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tener en cuenta lo que Juan Pablo II nos decía en su carta apostólica “Mulieris Dignitatem” habla de lo que aporta la feminidad a lo humano, dice: “que la mujer es aquella en quien el orden de amor en el mundo creado halla su terreno para su primera raíz”, más adelante, añade que la dignidad de la mujer es medida en razón del amor”. No se encuentra a sí misma sino es dando amor a los demás, de ahí la fuerza de la mujer.

No olvidemos que un grupo de mujeres también siguieron a Jesús hasta su ultima morada, aquí podemos encontrar la respuesta del papel que tiene la mujer en el evangelio y en la pasión en particular, así como su actuación y comportamiento.

Aquellas mujeres pudieron ver con sus propios ojos el cuerpo dolorido de Jesús sujetado por tres clavos en una cruz, con una respiración angustiosa, las heridas recientes de pocas horas, un rostro sangriento sudoroso, mientras que el barro y la sangre ocultaban su mirada misericordiosa, que ellas bien conocían. Se dan cuenta de su entrega total al PADRE y su amor inconmensurable a toda la humanidad. Las mujeres se mostraron más fuertes que los apóstoles ya en la vía dolorosa también “se dolían y lamentaban por ÉL”. En medio de este escenario sigue permaneciendo la SOLEDAD DE MARÍA.

Yo, en unión de mi esposa, he vivido en recientes fechas la situación dramática de una grave enfermedad en la persona de mi único hijo de 16 años. Pudo haber perdido la vida, cuarenta y ocho días de hospitalización aquejado de una pleuropiricarditis. Lo más preciado de tu vida lo ves cómo puede morir. Largas noches de soledad, sentimiento, llantos y preocupación, pero unidos a MARÍA, por la oración, todo se puede superar, a expensas de una nueva revisión donde con su intercesión la evolución continuará positivamente. Son esos momentos difíciles donde se pone de manifiesto el valor de los bienes tan preciados que Dios nos ha regalado, nuestro hijo y la FE que nos permite vencer las altas murallas que la vida nos plantea y que nos hizo sentir, como sintió María, la más profunda y terrible soledad en medio del desconsuelo que te hace ver que todo puede estar perdido, como pudieron advertir los apóstoles ante la derrota humana de su Maestro de ahí que la gran mayoría huyeran despavoridos del lugar. Pero el cristiano tiene que estar por encima de esta debilidad y aferrarse a su fe para encontrar la salida de un túnel muy negro donde cuesta mucho ver algo de luz. De tal manera, estos pensamientos, posiblemente, hoy, cueste mucho encajar en esta sociedad, escasa de sensibilidad, amor e insolidaria, carente de la mayor parte, de los valores y pilares que sustentan la gran filosofía cristiana alejándose cada vez más de DIOS.

Nicolás Jesús Ruiz GutiérrezCofrade de la Soledad

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La implantación de los grupos seglares servitas en Andalucía

Desde la segunda mitad del siglo XVII tenemos noticias documentadas de la implantación en Andalucía de Congregaciones Seglares Servitas, aunque no sería hasta el siglo XVIII, cuando estas tomaron su mayor auge y esplendor coincidiendo con el florecimiento que experimentó la Orden de los Siervos de María en todo el mundo, y por ende, la considerable devoción a la Virgen Dolorosa. Teniéndose constancia de que al final de ese siglo ya existían más de sesenta fraternidades, todo esto sin contar con la presencia de ningún fraile servita, desde entonces ausentes en nuestra región, como ocurre también en la actualidad. Este elevado número de fundaciones fueron realizadas por algunas de las primitivas Ordenes Terceras.

Durante todos estos siglos las congregaciones han vivido de forma totalmente aislada, con una mayor o menor relación con la Orden, pero, salvo una escasa minoría, sin ni siquiera tener conocimiento de la existencia de las otras.

Pero hagamos un poco de historia, como ya es sabido las casas de los Frailes Servitas en España se hallaban en Cataluña, Valencia y Aragón, curiosamente no tuvieron ninguna casa en nuestra región, pero sí existía aquí algo común con ellos, la gran

Grabado de Francisco Gordillo de 1773, que aparece en las Constituciones de 1779 de la Real Hermandad Servita de Sevilla y

en los Libros de Reglas de algunas fraternidades que partieron de ella.

