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VELAVERDE Escrito por Carlos Bruce / Lunes, 06 de julio de 2015 Así no podremos avanzar Cuando esperábamos que el gobierno realizaría los mejores esfuerzos para salir del marasmo e impulsar las inversiones, pública y privada, nos encontramos con cifras estadísticas que dicen todo lo contrario. Según datos del MEF sobre la eficiencia en la ejecución del presupuesto de inversiones del sector público a mitad del año, vemos que la incompetencia y la mediocridad se mantienen como un lastre para el crecimiento. A esto hay que sumar los datos del BCR que indican que la inversión privada permanece prácticamente estancada. De nada sirvieron los anuncios de los ministros el año pasado sobre mayores partidas presupuestales asignadas en sus sectores, al comprobar las falencias persistentes en la gestión administrativa. En efecto, si revisamos los sectores sensibles que administra el gobierno central comprobamos que la ineficiencia campea por doquier. Estando ya a mitad del año, en Educación sólo se ha ejecutado el 16% del presupuesto para inversiones; en Salud la ejecución es de 13%; en Vivienda, 12%; en Interior, 21%; etc. Así, es inútil cualquier aumento de recursos. A nivel global, las cifras del gasto de inversiones en las tres instancias de gobierno muestran las mismas debilidades: Gobierno Nacional, 30%; Gobiernos Regionales, 31%, y Gobiernos Locales, 26%. Esto anuncia un igualmente magro crecimiento de la inversión para este año, lo que no parece inquietar al titular del

Así no podremos avanzar

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VELAVERDEEscrito por Carlos Bruce / Lunes, 06 de julio de 2015

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VELAVERDEEscrito por Carlos Bruce / Lunes, 06 de julio de 2015As no podremos avanzar Cuando esperbamos que el gobierno realizara los mejores esfuerzos para salir del marasmo e impulsar las inversiones, pblica y privada, nos encontramos con cifras estadsticas que dicen todo lo contrario. Segn datos del MEF sobre la eficiencia en la ejecucin del presupuesto de inversiones del sector pblico a mitad del ao, vemos que la incompetencia y la mediocridad se mantienen como un lastre para el crecimiento. A esto hay que sumar los datos del BCR que indican que la inversin privada permanece prcticamente estancada.

De nada sirvieron los anuncios de los ministros el ao pasado sobre mayores partidas presupuestales asignadas en sus sectores, al comprobar las falencias persistentes en la gestin administrativa. En efecto, si revisamos los sectores sensibles que administra el gobierno central comprobamos que la ineficiencia campea por doquier. Estando ya a mitad del ao, en Educacin slo se ha ejecutado el 16% del presupuesto para inversiones; en Salud la ejecucin es de 13%; en Vivienda, 12%; en Interior, 21%; etc. As, es intil cualquier aumento de recursos.

A nivel global, las cifras del gasto de inversiones en las tres instancias de gobierno muestran las mismas debilidades: Gobierno Nacional, 30%; Gobiernos Regionales, 31%, y Gobiernos Locales, 26%. Esto anuncia un igualmente magro crecimiento de la inversin para este ao, lo que no parece inquietar al titular del sector, quien revela conformismo en sus opiniones sobre estos resultados.

Esta incapacidad e ineficiencia es lo que explica en buena medida la parlisis en aquel motor de la economa que depende del gobierno. Ante esta deplorable realidad convendra evaluar mejores alternativas para el destino de los fondos pblicos antes que seguir financiando la mediocridad. Estando en tiempos de desaceleracin, no podemos aceptar este desperdicio de recursos y oportunidades.En cuanto a la inversin privada, si bien la cada de -4% registrada en el primer trimestre del ao se ha revertido hacia mayo hasta un pobre 1%, est an muy lejos de las tasa de dos dgitos que registraba hace tres aos. Lo cual indica el fracaso del gobierno para encender los motores del crecimiento, al no haber podido revertir la desconfianza de los agentes econmicos ni mejorar el clima de inversiones.Ingresando a su ltimo tramo de mandato, el gobierno hara bien en intentar recomponer la relacin funcional de estrecha colaboracin con el sector privado a fin de garantizar un mejor efecto para las polticas que pretenda implementar en los meses que le quedan.Sin este lazo estrecho con los agentes econmicos ser imposible aprovechar las enormes oportunidades que nos ofrecen eventos como la Alianza del Pacfico, por ejemplo. Porque hablar de innovacin, tecnologa, diversificacin productiva, en suma, de agenda de competitividad, implica necesariamente una alianza estratgica entre el Estado y la empresa privada.No se le est pidiendo mucho al gobierno. Slo que en el tiempo que le queda se esfuerce por no tropezar con la misma piedra y que sea consciente de la necesidad de romper la inercia de la parlisis y el conformismo.