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ASPECTOSPSIQUIÁTRICOS
Y PSICOLÓGICOSDE LOS PACIENTES
MÉDICO-QUIRÚRGICOSC O O R D I N A D O R
Ignacio Gómez-Reino Rodríguez
O U R E N S E 2 0 0 8
ASPECTOS PSIQUIÁTRICOS Y PSICOLÓGICOSDE LOS PACIENTES MÉDICO-QUIRÚRGICOSC O O R D I N A D O RIgnacio Gómez-Reino Rodríguez
Edita:
Fundación “Cabaleiro Goás” – Complexo Hospitalario de Ourense
Patrocina:
XUNTA DE GALICIA. Consellería de Sanidade – Sergas
Colabora:
Pfizer Neurociencias
Diseño y maquetación:
disigna edenia | www.edenia.org
Fotomecánica e impresión:
Rodi, Artes Gráficas
Tirada:
600 ejemplares
ISBN:
Depósito Legal:
Información:
Fundación “Cabaleiro Goás”
Rúa Ramón Puga, 52. 32005 Ourense
Tfno. 988 385475. Fax: 988 385459
E-mail: [email protected]
© por los textos: sus respectivos autores
Todos los derechos reservados. No se permite la reprodución de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión de cualquiera forma o por calquier medio, electrónico, mecánico, por fotocopia, por gravación o otros métodos, sin el permiso por escrito de sus seus editores.
A María mi mujer, por estar siempre.A Jorge y Andrés nuestros hijos, por la felicidad que nos dan.
A mis padres por lo que me continúan enseñando.A Pepe y Angelines polo seu tempo.
“La salud y la enfermedad son estados determinados por múlti-ples factores biológicos, psicológicos y sociales, y no hay una línea clara de demarcación entre todos ellos. Los acontecimientos a un nivel cualquiera de organización, desde el molecular al simbólico, pueden repercutir en todos los demás niveles. La relación estable-cida entre el paciente y aquellos que se ocupan de él influye en el curso de la enfermedad y en la eficacia del tratamiento”.
Lipowsky
Mª Celia Canedo Magariños.Psiquiatra. Doctora en Medicina. Servicio de Psiquiatría. Complexo Hospitalario Xeral-Calde. Lugo.
Mª Letícia Cariñena Amigo. Psicóloga Clínica. Policlínico CO.SA.GA., Verín. Ourense
Carlos Delgado Calvete. Psiquiatra. Servicio de Psiquiatría. Profesor de la escuela de enfermeríade la universidad de Vigo (Hospital do Meixoeiro).Complexo Hospitalario Universitá-rio de Vigo.
Gerardo Florez Menéndez. Psiquiatra. Doctor en Medicina.Unidad de adicciones. Servicio de Psiquiatría. Complexo Hospitalario de Ourense.
Jorge García Fernández. Psicólogo Clínico. Doctor en Psicología. Profesor Asociado Universidad de A Coruña. Unidad Psiquiátrica Hospitalaria de Interconsulta y Enlace (UPIE).Servicio de Psiquiatría. Complexo Hospitalario Universita-rio Juan Canalejo. La Coruña
Isidro Gómez Pérez.Psiquiatra. Doctor en MedicinaServicio de Psiquiatría. Complexo Hospitalario Xeral-Calde Lugo.
Ignacio Gómez-Reino Rodríguez.Psiquiatra. Doctor en Medicina. Tutor MIRServicio de Psiquiatría. Complexo Hospitalario de Ourense
Amparo González García.Supervisora de Enfermería. Unidad de Agudos.Servicio de Psiquiatría. Complexo Hospitalario de Ourense.
Fernando Iglesias Gil de Barnabé.Psiquiatra. Doctor en Medicina. Servicio de Psiquiatría. Profesor Asociado Universidad de Santiago.Unidad Psiquiátrica Hospitalaria de Interconsulta y Enlace (UPIE).Complexo Hospitalario Universitario Juan Canalejo. La Coruña
Maria José López Cortiñas.Médico de Familia. Servicio de Urgencias Extrahospitala-rias. PAC de OurenseAtención primaria de Ourense.
