Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

  • Upload
    pgal

  • View
    247

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    1/139

    El escalofriante relato de la represin franquista durante las primeras horas de laGuerra Civil. Se trata de un clsico del ensayo blico. Un libro de culto, prohibido durantemuchos aos en Espaa. El libro es el testimonio de un hombre catlico y de ideolo!"aconservadora que se atreve a denunciar el uso sacr"le!o de sus propias ideas para #ustificarla barbarie franquista.

    $ %ernanos, el estallido de la Guerra Civil espaola le sorprendi en &allorca,donde resid"a por entonces. Si bien apoy en un principio el levantamiento militar, deacuerdo con sus convicciones ideol!icas, pronto su fe en el fascismo decaer"a tras sertesti!o de la depuracin !enerali'ada que, en forma fusilamientos masivos, llevaron a cabolas nuevas autoridades locales, siempre con la connivencia de la (!lesia, hasta convertir laotrora apacible isla en un )pudridero*+ ima!en se!-n observa con lucide' ) de loque ser el mundo maana*.

    Con vo' ruda y airada, que huye de cualquier sentimentalismo y desemboca amenudo en violencias verbales, el caudal de su elocuencia no slo denuncia el horror de las

    dictaduras y la perversin del sentimiento reli!ioso, sino que ahonda en la psicolo!"a delser humano enfrentado a un mundo en holocausto+ y al que aconse#a )volver al esp"ritu dela infancia* como forma de comprender y de poder salvar su alma.

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    2/139

    Geor!es %ernanos

    Los grandes cementerios bajo la luna

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    3/139

    /"tulo ori!inal0Les grandes cimetires sous la luneGeor!es %ernanos, 1234/raduccin0 5uan 6ivanco

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    4/139

    Si sintiera inclinacin por la tarea que emprendo hoy, probablemente me faltar"a valor parase!uir, porque no creer"a en ella. Solo creo en lo que me cuesta. Si al!o aceptable hice enesta vida, al principio me pareci in-til, in-til hasta la ridicule', in-til hasta la aversin. Eldemonio de mi cora'n se llama )7para qu8*.

    $ntes cre"a en el desprecio. Es un sentimiento muy escolar que pronto se transforma

    en elocuencia, como la san!re de un hidrpico se transforma en a!ua. 9a lectura prematurade %arres me hab"a proporcionado ilusiones al respecto. 9amentablemente, parec"a que eldesprecio de %arres o al menos el r!ano que lo se!re!a sufr"a una retencin perpetua.:ara lle!ar a la amar!ura, un despreciador debe empu#ar muy hondo la sonda. $s" el lector,sin saberlo, no participa tanto del sentimiento mismo como del dolor de la miccin. ;:a' al%arres deLeurs figures< El que nos !usta entr en la muerte con una mirada de nio altivo,y con su pobre sonrisa crispada de #ovencita pobre y noble que nunca encontrar marido.

    7:or qu el nombre de %arres al comien'o de este libro8 7:or qu en la primerap!ina del Sol de Satnel del !entil /oulet8 :orque en este momento, como en aquella otratarde de septiembre )llena de lu' inmvil*, vacilo en dar el primer paso, el primer pasohacia vosotros, ;oh, rostros ocultos< :orque cuando haya dado el primer paso, s que ya nome detendr, que ir, a trancas y barrancas, hasta el final de mi tarea, a travs de d"as y d"astan parecidos entre s" que ya no los cuento, que estn como apartados de mi vida. =realmente lo estn.

    >o soy un escritor. &e an!ustio al ver una ho#a de papel en blanco. El reco!imientof"sico que requiere este traba#o me resulta tan odioso que ha!o lo posible por evitarlo.Escribo en los cafs, a ries!o de que me confundan con un borracho, y acaso lo ser"a si laspoderosas rep-blicas no !ravaran con impuestos, implacablemente, los alcoholesconsoladores. En su lu!ar, me paso la vida bebiendo cafs con leche dul'ones, con moscadentro. Escribo en las mesas de los cafs porque no podr"a pasar mucho tiempo ale#ado dela cara y la vo' humana de las que creo haber intentado hablar noblemente. $ll lossuspicaces si, en su idioma, dicen que )observo*. >o observo nada. 9a observacin nolleva muy le#os. %our!et se pas la vida observando a la !ente de mundo y ni siquiera semantuvo fiel a la primera ima!en que se hab"a formado de ella ese maestrillo con fama dechic in!ls. Sus duques sentenciosos parecen notarios y, cuando quiere que pare'cannaturales, le salen tontos de remate.

    Escribo en las salas de los cafs lo mismo que antes en los va!ones de tren, para noen!aarme con criaturas ima!inarias, para hallar, con un vista'o al desconocido que pasa,la #usta medida de la ale!r"a o el dolor. >o, no soy escritor. Si lo fuera, no habr"a esperado atener cuarenta aos para publicar mi primer libro, porque qui' estaris conmi!o en que alos veinte aos habr"a podido, como cualquier otro, escribir las novelas de :ierre ?rondaie./ampoco recha'o el nombre de escritor por una suerte de esnobismo al revs. Siento un!ran respeto por el oficio al que mi mu#er y mis hi#os deben, !racias a @ios, el no morir dehambre. = hasta sufro humildemente el rid"culo de no haber sino emborronado con tinta esacara de la in#usticia cuyo ultra#e incesante es la sal de mi vida. /oda vocacin es unallamada vocatus y toda llamada debe transmitirse. $quellos a quienes va diri!ida millamada no son muchos, evidentemente. >o van a cambiar los asuntos mundiales. :ero espara ellos, para ellos para quienes he nacido.

    A A A

    Compaeros desconocidos, vie#os hermanos, #untos lle!aremos, al!-n d"a, a laspuertas del reino de @ios. /ropa eBhausta, tropa eBtenuada, blanca por el polvo de nuestros

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    5/139

    caminos, queridos rostros duros a los que no he sabido en#u!ar el sudor, miradas que hanvisto el bien y el mal, que han hecho lo que deb"an, que han asumido la vida y la muerte,;oh, miradas que nunca se han rendido< $s" os volver a encontrar, vie#os hermanos. /alcomo os so mi infancia. :orque hab"a salido a buscaros, corr"a hacia vosotros. /ras elprimer recodo, habr"a visto el resplandor de las ho!ueras de vuestros campamentos. &i

    infancia solo os pertenec"a a vosotros. /al ve', un buen d"a, un d"a que yo s, ser di!no deponerme al frente de vuestra tropa infleBible. ;uiera @ios que nunca vuelva a ver loscaminos dnde os perd" el rastro, cuando la adolescencia eBtiende sus sombras, cuando el#u!o de la muerte se me'cla en las venas con la san!re del cora'n< Caminos de la comarcade $rtois, al final del otoo, leonados y olorosos como animales, senderos que se pudrenba#o la lluvia de noviembre, !randes !alopadas de nubes, rumores del cielo, a!uasestancadas =o lle!aba, empu#aba la ver#a, arrimaba al fue!o mis botas enro#ecidas por ela!uacero. El alba lle!aba mucho antes de que hubieran entrado en el silencio del alma, ensus profundas !uaridas, los persona#es fabulosos apenas formados, embriones sinmiembros, &ouchette y @onissan, Cnabre, Chantal, y usted, la -nica de mis criaturas cuyorostro cre" distin!uir a veces, sin atreverme a ponerle nombre cura entraable de un$mbricourt ima!inario. 7Erais entonces mis maestros8 79o se!u"s siendo ahora8 %ien scun vana es esta vuelta al pasado. &i vida, desde lue!o, ya est llena de muertos. :ero elms muerto de todos es el nio que fui. Sin embar!o, lle!ado el momento, ser l quienocupar su lu!ar al frente de mi vida, reunir mis pobres aos hasta el -ltimo y, como un#efe #oven a sus veteranos, tras a!rupar a la tropa dispersa, ser el primero que entre en laCasa del :adre. $l fin y al cabo tendr derecho a hablar en su nombre. :ero no hablamos ennombre de la infancia, porque tendr"amos que hablar su idioma. Es ese idioma olvidado,ese idioma que voy buscando de libro en libro, ;imbcil de m"

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    6/139

    :(&E$ :$/E

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    7/139

    (

    );Fe #urado emocionaros, ya sintis amistad o ira, da lo mismo

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    8/139

    librar nada ni nadie, es incapa' de perdonar. Evidentemente, los doctrinarios de derechas ei'quierdas, como es su oficio, se!uirn clasificando a los imbciles, denominarn susespecies y !neros, definirn cada !rupo se!-n las pasiones y los intereses de losindividuos que los componen, su ideolo!"a particular. :ara ellos no es ms que un #ue!o.:ero estas clasificaciones responden tan poco a la realidad que el uso reduce

    implacablemente su n-mero. Es evidente que la proliferacin de partidos hala!a ante todola vanidad de los imbciles. 9es da la impresin de que esco!en. Cualquier dependiente osdir que el p-blico atra"do por la eBposicin del !nero de temporada, una ve' saciado demercanc"as y despus de haber puesto a prueba los nervios del personal, pasa por la mismaca#a. Femos visto nacer y morir !ran cantidad de partidos, porque son casi el -nico mediode que dispone cada peridico de opinin para retener a su clientela. >o obstante, estemtodo de desmenu'amiento choca con la desconfian'a natural de los imbciles, y elrebao inquieto se recompone continuamente. Cuando las circunstancias, y en especial lasnecesidades electorales, aconse#an un sistema de alian'as, esos desdichados olvidan deinmediato las distinciones que, por otro lado, hab"an hecho solo a duras penas. Ellosmismos se reparten en dos !rupos, y as" la dif"cil operacin mental que se les plantea quedareducida al m"nimo, pues ya solo tienen que pensar contra el adversario, lo cual les permiteutili'ar su pro!rama marcado simplemente con el si!no ne!ativo. :or eso les hemos vistoaceptar a re!aadientes unas desi!naciones tan complicadas como, por e#emplo,monrquicos o republicanos. Clerical o anticlerical !usta ms, porque las dos palabras solosi!nifican )a favor* o )en contra* de los curas. Conviene aadir que el prefi#o )anti* nopertenece a nadie en particular, porque si el hombre de i'quierdas es anticlerical, el hombrede derechas es antimasn o antidreyfusista.

    $ los empresarios de prensa que manosearon estos esl!anes hasta la saciedadse!uramente les !ustar"a o"rme decir que no distin!o entre ideolo!"as, que todas medesa!radan por i!ual. :ues no0 s me#or que nadie lo que un chico de veinte aos puede darde s", de la sustancia de su alma, a esas toscas creaciones del esp"ritu partidista que !uardantanto parecido con una opinin autntica como ciertas bolsas marinas con un animal unaventosa para chupar y otra para evacuar, la boca y el ano que incluso, en al!unos plipos,forman una sola. :ero ;a quin no entre!a su alma la #uventud< $ veces la arro#a a manosllenas, en los burdeles. Como esas moscas tornasoladas con refle#os a'ules y dorados,pintadas con ms esmero que las estampas de misal, los primeros amores rondan loscadveres.

