumplir su fun-ción y desaparecen en las casas de nueva construcción o han queda-do anulados en las antiguas. He aquí la síntesis de aspectos colo-quiales, sociales y dialectales a través de un relato conversacionalespontáneo surgido a través de la entrevista dialectal.

4. CONCLUSIÓN

Como hemos visto a lo largo de nuestra exposición, las entrevis-tas de carácter dialectal a partir de un cuestionario permiten obtenerno solo aspectos puntuales, sino otro tipo de rasgos coloquiales y dis-cursivos del habla cotidiana de los entrevistados, seleccionados comohablantes prototípicos para el estudio de una comunidad de habla.Podemos considerar que la entrevista dialectal no debe limitarse a laestructura rígida de un cuestionario (pregunta / respuesta), sino quedebe permitir este tipo de intervenciones en las que se pueden obte-ner aspectos de sumo interés para un estudio dialectal como el queplanteamos en la comunidad de Albarracín.

En la parte que queda más en sombra de la contestación encon-tramos muchas veces un material valioso para el estudio del españolhablado en la comunidad en la que practicamos los cuestionarios.Sobre todo en la zona que llamamos periferia o trastienda de la entre-vista, es decir, en aquellas intervenciones más espontáneas y libres ymenos sujetas al control del discurso por parte del informante, y queaparecen menos motivadas o condicionadas por las preguntas delencuestador. En estas zonas de la entrevista aparecen muchas veceslos rasgos lingüísticos más naturales del hablante, de ahí su interés yrentabilidad.

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JOSÉ M. VILAR PACHECO

164 AFA-LXI-LXII

Estudio fonético-fonológico y morfosintáctico del habla del

Valle Medio del Ésera (Huesca)MOISÉS SELFA SASTRE

1. MARCO GEOGRÁFICO

La zona sobre la que se efectúa este estudio corresponde al áreamás noroccidental de la comarca de la Ribagorza oscense, la que cons-tituye el límite con la vecina comarca del Sobrarbe; sin embargo, enningún caso puede pensarse que se trate de un espacio geográfico cla-ramente definido en relación a su entorno. Tanto geográfica como his-tóricamente, nuestra área de estudio solo puede ser delimitada tenien-do en cuenta un grupo más amplio de núcleos de población de los queen estas líneas se estudian.

El habla de los pueblos estudiados es la que corresponde a los delmunicipio de Campo (Belveder y Campo), a los del municipio deForadada de Toscar (Bacamorta, Espluga, Las Colladas, Foradada deToscar, Lascorz, Murillo de Liena, Navarri, Senz y Viu), a los delmunicipio de Seira (Abi, Barbaruens y Seira, además de la cuadra deSan Pedro de Tabernas), a los del municipio del Valle de Bardaxín(Aguascaldas, Biescas, Esterún, Llert y Santa Muera) y, finalmente,a los del municipio del Valle de Lierp (Exea, Padarnín, Piniello, Pue-yo, Reperós, Sala y Sarrat). Entre todos ellos ocupan aproximada-mente unos 110 km2. Ninguno de estos núcleos de población es losuficientemente grande como para ser centro administrativo de la zonageográfica del Valle Medio del Ésera. A este respecto, los puntos deatracción más importantes son Benasque al norte y Graus al sur. A

AFA-LXI-LXII (2005-2006), pp. 165-184 165

excepción de Campo con 358 habitantes, ninguno de los pueblos estu-diados sobrepasa la cifra de los 100 habitantes.

2. CARACTERIZACIÓN LINGÜÍSTICA DEL ÁREA DE ESTUDIO

Las hablas vivas altoaragonesas han atraído la atención de nume-rosos investigadores desde que Saroïnhanday1 llevara a cabo los pri-meros estudios descriptivos de estas. A partir de entonces, célebresinvestigadores, entre los que podemos citar los nombres de T. Nava-rro Tomás, A. Badia Margarit, T. Buesa Oliver, M. Alvar, J. Coromi-nes, G. Haensch, G. Rolhfs, A. Kuhn, se han ocupado de su análisiscon títulos ya clásicos que nutren la cada vez más numerosa biblio-grafía aragonesa2. En tiempos más recientes, se han sumado nuevosinvestigadores con estudios importantes sobre distintas variedades delas hablas altoaragonesas: M. Arnal3, R. Castañer, J. M. Enguita, B.Mott, F. Nagore, J. Terrado o J. Vázquez Obrador.

Por otra parte, en este rápido repaso bibliográfico no podemosolvidar el Atlas Lingüístico y Etnográfico de Aragón, Navarra y Rio-ja (ALEANR), trabajo realizado por M. Alvar, T. Buesa y A. Llorente.Esta magna obra pone a nuestra disposición numerosas y completasinformaciones lingüísticas obtenidas mediante encuestas directassobre la realidad lingüística de los territorios objeto de estudio.

Ahora bien, aunque son muchos los estudios4, solo hallamos untrabajo que se ocupe de la caracterización lingüística de nuestra zonade estudio: la obra de Bienvenido Mascaray Sin, El Ribagorzano den-de Campo5, trabajo que, por otra parte, se ocupa prácticamente decuestiones afines a la morfología. Es evidente, pues, la necesidad deun estudio lingüístico de la modalidad empleada en la zona del ValleMedio del Ésera6.

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1. Cf. Alvar (1953: 123).2. Cf. Buesa (1980: 357-400).3. Cf. Arnal (1997: 41-64). Es necesario que destaquemos este título por su enorme claridad y sis-

tematicidad.4. Entre los estudios globales más recientes sobre las hablas altoaragonesas, podemos citar, entre

muchos otros, los siguientes: Buesa (1988: 9-24), Buesa (1991: 47-53), Enguita (1988: 175-191), Cas-tañer (1996: 1021-1034), Castañer (1997: 67-82), Castañer-Enguita (1989: 241-257).

5. Mascaray (1994).6. Los materiales que ofrecemos a continuación se han obtenido a partir de las encuestas directas

que mantuvimos con nuestros informantes en el periodo comprendido entre junio de 1997 y octubre de1999. Se ha prescindido del uso de cuestionarios debido, fundamentalmente, a que nuestros interesesiban encaminados a recoger la toponimia del núcleo de población que pretendíamos abarcar.

En las líneas que siguen, ofrecemos de un modo descriptivo aque-llos rasgos lingüísticos característicos y particulares del habla utili-zada en la actualidad en nuestra zona de estudio.

2.1. Fonética y Fonología

2.1.1. Vocalismo

El acento

Como norma general, podemos afirmar que la modalidad lin-güística de nuestra zona de estudio sigue las directrices de la acen-tuación castellana. No obstante, hemos recogido algunos casos deacentuación paroxítona en detrimento de la proparoxítona: aguíla‘águila’ (Foradada de Toscar), musíco ‘músico’ (Navarri).

Vocalismo tónico

La E breve tónica latina diptonga tanto en ia7 por metafonía de lavocal final -a sobre el diptongo, tiarras, piatras, piaza, cialla, sia-rra, por ejemplo; como en ie: fierro, tiempo, martiello, capitiello.

Si bien Alvar8 advierte que la diptongación de E > ia está limitadaa un área muy pequeña del Alto Aragón (valles de Fanlo, Ordesa y Tena)y que los ejemplos documentales son escasos, comprobamos cómo ennuestra zona de estudio este fenómeno se da con cierta normalidad.

La O breve tónica latina suele diptongar y lo hace en ua por meta-fonía de la vocal final -a sobre el diptongo: muartas, cuangas, puar-ta, ruada, nuava, por ejemplo. Parece ser, tal como documenta Alvar9,que ya en los siglos X y XI tanto en Aragón como en León coexistí-an, junto al diptongo ua, los diptongos uo y ue. Así, también hemosregistrado abundantes casos de O que diptonga en ue: puente, dueño,cuello, puerto, entre otros muchos ejemplos.

Destacaremos, además, el fenómeno de la metafonía vocálica acausa de la influencia lingüística que ejerce la vocal final latina -U

sobre la inicial: cluso, llubo, puzo.

ESTUDIO DEL HABLA DEL VALLE MEDIO DEL ÉSERA

AFA-LXI-LXII 167

7. La diptongación en ia parece ser más exclusiva de las hablas de los municipios de Campo y Fora-dada de Toscar.

8. Cf. Alvar (1953: 148-149).9. Cf. Alvar (1953: 146).

Vocalismo átono

Tres son los fenómenos que podemos destacar en este subapar-tado:

a) confusión entre las vocales [e]- [i]

La confusión que se observa entre la vocal [e] y la vocal [i] enposición pretónica la hemos registrado en cibada, ciresa, siñorito, porejemplo. M. L. Arnal advierte que en ribagorzano «la distinción e/ise neutraliza con mucha frecuencia tanto en sílaba átona como pro-tónica interna, con tendencia hacia la realización [i]»10.

b) conservación de las vocales finales [-e] y [-o]

La conservación de [-e] se produce en chente, fuente, monde, porejemplo. Paralelamente, la vocal [-o] se mantiene tras las consonan-tes [-l]: faixuelo; [-n]: miano, molino; [-r]: codero, latonero, nogue-ro, terrero, y [s]: baixo, entre otros ejemplos. También se conservaen cheso, fecho, llobo.

c) apócope de las vocales finales [-e]11 y [-o]12

La apócope de la vocal [-e] se produce en ocasiones tras el gru-po [nt]: chent, mont, fuent, si bien también existen las formas chen-te, monte / monde, fuente.

Por otra parte, la apócope de la vocal [-o] se produce, según losejemplos recogidos, tras [-n]: median, plan, pequeñín, a pesar de quetambién hemos oído mediano, miano y plano.

2.1.2. Consonantismo

Consonantes iniciales simples

La F- inicial latina se conserva prácticamente siempre: fer, fierro,faxeta, fumo, formiga, fillo ‘hilo’, fita, entre otros muchos ejemplos13.

MOISÉS SELFA SASTRE

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10. Cf. Arnal (1998: 69).11. Cf. Arnal (1998: 77-78).12. Cf. Arnal (1998: 79-81).13. Frente a unos pocos, poquísimos ejemplos documentales de F-> h-, están los testimonios de la

documentación antigua y de la presencia indiscutible de F- en todas las manifestaciones lingüísticas alto-aragonesas actuales. Sobre el estado de esta cuestión, vid. Alvar (1953: 157-164), Enguita (1987: 9-53).

G-, J- iniciales latinas palatalizan en [c]14: choven, Chinés, chi-nebro, chugar, chente, Chandoz, chungo, por ejemplo.

La L- inicial latina palataliza normalmente en [l 3]15: llinsol, llogar,llesto, lloc, llansa, llebre, llámpara, llámina, llavar, llugar, por ejem-plo.

Consonantes interiores simples

La -P-, la -T- y la -K- mediales latinas aparecen sonorizadas entodos los casos que hemos registrado16: abella, cabañeta, ribera,collada, redona, prado, llaguna, llugar, por ejemplo. No obstante,algún caso de conservación podemos ofrecer: lacuna, en Foradada deToscar.

Paralelamente, es interesante el fenómeno de la pérdida de la -d-intervocálica que procede de -T-: prau, vedau y las formas partici-piales del tipo matau, cosiu y metiu. Como indica Arnal, la desapari-ción de esta consonante ha podido ocurrir en época antigua o recien-te, según los casos17.

Consonantes interiores dobles

Podemos distinguir dos casos:

-LL- > [l 3]: capella, castiello, ciallas, collada, gallina, valle, sibien son característicos de las hablas pirenaicas los resultados t, ch os18: betiecho, astiviecho, en Foradada de Toscar.

-NN- > [n3]: cabañeta, caña, cañamar, peña, entre otros muchosejemplos.

ESTUDIO DEL HABLA DEL VALLE MEDIO DEL ÉSERA

AFA-LXI-LXII 169

14. Cf. Alvar (1953: 165) y Arnal (1998: 130-131).15. Si bien Alvar nos indica que la palatalización de L- inicial latina es muy escasa (Cf. Alvar,

1987: 77), no menos cierto es que en nuestra área de estudio observamos el resultado palatal en vocesde uso muy común. Para la Baja Ribagorza, vid. Arnal (1998: 197).

16. Según Alvar, hoy la conservación de las oclusivas sordas intervocálicas se produce en Broto(Huesca), aunque el fenómeno tuvo antaño mayor amplitud, según demuestran los restos esparcidos porel habla viva y por los nombres geográficos; cf. Alvar (1953: 172, y 1987: 78-81).

17. Cf. Arnal (1998: 115).18. Para el estado de la cuestión, vid. Alvar (1953: 177-180).

Consonantes iniciales agrupadas

Característicos de todas las hablas ribagorzanas son los gruposconsonánticos pl- [pl 3-]19 en pllaza, pllana, pllano, plloure; cl- [kl 3-]en cllot, cllosa, cllavar, y fl- [fl 3-] en fllama, fllor. Por el contrario,el grupo inicial latino GL- presenta un resultado palatal: llera, comoúnico ejemplo registrado.

Consonantes interiores agrupadas

Se observan tres fenómenos: asimilación, conservación y sono-rización.

a) asimilación:

-KT- > -t-: llitó, salitar.

-MB- > -m-: coma, palomero, llomo, tamién.

-TR- > -r-: pera ‘piedra’ y sus derivados: perecilla, pierecilla,piereta, por ejemplo. Se trata este de un fenómeno lingüístico carac-terístico de nuestra zona de estudio, a juzgar por las descripcionesque del dialecto aragonés han realizado prestigiosos especialistascomo Alvar, Kuhn o Rohlfs20.

b) conservación:

-MP- > -mp-: campo, de un modo general, aunque también hemosoído en alguna ocasión cambo21.

-NS- > -ns-: ínsola.

c) sonorización:

-NK- > -ng- en cuangas, requengo, chungo. Este fenómeno lin-güístico cubre, además, «un área que se extiende desde Panticosa has-ta el Cinca, al Este de Boltaña [...], pero deja fuera de su ámbito loca-lidades tan señaladamente dialectales como Biescas, Ansó y Echo»22.

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19. Cf. Arnal (1998: 185).20. Cf. Alvar (1953), Kuhn (1935: 1-132) y Rohlfs (1983: 215-229).21. La sonorización de P tras nasal se explica por el sustrato ibérico según Kuhn y Rohlfs. Fren-

te a ellos, Menéndez Pidal considera conjuntamente las asimilaciones del tipo MB > m y la sonorizacióntras nasal (MP > mb) como fenómenos explicables a partir del sustrato suditálico (cf. Alvar, 1953: 182).

22. Cf. Alvar (1953: 179-180).

No obstante, también hemos recogido de modo frecuente el resulta-do [nk]: cuenco, chuncareta, por ejemplo.

-NT- > -nd- en planda, punda, puendecillo, monde, si bien tam-bién presenta el resultado -nt-: fuente, monte, puente, por ejemplo.

Grupos secundarios con yod

Cons. + TJ, -TJ- > [ϑ]: barza, maleza, placeta, piaza, plaza, puzo.

Cons. +- KJ- > [s]23: faxa, faxeta, aixada.

-BJ- > [y]: royo, voz muy frecuente en el habla viva y en la topo-nimia de todas las latitudes aragonesas. Se documenta desde Bena-barre hasta Aézcoa y, por el sur, llega a Cuevas de Cañart24.

-DJ- > [y]25: pueyo, puyal, puyals, puyala, puyuelo.

-LJ- > [l 3]: fillo, sallanz. Ya en el aragonés medieval se documentala grafía ll: consello, millores, treballo.

-NJ- > [n 3]. viñas, viñetas.

Grupos secundarios romances

Distinguiremos únicamente tres casos:

-K’L- > [l 3]: abella, campillons, cornillón, crucellada, serrilla.

-M’N- > [n 3]: dueño.

-T’L- > [l 3]: viello.

Consonantes finales

La pérdida de la vocal hace que queden en posición final conso-nantes o grupos consonánticos:

-t: clot, mercat.

-l: puyal.

ESTUDIO DEL HABLA DEL VALLE MEDIO DEL ÉSERA

AFA-LXI-LXII 171

23. «Frente al castellano, donde -SC-, -SCY- dan ç y luego z, el aragonés tiene x, que ha conser-vado como s o que ha convertido en j» (cf. Alvar, 1953: 193).

24. Cf. Alvar (1953: 195).25. «La solución y del grupo -DJ- se mantiene siempre en aragonés. La Edad Media conocía veyo,

enoyos, puyar, pueyo; en el siglo XVII, goyo, y, en las hablas vivas, meyo (solo en Ansó y Hecho), goyo(general en el pirenaico), puyar (general en el Pirineo), cayo, seya» (cf. Alvar, 1953: 196).

-ns: asquilons, barzatons, cochins, tauletons, sobre todo en elhabla de los vecinos del municipio del Valle de Lierp.

-nt: font [fónt], pont [pónt].

-rs: llauradors, calderers.

-z: Lorenz, capaz ‘capazo’, pedaz.

2.2. Morfología y sintaxis

2.2.1. El género. En el habla viva del Valle Medio del Ésera exis-ten diferencias en el género de los sustantivos en relación a sus equi-valentes castellanos: la espina ‘el esternón’, el caballet ‘la maripo-sa’, lo cantón ‘la esquina’, la figa ‘el higo’, la vall ‘el valle’, la rosá‘el rocío’, el alfalz ‘la alfalfa’, la avellanera ‘el avellanero’.

2.2.2. El número. Es típico del habla de nuestra zona de estudiola formación del plural añadiendo una -s, aunque el singular acabeen consonante: camps, plans, cansats, por ejemplo. Ahora bien, sinduda, el caso de formación de plural más interesante es aquel en quese halla el morfema -z. «La presencia de este sonido interdental fri-cativo sordo [ϑ] es posible gracias a que quedan en contacto las con-sonantes [t] o [d] con [s], signo morfológico de plural. De esta mane-ra, el aragonés igualó en su evolución el sonido (y fonema)dentoalveolar africado sordo [s] y la fusión de los sonidos [-t] o [-d]finales más la <-s> de plural»26. Ejemplos de plural en -z son sallanz,parez, alazez, mozez, chicoz, pequeñez.

2.2.3. El artículo

Presentamos en un diagrama las diversas formas que puede adop-tar el artículo en nuestra zona de estudio.

MOISÉS SELFA SASTRE

172 AFA-LXI-LXII

26. Cf. Vázquez (1995: 200).

Por otra parte, la apócope en el habla viva del artículo ante pala-bra que empiece por vocal es frecuentísima en todo el Valle Mediodel Ésera: l’animal, l’ullo ‘el ojo’, l’armari, l’eléctrico, por ejemplo.

2.2.4. Pronombres personales

Sin duda alguna, estamos ante una de las cuestiones más com-plejas de describir del habla del Valle Medio del Ésera. Para superaren lo posible esta dificultad y conseguir un orden expositivo claro,distinguiremos dos series: las formas tónicas y las formas átonas.

Formas tónicas

ESTUDIO DEL HABLA DEL VALLE MEDIO DEL ÉSERA

AFA-LXI-LXII 173

Determinado Ejemplo Indeterminado Ejemplo

Masc. singular el el carro un un carro

Masc. plural els / esels carroses carros

uns / unosuns carrosunos carros

Fem. singular la la puerta una una puerta

Fem. plural las / aslas puertasas puertas

unas unas puertas

Sujeto y término de preposición

1.ª persona

Singular yo

PluralMasculino nusotros

Femenino nusotras

2.ª persona

Singular tú

PluralMasculino vusotros

Femenino vusotras

3.ª persona

SingularMasculino él

Femenino ella

PluralMasculino ellos

Femenino ellas

Formas átonas

Combinaciones de dos pronombres complementos de tercera per-sona

Una característica del habla del Valle Medio del Ésera es quecuando se juntan dos pronombres complemento de tercera persona«se mantiene en primer lugar el pronombre de dativo (complementoindirecto) y se añade a continuación la partícula pronominal-adver-bial ne, en, que sustituye a un ‘ello’ (complemento directo) en cual-quier género y número»27. Así, por ejemplo, tendremos una forma delpronombre personal variable según el número (li, lis, por ejemplo) yun segundo elemento invariable: li en he donat ‘se lo he dado’, lo enhe venut ‘se lo he vendido’.

2.2.5. Los posesivos

Dentro de la caracterización de los adjetivos y pronombres pose-sivos, podemos distinguir entre las formas referidas a un solo posee-dor y las referidas a varios poseedores28:

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27. Cf. Nagore (1987: 189).28. Discrepamos, así pues, de la clasificación presentada por Mascaray (1994: 45) y coincidimos

con Nagore (1987: 89-90).

C. Directo C. Indirecto Reflexivo

1.ª personaSingular me m’

Plural mos mo

2.ª personaSingular te t’

Plural os

3.ª persona

SingularMasculino el, l’, ‘l

li

se, ‘sla, l’Femenino

PluralMasculino els, ‘ls, es, ‘s

lislasFemenino

Un solo poseesor

Varios poseedores

Muchas veces, el adjetivo o pronombre posesivo va precedidodel artículo determinado el, la y sus formas plurales: las tuyas saba-tas, el mío carro, aquestos son los míos, por ejemplo.

2.2.6. Los demostrativos. Para la clasificación de los demostra-tivos, seguiremos el sistema trigradual propuesto por Javier Giralt29:

Junto a estas formas, la introducción paulatina de las formas este,esta, estos, estas se deja notar de un modo más o menos claro en elhabla de Campo, si bien las formas originarias se mantienen mejor enlos núcleos de población cercanos a este.

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29. Cf. Giralt (1998: 107).

Primera persona Segunda persona Tercera persona

Masc. míomi

míosmis

tuyotu

tuyostus

suyosu

suyos

Fem. mía mías tuya tuyas suya suyas

Singular Plural Singular Plural Singular Plural

Primera persona Segunda persona Tercera persona

Singular Plural Singular Plural Singular Plural

Masc. nuestro nuestros vuestro vuestros suyo suyos

Fem. nuestra nuestras vuestra vuestras suya suyas

Primera persona Segunda persona Tercera persona

MasculinoSingular iste ixe aquell

Plural istos ixos aquellos

FemeninoSingular ista ixa aquella

Plural istas ixas aquellas

2.2.7. Pronombres relativos. Las formas del pronombre relativoson las siguientes:

que: «la zagala que has visto es mi germana».

cualo, cuala, cualos, cualas: «lo zagal, lo cualo tú has visto, esmi hermano», «la zagala, la cuala tú has visto, es mi hermana», «dimelos libros los cualos quieres ver», «dime las güellas las cuales quie-res comprar».

qui: «no sé qui eres tú».

El habla de nuestra zona de estudio no conoce la forma cuyo nininguna de sus formas flexivas.

2.2.8. Pronombres interrogativos. Tienen las mismas formas quelos pronombres relativos. Su único rasgo distintivo está en la acen-tuación, que proviene de su necesario empleo en oraciones interro-gativas. Ejemplos: «¿quí es ixe?», «¿cuálo quieres que te compre?»,«¿qué xarras que no te oigo?», «¿cuála es la tuya muller?».

2.2.9. Partículas interrogativas-demostrativas. La mayoría deestas partículas son adverbios de modo, de cantidad o de tiempo,empleados en frases interrogativas o admirativas. Algunos ejemplosson los siguientes:

cuánto, -a, -os, -as (interrogativo-cuantitativo): «¿cuántos palo-mos vas matar?».

cuánto, -a, -os, -as (exclamativo): «¡cuánto tiempo fa que no t’hevisto!».

cómo (indica imposibilidad o duda): «¡cómo lo iba a ganar!».

cuán (indica tiempo): «¿cuán vendras?».

2.2.10. Los indefinidos. Presentamos a continuación los usos máscaracterísticos de los adjetivos y pronombres indefinidos del habladel Valle Medio del Ésera:

bell, bella ‘algún, alguna’: «no m’esperaba que bell zagal visitésNavarri», «m’he comprat bella huella».

nengú, nenguna, nenguno, nengunas ‘ningún, ninguna, ningunos,ningunas’: «nengú m’ha comprat la güella mala», «nenguno de misparientes m’ha visitat», «no he vist nenguna de las tuyas fillas».

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mica, miqueta, miquetas ‘poco, poca, pocas’: «he comprat unamiqueta de sal», «en queda una mica», «al fondo del gallinero en que-daban unas miquetas barzas».

poquez ‘poquitos’: «m’he comprat uns poquez».

2.2.11. El verbo30. En el habla de las localidades del Valle Mediodel Ésera hay tres conjugaciones caracterizadas por la terminacióndel infinitivo: -ar en la 1.ª, -er en la 2.ª, -ir en la 3.ª. Además, las par-ticularidades verbales más notables son las siguientes:

a) Infinitivos con apócope del fonema vibrante simple [r]: [matá],[perdé], [pulí].

b) Gerundios en án, -én, ín: cantán [cantán], perdén [perdén],pulín [pulín].

c) Participios en -au, -iu, -iu: cantau, perdiu, puliu.

d) Imperfectos con -b- en todas las conjugaciones: cantaba, pier-deba, puliba.

e) Desinencias -az, -ez, -iz en la 2.ª persona del plural: mataz (pre-sente de indicativo), matábaz (pretérito imperfecto de indicativo),matez (pretérito indefinido), matarez (futuro imperfecto de indicativo),mataríaz (condicional), matásez (pretérito imperfecto de subjuntivo),mataz (imperativo), pierdez, pierdébaz, perdiez, perderez, pierderíaz,pierdésez, perdez, puliz, pulíbaz, puliez, pulirez, puliríaz, pulísez, puliz.

De entre las formas impersonales compuestas, cabe destacar elinfinitivo compuesto haber matau / perdiu / puliu y el gerundio com-puesto habén matau / perdiu / puliu.

2.2.12. Los adverbios. En general, las hablas de nuestra zona deestudio no ofrecen un particular uso de los adverbios; no obstante síque podemos aportar algunas formas características que son las quesiguen a continuación:

a) Adverbios de lugar. Las formas más características son aón‘adonde’: «¿aón vas?»; astí ‘aquí’: «astí está la vaca»; dende aquí‘desde aquí’: «dende aquí la he visto»; debaixo / abaixo ‘debajo’:

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30. Sobre las características del verbo en las diferentes modalidades lingüísticas altoaragonesaspuede consultarse: Badía (1947: 80-123), Kuhn (1935: 125-157), Badía (1951: 119-162), Alvar (1953:219-247), Nagore (1986: 137-194). Para la Ribagorza, vid las obras de Arnal (1998), Giralt (1998) ySistac (1993).

«debaixo / abaixo la taula», allá ‘allá’: «allá corría el gato»; alló‘aquello’: «alló es la casa de Chuan».

b) Adverbios de tiempo. Las formas más características son ago-ra ‘ahora’: «no ixiré agora»; daspacio ‘despacio’: «ves daspacio acasa»; bella vez ‘alguna vez’: «bella vez t’habia visto a tú en Cam-po»; dinantes ‘antes’: «no estaba segur si t’habia visto dinantes»; dis-pués ‘después’: «dispués de dinar ixirem al campo»; en zagueras ‘alfinal’: «¿en zagueras del tuyo traballo escribirás un llibre?».

c) Adverbios de manera. Las formas más características son axi-nas ‘así’: «axinas que vols saber los noms de Navarri»; seguntes‘según’: «dic aixó seguntes testimonio del cura»; a exprés ‘delibera-damente’: «ho dic a exprés per no perder detalle».

d) Adverbios de cantidad. Las formas más características sonmasiau ‘demasiado’: «he charrat masiu de aixó»; miaja ‘nada’: «noen queda miaja de vino»; miajeta ‘poquito’: «aunque solo sea unamiajeta, acompáñame al sellero», miqueta ‘poquito’: «en queda unamiqueta»; brenca ‘nada’: «no tiengo brenca de calor».

2.2.13. Las conjunciones. Aunque no hay grandes diferencias conrespecto a las conjunciones castellanas, daremos a continuación aque-llos usos característicos:

a) Conjunciones coordinadas adversativas. Destaquemos el usode la conjunción con tot y con ixo ‘aun así’: «plou, con tot y con ixoanirem al camp».

b) Conjunciones subordinadas causales. Dentro de este gruposobresalen por su peculiaridad la conjunción pus ‘pues’: «no aniré,pus no quiero», y la conjunción onque ‘así pues’: «he sacat el ganaoal campo, onque puedo quedar tranquilo».

2.2.14. La formación de palabras. Los procesos de formación depalabras en el habla del Valle Medio del Ésera son básicamente losmismos que en las demás hablas altoaragonesas y, en general, len-guas románicas. De ellos, el más productivo es la afijación y, másconcretamente, la sufijación y la prefijación.

a) La sufijación31. La formación de los sustantivos y adjetivos

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31. Sobre los sufijos en las hablas altoaragonesas y aragonesas en general pueden consultarse,entre muchos otros, los trabajos de Kuhn (1935: 254-283), Rohlfs (1946-1948: 457-525), Buesa (1963:9-32), Nagore (1986: 197-209), Giralt (1995: 217-249) y Mott (1998: 223-243).

puede realizarse mediante sufijos. Se trata este de un proceso de crea-ción léxica abundantísimo. Presentamos, a continuación, un esquemapor apartados de los sufijos más usados, eludiendo dar oraciones com-pletas que alargarían excesivamente este apartado.

Sufijos diminutivos más usuales

-et, -eta (plural -ez, -etas): gordet ‘gordito’, pequeñeta ‘peque-ñita’, flaquez ‘flaquitos’, baranetas ‘barandillitas’.

-ín, -ina (plural -íns, -inas): ratolín ‘ratoncito’, baixina ‘bajita’,gatolíns ‘gatitos’, fabolinas ‘habichuelitas’.

-ot, -ota (plural -oz, -otas). Puede ser también diminutivo, aun-que más frecuentemente es despectivo: chicot ‘pequeño’, chicota‘pequeña’, pobroz ‘pobretones’, micotas ‘poquitinas’.

-ón, -ona (plural -óns, -onas). Tiene como matiz fundamental eldiminutivo, aunque puede ser también peyorativo y, a veces quizá porinfluencia castellana, se usa como aumentativo: tozalón ‘tozal peque-ño’, feona ‘feíta’, natóns ‘pájaros recién nacidos’, peronas ‘piedre-citas’.

Sufijos aumentativos más usuales

-az, -aza (plural -azos, -azas): pallaraz ‘pajar muy grande’, pla-naza ‘llano muy grande’, matalazos ‘somieres muy grandes’, vaca-zas ‘vacas muy grandes’.

-arrón, -arrona: mozarrón ‘mozo muy robusto’, cabarrona ‘lugarextremadamente grande donde se guardan los instrumentos agrícolas’.

Sufijos peyorativos más usuales

-az, -aza: chulaz ‘pastor poco hábil en la conducción del gana-do’, oloraza ‘olor desagradable’.

-ón, -ona: chicón ‘solterón’, chicona ‘solterona’, campillón ‘cam-po pequeño y malo’.

-allo, -alla: criallo ‘niñazo’, casalla ‘casa prácticamente derrum-bada que se encuentra ubicada en medio de un campo de cultivo’.

-arro, -arra: fumarro ‘cigarro’, bandarra ‘hombre poco dado altrabajo’, huevarro ‘huevo asimétrico’.

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Otros sufijos. Existe, además, una gran lista de sufijos con dife-rentes matices semánticos. También los que hemos expuesto se utili-zan a veces con otro sentido. Ofrecemos algunos de los sufijos quepodrían añadirse a los citados:

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SufijoMatiz semántico o

cosa que indicaEjemplos

-aco aumentativo gorraco ‘gorro grande’

-acho despreciativo armariacho ‘armario en malascondiciones’

-ada temporalidad añada ‘año’, tardada ‘tarde’

-ada acción propia de niñada ‘niñería’

-aire oficio o cualidad cantaire ‘cantador’

-al lugar poblado de plantas chinebral, barzal

-al locativo barrizal ‘barrizal’

-alla colectividad camalla ‘conjunto de crías’

-allo, -a nombres de utensilios mirallo ‘espejo’, navalla‘navaja’

-anza sustantivos abstractos rematanza ‘finalización’

-ar locativo fabar ‘hayedo’, chuncar‘juncal’

-ardo apreciativo mozardo ‘mozo guapo’

-arrón despreciativo idiorrón ‘patio interior de unacasa en mal estado’

-asco aumentativo manullasco ‘manojo grande’

-astro peyorativo dovillastro ‘ovilluelo’

-ada colectivo, conjunto de cañada

-dor agente verbal charrador, matador

-enco gentilicio abienco ‘natural de Abi’

-era conjunto de flamera, fumatera

-era estado físico cansera ‘cansancio’, cieguera‘ceguera’

-era locativo frontera

b) La prefijación32. La prefijación del habla del Valle Medio delÉsera no tiene un excesivo interés, ya que la productividad de los ele-

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AFA-LXI-LXII 181

SufijoMatiz semántico o

cosa que indicaEjemplos

-era acción propia de solterera ‘acción herradacometida por un joven’

-era lugar poblado de plantas rosera, ciresera

-ero, -a adjetivos traballadera ‘trabajadora’,zaborrero ‘inútil’

-ero, -a oficios ferrero, fustero, pedrero

-ico diminutivos cirico ‘cirio pequeño’

-ichón diminutivo-despreciativo hogarichón ‘casita’

-iello diminutivo chiquiello, martiello

-illona diminutivo perillona ‘campo pequeñorepleto de piedras’

-ín, -ina animales cochín ‘cerdo’, chabalín

-ito adjetivos chugarito ‘juerguista’

-miento acción o efecto de pensamiento

-ón relativo a peitón ‘pezón de las vacas’

-or relativo a claror, blancor, negror

-orra despectivo machorra ‘hembra estéril’

-ot, -ota despectivo cabot ‘de cabeza muy grande’,mullerota ‘mujer sucia’

-uco diminutivo peuco ‘calcetín’

-ura abstractos verbales cayedura ‘caída’, tornadura‘regreso’

-usco adjetivo peyorativo patacusco ‘persona con lostobillos encorvados’

-uto adjetivo peyorativo veduto ‘tartamudo’

32. La prefijación está muy poco estudiada en las hablas altoaragonesas. Puede consultarse al res-pecto los trabajos de Kuhn (1932: 158-166), Alvar (1953: 253-254), Nagore (1986: 195-197) y Giralt(1995: 219-225).

mentos que se anteponen al lexema se limita a unos pocos (a-, des-,en-, es-). La mayoría de las palabras en las que aparecen son verbos,a pesar de que hay también algunos sustantivos y adjetivos derivadosa partir de aquellos. Presentamos los prefijos registrados en el hablade las localidades de nuestra zona de estudio:

a-: se trata fundamentalmente de un prefijo formador de adjeti-vos y verbos. Los valores con los cuales aparece son los siguientes:

Los verbos derivados de un sustantivo refieren una acción rela-cionada con aquello que aquel sustantivo expresa33: allogar ‘alqui-lar’, apoquirse ‘angustiarse’, afonarse ‘hundirse’.

Los adjetivos denotan semblanza o propiedad: avinagrat ‘vina-groso’, apocat ‘retraído’.

des: aparece especialmente formando verbos. Sirve para expre-sar una acción contraria a la que indica el verbo primitivo sobre elcual se ha formado: descarregar ‘descargar’, destornillar ‘destorni-llar’, desunflar ‘desinflar’.

en-: fundamentalmente lo encontramos en verbos creados sobreuna base sustantiva. Denota la acción de poner alguna cosa en el lugardesignado por el nombre primitivo: enterrar, enjaular, endrezar. Sinningún valor significativo lo encontramos en encomenzar.

es-: quizás se trata del prefijo más utilizado34. A menudo indica‘ausencia o privación de lo significado por el radical’: estetada ‘vacade tetas poco desarrolladas’, escodada ‘vaca de rabo muy corto’, espe-chugada ‘vaca relativamente flaca’. Por otra parte, en el habla localde Navarri localizamos dos vocablos en los que la presencia del pre-fijo es- no aporta ningún tipo de significado: estisores ‘tijeras’, este-nazas ‘tenazas’. Según Alvar, en estos casos se ha producido la aglu-tinación del artículo plural es con el sustantivo hasta el punto deconvertirse en un prefijo. Indica también que esta es una caracterís-tica frecuente en el aragonés medieval y en las hablas vivas35.

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33. Giralt (1995: 219).34. Según Nagore (1986: 318), «su frecuencia se explica porque en esta forma convergen los pro-

cedentes de los sufijos latinos DE + EX, DIS- y EX».35. Cf. Alvar (1953: 252-253). Kuhn (1935: 163-165) fue el primero en explicar este proceso de

aglutinación (as parrillas > esparrillas > as esparrillas), y ya precisó que solo aparentemente se tra-taba del prefijo es-.

BIBLIOGRAFÍA

Se resuelven, a continuación, las abreviaturas bibliográficas utilizadas a lo lar-go de todo el trabajo. Además se incluyen algunos títulos imprescindiblespara el estudio de la hablas altoaragonesas.

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ESTUDIO DEL HABLA DEL VALLE MEDIO DEL ÉSERA

AFA-LXI-LXII 183

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MOISÉS SELFA SASTRE

184 AFA-LXI-LXII

Breve descripción del aragonés de AgüeroFERNANDO SÁNCHEZ PITARCH

Estudio de Filología Aragonesa

GUILLERMO TOMÁS FACI

A. C. Nogará

1. INTRODUCCIÓN

Es de sobras conocido que el aragonés persiste con más fuerzaen algunas zonas del Alto Aragón: valles de Echo, Chistau y Benas-que y, en general, en toda la Ribagorza lingüísticamente aragonesa.Sin embargo, es ignorado por muchos que el aragonés todavía cuen-ta con cierta vitalidad en algunas otras áreas: en Ansó y Bielsa toda-vía quedan grupos relativamente numerosos de hablantes1, y un ara-gonés más castellanizado es hablado por ciertos segmentos de edadmás avanzada en pueblos de La Fueva, Somontano de Barbastro y enla zona de Ayerbe, principalmente. Próximo a la localidad de Ayerbese encuentra Agüero, pueblo en el que, según hemos podido compro-bar, se conserva y se habla, con diferencia, un aragonés más puro ydonde la lengua goza de una mayor vitalidad como vehículo de inter-comunicación cotidiana entre gran parte de la población. Fue quizáesta vitalidad la que llamó la atención de ilustres investigadores y,así, Manuel Alvar incluyó Agüero como uno de los puntos encuesta-dos del ALEANR2 y Tomás Buesa también lo investigó cuando hizo sutesis doctoral sobre el ayerbense3.

AFA-LXI-LXII (2005-2006), pp. 185-216 185

1. A título de ejemplo, el filólogo Javier Lozano, que vive en Bielsa y que acaba de publicar unestudio sobre el belsetán, nos informa de que en dicho valle todavía quedan unas cincuenta personasque hablan el aragonés local con calidad.

2. Alvar (1979-1983).3. Aunque la tesis no ha sido publicada, sí que contamos con diversos artículos. Pueden verse en

Agüero es una pequeña población, de menos de doscientos habi-tantes4, a la que se accede por un desvío a la izquierda de la carrete-ra Huesca-Jaca que se encuentra antes de llegar a Murillo. Está situa-do a 696 metros de altura y a los pies de los Mallos de Agüero.Recorriendo sus calles en cuesta se puede disfrutar de sus pintores-cos rincones. Entre sus edificios destacan la ermita románica de San-tiago, a la que se va en romería, y la iglesia parroquial, asimismorománica. Agüero comprende también la entidad de San Felices queya solo cuenta con una casa abierta.

En el presente artículo pretendemos dar una visión global, aun-que necesariamente muy sintetizada, del aragonés hablado en Agüe-ro, centrándonos en los aspectos de fonética histórica y de morfosin-taxis más significativos. Para ello nos basamos en las entrevistas quevenimos realizando en dicha localidad desde la primavera de 2003.Nuestro objetivo final, que no tiene, de momento, fecha fijada, eshacer una descripción integral del agüerano que incluya la morfosin-taxis, el léxico, la toponimia y la tradición oral en dicha variedad.Queremos que este artículo sea un primer paso hasta llegar a la publi-cación de ese estudio integral5.

La metodología de investigación que estamos siguiendo se basaen la entrevista libre dirigida a habitantes del pueblo de distintas eda-des, si bien es en las personas mayores y de mediana edad en las quemás nos hemos centrado6. En casi todos los casos hemos grabado lasconversaciones, con lo que hemos conseguido recopilar decenas dehoras en aragonés agüerano que son la base para nuestro estudio. Hayque decir que, salvo algunos, la mayoría de nuestros informantes sedirigen a nosotros en aragonés con distintos grados de conservación,seguramente debido a que la lengua que empleamos entre nosotros ycon ellos es, evidentemente, el aragonés. Además de las entrevistaslibres, hemos empezado en el verano de 2005 a hacer entrevistas lin-güísticas por campos léxicos con el objetivo de completar aquellos

FERNANDO SÁNCHEZ PITARCH - GUILLERMO TOMÁS FACI

186 AFA-LXI-LXII

Buesa (1989: 83-213); aconsejamos consultar especialmente el trabajo dedicado a la sufijación afecti-va (pp. 113-133), ya que no se ha tratado en este trabajo el tema de la formación de palabras.Aunque no los hemos utilizado para nuestro estudio, interesa destacar los textos en aragonés de Agüe-ro recopilados por Nagore (1987: 92-108); se trata de algunos programas de fiestas de la localidad y dela transcripción de alguna grabación. Puede verse también la interesantísima colección de toponimia reco-gida por Nasarre y Rallo (1990).

4. El censo de 2001 arroja una población de 171 habitantes, mientras que en 1900 era de 1161.5. Si bien ya hemos ido publicando algún pequeño artículo en Fuellas: Sánchez y Tomás (2005a),

Sánchez y Tomás (2005b), Sánchez y Tomás (2006).6. Contamos con una veintena, aproximadamente, de informantes.

aspectos, principalmente léxicos, que es más difícil que aparezcan enla conversación.

Como ya hemos adelantado, la vitalidad del aragonés es total,aunque sea con castellanismos, entre los hablantes de más edad y dis-minuye gradualmente hasta los más jóvenes. Aun con todo, hemospodido comprobar que, si bien los más jóvenes hablan ya en caste-llano, todavía conservan abundantes restos del aragonés en su dis-curso y, además, su competencia lingüística es mucho mayor7. Porotra parte, continúa vigente en la mayor parte de los habitantes deAgüero —con algunas excepciones— la idea de que hablar aragonéses hablar basto o fiero y que solo sirve para comunicarse con la gen-te del pueblo, a pesar del cambio de conciencia surgido en los últi-mos años entre grupos de hablantes de, en general, el Alto Aragón.Por todo esto se comprende que para muchos viajeros que visitanAgüero, u otros pueblos altoaragoneses, la realidad lingüística puedepasar desapercibida y el aragonés se convierte en poco menos que unalengua críptica. En definitiva, podemos decir que el aragonés en Agüe-ro se encuentra en una situación mejor que en otras zonas del AltoAragón, pero que el proceso de glotofagia por parte del castellano escasi inevitable si no se toman medidas urgentes.

2. ASPECTOS FONÉTICOS

Desde una perspectiva histórica, el aragonés de Agüero pre-senta una serie de evoluciones desde el latín coincidentes en gene-ral con el resto de la lengua aragonesa. Además, como se verá, elgrado de conservación de la fonética histórica es bastante aceptableaunque, por supuesto, se encuentren castellanismos aislados. Desta-camos los siguientes aspectos, por ser los más definitorios del ara-gonés:

2.1. Las vocales breves latinas, E y O, diptongan incluso ante yod:tiengo, viengo, güello, fuella8. Asimismo, E diptonga en el verbo seren la segunda y tercera personas del singular del presente de indica-tivo (ye, yes), así como en el imperfecto (yera, yeras...). También se

BREVE DESCRIPCIÓN DEL ARAGONÉS DE AGÜERO

AFA-LXI-LXII 187

7. En cualquier caso, iremos comentando, en la medida de lo posible, la vitalidad de que gozan losdistintos rasgos lingüísticos en función de la edad, a lo largo del artículo.

8. Se ha recogido con el significado de ‘navaja’ y no con el de ‘hoja’, para el cual se usa el signi-ficante castellano, si bien sí que hemos oído el derivado follarasca/fuellarasca.

conservan diptongaciones provenientes del sufijo latino -ELLU: fer-niello, A Coroniella (top.), cinguiello.

2.2. Por no extendernos demasiado en el vocalismo, señalaremosotros dos fenómenos: la presencia de la metafonía vocálica (curto,buxo9) y la apócope esporádica de -O y -E (estentín, pin, tabán, clau,val, chen).

2.3. Se conserva la F- inicial latina: fabar, fabón, falz, fayo, fam-bre, farina, fartar, fer, ferradura, ferrar, fillo, fierro, figo, filar, fin-car, fogar, fogaril, forniguero, foya, forca, forno, fornero, furón, esfu-llinar, fumo... De hecho la única palabra que no conserva la F- eshablar que, sin embargo, suele ser sustituida por charrar.

2.4. Ge-/Gi- y J- iniciales han dado como solución la africada pala-tal sorda /t∫ /: chelar10, chelo, chen11, chenipro, chiba, chiboso, chino-llo, chitano, chirón, chito, choven, chugar, chunco, chunir, Casa iChorche, Casa Champeris (< Chuan Peris). Pero ichar, hermano, ene-ro, yesaire.

2.5. Se mantienen los grupos iniciales PL-, FL- y CL-: plorar, plo-razas, plever, esplevurciar, plevida, pleno, replegar, flama, clau ‘cla-vo’. Sin embargo: llamar, llave.

2.6. Se conservan algunas oclusivas sordas intervocálicas: ardi-cala, caxico, caxicar, murciacalo, melico, meliquera, esmelicar, coco-te, verruca, batallo, bitiello, escupito, forato, O Sarrato (top.), Colla-ta O Mal (top.), pixata, pixatina, paretes12, chenipro, chenipriza,escarpar. Señalamos también las siguientes palabras con sordas —queen castellano ofrecen consonantes sonoras— y que son de origen nolatino o incierto: allaca (y allaquizo), acochar, artica, corruca (y co-rrucar).

2.7. El grupo -CT- evoluciona, como es normal en aragonés, voca-lizando a /i/ la consonante velar: peito, feito (si bien la forma másutilizada es fito, en la que ha habido una reducción del diptongo decre-ciente), literesa. También el grupo -ULT- da la solución aragonesa en

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188 AFA-LXI-LXII

9. En este caso también se podría explicar por inflexión debido a la yod 4.ª.10. Una frase hecha muy oída es face un frío que se chela o’scupito.11. Actualmente esta palabra ya ha sido sustituida, casi completamente, por el castellanismo gente.12. Su singular es parer.

muito. Hay que decir, sin embargo, que los castellanismos son abun-dantes: dicho, ocho, ichar, etc.

2.8. Se conserva con gran vitalidad en la localidad el fonemapalatal fricativo sordo /∫ / proveniente de distintos grupos latinos: ixe,vixiga, pixar, pixauto/pixaito, Monte Baxo (top.), baxar, xarga13, buxo,caxico, empuxar, faxo, floxo, pexes, paxaro, ruxazo, coxo, coxiar,coxín-coxiando, cruxidar, tixir, xalentiar14, xera, esvixolar... Tambiénencontramos castellanismos: paicer, conocer, dejar.

2.9. Pervive, también con mucha vitalidad, la lateral palatal /y /proveniente de distintos grupos (< -LY-, -T’L-, -C’L-): muller, fillo,follar (o chaparro fuella), follarasca, palla, pallar, pallada, treballar,batallo, viello (ye más viello que Peña Sola), arrullar, clavilla, cone-llo, chinollo, güello, ovella, tinallón. Sin embargo, en todas las oca-siones hemos documentado, por ejemplo, mejor.

2.10. La -D- intervocálica latina se conserva en Agüero como fri-cativa, como es normal en aragonés para esta y para las demás oclu-sivas sonoras intervocálicas. Como ejemplos hemos recogido coda,rader, tieda, vide (y otras formas de la conjugación del verbo vier).

2.11. Por último, queremos señalar la aversión al esdrújulo, nor-mal en todo Aragón: murciacalo, rapida, retolica, mecanico, sabado,glarima, tuetano, cantaro, parrafo, Galligo (top.), tenebamos, que-rebamos...

3. ASPECTOS MORFOSINTÁCTICOS

Nos centraremos en este apartado solamente en aquellos aspec-tos morfosintácticos que pueden tener más interés, bien por no coin-cidir con el castellano, bien por mostrar alguna diferencia respecto aotras variedades de aragonés.

BREVE DESCRIPCIÓN DEL ARAGONÉS DE AGÜERO

AFA-LXI-LXII 189

13. También charga.14. Junto a chalentiar.

3.1. El artículo determinado

El artículo determinado coincide con el más extendido en aragonés:

Algunos ejemplos: hasta que o pan está cocido; por allí saliba oaceite; me’n ha pasau a mí muitas con o ganau; ¿has visto os güeispu’allí?; ahora os hombres sois muito lelos; a piel valeba muito; yatiengo a lengua cansada; ya son buenas ya, as migas; as mullers l’a-puran; está o aparador con as cazuelas.

La variante l’ se oye esporádicamente en Agüero. Se usa, y no sis-temáticamente, en palabras masculinas que empiecen por vocal, espe-cialmente ante a- (ye l’aire; con l’auto) y con o- y u- (principalmen-te con otro y uno): l’otro día; l’otro año; l’uno en saca unas, l’otro ensaca otras. Pero incluso ante o- se puede encontrar la forma generaldel artículo: a sobrina d’o’stal; en o hostal. En el caso de palabrasfemeninas se encuentra casi siempre con a- (l’arca; con l’agua) y tam-bién con otra: con l’otra; se emplea el artículo a incluso ante a-: estoye a arna.

Hay que advertir que no existe en el aragonés de Agüero el artícu-lo neutro, o si se prefiere, coincide con el correspondiente masculi-no: ahora barrachas o güeno con o malo; Santa Rita, o que se da nose quita; o que más malo me sabe ye fer comidas; ahora ya facen oque quieren; se sacaba o suero y o d’o queso; con o que quitabas d’arriba; por o menos. Obsérvese cómo en el siguiente ejemplo sediferencia claramente el pronombre del artículo: no sé si lo sabebayo o que me quereba icir, pero yo le’n trasformaba (además luegopasa a ser en en la combinación de pronombres: le’n).

Por otra parte, se producen contracciones de los artículos con laspreposiciones a, de, ta, enta, pa y de. Sin embargo, estas contraccio-nes no son sistemáticas y también se encuentran las formas sin con-traer. Veamos algunos ejemplos con cada una de las preposiciones:

— Preposición a: ya le’n hi fito ó sastre p’almorzar; besa-le oculo ó gato; da-le-ne ó mocer; ¡si ós d’antes les presentas un mozo adormir! Como se ve se ha producido la contracción a + o(s) > ó(s).

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190 AFA-LXI-LXII

Singular Plural

Masculino

Femenino

o (l’) os

a (l’) as

— Preposición de: dentro d’o tollo; o polpillo d’a pierna. Perode a leña.

— Preposiciones ta y enta: no iréis t’o baile; t’o hortal no, t’ogüerto; ent’o lomo d’o burro; ent’a cabeza; a bailar t’a plaza.

— Preposición en: mi madre comeba n’a mesa, allí n’o fogaril.Pero se le face de noches en o camino.

— Preposición pa: p’os bueis. Pero un piazo pa o cochino.

Por fonética sintáctica se producen otras asimilaciones: tod’ogüen negociazo que teneba; tod’a tarde; en o’scaño; o’scalderiz pacolgar o caldero; de a’stación de Riglos. Tampoco se produce siem-pre: pasaban por to o lugar.

Para concluir este apartado diremos que el artículo aragonés estátotalmente vigente en Agüero, tanto entre aquellas personas de másedad y que hablan un aragonés menos erosionado, como entre aque-llos hablantes más jóvenes que se suelen expresar más bien en caste-llano con abundantes aragonesismos.

3.2. El género

Algunas palabras tienen distinto género que sus correspondien-tes castellanas, y así, por ejemplo, val es femenino (a val). Muchasvoces acabadas en -or son femeninas: a calor, a vapor.

También hemos documentado el adjetivo griso,-a, con doble ter-minación. Esta tendencia a hipercaracterizar adjetivos que en latíntenían una sola terminación se encuentra en el aragonés de todos lostiempos.

3.3. El número

Lo más significativo es que el plural se realiza normalmentemediante el alomorfo /-s/, tanto si la palabra acaba en vocal como silo hace en consonante o semiconsonante. De nuevo coincide en esteaspecto el agüerano con el resto del aragonés. Veamos los ejemplosmás significativos:

— Palabras acabadas en -n, plural -ns: chovens, mantóns, terra-pléns, pantalóns, postíns, chabalíns, derrochóns, cuairóns.

BREVE DESCRIPCIÓN DEL ARAGONÉS DE AGÜERO

AFA-LXI-LXII 191

— Palabras acabadas en -l, plural -ls: arbañils, árbols, caracols,forestals, hortals, zagals, hospitals.

— Palabras acabadas en -r, plural -rs (realizado como [s]): pas-tors ([pastós]), mullers ([muyés]), tetulars ([tetulás]), esquiradors([eskiraδós]), aponderadors, lugars, aparadors, cazadors.

— Palabras acabadas en semivocal: güeis.

Alguna vez aparecen, en el habla cotidiana, plurales castellani-zados de forma esporádica, si bien lo más normal es la conservaciónde los aragoneses, al menos entre los hablantes mayores.

Por otra parte, cuando la palabra acaba en -s, -x o -z, el plural aña-de el alomorfo /-es/: pexes, codornices, troces.

Hay que destacar que en Agüero no se encuentra el típico pluralen -z (/-ϑ/) que en otras variedades de aragonés se da cuando la pala-bra acaba en singular en -t. Debe de tenerse en cuenta que en nuestrahabla no hay voces acabadas en -t o en -d, ya que las palabras quedeberían hacerlo ofrecen -r o -Ø: verdá/verdar, pie/pier, bastoner,picaporter. Así, la oposición singular/plural se manifiesta en doble-tes como pier/pies, verdar/verdades, mocer/mocetes.

3.4. Los demostrativos

El sistema de demostrativos en Agüero es de tres términos, de loscuales el primero y el tercero coinciden con el castellano, mientrasque el segundo es el general en aragonés: ixe, ixa, ixo, ixos, ixas.Algunos ejemplos: tray o bastoner ixe; ixa ye zaragozana; ixo ye ver-dá; d’ixas maneras; marchan ixa gentuza a cazar tamién ta ixos mon-tes; en ixos aparadors los suele tener. Gozan de tanta vitalidad comolos artículos.

3.5. Los posesivos

En Agüero se usan, por una parte, los posesivos átonos mi, tu, su,nuestro, güestro/vuestro, mis, tus, sus, nuestros, güestros/vuestros. Y,por otra parte, también los tónicos: mío, tuyo, suyo, nuestro, güestro,míos, tuyos, suyos, nuestros, güestros; estos últimos han de ir pos-puestos al nombre, el cual irá precedido del artículo. Hay que seña-lar que esta estructura existe también en castellano, por supuesto, pero

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192 AFA-LXI-LXII

se da en agüerano de una manera más abundante, de manera que inclu-so es más habitual que la utilización de los posesivos átonos. Tam-bién es de reseñar que, aunque se conoce, no se considera propia laestructura artículo + posesivo + nombre, a diferencia de la mayoríade variedades de aragonés. En este apartado el agüerano, y el ayer-bense en general, coincide con el ansotano15.

Ejemplos: o treballo mío; a comida mía la fago ascape; chiquíncomo a mano mía; a muller tuya lo sabría; n’o güerto nuestro; vamost’o bar vuestro; Os mozos nuestros; os padres nuestros.

Hay que hacer algunas salvedades. De un lado, con el sustantivocasa no se emplea el artículo, y el posesivo, siempre de varios pose-edores, sigue pospuesto: ha estau en casa nuestra. Por otro, con elnombre de un descendiente pasa algo parecido:

¿Con Pili nuestra? (en este caso la informante se está refiriendoa una sobrina).

¿Pero ixe zagal güestro dormiba con a zagala?

Por último, mama y papa se emplean a veces por ‘mi madre’ y‘mi padre’: y mama enterró cinco hijos.

3.6. Los interrogativos

Dentro de este apartado destacamos lo siguiente:

a) Se usa el castellanismo quién: ¿quién ye?

b) El interrogativo qué se suele reforzar con el artículo determi-nado masculino cuando hace las funciones de sujeto y de comple-mento directo:

¿O qué ye esto?

¿O qué nos ferá este mes?

¿O qué feis allí?

c) Se utiliza el interrogativo locativo dó. Hay que advertir quesiempre acompañado de preposición (incluida en):

¿En dó quiers que esté?

BREVE DESCRIPCIÓN DEL ARAGONÉS DE AGÜERO

AFA-LXI-LXII 193

15. Cf. Benítez (2001: 131).

¿Por dó ye mejor fer a cabera, por arriba o por abaxo?

¿De dó viens?

¿Ta dó vas?

Con la preposición ta o enta encontramos también los alomorfosó y ú:

¿Ta ó vas?

¿Ta ú vais?

3.7. Relativos

a) Relativo que. Como se ha señalado para otras variedades dearagonés16, raramente se encuentra precedido de preposición. En elsiguiente ejemplo para especificar la función de complemento referi-do a persona se recurre al pronombre átono:

Un gacho que lo llamaban Serón ‘un gacho al que llamabanSerón’.

b) Relativo do. Junto a do también hemos encontrado abundan-temente el castellanismo donde u onde, si bien, casi siempre en estoscasos, acompañado por que17 (donde que), cosa que no hemos obser-vado, al menos por el momento, con do:

En os sitios en do escachan as olivas.

Donde que no i hay gente, tapoco os bichos.

3.8. Indefinidos

Comentaremos tan solo algunos de los más interesantes:

a) Alguno y ninguno. Estos indefinidos en masculino singularequivalen a las formas castellanas ‘alguien’ y ‘nadie’, como es nor-mal en todo Aragón:

Alguno habrá allí.

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194 AFA-LXI-LXII

16. Como en benasqués y bajorribagorzano. Cf. Saura (2003: 151) y Arnal (1998: 325).17. Tanto en chistabín como en benasqués se documenta an que. Cf. Mott (1989: 100) y Saura (2003:

150).

No s’escuidaba ninguno comiendo pan.

¿Ninguno sos la hiba dicho esta?

b) Bel, bella. Adjetivo indefinido que ha sido parcialmente sus-tituido por algún, -a. Sin embargo, todavía lo emplean bastante amenudo los hablantes más conservadores:

Bel poco.

Igual sos da bel bocadiller.

Bella miquina.

Bella soflada.

Si planchaban bella vez, pues cogían cuatro brasas.

c) Estotro, estotra, estotros, estotras, e ixotro, ixotra, ixotros,ixotras. Equivalen a las formas castellanas ‘este otro, esta otra, estosotros, estas otras’ y ‘ese otro’..., respectivamente: os encontraríaiscon estotros, en o puente. Si bien en castellano también existen estascontracciones (estotro y esotro), son muy poco usadas.

d) Cosa. Como en el resto del aragonés se emplea este indefini-do sustantivo para la negación absoluta, a diferencia de mica:

¿Pa qué? Pa cosa.

¡Menos sacáis vusotros!, –que no sacaban cosa–.

No febamos cosa.

e) Mica. Expresa cantidad nula de lo designado por un sustanti-vo no contable: No quedaba mica i pan. Tanto cosa como mica pue-den funcionar como adverbios (punto 3.11).

3.9. Los pronombres personales

a) Los pronombres personales tónicos tienen formas parecidas alas castellanas. Cambian la primera y segunda persona del plural:nusotros, vusotros/gusotros (¿gusotros qué feis?). También debe seña-larse que en la segunda persona del singular se usa tú tanto en fun-ción de sujeto como para término de preposición, aunque no ocurreasí en la primera persona del singular:

Me’n fue ascape de tú.

BREVE DESCRIPCIÓN DEL ARAGONÉS DE AGÜERO

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Pa mí me la quedaré.

Tenebamos que tener güena memoria pa saber qué día te dabana coda a tú y a mí a cabeza.

b) En cuanto a los átonos, reseñaremos la forma sos para la segun-da persona del plural: cuando viengan os hombres que no sos encuen-tren fuera de casa; sos venimos a fer visita; no voy a contar-sos, no;¿ya sos en vais? Aunque es la variante considerada como propia, laevitan los hablantes más jóvenes.

Por otra parte, los pronombres de acusativo de tercera persona soniguales al castellano (lo, la, los, las) y nunca se confunden con losartículos:

Ichas o pan, lo cortas menudo, menudo, menudo y lo revuelves.

Se quitaban a camisa u os calzoncillos y te los echaban t’o lava-dero.

No s’echaba a perder a carne, la secabamos.

3.10. El complemento pronominalo-adverbial en/ne

Este complemento tiene, básicamente, dos formas distintas: en,empleada en posición preverbal, y ne, utilizado en posición postver-bal y, esporádicamente, tras les, nos y os/sos. Además, aunque nosiempre, la primera se contrae en ‘n, cuando la palabra anterior aca-ba en vocal, y la segunda en n’, cuando la palabra posterior empiezapor vocal.

En cuanto a las funciones, destacaremos las siguientes:

a) Objeto directo indeterminado.

En/ne sustituye a un sustantivo en función de objeto directo,siempre que este sea indeterminado:

Ganas que’n ha tenido.

Carne no’n faltaba, güenos salóns que nos febamos.

Ya en hi comido yo tamién, ya (en = escorzonera).

Nusotros no’n tenebamos (‘n = abejas).

Os mozos no llevaban perras y nusotras no’n llevabamos nin-guna.

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Fambre, no’n himos pasau.

Ya en himos pasau, ya (en = vivencias).

También puede reemplazar solo al núcleo del sintagma nominalen función de objeto directo si este núcleo va precedido de un nume-ral, un cuantificador o un indefinido:

Una en i hay, que no ye d’Agüero (en = persona).

En i heba tres u cuatro allí (en = personas de Lobarre).

Matabamos cochinos, en matabamos a lo mejor dos u tres.

Entre to’l monte... seguro que no en i hay una ocena (en = per-dices).

Le dan muita importancia, pero no’n teneba mica.

Os n’he dicho muchas aquí, fatín-fatiando (n’ = palabras).

¿No dices que en tenebas tantas? (en = mujeres).

Si en queréis alguno (en = jabalí).

Cuando no en i heba otra, tamién yera güena (en = leña).

O puede sustituir únicamente el núcleo del sintagma nominal yno el adjetivo que lo acompaña:

No sé si en cogerás ahora güenas.

En cualquiera de los casos anteriores si el sustantivo apareceexplícito a continuación, en la misma oración, ha de ir precedido dela preposición de, y, además, hay un cambio de entonación, que en laescritura representamos con una coma:

Pues aún en hay más, de locos.

Tamién en hi fito allí muito, de carbón.

Yo tampoco en tiengo, de memoria.

b) Puede hacer función de sujeto con ciertos verbos intransitivos(venir, morir, quedar, criar...), porque el sintagma nominal en fun-ción de sujeto es interpretado en estos casos como objeto directo (alir colocado, habitualmente, después del verbo).

Alguna en viene (en = codorniz).

En l’otra zona en murió pocos.

BREVE DESCRIPCIÓN DEL ARAGONÉS DE AGÜERO

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No’n queda, de rabosos.

Se’n criaba muitismos.

Como puede verse en los tres últimos ejemplos, el verbo se imper-sonaliza y no concuerda con su sujeto18.

c) En/ne es una variante contextual de lo, la, los, las en las com-binaciones con los incrementos de dativo de tercera persona le, les:

O cordero ya le’n puedes dar a una cabra.

A tos les ne diré.

d) Se usa también con los verbos pronominales de movimiento:

Se’n fue ta Madrid.

Se’n baja a dormir t’allí.

Se me’n ha ido toda a memoria.

Nos ne vamos t’os rojos.

3.11. Adverbios

El número de adverbios y locuciones adverbiales es, lógicamen-te, enorme; por eso tan solo nombraremos algunos que muestran, anuestro juicio, más interés. Además, nos limitaremos a ejemplificaralgunos de ellos, dado que otros ya han ido saliendo en ejemplos delos apartados precedentes.

a) Espaciales: abaxo, aintro, en o cobalto, en o cobaxo/cobajo,debán, debaxo, en dentro. Ejemplos:

En cuanto saca o fumo azul ya s’está gastando aintro o carbón.

Con una flor en o cobalto.

En o cobajo d’o monte d’Agüero.

Yo iba debán.

Ixe jabalín en dentro está.

FERNANDO SÁNCHEZ PITARCH - GUILLERMO TOMÁS FACI

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18. Luego, en realidad, ya no es un sujeto. Para más información sobre estas construcciones imper-sonales, se puede consultar Lozano (2005).

b) Temporales: a l’otro’l día, agora (poco usado), antes más,ascape, de mañanas, de tardes, dimpués/dispués, estiaño, luego.Ejemplos:

Se matan tos os cochinos a l’otro’l día.

Agora i hay güen carrascal allí aún.

En casa antes más i heba una chaminera antigua.

Te debantas de mañanas.

As tirarañas son os bichos más amadrugadors que i hay, de tar-des no’n verás.

Y baja t’aquí y dimpués más abajo.

Estiaño cargaban uvas.

Ahora van a parar luego de cazar.

c) De modo: a bonico, a escarramanchas, a gargaler, a gato-miau, a golteras, aldredes, asinas, coxín-coxiando, de cruzau, de pun-teta, de raso, de todo, en/a cochetas, fatín-fatiando, nomás, poquera poquer. Ejemplos:

Ves a bonico, no te caigas.

Asinas nos lo pasabamos.

Paice que charras de cruzau.

¿Curta de vista? Ciega de raso.

Saliba o trigo bueno de todo.

Nomás feban que seguir-te.

d) Cuantificadores: agundante, cosa, gota, mica. Ejemplos:

Ahora le toca fregar agundante.

Estos güellos míos no veyen cosa.

No se pueden vier gota.

No ye mica güeno.

e) De negación: no, tapoco. El adverbio no se puede emplearcomo expletivo en las oraciones comparativas. Ejemplos:

Me gusta más a mí de resacar que no estar allí esperando.

Antes no i heba ni un real tapoco.

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3.12. Preposiciones

a) Algunas preposiciones, como pa o las típicamente aragonesasta y enta, han ido apareciendo a lo largo de este artículo en distintosejemplos. Otra preposición interesante es cata, que proviene de lacontracción de cara ta:

Cara t’abaxo a mierda corre.

Cat’abaxo.

Me’n subié cat’arriba, t’os ibons.

b) La preposición en puede preceder a un infinitivo para expre-sar un valor temporal de anterioridad inmediata respecto de lo indi-cado por el verbo principal:

En pasar Concilio, i hay una subideta.

c) La preposición de tiene en aragonés —también en el aragonés deAgüero— más usos de los que posee en castellano19. Por una parte, pue-de introducir partitivos, como ya hemos explicado parcialmente en elapartado 3.10; por otra, de introduce infinitivos con función de sujeto:

Tamién a mí me face goyo de zampar-me-ne uno.

Me daba rabia de salir t’o balcón.

No te gustaba de bailar con os que te tocaban.

Yera más fácil de coger-lo.

Le feba duelo d’aventar-lo.

Asimismo, precede a un infinitivo en función de objeto directocuando el verbo principal indica voluntad, deseo, intención:

Acordaron de fer una rogativa.

Pensaron de hacer una residencia.

Al fin determina de salir ta fuera, t’a cocina.

Lo ficieron aldredes, de clavar o tronzador.

Por otra parte, la preposición de se convierte en i cuando la pala-bra anterior acaba en vocal y la siguiente empieza por consonante:

FERNANDO SÁNCHEZ PITARCH - GUILLERMO TOMÁS FACI

200 AFA-LXI-LXII

19. Cf. Sánchez (en prensa).

No quedaba mica i pan.

Arco i San Juan.

P’acabar-la i joder.

3.13. El verbo

Como el verbo es, quizás, el tema más amplio, procuraremos sertodavía más escuetos, sobre todo en algunos de los puntos que trata-remos.

a) En Agüero no existe, al menos en la actualidad, la típica desi-nencia aragonesa de la segunda persona del plural -z. Se emplea, por tan-to, -is, igual que en castellano: feis, tenéis, seis, febais, yerais, tuviéis.

b) El gerundio se construye a menudo sobre el tema de perfecto.Esta es una de las características que se da en los manuales como típi-ca del aragonés; sin embargo, si bien hay ejemplos en el aragonésmedieval, no es en la actualidad, ni mucho menos, la forma más exten-dida y prácticamente queda reducida, por lo que conocemos, a la zonade Ayerbe, que podríamos decir que en este aspecto es conservadora.Por ejemplo, hemos recogido dijiendo, supiendo, tuviendo, ficiendo(junto a la más común en aragonés fiendo): tuviendo buena vista, lostiens que corrucar.

c) El pretérito imperfecto de indicativo conserva el morfema lati-no -BA- en todas las conjugaciones. Algunos ejemplos de la segunday tercera: quereba, metebas, feba, trayebamos, febais, teneban, (d)ici-ba, venibas, saliba, vivibamos, tenebais, veniban.

d) El pretérito perfecto tiene las siguientes desinencias en la pri-mera conjugación: -é, -és, -ó, -emos, -éis, -aron. Mientras que en lasegunda y tercera conjugaciones son las siguientes: -ié, -iés, -ió,-iemos, -iéis, -ieron. Algunos ejemplos:

Aquí nacié y aquí me moriré.

Me los radié yo todos.

Lo perdié pero allí lo pude apercazar.

Metiemos l’agua y a luz.

Nos ne quedemos dos y nos las comiemos.

No aprendiemos nada.

BREVE DESCRIPCIÓN DEL ARAGONÉS DE AGÜERO

AFA-LXI-LXII 201

Sin embargo, con los perfectos fuertes las desinencias cambiany son las siguientes: -e, -es, -o, -iemos, -iéis, -on/-ieron (tuve, tuves,tuvo, tuviemos, tuviéis, tuvon/tuvieron). Ejemplos:

Ya te vide cuando marchés.

Cuando vinon as mullers, yo me’n fue.

Tuvon que recular.

e) El imperfecto de subjuntivo. Este tiempo procede en Agüerodel pluscuamperfecto de indicativo latino, al igual que ocurre en anso-tano20, y a diferencia de lo que sucede en la mayor parte del arago-nés, que toma las desinencias del pluscuamperfecto de subjuntivo ylas añade al tema de presente. Así pues, en agüerano solo se presen-ta el morfo /ra/ y nunca se usa /se/ y, además, se construye sobre eltema de perfecto. Ejemplos:

Tenebas que estar to’l día que no viniera a mosca pa que se seca-ra o salón.

Se le paraba pa que se metiera otra vez.

f) El verbo haber, cuando se usa como impersonal, conserva fosi-lizado, en presente de indicativo y de subjuntivo y en imperfecto deindicativo, el complemento pronominalo-adverbial i (i hay, i haiga, iheba), cosa que no ocurre en el resto de tiempos (huvo, habría, hubie-ra...). Cuando se emplea como auxiliar el imperfecto no suele serheba, hebas, heba... sino que la e se cierra en i: hiba, hibas, hiba:

S’hiba perdiu.

Se les hiba estraviau os güeis (en este ejemplo, por cierto, se pue-de ver de nuevo un caso de verbo impersonalizado).

También en la primera persona del singular y en la primera y lasegunda del plural del presente se usan estas formas con i (hi, himos,his):

M’hi perdido.

N’himos charrau tantas.

¿No la his comido nunca?

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202 AFA-LXI-LXII

20. Cf. Benítez (2001: 163).

g) El verbo fer se emplea, igual que en otras variedades de ara-gonés, en una gran cantidad de giros, como fer mal, fer miedo, ferhonra, fer duelo, fer goyo... Por ejemplo:

Tía, viene, que me ferás muita honra.

Me face goyo de marchar.

Como ejemplo de conjugación, y debido a su gran uso y a susirregularidades, daremos el paradigma completo de este verbo:

Infinitivo: fer

Gerundio: fiendo/ficiendo

Participio: feito/fito

Imperativo: fe/fes, fer

Presente de indicativo: fago, faces, face, femos, feis, facen

Presente de subjuntivo: faga, fagas, faga, fagamos, fagáis, fagan

Imperfecto de indicativo: feba, febas, feba, febamos, febais, feban

Imperfecto de subjuntivo: ficiera, ficieras, ficiera, ficieramos,ficierais, ficieran

Indefinido: fice, fices, fizo, ficiemos, ficiéis, fizon

Futuro: feré, ferás, ferá, feremos, feréis, ferán

Condicional: fería, ferías, fería, feríamos, feríais, ferían

Aunque ya han ido saliendo algunas de estas formas en variosejemplos, lo completamos con algunos más:

Tú, fes con os ojos, fes.

Acabas d’escobar y ya está otra vez fita una perdición.

No le fagais tapóns que no le’n feis más que a el.

Están fiendo flan.

Lo fizo cayer.

h) Perífrasis verbales.

Se usa abundantemente la perífrasis, tanto de obligación comode probabilidad con idea de futuridad, haber de + infinitivo:

Pa San Andrés han de pasar Os Fustes a Cantera d’Orés.

Las han d’esfer todas y las han de malbaratiar todas.

BREVE DESCRIPCIÓN DEL ARAGONÉS DE AGÜERO

AFA-LXI-LXII 203

Por supuesto, también se utiliza tener que + infinitivo:

Le teneba que dicir tos os días t’onde teneba que ir.

E incluso una que parece mezcla de las dos, tener de + infinitivo:

Tuviemos de cambiar de casa.

Tienen de salir ta la drecha.

La perífrasis de probabilidad (de)ber (de) + infinitivo se empleacon o sin aféresis de la sílaba de y con o sin la preposición de:

Estos zagals, ¿qué deben de fer allí?

Pero deben tener tamién como un restaurán.

O padre d’a zagala be de ser contratista.

La perífrasis mirar de + infinitivo, muy común en aragonés, indi-ca intencionalidad:

Estas ramas, mirar de quemar-las cuanto antes.

4. CONCLUSIONES

Como se ha podido comprobar a lo largo del artículo, la cantidadde elementos aragoneses conservados en el habla de Agüero es bas-tante alta. Quizás el rasgo aragonés más significativo del que carecenuestra habla es el morfo /-ϑ/ como morfema verbal de segunda per-sona del plural y como morfema del plural de las palabras acabadasen -t.