Gonzalo Martínez Sande. Psicólogo Clínico. Tutor PIR.Unidad Psiquiátrica Hospitalaria de Interconsulta y Enlace (UPIE).Servicio de Psiquiatría. Complexo Hospitalario Universitario Juan Canalejo. La Coruña
Laura Montero Castro. Residente de Psicología clínica. Servicio de Psiquiatría. Complexo Hospitalario de Ourense.
Francisco Moreno Tovar.Psiquiatra.Tutor MIR.Servicio de Psiquiatría. Complexo Hospitalario de Ourense
María José Recimil López. Psiquiatra. Servicio de Psiquiatría. Complexo Hospitalario de Ourense
David Simón Lorda.Psiquiatra. Doctor en Medicina. Servicio de Psiquiatría. Complexo Hospitalario de Ourense.
Ana Villares Rouco.Psicologa clínica. CSM del Ambulatorio Puerta de la Villa (Gijón).
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Son numerosos los libros que sobre psiquiatría de enlace se están
publicando en los últimos años. No pretendemos escribir un tra-
tado sobre la materia, hay muchos y muy buenos, nuestra idea
es que este material sea algo diferente. Cada uno de los temas va
precedido de una breve introducción, donde se señala el esquema
general que se ha seguido al diseñar la presentación y donde se
hacen pequeñas consideraciones sobre algunos aspectos concretos
de la misma. Queremos que el residente de psiquiatría y psicología
clínica o el de otras especialidades (medicina interna, neurología,
medicina de familia etc...) y el psiquiatra que se adentre en este libro,
puedan tener un material sencillo y muy trabajado para tener una
idea general y rápida del tema, incluso que lo puedan llevar en su
ordenador de bolsillo a modo de “chuleta” (criterios, tratamientos,
preguntas concretas a buscar en cada caso etc.). Seria un material
básico, de fácil manejo y que al ir acompañado de las diapositivas
en un CD puede servir a los tutores o a los propios residentes para
preparar los temas y exponerlos al resto de compañeros en semina-
rios de formación.
La mayoría de los temas forman parte del nivel I de recomenda-
ciones de formación que la Sociedad Americana de Medicina Psi-
cosomática aconseja a sus afiliados (Recommended Curriculum
Content for Consultation-Liaison Psychiatry Rotations) y que se
considera conocimientos básicos en los que todo psiquiatra debería
formarse durante su rotación en psiquiatría de enlace.
De igual modo, recientemente la EACLPP (European Association
for Consultation Liaison Psychiatry and Psychosomatic) ha formu-
lado sus recomendaciones sobre la formación de los residentes en
Europa mediante un documento en el que se señalan la necesidad
de impartir seminarios, para los que este material podría ser de
gran utilidad.
Por último no queremos dejar de señalar que la Psiquiatría de Enlace
es una parte emergente dentro de nuestra especialidad y representa
un lugar de encuentro privilegiado entre la psiquiatría y el resto de la
medicina. Además es una forma de adentrarnos en los nuevos pará-
metros que la “Economía de la Salud” nos esta marcando, y hacerlo
sin tener que renunciar a aplicar una atención integral al enfermo.
La demostración de la utilidad de la psiquiatría en el hospital gene-
ral debe ir mas allá de la integración del enfermo mental como uno
mas dentro de los hospitales generales, creemos que la reforma no
estaría completa sin la aportación que nuestra especialidad puede
hacer al resto de especialidades médicas, detectando patologías
psiquiátricas y aliviando en la medida de lo posible el sufrimiento
de los enfermos. Cuando tenemos delante de nosotros un paciente
debemos pensar en él como un hombre que siente, piensa y quiere,
A S P E C T O S P S I Q U I Á T R I C O S Y P S I C O L Ó G I C O S D E L O S P A C I E N T E S M É D I C O - Q U I R Ú R G I C O S
con una historia vital y existencial a sus espaldas y una proyección
cara al futuro. Es esta individualidad la que nos hace entender al
ser humano enfermo y la globalidad la que nos llevará a un mejor
conocimiento de los mecanismos patofisiológicos de la enfermedad
y a la mejora de la terapéutica. Con todo ello queremos significar
que es aquí, donde la psiquiatría juega su papel y es la esencia de
nuestra profesión, no ya como psiquiatras sino como médicos “El
ser humano en su globalidad”.