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devoción a la Madre Dolorosa.Por ello, no es de extrañar que surgieran en Andalucía Fraternidades de la

Orden Tercera Servita, que posibilitaban la canalización de un impetuoso torrente de amor y devoción hacia la Santísima Virgen en sus Dolores y Soledad.

Las primeras fundaciones de seglares andaluces se localizan en Granada hacia el año 1668 y en Loja en 1669, quizás por su proximidad al levante español donde la Orden había establecido sus conventos, y después tenemos la de Córdoba erigida por Breve del Prior General el 15 de agosto de 1699.

A continuación en el antiguo Reino de Sevilla se produjo un curioso fenómeno que propició el gran aumento de las fundaciones andaluzas.

Las provincias de Sevilla, Huelva y parte de Cádiz y Málaga, formaban la antigua Archidiócesis de Sevilla, en cuyos territorios a partir del siglo XVIII se implantaría con gran esplendor la Orden de los Siervos de María.

En Sevilla en la Iglesia Parroquial de San Marcos se funda en agosto de 1696 la Hermandad de Nuestra señora de los Dolores, que procedía de la Cofradía de Penitencia de los Siete Dolores, fundada en el desaparecido Convento de Santo

Domingo de Porta Coeli con aprobación del Papa Alejandro VI de 25 de Noviembre de 1495, fusionada con la de la Virgen de la Antigua. Hay noticias aunque de difícil comprobación, por las que se cree que dicha corporación estuvo agregada a la Orden servita, aunque parece algo extraño ya que los frailes aún no estaban del todo asentados en nuestro país por esas fechas.Ciñéndonos estrictamente a los archivos, no será hasta 1720, cuando el sacerdote de Paterna del Campo D. Manuel de Lara Villafranca, promueva la agregación de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores a la Orden de los Siervos de María, convirtiéndose en Orden Tercera Servita por Bula otorgada por el Prior General de los Siervos de María Fray Sosteneo María Cavalli el 21 de julio de dicho año, siendo la primera en la Archidiócesis, por lo que podemos considerarla como la primera V.O.T de Andalucía y la matriz de las Congregaciones que nacieron de ella, dichas fundaciones se relacionaban en un Libro de Asientos, y en sus respectivos Libros de Reglas o Constituciones el Padre Corrector de la corporación sevillana certificaba su

Ntra. Sra. de los Dolores (Sevilla)José Montes de Oca, 1730

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incorporación.La siguiente en constituirse como V.O.T. fue la Hermandad de Ntra. Sra. de

las Angustias de Jerez de la Frontera, por patente de 22 de septiembre de 1725.Prontamente se erigió la de Cádiz en 1727, la que junto con el grupo de

Sevilla serán a lo largo de la historia, los dos grandes propagadores de la espiritualidad servita.

La de Osuna se funda como Esclavitud hacia 1730, transformándose de V.O.T. por Bula firmada por el Prior General en 1780.

En 1731 la Hermandad de la Corona de Espinas de Puebla de Cazalla se agrega a la Orden sevillana, aprobación aprobada por el Vicario General de la Archidiócesis Hispalense, cuyo proceso comenzaba con la entrega del Escapulario por parte del Corrector D. Manuel de Lara Villafranca a la nueva Congregación, de esta misma forma se fueron haciendo todas las anexiones hasta finales del siglo XIX.

A finales del Siglo XVIII y coincidiendo con el florecimiento que experimenta la Orden de los Siervos de María en todo el mundo, aumentó considerablemente el culto a la Virgen Dolorosa. Teniendo la V.O.T hispalense tiempos de máximo esplendor, recibiendo de Carlos III el título de Real, y formaron parte de la misma además del Rey, muchos miembros de la nobleza, fruto de esto influyó en el elevado número de nuevas fundaciones como Estepa en 1765, Alcalá de Guadaira en 1774, en Carmona la V.O.T en 1783, después vinieron Los Palacios, Écija, Montellano, Cantillana, Las Cabezas de San Juan, Pedrera, Constantina, Fuentes de Andalucía, Marchena. Como dato anecdótico, en 1853 la Hermandad de Los Palacios recibe las Reglas de la Hermandad Matriz sevillana por pérdida de la anterior de 1807, fecha de su primera agregación a la de Sevilla.

