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MARZO - ABRIL DE 2015 1 BOLETÍN DE LA F UNDACIÓN A LFREDO H ARP H ELÚ O AXACA / MARZO - ABRIL DE 2015 NÚMERO 5 Ejemplar gratuito www.fahho.mx bio. México necesita confianza; en momentos difíciles no podemos mi- rar hacia otro lado. Hay que actuar y hay que hacerlo ya, sin prisa pero sin pausa, aquí y ahora. Debemos estar unidos para construir un mejor país para todos, entre todos; es necesario actuar con hechos constructivos, con una visión humanista e integral, pro- mover la unión y buscar el bienestar de los que más lo necesitan”. Así, la inversión que la FAHHO tie- ne preparada para este año es de 210 millones de pesos. “No nada más es el monto: es ver cómo vamos a tra- bajar todos juntos para que haya una derrama económica en la región”, lo que implica que también, con estas acciones, se van a generar 1052 em- pleos en Oaxaca. En este programa, las líneas de ac- tuación son muy claras y concretas: empezar hoy para tener resultados inmediatos; apoyar proyectos pro- ductivos que generen empleos en el estado; fomentar la transmisión de conocimiento y apoyar la innovación. “Ésta es una labor de todos, en la que, juntando voluntades, lograremos un país mejor. Cada uno, desde nues- tra trinchera, debemos actuar y unir nuestras fuerzas por amor a México”. Las acciones principales se centran en la creación de un fondo de apoyo a la producción, ligado a un programa estratégico de comercialización, con un esquema de comercio justo y sus- tentable, además de la capacitación de los artesanos emprendedores. También se continuará con el apoyo a empresas productivas del estado. La inversión en restauración, con- servación y preservación del patrimo- nio histórico y documental apoya 30 proyectos de restauración de patri- monio mueble e inmueble. La tercera acción involucra la edu- cación y la cultura, con inversiones en infraestructura cultural y social; el fomento a la lectura y el desarro- llo de públicos lectores mediante bi- bliotecas. También se cuenta con un fondo de apoyo para las artes, para promover las expresiones artísticas —música, teatro, danza, ópera y artes visuales—, dar oportunidad de trabajo y formación a los creadores, además de fomentar el desarrollo de públicos en Oaxaca. El cuarto rubro de estas Acciones por Oaxaca 2015 se enfoca en la eco- logía, con la promoción de huertos escolares y comunitarios; proyectos integradores que implican huertos orgánicos, captación de agua y ener- gías renovables; plantación de árbo- les; viveros de tecnología de punta; y microcuencas. En este programa también está in- cluido el deporte con proyectos de sa- lud y activación física de la población, cuyo propósito es evitar el sedenta- rismo y realizar ejercicio por medio de la recuperación de juegos tradicio- nales. Además, se apoya y financia la construcción de instalaciones depor- tivas que favorezcan y permitan el ejercicio al aire libre. Estas actuaciones, enmarcadas en el programa Acciones por Oaxaca 2015, están respaldas por el trabajo en equipo de las personas que confor- man la FAHHO, donde con el esfuerzo de todos, juntos, haremos un estado mejor, un país mejor para todos. FAHHO ACCIONES POR OAXACA 2015: TRABAJAR PARA LOGRAR UN PAÍS MEJOR Convencidos de que México es un país maravilloso y más grande que sus problemas, Alfredo Harp Helú y Ma- ría Isabel Grañén Porrúa, presidentes de la Fundación Alfredo Harp Helú, presentaron en diciembre del año pa- sado Acciones por Oaxaca 2015, un plan para el desarrollo de Oaxaca, con la firme convicción de que —por me- dio de la educación, el arte, la cultura, el rescate patrimonial, la salud, la eco- logía y el deporte— “podemos lograr un mejor país”. “La situación que está viviendo nuestro país nos obliga, por anticipa- do, a hablar de situaciones concretas que queremos llevar a cabo como fundación, que se van a traducir en beneficio de muchos oaxaqueños”. “Hemos decidido redoblar esfuer- zos y trabajar, porque en este país lo que se necesita es trabajar y actuar, no nada más estar hablando, criti- cando o asustándonos por lo que está pasando. Alguien tiene que hacer algo. Todos nosotros, la sociedad ci- vil, tenemos que provocar este cam-

Boletín FAHHO mar - abr 2015

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Boletín informativo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca A.C. Ejemplar gratuito. Número 5: marzo, abril 2015. Todos los derechos reservados ®