Ignacio Gómez-Reino Rodríguez.
1. PRINCIPIOS GENERALES DE LA INTERCONSULTA:Organización, formación e investigaciónIgnacio Gómez-Reino Rodríguez. 21
2. AGITACIÓN Y DELIRIUMIgnacio Gómez-Reino RodríguezMaría José López Cortiñas 37
3. DEMENCIASIgnacio Gómez-Reino RodríguezMaría José López Cortiñas 53
4. AFRONTAMIENTO E IMPACTOINDIVIDUAL DE LA ENFERMEDADAna Villares Rouco 71
5. MUERTE Y DUELOMª Leticia Cariñena Amigo 87
6. ENFERMEDADES MÉDICO QUIRÚRGICAS:ASPECTOS PSICOLÓGICOS E INTERVENCIÓNLaura Montero Castro 101
7. ADICCIONES EN ELHOSPITAL GENERAL. Gerardo Flórez Menéndez 115
8. DEPRESION EN EL PACIENTE CON PATOLOGÍA MÉDICA.Ignacio Gómez-Reino Rodríguez.María José López Cortiñas 149
9. SUICIDIO EN EL HOSPITAL GENERAL.Ignacio Gómez-Reino Rodríguez 165
10. TRASTORNOS MANIACOSEN EL PACIENTE MÉDICO-QUIRÚGICOIgnacio Gómez-Reino Rodríguez. 177
11. PACIENTES PSICÓTICOSEN LAS SALAS DE UN HOSPITAL GENERAL.Francisco Moreno Tovar. 191
12. TRASTORNOS FACTICIOS Y SIMULACIÓNMª Celia Canedo MagariñosIsidro Gómez Pérez 207
13. TRASTORNOS SOMATOMORFOSMª Celia Canedo Magariños.Isidro Gómez Pérez 215
14. TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOSEN LAS ENFERMEDADES NEUROLÓGICASMª José Recimil López 227
15. PSICOFARMACOLOGÍA EN EL PACIENTE SOMÁTICO Mª José Recimil López 245
16. ENFERMERÍA EN INTERCONSULTA Y ENLACEAmparo González García 257
17. EL PROGRAMA DE ENLACE DE CIRUGÍA BARIÁTRICACarlos Delgado Calvete 267
18. PROGRAMA DE ENLACECON EL SERVICIO DE CARDIOLOGÍAFernando Iglesias Gil de Bernabé,Gonzalo Martínez Sande y Jorge García Fernández 281
19. TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS PERINATALES:DEPRESIÓN POSTPARTO Y PSICOSIS PUERPERALDavid Simón Lorda 303
1PRINCIPIOS GENERALES DE LA INTERCONSULTA:
Organización, formación e investigaciónIgnacio Gómez-Reino Rodríguez.
Hemos dividido la presentación en varias apartados, en el primero
se define el concepto de psiquiatría de enlace (PE) y se analizan
algunas razones que hacen de las unidades de interconsulta una
necesidad creciente en los hospitales generales.
