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Psicoanálisis APdeBA - Vol. XXVI - Nº 1 - 2004 25 Sobre el encuadre en psicoanálisis Ricardo Avenburg No he hallado el término encuadre en el diccionario de la Real Academia (año 1956). Sí figura el verbo encuadrar con los siguien- tes significados: “Encerrar en un marco o cuadro. 2 fig. Encajar, ajustar una cosa dentro de otra. 3 fig. Encerrar o incluir dentro de sí una cosa; bordearla, determinar sus límites”. Es un término no usado por Freud. En su aplicación al psicoanálisis Bleger lo define así (Revista de Psicoanálisis, T XXIV, Nº 2, pág. 241): “las constantes, dentro de cuyo marco se da el proceso” y Zac (Revista de Psicoanálisis, T XXVIII, Nº 3, pág. 594): “Utilizo la noción de encuadre para referirme al conjunto de estipulaciones, explícitas o implícitas, que aseguran, por un lado, un mínimo de interferencias a las actividades que se desarrollan entre paciente y analista y por otro, un máximo de utilidad al analista para la realiza- ción de estimaciones diagnósticas y/o pronósticas. Para que las estipulaciones del encuadre aseguren efectivamente lo que pretenden asegurar, deben ser, como es obvio, constantes; en el sentido de que se mantienen en forma invariante en una determinada situación”. El término encuadre enfatiza dos rasgos: desde el diccionario el determinar los límites de algo, desde las definiciones de Bleger y Zac el carácter de lo constante. Integrando ambos rasgos diría que un proceso ha de desarrollarse dentro de ciertos límites y, para que éste se aprecie como tal ha de referirse a un trasfondo constante. El encuadre tiene que ver con la forma que se da a un determinado contenido, que es el proceso. El proceso es lo que está en movimien- to y la forma que tiene un proceso psicoanalítico deberá ser adecuada a su contendio; si el contenido es cambiante ¿puede la forma ser constante?

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Desarrollo teórico acerca del encuadre psicoanalítico.

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Psicoanálisis APdeBA - Vol. XXVI - Nº 1 - 2004 25

Sobre el encuadreen psicoanálisis

Ricardo Avenburg

No he hallado el término encuadre en el diccionario de la RealAcademia (año 1956). Sí figura el verbo encuadrar con los siguien-tes significados: “Encerrar en un marco o cuadro. 2 fig. Encajar,ajustar una cosa dentro de otra. 3 fig. Encerrar o incluir dentro de síuna cosa; bordearla, determinar sus límites”.

Es un término no usado por Freud. En su aplicación al psicoanálisisBleger lo define así (Revista de Psicoanálisis, T XXIV, Nº 2, pág.241): “las constantes, dentro de cuyo marco se da el proceso” y Zac(Revista de Psicoanálisis, T XXVIII, Nº 3, pág. 594): “Utilizo lanoción de encuadre para referirme al conjunto de estipulaciones,explícitas o implícitas, que aseguran, por un lado, un mínimo deinterferencias a las actividades que se desarrollan entre paciente yanalista y por otro, un máximo de utilidad al analista para la realiza-ción de estimaciones diagnósticas y/o pronósticas. Para que lasestipulaciones del encuadre aseguren efectivamente lo que pretendenasegurar, deben ser, como es obvio, constantes; en el sentido de quese mantienen en forma invariante en una determinada situación”.

El término encuadre enfatiza dos rasgos: desde el diccionario eldeterminar los límites de algo, desde las definiciones de Bleger y Zacel carácter de lo constante. Integrando ambos rasgos diría que unproceso ha de desarrollarse dentro de ciertos límites y, para que éstese aprecie como tal ha de referirse a un trasfondo constante. Elencuadre tiene que ver con la forma que se da a un determinadocontenido, que es el proceso. El proceso es lo que está en movimien-to y la forma que tiene un proceso psicoanalítico deberá ser adecuadaa su contendio; si el contenido es cambiante ¿puede la forma serconstante?

