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Diócesis de Barahona Diócesis de Baní

Diócesis de Puerto PlataDiócesis de San Pedro de Macorís

Diócesis de San Francisco de MacorísDiócesis de Mao-Montecristi

Diócesis de San Juan de la Maguana

Valor del Mes:

Eucaristía

Lema del Mes:

“Yo soy el Pan que da la vida”(Juan 6,35)

Plan de Pastoral

Mayo 2018

Colaboradores: Luis José Camilo, Ignacio Miranda Cubilette, José Burgos Cedeño, Emanuel Hernández, Miguel Ángel Justo, Héctor Olivier, Mary Carmen Camacho de Vargas, Raquel Moratín, Sagrario Tejeda de Olivier, René García, Vilma Capellán de Badía, Lelis Santana de Faxas, Franchy Soto Carrasco, Willy Cruz, José Gurpegui, Carlos Torres, Daneurys Matos (Comunidad Cuerpo de Cristo), Comisión Arquidiocesana de Animación Bíblica, Pbro. Ramón Echavarría, Pbro. Valerio Baines, OAR, Pbro. Gregorio Santana, Pbro. Daniel Lorenzo Vargas Salazar (Arquidiócesis de Santo Domingo).

Coordinadora: Eugenia López

Diagramación y Arte final: Jesús Pérez

Portadas: Giantfranco Santos

Impresión: Editora Amigo del Hogar / Manuel María Valencia No. 4, Santo Domingo, D. N. / Tel.: 809.548.7594 / Para contacto Vicaría de Pastoral, Correo Electrónico: guiamensual.vipastoral@arzsd., [email protected] Teléfonos: 809-682-0815, 809-685-3141, Ext. 261-262, 809-221-3126 Redes Sociales: www.facebook.com/vicariadepastoralsantodomingo

Acción Significativa del Sector:

Visita con el Santísimo al sector (del 28 al 30).

Acción Significativa Familiar:

Presentación de las flores en familia, ante la imagen de la Virgen en las Eucaristías diarias.

Índice

Primera Parte:Lectura Orante Mayo 2018 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .3Encuentros de Evangelización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .5Via Lucis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .11Vigilia de Pentecostés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .22Triduo Eucarístico del 28 al 30 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .32

Segunda Parte:Lecturas Diarias, Celebraciones Dominicales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .45Celebración Corpus Christi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .107

Plan de Pastoral - Mayo 2018

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Lectura OranteMayo 2018

“Yo soy el pan que da la vida” Juan 6,35

Orientaciones generales: La Biblia es la Palabra de Dios puesta por escrito y con ella conocemos la voluntad de nuestro Padre celestial, sin embargo el texto fue escrito dentro de una cultura y tiempo distinto al nuestro lo que implica que necesitamos un método guiado por el Magisterio de la Iglesia que nos ayude a profundizar y comprender mejor el mensaje de salvación; de aquí nace la Lectura orante o Lectio Divina para que todos nos identifiquemos con el encuentro de forma comunitaria y personal con el Señor. Para esta reflexión en comunidad debe haber un responsable, pero su función es dirigir la lectura y organizar el encuentro, pero todos debemos tener una participación activa. Duración: 30 minutos

Invocación al Espíritu SantoEl don del Espíritu nos ayuda a realizar cada una de las obras agradables

al Señor, iniciando con una conversión de corazón, pidamos a Dios nos envíe su Santo Espíritu para iluminarnos con su santa Palabra.

1. Lectura: Juan 6, 33-35En este primer paso leemos detenidamente el texto en dos momentos en

voz alta y de ser posible en traducciones distintas (Biblia de Jerusalén o la del Pueblo Peregrino, entre otras), luego cada persona lee en silencio para que el Espíritu hable a su corazón y conciencia.

Es necesario responder las siguientes preguntas para comprender el texto ¿Quién habla en la lectura y a quiénes va dirigida? ¿A dónde ocurre este hecho? ¿Cuáles son los personajes que están presentes?

2. Medita: ¿Qué me/nos dice la Palabra? Ahora es momento de llevar esa Palabra de nuestro Señor a nuestra

realidad.

Reflexión: La Eucaristía Hay siete frases en donde Jesús se define, y esta es la primera “Yo soy

el pan que da la vida” y no es de extrañarnos que la primera frase encierre la primera necesidad del ser humano, la de alimento. Jesús en el sacramento de la Eucaristía se da como alimento que nos fortalece y nos hace vivir una vida como sanos discípulos.

Él nos hace la promesa de que el que vaya con él no pasará hambre y nunca tendrá sed. Cristo es el mejor regalo que Dios Padre nos ha otorgado. En cada celebración litúrgica en donde está presente el sacramento de

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Yo soy el Pan que da la vida

la Eucaristía se produce un encuentro íntimo del Señor con nosotros, se hace la común-unión de nosotros con él y de él con nosotros. Él está allí esperando…

3. Ora: ¿Qué le respondo al Señor?Exprésale al Señor lo que de tu corazón brota luego de reflexionar a

Sagrada Escritura, ahora es momento de hablarle a Dios, responderle al llamado que me hace.

4. Contempla y actúa: ¿Qué inspira en mi vida la Palabra?• ¿Me siento hambrienta/o del Señor? • ¿Cómo discípulo de Jesús reconozco que Él es el alimento para mi

espíritu? ¿Recibo frecuentemente la Eucaristía?• Propósito: Me comprometo hoy a encontrarme con mi Señor verdadero

discípulo de Cristo.

5. Concluyamos con el Padre Nuestro, Ave María Gloria. Nos damos un abrazo fraterno y vivamos con gozo y como comunidad la

Palabra que Dios ha puesto en nuestros corazones solicitando y acudiendo al mandato que Jesús nos hace hoy.


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Primer Encuentro de EvangelizaciónSemana del 1 al 5 de mayo

LA EUCARISTÍA“Con la Eucaristía, fuente de comunión, impulsamos la misión”

AmbientaciónComo es el primer Encuentro de mayo, debemos poner los carteles del

Valor y el Lema del mes en un lugar visible para las personas participantes. Además, debemos tener, o preparar, el cartel del año 2018, ya que el lema del año es: “Con la Eucaristía, fuente de comunión, impulsamos la misión”. En una mesa ponemos unos signos de la Eucaristía: pan, vino, un mantel, una estola, unas uvas… Podemos poner también algún ejemplar de la Carta Pastoral de nuestros obispos para el 21 de enero de este año, ya que el tema es la Eucaristía. Y una imagen de la Virgen María, el mes de mayo, por tradición, está dedicado a la Madre.

Cantos de acogida: sobre la Eucaristía conocemos y tenemos muchos cantos, podemos ponerlos como acogida de la comunidad que va llegando. (Este mes no sugerimos los cantos, cada comunidad debe entonar los que sabe sobre la Eucaristía)

Oración de inicioDe rodillas, Señor, ante el sagrario, que guarda cuanto queda de amor y

de unidad, venimos con las flores de un deseo, para que nos las cambies en frutos de verdad. Cristo en todas las almas y en el mundo la paz. Cristo en todas las almas y en el mundo la paz.

Como ciervos sedientos que van hacia la fuente, vamos hacia tu encuentro sabiendo que vendrás; porque el que la busca es porque ya en la frente lleva un beso de paz, lleva un beso de paz. Cristo en todas las almas y en el mundo la paz. Cristo en todas las almas y en el mundo la paz.

Como estás, mi Señor, en la custodia igual que la palmera que alegra el arenal, queremos que, en el centro de la vida, reine sobre las cosas tu ardiente caridad.

Cristo en todas las almas y en el mundo la paz. Cristo en todas las almas y en el mundo la paz. (Himno del Congreso Eucarístico internacional de 1952).

Canto:

Introducción al temaDesde la Asamblea nacional, realizada en los últimos meses del año

pasado, sabemos que la Eucaristía es uno de los temas principales para reflexionar y celebrar durante todo el 2018. De hecho, el lema para este año ya lo hemos citado dos veces en este Encuentro, el tema de la Eucaristía. En este ambiente, se ve como normal que la Carta Pastoral, del 21 de enero de este año, de la Conferencia del Episcopado Dominicano, fuera sobre el

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tema de la Eucaristía; su título era: “La eucaristía, fuente de comunión e impulso de la misión eclesial”.

Para introducir este tema, ponemos dos números de esa carta:

6. El término Eucaristía viene del griego euxaristia que significa acción de gracias o agradecimiento. En los salmos (66, 8; 100, 4; 145, 2. 21) se bendice a Dios, es decir, se realiza una acción de gracias o de alabanza. En estas bendiciones la persona se postra ante Dios (Gn 24, 48) en medio de la asamblea (Sal 26, 12), con toda la creación (Sal 145, 10).

19. …La Eucaristía es el sacramento que más profundamente influye en la comunidad eclesial: es realizado por ésta, pero a la vez el sacramento va construyendo a la misma iglesia, comprometiéndola en la misión de la salvación de toda la humanidad, significando y realizando la unidad de la Iglesia.

No hay iglesia sin Eucaristía ni hay Eucaristía sin iglesia.

Iluminación bíblica: Lucas 22,7-20Podíamos citar muchos textos, muchos. Desde algunos del A.T. como

una prefiguración de la Eucaristía, hasta las narraciones de las distintas multiplicaciones de los panes que hizo Jesús, pero principalmente los que hacen referencia al anuncio (Juan 6, 48-58), las tres narraciones, tan similares, de los sinópticos, las dos veces a las que se refiere san Pablo, o las ocasiones en que se ve celebrando la “fracción del pan” en los Hechos.Ponemos la narración de Lucas, que debemos leer despacio y volverla a leer…. ¿Qué destacamos de esa narración? ¿En qué ambiente celebró Jesús su Cena? ¿Era una cena normal o era un banquete de fiesta? Según lo leído ¿cómo definiríamos la Eucaristía? ¿Cómo entendemos “esto es mi cuerpo, esta es mi sangre”?

Canto:

ExplicaciónEste primer Encuentro lo centramos en la Eucaristía en sí, y su relación

con la comunidad. Según el número de la Carta de los obispos citado en la introducción, Eucaristía viene del idioma griego y significa “acción de gracias”. Eucaristía es la celebración en la que, obedeciendo a Cristo (“hagan esto en memoria mía”), repitiendo lo que Él hizo y dijo en su última cena, el mismo Cristo se hace presente, de manera sacramental, pero realmente presente, en las formas de pan y de vino; con esta celebración hacemos “memorial”, recuerdo y actualización de su misterio redentor. Comernos esas formas de pan y vino es comernos y bebernos al mismo Cristo, pero de forma sacramental. Sigamos la enseñanza de nuestros pastores dominicanos en su carta sobre la Eucaristía:

17. La Eucaristía es la comida sacramental en la que Cristo actualiza su presencia y su entrega en medio de la comunidad cristiana,


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haciendo que ésta, en los signos del pan y vino, entre en comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo y partícipe así de la fuerza salvadora de su muerte pascual. El otro tema que deseamos destacar es la relación de la Eucaristía con la comunidad; no podemos comulgar a Cristo si no estamos en comunión con los demás; y para esto no ponemos nuestras palabras, sino que citamos algunos números de la Carta de nuestra Conferencia Episcopal.

78. La Eucaristía es encontrarse con el Dios de la vida en la Comunidad. Es un acto comunitario. La comunidad termina siendo el escenario donde formamos un solo cuerpo con Cristo. Es una celebración comunitaria que nos compromete como hermanos.

26. La doctrina de los Apóstoles vincula conjuntamente la celebración de la fracción del pan a la realidad de la comunidad cristiana y a sus empeños de comunión hasta compartir los bienes.

30. La comunión eucarística reclama la unión con los hermanos que participan en la misma mesa eucarística y forman con nosotros la iglesia-asamblea. Más aún, la comunión en la Eucaristía extiende nuestra unidad a todos aquéllos que profesan la misma fe y, en la misma unidad bajo los legítimos pastores, forman el único Cuerpo de Cristo.

No debemos confundir Misa y Eucaristía en el sentido que aquí hablamos. La Misa se compone de dos mesas: la Mesa de la Palabra y la Mesa de la Eucaristía. Mientras Eucaristía sería la segunda parte de la Misa y también el Señor Jesucristo que se queda, de forma sacramental, en el sagrario para llegar a los enfermos, ancianos, impedidos y también se queda para poder adorarlo.

Canto:

Reflexión comunitaria¿Cómo definiría ahora la Eucaristía? ¿Qué entiendo por presencia real

de Cristo en la Eucaristía? ¿Qué relación tiene la Eucaristía y la comunidad? ¿Cuál es la diferencia entre Misa y Eucaristía? ¿Qué debo hacer para celebrar mejor la Eucaristía?

Oración finalGracias por quedarte en la Eucaristía, para darte, para estar junto a

nosotros. Gracias por estar aquí, esperándonos, dispuesto a recibirnos en cualquier momento. Gracias por tener la puerta abierta para mí y para todos y todas… Gracias por demostrarnos Tu amor de manera incondicional...

Gracias por recibirnos. Gracias por escucharnos. Gracias por permitirnos comentarte nuestras penas y alegrías, nuestros sueños e ilusiones, nuestras preocupaciones y proyectos. Gracias por escuchar nuestras peticiones. Gracias por tu paciencia. Gracias por tolerar nuestras distracciones. Gracias…. Gracias….

Canto:

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Segundo Encuentro de EvangelizaciónSemana del 7 al 12 de Mayo

Eucaristía y Vida“Cuando se reúnen para la Cena del Señor, espérense

unos a otros” 1 Cor 11,33

AmbientaciónLa ambientación puede ser la misma que en el Primer Encuentro de este

mes. Se le añade algo que tenga que ver con el amor, la caridad. Se puede pedir que lleven a la reunión algunos alimentos secos, se ponen sobre la mesa y al finalizar el Encuentro se lleva a una familia necesitada del sector.También se puede poner la bandera o el mapa de la República Dominicana y un cartel que diga: Eucaristía y República Dominicana van de la mano.

Cantos de acogida (Como en el primer Encuentro).

Oración de inicioSeñor, ¿por qué has querido amarnos tanto? Es algo que nunca vamos a comprender, pero por lo menos queremos

corresponder un poco a tanto amor. Por eso, aquí ante Ti, queremos decirte que te amamos, con lo poco que somos y en la forma limitada en la que somos capaces de amar.

Acepta esta pobre manifestación de amor con todas sus limitaciones y ayúdanos a hacer que el amor por Ti crezca cada vez más; ayúdanos a convertir este amor en acciones, en hechos, en demostraciones reales de amor, sobre todo, haciendo que nuestra vida se guíe por lo que Tú nos enseñas en el Evangelio y demostrando el amor por Ti, a través de un amor sincero y caritativo hacia todos nuestros hermanos y hermanas, con un amor preferencial hacia quienes más lo necesitan. Amén

Canto:

Introducción al temaLa Eucaristía se llama muchas veces el “Pan de Vida”; normalmente lo

entendemos referido a la Vida Eterna, a la otra vida; y lo hacemos así porque el mismo Jesús, en Juan 6,50 nos dice: “aquí tienen el pan que baja del cielo, para que lo coman y ya no mueran”. La Eucaristía, ese pan del cielo ¿tiene algo que ver con la vida de cada día, con las preocupaciones y alegrías diarias? No lo sé, pero el mismo Juan, en el versículo siguiente, en el 51, nos dice: “El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo”; no dice para la vida del otro mundo o para la otra vida, sino para la vida del mundo.

Iluminación bíblica: 1 Corintios 11, 17-34 Este es el primer escrito en el que se nos narra la institución de la

Eucaristía. San Pablo echa un boche a la comunidad de Corinto ¿cuáles


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son los motivos? ¿Se puede celebrar mal la Eucaristía? ¿Qué relación tiene la Eucaristía con la vida? ¿Cómo están celebrando mal la Eucaristía en Corinto? ¿Cómo celebramos en nuestras comunidades? ¿Qué debemos hacer para mejorar las celebraciones?

Canto:

ExplicaciónEl texto que hemos reflexionado arriba, 1ª de Corintios, es muy duro,

parece que Pablo está enojado por la manera cómo celebran en Corinto, ya que están celebrando mal, y esa maldad no es por ritos y por lugares donde se celebra, sino porque la comunidad tiene fallos de caridad y de justicia. Es decir, Pablo relaciona directamente la Eucaristía con la vida, y la vida con la Eucaristía.

También aquí ponemos unos números de la Carta de nuestros Obispos y los usamos para la reflexión sin más comentarios, ya que esos textos nos hablan de conectar la Eucaristía, no solo con la vida personal, sino con toda la realidad en que vivimos, la familiar, barrial o campesina y la nacional:

33. La Eucaristía unifica y sana las divisiones. San Pablo enseñó que la celebración de la Eucaristía no es sincera si existen divisiones en la comunidad (1 Co 11,17-34), en posiciones o privilegios (Rm 12,3-13) o si existen fracciones dentro de la comunidad (1 Cor 1,10s). El participar en el sacramento como miembros iguales de la familia de Cristo desafía a unirnos como una sola familia.

34. La Eucaristía nos sensibiliza acerca de quienes sufren. Al meditar sobre la Eucaristía experimentamos el amor que Cristo nos tiene a nosotros y a todos los demás. Al contemplar el sacrificio de Cristo por un mundo de necesidad, nos sentimos obligados a seguir su ejemplo. Adentrados «en la dinámica de su entrega nos sentimos llamados a darnos a nosotros mismos en solidaridad con los miembros de nuestra familia humana que afrontan injusticias. Una Eucaristía que no comporte un ejercicio práctico del amor es fragmentaria en sí misma.

35. El Catecismo de la iglesia católica (n. 1397) subraya que la Eucaristía “entraña un compromiso en favor de los pobres: para recibir en la verdad el Cuerpo y la Sangre de Cristo entregados por nosotros, debemos reconocer a Cristo en los más pobres, sus hermanos (cf Mt 25,40)”.

36. La Eucaristía tiene una dimensión social. La Eucaristía, celebrada en comunidad, nos enseña acerca de la dignidad humana, nos llama a tener una relación recta con Dios, con la naturaleza, con nosotros mismos y con los demás, nos invita a la comunidad y a la solidaridad y nos envía en misión a ayudar y transformar nuestras comunidades y al mundo entero. La Eucaristía “no debilita, sino que más bien estimula nuestro sentido de responsabilidad respecto a la tierra presente. Ante el rostro de pecado e injusticias que vemos presentes en nuestras comunidades y en nuestro mundo, la Eucaristía pone una semilla de viva esperanza en la dedicación cotidiana de cada uno a sus propias

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En ocasiones salimos de la celebración con algunas molestias, porque quien hizo la homilía o comentario no se había preparado, o celebró muy rápido; en otras ocasiones no ha estado bien la música, o los monaguillos estaban distraídos, o los lectores no estuvieron a la altura, y además el mantel estaba algo sucio… pero el resto de los días, que sale todo bien, ¿nos fijamos en cómo está la comunidad? ¿Cómo está la caridad? ¿Qué hacemos para mejorar en comunidad y en el trabajo por la justicia? Esto último es mucho más importante para celebrar bien la Eucaristía, así lo entiende San Pablo y también nuestros obispos.

Canto:

Reflexión comunitaria¿Qué tal se celebran la Eucaristías en nuestra comunidad? ¿Qué nos

diría San Pablo si viniese a nuestras celebraciones? ¿Qué relación hay entre nuestras celebraciones y nuestra vida? ¿Qué relación hay entre nuestras celebraciones y la vida de la familia, del barrio y del país? Antes de ir a comulgar, ¿Me debo confesar de mis faltas de caridad y de compromiso con los demás y con el país? ¿O en eso no cometemos faltas graves? ¿Qué vamos a hacer para mejorar la celebración de la Eucaristía? ¿Qué vamos a hacer para mejorar la vida, la nuestra y la de las demás personas?

Oración finalGracias Señor, porque en la última cena partiste tu pan y vino en infinitos

trozos, para saciar nuestra hambre y nuestra sed...Gracias Señor, porque en el pan y el vino nos entregas tu vida y nos

llenas de tu presencia.Gracias Señor, porque nos amaste hasta el final, hasta el extremo que se

puede amar: morir por otro, dar la vida por otro.Gracias Señor, porque quisiste celebrar tu entrega, en torno a una mesa

con tus amigos, para que fuesen una comunidad de amor.Gracias Señor, porque en la eucaristía nos haces UNO contigo, nos unes

a tu vida, en la medida en que estamos dispuestos a entregar la nuestra...Gracias, Señor, porque todo el día puede ser una preparación para

celebrar y compartir la eucaristía...Gracias, Señor, porque todos los días puedo volver a empezar...,

y continuar mi camino de fraternidad con mis hermanos, y mi camino de transformación en ti...

Canto:

tareas”, retándonos a vivir vidas “eucarísticas” y afirmando nuestro papel, tanto como ciudadanos, como hombres y mujeres de distintas profesiones y en distintos niveles de la sociedad, cuyo cometido es contribuir con la luz del Evangelio a la edificación de un mundo habitable y plenamente conforme al designio de Dios.


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Via Lucis 2018

La Resurrección vida plena en Jesús Pan de Vida

“La costumbre nos seduce y nos dice que no tiene sentido tratar de cambiar algo, que no podemos hacer nada frente a esta situación, que siempre ha sido así y que, sin embargo, sobrevivimos. A causa de ese acostumbrarnos ya no nos enfrentamos al mal y permitimos que las cosas «sean lo que son», o lo que algunos han decidido que sean. Pero dejemos que el Señor venga a despertarnos, a pegarnos un sacudón en nuestra modorra, a liberarnos de la inercia. Desafiemos la costumbre, abramos bien los ojos y los oídos, y sobre todo el corazón, para dejarnos descolocar por lo que sucede a nuestro alrededor y por el grito de la Palabra viva y eficaz del Resucitado” (Francisco, Gaudete et exsultate, 137).

Celebramos la Resurrección como el acontecimiento desconcertante de toda la humanidad, que nos compromete con la vida de verdad, la vida de la gente como existencia que cobra sentido cuando es iluminada con la luz de Cristo Resucitado, verdadero pan de vida (Jn 6,35).

Hacemos este vía lucis como expresión de acción de gracias a Dios por el don de la vida, hecho más palpable y comprometido con la Resurrección de Jesús. Con ello también queremos hacer demostración pública de nuestro amor a Jesús Eucaristía, que ha llenado de alegría nuestras vidas, continuando su presencia en el sacramento de la unidad y de la vida que es la Eucaristía, verdadera fuente de vida y santidad.

Acompañaremos la reflexión de las estaciones con algunas enseñanzas del Papa Francisco sobre la santidad que debemos vivir hoy en su nuevo documento Gaudete et exsulte (alégrense y regocíjense) publicado el pasado mes de abril.

Recomendaciones• Preparar con tiempo las estaciones y sus lectores con su biblia cada uno.• Elegir lugares para las mismas que sirvan para transmitir el mensaje a

mayor número de personas posibles.• Se puede preparar una carroza con el cirio pascual, coro y equipo de

sonido.• Hacer un cancionero pascual, y ágil que pueda distribuirse en una hoja.• Pedir a las personas que lleven velas, velones o cirios.• Hacer pancartas alusivas a la participación social, la cooperación y la

justicia.• Entre estaciones hacemos canciones pascuales, misión y compromiso

cristiano.

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Inicio En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.Invocación al Espíritu Santo cantada

V/ Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya. R/ Como anunciaron las Escrituras. Aleluya. V/ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/ Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Cantos de Resurrección

PRIMERA ESTACIÓN / ¡CRISTO VIVE!: ¡HA RESUCITADO!

La Eucaristía la nueva Galilea donde comienza y recomienza la vida

Del Evangelio según San Mateo 28, 1-7

ReflexiónEsa misión tiene su sentido pleno en Cristo y solo se entiende desde

él. En el fondo la santidad es vivir en unión con él los misterios de su vida. Consiste en asociarse a la muerte y resurrección del Señor de una manera única y personal, en morir y resucitar constantemente con él. Pero también puede implicar reproducir en la propia existencia distintos aspectos de la vida terrena de Jesús: su vida oculta, su vida comunitaria, su cercanía a los últimos, su pobreza y otras manifestaciones de su entrega por amor. La contemplación de estos misterios, como proponía san Ignacio de Loyola, nos orienta a hacerlos carne en nuestras opciones y actitudes.

(Francisco, Gaudete et exsultate, 20)Comentario

Galilea donde comienza todo. Allí Jesús invita a sus discípulos a volver. Eso mismo es la Eucaristía, la Galilea donde el Señor se nos manifiesta una y otra vez para recordarnos el amor primero y fortalecernos en los momentos de prueba.

OraciónGracias Señor por la Eucaristía espacio de encuentro con tu resurrección,

consuelo en nuestros dolores y frustraciones, esperanza que alimenta, presencia que conforta. Amén.

SEGUNDA ESTACIÓN / EL ENCUENTRO CON MARÍA MAGDALENA

La Eucaristía, cuerpo del Resucitado, vida eucarística de las mujeres

Del Evangelio según San Juan 20, 10-18

Reflexión Dentro de las formas variadas, quiero destacar que el «genio femenino»

también se manifiesta en estilos femeninos de santidad, indispensables para


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reflejar la santidad de Dios en este mundo. Precisamente, aun en épocas en que las mujeres fueron más relegadas, el Espíritu Santo suscitó santas cuya fascinación provocó nuevos dinamismos espirituales e importantes reformas en la Iglesia. Podemos mencionar a santa Hildegarda de Bingen, santa Brígida, santa Catalina de Siena, santa Teresa de Ávila o santa Teresa de Lisieux. Pero me interesa recordar a tantas mujeres desconocidas u olvidadas quienes, cada una a su modo, han sostenido y transformado familias y comunidades con la potencia de su testimonio.

(Francisco, Gaudete et exsultate, 12)

ComentarioMaría Magdalena, portadora de la gran noticia, Cristo Resucitado,

recuerda a todas las mujeres con su testimonio y su presencia en nuestras comunidades hacen posible a tantas personas acercarse al misterio del Señor Resucitado, porque ellas mismas son presencia eucarística, que, habiendo recibido a Cristo en su cuerpo y sangre, no atinan a otra cosa más que a ser una extensión de esa presencia consoladora y generadora de vida y santidad.

OraciónGracias Jesús por tu presencia en tantas mujeres cuyos cuerpos nos

hablan de tu cuerpo, entregado, gastado, sufrido, maltratado y fatigado por la locura incomprendida de tu Evangelio, la buena nueva que sigue anunciando hoy a los pobres y oprimido. Amén.

TERCERA ESTACIÓN / JESÚS SE APARECE A LAS MUJERES

Adoración eucarística, vida de oración de las mujeres


Reflexión… aunque parezca obvio, recordemos que la santidad está hecha de

una apertura habitual a la trascendencia, que se expresa en la oración y en la adoración. El santo es una persona con espíritu orante, que necesita comunicarse con Dios. Es alguien que no soporta asfixiarse en la inmanencia cerrada de este mundo, y en medio de sus esfuerzos y entregas suspira por Dios, sale de sí en la alabanza y amplía sus límites en la contemplación del Señor. No creo en la santidad sin oración, aunque no se trate necesariamente de largos momentos o de sentimientos intensos.


ComentarioSabemos del gran liderazgo de nuestras mujeres evangelizadoras para

sensibilizarnos acerca de la presencia real de nuestro Señor en la Eucaristía. Ellas de palabra y de obra son modelo de la Iglesia suplicante que arrodillas ante el misterio piden e interceden por la vida del mundo.

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OraciónSeñor Jesús, estás Resucitado y te contemplamos en la Eucaristía,

sacramento de tu amor con el que perpetúas tu presencia misericordiosa. Te damos gracias por todas nuestras adoratrices en las que te haces presente para hacerlas a ellas sacramento de consuelo, esperanza y caridad. Amén.

CUARTA ESTACIÓNLOS SOLDADOS CUSTODIAN EL SEPULCRO DE CRISTO

La certeza de la Resurrección de Jesús está en la vida de su pueblo


Reflexión[No] se puede pretender definir dónde no está Dios, porque él está

misteriosamente en la vida de toda persona, está en la vida de cada uno como él quiere, y no podemos negarlo con nuestras supuestas certezas. Aun cuando la existencia de alguien haya sido un desastre, aun cuando lo veamos destruido por los vicios o las adicciones, Dios está en su vida. Si nos dejamos guiar por el Espíritu más que por nuestros razonamientos, podemos y debemos buscar al Señor en toda vida humana. Esto es parte del misterio que las mentalidades gnósticas terminan rechazando, porque no lo pueden controlar. (Francisco, Gaudete et exsultate, 42)

ComentarioAsí como el misterio de la Resurrección fue negado por los incrédulos

dirigentes y por unos sobornados soldados, también hoy se busca ocultar la verdad del Evangelio y de la vida invocando falsas compasiones a favor del aborto, falsos nacionalismos promotores del odio, falsas espiritualidades en contra del compromiso social, falsos profetas promotores de miedo y engaño.Una vida eucarística es la fuente previsora de tantos engaños, errores, falsas doctrinas y medias verdades en contra de la fe y la vida y dignidad de nuestras gentes.

OraciónSeñor que tu Resurrección nos ayude a ser hombres y mujeres de la

verdad que descubran y sirvan a la vida descubriéndola en las gentes, en el pueblo. Danos coraje para vivir solo de la verdad de tu Evangelio. Amén.

QUINTA ESTACIÓN.PEDRO Y JUAN CONTEMPLAN EL SEPULCRO VACÍO

Jóvenes y viejos corren hacia la vida del Resucitado


ReflexiónPidamos al Señor la gracia de no vacilar cuando el Espíritu nos reclame

que demos un paso adelante, pidamos el valor apostólico de comunicar el


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Evangelio a los demás y de renunciar a hacer de nuestra vida cristiana un museo de recuerdos. En todo caso, dejemos que el Espíritu Santo nos haga contemplar la historia en la clave de Jesús resucitado. De ese modo la Iglesia, en lugar de estancarse, podrá seguir adelante acogiendo las sorpresas del Señor. (Francisco, Gaudete et exsultate, 139)

ComentarioPedro y Juan, el más joven de los discípulos, son una muestra de sabiduría

para la vida y desde la vida, en que se resalta la articulación entre el vigor y la fuerza de los pocos años con la paciencia y la dedicación de los muchos años vividos. En la Eucaristía las nuevas generaciones reciben de los más mayores un patrimonio espiritual que como transmisión de la fe generan a su vez un renovado ardor y nuevas expresiones que elevan y honran el culto que debemos al sacramento del altar.

