22
1 NIETZSCHE Y LOS FASCISTAS Georges Bataille ELISABETH JUDAS-FOERSTER El judío Judas traicionó a Jesús por una pequeña cantidad de dinero: después de lo cual se ahorcó. La traición de los parientes de Nietzsche no tiene la brutal consecuencia de la de Judas pero resume y acaba de hacer intolerable el conjunto de traiciones que deforman la enseñanza de Nietzsche (que la ponen al alcance de los objetivos más cortos de la fiebre actual), Las falsificaciones antisemitas de la Sra. Foerster, hermana, y del Sr. Richard Oehler, primo de Nietzsche, tienen por otra parte algo de más vulgar que el trato de Judas: más allá de toda medida, dan el valor de un latigazo a la máxima en la que se expresa el horror de Nietzsche hacia el antisemitismo: ¡No FRECUENTAR A NADIE QUE ESTÉ IMPLICADO EN ESTE DESCARADO CAMELO DE LAS RAZAS! 1 El nombre de Elisabeth Foerster-Nietzsche 2 , que el 8 de noviembre de 1935 ha concluido una vida dedicada a una forma tremendamente mezquina y degradante de culto familiar, todavía no se ha convertido en objeto de aversión... El 2 de noviembre de 1933, Elisabeth Foerster-Nietzsche no había olvidado las dificultades 1 Oeuvres posthumes, trad. Bolle, éd. du Mercure de France, 1934, § 858, pág. 309. 2 Sobre E. Foerster-Nietzsche, véase el artículo necrológico de W. F. Otto en Kantstudien, 1935, núm. 4, p. v. (dos retratos); pero mejor, E. Podach, L'effondrement de Nietzsche (tr. fr.), N.R.F., 1931; Podach otorga una realidad a las expresiones de Nietzsche sobre su hermana (personas como mi hermana son inevitablemente unos enemigos irreconciliables de mi manera de pensar y de mi filosofía, citado por Podach, pág. 68): desapariciones de documentos, vergonzosas omisiones del Nietzsche-Archiv ya podían atribuirse a esa singular «enemiga».

BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

1

NIETZSCHE Y LOS FASCISTAS

Georges Bataille

ELISABETH JUDAS-FOERSTER

El judío Judas traicionó a Jesús por una pequeña cantidad de dinero: después de lo cual se ahorcó. La traición de los parientes de Nietzsche no tiene la brutal consecuencia de la de Judas pero resume y acaba de hacer intolerable el conjunto de traiciones que deforman la enseñanza de Nietzsche (que la ponen al alcance de los objetivos más cortos de la fiebre actual), Las falsificaciones antisemitas de la Sra. Foerster, hermana, y del Sr. Richard Oehler, primo de Nietzsche, tienen por otra parte algo de más vulgar que el trato de Judas: más allá de toda medida, dan el valor de un latigazo a la máxima en la que se expresa el horror de Nietzsche hacia el antisemitismo:

¡No FRECUENTAR A NADIE QUE ESTÉ IMPLICADO EN ESTE

DESCARADO CAMELO DE LAS RAZAS!1

El nombre de Elisabeth Foerster-Nietzsche2, que el 8 de noviembre de 1935 ha concluido una vida dedicada a una forma tremendamente mezquina y degradante de culto familiar, todavía no se ha convertido en objeto de aversión... El 2 de noviembre de 1933, Elisabeth Foerster-Nietzsche no había olvidado las dificultades

1 Oeuvres posthumes, trad. Bolle, éd. du Mercure de France, 1934, § 858, pág. 309. 2 Sobre E. Foerster-Nietzsche, véase el artículo necrológico de W. F. Otto en Kantstudien, 1935, núm. 4, p. v. (dos retratos); pero mejor, E. Podach, L'effondrement de Nietzsche (tr. fr.), N.R.F., 1931; Podach otorga una realidad a las expresiones de Nietzsche sobre su hermana (personas como mi hermana son inevitablemente unos enemigos irreconciliables de mi manera de pensar y de mi filosofía, citado por Podach, pág. 68): desapariciones de documentos, vergonzosas omisiones del Nietzsche-Archiv ya podían atribuirse a esa singular «enemiga».

Page 2: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

2

surgidas entre ella y su hermano por su matrimonio, en 1885, con el antisemita Bernard Foerster. Ella misma 3 se encargó de hacer publicar una carta en la que Nietzsche le recuerda su «repulsión» —lo más señalada posible — hacia el partido de su marido, mencionado también con resentimiento. El 2 de noviembre de 1933, Elisabeth Foerster demostraba ante Adolfo Hitler, recibido por ella en Weimar en el Nietzsche-Archiv, el antisemitismo de Nietzsche dando lectura a un texto de Bernard Foerster.

Antes de abandonar Weimar para dirigirse a Essen, relata el Temps del 4 de noviembre de 1933, el canciller Hitler fue a visitar a la Sra. Elisabeth Foerster-Nietzsche, hermana del famoso filósofo. La anciana señora le regaló un bastón-estoque que había pertenecido a su hermano y le hizo visitar los archivos Nietzsche.

El Sr. Hitler escuchó la lectura de una relación dirigida en 1879 a Bismarck por el doctor Foerster, agitador antisemita, que protestaba «contra la invasión de Alemania por el espíritu judío». Empuñando el bastón de Nietzsche, el Sr. Hitler pasó entre la multitud en medio de aclamaciones y subió a su automóvil para dirigirse a Erfurt y de allí a Essen.

Nietzsche acababa con estas palabras una despreciativa carta dirigida en 1887 al antisemita Théodor Fritsch.4

¡PERO, EN FIN, QUE CREE USTED QUE SIENTO CUANDO EL NOMBRE

DE ZARATHUSTRA SALE DE LA BOCA DE LOS ANTISEMITAS!

