Upload
duongnhu
View
213
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
{Aspectos vanauardistas en cuatro
poe~nas de Carlos Pellicer.
/Eduardo Garcia Anaya.
Seminario de investigación: Lírica.
Profesora : Claudia Kerik .
Universidad Autónoma Metropolitana
Iztapalapa.
" c_ c.: ,, ci, -J
15 de julio de 1993. "
1
ASPECTOS VANGUARDISTAS EN CUATRO POEMAS DE CARLOS PELLICER.
Tiene además, con Carlos Pellicer, el monopolio de algunos epítetos: {Admirable! ¡Estupendo! {Maravilloso!
Xavier Villaurrutia
El siguiente trabajo ha nacido de una serie de felices
coincidencias, eslabones de una cadena. Conocí a Pellicer
alrededor de mis veinte años, tras siete de escribir y un vagaje
nulo dentro de la literatura mexicana -salvo Rulfo-: me di cuenta
que no sabía quienes me habían precedido en lo que había decidido
sería mi vida. En mis libros escolares me topé con llDiscurso por
las floresf8 ("Entre todas las flores, señoras y señores/ es el
lirio morado la que más me alucina. I ! ) , allí se inició mi amistad con Carlitos . Más adelante, en el prólogo que Octavio Paz escribe a El otoño recorre las islas, leí: "la poesía moderna, había ya
dicho Apollinaire, está en 'los prospectos, los catálogos y los
carteles que cantan a gritos'll'; me sorprendió mucho esa
afirmación, pero también me causó alegría pues ya había empleado
esa técnica( ? ) en un poema: #'Las calles" (la idea me la dio la
portada de un libro de Gabriel Zaid: Cómo leer en bicicleta que
muestra una serie de carteles superpuestos -pudieran ser de
luchas, de bailes, de toros, de box, o qué sé yo-; y el uso de
la diagonal / que emplea José Emilio Pacheco en algunos poemas
de Tarde o temprano). Después fueron relecturas de Pellicer: la
intriga de que "Semana holandesall apareciera en tres libros de
mi bliblioteca (la Antolocría breve de Carlos Pellicer, Poesía en
'Paz, Octavio. "Los dedos en la llama", prólogo a José Carlos Becerra, El Otoño recorre las islas, México, Era/ SEP, 1985 (Lecturas mexicanas, segunda serie, lo), p. 16.
2
movimiento y Omnibús de poesía mexicana -posteriormente la he
encontrado en Primera antolouía poética de Carlos Pellicer y en
Laurel, aunque aquí sólo aparece un fragmento y no, por cierto,
el que considero central en este trabajo-), LPor qué "Semana
holandesat1 era tan antologada? i Izvestia, The Times y Le Journal
son periódicos con los que alguien se topa y Apollinaire y los
gritos y las paredes y los carteles! He ahí los elementos de este
trabajo.
Carlos Pellicer pertenece a la generación de contemporáneos,
"grupo sin grupo" que dijera Villaurrutia: tomando en cuenta
algunas caracterizaciones que hace Guillermo Sheridan tenemos:
La conferencia de Villaurrutia fluye entera hacia ese momento decisivo en el que decreta la existencia del arupo sin urupo, vertedero natural del criollismo de López Velardeydel espíritu experimental, "inquietante e inquietador", de Tablada, fusionados en un grupo serio, consciente y nuevo. Podría decirse que esta primera caracterización se propone a partir de estos elementos: la fidelidad a una tradición de heterodoxos, el interés por una poesía llpersonal y mexicana a un tiempo, por el carácter y por el ambientell , la voluntad de originalidad que es ejercicio de modernidad.
Agrupados sólo por su común conciencia artística (ya hemos hablado antes de las reticencias a formar un grupo constituido) , el gregarismo de cada uno le sirve a Villaurrutia para apuntar aún otro rasgo más de modernidad, apartado de la voluntad de cenáculo porfirista y del espíritu de gremio de las vanguardias. Individuos que coinciden en un momento, preserva cada uno su propia idiosincracia, estilo y materia temática con el celo de un héroe solitario que sólo de vez en vez coincide con sus semejantes2.
Contemporáneos básicamente es una generación poética, aunque
hayan practicado otros géneros es en la poesía donde marcaron su
2Sheridan, Guillermo. Los cOntemPOr&x?OS aver, México, FCE,1985, p. 165.
3
huella para siempre. Al así considerarlos pienso que existen
cuatro pilares: Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, José
Gorostiza y Carlos Pellicer, esta construcción la terminan
Gilbert0 Owen, Bernardo Ortiz de Montellano, Enrique González
Rojo, Jorge Cuesta y Jaime Torres Bodet.
Pellicer, como otros poetas, extranjeros y nacionales,
(Apollinaire, Novo, Owen, por citar algunos) se dedica a crear
su leyenda. Deja regados una serie de datos para hacer sufrir a
quién los intente ordenar, así por ejemplo:
El 16 de febrero de 1977 murió Carlos Pellicer; en vida, el año de su nacimiento o el día mismo ya eran confusos; por supuesto, ahora, el dato preciso es menos que localizable; por ejemplo, una antología tan seria sobre la poesía mexicana del siglo XX como la de Carlos Monsiváis, nos da la fecha 10 de noviembre de 1899; el suplemento cultural de la revista Siempre!, sostiene: 17 de noviembre de 1899; el semanario Tiempo: 2 3 de noviembre; el Diccionario de escritores mexicanos, así como la antología Poesía en movimiento, coinciden: 4 de noviembre de 1899; aparte, los medios de comunicación masivos sostuvieron 1901 y 1897. Pero tal dato, enormemente solicitado por la erudición, o por la certidumbre bibliográfica, no dará al lector de la buena poesía una falsa orientación respecto a la personalidad poética de Pellicer3
A todos estos datos, Carlos Pellicer López sobrino del
poeta, agrega el 16 de enero de 19874, pudiendo ser el dato más
exacto.
Siguiendo con los datos biográficos de Carlos Pellicer
encontramos lo siguiente respecto a Colores en el mar Y otros
3de la Selva, Mauricio. "Homenaje a Carlos Pellicer poeta de Américav1, en La poesía de Carlos Pellicer: interpretaciones críticas, Edward J. Mullen, compilador, México, UNAM, 1979 (UNAM, Coordinación de Humanidades, textos contemporáneos), p. 198.
4v.Pellicer, Carlos. Poesías, selecciones, 1979, México, Promexa, 1979. "Introducción", p. IX.
4
poemas :
La aparición del primer libro de Carlos Pellicer: Colores en el mar Y otros poemas. Debió haber salido por septiembre de 1921, pues la dedicatoria reza: "A la memoria de mi amigo Ramón López Velarde, joven poeta insigne, muerto hace tres lunas en la gracia de Cristo. It Como se recuerda, el autor de Zozobra murió el 19 de junio de aquel año.
Alfonso Taracena, amigo y paisano de Carlos, en su puntual crónica: La verdadera historia de la Revolución Mexicana anota:
Diciembre 8 [de 19211. Se da cuenta hoy en una sección de libros nuevos, del primer volumen de versos de Carlos Pellicer: Colores en el mar Y otros Doemas. Se lo editó Rafael Loera Chávez, que tuvo que pensarlo un momento, pues el autor quiso que fuera una serie de hojas impresas, sueltas y no compaginadas, que da que hacer a quien las revuelve. Todo está envuelto en un forro.
Así me explicó Pellicer, el que no guste de un poema, 10 retira y 10 arroja a un cesto5.
Más adelante:
Para completar la descripción del libro, hay que agregar a los datos que da Taracena, que lo componen 69 hojas de 22 X 15.5 cms. La portada, como se puede ver por la reproducción inserta aquí, es sencilla, pero su distribución tipográfica es caprichosa, vanguardista, podría decirse, en la que los hombres Carlos Pellicer y Montenegro, y la fecha, van en rojo; el resto en negro6.
También hay que agregar: "tres raras estampas de Roberto
Montenegro ilustran el librott7. A todo esto, ¿qué tenemos? Que
Pellicer, ya desde su primer libro, trataba de ponerse al frente
de la poesía de aquel entonces. Colores en el mar Y otros poemas
era, no sólo un objeto literario, también un objeto plástico:
5Martínez Peñaloza, Porfirio. "El primer libro poético de Carlos Pellicertl, en La poesía de Carlos Pellicer: interpretaciones críticas, p. 109.
6 ~ p . cit., p. 110-111.
71bid., p. 110.
5
dentro del estuche aparecían, no sólo las estampas de Montenegro,
sino también las estampas (literarias) de Pellicer (¿quién no
recuerda su llEstudioll -''Jugaré con las casas de Curazaol'- o
llRecuerdos de Iza un pueblecito de los Andesf1 -llCreeríase que la
población,/ después de recorrer el valle,/ perdió la razón/ y se
trazó una sóla callet1- o sus 'IApuntes coloridos" -'@En una cuenca
de los Andes/ rápidos y hostiles,/ se mueve un lago vibrante/
dueño de islotes y dulces confines11?8). Como se desprende del
artículo "El primer libro poético de Carlos Pellicer", nadie
siguió su ejemplo hasta que pasados cincuenta años, Octavio Paz
publica Topoemas.
Para terminar con las observaciones de Martinez Peñaloza,
tenemos :
Además de la presentación externa. Colores en el mar debe haber causado una de las fáciles tempestades como lo son las del vaso literario, por el contenido. Por lo pronto hay en 81 el verso más breve [sic.] que recuerdo en la poesía mexicana que, por la condensación y densidad del Ifmaterial poético1' vence al hai-kai, aunque éste además de la brevedad obedezca a otros propósitos. El poema de Pellicer consta de un solo verso: "TU belleza y el mar buscan mi estrella.11
El tema del libro además era inusitado. Lo exterior, lo decorativo del modernismo, fue precisamente lo que se encarnó en el cisne y González Martinez ordenó sacrificar; holocausto que produjo en nuestra poesía el ensimismamiento cada vez más absorto, como el de Zozobra (1919); y el tono admonitorio de González Martinez. Pellicer se vuelca a lo externo
8Los fragmentos de los poemas los tomo de: Pellicer, Carlos. Antología breve, México, FCE/CREA, 1986 (Biblioteca joven, 4 3 ) , p. 11-13. Hablando de esos poemas Pellicer recordaría: llCuando yo era adolescente y estuve en Colombia. . . , viajando una vez por los Andes pasé por una población que se llama Iza y. . . se me ocurrió este poema.. . Este poema y los dos siguientes.. . , vinieron a darme la oprtunidad de saber que estos poemas míos, esos tres, no se parecen a los de ningún otro escritort1. Tomado de Letras vivas, llAutoantologíall Carlos Pellicer, p. 10-11.
6
marino: sol: movimiento y color9.
La actitud de Pellicer demuestra algo: la necesidad de poner
a la poesía mexicana dentro de la época que se vivía", de ahí
que se le llegase a considerar vanguardista. estrictamente no lo
fue, pues
Pellicer nunca ha sido lanzador de teorías o manifiestos, como lo fue por ejemplo el gran poeta chileno Vicente Huidobro, pero sí ha sido siempre un artista, consciente de las múltiples posibilidades expresivas del lenguaje que maneja. Por consiguiente, no es de sorprenderse que en diversos momentos de su producción Pellicer intente, abstracta Y conscientemente, la verbalización del misterio de la creación poéticall.
Después de Colores en el mar Y otros poemas, Pellicer
%artínez Peñaloza, Porfirio. "El primer libro poético de Carlos Pellicerll, en La Doesía de Carlos Pellicer: interpretaciones críticas, p. 114-115.
''En este afán, paralelamente a Pellicer corre Maples Arce, cuando éste publica el primer número de Actual en diciembre de 1921 nace el estridentismo; revista y movimiento pretendían: 'I'difundir entre la juventud mexicana las novísimas ideas y l o s nombres de los escritores universales vinculados al movimiento de vanguardia, al que México había paermanecido indiferente.' [ . . . I Actual, caricatura espléndida de un vanguardismo improbable a la mexicana, proponía una estética totalmente encontrada con la que sancionaba nuestra tradición reciente y un rompimiento radical con formas, temas y actitudes infectadas aún por el modernismo: proponía al mundo urbano 'modernot como sustituto del jardín interior, el tranvía como sucedáneo de la flor, la sintaxis escabrosa y tumultuaria de la agitación urbana contra el metro adocenado y musical de la herencia gonzalezmartinistal'. Citado por Guillermo Sheridan. Los contemporáneos ayer, p. 126- 127. Sin embargo, como señala Octavio Paz en diferentes escritos ("La poesía de Carlos Pellicertl de Las peras del olmo y en el prólogo de Poesía en Movimiento), Pellicer es el primer poeta mexicano "realmente 'moderno'" (aunque sólo sea por unos cuantos meses), su antecedente inmediato es Tablada (López Velarde lo es en menor grado); su generación, Villaurrutia y Novo sobre todo, tardaría un poco en decidirse a dar el salto.
