Arranque de Extra Life

7/28/2019 Arranque de Extra Life

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EXTRA LIFE10 VIDEOJUEGOS QUE HAN REVOLUCIONADO

LA CULTURA CONTEMPORNEA

VV.AA.


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primeraedicin: noviembre de 2012

de La mejor y ms guapa jugadora de Tetris del mundo,Billy Baker, The Boston Globe, 2007

de As naci ese extrao ontanero llamado Super Mario, Je Ryan, 2011 de la traduccin de estos textos, Esteana Rueda Rodrguez, 2012

de Tres das en Termina: Zelda y esa cosa tan rara llamada Tiempoy Halo: viaje inicitico a la partida legendaria,

Carus Publishing Company, 2008 y 2011, respectivamente de la traduccin de estos textos, Antonio Fornet Vivancos, 2012

de Final F antasy VIIo una breve introduccin al sintosmo,John Wiley & Sons, 2009

de El arte narr ativo de Hal-lie 2, Samy Masadi, 2010 de Las pelculas de mi vida (y las que me llevaron a crear Metal Gear Solid),

Hideo Kojima, 2010

de la traduccin de estos textos, Luca Ponce de los Reyes, 2012 de Alegoras digitales. Ensayo sobreLos Sims , McKenzie Wark, 2007 de la traduccin de este texto,Artnod es 7, UOC, 2007

de Una prspera revuelta en las tierras de World o Warcrat,Carus Publishing Company, 2009

de Me encant robar ese coche. Una antroploga en el mundode Grand Thet Auto, Kiri Miller, 2008

de tica y diseo de videojuegos, Miguel Sicart, 2009 de la traduccin de estos textos, Silvia Schettin Prez, 2012

de Imperio@play: videojuegos y capitalismo global,Nick Dyer-Witheord y Greig de Peuter, 2009

de la traduccin de este texto, Irene Rodrguez de Soto, 2012 Errata naturae editores, 2012

C/ Ro Uruguay, 7, bajo C

28018 [email protected]

isbn: 978-84-15217-38-1depsitolegal: m-34870-2012

cdigobi c: jfdiseode portadae ilustraciones: David Snchez

maquetacin : Natalia Morenoimpresin: Kadmos

impresoen espaa printed in spain

ndice

Nota de los editores 7

La mejor y ms guapa jugadora de Tetris del mundo 11Billy Baker

As naci ese extrao ontanero llamado Super Mario 23Je Ryan

Final Fanta sy VIIo una breve introduccin al sintosmo 49Jonah Mitropoulos

Tres das en Termina: Zelda y esa cosa tan rara 69

llamada TiempoLee Sherlock

Las pelculas de mi vida (y las que me llevaron 89a crearMetal Gear Solid)Hideo Kojima

Alegoras dig itales. Ensayo sobreLos S ims 119McKenzie Wark

Halo: viaje inicitico a la partida legendaria 141Sbastien Hock-Koon

El arte narrativo de Hal-Lie 2 163Samy Masadi

Una prspera revuelta en las tierras de 185World o WarcratMiguel Sicart

Me encant robar ese coche. Una antroploga 203en el mundo de Grand Thet AutoKiri Miller


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bonuscrtico

Imperio@play: videojuegos y capitalismo global 237Nick Dyer-Witheord y Greig de Peuter

tica y diseo de videojuegos 269Miguel Sicart

Los autores de este libro 291

nota de lo s editores

en la biblioteca de casahay una parte, modesta pero relati-vamente bien surtida, dedicada a lo que el historiador ms curside la historia llam en su da artes lozanas. All tenemos una

estantera Billy grande (chapa roble, 80 x 39 x 202 cm) y otraBilly pequea (chapa roble, 40 x 39 x 202 cm) repletas de librosde cine, undamentalmente ensayos, aunque tambin guiones ycatlogos de cineastas, estivales, etc. Junto a stas, una terceraBilly est dedicada al cmic, y casi todo lo que guarda sontebeos y novelas grcas, pero la primera balda y parte de lasiguiente alojan medio centenar de ensayos sobre cmic. Unacuarta estantera est dedicada a la otograa, seis baldas llenasde ensayos y catlogos otogrcos.

