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Revista de Trabajo Social # 71 ARGUMENTACIÓN DE TRABAJO SOCIAL EN LA EVALUACIÓN E INTERVENCIÓN EN SITUACIONES DE RIESGO INFANTIL PRESENTACiÓN Este artículo es resultado de un proyecto de investigación que se originó en el interés específico por conocer y analizar la argumentación que utilizan las y los profesionales en Trabajo Social, para hacer la valoración y tomar las decisiones sobre los cursos de acción necesarios en situaciones de riesgo social infantil. Investigaciones previas en la Escuela de Tra- bajo Social, hicieron evidente la necesidad de fortalecer la formación y el ejercicio profesional en el área de la construc- ción de los argumentos que sirven de fundamento de la acción profe- sional. La preocupación por este tema es mayor cuando se conoce que las y los profesionales cuentan con pocos espacios para la reflexión y análisis teórico-práctico de su quehacer profesional, tienen un recargo de trabajo que lleva a una intervención corta, para después delegar en otros entes la atención de las situaciones,en algunas ocasiones la especificidad profesional se diluye, algunas funciones son asumidas por profesionales de otras disciplinas y sobre las argumentaciones propia- mente, se conoce muy poco. Se trata de abrir la oportunidad para reflexio- nar sobre el ejercicio profesional y reposicionar la pro- fesión, para lograr una intervención más efectiva. Para ello, se buscó reconstruir las prácticas profesionales y su argumentación, así como un soporte teórico para anali- zar los razonamientos que llevan a tomar las decisiones 23 Dr. Jorge Arturo Sáenz F * MSc. Silvia Urrutia Rojas * profesionales, los valores y creencias que transversan la práctica profesional. METODOLOGíA Consistió en la consulta a 25 profesionales de Trabajo Social de dos instituciones públicas que se ocupan del bienestar de la niñez y la adolescencia costarricense: Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y Caja Costarricense de Seguro Social (C(SS), cuyos profesionales en Trabajo Social, tienen funciones claramente defini- das de valoración y decisión de in- tervención en situaciones de ries- go de niños, niñas y adolescentes. La consulta se hizo a partir de la presentación, por escrito, de una situación de abandono de un niño en el ámbito familiar y una serie de preguntas, cuya respuesta fue analizada en su estructura y contenido, por el y la investigadora. La aplicación de esta téc- nica facilitó la exploración de las argumentaciones que utilizan las y los profesionales en Trabajo Social para hacer la valoración social de situaciones de riesgo in- fantil y tomar las decisiones sobre los cursos de acción. RESULTADOS Las y los trabajadores sociales,cuando intervienen en diversas situaciones sociales, toman decisiones que pueden significar importantes cambios para las per- sonas implicadas que reciben sus servicios; de ahí que

argumentación de trabajo social en la evaluación e intervención en

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Revista de Trabajo Social # 71

ARGUMENTACIÓN DE TRABAJO SOCIALEN LA EVALUACIÓN E INTERVENCIÓN

EN SITUACIONES DE RIESGO INFANTIL

PRESENTACiÓN

Este artículo es resultado de un proyecto deinvestigación que se originó en el interés específicopor conocer y analizar la argumentación que utilizanlas y los profesionales en Trabajo Social, para hacer lavaloración y tomar las decisiones sobre los cursos deacción necesarios en situaciones de riesgo social infantil.

Investigaciones previas en la Escuela de Tra­bajo Social, hicieron evidente la necesidadde fortalecer la formación y el ejercicioprofesional en el área de la construc­ción de los argumentos que sirvende fundamento de la acción profe­sional.

La preocupación por estetema es mayor cuando se conoceque las y los profesionales cuentancon pocos espacios para la reflexión yanálisis teórico-práctico de su quehacerprofesional, tienen un recargo de trabajoque lleva a una intervención corta, para despuésdelegar en otros entes la atención de las situaciones,enalgunas ocasiones la especificidad profesional se diluye,algunas funciones son asumidas por profesionales deotras disciplinas y sobre las argumentaciones propia­mente, se conoce muy poco.

Se trata de abrir la oportunidad para reflexio­nar sobre el ejercicio profesional y reposicionar la pro­fesión, para lograr una intervención más efectiva. Paraello, se buscó reconstruir las prácticas profesionales y suargumentación, así como un soporte teórico para anali­zar los razonamientos que llevan a tomar las decisiones

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Dr. Jorge Arturo Sáenz F *MSc. Silvia Urrutia Rojas*

profesionales, los valores y creencias que transversan lapráctica profesional.

METODOLOGíA

Consistió en la consulta a 25 profesionalesde Trabajo Social de dos instituciones públicas quese ocupan del bienestar de la niñez y la adolescenciacostarricense: Patronato Nacional de la Infancia (PANI)

y Caja Costarricense de Seguro Social (C(SS),cuyos profesionales en Trabajo Social,

tienen funciones claramente defini­das de valoración y decisión de in­

tervención en situaciones de ries­go de niños, niñas y adolescentes.