"Forster, Merlin H. "El concepto de la creación poética en la obra de Carlos PellicerV1, en La poesía de Carlos Pellicer: interDretaciones críticas, p. 23.
7
tarda tres en años en volver a publicar: Piedra de sacrificios,
y un poco después 6 , 7 poemas. A Piedra de sacrificios, Pellicer
lo subtitula Poema Iberoamericano como queriendo dar a entender
que se trata de un solo poema; y así, vemos divisiones con
números arábigos que son poemas propiamente dichos, al final de
algunos, en VERSALES, aparece su título (tal es el caso de SUITE
BRASILERA. POEMAS AÉREOS, número 11): parece ser que pellicer
busca diferenciarse en sus primeros dos libros: en aquél por su
presentación, en éste l o s títulos colocados al final de cada
poema. Quizá a ello se deba la extrañeza del libro, y digámoslo
de una vez, la pesadez que lo caracteriza, además, si se tiene
en cuenta que a veces el tema sobrepasa al arte, Piedra de
sacrificios se vuelve denso.
Es evidente que la poesía de Carlos Pellicer no se puede
considerar estrictamente de vanguardia si se ve a la luz de
nuestro tiempo, pero existen ciertas ideas e imágens que nos
hacen pensar en tal posibilidad. Las vanguardias que se
relacionan con los poemas que estudiamos son principalmente el
futurismo y el cubismo literario. Resumamos en que consisten
estas dos vanguardias.
Ciertamente, el futurismo resulta más sencillo de compendiar
debido a que Marinetti se encargó de dejar por escrito su
propuesta, tenemos entre otras cosas: "el hábito de la
energía1112; "los elementos esenciales de nuestra poesía serán el
'*Marinetti, F. T. "Manifiesto del futurismoql, en El Futurism0 v el Dadaismo, colección dirigida por Claude Schaeffner, versión española Rafael Santos Torroella, España, Aguilar, 1968 (Historia general de la pintura, 2 0 ) , p.98.
8
valor, la audacia y la rebeldía1113; Itexaltar el movimiento
agresivo, el insomnio febril, el paso gimnástico, el salto
peligroso, la bofetada y el puñetazo1!; "una belleza nueva: la
belleza de la velocidad"; llqueremos cantar al hombre que lleva
el volantet1; "No más obra maestra sin caracter agresivof1; "el
militarismot1; "el ademán destructor de los anarquistas";
llcantaremos las grandes multitudes agitadas por el trabajo o la
sublevaciónv1; !'las revoluciones en las capitales modernas1'
IIiArrojad, pues, al fuego los estantes de las bibliotecas!
;Desviad el curso de l o s canales para inundar las cuevas de los
museos...! ;Oh que floten al garete los lienzos gloriosos!
;Blandid picos y martillos! i Socavad los cimientos de las
ciudades venerables ! ; llCuando tengamos cuarenta años, que otros
más jóvenes y decididos que nosotros, ¡no titubeen en arrojarnos
al cesto como manuscritos inútiles...!11.
En cuanto al "Manifiesto técnico de la literatura
futuristaV1, encontramos lo siguiente: "destruir la sintaxis,
disponiendo l o s sustantivos al azar1114; llabolir el adjetivo1115;
"la sintaxis era una especie de intérprete o de cicerone
monótono. Es necesario suprimir este intermediariot1; Irla
imaginación del poeta puede enlazar las cosas lejanas entre sí
sin hilos conductores por medio de palabras esenciales y
13 .Op. cit., p. 98. Para abreviar las próximas citas se toman del !'Manifiesto del futurismotl en la misma obra, página 98 y siguientes.
I4Tomado de Los futuristas italianos, Basilio Librado (selección, prólogo y traducción), México, Universidad Autónoma Metropolitana, 1987 (Cultura universitaria, Serie/ Poesía, 39), p.195 y siguientes.
150p. cit.
9
absolutamente en libertad"; "por imaginación sin hilos entiendo
la libertad absoluta de las imágenes o analogías expresadas con
palabras desligadas y sin hilos conductores sintácticosl';
las metáforas condensadas.- Las imágenes telegráficas.- Las sumas de vibraciones.- Los nudos de los pensamientos.- Los abanicos, cerrados o abiertos, de l o s movimientos.- Las analogías abreviadas.- Los balances de colores.- Las dimensiones, l o s pesos, las medidas y la velocidad de las sensaciones.- La zambullida de la palabra esencial en el agua de la sensibilidad, sin l o s círculos concéntricos que la palabra produce en torno a sí misma.- Los reposos de las intuiciones.- Los movimientos a dos, tres, cuatro, cinco tiempos.- Los pilares analíticos ex licativos que sostienen los hilos de la intuición E .
Estas son las propuestas futuristas que se utilizaran en este
trabajo.
En cuanto al cubismo literario es un movimiento que
carece de manifiestos cada autor agregaba, o trataba de
aclarar, en que consistía la poesía de ese momento. Veamos
someramente las opiniones de algunos poetas de la época.
Apollinaire. Por ser el poeta fundamental de este
movimiento de él nos ocupamos en primer término. Alcoholes
inicia el cubismo literario, llZonall junto con "El encantador
en putrefacciónt1 y llVentanasll son, en palabras de Apollinaire,
intentos para "habituar al espíritu a concebir un poema
%bid., p. 206.
10
simultáneamente, como una escena de la vida1117. ¿Cómo se logra
esto? Tratando de que "en el mismo plano, se mezclan
percepciones directas, jirones del recuerdo, trozos de
diálogos oídos en el café o en la calle, titulares de
periÓdicost1l8. Como Don Ouiiote, llZonall es un viaje; viaje a
distintos lugares y épocas en la vida del yo lírico: viaje
nocturno a través de París; viaje con visos de magia al
encontrarse con seres mitológicos, bíblicos y fantásticos;
viaje , en fin, a un lugar de la conciencia donde el yo se
desdobla en un tú con quien dialoga. Por otra parte
Apollinaire no escandaliza con su ciudad, no rompe con la
tradición sino que la incorpora (Octavio Paz diría es moderno
porque se inserta en la tradición de la ruptura), en una carta
a André Billy se expresa de la siguiente manera:
En relación a tu reproche de ser un destructor, lo rechazo formalmente, pues yo nunca he destruido, sino al contrario, he tratado de construir. El verso clásico estaba batido en brecha mucho antes de llegar yo, que me he servido mucho de él, tan frecuentemente que incluso he dado una nueva vida a los octasílabos, por ejemplo. En el campo de las artes, tampoco he destruido nada intentandodar aliento a las nuevas escuelas, pues no lo he hecho en detrimento de las escuelas del pasado. No he combatido ni al simbolismo ni al impresionismo. He alabado públicamente a poetas como Moréas. Nunca me he presentado como destructor sino como con~tructor~~.
Otro poeta de gran influencia en esos años fue Pierre Reverdy.
17Apollinaire, Guillaume. obra escouida, traducción y selección José Manuel, España, Teorema, 1982 (La divina locura), p. 140.
I8Torre, Guillermo de. Historia de las literaturas de Vanauardia, España, Guadarrama, 1971, p. 235.
19Apollinaire, op. Cit., p. 277.
11
Veamos como lo define Octavio Paz:
La poética simultaneísta -aunque no con ese nombre- alcanzó su mayor pureza en la obra y persona de Pierre Reverdy. La misión de Reverdy en el dominio de la poesía fue semejante a la de Juan Gris en la pintura. Ambos representan el rigor: con ellos y en ellos la vanguardia se vuelve sobre sí misma, reflexiona y, sin cesar de ser una aventura, se vuelve una conciencia. [ . . . I Los textos en prosa que nos ha dejado Reverdy, muchos de ellos escritos con gran posteridad a la muerte de Gris, lo revelan como un pensador original -y no sólo en materia de estética sino de moral, historia y política. La poesía y la crítica de Reverdy muestran una comprensión del cubismo mucho más lúcida que la de Apollinaire. Influido por esa estética severa, Reverdy tiende a convertir cada poema en un objeto. No sólo suprime la anécdota y la música, el cuento y el canto (los grandes recursos de Apollinaire) sino que extrema su ascetismo y elimina casi completamente l o s conectivos y l o s relativos. El poema se reduce a una serie de bloque verbales sin nexos sintácticos, unidos unos a otros por la ley de atracción de la imagen.
Reverdy elaboró una doctrina de la imagen poética como realidad espiritual autónoma que además, de haber influido en André Breton y los surrealistas, marcó a poetas tan distintos como William Carlos William y Vicente Huidobro. El poeta francés concibe a la imagen como el descubrimiento de las relaciones secretas o escondidas entre los objetos, la imagen será tanto más fuerte y eficaz cuanto más alejados entre sí se encuentren los objetos y más necesarias sean las relaciones entre ellos. La idea de un arte que no sea imitación de la realidad se justifica por el carácter central que tiene la imagen en la poética de Reverdy: la imagen es la verdadera realidad. La imagen ocupa, dentro de la economía verbal del poema, el antiguo lugar que habían tenido el ritmo y la analogía. O más exactamente: la imagen es la esencia de la analogía y del ritmo, la forma más perfecta y sintética de la correspondencia universa120.
De esta manera tenemos las directrices para nuestro análisis.
Podemos comenzar.
Se ha considerado la poesía de Carlos Pellicer un cofre
*'Paz, Octavio. Los hiios del limo, 1" reimp. de la 1" ed., México, Seix Barral, 1991, p. 176-177.
12
de tesoros, de tal forma que no causa extrañeza que en sus
poemas aparezcan los objetos más disímbolos entre s í , sino que
parece le fuera natural (consubstancial). Viene a colación
esto, debido a que los poemas de este trabajo tienen, en
general, esa característica.
Jorge Cuesta parece ser el primero que menciona l o
siguiente: "Para definir la poesía de Carlos Pellicer, es
preciso recurrir a imágenes y términos de pintura [ . . . I Es en
una palabra, un poeta impresionista1121. Afirmación de la que
nos valdremos, aunque tenga aspectos rebatibles22; puesto que
Pellicer siempre ha dado una importancia primordial a la
pintura, Frank Dauster menciona: I1Los títulos de muchos de sus
poemas son, más bien, títulos de Curiosamente,
nuestros poemas no caen dentro de la idea de Dauster, salvo,
quizás, ltNocturnoll.
Por su parte, Gabriel Zaid hace una división de las
etapas poéticas de Pellicer, en general la división sigue
21Cuesta, Jorge. Antolouía de la poesía mexicana moderna, México, FCE/SEP, 1985, p. 167.
22En carta escrita a Guillermo Dávila, Pellicer manifiesta su enojo en italiano: "Anche a me mi voliono togliere il sesso a cui appartengo. Secondo loro io sono 'un poeta impresionista' e non vado piu che ai sensi . Poveracci! ( (También a mí me quieren quitar el sexo al que pertenezco. Según ellos yo soy "un poeta impresionista1I y no voy más que a los sentidos. Pobres desgraciados!)). En, Pellicer, Carlos. Cartas desde Italia, presentación y notas de Clara Bargellini, México, FCE, 1985, P. 107 y ( (108) ) . "Posteriormente O. Barreda trató -sin mucho éxito en aquel momento- de disculpar a Jorge Cuesta con Pellicer, escribiéndole que habían sido Jaime Torres Bodet, Xavier Villaurrutia y Enrique González Rojo los encargados de armar la Antolouía". En Cartas desde Italia, p. 103.
23Dauster, Frank. "Aspectos del paisaje en la poesía de Carlos Pellicerll, en La poesía de Carlos Pellicer: interpretaciones críticas, p. 57.