Miento. La sexta balda de esa estantera reserva un pequeo

espacio para una docena de libros de otro arte lozano: los vi-deojuegos. La mitad de esos libros est escrita en ingls y com-prada en libreras de Nueva York o a travs de Amazon; y es quela bibliograa en castellano sobre videojuegos, sin necesidadde hacer un gran uso de la hiprbole, se cuenta con los dedos deuna mano, y dicilmente llenara una balda por s sola. Casi to-dos estos (pocos) libros orecen una aproximacin pedaggica alenmeno de los videojuegos, o bien se esuerzan por exponer


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prarse una Wii a la que dedica enticamente sus tardes deviernes; mi abuela, que tiene ochenta u ochenta y uno, no estoyseguro, lleva ya algunos aos jugando a una Nintendo DS quele regalaron mi padres. Es obvio que los videojuegos han de-

jado de ser un divertimento para adolescentes y se han con-vertido en una orma de ocio adulto realmente signicativa. Losvideojuegos han pasado de ser un mbito limitado dentro de laindustria del juego y el juguete a conormar un sector indepen-diente, cuya acturacin supera ya ampliamente a la industriamundial del cine, el DVD y la msica. Los videojuegos hanabandonado las publicaciones especializadas para ser portadade grandes peridicos, y tienen su seccin de reseas en muchasrevistas de cultura y tendencias. Por otro lado, desde hace unadcada se convocan importantes congresos donde investiga-dores y acadmicos de los departamentos de Comunicacin y

Nuevos Medios de las ms importantes universidades de todoel mundo debaten sobre videojuegos, y cada ao se suman nue-vas universidades a aquellas que ya orecen este tipo de materiasen sus planes de estudio. Los videojuegos no son, por tanto, lapenltima autorreinvencin de Hollywood. Por el contrario, losvideojuegos han reinventado por su cuenta los viejos mediosde masas y sus pasivas audiencias, y han generado un tipo depblico distinto que unciona como una verdadera comunidad.

Al tiempo que desarrollan ormas narrativas inditas tanto des-de un punto de vista cognitivo como comunicativo. Todas estas

cuestiones nos hablan de un nuevo enmeno cultural: pues,aun cuando los videojuegos existen desde que existen los orde-nadores, y Spacewarya tiene ms de cuarenta aos, la infuenciade los videojuegos en nuestra cultura, nuestra economa y nues-tras vidas cotidianas ha cobrado un nasis reciente que adquie-re cada vez mayor inters. Y que nos ha llevado, tambin, aeditar este libro.

la propia uncin pedaggica de los mismos, ya sea en el mbitoescolar o en casa de cada cual; otros, ms excepcionalmente,componen una suerte de gua o gran listn ilustrado que recogemiles de breves y rpidas descripciones de todo tipo de juegos.

Al ser conscientes de que querramos ms libros sobre vi-deojuegos y en nuestro idioma para esa sexta balda, se nosocurri editar un volumen que ayudara a completar la exigua bi-

bliograa y que uera, adems, otro tipo de libro. Ni didcticoni enciclopdico. Para ello hemos planteado una antologa deensayos sobre diez videojuegos que, en tanto que jugadores,nos apasionan; y, en tanto que editores, consideramos que hanrevolucionado en los ltimos aos la cultura contempornea yel uncionamiento de la industria cultural en su conjunto. Es-tos diez juegos son muy distintos entre s, y hemos intentadoque los textos que los abordan tambin lo sean. As, el lector

podr encontrar en este libro artculos y crnicas periodsticas,ensayos que analizan diversos videojuegos desde el mbito dela losoa, otros que lo hacen desde la perspectiva de la socio-loga, la antropologa cultural o los nuevos modelos narrati-vos, textos escritos por jvenes diseadores de videojuegos, bre-ves memorias de diseadores ya consagrados, propuestas queenlazan directamente con el pensamiento ms crtico y radical,etc. Creemos que la refexin impresa sobre los videojuegosapenas acaba de comenzar, al menos en nuestro pas, y en estesentido hemos querido orecer una muestra amplia y variada,

aunque necesariamente incompleta, de los distintos caminos yperspectivas que se abren.

