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bioética y biotecnología

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Acta Bioethica 2001; año VII, nº 2

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Resumen : Este trabajo intenta analizar algunos aspectos interaccionales entre biotecnología y bioética, así como esclarecer el rolparadigmático de estas disciplinas en la visión antropológica del hombre contemporáneo y de futuras generaciones humanas. Sugerimosque la biotecnología, sobre todo a través de la intervención genética, cuestiona ciertas constantes antropológicas y debe ser acompañadapor una reflexión bioética dotada de perspectivas esclarecedoras y propositivas, que incluyan la regulación social de los proyectosbiotecnológicos, la ponderación de beneficios y riesgos en sus aspectos de sustentabilidad social y ética, la propuesta de mecanismosdecisionales vinculantes, el control prudente de las propias actividades regulatorias y la promoción de la equidad en el acceso a losbienes generados por la biotecnociencia.Palabras clave: Bioética, biotecnociencia, biotecnología, sustentabilidad.

BIOETHICS AND BIOTECHNOLOGY: THE HUMAN BETWEEN TWO PARADIGMS

Abstract : This paper intends to analyse some of the interactions that occur between biotechnology and bioethics, considering thatboth disciplines have a truly paradigmatic character that influences the anthropologic views of modern man and future human gene-rations. We suggest that biotechnology, especially in the form of genetic interventions, questions certain anthropologic constants andmust therefore be subjected to descriptive and prescriptive bioethical reflection. Benefit/risk ratios must be analyzed from the socialand the ethical points of view, effective decisional mechanisms need to be suggested, and prudential regulation will have to beenvisioned as well as the promotion of equity in the access to biotechnologic benefits.Keywords: bioethics, biotechnology, biotechnoscience, sustainability.

BIOÉTICA E BIOTECNOLOGIA: O HUMANO ENTRE DOIS PARADIGMAS

Resumo: Este trabalho procura analisar alguns aspectos de interação entre biotecnologia e bioética, assim como esclarecer o elencoparadigmático destas disciplinas na visão antropológica do homem contemporâneo e de futuras gerações. Entendemos que abiotecnologia, sobretudo através da intervenção genética, questiona certas constantes antropológicas e deve ser acompanhada dereflexão bioética dotada de perspectivas esclarecedoras e propositivas que incluam a regulação social dos projetos biotecnológicos, aponderação de riscos e benefícios nos aspectos de sustentabilidade social e ética, a proposta de mecanismos decisionais vinculantes, ocontrole prudente das próprias atividades reguladoras e a promoção da equidade no acesso aos benefícios gerados pela biotecnociência.Palavras chaves: Bioética, biotecnociência, biotecnologia, sustentabilidade.

BIOÉTICA Y BIOTECNOLOGÍA:LO HUMANO ENTRE DOS PARADIGMAS

Fermín Roland Schramm*

Miguel Kottow Lang* *

* Ph.D. Investigador Asociado de la Escuela Nacional de Salud Píblica de la Fundación Oswaldo Cruz de Río de Janeiro, Brasil.Profesor Visitante de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.Correspondencia: Escola Nacional de Saúde Pública da Fundaçao Oswaldo Cruz. Rua Leopoldo Bulhoes 1480, Sala 921.Manguinhos, Río de Janeiro, RJ, 21041-210, Brasil.

** Magíster en Sociología. Doctor en Medicina. Profesor Titular de la Universidad de Chile, Facultad de Medicina y Facultad deFilosofía y Humanidades.Correspondencia:[email protected]

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BIOÉTICA Y BIOTECNOLOGÍA:LO HUMANO ENTRE DOS PARADIGMAS i

Introducción

Las vertiginosas transformaciones dela tecnociencia y su impacto sobre las visionesde mundo contemporáneamente vigentes, asícomo las crecientes exigencias a la reflexiónque atañe a estas transformaciones, son todosfactores que han acelerado un discurso éticocuyos conceptos y términos no han logradodecantar en un juego de lenguaje de comúnaceptación sino, al contrario, llevan a lautilización de significantes cuyas lecturas noson coincidentes para los diversosinterlocutores. De allí que las éticas aplicadasse ven obligadas de definir los términos de suargumentación y buscar la univocidad dealgunas figuras retóricas cuya riqueza deconnotaciones dificultan los entendimientos.Estas dificultades son especialmente notoriasen disciplinas emergentes como la bioética y latecnociencia aplicada a los fenómenos vitales.El presente trabajo intenta dirimir algunosaspectos confrontacionales entre bioética ybiotecnología, así como esclarecer el rolparadigmático que puedan estar jugando en lavisión antropológica del hombrecontemporáneo y, no menos, de futurasgeneraciones humanas, lo cual requiere desdeel inicio un intento por clarificar algunosconceptos fundamentales.

