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BASES PARA UN NUEVO SISTEMA DE EDUCACIÓN PÚBLICA NACIONAL: Propuestas desde la CONFECH I. La necesidad de superar el modelo actual de mercado por un Sistema Nacional de Educación Pública El sistema educativo actual responde a las características de un modelo de mercado y por tanto se basa en el predominio de la libertad de enseñanza por sobre el derecho a la educación, quedando ésta reducida a un bien de consumo que se puede transar en el mercado bajo la ley de la oferta y la demanda. De este modo, la noción de derecho se reduce a la provisión de un servicio cuyas características dependen del poder adquisitivo de cada consumidor. Así, la educación de calidad ha dejado de ser un derecho social, para terminar siendo un bien particular cuya disponibilidad está condicionada a la capacidad económica de los individuos y que, en una sociedad profundamente desigual como la nuestra, depende finalmente de las diferencias de clase y de capital cultural asociadas. En el marco de esta concepción de mercado, ha tomado forma un modelo que se rige por principios de competencia, selección, lucro y rentabilidad económica. En donde, por un lado, el financiamiento descansa en gran medida en el esfuerzo de las familias y, por el otro, el Estado se hace cargo del problema desde una lógica subsidiaria, es decir, a través de aportes focalizados, orientados a subsidiar a la demanda allí donde ésta no puede autofinanciarse, vía subvención o becas, o incluso peor, avalando formas de endeudamiento. Con esto se profundizan los criterios de mercado y se debilita por tanto la noción de lo público en el desarrollo de las instituciones que debieran garantizar el derecho educativo. Se trata, al mismo tiempo, de un modelo que no posee las características de sistema, en términos de una estructura con propósitos comunes, articulado y con fines sociales que se vinculen al proyecto país. Ha predominado, por el contrario, la fragmentación institucional, la paulatina externalización de sus funciones esenciales, la focalización subsidiaria, la total desregulación de la oferta académica y, en el caso de la educación escolar, la estandarización instrumental de los procesos formativos. Por tanto, ha habido un sistemático debilitamiento estructural de lo público. Todo ello se expresa en el vaciamiento de contenido y de fundamentos del sistema educativo. Las consecuencias del andamiaje mercantil descrito han sido la generación de un patrón de desarrollo social excluyente y segregador, que precariza la vida a través del endeudamiento; que debilita las comunidades educativas y desequilibra la relación entre oferta académica y estructura ocupacional; que subordina las finalidades educativas a intereses particulares y que produce la carencia total de sentido estratégico. Un patrón educativo que genera la subordinación economicista de la sociedad, la

Bases para un Nuevo Sistema de Educación Pública Nacional

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Documento elaborado el 2014 que sintetiza discusiones al interior del Movimiento Estudiantil.

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BASES PARA UN NUEVO SISTEMA DE EDUCACIÓN PÚBLICA

NACIONAL:

Propuestas desde la CONFECH

I. La necesidad de superar el modelo actual de mercado por

un Sistema Nacional de Educación Pública

El sistema educativo actual responde a las características de un modelo de mercado y por

tanto se basa en el predominio de la libertad de enseñanza por sobre el derecho a la

educación, quedando ésta reducida a un bien de consumo que se puede transar en el

mercado bajo la ley de la oferta y la demanda. De este modo, la noción de derecho se

reduce a la provisión de un servicio cuyas características dependen del poder adquisitivo

de cada consumidor. Así, la educación de calidad ha dejado de ser un derecho social,

para terminar siendo un bien particular cuya disponibilidad está condicionada a la

capacidad económica de los individuos y que, en una sociedad profundamente desigual

como la nuestra, depende finalmente de las diferencias de clase y de capital cultural

asociadas.

En el marco de esta concepción de mercado, ha tomado forma un modelo que se rige por

principios de competencia, selección, lucro y rentabilidad económica. En donde, por un

lado, el financiamiento descansa en gran medida en el esfuerzo de las familias y, por el

otro, el Estado se hace cargo del problema desde una lógica subsidiaria, es decir, a través

de aportes focalizados, orientados a subsidiar a la demanda allí donde ésta no puede

autofinanciarse, vía subvención o becas, o incluso peor, avalando formas de

endeudamiento. Con esto se profundizan los criterios de mercado y se debilita por tanto la

noción de lo público en el desarrollo de las instituciones que debieran garantizar el

derecho educativo.

Se trata, al mismo tiempo, de un modelo que no posee las características de sistema, en

términos de una estructura con propósitos comunes, articulado y con fines sociales que se

vinculen al proyecto país. Ha predominado, por el contrario, la fragmentación institucional,

la paulatina externalización de sus funciones esenciales, la focalización subsidiaria, la

total desregulación de la oferta académica y, en el caso de la educación escolar, la

estandarización instrumental de los procesos formativos. Por tanto, ha habido un

sistemático debilitamiento estructural de lo público. Todo ello se expresa en el

vaciamiento de contenido y de fundamentos del sistema educativo.

Las consecuencias del andamiaje mercantil descrito han sido la generación de un patrón

de desarrollo social excluyente y segregador, que precariza la vida a través del

endeudamiento; que debilita las comunidades educativas y desequilibra la relación entre

oferta académica y estructura ocupacional; que subordina las finalidades educativas a

intereses particulares y que produce la carencia total de sentido estratégico. Un patrón

educativo que genera la subordinación economicista de la sociedad, la

instrumentalización y homologación cultural. Es, en definitiva, la crisis de un sistema

educativo surgido en dictadura, bajo las recetas más extremas del neoliberalismo, que no

contó con ningún tipo de deliberación ciudadana y que posteriormente adquirió patente

democrática con la mantención de las mismas políticas durante los años de la transición.

En el marco de una situación de crisis es que se hace indispensable la transformación

completa del modelo educativo que se construyó en dictadura y se legitimó en

democracia, sacándolo de la lógica mercantil y transformándolo en un derecho social

universal garantizado por el Estado. La expresión conceptual y operacional de este nuevo

modelo, se inscribe en la construcción de una nueva mirada de lo público: el Sistema

Nacional de Educación Pública (SNEP). Este sistema se materializará a través de un

nuevo Proyecto Educativo al servicio de las grandes mayorías y de las necesidades

estratégicas del país.

El movimiento estudiantil, desde hace más de una década, ha planteado insistentemente

la necesidad de transformar las lógicas que hoy rigen la Educación. La educación chilena

requiere transformaciones estructurales y no sólo correcciones de los excesos del

mercado. Hay que avanzar desde la actual lógica, que concibe a la educación como un

bien de consumo, a una que considere genuinamente a la educación como un Derecho

Social.