3 Carta del 21 de mayo de 1887 publicada en francés en Lettres choisies, Stock, 1931. 4 La segunda de las dos cartas a Th. Fritsch, publicada en francés por el Sr. P. Nicolás (De Hitler a Nietzsche, Fasquelle, 1931, páginas 131-4). Debemos subrayar el interés de la obra de Nicolás cuya intención, en su conjunto, es análoga a la nuestra y que aporta importantes documentos. Pero hay que lamentar que el autor esté fundamentalmente preocupado por demostrar al Sr. Benda que no debería ser hostil a Nietzsche... y desear que el Sr. Benda sea fiel a sí mismo.

Page 3: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

3

EL SEGUNDO JUDAS DEL «NIETZSCHE-ARCHIV»

Adolfo Hitler se hizo fotografiar en Weimar delante del busto de Nietzsche. El Sr. Richard Cehler, primo de Nietzsche y colaborador de Elisabeth Foerster en el Archiv, hizo reproducir la fotografía como frontis de su libro, Nietzsche y el futuro de Alemania.5 En esta obra, ha intentado mostrar el profundo acuerdo de la enseñanza de Nietzsche con Mein Kampf. Es cierto que admite la existencia de fragmentos de Nietzsche que no serían hostiles a los judíos, pero concluye:

...Lo que más nos importa es esta advertencia: «¡Ni un judío más! ¡Cerrémosles nuestras puertas, sobre todo por el otro lado del Este! «...» «... que Alemania ya está demasiado llena de judíos y el estómago y la sangre alemanas deberán trabajar mucho antes de asimilar esta dosis de "judío", porque nosotros no tenemos la digestión tan activa como los italianos, los franceses o los ingleses que acabaron con ellos de una manera mucho más expeditiva: y tened en cuenta que se trata de la expresión de un sentimiento muy general, que exige que se le atienda y que se actúe. «¡Ni un judío más! ¡Cerrémosles nuestras puertas, sobre todo por el lado del Este (incluida Austria)!» Eso es lo que exige el instinto de un pueblo cuyo carácter todavía es tan débil y tan poco marcado que correría él riesgo de ser abolido por la mezcla de una raza más enérgica».

En este caso ya no se trata únicamente de un «descarado camelo »sino de una falsedad grosera y conscientemente fabricada. En efecto, el texto aparece en Más allá del bien y del mal (§ 251), pero la opinión que expresa no es la de Nietzsche; ¡es la de los antisemitas citada por Nietzsche en tono de guasa!

Todavía no he encontrado a un alemán, escribe, que quiera a los judíos; aunque los sabios y los políticos condenen unánimemente y sin reservas el antisemitismo, lo que su sabiduría y su política reprueban no es, no nos engañemos,

5 Friedrich Nietzsche und die deutsche Zukunft, Leipzig, 1935. R. Cehler pertenece a la familia de la madre de Nietzsche.

Page 4: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

4

el sentimiento en sí, sino únicamente sus temibles desencadenamientos, y las indecorosas y vergonzosas manifestaciones que provoca el sentimiento una vez desencadenado. Se puede decir claramente que Alemania ya está demasiado, etc.

¡Y sigue el texto atribuido por el fascista falsario a Nietzsche! Un poco más adelante llega a dar una conclusión práctica a estas consideraciones: «Podríamos muy bien comenzar echando a la calle a esos chillones antisemitas...» Esta vez Nietzsche habla en nombre propio. El conjunto del aforismo habla en el sentido de la asimilación de los judíos por los alemanes.

NO MATAR: REDUCIR A SERVIDUMBRE

¿ACASO MI VIDA PERMITE PENSAR QUE HAYA PODIDO DEJARME

«CORTAR LAS ALAS POR ALGUIEN»?6

El tono con que Nietzsche respondía cuando vivía a los inoportunos antisemitas, excluye cualquier posibilidad de tratar el problema con ligereza, de considerar la traición con los Judas de Weimar como venial: es un caso de «alas cortadas».

Los parientes de Nietzsche han emprendido algo tan ruin como reducir a una envilecedora servidumbre a quien pretendía arruinar la moral servil. ¿Es posible que no se oigan chirridos de dientes en el mundo y que eso no se convierta en una evidencia que, en medio de la creciente desorientación, provoque el silencio y la violencia? ¿Cómo, bajo el peso de la ira, no adquiere una caridad deslumbrante que cuando toda la humanidad se encamina hacia la servidumbre existe algo que no debe ser esclavizado, que no puede ser esclavizado?

6 En la primera de las dos cartas a Th. Fritsch. Ver nota de la pág. 126.

Page 5: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

5

LA DOCTRINA DE NIETZSCHE NO PUEDE SER DOMINADA

Puede ser únicamente seguida. Colocarla detrás, al servicio de cualquier cosa distinta es una traición que merece el desprecio de los lobos hacia los perros.

¿ACASO LA VIDA DE NIETZSCHE PERMITE PENSAR QUE ALGUIEN

SEA CAPAZ DE «CORTARLE LAS ALAS»?

Trátese del antisemitismo, del fascismo, o incluso del socialismo, sólo puede haber utilización. Nietzsche se dirigía a unos espíritus libres, incapaces de dejarse utilizar.

IZQUIERDA Y DERECHA NIETZSCHEANAS

El mismo movimiento del pensamiento de Nietzsche implica un derrumbamiento de los diferentes fundamentos posibles de la política actual. Las derechas basan su acción en la devoción afectiva al pasado. Las izquierdas en unos principios racionales. Ahora bien, tanto la devoción al pasado como los principios racionales (justicia, igualdad social) son igualmente rechazados por Nietzsche. Por consiguiente, debería ser imposible utilizar su enseñanza en cualquier de estos sentidos.