La consulta se hizo a partirde la presentación, por escrito,

de una situación de abandono deun niño en el ámbito familiar y una

serie de preguntas, cuya respuesta fueanalizada en su estructura y contenido, por

el y la investigadora. La aplicación de esta téc­nica facilitó la exploración de las argumentaciones queutilizan las y los profesionales en Trabajo Social parahacer la valoración social de situaciones de riesgo in­fantil y tomar las decisiones sobre los cursos de acción.

RESULTADOS

Las y los trabajadores sociales,cuando intervienenen diversas situaciones sociales, toman decisiones quepueden significar importantes cambios para las per­sonas implicadas que reciben sus servicios; de ahí que

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resulte necesario que las recomendaciones sobre inter­vención en situaciones de riesgo, en personas menoresde edad, cuente con una articulación, lo más conscienteposible, de las preferencias personales y el marco con­ceptual profesional, riqueza de información del caso yapego a los hechos, para una mayor confiabilidad delpensamiento deductivo e inferencial que se realice, yaque las decisiones que se tomen, pueden tener un im­pacto inmensurable en la vida de las personas.

Aún cuando al sentido común resulte claro, loque puede o no ser riesgoso en la infancia, en nuestropaís, la Ley 7739"Código de la Niñez y Adolescencia'; es­tablece con claridad los derechos inequívocos, en estasetapas del desarrollo humano, por lo que la toma de de­cisiones por parte del trabajador social, es un procesodelicado, donde los criterios clínicos cuentan con algúngrado de incertidumbre, pues intervienen múltiplesfactores, en virtud de la complejidad humana, ya quela información puede ser parcial, subjetiva o contradic­toria; puede existir incongruencia entre los elementospositivos de una intervención en un área,con detrimen­to de otras; ausencia de políticas públicas con ajuste ala realidad de las comunidades más pobres, la partici­pación de variados contextos sociales y profesionales,con su interdependencia disciplinaria en pro de la inte­gralidad del abordaje.

Para los efectos de la investigación, nos centra­mos en las decisiones y juicios emitidos por un grupode profesionales en Trabajo Social que en su cotidiano,toman decisiones sobre las personas menores de edaden condiciones de riesgo social, por lo que en este mo­mento interesa delimitar el concepto de riesgo.

Según Fernández Ferrer (2003), el concepto deriesgo ha enfrentado un cambio en su percepción, depasar de un tratamiento puramente cuantitativo -enel cual la probabilidad de que un evento no deseadoocurriese- a un modelo cualitativo, desde el punto devista de la percepción que la persona tiene del mismo.El cómo se percibe el riesgo, está condicionado por fac­tores culturales, la praxis e idiosincrasia de la comuni­dad o espacio en el cual se produce la situación. Nodebe obviarse la participación de los medios de comu­nicación de masas sobre cómo se percibe éste y se cali­fica.

Según Barahona (2004), el riesgo es la posibili-

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dad de que una contingencia -evento, característica oproceso-, entrañe efectos adversos para la unidadde referencia -persona, hogar, comunidad, empresa,ecosistema u otras- (2004: 11).

Para la CEPAL-CELADE (2002), un riesgo nonecesariamente es un acontecimiento negativo, sinoun evento que puede generar daño e incertidumbre y"cuyas consecuencias concretas pueden ser ambiguaso mixtas, combinando adversidad y oportunidad':

De acuerdo con PANIAMOR (1994), riesgo im­plica la probabilidad de que la presencia de una o máscaracterísticas o factores, incremente la aparición deconsecuencias adversas para la salud, el proyecto devida, la supervivencia personal u otros.

Conociendo que las personas menores deedad se encuentran en condición de riesgo social, esnecesario conocer los procesos de toma de decisiónque hacen los trabajadores sociales en estos casos, afin de analizar la estructura y contenidos de los argu­mentos dados por estos profesionales en situacionesde riesgo.

Es necesario establecer que, para el equipo in­vestigador, las argumentaciones en las que se susten­tan los profesionales para fundamentar su quehacerprofesional, son entendidas como la actividad de hacerconclusiones, disputarlas, respaldarlas con razones, asícomo criticarlas y refutar la crítica ofrecida (citado porOsmo, 2001 ;Toulmin, et al., 1984).

El concepto de argumentación remite a lamanera en que explícitamente los trabajadores socialesplantean sus ideas sobre la naturaleza humana y cómose asumen las responsabilidades de las consecuenciasclínicas en el uso de estas argumentaciones.