Esto quiere decir que todos los chilenos y chilenas tengan las mismas posibilidades para

acceder a educarse indistintamente de su condición socio-económica, del lugar donde

vivan, su género o etnia. Que la educación recibida tenga igual calidad en cualquier lugar

del territorio nacional y que esté garantizada como derecho por el Estado; que el

conocimiento que se genera sea de uso público y que esté ajustado a los requerimientos

del país. Que no existan mecanismos de exclusión, pero principalmente, que sea una

herramienta para el desarrollo humano de cada uno de los chilenos y chilenas, para

construir una nueva y mejor sociedad, en donde predomine la dignidad por la vida

humana y la soberanía de las personas sobre su futuro.

Nuestro caminar ha sido claro: los y las estudiantes de Chile hemos manifestado nuestro

sentir en distintos hitos masivos de movilización social durante largos años. Hemos

concitado adhesión ciudadana y popular. La sociedad chilena, en su inmensa mayoría,

apoya estos cambios y exige una transformación de la Educación en Chile.

Por eso queremos edificar un Nuevo Sistema Nacional de Educación Pública. Lo que

implica un fuerte compromiso del Estado en el diseño, orientación y regulación de un

sistema educativo, que sea gratuito y de calidad, que apunte a la creación de una

sociedad democrática, regido por un principio de justicia social y de características

inclusivas. También pretendemos diversificar la formación, tanto técnica como

universitaria, pensando en un Chile con soberanía y que se autodetermine como nación.

Por último, este sistema debe sustentarse en la participación deliberativa de las

comunidades y en la provisión universal del derecho a una buena educación para todas y

todos.

Apostamos por un sistema educativo que se rija por una Estrategia Nacional de

Desarrollo, a partir de la cual las instituciones orienten su quehacer de acuerdo a las

necesidades del colectivo en todos los planos, tanto en perspectiva nacional como

regional.

El siguiente documento expone nuestra visión sobre el Sistema Nacional de Educación

Pública, que contempla en todos los niveles del sistema educativo, pues entendemos que

una reforma educacional debe crear cambios articulados e integrados y no

compartimentados.

II. Sistema Nacional de Educación:

1) ¿Qué es el Sistema Nacional de Educación?

a. Definición:

La Educación que queremos, implica constituir un nuevo Sistema de Educación que sea

público, gratuito, democrático, sin lucro y de calidad, que apunte al desarrollo social y

económico del país en la perspectiva de avanzar hacia una sociedad democrática, no

sexista, inclusiva y pluralista. Para ello se requiere transformar el rol de la educación,

reestructurar las funciones del sistema educativo, redefiniendo así su quehacer y

estableciendo un nuevo horizonte para la generación de conocimiento y de procesos de

aprendizajes pertinentes

Este Sistema Nacional de Educación será definido por los siguientes elementos:

● El Sistema Nacional de Educación Pública se entenderá como una política de

estructura institucional dotada de un conjunto de políticas y mecanismos que

entregarán los lineamientos principales para la totalidad de las instituciones

educacionales, tanto públicas como privadas, en cada uno de sus niveles.

● El Sistema Nacional de Educación Pública se encargará de la regulación de la

totalidad de las instituciones. Establecerá, de este modo, los criterios mínimos que

las instituciones no públicas deberán cumplir para poder existir y dispondrá,

asimismo, de la institucionalidad necesaria para fiscalizar el cumplimiento de esta

normativa.

● El Estado, por medio del Sistema Nacional de Educación Pública, debe proveer -

mediante instituciones de su propiedad- educación pública en todos los niveles,

desde la educación inicial a la educación superior (técnica o profesional). El

conjunto de estas instituciones, así como los distintos niveles educacionales,

deben ser contenidos en una política articulada que garantice la coherencia y

asegure la continuidad de los estudios.

● Las diversas instituciones educativas que componen el Sistema Nacional de

Educación Pública, deben situarse a partir de una planificación nacional, que

imprima una lógica de cooperación estratégica conforme a las necesidades y

desafíos sociales a nivel país.

● El Sistema Nacional de Educación Pública velará por el aseguramiento de la

pertinencia de la educación entregada a las necesidades del país, ya sea en su

nivel nacional, como regional o local.

El Sistema Nacional de Educación Pública, de este modo, asegurará la existencia de una

institucionalidad educativa pública, gratuita, democrática, de calidad y articulada

con las necesidades del país y su estrategia de desarrollo.

b. ¿Quiénes lo componen?

El Sistema Nacional de Educación Pública (SNEP) estará compuesto por todas las

instituciones educativas del territorio nacional. Dentro de ellas, podemos identificar dos

tipos de instituciones principales.

● Instituciones estatales: constituirán la columna vertebral del SNEP, pues las

instituciones del estado dan garantía de la potencialidad de tener orientación

social, en la medida que sus proyectos institucionales apuntan a satisfacer las

necesidades e intereses del conjunto del país. Estas instituciones deben ser

gratuitas, democráticas, heterogéneas socioeconómicamente, deben responder a

criterios de pertinencia según la localidad donde se encuentren emplazadas,

deben tener una relación constante con las comunidades aledañas y deben ser el

núcleo de la articulación entre el sistema educativo y la Estrategia Nacional de

Desarrollo.

● Instituciones privadas: serán las Instituciones que no poseen propiedad estatal y

que, por lo tanto, poseen uno o varios dueños. El SNEP regulará estas

instituciones, estableciendo criterios mínimos de existencia, asociados con

mínimos de democracia y aporte a la sociedad. De este modo, estas instituciones

deberán ser necesariamente instituciones que no lucren, que cuenten con niveles

mínimos de democracia interna, que orienten la producción de conocimiento hacia

las necesidades sociales (expresadas en su Estrategia Nacional de Desarrollo),

deben asegurar inclusividad y heterogeneidad socioeconómica en la composición

de su matrícula y cumplir con estándares de calidad mínimos definidos por el

SNEP.

2) Principios orientadores

● Educación como derecho social

La educación es un derecho que debe estar reconocido y resguardado por el Estado, que

debe asegurar las condiciones para su gratuidad y universalidad. Esto implica pasar de un

Estado con rol subsidiario a un Estado garante de este derecho. De lo anterior se

desprende la obligación del Estado de proveer un sistema de su propiedad, que abarque

desde la educación inicial hasta la educación superior y que debe ser la columna vertebral

del sistema educacional. Esto debido a que consideramos que los derechos sociales son:

i. Esencialmente democráticos. Tanto los fines del sistema educativo como las

garantías para asegurarlos, deben ser configurados y gestionados por la sociedad

en su conjunto, tanto en la gestación de las normas que crearán instituciones o

contenidos (leyes y reglamentos), como en la gestión de la institución educativa

(comunidad educativa vinculante).

ii. No comercializables. No es posible hacer de ellos objeto de transacciones

mercantiles.

iii. Se manifiestan y garantizan en lo público. La forma más democrática, dinámica,

eficaz y eficiente de materializar los fines que como sociedad establezcamos para

nuestra educación, es a través de un Sistema Nacional Público de Educación,

capaz de expresar en su seno la pluralidad de la sociedad chilena, y los fines y

garantías que ésta defina y redefina colectivamente.