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MARZO - ABRIL DE 2015 1

B O L E T Í N D E L A F U N D A C I Ó N A L F R E D O H A R P H E L Ú O A X A C A / M A R Z O - A B R I L D E 2 0 1 5 N Ú M E R O 5

Ejemplar gratuito

www.fahho.mx

bio. México necesita confi anza; en momentos difíciles no podemos mi-rar hacia otro lado. Hay que actuar y hay que hacerlo ya, sin prisa pero sin pausa, aquí y ahora. Debemos estar unidos para construir un mejor país para todos, entre todos; es necesario actuar con hechos constructivos, con una visión humanista e integral, pro-mover la unión y buscar el bienestar de los que más lo necesitan”.

Así, la inversión que la FAHHO tie-ne preparada para este año es de 210 millones de pesos. “No nada más es el monto: es ver cómo vamos a tra-bajar todos juntos para que haya una

derrama económica en la región”, lo que implica que también, con estas acciones, se van a generar 1052 em-pleos en Oaxaca.

En este programa, las líneas de ac-tuación son muy claras y concretas: empezar hoy para tener resultados inmediatos; apoyar proyectos pro-ductivos que generen empleos en el estado; fomentar la transmisión de conocimiento y apoyar la innovación. “Ésta es una labor de todos, en la que, juntando voluntades, lograremos un país mejor. Cada uno, desde nues-tra trinchera, debemos actuar y unir nuestras fuerzas por amor a México”.

Las acciones principales se centran en la creación de un fondo de apoyo a la producción, ligado a un programa estratégico de comercialización, con un esquema de comercio justo y sus-tentable, además de la capacitación de los artesanos emprendedores. También se continuará con el apoyo a empresas productivas del estado.

La inversión en restauración, con-servación y preservación del patrimo-nio histórico y documental apoya 30 proyectos de restauración de patri-monio mueble e inmueble.

La tercera acción involucra la edu-cación y la cultura, con inversiones en infraestructura cultural y social; el fomento a la lectura y el desarro-llo de públicos lectores mediante bi-bliotecas. También se cuenta con un fondo de apoyo para las artes, para promover las expresiones artísticas —música, teatro, danza, ópera y artes visuales—, dar oportunidad de trabajo y formación a los creadores, además de fomentar el desarrollo de públicos en Oaxaca.

El cuarto rubro de estas Acciones por Oaxaca 2015 se enfoca en la eco-logía, con la promoción de huertos escolares y comunitarios; proyectos integradores que implican huertos orgánicos, captación de agua y ener-

gías renovables; plantación de árbo-les; viveros de tecnología de punta; y microcuencas.

En este programa también está in-cluido el deporte con proyectos de sa-lud y activación física de la población, cuyo propósito es evitar el sedenta-rismo y realizar ejercicio por medio de la recuperación de juegos tradicio-nales. Además, se apoya y fi nancia la construcción de instalaciones depor-tivas que favorezcan y permitan el ejercicio al aire libre.

Estas actuaciones, enmarcadas en el programa Acciones por Oaxaca 2015, están respaldas por el trabajo en equipo de las personas que confor-man la FAHHO, donde con el esfuerzo de todos, juntos, haremos un estado mejor, un país mejor para todos.

FAHHO

ACCIONES POR OAXACA 2015: TRABAJAR PARA LOGRAR UN PAÍS MEJOR

Convencidos de que México es un país maravilloso y más grande que sus problemas, Alfredo Harp Helú y Ma-ría Isabel Grañén Porrúa, presidentes de la Fundación Alfredo Harp Helú, presentaron en diciembre del año pa-sado Acciones por Oaxaca 2015, un plan para el desarrollo de Oaxaca, con la fi rme convicción de que —por me-dio de la educación, el arte, la cultura, el rescate patrimonial, la salud, la eco-logía y el deporte— “podemos lograr un mejor país”.

“La situación que está viviendo nuestro país nos obliga, por anticipa-do, a hablar de situaciones concretas que queremos llevar a cabo como fundación, que se van a traducir en benefi cio de muchos oaxaqueños”.

