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corazón Con el de Dios 12 hermanos Mis más pequeños 24 necios Los y su necedad 26 multiplicada UNIdad La Essam Habib Unión de Medio Oriente y Norte de África SIRIA Kang Dong Won (Lance) División Asiática del Pacífico Norte COREA DEL SUR Anna Gavelo División Euroasiática RUSIA Alveena Pillay División de África Meridional y Océano Índico SUDÁFRICA Publicación internacional de los adventistas del séptimo día Vol. 9 No. 6 Josh Wood División del Pacífico Sur AUSTRALIA

Aw spanish 2013 1006

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corazónCon eldeDios

12 hermanosMismás pequeños

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multiplicadaUNIdad

LaEssam Habib Unión de Medio Oriente y Norte de África Siria

Kang Dong Won (Lance) División Asiática del Pacífico NorteCorea del Sur

Anna Gavelo División Euroasiática

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Alveena Pillay División de África Meridional y Océano ÍndicoSudáfriCa

P u b l i c a c i ó n i n t e r n a c i o n a l d e l o s a d v e n t i s t a s d e l s é p t i m o d í a

Vol. 9 No. 6

Josh Wood División del Pacífico Sur

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Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Vol . 9 No. 6

www.spanish.adventistworld.orgwww.adventistworld.org: Disponible en línea en trece idiomas

14 C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

Por siempre jamás Paul Wright Una doctrina que es esencial entender

correctamente.

21 E S P Í R I T U D E P R O F E C Í A

La advertencia a las ciudades Elena White No necesitamos sentir temor; el Espíritu Santo

ya está allí.

22 L A H I S T O R I A A D V E N T I S T A

Mucho que agradecer a Dios Daniel Heinz La División Intereuropea, que abarca casi veinte

países, posee una historia adventista fascinante.

24 V I D A A D V E N T I S T A

Mis hermanos más pequeños Kelli Czaykowsky Una simple idea que cobró impulso.

D E P A R T A M E N T O S

N O T A D E T A P A

16La unidad multiplicada

Sandra Blackmer¿Qué sucede cuando dedicamos un año especial para servir a Cristo?

8 P A N O R A M A M U N D I A L Más brillantes que las ciudades Ted N. C. Wilson No son solo ciudades, sino personas que

aguardan conocer a Jesús.

12 D E V O C I O N A L

Con el corazón de Dios Marcos Paseggi Un corazón por siempre tierno.

3 I N F O R M E M U N D I A L

3 Noticias breves 6 Informe de noticias

11 S A L U D M U N D I A L

Demasiado dulce para la salud

26 R E S P U E S T A S A P R E g U N T A S b Í b L I C A S

Los necios y su necedad

27 E S T U D I O b Í b L I C O

Una vida sana

28 I N T E R C A M b I O D E I D E A S

2 Adventist World | Junio 2013

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D E P A R T A M E N T O S

■ La Iglesia Adventista dio a conocer en abril pasado un video de YouTube sobre la fa-milia de un pastor adventista preso en Togo, marcando así el más reciente esfuerzo de obtener firmas para peticio-nar por su liberación.

Esta medida, según los líderes de la iglesia, es parte de los continuados esfuerzos diplomáticos de liberar al pastor Antonio Monteiro, apresado por acusaciones sin fundamento. Los dirigentes afirman que esperan juntar un millón de firmas para la petición que será presentada a los funcionarios del gobierno.

«Por primera vez, estamos mostrando imágenes de su esposa y familia para que la iglesia y los miembros de la comunidad comprendan la importancia de firmar la petición en línea», dijo Williams Costa Jr., director de comunicaciones de la Iglesia Adventista mundial. «Son parte de nuestra familia, y quere-mos que la gente entienda cuánto están sufriendo por estar sin su esposo y padre –dijo Costa–. Solicitamos a los miembros y a los que apoyan la justicia, que se sumen a la petición». Tanto la petición como el video se encuentran en el sitio web pray4togo.com.

Desde hace más de un año Monteiro ha estado en prisión. En marzo pasado, los funcionarios del gobierno togolés rechazaron el quinto pedido de la iglesia para liberarlo, según informe de un abogado de la Unión Misión del Sahel que trabaja en el caso.

Monteiro fue detenido por conspiración para cometer homicidio cuando un togolés lo implicó a él y a otros dos cristianos, uno de ellos adventista, como conspiradores en una supuesta banda criminal que traficaba sangre humana. El testigo ya había confesado haber asesinado a unas veinte jóvenes, pero dijo seguir órdenes. Según líderes de la iglesia el testigo conocía a Monteiro porque el pastor lo había contactado en sus tareas pastorales.

No obstante, el testigo posee una historia documentada de inesta-bilidad mental por lo que su declaración se considera muy poco fiable, según palabras de un representante de la Comisión Nacional

I N F O R M E M U N D I A L

V é a s e l a p á g i n a 4

SÚPLICA DE ESPOSA: Mandalena dos Anjos, esposa del pastor Antonio Monteiro, que está preso, se refiere a la separación de su familia en Togo. «Jamás hemos estado separados tanto tiempo», dijo.

Nueva filmación muestra a la

familia del pastor presoen Togo

f o t o g r a f í a d e l a r e d d e N o t i C i a S a d v e N t i S t a S

Los que visitan la sede central de la Asociación General suelen revelar que

son ajenos al lugar por su forma de cami-nar por los pasillos. Se mueven a un ritmo más lento que los que trabajamos allí. Nuestros pasos vivos y decididos muestran familiaridad y apuro («¡Estoy llegando tade a la reunión»), mientras que los de ellos muestran precaución, como si temieran perderse en los pasillos y cubículos.

Así los vi hace unas semanas. Eran varios jóvenes universitarios, y parecían un tanto perdidos.

–¿Puedo ayudarlos? –pregunté, olvi-dando por un momento a dónde iba–. ¿Están buscando alguna oficina en especial?

–Sí –dijo uno lentamente–. Buscamos el Departamento de Jóvenes. Tenemos una cita.

Me volví para desandar el camino por donde había venido.

–¿Y de dónde vienen? –les pregunté.–Bueno, de todos lados –dijo otro

lentamente–. Estamos trabajando en Nueva York con el programa «Un año en misión».

–Y usted –dijo uno con una sonrisa que le cubrió el rostro–, usted es el editor de Adventist World. Reconozco su cara por la fotografía en la revista.

Sonriendo, confirmé ser el editor de esta publicación donde también aparece mi fotografía en la página tres.

Pronto todos comenzaron a sonreír, y su andar dudoso desapareció.

–Adventist World –murmuraron varios en un inglés de acentos variados–. Oh sí, hemos leído sus artículos.

Repentinamente, el inmenso planeta se volvió asombrosamente más pequeño, más humano. Aunque jamás nos habíamos visto, teníamos una conexión que salvaba diferentes culturas e idiomas. Adventist World se convirtió en nuestro lugar de fe y experiencias compartidas.

Al leer la historia de estos jóvenes en la nota de tapa de este mes, lo invito a orar por las conexiones que facilita esta revista, entre millones de adventistas. Acaso no nos veamos en persona hasta que estemos en el

cielo, pero aun así, participamos en «una gran comunión de amor,

a lo largo y a lo ancho de la tierra».

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I N F O R M E M U N D I A L

de Derechos Humanos de Togo. Las evidencias indican asimismo que la declaración que implicó a Monteiro fue obtenida bajo coerción.

Monteiro, que es oriundo de Cabo Verde, ha sido desde 2009 director de Escuela Sabática y Ministerios Perso-nales de la Unión Misión de Sahel, con sede en Lomé. El allanamiento policial del hogar de Monteiro y de la sede de la iglesia en la región no produjo ninguna evidencia de su conexión con el caso.

La presión del público para resolver la sucesión de homicidios probable-mente influyó para que no fuera libera-do y exonerado, dijeron los directivos de la iglesia. Antes del arresto de Monteiro, grupos de derechos humanos y una coalición de mujeres acusó a la policía togolesa de no hacer lo suficiente para resolver los crímenes.–Informe de la Red de Noticias Adventistas

Landless será el nuevo director de Ministerios de Salud de la iglesia mundial

■ Los delegados al Concilio de Primavera 2013 eligieron el pasado 14 de abril al doctor Peter Landless, que es médico y pastor, como director del Departamento de Ministerios de Salud de la Iglesia Adventista mundial. Landless remplazará al actual director, el doctor Allan Handysides, quien se jubilará en septiembre.

Landless, que ha sido director asociado de Ministerios de Salud de la iglesia desde comienzos de 2002, ha abogado por un ministerio de salud compasivo y abarcador, instando a cada iglesia para que llegue a ser un centro de atención de salud comunitaria. Su carrera ha abarcado la práctica clínica, la investigación, la enseñanza y la

administración tanto a nivel académico como denominacional. Landless nació en Sudáfrica, y comenzó a practicar la medicina en 1974. Desde entonces, ha completado especialidades en medicina familiar, medicina interna y cardiología.

«Ha sido un placer trabajar con alguien que ha sido un verdadero amigo y colega –dijo Handysides de Landless–. Hemos trabajado juntos como equipo. Apoyo [esta nominación] con todo mi corazón».

El presidente de la Iglesia Adventista mundial Ted N. C. Wilson dijo que Landless no solo posee muchos años de experiencia médica, sino también sólidas cualidades espirituales. «[Peter] ha sido pastor y sigue brindando orien-tación pastoral –dijo Wilson–. Todo el que lo conoce sabe que tiene profundo interés y se preocupa por todos».

Se espera que en octubre próximo, durante la sesión del Concilio Anual, se rinda un tributo especial a Handysides. Hasta entonces, Handysides y Landless trabajarán como codirectores.

Los directivos de la iglesia trabajarán junto con Landless para buscar su remplazo, dijo Wilson, quien añadió que esperan que el nuevo asociado comparta un entusiasmo similar por el ministerio abarcador de salud.

Los delegados también aceptaron los nombres de dos candidatos para llenar otras vacantes en la sede central de la Iglesia Adventista en Maryland (Estados Unidos). Jesse Johnson fue elegido para cubrir una vacante en la junta de Radio Mundial Adventista. Johnson es el actual presidente de netAserve, que brinda soporte tecnoló-gico a la iglesia.

UNIDOS EN ORACIÓN: El doctor Allan Handysides (derecha), director saliente del Departamento de Ministerios de Salud de la Iglesia Adventista, ora por el director elegido, el doctor Peter Landless (centro), junto a Ted Wilson, presidente de la Iglesia Adventista. «Oramos por la gracia –dijo Handysides– para que seamos un faro que llame a otros de las tinieblas del pecado».

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4 Adventist World | Junio 2013

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Kimberly Westphall será la directora asociada de control de calidad de los Servicios de Auditoría de la Asociación General. Westphall trabaja actualmente como gerente regional de la División Norteamericana de la iglesia. Posee un título de grado en Administración de Em-presas y es contadora pública certificada.–Informe de la Red de Noticias Adventistas

Tesorero: en Norteamérica el diezmo aumentó 1,1 por ciento y 4,4 en otras regiones

■ En 1899, la incipiente Iglesia Ad-ventista tenía solo 55,33 dólares en su cuenta de banco en Battle Creek. Dos años después, el panorama financiero había empeorado: la iglesia tenía deudas por unos cuarenta mil dólares. La crisis hizo que los primeros adventistas reor-ganizaran las prioridades de la iglesia a comienzos del siglo XX.

El 15 de abril de 2013, los delegados al Concilio de Primavera escucharon un informe bastante más optimista sobre la posición financiera de la iglesia, lo que es un testimonio de la fidelidad de los miembros y el uso prudente de los fon-dos en los diversos niveles, afirmaron los directivos financieros.

En 2012, los diezmos devueltos a la División Norteamericana subieron un 1,1 por ciento en comparación con 2011 (933 millones de dólares). Los diezmos de las demás Divisiones se incrementaron 4,4 por ciento (cerca de 1400 millones de dólares).

Las ofrendas para la misión fuera de Norteamérica también aumentaron, llegando a unos sesenta millones de dólares, un seis por ciento más que el año anterior. Por su parte, las ofrendas misioneras en Norteamérica disminuye-ron un 2,6 por ciento (casi 23 millones de dólares).

«Hemos visto un tremendo incre-mento de las ofrendas misioneras en otras Divisiones –dijo Robert Lemon, tesorero de la Iglesia Adventista mundial–. Pero quiero señalar que en Norteamérica, las iglesias locales a menudo dan para muchos proyectos en forma directa, o sus miembros parti-cipan de viajes misioneros que no son contabilizados».

Los delegados al Concilio de Primavera también se informaron sobre recomendaciones de asignar un suplemento presupuestario por casi catorce millones de dólares.

«La bendición del Señor ha sido evidente en las contribuciones y en la administración de la iglesia –dijo Juan Prestol, subtesorero de la Iglesia Adventista mundial–. Alabamos al Señor por ello».

Los delegados votaron aprobar una asignación por trescientos mil dólares para Sudán del Sur. Desde que el país se dividió en 2011, la mayoría de los adventista se han ido a ese nuevo país, donde la población es básicamente cristiana. La asignación financiará las tan necesarias obras de infraestructura para la iglesia del lugar y terminará de pagar algunas de las instalaciones existentes en las ciudades de Juba y Malakal.

Los delegados también aprobaron una asignación suplementaria por siete millones de dólares para el Servicio de Auditoría de la Asociación General, a medida que introduce una nueva estructura de financiamiento. A partir de enero, una parte de las auditorías será financiada por las organizaciones auditadas. Después de cuatro años, el financiamiento del departamento será pagado por las instituciones en un ochenta por ciento, y el veinte restante por las Asociaciones, Uniones y Divisiones, según informe de Lemon.