Robustecer y establecer un Sistema Nacional Público de Educación se vuelve así la

misión central. El Estado, entonces, debe abandonar su condición de neutralidad y

subsidiariedad respecto del aseguramiento de los derechos sociales.

Este nuevo SNEP orientado por un Nuevo Proyecto educativo, comprende la calidad

como un concepto multidimensional asociado al desarrollo integral del sujeto y las

comunidades. De este modo el concepto de calidad se vincula con los siguientes criterios:

- Educación orientada a la construcción de una sociedad democrática

Nuestro país requiere construir una ciudadanía empoderada con vocación democrática,

en ese sentido, el sistema educativo debe abocarse a la formación de sujetos integrales y

no simplemente a reproducir acríticamente e instrumentalmente capacidades técnicas y

profesionales. La integralidad supone promover la ciudadanía, la solidaridad, la identidad

desde la diferencia, la afectividad, la integración social y la colaboración por sobre la

competencia.

• Orientación social del conocimiento

La investigación, extensión y vinculación con el medio, deben responder a las

necesidades sociales del país, con plena independencia y autonomía de los poderes de

turno. Esto compromete y define principalmente el rol de las universidades, cuyo eje

central será contribuir al desarrollo nacional y de las comunidades locales.

- Universalidad y solidaridad social

La comprensión de la educación como derecho social, no sólo implica democratizar las

posibilidades de acceso, sino que además comprender que los resultados del proceso

educativo –formación de profesionales y generación de conocimiento- deben ser

considerados como un retorno útil y necesario para el desarrollo social. De esta forma, se

supera la lógica estrecha de la retribución individual (rentabilidad de los estudios) y con

ello, se contrapone además a la lógica actual subsidiaria-focalizada, un modelo basado en

los principios de la universalidad y la solidaridad social.

- Democracia interna

Los principios anteriormente descritos van de la mano con la administración democrática

de las instituciones, esto pues son las comunidades educativas aquellas que mejor

pueden decidir el modo en el que las instituciones se articulan con el conjunto de la

sociedad y sus necesidades. De esa forma, el SNEP debe considerar la posibilidad de la

participación vinculante por parte de la comunidad educativa en las diversas áreas de

administración de los establecimientos.

- Articulación, coordinación y colaboración institucional

El Sistema Nacional de Educación Pública contemplará la articulación y colaboración de

la diversidad de instituciones que lo compongan. Es decir, debe superar la fragmentación

actual, mediante la generación de lineamientos estratégicos que relacionarán a las

instituciones y permitirán a cada una de ellas tener roles determinados en el cumplimiento

de aquellos. Se evitará así a toda costa la desregulación y competencia entre

instituciones, que atentan contra el mejor logro de los fines educativos, superponiendo

intereses particulares (lucrativos), sobre los colectivos.

- Inclusión y no discriminación

El fin más importante de la educación es aportar a la solidaridad y entendimiento entre las

personas que son parte de la sociedad. En este punto, son fundamentales dos aspectos:

a) La no selección, ya sea por condiciones sociales, étnicas, de género,

religiosas, culturales y, sobre todo, socioeconómicas. Es por ello que la gratuidad

universal financiando a las instituciones mediante aportes basales es condición

sine qua non de un sistema que promueva la inclusión y no discriminación.

b) Iguales condiciones de aprendizaje, tanto en infraestructura, alimentación,

ambiente de estudios, acceso al establecimiento y, sobre todo, calidad de la

docencia, siendo pilar del sistema las buenas condiciones laborales y formación

profesional coordinada tanto de los docentes como de los asistentes de la

educación.

- Sin Lucro

La finalidad de todo establecimiento educativo debe ser justamente el educar, no pueden

existir establecimientos donde las decisiones se tomen en función de maximizar la

ganancia en vez de entregar la mejor educación

- No sexista

El Sistema Nacional de Educación pública debe orientarse hacia una transformación de

las relaciones entre hombres y mujeres, superando la jerarquización, explotación y

opresión en base al sistema sexo/género.

- Pluricultural

El SNEP debe reconocer las realidades culturales del país incluyendo los conocimientos

de los pueblos originarios dentro de todos los niveles de la educación formal.

- Promotores del desarrollo del sujeto y su reflexión

En el Sistema Nacional de Educación Pública, deben existir espacios para el desarrollo

del sujeto y su desarrollo personal. Potenciando su pensamiento crítico y su capacidad de

autonomía.

III Nuestras propuestas

Hemos organizado nuestras propuestas en 4 áreas:

▪ Educación Inicial

▪ Educación Escolar

▪ Educación Técnico- Profesional

▪ Educación Superior

1. Educación inicial, básica y secundaria El sistema escolar en general expresa las problemáticas derivadas de la mercantilización

de la educación, constituyéndose como un sistema selectivo, segmentado, competitivo y

excluyente. La estructura de propiedad (municipal, particular subvencionada y particular

pagada) ha generado un alto nivel de segregación social y ha privilegiado formas de

desarrollo basadas en el clientelismo, el lucro, el autoritarismo y la estandarización. Con

ello se consolidó la desigualdad educativa, la disolución de las comunidades y la

colaboración entre y al interior de las instituciones. Las escuelas privadas son una elite

privilegiada, los colegios particulares subvencionados son principalmente una fuente de

negocio y estandarización; y los colegios municipales, en su mayoría, son espacios de

control político local, de exclusión y contención social. No hay por tanto un sistema, o una

entidad que distribuya equitativamente el derecho a la educación y que cautele

adecuadamente procesos formativos integrales y pertinentes.

El deterioro de las condiciones de desempeño profesional, la ausencia de democracia, la

imposición de lógicas de rendimiento y normalización o de abandono educativo; la

distorsión en el uso de los recursos, la desarticulación y la ausencia de fines sociales con

criterio público, son parte de la cotidianeidad de los establecimientos educativos. La

educación inicial está repartida en múltiples subsistemas o tipos de instituciones

(particulares-no escolares, estatales, escolares-municipales, etc.) y no tiene mecanismos

adecuados de regulación, fiscalización y de garantía del derecho a la educación como

derecho social. Situación similar vive la educación básica y media, tanto en sus

modalidades científico-humanista como técnico-profesional; agregando una total

despreocupación por la educación artística. No existen en definitiva definiciones globales

que permitan orientar con criterio nacional la educación de estos niveles.