OraciónOh Señor concede que la mesa de la Eucaristía siga siendo anticipo y

preámbulo de la vida comunitaria y la convivencia y participación de todos. Que nuestras celebraciones celebren tu vida presente en jóvenes, niños y mayores. Amén.

SEXTA ESTACIÓN.JESÚS EN EL CENÁCULO MUESTRA SUS LLAGAS A LOS APÓSTOLES

La comida con Jesús alimenta la valentía

Del Evangelio según San Lucas 24, 36-43

ReflexiónAl mismo tiempo, la santidad es parresía: es audacia, es empuje

evangelizador que deja una marca en este mundo. Para que sea posible, el mismo Jesús viene a nuestro encuentro y nos repite con serenidad y firmeza: «No tengáis miedo» (Mc 6,50). «Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos» (Mt 28,20). Estas palabras nos permiten caminar y servir con esa actitud llena de coraje que suscitaba el Espíritu Santo en los Apóstoles y los llevaba a anunciar a Jesucristo. Audacia, entusiasmo, hablar con libertad, fervor apostólico, todo eso se incluye en el vocablo parresía, palabra con la que la Biblia expresa también la libertad de una existencia que está abierta, porque se encuentra disponible para Dios y para los demás.


ComentarioLa Resurrección testimonia el fin de nuestro mayor miedo, la muerte. Vivir

de la mesa del Resucitado alimenta nuestro coraje y valentía, para hacer frente a nuestros miedos y temores. Nuestras celebraciones eucarísticas son un espacio de encuentro para juntos sentirnos valientes y fuertes con el alimento que da la vida.

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OraciónSeñor danos valentía y coraje para vencer nuestros miedos y que el

encuentro contigo por medio de los hermanos en la asamblea eucarística nos comprometa con la evangelización y la justicia de tu Reino. Amén.

SÉPTIMA ESTACIÓN / JESÚS EN EL CAMINO DE EMAÚS

Te conocemos al partir el pan

Del Evangelio según San Lucas 24, 13-32

ReflexiónCuando escrutamos ante Dios los caminos de la vida, no hay espacios

que queden excluidos. En todos los aspectos de la existencia podemos seguir creciendo y entregarle algo más a Dios, aun en aquellos donde experimentamos las dificultades más fuertes. Pero hace falta pedirle al Espíritu Santo que nos libere y que expulse ese miedo que nos lleva a vedarle su entrada en algunos aspectos de la propia vida.


ComentarioEn la Biblia conocer no es algo de la mente, sino del corazón, de la

experiencia, de lo vivido. La Eucaristía será verdadero conocimiento de Jesús cuando siga siendo pan partido para todos y todas. Trabajemos para que la evangelización y el encuentro con los demás se den en el caminar de los otros, en la escucha de sus penas, y que al contar las Escrituras comprendan que la Eucaristía les desvela lo que ya Dios ha hecho con ellos en su historia y caminar.

OraciónQuédate Señor con nosotros, ven a caminar con nosotros, háblanos al

corazón, y que tu cuerpo no siga siendo pan restringido, sino pan partido que acoge y te da a conocer como Señor y Hermano. Amén.

OCTAVA ESTACIÓN.JESÚS DA A LOS APÓSTOLES EL PODER DE PERDONAR LOS PECADOS

Eucaristía sacramento de amor y misericordia


ReflexiónDar y perdonar es intentar reproducir en nuestras vidas un pequeño

reflejo de la perfección de Dios, que da y perdona sobreabundantemente. Por tal razón, en el evangelio de Lucas ya no escuchamos el «sed perfectos» (Mt 5,48) sino «sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará» (6,36-38). Y luego Lucas


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agrega algo que no deberíamos ignorar: «Con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros» (6,38). La medida que usemos para comprender y perdonar se aplicará a nosotros para perdonarnos. La medida que apliquemos para dar se nos aplicará en el cielo para recompensarnos. No nos conviene olvidarlo.


La Eucaristía es sacramento de la misericordia porque continuamente nos recuerda que necesitamos de la gracia y esa gracia Dios la ofrece siempre en los sacramentos, cuyo fruto más inmediato es la reparación de la ruptura de la comunión con Dios y con los hermanos significada en el don eucarístico de la comunión sacramental. Pidamos para que ningún pecado se interponga en nuestra intimidad con Jesús y los hermanos.

OraciónGracias Señor por tu misericordia, por los sacramentos que alimentan

nuestra comunión e intimidad contigo. Gracias por los evangelizadores que preparan el camino para que muchos vengan a participar del pan ázimo de la caridad. Amén.

NOVENA ESTACIÓN.JESÚS FORTALECE LA FE DE TOMÁS

Jesús mío y Dios mío, creo en ti y te adoro


ReflexiónCuando alguien tiene respuestas a todas las preguntas, demuestra que

no está en un sano camino y es posible que sea un falso profeta, que usa la religión en beneficio propio, al servicio de sus elucubraciones psicológicas y mentales. Dios nos supera infinitamente, siempre es una sorpresa y no somos nosotros los que decidimos en qué circunstancia histórica encontrarlo, ya que no depende de nosotros determinar el tiempo y el lugar del encuentro. Quien lo quiere todo claro y seguro pretende dominar la trascendencia de Dios.


Creer en Jesús nace de una experiencia con Él, y es eso lo que nos enseña el evangelio acerca de la inicial increencia de Santo Tomás. Y como en Emaús y como Tomás, en cada Eucaristía confesamos a Jesús Resucitado: Señor mío y Dios mío, creo en ti y te adoro. Ayudemos a que la celebración de la misa no sea un precepto ni un encuentro social marcado por la prisa, sino una fiesta de encuentro con Cristo verdadero pan de vida. Oración

Señor Jesús como Tomás muchas veces queremos ver para creer, sin embargo, como a Tomás tus nos pides tocarte para confirmarnos y

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fortalecernos en la fe. Ayúdanos a poder tocar tu carne lastimada y herida en tantas víctimas y desechados de este mundo, para que en ellos sepamos abrazarte. Amén.

DÉCIMA ESTACIÓN.JESÚS RESUCITADO EN EL LAGO DE GALILEA

La Eucaristía es siempre un nuevo envío


Reflexión“El beato Pablo VI mencionaba, entre los obstáculos de la evangelización,

precisamente la carencia de parresía: «La falta de fervor, tanto más grave cuanto que viene de dentro»[103].

¡Cuántas veces nos sentimos tironeados a quedarnos en la comodidad de la orilla! Pero el Señor nos llama para navegar mar adentro y arrojar las redes en aguas más profundas (cf. Lc 5,4). Nos invita a gastar nuestra vida en su servicio. Aferrados a él nos animamos a poner todos nuestros carismas al servicio de los otros. Ojalá nos sintamos apremiados por su amor (cf. 2 Co 5,14) y podamos decir con san Pablo: «¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!» (1 Co 9,16). (Francisco, Gaudete et exsultate, 130)

ComentarioLa fuerza de Dios viene en nuestro auxilio cuando las fuerzas nuestras se

han agotado, dotándonos de un nuevo y ferviente vigor para ser audaces y atrevidos, para tomar riesgos e ir hacia lo que anhelamos y queremos en la vida. Cada Eucaristía se vuelve una invitación a profundizar y arriesgar más, por el final de la celebración es muy importante porque se nos envía en paz a hacer nuestra labor en el mundo con un nuevo impulso y alegría.

OraciónSeñor nos sigues enviando a dejar la orilla y la superficialidad para

ahondar en la grandeza de tu misterio y para crecer en nuestra realización humana y personal yendo a nuestras mayores posibilidades de perfección y felicidad, danos unos oídos dóciles a tu voz de buen pastor. Amén.

UNDÉCIMA ESTACIÓN.JESÚS CONFIRMA A PEDRO EN EL AMOR

La dinámica amorosa: ir del querer al amar


ReflexiónMiremos a Jesús: su compasión entrañable no era algo que lo ensimismara,

no era una compasión paralizante, tímida o avergonzada como muchas


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veces nos sucede a nosotros, sino todo lo contrario. Era una compasión que lo movía a salir de sí con fuerza para anunciar, para enviar en misión, para enviar a sanar y a liberar. Reconozcamos nuestra fragilidad, pero dejemos que Jesús la tome con sus manos y nos lance a la misión. Somos frágiles, pero portadores de un tesoro que nos hace grandes y que puede hacer más buenos y felices a quienes lo reciban. La audacia y el coraje apostólico son constitutivos de la misión. (Francisco, Gaudete et exsultate, 131)

ComentarioPedro había negado al Señor, pero al Señor lo que le importó fue su

capacidad para amarlo. Pedro no llega a decir que puede amar, pero Jesús se abaja y tan solo le pide lo que puede: que lo quiera. La exigencia de Jesús es el amor, Él que es el amor perfecto abraza nuestro amor imperfecto para unirlo a su misión.

OraciónEres el amor de los amores, mas, Señor tú sabes que nuestro querer

lo consumen los temores. Tú que sabes de amores, haz que quererte aún en los sin sabores y temores, nuestros corazones confiesen e imploren tu nombre, el amor y el Señor de señores. Amén.

DUODÉCIMA ESTACIÓN.LA DESPEDIDA: JESÚS ENCARGA SU MISIÓN A LOS APÓSTOLES

Nuestra vida eucarística es impulso para la misión


ReflexiónEsto es un fuerte llamado de atención para todos nosotros. Tú también

necesitas concebir la totalidad de tu vida como una misión. Inténtalo escuchando a Dios en la oración y reconociendo los signos que él te da. Pregúntale siempre al Espíritu qué espera Jesús de ti en cada momento de tu existencia y en cada opción que debas tomar, para discernir el lugar que eso ocupa en tu propia misión. Y permítele que forje en ti ese misterio personal que refleje a Jesucristo en el mundo de hoy.

(Francisco, Gaudete et exsultate, 23).Comentario

La misión es esencial a nuestra fe cristiana. Se precisa de descubrir cuál es la misión que Dios quiere que yo haga en mi vida. Recordemos que la misión no es solo hacer cosas en el contexto de la parroquia, sino el compromiso con la transformación de la sociedad y el mundo, para hacer que se parezca más al Reino de verdad, justicia y libertad que Jesús vino a inaugurar.

OraciónSabemos Señor Jesús que estás presente, te vivimos en la Eucaristía y

en las almas puras de buena voluntad, en los pobres y en los que creen en

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tu Resurrección. Danos un ardor misionero para que comuniquemos con alegría la Buena Noticia de tu Reino, el Evangelio de la misericordia y la esperanza en tus promesas de vida y Resurrección para todo el que crea en Ti. Amén.

DÉCIMOTERCERA ESTACIÓN / JESÚS ASCIENDE AL CIELO

La Eucaristía, sacramento del cielo y la tierra

De los Hechos de los Apóstoles 1, 9-11

ReflexiónEl encuentro con Jesús en las Escrituras nos lleva a la Eucaristía, donde

esa misma Palabra alcanza su máxima eficacia, porque es presencia real del que es la Palabra viva. Allí, el único Absoluto recibe la mayor adoración que puede darle esta tierra, porque es el mismo Cristo quien se ofrece. Y cuando lo recibimos en la comunión, renovamos nuestra alianza con él y le permitimos que realice más y más su obra transformadora.


ComentarioLa Eucaristía siempre recrea lo que será nuestro destino final en el Espíritu

de Dios, estaremos en el cielo, y confundido lo humano y lo divino, seremos para siempre semejantes a Dios (1Jn 3,2). La Ascensión es entonces triunfo de toda la humanidad, en ella Jesús alumbra nuestro destino, la gloria del cielo. Cada vez que participamos de la misa podemos decir que en ese sacramento se unen el cielo y la tierra. Así la Eucaristía nos fortalece para hacer que la vida de los hombres sea también vida de Dios, Evangelio, Buena Noticia del Reino.

OraciónSeñor que estás en el cielo, sabemos que estás también en la tierra, haz

de los que estamos en esta tierra ciudadanos de tu tierra nueva que es el cielo y que nuestro amor a ti haga del mundo un mundo nuevo, una tierra nueva donde brille la luz de la justicia, la libertad y el amor. Amén.

DÉCIMOCUARTA ESTACIÓNLA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO EN PENTECOSTÉS

Siempre es Pentecostés en cada Eucaristía

De los Hechos de los Apóstoles 2, 1-4

ReflexiónNo pensemos solo en los ya beatificados o canonizados. El Espíritu Santo

derrama santidad por todas partes, en el santo pueblo fiel de Dios, porque «fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo,


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que le confesara en verdad y le sirviera santamente»[3]. El Señor, en la historia de la salvación, ha salvado a un pueblo. No existe identidad plena sin pertenencia a un pueblo. Por eso nadie se salva solo, como individuo aislado, sino que Dios nos atrae tomando en cuenta la compleja trama de relaciones interpersonales que se establecen en la comunidad humana: Dios quiso entrar en una dinámica popular, en la dinámica de un pueblo.


ComentarioEl don del Espíritu Santo siempre se da en el contexto de la comunidad.

Así en cada Eucaristía es ocasión y pretexto de Dios para darnos su Espíritu, y este mismo Espíritu el que nos hace creer en Jesús y confesar a Dios como abad, Padre nuestro (Rm 8,15). Es el don de la unidad que celebramos en la Eucaristía, la fuerza que nos impulsa a la misión, la sabiduría que descubre el querer de Dios, la fortaleza que nos llena de valentía, el fuego ardoroso que nos impulsa a comunicar la alegría de haber creído en Cristo.

ORACIÓN • En este momento pidamos sobre nosotros la fuerza del Espíritu Santo. • Se da chance a que espontáneamente muchos expresen sus peticiones y

alabanzas al Espíritu Santo, invocando un nuevo Pentecostés sobre toda la Iglesia.

• Se puede acompañar con algunas canciones al Espíritu Santo.

Padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre

Cantos.

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Vigilia de PentecostésEucaristía, Espíritu y Nueva Sociedad

19 de mayo de 2018

Monición inicialBuenas noches, hermanos y hermanas.

Bienvenidos a esta Vigilia de Pentecostés, que tiene como tema: Eucaristía, Espíritu y Nueva sociedad. Esta Vigilia tiene el propósito de ofrecer un espacio de reflexión y oración como comunidad católica sobre nuestra realidad social a la luz la Eucaristía y el Espíritu de Dios, que nos inspiran y animan a ser agentes activos en la construcción de una sociedad más justa, segura y en paz, sin corrupción ni impunidad.

Esta Vigilia tiene cinco momentos, en los que escucharemos lecturas de la Palabra de Dios, reflexiones, cantaremos, oraremos… compartiremos y celebraremos la alegría de la presencia del Espíritu Santo, que llena nuestros corazones de sabiduría y amor, para que, fortalecidos por la eucaristía, asumamos la misión de hacer presente el Reino de Dios, trabajando por una sociedad mejor, de justicia, paz y amor, ocupándonos de los más débiles, y cuidando nuestra Casa Común.

Pediremos al Espíritu Santo de Dios que siga inspirándonos y animando nuestra participación consciente y responsable en la construcción de una sociedad fundamentada en los valores del proyecto de Dios. ¡De pie, cantamos con alegría para iniciar nuestra Gran Vigilia!

Canto: Ven Espíritu de Dios sobre mí.

Primer momento

El Espíritu Santo y la Eucaristía

1. SignoSe entronizan carteles y elementos que expresen la Eucaristía y la

presencia del Espíritu en ella, se colocan en un lugar visible (mientras se canta un canto eucarístico).

2. Lectura bíblica: 1Corintios 11, 23-25Porque yo recibí del Señor esta enseñanza que les he transmitido: que

el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan en sus manos y, después de dar gracias a Dios, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria mía.” Así también, después de la cena tomó en sus manos la copa y dijo: “Esta copa es la Nueva Alianza confirmada con mi sangre. Cada vez que la beban, háganlo en memoria mía.”

3. ReflexiónEn este horizonte se comprende el papel decisivo del Espíritu Santo

en la celebración eucarística y, en particular, en lo que se refiere a la


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transustanciación. Todo ello está bien documentado en los Padres de la Iglesia. San Cirilo de Jerusalén, en sus Catequesis, recuerda que nosotros «invocamos a Dios misericordioso para que mande su Santo Espíritu sobre las ofrendas que están ante nosotros, para que Él transforme el pan en cuerpo de Cristo y el vino en sangre de Cristo. Lo que toca el Espíritu Santo es santificado y transformado totalmente». También san Juan Crisóstomo hace notar que el sacerdote invoca el Espíritu Santo cuando celebra el Sacrificio: como Elías —dice—, el ministro invoca el Espíritu Santo para que, «descendiendo la gracia sobre la víctima, se enciendan por ella las almas de todos». Es muy necesario para la vida espiritual de los fieles que tomen conciencia más claramente de la riqueza de la plegaria eucarística: junto con las palabras pronunciadas por Cristo en la última Cena, contiene la invocación al Padre para que haga descender el don del Espíritu a fin de que el pan y el vino se conviertan en el cuerpo y la sangre de Jesucristo, y para que «toda la comunidad sea cada vez más cuerpo de Cristo». El Espíritu, que invoca el celebrante sobre los dones del pan y el vino puestos sobre el altar, es el mismo que reúne a los fieles «en un sólo cuerpo», haciendo de ellos una ofrenda espiritual agradable al Padre.

(Benedicto XVI, Sacramentum Caritatis)

4. Breve silencio meditativo (Música suave de fondo)

5. Canto apropiado

6. Acción de gracias por la Eucaristía

Damos gracias al Señor que, por la acción del Espíritu, se hace presente en la Eucaristía para darnos su misma vida, unirnos en comunión fraterna e impulsarnos al cumplimiento de nuestra Misión en el mundo. Luego de cada agradecimiento decimos todos: Gracias, Señor, por la Eucaristía.a. Porque por la acción del Espíritu estás realmente presente en la Eucaristía…b. Porque en la Eucaristía, por el Espíritu, nos unes a ti como fieles discípulos…c. Porque en la Eucaristía nos unes en comunión fraterna por el mismo

Espíritu…d. Porque en la Eucaristía nos alimentas con el Pan de Vida eterna…e. Porque en la Eucaristía nos impulsas por el Espíritu a cumplir nuestra

Misión…f. Porque en la Eucaristía, por el Espíritu, anticipamos el banquete de tu

Reino eterno…g. Porque en la Eucaristía nos alegras con la esperanza de un mundo nuevo…

7. OraciónSeñor Jesús, que por la acción del Espíritu Santo te haces presente en

el Pan Eucarístico: que tu Espíritu Santo nos mantenga siempre unidos a ti por la fe, unidos entre nosotros por el amor, y animados en el cumplimiento responsable de nuestra misión. Amén.

8. Canto:

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Segundo momento

La Eucaristía nos impulsa al compromiso social

1. SignoSe entronizan carteles y elementos que expresen la justicia social, según

la cual cada persona pueda acceder a lo que le corresponde para una vida digna (mientras se entona un canto alusivo al tema).

2. Lectura bíblica: Juan 13,1-15Durante la Cena Pascual, Jesús se levantó de la mesa, se quitó sus

vestidos y se ató una toalla a la cintura. Luego echó agua en un balde y se puso a lavar los pies a sus discípulos y a secárselos con la toalla.

Después que les lavó los pies, Jesús tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: ‘¿Ustedes comprenden lo que he hecho con ustedes? Si yo, que soy el Maestro y el Señor les he lavado los pies a ustedes, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Porque yo les he dado ejemplo para que ustedes también hagan como yo he hecho con ustedes.

3. ReflexiónLa conciencia de la comunión con Jesucristo y con los hermanos

lleva a servir al prójimo en todas sus necesidades, tanto materiales como espirituales, para que en cada persona resplandezca el rostro de Cristo. Por eso, la solidaridad es fruto de la comunión que se funda en el misterio de Dios uno y trino, y en el Hijo de Dios encarnado y muerto por todos. Se expresa en el amor del cristiano que busca el bien de los otros, especialmente de los más necesitados.

Ante los graves problemas de orden social que, con características diversas, existen en toda América, el católico sabe que puede encontrar en la doctrina social de la Iglesia la respuesta de la que partir para buscar soluciones concretas. Para ello es importante que en América los agentes de evangelización asimilen este tesoro que es la doctrina social de la Iglesia, e, iluminados por ella, se hagan capaces de leer la realidad actual y de buscar vías para la acción. A este respecto, hay que fomentar la formación de fieles laicos capaces de trabajar, en nombre de la fe en Cristo, para la transformación de las realidades terrenas.

(Juan Pablo II, Encíclica Ecclesia in America)

4. Breve silencio meditativo (Música suave de fondo).

5. Canto apropiado

6. Compromisos socialesAnimados por el Espíritu y fortalecidos con la Eucaristía asumimos

compromisos para cambiar las situaciones sociales que se oponen al proyecto de Dios atentan contra la dignidad de toda persona humana, y construir una mejor sociedad. Con cada compromiso decimos todos: Nos comprometemos, Señor.


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• Participar con responsabilidad en la sociedad, aportando nuestrascapacidades para un desarrollo social solidario…

• Paraqueseestablezcayrespeteunordensocialjustoquegaranticeelbien común y la paz social…

• Paraquesegaranticelaseguridadylalibertadciudadana,respetándosela dignidad de toda persona…

• Para que se fortalezcan las instituciones del Estado y se consolide lademocracia y el Estado de Derecho…

• ParaqueseadministrencontransparencialosbienesdelEstado…• Paraqueelejerciciode lapolíticaserealiceconintegridadporelbien

común…• Paraqueentodosepongaelbiencomúnporencimadelparticular…• Para que se cultiven los valores que nos hagan mejores personas y

ciudadanos…

7. OraciónSeñor Jesús, que en la Última Cena nos dejaste el memorial de tu entrega

por amor a nosotros: que la Eucaristía renueve en nosotros el compromiso de ser en el mundo constructores de tu Reino, para que con la fuerza de tu Espíritu cumplamos con responsabilidad la misión de construir una mejor sociedad. A ti que vives y reinas por los siglos de los siglos, Amén.

8. Canto

Tercer momento

Administrar con Justicia por el Espíritu

1. SignoSe entronizan carteles y elementos que expresen la función de administrar

con honestidad y transparencia los bienes creados por Dios, para que lleguen a todos y todas, y se colocan en un lugar visible (mientras, un canto alusivo al tema).

2. Lectura de la Biblia: Sabiduría 9, 1-3Dios de mis antepasados, Señor misericordioso, que por tu palabra has

hecho todas las cosas, que con tu sabiduría has formado al hombre para que domine sobre toda tu creación, para que gobierne el mundo con santidad y rectitud y administre justicia con recto corazón.

3. ReflexiónEl texto del libro de Sabiduría que acabamos de escuchar dice que Dios

crea al ser humano y le encarga la responsabilidad de gobernar el mundo, de administrar la creación que Dios ha hecho para todos. Y el Espíritu de Sabiduría que viene de Dios asiste al ser humano para que cumpla esa misión de ser administrador responsable de la creación.

Y el texto de Sabiduría especifica el modo como el ser humano ha de desempeñar esa tarea de administración de la creación: con santidad y

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justicia. Es decir, que las cosas creadas se han de gestionar de acuerdo con la voluntad de Dios, de tal manera que a cada persona llegue lo que necesita para vivir con dignidad.

Todos somos responsables de la administración de la creación, y cuando elegimos personas que ejerzan el gobierno en nombre de todos, tenemos que dar seguimiento a su gestión para exigir que la cumplan con honestidad, con transparencia y justicia, sin corrupción. Animados por el Espíritu hemos de cumplir con responsabilidad la misión de administrar con justicia los bienes creados para todos.

¿Qué tenemos que hacer para garantizar que se administren los bienes públicos con justicia?

4. Un breve silencio para meditar sobre la anterior pregunta.

5. Canto apropiado

6. Oraciones• PedimosaDiosPadre,conlaconfianzadequeélesunPadreCompasivo

y Misericordioso, para que nuestros funcionarios públicos sean buenos administradores de los bienes del Estado. Después de cada petición decimos: Danos tu Espíritu de Sabiduría, Señor.

• Paraquelaspersonasquetienenunafunciónpúblicaseanhonestas,yadministren con transparencia, justicia y equidad los bienes del Estado, para bien común…

• Para que nuestros legisladores elaboren y aprueben leyes justas quegaranticen los derechos de todos, y que fiscalicen con eficacia el ejercicio de los funcionarios públicos…

• Paraquelasautoridadesmunicipalesseanresponsables,yadministreneficazmente los recursos de sus Municipios, garantizando la limpieza, el orden y la seguridad…

• ParaquelosfuncionariosyfuncionariasdelasdiferentesinstitucionesdelEstado ejerzan su función con eficiencia, responsabilidad, transparencia y vocación de servicio…

• Para que todos los ciudadanos y ciudadanas respetemos las leyes,cumplamos nuestros deberes y exijamos nuestros derechos, fiscalizando a las autoridades elegidas por todos…

• Para que todos cuidemos nuestro Medio Ambiente, y las autoridadesgaranticen el uso racional de los recursos naturales…

• Para que juntos trabajemos por un paísmejor, cultivemos los valoressociales que hagan posible una convivencia pacífica, justa y fraterna…

7. OraciónPadre Dios, que creaste todo con Sabiduría, y por tu Misericordia nos

encargaste la noble tarea de administrar los bienes comunes con santidad y justicia, para que a nadie falte lo que necesita para vivir con dignidad: guía con tu Espíritu nuestro pensamiento, nuestro corazón y nuestras acciones, para que pensemos según tu voluntad y trabajemos con amor y responsabilidad


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por una sociedad más justa, equitativa y en paz, sin corrupción ni impunidad, en la que toda persona pueda vivir con dignidad. Tú que vives y reinas con Cristo en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos, Amen.

8. Canto:

Cuarto momento

Una Sociedad Justa por el Espíritu

1. SignoSe entronizan carteles y elementos que expresen la justicia social, según

la cual cada persona pueda acceder a lo que le corresponde para una vida digna (mientras, un canto alusivo al tema).

2. Lectura de la Biblia: Lucas 4,16-19Jesús fue a Nazaret, al pueblo donde se había criado. Un sábado entró

en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso en pie para leer las Escrituras. Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y a dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor.

3. ReflexiónEn el texto del evangelio según san Lucas que acabamos de escuchar,

Jesús declara cuál es su misión, para qué él ha venido al mundo: para anunciar una Buena Noticia a los pobres, para liberar a los oprimidos… Y para esa misión es ungido por el Espíritu.

El mensaje del texto de Lucas es bien claro: Jesucristo, el Hijo de Dios, se hace hombre para cumplir la misión de hacer realidad el proyecto de Dios, para establecer su Reino; y ese Reino implica la liberación de los pobres y oprimidos, de todas aquellas personas que son víctimas de la injusticia social que les niega lo necesario para vivir con dignidad.

El gran proyecto de Dios, su Reino, implica que haya justicia social, que a cada persona se le dé lo que necesita para vivir con dignidad, de manera que no haya empobrecidos a causa de unos pocos poderosos que se quedan con lo que la mayoría necesita para vivir. Y es el Espíritu de Dios el que capacita para realizar ese proyecto, haciendo posible una sociedad justa.

¿Qué vamos a hacer para construir una sociedad en la que de verdad haya justicia?

4. Un breve silencio para meditar sobre la anterior pregunta.

5. Canto apropiado

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6. Letanías por la Justicia• Despuésdecadaletanía,todosdecimos:Que haya Justicia, Señor.• Quetodapersonatengaunaalimentaciónsaludable…• Quetodapersonatengaaccesoalasaludpúblicaydecalidad…• Quetodapersonatengaunacasadignaenlaquehabitar…• Quetodapersonatengaunaeducacióndecalidad…• Quetodapersonaenedaddetrabajartengaunempleoestableybien

remunerado…• Quetodapersonavivaconseguridadylibertad…• Quetodapersonadisfrutedeunmedioambientesaludable…

7. OraciónPadre Dios, que quieres que las personas vivamos como una gran familia

de hermanos y hermanas con dignidad y en paz: guía con tu Espíritu nuestro pensamiento, nuestro corazón y nuestras acciones, para que hagamos posible una sociedad más justa, en la que nos valoremos, respetemos y ayudemos a crecer juntos, viviendo con seguridad, justicia y paz, sin corrupción ni impunidad. A ti, que vives y reinas con Cristo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos, Amen.

8. Canto

Quinto momento

Profetas sociales por el Espíritu

1. SignoSe lleva un mapa de la República Dominicana y se colocan sobre él letreros

en los que se denuncian los diferentes males que afectan la práctica política en nuestro país: clientelismo político, corrupción, impunidad, malversación de fondos públicos, falta de transparencia, ineficiencia administrativa, debilidad institucional, etc. (Mientras se entona un canto alusivo al tema).

2. Lectura de la Biblia: Amós 5,7-15¡Ay de ustedes, que convierten la justicia en amargura y arrastráis por

los suelos el derecho! El Señor, que hizo las Pléyades y el Orión, es quien convierte la noche en día, y el día en noche oscura; quien llama a las aguas del mar y las derrama sobre la tierra; quien desencadena la ruina sobre la fortaleza y la hace llegar sobre la fortificación. El Señor, ese es su nombre. ¡Ay de ustedes, que odian al defensor de la justicia y detestan al testigo honrado! Puesto que pisotean al pobre y le cobran impuestos de trigo, no podrán vivir en las casas de piedra que han construido ni beberán el vino de las viñas que han plantado. Yo conozco sus muchas maldades y sus pecados sin fin: oprimen al justo, reciben soborno y en los tribunales hacen que el pobre pierda su causa. Por eso, el que es sabio se calla, porque el tiempo es malo. Busquen el bien y no el mal, y vivirán; así será verdad lo que dicen: el Señor, el Dios todopoderoso, está con ustedes. ¡Odien el mal! ¡Amen el


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bien! Asegúrense de que en los tribunales se hace justicia; quizá entonces el Señor, el Dios todopoderoso, tendrá piedad de los sobrevivientes de Israel.