Jose María Beas
Resaltado
Encajar, ajustar una cosa dentro de otra. 3 fig. Encerrar o incluir dentro de sí una cosa; bordearla, determinar sus límites”
Jose María Beas
Resaltado
El término encuadre enfatiza dos rasgos: desde el diccionario el determinar los límites de algo, desde las definiciones de Bleger y Zac el carácter de lo constante.
Jose María Beas
Resaltado
El encuadre tiene que ver con la forma que se da a un determinado contenido, que es el proceso.
Jose María Beas
Tachado
El proceso es lo que está en movimiento y la forma que tiene un proceso psicoanalítico deberá ser adecuada a su contendio; si el contenido es cambiante ¿puede la forma ser constante?
Jose María Beas
Resaltado
Utilizo la noción de encuadre para referirme al conjunto de estipulaciones, explícitas o implícitas, que aseguran, por un lado, un mínimo de interferencias a las actividades que se desarrollan entre paciente y analista y por otro, un máximo de utilidad al analista para la realización de estimaciones diagnósticas y/o pronósticas
Jose María Beas
Tachado
como es obvio, constantes
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Integrando ambos rasgos diría que un proceso ha de desarrollarse dentro de ciertos límites y, para que éste se aprecie como tal ha de referirse a un trasfondo constante.
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Texto escrito a máquina
algebra c=P F -- C
Jose María Beas
Texto escrito a máquina
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En tanto formación (forma) límite es el reflejo o proyección deotra formación límite, que representa una superficie, la del aparatopsíquico, es decir, se constituirá como proyección del Yo, que a suvez es la proyección de otra superficie, la del cuerpo (“El yo es antetodo un ser corpóreo, no es solamente un ser superficial, sino que esél mismo la proyección de una superficie”, Freud, “El yo y el ello”,GW, Vol. 13, pág. 253. Traducción mía).

Este espacio virtual, potencial, que es el aparato psíquico se hacereal a través de las acciones específicas que irán a construir elespacio del mundo propio de cada sujeto. La acción específicacorrespondiente al proceso analítico es el diálogo y su marco seconstituye en el mismo diálogo y, según entiendo, no preexiste almismo.

Hay ciertas convenciones que son las condiciones de todo diálo-go que pueden o no cumplirse, pero las que no pueden faltar son lasque permitan que el analista se comunique con el analizando y queel analizando se comunique consigo mismo: más específicamente,que el analizando se comunique consigo mismo de manera directaa la vez que con la intermediación del analista. Pero, condiciónesencial es que el analista desarrolle o despliegue el diálogo delanalizado consigo mismo y no interfiera en éste con sus propioscontenidos y especialmente con su propia lógica. Los seres humanosusamos diversas lógicas, o sea diversos sistemas de relaciones entrerepresentaciones que corresponden a los diversos niveles de huellasmnémicas que Freud desarrolla en “La interpretación de los sueños”(Cap. VII): lógicas basadas en las relaciones de simultaneidad ysucesión, lógicas basadas en relaciones de analogía y lógicas pre-conscientes (lógica de no contradicción, lógica dialéctica y todas lasotras formas que podamos discernir) a la que agregaríamos laseudológica de la elaboración secundaria. Nuestra tarea es la decrear las condiciones para que cada uno de estos niveles puedadesarrollarse y, al mismo tiempo, permitir el despliegue de lascontradicciones entre diversos niveles de lógicas a la vez que dentrode cada nivel. La forma que adquirirán estos diálogos ha de serconstruida a partir de los mismos, en el mismo proceso y noestablecida de antemano.

