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MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA CULTURA CENTRO NACIONAL DE HISTORIA MUSEO NACIONAL DE LAS CULTURAS A favor de la diversidad y en contra de las desigualdades Artesanía diversa y multifuncional para el hogar Las cerámicas tradicionales Objetos que nos identifican 11 NÚMERO AÑO 5 Artesanías para el buen vivir FEBMAR 2012

Así somos nº 11 artesanías para el buen vivir

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MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA CULTURACENTRO NACIONAL DE HISTORIAMUSEO NACIONAL DE LAS CULTURAS

A favor de la diversidad y en contra de las desigualdades

Artesanía diversa y multifuncional para el hogar Las cerámicas tradicionales Objetos que nos identifican

11NÚMERO

A Ñ O 5

Artesanías para el buen vivir

FEB-MAR2012

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Revista así somos, año 5, Nº 11FEBRERO - MARZO 2012

DirectorLuis Adrián Galindo [email protected]

Conse jo Editoria lLuis GalindoCasimira MonasteriosNelly RamosAldemaro Barrios

Coordinac ión editoria lAkaida Libertad [email protected]

Asistente editoria lHarold [email protected]

Diseño gráf icoArgenis ValdezAlejandro César Solórzano

I n f ó g r a f oJorge Luis [email protected]

Correcc iónCésar Russian

Asistente Administrat ivaAmalia Torres

Fotograf íasCarmen ÁngelCarmen BlancoHéctor CarrasqueroRaúl ColmenaresMaría Teresa del CastilloLelia DelgadoMariana DelgadoGala GarridoAmilciar GualdrónJuan Manuel GuevaraCarolina LealDaniel MaggiMarie Claude MatteiNelson MeléndezDamilé MontielOscar OliveroMarialejandra OrozcoAkaida OrozcoRosa PérezSara StoreyLuis TrujilloJosé VoglarErnesto YevaraComplemento DiseñoElementAlt ArquitecturaIdentidad y Diseño, CA.Taller Vera Vierma

Fotograf ías portadaSUPER IOR

Artesano José de la Paz (Pajita), estado Lara, 2007.Fotografía: J U AN MANUE L GUEVARA

INFER IOR

Edificios construidos por la Gran Misión ViviendaVenezuela. Parque Residencial El Vidoño, estadoAnzoátegui, 2011.Fotografía: I VÁN FRAGA( CORT E S Í A GMVV / PDV SA )

Archivo Fotográfico FundaciónCentro de la Diversidad CulturalArchivo Museo Nacional de las Culturas

Art icu l istasLaura CarreraLelia DelgadoFrederick JiménezMiguelangel MachadoDaniel MaggiMarie Claude MatteiNelson MeléndezCasimira MonasteriosAkaida OrozcoHarold PalaciosRosa PérezMagdalena RodríguezErnesto YevaraArianne Velis

ISSN 1856-8483

Depósito Legal PP200702CS2757

Edic ión 60.000 ejemplares

así somos es una publicación del GobiernoBolivariano de Venezuela, Ministerio del PoderPopular para la Cultura

Av. Panteón, Foro Libertador, edificio ArchivoGeneral de la Nación, 2do. piso, Caracas,Venezuela. Teléfono: (58-212) 509.55.38

[email protected]

Impreso por la Fundación Imprenta de la Cultura

República Bolivariana de Venezuela

VICEMINISTERIO PARA EL FOMENTODE LA ECONOMÍA CULTURAL

Coordinac ión del S istema Masivode Revistas de la CulturaJonathan Montilla

Superv is ión Generalde Diseño Gráf icoDileny Jiménez

El Sistema Masivo de Revistas del Ministeriodel Poder Popular para la Cultura está integradopor ocho revistas: A Plena Voz, Arte de Leer,Así Somos, Memorias de Venezuela, Poder Vivir,La Revuelta, La Roca de Crear y Se Mueve.

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La Gran Misión Vivienda Venezuela viene construyendo miles de hogares dignos para el pueblo venezolano. Junto a esta mag-

na acción también crecerá la demanda de mobiliario de diversos tipos para cada uno de los espacios domésticos, como también

serán necesarios objetos y enseres para la vida cotidiana como lencería, ollas, sartenes, vajillas, contenedores de diversos tipos,

cortinas, persianas, alfombras y hasta objetos decorativos y obras de arte.

Sin duda alguna, esta es una excelente oportunidad para estimular, entre todos los venezolanos y venezolanas, el interés por

reflexionar y accionar a favor del reconocimiento de nuestra propia estética en el diseño y creación de mobiliario y objetos do-

mésticos a partir de las distintas herencias culturales que han venido conformando nuestro perfil como país multiétnico y plu-

ricultural. Por estas razones, hemos orientado la onceava edición de la revista Así Somos hacia una puesta en valor de las distintas

tradiciones artesanales del país.

Por tradiciones artesanales entendemos al conjunto de procesos humanos, culturales e históricos de transformación de las ma-

terias primas que ofrece la naturaleza como resultado, por una parte, de la persistencia viva de los saberes de los pueblos origi-

narios ancestrales de este territorio, paralelamente a la existencia de los conocimientos de los pueblos afrodescendientes y las

prácticas culturales heredadas de la Europa occidental. Por otra parte, como resultado de la fértil biodiversidad del país, de cuyo

conocimiento y domesticación nuestros pueblos obtienen maderas, fibras, semillas, resinas, cortezas, conchas, pieles, plumas

y huesos, como también de la composición de los suelos que ofrece diversidad de arcillas, rocas y minerales, entre otras mate-

rias primas, para la elaboración de un sinnúmero de objetos de la vida cotidiana.

Como todo proceso cultural en el mundo, nuestras tradiciones artesanales no se han quedado estáticas en el tiempo, cada

uno de estos saberes se ha complejizado en su devenir, en la medida en que sus poblaciones creadoras se han sumado a los pro-

cesos de interculturalidad y han resistido a las agresiones de la globalización y la mercantilización industrial. Esta edición de Así

Somos es un homenaje a todos los colectivos trabajadores artesanales del país, con quienes aún tenemos una inmensa deuda so-

cial, expresada en la necesidad de mayor apoyo para el cultivo y obtención de materias primas, la investigación de los orígenes

y desarrollo de nuevos productos, la capacitación, la comercialización de sus creaciones y el buen vivir de sus trabajadores.

Vincular a la Gran Misión Vivienda con los movimientos sociales de artesanos del país es ocasión propicia para continuar con

el proceso de fortalecimiento de nuestra memoria histórica, nuestras identidades culturales y el crecimiento económico de nues-

tros pueblos desde sus propias potencialidades culturales.

Luis Adrián Galindo C.

DIRECTOR DEL MUSEO NACIONAL DE LAS CULTURAS

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La artesanía tradicional forma parte delpatrimonio histórico, cultural, estético ysimbólico de los pueblos que la crean,producen y consumen. Son objetos enlos cuales la utilidad y calidad estéticaestán armónicamente amalgamadas yson la expresión tangible de la herenciacultural de la sociedad que los genera yde la subjetividad de cada artesano queles da vida.

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Ya no se escucha el rumor de las ovejasque solían “pastar” en los espinosos ale-daños de Tintorero, y el algodón indus-trial sustituyó a la lana, pero el traquetearde las maderas del telar afirma que em-presas familiares y cooperativas han con-tinuado desarrollando las artes textilesque suman más de doscientos telares yproducen telas multicolores para confec-cionar los más diversos productos.

12Esta edición entrevistamos al reconocidoarquitecto Fruto Vivas, creador de pro-puestas vanguardistas basadas en la ar-quitectura popular, la bioarquitectura y latecnología de la necesidad. Vivas, DoctorHonoris Causa de la UCV, reflexionasobre el modelo cultural venezolano, laestética en el diseño y producción demobiliario y objetos domésticos, la capa-cidad creadora de nuestros artesanos,así como la interacción con la naturalezay la obtención de materias primas, entreotros tópicos de interés.

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La cestería indígena como legado patri-monial es fundamental para entenderlas manifestaciones actuales de la ceste-ría criolla. Pese al deterioro de la produc-ción artesanal, generada por la invasióndel plástico, el arte cestero hoy día aúnestá presente en casi todo el país, ofre-ciendo nuevas propuestas, lo cual esseñal de un dinamismo esperanzador.

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A través de un exhaustivo reportaje sepresenta una mirada sobre el diseñoutilitario para el hogar hecho en Vene-zuela. Sin desligarse del ámbito de la in-vestigación de las culturas venezolanas,se busca reflexionar sobre el trabajo dediferentes diseñadores y artistas vene-zolanos que se han dedicado a crearobjetos de diseño para acondicionar ydecorar la casa.

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En los espacios de la casa seencuentran antiguos pilones paramoler maíz, veleros hechos porartesanos sucrenses, utensilios debarro dispuestos en el área de laparrillera y vasijas de cerámica queconservan intacta la tradición de lasalfareras de Manicuare, el pueblo azuldel poeta Cruz Salmerón Acosta.

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La habitación es el espacio perfectopara reencontrarnos, estar en contactocon nuestra intimidad y conducirnos aldescanso mental y físico. Es impor-tante plasmar y dejar fluir nuestra per-sonalidad a la hora de decorar unahabitación, crear a partir de lo que cree-mos y queremos, que cada objeto utili-zado tenga un significado y reflejenuestros gustos e intereses.

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¡Cómo hemos ido sustituyendo los ma-teriales propios por los ajenos! La im-posición estética nos sensibiliza hacialo extraño y nos enceguece ante lopropio. La propuesta de “la ruta denuestra casa bien equipada” es queabramos los sentidos para vernos,que ensayemos una mirada endógena,que enseñemos a nuestros oídos aescucharnos, porque ojos que no vencorazón que no siente.

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H o m e n a j e

ALFREDO ALMEIDA

Alfredo Almeida, artista visual, maestro cera-mista, compilador de la tradición oral indí-gena e insigne defensor de los derechos hu-manos, nace en Onoto, estado Anzoátegui, el29 de abril de 1913. También conocido comola Voz de Pachaquito y el Chamán de Vene-zuela, el maestro Almeida cursa estudios deeducación primaria entre Valle Guanape yPuerto Píritu. Para 1933, con veinte años deedad, se radica en Galipán, en el cerro el Ávila,y escribe cuentos campesinos para las revistasBiliken y Élite.

En 1935 contrajo nupcias con Luisa Cansini.Con solo veinticuatro años trabaja como dibu-jante artístico e ilustrador en el Ministerio deAgricultura y Cría, donde llega a dirigir la revistaElAgricultor. En 1942 fue fundador de la Socie-dad de Ciencias Naturales La Salle desempe-ñandose como dibujante durante veinticincoaños. Entre 1959 y 1989 realiza ilustracionespara diversas publicaciones especializadas, li-terarias y libros de textos escolares.

El artista, una leyenda para la etnia kariña,regresa al campo con cuarenta y seis años deedad y se radica en Guárico, donde expone enAprosigua una muestra de pinturas con paisa-jes llaneros. Seis años después se estableceen Margarita, funda la Federación de CentrosCulturales del Estado Nueva Esparta y pre-para para la Fundación La Salle los acuarios dePunta de Piedra. En este lapso comienza a di-bujar los peces de la isla, organiza una expo-sición sobre los peces y corales de la isla deCubagua y escribe poemas sobre la problemá-tica de la isla.

Quien obtuviese el Premio Nacional de ArtePopular funda la primera Escuela de Cerá-mica Campesina e Indígena en Sabaneta, es-tado Aragua. También preparó láminas para elInstituto Agrario Nacional durante la cam-paña de alfabetización de Paulo Freire.

Almeida, declarado Patrimonio Cultural enAragua y Anzoátegui, fallece en la ciudad deMaracay a los noventa y cinco años dejandoun legado incuestionable para las futurasgeneraciones.

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Museo ComunitarioMonseñor JáureguiNIQUITAO, ESTADO TRUJILLO

La experiencia comunitaria de construir un museo permitirácompartir saberes, redescubrir la verdadera historia de nuestrosancestros, saber de dónde venimos, cuáles son nuestros valoresculturales y naturales, y fortalecer nuestra cultura para asíconstruir una sociedad de iguales que nos fortalezca y preservenuestra identidad

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Todo comenzó en el año1994, cuando un grupo depersonas, después de un en-

riquecedor debate, llegaron a unacuerdo para apoyar la iniciativa dela promotora cultural Rosa Pérezde Pujol y el cronista Batone Pujolde organizar un equipo de trabajocon el objetivo de buscar solucionesante la amenaza creciente de la pér-dida de las tradiciones y la memoriacolectiva en la parroquia Niquitao,municipio Boconó, estado Trujillo.

En este sentido, también debía-mos afrontar las devastadoras con-secuencias que se desprendían delas actividades de los huaqueros enla búsqueda y comercialización deobjetos elaborados por las pobla-ciones originarias de esta comarca.Igualmente resultaba inaplazableconcientizar a las familias de la re-gión para que mantuvieran en suscasas piezas valiosas como reta-blos, instrumentos musicales, ta-llas, artesanías, pinturas yesculturas, entre otras, pues colec-cionistas dedicados al comercio deestos objetos se los llevaban delpueblo, vulnerando así el vasto pa-trimonio cultural de la comunidad.

Este colectivo solicitó ante la Alcal-día Municipal de Boconó la com-pra de varios objetos que estabanen manos de un coleccionista; peti-ción que al ser aceptada dio inicioa la recuperación del valioso patri-monio niquitaense, así como a laidea de levantar un museo.

La sede del museoEn el marco de la celebración delsesquicentenario del nacimiento demonseñor Jesús Manuel JáureguiMoreno, logramos aunar esfuerzosy recursos de diversos estados an-dinos y de la Comisión Sesquicen-tenaria para este fin, lo que nospermitió, con la ayuda de la Go-bernación de Trujillo, la compra delterreno y casa natal —en ese en-tonces en ruinas— de monseñorJáuregui. Del mismo modo, la Al-caldía de La Grita, estado Táchira,en la persona del alcalde MacarioSandoval y con el apoyo de la an-tropóloga Fanny Zulay Rojas,aportó el presupuesto para el pagodel proyecto del diseño arquitectó-nico del museo en el terreno adqui-rido. Se gestionaron ante el Fideslos recursos y, finalmente, la Go-

bernación del estado Trujillo, du-rante dos períodos, construyó lasede, consolidando la obra el 16 denoviembre de 2010.

Paralelamente a las gestiones porla construcción de la sede debía-mos continuar con la otra batalla:conseguir una ubicación temporalpara el museo. Una gran cantidadde instituciones y especialistas seofreció para llevar a cabo la tareade levantar el museo, pero estaspropuestas no nos complacían deltodo, queríamos capacitarnos, asu-mir este proyecto como colectivo.Fue entonces cuando la profesoraCarmen Araujo nos invitó alMuseo Salvador Valero a participarde el taller Pasos Para Crear Mu-seos Comunitarios, dictado por elantropólogo mexicano Cuauhté-moc Camarena. Esta experienciaenriqueció nuestros conocimientosen el área y decidimos emprenderla creación del museo comunitariobajo el eslogan Aprender haciendo.

Inaugurar un espaciode intercambioEn principio el museo tuvo diferen-tes sedes: la Casa Cural, la Casa de

R o s a P é r e z Fundadora del Museo Comunitar io M onseñor Jáuregui

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la Cultura, el garaje de la familiaParedes, el estacionamiento te-chado Ramón Paredes, para luegoestablecerse en el Salón ArcadioMoreno, que fue el lugar dondecon mayor decisión se sentaron lasbases para fortalecer el museo co-munitario. Es aquí cuando se iniciaun proceso de capacitación a travésdel Museo Nacional de las Cultu-ras, y del Museo Nacional de His-toria y mediante el apoyo delantropólogo Luis Galindo, se dic-tan talleres de museología, investi-gación temática, recolección deobjetos de la vida cotidiana, di-seño del guión museológico y dela museografía, redacción de tex-tos de sala y construcción detodos los soportes expositivos.

De esta manera nos dispusimos aencarar el montaje en la sede propiaque estaba lista para inaugurar.Todas las decisiones fueron debati-das y asumidas por consenso colec-tivo. Durante días y nochesinvertimos nuestro tiempo, amor yenergía para exponer lo que somoscomo pueblo. Llegado el día de la in-auguración de la sede del Museo Co-munitario, el 13 de agosto de 2011,los pobladores, instituciones yONGs de la comunidad expresaronmucha alegría, hubo fiesta colectiva,sancocho, música campesina y bailepopular, las danzas de las Muñecasde Lucinda y de los Indios Cospes deTostós, las casas de la diversidad deTáchira y Trujillo se hicieron presen-tes con el Festival del Violín y se

conformaron las muestras: Pulperíadel Pueblo, Maqueta de Niquitao,Poblaciones Originarias, Batalla deNiquitao, El Globero del Pueblo, ElCuentacuentos de Niquitao, Bús-queda del Niño, Lucinda la Muñe-quera y El Violinista de Niquitao.Así mismo, se dispusieron las salas

PROYECCIÓN DEL MUSEO

El museo ha participado en diferentes activi-

dades internacionales y nacionales: I Encuen-

tro de Museos Comunitarios México,

II Encuentro de Museos Comunitarios Guate-

mala, II Encuentro de Museos Comunitarios

El Salvador, IV Encuentro MC. Nicaragua, V

Encuentro Venezuela-Niquitao, VI Encuentro

Costa Rica y, próximamente, el VII Encuentro

en Bolivia. Hoy día nuestro museo comunita-

rio es miembro de la Red Internacional de los

Museos Comunitarios de las Américas.

Sede Museo Comunitario Monseñor Jáuregui. Niquitao, estado Trujillo, julio 2011. Fotografía: CORTE SÍA ROSA PÉREZ

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para la exposición fotográfica Me-moria e Imagen de Niquitao, la salaMonseñor Jáuregui y la sala para laexposición de alfarería, textiles, ces-tería, altares campesinos, cantoresde velorios y la cocina y los saboresde Niquitao. Contamos igualmentecon el patio del encuentro donde sellevan a cabo actividades sociocul-turales: cine comunitario, bailotera-pia, fiestas de cultores y talleres,entre otras.

Posteriormente, en estos espaciosse desarrollaron varios proyectosbajo convenios muy exitosos, conel apoyo del Conac, el Museo Na-cional de las Culturas, el MuseoNacional de Historia, el Gabinete

de Cultura, la Casa de la Diversi-dad, la Coordinación Trujillana deCultura y todas las organizacionese instituciones que existen en la co-munidad y su entorno.

Asegurar el buen vivirEl museo comunitario tiene la tareade integrar en sus instalaciones yprogramas a todos los niquitaensespor igual, lo que permitirá compartirsaberes y experiencias, redescubrir laverdadera historia de nuestros an-cestros, saber de dónde venimos,cuáles son nuestros valores cultura-les y naturales, fortalecer nuestracultura, lo cual nos ayudará a cam-biar la visión de modelo capitalista

que nos han inculcado durante déca-das. En el museo comunitario debe-mos converger los niquitaenses paraseguir construyendo una sociedadde iguales que nos fortalezca y asípreservar nuestra identidad, la diver-sidad cultural y natural asegurandoel buen vivir y un mejor futuro a lasnuevas generaciones.

Este museo es una experienciade construcción colectiva de lacual nos sentimos sorprendidosnosotros mismos como protago-nistas. Invitamos a todos los niqui-taenses y a todos los venezolanosy venezolanas que aman estastierras a que se acerquen por cual-quier vía. Desde este museo com-partimos la iniciativa colectiva deorganizar la Red Nacional de Mu-seos Comunitarios de Venezuela,en la cual nos encontremos parael debate de construcción colec-tiva, la presentación de proyectos,para así fortalecer todos los museoscomunitarios. Sin duda, con estasacciones robustecemos la declara-toria —por parte de la Ley de Pro-tección y Defensa del PatrimonioCultural el 5 de febrero de 1996—de Niquitao como Bien de InterésCultural de Venezuela.

¡El museo comunitario es todoNiquitao, ahí está nuestra vida, loque somos!

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Este museo es una experiencia de construcción colectiva de la cual nos sentimos sorpren-didos nosotros mismos como protagonistas. Invitamos a todos los niquitaenses y a todoslos venezolanos y venezolanas que aman estas tierras a que se acerquen por cualquier vía.

M U S E O C O M U N I T A R I O M O N S E Ñ O R J Á U R E G U I

¿SABÍAS QUE...?

El nombre del museo, Monseñor Jáuregui, se debe a la idea de dignificar el lugar donde nació el más ilustre sacerdote cordillerano de fines delsiglo XIX, un niquitaense que supo poner muy en alto los principios y valores cristianos y que además de sacerdote fue maestro ejemplar dejuventudes, lo que le valió el título de Don Bosco de América. Monseñor Jáuregui trabajó incansablemente por los necesitados, por la justiciasocial y sus obras de civilización y educación están a la vista. En su breve transitar por la política fue limpio, recto, apegado a su filosofía de losprincipios cristianos. Cuando el Papa le solicitó retirarse de ella se dedicó enteramente a la educación.

El museo busca redescubrir la verdadera historia de nuestros ancestros. Niquitao, estado Trujillo.Fotografía: CORTE SÍA ROSA PÉREZ

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Revolución, estética y diversidad culturalLa artesanía tradicional forma parte del patrimonio histórico,cultural, estético y simbólico de los pueblos que la crean,producen y consumen. Son objetos en los cuales la utilidady calidad estética están armónicamente amalgamadassegún los gustos, necesidades e intereses de creadores yconsumidores; expresión tangible de la herencia culturalde la sociedad que los genera y de la subjetividad de cadaartesano que les da vida

C a s i m i r a M o n a s t e r i o sInvest igadora de l Museo Nac iona l de las Cul turas

Lograr que todos y todas al-cancemos el buen vivir esuna tarea tenaz, labor con-

junta de pueblo y Estado. Se tratade conseguir el equilibrio del serhumano como sujeto digno, crea-dor y emprendedor para la convi-vencia sana y armoniosa en el senofamiliar, social y con la naturaleza,sabiéndose y reconociéndosemiembro y parte de cada entorno.Es erigir una nueva cultura de paz,inclusión, equidad, solidaridad,complementariedad como objetocentral del proceso de refundaciónde la República desde la diversidadque somos.

Toda cultura es desarrollada porun grupo humano en un espacio ytiempo determinado; es decir unpueblo crea y produce para satis-facer sus necesidades materiales(alimento, techo, vestido, calzado,transporte), intelectuales (conoci-mientos, saberes, concepcioneséticas) y espirituales (religiosidad,

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creencias, estética, arte, principiosy valores), genera formas y mane-ras de pensar, hacer y sentir, de re-lacionarse e interactuar, de crear,recrear y organizar signos y sím-bolos adjudicándoles diversos sig-nificados. Todo ello conforma elpatrimonio tangible e intangiblede cada localidad, región o nación.

La artesanía tradicional formaparte del patrimonio histórico, cul-tural, estético y simbólico de lospueblos que la crean, producen yconsumen. Son objetos en los cua-les la utilidad y calidad estéticaestán armónicamente amalgama-das según los gustos, necesidades eintereses de creadores y consumi-dores; expresión tangible de la he-rencia cultural de la sociedad quelos genera y de la subjetividad decada artesano que les da vida. Porlo general, son realizados con mate-riales propios de su entorno me-diante la aplicación de procesosmanuales creados, desarrollados ytrasmitidos de generación en gene-ración por las mismas comunidades.

El valor de lo artesanalTransformada la materia prima porel o la artesana, además del valoreconómico agregado, la artesaníaes formas, colores y texturas; vo-cación y afectos, conjugación delsaber, acumulado histórico de lacomunidad y la creatividad del ar-tesano/a con sentido estético.

El momento histórico que vivela sociedad venezolana exige refle-xionar acerca del conocimiento yreconocimiento de la estética pro-pia, sobre la percepción que tene-mos de nosotros y nosotras comovenezolanos y venezolanas. La ar-tesanía y de manera particular laartesanía tradicional destinada aluso y embellecimiento de nues-tros hogares (muebles, enseres,objetos decorativos, etc.) constitu-yen un buen medio de aproxima-ción a esa pertinente y necesariacavilación.

Revolución implica replantea-miento del presente y el futurodesde una revisión profunda del pa-sado, es plantearse la independen-cia de modelos culturales foráneos,requiere de planteamientos endóge-nos, esto sin caer en chauvinismosni aislamientos inútiles. Un procesorevolucionario demanda volver lamirada hacia el interior del puebloque lo genera. Entender que el des-arrollo de un pueblo está estrecha-mente ligado a su visión demundo, a su cultura. Es compren-der que el mundo globalizado esinterdependencia y no someti-miento de los menos industrializa-dos a los más “desarrollados”. Queno existen culturas superiores niculturas inferiores, solo existe ladiversidad cultural, de la cual la ar-tesanía de cada país es voz y cartade presentación.

Uso y consumo de lo nuestroEl consumo de nuestra artesaníanos brinda la oportunidad comopueblo de conocernos y reconocer-nos en nuestra diversidad geográ-fica y cultural a través de la riquezay variedad de técnicas y materiales(maderas, arcillas, fibras vegetal yanimal, piedras, etc.) con los cualesse realizan la diversidad de formasen los distintos rubros. Es acercar-nos gratamente a procesos históri-cos inmersos en la creación yproducción del mundo artesanal.

Ahora bien, si la estética es partede la cultura espiritual, vinculadaa la sensibilidad del sujeto, puedeuna persona con vergüenza étnicay un debilitado sentido de perte-nencia, alcanzar el buen vivir enlos términos planteados por elproceso bolivariano.