    7u cab"a esperar8 >i siquiera creo en la relativa venta#a de las coaliciones dei!norancia y de ideas preconcebidas. 9a condicin indispensable para pasar realmente a laaccin es conocerse a s" mismo, saber de qu se es capa'. $hora bien, estas personas se#untan -nicamente para sumar los pocos motivos que tienen para sentirse superiores a losdems. 7u ms da, entonces, la causa que pretenden defender8 Solo @ios sabe, pore#emplo, lo que le cuesta al resto del mundo el eBi!uo !anado santurrn mantenido con!ran esfuer'o por una literatura especial, difundida en miles de e#emplares por toda lasuperficie de la tierra y que se dir"a hecha para desanimar a los descre"dos de buenavoluntad. >o les deseo nin!-n mal a los santurrones, solo querr"a que no me machacaraislos o"dos con su presunta in!enuidad. :re!untad al primer cura que os encontris y, si elhombre es sincero, os dir que nadie est tan ale#ado como ellos del esp"ritu de la infancia,de su clarividencia sobrenatural, de su !enerosidad. Son intri!antes de la devocin, y los!ordos canni!os literarios que atiborran a estas larvas con la miel que liban en losramilletes espirituales tampoco son unos in!enuos.

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    9/139

    9a ira de los imbciles llena el mundo. Es fcil de entender que la :rovidencia, quelos hi'o sedentarios, ten"a buenas ra'ones para ello. $hora vuestros trenes rpidos, vuestrosautomviles y vuestros aviones los transportan con la rapide' del rayo. Cada pequeapoblacin de ?rancia ten"a sus dos o tres clanes de imbciles, perfectamente descritos conlos famosos )$rro' y Ciruelas* de /artar"n en los $lpes. 6uestro profundo error es creer

    que la tonter"a es inofensiva, o por lo menos que hay formas inofensivas de tonter"a. 9atonter"a no tiene ms fuer'a viva que una carroada de 3L, pero cuando se pone enmovimiento arrambla con todo. 7Cmo es posible, si nin!uno de vosotros i!nora de lo quees capa' el odio paciente y vi!ilante de los mediocres, que dispersis su semilla a los cuatrovientos8 :orque si las mquinas os permiten intercambiar a vuestros imbciles no solo deciudad en ciudad y de provincia en provincia, sino de nacin en nacin o incluso decontinente en continente, las democracias toman de esos desdichados la materia de sussupuestas opiniones p-blicas. @e modo que !racias a los desvelos de una prensa inmensa,que machaca continuamente con unos cuantos asuntos simplones, la rivalidad de los)Ciruelas y $rro'* toma un cari' universal que $lphonse @audet, sin duda, no hab"aima!inado.

    :ero 7quin lee hoy en d"a /artar"n en los $lpes8 &s valdr recordar que el !entilpoeta proven'al, que tantas veces elev a un ran!o superior, por encima de s" mismo, laconsumacin del dolor y el !enio de la simpat"a, re-ne en un alber!ue de montaa a unadocena de imbciles. El !laciar est ah" al lado, suspendido en el a'ul inmenso. >adie seacuerda de l. /ras varios d"as de falsa cordialidad, recelos y hast"o, los pobres diablosencuentran un modo de dar rienda suelta a la ve' a su instinto !re!ario y al sordo rencorque los corroe. El partido de los Estreidos eBi!e ciruelas pasas de postre. El de los Sueltos,como es l!ico, pide arro'. $ partir de entonces desaparecen las disputas personales ycunde la concordia entre los miembros de cada faccin rival. >o es dif"cil ima!inar, entrebastidores, a un aficionado in!enioso y perverso, se!uramente vendedor de arro' o deciruelas pasas, su!iriendo a esos miserables una m"stica adecuada al estado de susintestinos. :ero tal persona#e sobra. 9a tonter"a no inventa nada+ para sus fines, sus fines detonter"a, se sirve admirablemente de todo lo que le brinda el a'ar. = por un fenmeno, ay,mucho ms misterioso, la veris situarse por s" misma a la medida de los hombres, lascircunstancias o las doctrinas que provocan su monstruosa capacidad de entontecimiento.>apolen, cuando estaba en Santa Felena, presum"a de haberse aprovechado de losimbciles. $l final fueron los imbciles quienes se aprovecharon de >apolen. >o solo,como cabr"a pensar, porque se volvieran bonapartistas. /ambin porque la reli!in del GranFombre, adaptada poco a poco al !usto de las democracias, produ#o ese patriotismobobalicn que todav"a tiene tanto poder sobre sus !lndulas, un patriotismo que nuncaconocieron sus antepasados y cuya cordial insolencia, con su trasfondo de odio, duda yenvidia, se eBpresa si bien con desi!ual fortuna en las canciones de @roulde y en lospoemas !uerreros de :aul Claudel.

    7Ms aburre que hable tanto de los imbciles8 &s me cuesta a m" hacerlo. :ero esque quiero convenceros de al!o0 a hierro y fue!o nunca acabaris con los imbciles.:orque, repito, ellos no inventaron el hierro, ni el fue!o, ni los !ases, pero utili'an a laperfeccin todo lo que les evita el -nico esfuer'o del que son realmente incapaces, el depensar por s" mismos. ;:refieren matar a tener que pensar, eso es lo malo< = vosotros lesproporcionis mecnicas. 9a mecnica est hecha para ellos. &ientras lle!a la mquina depensar que estn esperando, que eBi!en, que est al lle!ar, se conformarn !ustosamentecon la mquina de matar, incluso les va como un !uante. Femos industriali'ado la !uerra

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    10/139

    para ponerla a su alcance. $ su alcance est, en efecto.Si no es as", 7cmo me eBplicis por qu arte de ma!ia se ha vuelto tan fcil

    convertir a un tendero, un pasante de a!ente de bolsa, un abo!ado o un cura en un soldado89o mismo aqu" que en $lemania, en (n!laterra o en 5apn. Es muy sencillo0 eBtendis eldelantal y cae un hroe dentro. >o blasfemar contra los muertos. :ero el mundo conoci

    un tiempo en que la vocacin militar era la ms respetada despus de la del sacerdote, yapenas le iba a la 'a!a en di!nidad. 6uestra civili'acin capitalista no se distin!ueprecisamente por alentar el sacrificio, da prioridad absoluta a lo econmico+ y no de#a deser eBtrao que, en estas condiciones, dispon!a de tantos hombres de !uerra comouniformes pueden proveer sus fbricas

    Fombres de !uerra como se!uramente no se han visto nunca. 9os tomis de laoficina, del taller, sin que rechisten. 9es dais un billete al (nfierno con el sello de la oficinade reclutamiento y unas botas nuevas que suelen calar. El -ltimo est"mulo, el supremosaludo de la patria, consiste en una mirada huraa del bri!ada reen!anchado del almacn devestuario, que les llama tarados. $ continuacin se apresuran hacia la estacin un pocoachispados, pero cuidando de no perder el tren al (nfierno, lo mismo que si fueran a comeren familia, un domin!o, a %oisHColombes o a 6iroflay. Solo que esta ve' ba#arn en laestacin (nfierno. Un ao, dos aos, cuatro aos, el tiempo que ha!a falta, hasta elvencimiento del billete circular que les ha dado el !obierno, recorren el pa"s ba#o una lluviade fundicin de acero, procurando no comer sin permiso el chocolate de los v"veres dereserva, o atentos a un descuido de su compaero para birlarle el paquete de vendas que lesfalta. El d"a del ataque, con una bala en la barri!a, corretean como pollos de perdi' hasta elpuesto de socorro, se acuestan sudorosos en la camilla y se despiertan en el hospital, dedonde salen poco despus tan dcilmente como entraron, con una palmada cariosa delmdico militar, un buen tipo 9ue!o re!resan al (nfierno, en un va!n sin cristales,rumiando de estacin en estacin el vino a!rio y el queso o deletreando a la lu' del quinqula ho#a de ruta llena de si!nos misteriosos, no muy se!uros de estar en re!la. El d"a de la6ictoria ;caray, el d"a de la victoria esperan volver a su casao, os lo ase!uro, no eran santos. Eranresi!nados. En todos los hombres hay una enorme capacidad de resi!nacin, el hombre esresi!nado por naturale'a. :or eso dura. :orque, bien pensado, de otro modo el animall!ico no habr"a soportado ser el #u!uete de las cosas. Face milenios que el -ltimo de ellosse habr"a roto la cabe'a contra los muros de su cueva, maldiciendo su suerte. 9os santos nose resi!nan, por lo menos tal como lo entiende el mundo. Si sufren en silencio lasin#usticias que soliviantan a los mediocres, es para diri!ir con ms "mpetu contra la(n#usticia, contra su rostro de bronce, todas las fuer'as de su alma !rande. 9as iras, hi#as de

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    11/139

    la desesperacin, se arrastran y retuercen como !usanos. 9a oracin, al cabo, es la -nicarebelin que se mantiene firme.

    El hombre es resi!nado por naturale'a. El hombre moderno ms que los otros,debido a la soledad eBtrema en que le de#a una sociedad que apenas conoce entre los seresrelaciones que no sean de dinero. :ero estar"amos muy equivocados si creyramos que esta

    resi!nacin lo convierte en un animal inofensivo. 9a resi!nacin concentra en l unosvenenos que lo mantienen listo, lle!ado el momento, para toda suerte de violencias. Elpueblo de las democracias no es ms que una muchedumbre, una muchedumbre a la quemantienen perpetuamente en vilo el Mrador invisible, las voces que lle!an de todos losrincones de la tierra, voces que muerden sus entraas y atacan sus nervios porque hablan elidioma mismo de sus deseos, sus odios, sus terrores. 6erdad es que las democraciasparlamentarias, ms eBcitadas, carecen de temperamento. 9as dictatoriales tienen fue!o enlas entraas. 9as democracias imperiales son democracias en celo.

    A A A

    9a ira de los imbciles llena el mundo. En su ira, la idea de redencin les atormenta,porque est en el fondo de toda esperan'a humana. Es el mismo instinto que arro# aEuropa contra $sia en el tiempo de las Cru'adas. :ero entonces Europa era cristiana, losimbciles pertenec"an a la cristiandad. $hora bien, un cristiano puede ser cualquier cosa, unbruto, un idiota o un loco, pero de nin!una manera puede ser un imbcil. &e refiero a loscristianos que han nacido cristianos, cristianos de estado, cristianos de cristiandad. En unapalabra, cristianos nacidos en plena tierra cristiana, y que se cr"an libres y consuman unatras otra, ba#o el sol o el a!uacero, todas las estaciones de su vida. ;@ios me libre decompararlos con los 'oquetes que los curas cultivan en tiestecitos, prote!idos de lascorrientes de aireo os interesa8 @a lo mismo. 9os que entoncesno quieran recibirla en sus cora'ones por lo menos la reconocern por esto0 los hombresque hoy desv"an la mirada a vuestro paso, o se burlan en cuanto les habis dado la espalda,caminarn derechos a vuestro encuentro, con una mirada de hombre. :or esto, repito,sabris que vuestro tiempo ha pasado.

    A A A

    $ los imbciles les atormenta la idea de redencin. :or supuesto, si le pre!untis alprimero que os encontris, os dir que esa idea nunca le pas por la cabe'a, o que no sabemuy bien de qu le estis hablando. :orque un imbcil no dispone de nin!-n instrumentomental que le permita adentrarse en s" mismo, solo eBplora la superficie de su ser. :eroveamos0 porque un ne!ro, con su miserable a'ada, solo acierte a araar el suelo losuficiente para que brote un poco de mi#o, la tierra no de#a de ser frtil y capa' de dar otrascosechas. $dems, 7qu sabis de un mediocre mientras no le hayis observado entre otros

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    12/139

    mediocres de su especie, en la comunin de la ale!r"a, el odio, el placer o el horror8 Esverdad que cada mediocridad se defiende con uas y dientes de cualquier mediocridad deotro tipo. :ero los inmensos esfuer'os de las democracias han acabado superando elobstculo. Fabis lo!rado una ha'aa prodi!iosa, -nica0 habis destruido la se!uridad delos mediocres. $ pesar de que parec"a inseparable de la mediocridad, su sustancia misma.