Así por lo menos tiendo a trabajar yo: armamos el encuadre enfunción de las necesidades, ante todo subjetivas, del paciente y delobjetivo o los objetivos que nos propongamos; el escenario (“setting”)ha de ser adecuado a la obra que se representa. Los límites del

Jose María Beas
Tachado
Este espacio virtual, potencial, que es el aparato psíquico se hace real a través de las acciones específicas que irán a construir el espacio del mundo propio de cada sujeto.
Jose María Beas
Resaltado
La acción específica correspondiente al proceso analítico es el diálogo y su marco se constituye en el mismo diálogo
Jose María Beas
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según entiendo, no preexiste al mismo.
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las que no pueden faltar son las que permitan que el analista se comunique con el analizando y que el analizando se comunique consigo mismo: más específicamente, que el analizando se comunique consigo mismo de manera directa a la vez que con la intermediación del analista
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condición esencial es que el analista desarrolle o despliegue el diálogo del analizado consigo mismo y no interfiera en éste con sus propios contenidos y especialmente con su propia lógica.
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Nuestra tarea es la de crear las condiciones para que cada uno de estos niveles pueda desarrollarse y, al mismo tiempo, permitir el despliegue de las contradicciones entre diversos niveles de lógicas a la vez que dentro de cada nivel.
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La forma que adquirirán estos diálogos ha de ser construida a partir de los mismos, en el mismo proceso
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límite
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SOBRE EL ENCUADRE EN PSICOANALISIS

encuadre, además de los que ponga el paciente, han de ser aquéllosbajo los cuales yo me puedo hacer responsable del tratamiento y delos objetivos a cumplir. Pero estoy notando que la palabra encuadreme genera una cierta incomodidad y me es más natural hablar de laforma en que ha de desarrollarse el tratamiento en lugar del encuadrebajo el que ha de desarrollarse el tratamiento. Releo la definición deencuadrar, caracterizada como un encerrar; normalmente cierro lapuerta del consultorio en cuyo caso el consultorio es el encuadredentro del cual se encierra el proceso, pero no habría inconvenientes(y lo he hecho, por ejemplo en el hospital) de trabajar en un espacioabierto. Cuando cierro el contrato, encuadro sus términos, peroninguna de estas características me parecen esenciales al procesoanalítico. La forma en relación con el encuadre, tiene un carácter demenor exterioridad al proceso mismo y es inseparable de suscontenidos (un cuadro sigue siéndolo aún sin su marco). Cuando laforma adquiere independencia de los contenidos, en el caso de losgrupos sociales tenemos lo que Freud denominó las masas artificia-les: éstas se caracterizan por cristalizar sus formas las que,independizándose de sus contenidos van poco a poco adquiriendo uncarácter sagrado; esto sucede en el psicoanálisis cuando éste tiendea definirse por el número de sesiones, el uso del diván, el usoexclusivo de la interpretación por parte del analista y ésta definidaante todo por su forma (“usted ahora siente que...”). Todas estasformas se convierten en un sistema de tabúes que, al ser transgredidos,confieren a dichas acciones el carácter de acting-out, ataques alencuadre, etc. Este sistema de represiones, que a veces terminabanconstituyéndose en una especie de cárcel, terminaban o terminandesvirtuando lo que es la esencia del psicoanálisis: levantar represio-nes (deshaciendo tabúes) para hacer que lo inconsciente reprimidose haga preconsciente. Definitivamente, no me gusta la palabraencuadre.

No propongo el desarrollo caótico de los instintos (de lo que alprincipio se acusó al psicoanálisis); creo que el caos es un momentoinevitable en el proceso del levantamiento de una censura (o de unsistema de censuras) cuando el conflicto se está desplegando a la vezque disolviendo pero aún no se resolvió. En los grupos esto se hacemuy evidente y es necesario dejar que el caos se desarrolle para quepueda surgir la organización que estaba latente porque estabareprimida y desarticulada por las censuras. El tratamiento analíticova tomando forma a través del proceso.