En el siguiente grupo de diapositivas describimos el proceso de la
interconsulta, con especial referencia a como responder una hoja
de consulta. Las particularidades de esta actividad son múltiples
y comienzan con los problemas que nos podemos encontrar en la
actividad diaria, a menudo muy diferentes a los que conocemos
en la psiquiatría general (negativas a operarse o irse de alta, que-
jas somáticas sin causa orgánica aparente etc.). Por otra parte no
siempre es fácil utilizar una categoría diagnostica tradicional, así
no serán extrañas peticiones de valoración de pacientes con dificul-
tades para el control de su diabetes y que no tienen un claro diag-
nostico psiquiátrico y es evidente que este comportamiento puede
llevar a una muerte prematura. Por otra parte, las necesidades psi-
cológicas en los hospitales generales (HG) no pueden ser asumidas
solamente por los equipos de interconsulta y enlace; Otros staff del
hospital deben aprender a reconocer y tratar determinadas patolo-
gías mentales. En Europa de cada 100 enfermos ingresados solo se
remiten a psiquiatría el 1,4% del total (1). Estas tasas están lejos de
cubrir la morbilidad real (30%) (2), lo que confirma la necesidad de
las técnicas de enlace para facilitar que el staff medico quirúrgico
pueda hacer frente a la morbilidad psíquica.
La formación requiere de unas habilidades que se señalan en el
siguiente apartado del seminario. Los psiquiatras de enlace, deben
disponer de un profundo conocimiento de las respuestas fisioló-
gica/psicológicas a las avanzadas tecnologías y a los contextos
médicos con un elevado nivel de estrés. Otro aspecto importante
a tener en cuenta es, que el interconsultor puede verse envuelto
en conflictos entre los staff y los pacientes y entre diferentes staff,
para lo que es necesario un importante conocimiento de las diná-
micas de grupo y ser un hábil negociador.
La utilidad de las unidades de interconsulta se mide no solo en tér-
minos clínicos sino también económicos, como señalamos en varias
diapositivas. En un estudio de Hall y cols (3) (4), los pacientes que
mas beneficios obtenían eran aquellos que experimentaban un ini-
cio agudo de sus síntomas psiquiátricos, quienes no tenían una his-
toria previa de trastorno psiquiátrico y quienes mostraban un alto
grado de ansiedad y depresión o síntomas de naturaleza orgánica.
Los pacientes con abuso de sustancias eran en los que se lograban
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peores resultados. Los pacientes tratados con ansiolíticos y neu-
rolépticos eran los que respondían mejor y más rápido a los trata-
mientos, frente a los que se utilizaba otros psicotropos o psicotera-
pia. El estudio de Hall demostró un ahorro de unos 2000 dólares en
la estancia de cada paciente frente al grupo control.
En el siguiente apartado nos referimos a la organización de las uni-
dades y la composición de su personal, haciendo especial referencia
a la necesidad de contar con enfermería de enlace (dedicamos un
capitulo específico de este manual a ese tema). También nos cen-
traremos en algunos datos clínicos del grupo de trabajo europeo
(1) y de los datos de nuestro pequeño hospital (5). En esta parte
del seminario hemos querido transcribir la actividad clínica del
día a día en los grandes centros investigadores y en un hospital de
tamaño medio, pudiendo sustituirse esas diapositivas por las de
cada centro en el momento de la exposición del tema.
Por último hemos dedidacado las diapositivas finales a los progra-
mas de formación y a la investigación en este campo (6) (7). El nivel
I de formación es el que todos los programas de enlace deberían
de ofertar. En el nivel II, los temas no estarían disponibles en todos
los programas de enlace y algunos de ellos se podrían completar
durante otras partes de la residencia. A pesar de ello debería de
ser un objetivo de la mayoría de los programas de formación. Por
último el nivel III se ofertaría en programas muy ambiciosos de for-
mación de residentes.
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1PRINCIPIOS GENERALES DE LA INTERCONSULTA:
Organización, formación e investigación
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Las primeras diapositivas tratan de recalcar que la violencia y la
agitación psicomotriz no son características que haya que relacio-
nar necesariamente con los pacientes psiquiátricos. Estas asocia-
ciones, motivan en urgencias y en las salas de hospitalización, pases
precipitados, miedos injustificados y en la mayoría de los casos una
atención que no es la que se merecen los pacientes y sus familias.
En el resto de la exposición trataremos diversos aspectos del Deli-
rium, que se presenta, en numerosas ocasiones, como un episodio
de agitación psicomotriz con una etiología cuyo origen nunca es
psiquiátrico.