Llama poderosamente la atencióncómo ciertos sectores pertenecientesa las elites (negadoras del naciona-lismo, lo cual consideran un atraso)consumen productos artesanalesnuestros, pues los saben piezas úni-cas, de gran calidad estética. Mien-tras, embrutecen e insensibilizanal pueblo incitando el consumode objetos de factura industrial depoca o ninguna calidad estética.

Educar en el buen gusto (noobstante, su carga subjetiva) estambién educar en nuestra tradi-ción. Aunque a algunos no le pa-rezca, el desarrollo de la artesanía

La artesanía tradicional forma parte del patrimonio histórico, cultural, estético ysimbólico de los pueblos que la crean, producen y consumen. Son objetos en los cualesla utilidad y calidad estética están armónicamente amalgamadas según los gustos,necesidades e intereses de creadores y consumidores; expresión tangible de la herenciacultural de la sociedad que los genera y de la subjetividad de cada artesano que les da vida.

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nos brinda la oportunidadde educarnos estética-mente fortaleciendonuestro sentido de perte-nencia con conciencia his-tórico social. Ante ladeformación del gustopor el consumo de artícu-los de baja calidad esté-tica la artesaníatradicional venezolana esuna alternativa para laformación del buen gus-to. Es la pieza única antela serie masiva homogeni-zadora. Educar el ojo eseducar sensibilidades. Laartesanía no solo huma-niza a quien la crea y pro-duce, también humanizaa quien la consume.

Nuestra artesanía tra-dicional utilitaria y deco-rativa de gran calidadmerece estar en sitialesde honor en nuestroshogares, mostrada conorgullo y sin exotismos, sobretodo hoy cuando reivindicamosnuestras culturas venezolanascon su diversidad étnica, su va-riedad regional y local y su mul-tiplicidad de estilos. En estesentido debemos anteponer a laestética de lo feo seriado indus-trial la belleza, originalidad ycrea-tividad de la producciónartesanal.

de innovación, abaratar omantener costos mante-niendo su factura y cali-dad estética.Revolución es cambiarradical y estructural-mente el todo y no soloalgunas de sus partes nimuchos menos cambiaren parte el todo. Revolu-ción es todo o nada. Nohay medias tintas. Revo-lución es esencialmenteel cambio de conciencia,es mirar nuestro entornocon otros ojos. Es des-acomodar la casa, po-nerla “patas arriba” paratransformarla radical-mente y no para dejarlaigual o parecida. Sobretodo en nuestros paísesque han padecido el co-lonialismo y el neocolo-nialismo. Es importantemirar hacia adentro conamor y amplitud para re-

volucionar esa actitud de estarpermanentemente asomados enla ventana viendo lo que hay fuerade casa, ignorando lo que tenemosdentro.

Valorar nuestra artesanía tam-bién nos ayudaría a combatir lamentalidad consumista y kitschdel “’ta barato, dame dos”, tandañina como arraigada en nuestrasociedad.

Ante la deformación del gusto por el consumo de artículos de baja calidad estética laartesanía tradicional venezolana es una alternativa para la formación del buen gusto. Es lapieza única ante la serie masiva homogenizadora. Educar el ojo es educar sensibilidades. Laartesanía no solo humaniza a quien la crea y produce, también humaniza a quien la consume.

Pero para ello la artesanía tradi-cional como base para la creacióncontemporánea que dé respuesta alas necesidades materiales y espiri-tuales de hoy debe encarar retoscomo mantener su originalidad yno ceder ante la tentación de lamoda y de “criterios” comercialesque la empobrecen, evitar la seria-ción y la imitación, reivindicar latradición sin perder su capacidad

Pintura popular expuesta en el 5to congreso internacional de semiología en elnúcleo Rafael Rangel de la Universidad de los Andes, 2009. Fotografía: LUIS TRUJ ILLO

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V E N E Z U E L A P L U R A L

Así Somos arriba a la primera edición de 2012 con su onceava revista, esta vezdedicada a las tradiciones artesanales venezolanas, a su arraigo en el puebloen cuanto a herencia cultural, a procesos productivos generadores de ingre-sos económicos para la familia o para la comunidad, así como la movilizaciónde valores identitarios y el estímulo de la sensibilidad hacia aquello “hecho encasa”. En ese sentido, resulta importante problematizar sobre el gran alcancedel trabajo artesanal y su papel al momento de cimentar hogares con identi-dades y estéticas propiamente venezolanas.

En este número Venezuela Plural está dividida en dos grandes bloques, el pri-mero dedicado a cuatro de las más prolijas tradiciones nuestras: el tejido, lacerámica, la cestería y el mobiliario. El segundo bloque consta de cinco artí-culos que buscan dibujar espacios domésticos imaginarios a partir de diver-sos objetos, artesanales y de diseño, hechos en Venezuela con materia primavenezolana y por hacedores nuestros.

Artesaníaspara el

buenvivir

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Wale’kerü, la araña, es la tejedora.

Ella enseñó a tejer a las mujeres,

de su boca sale el hilo ya torcido y preparado.

M I T O W A Y Ú U

Una geografía ancestralEn todas las regiones de Venezuela: Mérida, Trujillo, Zu-lia, Lara, Margarita o Monagas, en los Llanos, en el deltadel Orinoco, en medio de la fronda y hojarasca amazó-nica que en sí ya es un vasto tejido vegetal de juncos, lia-nas y raíces, ajenas a la araña que se descuelga parsimoniosade su red, hemos visto tejedoras indígenas y campesinastrenzar un mapa imaginario del mundo, mientras tejen enconcentración meditativa, parecen ausentes, como si el es-pacio circundante no tuviera nada que decir: es que estánelaborando el tejido de la vida.

Las fechas iniciales del tejido en Venezuela son difí-ciles de sustentar, pues la humedad y acidez de la tie-rra impiden la sobrevivencia de los géneros textiles, sinembargo, aunque en nuestro país no se hayan encon-trado muestras de textilería arqueológica, sabemos de

su existencia por el hallazgo de instrumentos de traba-jo tales como agujas de hueso y piedras horadadas quedebieron servir de volantes de huso para el hilado de al-godón (Gossypium sp).

Telares de lizos y pedalesTras la invasión europea, los colonizadores introdujeronlos telares de lizos y pedales, y el uso de lana de ovejastraídas de Castilla. Entre 1546 y 1549, Juan Pérez de To-losa, gobernador y capitán general de la Provincia de Ve-nezuela, fundó la primera industria de telares y tejidos enla ciudad de El Tocuyo. Hacia finales de 1605, ya se pro-ducían en Mérida, Trujillo, Coro y Barquisimeto, alfom-bras de lana y telas de algodón de muy buena calidad. Lastelas traídas de España eran escasas, su industria textil noalcanzaba a cubrir las necesidades que las colonias reque-rían. Esta circunstancia impulsó el desarrollo del tejido ar-tesanal, sobre todo en aquellos lugares en los que ya existíauna tradición de tejedores antiguos, lo cual ocupó, comoera previsible, el trabajo forzado indígena en tareas de lim-pieza, desmonte, recolección, hilado y tejido de algodóny otras fibras autóctonas.

T E X T I L E R Í A D E T R A D I C I Ó N V E N E Z O L A N A

Aunque ya no se escucha el rumor de las ovejas que solían “pastar” en losespinosos aledaños de Tintorero, y el algodón industrial haya sustituido a lalana, un traquetear de las maderas del telar afirma que en este lugar empresasfamiliares y cooperativas continuaron las artes textiles que suman más dedoscientos telares en los que se producen telas multicolores para confeccionaralfombras, manteles, hamacas, sillas colgantes y cobertores, que la comunidadexpone en mercados y ferias artesanales

L e l i a D e l g a d oAntropóloga/ Invest igadora de l Museo de Bel las Ar tes

El tejidode la vida

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Estefanía Gil, tejedora de lana de ovejo cruda, estado Mérida. Fotografía: CORTE SÍA CARMEN ÁNGEL

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Secado natural de la lana de ovejo cruda, estado Mérida.Fotografía: CORTE SÍA CARMEN ÁNGEL

T E X T I L E R Í A D E T R A D I C I Ó N V E N E Z O L A N A . E L T E J I D O D E L A V I D A

cha de aliso”, el “guarapo”, el “ojito”, la “raicita” y la “uñade gato”, cuyas tonalidades resisten precariamente el cam-bio producido por la introducción de anilinas comercia-les. A partir de 1989, el taller Morera en Mérida introdujoel cultivo de gusanos de seda, desarrollando una investi-gación que combina el tejido de esta fibra con otras comoel moriche y la curagua.

La sabiduría de las manosEn Venezuela hacemos distinción entre chinchorro y ha-maca, esta radica en el tipo de punto utilizado. Mientrasque en el primero el cuerpo se teje con una trama abier-ta y elástica, en la hamaca, trama y urdimbre son tupidasa manera de una tela que carece de elasticidad y transpa-rencia. El tejido de hamacas y chinchorros, camas colgan-tes de origen indígena destinadas al sueño, al descanso,al amor y la muerte, se ha extendido a todas las regionesdel país, adoptando en cada lugar una expresión propiaque los caracteriza y diferencia. Sus elementos básicospueden ser los mismos, sin embargo, las técnicas se ade-cúan a la tradición, al clima y a las fibras. Tejer hamacasy chinchorros es para las tejedoras, indígenas o campesi-nas, una de las principales fuentes de ingreso en su eco-nomía doméstica.

Las técnicas más usadas para el tejido de hamacas ychinchorros son la malla, la cadeneta o “tripa” y la de “cai-reles”, cadenetas anchas que se tejen sobre una urdimbremuy tupida, formando “líneas” horizontales o diagona-les a manera de encaje. En la isla de Margarita, Anzoá-tegui, Sucre, Bolívar y otras regiones del país, se usan fibrasde algodón hilado en casa o industrial, llamado pabilo o“guaralillo”. Hacia el oriente, principalmente en los po-blados warao del Delta, se usa el moriche (Mauritia fle-xuosa Linn). En Amazonas, los yanomami hacenrudimentarios chinchorros con un haz descortezado delbejuco mamure (Hetoropsis spruceana). En Monagas, espe-cialmente en Aguasay, se teje la fina fibra de curagua (Ana-nas erectofolius). En Falcón y Lara se tejen chinchorros conel hilo sacado de las dentadas hojas del cocuy (Agave co-cui) que llaman “dispopo”. En algunos casos, cuando lasmaterias primas escasean, se ha sustituido la sencilla sua-vidad de las fibras naturales por fibras sintéticas.

La araña Wale’kerüPara las mujeres wayúu, quienes afirman que ¡ser mujer essaber tejer!, el poder creador de este oficio es atribuido aWa-le’kerü, la araña mítica, tejedora primordial, quien enseñó

En el siglo XVIII, los lienzos producidos en El Tocuyofueron un importante producto de intercambio comer-cial. La eficiencia adquirida en el uso de telares de lizosy pedales y el hilado con rueca, permitió la acumulaciónde un excedente en telas que ingresó a España, debilitan-do la industria de sus telares, como confirma la prohibi-ción de exportación de géneros textiles de las coloniasdictada por Carlos V.

Aunque ya no se escucha el rumor de las ovejas quesolían “pastar” en los espinosos aledaños de Tintorero, yel algodón industrial haya sustituido a la lana, un traque-tear de las maderas del telar afirma que en este lugar em-presas familiares y cooperativas, inspiradas por la memoriadel legendario Sixto Sarmiento, continuaron las artes tex-tiles, práctica que se ha expandido en toda la región, quecuenta con más de doscientos telares en los que se produ-cen las características telas multicolores, a cuadros o rayas,con las que confeccionan alfombras, manteles, hamacas,sillas colgantes y cobertores, que la comunidad expone enmercados y ferias artesanales.

Trama y urdimbreEn caseríos húmedos y frescos de las montañas andinas,en los páramos que guardan la memoria de Juan Félix Sán-chez —inventor del telar de tres pedales—, todavía se con-serva viva la estética de trama y urdimbre. En nostálgicosrefugios de Mérida, Trujillo y Táchira, aún no alcanzadospor la confusión de un tiempo sin memoria y tradición,gente serena se reúne en cooperativas conformadas porla familia extensa, amigos y vecinos, a confeccionar rua-nas y cobijas tejidas con lana hilada de manera artesanal.Las “cobijas burreras” poseen los “rucios” colores del gris,beige o marrón de las ovejas. A veces acuden a la alqui-mia de antiguas materias tintóreas como el añil, la “con-

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los oficios del telar en donde confeccionar hamacas y chin-chorros, además de bellas fajas, bolsos, y el “sheii”, la ricamanta funeraria en cuyos signos expresan la complejidadde sus ideas y prácticas sobre la vida y la muerte. Con elarribo a la pubertad, las niñas convertidas definitivamen-te en mujeres deberán pasar por elmayajuru o “blanqueo”,encierro ritual durante el cual aprenden las labores propiasde su sexo, entre ellas, el arte de tejer. Luego colocan en susbrazos la pulsera kannaspi, que ayuda a recordar lo apren-dido y mantener viva la experiencia, creatividad y perse-verancia para concluir los tejidos. El uso ritual de la kannaspiproducirá sueños mágicos; si en ellos logra ver la serpien-te wui, la niña estará dotada para el kanaás, el arte de te-jer los signos.

Tejidos indígenasEl guayuco, principal prenda de “vestir” de los pueblos dela región del Orinoco y Amazonas venezolano se ha idosustituyendo por el uso de ropa criolla. Los eñepá tejen unatira larga de algodón teñida con onoto, que hacen pasarpor la entrepierna y amarran a la cintura. De sus extremospenden grandes borlas que cuelgan sobre los glúteos. Loswotjüja confeccionan guayucos blancos de algodón, queconsisten en una tira tejida que se fija a la cadera con unlargo haz de hilos que caen sobre las piernas. Los ye’kua-na tejen una especie de delantal que utilizan las jóvenesen el rito de paso de la infancia a la adolescencia, llama-domuwaaju. Este presenta una interesante adaptación de

materiales no autóctonos, como las mostacillas de origeneuropeo, en cuya trama se insertan las pequeñas cuentasde vidrio, de colores azul, blanco y rojo.

El impulso de las ferias textiles, los mercados artesa-nales, así como la creación de la Red de Arte, han con-tribuido a hacer visible la textilería de tradición venezolana,propiciando un precio justo, el diálogo intercultural y lareapropiación de conocimientos y técnicas ancestrales.Como hemos visto, la textilería no se detiene en la for-ma del objeto, detrás de sí un complejo tejido social vaurdiendo y tramando economía, tecnología, procesos mi-gratorios, materias primas disponibles y formas comu-nales de organización para el trabajo, todo esto precisade requerimientos afectivos y simbólicos profundos, parasumar el esfuerzo de una familia o de un colectivo agru-pado en torno a un interés común. En esto radica la pa-radoja que enriquece la vida del artesano cuyo patrimoniointangible y su mayor capital es el cultural.

...la textilería no se detiene en la forma del objeto, detrás de sí un complejo tejido social va urdiendo ytramando economía, tecnología, procesos migratorios, materias primas disponibles y formas comunales deorganización para el trabajo, todo esto precisa de requerimientos afectivos y simbólicos profundos, parasumar el esfuerzo de una familia o de un colectivo agrupado en torno a un interés común.

Para seguir leyendo...

DELGADO, LELIA. Artesanía viva. Caracas, Centro CulturalConsolidado, 1996.

———. Atlas de la tradiciones populares venezolanas (Artesanía).Caracas, Fundación Bigott, 2005.

———.Vida indígena en el Orinoco. Bogota, Editorial Planeta, 2004.Telar tradicional andino para tejer cobijas de lana, 2010. Fotografía: LEL IA DELGADO

Detalle de tejido de hamaca tradicional wayúu montado en telar vertical amanera de bastidor, 2011. Fotografía: LEL IA DELGADO

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LAS CERÁMICAS

E r n e s t o Y e v a r a Invest igador Museo Nac iona l de las Cul turas

Loza de Manicuare, estado Sucre, 2010. Fotografía: MUSEO NAC IONAL DE LAS CULTURAS

El cafecito de la mañana, las arepas de maíz o trigo, el arroz, lashallacas, los guisos, la chicha de maíz y las sopas saben mejorservidas en vasijas de cerámica tradicional; en su uso se encuentraparte de nuestros sabores y saberes gastronómicos. Sus formas,colores y motivos son imagen viva de nuestras regionesy pueblos. Aún en el siglo XXI existen muchas comunidades yhogares de las regiones costeras, llaneras, selváticas y montañosasdonde se fabrica cerámica de la manera tradicional

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Tradición artesanalLa producción de cerámica o loza, vasijas y objetos de ba-rro cocido, tiene en nuestro país una larga historia de másde 3.000 años donde resaltan numerosas tradiciones degran belleza. Para los pueblos indígenas el descubrimien-to de la cerámica fue un punto fundamental en el apro-vechamiento de los recursos alimenticios, permitiendococinar los alimentos para mejorar la absorción de los nu-trientes y para preservarlos por más tiempo, como es elcaso del casabe y el mañoco elaborados con yuca, así comode las arepas y la chicha de maíz. En esta relación con laalimentación, la cerámica estuvo asociada con la agricul-tura, sirviendo de herramienta en una conexión que per-

mitió el aumento demográfico de los grupos y cambiosen los estilos de vida, propiciando también la géne-sis de muchos grupos indígenas conocidos.

La cerámica fue también para los pueblos indígenas unmedio para representar el pensamiento sagrado, para ma-nifestar su conocimiento y valoración sobre el mundo a tra-vés de la representación simbólica de animales, del cuerpohumano, sus divinidades y los distintos paisajes. En estesentido, la cerámica fue contenedor y contenido (en variosniveles) del saber ancestral de nuestros pueblos, haciendoimposible separar el diseño para el uso, lo simbólico y losaspectos técnicos de la naturaleza de los materiales. Igual-mente, la cerámica se utilizó para embellecimiento perso-nal con la fabricación de cuentas para collares, pintaderasy orejeras, para hacer instrumentos musicales, pipas, jugue-tes, pesas de huso para hilar algodón, fichas, pesas para laredes de pesca y urnas para los difuntos.

Oficio sagradoEn nuestra América y en Venezuela la fabricación de lacerámica fue una ocupación misteriosa y sagrada rea-lizada principalmente por mujeres, quienes la apren-dieron de sus abuelas remontándose hasta un lejanoantepasado que recibió el conocimiento de un ser di-vino, la sagrada serpiente arcoiris (Arca en Los Andes),la dueña del barro o la abuela de la arcilla para los wa-yúu. Las técnicas que emplearon incluyeron la pintu-ra, utilizando los diferentes colores del barro (amarillos,anaranjados, rojos, blanco, grises) en ligeras capas o ba-ños (llamados engobes); el modelado directo y con rollosen superposición; el aplique de tiras, patas, representa-ciones de animales (ranas, serpientes, tigres, etc.); la in-cisión; la escisión rebajando ciertas zonas de la pieza;impresiones hechas con las uñas, con los dedos, confragmentos de conchas, palitos, semillas y cualquier ob-jeto; y el pulido con piedras lisas.

En la preparación de la masa de barro era importanteequilibrar la arcilla con otras sustancias o materiales (an-tiplásticos) para evitar que se raje en la cocción, facilitar elsecado, así como aumentar la resistencia de las piezas, paraello nuestros indígenas utilizaron arena, piedra triturada,

TRADICIONALESDE VENEZUELA

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Comunidades hiwi,kurripaco, pumé ypemón en los estadosBolívar, Amazonasy Apure

Loceras criollas,dispersas en los estadosBarinas y Apure

Lomas Bajas y Capacho(Municipio Libertad)

Los Guáimaros y AguasCalientes (MunicipioCampo Elías)

El Pizarral, Tacaduto,Sarinao y Miraca(Municipio Falcón)

San Pedro Caliente(Municipio Torres)

Boconó(Municipio Boconó)

Guerrero(Municipio Páez)

Sanare y Yai (MunicipioAndrés Eloy Blanco)

El Cercado(Municipio Gómez)

Manicuare (MunicipioCruz Salmerón Acosta)

El Socorro(Municipio El Socorro)

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conchas molidas, tiestos molidos (cerámica), fibras, cor-tezas quemadas, caraipé (una ceniza rica en sílice prove-niente de la corteza de ciertos árboles) y las espinas deesponjilla de agua dulce, cauxí.

La cerámica indígenaEn nuestro país se generaron por lo menos diez grandestradiciones cerámicas (identificadas hasta el presente porlos arqueólogos) con algunas variaciones temporales y lo-cales. Entre los años 2000 a.C. y 1250 d.C. existió el famo-so estilo Barranca con sus variaciones Ronquin y Saladero,caracterizado por las vasijas de paredes finas y bien pu-lidas. Su decoración está basada en amplias líneas incisasdonde predominan lo circular y ovalado (arcos, discos, se-miesferas, cilindros y óvalos) y muchos apéndices con fi-guras de animales y fauna imaginaria, en los cuales semezclan y yuxtaponen formas animales y rostros huma-nos geométricamente simplificados.

Entre las piezas más espectaculares por su forma y de-coración pintada están las vasijas con dos cuerpos bicon-vexos y platos con pedestal de estilo Caño del Oso (900a.C.-600 d.C.), pintadas en rojo y/o marrón sobre fondosblancuzcos o en ocre claro. En las superficies pulidas es-tán dispuestos círculos concéntricos, líneas rectas organi-

Distribución de algunas comunidades loceras de Venezuela.Elaboración: ERNE STO YEVARA

zadas en simetría radial y espirales, las líneas de distintogrosor son continuas y punteadas.

La cerámica tocuyanoide (400 a.C.-300 d.C.) tambiénfue importante. Caracterizada por su alto grado de elabo-ración, tiene una decoración modelada y pintada con mo-tivos predominantemente curvilíneos. La vasijas tienenperfiles compuestos en muchos casos presentando figu-ras de animales y antropomorfas. Otra característica deesta cerámica fue la elaboración de figulinas antropomor-fas, pintadas profusamente con líneas blancas, negras y ro-jas. Otras tradiciones cerámicas de nuestra antigüedad sonla Arauquinoide, Valencioide, Dabajuroide, Tierroide, Ce-deñoide, Mirinday y estilos como Santa Ana o Betijoque.

Con la invasión de los europeos, la cerámica indíge-na se fue simplificando en su decoración producto de laimposición cristiana que obligó al olvido de las creenciaspropias, las técnicas loceras indígenas, europeas y proba-blemente africanas se mezclaron, se introdujo el torno,el esmalte vidriado y el horno cerrado en algunas co-munidades mestizas y se adoptaron algunas formas ypiezas europeas y asiáticas. La cerámica de entonces fa-bricada por indígenas y mestizos se convirtió en la lozade uso común y diario en casi todos los estratos socialeshasta la primera mitad del siglo XX.

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Con la invasión de los europeos, la cerámica indígena se fue simplificando en su decoraciónproducto de la imposición cristiana que obligó al olvido de las creencias propias, las técnicasloceras indígenas, europeas y probablemente africanas se mezclaron, se introdujo el torno, elesmalte vidriado y el horno cerrado en algunas comunidades mestizas y se adoptaron algunasformas y piezas europeas y asiáticas.

Las cerámicas actualesLa cerámica actual puede parecer a simple vista monóto-na y simple, pero en realidad es diversa en sus formas, de-coraciones, usos y nombres, conservando el conocimientocompartido de siglos. En este apartado nuestra intenciónes dar un panorama general de las lozas del país, en es-pecial aquellas comercializadas y con acceso a consumi-dores, en este sentido, las lozas de fabricación para elautoconsumo de muchas comunidades no será reflejadaen su totalidad. Veamos algunas tradiciones por región.

Lara y FalcónEn estos dos estados las comunidades comparten una co-nocida trayectoria en la producción artesanal, su cerámi-ca, expresión de la continuidad histórica de los procesostradicionales, presenta diferencias entre localidades perotiene ciertas características constantes. Para la preparaciónde la masa es frecuente la utilización del guarataro (os-tra fósil) calcianado y molido para ser mezclado con laarcilla, característica tecnológica que sobrevive de tradi-ciones como la Dabajuroide. Otros desengrasantes uti-lizados son la arena (cuarzo y mica), el caliche (materialcalcáreo producto de la erosión), la propia cerámica mo-lida y la caliza cristalizada.

La vasija se confecciona por la superposición de rodetes.Se utilizan cucharas de totuma para alisar las superficies y,en algunos casos, se colocaunengobe rojooblanco cubrien-do toda la vasija, se pulen con piedras lisas marinas. La coc-ción se realiza frecuentemente a fuego abierto en pequeñashogueras, en galerías subterráneas a manera de hornos yen algunas comunidades se utilizan hornos de baharequeo ladrillo. Las formas son generalmente simples pero muyvariadas y usualmente se producen vasijas utilitarias —ti-najas, pimpinas, cántaros, jarras, ollas, budares, pocillos—con bases planas o anulares. La decoración se caracterizapor ser pintada, también hacen impresiones digitales, ro-detes cabalgantes e incisiones o muescas simples. La pin-tura se aplica con una pluma y los colores utilizados sonel rojo y el blanco sobre la superficie cruda externa supe-rior de las vasijas, en algunos casos combinadas. Los mo-tivos son muy variados y por lo general se realizan en seriesde repetición por bandas; van desde líneas onduladas, guir-naldas, espirales, cruces, rejillas, hasta motivos que repre-

sentan plantas (ramas, hojas, flores, frutos) y animales, prin-cipalmente aves. Algunas comunidades loceras son Yai,Sanare, Quíbor, San Pedro Caliente en Lara y El Pizarral,Tacaduto, Sarinao y Miraca en Falcón.