3. ReflexiónSer profeta significa hablar en nombre de Dios para decir al pueblo

las palabras que Dios quiere que sean escuchadas. Esas palabras algunas veces son para consolar, otras veces son para denunciar lo que está en contra del proyecto de Dios, y otras veces esas palabras indican el camino que Dios quiere que se siga. Por eso el profeta tiene que ser fiel a Dios para no cambiar su mensaje, y tiene que ser valiente para no temer las consecuencias de su misión.

Llamamos profetas sociales a las personas que, asumiendo su misión profética con valentía, denuncian el orden social y las acciones políticas que están en contra del proyecto de Dios y que, por lo tanto, no contribuyen a que todos los ciudadanos y ciudadanas tengan una vida plena y feliz, disfrutando de bienestar, seguridad, servicios básicos, justicia y paz.

En ese sentido, el profeta Amós es un ejemplo de profetismo político, pues su misión consistió en denunciar, en nombre de Dios, las malas acciones de los líderes y las autoridades políticas de su tiempo, enfrentando con valentía la mala gestión de los gobernantes (Amós 7, 10-17). También Jeremías ejerce el profetismo político cumpliendo su misión con fidelidad a Dios y gran valentía al denunciar las malas acciones de los gobernantes del pueblo (Jeremías 23, 1-6).

Ante la realidad social que vivimos en nuestro país, los católicos tenemos la obligación de cumplir nuestra misión como profetas sociales, denunciando la corrupción, la impunidad, y toda acción política que no contribuya al bien común, a la justicia social y la paz. Tenemos que integrar organizaciones sociales para fiscalizar el ejercicio de gobierno exigiendo que cumpla su función con honestidad, transparencia y responsabilidad, y colaborar con la construcción de una mejor sociedad, proponiendo iniciativas que favorezcan la justicia y el auténtico desarrollo humano de nuestra gente.

De esta misión de la Iglesia que exige transformar la sociedad habla san Juan Pablo II:

La constante dedicación de la Iglesia a los pobres se refleja en su enseñanza social, que no se cansa de invitar a la comunidad cristiana a comprometerse en la superación de toda forma de explotación y opresión. En efecto, no sólo se trata de aliviar las necesidades más urgentes mediante acciones individuales esporádicas, sino también de poner de manifiesto las raíces del mal, proponiendo intervenciones que den a las estructuras sociales, políticas y económicas una configuración más justa y solidaria (Juan Pablo II, Ecclesia in América, 18).

4. Canto (Que tenga que ver con el contenido del tema reflexionado)

5. Nos preguntamos (y pensamos en silencio)¿Estamos cumpliendo la responsabilidad de ser profetas sociales?

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¿Estamos organizados en nuestro barrio para fiscalizar el gobierno, exigir que cumpla con responsabilidad, transparencia y honestidad su función, y promover iniciativas para el auténtico desarrollo de la gente nuestro barrio?

6. Profecías socialesEn este momento, un grupo de jóvenes corea con voz fuerte los principales

males del ejercicio político en nuestro país (que están en los carteles que se entronizaron al principio de este quinto momento), y todos gritamos: ¡Nunca más!

OraciónPadre Dios, que enviaste a tu Hijo Jesucristo al mundo para anunciar

la Buena Noticia y construir tu Reino de Amor, de Vida, de Verdad, de Justicia y de Paz: llénanos de tu Espíritu de Sabiduría y Valentía, para que cumplamos nuestra misión profética en nuestra sociedad, denunciando toda acción política que no contribuya al bien de todas las personas, y para que tengamos la voluntad de organizarnos para trabajar unidos por mejorar nuestra sociedad, de modo que a ninguna persona le falte lo necesario para vivir con dignidad, seguridad y en paz. Lo pedimos a ti, que vives y reinas con Cristo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos, Amén.Cantos.

Sexto momento

PROCLAMACION DE PENTECOSTES

1. Animador/a: En este momento hacemos memoria del

hecho del primer Pentecostés. Pidamos que se realice en nosotros aquella misma efusión del Espíritu Santo para ser verdaderos testigos de Cristo.

El animador/a invita a todos a formar un gran círculo en todo el templo o capilla, aunque se queden los bancos vacíos, de modo que nadie quede detrás.

Se colocan en el altar el Cirio Pascual, Once hombres simbolizando a los 12 apóstoles y a la Virgen se colocan alrededor del altar. Se tienen fósforos para encender las luces en el momento adecuado. Se puede preparar también la tambora para que al hablar de ruido la toquen.

2. Proclamación de la lectura: Hechos 2,1-11.(Se hace despacio la proclamación de la lectura y haciendo lo que se

indica entre paréntesis).“Todos los discípulos estaban juntos el día de Pentecostés. De repente

un ruido del cielo... (se toca la tambora) como de un viento recio... (se


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sigue tocando la tambora) resonó en toda la casa donde se encontraban... (se sigue tocando la tambora). Vieron aparecer como unas lenguas, como llamaradas, que se repartían posándose encima de cada uno... (aquí se van prendiendo todas las velas y se les va dando a la Virgen y los Apóstoles que la colocan sobre sus cabezas) Se sigue leyendo el texto…...

3. Hermanos y hermanas: invoquemos sobre nosotros el Espíritu Santo.

Levantemos nuestras manos hacia El y repitan conmigo. (Mientras se hace la oración los Apóstoles y la Virgen van colocando

sobre las cabezas de cada uno el velón, signo del fuego del Espíritu Santo).Ven Espíritu Santo/manda tu luz divina desde el cielo. / Padre amoroso

del pobre/don en tus dones esplendido.Luz que penetras las almas/fuente del mayor consuelo/ tregua en el

duro trabajo/ brisa en las horas de fuego/ gozo que enjuga las lágrimas/ y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma/ divina luz/ y enriquécenos / mira el vacío del hombre/ si tu le faltas por dentro/ mira el poder del pecado/ cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía/ sana el corazón enfermo/ lava las manchas/ infunde calor de vida en el hielo/ doma el espíritu indómito/ guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones/ según la fe de tus siervos/ por tu bondad y tu gracia/ dale al esfuerzo su mérito/ salva al que busca salvarse / y danos tu gozo eterno. Amén.

4. Canto: A que tú no sabes lo que en la Iglesia pasó….

5. Signo de unidad: El que preside invita a todos agarrarse las manos en señal de unidad.Celebremos con alegría este gran acontecimiento. Tenemos en nuestro

interior y en medio de la comunidad el amor de Dios que se ha derramado sobre nosotros. El nos une como la gran familia de discípulos misioneros de Jesucristo. En cada Eucaristía el Espíritu Santo nos transforma en Cuerpo vivo de Jesucristo así como transforma el pan y el vino en su Cuerpo. Vivir la Eucaristía nos hace entrar en comunión con el Padre y entre nosotros. Por eso, animados por el Espíritu Santo, atrevámonos a decirle al Padre: Padre nuestro...

Nuestra Madre María acompañó a los apóstoles en el primer Pentecostés. También nos acompañó esta noche a nosotros. Saludemos su presencia cantándole el AVE MARÍA...

6. Compartamos nuestra experiencia: En cada grupo comparten unos con otros lo que han experimentado esta

noche. Comuniquémonos mutuamente la alegría del Espíritu Santo. Luego, algunos dan su propia experiencia a toda la Asamblea.

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7. ConclusiónSe proclama el lema del año: “Con la Eucaristía, fuente de comunión,

impulsamos la misión”.

8. Bendición finalSi quien preside es sacerdote o diácono, recibimos su bendición. Si no

todos dicen juntos. “El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos guarde en vida eterna”.

9. Brindis y fiesta: Se concluye con un compartir fraterno. Se come juntos y se comparten

cantos y danzas. Cantos de animación mientras se comparte el brindis.

37. Canto: Nos envías por el mundo….(Cuando se tiene la Eucaristía se continúa como de costumbre. Y el

compartir la experiencia y lo que sigue se hace al final).

Triduo EucarísticoContemplemos con María el pan que da la vida

“Yo soy el pan de la vida” (Jn 6,35).

Con el Congreso Eucarístico como tiempo de formación y profundización en el sacramento de la Eucaristía, habiendo disfrutado del tiempo de la pascua, ahora tendremos el gran momento de vivir celebrativamente con un nuevo impulso, entusiasmo y espiritualidad eucarística el misterio del cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo en el sacramento del altar.

Este año tenemos la dichosa y feliz coincidencia de la celebración de Corpus Christi en el mes de mayo, mes de la Virgen y de las madres, y justamente el día 31 de mayo cuando se celebramos la fiesta de la Visitación de María Santísima a Isabel. Para nuestro pueblo la Eucaristía, pan de vida, ha sido justamente un punto de llegada para muchos que en la espiritualidad mariana y el rezo del santo rosario han encontrado un camino que los ha llevado a Jesús Sacramentado.

Para el Triduo Eucarístico vamos a centrarnos en la contemplación de dos misterios luminosos del Santo Rosario (Las Bodas de Caná y la Institución de la Eucaristía) y en uno glorioso (Pentecostés). Pidamos a María que nos siga llevando hasta su Hijo, Pan vivo, bajado del cielo, alimento de vida eterna para los que creen en Él.

Primer día Jesús Sacramentado: Tú eres el Vino de nuestra fiesta

“Y sucederá que en aquel día los montes destilarán vino dulce” (Joel 3,18)


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1. Canto 2. Motivación: Adoremos al Señor junto con María su Madre

3. Entremos en la Adoración: Iniciaremos rezando pausadamente oraciones que distinguen nuestra

fe. Lo haremos lentamente, sin prisa, para gustar el vino que contienen. No se trata de repetir, sino de vivir aquello que se pronuncia, dejando que cale al corazón cada palabra. Ellas poseen una fuerza histórica de vida y de fe transformante. Edifican y empujan a una actitud de permanente conversión. Porque cuando el Hijo de Dios llega al corazón para habitarlo, nada que le sea extraño puede estar en su presencia.

Recemos juntos: El Credo.El Padrenuestro.

4. Canto

5. Oremos con un corazón despierto: Salmo 23 (22)El Señor es mi pastor, nada me falta. 2 En verdes pastos me hace reposar. / Me conduce a fuentes tranquilas, 3 allí reparo mis fuerzas. / Me guía por cañadas seguras haciendo honor

a su nombre. 4 Aunque fuese por valle tenebroso, / ningún mal temería, pues tú vienes

conmigo; tu vara y tu cayado me sosiegan. 5 Preparas ante mí una mesa, a la vista de mis enemigos; / perfumas mi

cabeza, mi copa rebosa. 6 Bondad y amor me acompañarán todos los días de mi vida, / y habitaré

en la casa del Señor un sinfín de días.

6. Hagamos en silencio esta oración nuevamente. Marquemos la frase que cada uno hace suya (5 minutos de silencio). Luego el que quiera repite esa frase que ha elegido.

7. Contemplemos a Jesús en las Bodas de Caná

A. Leamos el texto bíblico: Juan 2, 1-12 “Había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.

Faltó el vino, y la madre de Jesús dijo a Jesús: No les queda vino. Luego dijo a los sirvientes: Haced lo que él os diga…Así Jesús comenzó sus signos y creció la fe de sus discípulos” (cf. Juan 2, 1-12).

A. Meditemos sobre este Segundo Misterio Luminoso Jesús Sacramentado: el Vino de esta fiesta. Utilizando el comentario

de San Juan Pablo II, sobre esta escena de las Bodas de Caná queremos profundizar en el papel de María, en nuestras vidas:

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“En Caná se delinea, con claridad, la nueva dimensión, el nuevo sentimiento de la maternidad de María. Es una nueva maternidad según el espíritu y no únicamente según la carne, o sea, la solicitud de María por la humanidad, el ir a su encuentro en toda la gama de sus necesidades. En Caná de Galilea se muestra sólo un aspecto concreto de la indigencia humana, aparentemente pequeño y de poca importancia “no tienen vino”. Pero esto dice un valor simbólico. El ir al encuentro de las necesidades de las demás personas significa, al mismo tiempo, su introducción en el radio de acción de la misión mesiánica y del poder salvífico de Cristo.

Por consiguiente, se da una mediación: María se pone entre su Hijo y las personas, en la realidad de sus privaciones, indigencias y sufrimientos. Se pone “en medio”, no como una persona extraña sino en su papel de madre. Su mediación, por lo tanto, tiene un carácter de intercesión: María “intercede”, no sólo como madre; desea también que se manifieste el poder mesiánico del Hijo, es decir, su poder salvífico encaminado a recorrer a socorrer la desventura humana, a liberar al ser humano del mal, que bajo diversas formas y medidas pesan sobre su vida.

Otro elemento esencial de esa función materna de María se encuentra en las palabras dirigidas a los criados: “hagan lo que él les diga”. La madre de Cristo se presenta como portavoz de la voluntad del hijo, indicadora de aquellas exigencias que deben cumplirse. En Caná, merced a la intercesión de María, y a la obediencia de los criados, Jesús da comienzo a “su hora”. En Caná, María aparece como la que cree en Jesús.

La esclava del Señor hace perfectamente la voluntad del Padre, tiene el “derecho” como madre y mediadora de señalarle a su hijo las necesidades de las demás personas, sus hijos e hijas. ¿No deberíamos recurrir con nuestras necesidades e intenciones a una madre de misericordia tan poderosa?”

B. Presentemos nuestra intención al SeñorTraigo presente: a las personas cristianas que tienen frecuentemente el

rostro triste, para que enamoradas del Señor, recobren la dulzura del vino, que es el mismo Jesús, y contagien a base de ternura comprometida, un mundo alegre cargado de esperanza.

C. Momento de silencio (20 minutos)

8. Canto

9. Escuchemos la Palabra: “Como anhela la cierva los arroyos, así te anhela mi ser, Dios mío. Mi ser

tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿cuándo podré ir a ver el rostro de Dios?” (Salmo 42, 2-3).

10. Interioricemos la voz del Señor Lector 1: ¿Cómo está mi “tinaja” interior? ¿Llena de agua? ¿Llena de

vino? ¿Mezclada de agua y vino? ¿Mi tinaja está resistente para transportar el vino? ¿Está cuarteada? ¿Cómo conservar el vino permite afrontar las controversias que la vida trae sin avisar?


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Lector 2: Caminando a la conversión Un joven seminarista dijo: - “Es duro estar parado delante de una

comunidad y estar seco por dentro”. Sus palabras fueron sabias. Porque nacieron desde la responsabilidad que sentía para hacer oración sin cesar. Para él, orar constantemente significa respetar a Dios, a él mismo y a los demás. Revisa conscientemente las ocasiones cuando no preparas la predicación, la catequesis, los retiros, ni a ti mismo, porque has dejado que se te enfríe el corazón…

Cuando el corazón se enfría hablamos del Dios que leímos, pero no del Dios que hemos experimentado. Y la gente se da cuenta. Este espacio es para puntualizar las fallas, las infidelidades que has tenido con Él. Cuéntale todo. Es al mismo tiempo, el momento de confiar que Él sellará las grietas de tu tinaja, mediante la adoración y la confesión, para que el Vino (Jesús) se conserve. Ve sin temor, porque es un Dios de gracia. (15 minutos en silencio).

10. Canto

11. Momento de hablar con el Señor pidiendo por las personas que les falta el vino de su presencia en diferentes momentos de su vida.

12. Despertando la conciencia pastoralEn este momento de tu vida: pídele a María que te ayude a servir el VINO

bueno para los demás.

Señor:• Cuandoyotengahambredamealguienquenecesitedealimento.• Cuandotengaseddamealguienquenecesiteagua.• Cuandotengafríodamealguienquenecesitecalor.• Cuandotengarencordamealguienquenecesiteconsuelo.• Cuandomicruzseapesadadamefuerzasparallevarlacruzdeotro.• Cuandonotengatiempodamealguienquenecesitedealgunosdemis

minutos. • Cuandosufrahumillacióndamelaoportunidadparaelogiaraalguien.• Cuandoestédesanimadodamealguienparadevolverleelánimo.• Cuando tenga necesidad de comprensión de otros dame alguien que

necesite la mía.• Cuandosientanecesidaddequealguienmecuideamidameaalguien

al que yo tenga que atender.• Cuandopienseenmímismovuelvemiatenciónhaciaotrapersona.• Cuandotengapocafortalezadameaalguiendébilalqueyotengaque

reconfortar. • Cuando esté en la oscuridad pon enmi camino alguien que busca la

verdad.• Enfin,Madre,ponenmícorazónmisericordia,sobretodoconlosmás

pobres.

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Se tienen 5 minutos de silencio. Se puede escribir el compromiso y luego decirlo en voz alta en forma de oración

Oremos por la elaboración de la Segunda Etapa de nuestro Plan Nacional y Diocesano de Pastoral

Jesucristo, Señor y Salvador nuestro, que quieres que todos los hombres y Jesucristo, Señor y Salvador nuestro, que nos envías a proclamar tu Reino y hacer discípulos tuyos, te pedimos que renueves la presencia de tu Espíritu Santo en la Iglesia que peregrina en la República Dominicana para que fortalecidos por la Eucaristía y unidos en un solo corazón elaboremos la Segunda Etapa de nuestro Plan Nacional de Pastoral según tu voluntad para gloria de tu Padre y santificación de nuestro pueblo. Amén.

13. Donde haya posibilidad de la Bendición Eucarística se hace en este momento. (Aun no habiendo ministro ordenado quien ánima o preside la celebración puede hacer la oración y las súplicas de desagravio)

Ministro: Nos diste Señor pan del cielo. Todos: Que contiene en sí todo deleite. Ministro: Oremos

Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tú Pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Todos: Amen.BENDICIÓN EUCARÍSTICASi está el sacerdote o el diácono se da la bendición.

ALABANZAS DE DESAGRAVIO (Repetir después del ministro)Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, Dios y Hombre verdadero. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su Preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

14. Canto final.


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Segundo día Jesús sacramentado: eres pan de vida

“El que venga a mí no tendrá hambre” (Jn 6,35b).

1. Canto

2. Motivación: Adoremos al Señor junto con María su Madre“El Pan eucarístico que recibimos es el verdadero

Cuerpo nacido de María Virgen. Jesús es “carne y sangre de María”. Podemos descubrir, de esta forma, una semejanza profunda entre el h á g a s e de María y el a m é n que cada fiel pronuncia antes de recibir el Cuerpo de Cristo. A María le pidió el ángel creer que Aquel que nacería de su seno era el Hijo de Dios y a nosotros se nos pide de manera análoga creer que es el mismo Señor Jesús quien está presente de forma verdadera, real y substancial bajo la apariencia del pan.

En cierto sentido, María ha practicado su fe eucarística antes incluso de que ésta fuera instituida, por el hecho mismo de haber ofrecido su seno virginal para la Encarnación del Verbo de Dios. ¿Por qué? María concibió en la Anunciación al Hijo divino, incluso en la realidad física de su cuerpo y su sangre, anticipando en sí lo que en cierta medida se realiza sacramentalmente en todo creyente que recibe, en las especies del pan y del vino, el cuerpo y la sangre del Señor.

En un hermoso pasaje cargado de sentido teológico y poético: «Ese Cuerpo y esa Sangre divinos, que después de la consagración están presentes en el altar… conservan su matriz originaria de María… En la raíz de la Eucaristía está, pues, la vida virginal y materna de María… Y si el Cuerpo que nosotros comemos y la Sangre que bebemos son el don inestimable del Señor Resucitado para nosotros viadores, lleva también consigo, como Pan fragante, el sabor y el perfume de la Virgen Madre. De esta forma María está presente con la Iglesia, y como Madre de la Iglesia, en todas nuestras celebraciones eucarísticas. (De la Carta de los Obispos del 21 de enero del 2018)

3. Entremos en la Adoración: Iniciaremos rezando pausadamente oraciones que distinguen nuestra fe.

Lo haremos lentamente, sin prisa, para gustar el vino que contienen. No se trata de repetir, sino de vivir aquello que se pronuncia, dejando que cale al corazón cada palabra. Ellas poseen una fuerza histórica de vida y de fe transformante. Edifican y empujan a una actitud de permanente conversión. Porque cuando el Hijo de Dios llega al corazón para habitarlo, nada que le sea extraño puede estar en su presencia.


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4. Canto

5. Oremos con un corazón despierto: “Antes, pues, que se realice la consagración, el pan es pan; pero cuando

sobre él descienden las palabras de Jesucristo, que dice: “Esto es mi Cuerpo”, el pan se convierte en el Cuerpo de Cristo”.

“Encontramos en el libro de los Proverbios: si te sientas a comer en la mesa de un señor, mira con atención lo que te ponen delante, y pon la mano en ello pensando que luego tendrás que preparar tú algo semejante. Esta mesa de tal señor no es otra que aquella de la cual tomamos el cuerpo y la sangre de Aquel que dio su vida por nosotros. Sentarse a ella significa acercarse a la misma, con humildad. Mirar con atención lo que nos ponen delante equivale a tomar conciencia de la grandeza de este don. Y poner la mano en ello pensando que luego tendremos que preparar algo semejante, significa que, así como Cristo dio su vida por nosotros, también nosotros debemos dar la vida por los hermanos.”

“La vida entera de los cristianos auténticos, consiste en levantar el corazón (sursum cor). ¿Qué significa “levantar el corazón”? Significa poner la esperanza en Dios, no en ti; pues tú estás abajo, mientras que Dios está arriba. Si depositas tu esperanza en ti mismo, tu corazón está abajo, no en lo alto. Por eso, cuando escuchen al sacerdote decir: Sursum Corda!, “levantemos el corazón”, respondan: Habemus ad Dominum!, “lo tenemos levantado hacia el Señor”. Esfuércense para que sea verdadera su respuesta.” (Comentarios atribuidos a San Agustín).

6. Hagamos en silencio esta oración nuevamente. Marquemos la frase que cada uno hace suya (5 minutos de silencio).

Luego el que quiera repite esa frase que ha elegido.

7. Contemplemos el Quinto Misterio Luminoso: La Eucaristía

A. Leamos el texto bíblico

B. Meditemos sobre este Quinto Misterio Luminoso Jesús sacramentado: Tú eres pan de vida. Gracias Jesús porque nos

dejaste como prenda de tu amor el sacramento de la Eucaristía, que significa acción de gracias o agradecimiento. En ella manifiestas el amor más grande, dar la vida por los amigos (Juan 15, 13).

Tu Eucaristía es “convite sagrado”, por lo que nosotros los comensales hemos de vivir una auténtica fraternidad llamada a ser signo en la tierra de la verdadera familia de los hijos de Dios. Todos los hermanos gozamos de la misma dignidad y recibimos el mismo pan que eres Tú, que te repartes por igual a todos. Tu mesa compartida es la expresión del banquete en que cada uno recibe lo necesario para su más plena realización.

Fundamentas así el anhelo e ideal de la comunidad primitiva: “No había entre ellos ningún necesitado, porque quienes poseían terrenos o casas los


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vendían, y el dinero lo ponían a disposición de los apóstoles para repartirlo entre todos según las necesidades de cada uno” (Hechos 4, 34-35).

Tu Eucaristía es Sacramento de Sanación. Igualmente, tu poder exorcista se manifiesta en tantas personas que sufren perturbaciones, o presiones u obsesiones del maligno y se ven liberados de ellas, muchas veces con su sola presencia en una celebración de la misa, en la comunión, u orando en el sagrario, ante Ti.

Hay tantos testimonios de personas que son sanadas física, psicológica o espiritualmente a través de tu Eucaristía. Tu Eucaristía es ocasión para encon-trarnos contigo en la Comunidad. Es un acto comunitario. Es en la comunidad donde tú nos haces un solo cuerpo contigo. Es tu Eucaristía una celebración comunitaria que nos compromete como hermanos. También es una fiesta.

En tu Eucaristía y en la adoración nos unes contigo y nos transformas en tu Cuerpo. En ella vivimos la profunda transformación de la violencia en amor, de la muerte en vida; y arrastra consigo las demás transformaciones. (Carta Pastoral sobre la Eucaristía. Conferencia Episcopado Dominicano, 2018. Resumen de los números: 6.31.39. 46.68. 78.80).

D. Presentemos nuestra intención al SeñorTraigo presente: A las personas que no han tenido oportunidad de

acercarse a la Comunión. Deseo hacer todo lo posible por acompañarlas, y motivarlas para que se integren a la comunidad cristiana comprometida.

E. Momento de silencio (20 minutos)

8. Canto

9. Escuchemos la Palabra: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa; pero una palabra tuya

bastará para sanarme” (Cfr. Mateo 5,8).

10. Interioricemos la voz del Señor Lector 1: Interiorizando con el Señor

Hemos escuchado decir al santo padre Francisco: - “Levanten el corazón, no levanten los celulares”. ¿Qué conciencia tengo de lo que voy celebrando? ¿Dejo el celular encendido durante la celebración eucarística, en la adoración? ¿Salgo de misa para responder las llamadas? ¿Vivo más pendiente de quien llega tarde, de cómo va la gente vestida, que del Misterio que se celebra? Indago para hacer una revisión sobre la seriedad con la que vivo estos momentos especiales.

Lector 2: Caminando a la conversión Algunas veces vamos aguando la fe. Esto ocurre cuando dejamos de lado

verdaderas vitaminas espirituales, acogiéndonos a prácticas aparentemente modernas, pero que dejan un vacío existencial. ¿He dejado de ir a misa por cualquier excusa? ¿Qué falta le hace la Eucaristía a mi vida? ¿He separado

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el sacramento de mi vida personal, social? Hago una buena revisión. Me presento ante el Señor en la persona del sacerdote. Confieso las faltas que considere tener. En este acercarse voy como un hijo o una hija, corriendo a contar a sus padres los errores cometidos, pues sabe que tanto amor no condena. Dios es así. Comprende y acoge. Perdona y libera, porque desea sanación para los que ama. (15 minutos en silencio).

11. Canto

12. Momento de hablar con el Señor expresándole todo lo que significa su presencia en la Eucaristía.

13. Despertando la conciencia pastoralLas dimensiones de la Eucaristía, señalada por los obispos, ayudan a

producir el compromiso pastoral. Este compromiso podría ser, por ejemplo, intentar unir todo lo que está dividido: relaciones con la familia, la comunidad cristiana, en el sector, en la sociedad. Salimos de la Iglesia, pero el sentido eucarístico se va con nosotros.a. Dimensión Memorial: actualiza lo que conmemora.b. Dimensión sacrificial: “Esta es mi sangre que será derramada por muchos”

(Marcos 10,45 y Mateo 20,28).c. Dimensión comunitaria: La comunión eucarística reclama la unión con

los hermanos que participan en la misma mesa eucarística y forman con nosotros la Iglesia-asamblea.

d. Dimensión social: El “carácter social” del Sacramento se expresa tanto en la misión como en la acción social y caritativa de la comunidad eclesial y de cada uno de sus miembros.

e. Dimensión festiva: La Eucaristía es fiesta. Debemos encontrar en la Eucaristía el sentido festivo. El cristiano es alegre. Su alegría es Cristo.

Se tienen 5 minutos de silencio. Se puede escribir el compromiso y luego decirlo en voz alta en forma de oración.


Jesucristo, Señor y Salvador nuestro, que quieres que todos los hombres y Jesucristo, Señor y Salvador nuestro, que nos envías a proclamar tu Reino y hacer discípulos tuyos, Te pedimos que renueves la presencia de tu Espíritu Santo en la Iglesia que peregrina en la República Dominicana para que fortalecidos por la Eucaristía y unidos en un solo corazón elaboremos la Segunda Etapa de nuestro Plan Nacional de Pastoral según tu voluntad para gloria de tu Padre y santificación de nuestro pueblo. Amén.

14. Donde haya posibilidad de la Bendición Eucarística se hace en este momento.

Hacerlo como el primer día.

15. Canto final.


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Tercer día Jesús sacramentado: fuimos ungidos por tu Espíritu

“El Espíritu Santo se une a nuestro espíritu” (Rm 8,16).

1. Canto 2. Motivación: Adoremos al Señor junto con

María su Madre “El Primer Pentecostés de María fue la

Anunciación: “…El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el Poder del Altísimo te cubrirá con su sombra” (Lucas 1, 35). A partir de ese acontecimiento, Ella es llamada sagrario, tabernáculo, santuario del Espíritu. Con ello se indica la inhabitación del Espíritu Santo en María de un modo del todo singular y superior al de los demás cristianos. Como en todo ser humano, el Espíritu de santidad quiere actuar en la Virgen y a través de Ella.

Pero aquí hay algo más, algo nuevo y único: el Espíritu Santo quiere actuar junto con la Virgen. ¿Y para qué? Quiere unirse y atarse a María para que de Ella nazca Jesucristo, el Hijo de Dios. Y quiere que la Santísima Virgen diga su Sí totalmente voluntario y libre, para entregarse al Espíritu de Dios, para convertirse en Madre de Dios. María tuvo un crecimiento en el orden del Espíritu.

No debemos pensar que la Virgen haya entendido todo desde el primer momento. Evidentemente comprendió mucho más que nosotros. Porque tenía, como dice Santo Tomás de Aquino, la luz profética que le regaló un conocimiento mayor de las cosas de Dios. Sin embargo, como ser humano, Ella crecía en sabiduría y desarrollaba su entendimiento a lo largo de la vida.

En la espera de Pentecostés, María se convirtió en instrumento perfecto del Espíritu Santo. Condujo a los apóstoles y discípulos a la sala del Cenáculo. Les transmitió su anhelo profundo por el Espíritu Divino. E imploró con ellos la fuerza de lo alto sobre toda la Iglesia reunida” (Tomado de Padre Nicolás Schwizer).