En las Reglas de las nuevas Hermandades, como por ejemplo en la de Montellano, se hacia constar: “Como que nuestra Hermandad esta unida a la que en la Iglesia Parroquial de San Marcos de Sevilla

Ntra. Sra. de los Dolores (Cádiz)José Montes de Oca, 1729

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esta fundada...”.Ya en el último período se fundan las de Lebrija, Dos Hermanas, Puebla del

Río, La Rinconada, Alanís y Umbrete, en cuyo Libro de Reglas en su primera pagina, aparece el grabado de las Imágenes Titulares de la Hermandad Matriz realizado por Francisco Gordillo en 1773, en lugar de la de su imagen titular.

La última anexión fue la de la Hermandad de la Ntra. Sra. de la Soledad de Coria del Río en 1898, obra del venerable Padre Tarín, gran impulsor de la devoción mariana y servita.

Paralelamente en la provincia de Huelva, comienza con gran esplendor una cadena de fundaciones dependientes de la de Sevilla, que inicia D. Juan de Lara Villafranca en su pueblo natal Paterna del Campo en 1763, le siguen Aroche hacia 1768, Huelva 1771, Castaño de Robledo en 1774, Gibraleón en 1777, Almonaster en 1779, Manzanilla, Trigueros sobre 1788, La Palma del Condado hacia 1792, Valverde del Camino en 1796 y ya por último en el siglo XIX Galaroza en 1802, Cortegana en 1852 y Aracena en 1873.

En la provincia gaditana siguieron la de Sanlúcar de Barrameda en 1732, Arcos de la Frontera en 1749, San Fernando hacia 1759, después vendrían Chiclana de la Frontera, Bornos, Puerto Real, Tarifa, Puerto de Santa María, Rota y finalmente Gibraltar en 1893.

En la parte oriental en la provincia de Córdoba se fundaron Montilla, Cabra, Lucena, Fernán Núñez, Hinojosa del Duque y Puente Genil.

En la provincia de Granada a Loja le siguió la de Guadix, fundada en 1740.Y en la provincia jiennense la primera fue la de Jaén en 1732, a la que le

siguieron las de Andújar, Arjona, Villargordo, Alcalá la Real y Úbeda.Por tierras malagueñas tenemos la V.O.T de Málaga fundada en 1740, la de

Teva en 1776, Antequera que ya existía en 1784, Cañete la Real y por último Vélez.En Almería solo se tiene conocimiento de la existencia de la Ilustre

Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, que fue anexionada a la Orden de los Siervos de María por Bula del Prior General Fray Francisco Raymundo Adán, dado en la Iglesia de San Marcelo de Roma el día 1 de abril de 1772. Y aunque el documento más antiguo del que tiene referencia la Hermandad son sus Constituciones aprobadas el 2 de enero de 1773 por el Obispo D. Claudio Sánchez y Torres, por la Bula del Prior servita, se puede acreditar su anterior fecha de fundación, lo que la convierte en la Cofradía decana de la ciudad.Existen en la actualidad antiguas Órdenes Terceras adaptadas a la reforma producida en el seno de la Orden, que tienen incesante actividad constituidas como Ordenes Seglares, Grupos Laicos, Hermandades o Cofradías.

También están surgiendo nuevas agregaciones, como ejemplo más reciente tenemos el de la Cofradía de Nazarenas de M.ª Santísima de los Dolores de Pozoblanco, convertida en Hermandad Servita y Grupo Laico en el año 2009, siendo este junto con el de Sevilla, los dos únicos Grupos Laicos Servitas existentes en nuestra región.

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Hay también diversas fraternidades en proceso de reconversión interna con objeto de retomar de nuevo a sus orígenes servitas.

Y por otra parte existen otras, que desde antiguo han vivido el carisma de los Siervos de María, y que lamentablemente en la actualidad son solo un recuerdo, reflejado en ejercicios de piedad, iconografía, hábitos, etc.