Los AndesEn los tres estados andinos, Táchira, Mérida y Trujillo,se han mantenido activas las comunidades loceras. El con-junto de vasijas producidas en esta región muestra la mez-cla de piezas de origen indígena (anterior a la invasión),

L A L O Z A O R I E N T A L

En esta región destacan dos comu-

nidades loceras por su larga tra-

yectoria, El Cercado en la isla de

Margarita y Manicuare en la penín-

sula de Araya, estado Sucre.

La cerámica de El Cercado se re-

monta a los tiempos coloniales,

pero sus piezas de gran vistosidad

son producto de la transformación de técnicas tradicionales, en espe-

cial con la decoración monocromática después de la cocción. En la ac-

tualidad se especializan en la producción de piezas grandes para la

decoración del hogar. Sus vasijas son elaboradas con la técnica del en-

rollado, haciendo paredes gruesas con una textura externa irregular y a

la vez pulida, lograda con un engobe o baño de arcilla roja, la cual luego

del quemado es coloreado con pigmentos no arcillosos (amarillos, azu-

les, morados, etc.) con la intención de acentuar el trabajo artesanal. Es-

tas vasijas no tienen decoración modelada con excepción de asas y

bocas onduladas. Entre estas piezas grandes destaca el anafre, un pe-

queño hornillo de antaño transformado en un parrillero al aumentar de

tamaño, siendo una de las piezas más buscadas y mejor pagadas por

los compradores isleños. También fabrican medianas y grandes imáge-

nes de la Virgen del Valle, reproduciendo la imagen patrona venerada

en la Basílica de La Asunción, con detalles esquematizados.

En el caso de la cerámica de Manicuare, su producción es regular y

mantiene las características básicas observadas desde la época colo-

nial. La arcilla con gran cantidad de mica usada en la fabricación, dando

destellos a su pulida superficie, es la misma utilizada y descrita por Ale-

jandro de Humboldt. De igual manera, su característica y regular curva-

tura se ha mantenido. Además de su regularidad y brillo, la cerámica de

Manicuare tiene una decoración modelada con relieve de líneas circu-

lares y espirales. También es decorada con imágenes de flores y plantas

en barro blanco o caolín. Cambios en los métodos de producción se

han visto en la quema, la cual ahora se hace en su mayoría con quema-

dores de gas, debido a la escasez y aumento de los precios de la made-

ra. Entre las piezas que fabrican están las cazuelas, juegos de café,

vajillas, ensaladeras, mondongueras, jarras, platos y floreros.

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20europeo y piezas adaptadas a las necesidades gastronó-micas modernas, entre ellas podemos encontrar: chiriguas(jarrón para enfriar el agua y fermentar la chicha), patos(jarra con forma de ave, similar a las encontradas en ex-cavaciones arqueológicas), chorotes (jarra indígena parapreparar la bebida de cacao), moyas (olla española), ga-chas o cazuelas (plato hondo de sopa de origen español),la pastichera (plato para preparar y comer el pasticho), lostiestos (budares), las múcuras (jarras para calentar el café),candeleros y palmatorios, floreros, materos y comederosde animales.

En Táchira, la loza de Lomas Bajas y Capacho se ca-racteriza por su fabricación en torno, un plato que se hacegirar y permite modelar rápidamente las vasijas. Algunasde estas vasijas son alcoholadas, cubiertas con un barnizdespués del primer quemado. Con minio (un tetróxidode plomo), mezclado con agua y barro blanco, bien finoy pisao, obtienen un color amarillo; con permanganato,un color caoba; y con sulfato de cobre, un color verde. Estaloza tradicional es una de las pocas producidas en tornoy esmaltada.

En Los Guáimaros, Aguas Calientes (Mérida) y Boco-nó (Trujillo) la loza es modelada con rodetes superpues-tos, en anillos y/o en espiral. En esta región al barro se lequita arena y piedra por contener naturalmente muchodesgrasante o antiplástico. La vasijas son cubiertas con ba-rro rojo intenso muy fino y pulidas con las piedras lisas.Según la locera o el locero, su habilidad y conocimiento,las vasijas son decoradas con cintas, varias asas, apéndi-ces con formas de animales y plantas. También utilizanel barro blanco o caolín para dibujar algunos motivos

En los tres estados andinos, Táchira, Mérida y Trujillo, se han mantenido activas lascomunidades loceras. El conjunto de vasijas producidas en esta región muestra la mezcla depiezas de origen indígena (anterior a la invasión), europeo y piezas adaptadas a las necesidadesgastronómicas modernas...

L A S C E R Á M I C A S T R A D I C I O N A L E S D E V E N E Z U E L A

Pieza de artesanía wayúu, estado Zulia, 2010. Fotografía: MUSEO NAC IONAL

DE LAS CULTURAS

E L E S T A D O Z U L I A

En la región zuliana la cerámica tra-

dicional más importante por su be-

lleza, apego a los valores culturales

propios y conocimiento asociado es

la propia del pueblo indígena wa-

yúu. En wayunaiqui a la fabricación

de loza se le llama Atü’ka y es un

trabajo reservado a las mujeres (sin

embargo, ahora también existen loceros que comercializan la loza a tra-

vés de las mujeres de su familia). La Atü’ka se realiza en algunos lugares

de La Guajira como Epíts, Jala’ala, Macuira y en Guarero, en este último

existe una asociación llamada Yanama que produce y comercializa arte-

sanía wayúu, donde Dorila Echeto (locera y tejedora) ha formado un ta-

ller-escuela.

Para la fabricación de las vasijas, las loceras wayúu distinguen dos ti-

pos de barro, la Siruwa y la Shujá, ambos seres espirituales muy respeta-

dos, los cuales son extraídos de lugares especiales en la Alta Guajira y

procesados con gran rigor. Con la Shujá, pasta porosa y oscura, hacen

las vasijas refractarias, las ollas de cocinar wushú y siwa’rai, decoradas

con relieves en forma de cabeza de caballo, chivo o tortuga, para propi-

ciar que no falte la carne para cocinar y comer. Con la Siruwa hacen

amüchi (chirigua para transportar y conservar agua), paachiischii (urnas

donde se conservan los huesos de los difuntos en el segundo entierro),

jula’a (tinaja para preservar el agua), poosüü (platos), wayunkera (mu-

ñecas de barro), waway (instrumento musical en forma de esfera o tres

orificios) y koousuchón (cuentas de collar).

Las formas de la amüchi, jula’a y wuschu semejan el cuerpo de la

mujer por lo que en su cuello se les coloca con incisiones (como tatua-

jes) el collar, con líneas entrecruzadas en forma de X, pues entre las mu-

jeres wayúu el collar es señal de distinción y prestigio. Las superficies de

estas vasijas son decoradas con símbolos en barro color rojo intenso. Es-

tos símbolos representan estilizadamente los cerros, uchiiruwa; los ca-

minos wopüiruwa; y colgando como orejas la representación de las

nubes que anuncian la presencia de juya (la lluvia); los animales y seres

representativos de los clanes wayúu y los demás entes primordiales.

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vegetales y cintas. Además de la vasijas hacen una grancantidad de figuras e imágenes profanas y religiosas, ani-malitos, campesinos, los personajes del Belén e inclusoCristos gordos y negros. Los floreros, jarras y ollas se ha-cen de gran tamaño para decorar los jardines. Las quemasson a cielo abierto en hogueras.

Los LlanosEn los estados llaneros la producción de loza es dispersay de poca cantidad, destinada para el consumo local. Al-gunas loceras se pueden encontrar en el municipio Leo-nardo Infante del estado Guárico, en Barinas y en Apure.En Guárico, la comunidad de El Socorro de Portuguesacontinúa organizada en la producción de loza, la cual esllevada a vender en la ciudad de Calabozo y a otras regio-nes por comerciantes de artesanía. La loza de El Socorrose caracteriza por usar como antiplástico las espinas de laesponjilla cauxí, llamadas en esta región picapica. Mode-lan sus vasijas con la técnica del rodete, alisando y exten-diendo las paredes para producir budares, platos, ollas,tazas, tinajas y morteros para pisar ajo. También fabri-can una pieza llamada hornilla, compuesta por una baseanular levantada sobre cuatro patas y las topias, piezaspara levantar y sostener las ollas sobre el fogón. Para ter-minar sus piezas las recubren con una engobe rojo muyfino llamado bañir, al cual bruñen o pulen con las piedraslisas o cantos rodados. La decoración se hace con asas ylabios o bocas sencillas.

Piezas creadas por Achilino Díaz, después del proceso de secado. La Maraca, estado Lara, 2008. Fotografía: JUAN MANUEL GUEVARA

BO L Í VA R Y AMA ZONA S

En esta región del país varias son las

tradiciones artesanales pertenecien-

tes a los pueblos y comunidades indí-

genas, pero en el presente no todos

los grupos étnicos o pueblos siguen

fabricando cerámica y solo algunos la

comercializan en ciudades como

Puerto Ayacuho, Ciudad Bolívar o

Puerto Ordaz, llegando incluso a tiendas de Caracas como la Red de Arte.

En general la producción de cerámica de la región se hace en la temporada

de verano (seca), cuando las aguas de los ríos bajan y dejan expuestas las ribe-

ras donde se depositan las mejores arcillas. A estos barros se les incorporan

los mismos desgrasantes del período anterior a la invasión europea, cauxí, fi-

bras, cortezas quemadas y arena, se fabrica con la técnica de enrollado, super-

ficie alisada y son quemadas a cielo abierto en hogueras o en hoyos cavados.

Los hiwi alisan las paredes de las vasijas con una nuez de cucurito

y después de quemadas son decoradas con dibujos geométricos en el

borde y la panza usando una mezcla de savia y jugo de bayas aplicada

con los dedos o palitos. Las ollas, platos hondos para comer y jarras

para el agua tienen formas femeninas o de pájaro.

Los kurripaco fabrican anafres, cazuelas, ensaladeras, platos, ollas

de cocinar, tinajas, bandejas, floreros y alcancías. Los platos hondos

son generalmente pintados en el exterior e interior con dibujos geomé-

tricos. Una pieza muy comercializada con otros pueblos indígenas es el

anafre o cocina, el cual se hace de barro oscuro y con forma cuadrada

o redonda, incluso en la actualidad se hacen con dos o cuatro hornillas

imitando las cocinas no indígenas.

Los pemón están comercializando su olla oin usada para cocinar el

guiso de ají (con pescado o carne) en los diferentes tamaños como si

fueran platos hondos y ollas.

Otras tinajas que se pueden encontrar en los mercados son las del

pueblo pumé, de cuerpo ovalado, con un cuello mediano y labio directo.

El cuello de estas tinajas es generalmente ornamentado con dibujos

geométricos en engobes rojo y crema.

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Resistencia cultural y sincretismo estéticoHacerse de las cosas que son propias es muy fácil, es sen-cillo. El universo de la expresión artesanal venezolana estan vasto que podríamos tener, como efectivamente te-nemos, hogares decorados, diseñados y funcionales conla gran variedad de objetos hechos aquí: mantas, sillas,cestas, bancos, ollas, budares, tazas, vasos, mesas, hama-cas, chinchorros, lámparas, baúles, muebles, y eso por solohablar de objetos utilitarios (excluyendo los meramentedecorativos), todos parecidos a nuestra tierra y a nues-tro sol; producto unos de la resistencia cultural y otros delsincretismo estético y utilitario, como nosotros mismos:variados, creativos, hermosos, y no pocos, cargados deuna expresión contemporánea que dejaría boquiabiertoa cualquier diseñador en cualquier parte del mundo. Perodebemos hacer el ejercicio.

El ejercicio consiste en deshacernos de la camisa de fuer-za que representa la cultura occidental y la imposición desus valores estéticos. La normalización de nuestros gus-tos ha convertido la experiencia estética en un calco derevistas y publicidad haciéndonos creer que hasta las flo-res que se dan en el jardín de nuestras casas son exóticas.Esta noción tiene, para lamento de muchos, dos grandesaliados: la educación académica y los medios de comu-nicación y difusión, los cuales validan el exotismo de granparte de nuestras manifestaciones, todas, por supuesto,remitiéndonos al carácter filosófico de la estética, postu-

El límite entre lo utilitario y lo estético es una

construcción teórica que instaló la cultura occidental.

G R A C I E L A D R A G O S K Y

Una mujer sentada teje una cesta, en otro lugar un hombrecompra una cesta ya tejida a su esposa, esta a su vez la poneen el centro de la mesa de comedor con unas pocas frutas y unacayena roja, espera la visita de unas amigas y quiere lucirse.Un estudiante de arte compra un taburete zoomorfo guahibo,lo pone al lado de una de sus últimas piezas pictóricas quehablan sobre el desamor a la tierra.Una joven historiadora recibe una talla que le envía su noviodesde Mérida, es una campesina policromada de gran belle-za, tiene en su pequeño apartamento una modesta colecciónde tallas, esta la colocará entre dos pájaros tallados que com-pró en Borojó, estado Falcón.Una madre coloca en la cama de su hijo la cobija tejida quecompró en algún pueblo del estado Lara, esa que da un ca-lorcito sabroso.Un estudiante de cocina practica sus recetas de caldos en unaolla de arcilla “carolina”, prueba y comprueba que su sabores distinto, que la dimensión de su sopa es otra, sonríe.La señora Gómez vende las mejores arepas de la zona ysiempre usa budare de arcilla.Calixto llega de su trabajo, diez años de chofer, y el únicodescanso lo consigue en su hamaca, tiene cuatro, la que estáen uso es una wayúu que le regalaron sus hijos el día de sucumpleaños.

N e l s o n M e l é n d e z Diseñador gráf ico

El universo de la expresión artesanal venezolana es tan vasto que podríamos te-ner, como efectivamente tenemos, hogares decorados, diseñados y funcionalescon la gran variedad de objetos hechos aquí: mantas, sillas, cestas, bancos, ollas,budares, tazas, vasos, mesas, hamacas, chinchorros, lámparas, baúles, muebles,y eso por hablar solo de objetos utilitarios (excluyendo los meramente decora-tivos), todos parecidos a nuestra tierra y a nuestro sol; producto unos de la re-sistencia cultural y otros del sincretismo estético y utilitario, como nosotros mismos

Objeto artesanal:de un diseñoel latir

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ra que además valida el sentimiento de que somos másde allá que de acá, o que deberíamos parecernos más aellos que a nosotros, viendo como “souvenir cultural” esoque producimos, que producen los nuestros, que es he-rencia e identidad.

Artesanía rica y diversaSoy diseñador, veo el mundo como una estructura com-positiva, la configuración de elementos que genera undiscurso, un significado. Así que con esa percepción meacerco cuando deseo reflexionar sobre un punto en par-ticular como la artesanía y su proceso de producción, aligual que sobre algunos objetos artesanales que me hancausado cierto encanto; desde su confección, lo que im-plica dedicación y manejo de la técnica, hasta su con-cepción, lo que evidentemente es derivado de unaproyección en la utilización de materiales y su disposi-ción. En este sentido, el proceso artesanal tiene carac-

terísticas particulares que lo distinguen del diseño y quepodemos especificar.

La producción artesanal, en gran medida, se elabora apartir de los recursos naturales que son parte o circuns-criben a una comunidad determinada o a un grupo de ar-tesanos que realiza el oficio. Paralelamente, la informaciónsobre dichos objetos artesanales (el proceso de realizacióny el resultado) pasa de generación en generación con li-geros cambios y con ciertos “toques personales” pero sinromper con la tradición. Finalmente, la producción es ex-clusiva y manual a pesar de que se repitan ciertos prin-cipios o se utilicen ciertos equipos de mecánica simple.Por lo general, son objetos únicos, dos piezas nunca sonexactamente iguales, por lo tanto no existe la producciónmecanizada ni seriada a la que sí está sometida el obje-to de diseño.

Sabido es por todos la riqueza de la artesanía vene-zolana, la variedad de materiales y la diversidad de uso

Ilustración: NELSON MELÉNDEZ

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Otro objeto de extraordinario valor cultural y simbó-lico son los bancos zoomorfos de la etnia guahibo, talla-dos básicamente con machete a partir de un solo troncode madera; aunque poseen un carácter chamánico, en laactualidad se realizan con fines comerciales. Los bancospiaroa y ye’kuana también son elaborados a partir de unsolo pedazo de madera y son decorados con tintes vege-tales; estas piezas poseen una profunda fuerza objetualde gran presencia.

Los bancos zoomorfos pareciesen encerrar en sí unacondición mágica que seduce, la sintetización de estos ani-males y la robustez de la madera confieren una aparien-cia vigorosa, contemporánea en los términos de lasociedad occidental. Como objetos de uso poseen granaguante y soporte, dando la impresión de piezas escul-tóricas con la cualidad utilitaria del asiento.

Tanto la hamaca y el chinchorro como los bancos in-dígenas poseen mucho más de lo que se ha dicho, guar-dan más bien una particular capacidad de redirigir laestética local, en virtud de sus características como ob-jetos, de su aporte cultural en cuanto a las formas y lossignificados, así como su identificación como objetos queposibilitan una redistribución espacial del mobiliario rom-piendo con la sempiterna distribución patriarcal burgue-sa, permitiéndonos disfrutar del espacio-hogar a nuestrasanchas, anchas venezolanas, quiero decir. Y, por último,otorgándonos el placer de disfrutar del descanso y la re-flexión viendo eso que es bello, como nosotros.

en los objetos que se producen. La madera, los textiles,el barro y la cestería son los renglones que se observancon más desarrollo, si cabe el término. Los objetos de tipoutilitario, mobiliario, decorativo y accesorios que van des-de piezas simples hasta unas más complejas en su elabo-ración, construcción, esquema y simbología, y que sonexpresión de grupos de artesanos de comunidades “crio-llas” o indígenas cuya propuesta estética es el resultadode su naturaleza, la cultural y la geográfica.

De la hamaca y el banco chamánicoDe los objetos mobiliarios, dos expresiones se han gana-do mi admiración de diseñador. En principio, un objetodefinitorio en uso y estética de nuestra expresión local,cuyo carácter mueble es innegable: la hamaca y/o chin-chorro. Esta pieza tejida posee un valor de uso extraor-dinario, es asiento, lecho y cobija concebida para eldescanso y el sueño. Las producidas por la etnia wayúu,hechas en algodón mercerizado, con patrones (Kanna’s)de profundo valor simbólico y gran riqueza cromática, con-vierten al objeto en un disfrute a la vista. Distintos en suconcepción, forma y colorido, provenientes de una lar-ga tradición en el poblado de Aguasay, estado Monagas,de reconocida fama internacional, son los chinchorrosrealizados en fibra de curagua dotados de un hermoso co-lor crudo, dejan ver en sus esquemas el trabajo y la de-dicación al oficio. Así, como mueble, ambas expresiones,por su belleza y utilidad, tienen la dimensión para “ves-tir” una habitación.

O B J E T O A R T E S A N A L : E L L A T I R D E U N D I S E Ñ O

YO DISEÑADOR : MI SALA/RECIBO

He decidido adquirir un mueble tipo sofá de madera que a la vez es

baúl, su doble funcionalidad es lo que más me atrae, voy a colocar sobre

él una manta larense en tonos azules y morados (tengo la idea de que

una noche de rumba alguien se va a quedar dormido sobre él), al lado

derecho pondré tres tallas de ángeles merideños de diferentes alturas, y

al lado izquierdo una gran cesta cola ’e mula del estado Trujillo —un

buen lugar para guardar toallas o prensa—, dos bancos zoomorfos de

tapir del estado Bolívar que situaré en ángulo de noventa grados al lado

derecho del sofá. Como no soy amante de las mesas de centro, al lado

izquierdo, sobre un cubo seco de madera de más o menos sesenta cen-

tímetros, irá una base de vidrio del mismo tamaño con apliques para

darle altura, y allí dos cestas warao y una yekuana —guardar llaves, medi-

cinas y facturas— y la edición especial de Cien años de soledad, novela

por la que estoy apasionado. No me gustan las paredes blancas, la que

va detrás del sofá será amarillo tostado, y las de los lados un azul grisá-

ceo. Detrás de los bancos está una ventana, para evitar las miradas de

los vecinos pondré unas cortinas un tono más claro que el azul de las

paredes. Algunas plantas, unos retratos y pinturas ordenadas en grupos

en las dos paredes restantes, un piso bien lustrado, un revistero… me

hace falta una biblioteca… bueno, listo. Cómodo.

REDIMENSIONAR NUESTRA ESTÉTICA

El filósofo Jean Baudillard atribuiría nuestra manera de clasificar y posi-

cionar los objetos dentro del espacio interior a una serie de valores de

índole clasista generada en el cosmos burgués, garante de la tradición

patriarcal que nos fue impuesta a partir de la colonización. Entonces, di-

cho ejercicio pasa por descubrir y comprender que en términos estéti-

cos no hay nada superior, hay posturas y gustos, todos llevan al punto

inicial de qué es lo que aprendemos. Aprendemos como hermosas cier-

tas cosas, que lo hermoso no es necesariamente útil, a certificar algu-

nas expresiones por su procedencia y a ver con lastimosa comprensión

expresiones estéticas que consideramos procedentes de culturas “infe-

riores”, todo un error porque si no existen culturas inferiores, no existen

estéticas inferiores. Redimensionar el universo de nuestra estética;

construyendo espacios acordes con nuestra experiencia creativa, en

torno a nuestras realidades, físicas, geográficas y culturales. Llenando

estos espacios de la propia espiritualidad cultural y religiosa, de caracte-

rísticas objetuales y cromáticas que nos particularizan, rehaciendo la

constitución de nuestros hogares.

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artesaníaFibras vegetales

y multifuncionalLa cestería indígena como legado patrimonial es fundamental paraentender las manifestaciones actuales de la cestería criolla. Pese aldeterioro de la producción artesanal, generada por la invasión delplástico, el arte cestero hoy día todavía está presente en la mayoría delos estados de Venezuela, ofreciendo nuevas propuestas tanto de partede los artesanos indígenas como de los criollos, lo cual es señal de undinamismo esperanzador

M a r i e C l a u d e M a t t é i M ü l l e r Etnógrafa

Proceso de elaboración de canastas con caña amarga. Caserío Pacheco, estado Miranda, 2008. Fotografía: JUAN MANUEL GUEVARA

diversa

para el hogar

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Luego, no es nada sorprendente que los pueblos origi-narios de nuestro país las hayan aprovechado no solopara techar sus viviendas sino también para realizar ob-jetos de toda índole.

Existe una amplia gama de plantas silvestres textile-ras, sin embargo, las culturas indígenas de Venezuela selimitaron a utilizar principalmente tres clases de plantas:los juncos como la tirita (Ischnosiphon sp.), las lianas comoel mamure (Heteropsis flexuosa), las palmas como la palmamoriche (Mauritia flexuosa) y la palma chiquichiqui (Leo-poldina piassava). Las demás palmas como cumare, coro-ba, seje o las cañas bravas, son de uso mucho más reducido.

A cada clase de plantas corresponde un tipo de téc-nica, determinado por las características físicas de las fi-bras: técnica de sarga con la tirita por ser plana, técnicadel doblado entrelazado con el mamure por ser flexibley resistente y técnica del enrollado en espiral con el co-gollo de la palma moriche o con las fibras de la palmachiquichiqui. Esta técnica fue introducida en el delta delOrinoco por extranjeros hace unos cuarenta años con lapoblación warao.

Funciones de la cestería indígenaEl procesamiento de los alimentos era, sin duda alguna,el eje central alrededor del cual giraba la actividad ceste-ra de los pueblos indígenas. Necesitaban utensilios pararecolectar, cargar, almacenar, secar, moler, exprimir, cer-nir, colar, moldear, mezclar, pescar, cazar y hasta cocinary servir los alimentos. Más allá de la comida, la cesteríasolía estar presente en múltiples aspectos de la vida do-méstica, en la elaboración de vestimenta, en las relacio-nes comerciales y también en la vida ceremonial así comoen las prácticas rituales.

Dinamismo de la cestería criollaActualmente la producción de cestas y otros objetos ela-borados con fibras vegetales sufre las consecuencias dela invasión del plástico y de otro material sintético. Sinembargo, el arte cestero está todavía presente en muchasregiones del país, en particular en el estado Táchira, enlos Andes, en oriente y en la isla de Margarita. Ademásal lado de los artesanos indígenas compiten un gran nú-mero de artesanos criollos.

Las especies vegetales utilizadas varían según las re-giones, y aun cuando la tradición cestera suele ser de pro-

La producción de artefactos mediante el trenzado oentrecruzado de fibras vegetales se ha desarrolla-do en todos los continentes y en casi todas las cul-

turas, cualquiera que sea su nivel de desarrollotecnológico. De hecho, responde a una de las tecnolo-gías más antiguas, requiere solo una herramienta tajan-te capaz de raspar y cortar la planta, además de las manosy de los dientes del tejedor o tejedora. La extrema diver-sidad de las fibras con grados sumamente variables deflexibilidad, dureza y resistencia permite la manufactu-ra de un sinfín de objetos que suelen ser “erróneamen-te” definidos como piezas de cestería. En efecto, la cestano es sino una de ellas. A esta hay que agregar una plé-tora de objetos, útiles para el hogar, de formas, tamañosy usos muy distintos tales como abanicos, cernidores, co-ladores, exprimidores, esteras, cinchos, sombreros, co-ronas, trampas de pesca, jaulas, carcajes, instrumentosde música, paravanes, bolsos, cajas, cunas, revisteras, pla-tos, adornos, portavasos, entre otros.

La herencia indígena1

Venezuela como parte del Neo Trópico está dotada deuna fitodiversidad insospechable que ofrece, durantetodo el año, una asombrosa variedad de plantas (palmas,pajas, cañas bravas, lianas, juncos, árboles, arbustos) cu-yas partes (hoja, tallo, corteza, fruto, raíz) pueden ser-vir de materia prima para realizar piezas de cestería.

