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17 Bilbao unque cualquier época es buena para acercarse al mundo del libro, no nos queda más remedio que rendirnos a la evidencia y admi- tir que, al menos desde el pun- to de vista de las editoriales, al- gunas fechas son más propicias que otras para inundar las libre- rías de novedades. Por eso mis- mo, aprovechando el tirón na- videño y los encargos que, con mayor o menor fortuna, todos hacemos al Olentzero, Papá Noel o los Reyes Magos, las no- vedades literarias hacen acto de presencia y, lógicamente, la no- vela policial no es ajena a esa tendencia. Entre todos los libros de gé- nero negro con los que hemos podido solazarnos en los últi- mos tiempos, y a riesgo de de- jarnos otros igual de válidos en el tintero, hay dos que, ca- da uno por características di- ferentes, merece la pena seña- lar. Tiempos negros, una anto- logía dirigida por Ernesto Mallo, y Atrapado, la última no- vela del escritor bilbaino Juan Infante. Tiempos negros es una publica- ción de la Editorial Siruela que, casi desde sus inicios, ha aposta- do por el género negro. Uno de los principales valores, precisa- mente, de su colección policía- ca es el director de dicha anto- logía, el escritor argentino Er- nesto Mallo, padre literario del Perro Lascano, un atípico poli- cía bonaerense que no se casa con nadie y que, bajo una capa de dureza, esconde un gran caudal de romanticismo. Pero hemos convenido en que estos no son tiempos románticos, si- no tiempos negros, y nada me- jor que esta antología para con- firmárnoslo. Multiplicidad de voces El oficio de antólogo es, con- viene decirlo, muy duro y des- agradecido. Cuando alguien se atreve a hacer una recopilación de historias, da igual al género al que pertenezcan, incluso aunque no puedan adscribirse a ninguno en concreto, siempre está la famosa duda de si son to- dos los que están o están todos los que son. A la segunda cues- tión hay que responder que no, pero por el simple motivo de que, afortunada- mente, hay tantos au- tores y autoras en el actual panorama del género negro escrito en español que es imposible reunirlos a todos en un volu- men. El antólogo, por tanto, no tiene más remedio que se- leccionar. Y en esta ocasión ha hecho una selección que seguramente no de- fraudará a nadie, tanto por sus equi- librios internos co- mo por su calidad literaria. En efecto, junto a escritores ya con- sagrados dentro del género, como el propio Mallo, Lorenzo Silva, Ale- xis Ravelo, Paco Ignacio Taibo, Pablo de Santis, Cristina Falla- rás o Petros Markaris, único au- tor ajeno a la literatura hispáni- ca que se incluye en la antolo- gía, aparecen voces que, si no son ajenas ni indiferentes a ese mundo, como lo demuestran con sus relatos, no suelen ser asociadas a él, como son los ca- sos de Jenn Díaz, Espido Freire o Patricia Soley-Beltrán. Com- pletan este elenco escritores a los que merece la pena seguir con atención, como el argenti- no Eduardo Berti, el mexicano Bef (Bernardo Fernández), que además de la novela más con- vencional no desdeña trabajar el cómic y la novela gráfica o la escritora catalana Anna María Villalonga, cuya última obra, El somriure de Darwin, pronto po- dremos disfrutar en castellano. Esa multiplicidad de voces conlleva, también, una multipli- cidad de estilos, de historias y de formas de narrar. Conviven jun- to a las más clásicas historias de investigación policial --y no con- fundamos clásicas con tópicas o rutinarias-- relatos que rozan lo onírico, historias de anticipa- ción e incluso reflexiones sobre nuestro pasado, sin descuidar en ningún caso el sentido del humor, tan necesario no sólo en la ficción sino, sobre todo, en la realidad. Destacar una historia entre las demás sería injusto, ya que cada una de ellas, por sí so- la, nos da motivos más que sufi- cientes para disfrutar con su lec- tura. Sólo indicar que, como di- ce Alicia Giménez-Bartlett en uno de los dos prólogos --otro lujo más que incluye el libro-- de la antología, escribir relatos es muy difícil, pero tenemos la suerte de haber contado para Tiempos negros con un ramillete de ejemplos indicativos de que, con talento, se puede sortear cualquier dificultad. Cosecha Roja Atrapado, que se pre- sentó el pasado mes de noviembre en Do- nostia junto a otras dos obras (Urdaibai sangriento, de Amaia Manzisidor y Asesinos inocentes, de José Ja- vier Abasolo) inclui- das en la colección Cosecha Roja, con la que la editorial EREIN lleva más de diez años apostando por el género en Eus- kal Herria, es, en cambio, como ya se ha dicho, una novela. Una novela que cumple los cá- nones establecidos del género, aunque en su caso esos cánones no funcionan como un corsé, si- no que son el cauce por el que el abogado bilbaino Juan Infante, un viejo conocido en esto de es- cribir novelas policíacas que transcurren en Bilbao y sus alre- dedores, construye una historia que sin duda atrapará al lector. Infante vuelve a dar cierto protagonismo a los ertzainas Sa- ra Cohen y Miguel Fabretti, vie- jos y entrañables conocidos de sus lectores, pero el auténtico protagonismo lo acapara Ga- rrincha, un antiguo delincuen- te que ha decidido abandonar sus actividades, no tanto por es- crúpulos morales como por sus deseos de vivir más tranquilo, ya que tiene suficientemente ase- gurada su subsistencia. Pero no se puede dar la espalda al pasa- do así como así, y Garrincha tendrá que volver a la acción cuando secuestran a la hija de su antiguo jefe. Un secuestro muy extraño, ya que nadie se ex- plica cómo puede haber al- guien capaz de secuestrar a la hija de uno de los más peligro- sos jefes del narcotráfico en Euskadi. Esa es no sólo la mayor intriga, sino el mayor peligro al que se enfrentará el personaje. Garrincha sigue la estela de esos personajes-delincuentes que van por libre, aunque ha- yan trabajado a las órdenes de otros gángsteres, como el inolvi- dable Ned Beaumont que nos legó Dashiell Hammett en La llave de cristal. Ambos son leales a sus jefes, pese a saberse más sensatos e inteligentes que ellos, ambos tienen conflictos con las hijas de sus patronos y en ambos alienta el deseo de de- jarlo todo y construirse una nueva vida, pese a lo cual se po- nen de nuevo a sus órdenes, quizás no tanto por altruismo y generosidad como porque sa- ben que ése es su destino, les guste o no. De lo que sí se puede estar seguro es de que esta nove- la gustará a los más exigentes lectores de novela negra. José Javier Abasolo A Atrapado en tiempos muy negros ‘Atrapado’ de Juan Infante gustará a los más exigentes lectores de novela negra

