Articulos Sobre Custodia

8/17/2019 Articulos Sobre Custodia

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ARTICULOS MAS ACTUALES SOBRE CUSTODIACOMPARTIDA

A LA SOMBRA DE LA STS 257/2013: ÚLTIMAS SENTENCIAS DELTRIBUNAL SUPREMO SOBRE CUSTODIA COMPARTIDA

Martes,0 !e Mar"# !e$ 201

Pocas veces nos hemos encontrado con una producción tan prolija por parte de

nuestro Tribunal Supremo en una cuestión determinada. Desde luego, en

materia de Derecho de Familia, no nos consta. Que en menos de un año se

haya denido por nuestro !lto Tribunal como lo ha hecho un concepto como el

decustodia compartida de "orma tan n#tida, no hab#a ocurrido nunca

$a STS %&'(%)*+, al sentar doctrina respecto a la custodia compartida, ha

cambiado de "orma radical la perspectiva del Derecho de Familia. , las

sentencias -ue han venido despus, no ha hecho sino conrmar esa corriente

doctrinal pac#ca. Parece -ue se ha superado ampliamente el debate respectoa cu/l es el mejor sistema -ue puede jarse a unos niños a"ectados por una

ruptura "amiliar0 ese sistema es el de custodia compartida, -ue es un derecho

de los niños a ser educados, criados y amparados por su padre y por su madre

y -ue tendr/ -ue aplicarse 1siempre -ue sea posible y en tanto en cuanto lo

sea2. $a norma general, para nuestro Tribunal Supremo, es la guarda conjunta.

! la sa3ón de la STS %&'(%)*+ se han dictado otras resoluciones -ue siguen la

corriente jurisprudencial pac#ca. , a nales del pasado año, la producción "ue

a4n superior. 5os encontramos en 5oviembre y Diciembre con tres

resoluciones -ue no han hecho sino asentar, m/s si cabe, el concepto

1custodia compartida2 como modelo pre"erente. 6ntentaremos sinteti3ar el

contenido de las mismas brevemente a continuación0

*7 STS '&'(%)*+ D8 %9 D8 5:;688

?on esta sentencia nuestro Tribunal Supremo siguió puliendo los distintos

elementos -ue deb#an valorarse a la hora de jar el mejor escenario post@

ruptura para unos menores. 8n este caso, anali3ó uno de los 1cl/sicos2

argumentos por los -ue la custodia compartida sol#a ser denegada, como era la

relación -ue los progenitores tuvieran entre s#.

Tradicionalmente, y cuando se consideraba a la custodia compartida como algo

eAcepcional, era muy t#pico -ue se indicara en cual-uier resolución de Familia-ue ambos progenitores reun#an similares posibilidades de atención para con

sus hijos, -ue contaban con disponibilidad "amiliar y laboral, con medios

económicos, -ue sus domicilios estaban próAimosB Pero cuando se llegaba al

punto de la relación entre los progenitores, si est/ no era 1id#lica2, el -ue se

jara una custodia compartida de "orma contenciosa era poco menos -ue una

-uimera. 5o dejaba de ser contradictorio -ue se eAigiera una cohesión similar a

la -ue podr#a tenerse en una "amilia a dos personas -ue, justamente por no


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poder seguir conviviendo, no pod#an tenerla. Salvando las distancias, casi

estabas obligado a tomar un ca" con a-uella persona con -uien no segu#as

conviviendo para justicar tu buena paternidad o maternidad.