Para el análisis de los aportes que cada profe­sional brindó, se tomó en cuenta los seis tipos de afir­maciones identificadas por Tolmin (citado por Osmo,2001), a saber:

• Una aseveración o una conclusión que busca­mos para establecer el argumento.

• Evidencia es la información o causas para basarla aseveración.

• Justificación es la conexión que se establece

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entre la evidencia y la aseveraClon. Puedeninvolucrar conocimiento común, evidenciaempírica, teoría práctica.

• Apoyo a la justificación, a través de generaliza­ciones que se realizan considerando informa­ción empírica, conocimiento común, prácticaprofesional o teoría científica.

• Calificación de la aseveración o conclusión,según el grado de confianza y probabilidadque se le puede atribuir a la aseveración.

• Refutación de la aseveración o conclusión, esta­bleciendo las condiciones bajo las cuales no sesostiene o los límites para dicha aseveración.

Se consideró pertinente complementar elanálisis con las series continuas (Osmo, 2001) a partirde lo expuesto por Hjelle y Ziegler las cuales sirven demarco para categorizar y comparar las creencias y lasargumentaciones que se utilizan en la interpretación desituaciones concretas que se detallan a continuación:

1) Libertad-determinismo. Refiere al grado delibertad interna que la gente tiene al dirigiro decidir cada comportamiento del día. Lapregunta central es si esta experiencia de lalibertad es válida o si existen los factores in­conscientes externos que dominan y dirigen elcomportamiento de la gente.

2) Racionalismo-irracionalismo. Refiere a si cree­mos que la gente conduce sus vidas porinferencia racional, o si es posible entender sucomportamiento humano solamente mirandolos elementos individuales.

3) Holismo-elementalismo. Refiere a si lacomprensión de los seres humanos es posi­ble solamente en su totalidad, o si es posibleentender su comportamiento humano sola­mente mirando los elementos individuales.

4) Constitucionalismo-medio ambiente. Refiere algrado que influyen los factores biológicos o am­bientales en el comportamiento humano. Paralos efectos del trabajo, es importante mencio­nar que la categoría de medio ambiente debeestar referida al concepto ecológico, por cuantoel mismo nos permite tener una comprensiónmayor de los elementos que interactúan en lassituaciones de los seres humanos

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S) Variabilidad-invariabilidad. Refiere al grado decambio de la condición humana. Cabe hacer lapregunta ¿es posible cambiar las característicasbásicas de la personalidad y delcomportamiento?

6) Objetividad-subjetividad. Examina el efecto dela experiencia subjetiva y la interpretación enel comportamiento humano y el grado en quees influenciada por acontecimientos objetivosexternos.

7) Proactividad-reactividad. Refiere a si el compor­tamiento humano es sobre todo una reaccióna los estímulos externos o internos, o más unaconsecuencia de su propia iniciativa activa.

8) Homeostasis-heterostasis. Refiere a la moti­vación del comportamiento humano. El com­portamiento humano ¿es influenciado por eldeseo de minimizar la tensión en su vida o esinfluenciado por el deseo de crecimiento y labúsqueda de nuevos retos?

9) Conocible-no conocible. Refiere a la pre­gunta epistemológica. Por un lado está elacercamiento que postula que no hay manerade estudiar o de explorar la naturaleza humanadebido a su complejidad. En el otro extremoestá el acercamiento que postula que el estu­dio de la naturaleza humana es posible y quepodemos deducir y generalizar sobre ella conel uso de métodos científicos.

A continuación se presentan los principales re­sultados en torno a la argumentación que realizan las ylos profesionales en la valoración de riesgo en la infan­cia.

EVALUACIÓN DEL RIESGO

Basándose en la información sobre la familia,se les preguntó sobre la evaluación del riesgo que correel niño en esta situación, para lo cual se utilizó la escalade Likert,a lo cual trece participantes (52%) consideraronla situación de "alto riesgo"; diez de ellos (40%) la valoróde "muy alto riesgo" y sólo dos (8%) la encontraron en"riesgo intermedio': Importante señalar que ningunade las participantes consideró que el niño no estaba enriesgo social.

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La mayoría de los trabajadores sociales señalóque el niño se encontraba en condición de "alto riesgo':Los datos o evidencias que justifican esta calificaciónse demuestran en los indicadores de abuso como:rendimiento académico deficiente, aislamiento, pocacomunicación, lesiones físicas sin justificación aparente,pelea con otros niños, fractura de brazo, ausencia a lec­ciones sin justificación alguna, quemadura con aguacaliente, entre otras.

Argumentos para la evaluación del riesgo

Posterior a indagar la evaluación del riesgo querealizaron, se solicitó describir en detalle el argumentoen que se basó para la evaluación.

Sólo en los dos casos de valoración de riesgointermedio, se consideró que los elementos aportadosno eran suficientemente demostrativos de la proceden­cia de las lesiones y en este único factor basaron su de­cisión, lo que nos hace considerar que les faltó visión deconjunto y dejaron de tomar en consideración el restode los elementos abordados en el caso ilustrado.