Por ello, antes de hablar sobre la nuevacondición moral humana frente a lo quellamamos vigencia del paradigmabiotecnológico, es necesario especificar elsentido en que se utilizarán los términos“paradigma”, “biotecnología” y “bioética”, antetodo por la sospecha razonable de que no tienenun significado consensual.

i Trabajo realizado durante la permanencia postdoctoralde Fermín Roland Schramm en la Universidad de Chile.

Definiendo los términos “bioética”,“paradigma” y “biotecnología”

La bioética, por de pronto, ha tenidodefiniciones muy dispares que fluctúan desdehomologarla con la ética médica, hasta darlefunciones y responsabilidades de una ética glo-bal que abarque todas las actividades y todoslos intereses que el ser humano pueda imaginarcon relación a la sobrevivencia de la humanidady del mundo (1). Dada la “diversidad deprácticas y de discursos llamados ´bioéticos´no existe un concepto simple y absolutamenteunívoco” (2). Entendemos por bioética lareflexión ética en torno a actos humanos quealteran de forma definitiva los procesos vitales– en tanto irreversibles (3). Esta definición eslo bastante amplia y suficientemente precisaporque no se restringe al mero ámbitobiomédico, sino que engloba la moralidad delas prácticas biotecnológicas y de la ecología,delimitando, al mismo tiempo, aquellosaspectos de la vida que son pertinentes para elanálisis moral.

La noción de paradigma ha tenido, asu vez, una variedad de significados. T. Kuhn(4)le da un sentido técnico de matrizdisciplinaria o sistema de hipótesis, métodos yprotocolos de investigación, compartidos porlos profesionales de un determinado campodisciplinario; en el sentido más tradicional,paradigma corresponde a las acepciones de lapalabra griega paradeigma en tanto “modelode referencia” a ser imitado (Platón, Timeo, 29b,48e) o de mero “ejemplo” (Aristóteles,Analítica Priora, II, 24, 68b). Todos estossentidos son legítimos pues cada uno indica unpadrón de referencia para alguna función y, porende, todos respetan el sentido principal de lapalabra. Tal vez sea conveniente, sin embargo,reservar el carácter de paradigmáticos aaquellos acontecimientos que signifiquen unatransformación cultural, sea específica para elcampo en el cual se da el paradigma, sea enuna visión más general de los valores y lasvisiones prevalentes. Charles Darwin, porejemplo, provocó un cambio paradigmático

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amplio en la biología, en la antropología, en lateología y en la filosofía, en tanto que eldescubrimiento de la insulina significó unimpacto sin duda fuerte pero enfocado al campode la endocrinología médica.

El término “biotecnología” vienesiendo utilizado desde que se produjera lasimbiosis entre avances científicos, capacidadestécnicas y su aplicación a la modificación y lageneración de fenómenos vitales, así como a lacreación de seres vivos a partir de métodos delaboratorio. La biotecnología encubre el hechoprevio de la amalgama entre ciencia y técnica–tecnociencia– que se produce a partir del sigloXVII y que tiene por característica que elconocimiento científico sirve en forma directae inmediata al desarrollo técnico el cual, a suvez, nutre a la ciencia con instrumentos deinvestigación y observación cada vez mássofisticados; con lo cual se vuelven obsoletasdos cuestiones que también interesarán a labiotecnología: 1) Desaparece la brecha entreinvestigación pura y aplicación, y 2) La cienciano puede declararse inmune a la valoraciónética, ya que su producción de inmediatoadquiere presencia social y, con ello, pesovalórico. La biotecnología, que es unatecnociencia aplicada a lo vivo y que, en rigor,debiera llamarse “biotecnociencia” (5)comparte estas dos características de nodistinguir entre conocimiento y aplicación, yde llevar por ende en todas sus etapas una fuertecarga valórica. La simbiosis entre conocimientoy aplicación adquiere nuevas dimensiones si seconsidera que los altos costos del desarrollotecnocientífico gatillan su traslado al ámbito dela empresa privada, lo cual implica una fuertepresencia de valores comerciales y el primadode intereses monetarios por sobre losacadémicos.