Hasta la última década del pasado siglo XX no dieron comienzo los primeros encuentros entre algunas fraternidades andaluzas, en los que empezaron a conocerse, a orar juntos a Nuestra Madre Dolorosa, estrechar los lazos de unión, compartir experiencias y a relacionarse conjuntamente con la Orden. Estos encuentros fueron el germen de lo que hoy es ya una realidad, tras la constitución en diciembre del 2010, del Secretariado de Ordenes Seglares, Grupos Laicos, Hermandades y Cofradías Servitas de Andalucía, acto que quedó recogido en un documento firmado por los Priores y Hermanos Mayores de las primeras quince fraternidades que lo suscribieron y ratificado por el Prior General de la Orden de los Siervos de María Fray Ángel María Ruiz Garnica y por Fray Jaime María Frau Vicens como responsable de los Grupos Laicos de la Provincia Española que participaron en el acto.

La principal misión del Secretariado es la de ser una especie de puente entre las Fraternidades de Andalucía y la Orden.

Y su objeto no es otro que el de articular las relaciones entre cada uno de los Grupos que lo componen y con la Orden de los Siervos de María, así como establecer un camino común, que sin restar personalidad a cada fraternidad, contribuya a que el testimonio de vivencia del Carisma Servita y la propagación de la devoción a nuestra Madre Dolorosa y a su Divino Hijo, sean homogéneos en cualquier punto de nuestra geografía, ya que en la actualidad, muchos de ellos con varios siglos de vinculación a la Orden, vivían de forma aislada.

También servirá para fomentar la incorporación de las fraternidades existentes en nuestra región y la recuperación de las diversas Hermandades Servitas que perdieron totalmente el contacto con la Orden, para que puedan retomar sus orígenes fundacionales. Como, asimismo, ser el cauce para las futuras agregaciones a la Orden Servita.

En la actualidad forman ya parte del Secretariado las fraternidades de Aguilar de la Frontera, Cabra, Cádiz, Carmona, Córdoba, Herrera, Huelva, La Palma del Condado, Loja, Los Palacios, Lucena, Málaga, Paterna del Campo, Pozoblanco, San Fernando y Sevilla.

Eduardo E. Sáenz de Tejada HernándezPresidente del Secretariado

Servita de Andalucía

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ReflexionesPara ser hermano no hay que quedar por encima de nadie sino, en todo

caso, "considerar a los demas mejores que a uno mismo"."Las actitudes de Cristo, de María y de los santos deben estar reflejadas

siempre en vuestras relaciones, así como la presentación pública de vuestras veneradas imágenes. Este debe ser el estilo de vuestra tarea cristiana como cofrades. Por tanto, que no haya entre vosotros enemistades ni rivalidades, ni afán de protagonismo" (Carta Pastoral de los Obispos del Sur, octubre de 1988).

La procesión no termina cuando se cierran las puertas del templo. Los cofrades vivimos durante todo el año de aquello que hemos sentido y expresado en la procesión. La vida cofrade consiste en manifestar durante todo el año que somos miembros de un pueblo que camina, siguiendo los pasos de Jesucristo, nuestro Hermano Mayor, capellán y capataz.

¿De qué sirve que alguien diga "tengo fe" si no tiene obras? Si un hermano, sea cofrade o no, está desnudo y carece de sustento diario y no le dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta.

Dedicamos un rato para la meditación: la respuesta de los primeros apóstoles es concreta e inmediata, como también habia sido concreta la llamada de Jesus: "Venios detrás de mí y os haré pescadores de hombres". En mi caso ¿a qué me llama Jesús? ¿Y cómo es mi respuesta? Y en el caso de nuestro grupo, hermandad o cofradía: ¿qué nos está pidiendo Jesús? ¿Y cómo estamos respondiendo?

Recuerda la labor pastoral y de caridad de las hermandades y cofradías que debemos de tener ambas de manera eficaz con los más infelices de la tierra, ya estén cerca, ya lejos, esta no es una posibilidad optativa, sino una exigencia radical de nuestra fe cristiana y, particularmente, de nuestra fecundidad de cofrades.

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Al saetero

Yo quisiera ser saeteropara hacerte una saetay en ella mandarte enteromi corazón de poeta.