“Hemos decidido redoblar esfuer-zos y trabajar, porque en este país lo que se necesita es trabajar y actuar, no nada más estar hablando, criti-cando o asustándonos por lo que está pasando. Alguien tiene que hacer algo. Todos nosotros, la sociedad ci-vil, tenemos que provocar este cam-

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BIBLIOTECA DE INVESTIGACIÓN JUAN DE CÓRDOVAEL RESCATE DE LOS EDIFICIOS DEL FERROCARRIL MEXICANO DEL SUR (1892) Sebastián van Doesburg (FAHHO/UNAM)

Cuando, después de mucha anticipa-ción, fi nalmente llegó el primer tren a Oaxaca, el día 12 de noviembre de 1892, el gobernador del estado, el ge-neral Gregorio Chávez, con los senti-mientos colmados en el pecho, sólo lo-gró exclamar: “¡Gloria in exelsis Deo!”. No había duda en la mente de los oa-xaqueños de que ese tren iba a traer prosperidad para la ciudad y para el es-tado. De hecho, la llegada del ferroca-rril fue un momento importante en el proyecto de la modernización porfi ria-na, ya que permitió la exportación de metales y productos agrícolas comer-ciales y la importación de maquinaria. Hacia fi nales del Porfi riato, había casi 500 km de vías en el estado. Su des-mantelamiento a partir de la priva-tización de Ferrocarriles Nacionales de México en 1995 y la terminación del servicio en 2004 es nada menos que un drama socioeconómico y una muestra de la visión a corto plazo que prevalece en el tema del transporte.

Poco antes de la llegada del primer tren se había terminado la estación principal de la ciudad, un edifi cio cons-truido por la empresa inglesa Read & Campbell en el barrio de Santa María del Marquesado. Un gran ahuehuete al lado de las vías nos recuerda que éste era en origen el lecho del Atoyac, ahora aderezado y canalizado a buena distancia de la estación. De acuerdo con el tamaño de la ciudad en aquel tiempo, el edifi cio era de reducidas proporciones, con una muy modesta infl uencia de la arquitectura victoria-na, notable, entre otros elementos, en el torreón en la esquina noreste y la proyección de una especie de pórtico al frente. Sus muros fueron levanta-dos con sillares de cantera verde almo-hadillados, entremezclados con cante-ra rosada para marcos y cornisas, de acuerdo con el gusto de la época. Un gran techo cubierto con tejas de tipo ‘escama’ permitió la ventilación arriba de los muros al interior y, mediante un volado al exterior, dio sombra so-bre el andén. El complejo tenía una bodega al norte del edifi cio principal, cubierto con un techo similar.

Desde mediados del siglo XX, con el cambio de la vía angosta a la vía ancha, se intervinieron, en varias ocasiones, las edifi caciones; muchas veces sin una preocupación por el valor arqui-tectónico que éstas representaban. Se demolió el torreón; el techo de tejas, cuya viguería estaba muy deteriorada, fue cambiado por uno de bóvedas ca-talanas soportadas por rieles. El resul-tado fue un edifi cio bajo y plano, sin relieves horizontales. Se aprovechó el momento para modifi car los muros interiores de la estación y subir los

niveles de piso. Además se abrieron nuevos vanos y cerraron otros. La cu-bierta de la bodega fue restituida por otra reciclada, hecha a base de ten-sores metálicos. Se extendió la bode-ga hacia el norte y se cambiaron sus puertas abatibles por puertas corre-dizas. En el transcurso de los años se añadieron varias construcciones poco estéticas alrededor de la estación.

A llegar el siglo XXI, la armonía ori-ginal del complejo se había perdido y sólo con difi cultad podía apreciarse la elegancia del proyecto arquitectóni-co original. Además, el descuido y las intervenciones poco adecuadas habían causado daños estructurales en los muros y arcos del edifi cio. En suma, amenazaba la ruina. En 2013, el mu-nicipio de Oaxaca, nuevo propietario de los edifi cios, inició el rescate de este emblemático lugar con fondos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y con el proyecto donado por el Taller de Restauración de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca. La pro-puesta consiste en recuperar las carac-terísticas principales de los edifi cios, respetando algunas adecuaciones úti-les y rescatables del siglo XX, como la disposición de los muros al interior de la estación y el techo de tensores sobre la bodega. La contratación de la em-presa restauradora-constructora está a cargo del municipio, pero el Taller asegura el cumplimiento de los crite-rios y la supervisión de la calidad. Una vez terminada, se respetará el destino cultural de los edifi cios establecido ya desde 2003. El proyecto es un ejemplo de lo que se puede lograr mediante la suma de esfuerzos entre la administra-ción municipal y la iniciativa privada