Los delegados también se interio-

rizaron sobre Hope Channel, la red televisiva oficial de la iglesia. Prestol destacó que Hope Channel necesitará de aproximadamente ocho millones de dólares más de lo presupuestado si quiere seguir brindando la cobertura satelital actual hasta 2020 y añadió que se espera estudiar más a fondo el tema antes de pedir a los delegados que voten alguna resolución. De aprobarse, el financiamiento provendría del así llamado «diezmo extraordinario», un pago único de diezmos que totalizó ciento dos millones de dólares, recibido en 2007.–Informe de Elizabeth Lechleitner, Red de Noticias Adventistas

I N F O R M E M U N D I A L

DETALLES FINANCIEROS: Robert E. Lemon, tesorero de la Iglesia Adventista mundial, informa a los delegados al Concilio de Primavera que en 2012 la iglesia recibió diezmos por alrededor de 2300 millones de dólares.

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su energía y capacidad, «la mente que jamás captó las sombrías tonalidades grisáceas fue incapaz de recibir consejos de cualquiera que se llamara White» –explicó Knott, al referirse a los muchos consejos que le dio Elena White, una de las fundadoras de la iglesia.

G.I. Butler, uno de los primeros líderes que cumplió dos términos como presidente de la Asociación General durante un total de diez años, sufrió una salud quebrantada durante sus años de liderazgo y se retiró al estado de Florida a cuidar naranjales. Butler tam-bién luchó con la «justificación por la fe» promulgada en 1888, y que recibió el apoyo de Elena White. Años después, fue llamado nuevamente al servicio como presidente de la Unión del Sur de los Estados Unidos, y reconoció que el tiempo que pasó alejado en Florida le había dado la oportunidad de reflexio-nar y aceptar la enseñanza bíblica que antes había combatido.

A menudo se pasa por alto este im-presionante hecho –dijo el historiador Merlin Burt, del Centro de Investiga-ción Adventista de la Universidad An-drews, en Berrien Springs (Míchigan). Butler fue también un valioso mentor de líderes más jóvenes. La lección clave de la vida de Butler fue el poder de la redención, aun en un líder.

«Aunque Dios obra y nos trans-forma, nuestras limitaciones siguen presentes –dijo Burt–. Es de esperar, sin embargo, que cuando dependemos de Dios, somos más humildes en nuestras opiniones, más benévolos con los demás, menos críticos, y procuramos comprenderlos y estar atentos a sus necesidades. Cuando somos conscientes de la misericordia divina, nos volvemos más misericordiosos y podemos ser líderes más efectivos».

Durante el receso del mediodía, los delegados fueron testigos de la coloca-ción de la piedra fundamental de dos

I N F O R M E M U N D I A L

Fue apropiado que un archivista –David Trim, de la Iglesia Adventista mundial–, sintetizara

dos días de presentaciones sobre los 150 años desde que se organizó formalmente la denominación.

«Es el sueño de todo historiador –dijo Trim en la tarde del sábado 13 de abril de 2013 ante una audiencia de directivos de la Iglesia Adventista mun-dial–, que los líderes de la iglesia se sien-ten durante dos días a aprender historia. Tendría que suceder más a menudo».

Los dos días de repaso histórico no fueron, sin embargo, solo un ejercicio académico. Por el contrario, las presen-taciones buscaron que los delegados al Concilio de Primavera de la Iglesia Adven-tista –uno de los dos encuentros adminis-trativos anuales– comprendieran las raíces del adventismo, y extrajeran lecciones de las vidas de los pioneros, de los primeros creyentes y aun de los que apostataron.

El fervor de los primeros adventistas a veces duró poco: Moisés Hull, uno de los que sugirió el nombre «Iglesia Adven-tista del Séptimo Día», apostató y se hizo espiritista. John Harvey Kellogg, líder de salud y educación en sus primeros años, construyó el afamado Sanatorio de Battle Creek, pero más tarde luchó contra el control de la iglesia, y en 1907 fue desfraternizado por su defensa de ideas panteístas. En su vejez, Kellogg reconoció sus errores al menos en privado, pero rehusó ser rebautizado por temor a crear controversias –dijo Bill Knott, editor de las revistas Adventist Review y Adventist World.

Es triste saber, dijo Knott, «que la historia de Kellogg terminó mucho antes de su muerte» debido a su separa-ción del movimiento.

Knott también analizó la vida y obra de Hull, adventista durante solo seis años, y de A. T. Jones, cuya participa-ción abarcó décadas en algunas de las funciones más influyentes. A pesar de

Mark A. Kellner, editor de noticias, Adventist World y Elizabeth Lechleitner, Red de Noticias Adventistas, desde Battle Creek (Míchigan, Estados Unidos)

DE LAS CENIZAS: Ella Simmons, veterana educadora y una de las vicepresidentes generales de la Iglesia

Adventista, habló del colapso de las instituciones de Battle Creek (Michigan), y del surgimiento posterior

de otras grandes instituciones como la Universidad de Loma Linda y la Universidad Andrews.

sobre los

En la «Aldea Histórica Adventista», se recuerdan lecciones del movimiento

B r a N d a N r o B e r t S / a N N

Líderes adventistas escuchan

renovadas perspectivas

comienzos de la iglesia

6 Adventist World | Junio 2013

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nuevos edificios del campus de la Aldea Histórica Adventista: las réplicas de la primera casa editora de la iglesia y del primer instituto de reforma prosalud.

Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, junto con los presidentes de las trece Divisiones del mundo, levantaron sus palas azules para la fotografía, en amplio contraste con la llovizna gris del lugar.

«Ojalá que este sea un recordatorio de la importancia de transmitir la verdad mediante la palabra hablada y escrita» –dijo Wilson, al referirse a la futura casa publicadora.

Durante una presentación en la tarde, Delbert Baker, vicepresidente de la Iglesia Adventista mundial, explicó que el método misionero de la iglesia la puso a la vanguardia de la defensa de la igualdad. Según destacó, los pio-neros adventistas eran uniformemente abolicionistas. Además enfatizó que los primeros adventistas formaban

un grupo diverso, bien representado por sexo, edad y etnia. Un exesclavo llamado Charles Kinney llegó a ser el primer pastor de color y Anna Knight fue la primera mujer de esa etnia en ser misionera en India.

El progreso, sin embargo, «no fue fluido ni fácil –recordó Baker a los de-legados–. A menudo requirió empujar a los miembros y necesitó la confronta-ción de Elena White».

Ella Simmons, veterana dentro del sistema educativo adventista y ahora en su segundo término como una de las vicepresidentes generales de la Iglesia Adventista, habló del colapso de las instituciones de Battle Creek: el sana-torio, que fue tomado por Kellogg más tarde se quemó; la Review and Herald, también fue destruida por el fuego; y el Colegio de Battle Creek, que en último término desapareció. Simmons destacó que los fracasos y problemas fueron las cenizas a partir de las cuales surgieron

otras grandes instituciones como la Universidad de Loma Linda y la Univer-sidad Andrews.

En su presentación, Trim relató el cambio de actitud de los adventistas, que pasaron de predicar el mensaje solo en Norteamérica a un enfoque que alcanzó «a todo el mundo» y citó el comentario de Elena White: «La viña es el mundo entero, y hay que trabajar en todas partes» (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 32).

Como conclusión del fin de semana, Wilson extrajo la siguiente lección de la vida de G. I. Butler: «No se puede ser líder y creer que uno lo sabe todo. Es necesario ir a la cruz cada día».

Wilson agregó que la iglesia tiene que «volver a encender el fervor por la segunda venida de Cristo […]. Jamás su-cumbamos a la tentación de subestimar [esa creencia]: ¡Necesitamos ir al hogar! Espero que este fin de semana nos dé nuevas energías para la misión». ■

I N F O R M E M U N D I A L

Arriba: A LEVANTAR LAS PALAS: Directivos de la Iglesia Adventista levantan las palas el pasado 12 de abril de 2013 en la simbólica colocación de la piedra fundamental de una réplica del primer Instituto de Reforma Prosalud del movimiento en Battle Creek (Michigan), en la Aldea Histórica Adventista. Izquierda: AVANCE DE LA MISIÓN: David Trim, historiador y director de la secretaría de Archivos, Estadísticas e Investi-gación de la Asociación General, se dirige a los delegados el pasado 13 de abril de 2013, analizando el desarrollo de la conciencia misionera en los inicios del movimiento adventista.

LECCIONES DE LOS QUE SE FUERON: Bill Knott, editor general de las revistas Adventist Review y ADVENTIST WORLD, comparte una presentación sobre las lecciones de la vida y carrera de tres pioneros que más tarde abandonarían la Iglesia Adventista: M. Hull, J. H. Kellogg y A.T. Jones.

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P A N O R A M A M U N D I A L

Intimidante y solitaria: esas fueron mis primeras impresiones de Nueva York. Al mirar los rascacielos que se

alzaban sobre mí y ver el constante flujo de personas, me pregunté qué diferencia podría hacer un joven de veintiún años en la ciudad que jamás duerme.

En mayo de 1971, recién graduado en religión y administración de lo que entonces era el Colegio Unión de Columbia, la Asociación del Gran Nueva York me envió a la iglesia adventista de West Eleventh Street, en Greenwich Village, para una pasantía de verano.

Greenwich Village es conocida por sus artistas, edificios de arenisca y calles arboladas. En 1971, era el punto de reunión del movimiento pacifista y la escena hippie. Entre 1950 y comienzos de 1970, el lugar cumplió también una función destacada en el desarrollo de la «música folk» estadounidense. En los clubes, teatros y cafés de Greenwich Village se iniciaron compositores y can-tantes como Bob Dylan, Jimi Hendrix, Barbra Streisand, Bette Midler, Simon y Garfunkel, Liza Minnelli, James Taylor y Joan Baez.

Un «café» adventistaPensando en cómo alcanzar a las

personas de esa comunidad tan diversa, algunos fuimos al subsuelo de esa antigua e histórica iglesia adventista y decidimos que sería el lugar perfecto para comenzar un «café» adventista donde la gente pudiera ir a escuchar música, cantar, hablar de Cristo y disfrutar de bocadillos y bebidas sin alcohol ni cafeína.

Al explorar debajo de la iglesia casi centenaria, hallamos un pasaje por debajo de la acera. Por supuesto ya no se usaba, pero esos viejos arcos hacían que el lugar pareciera tan antiguo y oculto, que lo bautizamos «Las catacumbas».

Llevamos la idea del café a la junta de iglesia, pidiendo retirar algunos bloques de concreto y poner una puerta y escalones que bajaran desde la calle. Algunos tenían dudas, pero en último término nos apoyaron.

Para que el lugar fuera cómodo y atractivo, era necesario remodelarlo. Pocas semanas antes, al enviar las invitaciones para mi graduación, había

pedido que mis amigos no me dieran obsequios, sino donaciones para el evangelismo en Nueva York. Afortuna-damente, había recibido una generosa cantidad de dinero, que entregué en la oficina de la Asociación. Esos fondos cubrieron las renovaciones necesarias para nuestro «café» adventista subte-rráneo.

Los preparativosLos jóvenes de la iglesia estaban

entusiasmados, y trabajaron con ahínco para tener el lugar listo para la noche de apertura. Colocamos las conexiones eléctricas y alfombramos el piso. Llevamos pequeñas mesas cua-dradas, las cubrimos con manteles a cuadros, y colocamos en cada una re-cipientes con velas. Colgamos láminas religiosas en las paredes, colocamos libros y folletos en varios lugares, pre-paramos los bocadillos y las bebidas, y pronto nuestro «café» adventista quedó inaugurado. Tony Romeo, por entonces un experto en publicidad (quien curiosamente ahora es pastor de esa iglesia), preparó el cartel que

Ted N. C. Wilson

brillantesque las ciudadesCompartamos la «Luz del mundo»

Más

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colocamos sobre la estrecha entrada de «Las catacumbas».

Abrimos el lugar justo antes de que yo me fuera de Nueva York para continuar mis estudios en la escuela de evangelismo en California, y luego en las universidades de Andrews y Loma Linda, donde cursé estudios de posgrado en teología y salud. Aunque me fui, escuché que «Las catacumbas» tuvo mucho éxito. Años después, regre-sé a la maravillosa y difícil ciudad de Nueva York, donde fui pastor y trabajé en evangelismo urbano por unos siete años, usando el ministerio de salud como efectiva herramienta misionera.

Lo que aprendíAprendí una lección muy valiosa

durante mi primer encuentro con Nueva York: participar de un proyecto misionero anula el rigor y los nervios de trabajar en una ciudad intimidan-te. Hace que dejemos de pensar en nosotros y que nos concentremos en alcanzar a otros para Cristo.

Aprendí también que aunque la ciudad puede parecer intimidante en un comienzo, después de un tiempo uno se adapta y aprende a moverse, sintiéndose más en casa.

Por sobre todo, aprendí cuán nece-sario es confiar en Dios para que nos dé la creatividad, sabiduría y protección espiritual para usar mejor el tiempo y trabajar de manera efectiva.

Alcanzar a las ciudadesEste mes tengo el maravilloso privile-

gio de regresar a la iglesia de Greenwich Village, donde durante tres semanas com-partiré la verdad de Cristo en reuniones públicas de evangelización que procla-man las nuevas de su pronto regreso.

Estas reuniones son parte de un plan renovado, abarcador e integrado, para alcanzar a los millones que viven en las grandes ciudades. La ciudad de Nueva York ha sido escogida como

la primera de unas seiscientas treinta ciudades donde la iglesia espera llevar a cabo reuniones de evangelización en los próximos años. Es un centro urbano cuya población refleja un microcosmos del mundo. Además, Elena White afir-ma que la obra en Nueva York debería ser un «símbolo de la obra que el Señor quiere que se haga en el mundo».