De hecho, parte de los problemas fundamentales que tiene la educación escolar es la

inexistencia de fundamentos educativos que orienten pedagógica, curricular y

evaluativamente al sistema. El nuevo modelo debe contar explícitamente con lineamientos

educativos que permitan objetivar socialmente el mejoramiento y definir el carácter de las

políticas que se requiere implementar.

Uno de las definiciones que se deben establecer con urgencia se refiere a lo que se

entiende por educación y los criterios que permiten establecer su evaluación satisfactoria.

Como hemos señalado, el concepto de calidad debe ser replanteado desde una mirada

más amplia, poniendo en perspectiva la idea de una buena educación, la que será

entendida como aquella que propicie una formación integral y que responda a un conjunto

de finalidades multidimensionales e integre los distintos niveles de propósito de la labor

educativa.

En ese sentido, una buena educación busca considerar, además de las preocupaciones

nacionales, los intereses de los estudiantes y de las comunidades involucradas. Es una

educación que concibe el progreso educativo a partir del nivel de desarrollo en que se

encuentran los estudiantes, apoyando las debilidades y potenciando las fortalezas; se

vincula por tanto con las características socio-culturales e individuales de los sujetos y

entiende el aprendizaje como construcciones globales (no fragmentarias),

contextualizadas y transformativas. Es entendida, en tales términos, desde una

perspectiva inclusiva, pertinente y contextualizadora. Una buena educación promueve la

formación de un sujeto de derechos, crítico, autónomo y orientado a una ciudadanía

activa; un sujeto en comunidad, con prácticas de solidaridad y cooperación. Desde allí, la

buena educación provee un currículum pertinente, flexible e interdisciplinar y se basa en

una profesionalidad docente compleja, activa y crítica, superando la simple ejecución

técnica, propia de la llamada eficacia escolar, y la lógica de circuito productivo.

Educación Inicial

En Educación Inicial nuestras propuestas son las que siguen:

● Completar cobertura en Educación Inicial en los tramos de 1- 4 años y de 4 a 5,

ampliando el sistema público en esta materia.

● Implementar programas de capacitación para padres y madres, asociado al

cuidado y educación de la primera infancia, especialmente con menores de 1 año.

● Aumentar, significativamente, el financiamiento de aporte directo y basal a los

centros educativos.

● Mejorar las remuneraciones de las profesionales y asistentes de Educación Inicial.

● Implementar plan de perfeccionamiento especializado para educadoras de párvulo

y sus equipos de apoyo.

● Fortalecer las normas que regulan la creación y el funcionamiento de las

instituciones de educación en este nivel. Fortalecer los mecanismos, instancias y

sanciones que ejercen la labor de fiscalización.

● Incrementar los recursos pedagógicos para el trabajo de los centros educativos.

Fortalecer el apoyo de equipos multiprofesionales. El apoyo pedagógico de

instituciones externas debe estar debidamente justificado, ser coherente con las

definiciones educativas nacionales y de la unidad educativa y debe establecerse con

claridad el impacto esperado y su respectiva evaluación.

Educación Escolar

En Educación General, la reforma debe apuntar a transformar aspectos sustantivos del

sistema escolar y la gestión pedagógico-curricular. No hay reforma educacional, sin

reforma curricular.

En ese marco proponemos:

Institucionalidad

● Fin de la municipalización y creación de un Sistema de Educación Escolar,

articulado en todos sus niveles y modalidades, con un subsistema cuya propiedad y

dependencia será de carácter estatal-descentralizado y estatal-comunitario. La nueva

institucionalidad será de carácter profesional y contará con instancias de ejecución,

apoyo y evaluación. La gestión será democrática y su desarrollo dependerá tanto de

las políticas nacionales, como de los estamentos de cada establecimiento y de la

comunidad local en la que se encuentra inserta.

● Aumentar la participación de profesores, estudiantes y las comunidades

educativas en general, en la definición de los proyectos educativos, posicionando a la

escuela como un lugar de integración, abriendo espacios y tiempos a la inclusión y a

la diversidad. Dentro de estas medidas se debe incluir la creación de Consejos

Escolares Resolutivos.

● Fortalecer la gestión directiva y pedagógica – curricular. Creación de un sistema

especializado de selección de los directivos intermedios y directores de

establecimientos educativos.

Carrera Docente

● Fortalecer el rol de los profesores, mejorando las condiciones del trabajo docente,

creando una carrera magisterial, sobre la base de un mejoramiento sustantivo del

reconocimiento social y salarial; crear una carrera asociada a procesos y

compromisos profesionales, más que sólo a resultados y que integre la antigüedad

como una de las variables, pero que agregue la capacidad de trabajo colaborativo, los

proyectos colectivos, la vocación social y el compromiso profesional.

● Reformular la Formación Inicial Docente. Creación de un Sistema Nacional de

Formación Docente, que asegure una formación de calidad con parámetros

curriculares y de gestión académica-docente obligatorios para todas las instituciones.

● Crear un programa nacional de retroalimentación entre las instituciones de

formación inicial y los establecimientos educativos para las prácticas profesionales,

que fortalezca sistemáticamente la formación teórico-práctica de los futuros

profesores.

● Reformulación del Sistema de formación continua: Desarrollar un sistema de

formación continua y perfeccionamiento público al servicio del desarrollo de las

escuelas y sus docentes que coloque el foco en el desarrollo de comunidades

pedagógicas activas y creativas.

● Nuevo sistema de evaluación docente, acompañado de perfeccionamiento

permanente y en servicio que integre lógicas de acompañamiento y retroalimentación

permanente de los procesos.

● Pago total de la deuda histórica a los profesores.

● Mejoramiento salarial, capacitación y carrera técnico-profesional de los asistentes

de la educación.

Gestión Pedagógica-Curricular

● Reforma Curricular, que introduzca nuevas concepciones educativas centradas en

una visión humanista, democrática y reflexivo -crítica, que aborde todas las

dimensiones del desarrollo del ser humano. Desarrollar por ende una educación que

reconozca y valore la diversidad, por tanto que sea inclusiva, de orientación

multicultural y centrada en la convivencia.

● Diseño de un currículum contextualizado, que incorpore las preocupaciones,

problemáticas y desafíos de las realidades regionales y locales. Su estructura debe

considerar el desarrollo de capacidades y conocimientos fundamentales en cada área,

en torno a las cuáles se movilicen núcleos problemáticos, superando la lógica

asignaturista. Se deben incluir áreas como formación ciudadana, multiculturalidad,

género y derechos sociales. La Jornada Escolar Completa (JEC) debe replantearse

para garantizar efectivamente una formación complementaria, amplia y centrada en

las artes, la cultura, el deporte, etc.