13
siendo válida:
1. Los libros publicados de sus veinte a sus treinta años: Colores en el mar (1921), Piedra de sacrificios (1924), 6 , 7 Doemas (1924), Hora Y 20 (1927), y Camino (1929). Estos libros son explosión, un giro tan inusitado en la historia de la poesía mexicana, que bajo cualquier previa definición de nuestra poesía habría que excluirlos o cambiar de definición. En el cauce de una tradición que se iba ensanchando o alisando por erosión, son una voladura que abre nuevos cauces, la alegría desbordante y revolucionaria, la destrucción creadora. Y esto, sin conspiración y sin cálculo, sin manifiestos y sin ismos: por expansión vital. Imágenes sorprendentes; ritmo, frescura, agilidad; sentido del humor, ocurrencias; el mar, el sol, América, irrumpen como nunca, o por primera vez, en la poesía mexicana. La segunda etapa, que ya se anuncia en Camino, está en l o s libros publicados a los cuarenta años: Hora de iunio (1937), Exáaonos (1941) y Recinto (1941). A la explosión, sigue un repliegue. La voz se vuelve in t imaZ4.
La tercera etapa, anota Zaid, es la de los cincuenta años
de Pellicer: "Subordinaciones (1949), Práctica de vuelo (1956)
y Material poético (1962). Tiene la voz de un joven poeta que
recobra su alegría, después de un nuevo ~ilencio~~~~.
Anteriormente Octavio Paz había señalado etapas en la poesía
de Carlos Pellicer:
Su poesía está bañada -sobre todo a partir de Hora de iunio (1937)- por un sentimiento que no es fácil encontrar en los poetas modernos: la humildad, el asombro, la alabanza al creador y a la vida. Este sentimiento late en las estrofas de Hora Y veinte (1927) y Camino (1929), se afirma en Recinto (1941) y Subordinaciones (1948) y culmina en los espléndidos sonetos religiosos de Práctica de vuelo
24Zaid, Gabriel. "Casa a la alegríall, en Primera antolocría poética de Carlos Pellicer, l* reimp. de la 1" ed. , México, FCE, 1977 (Colección popular, 95), p. 17.
250p. Cit., p. 18.
14
(1956)%
Antes de comentar algo sobre estas transformaciones, que
en efecto parecen claras en la poesía pelliceriana, quisiera
hacer notar una cuestión de la cita anterior: "la alabanza al
creador y a la vida" de que habla Paz, pudiera ser un eco de
la poesía de Walt Whitman27. Ignoro si Pellicer tuvo una
influencia directa del poeta estadounidensez8; o indirecta, a
través de Darío; o sea sólo una coincidencia: Pellicer siempre
fue discípulo de san Francisco; o pudiera haber una
combinación de las tres posibilidades. El cambio de actitud
ante la poesía, de la exuberancia al repliegue, posiblemente
se deba al hecho de haber sido encarcelado:
Mi madre sólo tuvo tiempo para poner en la bolsa de mi abrigo los Evangelios ... Once días con sus noches pasé prisionero en un cuarto de baño del cuartel de Tacubaya, donde no podía ni siquiera dormir en el suelo. Recuerdo que pasé las once noches sentado sobre una caja de jabón llCastilloll. Cada tres horas me cambiaban la guardia, y cada tres, al oir retumbar los pasos metálicos de los guardianes, creía que iba a morir. Al cabo de once días, casi sin dormir ni comer, me trasladaron a la penitenciaría [ . . . I
Marías. Yo tenía la certeza de ir a vacacionar a la fuerza en aquel nada acogedor sitio, por una
Ya estaba listo nuestro translado a las Islas
26Paz, Octavio. "La poesía de Carlos Pellicer", en Las Deras del olmo, 3 a reimp. de la 1" ed., México, Seix Barral, 1982, p. 78-79.
z7La influencia de Whitman es grande sobre algunos de los poetas más destacados de la época. Pienso en Garcia Lorca del Libro de Doemas (1921) y en Neruda de Residencia en la tierra (1933).
z8Pellicer casi nunca habla de sus influencias, reconoce a otros poetas como grandes (el ejemplo más claro es su admiración por Díaz Mirón), pero no menciona los poetas que le sirvieron para formar su estilo. No es extraño: no tanto por la vanidad del creador, sino porque son escsos los poetas de su tipo.
15
temporada bastante larga. Pero sucede el milagro: la víspera del viaje, a media noche, se me acerca un militar, un hombre alto, delgado, de bigotitos recortados: ggiEs usted el famoso Pellicer?gg Asiento. "Ahora mismo se me larga de aquí y agradézcaselo al señor Pascua1 Ortiz Rubio, que le da la libertad que yo le traigogg -dijo. No pude creerlo. Después de tres meses de cárcel, con la vida en un hilo y un pie en las Islas Marías, llegaba la libertad. Creí que se trataba de una artimaña para aplicarme la ley fuga -muy de moda entonces-, por lo que, cuando sali a la calle, y ver cerrado el portón que guardaba el siniestro recinto no supe qué hacer. Pasó un taxi, pero no lo tomé, pues tuve miedo de los asesinatos secretos. Así que emprendí a pie el regreso a casa.
Pasé un año sin trabajar. Fue el de 1930. Estaba marcado. Pero lo aproveché para escribir el libro "Horas de Juniotg [u] que no se publicó sino hasta 19 3729.
La confesión de Pellicer permite observar: Horas de iunio
escrito casi inmediatamente después que Camino, no era difícil
que aún conservara rasgos de sus primeros libros, pero tampoco
es improbable que a raíz de dicha experiencia comenzase a ver
el mundo de una manera distinta: tratando, en sus libros
subsiguientes, de ya no desbordarse lo Delacroixgg. El
propio Pellicer se daba cuenta de esos cambios, en una carta a
Guillermo Dávila, escribe: Voy rápidamente hacia la poesía
místicatt3'. En otra carta hablando de Camino a su hermano
Juan, menciona:
Estoy hecho un tigre, dándole las últimas revisadas al próximo libro que, si Dios quiere, publicaré en nuestro lindo ( ? ) París. Es el libro de los 30 años, la edad atlética, ágil y fuerte. Agil y fuerte es el libro como yo. Te aseguro que hay poemas verdaderamente magníficos. Todos los poemas son inéditos, todos. Este libro ya es todo mío, todo. Si no el último, será el penúltimo de una
29Ponce de Hurtado, María Teresa. El ruiseñor lleno de muerte: aDroximaciÓn a Carlos Pellicer, México, Meridiano, 1970, p. 13-14.
30Cartas desde Italia, p. 95.
16
época de materialismo verbal, primera juventud de mi poesía que está terminando ya como mi primera juventud. Como mis libros anteriores, este nuevo libro es diverso como un panorama y apretado como el paisaje en que nací. Es un torrente de imágenes. A veces las imágenes son dobles o triples y se prestan a confusiones y oscuridades. Esto acabará dentro de muy pocos años cuando esta primavera csicsantesca que aun me acompaña convierta los girasoles y las grandes rosas en breves frutos intensos, cuando mi entusiasmo por la vida se cambie de grito hermoso en una sola y viva mirada3'.
Se observa que Pellicer tenía planeado, ya desde 1927, un
cambio de rumbo en su poesía; poéticamente, dirá:
Tus autoridades
me exigen la esquela de defunción.
-Pero si yo ya no soy yo, les digo.
Compare usted el retrato de ayer al de hoy.32
Curiosamente, los poemas que pudieran haber sido influenciados
por las vanguardias van de Colores en el mar Y otros Doemas
hasta Hora de junio, digo curiosamente porque con anterioridad
no había reflexionado sobre este filón de la obra de Carlos
Pellicer. Ahora sí, vamos al grano.
"Suite brasilera. Poemas aéreos" (Piedra de sacrificios,
1924)33. Antes de entrar en el poema, convendría dar un
pequeño vistazo a la posible influencia de Huidobro sobre
31 Op. cit., p. 104-105.
32tIC~ncierto breve", en Material poético, 2" ed. México, UNAM, 1962, p. 243. I1Concierto breve" se publicó origlnalmente en Camino.
33 El más antiguo de los poemas aquí estudiados; por esta causa el primero en analizarse y, así se hará en lo sucesivo: cronológicamente.
17
Pellicer. Octavio Paz señala:
Ignoro si al escribir los poemas de Colores en el mar (1922) (u), Piedra de sacrificios (1924) y Seis, siete poemas (1924), Pellicer conocía la poesía de Huidobro, el gran poeta que precisamente en esos años ardía en maravillosos fuegos y juegos de artificios, que iluminaron con nueva luz la poesía de lengua española. No lo creo: su común afición por la imagen dotada de alas, su descubrimiento de la aviación poética -amor al que Pellicer sigue fiel: su último libro se llama Práctica de vuelo-, sualegría y su encantadora desfachatez para hablarle de tú a la poesía, son notas más o menos presentes en los poetas en los poetas en esos años. Casi todos ellos, directa o indirectamente, descienden- o mejor dicho: ascienden, pues su carrera poética es un vuelo- de Apollinaire, el llpájaro de lujo" que a principios de siglo decidió anidar a la mitad del cielo, entre los astros y la tierra. En todo caso, la imagen del Pellicer de entonces era menos abstracta y geométrica, menos disparo, estrella o cohete y más chorro de agua, que la de H~idobro~~.
La intuición de Paz parece ser correcta. Veamos por qué:
Guillermo de Torre comenta acerca de la influencia de
Huidobro en la literatura de su época:
La influencia del ism0 huidobriano, cualquier observador objetivo del panorama literario en España hacia 1920 deberá reconocer que fue muy escasa, al contrario de lo que opinan sin fundamento, sin datos probatorios quienes pretenden hacer derivar todo de ahí. En primer término, por el motivo poderoso de que los libros del poeta chileno, impresos en ediciones privadas, a cuenta del autor, circularon de modo limitadísimo, únicamente entre las personas a quienes él se l o s entregó. De suerte que un influjo más ancho sólo hubiera podido producirse por capilaridad, o bien -según de hecho sucedió- de modo lateral, indirecto, a través de transcripciones y
34Paz, Octavio. "La poesía de Carlos Pellicer", en Las Deras del olmo, p. 75-76.
1 8
Por tanto, si en España la influencia directa fue
escasa, en América debió ser prácticamente nula por esas
fechas. Las novedades estaban en el ambiente ¿por qué debían
privarse de ellas los poetas? Y ¿por qué creer que algunos
hallazgos son exclusivos de una persona? La época era
aprovechada parejamente por poetas de diversas nacionalidades
e idiomas.
Tampoco debemos creer del todo en lo que escribe Pellicer,
quizá en un arranque de vanidad:
Nada o casi nada le debo a las llnovedades" literarias europeas. Yo continúo la tradición del verso con una cierta personalidad para ejercitarlo, adecuándolo a la imagen, liberándolo frecuentemente de la esclavitud del consonante. Las vocales me bastan para poner en acción toda una máquina de ritmo. A veces a los adjetivos los convierto en sustantivos. Mi construcción no es siempre correcta. YO lo sé. Pero siempre es poética. s í : yo soy un tradicionalista, pero no estático sino dinámico. Ahora están de moda el llcerebralismoll y los semiversos con cara de hambre. Yo soy lo contrario: la sensualidad, el ritmo y la riqueza. Haz lo posible por perdonarme mi franqueza insolente que por lo demás no es nueva. Estoy acostumbrado a decir lo que pienso de mi (u) mismo por lo que se refiere al negocio de los versos. No es vanidad, es la verdad... Y basta. "Irrealizablet1 me llama mi querido Torres Bodet. llCohetel' me dice mi querido Villaurrutia. Dentro de 5 o 6 años nos veremos las caras. Yo escribo para mi placer personal. Jamás me he ocupado de la gente. No me importa la gente. Es mi Único egoísmo. Yo mismo soy mi público, y la gloria y la popularidad me tienen sin cuidado. Yo nunca publico nada en los periódicos. Las ediciones de mis libros no pasan de 300 ejemplares que no se ponen a la venta ni se mandan al exterior. Estoy contento de mi egoísmo, y si publico libros de versos es por darme gusto a mí. Mis compañeros de México me detestan o me envidian, y por añadidura me
35Torre, Guillermo de. Historia de las literaturas de Vanauardia, España, Guadarrama, 1971 (t. 11), p. 208.
19
saquean sin el menor escrúpulo36.