* * *

Yo soy un hombre de treinta y cuatro aos y me gustan losvideojuegos; mi prima, con cuarenta y un aos, acaba de com-


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la mejory m s guapa ju gadorade tetrisde l mundo

Billy Baker

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Errata naturae editores tiene su ocina en Vallecas, un barrioobrero, bullicioso, reivindicativo y bastante macarra. Ya no eslo que era hace veinte o treinta aos, ni mucho menos, pero losque vivimos aqu podemos seguir diciendo que Vallekas si kemola con cierta dignidad. Cada da, a media maana, voy a to-mar un ca a un bar donde cuelga una oto de Fidel Castroque lleva aos cada y descentrada en su marco, y que nadie re-coloca. Una maana, caminando hacia all, me encontr variascalles sembradas con un mismo tipo de pintadas, hechas conspray negro y bastante cutrn: Grand Thet Auto, GTA5!,The Crew o GTA. Al principio pens que sera algn tipo decampaa publicitaria, cuyo estilo, bastante inmediato y un po-co destroyer, poda encajar muy bien con el perl de este vi-

deojuego, polmico en ms de un sentido. As que imagin auna legin de adolescentes malpagados tageando por Madrid lasconsignas orecidas por Rockstar Games, la empresa que de-sarrolla y comercializa la saga de Grand Thet Auto. Pero me equi-vocaba. Al cabo de los das supe que eran chavales del barriocon sprays comprados en el chino de la esquina que expresabanas su pasin por este videojuego y sus ansias de que llegara porn la quinta entrega. No haba ms que acercarse a las plazas

y escucharles hablar. Entonces pens que, cuando nosotros ra-mos adolescentes, en esas mismas plazas hablbamos de Ex-

tremoduro, Barricada y Los Ramones. Ahora hablan de GrandThet Auto, HaloyMetal Gear Solid. Antes estbamos unidos, en-tre otras cosas, a travs de algunos grupos y su msica. Hoy esauncin, en buena medida, la realizan los videojuegos. Y tam-

bin esto nos llev a pensar que mereca la pena aadir a nuestrocatlogo un buen libro de videojuegos que colocar despus enesa sexta balda.


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andr ew gardikises un nio de 17 aos de Quincy, con una

enmaraada mata de pelo rubio y sucio y una gura alta ylarguirucha que an se est desarrollando. En el mundo de losvideojuegos, Gardikis es amoso por ser una de las tres nicaspersonas que han conseguido el llamado Santo Grial de losrcords de videojuegos: un speedrun1 perecto en el Super MarioBros. original de Nintendo, que signica que termin el juego

y salv a la princesa en cinco minutos y ocho segundos. Comobuen adolescente, su explicacin para muchas cosas consiste enencogerse de hombros. Supongo que tengo una coordinacinmuy buena entre la mano y el ojo, contesta cuando le preguntocmo lleg a dominar el videojuego ms vendido de todos lostiempos. Debi de ser de la misma manera en que aprendi ahacer malabares con siete pelotas, o por un camino similaral que, sin comerlo ni beberlo, esta primavera mi mujer y yonos encontramos en una sala de juegos de Weirs Beach, New

1 Un speedrun consiste en hacer el recorrido completo de un juego en el menor tiempoposible (N. de la T.).


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los rcords en el mundo de los videojuegos. Durante una lla-mada a altas horas de la noche, cuando el trabajo en la estacinse haba relajado, me cont que cualquier rcord en uno delos videojuegos clsicos ms amosos, como Super Mario Bros.,

Donkey Kongo Tetris, siempre aviva este mundillo. Qu gracia,le dije a Flewin, tenemos una Game Boy de Nintendo antiguapululando por casa, y el Tetris es nuestro nico juego. Mi mu-

jer la saca a veces para jugar en los aviones y en los viajes largosen coche. Se le da extraamente bien. Llega a conseguir 500 o600 las sin problema.

