Astronomia y Culto

Embed Size (px)

DESCRIPTION

La relación de la liturgia y el tiempo

Citation preview

  • ! 1!

    Astronoma y culto.

    Manlio SODI (ed.), Astronomia e culto. Risposta a domande di attualit, Edizioni Messaggero Padova (Instant book), Padova, 2009, 151pp., ISBN 978-88-250-2145-5.

    La relacin entre el tiempo y la liturgia suele explicarse en trminos ya clsicos, dentro de temas como el ao litrgico y la liturgia de las horas. Sin embargo, el fundamento primero de la relacin entre el tiempo y la liturgia suele olvidarse o, por lo menos, descuidarse. Es el caso de la importancia de la astronoma para el culto.

    La publicacin dirigida por el profesor Manlio Sodi presidente de la Pontificia Academia de Teologa se enmarca dentro del ao internacional de la astrologa celebrado en Pars el 15 de enero de 2009, organizado entre otras cosas para conmemorar el cuadragsimo aniversario in cui Galileo rivolge il su cannochiale verso il cielo (p. 12). El contexto, por lo tanto, es de dilogo interdisciplinar, en un contexto cristiano cultual.

    El libro est compuesto de cinco intervenciones, que en ocasiones vuelven sobre temas tratados con anterioridad, siempre con nuevas aportaciones pero a veces repitiendo lo que dijo otro autor. En esto podemos ver un mtodo didctico propio de los antiguos romanos: la repeticin es la madre del conocimiento. La primera intervencin, Il fascino e il richiamo della Pasqua fra astronomia e culto, la realiza M. Sodi, en la cual se nos invita, a ejemplo de Galileo, a escrutar tambin nosotros no tanto el cielo cuanto la consciencia de que las leyes del universo estn dispuestas por el Creador. Ya desde esta intervencin se aborda una cuestin neurlgica para la relacin entre el tiempo y la liturgia: la fecha de la Pascua. De origen hebreo, esta fiesta conmemora el paso del mar por los judos en su salida de Egipto, pero tambin el misterio pascual cristiano: institucin de la eucarista el jueves santo, la cruz el viernes y la resurreccin el domingo. El concepto de Pascua es tan importante en el cristianismo, que no se duda en hablar de pascua dominical o incluso pascua cotidiana.

    Sodi recuerda algunos datos histricos importantes. En la Iglesia antigua, corresponda a la Iglesia de Alejandra centro astronmico de la antigedad el clculo de la fecha de la Pascua, dado a conocer por el patriarca alejandrino en sus cartas festales: documenti che ancora oggi denotano lintreccio tra lannuncio della data astronomica della Pasqua, e il suo significato teologico (p. 15). Recordando que el Calendario usado en la Iglesia hasta el s. XVI fue el llamado juliano por estar establecido por Cayo Julio Csar (44 a.C.), Sodi presenta brevemente el cambio del Calendario y sus autores: el papa Gregorio XIII y la congregacin presidida por el cardenal Guglielmo Sirleto, sin olvidar al

  • ! 2!

    astrnomo Luigi Giglio. El cambio de Calendario fue aceptado progresivamente, y a da de hoy existe una diferencia de trece das entre ambos calendarios. Despus de esta presentacin general, Sodi vuelve a la Iglesia antigua para hablar del concilio de Nicea. Esto lo hace para introducir el problema del Calendario entre los ortodoxos. No todos los catlicos orientales siguen el Calendario gregoriano. La Iglesia ortodoxa de Finlandia, en cambio, s lo sigue. En 1923 una comisin ortodoxa fue convocada en la que se confirm el Calendario juliano para el clculo de la Pascua. A raz de esa decisin, algunas Iglesias orientales asumirn el nuevo cmputo, mientras que otras no, llamadas a s mismas vecchio-calendaristi o autnticos ortodoxos. El Concilio Vaticano II es el ltimo paso en el itinerario de la unificacin de un Calendario. En l, en el apndice a la Constitucin Sacrosanctum Concilium tiende la mano a los ortodoxos, proponiendo incluso un domingo fijo en el ao donde celebrar la Pascua. A pesar de esto, sigue sin haber un acuerdo catlico-ortodoxo hasta el da de hoy.

    La intervencin de Sodi termina con algunos datos arquitectnicos anecdticos y una presentacin de las dems intervenciones. En general, la intervencin de Sodi cumple el propsito de ser una breve introduccin a casi todos los puntos importantes que se van a tratar a continuacin.

    La amable introduccin de Sodi contrasta con la intervencin de Pietro Giorgio Marcuzzi, Come si misura il tempo nella Chiesa?, que se podra decir que es la ms ardua del libro. Tras un repaso a la normativa cannica actual y del Cdigo de 1917, Marcuzzi empieza a explicar con todo lujo de detalles la comprensin propiamente eclesial de trminos como da, mes y ao. En el mbito cannico el da es de 24 horas, mientras que en el litrgico los das festivos empiezan desde la vspera precedente. En mbito litrgico, el ao consta de 365 366 das, mientras que en el litrgico comienza en el Adviento. No obstante, hay que aclarar que la explicacin de Marcuzzi afecta slo a los ritos occidentales. El autor no menciona que en los ritos orientales suele comenzar en septiembre, con la fiesta del natalicio de la Madre de Dios. Marcuzzi ofrece ms datos histricos que Sodi: nos habla del Calendario Romano General promulgado en 1969, el establecimiento del da de la Pascua en domingo en el s. II de la mano de san Po I y san Vctor I el Africano, etc. Tambin recuerda que el cambio introducido por Gregorio XIII comenz a afectar el 4 de octubre de 1582, siendo el da siguiente 15 de octubre.