Por otro lado, la realidad no siempre presentatodos los elementos para poder visualizarla con clari­dad o, en ocasiones, los familiares o redes sociales cer­canas a la persona menor de edad la ocultan, en estecaso en particular, los veintitrés profesionales quehicieron evaluaciones de "alto" y "muy alto riesgo'; fun­damentaron su valoración en una muy rica evaluaciónde múltiples factores, haciéndose evidentes en sus ra­zonamientos el pensamiento integral,el efecto de la ex­periencia subjetiva en el comportamiento humano, asícomo la importancia del medio ambiente en el mismoyel pensamiento deducible.

Las argumentaciones brindadas por las pro­fesionales muestran, a nivel básico, la existencia deevidencias respecto al riesgo de la persona menor deedad, así como justificación del por qué se consideraen riesgo. En el ámbito complementario, se observó unanálisis teórico de \05 indicadores que cada uno encon­tró.

Acciones elegidas ante el riesgo

A las y los trabajadores sociales se les plantearonseis acciones a elegir para la atención de esta situación,a saber:

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~ Abandonar el caso sin necesidad de nuevasintervenciones.

~ Intervención indirecta o sea con profesionalesque ya se encuentran en contacto con el niño.

~ Intervención directa de usted con ubicar al niñoen una guardería u hogar comunitario duranteel día.

~ Intervención directa de usted con la familia,ubicación del niño en un hogar sustituto oalbergue por un período indefinido, con el con­sentimiento de los padres.

~ Intervención directa de usted con la familiapara remover al niño de la casa, sin el consen­timiento de los padres y con orden del juzgado,si es necesario.

~ y la categoría de "otra':

Diecisiete participantes eligieron interven­ciones que respetarán la permanencia del niño en suhogar, cuatro de ellos consideraron beneficiosa la in­tervención directa con la familia, con ubicación delniño en un hogar sustituto o albergue, por un períodoindefinido, con el consentimiento de los padres y sólodos propusieron remover al niño de la casa, sin el con­sentimiento de los padres y con orden del juzgado, sifuera necesario.

Lo anterior evidencia el interés de las y losprofesionales por salvaguardar el interés superior delniño/a, además, esto pone de manifiesto el criterio delos participantes en cuanto a los males de la institucionaliza­ción para las y los niños/as, aún en caso de riesgo, y laimportancia que conceden a la permanencia dentro dela familia, como lo establece el Código de Niñez y Ado­lescencia, en su artículo 33, así como la visión de queun tratamiento integral perm'ltiría, sobre la base del usode métodos científicos, el conocimiento de la situaciónparticular, para poder deducir un acercamiento de in­tervención válida, que trajese la posibilidad del cam­bio.

Argumentos y razonamientos sobre las accionese\egidas

A las y los entrevistados se les solicitó describirlas razones que les llevaron a elegir las intervencionesantes analizadas, indicándoles que debían partir del su­puesto de que esta situación y sus recomendaciones,tenían que presentarse ante sus colegas de trabajo.

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De la información recopilada, se hace evidente,en gran parte de las respuestas de argumentación, elpapel nuclear que juega la familia, como valor esencialde los participantes, el lugar que se le confiere comocentro de crecimiento de sus miembros y la importan­cia de los sentimientos de pertenencia al grupo familiar,así como el interés por mantener los vínculos afectivosentre padres e hijos, incluso entre hermanos, sin quetodo ello limite en sus fundamentaciones, la búsquedade la protección del niño en riesgo, la profundizacióndel estudio de la situación y el compromiso con losderechos infantiles.

De igual manera, los razonamientos son dadoscon riqueza de detalles, sin respuestas automáticas, nipresencia de tecnicismos innecesarios. Siguiendo elanálisis según Hjelle y Ziegler, se comparte, por la mayoríade los participantes, una abierta tendencia al pensamientointegral, tomando en consideración la importancia deltrabajo interdisciplinario para la atención de la totali­dad de la salud humana, sin consideraciones deterministasni mecanicistas, con un adecuado balance entre loconstitucional y el medio ambiente, así como entre elefecto de la experiencia subjetiva y objetiva en las in­terpretaciones de los individuos y sus comportamientos;de manera implícita está presente la creencia de hacerconocible la naturaleza humana, a partir de su estudiocientífico y el respeto por la generalización de fenó­menos o la deducción de los mismos.

Finalmente, en muchos de los encuestadoshay una firme creencia en el mejoramiento humano,la confianza en la capacidad de cambio a partir deprocesos terapéuticos, pedagógicos y redes de apoyocomunales, brindando en algunos casos una singularvisión esperanzadora para familias en crisis.