Generar programas multidisciplinares de reinserción y flexibilidad curricular, a objeto

de aumentar la retención y la articulación en el sistema educativo.

Flexibilizar la gestión del currículum y el calendario escolar en función de las

realidades y desafíos escolares particulares. Todo esto es fundamental para sostener

educativamente la inclusión social.

Fortalecer el trabajo colaborativo, la integración de las escuelas con la comunidad y la

reciprocidad formativa con el entorno, generando comunidades de aprendizaje

abiertas.

Generación de un sistema de apoyos pedagógicos de instituciones externas

debidamente justificado, coherente con las definiciones educativas nacionales y de la

unidad educativa. Se requiere un apoyo sostenido y colaborativo, que mejore las

condiciones de gestión de los establecimientos, que desarrolle un modelo educativo

con la comunidad, que defina y construya perfiles docentes adecuados a dicho

proyecto.

● Reducción de horas lectivas y del número de alumnos por curso.

● Fin del SIMCE. Será reemplazado por la construcción de un modelo de evaluación

intra-sistema, por comunas y establecimientos, que permita recoger las

particularidades de cada realidad. Desarrollar un nuevo sistema de evaluación de los

aprendizajes no competitivo que defina mecanismos para los distintos niveles del sistema,

para las distintas dimensiones de la formación y que tenga como centro la retroalimentación

del trabajo docente.

Financiamiento

● Fin al sistema de subvención escolar, del sistema de voucher y del copago

● Aporte presupuestario vía aporte basal. Desde allí incremento según necesidades.

● Término de la externalización de los recursos vía Ley SEP (ATE’s) u otro

mecanismo. Los aportes deben concentrarse en las escuelas para el fortalecimiento

de las capacidades profesionales y no convertirse en ganancias de empresas

externas. Los apoyos externos deben ser acotados y los valores de sus prestaciones

deben ser regulados y su uso monitoreado, auditado y con evaluación de impacto.

Educación Técnico-Profesional

Actualmente existe un nivel de desarticulación importante entre el Sistema Escolar

Técnico y el Sistema de Educación Técnica Superior. No existe un diálogo entre las

necesidades productivas del país, orientadas a las necesidades de las y los chilenos, y las

especialidades ofrecidas tanto en los liceos técnico-profesionales como en los CFT e IP.

Además existe un grave problema de infraestructura, en donde el equipamiento se

desactualiza rápidamente y no se encuentra al nivel del desarrollo productivo que el país

necesita.

La educación técnico profesional, tanto en el nivel medio como en el superior, recibe a las

y los estudiantes más precarizados del sistema educacional. Esto repercute en que en la

educación EMTP existan altas tasas de deserción y en la educación superior bajas tasas

de retención y muy poco estudiantes terminen sus carreras.

Las instituciones de Educación Superior Técnica y Profesional (Centros de Formación

Técnica e Institutos Profesionales) son todas privadas y la actual legislación permite el

lucro. Este sector es el de mayor expansión de matrícula en los últimos años y a su vez el

menos regulado, de hecho, ni siquiera existe un sistema de acreditación asociado a la

educación técnica.

A lo anterior se suma la desarticulación entre el desarrollo productivo del país con el

sistema educacional llega al punto en que no existe una planificación ni proyección de las

tendencias laborales, lo que repercute en bajas tasas de empleabilidad en las

especialidades y carreras estudiadas.

El sistema técnico profesional es un sistema caracterizado por la competencia de

mercado y no por la cooperación entre instituciones. El currículum TP está elaborado bajo

una mirada empresarial ligada al individualismo, y no contiene una mirada del trabajo

profunda que, entre otras cosas, no contempla el aprendizaje de derechos laborales como

contenido curricular.

Propuestas

● Creación de un Sistema Nacional de Educación técnica, articulado y regulado

centralmente, vinculado a un nuevo proyecto de desarrollo económico y productivo

del país y sus regiones. Este sistema debe articulará el nivel medio técnico

profesional con el nivel superior (CFT e IP). La columna vertebral de este

subsistema deben ser las nuevas instituciones técnicas públicas de educación

superior, estas instituciones deben estar articuladas con un Plan Nacional de ETP-

Enseñanza Media. La intención base del sistema será la articulación entre el

desarrollo local, las complementariedades intra-regionales y las prioridades

nacionales.

Para esto es necesario avanzar de manera urgente en:

Crear herramientas que favorezcan el diálogo entre las necesidades del país en el

sector productivo y la oferta de especialidades EMTP y carreras técnicas.

● Generar mecanismos de retención de estudiantes de la educación técnica

asociados a los niveles de empleabilidad de las especialidades y carreras

impartidas. Estos mecanismos, deben tener un énfasis en aquellos estudiantes

provenientes de sistemas excluidos (económicos, género, étnico, necesidades

especiales), de modo que se asegure la mantención y el egreso.

● Desarrollar un Marco regulatorio estricto para la existencia de los CFT e IP, que no

permita el lucro, asegure heterogeneidad en su matrícula, democracia interna y

con una orientación de las carreras impartidas a la realidad local en donde se

encuentran las instituciones.

● Incorporar en los contenido curriculares, tanto de los liceos técnico profesionales

como de los CFT e IP, asignaturas asociadas al aprendizaje de los derechos

laborales.

● Diseñar un sistema de prácticas profesionales remuneradas y con derecho a

sindicalización.

Educación Superior

Diagnóstico:

La Educación Superior está constituida por un conjunto inconexo de instituciones de

distinta naturaleza. El actual orden, no permite colaboración y sinergia entre ellas,

favoreciendo la competencia por los recursos y desconociendo la importancia del rol de

cada una en la sociedad. Esta situación no sólo se genera en la relación entre las

universidades privadas y las tradicionales, sino que incluso las instituciones públicas

carecen de todo tipo de articulación, racionalidad y coordinación en sus fines, lo que tiene

por consecuencia que las universidades públicas se vean obligadas a comportarse como

una universidad privada más, disputando estudiantes y recursos bajo lógicas de mercado.

Chile necesita un nuevo sistema de Educación Superior que contribuya al

desarrollo nacional y al bien común y que no esté supeditado a intereses

particulares y al mercado. Este no puede ser entendido como una mera suma de

instituciones y debe basarse en mecanismos de colaboración entre sus partes.