Pero esta enseñanza representa una fuerza de seducción incomparable, y en consecuencia una «fuerza» a secas, que los políticos deberían intentar dominar o al menos conciliar para beneficio de sus empresas. La enseñanza de Nietzsche «moviliza» la voluntad y los instintos agresivos: era inevitable que las acciones existentes intentasen arrastrar en su movimiento esas voluntades y esos instintos que se han hecho móviles y siguen inempleados.

La ausencia de cualquier posibilidad de adaptación a una de las direcciones de la política ha tenido en esas condiciones un único resultado. Al ser solicitada la exaltación nietzscheana gracias a un desconocimiento de su naturaleza, ha podido serlo en ambas direcciones a un mismo tiempo. En cierta medida, de la misma

Page 6: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

6

manera que anteriormente se habían formado una izquierda y una derecha hegelianas.7 Pero era el mismo Hegel quien se había situado en el plano político y sus concepciones dialécticas explican la formación de dos tendencias opuestas en el desarrollo póstumo de su doctrina. En un caso se trata de desarrollos lógicos y consecuentes, en el otro de inconsecuencia, de ligereza o de traición. En su conjunto, la exigencia expresada por Nietzsche, lejos de ser entendida ha sido tratada como cualquier otra cosa en un mundo donde la actitud servil y el valor de utilidad aparecen como lo único admisible. A la medida de este mundo, la inversión de los valores, aunque haya sido objeto de esfuerzos reales de comprensión, ha permanecido tan generalmente ininteligible que las traiciones y las interpretaciones banales de que es objeto pasan casi desapercibidas.

7 «¿Acaso no ha habido un hegelianismo de derecha y de izquierda? Puede haber un nietzschismo de derecha y de izquierda. Y me parece que el Moscú de Stalin y Roma, ésta consciente y aquél inconscientemente, plantean esos dos nietzschismos» (Drieu la Rochelle, Socialisme fasciste, N.R.F., 1934, pág. 71). En el artículo donde figuran estas líneas (titulado «Nietzsche contre Marx») el Sr. Drieu, aún reconociendo que «sólo un residuo de su pensamiento podrá ser entregado a la brutal explotación de los activistas», reduce a Nietzsche a la voluntad de iniciativa y a la negación del optimismo de progreso... De hecho, sino de derecho, la distinción entre dos nietzschismos opuestos no está menos justificada en el conjunto. Ya en 1902, en un artículo titulado «Nietzsche socialiste malgré lui» (Journal des Débats, 2 de septiembre de 1902), Bourdeau hablaba irónicamente de nietzscheanos de derecha y de izquierda. Jaurès (que en una conferencia en Ginebra identificaba superhombre y proletariado), Bracke (traductor de Humain trop humain), Georges Sorel, Félicien Challaye pueden ser citados en Francia entre los hombres de izquierda que se han interesado por Nietzsche. Es lamentable que se haya perdido la conferencia de Jaurès. Es importante observar también que la principal obra sobre Nietzsche se debe a Charles Andler, editor simpatizante del Manifiesto comunista.

Page 7: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

7

«OBSERVACIONES PARA LOS BURROS»

El propio Nietzsche dijo que sentía repugnancia hacia los partidos políticos de su tiempo, pero existe un equívoco a propósito del fascismo que sólo se ha desarrollado mucho después de su muerte y que además es el único movimiento político que, consciente y sistemáticamente, ha utilizado la crítica nietzscheana. Según el húngaro Georg Lukacs (que parece ser uno de los pocos teóricos marxistas actuales que han tenido una conciencia profunda de la esencia del marxismo; a partir del momento en que tuvo que refugiarse en Moscú, hay que decir que quedó moralmente roto y que sólo es una sombra de sí mismo), «la diferencia muy clara de nivel ideológico entre Nietzsche y sus sucesores fascistas no consigue ocultar el hecho histórico fundamental, que hace de Nietzsche uno de los principales antepasados del fascismo» (Littérature internationale, 1935, núm. 9, pág. 79). El análisis sobre el que Lukacs basa esta conclusión es quizás a veces refinado y hábil, pero es un análisis que prescinde de la consideración de la totalidad, es decir, de lo que sólo es «existencia». Fascismo y nietzschismo se excluyen, se excluyen incluso con violencia, en cuanto uno y otro son considerados en su totalidad: por una parte la vida se encadena y se estabiliza en una servidumbre interminable, por la otra no sólo sopla el aire libre sino incluso un viento de borrasca; por una parte se rompe la fascinación de la cultura humana para dar entrada a la fuerza vulgar, por la otra la fuerza y la violencia son consagradas trágicamente a esa fascinación. ¿Cómo es posible no distinguir el abismo que separa a un César Borgia, a un Malatesta, de un Mussolini? Los primeros, insolentes despreciadores de las tradiciones y de toda moral, sacando partido de acontecimientos sangrientos y complejos en aras de una avidez de vivir que les sobrepasa: el otro, dominado lentamente por todo aquello que sólo consigue poner en marcha paralizando poco a poco su impulso primitivo. A los ojos de Nietzsche, ya Napoleón «aparecía

Page 8: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

8

corrompido por los medios que se había visto obligado a emplear»; Napoleón «había perdido la nobleza de carácter». 8 Una presión infinitamente más pesada se ejerce indudablemente sobre los dictadores modernos, reducidos a extraer su fuerza de la identificación con todos los impulsos de las masas que Nietzsche despreciaba, en particular «la falaz admiración de sí mismas que practican las razas». 9 Hay una ironía corrosiva en el hecho de imaginar un posible acuerdo entre la exigencia nietzscheana y una organización política que empobrece la existencia al máximo, que encarcela, exila o mata todo lo que podría constituir una aristocracia 10 de «espíritus libres». Como si no fuera deslumbradoramente evidente que cuando Nietzsche exige un amor capaz del sacrificio de la vida, es hacia la «fe» que comunica, hacia los valores que su propia existencia hace reales, y no evidentemente hacia una patria...