Aun con todo, y como ya hemos advertido, la presencia de estoselementos aragoneses en el discurso de los agüeranos está muy con-dicionada por el factor edad. Sin embargo, hay algunos rasgos queson más persistentes en todos los niveles de edad: los artículos (o, a),el demostrativo ixe, -a, el complemento pronominalo-adverbial en/ne,la preposición enta y su variante reducida ta, algunos elementos dela conjugación (ye, yes, fer, fito), así como abundante léxico, inclui-das algunas palabras con fonética típicamente aragonesa y que sontenidas por muy propias (por ejemplo, muito, o las voces que con-servan la F- inicial latina).

Por último queremos indicar que el aragonés de Agüero es un ara-

FERNANDO SÁNCHEZ PITARCH - GUILLERMO TOMÁS FACI

204 AFA-LXI-LXII

gonés claramente occidental y así, por ejemplo, no desarrolla un ele-mento semivocálico delante de la palatal fricativa sorda (coxo frentea la forma oriental coixo). Los tipos léxicos también son típicamen-te occidentales (escalderiz frente a cremallo; reglotar frente arotar/rotir; do frente a on/aon/an). E incluso algún rasgo lo podría-mos calificar de occidental extremo, como el morfo /ra/ en el imper-fecto de subjuntivo (fuera frente a la más general fuese) o los pose-sivos, ambos aspectos compartidos, como hemos visto, con elansotano. Otras características se podrían considerar como propiasdel aragonés meridional, es decir, típicas de variedades histórica omodernamente más próximas al castellano: desfonologización, aun-que muy esporádica y sobre todo en posición inicial, de /∫ / (xar-ga~charga, xalentiar~chalentiar); ausencia del complemento prono-minalo-adverbial i/bi, salvo en casos aislados y fosilizados (i hay,i heba, i haiga); formas verbales intermedias entre las aragonesas ylas castellanas (fago, faces, pero femos) o los perfectos fuertes (fizon,vinon), frente a los que se encuentran en la montaña, como facie-ron/ficioron/fayón, venión/venioron.

BREVE DESCRIPCIÓN DEL ARAGONÉS DE AGÜERO

AFA-LXI-LXII 205

ANEXO 1: VOCABULARIO

En esta sección presentamos, ordenadas alfabéticamente y tra-ducidas, las palabras que han ido apareciendo en este artículo y queno existen en castellano, se usan poco, o bien tienen distinto signifi-cado en esta lengua. Pensamos que es una herramienta útil para resol-ver alguna posible duda.

FERNANDO SÁNCHEZ PITARCH - GUILLERMO TOMÁS FACI

206 AFA-LXI-LXII

abaxo. adv. Abajo.

acochar. v. Agachar.

agora. adv. p. us. Ahora.

agundante. adv. Mucho.

aintro. adv. Adentro

aire. m. Viento.

aldredes. adv. A propósito, adrede.

alguno. pron. indef. Alguien.

allaca. f. Aulaga

allaquizo. m. Tipo de aulaga.

amadrugador, -a. adj. Madrugador.

antes. || antes más. adv. Antigua-mente.

aparador. m. Vasar, anaquel.

apercazar. v. Agarrar, pillar.

aponderador. m. Adulador, ensalza-dor.

arbañil. m. Albañil.

arco i San Juan. m. Arco iris.

ardicala. f. Cigarra.

arna. f. Colmena.

arrullar. v. Arrojar.

artica. f. Terreno roturado, artiga.

ascape. adv. Enseguida.

asinas. adv. Así.

aventar. v. Echar, tirar.

barrachar. v. Mezclar.

batallo. m. Badajo.

baxar. v. Bajar.

baxo, -a. adj. Bajo.

bel, -lla. adj. indef. p. us. Algún.

bicho. m. Bicho, animal.

bitiello. m. Becerro. 2. Boto [devino].

buxo. m. Boj.

cabera. f. Carbonera.

calor. f. Calor.

cantaro. m. Cántaro.

cara. f. Cara. || cara ta. loc. prep.Hacia. Var.: cata.

carrascal. m. Encinar.

cata. V. cara ta.

caxicar. m. Robledal.

caxico. m. Roble.

cayer. v. Caer.

chabalín. m. Jabalí. Var.: jabalín.

chalentiar. V. xalentiar.

chaminera. f. Chimenea.

charga. V. xarga.

charrar. v. Hablar.

chelar. v. Helar.

chelo. m. Hielo.

chen. f. p. us. Gente.

chenipriza. f. Mata pequeña de ene-bro.

chenipro. m. Enebro.

chiba. f. Giba, chepa.

chiboso, -a. adj. Giboso, cheposo.

chinollo. m. Pantorrilla.

chiquín, a. adj. Pequeñin.

chirón. m. Girón.

chitano, -a. m. y f. Gitano.

chito. m. Brote.

choven. adj. Joven. 2. m. Yerno. 3. f.Nuera.

chugar. v. Jugar.

chunco. m. Junco.

chunir. v. Uncir. 2. Unir.

cinguiello. m. Hebilla de madera.

clau. m. p. us. Clavo

clavilla. f. Clavija.

cobalto. m. Parte alta.

cobaxo. m. Parte baja.

cocheta. || a cochetas, en cochetas.loc. adv. Agachado.

cocote. m. Cogote.

coda. f. Cola.

conello. m. Conejo.

corruca. f. Arruga.

corrucar. v. Arrugar.

cosa. f. Cosa. 2. pron. indef. Nada,ninguna cosa. 3. adv. Nada.

coxiar. v. Cojear.

coxín-coxiando. adv. Renqueando.

coxo, -a. adj. Cojo.

cruxidar. v. Vigilar, cuidar [el gana-do].

cruzau. || de cruzau. loc. adv. Delrevés.

cuairón. m. Madero cuadrado.

curto, -a. adj. Corto.

de, i. prep. De.

debán. adv. Delante.

debantar. v. Levantar.

debaxo. adv. Debajo.

dentro. || en dentro. loc. adv. Dentro.

día. m. Día. || a l’otro’l día. loc. adv.Al día siguiente.

dicir. V. icir.

dimpués. adv. Después. Var.: dispués.

dispués. V. dimpués.

do. adv. relat. e interrog. Donde.

drecho, -a. adj. Derecho.

duelo. m. Duelo. || fer duelo. Doler,sentir.

empuxar. v. Empujar.

en, ne. pron. Complemento pronomi-nalo-adverbial con distintos usos(V. apartado 3.10.).

enta. V. ta.

escalderiz. m. Llares.

escaño. m. Andas para transportarcadáveres.

escarpar. v. Escarbar.

escarramanchas. || a escarraman-chas. loc. adv. A horcajadas.

escobar. v. Barrer.

escorzonera. f. Especie de plantacomestible, Scorzonera hispani-ca.

escuidar. v. Descuidar.

escupito. m. Escupidura.

esfer. v. Deshacer.

esfullinar. v. Deshollinar.

esmelicar-se. v. Desternillarse.

esplevurciar. v. Llovisquear.

esquirador. m. Esquilador.

estentín. m. Intestino.

estiaño. adv. Hogaño, este año.

estotro, -a. adj. y pron. indef. Esteotro.

esvixolar. v. Desvelar.

fabar. m. Habar.

fabón. m. Habón.

falz. f. Hoz.

fambre. f. Hambre.

farina. f. Harina.

fartar. v. Hartar.

fatín-fatiando. adv. Haciendo el ton-to, como quien no quiere la cosa.

faxo. m. Haz.

fayo. m. Haya.

BREVE DESCRIPCIÓN DEL ARAGONÉS DE AGÜERO

AFA-LXI-LXII 207

feito. part. irreg. del v. fer. Hecho.Var.: fito.

fer. v. Hacer.

ferniello. m. Frenillo.

ferradura. f. Herradura.

ferrar. v. Herrar.

fierro. m. Hierro.

figo. m. Higo.

filar. v. Hilar.

fillo, -a. m. y f. Hijo.

fincar. v. Hincar. 2. Introducir.

fito. V. feito.

flama. f. Llama.

floxo, -a. adj. Flojo.

fogar. m. Hogar. Var.: fogaril.

fogaril. V. fogar.

follar. v. Echar hojas.

follarasca. f. Hojarasca. Var.: fuella-rasca.

forato. m. Agujero.

forca. f. Horca.

fornero, -a. m. y f. Hornero.

forniguero. m. Hormiguero.

forno. m. Horno.

foya. f. Hoyo.

fuella. f. Navaja.

fuellarasca. V. follarasca.

fumo. m. Humo.

furón. m. Hurón.

Galligo. top. [Rio] Gállego.

ganau. m. Ganado.

gargaler. || a gargaler. loc. adv.[Beber] a chorro.

gatomiau. || a gatomiau. loc. adv. Agatas.

glarima. f. Lágrima.

goltera. || a golteras. loc. adv. A tum-bos.

gota. f. Gota. 2. adv. Nada.

goyo. m. Gozo. || fer goyo. Gustar.griso, -a. adj. Gris.güello. m. Ojo.güeno, -a. adj. Bueno.güerto. m. Huerto.güestro, -a. adj. y pron. poses. Vues-

tro. Var.: vuestro.güey. m. Buey.gusotros, -as. pron. pers. Vosotros.

Var.: vusotros.honra. f. Onra. || fer honra. Ser útil.hortal. m. Huerto.i1. pron. Complemento pronominalo-

adverbial que ha quedado fosili-zado en la conjugación del verbohaber impersonal: i hay, i heba, ihaiga.

i2. V. de.ibón. m. Manantialichar. v. Echar.icir. v. Decir. Var.: dicir.ixe, -a, -o. adj. y pron. demos. Ese.ixotro, -a. adj. y pron. indef. Ese otro.jabalín. V. chabalín.literesa. f. Lechetrezna.luego. adv. Pronto.lugar. m. Pueblo.malbaratiar. v. Desbaratar.mama. f. Mamá.mañana. f. Mañana. || de mañanas.

loc. adv. Por la mañana.marchar. v. Marcharse.mecanico. m. Mecánico.melico. m. Ombligo.meliquera. f. Panza.meter. v. Poner.mica. f. Pizca. 2. pron. indef. Nada,

cantidad nula. 3. adv. Nada.miedo. m. Miedo. || fer miedo. Asustar.mirar. v. prnl. Mirar. 2. v. Buscar. ||

mirar de. Intentar.

FERNANDO SÁNCHEZ PITARCH - GUILLERMO TOMÁS FACI

208 AFA-LXI-LXII

mocer, eta. Niño. 2. Adolescente.

muito, -a. adj. y pron. indef. Mucho.2. adv. Mucho.

muller. f. Mujer.

murciacalo. m. Murciélago.

ne. V. en.

ninguno. pron. indef. Nadie.

nomás. adv. Solamente.

nusotros, -as. pron. pers. Nosotros.

o, a. art. El, la, lo.

ó. contr. Al (= a + o).

ocena. f. Docena.

oliva. f. Aceituna.

ovella. f. Oveja.

pa. prep. Para.

paicer. v. Parecer.

palla. f. Paja.

pallada. f. Parva.

pallar. m. Pajar.

papa. m. Papá.

parer. f. Pared.

parrafo. m. Párrafo.

paxaro. m. Pájaro.

peito. m. Pecho.

pex. m. Pez.

piazo. m. Pedazo.

pier. m. Pie.

pin. m. Pino.

pixaito, -a. V. pixauto.

pixar. v. Mear.

pixata. f. Meada. Var.: pixatina.

pixatina. V. pixata.

pixauto, -a. adj. Presumido, presun-tuoso. Var.: pixaito.

pleno, -a. adj. Lleno.

plever. v. Llover.

plevida. f. Lluvia.

plorar. v. Llorar.

plorazas. adj. Llorón.

polpillo. m. Pulpejo.

poquer. || poquer a poquer. loc. adv.Poco a poco.

punteta. || de punteta. loc. adv. Depuntillas.

raboso. m. Zorro.

rader. v. Raer.

rapido, -a. adj. Rápido.

raso. || de raso. loc. adv. Totalmente.

reglotar. v. Eructar, regoldar.

replegar. v. Recoger.

resacar. v. Sacar, mover la caza, aco-sar.

retolica. f. Discurso, rollo.

ruxazo. m. Chaparrón.

sabado. m. Sábado.

salón. m. Cecina.

soflada. f. Bofetada.

sos. pron. pers. Os.

ta. prep. A, hacia. Var.: enta.

tabán. m. Tábano.

tamién. adv. También.

tapoco. adv. Tampoco.

tarde. f. Tarde. || de tardes. loc. adv.Por la tarde.

tetular. adj. Titular.

tieda. f. Tea.

tinallón. m. Tinaja grande.

tiraraña. f. Araña.

tixir. v. Tejer.

to, toda. adj. y pron. indef. Todo.Var.: todo. || de todo. loc. adv.Totalmente.

tollo. m. Agujero.

trayer. v. Traer.

treballar. v. Trabajar.

treballo. m. Trabajo.

troz. m. Trozo.

tuetano. m. Tuétano.

BREVE DESCRIPCIÓN DEL ARAGONÉS DE AGÜERO

AFA-LXI-LXII 209

ANEXO 2: SELECCIÓN DE TEXTOS ORALES

Quizás la mejor manera de conocer cómo se habla actualmente en Agüeroes leyendo textos reales. Por eso, reproducimos a continuación la transcripciónde algunas conversaciones grabadas en esta localidad, en las que, a menudo, apa-recen castellanismos que cuentan con equivalentes en el aragonés de esta pobla-ción21. Con paréntesis indicamos la ausencia de alguna palabra o, incluso, de algu-na frase corta del discurso, que no se ha entendido al transcribir.

Texto 1

Interviene un hombre de 75 años (A22) y nosotros mismos: (F) y (G). De estaconversación de, aproximadamente, hora y media, y grabada en el bar del hostalel 5 de abril de 2003, seleccionamos dos momentos.

A: Arbetóns, pero... os arbetóns... nada, ni ceniza ni carbón. Ye una leña que valepoco. Pero cuando no en i heba otra, tamién yera güena. Que no sé si sabéis o quéye... arbetón.

F: No, yo no lo sé.A: Son tamién agundantes, ya, por esta zona... se’n cría pocos, pero pa ir t’allá,

to lleno.G: ¿Y cómo son os arbetóns?A: Arbetón u modrollera, como lo... as dos. Igual le llaman arbetón que modro-

llera. Que crían unas boletas coloradas...G: Ah, ya sé cómo ye, no lo sé cómo ye en castellano pero....A: ¡Modrollos! En castellano, modoños, que li dicen.G: Yo... no sé, cómo ye. Me suena por vier-los por o mon, pero no...A: Pues aquí muitismos, en hay.G: Y as carboneras, cómo... ¿Qué técnica teneban?F: Aquí se dice caberas, ¿no? As caberas, ixo. ¿Cómo las febas, cómo las febas?A: Pues a primer cosa, cortabas el... a leña, y dispués a fer o sitio más aprosi-

mau donde que... comprendías, porque la tenebas que llevar toda en as costillas. Terre-

val. f. Valle.

vapor. f. Vapor.

verdar. f. Verdad.

verruca. f. Verruga.

viello, -a. adj. Viejo.

vier. v. Ver.

vixiga. f. Vejiga.

vuestro, -a. V. güestro.vusotros, -as. V. gusotros.xalentiar. v. Repirar deprisa. Var.:

chalentiar.xarga. f. Zarza. Var.: charga.xera. f. Hoguera.zagal, -a. m. y f. Chico, muchacho. 2.

Hijo.

FERNANDO SÁNCHEZ PITARCH - GUILLERMO TOMÁS FACI

210 AFA-LXI-LXII

21. Muchas veces la forma castellana y la aragonesa conviven en una misma oración.22. Hemos querido mantener el anonimato de los informantes, de ahí que los designemos con letras.

No queremos comprometerlos con algunas de las cosas que fueron grabadas.

no más corto, ice: pues... aquí n’este centro, podemos recoger este corro y... fer aquíuna tanda, y ya tamién dependías del terreno pa fer os... porque pa fer o sitio, igualte saliba ralla... eeh no esperabas cosa buena, particularmente pues t’as rallas de SanFelices, que tamién en hi fito allí muito, de carbón. A primer cosa parer por abajo, ydispués con o que quitabas d’arriba rellenar la parte d’abajo. Y d’ixas... trazas.

F: Y conta-nos ixo, ¿dormibas ahí, y ixas cosas?A: Sí, sí, sí, pa dormir en, en, en.... contra más cerca mejor. Porque... te chuga-

bas o jornal por menos de nada. Y no tiene que sacar nunca... flama. Y o fumo blanco.En cuanto saca o fumo azul... ya s’está gastando aintro o carbón, te falta la ceniza.

G: Otra cosa, fiestas, ¿qué fiestas i hay aquí en iste lugar?A: Pues, antes más, a fiesta grande pa San Blas. Yera cuando menos treballo i

heba, quedaba más oportunidá de güeco, más fiesta. Sí, el día tres de febrero. Que,entonces, normalmente seis, siete dias, musicos. Decían: han traido musica d’aire!Estos de o saxofón, u as hostias ixas... lo llamaban musica d’aire.

[.........]

F: ¿I heba viñas, d’antes?A: Sí... estaba lleno de viñas.F: ¿Ahora no en i hay, no?A: Aún tiengo allí bajo una que la planté allí hace pocos años. Una docena d’a-

ños. Ye pa cuando me retire. Feban muy mal vino, u traiban muy mal vino por aquí.D’estos vinos de a granel, que yera imposible beber aquello.

G: ¿Fuertes?A: Fuertes... no sé, con una acidez que no había forma de beber-lo. Por lo menos

tendré vino güeno. Y sí, sí, hoy teneba que haber bajau a picar. Pero como tienen estasgentes, digo, me’n voy t’alla’rriba. Aparte, que pa treballar en sabado y el lunes guar-dar fiesta, igual me da guardar fiesta o lunes. Pero amos, me sale un vino muy güe-no. Me salen... mejor a mí ixe vino que... que o que tiene aquí de... de La Rioja, y deSomontano. Me sale más güeno o mío. Pa mediodía, por si acaso, m’hi subido unabotella, digo: no me fío yo d’aquel vino, me sabe más güeno o mío.

G: Aunque solo sea porque lo fas tú...A: No por ixo, no. Porque ye más güeno. Y yo no le pongo nada, nada, nada...

ningún produto, ni conservantes, ni... ¡nada!G: ¿Te fías más, porque tú sabes cómo lo has feito?A: Sí. Ya te digo yo que no me fío de ningún vino más que d’o mío.F: Pues... conta-nos historias d’a guerra, que nos contabas la otro día.A: Cuando... se’n iba José de Camo... aquel rallazo que i hay allá, allí a izquier-

da (...) aquella vaguada, allí los cogieron. Subiba un camino, que ahora escasamen-te... bah, que no se pué pasar por ningún lau, está to un matorral. Y una miaja antesde llegar, se ve que aún se pronunciaban as pisadas de uno que lo llamaban O Sega-llo, ice: ¡mira’s patas d’O Segallo! Po’aquí se ve que subieron, y salta este otro d’arri-ba: ¡alto! ¡Mira que negocio! Os dos con as manos ta’l cielo, que necesitaban muypoco pa disparar aquellos falangistas (...), pero vamos, los conocieron ya en a voz,porque no supieron subir callaus siquiera. Aunque los cogieron ataus, no sé con quélos atarían, con alguna cuerda porque no creo que llevaran hostias d’ixas que llevanos civiles. Con alguna cuerda, cat’atrás, as manos, y d’otra forma no creyo, y los baja-ron t’aquí t’o calabozo... d’Agüero.

G: ¿Y cómo se salvón de que los fusilasen os falangistas?

BREVE DESCRIPCIÓN DEL ARAGONÉS DE AGÜERO

AFA-LXI-LXII 211

A: Por mediación de uno... de os dos que iban, uno yera primo mío y... en a fami-lia de este, y hasta ellos, yeran tos de derechas, ¡nomás les dio aquella calaverada!L’uno quinto del trenta y ocho, l’otro del trenta y nueve, chavales, no lo pensaron dosveces y icen: ¡nos ne vamos t’os rojos! ¡Aprobau! Jeje. S’engancharon ta’l (...) arti-llera, y s’arrancan drechos t’arriba t’os rojos.

G: Y os rojos... ¿ande estaban?A: En o lau d’allá del... del río Gallego, encima i Riglos, en ixa sierra, toda ixa

sierra’stá allá, asta Arguis. ... aún me acuerdo yo de crío, que estabamos en un mon-te alto que... llamamos, allí, a Valdaubián, y de noches, sintiendo fuego, que pegabanfuego al monte, p’a orientación de la gente que acudieran p’allí.

G: Ta que la chen sabese an yeran os rojos.A: Sí. Y aquello yera... a contraseña que tenían. Que d’aquí d’Agüero, se’n fue-

ron un rabaño... I heba uno que lo llamaban «carrachín», no sé por qué. I hay una...una ermita... una iglesia allí, en un zaborro, encima d’Aniés, la virgen de la Peña, lallaman. Y bajaron t’a ermita aquella, no pierden más tiempo, que se viste con as zayasd’o cura, y una campaneta pa... que tenían, no sé, pa consagrar, y al mismo tiempo,pa llamar a la gente, pues pa empezar a misa, y rancan, macagüen la virgen, os falan-gistas que estaban más p’alla, los emprenden a tiros, y (...) a joder a campana... ixome lo contaba uno que estaba con él, d’aquí d’Agüero, que aquel gacho no mentía,no. Y as zayas las aventó por otro lau, to pa’sconder-se, no hubo muertos. Aquí tení-an mala puntería.

G: Y... a chen que se pasó t’os rojos, aquí en Agüero, ¿dimpués tornón?A: Sí, muchos d’ellos sí, y otros... se pasaron ta Francia.G: ¿Y ya se quedaron astí?A: Sí, y ya no golvieron (...) d’aquí d’Agüero, que ya’staban casaus y gente con...

con cuarenta y pico de años, pero que si no escapan, me paice que había llevau malavida.

G: ¿Sobre tot corta, no?A: Sí.F: ¿Murió muita chen aquí en a guerra?A: Dieciocho, en zona de Franco, y en l’otra zona en murió pocos... no sé si tres

u cuatro, en a guerra, tres u cuatro.F: ¿Y cuántos marchón ta Francia?A: Oi... igual cincuenta u sesenta, que después, as mullers y os críos, los deja-

ron pasar tamién, los reclamaron t’allá, y... les daban un documento pa... un pasaportepa poder pasar ta Francia.

F: A lo primero solo marchón os hombres, ¿no?A: Y otros se’n golvieron, de Francia. Pero ya por l’año cincuenta, u pu’allá,

cuando golvieron, algunos, no muchos, porque estaba mejor a vida allá que aquí, y sequedaron allá.

G: ¿Y a posguerra fue aquí... dura?A: A fambre p’alimento, jejeje, sí... Mal, yo no pasé fambre nunca, de pan y pata-

tas, porque matabamos un cochino de cien kilos pa to l’año, y yeramos cuatro, pacomer, con que mia que ración nos tocaba, jejeje, pa trescientos sesenta y cinco díasun cochino de cien kilos. Pero otros... ¡Nada! Ni cochino ni pan allí en... i hay un mon-te, encima d’o pantano a Peña, que ye de Santa María la Peña, y estabamos allí en l’a-ño cuarenta y siete... cuarenta y siete... sí. Pues ganabamos diez y ocho pesetas, y unpan de dos kilos nos ne costaba ventidós. Y nos (...) tos os días un pan, cada uno; esta-

FERNANDO SÁNCHEZ PITARCH - GUILLERMO TOMÁS FACI

212 AFA-LXI-LXII

bamos seis: seis panes. L’amo del terreno, u de a leña, que le compro... que yera d’a-quí d’Agüero, teneba un par de burricallos, y los subiba cargaus de pan, t’allá, quenos quedabamos, en o pantano a Peña, en a Corona, en a Peña, dos tres casas quehay... entre un lau del pantano y l’otro, pasas o puente, allí nos quedabamos en unacuadra. Con que mira que jornal que nos arriabamos. Un pan ventidós pesetas y diezy ocho de jornal. Y algunos... cosa de poco conocimiento, ice: ¡mecagüendiós, puespa ixo está-te en casa! ¿No comeremos estando en casa u qué?

G: ¿Perdébaz dinero pero minchábaz bien, no?A: ¡Claro! Menos si’n dijeras: estando en casa, no comeremos. Pero si’e (< si

ye) que tiens que comer...G: Un pan de dos kilos... ye muito pan.A: Ixo que dicen que engorda muito o pan. De cojón, jejejeje. Bah, estabamos

tos como abadejos, de secos. Me río yo cuando dicen esto de que engorda o pan, comaesotro más que pan, ya llevarás a linia bien... bien... como yo, de seco.

Texto 2

Intervienen otro hombre (B) y una mujer (C), ambos de unos 82 años, ade-más de uno de nosotros (F). De la grabación, de unos 50 minutos y que fue rea-lizada en la calle el 2 de febrero de 2003, también seleccionamos un par demomentos.

B: Ah, os chinollos yeran güena garra... Jodo, fulana, que chinollo... tiene.C: Ah, tamién yeran muy pillos, os mozos antes. ¡Oh!, no te pienses que yeran...F: ¿Qué feban pues?C: Hola, pues feban...B: Que se’n iban t’o trigo.F: Que se’n iban t’o trigo... ¿y qué i feban?C: Oh, si les dejabas fer to lo qu’hiban querido... yeran muy pillos tamién, no te

pienses que...B: ¡Ah, y pa qué se festeja, más que p’arrimar la pierna!C: ¿Pero tú le’n has arrimau a alguna?B: Hombre, pues sí. Yo ya hi pasau buenos ratos ya...C: ¿Pero no dices que no n’has tenido ninguna?B: Hombre, pero... d’estas pasajeras. Pero ya lo hi pasau yo bien. Lo que no tene-

ba yera picardía, pa... paice que le tenía... reparos, paice que teneba reparos.C: Yeran muy...B: El que más el que menos siempre se tiene alguna ocasión. Hala, si pillabas

alguna más ignorante... ixo que querías, pillar una que fuera más ignorante pa que tese dejara.

C: Con as ignorantes... ¿pa qué?B: Hola si... as espabiladas como tú, hostias se dejaban.C: Muito. Espabiladas como yo... Pa ser como yo, poco se precisa... ¡correr!

[.........]

C: Tenebas que entrar descalza, porque ós padres tenebamos muito respeto. Ytenebas que... si llevabamos zapatos, pues nos los tenebamos que quitar en o patio,

BREVE DESCRIPCIÓN DEL ARAGONÉS DE AGÜERO

AFA-LXI-LXII 213

pa que no nos sintieran subir. Si se nos feba una miqueta tarde, pues nos tenebamosqu’escalzar y subir, poquer a poquer, porque te deciban: mira que a tal hora tiens queestar en casa. Y como pasabas una miajeta charrando allí en a calle y por allí, pues tes’hacía... te se feba un poquer más tarde. Y entonces entrabas sin zapatos, y escale-ras arriba arriba arriba, pa que no te sintieran. Pero a lo mejor te deciban os padres:ya te siento ya, que viens ahora, ¿a qué hora has venido? Y así se viviba aquí.

F: Y, ¿qué hora yera?C: Pues a lo mejor serían as doce, de la noche. Mi padre nos deciba: si no venís

a las doce no entraréis en casa, así que ya lo sabéis. Y nomás i heba un reloj en o...que yera este, ¿cuál yera? Nomás llevaba un reloj en todo o baile, y i heba un baileasí de preto, y nomás llevaba reloj aquel mozo. Lasperras, Lasperras, un mozo quese... que lo llamaban Lasperras. Y estaba por allí, y veniba de vez en cuando, y cuan-do estaba él, en o baile, pues todos: ay, chico, ay, ¿qué hora ye? Y no veíamos ni ahora porque no sabíamos... no sabébamos o que yera o reloj. Y nos teneba que decira hora él, porque nusotras no sabebamos... o reloj. No’n llevaba ninguno nomás queél. Así como ahora, teneba yo un cura, que yera... cura d’abadía, que yera sobrina yod’el, y se redi.. rei... reíba muito: todos así, todos así! con el reloj, todos vienen así,con el reloj. No’n llevabamos ninguno. Y ahora en tenemos tres u cuatro. Conquemira... Y ya t’enfadan.

F: Ahora ha cambiau tot.B: Pero antes había que ir a buscar as mozas, contento que te las dejamos.C: Nos venían a buscar enta casa. Y nusotras... ya estaban os mozos, ya estaban

allí os mozos a buscar-nos, en o banco, qu’eramos un tercenal.B: Tercenal: trenta.C: Y mi padre, que yera muy respetudo, y os mozos veniban a buscar-nos t’o bai-

le, ¿sabes? Y icía... te voy a buscar, pero... tu padre... antes que lo convences... veni-ban, y se posaban allí en o banco, eramos una... cadillada de críos allí, de mozos.Ocho hermanos fuimos. Y mi padre, posau en o banco, y os mozos, pues... veniban yse posaban allí a lau de mi padre, y mi padre que le gustaba muito fumar pues... halesiñor Francisco, tome un cigarro. Un cigarro, y otro cigarro. Y nusotras allí alufran-do a ver cuando deciba... deja venir a Ad. y Av., que yera mi hermana, mi’rmana, deo tiempo mío, y nusotras allí mudadas, mudadas, con poca cosa, porque entonces,pocos vestidos nos comprabamos, pero con un vestidacho ibamos tirando, tod’a fies-ta. Hala, siñor Francisco, deja... y dice, ¡eh!, tiempo tienen. Tiempo tienen y ya hacíauna, ya feba una hora que estaban bailando, y nusotras allí esperando que nos dijie-ra: pues hala, marchar. (...) y o mozo cigarro va cigarro viene, pa que se convencie-ra, y nunca le veniba bien. Y mientras tanto esperando, y o mozo cabeciando y nuso-tras tamién. Hasta que deciba... van a ir t’o baile, si aún no saben ni fregar. ¡Oy quémentira dice! Y así vivibamos.

Texto 3

Interviene la misma mujer de la conversación anterior (C) y nosotros (F yG). Hay un momento en que la mujer se refiere a su vecino (B), del texto núme-ro dos. La grabación, de una media hora, fue realizada en la puerta de su casa,mientras tomaba el sol, el 7 de noviembre de 2004. Seleccionamos lo siguiente:

C: O grande —teneba una casa su madre de cuando se casó, chiqueta pero muymajeta— pues allá de l’hostal se’n ha ido ta casa Artigas, ta casa d’os agüelos, sonagüelos, allí s’ha apañau a casa, se l’ha pintau, se (l’)ha comprau televisor y toda la

FERNANDO SÁNCHEZ PITARCH - GUILLERMO TOMÁS FACI

214 AFA-LXI-LXII

petenera. Y, ¡hala! se’n baja a dormir t’allí. No sé. Y otra vez trajo una zagala, puesvino, estuvo dos u tres días, pues t’allí se la bajó. Comeba arriba y t’allí se la bajó,porque ahora duermen igual que... aunque no... se’n van con as mozas, no sé si dor-mirían juntos u aparte. ¡Que-sé-yo!

F: Pero ixo ye normalC: Claro, ahora ye todo normal, que duerman con as mozas y se ichan juntos.

L’otro día me preguntaba un hombre d’allí d’a carnicería, que s’habían enterau queél s’hiba mirau ixe... que s’hiba puesto a vivir allí n’a casa de os padres, ixa chique-ta y pues «tamién dice que estaba con una zagala» y me dice dos veces, dice: «pero¿dormiban juntos?» y yo feba como que no lo sentiba. A l’otro... al poco rato: «peroixe zagal güestro dormiba con a zagala que trajo ¿u qué?» Pero yo saqué otra con-versación.

F: Haber-le dito: ¡a tú que t’importa, joder, pregunta-les-ne a ellos!C: Chica, luego dispués hi pensau yo, digo: Dios mío que fata fue que no lo qui-

se icir. Pues mia una zagala muy trabajadora ¡eh! sí, s’enganchaba en o... as dos u tresveces que estuvo s’enganchó en o... Se ve que se conocieron por ixo de internet. D’As-turias yera ella, asturiana.

G: ¿Y vive aún en Asturias?C: Sí, pero deben tener tamién como un restaurán. Pues ixo ye que él fue, se ve

que se’n fue ta Madrí, no sé con l’auto, dispués... y dijo él que s’hiba perdiu, pero,¡que s’iba a perder! ¿Queréis oír? se ve que s’ajuntaron allí. Y os padres, ¡sí!, ¡si ósd’antes les presentas un mozo a dormir! marchas por a ventana.

G: Antes yera más complicau to ixo, ¿u qué?C: ¡Hombre calla!F: Antes caleba ir t’o campo. A marguiniar.C: Sí, ni ixo tampoco. ¡Bueno, bueno!G: B. nos deciba que caleba ir t’o trigo.C: ¡Qué va a ir, qué va a ir! si solo tiene lengua B. ¡si no ha ido con ninguna

zagala! nomás que dice: con las que hi ido yo. ¡Embustero! ¡Jodido embustero! ¡AyB.! ¡Ganas que n’ha tenido pero allí s’ha quedau! Ni t’os trigos ni ta nada ibamos, taningún puesto. Si te veniban a acompañar hasta aquí os mozos, de noche, a la horaque vinieras, pero ¡ni a mano ni nada te daban! ¿A qué fin? ¡Ni besos ni nada! ¡Jodo!como hi estau en misa. ¡Bueno, bueno! Ni dar-te a mano pa despedir-te tapoco. Nada.

F: ¿Ni un beso n’a cara ni cosa?C: Bueno, bueno, ¡oh! ¡Un beso! Hombre habría alguna que... no lo sé. Yo no,

no me pasó. Ya, ya, severos. Hombre tamién en ven... tamién saliba preñadas, no pien-ses que tu, tamién.

F: Por ixo i habría de tot.C: Sí, había de todo. Pero,... B. por allí ¡bien! con alguna de mala muerte no sé.

Bailar pues sí que bailó. ¡Pues así era la vida!F: Ya le’n diremos ¿eh?C: No, no le digas que te lo hi dicho yo. Le’n digo a él cuando farolía que ice

qu’hi ido con mozas que... digo: ¡hala farolero! no digas ixa fatería que no has idocon ninguna. Yo pa picar-le. «¡uf! ¡coño yo, con esta, con l’otra!», digo: ¡con nin-guna!

Te piensas que tamién... No nos gustaban tos os mozos tapoco. ¡Ah! pero aun-que fueran zapalastróns tenebas que bailar si te veniban a buscar, si te veniban a bus-car u a bailar en o baile porque si no ya estabas volando d’o baile si no salibas, y anque

BREVE DESCRIPCIÓN DEL ARAGONÉS DE AGÜERO

AFA-LXI-LXII 215

no te gustaba de bailar con os que te tocaban pues tenebas que bailar. Mal y de malamanera porque como ibas de mala manera pues pisotón aquí, pisotón allá.

F: ¿Caldría llevar buen calcero pues?C: Ya lo creo, con calcero, ¡alpargatas! bien blandas. ¡Y ellos!, claro si iban...

pues nos veniban (con) as abarcas, pues a lo mejor... con abarcas, ¿piensas? ¿Cono-ces as abarcas?

G: ¿Istas que son de madera?C: No, de piel las feban, no, de piel, de abarcas muy bastas. Y llevaban unas hebi-

llas que si llevabas medias te las esfeban en un momento. Y cuando nos veniban a sacarno querebamos salir, llevaban abarcas, te daban cada punchazo que te amargaban.

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FERNANDO SÁNCHEZ PITARCH - GUILLERMO TOMÁS FACI

216 AFA-LXI-LXII

A R C H I V O

La Isabela (tragedia de Lupercio Leonardo de Argensola)

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

Universidad Nacional de Educación a Distancia

A J. M. Blecua Tejeiro y Domingo Ynduráin, en recuerdo.

INTRODUCCIÓN

El manuscrito

Se halla en la Biblioteca Nacional de Madrid, signatura ms.14629. Lleva por título Tragedia intitulada Isabela y Luperçio. Cons-ta de catorce hojas de 23,5 por 21 cm, encuadernadas en pasta espa-ñola. Dio cuenta de su existencia José Simón Díaz en la Bibliografíade la Literatura Hispánica (1984), tomo XIII, núm. 1858. Al recons-truir el folio 13 quedó falto de la mitad inferior de las columnas a, cy d. El folio 14R en su mitad superior, recto y verso, quedó en blan-co, excepto la palabra fin.

Está escrito de una sola mano a dos columnas y, posiblemente, seaautógrafo por las numerosas tachaduras de versos, estrofas y enmar-cados de bastantes de estas que, en algún caso, tienen un comentariocomo causa de su representación; hay algunos versos interlineales, unterceto intercolumnio (fol. 11 cd) y algún comentario marginal.

Fecha

Cervantes (Quijote, 1605, P.I, cap. XLIII) recuerda «¿No os acor-dáis que ha pocos años que se representaron en España tres tragediasque compuso un famoso poeta destos reinos, las cuales fueron tales,que admiraron, alegraron y suspendieron a todos cuantos las oyeron,

AFA-LXI-LXII (2005-2006), pp. 219-299 219

así simples como prudentes, así del vulgo como de los escogidos, ydieron más dineros a los representantes ellas tres solas [la Isabela, laAlejandra y la Filis] que treinta de las mejores que después acá se hanhecho?»1. ¿Alude, sin duda, a la versión en tres jornadas que todo elmundo conoce y han sido editadas? Recuérdese que Cervantes regre-só a España de su cautiverio en 1580.

Según recuerdo de Ustarzoz, que cede la palabra al LicenciadoMartín Miguel Navarro, canónigo de la Santa Iglesia de Taraçona,«en el título desta tragedia [La Isabela] dice que la escribió Luper-cio Leonardo en sus tiernos años».

En la Jornada II, esta estrofa

¿Por qué quiero templallos? Porque es justoque por sus apetitos no prosiga,y se escuse con decir soy Rey robusto,que la virtud a todos nos obliga.¿Por si vitupera de su gusto,por qué tiendo las alas en su liga?Esto con gran razón decir podría,mas antes con razón llorar debría.

fue tachada y sustituida por esta otra en el ms. 14629:

¿Audalla desdichado, que pretendes?¿No ves que tras los viçios te despeñas?¿Si los efetos del amor entiendesy remedios tan fáciles enseñas,por qué de su poder no te defiendes?¿Qué son de las palabras zahareñascon que dabas al Rey consejos sanos,y tantas medicinas en las manos?

con un comentario marginal, sin duda del autor o al menos de la mis-ma letra: díjose esta que conviene. Lo cual, a mi entender, quieredecir: [al representarse] díjose ésta que conviene [más].

Y esa representación hubo de hacerse, al menos según las mar-cas de agua del papel, en 1583, es decir, unos 22 años antes de la edi-ción de El Quijote, y a los 24 de edad de Lupercio, lo cual no con-tradice a Cervantes.

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

220 AFA-LXI-LXII

1. Contrasta este juicio —amistoso o benevolente— con el de Moratín: «carece esta fábula de uni-dad, sencillez, distribución y verosimilitud, y por consecuencia de interés […]. Algunas escenas estánmuy bien escritas […] el lenguaje castizo, el estilo elegante, la versificación fluida y numerosa, aunqueson partes muy necesarias, no son las únicas» (Orígenes del Teatro, BAE, t. II, núm. 161, pp. 222-224).

Sabemos que nació el 4 de diciembre de 1559 y los diversos crí-ticos oscilan entre 1579 y 1585, unos por los extremos, otros utilizano creen alguna fecha intermedia, creo que ahora queda la versión pri-mitiva fechada objetivamente.

Además, hay otro tema en este ms.: su acción se desarrolla encuatro jornadas; se confirman así las afirmaciones de la loa de la Ale-jandra:

me han quitado también aquellos corosque andaban de por medio entre mis scenas;y a la verdad no siento ya esta faltapor no cobrar el nombre de prolija

(Parnaso español, t. VI, p. 422; 1772).

Siguen esta opinión y deducciones posteriores López Sedano:

Aquí [entre la Escena 10 de la II Jornada y la Escena 11] es pre-sumible que falte alguna dilatada scena que llenase este gran vacío [puesen la obra solo hay ocho versos], o tal vez sería este el Entreacto quedebía mediar entre 3.ª y 4.ª Jornada, si como nos presumimos, la divi-dió nuestro autor en quatro, con lo que quedaría más disimulado eldefecto, porque de su gran talento no parece que pudo caber tan formi-dable descuido (pp. XXIII-XXIV).

y Crawford, quien mantiene que Lupercio escribió su tragedia encuatro actos, por deducciones sacadas de la comparación de los dosmanuscritos. Se apoya también en el prólogo (loa) de la Alejandra—donde se dice que era conveniente quitar un acto de los cinco aris-totélicos—, pues en estos versos da a entender Lupercio que él escri-bía su teatro en cuatro actos.

Personajes

Tres observaciones se ponen de manifiesto:

1.ª En el ms. los padres y la hermana de Isabela no tienen nom-bre propio.

2.ª Los nuncios son criados moros: Zaide y Abenámar.

3.ª No se identifica el lugar de la escena.

Hay también suficientes diferencias en la adaptación a tres jor-nadas, fórmula triunfante que Argensola se debió plantear como unreto que él mismo se hizo y fue productivo, al decir de Cervantes.

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 221

Métrica

Jornada I:

Tercetos: vv. 1-317

Quintillas: vv. 318-530

Jornada II:

Octavas: vv. 1-442

Estancias: vv. 443-534

Octavas: vv. 535-577

Jornada III:

Tercetos: vv. 1-366

Redondillas: vv. 367-402

Endecasílabos

blancos: vv. 403-441

Octavas: vv. 442-522

Jornada IV:

Tercetos: vv. 1-312

Liras: vv. 313-392

Tercetos: vv. 393-512

Octavas: vv. 513-597 (+2)

Los versos de arte mayor suman casi el 80% y la progresión deestrofas es: 1.º tercetos, 2.º octavas reales, 3.º quintillas, 4.º estan-cias, 5.º liras, 6.º endecasílabos blancos, y 7.º redondillas.

Pero hay un problema gravísimo todavía. El mismo José SimónDíaz (BLH, t. XIII, núm. 1855) nos advierte de la existencia de otromanuscrito, el 18094.

Incluye este manuscrito dos obras escritas en una sola columna:

Isabela: fols. 1-52.

Loa: fols. 54-56.

Alejandra: fols. 56-103.

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

222 AFA-LXI-LXII

Al final del folio 103 hay una larga acotación escénica de cómoha de aparecer la Visión, y finaliza con Finis Tragedie.

Otra loa: fols. 103v-104.

Al margen superior izquierdo del fol. 103v, alguien anotó: «Nopienso que esta loa es de Lupercio», y en el inferior izquierdo, otrolector apostilla: «Fallamos que no es de Leonardo».

Las medidas de los folios son 21 x 14,5 y su caja 19 x 17. Elpapel ni tiene marcas de agua ni filigranas.

No parece ser el ms. original, porque es obra de varias manos —por lo menos tres—: ¿un copista y los dos hermanos Argensola?

Es un manuscrito peculiarísimo porque, siendo en esencia la mis-ma obra, La Isabela, es diferente porque es un poema dramático dia-logado, sin división de Jornadas o Actos, solamente algunas acota-ciones de entradas y salidas de personajes.

En consecuencia, siendo una obra compuesta de una larga anda-dura sin divisiones teatrales y escénicas, debió escribirse primero. Seaprovechan la mayor parte de los versos, pero hay diez o doce supre-siones, alguna muy extensa, que no pasaron al ms. 14629, posible-mente la obra autógrafa y representada.

Es también peculiar la Alejandra; tras la Loa se inicia la Prime-ra Jornada, que ocupa los fols. 56-68r; y la Segunda Jornada los fols.68v-103. Por tanto, carece de la III y IV Jornadas. Es cierto que si laI.ª ocupa 12 folios y la II.ª 35, lógicamente si cada Jornada debía tenerla extensión aproximada de la I.ª (la II.ª 12, la III.ª 12, la IV.ª 12), estáclaro que no se copió bien o se dejó para otra ocasión la división defi-nitiva en Jornadas. Estamos, pues, casi en el mismo caso.

Ahora bien, si este ms. —el 18094— como comprobaremos, esutilizado en su argumento, personajes (aunque varíen los nombres) ycentenares de versos, tiene que haberse escrito con anterioridad, qui-zá dos o tres años antes que el ms. 14629; por tanto, ha de ser de losaños 1579-1580. Y no me siento generoso pues es, sin duda, una obrapensada, repensada y estudiada minuciosamente, y creo que tuvo queser dejada por algún tiempo, y retomada definitivamente. Pues, sinduda, el problema de la división en Jornadas fue muy meditado e ini-cialmente se procedió por tanteo.

Consecuentemente, la afirmación cervantina recibe una confir-mación indubitable y la juventud de Lupercio se viene a corroborar

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 223

con este manuscrito y habría, pues, que fecharlo entre 1579 y 1580 o1581, como afirmaba La Barrera y Green.

Lope se jactaba de que en su infancia compuso algunas come-dias, hoy perdidas:

Y yo las escribí, de once y doce años,de a cuatro actos y de a cuatro pliegos

aspecto que se atribuye también Juan de la Cueva:

que el un acto de cinco le he quitadoque reducí los actos en jornadascual vemos en nuestro tiempo usado.

Lope, en 1609, asegura que:

El capitán Virués, insigne ingeniopuso en tres actos la comedia, que antesandaba en cuatro.

Sin embargo, Cervantes afirma en 1615: «me atreví a reducir lascomedias a tres jornadas de cinco que tenía»; y, por último, don Die-go de Vich, en 1650, se lo atribuye a Micer Andrés Rey de Artieda:«Era de quatro jornadas y nuestro Capitán Artieda fue el primero quela puso en tres».

Los tres fueron soldados en 1571 y estuvieron en Nápoles, cami-no de Lepanto: ¿discutirían, entre jarro y jarro, los problemas teatra-les, lo practicaron y luego se lo atribuyeron personalmente?

Sin embargo, ya Antonio Díez en el Auto de Clarindo (¿1535?)y Francisco de Avendaño en su Comedia Florisea (1551), emplearontres actos.

Argensola está, pues, dentro de los años setenta con sus cuatroactos, aunque rectificara posteriormente y redujera sus obras a tresactos.

Dejamos aparte la sustitución de una palabra en unos versos, lasalteraciones del orden de las palabras en otros; dejamos estos deta-lles para quien haga una edición crítica. Nuestra atención se centraen dar a conocer las grandes alteraciones que sufrió el ms. 18094, queestá escrito como si fuera un extenso poema dramático: no tiene divi-sión de jornadas o actos, solamente hay acotaciones de entradas ysalidas de actores (personajes). He aquí el esquema, tomando comolínea matriz la división en Jornadas del ms. 14629. Además, puntua-lizaremos primero cuándo se han sustituido los nombres de los pro-

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

224 AFA-LXI-LXII

tagonistas y cuándo se han sustituido algunos versos y suprimido ointroducido algunos versos.

Jornada I

Acotaciones:

Tras el verso 317 hay esta acotación: Isabela.

Tras el verso 372: Ana, hermana de Isabela y Muley.

Versos sustituidos:

391-397, fol. 15.

431-436, fols. 16-17.

500-525, fols. 19-19b.

Utiliza el nombre de Alboacen por Rey desde el comienzo y Anapor Hermana a partir del verso 3373. En el verso 40, en lugar deAlbençaide (que debió ser errata), se utiliza Audalla ya en el resto dela Jornada.

Jornada II

Acotaciones:

Tras el verso 141: Ysabela y Aladín

Tras el verso 180: Salen Lamberto, Engracia, Ana, Ysauela,la turba del pueblo christiano y un viejo.

Tras el verso 414: Banse.

Tras el verso 442: Vasse y sale[n] Adulce y Selin.

Tras el verso 443: Vanse y sale Axa sola.

Tras el verso 502: Sale Adulce.

Tras el verso 630: Banse y sale Adulce solo.

Tras el verso 678: Banse y sale Audalla, Yssauela, un alcalde.

Sustitución nominal:

Verso 150: Ana.

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 225

Versos 181, 213 y 370: Lamberto en vez de Padre.

Verso 379: Engracia en vez de Madre.

Verso 387: Viejo en vez de Diablo.

Jornada III

Acotaciones:

Al comienzo: Salen Alboacen, Rey, Audalla, un portero.

Tras el verso 336: Vanse y sale Axa sola.

Tras el verso 522: Éntrase y sale Axa sola.

Cambios nominales:

Verso 61 en adelante: Alboacen por Rey y Portero por Hazen.

Jornada IV

Acotaciones:

Tras el verso 57: Sale un Nuncio christiano. Axa, Nuncio.

Tras el verso 312: Quédase Axa sola.

Tras el verso 393: Salen Acam, moro, Zancala.

Tras el verso 512: Axa.

Cambios nominales:

A partir del verso 98: Selin por Nuncio.

A partir del verso 393: Acan por ZaideZancala por Abenamar.

Versos nuevos:

Versos 6-7.

Versos 348-352.

Versos 362-368.

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

226 AFA-LXI-LXII

Criterios editoriales

Resuelvo todas las abreviaturas.

La u con valor consonante se sustituye por b o v, según la orto-grafía actual.

La v o la b con valor consonántico se conservan siempre.

La rr- o R inicial es sustituida siempre por r-.

La y con valor vocálico es sustituida por i latina.

Conservo n ante b o p y utilizo m cuando proceden de abrevia-tura.

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 227

TRAGEDIA INTITULADA DE YSABELA Y LUPERÇIO

El rey de Çaragoça llamado Muley. Audalla, alcaide,el padre de Ysabela. El pueblo, un viejo.

JORNADA PRIMERA

Muley, Rey; Abençaide, Alcalde viejo[ESCENA 1]

Rey: Ni yo tengo temor a los christianosPor verlos tan vezinos a mi tierra,Que casi nos podemos dar las manos:

Y puesto que la gente de la sierraDe pláticos soldados se refresca, 5Queriendo proseguir la dura guerra,

No temo de la furia soldadescaVer talados mis canpos y riberas,Qual vió (por nuestro mal) el rey de Güesca:

Ni temo de sus máquinas guerreras, 10Ni la gente que llama y acumula2

Debajo sus insignias y banderas:Ni tanto me fatiga o atribula

Don Pedro, rey soberbio de Sobrarbe,Que ya de Zaragoza se intitula; 15

Pues sabe que a la vista de un adarbeA su padre don Sancho le dio muerteLa cautelosa flecha de un alarbe.

Y puesto (según dizen) que es tan fuerte,El exenplo que digo será tarde 20Que con mi discreçión pruebe la suerte.

Bástale ver al rey en su estandarteQuatro cabezas nuestras por trofeo,Que cada qual tuvimos por un Marte;

Y quando no bastare (que lo creo), 25Aun tengo yo manos, y ay alfanjesQue pueden contrastar a su deseo.

Ordene sus esquadras y falanges,Y prométanse con vanagloriaLa tierra que tenemos de aquí al Ganjes, 30

Que no será tan fáçil la vitoria,Aunque suelen dezir que en el estremoY en la dificultad está la gloria3.

Otro mayor contrario que el rey temo,Tan fuerte, que pensando lo que puede, 35Unas vezes me yelo, y otras me quemo./ 1b

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

228 AFA-LXI-LXII

2. Al final del verso, y sobre él: que es estreno.3. Versos 12-33 enmarcados, parte inferior izquierda.

Conçedo que mi mal tanbién proçedeDe quien fue; (pero basta, no se diga):Mucho mejor será que aquí se quede.

Albençaide: Antes será mejor que se prosiga, 40Que con solo nonbrar lo que no temes,No queda declarada tu fatiga.

¿Será bueno, señor, que tú te quemes,Y por no descubrir el pecho fiero,Huyas del agua, y el dolor estremes? 45

Quien el peligro çierto ve primero,Y no busca remedio convinienteAl daño que sospecha venidero,

Padeçerá la pena juntamente,Arrepentido en bano de su falta, 50Quedando para risa de la gente.

¿Fáltate jubentud, poder te falta,O belicosa gente, la qual puedaRonper al montañés la zerviz alta?

Presto verás volver la veloz rueda, 55Y derribar fortuna de la cunbreAl que piensa tenerla fija y queda;

Y si es, como es, de su costunbreFavorezer a osados, yo le mandoAl çiego rey preçisa servidunbre. 60

No bayas tu sospecha dilatando,Que quien con prevençión sus cosas rije,Menos tiene después que estar llorando.

Dime ¿qué te da pena?Rey: Ya yo dixe 65

Que no tengo temor al rey christiano.Ni la propincua pérdida me aflige;

Mas miro mi contrario tan çercano,Y en qualquiera remedio que provea,Al fin de mi trabajo será bano. 70

Un muro comúnmente nos rodeaA mí y a mi contrario poderoso,Que por ocultos términos pelea:

No me divide dél muralla o foso4,Al fin los dos en medio Zaragoza 75Tenemos nuestras casas y reposo;/ 1c

Mas antes él es solo quien la goza,Que yo no lo conozco ni pretendo.

Audalla: Ni puede reposar la sangre moza,Pero de tus razones comprendo 80

Que temes de tus mismos çibdadanos,

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 229

4. Dél sobrepuesto a la, tachado.

Sus çiertas azechanzas entendiendo,Digo de tus basallos los christianos.

Que en medio Zaragoza les permitesVivir y zelebrar sus ritos vanos. 85

No sé quién te detiene que no quitesUn abismo tan grande de tu tierra,Y que preçiso tiempo les limites5:

Ni sé quien es tan bárbaro, que çierraLos ganados y lobos juntamente, 90Siendo tan diferentes paz y guerra,

Y no por ser paçífica tu gente6;Pero puesto, señor, que se recela7,No se puede guardar tan fáçilmente:

Esta canalla torpe sienpre vela8, 95Y con humildes ábitos y gestoA la secreta guerra dan espuela.

Con justa causa temes, señor, esto,Pues entre tus ocultos enemigos,¿Ocultos? (antes claros) estás puesto. 100

Aquí los tienes dentro por testigosDe las cosas de guerra que preparas,Que aun no deben saberlas los amigos;

¿Y gente dobladiza, de dos caras,Es bien que te penetre tus secretos, 105Y nuestras azechanzas haga claras?

En bano pensarás tener quietos,Aunque gozen riquezas infinitas,A los que lleban nonbre de sujetos.

¿Es muy bueno, señor, que les permitas 110Ese tenplo que llaman de María,En medio de tus baños y mezquitas,

En donde se çelebren cada díaLos sacrifiçios destos y sus cantos,Con música solene y armonía? 115

Y digan sin temor que sobre quantosLos christianos çelebran aquel templo9

y fundado por ángeles y santos10;Y tienen por negoçio verdadero11,

Que vino aquí la Virgen siendo viva, 120

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

230 AFA-LXI-LXII

5. He puesto m ante p al resolver una abreviatura.6. No por ser, tachado y sustituido por siendo tan, pero dado que este sintagma aparece en el ver-

so 91, lo dejo así por no ser repetitivo.7. Tachado todo el verso; debajo: de (no se puede leer) que gozas ynfinitos.8. Versos 105-109 enmarcados en la línea inferior a uno y otro extremo, dice: ojo.9. Tachado fue primero. Encima: aquel templo.10. Tachado por los. Encima: por.11. Versos 119-136 enmarcados; al comienzo, margen derecha: ojo.

Y pisó las riberas del Ivero.A la soberbia destos eçesiva,

Juntándose la fe que tienen desto,Mira si la zerviz tendrán altiva./ 1d

El simulacro, pues, que tienen puesto 125Ençima la coluna venerada,Nos muestra lo que digo manifiesto;

Y tienen ya por cosa aberiguada,Que si permaneçiere su firmeza,España podrá ser recuperada. 130

No creyeron xamás con tal sinplezaEn el paladio bulto los troyanos,Mostrando contra griegos fortaleza,

Quanto tienen por çierto los christianosPoder con el anparo de su tenplo 135Quitarnos las victorias de las manos:

Y dizen (por probarlo con exenplo)Que no fue su perroquia xamás nuestra,En cuya pretensión su fe contenplo.

Alza pues, poderoso rey, la diestra, 140Haçiendo por castigo de su yerro,De tu poder y su locura muestra:

Manda que les publiquen el destierro:Qué digo, desterrarlos es muy leve,No quede con la vida ningún perro. 145

¿Por bentura qualquiera no se atreveA probar contra nos su fuerça flaca?Pues mira si la vida se les debe.

¿Sabes de su comerçio qué se saca?Vivir en nuestras casas con tal miedo, 150Como si las tuviéramos en Jaca.

Quisiérate dezir, pero no puedo,Que pues inclinas tanto labio y zeja,Veo que de tu gusto, rey, eçedo.

Esa puerta que llaman la Zineja, 155(Zenizas otro tiempo) te da gritos,Y en mi lugar lo justo te aconseja.

En ella fueron muertos infinitos,Los quales ofendieron a Daçiano,Burlando de sus dioses y sus ritos. 160

Alça pues, poderoso rey, la mano.Rey: Mas antes es mejor atar la tuya,

Y defender con estas al christiano.Primero Dios, que puede, me destruya,

Que yo dexe de ser con ellos pío, 165Por ellos no, mas es por cosa suya;

Que menos es perder mi señoríoQue tu graçia, christiana, por quien bengo.

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 231

A no poder gozar del albedrío:/ 2a¿Mas cómo perderé lo que no tengo, 170

Si solo con soñadas esperançasLa vida para males entretengo?

Ysabela cruel, cruel alcançasEstado tan altivo, que si quieres,En mí puedes hazer çien mil mudanças: 175

¡Y tú, la más cruel de las mugeres,Correspondes tan mal a mis servicios!No sé por qué, ¿por qué? por ser quien eres

Probóse a conquistar con benefiçios,Tanbién con amenazas, pero fueron 180Fabricar en los aires edifiçios.

Ni mis largas promesas te movieron,Que suelen ablandar a la más casta;Ni miedo mis castigos te pusieron;

Y pues a persuadirte nadie basta, 185Agora con engaños me pertrecho,Moneda que en el mundo más se gasta.

Este fiero pregón, abemos hecho,Por ver si con el daño de su gente,En algo rendirás el duro pecho. 190

Audalla: Bastaba mi sospecha solamente:Pero ya descubierta, señor, veoLa causa de tus daños evidente.

No busques más escusas y rodeo,Pues es cosa de reyes tan agena 195Aprobar por hermoso lo ques feo.

Y pues tú con bergüença de tu pena(Por ser vaja la causa) la callabas,Esa misma bergüença te condena.

¿Son esas las bravezas que mostrabas 200En tu niñez gallarda, por ventura?12

¿A cosas semejantes aspirabas?13

Qual suele pareçer en noche oscura14

Prodigiosa cometa, prometiendoDe reyes o monarcas desbentura, 205

Que con admiraçión su forma viendo,Los ojos en las nubes enclavados,Estamos sus efectos inquiriendo,

Por ver si los planetas inclinadosInfluyen sobre nos la triste suerte, 210O nos dexan del daño preservados,

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

232 AFA-LXI-LXII

12. Tachado por ventura, encima hay nos mostravas.13. Tachado todo el verso, encima de aspirabas hay algo escrito que para mí no hace sentido.14. Versos 203-233 enmarcados; al margen izquierdo del 223: ojo.

Así tanbién a ti (que tras la muerteDe tu padre suçedes en su silla)Los ojos alçan todos para verte./ 2b

Mirámoste, señor, con maravilla, 215Milagros de tus obras esperando,Los moros de Aragón y de Castilla

Pensábamos que estabas afilandoCuchillo riguroso de bengança,A tus predeçesores imitando; 220

Y tú, tan al revés de la esperança,Ocupas los altivos pensamientosEn lo que quien no quiere no lo alcança.

Una muger reboca tus intentos,Teniendo mil exenplos en las manos 225De casos miserables y sangrientos:

Elena, pestilençia de troyanosCleopatra verdugo para Roma,La Cava, perdiçión de los ispanos.

En estas, pues, exenplo claro toma: 230Y si quieres domar a tus vasallos15,A ti mismo, señor, primero doma16.

¡Cómo! que con un freno los caballos17

Más furiosos se rijan, ¡y no puedaLa razón a los honbres gobernallos! 235

Pretendemos al sol torzer su rueda,¡Y nuestra voluntad, que es propia nuestra,No podemos tenerla fija y queda!

Que la neçesidad, común maestra,Un modo conviniente de la vida 240A los animalejos sinples muestra:

El uno pide al dueño la comidaCon estrangera voz; el otro tieneSu casa de manjares proveída:

¡Y nosotros con ver que nos conviene, 245No solo convenir, mas es preçiso,Para que una república se ordene,

Huimos çiegamente de su aviso,Siguiendo el apetito que nos llama,Tras glorias de un soñado paraíso! 250

Buelve, buelve los ojos a tu fama,Mira que soy tu siervo, que soy viejo,Y por el consiguiente, quien te ama:

Admite mis razones y consejo,

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 233

15. Tus vasallos tachado. Encima algo ilegible.16. Encima de doma, tachado: a quien te ama.17. Versos 233-250 enmarcados.

Y ten a tus agüelos valerosos 255Para mirar sus obras por espejo:

Si quieres pasatiempos amorosos,(Que no me admiro desto, por ser cosaComún a los mançebos orgullosos)/ 2c

¿Ate de faltar mora más hermosa, 260Más afable, discreta, más hidalga,Que esa perra christiana rigurosa?

Rey: Tú quieres que de seso tu rey salga:¿Di, blasfemo, tenemos en el suelo18

Otra muxer que más que aquesta valga? 265Audalla: A no tener de tu pesar reçelo,

Dixera; pero temo ...Rey: ¿Qué?Audalla: No sea

Mi daño.Rey: No será, dilo.Audalla: Direlo,

Pero porque primero se me crea,Esta carta verás.

Rey: ¿Cúya es?Audalla: De un honbre 270

Que no menos que yo tu bien desea.Rey: ¿Quién es?Audalla: Él es christiano.Rey: ¿Tiene nonbre?Audalla: Sí tiene, mas por ser amigo tuyo,

Es bien que claramente no se nonbre.Rey: Pues no me preçio yo de serlo suyo, 275

Que sienpre de traidores a sus reyes,Y más de los que son secretos, huyo.

Audalla: ¿Guardarás esa ley?Rey: ¿Pues no? Las leyes

Igual hazen al rico y al que labraLa tierra con el yugo tras los bueyes. 280

Audalla: Lee ya, si te sirves.Rey: No se abra

La carta, que de ti solo confío:Mejor es que lo quentes de palabra.

Audalla: Oye, pues, brevemente, señor mío,De Muley Albençaide la cautela; 285O por mejor dezir el desvarío:

A ti ronpió la fe por Ysabela:Secretamente fue, pero ya claraQue la verdad el tienpo la revela.

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

234 AFA-LXI-LXII

18. Versos 264-265. Entre ellos hay un verso tachado: quien por el mundo tan poco quien mas balgo.

Ni pienses que la dama conpró cara, 290Pues en correspondençia del amanteLa voluntad reçíproca declara.

Pasaran sus amores adelantePor ser las voluntades tan iguales,Que es la dél a la della semejante, 295

Sino porque a los lazos conjugalesLas leyes diferentes impidían,Y el ser los deudos della prinçipales./ 2d

Pues viendo que casarse no podían,Por no gastar los dos el tiempo en vano, 300O porque así los hados lo querían,

Determinó Muley de ser christiano,Y púsolo por obra, según quentaEsa carta que tienes en la mano.

Rey: ¡Sufrir pueden los cielos tal afrenta! 305Yo juro, pues, por ellos que la míaHaré que con su daño Muley sienta.

Audalla: Pues mira quien dexó tu monarquía.Por un alcaide tuyo fementido,Si ser llamada perra merecía. 310

Rey: Estoy de la maldad tan ofendido.Que me faltan palabras sufiçientes,El aliento, la fuerça y el sentido;

Y porque largamente me lo quentes,A mi jardín nos bamos, al qual demos 315De nuestros tristes ojos turbias fuentes,Y la justa bengança conçertemos.

Éntranse y salen Ysabela, otra hermanay Albençaide que viene christiano.

CENA 2

Ysabela Noche triste, deseadaPara descansar los moros,A los christianos pesada, 320Pues con suspiros y llorosAs de ser solenizada.

Con justa causa la lunaEsconde su blanca cara,Sin dar claridad alguna, 325Por no mirar la fortunaQue contra nos se repara19

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 235

19. Aquí hay una estrofa tachada, cuyos versos a y b son iguales a los de la estrofa siguiente, ylos c, d y e a la anterior.

Tú, Ebro, que te apresurasCon tus aguas enturviadas;En cuyas olas murmuras 330Nuestras glorias ya pasadas,Y presentes desbenturas:

Como quando de trofeos20

Sus aguas turbias y fierasAdornaban los caldeos, 335Llorando por las riberasLos ya bençidos hebreos;/ 3a

Cuyos mudos instrumentosEn los árboles colgados,Ayunos de sus alientos 340Eran sienpre frequentadosDe los inportunos vientos;

Tales verás tus christianos21

En los nudosos cordelesPuestas las cruçadas manos, 345Sugetas a los infielesY várbaros africanos;

Y tanbién verás tu arenaDe colorados matizes,Que con abundante bena 350Le darán nuestras çervizes,Y de cuerpos muertos llena.

Buelve, pues, padre clemente,Los ojos a nos, y miraDel tirano rey la ira, 355Y a tu perseguida genteLo que debe hazer inspira:

Y tanbién a mi Muley,Que salió de su çibdadPara confesar tu ley, 360Confirma su voluntadY muda la de su rey.

¡Ay, Muley! ¡y quién creyeraQue el día de nuestras vodasEl de nuestra muerte fuera, 365Que con las reliquias godasJuntamente nos espera!

Viento, si de mi pasión22

Tenéis dolor, dalde parteA Muley, que en tal sazón 370

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

236 AFA-LXI-LXII

20. Versos 333-342 enmarcados.21. Tales está tachado, pero no se lee lo que había al margen a causa del cosido del volumen.22. Debería decir vientos, pues no concierta con tenéis y dalde.

Está con el fuerte Marte,Don Pedro, rey de Aragón.

Hermana: ¿Por qué hermana determinasEstar continuo llorando?Dexa las quexas continuas, 375Pues al gozo te avezinasQue estávamos deseando.

Albençaide, nuestro amigo,Llegó ya, como deseas.

Ysabela: ¿Quién dizes, hermana?Hermana: Digo: 380

Pero para que lo creas,Estará luego contigo:

Porque como me desvelaEl peligro de tu vida,Estuve qual çentinela/ 385 3bEsperando su benida,Y el contento de Ysabela.

Ysabela: ¿Bendrá?Hermana: Si le das liçençia.Ysabela: Él la tiene ya, por çierto.Muley: De aquesa real puerta (?) siento 390

La firmeza que en ausençiaTienes sin mudar de intento23.

Pues llegué a poderte hablarlos pies me da si quisieres

Ysabela: Jesús, ¿tal abía de dar? 395Muley: Pues las manos me as de dar.Ysabela: Ni manos ni pies esperes.Hermana: ¿A Muley piensas negarlas?Ysabela: ¿Y tú defiendes su parte?Hermana: Al fin ubo de rogarte. 400Ysabela: No las di para besarlas,

Sino para lebantarte.¿Pues, Muley?

Muley: Nadie me nonbre,De aquí adelante Muley. 405

Ysabela: ¿Pues quién eres?24

Muley: Soy un honbreA quien da la nueva leyNuebo ser y nuevo nonbre.

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 237

23. Hay cuatro versos tachados, que no todos prosperaron:Dame, señora, los pies

Ysabela: Ni manos ni pies esperesHermana: ¿A Muley piensas negarlas?

Y tú defiendes su parte24. Tachado Muley.

Muley fui, Luperçio vengo,Christiano tan verdadero, 410Que solo de Muley tengoEl nonbre como primero,Y en lo demás desconbengo.

En Monte Aragón naçíCon el agua del bautismo 415Que de Christo resçebíPor mano del abad mismo,Que tiene su silla allí.

Enseñome vuestra leyDe la suerte que le enseña 420El de San Juan de la Peña.Fueron padrinos el rey,Otro monje, y una dueña.

Ysabela: En estremo me consuelaVer que respondes por ti. 425

Muley: Tanbién me consuela a mí/ 3cHallarte tan YsabelaComo quando me partí.

Ysabela: ¡Ay dolor!Muley: ¿Di qué sentiste? 430

¿Es por dicha nuevo amorque en tu corazón asiste?Ay, qué de olvido y temor25

grande sospecha me diste. 435Ysabela: No tengas temor, Muley26

(Luperçio quise dezir),Que, pues tienes ya mi ley,Te dexe yo de seguirContra la furia del rey. 440

Mudança de mí no creas(Si ya no mueren las almas),Entretanto que no veasEn las cunbres perineasCedros, naranjos y palmas. 445

Pero no quiero ponerTiempo para mi mudança27,Pues que no lo puede saber,Ni ocasión para perderUn punto de tu esperança: 450

Que puesto caso que fuesePosible lo que deçía,

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

238 AFA-LXI-LXII

25. Entre de y olvido que está encima, una palabra tachada.26. Tachado al comienzo del verso: El alma.27. Cf. el verso 88.

Para mí no lo seríaMudarme, ni que torçieseUn punto de la fe mía; 455

Pero sabe que la causaDel dolor que manifiesto…

Muley: Acaba, dímela presto.Ysabela: Es el rey el que la causa,

Rey tirano, rey molesto. 460No sé por quál novedad

Mandó pregonar el rey,Que con suma brevedadDesanpare su çibdadLa gente de nuestra ley. 465

Dízese que nos destierra,Porques gran inconvinientePara la futura guerra,Vivir dentro de su tierraNuestra miserable gente; 470

Y que usando de clemençia,Las vidas quiere dexarnos.Yo temo ques apariençiaSolo para descuidarnos,Y dar más cruda sentençia./ 475 3d

Concurren muchas razonesQue dan desto çertidunbre.

Muley: Hartas son las que propones.Ysabela: Y tras esas la costunbre

De tales persecuçiones28. 480Muley: ¿Será posible?Ysabela: Seralo.

Mira si debo sentirMás dolor del que señalo.

Muley: ¡Y quién lo podrá sufrir!Hermana: ¿No ay algún intervalo? 485Ysabela: Sí lo ay, y aun en mi mano,

Pero nunca Dios lo quiera,Porques amando al tirano,Y vale más que yo muera.

Muley: Pues teméis porque yo gano. 490Ysabela: Que no temo yo la muerte

Donde la gloria se gana,Ni tener por menor suerteQue la virgen lusitanaHallar al tirano fuerte. 495

Muley: Grande [e]sperança poseo

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 239

28. Tachado Aud y sustituido por Mu.

Que todo a de mejorarse.Ysabela: Remedio ninguno veo.

Tarde bemos un deseo.De su mal desengañarse. 500

Hermana: La plática se concluyaPorque por la luz del díaDestierra la noche fría.

Muley: Tu alma el pecho atribuyaA el amor que en mí se cría 505

Porque como fiel christianoTe doy la palabra y feQue con muerte del tiranoPorné tu negocio llanoY el mío mejoraré. 510

Yo me voy; pero primero...29

Ysabela: Para mañana tenplazo,Y en este lugar tespero.

Muley: Querría...Ysabela: ¿Qué me quieres?Muley: Quiero

Que me dieras un abrazo. 515Ysabela: ¿Abrazo?Muley: ¿Qué duda pones?Ysabela: Para mejor ocasión.Muley: Perdona questa sin razones

Puesto que son dos corazonesPuestos en distinta unión/30 520 4a

Alçad el rostro, alma mía.Ysabela: Id norabuena mi amor

que a más andar viene el día.Muley: No iré con este dolor.Hermana: Al fin bençe quien porfía31. 525

JORNADA 2Adulce, Rey de Valencia deseredado y un su criado moro

CENA 1

Adulçe: Tres vezes os e visto, verdes plantas,De vuestras tiernas hojas despojadas,Tres vezes desconpuestas, y otras tantasDe flores y de frutos adornadas,

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

240 AFA-LXI-LXII

29. Hay antes un verso tachado: un abazo me de …30. A continuación dos versos tachados, que se repitieron al comienzo del folio siguiente: versos

523 y 524.31. A continuación está tachado: Jornada 2, La mora Axa, hermana del Rey de Zaragoza, sola: No

somos anbos hijos de una madre; este verso se repite como primero de la Cena 3, verso 443.

Después que la soberbia, sobre quantas 5Han sido por hermosas zelebradas,Axa cruel, origen de mi pena,A mi dura zerviz puso cadena.

Dexé los altos muros de Valençia,Çibdad con lo demás del reino mía, 10Huyendo la tirana competençiaQue contra mi poder prevaleçía;Y para castigar su resistençia,Atrevido furor y tiranía,Al rey de Zaragoza, mi pariente 15Amistad demandé, favor y gente.

Cosa no me negó de las que digo;Pero ninguna dellas cunplir puedeHasta que dé lugar el enemigo,Y con seguridad el reino quede. 20En este medio tiéneme consigo,Y libertad tan larga me conçede,Que puedo disponer de su corona,Y casi represento su persona.

¿Pero de qué me sirve, pues que tiene 25Una rabiosa tigre por hermana?Tigre que de mi llanto se mantiene,Mas antes no lo escucha, ni se umana.Tres años a que vivo me sostieneCon esperança de mi gloria vana,/ 30 4bY tantos a tanbién, ¡ay, Axa fiera!Que tu terrible furia perservera.

Criado: Príncipe Adulçe, claro señor mío,Por lo que debo a tu real serviçioTe suplico que des a eso desvío 35Y tomes el bengarte por ofiçio.Mira questás sin reino y señoríoTa[m]bién que de cobrallo ves indicio32.Del amor y de sus mañas desesperaY lo que tanto importa considera. 40

Adulçe: Aunque la magestad y reino cobre,Como tú pronosticas y yo creo,Y mi prosperidad me sube sobreLos montes de bengança que deseo,No dexaré por eso de ser pobre, 45Si junto con el çeptro no poseoLa dama, que mereçe dignamenteSer más que respetada de la gente.