En cuanto a la aviación dentro de la literatura fue
algo muy querido por Pellicer: "El viejito (Leonardo) me
presentó con el Moro, haciéndole notar que yo era un aviador
muy distinguido1137. En otra carta a Guillermo Dávila anota:
La aviación y la literatura creí reunirlas alguna vez en un trono de gloria. Te prohibo que me llames dannunziano: Cuando tú y yo nos conocimos, en 1912, yo hacía & aeroplanos de popote. Recuerdas? Si no lo recuerdas pregúntaselo alguna vez a los Cortina o al Charal. Y ya hacía yo versos, oh amado editor mío! Que podía yo saber entonces de D'Annunzio? Acaso seguramente no se publicaba por entonces su famoso llForse que si, forse que no", la tal novela de amores y aviación. En 1907, hacía yo dirigibles de cera y los colgaba para yo PARA VERLOS. Mi madre te lo puede decir. Era la época de Santos-Dumont y sus primeros dirigibles. Y a la infantil afición por estas cosas juntaba yo mi lectura constante de los llCantos del Hogar" de Peza. Ves ahora claramente las cosas? Mi madre que está loca de gusto porque ya no voy a ser aviador, te puede repetir todas estas cosas, fria y serenamente. En 1911, construí un llBlériotll, idéntico al que llevó Garros a México en ese año. Claro: hice un juguete, pero era perfecto. Ves? Ahora resulta que soy el precursor del pobre D'Annunzio. (Risas en las galerías.) Pues sí: me soñé el primer piloto del mundo, he volado bastante y en México hice gestiones con el Gral. Cruz para entrar como civil a la escuela de Aviación, lo cual se me negó como era de esperarse. Gabriela, la gran Gabriela, mi hermana mayor muy amada, me dejó una carta amplísima para Obregón en la que le trataba mi asunto. Nunca entregué esa carta. La conservo. En París hice cuanto podía hacer. Alfonso, el queridísimo Alfonso Reyes, me ayudó generosamente.Imposib1e: había que depositar 3 6 , 0 0 0 francos. De dónde l o s sacaba yo? Viajé a Tierra Santa. Perdones y meditaciones. Renuncia a la gloria avionística. Dolor, desencanto, desilusión. Pero la renuncia estaba hecha. Mi madre me escribió una larga carta bañada en lágrimas de
36Carta a su hermano Juan, 11 de junio de 1928, en Cartas desde Italia, p. 105.
37Carta a Arturo Pani, Cónsul de México en París, Milano, 22 de julio de 1927, en Cartas desde Italia, p. 15.
20
gozo. YO empezé a sentirme fuerte38.
Existe, además, un libro: Práctica de vuelo39, ¿por
qué habría, Pellicer de titular así un libro? El libro está
dedicado: "A Alfonso Reyes, el admirable, estas prácticas de
vuelo1140. Hay más, algunos poemas son muy anteriores a la
fecha de publicación del libro (1956), por ejemplo: el llSoneto
a causa del tercer viaje a Palestinat1 se encuentra fechado en
"Monte Tabor, Palestina, 19291141; los tlSonetos lamentablesg1,
subtitulados "En prisiónt1, fechados en la llPrisiÓn del Cuartel
de San Diego. Tacubaya, febrero de 19301142. Posiblemente se
trate de el afán de toda su vida combinado con el aspecto
temático del libro: acercarse al Cielo cristiano, para ello se
38Carta a Guillermo Dávila, en Cartas desde Italia, he preferido dejar la ortografía tal como aparece en el libro, hubiese sido molesto encontrar sic por todos lados, la Gabriela que se menciona en esta carta es Gabriela Mistral por si alguno no se daba cuenta, p. 95-96.
39Pudiera haber un paralelo con Altazor, que en cierta medida es una práctica de vuelo aunque sea en paracaídas. Sin embargo hay más divergencias: la más inmediata es el tono en que están escritos ambos libros: Altazor, más lúdico, en cierto sentido juguetón (hecho que Octavio Paz pasa por alto en el epílogo de Laurel, cuando sentencia: "Al perder su sentido, las palabras se desangran y, pellejos vacíos, flotan sobre la página. Exánimes aleluyas de una funebre pascua de pentecostés: Altazor, el doble de Huidobro, habla en lenauas como los Apóstoles poseídos por el Espíritu pero, a la inversa de ellos, no dicen nada. Esplendor roto, ruido de alas secas que caen. La palabra no es si no es sentidov1 [ llLaurel y la poesía moderna", en Laurel. Antoloaía de la poesía Moderna en lenaua emañola, México, Trillas, 1988, p. 498.1, pues en el prólogo de Altazor, Huidobro nos anticipa una caída, que en efecto es, tal vez para pescar incautos) ; en cambio, el tono de Práctica de vuelo es reverencia1 (sonetos a la Virgen, a san Francisco, a l o s arcángeles, etc.)
40Pellicer, Carlos. Hora de iunio y Práctica de vuelo, México, FCE/ SEP, 1984 (Lecturas mexicanas, 22), p. 77.
41 Op. cit., p. 79.
421bid., p. 83.
21
necesita practicar el vuelo.
Respecto al hecho de no deber "nada o casi nada a
las 'novedades' literarias europeas", quizás Pellicer hablaba
de ciertos acontecimientos. Uno de ellos la publicación de "La
aeropintura. Manifiesto futurista" con fecha de 192943, pues
l o s intentos aéreos de Pellicer datan de 1924. Empero, como
veremos más adelante, no es del todo creible que de una u otra
forma las vanguardias no hayan influido en algunos de sus
poemas.
La "Suite brasilera. Poemas aéreos". El vuelo en
avión da la perspectiva del poema. Apollinaire en llZonall
(1913) ya había insinuado algo:
Es el Cristo que sube al cielo mejor que l o s aviadores
Detenta el record mundial de altura
Pupila Cristo del ojo
Sabe convertirse en la vigésima pupila de los siglos
Y convertido en pájaro este siglo asciende como Cristo
Los diablos en los abismos alzan la cabeza para mirarlo
Dicen que imita a Simón mago en Judea
Gritan si sabe volar que lo llamen volador
Los ángeles revolotean alrededor del bello volador
Icaro Enoch Elías Apolonio de Triana
Flotan en torno al primer aeroplano
A veces se apartan para dejar pasar a l o s que llevan la
Santa Eucaristía
431rLa aeropintura. Manifiesto futurista", en El Futurism0 Y el Dadaismo, p. 111.
22
Estos sacerdotes que ascienden eternamente elevando la
hostia
sin posar las alas finalmente él se posa
Entonces el cielo se llena de millones de golondrinas
Raudos llegan los cuervos l o s halcones los búhos
De Africa llegan los ibis los flamencos l o s marabúes
El pájaro Rocho celebrado por los cuentistas y l o s poetas
Vuela llevando en sus garras el cráneo de Adán la primera
cabeza
El águila desciende del horizonte lanzando un agudo grito
Y de América llega un pequeño colibrí
De la China provienen los pihis largos y suaves
Los cuales tienen una sola cola y vuelan en parejas
Y he aquí la paloma del espíritu inmaculado
A quien escoltan el pájaro lira y el pavo real acelado
El fénix esa hoguera que a mí mismo me engendra
Y en un instante vela todo con su ardiente ceniza
Las sirenas dejando los peligrosos estrechos
Llegan las tres hermosamente
Y todos el águila el fénix los pihis de la China
Fraternizan con la máquina voladoraM
Dije que se insinúa porque el vuelo en realidad no sucede, y
si lo hace es de manera limitada: "Es el Cristo que sube al
cielo mejor que los aviadores/ Detenta el record mundial de
altura" o: "Y todos el águila el fénix l o s pihis de la China/
Fraternizan con la máquina voladoral': muy poco, casi nada. En
44Apollinaire, Guillaume. Obra escoaida, p. 2 0 - 2 1 .
2 3
el poema de Pellicer si hay vuelo. María Teresa Ponce de
Hurtado considera que '*Suite brasilera. Poemas aéreosll es un
poema cubista: *IPellicer va en un avión donde observa el
paisaje de Río de Janeiro desde un punto de vista anormal, es
decir, no lo ve en su conjunto, o fugado en el horizonte, sino
en retazos, en cortes, en planos diferentes, contemporáneos al
cubismo"45 y: "En algunas ocasiones Carlos Pellicer prefiere
la técnica impresionista, l o s planos dislocados y la geometría
intelectual de l o s cubistas, como en l o s 'Poemas Aéreos' de la
Suite Brasilera". La crítica yerra. Desde el título se indica
algo ¿qué es una suite? Una composición musical (como se sabe
la música es un arte del tiempo, quiero decir, lleva una
sucesión), que originalmente estaba formada por cuatro
movimientos en la "Suite brasilera. Poemas aéreos" estos
movimientos se designan como "PRIMERA VEZ", "SEGUNDA VEZ",
"TERCERA VEZ" y "CUARTA VEZ", por tanto cumple con nuestra
somera definición de suite: son, en efecto, diferentes
ocasiones en que el yo lírico aborda un avión y refiere su
experiencia. De esto se desprende que no es totalmente un
poema cubista, se acerca más al futurism0 en su aeropintura,
aunque el manifiesto sea posterior al pGema de Pellicer.
Veamos algunos puntos de la teoría de la aeropintura:
1. Las perspectivas cambiantes del vuelo constituyen una realidad absolutamente nueva que nada tiene en común con la realidad tradicional constituida por las perspectivas terrestres;
2. Los elementos de-esta tienen ningún punto fijo y se por esa movilidad perpetua en
nueva realidad no hallan constituidos sí misma;
45Ponce de Hurtado, María Teresa. muerte: aproximación a Carlos Pellicer,
El ruiseñor lleno de p. 25.
2 4
3 . El pintor no puede observar y pintar sino participando en la misma velocidad que dichos elementos;
realidad, impone un desdén profundo del detalle y la necesidad de sintetizarlo y transfigurarlo todo;
5. Todas las partes del paisaje aparecen al pintor en vuelo;
4 . El hecho de pintar desde arriba esa nueva
a) aplastadas b) artificiales c) provisionales d) como caídas del cielo en aquel mismo
instante; 6. Todas las partes del paisaje tienen, a los
ojos del pintor en vuelo, acentuando su carácter: a) denso b) desparramado c) elegante d) grandioso
7. Cada aeropintura contiene, simultáneamente, el doble movimiento del avión y de la mano del pintor que maneja el pincel o el difusor;
debe ser policéntrico&. 8 . El cuadro o complejo plástico de aeropintura
PRIMERA VEZ. La vista de Río de Janeiro haciendo piruetas
es gimnástica o circense, no importa cual, de cualquier forma
muestra una cierta voluntad del músculo, como querían los
futuristas.
Palmeras que van de compras, curiosamente en llla Rúa
DIOuvidorvl: más adelante en vlGrupos de palmerasll éstas serán
comparadas con mujeres jóvenes.
La velocidad se incrementa, se diría que existe un
paroxismo nervioso, exaltación nerviosa muy del gusto de los
futuristas:
De pronto la ciudad
entró en espiral
461tLa aeropintura. Manifiesto futuristavl, en El Futurism0 Y el Dadaismo, p. 111.
25
junto con el avión,
lo mismo que 300 kilates de diamantes
en el embudo de un buen corazón.
Al bajar,
tenía yo los ojos azules
y agua de mar dentro del corazón.
Dos elementos hacen que aumente la velocidad: el
modificador "de prontow1; y el cambio de tiempo en el verbo
( "entrÓl1) , anteriormente se hablaba en copretérito ( tvponíaq8 , vfganabalf, llperdíall , lr1lenaba1l , tleralg y "andabanll ) y después se
da paso a un brusco pasado.
Cuando se vuela cerca del mar sin looping the la
sensación de arriba y abajo se pierde, imagínese lo que será
cuando se somete la persona a tal experiencia, Pellicer lo
resume en dos versos: "tenía yo los ojos azules/ y agua dentro
del corazónv1.
SEGUNDA VEZ. Descripción del avión al estilo futurista:
"sombra electrica del aeroplano"; Itel motor que perfora el
aire espeso/ algo tiene de bólido y de toro"; "las alas tensas
plásticas"; "se raja la hélice mil veces por minutotf.
Fututrismo: Illas mujeres nunca han sido románticas." No
entiendo por qué Pellicer es agresivo, a veces mucho, con las
mujeres: si es el cantor de la alegría, del "hermano el
seguidor de san Francisco de Asís y devoto cristiano. Porque
47Looping the loop, literalmente rizar el rizo, es una expresión que en el lenguaje de aviación significa hacer cabriolas en el aire. No es una expresión inventada por ningún poeta: Pellicer la utiliza, Maples Arce, también.
26
hasta en su correspondencia tiende a agredir así: llDlaltronde
hanno soppreso Gutiérrez Nájera per un semplice capriccio di
donninall (Ilademás han suprimido a Gutiérrez Nájera por un
simple capricho de mujer~ita~~)~~. O será que utiliza el
lenguaje como siempre lo han usado todos y todas.