L A S I N N O V A C I O N E S D E L A C E S T E R Í A I N D Í G E N A

Muchas culturas indígenas de Ve-

nezuela, seducidas por los produc-

tos manufacturados más duraderos

han reducido —en algunos casos,

abandonado— su producción arte-

sanal de fibras vegetales. Sin em-

bargo, las que todavía mantienen la

tradición, como la ye’kuana, la wa-

rao, la hiwi, la kari’ña supieron inno-

var, inventando una nueva iconografía, introduciendo una gama

cromática más variada, nuevas formas, nuevas técnicas, utilizando nue-

vas fibras como la borra y el dando.

Es cierto que estos nuevos productos, de gran fineza y excelente

acabado están por lo general destinados a la venta y a menudo están

desprovistos de toda función utilitaria, se han vuelto objetos de arte

con una función eminentemente decorativa. En este sentido la cestería

indígena sigue siendo un arte vivo, dinámico, creativo, capaz de ofrecer

productos de un gran valor artístico que pueden ocupar un lugar privi-

legiado en el hogar.

F I B R A S V E G E T A L E S : A R T E S A N Í A D I V E R S A Y M U L T I F U N C I O N A L P A R A E L H O G A R

1. En un artículo anterior publicado en la revista Así somos no 3 ya presenté las características de la cestería indígena. Por eso hago una síntesis breve de la situa-ción de la cestería indígena, dedicando más espacio a la cestería criolla.

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nocida por su fabricación de cestas, canastas grandes,cunas o moisés, portabebés, petacas, floreros, papele-ras, sombreros, arganas (canastas de bejucos para car-gar las bestias, hoy en vía de extinción), sembradoresy regaderas.

Según el cronista oficial de Palmira, José Romero Cha-cón, es cierto que la cestería se remonta a la época indí-gena y que a partir de allí se ha ido transmitiendo degeneración en generación, sin embargo, a partir del finalde los años 50 y en los años 60 y 70, cuando llegaron alpaís inmigrantes de Italia, España y Portugal, algunos deellos aportaron de sus respectivos países no solo otras téc-nicas sino también otros modelos como abanicos, revis-teros, copas, portavasos, que fueron imitados por lostejedores locales. De hecho, este cronista atribuye a uninmigrante ítalo-siciliano, Cósimo Guli Benuto, el hechode haber empezado a tejer, en Abejal de Palmira, cestascon una especie de caña brava, llamada localmente “lata”.Anteriormente estas “latas” eran utilizadas para hacer lasparedes de bahareque de las casas (mezcla de caña bra-va con barro).

Hoy día mujeres y hombres de la comunidad de Abe-jal comparten la actividad cestera que, para muchos deellos, constituye el sustento principal de la familia. En estepueblo, la producción cestera está íntimamente asocia-da a una “tradición de familia”, como lo afirma con or-gullo Hender Álvarez2, un joven artesano del lugar.Todos aprendieron de sus padres, abuelos o de algún fa-miliar, a procesar la caña brava que ofrecen los bosquesde las montañas cercanas. La concha de la caña se debe“desnudar”, raspando los nudos con machete o cuchillo,se corta en tiras, se deja secar al sol para luego ser moja-da de nuevo para dar a la pieza el moldeado apropiado.

Las “maras” margariteñasEn la isla de Margarita se mantuvo el legado de los hom-bres del pueblo guaiquerí que, como todos los pueblos defiliación caribe, fueron grandes tejedores. Esta tradición

Taller sobre Moriche en la comunidad de Jubasujuro, estado Delta Amacuro,Delta Bajo, 2006. Fotografía: CORTE SÍA CARMEN ÁNGEL

2. Entevista del periodista Daniel Plaza.

En la isla de Margarita se mantuvo el legado de los hombres del pueblo guaiqueríque, como todos los pueblos de filiación caribe, fueron grandes tejedores. Estatradición masculina ha prosperado particularmente en pequeños caseríos comoEl Espinal, Atamo y la Sabana de Guacuco, cercanos a La Asunción, donde seelaboran las famosas cestas llamadas “maras”3.

cedencia indígena, las fibras seleccionadas por los arte-sanos criollos provienen generalmente de especies distin-tas de las que usaban los pueblos indígenas. Aparecen enla cestería criolla otras especies de cañas bravas, bejucos,palmas, pajas. También aparecen otras técnicas de teji-do, introducidas en algunos casos por artesanos extran-jeros que inmigraron a Venezuela.

La artesanía del Abejal de PalmiraLa comunidad del Abejal de Palmira, en el municipioGuásimos (capital Palmira, estado Táchira) es bien co-

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fibras de la planta llamada localmente “cola ’e mula”5 (Equi-setum arvense): envase con tapa o sin ella de todos tama-ños, paneras, floreros, portacalientes, papelera, caminosde mesa e individuales.

Fanny Hernández, tejedora de Boconó, recibió un re-conocimiento en la V edición de Artextil, 2011, por su ces-tería en fibra vegetal silvestre cola ’e mula y su variedadde productos. En una entrevista publicada en internet nosexplica con mucha precisión el proceso de elaboración deuna cesta con la técnica del enrollado en espiral: “Comien-zo por el fondo de la cesta, agarro una pajita, voy dán-dole la forma circular y siguiendo esta, luego coso enpuntadas de hilo para unirlas y voy retorciendo, dándo-le la forma de plato hondo, esto le da la dimensión deltejido a la cesta. Con el ‘calao’ remato el final en la co-rona o la boca de la cesta con puntadas invisibles, allí voyagarrando de a poquito de a poquito, ramito en ramito”.

En esta región crece también el carruzo montañero, lacaña brava, la cuerdita, el palmiche de la cordillera, la pal-mera de monte, la cocuiza. Algunos tejedores las buscanpara confeccionar petacas, manares.

masculina ha prosperado particularmente en pequeñoscaseríos como El Espinal, Atamo y la Sabana de Guacu-co, cercanos a La Asunción, donde se elaboran las famo-sas cestas llamadas “maras”3.

Las maras son cestas de distintos tamaños que tienenuna forma de media esfera a las cuales se le daba ante-riormente infinidad de usos. Las maras más grandes seutilizaban frecuentemente para transportar pescado fres-co, pan, productos del campo u otro tipo de mercancía.De allí viene el nombre de las famosas “mareras” que sedaba a las mujeres quienes, hace unos treinta años, car-gaban todavía las maras en la cabeza, transportando lamercancía seca para irla vendiendo o fiándola de casa encasa. Las maras pequeñas de fondo achatado y provistasde un asa arqueada sobre su extremo superior sirven to-davía para llevar dulces y confites. Este tipo de mara lle-gó a ser en la isla de Margarita una unidad de medida, paracomprar ciertos productos como la sal o las sardinas.

El material utilizado para la elaboración de las marasson bejucos de distintas especies. Para las llamadas “ma-drinas”, es decir, las varillas más fuertes necesarias para tra-mar el tejido principal de las maras se buscan especies debejucos4 más gruesos. Las madrinas se deben labrar porun lado mientras los demás bejucos se labran por amboslados, “…formándoles a estos una parte plana denomina-da ‘barriga’ y una parte arqueada denominada ‘lomo’. Siem-pre se teje con la barriga hacia adentro y el lomo hacia fuera,los empates de los bejucos se hacen pisando una punta conla otra por dentro de la madrina y se emparejan al termi-nar” (José Joaquín Salazar Franco.Obra selecta).

Tenemos que agregar también las escobas, las cabuyasy sobre todo los mapires, con tapas o sin ellas, cestas hon-das de todos los tamaños y de usos múltiples, provenien-tes del Valle de Pedro González. Son piezas tejidas con elcogollo de las palmeras que abundan en los cerros de Mar-garita, llamadas “caramas” o “palmas de monte”.

La cestería de cola ’e mula de BoconóEl renombre de la comunidad de San Rafael de Boconóen lo alto de Loma Pancha (estado Trujillo) se debe a laextraordinaria variedad de productos realizados con las

3. Mara es un vocablo de origen caribe. En el idoma kari’ña y en el de los cumanagotos maara significa “cesta grande”.

4. José Joaquín Salazar Franco reporta los siguientes nombres locales de plantas utilizadas en la fabricación de las maras en su obra La artesanía tradicional mar-gariteña: pellejo de indio, cuchivano, aco blanco, guarema o bejuco de río, chiquiguana, gasaprico, cochape, polipor, candil, carcanapire, guaragua, raíces y guin-das de copey, cruceta, fruta de paloma, entre otras plantas.

5. Esta planta tiene un gran número de nombres populares: candadillo, canutillo, ciennudillos, cola de asno, cola de caballo, cola de mula, cola de raposo, cola derata, cola de ratón, equiseto de los campos, equiseto menor, escobilla, escobín, escobón, estañera, hierba estañera, junquillos, palerina, penillo, pinillo, rabo deasno, rabo de caballo, rabo de gato, rabo de mula, rabo de raposo, rabo de ratón, rabo de rocín, rabo de potro, rodero, rueldo, yerba restañera, yunquillo.

F I B R A S V E G E T A L E S : A R T E S A N Í A D I V E R S A Y M U L T I F U N C I O N A L P A R A E L H O G A R

Cesta vasiforme de mamure ye´kuana. Fotografía: CORTE SÍA MARIE C LAUDE MAT TÉI

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L A S E S T E R A S D E P A R A G U A C H Í

Como artefactos de cestería útiles no podemos olvidar las esteras de La

Rinconada de Paraguachí, en el norte de la isla de Margarita, hechas con

cachipo, un junco y nervios de las hojas de plátano. Es interesante seña-

lar que el tejer de las esteras margariteñas requiere el uso de rústicos te-

lares hechos de cuatro palos, donde acomodaban las fibras unas sobre

otras, sostenidas por gajos de palma torcidos y anudados a media vuelta.

Se puede también utilizar el junco con la enea que crece en los lugares

anegadizos. Dichas esteras servían anteriormente de colchones sobre las

camas de madera o de soportes protectores para descansar en el suelo,

sin tener contacto con la tierra.

Para seguir leyendo...

MATTÉI MÜLLER, MARIE CLAUDE. El alma de las manos. Caracas,Bancoex Editor, 2009.

RIVAS G., PEDRO J. Historia de la cestería en Venezuela. Caracas,Dirección Nacional de Artesanías, Conac, 1995.

SALAZAR FRANCO, JOSÉ JOAQUÍN (Cheguaco). La artesanía tradicionalmargariteña. Fondo Editorial Fondene, 1978.

———.Obra selecta. Editorial Fundación Cheguaco, 2007.

Cestería utilitaria e innovaciónA pesar de la difusión avasalladora de los productos de plás-tico, el arte cestero persiste en muchos estados del país. Setrata fundamentalmente de cestería utilitaria. En el estadoMonagas, los artesanos tejedores siguen todavía la tradi-ción de los pueblos caribes, utilizando la materia prima tra-dicional, la tirita, también llamada localmente boldoncillo.Aquí, como en el Táchira, se trata de una tradición de fa-milia. Sus especialidades son los cestones para echar ropa,los portabebés, las cestas navideñas, los joyeros.

Sin embargo, algunos artesanos, como sus maestrosindígenas, manifestaron su deseo de apartarse de la tra-dición utilitaria para arriesgarse en la elaboración de ob-jetos innovadores y creativos. Así, recientemente, algunostejedores de Monagas trataron de disminuir la producciónde cestas utilitarias para orientarse hacia cestas más de-corativas de gran valor artístico. Es el caso del tejedor dela comunidad de Punceres, Luis Ojeda, quien obtuvo elPremio Artextil, 2011, en el renglón de la innovación y bús-queda de nuevas formas a partir de materia prima y téc-nica tradicional, con una cestaGlobo con tapa de campana,elaborada en boldoncillo y palma moriche.

En Yaracuy existen unas 32 familias, ubicadas en el sec-tor Sabaneta, en Guama, que siguen confeccionando conguafita y caña brava canastas de compras, paneras, revis-teras, sombreros de paja o de cogollo de palma, entre otrascosas. Aquí todo el grupo familiar colabora, hombres, mu-jeres y niños, haciendo de la cestería su principal modode subsistencia.

En el estado Barinas, la producción artesanal en fibravegetal (cascarón de plátano, cogollo de palma, bejuco)ofrece también sombreros, cestas, esteras en formas va-riadas, así como figuras de animales de la región.

* * *

Esta breve reseña de la cestería de Venezuela no presen-ta a todos los protagonistas ni tampoco todas las expre-siones de un arte tan antiguo y tan polifacético. Lo quequisimos resaltar es la continuidad y la fuerza de una tra-dición que, a pesar de las dificultades que amenazan susupervivencia, trata no solo de mantenerse sino tambiénde innovar, de diversificarse con propuestas más artísti-cas y modernas.

Cesta, estado Nueva Esparta. Fotografía: MUSEO NAC IONAL DE LAS CULTURAS.

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D a n i e l M a g g i B a l l i a c h e Comunicador soc ia l

Este reportaje pretende presentar —sin desligarse del ámbito de la in-vestigación de las culturas venezolanas— una reflexión acerca del tra-bajo de diferentes diseñadores y artistas venezolanos que se han dedicadoa crear objetos utilitarios de diseño para el hogar

ObjetosQUE NOS IDENTIFICAN

D I S E Ñ O U T I L I T A R I O P A R A E L H O G A R H E C H O E N V E N E Z U E L A

Sobre el objeto de este reportajeA partir de la familiaridad que supone usar todos los díasun objeto en el hogar, ya no solo su utilidad, sino sus ca-racterísticas estéticas se convierten en parte de la historiaafectiva y sensorial de sus usuarios. En este sentido, di-seño y artesanía son ámbitos que se pisan los talones, por-que parten de la misma necesidad de resolver problemas

cotidianos a través de objetos funcionales quepermitan una experiencia de disfrute. El arte, tal

vez para salir de sus sacrosantos espacios, tam-bién ha tomado como tema lo utilitario.La pauta de este trabajo es hablar de diseño con-

temporáneo con carácter venezolano, específicamen-te en el campo del hogar. Ahora: ¿es posible hablarde un diseño con identidad venezolana? ¿En qué re-side esa identidad, más allá del cliché folklorista, en unobjeto de diseño? ¿Qué posibilidades tiene la fabrica-ción de objetos de diseño formal que vinculen elemen-tos de las tradiciones artesanales venezolanas?

El diseñoLa primera aclaratoria que pide este reportaje tiene quever con su propio tema. Que un objeto sea “de diseño”implica haber sido concebido y fabricado bajo un cri-terio de racionalidad en cuanto a procesos de produc-

ción, materiales, funcionalidad, lo cual se revierte ensatisfacciones para su usuario final.

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Revistero de Complemento Diseño. Acrílico negro y cristal traslúcido.

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Un objeto de diseño, a pesar de la creencia extendida,no es un objeto al que se le somete a un proceso de em-bellecimiento. Ni siquiera es un objeto que busca —ex pro-feso— la belleza estética. Ignacio Urbina, uno de losnombres fundamentales en la reflexión y la docencia so-bre el diseño industrial en Venezuela, lo concibe de estaforma: “El buen diseño está marcado por el buen uso delos materiales, la robustez de los productos, por ejemplo,un producto modular que pueda ser vendido y usado enotra parte. Yo no diría que lo estéticamente agradable, sinoque las piezas sean honestas, que estén cumpliendo bue-na función”. Héctor Carrasquero, diseñador industrial ylicenciado en Letras, opina que para que algo sea diseño“deben aplicarse criterios que son universales acerca deergonomía, optimización del proceso de producción, eco-nomía de materiales, practicidad en el manejo. Tiene quehaber conciencia de diseño”. En su opinión, lo artesanal,no obstante pueda alcanzar una alta calidad, no provie-ne de esta reflexión. Darwin Molina, egresado de la Es-cuela de Diseño Industrial de la Universidad de Los Andese investigador en el tema de las relaciones entre tradicio-nes artesanales y diseño, piensa que el refinamiento es-tético deriva de la misma idoneidad funcional y prácticade la pieza: “La mayoría de las cosas que están bien he-chas son bellas casi por naturaleza. Sin embargo, el con-cepto de belleza es subjetivo y puede cambiardependiendo de muchos factores como el cultural,pues los objetos lucen de cierta manera en granmedida para satisfacer las necesidades y agra-dar los sentidos del público al que están di-rigidos. Después de todo, también es

una necesidad humana adaptar nuestro entorno para ha-cerlo además de un lugar funcional, un espacio donde de-finitivamente nos guste estar”.

Es posible un diseño de identidadAnte un criterio de racionalidad como el expuesto, ¿es po-sible pensar en un diseño con identidad venezolana?

Sergio Alonso opina que la clave de la identidad estáen la funcionalidad. Él es diseñador industrial egresadocon honores de la Universidad de los Andes, fue docen-te en esa casa de estudios y es colaborador en publica-ciones del área. Para él: “Desarrollar un producto conidentidad no implica tener el tricolor, las ocho estrellas,no tiene que parecer indígena lo que se diseñe; puede serel producto más genérico posible siempre que se adap-te a nuestras costumbres. Ahí creo que está uno de losaportes del diseño industrial, porque hay que sentarse ainvestigar y analizar la conducta del usuario”. Su opiniónes confirmada por Hector Carrasquero: “La identidad noes rescatar el imaginario vernáculo, sino innovar, resca-tar en el área industrial aquello que ha sido creado bajonuestras circunstancias y necesidades”.

En este sentido, todos los entrevistados para este traba-jo son unánimes al afirmar que existe un importante

Servilletero de líneas limpias realizado por la marca Identidad y Diseño, C.A.Chapa de haya, esferas de fresno y barra de aluminio.

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CASA VENEZOLANABIEN EQUIPADA¿Cómo equipar una casa a partir de lo que somos como país,una casa que hable de nosotros como venezolanos y como familia?Cada hogar tiene su propia personalidad, sus rasgos característicos,sus detalles, su olor, su energía, su identidad.Una casa venezolana bien acondicionada, con un mobiliario útily funcional, decorada con objetos que hablen de lo que somos comopaís, resulta un hogar con identidad, que dice mucho de quienes allí viven.Para alcanzar este cometido y otorgarle una personalidadvenezolana a nuestra morada debemoshacer uso de los productos elaboradosen casa, es decir, mobiliariosy artesanías utilitariasy ornamentales hechosen Venezuela

Fuente: Delgado, Leila (2002). Artesanía viva de la tradición venezolana. Ed. Corp Group & Editorial Arte / Mattéi, Marie Claude. Etnógrafa / Velis, Arianne, investigadora MNC / Yevara, Ernesto, investigador MNC

JUEGO DE COMEDOR

OBJETOS DECORATIVOSY FUNCIONALES

1

MANTEL TEJIDO3

VAJILLA DE BARRO4

HAMACA/CHINCHORRO

5

6 MESITA DE SALA

7

Mesa y sillas propias del estado Falcón, hechastradicionalmente con madera de cardón y fibrade carrúa. El tejido se trabaja con una gama decinco clases de punto y varias fibras . También seconstruyen poltronas, mecedoras, sofás y taburetes

Sopera y platos de arcilla modelada, quemadaen horno rústico hecho con ladrillos y barro.El acabado liso y brillante se obtienepor frotación. (Península de Paraguaná)

La técnica más utilizada para tejer hamacasguajiras es el “paleteado” con la cual se obtieneun punto muy tupido. Se usan fibras de algodónmacerizado hilado en casa o industrial, llamadopabilo o “guaralillo”. (Wayúu, Penínsulade la Guajira)

Objeto utilitario y decorativo por la delicadezaque le confiere la técnica de la madera taraciada,también conocida como marquetería

Mantel confeccionado con fibras de algodónindustrial multicolor en telar horizontalde dos lizos y pedales. (Tintorero, estado Lara)

ARTE POPULAR

Pinturas realizadas por artistas populares.Se utiliza el acrílico sobre tela y maderas.(Tovar, estado Mérida)

LÁMPARAObjeto de diseñocon grandes propiedadesdecorativas elaboradocon plexiglás (estado Zulia)

ZONAAMPLIADA

VISTA SUPERIOR DE LA CASA

PatioCuarto

CuartoCocina

Sala-Comedor

Maíz

Pabiloo guarillo

Zapatero

Cartán

Roble

Curari

Miguelito

Granadillo

Mora

Tipos de madera

Fibras vegetales

Figuras

CamburHierba

acuática henea

Fibrade algodón

FIGURAS DE MADERAS2

En el pueblo de Guadalupe, estado Lara,son especialistas en elaborar diversas figurasdecorativas en madera, así como utensiliospara la cocina. También se hacen muebles enmadera de cardón, amansaguapo y ébano criollo

Frutas Cubiertos

Recipientesde maderataraciada

2

3

4

6

FAL

YAR

TRU PORCOJ

ZULLAR

Barquisimeto

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INFOGRAFÍA: JORGE L. GALOFRE/ ASÍ SOMOS

VASIJA DE CERÁMICA

Tinaja modelada en arcilla mezclada con lajasy tiestos provenientes de viejas tejas, molidosen pilón. La cocción se realiza frecuentementea fuego abierto en pequeñas hogueras, en galeríassubterráneas a manera de hornos y en algunascomunidades se utilizan hornos de baharequeo ladrillo. El acabado se logra con la aplicaciónde engobe. (San Pedro Caliente, estado Lara)

Hoy en día los artesanos indígenas compitenen gran número con artesanos criollos.Para la confección se utilizan fibras vegetales.La cestería tradicional ha debido adaptarsea las nuevas necesidades comerciales.(Cestas Ye'kuana, estado Bolívar)

9 MECEDORA DE PALETA10

Mueble de diseño tradicional de paleta hechacon maderas de capure, curarí y “quebracho”y ensambladas en su totalidad con tarugosde ébano criollo como sustitutos de clavosindustriales. (estado Lara)

Son trozos de madera cilíndricausados para unir otras piezas

Se utiliza en formadecorativaen la superficiede las vasijas cuandoestá casi seca

PUFFMueble de diseño industrialconfeccionado con lona impermeabley rellenos de perlas de anime(estado Mérida)

CESTERÍA8

Engobe

Tarugo

MamureItiriti, Tirite

Pastade arcilla

Materialplástico

Agua

Fibras vegetales

1

5

7

8

9

10

75 km0

FAL

ZUL LAR YAR

AMA

GUY

DEL. A.ANZGUA

MON

APU

ZUL

TAC

MER

TRU

FAL

LAR

Escala para todos los estados:

BOL

Bolívar

Coro

Maracaibo

MaderaMadera

Moriche

El foliolo de la hoja de palmaMoriche es usado en formade tiras. Debe ser lavadoy secado

MERZUL

BARTAC

TRU

Mérida

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campo en la investigación y creación a partir deusos y costumbres de los venezolanos en sushogares. Sergio Alonso aporta un ejem-plo: “En Venezuela tenemos un mon-tón de platos que solo comemosnosotros, o que quizás comparti-mos con algunos países de Latino-américa, uno de ellos es el tostón,el patacón. Yo no conozco un pro-ducto serio, que esté posicionado,bien desarrollado, que permita ha-cer los tostones en tu casa o a nivelindustrial en un restaurante. Es el mis-mo caso del Tostiarepa, que es una adap-tación de la máquina de hacer wafflesdesarrollada en Brasil, ni siquiera fue adaptado acá”.

Dentro de los marcadores de identidad también estála utilización de materiales locales, disponibles y baratos.Varios de los entrevistados rescatan —por ejemplo— lasventajas del plástico como producto venezolano. IgnacioUrbina, por ejemplo, señala: “Yo creo que es una poten-te posibilidad para nosotros los diseñadores de trabajarcon un material que de alguna manera es nuestra bande-ra económica y que desde el punto de vista del diseño nolo hemos aprovechado nunca”.

Al final, que los productos de diseño se parezcan a sususuarios repercute en posicionamiento y calidad. A jui-cio de Sergio Alonso: “Si uno empieza a retomar las cos-tumbres, y metiendo ligeros cambios y mejorando lainteracción, eso va a hacer que a la gente le guste más elproducto y empiece a creer que el producto venezolanoes bueno”.

Lo local en lo globalTambién existe el criterio según el cual el diseño, en cual-quiera de sus vertientes, no puede estar ligado al referen-te de un país sino a la identidad del creador. Así piensaLuis Rivero, diseñador gráfico con décadas de experien-cia en el mundo de la publicidad, quien desde finales delos años noventa se dedicó al diseño y fabricación de lám-paras, en principio como una pasión y, en los últimos tresaños, se convirtió en su medio de vida. Rivero maneja doslíneas: una de carácter relativamente masivo, con un di-seño seriado, y otra artística, de piezas únicas realizadaspor encargo. Sin embargo, para este creador el diseño sevincula con lo local al preocuparse por los materiales dis-ponibles, así como su utilización de forma creativa.

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Un ejemplo lo vemos en su serie de lámparasMe-dusa y Anémona, especialmente en una pieza

que participó en la Feria Iberoamerica-na de Arte de Caracas en 2011. Esa

“anémona” fue fabricada con “el ma-terial plástico que en los pueblos delinterior se utiliza para forrar las si-llas de armazón de metal que la gen-te saca a los porches de las casas.Este tipo de material me parece

muy colorido, de gran maleabilidady lo he utilizado con resultados fan-

tásticos (…) también utilizo nailon devarios grosores, que es un elemento

muy barato y común acá”.A través del uso de un referente como las sillas

de pantry se genera un trabajo inspirado en la idiosincra-sia local y, a la vez, “emanador” de identidad en la me-dida que se vuelve un objeto artístico reconocible,familiar para los venezolanos.

