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Belinchón _2000, a._. Psicología del Lenguaje_2

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o

-1

Mercedes Bellnch6nJose Manue l Igoa .

Angel Riviere

~EzC)

ou

Pslcologla del lenguaje.

Investigaci6n y teorfa

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, 1

Capitulo 11

LACOMPRENSION DEL DISCURSO

1. INTRODUCCION

1.1. La autonomia psicolo gica del pLano del discurs o

Las investigaciories sobre cornpre.nsiori lexica y oracional, examina-das en los dos ultirnos capltulos, son esenciales para descubrir elfuncionamiento de Iamaquinaria compleja que realiza la actividad decomprender el lenguaje, pero ofrecen una idea parcial de en queconsiste esa actividad como un todo. Definen como se construyenpsicologicamenre los elementos del lenguaje, pero no sus productosulrirnos. Asi, la siruacion de alguien que s610 tuviera idea de losprocesos mas moleculares, pero no de los mas globales que corisri-tuyen e! discurso, seria semejante a la del visitante de una industriaque viera piezas sueltas, sin informarse sobre los productos finalesfabricados con tales piezas. A los productos ult.irrrosde la maquinarialingiiistica de la mente los denominarnos textos 0 discursos 1 Alpenetrar en su estudio, conviene que nos enfrentemos ados preguntasacerca del sentido psicolingiiistico de nuestro crrrpefro, La prirnera essi es preciso diferenciar un nuevo riivel psicologico autorrorrro, unplano discursivo, en la corrrprerrsion y la producci6n. La segunda

1. En la literarur a psrco liriguis rica no siernp re se preserva eI uso habitual dd ter-mirro «tex to »

para las unidades rrrayos-es del lerrgua ie escrn o, y «discurso» para las del oral. En ocasiones, el usa

de uno u Otro rerrn ino responde mas bien a rcadiciones inrelecruales. As), poe ejemplo, en la

rradicion estructuralisra de la lingiiistica de habla francesa, se emplean frecuentemente rerrnino s

como «linguisrrca del rcxro » (0 Iirigufsr.ica textual) y «gra rnaricas del texro> , refu-iendodos a modelos

que se aplican tanto a] lenguajc escrito como al oral; en la lieeratu ra anglosajona, se sue-len incJuir

baio el cncabccirnicnro de «p-roces.os de .discurso» (0 cornpcens ion del discurso) numerosos esrudios

realiz.ados con textos escriros. En general, y como icmo s viendo a 10 largo de este capitulo (y

a mb ien del capitulo 14), s e han real izado muchas mas estudios con r e . x t o s e s c r i r o s que con

discursos oeales. La fijeza de ]05 rcxtos escrtros proporcioria venrajas mero dofog'ica s que explican,

en parte, ese ciesfase ,

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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACON Y TEORIA LA COMPRENSION DEL DISCURSO

pregunta se refiere al sentido especificamente lingu istico de ese plano.

2ES preciso recurrir al nivel supraoracional del discurso para dar

cuenta de la actividad psicolingiiistica?, ~son de naturaleza lingiiistica

(y no, por ejemplo procesos globales de pensamiento) los procesos

que se siruarr en ese nive! explicativo nuevo?

La respuesta positiva a la prirnera cuestion se deriva del hecho de

que la cornprension del lenguaje incluye un nivel sup.raoracional, que

coritiene propiedades especificas y leyes compositivas propias: e!discurso se define por una coherencia que no depende solo de la

forma y e! significado de las oraciones que 10 componen. Adernasresulta de procesos molares y propios de composiciori, gracias a los

cuales se transmiten estructuras complejas de ideas e intenciones, que

sobrepasan estructuralmente el plano de las oraciones, y no siempre

se contienen explkitamente en elias. Bajo el tapiz de las oraciones, se

teje una red de ideas, una trama de intenciones que tiene que ser

construida (en la pr oduccion) 0reconstruida (en la cornprension) por

aquellos que se comunican. Desde la atalaya del plano discursivo, la

actividad de los usuarios del lenguaje ofrece una imagen mas se-

mejante a la tarea del paleonrologo, que reconstruye un animal pri-

mitivo sirvieridose de algunas daves, que a la del traductor, que busca

la maxima fidelidad posible en la traslacion entre codigos.

Los ..procesos de cornprcrisiori del discurso hacen intervenir un

fuerte componente inferencial y no consisten solo en procesos dedescodificacion. Esta actividad inferencial se halla presente, no obs-

tante, y como veiarnos en el ultimo apartado del capitulo aDter.!QI, en

los procesos de cornprension de oraciones, sicndo uno de los «puen-

res» que permiten avanzar desde los dominios mas locales deLQJ_Qce-

samiento Iinguistico hasta el dominio global en que se situa el

discurso. Las oraciones son, en efecto, como c1aves que perrniren

seguir la p ista de ideas e intenciones entrelazadas, que son los

productos finales de esos procesos. No habr ia mayor problema si

cada oracion correspondiera a una idea y el resulrado de la actividad

de comprender el discurso fuera una proyeccion proposicional biuni-

voca de las oraciones explicitas en d. En ese caso, sl que cabria

comparar la tarea del que comprende con la de un traductor. Pero no

es cierto que cad a oracion se correspond a con una proposicion

(puede conrener varias), ni que el discurso comprendido se componga

solo de las proposiciones establecidas explicitamente en las «or acio-nes de entrada». La cornprerisio n del discurso es una funcion inferen-

cial muy compleja que, partiendo de un conjunto de oraciones,

produce un conjunto de proposiciones explicitas 0inferidas, y en una

segunda fase (no necesariamente secundaria a la primera, ni en un

plano temporal ni en uno psico logico), elabora una trama de inten-

ciones, a partir de las ideas 0proposiciones. Estas no son proyeccion

biuriivoca de las oraciones, puesto que a) no se individualizan con los

misrnos limites de las oraciones, b) ni estan siempre representadas

explkitamente en elias, sino que pueden ser ariad idas en d proceso de

cornputo de dicha funcion. Un ejemplo muy simple puede servirnos

para dar cuerpo a las afirmaciones anteriores. Vearnos eI parrafo 1:

1. La bomba fue en el banco, pero ardio toda la manzana, Los rerroristas huyeron

antes de que llegase la policia , Los bomberos fueron todavia mas lentos, por 10 que

no quedo piedra sobre piedra.

Lo que se dice en 1 no puede comprenderse SI no se tienen en

cuenta ideas que no se reflejan explicitamente en el texto: la bomba

era un artefacto explosivo, y no un mecanismo para extraer un liqui-

do; el banco, un edificio de una entidad financiera y no un mueble

para sentarse; la manzana era un conjunto de casas, y no una fruta; el

edificio del banco estaba situado en la manzana a la que se refiere la

segunda claustrla ; fueron los terroristas de la tercera ora cion los que

pusieron el artefacto explosivo en el edificio del banco; los po licias

fueron lentos; las piedras de la ultima clausula eran de los edificios de

la manzana; los polidas persiguen normalmente a los terroristas;

estos ponen bombas, y tienden normal mente a huir de los polidas; los

bomberos tienen la mision de apagar los fuegos de los edificios, etc.

En las situaciones comunicativas normales, el discurso no hace

exp licitas todas las ideas necesarias para su cornp rensiorr, sino que da

por supuesto un nurnero enorme de elIas (hasta tal punto que elproblema del investigador puede ser mas el de definir como se impide

la "metastasis» de las ideas activadas por cualquier unidad de discur-

so, evitando la inrervenci on activa del conjunto de todas las ideas

contenidas en el sistema cognitivo), y deja otras a la libre 0necesaria

inferencia del que comprende. Por eso, resulra clarificadora la afirrna-

cion de que cualquier unidad del discurso se deriva de un comprorni-

so entre lo tacito y lo explicito, Las unidades Iingui sticas explicit as en

el discurso constituyen vias para acceder a significados e ideas que

solo en parte se dicen y, en su mayor parte, se callan.

{En que prinQ.~se basa la seleccion de las ideas que deben

hacerse ~xplkitas .y las qye deb~ermanece!:... tacitas~n, el dls_curso?;~por que no hacerlas todas mariifiest as? La respuesta mas expeditiva

a esta ultima pregunta es muy simple: para hacer explkitas todas las

proposiciones presupuestas 0 implicadas por cualquier unidad de

discurso, esa unidad reridr ia que alargarse de forma tediosa y, proba-blemente, indefinida. En cuanto a Ia primera cuestion, hay un princi-

pio fundamental del que se siguen supuestos importantes para expli-

car el compromiso entre 10 tacito y 10 cxp licito , al que nos hemos

refer ido. Es el denominado por Grice (1957) «pr incip io de coopera-

cion» (efr. capit ulos 5 y 14), que establece en esencia que el discurso

es una actividad cooperativa entre los interIocutores (0, en el caso del

texto, entre el escritor y sus lectores potenciales). Los supuest os

estrechamente relacionados entre si y que se siguen de ese principio

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PSICOOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y HORIA LA COMPRENSION DEL DISCURSO

son los de relevancia, economia y' coherencia. En sinresis, irnp lican la

idea de que los diseursos se comprenden y producen generalmente

tratando de producir el maximo imp acto p osible en las ideas de los

interlocutores, con el minimo posible y estilisticamente desable de

recursos lingiiisticos; asl, los diseursos conforman conjuntos de ora-

clones relacionadas internamente entre sf y con marcos compartidos

de conocimientos sobre el rnundo. Los principios de relevancia,

economia y coherencia explican por que no hay que decir todo 10estrictamente requerido para comprender eI discurso, por que no sehacen expliciras rodas las ideas que deben intervenir en su compren-

sion,

1.2. Factores conceptuales y linguisticos en el discurso:

fa Teorla de la Dependencia Conceptual

discurso es la Teoria de la Dependencia Conceptual (TDC) de Roger

Schank '(1975), reelaborada en el modelo de estructura de conoci-

miento de Schank y Abelson (1977). Ideada con el objetivo de

desarrolla r sistemas artificiales de cornprension del discurso, la TDC

parte del supuesto de que el p~oceso de coo:prension se guia por

entidades muy abstractas, de caracter prop osiciorial 0conceptu~l (~as

denominadas «conceptua liz.aciortes»), compuestas a su vez de prrmm-

vos conceptuales, que son principios ultirnos en que se descomponenlos elementos lexicos. Las conceptualizaciones pueden ser: a) de

accion (cuya forma general es «Actor-Accion-Objeto-Direccion») 0b)

de estado (de forma «Objeto-Estado»). Tales conceptualizaciones son

comunes a oraciones sinonirnas, e incluyen ideas no expliciras en el

discurso pero necesarias para su compr~nsion. . .