Una saeta enhebradacon el hilo de mi vida,para coser esa heridaque te rasgó la lanzada.

Saeta de puntas finasmojada en sangre de amorespara bordarte unas floresen lugar de esas espinas.

Saeta para llagaral corazón que te ofende.Saeta para inflamary hacer que el mundo se incendie.

Saeta para volarcuando ya sienta la muerte;y atravesar sin mancharlas nubes, para ir a verte.

Ramón Cue, S. I.

Fotografía: Rafael Rodríguez

Fotografía: Javier Alonso

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Fe, amor y dolorLa gran familia cristiana que formamos las Hermandades y Cofradías vienen dando a

lo largo de todo el año demostración del título de este artículo, una demostración que no es

solo hacia sus titulares sino hacia los miles de ciudadanos y devotos que en los días de la

Semana Santa se unen en calles, plazas y rincones más diversos para presenciar los desfiles

procesionales, esa representación plástica del camino que Cristo recorrió hacia el Calvario.

¿Estamos siguiendo nosotros ese camino? Nuestra Santísima Madre en sus distintas

advocaciones siguió con su amado hijo ese camino. Las herecias profundas de fe y de amor

unidas al dolor de la Pasión, cuando sus raíces como los árboles centenarios estas arraigadas a

la tierra firme y regadas con la savia de la devoción tienen suficiente fuerza y expresión entre

las diversas Hermandades y Cofradías, sean de pasión o de gloria.

Almería no podía ser menos en estas demostraciones: el amor a la Virgen es una noa

destacada de toda la Cristiandad de origen apostólico, y nosotros tenemos el gozo de ser de las

primeras cristiandades de España, fundada ya en el tiempo de los Apóstoles por uno de los

siete varones apostolicos: san Indalecio, patrón y guía de la ciudad.

Por encima de todas las distintas advocaciones o devociones -lógicas por otro lado

como humanos que somos- hay una petición unánime desde el fondo de nuestro corazón, que

con deseos de realidad solemos pronunciar desde nuestras primeras palabras... "muéstranos a

Jesús fruto bendito de tu vientre". Misteriosos e insondables son los caminos del Señor, pero

¿hacia dónde caminamos en esta época azarosa los católicos practicantes? ¿Cómo es nuestro

caminar por esos largos y misteriosos caminos del Señor? A lo largo de nuestro caminar todos

hemos sentido en algun momento, dudas, vacios y lagunas en nuestra fe, lagunas que se llenan

a la postre acudiendo a nuestros consiliarios buscando la palabra como bálsamo reparador.

Pero como cofrades estamos obligados a realizar ese camino como una catequesis de

amor filial, esa es nuestra gran responsabilidad si estamos comprometidos, esa es nuestra

responsabilidad ante los demás, el dar la cara sin sentir rubor ni vergüenza alguna de nuestras

creencias y sentimientos.

Sigamos con nuestro quehacer a pesar de quienes tratan de minar nuestras acciones

tratando de mover los fuertes cimientos de la Cristiandad.

El compromiso de las Hermandades y Cofradías ha de extenderse no solo a la misión

pastoral junto a nuestros consiliarios y grupos parroquiales, sino a la fraternidad para nuestros

hermanos, para los que día a día reclaman nuestra ayuda, bien a través de Cáritas Parroquiales

o de otros medios. Labor de ayuda a los necesitados, para los que poco o nada tienen y mucho

esperan de los demás crean o no crean. Son largos y duros los dolores que están sufriendo

cientos de familias, como fueron largos y duros los dolores de la Virgen a lo largo de la Pasión.

FE, AMOR, DOLOR fueron unidos para dar ejemplo a la Cristiandad de esa obra de la

Redención que Dios había creado para la salvación de la Humanidad.

Abre el alma a los fulgoresde aquella enlutada estrella¿tu sabes quién es aquella?¡¡la Virgen de los Dolores!!

Un Cofrade

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Hace años...Son las once de la noche del Viernes Santo. Hace horas que la procesión del

Santo Entierro se había recogido en su Iglesia. Eran años, en los que esta procesión, siguiendo la tradición de efectuar dicho entierro antes de la puesta del sol, como lo hicieran el primer Viernes Santo de la Historia, llevaba a cabo su desfile procesional entre las cinco y las ocho de la tarde.