"El mundo es una pobre cosa/ llena de gustos yanquis y
consideracionest1 como oposición a "desde el aeroplano se
medita en la gloria. Desde aquí marca dos espacios: arriba y
abajo. Diferencia entre arriba: el vuelo, la fuerza, la
libertad, el ideal; abajo:
Abajo están las viudas y los juristas,
la emulsión de Scott y los grandes deudores.
(Por un momento el alma se contrista
como un poco de viento sobre un campo sin flores.)
En una palabra lo desagradable. También:
Abajo, en el fondo del mundo
la tinta del poema se ha empezado a borrar.
Es curioso, los poemas que intentan ser un vuelo caen:
Primero sueño, Altazor, Un aolpe de dados (Un COUP de des), en
la "Segunda vezv1 también hay una caida: los símbolos se
repiten Icaro o Faeton, cualquiera, en cierto sentido ambos
fracasan, más éste que aquél, recuérdese que Faeton era hijo
del Sol, en cambio Icaro vuela con medios humanos, su caida
48Cartas desde Italia, p. 107 y 108.
2 7
era más previsible.
¿Con I1los anteojos de mis ojos" se hablara de
prismáticos? Ignoro si por esas fechas ya existían o se seguía
usando el catalejo, mucho más incómodo.
En la PRIMERA VEZ los ojos del poeta se inundaron de
azul, aquí "en el idioma quedan lo rápido y lo azul":
velocidad y color en las sensaciones del yo lírico que se
retoman en el final de la estrofa: "La tinta del poema se ha
empezado a borrar!': el idioma, con la experiencia pasada, crea
un poema, cuando la tinta se seca, el poema ha sido terminado.
TERCERA VEZ. Otra vez desde el avión:
Ciudad naval, tus avenidas
de orohidrográficos prodigios
anclan mis ojos en un aire
de eternidades sin abismos.
... El agua se mueve en semitono.
La ciudad es un libro deshojado.
El aire está en soprano ligero.
La escuadra va a salir a pescar.
Un lllooping the loop11 hace pedazos el regreso
Y hace estallar la ciudad.
Una especie de gestalt de Río. S í se antojaría cubista
este fragmento, pero en el "Manifiesto futurista. La
aeropintura" (pudiera, en nuestro caso escribirse aeropoesía,
y cambiar en el manifiesto la palabra "poetav1 por llpintorlu y
28
así en general substituir los términos pictóricos por
poéticos) se hace mención de Itla necesidad de sintetizarlo y
transfigurarlo todov1, y que "el cuadro o complejo plástico de
aeropintura debe ser policéntricor1, de tal manera que el
intento de comprimir en pocos versos la descripción de la
ciudad.
Estas imágenes son novedosas: las "avenidas/ de
orohidrográficos prodigios/ anclan mis ojos en un aire/ de
eternidades sin abismos": l o s ojos quedan atrapados por la
belleza de la ciudad, su mar y su montaña. El agua que "se
mueve en semitono1I , de manera tranquila. "La ciudad es un libro deshojado11 esta s í , en verdad es una metáfora cubista,
en efecto, la velocidad del avión aunado a l o s looping the
loops hace que la ciudad se manifieste sólo en sus pérfiles
como un libro deshojado (esta imagen la retomará Pellicer en
"Estrofa neoyorquinat1 de Camino, Nueva York es también un
"libro abierto", quizá por el hecho de que Nueva York crecía
en una forma geométrica más definida que Río49) . "El aire está
en soprano ligero", entonces el aire debe ser ligerísimo en
las alturas. Un giro del avión '!hace pedazos el regreso/ y
hace estallar la ciudad": dos ideas agresivas ocasionadas
probablemente por la exaltación nerviosa que produce hacer
piruetas en aviÓn5O.
49Pellicer, Carlos. Material Doético, 2@ ed., México, UNAM, 1962, p. 217.
50María Teresa Ponce deHurtado anota: "Del hecho auténtico: un avión dando piruetas, el mareo y la angustia producida por los virajes y los vuelos rasantes, Pellicer destara l o s sentimientos negativos: (miedo, pavor, sobresalto), para presentar una experiencia gozosa, alegre.
El último verso "y juré entre las nubes alzar una montaña"
29
Con respecto a la gestalt que mencioné (con una líneas
dar la idea total de una figura), Pellicer utilizará este
recurso en diversas ocasiones, recuerdo en "Pausa naval" de
Hora de junio:
... el pelícano hinchó la navecilla de su pico
-platas, giros, luces-
con el acuárium de la buena pesca
El instante preciso en que el pelícano atrapa un pez, Pellicer
lo concentra en tres palabras Itplatas, giros, lucesf1 después
se aclara qué ha ocurrido una "buena pesca".
CUARTA VEZ. De nueva cuenta la vida del avión:
El avión delirante sacó al vuelo
las cosas estupendas, y las cosas
de la tierra y el mar vieron el cielo.
La luz, rota en el ritmo de la hélice,
humeabade furor entre mis ojos
y se oía pasar. Cual un cometa
el avión en la órbita del día
zumbaba en los oídos de la tierra.
El fabuloso juego de l o s aires
echó fuera del tiempo
está referido a otra realidad sensible: el Pao D'Assucar (donde - al decir de un intimo amigo suyo- perdió la cabellera merced a una vuelta rasante del avión destartalado). El ruiseñor lleno de muerte: aproximación a Carlos Pellicer, p. 25.
30
al avión que era un poco de catástrofe.
... Profundamente oblicuo el aeroplano
se retorcía...
Vemos como el avión se torna el personaje l1delirantet1 que
"zumbaba en los oídos de la tierra", como "era un poco de
catástrofe11 y como "se retorcía1*, la máquina que toma vida.
Hay un eco de Huidobro: llComo un dios desdoblé los
panoramasu1, pero también existe el: "Jugaré con las casas de
Curazao,/ pondré el mar a la izquierda/ y haré más puentes
movedizosv1 que sin mencionarlo ya muestra un afán de ser un
dios, pues ¿quién -una sola persona- es capaz de jugar con las
casas, de poner el mar y hacer más puentes movedizos?
Los versos !luna nube peinó de sombra suave/ la bahía"
muestran lo que se ve desde arriba, curiosamente la nube peina
a la bahía, en Hora de iunio mirará en sentido inverso en los
I1Grupos de nubes".
En este poema se distinguen dos tendencias, la primera
consiste en ver hacia abajo el panorama (PRIMERA VEZ y TERCERA
VEZ) y cómo se comporta la máquina en vuelo (SEGUNDA VEZ y
CUARTA VEZ) ya que si se ve hacia abajo apareceran cosas
desagradables. En la música los movimientos de una
composición, lo mismo que en nuestro caso, van casi siempre
alternados ritmos rápidos con ritmos tranquilos.
Carlos Pellicer tenía un especial afecto por este poema
y, hablando de su influencia, la de Piedra de sacrificios en
general, menciona: llPor algunas formas poématicas [ s í
31
influyó]; desgraciadamente, no por los temas. Podría decir que
en los cuatro poemas de aviación sobre Río de Janeiro aparece
una nueva manera de expresión, sumamente libre".51 Es curioso
que Pellicer no mencione (la entrevista de donde tomo la cita
es de 1977) la IICanción desde un aeroplanoll (1927, en Poemas
interdictos) de Maples Arce. La causa pudiera ser la
siguiente: Para 1927 Pellicer se encontraba de viaje en Europa
y el Medio Oriente, viaje del que regresará hasta 1930. Las
relaciones entre los contemporáneos y los estridentistas no
fueron nada afectuosas por tanto no es improbable que Pellicer
no hubiese conocido el poema de Maples Arce hasta 1940. En una
entrevista de Fausto Fernández Ponte, publicada en Excelsior,
15 de febrero de 1970, Pellicer responde:
"La literatura soy yo.. . It (Más tarde expresaria: IlPerdone usted esta soberbia tropical, pero así somos aquí. No quise decir que la literatura soy yo. Lo que quise decir es que ya, a estas alturas, no me interesa otra poesía que la que yo hago, que la mía. 52
De tal suerte que no conocería el poema referido.
En tlNocturnol' ( 6 , 7 Doemas; 1924) suceden otras cosas. El
asombro de un joven que descubre la vida nueva en la ciudad
nocturna de principios del siglo XX. Aquí lo que más destaca
es la velocidad (nueva belleza futurista), veamos el poema:
51De la Selva, Mauricio. "Homenaje a Carlos Pellicer poeta de América", en La poesía de Carlos Pellicer: interpretaciones críticas, p. 205.
52Lara Barba, Othón. Carlos Pellicer: Testimonios (ensavo biblio-iconoaráfico ilustrado con textos), s.p.i., p. 47.
32
No tengo tiempo de mirar las cosas
como yo lo deseo.
Se me escurren sobre la mirada
y todo lo que veo
son esquinas profundas rotuladas con radio
donde leo la ciudad para no perder tiempo.
Esta obligada prisa que inexorablemente
quiere entregarme el mundo con un dato pequeño.
¡Este mirar urgente y esta voz en sonrisa
para un joven que sabe morir por cada sueño!
No tengo tiempo de mirar las cosas,
casi las adivino.
Una sabiduría ingénita y celosa
me da miradas previas y repentinos trinos.
Vivo en doradas márgenes; ignoro el central gozo
de las cosas. Desdoblo siglos de oro en mi ser.
Y acelerando rachas -quilla o ala de oro-,
repongo el dulce tiempo que nunca he de tener.
Velocidad en: "no tengo tiempoll y sus diversas
repeticiones; "se me escurren sobre la mirada"; "no perder
tiempo" ; "obligada prisa"; "mirar urgente" ; "para un joven que
sabe morir por cada sueñof1; lino tengo tiempo de mirar las
cosas,/ casi las adivinoI1; "miradas previas"; "repentinos
trinos"; Wivo en doradas márgenes; ignoro el central gozo de
las cosas11; llDesdoblo siglos de oro en mi ser"; "acelerando
rachas"; "tiempo que nunca he de tener". Como se ve el ritmo
de la ciudad, ya desde 1924 y en la noche, apuntaba hacia un
3 3
frenetismo galopante.
Otro cambio. No es esta la ciudad nocturna de Poe, en "El
hombre de las mulltitudes", aquí han aparecido nuevos
persona j es :
Esquinas profundas rotuladas con radio
donde leo la ciudad para no perder tiempo.
;A qué radio se refiere? ;Son palabras en libertad? LO,
acaso a la naciente era de la radiodifusión? Me inclino por la
tercera opción: oir es más rápido que leer: de esa forma se
conocían las novedades citadinas: "entregarme el mundo con un
dato pequeño". La vista también juega un papel muy importante
para captar las percepciones en cascada que caen sobre el
noctámbulo (mirar, mirada, ver, leer), pero no es suficiente,
hace falta apelar a la videncia, y en cierta forma a la
experiencia:
No tengo tiempo de mirar las cosas,
casi las adivino.
Una sabiduría ingénita y celosa
me da miradas previas y repentinos trinos.
Otra forma de este tvescurrirgf del tiempo (imagen poco
noble, pero certera y original para su época), indirecta
quizás, se encuentra en: "Quilla o ala de oro" las sinécdoques
lfquillalv por barco y t'ala'g por avión indican el movimiento en
"rachas"; hay más la metonimia "de oro" por hierro o el metal
3 4
en que se construyan aviones y barcos indican un avance
tecnológico: no se trata de barcos de vela ni de aerostatos.
Estrictamente, llNocturnoll no es un poema futurista (como
tampoco lo es "Suite brasilera. Poemas aéreos", aunque se
acerque más). El tema en sí es romántico, pero algunos
futuristas importantes no dejaron de lado el romanticismo,
pienso principalmente en Mayakosky. Sin embargo, la atmósfera
que rodea al tema es diferente a la romántica, no es la
fatalidad sino l o s inventos y los avances tecnológicos los que
hacen que el tiempo se escape.
Tampoco la tipografía, ni la forma (especie de silva,
versos alejandrinos, conformados por dos de siete que es clave
para la forma estrófica de que hablamos, y endecasílabos,
segunda clave, y alguna otra medida) de llNocturnoll son
novedosas, mas si lo es la nueva visión de la ciudad y el
ritmo de vida acelerado que ella produce.
llOda a Salvador Novof1. Poema que originalmente aparece en
el libro Ensayos (1925), de Salvador Novo. Encabezaba los
"Ensayos de poemas11 que posteriormente se convertirían en
Poemas, ya sin el poema de Pellicer. llCon la 'Oda', Pellicer
no sólo apadrinaba a NOVO, certificaba su amistad con él y
escandalizaba a medio mundo, sino que proponía la importancia
de la poética vanguardista al tiempo que la refrendaba con
Así sucede en efecto, pareciera que se están
leyendo los diversos manifiestos futuristas.