El nucleo principal de las conceprualizaciones son los aetos primt-

tivos, que pueden entenderse, c?mo primitivos s~ma~ticos que se

incluyen, principal pero no urucarnente, en el significado de. los

verbos. Son elementos de significado tales como los que irnplican

transferir una relacion de posesion 0control (ATRANS), la localiza-

cion fisica de un objeto (PTRANS) 0 informacion (MTRANS),

aplicar una fuerza sobre un objeto (PROPEL), mover una parte

del cuerpo (MOVE), hacer entrar en (INGEST). 0 salir a!go de el

(EXPEL), producir sonidos (SPEAK), elaborar informacion ~u~va

(MBUILD) 0arender a un estirnulo (ATTEND). Estos actos prrrnin-

vos "no son nombres de caregorias de verbos. Son los cornporientes

de la acciori. En quirnica es la forrnacion de compuestos a partir de

elementos», dicen Schank y Abelson (ed. esp. de 1987, p. 29) y su uso

,< reduce drasticarnente el problema de la inferencia, puesro que las

reglas de inferencia solo necesitan ser descritas una vez para cualquier

ACTO y no cada vez para cada verbo que hace referencia a di-

cho ACTO" (ibidem). Por otra parte los «esrados» (expectativas,

estados mentales y fisicos, estados de conciencia, etc.) tambien se

reducen a ciert os primitivos y se organizan en escalas. ASl, en la

«noracion conceptual" de la TDC, «Juan dijo a Maria que Pedro

estaba coritento» se representa por [Juan MTRANS (Pedro (ESTAR

ESTADO MENTAL [5J) a Maria], siendo el valor 5 de «estado

mental» eI que corresponde a «contento», y «Juan dio una patada a

Maria» como [Juan PROPEL pie a Maria)-(pie (Juan) EST AR CON-

TACTO FISICO (Maria)], en que el guion representa una relacion

causal. Por ultimo, «Juan leyo un libro- se representa de forma

bastante complicada: [Juan MTRANS (informacion) a MLP (Juan)

desde libro Inst (Juan ATTEND ojos a libro)], siendo «Inst» una

relacion causal que implica que un estado 0acto inicia un estado

mental.

~Por que recurre Schank a concepciones y representaciones tan

abstractas y, en ocasiones, tan complicadas de oraciones tan simples

como «Juan leyo un libro»? La razon principal es que para un sistema

La observacion anterior ha constituido, en realidad, el obstaculo

esencial con que se han topado los investigadores que han tratado de

desarrollar sistemas artificiales inteligentes, capaces de simular proce-

sos humanos de cornprension del discurso. En contra de 10 esperado,

la dificultad esencial para desarrollar tales sistemas de cornprension

por ordenador no reside tanto en dotar a los ordenadores de mecanis-

mos adecuados y suficientes de analisis formal del lenguaje, como en

proporcionarles esquemasconceptuales y conocimientos sobre elmundo que les perrnitan realizar inferericias, a veces aparenremente

muy triviales, pero que las personas hacemos de forma facil y natural

al comprender el discurso. El problema es dotar al ordenador de

saberes mundanos y de 10 que normalrnente se llama «sentido co-

mun», Para un sistema artificial no es tan evidente, por ejemplo, que

"las bombas son rnalas», si tal conocimiento no esra especificarnente

represeritado en su memoria y resulta accesible cuando se hace

relevante a la cornprension, ni son naturales las relaciones causales

que permiten realizar inferencias inteligentes en el curso de eseproceso.

As!, no deja de ser paradojico (aunque explicable) el hechohistorico de que los modelos mas inferenciales y guiados conceptual-

mente (mas que linguisricamenre) de la cornprension hayan sido

desarrollados por reoricos de la Inteligencia Artificial, y no par

psicologos 0lingiiistas. La naturaleza inteligente de la actividad decornprension, y eI caracter borroso de la frontera entre ella y los

procesos de pensamiento, se manifiestan con especial claridad (al

convertirse en obsraculos), cuando se emplean unidades supraoracio-

nales (i.e. textuales 0discursivas), y se usan metod os de sirnulacion

para investigar la cornprension. En orros casos, los mecanismos de

inferencia nos resultan tan faciles y naturales que se hacen invisibles.

Probablemenre, el ejemplo mas claro de modelo LA., en que se

realza el caracter conceptual e inferencial de la cornprension del

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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y TEORIA

artificial no resultan accesibles, a no ser que se establezcan de forma

expl icita, presuposiciones tales como que "leer consiste en transferir

informacion a la mente, obteniendo esa informacion por medio de los

ojos, y atendiendo a un objeto al que se llama libro », Sin esas ideas de

base, las inferencias discursivas que puedan seguirse de la or acion

"Juan leyo un libro» no resulran posibles, y sin ellas no es posible

tampoco el proceso de cornprension. Si las cadenas de inferencias

fueran completamente expliciras en el discurso, el problema no seriatan complicado, pero sucede que no 10 son en su mayor parte. Las

inferencias que realizamos en los actos cotidianos de cornprension se

basan, seguri Schank (1975; Schank y Abelson, 1977), en ciertas

relaciones causales muy simples que el pensarnienro natural ernplea, y

que obedecen a determinadasreglas de sentido cornun, tales como

que «las acciones pueden provocar cambios de estado», "los estados

pueden posibilitar acciones», «pueden irripedirlas», «pueden iniciar

estados mentales», «estos pueden ser motivos de acciones», etc.

Schank emplea rambien una no tacion sinrerica para esas conexiones

causales, En esa not aciori, "·r» significa que un ACTO resulta en un

ESTADO, "E" que un EST ADO permite un ACTO, «I » que un

estado (0 acto) inicia un EST ADO MENTAL, «R" que un ACTO

MENTAL es causa de uno Fisico, y «dli» que un ESTADO MENTAL

no permite un ACTO.

Can arreglo a la nota cion descrira, la unidad textual (2) se re-

presenta como en la figura 11.1 (Schank y Abelson, 1977).

2. Juan tenia sed. Abr io una lata de cerveza y fue al despacha. All, via una silla

nueva. Se sento en ella. De repente la silla se incline y Juan cayo al suelo , La

cerveza se verti6 sobre la silla. Cuando su mujer oyo el ruido, corri6 hacia eI

despacho. Se enfado rnucho porque su silla nueva se hab ia esrropea do.

El lector no debe dejarse asustar demasiado por el aspecto impre-

sionante de la represenracion de esta Figura. En el fondo expresa un

curso completamente trivial de ideas, de apariencia tan obvia que

resulta divertido y que corresponde aproximadamente al siguiente

peculiarisirno parr afo:

3. La sed de Juan causa que esre decidiese hacer una accion que provocar a que unacerveza fuese abierra , con el fin de rnet erse la cerveza en el cuerpo. Juan traslad6 a

Juan al despacho, desde la localiz.acion anterior de su cuerpo en la habitacion. En

el despacho, Juan recibio la informacion de que habia una silla nueva que estaba

vacia , y penso en trasladar su cuerpo a la srlla. Ello hizo que Juan moviera a Juan

hacia la sif la, haciendo que esra cambiara de estado> 10 que pro voco los siguientes

efectos: que la [uerza de la graved ad pro pulso a Juan al suelo, que esa misma

fuerza pro pulso la cerveza a la silla, y que se produjo un ruido. Esre ultimo dio

lugar a que la mujer de Juan obtuv iese informacion de un ruido, como consecuen-

cia del cual la mujer rraslado a la mujer al despacho, 10 que resulto en que se

informara -Ia rnujer- de que la silla esrab a hurneda (como consecuencia de que

Juan SEDIENTO

• Ir

Juan HACER

• r

Cerveza ABRIR

E • E

INGEST

LA COMPRENSION DEL DISCURSO

Juan PTRANS Juan a despacho. rJuan LaC (en habitaci6n). EJuan MTRANS (silIa estar)

.IR

Juan PTRANS Juan a silla

• rE

. Juan MOVE Juan a silla. rsilla CAMBIa DE EST ADO

~E

gravedad PROPEL Juan a suelo

r

Juan LaC (en suelo)

ruido. Emujer MTRANS ruido a PC (mujer)

.IR

mujer PTRANS mujer a despacho

rE

gravedad PROPEL cerveza a silla

. rilla HUMEDA

• 1--------------"

mujer MTRANS "sil la HUMEDA a PC. rnujer ENFADADA

Figura 11.1. Represenracion del parrafo 2 en TDC (toimado de Schank y Abelson,

1977, p. 44 de bed. esp. de 1987).

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· PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACON Y TEORIALA COMPRENSION DEL DISCURSO

la cerveza habia sido propulsa da par 13 gravedad hacia ella), y ello hizo que la

mujer se enradara.

matizado: aquel que supone que el plano discursivo constituye el

punta de encuentro principal entre los mecanismos mas especifica-

mente Jj11;g_ui~Jicostales como los que permiten procesar la sintaxis

oraClonal) y los sistemas de pensamiento mas glob ales, que se basan

en procedimientos generales de inferencia y en bases tambien genera-

les de conocimientos sobre el mundo , que estan representados en el

sistema cognitivo. En otras palabras: cuando se estudian los procesos

reales de cornprension de rextos y discursos, se revelan, con especialnitidez, los puntos de sutura del sistema de conocimiento linguistico

con el sistema de couocimiento a secas.