Retomando la categoría de holismo-elemen­talismo, citada por Osmo (2001), el grupo investigadorconsideró que las profesionales en Trabajo Social, másbien se basan en un enfoque integral; lo anterior partede la premisa de que las y los trabajadores sociales es­tamos más orientados a la atención de las personas,desde una perspectiva integral y no holística. Aceptarel concepto holístico como categoría, implica que enel análisis de las situaciones, consideramos el principiode la interconexión de todas las cosas y en la idea deuna conciencia planetaria. Los individuos y las socie­dades forman parte de una totalidad cósmica y están

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inmersos en los procesos cíclicos de la naturaleza de loscuales dependen.

La visión holística amplía la concepClon demoral y ética, recupera la dimensión espiritual, rechazael antropocentrismo, enfatiza en la totalidad, la transdis­ciplinariedad, la ecología, la integralidad, la holografía,el orden, la conciencia, la sustentabilidad y el vínculoentre comunidades ecológicas y humanas. Inclu­so, de acuerdo a Gallegos (1999),la educación holísticadebería sustentarse en nuevos principios sobre la in­teligencia, el aprendizaje, el ser humano, la sociedad yel universo que se habita. Lo antes citado tiene su fun­damento en los principios surgidos desde los nuevosparadigmas de la ciencia como la física quántica, lateoría holográfica del cerebro, las ciencias cognosciti­vas, el desarrollo sustentable y la ecología profunda, lateoría del caos, entre otros.

Según Sáenz (2006), se asume a la teoría delcaos como la disciplina que conduce a la comprensiónde la complejidad del mundo y sus procesos creativos,y además nos anima a cuestionar nuestras creencias y aformular nuevas preguntas sobre la realidad. Esta teoríase refiere a sistemas dinámicos, abiertos, flexibles, muysensibles al cambio; por eso crea un nuevo orden, unamanera de concebir la visión del mundo y la realidad.

La teoría del caos permite dimensionar el con­cepto de sociedad, de educación del kosmos. En lo pro­fesional, por ejemplo, se puede leer de manera diferenteel accionar del trabajador social ante los procesos so­cioeducativos y sociopromocionales que se reconocenen la práctica cotidiana del trabajo con comunidades,grupos y personas.

Mas el análisis no queda aislado de las per­sonas, debe insertarse en los componentes políticos,ideológicos de la manera de percibir el mundo, paraentonces comprender que esa práctica profesional estápermeada de lo subjetivo, de la forma de apreciar elmundo y de nuestra posición epistemológica para en­tender qué sucede en nosotros como personas, en lossujetos que interactúan yen el entorno.

La afirmación de que el caos es la creatividadde la naturaleza y es llegar a la verdad, nos permitecomo persona, tener la posibilidad de hallarla indi­vidualmente, a partir de las condiciones de mi propia

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y única vida. Este aspecto es básico; se debe buscarexplicar verdades desde la experiencia personal, profe­sional y familiar, tomando en cuenta que en un contex­to sistémico, todos y cada uno de los factores confrontanuestras dudas, nuestra incertidumbre.

Pareciera que nunca es posible hallar la ver­dad, porque la cotidianidad muestra que nuestras per­cepciones son realidades cambiantes y externas a no­sotros.

Con la propuesta planteada de cambio delconcepto de holismo por integral, se parte de la compren­sión de los seres humanos como un todo, lo que implicaque las y los trabajadores sociales podemos contar conesa apreciación del ser humano. Sin embargo, en lapráctica cotidiana profesional comprendemos que suintervención remite más a la atención de situaciones oelementos individuales.

Debemos agregar que la práctica cotidianadel ejercicio profesional, nos muestra que lo integral seasume como la intervención que se realiza dentro delámbito de una institución, lo cual no da certeza que setranscienda a asegurar el seguimiento y la valoraciónde las situaciones;en este caso del niño o niña, las institu­ciones sociales que atienden las situaciones demanda­das. Es más; existe recelo demostrado cuando se remiteun niño o niña del Hospital Nacional de Niños al Patro­nato Nacional de la Infancia.

Este asunto se analiza en un artículo reciente,publicado en el periódico La Nación,el día 31 de diciem­bre de 2005, en el cual se entrevista a la Lic. Ana VirginiaQuesada,jefa de Trabajo Social del Hospital Nacional deNiños, y de la respuesta de fecha 21 de enero de esteaño, suscrita por la señora Rosalía Gil Fernández, Minis­tra de Niñez y Adolescencia. En ambos documentos seexpresa la preocupación de la protección que el Patro­nato ofrece a niños, niñas y adolescentes enfermos, cu­yas familias no pueden atenderlos adecuadamente.

Es conveniente indicar que para el análisis de estosresultados, debe hacerse hincapié en los cambios quepueden producirse en las interpretaciones personales quese hacen de los ejemplos utilizados y de las opcionespersonales asumidas por las personas participantes eneste estudio. Este aspecto es básico, porque dependede las ideas, concepciones y momento de llenado de losformularios.