En la Adoración, Ella también nos conduce hacia el Encuentro. No hay que preocuparse por hablar bonito interiormente. Solo hay que estar presente. Teniéndola como espejo, el Espíritu viene en nuestro auxilio. Esta cita de Romanos 8,26 nos ilumina: “El Espíritu viene también en ayuda de nuestra flaqueza. Como nosotros no sabemos pedir como conviene, el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indescriptibles”

3. Entremos en la Adoración: Iniciaremos rezando pausadamente oraciones que distinguen nuestra

fe. Lo haremos lentamente, sin prisa, para gustar el vino que contienen. No se trata de repetir, sino de vivir aquello que se pronuncia, dejando que cale al corazón cada palabra. Ellas poseen una fuerza histórica de vida y de fe transformante. Edifican y empujan a una actitud de permanente conversión

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Porque cuando el Hijo de Dios llega al corazón para habitarlo, nada que le sea extraño puede estar en su presencia.


4. Canto

5. Oremos con un corazón despierto: “Señor, ábreme el corazón para yo pueda comprender lo que Tú nos has

enseñado. Para que yo pueda recordar Tus palabras. Para que yo pueda seguir tus palabras. Para que yo llegue a la Verdad plena” (Papa Francisco).

6. Hagamos en silencio esta oración nuevamente. Marquemos la frase que cada uno hace suya (5 minutos de silencio).

Luego el que quiera repite esa frase que ha elegido.

7. Contemplemos el Tercer misterio glorioso: La venida del Espíritu Santo

A. Leamos el texto bíblico“Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y pronunciando

la Acción de Gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Lo mismo hizo con la copa, diciendo: Este es el cáliz de la nueva alianza sellada con mi sangre” (cf. 1 Corintios 11, 23-26).

B. Meditemos sobre este Tercer Misterio Glorioso

Jesús sacramentado: somos ungidos en Tu EspírituSólo el Espíritu Santo nos enseña a decir: “Jesús es el Señor”.

Debemos abrir el corazón para escuchar al Espíritu Santo y de este modo ser capaces de dar testimonio de Jesucristo.

“Quédense tranquilos, no los dejaré huérfanos”, les enviaré a un “abogado”, el Espíritu Santo, para defenderlos ante el Padre. El Espíritu Santo nos acompaña, y “nos da la seguridad de ser salvados por Jesús”.

El Espíritu Santo es don de Jesús y compañero de camino de la Iglesia. Sin el Espíritu, ninguno de nosotros es capaz de decirlo, de sentirlo, de vivirlo. Jesús, en otros pasajes de este amplio razonamiento, dijo de Él: ‘Él los conducirá hacia la Verdad plena’, nos acompañará hacia la Verdad plena. ‘Él les hará recordar todas las cosas que yo he dicho; les enseñará todo’. O sea que el Espíritu Santo es el compañero de camino de cada cristiano. También el compañero de camino de la Iglesia. Y éste es el don que Jesús nos da”.

Sólo con el corazón abierto el Espíritu Santo puede entrar. El Espíritu Santo es un don: el gran don de Jesús, el que hace que no nos equivoquemos.


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¿Pero dónde habita el Espíritu? En los Hechos de los Apóstoles encontramos la figura de Lidia, “comerciante de púrpura”, una que “sabía hacer las cosas” a la que “el Señor le abrió el corazón para adherir a la Palabra de Dios”:

“El Señor le abrió el corazón para que entrara el Espíritu Santo y ella fuese hecha una discípula. Es precisamente en el corazón donde nosotros llevamos al Espíritu Santo. La Iglesia lo llama ‘el dulce huésped del corazón’: está aquí. Pero en un corazón cerrado no puede entrar. ‘Ah, ¿Y dónde se compran las llaves para abrir el corazón?’. No: es un don también eso. Es un don de Dios. ‘Señor, ábreme el corazón para que entre el Espíritu y me haga comprender que Jesús es el Señor”. (Papa Francisco). Adorar es abrirse al Espíritu de Dios para acoger su voluntad.

C. Presentemos nuestra intención al SeñorTraigo presente: A todas las madres y padres que llevan el sufrimiento

de hijos desobedientes, agresivos, dañinos a la sociedad para, aunque parezcan casos perdidos, sean destinatarios de oración esperanzadora, y que las personas puedan ser testigos de su conversión, por la obra del Espíritu Santo.

D. Momento de silencio (20 minutos)

8. Canto

9. Escuchemos la Palabra: “Dios es espíritu, y los que adoran deben adorar en espíritu y verdad”

(Juan 4,24).

10. Interioricemos la voz del Señor

Lector 1: Interiorizando con el SeñorPreguntémonos si nuestro corazón verdaderamente está abierto

al Espíritu. De modo que hay que tener el corazón abierto para que el Espíritu entre, y para que nosotros podamos escucharlo.

¿Yo pido al Señor la gracia de que mi corazón esté abierto? ¿Trato de escuchar al Espíritu Santo, sus inspiraciones, las cosas que Él dice a mi corazón para que yo vaya adelante en la vida de cristiano y pueda testimoniar también yo que Jesús es el Señor?

Piensen en estas dos cosas hoy: Mi corazón está abierto, y yo hago el esfuerzo de sentir al Espíritu Santo, ¿qué me dice? Y así iremos adelante en la vida cristiana y daremos, también nosotros, testimonio de Jesucristo”.

Lector 2: Caminando a la conversión ¿Qué tanto tengo presente a la Persona del Espíritu Santo? El Espíritu es

aire de Dios, es movimiento que lleva a Él. Pienso en los aires contrarios al Espíritu, que en vez de dar vida, llevan a secar los propios huesos. No quiero ser hueso seco, por eso voy a enumerar los parásitos que quitan calidad de vida cristiana, para enumerarlos conscientemente en una confesión, pidiendo

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la gracia de no volver a caer; pero si caigo, tener coraje de levantarme. El Espíritu obrará en mí un carácter firme. (15 minutos en silencio).

11. Canto

12. Momento de hablar con el Señor invocando su Espíritu Santo para que nos haga conocer y amar a Jesús más profundamente y entregarnos a su misión.

13. Despertando la conciencia pastoralEl Espíritu es vida. Dios nos garantiza la vida por medio de su Santo

Espíritu. Recemos juntos por la Iglesia Universal, por la Iglesia peregrina en República Dominicana, para que el Espíritu la renueve siempre. Para que no nos separemos del Evangelio de Jesús.

Se tienen 5 minutos de silencio. Se puede escribir el compromiso y luego decirlo en voz alta en forma de oración


Jesucristo, Señor y Salvador nuestro, que nos envías a proclamar tu Reino y hacer discípulos tuyos, te pedimos que renueves la presencia de tu Espíritu Santo en la Iglesia que peregrina en la República Dominicana para que fortalecidos por la Eucaristía y unidos en un solo corazón elaboremos la Segunda Etapa de nuestro Plan Nacional de Pastoral según tu voluntad para gloria de tu Padre y santificación de nuestro pueblo. Amén.

14. Donde haya posibilidad de la Bendición Eucarística se hace en este momento.

Hacerlo como el primer día.

15. Canto final.


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Lecturas y meditaciones diariasCelebraciones Dominicales Mayo 2018

Las citas de las Lecturas Diarias utilizadas son tomadas de: Calendario Litúrgico 2018 de la Conferencia del Episcopado Dominicano

1 Feria o Memoria Libre: San José Obrero

Martes Blanco

Las lecturas están tomadas para la celebración de la Memoria de San José Obrero

Lectura del Libro del Génesis 1,26-2,3Dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que

domine los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, los reptiles de la tierra”

Y creo Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó.

Y los bendijo y les dijo: “Crezcan, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla, dominen los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes que se mueven sobre la tierra.”

Y dijo Dios: “Miren, Yo les entrego todas las hierbas que engendran semillas sobre la faz de la tierra, y todos los árboles frutales que engendran semilla les servirán de alimento; y a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo y a todos los reptiles de la tierra, a todo ser que respira, la hierba verde le servirá de alimento “. Y así fue.

Y vio Dios todo lo que había hecho y era muy bueno. Paso una tarde, paso una mañana: el día sexto. Y quedaron concluidos el cielo, la tierra y sus ejércitos. Y concluyo Dios para el día séptimo todo el trabajo que había hecho; y descansó el séptimo día de todo el trabajo que había hecho. Y bendijo Dios el día séptimo y lo consagró, porque en el descansó de todo el trabajo que Dios había hecho cuando creó. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 89,2.3.4.12-13.14 y 16R. Haz prósperas, Señor, las obras de nuestras manos”.

Antes que naciesen los montes o fuera engendrado el orbe de la tierra, desde siempre y por siempre, tú eres Dios. R/.

Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: «Retornen hijos de Adán.» Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó, una vela nocturna. R/.

Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato. ¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo...? Ten compasión de tus siervos. R/.

Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo. Que tus siervos vean tu acción, y sus hijos tu gloria. R/.

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 13, 54, 58

En aquel tiempo, fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente decía admirada: “¿De dónde saca este esa sabiduría

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y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿ No es su madre, María y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y no viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿De dónde saca todo eso? “ Y aquello le resultaba escandaloso. Jesús le dijo: “Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta“. Y no hizo allí muchos milagros, porque les faltaba fe. Palabra del Señor.

Meditación

La Iglesia celebra hoy el día de san José obrero, patrono de los trabajadores. Los textos de la Palabra de Dios que acabamos de leer hacen una referencia muy sutil a san José, pero nos ayudan mucho a conocer a este hombre extraordinario.

En el libro del Génesis vemos el relato de la creación del ser humano “a imagen y semejanza” de Dios. En el salmo, pedimos a Dios que nuestro trabajo, “las obras de nuestras manos”, den frutos, sean “prósperas”. El evangelio nos enseña que “las obras nuestras manos” cuando nacen de cumplir la voluntad de Dios para nuestras vidas, aunque no sean importantes para los hombres, sí lo son (y mucho) para Dios.

El evangelio nos cuenta que cuando el Señor Jesús llegó a la sinagoga de la ciudad en que creció, la gente, aunque se admiraba de su sabiduría y de sus milagros, no tenía fe en Él porque era hijo del carpintero y de María. La gente de su ciudad veía en san José solo a un carpintero, pero Dios vio mucho más.

Ser imagen de Dios significa tener dignidad, honor, razón, sentimientos, espíritu (comunicación y comunión con Dios) y ser capaz de amar a Dios y a los seres humanos, de entregarse, proteger y servir. Esto es un retrato de san José, hombre que oye y obedece la Palabra de Dios, de hombre de fe y obras, de hombre que es conocido por todos, sin grandes méritos delante de los hombres, pero grande a los ojos de Dios.

Nosotros confiamos en Dios. Dios confió en san José. Un periodista mexicano, Antonio Moreno, lo dice de esta manera: “La misión de San José fue única: salvar al Salvador, enseñar a hablar al que es la Palabra; a caminar a quien es el Camino; a amar a quien es el Amor... No hubo otro más grande.”

La Biblia presenta pocas veces a san José. En esas pocas veces vemos al Ángel del Señor comunicarse con él a través de sueños: “… no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados” (Mateo 1, 20s.); “Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise…” (Mateo 2,13); “Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño” (Mateo 2,19). En todos los casos, san José obedecía prontamente a la voz de Dios.


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Padre nuestro, te damos gracias por el ejemplo de fe de san José, fiel imagen y semejanza tuya, en quien Tú confiaste la vida de tu Hijo, el Salvador. Te pedimos que por la fuerza de tu amor y de tu Espíritu en nuestros corazones seamos capaces de escuchar tu voz y hacerla vida en nosotros. Amén.

2 Memoria Obligatoria San Atanasio, Obispo y Doctor de la Iglesia

Miércoles Blanco

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 15,1-6 En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar

a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia. La Iglesia los proveyó para el viaje; atravesaron Fenicia y Samaria, contando a los hermanos cómo se convertían los gentiles y alegrándolos mucho con la noticia. Al llegar a Jerusalén, la Iglesia, los apóstoles y los presbíteros los recibieron muy bien; ellos contaron lo que Dios había hecho con ellos. Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían abrazado la fe, intervinieron, diciendo: “Hay que circuncidarlos y exigirles que guarden la ley de Moisés.” Los apóstoles y los presbíteros se reunieron a examinar el asunto. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 121, 1-2.3-4ª.4b-5R“Vamos alegres a la casa del Señor.”

¡Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. R/.

Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R/.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 15,1-8 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Yo soy la verdadera vid,

y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Ustedes ya están limpios por las palabras que les he hablado; permanezcan en mí, y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no pueden hacer nada.

Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que deseen, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que den fruto abundante; así serán discípulos míos.” Palabra del Señor.

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Meditación

Pudiéramos englobar la enseñanza de los textos de la Palabra de Dios que acabamos de leer, en una palabra: comunión. El Evangelio nos habla de la comunión con Cristo, “la vid verdadera”, fuente y raíz de toda comunión. Si permanecemos en Él y sus palabras permanecen en nosotros, daremos fruto abundante para gloria de Dios Padre. El salmo refleja la alegría que produce la comunión fraterna en el culto y en el peregrinar juntos: ¡Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor!”

La primera lectura nos advierte que la comunión, la unidad de la comunidad cristiana puede ser amenazada por conflictos y nos enseña algunos principios de cómo solucionarlos. La lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles, en este tiempo de Pascua, nos ha mostrado los frutos de la predicación del Evangelio de Cristo.

San Lucas nos ha ido conduciendo a fijar nuestros ojos en dos iglesias, que pudiéramos identificar como protagonistas del libro: la iglesia de Jerusalén (la iglesia madre, formada o, al menos, regida por judíos convertidos al cristianismo, que se identificaban a sí mismos como el resto de Israel, celosos cumplidores de la Ley de Moisés que habían abrazado la salvación en Jesucristo como la plenitud del judaísmo; una iglesia reducida en su número por las persecuciones, pero que aun así había sido capaz de cumplir la misión, anunciar la Buena Nueva de Cristo y formar nuevas comunidades de discípulos.

La iglesia de Antioquía (una iglesia en la que se mezclaban judíos de la Palestina, judíos de habla griega y paganos convertidos todos al cristianismo; una iglesia dinámica, en crecimiento y que había dado origen a muchas comunidades, especialmente como resultado de la misión de Pablo y Bernabé). Hoy vemos cómo se origina el primer gran conflicto de la Iglesia y cómo Pablo y Bernabé buscan la comunión, buscan el consejo y la autoridad de los ancianos de la iglesia madre para solucionar el conflicto.

El origen del problema es serio. Tiene que ver con la salvación, la ley, la gracia... Para solucionar el conflicto, la iglesia de Antioquía decide acudir a la autoridad y al consejo de “los apóstoles y los presbíteros” de la iglesia madre. En esta consulta a los apóstoles, la Iglesia reconoce su primer concilio: el Concilio de Jerusalén.

El texto nos enseña algunos principios para solucionar conflictos en la comunidad: acudir a la enseñanza del Magisterio de la Iglesia y a la sabiduría y autoridad de los pastores, escuchar y procurar conservar la comunión. Cuando veamos la solución de los apóstoles (en las lecturas de pasado mañana), completaremos la visión que nos da este pasaje. No podemos escribir para nuestros hermanos una historia de salvación distinta a la que Cristo ha escrito para ellos. Cristo llega de manera distinta a quienes piensan y viven de manera distinta porque quiere que todos se salven. En la Iglesia, el Espíritu Santo preserva la unidad en la diversidad.

Pidamos a Cristo, “vid verdadera” que nos ayude a “permanecer” cada día más unidos a Él y su Palabra, y que su Santo Espíritu nos permita destruir las amenazas a la comunión con Él y con los hermanos.


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3 Fiesta: San Felipe y Santiago, Apóstoles

Jueves Rojo

Lectura de la primera carta a los Corintios 15, 1-8 Les recuerdo, hermanos, el Evangelio que les proclamé y que ustedes

aceptaron y en el que están fundados, y que los está salvando, si es que conservan el Evangelio que les proclamé; de lo contrario, se ha malogrado su adhesión a la fe.

Porque lo primero que yo les transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles; por último, se me apareció también a mí. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 18, 2-3. 4-5 R. A toda la tierra alcanza su pregón.

El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos: el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra. R/.

Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón, y hasta los límites del orbe su lenguaje. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 6-14

En aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás: -«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocen a mí, conocerán también a mi Padre. Ahora ya lo conocen y lo han visto.»

Felipe le dice: -«Señor, muéstranos al Padre y nos basta.» Jesús le replica: -«Hace tanto que estoy con ustedes, ¿y no me conoces,

Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo les digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, hace sus obras, Créanme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, crean a las obras. Les lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidan en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me piden algo en mi nombre, yo lo haré.» Palabra del Señor.

Meditación

En este día celebramos la fiesta de los apóstoles Felipe y Santiago. Felipe aparece en los evangelios como un hombre sencillo, directo y que no se queda callado, lo que piensa lo dice y, cuando necesita saber, pregunta sin miedo a quedar mal ante los demás ni ante Jesús. Esta sinceridad le lleva a recibir algún regaño de Jesús, como el del Evangelio de hoy, pero también gracias a su sinceridad tenemos unas enseñanzas del Maestro que nos servirán para toda la vida.

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Santiago, es el hijo de Alfeo, y le llamamos Santiago el Menor; se cree que era el primo de Jesús, y que después de la Ascensión aparece como responsable, obispo diríamos hoy, de Jerusalén, por eso acuden a él Pedro y Pablo.

Dios en su infinita misericordia y amor nos muestra una vez más su proyecto de Salvación. Cristo murió en la cruz y resucitó al tercer día por nuestros pecados. Con su muerte y resurrección nos abrió los cielos a la redención. Hermanos, para alcanzar este regalo, basta que nosotros reconozcamos a Jesús como nuestro salvador, y vivamos esa verdad. De esta manera la transformación de nuestra vida, se irá dando y podremos testificar nuestra fe, por nuestra forma de pensar, de actuar. Podremos hablar a otros de la alegría de la salvación.

Jesús necesita de nuestra participación libre y voluntaria en el proyecto de salvación. El renueva su mensaje de amor y unidad con su pueblo. En el santo Evangelio San Juan manifiesta el hilo conductor en el mensaje de Dios. “La unidad, el amor, el sacrificio”. La unidad horizontal, como pueblo, como comunidad. Y la unidad vertical con el Padre. De esta manera se manifiesta la voluntad del Padre de ser uno con Jesús.

Pero, ¿cómo lograrlo? ¿Cómo alcanzamos esta unidad de la que habla el apóstol, en medio de mi circunstancia? ¿En medio de un mundo convulso, agitado con tantos desafíos? Necesitamos la gracia de Dios para que, unida a nuestra voluntad, nuestro “si” incondicional pueda vivirse y así participar del proyecto de Dios. Dios necesita que su pueblo ponga al descubierto las limitaciones que no le permiten conocer su personalidad. Dios es un Dios de orden, y de unidad y siempre busca que su pueblo se conduzca unido, en una verdadera comunión.

El Concilio de Trento respondió a la necesidad de buscar sabiduría en la unidad, en el aunar conocimientos; sabiduría al dejarse invadir por el Espíritu de la verdad, como un pueblo. La iglesia obtuvo resultados extraordinarios que la llevaron a otro nivel de crecimiento para la gloria de Dios. El trabajar en unidad, como lo mandó Jesús, ha sido para la iglesia el barco que ha permitido poder viajar sobre tormentas más difíciles. Y hablamos de las tormentas interiores del hombre, de las familias, de las comunidades, de la iglesia.

Jesús promete servirnos y darse a nosotros por la eternidad. Si estamos unidos a Él, no habrá nada que necesitemos que pidamos en nombre de Jesús que no sea respondido. Hay una promesa de su amor y la promesa de Dios se ha cumplido y se cumplirá siempre.

4 Feria de Pascua

Viernes Blanco

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 15, 22-31 En aquellos días, los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia

acordaron elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barsabá y a Silas, miembros eminentes entre


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los hermanos, y les entregaron esta carta: «Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del paganismo. Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, les han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos decidido por unanimidad, elegir algunos y enviárselos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto, mandamos a Silas y a Judas, que les referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros, no imponerles más cargas que las indispensables: que se abstengan de carne sacrificada a los ídolos, de sangre de animales estrangulados y de la fornicación. Harán bien en apartarse de todo esto. Salud.»

Los despidieron, y ellos bajaron a Antioquía, donde reunieron a la Iglesia y entregaron la carta. Al leer aquellas palabras alentadoras, se alegraron mucho. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 56,8-9.10-12R. “Te daré gracias ante los pueblos, Señor”

Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme. Voy a cantar y a tocar; despierta, gloria mía; despierten, cítara y arpa; despertaré a la aurora. R/.

Te daré gracias ante los pueblos, Señor; tocaré para ti ante las naciones, por tu bondad, que es más grande que los cielos; por tu fidelidad, que alcanza a las nubes. Elévate sobre el cielo, Dios mío, y llene la tierra tu gloria. R/.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 15,12-17 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Este es mi mandamiento:

que se amen unos a otros como yo les he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no les llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a ustedes les llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre se lo he dado a conocer. No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien les he elegido y les he destinado para que vayan y den fruto, y su fruto dure. De modo que lo que pidan al Padre en mi nombre se lo dé. Esto les mando: que se amen unos a otros.» Palabra del Señor.

Meditación

Dios camina a nuestro lado. Pendiente de cada detalle, de cada acontecimiento en nuestras vidas. Es por eso que al Pablo y Bernabé conocer de la carga que había sido impuesta sobre los hermanos de Antioquia, por algunos hombres que no habían sido encargados por ellos, deciden intervenir. Salen al encuentro de aquellos hermanos y le encargan la misión a Judas Barsabá y a Silas de ir a verlos y llevarles un mensaje alentador. Así se manifiesta Jesús en la vida de su pueblo. Camina a nuestro lado, nos libra del temor, nos llena de su amor, nos fortalece en la fe, viene a nuestro encuentro.

Y aquí debemos preguntarnos ¿cómo pueden Judas y Silas ser capaces de dejar a su familia, su comodidad, su país, y desplazarse hasta Antioquía

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con el único propósito de ir a llevar aliento a estos hermanos y ordenar al pueblo de Dios, cuidarlos en la enseñanza fraterna, y llevarle esperanza? Sólo un corazón que ha conocido el amor de Dios, puede amar y darse por los demás.

Una vez más, Jesús nos recuerda el mandamiento del amor. Y es que el amor es lo más importante. Al final de nuestros días seremos evaluados en el amor. No podemos dar fruto en medio de nuestras familias, en medio de nuestras comunidades, en medio de nuestra iglesia, si nuestro Dios no ha hecho germinar, en nuestros corazones, el amor por nosotros mismos, -templos del Espíritu Santo-, por nuestros hermanos, por toda su iglesia.

Los corazones elegidos por Dios, tocados por su gracia, son uno con el Jesús y con el Padre. Y estos corazones están llamados a amar, a trabajar por el reino de Dios. Esta entrega es una gracia que nos regala Dios, cuando nos elige. Que podamos responder a su mandato de amarnos los unos a los otros de manera que nuestros frutos perduren en su amor.

5 Feria de Pascua

Sábado Blanco1º Aniversario del fallecimiento de Mons. Amancio Escapa

Aparicio,O.C.D., Obispo Auxiliar emérito de Santo Domingo

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 16,1-10 En aquellos días, Pablo fue a Derbe y luego a Listra. Había allí un

discípulo que se llamaba Timoteo, hijo de un griego y de una judía creyente. Los hermanos de Listra y de Iconio daban buenos informes de él. Pablo quiso llevárselo y lo circuncidó, por consideración a los judíos de la región, pues todos sabían que su padre era griego. Al pasar por las ciudades, comunicaban las decisiones de los apóstoles y presbíteros de Jerusalén, para que las observasen. Las Iglesias se robustecían en la fe y crecían en número de día en día. Como el Espíritu Santo les impidió anunciar la palabra en la provincia de Asia, atravesaron Frigia y Galacia. Al llegar a la frontera de Misia, intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo consintió. Entonces dejaron Misia a un lado y bajaron a Troas. Aquella noche Pablo tuvo una visión: se le apareció un macedonio, de pie, que le rogaba: «Ven a Macedonia y ayúdanos.» Apenas tuvo la visión, inmediatamente trataron de salir para Macedonia, seguros de que Dios los llamaba a predicarles el Evangelio. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 99, 1-2.3-5 R.R. “Aclama al Señor, tierra entera”

Aclama al Señor, tierra entera, sirvan al Señor con alegría, entren en su presencia con vítores. R/.

Sepan que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.

El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades. R/.


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Lectura del Santo Evangelio según San Juan 15,18-21 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si el mundo les odia, sepan

que me ha odiado a mí antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el mundo les amaría como cosa suya, pero como no son del mundo, sino que yo les he escogido sacándolos del mundo, por eso el mundo les odia. Recuerden lo que les dije: ‘No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a ustedes les perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la de ustedes.’ Y todo eso lo harán con ustedes a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.» Palabra del Señor.

Meditación

Las lecturas de hoy nos presentan una dimensión curiosa sobre la vida cristiana. En el Evangelio, Jesús advierte a los discípulos sobre la forma en que el mundo recibirá la buena nueva.

No promete grandes recibimientos, alfombras rojas y alojamientos confortables. Tampoco promete aclamaciones populares, afectos incondicionales y una vida serena sin tormentos.

Por el contrario, les asegura que recibirán desprecio, odio y persecuciones de todos aquellos que no guarden sus palabras.

La intención del discurso era animar a los discípulos a no desfallecer en la extensión del reino, por encima de las dificultades y no ser presos de temor en medio de la misión.

Cualquiera pensaría ¡vaya animación! ¿Cómo pretendía darles ánimo mientras anunciaba las tribulaciones constantes que habrían de venir?

A primera vista, este panorama parece desolador. Bajo criterios humanos, resulta imposible encontrar alegría en los momentos de dificultad. ¿De qué forma podrían sobreponerse a estos obstáculos y cumplir con lo encomendado?

La respuesta está en la primera lectura. En Hechos de los Apóstoles, se desarrolla una de las misiones de la Iglesia primitiva en la persona del apóstol San Pablo y Timoteo, un discípulo «recién reclutado».

Se movían por las diferentes ciudades transmitiendo oralmente las decisiones de la Iglesia de Jerusalén, con San Pedro a la cabeza, para que las pusieran en práctica.

Pero aquí notamos algo curioso. Los apóstoles intentaron anunciar la palabra en la antigua provincia de Asia. Lo mismo en Bitinia, sin éxito. Luego procedieron hacia Macedonia, donde pudieron predicar sin inconvenientes aparentes.

¿Qué los movió a dejar a un lado la intención de ir a Asia y Bitinia, pero no a Macedonia? Los apóstoles caminaban movidos por el Espíritu Santo. Eran completamente dependientes de El. El Espíritu Santo es ese que nos acompaña y nos capacita para la tarea.

En momentos cuando no somos bien recibidos; cuando creemos no estar debidamente preparados; cuando nos convencemos de no tener talentos suficientes; cuando no sabemos qué hacer o qué decir ante circunstancias difíciles, debemos confiar en la promesa de su auxilio.

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En este tiempo de Pascua, mientras nos aproximamos a la solemnidad de Pentecostés, conviene que renovemos nuestra relación con el Espíritu Santo. Que aprendamos a hablarle, alabarle, adorarle, pedirle y sobre todo a confiar en El, tal como hacemos con la persona del Padre y el Hijo.

¡Cuan diferente sería nuestra vida! Pidamos al Señor que nos ayude a fortalecer nuestra relación con el Espíritu Santo. Que en cada decisión, proyecto o situación de la cotidianidad, acudamos a El con confianza, pidiéndole que nos capacite para ser fieles en medio de las dificultades, servir con alegría y obrar como lo haría Jesús, para gloria de Dios Padre.

6 VI Domingo de Pascua

II Semana Liturgia de las Horas Blanco

Como el Señor amemos sin distinciones ni condiciones

Algunas orientacionesTradicionalmente, en la Iglesia universal, el mes

de mayo está dedicado a la Virgen María; también en nuestra Iglesia Dominicana; por ello, en nuestras catedrales, iglesias, o capillas, durante este mes vamos a destacar una imagen de la Virgen, la pondremos en un lugar central, visible para todas las personas participantes, estará iluminada, y tendrá un par de jarrones con agua y sin flores. Se ha pedido con tiempo que a las celebraciones dominicales, cada persona lleve una o más de una flor. Al final, antes de la bendición, se canta “Con flores a María….” Y mientras se realiza el canto, las personas pasan a depositar su flor en esos jarrones puestos ante la imagen de la Virgen. Esto se realizará todos los domingos de este mes de mayo.

Por otra parte, el Plan Pastoral Nacional ha dedicado todo el año 2018 a la Eucaristía, y de manera especial este mes de mayo. Por eso debemos resaltar también este Sacramento; cada comunidad puede adornar como considere conveniente; aconsejamos poner más luces ante el Santísimo, más flores; en un lugar paralelo a donde está la imagen de la Virgen, se puede poner una mesita con los signos de la Eucaristía: un pan, unas uvas, algunas espigas, un cáliz y una estola, etc. También se pueden poner dos jarrones vacíos, bien sea en esa mesita, bien ante el sagrario, y las personas que pasan a depositar las flores ante la imagen de María, también podrían poner flores en esos jarrones. Esto para todos los domingos de mayo.

Además, como primer domingo podemos llevar los carteles del mes de mayo. En la Presentación de las Ofrendas podemos llevar algunos signos de amor a los demás como puede ser comida, ropa para los más pobres, el letrero de algún grupo o institución que está practicando este amor a los demás como Pastoral de la Salud, Pastoral Social, proyectos de salud, servicio educativo.

Monición ambientalEste mes de Mayo del 2018 tiene un color y un sabor distinto ya que está

dedicado a Jesús en la Eucaristía y a María su Madre en cuyo vientre se


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formó su Cuerpo. Por eso, les invito a que saludemos a quien está a nuestro lado diciéndole: “Junto con María vivamos la Eucaristía”.