El cuadro confusional es un trastorno complejo que aparece con
frecuencia en los pacientes ancianos y en personas con lesiones
cerebrales o déficits cognoscitivos preexistentes. Además existe
una cierta dificultad con la denominación de este síndrome lo que
puede complicar más su detección; Así si estudiamos un tratado de
medicina interna o neurología, utilizarán el término estado confu-
sional agudo, y si lo hacemos en uno de psiquiatría hablarán de Deli-
rium. Además algunos médicos, a los pacientes que presentan úni-
camente un cuadro de incoherencia y desorientación, pero que no
tienen inestabilidad autonómica y alucinaciones, los diagnostican
de cuadro confusional, contraponiéndolo al de deirium, por lo que
todavía aumenta más la confusión terminológica. Otros términos
que también se han utilizado son psicosis de la UCI, encefalopatía
hepática o psicosis tóxica, lo que sugiere la existencia de trastornos
psiquiátricos independientes para cada etiología. El empleo del tér-
mino delirium potenciará la comunicación médica el diagnostico y
la investigación (1).
En las primeras diapositivas señalamos la prevalencia del problema,
su mortalidad y factores de riesgo, datos que resaltan la importan-
cia clínica de este proceso. En el siguiente grupo de diapositivas
describimos la clínica remarcando cada uno de los síntomas y su
manera de explorarlo. Los psiquiatras podemos ser consultores
ante estas situaciones, ya que son cuadros con síntomas que nos
son familiares (alucinaciones, paranoia, alteraciones de la memo-
ria), además los reconocemos bien y sabemos diferenciar de otros
cuadros psiquiátricos con sintomatología parecida. También pode-
mos ayudar en el tratamiento, los neurolépticos son el tratamiento
de elección para la agitación que estos cuadros producen y estamos
acostumbrados a manejarlos (se puede pedir interconsulta sino se
está familiarizado con el uso de neurolépticos o si tras una primera
dosis no ha cedido el cuadro). Por último, podemos ayudar a decidir
sobre la seguridad del paciente (contención mecánica o no).
AGITACIÓN Y DELIRIUMIgnacio Gómez-Reino Rodríguez
María José López Cortiñas
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En las siguientes diapositivas se describen las técnicas y registros
de contención mecánica y las posibles etiologías del cuadro con-
fusional. Debido a que el diagnostico diferencial del delírium es
extenso, a veces existen reticencias a investigar a fondo la etiología.
Los estados confusionales especialmente en ancianos suelen tener
múltiples causas (2). Francis (3), observó que el 56% de los pacien-
tes ancianos con delírium tenían una única causa, y que el 44%
restante presentaba una media de 2,8 etiologías por paciente. Sino
existe una causa aparente suele aparecer al cabo de unos días. Habi-
tualmente los medicamentos (efectos secundarios, sobredosis) son
la causa más frecuente del cuadro. Dependiendo de la etiología del
delírium se pueden asociar unos u otros síntomas así, nistagmos
y ataxia pueden acompañar a la intoxicación por medicamentos,
signos cerebelosos, mioclonos e hiperreflexia a la intoxicación por
litio y astérixis a la insuficiencia hepática o renal (4). La astérixis
consiste en movimientos asimétricos irregulares, involuntarios y
anormales de carácter espasmódico que se provocan pidiendo al
paciente que extienda los brazos con las muñecas en dorsiflexión
y que abra sus dedos extendidos. La astérixis varía desde ligeros
movimientos laterales de los dedos en las articulaciones metacar-
pofalángicas hasta enérgicos movimientos de flexión palmar de las
muñecas y de los dedos (5).
Finalmente señalamos las recomendaciones para el tratamiento
psicofarmacológico y ambiental del cuadro.