    :ara ser mediocre, sin embar!o, no es imprescindible ser bruto. Fabis empe'adoembruteciendo a los imbciles. 6a!amente conscientes de lo que les falta, y de lairresistible corriente que les arrastra hacia unos destinos insondables, se encerraban en suscostumbres, hereditarias o adquiridas, como aquel famoso norteamericano que cru'aba lascataratas del >i!ara en un tonel. Fabis roto el tonel y los desdichados ven pasar las dosorillas a la velocidad del rayo.

    Un notario de 9anderneau, hace un par de si!los, no creer"a que su ciudad natalfuera a durar ms que Carta!o o &enfis, pero tal como van las cosas, maana se sentir tanse!uro en ella como en una cama armada a la intemperie en una pla'a p-blica. El mito del:ro!reso, sin duda, les ha sido muy -til a las democracias. Fan tenido que pasar uno o dossi!los para que el imbcil, acostumbrado por muchas !eneraciones a la inmovilidad, vieraen este mito al!o ms que una hiptesis emocionante, un acerti#o. El imbcil es sedentario,pero siempre ha le"do con !usto los relatos de los eBploradores. (ma!inaos que uno de estosvia#eros sin salir de casa nota, de pronto, que el suelo se mueve. Corre a la ventana, la abre,busca la casa de enfrente, un chorro de espuma sibilante le da en la cara y descubre que hapartido. $unque la palabra )partida* no es la ms adecuada en este caso. Como la miradadel hombre moderno ya no se puede posar en nada fi#o causa bien conocida del mareo,el pobre diablo no tiene la impresin de ir a nin!una parte. uiero decir que sus a!obiossi!uen siendo los mismos, mas tiene la impresin de que se acrecientan merced a un efectode perspectiva. >in!una otra manera realmente nueva de copular, nin!una manera nueva depalmarla.

    /odo esto es sencillo, muy sencillo. &aana lo ser a-n ms. /an sencillo que ya nose podr escribir nada inteli!ible sobre la desdicha de los hombres, cuyas causas inmediatasse resisten al anlisis. 9os primeros s"ntomas de una enfermedad mortal proporcionan alprofesor elementos para dar brillantes lecciones, pero todas las enfermedades mortalesacaban en lo mismo0 el cora'n se para. >o hay mucho que decir al respecto. 6uestrasociedad no morir de otro modo. /odav"a estaris discutiendo sobre los porqus y loscornos y ya las arterias habrn de#ado de latir. 9a ima!en me parece adecuada, porque lareforma de las instituciones lle!a demasiado tarde, cuando la decepcin de los pueblos esya irreparable, cuando el cora'n de los pueblos est roto.

    A A A

    S que este len!ua#e arrancar una sonrisa a los promotores del realismo pol"tico.7u es un cora'n de pueblo8 7@nde est8 9os doctrinarios del realismo pol"tico sientendebilidad por &aquiavelo. $ falta de al!o me#or, los doctrinarios del realismo pol"tico hanpuesto de moda a &aquiavelo. Es la -ltima imprudencia que deber"an haberse permitido losdisc"pulos de &aquiavelo. 7Ms ima!inis a un tah-r que antes de sentarse a la mesa de#ue!o obsequiara a sus compaeros con un pequeo tratado de su manera de hacer trampas,y le aadiera una dedicatoria hala!Kea para cada uno de esos seores8 &aquiaveloescrib"a para un reducido c"rculo de iniciados. 9os doctrinarios del realismo pol"tico lehablan al p-blico. 9ue!o los #venes franceses, en un derroche de inocencia y cortes"a,repiten sus aBiomas de un cinismo provocador, lo cual escandali'a y enternece a sus buenas

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    13/139

    madres. 9a !uerra de Espaa, despus de las de $bisinia, brinda la ocasin para un sinf"nde profesiones de fe de inmoralidad nacional que har"an revolverse en sus tumbas a 5ulioCsar, 9uis N(, %ismarcO y Cecil hodes. :ero 5ulio Csar, 9uis N(, %ismarcO y Cecilhodes no esperar"an cada maana la aprobacin comprometedora del maestrillo realista,se!uido de toda la clase. Un verdadero disc"pulo de &aquiavelo empe'ar"a por hacer que

    prendieran a esos pelma'os.;>o toquis a los imbciles< Es lo que el Pn!el podr"a haber escrito con letrasdoradas en el frontn del &undo &oderno, si este mundo tuviese un n!el. :ara desatar laira de los imbciles basta con ponerles en contradiccin consi!o mismos, y las democraciasimperiales, en el apo!eo de su rique'a y su poder"o, no pod"an de#ar de correr ese ries!o. =lo corrieron. Se!uramente el mito del :ro!reso era lo -nico que pod"an compartir esosmillones de hombres, lo -nico que colmaba su avide', su moralismo sumario y el vie#oinstinto de #usticia le!ado por sus mayores. Un empresario vidriero de la poca de Gui'otque, si consultamos estad"sticas indiscutibles, die'maba sistemticamente distritos enterospara las necesidades de su comercio, tambin tendr"a, como todos nosotros, sus crisis dedepresin. :or mucho que se rodeara el cuello con una corbata de raso, se pusiera en el o#aluna escarapela de un palmo y fuera a cenar a las /uller"as ;qu queris< Fay d"as en queuno se siente el alma. $h, por supuesto, los bi'nietos de esas personas son unos chicosfetn, como se llevan ahora, limpios, deportivos, ms o menos bien emparentados. &uchosde ellos se proclaman monrquicos y hablan de los blasones de sus antepasados con elmentn altivo de un descendiente de Godofredo de %ouillon que proclamara sus derechossobre el reino de 5erusaln. ;&enudos farsantes estn hechos< Su eBcusa es que les falta elsentido social. 7@e quin lo iban a heredar8 $dems, los cr"menes del oro tienen uncarcter abstracto. 7M es que tal ve' hay una virtud del oro8 9a historia est repleta dev"ctimas del oro, pero sus restos no desprenden nin!-n olor.

    Se podr"a relacionar este hecho con una propiedad bien conocida de las sales delmetal m!ico, que preservan de los efectos de la podredumbre. Si un vaquero con el sesotrastornado mata a dos pastorcillas despus de violarlas, la crnica reproduce su nombre ylo convierte en un ep"teto infame, en un nombre maldito. &ientras que los )Seores delComercio de >antes*, los Grandes /raficantes de esclavos, como les llama con respeto elsenador de la Guadalupe, pudieron apilar montaas de cadveres sin que toda esa carnene!ra eBhale a travs de los si!los ms que un li!ero aroma a verbena y tabaco de Espaa.)9os capitanes ne!reros, al parecer, fueron personas de noble prestancia prosi!ue elhonorable senador. 9levaban peluca como en la corte, espada al cinto, 'apatos conhebilla de plata, tra#es bordados, camisas con chorrera y puetas de enca#e*. )Un ne!ocioseme#ante concluye el periodista no deshonraba en absoluto a quienes lo practicaban nia quienes lo costeaban. 7uin no era ne!rero, en al!una medida, entre los financieros y losbur!ueses8 9os armadores que financiaban aquellas costosas y le#anas eBpedicionesdivid"an el capital empleado en varias partes, y esas partes, cuyo inters sol"a ser enorme,eran una inversin muy codiciada por todos los padres de familia*.

    :ara !anarse la confian'a de esos padres de familia, los capitanes ne!reros cumpl"anescrupulosamente con su deber, como lo demuestra este relato que citaba Candide el QR de#ulio de 123R, tomndolo de un interesante libro, de entre otros e#emplos del mismo tenor0

    $yer, a las ocho, atamos de pies y manos a los ne!ros ms culpables y, tumbndolosde bruces sobre la cubierta, mandamos que los a'otaran. $dems les hicimos unasescarificaciones en las nal!as para escarmentarlos. @espus de haberles de#ado las nal!asen carne viva con los lati!a'os y las escarificaciones, les pusimos plvora, #u!o de limn,

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    14/139

    salmuera y pimienta, todo ello ma#ado y me'clado con una dro!a que aadi el ciru#ano yles frotamos las nal!as para impedir que se !an!renaran y adems para que les escociera enlas nal!as, !obernando siempre a barlovento, con la amura a babor.

    $qu" tenemos, de paso, un buen e#emplo de la prudente discrecin de la sociedad deantao, cuando se hallaba en la necesidad de proponer casos de conciencia a los imbciles.

    9a prensa italiana pasa hoy bastantes apuros para #ustificar ante los suyos la destruccinmasiva, con !as mosta'a, del material abisinio. /oda esta m"stica de la fuer'a desanima alos imbciles, porque les impone una concentracin mental que es muy cansada. Endefinitiva, pretende obli!arles a adoptar el punto de vista de &ussolini. :or otro lado, este-ltimo mantiene una curiosa actitud ante el p-blico de nuestro pa"s. &ussolini es un recioobrero, y ama la !loria. :or lo que ha le"do en los manuales, piensa que el pueblo francstiene, ms que nin!-n otro, un sentido de la #usticia, un respeto a la debilidad y lades!racia. $ la vista de esas aldeas cuyos defensores han lo!rado destruir todo asomo devida, incluida la de los roedores y los insectos, se diri!e a los descendientes de aquellosSeores del Comercio de >antes, que han acudido con sus damas, sus damitas y los chicosque se preparan para la Escuela Central. $l principio le da un poco de ver!Ken'a, supon!o,pero lue!o se anima, habla de la !rande'a que desde que el mundo es mundo abruma a losmiserables, del :oder y del (mperio. 9os buenos bur!ueses se miran unos a otros, muyincmodos. 7:or qu nos ha tra"do aqu" &ussolini8 Estos paisa#es son a-n ms tristes que elcementerio de &ontmartre, y mi esposa es impresionable debido a su tensin. >o es elme#or momento para !astar frases a propsito de un simple asunto de ne!ros. >uestrosantepasados tambin amasaron su fortuna con los ne!ros, como este seor, pero no secreyeron por ello en la obli!acin de elaborar una filosof"a. 7El ne!ocio es verdaderamenterentable, s" o no8

    A A A

    9a idea de !rande'a nunca ha tranquili'ado la conciencia de los imbciles. 9a!rande'a es una superacin perpetua, y los mediocres probablemente no disponen denin!una ima!en que les permita representarse su "mpetu irresistible por eso solo laconciben muerta y petrificada en la inmovilidad de la FistoriaT. :ero la idea del :ro!resoest hecha a su medida. 9a !rande'a impone !randes sacrificios. &ientras que el pro!resova por s" solo a donde lo arrastra la masa de las eBperiencias acumuladas. :or consi!uiente,basta con no oponerle ms resistencia que la del propio peso. Es una colaboracin como lade un perro con el r"o por el que ba#a nadando sin fuer'as. Cuando, despus de un -ltimoinventario, el anti!uo maestro vidriero calculaba la suma eBacta de sus beneficios, a-ntendr"a un recuerdo para el moderno colaborador que acababa de escupir sus pulmones enla ceni'a del horno, entre el !ato sarnoso que dormita y la cuna donde chilla un aborto concabe'a de vie#o. El autor de Standards nos recuerda la clebre respuesta del empresarionorteamericano al periodista que acaba de visitar la fbrica y echa un tra!o con su anfitrinantes de ir a la estacin.

