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Autoridades y académicos de nuestra universidad, señores Amigos de ORT, queridos graduados y graduadas y sus familias, a todos les doy la más cordial bienvenida en este día inolvidable. Queridos padres y abuelos, ha sido una gran responsabilidad formar a sus hijos y nietos, esperamos haber cumplido. Queridos graduados, hace algunos años ustedes tuvieron que elegir universidad. Es una elección trascendente, no todas las universidades son iguales. Las universidades encarnan valores que serán los que los distingan como profesionales y como ciudadanos. Ustedes conocen los valores de ORT: trabajo duro, cumplimiento de los compromisos, honestidad intelectual, innovación incesante, diversidad. Nos sentimos muy honrados y muy responsables de su elección de ORT y esperamos que como parte de la creciente comunidad de graduados nos ayuden a cultivar estos valores para ayudar a nuestro país a buscar su lugar en el mundo. Hoy es un día de festejo, pero todo festejo implica una reflexión. Los invito a que recordemos por un momento a unos jóvenes que ya no tendrán la oportunidad de participar de un festejo como éste. Estoy pensando en Naftali Frenkel, Gilad Shaar, Eyal Yifrach y Muhammad Abu Khdeir. Ellos no eran judíos ni tampoco musulmanes, eran adolescentes llenos de planes. Seguramente ellos y sus padres planeaban estar algún día en una graduación como esta. Eso no va a poder ser. Ninguno de nosotros podía haber hecho nada por ellos, pero no tenemos que resignarnos. Podemos recordarlos, podemos indignarnos y podemos condenar con más firmeza a los que hacen de la muerte una forma de vida. Los más educados de cada sociedad tenemos el deber de promover el respeto por la vida y la intolerancia con los intolerantes. Si sumamos nuestras voces nos van a oír. Hace más de 70 años que ORT enseña en nuestro país. Desde nuestros orígenes como escuela técnica en 1942, el mundo y nuestro país han cambiado mucho, pero nuestro espíritu y nuestra misión continúan incambiados. Somos una institución privada, pero con una misión pública que es expandir las oportunidades educativas de los uruguayos y ayudar a la modernización de nuestro país. Continuamos con nuestro esfuerzo permanente por vislumbrar el futuro, porque una universidad debe ser la imaginación de un país. Un país no puede vivir sin memoria, pero tampoco puede vivir sin imaginación. Este año se cumplen 55 años del juicio de Adolfo Eichmann. Es un evento

Autoridades y Académicos de Nuestra Universidad

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Autoridades y acadmicos de nuestra universidad, seores Amigos de ORT, queridos graduados y graduadas y sus familias, a todos les doy la ms cordial bienvenida en este da inolvidable. Queridos padres y abuelos, ha sido una gran responsabilidad formar a sus hijos y nietos, esperamos haber cumplido.

Queridos graduados, hace algunos aos ustedes tuvieron que elegir universidad. Es una eleccin trascendente, no todas las universidades son iguales. Las universidades encarnan valores que sern los que los distingan como profesionales y como ciudadanos. Ustedes conocen los valores de ORT: trabajo duro, cumplimiento de los compromisos, honestidad intelectual, innovacin incesante, diversidad. Nos sentimos muy honrados y muy responsables de su eleccin de ORT y esperamos que como parte de la creciente comunidad de graduados nos ayuden a cultivar estos valores para ayudar a nuestro pas a buscar su lugar en el mundo.

Hoy es un da de festejo, pero todo festejo implica una reflexin. Los invito a que recordemos por un momento a unos jvenes que ya no tendrn la oportunidad de participar de un festejo como ste. Estoy pensando en Naftali Frenkel, Gilad Shaar, Eyal Yifrach y Muhammad Abu Khdeir. Ellos no eran judos ni tampoco musulmanes, eran adolescentes llenos de planes. Seguramente ellos y sus padres planeaban estar algn da en una graduacin como esta. Eso no va a poder ser. Ninguno de nosotros poda haber hecho nada por ellos, pero no tenemos que resignarnos. Podemos recordarlos, podemos indignarnos y podemos condenar con ms firmeza a los que hacen de la muerte una forma de vida. Los ms educados de cada sociedad tenemos el deber de promover el respeto por la vida y la intolerancia con los intolerantes. Si sumamos nuestras voces nos van a or.