Hoy día los criterios de mercado, las orientaciones lucrativas de instituciones privadas y

la situación de subsistencia de las universidades estatales ha empujado a que en la

práctica un número importante de universidades se dedique de manera exclusiva a la

docencia, dejando en un segundo plano -o eliminando completamente- las funciones de

extensión e investigación, desacoplándose así de las necesidades sociales y de la

vinculación con el medio y la comunidad.

Desde nuestra propuesta, en el SNEP, todas las universidades deben ser universidades

complejas, es decir, deben contar con el desarrollo de docencia, investigación y

extensión, orientados al bien común y al fomento del desarrollo local, regional y nacional.

Deben admitir diversidad de corrientes de pensamientos al interior de la academia, sin

restricciones ideológicas, así como también garantizar los principios de libertad de

asociación, expresión y cátedra. Se debe reconocer y estimular el carácter público de la

investigación científica y tecnológica realizado por las universidades, incentivando que las

políticas de extensión que realizan guarden correspondencia con las necesidades

educativas y culturales del país. La interacción con el medio es esencial para establecer

una relación recíproca, donde las universidades sean abiertas y receptivas respecto a la

sociedad. Para esto es clave, la elaboración de planes para la investigación, innovación y

la interacción con el medio en función de las áreas prioritarias para el desarrollo regional y

nacional.

Por ello proponemos una Reforma estructural al Sistema de Educación Superior, que

apunte a configurar y fortalecer un Sistema Nacional de Educación Pública democrático,

gratuito, de calidad e inclusivo.

Propuestas:

● Nuevo Marco Legislativo Constitucional para el Sistema de Educación

Superior.

La transformación estructural del modelo de mercado debe tener respaldo en

modificaciones de orden constitucional en tanto deben ser entendidas como política de

Estado. Estas modificaciones deben garantizar:

- La educación como bien público y como derecho social.

- Nuevo rol del Estado: erradicar el rol subsidiario actual del Estado por uno que

tenga como característica principal su rol de garante: orientador, regulador,

supervisor, asegurador de la calidad y promotor de un sistema que se

desarrolle de modo armónico y articulado.

- La consideración de la totalidad de las instituciones existentes. Es decir todo

tipo de institución de educación superior se regirá bajo este marco, el que

entregará las condiciones mínimas para su existencia.

● Definición de una Estrategia Nacional de Desarrollo para la Educación

Superior Pública.

Debemos construir un sistema de Educación Superior que responda a las necesidades a

nivel regional y nacional. Se requiere definir la necesidad de profesionales, técnicos,

artistas, científicos para cada área de conocimiento. Esta definición, debe ser la base para

la construcción de la oferta académica y los cupos disponibles por las IES del Sistema

Nacional de Educación Pública. De este modo habría una regulación de la oferta y de

los cupos, más allá de las variables definidas únicamente por el mercado. En este

contexto, el Estado debe apoyar y promover carreras de baja rentabilidad económica y

alta rentabilidad social (área de artes, filosofía, ciencias básicas por ejemplo). Si bien,

como se mencionó más arriba, el núcleo de la relación entre SNEP y Estrategia Nacional

de Desarrollo son las instituciones públicas, las definiciones que a partir de ella se

desarrollen (p.e. el control de la oferta de carreras) debe incluir al conjunto de las

universidades del sistema, no sólo a las públicas, de modo de entregarle coherencia al

sistema en su conjunto.

La definición de esta Estrategia debe darse de manera democrática y con participación de

los distintos actores involucrados en el proceso educativo, pudiéndose ver representadas

las diferentes visiones dentro del proceso de definición. Dentro de las instituciones

participantes deben encontrarse las instituciones de Educación Superior, Académicos,

CONFECH, entre otros.

● Fortalecimiento de la Educación Pública.

El Estado se debe hacer cargo de sus universidades, transformando además a la

educación pública en la mejor alternativa educacional para todos y todas. Esto implica la

creación y fortalecimiento de una red de instituciones de educación superior pública que

contemple Universidades, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica. Las

Instituciones de Educación Superior (IES) públicas deben cumplir algunas condiciones:

ser de propiedad estatal, tener una estructura de gobierno democrática, estar alineadas

con la Estrategia de Desarrollo Nacional, entregar educación de calidad, ser totalmente

gratuitas, contar con un sistema de acceso inclusivo, y ser sin fines de lucro.

En una primera etapa, y de manera inmediata, el Estado debe establecer un nuevo

trato con las universidades estatales. Se necesita una nueva relación entre el

Estado y las Universidades de su propiedad, en términos de responsabilidades

financieras y de gestión. En términos financieros estará asociado a su financiamiento

completo y de manera basal, además de la entrega de fondos orientados a la

revitalización del sistema. En términos de gestión debe estar orientado al establecimiento

de una nueva institucionalidad que ordene racionalmente al conjunto de las universidades

desde una perspectiva sistémica y combata, además, las innumerables trabas

burocráticas que impiden una administración eficiente.

Además de lo anterior, el fortalecimiento de la educación pública debe incorporar una

política de expansión de la matrícula, asociada a la revitalización principalmente de las

universidades regionales.

Un nuevo Sistema de Financiamiento

Una de las demandas más sentidas por la sociedad chilena, en el último tiempo, ha sido

el excesivo gasto en educación superior que deben realizar las familias para educar a sus

hijos. A su vez, las distintas comunidades universitarias de planteles tradicionales,

reclaman la falta de recursos para poder llevar a cabo todas las actividades que conlleva

ser una universidad. Uno de los principales nudos críticos que ha sido cuestionado por el

movimiento estudiantil es la existencia de lucro lo que conlleva negociar con un derecho

social y la privatización del mismo.

Propuestas:

● El financiamiento mediante voucher, o subsidio a la demanda, es el

pilar del mercado educativo, obligando a que las instituciones de educación

superior compitan por matrícula de estudiantes. Es por ello que el

financiamiento de las instituciones de educación superior debe ser a

través de fondos basales, es decir, financiamiento directo a la

institución. Estos fondos basales deben encontrarse asociadas a una

planificación general del sistema, orientada a partir de la articulación con la

Estrategia Nacional de Desarrollo.

● Las instituciones de educación superior pública deben ser

gratuitas, es decir, esto significa la eliminación de los aranceles y de todo

tipo de pago directo a las instituciones. El financiado debe ser a través de

impuestos que graven a los grandes capitales del país. Esto implica

cambiar la lógica de “subsidios a servicios” por una perspectiva de

provisión de derechos sociales. Un análisis del impacto distributivo de la

educación superior indica que la gratuidad en el actual sistema no es

regresiva, pues considera la rentabilidad social de la educación superior,

por lo que se debe desarrollar una visión estratégica de desarrollo.

