#119Quincenario mojadoEditor: Francisco Trejo Corona

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HEY CHICA!EL MISMO ESFUERZO PARA 30 PERSONAS QUE 1000Por Jona Moreno

Hey Chica!; con un perfil bajo y en silencio van haciendo de las suyas… ¡rompiendo madres! Aunque siendo honestos, el silencio o mantenerse callados no es lo mejor que les sale… ellos regresan de su segunda presentación en un SXSW bien escoltados junto con Clubz, los 60 Tigres y más, representando con estos, a una buena selección de sonidos latinos para este 2015. Indie pop, rock con ciertos tintes de shoegaze o quizás punk, hace de toda esta mezcla algo muy difícil: el poder enca-sillarlos -y ponerles alguna etiqueta a su sonido-. Pero por otra parte, sería muy egoísta hacerlo, ya que ahí se les marcaría un límite y ellos no saben mucho de esto: para finales de 2002 e ini-cios de 2003 en Guadalajara, ya se cocinaba algo cuando Kiwi y Jeka ya formaban parte de una banda junto con algunas amigas más y decidieron cambiar a Hey Chica!

La experiencia y madurez se ven claramente reflejados en esta nueva producción llamada ‘Un instante’ , un EP de tres rolas donde Chavo de Austin TV llevó la produc-ción, la banda nos cuenta cerca los cambios en su sonido y forma de trabajar

Acerca de cómo fue la experiencia en ‘Un instante’, Kiwi res-ponde de manera sencilla: “la madurez, experiencia y todo eso que comentas ha sido muy natural, el cambio que sentimos ha sido poco a poco, tal vez para la gente de repente al ver un ma-terial ya grabado en un estudio lo sienten muy diferente… como un gran brinco de un material a otro, pero en sí, la evolución de cuando empezamos a tocar en vivo ha sido como muy paulatino, ya sea el trabajo, congeniar musicalmente y afinar detalles para no hacer o seguir haciendo en el show y que todo esto salga bien”. “Aparte de que todo esto se dio bien fácil y curioso, pues cuando empiezas a tocar te das cuenta de algo bien importante, y que tiene que ver mucho con la conexión o de dónde venimos, cómo nos conocimos, en qué tanto coincidimos y cómo es la rela-ción más allá de la banda; para nosotros el hacer música es algo bien personal pero que nos engloba y nos agrada a todos, ya que a fin de cuentas, nos lleva hacía lo mismo… y es que si juntaras a 5 músicos súper buenos sin relación alguna entre ellos, por en-cima de lo musical, no podría funcionar, y con Chavo pasó algo bien bueno y que hizo fluir todo, experimentamos y nos dejamos llevar (risas)” (Mencionó Fernando)

ULTRAMARINOS.CO PRESENTA | UNA CHARLA CON Hablando de relaciones y amistades, ¿qué tan impor-tante es para ustedes colaborar o reafirmar lazos con amigos, promotores, músicos y conocidos para seguir creciendo como banda?

“Siempre es muy interesante trabajar con alguien externo porque simplemente es una visión diferente, por ejemplo, co-laborar con con Bonnz de Hello Seahorse! para el EP anterior fue muy padre y muy interesante, él llegó y prácticamente ya teníamos la base de todo, pero le dio ese toque, ese sabor per-sonal… e igual con Chavo y Abi, una amiga que toca el violín y que también canta, es por eso que nos encanta colaborar con más gente, tocar con más personas y de igual manera, te abres para recibir críticas, que en realidad no lo tomamos así, ya que son tips o formas de mejorar como banda. Sin duda las colaboraciones nos encantan, así como rodearnos de gente que tiene más tiempo en la industria y pueden servirnos de ayuda. Además, hemos dejado de hacer esfuerzos aislados y mejor construimos una escena más amigable y sin depender de pro-motores o agencias, sólo con amigos. De igual manera con las bandas que cotorreamos, tratamos de armar una relación mu-sical o reafirmarla, aunque cada quien tiene su estilo o ideas podemos ayudarnos mutuamente. (Dijo Jeka)

Regresan de un SXSW, ¿qué es lo que sienten que falta para poder entrar, quizás, a un cartel nacional como un Nrmal, un Vive Latino… y tengan más proyección? ¿O qué es eso que buscan?