Es interesante que en este primer Domingo se destaca tanto el amor de Dios. Dios no tiene amor, Dios es Amor. Y ese Amor sale de sí mismo y lo manifiesta amando al mundo, amando a la humanidad, amándonos a nosotros y nosotras, amándome a mí.

Jesús nos dice que nos ha elegido como sus amigos y se ha entregado por nosotros para que tengamos vida y vida en abundancia. Nos ama tanto que somos sus amigos y amigas. Entonces, los amigos de mis amigos son mis amigos; los hijos del mismo padre son hermanos. El amor de Dios en nosotros nos lleva a ser hermanos y amigos de las demás personas, porque ellas también son amigas de Jesús e hijas de Dios. Ese amor de Jesús se manifiesta también de otras dos formas: Quedándose en la Eucaristía y dándonos por madre a su Madre, a María.

En esta celebración, vivamos y sintamos el amor de Jesús en la Eucaristía y en su Madre, y llenémonos de su presencia y gracia para poder ser amigos y hermanos que ayudan a quienes nos necesitan. De pie y cantando iniciamos la celebración.

Oración colectaConcédenos, Dios todopoderoso, continuar celebrando con fervor estos

días de alegría en honor de Cristo resucitado, y que los misterios que estamos recordando transformen nuestra vida y se manifieste en nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo.

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura: Hechos de los Apóstoles 10, 25-26. 34-35. 44-48Como vemos claramente en esta lectura el amor de Dios no hace

distinciones de razas ni de naciones entre las personas ya que el Espíritu Santo se derrama sobre judíos y no judíos. Tener ese mismo corazón grande y abierto a todos sin discriminación alguna es lo que nos pide el Señor.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 10,25-26.34-35.44-48Cuando iba a entrar Pedro, salió Cornelio a su encuentro y se echó a sus

pies a modo de homenaje, pero Pedro lo alzó, diciendo: «Levántate, que soy un hombre como tú.»

Pedro tomó la palabra y dijo: «Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea.»

Todavía estaba hablando Pedro, cuando cayó el Espíritu Santo sobre todos los que escuchaban sus palabras. Al oírlos hablar en lenguas extrañas y proclamar la grandeza de Dios, los creyentes circuncisos, que habían venido con Pedro, se sorprendieron de que el don del Espíritu Santo se derramara también sobre los gentiles. Pedro añadió: «¿Se puede negar el agua del bautismo a los que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros?»

Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo. Le rogaron que se quedara unos días con ellos. Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial: 97,1.2-3ab.3cd-4R/. El Señor revela a las naciones su salvación

Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas; su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R/.

El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera, griten, vitoreen, toquen. R/.

Segunda lectura: 1 Juan 4, 7-10El amor primero es el de Dios. Porque somos amados por Dios, el amor

está en nuestra vida para ser repartido. La Eucaristía es el sacramento del amor de Cristo, en el que Padre nos llena de su amor y nos hace capaces de vivir haciendo lo mismo que hace Dios, que es amar. Escuchemos.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 4,7-10Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama

ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados. Palabra de Dios.

Aleluya Jn 14, 23 El que me ama guardará mi palabra, dice el Señor, y mi Padre lo

amará, y vendremos a él.

Evangelio: Juan 15, 9-17Hoy Jesús nos recuerda que El nos ha elegido para ser sus amigos y

amigas, con un amor tan grande dando su vida para que tengamos vida en abundancia; enseñándonos todo lo que ha oído de su padre y destinándonos a dar sus frutos de vida en favor de los demás. Sólo hay una condición que es hacer lo que nos ha mandado hacer que consiste en amarnos unos a otros como El nos amó.

Lectura del santo evangelio según san Juan 15,9-17En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha

amado, así los he amado yo; permanezcan en mi amor. Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he hablado de esto para que mi alegría esté en ustedes, y su alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor, a ustedes los llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre se lo he dado a conocer. No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los he elegido y los he destinado para que vayan y


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den fruto, y su fruto dure. De modo que lo que pidan al Padre en mi nombre se lo dé. Esto les mando: que se amen unos a otros.» Palabra del Señor.

Oración de los fielesQuien preside: Junto con María, ponemos nuestras necesidades ante el

Señor; diciendo: Padre, que vivamos y compartamos tu amor.1. Por la Iglesia, para que en su evangelización proclame y viva el amor

fraterno como Jesucristo nos ama. Oremos. 2. Por quienes nos gobiernan, para que amen a su pueblo, y ese amor

se convierta en trabajo en beneficio del pueblo, sobre todo de los más necesitados. Oremos.

3. Por los enfermos de nuestra comunidad, y por aquellas personas enfermas que no tienen cómo acudir a los centros de salud, para que el Señor les conceda sanidad y encuentren apoyo en nuestro amor y el de las autoridades de salud. Oremos.

4. Por nosotros para que vivamos cada día mejor la presencia de Cristo en la Eucaristía, y de ella saquemos la fuerza necesaria para vivir el amor y la amistad sin poner límites al amor de Dios. Oremos.

Quien preside: Padre de amor, te pedimos que aceptes estas oraciones para que llenos de tu amor como la Virgen María, vivamos el amor entre nosotros y hacia todos sin discriminaciones. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las ofrendasQue nuestra oración, Señor, y nuestras ofrendas sean gratas en tu

presencia, para que así, purificados por tu gracia, podamos participar más dignamente en los sacramentos de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comuniónDios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos has

hecho renacer a la vida eterna, haz que los sacramentos pascuales den en nosotros fruto abundante, y que el alimento de salvación que acabamos de recibir fortalezca nuestras vidas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antes de la Bendición final se hace “Con flores a María”: Hacemos el canto y la procesión con las flores a María por familias o por comunidades.

AVISO: El próximo Jueves 31 de Mayo, día de Corpus Christi, en todas las Diócesis del país se realizará el CONGRESO EUCARISTICO con gran participación de todo el Pueblo de Dios, por disposición de nuestra Conferencia del Episcopado Dominicano.

En la Arquidiócesis de Santo Domingo se tendrá a las 5 pm con procesiones eucarísticas hacia la Plaza de la Bandera, 27 de Febrero con Luperón, donde tendremos Adoración y Eucaristía a las 6 pm.

En la Arquidiócesis de Santiago a las 8 am en el Estadio Cibao, precedida con procesiones eucarísticas desde diferentes puntos de la ciudad.

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7 Feria de Pascua

Lunes Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 16, 11-15 En aquellos días, zarpamos de Troas rumbo a Samotracia; al día siguiente

salimos para Neápolis y de allí para Filipos, colonia romana, capital del distrito de Macedonia. Allí nos detuvimos unos días.

El sábado salimos de la ciudad y fuimos por la orilla del río a un sitio donde pensábamos que se reunían para orar; nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que había acudido. Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo. Se bautizó con toda su familia y nos invitó: —«Si están convencidos de que creo en el Señor, vengan a hospedarse en mi casa.» Y nos obligó a aceptar. Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b (R/.: 4a) R/. El Señor ama a su pueblo.

Canten al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sión por su Rey. R/.

Alaben su nombre con danzas, cantadle con tambores y citaras; porque el Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes. R/.

Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas, con vítores a Dios en la boca; es un honor para todos sus fieles. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 26-16, 4a En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: —«Cuando venga el

Defensor, que les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también ustedes darán testimonio, porque desde el principio están conmigo. Les he hablado de esto, para que no tambaleen. Los excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que les dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Les he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, se acuerden de que yo se lo había dicho.» Palabra del Señor.

Meditación

En la vida de muchos cristianos, el Espíritu Santo sigue siendo una gran incógnita. Por razones que no vienen al caso, a veces nos cuesta determinar qué lugar le corresponde y cuál rol debe jugar en nuestra fe.

En San Juan de la Maguana, 9am en el Salón de la Regional de la UASD en las otras Diócesis en el lugar y hora determinados.


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Por un lado tenemos a Dios Padre que es el creador de todas las cosas; por otro lado, está Jesús que es el redentor con quien nos resulta fácil relacionarnos por su encarnación; hasta la santísima Virgen María tiene su lugar, como madre e intercesora por excelencia.

Para quienes han estado expuestos a movimientos carismáticos, esto parece no ser un problema. Sin embargo, para el resto, el Espíritu Santo es algo así como el amigo de mi mejor amigo, pero no realmente mi amigo.

Jesús nos presenta tres características fundamentales que nos ayudan a entender quién es ese de quién decimos en el Credo «que procede del Padre y el Hijo».

El Espíritu Santo es Defensor. El libro de los Hechos de los Apóstoles es un testamento vivo de esta cualidad. En numerosas ocasiones, los apóstoles de la iglesia primitiva sortearon toda clase de dificultades, gracias a su acción poderosa.

El Espíritu de la Verdad. En un mundo embriagado de relativismo, en que cada uno fabrica verdades a su medida, el Espíritu nos recuerda que sólo hay una verdad plena: Jesús mismo que nos dice «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.»

El Espíritu Santo y la persona de Jesús no pueden estar divorciados. Cuando vemos grandes manifestaciones evangelísticas en las que se producen altos niveles de histeria y prodigios aparentes, pero que no conducen a la persona de Jesús, su fruto es rápidamente perecedero.

La tercera característica es quizás la más significativa: el Espíritu Santo da testimonio de Jesús por medio de nosotros. Es decir, nos convierte en testigos.

Es por esta cualidad la que nos hace enfrentar toda clase de situaciones en la vida. En medio de las pruebas ¿cuántas veces, hemos actuado de forma diferente a la que actuaríamos normalmente y no entendemos cómo sucedió?

Es el Espíritu Santo el que nos capacita para decir las palabras correctas y también para callar cuando sea necesario.

Es el Espíritu Santo el que nos da la serenidad para enfrentar una enfermedad terminal y también para prepararnos para la muerte, cuando se agotaron las posibilidades.

Es el Espíritu Santo el que nos impulsa a esperar confiadamente en un milagro y también a aceptar con alegría su santísima voluntad si no lo recibimos.

Es el Espíritu Santo el que nos da la fuerza para soportar las tribulaciones propias de la vida cristiana, que no escapan a ninguno de los que deciden predicar el evangelio, tanto en palabras como en obras.

Esa fuerza que nace desde el amor y nos invita a no juzgar a aquellos que nos persiguen, sino a mirarlos con compasión, orar por sus almas y continuar trabajando con temblor y temor por la extensión del reino, con la certeza de que no caminamos solos y que a su tiempo El cosechará los frutos para su gloria.

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8 Feria de Pascua

Martes Blanco

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 16, 22-34 En aquellos días, la plebe de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y los

magistrados dieron orden de que los desnudaran y los apalearan; después de molerlos a palos, los metieron en la cárcel, encargando al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, los metió en la mazmorra y les sujetó los pies en el cepo. A eso de media noche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los otros presos escuchaban. De repente, vino una sacudida tan violenta que temblaron los cimientos de la cárcel. Las puertas se abrieron de golpe, y a todos se les soltaron las cadenas. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los presos se habían fugado. Pablo lo llamó a gritos: «No te hagas nada, que estamos todos aquí.»

El carcelero pidió una lámpara, saltó dentro, y se echó temblando a los pies de Pablo y Silas; los sacó y les preguntó: «Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?» Le contestaron: «Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia.» Y le explicaron la palabra del Señor, a él y a todos los de su casa. El carcelero se los llevó a aquellas horas de la noche, les lavó las heridas, y se bautizó en seguida con todos los suyos, los subió a su casa, les preparó la mesa, y celebraron una fiesta de familia por haber creído en Dios. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 137, 1-2a .2bc-3.7c-8,R. “Señor, tu derecha me salva”

Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti, me postraré hacia tu santuario. R/.

Daré gracias a tu nombre por tu misericordia y tu lealtad. Cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma. R/.

Tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo: Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos. R/.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 16, 5-11 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Ahora me voy al que me

envió, y ninguno de ustedes me pregunta: ‘¿Adónde vas?’ Sino que, por haberles dicho esto, la tristeza les ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que les digo es la verdad: les conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito. En cambio, si me voy, se lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me verán; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado.» Palabra del Señor.

Meditación

La riqueza de la primera lectura del día de hoy pone en evidencia cada una de las cosas que vivió Jesús en su caminar aquí en la tierra. Si a Jesús


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lo rechazaron y maltrataron también lo harán con nosotros sus seguidores, llamados discípulos, y ejemplo de ello es la narración que nos hace Hechos de los Apóstoles.

Pablo y Silas se pudieron estar lamentando de sus azotes y encarcelamiento por parte de las autoridades de aquella ciudad, pero como personas creyentes en la palabra del Señor, la cual es plenamente eficaz, vieron obrar el poder del Espíritu Santo en la realidad que estaban viviendo en ese momento y también los grandes frutos de aquel milagro, que no simplemente se quedaron con las rejas abiertas milagrosamente, sino también la conversión al cristianismo del carcelero y toda su familia.

Debemos creer a plenitud en que las palabras del Señor se hacen realidad en el día de hoy en nuestra vida, de que no estamos solos. El Señor Jesús ha enviado sobre nosotros el divino Paráclito para que venga en nuestro auxilio: en nuestra enfermedad, en nuestro matrimonio, en nuestro ministerio, en nuestra crisis financiera, en nuestra crisis familiar, en nuestras heridas interiores. Hoy es el día en que, al igual que el carcelero, elevamos nuestra lámpara, signo de la presencia poderosa del Espíritu Santo a quienes el mismo Jesús les prometió que no nos dejaría solos.

Nosotros también, al igual que los discípulos del Señor Jesús, debemos ser capaces de, en medio de las dificultades o limitaciones que estemos atravesando, cantar y alabar al Señor porque solamente quien confía y alaba es capaz de ver las cadenas romperse y las celdas abrirse en nuestra vida. Y así creerán quienes te rodean, que Jesucristo está vivo y obra eficazmente en medio de quienes confían en Él.

La narración del evangelio es una de las lecturas en que Jesús pone de manifiesto la existencia de la Trinidad de Dios “ahora me voy al que me envió” “porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito”, “me voy al Padre”; y es este misterio trinitario el que nos mueve continuamente a amar a nuestro prójimo y dejarnos amar por él. El buen Jesús sabe lo frágil y débiles que somos. Por eso, debemos hacer nuestra su promesa de que no estamos huérfanos. El mismo se ha quedado con nosotros en la santa Eucaristía la cual es signo de amor y reconciliación.

9 Feria de Pascua

Miércoles Blanco3º Aniversario de la Ordenación Episcopal de Mons. Héctor Rafael

Rodríguez Rodríguez, MSC, Obispo de La Vega.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 17,15.22–18,1En aquellos días, los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas,

y se volvieron con encargo de que Silas y Timoteo se reuniesen con Pablo cuanto antes.

Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: «Atenienses, veo que son casi nimios en lo que toca a religión. Porque, paseándome por ahí y fijándome en sus monumentos sagrados, me encontré un altar con esta inscripción: “Al Dios desconocido.” Pues eso que veneran sin conocerlo, se lo anuncio yo. El Dios

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que hizo el mundo y lo que contiene, él es Señor de cielo y tierra y no habita en templos construidos por hombres, ni lo sirven manos humanas; como si necesitara de alguien, él que a todos da la vida y el aliento, y todo. De un solo hombre sacó todo el género humano para que habitara la tierra entera, determinando las épocas de su historia y las fronteras de sus territorios. Quería que lo buscasen a él, a ver si, al menos a tientas, lo encontraban; aunque no está lejos de ninguno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos; así lo dicen incluso algunos de sus poetas: “Somos estirpe suya.” Por tanto, si somos estirpe de Dios, no podemos pensar que la divinidad se parezca a imágenes de oro o de plata o de piedra, esculpidas por la destreza y la fantasía de un hombre. Dios pasa por alto aquellos tiempos de ignorancia, pero ahora manda a todos los hombres en todas partes que se conviertan. Porque tiene señalado un día en que juzgará el universo con justicia, por medio del hombre designado por él; y ha dado a todos la prueba de esto, resucitándolo de entre los muertos.» Al oír “resurrección de muertos” unos lo tomaban a broma, otros dijeron: «De esto te oiremos hablar en otra ocasión.» Pablo se marchó del grupo. Algunos se le juntaron y creyeron, entre ellos Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos más. Después de esto, dejó Atenas y se fue a Corinto.Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 148,1-2.11-12ab.12c-14a“Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria”

Alaben al Señor en el cielo, alaben al Señor en lo alto. Alábenlo, todos sus ángeles; alábenlo, todos sus ejércitos. R/.

Reyes y pueblos del orbe, príncipes y jefes del mundo, los jóvenes y también las doncellas, los viejos junto con los niños. R/.

Alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime. Su majestad sobre el cielo y la tierra. R/.

Él acrece el vigor de su pueblo. Alabanza de todos sus fieles, de Israel, su pueblo escogido. R/.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 16,12-15En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Muchas cosas me quedan

por decirles, pero no pueden cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, los guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y les comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que les irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso les he dicho que toma de lo mío y se lo anunciará.» Palabra del Señor.

Meditación

Pablo llega a la ciudad de Atenas, tierra del conocimiento, de la filosofía, donde habitan gente muy culta y de religión griega. Es un desafío proclamar la buena nueva de salvación porque a veces a mientras más conocimiento humano tengamos y comodidades materiales es más difícil aceptar la Palabra de Dios. Los atenienses, que entendían que ya tenían


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todo conocimiento, están muy dispuestos a escuchar la exposición de Pablo hasta que llega al tema de la resurrección de los muertos, tema que no cabía en su forma de pensar.

Debemos tener un corazón humilde y sencillo para recibir el mensaje que nuestro Señor quiere transmitirnos, sin importar a través de qué hermano o hermana nos lo quiere dar, sin importar la apariencia física o la elocuencia que tenga este. Aun con el tiempo que tengamos en la Iglesia, no podemos ser como los atenieses que creían saberlo todo. Más bien, es preferible estar dispuesto a recibir el mensaje para que pueda producir los frutos que Dios quiere en cada uno de nosotros. Quizás, con la predicación de Pablo no se convirtió una multitud. Pero, si de algo podemos estar seguros es de que el mensaje de salvación no fue en vano, ya que gracias al mismo se convirtieron Dionisio, Dámaris y algunos más.

No pongamos nunca delante de la fe nuestro conocimiento del mundo o preparación profesional, ya que el divino maestro el único oficio que sabía (de ser carpintero) lo abandonó para sanar y anunciar el mensaje de salvación. El evangelio de hoy nos reafirma las palabras de Jesús de que no estamos solos, de que tenemos un abogado que viene en nuestro auxilio cada vez que lo necesitamos porque solo el Espíritu Santo nos puede guiar a la plena verdad.

El protagonista de este tiempo, que es el Espíritu Santo (al que debemos dejarlo obrar en nosotros, así como lo hicieron los apóstoles), hoy quiere guiarnos a la verdad del conocimiento de Dios. Y es esta verdad la que nos hace no temerle a las dificultades de este mundo. Cuando queramos tomar decisiones importantes, cuando no sepamos qué responder, cuando estemos confundidos, pidamos al Santo Espíritu de Dios que haga de nosotros instrumento de su paz amor y verdad.

10 Feria o Memoria Libre: San Juan de Avila, Presbítero y Doctor de la Iglesia

Jueves Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 18, 1-8 En aquellos días, Pablo dejó Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró a un tal

Aquila, judío natural del Ponto, y a su mujer Priscila; habían llegado hacia poco de Italia, porque Claudio había decretado que todos los judíos abandonasen Roma.

Se juntó con ellos y, como ejercían el mismo oficio, se quedó a trabajar en su casa; eran tejedores de lona. Todos los sábados discutía en la sinagoga, esforzándose por convencer a judíos y griegos. Cuando Silas y Timoteo bajaron de Macedonia, Pablo se dedicó enteramente a predicar, sosteniendo ante los judíos que Jesús es el Mesías.

Como ellos se oponían y respondían con insultos, Pablo se sacudió la ropa y les dijo: «Ustedes son responsables de lo que les ocurra, yo no tengo culpa. En adelante me voy con los gentiles.» Se marchó de allí y se fue a casa de Ticio Justo, hombre temeroso de Dios, que vivía al lado de la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; también otros muchos corintios que escuchaban creían y se bautizaban. Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial: 97, 1-2ab. 2cd-3ab. 3cd-4 R/. El Señor revela a las naciones su victoria.

Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R/.


Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 16, 16-20 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Dentro de poco ya no me

verán, pero poco más tarde me volverán a ver.» Comentaron entonces algunos discípulos: «¿Qué significa eso de “dentro

de poco ya no me verán, pero poco más tarde me volverán a ver”, y eso de “me voy con el Padre”?» Y se preguntaban: «¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice.»

Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: «¿Están discutiendo de eso que les he dicho: «Dentro de poco ya no me verán, pero poco más tarde me volverán a ver»? Pues sí, les aseguro que llorarán y se lamentarán ustedes, mientras el mundo estará alegre; ustedes estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría.» Palabra del Señor.

Meditación

“…pero su tristeza se convertirá en alegría”Una de las características de la era moderna es el acceso a la

información. No importa lo lejano que esté el lugar donde suceden los acontecimientos, en ésta, la “Era de la Información”, nos enteramos de lo que pasa en cualquier lugar del mundo en cuestión de minutos.

Y así, conocemos de primera mano accidentes, tsunamis, terremotos, asesinatos e historias de políticos corruptos. El problema es que muchas veces esas noticias nos llenan de angustia y pesar. Nos pasa como a los apóstoles que se entristecieron porque “no verían a Jesús”. Ante tanto mal, nos invade un temor que nos quita la esperanza y la alegría. Nos parece que Dios está ausente de tanta desgracia, de tanto dolor.

Y podemos sentirnos desanimados y sin esperanza, buscando el sentido a los acontecimientos que hasta sentimos pena por las generaciones venideras y nuestro corazón se entristece aún más cuando esas desgracias nos visitan a nosotros en nuestra propia casa o en nuestra propia carne.

En medio de todo esto, es necesario que como cristianos aprendamos a beber de la Fuente Verdadera. A buscar el sentido de la vida en la Buena Noticia del evangelio. El salmo de hoy nos invita a poner la mirada en la victoria de Cristo, en el amor de aquel que se acordó de su alianza con nosotros.

El evangelio nos asegura que tendremos momentos para llorar y estar tristes, pero que las pruebas que vivimos mientras estamos en esta tierra, tienen una fecha de caducidad, porque la victoria de Cristo nos hace herederos de su promesa: nuestra tristeza se convertirá en alegría.


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En medio de la situación por la que estemos pasando en este momento, Dios nos invita a contemplar al Cristo resucitado y apropiarnos de sus palabras. En medio de tu enfermedad, de tu soledad, del desempleo o de cualquier situación que no entiendes, que te deje confundido y sin respuestas, agárrate de esas palabras de Jesús: “… pero tu tristeza se convertirá en alegría”.

Es la voz de Jesús que atraviesa la historia y nos recuerda que El es la verdadera fuente de nuestra alegría, que se ha quedado en la Eucaristía para darnos la fuerza para el camino, nos alimenta la fe en medio de las pruebas para abrir nuestros ojos espirituales a una alegría que nadie nos puede arrebatar porque viene de la presencia de Dios dentro de tu corazón y nadie puede arrebatarte porque como dice la canción:

“Este gozo que tengo yo, el mundo no me lo dio, Y si no me lo dió, no me lo puede quitar Y si no me lo dió no me lo puede quitar…..”

11 Feria de Pascua

Viernes Blanco52º Aniversario de la Ordenación Presbiteral de Mons. Priamo

Pericles Tejeda Rosario, Obispo Emérito de Baní

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 18, 9-18 Estando Pablo en Corinto, una noche le dijo el Señor en una visión:

«No temas, sigue hablando y no te calles, que yo estoy contigo, y nadie se atreverá a hacerte daño; muchos de esta ciudad son pueblo mío.» Pablo se quedó allí un año y medio, explicándoles la palabra de Dios. Pero, siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se abalanzaron en masa contra Pablo, lo condujeron al tribunal y lo acusaron: «Éste induce a la gente a dar a Dios un culto contrario a la Ley.» Iba Pablo a tomar la palabra, cuando Galión dijo a los judíos: «Judíos, si se tratara de un crimen o de un delito grave, sería razón escucharles con paciencia; pero, si discuten de palabras, de nombres y de su Ley, arréglense ustedes. Yo no quiero meterme a juez de esos asuntos.» Y ordenó despejar el tribunal. Entonces agarraron a Sóstenes, jefe de la sinagoga, y le dieron una paliza delante del tribunal. Galión no hizo caso. Pablo se quedó allí algún tiempo; luego se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria con Priscila y Aquila. En Cencreas se afeitó la cabeza, porque había hecho un voto. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 46,2-3.4-5.6-7R “Dios es el rey del mundo”

Pueblos todos, batan palmas, aclamen a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra. R/.

Él nos somete los pueblos y nos sojuzga las naciones; él nos escogió por heredad suya: gloria de Jacob, su amado. R/.

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas: toquen para Dios, toquen, toquen para nuestro Rey, toquen. R/.

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Lectura del Santo Evangelio según San Juan 16, 20-23ª En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Les aseguro que llorarán

y se lamentarán ustedes, mientras el mundo estará alegre; ustedes estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También ustedes ahora sienten tristeza; pero volveré a verlos y se alegrará su corazón, y nadie les quitará su alegría. Ese día no me preguntarán nada.» Palabra del Señor.

Meditación

“…y nadie les quitará su alegría. Ese día no me preguntarán nada.» ¡Qué alegría ese día en que tengamos todo tan claro que ya no tendremos ninguna pregunta que hacer a Dios! Lo entenderemos todo cuando estemos cara a cara frente a El. Será plenitud de gozo, alegría sin fin.

Jesús usa la imagen de la mujer parturienta, que pasa de la tristeza a la alegría cuando llega la hora del parto. La compara con la experiencia de los discípulos, que tienen que pasar por la tristeza para llegar a la alegría. Este ejemplo indica que los discípulos verán una nueva luz en el camino de la fe. Es natural que los seres humanos huyan del sufrimiento, pero el camino de Jesús une la cruz con la resurrección y al seguirlo, debemos saber que al igual que El, hemos de pasar por el camino de la Pascua, del dolor a la resurrección.

Cristo resucitado nos habla de que la tristeza no es la última palabra en nuestras vidas. Nos promete que nuestras tristezas se convertirán en alegría. ¿ Cuál es la fórmula que permite este cambio?. La fórmula es el mismo Jesús, porque la tristeza no es la misma si la vivimos junto a El. Si le entregamos nuestras cargas, si lo invitamos a nuestra vida y le abrimos el corazón.

El gran mensaje de este pasaje es que Dios nos ha creado para ser felices. La alegría es el regalo que prepara a los que le aman, a los que le siguen hasta el final, aunque se tenga que pasar por Getsemaní y el Calvario. La alegría que comienza desde dentro del corazón cuando entendemos y aceptamos que Dios nos ama, nos perdona, nos acompaña y se queda con nosotros en la Eucaristía.

¡Qué nada en el mundo nos pueda quitar la dicha de sabernos amados por Ti, Señor!. ¡Qué siempre seas Tú, Señor, nuestra alegría!

12 Feria o Memoria Libre: San Nereo y San Aquiles, Mártires o San Pancracio, Mártir

Sábado Blanco o Rojo

La Memoria de Nuestra Señora de Fátima se puede adelantar al Sábado 12, con lecturas y oraciones del Común de la Virgen

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 18,23-28Pasado algún tiempo en Antioquía, emprendió Pablo otro viaje y recorrió

Galacia y Frigia, animando a los discípulos. Llegó a Éfeso un judío llamado


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Apolo, natural de Alejandría, hombre elocuente y muy versado en la Escritura. Lo habían instruido en el camino del Señor, y era muy entusiasta; aunque no conocía más que el bautismo de Juan, exponía la vida de Jesús con mucha exactitud. Apolo se puso a hablar públicamente en la sinagoga. Cuando lo oyeron Priscila y Aquila, lo tomaron por su cuenta y le explicaron con más detalle el camino de Dios. Decidió pasar a Acaya, y los hermanos lo animaron y escribieron a los discípulos de allí que lo recibieran bien. Su presencia, con la ayuda de la gracia, contribuyó mucho al provecho de los creyentes, pues rebatía vigorosamente en público a los judíos, demostrando con la Escritura que Jesús es el Mesías. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 46, 2-3.8-9.10R/. Dios es el rey del mundo


Porque Dios es el rey del mundo: toquen con maestría. Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado. R/.

Los príncipes de los gentiles se reúnen con el pueblo del Dios de Abrahán; porque de Dios son los grandes de la tierra, y él es excelso. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 16,23b-28En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo les aseguro, si piden

algo al Padre en mi nombre, se lo dará. Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre; pidan, y recibirán, para que su alegría sea completa. Les he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que les hablaré del Padre claramente. Aquel día pedirán en mi nombre, y no les digo que yo rogaré al Padre por ustedes, pues el Padre mismo les quiere, porque ustedes me quieren y creen que yo salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre.» Palabra del Señor.

Meditación

Jesús les indica a sus discípulos el acceso directo que tenemos con el Padre, el cual, como Padre amoroso, siempre está en la disposición de complacernos en las peticiones que le hacemos, siempre y cuando sea para nuestro bien. A El le encanta vernos felices y que vivamos la alegría de vivir según sus planes.

Veamos aquí algo importante. Jesús, nos presenta al Padre, pero no como una persona independiente, ya que nos dice que pidamos al Padre: ‘En comunión conmigo’ o ‘En su Nombre’, lo que significa que se une al Padre, ya que nunca tuvo el objetivo de sustituir o suplantar a su Padre, sino de hacer su voluntad manteniendo al pie de la letra el plan que Él le había trazado aquí en este mundo; sin importar las adversidades que tuviera que pasar, se mantendría firme, confiado y seguro de que todo lo que sucedía era por el bien de la humanidad.