Si bien el término “biotecnología”contiene dos errores –calla el aspecto de laciencia y habla de un logos que no correspondea la técnica sino a la reflexión sobre ella–, hatenido tal difusión que será aquí utilizado en elsentido de ser una práctica tecnocientíficaejercida sobre lo vivo, en una homología algo

espuria entre biotecnología y biotecnociencia.

Las tres etapas de la biotecnología

El término biotecnología (en el sentido de bio-técnica) es generalmente utilizado en el sentidorestringido de aplicación de la ingenieríagenética y de las técnicas del ADNrecombinante a los sistemas vivos. Estautilización es prima facie correcta, visto que lopúblicamente visible, por ejemplo en los de-bates sobre Organismos GenéticamenteModificados (OGM), son sobre todo losproductos de la biotécnica transgénica. Estosdebates también forman parte de la agenda deambientalistas, defensores de consumidores, yorganizaciones no gubernamentales (ONG),preocupados de los modos de producción deOGM y de sus posibles o probables efectossobre la salud y el bienestar de las personas, laeconomía, las relaciones entre consumidores yproductores, la transformación del medioambiente a medio y largo plazo. La utilizaciónreduccionista de la palabra “biotecnología”puede ser bastante problemática en la medidaque ignora esta diversidad de interesescomprometidos y las reflexiones que elladesencadena, dejando sin efecto lo que Thomp-son ha denominado el principio de la soberaníadel consumidor (6).

Hablar de biotecnología, sobre todo enun sentido crítico, suscita de inmediato laobservación que nada radicalmente nuevoestaría ocurriendo, puesto que el hombresiempre ha influido sobre los seres vivos y sobrela naturaleza. De allí que sea necesariodistinguir al menos tres etapas de labiotecnología, la primera siendo efectivamentemuy antigua y coincidiendo con la revoluciónagrícola que domesticó a las plantas comestiblesy a diversas especies animales. Los primerosagricultores dirigían la selección natural,cuidando de especies que les parecían útiles ydescuidando las variedades o especiesinconvenientes. Bien mirado, era ésta unabioprototécnica, en la cual los procesos natu-rales eran modificados dentro de sus

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capacidades autopoiéticas, es decir, una cepavegetal o una variedad animal podían serartificialmente cultivados en tanto ello nosobrepasara su capacidad natural de adaptación,lo cual impedía que se produjeran grandesdesajustes ecológicos.

La segunda etapa, ejemplificada por lacrisis contemporánea de la “vaca loca”, implicauna interferencia biotecnocientífica en unaespecie animal que excede su toleranciabiológica, prueba de lo cual es que laalimentación artificialmente carnívora que sedio al ganado vacuno produjo en un númeroimportante de especímenes una enfermedadmortal, la Encefalopatía Espongiforme Bovina(EEB). Sería interesante conjeturar sobre laimportancia que este accidente pecuario habríatenido si la carne infectada no hubieseprovocado en el ser humano la también letalEnfermedad de Creuzfeldt-Jacobs.

Muy probablemente el mal de la vacaloca es consecuencia de la decisión pragmáticade algunos criadores que escogieron alimentarsu ganado con harinas animales disponibles enel mercado, transformando sus rebañosherbívoros en omnívoros. Hubo por ende unerror de ellos y quizás una falta de competenciapues –se puede argumentar– ¡deberían saberque las vacas no comen carne! Pero, tambiénes legítimo preguntar: antes de que los indus-triales comercializaran tales harinas, ¿fueronhechas las investigaciones necesarias parapoder prever la probabilidad de riesgos para elbienestar animal y la salud humana, incluyendoposibles impactos sobre el medio ambiente? Esdecir, ¿Fueron respetadas las normas deseguridad? ¿Se informó a los criadores sobreel contenido del nuevo producto alimentario, afin de permitirles decidir si comprarlo o no?Las declaraciones de diversas instanciassociales y de varios gobiernos reconocen quehubo mucha información encubierta, lo cualpermitió la predominancia de interesespecuniarios por sobre el resguardo sanitario deseres vivos.

