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Pentecostés misionero

Pentecostés misionero

Música: “Veni Sancte Spíritus”

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Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como el de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban (Hechos 2,1-2).

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como el de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban (Hechos 2,1-2).

Había en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra… Enormemente sorprendidos preguntaban: “¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno les oímos hablar… de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua?” (Hechos 2,5-11).

Había en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra… Enormemente sorprendidos preguntaban: “¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno les oímos hablar… de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua?” (Hechos 2,5-11).

Hoy la Iglesia, fiel al mandato del Señor, y con la ayuda del Espíritu Santo, continúa anunciando la Buena Noticia del Evangelio a todas las

gentes.

Hoy la Iglesia, fiel al mandato del Señor, y con la ayuda del Espíritu Santo, continúa anunciando la Buena Noticia del Evangelio a todas las

gentes.

Después de Pentecostés, los Apóstoles, fortalecidos con los dones del Espíritu Santo y fieles al mandato del Señor, fueron por el mundo

anunciando el Evangelio.

Después de Pentecostés, los Apóstoles, fortalecidos con los dones del Espíritu Santo y fieles al mandato del Señor, fueron por el mundo

anunciando el Evangelio.

Id por todo el mundo a anunciar el Evangelio (Marcos 16,15).

Como el Padre me envió a mí, así os envío yo a vosotros (Juan 20,21).

Id y haced discípulos de todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo…

Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28,18-20).

Id y haced discípulos de todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo…

Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28,18-20).

Frutos del Espíritu Santo (Gál 5,22-23).

AmorAmor

AlegríaAlegría

Frutos del Espíritu Santo

Paz

ComprensiónComprensión

Frutos del Espíritu Santo

ServicialidadServicialidad

Bondad

Bondad

Lealtad

Lealtad Frutos del Espíritu Santo

Dominio de sí

Dominio de sí

Amabilidad

Amabilidad

Oración de la Misa de Pentecostés

Derrama, Señor, los dones de tu Espíritu y no dejes de realizar hoy, en el corazón de tus fieles, aquellas mismas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica.

Derrama, Señor, los dones de tu Espíritu y no dejes de realizar hoy, en el corazón de tus fieles, aquellas mismas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica.

Feliz día¡Que el Señor te bendiga!