«Observaciones para burros», escribía ya el propio Nietzsche, temiendo una confusión de ese tipo, tan miserable.11

MUSSOLINI NIETZSCHEANO

En la medida en que el fascismo tiene un origen filosófico, no se liga a Nietzsche sino a Hegel.12 Basta referirse al artículo que el propio Mussolini ha dedicado en la Enciclopedia Italiana al movimiento creado por él:13 el vocabulario y, más aún que el vocabulario, el

8 La voluntad de poder, § 1.026 (Obras completas, Leipzig, 1911, t. XVI, pág. 376). 9 El Gay Saber, § 377. 10 Nietzsche habla de aristocracia, habla incluso de esclavitud, pero si se expresa a propósito de «nuevos amos», habla de «su nueva santidad», de «su capacidad de renuncia». «Ellos dan — escribe — a los inferiores el derecho a la felicidad al que renuncian para ellos mismos.» 11 La voluntad de poder, § 942 (Obras completas, 1911, t. XVI, página 329). 12 Es sabido que el hegelianismo, representado por Gentile, es prácticamente la filosofía oficial de la Italia fascista. 13 Sub verbo «Fascismo». El artículo ha sido traducido como introducción de: B.

Page 9: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

9

espíritu son hegelianos, no nietzscheanos. Es cierto que Mussolini emplea en dos ocasiones la expresión de «voluntad de poder»: pero no es un azar que esta voluntad sea un atributo de la idea que unifica las multitudes...14

El agitador rojo ha sufrido la influencia de Nietzsche: el dictador unitarista se ha mantenido al margen de ella. El propio régimen se ha expresado sobre el problema. En un artículo de Fascismo de julio de 1932, Cimmino niega toda filiación ideológica entre Nietzsche y Mussolini. Sólo la voluntad de poder podría constituir un lazo entre sus doctrinas. Pero la voluntad de poder de Mussolini «no es egoísta», es postulada a todos los italianos, a los que el duce «quiere convertir en superhombres». Pues, afirma el autor, «aún cuando todos fuéramos superhombres, sólo seguiríamos siendo hombres... Por otra parte, nada más natural que Nietzsche guste a Mussolini: Nietzsche pertenecerá siempre a todos los hombres de acción y de voluntad... La profunda diferencia entre Nietzsche y Mussolini está en el hecho de que el poder en tanto que voluntad, la fuerza, la acción, son productos del instinto, diría casi de la naturaleza física. Pueden pertenecer a las personas más opuestas, se pueden poner al servicio de los objetivos más diversos. La ideología, al contrario, es un factor espiritual, es lo que une verdaderamente a los hombres...» No vale la pena insistir sobre el diáfano idealismo de este texto que tiene la virtud de la honestidad si se compara con los textos alemanes. Es más importante ver al duce lavado de una posible acusación de egoísmo nietzscheano. Las esferas dirigentes del

Mussolini, Le Fascisme, Denoel et Steele, 1933. 14 Mussolini escribe a propósito del pueblo: «No se trata de raza ni de región geográfica determinada, sino de un grupo que se perpetúa históricamente, de una multitud unificada por una idea que es una voluntad de existencia y de poder...» (Ed. Denoel et Steele, pág. 22).

Page 10: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

10

fascismo parecen mantener la interpretación stirneriana de Nietzsche expresada alrededor de 1908 por el propio Mussolini.15

Para Stirner, para Nietzsche, escribía entonces el revolucionario, y para todos aquellos que, en su Geniale Mensch, Turk denomina los antísofos del egoísmo, el Estado es opresión organizada en detrimento del individuo. Y, sin embargo, incluso para los animales de presa existe un principio de solidaridad... Según Darwin, el instinto de sociabilidad es inherente a la misma naturaleza del hombre. Es imposible imaginarse a un ser humano viviendo juera de la infinita cadena de sus semejantes. Nietzsche ha sentido profundamente la «.fatalidad» de esta ley de solidaridad universal. El superhombre nietzscheano intenta escapar a la contradicción: desencadena y dirige contra la masa exterior su voluntad de poder y la trágica grandeza de sus empresas ofrece al poeta —por poco tiempo aún— una materia digna de ser cantada...

Se explica así que al citar Mussolini las influencias no italianas que se ejercieron sobre el fascismo naciente hable de Sorel, de Péguy, de Lagardelle, y no de Nietzsche. El fascismo oficial ha podido utilizar grabándolas en los muros algunas tónicas máximas nietzscheanas: pero esto no excluye que sus brutales simplificaciones deban ser mantenidas alejadas del mundo nietzscheano, demasiado libre, demasiado complejo, demasiado desgarrador. Es cierto que esta prudencia parece reposar en una interpretación anticuada de la actitud de Nietzsche: pero si esta interpretación ha sido posible es porque el movimiento del pensamiento de Nietzsche constituye en último término un laberinto, es decir, todo lo contrario de las directivas que los sistemas políticos actuales piden a sus inspiradores.

ALFRED ROSENBERG

Sin embargo, a la prudencia del fascismo italiano se opone la afirmación hitleriana. Es cierto que Nietzsche no ocupa un lugar

15 En su artículo publicado entonces en un diario de la Romana, y reproducido por Marguerite B. Sarfatti (Mussolini, tr. fr., Albin Michel, 1927, págs. 117-121).

Page 11: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

11

oficial en el panteón racista. Chamberlain, Paul de Lagarde o Wagner ofrecen unas satisfacciones más sólidas a la profunda «admiración de sí misma» que practica la Alemania del Tercer Reich. Pero sean cuales fueren los riesgos de la operación, esta nueva Alemania ha tenido que reconocer a Nietzsche y utilizarlo. Representaba demasiados instintos movilizados, disponibles para toda clase, o casi, de acciones violentas; y la falsificación era además muy fácil. La primera ideología desarrollada del nacionalsocialismo, tal como ha salido del cerebro de Alfred Rosenberg, acomoda a Nietzsche.

