Arquitectura Norman Foster

5/11/2018 Arquitectura Norman Foster - slidepdf.com

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«El mayor reto en los próximos años para todas

las ciudades del planeta es dar cobijo a una po-

blación cada vez más numerosa». Así hablaba

Norman Foster a propósito de la exposición

Arquitectura vertical de la que fue comisario en

Londres en 2003. Para este británico, las construc-

ciones en altura serán la solución al problema de-

mográco de la superpoblación que sufrirán las

grandes urbes en los próximos cincuenta años:

edicios de gran capacidad concebidos, además,

para reducir al máximo su consumo de energía. Y

ciertamente, la sostenibilidad fue el criterio que

siguió el arquitecto al diseñar la torre Swiss Re, el

primer edicio ecológico de Londres.

La forma aerodinámica y sin esquinas de este

rascacielos totalmente acristalado ayuda a un

mayor aprovechamiento de la luz solar. Cuenta,

además, con cámaras de aire que equilibran los

contrastes de temperatura entre exterior e inte-

rior, lo que permite crear un microclima y, por tan-

to, un menor uso de la calefacción y del aire acon-

dicionado. Frente a construcciones tradicionales

de estas dimensiones, el Swiss Re ha reducido su

consumo energético en un 50%. Por otro lado, la

luz natural y los espacios interiores diáfanos hacen

de sus 40.000 m2 un lugar de trabajo más cálido y

menos búnker que la ocina tradicional (sólo un

3% de sus instalaciones están cerradas).

Cuando se construyó hubo una gran polémica

por su altura desmesurada (180 m) en una zona

de la ciudad tan saturada de edicios. Ante estos

ataques, Foster argumentó que “dada la densidad

y la ausencia de parques en el centro de Londres,

sólo tenía sentido construir hacia arriba”.

Ofcinas Swiss Re

Londres (Inglaterra). 1997-2004

Norman Foste

NORMANFOSTERque estás en los cielos...

Hace varios años, Norman Foster anun

va generación de rascacielos. Edicios

derían a las necesidades demográcas

bientales del planeta, y que llegarían

como pequeñas ciudades. Aunque es

utópicos quedan todavía lejos, he aqu

sus torres más emblemáticas. Texto: Antonio J. Luna. Imágenes cedidas por Foster

Norman Foste



Si el Swiss Re es el primer edicio ecológico de

Londres, esta torre es la primera gran ocina

ecológica del mundo. Con ella Foster fue dando

forma a sus preocupaciones por hacer del área de

trabajo un espacio sano para el empleado. Como

él mismo ha comentado en más de una ocasión,

“creo en la buena salud y en la motivación de los

empleados a través de la arquitectura”.

No faltan en el Commerzbank, por tanto, los

espacios abiertos, el uso del cristal para renta-

bilizar la luz natural, las fachadas climáticas

contra la sobre-exposición solar o las ventanas

motorizadas que favorecen la ventilación natu-

Torre Commerzbank

Frankfurt (Alemania) 1994-1997

ral y mantienen una temperatura interior cons-

tante. Pero Foster quiso ir más allá: introdujo

jardines en diferentes alturas del rascacielos

y los ordenó de modo que los empleados no

sólo los vieran desde sus despachos, sino que

pudieran utilizarlos como sitio de recreo. De

algún modo la vegetación humaniza esta in-

mensa mole triangular de 121.000 m2 en la

que hay también tiendas, apartamentos y una

inmensa plaza de techo acristalado: un recurso,

el acristalamiento de las plazas, muy Foster.

Cuando en 1997 se nalizaron sus 300 m de

altura, fue considerado la construcción más

elevada de Europa. Desde 2004 no lo es. No hay

duda de que la verticalidad es un valor en alza.

Norman Foste

Al Faisaliah Complex

Riad (Arabia Saudí). 1994-2000

Para su aterrizaje “arquitectónico” en Arabia Saudí,

Norman Foster eligió una torre de base cuadrada

que se fuera estrechando conforme se acercara a la

cúspide. Una especie de pirámide estilizada que de

algún modo recordara a los minaretes de algunasmezquitas. Frente a otras de sus creaciones, Foster

prerió el cemento como hilo conductor de esta

construcción: un material que funciona además

como soporte para las cuatro fachadas de vidrio. A

pesar de la corpulencia del hormigón, el cristal da al

conjunto un punto de brillantez y ligereza. Por otra

parte, y estando en una zona de altas temperaturas,

se recurrió a una serie de paneles que minimizan el

impacto del sol en los interiores.