Hace ms de 70 aos que ORT ensea en nuestro pas. Desde nuestros orgenes como escuela tcnica en 1942, el mundo y nuestro pas han cambiado mucho, pero nuestro espritu y nuestra misin continan incambiados. Somos una institucin privada, pero con una misin pblica que es expandir las oportunidades educativas de los uruguayos y ayudar a la modernizacin de nuestro pas. Continuamos con nuestro esfuerzo permanente por vislumbrar el futuro, porque una universidad debe ser la imaginacin de un pas. Un pas no puede vivir sin memoria, pero tampoco puede vivir sin imaginacin.

Este ao se cumplen 55 aos del juicio de Adolfo Eichmann. Es un evento histrico sobre el cual nuestra universidad editar prximamente un libro como parte del esfuerzo editorial dirigido por nuestra Directora General. Como ustedes saben, Adolfo Eichmann fue un oficial nazi y responsable directo de organizar las deportaciones a los campos de exterminio. Lamentablemente la gran mayora de los responsables nazis escaparon sin castigo, pero Eichmann fue atrapado y juzgado en 1960 en Israel por crmenes contra la humanidad. Este juicio fue un evento histrico, una leccin para toda la humanidad porque nos ayud a entender que el Holocausto fue un proyecto industrial que utiliz los mejores profesionales y las tecnologas ms avanzadas. Nos ayud a entender cunto dao pueden hacer profesionales altamente educados cuando su conducta es amoral e inmoral. Como escribi el gran historiador ingls Ian Kershaw: el camino a Auschwitz fue construido con odio pero pavimentado con indiferencia.

La educacin puede ser una fuente de reproduccin del odio, pero tambin puede ser formadora de civismo. Este es uno de nuestros deberes como universidad y uno de sus compromisos morales como profesionales. Un gran ejemplo de lo que debe ser un educador lo encontr en la historia reciente de un acadmico palestino, el Dr. Mohammed Dajani, ex profesor de la Universidad Al Quds en Jerusaln. El profesor Dajani visit hace unos meses Auschwitz con sus estudiantes como parte de sus cursos para que conocieran ms sobre el Holocausto. Cuando volvi a su universidad, fue criticado y amenazado y se vio obligado a renunciar. Cuando renunci envi una carta que encontr muy ilustrativa de nuestros deberes como educadores. Dijo as: mi deber como profesor es ensear, hacer que mis alumnos exploren lo inexplorado, guiarlos fuera de las cuevas de los prejuicios y hacia los hechos y la realidad, romper los muros de silencio y las cercas de tabes, nadar contra la corriente en busca de la verdad A los que me critican y amenazan les contesto: no me voy a esconder, no me quedar en silencio. No ser un testigo indiferente de injusticias. Recuerden siempre que su conocimiento debe ser usado con responsabilidad, que sus objetivos deben ser coherentes con la tica y los derechos de los dems. Recuerden siempre que antes que profesionales son personas.

Ustedes son ahora parte de la pequea minora de uruguayos con educacin universitaria y por lo tanto sern los que tendrn ms oportunidades en la sociedad del conocimiento. Ese privilegio implica obligaciones. Miren a su alrededor, tomen en cuenta que la gran mayora de los jvenes de su generacin nunca podrn acceder a este nivel educativo. Recuerden que la inteligencia es un don, pero que la generosidad es una actitud. Sean exigentes con ustedes mismos porque es un prerrequisito para poder exigir a los dems. Continen siempre aprendiendo. Como dijo Jorge Luis Borges: uno llega a ser grande por lo que lee no por lo que escribe. El nuevo mundo del conocimiento en que les toca vivir, es una carrera continua entre educacin y tecnologa. En este nuevo mundo ustedes deben ver su ttulo universitario como un punto de partida de su aprendizaje, no como un punto de llegada.