$a STS '&'(%)*+ vino a poner cordura en este punto. 5o hace mucho tiempo,

era muy "recuente -ue se denegara la guarda conjunta por-ue una de las

partes se negase a ello. !s#, con una mera negativa, saltaba hecho peda3os el-ue en muchas ocasiones hab#a -uedado acreditado -ue era el mejor escenario

para los menores. Pues bien, lo importante de esta sentencia lo encontramos

en su Fundamento Cur#dico Tercero0

1$as relaciones entre los cónyuges por s# solas no son relevantes ni irrelevantes

para determinar la guarda y custodia compartida. Solo se convierten en

relevantes cuando a"ecten, perjudic/ndolo, el inters del menor STS %% de

julio %)**7, como sucede en supuestos de conEictividad eAtrema entre los

progenitores, especialmente siempre -ue eAistan malos tratos, a causa de la

continua eAposición del niño al en"rentamiento. es el caso -ue, la genrica

armación no tienen buenas relaciones, no ampara por s# misma una medida

contraria a este rgimen, cuando no se precisa de -u manera dichas

relaciones pueden resultar contrarias al inters de las menores.

$a contundencia de la resolución es tremenda. 8n la pr/ctica, supone una

inversión de la carga de la prueba, de tal manera -ue obliga a a-uel progenitor

-ue entiende -ue la custodia compartida no es lo mejor a -ue acredite los

motivos por los -ue no puede jarse ese sistema. para ello, no sirve con decir

sin m/s -ue se lleva mal con el otro progenitor, sino -ue tiene -ue establecer

la relación causa@e"ecto entre esa mala relación personal y cómo a"ecta a los

menores.

?ierto es -ue habr/ situaciones en -ue no -uepa la guarda conjunta, como

cuando se den 1supuestos de conEictividad eAtrema en los progenitores2 pero, justamente por eAclusión, -ueda bien claro -ue la voluntad del Tribunal

Supremo es considerar como modelo pre"erente a la custodia compartida.

%7 STS 'G*(%)*+, D8 *% D8 D6?688

De las tres sentencia hoy anali3adas, tal ve3 sea -ue menos novedoso diga.

Probablemente, no aporte nada di"erente a la STS %&'(%)*+, toda ve3 -ue

recoge plenamente su argumentario. Pero, parece ser -ue nuestro Tribunal

Supremo se est/ acostumbrado a -ue, en cada resolución de casación, nos

deje alguna 1perla2 atractiva con la -ue seguir puliendo el diamante de la

custodia compartida. 8n este caso, lo encontramos en el Fundamento Cur#dico

Segundo0


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1$a sentencia de %9 de abril de %)*+ declara como doctrina jurisprudencial la

siguiente0 la interpretación de los art#culos 9%, & , G y ' ?? debe estar "undada

en el inters de los menores -ue van a -uedar a"ectados por la medida -ue se

deba tomar, -ue se acordar/ cuando concurran criterios tales como la pr/ctica

anterior de los progenitores en sus relaciones con el menor y sus aptitudes

personalesH los deseos mani"estados por los menores competentesH el n4merode hijosH el cumplimiento por parte de los progenitores de sus deberes en

relación con los hijos y el respeto mutuo en sus relaciones personalesH el

resultado de los in"ormes eAigidos legalmente, y, en denitiva, cual-uier otro

-ue permita a los menores una vida adecuada, aun-ue en la pr/ctica pueda ser

m/s compleja -ue la -ue se lleva a cabo cuando los progenitores conviven.

Señalando -ue la redacción del art#culo 9% no permite concluir -ue se trate de

una medida eAcepcional, sino -ue al contrario, habr/ de considerarse normal e

incluso deseable, por-ue permite -ue sea e"ectivo el derecho -ue los hijos

tienen a relacionarse con ambos progenitores, aun en situaciones de crisis,

siempre -ue ello sea posible y en tanto en cuanto lo sea.