Para comprender no basta con conocer el lenguaje (hay que usar

tarnbien un amplio conjunto compartido de conocimientos y concep-

tos sobre el mundo), pero ello no significa que apenas sean necesarios

conocimientos del lenguaje para la cornprension, como tiende a

afirrnar la TDC. El estudio del discurso demuestra que conocer el

lenguaje -con un conocimiento tacito , como el que se define en las

reorias de la competencia (eEL capitulo 6)- es necesa rio, pero no

suficiente, para comprenderlo. Como dicen Feigenbaum y McCor-

duck (1984), «el lenguaje se situ a en un mundo de sentido cornun»,

pero no deja de ser lenguaje cuando se constituye como discurso. En

surna , el discurso define el plano del lenguaje en que se haee mas

operativa la relacion entre un amplio conjunto de conocimientos (0competencias) de naturaleza estrictamente linguistica, de car acter

mas modular, y una amplisirna base de saberes, esquemas y creencias

sobre el mundo, de caracrer global. En realidad, todo el inrnenso

deposito de conocimientos estructurados, que se almacena en la

memoria permanenre, es potencial mente util para comprender el

discurso.

La impresion hilarante que nos produce este parrafo «tonto» es

mas expresiva que cualquier explicucion de hasta que punto es

necesario dotar al ordenador de representaciones explicitas de rela-

ciones conceptuales y causales simples, prcsupuestas en una unidad

sencilla de discurso, como la de (3), para hacerle capaz de compren-

der una secuencia elemental de acontecimientos. Pero ni siquiera es

suficiente con eso: Schank y Abelson (1977) tienen que recurrir a

secuencias conceptuales mas amplias, los «guiories», que representan

los conocimientos de la memoria episodica a largo plaza acerca de

cursos de accion que se producen en situaciones habituales (como la

prororipica de «restaur anre»). Y, como los guiones tampoco bastan

para asegurar una cornprension ni siquiera mediocre de unidade.s

simples de discurso, necesitan recurrir finalmente a «objetivos» y

"planes», dado que los supuestos sobre la naturaleza de las intencio-

nes humanas, y sus interrelaciones, determinan en buena medida el

curso de la cornprension (y el de la produccion del discurso como

I r 'veremos en e capitulo 14).

Nos hemos extendido en esta introduccion en la TDC de Schank

porque representa una de las respuestas extrernas que pueden darse anucstra segunda pregunta. Recordemos que esta era la siguiente:

Aceptada la necesidad de diferenciar psicologicarnente un nivel dis-

cursivo irr~ductible,~puedt:\:aracterizarse cClmo linguist ico ese plano?

Schank es muy expficiro en su respuesta negativa a est a pregunra: eldel discurso es un nivel conceptual, compuesto de procesos generales

de inferencia. Comprender equiva le, en esencia, a pensar. La com-

prerision es una actividad «de arriba a abajo», guiada conceptual men-

te, que se rige por conocirnienros estructurados sobre el mundo mas

que por conocimientos sobre la estructura del lenguaje. Los procesos

de cornprension, para Schank, s610 recurren a procedimientos de

ana lisis sinractico cuando fallan los sistemas de dependencia concep-

tual por los que se guian.

Sin embargo, esta hiporesis de la TOC representa una posicion

extrema, no compartida por la mayor parte de los linguisras y

psicologos, que ni siquiera es la mas frecuente entre los teoricos de la

lnteligencia Artificial (vease, por ejemplo, Winograd, 1972; Marcus,

1975). Hay fenornenos propiamente linguisticos a los que tarubien

nos referimos en el capitulo anterior, como los de referencia anafori-

ca, que desbordan los Iimites oracionales y requieren un nivel discur-

si~o de analisis. Por otra parte, las investigaciones sobre la compren-

51on del discurso no son compatibles del todo con la suposicion de

que este proceso implique un predominio masivo de mecanismos "de

arriba a abajo» de caracrer exclusivamenre conceptual, como tiende a

ahrrnar la TOC, sino que son mas explicables desde un modelo mas

2. LAS REPRESENTACIONES DEL DISCURSO

La carateristica distintiva del enfoque cognitive consiste en que define

un conjunto de procesos y representaciones mentales que explican la

actividad; en el caso que nos ocupa, la actividad linguistica, Dar una

explicacion cognitiva de la cornprension del discurso, por ejemplo,

consiste en determinar la forma de las representaciones que se

e1aboran en el curso de los procesos de cornprension, y en definir las

estrategias con arreglo a las cuales se organizan tales procesos. Por

otra parte, los p~ocesos se individualizan y delimitan en funcion de

las representaciones: un proceso de cornpuro consiste en una funcion

que torna como entrada una cierta representacion sirnbolica y produ-

ce otra como salida (cfr. capitulo 7).

EI comentario anterior define, de forma muy clara, cual debe ser

l<l:prirnera tarea a realizar, para «cornprender la cornprension» del

discurso: deterrninar los contornos de los diferentes niveles de repre-

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PSICOOGIA DE lENGUAJE. INYESTIGACON Y TEO RIAl! CJMPRENSION DEL DISCURSO

sentacion que se producen a 10 largo de ese proceso. El discurso no

consiste solo en un plano manifiesto y externo de representacion,

definido por una secuencia organizada de oraciones, sino que incluye

otros niveles mas internos, pero no menos importantes para su

explicacion como fenorneno psicologico. Como dice Murray Singer:

La cornprension del discurso parece resultar en varios niveles de represenracion

mental. En esos niveles se incluyen la representacion precisa, 0literal, de la

forma del mensaje, la organizacion aintact ica de las oraciones, una red integra-da de proposiciones subyacenres al mensaje, y un modelo de la siruacion a la

que esre se refiere (1990, p. 27).

naturales, t.lescrmo asde conversacion, lectura de textos, etc., la

memoria tieide aoercerrapidarnenre ciertas informaciones formales

tales como el caact r activo 0 pasivo de la oraciori, el ordenespedfico d su causila y las palabras concretas que incluia, Por el

contra rio, 1 . rrenoriarrantiene durante un tiempo mayor informa-

cion acerca le urese cieia decir con ella. Desde el punto de vista del

sistema cogiitio.y er I: mayor parte de las situaciones, los envases

formales enqu t-: coitenen los significados son mas semejantes a

los de «usa- y tiar» qie a los duraderos. Esra es una estrategia

eficiente: pernre ecoionizar recursos de una memoria limitada, al i-:

prescindir ,e nbrrncimes formales cuando estas dejan de ser

necesarias (araalstrar significados 0intenciones.

El procso Ieperlio de la forma no solo se manifiesta en el

fenomeno a cmhsio el el reconocimiento de oraciones sinonimas,

sino en otos eromeio que indican que los sujeros pierden con

relariva rapde: iicluo nforrnacion que se refiere al codigo de los

estimulos. lor ejrnpb, Rosenberg y Simon (1977) realizaron una

serie de exjer ineiroser que presentaban a sus sujetos oraciones y

represenracons ;rafi:a re1acionadas entre si, 0 bien -en otr a

coridicion-> oacone on diferentes idiomas a sujetos bilirigiies.

Cuando se ntecaabai oaciones y dibujos, los sujeros reconocian en

falso, comopreeuads, as «traducciones» de unas a orr os en mas de

lin tercio (E bscasts .i.e. decian que una oracion se les habiapresentado m1ase leadquisicion, cuando 10 que se habia hecho,

en realidaderapr-senarsu significado en un dibujo, 0viceversa). En

el caso de rracons ei dferenres idiomas, en un 28 % de los casos,

los sujetos xilugus cecan que se les habian presentado realmente

oraciones et i.gle craido las que se les habian mostrado, en el

periodo de acquiici.n, eran sinonirnas en frances, 0 viceversa.

Rosenberg Sino, cmcuycn que los dibujos y oraciones, asi como

las oraciorrs (l dfeencs idiomas, comparten un mismo sistema

semantico ubjaceite

En otro-cqeriner:o [asico de reconocimiento, en que presenra-

ban a sus sijeos lisns Ie oraciones que luego deb ian reconocer,

Bransford y ;ralk: (171:demostraron que los sujetos valoraban con

mayor confma llS ens de reconocimiento cuanto mayor era el

nu~ero de ilea d la rsn contenidas en las oraciones, con indepen-dencia de qie sta luhieen sido presentadas realmente 0no. Ello

demostr ariaqu., Ill. laatividad de comprender oraciones, estas se

«desindividurlian y rieden su forma lingriistica exrerna, corrvir-

tiendose en -rooscio.eso ideas de una red de ideas interrelaciona-

das, integralas:nunaroresentacion unirar ia del significado.

El hecho de que el sistema cognitrvo vaya estableciendo varios

.niveles de representacion diferentes en el proceso de cornprension del

discurso se refleja en diversos fenornenos psicologicos bien esrudiados

experirnentalmenre, y de los que es facil percatarse en situaciones

cotidianas. Por ejemplo, la represenracion precisa y literal de la forma

del discurso tiende a perderse rapidarnenre de la memoria, rnienrras

que esta conserva una representacion mas duradera del significado.

As}, si al lector de este capitulo se le preguntara que es 10 que se hadicho hasta ahora en el, seria capaz de recordar, sobre todo, ideas

que se han establecido en el capitulo, pero no la forma de su

expresion textual explicita. Ello parece reflejar la existencia de me-morias diferentes para la forma linguistica explicira y para el signifi-

cado.

La memoria a largo plazo esra organizada fundamentalmente en

funcion de los significados, y especializada en su preservacion, y este

es uno de los principios mas firmemente establecidos en la investiga-

cion cognitiva sobre la memoria. En un experimento clasico de Sachs

(1967), por ejemplo, se dernosrro que cuando, en el contexto de un

discurso, se presentan oraciones que los sujetos deben reconocer

como presentadas 0no en d, los cambios formales y de significado

son detectados por igual si no existe intervalo entre la or acion inicial

y Ia de reconocimiento. Sin embargo, cuando se establece un inrerva-

10 de alrededor de 80 silabas entre la primera y la segunda, apenas se

reconocen los cambios de forma pero se detectan relativamente bien

los de significado. Despues de un intervalo relativamente breve, seaceptan, como previamente presentadas, oraciones sinonirnas a las

originales, pero con distinra forma (por ejemplo, pasiva us. activa),

pero no oraciones en que se modifica el significado.