Jose María Beas
Tachado
además de los que ponga el paciente
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Todas estas formas se convierten en un sistema de tabúes que, al ser transgredidos, confieren a dichas acciones el carácter de acting-out, ataques al encuadre, etc
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En los grupos esto se hace muy evidente y es necesario dejar que el caos se desarrolle para que pueda surgir la organización que estaba latente porque estaba reprimida y desarticulada por las censuras.
Jose María Beas
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Este sistema de represiones, que a veces terminaban constituyéndose en una especie de cárcel, terminaban o terminan desvirtuando lo que es la esencia del psicoanálisis: levantar represiones (deshaciendo tabúes) para hacer que lo inconsciente reprimido se haga preconsciente.
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forma en que ha de desarrollarse el tratamiento en lugar del encuadre bajo el que ha de desarrollarse el tratamiento.
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Pero para que se dé un proceso es necesario que haya algoconstante en la estructura sobre lo cual pueda aquél apoyarse. Yvolvemos aquí a la definición del encuadre que da Bleger: “lasconstantes, dentro de cuyo marco se da el proceso”; ¿sobre qué sesostienen dichas constantes? Bajemos a un nivel fundante: al proce-so de la vida. El principio de constancia es el de mantener lastensiones al nivel más bajo posible compatible con la vida; es de estenivel básico que se pueden dar aquellas modificaciones tensionalesque pueden ser procesadas y a las cuales se les puede otorgar lascualidades psíquicas, ante todo las de placer y displacer, que lepermitirán al organismo orientarse en la vida. Lo que trato de lograren el tratamiento psicoanalítico, como en cualquier actividad, es ellogro de un equilibrio básico compatible con el trabajo a realizar;este estado de equilibrio es peculiar a cada situación y es tambiéncambiante aunque se trate de mantener el trabajo bajo un mínimo detensiones (no por debajo de ese mínimo, como puede darse en ciertasmelancolías, esquizofrenias o en ciertos caracteres abúlicos). Haymomentos en que esa constancia se pierde, en que uno siente que sele mueve todo el piso y tiene la sensación de que no sabe dónde hacerpie: normalmente ese estado es temporario y en el caso que no lofuera y no se logre con el psicoanálisis ese equilibrio mínimocompatible con el tratamiento habrá que recurrir a otros medios,como la medicación o la internación y, en algunos casos, por ejemplosi no se logra el ritmo mínimo de las sesiones que haga posible eltratamiento, interrumpirlo. Es en estos casos de pérdida de marcodonde el término encuadrar adquiere sentido.

El concepto complementario del de forma es el de contenido;pero también tenemos la oposición aristotélica de forma y materia:“la sensación (o percepción) es la capacidad de recibir las formassensibles sin la materia” (Aristóteles: “Acerca del alma”, 424 a.Traducción mía). Forma es acá la traducción del término “eidos”,usado por Platón al referirse a las formas o ideas, el “en sí” de losconceptos. Siguiendo esta línea de pensamiento, la forma del análi-sis trasciende su marco o encuadre para interiorizarse en lo que elanálisis es “en sí”, su esencia: hacer preconsciente el inconscientereprimido. En otras palabras, crear las condiciones para lograr quelas diferentes lógicas, correspondientes a los diferentes niveles deorganización mental, desarticuladas por la censura y separadas pordiferentes capas de resistencia, puedan reubicarse en el lugar que lescorresponde sin quedar excluidas de la organización psíquica en su

Jose María Beas
Tachado
la forma del análisis trasciende su marco o encuadre para interiorizarse en lo que el análisis es “en sí”, su esencia: hacer preconsciente el inconsciente reprimido.
Jose María Beas
Tachado
interrumpirlo.
Jose María Beas
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crear las condiciones para lograr que las diferentes lógicas, correspondientes a los diferentes niveles de organización mental, desarticuladas por la censura y separadas por diferentes capas de resistencia, puedan reubicarse en el lugar que les corresponde sin quedar excluidas de la organización psíquica
Jose María Beas
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El principio de constancia es el de mantener las tensiones al nivel más bajo posible compatible con la vida; es de este nivel básico que se pueden dar aquellas modificaciones tensionales que pueden ser procesadas y a las cuales se les puede otorgar las cualidades psíquicas, ante todo las de placer y displacer,
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Lo que trato de lograr en el tratamiento psicoanalítico, como en cualquier actividad, es el logro de un equilibrio básico compatible con el trabajo a realizar;
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SOBRE EL ENCUADRE EN PSICOANALISIS

totalidad. O sea desarticular lo desarticulado, es decir desarticular laestratificación por capas de resistencia (la metáfora de las “capas dela cebolla”) para restituir la ordenación lógica de las representacio-nes. Psicoanalizar implica analizar: descomponer formaciones sin-tomáticas, producto de condensaciones y desplazamientos determi-nados por la censura y ubicar cada uno de sus elementos en elcontexto mnémico que le dé sentido y al cual otorgue nuevo sentido(desde este punto de vista el trabajo a realizar con formacionesnarcisistas no sería psicoanálisis en sentido estricto aunque síimplicaría un análisis de las relaciones del sujeto con el mundo).