INSTITUTO DE ÓRGANOS HISTÓRICOS DE OAXACA

A UN AÑO DE LA RESTAURACIÓN DEL ÓRGANO DE TLACOLULACecilia Winter

Después de más de 50 años de silen-cio, el magnífi co órgano tubular, loca-lizado en el templo de Santa María de la Asunción Tlacolula, volvió a sonar

el 23 de febrero de 2014 en un magno concierto. El Taller Gerhard Grenzing de El Papiol, España, se encargó de la restauración técnica y sonora del ins-trumento, mientras que el restaura-dor oaxaqueño Eric González realizó la restauración de la caja y los tubos de la fachada.

Esta titánica labor se realizó con el fi nanciamiento de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO), el Ing. Marciano Sánchez, originario de esta tierra, y la entusiasta partici-pación de la comunidad de Tlacolula de Matamoros, además de la super-visión del Instituto de Órganos His-tóricos de Oaxaca (IOHIO) y la buena voluntad del sacerdote Salvador Cruz.

De acuerdo con documentos res-guardados en los archivos del templo de Tlacolula y ya catalogados por ADA-

BI, el órgano fue construido en 1791 por el maestro organero oaxaqueño Manuel Neri y Carmona, cuyo padre también era organero. El costo fue de $700 pesos, más $200 pesos adiciona-les que cubrieron el costo del dorado.

La tubería del órgano es homogénea y parece haber sido reciclada de un instrumento más antiguo, ya que $700 pesos del siglo XVIII no bastaban para fi nanciar la construcción de un órgano completo. Sin embargo, eran sufi cien-tes para cubrir el costo de la caja, los fuelles y el mecanismo interno.

Cabe señalar que una de las fl autas más altas de la trompetería interior tiene una inscripción grabada con la fecha “1666”. Además se encontraron cruces maltesas incisas en varias fl au-tas del interior, que se asocian a un periodo de gran infl uencia dominica en Oaxaca desde el siglo XVI hasta me-diados del siglo XVIII, o sea, antes de la fecha de construcción del órgano.

De acuerdo con lo señalado, es po-sible aseverar que el órgano de Tla-colula posee la tubería completa más antigua entre los órganos barrocos del estado de Oaxaca, capaz de produ-cir un sonido similar al generado por un instrumento del siglo XVII.

El órgano mide aproximadamente 4 m. de altura, 2.5 m. de ancho y 1 m. de fondo. La caja está pintada de rojo con toques negros (que se han oscurecido del color original verdoso con base de cobre) y lujoso dorado en las tallas.

Los tubos de la fachada están exqui-sitamente policromados con las caras

más humanísticas e individualizadas de todos los órganos en México; cada uno es diferente y se alternan entre to-nos rojizos y azules. Están decorados con fl ores en todo su largo, una carac-terística particularmente oaxaqueña.

Después de tantos años de silencio, el órgano ha recuperado su voz y se está tocando regularmente en la misa dominical, en celebraciones católicas particulares, como bodas, bautizos y XV años y en conciertos. El IOHIO ha sido invitado a presentar recitales de música litúrgica, clásica y regional por diversas asociaciones, para Pas-cua, la fi esta del Señor de Tlacolula, la Guelaguetza y otros eventos impor-tantes de la comunidad. Tres jóvenes de Tlacolula mostraron interés desde el principio en aprender a tocar el ór-gano y cada semana toman clases con el Mtro. Joel Vásquez en la ofi cina del IOHIO o en el órgano. Ahora ellos mismos se encargan de tocar la misa dominical, además de mantener el coro alto limpio.

En julio 2014, el reconocido orga-nista norteamericano Robert Bates grabó una parte de la obra de Fran-cisco Correa de Arauxo y quedó fas-cinado con el fi no toque y sonido del órgano. De hecho, ya se está corrien-do la voz sobre el órgano de Tlacolu-la, entre los demás órganos oaxaque-ños, y los más destacados organistas

CULTURA / CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO / MEDIO AMBIENTE

nacionales e internacionales se han comunicado con el IOHIO sobre la po-sibilidad de tocarlo.

Ante el éxito que ha tenido este proyecto, el equipo del IOHIO se sien-te gratifi cado por los resultados, al ser la primera restauración que ha lidera-do y por ser un proyecto modelo para futuras restauraciones de órganos oaxaqueños.