Representantes, muchos de ellos jóvenes, de las trece Divisiones de la iglesia mundial participan del proyecto conocido como NY13 (www.ny13.org), y el conocimiento obtenido de esa par-ticipación les permitirá hacer una obra similar en sus países. Ya hay planes de alcanzar a las principales ciudades de las trece Divisiones, entre ellas, Bogotá, Buenos Aires, Christchurch, Ciudad de México, Ginebra, Hamburgo, Kiev, Kinshasa, Lagos, Londres, Luanda, Manila, Moscú, Mumbai, Munich, Puerto Moresby, Praga, Suva, Sidney, Tokio y Viena.

Nueva York 2013Desde comienzos de este año se han

organizado decenas de encuentros de evangelización en esta ciudad y antes de finalizar el año se llevarán a cabo más de cuatrocientos, lo que incluye a partes de Nueva Jersey y el sur de Con-necticut. Participan entre doscientos cincuenta y trescientos evangelistas y varios cientos de personas de apoyo, lo que incluye a pastores, ancianos de iglesia y feligreses. Asimismo, se han capacitado más de dos mil instructores bíblicos para colaborar con el progra-ma de visitación.

El ministerio médico juega un papel integral y vital en la obra urbana. Se han capacitado más de mil quinientos obre-ros de salud para organizar seminarios, visitas, escuelas de cocina, reuniones de salud en grupos pequeños, exposiciones de salud y eventos de entrenamiento fí-sico en conjunción con las reuniones de evangelismo. Seguiremos informando

más sobre este ministerio abarcador de salud. Todos podemos participar en ese brazo derecho del evangelio, siguiendo los pasos de Cristo al satisfacer las nece-sidades de la gente y llevarlos al Médico de los médicos y Salvador del mundo.

Varios cientos de jóvenes están involucrados en diversos proyectos comunitarios tales como el «Ministerio de la compasión», una iniciativa de los Departamentos de Ministerios Juveniles de las Asociaciones y Uniones de NY13. En marzo, más de seis mil jóvenes mar-charon por el Puente de Brooklyn hasta Manhattan para realizar una «declara-ción de compasión» contra la violencia en la ciudad de Nueva York. Puede visitar el sitio web en compassion-now.org.

Un desafío transformadorDe los más de siete mil millones de

habitantes del mundo, más de la mitad vive en las grandes ciudades y se estima que para 2050, aproximadamente el setenta por ciento de los diez mil millo-nes proyectados vivirá en urbes. ¿Quién alcanzará a esas masas para Cristo? ¿Quién impulsará esa misión?

El poder no está en los seres hu-manos, las juntas, los reglamentos, los presidentes o los directivos. El poder y la verdad se encuentran en la Palabra de Dios, el Espíritu de Profecía, en la ora-ción sincera y en el poder del Espíritu Santo (véase Zac. 4:6). Nuestro mensaje bíblico a las ciudades nos unirá como un pueblo mundial y nos guardará de aislarnos de la sociedad y de los demás.

Mientras me preparaba para la vida después de estudiar, varias Asociaciones se ofrecieron para patrocinar mis estu-dios en el seminario. Una de ellas fue la Asociación del Gran Nueva York. Al analizar las diversas opciones, mi padre me dijo: «Muchos de esos lugares son buenos, pero si realmente quieres un desafío, ve a Nueva York». Por la gracia de Dios, funcionó y transformó mi vida para siempre.

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P A N O R A M A M U N D I A L

En busca de la luzAmigos, el mundo se está desinte-

grando política, económica, social y ecuménicamente; sucede lo mismo en el mundo natural. Jesús viene pronto. Estamos viviendo al fin de los tiempos, y ahora es el momento de alcanzar a los millones que atestan las grandes ciudades del mundo, y que buscan algo mejor, pero sin saber dónde ir.

«Un gran número de preciosas almas andan a tientas en las tinieblas, pero anhelan y lloran y oran por la luz», escribió Elena White en 1900 (Manus-crito 46, 1900). Sus palabras se aplican aún más al presente.

¿Quiere usted que su luz brille más que las luces urbanas? Con la ayuda de Dios, puede hacerlo. Al final del libro de Daniel, un ser celestial le dice al profeta que «los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas, a perpetua eterni-dad» (Dan. 12:3).

Si ha pensado en trabajar para Dios en la ciudad, ahora es el momento de actuar. Lo insto a contactarse con su pastor o Asociación e informarles que está interesado en colaborar.

Elena White escribió, «No hay cam-bio en los mensajes que Dios ha enviado en el pasado. La obra en las ciudades es la obra esencial para este tiempo. Cuando se trabajen las ciudades como Dios desea, el resultado será la puesta en operación de un poderoso movimiento cual nunca se ha visto» (El ministerio médico, p. 304).

Avancemos y seamos parte del «poderoso movimiento», porque estamos en vísperas mismas de la eternidad. ■

Ted N. C. Wilson es presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

GLOW (por sus siglas en inglés, «Iluminando el mundo»), es una iniciativa misionera que se originó en California (Estados Unidos), pero que se está extendiendo a otras Divisiones. Se basa en la idea de que los miembros de la iglesia aprovechen toda oportunidad que se les presente para repartir folletos en forma gratuita. Actualmente estos folletos se imprimen en veintinueve idiomas.

Aquí compartimos dos experiencias de Polonia que hablan de vidas alcan-zadas por GLOW:

i l u S t r a C i ó N : r i C a r d o C a m a C H o

ReLATo 1: Mientras caminaba por una calle, una joven que llevaba folletos de GLOW en

inglés le entregó uno a alguien que pasaba por el lugar. El hombre solo podía hablar en inglés, y conocía bien los folletos de GLOW. «Usted seguramente es adventista del

séptimo día», le dijo. La joven asintió, pero entonces el hombre se rehusó a tomar el folle-

to. «Yo soy ateo», dijo a manera de explicación. La joven continuó insistiéndole que aceptara el folleto, pero cuando final-mente lo hizo, él escribió en el folleto la dirección de un sitio de Internet que promueve la evolución, y se lo devolvió. La joven le respondió: «Le prometo que voy a revisar ese sitio si usted me promete que va a leer este folleto». El hombre aceptó el trato y se fue de allí, llevando el folleto en la mano.

ReLATo 2: Asia, una joven que vive en Polonia, estaba repartiendo folletos de GLOW en la calle cuando se encontró con una mujer de otra denominación que también estaba distribuyendo impresos. Las dos inter-cambiaron sus materiales, hablaron durante unos momentos, y entonces cada una siguió distribuyendo sus materiales. Cuando la mujer notó que más gente estaba aceptando los folletos de Asia y que muy pocos eran descartados, le preguntó: «¿De qué iglesia eres?». Asia le explicó que era adventista del séptimo día. La mujer ya estaba familiarizada con los adven-tistas porque había escuchado sermones adventistas por la radio. Entonces le pidió la por dirección de la iglesia adventista local y el sábado siguiente asistió a esa iglesia. Ahora la mujer ha comenzado a distribuir los folletos de GLOW.

Estas historias son compiladas por Nelson Ernst, director de GLOW en la Asociación Central de California (Estados Unidos). Si desea saber más de GLOW, visite sdaglow.org.

Historias de

10 Adventist World | Junio 2013

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Allan R. Handysides y Peter N. Landless

Allan R. Handysides es ginecólogo certificado y director del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

Peter N. Landless es cardiólogo certificado especialista en cardiología nuclear y director asociado del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

En esta columna se suele hablar de hidratarse y beber mucho líquido. A nuestro hijo adolescente le encantan las bebidas azucaradas, pero ha subido mucho de peso. ¿Qué podemos aconsejarle para que siga bebiendo lo suficiente, pero sin olvidarse de cuidar su peso?

grandes cantidades de bebidas azucaradas. La mayoría de las muertes se producen en los países de ingresos bajos y medios. Al tope está México, con 318 muertes por millón de adultos, relacionadas con el consumo de bebidas azucaradas; al final de la lista está Japón, con una decena de muertes por millón de adultos.

¿Cuál es la razón para esta temible relación entre las bebidas azucaradas y el índice de decesos? Al aumentar el consumo de bebidas azucaradas, se incrementa el IMC (lo que acelera la epidemia de obesidad). El mayor IMC incrementa la presencia de afecciones cardíacas, diabetes y cánceres relacio-nados con la obesidad (de seno, útero, esófago, vejiga, colon, riñón y páncreas).

El consumo de bebidas azucaradas también afecta adversamente la presión arterial. El Estudio Internacional de Macro y Micronutrientes y la Presión Arterial difundió este hallazgo en la publicación Hypertension del 28 de febrero de 2011: el consumo de aunque más no sea una bebida azucarada, produce un aumento de la presión arterial. El consumo de dos a tres latas de bebida produjo un incremento más significativo de la presión arterial. Esto resulta especialmente problemático en gente que tiene hipertensión, dado que dificulta su control. Las bebidas sin azúcar, sin embargo, mostraron tener el efecto contrario.

¿Qué decir de los edulcorantes artificiales? En un restaurante de Europa preguntamos qué bebidas sin azúcar tenían en el menú. Sin dudar ni un momento, y con un guiño de ojos, el

mesero respondió: «¡Tenemos agua pura, señores!» Jamás hemos olvidado esa frase. El agua pura es por lejos la mejor bebida, y todos haríamos bien en beber cantida-des saludables y abundantes de ella.

Los datos sobre los edulcorantes ar-tificiales son contradictorios. Muestran algunos beneficios para no aumentar de peso, pero tienen sin embargo un componente adicional: las personas que usan edulcorantes artificiales, a menudo creen que tienen más lugar para incor-porar calorías ya sea en forma líquida o sólida, y de todas maneras suben de peso y se vuelven diabéticas.

Las iglesias adventistas podrían asumir la tarea de garantizar que cada comunidad tenga fuentes de agua pota-ble seguras, colocando así a cada iglesia como un centro de salud comunitario. No importa dónde vivamos, haríamos bien en limitar el uso de botellas plásticas, que se han convertido en una forma muy evidente de contaminación y amenaza para la salud. Cuando las comunidades sean testigos de nuestro enfoque responsable y solícito, en sus corazones crecerá el deseo de conocer el Agua de Vida, nuestro amante y precioso Señor Jesús. ■

Cuando animamos a beber lo suficiente, nos referimos básicamente a beber agua

pura. Como ustedes señalan, muchas personas –jóvenes y ancianos– están bebiendo cada vez más bebidas azucaradas (conocidas también como gaseosas o sodas). Estas bebidas están cargadas de azúcares refinados y están impulsando la epidemia de obesidad y diabetes en el mundo. Hay consecuencias marcadas, en especial en los países de ingresos bajos y medios.

Como parte del estudio Global Bur-den of Disease (GBD), [Carga Mundial de Enfermedades] se analizaron hace poco ciento catorce estudios nacionales sobre la dieta. Estos datos representan a más del sesenta por ciento de la pobla-ción mundial. Respecto de las bebidas azucaradas, hay marcadas variaciones en el consumo promedio, que van desde menos de una bebida por día en el caso de las ancianas chinas hasta más de cinco en el caso de los jóvenes cubanos de sexo masculino.

Los investigadores determinaron en primer lugar la relación entre la ingesta de bebidas azucaradas y el índice de masa corporal (IMC). El IMC es la relación de la altura con el peso; se considera que un IMC de más de 25 im-plica sobrepeso, y por sobre 30 implica obesidad. Lo animamos a determinar su propio IMC; conocer el índice propio resulta motivador a la hora de efectuar elecciones y cambios en el estilo de vida.

El estudio de GBD reveló que en el mundo, más de 180 mil muertes anuales están relacionadas con el consumo de

Demasiado

dulce para la saludLos peligros de las bebidas azucaradas

S A L U D M U N D I A L

Vol. 9 No. 6 | Adventist World 11

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D E V O C I O N A L

De todas las metáforas de la Biblia, acaso ninguna me llama tanto la atención como la vívida

imagen: «corazón de piedra». Después de todo, un corazón de piedra es un absurdo, una contradicción de términos.

Un corazón de piedra puede ser una estupenda escultura o un souvenir de mal gusto. Pero no está hecho para ser instalado en el cuerpo humano. Es frío y pesado, tan incómodo y exangüe como un peñasco de montaña. Las piedras no pueden surgir a la vida, por más que les demos forma de corazón a martillazos. Un corazón de piedra no se contrae; no late ni bombea. Es en realidad un corazón hecho piedra: no un órgano vivificante sino un petrificado epitafio.

Mis amigos médicos hablan de una afección llamada «corazón de piedra». Su altisonante denominación médica es «calcifilaxis cardíaca». Este estado, a menudo es resultado de fallas renales severas y crónicas, es la última etapa de un proceso por el cual el sistema vascu-lar del paciente comienza literalmente a colapsar. Por lo general, esto lleva a la trombosis vascular, la necrosis cutánea y la sepsis. En su versión más severa, la calcificación vascular llega al corazón (de allí su nombre). Cuando esto suce-de, no hay mucho más que hacer. Un corazón de piedra no tiene futuro. Es la sentencia de muerte para un simulacro de vida.

Conductas calcificantesLa Biblia revela al menos dos con-

ductas que desencadenan la «calcifilaxis cardíaca espiritual». La primera se refiere al efecto coagulante de la deso-bediencia. En Hebreos, se nos ruega exhortarnos mutuamente cada día, para que «ninguno […] se endurezca a causa del pecado» (Heb. 3:13). Y su autor entonces cita el Salmo 95, donde dice: «Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones» (ver. 15).

La segunda conducta está más relacionada con la inacción. En el relato del encuentro de Cristo con dos

vez más difícil salir. ¡Una verdadera calcifilaxis progresiva!