Las calles, solitarias; pero a la puerta de la Iglesia de San Sebastián se iba congregando gente de todas las clases sociales en espera del inicio de la procesión de La Soledad. Imagen mariana de la Semana Santa almeriense que aglutinaba, y sigue aglutinando, el fervor de la ciudad de Almería hacia la Virgen.

Una vez iniciada la procesión, y tras la Cruz de madera con el bellisimo sudario bordado, en una sencillas andas adornadas con ramas de olivo e iluminada con cuatro faroles de forja, llegaba el cortejo sanjuanista que escoltaba a la imagen del discipulo amado. Imagen que tallara Jesús Pérez de Perceval y del Moral -nuestro siempre recordado Jesús de Perceval-, imagen vestida con túnica blanca y capa roja con artisticos bordados modernistas. Portaba una palma en su mano derecha y precediendo el cortejo de la Virgen de La Soledad que se acercaba rutilante entre los negros capirotes de los nazarenos.

Esta Cofradía, en ese año, a finales de los 50 o principio de los sesenta, había celebrado ya su tradicional Septenario, culto que cada año contaba con los más selectos oradores y que, en las fechas de referencia había contado con el Padre Franciscano Bernardino Rupert y que durante los cultos hizo gala de su elocuencia y que se puso de manifiesto ante la gran afluencia de hermanos y devotos que llenaban cada tarde-noche la Iglesia de San Sebastián en prueba de la devoción hacia la celestial señora que, en esta noche de Viernes Santo, aparecía radiante en el paso que se tallara y dorara en el taller de Perceval. Las flores habían sido puestas, como cada año, por los floristas de la familia Ruano, que con alhelíes, claveles, calas y pilla-novios formaban una antología floral en honor de la flor de las flores por antonomasia.

En cuanto a la iluminación, Casa Segado se encargaba de que el paso refulgiese como un ascua de oro. La música, en este caso la Banda Municipal, ponía el broche de oro a tan suntuoso desfile. Un desfile en el que las únicas insignias eran el estandarte y las varas de los directivos de la Hermandad, junto a las representaciones de todas las cofradías de la ciudad. Pero no solo los nazarenos acompañaban el discurrir de la procesión. Aparte de los espectadores, que eran muchos, otros tantos seguían el cortejo, tanto por las aceras, como tras la venerada imagen, en cumplimiento de promesas agradeciendo una petición concedida.

¡¡La de madres junto a la Madre!!, pidiendo por sus hijos, por el bienestar familiar, por la recuperación de las enfermedades. Peticiones que se prendían en el pañuelo donde junto al llanto de María brillaban como estrellas de primera magnitud.

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Y junto a estas personas, los saeteros que, con su canto, constelaban la noche de sentidas saetas tratando de consolar a la Virgen que, desde su trono, parecía preguntarnos "si había algún dolor semejante al suyo".

Una vez iniciado el cortejo, éste discurría por la calle de las Tiendas pasando por la puerta de Santiago, de Las Claras, el convento de las Puras y la Catedral para una vez llegado al Paseo subir hasta la Puerta de Purchena buscando la iglesia de San Sebastián, donde una muchedumbre despedía a la imagen en un derroche de saetas que se prolongaba hasta muy avanzada la madrugada constituyendo un pugilato entre los cantaores y cantaoras mientras otros rezaban fervorosamente.

Y, ante esta afluencia de público que en la actualidad también se agolpa a las puertas de Santiago Apostol, yo siempre me pregunto: ¿por qué la llaman Soledad?

José Rafael López Usero

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ROSARIO DEL MAR

UNIDAD

CALVARIO

CRISTO DEL CAMINO

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BORRIQUITA

ESTRELLA

SANTA CENA

LOS ÁNGELES

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GRAN PODER

PASIÓN

CORONACIÓN

MACARENA

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AMOR

PERDÓN

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dadESTUDIANTES

ENCUENTRO

ANGUSTIAS

PRENDIMIENTO

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ESCUCHA

CARIDAD

SANTO SEPULCRO

SILENCIO

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RESUCITADO

SOLEDAD

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