Sin duda, el órgano se ve especta-cular y la comunidad se siente muy orgullosa de este aspecto previamen-te desconocido de su patrimonio cul-tural. Pero el logro más importante es el compromiso de los jóvenes de Tla-colula para tocar y cuidar el órgano.

La estación del ferrocarril en restauración; el diseño original del techo recuperado. Foto: Fidel Ugarte

CONVOCATORIA PARA PLANTAR ÁRBOLESPara solicitar la donación de arboles se necesita escribir una carta dirigida a la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, en la que expliques:

• El lugar en el que deseas sembrar para saber qué tipo de árbol se requiere.• Cantidad estimada de árboles.• Dirección, ubicación y compromiso de cuidarlos y regarlos.

Se entregarán a mediados del mes de julio, en la temporada de lluvias.

Órgano de Tlacolula restaurado. Foto: Fidel; Ugarte

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MARZO - ABRIL DE 2015 3

BS BIBLIOTECA INFANTIL DE OAXACAÉRANSE UNA VEZ TRES NIÑOS Y UN SAPOFreddy Aguilar

Este 3 de marzo la BS Biblioteca In-fantil de Oaxaca cumple ocho años de vida y, además de las historias que nos aguardan en sus libros, también so-mos testigos de muchas otras que pue-blan sus rincones y permanecen en la memoria de quienes trabajamos aquí. Lo que te vamos a compartir sucedió realmente y gira alrededor de la fuente de los sapos, que preside desde lo alto los hermosos jardines de la biblioteca.

Los sapos que puedes encontrar en la biblioteca no son sólo los que ha-bitan en las historias que narran sus libros, también hay sapos vivos que aparecen en sus jardines con las pri-meras lluvias y… sapos de barro.

Cuando María Isabel Grañén, fun-dadora de la Biblioteca, le comentó a Francisco Toledo la idea de crear este espacio con libros dedicados a los ni-ños, Toledo se entusiasmó y preguntó si algunos de sus sapitos –él dibuja, pinta y esculpe muchos– podrían ha-bitar el jardín de la biblioteca.

Ya te imaginarás la respuesta, pero, como Toledo es un artista y promotor cultural que anda siempre muy ocu-pado, el sapo (o los sapos) no estarían listos para la inauguración de la biblio-teca pues requerían de mucho trabajo, dedicación, y cocerse en un horno de cerámica a la alta temperatura pues se trataba de una pieza con alto grado de difi cultad por su tamaño. Así que la solución temporal fue un sapo de lodo sin cocerse que fue realizado por Tole-do en medio de la fuente que ya estaba preparada para recibirlo, mientras es-taban listos los sapos defi nitivos.

Abierta ya la biblioteca al público, los niños se divertían y admiraban el sapo de barro, con el cuerpo cubierto de hermosas avispas, que se fue ra-jando y cayendo a pedazos a pesar de todos nuestros esfuerzos por mante-nerlo entero. Un día bajé al auditorio tomando el camino del jardín, que siempre representa un paréntesis de paz en el diario quehacer. Pasando frente a la fuente había un niño de 5 o 6 años con ambas manos sobre el sapo de barro, lo que me pareció un poco raro, pero no me detuve para no importunarlo. Cuando regresé por el mismo camino, unos diez mi-nutos después, el niño continuaba en la misma posición y con cara de angustia, así que me acerqué a pre-guntarle qué pasaba. “Es que lo toqué un poquito y se le cayó un pedazo”, me contestó con una vocecita. Traté de tranquilizarlo explicándole que el sapo era de barro y que terminaría por caerse todo. Él no se iba a quedar sos-teniendo permanentemente el peda-zo para que no se cayera ¿verdad?, “es que ahí viene mi mamá”, me contestó otra vez en un susurro. Así que tomé el pedazo en mis manos y le prometí explicarle a su mamá si era necesario.

Tiempo después mandé cocer el pe-dazo de barro para conservarlo como un recuerdo del primer sapo que ha-bitó esta biblioteca y del niño que no quería que desapareciera.

En otra ocasión, comenzó a llover, y corrimos con una lona para ponerla sobre el sapo y así evitar que se des-hiciera de un golpe; en ese trance es-cuchamos una vocecita preguntando “¿y para qué lo tapan?”; el tono de la pregunta no era como para dar una respuesta lógica o práctica, así que nos quedamos mudos mirando al niño mientras él disfrutaba de la leve lluvia bajo un árbol, “si los sapos son de agua”, nos respondió él mismo, con esa licencia poética que a mu-chos niños se les da tan fácilmente.