    7@nde demonios mete usted a los obreros vie#os8 pre!unta. >in!uno de losque he visto parec"a tener ms de cincuenta aos

    El otro vacila un momento, apura su copa y le dice0Co#a un puro, vamos a dar una vuelta por el cementerio mientras echamos una

    calada.El maestro vidriero tambin deb"a darse una vuelta de ve' en cuando por el

    cementerio. = en ve' de re'ar porque todos los bur!ueses de la poca eran

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    15/139

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    16/139

    que se le resista. 7u es eso de honrar al pobre8 El pobre no necesita que le honren, sinoque le libren de su pobre'a. El pobre se siente tan pobre que ni siquiera se atrever"a acoserse en su solapa !rasienta la condecoracin ms humilde, ;y le hablis de honorin!una fuer'a detendr el perpetuo derrame del oro, reunir en unsolo la!o de oro los millones de re!ueros por donde se cuela, ms escurridi'o que elmercurio, vuestro metal encantado. >o se trata de enriquecer al pobre, sino de honrarle, ome#or dicho de rendirle honores. >i el fuerte ni el dbil pueden vivir sin honor, pero el dbiltiene ms necesidad que nadie de honor. Esta mBima, por lo dems, no tiene nada departicular. Es peli!roso de#ar que los pobres se envile'can, la podredumbre de los dbiles esun veneno para los fuertes. 7Cun ba#o habr"an ca"do las mu#eres vuestras mu#eres side com-n acuerdo, a lo lar!o de los si!los, pese a tener medios suficientes para someterlasen cuerpo y alma, no hubierais decidido, prudentemente, respetarlas8 7Ms parece absurda laidea de que un tratante millonario pueda ceder el paso a un honrado pobre diablo8 :uescuidado, entonces, no vayis a encontraros un d"a con que al!-n muchachote pueda pensarlo mismo ante una mu#er cualquiera, vie#a o #oven, fea o bonita, todas ellas sin posibilidadde eBi!ir un trato considerado. espetis a la mu#er y al nio, y a nin!uno de vosotros se osocurre pensar que su debilidad es una suerte de invalide' al!o ver!on'osa, apenasconfesable. Si las costumbres han prevalecido as" sobre la violencia, 7por qu no ha deceder, a su ve', el vil presti!io del dinero8 S", el honor del dinero ser"a poca cosa sinvuestra complicidad solapada.

    A A A

    ):ero 7acaso no ha sido siempre as"8*. &s bien habr"a que decir que si los hombresdel dinero a menudo han disfrutado de los beneficios del poder, este poder nunca le haparecido le!"timo a nadie, nunca hubo, nunca habr una le!itimidad del @inero. En cuantole pre!untan se esconde, se a!a'apa, desaparece ba#o tierra. >i siquiera hoy su situacin enla sociedad que controla difiere mucho de la del !an que se acuesta con su ama, viuda ytalluda. Saca su provecho, pero en p-blico llama )mi seora* a su amante y le habla con la!orra en la mano. $ las reinas de belle'a y los artistas de cine se les hacen recibimientostriunfales. En cambio, no veris a uno de los ocOefeller recibido en la estacin del >ortepor los aplausos de las mismas personas ardientes que se a!olpan alrededor de /ino ossi,sin que les preocupe dar la impresin, con sus indiscretos arrebatos, de que sienten envidiapor el pequeo corso de vo' de mbar. En cambio les aver!on'ar"a mostrar el mismoentusiasmo al seor ?ord, aunque fuera tan !uapo como obert /aylor. El dinero es el amo,sea. :ero ni siquiera tiene un representante oficial+ como una simple potencia de tercerafila, no aparece en los corte#os con uniforme de !ala. En ellos se ve al 5ue', de ro#o y conpiel de cone#o, al &ilitar en!alanado como un Sui'o de catedral, al propio Sui'o abriendopaso al :relado violeta, al Gendarme, al :refecto, al $cadmico que se le parece, a los@iputados vestidos de ne!ro. >o se ve al ico, aunque sea quien pa!a la fiesta y puedaponerse muchas plumas en el sombrero.

    Charles &aurras pronunci una ve' una frase rebosante de !rande'a y di!nidadhumana0 )9o que me asombra no es el desorden, sino el orden*. 9o que deber"a llenarnosde asombro es que, incluso en este mundo que le pertenece, el dinero siempre parece

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    18/139

    aver!on'ado de s" mismo. Face poco oosevelt recordaba que la cuarta parte de la fortunaestadounidense est en manos de sesenta familias, que en realidad, por el #ue!o de lasalian'as, se reducen a unas veinte. $l!unos de estos hombres, que ni siquiera ostentan un!aln en la man!a, disponen de ocho mil millones. ;$h, ya lo s< $ nuestros #venesrealistas de derechas les har mucha !racia0 );9as doscientas familias, #a, #a, #a

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    19/139

    :orque si el @inero no reclama a-n el reconocimiento p-blico de su soberan"a, no estanto por astucia y prudencia como por una timide' insuperable. 9os que se libran de sudominacin conocen su fuer'a, cntimo ms o menos. El desconoce la de ellos. 9os Santosy los Froes saben lo que piensa, y l no tiene ni la ms remota idea de lo que puedenpensar de l, realmente, los Santos y los Froes.

    Cierto es que el simple amor al dinero solo produce maniticos, obsesos a los que lasociedad apenas conoce, que !imotean y se pudren en las re!iones tenebrosas, como loschampiones. 9a avaricia no es una pasin sino un vicio. El mundo no es de los viciosos,como ima!inan las castidades torturadas. El mundo es del ies!o. Esto har re"r a los:rudentes cuya moral es la del ahorro. :ero aunque ellos mismos no arries!an nada, vivendel ries!o de los dems. = a menudo, !racias a @ios, mueren de l. @e repente un in!enierodesconocido decide, ante el asombro de sus alle!ados, que va a fabricar un p#aromecnico+ un corredor ciclista, a la hora del verm-, apuesta a que pilotar esa mquina+ yno pasarn treinta aos antes de que a los $horradores les cai!an del cielo bombas de milOilos. El &undo es del ries!o. &aana el &undo ser de quien ms arries!ue, de quienasuma con ms aplomo su ries!o. Si tuviera tiempo os prevendr"a contra una ilusinfrecuente en los devotos. 9os devotos suelen creer que una humanidad sin @ios, como ellosdicen, se hundir en un pantano de depravacin, por decirlo en su len!ua#e. Esperan unnuevo %a#o (mperio. :odemos estar se!uros de que se vern defraudados. 9a parte podridadel (mperio era esa caterva de altos funcionarios saqueadores, fauna c"nica y farsante a msno poder, presta a tra!arse todas las supuraciones de Pfrica y $sia, a chupar el colector deesos dos continentes. Con el refinamiento de esos patanes pasa como con la mayor"a de lastradiciones escolares. @esde hace si!los los pedantes proponen a la admiracin de los#venes a unos :etronios y 9-culos le!endarios saliendo de los baos de vapor para hacerserestre!ar por efebos. %ien mirado, si se lavaban tanto era porque apestaban. En vano seuntaban nardo y blsamos por las lla!as ver!on'osas que mencionan 5uvenal y 9uciano.$adir que, incluso los sanos, tan !lotones que se recostaban para llenarse me#or la pan'ay una ve' llenos se vaciaban como odres, metindose los !ruesos dedos anillados de orohasta el fondo del !a'nate, sin tomarse la molestia de incorporarse, al final de la comidadeb"an de necesitar un lavado a fondo Eso s", viv"an en villas suntuosas. 9a verdad es queel hombre romano nunca me ha !ustado. :ero han tenido que pasar muchos aos para queempiece a descubrir en l no solo su !roser"a demasiado ostensible, sino tambin ciertanecedad profunda. >o me refiero a su prodi!alidad colosal, imbcil, a las morenasen!ordadas con esclavos, a las len!uas de ruiseor, a las perlas diluidas en falerno ni atantas otras bromas desorbitadas e i!ual de est-pidas, cuya vul!aridad asquear"a hasta a unmarsells. Estoy pensando en otras diversiones supuestamente diablicas, que acaso lofueran, de las que los docentes canosos solo hablan en vo' ba#a, diversiones que parecenima!inadas por cole!iales solitarios. /odos esos emperadores barri!ones pon"an muchavoluntad cuando se trataba de hacer dao. &as para ser realmente perversos les faltabacierta calidad humana. >o se condena quien quiere. >o comparte quien quiere el pan y elvino de la perdicin. 7Cmo decirlo8 >adie puede ofender cruelmente a @ios si no tienecon qu amarle y servirle. 7u tienen que ver con @ios aquellos puercos8 Suetonio, al finy al cabo, solo describi reye'uelos. 7u nos importa a nosotros el vie#o /iberiochapoteando en su baera y arrimando a la boca de unos nios de pecho el pin!a#o por elque, una ve', fue un hombre8 &iles de disolutos septua!enarios, espoleados por las furiasde la impotencia, suean con cosas as". :ero /iberio no se limit a soarlas, lo admito.(ncluso dudo que las soara. Se!uramente esas eBtraas prcticas se las su!iri al!una

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    20/139

    alcahueta o al!una concubina, para ven!arse de servidumbres viles y a!obiantes burlndosedel $mo del &undo. $l fin y al cabo aquel $mo del &undo no se eBpon"a a nada, nisiquiera a una leve sancin.

    A A A

    $dmiro a los idiotas cultos, henchidos de cultura, devorados por los libros como porlos pio#os, quienes afirman, levantando el meique, que no pasa nada nuevo, que ya se havisto todo. 7u sabrn ellos8 El advenimiento de Cristo fue un hecho nuevo. 9adescristiani'acin del mundo ser"a otro. Es evidente que nadie ha observado el se!undofenmeno ni puede hacerse una idea de sus consecuencias. Mbservo con mucho ms estupora aquellos catlicos a quienes la lectura, incluso superficial, del Evan!elio no invita arefleBionar sobre el carcter cada ve' ms pattico de una lucha anunciada, sin embar!o,por un mensa#e sorprendente, que no se hab"a escuchado nunca y antao resultcompletamente incomprensible0 )>o podis servir a @ios y al @inero*. ;@emasiado bienles cono'co< Si por un mila!ro mi refleBin desasosie!a a al!uno de ellos, acudir a suconfesor, quien le contestar plcidamente, amparndose en un sinf"n de casuistas, que esteconse#o solo va diri!ido a los perfectos y no tiene por qu preocupar a los propietarios./otalmente de acuerdo. @e modo que me permitir escribir con may-scula la palabra)@inero*. >o podis servir a @ios y al @inero. El :oder del @inero es opuesto al :oder de@ios.

    &e diris que es uno de esos planteamientos metaf"sicos que no interesan a losrealistas. :erdn. EBpresaos si queris de otra forma, en vuestro idioma, me da lo mismo.En la $nti!Kedad hab"a icos. &uchos hombres padecieron el reparto in#usto de los bienes,el e!o"smo, la rapacidad y el or!ullo de los icos, aunque qui' no se piensa demasiado enlos miles de labradores, pastores, pescadores o ca'adores que !racias a la mediocridad delos medios de comunicacin pod"an vivir pobres pero libres en sus soledades inaccesibles.&erece una refleBin este hecho trascendental0 los desvali#adores de entonces eranfuncionarios, deb"an ponerse humildemente a la cola detrs del !eneral conquistador ycontentarse con el bot"n que hab"an de#ado los militares+ y bien sabe @ios lo que eran losmilitares de oma antes de que los pueblos nobles de Mccidente proporcionaran verdaderos#efes !uerreros, soldados, a esa tribu de stiros. Es decir, en aquellos le#anos tiempos loshombres del dinero eBplotaban el mundo al albur de las eBpediciones fruct"feras, no loor!ani'aban. 7u tienen en com-n, os pre!unto, los piratas ms o menos consulares quese afanaban en llenar sus arcas y lue!o re!resaban a disfrutar de esos bienes mal habidoshasta reventar por sus eBcesos, con el multimillonario puritano, melanclico y dispptico,capa' de hacer que se tambalee, con un !uio, con una firma tra'ada con su estilo!rfica deciento veinte francos, el inmenso fardo de la miseria universal8 7Cmo decirlo8 Un tratantedel si!lo N6((( habr"a sido incapa' de ima!inar esta clase de hombres, le habr"a parecidoabsurdo y en efecto lo es+ se trata del producto h"brido, ya arrai!ado, de varias especiesmuy distintas. epet"s como loros que ha sur!ido de la civili'acin capitalista. >o, es lquien la ha hecho. Evidentemente, no es un plan preconcebido. Es un fenmeno deadaptacin, de defensa. El mal rico de antao, el rico #uer!uista y escandaloso, fanfarrn,manirroto, enemi!o del esfuer'o, era casi el -nico que hab"a acusado el embate delcristianismo, su impulso irresistible. :udo se!uir mantenindose en el mundo cristiano,pero no prosperar. = no prosper.