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Se debe considerar que las y los trabajadoressociales estamos expuestos a argumentaciones yevaluaciones de los argumentos a favor o en contra deun curso de acción o decisión (Osmo y Benbenishty,s.f.).

Así como los valores compartidos que hansustentado los principios básicos de la profesión deTrabajo Social y como éstos podrían haber cambiadoen los últimos años, debe suponerse que podrían sercreencias que ya no son válidas o son incongruentescon los valores y propósitos de la institución y de las ylos trabajadores sociales; de igual manera, el cómo esta­mos apreciando el sentido de comprometernos con lasfunciones básicas que estamos desarrollando, reflexiónnecesaria para mostrar si se mantiene la percepción demundo o una nueva manera de la realidad, una trans­formación fundamental de nuestros pensamientos yde nuestros valores (Capra, 2002); o bien, determinar siestamos asumiendo y reproduciendo esos valores de lacompetitividad, individualismo, iniciativa privada ver­sus la solidaridad de un sistema de seguridad social, laseguridad individual o colectiva, entre otros.

Mientras los principios son las ideas fundamen­tales que rigen pensamientos y conductas y aportan ala construcción de una nueva visión de realidad. Losvalores son expresiones de amor que están orientadasa la preservación de los seres humanos en convivencia,especialmente si enfocamos la cultura como un modode convivir en el entrelazamiento dellenguajear.

Información específica que indujo a larecomendación

Al consultar a los profesionales cuáles fueronlos datos que los indujeron a las recomendacionesplanteadas en las acciones y razones que señalaronpara la atención de la situación, a continuación sedescriben algunas de ellas, según la categoría indicadaen el instrumento:

./ Intervención directa de usted con la familia,ubicación del niño en un hogar sustituto o al­bergue por un período indefinido, con el con­sentimiento de los padres. Cabe señalar que enesta categoría se destaca como las y los colegasapuntaron a la importancia del vínculo familiar.

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./ Intervención directa de usted con la familiapara remover al niño de la casa, sin el consen­timiento de los padres y con orden del juzgadosi es necesario.De las respuestas seleccionadas se asumecomo prioritario el valor de la seguridad delniño y la posibilidad del riesgo si se mantieneen el hogar.

./ Intervención indirecta, o sea con profesionalesque ya se encuentran en contacto con el niño.Las propuestas de la intervención profesionalse asocian con el interés de garantizar la cali­dad de vida del niño.

./ Intervención directa de usted con ubicar alniño en una guardería u hogar comunitario du­rante el día. Los aportes ofrecidos por las y losentrevistados remiten a la búsqueda de recur­sos comunales y redes de apoyo para el niño.

Conexión entre la información específica quese consideró en la evaluación y la intervenciónrecomendada

Únicamente once personas indicaronconexiones entre la evaluación y la intervención reco­mendada. Esto significa que al nivel de argumentobásico, las y los profesionales establecieron una inter­relación entre la valoración del riesgo, basada en losindicadores y la intervención que recomendaron enfunción del interés superior del niño.

Se citan algunos elementos que pueden jus­tificar el por qué no se logró establecer la relación en­tre estos elementos; algunas de las consideraciones secitan a continuación.

En lo referente a la situación planteada, se con­sideró el trabajo con la familia, la condición deriesgo del niño y la intervención en los aspec­tos de la dinámica familiar.

En lo relativo a la información que describe lasituación de riesgo, se señaló que el instrumen­to mostraba falta de aspectos o evidencias quefacilitaran la toma de decisiones.

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Opinión sobre el tipo de intervenciónrecomendada

En las valoraciones sobre las intervenciones, sedestacan aspectos que refieren a una "buena prácticaprofesional" en lo relativo a la atención de las situa­ciones planteadas.

Se plantea la conveniencia de la intervenciónprofesional en las áreas de valoración, tratamiento yseguimiento, la negociación como un elemento básicode la resolución de conflictos, el trabajo en redes, lapráctica de la atención interdisciplinaria y la valoraciónen las instancias institucionales, cuando éstas cuentancon el recurso de comités para el niño y la niña agredi­dos.

Sin embargo, desde la perspectiva de atenciónintegral, se hace necesario considerar las característicasasociadas con la unidad, totalidad y Jos aportes que sederivan de la transdisciplinariedad -que respete la di­versidad de los tipos de conocimiento-, espiritualidady aprendizaje, una nueva manera de percibir la partici­pación profesional que debe incorporar estos elemen­tos como básicos, para garantizar el desarrollo de losespacios personales, de las redes sociales y comunales.