La EEB muestra cuán fácil es, pormedio de acciones técnicas aparentemente

inocuas como la de mudar los hábitosalimentarios de animales, llegar a una situaciónepidémica con graves consecuencias para lasalud y el bienestar no sólo del ganado, fuentede lucro para sus criadores, sino también deriesgo letal para poblaciones humanas. Y esotiene, por supuesto, implicaciones bioéticas siaceptamos nuestro presupuesto de que estadisciplina se refiere a las prácticas humanas quepueden alterar irreversiblemente los procesosvitales –que a su vez son irreversibles–,dañando a seres humanos y animales, así comoal medio ambiente.

En términos más técnicos, el caso dela EEB es un claro ejemplo de cómo la acciónhumana puede alterar la homeostasis de unsistema vivo, volviéndolo incompetente para“regenerarse desde adentro”, de “transformarla materia/energía en un proceso interno deautomanutención y autogeneración” (7, p.31),o de mantener sus defensas frente a agresionesambientales –virales en la EEB. De hecho, estaautoorganización es importante para quecualquier sistema autopoiético se mantengavivo, lo cual sólo puede lograrse si es autónomoy en la medida que pueda reconocer su entornocomo propio o resistir eficazmente lo ajeno. Porello se puede considerar que haycodeterminación entre un sistema vivo y suentorno o ambiente, visto que “[un sistemaautopoiético] depende de su entorno físico-químico para su conservación como entidadautónoma, de lo contrario se disolvería yreintegraría a su entorno” (7, p 59).

Hay diferencias obvias entre la relativainocuidad de la bioprototécnica y labiotecnología contemporánea aplicada alganado vacuno, que altera la biología de unaespecie al punto de romper la cadena nutricianatural con la destrucción de la especieinterferida –los vacunos– y de la especie quese alimenta de ella, los seres humanos. En estasegunda fase de la biotecnología haydebilitamiento y aniquilación de sistemasautopoiéticos, así como reacciones en cadenaabsolutamente inesperadas. Este vuelcosorpresivo es característico de la tecnociencia

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y, por ende, de la biotecnociencia compleja,donde la instrumentación no logra prever todoslos efectos posibles que puede desencadenar,como ya lo reclamara Hans Jonas (8).En recientes lustros se ha producido un nuevosalto cualitativo en las prácticasbiotecnológicas, inaugurando lo que podríadenominarse su tercera fase, cuyo sustrato esla genética y cuyo producto más obvio es latransgenia o el traslado instrumental de mate-rial genético entre diversas especies. Lacaracterística más relevante de las técnicastransgénicas es la creación de nuevos genomas,vale decir, de nuevas especies. El conocimientogenético actual dista mucho de ser tan completocomo para predecir todas las transformacionesque la transgenia pudiese producir en las nuevasespecies y eso significa, extrapolando del casode las “vacas locas”, que el potencial desorpresas y de efectos deletéreos inesperadoses inconmensurable –literalmente no se puedemedir.

En este paradigma biotecnológico quehemos denominado fase tres, aparece unfenómeno inédito, pues el hombre ha ganadoun enorme ascendiente sobre los seres vivos ysu entorno, pero al mismo tiempo ha traspasadoel límite, hasta ahora infranqueable, de dirigirsu potencial biotecnológico hacia sí mismo. Lagenética ha posibilitado que el ser humano al-tere a todos los seres vivos, incluyendo a laespecie humana, en forma irreversible einconmensurable. Salta a la vista que la razónpragmática posibilita cambios antropológicosprofundos que la bioética debe analizar enforma acuciosa y oportuna.