Consulte con el MédicoGracias a Dios, hay esperanza

para los corazones en proceso de calcificación potencialmente fatal. Las soluciones aparecen en el contexto de los mismos pasajes ya mencionados. «No endurezcáis vuestros corazones», dice Salmos 95:8. Pero en ese cántico, el salmista nos presenta el antídoto aun antes de hablar del problema. «Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémo-nos delante de Jehová, nuestro Hacedor, porque él es nuestro Dios» (vers. 6, 7). Al adorar a Dios y reconocerlo como

discípulos sollozantes en camino a Emaús (Luc. 24:13-35), Jesús reprende a sus interlocutores con estas palabras: «¡Insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!» (vers. 25). En especial al hablar de las profecías, dice Jesús, los hábitos negligentes de estudio y las creencias a medias pueden hacer que nuestros corazones se vuelvan lentos, pesados e incapaces de un «bombeo espiritual» vigoroso y saludable.

Así es que, por comisión u omisión, el fracaso de actuar de acuerdo con la Palabra escrita y la encarnada nos coloca en una peligrosa zona de escle-rosis cardíaca, de la cual se hace cada

¿Qué necesitamos para ser personas según su corazón?

corazónDios

Marcos Paseggi

de

con el

12 Adventist World | Junio 2013

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Marcos Paseggi es traductor, investigador bíblico y escritor. Vive en Ottawa, Ontario, Canadá.

¿Qué necesitamos para ser personas según su corazón?

nuestro Creador y Redentor, recordando que sus criaturas somos «el pueblo de su prado y ovejas de su mano» (vers. 7), nuestros corazones hallan una manera gratificante e inspiradora de seguir respondiendo a sus llamados.

La segunda prescripción se encuen-tra en el mismo relato del camino a Emaús. Después de que los afligidos

discípulos descubren que

habían estado ca-minando todo el tiempo con

Jesús, se dicen uno al otro: «¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino y mientras nos abría las Escrituras?» (Luc. 24:32). En efecto, los corazones tibios que se encuentran con Cristo pronto son envueltos por las llamas. Después de beber con ansias las palabras de Jesús y disfrutar de su presencia, los corazones lentos e insensatos no pueden sino arder, brindando luz y calor a un mundo frío y desalmado.

La solución definitivaEl pecado entumece, y puede que en

ocasiones sintamos que nuestros cora-zones han avanzado demasiado tiempo por el camino del endurecimiento como para soñar con una inversión del proceso. Elena White nos deja las palabras justas cuando escribe: «No se desanimen porque el corazón parezca

anden en mis ordenanzas y guarden mis decretos y los cumplan» (vers. 20). Un corazón de carne es obediente y sabio, porque pertenece a una persona prós-pera que se deleita en la ley del Señor (véase Sal. 1:2). Es un órgano palpitante, protegido de cualquier ataque calcifi-cante. Un corazón que late en sintonía con el corazón del Infinito ya nunca más estará en peligro de sufrir calcifilaxis espiritual. Por el contrario, será tierno y

maleable, siempre listo para reflexionar, retornar y dejarse renovar.

La oferta de Dios incluye su «marca-pasos divino», el Espíritu Santo (véase Eze. 36:27), porque el Señor anhela darnos un corazón en sintonía con aquel que lo dio todo para solucionar de una vez por todas nuestros corazones de piedra. Dios nos promete un órgano que latirá y bombeará para siempre a tono con la voluntad y los designios del Rey del universo.

En resumen, nos ofrece nada menos que un corazón según su propio corazón. ■

*Elena White, Mensajes para los jóvenes (Doral, Fl.: IADPA, 2008), p. 78.

duro. Cada obstáculo y cada enemigo interior, lo único que hace es aumentar la necesidad de Cristo».* En efecto, el Médico de los médicos nos invita a adoptar su drástico tratamiento para la calcifilaxis espiritual. Una vez más, el tratamiento tiene dos partes.

En primer lugar, el Señor nos llama a «circuncidar el prepucio» de nuestro corazón (¡otra gran metáfora bíblica!). Dios nos invita a dejar de lado todo lo

que hace de nuestro corazón uno más, para transformarlo en cambio en un corazón escogido. Anhela que sea un corazón que lleve sobre sí una marca de distinción. Esa distinción está garantizada por la realidad de que «nosotros lo amamos a él porque él nos amó primero» (1 Juan 4:19).

En segundo término, Dios nos ofrece la solución definitiva para un corazón calcificado: si nos entregamos a él, pro-mete darnos «otro corazón» y poner «un nuevo espíritu». Al referirse a sus hijos, el Señor declara: «Quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne y les daré un corazón de carne» (Eze. 11:19). ¡Un corazón cero kilómetro! ¡Nada menos que un trasplante total y definitivo!

Corazones en sintoníaAl igual que en el caso de una inter-

vención médica, el objetivo de la cirugía divina tiene un propósito definido. Así lo expresa con claridad: «Para que

Un corazón que late en sintonía con el corazón del Infinito ya nunca más estará en peligro de sufrir calcifilaxis espiritual.

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C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

Sucedió durante un seminario sobre el libro de Apocalipsis. Yo había estado hablando sobre Apocalipsis 20 y la suerte de los incrédulos. Acabábamos de leer en

Apocalipsis 20:10 y 15 sobre el juicio final: «Después el diablo, que los había engañado, fue lanzado al lago de fuego que arde con azufre, donde ya estaban la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por siempre jamás […]. Todo el que no tenía su nombre registrado en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego» (NTV).1

–Por cierto, en toda la Biblia no hay versículos más solem-nes –dije–. Pero por favor, no se confundan con las palabras «por siempre jamás». En la Biblia, «por siempre jamás» no siempre significa eterno. También puede significar que las consecuencias de una acción duran por toda la eternidad.

–¿Quiere decir usted que Satanás, sus ángeles y los incré-dulos no se quemarán para siempre? –preguntó Linda.

–Así es –repliqué–. Fíjese en la manera en que se usa la palabra «eterno» en el versículo 7 de la epístola de Judas. Judas dice que la gente de Sodoma sufrió el castigo «del fuego eterno». Sin embargo, el fuego de Sodoma no sigue ardiendo, ni tampoco sus habitantes. Es obvio que eterno no necesa-riamente significa «para siempre». Además, ¿por qué Dios querría ver a los pecadores en un tormento eterno?

–Porque así es la justicia –replicó Linda, quien quería seguir fiel a la Palabra del Señor–. Dios es justo, y la Biblia dice que un Dios justo castigará a los pecadores «por siempre jamás». Lea Apocalipsis 20:10 otra vez.

El infierno y la hermenéuticaEsa noche, Linda inició una discusión que transformó el

seminario en un estudio bíblico en profundidad sobre el «infierno» eterno. Conocía bien la Biblia, y nos dijo que la expresión que en Apocalipsis 20:10 denota eternidad es la misma que usa Pedro para describir el carácter eterno de Dios:2

–«A él sea toda la gloria […] por siempre y para siempre» (1 Pedro 4:11, NTV). «No es consecuente entender esta frase que usa Pedro en un sentido literal y la que usa Juan en un sentido figurado» –dijo Linda. Era un argumento válido.

Buscamos otra vez en la Biblia y notamos que la palabra aion, «eterno», y las expresiones que usan esta palabra a menudo fueron usadas por Jesús y los apóstoles con un sentido figurado.3

No obstante, para Linda esto no era suficiente. Ella nos recordó que al escribir sobre el juicio final, Juan no usó tan

solo la palabra traducida como «por siempre», sino que le dio énfasis al decir: «por las eternidades de la eternidad». ¿Por qué enfatizó la idea de la eternidad si no quiso que fuera tomada en forma literal?

Para responder a esa pregunta, necesitamos recordar que al escribir el Apocalipsis, Juan usó varias expresiones del Antiguo Testamento. Al hablar del juicio final, Juan parece referirse a Isaías 34:10, donde el profeta describió la destruc-ción de Edom. Isaías escribió que el humo del fuego de su castigo «subirá por siempre» (NVI). El problema de tomar esta expresión en forma literal resulta obvio. La tierra de Edom no sigue ardiendo o con brasas. Sin embargo, las palabras de Isaías tenían por propósito enfatizar para la mente hebrea la destrucción completa y total de Edom. Juan, que creció leyendo las Escrituras hebreas, parece haber usado la destrucción de Edom como ejemplo del juicio final. Por ello, hizo una traducción libre al griego de la idea de Isaías, para transmitir el concepto de que el juicio final será tan completo y total como el de Edom.4 Al igual que Isaías, usó la idea de eternidad para transmitir permanencia, no para describir la cantidad literal de tiempo que abarcará el juicio.

Paul Wright

N Ú M E R O 2 7Por

14 Adventist World | Junio 2013

jamásEl juicio final a la luz del carácter de Dios

siempre

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¿Qué decir del carácter de Dios?Linda seguía escéptica pero comenzó a comprender.–O sea que la palabra eternidad quiere decir que el juicio

será completo, no que durará para siempre –dijo.–Esa es la idea básica –repliqué mientras le pedí que

pensara en algo más–. ¿Podría un Dios que atormenta a los pecadores por la eternidad, ser un Dios de amor? ¿Qué diría usted si un juzgado decidiera torturar a un criminal por toda la eternidad, en lugar de tan solo condenarlo a muerte? ¿Qué pensaría de los que aplicaran semejante castigo?5

–Si usted está en lo cierto –replicó Linda–, entonces la segunda muerte no es tan mala. Creo que en realidad, me gustaría no saber nada durante toda la eternidad. La no existencia significa que ya no tendría preocupaciones, ni problemas. Podría descansar.

Hubo un silencio evidente en la sala del seminario, mien-tras los participantes pensaban en lo que había dicho Linda. Estaba claro que ella había aceptado a Cristo como resultado de su temor al castigo eterno. Ahora que había oído que el «infierno» no era eterno, se había visto forzada a repensar sus motivaciones para ir al cielo.

La discusión se había llevado la mayor parte del tiempo del seminario, de manera que puse fin a la reunión ofreciendo

a Linda un ejemplar de El conflicto de los siglos,6 sugiriéndole que leyera el último capítulo. Elena White presenta allí una imagen maravillosa de un Dios amante, e indica que el castigo más grande que sufrirán los seres humanos no será el fuego eterno, sino darse cuenta de que han perdido la oportunidad de estar con el Señor para siempre. La vida eterna con él será por cierto mucho mejor que la otra opción. ■

1 Las citas bíblicas de la NTV pertenecen a La Santa Biblia: Nueva Traducción Viviente. © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.2 Eis tous aionas ton aionon, «hasta las eternidades de la eternidad».3 Véase Filemón 15, Lucas 1:70, y Hechos 3:21, donde en cada caso, la palabra aion ha sido traducida correctamente con un sentido no literal. 4 Véase el Comentario bíblico adventista (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1996), t. 7, p. 846. Por una explicación muy similar, escrita desde el punto de vista de los comentaristas evangélicos, véase A. Pohl, Offenbarung des Johannes, Wuppertaler Studienbibel (Wuppertal: R. Brockhaus Verlag, 1989), p. 506. 5 Compárese también las palabras de Jesús en Mateo 10:28.6 Elena White, El conflicto de los siglos.

Paul Wright, oriundo de Inglaterra, es el pastor principal de la iglesia adventista de Wolfswinkel, en Zurich (Suiza).

El milenio es el reinado de Cristo en el cielo, con sus santos durante mil años, entre la primera y la segunda

resurrecciones. Durante ese tiempo, los impíos muertos serán juzgados; la tierra estará completamente desolada,

sin habitantes humanos, pero ocupada por Satanás y sus ángeles. Al final, Cristo con sus santos y la Ciudad Santa

descenderán del cielo a la tierra. Entonces resucitarán los muertos en el pecado, y junto con Satanás y sus ángeles

rodearán la ciudad; pero el fuego de Dios los consumirá y purificará la tierra. Así el universo será librado del

pecado y de los pecadores para siempre (Apoc. 20; 1 Cor. 6:2, 3; Jer. 4:23-26; Apoc. 21:1-5; Mal. 4:1; Eze. 28:18, 19).

pecadoEl milenio y el fin del

N Ú M E R O 2 7

Vol. 9 No. 6 | Adventist World 15

El juicio final a la luz del carácter de Dios

siempre

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N O TA D E TA PA

Sandra Blackmer

UNIdad mUltIplIcadaLa

Paul Ogaga División de África Centro-Occidental

Nigeria

Pernille Rasmussen División TranseuropeadiNamarCa

Anthony Stanyer División Asiática del Pacífico SurfilipiNaS

Un año en misión

Izquierda: ASISTENCIA ESPECIAL: Carlos Sánchez, integrante del

grupo «Un año en misión» (extremo derecho) dirige a voluntarios del Colegio Secundario Sandia View

(Nuevo México, Estados Unidos) en la tarea de distribuir muebles entre

las víctimas del huracán Sandy. Derecha: A QUITAR LA NIEVE:

Voluntarios de «Un año en misión» quitan la

nieve de una iglesia adventista después

de una fuerte tormenta.

la

rr

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km

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a N t H o N y S t a N y e r

La voz de Lance subió varios tonos mientras exclamaba: «¡No me digas! ¡Tiene que estar en

algún lado!»Era el cumpleaños de

Lance, y su amiga Janina lo había llevado a un restaurante coreano de Nueva York para festejar el momento. Estaban en una estación de metro, listos para regresar a casa, y el tren acababa de llegar, cuando Janina exclamó consternada:

–¡Oh, no! ¡No puedo en-contrar la tarjeta del metro!

–Busca en tus bolsillos, en la cartera –dijo Lance–. Y apúrate, que el tren se va.

Janina buscó, pero no encontró nada, y el tren dejó la estación sin ellos. Justo entonces Janina sintió algo en uno de sus bolsillos, y con un gesto de triun-fo sacó la escurridiza tarjeta. «¡Aquí está! ¡La encontré!», exclamó.

Lance y Janina subieron al si-guiente tren y se dejaron caer en sus asientos. Entonces comenzaron un animado diálogo sobre uno de sus te-mas favoritos: la teología y la religión. Cuatro personas que estaban a su lado se sumaron a la discusión y cuando llegaron a la parada donde debían bajar, Janina y Lance les habían dado unos folletos sobre las enseñan-zas bíblicas, y todos habían intercambiado direc-ciones y tarjetas para seguir en contacto.