    9os hombres de la Edad &edia no eran lo bastante virtuosos como para despreciar eldinero, pero despreciaban a los hombres del dinero. @urante un tiempo prote!"an al #ud"o

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    21/139

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    22/139

    min-sculo caser"o de comarca de $rtois, arrullado por un rumor de folla#e y a!ua viva. 9avie#a casa ya no me pertenece, ;no importa, siempre que sus dueos la traten bien< ;Siempreque no le ha!an dao, que sea su ami!a, no su cosao importa< ;>o importa< 9oslunes la !ente ven"a a la limosna, como dicen por all". $ veces ven"an de le#os, de otrospueblos, pero a casi todos les conoc"a por su nombre. Era una clientela muy se!ura. (ncluso

    se hac"an favores unos a otros0 )Fe venido tambin por ?ulano, que anda con reuma*.Cuando se con!re!aban ms de cien, mi padre dec"a0 );Caramba, el ne!ocio se anima

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    23/139

    os conoce mal. ;>o importa< ;El conoceros no eliminar"a su perple#idado les debo nada alos partidos de derechas, ni ellos me deben nada a m". Es verdad que de 12V4 a 121W fuimiembro de los Camelots du oi. En aquellos tiempos pasados &aurras escrib"a con suestilo lo que yo acabo de escribir, lamentablemente, con el m"o. 9a posicin de &aurrascon respecto a las or!ani'aciones bien pensantes de entonces que todav"a no se llamabannacionales era #ustamente la misma que vemos hoy en el coronel 9a ocque+ no se puederecordar sin melancol"a. >o ramos personas de derechas. El c"rculo de estudios socialesque hab"amos fundado se llamaba Cercle :roudhon, reivindicaba a ese persona#eescandaloso. $poyamos el sindicalismo naciente. :refer"amos eBponernos a los a'ares deuna revolucin obrera a comprometer a la monarqu"a con una clase social que desde hac"aun si!lo se hab"a apartado por completo de la tradicin de nuestros mayores, del sentidoprofundo de nuestra historia, y cuyo e!o"smo, necedad y avide' hab"an lo!rado restableceruna suerte de esclavitud ms inhumana que la que abolieran antao nuestros reyes. Cuandolas dos Cmaras, unnimes, respaldaron a Clemenceau en su represin brutal de lashuel!as, no se nos pas por la cabe'a aliarnos, en nombre del orden, con ese vie#o radicalreaccionario contra los obreros franceses. Xramos conscientes de que un #oven pr"ncipemoderno se entender"a me#or con los diri!entes del proletariado, por eBtremistas quefueran, que con sociedades annimas o bancos. &e diris que el proletariado no tienediri!entes, sino manipuladores y cabecillas. El problema, #ustamente, era dotarlo dediri!entes, se!uros como estbamos de que no ir"a a ped"rselos respetuosamente a YaldecOHousseau ni a /ardieu, ni los esco!er"a entre rene!ados como Ferv o @oriot. En la Sant,donde pasbamos temporadas, compart"amos fraternalmente nuestras provisiones con los#ornaleros y cantbamos #untos, unas veces 6iva Enrique (6 y otras 9a (nternacional. Enesa poca a-n viv"a @rumont, y no hay un ren!ln de este libro que no pudiera firmar lcon su mano, su noble mano, si yo mereciera ese honor. :or lo tanto puedo re"rme en lacara de los mentecatos que me acusen de haber cambiado. Son ellos los que han cambiado.=a no los recono'co. En realidad pueden cambiar sin apuros, pues casi todos los testi!osirrecusables estn enterrados, ;y sabe @ios lo que pasar"a si hablaran los muertos< ;ual!arab"ao hay pueblo dei'quierdas o un pueblo de derechas, solo hay un pueblo. /odos los esfuer'os que ha!ispara imponerles desde fuera una clasificacin per!eada por los doctrinarios pol"ticos sololo!rarn crear en su masa unas corrientes y contracorrientes de las que se aprovechan losaventureros. 9a idea que ten!o de pueblo no se inspira en nin!-n sentimiento democrtico.9a democracia es un invento de intelectuales, lo mismo, a fin de cuentas, que la monarqu"ade 5oseph de &aistre. 9a monarqu"a no puede vivir de tesis o de s"ntesis. >o por !usto nipor eleccin, sino por vocacin profunda o, si lo prefer"s, por necesidad, nunca tiene tiempode definir al pueblo, lo toma tal como es. >o puede hacer nada sin l. = creo, casi meatrever"a a decir temo, que l no puede hacer nada sin ella. 9a monarqu"a ne!ocia con lasotras clases sociales que, por la comple#idad de los intereses que defienden y quesobrepasan el marco nacional, siempre sern, en cierta medida, estados dentro del estado.Es con el pueblo con quien !obierna. Mb#etaris que a veces lo olvida. :ero es que entonces

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    24/139

    muere. :uede perder el favor de las otras clases sociales y siempre le queda el recurso deenfrentarlas entre s", de manipularlas. 9as necesidades del pueblo son demasiado simples,de un carcter demasiado concreto, de una necesidad demasiado apremiante. EBi!e traba#o,pan y un honor que se le pare'ca, desprovisto en lo posible de cualquier refinamientopsicol!ico, un honor parecido a su traba#o y su pan. 9os notarios, ordenan'as y abo!ados

    que hicieron la revolucin de 1D23 pensaban que se pod"a apla'ar indefinidamente elcumplimiento de un pro!rama tan reducido. Cre"an que un pueblo, un pueblo autntico, unpueblo formado por mil aos de historia, se pod"a de#ar al fresco en el stano mientraslle!aba el momento oportuno. )Mcupmonos de las clases diri!entes, ms tarde veremos*.&s tarde era demasiado tarde. En la nueva casa construida con arre!lo a los planos delle!islador romano no se hab"a reservado nin!-n sitio para el pueblo de la anti!ua ?rancia, yhubo que derribarla. Este hecho no debe eBtraar. El arquitecto liberal no se hab"a ocupadode alo#ar a sus proletarios ms que el arquitecto romano a sus esclavos. Solo que losesclavos eran un tropel de ilotas de todas las len!uas, naciones y clases sociales, una partede la humanidad sacrificada, envilecida. Su tribu miserable era obra de los hombres.&ientras que la Sociedad moderna de#a que se destruya lentamente, en el fondo de sustano, una admirable creacin de la naturale'a y la historia. >aturalmente podis tener unaopinin distinta de la m"a, pero creo que la monarqu"a no habr"a de#ado que el rostrodecente de mi pa"s se deformase de un modo tan !rave. Femos tenido reyes e!o"stas,ambiciosos, fr"volos, al!unos malvados, pero dudo que una familia de pr"ncipes francesestraicionaran el esp"ritu nacional hasta el eBtremo de permitir que un puado de bur!ueses opequeobur!ueses, hombres de ne!ocios o intelectuales, se adelantasen cotorreando y!esticulando en el escenario, pretendiesen representar el papel de ?rancia, mientras quenuestro vie#o pueblo, tan or!ulloso, tan prudente, tan sensible, se transformaba poco a pocoen esa masa annima a la que llaman proletariado.

    $l decir esto no creo que est traicionando a la clase a la que pertene'co, porque nopertene'co a nin!una clase, me tienen sin cuidado las clases y adems ya no hay clases. 7Enqu se reconoce a un francs de primera clase8 7En su cuenta bancaria8 7En su t"tulo debachiller8 7En su patente8 7En la 9e!in de Fonor8 ;>o, no soy anarquista< Creo que esmuy conveniente que el estado contrate a sus funcionarios entre los me#ores alumnos de loscole!ios e institutos. 7@e dnde los sacar"a, si no8 :or otro lado, la posicin de estosseores no me parece envidiable. Ms ase!uro que si tuviera la posibilidad de convertir, porarte de ma!ia, a un herrador de pueblo que canta #unto a su for#a en recaudador deimpuestos, no creer"a que le estaba haciendo nin!-n favor. :ero admito que a estas personasse las trate con ms consideracin que al herrador o a m" mismo, porque la disciplinafacilita el traba#o y ahorra tiempo al que manda y al que obedece. Cuando estis delante deuna ventanilla de correos, conf"o en que no os pon!is a discutir con el funcionario ya!uardis modestamente a que se acuerde de vosotros, a menos que os permitis llamar suatencin con una tosecilla discreta. Si el funcionario interpreta esa actitud como unhomena#e a su inteli!encia y su virtud, qu queris que os di!a, se equivoca. >uestra clasemedia comete un poco el mismo error. Como suministra la mayor parte de los a!entes decontrol y vi!ilancia, cree que es una aristocracia nacional, que cuenta entre sus filas conms #efes. >o son ms #efes, son ms funcionarios, que no es lo mismo. Cuando escribo queya no hay clases, fi#aos bien, interpreto el sentimiento com-n. =a no hay clases porque elpueblo no es una clase en el sentido eBacto de la palabra, y las clases superiores se hanfundido poco a poco en una sola, a la que habis puesto precisamente ese nombre de clasemedia. Una clase llamada media tampoco es una clase, y menos a-n una aristocracia. >i

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    25/139

    siquiera podr"a proporcionar los primeros elementos de esta -ltima. >o hay nada ms a#enoal esp"ritu aristocrtico que su esp"ritu. Se podr"a definir as"0 el con#unto de ciudadanosconvenientemente instruidos, aptos para todo, intercambiables. :or otro lado, la mismadefinicin sirve para lo que llamis democracia. 9a democracia es el estado natural de losciudadanos aptos para todo. Cuando son muchos, se a!lomeran y forman una democracia.

    El mecanismo del sufra!io universal les viene como anillo al dedo, porque es l!ico queestos ciudadanos intercambiables acaben encomendndose al voto para decidir lo que sercada uno de ellos. 9o mismo podr"an usar el mtodo de la pa#ita ms corta. >o haydemocracia popular, porque una verdadera democracia del pueblo es inconcebible. Elhombre del pueblo, como no es apto para todo, solo puede hablar de lo que sabe, ycomprende perfectamente que la eleccin favorece a los charlatanes. El que charla en elta#o es un hol!a'n. $bandonado a s" mismo, el hombre del pueblo tendr"a el mismoconcepto del poder que el aristcrata al que por otro lado se parece en tantos aspectos0el poder es de quien lo toma, de quien se siente con fuer'as para tomarlo. :or eso no le da ala palabra dictador eBactamente el mismo si!nificado que nosotros. 9a clase media anhelaun dictador, es decir, un protector que !obierne en su lu!ar y la dispense de !obernar. 9aclase de dictadura con que suea el pueblo, es la suya. &e contestaris que los politiquerosconvertirn ese sueo en una realidad muy distinta. Sea. :ero la distincin no de#a de serreveladora.