En primer lugar, los chauvinistas alemanes tenían que desembarazarse de la interpretación stirneriana, individualista. Al eliminar al nietzschismo de izquierda, Alfred Rosenberg parece querer arrancar rabiosamente a Nietzsche de las garras del joven Mussolini y otros parecidos:

Federico Nietzsche, dice en su Mito del siglo XX, 16 representa el grito desesperado de millones de oprimidos. Su salvaje predicación del superhombre era una poderosa amplificación de la vida individual, subyugada y aniquilada por la presión materialista de la época... Vero una época amordazada desde hacía generaciones sólo entendió, por importancia, el aspecto subjetivo de la gran voluntad y de la experiencia vital de Nietzsche. Nietzsche exigía apasionadamente una personalidad fuerte: su existencia falsificada se convirtió en un llamamiento, un desencadenamiento de todos los instintos. En torno a su estandarte, se reagruparon los batallones rojos y los profetas nómadas del marxismo, una especie de hombres cuya doctrina insensata nunca había sido tan irónicamente denunciada por nadie como por Nietzsche. En su nombre, la contaminación de la raza por los negros y por los sirios progresó, cuando él mismo se doblegaba duramente a la disciplina característica de nuestra raza. Nietzsche había caído en los sueños de gigolos de color, lo que es peor que caer en las manos de unos bandidos. El pueblo alemán sólo oyó hablar de supresión de las presiones,

16 Der Mythus der 20. Jahrhunderts, Munich, 1932, pág. 523.

Page 12: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

12

de subjetivismo, de «personalidad», pero ya no se mencionaba la disciplina y la construcción interior. La frase más hermosa de Nietzsche «Desde el futuro se acercan unos vientos con extraños aletazos y en sus oídos resuena la buena nueva» no era más que una intuición nostálgica en medio de un mundo insano en el que, junto a Lagarde y a Wagner, era casi el único clarividente.

«Si supiera lo que me reí la primavera pasada leyendo las obras de ese testarudo sentimental y vanidoso que se llama Paul de Lagarde»: así es como se expresaba Nietzsche hablando del famoso pangermanista.17 La risa de Nietzsche podría evidentemente pasar de Lagarde a Rosenberg, la risa de un hombre al que tanto repugnan los socialdemócratas como los racistas. Por otra parte, la actitud de Rosenberg no debe considerarse únicamente como un nietzschismo vulgar (como se admite a veces, como lo admite Edmond Vermeil). El discípulo no es solamente vulgar sino prudente: el sólo hecho de que un Rosenberg hable de Nietzsche bastaría para «cortar las alas», pero parece que las alas de un hombre de esta talla son demasiado duras de roer. En su opinión, todo lo que no es nórdico debe ser rigurosamente suprimido. ¡ Ahora bien, sólo los dioses del cielo son nórdicos!

Mientras que los dioses griegos, escribe18 eran los héroes de la luz y del cielo, los dioses del Asia Menor no aria asumían todas las características de la Tierra... Dionisos (al menos en su parte no-aria) es el dios del éxtasis, de la lujuria, de la bacanal desencadenada... Durante dos siglos, se ha proseguido la interpretación de Grecia. De Winckelmann a Voss, pasando por los clásicos alemanes, se insistió sobre la luz, la mirada dirigida hacia el mundo, lo inteligible... La otra corriente — romántica — se nutrió de los flujos secundarios indicados al final de la Ilíada para la fiesta de los muertos o en Esquilo por la acción de las Erinias. Se vivificó en los contradioses clónicos del Zeus olímpico. Al hablar de la muerte y de sus

17 Primera carta a Th. Fritsch, citada anteriormente. 18 Der Mithus der 20. Jahrhunderts, pág. 55. Esta hostilidad del fascismo a los dioses crónicos, a los dioses de la Tierra, es indudablemente lo que le sitúa de una manera más precisa en el mundo psicológico o mitológico.

Page 13: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

13

enigmas, se veneró a las diosas-madres, con Démeter a la cabeza, y se desarrolló finalmente en el dios de los muertos: Dionisos. Es en ese sentido que Welcker, Rohde y Nietzsche hicieron de la madre tierra una genitora, ella misma informe, de la vida que, perpetuamente, regresa a través de la muerte a su seno. El gran romanticismo alemán se estremeció con los temblores de la adoración y como unos velos cada vez más densos caían ante la faz radiante de los dioses del cielo, cada vez se hundió más profundamente en lo instintivo, lo informe, lo demoníaco, lo sexual, lo extático, lo ctónico, en el culto de la Madre.

Hay que recordar de entrada que Rosenberg no es el pensador oficial del Tercer Reich, y que está claro que su anticristianismo no ha recibido ninguna consagración. Pero cuando expresa su repulsión hacia los dioses de la Tierra y hacia las tendencias románticas que no tienen como objeto inmediato una composición de fuerza, expresa sin lugar a dudas la repulsión del propio nacionalsocialismo.

El nacionalsocialismo es menos romántico y más maurrasiano de lo que suele imaginarse y no hay que olvidar que Rosenberg es su expresión ideológica más próxima a Nietzsche: el jurista Carl Schdmidt, que no lo representa menos realmente que Rosenberg, está muy próximo a Maurras y, de origen católico, ha sido siempre ajeno a la influencia de Nietzsche.

UNA «RELIGIÓN HIGIÉNICA Y PEDAGÓGICA»: EL NEO-PAGANISMO ALEMÁN

El «neo-paganismo» alemán19 es lo que ha introducido la leyenda de un nacionalsocialismo poético. Únicamente en la medida en que el racismo alcanza esta forma religiosa excéntrica, expresa una cierta corriente vitalista y anticristiana del pensamiento alemán.