Pero dime, si sabes, ¿Axa quiere

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

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32. También, m ante b por abreviatura. Cf. J.I, v. 89.

Salir, como dixeron, hoy a caça?33 50Porque pienso seguilla adonde fuere,Y dar a mi dolor alguna traza.

Criado: Vuestra alteza se apreste y más no espereSi a de ir que en su palaçio y plazaNo anda otra cosa sino un gran bullicio 55De los moros que van en su servicio.

Adulçe: Pues yo sin ocasión alguna tardo.Criado: Pues yo voy luego a azer poner a punto

Un trofeo del señor más gallardo.Adulçe: Ay Axa, ay mora, ay todo mi bien junto 60

Pues ves que en tus amores dulçes ardo¡Qué digo, ardo! mas casi estoy difuntoEscusa mi querella y da remedioYa que a tanto mal se ponga medio.

CENA 2Audalla, solo

Audalla: Ay género de gente más odiosa. 65O monstruo por bentura más orrendo.Que los que vituperan una cosa,La qual a toda furia van siguiendo,Y llenos de apariençia mentirosa,Los defetos ajenos reprehendiendo, 70Intentan de dar leyes a los hombres,Solo por dilatar su fama y nombres?

Si yo con las eladas del inbierno,Ceñido de vejez, del todo cano,/ 4cSigo la banidad con que discierno 75Ser estremo del mal un viejo vano,¿Por qué quiero tenplar de un mozo tierno,En medio los ardores del verano,Los amorosos fuegos y sus bríos,No sabiendo templar los propios míos? 80

¿Por qué quiero templallos? porques justo34

Que tras sus apetitos no prosiga,Y escuse con dezir soy rey, robusto,Que la virtud a todos nos obliga,Pero si vitupera de su gusto, 85¿Por qué tiendo las alas en su liga?Esto con más razón dezir podría,Mas antes con razón llorar debría.

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

242 AFA-LXI-LXII

33. El manuscrito dice caca.34. Versos 81-88 tachados y enmarcados. A ambos lados del verso 88: ojo.

¡Audalla desdichado! ¿qué pretendes?35

¿No ves que tras los viçios te despeñas? 90Si los efetos del amor entiendes,Y remedios tan fáçiles enseñas,¿Por qué de su poder no te defiendes?¿Qué son de las palabras zahareñasCon que dabas al rey consejos sanos, 95Y tantas mediçinas en las manos?

Carezen ya mis yerros de disculpa36:Qualquiera destas cosas me la quita,Y a todos el exenplo de mi culpaEl camino del viçio facilita: 100Que quando quien los honbres torpes culpa,Sabemos que ese mismo los imita,Entonçes la maldad autoriçadaCon fáçil ocasión es tolerada.

Ya llegas, desengaño de amor, tarde, 105Y es fuerza queste fuego me deshaga;Que quando en los maderos secos arden37,Hasta ver las çeniças, no se apaga:No es justo, pues, que muera por cobarde:Apliquemos remedios a la llaga: 110Beamos, Ysabela, de qué suerteNos llevas en las manos de la muerte.

Mayor peso de amor quel rey sostengo38;Porque si de Albenzaide çelos tiene,Los mismos çelos yo de los dos tengo, 115Y doblada defensa me conviene:Por el camino mismo quellos bengo:Ay esta diferençia, que aquel vieneCon favores, el rey con esperança,Si no de ser amado, de bengança./ 120 4d

Yo bengo solamente sin reparo,Para sufrir tus tiros, Ysabela,En mí tienes el blanco muy más claro,Y contra mí tu flecha mejor buela;Pero si yo mi pecho no declaro, 125En tanto que de mí no se reçela,Podré del rey mirar la guerra fieraQue no con poca cólera la espera.

Qual toro que de lexos ve que asoma 130El otro que a su baca qual él ama,

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

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35. Versos 89-96: enmarcada esta estrofa; al margen (verticalmente): díjose esta que conviene; ala izquierda del verso 96: ojo.

36. Versos 97-104: enmarcada también la estrofa.37. Verso 107: en está entre los vv. 106-107.38. Versos 113-144 enmarcados.

Que con nuevo coraje furia toma,Y con zelosa voz gimiendo brama,Y ya su pastor mismo que los doma,Elije de algún árbol gruesa ramaPara ver la batalla, temeroso 135Del animal feroz y más çeloso;

No menos el colérico rey moro39

Contra su rival fiero se embraveze,Que ya no le refrena su decoro,Ni mis sanos consejos obedeçe. 140Con estas diferençias yo mejoroSi fortuna tras ellos favoreçe;Y pues determinado voy, arrojoEl pecho al agua, y el temor recojo.

ÇENA 240

Ysabela y su hermana y un hermano pequeño

Ysabela: Pararon mis sospechas en lo çierto, 145Que el rey mandó prenderlo con tal ira;Ya debe según eso de ser muerto.¿El sol por qué se muestra, si tal mira?

Aladin: Quisiera que lo dicho fuera çiertopues a tal blanco tu intención aspira. 150

Hermana: Aladin, vete ya, no seas molestoQue vienen nuestros padres, sea presto.

Ysabela: Bengan, pues no resta cosa buenaEn Çaragoza, ni otra qualquier seaLleguen, y berme an de agustia llena. 155

Hermana: No quieras, Ysabela, declararte;Antes el vello rostro aquí aserenaPues como digo vienen a buscarte,Y los demás christianos desdichados,Al preçiso destierro condenados. 160

Tenemos nuestra casa rodeada41,Y dentro, que no cabe, toda llena/ 5aDe la debota gente bautizada,A quien el rey sin ocasión condena.Oye la ronca boz desentonada, 165Que formada de tantos así suena:Escucha por ventura si conoçesDe tus padres tanbién las tristes vozes.

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

244 AFA-LXI-LXII

39. Al margen, y sobre No: Esta si.40. Sic. Debería decir 3.41. Versos 161-167 enmarcados; al comienzo y al final en el margen izquierdo: ojo.

Un lloroso tropel de viejos canos,A quien muchas mugeres ban siguiendo, 170Hiere con triste son los aires banos,A Dios perdón y a ti piedad pidiendo.Estos lleban los niños de las manos,Aquellas a los pechos, reprimiendoLas inoçentes vozes, que con lloro 175Muestran tener tanbién temor del moro.

Ysabela: ¿Qué pretenden de mí?Hermana: Creo

Que saben los amores del tirano.Pero ya nuestra gente benir veo, 180Ypor su capitán tu padre cano.Yo me junto con ellos, que deseoAlcançar el remedio de tu mano;Y puesto que mis ruegos valgan poco,Entre los suplicantes me coloco.

Entran los padres y viejos de la tierra y todo el puebloniños y mujeres y dize su Padre hincado de rodillas

Padre: ¡O virgen generosa, de quien pende 185El bien común, y público reposo!(Hija diré mejor) si como entiendeEl bulgo, soy tu padre benturoso;Si mi cansada vida no te ofende,O tienes este nonbre por odioso, 190Óyeme, si qual padre no, qual honbreQue tiene de christiano ley y nonbre.

Ysabela: ¡O padres a quien debo reverençia!¡O santa perseguida compañíaProstrada, sin razón, en mi presençia, 195Espectáculo triste deste día!¿De qué manera puedo dar audiençia,Ni quien seso tubiese la daría,Viendo vuestros aspectos veneradosA mis indignos pies así arrodillados? 200

Las rodillas alçad del duro suelo,O rebolved los ojos hechos ríos/ 5bAl summo plasmador de tierra y çieloY dirigid allá los botos píos;Y pues que mis entrañas no son yelo, 205Ni los ircanos tigres padres míos,Probad a conquistar otra durezaCon estos aparatos de tristeza:

Que yo sin espectáculo presente,Quando fuese mi muerte neçesaria, 210Resçebiré las penas obediente;

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 245

¿Obediente?, ¡qué dixe! voluntaria.Y por el bien común de nuestra gente,Y daño de la pérfida contraria,Una muerte, mil muertes, y si puedo, 215Muchas más pasaré sin algún miedo.

Padre: Pues oye: bien sabemos quán rendidoEn amorosas llamas el rey tienes,Y quán desesperado y ofendidoCon tus castas repulsas y desdenes; 220Pero si con amor, amor fingido,Sus locos pensamientos entretienes,Y çebas la esperança linsongera,Al yugo bolverá la zerviz fiera.

Ansí que con hazer lo que te digo, 225Queda la voluntad del rey por tuya,Harás que no prosiga su castigo,Ni de la dulçe patria nos escluya.Puedes al fin bençer al enemigo,O darnos ocasión que se atribuya 230A sola tu dureza nuestra pena,Y digan: Ysabela nos condena.

Y por el consiguiente, si procuras42

El bien universal (como lo creo)Y nuestras posesiones aseguras 235(Qual la santa Judic al pueblo hebreo),Tu nonbre librarán las escriturasA pesar de las aguas del Leteo,Del fugitivo tiempo carcomido43,Amigo de la envidia y del olvido. 240

Agora mira, pues, quál nonbre quieres:Ser madre de tus padres y tu gente(Que tal nonbre te quadra si nos dieresRemedio, como puedes, sufiçiente),O ser la más cruel de las mugeres, 245Y con tus mismos padres inclemente:En una destas cosas te resuelve,Condénanos, o luego nos asuelve./ 5c

Al rey por çierto tiempo fingir puedes44

Preçisa castidad tener votada, 250Y que quando del boto libre quedes,La inpresa le darás tan deseada.En tanto tenderás astutas redes,Suspiros lentos, vista regalada,

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

246 AFA-LXI-LXII

42. Versos 233-249 enmarcados; al comienzo, margen izquierdo: ojo.43. Tiempo. Cf. v. 88 de la J.I.44. Versos 248-272 enmarcados.

Palabras dulçes, çebo destas cosas, 255Y lágrimas, si puedes, amorosas.

Suspenderás del rey la furia locaCon estas apariençias, Ysabela,Bolbiendo con el aire de la bocaA todas las partes su mobible rueda; 260Así nuestra sentençia se reboca,Así puede fingirse la cautela;Y nosotros tanbién en este medioSeguros aprestar nuestro remedio.

No quede sin efeto nuestro lloro, 265Ni áspide crüel en esto seas,Así la magestad del sumo coroDisponga de tus cosas qual deseas,Y tus cabellos, émulos del oro,En blancas canas convertidas veas, 270Después de largos años benerada,De hijos y de nietos rodeada.

¿Por qué razón te turbas y suspiras?¿Tan duro te pareçe lo que pido?Con una risa falsa y dos mentiras 275Tienes este negoçio concluido.Por estas tristes lágrimas que miras,Por este padre cano y afligido,Por esta triste vieja te conjuroNo nuestres a mis ruegos pecho duro. 280

Si ver la perdiçión de los christianosNo basta (que bastar solo debría),Ni la muerte cruel de tus hermanos,La de tu vieja madre, ni la mía,Por el que puesto en cruz las santas manos45, 285Hijo del Padre eterno y de María,Te conjuro, te ruego, pido y mandoQue muestres a nuestra pena pecho blando.

Madre: Hija, ¿qué digo? lunbre de los ojosQue, como tú les faltas, son ya çiegos, 290Un tiempo suspensión de mis enojos,Inexorable ya para mis ruegos,Y yo satisfación de tus antojosEn tu niñez y bagabundos juegos,En más creçida edad con mil arreos 295Conplaçiençia tanbién de tus deseos./ 5d

¿Por qué dilatas tanto la respuesta?46

¿Aguardas por bentura que te pida,

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

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45. Cruz dibujada: †.46. Versos 297-312: estas dos estrofas enmarcadas y tachadas.

Besándote los pies y desconpuesta,Merced a bozes de mi corta vida? 300¿O gustas de mirar ante ti puestaEsta llorosa gente perseguida?Di, ¿qué solenidad del pueblo quieres,Que tanto la respuesta nos difieres?

Por esos pocos años floreçientes, 305Y por la muchedunbre de los míos;Por estos tristes ojos hechos fuentes,¿Qué digo fuentes? caudalosos ríos,Te ruego yo, te ruegan tus parientes,Que dexes las escusas y desvíos 310Que contra nuestras justas petiçiones,Por bentura, recoges y conpones.

Mira que si salimos de los murosPor el segundo Çésar fabricados,Demás que no saldremos muy seguros 315De ser todos muertos o robados,Porque jamás los bárbaros perjurosObserban ley o pactos conçertados,La sagrada çibdad queda desierta,Y nuestra religión en ella muerta. 320

El tenplo de la Virgen quedaría,Si no por los çimientos derribadoA lo menos con viçios cada díaDe los infieles moros profanado;Y todo su tesoro se vería 325En manos del sacrílego malvado,Reliquias y debotos simulacros,Todos los ornamentos al fin sacros;

El qual prebaricándoles el usso,Osará coronar su torpe frente 330De la corona que a la Virgen puso(Digo a su imagen) la debota gente,Y con introduçión de tal abuso,Trocadas en ofiçio diferente,Servirán las casullas y frontales 335De marlotas al fin, o cosas tales.

Harán de las almáticas jaezesA los fieros caballos andaluzes,Con las borlas pendientes, que mil vezes 340Acompañaron clérigos y luzes;Y para refirmar los pies soeçes,El oro servirá de nuestras cruzes,haçiendo dél labradas estriberas,Quizá con las istorias verdaderas./ 345 6a

Pero dexado aparte los tesoros,Y las vidas por Dios bien empleadas,

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

248 AFA-LXI-LXII

Buelve a mirar agora nuevos llorosDe las míseras madres lastimadas,Que dejan sus hijuelos a los moros, 350Y por el consiguiente condenadasSus almas, pues serán de su ley misma,Haçiéndoles dexar la santa crisma.

¿Será posible, pues, que tú permitas,Con daño de los tuyos infeliçes, 355Que solas permanezcan sus mezquitas,Y caigan nuestros tenplos? ¿Qué me dizes?Tú, tú, de la çibdad sagrada quitasLa religión christiana de raízes:Tu dura pertinaçia nos destierra, 360Y no la del tirano de la tierra.

Ysabela: No más, no más, amados padres, ¡basta!Si no queréis sin vida verme luego,Que donde la razón así contrasta,Poca neçesidad ay de tal ruego. 365Yo, pues, con intención sinçera y casta,Por solo procurar vuestro sosiego,Al fiero rey daré de amor señalesFingidas, si fingir se pueden tales.

Padre: La bendiçión de Dios omnipotente, 370Y la nuestra tanbién resçibe agora:Tu nonbre se dilate y acreçientePor todo quanto mira el sol y dora;Y si es de creer que alguna gente,Debajo del ignoto polo mora, 375Allá tus alabanças se dilaten,Y con admiraçión tus cosas traten.

Madre: Estos maternos abrazos lo primeroResçibe por señal de lo que siento:Sirvan de collar, bien que grosero, 380Pero lleno de amor y de contento.En otro tiempo más feliçe espero,Con mayor aparato y ornamento,Mejorar estos dones, y tu cuelloZeñirlo del metal de tu cabello. 385

Diablo: En tanto que el caudal Ibero vaya47

Al poderoso mar Mediterráneo,Y en el alto Moncayo niebes aya,Niebes que por renonbre le dan cano,Y en tanto que dividan y hagan raya 390Entre el aragonés y el aquitano/ 6bLos altos y nebados Perineos,

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

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47. Versos 386-393 enmarcados; al margen izquierdo del 394: ojo.

Donde tienen los nuestros sus trofeos,Tus obras cantaremos eçelentes,

Si bien a la desierta Libia bamos, 395O debajo la zona los ardientesY no sufribles rayos resistamos,Y nuestra suçesión y deçendientesDarán las mismas graçias que te damos:Los niños con la boca ternezuela 400Repetirán el nonbre de Ysabela.

Padre: ¿Por qué nos detenemos pues en esto?¿No beis que la tardança dañar puede,Y que según el rey está despiertoDilaçiones el tiempo no conçede? 405

Ysabela: Dexadme sola, pues, porque más prestoTraçada mi fición astuta quedePorque la soledad es aparejo,Y verdadera madre del consejo.

Padre: El Parácleto Santo, pues, presida 410En tus justos designios, Ysabela,Y los del enemigo rey inpidaCon esta nuestra líçita cautela.

Ysabela: Qual suele de los vientos conbatidaEn el furioso mar hinchada vela, 415Los quales a gran furia la releban,Y con alternos soplos se la llevan;

El dudoso piloto no bien sabeA quál de los dos vientos seguir deba;Al uno buelve ya la veloz nave, 420Y luego de seguir al otro prueba,Y sin determinar el hecho grave,Este y aquel a más andar la lleva,Y sin determinarse llega al puerto,Mucho más quel dudoso mar inçierto; 425

De tal manera boy confusa dama,A buscar el remedio de mi gente;Por otra parte mi Muley me llamaDe la triste prisión con voz doliente:¿Qué debe hazer quien anbas cosas ama? 430¿Con quál a de mostrarse más clemente?¿A quién a de poner aquí delante:A la fe, y a la patria, o al amante?

Sin saber resolverme, voy confusaA los odiosos pies del rey tirano,/ 435 6cY con adulaçión, como se usa,Le tengo de besar la fiera mano,Demás desto buscar bastante escusaY refrenar su çiego amor profano.Yçierta voy de todo: tú me guía, 440Estrella de la mar, diva María.

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

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ÇENA 348

Axa y Adulçe

Axa: ¿No somos anbos hijos de una madreInjusto rey? Por çierto ni tal creo;Pues tanto diferimos en los hechos49:Antes si juzgo yo por lo que veo, 445algún elado monte fue tu madre,Y tigres te debieron dar los pechos.¿Tú los serviçios hechosPor Albenzaide fuertePagas con triste muerte? 450¡Injusto galardón, sentençia dura!Yo, Axa, sin bentura,Del mançebo soberbio desamada,Por más que me fue duro,Tu rigurosa espada 455De su vella zerviz quitar procuro.

En mi secreto tálamo fundadoSobre los claros baños y jardines,Dondel rey muchas vezes se recrea,Ay un balcón cubierto de jazmines, 460Para mirar lugar acomodado,Sin que la gente del jardín lo vea:Yo, como quien deseaSaber su mal, y açecha,O porque mi sospecha, 465O porque la costunbre me llamaba,En el balcón estaba,Oyendo al rey con el rostro fiero50,Ayudado de Audalla51,Su falso consejero. 470Mas ¡ay en quien amor ofensa halla!52

Mis atentos oídos, y sus vozes53

Altas, por ser con ira, me mostraronAyudando tanbién los movimientos,Gran parte de las cosas que trataron 475Los indignados ánimos feroces,Y la resoluçión de sus intentos.Parte della los vientosY sonoras corrientes

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

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48. Sic, por 4.49. Yo, encima en letra menor y entre los versos 444-445.50. Tachadura antes de oyendo.51. Tachón al comienzo; al margen: ayudado.52. Enmarcado, y encima otro verso: A Muley sentenciaron por quien muero.53. Versos 472-486 enmarcados; al comienzo y al final en el margen izquierdo: ojo.

De las eladas fuentes 480No dexaron llegar a mis oídos,Y dellas inpedidos,La causa de sus cóleras ignoro:Al fin dieron sentençia/ 6dContra mi dulçe moro 485En su secreto tribunal y audiençia.

¿De qué furor movido, duro viejo,A tal atrozidad, a tan gran furia,El venenoso pecho soliçitas?¿Y quál fue de Muley tan grande injuria, 490Para que sin proçeso ni consejoLa vida, rey, le quites, como quitas?¡O çielo, no permitas,Pues eres justiçiero,Un suçeso tan fiero! 495Y tú tanbién, Adulçe, llega presto,Otras bezes molesto,Agora sumamente deseado:Ay me, que tu tardançaAugmenta mi cuidado, 500Y muere, si tú tardas, mi esperança.

Adulçe: Si sobre las almenas de ValenciaTubiese ya fijada mi bandera54,Y todos sus rebeldes castigados,Por menos buen suçeso lo tuviera 505Que mandarme venir a tu presençia,Abiendo sido della tan odiado;Pero pues he llegadoA la sublime cunbre,Si mudas de costunbre, 510Declárame, señora, qué deseas;Porque quiero que veasQuán bien tus mandamientos obedezco.Cultivar las arenasDe la Libia me ofrezco, 515Si para tal trabajo me condenas;

O si con las desnudas plantas quieresQue pise de la Çitia las eladas,No tendré por difíçil este hecho;Y si por el camino las espadas 520Sedientas de mi sangre las pusieres,No negaré de darles este pecho.

Axa: Con juramento estrechoPrimero, pues, te obliga,

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

252 AFA-LXI-LXII

54. Versos 503-504; entre ellos un verso tachado ilegible.

Que de lo que te diga 525Eternamente guardarás secreto.

Adulçe: Así te lo prometo,Y por mi ley lo juro.

Axa: Pues más quiero.Adulçe: Juro que quanto mandes 530

Cumpliré si no muero.Axa: Mira que son promesas las dos grandes.Adulçe: A todas me profiero.Axa: Pues aora

As de saber, Adulçe, que te llamaAxa, la más que todas triste mora; 535Axa, que tan sin culpa te desama;/ 7aAxa, que ya su mal çercano llora,Enemiga del rey y de su fama,Para que la socorras con tu manoDe la furiosa diestra de su hermano. 540

Ignoro la razón, pero sé ciertoQue Muley Albençaide, señor mío,Señor ha muchos años encubierto,Aunque sienpre cruel y mármol frío,Oy a de ser injustamente muerto. 545Si tú, de cuya fuerça me confío.No lo quieres librar del duro fuego,Con armas, quando no baliere ruego;

Si matan Albençaide de tal suerte55,Yo moriré tanbién deseperada. 550A mí me libra, pues, de cruda muerte,Si tanto como dizes soy amada.Apiádate, pues, ¡o barón fuerte!Desta tierna muchacha enamorada:No mires a que fui dura contigo, 555Y te mando librar al enemigo.

Y si de mis desdenes ofendido,Procuras la bengança justamente,Mi pecho, que del mal autor a sido,Tus rigurosas manos ensangriente: 560Mas con fiero supliçio no debido,Muley, en mis delitos inoçente,No permitas que muera; viva, viva,Y muera yo, que fui y soy esquiva.

Por esta fuerte diestra, la qual veas 565De tus rebeldes moros bençedora;Por la digna corona que deseas;Y si puedo dezir, por esta mora,

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

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55. Versos 549-564 enmarcados; al principio y al final, en el margen izquierdo: ojo.

En quien la voluntad tan mal enpleas,Y tienes o tubiste por señora, 570Al moro te suplico que lo libres,Y luego contra mí tu lança bibres.

¿Por qué no me respondes? ¿Por benturaPretendes no cunplirme la promesa?¿O puédome partir de ti segura? 575¿Açeptas con silençio tal empresa?En tanto que suspensa mi benturaTu valor y mi pena me dan priesa,A tus ya favorables pies me postro,Tendidos los cabellos por el rostro. 580

Adulçe: ¡Ay caso más atroz ni temerario!¡O dama rigurosa! ¿qué pretendes?/ 7b¿Yo tengo de librar a mi contrario,Sabiendo que por él a mí me ofendes?Pero porque no digas que soy vario, 585Yo quiero defender al que defiendes:A lo menos haré con tal ofiçio,Aunque sin galardón, algún servicio.

¡O bana pretensión de los humanos56,Que viben en si mismo confiados 590Con la prosperidad del mundo banos,Sobre las altas ruedas colocados,Y vienen muchas vezes a las manosDe los que tienen ellos agraviados,Los quales, en lugar de hazer bengança, 595Convierten sus miserias en vonança!

Axa: ¡O pecho, sin razón deseredado,No solo de tu reino, más del mundo!Que solo se te debe tal reinado,Solo, sin que conozcas rey segundo. 600Tan cortés y benigno te as mostrado,Que yo misma de verlo me confundo:Conozco quán ingrata soy contigo,Y con esta bergüenza me castigo.

Y ya que dignamente reconpensa57 605No pueda resçebir tu cortesía,Pues no puedo pagarte sin ofensaDel moro, cúya fui, que no soy mía;Aunque fortuna varia que dispensa,Y por su boluntad las cosas guía, 610Las nuestras no disponga como pido,Xamás pondré tus cosas en olvido.

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

254 AFA-LXI-LXII

56. Versos 589-597 enmarcados y tachados. Al principio y al final del margen izquierdo: ojo.57. Versos 605-620 enmarcados; al comienzo y al final en al margen izquierdo: ojo.

Y si suçede bien, como lo creo,Pues te llevo, señor, por mi coluna,Tu solo gozarás este trofeo, 615Sin que dél partiçipe la fortuna;Pero si sale vano mi deseo,Culpa no te daré, señor, alguna,Mas solo quexareme de los hados.Contra mis pretensiones conjurados. 620

Y porque, como sabes, la tardançaMuchos buenos suçesos desbarata,Y por el consiguiente los alcançaQuien con soliçitud sus cosas trata,Vete luego, señor, con esperanza 625De que tu pretensión a de ser grata,Que yo me boy tanbién con harto miedo.

Adulçe: Y yo con las mortales ansias quedo58./ 7c¿A quedado tormento, por bentura,

Sin ser fiero verdugo de mi pecho? 630¿Puede llegar a más la desbentura?¿Puedes hazer, amor, más de lo hecho?Amo sin esperança, (¡cosa dura!)Dejo por el ageno mi provecho;Y no solo mi mal llevo conmigo, 635Sino tanbién el mal de mi enemigo.

No sé cómo será, porque primeroQue me contases Axa su fatiga59,Solo por ser Muley tan buen guerrero,Que con razón a todos nos obliga, 640Al rey rogué por él; pero severoAl punto respondió: que le castigaCon gran razón; y en esto resoluto,Quedó mi petiçión sin algún fruto.

Pues vemos que los ruegos salen vanos, 645Y tengo tanta gente de mi parte,Será bueno valerme de las manos,Y junto con las fuerzas poner arte:Y con mentido traje de christiano,Pasada de la noche la más parte, 650Asaltar la prisión y cárçel fuerte,Para librar al moro de la muerte.

¡O çiego desatino, qué pretendo!Veamos, puesto caso que suçedanMuy bien quantas quimeras voy haziendo, 655Y defender las guardas no se puedan:

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 255

58. Quedo debajo de las ansias.59. Versos 637-660 enmarcados; al principio y al final, en el margen izquierdo: ojo.

Si los contrarios yo del rey defiendo,Mis hechos y mis famas, ¿quáles quedan?Manzillados por çierto, pues que tardoDe ser con quien me da favor ingrato. 660

Pues, ¿debo de quebrar la fe devidaAl rey, de cuya mano mi personaEspero que a de ser restituidaEn las perdidas tierras y corona,O quebraré la jura prometida 665A esta feroçísima leona?¡Terrible duda! Todo lo rebuelvo,Y no me [de]termino ni resuelvo.

Este con benefiçios me detiene,Aquella con su mando me da priesa, 670Suspenso cada qual mi pecho tiene,Sin deçidir quál más o menos pesa,/ 7d¿Mas qué nuevo furor es el que viene,Y de mis confusiones haze presa?Sigamos esta furia que me llama, 675Y biva para sienpre nuestra fama.

JORNADA 3Audalla, El Rey, un criado, Ysabela,

otros tres o quatro moros

ÇENA 1El Rey, Audalla, Ysabela y un moro, paje o criado

Audalla: Agora que mostrar contento debes,Pues tienes en prisión a tu contrario,Cuyas oras de vida serán breves,

¿Por qué tan al revés de lo ordinario,Con la dulçe bengança tentristezes, 5Y muestras el prinçipio del fin vario?

Y tú que graves pérdidas mil vezesCon los ojos enjutos as mirado,¿Agora sin razón los humedeçes?

Viste morir tu viejo padre al lado, 10¿Y negando a su muerte digno llantoLo das a la de un perro renegado?

Rey: Es amistad un ñudo firme y santo60,Que de todas las cosas desta vidaAlguna no verás que balga tanto: 15

A todos es de sabios preferida,En todos los estados importante

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

256 AFA-LXI-LXII

60. Tachado fuerte, encima santo.

Compás de los mortales y medida.Es amistad el mauritano Adlante

Que la çeleste máquina sostiene, 20Digo ques aquel monte semejante:

Tanbién nonbre de monte le conbiene61,Porque puesto quel çielo se rebuelva,arroje rayos, y con ira truene,

Y puesto que en çeniças se resuelva, 25Con furia de las llamas y los vientos,La vieja cunbre de ençinosa selva,

Xamás mudan los montes sus asientos,Ni los fieles amigos mudar debenDe las adversidades los intentos. 30

Así que con razón mis ojos lluebenEstas copiosas lágrimas, pues bemosQue los más firmes montes ya se mueben:/ 8a

Es gran razón, Audalla, que lloremos,Quando vemos morir la fe sagrada 35De los que más amor y fe tenemos.

No lloro por la muerte desdichadaQue a Muley a de darse; pero lloroPor ver que con razón le será dada.

Dexó nuestra mezquita, siendo moro; 40Robome la christiana rigurosa,Olvidando su ley y mi decoro.

Muébeme la bengança sanguinosa,Y la corona sacra con que ziñoLa cabeza real y poderosa. 45

Yo mismo juntamente me constriñoA la misericordia que demandaEl amor que le tuve desde niño;

Y quando ya pareçe que me ablanda,Pónese la justicia de por medio, 50Y que muera Muley a vozes manda.

Audalla: En su muerte consiste tu remedio;Y pues sabes, señor, lo que se gana,Elige por tu bien del mal el medio.

Entra un criado moro dicho Hazén:

Hazén: Valeroso señor, una cristiana 55Que a no ser de muger el apariençia,La juzgara por diosa soberana,

Te pide con umilde reverençiaQue para declararte su fatiga,Prestes real oído y grata audiençia. 60

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

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61. Versos 22-30 enmarcados.

Rey: Su petiçión y nonbre dí que diga.Hazén: Que se llama Ysabela, rey, me dixo.Rey: Ya su misma dureza la castiga.

Entre; pero yo juro destar fijoEn mi resoluçión, por más que oya 65Palabras dulçes y clamor prolijo,

Audalla: Los caudillos, señor, de la gran Troya,Por ver aquel caballo los m[u]y çiegos,Creyendo ser de Palas don y joya,

Vieron de noche los ocultos fuegos/ 70 8bSalir de la gran máquina preñada62

De la grave cautela de los griegos.Así, tanbién, la gente baptizada

Temo, que con el medio desta dama,Alguna gran traiçión tiene tramada. 75

Rey: Antes pienso çelar así mi llama,Que pueda descubrir su pensamiento,Y ber que tan de veras me desama.

¿Qué nueva turbaçión es la que sientoCon ver esta christiana? Pero benga, 80Que no puede mudarme de mi intento.

Ysabela: Poderoso señor: porque no tengaOcasión de cansarte tu cautivaCon largos ruegos y prolija arenga,

Y porque la pasión es ecesiva, 85A mi triste senblante me remito,Senblante de muger apenas viva.

Parte de mi dolor verás escritoEn mis úmidos ojos, pues con ellosLos duros pechos a llorar inçito; 90

Y parte dél verás en los cabellos,Senbrados a los pies que tienes puestosSobre rendidos y prostrados cuellos:

Parte verás en los llorosos gestosDe nuestros miserables çibdadanos, 95No sé por qué razón a ti molestos:

Parte verás en mis cruçadas manos,Que cautiverio triste significanDe tus vasallos míseros christianos:

Mas antes questas cosas las publican63 100Hasta los animales sin sentido,Y todos los que yo, señor, suplican.

En suma, gran señor, lo que te pido,

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

258 AFA-LXI-LXII

62. El manuscrito dice prenada.63. Aunque la inicial puede confundir (p o s), creo que debe leerse suplican, para evitar la rima

de la misma palabra.

Es una general misericordiaCon este pueblo nuestro perseguido; 105

Y que con nuevos pactos y concordiaSuspendas de sus penas el tumulto,Naçido desta súbita discordia:/ 8c

Y no lo dudo yo, ni dificulto,(Pues por ser cosa justa, será tuya) 110Que todos consigamos tal indulto.

Tu benigna bondad nos restituyaEn nuestras posesiones y descanso,Sin que tu gran castigo se concluya:

Y porque con mis bozes quizá canso, 115Proseguiré con lágrimas el ruego,Hasta que me respondas, señor, manso.

Rey: Verdad es; pero ser sin causa niego,Que yo con mis editos y pregonesHe querido turbar vuestro sosiego: 120

Moviéronme justísimas razones,Infaustos y clarísimos señalesDe crudas y sangrientas rebeliones;

Y para prevenir a tantos males,Con un alfaquí docto me aconsejo, 125Que sabe los efetos çelestiales;

Pues hechos sus conjuros, el buen viejoDiome del vatiçinio por respuesta64

Un riguroso y áspero consejo.Yo vi con apariençia manifiesta65, 130

Que no fue la respuesta por él mismo,Mas por algún espíritu compuesta,

Como si alguna furia del abismoAl viejo las entrañas le royera,O como quien le toma parasismo, 135

Con los mismos efetos: y tal eraLa presençia del viejo, quando vinoA darme la respuesta verdadera.

Andaba con furioso desatino,Torçiéndose las manos arrugadas, 140Los ojos bueltos de un color sanguino:

Las barbas, antes largas y peinadas,Llevaba vedijosas y rebueltas,Y como fieras sierpes enroscadas:

Las tocas, que con mil ñudosas bueltas 145La prudente cabeza le zeñían,Por este y aquel honbro lleva sueltas:/ 8d

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

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64. Versos 128-129: entre ellos, en letra menor, un importante.65. Versos 130-150 enmarcados.

Las orrendas palabras parecíanSalir por una tronpa resonante,Y que los labios yertos no movían. 150

Si quieres que tu Dios, o rey, lebanteLa rigurosa diestra (dixo) miraEl medio que será solo bastante.

Si quieres aplacar tan grande iraComo muestra tener nuestro profeta, 155Pues ya de tus estados se retira;

Si no quieres tu gente ver sugeta,Y tanbién despojadas esas sienesDel luçido metal que las aprieta,

Conviene que te prives y enagenes 160De la triste persona de tu corte,A quien más boluntad y afiçión tienes:

Aquella que te da mayor deporte,Agora sea barón, agora seaLa dama que eligieres por consorte. 165

Audalla: Según el rey lo finge y hermosea,Pareçe que es verdad esto que dize:¿Abrá quien esta fábula no crea?

Rey: Discursos diferentes dello hize,La gravedad del caso ponderando, 170Por ver el que será tan infeliçe,

Estuve mil vasallos numerando,Sus obras y servicios repitiendo,Y cada cosa dellos ajustando

Mi voluntad dudosa confiriendo 175Con cada qual, por ver a quién amaba;¡Estraña boluntad, amor orrendo!

En tanto que con duda tal estaba,Llegó nuevo dolor a la memoria,Y él claro le mostró lo que buscaba. 180

Vi que de la vida transitoriaEres tú solamente quien podíaDarme más aflictión o mayor gloria.

Pensé luego quel hado disponíaQue fueses tú la víctima y ofrenda 185Que pide la confusa profeçía;

Y que para torçerme de la sendaPor donde me despeña mi deseo,A ti sola su furia comprehenda,/ 9a

Por ser en nuestra seta caso feo 190Amar a quien a Christo reverençia,Que ya debes saberlo, según creo

Todos interpretamos la sentençia,Aunque con gran dolor de parte mía,Contra lo que mereçe tu presençia. 195

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

260 AFA-LXI-LXII

Así para cumplir lo que debía,Te mandé desterrar ocultamenteCon darte tan copiosa conpañía;

Y mandé pregonar públicamenteQue salgan dentro tiempo limitado66 200Fuera de Zaragoza vuestra gente.

Ysabela: ¡Con qué superstiçiones engañado,O poderoso rey, te determinasA desterrar el pueblo bautizado!

Mira que las sentençias repentinas, 205Por un solo varón determinadas,Suelen parar en míseras ruinas;

Y que muchas probinçias señaladas,Por otras novedades semejantes,Quedaron abatidas y postradas. 210

Rey: ¡O, muger afligida! ¿Por qué antesDe saber mi propósito das vozes?Oye, más ruégote que te lebantes.

Yo quiero que gozéis, y que tú gozesTodo quanto me pides, puesto caso 215Que todas mis mercedes desconozes.

Verdad es que me mueve nuevo caso,y no tu triste ruego solamente67

Que muy más adelante questo paso,Por el común descanso de mi gente68, 220

Por dar satisfaçión al gran profeta,Y ser a sus preceptos obediente,

Por ser tú la persona más açepta,Y que mi voluntad tiene propiçia,Y no solo propiçia, más sugeta: 225

Creyendo que del çielo la justiçiaAsí me señalaba que dexaseDel amor insaçiable la cudiçia,

Mandé por la çibdad se pregonaseQue nadie de la gente baptiçada 230En los muros agustos abitase.

Quedabas tú con esto condenada;Mas en tu vez hallar pude persona,Por justas ocasiones más amada,

Tanto, que pospusiera mi corona 235Por no privarme della, mas el hadoSin esta privaçión no me perdona./ 9b

Al fin, es Albenzaide, mi criado,

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 261

66. Tiempo. Cf. v. 88, Jornada I.67. Solamente tachado y, con letra menor, encima: y verte confiada.68. Versos 220-233 enmarcados.

Quien pudo suspender vuestro castigo,Y quien a de morir por ser amado; 240

Que pues lo quiero tanto, como digo,Con traspasar en él vuestra sentençia,De todo lo demás me desobligo.

Segura parte ya de mi presencia,Y saca de temor a los cristianos 245Con darles tú la nueva, y yo liçençia.

¿Por qué con ira buelves anbas manos,Y con tan tristes lágrimas agoraEclipsas esos ojos soberanos?

Injustamente nadie su mal llora 250Después que ya su furia no le daña,O quando claro ve que se mejora.

Ysabela: Si quieres aplacar, ¡o rey! la sañaDel que llamas profeta con privarteDe quien te da más gusto, ¡ley extraña! 255

Yo quiero ser aquí, contra mí, parte,Por ver a la razón de la contraria,Y de tu çeguedad desengañarte.

Es cosa, según dizen, neçesariaPribarte del quien amas más? 260

Rey: Concedo.Ysabela: Pues mira tu sentençia temeraria.

Injustamente yo sin pena quedo,Pues soy la más amada.

Rey: ¿De qué suerte?Ysabela: Porque contigo más que todos puedo.

Esta sola razón puede bencerte: 265A mi me desterrabas por castigo,Y das a tus vasallos cruda muerte.

Rey: Pudiérame valer así contigo,Mas no con varón tan inportante,El qual fuera viviendo mi enemigo. 270

Ysabela: Quiero quesa razón fuese bastante.Pero dime: ¿tubieras amor firmeAl moro si lo vieras inconstante?

Rey: Antes por açertar a bien servirme,Y serme tan leal, su muerte lloro. 275

Ysabela: Luego ya no podrás contradezirme:Pues yo que no leal como tu moro,

Antes traidora soy a tu grandeza,La cruz es mi señal, y a Dios adoro69

Con ver en mí tan clara la dureza, 280Con verme, como digo, batiçada,

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

262 AFA-LXI-LXII

69. Cf. verso 285 de la Jornada II.

No te pude mudar de tu firmeza,/ 9cMas antes soy de ti respetada,

Que tanto quanto yo me muestro dura,Tú muestras voluntad afiçionada. 285

¿Sufrirás tú del moro por benturaTan grandes desacatos y desdenes?Ya dixiste que no.

Rey: Fuera locura.Ysabela: Luego mayor amor a mí me tienes.

¿Por qué condenas, pues, al menos grato? 290A mí será mejor que me condenes.

¿Consiste, di, señor, en un buen trato,Con la que te desama ser benigno,Y con el que te sirve bien ingrato?

Si sus fieles serviçios le hazen digno 295Del amor que le tienes, ¿es ley justaPagarle con castigo tan indigno?

Por sentençia tendré menos injusta,Que todos los christianos miserablesDexemos la çibdad Çesaraugusta. 300

Rey: Ya no son tus palabras tolerables,Ni yo puedo sufrir en mi presençiaQue con tal libertad y furor hables.

Con menos artifiçio y eloquençiaA tu christiano pueblo defendías 305Quando me probocabas a clemençia;

¿Por qué su mismo daño no teníasPor tan inpropio, traidora, como tienesEste que contradizes por mil vías?

A solo defender su causa vienes, 310Según as olvidado la primera,Y de razones prontas te previenes.

Dudoso estaba antes que la oyeraMas pues lo a confesado con la bocaInformaçión no quiero más entera. 315

Desconoçida perra, bana y loca,Tu engaño y su traiçión con dura muerteMe pagaréis pues tanto a mi honra toca.

Llebalda a la prisión y cárzel fuerteDonde el traidor Muley está enzerrado 320Porque vea el suçeso de su suerte.

Y mañana en el sitio señaladoQue soléis castigar los malhechores,Ques para dar tormentos dedicado;

Me pondréis aquestos falsos transgresores/ 325 9dY daréis los tormentos más inormesQue imaginar podéis como a traidores.

Ysabela: Pues aunque de metal un toro formes,

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 263

Y quieras ser un Fálari tirano,Buscando los tormentos más disformes, 330

El pecho que se preçia de christianoResçebirá con gozo quantas penasInbentes y proçedan de tu mano.

¡O lazos apazibles, y cadenasTemidas de los flacos corazones, 335Por ser de tales ánimos agenas!

Ceñidme ya, dulçísimas prisiones,Seréis preçiosas arras de mis bodas70,Y del esposo dulçe gratos dones:

Benid a mí, cargad sobre mí todas; 340Y tú, danos el tálamo dichosoQue para los dos juntos acomodas.

Rey: El tálamo será que, en saguinosoLecho os veréis primero y al cabo puestoArdiendo en cruel fuego riguroso71. 345

Y para execuçión de lo propuestoAudalla a bos entrego el cargo y curaQue sé que haréis muy bien y presto,

Paguen los fementidos su locura.Audalla: Yo cumpliré, señor, tu real mandado 350

Pues tu reino y pecho se asegura.¡O rey! En mi poder as entregado

La prenda que yo preçio más agoraQue todo quanto Dios tiene criado.

Desviados bosotros. Tú, señora72, 355Confía, pues Audalla ba contigo,Que la contraria suerte se mejora.

Ysabela: ¿Qué dizes?Audalla: Tú sabrás lo que te digo

Quando los dos estemos donde ayaDexado los que ban aquí contigo73. 360

Ni la trabéis de brazo ni de saya;Dexalda, bien podéis seguramente,Que de su boluntad ella se vaya,Y no venga tampoco tanta gente.

Éntranse y quedan dos moros solos

Moro 1.º: ¿Qué juzgas de la intención 365De Audalla?

Moro 2.º: Que un vil deseo74

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

264 AFA-LXI-LXII

70. Al final del verso, casi ilegible, debajo: bodas.71. Lectura conjetural.72. Tachado vos, encima: Tú.73. Hay un borrón y parece sobresalir el rasgo de la t de contigo.74. Tachado de Audalla, que se repite.

Desonesto, torpe y feoY mezclado con traiçión

Vile muy enternecidoY roxo el marchito gesto/ 370 10aY lo que al fin saco destoEs questá de amor perdido.

Moro 1.º: Solo me tiene perplexoPara dar crédito a elloSi que trabaja para ello75 375Audalla por ser tan viejo.

Moro 2.º: Si que ay entra y sestiendeAquel proverbio bulgarQue es muy malo de apagarSi el pajar viejo sençiende. 380

Y por si acaso suçedeComo abemos sospechadoSerá bien questé avisadoEl rey de quan mal proçede

Su alcaide, Audalla, el prudente, 385Él que tanto le inputabaPorque a la christiana amabaSiendo de Ley diferente.

Moro 1.º: Es muy bien, ziérrese el pasoA que unos deudos ni otros 390No se quexen de nosotrosQuando entienda el Rey el caso

Diziendo que pues no dimosLuego aviso de lo visto,Es argumento previsto 395Quen la traiçión consentimos.

Moro 2.º: A tu acuerdo me remitoYa veo al rey qual sençiende.

Moro 1.º: Bamos porque a quien le ofendeCoxa en fragrante delito. 400

Vanse y salen el Padre y la Madre y la Hermana

Padre: De la tardanza larga de Ysabela¿Qué se puede entender, señora mía?El corazón mil buelcos mestá dandoY al alma acuden muchos pensamientosMezclados con dudosas esperanzas 405De quel rey le a negado el justo ruegoY en su cruel mandato está remiso.

Madre: Antes se a de creer que, pues que tarda,El rey sestá con ella regalando

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 265

75. ¿Taraya, trabaja? Verso raro, incluso por la rima seguida en -ello.

Si tanto quanto dizen la zelebra 410Y tan caro le questa este contento.

Hermana: De quel rey la adoraba soy testigoY en tanto grado quel hazerla ReinaFuera lo menos que por ella hiçiera,Mas ay desde oy acá çierto interbalo/ 415 10bQue me tiene del ruego temerosaQue no se a de otorgar porquen trasfondoY tanto que a la honra del rey llega,Pues un rey desamado y ofendido¿Qué podrá conçeder a nuestro gusto? 420

Audalla: No quede de los padres ni aun la sonbra,Ni de los demás hijos nervio entero,Ni de sus deudos hasta en quarto grado,Porque vea esta ingrata ante sus ojosLas prendas que más ama hechas pieças 425Y traspasada de mil muertes seaAntes que de la suya el fin le llegue.

Padre: ¿Qué es aquesto, señora?Madre: ¡Ay desdichada!

Queste es nuestro enemigo.Audalla: ¡O traidores!

Ayudadme carísimos amigos 430Y del rey el mandato executemos.

Madre: ¡Ay de mí sin ventura!Moro: Mueran todos.

Aquí andan tras ellos a puñaladas, entrando y saliendo. Y al cabo los matan y a de aberun tafetán o lienço delante del teatro y en el güeco sin que se bean an de quedar unos ençima de otros

Padre: Herido estoy de muerte, Jesús mío.El alma que con sangre rescatasteQue sale deste cuerpo en sangre tinto 435Resçibe por tu gran misericordia.

Madre: La mía, buen Jesús, tanbién te ofrezcoQue en este tranze no la desanparesYa que de confesar lugar no an dadoAquestos enemigos omizidas. 440

En quedando muertos y cubiertos, sale Audalla con Ysabela y dos moros

Audalla: Hete querido dar, perra, la vida,Y despréçiasla tú de tal manera,Que no temes la muerte, tan temidaDel honbre más baliente que la espera,

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

266 AFA-LXI-LXII

Pues luego se verá si fue fingida 445Esa severidad o verdadera,Y si con el prinçipio de las penasLos desdenes coléricos refrenas.

Ysabela: ¿Adónde me lleváis?Audalla: Adonde veas

Primero que las llamas ençendidas, 450A los que tanto ver y hablar deseas,Para que te consueles y despidas:Porque puesto que tú tan dura seas,Sin mirar las ofensas resçibidas,El húltimo consuelo te dexamos. 455

Ysabela: Género de tormento es; mas bamos./ 10cAudalla: Antes bendrán aquí: llamaldos luego;

Pero mejor será que yo los llame.Ysabela: Una sola merced, señor, te ruego;

Y después de cunplida, muerte dame. 460No pido que me libres, no, del fuego,Sentençia reputada por infame,(Y para mí gloriosa); solo quierome dexes con Muley hablar primero.

Audalla: Yo voy; hazed vosotros lo que digo. 465Ysabela: ¡Ay Dios, si se cunpliese mi deseo!

Temo que con temor de tal castigo,Dexes tu fe, Muley; mas no lo creo:Pero si yo me puedo ver contigo,Bien sé que ganaremos oy trofeo, 470Y corona de mártires dichosos,Conformes y purísimos esposos.

Moro 1.º: Después de visto, infeliçe dama,Espectáculo tal de muertos fríosCon Muley te verás en otra cama 475Do perderéis los dos los mozos bríosPuesto que quede viva vuestra fama76.

Ysabela: ¡Ay, padres desdichados, por ser míos!¡Ay, hermana tanbién! ¡Ay, dura mano!¡Ay, insaçiable furia del tirano! 480

¿A quál de los tres cuerpos son debidasEstas copiosas lágrimas que vierto?¿A quál he de lavarle las heridasQue los puñales duros an abierto?¿Sobre quál de las prendas conoçidas 485A de caer con tal dolor inçiertoEste con gran razón dudoso pecho?¿Qué desearon con el nudo estrecho?

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 267

76. Entre este y el siguiente, una línea zigzagueante.

¡O padres, otro tiempo cuidadososDe mis bodas infaustas, si llegaran! 490¿Ansí me consoláis en los fogososTormentos que los moros me preparan?¿Y tú, cuyos dos ojos luminososLos más rebeldes pechos ablandaran,Hermana, consejera de mis males, 495A ver mis vituperios así sales?

¿Así me bendeçís a la partida,Y me dais a besar las santas manos?¿Así de vuestros brazos detenidaMe quitan con violencia los paganos?/ 500 10d¡O diestra de los nuestros omiçida!Tirano, dezendiente de tiranos,¿Por qué las bendiçiones de mi padreMe negáis, y los vesos de mi madre?

Pero yo, temeraria, ¿por qué lloro, 505Y a las ilustres ánimas ofendo?Ellas ocupan ya sus sillas de oro,Las çelestiales músicas oyendo,Y yo con imputar al fiero moroLa voluntad inmensa reprehendo. 510¡O loca! ¿tú no sabes que del cieloProçede lo que miras en el suelo?

Dios quiso colocarlos de tal suerteEntre los que contenplan su grandeça,Y dar a mi paçiençia con su muerte 515Un toque verdadero de firmeza.Ea, pues, Ysabela, tú convierteEn alboroto dulçe la tristeza;De las adversidades gloria saca,Como del escorpión sacan triaca. 520

JORNADA 4[ESCENA I]

Axa sola, dende un rato, y luego entra el Nu[n]cio

Axa: Por ser de nuestra casa lo más alto,Estoy en esta torre cuidadosaCon un apasionado sobresalto;

Acá y allá la bista codiçiosaMe lleva por los canpos diligente 5El triste corazón que no reposa.

¡Ay, Axa! con cuidado diferenteSolías frequentar estos lugares,para tender la vista libremente.

¡Mas ay, memoria triste! No te pares 10A contenplar el bien que no poseo,

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

268 AFA-LXI-LXII

Quando vienen los males a millares.El orrendo lugar de lexos veo,

En el qual deben dar infame penaLos ministros fierísimos al reo. 15

De gente la campaña miro llena:De tronpas y de bozes discordadasUn orrendo lugar en torno suena.

De polvo densas nubes lebantadasEscurezen los aires, y no dexan 20Disçernir bien las cosas apartadas./ 11a

Pareçe que los canpos se me alexan,Porque no pueda ver el caso fiero,Y que de riguroso rey se quexan.

¡Quándo veré vislunbres del azero, 25O llegar el socorro favorableQue del deseredado rey espero!

¡Quándo veré librar al miserableA las ardientes llamas condenado,Con atrevimiento memorable! 30

Mas, Axa, ¿para qué tienes cuidadoDel que no solamente no te quiere;Pero dizen tanbién que es baptiçado,

Y que con pertinaz ánimo muere77,Junto con Ysabela, tan conforme, 35Que de su ley y pecho no difiere?

Pero por mucho más que desconformeEl suyo de mi pecho, no por esoAprobaré castigo tan disforme.

¡Adulçe! por qué tardas, llega presto, 40Que ya deben tener al condenadoEn el [ig]nominioso lugar puesto.

¡Qué llamas tan terribles se an alçado!El humo negro sube por los vientos,Y dellos es acá y allá llevado. 45

¿Qué vozes con tristísimos azentosUn cautivo christiano viene dando?¡Ay me! ¡qué lastimosos movimientos!

El rostro con las uñas araña[n]do,Rasgándose tanbién el pecho viene, 50Los brazos a los çielos lebantando.

¿Por qué no baja, pues? ¿Quién me tiene?¿Por qué públicamente no preguntoSi Muley Albençaide vida tiene?

¡Y si yaze su cuerpo ya difunto, 55Aconpañarle quiero con el mío!

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 269

77. Tachado qui; encima: muere.

¡Dichosa si me muriese con él junto!Nu[n]çio: ¡O pueblo relixioso, pueblo pío,

Con largo cautiverio castigadoDebajo del tirano señorío! 60

Oy eres por el suelo derribado,Oy dos colunas fuertes as perdido,Mas antes oy dos santos has ganado.

¡O tirano cruel endurezido!Castíguete la mano justa y fuerte78 65De Dios, en sus christianos ofendido./ 11b

Esta casa real y suntuosa79

que bosotros llamáis Alxafería,Y yo cueba de sierpes ponçoñosa,

Permita Dios que llegue presto día 70En que caigan sus muros lebantados,Absoluto poder y tiranía;

Y los soberbios techos tan dorados,En bengativas llamas yo los veaPor manos de los nuestros abrasados. 75

Y ya que preservada desto sea,Alcázar se convierta de christianos,Y rey por Dios eleto la posea;

El qual para los pérfidos paganosTenga después en ella cárzel fuerte, 80Y mueran castigados a sus manos.

Axa: Si vienes, ¡o christiano!, tú por suerte,Pero bien lo declaras con tus vozes,De ver executar la fiera muerte;

Pues que mi voluntad tanbién conozes, 85Relátame de todos el suceso,Así la libertad perdida gozes:

Que, puesto que soy mora, confiesoQue tengo conpasión de vuestras cosas,Por ver que son juzgadas con eceso. 90

Nu[n]çio: ¡O tú que reprobar los malos osas,Quando más prevalezen sus maldades,Y cortan sus espadas rigurosas!

Agora de mi pena te apiades,¿O solo lo preguntas con cautela, 95Para saber así las voluntades?

De nadie ya mi lengua se reçela,Antes en vozes altas dezir quieroLas muertes de Muley y de Ysabela;

Pero mejor será contar primero 100

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

270 AFA-LXI-LXII

78. Tachadura ilegible; encima: justa y fuerte.79. Versos 67-81 enmarcados.

De sus padres, hermanos y parientesEl martirio cruel, el caso fiero.

Axa: Mas antes yo te ruego que no cuentesSino de los dos solos.

Nu[n]çio: Pues preparaDe manantiales lágrimas dos fuentes. 105

Como suele fingir la madre cara80

A vezes del enojo del marido,Con el hijo que vió que desanpara

El padre sin razón endureçido,Colérico le riñe, si defiende 110Al joben de su casa despedido;/ 11c

Ella muestra que en ello condeçiende;Pero llora después al hijo ausente,De suerte quel marido ya la entiende:

Tal, y con tal dolor la triste gente, 115A bueltas la christiana con la mora,Encubre su pasión difícilmente.

Cada qual de Muley el caso llora,Por ser en la çibdad amado tanto,Y por su conversión mejor agora. 120

Ni quedas, Ysabela, tú sin llanto;Pues moros y christianos afligidosCon lágrimas zelebran tu fin santo:

Mas por no ser del rey tanbién punidos,Refrenando las lenguas temerosas, 125Daban indicios desto conoçidos;

Y con las vozes vaxas y llorosas,Llenos de turbaçión, se preguntabanLa causa prinçipal de tales cosas;

Pero como los más se reçelaban, 130Negando la respuesta sin hablarse,Los honbros y manos lebantaban;

Y como suelen muchos engañarse,Algunos en favor del rey deçíanQue con sabios debió de aconsejarse81. 135

En tanto que mill cosas suçedían82

Y delante la cárzel apiñadosLos atónitos honbres concurrían,

Sacaron a los tristes condenados,Cuyos brazos, indignos de tal pena, 140

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 271

80. Versos 106-135 enmarcados; al final, en ambos márgenes: ojo.81. Versos 135-147: en el margen central hay tres versos (en vertical):

Que a mi del cuerpo el alma desanparaen pensar referir lo que sufríanlos dos cuya constançia fue muy rara.

82. Tachadura ilegible; encima: mill.

Llevan a las espaldas amarrados,Ençima de los quales tanbién suena,

Dando claro señal de pesadunbre,De torçido metal una cadena:

Zercoles, como tiene de costunbre, 145Así de los ministros del rey fiero,Como de çircustante, muchedumbre83.

La bella dama fue la que primeroMaravilló la gente çircustante,Con descubrir el rostro tan severo. 150

Pasmáronse de verla quán costante,En ánimo, lugar y fortalezaAl baliente Muley iba delante.

No solo no mostró tener flaqueza;Pero con ser tan triste la salida, 155Negó las apariençias de tristeza./ 11d

Axa: No deben estimar la umana vidaLos que saben quán frágil es su gloria,Y tienen su mudança conoçida.

Nunçio: No rompas el proçeso de mi istoria. 160Axa: Prosigue.Nunçio: Los cabellos estremados,

Tan dignos de quedar en la memoria,Sueltos, sin más adorno por los lados

Con una redezilla contendiendo,Y della con el viento libertados, 165

Andaba[n va]rias luzes despidiendo,Como suel[en] tal vez las rubias mieses,Con este y aquel viento compitiendo.

¡Cosa digna de lástima!Axa: No çeses.Nu[n]çio: La gravedad del rostro no dexaba 170

Llegar a los ministros descorteses:Con los hermosos ojos los turbaba,

Que como la virtud se trasluçía,Los ánimos más bárbaros domaba.

Notósele tanbién cómo volvía 175El rostro muchas veces, animandoAl valiente Muley, que la seguía.

¡Estraña cosa ver un pecho blandoDe una tan muchacha quanto vella,Al más valiente joben consolando! 180

Topáronse los ojos dél y della;Los de Muley llorando por su muerte,O por la de la güérfana donzella.

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

272 AFA-LXI-LXII

83. Antes de muchedumbre, una a (alfa) al revés.

Al fin llora Muley, con ser tan fuerte,¡O virtud, quánto puedes!, (y la dama) 185Una mínima lágrima no vierte.

Todo lo pasa bien quien a Dios ama:Dexemos esos bárbaros gentiles,Que trocaron vidas por la fama:

Mirad correr en años juveniles 190A morir una dama tan contenta,Pospuestas las flaquezas mugeriles,

Como suele tal vez correr sedientaA la vezina fuente veloz çierva,Cuyas hermosas aguas ensangrienta. 195

Ay un canpo ribera de la Güerva,Al quien niegan los honbres el arado,Y Dios en todo tiempo verde yerba:

Lugar para dar muerte dedicado,Y por esto que digo tan inculto, 200Que dél huyen las fieras y ganado./ 12a

Aquí con grandes vozes y en tumultoTruxeron a los dos fieles christianos,Que ya Muley dexó de ser oculto;

Y luego los ministros inumanos 205Espalda con espalda los ataron,Por los pies, por los honbros y las manos.

Todos los çircustantes se pasmaron,Y con silençio triste muy atentos,Quanto les per[m]itieron se açercaron: 210

Dixeras que tanbién los raudos vientosSe pararan a ver el caso fiero,Según vimos çesar sus movimientos.

El silençio ronpió Muley primero,Y con osada voz y fuerte pecho 215Confesó ser christiano verdadero.

Axa: ¡O fementido moro, tal as hecho,Y téngote yo lástima!,

Nu[ncio]: La damaAxa: Prosigue de Muley el viril hecho,Nu[uncio]: Diziendo: Pues el pecho nos inflama 220

El que por redimir a los umanosTomó para morir la cruz por cama84.

A sus fieros tormentos imitemos:Tú puedes ser mi cruz y yo la tuya,Y juntos desta suerte moriremos, 225

Y pues las almas son imagen suya,Procure cada qual que quando muera,

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

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84. Versos 222 y 224: cf. verso 285, Jornada II.

Al mismo que la dio la restituya:Dixo: pero sin duda más dixera,

Si rompiendo los aires una flecha 230Contra la vella dama no viniera:

Entróse por la boca tan derecha,Que le clavó la lengua, que teníaYa gran predicadora de Dios hecha.

Entró la flecha, pues, quando salía 235Por la christiana boca repetido85

El nonbre del gran Hijo de María.Todos buelven a ver el atrevido86,

Mas antes al cruel que con tal furiaDe tan grande maldad autor a sido,/ 240 12b

El qual fue Vayaceto de Licuria,Un tiempo baptiçado, ya preçito87,Pues que dexó su ley por la lujuria:

Alçan un general y triste grito,Y todos lo señalan con el dedo, 245Diziendo que mereçe ser prescito:

Mas él se presentó con gran denuedo,Diziendo que por onra de su setaEl arco disparó sin algún miedo.

Con esto la canalla ya quieta, 250A la dama se buelve, que teníaInserta por la boca la saeta.

Una fuente de sangre despedía88,Que por el blanco pecho discurriendo,Coral sobre marfiles pareçía; 255

Y ya del muerto rostro desistiendo,Qual de cortada flor, el color vello,Las graçias se mostraron ir huyendo.

Inclinó con dolor el blanco cuello.Como con grande lluvia conbatida 260La dormidera verde suele hazello.

Así quedó la virgen adormida:Que la muerte del justo, sueño breveLe llaman, y prinçipio de la vida.

Axa: A conpasión grandísima me mueve 265La muerte desa dama desdichada.

Nu[ncio]: Es deuda general que se le debe.Por estar, como dixe, tan atada

Al valeroso joben que vivía,No cayó la difunta desangrada. 270

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

274 AFA-LXI-LXII

85. Tachado: repitiendo; encima: invocando; a causa de la rima del terceto siguiente, corrijo.86. Versos 238-252 enmarcados.87. Tiempo. Cf. verso 88, Jornada I.88. Despedía, tachado; encima: derramaba.

El cuerpo de Muley la sostenía,El qual debió sentir un nuevo pesoQuando la vella dama quedó fría;

Devióle de correr por cada güesoUn yelo, quando supo que, con vida, 275Con la que no la tiene quedó preso.

Así la vid nudosa, retorçidaPor el amado tronco, que la tieneEnzima de sus ramas sostenida,

Por más que la pesada segur suene, 280Y corte la raíz, ella seguraEn el amado tronco se sostiene;/ 12c

Pero sécase luego su verdura,Y descubren los pánpanos marchitos.la fruta, ni bien verde, ni madura. 285

Axa: ¡Ay triste, si pudiese yo dar gritos!¡Ay onra! que suspendes mi querella,Y doblas mis tormentos infinitos.

Nu[ncio]: Muley, o que por ver a donzella,Si quisiese volver forçosamente, 290Y desatar los lazos dél y della,

O que (y es lo más çierto) del presenteDolor el corazón se le cubrieseCon alguna congoxa y açidente;

Agora por querer forzejar fuese, 295Agora por desmayo repentino,Que como dicho tengo, le viniese;

Al fin, sin hablar, más a tierra vinoCon el amado peso de la dama,Como yedra cortada con su pino89. 300

Alrededor ençienden v[iv]a llama,La qual los escondió con humo luego,Y fue su conyugal primera cama.

Axa: Dime, tanbién, christiano, yo te ruego,¿Ubo quien intentase, si tú viste, 305De librar a los míseros del fuego?

Nu[ncio]: ¿Tal cosa me preguntas? ¡ay me, triste!Ni quien contradixese la sentençia,Sino con el recato que supiste.

Axa: Ya me faltan las fuerzas y paçiençia; 310Déxame tú, christiano desdichado.

Nu[n]çio: Pues yo me parto ya con tu liçençiaA renobar el llanto començado.

Axa: Suspiros detenidos,Salid agora ya del triste pecho: 315

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 275

89. Hay un verso tachado en el que difícilmente se lee alguna palabra.

Ojos inadvertidos,Puesto que sin provecho,Llorad, pues tanto daño me abéis hecho.

En tanta desbentura¿De quién me debo yo quexar primero? 320¿De mi corta bentura?¿De Muley, por quien muero?¿Del rey, o de su falso consejero?/ 12d

¿O sólo terné quexaDel fementido moro balençiano, 325Que con su fraude dexaSu juramento bano,Quando pensé tener el hecho llano?

Adulçe fementido,Mejor fuera negarme claramente 330El don por mí pedido,Que mostrar obedienteEl corazón, tan bien tan inclemente.

Menor culpa promete90

Quien niega lo que justamente puede 335Cunplir, que quien promete,Y después no proçedeA dar, ni piensa dar lo que conçede.

Tal es quien disimula,Y muestra buen senblante por de fuera, 340Como quien nos adulaCon lengua lisongera,Y después en ausençia vitupera.

¿Tú pretendes corona?¿Tú pretendes el ceptro que perdiste? 345¿Por qué? ¿por tu persona?¿O porque me cunplisteLas prolijas palabras que me diste?

¿Por bentura los reyesCon solos los ornatos y renombres 350Sin guardar otras leyesSin guardar otros nonbresMerezen ser señores de los hombres?

Antes el rey que faltaEn algo que tubiere prometido, 355De la magestad altaEn que se ve subido,Mereçe ser de todos abatido.

Y tú tanbién, tirano91,Que tanto tus castigos azeleras, 360

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

276 AFA-LXI-LXII

90. Versos 334-335 enmarcados.91. Versos 359-373 enmarcados.

Tan presto, tan tenpranoNuestras gentes alteras,Y dexaste de ser quien antes eras.

Antes que la coronaEsa cabeza bárbara ziñese, 365Xamás ubo personaQue de ti no dixeseQue justa con tus méritos biniese./ 13a

¡O quantos pretensoresde reinos y soberbias dignidades, 370Antes de ser señores,Ganan las boluntades,Cubriendo con virtudes sus maldades!

¿Pero yo, desdichada,Con inportunas vozes solamente 375He de quedar bengada?¿Y de la bulgar genteNo tengo de m[ostrarme d]iferente?

Llorar, qualquiera [llora]:A más a de pasar mi sentimiento. 380Sigamos, pues, agora92

Este mortal intento:No se difiera más, yo lo consiento.

La noche me conbidaCon sus vezinas sonbras a tal hecho: 385Yo quitaré [la v]idaEn oçioso lec[ho]Al hermano cruel [co]ntra mi lecho;

Yo con osada [m]anoAbrasaré los mienbros fraternales; 390Porque tú y el tirano,Y Muley vais igualesEn estas zeremonias funerales.

ÇENA 2Dos Nu[n]çios: Zaide y Abenámar

Zaide: En los oídos traigo las querellasDel indignado pueblo, cuyos gritos 395Hiere con triste son en las estrellas.

Los honbres y los niños pequeñitos,Cubriéndose los ojos con las frentes,Lleban allí sus ánimos escritos.

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 277

92. Versos 381-390: las letras y palabras entre corchetes son suplidas, porque el folio tenía aguje-ros que han sido restaurados con papel blanco.

De Muley los amigos y parientes, 400Puesto que disimulan con cuidado,Procuran la bengança diligentes.

Dizen que fue Muley bien castigado,Pero que la manera del castigoDe los límites justos a pasado. 405

Abe[namar]: ¿Y fáltales razón?Zaide: Yo también digo93

Que no fue castigarle como reo,Sino bengarse dél qual de enemigo.

El rey, por estas cosas, según creo,Y por dexar las suyas sepultadas, 410Como suelen dezir, en el Leteo:/ 13b

Por ser, como tú sabes, consultadasCon Audalla las más, y juntamentePor ellos dos tan solo sentençiadas94;

Por atajar el daño ya presente, 415Quiriendo descubrir mejor su pecho,De pribadas pasiones inoçente,

Y que si con rigor que viere hechoAlguna destas cosa es AudallaQuien el consejo dio contra derecho, 420

A le mandado dar tal muerte.Abe[namar]: Calla,

Que no [le] mandó dar por eso muerte,Sino por Ysabela, su vasalla.

Zai[de]: Cosa grave me quentas.Abe[namar]: Pues advierte,

Pero bajo la llave del secreto, 425Aunque solo me basta conoçerte.

Zaide: Una y çien mil vezes te prometoQue no lo sepa nadie por mi parte,Puesto que tomo ofiçio de discreto.

Abe[namar]: No será neçesario, pues, contarte 430Cómo prendieron oy a la donzella.

Zai[de]: No, si ya no gusta[re]s de cansarte.Abe[namar]: Audalla, pues, quedó solo con ella,

No menos que los otros, según vimos.Abrasado tanbién de su çentella; 435

Porque quando nosotros nos salimos,Detrás de çiertas puertas azechando,Alduxebar y yo nos ascondimos,

Y los atentos ojos aplicandoA çiertos agujeros, estuvimos 440

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

278 AFA-LXI-LXII

93. También, con m por ser abreviatura.94. Tachado por; por encima: con.

Con gran façilidad los dos mirando:Al viejo consejero del rey vimos,

No çierto conbatir con los christianos;Ni sus despojos pretender opimos;

Mas, antes con suspiros, pero banos, 445A [<l>]la vella christiana se rendía,Quiriéndola besar las blancas manos;

Ella con gran valor le resistía,Haziendo poco caso de la vida,La qual y mucho más le prometía. 450

Ni pienses que por esto se comidaAudalla, pero muda de consejoContra la dama vella y afligida.

Zaide: Si delante los ojos un espejoEntonzes al amante le pusieran, 455Y se pudiera ver el rostro viejo,

Sus efetos y canas, detubieranSu furia, y a la dama juntamenteCon estas apariençias defendieran./ 13c

Abe[namar]: Jurole con acuerdo diferente 460De juntar a su muerte rigurosaLa de sus viejos padres y su gente:

Ni por esto la dama valerosaAfloxa la costante resistençia,Ni se quiso mostrar más amorosa. 465

Pasaran las palabras a violençia,A no temer Audalla ser sentido.

Za[ide]: Muy tarde se valió de su pruden[cia].Abe[namar]: Pero de los [des]denes ofen[dido]95,

Si no por bentura, con bergüença, 470O por cubrir sus culpas con olvido,

O porque las más vezes quien comiençaUn pecado, tras él se preçipita,Hasta que la maldad del todo bença;

Audalla la sentençia soliçita, 475Y por mejor bengarse de la dama,Las vidas a sus viejos padres quita.

Ella murió tan bien en viva llam[a],Y nosotros después al rey nos fuim[os],Que yaze, como sabes, en la cama: 480

Allí le relatamos lo que vimos,El qual con tanta saña nos oía96,Que con dar el aviso, lo temimos.

Prolixo y prolixísimo sería

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 279

95. Cf. 330-349.96. El manuscrito dice sana por saña.

Relatar las demandas y respuestas 485Quel rey sobre lo dicho nos haçía:

Al fin con evidencias manifiestasEl rey se satisfizo.

Za[ide]: Muy bien pudo,con razones tan claras quales estas.

Abe[namar]: Así que por lo dicho yo no dudo, 490Sino que le mató por su pecado,Y no para tenello por escudo.

Za[ide]: No sé si fue por eso condenado;Pero como te dixe, yo sé çiertoQue yaze ya de vida despojado. 495

Abe[namar]: ¿Vístele tú morir?Zai[de]: Yo le vi muerto,

Y con innumerables puñaladasEl corazón oculto descubierto.

Vile las blancas canas afeadas,Sin onor, polvorosas y sangrientas, 500Que fueron otro tiempo veneradas.

Abe[namar]: Audalla feneçió, según me quentas.Za[ide]: Esta cabeza suya, que yo llevo,

Relaçión te dará de sus afrentas:Con ella sentiremos orror nuevo, 505

Quando, como la piensa dar, la diereEl rey a sus lebreles para çebo./ 13d

Los divididos mienbros tanbién quiereFijar en estos muros, porque seaExenplo de temor a quien los viere. 510

Abe[namar]: ¿Habrá quien los mirare, que no crea,Viendo con tal adorno las almenas,Que son estas las casas de Medea,O las de los hermanos de Mizenas?

ÇENA 3 Y ÚLTIMA

Aja y el criado de Adulçe

Axa: ¿Yo soy [la que r]abiaba por bengança? 515¿Pues cómo ya la cólera no arde?Tenprano, corazón, háçete mudanza:¿Tenprano? muy mejor dixiera, tarde.Antes de començar esta matançaTe debieras mostrar, Aja, cobarde, 520Antes que con la sangre de tu hermanoSu lecho manzillaras y tu mano.

Selin: Oh noche tenebrosa, oh noche fiera97 49

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

280 AFA-LXI-LXII

97. Versos 523-539: proceden del ms. 18094, fols. 49-49v.

que con anticipar tu sombra tantoquieres ser prodigiosa mensajera 525prodigio quieres ser y mensajerade la terrible causa de mi llantoque dexes a los hombres con espantoy pueda conocer en las señalessin que yo los relate mis males. 530

Mas quien es tan ossado que procuracon mis póstumas vozes offenderteoh tu, si fueras alma por venturade los que rezibieron oy la muertepero ya te conozco muger dura 535y bien puedo por cierto conocerte /49ven las tristes insignias y despojoscon que te manifiestas a mis ojos.

Axa: ¿Quién eres, des[dich]ado, tú que vienesEndechas tan prolijas derramando? 540

Selin: Propio nombre me diste pues me tienes98 /49vpues que por causa tuya voy llorando.Pero si de Selim memoria tienes

Criado: O causa de mi mal y deste daño 545O mandato cruel, o amor tirano¿Por qué con un leal as consentidotan iniqua maldad?

Axa: Y te consientoQue me digas injurias libremente.

Criado: Más me consentirás quando el oído 550atento a mil lamentos aplicados.

Axa: Nada me admira ya, relata el quento.Criado: ¿Qué lengua o que paciençia abrá que pueda99

Que en medio no le añude la garganta100

El sentimiento grave y atesçísimo?Axa: No me tengas suspensa más, prosigue. 555Criado: Dixe dAdulçe, el rey que más te quiso

La desdichada muerte y fin orrendoQuando con sus exércitos beníaA librar Albençaide que tú amabasY al [que] por causa suya aborrecías 560Que no fue poco amor obedecerteNo pudo estorbarlo ni servirteO porquel tiempo más lugar no diese101

O por la brevedad de los ministros

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 281

98. Versos 540-543: proceden del ms. 18094, fol. 49v.99. Versos 523-527: faltan cinco versos, ininteligibles por la reconstrucción del folio, pero se sus-

tituyen con las correspondientes dos octavas en el fol. 49 del ms. 18094.100. Tachadura encima de la ñ.101. Tiempo con m por ser abreviatura.