8s decir @ STS *9 de julio %)*+ @, se prima el inters del menor y este inters,

-ue ni el art#culo 9% del ?ódigo ?ivil ni el art#culo 9 de la $ey :rg/nica *(*99G,

de *& de enero, de Protección Cur#dica del


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?ontiene el Fundamento Cur#dico Tercero de esta resolución lo siguiente0

18s cierto -ue la ST? *J&(%)*%, de *' de octubre, ha declarado inconstitucional

y nulo el inciso "avorable del in"orme del


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.@@

%Es e$ !e$# a't(a$ !e '(st#!)a '#rre't# *ara+(estr#s )-#s. &a# 2011

L8s la sociedad consciente de las carencias -ue tendr/n muchos niños y

niñas de hoy el d#a de mañana por una ley injusta -ue ampara la crueldad y los

deseos de vengan3a de tanta mujer despechadaM

8n este pa#s, tan inmaduro en las decisiones importantes, siempre vamos años

tarde. 8n los principales pa#ses de nuestro entorno, la custodia

compartida hace tiempo ha sido instaurada por de"ecto ante las rupturas de

parejas con hijos. Pero en 8spaña, pa#s apegado a de"ender las justicias

históricas y a alentar las injusticias del presente, esto a4n no ha llegado.

8l pndulo del radicalismo, tanto tiempo en el lado del macho, privando a la

mujer de sus derechos "undamentales, ahora se sit4a en el lado contrario. $a

$ey 6ntegral de ;iolencia de Nnero pone "rente al pat#bulo cada d#a a cientos

de hombres por la mera denuncia de muchas eAparejas, sin prueba alguna.

m/s serio a4n, y de consecuencias sorprendentes para jueces y scales de

pa#ses m/s democr/ticos0 los Cu3gados de ;iolencia de Nnero est/n

conociendo y ju3gando de todos los temas civiles custod#a inclu#da7 derivados

de una ruptura -ue conlleve denuncia. S#, anodadados se -uedan muchos

jueces y scales al comprobar tamaño aparheid. Pero eso es otro tema.

8n est/s l#neas se pretender avisar a la dormida sociedad del 1todovale” , de las

consecuencias -ue sin duda van a su"rir muchos niños y niñas de hoy al ser

privados de la gura paterna, en sus primeros años de vida, tan "undamentales

en el desarrollo, "ormación de la personalidad y aprendi3aje y consolidación de

valores.

8l padre es sencillamente borrado de una manera injusta y cruel. !l niño se le

priva de su cariño y amor, y el padre poca seguridad, protección y conan3a

puede aportar al menor en los cortos nes de semana alternos, rgimen

estandar en las rupturas patrias. a no eAiste la gura paterna. 8l niño crece

ahora con la gura materna y con el padre visitador o papá regalo.

Lealmente se

est/ velando por los intereses del menor ante una rupturaM


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Mar)# P(e$a C)!

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https0((.youtube.com(atchMvps;ARAiR:"eatureshare

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La tra!a $$e4a!a '(st#!)a '#&*art)!a


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eAcepcional el rgimen de custodia compartida. $a 4ltima sentencia de %9 de

abril de %)*+ , señala -ue la redacción del art#culo 9% no permite concluir -ue

se trate de una medida eAcepcional, sino -ue al contrario, habr/ de

considerarse normal e incluso deseable, por-ue permite -ue sea e"ectivo el

derecho -ue los hijos tienen a relacionarse con ambos progenitores, aun en

situaciones de crisis, siempre -ue ello sea posible y en tanto en cuanto lo seay en base a ello ha de atenderse a los siguientes elementos0

Pr/ctica anterior de los progenitores en sus relaciones con el menor y sus

aptitudes personales. 8s en cual-uier caso algo obvio, puesto -ue el ju3gador

lo -ue deber/ mantener en su sentencia es el estatus -uo previo a la ruptura

-ue no a los meses anteriores a la judiciali3ación del conEicto7, y la

implicación -ue padre y madre hayan tenido con los hijos, as# como se

anali3aran adem/s los apoyos "amiliares y sociales, abuelos, cuidadoras, etc.7,

los acuerdos adoptados por los progenitores, los horarios y actividades de unos

y otros, la ubicación de sus respectivos domicilios tras la ruptura, etc.