Atrapado en tiempos muy negros - Erein argitaletxea€¦ · nero negro con los que hemos podido solazarnos en los últi-mos tiempos, y a riesgo de de-jarnos otros igual de válidos

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Page 1: Atrapado en tiempos muy negros - Erein argitaletxea€¦ · nero negro con los que hemos podido solazarnos en los últi-mos tiempos, y a riesgo de de-jarnos otros igual de válidos

17B i lbao

unque cualquier épocaes buena para acercarseal mundo del libro, no

nos queda más remedio querendirnos a la evidencia y admi-tir que, al menos desde el pun-to de vista de las editoriales, al-gunas fechas son más propiciasque otras para inundar las libre-rías de novedades. Por eso mis-mo, aprovechando el tirón na-videño y los encargos que, conmayor o menor fortuna, todoshacemos al Olentzero, PapáNoel o los Reyes Magos, las no-vedades literarias hacen acto depresencia y, lógicamente, la no-vela policial no es ajena a esatendencia.

Entre todos los libros de gé-nero negro con los que hemospodido solazarnos en los últi-mos tiempos, y a riesgo de de-jarnos otros igual de válidosen el tintero, hay dos que, ca-da uno por características di-ferentes, merece la pena seña-lar. Tiempos negros, una anto-logía dirigida por ErnestoMallo, y Atrapado, la última no-vela del escritor bilbaino JuanInfante.

Tiempos negros es una publica-ción de la Editorial Siruela que,casi desde sus inicios, ha aposta-do por el género negro. Uno delos principales valores, precisa-mente, de su colección policía-ca es el director de dicha anto-logía, el escritor argentino Er-nesto Mallo, padre literario delPerro Lascano, un atípico poli-cía bonaerense que no se casacon nadie y que, bajo una capade dureza, esconde un grancaudal de romanticismo. Perohemos convenido en que estosno son tiempos románticos, si-no tiempos negros, y nada me-jor que esta antología para con-firmárnoslo.

Multiplicidad de vocesEl oficio de antólogo es, con-

viene decirlo, muy duro y des-agradecido. Cuando alguien seatreve a hacer una recopilaciónde historias, da igual al géneroal que pertenezcan, inclusoaunque no puedan adscribirse aninguno en concreto, siempreestá la famosa duda de si son to-dos los que están o están todoslos que son. A la segunda cues-tión hay que responder que no,pero por el simple motivo deque, afortunada-mente, hay tantos au-tores y autoras en elactual panorama delgénero negro escritoen español que esimposible reunirlosa todos en un volu-men. El antólogo,por tanto, no tienemás remedio que se-leccionar. Y en estaocasión ha hechouna selección queseguramente no de-fraudará a nadie,tanto por sus equi-librios internos co-mo por su calidadliteraria.