Tradiciones artesanales y diseño contemporáneoUn tema siempre presente en el campo del diseño en Ve-nezuela, especialmente en lo que toca a objetos domés-ticos, tiene que ver con el trabajo conjunto entre diseñoy artesanía, tomada esta última como fuente y al mismotiempo depositaria de identidad nacional.

Desde hace décadas, diseñadores, cultores, conocedo-res y coleccionistas han intentado generar trabajos con-juntos en estas dos áreas, tal como se ha hecho en Brasil

O B J E T O S Q U E N O S I D E N T I F I C A N

Cajas Aldo Storey, artista plástico. Maracaibo, estado Zulia, 2011.Fotografía: DANIEL MAGGI

Lámpara realizada por la diseñadora zuliana Carolina Leal.

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y Colombia, por solo nombrar algunos ejemplos latino-americanos. A través del fortalecimiento del diseño in-dustrial a través del Estado, estos dos países han logradoposicionar su artesanía en el contexto internacional no solopor su carácter de identidad nacional, sino por su exce-lente calidad formal y funcional.

En este ámbito se ha desempeñado María Teresa delCastillo, diseñadora gráfica e industrial, artista plástica yamante de la vida de campo. Del Castillo ha tenido va-rias experiencias de lo que ella define como “diseño co-laborativo” o “codiseño”, que no es otra cosa que el trabajoconjunto entre artesanos y diseñadores en la resoluciónde problemas. “Hablo de diseño colaborativo porque nohay capacidades superiores, tanto el artesanocomo el diseñador tienen mucho queaprender del otro. Lo que el diseñopuede aportar tiene que ver conhacer el proceso de producciónmenos complejo, evaluar lasposibilidades del material,la ergonomía de la pieza.El diseñador detecta lospotenciales de coopera-ción que preserven, nece-sariamente, la identidadartesanal, la originalidaddel trabajo. Muchas veceses más un trabajo de mo-tivación que de otra cosa,imprimirle seguridad y estí-mulo al artesano sobre lo que sepuede lograr con la técnica que élmejor que nadie maneja.”

Para Ignacio Urbina se trata de un tra-bajo delicado: “El diseño industrial tiene una fuer-za tan poderosa que puede destruir la artesaníainmediatamente, con tan solo tocarla. Tiene que ver conentender, aportar y no solo sacar conocimiento, es un tra-bajo de doble vía”.

Del Castillo ha participado en tres experiencias de co-diseño. La primera se dio con miembros de etnia waraoen el estado Delta Amacuro, en 2003-2004, y tuvo comoobjetivo generar piezas de cestería con potencial de ex-portación. Una segunda, en 2009, se realizó junto a otracomunidad indígena, esta vez ye’kuana, en el río Ereba-

to (estado Bolívar) y fue programada para resolver algu-nos problemas en el manejo y transporte de cestería detirite. La última, en 2010, se hizo en la población de LaMarroquina, estado Yaracuy, con artesanos locales, paraentrever las posibilidades de la fibra de vetiver como ma-teria prima de trabajo.

En estas experiencias, Del Castillo ha sido testigo delenorme potencial creativo y de calidad que se puede lo-grar a través del codiseño, sin embargo advierte que la nosostenibilidad en el tiempo de este trabajo condena lasexperiencias a lo episódico.

El diseño inaccesibleRealizar un trabajo de diseño que investigue en lo

tradicional, lo artesanal e innove en un pro-ducto de calidad, requiere tiempo y di-

nero. Por eso, de forma espontánea,los casosque sehandadohansido

muy puntuales o ligados a unámbito artístico elitesco.

Quizás el más notablesea el trabajo que ha hechodurante décadas el investi-gador Dennis Schmeichler,uno de los mayores colec-cionistas privados de artesa-nía de Venezuela y dueñode Casa Curuba, legendario

establecimiento que vendeproductos de arte y diseño y re-

cupera tradiciones artesanales.En Casa Curuba trabajó el arqui-

tecto Emile Vestuti, creador de la famo-sa silla Easy Rocker (1989), ganadora de

premios de diseño y que emula la tradición de las si-llas de paleta venezolanas, y aún trabaja el arquitecto Jor-ge Rivas, también diseñador de sillas que incorpora eltrabajo con madera de varios colores típico de la pobla-ción de Guadalupe, en el estado Lara.

Las sillas de Casa Curuba son, innegablemente, pie-zas artísticas de mucho valor económico dirigidas a unpúblico coleccionista, ¿es entonces esta hibridación en-tre diseño y artesanía solo una posibilidad confinada a laesfera del arte?

Wuwas resistentes. Experiencia de codiseño con la comunidad de Sadusodiña,en el río Erebato, estado Bolívar, 2009. Fotografía: MARÍA TERE SA DEL CASTILLO

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Investigación y difusiónEl otro elemento necesario para el desarrollo del diseñoutilitario en Venezuela es, como se dijo antes, la inves-tigación. En este sentido, en la Universidad de Los An-des recientemente se abrió una maestría de Diseño,Gestión y Desarrollo de Nuevo Productos, cuyo título esotorgado mediante un convenio con la Universidad Po-litécnica de Valencia, España.

En esta maestría, Darwin Molina realiza actualmen-te una pesquisa acerca de objetos utilitarios artesanalesrealizados en material cerámico en el estado Mérida. Mo-lina se centra, específicamente, en cerámica tradicionalde orígenes precolombinos. Para este investigador resul-ta vital la participación de artesanos locales de comuni-dades donde la actividad se viene realizando desdetiempos inmemoriales como, por ejemplo, el trabajo dela señora Natividad Niño de la comunidad de Aguas Ca-lientes o de la señora Ana Rodríguez de Los Guáimaros.

El trabajo de Molina se concatena con el de Keyla To-rres, quien realiza una investigación complementaria so-bre comercio de artesanía cerámica a nivel local y lasposibilidades de potenciar todo esto a través del diseño.

En términos de difusión, existe también el catálogo No-Materia, publicado en junio de 2011 y convocado para2012. Este catálogo, que puede ser consultado en línea,es una compilación del trabajo en diseño que se hace enVenezuela de objetos que van desde una cisterna de bom-

beros hasta utensilios de cocina. Para su compilador, Ig-nacio Urbina, esta iniciativa no persigue mostrar traba-jos únicos, como pudiera hacerlo una bienal de diseño:“La idea del catálogo es que todos tengamos de qué ha-blar cuando hablamos de diseño, para muchos de los di-señadores que participaron les ha servido para mostrar

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¿DEBE EL ESTADO SER UN PROMOTOR DEL DISEÑO?

La totalidad de los entrevistados en este trabajo afirman que la investi-

gación en usos y costumbres, así como la creación y financiamiento de

laboratorios públicos de diseño, es una política urgente en Venezuela.

Esa necesidad no es nueva. La ONG Fundadiseño, creada en la déca-

da de los setenta, viene trabajando en este campo y logró, a finales de

1990, la creación de la carrera de Diseño Industrial en la Universidad de

Los Andes, así como la apertura de un laboratorio de desarrollo de pro-

totipos en la Fundación Instituto de Ingeniería.

Así mismo, programas del Ministerio del Poder Popular de Ciencia y

Tecnología relacionados con innovación popular han contemplado el di-

seño industrial como parte del proceso de optimización de aparatos ga-

nadores del Premio a la innovación popular Don Luis Zambrano, para

contribuir a la fabricación industrial de estos inventos por parte de sus

creadores.

Aunque muchas de estas políticas no han sostenido sus logros en el

tiempo, existen iniciativas actuales que pretenden continuar y fortalecer

la inclusión del diseño en la industria venezolana. En el Museo de Arqui-

tectura funciona la Dirección Nacional de Diseño Industrial, coordinada

por el veterano diseñador industrial y docente Efraín González —miem-

bro de Fundadiseño— y asesorada por un consejo conformado por dise-

ñadores igualmente reconocidos: Héctor Sanzana, George Dunia, Leonel

Vera, Ziad Hocke, Eduardo López, Luis Pérez Pérez, Mercedes Gardner y

Barry Lockling.

En 2007 y 2008, esta dirección, que en aquel momento era coordina-

da por Ignacio Urbina y estaba adscrita al Iartes, logró la realización de

grandes eventos en Mérida: Diseño al Límite I y II que contaron con la

participación de profesionales locales e invitados internacionales, así

como la exposición Objetos Cotidianos, Diseño y Fabricación en Vene-

zuela (2006), en el Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz Diez.

En el presente, entre las políticas concretas que se plantea la Direc-

ción Nacional de Diseño Industrial resalta la reapertura del Laboratorio

de Desarrollo de Prototipos de Diseño en la Fundación Instituto de Inge-

niería, lo que ya ha fue acordado por la Dirección Nacional de Diseño In-

dustrial y el Ministerio del Poder Popular de Ciencia y Tecnología —ente

que aportará el financiamiento durante 2012—, según declaraciones de

Efraín González.

También es destacable el trabajo que se ha hecho desde la Red de

Arte, ente creado por el Estado, que tiene dentro de sus objetivos aco-

ger a diseñadores que vendan sus piezas únicas o de pequeñas series

en condiciones favorables, cobrando solo 25 por ciento de ganancias

sobre el producto vendido.

Para Héctor Carrasquero esto es un gran aporte: “En una tienda de

arte normal exigen el 100 por ciento y los diseñadores tienen que ofre-

cer un producto muy accesible para que la tienda pueda dar un precio

más o menos rentable”.

O B J E T O S Q U E N O S I D E N T I F I C A N

Cajas de madera y mdf con pintura e ilustraciones a creyón y acuarela.Realizadas por la artista zuliana Sara Storey.

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su producto, con eso tratamos de salirle al paso a una delas cosas que la actividad (del diseño industrial) tiene demalas, como que se la relacione con la decoración”.

El boom de las marcas de diseño venezolanoFinalmente, desde 2008 puede identificarse en Venezue-la un movimiento que no es nuevo en otros países: losllamados mercados de diseño y el desarrollo de un con-junto de marcas y estudios de diseñadores independien-tes. Esta tendencia parece tener su epítome en Mérida,donde existen al menos una decena de marcas de dise-ño y un par de tiendas que venden sus productos: uten-silios de cocina, muebles, lámparas, objetos de oficina oadornos, accesorios para el dormitorio, entre otros.

María José Partipilo forma parte de este movimiento.Diseñadora industrial egresada de la ULA, es una de lascreadoras de Complemento, un estudio de diseño dedi-cado básicamente al mobiliario: “Complemento Diseñonace como una necesidad innata de cualquier diseñadorindustrial por proponer, crear, fabricar y perfeccionar ob-jetos cotidianos de los que nos quejamos diariamente porser poco prácticos, costosos, difíciles de usar, con pésima

calidad, y un sinfín de defectos (…) Otra inquietud muyimportante del momento en que se concibe la firma dediseño fue la falta de empresas en la región —incluso, enel país— y la imposibilidad de algunas empresas ya exis-tentes de proponer líneas y conceptos de diseños actua-les y vanguardistas”.

Partipilo también es socia de D-Store, una tienda dediseño que comenzó como un establecimiento itineran-te en varios centros comerciales de Mérida y que en fe-brero de 2012 abre su primer local fijo. En la D-Store nosolo es posible conseguir objetos de diseñadores meride-ños, sino productos de marcas internacionales. “Graciasa la gran variedad y lo inusual de los productos que D-Store ofrece, la recepción de los consumidores ha sido al-tamente favorable. Tanto, que se ha convertido en unaespecie de tienda de culto, por lo que las personas espe-ran con expectación la próxima edición para comprar algodistinto para su hogar o regalar un detalle interesante. Elgrueso de clientes que visita la tienda son venezolanoscon buen gusto y conocedores del valor estético y prác-tico de un producto bien desarrollado, y, a manera de or-gullo, conocedores de que la mayoría de los productoscomercializados son fabricados en el país.”

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Lámpara realizada con técnica de origami por ElementAlt Arquitectura,Maracaibo, estado Zulia. Artista Lanuary Chedrai.

Lámparas hechas de madera y metal por el artista Héctor Carrasquero.

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uso ecológicamente consciente de los materiales, pro-ducción optimizada y robustez de los productos, en-tre otros.

Sergio Alonso, quien estuvo vinculado a Iguano, unade estas marcas, señala: “Mucho del aporte de los produc-tos de estos diseñadores que están vendiendo no está enla forma sino en el proceso de producción. El trabajo dediseño industrial va mucho más allá de la forma”.

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Aunque no son pocas las críticas respecto a la cali-dad de lo que es posible conseguir en los mercados dediseño que se organizan en Caracas, Maracaibo y Mé-rida, los entrevistados rescatan la existencia de estosespacios. Adicionalmente, para algunos de ellos, el mé-rito de muchas de las marcas del movimiento meride-ño no solo está en la sofisticación de sus piezas, sinoen la calidad de la producción bajo criterios de diseño:

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¿CÓMO UB I CAR PRODUC TOS DE D I SEÑO VENEZOLANO?

A modo de colofón, incluimos en este reportaje algunas referencias de diseñadores y artistas que realizan objetos utilitarios.Se trata en algunos casos, de artistas que realizan piezas únicas o intervienen productos seriados y, en otros, de diseño enpequeñas series. En su mayoría, los productos pueden ser adquiridos a través de internet.

Unocho (Mérida)Trabajan con madera, metal y otrosmateriales. Crean caballitos,posacucharones, estanterías,zapateras. Contacto: Lock Yee, 0424-756.04.61. http://unocho.com/,[email protected]

Complemento (Mérida)Sillones, lámparas, revisteros enplástico, madera y otros materiales.Contactos: Oficina: Av. Los Próceres,C.C. Buganvillas, segundo nivel, localC7, Mérida, 0274-848.01.14 / 0274-417.45.60 (tienda temporal). Horario:9 am a 12pm, 0414-179.81.86 / 0424-709.92.97. [email protected],http://www.complemento.com.ve

OrangeX (Maracay)Marca que se hizo famosa con unexprimidor de jugo de naranja dediseño norteamericano, pero defabricación nacional. Ahora tienenparrilleras y anafres de diseño propio.Contacto: Carlos Egaña, 0412-349.03.18 / [email protected],http://web.me.com/cegana,[email protected]

Concept Light /Lámparas Luis Rivero (Caracas)Lámparas en dos líneas, una masiva yotra de piezas únicas. Contacto: LuisRivero,http://lamparasluisrivero.blogspot.com/

Degrés (Guanta,estado Anzoátegui)Lámparas horadadas, realizadas engres, en distintos modelos. Contacto:Zaira Rodríguez, 0416-881.83.41.http://lamparasdegres.com.ve/

Colectivo Identidady Diseño (Mérida)Realizan accesorios y utensilios enmetal y madera. Contacto: MayraBriceño, 0274-848.11.82 / 0274-

415.63.53 / [email protected]://www.identidaddiseno.com/,http://identidaddiseno.tumblr.com/

Tal Cosa, Productosen Serio (Mérida)Objetos innovadores en acrílico ymadera: portalápices, candelabros queproyectan sombras en la pared, pinzaspara sushi. Contacto:http://www.wix.com/productosenserio/talcosa,http://www.facebook.com/talcosa

La Gallina Ciega (Mérida)Objetos innovadores en plástico ymadera (cargabolsas, posavasos,cuñas para aguantar puertas en formade huevos fritos, candelabros, sillas,entre otros).Contacto: Alejandro Ruiz, 0414-747.93.48.http://www.gallinaciega.com/,[email protected],Twitter: @gallinaciega

Boing Puffs, (Mérida)Puff para niños, hechos de lonaimpermeable, rellenos con perlas deanime. Contacto: Luisa Sivoli Mujica,0426-327.04.15 / 0426-327.27.15 /[email protected]

Taller de Manana (Pampatar, isla deMargarita, estado Nueva Esparta)Bandejas de madera y utensiliospintados con coleres vivos y motivostropicales.Contacto: 0295-2622.99.20 / [email protected]

Monna Gutiérrez / EcoDesign(San Antonio de los Altos, estadoMiranda)Papeleras y cajas realizadas a partir dedesechos plásticos. Contacto: MonnaGutiérrez.

http://www.monnagu.blogspot.com,[email protected]

Chichis Eco-Design (Caracas)Intervención de muebles y utensilios apartir de desechos plásticos.Contacto: María Fernanda Leó[email protected], twitter:chichita1912, blog:chichisecodesign.blogspot.com

Héctor Carrasquero (Caracas /Cabimas)Lámparas en madera, metal, sillas dediseño propio, tazas ilustradas.Contactos:0416-628.98.26.http://hcarrasquero.wordpress.com

ElementAlt Arquitectura /Lanaury Chedrai (Maracaibo)Lámparas hechas con técnica deorigami, cartulina. Contactos: LanuaryChedrai,0424-620.92.82.http://www.facebook.com/[email protected]

Carolina Leal (Maracaibo)Lámparas plegadas de plexiglás.Contactos: 0412-649.96.34.http://www.facebook.com/pages/Esto-no-es-una-marca-son-lámparas

Teresa Mulet (Caracas)Utensilios de cocina en madera, puffmodulares, loncheras. Contactos:http://www.teresamulet.com

Sara Storey (Maracaibo)Artista plástico, interviene cajas demadera y mdf con pintura eilustraciones a creyón y acuarela,piezas únicas. También intervienevajillas con pintura de vidrio.Contacto: Sara Storey, 0426-664.36.80. [email protected]

TIENDAS O COLECTIVOS

D-Store (Mérida)Dirección: Zona Comercial LaHacienda, avenida Luciano Noguera,entre los bomberos y Cantv, frente lasalida de la urbanización Belensate,local # 1. http://www.d-store.com.ve

Ochava, Arte y Diseño (Caracas)Calle Comercio, C.C. Bolívar, El Hatillo.0212-961.64.58,www.ochava.blogspot.com

Tapara, Tienda de Diseño(Maracaibo)Avenida 3G con calle 67 (CecilioAcosta), detrás del C.C. Costa Verde,entre Ébano Ambienti y Melero. 0261-703.61.09,www.facebook.com/TaparaTienda,[email protected]

PUBLICAC IONE S

Di-Conexiones, blog de diseñoindustrial,http://www.ignaciourbina.com/wordpress/

NoMATERIA: más divulgación,menos átomos: catálogo de diseñoindustrial.http://issuu.com/nachourbina/docs/nomateria_29junio2011

Revista Ciudad del Sol, publicacióndel Museo Nacional de Arquitectura,agosto 2010, páginas 28 a 31,[email protected]

Artesanías de Colombia:http://www.artesaniasdecolombia.com.co

O B J E T O S Q U E N O S I D E N T I F I C A N

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De la salaalcomedor

H a r o l d P a l a c i o s / M i g u e l a n g e l M a c h a d o

La sala, espacio común, zona de encuentro; el comedor, sitiode tránsito, punto de afectos. Dos lugares que dicen muchode quienes habitan ese hogar y que se ofrecen a visitantes ycomensales para el disfrute de una buena comida, una cordialconversa, una jornada lúdica o un cafecito vespertino

Hogar de la familia Delgado Silvio. Colinas de Bello Monte, Caracas, 2012. Fotografía: CORTE SÍA MARIANA DELGADO

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El hogar, sin lugar a dudas, es uno de los testimo-nios identitarios que expresa con mayor fuerzalas costumbres, modos, formas e idiosincrasia de

los habitantes de un país. Cuando una familia o indivi-duo visita por primera vez lo que será su hogar, inme-diatamente imagina cómo podrá imprimirle su toquepersonal, hacerlo cada vez más suyo, partiendo de suhistoria de vida particular, sus costumbres, sus tradicio-nes y los rudimentos con los que cuente para decorar-lo y acondicionarlo.

Sala-comedor: espacios de intercambioDentro del núcleo familiar cada integrante hace de suhabitación su propio oasis dentro de ese microcosmosque es el hogar y coloca su grano para la construcciónde áreas comunes como la sala o el comedor.

Para nosotros, los y las venezolanas, la sala es un lu-gar que pensamos desde el compartir e intercambiar, ladibujamos como un sitio para reunirnos, para la fiesta, parala conversa seria o rochelera, para el juego. El comedortambién se presenta con estas características integrado-ras, sobre todo en nuestra sociedad, en la cual a través dela comida se suelen expresar los afectos.

Las necesidades que empujan el diseño de nuestro ho-gar, particularmente en el caso de la sala y el comedor,nos indicarán los objetos que necesitaremos para equi-parlo y hacerlo confortable de acuerdo con los interesesde quien lo habite. El área disponible, el factor económi-co y el contexto cultural también determinarán de formadefinitiva los colores, las texturas y los volúmenes que ocu-parán nuestro espacio.

El lugar común de la construcción popular venezola-na nos lleva, después de cruzar la puerta de entrada, a unterritorio sin grandes divisiones en el que cohabitan el co-medor y el recibo o sala. Esta delimitación nos señala unpanorama particular: usualmente los venezolanos come-mos a pocos metros del lugar de la conversa y la reunión,sin embargo, a pesar de colindar, ambos espacios están muybien definidos dentro del plano general del hogar pues susfines sociales y familiares son totalmente distintos.

El comedor es la transición entre la comida y el repo-so, el alimento preparado aguarda su entrada para debu-tar en la mesa del comedor mientras los invitados,ansiosos por probar bocado, bromean en los muebles dela sala o comparten saberes gastronómicos en la cocinamientras se termina la preparación. De igual modo suce-de al finalizar el almuerzo o la cena, parte de los asisten-

tes van a la cocina para recoger y lavar los bártulos y elresto regresa a la sala para reposar y retomar la conver-sación seguramente con un guayoyo de por medio. Es porello que el comedor se presenta como el espacio que evi-dencia las relaciones afectivas existentes entre familiaresy amigos, sobre todo si se trata de un grupo numerosode personas; es el punto de la casa donde todos coinci-den en tiempo y espacio.

De la cotidianidadUn almuerzo familiar nos reúne en el comedor. Despuésde tener rato hablando en la sala se escucha al unísono:“¡Vengan, ya pueden sentarse!”, es la voz de mando demi madre y mi abuela indicando que ya podemos ir a co-mer. La mesa está a punto de desbordarse, solo falta quese sumen al festín las apetitosas frutas del bodegón —cua-dro pintado por Domingo Herrera en la plaza Candela-ria— que cuelgan en una de las paredes. Mientras todostratamos de hacer espacio para que se incorporen las ochopersonas que estamos reunidas, mi mamá comenta de for-ma jocosa, “No se preocupen que la mesa no se caerá”,siguiendo casi idénticamente el discurso de la señora quenos la vendió en el estado Lara, “Es muy resistente, durauna eternidad, la madera es de samán, se cortó, se lijó yse selló completamente a mano”.

Aunque resulte gracioso es así, una mesa para seis per-sonas que se modificó momentáneamente para que en-traran ocho, está repleta de comida y de utensilios demadera, torneados y cortados, los cuales fueron compra-dos en Quíbor a la misma señora citada líneas arriba, BettyRosa Medina de Morillo, dedicada desde hace veinte años,junto a su familia, al trabajo de la madera.

Acabamos de almorzar, se levanta la mesa y aparece elaroma del café mientras caminamos unos pasos hacia unlugar de descanso suave. El reposo y el café después del al-muerzonos exigendosmobiliarios, unopara sentarseyotropara colocar la bebida. De esta manera aparece una mesi-ta de centro, princesa de la sala, y nobles sofás que nos re-

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EL TELEVISOR , AGENTE INFILTRADO

Es inevitable admitir que el televisor se ha inmiscuido en nuestros asun-

tos de manera tan deliberada que se posó en la mayoría de nuestras sa-

las, transformando significativamente nuestra relación con este espacio.

El televisor silencia la sala para pronunciar su discurso único, implacable

nos convoca ante él y no ante nosotros, elaborar un juicio de valor en

torno a esto se convierte en un asunto quizás un poco fuera de orden

para este momento, sin embargo, el hecho es obvio, lo comprobamos

noche tras noche cuando al sentarnos frente a la tele, guardamos silen-

cio y al apagarla nos retiramos.

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Para nosotros, los y las venezolanas, la sala es un lugar que pensamos desde elcompartir e intercambiar, la dibujamos como un sitio para reunirnos, para la fiesta,para la conversa seria o rochelera, para el juego. El comedor también se presentacon estas características integradoras, sobre todo en nuestra sociedad, en la cuala través de la comida se suelen expresar los afectos.

ciben con los brazos abiertos durante años. Mi primo es-pera deseosamente su marrón claro sentado en un banque-tedemaderaycuero fabricadoenel estadoMérida,mientrasse distrae con un cojín confeccionado en la misma regiónpor Ibis Alizo con hilos de algodón y fibras blandas.

Nos vemos en la salaLos sofás ofrecen asiento, por lo general, entre cuatro y seispersonas. Susmateriales varían según la región:hacia el orien-te se consiguen muchos elaborados con mimbre; hacia laszonas céntricas es habitual el uso de maderas fuertes comoel cedro tallado; en las grandes capitales hay cierta tenden-cia al uso de muebles elaborados con telas y cueros.

La sala de mi casa no presenta un tipo específico demuebles, todo lo contrario, están hechos de diversos ma-teriales, tienen texturas y formas diferentes y procedende regiones distintas. Además, la diversidad de mueblesaumenta con cada almuerzo familiar que se realiza en casaya que, dependiendo de la cantidad de comensales, hayque trasladar hacia el come-dor las sillas de madera yhierro forjado de las habi-taciones, se incorpora elbanco en el que mi primo es-pera su café o se improvisanasientos con los cojines te-jidos. Por ende, se puedeafirmar que la zona no es elfactor único a la hora de de-finir estilos; Venezuela es unpaís con una vasta migra-ción interna, de manera queel lugar de procedencia y eltipo de vida de cada familiadeterminan el o los estilosque intervienen al momen-to de acondicionar el hogar,independientemente del lu-gar donde se habite.