Al Faisaliah Complex se divide en tres bloques

(de nueve, diez y once plantas separadas por vigas

transversales) y contiene una inmensa plaza cubier-

ta, un hotel, un centro comercial, un aparcamiento

de más de mil plazas y un área residencial con un

centenar de apartamentos de lujo. Bajo la plaza hay

un espacio de usos múltiples con capacidad para

casi tres mil personas. En denitiva, un rascacielos

que se aproxima al modelo de micro-ciudad del

que habla Foster y que de algún modo ha ido

anticipando toda la arquitectura “moderna” con la

que los países del Golfo Pérsico están renovando

su imagen. Como no podía ser de otro modo, sus

267 m lo convierten en el edicio más alto de Riad.

En la esfera se ha construido un restaurante, algo

también muy del gusto de Foster.



Nueva York es un buen escaparate para que todo el

planeta te mire, por eso Norman Foster no dudó en

aceptar el encargo de la editorial Hearst para crear

su nueva sede en Manhattan. La torre se construyó

sobre la antigua ocina de la empresa: un edicio

de 1920 que Foster vació y convirtió en un inmenso

hall que además sirve de base para el rascacielos.

Pero más allá de estos 182 m de verticalidad

acristalada, las preocupaciones ecológicas de

Foster lo han llevado a emplear vidrios de baja

emisión para el revestimiento exterior, lo que per-

mite la entrada de luz natural pero evita el sobre-

calentamiento interior. Igualmente se ha recurrido

a sensores que limitan el empleo de la luz articial

según la intensidad solar. El tema del agua como

recurso limitado también tiene presencia en la

Hearst Tower. Para sacar partido a la lluvia, el te-

jado funciona como un embudo que lleva el agua

recogida a una cisterna con una capacidad de

53.000 litros. Una vez allí, se utiliza para la cascada

del atrio principal, que también propicia un am-

biente fresco y relajado. Por si esto fuera poco, las

formas trianguladas de aluminio en la fachada no

han sido solamente un efecto estético: el uso de

los tres lados en la estructura exterior ha permitido

reducir el consumo de aluminio en un 20%.

Por éstas y otras soluciones medioambien-

tales, el inmueble recibió la certificación LEED

(Leadership in Energy and Environmental De-

sign) como reconocimiento al esfuerzo de aunar

belleza, funcionalidad y criterios sostenibles.Para terminar, sólo añadir que la Torre Hearst

fue el primer gran proyecto anunciado en Nueva

York después de los atentados del 11-S.

Torre Hearst

Nueva York (USA). 2002-2006

Norman FosteNorman Foste



Si edicar en Manhattan es tener un buen

escaparate, edicar en la Zona Cero es

construir en el centro del mundo. Y Foster lo va

a hacer con una torre totalmente acristalada.

“Norman Foster sabe como concebir un

icono urbano audaz, mejorando el entorno y

la calidad de vida de los ocupantes. No hayninguna duda de que agregará otra joya al

perl de la ciudad”, dijo Larry Silverstein, el

promotor inmobiliario de la Zona Cero.

Sin obviar sus 388 m y que será el segundo

rascacielos más alto de Nueva York, lo que

sorprende del edicio son sus últimas veinte

plantas biseladas a modo de panel solar. Cua-

tro supercies que reejarán la luz del sol so-

bre el Memorial construido en el solar de las

Torres Gemelas y que por las noches también

se iluminarán como si fueran cuatro faros en

el cielo neoyorquino.

Respecto a los recursos arquitectónicos, mu-

chos son una continuación de los hallazgostécnicos de la Hearst Tower. Según Foster, su

proyecto, que se llamará 200 Greenwich Street

por la dirección en que se encuentra, “supon-

drá el renacimiento del skylinede Nueva York “.

200 Greenwich Street

Nueva York (USA). 2005-2011

Norman Foste

Torre Caja Madrid

Madrid. 2002-2008

Inicialment e conocida como Torre Repsol, este

rascacielos ostentará el título de “el más alto de

Madrid”cuando esté totalmente acabada, lo que

ocurrirá en las próximas semanas. En él Foster

continúa con sus investigaciones sobre cómo

rentabilizar los recursos energéticos aplicados a

la arquitectura y cómo hacer del lugar de t rabajo

un espacio sano y confortable. Levantada junto a

otras tres torres, este cuarteto vertical va a darle

una visión radicalmente distinta a la Castellana.

El edicio tiene 250 m de altura y treinta y

cuatro plantas. Como en otros de sus proyectos,

Foster ha apostado por un inmenso hall , en este

caso de veintidós metros de altura, junto al que

ha diseñado también un auditorio. No faltará una

sala de exposiciones para que la entidad nan-

ciera muestre su colección de arte.De nuevo estamos ante una piel acristalada en-

marcada, en esta ocasión, por una estructura de

hormigón. La orientación de la torre (este/oeste) se

ha hecho no sólo para optimizar la luz natural sino

para abrir las vistas, por un lado, hacia la sierra de

Madrid y por otro hacia el corazón de la ciudad.

Norman Foste

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