8l n4mero de hijos y los deseos mani"estados por los menores ante el jue3 o

ante los psicólogos del ju3gado. 8l cumplimiento por parte de los progenitores

de los deberes en relación con los hijos, as# como -ue sean similares modelos y

habilidades educativos. 8l respeto mutuo en sus relaciones personales y con

otras personas -ue convivan en el hogar "amiliar. $as desavenencias entre los

cónyuges. $a sentencia del Tribunal al Supremo de ' de Cunio del %)*+,

establece -ue las relaciones entre los cónyuges por s# solas no son relevantes

ni irrelevantes para determinar la guarda y custodia compartida. Solo se

convierten en relevantes cuando a"ecten, perjudic/ndolo, el inters del menor.

8l resultado de los in"ormes eAigidos legalmente entre otros. Si bien hemos de

recordar -ue el in"orme psicosocial siendo relevante no es de ineludible

cumplimiento. como colo"ón, no podemos olvidarnos de lo importante, el inters superior del

menor, pues como arma otra sentencia de "echa %9 de noviembre de %)*+

se prima el inters del menor y este inters, -ue ni el art#culo 9% del ?ódigo

?ivil ni el art#culo 9 de la $ey :rg/nica *(*99G de Protección Cur#dica del


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limitaciones del uso del domicilio conyugal o la eAigencia de li-uidar los bienes

en com4n, puedan permitir -ue los conEictos judiciales se vean minorados.

http0((.malagahoy.es(article(opinion(*'%*9)(la(traida(y(llevada(custodia(c

ompartida.html

http0((custodiapaterna.blogspot.com.es(%)*()+(la@traida@y@llevada@[email protected]

.@@.@ &artes, !e &ar"# !e 201

La -(!)')a$)"a')8+ !e$ '#+9)'t# a&)$)ar; C)e+')a 4s; )!e#$#


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miAtura de lo pol#tico, lo económico y lo ideológico, han intentado coloni3ar su

territorio. ! modo ilustrativo, proponemos un breve viaje en el tiempo para

visitar el laboratorio y -uehacer de Trom Des#novich $ysenUo, en la >usia

Sovitica de la dcada de los años treinta del siglo pasado. $ysenUo, promovido

por el rgimen estalinista como rector absoluto del conocimiento y la

eAperimentación agr#cola y ganadera, desarrolló durante casi cuatro dcadas,todo un cuerpo teórico muy al gusto del poder. =/sicamente sus teor#as, ven#an

a resumirse en -ue unas especies pod#an trans"ormarse en otras bajo la acción

del ambiente @2de la eAperiencia, de la pr/ctica2@, y -ue los condicionantes

genticos deb#an ser despreciados. 8ste n"asis en la 1pr/ctica2 y la inEuencia

del 1ambiente2, encajaba muy bien con el cuerpo ideológico del dogmatismo

marAista y por ello, no sólo las ideas del camarada $ysenUo recib#an el valioso

sello de ser reputadas de 1antiburguesas2, 1anticapitalistas2, y por eso mismo

valiosas en a-uel conteAto totalitario, sino -ue "ueron directrices en la

conducción de la agricultura y ganader#a soviticas en el periodo de *9%) a

*9G). !parte del aspecto m/s o menos simp/tico de intentar aclimatar

canguros en la estepa siberiana, tambin aconteció la persecución implacable,

desde el descrdito pro"esional, hasta el eAterminio llegado el caso, de

cual-uier opositor -ue, desde la cr#tica cient#ca, cuestionara el discurso ocial,

encarnado en las elucubraciones pseudocient#cas de $ysenUo.

Paradójicamente, el resultado de a-uellas erróneas teor#as @en realidad un

conjunto de disparates, por muy ornamentados ideológicamente -ue

estuvieran@ "ue una errónea pr/ctica, la sucesión de terribles hambrunas y

miseria para el pueblo, y el atraso y descrdito de la ciencia en a-uel momento

y lugar.