En suma, la represenracion de la forma concreta de las oraciones

que constituyen el discurso se desvanece enseguida, mientras que la

de su significado se mantiene durante mas tiempo. Esta ultima

representacion no se identifica con la forma linguistica concreta, sino

que es cornun a oraciones sinoriirnas, y por ello requiere un codigo

mas abstracto, como el de las proposiciones 0"ideas». En situaciones

478 479

 

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PSICOOGIA DEl lENGUA.JE. INVESTIGACION Y TEORIA

3. LA FORMA DE LAS IDEAS EN EL DISCURSO: LAS PROPOSICIONES

3.1. Sobre fa nocion de proposici6n

Como hemos visto en los apartados anteriores, han sido do.s los

motivos principales que han llevado a los psicoliriguistas de entoq.ue

cognitivo a proponer la iritervcncion de represenraciones propo sicio-

nales en la comprension del discurso: por una parte, las prop osicrories

(que son, en Iogica ; unidades de inferencia) parecen necesarias paraexplicar el importante componente injerencial que tienen esos proce-

50S; por otra , se recurre a elias para formahzar algo que se recuerda

de diferente manera (yen general, de modo mas permanente) que la

forma expHcita de las oracioqes, 0su repr esenracion liter al ; algo que

corresponde a la compleja riocio n de significado.

Las proposiciones son unidades abstractas de significado, que

perrnirirtan explicar fenorne nos tales como la capacidad ~e reconocer

o abstraer la invarianza del significado a pesar de las difcrericia s de

forma que puedan existir entre oraciones sinonimas (Norman y

Rumelhart, 1975; Schank, 1972), el recuerdo del significado y no de

materiales literales, los procesos de integraci6n sern anrica y per dida

de informacion modal en la memoria (Rosenberg y Simon, 1979), y la

posibilidad de comparar codigos diferentes, por ejemplo, imageries y

descripciones verbales. Las proposiciones no son imageries m~~tales

ni oraciones. Son unidades amodales, 0supramodales, de significado(no pertenecen a una modalidad sensorial concreta, tal como la

visual, la auditiva , etc.), y que implican, como minirno , la p redicacion

de algo (una propiedad, accion , rel acion , etc.) acerca de algo (un

objeto, argumento, etc.). Las representaciones proposicionales const i-

tuyen un reflejo de dos ideas basicas en psicologia cognitiva:

1. La idea, ya comentada en los capitulos tercero, quinto y

scprirno , de que la mente es una maquinaria sirnbof ica , que se sirve de

un cierto lenguaje abstracto y conceptual (al que Fodor ha Hamadohurnorfsricarnenre «el ment ales») para realizar sus procesos de com-

puto ,2. La suposicion de que los significados no son modales , de tal

manera que el significado de una oracion , por ejemplo, no es otra

oracion que signifique10rnismo , sino algo mas abstracto que las dos

oraciones , y cormi n a ambas; del mismo modo, el significado de una

ora cion no es una imagen mental 0 externa que represente 10 que se

dice en la oraciori , sino algo que tiene una naturaleza no-modal y que

es cornun a la oraci6n y la imagen.

En virtud de todo ello, podemos entender las proposiciories como

unidades de un cierto lenguaje mental (el «mentales»); que no se

compone de irnagenes ni se identifica con 10 que llamamos habitual-

480

w,r

tA COMPRENSION DEL DISCURSO

mente lenguaje, pero posibilita que este tenga significado y sea

computable. Basta con reflexionar brevemente sobre est a caracteriza-

cion, para caer en la cuenta de que contiene algunos de los principios

mas fundamentales y -Fuerres » de la psicologia cognitiva clasica del

paradigma sirubo l ico: supos icio nes tales como la de que la mente

computa sirribo los , que los sirnbolos que constituyen el lenguaje de

cornpuracion son amodales, y que, mas alla del lenguaje propiamente

clicho, la mente posee otra especie de «Iengu aje- (estructurado por

una cierta gramatica mental, formaImente defirii ble, erc.) del que sesirve para realizar los procesos de cornpuro. El concepto de proposi-

cion es, por todo ello, uno de los pilares principales del enfoque

clasico en psicologia cognitiva y psicolingiiistica.

Lo curioso es que esas entidades que los psicol ogos han asumido

como propias, las proposiciones, nacieron en logica con el objetivoexpreso de «des-psicologizar- la logica, En etecro, el logico Frege

(1918) inve nro el concepto de «pr oposiciori» con el fin de formalizar

un lenguaje universal de inferencia, e insisrio en que las proposiciones

no eran entidades psicologicas, sino objetos formales, cornpletarnente

abstractos e impersonaIes, portadores de verdad, es decir, capaces de

ser verdaderos 0 falsos (cfr , Deafio , 1980; de Vega, 1981; Riviere,

1986). De esre modo, el concepto de prop osicio n es un reflejo de la

influencia de postulados logicistas en la psicologia del conocirniento y

el lenguaje.

Como en Iogica , las proposiciones de los psicologos son: 1)

unidades de conocimiento de car acter analitico, 2) que tienen natura-

leza abstract a, 3) poseen valor de uerdad, y 4) se definen por reglas de

formaci6n explicitas . En el proceso de cornpre nsion del discurso, se

supone que los sujetos elaboran esas unidades de conocimiento a

partir de las oraciones que reciben como entrada. En Ia producciori,

recorren el camino inverso, que consiste en convertir en oraciones las

prop osrcro nes.

3.2. EI modelo proposicional de Kintsch

Las formalizaciones y rnodelos proposicionales desarrollados por los

psico logo s cognitivos han sido muy diversos: no ha existido un

acuerdo general acerca de como es, en realidad, el lenguaje pr'op osi-

cional que consriru ye una de las herramientas principales para expl i-car los procesos de cornpr ens io.n del discurso. Algunas diferencias

entre las formalizaciones proposicionaIes son puramente extern as 0

noracioria les , Por ejernplo, algunos psicologos prefieren emplear es-

tructuras de arbol para representar las proposiciones (vg. Anderson y

Bower, 1973; Anderson, 1976), otros redes estructuraIes (vg. Schank y

Abelson, 1977; Norman y Rumelhart, 1975), y aun otros, sistemas de

pa reritesi s y lisras de proposiciones (vg. Kintsch,1974; Clark, 1974).

Otras diferencias son mas sustantivas, y se refieren a cuestiones tales

481

 

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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGAC ON Y TEORIA

como el caracter exclusivamente declarativo 0tambien procedimental

de las proposiciones, el hecho de que expresen relaciones entre un

prcdicado y uno 0varios argumentos, la naturaleza de los predicados,

etc. De estas diferencias mas sustantivas, solo destacaremos una,

debido a su gran importancia psicolinguistica: la que separa, por un

lado, a aquellos investigadores que suponen -como Schank- que

las proposiciones no se componen de conceptos de la misma "exten-

sion» que las palabras, sino de «primirivos semariticos», en que estas

ulrirnas se descompondrian (vg. Clark, 1969; Schank, 1975; Anderson

y Bower, 1973; Norman y Rumelhart, 1975), y, por otro lado, a

aquellos otros investigadores que piensan que normalmente las pala-

bras no se descornponen en arornos sernanticos durante el proceso de

cornprension y, por consiguiente, suponen que los conceptos (predi-

cados y argurnentos) de que las proposiciones se componen abarcan,

por as! decirlo, la misrna «extension» que las propias palabras (vg.

Kintsch, 1974; Anderson, 1976).

No es pertinente hacer aqui un resumen apresurado, 0 una

exposicion necesariamente larga, de los diferentes sistemas proposi-

cionales propuestos por los psicologos. Nos detendremos solo en

aquel que ha tenido mayor importancia en la investigacion psicologi-

ca del discurso: eI propuesto or Walter Kintsch 1974; van Dijk y

Kintsch, 1983), esarro a 0 es e un principio, en relacion con un

amplio conjunto de trabajos sobre corriprension de textos, realizados

por este investigador y su equipo. Mientras que el modelo proposicio-

nal de la teoria de la dependencia conceptual de Schank, ya comenta-

do en la introduccion a esre capitulo, ha servido de marco explicative

para la elaboracion de simulaciones, en Inteligencia Artificial, de los

procesos de cornprension del discurso, el model_<?de Kintsch (1~72,

1974, 1979; Kintsch et al., 1975; Kintsch y van DIJk, 1976; van DlJk y

Kintsch, 1983) se ha guiado en todo momenta por la morivacion de

explicar los fenornenos observados en el estudio experimental de la

memoria y la cornprension del discurso.

Un concepto principal, del que se sirve Kintsch (1974) para

.. analizar los fenornenos de cornprerision y memoria de textos, es el de. ! I texto base. Podriamos decir que todo el modelo de Kintsch se

I fundamenta en una dife renciacion entre 10 que puede llarnarse -aul1-

que eJ mismo no 10 haga aS1- texto de superficie, que es aquel a1que

el lector -0 el oyente---- se enfrenta, y que se compone de palabras y

de oraciones, y el texto base, compuesto en realidad de «ideas» 0 por

decirlo mas propiamente, de conceptos y proposiciones, que consti-

tuye una represenracion elaborada en los pr<?c~sos de cornprension ,

tomando como partida el texto de superficie, y que sirve para

elaborar este en los procesos de producci6n:

EI texto base expresa completamenre las ideas que tiene el que escribe 0dice

algo. Desde luego, las propias ideas pueden ser confusas 0contr adictor ias,

482

LA COMPRENSION DEL DISCURSO

pero, al representar una idea en un rexro base no se introduc ., idL . e nrngun «rui (1 •••

a~ Ideas, !~an como sean, se reprcsenran sin ::tmbiguedades en d tcxto base(Kintsch , L ,4, p. 11).

El texto base. se compone de ideas y, por consiguiente, se repre-

senta por u~ conjunto ordenado de proposiciones (ya que las propos i-

Clones son Ideas formahzadas~·.fTales proposiciones se ordenan, como

veremos en su ~omento ~n, .1.~rentes niveles jera.rquicos, que expre-~an de forma ngurosa la mtUlClOTI cornun de que unas ideas son mas

importantes que .otras en los textos y discursos. Por orra parte, las

proposiclOnes. rrnsmas se componen de conceptos-palabra, que no

d.eb~~ Identlfrcarse con las palabras como tales (aunque sf con su

significado), pero que no resultan de la descomposicion sernantica de

e!las. Co~o ya hemos comentado, en este aspecto existe una diferen-

CIamuy Import ante entre el modelo de Kintsch y el de Schank que S I

propone ,un proces,: de. descomposicion de las palabras en ~rimiti-

vos sernanncos. ASI, rruentras que Schank representaba -como 1

lector recordad- ~1significa_do de «Juan leyo un libro» en la formea

[(Juan MTRANS (informacion) a MLP (Juan) desde libro Inst (Juan

ATTEND O)OS a ,lrbro)], que expresa la idea de descomposicion de

«leer» en ~n con)unt? complejo de primitivos semilllticos, Kintsch

reI?resenta,na el significado de esa misma oracion de forma muchomas economlca:. [LEER (Agente: Juan, Objero: libra)].