Está padre, y no hacemos menos a un festival de gran renom-bre ya que es un foro de proyección muy grande donde te puedes perder, pero por eso mismo hemos tratado de armar nuestro show para algo más íntimo y de más contacto con la gente; en un festival podrán asistir hasta 5000 personas, pero la realidad es que sólo 180 te irán a ver, o hasta menos. Es por eso que nosotros trabajamos y hacemos el mismo es-fuerzo para un público de 30 personas que para uno de 1000. Y aunque existan pensamientos diferentes en la banda, todo redunda hacia la música, y es vital eso ¿sabes?, porque obvia-mente nos harán falta muchas cosas, pero al final lo hacemos con gusto y damos lo mejor de nosotros.

El hecho de ser independientes es una función bilate-ral, ya que por un lado pueden carecer de varias cosas e igualmente, ser ricos en formas de expresión o la manera de manejar el proyecto, ¿cómo es que logran balancear todo esto?

Lo mejor es que lo hacemos a nuestra manera y lo moldeamos como queremos. Aunque cada quien trabaje en actividades diferentes, tratamos de invertir dos horas o tres mínimo en

¿CUÁNTO HABRÍA COBRADO THE LIBERTINES POR PRESENTARSE EN EL CORONA CAPITAL?Por Uziel Palomino | ultramarinos.co

Hace un año, cuando The Liberti-nes anunció su reencuentro para un show dentro del festival Hyde Park del Reino Unido, más allá de espe-rar por un nuevo álbum o material inédito por parte del cuarteto lon-dinense, lo que muchos querían era poder verlos en México… era como una pequeñita esperanza de la po-sible visita del conjunto a nuestro país, y ahora con la salida del blando cartel del Corona Capital, a muchos se les cumplirá el capricho, aunque en realidad, ¿cuánto cobraron por ofrecer, quizás, hora y media de con-cierto –a lo mucho dos– a finales de noviembre en el autódromo? Las cifras no son claras, es cierto, pero seguro no fue nada ba-rato; en su reunión para Hyde Park, Pete Dohertyconfirmó que en dicha ocasión, su cuota por presentarse sería de 500,000 euros para él y otro montoncito igual para Carl Barat, sumando un total de 1 millón de estos, eso sin contar los gastos y el pago para los integrantes restantes. ¿Cuánto es esa cantidad en pesos mexicanos? aproximadamente 17 mi-llones de pesos… por una banda. Saquen la calculadora o abran el conversor de monedas si no la creen.¿Es el año en que se embolsarán fondos para sobrevivir toda su vida y retirarse definitivamente? Segura-mente; además de su fecha en Mé-

xico, The Libertines estarán tocando previamente en distintos foros du-rante el verano, y con el lanzamiento de un posible álbum, los concier-tos seguirían llegando al menos una temporada más… bien dijo Doherty cuando “justificó” el precio por el que se vendían hace un año: “¿Qué piensan que hicimos? ¿Firmamos con Rough Trade, cierto? Sólo fue por dinero, y está completamente en el espíritu de la banda tocar en Hyde Park por dinero…” Y bueno, sin duda pararse en el Corona Capital está por el mismo feeling ($$$). Es obvio que no sabemos si los ingleses se van a tragar esos 17 millones de pesos por venir a México, -igual hasta un descuento sacaron- ¿pero esta inversión habrá causado que la sexta edición del Co-rona haya decepcionado en su ma-yoría con el cartel? Ya saben… por apostarle con una mayor cantidad de billetes a The Libertines. Quién sabe, muchos otros dicen que el cambio de fecha por la Fórmula 1 (que se lle-vará a cabo en el mismo lugar) causó que el festival se alejara de otros que lo “nutrían”… la verdad es que la ti-rada es a Doherty y a Barat este año, aunque al final, ¿vale la pena?

Nada que ver, y sólo por el dato, pero ni Madonna anda cobrando eso.

ENTREVISTA / HEY CHICA! (viene de portada)

en conjunto; desde armar el flyer, un evento, che-car la logística, gastos y todas estas cuestiones que levantan al proyecto, -aunque sea sumamente cansado o agotador es una chamba extra y que nos tenemos que rifar- puede ser que estas acciones sean lo peor que nos pueda pasar al ser indepen-dientes, pero como cualquier trabajo éste lleva su recompensa; al final del día, recibes esa satisfac-ción que llega a ser proporcional al esfuerzo que hiciste… y claro, de que salieron bien las cosas”.

Finalmente, ¿qué se viene para Hey Chica!? ¿Qué es lo próximo y dónde los podemos topar?