E+ e$ e-er')')# !e +(estra *r#es)8+, es *#!)!# e+'#+trar+#s (+)+te+s# 4e't#r !e 'r)&)+a$)"a')8+ !e$ 4ar8+;

>etornando al momento presente, y a nuestro territorio pro"esional del conEicto

de pareja y su proyeción "orense en el /mbito judicial, tanto penal como civil,

nadie -uedar/ sorprendido, ni nada nuevo aportar/ el recordar y decir, por-ue

es de todos conocido, -ue en el conteAto de la pareja y de la denominada

1violencia domstica2, los hombres son m/s violentos -ue las mujeres, los

hombres son los principales, si no los 4nicos responsables de la violencia

intra"amiliar, los hombres como gnero son los principales responsables del

maltrato hacia los propios hijos y, en denitiva, nada nuevo se dice cuando se

arma -ue son los varones los principales actores de toda la violencia@psicológica y "#sica@ intra"amiliar. 8"ectivamente, he dicho -ue 1es de todos

conocido2, pero no he dicho -ue sea cierto, ni -ue sea verdadero, ni -ue dichas

armaciones tengan el suciente soporte ni respaldo cient#co. Por el contrario,

cuando el conEicto "amiliar, como "enómeno de estudio, es anali3ado con la

óptica de la ?iencia, con su mtodo, los resultados, -ue se replican una y otra

ve3, desde distintos /mbitos acadmicos libres, son -ue la violencia dentro de

la pareja es bidireccional, -ue aproAimadamente en la mitad de las ocasiones


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la violencia @tanto verbal como "#sica@ es ejercida por ambos seAos, y -ue en la

otra mitad restante, la violencia es perpetrada, en partes iguales, tanto por la

mujer como por el hombre. ! estos resultados de igual responsabilidad entre

hombres y mujeres, e igual inclinación hacia la violencia como "orma

dis"uncional de a"rontar el conEicto, llegan multitud de estudios cuando la

metodolog#a utili3ada carece de sesgos, prejuicios y, en denitiva, es cient#ca.Por ejemplo, estas 4ltimas son conclusiones eApuestas en el reciente 6;

?ongreso 8spañol de ;ictimolog#a, en la ponencia del reconocido pro"esor de

sociolog#a, "undador y codirector del $aboratorio de 6nvestigación de la Familia

de la Oniversidad de 5e Iampshire OS!7 Dr.


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rigor desde el punto de vista psicológico y "orense, ha venido siendo aplicado y

ha servido de soporte para in"ormes periciales "orenses, con valor de prueba de

cargo, in"ormes periciales de los -ue se presupon#a su cienticidad, en los

Cu3gados Penales de Teneri"e.

$a contaminación de la ciencia agr#cola sovitica por prejuicios ideológicos,encarnada en la gura de Trom $ysenUo, trajo hambre, miseria y dolor a

a-uella sociedad. 8n la nuestra, el sesgo ideológico -ue advertimos, y -ue por

analog#a bien podr#amos calicar de 1lysenUismo de gnero2, tambin tiene

consecuencias, entre las -ue no son las menores, la injusta inculpación

sistem/tica por ra3ón de seAo, la incapacidad para comprender y por ende

intervenir eca3mente en problemas de trascendencia social, como el

bienestar y proteción de los menores en conteAtos de divorcio, o la violencia en

el seno del grupo "amiliar y de la pareja, y, nalmente, la consecuencia del

descrdito social del trabajo psicológico y pericial "orense. $a perversión de lo

-ue hemos denominado con valor eApositivo lysenUismo de gnero, ha tra#do la

devastacion del rigor cient#co y una hambruna de libertad en el ejercicio y la

di"usión del saber, tanto en su vertiente pura como aplicada.

!un-ue resulte obvio, hoy nos es necesario volver a armar -ue la ?iencia y

su ejercicio precisan de libertad y respeto. $ibertad para cuestionar, investigar

y ra3onar. >espeto para aceptar los insobornables resultados del trabajo

cient#co, aun cuando stos comprometan o contradigan intereses distintos de

a-uellos -ue sean los del puro saber y conocer.

P#r ($)# Br#+'a$ Ca&ra, Ps)'8$#

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