Que ya la muerte a él y a la christiana 565por aplacar al Rey avían dadoImaginando que su tardanza/ 14a

El sueño postrimero le tenía102

ocupados los ojos a mi hermanobien lo pude ver por que tenía 570 51vestas ardientes llamas en la mano,tuve lugar de ver a quien hería.tuve lugar y vile, mas en vanopues con este puñal abrí su pechoy con las llamas abrasse su lecho. 575

Abrió los ojos tristes por venturapara que mi delicto mayor fuese /52hermana, me llamó dos vezes, durauna y como la tercera vez quisiesserepitir este nombre con dulzura 580el aliento faltó sin que pudiesseproseguir la dición, pero moviendolos yertos labios le quedó diziendo

vi la maldad en tonces descubiertaen la fraterna sangre que corría 585quise salir huyendo mas la puertaatinar de turbada no podíapero tuve después salida ciertaacordándome luego que traíauna llave maestra cuyo medio 590es quien para salir me dio remedio.

Pero ¿por qué relato por estensoel fin de mis maldades tan horrendo?Oh tú, que con dolor estás suspensoestos sucessos míseros oyendo 595pues yo con tales daños recompensoal que quiso morir obedesciendo,dame la digna muerte de tu manoa tu señor vengando y a mi hermano. 600 /52v

Criado: Andas con semejantes aparatosQue de dos mil tragedias de indiciosY porque diga con verdad al mundoTu severa crueldad y que mal quedesCon fama de más cruda coronada 605Que Némesis, la diosa de bengançasAunque de oírte orror me quede103

Los muertos nombres y la causa digas.Axa: Pues Adulçe calló, como debía,

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

282 AFA-LXI-LXII

102. Versos 567-600: proceden del ms. 18094, fols. 51v-52v.103. Antes de aunque hay una tachadura.

Lo que yo le pedí, quiero callarlo: 610Solo sabrás que con enojo de elloHize lo que cruel oirás.

Criado: Cruel, comiença.Axa: En este su real palacio fuerte,

Zeñido deste muro que lo çerca,En bano tan murado, pues la suerte 615Enemiga le dió mucho más cerca,Lejos el pensamiento de su muerte,Evidente señal questaba çerca,Estaba mi cruel hermano, quandoAxa le va colérica buscando. 620

El sueño postrimero le teníaLos ojos ocupados a mi hermano:/ 14bbien lo pude ver porque tenía104

estas ardientes llamas en la manotuue lugar de ver a quién hería, 625tuve lugar y vile, mas en vanopues con este puñal abrí su pechoy con las llamas abrassé su lecho.

Abrió los ojos tristes por venturapara que mi delicto mayor fuese 630hermana me llamó dos vezes duray como la tercera vez quisiesserepitir este nombre con dulzurael aliento faltó sin que pudiesseproseguir la dicción, pero no viendo 635los yertos labios le quedó diziendo

vi la maldad entonzes descubiertaen la fraterna sangre que corríaquise salir huyendo, mas la puertaatinar de turbada no podía, 640pero tuue después salida ciertaacordándome luego que trayauna llaue maestra cuyo medioes quien para salirme dio remedio. 645

Pero ¿por qué relato por estensoel fin de mis maldades tan orrendo?¡O tú que con dolor estás suspenso,Estos suçesos míseros oyendo!Pues que con tales dones reconpensoAl que quiso morir obedeçiendo, 650Dame la justa muerte por tu mano,A tu señor bengando, y a mi hermano.

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 283

104. Falta aquí media columna del folio reconstruido y se sustituye por los versos 623-645 de losfolios 51v-52 del ms. 18094.

Y ya que las estrellas de DianaSe cubren por no verme tan sangrie[n]ta,No quieras que la luz de la mañana 655A mis ojos renuebe tal afrenta:O que por no mirar de sangre umanaUna muger qual yo beber sedienta,El sol quando saliere al curso y uso,En vez del qual se tienda caos confuso. 660

Yo soy quien te quitó tan buen amparo105

por mí contigo son dones breves,muévete por tu daño sin reparoya que por sus miserias no te muevescon esta misma daga fratricida 665me puedes acortar la triste vida.

Selín: Cuando me fuera lícito matartecosa de mi valor bien apartadalo dejara de hazer por contemplartede mi señor en vida tan amada. 670Y pues él se mató por contentartetestigo en su cabeza destroncadopara que satisfagas a lo hechotú te puedes romper el duro pecho.

Axa: Sigue pues mis pisadas. 675Selin: Ya te sigo. /53Axa: Verás con la constancia que lo hago.Selin: Yo voy, pues he quedado por testigo

aunque también soy parte del estrago.(Lo que sigue dentro se dize).

Axa: Mi triste muerte te contarás amigoy rescíbame tu profundo lago 680porque jamás las gentes no me bean.

Selín: Las aguas turbias tu sepulcro seanSepuntura de YssabelaA los rayos del sol opuesta haçe

con olorosos leños una camala fénix después con viva llama 685

do las alas se deshaçey luego con esto satisfaçe

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

284 AFA-LXI-LXII

105. Los versos 661 hasta el final faltan casi totalmente en el ms. 14629 y se han empleado loscontenidos en los fols. 52v-53v del ms. 18094. Compárense con estos reconstruidos del ms. 14629.

Yo soy quien te quitó tu señor caro,Cuya tenprana muerte bengar debes;Yo soy quien te quitó también tu an[paro]Por mí an venido a ser sus dones:Muébate pues tu daño sin r[eparo]Ya que por sus miserias [no te mueves]Con esta misma daga [fratricida]Me puedes abreviar [la torpe vida].

a la preciossa muerte que la llama(según tienen los más por cierta fama) 690con nuevas plumas y color renasçe

yo, pues, en los tormentos y doloresde las ardientes llamas cuyo humoes olor agradable para el cielocual fénix Yssabela me consumo 695pero con nuevas alas y coloresrenazco para dar eterno bueloy pues a los del sueloadmiración los causo 53vcuando alguno presuma 700aunque con torpe plumami sucesso dadle aplausso

VERSOS DEL MS. 18094 QUE SE SUPRIMIERONEN LA VERSIÓN DEFINITIVA DEL MS. 14629

JORNADA I

1. Tras el verso 391

A lo menos no pacienciade estar, señora, cubierto /10delante de tu presenciay pues que mi gloria eressupplícote me destus blancas manos no quieres.

2. Tras el verso 430

De qué suspiraspor bentura ya te pessade la jurada promessaahora aquel plaço mirasque se cumple con tal priessa.

Y uiendo que soi christianoy que ia te falta escussacon estar el hecho llanoestás pensando confussacommo retirar la mano

y si no me tuuisteme tienes en tu memoria /11porque con agüero tristeinterrumpes essa gloriay tales suspiros diste.

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 285

3. Tras el verso 500

Muley. Si, que tu uien desseo,oies.

Issa. Dime de que modo.Muley. Ya sabes quel rey me ama /12v

y lo que de mí confía.Issa. Sé que confiar solía

pero si llego la famadel bautismo.

Muley. No podría.Yo le pintaré delante

una gran dificultadtan eficaz y bastanteque mude su voluntadsi uien fuesse de diamante

y aparente raçónque ahora nos destierradeclara la preuenciónlos discursos de la guerray en efecto su intención

direle que suspendael riguroso castigoporque con él no se ofenday haga que el enemigoque designios comprehenda

y que al Rey don Pedro pidapaz y le prometa pariasy deuajo por fingidade las cossas necessarias /13haga preuención cumplida.

El Rey don Pedro ya quedadestas cosas preuenidopara que la paz conceday deuajo de partidojunte la gente que pueda

y procurare tambiénque todos los desta tierra(digo christianos) esténpreuenidos para guerraquando la seña les den

quando Aluoacén tiranoniegue (como negar pienssa)las parias al Rey christianomira si con tal offenssatenemos el hecho llano.

Issa. El Rey de Aragón paresceque no cumple con quien esaunque la guerra no empieçe

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

286 AFA-LXI-LXII

pues que las paçes offreçepara romperlas después. /13v

Muley. El astuto caçadorguarda semejante trazavístese de la colorque menos teme la cazapara caçalla mejor.

Yssabela. Mil inconvenientes veoque pueden atravessarse.

Muley. Pues yo lo contrario creo.Ana. Ca si deuemos un desseo

de su mal desengañarse.Muley. Y quando todo no baste

amigos tengo y talesy deudos tan principalesque pueden hacer contrastea los preçeptos reales.

Ana. La plática se concluyaporque por la luz del díase juzga la noche fría.

Muley. El manifiesta la suyainvidioso de la mía.

Yssabela. Yo me boy pero primeropara mañana te emplaçoy en este lugar te espero. /14

Muley. Querría.Yssabela. ¿Qué quieres?Muley. Que me dieses un abraço.Yssabela. ¿Abrazo?Ana. Qué duda pones.Yssabela. Para mejor ocassión.Muley. Que no puede la aficción

quitarte con ocasionesla rienda de la raçón.

Yssabela. Quítanmela tus querellas.Ana. Al fin bençe quien porfía.Muley. Adiós, hermosas doncellas

pues es muy propio del díaescondernos las estrellas.

Sale Audalla

4. Tras el verso 147

según la lengua al llanto se retira,el lamentable casso, casso tristepor justo Rey, o, Rey que tal hiciste

por gran fabor me lleva donde estaua(no te sabré decir con quanta pena)en una cárcel honda que mostraba

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 287

estar de venenossas sierpes llenaa cuya gran fiereza acompañabael ronco murmurar de la cadenainjusto pesso que Muley sostienela garganta del qual comida tiene. /16v

A la pequeña lumbre de una belaapenas puedo velle bien la caradixo, sepa mis males Isabela.

Isabela. ¡Plubiera a Dios que sola los pasara!Aladin. Y tú como supieres la consuela,

también dixera mas si no llegarael crudo carcelero con voz fieramandándome salir al punto fuera.

Aquí cahe Isabela desmayada.

A, señora que congoxate priue de color y de sentidono te muestres, por Dios, haora floxa¿qué deuo hazer? Ay, triste soy y perdido,este fiero desmayo no se afloxa,y si pido socorro soy sentidopero pues biene ya su hermana vellaa mi podrá librarme y socorrella.

Sale Ana /17

5. Tras el verso 442

Vanse y sale Adulce y Selin.Adulce. Tres uezes os he visto verdes plantas

de buestras berdes ojas despoxados,tres beces descompuestas y otras tantasde flores y de frutas adornadosdespués que, la soberbia sobre quantasha sido por hermossas celebradas,Axa cruel, origen de mi pena,a mi dura ceruiz pusso condena.

Dexé los altos muros de Balencia,ciudad como los más del reyno y míahuiendo de la tirana competenciaque contra mi pueblo preualescíay para chastigar su resistenciaatreuido furor y tiraníaal Rey de Caragoça, mi pariente,amistad demando, fabor y gente.

Cossa no me negó de las que digo /23vpero ninguna dellas cumplir pudehasta que del lugar el enemigoy con seguridad el Rey no quedeen este medio tiéneme consejo

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

288 AFA-LXI-LXII

y libertad tan larga me concedeque puedo disponer de su coronay casi represento su persona.

Pero de qué me fío pues que tieneuna rauiosa tigre por hermanatigre que de mi llanto se mantienemas antes no lo escucha ni se humanatres años a que uiuo me mantieneuna esperanza de mi gloria banay tantos a también, ay, Axa fieraque tu terrible furia persevera.

Selin. Tiempo bendrá, señor, en el qual veaslas tierras ussurpadas tu manoy que sin sobresalto las posseashechando fuera de ellas a tu hermanoy que goces la dama que desseaso quizás de su llaga fiera sanocossa fácil por cierto la postrerasi con seguridad se considera. /24

Adulce. Aunque la Magestad perdida cobre(como tu pronosticas y yo creo)y mi prosperidad me suba sobrelos montes de benganza que desseono dexaré por esso de ser pobresi junto con el cetro no posseola dama que meresce dignamenteser más que respectada de la gente.

Pero dime si sauer Axa quieresalir como dixeron hoy a cazaporque piensso seguilla adonde fuerey dar a mi dolor alguna traza.

Selin. De cierto no lo sé, pero quien uierelos hombres que concurren a la plaçay cubren del palacio la gran puertasu salida tendrá, señor, por cierta.

Un palafrén más blanco que la nieuecon guarniciones roxas y doradasa la puerta real el poluo muebey dexa en él las manos estampadaseste pienso será para que lleuea tu dama, Señor, que las preciadasguarniciones y silla dan indicioque solo debe ser de su seruicio. /24v

Adulce. Pues yo sin ocasión alguna tardo.Selin. Así me lo paresçe.Adulce. Bamos luego

que pues en amorosas llamas ardono tengo de tener aquí sosiego.

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 289

Selin. Un cauallo te espera, tan gallardoque dirán que nasció de un viuo fuegoy que de uiento solo se mantiene,junta belocidad y furia tiene.

JORNADA II

6. Tras el verso 606

Y si sucede no lo creopues te llevo señor por mi colunatu solo gozarás deste trofeosin que dél participe la fortunapero si sale vano mi deseo /36culpa no te damos, señor, ningunamas solo quexareme de los adoscontra mis pretensiones conjurados

y aunque dignamente reconpensano percibe (¿) reseguir tenor? te sera?pues no puedo pagarte sin offenssadel moro de quien soy, que no soi míaaunque por fortuna baria que dispenssay por su boluntad las cosas guíalas nuestras nos disponga como pidojamás pondré tus obras en olvido.

JORNADA III

7. Tras el verso 313

puedo disimular ¡quién tal creyera!que la que con un Rey fue rigurosacon un basallo suyo no lo fuera.

la muerte que pides animosa¡A perra! te darán con compañíadel perro que te tiene por espossa.

Yssabela. Este fiero furor y tiraníalas vidas quando mucho quitar puedeMuley dará la suya y yo la mía

pero después la gloria que sucede /31val martirio dichoso no lo quitanni tal jurisdición se te conzede

En Muley hallarás otro leuitapues para ser católico christianoen su patria, dixo vuestra mezquita

en mi verás también (como Daciano)el pecho que mostró la virgen bellahonor del apellido lusitano

yo pues te seguiré, casta doncella,

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

290 AFA-LXI-LXII

cuyo sangriento claro resplandezepor tu divina fuente como estrella.

Audalla. Poderoso Señor, ¿no te parezeque todo lo que dize verificaquien ambas las dos vidas nos ofrece?

Alboacén. Delictos a delictos multiplicaquien sin arrepentirse de los echosdespués con pertinacia los publica

en poluos los cadáueres desechosy vuestros corazones tan conformesarrancados revés de vuestros pechos

Alboacén. En el lugar que sabes tenebrosoAudalla mandarás que pongan estainimiga cruel de mi reposo

y después que la dexes hallí puestavendrás adonde dixe, porque quierosolenizar de ueras esta fiestaesto con brevedad, porque te espero.

Audalla. Así se hará, señor, ¡o desdichado!,mas antes venturoso cancerbero

¡O, Rey! en mi poder as oy dexado /32vpreciémonos de ser sus cortesanos

y ya que qual el hizo no podemosalargar en la cruz los pies y manos.

Este trozo puede servir para comparar el modo de adaptación y creacióndel texto del ms. 18094106.

Salen Alboacen, Rey, Audalla, un portero.Audalla. Aora que mostrar contento deues

pues tienes en prisión a tu contrario(cuias oras de vida serán breues)

por que tan al reués de lo ordinariocon la dulçe bengança te entristecesy muchos del principio tu priuado

y tú que graues pérdidas mil vezescon los ojos enjutos has miradoaora sin raçón los humedeces

viste morir tu uiejo padre halladoy negando a su muerte digno llantolo das a la de un perro renegado. /25

Alboacén. Es amistad un nudo firme y santoy de todas las cossas desta vidaalguna no berás que balga tanto

a todos es de sauia preferidaen todos los estados importante

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 291

106. Se corresponden los versos 1-364 de la Jornada III, Cena I, pp. 256-264.

compadece los mortales y medidaes amistad del mauritano atlante

que la celeste máquina sostieney digo que a tal monte semejante

también nombre de monte le combienepor quanto más que el cielo se rebueluay arroje raios y con hira truene

y puesto que con ceniças se resueluacon furia de las llamas y los uientosla bieja cunbre d’encinosa selua

jamás mudan los montes sus assientosno los fieles amigos mandar puedenen las aduersidades los intentos.

Assí que con razón mis ojos llueuenestas copiosas lágrimas pues uemosque los más firmes montes ya se mueben,

es gran razón, Audalla, que lloremos /25vquando bimos morir la fe sagradaen los que en más constante la tenemos.

No lloro por la muerte desdichadaque a Mulei a de darse, pero lloropor uer que con razón le será dada.

desso… ia me quita siendo mororobome la christiana rigurosaoluidando su ley y mi decoro

muéueme la uengança rigurosay la sacra corona con que ciñola cabeza real y poderossa.

Yo mismo juntamente me constriñoa la misericordia que demandael amor que le tuue desde niño.

Y quando ya parece que me ablandapónese la justicia de por medioy que muera Muley a uoces manda.

Audalla. En su muerte cons[is]te tu remedioy pues saues, señor, que lo que se ganaelige por tu bien del mal el medio.

Portero. Poderoso señor, una cristianaque a no dar de sus males aparienciala juzgara por diosa soberana /26

para bessar tus pies pide licenciay para relatarte su fatigacomo tu sueles dar grata [a]ud[i]encia.

Alboacén. Su petición y nombre di que diga.Portero. Ysauela se llama, según dixo.Alboacén. Y a su misma direción la castiga.

Entre, pero yo juro d’estar fijoen mi resolución por más que oya

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

292 AFA-LXI-LXII

palabras tiernas del amor prolijo.Audalla. Los caudillos, señor, de la gran Troya

por entrar el caballo como ciegoscreyendo de Palas don y joya

vieron de noche los ocultos fuegossalir de la gran máquina preñadade la graue cautela de los griegos,

assí, señor, la gente bautiçadatemo que con el medio d’esta damaalguna gran traición tienen tratada.

Alboacén. Antes pienso cubrirales mi llamaque pueda descubrir su pensamientoy ver que tan de ueras me desama.

Qué nueua turbación es la que siento /26vpor uer esta cristiana, pero uenga,que no podrá mudarme de mi intento.

Sale Ysauela.Ysabela. Poderoso señor, porque no tenga

ocasión de causarte tu cautivacon largos ruegos y prolija arenga,

y porque la ocasión es escesiuaa mi triste semblante me remito,semblante de mujer apenas uiua,

parte de mi dolor uerás escrito107

en mis úmedos ojos y pues con elloslos duros pechos a llorar incito

y parte dél uerás en los cabellossemejantes a los pies que tienen puestossobre rendidos y postrados cuellos,

parte uerás en los turuados jestosde nuestros miserables ciudadanosno sé por qué razón a ti molestos,

parte uerás en mis… a dos manosque cautiuerio triste significande tus basallos míseros cristianos

mas antes estas cossas la publicanasta los animales sin sentido /27y todos los que ya os suplican

en suma, gran señor, lo que yo pidoes una general misericordiacon este nuestro pueblo perseguido

y con nueuos pactos y concordiasuspendas de tus sieruos el tumultonacido desta súbita discordia

y no lo dudo yo ni dificulto

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 293

107. Encima de este verso y palabra: conscrito.

pues por ser cossa justa sera tuyaque todos consigamos este indulto,

tu benigna uondad nos constituyaen nuestras possesiones y descansosin que tu gran castigo se concluya,

y porque con mis uoçes quiçá cansoproseguiré con lágrimas mi ruego,asta que me respondas, señor, mansso.

Alboacén. Uerdad espero, ser sin causa niegoque yo con mis edictos y pregonese querido tornarlas [en] sosiego

mouiéronme justicia mis pregonesinfaustas y tristíssimas señalesde fieras y sangrientas rendiciones /27v

y para preuenir a tantos malescon un108 alfaquí docto me consejoque saue los effectos celestiales,

pues echó sus conjuros el buen biejodiome del vacicinio109 por respuestaun duro y asperíssimo consejo

yo bi con apariencia manifiestaque no fue la respuesta por él mismomas por algún espíritu compuesta

como si alguna furia del auismoal sauio las entrañas le royerao como que le toma parasismo

con los mismos efectos y manerala presencia del mismo cuando uinoa darme la respuesta verdadera

andaua con furiosso desatinotorciéndosse las manos arrugadas,los ojos bueltos de un color sanguino,

las baruas antes largas y peinadaslleuaua uedixossas y rebueltascomo de fieras sierpes enroscadas.

Las tocas con mil nudosas bueltasla cabeza pendiente110 le ceñían /28por este y aquel hombro lleua sueltas

las orrendas palabras parecíansalir por una trompa resonantepor do sus yertos lauios no mouían

si quieres que tu Dios, o Rey, leuantela rigurosa diestra, dixo, mira

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

294 AFA-LXI-LXII

108. El ms.: ul.109. Al margen, en el verso, dice vapticinio.110. Tachado el verso, tachado encima, y debajo: pendiente, con otra letra.

el medio que será solo uastantesi quieres aplacar tan grande ira

como muestra tener nuestro profectapues ya de tus estados se retira

si no quieres tu gente ver sujetay tan bien descompuestas anbas sienesdel lucido metal que las aprieta

conuiene que priues y enajenesde la persona triste de tu cortea quien más111 voluntad y afiction tienes

aquella que te da meyor deporteaora sea uarón aora seala dama que tomarás por consorte.

Audalla. Según el Rey lo finxe y ermoseaparece que es uerdad esto que dize.¿Abrá quien esta fábula no crea?

Alboacén. Diuisas diferentes dello hizela grauedad del casso ponderando /28vpobre del que será tan infelice

mis gentes y uasallos murmurandosus obras y seruicios repitiendoy cada cossa dellas ajustando

mi voluntad dudosa confiriendocon cada qual por uer a quien amaríade estraña uoluntad amor or[r]endo

y en tanto que con duda tal estauallegó nueuo dolor a la memoriay claro le mostró lo que buscaba

y ni que de la uida transitoriaeres tras la mente quien podíadarme mayor aflicción o mayor gloria

creí luego que el ado disponíaque fuesses tú la uíctima y ofrendaque pide la confussa profecía

y que para torcerme de la sendapor donde mas despeñarme deseoa ti sola su furia conprehenda

por ser en nuestra secta casso feoamar a quien a Cristo reuerenciaque ya deues sauerlo, según creo /29

todos interpretamos la sentenciaaunque con gran dolor de parte mía112

contra lo que meresçe tu presencia.Assí por cumplir lo que deuía

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 295

111. Tachado en el verso; encima, con otra letra: mas.112. Estos dos versos inician una nueva letra, pero mía es de otra diferente. ¿Será del autor?

te quisse desterrar ocultamentecon darte tan copiossa compañía

y mandé pregonar públicamenteque salga dentro de tiempo limitadofuera de Çaragoça vuestra gente.

Yssabela. Con que su prestaciones (¿) engañado,o poderoso Rey, determinasa perseguir el pueblo bautizado.

Mira que las sentencias repentinaspor un solo varón determinadassuelen parar en míseras ruinas

y que muchas prouincias encumbradasquedaron auatidas y postradas.

Alboacén. ¡O muger afligida! ¿Por qué antesde saber mi propósito das uozes?Óyeme, mas, ruégote que te levantes

ya yo quiero que goces y te goçestodo quanto me pides puesto cassoque mis largas merecedes desconoces

berdad es que me mueue nueuo casso /29vy no tu triste ruego se lamenteque muy más solamente en este casso

por el común descansso de mi gentepor dar satisfacción al gran prophetay ser a tus preceptos ouediente

por ser tú la persona más aceptay que mi boluntad tiene propicia,y no solo propicia más suxeta

creiendo que del cielo la justiciacon esto me mandaua que dexassedel amor insaciable la codicia

mandé por mi ciudad se pregonasseque nadie de la gente bautiçadaen los muros augustos auitasse

quedaras tú con esto condenadamas esta bez hallar puede persona(por justas ocasiones más amada)

tanto que pospusiera mi coronapor no pribarme de ella mas holgadosin esta priuación no me perdona

al fin es Albencaide mi criadoquien pudo suspender vuestro chastigoy quien a de morir por ser amado

que pues lo quiero tanto como digocon traspasar en él vuestra sentenciade todo lo demás me desobligo /30

Sigura parte ia de mi presenciaa consolar tus míseros cristianos

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

296 AFA-LXI-LXII

con dalles tú la nueva, y yo licenciadel que te da más que esta ley estraña113

quisiera ser io aquí contra mi partepor ser a la raçón de la contrariay de su ceguedad desengañarte

tú tienes ya por cossa necesariapriuarte del que amor es.

Yssabela. Si concedopues mira tu sentencia temeraria

injustamente yo sin pena quedopues soi la más amada.

Alboacén. De qué suerteporque contigo más que todos quedo.

Yssabela. Esta sola raçón puede bencertea mi me desterrauas por chastigoy dar a tus vassallos crudamente.

Alboacén. Pudiérame baler esso contigomas no con un varón tan inportanteel qual fuera uencido mi enemigo.

Yssabela. Quiero que essa raçón fuera bastantepero dime: ¿tuuieras amor firmeal moro si lo uieras inconstante?

Alboacén. Antes por acertar a seruirmey serme tan leal tu muerte lloro.

Yssabela. Luego ya no podrás contradecirmepues ya el leal, como tu moro, /30v

Antes traidora soy a su grandezala cruz es mi senal y a Dios adoro

con ver en mi tan clara la durezacon verme como digo bautizadano te pude mudar de tu firmeza

mas antes soy de ti muy respetadaque tanto quanto yo me muestro duratu muestras voluntad aficionada.

Sufrieras tu del moro por venturatan grandes desacatos y desdenesya dixiste que no.

Audalla. Fuera locura.Yssabela. Luego mayor amor a mí me tienes

porque condenas pues al menos gratoa mí será mejor que me condenes

consiste di señor en un buen tratocon la que te desama ser benino114

y con el que te sirue bien ingratosi sus fieles serbizios le hazen digno

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 297

113. Este verso está aislado, no rima con ningún otro.114. En el verso, ilegible; a continuación y con otra letra: benino.

del amor que le muestras, es ley justapagarle con castigo tan indigno

por sentencia tendré menos injustaque todos los christianos miserablesdexemos la ciudad Cesaraugusta. /31

Alboacén. Ya no son tus palabras tolerablesni yo puedo sufrir con mi presenciaque con tal libertad y furor ables

con menos artificio y eloquenciaa tu christiano pueblo defendiasquando me probocabas a clemencia

porque su propio daño no temíaspor tan propio traidora como tieneseste que contradizes por mil días

a solo defender su causa bienessegún has olbidado la primeray de raçones prontas te prebienes

puedo disimular ¿quién tal creyera?que la que con un Rey fue rigurosacon un basallo suyo no lo fuera.

La muerte, pues, que pides animosa¡o, perra! te darán en compañíadel perro que te tiene por esposa.

Yssabela. Este fiero furor y tiraníalas vidas (quando mucho) quitar puede,Muley dará la suya y yo la mía

pero después la gloria, que sucede /31val martirio dichoso, no la quitani tal juridición se te conzede.

En Muley hallarás otro Leuitapues para ser chatólico christianoen su patria dexó vuestra mezquita.

En mi verás también (como Daciano)el pecho que mostró la virgen bellahonor del apellido lusitano.

Yo, pues, te seguiré, casta doncellacuyo sangriento clauo resplandezey tu diuina frente como estrella.

Audalla. Poderoso señor, ¿no te parezeque todo lo que dize verificaquien ambas las dos vidas nos ofreçe?

Alboacén. Delictos a delictos multiplicaquien sin arrepentirsse de los echosdespués con pertinacia los publica.

En poluos los cadáueres desechos115

JOSÉ FRADEJAS LEBRERO

298 AFA-LXI-LXII

115. Una palabra tachada y, encima, cadáueres. A continuación de esta, otra tachada.

y vuestros coraçones tan conformesarrancados veré de vuestros pechos.

Yssabela. Pues aunque de metal un toro formesy quieras ser un Falaris tirano /32haciendo los castigos más inormes.

El pecho que se precia de christianoreciuirá goçosso quantas penasimbentes y procedan de tu mano

o laços apacibles y cadenastemidas de los flacos corazonespor ser de tales ánimos ajenas

zeñidme ya dulcíssimas prisiones,seréis preciosas arras de mis bodasy del esposso dulze gratos dones.

Venid a mi, cargad sobre mi todas,y tus dones el tálamo dichossoque para los dos juntos acomodas.

Alboacén. En el lugar que saues tenebrosoAudalla mandarás que pongan estaenemiga cruel de mi reposso

y después que la dexes allí puestavendrás a donde dixe, porque quierosolenizar de ueras esta fiesta,

esto con breuedad porque te espero.Audalla. Así se hará, señor, ¡o! desdichado,

mas antes venturoso carcelero.¡O! Rey, en mi poder as oy dexado /32v

la joya que yo precio más haora116.Desuiaos ya vosotros, tú, señora,

confía, pues Audalla va contigoque la contraria suerte se mejora.

Yssabela. ¿Qué dizes?Audalla. Sabrás tú lo que te digo

quando los dos estemos donde ayadexado los que van aquí conmigo

ni la traueis de braços ni de sayadexalda, bien podeis seguramenteque de su boluntad ella se vayay no venga tampoco tanta gente.

Vansse y sale Axa sola.

LA ISABELA (TRAGEDIA DE LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA)

AFA-LXI-LXII 299

116. Falta un verso en este terceto.

Estudio y edición de las Phrases y fórmulas loquendi de la guerra

de Juan Lorenzo Palmireno (1568)M.ª ÁNGELES GARCÍA ARANDA

Universidad de Jaén

INTRODUCCIÓN

En 1568, Juan Lorenzo Palmireno publica en la imprenta valen-ciana de Pedro Huete el Estudioso de la aldea, con las quatro cosasque es obligado a aprender un buen discípulo, que son: devoción,buena criança, limpia doctrina y lo que llaman Agibilia1.

Este manual estaba destinado a la formación íntegra de los estu-diantes, y pertenece a la amplia y variada obra que el humanista ara-gonés (1524-1579)2 publicó para completar y mejorar la educación yla instrucción ética y moral de las nuevas generaciones; sin duda algu-na, una de sus principales preocupaciones:

La mayor parte de sus tratados se dirige a instruir a los niños, yaficionarles a la elocuencia, para cuyo fin usa de cuantos medios lehabían enseñado su aplicación y dilata experiencia de muchos años.Parece que era nacido singularmente para enseñar, tal su anhelo al ade-lantamiento de sus discípulos, el gusto con que los instruía, y la pacien-cia con que toleraba sus inquietudes. A la verdad, no podemos negar quese hallaran muchos maestros más peritos que Palmireno, pero creemosque con dificultad se hallarán más hábiles para el magisterio, siendo

AFA-LXI-LXII (2005-2006), pp. 301-320 301

1. Hemos manejado los ejemplares que se encuentran en la Biblioteca Nacional de Madrid con sig-naturas U/9063, R/7920 (micr. 14527) y R/31255.

2. Para los datos sobre la vida y la obra de Palmireno, véanse los trabajos de M. Artigas y Ferran-do (1910 y s.a.), F. Carreres y de Calatayud (1946), L. Esteban Mateo (1976), A. Gallego Barnés (1982),D. Gascón y Guimbao (1905), J. M.ª Maestre Maestre (1990), P. Vallejo (1985) y C. L. de Vega y Luque(1973).

como es constante que no es lo mismo estar instruido que instruir enlas ciencias3.

Forma parte, pues, del corpus de tratados pedagógicos y educa-tivos que compuso Palmireno. Además, el aragonés dedicó tiempo ydinero4 a la publicación de obras de temática religiosa, lingüística,epistolar o retórica, y llegó a redactar algunas piezas de teatro es-colar.

El interés que, en esta ocasión, tiene para nosotros el Estudiosode la aldea no es otro que la inclusión entre sus páginas de unas Phra-ses y fórmulas loquendi de la guerra, esto es, una recopilación devoces y expresiones de contenido militar, que van introducidas por lassiguientes palabras:

Esto podrás tú curiosamente acabar, que yo no he querido sino dar-te la traça. Aprouecha para vn apodo predicando, para vna conversación.Y al mismo modo puedes hazer en cosas de Agricultura, o de Arte Mili-tar […]. En esto no ternás mucho trabajo: porque en qualquier aldea sehalla algún viejo que ha seguido la guerra y te dirá los vocablos. Peroen Latín es muy trabajoso, por tanto recibe este mi trabajo con la volun-tad que yo te le doy, deste modo5.

Palmireno, «uno de los mayores vulgarizadores de los conoci-mientos humanos en el siglo XVI» (D. Gascón y Gimbao, 1905: 2),fue profesor en el Studi General de Valencia y en el Estudio Generalde Zaragoza, y conocía las carencias y las necesidades de las que losestudiantes adolecían. Dos de ellas eran, sin duda alguna, el escasointerés que despertaba el latín y los problemas que la traducción detextos con léxico especializado producían al alumnado. Así, nuestro

M.ª ÁNGELES GARCÍA ARANDA

302 AFA-LXI-LXII

3. Francisco Ortí (1730: 209) citado por D. Gascón y Guimbao (1905: 12-13).4. Son conocidas las quejas de Juan Lorenzo Palmireno sobre la carestía de la vida y la escasez de

dinero para sufragar los gastos que le generaba la composición de sus obras. Así, en el Vocabulario delhumanista (1569: 114), podemos leer: «mi propósito fue poner nueve abecedarios, tratando en el últi-mo las antiguallas que al principio prometo: pero quien tiene familia que sustentar en años tan caros, ysin Mecenate, que ayude al papel, por fuerça ha de bolver a tras; contemplando que pone sus ojos, salud,fama y dinero a votos del vulgo; el qual con su acostumbrada ingratitud dize, que vendo muy caro estelibrico: en el qual, allende de los pescadores y caçadores que he estrenado y combidado, para ver cómoquadrava lo que yo sacava de los libros con lo que ellos experimentan». Un poco después, en la Segun-da parte del Vocabulario del humanista (1569: 128), el aragonés vuelve a insistir en la carestía de lavida y a recordar los escasos bienes de los que dispone: «Entenderá aquí el lector quán buena obra seráésta: cuyo fragmento acaba de leer. Yo he procurado con muchos ruegos darle priessa a la impressión,y como es tan recatado, quiera la pulir, no como yo que ando a cantar mal y porfiar, y con furia embíomis suelos sin reposar: que aun para bolver a leer lo que he compuesto, no tengo paciencia: de mi tin-tero al impressor, no hay parada, ni aun para apuntarlo: quanto más para aguardar votos de amigos: peroque haré a mi complexión, no lo çuffre, o mis trabajos de seys horas cada día en primera classe, y doshoras en condutas no lo permiten».

5. J. L. Palmireno (1568: 163 y sigs.).

humanista (1568: 156-157) facilita algunos consejos y advertenciaspara tratar de enmendarlas:

[…] hay muchos que en Latín son copiosos, y en Romance nosaben hablar, y si traduzen, faltanles vocablos. Mira que el Latín sólosirve a las escuelas, si en Romance vas corto, no te cumple tratar conCortesanos. Pues como Bartholomé Riccio aconseja en Latín, yo digoque no sólo querría tuviesses esse cuydado en Latín, más aún en Roman-ce, porque si hablas de abejas, mejor dirás Colmena, que no Vaso, si deguerra, marchar, alojar y combatir, que no caminar, assentar el campoy pelear. Y sería muy provechoso, quando leas algún libro en Roman-ce, sacar por el A, b, c, los vocablos más pulidos, y modos de hablar,como personado y carrucha son bárbaros, notar que los proprios y ele-gantes son personage y polea. Habituándote a esto de chiquito, ternásbuena lengua para Predicador, o para alegrar los enfermos, si eres Mé-dico.

Por estas razones, Palmireno compuso, o aconsejó la composi-ción, de repertorios léxicos especializados de diferentes materias, yél se encargó de legarnos numerosas páginas dedicadas al léxico dela ortografía, al léxico de las monedas y medidas, al léxico náutico,al vocabulario de plantas y animales, al léxico de los colores, al léxi-co filológico, al vocabulario de las partes del mundo o al léxico anti-guo para entender a los autores clásicos6.

Esta forma de recopilar el léxico no es original de Palmireno,pues ya otros humanistas habían apostado por la elaboración de cua-dernos de notas para el aprendizaje de la lengua latina. Redactarony elaboraron libros de notas la mayor parte de los humanistas euro-peos, y buen ejemplo de ellos son los que se conservan de Boccac-cio, Bartolomeo della Fonte o Angelo Policiano, relaciones de pala-bras y frases extraídas de los autores clásicos y recopiladas paramemorizarlas y emplearlas en las clases de composición latina. La

ESTUDIO Y EDICIÓN DE LAS PHRASES Y FÓRMULAS LOQUENDI DE LA GUERRA

AFA-LXI-LXII 303

6. Estos repertorios llevan por título: De Orthographia, inserto en De vera et facili imitationeCiceronis (Zaragoza, Pedro Bernuz, 1560); Sylva de vocablos y phrases de moneda, medidas, comprary vender para los niños de gramática (Valencia, Juan Mey, 1563), el Fragmentum libri qui inscribiturLexicon nauticum et aquatile que se incluye dentro de la Tertia & vltima pars rhetoricæ (Valencia, JuanMey, 1566), el «Léxico de nauegar» en el Estudioso de la aldea (Valencia, Juan Mey, 1568), los Arbo-ris nomina & varia in nomina aliqua latina explicata (ms.), el Vocabulario del humanista (Valencia,Pedro Huete, 1569), el Lexicon puerile dentro de De vera & facili imitatione Ciceronis (Zaragoza, PedroBernuz, 1560); Epitole de coloribus (ms.), el Lexicum Philologiæ (ms.), el Vocabulario de las partesmás principales del mundo, con los de España, más extendidos que los de las otras regiones y en algu-nas cosas notables en cada Provincia (Valencia, 1578) y «Vocabulario de antiguallas para entender aCicerón, César y Vergilio», que nunca vió la luz, si bien sí llego a publicar unas Phrases Ciceronis obs-curiones in hispanicam linguam conversæ (Valencia, Pedro Huete, 1572) y un «Léxico de Terencio yCésar», que ocupa las páginas 234 a 240 del Estudioso de la aldea.

novedad de Palmireno fue su aplicación al estudio del vocabularioromance7.

1. ESTUDIO DE LAS PHRASES Y FÓRMULAS LOQUENDI DE LA GUERRA

Las Phrases y fórmulas loquendi de la guerra contienen dife-rentes materiales.

1. En primer lugar, se enumeran los nombres en español de vein-tinueve oficios de la guerra y cargos militares.

2. Tras ellos, Palmireno recoge y ordena alfabéticamente cientoveinticuatro voces y frases de temática militar. La mayoría deellas están redactadas en latín y, casi su totalidad, traducidasal español (tan solo una oración está sin traducir: Hippagij pue-ri perducebant potum iumenta ad Sebethum amniculum).

3. Finalmente, estas Phrases incluyen tres epígrafes más de temá-tica diversa. Uno dedicado a los «adereços de un cauallo»(compuesto por veinte voces españolas) y otro a las «armas deun cauallero» (formado por veintiocho palabras españolas);bajo los artículos de la letra d, uno más, titulado «Diuersaadmodum hæc quatuor quæ sequuntur, olim a nostris non fuer-tunt» (redactado en latín, traducido al español y, como dice elpropio epígrafe, compuesto por cuatro formas).

1.1. El léxico militar de Palmireno

Las Phrases están ordenadas alfabéticamente solo a partir de laprimera letra de la primera palabra, lo que provoca, por un lado, larepetición de una de las unidades («Custodiarum munia obire, estaren centinela») y, por otro, la inclusión bajo la letra i de la frase «Con-fertim ingressi, arremetiendo de tropel», probablemente por el pesoen la expresión de ingressi.

M.ª ÁNGELES GARCÍA ARANDA

304 AFA-LXI-LXII

7. Manuel Breva-Claramonte (1994: 30) cita, entre otros, «la colección de Synonyma verborum(1436) de Stefano Fieschi, a la que más tarde se añadió una lista de Syninyma sententiarum. LorenzoValla en su De elegantiis linguae Latinae (1440) ofrece un gusto refinado para la distinción de sinóni-mos, explicando los matices de significado de senes, veteres y antiqui. Erasmo, en su De copia verbo-rum et rerum (1511), presenta unas doscientas maneras de decir «me alegro mucho de recibir su carta»,y sus Colloquia familiaria (1523) nos muestran diversas maneras de encabezar las cartas».

La presentación formal de los materiales se hace en dos colum-nas: a la izquierda y en cursiva la forma latina, a la derecha y enredonda la traducción española8.

Este repertorio, dado que tiene como objetivo la presentación deléxico romance especializado procedente de diversas fuentes, presentaartículos con contenido muy diferente. Así, si tenemos en cuenta eltipo de unidad gramatical que recopilan los artículos, encontramos:

1) Unidades univerbales en español, principalmente verbos eninfinitivo y sustantivos.

2) Frases enteras extraídas, con toda probablidad, de sus lectu-ras personales y caracterizadas por la presencia de verbos conjuga-dos, de personajes y lugares históricos... Encarnan el tipo de artícu-lo más frecuente en el repertorio, y de ahí su título Phrases y fórmulasloquendi de la guerra:

Ala Cataphractorum, vanda de hombres de armas.

Ad transtra catenatos pro seruis remigibus de tinebant, trayan los alremo.

Excubare, hazer la guardia.

Expedit sclopetariorum manipuli, algunas sueltas quadrillas de arcabu-zeros.

Erat ex eo procerum ordine qui conchyliatum Torquem, Galliæ, Regismunere eximij honoris causa, gestare consueuerunt, del orden de S.Miguel.

Pronuntiari iubet, mandó echar vando.

Porta quæ naualibus portuique imminet, que sale al puerto y ataraça-nas.

Peracris pugna, terrible y peligroso recuentro.

El interés del contenido de estas frases de temática militar es,pues, desigual. Mientras que algunas frases no tienen apenas valor, elléxico militar de algunos fragmentos traducidos de textos latinos pue-de considerarse el germen de un vocabulario de especialidad, a lamanera de los que ya había publicado anteriormente.

La mayoría de los equivalentes españoles de este repertorio sontraducciones íntegras de las versiones latinas. Ahora bien, en algunas

ESTUDIO Y EDICIÓN DE LAS PHRASES Y FÓRMULAS LOQUENDI DE LA GUERRA

AFA-LXI-LXII 305

8. En la edición que ahora ofrecemos hemos unificado formalmente la presentación de los mate-riales, de manera que en cursiva va el texto latino y a continuación, separado por una coma y en redon-da, la versión española.

ocasiones, Palmireno no ofrece una paráfrasis del texto clásico sinoque facilita únicamente el vocabulario, normalmente el especializa-do, y las construcciones necesarias para comprender el texto, y ellolo señala separando estas unidades con puntos:

Aduersa tempestate oborta, non modo retentum fuisse, sed aliquot tri-remiu, quas atrox ventus Africo, atque Austro permixtus Acroce-rannij cautibus illisisset iactura fecisse diceretur, vti facile appa-rebat ex armamentis eiusquenaufragij fragmentis, quae toto fereDalmatico littores natantia visebantur, se leuantó fortuna. Terribleviento con Ábrego y Gallego. Las peñas de Cimera. Hizo pedaços.Armas y xarcias.

Caeterum N. tate classis appulsu, aliquato minore quam sperarat, sig-natae pecuniae copia subleuatus est, cum paulo post vixdum per-soluto vetere stipendio, noui exoluendi stata dies in staret, id iamexpectante & flagitante milite, vti par erat & vociferantibus prae-fectis, vnde exhaustro castrensi aerario auri egens imperator a qui-busdam praefectis, ditioribusque alarum legatis, oppignorata fide,mutuo pecuniam accipere & quando haec quoque deficeret, aliquotleuis armaturae equitum turmas exauthorare ac dimittere cogeretur,el dinero que esta armada truxo, fue menos de lo que N. esperaua.Llegaua el término de otra nueua paga. En el campo no hauía dine-ro. Empeñando su fe. Despedir vandas de cauallos ligeros.

Ea sunt nauigia structura militari, formaque ad omnem vel tormento-rum vel tempestatis contumeliam egregie sustinendam idonea, pau-lo minora onerarijs, humilioraque instructa quadratis velis, atqueetiam aliquot remis, vt e portubus in apertum mare ad captandosventos facile sit sese prouehere & promontoria superare, innume-rabilem tormentorum copiam ferunt, quibus vel plurimas triremesin multa malacia ad se oppugnandum appropinquantes, per fringeremaioribus tormentis, atque demergere facile possint cum directisad libellam sumae aquae per fenestellas validissimis colubrinis inorbem vndique ferrae pilae ad multum maris spatium emittantur,per flantibus vero ventis reliquorum nauigiorum cursum antecedant,de forma apropiada para pelear. Que naos gruessas. Traen velas qua-dradas. A alta mar a buscar viento. Passar los cabos. Echar a fondo.Por delante y por detrás y por los lados, tienen gruessas colubrinasassestadas porsus cañoneras a la lengua del agua. Arrojan lexos portodas partes pelotas de hierro. Cogen la delantera a qualquiera nauío.

Purpurea cruce obsignari pectus iubet, eosque cruciferos milites appe-llat, soldados de la Cruzada.

El vocabulario militar, por otro lado, puede aparecer dentro deltexto o formando un artículo lexicográfico independiente. En estosúltimos casos, suele tratarse de equivalentes lingüísticos sinonímicos,ya sean sustantivos, verbos o cualquier otra categoría gramatical:

M.ª ÁNGELES GARCÍA ARANDA

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Alae equitum signifer, alférez de la guarda.

Ala Cataphractorum, vanda de hombres de armas.

Antiqua factio mediocrium & infirmorum ciuium, antiguo vando entrelos ciudadanos de media talla y los Plebeyos.

Armaturae leuis expedita manus, vn suelto esquadrón de cauallos lige-ros.

Animus factio sus militis, ánimo vanderizo.

Conscripti pedites, infantería ordinaria.

Conglobato agmine, apiñados.

Crassiores plutei supra rostrum, la rumbada sobre el espolón de la naue.

Expeditae peditum cohortes, compañías sueltas de Infantería.

Excubare, hazer la guardia.

Libratores, artilleros, o lombarderos.

Manipulatim exire, salir en quadrillas.

Militaris via, camino real.

Peracris pugna, terrible y peligroso recuentro.

Tormenta aenea, artillería de bronze.

Thorax & Galea, coraças y celadas.

Trierarchi, los Cómitres.

Vineae, cestones.

En algunos casos, el léxico especilizado precisa de alguna infor-mación adicional para hacerlo más asequible y sencillo:

Acies media, la batalla, que es esquadrón que va en medio.

Rotundi ambitus agge rem muralis instar propugnaculi erexerat, vnreparo redondo que parescía bastión de muralla.

Mortaria sunt patuli atque ingentis oris tormenta, quae siliceam pilamtripedalis ambitus in sublime iaciunt. Eorum pilae cum ab altocadunt, domorum tecta cum magna contignationum strage ad infi-mas vsque testudines perforant, apertis autem in locis & solo pra-esertim strato illico ipso casus impetu perfringuntur, frustulisquein diuersa dissilientibus, obuios mortales miserabilibus plagisdeformant atque interimunt, es morteruelo vna pieça de artillería deboca grande y ancha, la qual tira hazia lo alto vna pelota de peder-nal, tan gruessa como tres pies, la qual quando cae delo alto, hora-da los techos de las casas con gran ruyna de los entablamientos, quecon las pelotas cienen a baxo, y quando la pelota cae en lugares des-cubiertos, házese pedaços con la furia que trae, especialmente si daen suelo empedrado y aquellos pedaços saltando hazia muchas par-tes, hieren y matan con miserables heridas a los que encuentran.

ESTUDIO Y EDICIÓN DE LAS PHRASES Y FÓRMULAS LOQUENDI DE LA GUERRA

AFA-LXI-LXII 307

Se trata, pues, de un texto poco original, cuyos objetivos pudie-ran estar centrados no tanto en recopilar léxico militar, como en pre-sentar a los alumnos la manera de traducir, de hacer anotaciones a lastraducciones latinas y de ampliar su vocabulario romance.

1.2. Fuentes de Palmireno

A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los vocabulariospalmirenianos, en donde la cita de autores y obras dentro del artícu-lo lexicográfico es muy amplia, en las Phrases y fórmulas loquendide la guerra no se menciona fuente alguna, y es el propio autor quiennos señala sus lecturas de tema militar e histórico preferidas:

De todo esto podrás entender como te has de exercitar en sacar voca-blos y phrases y fórmulas loquendi para bien hablar en Latín, y bientraduzir, y bien conuersar en Castellano. De modo que si lees vnlibro en Romance, que tenga buen estylo, como son:

Viage del príncipe del maestro Caluete de Estrella.

Historia Pontificial del Doctor Gonçalo de Yllescas. Florián Docampo.Don Luys de Áuila. El licenciado Baeça. Anales de Çurita. Y algu-nos passos de Gueuara.

Querría que los leyesses con pluma en mano, y en hallar vna cosa bienencarescida, la trasladasses […]. Si lees la historia de Indias deFrancisco López de Gomara, pondera la descripción del rostro deLuys Colón […]. No te oluides de tener diez y ocho hojas assig-nadas para escriuir apodos o símiles que valen mucho para per-suadir, quando seas Predicador, y alegrar al doliente, si eres Médi-co, y dar a entender vn precepto, si eres Maestro. No tengas cuentasi son en Romance o Latín. A mí los de Plutarcho me agradan enestremo9.

Las obras de las que Palmireno recomienda su atenta lectura son:El felicíssimo viaje del muy alto y muy poderoso príncipe don Phi-lippe,hijo del emperador don Carlos Quinto Máximo, desde Españaa sus tierras de la baxa Alemaña: con la descripción de todos losestados de Brabante y Flandes (Amberes, Martín Nucio, 1552) delinstructor de Felipe II Juan Cristóbal Calvete de Estrella (c.1510-1593), la Historia pontificial y cathólica de Gonzalo de Illescas(1518-c.1583), los Anales de la Corona de Aragón del cronista Jeró-nimo Zurita y Castro (1512-1580) y la Historia General de las Indias

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9. Palmireno, J. L., El estudioso de la aldea, 1568, pp. 194-195.

y todo lo acaecido en ellas desde que se ganaron hasta ahora (1551)(Amberes, 1554) de Francisco López de Gómara (1511-c.1566).

Así mismo, cita a Florián Docampo (1495-1558), historiador ycronista real, y a Luis de Ávila (c.1490-c.1560). Probablemente, lostítulos recomendados fueran la Crónica General de España (1543-1553) del primero, y el Comentario de la guerra de Alemania hechapor Carlos V, máximo emperados romano, rey de España, en el año1546 y 1547, del segundo.

En la nómina se encuentran también el licenciado Gaspar de Bae-za, traductor de Pablo Jovio (Elogios o vidas breves de los cavalle-ros antiguos y modernos y la Historia general de todas las cosas suce-didas en el mundo en estos cincuenta años de nuestro tiempo) y autorde De decima tutori hispanico iure praestanda tractatus modes omni-bus novus (Granada, 1567) y de In Caroli quinti Augusti HispaniaeRegis, illustiem constitutionem in Madritensi conventu editam, quaede nom meliorandis filiabus dotis ratione loquitur (Granada, 1566);y Antonio de Guevara (c.1480-1545), autor, entre otras, de Aviso deprivados y doctrinas de cortesanos, Consexos que da a los Privadosde los Príncipes, Despertador de cortesanos, Epístolas familiares, ElRelox de los príncipes, Libro áureo de Marco Aurelio, Menospreciode Corte y alabanza de aldea, Oratorio de religiosos y exercicio devirtuosos o la Vida de los diez emperadores romanos10.

De la misma manera, y en su habitual costumbre de proporcio-nar datos de su propia biografía, Palmireno reconoce que se ha ser-vido en sus lecturas de los compuestos por Plutarco (cf. A. GallegoBarnés, 1983). Y no fue el único, Erasmo de Rotterdam publicó Pará-bolas o Símiles, esto es, locuciones sacadas de Plutarco, Aristóteles,Plinio y otros autores clásicos.

1.3. Informaciones extralingüísticas

La diversidad cronológica de las fuentes, que van desde las clá-sicas hasta las del momento de la publicación, la variedad de obras

ESTUDIO Y EDICIÓN DE LAS PHRASES Y FÓRMULAS LOQUENDI DE LA GUERRA

AFA-LXI-LXII 309

10. El trabajo de Ruth H. Kossoff (1977) revisa las fuentes que Palmireno manejó para algunas desus obras, entre ellas para el Estudioso de la aldea. Por otro lado, en 1730 Francisco Ortí (209) ya hacíanotar que «En sus obras (que son muchísimas), resplandece una lección continua de poetas, oradores,historiadores y filósofos; un estudio profundo, una hermosa limpieza en el estilo, una juiciosa elecciónen las sentencias y un candor inocentísimo de ánimo».

de las que Palmireno parte y el contenido de ellas, mezcla de fic-ción y realidad en muchos casos, nos ofrecen interesantes y varia-das noticias extralingüísticas. Nos permite adentrarnos en la geo-grafía mundial (Albania, Corfú, cabo Marano...), los enemigos de losespañoles (se repiten sucesivamente los turcos y los moros), algu-nos de los vientos principales (ábrego, gállego...), el oficio en laguerra de los villanos (Cum his ad tria agrestium millia purgandis& sternendis itineribus mercede conducta, con ellos yuan hasta tresmil villano conduzidos a jornal para limpiar y allanar los caminos)o las ceremonias que se llevaban a cabo tras las contiendas (Decu-rionum scriba nunciauit militibus ob eas res trium dierum suppli-cationes decretas esse, el Escriuano del cabildo les contó a los sol-dados, que pos estos successos se hauían hecho Processiones tresdías).

1.4. Las ediciones de 1571 y 1578

Tres años más tarde vuelve a publicarse en Valencia, esta vez enla imprenta de Pedro Huete, El estudioso de la aldea. Se trata de unanueva edición de la obra, que, aunque con cambios en el texto sobrela «devoción, buena crianza, limpia doctrina y agibilia»11, no presen-ta ninguna modificación en lo que al léxico militar se refiere.

De la edición hecha en 1578 de El estudioso en la aldea no tene-mos ningún dato más que los que ofrece Gallego Barnés (1982: refe-rencia 50), quien la incluye dentro de las Lucubrationes.

2. EDICIÓN DE LAS PHRASES Y FÓRMULAS LOQUENDI DE LA GUERRA DE JUANLORENZO PALMIRENO (1568)

General, Coronel, Alférez, Maestro de campo, Sargento, Conseruador,Furrier, Caporal, Cabo de esquadra, Cabeça de cámara, Preuoste, Maestro deobras altas, Atambor, Pífaro, Capitanes de conduta, Cauallos ligeros, Estradio-res, Hombres de armas, Ginetes, Marchales delas posadas, Commissarios, Paga-dores, Proueedores, Gastadores, Aguadores, Leñaderos, Guisanderos, Maestrosy Asestadores de la Artillería.

M.ª ÁNGELES GARCÍA ARANDA

310 AFA-LXI-LXII

11. En la portada de esta nueva edición, de hecho, puede leerse El estudioso de la aldea de LorençoPalmireno. Añadióse en esta segunda impressión el Borrador y la declaración de lo que el Christianovee en los sagrados templos (Valencia, Pedro de Huete, 1571).

Aciem instruxit, ordenó su batallaArma discendentes ab Italia, stipendij nomine acceperant, quae quarto demum

mense leui incommodo soluerentur, al tiempo que partieron de Italia, hauíantomado armas por paga, para que en quatro meses se les fuesse descontadopoco a poco cada mes tanto, para que lo sintiessen menos

Alas hostium vidit, vió las vandas de enemigosArma protinus expediunt, densatoque, agmine in orbem pugnantes, ad oppidum

contenderunt, echaron al momento mano a las armas y cerrándose en esqua-drón, començaron a pelear hechos vna muela, y juntamente marchauan sin ces-sar a la ciudad

Alae equitum signifer, alférez de la guardaAla Cataphractorum, vanda de hombres de armasAd transtra catenatos pro seruis remigibus de tinebant, tráyanlos al remoAntiqua factio mediocrium & infirmorum ciuium, antiguo vando entre los ciuda-

danos de media talla y los PlebeyosAperta galea, alçada la visera del yelmoAntonio & alijs in foro ceruices abscissae sunt, fueron degollados o descabeça-

dos enla plaçaAnte portum decurrentibus cum insigni ornatu vexillorum triremibus, corriendo

delante el puerto con sus galeras adornadas de luzidas vanderas y gallardetesAlbi asturcones sine sessoribus auratis ephippijs instrait praeibant, yuan delan-

te hacaneas blancas de diestroAd terrendos nostros in fastigio Barbaricum vexillum erexerunt, plantaron en lo

más alto de la torres vna vandera TurquescaAliqui necabantur spitamali quodam ligno ad ceruices laqueum intorquente, vn

garroteAlij Epiri littora lambentes praeteruecti Corcyam, costeando la ribera de Alba-

nia, passaron a delante de CorfúAduersa tempestate oborta, non modo retentum fuisse, sed aliquot triremiu, quas

atrox ventus Africo, atque Austro permixtus Acrocerannij cautibus illisissetiactura fecisse diceretur, vti facile apparebat ex armamentis eiusquenaufra-gij fragmentis, quae toto fere Dalmatico littores natantia visebantur, se leuan-tó fortuna. Terrible viento con Ábrego y Gallego. Las peñas de Cimera. Hizopedaços. Armas y xarcias

At ille sextis & quinquagesimis castris Belgradum peruenit, ciues erectis passimtriumphalibus ornamentis, subeunti portam vrbis, claues ad declarandamantiquae propensionis fidem, obtulerunt, en cincuenta y seys jornadas. Arcostriumphales

Arx oblata tessera reciperunt, dando la contraseña, el Alcayde diesse el castilloAcies media, la batalla, que es esquadrón que va en medioAd diem singulis cohortibus stipendia perueniunt, pagauan el sueldo al mismo

día que se cumplía el plazoAlbi centones aduersus omnem imbrium & frigoris iniuriam probatissimi, fiel-

tros blancos muy prouados contra frío y lluuia

ESTUDIO Y EDICIÓN DE LAS PHRASES Y FÓRMULAS LOQUENDI DE LA GUERRA

AFA-LXI-LXII 311

Aciem hic pandi iubeat, ille densari & sisti agmen, este mande que se abra la orde-nança a qualquiera que cierre y haga alto

Admirabili pagorum omnium consensu, con admirable concordia de todos loscantones

Armaturae leuis expedita manus, vn suelto esquadrón de cauallos ligeros

Accidit vt repentinus Nerumperet & potitus tormentis, ea ferreis stylis in spira-cula coniectis, ita vt minime displodipossent, configeret, clauó la artilleríapor el fogón

Animus factio sus militis, ánimo vanderizo

Aestiuare, alojarse

A principio fugae cataracta portae demissa fuerat, dende el principio quecomençaron a huyr, estaua abaxado el rastillo de la puerta

Celoces, galeones

Caesar tota classe ad anchoras constituta, pronunciari iussit, vt milites expedi-ti in triremium, magnarumque nauium scaphas desilirent & toto littore des-censiones facerent. Quod vsque adeo composite administratum est, vt totavndique littora Barbarorum agminibus nudarentur, el Emperador estando suarmada surta, mandó echar vando que los soldados ligeros entrasen en losbateles delas galeras y naos gruessas, y desembarcassen por la ribera. Hízo-se esto con tan gentil orden que los Bárbaros que allí estauan, desampararontoda la costa

Custodiarum munia obire, estar en centinela

Caesar erexit praetorium idoneo in loco, puso César su tienda en lugar conue-niente

Cum his ad tria agrestium millia purgandis & sternendis itineribus mercede con-ducta, con ellos yuan hasta tres mil villanos conduzidos a jornal para limpiary allanar los caminos

Conscripti pedites, infantería ordinaria

Copia tormentorum curulium abundant, tienen abundancia de artillería de cam-paña

Centum generosi & militares equi vacui sessoribus praeducebantur, lleuáuanledelante de diestro cien muy hermosos cauallos de guerra

Cum ingentem gladium singulari peritia ambabus manibus regeret, etin mediahostium acie versaretur detruncatis pluribus lanceis, multisque Sarracenistrucidatis, ad extremium tota acie in eum conuersa, oppressus est, iugandocon gran destreza de montante a dos manos, auiendo andado por medio de labatalla de los Moros y cortado muchas lanças y muertos muchos dellos, enfin reboluiéndose contra él toda la batalla, cayó muerto

Cum inter munimenta carrorum, quos illi pro vallo hostibus obiecerant pilarumprocella magnam stragem edidisset, como la tempestad de las pelotas hizies-se gran matança entre vnos reparos de carros que hauían puesto por estaca docontra los enemigos

Cataphracti, hombres de armas

M.ª ÁNGELES GARCÍA ARANDA

312 AFA-LXI-LXII

Conglobato agmine, apiñados

Custodiarum munia obire, estar en centinela

Copias recensuit, hizo reseña

Cum circumerrantibus Turcicis triremibus, casu quodam improuisus occurrisset,nec Turcae sicuti ex consuetudine debebant, honoris causa vela dimittere &inanibus bombis pacati animi significationem ostendere vellent, in eos super-biae suae atque odij violentiam subito conuertit, incitatisque remigibus, inTurcas rostra direxit perforatasque magno impetu hostiles duas demersit,como las galeras del Turco anduuiessen de vna parte a otra y encontrasse acaso con ciertas dellas y como los Turcos no abaxassen las velas, ni le hizies-sen salua disparando, por hazerle honrra, y dar señal de amistad, artilleríasin pelota, como según la costumbre lo deuían hazer, él de repente quiso exe-cutar en ellos su odio y soberuia y remando reziamente, endereçó la proacontra los Turcos y horadando con gran furia dos de sus galeras, las echó afondo

Caeterum N. tate classis appulsu, aliquato minore quam sperarat, signatae pecu-niae copia subleuatus est, cum paulo post vixdum persoluto vetere stipendio,noui exoluendi stata dies in staret, id iam expectante & flagitante milite, vtipar erat & vociferantibus praefectis, vnde exhaustro castrensi aerario auriegens imperator a quibusdam praefectis, ditioribusque alarum legatis, oppig-norata fide, mutuo pecuniam accipere & quando haec quoque deficeret, ali-quot leuis armaturae equitum turmas exauthorare ac dimittere cogeretur, eldinero que esta armada truxo, fue menos de lo que N. esperaua. Llegaua eltérmino de otra nueua paga. En el campo no hauía dinero. Empeñando su fe.Despedir vandas de cauallos ligeros

Conatus est directo & pene incenso clopetto illum interimere, encaró contra élvn arcabuz y casi le dio fuego

Crassiores plutei supra rostrum, la rumbada sobre el espolón de la naue

Duces certatim ligonibus & batyllis promptas manus admouebant, los Capitanestomauan a porfía alegremente picos y açadones para trabajar

De tertia vigilia in statione erant, hazían la guardia a la tercera vela

Dispositis tormentis vel constitutis, plantada el artillería

Diuersa admodum haec quatuor quae sequuntur, olim a nostris non fuertunt

Agger, bestión

Turres & castella, fuertes

Fossae, trincheas

Cuniculi, minas

Decurionum scriba nunciauit militibus ob eas res trium dierum supplicationesdecretas esse, el Escriuano del cabildo les contó a los soldados, que pos estossuccessos se hauían hecho Processiones tres días

Denique captus & in frusta dissectus perfidiae poenas dedit, el mal soldado pagósu tryción siendo preso y hecho quartos

Decem securi persussi quinque sudibus infixi, gratissimum inimicis spectaculum

ESTUDIO Y EDICIÓN DE LAS PHRASES Y FÓRMULAS LOQUENDI DE LA GUERRA

AFA-LXI-LXII 313

praebuerunt, fueron degollados diez, empalados cinco, lo qual fue spectácu-lo de gran plazer para los enemigos

Est bigarum carrorumque incredibilis numerus, quibus ferrea pila, sulphureipulueris vis ingens, praeterea vectes, dolabra, omnisque generis ferramenta,atque alia domandis itinerum asperitatibus opportuna praesidia, es innume-rable la cantidad de carros y carretas en que va gran muchedumbre de pelo-tas, póluora, picos, herramientas de toda suerte, y otros instrumentos conue-nientes para remediar la aspereza delos malos passos

Ea sunt nauigia structura militari, formaque ad omnem vel tormentorum vel tem-pestatis contumeliam egregie sustinendam idonea, paulo minora onerarijs,humilioraque instructa quadratis velis, atque etiam aliquot remis, vt e portu-bus in apertum mare ad captandos ventos facile sit sese prouehere & pro-montoria superare, innumerabilem tormentorum copiam ferunt, quibus vel plu-rimas triremes in multa malacia ad se oppugnandum appropinquantes, perfringer emaioribus tormentis, atque demergere facile possint cum directis adlibellam sumae aquae per fenestellas validissimis colubrinis in orbem vndi-que ferrae pilae ad multum maris spatium emittantur, per flantibus vero ven-tis reliquorum nauigiorum cursum antecedant, de forma apropiada para pele-ar. Que naos gruessas. Traen velas quadradas. A alta mar a buscar viento. Passarlos cabos. Echar a fondo. Por delante y por detrás y por los lados, tienen grues-sas colubrinas assestadas porsus cañoneras a la lengua del agua. Arrojan lexospor todas partes pelotas de hierro. Cogen la delantera a qualquiera nauío

Expeditae peditum cohortes, compañías sueltas de Infantería

Equestris mucro, espada gineta

Et cum ex transuerso Decurionum obtutu non obscurus omnino metus ei incute-retur, vim apparitorum veritus, celeriter se explicuit scalas que magnis pas-sibus descendit, viendo que los Priores lo mirauan de traués, temiendo no leechassen mano los Alguaziles, acogiose luego descendiendo a passo largo lasescaleras

Excubare, hazer la guardia

Expedit sclopetariorum manipuli, algunas sueltas quadrillas de arcabuzeros

Erat ex eo procerum ordine qui conchyliatum Torquem, Galliae, Regis munereeximij honoris causa, gestare consueuerunt, del orden de S. Miguel

Erat illi admodum infensus quod sibi in quadam altercatione vociferanti genam,pugno contudisset, bofetada

Factione deducta a coloribus quibus tegumentorum capitis praelongi apices tin-guntur, el vando toma denominación dela color con que los vanderizos tiñenlas largas puntas de sus turbantes

Frumentatum iuerunt, yuan a hazer forrage

Frumentatoribus praesidio missus, embiado a hazer escolta a los que trayan vitua-llas

Hostes descensionem facientes impeditosque sarcinis, facto vehementiore impe-tu, inuadunt, cierran con gran furia con los enemigos que faltauan en tierray estauan embraçados con sus balijas

Hippagij pueri perducebant potum iumenta ad Sebethum amniculum

M.ª ÁNGELES GARCÍA ARANDA

314 AFA-LXI-LXII

His sermonibus per coronas disseminatis, contando estas nueuas en las juntas yruedas de gente

In puppes lateraque hostilium nauium audacter incurreret, enuistiesse por popa

Indutis galeis & praetentis hastis sequebantur, seguían con sus yelmos enlascabeças y lanças en ristre

Instruendae aciei magister, sargento mayor

Irrumpentibus maxime officiebant dolia saxis plena quae per diectus stratae viaemagno strepitu deuoluebantur, lo que principalmente les hazía daño en esteassalto eran pipas llenas de piedras que por vna cuesta a baxo dev vna calleempedrada &c.

Incitate acriter equos atque hastas intendite vt praeteruntium agmina praerum-pamus, espolead rezio los cauallos y pones lanças ristre

Ille vallum rusticanae areae concitato equo saltu superauit, passo de vn saltovna horma de vna heredad

Confertim ingressi, arremetiendo de tropel

Incuruis armati gladijs equestribusque hastis, cimitarras y lanças ginetas

In praealta moenium parte vsitato ergatae molimine tormentum mediocre funi-bus eduxerunt, hizieron alçar con vna grúa a lo más alto de los muros vnamedia culebrina

Ingens lixarum turba cum insigni apparatu castrensi sequebatur, traya consigogran canalla de aguaderos y guisanderos y gentil aparato de campo

In idoneum locum magna suorum multitudine ad opus ducta, fossas plures face-re instituit, quibus fluuium defixis in vado sublicis atque aggestis cratibusobstructu, magna ex parte auerteret, sed hostes noctu transgressi in aggeremcum nulla ibi militum statio excubaret effractis obijcibus quibus ab priorevado repellebatur amnis omnem illam aquarum molem veteri alueo reddide-runt, trayendo a lugar conueniente gran muchedumbre de los suyos para enten-der en la obra, determinó de hazer muchos fossos, y echar en ellos çarços yhincar palos, para con esto cerrar la corriente del río, y echar la mayor partedella vn poco arriba del lugar, pero lo constrarios saltaron de noche en la pre-sa y como en ella no hauía guarda ninguna de soldados, quebraron los impe-dimentos que apartauan el río de su primera corriente y con esto hizieronboluer a ella todo el golpe de las aguas

Lustrato exercitu cognoscit hanc esse summam copiarum, Hispanorum tricena-rias cohortes quindecim, Germanorum septem, quarum singulae quingentisfere militibus constabant, hizo reseña de su exército y halló que hauía en élquinze compañías de Españoles de a 300 Infantes y 7 compañías de Tudes-cos de a quinientos Infantes, poco menos

Lateritium sub cubili pauimentum noctu sensim per commissuras cultello scalpens,vno atque altero facile exempto laterculo subiectam testudinem aperuit atqueinde ex linteis lodicibus effecto fune se demisit & feliciter effugit, cum paratosextra arcem ex condicto equos ad fugam celeres arripuisset, començó a cauarcon vn cuchillo el suelo de ladrillo que estaua de baxo de su cama, quitandofácilmente vn ladrillo, quebró las tablas que estauan debaxo, y por allí descol-

ESTUDIO Y EDICIÓN DE LAS PHRASES Y FÓRMULAS LOQUENDI DE LA GUERRA

AFA-LXI-LXII 315

gándose con las sáuanas de la cama, que ató vna con otra, se escapó, por quefuera del castillo halló cauallos que sobre concierto lo estauan aguardando

Libratores, artilleros, o lombarderos

Ligures non per foros expositi ictibus sed ad scalmorum proiecturas quas posti-cios vocant, intra circumseptas solidis asseribus spondas proclinati interremiges consistebant, los Ginoueses no estauan en la cruxía descubiertos alos golpes sino tendidos en lo más baxo del portillón en la pauesada

Mortaria sunt patuli atque ingentis oris tormenta, quae siliceam pilam tripeda-lis ambitus in sublime iaciunt. Eorum pilae cum ab alto cadunt, domorumtecta cum magna contignationum strage ad infimas vsque testudines perfo-rant, apertis autem in locis & solo praesertim strato illico ipso casus impe-tu perfringuntur, frustulisque in diuersa dissilientibus, obuios mortales mise-rabilibus plagis deformant atque interimunt, es morteruelo vna pieça deartillería de boca grande y ancha, la qual tira hazia lo alto vna pelota de peder-nal, tan gruessa como tres pies, la qual quando cae delo alto, horada los techosde las casas con gran ruyna de los entablamientos, que con las pelotas cienena baxo, y quando la pelota cae en lugares descubiertos, házese pedaços conla furia que trae, especialmente si da en suelo empedrado y aquellos pedaçossaltando hazia muchas partes, hieren y matan con miserables heridas a losque encuentran

Multos omnis generis oblatos nobiles, equestri dignitate, gladio leniter percus-sis humeris armauit, armó caualleros a muchos nobles que se le pusierondellante, hiriéndoles liuianamente con su espada en el ombro siniestro

Multi equi paruo pretio diuenditi quod plerique eorum attritis vngulis, intumes-centibus talis, debilitati claudicarent, gastados los vasos

Manipulatim exire, salir en quadrillas

Militaris via, camino real

Minorum & mediocrium tormentorum procellam grandinis modo effudit, qua epi-bate & remiges & c., disparó a modo de granizo vna tempestad de cañona-zos, y con esta rusciada, murieron casi todos los soldados y marineros

Pollicitus est eis, qui arma induerint & pro Christo Deo aduersus Turcas in aciesteterint, eorum criminum veniam quae humana fragilitate praeter institutalegis impie commisisset, & denique egregiam mortem occumbentibusaeternmn cum diuis felicitatem, prometió a todos los que tomassen las armas,y por Christo nuestro Dios entrassen en batalla contra los Turcos remissiónde todos los pecados, y a los que honrosamente muriessen, prometió bie-nauenturança con los santos

Plerique nobiles sine mercede ducem sequebantur, muchos caualleros venían sinsueldo a seruirle

Post clade ad Vicentian Legati & ducis temeritate acceptam, ad Maranum For-nuelij oppidum res quoque infeliciter a Venetis gesta, después de la rota deVincenza causada por la temeridad del Prouehedor y del General, los Vene-cianos recibieron otra rota cabo Marano lugar del Friuli

Numquam ad belli vsque exitum periculosius & grauius dimicatum est, nuncahasta el fin de la guerra huuo recuento más graue, ni más peligroso que éste

M.ª ÁNGELES GARCÍA ARANDA

316 AFA-LXI-LXII

Nunquam tot nauium totque militum a Romanis vsque temporibus Danubius tulit.Erant maximi linthres ad effigiem terrestris aedificij cum cubiculis & porti-cibus fabrefacti visebantur. Latissimae rates equorum agmina deferentes.Erant nauigia tabulatis contecta, plena commeatibus. Praeter haec, innume-rabilis nauicularum multitudo intermixta maioribus nauigijs sequebatur.Vndique erat audire consalutantium acclamationes, tympanorumque & cor-nuum, ac tubarum concentus,& cum nauigia de fuissent, etiam ripae, fron-dosis arboribus conuestitae,sinuosi peramoenique fluminis, ad iucundissi-mum quoddam spectaculum equestribus atque pedestribus copijscomplebatur, labrados a manera de casas con sus edificios y portales. Llenosde manadas de cauallos. Mantenimientos. Oyanse por todas partes salutacio-nes y cortesías. Resonaua gran música de trompetas, pífaros, cornetas y atam-bores. Y como estos nauíos no houiessen bastado para lleuar toda la gente,passeauan muchos soldados por la ribera

Omni bellico apparatu instructae copiae, vn exército fornido de todo apparatode guerra

Primo congressu, a la primera refriegaPronuntiari iubet, mandó echar vandoPorta arcis ad viridaria educens, la puerta del castillo que sale al ParquePari cuniculo obuiam ire, hazer contraminaPorta quae naualibus portuique imminet, que sale al puerto y ataraçanasPeracris pugna, terrible y peligroso recuentroPurpurea cruce obsignari pectus iubet, eosque cruciferos milites appellat, sol-

dados de la CruzadaPropulerunt, rebatieronQuadriremis Praetoria erat laqueari aurato et caelata pictaque introrsus pup-

pe, contecta item vmbraculo ex auro purpuraque intertexto, remigibus seri-ca tunica & epibatis omnibus vestitus, ac armaturae cultu plurimum exorna-tis, tenía la galera Capitana la proa dorada, la popa entallada cubierta de vndossel de brocado, los remeros vestidos de seda, también los marineros y sol-dados yuan muy luzidos y adereçados de vestidos y armas

Quos capiebat, adacta per sedem praeacuta sude, miserabili supplicio enecabat,empalaua a todos los que prendía

Quinque rostratis suis in hostem inueheretur, mandóle que con cinco galerasenuistiesse con los Imperiales

Rotundi ambitus agge rem muralis instar propugnaculi erexerat, vn reparo redon-do que parescía bastión de muralla

Scriba pecuniam attulit ad conducendam veteranorum cohortem, vn Chancillertruxo dineros para hazer Infantería de soldados viejos

Squamosi thoraces, loricae ferreae, bucculatae cassides & cono insignes galea-ea, clypeique auratis vmbonibus rotundi illos vndique protegunt, están portodas partes cubiertos de coraças, de lorigas de hierro, de celadas con babe-ra, de yelmos con cimeras y penachos, y de escudos redondos muy dorados

Segniter & supine custodias obissent, hauían hecho la guardia con pereza y des-cuydo

ESTUDIO Y EDICIÓN DE LAS PHRASES Y FÓRMULAS LOQUENDI DE LA GUERRA

AFA-LXI-LXII 317

Soluentes, alçando velas

Sclopetariorum manus attulit, truxo ciertas mangas de arcabuzeros

Sub iscla stationem habebat, estaua surto abaxo de Iscla

Si cominus collato pede manus conserantur, non ferent nostrorum impetum, sipeleamos con ellos mano a mano, no podrán suffrir el ímpetu del N.