«Después de que bajaron, nos felicita-mos y comenzamos a reír alegremente; las personas empezaron a mirarnos –contó tiempo después Lance–.

16 Adventist World | Junio 2013

Page 17: Aw spanish 2013 1006

UNIdad mUltIplIcada

Daryl Joshua División Sudasiática

iNdia

Seguramente se preguntarían por qué estábamos tan felices. Fue providencial que Janina perdió su tarjeta. El Señor quería que compartiéramos nuestra fe específicamente con esas personas».

Una iniciativa innovadora de testificación

El joven Kang Dong Won, conocido como Lance, tiene veintidós años y es uno de los catorce jóvenes provenientes de cada una de las Divisiones de la igle-sia. Se encuentra en Nueva York como parte de la iniciativa del Departamento de Jóvenes de la Asociación General conocida como «Un año en misión». Este programa representa la primera fase de una visión que busca hacer del trabajo voluntario la esencia misma de la juventud adventista. Lance viene de Corea del Sur, en la División de Asia Pacífico Norte. Otros integrantes del equipo provienen de Sudáfrica, Rusia, India, Tanzania, Alemania, Siria y Australia.

El objetivo en Nueva York es capa-citar a estos jóvenes de entre veinte y treinta y nueve años, para que durante su estadía de seis meses desarrollen un método integrado de evangelismo, se les brinden oportunidades de participar

directamente en el liderazgo y la toma de decisiones,

y usen sus talen-

tos para preparar el terreno para las campañas de evangelización NY13 que comienzan este mes.*

Tienen que usar las herramientas y habilidades que han adquirido en sus Divisiones, pasar otros seis meses capa-citando al nuevo equipo de voluntarios sobre lo que han aprendido, y determi-nar qué métodos pueden aplicarse con éxito a sus propias culturas. El mismo proceso será aplicado entonces en las Uniones y Asociaciones.

«Buscamos que los jóvenes tengan una enorme participación misionera –dice Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General–. Una de las maneras de hacerlo es mediante “Un año en misión”, en el que los jóvenes dan un año de sus vidas al servicio misionero ya sea en sus pueblos, dentro de su territorio o en algún lugar del mundo».

Varios líderes de las sedes de la División Norteamericana y la Asocia-ción General en Maryland (Estados Unidos) llevan a cabo talleres semanales para capacitar e instruir al grupo sobre diversas formas de obra misionera y de evangelismo.

Más allá de nosotrosUna gran parte del programa

implica el servicio a los demás, como por ejemplo alimentar a los sin techo, ayudar a las tareas de limpieza de los

afectados por el huracán Sandy, visitar hogares de ancianos y refugios para mujeres abusadas, y organizar programas infantiles.

El equipo también habla y ora con la gente en la

calle, incluso en Times Square, en el corazón de la ciudad.

«El servicio

comunitario debería ser un estilo de vida, algo que hacemos cada día –dice Janina Irving, de Norteamérica–. Estamos aprendiendo a encontrarnos deliberadamente con las personas allí donde están, ayudarlas en sus necesida-des y entonces guiarlas al evangelio».

Liz Motta, de Brasil, colabora como tutora de niños dos mañanas por semana, en una escuela pública. Aunque al comienzo se le hizo difícil, porque la escuela prohíbe que el grupo mencione a Jesús o el evangelio, Liz cree que ella y los demás están logrando avances con los niños y el personal de la institución. «Estoy segura que ven una diferencia en nuestra manera de tratar y cuidar de ellos –destaca–. Hasta los maestros nos abrazan y nos dicen: “Los vamos a extrañar”».

La necesidad de ayuda comunitaria en situaciones de catástrofe se hizo intensa después de la devastación cau-sada por el huracán Sandy en octubre de 2012, y la terrible tormenta de nieve de febrero de 2013, que Josh Wood de Australia, describe como una «inmensa oportunidad» para la testificación.

«Hemos estado trabajando con Servicios Comunitarios Adventistas para ayudar a los afectados por esas catástrofes, lo que nos quitó el tiempo que se podría haber usado en evange-lismo –dice Josh–. Aun así, seguimos enfocados en la gente, solo que de otra manera».

El fin de semana del 22 al 24 de marzo de 2013 se enfocó especialmente en el aspecto del servicio. Los catorce jóvenes, bajo la conducción de Gilbert R. Cangy, director de Ministerios Juveniles de la Asociación General; Rubén Merino, director de Servicios Comunitarios Adventistas en la Aso-ciación del Gran Nueva York; y José

Liz Motta División SudamericanaBraSil

Vol. 9 No. 6 | Adventist World 17

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N O TA D E TA PA

Jeremia Maluila División de África Centro-Oriental

taNzaNia

H. Cortés Jr., director de jóvenes de la Unión del Atlántico, dirigieron a cientos de voluntarios en proyectos «Acciones compasivas» a lo largo y a lo ancho de Nueva York. El punto destacado fue cuando miles de jóvenes adventistas de siete estados de los Estados Unidos marcharon por el Puente de Brooklyn para animar a la compasión y protestar contra la violencia. El evento hizo que gente comenzara a reflexionar sobre la necesidad de regresar a Dios.

Paul Ogaga, de Nigeria, estaba ayudando a contar historias a los niños y enseñar manualidades en la Biblioteca Pública Far Rockaway, cuando llegó una mujer de un refugio con sus tres hijos. Después de ver que sus niños escuchaban las historias de la Biblia y recibían cajas que decían «Mamá, te amo», preguntó: «¿La iglesia de ustedes es tan animada? Yo voy a ir a esa iglesia […]. Creo que Dios me trajo aquí. Creo que desea que vuelva a la iglesia».

«El gran número de jóvenes que par-ticiparon [en los proyectos y la marcha] indica que nuestros jóvenes quieren servir a Dios –dice Daniel R. Jackson, presidente de la División Norteameri-cana–. No quieren hacerlo sentados en el banco de la iglesia mientras escuchan los cánticos. Quieren salir a hacer cosas en su nombre. Y de eso se trata: de hacer cosas en nombre de Cristo para llegar a la gente y darles esperanza». Tanto Jackson como su esposa Donna y otros líderes de la iglesia, visitaron varios proyectos «Acciones compasivas» y participaron de la marcha.

Un microcosmos de la iglesia mundial

Catorce jóvenes (nueve varones y cinco señoritas) de catorce regiones que viven y ministran en estrecha proxi-

midad es «la unidad en la diversidad» multiplicada. Tienen que enfrentar no solo diferencias de edad, idioma y sexo sino también culturales y teológicas. Lance, por ejemplo, cree que los neo-yorquinos no tienen mucho respeto, en especial hacia los que ocupan puestos de liderazgo, algo que es esencial en la cultura asiática. Josh, que pasó tiempo en India, reconoce las diferencias eco-nómicas y de condiciones de vida. Ha vivido en una casa de doce habitaciones en su nativa Australia, pero en India también ha visto tres generaciones de una familia en una casa de solo dos habitaciones.

Los puntos de vista teológicos van desde los sólidamente tradicionales a los que muchos catalogarían como «liberales». La pregunta sobre qué es apropiado hacer en sábado ha sido motivo de intensos debates, hasta el punto que muchos observadores se preguntaron si la unidad en misión era posible dentro de un grupo tan diverso. Los jóvenes mismos, sin embargo, dicen que estas son «experiencias de crecimiento» que los están llevando a una mejor comprensión de los demás y su estilo de vida.

Lukas Hermann, que ha sido adventista por solo dos años, habla de Alemania, su país natal, como un lugar donde «la gente tiende a desconfiar de los demás y a descartar las opiniones de otros». Por ello, destaca que este grupo le ha ayudado a relacionarse me-jor con los que tienen diferentes pers-pectivas y creencias y agrega: «También me ha ayudado personalmente, porque vuelvo una y otra vez a la Biblia para investigar más y descubrir las cosas por mí mismo».

«Hemos tenido que hacer algunos ajustes para no ofendernos, en especial

en lo que respecta al sábado –añade Anthony Stanyer, de las Filipinas–. En una ocasión Lance y yo hablamos largo rato y compartimos nuestras perspectivas evitando las acusaciones. Disfruté de sus comentarios y aprendí cosas de él, y viceversa. No tenemos que aceptar las creencias de los demás; sabemos que tenemos desacuerdos. Pero nos seguimos abrazando, viviendo y trabajando juntos».

Anna Gavelo, de Rusia, dice que el equipo es «colorido por las diversas etnias, los colores de la piel, los hábitos. Y sin embargo –agrega– en tantos sentidos somos iguales […]. Somos verdaderamente hermanos y hermanas en Cristo».

Algunos del grupo han crecido en la Iglesia Adventista; otros no, como es

Arriba: EQUIPOS DE ORACIÓN: Integrantes de «Un año en misión» oran con un transeúnte en una estación del metro en Nueva York.

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Lukas Hermann División IntereuropeaalemaNia

el caso de Essam Habib, de Siria, bautizado hace solo tres años. Essam es el único adventista de la familia y de su región. En Siria pasa los sábados solo, y dice que tiene que «crear» sus propias actividades. Los sábados de mañana hace su culto solo y a veces escucha un canal religioso. Entonces visita amigos u otras personas de la comunidad que acaso necesitan alguna ayuda. «Paso tiempo haciendo el bien y mostrando a la gente que me intereso por ellos», explica.

Pernille Rasmussen, de Dinarmar-ca, cita la misión común del grupo

como el factor que los unifica. Aunque cada uno proviene de una cultura diferente, «nos hemos unido con un propó-sito y objetivo, que es tener a Jesús como centro [del pro-grama] y tener devocionales y orar juntos».

«Las diferencias no impor-tan –añade Jeremia Maluila, de Tanzania–. No nos pasa-mos peleando o analizando nuestras diferencias. Siempre

estamos pensando cómo podemos al-canzar a las diversas culturas usando las diferentes perspectivas que tenemos».

Perspectivas de Nueva YorkEl frenético estilo de vida de la

ciudad ha asombrado a algunos inte-grantes del grupo. Essam, en especial, no puede entender «por qué la gente se muere por venir a Nueva York. Las per-sonas se la pasan corriendo de un lado a otro. Viajan grandes distancias para ir a trabajar, y otro tanto de regreso. No disfrutan de la vida. En mi país tenemos más descanso y menos trabajo. Aquí trabajan más para gastar más dinero».

Josh concuerda con esa apreciación,

Carlos Sanchez División InteramericanaméxiCo

Janina Irving División Norteamericana

ee. uu.

Arriba derecha: MARCHA POR LA COMPASIÓN: Miles de jóvenes adventistas de siete estados

del país marchan por el puente de Brooklyn durante el «Fin de semana de la compasión».

Abajo derecha: CON LOS NIÑOS: Liz Motta ayuda a los niños a hacer manualidades en la

Biblioteca Pública Far Rockaway.

Izquierda: DEDICADOS A LA ORACIÓN: Daniel Jackson, presidente de la División Norteamericana (izquierda) y Rubén Merino, director de Servicios Comunitarios Adventistas en la Asociación del Gran Nueva York (derecha), animan a Essam Habib, integrante de «Un año en misión», quien coordinó el ministerio de ora-ción en la zona norte de Manhattan.

l a r r y B l a C k m e r

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Vol. 9 No. 6 | Adventist World 19

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C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

Sandra Blackmer es editora asistente de ADVENTIST WORLD

y hace notar que este estilo de vida tam-bién dificulta el evangelismo, porque los adventistas trabajan las mismas horas y, por lo tanto, carecen de tiempo y ener-gía para cumplir con la misión en sus comunidades. «Es posible que tengan el deseo de participar de la misión, pero el lugar los limita», dice.

Daryl Joshua, de la India, tiene una perspectiva diferente sobre la ciudad. Le gustan las múltiples oportunidades de trabajo y de crecimiento personal, en particular para los inmigrantes que no pueden sostener a sus familias en sus países de origen. «Aquí ganan dinero que pueden enviar a sus hogares. Y si están con sus familias, pueden susten-tarlos y educar mejor a sus hijos».

Las familias inmigrantes conforman un gran segmento de la población de Nueva York. Muchos hijos de inmigran-tes han crecido en la ciudad.

Carlos Sánchez dice que los neo-yorquinos son menos amigables que los residentes del pequeño pueblo mexicano donde creció, pero ha

aprendido que para llegar a la gente primero hay que ganar su confianza mediante el diálogo. «Cada mañana, antes de salir a la calle pedimos la conducción del Espíritu Santo – dice Carlos–. Entonces estamos seguros de que Dios pondrá delante de nosotros las personas a las que él quiere que les dirijamos la palabra».

Las bajas temperaturas de la región han sido un desafío para Alveena Pillay, de Sudáfrica, pero ella se está aclimatan-do. Dice que ahora puede confirmar el adagio de que Nueva York es la ciudad que nunca duerme. «¡Puse en Facebook una foto de cuando el pastor Rubén y yo fuimos a hacer las compras a la 1.30 de la madrugada!».

No obstante, a diferencia de lo que le dijeron antes de llegar (de que los neoyorquinos jamás sonríen), Alveena ha descubierto que cuando sonríe a los demás, la mayoría le devuelve la sonrisa. A pesar de ello, aún le pesa una excepción. Cierto día notó un hombre que parecía estar

ebrio o drogadicto, y que usaba una chaqueta demasiado grande para él. La gente lo miraba, y cuando él la miró, ella le sonrió. «Él no sabía cómo reac-cionar –dice–. Fue desgarrador ver que no estaba acostumbrado a que alguien le sonriera».

¿Vale la pena?Al momento de las entrevistas, el

equipo aún no había completado los seis meses en Nueva York, pero sus tareas misioneras estaban produciendo resultados, y se los veía convencidos de que Dios los había guiado hasta allí.