Este tema plantea retos interesantes acerca decómo lograr avances en el campo de la investigaciónde las innovaciones en Trabajo Social. Sus principiosofrecen una serie de oportunidades vinculadas en eltema de la transdisciplinariedad, que permiten abor­dar temas diversos que han quedado marginados enel campo de la investigación y la conceptualización deTrabajo Social, como ciencia social. Puede interpretarseque el trabajo realizado por los Comités del Niño y NiñaAgredido, den cuenta de un enfoque transdisciplinario,y es posible que la gama de conocimientos y de profe­siones que participan de esas experiencias, se acerquea ese ideal de trabajo profesional. Lo observado por losresponsables de este proyecto en el área de salud, nosconfirma que esa práctica no se da.

La atención generada en torno a la soluciónde los problemas que aquejan a los niños y niñas seatienden de una manera diferente y especializada, encada una de las instituciones y pareciera garantizar unamayor participación de voluntades que den cumplimien­to de propósitos y políticas institucionales en torno a lasolución de los problemas de estas poblaciones.

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Sin embargo, las realidades institucionales nosdemuestran que lamentablemente el seguimiento in­terinstitucional no se da y la intervención profesional seobserva desvinculada, parcializada y algunas veces sepuede apreciar cómo se entra en una lucha desgarradade espacios institucionales, que afectan directamentea los niños y las niñas de nuestro país. Este comentariono tiene sustento empírico, por cuanto, no fue intenciónde la investigación ahondar en este tema, sin embargo,de las respuestas obtenidas, se puede observar estasrealidades en las cuales falta más voluntad política queprofesional.

Fuentes de razonamiento y argumentación

Los profesionales consultados indicaron quelas fuentes de razonamiento y argumentación se ob­tienen, fundamentalmente,del conocimiento adquiridoen la práctica profesional, el conocimiento teórico y lacotidianidad laboral, criterios similares a los señaladospor Tolmin; sólo una profesional hizo referencia a lasbases epistemológicas con que cuenta. Sin embargo,este es un aspecto que debe resaltarse,dado que en lasrespuestas, aun cuando este aspecto no se identificópor parte de las y los trabajadores sociales, sí puedepercibirse en las argumentaciones que aportan en losdocumentos analizados. Parece necesario plantearalternativas de capacitación o ejercicios que favorez­can la identificación de estos aspectos que se estimancentrales en la formación y ejercicio profesional.

En lo relativo a la formación teórico-profesion­al, las personas consultadas indicaron que la experienciaprofesional está vinculada a los enfoques de derecho,género y una apertura de intervención constructivista.Las fuentes teóricas que destacan, se concentran en: laagresión, la familia, los derechos y deberes de los niños,las niñas y adolescentes. Se resalta el conocimiento yrecurso en el uso que realizan las y los trabajadores so­ciales, de los instrumentos que se obtienen de la legis­lación en el tema de niñez y adolescencia.

CONCLUSIONES

Los resultados obtenidos en esta investigaciónpueden resumirse en los siguientes hallazgos:

1. Se demostró que los profesionales en TrabajoSocial cuentan con los conocimientos teóri-

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cos, las habilidades y destrezas necesarias paralograr determinar indicadores de riesgo enpoblaciones vulnerables, como son las perso­nas menores de edad, los cuales se constituyenen evidencias que les permite realizar una ar­gumentación a nivel básico, como lo señalaToulmin.

2. Los trabajadores sociales fundamentaron suvaloración en una rica evaluación de múltiplesfactores, donde se evidenció razonamientos depensamiento integral, así como el efecto de laexperiencia subjetiva en el comportamientohumano y la importancia del medio ambienteen el mismo.

3. Los profesionales lograron poner de manifiestosu criterio en cuanto a los problemas deriva­dos, tanto de la agresión, en sus diferentes ex­presiones, como la institucionalización para losniños y las niñas, aún en situaciones de riesgo,en aras de salvaguardar el interés superiordel niño y en acatamiento a lo dictado por elCódigo de Niñez y Adolescencia. Lo anterior sefundamenta en el enfoque de derecho que hasido diseminado, desde la última década del si­glo pasado, en el sector que presta servicios a lapoblación infantojuvenil.

4. En el tema de los argumentos y razonamientossobre las decisiones y acciones elegidas, se evi­denció que los profesionales, en gran parte delas respuestas de argumentación, se basaron enel papel nuclear que juega la familia,como valoresencial; el lugar que se le confiere como centrode crecimiento de sus miembros y la importan­cia de los sentimientos de pertenencia al grupofamiliar, así como el interés por mantener losvínculos afectivos entre padres e hijos, inclusoentre hermanos, sin que todo ello limite en susfundamentaciones, la búsqueda de la protec­ción del niño en riesgo, la profundización de lasituación de riesgo social y el compromiso conlos derechos infantiles.