Tormenta aenea, artillería de bronze

Turrim tormentis iussit instrui, quibus hostium castra ad destinatos ictus omni-bus prope horis peterentur, herir a puntería

Tormenta summa arte, atque elegantia conflare & fundere didicerunt, saben fun-dir y labrar artillería con gran artificio

Thorax & Galea, coraças y celadas

Trierarchi, los Cómitres

Tulit praemium, quod plures quam quisquam alius hastas in aduersis concu-rrentium pectoribus infregisset, lleuó la joya, porque quebró más lanças quetodos

Tubae sulphureum vomentes ignem, botafuegos

Villoso serico pileum margarytis Phrygio opere depictum misit, embióle vn cape-llete velloso recamado de perlas

Vallum defenderent, defendiessen el estacado

Vineae, cestones

Vt signiferi inuolutis vexillis & milites hastas inuersa cuspide verrentes solumtraherent, quod ignominiosum militiae habetur, los Alférez las vanderas cogi-das, las picas arrastrando las puntas por el suelo

Adereços de vn cauallo

Porque te hagas curioso en la officina textoris buscando en Latín estos vocablospornelos en Romance

Cinchas, Aciones, Petral,

Silla, Látigos, Estribo,

Freno, Cabeçadas, Alacranes,

Herraje, Riendas, Cordenes,

Cabestro, Sueltas, Mandril,

Tusar las crines, Manta, Reta,

Frontal, Xaquina, Almohaça

Armas de vn cauallero

Caparaçón, Coraças, Bauera,

Capacete, Gocetes, Quixotes,

Falda, Gorjal, Greuas,

Cañones, Guardas, Mañoplas,

M.ª ÁNGELES GARCÍA ARANDA

318 AFA-LXI-LXII

Musequíes, Adarga, Espada,

Lança con buen hyerro Puñal con linda Agujetas

y firme cuento vayna y contera de armar

Esquero, Correas, Cinto,

Espuelas de Guisa y de Gineta, Tenazas, Martillo,

Herramental, Tenezas,

Esgoçar la lança Tahelí amarillo

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ESTUDIO Y EDICIÓN DE LAS PHRASES Y FÓRMULAS LOQUENDI DE LA GUERRA

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M.ª ÁNGELES GARCÍA ARANDA

320 AFA-LXI-LXII

Per dir la verdat / se perd l’amistat. Un libel difamatori de la Codonyera

(Baix Aragó) del 1588JOSÉ MIGUEL GRÀCIA ZAPATER

JOSÉ RAMÓN MOLINS MARGELÍ

ARTUR QUINTANA I FONT

Universitat de Heidelberg

1. INTRODUCCIÓ

Quan preparàvem el volum segon del nostre llibre La Codoñeraen su historia1, corresponent al segle XVI, vam trobar dins les actes2

d’un procés criminal un libel difamatori3 escrit a la Codonyera l’any1588. En tractar d’aquest procés en el nostre llibre citat reproduïremuns quants fragments de l’esmentat libel, concretament les estrofes 1,3, 5, 9, 11, 10 i 12, a la pàgina 373, i si bé nosaltres en aquell momentestàvem majoritàriament interessats en aspectes històrics, vam indi-car que ‘es especialmente interesante ya que se trata de uno de losescasos textos literarios en catalán en Aragón durante el siglo XVI’4.És també el darrer text que ara com ara coneixem escrit en català alBaix Aragó fins a la represa el 1968 amb els escrits d’en Tomàs Bos-que5. Ací l’editem i el comentem6.

AFA-LXI-LXII (2005-2006), pp. 321-335 321

1. Sanz (2000).2. Aquestes actes són a l’Arxiu Diocesà de Saragossa amb la signatura 40 F 18. Consten de 41 fulls

sense numerar relligats matusserament. Tot el que a continuació diem sobre el procés és tret d’aquestes actes.3. D’aquest libel, guardat com a prova dins les actes del procés, se’n conserven dues versions

manuscrites en sengles fulls de paper, cadascun de mida 31x22 cmtrs i escrits per les dues cares. A l’an-gle inferior esquerre de l’anvers de cada libel hi figura el signe o // o.

4. Sanz (2000: 151).5. Veg. Monclús (1989: 203).6. Recentment els fets i els personatges del procés on es troba aquest libel, i el libel mateix, han

estat tractats literàriament (Gràcia, 2005: 27-43).

A l’acta se’ns diu que un diumenge de matí, a finals de setembreo primers d’octubre de 1588, uns xiquets van trobar a la plaça del llocde la Codonyera7 dins d’un forat uns papers que no van saber llegir.Els van ensenyar a l’alcaid8, Juan Seguer, i al notari Lorenz Vililla ‘yleyeron alli dos o tres coplas, y como los muchachos entendieron quehablaban del cura se lo fueron a decir aquel dia en la tarde’9. Aquellmateix dia un altre xiquet va donar a son pare ‘vn papel scripto amodo de coplas, escripto todo vna llana y en el dorso d·ella vna copla,q·es medio pliego de papel’, i li va dir: ‘Este papel me ha dado elmochacho de Torrellas que se lo ha hallado de la bentana de vna casa’.El pare ho va llegir i, en veure que contenia difamacions, ‘se tratabade perxuizio del honor’, contra mossèn Tomás Cosme Alòs, vicariperpetu de la Codonyera, ho va fer a mans del prevere Pedro Gil per-què, si ho creia convenient, ho ensenyés a mossèn Alòs. Aquestspapers son les dues còpies del libel difamatori que ací publiquem.Mossèn Alòs hi és titllat de vanitós, hipòcrita, beverri, gasiu, menti-der i sobretot de faldiller.

Les sospites sobre l’autoria del libel aviat van recaure en el jacitat notari Lorenz Vililla10, i el 25 d’octubre del mateix any l’Oficia-lat eclesiàstic d’Alcanyís incoà procés en contra d’ell. Se’l va acusard’haver tractat l’honor de mossèn T. Cosme Alòs ‘con mucha inso-lencia, infamándole de cossas conçernientes a la cura, como es dizién-dole rompedor del sigillo [i.e del secret de confessió], solicitador dehijas de confessión y otras cosas como más largo en él [i.e. en el libel]se contienen. El qual libello diffamatorio o pasquín puso e fixó, o loshizo fixar en los cantones y calles públicas del sobredicho lugar de LaCodoñera, dos copias o más, para que de aquí resultase mucha publi-cidad, infamia e menosprecio de dicho vicario. Y con esse effeto lle-gó a noticia de muchos’. Lorenz Vililla acabà per confessar-se autordel libel. Declarà que ho havia fet perquè ‘entre el dicho vicario y élha hauido vn poco de mala voluntad con ocasión que hauiendo esteconfessante acostumbrado testificar todos los actos de cargamientos decensales, aun apochas, jntimas j otras escrituras pertenesientes a la

J. M. GRÀCIA ZAPATER - J. R. MOLINS MARGELÍ - A. QUINTANA I FONT

322 AFA-LXI-LXII

7. Vegeu la situació d’aquesta plaça en un mapa publicat a Sanz (2000: 68).8. L’alcaid era el representant de la Comanda d’Alcanyís de l’Orde de Calatrava, senyors del lloc

de la Codonyera, aleshores barri d’Alcanyís. El mot alcaid ha pres en el català actual de la Codonyerael significat de batlle.

9. En aquestes citacions de les actes del procés accentuem i puntuem segons la normativa actual,i quan convé posem punts volats.

10. A l’acta se l’anomena Lorenz o Lorenzo - Laurentius en els textos en llatí - Vililla.

iglesia del lugar del dicho vicario, se affiçionó a dar estos autos de vnaño a esta parte a otro notario del lugar llamado Hyerónimo Vililla.De lo qual se resintió mucho éste, no tanto por el interesse, quanto porla affrenta que le pareçe que le venía d·ello, porque muchos le dezíanque alguna cosa deuía de hauer hecho pues el vicario le quitaba losactos hauiéndoles hecho más de diez y siete y diez y ocho años. Yassy, con la mala volluntad que por esto le conçibió, y por no haberlequerido pasar más de ochenta antipochas que hasta ally hauia hecho,se determinó de enviar los papeles y libellos diffamatorios juntados eneste proceso [...] los quales son escritos de su mano y letra, diziendomal de dicho vicario.Y los puso él mismo vn día al amanecer en vnagujero de vna pared que está en la plaza del lugar con intento quealguno los hallase ally y los publicasse, como de hecho sucedió’. El19 de desembre es dictà sentència contra Lorenz Vililla. Es va tenir encompte que havia confessat la seva culpa i que estava penedit del quehavia fet, i se’l condemnà a demanar perdó a mossèn Alòs, a pagarquatre-cents sous jaquesos, a més de les despeses del procés, i a ésserdesterrat per tres anys de la Codonyera. Passat aquell temps LorenzVililla continuà fent de notari a la Codonyera fins a 162011, si més no.

La redacció i exposició en llocs públics de libels difamatoris eraespecialment freqüent als segles XVI i XVII12. Solien ser anònims dedifusió manuscrita i hi predominava la versificació. La immensa majo-ria es coneixen per còpies conservades a les actes del processos queprovocaren, i rarament se’n conserven els originals13. El libel escritper Lorenz Vililla ens és conegut, però, per dues versions originals iés tendencialment en vers. A les actes processals es parla, en els tex-tos dels juristes, de ‘libelo diffamatorio o pasquín’, mentre que en lesdeclaracions dels testimonis es diu repetidament que el libel són‘coplas’ o fet ‘a modo de coplas’. I efectivament el text es troba dis-tribuït per mà de l’autor en forma d’estrofes deixant una ratlla enblanc entre cada una d’aqueixes. Dins de cada estrofa, possiblementper guanyar espai en el paper, l’autor no té en compte ni el principini el final dels versos, ni tampoc la separació dels mots al final de rat-lla, que altrament separa bé. De tota manera les rimes relativamentfreqüents permeten determinar bastants dels versos14, i en aquests

UN LIBEL DIFAMATORI DE LA CODONYERA (BAIX ARAGÓ) DEL 1588

AFA-LXI-LXII 323

11. Veg. Sanz (2000: 213. Per a més detalls sobre Lorenz Vililla consulteu la mateixa obra.12. Sobre els libels difamatoris en aquells segles veg. Bouza (2001), especialment el capítol III.13. Bouza (2001: 116).14. El darrer vers de cada estrofa rima amb la tornada; hi ha sempre consonància, tret del darrer

s’observa que no hi ha mai encavalcament. A partir d’ací hem inten-tat de determinar també la resta dels versos, si bé possiblement no hihaguem reeixit del tot —ni tampoc era la intenció de l’autor d’es-criure amb una mètrica acurada.

Al text hi ha dos fragments en castellà (versos 4-7 i 36) i un enllatí (vers 122), la resta és en català. Son les llengües que amb un tri-lingüisme prou equilibrat feien servir tant el notari Lorenz Vililla, l’autordel libel, com el destinari d’aquest, mossèn T. Cosme Alòs. El dominidel llatí a la Codonyera del segle XVI era propi només de comptats indi-vidus, dels clergues i dels notaris bàsicament, la resta de la poblaciódesconeixia aquesta llengua15, tot i tenir-la a l’oïda per sentir-la als ofi-cis religiosos i saber-ne de memòria alguns fragments, sense entendre-la realment en cap cas. I és per això que mentre la part del libel escri-ta en català o en castellà anava dirigida a tota la gent de laCodonyera—‘si teniu malalts en casa, teniv comte’16—, l’autor al finals’adreçà —‘vale’17— al destinatari del libel, a mossèn Alòs, en la llen-gua que només ells dos sabien: en llatí. Llevat, doncs, d’aquesta excep-ció l’autor del libel escrivia com si tothom a la Codonyera entenguésel català i el castellà, i els pocs que sabien llegir ho fessin també enaquestes dues llengües. Una informació addicional sobre l’ús de lesdiferents llengües a la Codonyera es podria deduir del primer fragmentescrit en castellà del libel, els versos 4-7: descriuen l’activitat homilè-tica de mossèn Cosme, possible indici que aquest predicava en cas-tellà. Per altra part és evident pel mateix text del libel que Lorenz Vili-lla dominava el català escrit. El libel és l’únic text en català que ensha pervingut d’aquest autor. Tots els escrits de què tenim notícia quecom a notari va redactar, i n’hem vists molts, són en castellà o en llatí.

2. LA LLENGUA CATALANA DEL LIBEL

Presentem només els casos que divergeixen de la llengua catala-na literària de l’època o del català parlat actualment a la Codonyera18

amb algunes, poques, excepcions que hem cregut convenients.

J. M. GRÀCIA ZAPATER - J. R. MOLINS MARGELÍ - A. QUINTANA I FONT

324 AFA-LXI-LXII

vers de l’estrofa 11 que és assonantat. Tenen rimes les estrofes 1, 2, 3, 9, 10, 12 i 13, de vegades ambalgun vers lliure. Les restants estrofes només presenten algunes, poques, assonàncies.

15. Vegeu un testimoniatge d’aquest desconeixement del llatí al final de la nota 105.16. Versos 71-72.17. Vers 122.18. Sobre això vegeu Quintana (1976-1980).

2.1. Grafies

Hi ha una certa inseguretat a l’hora d’escriure la h: així trobem lesformes verbals ha i han al costat de a, i llegim hix, no y fa, ell o fa,però home i els castellanismes hidalgo i ahidalgat. La h també es faservir per a marcar hiat: vehen, i en el cas de la -c s’escriu -ch: poch,i nunch en el fragment en llatí, grafia que per mor de la interrupcióde l’escriptura en català a l’Aragó no s’ha mantingut en els cognomscatalans d’aquest país, contràriament al que sol passar a la resta deldomini19. La h de christià és llatinitzant.

La y és present tant al dígraf ny —anys, Codonyera...— com a laconjunció copulativa i al pronom adverbial: Y ell és; no y fa.

No hi ha vacil·lacions en distingir l de ll —solanàs, ell, feme-lles...—, contràriament al que passava als textos notarials de la Co-donyera de principis del segle XVI20. Manquen, però, exemples de ll-.

La g serveix també per a la palatal davant de a: mengàs, vaga,avantagat.

L’oclusiva velar sorda és reproduïda segons la grafia actual, ambalguna vacil·lació: secà al costat de sequà; veg. també abans en par-lar de la h.

La c amb valor de sibil·lant és escrita tant c com ç, però nomésn’hi ha exemples davant de vocal anterior: conciènçia, esquiciós. S’hiobserva també una grafia llatina—valentiana— i una altra de caste-llana —plazes–.

El text no diferencia gràficament la s sorda de la s sonora i escriusempre s: coses, pasarien...

El dígraf -ts és escrit d’unes vegades així: fets, parents, però méssovint -st: fest, pertrest, alcauost...

La -t és escrita d’unes vegades així: verdat..., d’altres -d: ver-dad...

La v i la u poden tenir tant valor vocàlic -vn, beu- com con-sonàntic: ui, vicari.

Per a unes grafies grecitzants vegeu la nota 47.

UN LIBEL DIFAMATORI DE LA CODONYERA (BAIX ARAGÓ) DEL 1588

AFA-LXI-LXII 325

19. Blanc, per exemple, és un cognom franjatí força difós, i no manquen casos de més forta cas-tellanització: Bosque per Bosch. Quan la grafia -ch sorgeix en cognoms moderns catalans de l’Aragó esper a reproduir l’africada palatal sorda: Puch —o, més acastellanat, Puche— per Puig.

20. Veg. Sanz (2000: 152).

2.2. Fonètica i fonologia

2.2.1. Vocalisme

El text no registra la diftongació de tota e oberta del català occi-dental general: vicari i perd, i no viquiari i piard com en l’actual par-lar de la Codonyera, malgrat que ja existia segurament a l’època, nitampoc no deixa traslluir res sobre si aleshores hi havia un sistemade cinc fonemes vocàlics com ara en el parlar de la Codonyera, o desis com en el de la veïna localitat de Bellmunt.

2.2.2. Consonantisme

En el modern parlar de la Codonyera hi ha apitxat. El fet de nodistingir en la grafia la s sorda de la sonora no ens sembla prova sufi-cient per a demostrar la existència de l’apitxat al segle XVI, tot i quepodria ésser-ne un indici.

El parlar actual de la Codonyera no sesseja, ce, ci i ç sonen inter-dentals. Les grafies del text no mostren cap cas de s per c. Possible-ment la pronunciació era ja interdental.

Llevat d’un cas—sàbiament— no hi ha confusió entre b i v: vica-ri, verdat, ui, seruix, ven, saui, alcauota, beu, bon, ben, troba, emba-bucar, batà..., ço que podria ésser indici del manteniment de la dis-tinció entre la bilabial i la labiodental a l’època a la Codonyera.Actualment només hi ha bilabial.

La t en posició final després de l se sol mantenir en el parlaractual i en el text del libel només manca en un cas —mols al costatde molst—, mentre que després de n desapareix en l’actualitat peròel text la manté, tret del mot: asouín.

La -r es perd majoritàriament en l’actual parlar de la Codonyera.El text vacil·la entre el manteniment —dir, ser...— i la pèrdua —so-lanàs, mengàs—.

2.3. Morfosintaxi

2.3.1. L’article determinat masculí és lo i los com en l’actualitat.Per influència castellana Vililla fa servir la forma el al començamentde les estrofes 1-5 i 7-8.

J. M. GRÀCIA ZAPATER - J. R. MOLINS MARGELÍ - A. QUINTANA I FONT

326 AFA-LXI-LXII

2.3.2. En el parlar actual de la Codonyera no es fan servir les for-mes reforçades dels pronoms personals i adverbials. Quan per fonè-tica sintàctica els pronoms van precedits per un mot acabat en vocalàtona sorgeixen en tempo allegro formes elidides, però que en rela-ció amb el verb podrien qualificar-se de reforçades: no’s moven, si’lshaeres trobat, ma mare’n té. En tot cas de la morfologització d’a-questes formes han sorgit les reforçades pròpies d’altres parlars cata-lans. El text del libel coincideix plenament amb el català actual de laCodonyera, casos com: y es fa, ella es seruix, bé·n manté, no·ls par-le... hi són generals.

El pronom àton de la segona persona del plural es vos com en elparlar actual, i el mateix cal dir dels datius de la tercera persona: li,los, si bé aquest darrer només es presenta en la forma elidida ni·lsparle, no·ls diu. El pronom adverbial hi que registrem en el text —yvaga, y fa— es conserva actualment només en comptats casos en elcatalà de la Codonyera21.

2.3.3. Els adjectius possessius —no hi ha cap exemple de pro-noms— es registren només en les formes àtones: en son dir, sossegrest, ses coses... Avui es mantenen en pocs casos22, substituïdesper les formes generals amb article: la meua faena, lo meu llibre...

2.3.4. Conjugació: al text només registrem formes de les terce-res persones, tret de dos exemples —teniu— de la segona del plural.Per al morfema de la tercera persona singular de la majoria de verbsi modes el text vacil·la entre -a i -e (aquest darrer coincideix amb eldel català actual de la Codonyera): parle, predique, done, mude, fie,pense, sàpie al costat de parla, troba, vaga. No hi ha pròpiament capexemple de la tercera persona del present de subjuntiu de la primeraconjugació, ja que l’únic cas que es registra és la forma seguramentja fossilitzada a l’època: Déu vos guart! (guardo és la forma actual).L’infix incoatiu és el mateix que en el parlar modern: seruix.

El libel només mostra exemples del perfet simple —digueren,perderen—. En el català actual de la Codonyera aqueixa forma hadesaparegut substituïda pel perfet perifràstic: va dir.

El morfema temporal i modal de l’imperfet de subjuntiu és en -s-: estigués, aguesen, i no en -r- com en el català actual de la Codo-nyera: estare, haguere.

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AFA-LXI-LXII 327

21. Quintana (1976-1980: 61).

3. LA NOSTRA EDICIÓ

Fem una edició crítica a partir dels dos manuscrits conservats,que anomenem A i B segons l’ordre com es troben a les actes del pro-cés. Sempre que hi ha divergència entre els dos manuscrits ho indi-quem en nota.

L’original del libel es presenta dividit en estrofes que mantenimi numerem. Hem provat d’establir els versos —que numerem també—de cada estrofa segons els criteris abans esmentats.

Regularitzem l’ús de majúscules i minúscules23. L’autor no pun-tua, i evidentment desconeix l’apòstrof i els accents. Nosaltres ho femsegons la normativa actual i quan convé posem punt volat. Els pas-satges en llatí o en castellà van en negreta. Resolem les abreviaturesi en subratllem el text. Altrament comentem en nota els mots o pas-satges que podrien ser obscurs, o que tenen un especial interès, sobre-tot lingüístic o literari.

El text de cada libel va encapçalat per una creu. A l’angle infe-rior esquerre de l’anvers de cada libel hi figura el signe o // o, usatper Lorenz Vililla en el seus textos notarials.

Entenem que la tornada amb què comença el libel -Per dir la ver-dad se perd l’amistad- dóna nom a tota la composició.

4. EL TEXT DEL LIBEL

1 Per dir la verdadse pert24 l’amistad25.

1

El vicari26 de la Codonyera,hombre muy27 çiente y jocundo,

J. M. GRÀCIA ZAPATER - J. R. MOLINS MARGELÍ - A. QUINTANA I FONT

328 AFA-LXI-LXII

22. Quintana (1978-1980: 64-65).23. L’autor quasi només fa servir les majúscules al començament de cada estrofa.24. Piard amb diftong en el català actual de la Codonyera.25. Es tracta de la tornada que es repeteix al final de cada estrofa.26. A la versió A només figura El ---ri; la resta del mot ha estat rosegada pels insectes. El mot

‘vicari’ es viquiari en el català actual de la Codonyera i s’hi aplica a qualsevol membre del clergat.27. Els insectes han rosegat ciente y a A, i a B les quatre darreres lletres de hombre i el mot muy.

5 hasta venir28 a dezir29en el púlpitoque30 sabe másque quantos31 hay en el mundo.Y ell és vn gran fat32.Per dir la verdad

10 se pert l’amistad.

2

El vicari de la Codonyeraés gran tastatenalletes33.y a escusa de les ampolletes34,se beu lo ui de son compare35,

15 y també parle ab la comare36

y es fa son bon fat37.Per dir la verdadse pert l’amistad.

3

El vicari de la Codonyera20 és home molt ahidalgat38

en son dir, que39 no en los fets40,perquè41 no y fa los pertrest42,

UN LIBEL DIFAMATORI DE LA CODONYERA (BAIX ARAGÓ) DEL 1588

AFA-LXI-LXII 329

28. A la versió B els insectes han rosegat el text: nir a decir.29. A: En.30. B: que.31. A la versió B els insectes han rosegat les primeres tres lletres de quantos.32. B: fad. Ací li escau el significat de ‘mancat de seny, neci’ que donen els diccionaris. És des-

conegut del català actual de la Codonyera.33. És a dir, al vicari li agrada tastar-ho tot, les dones i el vi. Aquest mot compost no es manté en

el catalá actual de la Codonyera.34. Podria ésser una creació de l’autor ad hoc per a designar les canadelles, vinajeres (amb frica-

tiva velar sorda) en el català actual de la Codonyera.35. Aquest mot, a més del significat propi, podria al·ludir ací al sagristà, o a una altra persona. El

mot és desconegut del català actual de la Codonyera. Per a designar actualment el concepte de ‘com-pare’amb el sentit de ‘relació mútua entre el padrí i el pare del seu fillol’ cal fer ús de perífrasis.

36. Aquest mot, a més del significat propi, podria al·ludir ací a la sagristana, o a una altra perso-na. El mot ‘comare’ ha pres en el català actual de la Codonyera el significat de ‘llevadora’. Per a desig-nar actualment el concepte de ‘comare’ amb el sentit de ‘relació mútua entre el padrí i la mare del seufillol’ cal fer ús de perífrasis.

37. És a dir ‘hi fa/té bona sort’, forma irónica per a dir que el vicari s’entén amb la ‘comare’. Elsversos insinuen que el vicari i la ‘comare’ han procreat junts.

38. Mot desconegut del català actual de la Codonyera.39. A: que.40. B: fest.41. A: perquè.42. A aquest mot li escau el significat de ‘materials, provisions, esmerç’ que donen els dicciona-

ris. El català actual de la Codonyera el desconeix.

ans43 és molt avillanat44.Per dir la verdad

25 se pert l’amistad45.

4

El vicari de la Codonyeratant46 és bon christià47,que48 sempre predique49 conciènçia50

y d’ella es seruix molt poch51,30 perquè52 sempre ven vinagre

y lo pa ben torrat.Per dir la verdat

se pert l’amistad53.

5

El vicari de la Codonyera35 tant54 és55 bon xpistià56

y luz del mundo,que a sos parents57

molst58 anys59 ha60

que no·ls parla40 ni·ls diu: «Déu61 vos guart62».

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330 AFA-LXI-LXII

43. Mot desconegut del català actual de la Codonyera.44. Mot desconegut del català actual de la Codonyera.45. B: verdat.46. B: tand.47. A la versió A posa xpià, on x i p malgrat llur forma llatina corresponen a les lletres gregues χ

i ρ. En el català actual de la Codonyera el mot cristià ha estat substituït pel castellanisme cristiano.48. A: que.49. En el parlar actual hi ha metàtesi: pedrique.50. B: conçiènçia. Conçància en el catalá actual de la Codonyera. L’autor glossa ací el refrany que

cita el DCVB, s.v.: ‘Predica consciència i ven vinagre: es diu de qui recomana moralitat i no la practi-ca’. Vililla amplia el refrany afegint-hi: i lo pa ben torrat. Aquest refrany és desconegut del català actualde la Codonyera.

51. A: es seruix molt poc. En la versió B el mot seruix ha estat rosegat pels insectes.52. B: perquè.53. A: l’amist[a]t, la ‘a’ ha estat rosegada pels insectes.54. B: tand.55. A té ací el mot molt ratllat, B el desconeix. Nosaltres no l’incloem en la nostra edició.56. Veg. la nota 47.57. A: parenst.58. B: mols.59. A: ans.60. Construcció llibresca desconeguda del parlar actual.61. A: déu; B: Déu,62. Fórmula desconeguda del català actual de la Codonyera, així com també el mot Déu que ha

estat substituït pel castellanisme Diós. Déu es manté només en un vers d’encantament dirigit al ple-

Perque li digueren la verdadperderen tota l’amistat.

6

Lo vicari de la Codonyeracom és hidalgo

45 és molt generós63

en alcauost y putes,que en lo demés,en tot és avillanat.

Per dir la verdad50 se pert l’amistat.

7

El vicari64 de la Codonyeratant és generósy ahidalgatque, d’alcauost65

55 y alcauotes,bé·n manté mésde66 tres y vn quart.

Per67 dir la verdadse pert l’amistat68

8

60 El vicari de la Codonyeraen tot69 és molt gorito70,sinó és en dar a les putes71,

UN LIBEL DIFAMATORI DE LA CODONYERA (BAIX ARAGÓ) DEL 1588

AFA-LXI-LXII 331

gamans, andreu en el català actual de la Codonyera: Andreu, andreu, plega los braços per l’amor deDéu.

63. Aquest mot ha estat substituït pel castellanisme generós pronunciat amb velar fricativa sordaen el català actual de la Codonyera.

64. A: els mots inicials El vic han estat rosegats pels insectes.65. B escriu de alcauost.66. A la versió B la e de de ha estat rosegada pels insectes.67. A: el mot perd ha estat rosegat pels insectes.68. A la versió A només es conserva am, la resta del mot ha estat rosegada pels insectes.69. A la versió A el mot tot ha estat rosegat pels insectes.70. D’acord amb el context aquest mot té el significat de ‘gasiu’. Moneva (2004: 263) el registra

com a sinònim de ‘ruin’ a Mora de Rubielos. Nosaltres l’hem recollit a Maella amb la variant Cosito iamb el significat de ‘gasiu’. El mot és desconegut del parlar actual de la Codonyera.

71. B: La versió A té sinó en les putes, mentre la B presenta sinó és en dar a putes.

que tant n’és esquiciós72,que casi les mude

65 tan asouíncom los mengàs,y de la pansa valentianaell n’està ben empapat73.

Per dir la verdad70 se pert l’amistat.

9

Si teniu malalst en casa,teniv comte74

quant lo vicari y vaga,perquè, a escuses de vesitar75

75 los malalst76, per les escalereslo vicari ab77 les femelles78

se troba79 ajuntat80.Per dir la verdadse pert l’amistat81.

10

80 Si estigués en Castella82

lo vicari de la Codonyera,a ell y a la Belenguera83,

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332 AFA-LXI-LXII

72. Mot desconegut. Pel context significa ‘desficiós, cobejós’ i és un derivat del castellà ‘quicio’.En el català actual de la Codonyera es fa servir estar desquiciat amb el sentit de qui ha perdut lo conei-ximent, és a dir la capacitat intel·lectiva.

73. Els mots: y de la pansa valentiana ell n’està ben empapat no figuren a A. És evident el signi-ficat eròtic d’aquest sintagma. Aquest darrer significat és desconegut del català actual de la Codonyera.

74. A: conte.75. Les formes amb e d’aquest mot estan força documentades en català, al costat de les formes

amb i, més llatinitzants. A la Codonyera hi ha qui recorda haver sentit dir vesitar a gent de molta edat.Actualment el català de la Codonyera fa servir només visitar.

76. A la versió A manquen els mots: los malalst.77. En el català actual de la Codonyera aquest mot ha estat substituït per en.78. Aquest ús del mot ‘femella’ amb el significat de ‘dona’ amb matís eròtic ponderatiu/pejoratiu

és conegut també del català actual de la Codonyera.79. B: trobe.80. B: ajuntad.81. B: la amistat.82. Lorenz Vililla es mostra ací partidari del centralisme dels Habsburgs, en detriment dels furs

de l’Aragó. El mot Castella ha estat substituït pel castellanisme Castilla en el català actual de la Codo-nyera.

83. Belenguera pot ésser el nom propi de la majordona de mossèn Cosme Alòs, però també podriatractar-se d’un nom comú injuriós per a designar les amistançades, cf. l’ús del mot fulana amb aquest

als dos pasarien per carrera84,per ser-li85 la alcauota

85 més verdadera,aprés que86 l’aguesen desgraduat.

Per dir la verdadse perd l’amistat.

11

Lo vicari de la Codonyera,90 com és vn poc çegallito87,

ell se done a entendre88

que los altres no y vehen89,y que totes ses cosesfa molt secretes.

95 Però sàpie que90 tost les enteneny les conten pels solanàs91.

Per dir la verdatse pert l’amistat.

12

Lo vicari de la Codonyera100 tant es saui92 y prudent

que pense embabucar93 la gent.Y ell o fa tant sàbiamentque per los camins94

hix als95 matins,

UN LIBEL DIFAMATORI DE LA CODONYERA (BAIX ARAGÓ) DEL 1588

AFA-LXI-LXII 333

mateix sentit en català col·loquial -recordem també, dins d’aquest darrer context, la coneguda fórmula:‘En Pau, en Pere i en Berenguera’. Per altra part al DECLC llegim que la Balanguera en certs casos ‘tétot l’aire d’haver estat una «bruixa» morisca o jueva’.

84. Es a dir: exposar algú a la pública vergonya. Carrera és el mot que en el català actual de laCodonyera i d’Aiguaviva de Bergantes designa el carrer. Al segle XVI devia tenir molta més extensióen català.

85. B: per ser.86. Después que en el català actual de la Codonyera.87. En el català actual de la Codonyera es diu de la persona que hi veu poc.88. A: ell se done a·ntendre.89. B: vegen. La forma del català actual de la Codonyera és veden.90. A la versió A manquen els mots: sàpie que.91. En el català actual de la Codonyera hi ha metàtesi: sunala(r).92. Sàvio en el català actual de la Codonyera.93. A: enbabucar.94. A la versió A la darrera lletra de camins ha estat rosegada pels insectes.95. A la versió A els mots hix als han estat rosegats pels insectes.

105 y en lo secà96,allí97 fa parar molí batà98,quant los cànems se han esfembrilat99.

Per dir la verdadse pert l’amistat100.

13

110 Lo vicari de la Codonyeraés home molt recataty en ses cosesmolt avantagat101,però no en totes,

115 perquè ell102 se fie y s’a fiaten qui ven sos segrest103

ben barat,y per les plazes y cantonades104

moltes voltes l’a publicat.120 Per dir la verdad

se pert lamistat.

Nunch vale. Magis sustineo105.

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334 AFA-LXI-LXII

96. A: sequà.97. A la versió A el mot allí ha estat ratllat.98. A la versió A els mots lí batà han estat rosegats pels insectes. En el català actual de la Codo-

nyera el mot batà ha pres el significat de ‘molta feina’: té molt batà, que batà que du.99. A la versió A les dues primeres lletres del mot esfembrilat han estat rosegades pels insectes.

El DCVB indica que a Tortosa el ‘cànem fembril’ és el bord, que no fa gra, i a Gandesa ‘fembrilet’ sig-nifica ‘raquític, mancat de força’ i ‘es diu especialment dels sembrats’. És evident en opinió del notariVililla que mossèn Cosme Alòs no sabia fer sinó disbarats quan volia ensarronar les persones, com quanintentava parar un batan allà on no hi havia aigua, al secà, i justament quan els cànems no es podien ferservir per a fer-ne teixits, perquè s’havien ‘esfembrilat’. El mot és desconegut del catalá actual de laCodonyera.

100. A la versió B hi ha a continuació ratllats els mots Nunch vale. Magis sustineo.101. A la versió B la a del mot avantagat ha estat rosegada pels insectes. És la forma clàssica, subs-

tituïda avui a molts llocs pel castellanisme’ventatja’ i derivats. Al català actual de la Codonyera fan ser-vir ventaja amb fricativa velar sorda, si bé amb el sentit de ‘guany anticipat en els jocs que dóna algúa un altre, de qui es creu superior’ s’hi manté amb la fonética clàssica en els jocs dels infants: Anem acórrer d’allí a la font i te dono vantatge’.

102. A la versió B el mot ell ha estat rosegat pels insectes.103. Observeu al vers 94 la forma secretes. Segret, forma més llatinitzant, no era desconegut de

la llengua clàssica.104. Cantonà en el català actual de la Codonyera.105. La interpretació de la darrera frase d’aquest fragment en llatí no resulta fàcil. Partint d’una

versió més literal: ‘Ara, salut! Jo (encara) tinc més resistència/Jo (encara) aguanto més’ es pot passara: ‘Ara, salut! Encara en guardo més!/ Encara en sé més!/ Encara podria dir més coses!’. En aquestdarrer cas hi hauria un to d’amenaça envers mossèn Alòs, a qui va adreçat el libel. Agraïm l’amable aju-da de Teresa Gràcia i de Hartmut Harthausen per a la interpretació d’aquest fragment. Val la pena apun-tar que quan van trobar el libel pels carrers de la Codonyera, en no entendre aqueixa frase van dema-

BIBLIOGRAFÍA

BOUZA, Fernando (2001): Corre manuscrito. Una historia cultural del Siglo deOro, Madrid, Marcial Pons.

GRÀCIA ZAPATER, José Miguel (2005): Fets i temps de la Codonyera, Calaceit,Ajuntament de la Codonyera, Lo Trull, 15.

MONEVA Y PUYOL, Juan (2004): Vocabulario de Aragón, Zaragoza, Xordica Edito-rial (Cuadernos Jean-Joseph Saroïhandy, 1).

QUINTANA I FONT, Artur (1976-1980): «El parlar de la Codonyera. Resultats d’unesenquestes», Estudis Romànics, XVIII, 1-253.

MONCLÚS, Joaquim i Artur QUINTANA (1989): «El català a l’Aragó», a AntoniFerrando (ed.), Àrea 7. Història de la llengua. Segon Congrés Internacionalde la Llengua Catalana (1986), València, Institut de Filología Valenciana,195-212.

SANZ PARERA, Miguel i José Ramón MOLÍNS MARGELÍ (2000): La Codoñera ensu historia, 2, La Codonyera, Autors.

UN LIBEL DIFAMATORI DE LA CODONYERA (BAIX ARAGÓ) DEL 1588

AFA-LXI-LXII 335

nar a en Lorenz Vililla, de qui sabien que com a notari dominava el llatí: ‘Dígame, qué quiere decir «Nuncvale. Magis sustineo?’. I aquest els va respondre amb un estirabot: ‘Quiere decir que vayan a buscarquién lo ha hecho.’. I el text de l’acta afegeix: ‘De ello coligen [els testimonis del procés] que dichoLorenzo Vililla ha scripto los dichos dos libellos difamatorios que están insertos en este processo’.

M I S C E L Á N E A

Bibliografía de las hablas castellanas de la Comunidad Valenciana*

ROSA GÓMEZ CASAÑ

El presente ensayo bibliográfico nació sin pretensión de serlo.Íbamos simplemente recogiendo la bibliografía que llegaba a nuestrasmanos por el interés específico hacia esta parcela de estudio y, al mis-mo tiempo, por el deseo de ofrecer a nuestros alumnos de dialectolo-gía española las referencias relativas a las hablas de nuestra Comu-nidad, pues no existía, de hecho, lugar al que pudiéramos remitirlos,en cierta medida porque, aunque forman parte de una unidad admi-nistrativa, no corresponden a un único dialecto, pero también porquepor ser porción de esa misma unidad política y no por constituir depor sí un dialecto que con ella se corresponda, padecen cierto olvidono justificado. Existe una bibliografía previa realizada por Colomi-na1, de la que sin duda esta es deudora, aunque tan solo sea de formamuy parcial. Solo muy recientemente hemos considerado la publica-ción de las referencias acumuladas, dado que su número ha aumenta-do considerablemente en el último decenio; si bien no existe preten-sión de exhaustividad, se ha intentado recoger tanto los estudiosprincipales como los trabajos menores.

Se ha dividido el material siguiendo el siguiente esquema:

1. Estudios de conjunto

2. Sociolingüística, variación y lenguas en contacto

AFA-LXI-LXII (2005-2006), pp. 339-359 339

* Este artículo fue concluido en junio de 2003.1. Cf. Colomina, Jordi, «Bibliografia de dialectologia catalana», A Sol Post. Estudis de llengua i

literatura, 1 (1990), pp. 75-131. Aunque el artículo recogía, como su título indica, la bibliografía rela-tiva a la dialectología catalana, a su autor le pareció interesante, tal como señalaba en el prólogo, reu-nir las referencias a las hablas de la Comunidad, incluidas en las páginas finales del trabajo, debido alcontacto lingüístico y las implicaciones que este supone.

3. Fronteras o límites

4. Comarcas

4.1. Alto Mijares

4.2. Alto Palancia

4.3. La Serranía (Los Serranos)

4.4. El Rincón de Ademuz

4.5. La Hoya de Buñol

4.6. Valle de Ayora-Cofrentes

4.7. Requena-Utiel

4.8. La Canal de Navarrés

4.9. Las hablas de Orihuela, Villena y el sur de la frontera lin-güística.

Por tanto, como puede verse, hemos dividido las referencias reco-gidas en un apartado relativo a la bibliografía de conjunto, otros dosreferidos respectivamente a la frontera lingüística y a la sociolin-güística, especialmente cuando esta atiende a fenómenos de contac-to lingüístico (interferencia, préstamos, actitudes lingüísticas, cambiode código, etc., evidentemente en la dirección catalán-español), dadaslas especiales características lingüísticas del espacio geográfico delque tratamos; si bien algunos se ocupan de cuestiones metodológicasprevias, los ejemplos que ofrecen corresponden a la Comunidad.

Los restantes epígrafes agrupan los trabajos atendiendo a la divi-sión ya clásica de las comarcas castellanas de la Comunidad Valen-ciana, a excepción del Bajo Segura (Orihuela) y los Llanos de Ville-na y otras cuestiones relacionadas con el sur de la frontera del dominiopolítico y sus problemas lingüísticos, que se presentan agrupados porsus características intrínsecas.

En el apartado relativo a los límites hemos recogido trabajos clá-sicos, uno específico sobre la historia de la frontera lingüística, asícomo una visión general de conjunto bastante reciente referida a todala frontera catalano-aragonesa.

La bibliografía está hasta cierto punto centrada en la diatopía,tanto sincrónica como diacrónica, con algunas referencias a la dia-lectología vertical, aunque dicho apartado no es exhaustivo, dado queexiste una bibliografía relativa al catalán con alguna referencia al con-

ROSA GÓMEZ CASAÑ

340 AFA-LXI-LXII

tacto lingüístico dirección catalán-español, con un análisis del esta-do de la cuestión, en F. Gimeno y B. Montoya2.

No se han incluido los trabajos relativos a toponimia de las zonascastellanas, salvo que se trate de monografías sobre una comarca. Dehecho, la bibliografía de los trabajos sobre onomástica relativa a laComunidad hasta 1980 aproximadamente fue recogida en el trabajogeneral de M. Ariza3 y hay una bibliografía posterior que abarca has-ta 1985, centrada exclusivamente en nuestra tierra, de M.ª J. Carbo-nell y otros4, e igualmente E. Casanova tiene en curso de publicaciónuna que recogerá todo lo editado desde 1985.

Por su importancia y su interés, así como por cubrir toda laComunidad, hay que destacar el Atles Toponímic Valencià, un pro-yecto conjunto de la Generalitat Valenciana y las Universidades deAlicante, Valencia y Jaume I (Castellón), dirigido por los profesoresVicenç Roselló y Emili Casanova, iniciado en 1994, en el que se rea-lizaron encuestas en cada municipio de la Comunidad Valenciana,ubicando sobre mapas topográficos (obtenidos por vuelo fotogramé-trico) de escala 1:10000 los topónimos que los informantes ibancomunicando a tenor de las preguntas de los encuestadores partici-pantes en el proyecto, al tiempo que la información recogida se trans-cribía según las normas establecidas para el Atles Toponímic Valen-cià y se procedía a su «normalización» e informatización, si bien nose han editado todavía sus resultados globales5.

Algunas de las referencias son trabajos inéditos: tesis doctoralesy memorias de licenciatura fundamentalmente, así como algunos tra-bajos en prensa.

BIBLIOGRAFÍA DE LAS HABLAS CASTELLANAS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA

AFA-LXI-LXII 341

2. Cf. Gimeno, Francisco y Brauli Montoya Abad, «Status questionis: sociolingüística catalana»,Lingüística (ALFAL), 7 (1995), pp. 87-138.

3. Cf. Ariza, Manuel, Intento de bibliografía de la onomástica hispánica, Cáceres, Departamento deLingüística General de la Universidad de Extremadura, Anejo del Anuario de Estudios Filológicos, 1982.

4. Cf. Carbonell, M.ª J., C. Piera, M.ª F. Quintana, M.ª J. Sarti y V. Sebastià, «Bibliografia de topo-nímia valenciana», Societat d’Onomàstica. Butlletí Interior, XXV (1986), pp. 102-119.

5. Además de la edición a cargo de la Conselleria d’Agricultura i Medi Ambient de los mapas deescala 1:10000 con los datos obtenidos en las encuestas, se procederá a la publicación del Atles Topo-nímic Valencià. También se está editando una colección de folletos —con la estructura de un tríptico—de cada municipio, que constituyen una serie titulada Toponímia dels pobles valencians e incluyen unaintroducción muy breve sobre él, así como una relación de sus topónimos y de dos a tres mapas referi-dos a los elementos físicos (subdivididos o no en hidrografía y orografía y vías de comunicación) y ala presencia humana, a cargo de la Conselleria de Cultura, Educació i Ciència. Se han publicado ya losrelativos a los municipios de Albal y Beniparrell, Albocasser, Alcasser, Alcoi, Alcudia de Veo, Algimiad’Alfara, Almassora, Anna y Chella, Atzeneta del Maestrat, Benaguasil, Benasal, Bicorp, Carcaixent,Catarroja, Enguera, Fontanars dels Alforins, La Pobla Llarga, La Torre d’En Besora, La Yesa, Monca-da, Olocau del Rey, Quesa, Rafelguaraf, Rossell, Rocafort, Sant Jordi, Tirig, Torres Torres, Vall d’Al-ba, Vallada, Vilar de Canes, Xàtiva y Xert.

Aunque hubiera sido posible exponer la bibliografía también pororden alfabético, hemos considerado que su repetición no hubieseconstituido aportación alguna. En algún caso concreto, en el que sehace preciso, remitimos al apartado donde se pueden hallar referen-cias que también son de interés para el que se trata.

Hemos seguido el procedimiento de citación europeo. En la revis-tas se consigna después del título de esta el número de la revista, el añoentre paréntesis y a continuación las páginas, vg. XII (1998), pp. 124-176. Los [ ] (o claudatores) se han empleado con tres finalidades: deuna parte, para indicar la fecha de la primera edición, lugar y editorial;cuando no se indica según las normas catalográficas edición, lugar, edi-torial, pero existe algún otro elemento que permite aportar dicha infor-mación (p. ej., los datos del Depósito Legal o el «se acabó de impri-mir»), y, finalmente, para añadir, a continuación de algunas de lasreferencias, comentarios de diversa índole que pueden ser de utilidad.

Los estudios son desiguales tanto en calidad como en extensión,y los presupuestos metodológicos aplicados son muy diversos, no solopor la notable diferencia cronológica que separa unos de otros, sinotambién por el nivel de formalización que presentan, así como por lasimplicaciones éticas subyacentes a algunos de ellos, algunas debidasa que parten de presupuestos ideológicos que pretenden llegar a prio-ri a determinadas conclusiones, que si bien no invalidan los datosaportados, permiten cuanto menos poner en duda las interpretacionesa las que llegan; vid. por ejemplo, sobre la comarca de la Hoya deBuñol los trabajos de C. López y de T. Penalba-A. Tomás.

Existen notables diferencias también en cuanto al número de estu-dios de los que han sido objeto las distintas comarcas. Así, mientrassobre el Alto Mijares y el Alto Palancia existe un número de trabajosbastante alto, otras comarcas como el Valle de Ayora-Cofrentes sehallan prácticamente inexploradas, pues lo único publicado respectoa ella adolece además de una mínima formalización. En algunos casos,como el Rincón de Ademuz, el cuidado con el que fue realizado elúnico estudio extenso existente (desgraciadamente inédito) compen-sa la escasez bibliográfica. Lo mismo puede decirse respecto al enfo-que diacrónico, especialmente importante en una comunidad históri-camente bilingüe como la nuestra, en la que la importancia deinvestigaciones de esta índole es primordial para entender muchos delos fenómenos que registran tanto los trabajos sobre el habla vivacomo los sociolingüísticos.

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Ni siquiera las encuestas del Atlas Lingüístico de la ComunidadValenciana permitirán obtener una visión suficientemente precisa,debido a que el cuestionario de la zona castellanohablante incluyeúnicamente 285 preguntas ceñidas al léxico, pero al menos contri-buirá a un mejor conocimiento de la diatopía de las comarcas caste-llanohablantes; pero, aun así, sus datos son deficitarios y lo son cla-ramente si se compara con un trabajo similar realizado en los últimosaños y correspondiente a una zona geográficamente contigua como esel Atlas Lingüístico y Etnográfico de Castilla-La Mancha6, cuyaencuesta incluye 2572 preguntas. En defensa de este proyecto hay quedecir que sus objetivos, trazados por la Conselleria de Cultura, Edu-cació i Ciència, eran muy precisos y abarcaban únicamente el aspec-to léxico que atiende especialmente a las transferencias de una len-gua a otra.

Aunque solo se han incluido algunos entre los trabajos reseñados,pues exceden los límites de este ensayo bibliográfico, aquellos cen-trados en el español coloquial de Valencia que realiza el grupo deinvestigación Val.Es.Co de la Universitat de València, bajo la direc-ción del Prof. Antonio Briz Gómez, es evidente que su aportación alconocimiento del castellano del área urbana de Valencia ha dado yaabundantes frutos.

En conjunto, puede decirse que, aunque se ha avanzado muchoen el conocimiento lingüístico de las comarcas castellanohablantes,tanto en el plano sincrónico como en el diacrónico, en los últimosquince años, el estado de las cuestión de la investigación sobre lashablas de la comunidad presenta numerosos vacíos, especialmente enlo diacrónico y, más específicamente, en lo relativo al periodo com-prendido entre la Reconquista y fines del siglo XVI.

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6. Cf. García Mouton, Pilar y Francisco Moreno Fernández, Atlas Lingüístico y Etnográfico de Cas-tilla-La Mancha. Cuestionario, I. Cuestionario, II, Madrid, Universidad de Alcalá de Henares, 1988. Delas 2572 preguntas, 529 se realizan por duplicado a un hombre y a una mujer, y de las 2043 preguntasrestantes, pertenecientes a los distintos campos léxicos, 1048 corresponden al cuestionario de los varo-nes y 995 son respondidas por las mujeres. Existe, además, un cuestionario reducido solo referido alléxico, que incluye únicamente 761 preguntas (cf. García Mouton, Pilar y Francisco Moreno Fernán-dez, Atlas Lingüístico y Etnográfico de Castilla-La Mancha. Cuestionario reducido (léxico), Madrid,Universidad de Alcalá de Henares, 1989).

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4. COMARCAS

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4.3. La Serranía

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4.4. El Rincón de Ademuz

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Gargallo Gil, José Enrique, «El habla del Rincón de Ademuz, una variedad cas-tellano-aragonesa en territorio valenciano» Ababol, 28 (invierno 2001), 27-34.

Gargallo Gil, José Enrique, «La cultura popular del Rincón en el espejo del refra-nero», Ababol, 32 (invierno 2002), 28-35.

Gargallo Gil, José Enrique, «De ‘ababol’ a ‘zamburrio’: el habla del Rincón»,Ababol, 28 (2001), 15-16; 29 (2002), 14-17; 30 (2002), 12-14; 31 (2002), 18-20; 32 (2002), 16-21; 33 (2003), 12-15.

ROSA GÓMEZ CASAÑ

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Instituto Cultural y de Estudios del Rincón de Ademuz (ICERA) [Ángel AntónAndrés]: «De ‘ababol’ a ‘zamburrio’: el habla del Rincón», Ababol, 2 (1995),17-20; 3 (1995), 23-26; 4 (1995), 20-24; 5 (1996), 28-31; 6 (1996), 23-26; 7(1996), 26-29; 8 (1996), 17-20; 9 (1997), 17-21; 10 (1997), 18-20; 11 (1997),16-18; 12 (1997), 17-20; 13 (1998), 18-20; 14 (1998), 19-21; 15 (1998), 22-25; 16 (1998), 22-25; 17 (1999), 17-21; 18 (1999), 27-30; 19 (1999), 23-25;20 (1999), 13-15; 21 (2000), 21-24; 22 (2000), 21-24; 23 (2000), 18-20; 24(2000), 16-18; 25 (2001), 19-21.

Instituto Cultural y de Estudios del Rincón de Ademuz (ICERA) [José EnriqueGargallo Gil]: «De ‘ababol’ a ‘zamburrio’: el habla del Rincón», Ababol, 26(2001), 16-19; 27 (2001), 22-26.

4.5. La Hoya de Buñol

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4.7. Requena-Utiel

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4.8. La Canal de Navarrés

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4.9. Las hablas de Orihuela y Villena y el sur de la frontera lingüística7

Abad Merino, Mercedes, El cambio de lengua en Orihuela. Estudio sociolin-güístico histórico del siglo XVII, Murcia, Universidad de Murcia-Caja RuralCentral de Orihuela, 1994, prólogo de M.ª Teresa Echenique, 357 pp.

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7. Hemos incluido algún trabajo general sobre el murciano dado que tanto el Bajo Segura como lazona villenense se agrupan dialectológicamente con él. Por otra parte, existe una estrecha relación entrela historia lingüística oriolana y lo acontecido con la historia lingüística de Murcia. Para esta convieneconsultar los siguientes trabajos de Pilar Díez de Revenga Torres: Estudio lingüístico de documentosmurcianos del siglo XIII (1243-1283), Murcia, Universidad de Murcia, 1986; «Problemas de sibilantesen documentos murcianos del siglo XIII», Cuadernos de Filología, II/3 (1986), 65-74; «Algunos datos

Abad Merino, Mercedes, «Algunas características del castellano suroriental se-seante en el Siglo de Oro», Anuario de Lingüística Hispánica, XI (1995), 11-28.

Abad Merino, Mercedes, «El nombre propio como índice diacrónico de una situa-ción de bilingüismo», Revista de Lexicografía, 2 (1995), 7-27.

Abad Merino, Mercedes, «Propuesta metodológica para el análisis sociolingüís-tico de textos históricos», en Pilar Díez de Revenga y José María JiménezCano (eds.), Estudios de sociolingüística. Sincrónica y diacrónica, Murcia,DM Editor, Col. Variables Sociolingüísticas, 1996, 9-24.

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BIBLIOGRAFÍA DE LAS HABLAS CASTELLANAS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA

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R E L E C C I O N E S

Dialectos aragonesesJEAN JOSEPH SAROÏHANDY

(Con prólogo de JOAQUÍN COSTA)

PRÓLOGO

Había yo publicado en 1875 un ensayo empírico acerca de losdialectos ribagorzanos, considerados como de transición entre la len-gua castellano-aragonesa y la catalana. Un insigne maestro del Insti-tuto de Francia, Morel Fatio, fundador, con otros, de la filología romá-nica y actualmente la más alta autoridad en la materia que existe enEuropa, a quien aquel hecho interesaba sobremanera en sus cursossobre la lengua provenzal y catalana, disintió de mi modo de vertocante al origen y formación de tales dialectos, no admitiendo laposibilidad de que dos lenguas se hibriden y engendren hablas mix-tas, aunque se hallen en contacto por una línea de frontera o convi-van siglos en unas mismas poblaciones.

Por iniciativa del eminente hispanista, uno de sus más aventaja-dos discípulos, M. Juan José Saroïhandy, fue comisionado en clase debecario, por la Escuela de Estudios Superiores de París, para que pasa-ra a Aragón y emprendiese el estudio gramatical y léxico de aquellosargots y allegase todo género de materiales y testimonios para la reso-lución del problema histórico que suscitaban.

El joven profesor se instaló en Graus, donde, ayudado eficazmentey con la mejor voluntad por la juventud inteligente de aquella villa,Dámaso Carrera, Ruperto Sazatornil, Vicente Solano, Vicente Mur,Marcelino Gambón, etc., y previas algunas excursiones a lugares delos contornos —como Grustán— y a poblaciones más apartadas, perosituadas en la misma línea isoglosa de Graus —como Fonz—, pudofijar en breve plazo la gramática, la fonética y demás del primero delos dialectos del grupo, que ya él hablaba a las pocas semanas con la

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misma propiedad y corrección de los naturales del país. Consultó docu-mentos antiguos que se guardan en el archivo parroquial, en el Ayun-tamiento y en casas particulares. Y acopió vocablos geográficos y topo-gráficos, de gran alcance en esta investigación, tales como «barrio deChós», «puy Cremat», «puebla del Mon», etc., que han fosilizado for-mas léxicas, comunes sin duda alguna en el lenguaje ordinario de otrotiempo y ahora desusadas, cuando además desconocidas. Se hizo notarel análisis latino de algunas dicciones que parecían irreductibles: dálo-ye (DA ILLUD ILLI), monin, o sea mo’n in (NOS INDE IMUS), etc. De esteprimer estudio, el Sr. Saroïhandy dio un avance en el Anuario respec-tivo de la nombrada escuela parisién.

Tiempo después, el Sr. Saroïhandy fue pensionado nuevamentepara que prosiguiese su investigación; y esta vez principió por Nava-rra, instalándose una temporada en Ansó para pasar luego a Jaca, Bies-cas, Boltaña, Fanlo, Benasque; siendo fruto de su bien aprovechadaexcursión el interesante rapport o informe que, con muy buen acuer-do, publica ahora traducido la Revista de Aragón. Claro está que noacaba todo ahí: con los materiales recogidos en sus dos viajes y suabundante y selecta erudición en manuscritos y en libros antiguos,quilatada conforme a las más severas exigencias y disciplinas de lamoderna ciencia del lenguaje, se propone publicar un volumen dedi-cado por entero al habla aragonesa.

En ambas Memorias, el Sr. Saroïhandy habla con gran elogio delos montañeses de Aragón, que le han prodigado su concurso, que lehan acogido siempre sin hostilidad y sin prevención, con quienes noha tenido nunca rozamientos ni disgustos, según es tan frecuente, aunfuera de España, tratándose de exploraciones del género de esta, enque es fuerza operar sobre poblaciones atrasadas, hechas al más abso-luto aislamiento, y que naturalmente sospechan de las intenciones delexplorador (investigador de Hacienda, contrabandista, espía, turistaque se burla de ellos y su modo de hablar, etc.), máxime si, como eneste caso, es extranjero. Mucho hubo de contribuir a ello el buen sen-tido y la innata nobleza de aquellos excelentes campesinos, hidalgosy pastores, que también yo he tenido ocasión de experimentar cuan-do he viajado por el Pirineo de Ribagorza y de Sobrarbe para reco-lectar derecho consuetudinario y poesía popular, y apreciar de visu losefectos de la despoblación forestal. Pero he de decir que no pusomenos en ello el propio señor Saroïhandy con sus excepcionales pren-das de carácter, su natural simpático, la fertilidad de su ingenio, a untiempo sutil y reflexivo, el agrado de su conversación y la llaneza y

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finura de su trato, que en Graus, por ejemplo, ganaron a su causa, enobra de horas, a todos aquellos con quienes tuvo necesidad u ocasiónde ponerse en contacto.

Este distinguido filólogo, que me cabe la honra de presentar alpúblico aragonés, es profesor supernumerario de Lengua Española enel Liceo (Instituto de Segunda Enseñanza) de Enrique IV de París; yforma parte de esa juventud sólida y brillante de la Francia renova-da, que mantiene con honor las gloriosas tradiciones científicas de supatria y contribuye tanto y más que sus ejércitos, que sus escuadrasy que sus estadistas a la robustez, al prestigio y a la grandeza de lanacionalidad francesa. No olvidemos nosotros que le debemos esteservicio eminente: el haber iniciado el estudio científico del hablaaragonesa.

Joaquín Costa

INFORME DEL SEÑOR SAROÏHANDY1

Sabemos que la lengua de Aragón se diferenciaba, en la EdadMedia, de la de Castilla. Después de la unión de las dos coronas, esdecir, desde las postrimerías del siglo XV, el aragonés ha ido poco apoco cediendo su lugar al castellano. Sin embargo, no lo ha hecho sindejarnos algunos recuerdos. En todas las localidades del Bajo y delAlto Aragón se puede, hoy todavía, recoger una porción de palabrasy de giros que son peculiares de la provincia; y en las montañas sub-sisten dialectos que tienen un carácter completamente distinto del cas-tellano.

Hace ya tres años que estudié el dialecto de Graus2, que pareceser intermedio entre el catalán y el aragonés. Este año he podidoencontrar, por el lado opuesto a Cataluña, en la frontera de las regio-nes de lengua vasca, en el fondo de los valles pirenaicos, una lenguaque no se oye hablar más que en seis o siete pueblecillos, y que haconservado los caracteres del aragonés, tales como los advertimos enlos textos antiguos.

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1. Inserto en el Annuaire de 1901 de la Escuela Práctica de Estudios Superiores (Sección de cien-cias Históricas y Filológicas), París, Imprenta Nacional, 1900, 106. La versión de este informe ha sidohecha por el Sr. Laborda, distinguido alumno del Seminario Conciliar de Zaragoza (N. de la R.).

2. Véase el Annuaire de 1898, 85.

Los más importantes de estos pueblos son Ansó y Echo. Para lle-gar a ellos, partí en diligencia de Pamplona, marchando en direccióna Jaca; después de haber parado en la pequeña estación balnearia deTiermas, llegué a Berdún y abandoné la carretera de Jaca para tomarun coche que me llevó hasta Ansó, villa de consideración, en dondehube de permanecer más de tres semanas. La carretera de Berdún aAnsó, muy pintoresca en el paso de un desfiladero llamado La Foz,solo hace cuatro años que está hecha. Para ir a Fago, el último villo-rrio que se encuentra antes de entrar en país vascongado, o para enca-minarse uno a Echo, punto importante que está situado a tres leguasal este de Ansó, no hay más que malos caminos de herradura muydesiguales y pedregosos. La región en que nos hallábamos no era unpaís pobre; se dejaban ver sobre las montañas dilatados pastos en don-de se crían grandes rebaños de corderos y bueyes. Los Ayuntamien-tos, a los que pertenecen estos pastos, sacan de ellos cuantiosas ren-tas, y el de Ansó es bastante rico para pasar un sueldo anual bastanteregular a un maestro, una maestra, un médico, un farmacéutico y unveterinario. Y hasta hay un barbero, funcionario municipal, que rasu-ra a los vecinos a domicilio y de balde.

Las mujeres de Ansó (ansotanas) son en general muy bonitas.Llevan todavía casi todas el antiguo traje de las montañesas. Se com-pone principalmente de un vestido sin talle y sin mangas (basquiña)—que deja al aire las mangas de la camisa, las cuales son largas, hue-cas y tienen una gorguera almidonada y de pliegues, levantada alre-dedor de la nuca— y de un velo (bancal), que les cubre la cabeza ylas espaldas. Son las que se ven en invierno, en las grandes pobla-ciones del norte de España, algunas veces en Madrid, ofreciendo témontañés (¡que les mandan de Suiza!) a los consumidores sentadosen los cafés. Fuera de su pueblo se les llama chesas (mujeres de Echo).No obstante, en Echo, la basquiña, hoy, ya se ha pasado de moda: solouna octogenaria la sigue llevando.

Estaban acabando una carretera que parte de Echo. Ha de serparalela a la de Ansó y se unirá como ella con la carretera real dePamplona a Jaca. Siendo así las comunicaciones más fáciles, es detemer que la lengua que nos ocupa se vaya alterando. Hoy ya ha sufri-do muy considerablemente la influencia del castellano. Tan solo lahablan los viejos y las mujeres; los hombres se tienen a menos. EnAnsó, después de comer, me iba a sentar en el umbral de las puertasdonde las mujeres se ocupaban cosiendo, haciendo media, desgra-nando albejas o lentillas. Yo las oía hablar y anotaba las expresiones

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locales que se les escapaban. El trabajo era lento y las páginas de milibreta no se llenaban tan deprisa como yo hubiera deseado. Las ama-bles vecinas que así me admitían en su compañía, creyeron en un prin-cipio que yo venía a burlarme de ellas, y, por lo tanto, no me faltaronpullas ni frases picantes. Quiere, se decían entre sí, ponernos en algu-na comedia. Pero no tardé mucho en hacerme amigo de ellas; metraían una silla, me ofrecían algún refresco, y entre ellas he pasadomuchas horas útiles. Le debo también un millón de gracias al jovenJosé Aznar Sanz, quien me acompañaba en mis paseos y quien medictó una porción de cuentos que, por desgracia, había leído en libroscastellanos. En todos los demás pueblecillos que atravesé encontré lamisma favorable acogida y la misma facilidad para estudiar su len-gua. Estos aragoneses de la montaña son en verdad gente muy hon-rada. D. Joaquín Costa, dispuesto siempre a darme particulares mues-tras de deferencia, consiguió para mí una carta del gobernador de laprovincia de Huesca, en la que este me recomendaba a los alcaldes ya los oficiales de la Guardia Civil. No me ocurrió ninguna aventuradesagradable en la que estas autoridades me tuviesen que patrocinar.

Durante mi estancia en Echo, me fui a Siresa, que no dista de élmás de media legua. Después partí en macho para Urdués y Aragüés.En estos puntos la lengua es casi la misma que en Echo. Pero, cuan-do se llega a Borao, causa gran extrañeza que no se oiga más que elcastellano. Habiendo pasado este último pueblecito, tomamos la carre-tera de Canfranc, por donde pasa una diligencia que viene de Olorón,y henos aquí a las puertas de la pequeña y encantadora ciudad de Jaca,la reina de las montañas, tan coqueta con sus murallas y su antiguacatedral. Descansé en ella algunos días y visité los archivos del Cabil-do. Me acompañaba el Sr. Gil Berges, natural de un pueblecillo veci-no (Jasa), antiguo ministro de la República con Castelar, y hoy unode los más famosos abogados del foro de Zaragoza.

De Jaca, me marché al hermoso y fértil valle de Tena. Me detu-ve en Biescas. En la parte más alta del valle me hubiera encontradocon Sallent, en donde Antonio Pérez, fugado de las cárceles de Zara-goza, se ocultó dos días antes de internarse en Francia, y con los céle-bres baños de Panticosa, que atraen todos los años un gran número deenfermos y de turistas. El castellano ha invadido considerablementetodo este valle de Tena, así como el vecino de Broto. Bajé hasta Bol-taña, villa de mediana importancia, pero que es cabeza de partido; fuimuy bien recibido por un amigo del Sr. Costa, D. Enrique Gistau, abo-gado y gran comerciante, conocido de todo el mundo en diez leguas

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a la redonda. Me dio cartas de recomendación para todos los pueblospor los cuales aún había de pasar.

Partí lo antes posible de Boltaña, en donde no se habla otra cosaque el castellano y, después de diez horas de caminata en mulo, lle-gué a Bielsa, en donde encuentro por fin un dialecto local franca-mente caracterizado. El valle que sigue es el de Gistaín; aquí hablanpoco más o menos la misma lengua que en Bielsa, y nos encontramoscon tres pueblecillos: Plan, y muy cerquita San Juan (de Plan a SanJuan, las gallinas i ban, como dice el proverbio); más allá Gistaín,que ha dado su nombre al valle3. Trabé amistad con un joven clérigo,nacido en Plan, mosén Cruz La Plana. Se interesó vivamente por misestudios y pasó conmigo todos sus ratos libres. Subimos juntos a Gis-taín, situado sobre el cabezo que domina Plan y San Juan. ¡Cosa rara!,en estos tres pueblecillos y en los del valle de Bielsa, las casas estánconstruidas lo mismo que en Suiza y en la Selva Negra, el vestido delas mujeres no se diferencia en nada: zagalejo corto, corpiño de ter-ciopelo muy escotado, encordonado sobre el pecho. Existen familiascuyos nombres son alemanes. Conocí en Bielsa a una honrada mujerque se había casado con un Leser y que había tenido diecisiete hijos.Sin embargo, en la lengua, ningún rastro de influencia germánica. Elparecido con el catalán comienza a acentuarse. En Benasque ya esmuy notorio. Su dialecto nos trae a la memoria el de Graus, pero hasufrido mucho menos que este último la influencia del castellano.

Demos ahora, con el castellano a la vista, una porción de frases,recogidas en Ansó y en Echo. El lenguaje de esta región ofrece uninterés tanto mayor cuanto que, actualmente, se encuentra aislado delos dialectos de transición, como los de Bielsa, de Gistaín y de Benas-que, por una zona muy extensa (los valles de Canfranc, de Tena, deBroto), en donde el castellano oficial ha sustituido casi totalmente lalengua de la localidad. Adoptaré la ortografía del castellano, no intro-duciendo más que ligeras modificaciones: la b se emplea siempre enlugar de la v; como en catalán, y como en otro tiempo en castellano,la x representa una variedad de la ch francesa.

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3. Los españoles lo llaman también Valle de Gistau (comp. el nombre propio citado más arriba: D.E. Gistau). El actual nombre del pueblo es Chistén. En un acta notarial, de 1463, perteneciente a lafamilia de mosén Cruz, veo tres palabras de ortografía distinta: Gistayn, Gistay, Gistany, las cualesdeben leerse Gistañ. Según mi parecer, ha debido venir la forma Gistau (Gistan) de haber leído mal estapalabra.

ANSÓ

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4. Se dice también, pero con menor frecuencia: puyón, contón, plegón, en vez de puyoron, conto-ron, plegoron. Son éstas formas analógicas que vienen de la tercera persona del singular: puyó, contó,plegó.

¿Cómo te clamas? ¿Por qué ploras?Fa buena caló. Me fan goyo tus güe-llos. A plebiu y ya está xuta la carre-ra. Deban da caseta bi’staba una xera-ta que itaba muita flama.

¿Cómo te llamas? ¿Por qué lloras?Hace buen calor. Me hacen gozo tusojos. Ha llovido y ya está seca la calle.Delante de la casita, había un fuegoque echaba mucha llama.

¿Cuálo ye o nueso? ¿Qui ye ixe?¿De dó yes? S’en yiba enta o mon.

¿Cuál es el nuestro? ¿Quién es ese?¿De dónde eres? Se iba hacia el monte.

¿En dó bibiz, bos? No tenez lana inixa fusada. ¡Qué agudo sez (soz)! Eziu ent’a era a esnoyá-os. ¡Escuitá, tiaBos!

¿En dónde vive usted? ¡No tieneusted lana en esa husada! ¡Qué agudoes usted! Ha ido usted hacia la era adesenojarse. ¡Escuche, tía Fulana!

¿Ya trillaz? ¿En cuála era? ¡Ixo soloen tenez, ixo solo ez culliu!

¿Ya trillan ustedes? ¿En qué era?¡Eso solo tienen ustedes, eso solo hancogido!

Me adormibai. Otra en tenebai.¡Cómo l’ebai de ganá, yo! No sabebaio que m’eba pasau.

Le diemos una peceta. Ficiemos labulra dél. Estiemos con él muito rato.Le diciemos que no. Tres en ganemos.

Me dormía. Otra tenía. ¡Cómo lahabía de ganar yo! No sabía lo que mehabía pasado.

Le dimos una peseta. Hicimos laburla de él. Estuvimos con él muchorato. Le dijimos que no. Tres ganamos.

Puyoron enta loma. Las contoron ino’n faltó ninguna. Plegoron4 ani-tarde.

Subieron hacia Loma. Las contarony no faltó ninguna. Llegaron anoche.

De gordas en tiengo, delgaditas enqueribai. Ya en tiene de comida. No’nquiere bebé. No’n trobamos. ¡Di-neotro!

Gordas tengo, delgaditas quería. Yatiene comida. No quiere beber (deeso). No hallamos (nada de eso). Diotro.

Dá-mene uno. Sáca-tene dos. Noquerió dá-tene uno.

Dame uno. Sácate dos. No quisodarte uno.

Dos en i’stá. En i’stá muitas. ¡Cuán-tas en i’stá! (en bi’stá). No’n i’stá. Nobi’stá camino. No bi’staba pan en casa.

Hay dos. Hay muchas. ¡Cuánta hay!No hay. No hay camino. No había panen casa.

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5. En Bielsa dirían: toma-lelo; no les lo digas.6. Fuente a la que van a proveerse de agua todas las familias de Ansó. Está fuera del pueblo y no

da mucha agua. Las mujeres y las doncellas van y vienen de continuo llevando sobre la cabeza un cán-taro guarnecido de hierro (ferrada), que tiene la traza de un tronco de cono; ser de vez, es tener des-cargada su ferrada para señalar su turno y venir enseguida a tomarlo de nuevo.

7. Es preciso ir hasta Bielsa para poder oír millor; abella (en castellano abeja) no se halla ni enAnsó ni en Echo. La he oído en Aragüés. Biello no la emplean más que las personas decrépitas. Losjóvenes dicen biejo. Algunos que alardean de saber bien el castellano llegan hasta decir una ceboja (encast. cebolla), una boteja (en cast. botella). El tilo se dice tella (lat. TILIA); en Fago he oído a alguienllamarlo teja. Un día, en Ansó, me hacían la siguiente advertencia: pa decí meojo, decimos megollo (encast. meollo). Se referían a una palabra como pegollo, cuya correspondencia castellana es piojo.

8. Arrullá(r) (en cast. arrojar) nos llevaría sin dificultad a un tipo latino *AD-ROTULARE. El señorCuervo ha designado *AD-ROSCIDARE para la forma castellana (véase Romania, XII, 108). En Bielsa seencuentra la forma simple (rullar).

9. Tienes, vienes son las formas castellanas que han sustituido a tiens, viens. Estas últimas estánaún en uso en Aragüés.

Tóma-lene (-line)5. ¿Qui l’in a ditoixo? No l’in pagarán. No les en digas.Ya les n’a dito.