Nunca olvidar lo que dijo Flewin a continuacin.En cuanto colgu el telono, ui a la habitacin y desper-

t a mi mujer, Lori. Cario, le dije, no vas a crertelo, peroacabo de hablar con un to que se encarga de registrar los r-cords de videojuegos y dice que el rcord mundial del Tetris

para Game Boy es de 327 las, as que quiere que vayamos aNew Hampshire en primavera para que intentes batir el rcordmundial delante de los jueces en el mayor torneo de videojuegosclsicos del mundo.

Si has estado alguna vez en el lago Winnipesaukee, en NewHampshire, en un da de lluvia, probablemente habrs estado enFunspot. Es uno de esos enormes centros de diversin amiliarcon una bolera, un campo de minigol y una serie de juegos deSkeeball 2 en los que puedes gastarte cien dlares y ganar tiquescanjeables, por ejemplo, por uno de esos muelles de juguete que

bajan escaleras y hacen movimientos curiosos tras recibir unimpulso inicial. Lo que poca gente sabe es que el tercer piso deFunspot alberga en su interior el Museo Estadounidense de los

Juegos Arcade Clsicos, el mayor depsito del mundo de jue-gos de los aos 70 y 80, aquellos que iniciaron la revolucin de

2Juego arcade que consiste en lanzar una bola por una pista inclinada e introducirla enagujeros con distintas puntuaciones (N. de la T.).

Hampshire, para que ella intentara batir el rcord del mundode otro de esos videojuegos clsicos de la historia, el Tetris.

Llevo dos aos trabajando en un libro sobre malabaristas ysobre el controvertido paso que supone convertir un ejerciciode agilidad con cuatro mil aos de antigedad en un deporte decompeticin. Parte de mi labor de documentacin implica leeroros de Internet sobre malabarismo en los que se debate sin ce-sar sobre si es arte o deporte. Un da me j en una entrada ti-tulada Super Mario Bros. 1 dentro de una seccin reservada atemas generales y no relacionada con el malabarismo. El autorde la entrada, andrewg, es decir, Gardikis, escribi: Se ha ba-tido mi rcord de cinco minutos y nueve segundos. :( Lo igua-lar en algn momento puaj. La entrada inclua un enlacea una historia en twingalaxies.com, el marcador electrnico o-cial que detallaba cmo un hombre de Carolina del Norte lla-

mado Scott Kessler haba logrado un tiempo de cinco minutosy ocho segundos, batiendo el antiguo rcord de Gardikis por unsegundo, en lo que se crea un rcord sin errores e inmejorable.(El propio Gardikis logr un tiempo de cinco minutos y ochosegundos poco despus).

No soy amante de los videojuegos, pero, como casi cualquie-ra de mi generacin, estuve enganchado aMario. Era dicil noestarlo: ese pequeo ontanero de Brooklyn ue un icono de losaos 80, junto con E.T. y el cubo de Rubik. Tena sus propiosdibujos animados, su propia ambrera, sus propios cereales pa-

ra el desayuno. Las orquestas sinnicas tocaban su tema musi-cal. Pude ver a un chico alcanzando la pereccin en un juegoque experiment su apogeo y vendi cuarenta millones de co-pias antes de que l naciera. Fue increble.

As que contact con el seor Kelly R. Flewin, que siemprerma as su correspondencia un joven de 29 aos, empleadode una estacin de servicio en Winnipeg, Manitoba, y rbitrosnior de twingalaxies.com, para averiguar la importancia de


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ha llegado el momento de cumplir. En directo. Delante de al-gunos de los mejores jugadores de videojuegos del mundo.