● Se deberá contar con fondos de revitalización, específicos para las Universidades estatales, regionales y con estudiantado de mayor vulnerabilidad. Este fondo de revitalización debe asimismo considerar un

financiamiento de inversión que les permita crecer sostenida y planificadamente en matrícula, infraestructura y cuerpo docente.

● El financiamiento estatal debe cubrir las necesidades basales de las

instituciones de educación pública: administración, dirección, docencia,

apoyo pedagógico, materiales educativos, infraestructura, equipamiento y

beneficios estudiantiles; corregir las desigualdades existentes en las

distintas comunidades y financiar proyectos elaborados en conjunto con la

comunidad educativa que requieran aportes especiales, con transparencia

total del uso de sus recursos financieros. Este financiamiento debe

realizarse además sobre presupuestos en base a territorios geográficos

especificados y las necesidades del proyecto de desarrollo educativo

nacional, con aportes directos a las instituciones.

● Planteamos un esquema de financiamiento teniendo en cuenta el principio

irrestricto de financiar a las instituciones y sus proyectos educativos por

medio de los presupuestos anuales de las universidades. Éstos deben

contribuir a la modernización de las instituciones retrasadas respecto del

resto del sistema; el desarrollo de las mismas a partir de la inversión en

capacitación docente, tecnología e infraestructura; la expansión de la

cobertura y matrícula de la educación pública; y la investigación como eje

central de la productividad científica, tecnológica y artística de alto nivel en

pregrado como posgrado.

● El lucro es algo que debe ser erradicado del sistema educativo. Para

esto la Subsecretaría de Educación Superior y la Superintendencia estarán

destinadas a hacer cumplir la ley, dotada, entre otras de una cláusula de

fiscalización general, que le permita ejercer amplias facultades de

fiscalización, regulación y control del sistema de educación superior.

● En el caso de las instituciones privadas, que existen actualmente,

podrán recibir, transitoriamente, fondos públicos. Es relevante que este

proceso de reforma se desarrolle resguardando enérgicamente el derecho

a la educación de todos/as los/as estudiantes, comprendiendo que hoy se

cuenta con una privatización de la matrícula de un 84%. Más adelante, se

enunciarán medidas concretas en este respecto. La continuidad de la

entrega de estos fondos, estará condicionada al cumplimiento de los

requisitos del SNEP. De ese modo, estos fondos deben ser conforme a la

cantidad de alumnos de bajos recursos, a los niveles de democracia y a su

articulación con la Estrategia Nacional de Desarrollo. Deben ser

entregados bajo vigilancia de contraloría y con la finalidad exclusiva de

cumplir potenciar criterios públicos de existencia, como por ejemplo

políticas de acceso equitativo, políticas de investigación y extensión

orientadas hacia las necesidades sociales, tope arancelario. El uso de

estos fondos deben ir en el sentido de prefigurar las funciones y

orientaciones del nuevo SNEP. Los principales criterios que deben

considerarse para entregar el financiamiento a instituciones son: La

inexistencia de lucro, estructura democrática, pluralismo, libertad de

cátedra, acceso heterogeneizado, orientación del conocimiento articulado

con la Estrategia Nacional de Desarrollo, condiciones laborales dignas, ser

universidades complejas (docencia, investigación y extensión),

transparencia de situación financiera y de la utilización de los recursos.

● Democratización de las IES:

Un nuevo sistema de educación debe contemplar como eje transversal la democratización

de los planteles. La falta de democracia en los planteles educativos es transversal en

todos los niveles e independiente de la propiedad, aunque con diferencias jurídicas y de

posibilidades de cambio, que son necesarias de contemplar.

La democracia universitaria lo entendemos como la forma de organización en donde toda

Comunidad Universitaria, en consonancia con la sociedad y los territorios aledaños -bajo

mecanismos que aseguren su representación- y producto de un vivo y constante proceso

de deliberación, decide colectivamente las políticas institucionales y direcciones de la

Universidad, contemplando, cuando menos, tres niveles:

1. En lo Político: Definición de planes de desarrollo y elección de organismos directivos

2. En lo económico: Determinación de prioridades y criterios en la distribución de

presupuesto,

3. En lo académico: Definición colectiva en torno a la orientación de planes y programas

de estudio, de investigación y labores de Extensión.

En ese sentido, es necesaria una legislación en positivo que garantice mínimos de

democracia institucional, como por ejemplo, participación triestamental en los

órganos resolutivos, elección triestamental de las autoridades unipersonales, entre

otros.

Propuestas:

- Construcción de nueva legislación que contemple:

- Elección de autoridades de modo triestamental (Juntas Directivas,

Gobierno Universitario, Facultades, departamentos y Carreras).

- Composición de órganos colegiados de modo triestamental (Juntas

Directivas, Gobierno Universitario, Facultades, departamentos y

Carreras)

- Instancias de aprobación y monitoreo de Proyectos Educativos

Institucionales por parte de las comunidades universitarias.

- Aprobación triestamental de la utilización del presupuesto

Generar un nuevo sistema de acceso a la educación superior:

La exigencia de pluralidad en el seno de todas las instituciones de ESUP es el eje que

articula estas demandas. Las demandas de acceso deben ir avanzando en prefigurar la

educación como un derecho, en el sentido que todo quien lo desee pueda estudiar. De

este modo, es que planteamos el acceso irrestricto o universal como horizonte, pues es el

único correlato posible bajo esta concepción de educación.

El acceso debe operar como elemento de cambio en las instituciones de ESUP, éste debe

incluir igualdad no sólo en el ingreso a la institución, sino que también en tasa de

mantención y de egreso.

La trascendencia de desarrollar políticas de acceso igualitarias e inclusivas, se expresa en

la necesidad de establecer estos criterios como requisito de acreditación y existencia de

las Instituciones de Educación Superior.

Propuestas:

- Fin a la PSU. Los métodos de admisión a la ESUP deben demostrar ausencia

de sesgos socioeconómicos, de género y etnia antes de su implementación.

- Creación de un Sistema Nacional de Admisión de Estudiantes, que abarque a

todas las IES públicas alineadas con la Estrategia Nacional de Desarrollo de la

ESUP y que se base en tres criterios de admisión ponderados

apropiadamente:

a. Evaluaciones diagnósticas por área de conocimiento, según intereses

vocacionales.

b. Valoración del rendimiento relativo al contexto en la enseñanza media:

(ranking, mejorado según las evaluaciones del último proceso).

c. Valoración socioeconómica: a menor nivel socioeconómico, mayor

oportunidad de tener acceso según este criterio.