La sala es un lugar paramostrarnos. Frecuentemen-

te en la mesa de centro o en sus alrededores (repisas, cei-bó, estantes, vitrinas) colocamos las fotos familiares, delas amistades, de los bautizos, comuniones, graduacio-nes, fiestas memorables y matrimonios. Una mesa teji-da con moriche, creada por los artesanos del TallerArtesanal Hilana, simula un shabono invertido, la luz queproviene de su interior alumbra los portarretratos de vi-drio, madera y hierro que descansan sobre ella junto a lastazas de gres que hacen acto de presencia cuando la con-versación se extiende.

“Muy buena la conversa pero es hora de irnos, a estahora es difícil agarrar camioneta”, comenta mi tía mien-tras termina de recoger las tazas y los mantelitos indivi-duales comprados en el Mercado Principal del estadoMérida. Todos se ponen de pie y mi primo, entre dormi-do y despierto, tropieza un porrón de barro rojo elabo-rado en el estado Cojedes, no obstante su torpe caminarno destruyó el objeto decorativo que resume diez añosde experiencia del Taller de Artesanía Luis Mary (a car-

go de María Sánchez y suesposo Luis Carrusi), el cualhace juego con las casitas dearcilla, compradas en Tinto-rero, que adornan la paredtexturizada de la sala.

Porotraparte, enVenezue-la existe una gran diversidadde creencias religiosas. Enese sentido, tanto la salacomo el comedor suelen serespacios donde se dejan enevidencia las preferencias re-ligiosas de la familia me-diante la representaciónfigurativa de imágenes (ela-boradas en yeso, madera,plástico o fibras naturales) ola presencia simbólica de al-gún elemento iconográficoque pone de manifiesto di-chas creencias.

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Objeto realizado por La casa de las Cruces, vivienda antigua que funciona comotaller y tienda de hermosas piezas artesanales decorativas. San Rafael de Mucuchíes,estado Mérida, 2011. Fotografía: CORTE SÍA DAMILÉ MONTIEL

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Mi casa no se escapa de ello, aglomerados en la puer-ta, “protegidos” por una cruz elaborada con madera y me-tal por el artesano Rafael Ramos, mis familiares seempiezan a repartir besos y abrazos de despedida a me-dida que se pide por la protección en el camino. Comoes costumbre, este proceso dura algunos minutos pero an-tes que finalice alguien dice: “¿Cuándo nos reunimos nue-vamente para comer?, mi casa está a la orden, quedaronmuchos temas por conversar”.

Sin duda alguna, la sala y el comedor han sido por tra-dición nuestros espacios de encuentro. Por no contar condivisiones espaciales bruscamente establecidas, amboslugares tratamos de hacerlos lo más confortable posiblepara nosotros mismos y para los visitantes. Nuestros cuar-tos pueden estar hechos un desastre, puede existir un in-conveniente en el baño u otro en la cocina, pero lasala-comedor siempre está radiante. Inaceptable es tener-la impresentable, ella siempre se encuentra cálida, a nues-tra espera, como dueña y señora del protocolo casero.

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Sin duda alguna, la sala y el comedor han sido por tradición nuestros espaciosde encuentro. Por no contar con divisiones espaciales bruscamente establecidas,ambos lugares tratamos de hacerlos lo más confortable posible para nosotrosmismos y para los visitantes. Nuestros cuartos pueden estar hechos un desastre,puede existir un inconveniente en el baño u otro en la cocina, pero la sala-comedor siempre está radiante.

DESDE LOS ARTESANOS

• Betty Rosa Medina de Morillo transforma la madera en objetos decora-

tivos y utilitarios desde hace treinta años. La madera de samán la corta o

tornea, sella y lija en compañía de su familia. Una tienda en Tintorero y su

taller en las afueras del pueblo del estado Lara son ejemplo de su cons-

tancia en esta labor que les ha otorgado variadas gratificaciones.

Objetos que ofrece: ensaladeras, soperas, paletas, tazas, bandejas,

vajillas, servilletero, azucarera, entre otros.

Taller: Autopista vía Quibor, km 20. Entrada a Canape, última casa. Es-

tado Lara. Tienda: detrás de la Casa de la Cultura, Tintorero, estado Lara.

0253-891.32.78 / 0253-694.20.85 / 0416-664.57.02

• Alejandro Alizo, Ibis Alizo y Zulay Malavé Alcazar trabajan desde hace

once años, aproximadamente, con el Taller Artesanal Hilana. Su objetivo:

difundir, promover e incentivar el trabajo y el consumo de objetos reali-

zados en telares horizontales y verticales. A pesar de trabajar en con-

junto con una misma finalidad sus metodologías de trabajo varían,

mientras que unos diseñan sus objetos previamente otros prefieren de-

jar fluir su imaginación y que el proceso de creación decida qué camino

tomará el objeto. Su materia prima es el hilo de algodón mezclado con

fibras blandas como la lana natural y el moriche, entre otros, o fibras du-

ras como la cabuya.

Objetos que ofrece: parabanes, individuales, tapices, alfombras, ha-

macas, cojines, entre otros.

Mercado Principal, nivel III, pasillo Sendero del Sol, local A-25. Estado

Mérida. 0412-580.76.32 / 0412-065.12.08 / 0274-244.09.75/ 0274-

244.09.75 / 0274-511.74.72

• María Sánchez de Carrusi en compañía de su esposo José Luis Carrusi

emprendieron un negocio familiar desde hace diez años llamado Taller

de Artesanía Luis Mary, dedicado a sus hijos. Aprendieron a trabajar el

barro rojo, materia prima que obtienen desde la parcela de su hogar y

amasan pacientemente para extraerle el aire. Se hacen pelotas con el

barro y se colocan sobre una base para lograr la forma deseada. Poste-

riormente la pieza es colocada al sol y se pule, para terminar el proceso

con un horneado de dieciséis horas.

Objetos que ofrece: porrones, floreros, paelleras, ollas, sartenes, etc.

Carretera Nacional. Troncal 5, km 73. Tinaco, estado Cojedes. Artesa-

nías Luis Mary. 0424-494.26.07 / 0412-453.05.33

• Rafael Ramos, español de nacimiento pero venezolano de corazón,

como él se define, junto a su esposa la maracucha Damaris Rodríguez

dan forma a las hermosas cruces de cerámica, metal y madera. Los obje-

tos son elaborados de forma manual y sus creadores afirma que nunca

usan los tres materiales, la cerámica y el metal pueden variar, la madera

siempre está presente.

Objetos que ofrece: percheros, cruces, mesas, espejos, entre otros.

San Rafael de Mucuchíes, estado Mérida. Calle Bolívar no 11. 0274-

416.17.49 / 0414-080.37.33 / 0426-917.20.77.

E-mail: [email protected] / [email protected]

D E L A S A L A A L C O M E D O R

Muebles de cardón. Buchivacoa, estado Falcón, 1958.Fotografía: ARC HIVO AUDIOVISUAL C DC

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M a g d a l e n a R o d r í g u e z Comunicadora soc ia l

Fotograf ías : Oscar Ol ivero

En los espacios de la casa se encuentran antiguos pilones para molermaíz, veleros hechos por artesanos sucrenses, utensilios de barro

dispuestos en el área de la parrillera y vasijas de cerámica queconservan intacta la tradición de las alfareras de Manicuare, el pueblo

azul del poeta Cruz Salmerón Acosta

Casas marcadasporel sol

La madera, el barro y las plantas imperan con fuerza en el decorado de los espacios tropicales. Cumaná, estado Sucre, 2012.

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Con la llegada a casa se respira paz y tranquili-dad. Una se siente feliz. Se manifiesta el deseode disfrutar con los cinco sentidos ese mundo

construido con ilusión y mezcla de sueños rodeados deideas prácticas para facilitar la vida cotidiana tras un aje-treado día en las calles de la ciudad.

Contadas veces el exterior dice poco de lo que en su in-terior hanhecho los cumaneses, como la familia Pérez.Tony,junto con su esposa Soraya y sus hijos hicieron de su casaun verdadero refugio familiar y de amistad utilizando ensu construcción maderas, tejas y paredes frisadas de barro,con especial énfasis en el empleo de técnicas constructivastradicionales y el uso de jardines que crean un clima de co-modidad en los espacios exteriores.

Enmarcada en conchas de guacuco esta invitación, vivoreflejo de la humildad hospitalaria del venezolano, poneen claro el carácter cálido, sencillo y el gusto por vivir enarmonía con su ambiente de Tony y los suyos.

Lo más maravilloso de este hogar es el jardín interno,donde abundan las plantas, las flores y las mariposas.

Una redoma rodea un mangle plateado, hábitat de or-quídeas y bromelias, mientras un álamo falconiano conhermosas campanas amarillas cobija los helechos. Entrematas de nim (árbol sagrado de la humanidad originariode la India transportado a Venezuela muchos años atrásy un excelente repelente natural de moscas y demás bi-chos), un jazmín de la India, entre otras plantas ornamen-

tales, crean la atmósfera adecuada para relajarse, compar-tir y disfrutar al aire libre en familia y con los amigos, in-cluyendo hasta Zeus, su perro mascota, que se distrae conlos sonidos de los móviles de conchas marinas.

Dispersos en los espacios de la casa se encuentran an-tiguos pilones para moler maíz, veleros hechos por ar-tesanos sucrenses y utensilios de barro dispuestos en elárea de la parrillera. Vasijas de cerámica que conservanintacta la tradición de las alfareras de Manicuare, el pue-blo azul del poeta Cruz Salmerón Acosta, cerquita deAraya. Sobresale con la aceptación de propios y extra-ños el talento y destreza de estas loceras dedicadas a lacreación de aripos, pimpinas, múcuras, platos, pocillosy cazuelas, entre otra gama de objetos, que salen de loshogares de estas familias para fortalecer su economía do-méstica y la cultura de estos pueblos peninsulares.

Balanceos de lado y arribaPara ganar más frescura, en el porche listo para descan-sar, leer o echar una siesta para reponer las fuerzas del solabrasador de esta ciudad que nace a orillas del golfo deCariaco, luce un chinchorro de moriche, tejido de redabierta que se cuelga por los extremos para brindar la ma-yor comodidad y reposo a niños y adultos que llegan ala casa de los Pérez. (A los ojos del conquistador el chin-chorro era una especie de cama flotante.)

Por su originalidad, belleza, versatilidad y facilidad paratransportar, el chinchorro es pieza fundamental que en-caja perfectamente en la cultura del pueblo venezolano.Es un producto casero de la etnia warao desde el princi-pio de los siglos, un tejido de fibra natural hecho a manopor mujeres de Guariquén, en la zona deltana del Orino-

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Bienvenidos a esta casa.Nuestra caja de recuerdos

Donde conjugamos el vivir hoycon los recuerdos de ayer.

Donde los objetos que habitan en ellano solo forman parte del entorno, son también parte

de nuestras vidas…Donde se alberga el aroma de las flores,

el canto de las aves y la luz de las estrellas.Donde el amanecer nos recuerda

lo mágico que es vivir.Donde el silencio es una música

para el almaDonde pretendemos comenzar cada

día con buenos deseos y terminar la noche conhermosas realidades.

Además de satisfacer sus necesidades, las familias buscan rodearse de productosde buen gusto, originalidad y belleza para el disfrute de la vida hogareña. Cumaná,estado Sucre, 2012.

C A S A S M A R C A D A S P O R E L S O L

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co del estado Sucre, por los lados del municipio Benítez.En el resto de las regiones del país, habilidosas manos te-jen chinchorros y hamacas de pabilo, cuero de ganado(llamadas campechanas) o nailon de variados tamaños,colores y diseños.

Uso de elementos diversosOtros utilizan elementos diversos para gozar de sus alre-dedores, como el uso de la piedra para la fachada y la ma-dera buscando ser parte de la naturaleza. Incorporaron unjuego de luces para aumentar la claridad y placidez del ho-gar mediante vidrios de colores en ventanales estratégica-mente colocados, tragaluces de hierro forjado que tambiénfacilitan la entrada y salida del aire, más la tenue luz conel encendido de las lámparas artesanales en el exterior deestos espacios que combinan lo antiguo y lo moderno.

AfroantillanoEn su Güiria natal, el hogar de Rosa Bosch sigue siendola casa construida en 1895 por sus abuelos (catalán él yde Martinica y Guadalupe ella), con romanillas, celosíasy calados de madera, elementos constructivos artesana-les que sirven para la iluminación y ventilación perma-nente y, como separador de ambientes: sala, cuartos,comedor, galería íntima y la cocina que da a un jardín in-terno. A lo largo de tantos años se dejó la campana debronce para seguir llamando a la puerta principal, y en el

corredor de la casa, las mesas y sillas de madera, el pilóndonde a diario se prepara la suculenta bola de plátanosverdes que acompaña las comidas, los helechos y el chin-chorro para el juego y el descanso.

Perdurando en el tiempo, el jardín central amplio y co-lorido para atenuar el clima tropical y proveer de plantascomestibles a la cocina, importante área que impregna elaire de olores de comidas que aprendieron de sus abuelas.

Verde que te quiero verde…Fruto Vivas, considerado el filósofo de la arquitectura ve-nezolana, en sus aires modernos aúpa la esperanza de vi-vir en un mundo mejor. Siempre habla desbordante depasión de proyectos sobre espacios habitados con amory sabiduría conectados libremente al sol, los árboles, elviento, la luna y las estrellas. Si célebre es su frase: “Másimportante que crear ciudades hermosas es crear hom-bres libres”, más fama tienen sus árboles para vivir.

Lo esencial para este arquitecto es que “los árboles paravivir proveen tres aspectos fundamentales: oxígeno, climay comida. Es necesario crear espacios a la sombra y fres-cura de los árboles donde se tenga aire puro para respirary poder autoabastecerse y reciclar todos los productos or-gánicos, comenzar a reconquistar el mundo perdido y esemundo solo es posible en la más absoluta libertad y dig-nidad, ya no del ser humano sino de todos los seres vivos”.

Hemos querido compartir con aquellos que buscan pro-yectar o renovar su casa la manera comprometida de de-cir y hacer las cosas de Fruto Vivas, porque es reencontrarsecon la naturaleza que en el trópico es un derroche de ver-des y azules.

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Lo esencial para [Fruto Vivas] es que “los árboles para vivir proveen tres aspectos fundamentales:oxígeno, clima y comida. Es necesario crear espacios a la sombra y frescura de los árboles donde se

tenga aire puro para respirar y poder autoabastecerse y reciclar todos los productos orgánicos,comenzar a reconquistar el mundo perdido y ese mundo sólo es posible en la más absoluta libertad y

dignidad, ya no del ser humano sino de todos los seres vivos”.

Para seguir leyendo...

VIVAS, FRUTO (1983). Reflexiones para un mundo mejor. GráficasArmitano C.A.

MENDOZA, SOLEDAD (1995). Así es Sucre. Editorial Diagrama.

BERRÍO, COHINTA (1997). Decir y hacer. Otros artistas y artesanos deCumaná y sus alrededores. Ediciones Ateneo de Cumaná.

Página web: Muebles y Diseños de Venezuela. Klaus Muller.

En la zona de la parrillera las vasijas de barro de Manicuare ponen ese toque azulde la felicidad de las comidas al aire libre.

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Vivienda de la urbanización Sebucán, estado Miranda, 2012.

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La cocina es el corazón de la casa, de la familia.El lugar de encuentro, de socialización, de lasconversaciones triviales pero también de las más

importantes. Lugar de transmisión de saberes, de tradi-ciones, de ofrecer, recibir y hacer saber a nuestros seresqueridos que son bienvenidos, que son consentidos y queles hemos abierto las puertas de nuestro hogar. De allí sa-len las especialidades de varios miembros del grupo fa-miliar, las cuales son elaboradas para momentos especialesen los que compartir con los demás a través de un platohecho con cariño es parte de la celebración.

La cocina de antes y ahoraAntiguamente el espacio de la cocina se encontraba fue-ra de la casa ya que estas eran de fogón. Dicha ubicaciónigualmente tenía que ver con las técnicas de cocina, porejemplo pilar el maíz requiere un espacio externo, de lamisma manera el proceso de elaboración de muchos pla-tos exigía la participación de varias personas, por lo cualera necesario un espacio abierto, fuera de la casa, en ge-neral el patio trasero era el lugar adecuado pues permi-tía el trabajo conjunto.

Actualmente, producto de nuestras dinámicas cotidia-nas, los procesos de elaboración de la comida son menoslaboriosos y las familias más pequeñas, sus integrantestrabajan, estudian, tienen múltiples ocupaciones y pasanla mayor parte del día fuera de la casa, de manera que lasviviendas son de menor tamaño, sin espacios exteriores,o son apartamentos en zonas urbanas. Esto ha influidoconsiderablemente en el diseño y distribución de las co-cinas actuales.

nosotrosLa cocina es ahora la nuevasala, el lugar social de la casa,corazón del hogar que nosdistingue y nos identifica

L a u r a C a r r e r a Arqui tecta

Fotograf ías : Raú l Co lmenares

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¡¿Cuándo está lista la comida?!Ahora el espacio es mucho más reducido e, incluso, has-ta hace poco se podría decir que las cocinas estaban es-condidas en un pequeño cuarto en los que para lapreparación de las comidas hay que hacer malabarismos.Son muy pequeñas, con un pasillo tan angosto que si abresla puerta de la nevera no se puede pasar hasta que la cie-rres, difícilmente pueden trabajar más de dos personas almismo tiempo sin tropezarse. Además, al que le toca co-cinar siempre está solo mientras los demás comparten enla sala, perdiendo, en este caso, ambas partes: los que es-tán fuera no pueden colaborar en el proceso de elabora-ción de los alimentos, del cual no solo se puede aprendersino que puedes ser coautor; y el que cocina no puede par-ticipar en las conversaciones de los demás. Así, el coci-nero o cocinera de vez en cuando sale y se hace notar oalguien entra y dice: ¿cómo va eso?, ¿necesitas ayuda?Y ante la sabida imposibilidad de trabajar dos en la co-cina, responde con dolor: ¡No gracias, todo está bajo con-trol! ¡Sal y disfruta, yo aviso cuando esté listo!

Cocina integrativa y participativaGracias a que en los últimos años se ha reivindicado elvalor de la gastronomía como hecho cultural de inmen-sa importancia, y que los cocineros, cocineras, chefs y to-dos los amantes de la cocina también han sido destacadose, incluso, alabados hasta extremos inimaginables, el es-pacio de la cocina ha sido revalorizado y se ha conver-tido en un lugar social en el que todos quieren y puedenparticipar. La cocina se integra ahora a la casa como unespacio social que comparte con invitados y familia enigualdad de condiciones que la sala u otro espacio tradi-cionalmente social. Vemos entonces cómo las cocinas seintegran al comedor y a la sala… ¡se ha tumbado la pa-red! Esa pared que la aislaba del resto de la casa y de losactos sociales y, ahora, forman un solo ámbito, que, ade-más de hacer el hecho de cocinar un acto agradable y par-ticipativo, ayuda a sentir que el apartamento o la casa esmucho más espaciosa. Se puede decir que cocina, come-dor y sala son un solo espacio. El corazón social de la casa,de la familia.

Gracias a que en los últimos años se ha reivindicado el valor de la gastronomía como hecho cultural deinmensa importancia, y que los cocineros, cocineras, chefs y todos los amantes de la cocina también hansido destacados e, incluso, alabados hasta extremos inimaginables, el espacio de la cocina ha sidorevalorizado y se ha convertido en un lugar social en el que todos quieren y pueden participar.

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Una cocina bonitaEsta nueva cocina permite ahora que sus paredes puedanalbergar obras de arte popular que llenan de color y vidaal espacio, creaciones de nuestros artistas populares queson expresión de nuestra cultura y que tienen una granlibertad de temas, colores y materiales. El mesón de la co-cina es un lugar que podemos concebir de otra manera,colocar allí algunas piezas que le den otra apariencia a laque tradicionalmente hemos visto. Hay pequeñas tallasde madera que colocadas en el extremo del mesón danuna bella imagen de la cocina. Encontramos también, en-tre nuestros creadores, fuentes de madera o de vidrio enlas que podemos colocar frutas naturales, bellísimas fru-tas talladas en maderas de varios colores, o colocar un flo-rero de vidrio o de arcilla artesanal con flores frescas odelicadas flores artesanales de madera. Todo esto ambien-ta de manera distinta, y muy grata a los ojos y a la vida,a este nuevo espacio social que, con certeza, será alaba-do y disfrutado por todos.

Elementos utilitariosSi, además, añadimos la increíble cantidad de instrumen-tos de cocina que realizan nuestros artesanos, pues ten-dremos entonces unas cocinas únicas, irrepetibles, ya quelas piezas realizadas por ellos son particulares.

Tenemos así, por ejemplo, las ollas de barro, donde nosolo cocinamos rico sino que son en sí mismas un reci-piente que llevamos a la mesa como una obra de arte. Esassoperas redondas, de arcilla roja, con su tapa, llenas con

una sopa de auyama con cilantro o una sopa de frijolitosrojos con plátano, llevada a la mesa y servida con esos cu-charones tallados de madera… ¿habrá una forma más ma-ravillosa de cocinar, presentar y servir una sopa?

O si tenemos una linda sopera podemos presentar undelicioso chupe de gallina y servirlo con esas espectacu-lares cucharas soperas de aluminio (de las que me ena-moré al verlas en la carretera en la entrada a Barquisimeto)que hacen nuestros artesanos. Y servirlo en esas escudi-llas de arcilla vidriada (herencia de mi mamá quien lascompró en el Táchira) que mantienen la sopa caliente ypermiten que el queso se derrita!.

Tenemos también esas bandejitas largas de madera paraservir unos tequeños o unas arepitas con ají dulce; o lasbandejas cuadradas, en maderas de varios colores, con sustenedorcito de madera para que se sirvan los pedacitosde queso telita rociado con semillas tostadas de ajonjolíy un chorrito de aceite de oliva. O un paté de higaditosde pollo servido con los cuchillitos que hacen juego.

Imagínense servir una ensalada de gallina o una de re-pollo conpiña con esas cucharas y tenedores para servir en-saladas, delicadamente tallados en madera de dos colores,y presentarlas en unos platos de una vajilla artesanal en laque la mínima imperfección se convierte en la garantía dela mano del artesano que realizó esa pieza irrepetible.

La cocina es ahora una oportunidad para distinguirnose identificarnos mientras la diferenciamos de aquellas quevemos en todas partes, que son anónimas, que no hablande nosotros, de nuestros gustos ni de nuestra cultura.

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Talla en madera. Arte popular.

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Es importante plasmar y dejar fluir nuestra persona-lidad a la hora dedecorar unahabitación, crear a par-tir de lo que creemos y queremos, que cada objeto

utilizado tenga un significado y refleje nuestros gustos eintereses. La sugerencia es optar por productos realizadospor nuestros creadores quienes transmiten sus conocimien-tos y experiencias de vida. A continuación se describen di-ferentes tipos de habitaciones que coinciden en un puntoimportante: la utilización de artesanías venezolanas comoelementos preponderantes al momento de decorar.

¿Un cuarto de revista?Talan, cortan y diseñan la tapara estando verde, le dan la

forma deseada y luego la ponen a secar.Seducidos por las características del material otorgado por la

naturaleza abren su imaginación y danrienda suelta a la producción. Desde los Valles del Tuy,

estado Miranda, Pablo Tortoza y su esposaJennifer Cedillo están dispuestos a compartir su arte con el

resto del país. Su profesor Pedro Reyes,oriundo del estado Barinas, les abrió las puertas para

enseñarles este proceso de creación.

Maira Rodríguez, relacionista pública de un reconocidocanal de televisión, seis meses antes de casarse revisa cien-tos de revistas y piensa en el diseño que tendrá la habi-tación que compartirá con su futuro esposo. Sentada enel colchón, aún cubierto por el plástico, y con la vista fijaen las paredes beige de su cuarto, imagina los objetos queusará en la decoración.

Nunca pensó que dos lámparas de noche, creadas porTortoza con taparas y fibras de palma de moriche, acom-pañarían sus noches de casada y mucho menos que entorno a ellas giraría el diseño de su próxima habitación.La búsqueda fallida en las revistas y tiendas de decora-ción —las más “apropiadas” mediáticamente para adqui-

rir esta clase de objetos— terminó conduciéndola a un es-pacio más íntimo y menos superficial, donde se reencon-tró y reconoció en un objeto transformado, ideado ymaterializado manualmente por la gente de su tierra, quese acopla visual y emocionalmente a sus gustos y se ajus-ta monetariamente a sus intereses.

Un juego de sábanas hecho a la medida en tonos ma-rrones combinará perfectamente con el beige de sus pa-redes. Un edredón realizado con hilos de algodón 100 porciento naturales, teñidos con tintes artesanales, hiladosa mano y tejidos en telar horizontal de forma artesanalpor Idanela Martín en Mérida, cubrirá el colchón tama-ño reina que reposa sobre una cama de madera maciza.

Lámpara hecha con tapara por Pablo Tortoza. Caracas, 2011.Fotografía: MARIALE JANDRA OROZCO

La habitación es el espacio perfecto para reencontrarnos, estaren contacto con nuestra intimidad y conducirnos al descansomental y físico

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Ya el tema o concepto de la habitación de Maira, se-gún lo aconsejado por algunas de las revistas que consul-tó estaba listo: un aspecto totalmente orgánico comenzabaa evidenciarse. No obstante, llama la atención la búsque-da de revistas especializadas para inspirar la decoraciónde un espacio tan íntimo como el dormitorio. Aquí sur-gen varias interrogantes: ¿es una moda ceñirse a las ten-dencias que dictan este tipo de publicaciones o realmenteayuda y orienta a sus lectores? ¿Acaso el ambiente idealno se puede lograr con un toque de individualidad, in-tuición y espontaneidad sin tener que optar por comprarun mobiliario y unos objetos decorativos impuestos porterceros?