Jesús vino a este mundo a mostrar el amor que el Padre nos tiene a cada uno de nosotros y por el cual se hizo todo lo que se ha hecho;

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Jesús quiere que con la misma confianza y entrega que sus discípulos le solicitaban ayuda para solucionar sus miedos, problemas y necesidades a Él, lo hicieran con el Padre, con el cual obtendrían la misma atención y respuesta inmediata que Jesús le proporcionaba.

Ahora, ¿cómo hacemos para comunicarnos con el Padre?, simple, el mismo Jesús nos enseñó, con la ORACION, ¿sabes qué es?: hablar con el Padre. Por tanto te invito a poner en práctica tu oración e intimar con el Padre. Conócelo, la mejor forma es hablando con Él y te sorprenderán sus respuestas; verás cómo tu vida va tomando un sabor, un matiz diferente, cómo la alegría de tu alma, te cambiará a ti y a todo el que te rodea.

Mi hermano, PIDE, tu Padre te lo ha dicho, ¿qué esperas?, él quiere complacerte y entregarte todo su amor, mediante el plan maravilloso que tiene especialmente para ti, involúcrate en él, empodérate, verás que unido a Èl todo se ve diferente, y al ver que tus deseos y peticiones particulares son necesidades que te ayudarán en tu vida, se gozará, lleno de alegría y buscará complacer tus anhelos solicitados.

13 Solemnidad: La Ascensión del Señor

Domingo Blanco

52ª. Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

Junto con María y con la Eucaristía continuamos la misión del Señor

Ambientación general Se coloca el título del Domingo y una

imagen de la Ascensión del Señor. Se pueden presentar con las Ofrendas algunos signos de las comunicaciones sociales: micrófonos, celulares, periódicos, revistas, televisión. Si hay periodistas en la Celebración destacar su presencia. También se pueden presentar los misioneros con la Biblia en la mano. Se motiva el envío de la Eucaristía y se hace el canto de las flores a María.

Monición ambientalHoy celebramos la subida del Señor al cielo, es decir, su Ascensión

a la derecha del Padre. Esta fiesta es importante, porque el Señor se va físicamente al Cielo, nos entrega su misión y nos asegura su presencia entre nosotros y nosotras de muchas maneras, y especialmente en la Eucaristía.

El misterio de la Ascensión nos recuerda que debemos seguir los pasos del Señor, sus consejos, su estilo de vida y el mandato de hoy, el de ir a anunciar su amor y su presencia; si cumplimos con todo ello, nos reuniremos también con Él y con María en el cielo.

Hoy, la Iglesia celebra la 52ª. Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales con el lema: “La verdad los hará libres”. Es una oportunidad para orar y reflexionar sobre la comunicación del Evangelio a través de los diferentes


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medios sociales como son la prensa, las redes sociales, la televisión, la radio y el internet. Oremos por los comunicadores sociales para que comuniquen la verdad y promuevan los valores del Reino de Dios.

Nos ponemos de pie para comenzar la celebración, y lo hacemos aclamando a Jesús que llega a presidirla a través de su ministro. Oración colecta

Concédenos, Dios todopoderoso, exultar de gozo y darte gracias en esta liturgia de alabanza, porque la ascensión de Jesucristo, tu Hijo, es ya nuestra victoria, y donde nos ha precedido él, que es nuestra cabeza, esperamos llegar también nosotros, como miembros de su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo.


Primera lectura: Hechos de los apóstoles 1, 1-11En los Hechos de los Apóstoles, se nos narra la despedida de Jesús, y

cómo da a los discípulos las instrucciones para que sean testigos de su amor y les reafirma la promesa del Espíritu Santo para que tengan su fuerza para comunicar v hacerlo presente a través de la predicación y de la Eucaristía. Escuchemos.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 1,1-11En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue

haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.

Una vez que comían juntos, les recomendó: «No se alejen de Jerusalén; aguarden que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo les he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días utedes serán bautizados con Espíritu Santo.»

Ellos lo rodearon preguntándole: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?»

Jesús contestó: «No les toca a ustedes conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, recibirán fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.»

Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacen ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que los ha dejado para subir al cielo volverá como le han visto marcharse.» Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 46,2-3.6-7.8-9R/. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas


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Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas; toquen para Dios, toquen, toquen para nuestro Rey, toquen. R/.

Porque Dios es el rey del mundo; toquen con maestría. Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado. R/.

Segunda lectura: Efesios 4, 1-13La segunda lectura, tomada de la carta a los Efesios nos habla de que

Jesús bajó a la tierra y subió al cielo. Antes de marcharse nos dejó los distintos ministerios, para que continuáramos su misión del Reino de Dios viviendo siempre la comunión fraterna. Escuchemos.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1,17-23Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé

espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de su corazón, para que comprendan cuál es la esperanza a la que los llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos. Palabra de Dios.

Aleluya Mt 28, 19. 20 Vaya y hagan discípulos de todos los pueblos, dice el Señor; yo estoy

con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

Evangelio: Marcos 16, 15-20Hoy contemplamos la subida de Jesús al cielo y el envío de sus discípulos

a continuar su misión en el mundo. Se va pero se queda de muchas formas en medio de nosotros hasta el final del mundo, como lo hace en la Eucaristía y a través de nosotros sus misioneros que convocan a toda la gente para que creyendo en El tengan vida y vida en abundancia. Escuchemos. Conclusión del santo evangelio según san Marcos 16,15-20

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»

Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban. Palabra del Señor.


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Oración de los fielesQuien preside: en este mes de mayo, ponemos nuestras oraciones

ante el Señor junto con la Virgen María diciendo: “Padre de la Gloria, escúchanos”.

1. Por la Iglesia, para que lleve el mensaje de salvación traído Cristo a todas las personas, a través de los medios de comunicación social y sea un mensaje de aliento, de esperanza y de compromiso . Oremos.

2. Por los gobernantes del mundo para que sean servidores de la verdad, faciliten y promuevan los valores del Reino a través de los medios de comunicación social. Oremos.

3, Por los más pobres que nosotros, por todos los que sufren y por todos los que pierden la esperanza para que a todos llegue la proclamación del Reino de Dios y puedan encontrar caminos de solución a sus problemas. Oremos.

4. Por esta Asamblea aquí reunida, por toda nuestra comunidad, para que continuemos la misión de Jesús como misioneros y anunciadores del amor de Dios. Oremos.

5. Por quienes trabajan en los medios de comunicación, para que su búsqueda sea siempre la verdad; para que usemos bien de esos medios y que también los usemos para evangelizar. Oremos.

6. Por los misioneros y misioneras de todo el mundo, por quienes en nuestras comunidades se encargan de la misión y de la catequesis, para que cumplan su tarea iluminados por el Espíritu Santo. Oremos.

Quien preside: Padre, que has querido glorificar a tu Hijo colocándolo a tu derecha, y nos has encomendado continuar su misión en la tierra hasta que El vuelva, escucha nuestras súplicas y haz que experimentemos tu presencia que nos fortalezca en el anuncio y vivencia de tu Reino. Te lo pedimos junto con la Virgen María, pero sobre todo, por medio de Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las ofrendasTe presentamos, Señor, nuestro sacrificio para celebrar la gloriosa

ascensión de tu Hijo; que la participación en este misterio eleve nuestro espíritu a los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comuniónDios todopoderoso y eterno que, mientras vivimos aún en la tierra, nos

das parte en los bienes del cielo, haz que deseemos vivamente estar junto a Cristo, en quien nuestra naturaleza humana ha sido tan extraordinariamente enaltecida que participa de tu misma gloria. Por Jesucristo nuestro Señor.


AVISO: El próximo Jueves 31 de Mayo, día de Corpus Christi, en todas las Diócesis del país se realizará el CONGRESO EUCARISTICO con

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14 Fiesta: San Matías, Apóstol

Lunes Rojo

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 1,15-17.20-26Uno de esos días, Pedro se puso de pie en medio de los hermanos -los que

estaban reunidos eran alrededor de ciento veinte personas- y dijo: “Hermanos, era necesario que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, habla de Judas, que fue el jefe de los que apresaron a Jesús. El era uno de los nuestros y había recibido su parte en nuestro ministerio. En el libro de los Salmos está escrito: Que su casa quede desierta y nadie la habite. Y más adelante: Que otro ocupe su cargo. Es necesario que uno de los que han estado en nuestra compañía durante todo el tiempo que el Señor Jesús permaneció con nosotros, desde el bautismo de Juan hasta el día de la ascensión, sea constituido junto con nosotros testigo de su resurrección”. Se propusieron dos: José, llamado Barsabás, de sobrenombre el Justo, y Matías. Y oraron así: “Señor, tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de los dos elegiste para desempeñar el ministerio del apostolado, dejado por Judas al irse al lugar que le correspondía”. Echaron suertes, y la elección cayó sobre Matías, que fue agregado a los once Apóstoles.Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 112,1-2.3-4.5-6.7-8R“El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo”·

Alaben, siervos del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre. R/.

De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre los cielos. R/.

¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se eleva en su trono y se abaja para mirar al cielo y a la tierra? R/.

Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los príncipes, los príncipes de su pueblo. R/.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 15,9-17.Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan

en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he

gran participación de todo el Pueblo de Dios, por disposición de nuestra Conferencia del Episcopado Dominicano.



En San Juan de la Maguana, 9am en el Salón de la Regional de la UASD. En las otras Diócesis en el lugar y hora determinados.


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dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto. Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros. Palabra del Señor.

Meditación

“Como el Padre me amo, también yo los he amado a ustedes” Jesucristo tenia bien claro y era parte de su ser, el amor que había recibido de su creador, de su Padre; me imagino que se llenaba de orgullo al saber que su Padre era el que lo enseñó a amar. Es por esto que Jesucristo tenía las herramientas necesarias para amarnos a nosotros también. ‘Nadie da lo que nunca ha recibido.’

Jesucristo es el verdadero amor, porque experimentó el ser amado, y su amor fue tan grande que fue capaz de morir por cada uno de nosotros. Wao que hermoso, ser amigo de Jesucristo, de aquel que se entregó, padeció y fue crucificado por ti y por mi…. Si…. por ti y por mi …

En la vida se nos presentan situaciones en las cuales debemos tomar decisiones importantes, ¿Qué hacemos? ¿Dónde buscamos? ¿En quién confiamos?

Muchas personas nos dicen: escucha tu corazón y encontrarás la respuesta, ¿Sabes? ¿A quién le pertenece ese corazón?, a tu Padre que te ama, al que te creo, al que desde la eternidad pensó en ti y te tiene tatuado en la palma de su mano. Ese que fue capaz de llamarte amigo, qué bello es todo ahora, saber que en medio de todas las circunstancias tenemos al gran amor de los amores dentro de nuestro corazón.

Hay dos frases que me llaman mucho la atención de este evangelio, Permanezcan y Amigo.

Si permanecemos es porque ya hemos experimentado su amor, su entrega, hemos recibido del Padre lo prometido, ahora El nos pide que permanezcamos, que continuemos creciendo en el amor, que sigamos echando agua a nuestra matita para que crezca y de frutos y frutos en abundancia. Permanecer cuando veamos que el camino se pone difícil y no vemos la salida.

Permanecer cuando no veamos que los frutos no han salido. Permanecer cuando la tristeza quiere ahogarnos y hacernos sentir que no somos especiales. Permanecer con la mirada bien alta y con los brazos bien abiertos para alcanzar la victoria deseada.

Permanezcan, permanezcan, Jesús primero nos ama y nos regala la mejor forma de encontrar la felicidad mediante el amor, ahora nos toca a nosotros dar el siguiente paso, el permanecer….. Gracias Señor!!!!!!

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Amigo, no soy un siervo o un administrador, hoy me coronas y me dices, amigo y me das a conocer todos los secretos del Padre, Tú me elegiste, no yo te elegí a ti, Tú me miraste, no yo te mire a ti, Tú me amaste primero, hoy puedo decir que me sacaste de la fosa, me sostuviste en tu regazo, me amaste, me apartaste para ti…. Cómo renunciar a este hermoso cargo de ser tu amigo. Que alegría Señor!!!!!.

Desde hoy me comprometo a permanecer en tu amor, a ver mi vida desde la mirada de ser tu amigo para que así pueda yo hacer lo mismo con todos los que me rodean.

Dame, Señor, de beber siempre del agua de vida eterna, que es TU AMOR.

15 Memoria Obligatoria: San Isidro Labrador

Martes Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 20,17-27 En aquellos días, desde Mileto, mandó Pablo llamar a los presbíteros de

la Iglesia de Éfeso. Cuando se presentaron, les dijo: «Ustedes saben que todo el tiempo

que he estado aquí, desde el día que por primera vez puse pie en Asia, he servido al Señor con toda humildad, en las penas y pruebas que me han procurado las maquinaciones de los judíos. Saben que no he ahorrado medio alguno, que les he predicado y enseñado en público y en privado, insistiendo a judíos y griegos que se conviertan a Dios y crean en nuestro Señor Jesús. Y ahora me dirijo a Jerusalén, forzado por el Espíritu. No sé lo que me espera allí, sólo sé que el Espíritu Santo, de ciudad en ciudad, me asegura que me aguardan cárceles y luchas. Pero a mí no me importa la vida; lo que me importa es completar mi carrera, y cumplir el encargo que me dio el Señor Jesús: ser testigo del Evangelio, que es la gracia de Dios. He pasado por aquí predicando el reino, y ahora sé que ninguno de ustedes me volverá a ver. Por eso declaro hoy que no soy responsable de la suerte de nadie: nunca me he reservado nada; les he anunciado enteramente el plan de Dios.» Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 67, 10-11.20-21R “Reyes de la tierra, canten a Dios”

Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa, aliviaste la tierra extenuada y tu rebaño habitó en la tierra que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres. R/.

Bendito el Señor cada día, Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación. Nuestro Dios es un Dios que salva, el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. R/.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 17,1-11ª En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha

llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder


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que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le confiaste. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que yo tenía cerca de ti, antes de que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y Tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que Tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que Tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por éstos que Tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti.» Palabra del Señor.

Meditación

Padre, ha llegado la hora….Estas palabras implican el termino de un recorrido amplio por los

predios de los distintos lugares transitados por JESUS para obedecer a la encomienda del Padre, tratando de dejar instituido un Pueblo Santo.

Qué gama de caminos tortuosos, de indiferencias, de soledades, le acompañaron. Fue muy alta la provisión de amor y perseverancia de nuestro amado JESUS, pero sobre todo su obediencia. Es esa la enseñanza reveladora que nos marca el camino de la salvación, rindiéndonos a los pies de Jesús con fidelidad, por ganarnos ese cielo prometido; ya que en la comunicación con el Padre le dijo: “No te ruego por el mundo, sino por los que son tuyos y que tu me diste”

Somos hijos predestinados a un cielo nuevo y a una tierra nueva y todo depende del sendero limpio que transitemos aquí y ahora.

Todos los que nos rodean, mi familia, mis hijos, mi esposo, te pertenecen. Tú me los has prestado para que les muestre el camino hacia la salvación. El amor, la paz, la sabiduría, la alegría es lo que me darás como herencia si oigo tu voz y pongo en práctica todas tus enseñanzas.

No te olvides de estar pendiente de ellos y de mí, somos una gran familia y en nuestro peregrinar nuestra mirada está puesta en Ti.

El salmo nos dice: Bendito es el Señor cada día, Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación. Esa debe ser nuestra oración diaria, una preparación para cuando lleguemos a estar cara a cara contigo.

¿Pero cómo nos preparamos? ¿Qué debemos hacer para tener un camino que nos lleve a la salvación?

1. Tener un encuentro vivo de corazón palpitante con el Señor, testificar con tus labios que Él es tu salvador, aceptarlo en tu vida

2. Arrepentirte de todos tus pecados, un corazón humillado es lo que quiere Dios. Tratar de no volver a caer en las tentaciones de la carne y recibir el sacramento de la confesión.

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3. Vivir esa salvación, un corazón nuevo, blanco, como señal de que ha sido transformado, purificado y ahora es nuevo. Todo lo hace nuevo el Señor.

Si queremos estar preparados para cuando Tú nos llames a gozar de tu presencia celestial, debemos ser testigos y testimoniar ese gran amor que Tú nos has dado para que todos alrededor nuestro crean y sigan el verdadero camino que nos lleva hacia Ti

¡¡¡¡Gracias, Señor, por mostrarnos el camino que nos lleva hacia Ti, sabes que te amo; que en mi vida nunca me falte tu dirección para seguir adelante hasta nuestro encuentro final!!!

16 Feria de Pascua

Miércoles Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 20, 28-38 En aquellos días, decía Pablo a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso:

«Tengan cuidado de ustedes y del rebaño que el Espíritu Santo les ha encargado guardar, como pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre. Ya sé que, cuando les deje, se meterán entre ustedes lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño. Incluso algunos de ustedes deformarán la doctrina y arrastrarán a los discípulos. Por eso, estén alerta: acuérdense que durante tres años, de día y de noche, no he cesado de aconsejar con lágrimas en los ojos a cada uno en particular. Ahora les dejo en manos de Dios y de su palabra de gracia, que tiene poder para construirles y darles parte en la herencia de los santos. A nadie le he pedido dinero, oro ni ropa. Bien saben que estas manos han ganado lo necesario para mí y mis compañeros. Siempre les he enseñado que es nuestro deber trabajar para socorrer a los necesitados, acordándonos de las palabras del Señor Jesús: “Hay más dicha en dar que en recibir.”»

Cuando terminó de hablar, se pusieron todos de rodillas, y rezó. Se echaron a llorar y, abrazando a Pablo, lo besaban; lo que más pena les daba era lo que había dicho, que no volverían a verlo. Y lo acompañaron hasta el barco. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 67, 29-30.33-35.35b-36cR “Reyes de la tierra, canten a Dios”

Oh Dios, despliega tu poder, tu poder, oh Dios, que actúas en favor nuestro. A tu templo de Jerusalén traigan los reyes su tributo. R/.

Reyes de la tierra, canten a Dios, toquen para el Señor, que avanza por los cielos, los cielos antiquísimos, que lanza su voz, su voz poderosa: «Reconozcan el poder de Dios.» R/.

Sobre Israel resplandece su majestad, y su poder sobre las nubes. ¡Dios sea bendito! R/.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 17, 11b -19 En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró diciendo: «Padre

Santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean


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uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como Tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad.» Palabra del Señor.

Meditación

Qué hermoso empeño tenía Jesús del cuidado de nuestra salvación, por eso la súplica al Padre: guárdalos en ese nombre tuyo que a mi me diste para que sean uno de nosotros.

Yo les he dado tu mensaje…….En verdad, esas enseñanzas evangelizadoras fueron palabras de vida

eterna y hoy son las que nos enamoran para conquistar el proyecto que todo el que ama al Señor quiere alcanzar.

Nuestro Señor hilvanó todo nuestro caminar con todo lo que conlleva una entrega plena, pues hasta le pide al Padre que nos defienda del maligno, ya que nos nombra como los elegidos. ¡Qué hermoso y grande es el amor de Jesús para nosotros! Cómo no entregar nuestro corazón al servicio de los necesitados y no huir de un camino nuevo revestido de sacrificio y de amor para lograr la salvación.

La tierra puede que nos pertenezca, pero nosotros no debemos pertenecer a ella y no debemos estar poseídos por sentimientos mundanos.

Con el Papa Francisco, nosotros rezamos para que Jesús nos libre de ser cristianos sin esperanza, que viven como si el Señor no hubiera resucitado, como si nuestros problemas fueran el centro de nuestras vidas.

Lo que desea Jesús es que aunque seamos del mundo tengamos un comportamiento diferente, que no nos dejemos ser esclavos de la carne.

AHORA VUELVO A TI, pero digo estas cosas mientras todavía estoy en el mundo, para que tengan mi ALEGRIA en plenitud. Que esto sea nuestra oración permanente, cada vez que pequemos, estemos tristes, apartados. Que volemos a los pies de Jesús en adoración para que su amor nos transforme y vivamos la alegría hasta que gocemos del encuentro final.

La historia de nuestra salvación la trazamos nosotros mismos; o creemos en la vida eterna o nos perdemos en el camino. Debemos comenzar a dar pasos, cada día reflexionar donde está la verdad, la verdad que nos ayudará a modelar nuestra conducta frente al mundo que nos rodea y nos envuelve.

Señor Jesús, santifícanos, muéstranos el camino, que podamos decir: al estar contigo vemos las situaciones diferentes, al estar abrazados de ti, tenemos seguridad de que todo estará bien y que somos hijos tuyos y no hijos de este mundo.

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Gracias, Señor, por amarnos, por guiar nuestros senderos y sobre todo dejarnos el mejor ejemplo de salvación: tu HIJO AMADO JESUS, que en todo momento nos enseñó a través de su propio testimonio.

Se puede ser luz en un mundo donde solo hay oscuridad, gracias a ti, amado Jesús.

17 Feria o Memoria Libre: San Pascual Bailón, Religioso

Jueves Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 22, 30; 23, 6-11 En aquellos días, queriendo el tribuno poner en claro de qué acusaban

a Pablo los judíos, mandó desatarlo, ordenó que se reunieran los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno, bajó a Pablo y lo presentó ante ellos. Pablo sabía que parte del Sanedrín eran fariseos y otra saduceos y gritó: «Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo, y me juzgan porque espero la resurrección de los muertos. Apenas dijo esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos, y la asamblea quedó dividida. (Los saduceos sostienen que no hay resurrección, ni ángeles, ni espíritus, mientras que los fariseos admiten todo esto.) Se armó un griterío, y algunos escribas del partido fariseo se pusieron en pie, porfiando: «No encontramos ningún delito en este hombre; ¿y si le ha hablado un espíritu o un ángel?» El altercado arreciaba, y el tribuno, temiendo que hicieran pedazos a Pablo, mandó bajar a la guarnición para sacarlo de allí y llevárselo al cuartel. La noche siguiente, el Señor se le presentó y le dijo: « ¡Ánimo! Lo mismo que has dado testimonio a favor mío en Jerusalén tienes que darlo en Roma.» Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 15, 1-2ª5.7-8.9-10.11R “Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti”

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.» El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; mi suerte está en tu mano. R/.

Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor, con Él a mi derecha no vacilaré. R/.

Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena. Porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. R/.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 17, 20-26 En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró diciendo: «Padre Santo, no sólo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también lo sean en nosotros, para que el mundo crea que Tú me has enviado. También les di a ellos la gloria que me diste, para que


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sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que Tú me has enviado y los has amado como me has amado a mí. Padre, éste es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo. Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y éstos han conocido que Tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté con ellos, como también yo estoy con ellos.» Palabra del Señor.

Meditación

El evangelio que acabamos de leer es un fragmento de la llamada “oración sacerdotal” de Jesús, pronunciada por Jesús justo antes de iniciar su Pasión, y está consideraba como una de las más bellas oraciones de toda la Biblia, si no la que más. En ella Jesús nos hace un llamado a la unidad, para dar testimonio al mundo de que somos uno en Cristo y que El nos ha enviado. ¿Esta promesa se hizo realidad? En efecto sí: en cada Eucaristía, cuando comulgamos el Cuerpo y la Sangre de Cristo, nos hacemos uno con El, y entre nosotros, de modo que somos testigos de la unidad de su Cuerpo místico, que es la Iglesia.

Esta es una hermosa realidad que todo católico debe experimentar al acercarse confiadamente al banquete del Señor. Sin embargo, la invitación de Jesús, es que hagamos vida estas palabras, no solo en la comunión eucarística, sino también en nuestras familias y comunidades. Por tanto el Señor nos anima a que vivamos en armonía unos con otros y que nos perdonemos mutuamente, para que nuestro testimonio sea motivo de alabanza para los demás.

A veces, alcanzar esta armonía y hermandad, se presenta como un reto aún en nuestras comunidades religiosas y en las familias. ¿Por qué? Porque a veces nos herimos, nos decimos palabras descompuestas o discutimos acaloradamente con razón o sin ella, y porque también no es menos cierto que hay hermanos con un carácter complicado (a veces los complicados somos nosotros mismos), que dificultan la reconciliación. En otras ocasiones, hay una competencia de egos o competencia por espacios de liderazgo entre dos buenos hermanos (o incluso entre los esposos), o simplemente demasiado orgullo como para perdonar o pedir perdón.

A veces creemos que podemos tapar estos conflictos debajo de la alfombra, y que nadie se entere, pero Dios lo conoce todo, incluyendo los sentimientos más ocultos del corazón humano. Y qué mal testimonio podemos dar a veces con nuestras discusiones, cuando estas son estériles, o cuando faltan a la caridad! Estas actitudes negativas a veces alejan a la gente de la Iglesia y de Dios, porque no pueden decir como decían los primeros testigos: “Miren cómo se aman”, sino que lo que ven son antitestimonios de desunión entre nosotros.

Ciertamente hay ocasiones que una buena discusión es incluso necesaria y justa por el bien de la comunidad o de las familias. Por ejemplo,

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cuando un hijo va fallando o empezando mal camino, es necesaria una saludable corrección fraternal, y con esto también hacemos la voluntad de Dios. De igual manera, aceptar una buena corrección fraternal cuando nos haga falta. Para esto necesitamos pedirle a Dios humildad.

Pidamos pues al Señor que nos dé la gracia de la unidad, en Iglesia, en nuestras familias, en nuestras comunidades, en nuestros sectores, que podamos convivir fraternalmente con nuestras diferencias, y lo que es mejor, aprender a ver los valores y fortalezas que tienen las personas que son diferentes a nosotros, y aprender de los talentos que tienen y cuánto ayudan al Reino de Dios entre nosotros, para que con corazón agradecido demos la gloria al Señor, que todo lo hace bien. Amén.

18 Feria o memoria libre: San Juan I, Papa y mártir

Viernes Blanco o Rojo

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 25,13-21 En aquellos días, el rey Agripa llegó a Cesárea con Berenice para saludar

a Festo, y se entretuvieron allí bastantes días. Festo expuso al rey el caso de Pablo, diciéndole: «Tengo aquí un preso, que ha dejado Félix. Cuando fui a Jerusalén, los sumos sacerdotes y los ancianos judíos presentaron acusación contra él, pidiendo su condena. Les respondí que no es costumbre romana ceder a un hombre por las buenas; primero el acusado tiene que carearse con sus acusadores, para que tenga ocasión de defenderse. Vinieron conmigo a Cesárea, y yo, sin dar largas al asunto, al día siguiente me senté en el tribunal y mandé traer a este hombre. Pero, cuando los acusadores tomaron la palabra, no adujeron ningún cargo grave de los que yo suponía; se trataba sólo de ciertas discusiones acerca de su religión y de un difunto llamado Jesús, que Pablo sostiene que está vivo. Yo, perdido en semejante discusión, le pregunté si quería ir a Jerusalén a que lo juzgasen allí. Pero, como Pablo ha apelado, pidiendo que lo deje en la cárcel, para que decida su majestad, he dado orden de tenerlo en prisión hasta que pueda remitirlo al César.» Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 102, 1-2.11-12.19-20abR/. El Señor puso en el cielo su trono

”Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. R/.

Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre sus fieles; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos. R/.

El Señor puso en el cielo su trono, su soberanía gobierna el universo. Bendigan al Señor, ángeles suyos, poderosos ejecutores de sus órdenes. R/.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 21,15-19 Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con

ellos, dice a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?» Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Jesús le dice:


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«Apacienta mis corderos.» Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Él le dice: «Pastorea mis ovejas.» Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le dijo «Señor, Tú conoces todo, tú sabes que te quiero.» Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.» Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme.» Palabra del Señor.

Meditación

Una de las formas en que la Iglesia ha interpretado este pasaje sobre las preguntas de Jesús a Pedro, es como un proceso de sanación interior para Pedro, que antes lo había negado 3 veces, luego de jurar que iría hasta la muerte con El. Tenemos a Pedro como un personaje impetuoso, de armas tomar, un hombre de acción, y quizá eso lo llevó a ser soberbio antes de la Pasión de Jesús, creyendo que con sus solas fuerzas, podía resistir las pruebas que aguardaban al Señor, y que con su sola determinación era suficiente para hacer la Voluntad del Señor. Quizá este arrojo, combinado con cierta soberbia interna, lo llevó a asegurar que estaría fiel incluso hasta la muerte. Cuántas veces nosotros mismos confiamos demasiado en nuestro compromiso, en nuestro llamado, en nuestros talentos, en nuestra valentía o cualquier cualidad que tengamos, para dar por sentado que vamos a ser fieles al Señor.

San Pablo nos advierte que cuidemos nuestra salvación con temor y temblor para que, después de haber caminado muchísimo en presencia del Señor, terminemos negando todo y rechazando las verdades de la fe y el amor a Cristo y su Iglesia. Este es un llamamiento para que no estemos confiados en nuestras virtudes y propósitos, sino que entendamos que en todo dependemos de El. Eso significa mantener la Fe. Cuánta gente que conocemos, un día empezó la buena carrera, y al cabo de los años ya perdieron la fe… Que esto nos anime a confiar más en el Señor y a pedirle el don de la perseverancia y la fe.

En tu oración personal, ¿pides al Señor que te aumente la Fe? ¿Pides el don de perseverancia y de fidelidad? Si no lo haces, hoy es un buen momento para pedirlo.

En las respuestas de Pedro, luego de la Resurrección, podemos ver a un Pedro diferente. Pedro ha cambiado. No es el mismo Pedro de respuestas soberbias, o muy confiado en su propia fuerza. Es un Pedro que no se atreve a decir “Te amo Señor”, sino que más bien dice ahora “Señor, Tú lo sabes todo. Tú sabes que TE QUIERO”. Ya no es Pedro quien sabe, ahora reconoce que Jesús es el que lo sabe todo. Como diciendo, si en verdad te amo, eso Tú lo sabes Señor, ya no quiero ser soberbio, ahora quiero confiar más en Tí, que sí lo sabes todo.

