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Asignación Universal por Hijo (AUH) - 2014

Alguien me decía que en la redistribución del ingreso es en el único lugar donde no

funciona la Ley de Gravedad. ¿Cómo es esto? Y es muy simple: en los años 90, nos

dijeron que existía la “teoría del derrame”. O sea que había que crecer primero y

que cuando uno crecía entonces empezaba a derramar para abajo. Se puso mucha

plata arriba, se quedó arriba, desafío la Ley de Gravedad y no cayó para abajo. Al

contrario, se cayeron millones de puestos de trabajo.

Y, sin embargo, en nuestro modelo hemos desafiado esa Ley de Gravedad y hemos

demostrado que poniendo dinero abajo, poniendo dinero a los humildes,

mejorando los salarios de los trabajadores, mejorando la participación en el

ingreso, finalmente termina subiendo para arriba. ¿Y por qué termina subiendo

para arriba? Termina subiendo para arriba porque ese argentino, esa argentina

que cobra la asignación universal por hijo, va al almacén del barrio a comprar los

alimentos o zapatillas a sus hijos en un comercio minorista; ese minorista le

compra al mayorista y el mayorista va al hiper o a la fábrica y compra.

Cristina Kirchner, 14 de mayo de 2014

La Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, anunció1 una suba del 40% en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y en la Asignación por Embarazo para Protección Social. La Jefa de Estado también informó aumentos en el valor de las Asignaciones Familiares por Hijo y la modificación en los topes de los rangos salariales a partir de junio y octubre.

1 http://presidencia.gov.ar/images/stories/asignacionesfamiliaresansesmayo2014.pdf

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Gráfico 1: evolución del valor de la AUH.

El poder adquisitivo de la AUH mejoró su poder adquisitivo a través de los años, medido

por su poder de compra. Por ejemplo, según un informe de Télam, la asignación universal

mejoró su poder de compra un 58% sobre productos alimenticios: en 2009 se podían

comprar 9 kilos de asado, y a partir de 2014, 14kg; azúcar: 72 y 107kg; leche: 64 y 90 litros;

tomate: 28 y 53kg; aceite: 38 y 85 litros; harina: 112,5 a 96,5kg; pan: 33 a 36kg; huevos: 24

a 40 docenas, respectivamente.

En este sentido, en paralelo, la importancia de la política de Precios Cuidados cobra aún

una mayor relevancia, no sólo por ser precio de referencia para contener los precios de los

productos de otras marcas, además de los cuidados, sino para, de esta forma, promover el

consumo y cuidar el bolsillo de los sectores que más relegados. Tanto la AUH como

precios cuidados son políticas para sostener el volumen del mercado interno, protegiendo

a los sectores que más lo precisan.

Precios Cuidados, cabe decirlo, no es una política que está sola, forma parte de un

conjunto de políticas que buscan contener los precios y el empleo, gracias al cuidado de

las cantidades consumidas.2

2 Actualmente, debe señalarse que el país atraviesa por una restricción externa ciclo similar a los ocurridos

en 1959; 1962; 1971/72; 1975; 1981; 1988/1989 y 1999/2001. Una restricción externa se explica por una tendencia negativa en el saldo del balance de pagos, o sea, la economía precisa más divisas de las que están entrando (y forma parte de las tensiones del crecimiento: más inversiones industriales requieren más dólares para comprar en el exterior bienes de capital, por ejemplo). Esto ha afectado históricamente a la Argentina: sin embargo no es lo mismo encararla con una lógica nacional y popular que con la lógica ortodoxa del ajuste y el desempleo disparado.

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En la Argentina se otorgan 3.414.759 Asignaciones Universales por Hijo (AUH) y 82.531

Asignaciones por Embarazo. En conjunto con estos chicos y embarazadas, las familias

beneficiarias son 1.887.920. El hecho de que no suban la cantidad de chicos beneficiarios a

lo largo del tiempo, tiene que ver con que no aumenta el desempleo.

Hoy la AUH para protección social tiene un monto de $644 por beneficiario. Se cobra 80%

cada mes ($515,2) y se acumulan todos los 20% de cada mes para principios del año

siguiente, contra comprobante de escolaridad y salud de los chicos y jóvenes. Con el

nuevo aumento de las AUH, ningún pibe de la Argentina vive con menos de $21,5 por día.

Es poco, pero sin embargo es una protección inédita que brinda el Estado nacional.

La AUH no es el único seguro que otorga el Estado para protección social. Hay varios otros,

como el Progresar, Seguro de Capacitación y Empleo y el Programa Jóvenes Más y Mejor

Trabajo, el Plan de Empleo Comunitario y el Inter zafra, la Prestación por Desempleo, el

Programa REPRO y las Pensiones no contributivas por invalidez y para madres de 7 o más

hijos, a lo que cabe sumar jubilaciones de las personas que no completaron los aportes.

Las regiones que mayores necesidades tienen son las del NOA y NEA. Dentro de esas

zonas sobresalen Chaco y Santiago del Estero. En la otra punta, la CABA es la jurisdicción

que menos AUH y embarazo precisa. Casualmente la Ciudad de Buenos Aires es una de las

ciudades del país donde mayor proporción de detractores se encuentran.