    9o repito, no escribo estas p!inas para la !ente del pueblo, que por otro lado secuidar muy mucho de leerlas. &e !ustar"a que se entendiera bien que no es posible niconcebible nin!una vida nacional cuando el pueblo ha perdido su carcter, su ori!inalidadracial y cultural, y ha quedado reducido a un inmenso depsito de braceros embrutecidos,completado por un min-sculo vivero de futuros bur!ueses. El que las lites sean o nonacionales tiene mucha menos importancia de lo que creis. 9as lites del si!lo N(( no eranmuy nacionales que di!amos, como tampoco las del N(((. Es el pueblo quien le da a cadapatria su tipo ori!inal. :or muchas taras que le podis encontrar a la monarqu"a, ester!imen por lo menos hab"a sabido conservar lo ms valioso de su herencia, porque inclusoen pleno si!lo N6(((, cuando el clero, la noble'a, la ma!istratura y los intelectualespresentaban todos los s"ntomas de la podredumbre, el hombre del pueblo se!u"a siendopoco distinto de su antepasado medieval. Es eBasperante pensar que habis lo!radoconvertir el compuesto humano ms estable en una muchedumbre in!obernable, sometidamediante la amena'a de las ametralladoras.

    ?rancia no se reconstruir por las lites, se reconstruir por la base. Costar mstraba#o. ;u se le va a hacer< Costar lo que ha!a falta. Saldr ms barato que la !uerracivil. $ las clases medias bien pensantes les parece muy natural que los come'onesimperialistas de &ussolini obli!uen a ?rancia e (n!laterra a hacer enormes !astos dearmamento. >o critican a &ussolini. >o es a l a quien sealan como responsable delaumento de nuestras desdichas, la causa de todo son las reformas sociales.

    :ero el pueblo est en manos de peli!rosos aventureros, 7qu hacen ustedes paralibrarle de ellos8

    =a lle!ar el momento. >o tenemos tiempo, y lo mismo que las i'quierdaseBplotan el miedo de su clientela al fascismo, nosotros eBplotamos el miedo de la nuestra alcomunismo, es natural. $l fin y al cabo el pueblo no cree en nuestra sinceridad. Si nosacercramos a l perder"amos much"simos ms votos bur!ueses de los que !anar"amosentre los proletarios.

    /otal, que ustedes se comportan momentneamente con la clase obrera,

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    26/139

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    27/139

    ((

    $ menudo me echan en cara que soy demasiado in#urioso con las personas dederechas. :odr"a contestar que esas brutalidades son sistemticas y de ellas espero unacartera en el futuro !obierno de Unin >acional, al lado por e#emplo de @oriot. >ocono'co a @oriot. >unca le he o"do. Solo s que habl en los $mbassadeurs con !ran Bito./ambin s que durante un breve paso por :ar"s, una insi!ne dama francesa cuyo nombreprefiero callar, como solo dispon"a de unas horas, eBclamaba entre los aplausos de susbellas ami!as0 );6amos a ver a @oriot< $ntes que nada, @oriot*, y se mostrabaentusiasmada con los le!endarios tirantes de @oriot. );u temperamento< /iene quecambiar de camiseta despus de cada discurso. ;@icen que acaba con ella empapada,queridao creo que el anti!uo diri!ente de las 5uventudes Comunistas sea capa' de!randes arrebatos poticos, pero en fin, es posible que tal ve' sin darse cuenta

    eBperimente al!o parecido cuando desde el estrado vea ante s" las caras embobadas queantes hab"a sobado vi!orosamente con sus fuertes puos. En la poca de $bd elHZrim todosesos necios y necias pensaban que el muchacho era un traidor a sueldo de &osc-. /odosellos y ellas estarn dispuestos hoy a encomendarle el futuro de la :atria, si piensan que eslo bastante listo como para en!aar a quienes antes eran sus ami!os.

    :ero yo no har la brillante carrera de @oriot ni la de &illerand, ni tampoco la del:ere!rino de la :a'I3J. :orque no desprecio a las personas de derechas, por lo menos con esedesprecio que tanto les !usta y con el que se crecen. En ellos, sin duda, se advierte uneBtrao comple#o, en realidad fcil de eBplicar si se piensa en su eBcesiva preocupacin porel qu dirn, por la respetabilidad anlo!a al pudor f"sico de los an!losa#ones, que noes pura hipocres"a sino ms bien el efecto de una timide' hereditaria cultivada por la

    educacin, la reserva verbal, la muda complicidad de todos. 9a di!nidad habitual de losbien pensantes, ms que un ale#amiento natural de la chusma, eBpresar"a una defensasecreta y ansiosa contra una propensin cuya fuer'a no se atreven a medir. Si tuvieratiempo de escribir una ?isiolo!"a del %ien :ensante, creo que har"a hincapi en esteaspecto. Se habla continuamente de bur!ues"a. :ero es in-til dar ese nombre a unos tipossociales muy distintos. /ardieu, por e#emplo, es un bur!us trescientos aos de bur!ues"a,como le !usta decir. :or cada bur!us de este tipo se hallarn mil buenas personas cuyospaps o abuelos, primos o primas, todav"a andan arreando las vacas. >o me burlo de ellos.Sabe @ios que preferir"a la compa"a de esos rumiantes a la del ministro de resplandecientedentadura. $dmitiris conmi!o, sin embar!o, que no de#a de ser curioso trope'arse a cadapoco con unos buenos mo'os que hablan de lucha de clases con crispacin de meiques,

    suspiros y ademanes eBasperados, como si perteneciesen a no se sabe qu humanidadsuperior, cuando una apresurada adaptacin ha convertido a la mayor"a de ellos en seressocialmente aptridas. Estos mesti'os pertenecen tanto a partidos de i'quierdas como dederechas. :ero creo que los caracteres de la especie estn ms marcados en el bien pensanteque se cree, o hace como que se cree, o intenta creerse heredero de una suerte de privile!ioespiritual, y habla de su paquete de Shell o de oyal @utch como un &ontmorency de supatrimonio. Si solo pusieran a prueba la paciencia de las personas de la alta sociedad, quepor lo dems se disponen a casarse con sus hi#as en cuanto la coti'acin sea realmente

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    28/139

    favorable, no me preocupar"a lo ms m"nimo, ;l"breme @ios< :ero las personas de la altasociedad son tan necias que hace tiempo los adoptaron, con la ilusin de acercarse alpueblo, de caminar con su tiempo, precepto com-n a todos los sedentarios. $caso piensenque sus aliados son ms slidos, ms resistentes. ;Grave error< :or mucho que unciudadano se vista de t[eed en un buen sastre, se distin!a con un car!o administrativo,

    incluso haya heredado de un padre ahorrador un inmueble de renta en el barrio de /ernes,un ascenso demasiado reciente a esa clase tan mal definida que se llama %ur!ues"a 7qutendr que ver con la bur!ues"a fuertemente arrai!ada de la anti!ua ?rancia8T autori'a aatribuirle las taras y la fra!ilidad de la Edad (n!rata+ esa edad in!rata acosada por lasman"as de la infancia y la edad adulta. = la palabra in!rata es la adecuada en este caso0 7aquin iban a mostrar !ratitud estas personas8 Se han hecho a s" mismas, dicen. Sesorprender"an mucho si les recordaran que tambin tienen deberes para con la clase de laque han salido, donde todav"a apencan los suyos. 7$caso no es bastante el e#emplo y elnimo que les dan8 );u nos imiten< ;u espabileno tiene la estabilidad de la anti!uabur!ues"a, ni sus tradiciones familiares, ni mucho menos su honrade' comercial. 9os a'aresde la anarqu"a econmica lo renuevan continuamente. 7Cmo podr"amos llamar a esahornada de pequeos comerciantes cuyo n-mero ha crecido desmesuradamente con la

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    29/139

    inflacin de la pos!uerra, a pesar de las ba#as causadas por las quiebras diarias8 7&erecensiquiera el nombre de comerciantes8 $ntao un comerciante sol"a ser un productor. 9asdificultades de abastecimiento, la escase' de mercanc"as, su diversidad en una poca en queno eBist"a la fabricacin en serie, las eBi!encias de una clientela acostumbrada atransmitirse de !eneracin en !eneracin los ob#etos domsticos ms humildes, el control

    severo de la opinin provincial, el #ue!o natural de las alian'as y las amistades, laobli!acin de cumplir, al menos en apariencia, los preceptos del @eclo!o sobre el respetoa la propiedad a#ena, hac"an del ne!ocio un arte. Foy cualquier desharrapado puedealardear de pertenecer al !remio si ha alquilado una tienda y se apunta como dcimo ovi!simo intermediario entre el industrial que se arruina para producir barato y el clienteimbcil cuyo destino es de#arse robar. >o nos en!aemos por el aspecto de un antrosrdido, con el escaparate carcomido y el cristal ra#ado que, cada ve' que se abre la puertacon un tintineo de campanilla cascada, arro#a sobre la acera un olor absurdo a cebollas y pisde !ato. 9a observacin de al!unas telaraas, te#idas parad#icamente en rinconesinaccesibles incluso a los moscardones, demuestra que la paciencia del que acecha acabasalindose con la suya. Es cierto que los escaparates demasiado brillantes espantan a lospobres diablos, que abri!an la ilusin ;tan enternecedora, al fin y al cabounca tuvisteis ocasin de beber con ellos el a!uardiente de la amistad, con elcierre echado, entre su esposa atormentada por las varices y su hi#a de tufo intenso. Eranpersonas lamentablemente desprovistas de ima!inacin y por lo tanto poco di!nas delstima, pero tampoco se parec"an a los saqueadores de cadveres que antao se!u"an a lose#rcitos. ;u va< Ellos no se arries!ar"an a una descar!a de fusiler"a ni a seis meses de

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    30/139

    crcel. Estaban ansiosos de estimacin p-blica, eran implacables con la chusma, severoscon los #venes que mal!astaban su dinero, con las mu#eres que )no se respetaban*, con losdeudores infieles. >o me pre!untis qu ha sido de ellos. /ampoco vamos a pensar quetodos ellos murieran el d"a del armisticio, no. 9a inflacin los vomita, la deflacin se lostra!a. >o los reconocis, porque no se distin!uen del rebao. >o eran monstruos. Solo las

    circunstancias eran monstruosas, y ellos las sufr"an o, ms bien, adaptaban a ellas las pocasideas !enerales que ten"an. $comodaban sus almas a ellas. 9a prueba de que no ten"an nadade aventureros ni de refractarios es que en cuanto ahorraban al!o se establec"an y casaban asus hi#as con notarios. @espus pensaban en el pasado como un hombre piensa en el tiempode su #uventud, en sus amor"os. )7/e acuerdas de esa partida de conserva de salmnrecha'ada por la (ntendencia, que lue!o la compr ba#o mano, a treinta cntimos la lata, unatras otra8 Con eso !anamos quince mil francos*. Se conformaban, eran conformistas, noaspiraban a otra cosa, solo esperaban tener posibles, como ellos dicen, reunir dinerosuficiente. )Salimos de la 9e!alidad para entrar en el @erecho*, afirmaba el tercer%onaparte, que es uno de los tipos ms curiosos de la Fistoria. Ellos tambin sal"an delCdi!o aprovechando los bombardeos para entrar en la honrade', la decencia, lo que ellosllaman compostura. :or des!racia, las estad"sticas, que prometen tantas maravillas, sedesmayan en cuanto las presionan un poco, a seme#an'a de muchas personas de su seBo. >oobstante, ser"a curioso saber cuntos de estos ne!ociantes han vuelto a caer en elproletariado del que hab"an salido. :or mi parte, creo que ya estn muy admitidos en lasclases medias. El desprecio que sent"an por su clientela militar lo diri!en ahora al con#untode los )hol!a'anes* que peroran en los sindicatos en ve' de hacer como ellos, traba#ar cadacual para s" mismo, aparselas. En cierto sentido, no se equivocan. >o tienen tanto quetemer de la dictadura del proletariado como de la or!ani'acin de esta clase, de su acceso ala libertad, a la independencia, al honor. /odo se lo deben a la anarqu"a moral, mental ysocial del -ltimo si!lo, a la decadencia de las lites, al sometimiento de los traba#adores. Siun r!imen humano lo!rase incorporarlos a la nacin, el absurdo presti!io del comercio,recuerdo de tiempos pasados, pronto ser"a un mal sueo+ o bien el verdadero comercioocupar"a su lu!ar, que no es pequeo, a eBpensas de los intermediarios que eBprimen lasustancia del pueblo y se abaten como pio#os sobre cualquier industria liberadora.Cualquiera de nosotros ha tenido ocasin de conversar con un obrero especiali'ado cuyacultura, evidentemente emp"rica, es la de un aprendi' de in!eniero. 7>o os parece in#ustoque el -ltimo imbcil que lle!ue, siempre que ten!a medios para pa!ar la patente, puedaconsiderarse socialmente superior al primero porque consi!ue sacar beneficio de unamercanc"a cuyo precio inicial, demasiado ba#o en relacin con la enorme sobrecar!a decomisiones, acaba siendo irrelevante8