19 Sobre el neo-paganismo alemán, ver el artículo de A. Beguin en Revue des Deux-Mondes, 15 de mayo de 1935.

Page 14: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

14

Es exacto que una creencia algo caótica pero organizada representa hoy libremente en Alemania esta corriente mística que, a partir de la gran época romántica, se ha expresado en los escritos de Bachofen, Nietzsche y más recientemente de Klages.20 Dicha corriente no ha tenido nunca la menor unidad, pero se distingue por la valorización de la vida contra la razón y por la oposición de formas religiosas primitivas al cristianismo. En el interior del nacionalsocialismo, Rosenberg representa actualmente su tendencia más moderada. Unos teóricos-profetas mucho más atrevidos (Hauer, Bergmann) se encargan, siguiendo al conde Reventlow, de intentar una organización cultural análoga a la de las iglesias. Este intento no es nuevo en Alemania, donde una «comunidad de la Fe germánica» existía desde 1908 y donde el propio mariscal Ludendorf quiso convertirse, después de 1923, en el jefe de una iglesia alemana. Después de la toma del poder hitleriano, las diferentes organizaciones existentes reconocieron en un congreso la comunidad de sus objetivos y se unieron para formar el «Movimiento de la fe alemana».

Pero si bien es un hecho que los prosélitos de la nueva religión no oponen a la exaltación romántica los límites mezquinos y estrictamente militares de Rosenberg, no por ello están menos de acuerdo en el punto de que, una vez proclamado el anticristianismo y divinizada la vida, la única religión es la raza, es decir, Alemania. El antiguo misionero protestante Hauer exclama: «¡Sólo hay una virtud: ser alemán!». Y el extravagante Bergmann, apasionado por el psicoanálisis y la «religión higiénica», afirma que «si Jesús de

20 Tenemos que observar que a propósito del escritor contemporáneo Ludwis Klages, conocido especialmente por sus trabajos de caracterología, el barón Selliére (De la déesse nature a la déesse vie, Alcan, 1931, pág. 133) utiliza la expresión de acéfalo... Klages es, además, el autor de uno de los libros más importantes dedicados a Nietzsche, Die psychologischen errumgensschaften Nietzsches, 2.a ed., Leipzig, 1930 (1.a ed.: 1923).

Page 15: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

15

Nazareth, médico y bienhechor de la humanidad, volviera hoy, descendería de la cruz a la que le mantiene clavado una falsa comprensión; reviviría como médico del pueblo, como doctrinario de la higiene de la raza».

¡El nacionalsocialismo sólo escapa a la mezquindad tradicional y pietista para asegurar mejor su pobreza mental! El hecho de que los adeptos de la nueva fe practiquen unas ceremonias en el curso de las cuales se leen fragmentos de Zarathustra acaba de situar esta farsa muy lejos de la exigencia nietzscheana, en la más vulgar fraseología de unos titiriteros que se imponen por todas partes a la fatiga.

Es necesario añadir, finalmente, que los dirigentes del Reich parecen poco propensos, cada vez menos propensos, a apoyar este movimiento heteróclito: el cuadro de la participación concedida en la Alemania de Hitler a un entusiasmo libre, anticristiano, tomando una apariencia nietzscheana, acaba pues vergonzosamente.

MAS PROFESORAL…

Queda finalmente — y quizá sea el más serio — el consecuente intento del Sr. Alfred Baeumler de utilizar unos conocimiento reales y un cierto rigor teórico para la construcción de un nietzschismo político. El librito de Baeumler, Nietzsche, el filósofo y el político21 del que las ediciones Reclam han hecho una copiosa tirada, desprende del laberinto de las contradicciones nietzscheanas la doctrina de un pueblo unido por una común voluntad de poder. Hay que decir que dicho trabajo es posible y era fatal que se hiciera. Sugiere en su conjunto una figura precisa, nueva, admirablemente artificial y lógica. Imaginémonos a Nietzsche preguntándose: «¿Para qué podrá ser útil lo que yo he sentido y percibido?».

21 Nietzsche, der Philosoph Und Politiker, Leipzig, 1931; los dos fragmentos citados, págs. 98 y 80.

Page 16: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

16

En efecto, esto es lo que el Sr. Baeumler se habría preguntando en su lugar. Y como es imposible ser útil a lo que no existe, el Sr. Baeumler se refiere necesariamente a la existencia que se le impone, que habría debido imponerse a Nietzsche, la de la comunidad a que uno y otro estaban abocados por su nacimiento. Dichas consideraciones serían correctas a condición de que la hipótesis formulada hubiera podido recibir un sentido en el espíritu de Nietzsche. Queda otra suposición posible: lo que Nietzsche sintió y percibió no podía ser reconocido por él como una utilidad, sino como un fin. De igual manera que Hegel esperó que el Estado prusiano realizara el Espíritu, Nietzsche, después de haberla vituperado, habría podido esperar confusamente que Alemania diera un cuerpo y una voz reales a Zarathustra... Pero parece que la inteligencia del Sr. Baeumler, más exigente que la de un Bergmann o un Oehler, elimina unas representaciones demasiado cómicas. Le ha parecido oportuno ignorar todo lo que había sido percibido por Nietzsche, de manera demasiado incontestable, como fin y no como medio, y lo ha ignorado abiertamente a cambio de unas observaciones positivas.

Al referirse a la muerte de Dios, Nietzsche empleaba un lenguaje desordenado que atestiguaba la más insoportable experiencia interior. Baeumler escribe:

Para comprender exactamente la actitud de Nietzsche con respecto al cristianismo, no hay que perder nunca de vista que la frase decisiva, Dios ha muerto, tiene el sentido de una comprobación histórica.

Al describir lo que experimentó la primera vez que se le presentó la visión del eterno retorno, Nietzsche escribía: «La intensidad de mis sentimientos me hacía temblar y reír a un tiempo... no eran lágrimas de enternecimiento, eran lágrimas de júbilo...».