Gran parte de la oposición critica el gasto público en general y la AUH en particular. No

obstante, la AUH no es un gasto, sino que es una inversión, no sólo social, sobre todo es

una inversión económica que promueve un círculo virtuoso de la economía, de abajo

hacia arriba.

El Estado inyecta recursos por el lado más débil, por abajo, y aumenta asignaciones

universales por hijo (en conjunto con el aumento de jubilaciones, promoción de promueve

paritarias, etcétera), cosa fundamental por 3 razones:

para sostener un piso de consumo en los sectores necesitados, para que puedan

resolver sus necesidades más urgentes mientras consiguen mayores ingresos;

para propiciar un ritmo de vida que los acerque a las rutinas del trabajo y la familia

(como reparación social de tantos años de exclusión generados por el Estado

neoliberal); hay muchos casos de familias que gracias a la AUH lograron acceder a

cuotas para la compra de materiales y mejorar sus viviendas;

y fundamentalmente para agilizar las inversiones y el mercado de trabajo: más

consumo, mayor demanda agregada, promoción de inversiones hacia una mayor

producción y mayor escala, más trabajo, y nuevamente más consumo... En el

medio de este círculo por supuesto que puede haber aumentos de precios, como

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resultado de la puja y de la lentitud de las inversiones, que son parte de esa misma

puja. No es tan grave. Grave es la recesión y la falta de empleo.

El gobierno se mantiene rígido en la decisión de transferir recursos constantemente a los

sectores vulnerables y a la economía real. Porque pan para hoy es pan para hoy. No hay

ninguna evidencia empírica que demuestre que hambre para hoy es pan y trabajo para

mañana, y sí las hay de lo contrario.

De este modo, los sectores que menores ingresos tenían hace 10 años mejoraron más sus

ingresos que los que mayores ingresos tenían. En efecto, los deciles de menores ingresos

vieron crecer sus ingresos proporcionalmente más que los deciles de mayores ingresos,

mejorando así la redistribución equitativa del ingreso en la Argentina.

Gráfico 2: aumento de los ingresos entre 2003 y 2013, según deciles de ingresos.

¿Cuál es el rol de la ANSES en esta redistribución? Fundamental. Gracias a la decisión

política de controlar los recursos de los trabajadores que se estableció en 2008, la ANSES,

pasó a ser determinante en la redistribución del ingreso en la Argentina. Así, el Estado

argentino, a través de ANSES, destina mayores recursos para los sectores que más lo

precisan que para los de mayores ingresos.

Gráfico 3: Transferencias de la ANSES por hogar por decil, comparación entre 2003 y 2013

(Fuente: ANSES).

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Se pueden discutir muchas cosas, y admitir errores de todo tipo en la gestión

gubernamental. Pero la centralidad de este proyecto nacional y popular está dada por

estas acciones, y a esto se opone la oposición partidaria y mediática (aunque a veces

simulen otra cosa con ribetes discursivos abstractos). La consolidación de este Estado,

interventor, fuerte, transfiriendo recursos equitativamente, depende de este gobierno.

“Pedirles a los demás, que si tienen mejores ideas que las nuestras, las expliciten porque

podemos ayudar a llevarlas adelante, lo vamos a hacer, como hicimos con la asignación

universal por hijo, que algunos se enojan porque dicen que las habían dicho ellos y nosotros

las pusimos en marcha. ¿Saben cuál fue el problema? Que tuvimos que, primero, sacar el

dinero de las AFJP y, ¿saben qué? Cuando hicimos eso, nos votaron en contra porque, claro,

para pagar la asignación universal por hijo, había que tener plata. Y si no tenés la

administración del recurso de los trabajadores, no se podría pagar la asignación universal

por hijo.” Cristina Kirchner, 22 de mayo de 2014

Por otra parte, ¿hasta qué punto el gobierno sobrecalienta la economía vía consumo a una

velocidad mayor que la inversión sobre la oferta para atenderlo? El gobierno tiene la

concepción de que la demanda genera su propia oferta, no existe evidencia que indique

que pueda ser al revés. Debe entenderse que los aumentos de precios se dan por puja

distributiva, por la relación con el exterior (con el tipo de cambio) y por cuellos de oferta-

demanda. Esto requiere también entender que el actor que produce es más fuerte

económicamente que el actor que consume (analíticamente hablando), por eso es

fundamental conducir desde el Estado a los sectores empresarios y contener a los

sectores trabajadores y a los postergados, simultáneamente. La promoción de la demanda

es una forma de conducir a los empresarios hacia la inversión.

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La mejor política contra la pobreza, por tanto, no es a través de un plan social sino a través

de un modelo económico, y la AUH es pilar de un modelo basado en el mercado interno

fuerte, es, así, mucho más que una política social.

Hay quienes ponen en debate el corte de la AUH al conseguir empleo. Es sobre todo una

discusión semántica por cuanto al conseguir empleo se otorga una asignación familiar,

progresivamente de similares montos.

De cualquier forma, la Argentina que tiene la AUH entre sus pilares de inclusión, al cabo

de 11 años, puede mostrar mejoras sociales trascendentes. El desempleo se mantiene en

mínimos históricos de los últimos 22 años y el coeficiente de Gini, de distribución del

ingreso, se parece cada vez más al que existía antes de la dictadura.

Gráfico 4: Contexto de desempleo y distribución del ingreso desde 1986 hasta la

actualidad