El acondicionamiento y decorado de un dormitorio nodebería depender en gran medida de los objetos que serecomiendan en las revistas o tiendas especializadas enel diseño de interiores. Al contrario, la tarea de decorary acondicionar una habitación, sea matrimonial o indi-vidual, de niños o adultos, debe ser un acto que expreselos gustos sentimientos y necesidades de quienes la ha-biten. No es necesario un concepto o tema ya que a fin

de cuentas el dormitorio es un espacio personal, subje-tivo, donde pueden convivir todo tipo de objetos, temas,conceptos, ideas y creatividades.

Un tejido para el niñoLos animales, la naturaleza, su entorno dan rienda suelta a

su imaginación. Realiza un diseño previoy elije los materiales (moriche, curagua, yute, algodón, lana)

con los que trabajará. Una fotografíapuede inspirarlo a la hora de realizar los tapices, oficio queaprendió como herencia familiar y que perfeccionó gracias a

Gerbert Mora Gabaldón y Andy Day,artistas textiles a quienes se debe

el origen de los talleres artesanales de tejidoen la Universidad de Los Andes. Un tapiz realizado

por Carmelo Alizo será el punto de partida para describir lasiguiente habitación.

Un tapiz que evoca la naturaleza reposa en la pared quesostiene la cabecera de la cama. Los manatíes se mezclancon los diversos materiales y las guacamayas se mime-

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Juguetes creados por Luis Alberto Rodríguez. Caracas, 2011. Fotografía: MARIALE JANDRA OROZCO

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tizan con la variedad de colores que contrastan de formaperfecta con el tono pastel de la pared.

La creación en la que confluyen distintos tejidos y for-mas es el foco central del cuarto de Alejandro García, unniño residenciado en Caracas que con solo nueve añosde edad expresa su pasión por la naturaleza, quizá guia-da por la devoción de sus padres a un país con el que seidentifican; una margariteña y un cumanés aferrados a lageografía y costumbres de sus tierras de infancia.

La luz de una lámpara de noche se cuela entre tejidosbeige y verdes, alumbrando un caballito de madera queprotege los sueños y desvelos de un niño que le teme ala oscuridad y se protege tras un parabán de múltiples for-mas y colores que le regaló su madre, realizado por LuzMarina Gutiérrez —una artesana del estado Lara quecomparte un negocio familiar dedicado a la creación detarjetas, cajas, bolsas, regalos, libretas, lámparas, porta-rretratos, etc., elaborados con papel artesanal—, con latécnica del batik, que consiste en la reserva del color concera de abeja y parafina, empezando por los tonos másclaros hasta los más oscuros.

Muchos son los juguetes que acompañan a Alejandro,mejor dicho, muchos son los animales que elaborados con

material de desecho están a su disposición para empren-der sus viajes imaginarios. Caballos, ranas e iguanas he-chos con potes plásticos modificados, intervenidos ydecorados cobran vida al ser liberados de las repisas demadera que los reprimen.

Un papagayo en vitrofusión transporta cotidianamen-te al niño en sus aventuras. El vidrio esmaltado y conla forma deseada se llevó a un horno donde fue fundi-do. Su creadora Carmen Blanco, caraqueña residente enMérida, transitó por diversas expresiones como la pin-tura, la escultura y la cerámica antes de toparse con lavitrofusión, técnica de la cual se enamoró hace ocho añosaproximadamente y combina con sus conocimientosprevios. Blanco expresa que las bondades del vidrio nolas compara con otro material, la translucidez y una am-plia gama de colores le permiten jugar y crear, igual quelo hace Alejandro en su habitación repleta de juegos eimaginación.

El ángel de las artesEl cedro y saqui-saqui son las maderas utilizadas

para tallar imaginería religiosa y católicapolicromadas con técnicas y pinturas mixtas. Su trabajo

se sustenta en el acabado y en el detallede cada una de sus piezas, cada figura tiene

un significado social, personal y cultural previamenteestablecido y analizado. Un viaje a Mérida fuela inspiración, desde entonces elaboraron figuraspara obsequiar a familiares y seres queridos.En 1999 Félix Vera y Jorge Vierma creanel Taller Verde y Azul, espacio dedicado a

la elaboración de tallas en madera.

María Oropeza, de veintitrés años de edad, bailadora, con-versadora por naturaleza, amante de las artes y fanáticadel color fucsia, sin darse cuenta plasma su personalidaden cada rincón de su habitación.

Al entrar en su cuarto resalta la variedad de objetos que,a pesar de no parecerse en lo absoluto los unos a los otros,

La descripción de las habitaciones presentadas forma parte de una rica y variadaproducción artesanal nacional que abarca un amplio espectro de las necesidades ygustos que la sociedad venezolana demanda. En pocas palabras: ¡hay para todo elmundo y para todos los gustos! Por lo tanto, a la hora de decorar una habitaciónnada mejor que recurrir una vez más a nuestros artesanos.

Lámpara de mesa, elaborada en grés y vitrofusión creada por Carmen Blanco,estado Mérida.

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es fiel ejemplo de cómo objetos de distinta procedenciay significado le dan sentido y estilo propio a una habi-tación. Una lámpara de lava comparte el espacio con unhada creada artesanalmente, una máscara de diablo deChuao y un cofre del estado Mérida hecho con arcilla ad-quirido a precio de turista en el Mercado Principal.

* * *La descripción de las habitaciones presentadas forma par-te de una rica y variada producción artesanal nacionalque abarca un amplio espectro de las necesidades y gus-tos que la sociedad venezolana demanda. En pocas pa-labras: ¡hay para todo el mundo y para todos los gustos!Por lo tanto, a la hora de decorar una habitación nada me-jor que recurrir una vez más a nuestros artesanos.

El acondicionamiento y decorado de un dormitorio no debería depender en granmedida de los objetos que se recomiendan en las revistas o tiendas especializadasen el diseño de interiores. Al contrario, la tarea de decorar y acondicionar unahabitación, sea matrimonial o individual, de niños o adultos, debe ser un actoque exprese los gustos sentimientos y necesidades de quienes la habiten.

se engranan perfectamente para describirla. La imagen delángel Gabriel, guardián de la creatividad, las artes y las re-laciones, se presenta imponente sobre su cama de made-ra y hierro forjado adquirida en la ciudad de Magdaleno enel estado Aragua. No sabe por qué colocó esta imagen, aligual que muchos de los objetos que la rodean, probable-menteporque como lo comenta el escultor FélixVera: “cadaquien escoge el ángel que le corresponde sin darse cuenta”.

Del lado izquierdo de la habitación diez cajas convi-ven con un títere de papel y tela. Zarcillos, collares y pul-seras son custodiados por una madama de El Callao quebaila gracias a los hilos de nailon que la sostienen. Su mi-rada estática e inanimada vigila los cofres de madera ybaldosas de gres, cortadas en láminas a la medida, dise-ñadas, pintadas y horneadas por el Taller Galería Arte-sanal Bachaco Rojo.

Esta habitación fucsia con un diseño abstracto color mo-rado dibujado con pincel y brocha en una de las paredes

Para seguir decorando…

CAJAS DE MADERA

Asdrúbal Vargas. Taller Galería Artesanal Bachaco Rojo.Estado Lara: 0251-262.82.68.Omaira Gutiérrez. Estado Lara. 0251-233.14.74.TE J IDOS Y TAPICES

Idanela Martín. Estado Mérida. [email protected] Alizo. Estado Mérida. 0424-758.23.46 /0274-789.29.17 / [email protected] Gutiérrez. Estado Lara. 0251-261.33.31.LÁMPARAS

Pablo Tortoza. Estado Miranda. 0416-527.90.03.Luz Marina Gutiérrez. Estado Lara. [email protected] EN VITROFUSIÓN

Carmen Blanco. Estado Mérida. [email protected]

Luz Marina Gutiérrez. Estado Lara. 0414. [email protected] García. Estado Táchira. 0416-444.79.44 /0276-672.08.38. [email protected] EN MADERA

Félix Vera. Taller Verde y Azul. Estado Cojedes. 0258-766.41.13 /0416-813.77.28. http://www.tallasverdeyazul.blogspot.com

Talla de madera del arcángel Gabriel. Taller Vera Vierma, Barquisimeto, estado Lara.

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expresadas. Venezuela es un país ri-quísimo en tradiciones artesanales.Basta ir a cualquier exposición mu-seística de nuestros artesanos paraver y entender la riqueza sin prece-dentes que tiene nuestro país. Unelemento interesante a señalar es latradición católica reflejada en la ar-tesanía venezolana. Hay una canti-dad de santos, imágenes, cruces,vírgenes, interesante. Uno de losmayores representantes, no solo denuestra artesanía es Juan Félix Sán-chez, de El Tisure, estado Mérida,quien también hacía mobiliario. Esel mobiliario de Juan Félix el que vaa determinar una nueva visión delmobiliario hecho con piezas muysencillas y humildes. Otra tradiciónartesana sin precedentes son los te-lares que están presentes en todoslos Andes, desde Chile hasta Vene-zuela, y fue uno de los legados indí-genas más importantes y hermosos.

Venezuela tiene ejemplos impresio-nantes de telares. La cerámica esotra tradición importante, en Laray Táchira podemos ver trabajos ex-traordinarios. Si revisamos nues-tros cacharros nos daremos cuentade la tradición cerámica que tene-mos y eso está relacionado con elvínculo íntimo que tenemos connuestra herencia indígena ancestral.

Por otra parte, cuando hablamosdel mobiliario, ¿qué es el mobiliariovenezolano? Es la herencia del mo-biliario español, no hay otra raíz.De la raíz indígena tenemos algu-nos ejemplos muy pequeños, unosumamente importante es la ha-maca. En los mercados populares elmobiliario está destinado a un pú-blico popular mayoritariamente. Alpasar a otro nivel socioeconómicoel aditamento pasa a ser otra cosa,intervienen otros factores estéticos.

AKAIDA OROZCO: Tomando encuenta las distintas herencias cultura-les que han venido conformando nues-tro perfil como país multiétnico ypluricultural, ¿considera que hemoserigido una estética propia en el diseñoy producción de mobiliario y objetosdomésticos?FRUTO VIVAS: No podemos gene-ralizar porque eso no ha sucedido.Nosotros hemos sido un país prisio-nero de la dependencia; somos unpaís ocupado culturalmente, ycomo país ocupado nuestra culturaha sido borrada. Nuestro deber aho-rita es rescatarla, hurgar en ella, me-ternos en el corazón de nuestropueblo y buscar todas las cosas per-didas que subyacen en las entrañasdel pueblo. No podemos decir quehay un modelo cultural venezolano,sin embargo tenemos raíces cultura-les extraordinarias y en todas nues-tras manifestaciones artísticas están

ENTREVISTA AL ARQUITECTO FRUTO VIVAS

“En la arquitectura hay que tomar en cuentalos valores culturales del pueblo”

Fruto Vivas nació en La Grita, estado Táchira, en 1928. Egresó de la Facultadde Arquitectura de la UCV en 1956. En 1987 se le otorgó el Premio Nacional deArquitectura. Es uno de los arquitectos venezolanos más reconocidos nacionale internacionalmente por sus propuestas humanamente vanguardistas quebuscan integrar al ser humano a la naturaleza con el fin de incrementar sufelicidad. Su arquitectura popular se basa en viviendas que denomina Árbolespara vivir, un modelo de construcción ecológica al alcance de todos. Tambiénes inventor, retratista y dibujante. Es Profesor Honorario de la ULA (Mérida),de la UCLA (Barquisimeto), de la Universidad de Veracruz en México y dela Universidad del Cuzco en Perú. Fue nombrado Doctor Honoris Causa de laUniversidad Central de Venezuela en 2010

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¿Cuando usted habla del modelocultural venezolano se refiere mera-mente a lo estético?A todo. Está la estética, están losvalores, están las tradiciones, estála herencia cultural. Nosotros te-nemos un patrimonio pluricultu-ral donde está presente toda lacarga indígena, la carga española,la carga negra; nosotros somostres culturas sólidas en una sola.Lo más importante es darle pre-sencia permanente a esas culturas,no permitir que se borren, darlespermanencia, que crezcan y queno sean objeto de leyendas sinoque sean objetos culturales reales.

Las expresiones artesanales sonprofundamente del pueblo, nadaproviene de las clases económicaspudientes. La tradición artesanal alas clases económicas con más re-cursos, primero, no les pertenece,segundo, no les interesa, y si les in-teresa es por curiosidad, por esno-bismo, o por show, por tener unobjeto exótico en su casa, pero nopor tener un objeto con un valorestético-utilitario.

¿Cómo se podría amoblar, decorar eincluso remodelar una casa pensandoen utilizar tecnología, utensilios, mue-bles, enseres, que dejen en evidencianuestra capacidad creadora?En los estados Carabobo, Aragua,Falcón, Táchira, por ejemplo, sehacen muebles y diversos objetosbellísimos y de todo tipo a partirde la madera. Es totalmente posi-ble amoblar y decorar nuestrascasas con objetos hechos aquí,hay mucha capacidad para la crea-ción y la producción. La maderaha sido y es la materia prima porexcelencia para amoblar nuestrascasas. Aquí se hacen muebles de

todo tipo y para todos los gustos.En la arquitectura hay que tomaren cuenta todos los valores cultu-rales del pueblo, las técnicas delbarro, del almagre, de la pintura,todas las tecnologías que el pue-blo ha desarrollado y que aún seusan por una razón muy sencilla:la economía. Esa es la tecnología

de la necesidad, de lo barato, de loelemental. El pueblo fabricaba suspinturas, por ejemplo, eso tene-mos que retomarlo, las pinturasahorita son muy caras. Si tomaspolvo de arcilla, lo mueles, le agre-gas sábila y lo bates, tienes pinturade barro bellísima; si le pones azuli-llo tienes color azul, le puedes

Arquitecto Fruto Vivas. Cuadra Creativa, Los Palos Grandes, enero 2012. Fotografía: AKAIDA OROZCO

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ofrece la composición de nuestra tierra,rica en arcillas, rocas, minerales, parala elaboración de los objetos de la vidacotidiana, además de maderas, fibras,semillas, cortezas, conchas, pieles, plu-mas, huesos... ¿Cómo acercarnos a lanaturaleza para resolver estas necesi-dades del hogar?Para esto se necesitan promotoresculturales del desarrollo de técni-cas venezolanas de construcción yproducción de objetos. Eso no va asalir de la nada, debemos tenerpromotores que le den valor aestas cosas. El primer promotortiene que ser el Estado que deberetomar las culturas y técnicas po-pulares para la construcción de vi-viendas y de objetos diversos. Esosvalores han ido desapareciendopor la dependencia y la imitación.La gente humilde quiere copiar loque tienen los ricos, sus modos devida, sus casas, sus peroles, y nohacen uso de lo que tienen amano. La gente más humilde, delos sectores más populares, busca“parecerse” a los ricos y resultaque lo que tienen los ricos es la ba-sura que viene de afuera y esa ba-sura importada daña la calidad denuestra estética, invisibiliza nues-tros propios productos.

¿La identidad de un país se puedeevidenciar en la manera y en los re-cursos que se utilizan para construirlas viviendas?Debería ser así pero en Venezuelano lo es; nosotros no hemos lle-gado a ese nivel. Te voy a poner un

ejemplo: los Estados Unidos con lacultura de la madera del pino des-arrolló ciudades enteras (San Fran-cisco, Nueva Orleans, Miami) ycrearon un modelo cultural devida, de vivienda, que inclusopasó a las islas del Caribe y es unaarquitectura bellísima, extraordi-naria, que pervive hoy día. Eso esidentidad, eso es cultura. Nosotrostenemos que hacer de nuestra vi-vienda venezolana una culturacomo la hicieron en el Caribe, unavivienda tropical adaptada a nues-tro clima, que tenga nuestros colo-res, con nuestros valorescerámicos, con romanillas, con pa-tios y que esté en interacción conla naturaleza. Ese es un procesonecesario en este momento. Conla Misión Vivienda no he vistohasta ahora alguna casa o edificioque tenga estas propiedades comopara poder decir que se está ha-ciendo una arquitectura venezo-lana. Eso me preocupa. No hayuna actitud frente a lo nuestro, nohay calidad, hay mucha improvi-sación e inmediatismo, sin pensarque lo que se está haciendo tengaun significado y una calidad parael pueblo. Eso tiene que ver justa-mente con afianzar el modelo cul-tural venezolano.

Evidentemente usted no está de acuerdocon los edificios residenciales, de hechousted denominó a Parque Central como“las torres de la muerte”...Estoy de acuerdo con una arquitec-tura al alcance de la gente donde

poner almagre, cal... así se pinta-ban nuestras casas antes.

Aquí juegan un papel muy im-portante las escuelas de arte. Si lasescuelas de arte no están insertasdentro de nuestro patrimonio cul-tural estamos fregados. Si las es-cuelas de arte no forman artistasque estén en sintonía con esa reali-dad nuestra no vamos para ningúnlado. Lo importante es lo no for-mal, las cosas no formales, es decir,el mobiliario popular, la tecnologíade la necesidad.

Muchos piensan que acondicionar ydecorar su hogar con muebles u objetosvenezolanos significa tener básicamentemáscaras de diablos de Yare, muñecasde trapo, casitas de barro, instrumentosmusicales comprados en algún pue-blito, una cesta de mimbre... De ma-nera que asumen esta estética comoalgo feo y folklórico (término usado pe-yorativamente, además). ¿Qué opinaal respecto?Para un nivel high tech es algo feo,eso es folklórico, es cursi, pero parael pueblo no y la cantidad de gentehumilde es mucho mayor y muchasveces más sabia que los pocos bolsi-clones con real. Tu vas a Palmira, aTintorero, por decirte cualquierlugar, y ves los muebles, la cestería,los sombreros, todo es una maravi-lla y de gran calidad, además.

Usted como partidario de la bioarqui-tectura entenderá la importancia deamoblar y acondicionar nuestros hoga-res a partir de la biodiversidad que nos

Aquí juegan un papel muy importante las escuelas de arte. Si las escuelas de arte no están insertasdentro de nuestro patrimonio cultural estamos fregados. Si las escuelas de arte no forman artistas queestén en sintonía con esa realidad nuestra no vamos para ningún lado. Lo importante es lo no formal,las cosas no formales, es decir, el mobiliario popular, la tecnología de la necesidad.

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Estoy de acuerdo con una arquitectura al alcance de la gente donde esta no sea prisionera. Los edificiosse hacen para ganar dinero no para que la gente viva feliz. En Caracas están destruyendo las poquísimasáreas verdes que quedan para construir edificios...

La gente humilde quiere copiar lo que tienen los ricos, sus modos de vida, sus casas, sus peroles, y nohacen uso de lo que tienen a mano. La gente más humilde, de los sectores más populares, busca “pare-cerse” a los ricos y resulta que lo que tienen los ricos es la basura que viene de afuera y esa basura im-portada daña la calidad de nuestra estética, invisibiliza nuestros propios productos.

de periquitos que no sirven paranada, se puede prescindir de ellostotalmente. Muchos de esos arte-factos que propongo ni siquiera ne-cesitan electricidad, solo senecesitan las manos y materialessencillos que cualquier personapuede conseguir en una ferreteríao tener en su casa. ¿Cuánto cuestaun equipo de soldar? Hay un sol-dador, por ejemplo, que se hacecon un tobo, dos electrodos decobre, agua y sal.

¿Cómo han permeado nuestra estéticavenezolana las influencias de produc-tos foráneos (utilitarios y decorativos)encontrados en tiendas, exposiciones,ferias?Muchísimo. Vivimos en una de-pendencia cultural muy profunday eso es lo que más le va a costara la revolución deshacer. Van apasar muchos años hasta que nose establezca una cultura sólida.Un ejemplo latinoamericano depaís con cultura sólida es México;ahí hay conocimiento de lo nacio-nal, de lo autóctono, hay amor yorgullo por lo mexicano, no hayvergüenza. ¡Y están pegados delos Estados Unidos! Incluso paísescentroamericanos como Nicara-gua, Honduras, Guatemala, tienenuna cultura y en consecuencia una

estética sólida, son un modelo dearraigo cultural extraordinario...

Actualmente, mucha gente aún deses-tima o subestima la reutilización de di-versos materiales. ¿Es importanterealmente el uso de materias primasrehusables o reciclables no solo paraconstruir viviendas sino para equipar-las? ¿Por qué debemos reciclar?Es fundamental, es parte de loque significa ser una sociedad sinnecesidades. Nosotros todavía nohemos aprendido a reciclar por-que somos un país millonario quese ha acostumbrado a ser bota-rate. Es increíble la cantidad decosas útiles que llevan los camio-nes de basura. Ahí juega un papelmuy importante la escuela, la te-levisión, los medios de comunica-ción en general, el Estado debehacer campañas de alto impactopermanentemente. Fruto Vivastiene un programa que se llamaAprendiendo con Fruto Vivas quenunca logré que el Estado se inte-resara por él; en ese programaestá explicada toda la cuestióndel reciclaje. Ahora, llevo diecio-cho programas grabados de Lascasas más sencillas con la televi-sora educativa Colombeia quepronto comenzará a transmitirsepor la TV pública.

esta no sea prisionera. Los edificiosse hacen para ganar dinero no paraque la gente viva feliz. En Caracasestán destruyendo las poquísimasáreas verdes que quedan para cons-truir edificios. Los parques del cen-tro de la ciudad —yo se lo dije alpresidente Chávez— no puedenusarse para hacer edificios. Es unalocura que pretendan construir edi-ficios en el Parque Vargas, porejemplo.

En El manifiesto de Fruto Vivasusted plantea la necesidad de regresara las culturas ancestrales y a la tecno-logía de lo necesario para no continuardestruyendo nuestro planeta. ¿Es estoviable en nuestra sociedad actual?No es viable, es necesario, es fun-damental para nosotros poder lo-grar eso. En el libro Las casas mássencillas lo explico, ese libro estádedicado a la tecnología de la nece-sidad. Ese libro no es para arquitec-tos, es para la gente común ycorriente, para la gente humilde.Allí explico cómo se puede hacerun soldador, un taladro, bloques, loque sea, para construir una casa. Latecnología de la necesidad es preci-samente eso, la tecnología de loque se necesita para resolver algoespecífico. Hay muchos aparatosque te venden y tienen un montón

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El pan andino artesanalLa breve historia de un tachirense que con fervor se adentróen los dulces aromas y sabores del pan andino, refleja el esfuerzoy constancia de un pueblo que mantiene hasta el presente unatradición que no se quema en los hornos del tiempo

Dentro de las casas panaderas seencierran, como tesoros, historiasde temple y constancia, abundantescomo el trigo, historias que embar-can hacia un encuentro con genteentusiasta al testimoniar reflejos deun pasado personal, que ayuda, enesta oportunidad, a ir dilucidandoalgunos detalles sobre costumbresy tradiciones que forman parte dela identidad tachirense, y donde sedestacan dispuestos personajes conla sonrisa perenne y sencillez carac-terísticas del andino.

Particular es la historia de quien,en sus tempranos años, se movilizadesde San Juan de Colón (Táchira)hasta la capital San Cristóbal, sinremota idea en los quehaceres pa-naderos y descubre en los hornosun dulce tesoro: Sebastián Alviarez.

Con tan solo ocho años deedad, en 1939, cuando aún el Ba-rrio Obrero no estaba urbanizadocompletamente y las casas erangrandes, con amplios patios quepermitían la siembra de café y ár-boles frutales, llegó de la mano desu madre y cinco hermanos, hu-mildes y sin más esperanzas queafrontar las nuevas circunstancias.

Inquieto, juega trompo y metrasen la parte trasera de un local pana-dero perteneciente al señor JesúsGuerra, donde algunas veces, porcortar latas de manteca —por arribay abajo, hacerles un doblez de tres

cm para que quedaran anchas yasí meter la masa— conseguía pany café. El niño era un trabajador yhacía los mandados.

En la panadería Las Cumbres,bajo el mando del señor Guerra yel maestro Rosario, existía una altaproducción, camionadas de paneran enviadas a los Llanos, con elchofer Eleuterio, hijo del dueño,quien al regresar de distribuir lospanes gastaba la mayor parte delas ganancias en las mujeres demala vida “Aunque muy mal lla-madas así, porque hasta por Diosfueron bendecidas”, dice Sebastián.Este muchacho llevó a la ruina elnegocio, vertiendo el sudor de va-rios trabajadores en los caloresdel placer.

Los porvenires del joven se ini-cian cuando este se hace de unradio —“Uno para sintonizar ledaba vueltas a una rueda grandeque tenía”—, y un día cuando pe-gaba la oreja al aparato buscandouna emisora radial, alguien le ob-servó. El sujeto en cuestión le ofre-ció un carro, sin pensarlo hicieronel trueque (radio-auto) y, aún incré-dulo por aquella negociación, Se-bastián sonreía manejando.

En sus andares calle arriba calleabajo, otro hombre llegó a presen-tarle el intercambio de una finquitaen Gallardín por su carro. Siguenllegando transacciones y por la

finca recibe una camioneta Che-vrolet del año 1948, con poco uso.¡Zas! Seguidamente la cambia porla primera casa amplia, con buenterreno, en Caballo Blanco.