Desde que la despert aquella noche, la idea pareca comple-tamente surrealista. Les contbamos la historia a nuestros ami-gos y nos echbamos unas risas. Vamos, es elTetris. Todo el mun-do conoce el Tetris y casi todo el mundo ha jugado al Tetris.Es el videojuego que adora la gente que odia los videojuegos,probablemente por su sencillez. Coges una orma que cae de laparte superior de la pantalla hay siete ormas posibles, cadauna compuesta por cuatro bloques y usas el controlador paragirarla y colocarla en su lugar en la parte inerior, con la nali-dad de combinar las ormas para ormar las horizontales de

bloques sin espacios. Cuando lo logras, has conseguido una -la, que entonces desaparece. Cuanto ms tiempo juegues, msrpido caern las ormas. Sigues haciendo las hasta que la

astidies las veces sucientes como para que los bloques em-piecen a amontonarse hasta el techo. Cuando llegues a la partede arriba y no haya espacio libre para que caigan ms ormas, el

juego habr terminado.Hay muchas cosas que me atrajeron de mi mujer, pero no

puedo decir que su excesiva coordinacin entre la mano y el ojouera una de ellas. Tiene 31, trabaja de nutricionista en la Uni-versidad de Massachusetts y es muy atltica. Puede patear un

baln de tbol y atrapar uno de tbol americano, pero nohaba nada en ella que me sugiriese que tendra una capacidad

innata para tomar las decisiones en una raccin de segundo quese requieren para triunar en el Tetris cuando las piezas estn

bajando muy rpido. La idea de que podra ser la persona quemejor jugase a la versin para Game Boy de Tetris pareca unaautntica locura. El Tetris ue el superventas que lanz el mo-vimiento de la Game Boy de Nintendo y de las videoconsolasporttiles, de la misma manera que Super Mario Bros. lanz laNintendo Entertainment System (NES). Un superventas es un

los videojuegos. Hay ciento ochenta juegos de chas en ese pisoen todo momento, y otros cien en un almacn aparte, que loconvierten en el Louvre del mundo de los ocho bits.

Desde 1998, el museo acoge el Torneo Internacional de Vi-deojuegos Clsicos y Pinball, un n de semana estelar para losmejores jugadores de videojuegos clsicos de todo el mundo:los hombres, y ocasionalmente mujeres, que ostentan los rcordsdel mundo en juegos mticos como Comecocos,Donkey Kong, Cen-tipede y Frogger. En su interior, todo es anterior a 1987, inclui-das la decoracin y la msica que retumba a travs del equipode sonido. Quiero que sea una experiencia multisensorial, medice Gary Vincent, el conservador del museo. Durante unashoras, te transportas a la poca en la que tenas 16 aos y pasa-

bas el rato jugando en la sala de juegos local con tu novia.Funspot es legendario por ser el lugar en el que se baten r-

cords. Mientras que una sala de juegos normal puede presumirde uno o dos poseedores de rcords, Funspot tiene toda una pa-red cubierta de otos de aquellos con mayores puntuaciones. Enel torneo de este ao, conoc a un jugador llamado Brian Kuhque se retir a los 30 aos de su trabajo de interventor en Nue-va York para poder mudarse a Weirs Beach e ir a Funspot todoslos das para dedicarse a tiempo completo a perseguir un rcordmundial de videojuegos. Eso ue hace unos dos aos. El ao pa-sado bati 16 rcords mundiales dierentes el primer da del tor-neo: al medioda ya haba batido 10 rcords mundiales; a las tres

de la tarde, 17, superando su propio rcord del mayor nme-ro de rcords de videojuegos conseguidos en un solo da. Lo ce-lebr jugando a ms videojuegos.

Lori y yo nos dirig imos hacia Weirs Beach en plena hora pun-ta. Todo va bien. No hemos tenido mucho tiempo de hablar so-

bre todo esto y ella quiere saber qu puede esperar. Est inquie-ta. No puedo culparla. Despus de varios meses rindonos dela idea de que podra ostentar el rcord del mundo de Tetris, le


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cualquier otra del Deenderen la sala de juegos de Day, as quese puso en marcha para averiguar si era la puntuacin ms altaque se haba conseguido en el Deender. Como las llamadas alabricante de videojuegos no le llevaban a ninguna parte, Daydecidi undar su propia organizacin para llevar el registro delos rcords. El 9 de ebrero de 1982 se lanz el marcador nacio-nal de Twin Galaxies y ue reconocido rpidamente por abri-cantes y publicaciones sobre videojuegos y, con el tiempo, por

El libro Guinness de los rcords como la autoridad en los rcordsde videojuegos ypinball.