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B I B L I O G R A F Í A
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2AGITACIÓN Y DELIRIUM
53
3DEMENCIAS
Ignacio Gómez-Reino RodríguezMaría José López Cortiñas
El síndrome demencial es una parte esencial de nuestro quehacer
diario, la hospitalización puede ser el desencadenante de una cri-
sis cognitiva no prevista y una fuente de nuevas complicaciones a
la ya deteriorada salud de los pacientes ancianos ingresados por
cualquier otra causa. El psiquiatra de enlace goza de una posición
de privilegio a caballo entre la mente y el cerebro para identificar,
orientar y tratar este tipo de pacientes en un marco, donde los
estancos de la superespecialización pueden hacer “que nuestro
saber quede en el olvido”.
En la primera parte de las diapositivas justificamos la importan-
cia que tiene su estudio, enmarcamos el problema a nivel epide-
miológico y abordamos los aspectos clínicos (síntomas, criterios y
formas de presentación) (1) (2) (3). Para Mesulam (2) los cuatro
patrones iniciales son:
1.- Disfunción Ejecutiva y Conductual: Los pacientes incluidos
en este grupo se caracterizan por una alteración progresiva e insi-
diosa en el comportamiento, atención, motivación y otras funciones
ejecutivas Los pacientes con este tipo de demencia se pueden divi-
dir en dos grupos, en el primero predomina la apatía y en el otro la
desinhibición. La ausencia de déficit motores o sensoriales, afasia
o amnesia puede llevar al diagnostico de manía o depresión. Este
síndrome suele aparecer antes de los 65 años y es característico de
las demencias frontales o frontotemporales, aunque también se ha
descrito en una pequeña proporción de pacientes con demencia de
cuerpos de Lewy (DCL). No se ha descrito en cuadros de Alzheimer
(EA).
2.- Afasia Progresiva Primaria: Se caracteriza fundamental-
mente por una alteración aislada del lenguaje. El paciente no tiene
problema en recordar los eventos diarios o tener un comporta-
miento social adecuado, lo que indica que la memoria declarativa
y las funciones ejecutivas se encuentran conservadas. El inicio es
normalmente antes de los 65 años y con un predominio de hombres
frente a mujeres. Algunas formas de Creutzfeldt-Jacob pueden ini-
ciarse con esta sintomatología durante el primer año de evolución.
3.- Disfunción Visuespacial progresiva: La clínica predominante
es una alteración visuespacial, que incluye desorientación espacial,
apraxia del vestir y hemineiligencia, que son elementos que forman
parte del Síndrome de Balint. Una queja inicial podría ser visión
borrosa y múltiples visitas al oftalmólogo con ajuste de lentes que
no corrigen los problemas de visión.
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4.- Disfunción Amnésica progresiva: Se caracteriza por una
amnesia progresiva no debida a problemas de atención, afectivos o
visuespaciales. Puede permanecer aislada o acompañarse de otros
déficits cognitivos los dos primeros años. El rasgo esencial es una
alteración de la memoria declarativa. Es el patrón típico de la EA.
El siguiente apartado lo centramos en la evaluación diagnos-
tica, desde la historia clínica a pie de cama, la evaluación neurop-
sicológica y las pruebas complementarias. Prácticamente un 60%
de los pacientes con demencia tienen un EA o una demencia mul-
tiinfarto. Las causas más frecuente de demencia reversible son las
de etiología psiquiátrica. Otras causas reversibles son la alcohólica
(5%), las metabólicas (3%), la hidrocefalia (3%) y las neoplasias
(2%). El diagnostico diferencial es muy amplio (4), así que nos limi-
taremos a centrarnos en relación con la patología psiquiátrica en
los trastornos afectivos y desde un punto de vista mas neurológico
con el cuadro confusional. El extendernos en los diferentes tipos de
demencias nos llevaría un tiempo y un espacio que no son objeto de
esta presentación, por lo que nos concentraremos en la EA, Demen-
cia Vascular (DV) y DCL.