Pasé del tema del encuadre al de la forma del análisis. Hay otrapalabra que podría traducirse como encuadre, pero que tiene unénfasis algo diferente y que se la usa en inglés: “setting”. Acepcionesque da el diccionario Webster (no son todas, pero elijo las que tienenque ver con el tema): “3. time and place, environment, background,or surroundings, as of a story, poem, person’s life, etc. 4. Actualphysical sorroundings or scenery whether real, as of a garden, orartificial, as on a stage”. Sintetizando, el “setting” sería el escenario,el ambiente en el que se lleva a cabo el tratamiento psicoanalítico yque en general lleva el sello de su origen a partir de la prácticaprivada, o sea que el ambiente es el del consultorio privado. Creo queeste “encuadre” ha puesto límites a la expansión del psicoanálisishacia sectores de la población excluidos de la práctica privada. Detodas maneras hay aspectos del “encuadre” o del “setting” cuyaaplicación es necesaria: por ejemplo, el respeto por el horario, quepresupone una ética de respeto por el tiempo del otro. Y dar tiempopara que el analizando pueda expresarse y yo, como analista,también necesito tiempo para interiorizarme de lo que me estácomunicando y poder decirle algo con sentido para él. No sé si es porhábito pero para mí cincuenta minutos es un tiempo adecuado, quepuede ser más, hasta los límites de nuestra tolerancia, pero no menosde cuarenta minutos. En general, es alrededor de la media horacuando puedo lograr una síntesis y ubicarme en el tema y tal vez verel material con una nueva perspectiva, o sea dar forma a la materia.

Pero el psicoanálisis, en tanto tratamiento, no es un hechopuntual, es un proceso: no se trata solamente de analizar, descompo-ner una sola estructura sintomática. Como el ombligo del sueño, ocomo un infiltrado, el síntoma se encadena con otras estructuras, demodo que es importante que el proceso tenga una continuidad quepermita ir desentrañando progresivamente esas diferentes estructu-

Jose María Beas
Tachado
(desde este punto de vista el trabajo a realizar con formaciones narcisistas no sería psicoanálisis en sentido estricto aunque sí implicaría un análisis de las relaciones del sujeto con el mundo).
Jose María Beas
Tachado
poder decirle algo con sentido para él.
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el psicoanálisis, en tanto tratamiento, no es un hecho puntual, es un proceso: no se trata solamente de analizar, descomponer una sola estructura sintomática.
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ras o “complejos” sintomáticos. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta desentrañarel “complejo nuclear de las neurosis”, el “complejo de Edipo”? DiceFreud en “Análisis terminable e interminable” que el análisis termi-na en función de “consideraciones prácticas”; me gusta más decir“consideraciones clínicas”, cuando ha disminuido o desaparecido elsufrimiento del paciente y, si el motivo del análisis es el deseo detener un espacio de reflexión para enfrentar las distintas situacionesvitales, cuando el analizando decida interrumpir o terminar (a mí seme tiende a borrar la diferencia entre interrupción y terminación:ambas son decisiones abiertas). Lo mismo vale para el ritmo y lafrecuencia de las sesiones: una interrupción temporaria o un interva-lo largo no necesariamente implica la interrupción de un proceso deapertura, en el curso de la vida, de nuevas perspectivas y posibilida-des de acción. Lo que determina el encuadre es la forma que adquierecada análisis en particular, que no ha de admitir otros límites que larealidad interna y/o externa tanto del analizando como del analista.

Ricardo AvenburgAv. Coronel Díaz 2277, 8º “C”C1425DQI, Capital FederalArgentina