El quehacer humano entre paradigmabiotecnológico y paradigma bioético

El paradigma biotecnológico indica unnuevo campo de estudios y prácticas resultantesde la aplicación de la tecnociencia moderna alámbito de la vida y de la salud. Este camporesulta de la alianza entre: (a) el saber, tantoteórico como práctico de la tecnociencia o,mejor dicho, “la determinación pragmática de

la teoría” (8, p.271) desarrollada sobre todo porla física experimental y la ingeniería; (b) el sa-ber, también teórico y práctico, desarrollado porespecialistas de las ciencias de la vida talescomo biólogos y médicos; y (c) el saber,igualmente teórico y práctico, desarrollado porlos profesionales de la informática. Es lasinergia de estas tres áreas epistemológicas ytécnicas en el campo del saber que indicamosaquí como vigencia del paradigmabiotecnológico.

La emergencia del nuevo paradigmabiotecnológico hace patente no solamente queexiste un “uso práctico de la teoría” (quecaracteriza a la tecnociencia desde su inicio)sino también que “el fenómeno mismo de lavida niega las fronteras que suelen separarnuestras disciplinas y campos de trabajo entresí” (8, p.11).

La re-programación de un sistema vivopuede tener dos objetivos: (1) un objetivopredictivo-preventivo, consistente en evitaralguna característica considerada negativa,responsable de enfermedades, disfunciones omolestias; (2) un objetivo meliorativo operfectivo, en el sentido de fortalecer susfunciones, reforzar una característica existenteo propiciar una nueva, considerada deseable.Pero todo eso ocurre bajo condiciones deincertidumbre y sobre todo con riesgosdifícilmente ponderables, lo cual es tanto másgrave si la intervención tiene fines meliorativos,o sea, estimables como superfluos, que si sehace con objetivos terapéuticos. En todo caso,es posible considerar que la vida se convierteen “un experimento con apuestas y riesgoscrecientes, que la libertad del hombre, preñadade peligros, puede llevar tanto a la catástrofecomo al éxito” (8, p.10).

Posiblemente fue Hans Jonas el máspreclaro de los observadores críticos delparadigma biotecnológico y de las cuestionesmorales inéditas que implica. Pensando en unanueva ética, planteó el principio deresponsabilidad óntica, según el cual lo princi-pal era asegurar que el ser humano sigaexistiendo a futuro (9). Algo más tarde, pero

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también enfocado a los problemas de la éticaaplicada en el campo biotécnico, G. Hottoisacuñó el término de “paradigma bioético” (10).

La potencia instrumental y la capacidadpráctica de la biotecnociencia sonprofundamente inquietantes, al mismo tiempoque acusan una fuerte resistencia de la razónpragmática frente a consideraciones éticas.Imperativo tecnológico fue el término con queJonas caracterizó esta dinámica del saber hacerque no se deja frenar por temores opreocupaciones de orden valórico. Si todo loque se puede hacer se hará, nace la preguntaacaso la reflexión bioética tenga algunaposibilidad de influir sobre los acontecimientos.El propio Jonas parece escéptico frente a esaposibilidad cuando afirma que “el uso de lateoría científica es imparable, pues parar suuso querría decir parar la teoría misma, y nonos está permitido detener la marcha del sa-ber: si no a causa de las ganancias que el sa-ber proporciona, sí en cualquier caso enatención a los costos que supondría esadetención” y porque “tanto la honradez comola lógica nos vedan el camino de vuelta a laposición clásica”; en suma, porque “la teoríamisma se ha convertido en un proceso que (...)comporta su propio uso práctico, y no se lapuede ´poseer´ de otra manera” (8, p.276).Además, si eso vale para la mera teoría (comopodría ser el análisis filosófico de lo vivo) debevaler a fortiori para la tecnociencia y lasbiotecnologias modernas en las cuales no sólo“la teoría está en función del uso en la mismamedida en que el uso está en función de lateoría”.

Por ende, tecnociencia y biotecnologíastraen para el ser humano un “nuevo reino de lanecesidad” en substitución de las necesidadesque ellas pretendían satisfacer, razón por la cualJonas concluye que “si equiparamos el reinode la necesidad a la ´caverna´ de Platón,observamos que la teoría científica no nos sacade ella, ni su aplicación práctica es una vueltaa la misma: nunca la ha abandonado” (8,p.277). Mas, ¿qué se puede hacer en la cavernade Platón? ¿Qué rol puede jugar la bioética

considerando la situación denunciada por Jonas?