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Y luego viene lo más hermoso: el llamado del Señor a Pedro a que apaciente a sus corderos (a todos los Apóstoles, que hoy son los Obispos de la Iglesia) y que apaciente a sus Ovejas (el pueblo fiel). El Señor ha encomendado a Pedro que apaciente, es decir, que confirme en la Fe, que levante, que dé ánimos y que guíe a todo el pueblo de Dios, y con Pedro a cada uno de sus sucesores, incluyendo a nuestro Papa actual, Francisco. Y a nosotros nos llama para dejarnos alimentar, confirmar en la fe y guiar por nuestros pastores (sacerdotes y Obispos).

En este día hagamos una oración por el Papa Francisco, para que se mantenga fiel al llamado del Señor, y por todos nosotros para que permanezcamos en el amor de Dios dejándonos guiar por El. Amén.

19 Feria de Pascua

Sábado Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 28,16-20.30-31Cuando llegamos a Roma, le permitieron a Pablo vivir por su cuenta en

una casa, con un soldado que lo vigilase. Tres días después, convocó a los judíos principales; cuando se reunieron,

les dijo: «Hermanos, estoy aquí preso sin haber hecho nada contra el pueblo ni las tradiciones de nuestros padres; en Jerusalén me entregaron a los romanos. Me interrogaron y querían ponerme en libertad, porque no encontraban nada que mereciera la muerte; pero, como los judíos se oponían, tuve que apelar al César; aunque no es que tenga intención de acusar a mi pueblo. Por este motivo he querido verlos y hablar con ustedes; pues por la esperanza de Israel llevo encima estas cadenas.» Vivió allí dos años enteros a su propia costa, recibiendo a todos los que acudían, predicándoles el reino de Dios y enseñando lo que se refiere al Señor Jesucristo con toda libertad, sin estorbos. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 10, 4.5.7R/. Los buenos verán tu rostro, Señor

El Señor está en su templo santo, el Señor tiene su trono en el cielo; sus ojos están observando, sus pupilas examinan a los hombres. R/.

El Señor examina a inocentes y culpables, y al que ama la violencia él lo odia. Porque el Señor es justo y ama la justicia: los buenos verán su rostro. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 21,20-25En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a

quien Jesús tanto amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?»

Al verlo, Pedro dice a Jesús: «Señor, y éste ¿qué?» Jesús le contesta: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme.»

Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: «Si quiero


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que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?» Éste es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que los libros no cabrían ni en todo el mundo. Palabra del Señor.

Meditación

Nos puede pasar que cuando estamos ante la presencia de alguien importante en nuestras vidas o con alguien que nos hace sentir que le interesamos, o con quien nos gusta conversar y recibir consejos podemos sentir el deseo de acapararlo, de querer estar a solas con él, sin que nadie nos interrumpa. No queremos que nadie se interponga durante el tiempo que estamos con esa persona que queremos y apreciamos. Es como si quisiéramos tener la exclusividad por el mayor tiempo posible.

Esto le pudo pasar a Pedro cuando estando compartiendo con Jesús, después de habérseles aparecido por tercera vez a sus discípulos, a orillas del lago de Tiberíades, obraba nuevamente un milagro proveyéndoles de una pesca abundante y más aún, acabando de otorgarle la mayor responsabilidad entre los apóstoles, de conducir y apacentar la iglesia naciente.

Imaginen cómo podría sentirse el apóstol, perdonado por Jesús por haberlo negado tres veces, y ahora con tremenda encomienda. Los ánimos y el ego de Pedro estaban tan altos, que cuando Juan se acercaba a ellos, le pregunto a Jesús: «Señor, y éste ¿qué?». Pero Jesús, frente a estas tentaciones, le respondió: “¿A ti qué? Tú, sígueme”. Esta experiencia de Pedro es un mensaje importante también para nosotros, hoy en día.

A veces creemos que porque estamos siguiendo a Jesús desde hace un buen tiempo, podemos tener más “derechos” que otros o a sentirnos “mejores” personas que las demás. El llamado de Jesús es un llamado universal, sin distinción, sin tiempo límite.

Debemos ver el ejemplo de Pablo, de la primera lectura, que había sido llevado preso a Roma por predicar el reino de Dios hasta las últimas consecuencias. Debemos tener un corazón misionero que sea capaz de predicar las verdades del evangelio con nuestras palabras, pero sobre todo con nuestro testimonio.

20 Domingo de Pentecostès

Domingo Rojo

En la Eucaristía se derrama el Espíritu Santo sobre nosotros

Ambientación generalAdemás de lo propuesto para todos los domingos del mes de mayo, hoy

es día de Pentecostés, la iglesia o capilla puede estar adornada por los

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símbolos del Espíritu Santo, o por sus Dones… se puede llevar en la procesión alguna paloma viva, o de papel, o de figura… Se pueden preparar papelitos con los dones del Espíritu Santo y a cada persona que llega se le entrega uno, o se le pone pegado en la ropa. Se crea un clima de oración y se tiene un momento especial pidiendo el Espíritu Santo unos por otros. Se destaca la acción del Espíritu Santo en la Eucaristía. Se puede iniciar como indica la proclamación de Pentecostés en la Vigilia de Pentecostés.

Monición ambientalHermanos y hermanas; celebramos hoy, la gran fiesta del Espíritu Santo.

A los diez días de subir a los cielos, Jesús envió a los apóstoles el Espíritu Santo, que los impulsó a predicar el Evangelio por el mundo entero. Este día se celebra el inicio del caminar de la Iglesia.

En esta Eucaristía demos gracias a Dios Padre, en Cristo Jesús, por medio del Espíritu Santo, por todos los dones que nos ha concedido. Abramos nuestras mentes, nuestros corazones y todo nuestro ser para que se renueve en nosotros la acción del Espíritu Santo en la Eucaristía, para vivir la comunión y tener fuerza para la misión.

Y, en este mes de mayo, lo haremos de la mano de la Virgen, que estaba allá con los discípulos, recibiendo el Espíritu Santo. Que en esta celebración ese Espíritu se derrame abundantemente sobre cada persona que participamos en esta fiesta. Nos ponemos de pie e iniciamos cantando al Señor Jesús que se hace presente entre nosotros a través de su ministro.

Oración colectaOh Dios, que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia,

extendida por todas las naciones, derrama los dones de tu Espíritu sobre todos los confines de la tierra y no dejes de realizar hoy, en el corazón de tus fieles, aquellas mismas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo.


Primera lectura: Hechos de los apóstoles 2, 1-11Con el libro de los Hechos de los Apóstoles hacemos memoria de este

hecho, en el que los discípulos, junto con María, reciben el Espíritu Santo; que les quita el miedo, les llena de valentía y de alegría. Ese Pentecostés lo vivimos el día de nuestra Confirmación y se renueva en cada Eucaristía, llenándonos de su presencia y de su poder para realizar la misión de Jesús. Escuchemos.


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Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 2,1-11Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo

lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse.

Residían entonces en Jerusalén judíos devotos venidos de todos los pueblos que hay bajo el cielo. Al oírse este ruido, acudió la multitud y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Estaban todos estupefactos y admirados, diciendo:

«¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos, elamitas y habitantes de Mesopotamia, de Judea y Capadocia, del Ponto y Asia, de Frigia y Panfilia, de Egipto y de la zona de Libia que limita con Cirene; hay ciudadanos romanos forasteros, tanto judíos como prosélitos; también hay cretenses y árabes; y a cada uno los oímos hablar de las grandezas de Dios en nuestra propia lengua». Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 103,1ab.24ac.29bc-30.31.34R/. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra

Bendice, alma mía, al Señor: ¡Dios mío, ¡qué grande eres! Cuántas son tus obras, Señor; la tierra está llena de tus criaturas. R/.

Les retiras el aliento, y expiran y vuelven a ser polvo; envías tu espíritu, y los creas, y repueblas la faz de la tierra. R/.

Gloria a Dios para siempre, goce el Señor con sus obras; que le sea agradable mi poema, y yo me alegraré con el Señor. R/.

Segunda lectura: 1 Corintios 12 3b-7. 12-13San Pablo nos habla hoy de la diversidad de dones del Espíritu, que se

manifiesta de muchas maneras distintas pero siempre para el bien común, siempre en la diversidad para la unidad, para edificar el cuerpo de Cristo, su Iglesia, tal como acontece en cada Eucaristía por obra del mismo Espíritu. Escuchemos.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2,3b-7.12-13

Hermanos: Nadie puede decir: «Jesús es Señor», sino por el Espíritu Santo. Y hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común.

Pues, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.

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Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. Palabra de Dios.

SecuenciaVen, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del

pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.

Aleluya Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en

ellos la llama de tu amor.

Evangelio: Juan 20, 19-23En el Evangelio se nos cuenta que Jesús entra aunque las puertas estén cerrada y haya miedo. El nos da su Espíritu de paz y alegría, su Espíritu de perdón, para construir la Iglesia, el pueblo de Dios. Por esa presencia del Espíritu que se renueva en cada Eucaristía nos hace su Cuerpo, nos congrega en su amor y nos fortalece para realizar su misión. Escuchemos.

Lectura del santo evangelio según san Juan 20,19-23AL anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los

discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a ustedes».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo; a quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengan, les quedan retenidos» Palabra del Señor.

Oración de los fielesQuien preside: En esta fiesta de Pentecostés, acompañados por la

Virgen, presentamos ante el Padre nuestras necesidades, las de la Iglesia y el mundo; diciéndole: Danos, Padre, tu Espíritu Santo.


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1. Por el Papa Francisco, por nuestros obispos, presbíteros, diáconos, consagrados y consagradas y todos los laicos comprometidos, para que con la luz y la fuerza del Espíritu Santo, guíen a la Iglesia, para realizar el Reino en estos momentos de la historia. Oremos.

2. Para que el Espíritu Santo ilumine a nuestros gobernantes, y sean capaces de construir una República Dominicana en paz, sin violencia, sin corrupción, sin impunidad ni hambre. Oremos.

3. Por quienes están pasando situaciones difíciles, los enfermos, los abandonados, los necesitados en lo material, para que el Espíritu de Dios, que mantuvo de pie junto a la Cruz a María, les traiga sanidad, dé sentido a sus vidas y les dé fuerza para seguir adelante. Oremos.

4. Por quienes participamos en esta celebración, para que renovados por el Espíritu, nos abramos a la obra nueva que Él quiera realizar en nuestras vidas. Oremos.

Quien preside: Padre de bondad, acoge estas peticiones y danos tu Espíritu. Te lo pedimos por intercesión de María, pero sobre todo. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendasTe pedimos, Señor, que, según la promesa de tu Hijo, el Espíritu Santo

nos haga comprender la realidad misteriosa de este sacrificioy nos lleve al conocimiento pleno de toda la verdad revelada. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración después de la comuniónOh Dios, que has comunicado a tu Iglesia los bienes del cielo, conserva

los dones que le has dado, para que el Espíritu Santo sea siempre nuestra fuerza y la eucaristía que acabamos de recibir acreciente en nosotros la salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.


AVISO: El próximo Jueves 31 de Mayo, día de Corpus Christi, en todas las Diócesis del país se realizará el CONGRESO EUCARISTICO con gran participación de todo el Pueblo de Dios, por disposición de nuestra Conferencia del Episcopado Dominicano.



En San Juan de la Maguana, 9am en el Salón de la Regional de la UASD. En las otras Diócesis en el lugar y hora determinados.

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21 Feria o Memoria Libre: San Cristobal Magallanes, Presbítero y Compañeros Mártires

Lunes Verde o Rojo41º Aniversario de la Ordenación Episcopal de Mons. Jesús María de

Jesús Moya, Obispo Emérito de la Diócesis de San Francisco de Macorís

Se reanuda el Tiempo Ordinario. VII Semana del Tiempo Ordinario. III Semana Liturgia de las Horas

Lectura de la carta del apóstol Santiago 3,13-18Queridos Hermanos: ¿Hay alguno entre ustedes sabio y entendido?

Que lo demuestre con una buena conducta y con la amabilidad propia de la sabiduría. Pero, si tienen el corazón amargado por la envidia y las rivalidades, no anden gloriándose, porque sería pura falsedad. Esa sabiduría no viene del cielo, sino que es terrena, animal, diabólica. Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 18, 8.9.10R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón

La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. R/.

Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos. R/.

La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.

Que te agraden las palabras de mi boca, y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón, Señor, roca mía, redentor mío. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 9,14-29En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la

montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo.

Él les preguntó: «¿De qué discuten?» Uno le contestó: «Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces.»

Él les contestó: «¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo los tendré que soportar? Tráiganmelo.» Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos.

Jesús preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?»Contestó él: «Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al

fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros


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y ayúdanos.» Jesús replicó: «¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe.» Entonces el padre del muchacho gritó: «Tengo fe, pero dudo; ayúdame.» Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: «Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él.»

Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie.

Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: «¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?» Él les respondió: «Esta especie sólo puede salir con oración y ayuno.» Palabra del Señor.

Meditación

Las lecturas de hoy me hacen recordar mis tiempos escolares, donde el ser el mejor estudiante o el que supiera más era digno de ser favorecido con el reconocimiento de los profesores. Es posible que muchos de mis compañeros (come libros) no tuvieran la habilidad social que tenía yo en ese entonces y que todavía atesoro con celo. Ya sea por la timidez que pudieran tener o simplemente por su tipo de personalidad.

Lo que si me llamaba la atención, es que cuando trataba de conversar con ellos algún tema de cualquier índole que no tuviera que ver con el currículum escolar se les hacía muy difícil entablar una conversación.

Y me doy cuenta que muchas veces nos podría estar ocurriendo esto con el Señor. Pues estamos tan pendiente de conocer más del mundo pasajero en que habitamos que el lugar donde realmente habitaremos en la eternidad. Es posible que muchas veces no nos entendamos con Jesús en nuestras oraciones, pues estamos hablando cosas diferentes a la que Cristo quiere saber de nosotros.

¿Cuántas veces nos preguntamos por qué Dios no nos escucha? Si ya he hecho todo lo humanamente posible. ¿Qué pasa que no ocurren las cosas? Cuando nuestra sabiduría viene del Padre, no cuestionamos lo que pasa en nuestras vidas.

El Evangelio de hoy nos invita a eso “Todo es posible para aquel que tiene fe”, pues la sabiduría que viene del Señor nos llevará a la vida eterna. Hermano, Jesús te invita hoy a contemplar su rostro en la oración y la eucaristía. Para que seamos santos como Dios es Santo.

22 Feria o Memoria Libre: Santa Joaquina Vedruna, Religiosa o Santa Rita de Casia, Religiosa

Martes Verde o Blanco

Lectura de la carta del apóstol Santiago 4,1-10Queridos Hermanos:¿De dónde proceden las guerras y las contiendas

entre ustedes? ¿No es de sus pasiones, que luchan en sus miembros? Codician y no tienen; matan, arden en envidia y no alcanzan nada; combaten

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entre ustedes y guerrean. No tienen, porque no piden. Piden y no reciben, porque piden mal, para dar satisfacción a sus pasiones. ¡Adúlteros! ¿No saben que amar el mundo es odiar a Dios? El que quiere ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios. No en vano dice la Escritura: «El espíritu que Dios nos infundió está inclinado al mal.» Pero mayor es la gracia que Dios nos da. Por eso dice la Escritura: «Dios se enfrenta con los soberbios y da su gracia a los humildes.» Sométanse, pues, a Dios y enfréntense con el diablo, que huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Pecadores, lávense las manos; hombres indecisos, purifiquen el corazón, lamenten su miseria, lloren y hagan duelo; que su risa se convierta en llanto y su alegría en tristeza. Humíllense ante el Señor, que él los levantará. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 54,7-8.9-10a.10b-11.23R/. Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará

Pienso: «¡Quién me diera alas de paloma para volar y posarme! Emigraría lejos, habitaría en el desierto.» R/.

«Me pondría en seguida a salvo de la tormenta,del huracán que devora, Señor; del torrente de sus lenguas.» R/.

Violencia y discordia veo en la ciudad: día y noche hacen la ronda sobre sus murallas. R/.

Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará; no permitirá jamás que el justo caiga. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 9,30-37En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y

atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos.

Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará.» Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutían por el camino?» Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante.

Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.»

Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.» Palabra del Señor.

Meditación

En el Evangelio de hoy Jesús instruye a los discípulos en lo que sucederá próximamente con Él. Sin embargo ellos no entienden que es lo que les está diciendo. No preguntan por temor y se embarcan en un comentario que nada tiene que ver con lo que Jesús les está enseñando.


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Y en ese momento pienso. Cuántas veces he olvidado las enseñanzas del Señor. Cuántas veces me he distraído de lo que Jesús quiere que yo escuche de Él y pongo mi oído en otras conversaciones que nada tienen que ver con lo que el Padre quiere de mi.

Quizás nos falte esa escucha activa que deseamos que Dios tenga para nosotros cuando se nos presenta alguna dificultad en nuestras vidas. Que escuche nuestras plegarias y venga veloz a rescatarlos.

Y miremos nuestro interior y pensemos si Jesús nos pide también que actuemos rápido en cumplir su palabra. ¿Estaríamos a la par con Él o definitivamente estaríamos muy por debajo de lo que el desea de nosotros?

Hoy Dios nos llama a que seamos como niños. Que dejemos de lado cuestionarnos tanto la vida y vivamos el día que nos ha regalado . Y dejemos que sus regalos sean una bendición para nuestra vida en Cristo Jesús.

23 Feria

Miércoles Verde

Lectura de la carta del apóstol Santiago 4,13-17Hermanos: Ustedes dicen : «Mañana o pasado iremos a esa ciudad y

pasaremos allí el año negociando y ganando dinero». Y ni siquiera sabén qué pasará mañana. Pues, ¿qué es su vida? Una nube que aparece un momento y en seguida desaparece. Deben decir así: «Si el Señor lo quiere y vivimos, haremos esto o lo otro.» En vez de eso, no paran de hacer grandes proyectos, fanfarroneando; y toda jactancia de ese estilo es mala cosa. Al fin y al cabo, quien conoce el bien que debe hacer y no lo hace es culpable. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 48,2-3.6-7.8-10.11R/. Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de

los cielos

Oígan esto, todas las naciones; escúchenlo, habitantes del orbe: plebeyos y nobles, ricos y pobres. R/.

¿Por qué habré de temer los días aciagos, cuando me cerquen y acechen los malvados, que confían en su opulencia y se jactan de sus inmensas riquezas? R/.

Si nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate. Es tan caro el rescate de la vida, que nunca les bastará para vivir perpetuamente sin bajar a la fosa. R/.

Miren: los sabios mueren, lo mismo que perecen los ignorantes y necios, y legan sus riquezas a extraños. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 9,38-40En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que

echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.»

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Jesús respondió: «No se lo impidan porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.» Palabra del Señor.

Meditación

La palabra de Dios nos lleva hoy a reflexionar sobre cómo Dios nos llama la atención cuando planificamos nuestro futuro apoyados en nuestras fuerzas sin tomar en cuenta que Él es el dueño de nuestra vida y de la historia, y sobre todo, nos corrige, en la actitud de los discípulos que es tan nuestra, en cuanto a la pretensión que podemos tener de ser jueces y árbitros de la gracia.

Leemos en el Evangelio de hoy cómo Juan le habla al Señor sobre un hombre que echaba demonios en su nombre “sin ser los suyos”. Este hombre desconocido se apoyaba en el nombre y el discípulo amado quería impedírselo. Resuena en nuestros corazones la respuesta de Dios “uno que hace milagros en mi Nombre no puede hablar mal de mí”. Jesús lo valida, lo afirma y nos enseña que los instrumentos en sus manos son muchos más que los que reconocemos, que su gracia y su poder sobrepasan nuestros límites y entendimiento.

La soberbia, el querer apropiarnos de la verdad de Dios y de su autoridad es una tentación que vivimos a menudo quienes hemos tomado la decisión de servirle de manera comprometida al Señor, en La Iglesia, y en los suyos. Al que permanece en el seguimiento de Cristo, uno de los modos de distraernos y perdernos del camino es la soberbia, que se disfraza se para hacernos aparecer celosos de la gloria de Dios.

Es importante pedir continuamente la gracia de ser humildes, dóciles como nuestra madre María diciendo “He aquí el esclavo del Señor, hágase en mí según su Voluntad”.

Durante este mes que dedicamos al valor de la Eucaristía proponte recibir el Cuerpo del Señor, su alimento, el pan divino, con la sana intención de ser nutrido en discernimiento, ser fortalecido en humildad, y ser tú mismo un pan en las manos de Dios que facilite la propagación del Nombre de Jesús siendo incluyente, abierto a los creyentes, siendo punto de encuentro, donador gratuito porque gratis todo lo has recibido.

Alégrate en la bondad de Dios sin hacer acepciones de personas. Que tus planes sean buscar el Plan de Dios. Que tu servicio sea eucaristía o alimento para otros sin importar que sean cercanos o lejanos, conocidos o desconocidos.

Regálanos, Dios Trino y uno, la humildad de escuchar la voz del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo en cualquier persona en la cual te plazca glorificarte o derramar tus dones.


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24 Fiesta: Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote

Jueves Blanco

O Bien Carta a los Hebreos 10, 12-23

Lectura del libro del profeta Isaías: 52, 13-53, 1-12He aquí que mi siervo prosperará, será engrandecido y exaltado, será

puesto en alto. Muchos se horrorizaron al verlo, porque estaba desfigurado su semblante, que no tenía ya aspecto de hombre; pero muchos pueblos se llenaron de asombro. Ante él los reyes cerrarán la boca, porque verán lo que nunca se les había contado y comprenderán lo que nunca se habían imaginado.

¿Quién habrá de creer lo que hemos anunciado? ¿A quién se le revelará el poder del Señor? Creció en su presencia como planta débil, como una raíz en el desierto. No tenía gracia ni belleza. No vimos en él ningún aspecto atrayente; despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, habituado al sufrimiento; como uno del cual se aparta la mirada, despreciado y desestimado.

Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo tuvimos por leproso, herido por Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. El soportó el castigo que nos trae la paz. Por sus llagas hemos sido curados. Todos andábamos errantes como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes. Cuando lo maltrataban, se humillaba y no abría la boca, como un cordero llevado a degollar; como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca.

Inicuamente y contra toda justicia se lo llevaron. ¿Quién se preocupó de su suerte? Lo arrancaron de la tierra de los vivos, lo hirieron de muerte por los pecados de mi pueblo, le dieron sepultura con los malhechores a la hora de su muerte, aunque no había cometido crímenes, ni hubo engaño en su boca.

El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida como expiación, verá a sus descendientes, prolongará sus años y por medio de él prosperarán los designios del Señor. Por las fatigas de su alma, verá la luz y se saciará; con sus sufrimientos justificará mi siervo a muchos, cargando con los crímenes de ellos.

Por eso le daré una parte entre los grandes, y con los fuertes repartirá despojos, ya que indefenso se entregó a la muerte y fue contado entre los malhechores, cuando tomó sobre sí las culpas de todos e intercedió por los pecadores. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 39, 6.8-11“Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.”

¡Cuántas maravillas has hecho, Señor Dios mío! ¡Cuántos proyectos para nosotros! ¡No hay nadie como tú! Yo quisiera contarlos, publicarlos, pero son innumerables. R/.

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He proclamado tu fidelidad en la gran asamblea; tú sabes, Señor, que no me he callado. No he ocultado tu fidelidad en el fondo de mi corazón, proclamé tu lealtad y tu salvación, no oculté tu amor en la gran asamblea. R/.

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 22, 14-20Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con sus discípulos. Y les dijo:«¡Cómo he deseado celebrar esta pascua con ustedes antes de morir!

Porque les digo que no la volveré a celebrar hasta que tenga su cumplimiento en el reino de Dios».

Tomó entonces un cáliz, dio gracias y dijo: «Tomen esto y repártanlo entre ustedes; pues les digo que ya no beberé del fruto de la vid hasta que llegue el reino de Dios». Después tomó pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes; hagan esto en memoria mía».

Y después de la cena, hizo lo mismo con el cáliz diciendo: «Este es el cáliz de la nueva alianza sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes». Palabra del Señor.

Meditación El Amor de Dios se ha revelado en nuestras vidas de modo misterioso,

sorprendente, inesperado. El Siervo Justo desfigurado en la Cruz, que no aparenta a nuestro ojos un hombre, no es más que el amor incondicional entronizado en el madero, hecho visible, que encarna nuestras enfermedades, dolencias, miserias que se hacen vida en la entrega, en la donación, como pan que se parte, como medicina que se nos da, porque por sus dolores hemos recibido la paz y por sus llagas somos sanados.

Cuando Jesús entra en relación de amistad con nosotros, en fraternidad profunda, y somos familia con Dios en nuestras victorias y derrotas, con nuestros frutos dulces y amargos, se produce la Alianza, el encuentro con nuestro corazón que se abre en libertad a dejarse transformar por él.

El Señor es quien toma la iniciativa, quien nos ama primero, comunica abiertamente a sus discípulos su gran anhelo y deseo de celebrar la pascua con ellos. Ese paso de la vida a la muerte y de la muerte a la vida que se va haciendo carne en nuestras vidas por el amor, por el encuentro con el prójimo que nos produce el encuentro con Dios Amor que hace Alianza con nosotros.

El pan que Dios parte contigo en la mesa es imagen de su entrega total para salvarte, para devolverte la dignidad de hijo del Padre, hermano del Hijo, e instrumento del Espíritu Santo.

Vivir la pascua con Cristo es dejarte abrazar para llevar el abrazo a tu familia, a los tuyos, a tu prójimo. Entrar en la nueva alianza es amar como Jesús nos ama, vivir como Jesús vive, y hacer la voluntad del Padre con la fuerza que nos da su alimento, su ejemplo.

Abramos nuestra mente, alma y corazón a Jesús Eucaristía que resucitado de nuestros pecados se hace pan, se hace bebida, se hace Alianza, y se hace vida en nosotros.


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Da el paso de ir al encuentro con tus hermanos, con tu comunidad, barrio, en tu Parroquia, en tu familia, para anunciar que ese Cristo desfigurado en la Cruz trituró nuestras dolencias, lavó nuestros pecados, y ha hecho con nosotros una nueva Alianza de amor. Celebra con Cristo la Pascua cada día.

25Feria o Memoria Libre:San Beda el Venerable, Presbitero y Doctor de la Iglesia o San Gregorio VII, Papa o Santa María

Magdalena de Pazzi, Virgen Viernes Verde o Blanco

Lectura de la carta del apóstol Santiago 5,9-12No se quejen, hermanos, unos de otros, para no ser condenados.

Miren que el juez está ya a la puerta. Tomen, hermanos, como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor. Llamamos dichosos a los que tuvieron constancia. Han oído ponderar la paciencia de Job y conocen el fin que le otorgó el Señor. Porque el Señor es compasivo y misericordioso. Pero ante todo, hermanos míos, no juren ni por el cielo ni por la, tierra, ni pronuncien ningún otro juramento; que el sí de cada uno sea un sí y el no sea un no, para no exponeros a ser juzgados. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 102,1-2.3-4.8-9.11-12R/. El Señor es compasivo y misericordioso

Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. R/.

Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura. R/.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; no está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo. R/.

Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre sus fieles; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,1-12:En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez

se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba.Se acercaron unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba:

«¿Le es licito a un hombre divorciarse de su mujer?»Él les replicó: «¿Qué les ha mandado Moisés?»Contestaron: «Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de

repudio.»Jesús les dijo: « Por la terquedad de ustedes dejó escrito Moisés este

precepto. Al principio de la creación Dios “los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne.” De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.»

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En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo.Él les dijo: «Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete

adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.» Palabra del Señor.

Meditación

Bendito y alabado sea tu santo nombre, Señor; te pedimos que envíes tu Espíritu Santo sobre cada uno de nosotros para que tu Palabra sea una fuente de paz, esperanza y consuelo que nos impulse a acoger tu voluntad para nuestras vidas.

En el evangelio de hoy, Jesús nuevamente sale victorioso ante la pregunta maliciosa de los fariseos, que intentan a través de sus preguntas desacreditarlo, pero Jesús conoce bien sus intenciones. Al principio de la creación Dios “los creó hombre y mujer”, y fuimos creados con las misión de velar y cuidar de su creación (génesis 2:15).

En el momento que dejamos padre y madre para constituir una familia abriéndonos a la posibilidad de tener hijos, estamos dando continuidad a la creación. Amando, cuidando, protegiendo y educando a los hijos, nos convertimos en buenos administradores de su creación.

El matrimonio nos da la oportunidad de convertirnos en una sola carne, hacernos uno con el otro, es más que una frase o sentimiento, es acción que decidimos realizar cada día cuando nos damos en cuerpo y alma para amar, respetar, valorar y ayudar a nuestro cónyuge; es caminar uno junto al otro, derribando obstáculos y construyendo camino. Para hacerse uno, tiene que existir una relación de un solo hombre con una sola mujer, es una decisión que aceptamos libre y voluntariamente el día que nos casamos, una relación que es posible construir y mantener cuando tenemos a Dios como centro de nuestras vidas y matrimonio.

El matrimonio es un sacramento, algo sagrado, que a veces se rompe con la esperanza de resolver una situación, intentando traer paz a la vida, pero puede terminar agregando más tristeza, soledad y amargura. Lo que unió Dios que no lo separe el hombre. Pidamos abrirnos a la acción del Espíritu Santo a través de una vida de oración diaria, para crecer cada día en amor, solidaridad y entrega al otro.

Señor, ayúdanos a no dejar morir el amor con el pasar de los días. Que la rutina diaria, el deseo de triunfar, de obtener bienes materiales o el amor egoísta a los hijos, no nos distancien, llegándonos a convertir en extraños que se comunican para cuidar de los hijos, convirtiéndose estos, en el puente frágil que une y que fácilmente puede romperse.

Ven, Señor, renueva la alianza de amor que un día hicimos, que en nuestras vidas nunca falte el buen vino del amor, permitiendo que nuestros días estén lleno de detalles y gestos de amor, derrama perdón, sanidad y comprensión, para poder vivir la inmensa alegría de ser uno en ti para toda la vida.