Para empezar tenemos la dicotomía: llpoeta/ chofert1: una
53Sheridan, Guillermo. Los contemporáneos aver, p . 217.
35
actividad noble, con abolengo, uniéndose con una profesión
nuevo, de alguna manera es una forma de desacralizar al poeta,
pero también, al ponerlo en contacto con el chofer, una
invitación a empaparse de las novedades del mundo. En efecto,
Novo
tenía que asistir dos veces a la semana a dos pueblos lejanísimos que estaban más allá de un entonces no menos lejano Xochimilco, donde daba sus clases y se relacionaba cada vez más con l o s choferes de la línea. Con el tiempo, aprovechando que Henríquez Ureña está de viaje, el "poeta chofer" Novo se convertirá en el jefe de redacción de la revista El Chafirete, órgano de la agrupación de choferes del Distrito Federal54.
El padre Ripalda que se menciona parece ser una expresión
coloquial que se utiliza para hablar de alguién que conoce
muchas cosas. Novo en sus Ensayos había mostrado una sabiduría
poco común para un joven de veintiún años, la gente se
asombraba de ello (no sería de estrañar que Pellicer fuera uno
de los burlados):
Como modo de producción, los Ensayos son la exigencia de la ironía, la cruza de fuentes informativas, la variedad de ingredientes pero echados a andar a la primera y ya.
buena medida el saber enciclopédico para convertirlo en materia prima de sus ensayos. Por ejemplo, el "Ensayo sobre la leche" (sin duda uno de l o s que más habrán asombrado a quienes llaman a Novo un autor precoz de asombrosa cultura), (...) fue tomado casi íntegramente de la Enciclopedia Universal Ilustrada de Espasa Calpe, edición de 1916 (. . .) : Novo toma la enciclopedia, modifica levemente la redacción, suelta una metáfora, inyecta un comentario personal por aquí y por allá, agrega el ingrediente mexicano (a su vez tomado, claro, de la correspondiente enciclopedia) y ya. En los Ensayos éste es el procedimiento habitual en aquellos de indole
Por ello no asombra que Novo se llfusilaratt en
540p. Cit., p. 113 y n. 38.
36
histórica, en los que se echó mano de la Espasa Calpe o de la Británica a di~creción~~.
Un aspecto clave, casi una calca, del "Manifiesto técnico
de la literatura futurista" :
Una huelga de adjetivos
paraliza el tráfico en mis versos
y todo es -;al fin!- ya, como es:
montañas: montañas; ciprés: ciprés.
Existe una elevación de la basura y un rebajamiento de
cosas diversas, o en otros casos destrucción:
Naufragan los rollos de música
del siglo XIX
y casi todos los del siglo XX.
... Supresión de pensiles
serenatas, pianos sumamente lejanos
y otras cosas azules como márfiles.
El hipérbaton será fusilado
por la espalda
para justificar sus traicioncitas.
Morirá también el "hadot1
y una gran cantidad de princesitas.
En unos cuantos versos se termina con el barroco,
551bid., p. 215-216.
37
simbolizado por el hipérbaton; el romanticismo, el hado; y el
modernismo, la gran cantidad de princesitas. El naufragio de
los rollos de música indica que las pianolas pasarán a la
historia, en 1925 ya hay fonografos y la rediodifusión
comenzaba.
La luna, tema romántico, se convierte en "hija de la
nada", y se refuerza la disminución con ltLverdad, señor
Schubert?ll, adiós vieja música, viene la nueva:
El silencio aplaudía a rabiar,
iAh! isi se nos escapaba el silencio!
Señores, un momento, he organizado un jazz band
soy el silencio jr.; mi padre
será el que morirá.
Los oxímoron: silencio que aplaude rabiar" y silencio que
organiza un "jazz bandt1 son notables y sorprendentes. Otra
cosa, la ruptura con el pasado se ha llevado a tal grado que
nuestro personaje, Itel silencio jr." no titubea en declarar:
"mi padre/ será el que moriráf1.
Las flores también viven su época y llcerraron su broche/
cuando -precisamente- se oyó pasar un cochett. No sólo aparece
el coche, también los medios de comunicación: radio, la
telegrafía sin hilos, el teléfono, l o s aviones: Viaja/ la
retórica en ondas aéreas".
Entre lo que pudieramos considerar palabras en libertad
tenemos :
38
... Después, despueses, estos son los despueses,
siglos, años, fonografos y meses.
La luna no es República, y esto es lo que me puso
a cantar -un buen canto naturalmente-. Uso
tacón de goma y otras cosas por el estilo.
(;Qué buena consonante para Venus de Milo!)
¿Los lldespuesesll? Y los bonitos ripios: llDespués, despueses,
estos son los despueses,/ siglos años, fonografos y mesesf1.
Más ripios: llUso/ tacón de goma y otras cosas por el estilo/
(¡Qué buena consonante para Venus de Milo!)": anteriormente
escribir un ripio era una torpeza del poeta, con las palabras
en libertad es perfectamente permisible. Cosas de la época:
llfonografosll y el "tacón de goma". llTacÓn de goma11 en
consonancia con Venus de Milo" recuerda a I1un automóvil
rugidor que parece correr sobre la metralla, es más bello que
la Victoria de Samotra~ia~~~~ (curiosamente se da una asonancia
entre metralla y Samotracia).
"Los adjetivos van a ser comunistas1' puede ser una clave.
Por esos años la revolución rusa prometía e ilusionaba a mucha
gente, Pellicer siempre fue socialista y "poeta de la
revoluciónt1, Zaid dixit. La clave puede estar en lo siguiente:
a pesar de su apariencia externa, en la I1Oda a Salvador Novof1
Pellicer se acerca más a Mayakosky que a Marinetti: el poeta
tiene una función social importante que cumplir:
5611Manifiesto del futurisrnov1, en El futurism0 v el Dadaismo, p. 9 8 .
39
Luna republicana, tus manos estadistas
harán. Los adjetivos van a ser comunistas.
... Salvador, salvarás a aquella pobre gente
de la filosofía. Serás el Presidente
de la luna. Impondrás los automóviles
marca Chopín para familias gordas
¡oh Novo Salvador!
Da la impresión que en la futura acción de Novo se prefigura
un nuevo (Novo) Lenin (Salvador): formación de una república
donde no la hay; construcción del comunismo; la ación en lugar
de las palabras, aquí como filosofía, idestierro de Platón de
la república; imposición de modos de vida, representados por
"automóviles marca Chopin".
Igual que l o s futuristas el adjetivo vuelve a aparecer,
aunque sea llcomunistall.
Más cosas de la época: automóviles, garage y películas.
"Oda a Salvador es un poema juguete, desconozco si
Pellicer la escribió después de conocer los poemas de Novo, lo
que sí es claro es su sentido del humor aunque no llevado al
extremo de "La renovación imposible" (en XX Poemas)57. Otra
actitud de Novo es la siguiente: en "La poesíag1 Novo habla de
su "habilidad de histrión1158, por ejemplo en gfNaufragioll,
dedicado Ira Carlos Pellicer", se oye un eco del poeta
57NOV0, Salvador. "La renovación imposible", en Nuevo amor Y Otras Doesías, México, FCE/ S E P , 1984 (Lecturas mexicanas, lg), p. 32.
58~p. cit., p. 73.
40
tabasqueño:
¡Que me impregne
el vendaval de las horas!59
O las parodias a Carlos Pellicer en Sátira:
Los grupos gonococos,
equilibrio con onzas de algodones.
El cactus en su fálica erección,
límite limité limo limones,
sumo porque sumí zumo de cocos.
Apenas si salía de sus eses redondas
apenas si estrenaba un perfume y un nuevo giro
comercial,
apenas si ladraba con el pico
cuando me le rompieron el hocico.@
llOda a Salvador NOVO" menciona muchas de las premisas
futuristas, sin embargo no es llestrictamentell un pOema
futurista, si fuera estaría más cercano al futurism0 ruso,
baste observar que la llOdall no rompe con un aspecto formal
básico como es la rima; los versos son, de nueva cuenta, los
tradicionales de la métrica española: endecasílabos (19),
591bid., p. 43.
6 0 N ~ ~ ~ , Salvador. Sátira, el libro ca.. . , México, Diana, 1978, p. 8 4 .
41
alejandrinos (16), heptasílabos (7). Aunque también haya
versos inusuales: de 13 (13), de 9 ( 5 ) , de 3 ( 3 ) y uno de 15.
Se ve que lo tradicional vence en el aspecto métrico.
"Semana holandesa" (Hora Y 20, 1927). Este poema se
empieza a pergeñar el año de 1926, pues "en el verano hizo una
gira por los Países Bajos1161.
"Semana holandesa" es un poema difícil, no siempre se
logra captar a la primera la intención del poeta. Posiblemente
sea el poema más ambicioso de Pellicer con respecto a las
vanguardias: es más, es un poema cubista. Poema grandioso:
antologado por todo mundo, pero poco estudiado. Descendiente
de llZonatl (Alcoholes, 1913) de Apollinaire, quien pretendía:
"habituar al espíritu a concebir un poema simultáneamente,
como una escena de la vidatt6*.
El título: ttlSemana holandesa" tendrá algo que ver con la
semana inglesa?, lo mismo que ésta no es una semana normal (de
lunes a domingo), sino que se conforma por: viernes, martes-
Rembrandt, jueves, viernes, sábado, domingo, lunes: siete
días, mas no en el orden acostumbrado, incluso el miércoles no
existe, en cambio hay dos viernes y un martes-Rembrandt.
En el poema existen dos niveles: qué dice y cómo lo dice.
VIERNES. El poema inicia como si fuera un telegrama:
En Holanda me lavo las manos
y digo a líderes y manifestantes
61Pellicer, Carlos. Cartas desde Italia, p. 11.
'*Apollinaire, Guillaume. Obra escouida, p . 140.
4 2
que no soy culpable. Pilatos.
Aquí se mencionan lllíderes y manifestantes", después:
LOS molinos piensan en la aviación
académicamente. Las bicicletas
tienen cabeza y corazón.
Molinos, aviación, bicicletas. Las aspas de los molinos
quieren ser hélices de aviones, por eso quieren asistir a la
academia.
El poema adquiere un tono informal, "en mangas de
camisaI1, y también anticipa lo que vendrá después: Ilqueridos
colores , os saludo11. Aquí existe una idea platónica: "una sana y limpia
ausencia de poetas1', que se opone a llSalvador, salvarás a
aquella pobre gente/ de la filosofía" de "Oda a Salvador
NOVO": el poeta se reconcilia con la filosofía aunque vaya en
su contra.
MARTES-REMBRANDT. La presentación tiene aspecto de un
cuadro de Rembrandt: lo describe. Rembrandt nace en Leyden
(1606) y muere en Amsterdam (1669), es uno de los pintores más
notables del mundo por su realismo, efectos de luz y color, y
su empleo del claroscuro. La pintura mencionada es La ronda
nocturna (1642, Rijkmuseum de Amsterdam), su título verdadero
es Marcha de la Compañía de arcabuceros del capitán Frans
Bannina Cocq. En el original Hora Y 20, Pellicer para remarcar
la intertextualidad de su obra inserta (p. 89-90)
43
dedicado a Pedro Henríquez Ureña y que había sido publicado
originalmente en Colores en el mar Y otros Poemas. Otro poema
del mismo libro IIRecuerdos de Iza (Un pueblecito de los
Andes)" también aparece en Hora Y 20 (p. 91-92), dedicado a
Pedro Henríquez Ureña y fechado en "Colombia 1919" que no
aparece en el libro original (tomo como original la edición de
Material poético, pues Colores en el mar primera edición -la
del estuche y l o s poemas sueltos- es punto menos que imposible
de localizar). Se está ante un cuadro y se inician l o s
recuerdos, lo que se ha leído:
El capitán Frans Banning Cock
sale con su Cuerpo de Guardia.
El pintor, al encender su pipa,
alza los ojos y l o s ve y entra en batalla
y vence y suelta su risa magnífica.
El pintor observa una escena y con ella hace un cuadro
monumental. Los retratados no estuvieron conformes con el
resultado, sin embargo el pintor "entra en batalla/ y vence y
suelta su risa magnífica", a pesar de que haya sido mutilado.
Estamos en el Rijkmuseum rodeados de visitantes:
llcirculan los idiomas": pequeño anticipo de lo que vendrá.