«Dios no eligió individualmente –dice Daryl–. Puede ser que no enten-damos plenamente por qué nos escogió, pero cada uno de nosotros tiene algo con lo que puede contribuir, aun cuando no tengamos nada especial en nosotros mismos. Pero fue Dios quien nos trajo aquí, y lo único que queremos es servirlo». ■

*Si desea saber más sobre NY13, visite el sitio www.ny13.org.

Arriba: NECESIDADES BÁSICAS: El grupo «Un año en misión» tiene como una de sus prioridades ayudar a proveer las necesidades básicas a los miembros de la comunidad. Izquierda: SOBREVIVIENTE: Anthony Stanyer, de «Un año en misión», posa con un joven sobreviviente del huracán Sandy.

Si desea saber más sobre «Un año en misión» y ver videos del programa y de los integrantes del equipo que produjo la Red de Noticias Adventistas, visite http://oneyearinmission.org.

a N t H o N y S t a N y e r

C o r t e S í a d e o y i m

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Muchos anhelan la luzla advertencia a las ciudades

Elena White

Las necesidades del mundo actual

no son menores de lo que eran

en los días de los apóstoles .

Las tinieblas espirituales que hoy cubren toda la tierra se ven intensificadas en los atestados centros urbanos. En las ciudades del mundo el obrero del evangelio

encuentra la más grande impenitencia y la mayor necesidad. En esas malvadas metrópolis se presentan para los ganadores de almas algunas de las más grandes oportunidades. Entre las multitudes que no piensan ni en Dios ni en el cielo hay muchos que anhelan tener luz y pureza de corazón. Aun entre los descuidados e indiferentes, hay no pocos cuya atención puede ser captada por la revelación del amor divino por el alma humana[…].

Una oportunidad de escucharEl Espíritu del Señor sigue instando a los hombres para

que asuman esta obra con nuevo celo y valor, y para que jamás cesen en sus esfuerzos hasta que se haga una obra aca-bada. El Señor está por cierto con su pueblo que por mucho tiempo se ha retrasado en ingresar a las ciudades; ahora tiene que buscar cómo redimir el tiempo […].

Cuando los que tienen talento para trabajar en las ciuda-des asuman esta obra, aun a costa de considerables sacrificios personales, la bendición del cielo reposará sobre ellos. En todas partes, las ciudades requieren una labor sincera e in-condicional de los siervos de Dios […]. ¡Ojalá todo creyente apreciara que el Señor tiene una obra definida y decidida que debe cumplir cada uno de sus siervos! […].

El mensaje del tercer ángel de Apocalipsis 14 tiene que ser proclamado no solo en tierras lejanas, sino en los lugares cercanos que han sido descuidados, pero donde muchos viven sin salvación ni advertencia […].

En cada iglesia, creyentes deberían levantarse para asumir esta tarea. Que los ministros, los médicos y todos los que cono-cen la verdad, salgan a hacer la obra del Señor con prudencia, con la Biblia y con el corazón abierto para recibir la enseñanza divina. Que miren a Jesús, el autor y consumador de la fe. Si muestran un sentido adecuado de la santidad de la obra que Cristo desea que hagan, su ministerio estará marcado por una sagrada influencia que probará su inspiración celestial […].

El Señor está llamandoEl Señor está llamando a hombres y mujeres que tienen

la luz de la verdad para este tiempo, para que participen en la obra misionera personal auténtica. Él llama en especial a los miembros de iglesia que viven en las ciudades para que ejerciten con humildad los talentos que Dios les ha dado, a fin de trabajar con los que están dispuestos a escuchar el mensaje que debería darse al mundo en este tiempo. Hay grandes

bendiciones reservadas para los que se entreguen plenamente al llamado divino. Cuando esos obreros busquen ganar almas para Cristo, verán que muchos que jamás podrían ser alcan-zados de otra manera responderán a los esfuerzos personales inteligentes […].

La verdad debería ser todo para los creyentes. Cuando llegue a ser no solo una cuestión de inteligencia, sino un poder que avive la vida, los creyentes revelarán una piedad y gracia que los distinguirá del mundo. Cuando la verdad halla cabida real en el corazón, obra con poder con-vincente. La verdad es un sentimiento divino, un elemento vivo que se dejará ver en la vida del que la recibe; obrará con poder con-vincente en el alma de todo aquel que se entregue sin reservas a Dios para ser usado como mensajero para salvar a los perdidos.

La labor de los após-toles en la iglesia cristiana primitiva estuvo caracte-rizada por manifestaciones maravillosas del poder divino en la vida de los creyentes. Mediante la inspiración del Espíritu Santo, multitudes llegaron a conocer la verdad de Cristo.

Los que trabajan por las almas en esta época de impe-nitencia e incredulidad tienen que entregarse plenamente a Dios, y trabajar al unísono con las inteligencias celestiales. El poder del Espíritu Santo acompañará la labor de los que dedican sus energías y todo su ser sin reservas, a completar la obra que debe hacerse en estos últimos días. Ángeles del cielo cooperarán con ellos, y muchos llegarán al conocimiento de la verdad; de buena gana se pondrán de lado del pueblo que guarda los mandamientos de Dios. Los medios fluirán a la te-sorería; se levantarán obreros sólidos; se entrará a los campos de las grandes regiones lejanas que aún no han sido adverti-dos, y la obra pronto se concluirá de manera triunfante. ■

E S P Í R I T U D E P R O F E C Í A

Este artículo fue publicado por primera vez en la Review and Herald del 7 de abril de 1910. Los adventistas creemos que Elena White (1827-1915) ejerció el don bíblico de profecía durante más de setenta años de ministerio público.

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La proclamación del evangelio es siempre un desafío. Y lo es por cierto en Europa. Los adventistas

del continente son una minoría: unos 371 mil miembros en una población de 700 millones de personas. Alrededor de un tercio de la población es católica; un doce por ciento, ortodoxa; y no más de un diez por ciento, protestante. En total, los adventistas suman solo el 0,05 por ciento de la población europea. Estas cifras ilustran el gran desafío misionero.

Un continente con historia La cultura occidental tiene sus raíces

en el continente europeo. Es un mundo fascinante lleno de luces y sombras, logros destacados de la civilización y los más profundos abismos humanos. Eu-ropa, donde la era cultural cristiana se remonta dos mil años, es donde vivieron peregrinos y monjes, enseñaron grandes teólogos, y se construyeron catedrales, monasterios y universidades. En nom-bre de Dios, se libraron cruzadas, se interrumpió la llegada del islamismo, y Lutero confrontó al emperador, al papa y al imperio. Se enviaron misioneros cristianos por el mundo, comenzaron las grandes tendencias intelectuales e históricas así como las revoluciones de la Era Moderna, y se pelearon dos devastadoras guerras mundiales. Los cristianos, incluidos los adventistas, enfrentaron con valor las dictaduras fascista y comunista, sacrificando sus vidas. Y aun así, hoy triunfan el ateísmo, el secularismo y el posmodernismo. ¡Eso es Europa! Acaso los adventistas en ningún otro continente, desde sus comienzos hace ciento cincuenta años, han enfrentado tantos cambios, conflic-tos y novedades sociales y políticas.

Primero en Europa Europa fue el primer continente

después de Norteamérica donde los adventistas iniciaron la obra misionera (1864). El primer adventista que pisó el continente fue el incansable e inconfor-mista misionero Michael Czechowski, considerado históricamente como uno

ubicada primero en Hamburgo (Alema-nia), y de 1922 a 1928 en Berna (Suiza) y Londres (Reino Unido).

Crecimiento y desarrollo Ese período, 1922-1928, puede ser

citado como un tiempo de progreso significativo para la obra de Dios: La feligresía adventista en Europa pasó de unos 53 mil a 89 mil miembros. En 1922, había treinta misioneros europeos en el extranjero. Seis años después, se llegó a 134. África fue evangelizada por muchos misioneros adventistas de procedencia europea. Como resultado del rápido crecimiento de la iglesia tanto en Europa como en África, la antigua División Europea se reorganizó en tres nuevas secciones: la División Europea del Norte (ahora Transeuropea) con sede en St. Albans, en las afueras de Lon-dres (Reino Unido), y las Divisiones de Europa Central y de Europa del Sur con sedes en Berlín/Darmstadt (Alemania) y Berna (Suiza) respectivamente –que se unieron desde 1972 pasando a llamarse División Euroafricana. Las iglesias adventistas de la ex Unión Soviética, que fueron aisladas de la iglesia mundial en 1922, formaron en 1990 la División Euroasiática, con sede en Moscú (Rusia). Hoy día, la organización de la Iglesia Adventista en varias Divisiones facilita la tarea dentro de las circunstancias históricas, políticas, lingüísticas y cul-turales tan variadas del continente. Su

Thed i v i S i ó N i N t e r e u r o p e a

Divisiones de Europa, especialmente la División Intereuropea

de los fundadores de las misiones mun-diales adventistas. Había sido monje franciscano en Polonia, pero se convirtió al adventismo en Norteamérica. Trabajó entre los valdenses del norte de Italia y más tarde en Suiza, donde en 1867 fundó en Tramelan la primera iglesia adventista fuera de Norteamérica. Ese viejo edificio de madera, ya en desuso, sigue sin embargo en pie. Ojalá pueda transformarse en un museo adventista.

En 1874, John N. Andrews, el primer misionero oficial de la Iglesia Adven-tista, llegó a Suiza para continuar con la obra de Czechowski, convirtiendo a ese país en la cuna del adventismo europeo. Después de 1886, la obra mi-sionera adventista experimentó avances, cuando Louis R. Conradi logró afianzar por primera vez las raíces adventistas en Europa al adaptar los métodos misioneros a la cultura local. Europa fue también el primer continente que visitó Elena White (1885-1887). Desde Basilea (Suiza) viajó a varios países, abriendo los ojos de las nuevas iglesias respecto de la misión, y dándoles unidad y orien-tación espiritual.

En Europa, en 1913 se creó la pri-mera División como unidad oficial de la administración de la iglesia, si bien las iglesias adventistas del continente tenían ese estatus desde 1908. La sede administrativa de la «División Europa», que también incluía muchos campos misioneros de África y Asia, estuvo

agradecer a Dios

Daniel Heinz

MUCHOS AÑOS DESPUÉS: El primer edificio adventista en Tramelan

(derecha), y la sede actual de la División Intereuropea en Berna

(extremo derecho).

Mucho que

historia adventistaLa

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crecimiento, logros y efectividad son una gran razón de estar agradecidos al Señor. Aun así, mirando hacia el futuro, la mejor manera de administrar la obra en Europa sigue siendo objeto de animada discusión entre los líderes de la iglesia.

Algo más sobre la División La División Intereuropea, (como

se denomina ahora a la ex División Euroafricana) con sede en Berna, inclu-ye la mayoría de los países de Europa Occidental y Central y algunos de Europa Oriental. Entre los 336 millones de habitantes del territorio, los 177 mil miembros de iglesia están distribuidos en once Uniones donde se hablan más de treinta idiomas. La rica tradición misionera de la División incluye muchas décadas de magníficos logros en gran parte de África del Norte, Occidental y Central (en especial en las regiones de habla francesa y portuguesa), en el Cercano Oriente y en Oriente Medio. El evangelismo en los países seculares de Europa sigue siendo difícil después del ocaso del despertar misionero en Eu-ropa Oriental, que siguió al colapso del comunismo. A pesar de ello, la División Intereuropea tiene muchas victorias espirituales que destacar. Los más de 67 mil adventistas de Rumania, la cifra más alta entre los países que componen la División, es ahora sede de un «Proyecto valdense de jóvenes». Los estudiantes

universitarios son invitados a trabajar como colportores durante las vacaciones de verano. Algunos escogen la opción de hacerlo durante todo un año.

Gabriel E. Maurer, secretario de la División, escribe: «Hace poco tuve la oportunidad de encontrarme con ochenta de esos estudiantes y ver el entusiasmo contagioso que sienten por compartir su fe mediante la palabra escrita. Es una experiencia impresio-nante observar cuántos estudiantes han pasado de ser jóvenes que solo buscaban divertirse a ser cristianos adventistas comprometidos y enfocados en la misión». Un despertar misionero similar puede verse cada año entre los jóvenes en Mannheim (Alemania), don-de se lleva a cabo el congreso «Jóvenes en misión» con la presencia de oradores de primera línea. Miles de jóvenes adventistas de toda Europa se reúnen para crecer espiritualmente y para ser equipados para la obra misionera. En ese evento, muchos toman la decisión de bautizarse.

También impresiona el compromiso social de la Iglesia Adventista en la región. Agradecemos a Dios por orga-nizaciones como ADRA y ASI. Junto a muchas iniciativas misioneras menores a cargo de laicos comprometidos, estas organizaciones hacen contribuciones significativas a las misiones mundiales

Daniel Heinz es director de los Archivos Históricos Europeos de la Iglesia Adventista, ubicados

en el Seminario Teológico de Friedensau (Alemania).

adventistas. En muchos países de la región se lanzan nuevos proyectos de evangelización para alcanzar a una audiencia posmoderna. La feligresía de inmigrantes incrementa admirablemen-te el impulso misionero. Su celo mi-sionero sigue impactando el profundo secularismo que impregna el territorio.