“Actualmente estaremos promocionando ‘Un ins-tante’; ya está sonando en D.F y Guadalajara en radio, no hay sencillo como tal ya que son tres rolas y programan casi siempre la que más les guste, pero ya las pueden escuchar… además tendremos una sorpresa de relanzamiento y que estará disponible dentro de un par de semanas. Por ahora el ‘Bacon tour’ con Car Crash Sisters, y trataremos de visitar lugares que anteriormente no habíamos podido”. || @jonamorenoc

Portada del EP Un Instante

TU FEEDDE MÚSICA DIARIAultramarinos.co

ALGO QUE DECIR_VIERNES 20.30 HORAS / 94.5 FM RADIO UAA / PODCAST LJA.MX

MESIANISMO DE PARQUE DE DIVERSIONESUTOPÍAS Y DISTOPÍAS | APOCALIPSIS Y MESIANISMO TECNOLÓGICO (2/2) Por J.S. Cainiz

¿Ser pesimista o ser optimista? Esa es la cuestión que Tomorrowland (EUA, 2015) intenta responder en una situación muy particular: la catástrofe ecológica del si-glo XX. No es la primera película que lo hace, la lista es muy larga: desde “Po-cahontas” de Disney, hasta “Avatar” de James Cameron, pasando por “El último samurái”, protagonizada por Tom Cruise, o “Danza con lobos”, estelarizada por Ke-vin Costner. Todas ellas reproducen, más o menos, el mismo argumento: en el en-frentamiento entre una cultura cercana a la naturaleza y otra con una tecnología al-tamente avanzada, la primera está inexo-rablemente destinada a ser aplastada por la imparable máquina devoradora de la naturaleza, en una clara alegoría de la civilización occidental y la lógica del con-sumo del capitalismo avanzado. Por su-puesto, en ese enfrentamiento, el héroe, un representante de la máquina, recon-sidera su lealtad al sistema por amor de una nativa, quien le recuerda que el ser humano no puede vivir sin la naturaleza: el hijo del patriarcado volviendo a los brazos cálidos del matriarcado. Una vic-toria bastante pobre, ya que una cultura completa es exterminada en nombre del progreso o simplemente del desarrollo económico. Tomorrowland, con todo y su evidente función de propaganda del parque temático, alcanza a proponer una nueva visión del problema: la tecnología puede salvar a la naturaleza, aunque sea una posibilidad impotente, como se verá más adelante. La trama de Tomorrowland gira en torno a los personajes de Frank Walker (George Clooney), Casey Newton (Britt Robertson) y Athena (Raffey Cassidy). Casey es una chica inteligente y compro-metida: cada noche sabotea las máquinas destinadas a desmantelar la plataforma de lanzamiento de la NASA para que su padre no pierda el empleo; en clase, mientras que sus profesores se empeñan en recalcar que el mundo camina con

paso firme hacia la desgracia – digno de señalarse es la mención a la novela “1984” de George Orwell, como una historia profética de la tragedia de la civilización occidental –, Casey hace una y otra vez la misma pregunta: ¿cómo podemos arre-glarlo? Y tiene razón, ¿o no?: no tiene mucho sentido señalar los puntos malos o negativos de una realidad si no se tiene una propuesta de solución, o si no se tiene la disposición de ánimo para inten-tar encontrar una. Casey es la optimista, mientras que Frank es el pesimista, por dos muy buenas razones: primero, jugaron con su corazón y sus esperanzas románticas; segundo, creó una máquina que utiliza taquiones – una partícula de existencia hipotética que se mueve a velocidades superiores a la de la luz – para predecir el futuro, que no resulta ser el mejor de todos: la máquina permite predecir el momento exacto en el que el fin del planeta Tierra dará co-mienzo, un evento que parece irreversible e inevitable. Todo ello le vale la expulsión de Tomorrowland, una sociedad utópica ubicada en una dimensión alterna, aun-que él conserva la esperanza de volver a ella con la solución, o salvación. Los esfuerzos en conjunto de Casey, Frank y Athena, una niña robot que aporta buenas dosis de ironía y sarcasmo a la historia, logran salvar no sólo al planeta Tierra, sino también a la idílica Tomorrowland, que tras desterrar a Frank cierra sus puertas a cualquier otro ser humano por temor a que estos provoquen otra catás-trofe como la que provocaron en la Tierra. La moraleja es bastante clara: en lugar de enfocarte en los aspectos negativos de tu realidad, esfuérzate y pon tu ingenio a trabajar para generar una solución, que seguramente tendrá la forma de una so-fisticada creación tecnológica. Tiene sen-tido, ¿o no? La moraleja de Tomorrowland en realidad no puede ser realizada: para que el espíritu emprendedor y comprometido