    El proletariado bur!us, cuya semblan'a acabo de tra'ar, no tiene tradicin niprincipios, pero tiene instinto. Ese instinto le avisa del peli!ro que corre y de que su suerteest unida a cualquier reforma social profunda, que le devolver"a a la nada. 9as personas dederechas, nacionales o clericales, se creyeron muy listas cuando le incorporaron en masa alas clases medias para que, en la famosa !uerra por el orden, ocupara el lu!ar de lainfanter"a. :refiero decirles de una ve' que as" comprometen !ravemente la causa quepretenden defender, porque supeditan a unos aliados que no tienen nada que perder, salvo as" mismos, unas tradiciones valiosas e incluso el principio mismo del orden, pues lo -nicoque cabe esperar de ellos es una resistencia cie!a y rencorosa a cualquier cambio. Si hay unespectculo que da !anas de vomitar, es el de los monrquicos franceses mendi!ando losservicios de la @emocracia en su forma ms ba#a y ori!inal, porque lo que hoy inunda las

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    31/139

    asociaciones llamadas nacionales es precisamente el p-blico que a!rada a los pioneros de larep-blica radical, y esas famosas capas profundas sobre las que ha !erminado.

    A A A

    Siempre ha!o esfuer'os por hablar sin iron"a. @e sobra s que la iron"a nunca ha

    conmovido el cora'n de nadie. Ella misma, a menudo, no es ms que el !emido de uncora'n herido. $hora se revela ante el mundo la tra!edia sin principio ni fin, porque notiene sentido ni meta. :or lo menos una meta confesable. 9a !uerra de la desesperacin,coartada san!rienta de los partidos reducidos a la impotencia, incapaces de crear nada, unosopuestos a toda vuelta atrs, otros a toda marcha hacia delante, pero unos y otros incapacesde definir o, simplemente, de concebir el atrs y el delante. Cada uno se limita a !ritar conla mano en el cora'n0 );&is intenciones< ;&is intenciones

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    32/139

    tenis que de#ar sitio a los escribidores, que refleBionan durante si!los sobre el desastre y seprodi!an en eBplicaciones de los porqus y los cornos. >o haris nada duradero para lafelicidad de los hombres porque no tenis la menor idea de su desdicha. 7&e he eBplicadobien8 :orque nuestra parte de felicidad, nuestra miserable felicidad, es en todo terrenal,volver a la tierra con nosotros el -ltimo d"a+ pero la esencia de nuestra desdicha es

    sobrenatural. 9os que se hacen una idea clara y distinta de esa desdicha, a la maneracartesiana, no soportan su peso solos. $l contrario. (ncluso se podr"a decir que el mayorinfortunio es soportar la in#usticia, no sufrirla. );Soportis sin comprendero supondris que crea a &aurras capa' ni mucho menos de eBterminar a lapoblacin de &arti!ues. Se!uir repartiendo sus laboriosas #ornadas entre la calle 6ernueil,la imprenta del Croissant y eso espero la $cademia, cuyas puertas acaban de abr"rselea causa de sus clamorosos encarcelamientos. = entre dos puertas del palacio &a'arino se leoir hablarle al duque de 9a ?orc, lamentablemente distra"do por la corriente de aire, deuna ?rancia no menos ima!inaria y potica que la :roven'a de &istral y cuyo destino es

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    33/139

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    34/139

    (((

    >o tratar de #ustificar con ar!umentos las p!inas que si!uen y menos a-n elsentimiento que me mueve a escribirlas. Una ve' ms, pero esta ve' ms que nunca, hablaren mi idioma, convencido de que solo lo entendern quienes lo hablan conmi!o, lohablaban mucho antes de leerme, lo hablarn cuando yo ya no est, mucho despus de quese haya eBtin!uido la fr!il memoria de m" y de mis libros. Solo ellos me importan. >odesprecio a los dems. &uy le#os de despreciarles, me !ustar"a entenderles me#or, porqueentender ya es amar. 9o que separa a los seres, lo que les enemista, acaso no ten!a nin!unarealidad profunda. 9as diferencias con que nuestra eBperiencia y nuestro #uicio traba#an envac"o se disipar"an como sueos si pudiramos elevar sobre ellas una mirada lo bastantelibre, porque nuestro peor infortunio es la pobre ima!en de nosotros que damos a losdems, una ima!en en la que un o"do fino descubre 'onas de un horrible silencio. >o

    escribo estos nuevos cap"tulos de la Grand :eur por placer, ni siquiera por !usto, sinoporque se!uramente ha lle!ado el momento de escribirlos, porque no pretendo !obernar mivida. >adie, eBcepto los santos, ha !obernado nunca su vida. /odas las vidas estn ba#o elsi!no del deseo y el miedo, a menos que estn ba#o el si!no del amor. :ero el amor, 7no es ala ve' miedo y deseo8 ;u ms da mi vida< Solo quiero que permane'ca fiel hasta el fin alnio que fui. S", lo que ten!o de honor y ese poco de valent"a, lo ten!o de ese ser, hoymisterioso para m", que correteaba ba#o la lluvia de septiembre por los prados empapados,con el cora'n enco!ido por la prBima vuelta al cole!io, los patios f-nebres donde prontole recibir"a el ne!ro invierno, las clases malolientes, los comedores con olor a fritan!a, lasinterminables y pomposas misas mayores, en las que la pequea alma a!obiada no pod"acompartir nada con @ios, como no fuera el hast"o+ del nio que fui y que ahora es para m"

    como un antepasado. Sin embar!o, 7por qu habr"a de cambiar8 7:or qu iba a cambiar89as horas estn contadas, las vacaciones siempre se acaban y el porche ne!ro que meespera es a-n ms ne!ro que el otro. 7:or qu iba a perder el tiempo con los hombresserios, )hombres di!nos, honrados*, como los llaman aqu" en Espaa8 Foy, no menos queayer, su frivolidad me repu!na. Solo que antes sent"a esa repu!nancia sin saber por qu.$dems ten"a miedo de convertirme en uno de ellos. )Cuando usted ten!a mi edad*,dec"an. ;:ues bien, ya la ten!o< :uedo mirarles a la cara, se!uro ya de librarme de ellos. &er"o de su cordura, una cordura que se parece a su cara, !eneralmente marcada por unaastucia austera, siempre desilusionada, siempre vana. =o, desde lue!o, no esperar"a serinfalible en mis #uicios, si emitiera #uicios, como hace Fenri &assis. Ciertamente podr"ase!uir el e#emplo de muchos y, como un vie#o escribano eBperto, poner de relieve las

    simpat"as y antipat"as, las incomprensiones, los rencores y, temblando de odio, balbucear ennombre de la a'n supuestas sentencias inapelables. /ampoco intentar cautivar. &uchomenos escandali'ar. :or lo dems, no ten!o nada nuevo que decir. Se!uramente lasdes!racias que anuncio no sern muy distintas de las que ya defraudaron nuestrasesperan'as. >o os impido darles la espalda. Cuando, con trece aos, le"a por primera ve' 9a?rancia #ud"a, el libro de mi maestro tan sabio y tan #oven a la ve', de una #uventudeterna, de una #uventud reli!iosa, la -nica capa' de lle!ar al cora'n de los nios medescubri la in#usticia, en el sentido eBacto de la palabra, no la (n#usticia abstracta de los

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    35/139

    moralistas y los filsofos, sino la in#usticia real y viva, con su mirada helada. Si yo hubierasostenido solo esa mirada, probablemente mi destino habr"a sido como el de tantos otrosque, a travs de los si!los, se quebraron contra su pecho de bronce. &s tarde comprend"que los solitarios estaban destinados a ser las presas de ese Satn hembra, cuyo macho sellama En!ao. 7u importan los dems8 7u le importan a la %estia, tan vie#a como el

    tiempo, los dbiles que tra!a, como hace la ballena con un banco de alevines de salmn8 Mbien la (n#usticia no es ms que el otro nombre de la Estupide' no lo creo porquesiempre est tendiendo sus trampas, midiendo sus !olpes, unas veces se arrastra y otras selevanta, adopta todos los rostros, incluso el de la caridad. M bien es lo que ima!ino, tiene enal!una parte de la Creacin su voluntad, su conciencia, su monstruosa memoria. Si lopensis un poco veris que no puede ser de otro modo, que estoy eBpresando en mi idiomauna verdad fruto de la eBperiencia. 7$l!uien se atrever"a a ne!ar que el mal estor!ani'ado, que es un mundo ms real del que nos muestran los sentidos, con sus paisa#eslbre!os, su cielo plido, su fr"o sol, sus crueles astros8 Un reino a la ve' espiritual ycarnal, de una densidad prodi!iosa, de un peso casi infinito, ante el cual los reinos de latierra parecen fi!uras o s"mbolos. Un reino al que solo se le enfrenta, en realidad, elmisterioso reino de @ios, que nombramos, ay, sin conocerlo realmente, sin concebirlosiquiera, y pese a todo esperamos su lle!ada. @e modo que la (n#usticia pertenece a nuestromundo familiar, pero no por completo. Con la cara l"vida y un rictus parecido al de lalu#uria, marcada por la repelente abstraccin de una avide' indecible, est entre nosotros,pero el cora'n del monstruo late en al!-n lu!ar, fuera de nuestro mundo, con una lentitudsolemne, y a nin!-n hombre le ser dado #ams penetrar sus desi!nios. Solo desea a losdbiles para provocar astutamente a su verdadera presa. 9a verdadera presa de la (n#usticiason precisamente quienes responden a su desaf"o, se enfrentan a ella, creen in!enuamenteque pueden ir a su encuentro como @avid al de Goliat. :ero ella solo derriba, solo aplastade un !olpe con su peso a los miserables que desprecia. Con los dems, nacidos paraodiarla, los -nicos que despiertan su monstruosa avide', es toda astucia. esbala entre susmanos, se hace la muerta en el suelo y lue!o, endere'ndose, les pica en el taln. $ partir deentonces le pertenecen sin saberlo, llevan en las venas ese veneno helado. ;:obres diablosconvencidos de que el reino de la (n#usticia puede dividirse contra s" mismo, y oponen lain#usticia a la in#usticia< @oy !racias al buen @ios por haberme dado buenos maestros a laedad en que todav"a se ama a los maestros. @e no ser por ellos, a veces creo que laevidencia de la estupide' y la crueldad me habr"an reducido a polvo, como a muchos otrosque sufrieron prematuramente el embate de la vida y ya solo tienen apariencia de hombres,se parecen a los hombres como la piedra con!lomerada se parece a la piedra. $mapasionadamente a mis maestros de #uventud, demasiado como para no haber ido un pocoms all de sus libros, de sus ideas. Creo que he eBperimentado profundamente su destino.$ la (n#usticia no se la vence, no se la doble!a. /odos los que lo intentaron cayeron en unain#usticia mayor o murieron desesperados0 9utero y 9amennais estn muertos, :roudhonest muerto. 9a a!on"a de @rumont, ms resi!nado, acaso no fuera menos amar!a. 9a deCharles &aurras puede ser ms dif"cil todav"a si la :rovidencia no depara al vie#o escritor,entre la ve#e' y la muerte, una 'ona de serenidad, impenetrable para los imbciles. =o lo s.Si vosotros tambin lo sabis, no os culpar si dais la espalda a unas des!racias que osparecen inevitables. :ero me !ustar"a convenceros de que les prestis atencin unmomento, no para retrasar su desenlace, qui' irremediable, sino para que las veis,siquiera una ve', con vuestros propios o#os. >o son ni mucho menos como pensis. >oresponden a la idea que os habis hecho de ellas. Estn hechas a vuestra medida, aunque no