Tómaselo. ¿Quién se lo ha dichoeso? No se lo pagarán. No se lo digas(a ellos). Ya se lo ha dicho.

Ixo yera pa’rregui-sen. Ban a pasea-sen. S’en yiban a baña-sen.

Eso es para reírse. Van a pasearse.Se iban a bañar.

Ye meco. Fablando pone masto oque ye fembra i fembra o que ye mas-to. Lo as feito adrede…

Es tartamudo. Hablando ponemacho lo que es hembra y hembra loque es macho. Lo has hecho adrede…

As mullés en a Fuente Alta6:¿A dó bas (ta ó bas)? Ent’a fuen:

¡Josús María! ¡Cuánta chen bi’stáaquí! ¿Qui emple agora? ¡No perdaz elagua, mocetas! Afunda a ferrada, ques’emplenará mejó7. ¡Qué plena la saca!¡As beniu a zaguera! ¡Si te parixe a túque bas a emplí antis que no yo! ¡Tuebas d’abé plegau i empliu en segui-da! ¡Arrullá8 mi ferrada! ¡Pues aguan-taríai yo ixo! ¡Crebaline! ¡No la cre-bes, nina, que no ye nuesa!

¡Bienen dos de bez! ¡Por Dios,cuántas de bez! ¿Sin de bebé agua metiengo de yí? ¡Ya en beberás! Te boi afé coscas. Tienes9 o perello muitoduro, ¡Qué t’arrigues tú, lelo imperfe-to! ¿Qué fas aquí, fatuo, patarieco?¡Yinde! ¡Aguarte! Que bamos a enco-rre-te a tochadas. ¡Se fuye! ¡Zarra ajeta, Miguela, zarra!

Las mujeres en la Fuente Alta:¿A dónde vas? A la fuente. ¡Jesús

María! ¡Cuánta gente hay aquí!¿Quién llena (hinche) ahora? ¡No per-dáis el agua, mocitas! Ahonda la herra-da, que se llenará mejor. ¡Qué llena lasaca! ¡Has venido la última! ¡Si teparece a ti que vas a llenar antes queyo! Tú habías de haber llegado y lle-nado enseguida. ¡Arrojar mi herrada!¡Pues aguantaría yo eso! ¡Rómpasela!No la rompas, niña, que no es nuestra.

¡Vienen dos de vez! ¡Por Dios,cuántas de vez! ¿sin beber agua metengo que ir? ¡Ya beberás! Te voy ahacer cosquillas. Tienes el pellejo muyduro. ¡Qué te ríes tú, lelo, menguado!¡Qué haces aquí, fatuo, patán! ¡Vete!Aguárdate, que vamos a correrte apalos. ¡Se huye! ¡Cierra la espita, Mi-guela, cierra!

ECHO

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10. Ganeron, torneron han sido rehechos sobre dieron. Estas formas han servido, a su vez, paraformar las personas correspondientes del singular: die (cast. dio), gané (cast. ganó), torné (cast. tornó).O bien, ¿sería preciso considerar el die como el representante del latín DEDIT (*diede, *diee, dié)? Enel registro de Gil Tarín, Merino de Zaragoza (1291-1312), edit. Manuel Bofarull (Zaragoza, 1889), selee en la página 62: «El vestiment que el seynnor Rey hi die»; y más abajo: «Dos trapos de seda que hidié el seynnor rey». En Bielsa se encuentran en el perfecto las formas siguientes: me’l dioren, me’ldicioren, estioren chugando toda la nuet, tu no lo biores, tu no pagores cosa (me lo dieron, me lo dije-ron, estuvieron jugando toda la noche, tú no lo viste, tú no pagaste nada).

11. Pleito, en castellano, es una palabra tomada del aragonés PLAC’TUM > pleito; comp. FACTUM> feito.

¡Ya baxo, ya! ¿Enta dó bes? Ta’stibaxo. ¿Ta dó be ixe ombre? ¿Qué befer con ixo, agüela? ¡Ya bo! M’em bo.Bo por agua. Lo te do. Aquí so. No soalto, no, que so baxo. No bi so’stada.¿Cuándo yes benida? Se son feitosmuito gordos. Asti b’in a uno. Bi’n amuitos. Bi’n eba tres u cuatro. ¿Cuán-tas bi’n a? N’on i a. ¿Qué bi’n a?

¡Ya bajo, ya! ¿A dónde vas? Ahíabajo. ¿A dónde va ese hombre? ¿Quéva a hacer usted con eso, abuela? Mevoy. Voy por agua. Te lo doy. Aquíestoy. No estoy arriba, no, que estoyabajo. No he estado allí. ¿Cuándo hasvenido? Se han hecho muy gordos. Ahíhay uno. Hay muchos. Había tres ocuatro. ¿Cuántos hay? No hay. ¿Quéhay?

¡Ai, qué fambre que é! Tu as la narizgran. ¿As tiempo? No’n’é. Ya ne as.¿La muller, pa qué l’emos? Tres m’ene traidas. No lé encontrada. La m’afurtada. No la m’e lebada. Di-lome.Mia que la te crebo.

¡Ay, qué hambre que tengo! Tú tie-nes la nariz grande. ¿Tienes tiempo?No tengo (de eso). Ya tienes (de eso).La mujer, ¿para qué la tenemos? Tresme he traído. No la he encontrado. Mela ha hurtado. No me la he llevado.Dímelo. Mira que te la rompo.

El día seis se morié. Yo queriba peroél no querié. Me decié su’rmana quebi eba una aquí. Estié muito tiempo.Se facié mal. Cuatro pecetas me cos-té. Se cremé lo chaleco lo ombre mío.Se marché bien quedas. Ganeron lopleito. Puyeron enta alto. No li’n tor-neron10.

Asta lugo. Pa qué no lo deciba lugo.No’n quieren comer pon. No m’aescrito pon. No a feito oi pon d’aire.No i’n a pon (No i’n a ni mica ni pon).

El día seis se murió. Yo quería peroél no quiso. Me dijo su hermana quehabía una aquí. Estuvo mucho tiempo.Se hizo mal. Cuatro pesetas me costó.Se quemó el chaleco el hombre mío.Se marchó bien quedito. Ganaron elpleito11. Subieron hacia arriba. No selo tornaron (devolvieron).

Hasta luego. Para qué no lo decíaluego. No quieren comer (nada deeso). No me ha escrito. No ha hechohoy aire. No hay.

Como se ve, la lengua de Echo, aunque la misma en cuanto a laesencia que la de Ansó, tiene no obstante una porción de giros quele son propios. Reparemos también en que la forma del artículo eslo en Echo. Lo mismo sucede en Aragüés: lo robillo ‘la yema delhuevo’ (¿lat. RUBELLUS?). Fuera de estos pueblos, solo encontrare-mos o, hasta Bielsa. Aquí, y en el valle de Gistaín, tenemos el en elsingular, es en plural (en Benasque els): toz es días (cast. todos losdías).

La -r final, que ha desaparecido en Ansó (fé, trobá, cullí, lugá,mullé, coló, pastó), se pronuncia en Fago y en Echo (fer, trobar,cullir, lugar, muller, color, pastor). Ha desaparecido igualmente enGraus y en Benasque, mientras que se la puede oír en Bielsa y enPlan. En el pueblecillo de Gistaín, muy próximo a Plan, no solamentese pronuncia la r, sino que ha dado origen a una e paragógica, comola que se encuentra al final de los versos en los antiguos romancescastellanos12: fere, trobare, cullire, lugare, mullere, colore, pastore.Esta -e, claro que no representa la -E del latín, y la hallamos enmuchas palabras en las que esta hipótesis no sería admisible. Talesson, por ejemplo, febrere, candelere, granere (en Bielsa y en Plan:febrer, candeler, graner; en todas las demás partes: febrero, cande-lero, granero).

En el plural la -r desaparece, aun cuando haya sido conservadaen el singular: lugar (lugás), muller (mullés), color (colós), pastor(pastós).

El plural de palabras como carabinero, carpintero, zapatero,merece una advertencia: en una región como la de Bielsa y Plan, endonde se ha caído la -o final de estas palabras, no sería de extrañarque encontrásemos plurales en -es: carabiner (carabinés), carpinter(carpintés), zapater (zapatés). Lo que nos extraña es encontrar esasformas de plural aun donde la vocal final se ha conservado: o corde-ro (os cordés), dicen en Fago; el arriero (els arriés), dicen en Benas-que. Tal vez debemos deducir de aquí que en estas palabras la -o dela sílaba final se ha desprendido en el plural, aunque ha sido conser-vada en el singular. He aquí unas particularidades con las que nosencontramos en Benasque, no solo para las palabras de que nos ocu-pamos, sino en general para todos los sustantivos. Dicen aquí: el rico

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12. Véase en la Leyenda de los Infantes de Lara, de D. Ramón Menéndez Pidal (418 y sigs.), ladiscusión de las opiniones emitidas sobre esta -e paragógica.

(els rics), el amigo (els amics), el gato (els gats), el prau (els prats),el dito (els dits). Quizá en otro punto se haya dicho cordero (*cor-ders), de donde provendrá la forma actual cordés.

En los tres valles de Tena, de Broto y de Bielsa, las letras P, T,K latinas intervocálicas parece que se han conservado y que no handegenerado en b, d, g. Este es un hecho curioso, y es importanteadvertir que se da también en Francia, en la hondonada de Aspe13. Heaquí ejemplos de Bielsa: capeza (cabeza), crapa (craba), napo(nabo), lupo (lobo), liepre (liebre), álica (áliga; en castellano águi-la, lat. AQUILA), noquera (noguera), pocilca (pocilga), m’a gustato,l’e trobato, ¿cuán as tornato?, seis ne tenito, ¡cuánto a plebito! Alos de este país se les pregunta, para burlarse de ellos: ¿As almorza-to?, ¿farinato? Y ellos se supone que responden: No m’en an guar-dato.

Ya hemos dicho que saliendo de Bielsa comienza a acentuarse elparecido con el catalán: acabamos de mencionar la caída de la -o finaldespués de la r: soler (solero), ferrer (ferrero). Lo mismo sucede conmucha frecuencia después de n y después de l: man (mano), plan (pla-no), plen (pleno), camín (camino), molín (molino), pin (pino), fil(filo), cul (culo). Nunca ocurre esto después de las demás consonan-tes. En palabras como faxo, coxo, baxo, dexar, en las cuales —comodijimos— la x representa una variedad de la ch francesa, se ha desa-rrollado entre este sonido y la vocal precedente otro sonido transito-rio que, a partir de Bielsa, se convierte en una i: faixo, coixo, baixo,deixar. Por el contrario, palabras como muito, dreito, cueito, feito,llegan a quedarse en muto, dreto, cueto, feto14. Y otro tanto pasa en elvalle de Gistaín.

En este valle es donde vemos aparecer los perfectos formados alo catalán, del infinitivo del verbo, precedido del indicativo del ver-bo ir. En el mismo pueblecillo de Gistaín se usan simultáneamentelos perfectos antiguos y los de formación reciente: perdión (ban per-dere) una parada de mulas. En Plan se prefieren los últimos: le boytirar un tiro y se ba bochar (fr. bouger). Aquí advertimos, por primeravez, la terminación en -n de la primera persona del plural, la cual en

DIALECTOS ARAGONESES

AFA-LXI-LXII 373

13. Según el señor D. Pablo Passy, el cual nos ha expuesto los resultados de la información comen-zada por su hermano Juan y continuada por él, sobre la lengua y el origen de los Ossalois.

14. Comp. todavía let (en Echo, lei. En Ansó la palabra se ha perdido ya), nuet (nuei, que ha desa-parecido también de Ansó, no la usan en Echo más que los ancianos).

Bielsa termina todavía en mos: carriaren (carriaremos) la fuella15 talpallar. Irén (iremos) a plegar caragols16.

En Benasque casi se imagina uno que está en Cataluña. Se oyeninfinitivos como tinre (cast. tener), prenre (prender), salre (salir),bulre (bullir), sabre (saber), bere (cast. ver), caire (caer), beure(beber), creure (creer), escriure (escribir)17, riure (cast. reír). La com-binación lt se ha conservado: molto, esculta. La l se pronuncia líqui-da en principio de palabra y en las combinaciones pl, cl, gl, fl: lluna,lloco, pllano, cllaro, gllárima (en Plan glárima, cast. lágrima), flla-ma. La t se pronuncia muy claramente al final de palabras como difi-cultat, mitat, y en la segunda persona del plural del imperativo: por-tat m’en dos, ubrit la puerta, fuit d’astí18.

La combinación -ts se conserva al final de la segunda persona delplural y en algunas otras palabras. No se convierte en -z: tots elsmosets (en Plan: toz es mocez), ¿qué fets?, ¿qué dits?, ¿cuáns entenits? El sonido de la z castellana es en Benasque completamentedesconocido: dotse (doce), cabesa (cabeza). Advirtamos, por fin, quelos finales en as se debilitan en es: les casades (las casadas), ¿québusques (buscas)?, ¿ta’n puyabes (puyabas)?

Tales son las particularidades más importantes de los dialectos delas montañas de Aragón, desde las fronteras del País Vascongado has-ta las de Cataluña. Querría aún para terminar, llamar la atención sobreel procedimiento seguido en esta región con la J- latina (y por consi-guiente con la G- ante E o I). Ya se habrán notado algunos ejemplosentre los vocablos citados en el curso de este informe. En Aragón, lomismo que en Castilla, la J- latina en palabras como JOCARE, JOHAN-NEM, JUVENEM, JUNIUM, JUNCUM, ha sido primeramente pronunciada

JEAN JOSEPH SAROÏHANDY

374 AFA-LXI-LXII

15. Fuella (cast. hoja). Más arriba hemos visto güello (cast. ojo). La diptongación, por decirlo así,de la vocal, no es estorbada como en castellano por la presencia de la palatal siguiente (véase Cornu,Romania, XIII, 285). Comp., con todo, nueit (cast. noche), güeit (cast. ocho), en Benasque; güerdio, enEcho (cast. ordio).

Por otra parte, una porción de palabras tiene una vocal diptongada que no encontramos en caste-llano. Tales son, por ejemplo, tieda (cast. tea); tabierna, en Bielsa (cast. taberna); güembro (cast. hom-bro), muera (cast. mora), en Bielsa.

16. Sabido es que en francés todas las primeras personas del plural parece que provienen de la ana-logía de las del verbo être. La terminación -UMUS del latín SUMUS (en fr. sons), debió invadir poco apoco toda la conjugación: chantons, que no puede proceder de CANTAMUS, representaría un tipo *CAN-TIMUS. En Plan encontramos unas cuantas formas que podrían corroborar este parecer. Juntamente conson (somos), dicen eston (estamos), don (damos), bon (bamos). También se puede añadir fon (femos).

17. Los infinitivos antiguos no han desaparecido todavía de una manera completa. Se dice ta escriu-re, pero ta escribi-lo.

18. Mitat, portat, fuit, son grafías, por decirlo así, que se encuentran en los textos antiguos caste-llanos. Sin duda alguna que se pronunciaría la t como se pronuncia en Benasque.

como la g del italiano gente. Este sonido era aún el que se daba a laj de jugar, Juan, joven, junio, junco, a principios del siglo XVI. Sabi-do es por qué serie de transformaciones se ha llegado poco a poco enCastilla a darle el valor actual de la jota. En Aragón, el mismo soni-do no ha pasado por tantas modificaciones. Se ha convertido simple-mente en un sonido no vocálico y se ha refundido en tch, que trans-cribimos ch, a la castellana: chugar, Chuan, choben, chunio, chunco.

Las palabras que acabamos de citar quizás no pertenezcan al fon-do antiguo popular de la lengua. En oposición a ellas, hay en caste-llano otras palabras en donde la consonante latina ha sufrido la mis-ma suerte. Al lado de junto se halla yunto, y antiguamente, al lado degente, se hallaba yente. Las palabras latinas GIPSUM, JENTARE, JUGUM,JACERE, se han convertido en yeso, *yentar (más tarde yantar), yugo,yacer. Las que siguen: GELARE, *JENIPERUM, *JENUARIUM, *GENU-CULUM, GERMANUM, se han quedado en elar, enebro, enero, inojo,ermano. En Aragón, por el contrario, siempre se siguió la misma mar-cha con la consonante latina. En otro tiempo se dijo junto, gent, geso,jentar, jugo, jacer, jinebro, genollo, germano, y ahora en los dialec-tos modernos se dice chunto, chen, cheso, chentar, chugo19, chacer,chinebro, chinero (Benasque), chenullo (Echo), chirman (Plan). Estodicho, parece que la palabra española chaza, término del juego depelota, debe relacionarse con chacer (IACERE); porque, en efecto, esees el lugar en donde queda (JACET) después de haber sido despedida.Esta palabra se ha considerado a veces como importada del francés.Yo creo, más bien, que sea originaria, no precisamente de la regiónque estudiamos, sino de Navarra, cuya lengua ha sido por largo tiem-po la misma que la de Aragón y donde el juego de pelota ha estadosiempre muy en boga20.

DIALECTOS ARAGONESES

AFA-LXI-LXII 375

19. Encuéntrase también chubo, en otro tiempo jubo. De este último se formaron jubero, jubada,que aparecen con frecuencia en los textos de la Edad Media en Aragón y en Navarra, y cuya afinidadcon el castellano yuguero, yugada, parece que no siempre se adivinó (Dozy hace árabe la palabra juva-da, la cual, según dice, no está en los diccionarios, pero se usa todavía en Argelia).

20. El trabajo original de Jean Joseph Saroïhandy se publicó, con el título «Mission de M. Saroï-handy en Espagne», en Annuaire de l’École Pratique des Hautes Études, París, 1901, pp. 106-118. Latraducción, con el título Dialectos aragoneses y prólogo de Joaquín Costa, vio la luz en la Revista deAragón, 1902, 644-654 y, posteriormente, se reprodujo en Aragón, VII, núm. 69 (junio de 1931), 108-112.

El verbo ser en el cheso (dialecto del Pirineo aragonés)

DOMINGO MIRAL

Este dialecto se conserva relativamente puro en el valle de Hecho(pueblos de Hecho, Siresa y Urdués); tiene grandes analogías con elansotano y con los dialectos de la Canal de Berdún y de los pueblossituados en la parte oriental del Pirineo hasta Jaca.

Es dialecto desconocido casi en absoluto; este desconocimientono debe llamarnos la atención a los aragoneses, porque son igual-mente desconocidos los tesoros de nuestros montes, sus selvas incom-parables y sus bellezas sin par.

Hemos dicho que se conserva relativamente puro y esta fraserequiere una explicación. Son inconcebibles la vitalidad y el espíritude este dialecto, refractario a toda influencia extraña: en este aspec-to solo puede compararse con la persistencia de la modalidad psico-lógica de los chesos, que lo hablan. Encerrado en un círculo infran-queable de formas dialectales, ha conservado intacto su acento, suléxico y su vigorosa sintaxis, sin que se note en él influencia algunaextraña.

La lexicografía de los más antiguos monumentos aragoneses seconserva casi íntegra en este singular dialecto, cuya personalidad dia-lectal iguala y en cierto modo supera en importancia filológica a ladel mismo catalán.

El castellano es el único elemento que ha invadido la jurisdicciónde este dialecto por el vehículo de los carabineros, que residen en estevalle para atender a las necesidades, reales o supuestas, de la zonafronteriza. Los forasteros lo comprenden al poco tiempo de residir enestos pueblos, pero no llegan a hablarlo nunca ni medianamentesiquiera. A esto obedece la penetración de formas castellanas, más

AFA-LXI-LXII (2005-2006), pp. 377-384 377

numerosas cada día, que alteran la pureza y hermosura de este acera-do dialecto. No poco influye también en sentido perturbador el des-pego con que lo miran los maestros nacionales, uno de los cuales decíaque el cheso no era un dialecto, sino una corrupción del castellano.Las formas nuey ‘noche’, clau ‘llave’, ley ‘leche’, etc., entre otrasmuchas, han perecido, víctimas de esa invasión y de ese abandono.

El autor de estas líneas ha escrito dos pequeñas piezas dramáti-cas, para que en ellas puedan encontrar los curiosos las formas de estedialecto tal y como se hablaba a principios del presente siglo. Tanpronto como sus ocupaciones se lo permitan, escribirá la gramática yel diccionario, que, aun siendo pobres y desmedrados, han de llamarpoderosamente la atención de los filólogos, algunos de los cuales,entre los más eminentes, nacionales y extranjeros, han tributado yael homenaje debido a este venerando resto lingüístico del Pirineo ara-gonés, sin que para ello haya sido óbice la modestia de su presenta-ción en el antes mencionado folleto.

No son ciertamente muy vastos nuestros conocimientos lingüís-ticos, pero bien podemos asegurar que en parte alguna hemos com-prendido con tanta claridad, como al estudiar este dialecto, la pro-funda significación de la palabra idioma, porque en lengua algunahemos observado tan profunda identidad entre el lenguaje y la psico-logía de las gentes que lo hablan.

Tiene gran interés la fonética, la morfología y el léxico de estedialecto, pero su mayor importancia estriba evidentemente en suestructura arquitectónica, es decir, en la agilidad, fuerza expresiva ytrabazón indiscutible de sus elementos sintácticos. Acaso llegue, lle-gará sin duda, el día en que todas las formas léxicas del cheso desa-parecerán, acorraladas por el castellano, pero no creemos que desa-parezca nunca el sello especial y típico de su estructura sintáctica.

No es nuestro objeto —sería ridículo intentarlo en un artículo deRevista— hacer un estudio comparado del cheso con las formas dia-lectales circundantes; por ahora nos limitamos a hacer un esbozo dela conjugación del verbo que figura en la cabeza de este artículo. Nodudamos que eso bastará a los inteligentes para formarse una ideaaproximada de la importancia de este dialecto.

DOMINGO MIRAL

378 AFA-LXI-LXII

CONJUGACIÓN DEL VERBO SER

Presente de indicativo

Singular Plural

1.ª so = soy 1.ª somos = somos

2.ª yes = eres 2.ª soz = sois

3.ª ye = es 3.ª son = son

Pocos comentarios hacen falta para poner de relieve la impor-tancia de las variantes dialectales de las formas transcritas. Las for-mas so, yes, ye, son más vivas y populares que las correspondientescastellanas; huelga hacer indicación alguna para comprender el pro-ceso de su formación por muy poco versado que sea el lector en mate-rias filológicas. Somos y son coinciden con sus equivalentes caste-llanas, y soz = sois es terminación harto más enérgica y expresiva queel sodes, sois del castellano. De igual modo terminan en esa personadel plural todos los verbos, y esa terminación es absolutamente espe-cífica del referido dialecto.

Un ligero ensayo será suficiente para que el lector perciba conclaridad la distinta fisonomía del cheso en las palabras citadas. Ante-póngase y pospóngase relativamente un sujeto y un predicado a cadauna de estas formas verbales, y esta diferencia se acusará notable-mente.

Otra particularidad es la de que estas formas conservan, como enlatín, la doble significación de ‘ser’ y ‘estar’:

so soy

yes boyero = eres vaquero

ye es

EL VERBO SER EN EL CHESO (DIALECTO DEL PIRINEO ARAGONÉS)

AFA-LXI-LXII 379

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Pero

so estoy

yes estás

ye en lo mon = está en el monte

somos estamos

soz estáis

son están

Cuando se trata de un lugar determinado o del cual se ha hechopreviamente mención, la construcción es sumamente singular: ¿ye lovetiello en la extravilla? ‘¿está el becerro en la cuadra?’. No, no ibié(NON IBI EST) ‘no, no está allí’.

El uso frecuente de esta estructura da una fisonomía especial alcheso y constituye una grave dificultad para el forastero que preten-de hablarlo.

no isó - no isomos no estoy - no estamos

no ibiés - no isoz en casa = no estás - no estáis en casa

no ibié - no isón no está - no están

Cuando la significación local del verbo tiene un carácter reflexi-vo, se emplean exclusivamente las formas del verbo estar:

me estó - nos estamos

te estás - vos estaz chugando a lo calvo

se está - se están

En cambio, las formas intransitivas, estoy, estás, está, etc., seexpresan siempre por las correspondientes del verbo ser: so, yes, ye, etc.

Estas mismas formas se aplican también para la voz pasiva de losverbos, pues estas formas pasivas pierden completamente su carácterverbal y quedan reducidas a una sencilla oración aseverativa de tiponominal; v. gr., so espelletáu ‘estoy desollado’; en cuanto se quiereacentuar el carácter pasivo de la oración, pierde esta estructura y sesustituye por la forma impersonal, única usada para la pasiva de estedialecto: p. ej., me despelletan ‘me desuellan’.

DOMINGO MIRAL

380 AFA-LXI-LXII

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PRESENTE DE SUBJUNTIVO. Siga, sigas, siga, sigamos, sigaz,sigan ‘sea, seas, sea, etc.’. Estas singulares formas coinciden total-mente con las correspondientes del verbo seguir, y únicamente por elcontexto pueden distinguirse de ellas. Se usan en los mismos casosque las del indicativo: que sigas triballador ‘que seas trabajador’, endo quiera que sigas ‘donde quiera que estés’, anque no isigas ‘aun-que no estés allí’, te trobarán te’stés en do te’stés ‘te hallarán dondequiera que estés’. La cecina de güé ye güeña, anque siga schervigáu‘la cecina de buey es buena, aunque sea despeñado’; que me’spelle-ten ‘que me desuellen’.

En el imperativo se usan exclusivamente las formas del subjun-tivo. El infinitivo ser solo se emplea en frases puramente castellanascomo no puede ser. En cheso se sustituye siempre por el infinitivo delverbo estar: ischo no puede estar cosa güena ‘eso no puede ser cosabuena’. Lo mismo sucede con las formas del gerundio estando ‘sien-do’ y haber estáu ‘haber sido’.

PRETÉRITO IMPERFECTO. Yera, yeras, yera, yéranos, yeraz, yeran‘era, eras, era, etc.’. Las leyes biológicas de las lenguas romances secumplen aquí con harto más rigor que en las respectivas formas cul-tas del imperfecto castellano. ERAM, ERAS, ERAT, etc., solo puedendar las variantes chesas yera, yeras, yera. En ninguna de las formasverbales de este tiempo hay coincidencia alguna con el castellano.Todas son puramente chesas, y sumamente característica la desinen-cia de la primera persona del plural, que repudia sistemáticamente el-mos castellano para sustituirlo por -nos: yéranos ‘éramos’, y estadesinencia se aplica sin excepción a todos los verbos, cualquiera quesea su terminación: fébanos ‘hacíamos’, puyábanos ‘subíamos’, acu-cutábanos ‘acechábamos’, muíbanos ‘ordeñábamos’.

Su uso coincide con el de las formas del presente: yera esquira-dor ‘era esquilador’, no yera lo pascharico en lo telláu ‘el pájaro noestaba en el tejado’; no ibiera tampoco l’anollo ‘tampoco estaba allíel novillo’. Yera espelletáu ‘estaba desollado’, lo’spelletaban ‘lo deso-llaban’.

El imperfecto del verbo ser es el único que en cheso tiene lasdesinencias mencionadas; todos los demás verbos, sin una sola excep-ción, conservan la desinencia temporal latina BA: muiba, esquiraba,acucutaba, feba ‘hacía’, encendeba, sentiba, etc.

EL VERBO SER EN EL CHESO (DIALECTO DEL PIRINEO ARAGONÉS)

AFA-LXI-LXII 381

AORISTO. En el aoristo (pasado indefinido de la Academia) lasformas castellanas fui, fuiste, fue, fuimos, fuisteis, fueron, se expre-san siempre en cheso por el aoristo del verbo estar: estié, estiés, estié,estiemos, estiez, estieron: ¿qui’stié lo que facié schervigar lo sarrio?‘¿quién fue el que hizo despeñar la gamuza?’; ¿estiés en lo cubilar,cuando segaban lo güerdio? No, no bistié ‘¿estuviste en el campocuando segaban la cebada? No, no estuve allí’; ¿en do te’stiés? Me’s-tié en lo pallar ‘¿dónde estuviste? Me estuve en el pajar?’.

Las formas de aoristo, derivadas, como en castellano, del FUI lati-no, se usan exclusivamente en cheso en el sentido de ‘ir’. No se pue-de decir fue un güen fillo sino estié un güen fillo ‘fue un buen hijo’.Estas formas son fue, fues, fue, fuemos, fuez, fueron ‘fui, fuiste, fue,fuimos, fuisteis, fueron’. El único uso posible de estas formas chesases el que se hace en frases como la siguiente: ¿qui’stié la que fue ayera’mplir la ferrada enta la fuen? ‘¿quién es la que fue ayer a llenar laherrada en la fuente?’.

De estas formas pueden hacerse las mismas aplicaciones que delas anteriormente mencionadas.

Los que estén un poco versados en este linaje de estudios podríanvislumbrar la brava y vigorosa personalidad del cheso con solo fijarun poco la atención en la fisonomía singular que el uso de estas for-mas imprimiría a cualquier dialecto menos típico y personal que este.

El aoristo castellano AMAVI > amai > amé termina siempre en e,algunas veces en i (vi, escribí, sentí); es unas veces agudo y otras gra-ve: dijiste, viniste. La variedad de las terminaciones y de la acentua-ción disminuye notablemente el vigor y la fisonomía de esas formas,mientras que en el cheso son todas oxítonas o agudas, es decir, nohay diferencia alguna tónica, y además los verbos de vocal temáticaa (de la primera conjugación) terminan este tiempo en -e: bajar →basché, pero todos los demás terminan siempre en -ié, terminaciónaguda, que en la conversación se dispara como una flecha y da al dia-lecto el aspecto de un acero punzante y afilado, que desgarra cuantotoca sin el menor esfuerzo. La ideología de los indígenas ofrece lamisma agilidad y penetración que las formas lingüísticas, y de aquíla fama de enérgicos y burlones de que gozan los chesos. Esta agre-sividad dialectal excluye, sin embargo, toda dureza y cacofonía; esenérgico sin aparatos ni gesticulaciones, y sarcástico y burlón sin chis-tes ni ingeniosidades tan insulsas como los colmos y chistes que nosexportan de Madrid.

DOMINGO MIRAL

382 AFA-LXI-LXII

En una asamblea municipal increpaba a un vecino el depositariodel Ayuntamiento. Era esto en tiempos muy próximos al apogeo delcontrabando, en que la administración de la Hacienda municipal anda-ba un tanto abandonada; el vecino preguntó al depositario lo siguien-te: y tú, ¿qué faciés con aquellos 150 duros que cobrés de tal arrien-do? A lo cual el depositario contestó con la mayor naturalidad: que¿qué facié? ¡que los me comié e los me bebié!

La administración municipal ha mejorado tanto que sería acree-dora a cualquier distinción por parte del Gobierno. El Ayuntamientono debe un céntimo, atiende todos los servicios, ha comprado máqui-nas de escribir para las escuelas y se dispone a emprender obras, quehan de darle gran renombre, si las lleva a cabo.

Conjugaremos dos o tres verbos en este tiempo para que se veala energía de expresión y el vigor fisonómico de estas interesantísi-mas formas:

Fer ‘hacer’: facié, faciés, facié, faciemos, faciez, facieron. Sin-tir ‘sentir’: sintié, sintiés, sintié, sintiemos, sintiez, sintieron. Esmo-lar ‘afilar’: esmolé, esmolés, esmolé, esmolemos, esmolez, esmole-ron. Apurriar ‘pegar’: apurrié, apurriés, apurrié, apurriemos,apurriez, apurrieron.

PRETÉRITO PERFECTO. He, has, ha, hemos, hez, han estáu. Estetiempo difiere del castellano en la segunda persona plural del auxi-liar y en la forma del participio pasivo (elisión de la d y atenuaciónde la o en u, que es siempre aguda, mientras que en castellano es siem-pre grave).

Otra particularidad es la desaparición del participio pasivo sidoy su sustitución por el correspondiente del verbo estar: estáu ‘esta-do’. Las acepciones de estas formas como en los tiempos anteriores.

PRESENTE DE SUBJUNTIVO. Haya, hayas, haya, hayamos, hayaz,hayan estáu. Únicas variantes, la de la segunda persona hayaz y lasconsabidas del participio. En la pasiva de los verbos solo se usa lamisma forma impersonal de los demás tiempos.

FUTURO. Seré, serás, será, seremos, serez, serán. No hay másdiferencia que la de serez. El uso tan variado como en las formas ante-riores: será manso; seré en lo puen mañana ‘estaré mañana en el puen-

EL VERBO SER EN EL CHESO (DIALECTO DEL PIRINEO ARAGONÉS)

AFA-LXI-LXII 383

te’. No iseré, iserás, iserá, iseremos, iserez, iserán ‘no estaré, esta-rás, estará, etc. allí’.

FUTURO COMPUESTO. Habré, habrás, habrá, habremos, habrez,habrán estáu. Pueden aplicarse a este tiempo las mismas observacio-nes que al pretérito perfecto, pero conserva la especial riqueza deacepciones que ha podido verse en todos los tiempos del verbo ser:¿qui habrá’stáu lo ladrón? ‘¿quién habrá sido el ladrón?’; ¿quihabrá’stáu en lo güerto? ‘¿quién habrá estado en el huerto?’; tú, ¡nobihabrás estáu! No, ¡yo no iseré’stáu!

Pensábamos exponer en este mismo artículo la conjugación delos verbos estar y haber, pero desistimos porque sus formas y acep-ciones no son menos variadas y originales que las del verbo ser, yhacía falta más espacio que el de que podemos disponer y porquenuestro deseo, llamar la atención sobre la recia y vigorosa personali-dad dialectal del habla chesa, queda cumplidamente satisfecho conlas breves observaciones hechas en las páginas anteriores∗.

DOMINGO MIRAL

384 AFA-LXI-LXII

∗ Este trabajo fue publicado en Universidad, I (1924), 209-216.

Tipos de flexión verbal en el cheso (el verbo hacer = fer)*

DOMINGO MIRAL

PRESENTE: fo, fas, fá, femos, fez, fan; castellano: hago, haces,hace, hacemos, hacéis, hacen; catalán: faig, fas, fa, fem, feu, fan.

Dios nos libre de aburrir al lector con un estudio fonético de losfenómenos lingüísticos que en estas formas han tenido lugar, hasta lle-gar del FACIO, FACIS, FACIT latino al fo, fas, fá, del cheso; pero no hayduda de que aun el más profano en el estudio de las leyes biológicasdel lenguaje podrá darse cuenta de las numerosas transformacionesque han tenido lugar y que, estudiadas con alguna extensión y dete-nimiento, tantos y tantos hechos y problemas nuevos ofrecerían a lafonética comparada del latín y de las lenguas romances.

IMPERATIVO:

fa FAC haz

faga FACIAT haga

fer FACERE haced

fagan FACIANT hagan

AFA-LXI-LXII (2005-2006), pp. 385-390 385

* Se reproducen los paradigmas verbales proporcionados por Domingo Miral en su artículo, y seprescinde de los comentarios iniciales, de menor interés en la actualidad. Para la acentuación de las for-mas verbales chesas se siguen las normas propuestas por José Lera Alsina, Aplego. Dicionario de resis-tencia y Gramatica sobre lo cheso (fabla altoaragonesa), Barcelona, 2004.

SUBJUNTIVO:

faga FACIAM hagafagas FACIAS hagasfaga FACIAT hagafagamos FACIAMUS hagamosfagaz FACIATIS hagáisfagan FACIANT hagan

INFINITIVO:

fer FACERE hacer

PARTICIPIO DE PRESENTE:

fendo FACIENDO haciendo

IMPERFECTO INDICATIVO:

feba FACIEBAM hacíafebas FACIEBAS hacíasfeba FACIEBAT hacíafébanos FACIEBAMUS hacíamosfébaz FACIEBATIS hacíaisfeban FACIEBANT hacían

Podríamos repetir las mismas consideraciones hechas anterior-mente respecto del presente. La más ligera comparación de estas for-mas basta para plantear una serie de problemas, que no se han plan-teado todavía en los escasos manuales de filología castellana.

AORISTO

facié FECI hicefaciés FECISTI hicistefacié FECIT hizofaciemos FECIMUS hicimosfaciez FECISTIS hicisteisfacieron FECERUNT hicieron

DOMINGO MIRAL

386 AFA-LXI-LXII

Una de las principales y más interesantes características de estedialecto es la absoluta libertad con que procede en lo que pudiéramosllamar forja y cuño de sus formas lingüísticas. Una vez escogido elmolde, todas las formas análogas deben entrar y modelarse en él, cua-lesquiera que sean las mutilaciones o transformaciones que hayan desufrir las palabras:

bashé bajé

puyé subí

comié comí

bebié bebí

vendié vendí

estié estuve

liyé leí

foradé horadé

querié quise

charré charlé

me shervigué me desnudé.

La rapidez y energía con que se pronuncian los numerosísimosmonosílabos y la terminación fina, sutil y acerada de las no menosnumerosas palabras agudas u oxítonas hacen de este dialecto una espe-cie de carcaj, de donde salen las palabras como flechas disparadaspor agilísimos arqueros. Es proverbial en la comarca el espíritu bur-lón de los chesos y la ironía finísima y zumbona con que acogen todoslos alardes de superioridad que se hagan en su presencia. Podría for-marse un interesante volumen con las agudas y sagaces ocurrenciasque corren de boca en boca entre la gente del pueblo y que no se pare-cen en nada a esa burda literatura cuentista, que tanto daño nos hace.

La agilidad y libertad de su dialecto se refleja en todas las mani-festaciones de su vida y resulta por demás curioso el espectáculo queofrece su arquitectura, distribuyendo y emplazando los edificios comosi cada uno de ellos hubiese de estar tan aislado como las bordas desus montes, prescindiendo completamente de alineaciones, calles,orientaciones, etcétera, etc.

TIPOS DE FLEXIÓN VERBAL EN EL CHESO

AFA-LXI-LXII 387

PERFECTO

he he

has has

hafeito

hahecho

hemos hemos

hez habéis

han han

PLUSCUAMPERFECTO

heba había

hebas habías

hebafeito

habíahecho

hébanos habíamos

hébaz habíais

heban habían

FUTURO SIMPLE

faré haré

farás harás

fará hará

faremos haremos

farez haréis

farán harán

Este tiempo difiere únicamente del castellano en la conservaciónde la f y en la desinencia -z de la segunda persona del plural.

DOMINGO MIRAL

388 AFA-LXI-LXII

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FUTURO COMPUESTO

habré habré

habrás habrás

habráfeito

habráhecho

habremos habremos

habrez habréis

habrán habrán

PRETÉRITO IMPERFECTO DE SUBJUNTIVO

fese hiciese

feses hicieses

fese hiciese

fésenos hiciésemos

fésez hicieseis

fesen hiciesen

Salta a la vista el interés de estas formas; la variante hiciera,hicieras, etc., no se usa en el cheso.

POTENCIAL

faría haría

farías harías

faría haría

faríamos haríamos

faríaz haríais

farían harían

TIPOS DE FLEXIÓN VERBAL EN EL CHESO

AFA-LXI-LXII 389

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PRETÉRITO PERFECTO DE SUBJUNTIVO

haya haya

hayas hayas

hayafeito

hayahecho

hayamos hayamos

hayaz hayáis

hayan hayan

PLUSCUAMPERFECTO DE SUBJUNTIVO

hese hubiese

heses hubieses

hesefeito

hubiesehecho

hésenos hubiésemos

hésez hubieseis

hesen hubiesen

Las formas hese, heses, etc., son naturalmente las del imperfec-to de subjuntivo del verbo haber, es decir, las equivalentes a hubie-se, hubieses, etc. La cultura filológica de gentes que en España hanestudiado muchos años de gramática no es obstáculo para que se afir-me con lamentable frecuencia que toda esa jerga es sencillamente unacorrupción de las formas castellanas, debida a la ignorancia del pue-blo.

Con este sencillo ejemplo creo haber demostrado la importanciay el interés de las formas dialectales de nuestro Pirineo, que estánesperando pacientemente la llegada de una mano cariñosa que lasrecoja y de una inteligencia cultivada que las ordene y las introduz-ca con todos los honores debidos en el amplio campo de la filologíarománica1.

DOMINGO MIRAL

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1 Este trabajo fue publicado en Universidad, VI (1929), 1-10.

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R E S E Ñ A S

José Javier MANGADO MARTÍNEZ: El habla de Sartaguda (Navarra). Su léxicoespecífico, Pamplona, Gobierno de Navarra, 765 páginas.

Con este voluminoso libro de José Javier Mangado nos adentramos en la másgenuina tradición dialectológica del español, en la «buena dialectología», comodiría el profesor Llorente Maldonado. Se trata de un minucioso estudio del «hablaviva actual de Sartaguda en lo que respecta a su léxico específico» (p. 19). Y elléxico es, en efecto, el eje vertebrador de esta monografía, en la que además, através de las aproximadamente 3400 unidades léxicas registradas (vocablos y fra-seología), el autor da cuenta pormenorizada de las peculiaridades del habla deesta localidad de la ribera navarra, especialmente de las de índole fonética.

Prologado por el profesor Claudio García Turza, amigo y compañero delautor en la Universidad de La Rioja, el volumen está organizado en tres capítu-los principales: Introducción, Vocabulario y Conclusiones. En el primero, ade-más de presentar las características geográficas, históricas y demográficas másrelevantes de Sartaguda —pueblo natal del autor, de unos 1400 habitantes, situa-do a orillas del río Ebro, en el borde navarro que linda con La Rioja—, Manga-do expone el objetivo de su investigación y explica, asimismo, la metodologíaque sigue para la obtención de los datos y para su posterior elaboración en unvocabulario.

Dado que el propósito del autor es «registrar y analizar el léxico específi-co de Sartaguda» (p. 31), la mayor dificultad y, a la vez, el aspecto que suscitamayor controversia —como ocurre, por otra parte, en todos los trabajos que ver-san sobre vocabulario diferencial o específico—, estriba precisamente en deter-minar qué se considera léxico específico y qué criterios se aplican para discri-minarlo. Aunque volveremos más adelante sobre esta cuestión, José JavierMangado, que no es en absoluto ajeno a los problemas implicados, entiende porespecífico el léxico usado en Sartaguda que «por no ser común a todo el ámbitohispanohablante o a su mayor parte (al menos, oficialmente), caracteriza de mane-ra especial a esta localidad, bien en sí misma, bien como integrante de la comu-nidad lingüística propia del entorno geográfico y sociocultural del que forma par-te» (p. 19). De esta manera, específico no equivale necesariamente a exclusivosino que se opone a general. Y, según viene siendo práctica común en los traba-jos de lexicografía regional o dialectal, el criterio que sigue para determinar esaespecificidad es tomar como referencia el DRAE —en su caso, la edición de1992—, «pese a sus muchas deficiencias al respecto», señala (p. 19). De acuer-do con este criterio, que aplica escrupulosamente, es objeto de análisis en lamonografía que comentamos toda unidad léxica usada en Sartaguda que no figu-re en el DRAE o difiera en la forma o en el significado respecto de la recogida enel diccionario académico, o incluso figure en él con la misma forma y significa-do pero con alguna restricción diacrónica, diatópica o diastrática (p. 19).

En cuanto a la técnica utilizada para la obtención de ese léxico específico,ha venido determinada por el hecho de que el autor es natural de Sartaguda, loque también ha favorecido sin duda la investigación de campo; así, en lugar deoptar por la aplicación de un cuestionario —según es habitual en este tipo de es-tudios—, Mangado, como miembro integrado en el grupo que investiga, se ha ser-vido de la observación y anotación de la realidad: como él mismo indica (p. 27),

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se trata de un «trabajo de recogida consciente» del léxico de Sartaguda, llevadoa cabo especialmente entre los años 1996-1999 y obtenido, en diversos ámbitosy circunstancias cotidianas, de un amplio y diversificado conjunto de informan-tes (son 66 los que han participado de forma más activa). Todo ello asegura tan-to la fiabilidad de los datos allegados como la representatividad de la muestra,aspectos ambos de todo punto esenciales en las investigaciones sobre hablasvivas.

El estudio particular de cada una de las unidades léxicas registradas se rea-liza en el Vocabulario, rigurosamente elaborado, tanto en su macroestructuracomo en la microestructura, de acuerdo con las pautas y principios vigentes hoyen la Lexicografía española. En este capítulo nuclear —y, con alrededor de 600páginas, el más extenso del libro—, José Javier Mangado proporciona una riquí-sima y pertinente información en cada artículo, con agudos comentarios, porejemplo, sobre la etimología de una determinada palabra o sobre sus peculiari-dades fonéticas; otros aspectos destacables son, asimismo, el especial cuidado enlas definiciones de los lemas —muchas de las cuales ha elaborado de nueva plan-ta—, la aportación de ejemplos para cada una de las acepciones, las abundantesmarcas de uso consignadas —en alguna ocasión, incluso, proporcionando míni-mos detalles sobre el empleo de una palabra; cf. orge (p. 428)—, y el sistemáti-co cotejo de cada vocablo o unidad fraseológica con los repertorios generales yregionales —limitados estos a los de las zonas aledañas a Sartaguda— que elautor considera paradigmáticos1.

El Vocabulario, en el que tienen cabida unidades léxicas de muy variadotipo (localismos, regionalismos, coloquialismos, numerosos vulgarismos…), secompleta con tres breves apartados sobre léxico onomástico: los tradicionales deAntroponimia —prácticamente limitado a registrar las realizaciones populares delos nombres de persona: Benino, Caetano, Grabiel, etc.— y Toponimia —conextensa información sobre el macrotopónimo Sartaguda—, a los que añade otrosobre los nombres de fiestas y acontecimientos propios de la localidad que seproducen en determinadas fechas, al que por tal motivo el autor denomina ana-lógicamente «Crononimia».

El amplio capítulo de Conclusiones con el que se cierra esta monografíapermite obtener una caracterización global del habla de Sartaguda y, en particu-lar, de su léxico. Dividido en cinco apartados, Mangado dedica los tres primerosa enumerar, con la ejemplificación exhaustiva en cada caso, las peculiaridadesfonéticas, morfológicas y de formación léxica que han quedado dispersas en elestudio independiente de cada vocablo. De ellos, el apartado que versa sobre lasparticularidades de carácter fónico —las más numerosas con diferencia— cons-tituye en realidad una síntesis, bien realizada, de fonética vulgar hispánica: intie-rro, afoto, arangután, bujero, afaitar, pior, dicir, custión, ucalito, cocreta o jer-sé son, entre otras muchas, formas que hablan por sí solas.

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1. Se trata de los siguientes: el DRAE, para el español general; para las hablas dialectales, el Voca-bulario navarro de Iribarren, el Vocabulario riojano de Goicoechea, el Vocabulario de palabras usa-das en Álava… de Baráibar, el Diccionario Aragonés de Andolz, y el ALEANR; a los que se añaden elDiccionario fraseológico del español moderno de Varela y Kubarth, y el Diccionario de refranes de Cam-pos y Barella, para las unidades léxicas pluriverbales.

Estrictamente léxico es el siguiente apartado de las Conclusiones, titulado«Cotejo lexicográfico», en el que se establecen diez grupos con las palabras olas unidades fraseológicas antes examinadas, según se encuentren incluidas o noen el DRAE y/o en los restantes repertorios consultados, presenten en ellos dife-rente forma o distintas acepciones, etc. El autor se propone así medir el grado deespecificidad del léxico sartagudés, si bien hay que decir que la existencia detantos apartados (diez) y de tan diversa índole no facilita, a mi juicio, el logrode tal objetivo. Además, algunos de esos listados, en concreto el segundo —dedi-cado a enumerar las variantes fonéticas y morfológicas usadas en Sartaguda noincluidas en el DRAE ni en los repertorios regionales consultados— y el quinto—que registra las variantes no incluidas en el DRAE y sí en alguno de los reper-torios consultados— están integrados en su mayor parte por vulgarismos fonéti-cos de amplio uso, entre ellos: esamen, ginasia, almoniaco, utosia, tasis, visícu-la, osesión (en el segundo); afusilar, apendi, custión, eslegir, golver, metá,pograma (en el quinto). Y es que, como expresamente indica Mangado, se trataen ambos casos de variantes que «obedecen a pronunciaciones o formacionesvulgares, coloquiales, relajadas, descuidadas, o bien a usos dialectales» (pp. 683y 709). De los diez grupos establecidos como resultado del cotejo, el más inte-resante es sin duda el primero, formado por vocablos —algo más de doscientos—propiamente específicos, no contenidos en ninguno de los diccionarios y voca-bularios consultados: apeluñar, ataros, cantura, estufique, fondinga, furraña,mangutel, totañar, etc.

Son fundamentales en esta monografía las escasamente tres páginas que cie-rran el capítulo de Conclusiones (pp. 733-735), pues constituyen una excelentesíntesis no solo de los aspectos más destacables de carácter fonético (como, porejemplo, la africación del grupo tr), flexivo y derivativo del habla de Sartaguda,sino sobre todo de los que atañen al léxico específico usado en esta localidad dela ribera navarra. El autor considera que ese léxico está configurado por «dos tipostransversales»: uno de carácter diatópico (se trata en su mayoría de palabras queSartaguda comparte con su entorno geográfico —Navarra, La Rioja, Aragón,Álava—: almutada, borrososo, aunecer, cenaco, pescatero, rebisalsear, baldorra,reírse el agua, ansa, espelletar, etc.); otro de carácter diastrático (formado por tér-minos «vulgares, coloquiales o descuidados y que, precisamente por ese estigmade desprestigio, no figuran en el DRAE, pese a ser muy comunes en el ámbito his-pánico»2; añádanse a los citados anteriormente: ande, desproceso, gomitar, indi-ción, medecina, paralís, etc.). Junto a estos dos tipos básicos de léxico específico,Mangado distingue un grupo de palabras de empleo también muy extendido (chi-cazo, coletear, gilipuertas, jodienda, pichurri, etc.) que, aunque todavía no figu-ran en la 21.ª edición del DRAE, sí se incluyen en los diccionarios de uso (DEA, DUE).

El hecho de que la determinación del léxico específico se haya realizadotomando como único punto de mira el DRAE da como resultado que una buenaparte de esas aproximadamente 3400 unidades léxicas que Mangado estudia en

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2. Llama la atención que el autor considere lo coloquial al mismo nivel que lo vulgar, es decir, comomanifestación de la variación diastrática, cuando lo coloquial, pero no así lo vulgar, es patrimonio detodos los hablantes, tal como se expone, por ejemplo, en Briz (1996), trabajo que Mangado cita en laBibliografía. Quizá hubiera bastado con incluir una nota aclaratoria al respecto.

este trabajo esté integrada por palabras como las que acabamos de mencionar opor otras de carácter meramente vulgar o popular que, como el autor señala enrepetidas ocasiones, gozan de amplia difusión en el ámbito hispánico. Claro queno es este un hecho aislado, sino, antes al contrario, es rasgo compartido pormuchas monografías que registran el léxico específico o diferencial de una deter-minada sintopía.

Resulta así que el adjetivo específico, referido a una unidad léxica, se recu-bre de una nueva acepción: ‘que no se registra en el DRAE o se registra con algúntipo de diferencia o marca específica’. Ahora bien, ¿hasta qué punto es adecua-do basarse exclusivamente en el DRAE?, ¿por qué no recurrir también, para encon-trar esa «especificidad», a otros repertorios académicos y diccionarios generalesdel español: DEA, Vox, DUE, por ejemplo? Con ello no se resolverían ni muchomenos todos los problemas, pero se evitaría al menos la inclusión de coloquia-lismos generalizados.

Pero estos comentarios no han de entenderse en modo alguno como una crí-tica al trabajo de José Javier Mangado —él ha optado por un criterio y lo ha apli-cado rigurosamente—, sino simplemente como una reflexión en voz alta sobrecuestiones controvertidas, y difíciles de resolver en la práctica, de la Lexicogra-fía regional y de la Dialectología hispánica en general (entre ellas, la necesidadde diferenciar entre dialectalismo y vulgarismo), cuestiones que ponen de mani-fiesto las carencias existentes —al menos de modo objetivo y explícito— en cuan-to a la extensión geográfica y niveles de uso de muchas palabras que pertenecena esa realidad «suprarregional» que constituye la lengua española. En este sen-tido, el hecho de que Mangado haya registrado todo ese amplio conjunto de vul-garismos y de formas que responden a una pronunciación descuidada o relajadapermite saber que también se localizan en Sartaguda, contribuyendo así a paliarese desconocimiento sobre la concreta difusión geográfica de tantas formas léxi-cas del español. Con todo, pensamos que hubiera resultado más apropiado excluirtales variantes, de uso muy generalizado, del capítulo dedicado al Vocabulario yocuparse de ellas solo en el apartado sobre rasgos fonéticos.

Por otra parte, en relación con la bibliografía utilizada, únicamente cabríaañadir algún título que no figura entre las abundantes referencias que aporta;entre ellos nos permitimos señalar El habla de Magallón. Notas para el estudiodel aragonés vulgar (Lázaro Carreter, 1945) y Notas léxicas sobre el habla deTarazona y su comarca (Gargallo, 1985), pues ambos estudios conciernen a áreaspróximas a la de Sartaguda, así como el trabajo clásico de Á. Rosenblat (1946),«Notas de morfología dialectal», en el que aparecen tratados muchos aspectos defonética vulgar.

Claro que estas ausencias en nada desmerecen la investigación de Mangado.El habla de Sartaguda (Navarra). Su léxico específico es, en definitiva, una mono-grafía llena de aciertos (la claridad y la concisión, el estilo ágil en la exposicióny el rigor metodológico se añaden a los ya mencionados), a través de la cual cono-cemos de forma exhaustiva las características léxicas, fonéticas y morfológicas delhabla de Sartaguda y, por extensión, del área de la ribera navarra. Pero, además,nos encontramos con una contribución sobre fonética popular hispánica.

M.ª Luisa Arnal Purroy

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Fernando GARCÍA ANDREVA: Los documentos del Archivo Municipal de Logro-ño (1268-1351). Edición y estudio lingüístico, Logroño, Ayuntamiento deLogroño, 2003, 199 páginas.

La edición y el estudio lingüístico de los documentos recogidos en la pre-sente obra constituyen una fuente muy valiosa para el conocimiento histórico delorigen y de las actividades de los pobladores de la capital riojana en la época,así como para esbozar el habla correspondiente a la zona de Logroño en los siglosXIII-XIV. En este sentido, es de agradecer la tarea emprendida por el autor, pues-to que este trabajo supone un primer intento para describir la imagen lingüísticade esa Rioja Media, menos estudiada que otras zonas vecinas como la Rioja Altay Baja, ya caracterizadas a partir del análisis de los textos emilianenses, calagu-rritanos y calceatenses.

Fernando García Andreva se ha esforzado en presentarnos estos documen-tos medievales de la forma más adecuada, intentando respetar al máximo las gra-fías, el empleo de mayúsculas y minúsculas, el uso de los signos de puntuacióny la disposición de los párrafos que presentan los textos. El autor ofrece, en pri-mer lugar, una edición paleográfica de estos diplomas logroñeses (pp. 25-65), enla que no pretende copiar los documentos de manera facsimilar, pero sí recogerel texto de una forma científica, al reproducir fielmente el texto y el formato delos documentos. Tras esta edición paleográfica, el autor, en aras de una mayorclaridad, presenta una edición crítica de los documentos (pp. 67-112) para faci-litar al lector la comprensión de los mismos, la cual va precedida por las normasseguidas en la edición de los textos, entre las que sobresale el interés por no alte-rar el valor fonológico que las grafías reflejan.

La edición de estos diplomas está precedida de un minucioso análisis (pp.18-23) en el que el autor da cuenta de la documentación editada y estudiada. Fer-nando García Andreva realiza una serie de consideraciones sobre el corpus docu-mental manejado, compuesto por veintidós diplomas localizados en el ArchivoMunicipal de Logroño y fechados entre los años 1268 y 1351. No ha incluido ensu estudio lingüístico tres documentos correspondientes a los años 1314, 1339 y1350, debido a su excesiva extensión, claramente superior a las pretensiones delautor en el presente trabajo. Asimismo, ha incorporado dos diplomas del vein-tiuno de julio de 1324 aparentemente iguales, pero que ofrecen una variacióncualitativa en torno a la voz antigua pora, lo que justifica el interés del autor eneditarlos por separado. De los veintidós manuscritos analizados, el autor ha extra-ído un total de treinta documentos, que sirven de base a su posterior estudio lin-güístico. Dentro de estas consideraciones previas a la edición de los documen-tos, García Andreva hace referencia también al tipo de letra predominante en losdiplomas (la gótica de albalaes) e intenta sistematizar el uso de mayúsculas y lapuntuación original de los textos. De otra parte, expone algunos elementos rela-cionados con la génesis documental de los diplomas estudiados, aspecto que ayu-dará al lector no especializado a familiarizarse con este tipo de textos; así, expli-ca los dos pasos fundamentales en la génesis de estos documentos escritos, laactio o acción jurídica y la conscriptio, que supone su puesta por escrito. Des-cribe, además, las personas que participan en la génesis de los textos, como sonel autor de la acción, el destinatario del documento y el rogatario o persona que

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se ocupa de escribir el documento. Finalmente, establece una tipología docu-mental entre los diplomas examinados, distinguiendo el apeo o instrumento jurí-dico que acredita el deslinde y la demarcación, la carta de recibo o documentoque otorga el pago de una deuda, la compraventa o venta de un bien por dinero,el mandato u orden de cumplimiento de una disposición, la permuta o cambio deun bien por otro de igual naturaleza, y el pleito o litigio judicial entre partes.

Tras estas consideraciones iniciales, y después de la edición paleográfica ycrítica de los documentos examinados, encontramos en la segunda parte del libroel estudio lingüístico de los principales rasgos registrados en estos textos (pp.113-154). Aunque se trata de un trabajo organizado por niveles lingüísticos: grá-fico (pp. 115-117), fonético (pp. 117-126), morfosintáctico (pp. 126-134) y léxi-co (134-152), no estamos ante un estudio monográfico exhaustivo de cada unode estos niveles, pues la intención del autor es, según sus propias palabras, «dara la luz en un futuro próximo el resto de las escrituras del archivo municipallogroñés para proceder entonces a llevar a cabo ese examen pormenorizado de lalengua de dichas escrituras» (p. 17). En la presente obra, el autor se limita a ofre-cer un boceto del habla de Logroño en la época, centrándose en la descripción yel análisis de los rasgos más relevantes.

Del inventario de fenómenos gráficos que el autor analiza, cabe destacar,de una parte, la tendencia arcaizante a representar el fonema prepalatal fricativosordo /s/ mediante la grafía de la doble ss intervocálica (disso), uso que se opo-ne a la hegemonía de la grafía x en el ámbito medieval hispánico, y, de otra par-te, la presencia de la grafía oa —tradicionalmente localizada de forma exclusi-va en Navarra— en alguno de estos documentos riojanos (goardaría).

En lo que concierne al nivel fonético, hay que destacar, en primer lugar, elconservadurismo de la región riojana —en contraste con lo que ocurre en el terri-torio castellano— en algunos fenómenos del vocalismo, tales como el predomi-nio de las formas acabadas en -iello sobre -illo (castiello) procedentes del sufi-jo diminutivo latino -ELLU. Dentro del vocalismo, hay que resaltar, además, lapresencia del diptongo ua, procedente de O tónica, en el topónimo Balcuarna,registrado en uno de los documentos logroñeses del siglo XIV, diptongo espe-cialmente frecuente en leonés, aragonés y en las hablas mozárabes, en contrastecon el influjo innovador del castellano, con resultado ue. Otros rasgos arcaicosdel vocalismo en la lengua de los documentos riojanos analizados por el autorson el uso del diptongo decreciente ei (feita), como resultado de la vocalizacióndel grupo -KT-, o los casos de apócopes de -e (orient, pendient) y, en menor gra-do, de -o final (Ferrand, Gonçal). Asimismo, dentro del vocalismo, el autor des-taca la pérdida de la vocal átona inicial (drecha) —resultado general en los docu-mentos navarros y aragoneses medievales—, y la repetición de voces acabadasen -i en lugar de -e (dámosli, esti, otri, fizi), fenómeno este último característi-co del dialecto riojano en contraste con el influjo de la norma castellana quesuplantaba paulatinamente -i por -e.

De gran interés resulta también el apartado dedicado al consonantismo. Enél se nos informa de que la tendencia arraigada por mantener la f- inicial única-mente queda recogida en algún documento con posible aspiración (haza). Comofenómenos de carácter dialectal destacan la permanencia de las variantes arcai-cas -it- (feita), -uit- (muitos) para los grupos latinos -KT- y -ULT-, formas que se

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consideran características de las hablas navarras y aragonesas (frente a la varian-te castellana ch), el mantenimiento inalterado del grupo consonántico latino -MB-(ambas), la sonorización de la consonante sorda tras sonante (consiendan), encontraste con las variantes con nt etimológica —fenómeno típicamente aragonéspero frecuente también en las hablas navarras y riojanas—, el mantenimientoesporádico de los grupos consonánticos iniciales latinos PL- (plenero) y KL- (cla-man) —rasgo propio del navarro y del aragonés frente al castellano—, y la epén-tesis esporádica de p como solución al grupo latino -MN- (calupnia), que supo-ne una singularidad característica del navarro y del aragonés. Finalmente, destacael autor la ausencia de ejemplos de asimilación consonántica que origina los con-glomerados enna y conna, tan habitual en los textos emilianenses y berceanos.

Entre los fenómenos morfosintácticos, resalta el autor la presencia del pro-nombre li en una sola ocasión (dámosli), en contraste con su uso predominanteen la Rioja Alta y en la Baja; asimismo, refleja el escaso uso del demostrativoesti (dos ocasiones) y del indefinido otri (siete ocasiones). De otra parte, hacereferencia a rasgos arcaicos, como la esporádica anteposición del artículo al pro-nombre relativo quien (el quien) o el mantenimiento de algunas diferencias eti-mológicas de género en los posesivos antepuestos (mio seello), frente a las for-mas contractas modernas, claramente predominantes. Como rasgos dialectales,destaca la presencia de numerales terminados en -anta (cincuanta), rasgo com-partido por los hablantes riojanos con los navarros y aragoneses, frente a la ter-minación castellana en -enta. Dentro del paradigma verbal, sobresale el uso dela desinencia ié sobre ía en el imperfecto de indicativo (avié) y en el condicio-nal (podrién), fenómeno raro en los textos aragoneses de la época y desconoci-do en los documentos navarros; destaca también el empleo del pretérito perfec-to sobre el tema de presente (tenieron), al igual que sucedía en aragonés, y laasimilación esporádica del grupo consonántico secundario n’r en rr en el futuro(verrán), fenómeno muy habitual en aragonés y navarro antiguo. Finalmente, enrelación con las partículas, destaca la presencia viva de la preposición sen, habi-tual en los dialectos navarro, aragonés y leonés, frente a la preposición castella-na sin.

El estudio sobre el léxico resulta muy esclarecedor para desentrañar el sig-nificado, etimología y difusión de algunas voces como morturas, mercaderas,axericar o parreta. Entre los principales resultados obtenidos por el autor hayque señalar, de especial interés para la historia del léxico español, el hallazgo depalabras no documentadas en otras fuentes (axericar, de con so uno), la presen-cia de voces que el DCECH no registra (afinar, costería) o que incluye sin infor-mación alguna (arenal, carnerear), los términos que facilitan precisiones semán-ticas (barda, cerradura), las voces encontradas en estos diplomas que adelantanla fecha de su primera documentación (cédula, regajo), y los términos a los quese databa por primera vez en la obra de Gonzalo de Berceo y de sus coetáneos(empecer, escarmentar). Asimismo, el autor nos informa acerca de la extensióny de la distribución diatópica de algunas palabras (cambra, enzens, estín) y delos étimos de algunas otras voces como algos o dezer.

Tras el estudio del léxico, Fernando García Andreva introduce unas con-clusiones (pp. 152-154), en las que recoge los resultados más relevantes obteni-dos en su trabajo de investigación, destacando los arcaísmos y los rasgos dia-

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lectales más sobresalientes, así como las principales aportaciones que se extra-en del inventario léxico recogido en su obra. A partir de los datos obtenidos ensu estudio lingüístico, el autor afirma que «nos hallamos ante un sistema quesigue básicamente las pautas fonológicas, gramaticales y léxicas del castellano,pero que mantiene todavía muy vivas numerosas singularidades autóctonas com-partidas con los dialectos orientales, el navarro y el aragonés» (p. 154). Asimis-mo, resalta que su estudio pone de manifiesto que muchos de los rasgos tradi-cionalmente considerados como navarrismos o aragonesismos habrán de tenerseen cuenta al caracterizar el dialecto riojano.

Después del estudio lingüístico, el autor presenta la bibliografía consulta-da (pp. 155-172) y una serie de índices que sirven de cierre a este trabajo deinvestigación; encontramos en esas páginas finales un primer índice de antropó-nimos (pp. 175-187), en el que se incluyen tanto los nombres propios como losapellidos documentados en los diplomas logroñeses, un segundo índice con lostopónimos en ellos registrados (pp. 189-194) y, finalmente, un índice alfabéticoen el que se incluyen todas las voces recogidas en el estudio lingüístico (pp. 195-199).

El trabajo de investigación llevado a cabo por Fernando García Andrevaresulta, a la luz de los resultados obtenidos en su estudio lingüístico, de especialinterés para un mejor conocimiento de la historia de la lengua española en gene-ral, y del habla riojana en particular. Las coincidencias de algunos rasgos pre-sentes en estos documentos logroñeses con el aragonés y el navarro vienen anegar la existencia de esa frontera rígida, tradicionalmente defendida, entre lashablas de la Rioja Baja (relacionadas con el navarro y el aragonés) y de la Rio-ja Alta (emparentadas con el castellano y el vasco). Parece acertada la afirma-ción de que esta distinción entre Rioja Alta y Baja carece de argumentos sólidos,debido a la escasez de monografías lingüísticas sobre las hablas riojanas elabo-radas hasta el momento. Será necesario realizar la edición de todos los diplomasrecogidos en los distintos archivos situados a lo largo del territorio riojano y elestudio lingüístico pormenorizado de los distintos niveles lingüísticos para poderefectuar un análisis contrastivo entre las distintas hablas riojanas. En esta líneade trabajo, las explicaciones ofrecidas a lo largo de las páginas de este libro supo-nen un punto de partida ciertamente interesante para el conocimiento exhausti-vo y minucioso de la lengua de las escrituras recogidas en el archivo municipallogroñés, objetivo último del autor.

Carlos Meléndez Quero

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María Luisa ARNAL PURROY: Diccionario del habla de la Baja Ribagorza Occi-dental (Huesca), Zaragoza, Gara d’Edizions-Institución «Fernando el Cató-lico», 2003, 199 páginas.

Desde los comienzos de su actividad investigadora, la profesora Arnal hadedicado buena parte de sus esfuerzos al estudio del habla cuyo Diccionario havisto recientemente la luz. En el año 1987 inició sus encuestas en 24 poblacio-nes que, por razones lingüísticas, agrupó bajo la denominación de Baja Riba-gorza Occidental, y desde entonces —a través de sucesivas publicaciones, entrelas que podemos destacar «Hablas bajorribagorzanas» (Actas del III Curso sobreLengua y Literatura en Aragón (Siglos XVIII-XX), Zaragoza, Institución «Fernan-do el Católico», 1994, pp. 287-310), «La Ribagorza: una comarca de frontera lin-güística» (Actas del I Encuentro «Villa de Benasque» sobre lenguas y culturaspirenaicas, Diputación General de Aragón, 1997, pp. 39-64) y El habla de laBaja Ribagorza Occidental. Aspectos fónicos y gramaticales (Zaragoza, Institu-ción «Fernando el Católico», 1998)— ha conseguido que el bajorribagorzano sea,precisamente, una de las variedades aragonesas mejor conocidas. Y todavía lo serámás con esta obra, fruto de la aplicación de las nuevas técnicas lexicográficas aunos ricos materiales léxicos, en la que, como en ocasiones anteriores, el rigorcientífico se alía con un evidente cariño hacia la tierra que estudia y hacia susgentes.

Las valiosas indicaciones de las páginas iniciales resultan de lectura inelu-dible para valorar en su justa medida el trabajo realizado y para obtener un mayoraprovechamiento con la consulta del repertorio lexicográfico. Determina en Lazona geográfica y su habla (pp. 9-14) el territorio objeto de estudio, que estásituado en un área de especial complejidad lingüística en la que el entrecruza-miento de isoglosas ha originado un «aragonés de transición hacia el catalán» (p. 10); proporciona, además, algunos datos demográficos y atiende a la relacióndel bajorribagorzano con el español estándar y a los distintos grados de vitalidady pureza que presenta, dependiendo de cada localidad y de factores sociolin-güísticos.

Especial relevancia alcanzan las explicaciones acerca de las Característi-cas de este diccionario e instrucciones de uso, desglosadas en una serie de sub-apartados: El corpus: obtención y selección del léxico (pp. 15-17), Estructuradel diccionario (pp. 17-19) y Estructura de los artículos (pp. 19-26). En el pri-mero da cumplida cuenta de la procedencia de las palabras presentadas: todasellas fueron obtenidas in situ, combinando las posibilidades del cuestionario dia-lectológico con la grabación de conversaciones espontáneas y de relatos diver-sos; las encuestas se realizaron durante los años 1987-1990 y se aplicaron a unamuestra de 88 informantes, diversificados según ‘localidad de procedencia’,‘edad’, ‘sexo’ y ‘nivel de instrucción’. No constan —señala la autora— en estediccionario únicamente los elementos diferenciadores del español común sinoque, desde la consideración del bajorribagorzano como una lengua funcional enla que convive lo dialectal con lo castellano, se da cuenta de todo el léxico regis-trado; se trata, pues, de un diccionario integral en el que podemos encontrar cas-tellanismos que han sustituido a las formas dialectales correspondientes (mucho)o que alternan con ellas (gente), así como vocablos castellanos o coincidentes con

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esta lengua, siempre que designen realidades del entorno local del hablante(árbol, casa); se incluyen, además, todas las variantes registradas, sin atender apropósitos normativos sino puramente descriptivos.

En la Estructura del diccionario trata de la organización general de la obra,es decir, de la macroestructura que la sustenta. Y las explicaciones, siempre per-fectamente ejemplificadas, alcanzan a los mínimos detalles: disposición de lasentradas, remisiones y ordenación alfabética, con la justificación, incluso, deltratamiento dado a los lemas diferenciados únicamente por el acento (asclla /ascllá, bovila o bóvila) o a las palabras homónimas (sillón ‘botijo’ / sillón‘sillón’); precisa también los procedimientos seguidos para incluir las lexías com-plejas (que se ordenan por su primera palabra fuerte gramaticalmente, según unorden de preferencias establecido: sustantivo, adjetivo, verbo, pronombre, adver-bio), para atender a las alternancias de género o para determinar, en el caso decontar con distintas variantes, cómo se organiza la información relativa a todasellas y cuál es el lema principal.

De la microestructura —o disposición de los contenidos en el interior decada entrada— se ocupa la doctora Arnal en las páginas siguientes (Estructurade los artículos), y tampoco aquí deja nada a la improvisación, sino que la infor-mación es completa y minuciosa; en los distintos artículos figuran —tal comoexplica con detalle— categoría gramatical, vigencia cronológica (con las mar-cas poco usado o desusado), definición, localización geográfica, notas de uso,ejemplos (para ilustrar el empleo de la voz o precisar su significado), varianteo variantes formales del lema en cuestión y posibles sinónimos registrados enotros lugares; finalmente, impresas en negrita y separadas de lo anterior median-te una doble barra vertical, se colocan las unidades léxicas complejas. En lasdefiniciones se combinan —precisa la doctora Arnal— técnicas propias de losdiccionarios bilingües y monolingües: la habitual equivalencia con el españolgeneral (cangrena ‘gangrena’) se matiza cuando el significado del término cas-tellano puede resultar desconocido (porqueá ‘amelgar, hacer surcos en un cam-po para sembrar con igualdad’) o cuando el vocablo bajorribagorzano no secorresponde con todas las acepciones del castellano (tronera ‘tronera, personajuerguista…’), mientras que se recurre a definiciones perifrásticas, propias delos diccionarios monolingües, ante la ausencia de un equivalente adecuado(enrestí ‘perseguir corriendo’); se hacen explícitas, además, las condiciones sin-tagmáticas o contextuales en las que puede ser empleada la palabra mediantelocuciones del tipo referido a.

Una breve Nota sobre la ortografía utilizada (p. 27) y una Lista de abre-viaturas (p. 28) dan paso al Diccionario del habla de la Baja Ribagorza Occi-dental (pp. 29-196), que cumple todas las expectativas previstas y responde a loanunciado: contiene el léxico utilizado por los hablantes bajorribagorzanos en sucomunicación habitual, por lo que tienen cabida palabras o acepciones aragone-sas, catalanas, variantes propiamente ribagorzanas, elementos comunes con elcastellano o castellanismos que han sustituido al término autóctono, todo elloperfectamente definido, localizado, ejemplificado y precisado en cuanto al nivelde uso. Aunque no se comentan de manera explícita, las características gramati-cales y, sobre todo, fonéticas de esta habla quedan al descubierto a la vista deformas como maldí ‘maldecir’, chicorrón, dimin. de chico; chiquet, usado como

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apelativo para nombrar a cualquier persona; charraire ‘charlatán’; o llum ‘luz’,pllantá ‘plantar’, espuntá ‘despuntar’, etc. Es posible comprobar la existencia desinónimos geográficos (abaldiadó / columpio) y la convivencia de variantes foné-ticas (plumón / pllumón, clau / cllau / clavo, chugar / jugar, abajo / abaixo, tie-rra / terra, aduyá / ayudá), con las correspondientes precisiones en cuanto a vita-lidad y extensión; también se observan ejemplos de polisemia (como en lasacepciones de novillo y ternero) y, sin restar un ápice al rigor lexicográfico, enalguna ocasión se incorpora el componente etnográfico, como en la entrada alba-da, en la que una cita textual permite apreciar algunos rasgos lingüísticos espe-cíficos: «la albada é una de las cosas más majas que tenín en Graus; n’hay unamuy conocida que dice…».