de Casey tenga un efecto relevante para el mundo es necesario que exista la uto-pía tecnológica de Tomorrowland. Fun-dada por los Plus Ultra, seres humanos visionarios y muy inteligentes (entre los primeros se encuentran Edison, Tesla, Ei-ffel y Verne), Tomorrowland es un lugar donde la inteligencia y la creatividad son lo más importante, donde estas pueden desarrollarse al margen de la política o la economía (cierta compañía se mordió la lengua), que representan sólo un im-pedimento (cierto sistema socio-econó-mico recibió una pedrada de su propia mano). En principio, los Plus Ultra tenían planeado mudar a la humanidad a su uto-pía, sin embargo, a partir de la creación de Frank, deciden que los seres humanos promedio están dominados por pulsiones de autodestrucción: como bien apunta el gobernador Nix (Hugh Laurie), a los seres humanos les encanta la idea de un futuro inexorablemente trágico porque de esa manera están comprometidos a actuar, pueden sentarse tranquilamente a quejarse de lo mal que va el mundo (como Orwell con sus novelas) sin hacer algo para remediarlo, algo como lo que muestra George Miller en Fury Road. Y es esa la tragedia de esta película: para que un espíritu como el de Casey tenga efecto, necesita de una utopía, es decir, algo que no existe; sin eso, se vuelve impotente. Claro que puede haber una solución a todos y cada uno de los problemas de la humanidad, y no es necesario que exista un mesías tecnócrata – el iPad no nos va a salvar –, es suficiente, o imprescindi-ble, que se replantee el sistema social y económico en el que vivimos, centrado en el consumo y el fetichismo de las mercan-cías. La pregunta es: ¿es esta una opción para las grandes compañías transnacio-nales, como Diney?

La pultima imagen es de Guardians of the Galaxy ¿se parece, no?

Supe de los cómics editados por el sello Ver-tigo/DC hace 15 años. Pasaron 9 años para que pudiera leerlos gracias a descargas digi-tales, y apenas hace un año pude adquirir las primeras ediciones mexicanas de este fabu-loso material. Es curioso que a través de artículos de un tal Mauricio Matamoros (nota del editor: maestrazo, colaborador de la ahora extinta Conozca Más), que publicaba rese-ñas de historietas en la difunta revista “La Mosca en la Pared”, supiera acerca del Prea-cher de Garth Ennis y Steve Dillon, el Shade de Milligan y Bachalo, o el Animal Man de Morrison y Troug. Sólo se requirió de unas cuantas líneas para atraparme en un uni-verso 2D, poblado por las más estrambóticas historias y cuyos personajes resultaban tan fascinantes al no tener punto de comparación con cualquier producto de consumo masivo que ofreciera el nuevo milenio. Fue hasta el 2008 que pude leer íntegro el Sandman de Neil Gaiman. Ahora, a un año de la aparición de Vertigo Cómics México, puedo releer sin las restricciones del medio digital, aquellas historias que transformaron mi forma de asimilar y disfrutar de la ficción y el entrete-nimiento. Curioso que ese tal Mauricio Mata-moros ahora sea el editor de la línea Vertigo/DC. Lo cierto es que este renacimiento del cómic, debido principalmente a la pluma y el inconformismo de escritores británicos, que padecieron a Margaret Tatcher, fue posible gracias a la visión del gran y peludo Alan Moore (como lo llama Eddie Campbell en la novela gráfica Cómo ser artista). Fue especí-ficamente el trabajo del Magus en The Saga of the Swamp Thing lo que inició todo. El origen secreto de Moore, como au-tor de cómics, se puede rastrear hasta 1979 en la revista Sounds, donde publicaba la tira “Roscoe Moscow”, o la tira “Maxwell The Ma-gic Cat” para un semanario de Northlands, ambos trabajos escritos y dibujados por él, firmados con los pseudónimos: Curt Vile y Jill de Ray (este último en alusión a Gilles De Rais, un francés que se recuerda como el mayor asesino de niños de la historia). Fue en 1980 que comienza a escribir los relatos de Future Shocks y Time Twisters para la revista 2000 AD, cediendo la labor de los lá-pices a otros artistas. Es en esta etapa donde cobrarán vida The Reversible Man o Crono-polis, historietas de apenas cuatro páginas, pero en las que ya percibimos el germen de lo que haría en trabajos posteriores. Fue en la revista Warrior donde el Magus inicia dos