Nuestra esperanza La División enfrenta sus desafíos

con gran esperanza. Tenemos muchas cosas que agradecer a Dios. Sabemos que somos la iglesia de Dios, que él ha sustentado y guiado de manera mara-villosa en el pasado, y hasta el presente. Los grandes días del movimiento adventista en Europa aún están en el futuro. Los gobernantes de la tierra pasan, pero el Señor reina para siempre. Sabemos que nuestra obra terminará en un clímax glorioso, y trabajamos para verlo pronto. ■

agradecer a Dios PASADO Y PRESENTE: Delegados al Concilio Anual de la División Sudoeuropea (nombre antiguo) posan frente a las

antiguas oficinas de la División en diciembre de 1951 (arriba). Los directivos actuales del territorio: Bruno Vertallier, presi-dente (centro); Norbert Zens, tesorero (izquierda); y Gabriel Maurer, secretario. Un delegado al Congreso «Jóvenes en

misión» es bautizado en Mannheim (Alemania).

f o t o g r a f í a S : C o r t e S í a d e d i v i S i ó N i N t e r e u r o p e a Vol. 9 No. 6 | Adventist World 23

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V I D A A D V E N T I S T A

Envuelta en mi chaqueta y con botas, siento que mi cuerpo está protegido contra la intemperie. Tengo el estómago lleno después del desayuno. Abro la puerta del auto en

este día frío, y me rodean más de cincuenta personas. Escucho sus voces que hablan en lenguas incomprensibles. La belleza de las diversas culturas aquí representadas me hace sentir como si

estuviera en un lugar diferente.Veo abuelos de cabellos

grises, padres de mirada

preocupada pero expectante, y niños de todas las edades, tí-midos y sonrientes. La mayoría visten ropas ligeras de verano: camisetas de mangas cortas y sandalias. Están temblando de frío. Están aquí para ver qué les hemos traído este domingo por la mañana. ¿Algo para satisfacer su voraz apetito? ¿O acaso para proteger sus pies del frío? Tratamos de organizarnos para distribuir lo que hemos traído en forma ordenada, pero se hace difícil debido a la cantidad de gente y sus muchas necesidades.

Las cien porciones de pizza que trajimos desaparecen en cinco minutos. «¡Más, más!», exclaman los niños. Pero hoy ya no tenemos más.

Les damos chaquetas, suéteres, pantalones y zapatos dona-dos por los feligreses, jóvenes, estudiantes y amigos. La gente ha respondido al ver cuán grandes son las necesidades. Los presentes aceptan las prendas, agradecidos, aun si los talles no son exactamente los que necesitan. Es mejor tener zapatos más pequeños o más grandes que no tenerlos. Las prendas los van abrigando. Algunos, por supuesto, quedan chasqueados, porque no hay suficiente para todos. Un niño recibió zapatos pero su hermano no.

¿Estamos en una aldea remota del África? ¿Acaso en una ciudad asolada por la guerra en Oriente Medio, o en un asentamiento olvidado de Haití? No. Estamos en los Estados Unidos, en la ciudad de Clarkston (Georgia), a solo unos dieciséis kilómetros de Atlanta. Ahora sabemos que Clarkston es el poblado de Estados Unidos que está al tope del escalafón respecto del número de refugiados.

Estamos ayudando a familias refugiadas adventistas que sufren en relativo silencio. Han huido de sus países por las guerras y las persecuciones religiosas. Son familias fragmen-tadas que han escapado en busca de seguridad. El terror que han experimentado en su pasado los ha dejado en silencio y aparentemente desvalidos. Lo que hacen es aferrarse a su fe y a los que estamos dispuestos a ayudarlos, dado que la ayuda del gobierno es escasa.

Somos sus manosNuestra organización se llama FREE,1 una sigla en inglés

que significa «Amigos de Refugiados que brindan Educación y Capacitación». El proyecto FREE comenzó cuando un

Cuando hay necesidades, los adventistas responden al llamado

Kelli CzaykowskyMis

Tanta gente, y tantas necesidades.

Algunos rostros de las personas a las que servimos.

Fraday necesita calzado.

pequeñoshermanos

más

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grupo de amigos supo que algunos refugiados en Estados Unidos estaban orando por oportunidades educativas. Tuvi-mos la bendición de ayudar a quince niños, que completaron sus formularios y recibieron la beca Arete.2 No obstante, cuando nos quedamos sin fondos, nos dimos cuenta de que estas familias tenían necesidades mucho mayores. Sabíamos que no podíamos conformarnos con las becas. Teníamos que ayudar de todas las maneras posibles.

Naing tiene quine años y asiste al Colegio Adventista de Atlanta. Su hermana Ning tiene catorce y asiste a la Escuela Cristiana Adventista Duluth. Su otra hermanita, Man Kim, de seis, está en primer grado en la misma institución. Esos niños llegaron hace solo cuatro años de un campo de refugiados de Tailandia. Tuvieron que huir porque eran perseguidos por ser cristianos.

Soldados birmanos con armas cargadas, persiguieron a los niños en la selva durante semanas. De alguna manera sobre-vivieron con muy poca comida y escasa agua. Oraron a Dios cada noche para que los protegiera, con la esperanza de llegar a la mañana. Aunque no toda la tribu chin llegó al campo de refugiados, estos niños lo lograron. Estaban en un lugar segu-ro, pero encerrados tras los muros del campo. Si un familiar no llegaba, no podían salir a buscarlo.

Jasmine, ahora en el último año del secundario, es de la tribu karen. Su madre Do Duu estaba embarazada de ella y su hermano mellizo cuando el gobierno atacó su aldea y quemó sus viviendas. Do Duu huyó solo con lo puesto. Cientos de personas huyeron mientras el fuego y las balas llovían sobre sus hogares. Vivieron en la selva durante semanas, donde Do Duu dio a luz a los mellizos. No había alimento ni pañales o mantas: solo los podían mantener calentitos cubriéndolos con hojas.

Muchos de los refugiados que procuraron huir no logra-ron sobrevivir. Por eso muchos no podían creer que Jasmine y su hermano no murieron. Aunque Do Duu, Jasmine y sus hermanas finalmente fueron liberadas del campo de refugia-dos, su hermano mellizo no lo fue, y aún sigue allí. Jasmine sueña con ser enfermera, regresar y ayudar a su pueblo.

Daisy, la hermanita de doce años de Jasmine, cursa el quinto grado en la escuela adventista. Es una de las niñas más felices que existen. Aunque mientras estaba en el campo de refugiados comenzó con una afección en la sangre, su fe es tremenda. Cada martes nuestro grupo la lleva a un centro de salud infantil de Atlanta para una transfusión de plaquetas durante seis horas. «Ore por mí, señora Kelli», dice en cada visita. Y sabe que Dios la ayudará. Aun mien-tras los refugiados eran torturados y asesinados por ser cristianos, siguieron fieles a sus creencias, llenos de fe, promesas y esperanza.

Gregory, un refugiado de veinticinco años de la República Democrática del Congo, se encontró un sábado con nosotros después de esperar afuera dos horas para no perder el mo-mento cuando llegábamos a buscar a sus vecinos. Mientras aguardaba con su padre anciano y una sobrina de seis años, se acercó y nos preguntó si éramos adventistas. Nos había visto buscando otras personas y quería que supiéramos que él también lo era. Nos sonreímos y le hicimos lugar. Gregory ahora vive con otros familiares en el mismo vecindario donde también viven otros adventistas.

Somos sus piesLo que comenzó como un pequeño proyecto ha crecido

sin medida. Muchas iglesias e individuos han abierto sus mentes y corazones a sus hermanos y hermanas. Nos sentimos agradecidos por ello. También creemos que a medida que el Señor siga abriendo puertas, FREE seguirá progresando.

En el presente estamos trabajando con niños y familias de refugiados de todo el mundo. Hemos ofrecido becas a catorce niños para que asistan a escuelas adventistas. Organizamos campañas para conseguir alimentos y prendas de vestir, even-tos para recolectar fondos que ayuden a estas familias, y clases de inglés. Llevamos a adultos y niños a sus citas médicas, y estamos tratando de darles capacitación laboral.

No obstante, aún hay mucho por hacer. Necesitamos un centro comunitario donde podamos almacenar los alimentos, las ropas y los demás artículos donados. Allí podrían venir los médicos para tratar a todos los que lo necesiten, y más de trescientos refugiados podrían reunirse a adorar a Dios.

Aunque FREE procura satisfacer las necesidades inmedia-tas de nuestros hermanos y hermanas en Cristo, y capacitarlos para que puedan alcanzar el sostén propio, no podemos hacerlo solos. Pero sabemos que Dios nos ayudará a hacer su obra, y sabemos que otras personas también lo harán.

«Respondiendo el Rey, les dirá: «De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más peque-ños, a mí lo hicisteis”» (Mat. 25:40). ■

1 Si desea saber más, visite www.freerefugees.org. 2 Arete Scholars Fund es una organización de becas aprobada por el estado que administra el Programa de Becas de Créditos Impositivos para Aranceles de Estudio en Georgia (Estados Unidos) para las familias de bajos ingresos.

Kelli Czaykowsky es terapeuta ocupacional, esposa y madre de cinco hijos. Escribe desde Georgia (Estados Unidos).

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R E S P U E S T A S A P R E g U N T A S b Í b L I C A S

Los escritores de los libros sapienciales sabían que no todos están interesados en

adquirir sabiduría. Los sabios creían que esa

actitud perjudicaba la calidad de vida. Por lo tanto, invitaban a

todos a buscar la sabiduría. Los que no buscaban sabiduría eran considerados necios. La necedad era básicamente el rechazo a la plenitud de vida. En Proverbios se usan dos grandes térmi-

nos en hebreo para referirse a los necios: kesil («fatuo, necio») y ’ewil («necedad, necio»). Examinemos ambos términos.

1. El necio kesil: Este tipo de necio es indiferente y no se muestra interesado en la sabiduría y el conocimiento (Prov. 1:22; 17:16). Desprecia las palabras prudentes (23:9) y no tiene un objetivo real en la vida (17:24). No hace planes para el futuro, y consume todo lo que tiene (21:20). El problema básico es que carece de entendimiento y no ha desarrollado la capacidad de analizar y evaluar (8:5).

Su estilo de vida está caracterizado por la maldad (10:23), y no se interesa en los resultados de sus acciones y palabras. Los necios provocan dolor y sufrimiento a sus padres porque descuidan la enseñanza (10:1; 15:20). Este tipo de necio carece de dominio propio (14:16, 29:11) y, en consecuencia, es una amenaza para los demás (17:12). Vive en una compla-cencia destructiva (1:32).

Los necios kesil no pueden controlar su boca, que los pone en problemas (18:7) porque es perversa (19:1). Asimismo, carecen de conocimiento (14:7) y provocan contiendas y azotes (18:6). Como carecen de sabiduría, lo único que pueden compartir con otros es su propia opinión sin sentido (18:2; 12:23; 15:7). Los sabios deberían ignorar las declaraciones del necio (26:4) aunque, en algunos casos, es sabio responder a ellas, para que no se tengan por sabios (26:5).

Lo que los necios necesitan es una vara en la espalda, es decir, autodisciplina (26:3). Eso no significa, sin embargo, que no tengan esperanza. En ocasiones, Dios permite que sufran vergüenza (3:35) y les pide que entren en cordura (14:33; 8:5). Mediante la reprensión pueden cambiar de conducta (17:10). Hay esperanza para ellos porque no son

necesariamente sabios en su propia opinión (26:12), y no necesariamente pronuncian palabras apresuradas (29:20).

2. El necio ’ewil: Este segundo vocablo hebreo es básicamente un sinónimo de kesil, y designa a los que carecen de entendimiento y sabiduría. Rechazan la sabiduría como estilo de vida (1:7). En efecto, la sabiduría está más allá de su comprensión; es demasiado elevada para ellos (24:7). Parte del problema es que rechazaron la enseñanza y la disciplina de sus padres (15:5). El necio ’ewil no sabe cómo relacionarse con otros. Carece de dominio propio y se siente provocado inmediatamente (12:16; 29:9). Son, por lo tanto, rápidos para provocar a otros (27:3; 20:3). Su necedad se expresa no solo en sus acciones, sino también en sus labios, que están llenos de necedad (10:8). Cuando la asamblea se reúne para deliberar, los necios nada tienen para decir, porque carecen de sabiduría (24:7). Es mejor que se queden callados, porque «aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio; el que cierra sus labios es inteligente» (17:28).

Este tipo de necios (’ewil) han superado al necio común (kesil). Parecen haber llegado al punto de no retorno, porque no se interesan en el temor del Señor (1:7; Sal. 14:1). Aun así, creen que su estilo de vida es el correcto (12:15). Hasta se burlan de la idea de culpabilidad, indicando así la ausencia de remordimiento (14:9). Es imposible quitarles la necedad (27:22). La sabiduría nada tiene que ofrecerles porque la rechazaron. El necio ’ewil morirá por falta de entendimiento.

3. Qué podemos aprender: Los necios dañan su calidad de vida y la de los demás. Por el contrario, el dominio propio y el uso apropiado de nuestras palabras crean un ambiente armonioso que enriquece el bienestar de los que nos rodean. Nuestro Salvador ha sido modelo de la sabiduría y el poder que necesitamos. Al mirarlo, también podemos adquirir sabiduría, la sabiduría que hará de nuestra vida una fuente de gozo para todas las personas. ■

El libro de Proverbios habla repetidamente

de «el necio». ¿Quién es esa persona?

Ángel Manuel Rodríguez fue durante muchos años director del Instituto de Investigaciones Bíblicas. Ya jubilado, ahora vive en Texas (Estados Unidos).

neciosy su necedadLos

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E S T U D I O b Í b L I C O

Dios nos creó para que estemos sanos, para que disfrutemos la vida en toda su plenitud. La enfermedad y la muerte jamás formaron parte de su plan. El pecado

nos separó de Dios, que es la fuente de salud y vida. Aunque no podemos controlar todos los factores que causan enfermedad en este mundo pecaminoso y quebrantado, podemos tomar decisiones positivas y saludables. Esas decisiones de estilo de vida tendrán un efecto dramático sobre nuestro bienestar general. En el estudio bíblico de este mes redescubriremos el plan de Dios para que disfrutemos de una vida sana.

1 ¿Qué es lo que desea Dios para cada uno de nosotros? Lea 3 Juan 2 y descubra el plan total de Dios para el bienestar físico, emocional y espiritual.Dios nos hizo como un todo indivisible. Anhela que estemos sa-nos física, emocional y espiritualmente. La salud se relaciona con el bienestar completo en cada aspecto de la vida. Tiene que ver con nuestros pensamientos, sentimientos, emociones y cuerpos.