La proposicion que expresa, el significado de «Juan leyo un libro»

consiste , como toda proposrcron en un predicado (LEER)r . , , que seap rca a cler.tos «argumentos» (Juan; libro), que, a su vez, mantienen

relaciories difererires con respecto al predicado: Uno de los argurnen-

tos .(juan) Juega el, papel de «agente», el otro (libro) de «objeto» de la

accI<:n de leer, Kintsch comenta que «una proposicion contiene un \

predicado y n argumentos. Las palabras-conceptos pueden utilizarse

bien como ar,gument.os ~ como predicados. Es funcion del lexico

esp~clflcar que cornbinaciones de argumentos y predicados son per-rnisibles. (1974, p. 13).

En funcion ?e Ia relacion que cada argumento mantiene con e 1

predlcado, se asrgna a. tal argumento un «caso»: Por ejemplo, «Agen-

ten es un caso, y «Objero s otro .. Por consiguiente, la idea de Kintsch(y de 1£1mayo,ria de los teoT.icos proposicionalistas) es que la gramati-

ca del len,gua)e del perisarnreriro -del «menta!es»- es, en realidad,

~na ..§fTama~lca de casos, sernej anre a 1£1propuesta, por ejernplo , por el

llOgmsta Fillmore (1968, 1969, 1971), para forma1izar los lenguajes

naturales con arreglo al modelo de la «serriant ica generativa», rnerr-

cionada en el capitulo sexto , Los casos reflejan papeles sernartt icos

que son formas de relacion predicados-argumentos.'

. Los casos incluidos en 1£1gramatica proposiciona1 cLisica de

Kmtsch (1974) ~on comunes a muchas otras teodas y estrin tornadosdel modelo de FIllmore (1968). Son los siguientes:

483

 

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PSICOLOGIA DEL LENGUAJf. INVESTIGACION Y TEORIA

- Agente (A): el que realiza una accion,- Paciente de experiencia (E): quien experimenta un fenorneno

psicologico.

- lnstrumento (I): Objeto 0fuerza que se implica causalmente

en una accio n 0en una expenencia.- Objero (0): El objeto de una accion que supone cambio 0

movimiento.- Fuente (F): La fuente de una accion, en eI tiempo, eI espacio 0

como fuente de transferencia.- Meta (M): La finalidad 0resultado de una accion ,

Una idea importante que ayuda a comprender como se individua-lizan las proposiciones en el modelo de Kintsch (1974) es el principia

de que siempre que se realiz.a implicita 0explieitamente uri acto de

predieaei6n, se estableee una proposiei6n atornica. Con arreglo a eseprincipio, es facil comprender que el nurnero de proposiciones de que

se componen los textos base suele ser bastante mayor que el deoraciones en los textos de superficie; es decir, las proposiciones no se

corresponden puntualmente con las oraciones 0clausulas, aunque los

limites oracionales y c1ausales juegan un papel muy importante-destacado por van Dijk y Kintsch, 1983- en eI proceso de absrrac-

cion proposicional incluido en la cornprension del discurso.Dado que 10 que individualiza a las proposiciones es la predica-

cion, los verbos constituyen pisras importantes en este proceso deindividua lizacion y la ident ificacio n de marcos verbales juega unpapel decisivo y prioritario en los procesos de compreris ion, seguri elmodelo (Kintsch, 1974). Sin embargo, los verbos no son los unicos

elementos lirigu isticos que pueden servir a Ia funcion predicativa:tambien los adjetivos, conjunciones y adverbios (e incluso los nom-bres, en las proposiciones IIamadas «norninales»}, pueden cumplir lafuricion de predicados. Para comprender, por ejemplo, como las

conjunciones pueden jugar ese papcl, es preciso destacar otro princi-pio esencial del modelo de Kintsch: se trata de un sistema recursivo, en

que las propias proposiciones pueden jugar el papel de argumentos deorras proposiciones. Asi, la oracion compuesta:

4. Maria es ronra, si cngana a Juan

se representa por las tres proposiciones del cuadro 11.1:

1. (51, a, b)

2. (ENGANA, A: Maria, M Juan) =a

J. (TONTA, Maria)=b

Cu adro 11.1. Propos iciones de la orucion 4.·

484

\.

LA COMPRENSION DEL DISCURSO

Los argumentos de la primera propOSlClon son a y b, es decir, lasorras dos proposiciones.

No podemos extendernos en detalles especificos del modelo pro-posicional de Kintsch, que se encuentra descrito de forma bastante

exhaustiva en varias obras que el lector puede consuitar (Kintsch,

1974; Kintsch y van Dijk, 1978; van Dijk y Kintsch, 1983). Con eI fin

de que eI lector tenga, cuando menos, una idea intuitiva de lareprcsent acion de un texto de superficie en forma de un texto base,

veremos, en primer lugar, las proposiciones que contiene el mismotexto 2 que nos sirvio para ilustrar el modelo de Schank. En elmodelo de Kintsch, 2, se compondria, en el rexro base, de las

siguientes proposiciones 2:

I. (TENER, E; Juan, 0; sed, T; pasado)

2. (ABRIR, A: Juan, 0; lat a)

J. (CER VEZA, lara)

4. (JR, A; Juan, M despacho)

s. (Y, 2, 4)

6. (VER, E: Juan, 0: silla, L: en despacho)

7. (NUEVA, silla)

8. (5ENTAR, A: Juan, 0: Juan, L: en silla)

9. (lNCLINAR, A: sila, 0; silla)

10. (REPENTJNAMENTE, 9)

II. (CAER, A: Juan, M suelo)

12. (Y, 9,11)

[3 (VERTER, A: Juan, 0: cerveza, M sabre la sil la)

14. (OIR, E: mujer , 0ruido)

15. (JUAN, mujer)

16. (CORRER, A: mujer , M hacia el despacho)

17. (CUANDO, 12, 14)

18. (ENFADARSE, E; muje r)

19. (MUCHO, ]8)

20. (ESTROPEAR, A: cerveza, 0: 7)

21. (SU, siila)

22. (PORQUE, 18, 20)

Cuadro 11.2. List a de proposiciones que cor responden al ejemplo 2, segun el modelo

de Kinrsch y culaboradores.

2. Para realizar la IiSt3 de propoxicio nes del cuadro 11.2, se han empleado algunas convencio-

ncs que Kinrsch corrrenr.a en diversos trabaj os, peeD en las que no siempre manricne una posicion

sistematica: la carego.ria de circunsrancia, en 10 que se refiere al riempo del coniunro de acciories

(pa.sado), s610 se incluye en la primer a propo sicioo , y sc presupo nc en las sigurences . Los

modificado res adverbia les se traran como proposiciones sepa r-adas , que roman como u rgurnenros

orras proposicio nes a las que modifican (cs el CJ.SO de las propos iciones 10 y 19), los verbos reflejos

se trutan como predicados, en qne el agenre c-c-opaciente de experiencia- se idenrifica con el

objcro , excepto en el casu de la pr-opo.sicion ]3, en que se considera que la idea represenrada es que

fue Juan quien verrio la cerveza. Los adjetivos individualrzan, en general, acros de predicacion

485

 

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PSICOLOGIA PEL LENGUAJE. INVESTIGACION Y TEO RIA

Nos interesa destacar una diferencia esencial entre 1a red prcposi-

cional de la figura 11.1, que represcnta el modelo de dependencia

conceptual de Schank, y la lista de proposiciones del cuadro 11.2, a

partir de la cual se formaria ~] texto base del modelo de ~mtsch:

mientras que en la representacion del modelo de Schank se incluyen

inferencias, estas no forman parte de la lista de proposrciones que

forman la microestructura del texro base con arreglo al modelo de

Kintsch. En este aspecto, van DijkyKintsch (1983) sefialan, con todaclaridad, 10 siguiente:

Las infercncias no forman parte del texto base, sino que pertenecen a un nivel

de analisis diferente, no textual: eI modelo de suuacion. El texto base es una

rcpr esenracion del texto tal como es. Las inferencias ... perrenecen al modelo de

situacion construido con ayuda del texto base y del conocimiento. Por consi-

guiente, 10 que se infieren no son proposiciones del texto base, sino vinculos en

el modelo de siruacion (1983, p. 51).

Sin embargo, el hecho de que el texto base no contenga infe~en-

cias no significa que no tenga alguna clase de cojierertcia y orgamza-

cion. Por el contrario, en el plano del texro base se establece ya un

primer nivel de estructura, a la que v~n Dijk y Ki?tsch (1983)denominan «microestructura», que constltuye un requisito para la

coherencia del texto y determina el nivel jerarquico de las proposicio-

nes en el texto base.

3.3. Microestructura y regia de repetici6n de argumentos

En una primera aproximacion, Kintsch ~1974), Kintsch y van. Dijk

(1978) y otros han sugerido que el me~amsmo por eI que ~e ~efme la

rnicroestructura del texto base consiste en el esrablecimiento de

relaciones entre proposiciones que comparten argumentos comunes,

con arreglo a una regia de repeticion. lntuitivamente, l?uede entender-

se que la regia de repeticion de argumentos no hace mas que formular

recnicamerite una observacion obvia: una raz.on por la que los textos

son coherentes es que contienen proposiciones, que comparten ciertos

conceptos 0argumentos (hay conceptos que se reprren ~n <.hfen:ntes

ideas del texto). La microestructura del texro base perrrute establecer

relaciones locales entre las proposiciones, basadas en un supuesto de

coherencia referencial entre elias, es decir, en el principio de que

comparten los mismos referentes. .La regia de repeticion esrablece que los argu~nentos q,ue se repiren

en el texto base son idenricos, a no ser que se senale exp licita menre 10

LHfc::rellclaJos, Y no rnodificadores. Ema lmcnre , las conj unciouc s ~e hacen c()r-re~ponder. a preJic~-

dos, que toman argumentos pruposiciollait :5. Tod .. S escus SOIUl':IO.I1~S me recc rum u,n co rncnt arro

extenso y una larga [ustif icacion que no cor respo nden ;J los pruposlrus de csrc capitulo.