El quehacer de la bioética en la cavernade Platón

Si consideramos que la bioética es unaética aplicada, le corresponde una doble tarea:una descriptiva y de esclarecimiento, la otranormativa y de propuesta decisional. La primerase acerca a la tarea que Platón atribuye alfilósofo al retornar a la caverna, es decir, la tareade la bioética sería analizar los hechos y elproceso biotecnológico del modo más imparcialposible, ponderando a la luz de la razón –quees la heredera del antiguo logos– los argumentosen pro y en contra del cultivo de labiotecnociencia en general y de cada casoespecífico de su aplicación.

El papel de la teoría es evitar cualquiertipo de fundamentalismo en el análisis moral ysugerir, por ende, que las decisiones a tomarsean acuciosa y ponderadamente estudiadas. Enparticular, la teoría permite que lasbiotecnologías sean miradas no solamente ensu potencial de amenazas hacia “el futuro to-tal” (8, p.323), sino también en sus posibles yprobables beneficios para los seres vivos y,naturalmente, los seres humanos. Es discutiblela idea de Jonas, in dubio pro malo, pues puedetener por consecuencia la inacción y en ese casohabrá que justificar, con buenos argumentos,por qué el no actuar implica menos riesgos queel actuar, visto que la falta de beneficios tambiénpuede ser un efecto negativo. En otras palabras,admitiendo que tanto la acción como la inacciónpueden ser comportamientos de riesgo, labioética necesita de mucha competencia paraponderar riesgos y beneficios, aplicando elprincipio de prudencia a su vez prudentemente,aun ante la tentación de controlar y restringirlos proyectos biotecnológicos. Pero en aquellassituaciones, cada vez más frecuentes, en que laponderación de beneficios vs. riesgos seademasiado incierta, habrá que tener en cuentael escepticismo de Jonas, quien llamaba a lafrugalidad en situaciones de muchaincertidumbre, tanto más si se considera que la

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evolución de la tecnociencia ha sido haciamayor complejidad y un aumento tanto de losriesgos efectivos (11), como del temor a estosriesgos (12). Frugalidad y prudencia deben estartanto más presentes en la fase tres de labiotecnociencia, donde los efectos de laintervención humana en la vida son difíciles depredecir e irreversibles.

La biotecnociencia influye sobre lasociedad en general y altera las relacionesculturales que en su seno se despliegan. Debidoa estas vastas transformaciones labiotecnociencia es indiscutiblemente un nuevoparadigma epistemológico y pragmático. Eldebate en torno a los logros, los valores y losriesgos de la biotecnociencia no puedenreducirse a una discusión en el cenáculo deexpertos, siendo función de la bioética lograrque la labor de esclarecimiento, la iluminaciónde la caverna o la mostración del camino parasalir de ella, han de hacerse en formaampliamente comunicativa, por cuanto lasresoluciones que emanen de la reflexiónbioética deberán reproducir el sentir y el pensarde la sociedad in toto e, idealmente de acuerdocon Habermas, de cada uno de sus miembros(13). Más allá de la sustentabilidad económicaque suele ser analizada para empresastecnocientíficas de alto costo, se trata deplantear y dirimir la sustentabilidad social, valedecir, el espectro y la magnitud de los riesgosque la sociedad está dispuesta a asumir en vistade los beneficios a esperar.

El esclarecimiento ciudadano generarecomendaciones y resoluciones para labiotecnociencia; esta normativa tiene porobjetivo evitar abusos de poder de empresasbiotecnológicas, instituciones tecno-burocráticas y del mercado. Se puede llamar aeste primer plano de interacción de la bioéticacon la biotecnociencia una condición necesariapara el control de la actividad biotecnológica.