Si en su momento el libro El habla de la Baja Ribagorza Occidental. Aspec-tos fónicos y gramaticales supuso una innovación metodológica —desde plantea-mientos funcionalistas— y abrió nuevos caminos en el estudio de las variedadeslingüísticas de Aragón, esta vez la profesora Arnal muestra con su nuevo traba-jo cómo debe realizarse un diccionario: con un corpus definido, con la aplica-ción de técnicas lexicográficas rigurosas y con explicaciones pormenorizadas quepermitan saber a los lectores qué materiales incluye, cómo se han obtenido y dequé manera han sido tratados por el lexicógrafo. Los destinatarios de este traba-jo son tanto los especialistas —a los que facilita un corpus rico y bien definido,con útiles precisiones semánticas, diatópicas y sociolingüísticas— como las pro-pias gentes bajorribagorzanas. No se trata de una obra cerrada sino que quedaabierta —afirma M.ª Luisa Arnal en el preámbulo— a su mejora y enriqueci-miento en futuras investigaciones y a las críticas, sugerencias y propuestas de lospotenciales usuarios; mucho dice a favor de su autora esta actitud que, es sinduda, la que permite avanzar en cualquier campo de la ciencia.

Rosa M.ª Castañer Martín

Fabián GONZÁLEZ BACHILLER: El léxico romance de las colecciones diplomáti-cas calceatenses en los siglos XII y XIII, Logroño, Servicio de Publicacionesde la Universidad de La Rioja, 2002, 616 páginas.

El libro titulado El léxico romance de las colecciones diplomáticas calcea-tenses en los siglos XII y XIII es un estudio de las voces romances atestiguadas enla documentación de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), datada en 1300 oanterior a esta fecha. El autor ha analizado tres colecciones diplomáticas dife-rentes: la editada por Agustín Ubieto, compuesta de tres Cartularios conserva-dos en el archivo de la catedral de Santo Domingo; la perteneciente al archivode dicha catedral, y la que se conserva en el archivo municipal, estas dos últimaseditadas por López de Silanes y Sainz Ripa. De este conjunto de textos, Gonzá-lez Bachiller ha eliminado aquellos de carácter real, señorial, pontificio o car-denalicio, por considerar que los usos lingüísticos registrados en los mismos no

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son propios de la zona que constituye su objeto de estudio. Su corpus final estácompuesto por 171 documentos de clara heterogeneidad.

El estudio léxico va precedido de una extensa introducción en la que se apor-tan, entre otros, datos relativos a la bibliografía analizada, la metodología utili-zada, la historia de la zona enmarcada por las cuencas de los ríos Oja y Tirón yla variedad de lengua atestiguada en la documentación. En cuanto a este últimoaspecto, el autor explica, por un lado, la relación existente entre las grafías regis-tradas y los fonos o fonemas a los que representan (grafías -nn-, -ñ-, -n-, -in-, -ny- y -ni- para el fonema nasal palatal [n3]), y por otro, da cuenta de los rasgosmorfosintácticos más destacados (formas este, esti, est, esta, esto para el pro-nombre demostrativo referido al primer campo deíctico).

El conjunto de palabras estudiadas —la palabra es la unidad lingüísticasometida a análisis— está compuesto por las formadas por monemas (o palabraspropiamente léxicas), las palabras gramaticales (preposiciones, conjunciones,artículos…) y los topónimos encontrados en la documentación citada. Tambiénse incluyen los antropónimos que presentan un uso apelativo o que contienen unelemento patronímico en su formulación. La lematización está realizada siguien-do el criterio morfológico convencional de la lexicografía española. El lema, queestá constituido por la variante gráfica registrada un mayor número de veces, seacompaña de un asterisco si no está documentado como tal en los textos calcea-tenses. Las restantes variantes se incluyen en cursiva y ordenadas alfabéticamenteatendiendo exclusivamente a las grafías, y no a los sonidos que estas, presumi-blemente, representan [heredat (vars. Heredath, heredade)]. Tras ellas, se ano-ta la categoría morfológica del lema, siguiendo los criterios usados en el DRAE

(Diccionario de la Real Academia Española), y las distintas acepciones del mis-mo, ejemplificadas mediante secuencias de palabras extraídas de los materialesanalizados [v. gr., para la voz ya citada: sust., ‘bienes raíces’: Et de hoc cambio ipsacum filio suo dat fiadores de redrar como fuero es esta heredat (1182, Cart-50)].En todas las entradas podemos encontrar un breve comentario filológico, quevaría en función del interés que presenta cada lema, pero que tiene como rasgocomún la inclusión de observaciones acerca de su etimología. En último lugar,se incluyen ejemplos del término estudiado en documentación de la misma épo-ca o en textos literarios del siglo XIII. En el caso concreto de los verbos, se ano-tan también todas las formas documentadas en los textos calceatenses [Formasatestiguadas: pret. subj. 3.ª pl. (se lebantassen)], así como ejemplos de las mis-mas cuando estas no están representadas en los que se aportan con motivo de ladefinición de la palabra.

Tras el estudio léxico, González Bachiller incluye una ordenación semánti-ca de las voces estudiadas mediante la que pretende dar cuenta de las redes léxi-cas y las relaciones de sinonimia y antonimia que se establecen entre ellas. Loscampos semánticos que distingue —cada uno de los cuales se subdivide en apar-tados y subapartados diversos— son los siguientes: «Relaciones Generales», «ElTerreno», «Seres Vivos», «El Individuo» y «Modos de Vida».

El libro se cierra con un interesante capítulo en el que se exponen las con-clusiones, y al que siguen una relación de la extensa bibliografía consultada y unapéndice con las correcciones que el autor propone para las ediciones de los tex-tos trabajados, previo cotejo de las mismas con los originales.

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La valía filológica de esta obra está fuera de dudas, pues supone interesan-tes aportaciones en distintos campos de la historia de la lengua y proporciona allector una relación de las particularidades lingüísticas más relevantes de la docu-mentación calceatense. En primer lugar, este investigador resalta la fuerte pre-sencia en estos textos de variantes gráficas cultas (empleo de grupos grafemáti-cos como -ct- o -pt-: auctoridat, scripto, sancta), alejadas, al parecer, de lapronunciación de los hablantes, y su abundancia en giros y expresiones propiasdel lenguaje jurídico-administrativo. Asimismo, señala como una de sus carac-terísticas lingüísticas más relevantes el hecho de que presente rasgos más primi-tivos que los de la variedad propiamente castellana de la época (grafía l para [l 3];F- inicial en numerosas voces populares y topónimos: Faiulea, Ferrero, Forme-lla, farina, fecho). Da cuenta, igualmente, de la influencia ultrapirenaica quemanifiestan los textos calceatenses, propia de su momento histórico (lh para [ l

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en Calhe o lhano; ejemplos de apócope extrema de -e cuando la última conso-nante es dental: oriend, oxident, adelant). En lo referente a la presencia de lalengua vasca, el autor nos informa de que se atestigua únicamente en el léxicoonomástico, a pesar de que su existencia en la Alta Edad Media en La Rioja esun hecho incuestionable (Alhorriaga, Gorostori, Urricolatu, Zufiori). GonzálezBachiller registra, también, en sus documentos, ejemplos de algunas de las par-ticularidades lingüísticas que en la bibliografía se han considerado distintivas dela «variedad riojana» o de gran vitalidad en la misma (vocal final -i y no -e enlos pronombres de tercera persona eli, li, lis; en el demostrativo esti, el indefi-nido otri, la preposición ssobri y la primera persona de los pretéritos fuertes: oui,estoui, toui, pusi, fizzi), e indica la ausencia de otras, en principio, esperables(mantenimiento de -mb-; formas como enna, conna).

Las coincidencias de la lengua de los textos calceatenses con el navarro yel aragonés (asimilación n’r > rr, coincidente con el aragonés; -anta y no -entaen nouanta, sexanta, etc., como en navarro y aragonés) son consideradas por esteinvestigador como una prueba de la no existencia de una variedad lingüísticabajorriojana, más cercana al aragonés y al navarro, y una variedad diferente alto-rriojana, más próxima al castellano, sino de una única variedad común a las hablasdel valle del Ebro que presenta en La Rioja sus propias particularidades, y quemanifiesta una mayor castellanización frente a la existente en esos momentos enNavarra y Aragón. Sustenta esta teoría gracias a la realización de un estudio com-parativo entre los datos obtenidos de los documentos calceatenses, los de los tex-tos emilianenses y otros procedentes de Calahorra de la misma época.

González Bachiller afirma, acerca de la conjunción de rasgos encontrada enla lengua estudiada, que «todo ello convive, probablemente, desde época proto-rromance, en una modalidad de génesis plural» (p. 578).

En lo que se refiere al léxico, esta obra es de crucial importancia, pues con-tribuye a la documentación y definición de voces poco o nada atestiguadas has-ta el presente (animalia ‘oficio religioso por el ánima’, nocedo ‘nogal’, tagora‘medida de capacidad’), y amplía la información semántica existente sobre otras(cerrada ‘terreno cercado’, conponer ‘concertar’, labrar ‘acuñar’). Aporta, ade-más, variantes poco habituales o desconocidas de algunos términos (clergo, llan-tar, plena, paper). Igualmente valiosa es la anticipación que en ella se realiza delas dataciones propuestas para algunas voces [abismo (1282 vs. 1300 en el

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DCECH), examinar (1287 vs. Juan Ruiz en el DCECH)], así como la aportación dedatos que mejoran el conocimiento que se tenía hasta ahora del estatuto grama-tical de otras de ellas [abenir (uso transitivo), demostrar (con suplemento conde)].

Elisa González Ramos

Carmen SARALEGUI y Cristina TABERNERO: Navarrismos en el Diccionario de laReal Academia Española, Pamplona, Departamento de Educación y Cultu-ra del Gobierno de Navarra, 2002, 2.ª ed. aumentada, 365 páginas.

En estas páginas del Archivo de Filología Aragonesa no es infrecuenteencontrar referencias al romance navarro o a las características lingüísticas actua-les de la comunidad vecina, a la que tantos lazos históricos y filológicos nosunen, sin entrar ahora a debatir sobre la unidad lingüística navarro-aragonesa delperiodo medieval. Me parece, pues, oportuno dar cuenta de la aparición de unlibro en el que se estudian las palabras que el DRAE localiza en Navarra, pero enel que, además, se plantean ciertas cuestiones de interés general (en torno a con-ceptos como regionalismo o dialectalismo), se destacan algunas corresponden-cias léxicas entre el navarro y el aragonés (y, a veces, el riojano) e, incluso, secaracterizan algunas palabras como exclusivas de Aragón.

Este trabajo viene avalado por la reconocida solvencia de sus autoras, espe-cialistas en el navarro medieval (baste recordar la trascendencia que para la inves-tigación sobre la evolución histórica de este romance tuvo El dialecto navarroen los documentos del monasterio de Irache (958-1397), de la doctora Saralegui,publicado en Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1977); ambas se han ocu-pado también de aspectos diversos referentes al castellano hablado en Navarra y,en este sentido, el libro que ahora reseñamos no supone su primera incursión enel tema sino la culminación de trabajos anteriores como «Identificación de pecu-liaridades léxicas de Navarra a partir de la 21.ª edición del diccionario académi-co» de Cristina Tabernero (Príncipe de Viana, 58 (1997), pp. 709-761), «Un apun-te sobre diferencias regionales en el vocabulario» de Carmen Saralegui (Unumet diversum. Estudios en honor de Ángel Raimundo Fernández González, Pam-plona, EUNSA, 1997, pp. 527-537) o «Los regionalismos navarros en DRAE: des-cripción, análisis y anotaciones», artículo debido ya a la colaboración de ambasprofesoras (Actas del IV Congreso Internacional de Historia de la Lengua Espa-ñola, Logroño, Gobierno de La Rioja-Universidad de La Rioja, 1998, pp. 365-390).

La primera edición de Navarrismos en el Diccionario de la Real AcademiaEspañola tenía como referencia la 21.ª edición del DRAE, es decir, la de 1992, yse publicó en 2001, año en el que, precisamente, vio la luz una nueva edición delDiccionario académico, que presentaba notables diferencias con relación a laanterior. Este hecho justifica la inclusión ahora de una Addenda en la que se com-

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para, palabra por palabra, el tratamiento dado a los navarrismos en ambos reper-torios académicos; se consigue de esta manera actualizar una información quequedaba en algunos casos desfasada y, sobre todo, completar la historia de unasvoces cuya trayectoria se había trazado, a través de las sucesivas ediciones delDRAE, desde Autoridades.

Los distintos apartados de los que consta la Introducción (pp. 17-27) dancuenta de los objetivos del trabajo y de los planteamientos metodológicos que losustentan: Justificación del título, El estudio de los regionalismos, Las notacio-nes diatópicas del DRAE y El estudio del presente corpus. Se plantean aquí dis-tintas cuestiones de indudable interés, comenzando por la necesidad de explicarel término navarrismo, ausente del repertorio académico, frente a denominacio-nes paralelas como aragonesismo o valencianismo, que sí constan en el DRAE.Observan las referencias a las lenguas y dialectos peninsulares y comentan, asi-mismo, las precisiones geográficas de este Diccionario que —en relación a laPenínsula— pueden ser generalizadoras (España, ibérico) o referirse a determi-nadas zonas (oriente peninsular), comunidades (País Vasco) o provincias (Álava).Reflexionan también acerca de los conceptos de regionalismo y dialectalismo y,al hilo del corpus manejado, dan cuenta de la existencia de voces o acepcionesexclusivas de Navarra, frente a navarrismos compartidos por otros territorios, yde los problemas de adscripción de acepciones cuando un vocablo tiene varias,ya que, en este caso, no siempre queda claro en el DRAE si las restricciones dia-tópicas afectan o no a todas ellas.

Con el título de Menciones de Navarra en el DRAE de 1992: estudio de lostérminos por orden alfabético (pp. 29-275) se presentan los 212 términos encon-trados; cada una de las entradas, en las que se transcribe fielmente la informa-ción académica, consta de cinco partes: 1. Presencia en las ediciones del dic-cionario académico (se manejan, para ello, todas las ediciones anteriores a la de1992, desde Autoridades; los diccionarios manuales aparecidos desde 1927 has-ta 1989, y los dos volúmenes existentes del Diccionario histórico). 2. Otros datosdel DRAE 1992 (información sobre el uso, la etimología o cualquier otro aspectode interés). 3. Aparición en fuentes y repertorios (con documentación antigua yactual de la voz). 4. Localización en los atlas lingüísticos (sobre todo en elALEANR, a partir del cual se elabora en ocasiones un mapa simbólico que ilustraacerca de la vitalidad y distribución de la voz en cuestión). Y, como conclusión,5. Compulsa de los datos averiguados con la adscripción diatópica propuesta porel DRAE (y otras posibles apreciaciones), apartado en el que, a la vista de todo loanterior, se expresa un juicio valorativo sobre la localización académica de lapalabra, la definición, la adscripción de acepciones o condiciones de uso en lasregiones señaladas por el DRAE o por el resto de fuentes manejadas.

Siguen unas interesantes Reflexiones sobre los datos analizados (pp. 277-285), que se estructuran en tres subapartados; en el primero de ellos, Adscrip-ciones geográficas del DRAE y gradación del léxico regional (pp. 279-282), sevaloran positivamente muchas de las localizaciones propuestas por el repertorioacadémico, tanto si el término se circunscribe a Navarra (alobar ‘acosar, impor-tunar’) como si su uso se extiende a Aragón (corromper ‘incomodar, fastidiar’),a esta comunidad y a la Rioja (afascalar ‘hacer fascales’), a Álava (alicate ‘comi-lón, buen diente’) o a otros lugares; sin embargo, en todos los casos, las autoras

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del trabajo aportan matizaciones o correcciones; sirvan como ejemplo, la res-tricción a Navarra de zorongo ’pañuelo doblado en forma de venda que se llevaen la cabeza’ (propio de aragoneses y navarros, decía el DRAE) o, por el contra-rio, la extensión a La Rioja de ababol ‘persona distraída, simple, abobada’ (Ara-gón y Navarra en el DRAE) o la mala adscripción de las acepciones de ternasco(‘cordero recental’ en Aragón, ‘cabrito lechal’ en Navarra, según la Academia).El manejo de una amplia bibliografía de muy variada procedencia permite com-probar que algunos términos marcados diatópicamente por el DRAE son más gene-rales en español: adula, empentón, estozolar; en algunos de ellos la Academiaachaca a regionalismo lo que es, simplemente, nivel o registro de uso, confusiónque lleva a las profesoras Saralegui y Tabernero a una afirmación que compartoplenamente: «y precisamente este aspecto, a saber, el deslinde entre las que sonvariedades diatópicas respecto a las diastráticas y las diafásicas (y a las diacró-nicas, cabría añadir, si se tiene en cuenta, por ejemplo, lo que se dice arriba sobreel uso anticuado del masculino alcaldío), resulta, en los albores del siglo XXI,absolutamente esencial, superadas como están las concomitancias entre las tra-dicionalmente conocidas como hablas vulgares y las hablas rurales; y en unosmomentos en los que la lingüística presta atención inusitada al condicionamien-to de la situación comunicativa» (p. 282).

Se advierte en el Índice y características de uso de las voces estudiadas(pp. 282-284) de la existencia de palabras de uso restringido a los historiadores(cena del rey ‘tributo que se pagaba al rey’), a los juristas e historiadores delderecho (viudedad ‘usufructo de aquellos bienes del caudal conyugal, que duran-te su viudez goza el consorte sobreviviente’) o a las industrias rurales (argadi-llo ‘cesto grande de mimbre’, samanta ‘haz de leña’); se facilita un listado conlos términos que pertenecen a la lengua común y, finalmente, se subraya el esca-so número (16 en total, entre las que se encuentran ababol, alcorzar ‘acortar’,fiemo ‘estiércol’ o zaborra ‘residuo, desecho’) que han pasado a la generaciónmás joven y de ambiente urbano. Por último, con el título de Heterogeneidadléxica de Navarra (pp. 284-285) apuntan a las circunstancias históricas y a laconvivencia entre romance y vascuence como causas de la distribución de áreasléxicas en la provincia.

El capítulo titulado El último diccionario de la Academia (2001): nuevoscriterios en relación con los navarrismos (addenda para la segunda edición),que abarca las páginas 287-315, constituye la única novedad de esta segunda edi-ción. Se reproduce —en forma de columnas— la información ofrecida por las edi-ciones académicas de 1992 y 2001 para los 212 navarrismos que constituían elcorpus inicial obtenido en la primera de ellas, corpus que no ha variado ante laimposibilidad de manejar informáticamente el nuevo repertorio y atender demanera sencilla a posibles incorporaciones. Se procede a continuación al Análi-sis de la nueva situación (2001) de los navarrismos en el DRAE (pp. 310-315),con comentarios cuantitativos (porcentajes) y cualitativos (tipos de voces) acer-ca de los cambios observados: conservación, supresión de términos y supresiónde acepciones. Las cifras resultan, en algunos casos, verdaderamente llamativasya que, por ejemplo, son 137 (un 64,5%) los navarrismos eliminados por la Aca-demia en 2001, muchos de los cuales —según he podido observar— quedan aho-ra limitados a Aragón (acotolar, alifara, batueco, encadarse, escombra, sargan-tana, entre otros), restricción que, en general, es confirmada por el ALEANR y era

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ya sugerida por las autoras en la primera edición de su libro (alberge, zolle, porejemplo), aunque esto no ocurre en todos los casos (bisalto). La reducción es, sinembargo, valorada positivamente por las Dras. Saralegui y Tabernero, para quie-nes el resultado es ahora más ajustado a la realidad y se ha ganado en calidad yverosimilitud lo que se ha perdido en cantidad.

En el habitual apartado bibliográfico (pp. 317-350) se da cuenta de los títu-los manejados, de las siglas y abreviaturas con las que se mencionan los distin-tos diccionarios y de las ediciones de los repertorios académicos utilizados; jus-to es destacar nuevamente que la bibliografía —de acuerdo con los objetivospropuestos— no se reduce a Navarra, y ni siquiera a los territorios vecinos, sinoque se amplía a todo el dominio hispánico y que atiende tanto a la perspectivahistórica como a la descripción sincrónica. Una relación de las referencias utili-zadas en el ALEANR para representar a cada una de las localidades (Referenciasgeográficas de las localidades según el ALEANR, pp. 351-355) y un Índice devoces (pp. 357-365) completan el trabajo.

Se trata, en definitiva, de una importante contribución para conocer mejorel léxico navarro, tanto por los comentarios que precisan y matizan las propues-tas académicas como por los abundantes datos que aporta en relación a las pala-bras marcadas diatópicamente en el DRAE. Tiene, además, un especial interés parala lexicología aragonesa ya que permite comprobar las correspondencias exis-tentes entre Navarra y Aragón, además de caracterizar como específicas de nues-tra región algunas palabras que el DRAE considera exclusivas de Navarra (espor-tizo ‘aguaderas de mimbre que se abren por el fondo para dejar caer la carga’) ocomunes a las dos regiones (acubilar ‘recoger el ganado en el cubil’, zolle ‘pocil-ga’).

Supera, por otro lado, lo puramente localista y constituye un paso más enel difícil camino de establecer la correcta distribución geográfica del léxico espa-ñol, a la vez que ofrece válidas reflexiones en torno a conceptos como dialecta-lismo, regionalismo o registro de uso; permite, además, observar la labor reno-vadora llevada a cabo por la Academia y apreciar algunos de los criterios(marcación diatópica, restricciones de uso) que han guiado su actuación. Por estarazón y, evidentemente, por la posibilidad de contar con datos actualizados, pare-ce obvio reconocer la superioridad de esta segunda edición con respecto a la pri-mera, que ya era, con todo, muy valiosa.

Rosa M.ª Castañer Martín

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Aurora EGIDO, Fermín GIL ENCABO y José Enrique LAPLANA (eds.): BaltasarGracián. IV Centenario (1601-2001). Actas del I Congreso Internacional«Baltasar Gracián: pensamiento y erudición» (Huesca, 23-26 de mayo de2001), Zaragoza, Institución «Fernando el Católico»-Instituto de EstudiosAltoaragoneses-Gobierno de Aragón, 2003, 390 páginas.

Aurora EGIDO, M.ª Carmen MARÍN y Luis SÁNCHEZ LAÍLLA (eds.): BaltasarGracián. IV Centenario (1601-2001). Actas del II Congreso Internacional«Baltasar Gracián en sus obras» (Zaragoza, 22-24 de noviembre de 2001),Zaragoza, Institución «Fernando el Católico»-Instituto de Estudios Altoara-goneses-Gobierno de Aragón, 2004, 370 páginas.

El pasado mes de octubre se presentaron en Huesca los volúmenes de actasde los dos congresos internacionales celebrados en 2001 con motivo del IV cen-tenario del nacimiento del aragonés Baltasar Gracián.

El primer volumen, editado por Aurora Egido, Fermín Gil Encabo y JoséEnrique Laplana, presenta las intervenciones que tuvieron lugar en el congresotitulado Baltasar Gracián: pensamiento y erudición, celebrado en Huesca del 23al 26 de mayo de 2001. Como reza el título, y según expresa en el prólogo Auro-ra Egido, directora de ambos congresos y comisaria del centenario graciano, los17 artículos pretenden contextualizar la vida y la obra del jesuita belmontino enel pensamiento y en el ambiente cultural del barroco español y europeo, así comoponer de relieve las diversas ramas humanísticas presentes en todas sus obras,como la historia, el arte o la filosofía.

La primera de las intervenciones, a manera de prólogo, es la del ya falleci-do jesuita Miguel Batllori, que realiza una semblanza autobiográfica, destacan-do el interés y la influencia que el autor belmontino despertó en las distintas eta-pas de su vida.

Sigue un primer grupo de artículos que nos acerca al ambiente cultural eintelectual oscense en la época de Gracián. Fermín Gil trata de revelar la autén-tica figura de Lastanosa, partiendo del personaje literario al que Gracián aludecon el seudónimo de Salastano, y analizando su correspondencia real con el per-sonaje histórico en tres aspectos, citados tanto en las obras literarias del propioGracián como en fuentes históricas: las colecciones de monedas, los jardines yla biblioteca. En la misma línea, Pablo Cuevas Subías considera la relación amis-tosa del jesuita con algunas familias destacadas de Huesca y, muy especialmen-te, con Vicencio Juan de Lastanosa y su círculo de amistades, entre las que sehallaban el poeta Manuel Salinas, con quien mantuvo una polémica literaria, yel carmelita fray Jerónimo de San José, que ejerció también su influencia inte-lectual en Gracián. Por su parte, Richard L. Kagan presenta las relaciones deljesuita con los historiadores de su tiempo, especialmente con los aragoneses ycon algunos extranjeros como Virgilio Malvezzi, a los que admira por encima delos historiadores clásicos y de los que destaca el perfecto estilo, la honestidad,la entereza y libertad de juicio, y el manejo hábil de sentencias. El trabajo de Mel-chora Romanos cierra esta primera sección de intervenciones con un análisis dela presencia en Gracián, y más concretamente en la Agudeza y arte de ingenio,del gongorismo, tan vivo aún en los ambientes literarios aragoneses de la época,

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gracias sobre todo a la influencia de comentaristas como Andrés de Uztarroz oGarcía Salcedo Coronel.

Otra serie de las intervenciones recogidas en el volumen se ocupa del estu-dio de las fuentes y los géneros empleados por Gracián en el conjunto de susobras. Los cánones grecolatinos del siglo XVII presentes en la Agudeza, El Dis-creto o El Criticón, y en los que ocuparon lugar preeminente Cicerón, Horacio,Séneca, Tácito u Ovidio, son diseccionados por Lía Schwartz. De igual modo,M.ª Pilar Cuartero estudia a fondo el complejo trabajo de adaptación y recrea-ción que Gracián realizó sobre el corpus de fábulas clásicas. Por su parte, Maxi-me Chevalier rastrea la influencia y la presencia en su obra, no muy numerosa,pero sí sorprendente, debido a la tópica imagen de severidad con que se sueleretratar al jesuita, de cuentos jocosos de corte tradicional.

A continuación, dos artículos nos introducen en la reflexión sobre dos tér-minos básicos para entender a Gracián, como son el ingenio y la agudeza, segúnlos encontramos desarrollados en la Agudeza y arte de ingenio. En primer lugar,Carmen Codoñer analiza en profundidad la terminología relativa a «agudeza eingenio», así como otras nociones estrechamente ligadas a ellas, entre las que seencuentran la prudencia, el juicio o la sentencia. Seguidamente Guillermo Serésestudia también las influencias clásicas en el jesuita, en lo que atañe a las partesde la retórica, con especial atención a la inventio y a la elocutio. Sin abandonarla Agudeza, José Enrique Laplana nos acerca la concepción gracianesca de la eru-dición con un comentario minucioso de los discursos LVIII y LIX. Una erudiciónconcebida como arte, con un compendio de conceptos expresados con maestríagracias al arte del ingenio, según explica acto seguido Gerhard Poppenberg. Rela-cionado igualmente con el ingenio está lo que Gracián consideraba también comoun arte: la conversación. Al análisis de este aspecto, y en concreto de la influen-cia de Gracián en las teorías francesas del XVII sobre la conversación, dedicaunas páginas Chistoph Strosetzki. Jorge Checa estudia también el arte de la disi-mulación, concebido como saber práctico, presente en todas las obras del bel-montino, pero muy especialmente en El Político, El Héroe, El Discreto y el Orá-culo manual.

El último grupo de artículos que cierra este primer volumen presenta diver-sos aspectos novedosos e interesantes relacionados con el pensamiento y el acer-vo de saberes del escritor aragonés. Destacan los estudios dedicados a la pre-sencia en sus obras de la emblemática, que pudo conocer tanto a través de loslibros, según explica Francesca Perugini, como de las numerosas representacio-nes artísticas de la época, señaladas por Juan Francisco Esteban Lorente. Espe-cialmente interesante, por lo novedoso, resulta el estudio de los bestiarios y delas imágenes zoomórficas en las obras del jesuita, presentado en las páginas deAntonio Bernat Vistarini.

El segundo de los volúmenes, editado por Aurora Egido, M.ª Carmen Maríny Luis Sánchez Laílla, lleva por título Baltasar Gracián en sus obras y recogelas ponencias del congreso realizado en la ciudad de Zaragoza, fuertemente vin-culada a la figura y obra de Gracián, que tuvo lugar a finales del año del cente-nario graciano, concretamente del 22 al 24 de noviembre de 2001.

El volumen se abre con un nuevo prólogo de la Comisaria del centenario enel que pone de relieve el objetivo de las actas del Congreso, que no es otro que

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la apertura de un diálogo entre los lectores y un autor que supo aunar el gusto deconversar con el arte de aprender.

En las páginas siguientes encontramos un repaso interesantísimo sobrediversos aspectos, tanto lingüísticos como literarios, de las distintas obras deGracián. Juan Antonio Frago dedica su artículo al contexto lingüístico de la obradel jesuita, estudio muy destacable dado el escaso interés que se viene prestan-do a los aspectos de la lengua graciana. Tras esta visión global, se nos ofrece unrecorrido en orden cronológico a la obra de Gracián, desde El Héroe (1637) a ElComulgatorio (1655). La primera de las aportaciones es la interpretación de ElPolítico, dedicado a la figura del rey Fernando el Católico, a cargo del historia-dor Ángel Sesma, quien precisa que la obra no es en modo alguno una biografíadel rey aragonés sino que, en la línea del género del espejo de príncipes, ofrecea Felipe IV una serie de técnicas y modelos, no exentos de un cierto aragonesis-mo político, para ser el buen soberano que necesita la época. El belmontino inter-preta la historia para adaptarla a la sociedad de su tiempo y lo hace recurriendoal concepto de discreción, que planeaba en el contexto europeo, según muestraSebastian Neumeister en su trabajo sobre El Discreto, obra en la que se ofreceuna serie de consejos, revestidos en ciertas ocasiones de cierta oscuridad retóri-ca, para todo aquel que quiera ser modelo de cortesano culto y pragmático.

Más adelante el lector encuentra dos trabajos acerca de las obras de mayorcarácter filosófico-moral y religioso del jesuita. En primer lugar, Sagrario LópezPoza analiza el Oráculo manual, descifrando los términos que componen el títu-lo como síntesis del contenido de la obra, como tratado sentencioso y breviariosobre la prudencia, tal como reza su propio subtítulo. En esta línea se nos ofre-cen también las consideraciones de Giuseppe Grilli, quien realiza algunas refle-xiones sobre esta serie de aforismos breves y su disposición en forma de pro-gressio, tal y como sucedía en otros precedentes europeos de este género y, enespecial, en los Oráculos italianos del XVII. Asunción Rallo nos aproxima a ElComulgatorio, obra también práctica y manual, un tanto marginada en los estu-dios sobre la obra graciana, pero que nos permite acercarnos al contexto de laliteratura religiosa de su tiempo y a la difusión de una devotio moderna de rai-gambre erasmista.

A continuación, dos estudios se ocupan de la Agudeza y arte de ingenio.Mercedes Blanco realiza un análisis comparativo de las dos versiones de la obra,mientras que José M.ª Pozuelo Yvancos, a la luz de los debates humanísticossobre la retórica clásica, desvela el propósito de Gracián de crear, a través de sutratado, una nueva retórica.

Después sigue el conjunto más numeroso de ponencias dedicadas a la obramás extensa y ambiciosa del jesuita: El Criticón. Anthony Close pone en rela-ción la obra de Gracián con Cervantes, destacando la presencia de reminiscen-cias positivas de El Quijote, desmintiendo así el anticervantismo que algunos crí-ticos han querido ver en el belmontino. En la misma línea comparativa, MichelCavillac pone de relieve las concomitancias existentes entre el Guzmán de Alfa-rache de Mateo Alemán y El Criticón, especialmente en la visión desengañadadel hombre. Benito Pelegrin reflexiona en su exposición sobre los cambios querealizó el jesuita en el planteamiento de la novela, pensada para ser organizadaoriginalmente en dos partes, en lugar de las tres que hoy encontramos, y los vin-

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cula con el uso de distintos seudónimos en las distintas partes de El Criticón. Lasintervenciones de Karin Durin y de M.ª José Vega Ramos, que se recogen en estaserie de estudios dedicados en exclusiva a El Criticón, señalan la relación de estaobra con la filosofía y la literatura espiritual de su tiempo. La primera destaca elpensamiento crítico manifestado en el tono melancólico, reflejo de la concienciade crisis de la época, que Gracián traslada a sus páginas a través del desengañodel mundo que experimentan en su peregrinar Andrenio y Critilo. La segundaresalta la presencia de la diversa y compleja tradición de la miseria hominis enla novela. Pilar Palomo y Carlos Vaíllo se centran respectivamente en dos cues-tiones que afectan al género literario de esta obra: por un lado, la influencia delesquema de la novela griega de aventuras, retomada en la tradición hispánica enel modelo de la novela bizantina; por otro, la presencia continua en esas páginasde la sátira clásica. Por su parte, Giulia Poggi aporta al conjunto de las actas unaamena exposición sobre las abundantes figuras del oído presentes en El Criticón.La última de las intervenciones incluidas en el volumen es la de Ricardo Sena-bre, quien se ocupa de los mecanismos narrativos que hacen que un relato tanpeculiar como El Criticón sea percibido por los lectores como una novela.

Ambos volúmenes de actas se enriquecen con dos joyas recuperadas de loseventos que acompañaron la celebración de los congresos de Huesca y Zaragoza.El primero incluye en sus solapas el cederrón Gracián de viva voz, que recoge unaselección de fragmentos de las obras del jesuita recitadas por el actor aragonésJosé Luis Pellicena. El segundo viene acompañado de un precioso desplegablerealizado por el grafista del congreso, Francis Meléndez, en el que se recrean congran acierto algunos de los pasajes más destacados de El Criticón.

María Pilar Sánchez Laílla

José María ENGUITA UTRILLA (ed.): Jornadas sobre la variación lingüística enAragón a través de los textos, Zaragoza, Institución «Fernando el Católi-co», 2004, 333 páginas.

El presente libro tiene por objeto recoger las ponencias que se elaboraroncon motivo de las Jornadas sobre la variación lingüística en Aragón a través delos textos, organizadas durante los días 18 y 19 de diciembre de 1997 con elpatrocinio de la Institución «Fernando el Católico». El hilo conductor de talesjornadas es el texto, de manera que, a partir de textos representativos de diferentesetapas, los profesores que tomaron parte en este encuentro utilizan el comenta-rio lingüístico para analizar rasgos representativos del momento cultural, histó-rico y social en el que se inscriben los textos analizados conformando, así, unpanorama completo de la realidad lingüística de Aragón, tanto diacrónica comosincrónicamente.

El volumen de las Jornadas incluye las ponencias presentadas por VicenteLagüéns, José Laguna, José María Enguita, Alberto Montaner, Margarita Porro-

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che, Javier Giralt, Rosa María Castañer, María Luisa Arnal, Brian Mott y PilarGarcía. En la primera de ellas, titulada «Notas filológicas sobre unas ordenanzasmunicipales oscenses del siglo XIII», Vicente Lagüéns realiza una transcripciónpaleográfica de dichas ordenanzas. Se trata de un documento dispositivo jurídi-co que reproduce un acuerdo de un Concejo municipal oscense datado el 15 demarzo de 1286. El cuerpo del texto está conformado por tres mandatos con losque se buscaba, en última instancia, reducir gastos. Respecto a los rasgos gráfi-cos, se presta especial atención a los aspectos grafemáticos, a la puntuación y alos signos diacríticos, a las abreviaturas y a los problemas que plantea la uniónde palabras. Así, en cuanto a la puntuación, el signo más empleado es el puntoelevado hacia la mitad de la caja de escritura, así como otros rasgos específicos,como las rayas finales. El texto carece de acentos gráficos, aunque aparece unaespecie de tilde alargada. Se observa en qué contextos se hace uso de las mayús-culas, no siempre bien diferenciadas de sus correspondientes minúsculas. Se estu-dian, asimismo, las abreviaturas y la unión de palabras. Por último, y en lo queconcierne a las grafías y sus valores fónicos, se intenta determinar la correspon-dencia entre los fonemas y los grafemas que los representan, insistiendo en aque-llos más problemáticos: fonemas /u/ e /i/, grafías b, u redonda y v angular, coe-xistencia de diversos tipos de s, grafema x, grafema y, grafemas representativosde las consonantes romances palatales nasal y lateral, empleo de h expletiva,dígrafos ch y cc para el fonema /k/, entre otros.

Con el segundo de los trabajos, «Análisis lingüístico de algunos documen-tos medievales turolenses», José Laguna intenta contribuir a un mejor conoci-miento de los rasgos del aragonés medieval. Analiza, para ello, seis documentospublicados por Regina Sáinz de la Maza Lasoli, cuya datación señalamos entreparéntesis: el 88 (1283), el 100 (1291), el 131 (1299), el 179 (1311) y dos tras-lados, el 20 (1241, traslado de 1382) y el 36 (1246, traslado de 1322). Docu-mentos todos ellos en romance, pese a lo que suele ser habitual en las fechas alas que pertenecen, y de estructura muy semejante al presentar esquemas fijos yfórmulas técnicas propias de los notarios. El estudio de estos textos se centra, fun-damentalmente, en los fenómenos en los que se advierte la presencia del roman-ce aragonés, así como en su relación con los romances vecinos y, concretamen-te, con el castellano. Los rasgos aragoneses son escasos y, en la mayoría deocasiones, la solución aragonesa convive con la castellana, con lo que la tónicacomún es que, dentro de la solución castellana, se encuentran huellas de evolu-ción aragonesa. En cuanto a las grafías, aparecen algunas propias de los textosaragoneses, como la ultracorrección del diptongo QUO, que perdía su u en latínvulgar aunque, en líneas generales, las grafías coinciden con las castellanas. Enlo que concierne a la fonética, se encuentran pocos casos de vocalismo con solu-ción aragonesa. En las consonantes, destaca la conservación de F- inicial (faga);la evolución a ll de los grupos -LY- y -T’L- (Cantaviella), el resultado aragonés-it- del grupo -KT- (ditas) y alguna conservación de -D- intervocálica (credidos).Respecto a los rasgos morfosintácticos son escasos los fenómenos aragoneses,entre los que se testimonia la forma aragonesa de presente de subjuntivo sia, jun-to a la castellana sean, así como la construcción de sustantivo más complemen-to nominal sin preposición. En cuanto al léxico, predomina el fondo latino, aun-que también encontramos términos de otras lenguas romances y del árabe. Altratarse de documentos notariales, predominan los vocablos referidos a este ámbi-

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to, aunque encontramos, asimismo, voces referidas al parentesco, al tratamien-to, a propiedades rurales, a la orografía, a labores agrícolas, entre otras. En suma,aunque es a finales del siglo XV cuando se produce el proceso de sustitución lin-güística del romance autóctono de las tierras llanas de Aragón por el castellano,este influjo se deja sentir mucho antes, como se comprueba en los documentosestudiados.

El tercero de los trabajos, titulado «La castellanización de Aragón a travésde un documento zaragozano de finales del siglo XV» corresponde a la ponenciade José M.ª Enguita y se centra en el análisis de una ordenanza municipal zara-gozana del 18 de mayo de 1496. El documento limita el uso de toldos sobre laspuertas de las tiendas de paños y resulta altamente significativo para el momen-to de sustitución lingüística que atravesaba la ciudad de Zaragoza. En lo que con-cierne a las grafías, se encuentran muchos grafemas correspondientes a los fone-mas medievales: v-u; c, -z, -z-, x, -ss-, -s-, etc. Además, se localizan otros hechosgrafémicos propios del aragonés, como la grafía -ny- para ñ (panyos), la -u- super-flua entre consonante velar y vocal no palatal, y la h- expletiva (huno). Sin embar-go, los criterios de uniformidad tardarían en llegar, y así se aprecia en el empleode grafemas no exclusivos del área aragonesa, tales como la -t final (abbat); lasdobles consonantes en interior de palabra (oppression), la conservación de s-líquida de los étimos latinos (scribano), etc. Con respecto a los rasgos fónicos,en las vocales se percibe el influjo catalán, quedando limitados los rasgos ara-goneses a una síncopa (drechas) y a dos casos de apócope extrema. Más abun-dantes son estos en las consonantes, donde se advierte la /f-/ inicial (fazer) y lasolución aragonesa ll como evolución de los grupos -LY-, -C’L-, -G’L-, -T’L- (con-selleros). Algunos rasgos morfosintácticos propios de los documentos aragone-ses medievales son el numeral xixan[t]a, así como algunos ejemplos pertene-cientes a la morfología verbal (empleo del futuro de indicativo como núcleoverbal de una proposición subordinada de relativo, ser con la acepción de ‘estar’,etc.). Además de estos fenómenos, se anotan otros interesantes, aunque desdeuna perspectiva más histórica que diatópica. En lo que concierne al vocabulario,se hallan algunas voces que Aragón comparte con dominios lingüísticos próxi-mos, como botigas ‘tiendas’, imposando ‘imponiendo’, etc.; términos que refle-jan el lenguaje notarial propio de este tipo de documentos y vocablos comunesal castellano y al aragonés. Pero, junto a los fenómenos aragoneses, el documentoya refleja la penetración del castellano, que va eliminando las soluciones autóc-tonas medievales debido, principalmente, a que todos los reinos peninsulares sesintieron atraídos por Castilla, provocando que los autores tendieran a expresar-se en castellano.

El cuarto trabajo de este volumen, «La aljamía: una voz islámica en Ara-gón», de Alberto Montaner, analiza la aljamía dentro del sistema dialectal ara-gonés, para lo cual comenta exhaustivamente el Recontamiento de Almiqdad conAlmayaça. En lo que concierne a la grafonomía, las convenciones ortográficasson las características de la producción aljamiada salvo excepciones. En el ámbi-to de la fonología, en las vocales gráficamente no se manifiesta la diferenciaentre /o/ y /u/, frente a la existencia de >a\a< para expresar /a/ y /e/ respectiva-mente. Diacrónicamente, destacan las falsas diptongaciones clásicas del arago-nés (vienço), la epéntesis cuando aparecen vocales en hiato (creyo) y la pérdidade vocal final (man). En el ámbito de las consonantes, se repasan las labiales, en

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las que se observa una aparente indistinción entre /b/ y /p/, que no es sino un des-cuido del copista, y se confirma el mantenimiento de la f- inicial propia del ara-gonés (ferir). En el orden dental se advierte una fuerte irregularidad en la apari-ción de las grafías de oclusiva y fricativa y la conservación de /-d(-)/ etimológica(pied). En las sibilantes, el sistema aljamiado resulta de la interferencia entre lafonología andalusí y la romance. En este ámbito destacan, entre otros fenóme-nos, el tratamiento de /g/ y /c/ y el ceceo manifestado en ceçaba. En lo que res-pecta a las consonantes guturales, se subraya la asimilación del andalusí al roman-ce. Se estudian también las sonorantes, en relación con las que se señala la pérdidade /-r-/ en algunos casos (quies) y la semiconsonante labial andalusí /w/, que seasimila al fonema romance /u/. Asimismo, se presta especial atención a los gru-pos consonánticos, en los que se advierte la conservación de algunos de origenlatino, como (-)pl- y cl-. Por último, se registran algunos casos de metátesis típi-camente aragonesas (presona). En lo que concierne a la morfología, se estudiandetenidamente los sustantivos, el artículo y su grafía, los pronombres, los nume-rales, el verbo —prestando especial atención al tratamiento de los morfemas desi-nenciales de la segunda persona del plural—, los adverbios y locuciones adver-biales y, por último, los índices funcionales. En el ámbito de la sintaxis se atiendeal sintagma nominal, al sintagma verbal, a las extensiones nominales del mismoy a los mecanismos para expresar la reflexividad en árabe, así como la recipro-cidad. Para la constitución de la oración compleja, se presta atención tanto a lacoordinación como a la subordinación. En el léxico se comentan, desde un pun-to de vista diatópico, los aragonesismos —aragonesismos fonéticos (abebrar,concencia), morfológicos (demosar, espartimiento) y léxico-semánticos (clare-ar, cuento)—; desde el punto de vista diacrónico, los arcaísmos (cativo, enforte-cerse) y neologismos (levamiento, denodamiento); y, desde el punto de vista eti-mológico, los arabismos —arabismos antiguos comunes en romance, arabismosaljamiados adaptados fonética o morfológicamente al romance y arabismos alja-miados conservados como en árabe andalusí— y los calcos semánticos del ára-be a partir de voces romances. El texto comentado es, en resumen, un productotípico de la literatura aljamiada, fruto de las condiciones lingüísticas y cultura-les de la minoría morisca donde se observan, de forma residual, algunas formasdialectales aragonesas.

El quinto de los trabajos, titulado «Estudio de una elaboración humorísticadel español hablado en Aragón», corre a cargo de Margarita Porroche y se cen-tra en el análisis de un fragmento radiofónico de La ciudad no es para mí, ela-boración humorística en la que se imita el habla baturra propia de un nivel socio-cutural bajo. El texto es un monólogo oral, aunque previamente planificado, locual lo convierte en un texto «escrito-hablado». En el texto se advierten variasvoces, que manifiestan la polifonía discursiva. El lenguaje es subjetivo y con élse proyecta énfasis sobre la actitud del emisor, buscando una participación deloyente a través del empleo del sufijo -ico, exclamaciones, enfatizaciones e inten-sificaciones. La comicidad del texto procede, en buena parte, de la función inte-ractiva que se manifiesta en la creación de un espacio de comunicación, en la cre-ación de un personaje tópico (el paleto baturro) y en la utilización de distintosresortes humorísticos. El personaje se caracteriza a través del lenguaje. En elnivel fonético-fonológico, se destaca su entonación —se alarga la cantidad silá-bica de la vocal átona elevando el tono de voz— y el acento, con tendencia a con-

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vertir en graves o llanas las palabras esdrújulas (periodicos). Con respecto a losrasgos vocálicos, encontramos la reducción de vocales semejantes en posicióninterior de palabra por pérdida de consonante (pa), la reducción de vocales dife-rentes en interior de palabra (raccioné), la reducción de diptongos (otomoviles),la elisión de vocales por causas morfosintácticas (pallá) y la inestabilidad en lasvocales átonas (cerculación). En lo que concierne a las consonantes, es de seña-lar la pérdida de las finales (velocidá), la desaparición de consonantes intervo-cálicas (paecía; y la -d- de los participios en -ado), entre otros fenómenos. Entrelos rasgos morfosintácticos que el habla baturra comparte con el español colo-quial de Aragón, destaca el empleo del sufijo -ico. En relación con el léxico,encontramos una muestra del español hablado en Aragón en el término mosen.La comicidad en el texto se consigue mediante el recurso de la descontextuali-zación, la focalización inesperada y la reiteración hiperbólica, así como por laacumulación de algunas características del habla baturra de Aragón. Todo ellocontribuye a caracterizar al personaje como el estereotipo baturro, cuya forma dehablar, si bien despierta la simpatía del oyente, no es sino una caricatura del cas-tellano vulgar de Aragón.

En el sexto de los artículos, «Las variedades de frontera y sus textos: unejemplo de Calasanz (Huesca)», Javier Giralt trata sobre las variedades de fron-tera en Aragón. Uno de los ejemplos más claros en variedades de frontera es laFranja Oriental de Aragón, donde conviven rasgos catalanes, castellanos y ara-goneses. Se ha escogido para el análisis una versificación costumbrista de Cala-sanz. En los aspectos fonéticos y fonológicos y, en relación con las vocales, des-taca la diptongación que presentan la vocales latinas tónicas E y O, como sucedeen castellano y aragonés (fiero, alluén), comportamiento no sistemático, ya quealgunas vocales han adoptado otros resultados catalanes; en las desinencias ver-bales se observan resultados del catalán antiguo, balear, castellano y aragonés;el vocalismo átono coincide con el aragonés y el castellano en la formación delas palabras terminadas en -a, que no presentan cambio a /e/; además de estos yotros muchos fenómenos, se señalan dos de carácter vulgar en las palabras güer-tos y pacencia. Entre los aspectos del consonantismo, se advierte la aparicióndel fonema interdental fricativo sordo (entronizá), como rasgo castellano-arago-nés, o la ausencia del fonema prepalatal fricativo sonoro, en cuyo lugar apareceel fonema palatal africado sordo (alforcha). También se consideran en el análi-sis fenómenos diacrónicos, más numerosos aún que los sincrónicos, como la con-servación de la F- inicial (feito) o la evolución de -NN- a /n/, a diferencia del cata-lán y del castellano (ans). En lo que concierne a los aspectos morfológicos ysintácticos, se destacan algunos fenómenos relativos al género y al número nomi-nal. En los adjetivos, se observa el comportamiento del adjetivo gran. El para-digma del artículo parece alejarse del catalano-occidental, aparece el demostra-tivo ixe y adverbios derivados de las formas latinas IBI e INDE. También se analizael paradigma verbal, comenzando por las formas no personales del verbo parapasar después a las personales. Se señalan algunas soluciones catalanas comopotsé y més dentro de los adverbios, así como otras aragonesas (alluén) o comu-nes al aragonés y al catalán. Se analizan, asimismo, los elementos de relación,observándose una convivencia de preposiciones aragonesas, catalanas y caste-llanas. En lo que concierne al léxico, solo se señala que su estudio no resulta tanclarificador como los otros niveles estudiados, dado que resulta difícil adscribir

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determinados términos al catalán o al aragonés. Calasanz conserva, como seobserva en el análisis, una variedad dialectal que se caracteriza por la conviven-cia de elementos de diferente filiación lingüística.

En séptimo lugar, encontramos el artículo «El cheso en sus manifestacionesliterarias: Las follas de los arbóls de Veremundo Méndez Coarasa», de Rosa M.ªCastañer. En el análisis del texto mencionado, entre los aspectos gráficos se des-taca el empleo de algunos signos como el guión y el apóstrofo, así como la gra-fía x (prexinas). En el nivel de análisis fonético, se advierte la tendencia a eli-minar la acentuación esdrújula (arbóls). Respecto de las vocales tónicas seobserva la bimatización aragonesa de E, O breves tónicas que originan, respecti-vamente, los diptongos ie, ue (nieus), con alguna vacilación. En cuanto a lasvocales átonas, destaca la aféresis de ucenas —de la locución a ucenas— y lasíncopa de la vocal en dreita. Se observa, asimismo, la tendencia aragonesa a laapócope de -e tras consonantes que no se admiten como finales en castellano,mientras que la caída de la -o es menos regular. Es en el consonantismo dondese advierten resultados más característicos del aragonés, como ch- procedente deG + e (chelau); F- inicial (féndoli); PL- conservada (plega); mantenimiento de -FL- (soflar); solución -it- para -KT-, -ULT- (dreita); grupos -BY-, -DY- palatali-zados (puya) o intactos (plevia); conservación del fonema prepalatal fricativosordo (floxo); y conservación de la -r (perder). En el nivel morfológico, desta-can los plurales en -s tras consonante (arbóls); el empleo de sufijos como -acho,-aco y -ada, así como -et e -ico; el demostrativo ixe; el artículo lo; los pronom-bres derivados de los latinos IBI (bi, b, i) e INDE (en, ne), así como los pronom-bres li, vos, qui; la preposición enta, ta; algunos adverbios (antis) y locucionesadverbiales (a ormino); el empleo de u como conjunción disyuntiva; la conser-vación de la -r de los infinitivos (vier); forma ye / yes; mantenimiento de la -b-etimológica del imperfecto en las tres conjugaciones (comeba); perfecto en -e,etc. En el nivel léxico se señalan algunos términos como añada, tornar o san-migalada incluidos en el DRAE, así como otros utilizados en el Alto Aragón (xuta,meter). Por último, encontramos una palabra de difícil filiación: xarramatas, yaempleada por el autor en otros poemas. A pesar de que existen diferencias entreel habla espontánea y la lengua literaria, la obra de Veremundo Méndez Coara-sa nos permite aproximarnos al habla de Echo, observando así sus peculiarida-des lingüísticas más destacadas.

El octavo de los artículos, de título «Variedad dialectal y poesía local:comentario de un poema ribagorzano», se debe a M.ª Luisa Arnal. El bajorriba-gorzano se habla en la parte occidental y meridional de la Ribagorza, zona en laque convive en una situación de diglosia funcional con el castellano. El hablabajorribagorzana presenta filiación aragonesa, aunque con rasgos catalanes yotros propiamente ribagorzanos y castellanos. A diferencia de otras hablas alto-aragonesas, posee una tradición escrita que llega hasta nuestros días con publi-caciones periódicas locales. El poema comentado es un romancillo titulado Pab-lleta, de la obra Horas sueltas del estadillano Pablo Recio. Al tratarse de unaelaboración literaria, el texto presenta diferencias con el habla espontánea, sibien se mantienen las características dialectales objeto del análisis e, incluso, seacrecientan, en la búsqueda de una mayor pureza dialectal. Desde el punto devista lingüístico, en el nivel fonético-fonológico destaca la palatalización de /l/cuando forma grupo con /p/, /k/, /f/, /b/ y /g/ precedentes (Bllasón); y la palata-

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lización de /l/ en el grupo /rl/ (borllas), características exclusivamente ribagor-zanas. Catalanas son la pérdida de /-r/ (marchá) y la palatalización de /l/ inicial(llosas). Rasgos aragoneses y catalanes son el mantenimiento de /f-/ ante vocalnuclear (furte) y la presencia de x (faixa); y propiamente aragoneses la evoluciónde GE-, GI-, J-, a ch (chiro); la diptongación de E tónica ante yod (tiengo); elrechazo a las palabras esdrújulas y la forma roya. Rasgos populares y no dialec-tales son la preposición pa, la metátesis de cudiáu, etc. En el nivel morfológicodestacan las formas verbales del tipo penso ‘pienso’, en las que no se ha produ-cido diptongación; la forma bajorribagorzana é (frente a la solución ye de otraszonas para el verbo ser); la tendencia antihiática mediante el empleo del seg-mento /ig/ (creigo); el empleo de yo en lugar de mí tras preposición; el términonusatros; las formas pronominales derivadas de INDE e IBI; la presencia del inde-finido bella, y de per, encara, cosa y may; y el empleo de los sufijos -eta y -ón,con valor afectivo. En el nivel léxico-semántico se advierten vocablos castella-no-aragoneses (calma), aragonesismos (esfurriá), términos típicamente bajorri-bagorzanos (entrepuzá, may) y aragonesismos compartidos con el catalán (posá,sentí). Se observa, por tanto, que el bajorribagorzano es una modalidad de filia-ción castellano-aragonesa en la que los rasgos catalanes se entrecruzan con losribagorzanos.

El noveno artículo se titula «Dialecto y castellano en el aragonés de hoy:observaciones sobre un texto grabado en chistabino» y pertenece a Brian Mott.En él se analiza un texto que reúne gran número de rasgos dialectales chistabi-nos aunque se ve, asimismo, influenciado por la lengua estándar. Se demuestraasí que ninguna habla local escapa a las presiones de la lengua hegemónica. Losrasgos dialectales que más tienden a desaparecer son los que más se asemejan ala lengua estándar aunque, paradójicamente, son las formas más parecidas lasque pasan desapercibidas y se mantienen. Parece ser, sin embargo, que son losfactores sociales los que más influyen en el cambio lingüístico. Así, en Gistaíncoexisten formas dialectales y castellanas, aunque empleadas en ámbitos dife-rentes (trunfa / patata; hasta / dica; ta / a, para; astí / aquí, etc.). En el planogramatical, la influencia del castellano se observa en el cambio de género dealgunas formas (la valle; el valle) o en el empleo del posesivo sin artículo. Y enel nivel fonético, cabe destacar la ausencia de la -e paragógica. El texto objetode análisis es una grabación de una conversación sobre la guerra civil. En él seobserva la alternancia entre palabras dialectales y sus correspondientes castella-nas (astí / aquí; cosa / nada, etc). En el nivel fonético se mezclan formas caste-llanas y autóctonas, advirtiéndose cierta vacilación en su empleo (abaixo / aba-jo; farina / harina); deixar ha sido ya sustituido por dejar; encontramos aquela(s),junto al masculino plural aquellos y al neutro aquello. Aparecen las solucionescastellanas ocho y julio, puesto que los números y nombres de meses y días dela semana ceden pronto a la lengua estándar. La entrevistada utiliza, asimismo,rojo en lugar de royo. Por último, la forma chistabina yera alterna con la caste-llana era, lo mismo que güen y buen. Observamos, de este modo, cómo una variedadprivilegiada como el chistabino cede, poco a poco, terreno a la lengua estándar.

El último de los artículos, con el que se cierra el volumen de las Jornadas,lleva por título «Mapas y textos: algunos zoónimos en el ALEANR», y se debe aPilar García Mouton, quien se acerca a la variación lingüística en Aragón a tra-vés de los mapas lingüísticos. Estudia en el ALEANR las denominaciones del ‘mur-

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ciélago’ y del ‘renacuajo’. Respecto de este último, muchos hablantes aluden aranito, ranueco, ronueco y renueco al identificarlo como cría de la rana; tambiénse apunta cepillón y perje, por su vinculación con el lenguaje infantil; su grancabeza provoca las denominaciones cabezudo y cabezón, forma que en ocasio-nes lo relaciona con la de una cuchara, de donde provienen los nombres de cucha-reta, cullereta, culleretes, cullerot, cucharón, gucharón, cullarón y cullaratón.Por último, por ser acuático se alude al renacuajo con nombres de peces, comobarbo cabezudo, barba cabezuda, zamarugo y samaruco. En cuanto al segundotérmino, murciélago, sorprende la uniformidad en sus denominaciones; se reco-gen distintas voces con las que se alude a su carácter de ‘ratón ciego’, como mori-siego, moriciego, morciguillo, morceguillo, murciacalo. Asimismo, encontramosel desplazamiento acentual típico del aragonés en las soluciones murcielago, mur-cialago, murciagalo, murciegalo y murciegano. Además de estas denominacio-nes, se localizan musiret, murisec, moraisec, y la forma altoragonesa chodiguel.Como nombre jocoso se encuentra borrachet y, de forma aislada, matacandil ycuquín. Otras denominaciones se refieren al murciélago como ‘rata que vuela’,con términos como rata empanada, rata penada, rata penata, penarta y ratapelada. A través de estos términos podemos observar, frente a la uniformidad delas denominaciones para ‘murciélago’, la fuerte diversidad de las existentes para‘renacuajo’.

En suma, todos los artículos que se recogen en las Jornadas resultan alta-mente interesantes para observar la variación lingüística que podemos encontraren Aragón, ya desde el punto de vista sincrónico (a través del análisis de textosescritos en diferentes hablas alto aragonesas como cheso o bajorribagorzano), yadesde el punto de vista diacrónico, lo cual permite al lector aproximarse al ampliopanorama que conforman las variedades lingüísticas de Aragón.

Verónica Edeso Natalías

José Antonio SAURA RAMI: Elementos de fonética y morfosintaxis benasquesas,Zaragoza, Institución «Fernando el Católico»-Gara d’Edizions, 2003, 418páginas.

El atractivo que desde siempre ha tenido el Valle de Benasque para los filó-logos es más que conocido: la confluencia de rasgos aragoneses, catalanes y deformación autóctona, ha dado lugar a variedades dialectales que difícilmentepueden clasificarse en una u otra dirección, hecho que ha desembocado en la tra-dicional controversia en torno a su filiación lingüística. Este ha sido, en buenaparte, el origen de numerosos trabajos dedicados a esta zona de transición lin-güística, si bien todavía era necesaria una investigación que profundizara en lavariación diatópica que perdura en este valle altoaragonés. Afortunadamente, ygracias a la tesis doctoral de José Antonio Saura, contamos ya con esa investi-gación, la más completa de cuantas se han ocupado de la descripción del benas-

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qués, y en cuyo contexto se inscribe la monografía que reseñamos en estas pági-nas del AFA.

El objetivo general del estudio, explicado por el Dr. Saura en la Introduc-ción (pp. 11-42), es la descripción del benasqués como lengua funcional, sin limi-tarse al mero comentario de las diferencias que existen con el castellano. Sinembargo, y lejos de lo esperable, no es objetivo primordial de la investigaciónentrar en la cuestión de la filiación filológica de este dialecto, si bien para el lec-tor resulta inevitable extraer conclusiones al respecto a través de los datos apor-tados. Es un trabajo que se inserta en la gramática histórica porque, aunque sedescriba el benasqués sincrónicamente, los hechos lingüísticos se analizan des-de una perspectiva diacrónica; también acude a la gramática comparada al esta-blecer paralelismos con las variedades dialectales aragonesas de otros valles pire-naicos, con el catalán noroccidental (ribagorçà y pallarès) y el gascón.

Siguiendo la metodología tradicional de los estudios dialectales, el materialutilizado ha sido recogido a través de encuestas, que en este caso han sido dediversos tipos: un cuestionario de 8000 voces aplicado en Eriste, Benasque,Ramastué, Gabás y La Muria, con el que se abarcan las diferentes variacionesdiatópicas del valle; una lista reducida de 2000 vocablos, aplicada en Cerler,Anciles, Sahún, Villanova, Chía, Bisaurri, Liri, Urmella, San Feliu y Buyelgas;e incursiones esporádicas en Eresué, Sesué, Sos, Arasán, Renanué, Castejón deSos, El Run, San Martín y Dos, que se han ocupado principalmente de cuestio-nes sintácticas. Además, en todos los lugares visitados se han realizado encues-tas específicas sobre aspectos particularmente significativos (la diptongación, laapócope de vocales, la morfología verbal), y también ha tenido su importanciala conversación espontánea con los benasqueses. En total, han sido 27 los infor-mantes entrevistados, con una edad comprendida entre los 60 y los 80 años, conun nivel de instrucción bajo, dedicados esencialmente a la agricultura y la gana-dería, y todos nacidos en los pueblos del valle. No debe olvidarse, por otra par-te, la propia experiencia del Dr. Saura, por ser él mismo hablante de benasqués.

Una vez explicados los aspectos más relevantes relacionados con la meto-dología en la que se asienta la investigación, se introducen algunos datos relati-vos a la historia y la geografía del Valle de Benasque, remarcando el Dr. Sauraque existe una incidencia clara de la ubicación geográfica de este territorio en suconfiguración lingüística: dada la inexistencia del influjo árabe en la zona, secomprende que las influencias lingüísticas son consecuencia de las relacionessocioeconómicas con otras áreas colindantes. Esto ha modelado el benasqués conaportaciones de diversa extracción, y ello ha dado como fruto una composiciónmixta, sobre todo con elementos aragoneses y catalanes. En relación con el nom-bre del dialecto, se nos recuerda que el tradicional patués no tiene una acepciónpeyorativa, aunque se trata de un término impreciso y problemático puesto que,por sí mismo, nada indica si no se agrega una precisión geográfica. En cambio,en el ámbito científico se ha impuesto benasqués, denominación que resulta com-pletamente ajena a la perspectiva interna del valle.

La uniformidad lingüística en el Valle de Benasque es apreciable, pero exis-ten peculiaridades, reconocidas por los mismos hablantes, que permiten dividirdiatópicamente el territorio en tres zonas: la formada por las poblaciones de Eris-te, Cerler, Sahún y Anciles (zona A), donde se atestigua el cambio /a/ > /e/ en posi-

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ción átona final cuando va seguida de consonante (vaca-vaques); la que abarcalos pueblos y aldeas de Sesué, Sos, Eresué, Ramastué, Arasán, Liri, Urmella,Bisaurri, Renanué, Gabás, Castejón de Sos, El Run, Chía y Villanova (zona B),en la que no existe el cambio vocálico mencionado; y la integrada por San Mar-tín y San Feliu de Veri, Veri, Dos, Buyelgas y La Muria (zona C), donde la con-fluencia de diversos rasgos (menor incidencia de la diptongación y de la apóco-pe, formas exclusivas en la flexión verbal, particularidades léxicas) acentúa sucarácter de variedad de frontera, asimilándose a las hablas catalanas de Espés,Bonansa y Castanesa.

Desde una perspectiva diastrática, y al igual que sucede en todas las hablasdialectales aragonesas, se observa la pérdida de elementos arcaicos, usados orecordados por los benasqueses de mayor edad, pero olvidados y sustituidos porlos respectivos castellanos en el grupo de los hablantes de 60 años. La genera-ción en torno a los 30 años pone ya de manifiesto la crisis del aprendizaje delbenasqués (una mayoría tiene un conocimiento pasivo), y la tendencia castella-nizante se hace más acusada en los jóvenes de 20 años y en los niños. Así lascosas, nos encontramos ante una situación de diglosia funcional, ya que existendos registros en completo desequilibrio en cuanto a su uso: el benasqués se con-sidera de menor prestigio y se emplea como registro familiar, mientras que elcastellano, de enorme peso cultural, se ha convertido en la lengua formal.

Bajo el epígrafe Una determinada visión del mundo, el Dr. Saura nos ofre-ce una visión etnolingüística del Valle de Benasque, destacando, entre otras cues-tiones, la importancia de la toponimia, la peculiar percepción de los elementosnaturales o cotidianos, la variada gama de significantes para discriminar los ani-males domésticos (pues la base de la economía ha sido la ganadería), el valor dela casa y del nombre de la casa como elemento identificador, o la importancia delo religioso y de la superstición en lo cotidiano. A continuación, se realiza Unrecorrido por la investigación lingüística del benasqués, que nos proporcionatoda la bibliografía de carácter lingüístico referida a esta variedad dialectal pire-naica. Y concluye el apartado introductorio con la lista de abreviaturas utiliza-das a lo largo de la monografía y con unas precisiones de tipo ortográfico, queintentan justificar la ortografía utilizada por el autor frente a otras opciones exis-tentes.

Con el Apartado fonético-fonológico (pp. 43-106) se inicia propiamente elestudio lingüístico, y en él se propone, en primer lugar, analizar el vocalismo delbenasqués (pp. 43-71). Desde un punto de vista sincrónico, se indica que estedialecto posee un sistema vocálico de siete elementos y con cuatro grados deabertura (paralelo al del catalán), puesto que en posición tónica se conserva ladistinción fonológica entre e/o cerradas y e/o abiertas, si bien la productividadde esta isoglosa es muy baja.

Desde una óptica diacrónica, cabe destacar el estudio de la evolución de lasvocales latinas E y O breves tónicas, precisamente el punto donde se expresamejor el carácter aragonés del benasqués. Se observa que los casos de diptonga-ción de E en /ie/ en cualquier posición son más numerosos, aunque hay palabrasen las que la vocal latina no ha diptongado, como en catalán. Por lo que respec-ta a la O, se producen dos resultados: /ua/ en la toponimia y /ue/ en el habla viva;esta última es la solución mayoritaria en todo el valle, pero en la zona C aumen-

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tan considerablemente los ejemplos de adiptongación. En conclusión, el Dr. Sau-ra destaca el cariz regular de la diptongación en benasqués, un fenómeno queparece ser antiguo si se toma en consideración la toponimia; los ejemplos sindiptongo, en cambio, son de influjo catalán, como consecuencia de «una super-posición catalanizadora medieval a un estrato lingüístico anterior» (p. 59).

Dentro del vocalismo átono, el fenómeno más interesante es la apócope delas vocales e y o. Como en aragonés, desaparece la vocal final -e, aunque el núme-ro de casos es mayor en la zona C por influencia catalana. También es rasgo ara-gonés el mantenimiento de -o en el singular, que, sin embargo, se pierde en elplural, fenómeno primitivo del benasqués que en ningún momento debe ser con-siderado como una reconstrucción tardía. Asimismo, hay que mencionar el cie-rre de la vocal final /a/ en /e/ cuando va seguida de las consonantes s, n, t, ras-go que únicamene aparece en la zona A.

El capítulo dedicado al consonantismo benasqués (pp. 71-106) se abre conla descripción sincrónica del sistema consonántico, que se caracteriza por el man-tenimiento de /l 3/, la ausencia de /x/ y /Θ/, la presencia de /S/ y la inexistencia delos fonemas sonoros /z/, /z/ y /z/. Muy pormenorizado es el estudio diacrónicode las consonantes, que se ha elaborado siguiendo el esquema tradicional de lasgramáticas históricas. Entre los hechos lingüísticos comentados, en inicial depalabra destacan los siguientes: palatalización de Ge, i-, J- latinas (chemecà, chirà,chugà), mantenimiento de la F-, evolución de S- a /c/ o /s/ (choto, chiular, ixu-fre, ixaringa), palatalización general de L- (llagó, llastra, llimaco, incluso enalgunos préstamos como lloco), palatalización de N- en ciertos casos (ñedo, ñut),palatalización de /l/ en los grupos PL, CL, BL, FL (pllanre, cllau, bllau, fllaco),aunque GL- evoluciona a /l 3/ (lleba). En interior de palabra, se observa la convi-vencia de varios resultados para una misma consonante doble o grupo conso-nántico, como en el caso de -SS- (paso, boixiga), -LL- (arguila, esquella), -RR-(carro, bardo, mardano), consonante + R (lladre, pai, confraria, Pierra, Petra,cadiera, cuairón), -CT- (feito, buedo, cueto, afaitar, güeit, ixuto, dotó). En cuan-to a los grupos de consonante + yod, las soluciones atestiguadas son las genera-les en aragonés, con influencia del catalán en algunos vocablos. Y en final de pala-bra, el tratamiento de las consonantes está condicionado en buena medida por laapócope de la vocal; así, las dentales enmudecen (al igual que -R), hay vocali-zación de -B, -C, -D, -V (pèu, nèu, perdiu), la -N desaparece en topónimos y envoces como demà, el grupo -RN resulta /rt/ (fort, ibèrt), y los segmentos -BY, -DY, -Y evolucionan a /i/ (pitarròi, goi, gai). Se cierra el apartado fonético-fono-lógico con una sección que hace referencia a los fenómenos de carácter irregu-lar (pp. 106-117), haciendo hincapié en los cambios que presentan cierto halo deregularidad.

El tercer apartado de la monografía, que versa sobre la morfosintaxis delbenasqués (pp. 119-330), es el más extenso de todos y consta de quince capítu-los, a lo largo de los cuales se van describiendo los elementos gramaticales queconfiguran esta variedad dialectal aragonesa. El primero de ellos (pp. 119-125)atiende al artículo determinado, que posee un sistema con distintas variantes parael masculino singular (lo, l’, ‘l, el) y para el femenino singular (la, l’), cuyo usoviene condicionado por el contexto fónico; para el masculino plural, aunque seatestiguan las formas los y els, únicamente resulta operativa la segunda; en el caso

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del femenino plural, les se usa en la zona A y las en el resto del valle; y comounidad neutra, únicamente existe lo. En cuanto a las contracciones, se indica quese producen con las preposiciones a, de, per y ta, dando lugar a un sistema para-lelo al del catalán y los dialectos aragoneses más orientales (como el chistabinoo el bajorribagorzano). Finaliza este capítulo con algunos comentarios en tornoa la presencia de huellas de las formas fósiles so, sa en la toponimia, y sobre algu-nos usos especiales del artículo (la expresión de relaciones antroponímicas, degentilicios o de la posesión).

El capítulo II (pp. 125-133) tiene por objeto el sustantivo. En relación conel género, tras señalar que la distinción formal entre masculino y femenino semanifiesta básicamente a través de la oposición morfemática o/a (sèrro-sèrra),o bien Ø/a (llitón-llitona), se establece una división entre sustantivos de un úni-co género (remarcando algunas discrepancias con el latín, el castellano estándary el catalán) y sustantivos de dos géneros, grupo este en el que se diferencian losque expresan el masculino y el femenino con distinto lexema (can-gosa), los queemplean para ello diferentes alomorfos (gato-gata, misache-misacha, gall-galli-na, pastó-pastora, etc.), y los que lo hacen mediante el artículo u otros determi-nantes (el dentista-la dentista). Además, repasa algunos casos en que la diferen-cia de género implica un valor aumentativo, ya del masculino (cullèro-cullèra),ya del femenino (rato-rata), o incluso una especialización semántica (cuco-cuca,feixo-feixa). En cuanto al número, se afirma que el plural se realiza con el alo-morfo /s/ en cualquier caso (òmes, cllaus, gais, embolics, goyats), incluso enalgunos sustantivos cuyo singular no apocopa la vocal /o/, al menos en la zonaA (ruello-ruells, saco-sacs); sin embargo, cuando el singular termina en /s/, elmorfema usado es siempre /os/ (mes-mesos, cafís-cafisos). Concluye esta sec-ción con algunos ejemplos de singularia y pluralia tantum (salut, pasensia, chen,abarques, estisères, porguères).

El capítulo III (pp. 133-138) contiene el estudio del adjetivo. Según la dis-tinción de género, es posible hablar de adjetivos invariables (chove, gran) y deadjetivos variables, en los que la formación del femenino coincide plenamentecon la del sustantivo. Es interesante señalar, además, que se constata la hiperca-racterización de algunos adjetivos que en latín disponían de una sola terminaciónpara ambos géneros (fòrt-fòrta, pòbre-pòbra, dolso-dolsa). Tampoco presentavariación significativa la constitución del número respecto del sustantivo; tansolo hay que resaltar que los adjetivos en -ro, al apocopar al vocal y enmudecerla vibrante, añaden el alomorfo /s/ (cllaro-cllas, caro-cas). La exposición se com-pleta con unas notas relativas a la gradación, la posición y la transposición delos adjetivos.

El capítulo IV (pp. 138-143) corresponde a los demostrativos, que tienen unsistema de tres distancias y de formas simples. Las más características son isto,istos, ixo, ixo, en la zona A, e iste, istes, ixe, ixes, en las zonas B y C; aquell enlas zonas A y B, y aguell en la zona C; y asò, això (astò limitado a Benasque, Cer-ler, Sahún y Eriste), allò, como formas neutras.

En el capítulo V (pp. 143-146) se nos habla de los posesivos, en cuyo para-digma se distinguen, de una parte, las formas átonas adjetivas, de corte castella-no-aragonés, usadas solamente junto a los nombres de parentesco estrecho (mimai, tu pai); y, de otra, las formas tónicas, con soluciones similares a las caste-

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llanas en todo el valle, salvo en el caso de las referidas a varios poseedores, yaque en las zonas A y B se emplean las castellanas nuestro y vuestro, y en la zona Clas catalanas nostro y vostro. En cualquier caso, todos los posesivos tónicos seutilizan con artículo cuando aparecen como adyacentes antepuestos al sustanti-vo (el mio llugà, el nuestro moset ye mol dolén).