5. Se logró demostrar que las y los trabajadoressociales que participaron de esta investigación,plantean soluciones a la situación del niño,desde una perspectiva integral, como sujeto

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al que debe atendérsele sus necesidades y de­mandas; sin embargo, se percibe que no se lo­gra el vínculo con las condiciones del entorno.Las recomendaciones y comentarios parecendejar de lado aspectos básicos para la soluciónintegral de la condición familiar, de sus miem­bros, del ámbito escolar y social, que trajese laposibilidad de cambio al grupo familiar.

6. Del análisis según Hjelley Ziegler (1992),se com­parte por la mayoría de las y los participantes,una abierta tendencia a la atención integral,tomando en consideración la importancia deltrabajo interdisciplinario para la atención de latotalidad de la salud humana, sinconsideraciones deterministas ni mecanicistas,con un adecuado balance entre lo constitucionaly el medio ambiente, así como entre el efectode la experiencia subjetiva y objetiva en las in­terpretaciones de los individuos y sus compor­tamientos; de manera implícita está presentela creencia de hacer conocible la naturalezahumana, a partir de su estudio científico yel respeto por la generalización de fenómenoso la deducción de los mismos. Finalmente, hayuna firme creencia en el mejoramiento hu­mano, la confianza en la capacidad de cambioa partir de procesos terapéuticos, pedagógicosy redes de apoyo comunales, brindando, en al­gunos casos, una singular visión esperanzadorapara familias en crisis.

7. Cuando se les preguntó a las y los trabajadoressociales,cuáles fueron las argumentaciones quelos indujeron a las recomendaciones planteadasen las acciones y razones que señalaron parala atención de la situación, éstas se centraronprincipalmente en intervención directa con lafamilia, ubicación del niño en un hogar susti­tuto o albergue por un período indefinido, conel consentimiento de los padres. Se mencionaque la permanencia en la familia, obedece a laconveniencia de mantener al niño en el núcleofamiliar por el vínculo con sus hermanos y pa­dres, por la posibilidad del trabajo directo con lafamilia, con red directa del niño y la posibilidadde potenciar los factores protectores. Además,el concepto de riesgo y su incidencia directapuede minimizarse si el niño se mantiene en su

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núcleo familiar. Basándose en la teoría expuestaporToulmin,se considera que estas argumenta­ciones se realizan a nivel básico, con el uso deaseveraciones, evidenciando indicadores y jus­tificando con teoría práctica.

8. En las valoraciones sobre las intervenciones, sedestacan aspectos que refieren a una "buenapráctica profesional'; en lo relativo a la aten­ción de las situaciones presentadas. Se planteala conveniencia de la intervención profesionalen las áreas de valoración, tratamiento yseguimiento, la negociación como un elementobásico de la resolución de conflictos, el trabajoen redes, la práctica de la atención interdisciplinar­ia y la valoración en las instancias institucionaies,cuando éstas cuentan con el recurso de comitéspara el niño y la niña agredidos.

9. Las y los profesionales consultados indicaronque las fuentes de razonamiento y argumenta­ción se obtienen fundamentalmente del cono­cimiento adquirido en la práctica profesional, elconocimiento teórico y la cotidianidad. La ex­periencia profesional se nutre de los enfoquesde derecho, género y del constructivismo. En eldiscurso se apropian de la teoría de género, delos derechos de fas niños, niñas y adolescentes,de los estragos que se acompañan de las situa­ciones de violencia intrafamiliar en las cualesestán inmersas las mujeres, los niños, las niñasy los adolescentes, entre otros. Las argumenta­ciones brindadas se realizan a un nivel básicoy trasciende al nivel complementario, cuandoson apoyadas con teoría, sin embargo, no se ex­tiende a refutaciones o calificaciones.

10. Un aspecto que debe destacarse de la lecturade los aportes de las valoraciones, refiere a la cotidiani­dad en el uso del lenguaje que se aparta de loesperado en la expresión escrita profesional. Alrespecto, nos menciona Silva Barroco (2004),que "fa cotidianidad es el campo privilegiadode la reproducción de la alineación, tomandoen cuenta la repetición acrítica de los valores, laasimilación rígida de los preceptos y modos decomportamiento, el pensamiento repetitivo yla ultrageneralización. En el campo de la moral,la alineación de la vida cotidiana se expresa,

Revista de Trabajo Social # 71

especialmente por el moralismo inducido porprejuicios (2004: 63). Al respecto, resultóinteresante que aunque las y los profesionalesrealizaron el llenado de los cuestionarios indi­vidualmente y sin recomendaciones específicasrespecto al modo de redacción, se encuentranexpresiones cotidianas que refieren a un len­guaje profesional no usual en la cotidianidadde una o un trabajador social. Debe indicarseque no en todos los casos se evidenció este as­pecto, mas es preocupante, porque da cuentade valores que no nos son propios.

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