Es cil reconocer a Day cuando llega a la sala de juegos porla maana, ya que es la nica persona que lleva una camisetade rbitro. Te contar de qu va esto, me dice Day, que tiene58 aos y barba canosa, mientras yo miro y l analiza el jue-go de Lori. El Tetris representa el tipo de juegos que requieren

coordinacin entre los ojos, las manos y el tiempo de com-prensin mental. Cuando Mickey Mantle oa el crujido del bate,iba un paso por delante. Con tu mujer pasa lo mismo. Debeprocesar de inmediato la inormacin que est viendo. El xitoen el Tetris se basa exclusivamente en la capacidad para reco-nocer la inormacin que recibes ms rpido que la media.

Me ascina que Lori sea capaz de mantener el tipo y con-centrarse. Hay una docena de jugadores reunidos a su alrededorpara verla jugar. Bajo la mesa hay una otgraa embarazadsimatumbada en el suelo que otograa a Lori mientras juega. Elfash

le da directamente en la cara. El equipo de sonido retumba conTake My Breath Away, de la banda sonora de Top Gun. Aunas, sigue jugando. Y lo hace enomenal. Pone cara de pquer;

yo ni siquiera saba que tuviera una cara de pquer. Para cuandoalcanza las 300 las y el nivel 30, el nivel ms alto del juego, laspiezas caen a toda velocidad por la pantalla. Oigo a un to juntoa m decir: Cuando yo estoy pensando ponla ah, ella ya la hapuesto ah. Por primera vez, empiezo a creer que es buena de verdad.

juego tan valioso que amortiza el precio del sistema que nece-sitas para jugarlo. Nintendo vendi el Tetris junto con la GameBoy original en 1989, igual que haba hecho con el Mario para laNES en 1985, porque la gente estaba dispuesta a soltar 89,95 d-lares para poder jugar a este adictivo juego de tipo puzle. Se ven-dieron casi setenta millones de unidades de la Game Boy origi-nal; de su sucesora, la Game Boy Color (la versin que tiene mimujer), se vendieron casi cincuenta millones.

Conducimos por la Ruta 3 a la altura de Weirs Beach y vemosun cartel que anuncia el torneo. Los mejores del mundo en com-peticin, reza. Acabo de ponerme histrica, me dice Lori. Enel bungalow que hemos alquilado, se relaja con nuestro perro y

juega al Tetris un rato.El Tetris es la representacin del pensamiento lgico,

me dice Walter Day cuando Lori supera la la 200 en su es-

uerzo por lograr el rcord. Se haba levantado pronto aquellamaana, haba jugado una buena partida de Tetris, sacado anuestro perro a dar un largo paseo y salido a comprar una ca-miseta para ponerse en su gran momento (escogi un bonitomodelo verde con coloridos bhos). Para su intento de rcord,se ha colocado una televisin en medio de la sala de juegos,conectada a una Super Nintendo de principios de los 90 con unadaptador para que se pueda jugar con cartuchos de la GameBoy. Como la pantalla de la Game Boy slo mide cinco cent-metros cuadrados, sta es la primera vez que he podido verla ju-

gar al Tetris. Y tengo a Day para que me comente la jugada.Day abandon su ciudad natal, Lynn, en 1979, para mudarsea Faireld, Iowa, y poder estudiar meditacin trascendental enla Escuela de Maharishi. Dos aos despus, abri una sala de jue-gos cerca de Ottumwa y la llam Twin Galaxies. Un da, alguienconsigui una puntuacin muy alta en el juegoDeender, que con-siste en hacer volar una nave espacial sobre una cordillera ydisparar a aliengenas. La puntuacin ue mucho ms alta que

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