2 Lea Romanos 12:1, 2. ¿Qué sincero llamado nos hace el apóstol Pablo sobre la responsabilidad sagrada que tiene cada uno de cuidar su cuerpo?Al traducir la expresión «vuestro verdadero culto» (vers. 1), J. B. Phillips utiliza la expresión «un acto espiritual de ado-ración». En otras palabras, dedicar nuestros cuerpos como «sacrificio vivo a Dios» y vivir en armonía con las leyes eter-nas de su reino es un acto de adoración espiritual. Adoramos al Creador cuando cooperamos con él edificando lo que ha hecho, no destruyéndolo con estilos de vida incorrectos.

3 Lea 1 Corintios 6:19, 20. ¿Cómo intentó motivar el apóstol Pablo a los creyentes de Corinto para que tomaran mejores decisiones respecto de su salud? Busque la expresión específica que mejor describe por qué es importante tomar decisiones positivas en ese ámbito.Nuestros cuerpos son templos del Dios viviente, no deposi-tarios de placeres egoístas. El Espíritu Santo de Dios habita en el templo del alma e impresiona nuestros pensamientos y moldea nuestra mente para que cada día seamos más pareci-dos a Jesús (véase Fil. 2:5; 1 Juan 3:1, 2).

4 ¿Qué principio fundamental debería guiarnos en todas nuestras decisiones de estilo de vida? Lea 1 Corintios 10:31 y, en una oración, describa el principio de vida fundamental de Pablo.

5 Lea 1 Tesalonicenses 5:23. ¿Cómo relaciona el apóstol Pablo nuestra salud total con la segunda venida de Cristo? Resuma por qué son tan importantes nuestros hábitos físicos.Pablo ora para que seamos santificados «por completo», para que nuestro espíritu (patrones y actitudes de pensamiento), nuestra alma (facultades espirituales) y nuestros cuerpos (seres físicos) sean «guardados irreprochables» hasta la venida de Cristo. La santificación abarca cada uno de los aspectos de la vida. Nuestras decisiones de estilo de vida impactan sobre nuestra salud física, emocional y espiritual.

6 Lea Filipenses 4:13. Aunque el apóstol Pablo, al igual que nosotros, experimentó la tentación y en ocasiones cayó, ¿cuál era la fuente de su fuerza? ¿Cuál era la fuente de su poder espiritual?Jesús anhela darnos poder mediante su Santo Espíritu para que vivamos vidas cristianas victoriosas. Su poder se perfecciona en nuestra debilidad. Aunque seamos débiles, nuestra voluntad vacilante puede unirse a su fortaleza, y la victoria sobre las prácticas destructivas de estilo de vida se vuelve segura.

7 Lea Hebreos 4:16, 17. ¿De qué manera la victoria de Cristo sobre las tentaciones de Satanás nos garantiza la victoria sobre las mismas tentaciones?Tenemos un Salvador que comprende plenamente lo que es ser tentado en cada aspecto de la vida. Jesús fue «tentado en todo según nuestra semejanza» (Heb. 4:15), pero nunca cedió ante las tentaciones abrumadoras de Satanás. Hubo una sola diferencia respecto de las tentaciones que debió soportar Jesús en comparación con las nuestras. Satanás usó no solo todas las tentaciones posibles para que Jesús cayera, sino que también le aplicó todo su poder.

Satanás no necesita aplicarnos todo su poder, porque somos una presa muy fácil. Jesús fue tentado en todas las cosas con poder pleno, y su victoria es nuestra. Si le entregamos nuestra voluntad débil y vacilante, recibiremos poder espiritual para vivir la vida abundante que él anhela para cada uno de nosotros. ■

Mark A. Finley

Unavida sana

f o t o g r a f í a : a m B e r l e a C H

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I N T E R C A M B I O D E I D E A S

críticos de la iglesia. Se suele decir que dado que ya no somos famosos a nivel mundial en cuestiones de salud, y que la gente no viene hasta nuestra puerta como lo hacía en los años gloriosos del Sanatorio de Battle Creek, hemos fracasado como iglesia y deberíamos arrepentirnos. A esto se le adosa una animosidad subyacente contra la medi-cina moderna.

La gente tiene que recordar que el mensaje de salud fue dado en los días previos a la penicilina, la vacuna contra la poliomielitis y otros medica-mentos maravillosos. A los que usan mal la frase «obra médica misionera» y dicen que nos hemos comprometido con el mundo, me gustaría recordarles que nos guste o no, el mundo ha cambiado. Los médicos misioneros de hoy son nuestros médicos, enfermeros y dentistas.

La perspectiva adventista de la salud, dada por el mismo Señor, es la única que enfatiza verdaderamente la responsabilidad personal. Las personas quieren vivir de cualquier manera y entonces buscar soluciones rápidas con un profesional. En consecuencia, tenemos que elegir entre seguir tratan-do las enfermedades con lo que ahora se denominan remedios caseros (agua caliente, carbón, la dieta) y volvernos irrelevantes para la sociedad, o crecer

Así correMe resultó muy inspiradora la nota de tapa titulada «Así corre», de Claude Richli (Marzo 2013) sobre Abel Kirui, el atleta olímpico adventista. Su excelencia deportiva, su dedicación a Dios y su simpleza y compromiso para transformar vidas mediante proyectos educacionales de gran impacto, ofrecen un destacado ejemplo de visión y com-pasión en el mundo contemporáneo altamente materialista.

Asimismo, pensemos que cuando él competía de niño y recibía premios de escaso valor monetario, ¿quién habría anticipado que correría por mayores premios que «algunas bananas, carne asada y caña de azúcar»?

Jesús dijo: «El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto» (Luc. 16:10).

Nunca subestimemos el valor de la sinceridad y la fidelidad al cumplir con las tareas que parecen pequeñas y comu-nes. Esto podría prepararnos para logros mayores que Dios nos tiene reservados, ninguno de los cuales se compara con el premio definitivo: ¡la corona de vida!

Victor Samwinga Newcastle Upon Tyne, Reino Unido

Una iglesia en Estados UnidosEl artículo de Julie Lee titulado «Construyendo una iglesia en EE. UU.» (Febrero 2013) fue uno de los más alen-tadores que he leído en mucho tiempo, en una publicación de la iglesia. Parece que finalmente estamos entendiendo la necesidad de ayudar a las congregacio-nes menores de nuestro propio campo misionero. Sigan adelante con esta obra, Maranatha. ¡Es muy necesaria!

Graham Mitchell Alstonville, Nueva Gales del Sur, Australia

Médicos misionerosHe notado que Ted N. C. Wilson ha analizado varias veces el valor y la importancia de la obra médica misio-nera (la última es en «Jamás lo duden: Dios está en control, Parte 1», Enero 2013). Me preocupa un poco el uso del término porque escuché sermones diversos sobre el tema que se muestran

Cartas

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La perspectiva adventista de la salud, dada por el mismo Señor, es la única que enfatiza verdaderamente la responsabilidad personal .

–Les Miller, Airdrie, Alberta, Canada

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y cambiar junto con el mundo, desa-rrollando el sistema de hospitales que tenemos.

Les MillerAirdrie, Alberta, Canadá

GraciasMe gustaría felicitarlos por el destaca-do ministerio que llevan adelante con Adventist World. Esta publicación brinda un informe abarcador de la obra adventista en el mundo y ofrece estudios bíblicos auténticos sobre diferentes temas de la Biblia.

Estoy seguro de que todos los pastores adventistas (y aun los no ad-ventistas) están aprendiendo muchas verdades importantes de la Palabra de Dios. Que el Señor use esta revista para llevar muchas almas a Cristo e incorporar nuevos miembros a la iglesia remanente de Dios.

Les agradecemos también por actualizarnos con muchos informes sobre la obra adventista en el mundo.

Pervaiz BahadurPakistán

Pautas para las cartas: Envíelas por favor a [email protected]. Las cartas tienen que ser claras, con una extensión máxima de cien palabras. Incluya el título del artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre, el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todas las cartas serán publicadas.

ReSPUeSTA: Kuala LumpurSiew Chan Mok (izquierda), director asistente del Depar-

tamento de Publicaciones de la Misión de Malasia Peninsular,

dio su testimonio en una serie de reuniones de evangelización y rea-vivamiento en la Iglesia Adventista

China de Kuala Lumpur. Parte de su testimonio incluyó un dúo vocal

con su abuelo Ng Paan, de 93 años, quien se hizo adventista a los 72 años.

La Organización Mundial de la Salud estima que aproximadamente treinta millones de personas de África, Asia y Latinoamérica necesitan prótesis por discapacidad (en 2006 sumaban 24 millones). La mayoría de los afectados han sido víctimas de las minas terrestres, que siguen enterradas durante décadas después del fin de los conflictos armados.

Según la Comisión Internacional de la Cruz Roja, en Afganistán, una de cada 631 personas ha perdido una extremidad. En Angola, esa cifra alcanza a una de cada 334 personas.

Fuente: The Rotarian

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La perspectiva adventista de la salud, dada por el mismo Señor, es la única que enfatiza verdaderamente la responsabilidad personal .

–Les Miller, Airdrie, Alberta, Canada

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El 7 de junio de 1878, cerca de St. Helena (California, Estados Unidos), se inauguró el Retiro Rural de Salud. Para 1891, se consideraba el más

grande sanatorio de su clase en la Costa del Pacífico de los Estados Unidos. En esa década recibió el nuevo nombre de Sanatorio St. Helena, y en 1907 se le añadió un hospital de cuatro pisos.

En su mensaje de dedicación, Elena White expresó: «La gran razón por la que tenemos sanatorios es para que estas instituciones sean agencias que puedan llevar a los hombres y las mujeres a una posición donde puedan ser contados como parte de los que un día comerán de las hojas del árbol de vida, que son para sanidad de las naciones». El Hospital y Centro de Salud St. Helena es el hospital adventista de funcionamiento ininterrumpido más antiguo del mundo.

Los nutricionistas recomiendan comer cinco porciones de verduras por día. La mayoría de los adultos ingiere menos de dos. Fíjese en estos alimentos a menudo ignorados que son ricos en vitaminas, fibra y antioxidantes:

Oren por favor para que Dios me ayude a pagar mis estudios en la universidad. También necesito ayuda para aprender más inglés.

Elo, Camerún

Por favor, oren por las muchas personas alojadas y olvidadas en hogares de ancianos de diversas partes del mundo.

Jimmie, Estados Unidos

Estoy buscando trabajo, al igual que el hombre con el que pienso casarme. Necesitamos que oren por nosotros. Sé que Dios nos ayudará.

Diana, Kenia

Oren por favor por todos los colportores que trabajarán este verano en diversas regiones de las Filipinas.

Leonard, Filipinas

He sufrido durante cuatro años. Estoy orando para que Dios me sane y me bendiga. Parece que no me sucede nada bueno. Necesito de sus oraciones.

Kangwa, Zambia

Por favor, oren por nuestro ministerio de jóvenes.

Kamal, Pakistán

Les pido que oren por favor por mi familia y por mí. Estamos pasando por dificultades financieras, espirituales y emocionales.

Minot, India

Oren por favor por tres hermanos huérfanos que quieren asistir a la escuela pero no tienen dinero.

Un amigo, Uganda

el rincón de la oración: Envíe sus pedidos de oración y agradecimientos por las oraciones contestadas a [email protected]. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por favor su nombre y su país. También puede enviar su pedido por fax a: 1-301-680-6638; o por correo a ADVENTIST WORLD, , 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A.

135

Fuente: Ladies’ Home Journal

f o t o g r a f í a : C o r t e S í a d e l p a t r i m o N i o W H i t e

I N T E R C A M B I O D E I D E A S

agradecimientosPedidos y

¡Aproveche!

■ remolachas (betabeles, betarragas)

■ hongos (setas, champiñones)

■ berenjenas

■ coliflores

■ coles (repollos) de Bruselas

■ acelga

añosHace

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“He aquí, vengo pronto . . .”Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los adventistas de todo el mundo en creencias, misión, vida y esperanza.

editorADVENTIST WORLD es una publicación internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por la Asociación General y la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista.

editor ejecutivo Bill Knott

editor asociado Claude Richli

Gerente editor internacional Chun, Pyung Duk

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Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD Lee, Jairyong, presidente; Akeri Suzuki; Kenneth Osborn; Guimo Sung; Chun, Pyung Duk: Han, Suk Hee

editores de Silver Spring, Maryland, ee.UU. Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados), Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Wilona Karimabadi, Mark A. Kellner, Kimberly Luste Maran

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A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE.UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638

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A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995.

ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos e Indonesia.

Vol. 9, No. 6

Si no puede dormir de noche, no cuente ovejitas; hable con el Pastor de ellas. – Enviado por Martin Moyo, Iglesia Adventista Cowdray Main,

Bulawayo, Zimbabue

Las mujeres que siguen una

dieta vegetariana viven en

promedio 85,7 años,

en comparación con 79,6

en el caso de las mujeres

que siguen otra dieta.

Fuente: Universidad Loma Linda Estudio Adventista de Salud 2

85,7

y versículoCapítulo

¿Quiere leer la Biblia en griego,

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que cuenta con más de cien versio-

nes de la Biblia. Allí puede hacer

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para que «el hombre de Dios sea

perfecto, enteramente preparado

para toda buena obra» (2 Tim. 3:17).

Vol. 9 No. 6 | Adventist World 31

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Una familia. Un mundo. Adventist World.

*Tae Hoon Kim es presidente de Alimentos Sahmyook, en Corea del Sur. La empresa produce un millón de bebidas de soya por día, que son destinadas al mercado nacional e internacional.

Cada mes, Adventist World llega a estas manos ocupadas.Tae Hoon Kim* lee Adventist World

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