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26 Memoria Obligatoria: San Felipe Neri, Presbítero

Sábado Blanco

Lectura de la carta del apóstol Santiago 5,13-20Queridos Hermanos:¿Sufre alguno de ustedes? Rece. ¿Está alegre

alguno? Cante cánticos. ¿Está enfermo alguno de ustedes? Llame a los presbíteros de la Iglesia, y que recen sobre él, después de ungirlo con óleo, en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo curará, y, si ha cometido pecado, lo perdonará. Así, pues, confiesen los pecados unos a otros, y recen unos por otros, para que se curen. Mucho puede hacer la oración intensa del justo. Elías, que era un hombre de la misma condición que nosotros, oró fervorosamente para que no lloviese; y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Luego volvió a orar, y el cielo derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos. Hermanos míos, si alguno de ustedes se desvía de la verdad y otro lo encamina, sepan que uno que convierte al pecador de su extravío se salvará de la muerte y sepultará un sinfín de pecados. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 140,1-2.3.8R/. Suba mi oración como incienso en tu presencia, Señor

Señor, te estoy llamando, ven deprisa, escucha mi voz cuando te llamo. Suba mi oración como incienso en tu presencia, el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde. R/.

Coloca, Señor, una guardia en mi boca, un centinela a la puerta de mis labios. Señor, mis ojos están vueltos a ti, en ti me refugio, no me dejes indefenso. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,13-16En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los

discípulos les regañaban.Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí:

no se lo impidan; de los que son como ellos es el reino de Dios. Les aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.» Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos. Palabra del Señor.

Meditación

Dios amado, te alabamos, bendecimos y glorificamos, gracias por tu amor y misericordia para con nosotros. Señor, ven a nuestras vidas y permite que al escuchar tu palabra seamos como niños sedientos de conocer y aprender.

En la primera lectura de hoy Santiago nos habla de la importancia de rezar los unos por los otros. Orar por los enfermos no solo permite que nos pongamos a los pies de nuestro Señor para implorar por la sanación del hermano, el intercesor también recibe grandes bendiciones al estar más cerca del Señor, fortaleciendo la vida espiritual.

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Jesús pasó por la vida curando a los enfermos, aliviando sus pesares, restaurando vidas; nosotros también estamos llamados a llevar alivio a los enfermos a través de nuestra oración, amor y servicio. Seamos canal de gracia para aquellos hermanos enfermos.

En el evangelio de hoy, Jesús nos habla de la importancia de ser como niños para entrar al reino de los cielos. En el niño podemos encontrar sinceridad, alegría, ternura, inocencia, el poder de asombrarse ante las cosas que a los adultos nos parecen cotidianas. Poseer estas cualidades nos permitirá tener alma de niño que confía, se alegra y se regocija al reconocer el poder y amor de Dios en nuestras vidas.

Como todo niño seamos observadores e imitadores de aquel que nos ama y protege cada día, eso nos convertirá en fieles discípulos del Señor, discípulos que lo dan todo por el amado. ¿Tengo el firme propósito de parecerme a Jesús? ¿Qué tanto mi vida se parece a la de Jesús? ¿podrían otros reconocer en mis pasos el camino de Jesús?

Oh Señor, quién pudiera tener alma de niño para rendirse en tus brazos, confiando en que tu voluntad es buena y perfecta, teniendo la seguridad de que tu amor nunca se apartará de nosotros porque tu fidelidad es grande.

27 Solemnidad: La Santísima Trinidad

Primera Semana Liturgia de las Horas Blanco

Día de Oración por la Vida Contemplativa en los Monasterios

DÍA DE LAS MADRES Y DE LAS COMUNIDADES La Eucaristía es acción de gracias al Padre por medio de su Hijo en el

Espíritu Santo

Ambientación generalUna parte es como los domingos

anteriores del mes de mayo. Pero hoy, en República Dominicana, es el Día de las Madres por ser último domingo de mayo; y es, también, es el día de las comunidades, por ser la Solemnidad de la Santísima Trinidad; y es el de la Vida Contemplativa. Por tanto la ambientación del lugar girará en torno a las Madres y a las Comunidades- Se les puede dar algún distintivo conforme van llegando a la celebración y se les coloca en los primeros bancos; se les entrega una frase de cariño. Las lecturas, ofrendas y demás funciones de la celebración las realizan las madres o por las familias. Al final de la celebración se les da un brindis a las mamás. Se puede llevar con las Ofrendas la lista de las pequeñas comunidades y grupos que existan en la Parroquia.

Monición ambientalHermanas y hermanos: Hoy estamos de fiesta ya que con toda la Iglesia

celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad, y en República Dominicana


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el Día de las Madres. La fiesta de la Santísima Trinidad nos dice que Dios es familia, es una comunidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Estamos hechos a imagen y semejanza de la Trinidad por lo que estamos llamados necesariamente a vivir en la familia, en la comunidad y en la sociedad como la Santísima Trinidad: viviendo unos de otros, con los otros, por los otros, para los otros y en los otros.

Nuestra mirada la ponemos hoy en las madres que en los hogares están llamadas a crear comunión entre todos. Oramos por ellas y pedimos para que todas las mujeres, y hoy de manera especial, todas las mamás, sean amadas, respetadas y tratadas con todas las consideraciones que se merecen.

Oramos también por las comunidades de nuestras Diócesis, ya que en este día también es el día de la comunidad, que se fortalezcan, que sean evangelizadoras y evangelizadas, que sean presencia del Reino en el sector donde están viviendo. Iniciamos la celebración puestos en pie y cantando con alegría al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Oración ColectaDios, Padre todopoderoso, que has enviado al mundo la Palabra de la

verdad y el Espíritu de la santificación para revelar a los hombres tu admirable misterio; concédenos profesar la fe verdadera, conocer la gloria de la eterna Trinidad y adorar su unidad todopoderosa. Por nuestro Señor Jesucristo.


Primera Lectura: Deuteronomio 4, 32-34. 39-40En esta fiesta de la Santísima Trinidad proclamamos nuestra fe en el

único Dios vivo y verdadero, siempre cercano, siempre caminando con el pueblo, preocupado de las cosas de cada día. Así nos lo presenta el libro del Deuteronomio. Ese es Dios que nos ama como Padre con corazón de mamá. Escuchemos.

Lectura del Libro del Deuteronomio 4,32-34.39-40Moisés habló al pueblo, diciendo: «Pregunta, pregunta a los tiempos

antiguos, que te han precedido, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra: ¿hubo jamás, desde un extremo al otro del cielo, palabra tan grande como ésta? ¿se oyó cosa semejante? ¿hay algún pueblo que haya oído, como tú has oído, la voz del Dios vivo, hablando desde el fuego, y haya sobrevivido? ¿algún Dios intentó jamás venir a buscarse una nación entre las otras por medio de pruebas, signos, prodigios y guerra, con mano fuerte y brazo poderoso, por grandes terrores, como todo lo que el Señor, su Dios, hizo con ustedes en Egipto, ante sus ojos? Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón, que el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro. Guarda los preceptos y mandamientos que yo te prescribo hoy, para que seas feliz, tú y tus hijos después de ti, y prolongues tus días en el suelo que el Señor, tu Dios, te da para siempre. Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial: 32,4-5.6y9.18-19.20 y 22R. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. R/.

La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos, porque él lo dijo, y existió, él lo mandó, y surgió. R/.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.

Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo; que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. R/.

Segunda Lectura: Romanos 8, 14-17En la carta a los Romanos que leemos a continuación, Pablo nos

presenta a las tres personas de la Trinidad. Nos las presenta para que nos reconozcamos hijos del Padre en el Hijo por la acción del Espíritu Santo. Toda la Eucaristía es acción que realiza la Trinidad en nosotros y con nosotros. Escuchemos.

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos 8,14-17Hermanos: Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son

hijos de Dios. Han recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre). Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y, si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados. Palabra de Dios.

Aleluya Ap 1, 8Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, al Dios que es, que era y

que viene.

Evangelio: Mateo 28, 16-20Jesús, en su despedida, nos habla de la Trinidad, en quien fuimos

bautizados y de la que como familia, como Iglesia y toda la humanidad estamos llamados a ser su reflejo en la tierra. En la Eucaristía celebramos y nos unimos a la Trinidad: damos gracias y alabamos al Padre por medio de su Hijo y por habernos regalado a su Hijo que nos salvó. Y es en el Espíritu Santo que se hace posible la Eucaristía. Escuchemos con atención el Evangelio.

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 28,16-20En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que

Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a


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guardar todo lo que les he mandado. Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.» Palabra del Señor.

Oración de los fielesQuien preside: Junto con nuestra Madre María, ponemos a nuestras

mamás ante Dios y pedimos por su bien y por otras necesidades. A cada petición respondemos: Dios Uno y Trino, escucha nuestras súplicas.

1. Por la Iglesia, para que sea una buena madre que acoge a todos sus hijos, los cuida, les enseña y les posibilita a cumplir su misión. Oremos.

2. Para que nuestras autoridades y las de todo el mundo, hagan leyes que defiendan la igualdad del hombre y la mujer a todos los niveles, y que esas leyes respeten la vida humana en todo momento. Oremos.

3. Por los más pobres para que a través de nosotros experimenten el amor de la Trinidad Santa. Oremos.

4. Por nosotros y nosotras, para que experimentemos el amor de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo en nuestras vidas, principalmente en las dificultades y problemas. Oremos.

5. Por las mamás presentes en la celebración y todas las mamás de nuestras comunidades, para que sean respetadas, amadas en todos los momentos de sus vidas. Oremos.

6. Por las mamás que ya han fallecido, que Dios Trinidad las premie teniéndolas gozando en el cielo de su presencia. Oremos.

7. Por las comunidades religiosas de vida Contemplativa, para que sean el pulmón de la Iglesia y tengan muchas y santas vocaciones. Oremos.

8. Por las comunidades de nuestras parroquias, que aumente el número de ellas, y que sean el fermento y la sal en los sectores donde viven. Oremos.

Quien preside: Señor Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, acoge estas oraciones que te presentamos, bendice nuestras familias y nuestras comunidades para que sean signo e instrumento el resto de nuestras necesidades, y sobre todo acoge los ruegos de las mamás que están en la celebración. Amén.

Oración sobre las ofrendasPor la invocación de tu santo nombre, santifica, Señor, estos dones que

te presentamos y transfórmanos por ellos en ofrenda perenne a tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comuniónAl confesar nuestra fe en la Trinidad santa y eterna y en su Unidad

indivisible, concédenos, Señor y Dios nuestro, encontrar la salud del alma y del cuerpo en el sacramento que hemos recibido. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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28 Feria

Lunes Verde

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro, 1, 3-9 Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran

misericordia, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva, para una herencia incorruptible, pura, imperecedera, que les está reservada en el cielo. La fuerza de Dios los custodia en la fe para la salvación que aguarda a manifestarse en el momento final. Alégrense de ello, aunque de momento tengan que sufrir un poco, en pruebas diversas: así la comprobación de su fe es de más precio que el oro, que, aunque perecedero, lo aquilatan a fuego, llegará a ser alabanza y gloria y honor cuando se manifieste Jesucristo. No han visto a Jesucristo, y lo aman; no lo ven y creen en él; se alegran con un gozo inefable y transfigurado, alcanzando así la meta de su fe: la propia salvación. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 110,1-2.5-6.9ab.10cR/. El Señor recuerda siempre su alianza

Doy gracias al Señor de todo corazón, en compañía de los rectos, en la asamblea. Grandes son las obras del Señor, dignas de estudio para los que las aman. R/.

El da alimento a sus fieles, recordando siempre su alianza; mostró a su pueblo la fuerza de su obrar, dándoles la heredad de los gentiles. R/.

Envió la redención a su pueblo, ratificó para siempre su alianza; la alabanza del Señor dura por siempre. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,17-27En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se

arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?»

AVISO: Recordemos realizar en nuestras Parroquias el Triduo Eucarístico: LUNES 28, Martes 29 y Miércoles 30 en nuestros Sectores y en el Centro Parroquial al mismo tiempo. En esta Guía aparece el esquema a seguir.

El próximo Jueves 31 de Mayo, día de Corpus Christi, en todas las Diócesis del país se realizará el CONGRESO EUCARISTICO con gran participación de todo el Pueblo de Dios, por disposición de nuestra Conferencia del Episcopado Dominicano.



En San Juan de la Maguana, 9am en el Salón de la Regional de la UASD en las otras Diócesis en el lugar y hora determinados.


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Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.»

Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.»Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda,

vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.» A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.

Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!»

Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.» Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?»

Jesús se les quedó mirando y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.» Palabra del Señor.

Meditación

La influencia de Jesús se debía tanto a la novedad de su enseñanza como al misterioso poder de atracción que irradiaba de toda su persona. Muchos hombres rectos y religiosos descubrían de repente al encontrarlo lo que significa ser perfecto.

El que viene a Jesús es uno según San Marcos, un joven, dice San Mateo, San Lucas dice que es cierto hombre importante. Este le pregunta a Jesús por el camino que conduce a la vida eterna, pero Jesús no tiene ningún mandamiento nuevo que enseñar.

En el Antiguo Testamento se dijo todo lo que hay que hacer para ganar la vida eterna observando los mandamientos de la justicia y la misericordia. Entonces Jesús le propone que siga otro camino, que adopte otra manera de ser más libre, haciéndose seguidor e imitador suyo. “Vende todo lo que tienes”. La felicidad consiste en hacerse libre de todo, para entregarse a Cristo”.

En el Antiguo Testamento nunca se condenó la riqueza, con tal de que se compartiera. Mas bien fue considerada como la prueba de que alguien sabía dirigir su vida y que Dios lo bendecía. No obstante, Jesús propone el desprendimiento y el seguirlo como condición para entrar en el Reino. Es experimentar la presencia de Dios en la vida. Contar con Jesús y no con nuestros haberes.

Para Dios todo es posible. La pregunta de los apóstoles : Entonces….quién puede salvarse? Da la oportunidad para afirmar una vez mas que el hombre no se salva por sus méritos, ya sea rico ó pobre. Dios salva a todos, y también a los ricos, quitándoles todo el beneficio y la seguridad falsa que les procuraban sus riquezas. Mejor todavía si ellos toman la iniciativa de deshacerse de ellas, y eso fue lo que pidió al que le vino al encuentro.

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Pensemos…… dónde están nuestras seguridades….¿En Cristo, o fuera de él?. La oración diaria, la continua asistencia a la Eucaristía, nos hará cercanos a Jesús, y al Espíritu Santo, que nos llevará de la mano.

29 Feria

Martes Verde

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 1,10-16 La salvación fue el tema que investigaron y escrutaron los profetas,

los que predecían la gracia destinada a ustedes. El Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, les declaraba por anticipado los sufrimientos de Cristo y la gloria que seguiría; ellos indagaron para cuándo y para qué circunstancia lo indicaba el Espíritu. Se les reveló que aquello de que trataban no era para su tiempo, sino para el de ustedes. Y ahora se les anuncia por medio de predicadores que les han traído el Evangelio con la fuerza del Espíritu enviado del cielo. Son cosas que los ángeles ansían penetrar. Por eso, estén interiormente preparados para la acción, controlándose bien, a la expectativa del don que les va a traer la revelación de Jesucristo. Como hijos obedientes, no se amolden más a los deseos que tenían antes, en los días de su ignorancia. El que los llamó es santo; como él, sean también ustedes santos en toda su conducta, porque dice la Escritura: «Serán santos, porque yo soy santo.» Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 97,1.2-3ab.3c-4R/. El Señor da a conocer su victoria

Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria,su santo brazo. R/.


Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclamen al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,28-31En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: «Ya ves que nosotros lo

hemos dejado todo y te hemos seguido.»Jesús dijo: «Les aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas,

o madre o padre, o hijos o tierras, por mi y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más –casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones–y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros.» Palabra del Señor.

Meditación

No pensemos solamente en esos pocos que Dios llama personalmente, con una vocación especial…..” la llamada”, a dejar los suyos para servirlo con más libertad.


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Cada uno de nosotros debe romper muchas formas de dependencia mutua dentro de la familia que no favorecen el crecimiento humano y espiritual de ninguno. El que ama a Cristo deberá liberarse de convivencias, de preocupaciones por los suyos que, en realidad, mantienen a todos en una vida rutinaria y sin ambiciones saludables.

El Evangelio nos lleva a tomar nuestras decisiones con más libertad, despreciando el juicio de los que nos rodean, cuando vemos que no se inspira de criterios evangélicos.

Por eso no se habla sólo del premio en la otra vida. Ya en la presente, el que se sacrifica por el Reino encontrará amistades, alegría y una superación humana, más allá de lo que esperaba encontrar.

Jesús necesita que se comprometan de una vez, y espera que el hombre se juegue la vida de una vez por todas, por él.

El que se libera para servir en la labor del Evangelio es en realidad rey y dueño de su destino, y Dios le concederá unas satisfacciones profundas que nada ni nadie podrían proporcionarle. Sin embargo, debemos saber que luchamos contra el “dueño de este mundo”, el demonio, quien tratará por todos los medios, alejarnos de nuestro seguimiento al Señor.

A algunos Jesús llama de forma especial a alejarse de los suyos y de los problemas familiares. A todos nos muestra que nunca seremos libres para responder a los llamados de Dios si los lazos familiares, el uso del tiempo y de la convivencia no los vivimos en una forma totalmente nueva.

Cuando entramos a formar parte de la comunidad cristiana, encontramos mil formas de hermandad, familias, hogares, que se nos brindan en un abrazo fraterno más allá de nuestros cálculos.

De la misma forma, aquellos consagrados, sacerdotes, monjas, seglares comprometidos, al dejarlo todo, se encuentran con lugares de acogida sin límites geográficos.

Dejemos que nos aconseje el mismo Jesús, asistiendo a la Eucaristía, encontrándonos con El en la oración. El nos llevará de la mano.

30 Feria o Memoria Libre: San Fernando

Miércoles Verde o Blanco31º Aniversario de la Ordenación Presbiteral de Mons. Faustino

Burgos Brisman,C.M., Obispo Auxiliar de Santo Domingo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 1,18-25Ya saben con qué los rescataron de ese proceder inútil recibido de sus

padres: no con bienes efímeros, con oro o plata, sino a precio de la sangre de Cristo, el Cordero sin defecto ni mancha, previsto antes de la creación del mundo y manifestado al final de los tiempos por el bien de ustedes. Por Cristo ustedes creen en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria, y así han puesto en Dios su fe y su esperanza. Ahora que están purificados por la obediencia a la verdad y han llegado a quererse sinceramente como hermanos, ámense unos a otros de corazón e intensamente. Miren que han vuelto a nacer, y no de una semilla mortal, sino de una inmortal, por

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medio de la palabra de Dios viva y duradera, porque «toda carne es hierba y su belleza como flor campestre: se agosta la hierba, la flor se cae; pero la palabra del Señor permanece para siempre.» Y esa palabra es el Evangelio que les anunciamos. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 147,12-13.14-15.19-20R/. Glorifica al Señor, Jerusalén

Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión: que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R/.

Ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz. R/.

Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,32-45En aquel tiempo, los discípulos iban subiendo camino de Jerusalén, y

Jesús se les adelantaba; los discípulos se extrañaban, y los que seguían iban asustados.

Él tomó aparte otra vez a los Doce y se puso a decirles lo que le iba a suceder: «Miren, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán; y a los tres días resucitará.»

Se le acercaron los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.»

Les preguntó: «¿Qué quieren que haga por ustedes?» Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.»

Jesús replicó: «No saben lo que piden, ¿son capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizarse con el bautismo con que yo me voy a bautizar?» Contestaron: «Lo somos.»

Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberán, y se bautizarán con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.»

Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sepan que los que son reconocidos como

jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Ustedes, nada de eso: el que quiera ser grande, sea el servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.» Palabra del Señor.

Meditación

Las lecturas de la Palabra de Dios que acabamos de leer nos hablan del poder redentor de la sangre de Cristo.

El sacrificio de Cristo Jesús fue para abrirnos el camino de relacionarnos con el Padre.


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Jesús, el Cristo, nos ha dado el mayor ejemplo de obediencia a la voluntad de Dios Padre cumpliendo con su obra redentora a pesar del sacrificio que para él representaba.

¡¡¡¡Cuánto nos cuesta obedecer!!! Sin embargo, la obediencia es la mayor virtud a la que debemos aspirar como seguidores de Cristo. Obedeciendo la voz de Dios y cumpliendo sus mandamientos nuestras vidas serán transformadas.

Ser obedientes a lo que Dios nos pide no es fácil, con nuestras propias fuerzas es imposible lograrlo. Pero, la ayuda que necesitamos nos viene del Señor, que a través de la Eucaristía frecuente nos capacita, nos enseña a reconocer su voluntad en nuestras vidas y a tener las fuerzas necesarias para ofrecerle nuestra voluntad y ejecutar obedientemente sus mandamientos, que son una garantía de mejor vida para todos.

Por muchos años los dominicanos nos vimos obligados a obedecer por temor a una dictadura de hombres, que cobró la vida de mucha gente inocente; peor aún, seguimos amarrados a malas prácticas y vicios sociales e institucionales que no nos dejan crecer como sociedad ni como personas.

Hoy, a precio de sangre, se nos ha concedido la libertad de decidir si queremos volver a obedecer por temor o por amor al Hijo del hombre que vino no para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.»

31 Solemnidad: Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

Jueves Blanco

Eucaristía, memorial de la nueva y eterna Alianza

AmbientaciónAdornamos el templo o capilla con todos los

signos que podamos de la Eucaristía. Después de la celebración se puede hacer una pequeña procesión Eucarística alrededor del templo. Se invita a la celebración diocesana de este día. Se puede distribuir la comunión bajo las dos especies. Todo el mes está dedicado a la Eucaristía, hoy de manera especial.

Hoy es el último día del mes de mayo, si parece conveniente, se puede hacer también el signo de las flores a María. Y terminar la celebración cantado una Salve como finalización del mes de la Virgen.

Monición ambientalHermanos y hermanas: Celebramos hoy con gozo la fiesta del Cuerpo y

Sangre de Jesucristo. Hoy tenemos la oportunidad de que el Señor Jesús, en la forma sacramental de la Eucaristía pueda pasear por las mismas calles por donde caminamos todos los días.

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Esta fiesta nos invita a creer y a cuidar la Real presencia de Cristo en la Eucaristía, adorarlo y a pedirle la bendición sobre nuestras casas y calles, sobre nuestros pueblos, campos y ciudades. Que nos dé fuerza para llevar su amor a quienes más lo necesitan.

Aquí, ahora vamos a celebrar esa presencia real, después lo acompañaremos en las procesiones que se organizan en las distintas Diócesis.

Con mucha alegría comenzamos esta celebración puestos de pie y cantando a Jesucristo que llega a presidirnos través de su ministro.

Oración colectaOh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial

de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas.

LITURGIA DE LA PALABRAPrimera lectura: Éxodo 24, 3-8

El libro del Éxodo nos presenta una Alianza de Dios con su pueblo y del pueblo con su Dios, sellada con sangre y que implicaba guardar los mandamientos de Dios. Es una imagen clara de la nueva alianza sellada por Cristo con su sangre y cuyo memorial permanente es la Eucaristía. Escuchemos.

Lectura del libro de Éxodo 24,3-8En aquellos días, Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho

el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una: «Haremos todo lo que dice el Señor.»

Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edificó un altar en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer al Señor holocaustos, y vacas como sacrificio de comunión. Tomó la mitad de la sangre, y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Después, tomó el documento de la alianza y se lo leyó en alta voz al pueblo, el cual respondió: «Haremos todo lo que manda el Señor y lo obedeceremos.»

Tomó Moisés la sangre y roció al pueblo, diciendo: «Ésta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros, sobre todos estos mandatos.» Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 115,12-13.15 y 16bc.17-18R/. Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de

la salvación, invocando su nombre. R/.Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles. Señor, yo soy tu siervo,

hijo de tu esclava; rompiste mis cadenas. R/.Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor.

Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. R/.


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Segunda Lectura: Hebreos 9, 11-15La carta a los Hebreos nos habla de la nueva alianza sellada con la

sangre de Cristo que se ofreció al Padre como sacrificio sin mancha siendo a la vez el sumo sacerdote o mediador que se ofrece a sí mismo. Celebremos siempre la Eucaristía con gran unción participando de manera consciente y activa para que disfrutemos de los frutos de la redención que en ella se realiza. Escuchemos.

Lectura de la carta a los Hebreos 9,11-15Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Su

tabernáculo es más grande y más perfecto: no hecho por manos de hombre, es decir, no de este mundo creado. No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna. Si la sangre de machos cabríos y de toros y el rociar con las cenizas de una becerra tienen poder de consagrar a los profanos, devolviéndoles la pureza externa, cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo. Por esa razón, es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna. Palabra de Dios.

Aleluya Jn 6, 51Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma

de este pan vivirá para siempre.

Evangelio: Marcos 14, 12-16. 22-26El Evangelio de hoy nos cuenta la institución de la Eucaristía narrada

por san Marcos. La Eucaristía es memorial del sacrificio de Jesucristo y banquete de amor que nos alimenta y nos permite entrar en comunión con El y entre nosotros a la vez que nos fortalece para realizar nuestra misión que hemos concretado en nuestro Plan Nacional y Diocesano de Pastoral. Participemos con fe y amor cada vez más grande en este Sacramento de la Eucaristía. Escuchemos.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 14,12-16.22-26El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le

dijeron a Jesús sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?»

Él envió a dos discípulos, diciéndoles: «Vayan a la ciudad, encontrarán un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo y, en la casa en que entre, díganle al dueño: “El Maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?” Les enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Prepárennos allí la cena.»

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Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua.

Mientras comían. Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo: «Tomen, esto es mi cuerpo.» Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio, y todos bebieron. Y les dijo: «Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios.»

Después de cantar el salmo, salieron para el monte de los Olivos. Palabra del Señor.

Meditación

Hoy día de Corpus Cristi debemos reflexionar si realmente creemos que Dios está en la Eucaristía, pues si así lo hiciéramos, comulgaríamos todos los días y estuviéramos en adoración ante el santísimo. Jesús mismo se hace presente en cuerpo sangre alma y divinidad con propósito de ser alimento espiritual en nuestro proceso de santificación.

Cuando comemos el cuerpo de Cristo nos unimos a Él (¨El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él¨Jn6,56). Permanecer en Cristo es nuestra meta, pero también es nuestro camino (¨Yo soy el camino, la verdad y la vida¨Jn14,6) La eucaristía va trabajando en nuestro interior aún sin darnos cuenta, nos va transformando en otros cristos. Muchos han sanado de enfermedades físicas gracias a la comunión y a la adoración del santísimo y muchos otros hemos sido sanados interiormente. Tenemos la gracia, como la tuvieron los discípulos de estar a los pies del maestro, su presencia nos llena de su paz y nos ilumina el entendimiento. Adorarlo en silencio es, sin duda, un acto de liberación. Fuimos creados para adorarlo. Él no será un mejor o más grande dios porque le adoremos, sin embargo, nosotros sí salimos renovados luego de estar en su presencia.

Santa Teresa de Calcuta decía ¨Cuando nos fijamos en el crucifijo, entendemos lo mucho que nos amó. Cuando nos fijamos en la Hostia entendemos lo mucho que nos ama ahora¨. La eucaristía nos fortalece la fe, sana nuestra alma, nos protege del pecado, agudiza nuestra relación con Jesús y como dice el catecismo en el numeral 1392 ¨conserva, acrecienta y renueva la vida de gracia recibida en el bautismo¨.

Demos gracias a Dios por haberse quedado con nosotros en las formas del pan y el vino, y comprometámonos a comulgar siempre que podamos (estando libres de pecado mortal) y a adorarle siempre que podamos para así tener las fuerzas necesarias no sólo para enfrentar los afanes de la vida, sino también para hacer crecer el reino de Cristo en la tierra. El cuerpo de Cristo es sin duda el alimento por excelencia de cualquier misionero.

Si por alguna limitación no puedes acercarte a la eucaristía, solicita que un ministro te la lleve a la casa, si un día no puedes comulgar por no estar preparado, hazlo de forma simbólica y, luego de ir al sacramento de la confesión, comulga.


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Cuando no tengas ganas de ir a misa, levántate y corre al santísimo, pues satanás pudiera aprovechar esa brecha para hacerte daño. Jesús te espera en la Hostia consagrada y quiere ser uno contigo porque te ama.

Oración de los fieles: Presentemos nuestras oraciones al Señor con la confianza de que nos atiende. A cada petición respondemos: Señor, aliméntanos con tu Palabra y con tu Cuerpo.1. Por el Papa, los obispos y sacerdotes, para que celebren con dignidad la

Eucaristía, y esa celebración los lleve al compromiso de ser testigos del amor de Dios en la realidad. Oremos.

2. Por los gobernantes del mundo, principalmente de República Dominicana, para que se preocupen de que no falte el alimento en la casa de los más pobres. Oremos.

3- Por todos los que sufren y viven tristes para que encuentren en la Eucaristía motivos de seguir amando y esperando. Oremos.

4. Por quienes participamos en la celebración, para que amemos cada día más la Eucaristía, nos lleve a evangelizar y a luchar por un país mejor, de mayor igualdad y respeto realizando nuestro Plan Nacional y Diocesano de Pastoral. Oremos.

5. Para que el Señor siga llamando a jóvenes que se entreguen a la vida sacerdotal, para que nunca falte la Eucaristía en nuestras comunidades. Oremos.

6. Por los niños y jóvenes que estos días van a recibir su primera comunión; que lo hagan bien preparados y el Señor les fortalezca para vivir la fe y sus valores. Oremos.

Quien preside: Padre de bondad, ponemos ante ti estas oraciones y todas nuestras necesidades. Danos hambre y sed de la Eucaristía y ayúdanos a participar en ella de manera consciente, activa de modo que disfrutemos los frutos de la comunión contigo y entre nosotros. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendasConcede, Señor, a tu Iglesia el don de la paz y la unidad, significado en

las ofrendas sacramentales que te presentamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comuniónLa comunión de tu Cuerpo y Sangre, Señor, signo del banquete del reino,

que hemos gustado en nuestra vida mortal.

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