En realidad, afirma "Baeumler, la idea del eterno retorno carece de importancia desde el punto de vista del sistema de Nietzsche. Debemos considerarla como la

Page 17: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

17

expresión de una experiencia altamente personal. No tiene ninguna relación con el pensamiento fundamental de la voluntad de poder e incluso, tomada en serio, esta idea rompería la coherencia de la voluntad de poder.

De todas las representaciones dramáticas que han dado a la vida de Nietzsche el carácter de un desgarramiento y de un combate jadeante de la existencia humana, la idea del eterno retorno es seguramente la más inaccesible. Pero de la incapacidad de acceder a ella a la decisión de no tomarla en serio, va un paso: el de la traición. Mussolini reconocía tiempo atrás que la doctrina de Nietzsche no podía reducirse a la idea de voluntad de poder. A su manera, el Sr. Baeumler, al dar el paso que lleva a la traición, lo reconoce con una evidencia incomparable: castrándola a plena luz...

EL «PAÍS DE MIS HIJOS»

La utilización de Nietzsche exige de entrada que toda su experiencia patética se oponga al sistema y se borre ante él. Pero su exigencia llega más lejos.

Baeumler opone a la comprensión de la Revolución la comprensión del mito: en su opinión, la primera iría ligada a la conciencia del futuro, la segunda a un agudo sentimiento del pasado.22 Es obvio que el nacionalismo implica la esclavitud al pasado. En un artículo de Esprit (1.° noviembre 1934, páginas 199-208), Levinas ha ofrecido sobre este punto una expresión filosófica del racismo en particular, más profunda que la de sus adeptos. Si citamos aquí su parte esencial, es posible que la oposición profunda entre la enseñanza de Nietzsche y su encadenamiento aparezca esta vez con una brutalidad suficiente:

La importancia, escribe Levinas, concedida a este sentimiento del cuerpo al que nunca ha querido contentarse el espíritu occidental, está en la base de una nueva concepción biológica del hombre. Lo biológico, con todo lo que implica de fatalidad,

22 Cf. Selliére, op. cit, pág. 37.

Page 18: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

18

pasa a ser más que un objeto de la vida espiritual, se convierte en su corazón. Las misteriosas voces de la sangre, los llamamientos de la herencia y del pasado a los que el cuerpo sirve de enigmático vehículo pierden su naturaleza de problemas sometidos a la solución de un Yo soberanamente libre. El Yo sólo aporta para resolverlas las incógnitas mismas del problema. Está constituido por ellas. La esencia del hombre ya no está en su libertad, sino en una especie de encadenamiento...

A partir de entonces, cualquier estructura social que anuncie una liberación con respecto al cuerpo y que no le comprometa, se convierte en sospechosa de repudio, de traición...

Una sociedad de base consanguínea se desprende inmediatamente de esa concreción del espíritu... Cualquier asimilación racional o comunión mística entre espíritus que no se apoye sobre una comunidad de sangre es sospechosa. Y, sin embargo, el nuevo tipo de verdad es incapaz de renunciar a la naturaleza formal de la verdad y de dejar de ser universal. La verdad por mucho que se empeñe en ser mi verdad en el más amplio sentido del posesivo, debe tender a la creación de un mundo nuevo. Zarathustra no se contenta con su transfiguración, desciende de su montaña y aporta un evangelio. ¿Cómo puede ser compatible la universalidad con él racismo"? Eso obligaría a una modificación fundamental de la misma idea de la universalidad. Debe ser reemplazada por la idea de expansión, pues la expansión de una fuerza presenta una estructura absolutamente distinta a la de la propagación de una idea... La voluntad de poder de Nietzsche que la Alemania moderna recupera y glorifica no es únicamente un nuevo ideal, es un ideal que al mismo tiempo aporta su propia forma de universalización: la guerra, la conquista.

Levinas, que introduce sin preocuparse por justificarla la identificación de la actitud nietzscheana con la actitud racista, se limita, de hecho, a ofrecer involuntariamente una deslumbrante evidencia de su incompatibilidad e incluso de su carácter de contrarios.

Page 19: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

19

La comunidad sanguínea23 y el encadenamiento al pasado están en su conexión lo más alejados posible y fuera de la visión de un hombre que reivindicaba con mucho orgullo el nombre de «sin-patria». Y podemos excluir de la comprensión de Nietzsche a todos aquellos que no atribuyan todo su valor a la profunda paradoja de otro nombre que era reivindicado con no menos orgullo, el de HIJO DEL FUTURO.24 A la comprensión del mito ligada por Baeumler al sentimiento agudo del pasado responde el mito nietzscheano del futuro.25 El futuro, la maravillosa incógnita del futuro, es el único objeto de la fiesta nietzscheana.26 «En el pensamiento de Nietzsche, la humanidad tiene mucho más tiempo hacia delante que hacia atrás, ¿cómo, de modo general, el ideal podría ser tomado en el pasado?27 Sólo el don agresivo y gratuito de uno mismo al futuro, en oposición a la avaricia patriotera, encadenada al pasado, puede fijar una imagen suficientemente grande de Nietzsche en la persona de Zarathustra que exige que le repudien. ¿Cómo pueden presenciar tranquilamente los «sin-patria», los desencadenados del pasado que viven hoy, que se encadene a la miseria patriótica a aquel de entre ellos a quien el odio por esa miseria consagraba al PAÍS DE SUS HIJOS? Cuando las miradas de los otros están ancladas en el país de sus padres, en su patria, Zarathustra veía el PAÍS DE SUS HIJOS.28 Frente a este mundo

23 Nietzsche se interesa generalmente por la belleza del cuerpo y de la raza sin que este interés le determine la elección de una comunidad sanguínea limitada (ficticia o no). El lazo de la comunidad que tiene en cuenta es sin lugar a dudas el lazo místico, se trata de una «fe», no de una patria. 24 El gay saber, § 377, bajo el título de «Nosotros, sin patria». 25 Den mythus der zunkunft dichten! escribe Nietzsche en unas notas para Zarathustra (Obras Completas, Leipzig, 1901, t. XII, página 400). 26 Die Zukunft feiern nicht die Vergangenheit! (el mismo fragmento de la cita anterior); Ich liebe die Unwissenheit um die Zukunft (El Gay Saber, § 287). 27 Obras postumas (Obras Completas, Leipzig, 1901, t. XIII, página 362). 28 Así hablaba zarathustra, 2.a parte, «El país de la civilización». «Me han expulsado de las patrias y de las tierras natales. Así pues, sólo amo el país de mis hijos...