También de Jonas proviene elescepticismo de que la biotecnología sea regu-lable a través de un discurso bioético, por muyamplia que sea su base social. Pero, plantea elmismo autor, la magnitud de los

acontecimientos impide entregarse aldesaliento, pues “en los instantes de la decisión,cuando todo nuestro ser se pone en juego,sentimos como si estuviésemos actuando antela mirada de la eternidad ” (8, p.309) . Elinstante de la decisión ya no es solamente el dela acción individual a corto plazo sino, antetodo, el momento del “género humano en suobrar social global” visto que “[n]ingunaescondida moralidad en la existencia privada,sólo la acción pública y colectiva en pos deefectos que se produzcan aquí, puede conjurarese peligro, y no sabemos qué alianzas con elmal tendrá el bien para impedir lo todavía peor,incluso lo absolutamente inadmisible” (8,p.322-3).

Este lenguaje, tal vez un pocorapsódico, requiere de la bioética que lleve eldebate público más allá del meroesclarecimiento, proponiendo mecanismosdecisionales que sean vinculantes para apoyaro frenar una determinada prácticabiotecnológica. Este segundo plano operacionale interaccional constituye la condiciónsuficiente para el control de la actividadbiotecnológica.

El control de actividades riesgosasconlleva, a su vez, los riesgos del control. Elcontrol tecno-burocrático de la ciencia por elEstado, actualmente muy reducido en su gestióncientífica, debe evitar la propagación depolíticas autoritarias e incluso dictatoriales, detan triste memoria por sus nefastos efectos sobreel desarrollo de la ciencia. Por otra parte, elcontrol ciudadano ha de ser esclarecido yrespetuoso del multiculturalismo, a objeto deevitar que dogmatismos y fundamentalismosretrasen el progreso de ciencia y técnica en áreasde beneficio social y de mejor cobertura denecesidades primarias. Las actividadesregulatorias deben, a su vez, sercuidadosamente analizadas, con lo cual seestablece un tercer plano de interacción entrebioética y biotecnociencia, caracterizado por elcontrol del control.

Especial cuidado debe tener lareflexión bioética al evaluar la tendencia de la

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biotecnociencia a aumentar las brechas entrelos que acceden a ella y quienes quedanmarginados. Mientras más complejas ycostosas, más privadas son las iniciativastecnocientíficas y biotecnocientíficas, demanera que sus productos se vuelven artículosde lujo sólo accesibles a los pudientes ennaciones desarrolladas y en desarrollo. Unaspecto perverso de esta distribución asimétricaes que los beneficios quedan en pocas manosen tanto que los riesgos invaden ámbitos muchomás amplios y producen deterioros de calidadde vida –medio ambiente poluto y tóxico,alimentos transgénicos de altos costos,congestiones urbanas– que afectan a toda laciudadanía. Más allá de esta falta deecuanimidad en la distribución de beneficios ydaños/riesgos, la bioética ha de velar porqueno se produzca el fenómeno inverso, de unacontracción biotecnológica en áreas quedesprotejan las necesidades de los másdesposeídos. En este plano la bioética preguntapor la sustentabilidad ética de los proyectos–ecuanimidad en la distribución de beneficiosy riesgos–, constituyéndose el control de laequidad de ciencia y técnica.

Conclusiones

Con la introducción a gran escala delas técnicas de intervención genética, se iniciauna nueva era biotecnocientífica, con unpotencial de efectos positivos pero tambiénnegativos, que sobrepasan los límitesespaciotemporales hasta ahora conocidos. Ellogenera por un lado la esperanza de obtenernuevos instrumentos técnicos para mejorar laadaptación del ser humano, y de los seres vi-vos en general, al medio ambiente, pero, porotra parte, abre también los temores de generardaños y riesgos de incalculable dimensión yque, por su irreversibilidad, tendrían efectostransmitidos a futuras generaciones.Esta notable expansión de la razón instrumen-tal debe acompañarse de una fortificación anivel social de la ponderación valórica, lo cual

asigna a la bioética la tarea de enriquecer yrobustecer el discurso comunicativo. Esta tareatiene un componente reflexivo fundamental,pero que sólo será eficaz si logra generarmecanismos de recomendación y de resoluciónque ayuden a regular las actividadesbiotecnocientíficas en respeto del bien común.

Agradecimientos

Este trabajo fue realizado con el apoyodel CNPq, entidad del Gobierno Brasileño queapoya el desarrollo científico y tecnológico.

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Referencias