El capítulo VI (pp. 151-153) se detiene en los interrogativos y en los excla-mativos, que en ambos casos son quí, qué, quin (adjetivo), com, cuanto, agón(an), cuán; también en los relativos, que son qui (de referencia personal), que(referible tanto a personas como a cosas), artículo+cual (de escaso uso), y losadverbios agon, cuan, coma.

En el capítulo VII (pp. 154-167) se ocupa, de una parte, de los indefinidos,clasificados según actúen como sustantivos (digú-degú, res, cualquierres, algo,brenca, gota-got, pas), como adjetivos (altro, bèll, cap, guaire, mismo, molto,pòco, tanto, un, algun, cualquer), o como distributivos (cada, con valor enfáti-co en algunas ocasiones). De otra, se comentan los numerales, en cuyo sistemase interrelacionan elementos catalanes y aragoneses, con alguna sustitución porlos correspondientes castellanos; entre los cardinales, cabe destacar las formasdiptongadas sies y güeit, y entre los ordinales, el uso de saguero.

El capítulo VIII (pp. 167-181) está dedicado a los pronombres personales.En primer lugar, se analizan los llamados sustantivos personales (o formas tóni-cas), que presentan particularidades como el uso aragonés de yo con término depreposición (Igual hu podets fé sin yo), o el empleo de nusaltros y vusaltros enlas zonas A y B, frente a naltres y valtres en la zona C. En segundo lugar, se exa-minan los incrementos personales (o formas átonas), resultando muy interesan-tes las variantes implosivas y explosivas que posee la tercera persona, tanto parael acusativo como para el dativo. Por último, como incremento personal neutroaparece el pronombre hu, solución paralela a la catalano-occitana ho, y su varian-te ue, usada en determinados contextos de combinación con otros incrementosátonos.

En el capítulo IX (pp. 182-195) se describen formal y funcionalmente losincrementos pronominalo-adverbiales (procedentes de los adverbios latinos INDE

e IBI), los cuales se dirigen de modo anafórico o catafórico a otros elementos delenunciado; sintácticamente, siempre actúan como adyacentes de una serie de uni-dades cuya reiteración resultaría redundante o superflua. Las variantes de INDE

en benasqués son ne, n’, ñ’, ‘n, en, eñ, y las de IBI son i, ie; en todos los casos,su utilización está supeditada al contexto fónico en que aparecen. Por otra par-te, pervive en el dialecto el incremento igu’ (< *HIQUE), que siempre apareceaglutinado con la segunda y tercera personas del presente de indicativo y todaslas del imperfecto de indicativo del verbo sé (hecho que impide, además, la dip-tongación de dichas formas verbales); su función es la de adyacente de un com-plemento circunstancial: Si igu’es, respón ‘si estás ahí, responde’. Para concluireste capítulo, se enumeran y se ejemplifican todas las combinaciones posibles delos incrementos átonos en benasqués.

De los adverbios (y locuciones afines) se nos informa en el capítulo X (pp.196-208), partiendo de la distinción entre situacionales y nocionales. Dentro delos situacionales, existen adverbios espaciales (así, astí, ensà, dellà, debàn,

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redé~derré, dintro, fòra, ensima, dichós, serca, lluen, alto, abaix) y adverbiostemporales (sempre, mai, enguàn, ara, demaitino, detardis, anit, ayere, güe, demà,antes, dispués, pronto, tardi, alavegada, asobé, encara). Dentro de los nociona-les, tenemos adverbios de modo (formas en -men, així, aixina, be~ben, mal, apllè,només, y numerosas locuciones), adverbios cuantificadores (mol, molto, pòco,tan, tanto, tantòs, masa, pròu, guaire, cap, res, brenca, gota) y adverbios de con-formidad o no entre lo enunciado y la realidad, que a su vez pueden ser de afir-mación y negación (si, no, tamé, tampòc), o de duda (igual, talmente, tal vega-da, puesta que, estoique, duque).

Una semblanza sincrónica y un detallado estudio diacrónico del verbo benas-qués se incluye en el capítulo XI (pp. 208-271). Comienza la exposición comen-tando algunos aspectos de la acentuación verbal, para pasar después a las desi-nencias generales, entre las que destaca la solución autóctona -ts (temets) parala 2.ª persona del plural (acorde con la del catalán antiguo); como específica delimperativo, se mantiene la desinencia -t para la 2.ª persona del plural (venit). Encuanto a la conjugación verbal, se distinguen cuatro tipos: 1.ª conj. -à (manà),2.ª conj. -é (temé), 3.ª conj. -í (ubrí), 4.ª conj. -re (valre).

El análisis del verbo benasqués aborda, a continuación, las formas sintéti-cas de presente, examinando algunos aspectos atingentes al radical verbal: laalternancia de vocalismo generada por la diptongación de las vocales E y O bre-ves tónicas, el tratamiento fonético regular o analógico de la raíz verbal, o elincremento incoativo -eixo (zona A) / -isco (zonas B y C), generalizado en bue-na parte de los verbos de la 3.ª conjugación. Asimismo, se hace un repaso de lasterminaciones de presente de indicativo y de subjuntivo según los distintos tiposde verbos (diatópicamente, interesa el cambio vocàlico A > /e/ atestiguado en lazona A, frente al mantenimiento de la vocal etimológica en las zonas B y C), y delas teminaciones de imperativo. De otra parte, el hecho más relevante en el imper-fecto de indicativo es la conservación de los morfemas latinos, de manera que entodas las conjugaciones aparece el morfo temporal /-b-/ (manaba-manabe, teme-ba-temebe, ubriba-ubribe, veniba-venibe). Termina esta sección con algunoscomentarios en torno a las formas de los infinitivos de la clase 4.ª, los gerundios,que poseen las terminaciones de impronta catalana -àn, -én, -ín, y los participiosde presente, que perviven sustantivados (cuando proceden de la 1.ª conjugación)o adjetivados (cuando pertenecen a las otras conjugaciones).

En las líneas dedicadas a las formas sintéticas perfectas, se estudia la for-mación del imperfecto de subjuntivo, que, como en aragonés, se logra a partirdel tema de presente con las terminaciones -asa, -esa, -isa en la zona A (excep-to Sahún), y -ase, -ese, -ise en las zonas B, C y Sahún. Se examina también elparticipio de pasado y se observa que en benasqués solamente han tenido opera-tividad funcional las terminaciones latinas -ATUM, -ITUM, que han resultado -au(1.ª conj.), -eu (2.ª y 4.ª conj.), -iu (3.ª conj.); no obstante, se conservan algunasformas fuertes en -TU (dito, feto, cueto, escrito; en adjetivos, como muerto, tuer-to, quisto; en sustantivos, como puesto) y en -SU (en los adejtivos espeso, raso,tieso).

Las páginas siguientes se detienen en los tiempos compuestos, que en gene-ral se forman con el verbo abé más el participio de perfecto; es interesante, eneste sentido, la voz pasiva, dado que admite como auxiliares los verbos sè y està.

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Por otra parte, del mismo modo que en catalán y otras hablas aragonesas orien-tales, el benasqués emplea el perfecto perifrástico (anà + infinitivo) como únicaforma posible del indefinido. Además, se estudia en esta sección el futuro y elcondicional desde una perspectiva diacrónica, puesto que en su origen se cons-tituyeron de modo analítico. El capítulo del verbo se cierra con una indispensa-ble exposición de diversos paradigmas verbales regulares e irregulares, ofre-ciendo en cada caso todas las variantes formales atestiguadas y su localización.

En el capítulo XII (pp. 272-291) se presentan las unidades de relación: pre-posiciones y conjunciones. Respecto de las primeras, podemos remarcar el empleode a con un valor locativo usurpado a en, el uso genitival de la preposició de(aunque no existe el valor partitivo del catalán), además de la presencia de den-de, per, ta/enta (siendo más habitual la primera), dan/en (ambas con el valor de‘con’), de la estructura en + infinitivo con valor temporal (en acabà mo’n ani-rem), y de numerosos adverbios con valor preposiconal. En cuanto a las conjun-ciones, destacamos el empleo exclusivo de i, u, la existencia de la unidad ilati-va pus, y la multiplicidad de valores de que en la subordinación.

El capítulo XIII (pp. 291-295) se ocupa de las interjecciones, casi siempreolvidadas en las monografías dialectales. En este caso, resultan especialmentecuriosos los elementos interpelativos que varían conforme al animal que se diri-gen y según el tipo de rección que se pretende conseguir de él; se trata de un com-ponente del benasqués que está estrechamente relacionado con la importancia dela ganadería en la vida cotidana de las gentes del valle.

Algunas particularidades de la sintaxis oracional benasquesa son el objeti-vo del capítulo XIV (pp. 295-297), tales como la utilización de la conjunciónseguntes, del adverbio així con valor concesivo, o de las construcciones tot +gerundio (para indicar simultaneidad), cuan + futuro (para señalar una acciónfutura incierta) y a mesura que (para señalar progresión). Asimismo, el sistemaverbal merece algunos comentarios de carácter sintáctico en el capítulo XV (pp.298-300), atingentes al infinitivo yusivo, al imperfecto condicional y al uso desé/està.

En el Apartado morfosemántico (pp. 301-342), nos aporta el Dr. Saura unestudio «aproximativo y general» —según sus propias palabras— de la deriva-ción y de la composición en benasqués, aspectos estos del dialecto que hasta lafecha no contaban con un análisis tan exhaustivo como el aquí elaborado. Se estu-dian primeramente los sufijos y los prefijos (tanto nominales como verbales) des-de una perspectiva diacrónica, partiendo siempre del elemento latino para comen-tar después los resultados dialectales y sus valores semánticos. A continuaciónse introducen los infijos (nominales y verbales), y en cada caso se remite al sufi-jo nominal o verbal del cual procede. Por último, se presenta una tipología detodas las estructuras sintagmáticas que han generado sustantivos (incluidos lostopónimos), adjetivos y verbos compuestos en las hablas benasquesas.

Esta monografía contiene en su parte final tres apéndices verdaderamenteútiles para el lector: el primero (pp. 343-353) es una antología de textos escritosen benasqués, con dos relatos de Carmen Castán (La siñal, Cuan l’odio esbate-ga pel aire) y seis artículos del propio Saura (De dites y fetes, Així, Sin perdón,De fades, encantaires y dònes d’aigua, A ista man de l’Edén, Les dònes… ¡Ya no

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son coma antes!, L’oso); en el segundo (pp. 355-369) se recogen 12 mapas queilustran algunos ejemplos de variación diatópica en el Valle de Benasque; y enel tercero (pp. 371-387) se incluyen 32 mapas, en los cuales se plasma la transi-ción lingüística en el Pirineo central, tomando como base, además de los propiosdatos, los ofrecidos por Mott (1989) sobre Gistaín y por Haensch (1959) sobreCastanesa (en su estudio de las hablas de la Alta Ribagorza). Se cierra este librocon una exhaustiva bibliografía (pp. 389-408) que recoge todos los títulos cita-dos a lo largo de la obra.

Según señala el propio autor en la introducción, este trabajo no ha preten-dido ir más allá del análisis fonético-fonológico y morfosintáctico de las hablasbenasquesas. Sin embargo, es de justicia decir que existen otros dos aspectos quelo enriquecen todavía más: el elevado número de ejemplos (todos ellos traduci-dos al castellano), mediante los que proporciona indirectamente una sustanciosainformación sobre el léxico benasqués, y la referencia constante a la toponimia,considerada —como no podía ser de otra manera— una parte más del dialecto.

En suma, José Antonio Saura, buen conocedor de las hablas del Valle deBenasque, nos ofrece en este libro un estudio meticuloso y detallado, una inves-tigación rigurosa en los planteamientos y en la metodología, sin duda muy valio-sa para la Filología aragonesa.

Javier Giralt Latorre

Hèctor MORET: Indagacions sobre llengua i literatura catalanes a l’Aragó, Cala-ceit, Associació Cultural del Matarranya-Institut d’Estudis del Baix Cinca,1998, 182 pàgines.

El llibre de l’Hèctor Moret és, en essència, un recull d’articles de caràcterbibliogràfic, el contingut del qual està perfectament reflectit en el títol d’aques-ta obra. De fet, es tracta d’un estat de la qüestió de les nombroses investigacionssobre la llengua, l’economia, la història i, en general, la cultura catalana de l’Ara-gó catalanòfon, que s’han dut a terme al llarg dels últims cent anys en aquestescomarques. Aquest compendi d’investigacions, que ja van ser publicades en revis-tes com Rolde, AFA o Sorolla’t!, es reuneixen en aquest llibre de manera amplia-da, millorada i actualitzada.

Està estructurat en onze capítols teixits amb un llenguatge clar i concís, através dels quals se’ns aproxima a la realitat sociocultural que han viscut i viuenencara aquestes terres de l’Aragó. Efectivament podria veure’s una organitzacióen tres blocs, els primers quatre capítols correspondrien a aspectes relacionatsamb la llengua, els quatre següents a la producció literària i els tres restants a lapresència del català en diferents àmbits, com el formal, la premsa o l’edició.

Introdueix aquest treball amb la secció que titula Com en direm? A propòsitde la denominació de les comarques de llengua catalana de l’Aragó (pp. 7-16),on presenta el territori i l’interès que ja va suscitar el segle passat en els movi-

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ments excursionistes de Catalunya. Caldria destacar-hi l’enumeració de les deno-minacions amb les quals s’ha anomenat al conjunt d’aquestes poblacions, comAragó català, Franja de Ponent, Oriental o Franja d’Aragó, entre d’altres, peracabar aportant-ne una de pròpia, el Ribet de la Perifèria.

Continua aquest aplec amb la següent proposta, Visions de l’Aragó cata-lanòfon en els escriptors catalans (pp. 17-24), on insisteix que és en l’últim terçdel segle XIX en què tenim notícia de la realitat lingüísticocultural catalana deles comarques nord-occidentals de l’Aragó catalanoparlant a través dels escrip-tors catalans vinculats al moviment excursionista. Està organitzat en diferentsapartats, d’una banda desenvolupa el que anomena Cròniques exògenes, dedica-des als escriptors catalans que al·ludeixen a aquestes terres aragoneses, i d’altrales Cròniques endògenes, on inclou a Jesús Moncada i Mercè Ibarz, és a dir, esta-bleix un paral·lelisme entre la percepció d’aquestes terres per escriptors que notenen vinculació amb l’Aragó i una visió més íntima de dos persones nascudes,nodrides i fetes en aquestes comarques.

En el capítol tercer, Un segle d’investigació lingüística a l’Aragó cata-lanòfon (pp. 25- 45), l’Hèctor Moret ens presenta, ens atrevim a dir, gairebé totesles publicacions que parlen sobre algun aspecte d’aquestes terres des del segleXVI, amb Despuig i la seva obra Los col·loquis de la insigne ciutat de Tortosa,fins a la data de publicació d’aquest llibre.

Continua amb La investigació onomàstica a l’Aragó catalanòfon (pp. 47-58) on assenyala que, tret de publicacions de lingüistes com Saroïhandy, Alco-ver, Moll, entre d’altres, on s’esmenten el nom de municipis i d’altres macro-topònims de l’Aragó de llengua catalana, no hi ha cap dada sobre estudisonomàstics fins a la primera meitat de la dècada dels anys vuitanta, en què ungrup d’investigadors comencen a interessar-se per aquesta disciplina, com Desi-deri Lombarte, Xavier Terrado, Pere Balañà o Javier Giralt.

Pel que fa a la literatura no podia deixar de dedicar un espai als treballs LoMolinar i Bllat colrat!: Dos reculls de literatura popular de l’Aragó catalanò-fon (pp. 59-73), que fa referència a dues obres de les quals Moret n’és un delsautors. Comença amb unes breus notes dels estudis realitzats sobre folklore catalàabans de 1936, durant el franquisme i a partir de 1975, però el gruix d’aquest arti-cle està dedicat als volums Lo Molinar. Literatura popular catalana del Mata-rranya i Mequinensa, 1. Narrativa i teatre, a cura d’Artur Quintana, 2. Canço-ner, a càrrec de Lluís Borau i Carles Sancho i 3. Gèneres menors de la literaturapopular, realitzat per Hèctor Moret, Calaceit, ACM-IET- Carrutxa, 1995-1996, iBllat colrat! Literatura popular del Baix Cinca, la Llitera i la Ribagorça, 1.Narrativa i teatre, dirigit per Artur Quintana, 2. Cançoner, fet per Lluís Borau iGlòria Francino i 3. Gèneres etnopoètics breus no musicals, per Hèctor Moret,Fraga, IEBC-IEA-IEI-GA, 1997; dos extensos reculls on l’investigador i l’afeccio-nat a la literatura popular disposa d’una col·lecció de textos de totes les locali-tats de la Llitera, el Baix Cinca, el Matarranya i de molts nuclis habitats de laRibagorça oriental.

A continuació l’autor ens parla dels Escriptors aragonesos d’expressió cata-lana en el primer terç del segle XX (pp. 75-116), on se citen tots els escriptorsaragonesos que hagin escrit i/o publicat en el període comprès entre 1900 i 1939.

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Tot seguit el lector podrà llegir algunes Notes sobre la literatura catalana con-temporània a l’Aragó (pp. 117-139); aquí assenyala que des de l’edat mitjana hiha textos en català d’autors nascuts o vinculats a les terres aragoneses de llen-gua catalana, com Guillem Nicolau, finals del segle XIV, i Santiago Vidiella, pri-mer terç del segle XX; però no és fins ben entrada la segona meitat del segle XX

quan el nombre de novel·listes i poetes arribarà a formar una llista prou extensa.Es podria dir que aquest article està distribuït en tres gèneres literaris, narrativa,poesia i finalment teatre. Pel que fa a la narrativa, esmenta en primer lloc, i creiemque la llista que realitza i l’ordre que segueix correspon a la qualitat i ressò deles obres, a Jesús Moncada (Mequinensa, 1941), Premio de les Letras Aragone-sas 2004; també hi menciona Josep A. Chauvell (Alcampell, 1956) o la periodistaMercè Ibarz (Saidí, 1954) entre d’altres. En el camp de la poesia inclou a Tere-sa Jassà, Maria Pilar Febas o Hèctor Moret i, finalment, en el teatre, a DesideriLombarte, Josep A. Chauvell i Andreseta i Pepeta Bean.

Finalitza aquest repertori d’escriptors fent referència a les dues caracterís-tiques que els uneixen; en primer lloc la preocupació per la llengua i en segon laforta presència del paisatge nadiu, que segons ell responen, si més no en un pri-mer moment, a l’intent de recuperar i descobrir les arrels culturals col·lectives i,alhora, personals, a través de la recuperació de la llengua catalana de les sevesrespectives poblacions d’origen.

En el capítol vuitè, La llengua literària en els escriptors aragonesos d’ex-pressió catalana (pp. 129-139), Moret realitza un recorregut històric sobre la uti-lització de la llengua catalana en la literatura produïda a l’Aragó. També al·ludeixa una sèrie de factors sociolingüístics que justifiquen el baix nombre d’escrip-tors aragonesos que publiquen les seves obres en llengua catalana, d’una bandala reduïda població d’aquestes terres, i d’altra que la part més nombrosa delshabitants de l’Aragó catalanòfon denominen el seu parlar com xapurreat / xapu-rriau, amb sentit híbrid, o denominacions locals com fragatí, maellà, favarol,entre d’altres. Aquest factor ha provocat, en moltes ocasions, que l’escriptor tro-bi que el sistema lingüístic que ha heretat ha estat el xapurreat, és a dir, inde-pendent del català, i que la seva opció sigui la d’utilitzar el castellà o bé crearàuna ortografia acastellanada farcida de barbarismes, actitud que Hèctor Morettitlla de blaverisme xapurriadista o, simplement, xapurriadisme. Tanmateix enca-ra que queden algunes romanalles d’aquesta tendència sembla ser que acabarandesapareixent, com ho han fet en altres regions del domini lingüístic català.

En referència a l’últim bloc del llibre, la presència de la llengua catalana endiferents àmbits, l’Hèctor Moret ha volgut reflectir en el capítol IX, La presèn-cia del català als àmbits formals de l’Aragó catalanòfon (pp. 141-162), les tresetapes ben diferenciades que ha sofert l’evolució del català a l’Aragó; primer enl’Edat Mitjana, quan fou llengua d’ús en l’administració i l’església, després enel segle XVIII amb la guerra de Successió (1702-1714), quan s’oficialitza la desa-parició del català en tot document generat des de l’Aragó, i finalment el segle XX

en què hi ha hagut diversos intents de reconeixement, com la Declaració deMequinensa (febrer de 1984) que comporta una sèrie d’iniciatives, entre les qualses troba la implantació de l’ensenyament d’aquesta llengua a les escoles del terri-tori catalanòfon de l’Aragó. Malgrat alguns dels avanços en la reivindicació delcatalà en aquestes terres, conclou assenyalant que des del govern d’Aragó ben

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poc s’ha fet fins al moment pel català, i l’aragonès, com a llengües cooficials,junt amb el castellà.

Si en el capítol anterior veiem la preséncia del català en els àmbits formals,ara Moret ens presenta en el X, La presència del català en la premsa aragonesa(pp. 163-170). Introdueix en primer lloc els antecedents històrics del català en lapremsa, des de l’any 1907 amb el Boletín de Historia y Geografía del Bajo Ara-gón, on en alguna ocasió es reproduiren fragments en català, i acaba amb la des-cripció de les tres revistes més importants publicades a l’Aragó català com Des-perta ferro!, amb redacció a Tamarit de Llitera i editada per l’Associació deConsells Locals de la Franja; Sorolla’t, feta a Calaceit i editada per l’AssociacióCultural del Matarranya, i finalment Batecs, de la qual és portaveu l’Institut d’Es-tudis Fragatins. Les tres revistes tenen les mateixes característiques, són edita-des en català normatiu per associacions culturals compromeses en la defensa delcatalà a l’Aragó, «a partir de l’assumpció que l’Aragó catalanòfon és una part dela comunitat lingüística que s’estén de Salses a Guardamar i, ara més que mai,de Fraga a Maó» (p. 168).

Posa fi a aquesta obra amb L’edició en català a l’Aragó (pp. 171-176) onadverteix que gran part dels llibres publicats sobre algun aspecte de l’Aragó deparla catalana s’han editat fora de la comunitat aragonesa i és, de fet, en l’últi-ma dècada del segle XX quan han sorgit col·leccions de llibres d’autors nascutsen aquestes contrades, gairebé sempre impulsades per associacions culturals, comper exemple La Gabella o Quaderns de la Glera.

D’ençà de la publicació d’aquest llibre han aparegut molts altres estudis ihan ocorregut importants esdeveniments en aquests territoris, que han estat pos-sibles gràcies a l’esforç i la lluita de les associacions esmentades per la dignifi-cació de la llengua i cultura catalanes a l’Aragó, en les quals l’Hèctor Moret n’haestat un excel·lent col·laborador.

Maria Teresa Moret Oliver

Abraham MADROÑAL, «De grado y de gracias». Vejámenes universitarios de losSiglos de Oro, Madrid, Centro Superior de Investigaciones Científicas-Ins-tituto de la Lengua Española, 2005, 530 páginas.

Desde el Departamento de Literatura del Instituto de Lengua Española delCSIC, el doctor Abraham Madroñal presenta esta importante contribución a lostodavía recientes estudios literarios sobre el vejamen. En los últimos diez añosautores como Carrasco Urgoiti, Eugenio Asensio, Maxime Chevalier y, másrecientemente, Giovanni Cara, han destacado en sus investigaciones la relacióndel vejamen con el folclore, la literatura burlesca y satírica dentro del panoramaliterario y social del Siglo de Oro. En la línea de estas aportaciones, Madroñalse centra en un corpus selecto de los denominados gallos, esto es, vejámenes ocomposiciones satíricas surgidas en determinadas circunstancias académicas

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como la concesión del grado de doctor en las universidades españolas de Valla-dolid, Salamanca, Alcalá, Toledo, Granada y Sevilla, pero también en algunasamericanas como las de Lima o Méjico1. La mayor parte de la obra (pp. 121-517)se dedica a la laboriosa tarea de editar y estudiar una amplia selección de vejá-menes universitarios, así como otros textos fundamentales para comprender elgallo en su menos conocida vertiente a lo divino2, en su perpetuación más alládel siglo XVII3 y en algunos tímidos intentos teóricos que bien podrían conside-rarse retóricas sobre el género4.

La dificultad de la tarea de localización y presentación de este corpus, varioen lo espacial y lo temporal, es encomiable, pues supone un notable esfuerzo porhallar testimonios impresos o manuscritos de este género efímero, por su carác-ter oral y ad hoc para un acto concreto. A todo ello hay que sumar la cuidada edi-ción de cada uno de ellos, precedida por una breve y concisa introducción queilumina la lectura de unos textos que a veces entrañan una dificultad añadida porcombinar el latín con el castellano.

Toda esta labor de selección, recopilación e ilustración viene justificada dela mano del propio autor por la necesidad de aportar a los aún incipientes estu-dios sobre vejámenes el análisis de textos ejemplarizadores, además de unabibliografía5 «conveniente», tarea esta última a la que habría de calificar también«de gran utilidad», pues supone una puesta al día del estado de la cuestión y dela labor crítica en las investigaciones sobre vejámenes.

Esta obra es, pues, un instrumento de gran valor para acercar a estudiosose investigadores este género, hasta hace poco gran desconocido y, sin embargo,

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1. Los textos editados son: Anónimo, Vejamen de grado en la Universidad de Valladolid (1550)[pp. 125-152]; Ildefonso de Mendoza, Actus gallicus ad magistrum Franciscum Sanctium en la Univer-sidad de Salamanca (1593) [pp. 153-172]; Luis de Góngora, Vejamen a un doctorando de la Universi-dad de Granada (1611) [pp. 173-182]; Pedro Zapata, Vejamen que dio al maestro Lasarte en la Uni-versidad de Alcalá (1611) [pp. 183-202]; Anónimo, Vejamen a los doctores Juan y Alonso de Narbonaen la Universidad de Toledo (1614) [pp. 203-224]; Martín Francisco de Blasco, Vejamen en la Univer-sidad de Zaragoza al doctorando Jerónimo Carrillo (1621) [pp. 225-254]; Antonio Hurtado de Men-doza, Vejamen en presencia de sus majestades en Sevilla (1624) [pp. 255-292]; Tomás de Mayorga,Vejamen al grado de doctor del padre maestro fray Hernando Maldonado en la Universidad de Lima(1625) [pp. 301-319]; Antonio de Cartagena y Santa Cruz, Vejamen al doctor Juan de Morales Aram-buru en la Universidad de Lima (1627) [pp. 320-331]; Francisco de Oviedo Pedraza, Vejamen a don Fer-nando Ladrón de Guevara en la Universidad de Lima (1626) [pp. 332-359]; Luis de Ayllón, Vejamenen el Colegio de Santa María de Jesús de Sevilla (1646) [pp. 369-398]; Miguel de Rojas, Vejamen enel Colegio de Santo Tomás de Sevilla (1654) [pp. 399-426]; Fernando de la Torre Farfán, Vejamen enunos grados en Sevilla (1655) [pp. 427-454]; Diego de Osorio y Peralta, Vejamen al doctorando donAndrés Díaz en la Universidad de México (1708) [pp. 455-470]; y Francisco Bazán de Pedraza, Veja-men en la Real Universidad de Córdoba de Tucumán (1722) [pp. 471-485].

2. Es el caso del primero de los vejámenes, que abre la tercera sección del libro: el apéndice dedi-cado a otros textos, como versiones a lo divino, otros vejámenes de los siglos XVIII-XIX y un texto teó-rico contemporáneo sobre el vejamen de grado áureo. El contrafactum es de Juan de Cigorondo, Colo-quio jesuítico en forma de vejamen (1610) [pp. 489-497].

3. Nicolás Heredero, Vejamen de grado en la licenciatura de don Martín en Alcalá (1794) [pp. 500-501] y José Antonio de Montenegro, Vejamen en el grado del doctor Salvador Delgado en la Universi-dad de Venezuela (1801) [pp. 502-505]. Como en el caso de los otros textos, van estos dos vejámenesprecedidos de una breve introducción [pp. 498-499].

4. Bartolomé Jiménez Patón, Sobre vejámenes, grados y otros asuntos (1628) [pp. 506-516].5. La completa bibliografía recoge tanto los vejámenes impresos y manuscritos localizados como

una amplia y actualizada bibliografía crítica [pp. 102-120].

fundamental para comprender la vida literaria en los ambientes académicos yuniversitarios del Siglo de Oro.

La extensa introducción teórica que precede a la edición de los textos (pp.23-100) es una valiosa herramienta para el acercamiento al género del vejamen,en especial en la vertiente de los gallos, y constituye globalmente, en palabrasde Aurora Egido, prologuista de la obra y una de las máximas autoridades en lospioneros estudios sobre los vejámenes, «una ponderada definición del vejamende grado en relación con otros géneros afines, que es, a la vez, un estado de lacuestión y una puesta al día sobre el tema, lleno de numerosas observaciones noexentas de novedad».

Este estudio preliminar se configura en diversos apartados, precedidos dela justificación del autor, dedicados a la definición, concepto y origen del veja-men de grado (pp. 31-46), la relación del vejamen con otros géneros (pp. 47-61),disposiciones legales en torno al vejamen (pp. 62-74), el vejamen en el marco dela literatura vejatoria, en especial de la académica (pp. 75-81); otras circunstan-cias anejas al vejamen de grado, lo que viene a ser una selección de curiosida-des documentadas en lo que eran las complicadas ceremonias de doctorado (pp.82-93); una breve nota acerca de algunos autores de los textos (pp. 93-94) y apun-tes sobre la lengua (pp. 96-98) y la transmisión de los vejámenes (pp. 99-100).

Son todas ellas páginas que sintetizan y describen las líneas directrices delvejamen, un género que se configura a medio camino entre la prosa y el verso,la oralidad y la escritura, la lectura y la representación. El vejamen supone unacaricatura de la realidad, tanto de defectos como de logros, y ha de enmarcarse,por lo que respecta a su tonalidad, en el género clásico de la sátira. Pero ademásde la sátira, es importante destacar, como fuente de la que beben gallos y vejá-menes, géneros menores como las burlas festivas, las parodias de origen carna-valesco, los cuentos, la oratoria, la paremiología o el teatro.

De la elaboración de este estudio surgen aportaciones nada desdeñables parael entendimiento de otras manifestaciones mayores de nuestra historia literaria,por la influencia de doble vía del vejamen (influyó y fue influido) en autores tanrelevantes como Quevedo, Góngora o Torres Villarroel, además de ser un testi-monio fundamental, como señala Aurora Egido, para la historia del conceptismo,puesto que en ellos se muestran ejercicios de burla fácil, engaño, asombro, absur-do, juegos de palabras y lenguajes metafóricos (tan presentes en Quevedo) toma-dos del acervo popular, con los que la retórica ganó en libertad, buscando nue-vos caminos en la invención y la elocución de carácter festivo.

Una contribución tan relevante como esta tiene también la virtud de apun-tar la necesidad de nuevas vías de aproximación en este campo, allá por dondeAbraham Madroñal no se ha adentrado, principalmente la necesidad de enfocarlos estudios sobre el gallo áulico en el marco de la literatura comparada paraentender la influencia fundamental que tuvieron los modelos de las burlas de launiversidad parisina. Un patrón francés que se adelantó en su entronización alitaliano, cuyo modelo para los vejámenes académicos y de justas poéticas llegóa España tardíamente, aunque una vez implantado ejerciese un fructífero influjoentre ambos tipos de vejámenes. El excelente estudio de Madroñal ofrece unavisión que, aunque exhaustiva para el gallo, es parcial para el conjunto del veja-

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men, pues todo lo que respecta a la producción de este género de burlas en el senode las academias literarias y certámenes poéticos aún se halla en espera de unestudio con edición de textos de calidad como el que aquí se presenta.

M.ª Pilar Sánchez Laílla

Xavier GIL PUYOL: «Baltasar Gracián: política de El Político». Pedralves. Revis-ta d’Història Moderna (Universitat de Barcelona), 24 (2004), pp. 117-182.

En este extenso trabajo, Xavier Gil Puyol toma como referencia nuclear eltratado que, con el título de El Político, publicó Baltasar Gracián en 1640. Polí-tica y político son términos que ofrecen una amplia gama de significados en elsiglo XVII, pues junto a la tradición aristotélica, había aparecido tras las guerrasde religión un significado negativo que los hacía equiparables a maquiavelismo.Gracián se centra en las cualidades de un gran príncipe católico, no sin dejar deadvertir sobre ciertos aspectos acusatorios de la actuaciones regias. Como basa-mento de esas ideas, traza el retrato arquetípico del príncipe virtuoso idealizadoen Fernando II de Aragón y, a través de él, va describiendo el modelo de gobier-no que considera más adecuado. Todos estos aspectos son analizados por XavierGil Puyol a partir de la lectura de El Político y, complementariamente, de las res-tantes obras gracianas. Además, extrae numerosos datos de otros pensadores dela época. Distribuye su exposición en un apartado introductorio seguido de otroscuatro en los que examina los puntos más relevantes de la contribución a este temapor parte del jesuita aragonés.

El Político, impreso sin autorización de sus superiores, es más —como escri-biera el propio Gracián en el segundo párrafo de la obra— la exposición de unadoctrina que la reconstrucción de una biografía, proceder que también resultapatente en Justo Lipsio, Fernando Alvia de Castro, Virgilio Malvezzi o fray Anto-nio de Guevara, pues en estos autores historia y política se fusionaban en un cuer-po único, con un objetivo ejemplarizante para los hombres de gobierno. Desdeeste planteamiento, Gracián —según la síntesis que ofrece Xavier Gil Puyol—define a Fernando II de Aragón y V de Castilla como «maestro en el decir y en elhacer, como el fundador de la Monarquía española, último miembro de la estir-pe de los reyes naturales aragoneses y felizmente casado con Isabel de Castilla»;en una época de grandes reyes, brilló entre todos ellos «por su inigualada capa-cidad para añadir, a los reinos que heredó, otros conquistados en ambos mundos,por su destreza en acomodar sus tareas de gobierno a las sucesivas etapas de suvida y en sacar provecho de las circunstancias del momento, por su prudencia enconservar sus dominios, por su piedad en combatir el Islam y fundar la Inquisi-ción, y por su acierto en elegir la Casa de Austria como sucesora» (p. 123).

¿Cuál es, en este contexto biográfico, la doctrina de El Político y de las res-tantes obras gracianas? A desentrañar este objetivo apuntan las muchas y biendocumentadas páginas que contiene este artículo.

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Tras sintetizar el autor las cuatro acepciones fundamentales que en Graciánposeen las palabras político y política (‘civil y civilizado’, ‘diestro, práctico yhábil’, ‘maquinación y engaño’, deleznables a los ojos del jesuita, y ‘materia,actividad, conducta, asociadas a la prudencia, al saber y a la capacidad’), en elapartado III («Arte de ser rey y primario real constitutivo», pp. 131-144), GilPuyol se sitúa más directamente en el pensamiento graciano: Gracián no enten-día la política como una doctrina para la educación de los gobernados, sino solopara la formación y ejercicio de los reyes. Con otras palabras, el papel de lossúbditos consistía en «obedecer activamente y a conciencia los dictados de su pru-dente rey, al cual competía cargar con la entera responsabilidad del gobierno» (p.132). Por eso el rey debía elegir bien a sus ministros y saber darles las órdenesadecuadas, pues «recaen sobre la cabeça los yerros o los aciertos de los demásmiembros subordinados». El arte de ser rey, por ello, no precisaba tanto de librossobre repúblicas perfectas, sino de un primario real constitutivo en que confluíancapacidad intelectal y capacidad práctica, siendo la prudencia la mejor virtud quedebe acompañar a las tareas del príncipe y, junto a ella, la reputación. La «idea»de un rey estaba formada, pues, de realidades ciertas. Destaca Gil Puyol que bajola apariencia de indagación histórica, El Político describe, más bien, un modeloplatónico y construye una idealización, un mito atemporal, para establecer a con-tinuación que, «pese a este resultado final, la base discursiva, estética y moralde Gracián era aristotélica, con una clara inclinación a lo práctico» (pp. 137-138). Y de hecho, Gracián coincide con Aristóteles en atribuir al rey no solo esacondición, sino también la de hombre, dualidad que implica, por un lado, la polí-tica y, por otro, la ética. De ahí la inquietante posibilidad que se había abierto, apartir de Maquiavelo, de reconocer a un mal hombre como buen rey.

Bajo estos supuestos, el jesuita aragonés expuso las facetas del reinar, quepueden resumirse en las siguientes tareas: obligaciones del cargo, acceso y pre-paración para el mismo, su ejercicio, y esperanza para una aplicación de todoello en un futuro inmediato.

Precisamente a las empresas del rey y a la educación de los héroes está dedi-cado el apartado IV (pp. 144-166) de este trabajo. Gracián enumera en El Políti-co todas las obligaciones de un rey mediante las series de calificativos que, envarios pasajes, adjudica a Fernando: «gran caudillo, gran consejero de sí mismo,gran iuez, gran ecónomo, hasta gran prelado, pero máximo rey», destacando ade-más otras dos responsabilidades: la de «guardador» de la corona ante los exce-sos del reinado anterior y ante los enemigos, y la de fundador de una monarquía.Como se pone de manifiesto en esas enumeraciones, la religión era la clave delretrato graciano de Fernando II y de su entera visión del mundo. No obstante, con-viene matizar con Gil Puyol que el jesuita aragonés «parecía distinguir, sin sepa-rar, la figura del sacerdos respecto a la del rex, considerar la segunda como unempleo superior y presentarla bajo rasgos marcadamente seculares» (p. 146).

Gracián solo concebía el acceso al cargo de rey en virtud de herencia. Y lapersona llamada a acceder al trono debía reunir aptitudes naturales, que podíanser mejoradas por la educación. Sin embargo, para él, el arte de reinar tenía muchode práctico y se adquiría sobre todo mediante el aprendizaje en la experienciainmediata de su ejercicio. Era opinión extendida que el rey no estaba obligado aser erudito, por lo que debía aplicarse a los estudios con moderación. El supues-

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to de un rey volcado en el estudio era interpretado como negligencia, un retirar-se «a la sombra y en el ocio de las letras», según escribió Juan de Mariana. «ElPolítico —comenta Xavier Gil Puyol— sobresale por su carácter marcadamentepragmático, como también lo hace en el conjunto de la obra graciana. No deja dellamar la atención que un hombre de biblioteca como Gracián, que en sus otroslibros tanta confianza mostró en el conocimiento libresco, mostrara en este tra-tado rasgos que bien pudieran llamarse antiintelectuales. El Político proclama elprimado de la práctica» (p. 156). Y la figura de Fernando II facilitaba, en granmedida, esta postura contraria a los libros, pues el Rey Católico fue más que nadaun hombre de acción: se educó participando en las dificultades del gobierno desu padre, dedicó la juventud a guerrear, para poder luego entregarse en la madu-rez a gobernar, adecuando así las actividades a las inclinaciones naturales de laedad. Dentro de la experiencia inmediata también puede inscribirse el campo dela simulación, actitud que —con reprobación— atribuyó Guiciardini a Fernando II.Pero —en opinión de Gil Puyol— «frente a la simulación religiosa, rechazada deplano, la disimulación en sociedad y en política encontraba amplios márgenes dejuicio entre los escritores de la Contrarreforma. En Gracián, además, se mezclabaimperceptiblemente con las artes del cortesano, el cual, desde que Castiglione tra-zara su arquetipo, tenía en la sprezzatura, en el arte de aparentar naturalidad yesconder el artificio, uno de sus atributos más preciados» (p. 163). Por eso Gra-cián habló de «dorar el no» y «saber negar», porque para los que gobiernan —se-gún se lee en El Oráculo manual—, «gran crédito de agradar: realce de sobera-nos para conquistar la gracia universal».

El apartado final del libro (pp. 167-182) trata sobre dos conceptos que pre-ocuparon a Gracián y también fueron muy transitados por otros tratadistas coe-táneos, puesto que de ellos derivaban consecuencias importantes para la políticade los estados y la actuación de sus reyes.

El primero está representado por el expresivo sintagma grande distancia:alude a las dificultades para mantener el vasto imperio español en una época deguerra casi continua y competencia comercial incesante. La guerra exterior —eraun argumento muy difundido— solía conllevar paz interior. Pero la paz traíabienestar y, con él, ociosidad y vicio. Si las conquistas permitían a una monar-quía crecer, a la vez hacían más difícil su gobierno, por lo que detener las con-quistas podía ser una solución, pero fatídicamente surgirían a continuación dis-cordias internas que, de otro modo, quizá encontraran una vía de escape en laacción exterior. Conservar y conservación fueron términos muy característicosdel léxico político del momento y el mismo Gracián los utilizó, aunque la con-servación de la Monarquía española le parecía harto difícil.

Con este tema ha de conectarse otro —la célebre cuestión— que atañe másdirectamente a los reyes y que queda reflejado en El Político con las siguientespalabras: «Célebre cuestión política es si el príncipe ha de asistir en un centropor presencia y en todas partes por potencia o por noticia, o si, como el sol, hade ir discurriendo por todo el orizonte de su imperio, ilustrando, influyendo yvivificando en todas partes». Gracián se inclinaba por la primera posibilidad,aceptando la solución que, más o menos, se hallaba vigente en su época: un reysedentario, dedicado a gobernar desde una corte fija, sabedor de sus dominios pormedio de los administradores y del flujo de noticias.

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A través de todas estas disquisiciones —concluye Xavier Gil Puyol (pp.177-178)—, «Gracián presentaba a la Monarquía española en un trance clavepara su conservación. Dotada […] de un centro donde residía una corte perma-nente, todo parecía radicar en hallar un rey capaz de acometer semejante empre-sa, un rey político». Tales ideas permiten pensar que Gracián reclamaba para laMonarquía española el título de Universal, lo que significa que concebía la tareade conservarla y restaurarla en términos de hegemonía, y no de repliegue. Y elmodelo está, lógicamente, en Fernando el Católico.

La obra de Gracián informa de modo sobresaliente sobre la doctrina políti-ca europea imperante hacia 1640. Como recuerda Xavier Gil Puyol al final deltrabajo, es cierto que algunas cuestiones aparecen muy fugazmente y otras —lacondición política del hombre, el origen, las atribuciones y los límites del poder—no tienen cabida en tan vasta producción escrita. No obstante, desde su visión dela vida y los hechos de Fernando el Católico, el jesuita aragonés supo construircon su habitual concisión estilística un tratado, El Político, de gran valor paraconocer el pensamiento monárquico del siglo XVII.

José M.ª Enguita Utrilla

Miguel MARAÑÓN RIPOLL: El Discurso de todos los diablos de Quevedo, Madrid,Fundación Universitaria Española, 2005, 457 páginas.

Miguel Marañón Ripoll se ocupa en este volumen de una obra quevedianaen la que la crítica no había incidido de manera contundente hasta los años noven-ta. Las causas principales de este olvido habían sido, según el autor, la carenciade una edición con interés textual y la dificultad para asignar un género al Dis-curso de todos los diablos, obra de madurez que debe ubicarse entre los Sueñosy La hora de todos.

En las notas a la edición se van detallando las perspectivas trazadas en elestudio introductorio donde se presenta el mencionado Discurso como descen-diente de la sátira menipea, género que fue retomado en Europa por los huma-nistas italianos del siglo XV, cultivado por autores como Erasmo de Rotterdam yLuis Vives y, finalmente, afincado en la España renacentista y barroca. Sin olvi-dar los hilos conductores que unen a esta obra del «Juvenal en verso» con Lucia-no de Samosata, Séneca, Cicerón y Justo Lipsio. Así se encuadra al Discurso,haciendo justicia a los estudios que, a partir de los años ochenta, pugnaban porrealizar una crítica que atendiera al horizonte de concepciones estéticas y a losmodos de producción textual propios de cada época. Dicho cambio de perspec-tiva permitió pasar de un nebuloso panorama, donde solamente se apreciaba unatonalidad satírica, a la cabal identificación de la sátira como género y de la sáti-ra menipea como uno de sus subgéneros.

A partir de tales precisiones, el autor llama la atención sobre tres dimen-siones que analiza a lo largo del estudio, en estrecha relación: el cultivo de las

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convenciones del género, los contenidos de la filosofía moral y el pensamientopolítico del autor.

El autor expone los tópicos con los que Quevedo construye el desideratumético que anima la sátira menipea, sobre todo la descripción de personajes o«tipos» satíricos, históricos y sociales, diríamos «monológicos» —o de una soladimensión—, articulados en la productiva alegoría del mundo al revés. De estamanera, Quevedo dinamiza su acervo doctrinal y su personal apreciación de lapolítica contemporánea. Se insiste sobre todo en este último componente, con uninventario de los temas políticos presentes en el Discurso, y se abunda sobre larecepción en España de la doctrina maquiavélica, sin ánimos —así lo advierteMarañón— de establecer una sistemática relación con otros tratados políticosquevedianos. Sobre estas apreciaciones de conjunto se entra en detalle a lo lar-go de las prolijas notas ofrecidas al texto. Similar procedimiento se lleva a caboen cuanto a las concepciones quevedianas sobre la historiografía o sobre el len-guaje.

Para Marañón, el spoudaiogeleion —como llamaban los antiguos a la con-vivencia del genus humile y el genus sublime— aporta igualmente, en la prosasatírica quevediana, una visión del mundo expresada en conceptos. La carga con-ceptual del Discurso se centraría en los procedimientos de la vituperatio que seaprendía según las reglas del género epidíctico. El estilo bajo y el estilo alto semezclarían en la vecindad de los discursos populares con la doctrina moral, entreotros elementos; pero, sobre todo, en el retrato de tipos se harían convivir pro-cedimientos discursivos anclados en la mera agudeza verbal con otros que pue-den ser considerados verdaderos conceptos. Siguiendo el sistema propuesto porBaltasar Gracián en su Agudeza y arte de ingenio, Marañón Ripoll considera queel lenguaje del Discurso de todos los diablos se sitúa a medio camino entre losjuegos verbales y los artificios más sofisticados. Sin embargo se ofrece un inven-tario de conceptos fundamentado en las figuras retóricas o tropos utilizados. Aun-que el autor señala acertadamente que en la retórica y poética quevedianas —yen general, en las de aquella época— se parte del «sujeto» seleccionado comocontenido, hay quizá un apoyo excesivo en el hecho de que Gracián admitiera lasfiguras retóricas y tropos como una causa eficiente en la generación de concep-tos, pues para obtenerlos, según el jesuita, los recursos verbales no constituíanlos «materiales» con los que se operaba sino el «esmalte» con el que se presen-taban estos. Con cierta distancia entre la teoría graciana y la aplicación prácticaque se hace de ella en esta clasificación, el autor establece una diferencia entreunos conceptos de menores alcances generados por neologismos, dilogías o ata-naclasis, y aquellos que, más cercanos al artificio, entendido a la manera de Gra-cián, estarían generados por la hipálage o por alusiones culturales.

En cuanto al estudio textual, se describe la trayectoria que ha tenido el tex-to impreso, atendiendo a las relaciones históricas y biográficas que, al parecer,llevaron a don Francisco de Quevedo a publicarlo por vez primera alrededor de1627 en Gerona, población que en ese entonces pertenecía a la corona de Ara-gón. Puesto que no existe tradición manuscrita conocida y utilizable con finesecdóticos, se rastrea su tradición impresa que desemboca en la fijación del tex-to y en el correspondiente aparato de variantes. Lo anterior, sumado a la profu-sa y bien documentada anotación, hacen de este trabajo una de las primeras pro-

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puestas de edición crítica que se hayan realizado sobre dicha obra quevediana.En el apartado dedicado a la exposición de criterios editoriales, el autor consig-na la utilización de los datos aportados por la edición del Discurso que AlfonsoRey realizara en 2003. Cabe mencionar que resultan de utilidad e interés tanto elíndice alfabético de voces y motivos anotados como el apéndice donde se reco-gen los preliminares de las ediciones empleadas en la fijación del texto.

En suma, esta edición del Discurso de todos los diablos será a partir de aho-ra una referencia inexcusable, sobre todo gracias a su minuciosa contextualiza-ción en el marco de la obra satírica quevediana y en las corrientes políticas, ideo-lógicas y filosóficas de su tiempo, como fruto de una adecuada perspectivagenológica.

Aurora González Roldán

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R E S Ú M E N E S / A B S T R A C T S

Adelino ÁLVAREZ RODRÍGUEZ. Los textos heredianos: dificultades y criteriospara su edición.

Resumen. El objetivo de este artículo es presentar las principales dificulta-des que el autor ha encontrado en su contacto con los textos heredianos en losúltimos treinta años. Las principales fuentes para estas reflexiones son las obrastraducidas del griego y del latín; pero hay también muchos datos procedentes deotras obras heredianas, especialmente la Grant Crónica de Espanya y la GrantCorónica de los Conquiridores. Las dificultades tratadas aquí abarcan campos dela grafía, el léxico, la sintaxis y la morfología. En opinión del autor, se ha encon-trado una solución razonable para la mayor parte de los problemas; pero algunosno han alcanzado todavía la deseable clarificación. Al presentar y exponer estalarga lista de dificultades, el autor pretende ayudar y ser ayudado en la eventualpreparación de nuevas ediciones de textos heredianos.

Abstract. The aim of this article is to present the main difficulties the authorhas found when reading and editing some Heredian texts for the last 30 years.The texts under consideration are mainly the works translated from Greek andLatin, but there are also many data from other works by Juan Fernández de Here-dia, especially the long chronicles Grant Crónica de Espanya and Grant Coró-nica de los Conquiridores. The difficulties at issue have to do with spelling, lexi-con, syntax and morphology. A reasonable solution is deemed to have been foundfor most of the problems; but some of them are still waiting for a convenient elu-cidation in the future. By presenting and discussing this long list of difficulties,the author’s aim is to help and be helped with eventual new editions of the Here-dian texts.

Marcos Jesús HERRÁIZ PAREJA. Sobre la necesidad de una nueva edición delEutropio.

Resumen. El presente artículo aborda una de las traducciones del scripto-rium del aragonés Juan Fernández de Heredia, el Eutropio. La primera edicióncompleta de esta obra fue publicada en 1979 por Porter Patrick Conerly como tesisdoctoral en la Universidad de Carolina del Norte (Chapel Hill). El objeto de nues-tro estudio será realizar una serie de correcciones a esta edición, que no aportasoluciones a gran parte de los complejos problemas que el original plantea, porhallarse basada en unos criterios meramente paleográficos. Para ello, procedere-mos a un análisis de los errores y carencias más comunes de este trabajo median-te su preciso cotejo con el manuscrito, la fuente latina y el resto del corpus deHeredia, aplicando, a su vez, otras normas de transcripción. Expondremos nues-tras conclusiones partiendo de los criterios establecidos por la crítica neolach-manniana, cuya finalidad no es la simple transmisión del texto sino su restaura-ción. Este análisis, sin ser demasiado exhaustivo, pretende demostrar la necesidadde una nueva edición de esta obra.

Abstract. The present article deals with one of the translations of the scrip-torium of the aragonese Juan Fernández de Heredia, the Eutropio. The first com-plete edition of this work was published in 1979 by Porter Patrick Conerly as a

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doctoral thesis at the University of North Carolina (Chapel Hill). The object ofour study will be to make a series of corrections to this edition, which does notgive answers to the problems that the original gives rise to, because it is basedon mere paleographyc criteria. For that reason, we will proceed to an analysis ofthe most common errors and omissions of this work by means of his precise colla-ting with the manuscript, the latin source and the rest of the corpus of Heredia,applying, in turn, other transcription rules. We will explain our conclusions star-ting from the criteria established by the neolachmannian textual critics, whosefinality is not the simple transcription of the text but his restoration. This analy-sis, in spite of not being very exhaustive, attempts to demostrate the need for anew edition of this work.

Ángeles ROMERO CAMBRÓN. Latinismos sintácticos en la lengua herediana: apropósito de las Historias contra los paganos (ms. V-27).

Resumen. El ms. V-27 de la Biblioteca del Corpus Christi (Valencia) trans-mite una traducción directa desde el latín al aragonés de Historiae adversus paga-nos de Orosio, obra escrita en las últimas décadas del siglo XIV bajo el patroci-nio de Juan Fernández de Heredia. El autor utiliza una traducción previa hechadesde el italiano al aragonés (el ms. 10200 BNM). La traducción del ms. V-27 esmuy cuidadosa y extremadamente rica en latinismos sintácticos, léxicos y gráfi-cos. Este artículo se dedica a estudiar los latinismos sintácticos frecuentes enella: el predominio de la subordinación compleja y las cláusulas absolutas, lascláusulas subordinadas con como más infinitivo, el abundante uso del infinitivoen lugar del verbo en forma personal en las completivas, el orden de palabras,entre otros usos sintácticos. El conocimiento de esta obra herediana resultará pro-bablemente muy útil para estudiar los latinismos sintácticos en otros textos espa-ñoles de los siglos XIV y XV, e incluso del Siglo de Oro.

Abstract. The ms. V-27 of the Biblioteca del Corpus Christi (Valencia) inclu-des a direct translation from Latin to Aragonese of Orosius’ Historiae adversuspaganos, made in the last decades of the XIVth century under the patronage ofJuan Fernández de Heredia. The translator used a previous translation from Ita-lian to Aragonese (ms. 10200 BNM). The translation in V-27 es very careful andextremely rich in Latinisms of a syntactic, lexical, or spelling nature. The arti-cle analyzes syntactical Latinisms, such as the prevalence of complex subordi-nation and absolute clauses; subordinate clauses with como plus subjunctive; thefrequent use of the infinitive instead of finite tenses in completive clauses, andthe word order, among other topics. Knowledge of this Heredian work might beuseful for studying syntactic Latinisms in other Spanish texts of the XIVth, XVth,or even XVIth and XVIIth centuries.

RESÚMENES / ABSTRACTS

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Mónica M.ª GÓMEZ GONZALVO. El sistema prepositivo del Plutarco de Juan Fer-nández de Heredia.

Resumen. Uno de los aspectos más controvertidos de la obra literaria delGran Maestre Juan Fernández de Heredia es, sin duda, la lengua en la que fueescrita, pues en ella confluyen elementos aragoneses, catalanes y castellanos. Yes que la prosa herediana refleja una situación lingüística peculiar, caracteriza-da por el poliglotismo de la corte aragonesa y por el proceso nivelador que, trasla Reconquista, había provocado un distanciamiento entre las hablas pirenaicasy las del Valle del Ebro. Como cabe esperar, esta convergencia de rasgos se daen el sistema prepositivo, tal y como hemos comprobado en el Plutarco del insig-ne maestre. Así pues, observamos la presencia de las preposiciones típicamentearagonesas enta, entro, dius, deuant, dauant y ultra, aunque estas dos últimas seencuentran también en catalán. Por influjo de la lengua catalana aparecen uers(y sus derivados) y sus, que conviven con la forma aragonesa enta y con sobre,respectivamente. Asimismo, además de las preposiciones cuya forma y funcióncoincidían en el aragonés medieval y en el castellano de la misma época, regis-tramos la castellana fasta en distribución complementaria con la aragonesa entro,reflejo de la castellanización de la lengua herediana.

Abstract. One of the most controversial aspects of the literary work of theGreat Master, Juan Fernández de Heredia is undoubtedly the language in whichit was written, as Aragonese, Catalan and Castilian elements converge therein.And Heredia’s prose reflects a peculiar linguistic situation, characterised by thepolyglotism of the Aragonese court and by the balancing process which, after theReconquest, had caused a drift between the Pyrenean and the Ebro Valley waysof speech. As expected, this convergence of features occurs in the prepositivesystem, as we have verified in the Plutarco of the famous master. Thus, we canobserve the presence of typically Aragonese prepositions, enta, entro, dius,deuant, dauant and ultra, although the last two can also be found in Catalan. Dueto the influx of the Catalan language, uers (and its derivatives) and sus appear,which exist alongside the Aragonese forms enta and sobre, respectively. In addi-tion, apart from the prepositions, whose form and function coincided in Mediae-val Aragonese and in the Castilian of the same period of time, we register the Cas-tilian fasta in complementary distribution with the Aragonese entro, a reflectionof the Castillianisation of the Heredian language.

José Antonio MATEOS ROYO. Control público y espectáculo teatral: el Coliseode Comedias de Zaragoza (1777).

Resumen. Tras considerar fuentes documentales fechadas en el año 1777,este trabajo estudia el espectáculo teatral desarrollado en la ciudad de Zaragozatras la creación de un nuevo teatro en 1770 hasta su completa destrucción por unincendio en 1778. En primer lugar, este artículo analiza las características for-males del nuevo teatro, mejor preparado para representar espectáculos más com-plejos, así como la distribución jerárquica del espacio según los grupos socialesque vivían en la ciudad. En segundo término, explora las nuevas orientacionesprocedentes del Estado para el uso de este medio de entretenimiento para educar

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al pueblo, así como las distintas discusiones que tenían lugar entre institucionespúblicas aragonesas por controlar este nuevo espacio social. Por último, explicala gestión adoptada para desarrollar estas actuaciones teatrales a lo largo de todoel año y el carácter de las obras elegidas. Especial atención es prestada a lasrepresentaciones de ópera en este teatro, dado que estas escenificaciones eranpoco usuales en Zaragoza durante el siglo XVIII.

Abstract. Taking into account primary sources dated in 1777, this paper stu-dies drama performance carried out in the city of Zaragoza following the crea-tion of a new theatre in 1770 until its total destruction by a fire in 1778. First,this article analyses formal characteristics of this new theatre, better prepared toperform more elaborated pageantry, as well as the hierarchical distribution of thespace between social groups living in the city. Second, this paper explores neworientations coming from the State for the use of this entertainment in order toeducate the people, as well as different arguments taking place between publicinstitutions in Aragon for the control of this new social arena. Finally, this paperexplains the management that was adopted in order to perform drama during thewhole year and the character of plays that were selected. Special attention isdevoted to opera representations in this theatre, as far as these performances wererare in Zaragoza during the eighteenth century.

José M. VILAR PACHECO. Relatos conversacionales en la entrevista dialectal.Encuestas en la Sierra de Albarracín (Teruel).

Resumen. El objeto de nuestro estudio es mostrar la variedad de materialeslingüísticos que la entrevista dialectal, como método de estudio, permite regis-trar. Este artículo, basado en las encuestas dialectales llevadas a cabo en la Sie-rra de Albarracín (Teruel), se centra especialmente en la valiosa informaciónaportada por los relatos conversacionales que los informantes insertan espontá-neamente en sus intervenciones.

Abstract. The aim of this paper is to show the variety of linguistic infor-mation that we have got from dialectal interviews performed in the Sierra ofAlbarracín (Teruel). Among the data this method of study is able to survey uswith, it is specially remarkable the conversation sample we get from the res-pondents’ spontaneus contributions.

Moisés SELFA SASTRE. Estudio fonético-fonológico y morfosintáctico del habladel Valle Medio del Ésera (Huesca).

Resumen. En este artículo presentamos las características fonéticas, fono-lógicas y morfosintácticas del habla del Valle Medio del Ésera (Huesca). Se tra-ta ésta de una zona situada en el área más noroccidental de la comarca oscensede la Ribagorza. El estudio se compone de dos partes. En la primera explicamosde un modo descriptivo los resultados vocálicos y consonánticos que las vocalesy consonantes latinas han dado en esta zona. Destaca la diptongación en ia y enua de las vocales E y O tónicas por un fenómeno de metafonía vocálica y la pala-

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talización del grupo inicial PL-. En la segunda parte presentamos varios cuadrossinópticos de las formas que adoptan el artículo, los adjetivos determinativos ylos pronombres, así como los prefijos y sufijos más característicos del territorioestudiado. Detallamos, además, los rasgos principales que ofrecen la conjuga-ción verbal, los adverbios y las conjunciones del habla estudiada.

Abstract. In this article we talk about phonetical, phonological and mor-phosyntactical characteristics of Valle del Ésera (Huesca) seaking. This is an areasituated in the northwest of the Ribagorza. The research is divised in two parts.In the first part it is explained in a much more descriptive way the vowels andconsonants results an variations. We can standout the formation of a diphthongin ia and ua in stressed E and O due to a vowel metaphonie and the palataliza-tion of the initial group PL-. In the second part there are a few synoptic charts offorms adopted in the articles, adjectives and pronouns as well as in the main pre-fixes and suffixes of the area. It is also explained, the principal traits in the ver-bal conjugation, adverbs and connector of the studied language.

Fernando SÁNCHEZ PITARCH y Guillermo TOMÁS FACI. Breve descripción delaragonés de Agüero.

Resumen. En Agüero, pequeña localidad prepirenaica próxima a Ayerbe, eldialecto autóctono del aragonés ha conservado, a pesar de una creciente caste-llanización, una cierta vitalidad hasta la actualidad, lo que permite estudiarlo enprofundidad. A partir de los datos obtenidos en conversación libre con sus habi-tantes, se analizan los rasgos fonéticos y morfosintácticos definitorios de estedialecto, sobre todo los que lo singularizan frente a la lengua oficial y frente aotras variedades vivas del aragonés. El artículo concluye con un vocabulario delléxico aparecido y la transcripción de fragmentos de algunas conversaciones.

Abstract. In Agüero, a little village in the pre-Pyrenees close to Ayerbe, thelocal dialect of the Aragonese Language has preserved, in spite of an increasingcastellanization, a relatively good vitality until nowadays, what allows us to studyit in depth. From the data obtained speaking freely with its inhabitants, the dis-tinctive phonetic and morphosyntantic features are analysed, specially thosewhich distinguish it from the official language and from other alive varieties ofAragonese. The paper concludes with the vocabulary appeared and the trans-cription of fragments of some conversations.

José FRADEJAS LEBRERO. La Isabela (tragedia de Lupercio Leonardo de Argen-sola).

Resumen. Esta es una edición de la tragedia Isabela, de Lupercio LeonardoArgensola, según un manuscrito inédito, al parecer autógrafo, en cuatro actos taly como se representó por primera vez. Para los versos que faltan, por deteriorodel ms., contamos con otro ms. con la obra completa, que es un poema dramáti-co, sin división de actos. Se añaden los versos de este último manuscrito que no

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se utilizaron y se incluyen unos cuantos versos del acto primero para comprobarla adaptación de este último ms. a la obra representada.

Abstract. This is an edition of the tragedy Isabela by Lupercio Leonardo deArgensola as it must have been represented on its opening day. It follows anunpublished four acts manuscript seemingly written by him. The lost verses havebeen taken from another manuscript containing the whole play; it is a dramaticpoem no divided into acts. Those verses not used to complete the play are inclu-ded, as well as some belonging to the first act, to check the adaptation to the per-formed play.

M.ª Ángeles GARCÍA ARANDA. Estudio y edición de las Phrases y fórmulasloquendi de la guerra de Juan Lorenzo Palmireno (1568).

Resumen. Juan Lorenzo Palmireno, humanista español autor de una vasta yvariada obra, publica en 1568 el Estudio de la aldea, manual dedicado a la for-mación íntegra de sus estudiantes. Entre sus páginas se incluyen unas Phrases yfórmulas loquendi de la guerra, colección de voces y expresiones de contenidomilitar redactadas en latín y en español. Esta recopilación léxica pretende aca-bar con dos de los problemas que encontraban sus discípulos: el escaso interéspor el latín y las dificultades en la traducción de textos con léxico especializa-do. Este repertorio viene a completar las numerosas páginas que Palmireno dedi-có al vocabulario especializado (plantas y animales, ortografía, monedas, pesosy medidas, colores...). Este artículo contiene un estudio lexicográfico del reper-torio y su edición, lo que servirá para conocer con más detalle la producción, losintereses y la forma de trabajar de un docente excepcional.

Abstract. Juan Lorenzo Palmireno, humanist Spanish author of a vast andvaried work, publish the Estudioso de la aldea in 1568, manual dedicated to theentire formation of their students. They between their pages are included somePhrases y fórmulas loquendi de la guerra, collection of voices and expressionsof containing military edited in Latin and in Spanish. This lexical summary seeksto finish with two of the problems that found their pupils: the scarce interest forthe Latin and the difficulties in the translation of texts with specialized lexicon.This repertoire comes to complete the numerous pages that Palmireno dedicatedto the specialized vocabulary (plants and animals, spelling, coins, weight andmeasured, colours...). This article contains a lexicographical study of the reper-toire and their edition, what it will be used for know with more detail the pro-duction, the interests and the form of working from an instructor exceptional.

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José Miguel GRÀCIA ZAPATER, José Ramón MOLINS MARGELÍ y Artur QUINTA-NA I FONT. Per dir la verdat / se perd l’amistat. Un libel difamatori de laCodonyera (Baix Aragó) del 1588.

Resum. Edició crítica d’un libel del notari Lorenz Vililla de l’any 1588 pro-cedent de la Codonyera. És el darrer text conegut escrit en català al Baix Aragófins a la represa de l’escriptura en aqueixa llengua a la comarca l’any 1968 i undels pocs textos literaris redactat a l’Aragó en català al segle XVI. Se n’estudienles característiques lingüístiques comparant-les tant amb el català estàndard comamb el parlat actualment a la Codonyera. Es destaca també el notable interès lite-rari del libel i es descriu el marc històric on es va produir.

Abstract. Critical edition of a libel composed in 1588 by the notary LorenzVililla from La Codonyera. It is the last known text written in Catalan in the BaixAragó until the renewal of Catalan writing in this territory in 1968 and one ofthe few literary texts being produced in the same language in Aragon during the16th. Century. The linguistic peculiarities of the text are studied in comparison withstandard Catalan as well as with the Catalan spoken right now in La Codonyera.The remarkable literary interest of the libel as well as his historical frame are alsodescribed.

Rosa GÓMEZ CASAÑ. Bibliografía de las hablas castellanas de la ComunidadValenciana.

Resumen. Bibliografía de las hablas castellanas de la Comunidad Valencia-na (unidad administrativa) que reúne las de los distintos dialectos que en ella sehablan sin pretensión de exhaustividad. Se recogen tanto los estudios principa-les como los trabajos menores, ya sean antiguos o recientes y con independenciadel nivel de formalización lingüística que presenten.

El material se halla dividido atendiendo al siguiente esquema: estudios deconjunto, sociolingüística, variación y lenguas en contacto, fronteras o límites ycomarcas: Alto Mijares, Alto Palancia, La Serranía (Los Serranos), el Rincón deAdemuz, La Hoja de Buñol, Valle de Ayora-Cofrentes, Requena-Utiel, La Canalde Navarrés y las hablas de Orihuela y Villena y el sur de la frontera lingüística.La bibliografía está centrada en la diatopía tanto sincrónica como diacrónica, conalgunas referencias a la dialectología vertical.

Abstract. Bibliography of the Castilian ways of speech of the Communityof Valencia (administrative unit), including those of the different dialects thatare spoken there with no intention of being exhaustive. Both large studies andsmaller studies, be they old or recent, are included, regardless of their linguisticformalisation.

The material is divided in agreement with the following outline: joint stu-dies, sociolinguistic, variation and languages in contact, frontiers or limits andregions: Alto Mijares, Alto Palancia, La Serranía (Los Serranos), the Rincón deAdemuz, La Hoja de Buñol, Valle de Ayora-Cofrentes, Requena-Utiel, La Canalde Navarrés as well as the ways of speech of Orihuela and Villena and the southof the linguistic frontier. The bibliography is centred on both the synchronic anddiachronic diatopy with some references to vertical dialectology.

RESÚMENES / ABSTRACTS

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Normas para el envío de originales alArchivo de Filología Aragonesa

1. Los originales deberán ser enviados en soporte informático(sistema Macintosh o compatible) y en texto impreso. Su extensiónmáxima recomendada no sobrepasará los 40000 caracteres o, en tex-to impreso, 25 folios escritos a doble espacio (30 líneas x 70 espa-cios). Cada texto irá precedido de una página que contenga el títulodel trabajo, el nombre del autor o autores, dirección completa, telé-fono y número del DNI. Asimismo los autores incluirán en su envío—en español y en inglés— un resumen de 10 líneas del trabajo pre-sentado, seguido de la enumeración de las palabras clave que definensu contenido.

2. Para la utilización de los distintos tipos de letra (cursiva, ne-grita, etc.), los autores se atendrán a la práctica habitual en los estu-dios filológicos.

3. Las referencias bibliográficas se colocarán al final del traba-jo bajo el epígrafe BIBLIOGRAFÍA, enumeradas alfabéticamente porautores y siguiendo siempre el orden: apellidos (en minúscula) y nom-bre (en minúscula) del autor o autores, año de publicación (entreparéntesis y con la distinción a, b, c... en el caso de que un autor ten-ga más de una obra citada en el mismo año), título del artículo (entrecomillas) o del libro (en cursiva), título abreviado de la revista a laque pertenece el artículo (en cursiva), lugar de publicación (en casode libro), editorial (en caso de libro), número de la revista y, final-mente, páginas.

4. Las notas se colocarán a pie de página con numeración corre-lativa e irán a espacio sencillo. Las referencias bibliográficas se haráncitando el apellido del autor o autores (en minúscula) y entre parénte-sis, el año (y, en su caso, la letra que figure en la lista de BIBLIOGRA-FÍA); a continuación, y antes de cerrar el paréntesis, se citarán laspáginas de referencia precedidas de dos puntos.

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5. Las figuras se presentarán en papel vegetal, en tinta negra,con leyendas y rotulaciones adecuadas (letras de molde o adhesivas).Las láminas y fotografías se entregarán montadas, en copias claras ycontrastadas y en tamaños mínimos de 9 x 12 cm, salvo ampliacionesde detalles u otros formatos que se consultarán con la redacción de larevista. Tanto las figuras como las láminas y fotografías deberán iracompañadas del correspondiente pie explicativo, se numerarán corre-lativamente y se indicará el lugar exacto de su aparición en el texto.

6. Se recomienda la utilización de las siguientes abreviaturas:art. cit., cap., caps., cf., ed., fasc., fascs., fol., fols., ibíd., íd., loc.cit., ms., mss., núm., núms., op. cit., p., pp., sigs., t., ts., vid., vol.,vols., etc.

7. Cuando se supriman palabras en una cita, se expresará tal omi-sión mediante puntos suspensivos entre corchetes. La comilla senci-lla se utilizará para indicar los significados de las voces estudiadas(fillo ‘hijo’).

8. Siempre que sea posible, los autores se ajustarán en las trans-cripciones fonéticas a los signos de la escuela española de Filología.

9. Las pruebas serán corregidas por los autores y remitidas a laInstitución «Fernando el Católico» en el plazo máximo de 30 díasdesde su expedición.

10. La secretaría de la revista acusará recibo de los originales enel plazo de 15 días hábiles, desde su recepción, y el consejo de re-dacción resolverá sobre su publicación en un plazo no superior a seismeses.

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NORMAS PARA EL ENVÍO DE ORIGINALES

Algunas publicaciones sobre temas filológicosde la Institución «Fernando el Católico»

ALIAGA, José Luis: El léxico aragonésdel Diccionario de Autoridades de laReal Academia Española, 160 págs.7 €.

ALIAGA, José Luis: Aspectos de lexico-grafía española. El léxico aragonésen las ediciones del diccionario aca-démico, 404 págs. y 2 ilustraciones.18 €.

ALVAR, Manuel: Estudios sobre el dia-lecto aragonés, III, 452 págs. 18 €.

Archivo de Filología Aragonesa, tomo57-58, 376 págs. 18 €. (hay asimismoejemplares de los tomos 41, 42-43,44-45, 46-47, 48-49, 50, 51, 52-53,54-55, 56, 57-58 y 59-60: In Memo-riam Manuel Alvar).

ARNAL PURROY, M.ª Luisa: El habla dela Baja Ribagorza occidental. Aspec-tos fónicos y gramaticales, 492 págs.18 €.

BUESA OLIVER, Tomás: Apuntes de jer-ga estudiantil en la Universidad deZaragoza, 94 págs. 6 €.

CALVO CARILLA, José Luis: El Moder-nismo literario en Aragón, 254 págs.16 €.

Cien años de Filología Aragonesa. VI

Curso de Lengua y Literatura en Ara-gón, 312 págs. 15 €.

ENGUITA, José M.ª (ed.): Jornadas so-bre la variación lingüística en Ara-gón a través de los textos, 336 págs.,18 €.

ENGUITA, José María y Javier GIRALT:Índices del Archivo de Filología Ara-gonesa, I-L, 1 CD-ROM, 15 €.

GARGALLO SANJOAQUÍN, Manuel: Elléxico de la ciudad de Zaragoza amediados del siglo XX, 116 págs. 6 €.

GIL, Ildefonso-Manuel: Hojas sueltas,188 págs. y 22 ilustraciones. 15 €.

GIRALT LATORRE, Javier: Aspectos gra-maticales del habla de La Litera(Huesca), 428 págs. 18 €.

GUARDIOLA ALCOVER, Conrado (ed.):Rams de flores o libro de actorida-des. Obra compilada bajo la protec-ción de Juan Fernández de Heredia,Maestre del Hospital de San Juan deJerusalén, 492 págs. 21 €.

Jornadas de Filología Aragonesa. En elL aniversario del Archivo de Filolo-gía Aragonesa, 640 págs., 1 ilustra-ción y 31 mapas. 2 vols. 24 €.

Jornadas Internacionales en memoriade Manuel Alvar, 280 págs. 18 €.

Juan Fernández de Heredia y su época.IV Curso sobre Lengua y Literaturaen Aragón, 372 págs. 15 €.

Localismo, costumbrismo y literaturapopular en Aragón. V Curso sobreLengua y Literatura en Aragón, 284págs. 18 €.

MAINER, José Carlos et al. (eds.): Lospasos del solitario. Dos Cursos sobreRamón J. Sender en su centenario.VII Curso de Lengua y Literatura enAragón, y Los ojos de Sender, 272págs. 15 €.

LUZÁN, Ignacio de: Obras raras y des-conocidas. II. Edición de GuillermoCarnero, 216 págs. 12 €.

MARTÍNEZ BARCA, María Pilar: ManuelPinillos o la consagración a la Poe-sía, 512 págs. y 11 ilustraciones. 21 €.

MERCADAL, Manuel: Vocabulario típi-co de la sexma de la honor de Hue-sa del Común, 222 págs. 12 €.

MOTT, Brian: Diccionario etimológicochistabino-castellano/castellano-chistabino, 424 págs., 44 ilustracio-nes y 1 mapa. 24 €.