- Sistema de evaluación a las modificaciones en los sistemas de acceso de

acuerdo a sus resultados y no a implementación de éstos. Por ejemplo, no

será el único requisito implementar un programa de ingreso prioritario, sino

tener una matrícula de un 20% de alumnos a 5 años.

- Las reformas de acceso en las instituciones deben incorporar indicadores de

éxito en criterios de equidad de ingreso, resultados, mantención y egreso.

- Establecer un sistema de apoyo estudiantil que incluya aspectos sociales,

académicos, fortalecimiento del capital cultural para favorecer el ingreso,

nivelación, permanencia y titulación de los estudiantes que ingresen a las IES.

Estos mecanismos, deben tener un énfasis en aquellos estudiantes

provenientes de sistemas excluidos (económicos, género, étnico, necesidades

especiales), de modo que se asegure la mantención y el egreso.

- Que las instituciones de ESUP elaboren cambios curriculares a corto plazo

para adaptar las mallas a los alumnos que ingresan que antes no ingresaban

(enseñanza multicultural, personas con necesidades educativas especiales

entre otras)

- Garantizar niveles de representación equitativa en términos de proporción de

los chilenos/as en la educación superior, esto se traduce en cuotas para

etnias, cuotas para deciles de ingreso y cuotas para personas con

necesidades educativas especiales.

Conocimiento orientado a las necesidades de las mayorías (Orientación del

Conocimiento)

El eje que hemos definido “Orientación del Conocimiento” se refiere a la direccionalidad,

al propósito y al conjunto de objetivos generales y específicos que configuran la actividad

del sistema educativo.

Si bien es mucho más que esto, el rol que juega la Orientación del Conocimiento se hace

particularmente evidente en:

a) El Currículum como la forma más específica de construcción de sujeto.

b) La Investigación como forma de generación de conocimiento y tecnología útil.

c) La Extensión como la manera en que el sistema educativo interactúa y se

relaciona con otras instituciones (empresa privada, gobiernos locales, etc.).

1. Currículum

Actualmente el currículum tiene como eje central la habilitación para el mercado laboral.

La definición anterior incluye la consolidación de un currículum con enfoque tecnológico,

es decir, un currículum que elimina el valor de los sujetos en la puesta en marcha de éste,

quitándole un rol relevante a las comunidades y a los docentes en la contextualización y

redefinición de objetivos de formación.

Propuestas

- Otorgar a las comunidades la facultad de definir los fines educativos conforme

a la determinación de sus necesidades.

- Diversificar el contenido de la educación, introduciendo con fuerza demandas

sobre el rol del género, y la relevancia de otros saberes (conocimientos de

pueblos originarios y comunidades locales, por ejemplo).

2. Investigación

La ciencia es un sistema de conocimientos abierto y dinámico que tiene como entrada

principal el quehacer diario de miles de investigadores que van construyéndola y

desarrollándola de manera colectiva. Su salida, los resultados de la investigación

científica, constituyen verdaderas fuerzas motrices del desarrollo de una sociedad. Estos

resultados deben ser divulgados para que estén al alcance de toda la ciudadanía,

garantizando que puedan ser aplicados para aumentar el bienestar de la sociedad, para la

formación de nuevos profesionales y para la generación de nuevos conocimientos en un

ciclo permanente.

En este sistema dinámico constituido por la educación, la investigación y el desarrollo

económico, estos elementos están constantemente actuando entre sí y configurándose

plenamente.

El Sistema Nacional de Educación Pública debe tener una estructura científica básica,

fuerte y adecuadamente financiada, pero necesariamente, en contacto estrecho con los

sistemas educativos y productivos. Para esto proponemos la existencia de un diseño que

pesquise las necesidades sociales y elabore políticas de investigación enmarcadas en

una Estrategia de Desarrollo Nacional.

Propuestas:

- Sustitución del financiamiento a la investigación individualizado por académicos por un

sistema de financiamiento a las Universidades en base a una pauta nacional de

necesidades en áreas prioritarias.

- Publicación de la investigación en revistas científicas de “open access", liberando el

material docente para uso del público general. Esta acción busca garantizar la posibilidad

de acceder al conocimiento generado por las instituciones de educación superior públicas.

- Generación de un fondo de investigación regional para ser ejecutado por las

Universidades Públicas que ejecute proyectos de investigación generados por las

comunidades universitarias y las organizaciones sociales de la región.

3. Extensión

Aun siendo un pilar fundamental de las Universidades, existe un abandono indiscutible por

parte de las instituciones en el espíritu fundador de esta función.

En el Nuevo Sistema de Educación Pública la extensión debe ser:

- Con perspectiva transformadora: Capaz de romper con la lógica paternalista

educador/educando.

- Bidireccional: Promotora de relaciones de retroalimentación de las comunidades

adyacentes y de la comunidad universitaria.

- Vinculante: Construida a partir de las relaciones con las comunidades y su

incidencia real de éstas en el quehacer universitario, es decir, dependiente de la

continuidad de los lazos forjados entre ambos espacios.

Propuestas:

- Los planteles de Educación Superior, deben incorporar a su declaración de principios el

concepto de Extensión mencionado previamente.

- Exigencia de la función de Extensión de las disciplinas como condición de existencia de

las Universidades que reciban fondos estatales, reflejada principalmente en:

a) Inclusión de actividades de extensión en el currículum de las carreras.

b) Institucionalización en departamentos o unidades de Extensión que cuenten con

participación efectiva de la comunidad tanto universitaria como de los territorios con los

que se vincula, asegurando que tengan injerencia en las direcciones de los proyectos.

● Se debe reformular el sistema nacional de aseguramiento de la calidad,

estableciendo una nueva legislación que considere:

- Acreditación obligatoria para todas las instituciones de educación superior.

- Creación de nueva Agencia Nacional de Acreditación, que reemplace a la

CNA, cuya conformación no sea cuoteada por tipo de institución sino por

académicos de experiencia en docencia, gestión e investigación. Si alguna de

estas medidas implicara el cierre de la institución, el Estado deberá hacerse

cargo de la reubicación de las y los estudiantes afectados de modo que su

proceso educativo se vea lo menos afectado posible. El sistema nacional de

aseguramiento de la calidad debe dotarse de un sistema de información

centralizada y público de indicadores institucionales.

- Asociación entre la acreditación a la garantía del cumplimiento de estándares

en infraestructura y RRHH que permitan sustentar los proyectos académicos

de instituciones y programas.

- La generación de resoluciones para las universidades privadas en crisis orientadas

hacia el fortalecimiento de la educación pública. Para esto se deben barajar

alternativas como la estatización o fusión de instituciones con otras instituciones del

estado, para el caso que corresponda, garantizando y evitando la vulneración del

derecho a educación.