48 6

LA COMPRENSION DEL PISCURSO

contra rio, y permite ordenar objetivamente las proposiciones del

texto base, asignaridolas a distintos niveles jer arqu icos, 10 que tiene

una gran importancia psico logica. Para Kintsch, «las proposiciones

que contienen argumentos repetidos se dice que esta n subordinadas a

aquella proposicion en que aparecio originalmente el argumento»

(1974, p. 16). Sin embargo, la aplicacion mecanica de este principio

puede llevar a errores, si el terrnino «or iginalrnenre» se entiende en un

senrido temporal. En realidad, para definir la jerar quia, debe estable-

cerse primero intuitivamente una proposicion supraordinada, y luego

constr uir el rexro base sometiendo a ella todas las que comparten un

argumento, y a est as todas aquellas que comparten algun argumento

con elias, pero no con la primera, etc. Van Dijk y Kintsch (1983)

aclar an este aspecto:

Especificarnente, en parr afos breves, si se selecc ioria inru itivarnc nre una propo-

sicion supr aor diriad a y se construye la jcrar quia del tcxto base subordinando a

esa propo sicio n todas las que comparten uri argumento con ella, y luego se

siruan en tin tercer ni vel rodas las proposiciones que comparten uri argurncnto

con las de segundo nivel, y asi succsivamente, las estructuras resulrant es

predicen rnuy bien cl recuerdo (1983, p. 43).

Con arreglo a las antcriores indicaciones, veamos, por ejernplo,

como se establece el texto base que corresponde al par rafo 5, tornado

de Kintsch et al, (]975):

5. Los griegos ama ban el arte bello. Cuando los rornanos conquisraron a los griegos,

los copiaron, y asi aprendieron a crea r un arre bello.

Primero se establecen las proposiciones explicitas en el texto,detectando todos aquellos nucleos en torno a los cuales se realiza un

acto Je predicacion:

1. (AMAR, A: griegos, 0: arte)

2. (BELLO, arte)

3. (CONQUISTAR, A: romanos, 0: griegos)

4. (COPIAR, A: rornanos, M griegos)

5. (CUANDO, 3,4)

6. (APRENDER, A: rorna nos , 0: 8)

7. (CONSECUENCIA, 3, 6)

8. (CREAR, romanos, 2)

Cuad ro 11.3. List a de proposiciones correspondientes al cjern plo 5.

Ahora se selecciona la proposicion principal, que se asigna al

nivel 1 de la jerar quia proposicional. En este ·caso es la primera:

(A!v1AR, A: griegos, 0: arte) , y, a partir de ella, se establece, por

487

 

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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVESTIGACON Y TEORIA

regia de repet icion , la jerarquia. Las ideas 2, 3 y 4.contienen~ todas

elIas, argumentos que han aparecido en 1 (arte y gnegosj. Seran, por

consiguiente, las que configuren el nivel 2 de la lerarq~la. Las otras

proposiciones forman el nivel 3. La 5 se incluye en eI no porque

comparta argumentos con las I_Jr.oposiciones de nive! .~, sino porqu.eincluye completas a las proposiciones 3 y 4 (la inclusion y la repeti-

cion de argumentos son dos tipos de relaciones direcras entre propo-

siciories). Asi, tenemos la estructura jerarquica representada en ,laFigura 11.2, en que las praposiciones de la lista del cuadra 11.3 estan

representadas por sus nurneros correspondientes:

NIVEL PROPOSICIONAL

II 2 ~ 1 ~ 4~I~/

-8 7 5II

Figura 11.2. jerarquia de proposiciones del ejemplo 5.

La red de la figura 11.2 representa la microestructura del texro 5

mejor que la simple lista de proposiciones de! cuadro 11.3 y permite

realizar importantes predieciones psicologicas, basadas en la hipotesis

de que las proposiciones del texto base tendran tanta mayor relevan-

cia psicologica (mas influencia en la cornprension y el recuerdo)cuariro mas alto sea e! nivel que ocupan en la jerarquia proposicional

de niveles. Pero esta idea nos !leva ya a un terreno diferente: ~son las

proposieiones meras formalizaciones abstractas del significado de los

textos,o tienen alguna realidad psicologica P ; 2son instrumentos utiles

para predecir objetivamente fenornenos que se producen de eompren-

sian y recuerdo de textos? Y, si es asi, 2qw~: fenornenos? Para dar

respuesta a estas preguntas, debemos referirnos al estudio experimen-

tal de la cornprcns ion y recuerdo del discurso, encarnando en concre-

ciories psicologicas el reino un poco etereo de las abstraccionesformales, a las que nos hemos referido en este apartado.

4. LAS PROPOSICIONES COMO UNIDADES DE PROCESAMIENTO

PSICOLOGICO Y EL EFECTO DE NIVELES

Uno de los rasgos que mas caracterizan al enfoque cognitivo en el

estudio psicol6gico del lenguaje (y de otras funciones) es el empleo de

formalizaciones, y las propias proposiciones son buenos ejemplos de

488

LA COMPRENSION DEL DISCURSO

ello. Pero las forrnalizaciones solo roman realmente cuerpo en psico-

logia cuando demuestran su utilidad para predecir 0 simular la

conducta, es decir, cuando nos permiten explicar algo que, sin elIas,

resulta ria inexplicable. Por todo ello, son importantes las investiga-

ciones que demuestran el valor de las proposiciones como unidades

psicologicas. Se han empleado principalmente cinco paradigmas ex-

perimentales para demostrar la realidad psicologica de las pro~osicio-

nes: 1) los estudios de recuerdo con daves, 2) los de recuerdo libre, 3)

los estudios con priming en tareas de reconocimiento, 4) las investiga-

ciones sobre seguimiento de palabras de oraciones presentadas a

ritrno rapido constante (llamadas, en un capitulo anterior, «preserrta-

cion serial visual rapida- -RSVP-), y 5) las investigaciones sobre

tiernpo de lectura (van Dijk y Kintsch, 1983).

4.1. Recuerdo con claves

Supongamos, como hace Kintsch , que las proposiciones son unidades

psicologicas y que se componen de conceptos-palabra, y no de

elementos sernanricos mas moleculares que las propias palabras. En

ese caso, si se emplean ciertas palabras de un rexto como daves para

recordar otras, las claves pueden ser mas eficaces si representan

conceptos incluidos en la misma proposicion que la palabra que debe

recordarse, y menos eficaces cuando pertenecen a proposicionesdiferentes, La pred iccio n puede ilustrarse con el ejemplo 6:

6. La pira mide que levanro el faraon dominaba la plaza.

En 6, la p alabra «dorniriaba » esta mas cerca, en el texto de

superficie, de «faraon» que de «pirarnide». Sin embargo, en el textobase, el concepto que corresponde a esa palabra (DOMINABA) est a

en la misma unidad que el concepto PIRAMIDE, y en distinta que el

concepto FARAON:

7. [(DOMINAR, A: pir arnide, 0: plaza (PIRAMIDE, x) (LEVANTAR,

A: faraon , 0: xj ].

Se ha demostrado que las palabras que corresponden a conceptos

de una misma unidad proposicional son claves de recuerdo mas

eficaces que las que remiten a unidades proposicionales diferentes,aun cuando la «disrancia superficial» de las primeras en el texto sea

mayor que la de las segundas (Lesgold, 1972; Wanner, 1975; Ander-

son y Bower, 1973).

4.2. Recuerdo fibre

Si las proposiciones son unidades psicologicas de significado, sera

logico esperar que, en el recuerdo del discurso, tiendan a recordarse

489

 

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PSICOLOGIA DEL lENGUAJE. lNVESTIGACION Y TEORIA

completas, como totalidades. Varios investigadotes han demostrado

que las unidades proposicionales se comportan efe~t1vamente en el

recuerdo libre como tales unidades (Buschke y Scha ier, 1979; Graes-

ser, 1981; Kintsch, 1974). . .Por ejemplo, Goetz, Anderson y Schallert (1981) hicieron un

experimento en que presentaban a sus suje~os bloques de, ocho

oraciones, que tenian que leer y recordar mmedl~tamente despues. De

las oeho oraeiones de cada bloque, tres corrterua n una sola proposi-cion tres incluian tres proposieiones, y las dos ultima" juga ban un

pap~l de «reren a corro plazo», ELresultado que nos interesa es que la

gran mayoria (94 %) de las palabras que se reeor?aban de las

oraciones con tres proposiciones se incluian en proposrcrorres que se

reeordaban eompLetas, y no solian reeordarse palabras fuera del

contexto de La idea completa a cuya expresi6n eontribuian. Esto

sucedia rarnbien cuando Las proposiciones configura ban unidades

sernarrticas poco familiares, que no era probable que estuvieran pre-

almaeenadas en la memoria a Largo plazo , En suma: parece que las

unidades proposieionales tienden a recordarse eompletas, con inde-

pendencia de su familiaridad 0plausibilidad sernaritica.