JUEVES. ¿Se describe una calle o el campo?
Es una tarde en Leyden.
Una delicia pública y divina
roza ligeramente.
44
Es una tarde en orden, en higiene y en fina
e ilustre melancolía.
Es una tarde a limpias puertas
abiertas.
El canal se lleva
pedazos de biblioteca
para darle de comer al molino.
Hay un futurism0 mesurado: "El canal se lleva/ pedazos de
biblioteca/ para darle de comer al molino".
Leyden nos lleva de nuevo a Rembrandt ¿qué tiene que con
nuestra escena? Sólo que:
Es una tarde a punta seca
bella en su tren remoto que perderá el camino.
"A punta secall fue un problema afortunado, Poesía en
movimiento lo trae sin el subrayado, la Antolosía breve y
Omnibús de poesía mexicana lo presentan subrayado. Corte por
lo sano Hora Y 2 0 lo tiene subrayado ¿por qué? ¿Qué es punta
seca? Punta seca es la aguja de grabador, por tanto, estamos
ante un grabado probablemente de Rembrandt. El artista crea
una realidad mejor que la verdadera:
Una delicia pública y divina
... Es una tarde en orden, en higiene y en fina
e ilustre melancolía.
45
Es una tarde a limpias puertas
abiertas.
Las vanguardias querían crear un arte que no tuviera nada que
ver con la realidad y, si era posible, que la superara.
VIERNES. Construido en forma epistolar:
Querido Jan Vermeer:
los muebles están buenos y te saludan.
El piso brilla aún y las cortinas discretas
oyen y no entienden, pero dudan. .. Ella está en la ventana a la hora de siempre.
Tu azul es un secreto que mis placeres juran.
Se conversa y trabaja en proporciones intimas.
La porcelana, cuando vengas,
estará mejor cocida.
Los colores están buenos,
crecen y brillan.
Adiós. (Voy a abrir la ventana
para que tu recuerdo tenga brisas.)
Jan Vermeer nace en 1632 y muere en 1675, ambos en Delft,
veamos algunos datos:
Vermeer usaba una y otra vez los mismos muebles y decoraciones acompañando a las mismas mujeres; un jarro de barro aparece más de una vez, lo mismo ocurre con una silla de alto respaldo, pequeños leones tallados, y un tapete haciendo artísticos pliegues sobre una mesa. El uso de espejos ha intrigado mucho a los que han estudiado sus cuadros; no es fácil de determinar a veces si pintó una
46
escena directamente o la imagen de la misma reflejada en el espejo.
sus interiores la luz fluye predominantemente de izquierda a derecha, y el mármol de los suelos y el blanco de las paredes contribuyen al realce de su brillo. Las figuras y muebles están pintados con la máxima minuciosidad, de forma que el efecto de conjunto es un documento preciso y detallado de la manera en que vivían los hombres y mujeres en el Delft de su tiempo: los vestidos que llevaban y las casas que ocupaban63.
Vermeer fue un maestro de luces y sombras. En
Este fragmento nos será útil para desentrañar un misterio
que plantea el poema, ¿qué cuadro describe? "Ella está en la
ventana": pudiera hablar de La ioven clue lee una carta
(Amsterdam) o La carta:
La carta utiliza todavía las armas del claroscuro. La luz llega desde una alta ventana, a la izquierda del cuadro, que nos disimula un cuadro sobre la pared. Si hacemos abstracción del admirable rostro de la recipiendaria de esta misiva -de quien de paso, hemos señalar l o s ojos bien abiertos-, las líneas altas, el vano de la puerta, montantes de la chimenea, y hasta la sirvienta, de pie bajo un cuadro cuyo encuadramiento prolonga el brazo, todas estas verticales constituven. por simple YuxtaDosiciÓn, otras tantas fronteras entre las dos heroínas de esta escena y el mundo exterior. También aquí esta sabia aeometría eleva la narración Dor encima de sí mismaM.
Tenemos a un artista Jan Vermeer que también sabía
recrear la realidad de manera asombrosa, no es lo importante
encontrar a que cuadro se hace referencia en el poema, sino
ver la pericia del pintor que en cierta forma la refleja el
63En Las Bellas Artes. Arte flamenco Y holandés, A. M. Hammacher (supervisión e introducción) y R. Hammacher Vanderbrande, 63 ed.! Italia, Grolier, 1973 (Enciclopedia ilustrada de pintura dlbujo y escultura, 3 ) , p. 1 2 0 - 1 2 1 .
64En El siglo VXII (t. 111, colección dirigida por Claude Schaeffner, versión española al cuidado de Rafael Santos Torroella, España, Aguilar, 1970 (Historia General de la pintura, 13), p. 42. El subrayado es mío.
47
poeta, que bien pudiera estar en la sala del Rijkmuseum
dedicada a Vermeer: l o s cuadros se agolpan en la vista del
poeta y son tratados en sus puntos centrales y concordantes:
una mujer, los muebles, el piso, las cortinas, la ventana y la
porcelana, aspectos que los críticos profesionales de arte
mencionan de una manera distinta, pero, en esencia la misma. A
través del poema podemos concluir lo mismo que Proust:
Me ha dicho usted que había visto ciertos cuadros de Vermeer, y se da usted perfecta cuenta de que son l o s fragmentos de un mismo mundo, que es siempre, por mucho genio con el que hayan sido recreados, el mismo cuadro, el mismo tapiz, la misma mujer, la misma nueva y única belleza, enigma, en esa época en la que nada lo parece ni lo explica, si no se trata de emparentarlos, por los temas, sino de desprender la impresión particular que el color produce6'.
SABADO. Para mí, la parte central del poema, aquí
Pellicer se lanza de plano al cubismo literario y logra un
espectacular retrato del puerto de Amsterdam, donde "el aire
es mundial" lo cual se veía en pequeño en su museo ("circulan
los idiomas") . Los sentidos que predominan son la vista y el oído, el
sábado es un día musical:
En Amsterdam
las grúas hablan alemán.
La sinfonía del puerto
llega con un andante de 100 O00 toneladas.
Los trasatlánticos salen en re; ~~~~~
6 5 P r ~ ~ ~ t , Marcel. Vermeer visto por Proust", en El sialo XVII (t. 111, p. 100.
los remolcadores en mi.
La primera acción ocurre en el puerto: las grúas que
cargan y descargan barcos; el idioma alemán pudiera ser por la
procedencia de las máquinas o por su sonido aspero. La
sinfonía se inicia con "un andante" que es una embarcación de
ltlOO O00 toneladastt. El re de los trasatlánticos, el mi de l o s
remolcadores: cada sección de la orquesta interpreta su
partitura y la integra a la sinfonía.
Unos enanos pintan una proa enorme.
Desembarcan loros de Java
Gritando en portugués.
Pasa una vaca poderosa
con aretes y corsé. Petróleo de México.
Fieras de Borneo. Tres millones de kilos
de café.
El aire es mundial.
Y mujeres -naturalezas- muertas.
Del mar la escena cambia a l o s muelles, aunque
ciertamente la partida y llegada de barcos se hace en los
muelles: al ver todo girando alrededor de los muelles recuerdo
lvZonatv con sus aves volando alrededor de la "máquina volantevt,
el reforzamiento de la idea lo dan los I'loros de Java", en
llZonall: "De Africa llegan l o s ibis los flamencos los
marabuesll, "de América llega un pequeño colibrív1 y l l los pihis
de la China".
4 9
"Fieras de Borneo" y pienso en Edgar Allan Poe y "El
doble asesinato de la calle de la Morgue1'.
La llvaca poderosa/ con aretes y corség1 representa la
cariturización de una mujer, o quizá sea la manera cubista de
retratar a una mujer; adelante dirá: IrY mujeres -naturalezas-
muertas", ¿otro cuadro cubista?, ¿otra caricatura? Tal vez
describa a las prostitutas del puerto, no es descabellado.
De pronto aparece el bullicio callejero:
Nos veremos a las 7 en Kalverstraat.
No puedo porque voy a la Sinagoga.
Es falso: la Reina no abdicará.
llSimplicissimus. "11 Sécolo dl Italia.
llIzvestia.tl "The Times." llSol y Sombra." "Le
Journal.
iCurazao, 1920! Nostalgias marino-comercial.
Los gritos de la gente con la que cruza el poeta, la
lectura de periódicos y nuevamente vamos a llZonell:
Lees l o s prospectos los catálogos los afiches que cantan
en alta voz
He aquí la poesía esta mañana y para la prosa están los
periódicos66
La intertextualidad vuelve a aparecer, otra vez el
66Apollinaire, Guillaume. Obra escouida, p. 19.
50
lvEstudioll de Colores en el mar, 1921 (Vid suma., p. 4...).
Para terminar con este día una pregunta: "El viejo caro y
serio que sale de Amsterdam", ¿no pudiera ser Rembrandt?
DOMINGO. Aquí hay un cuadro: una naturaleza muerta o un
bodegón. Debo reconocer que esta idea me había pasado
desapercibida hasta que leí: "La exacta descripción pinta una
bien puesta mesa flamenca -de esas que se ven en los retablos-
donde cada platillo: el pescado, el ciervo, la precisión de la
naranja 'casi mondada', las 'frutas deslumbrantes' y el vino
en la copa de cristal, espera la llegada del visitante que ha
de gu~tarlos~~~~.
Las cosas de época: "Garden-party'', en la actualidad ya
nadie habla así.
"Las miradas como rayos X" que caen sobre el cuadro, para
el año en que se escribió el poema debía ser novedoso. Quiero
decir que los amantes de la pintura observaban minuciosamente
el cuadro: ironías del destino, hoy muchas falsificaciones se
descubren gracias a los rayos X, algunos coleccionistas no
aceptan tal prueba en sus cuadros.
LUNES. Escenario mental: los recuerdos: estampas, poemas,
cartas: IVY tú siempre en mis ojos, en mi oído"; no creo que
los Beatles hayan conocido este poema pero el verso es casi
idéntico a: "Penny Lane is in my ears and in my eyes1168.
El hecho de que aparezcan los recuerdos; las acciones
67Ponce de Hurtado, María Teresa. El ruiseñor lleno de muerte: anoximación a Carlos Pellicer, p. 198-199.
68Beatles. Maaical mystery tour plus other sows, Apple/ EM1 Electrola, 1C 072-04 449.
51
actuales; las pinturas y sus evocaciones; todo lo que se ve y
oye en el puerto; la intertextualidad: me hace evocar,
nuevamente, llZonall. Es probable que el poema de Apollinaire
haya impresionado a Carlos Pellicer, creo que las similitudes
no pueden ser tan sólo eso, evidencian algo más: una lectura
atenta de Pellicer del poeta galo.
Pellicer en "Semana holandesat1 usa la rima y la
puntuación. De hecho la rima es una de las características de
la poesía de Pellicer, lo mismo que en Apollinaire. Pero en
Sábado las rimas normales casi no existen, sino, mas bien las
internas: posiblemente para remarcar la condición de parte
central del poema (otra característica de la poesía de
Pellicer): donde se arriesga más el poeta por los caminos
experimentales.
Un ejemplo de palabras en libertad: IIMercadería de lunes
y espiritual." Un verso solo, cuyo significado no resulta
claro, salvo que quiera decir la venta de recuerdos en lunes
que a la larga se convertirán en compañeros espirituales del
poeta.
Existen otros poemas donde Pellicer se acerca a las
vanguardias, l o s aquí estudiados sólo son una muestra, entre
l o s más notables recuerdo: llGrupos de palomas" del cual Andrew
Debicki a hecho un estudio admirable, en él el crítico insinúa
que llGrupos de palomas11 debido a sus diversas perspectivas es
un poema cubista (término que no emplea Debicki). A una
conclusión semejante llega al estudiar "Concierto breve" que
pudiera decirse es la "Semana belga", aunque no con los
52
alcances de llSemana holandesa" (poema que no menciona
Debicki). Un aspecto, que apenas se ha mencionado, para
menoscabo de este trabajo, es el humor -elemento eminentemente
vanguardista- de Pellicer, aspecto que el poeta riega por
diversos poemas, un Único ejemplo, tomado de llGrupos de
figuras" :
Yo me tropiezo y caigo y de todos los rumbos
ciñe al parque un coral de veinte risas,
y así el poeta es fruto
comido de mujeres y de prisas.