Page 20: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

20

cubierto de pasado, cubierto de patrias de la misma manera que un hombre está cubierto de llagas, no puede existir una expresión más paradójica, ni más apasionada, ni más grande.

«NOSOTROS SIN-PATRIA...»

Hay algo trágico en el simple hecho de que el error de Levinas sea posible (pues en este caso es indudable que se trata de error, no de idea preconcebida). Las contradicciones de que mueren los hombres aparecen de repente extrañamente insolubles. Pues si los partidos opuestos, que adoptan unas soluciones opuestas, han decidido en apariencia estas contradicciones, no se trata más que de groseras simplificaciones: y estas apariencias de solución no hacen más que alejar las posibilidades de escapar a la muerte. Los desencadenados del pasad son los encadenados a la razón; aquellos a quienes la razón no encadena son los esclavos del pasado. El juego de la política exige para producirse unas posiciones tan falsas: y no parece posible que se llegue a cambiarlas. Transgredir con la vida las leyes de la razón, responder a las exigencias de la vida misma contra la razón, significa en política, prácticamente, atarse de pies y manos al pasado. Y sin embargo la vida exige tanto ser liberada del pasado como de un sistema de mediciones racionales y administrativas.

El movimiento apasionado y tumultuoso que forma la vida, que responde a lo que ella exige de extraño, de nuevo, de perdido, aparece a veces transportado a la acción política: sólo se trata de una breve ilusión. El movimiento de la vida sólo se confunde con los movimientos limitados de las formaciones políticas en unas condiciones determinadas;29 en otras condiciones, lleva más lejos, precisamente ahí donde se perdía la mirada de Nietzsche.

Quiero redimirme ante mis hijos de haber sido el hijo de mis padres.» 29 Una revolución como la revolución rusa puede dar quizás su medida. La puesta en cuestión de toda realidad humana es una inversión de las condiciones materiales de la existencia aparece repentinamente como respuesta a una

Page 21: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

21

Más lejos, allí donde las simplificaciones adoptadas para un momento y un objetivo muy cortos pierden su sentido, allí donde la existencia, allí donde el universo que la aporta, aparecen de nuevo como un laberinto. Hacia ese laberinto que es el único que encierra las numerosas posibilidades de la vida, no hacia unas inmediatas pobrezas, es donde se dirige el pensamiento contradictorio de Nietzsche impulsado por una libertad desconfiada.30 Parece incluso el único que escapa en el mundo actual a las urgentes preocupaciones que nos impiden abrir los ojos a la lontananza. Los que ya perciben el vacío en las soluciones propuestas por los partidos, y que sólo ven en la esperanza suscitada por esos partidos oportunidad para guerras desprovistas de otro olor que el de la muerte, buscan una fe a la medida de las convulsiones que sufren: la posibilidad para el hombre de encontrar no ya una bandera y las insensatas matanzas que esa bandera precede, sino todo lo que en el universo puede ser motivo de risa, de arrebato o de sacrificio...

«Nuestros antepasados, escribía Nietzsche, eran unos cristianos de una lealtad sin igual que, por su fe, habrían sacrificado sus bienes y su sangre, su estado y su patria. Nosotros... hagamos nosotros lo mismo. Vero, ¿por qué? ¿Por irreligión personal? ¿Por irreligión universal? ¡No, vosotros lo sabéis mucho mejor, amigos míos! El SÍ oculto en vosotros es mucho más fuerte que todos los NO y todos los

exigencia despiadada, pero no es posible prever su alcance: las revoluciones confunden cualquier previsión inteligente de los resultados. El movimiento de la vida tienen sin duda poco que ver con las consecuencias más o menos depresivas de un traumatismo. Se encuentra en unas determinaciones oscuras, lentamente activas y creadoras de las que las masas no tiene conciencia el principio. Es particularmente miserable confundirlos con los reajustes exigidos por unas masas conscientes y operados en el plano político por unos especialistas más o menos parlamentarios. 30 Esta interpretación del «pensamiento político» de Nietzsche, la única posible, ha sido admirablemente expresada por Jaspers. Remitimos (pág. 157) a la extensa cita que incluimos en la crítica de la obra de Jaspers.

Page 22: BATAILLE Georges - Nietzsche y Los Fascistas

22

QUIZÁS de que enfermáis junto con vuestra época: y si es necesario que vayáis al mar, emigrantes, preocuparos de hallar en vosotros mismos una fe...»31

La enseñanza de Nietzsche elabora la fe de la secta o de la «orden» cuya voluntad dominadora constituirá el libre destino humano, arrancándolo tanto de la esclavitud racional de la producción como de la esclavitud irracional al pasado. Que los valores derribados no pueden ser reducidos al valor de utilidad, es un principio de una importancia vital tan acuciante que se acompaña de todo lo que la vida aporta de voluntad tempestuosa de vencer. Fuera de esta definida resolución, esta enseñanza sólo da lugar a las inconsecuencias o a las traiciones de los que pretenden tenerla en cuenta. La esclavitud tiende a englobar toda la existencia humana y lo que está en cuestión es el destino de esta existencia libre.

31 Es la conclusión del § 377 del Gay Saber, «Nosotros, sin patria». Este parágrafo caracteriza con más precisión que ningún otro la actitud de Nietzsche frente a la realidad política contemporánea.