Martín tenía cuatro años cuando sucedió lo que enseguida les com-parto. Martín es el hermano pequeño de Elías, un niño ciego que viene con regularidad a clases de braille. En los momentos de descanso, Martín guia-ba a Elías por la biblioteca enseñándo-le todos los rincones, poniendo en su mano escarabajos vivos y el lugar en el que se encontraban más a gusto era la fuente del sapo, desde donde se es-cuchaban sus risas. Cuando el sapo de lodo, o lo que quedaba de él, fue retira-do porque ya no daba más, un día, es-tando concentrado sobre mi mesa de trabajo, no reparé en que Martín había entrado hasta donde me encontraba y me preguntó a bocajarro: “¿dónde está el sapo?” con la indignación brillando en sus ojos, “¿qué le respondo –pen-sé– de modo que no siga enojado?”, mientras recordaba haber visitado con María Isabel y Toledo el taller donde se encontraba el nuevo sapo ya sacado del horno y que, en realidad, eran mu-chos. Después de unos segundos de silencio embarazoso, contesté: “Fue por su esposa y sus niños y pronto los verás a todos aquí”. No quedó muy sa-tisfecho con la respuesta pero captó el sentido del juego y se retiró.

CENTRO CULTURAL SAN PABLOMÉXICO CAMPEÓNEdú Nieto Cabral

El Centro Cultural San Pablo celebra, día a día, la trayectoria y los logros de personas que con sus talentos, contri-

como tema principal el deporte de las inteligencias.

Las redes sociales para seguir al Archivo Histórico del Beisbol son:@ahbeisbol en Twitter, Archivo del Beisbol en Facebook y @ahbeisbol en Instagram. Esperamos sus visitas y comentarios porque estamos conven-cidos de que #LaHistoriaEsDeTodos

CCSP / MUFI / BURGOA

ENTRECRUZAMIENTOSSoñar caminos, caminar sueñosPatricia Mendoza

Los mapas sirven para saber en dón-de se está, dónde se estuvo y quizá por dónde se estará; mapas y viajes son hermanos, los viajes se realizan por tierra, por mar, por aire, quizá de un continente a otro, como lo hicieron los antepasados de Fabiola Tanus. Ella continúa con obsesión construyendo rutas con sus dedos, va y viene, se mira y mira su historia, recorre los caminos por los que ella y sus seres amados aparecen y se esfuman, para después, en un ángulo o curva, reaparecer. Ima-gino a Fabiola niña en la escuela, cuan-do iluminaba mapas, recorría límites, fronteras, trayectos desconocidos que se transformaron en la sucesión de puntos que hoy la llevan a crear una bitácora de territorios internos en los que las distancias, linderos, contornos, accidentes, alturas y descensos nos ha-blan de su propia existencia.

Fabiola arranca su trayecto en un punto que, al desplazarse, genera una línea, línea que en su danza, en su movimiento erige intrincados dise-ños, construye órbitas que sobre el pa-pel son nuevos horizontes de fantasía, deseo, y sueño. Su mano es arrastrada por la búsqueda, casi compulsiva, de esa expedición íntima. Sus inextrica-bles periplos diluyen los límites entre dibujo y escritura, reviviendo así la vieja paradoja.

Aventurera de sí misma, lleva su creación a nuevas manos con las que colabora para la interpretación y re-creación de su hacer. Así trabaja con los talleres de Jerónimo Hernández y Josefi na Lazo, Virginia Altamirano, Taller Los Alacranes, Taller Canela, Jesús Martínez en el Taller de afel-pado del CaSa, y logra así que esas líneas se traduzcan en algodón, lino, barro papel, barro zacatecas y lana de Chichicapan, reinventándose como tapete, cerámica, fi eltro y bordado.

Montaigne, a fi nes del siglo XVI en su ensayo sobre el viaje, afi rmaba que viajar es ensayarse, que durante el re-corrido el ser humano se construye y aprende. Mucho tiempo después, la poeta española Josefi na de la Torre se pregunta: “¿Ser hombre es estar de viaje?”, al fi nalizar el recorrido de la muestra en tres momentos de Fabiola quizá toquemos el punto con el que ella inició el trayecto de un mapa in-terminable y entonces estará en cada uno de nosotros el decidir. Un punto es la partida. Un punto es el fi nal.