Pero también en su vida se permitía algunas travesuras:
Pudiera crerse que ese título: Hora Y 2 0 , es una alusión a los momentos de silencio que, en las conversaciones, marcan el paso de un ángel, y que, según cierta teoría de André Maurois, cara a Agustín Loera y Chávez, ocurren siempre cuando faltan veinte minutos para la hora, o a la hora y veinte. Pero es sólo el tiempo que Carlos Pellicer tarda en leer su libro, en pie; sentado -como enseña la teoría de Vasconcelos-, tarda más. Cada lector, pues, debe retitular su ejemplar, cronometrando exactamente el tiempo empleado en su lectura. El título tiene la elocuencia de las señas de los pasaportes, la exactitud con que se define a los cañones. En esa vía cuyo indiscutible Colón, en la literatura, ha sido Carlos -se abren perspectivas ilimitadas; así, cierto cineasta de extrema vanguardia tituló una film (u.) de extremo romanticismo: 6 y 12. 11: el ancho y el largo de una película Kodak. -No veo por qué, en lo futuro, no habría de titularse un libro: 4 2 0 aramos. O bien: 227 Pácrinas. O aún: Santa María- Roma, aludiendo al espacio que puede recorrerse en tranvía durante su lectura69.
(j9Gonzá1ez de Mendoza, J. M. "Hora y veinte con Carlos Pellicer", en La poesía de Carlos Pellicer: interxetaciones críticas, p. 126.
53
Hasta aquí el humor es sencillo, acaso leve, pero se acentúa
al conocer una entrevista concedida mucho tiempo después:
-¿Por qué el título de uno de tus libros es Seis, siete poemas, si en realidad ampara más de veinte?
-Porque probablemente no hay más de seis o siete que tengan algún valimiento. Pero en este instante estoy recordando que no son más que tres los que tienen algún valor: "Segador", "Sembrador" y llDeseosll.
-Y ¿por qué el de otro es Hora Y 20? -Por apuro y porque me sonó. Traía yo a las
carreras al editor de París que me telefoneó un día para decirme: "desde hace una semana el libro está terminado pero no tiene títulov1. Y quién sabe de dónde, en el aire me sonó la frase "hora y 20". ...
-¿Influyó Piedra de sacrificios en los jóvenes,
-Por algunas formas poe máticas; cómo y por qué?
desgraciadamente, no por los temas. Podría decir que en los cuatro poemas de aviación sobre Río de Janeiro aparece una nueva manera de expresión, sumamente libre y dentro de ese buen humor que en alguna medida caracteriza mi obra poética.
-Carlos, he transcrito en esta tarjeta que ves, ...
líneas de González de Mendoza, escritas cuatro décadas atrás sobre tu título Hora Y 20; dice...
"auricio, no me digas nada, vagamente recuerdo y sé lo que dice, es buena anécdota, ingeniosa, no te la comento, inclúyela al final para que vean cómo soy de serio ... 70
La anécdota ya la hemos visto. Pellicer tenía sentido del
humor. Así como aquí, encontramos otro timo en llPausa Naval",
poema que por algunos aspectos pudiera tener características
vanguardistas: su humor y las voces del tranvía y del mar.
Puede decirse que Pellicer no fue un vanguardista, ¿cómo
lo podría ser, si se encontraba de viaje en viaje? ¿Qué tiempo
70De la Selva, Mauricio. "Homenaje a Carlos Pellicer poeta de América", en La poesía de Carlos Pellicer: interpretaciones críticas, p. 204-206.
5 4
tendría para firmar un manifiesto? Sin embargo, Pellicer de
alguna forma coquetea con las vanguardias: las conoce y emplea
sus hallazgos en algunos de sus poemas. Las vanguardias a las
que se acerca, y en cierto modo se reconoce, son el futurism0
como lo entendía Mayakovsky y el cubismo literario que define
Apollinaire. El hecho de utilizar frases y novedades de la
época no fue exclusivo de Pellicer; era algo que se encontraba
en el ambiente: l o s espíritus creativos pueden confluir en un
punto sin siquiera tener idea de otros espíritus creativos
(Leibnitz y Newton descubren a un tiempo el cálculo
diferencial). Fue en Europa donde primero aparecieron tales
manifestaciones: Marinetti, Apollinaire, Reverdy, y un largo
etcétera. Querer aparecer como los primeros en emplearlas
resulta en la mayoría de l o s casos difícil de probar, cosa que
por otra parte escapa a nuestro trabajo. Lo que es claro es
que después del predominio gonzalezmartinizta en las letras de
México, la aparición de Pellicer (y un poco antes, la fugaz de
López Velarde y la metamorfosis de Tablada) resultó un
sobresalto dentro de la literatura: de lo apacible y estático
pasaba a un dinamismo sin precedentes que culminaría en l o s
poemas aquí estudiados y en algunos más. El público al recibir
tal impacto lo calificó de vanguardista, pero la actitud
general de Pellicer (y la de los comtemporáneos) fue retomar
la tradición y fundirla con los logros poéticos de su tiempo.
55
BIBLIOGRAFIA.
Acosta, Marco Antonio. "Antología de Carlos Pellicer1!, en
La poesía de Carlos Pellicer: interpretaciones críticas.
Apollinaire, Guillaume. Obra escoaida, traducción y
selección José Manuel, España, Teorema, 1982 (La divina locura).
Basilio, Librado. Los futuristas italianos, México,
Universidad Autónoma metropolitana, 1987 (Cultura universitaria,
Serie/ Poesía, 39).
Becerra, José Carlos. en El otoño recorre
las islas, prólogo de Octavio Paz, "Los dedos en la llamall,
México, Era/ SEP, 1985 (Lecturas mexicanas, segunda serie, 10).
Carreón, Benjamín. "Carlos PellicerV1, en La poesía de Carlos
Pellicer: interpretaciones críticas.
Cuesta, Jorge. "Carlos Pellicer", en Antolocría de la poesía
mexicana moderna, presentación de Guillermo Sheridan, México,
FCE/ SEP, 1985 (Lecturas mexicanas, 99). Y en La poesía de Carlos
Pellicer: interpretaciones críticas.
Dauster, Frank. I1Aspectos del paisaje en la poesía de Carlos
Pellicertl, en La poesía de Carlos Pellicer: interpretaciones
críticas.
Debicki, Andrew. "Perspectiva y significado en la poesía de
Carlos Pellicer", en La Doesía de Carlos Pellicer:
intemretaciones críticas.
Dors, Alva. I1Carlos Pellicer, ;Presente!11, en La poesía de
Carlos Pellicer: intermetaciones críticas.
El Futurism0 Y el Dadaismo, colección dirigida por Claude
Schaeffner, versión española Rafael Santos Torroella, España,
56
Aguilar, 1968 (Historia General de la pintura, 20 ) .
El sislo XVII (t. 11) , colección dirigida por Claude Schaeffner, versión española Rafael Santos Torroella, España,
Aguilar, 1970 (Historia General de la pintura, 13).
Fernández Retamar, Roberto, selección y prólogo. Cinco
escritores de la Revolución Rusa. Bloc, Ivanov, Shclovski, Babel,
Mavacovski, Cuba, Instituto del libro, 1968.
Forster , Merlin H. "El concepto de la creación poética en la obra de Carlos Pellicer", en La poesía de Carlos Pellicer:
interpretaciones críticas.
González de Mendoza, J. M. "Hora y veinte con Carlos
PellicerI1, en La poesía de Carlos Pellicer: interpretaciones
críticas.
Huidobro, Vicente. Altazor, 8 % ed., México, Premia, 1990
(Los libros del bicho, 19), edición facsimilar.
Jarnés, Benjamín. "Camino y lecciÓn*l, en La poesía de Carlos
Pellicer: interpretaciones críticas.
Landeros, Carlos. "Con Carlos Pellicer", en Los narcisos,
México, Oasis, 1983 (Las formas de la voz, 1).
Lara Barba, Othón. Carlos Pellicer: Testimonios (ensayo
biblio-iconocrráfico ilustrado con textos), s.p.i.
Las Bellas Artes. Arte flamenco v holandés, A. M. Hammacher (supervisión e introducción) y R. Hammacher Vandenbrande, 6" ed.,
Italia, Grolier, 1973 (Enciclopedia ilustrada de pintura, dibujo
y escultura, 3).
Mansour, MÓnica. "La obra poética de Carlos Pellicerl', en
Carlos Pellicer, Poesías, selecciones, 1979, nota biográfica de
Carlos Pellicer López, México, Promexa, 1979 (Clásicos de la
57
literatura mexicana).
Martinez Peñaloza, Porfirio. "El primer libro poético de
Carlos Pellicerl@, en La poesía de Carlos Pellicer:
interpretaciones críticas.
Mistral, Gabriela. "Un poeta muerto de América: Carlos
Pellicer Cámarall, en La poesía de Carlos Pellicer:
interpretaciones críticas.
Mullen, Edward J. La poesía de Carlos Pellicer:
interpretaciones críticas, México, UNAM, 1979 (UNAM, Coordinación
de Humanidades, textos contemporáneos).
""- . llMotivos precolombinos en la poesía de Carlos
Pellicer", en La poesía de Carlos Pellicer: interpretaciones
críticas.
Novo, Salvador. Ensayos. México, Talleres gráficos de la
nación, 1925. "-" . Nuevo amor Y otras poesías, México, FCE/ SEP, 1984
(Lecturas mexicanas, 19). ""_ . Sátira, el libro ca..., México, Diana, 1978.
Ortiz de Montellano, Bernardo. YJn camino de poesía1', en
poesía de Carlos Pellicer: interpretaciones críticas.
Paz, Octavio, Alí Chumacero, Hornero Aridjis, José Emilio
Pacheco. Poesía en movimiento. México, Siglo XXI/ SEP, 1985
(Lecturas mexicanas, segunda serie, 4 y 5).
Paz, Octavio. "La poesía de Carlos Pellicertt, en Las Deras
del olmo, México, Seix Barral, 1987 (Biblioteca breve). Y en
poesía de Carlos Pellicer: intermetaciones críticas.
""_ . Los hiios del limo, l a reimp. de la 1" ed., México,
Seix Barral, 1991.
58
Pellicer, Carlos. Antolouía breve, México, FCE/ CREA, 1986
(Biblioteca joven, 4 3 ) .
""_ . Cartas desde Italia, presentación y notas de Clara Bargellini, México, FCE, 1985.
""- . Hora de junio y Práctica de vuelo, México, FCE/ SEP, 1984 (Lecturas mexicanas, 22).
""_ . Hora Y 2 0 , Francia, París-America, 1927.
""_ . Material poético, 2 a ed., México, UNAM, 1962.
Ponce de Hurtado, María Teresa. El ruiseñor lleno de muerte:
aproximación a Carlos Pellicer, México, Meridiano, 1970.
Prados, Emilio, Xavier Villaurrutia, Juan Gil Albert,
Octavio Paz. Laurel. Antoloqía de la Doesía Moderna en lenqua
española, 1" reimp. de la 2" ed. , prólogo de Xavier Villaurrutia, epílogo de Octavio Paz, !'Laurel y la poesía modernav1, México,
Trillas, 1988.
Quirarte, Vicente. "El corazón en los ojos: pintura sonora
de los Contemporáneosr1, en Casa del tiemDo, segunda época, vol.
11, número 11, agosto, 1992.
Riess, Frank. "Piedra de sacrificios: la huella de
Vasconcelos en la poesía de Pellicerrl, en La Doesía de Carlos
Pellicer: intemretaciones críticas.
Ríus, Luis. "El Material Poético (1918-1961) de Carlos
Pellicer", en La poesía de Carlos Pellicer: interpretaciones
críticas.
Selva, Mauricio de la. "Homenaje a Carlos Pellicer poeta de
América11, en La poesía de Carlos Pellicer: interpretaciones
críticas.
Sheridan, Guillermo. Los contemporáneos aver, México, FCE,
59
1985.
Torre, Guillermo de. Historia de las literaturas de
Vanauardia, España, Guadarrama, 1971 (ts. I y 11).
Villaurrutia, Xavier. "Cartas a Olivier", en La Doesía de
Carlos Pellicer: interwetaciones críticas. ""_ . Obras, l* reimp. de la 2s ed., prólogo de Alí
Chumacero, México, FCE, 1974 (Letras mexicanas).
Zaid, Gabriel. IlCasa a la alegría1', en Primera antoloaía
poética de Carlos Pellicer, 1* reimp. de la l e ed. , México, FCE, 1977 (Colección popular, 95).
""- . "En defensa de Pellicer", en Cómo leer en bicicleta, *
México, FCE/ SEP, 1986 (Lecturas mexicanas, segunda serie, 62).