    Despus de referirse a la presencia de varios elementos astronmicos en los libros litrgicos romanos actuales, pasamos a la parte ms ardua de su intervencin: el nmero ureo, la epacta, la Indictio Romana, la letra dominical y la letra del martirologio. Estos apartados pueden requerir una segunda lectura para su mejor comprensin. Baste sealar que lo que popularmente se llama en Espaa epacta que asociamos con el Calendario Litrgico Nacional editado por la Conferencia Episcopal Espaola, es el trmino que define let della Luna al 1 di gennaio (p. 54).

  • ! 3!

    Juan Casanovas trata el tema de cmo se fija la fecha de la Pascua. Este tema ha salido en varias oportunidades anteriormente. Como era de esperar, en esta intervencin encontraremos ms datos histricos de los que hemos encontrado. Destacan los datos bblicos: los fenmenos celestes contemplados en Gn 1, 14-18, el Sal 103, 19 que habla de las estaciones y la Luna, el novilunio en Nm 28, 11-15 y la fecha de la Pascua: Per la data della Pascua gli ebrei si attenevano alle prescrizioni di Mos che si trovano nellEsodo (12, 1-8), nel libro dei Numeri (28, 16) e nel Levitico (23, 5) dove si legge: Il primo mese, al decimoquarto giorno, al tramonto del Sole sar la Pasqua del Signore (p. 75). El autor tambin ahonda en los acontecimientos propios de la reforma del Calendario gregoriano y las tentativas de reforma actuales. Recuerda cmo los protestantes de Suiza y Alemania asumieron el calendario gregoriano en el s. XVIII.

    El apartado Quando ha origine il calendario gregoriano? de B. Amata y M. Sodi nos presenta la traduccin italiana del texto de la bula Inter gravissimas de Gregorio XIII. Es interesante notar que la razn litrgica primordial que abre prcticamente la bula es la reforma del Breviario Romano. En el pargrafo 16 se menciona tambin al Martirologio Romano.

    La ltima intervencin corre a cargo de Remo Bracchi, que nos da una mayor fundamentacin bblica, adems de filolgica, de la pascua: Di pasqua in pasqua, tra culto e cultura: una lezione solo del passato?. El texto incluye al comienzo una cita del Diccionario crtico etimolgico castellano e hispnico, que abre la sucesin de alusiones filolgicas de gran inters. Dos acepciones fundamentales guan al autor: paso (phase en la Vulgata) y fiesta de los pastos. Otras acepciones que nos quedan ms cercanas geogrficamente son aludidas: Il basco bazko, con le varianti pazka, pasko, il composto della Bassa Navarra bazko-garisuma alla lettera pasqua della quaresima, che si ripresenta con i segmenti invertiti nel roncalese garesima-bazko (p. 112). La Pascua hebrea es concebida como paso, aunque tambin se alude al sacrificio del cordero pascual. Aqu el autor recuerda la palabra inglesa del s. XVI, presente en nuestros das, passover. Tambin se alude a la fiesta agrcola de los cimos. Se habla tambin de la primavera y se descarta alguna teora sobre la relacin de esta estacin y las albas catecumenales. Con respecto al cordero pascual, la vinculacin se realiza con Cristo resucitado, el Kyrios del Apocalipsis: dove la grandiosa azione liturgica dominata dalla presenza dellagnello colpito a morte, ma ritto in piedi, mentre attende di uscire alle nozze con la sposa (p. 127).

    La Pascua es tambin un tiempo de alegra, expresado por el autor como ausencia de luto y la vuelta al consumo de carne. Se habla de los huevos de pascua, algunos colorados, llamados por los rumanos como panes benditos de Pascua (alusin a las eulogias que se dan todo el ao), y el sentido liberador de la Pascua frente a las penitencias cuaresmales. La octava es denominada en varias lenguas como pequea pascua o pascuilla. La frase dominica in palmis qua cantatur: Occurrunt turbae cum floribus et palmis que se encuentra en el Ordus Romanus fundamenta la expresin pascua florida y justifica el nombre

  • ! 4!

    dado al estado americano Florida. Otras expresiones negativas populares son tocadas, como dar mala pasqua, etc. Se echa en falta, no obstante, el desarrollo filolgico patrstico, puesto que en algunos Padres se concibe pascua como sinnimo de pasin.

    En lneas generales, este instant book aborda temas que no se encuentran en los manuales de liturgia sobre el ao litrgico. El defecto de estos manuales es que comprenden la cuestin de la fecha de la Pascua como algo puramente religioso, sin mostrar el trasfondo astronmico en toda su amplitud, cosa que en este libro dirigido por Manlio Sodio se viene a cubrir. Esperemos que esta publicacin inspire nuevos estudios y manuales sobre el ao litrgico que se detengan en pequeos detalles, que trasciendan el plano meramente teolgico y se enriquezcan con alusiones filolgicas, astronmicas, etc.