Piensen en grande, en la vida profesional, empresarial o en sus proyectos sociales o de servicio pblico. Fjense objetivos que sean importantes para ustedes. Cada uno de ustedes tiene que elegir la dimensin de sus objetivos. Dialoguen siempre en busca de la verdad, no en busca de imponer sus puntos de vista. Como deca uno de mis profesores de Oxford: las mentes son como los paracadas, solo funcionan si estn abiertos. No acepten verdades reveladas que se imponen por disciplina partidaria o por obediencia debida. No se conformen con slogans y rituales. Exijan datos, resultados, argumentos coherentes, ejerciten siempre su espritu crtico. La medida de nuestro xito como universidad no ser que puedan repetir lo que les dijimos ni aplicar lo que les enseamos. Educar no es lograr que el alumno repita lo que los maestros ya sabemos, es que los alumnos sean capaces de aprender lo que los maestros ignoramos.

Tomen en cuenta que les espera un nuevo mundo. Es un mundo tecnificado, globalizado y acelerado, repleto de amenazas pero tambin de oportunidades. En este nuevo mundo no hay donde esconderse. Podemos producir para el mundo desde Uruguay, pero nuestro trabajo puede ser sustituido de un momento al otro por jvenes ambiciosos e inteligentes, igual que ustedes de cualquier otro punto del planeta. Es un mundo de cambio acelerado donde el desconcierto es la norma y la certeza es la excepcin. Por eso la capacidad y la agilidad para adaptarse a los cambios son las habilidades esenciales de supervivencia. No sobrevive el ms fuerte, sobrevive el que sabe mejor adaptarse.

Me preocupa que a nuestro pas le cuesta adaptarse a esta velocidad de cambio. Construir la Torre Ejecutiva o el Sodre llev ms tiempo que construir el Partenn. Llev 10 aos construir el Partenn (hace 2.500 aos), la Torre Ejecutiva llev 46 aos y el Sodre 38 aos. Me preocupa que vemos la modernidad con desconfianza. Por qu un pas como el nuestro que tiene tanto para ganar de un mundo sin distancias no abraza la modernidad como oportunidad en lugar de rechazarla como amenaza? Posiblemente porque esta modernidad pone lmites al Estado, pone lmites a los monopolios, pone lmites a las corporaciones que lamentablemente se han vuelto el principio ordenador en nuestra sociedad, en la cual el estado de bienestar que nos prometieron, se convirti en un mecanismo para asegurar el bienestar del Estado. Hoy ya no hace falta una licencia para emitir televisin o radio, no tenemos que pasar por aduanas o importadores para comprar discos, libros o pelculas, no dependemos de las bibliotecas locales para nuestras investigaciones.

La resistencia a la modernidad muestra una gran incomprensin de los cambios econmicos y sociales que tenemos por delante y muestra una fe infundada en que nuestro pas de alguna manera mgica se va a poder aislar de los cambios globales. Nuestro pas no podr aislarse de los cambios globales, lo que podemos es prepararnos para beneficiarnos de ellos y perjudicarnos lo menos posible. Uno de esos cambios que tenemos por delante, por ejemplo, es el surgimiento de una economa de propiedad compartida como alternativa y complemento de la economa de propiedad privada que ha sido histricamente la base del sistema capitalista. Hoy en da podemos compartir traslados en autos privados, utilizar habitaciones de casas privadas, en el futuro podremos compartir las conexiones de banda ancha que no usamos todo el tiempo, o compartir la energa que vamos a acumular en nuestras casas de fuentes renovables. Vamos a intentar ftilmente rechazar toda esta nueva economa que est surgiendo para defender monopolios y corporaciones hasta que al final nos tengamos que dar por vencidos? O vamos a ir a su encuentro y planificar para beneficiarnos de ella? Estas son las preguntas existenciales que debemos plantearnos los uruguayos entre nosotros y a todos los que nos piden que los votemos.

En el pasado las personas nos ganbamos nuestro lugar en el mundo en base a tener respuestas. El desafo era mostrar que nuestras respuestas eran mejores y ms rpidas que las de los otros. Mdicos, ingenieros, abogados, profesores cultivaban una imagen de conocimiento enciclopdico. El ms admirado era el que pareca una enciclopedia que caminaba. Pero hoy en da se dan dos fenmenos que cambian como se define nuestro lugar en el mundo. Uno es que el conocimiento ya est disponible on-line desde el mundo entero las 24 horas. Ya no dependemos de enciclopedias humanas para saber la capital de Bielorrusia o la Ley de Ohm. El otro fenmeno es que el conocimiento cambia tan rpido que el valor de las respuestas se deprecia a una tasa muy acelerada. Es muy difcil que nos crean que tenemos la mejor respuesta para todo si las respuestas cambian cada pocos meses. Plantense preguntas como: Quin es el presidente de Egipto? Cules son las fronteras de Irak? A qu pas pertenece Crimea? El computador personal sigue siendo el equipo informtico ms vendido? Estados Unidos va a seguir dependiendo de la energa extranjera? Puede una computadora ganarle al campen mundial de ajedrez? Ninguna de estas preguntas tiene la misma respuesta que hace algunas semanas o algunos meses.