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    36/139

    lo creis. $ la medida de vuestro miedo. :robablemente son ese mismo miedo, no creo estarhablando a la li!era, acabo de ver un desdichado pa"s entre!ado a esa clase de demonio.&uy equivocados estar"ais si os ima!inarais ese demonio como un diablillo plido,eBtenuado por un clico. 6uestra ima!inacin confunde los primeros s"ntomas de laenfermedad con la enfermedad misma. El miedo, el autntico miedo, es un delirio furioso.

    @e todas las locuras que podemos cometer, es sin duda la ms cruel. >ada i!uala suimpulso, nada puede resistir su embate. 9a ira, que se le parece, no es ms que un estadopasa#ero, una brusca disipacin de las fuer'as del alma. $dems es cie!a. El miedo, encambio, cuando se supera la primera an!ustia, forma con el odio uno de los compuestospsicol!icos ms estables que eBisten. &e pre!unto incluso si el odio y el miedo, especiestan prBimas entre s", no habrn lle!ado a la -ltima fase de su evolucin rec"proca, si no sefundirn maana en un sentimiento nuevo, desconocido a-n, del que a veces creemossorprender atisbos en una vo', en una mirada. 7$ qu vienen esas sonrisas8 El instintoreli!ioso, que permanece intacto en el cora'n del hombre, y la Ciencia, que lo eBplota deforma insensata, hacen que lentamente sur#an im!enes inmensas de las que se apoderanense!uida los pueblos con una avide' furiosa, y que son de las ms pavorosas que el !eniohumano ha presentado nunca a sus sentidos, a sus nervios tan terriblemente afinados paralos !randes acordes de la an!ustia.

    A A A

    9os mismos que pretenden resolver todos los problemas de la vida pol"tica o socialcon e#emplos tomados de la historia romana se!uramente me respondern que el miedo esbien conocido por los psiclo!os y no se puede decir nada nuevo sobre un asunto tanmanido. =o soy de otra opinin, probablemente porque no ten!o la misma idea de lahumanidad que esos @octores. @espus de definir al hombre, hablan de la humanidad comolo liar"a un naturalista de cualquier especie animal. /ampoco s si el naturalista estar"a en locierto, porque las especies animales parecen muy capaces de evolucionar. >o se puededescartar, por e#emplo, que el sistema nervioso del hombre haya sufrido alteracionesprofundas, aunque todav"a dif"ciles de descubrir. El miedo a la &uerte es un sentimientouniversal que se presenta de muchas formas, al!unas de ellas se!uramente fuera del alcancedel len!ua#e humano. Solo hubo un hombre que las conoci todas0 Cristo en su a!on"a.7Estis se!uros de que a-n no nos quedan por conocer las ms refinadas8 :ero no es estemi punto de vista. Una especie animal, mientras los si!los no modifiquen sus caracteres,nace, vive y muere con arre!lo a su propia ley, y el papel que representa en el inmensodrama de la Creacin es siempre el mismo, repetido indefinidamente. >uestra especie,desde lue!o, tampoco se libra de esta montona !ravitacin. Gira alrededor de un destinoinvariable como un planeta alrededor del sol. :ero como el planeta, es arrastrada con su solhacia otro astro invisible. >o es misteriosa por su destino, sino por su vocacin. @e modoque los historiadores no saben mucho de su verdadera historia. En su presencia son como elcr"tico de teatro delante del actor cuya vida "ntima i!nora por completo. $ veinte aos dedistancia, la misma mu#er representa osina, y si!ue siendo la verdadera osina. :ero laadolescente se ha vuelto mu#er.

    Creo que este mundo se acabar un d"a. Creo que nuestra especie, a medida que seacerca a su fin, cobi#a en el fondo de su conciencia sentimientos que desconcertar"an a lospsiclo!os, los moralistas y otros ca!atintas. Se!-n parece, el presentimiento de la muerte!obierna nuestra vida afectiva. 7u ser de ella cuando el presentimiento de la muerte dpaso al de la catstrofe que acabar con toda la especie8 Evidentemente el anti!uo

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    37/139

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    38/139

    &oreau de la &euse, para una nueva !uerra de los Cien $os.>o me ofendan suponindome ms sensible que los dems. 9es ase!uro a esas

    seoras que la visin de la san!re no me eBcita, no me produce horror ni placer, ni siquierasimple curiosidad, pero se!uramente es porque no ten!o, como ellas, un r!ano capa' detransmitir a la corte'a cerebral esa clase de pruritos. 9a discreta reserva fisiol!ica que

    acaban de leer no debe interpretarse como una confesin de debilidad, o bien es unadebilidad com-n a todos los individuos de mi seBo. Fe visto morir a muchos. Es posibleque tuviera un sitio reservado en las modestas fosas de la -ltima !uerra, al lado de miscompaeros. :ero veo abrirse, sin nin!-n vrti!o, las inmensas fosas del maana. Facemucho que los revolucionarios, verdaderos o falsos, abusan de la m"stica terrorista. Elterrorismo no es privativo de los revolucionarios, aunque alardeen de l. En realidad, laFistoria demuestra que el sistema le sirve a todo el mundo, y el /error de los eyesCatlicos en ?landes era un terror en toda re!la.

    A A A

    Estaris de acuerdo conmi!o en que, si yo fuera propenso a ataques de nervios, al o"rlos primeros tiros me habr"a marchado de &allorca con mi mu#er y los chicos. 6uelvo aver vuelvo a ver esa maana deslumbrante de domin!o. 9levbamos semanas esperando,sin creerlo, el !olpe de mano anunciado por :rimo de ivera. 7u cab"a esperar de losmilitares8 El e#rcito espaol, principal autor y beneficiario -nico del tremendodesbara#uste marroqu", ri!urosamente eBpur!ado de sus elementos reaccionarios,!obernado por lo!ias masnicas de oficiales contra las que ya se hab"a quebrado lavoluntad del primer :rimo, era adems violentamente anticlerical. 9o si!ue siendo, comocasi toda la poblacin masculina de Espaa y se ver, se!uramente, en un futuro prBimoT./odav"a hoy pienso con amar!ura que con un poco menos de respeto por las vidashumanas, por las vidas espaolas respeto tradicional en los %orbonesT, $lfonso N((( habr"aahorrado a su pa"s un calvario atro' aunque solo fuera llevando al paredn al !eneralSan#ur#o que, contra todo pronstico, le ne! el apoyo de la Guardia Civil, dando unapualada por la espalda a la &onarqu"a. >ada me impedir tampoco lamentar que no setomara una medida seme#ante con el aviador comunista ?ranco, cuya propa!anda hab"adesmorali'ado a un cuerpo considerado hasta entonces fiel, y que, disfra'ado de fascista,ayer todav"a comandaba la base area de :alma.

    A A A

    >o esperbamos nada de los militares ni menos a-n de los clericales. Fasta el -ltimod"a, la $ccin :opular, que a!rupaba a la mayor parte de los vie#os partidos moderados, semostr fero'mente demcrata, apasionadamente parlamentaria. Su aversin a la &onarqu"ano era menor que la que sent"a por la ?alan!e, la cual, por su parte, le ne!aba sus votos.:ara hacernos una idea de su doctrina, ima!inemos que podr"a haber sido el resultado de losdesvelos laboriosos de 9ouis &ar"n y &arc San!nier traba#ando #untos ba#o el control delos reverendos padres de Xtudes. $ la menor sospecha de ile!alidad estos seoresdesaparec"an por una trampilla, de donde les sacaban baados en l!rimas. 9as dictaduras,entonces, les daban muchos reparos. :ara ellos Fitler era el $nticristo, y las hermanitas delSa!rado Cora'n de :alma hac"an re'ar todas las noches a sus alumnas por el >e!us. El)por todos los medios* de Charles &aurras, frmula cuyo carcter inofensivo handemostrado sobradamente treinta y dos aos de eBperiencia, se citaba con espanto. Elfamoso #esuita 9eburu criticaba a los monrquicos y los aristcratas ante p-blicos

  • 7/21/2019 Bernanos Georges - Los Grandes Cementerios Bajo La Luna.rtf

    39/139

    numerosos, y los obreros de la C>/ no le ahorraban aplausos. $dmitiris, entre parntesis,que este detalle no es muy tranquili'ador para los #venes comunistas franceses que loschicos de la 5MC arrastran consi!o a los sermones. 7u pla'o han fi#ado en secreto losestados mayores democristianos para convertir a estos desdichados, so pena de sere#ecutados con una bala en la cabe'a por los piadosos militares de la prBima Cru'ada8

    A A AFa!o esta pre!unta sin re"rme. >o hay motivo para re"rse. &e !ustar"a tener ante m"

    a uno de esos inocentes &aquiavelos con sotana y pinta de creer que a un !ran pueblo se lemane#a como a una clase de seBto, a uno de esos que, ante la catstrofe, ponen cara dedi!nidad ofendida, como un maestro ante sus alumnos revoltosos. ;>o !astar"a demasiadaelocuencia con l< Sencillamente le dir"a0

    7Es cierto que un !ran partido demcrata, social y parlamentario, a!rupaba a lainmensa mayor"a, a casi todos los electores y electoras catlicos de Espaa, s" o no8

    Sin duda.79o aprobaba la $ccin Catlica, proporcionndole diri!entes8>o podemos ne!arlo.7$l!uno de sus oradores o de los militantes de esa cru'ada pac"fica aludi

    p-blicamente, a lo lar!o de estos aos, a la dolorosa necesidad de emplear la violencia si seproduc"a un revs electoral8

    >o lo creemos.7$caso no condenaban solemnemente la violencia en nombre de la pol"tica, la

    moral o la reli!in8:or supuesto.Uno de los telo!os que hoy #ustifican la !uerra civil con ar!umentos tomados de

    santo /oms de $quino, 7habr"a estado de acuerdo con es!rimirlos entonces, siquiera comosimple hiptesis8

    >o osar"amos afirmarlo.79e habr"ais dado vuestra aprobacin si, ocho d"as antes de la -ltima consulta

    electoral, declaraba que en caso d