Pseudodemencia maniaca: Ya hace algunos años Cabaleiro (5),
señalaba la predisposición a padecer trastornos afectivos inclu-
yendo fases maniacas de los pacientes demenciados y con altera-
ciones neurológicas, siendo varios los factores que influyen en la
dificultad diagnostica, tanto desde el punto de vista del trastorno
bipolar como de la propia demencia. En primer lugar entre un 1% y
un 4% de los pacientes bipolares experimentan su primer episodio
maniaco después de los 60 años y además, los episodios afectivos
en este grupo de edad se presentan con una mayor recurrencia que
en pacientes jóvenes, lo que podría dar la impresión de un cuadro de
mayor cronicidad (6). Por otra parte, muchos de los síntomas que
constituyen el síndrome maniaco aparecen en los dementes: des-
orientación, delirio, euforia, júbilo, hiperactividad, insomnio, irri-
tabilidad, labilidad afectiva y pobre ajuste social lo que dificulta el
diagnóstico primario.
Cuadro Confusional: Un inicio reciente o la existencia de una
enfermedad coincidente son signos que nos orientan hacia un
cuadro confusional, sin embargo este dato no es totalmente valido
ya que ciertas demencias latentes pueden desencadenarse por un
cuadro confusional secundario y a su vez algunos estados confu-
sionales leves pueden cronificarse (medicamentos, alcohol), simu-
lando una demencia. La fluctuación del nivel de conciencia es una
observación importante, siendo frecuentes los empeoramientos
nocturnos y los cambios rápidos de un momento a otro en los deli-
rium. En los períodos de lucidez se puede determinar que el inte-
lecto esta básicamente intacto, incluso pueden recordar el período
justo anterior al comienzo de la enfermedad, lo que nos confirmará
el inicio reciente del cuadro. En estadios finales de las demencias
es frecuente un cuadro confusional, pero la historia previa del
paciente muestra que en los periodos anteriores se ha desarrollado
un trastorno de memoria, lenguaje y capacidad intelectual, con una
conservación del estado de alerta (7).
La DCL, se presenta de manera heterogénea en sus rasgos clí-
nicos, probablemente debido a los diferentes puntos de vista en
función del profesional que la detecte. Sus características clínicas
hacen que en una proporción similar sean vistas por Psiquiatras
(deterioro cognitivo, psicosis, trastornos de conducta), Neurólogos
(Parkinsonismo) o Geriatras (Síncopes, caídas, delirium). No hay
rasgos específicos que indiquen claramente la presencia de DCL,
55
3DEMENCIAS
siendo en algunos casos indistinguible del de un EA. En otros casos
mas típicos, una demencia progresiva con episodios de tipo con-
fusional, seguidos de otros mas lúcidos (alteraciones cognitivas
fluctuantes, por lo que hay que descartar una demencia vascular)
similares a los del delirium pero sin una causa física responsable,
así como alucinaciones y rasgos extrapiramidales en estadios ini-
ciales, son sugerentes de este diagnostico. La sintomatología extra-
piramidal ocurre en un 50% de los pacientes con DCL en ausencia
de exposición a neurolépticos y son de una intensidad más ligera
que la encontrada en la Enfermedad de Parkinson (EP). Los rasgos
parkinsonoides incluyen bradicinesia, rigidez, discurso hipofónico,
facies de máscara, y marcha lenta y a pequeños pasos. El temblor
típico de contar monedas del Parkinson es extremadamente raro.
Las caídas y perdidas de conciencia inexplicables son más frecuen-
tes que en la EA. Los rasgos parkinsonoides de la DCL no son exclu-
sivos de esta sino que también pueden aparecer en EA o Parálisis
supranuclear progresiva (PSP) o después de un tratamiento con
neurolépticos (8).
El tratamiento es el último aspecto a tratar. Los abordaremos
dividiéndolos en dos apartados por una parte los cuatro princi-
pios del tratamiento (de la enfermedad, de los síntomas, el apoyo
al paciente y a los cuidadores) y por otra los dilemas (combinacio-
nes de medicaciones, cuando cambiar de medicamento, evaluación
de la respuesta y cuando parar el tratamiento) (9).