En efecto, juntoa escritores ya con-sagrados dentrodel género, comoel propio Mallo,Lorenzo Silva, Ale-xis Ravelo, Paco Ignacio Taibo,Pablo de Santis, Cristina Falla-rás o Petros Markaris, único au-tor ajeno a la literatura hispáni-ca que se incluye en la antolo-gía, aparecen voces que, si noson ajenas ni indiferentes a esemundo, como lo demuestrancon sus relatos, no suelen serasociadas a él, como son los ca-sos de Jenn Díaz, Espido Freire

o Patricia Soley-Beltrán. Com-pletan este elenco escritores alos que merece la pena seguircon atención, como el argenti-no Eduardo Berti, el mexicanoBef (Bernardo Fernández), queademás de la novela más con-vencional no desdeña trabajarel cómic y la novela gráfica o laescritora catalana Anna MaríaVillalonga, cuya última obra, Elsomriure de Darwin, pronto po-dremos disfrutar en castellano.

Esa multiplicidad de voces

conlleva, también, una multipli-cidad de estilos, de historias y deformas de narrar. Conviven jun-to a las más clásicas historias deinvestigación policial --y no con-fundamos clásicas con tópicas orutinarias-- relatos que rozan loonírico, historias de anticipa-ción e incluso reflexiones sobrenuestro pasado, sin descuidaren ningún caso el sentido del

humor, tan necesario no sólo enla ficción sino, sobre todo, en larealidad. Destacar una historiaentre las demás sería injusto, yaque cada una de ellas, por sí so-la, nos da motivos más que sufi-cientes para disfrutar con su lec-tura. Sólo indicar que, como di-ce Alicia Giménez-Bartlett enuno de los dos prólogos --otrolujo más que incluye el libro-- dela antología, escribir relatos esmuy difícil, pero tenemos lasuerte de haber contado para

Tiempos negros conun ramillete deejemplos indicativosde que, con talento,se puede sortearcualquier dificultad.

Cosecha RojaAtrapado, que se pre-sentó el pasado mesde noviembre en Do-nostia junto a otrasdos obras (Urdaibaisangriento, de AmaiaManzisidor y Asesinosinocentes, de José Ja-vier Abasolo) inclui-das en la colecciónCosecha Roja, con laque la editorialEREIN lleva más dediez años apostandopor el género en Eus-kal Herria, es, encambio, como ya seha dicho, una novela.

Una novela que cumple los cá-nones establecidos del género,aunque en su caso esos cánonesno funcionan como un corsé, si-no que son el cauce por el que elabogado bilbaino Juan Infante,un viejo conocido en esto de es-cribir novelas policíacas quetranscurren en Bilbao y sus alre-dedores, construye una historiaque sin duda atrapará al lector.

Infante vuelve a dar ciertoprotagonismo a los ertzainas Sa-ra Cohen y Miguel Fabretti, vie-jos y entrañables conocidos desus lectores, pero el auténticoprotagonismo lo acapara Ga-rrincha, un antiguo delincuen-te que ha decidido abandonarsus actividades, no tanto por es-crúpulos morales como por susdeseos de vivir más tranquilo, yaque tiene suficientemente ase-gurada su subsistencia. Pero nose puede dar la espalda al pasa-do así como así, y Garrinchatendrá que volver a la accióncuando secuestran a la hija desu antiguo jefe. Un secuestromuy extraño, ya que nadie se ex-plica cómo puede haber al-guien capaz de secuestrar a lahija de uno de los más peligro-sos jefes del narcotráfico enEuskadi. Esa es no sólo la mayorintriga, sino el mayor peligro alque se enfrentará el personaje.

Garrincha sigue la estela deesos personajes-delincuentesque van por libre, aunque ha-yan trabajado a las órdenes deotros gángsteres, como el inolvi-dable Ned Beaumont que noslegó Dashiell Hammett en Lallave de cristal. Ambos son lealesa sus jefes, pese a saberse mássensatos e inteligentes queellos, ambos tienen conflictoscon las hijas de sus patronos yen ambos alienta el deseo de de-jarlo todo y construirse unanueva vida, pese a lo cual se po-nen de nuevo a sus órdenes,quizás no tanto por altruismo ygenerosidad como porque sa-ben que ése es su destino, lesguste o no. De lo que sí se puedeestar seguro es de que esta nove-la gustará a los más exigenteslectores de novela negra.

José Javier Abasolo

AAtrapado en tiempos muy negros

‘Atrapado’ de Juan Infantegustará a los másexigentes lectoresde novela negra“