Ahora bien, siempre Sebastiánobservaba con anhelo aquella pa-nadería, con el tiempo, en sus es-tructuras decadentes sumergía suspensamientos, proponiéndose laobtención de tal negocio, recupe-rarlo y hacerlo sustento. Su mujerle decía:

—Usted nunca va a comprar esapanadería.

—No diga eso, ya verá que sí, esapanadería va a ser mía —respondía.

Su miedo a perder la posibilidadde ser dueño de Las Cumbres semanifiesta cuando un comprador,representando a los dueños de Vi-drios París —empresarios pudientes,con grandes entradas monetarias—,llega con intenciones de compra,pero no consigue obtener la pana-dería. Aliviado por la transacción fa-llida, pero preocupado por creerseimposibilitado en la tarea de costearel precio del negocio, se aflige Se-bastián, porque “Si esos señores contanta plata no pudieron, puesmenos yo”.

Un hombre de oriente llega y learranca ese guayabo ofreciéndole 50mil bolívares por su vivienda. Sinpensarlo, finiquita la venta y en-cumbra sus metas a adueñarse

F r e d e r i c k J i m é n e z Comunicador soc ia l

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extremidades que eran estrategiapara tentar al comprador a echaruna mordida y animarse a llevarmás panes. Era también el caso dela acema, adornada con cuatro rosasdispuestas como esquinas de uncuadrado y una en el centro, cosatan bonita para los ojos que solopodía resultar en más billetes fueradel bolsillo, “Se trae la tradición detanto mirar la pieza como al pro-barla”, dice.

Hasta el presente se conserva laestructura de Las Cumbres, levan-tándose como referencia del buenpan tachirense hecho por tachiren-ses. Vale la pena mencionar quecon las olas migratorias, a partir de1949 inician su llegada a los para-jes andinos: corsos, italianos y es-pañoles. Gracias a ellos se dio laproliferación de comercios bien es-tablecidos, con vitrinas y amplioslocales para la venta de nuestropan. Pero, por otro lado, algunoscomo Sebastián, continúan siendofirmes detractores de que el pan

hecho por europeos sea de calidad.Este panadero afirma que las técni-cas de elaboración de un pan bienmacizo se tergiversan por los ex-tranjeros para obtener un aumentode ganancias y menos gasto demateriales. Sabiendo esto no en-tiende cómo muchos prefierencomprar en panaderías de dueñoseuropeos, descartando los localesde verdad andinos: “No puedenver a un extranjero porque de unavez lo buscan pa’ comprarle el pany resulta que el pan andino másmalo es ese”.

Una generación de vástagosmaneja actualmente la panadería,conservando la tradición de unaempresa que aún permite el en-cuentro con vitrinas llenas de dul-ces panes y amasijos. Artesanosque elaboran sabrosas piezas,símbolos de una región. Por ellos,todavía viajan arropados entreamarillentas bolsas de papel, enlos brazos de propios y turistas,el dulce regalo de un pueblo.

Pan andino. Caracas, 2012. Fotografía: GALA GARRIDO

pronto de la casa de los amasijos.Dispuesto a conseguir la panaderíamanifiesta en su hogar que vende-ría el inmueble donde residían y seharía dueño del negocio donde loscafetales y arboles de toronja le sir-vieron de escondite en sus inocen-tes juegos de niño, donde día a díarecogía un pedazo de pan y fue, ensus palabras, “un esclavito”.

Inexperto en las tareas del panreconoce el valor del maestro pa-nadero Rosario, quien continuaríatrabajando por veinte años másjunto al nuevo propietario. Elmaestro preparaba quesadillas que,con las recomendaciones de Alvia-rez, fueron variando con pedazosde bocadillo, éxito en ventas y enel gusto del público. Se transformóentonces el establecimiento en unlaboratorio para el mejoramientode las presentaciones del dulceamasado, ampliando en variedadlo que se mostraba en vitrinas.

El camaleón, explica Sebastián,tenía en su forma, la cola y patas,

Una generación de vástagos maneja actualmente la panadería, conservando la tradición de una empresaque aún permite el encuentro con vitrinas llenas de dulces panes y amasijos. Artesanos que elaboransabrosas piezas, símbolos de una región. Por ellos, todavía viajan arropados entre amarillentas bolsasde papel, en los brazos de propios y turistas, el dulce regalo de un pueblo.

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tro Cultural Consolidado y Edito-rial Arte (1996). Disponible: Red Li-brerías del Sur

La Red de ArtePara quienes quieren conocer, apre-ciar y comprar piezas de diferentestradiciones artesanales y artísticasdel país le invitamos a visitar lastiendas y galerías de la Red deArte, presentes en los 23 estadosdel país y el Distrito Capital. Estafundación adscrita al Ministerio delPoder Popular para la Cultura tienecomo objetivo representar, promo-cionar y difundir la producciónplástica y artesanal de nuestro país.Para captar las obras de artistas yartesanos la Red de Arte viaja den-tro de cada estado y recibe lasobras. La función de intermedia-ción de la Red de Arte entre los ta-lleres y el público general es una delas más respetuosas al preservar lasganancias de artistas y artesanos,generando dentro de sus posibili-dades un comercio justo. Al mismo

Las casas más sencillasInspirado en el programa Las cosasmás sencillas, del poeta AquilesNazoa, el arquitecto Fruto Vivas lerinde homenaje al presentarnos estaobra dirigida a quienes están constru-yendo o arreglando sus hogares.Vivas presenta distintas opcionessobre métodos para hacer viviendassencillas y económicas, los materialesnecesarios, cómo arreglarlas, cómohacer un soldador o fabricar un tala-dro. Por ejemplo, en los capítuloscinco y siete, explica diversas técnicasde “bioarquitectura”, en las que seemplean materias primas naturalescomo el barro, el bambú y la madera.Título: Las casas más sencillas.Museo Nacional de Arquitectura /Fundación Editorial El perro y larana, 1era edición, 2011.Disponible: Red Librerías del SurInversión: Bs. 5,00.

Artesanía Viva detradición venezolanaEsta publicación de la antropólogay museógrafa Lelia Delgado surgede la exposición Artesanía Viva,una muestra de objetos de las arte-sanías tradicionales venezolanasprocedentes de distintas regiones.El libro muestra a todo color ejem-plos de gran calidad de objetos uti-litarios de diferentes tradiciones,tejidos wayúu, cestería ye’kuana ywarao, loza popular de los estadosLara o Falcón, instrumentos de ma-dera, etc., constituyendo unabuena guía para seleccionar yaprender sobre estos objetos y lasregiones donde se fabrican.Textos: Lelia Delgado, Dagmar Peñay Alicia Briceño. Diseño: John Langey Pedro Quintero. Fundación Cen-

E r n e s t o Y e v a r a Invest igador Museo Nac iona l de las Cul turas

Qué LeemosPara quienes quieren conocer y buscar información sobre piezas artesanales paraequipar su hogar, tradiciones artísticas venezolanas o algunos consejos para construircon materiales propios le presentamos la siguiente guía de libros y páginas web. Sinembargo, si desea investigar sobre las manifestaciones artesanales del país, le sugerimosconsultar las bibliotecas de nuestros institutos universitarios y de investigación dondeencontraran trabajos en las áreas de sociología, folklore, antropología, arte, diseño yeducación sobre artistas, procesos artesanales o comunidades

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nas(os). En caso de ser artista encualquier área, se puede inscribir eneste registro a través de la páginaweb de la Casa del Artista(www.casadelartista.gob.ve) o enlos lugares indicados en cada estadodel país.

Artesanía de VenezuelaEsta página web dedicada a la va-loración, promoción y difusión delas obras artesanales venezolanases organizada por el artesano LuisAcosta (pintor y tallista), a travésde la recopilación permanente defotografías y datos suministradospor los artistas populares y aportesde amigos del medio. En ella sepueden encontrar secciones dedi-cadas a fotografías de obras, guíade artesanos y artistas populares yun espacio dedicado a la obra delfotógrafo, diseñador e investigadorMariano Díaz. En la guía de artesa-nos encontrarás a quienes trabajancon la tapara, semillas, azabache,luthería, tejido, cerámica, madera,orfebrería y haciendo muñecas.Disponible en la web:sites.google.com/site/artesaniadevenezuela/home

Catálogo del PatrimonioCultural VenezolanoOtro registro público donde pue-des conocer las tradiciones artesa-nales y los artistas de todaVenezuela es en el I Censo Nacio-nal del Patrimonio Cultural, reali-zado y publicado por el Institutodel Patrimonio Cultural del Minis-terio del Poder Popular para laCultura. Este censo patrimonial serealizó entre los años 2004 y 2007con la participación de 336 equi-pos en cada municipio de los 23estados y el Distrito Capital. Paraacceder a los catálogos, uno pormunicipio, lo puedes comprar enla Red de Librerías del Sur o des-cargarlos de forma gratuita en lapágina web del IPC:www.ipc.gob.ve haciendo unclick en el enlace CATÁLOGOS.

tiempo es una de las pocas casasespecializadas en el país que co-noce y reconoce a las diferentesmanifestaciones artísticas y a suscreadores. Para saber sobre las di-recciones de las tiendas y galerías,así como calendarios de activida-des, exposiciones y eventos, visitela pagina web:www.reddearte.gob.ve

El ReseaccEl Registro Socioeconómico de Ar-tistas, Creadores(as) y Cultores(as)de la República Bolivariana de Ve-nezuela es el primer instrumento deeste tipo de alcance nacional, el cualconstituye una base de datos defácil acceso y de carácter confiden-cial. Para el Estado, las diferentesinstituciones públicas y organizacio-nes comunitarias el Reseacc proveeun sistema de información, de lo es-pecífico a lo general, de artistas,creadoras, creadores, cultoras y cul-tores, necesario para establecer lasnecesidades en materia de seguri-dad social a fin de activar las alian-zas estratégicas necesarias ytransversales, ayudar en la imple-mentación de planes para mejorar lacalidad de vida y contribuir al cono-cimiento de la diversidad artísticaexistente en el país. A partir de estabase de datos la Casa del Artistaviene creando registros biográficos,accesibles desde la página web deesta fundación, donde podrás cono-cer de manera resumida vida y obrade artistas, cultoras(es) y artesa-

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Poco a poco la cultura dominantea través de los diferentes medios,entre ellos la industria cultural, nosimpone valores y una sensibilidadque nos es ajena; negadora de nues-tra diversidad, excluyente, indivi-dualista y estereotipada. En Teoría dela sensibilidad en teoría trascultural delarte, Colombre señala que la sensibi-lidad se nos forma abriendo o ce-rrando puertas a los sentidos, y estaes impuesta culturalmente; ser sensi-ble o no a ciertos objetos o situacio-nes no es casual, sino que respondea juicios de valor que nos orientan.

La propuesta de “La ruta denuestra casa bien equipada” es queabramos los sentidos para vernos,que ensayemos una mirada endó-

gena, que enseñemos a nuestrosojos y oídos a vernos y escuchar-nos, porque ojos que no ven corazónque no siente. ¿Y si no nos vemoscómo nos sentimos? Se nos ha for-mado para hacernos sensibles a lacultura impuesta, a la cultura demasas, la occidental, en un procesoneocolonizador. ¿Cómo equiparuna casa a partir de lo que somoscomo país? ¿Una casa que hablede nosotros/as como venezola-nos/as y como familia?

Cada hogar tiene su personali-dad, su ímpetu, su olor, su identi-dad. Fíjese cuando entre a la casade una persona no nacida ni criadaen Venezuela, encontrará detallesque le indican que está en casa de

un extranjero/a, aunque esa per-sona tenga muchos años viviendoen nuestro país. Porque cada cul-tura tiene una estética que la iden-tifica. Si entramos a una CasaVenezolana Bien Equipada, debería-mos encontrar objetos que nosdigan que entramos a la casa de unvenezolano/a, una casa con identi-dad, que nos hable acerca de quie-nes viven dentro de ella, pues cadauna tiene un lenguaje: olfativo, vi-sual y auditivo.

Encontramos casas que huelen acafé, a comida, a flores o como lamía que huele a gatos. Vemoscasas que tienen reproduccionesde pintura como La Última Cena,La Mona Lisa, cuadros de artistaspopulares o contemporáneos,casas llenas de libros, de discos,de videos, de juguetes, recargadasde adornos, otras sobrias. Casas si-lenciosas, bulliciosas, alegres o tris-tes, cada una tiene unapersonalidad, pero también tienenun gentilicio. Hay casas sin vida,esas que se parecen a la casa modelode las compañías constructoras, alas de revistas, las que no tienenalma. Para darle personalidad vene-zolana a nuestras casas bien equi-padas tenemos artesaníasutilitarias y ornamentales. Aquí lesdaremos algunas ideas para equi-par su casa con alma, una casa ve-nezolana, una casa que se parezcaa cada uno/a de nosotros/as.

La ruta de nuestra casa bien equipadaOjos que no ven corazón que no siente¡Aymi Dios!, ¡cómo hemos ido sustituyendo losmateriales propios por los ajenos!, laimposición estética nos sensibiliza hacia lo extraño y nos enceguece ante de lo propio.Hacernos sensibles a los que somos es desarrollar lamirada endógena

A r i a n n e V e l i s Invest igadora Museo Nac iona l de las Cul turas

Frutas de madera. Guadalupe, estado Lara. Fotografía: CORTE SÍA CARMEN ÁNGEL

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Todo el país está lleno de artesa-nía, tanto de la tradicional como delas elaboradas con nuevos diseñosestéticos que hablan de nosotros/as.Son productos que nos ofrece estatierra llamada Venezuela que, enmuchas ocasiones, no los percibi-mos porque nuestros sentidos nohan sido abiertos para sensibilizar-nos a nuestra propia estética. Enesta ruta agruparemos por rubros yno por región, le daremos algunosdatos para que en su recorrido porel país pueda adquirir productos he-chos en Venezuela, porque comprarvenezolano es invertir en nuestropropio desarrollo; además que sonelaborados con materiales noblescomo arcilla, madera y/o fibras ve-getales, quedando pendiente unadeuda con los artesanos del cuero,la tapara, el bambú, el hierro for-jado y el vidrio, eso sin contar alos orfebres.

La ruta de los tejidos blandosEn una casa venezolana no deberíafaltar una hamaca o chinchorro,estos los encontramos de diferentestipos de materiales, entre otros, pa-bilo, moriche, curagua y hasta denailon, este último no se los reco-miendo porque es un material nobiodegradable. Para su descansotambién tenemos las campechanasque son parecidas al chinchorropero elaboradas en cuero y las ma-sayas tejidas en pabilo que se con-siguen en Tintorero, estado Lara, esuna hamaca pequeña que sirvepara sentarse.

Las hamacas y los chinchorrossirven para mecer a los bebés deuna forma fresca y con el vaivén sesienten en el vientre materno; esosí, cuelguelos bajito y le atraviesade forma transversal un palo de es-

coba, manteniendo la hamaca ochinchorro abierto y cada vez queel bebé llore lo mece y así se relajatanto el bebé como usted. Se lodigo, porque la mía, que era tanllorona, pasó un montón de añosdurmiendo sus siestas en el chin-chorro de moriche warao.

Para adquirir los chinchorros enmoriche de la etnia warao, si estáen la vía a oriente los encuentraen el caserío Mosú, entre el estadoMonagas y Sucre, cerca de Cari-pito. En Tucupita, estado DeltaAmacuro, o en el estado Amazo-nas en el mercado indígena o acer-cándose a una de las comunidadeswarao. También gozan de famalas hamacas y chinchorros de laisla de Margarita. Los chinchorroslos puede adquirir en la poblaciónde Santa Ana tejidos en pábilo ocon cocuiza, y las hamacas en LaVecindad, municipio Arismendi.En Monagas consigue los chincho-rros de curagua.

En los Andes los tienen elabora-dos en lana para cubrirse del frío ysobre todo las cobijas y cubrecamasque además le visten la cama; teji-dos en pábilo tienen caminos demesa, manteles individuales y al-fombras. Estos los consigue en Bo-conó y en la ciudad de Trujillo,estado Trujillo, en la vía del Pá-ramo, en San Rafael de Mucuchiesen el estado Mérida y también enTintorero, estado Lara.

La ruta de los tejidos durosCon la fibras vegetales los artesa-nos/as venezolanos/as elaboranbolsos, mapires, sombreros, pavas,maras, cestas de todos los tamañosy esteras; las cuales pueden cum-plir diferentes funciones dentro delos hogares, tales como alfombras,

LA RUTA DE LA ARCILLA O BARRO

Nuestro país es tierra de gracia; la relación que

tenemos los seres humanos con la tierra es muy

estrecha. No solo por el fruto que nos propor-

ciona para alimentarnos sino por las diferentes

utilidades que le hemos dado para abrigarnos,

tales como las viviendas tradicionales elabora-

das con la técnica del bahareque, las tapias y los

ladrillos de adobe; además de las tejas.

Pero como esta ruta pretende sensibilizar-

nos/as hacia los productos que se elaboran

en Venezuela para equipar su casa, le sugeri-

mos la utilización de las tejas como un mate-

rial que proporciona frescor a las viviendas o

como elemento decorativo colocado en los

aleros o cornisas de las platabandas, ventanas

y/o puertas. Estas se consiguen en la zona in-

dustrial de Barquisimeto en el estado Lara.

Con la tierra de donde se extrae la arcilla

también se elaboran utensilios de cocina: ban-

dejas, budares, anafres, ollas, platos, jarras, ta-

sas y vasos, que además pueden ser utilizados

para hornear porque resisten el calor. Para la

adquisición de las vajillas o de algunas piezas

puede acercarse a la población de Tarmas, en

la parroquia Carayaca del estado Vargas; allí se

encuentra la Asociación de Artesanos de Tar-

mas. Hacia los lados de oriente, en el estado

Sucre, en la población de Manicuare, se en-

cuentran las loceras, en el Centro Cultural

Cruz Salmerón Acosta le darán buena infor-

mación. Y en la población de El Cercado en la

isla de Margarita también encuentra a los ar-

tesanos quienes elaboran con sus manos

utensilios de cocina. Otra opción es por la vía

carretera nacional, hacia Tinaco, estado Coje-

des, por esos lados encuentra artesanos que

elaboran sus productos con arcilla roja.

Los trabajos en gres se obtienen de la mez-

cla de la arcilla con el sílice, feldespato y agua;

las piezas se cocen a muy alta temperatura.

Con este material elaboran lavamanos, pisos,

rodapiés, vajillas y los azulejos que se colocan

para adornar las paredes. Para adquirirlos en

occidente los encontrará en el estado Mérida

en San Rafael de Tabay, y en el estado Lara, vía

Quíbor, caserío La Costa. Hacia la región cen-

tral en el estado Aragua, en la ciudad de Mara-

cay, en la población de Santa Rosa. También

en Caracas conseguimos distribuidores en la

avenida San Martín y en El Rosal.

Elaboración de tejas, Carora, estado Lara.Fotografía: AMILC IAR GUALDRÓN

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LA RUTA DE LA MADERA

La madera es un material muy noble y durade-

ro, una casa la podemos equipar con muebles

y utensilios elaborados con este material. Por

los lados del estado Falcón, en la península de

Paraguaná, en los pueblos de El Vínculo, Mo-

ruy o Pueblo Nuevo encontramos las sillas o

mecedores elaborados con maderas de car-

dón o de cují con tejidos de hojas de maíz, ca-

rrúa o mecatillo. Allí también consigue los

mecedores para dormir al más pequeño/a de

la casa, para amamantar al bebé, para mecer

las penas o arrullar las glorias. Además por ser

muy livianos facilitan los quehaceres del hogar

y un golpe en la “espinilla” no resulta tan dolo-

roso como con otros muebles.

Por la misma ruta de los estados occiden-

tales, esta vez hacia la población de Guadalu-

pe, en el estado Lara, consigue muebles en

madera de cardón, amansaguapo, ébano crio-

llo, además de utensilios de cocina como vaji-

llas, bateas para amasar, las cucharas de

madera y todo lo que usted pueda imaginar

para utilizar en su cocina. Batir con paletas de

madera es una maravilla, pues no le raya las

ollas ni se calientan, así es que tiene al menos

una razón para no quemarse. En este mismo

estado, pero hacia la vía de Cabudare, encuen-

tra los parabanes, que son una buena opción

para dividir ambientes.

En el estado Aragua, en la población de

Magdaleno, también se consiguen muebles

elaborados solo en madera de caoba, cedro y

fundamentalmente samán o con adornos en

hierro forjado. Por todo el pueblo y sus alrede-

dores encuentra carpinterías y ebanisterías, las

cuales fabrican camas, vitrinas, comedores,

juegos de sala, tinajeros y una maravillosa

mesa de planchar que son tres en una, porque

además de mesa sirve de silla y de escalera de

cuatro peldaños. Eso sí, hay que ser “guapo pa

cargar”. Le recomiendo que a la hora de adqui-

rir su mobiliario, se fije que el mueble se haya

elaborado con madera madura (no verde) o

que la misma haya sido cortada en dirección

de la veta; porque de lo contrario al poco tiem-

po termina doblándose. Estos muebles son tan

buenos que los míos sobrevivieron enterrados

en lodo casi dos meses en la tragedia de Var-

gas y aún se encuentran en buen estado.

En el estado Bolívar y Amazonas encuentra

los bancos de madera elaborados por la etnia

yekuana con figuras zoomorfas pintadas con

tintes vegetales.

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cestas para guardar ropa, para colo-car revistas, pan o arepa o adornarcon flores secas o de madera. Entrelas diferentes fibras utilizadas porestos/as creadores/as tenemos lacorteza del carruzo, el cogollo dela palmera de dátil, moriche, bora,enea, corteza de pellejo de indio,bejucos y raíces.

Los warao, con la técnica del en-rollado del moriche, tejen cestas dediferentes tamaños, algunas son uti-lizadas tradicionalmente por estegrupo étnico pero otras han sidocreadas o adaptadas a las necesida-des de otros grupos como los crio-llos; así encontramos: cestas paraguardar prendas, paneras, para colo-car las ollas calientes. Las cestas ye-kuana son muy utilizadas comoadornos por su pigmentación. Lascestas de la región andina por sugran tamaño son solicitadas paraguardar ropa y las maras margarite-ñas como revisteros. La diversidadde cestas que se tejen en el país tam-bién son vestidas y acondicionadascomo canastillas y portabebés.

Para seguir leyendo…

COLOMBRE, ADOLFO. Teoría de la sensibilidaden teoría trascultural del arte. Hacia unpensamiento visual independiente. SerieAntropología. Buenos Aires, Edicionesdel Sol, 2005.

DUSSEL, INÉS. Educar la mirada: reflexionessobre una experiencia de producción audio-visual y de formación docente, disponible enwww.isfd49.infd.edu.ar (consultado el 27de octubre de 2011).

LAROSA, JORGE. “Aprender de oído”, enGregorio Valera-Villegas, Gladys Madrizy Arleny Carpio (eds.). Formación de lasensibilidad. Filosofía, arte, pedagogía.Caracas, Coedición del Decanato dePostgrado y Gefie de la Uners, 2011,pp. 289-296.

DELGADO, LELIA, NEREUS BELL Y DAGMARPEÑA. Artesanía viva de tradición venezolana.Caracas, Fundación Centro CulturalConsolidado/Editorial Arte, 1996.

L A R U T A D E N U E S T R A C A S A B I E N E Q U I P A D A

Las hamacas y los chinchorrossirven para mecer a los bebés deuna forma fresca y con el vaivén sesienten en el vientre materno; esosí, cuelguelos bajito y le atraviesade forma transversal un palo deescoba, manteniendo la hamaca ochinchorro abierto y cada vez queel bebé llore lo mece y así se relaja

tanto el bebé como usted.

La lana es teñida con tintes naturales recogidos delas plantas tintóreas de la zona. Mucuchíes, estadoMérida. Fotografía: CORTE SÍA CARMEN ÁNGEL

En Venezuela existen diversas fibras para realizartrabajos de cestería. Fotografía: CORTE SÍA C ENTRO

DE LA DIVERSIDAD CULTURAL

Para adquirir artesanía venezolana…

Consulte la página web:http://www.venaventours.com/artesania.htm

Consejo Estadal Artesanal MonagasJosé Gil. 0416-328.80.77.

Tejidos en Nueva Esparta,Isaura Jiménez. 0416-895.39.20.

Asociación Cooperativa Yakera Anonatu(elabora artesanía warao).0426-725.78.45/ 0416-415.99.75.

Page 67: Así somos nº 11 artesanías para el buen vivir

Epifanía Gil, esposa de Juan Félix Sánchez (el artista de los páramos). San Rafael de Mucuchíes,estado Mérida, 1988. Fotografía: LU IS TRUJ ILLO

Page 68: Así somos nº 11 artesanías para el buen vivir

SELECCIÓN DE OBJETOS PERTENECIENTES A LA COLECCIÓN ETNOGRÁFICA DE OBJETOS ARTESANALES DE LA FUNDACIÓN CENTRO DE LA DIVERSIDAD CULTURAL1. Jarra en arcilla (Boconó, estado Trujillo). 2. Wuwa ye' kuana (estado Bolívar). 3. Muestra de tejido para wapa ye´ kuana (estado Bolívar). 4. Escudilla en arcilla(estado Táchira). 5. Sopera en arcilla (estado Táchira). 6. Kapoter wayúu (La Guajira, estado Zulia). 7. Tapa de cesta (San Miguel de Boconó, estado Trujillo). 8. Wapaye' kuana (estado Bolívar). 9. Ruana (San Rafael de Mucuchíes, estado Mérida). 10. Jarra en arcilla (Betichope, estado Trujillo). 11. Taza en arcilla (Sanare, estadoLara). 12. Cesta e' ñepa (estado Bolívar). 13. Sombrero de cogollo de palma. 14.- Cobija (estado Lara).

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