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71
4AFRONTAMIENTO E IMPACTO
INDIVIDUAL DE LA ENFERMEDADAna Villares Rouco.
En el primer grupo de diapositivas (hasta la diapositiva 18)
comenzamos por una definición de Lazarus y Folkman del afronta-
miento(8). Se trata de un concepto muy relacionado con el de estrés.
Por ello partiendo del modelo procesual del estrés planteado por
Sandín(1) analizamos las principales variables relacionadas con
éste. Antes de ello hacemos un recorrido por las visiones más des-
tacadas en el estudio del fenómeno de estrés (como estímulo, como
respuesta y desde el punto de vista interaccional). La pretensión de
esta exposición es comprender mejor el concepto de estrés (muy
ligado al de afrontamiento) y aquellos aspectos que lo rodean y que
debemos valorar. Así algunos de los aspectos en los que nos centra-
mos son: las variables disposicionales y el apoyo social por ser estos
los que más estudios han generado.
En el segundo grupo de diapositivas (de la 19 a la 30) repa-
samos las conceptualizaciones más clásicas del afrontamiento:
como estilo, como proceso (donde destacan Lazarus y Folkman)
y como rasgo. Se trata de descripciones generales de las dife-
rentes formas de afrontamiento. También mencionamos bre-
vemente algunos de los instrumentos de evaluación más des-
tacados en el estudio del afrontamiento. Sin embargo en estas
diapositivas no hablamos todavía de las respuestas de afronta-
miento a la enfermedad. Para conocerlas es importante tener
claras las perspectivas clásicas que han surgido en el estudio
del afrontamiento.
En las diapositivas que podríamos considerar el tercer grupo
(de la 31 a la 39) analizamos cómo la enfermedad puede resul-
tar estresante para el sujeto, ser percibida como tal. El afronta-
miento se define como los esfuerzos que una persona realiza para
superar las demandas percibidas como “desbordantes”, es decir
como estresantes. Si la persona trata los problemas automática-
mente esto no supone un afrontamiento. Pues bien, en ocasiones
las enfermedades son vividas con estrés. Esto dependerá de la
valoración que el sujeto haga de la enfermedad, pero indiscuti-
blemente muchas de las características de las mismas las hacen
proclives a ser percibidas como importantes fuentes de estrés. La
hospitalización también supone la “pérdida” de muchos aspec-
tos de la vida de la persona. Aunque se produzca temporalmente
puede resultar un importante estresor. Es positivo que los profe-
sionales de la salud tengamos esto en cuenta a la hora de trabajar
con personas hospitalizadas. Este grupo de diapositivas termina
con la cita de Kleinman(4) en la que expone su amplio concepto de
enfermedad.
72
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En el último grupo de diapositivas (de la 40 a la 62) nos centra-
mos por fin en las respuestas de afrontamiento a la enfermedad.
Hacemos un repaso por diferentes autores como Rodríguez Marín
y Zurriaga Llorens(8), Buckman(6) o Doka(6), estos dos últimos des-
criben algunas de las respuestas ante el diagnóstico. Consideramos
importante el tener en cuenta que cuestiones como el modo en que
se presenta la enfermedad, el curso, el pronóstico final, el grado de
incapacitación y la fase de la enfermedad afectan a las respuestas
no sólo del sujeto sino también de la familia. En este sentido es fun-
damental analizar cómo las familias de enfermos, sobre todo cró-
nicos afrontan tal situación. Para terminar planteamos la visión de
autores como Bas Sarmiento y cols(4). Parten de que el modelo de
fases similar a las descritas en situaciones de duelo puede no ser el
más adecuado para describir las respuestas de los sujetos ante una
enfermedad física crónica. Estos autores han hecho una impor-
tante revisión de los trabajos relativos a depresión y lesión medular.
Proponen variables que pueden modular el impacto de la discapa-
cidad. A pesar de que su trabajo se centró en lesionados medulares
y depresión es posible que las variables que describen modulen el
impacto de una discapacidad o hándicap en general.
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