de sus obras más aclamadas: Marvelman, conocido en la actualidad como Miracleman, y V for Vendetta (ambas por fin editadas en nuestro país), mismas que terminaría de publicar en Estados Unidos bajo los sellos Eclipse y DC. Precisamente estos trabajos fueron los que le dieron la notoriedad para recibir el encargo de guionizar las aventuras de la Cosa del Pantano (Swamp Thing). Es a finales 1983 que aparece el número 20 de la serie, el primero firmado por Moore, bajo el muy apropiado título: Cabos sueltos. Pero será hasta el episodio 21, el célebre: “La lec-ción de anatomía”, que el maestro comienza a brillar. Creado en 1972, por el escritor Len Wein (también creador de Wolverine) y el artista Bernie Wrightson, como una historia de 8 páginas para la revista House of Secrets, Swamp Thing nos presenta al científico Alex Olsen, asesinado por su mejor amigo que quería quedarse con su esposa. El cuerpo de Olsen termina en el pantano y tiempo des-pués resucita como el Swamp Thing y cobra venganza. La pequeña historia tuvo tanto éxito que tiempo después los mismos autores crean una serie a partir de la original, adap-tándola un poco y quedando el protagonista con el nombre de Alec Holland, que es como se conoce al personaje. El giro que da Moore en la ya mencionada “Lección de anatomía”, es mostrarnos que no se trata de Holland convertido en la criatura del pantano, sino que se trata de un ser distinto, una enti-dad vegetal que se apropia de la conciencia del difunto Holland. Ese es el gran giro de tuerca, la reinvención del monstruo con alma humana. Recuerdo que leer el Swamp Thing de Moore supuso toda una revelación de lo que hasta ese momento sabía de cómics. Muchos lectores, al igual que yo, leyeron la etapa de Moore sólo después de haber leído cosas como: Watchmen, The Dark Knight Returns, The Killing Joke, Arkham Asylum, Animal Man o The Sandman, por lo que no se sor-prenden. Por eso cuando se reseña Swamp Thing como la obra maestra a un lector más o menos aventajado en sus lecturas, puede parecer inconsistente el entusiasmo de quien lo recomienda. Mi sugerencia es que hagan lo que yo, lean y disfruten el Swamp Thing de Moore entendido desde su contexto. Tomen en cuenta el período de su creación; en ese momento Moore estaba dándole forma a las ya mencionadas V for Vendetta y Miracle-man; todavía no escribía Watchmen, ni exis-tía el concepto novela gráfica (este apenas

estaba cobrando vida); el personaje de John Constantine sería una creación de Moore sur-gida precisamente de las páginas de Swamp Thing. Es precisamente el trabajo del Magus en esta serie lo que posibilitó que los editores de DC Comics, principalmente Karen Berger, voltearan al otro lado del charco y se diera una segunda invasión inglesa (la primera fue en los 60’s con bandas como The Beatles y Rolling Stones) que traería como resultado la creación del sello Vertigo Comics en 1992. Alan Moore fue el pionero, sus obras sirvie-ron de base; irónicamente jamás ha escrito para este sello. Hay una anécdota curiosa de cómo Neil Gaiman volvió a maravillarse por los cómics, y mejor aún, se interesó por escribir-los. Era 1984, esperaba el tren en la Estación Victoria, y mientras se puso a ojear los có-mics del puesto de revistas, específicamente el número 25 de Swamp Thing, titulado “El sueño de la razón”, como el grabado de Goya (de hecho Gaiman en homenaje titularía al primer episodio de Sandman “El sueño de los justos”), lo que encontró ahí le sorprendió, y dijo para sí: “esto es realmente bueno, pero no lo puede ser porque los cómics no son buenos”. Un mes después, esperando en la misma estación ojeó el siguiente. Dejo que sea el propio Gaiman quien continúe esta parte de la anécdota: “Un par de meses des-pués volví al quiosco, pero un proceso erosivo debía de haber tenido lugar silenciosamente sobre mis barreras mentales, porque cuando vi Swamp Thing #28 simplemente lo compré y lo leí en el vagón, cuidadosamente”. Lo que Gaiman descubrió fue que en los cómics podían contarse historias con la misma pro-fundidad y calidad que en la alta literatura. Así su pasión infantil se renovó y permeo en su pasión por la escritura. El siguiente paso era saber cómo se escriben los cómics, algo que el propio Alan Moore, con quien llegó a entablar una amistad, le instruiría.

Reseñar la etapa de Moore en Swamp Thing requiere una segunda parte, tal vez cuando se publique el tomo dos de la edición mexi-cana. Puedes checar la reseña The Reversi-ble Man en: nieblaentubo.blogspot.com

* J.S. Cainiz se dice que colaborar en el po-dcast No le digas a mamá, siendo ya no tan misterioso porque lo conocemos ahora desde su voz. O algo.

En la imagen: Maxwell the Magic Cat, el primer cartón de Alan Moore

ALAN MOORE Y EL SUSPENSO SOFISTICADOPor J,S, Cainiz