4.3. Facilitacion por priming en tareas de reconocimiento

Los proeedimientos de priming han. demost~ado, en. otros campos,

una gran sensibiLidad para eaptar la influencia de vana?,les estruc.tu-

rales sutiles en el procesamiento del lenguaje. T'arnbien han sido

efieaces para poner de manifiesto la validez p~icoI6gica, de las pro po-

siciones. Los primeros que empLearon este npo de metodos expert-

mentales para investigar la estr~ctura psicologica del discurso fU,eron

Ratcliff y MeKoon (1978). Reahzaron un expenmento en que leian a

sus sujetos bloques de cuatro oracio~es, y l~ego les pres~ntaban

palabras -incluidas en elias 0 de distraccion+- que reman que

reconoeer, 10 mas rap idarnente posible, como presentadas 0no en .las

oraciones. En esta situaci6n experimental se observa un efecto bien

conoeido: cuando la paLabra que se reconoce sigue a orr a, ya recono-

cida de la misma oraci6n, los sujetos tardan menos en reconocerla

com~ presentada que si las paLabras pertenecen a oracio nes diferentes

(el efecto de [acihtacio n es de unos 100 milisegundos).En el experimento de Rarc liff y McKoon, el efecto era mayor

cuando la palabra de priming (0 el concepto a que alude) y Lapalabra

reconocida pertenecian a la rriisrna proposieion (111 mseg) , y menor

cuando pertenedan a proposiciones diferentes, aun cU~I?-doformasen

parte de la misma oraci6n (91 mseg). Estos 20 mlltsegundos de

diferencia son importantes, porque vuelven ademostrar la reahdad

psicol6gica de las proposiciones con un pro~edlmlent? que no plantea

las dificultades metodologicas que otros metodos clasicos para estu-

diar la realidad psico16gica de las proposiciones.

490

1

I,

I!IIIIII:~

LA COM PRENSION DEL DISCURSO

4.4. Seguimiento de palabras de oraciones presentadas

a ritmo rapido constante

Una i?ea fundamental, que. se deriva del supuesto de la realidad

psicologica de las proposiciones, es que, si estas son real mente

unidades psic;016gicas, s,u procesamiento debe consumir recursos cog-

rutrvos , En tcrmrrios mas concretos, el aumento de r'ecursos cogniti-

vos debe traducirse en aumento de la dificultad de ciertas actividadestales c;omo el re<;uerdo, el reconocimiento 0la lecru ra . Forster (1970)

realtzo un expenmento en que presentaba visualmente palabras a sus

sujetos a un ritmo r apido estable de 16 palabras por segundo. Las

palabras podian formar oraciones de una 0de dos proposiciones.

Todas las oracrories estaban formadas por seis palabras. La tarea de

los sujeros consistia en repetir las palabras (es decir, se trataba de una

tarea de seguimiento). Lo interesante es que los sujer os reperian mas

palabras en las ora Clones de una sola proposic ion que en las de dos.

Por ejernplo , les resultaba mas facil seguir una oraoio n como «el

gatito se salt6 la va lla» [con una proposici6n: (SALT AR, gatiro ,

valla)], que otr a como «el gatito de Susana se escapo» [con dos:

(ESCAPARSE, gatrto (SUSANA, gatito)], a pesar de que las dos

coritten en sets palabr as y de que el ritmo de presenraci on era constan-

teo Una explicaci6n de este resultado es que el procesamiento de las

proposiciories interfiere con la tarea de seguimiento.

4.5. lnuestigaciones sabre tiemp o de lect ura

Aunque todas las investigaciones mencionadas confirmen Lainfluen-

cia de las proposiciones en el recuerdo y el reconocimiento no

demuestran que intervengan en Laactividad de comprender eI di~cur-so: Las proposicione~ podrian ser, por ejemplo, unidades de recupera-

CIon de la inforrrracion de la memoria, y no necesariamente simbolos

que sirven a los fines de corriputo en la cornprensiori. El experimento

de Forster (1970), que acabamos de mencionar, sugiere que hay una

ll1terf~renCla ~ntre l~ cornp ren sion y la urea de seguimiento, pero aun

hace mrervernr un cierro componente de memoria. Para demostrar la

influencia psicologica de las proposiciones en la comprensi6n, se hace

nccesario eliminar el intervalo temporal que per mite la intervenci6nde factores de memoria, y en especial de la memoria a largo plazo.

Por ello, son muy importantes las investigaciones sobre la reali-

dad psico logrca de las proposiciones con procedimientos que eviran

los efectos de memoria. Las variables dependientes en estos estudios

pueden ser los movimientos oculares 0el tiempo dedicado a leer un

texto. Esta variable ha demostrado ser muy sensible a Lasproposicio-

nes. La logica de los experimentos es facil de comprender. Si el

pr~)Cesat;Iiento ~e. proposiciones consume recursos cognitivos, y en

psicolog'ia cogruti va los recursos, a su vez, consumen tiempo (de

491

 

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PSICOLOGIA DE LENGUAJE INV~STIGAC ON Y TEORIA LA COMPRENSION DEL DISCURSO

modo que el lema «time is money» podria sustituirse por «time IS

cogrnt ion»}, el tierupo que se tarde en leer un texto dependera , a

igualdad de otros factores, del nurnero de proposiciones que con-

tenga.

Un experimento clasico sobre rel aciori entre nurncro de proposi-

ciones y tiempo de lectur a fue el realizado por Kintsch y Keenan, en

1973. Pedian a sus sujetos que leyeran texros que ternan aproximada-

mente Ia misma lorigj tud (16 a 17 palabras), que apretaran un boron

al terrninar la leetura y que trataran de reeordar el texto 10 mejor

posible, pero no neeesariamente de forma literal. Los texros variaban

en el nurncro de proposieiones que eontenfan sus textos base. Por

ejernplo, las oraeiones 8 y 9 del cuadro 11.4 eontienen, ambas,

dieciseis palabras, pero la primera incluye euatro proposieiones y la

segunda oeho:

:21

19

17

0 IS~~;; Z;::J 13f- <U

~~ IIQ

00.-

~ 9[ : : : :

7

5

0 8

p_._-o

. :

,

D

a

La existeneia de una relacio n lineal entre tiernpo de lectura y

nuruero de proposieiones se ha confirrnado en otros estudios que han

empleado un proeedimiento mas refinado que el de de Kintseh y

Keenan (1973), incluyendo textos largos y controlando el riurner o de

argumentos 0 rerrnirios conceptualmente nuevos, Este factor no seruvo en euenta en la invesrigaciori de Kintseh y Keenan (1973), y

puede eonfundirse con el nurnero de proposiciones: las oraciones con

mayor nurne ro de proposieiones tienden a eontener mas palabras

coneeptualmente nuevas que las que tienen menos. As i, podrla oeu-

rrir, en el peor easo, que los efectos atribuidos al nu me ro de proposi-

ciones se debieran, en rea lidad , al nu me ro de eoneeptos nuevos, 0 en

el mejor, que ambos factores eontribuyeran a1 aumento de tiempo

por proposicion observado por Kintsch y Keenan. Esto ultimo fue 10que enconrr aron Graesser et al: (1980) y Haberlandt et al. (1980): si

8) «Rornulo , el legendario fundador de Rorn a, tOITtOa las mujeres

de los sabinos por la fuerz a»

1. (TOMAR, A: Romulo , 0: mujeres , Mod: por la fuerza)

2. (SABINOS, mujeres)

3. (FUNDAR, A: Rornulo , 0: Roma)4. (LEGENDARIO,3)

.~--L- __ ~ ~ __ _J ~ __ _J _L ~ I

91 5 6 7) "Cleopatra cayo como consecuencia de su necia corrfianza en

las volubles figuras politicas del mundo romano»NUMERO DE PROPOSICIONES RECORDADAS

1. (CAER, A: Cleopatra)

2. (CONFIAR, E: Cleopatra, 0: figuras)

3. (NECIA, 2)

4. (CONSECUENCIA, 2, 1)

5. (POLITICAS, figuras)

6. (VOLUBLES, 5)

7. (MUNDO, S)

8. (ROMANO, mundo)

Figur, 11.3. Tiempo medio de lecru ra en funcion del numcro de proposiciones del

rexto recordadas por los sujeros (adaptado de Kinrsch y Keenan, 1973).

Cuad ro11.4. Proposiciones contenidas en dos oraciones de la misma longitud.

Los datos obtenidos pot:" Kintseh y Keenan (1973) dernuesr ran que

las proposieiones se codifican en el proeeso de cornprensiori. Cuantas

mas proposieiones eran capaees de recordar los sujeros, mayor era su

tiernpo de Iectur a , Exisda, adern as , una rei aciori que se acereaba a

una funcion lineal entre tiernpo y proposiciones, como la que muestr a

el gr afico de la figura 11.3, en que se relaciona el numero de pro-

posiciones recordadas can el tiempo de leetura.

492 493

 

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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE_ INVESTIGAC ON Y TEO RIA

bien sus datos tarnbien demostraban la existencia de una furicion

lineal entre el tiernpo de lectura y el nurnero de proposiciones, elnurnero de conceptos nuevos se mostr6 como un factor influyente. Al

mezclarse con el nurnero de proposiciones, este factor habria contri-

buido a inflar la estimaci6n de Kintsch y Keenan (1,5 segs. por

proposici6n). Las nuevas estimaciones son considerablemente mas

bajas: 117 milisegundos en el experimento de Graesser y colaborado-

res, y de 68 a 157 en el de Haberlandt et a/.

Con independencia de la magnitud de [a estimaciori temporal, las

investigaciones anteriores (que confirman la relaci6n lineal tiempo-

proposiciones) parecen ofrecer una base s61ida para defender la idea

de que las proposiciones son psicol6gieamente reales. Sin embargo,

mas recientemente se han demostrado ciertas anomalias que socavan

la solidez aparente de los hallazgos previos. Estas anomalias han

aparecido al utilizarse una variante de la tecnica de la «venrana

mo vil» descr ita en el capitulo 8 (Haberlandt y Graesser, 1985; Vega et

al., 1990). Esta variante consiste esencialmente en que los sujetos lecn

texros en una pantalla de ordenador, auto adrnin istr andose las pala-

bras de una en una, a la vez que el ordenador registr a eI riernpo de

exposici6n de cada palabra. Al principio, todas las palabras del texto

estan enmascaradas, y cada vez que el sujeto aprieta una tecla,

aparece una nueva palabra en el lugar ocupado previamente por la

mascara correspondiente. Esta tecnica constituye una variacion de losmerodos en-curso (on line), que permiten medir los procesos cogniri-

vos a medida que transcurren, evitando tanto los efectos de memoria

como algunos de los problemas de los procedimientos de esrudio de

los movimientos oculares en la lectura. La variable que se mide con la

tecnica de la ventana movil es el tiernpo dedicadu a la lectura de cada

palabra, y no e! tiempo total de lectura de! texto. Con esta tecnica,

Haberlandt y Graesser (1985) y Vega et al. (1990) demostraron que el

nurnero de proposiciones no ejerce influencia en el tiempo de lectura

de cada palabra.