En este nuevo mundo de cambio permanente el valor no est en disponer de respuestas sino en saber formular preguntas, en especial preguntas que nadie antes pens plantear. El valor surge de saber formular preguntas a otras personas que motiven a la reflexin y al mismo tiempo de saber formular las consultas efectivamente a las bases de datos con sus otras formas de lenguaje y de cognicin. Este es un verdadero cambio de paradigma dialctico con consecuencias que todava no entendemos bien. Cuando el valor est en las respuestas, las comunicaciones tienden a ser unilaterales y el principio ordenador es el principio de autoridad. Cuando el valor est en las preguntas, la experiencia, la edad y la jerarqua dejan paso a la intuicin, a la sensibilidad, a la audacia. El ciudadano comn puede ver ms lejos que el ministro, el empleado recin ingresado puede intuir oportunidades para la empresa que los ms experimentados no perciben, el alumno puede entender un fenmeno de maneras nuevas que sus profesores nunca imaginaron. Los avances no surgen de los ms memoriosos sino del dilogo, el intercambio y el pensamiento colectivo.

En este nuevo mundo las preguntas creativas son las que invitan a otros a investigar en conjunto nuevas perspectivas sobre problemas complejos. Las sociedades que promuevan este pensamiento colaborativo sern las ganadoras. Las sociedades que sigan petrificadas en el centralismo de las decisiones, el culto de la autoridad formal y la primaca de las corporaciones sobre los individuos, estarn condenadas a perder sus talentos y por ende a la posibilidad de desarrollarse.

En este ao los uruguayos parecemos ms divididos que nunca. El que mira de afuera nos ve a los uruguayos divididos en grupos, subgrupos y grupsculos, enfrentados entre s y dentro de s mismos. Parece que cada uruguayo tuviera una etiqueta: derechista o izquierdista, progresista o conservador, de Montevideo o del interior, joven o viejo, cajetilla o plancha, de Carrasco o de Casavalle. Entre tantas divisiones y subdivisiones las ideas nuevas quedan asfixiadas por los prejuicios y la desconfianza. Pero en ORT vemos todos los das otro Uruguay. Vemos uruguayos que ven al Uruguay como una plataforma y no como un lmite. Que perciben el mundo como una oportunidad y no como una amenaza. Vemos uruguayos que se asocian para perseguir en comn sus sueos creativos sin preguntar a quin vota al otro o en qu barrio vive. Vemos uruguayos que valoran ms las ideas que las ideologas, que buscan sus caminos hacia la modernidad en lugar de cultivar la fantasa de que si nos esforzamos mucho vamos a poder volver a 1950.

Estos nuevos uruguayos no viven obsesionados por el poder, pero tampoco quieren que el poder sea irrestricto sobre ellos. Ustedes son estos nuevos uruguayos. Ahora es su oportunidad de llevar este Uruguay moderno y emprendedor a la superficie. Nuestro camino a la modernidad como pas no depende de quin gane las elecciones, depende que podamos unirnos en torno a un ideal de Uruguay educado e innovador.

Les espera una era muy distinta de nuestro pas y del mundo. Hay menos certezas pero menos lmites. Nunca hubo tantas oportunidades para personas cada vez ms jvenes de saltear jerarquas, de lanzar emprendimientos audaces y de proyectarse lejos de su punto de origen geogrfico, social o cultural. Gracias a la conectividad global pueden conquistar el mundo desde Uruguay. Pueden llegar tan lejos como quieran sin abandonarnos. Uruguay los necesita. Triunfen desde Uruguay y hagan triunfar a su pas. Sigan su camino, pero sepan que ORT siempre ser su casa. Muchas gracias.