Actualmente no existe una explicaci6n satisfactoria de la anorna-

lia por la eual la codificaci6n proposicional parece il(fluir en eltiernpo total de lectura de las oraciones y textos, pero no en el de las

palabras que las forman. Una posibilidad es que la presenracion

palabra por palabra, mediante la ventaria movil , induzca un tipo de

procesamiento diferente al que se produce cuando se presentan textos

completos. La explicaci6n es poco parsimoniosa y presupone que los

procesos psicolinguisticos son extraordinariamente sensibles a varia-

ciones en las tareas experimentales, pero no es descartable. Tampaco

10 es la posibilidad de que el ana lisis estadistico mediante ecuaciones

de regresi6n multiple (empleado por Haberlandt y Graesser, y par

Vega et al.) ajuste las ecuaciones de tal manera que quede oculto ~l

posible efecto de las proposiciones. Finalmente, se plantea la posibili-

dad de que e! nurnero de proposiciones no afecte realmente a la

494

LA COMPRENSION DEL DISCURSO

velocidad de lectura, y que los resultados de los experimentos sobre

textos y ora crories se dcbieran a la confusion con otros factores

(nov~dad de argumen~os y var iables quiza no detectadas).

5 1 1 1 embargo, la evidericia convergente de los experimentos sobre

recue:do Iibre y con claves , priming en reconocimiento, seguimiento y

velocidad leetora constltuye una base suficicnte para mantener la idea

de. que las, proposiciones s~n, realmente, unidades de procesamiento

psicolinguisrico que IntervI~nen en la eomprensi6n y retenci6n detextos. Los r,esulta?os negarrvos con la ventana movi]no constituyen

una anornalia suficienre como para descartar el otro conjunto de

prue~~s. Por otra parte, la realidad psico16gica de los textos base

t~mblen. s~ ha. desvelado en la re~tida cornp robacion de que los

niveles jerarqurcos de las proposicrories, en los texros base, tienen

efectos elaros en el procesamiento y la retencion de la informaci6n

te,xtual. EI efecto .de n!velf!s ~~:)J1~tituyeuno de los hallazgos massohdos en e! estud io psico lirrgu isr iro del discurso.

4.6. El efecto de niveles

Las proposieiones 0ideas incluidas en el contenido de un texto no se

recuerd~n todas por igual, y quiza no se procesan can la misma

profundldad. 0 la misma arericiorr. Una experiencia intuitiva, queriene cualquier a que haya comprendido un texto 0un diseurso, es la

de, recordar,. sobre todo, su,s ideas mas importantes, olvidando las

mas accesonas. La propenslon a reeordar 10 importante es, en buena

parte, responsable de 1~apariencia inteligente y funcional que tiene

frecuentement~ la acri vidad humana de recordar 10 dicho (0 leido).

Esta.?bserVaClon cot iclia na se ha confirmado repetidamente en inves-

t1gaclc.me,sexpenmentales, en que se determinaba de forma precisa el

nIvel, )erarqu!co. de ,las proposiciones componentes de rextos, y se

media des~ues su nivel de recuerdo 0reconocimiento. Por ejemplo,

en el expen.I?ento de _KlI1tsch y Keenan (1973) ya mencionado, en que

se estableCl,u por pnmera vez: una relacion lineal entre t}empo de

lectura y numero de proposicrones recordadas se encontro tam bien

que el rec~erdo de estas dependia, de forma rnuy clara, de su nive! en

la jerarqura proposicioria l d,e los texros base: las proposiciones de111vel 1 ~e record~ban en mas del 90% de los casos, y el recuerdo

descendia ruonot orucamerrte hasta situarse en alrededor del 60 % enlas proposiciones de mas bajo nive! (el quinto). E1 efecto de niveles

proposicionales en el rec~lerdo se ha demostrado tanto en par rafos

breves como en textos mas largos de 60-70 palabras (Kintsch, 1975;

Kirrrsch et al., 1975), en situaciones de recuerdo libre inmediato y

demorado (Meyer, 1977; Britton et al., 1979), y de reconocimiento

demorado (Miller et al., 1977; McKoon, 1977; Terry y Mason, 1982).

Goetz y Armbruster (1980) han revisado las investigaciones que

495

 

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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE. INVE5TIGACION V TEO RIA

demuestran que el decto es uno de los fenornenos mas consolidados e

indiscutibles del estudio del discurso,

Aunque el fen6meno del efecto de niveles, como tal, esre solida-

mente establecido, existen divergencias en relacion a su interpreta-

ci6n te6rica. La explicaci6n clasica de Kintsch y van Dijk (1978)

establece una relaci6n entre el efecto de niveles y la regIa de repeti-

ci6n. Para comprender esa relaci6n debemos referirnos al modelo de

procesamiento (y no ya de represenracion) propuesto por estos inves-

tigadores. Hemos visto en las paginas anteriores que la cornprension

de un texto 0 discurso implica la creacion de un texto base, que

organiza jerarquicarnente todas las ideas explicitas en cl texto de

superficie. La elaboracion del texto base no puede esperar a que se

haya presentado el texro de superficie completo. Por el contrario, «Ia

comprensi6n tiene lugar en el curso (on line) del procesarniento de los

datos de entrada, gradualmente, y no post hoc» (van Dijk y Kintsch,

1983, p. 5). Por ejemplo, el sistema cognitivo del lector de este

capitulo va organizando ideas en el curso de la lectura , y los procesos

de organizaci6n textual coinciden temporalmente con otros muchos

de tratamiento perceptivo de las senales escritas, acceso al sistema

lexico, analisis de aspectos sintacticos de las unidades clausales y

oracionales, etc.

El caracter en-curso del procesamiento del texto establece limita-

ciones claras de recursos asignables a esre proceso por parte delsistema cognitivo: procesamos los texros en riernpo real y con restric-

ciones que provienen, cuando menos, de limires de arencion y memo-

ria a corto plazo. Estos ultirnos son especialmente importantes:

cuando el texto de superficie es relativamente largo, el sistema

cogrririvo tiene que ir elaborando «rrozo a trozo» el texto base,

debido a la necesidad de abstraer los contenidos proposicionales de

las oraciones antes de que estas se pierdan de la memoria. Adernas, el

«reren de memoria» solo puede maritener simultanearnenre urr cierto

nurnero de unidades sernanricas (que Kintsch y van Dijk establecen en

una magnitud que oscila de una a cuatro) para incorporar las nuevas

proposiciones al texto base. En cada momento, solo podemos con tar

con un nurnero lirnirado de «ideas» maximamente activadas, a las

que incorporar las nuevas ideas del texto.

Asi, por cada ciclo de procesamiento se sclecciorian, con unaesrrategia de «retener 10 superior», s610 algunas de las ideas previas

del texto, A medida que el proceso transcurre de ciclo en ciclo, las

proposiciones de nivel mas alto tienden a repetirse mas, al seguir

siendo seleccionadas una y otra vez, para retenerse en la memoria

operativa:

De este modo, puede urilizarse un principio muy general de la memoria para

explicar las diferencias de recuerdo entre las unidades sernanticas: Recordamos

10 que procesamos, y si las proposiciones supraordinadas se procesan mas

496

LA COMPRENSION DEL DISCURSO

porgue son las gue tienen mayor probabilidad de seleccionarse para retenerse

de cicio en cicio en el reten de memoria a corro plazo, Jas proposiciones

supraordinadas seran tambien las que mejor se recuerden (van Dijk y Kintsch,

1983, p. 44).

· · 1

La explicacion que dan Kintsch y van Dijk del efecto de niveles

rernite a estrategias de codificacion del texto base a partir del texto de

superficie. Otros modelos han preferido explicar el efecto por a)

como se representa el texto base en la memoria, 0 b) como serecupera de ella. La bipotesis de fa accesibilidad representacional

(McKoon, 1977) establece que las ideas superiores se recuerdan mejor

porque sus representaciones mentales ocupan un lugar prominente en

la memoria -en que las proposiciones tendrian tarnbien una organ i-

zacion jerarquizada-, y son mas accesibles al estar mejor integradas

en el conjunto de estructuras de memoria cuyo empleo se hizo

necesario para comprender el texto. La hipotesis predice que las ideas

principales deberan olvidarse menos y recuperarse mas rapidamente

que las secundarias. Si bien la primera de estas predicciones se ha

comprobado repetidamente, la segunda -mas exclusiva de este

modelo- no parece cumplirse (Carreiras y Gutierrez-Calvo, 1989).

Cuando recordarnos textos 0 unidades de discurso, inferimos

muchas ideas que no estaban expllcitas en ellos, pero que son

coherentes con 1 0 que dicen. 2No podria ser que el efecto de nivelesfuera consecuencia del modo basicarnente inferencial de recuperaci6n

de la informaci6n de la memoria? Las inferencias son tanto mas

probables en relacion con las ideas del texto cuanto mas importantes

son: el sistema cognitivo teridera a incorporar esas ideas principales a

su propia estructura de memoria permanente, haciendolas parte de

ella. Esto explicaria tanto la mayor probabilidad de recuerdo (en

realidad, de «inferericia en la recuper acion») de las proposiciones

superiores en la jerarquia del texto base, como el hecho de que estas

sean mas susceptibles de intrusiones (ideas relacionadas, pero que no

estaban en el texto original) 0de falsas alarm as (oraciones reconoci-

das como presentadas, cuando no 10 fueron en realidad, y que

contienen «ideas principales» del texto). La hip6tesis de Lareconstruc-

cion inferencial (Graesser y Nakamura, 1982) puede explicar , quiza ,

una parte del efecto de niveles, dado que la memoria del significadotiene un caracter esencialmente reconstructiuo, Sin embargo, los

procesos inferenciales que lintervienen en la comprensi6n (y no solo

los relacionados con la memoria) tarnbien ejercen influencia en el

efecto de niveles, como demuestra el hecho de que las «falsas alar-

mas» en el reconocimiento, que afectan sobre todo a las ideas

principales de un texro , no impliean necesariamente tiempos de

respuesta mayores que los reconocimientos correctos (Gutierrez-Cal-

vo y Carreiras, 1990).

cEs 5610 el efecto de niveles un feriorneno de memoria, como

497