ADABI

ARCHIVO HISTÓRICO DEL BEISBOLAgustín Castillo

Hace diez años, en una pequeña ofi ci-na ubicada en la colonia Narvarte en el Distrito Federal, justo enfrente del de-saparecido Parque del Seguro Social, comenzó una tarea de esas en donde el primer gran problema era saber por dónde iniciar. Cientos de cajas con fo-tos en mal estado por el paso de las dé-cadas, latas llenas de negativos con alto riesgo de dañarse irreversiblemente y diez estantes descuadrados, pero con la historia del Rey de los Deportes en México, tendrían que convertirse en el único acervo de su tipo en el país.

Con la gran dirección de la Doc-tora Stella González, un batallón de ADABI de México pronto comenzó a darle forma a lo que parecía impo-sible. Expertos en rescate, organiza-ción y adecuación de un material tan valioso, construyeron el camino de lo que hoy se conoce como el Archivo Histórico del Beisbol.

Después de esa década intensa de esfuerzo para catalogar, acondicio-nar y resguardar lo que para otros hubiera sido desperdicio, el Archivo Histórico del Beisbol comenzó, desde enero pasado, su segunda fase: dar a conocer y poner al alcance del públi-co en general, cada uno de los tesoros que ahí viven. El compromiso es ge-nerar información diferente todos los días para dar a conocer la grandeza del beisbol mexicano, así como los logros de sus jugadores y personajes más destacados. Por medio de alian-zas con diferentes medios de comu-nicación impresos y electrónicos, una de las metas es abastecerlos de mate-rial que ilustre sus distintos trabajos noticiosos y de investigación.

Los interesados en vestir sus histo-rias encontrarán en el Archivo Histó-rico del Beisbol un aliado para cris-talizar sus proyectos; sin olvidar que otro de los propósitos es tener pre-sencia en todos los foros que tengan

CULTURA / DEPORTE

Francisco Toledo esculpiendo los sapos de la fuente.

buyen a robustecer el universo cultu-ral, lingüístico, artístico, y deportivo, por mencionar algunos, de nuestro país. Un orgullo más para el equipo de la Fundación Alfredo Harp Helú es el resultado de la tenacidad y pa-sión de la ciclista mexicana Lorenza Morfín, quien durante 18 años de carrera deportiva ha contribuido sig-nifi cativamente a poner el nombre de México entre los mejores del mundo en ciclismo femenil, en las categorías de montaña y de ruta.

En 2014, Lorenza se propuso cali-fi car y conquistar una presea en los Juegos Centroamericanos y del Cari-be Veracruz 2014, allí su triunfo se co-ronó con una medalla de plata para ci-clismo de montaña, y también, con el íntimo logro de haber ganado en casa.

Además, gracias al trabajo en con-junto con la ciclista Daniela Cam-puzano en carreras internacionales, frente a diez países, ambas sumaron los puntos necesarios para llevarse a México a la clasifi cación a los Juegos Olímpicos, cuando sólo 18 países cali-fi can para dichos juegos. México está en esa lista gracias a ellas.

En abril de 2015 Lorenza participa-rá en el Campeonato Panamericano, que se celebrará en Colombia, con miras a obtener una plaza directa a los Juegos Olímpicos y seguir suman-do puntos para mantener a México dentro de los 18 países del mundo.

Detrás de todas esas rutas, de esas largas carreras e incontables horas de pedalear, hay un enorme compro-miso de Lorenza que la convierte en una atleta de estatura internacional. Hoy la Fundación Alfredo Harp Helú aplaude y reconoce el esfuerzo y la pasión que mantienen en movimien-to esos pedales y que, como ella mis-ma ha dicho, hacen que los imposi-bles se conviertan en posibles. Tener en San Pablo, la sede de la Fundación Alfredo Harp Helú, la medalla de Lo-renza Morfín, representa una cele-bración y comprueba que la suma del talento de una persona y el respaldo de una institución sí hacen posible aquello que tiene cara de imposible.

ALFREDO HARP: EJECUTIVO DEL AÑODE LA LIGA MEXICANA DE BEISBOL Agustín Castillo

El pasado 8 de diciembre, en el marco de las reuniones inver-nales del Beisbol Organizado en San Diego, California, la Liga Mexicana distinguió a Al-fredo Harp Helú como el Eje-cutivo del Año, después de que los Diablos Rojos del México conquistaron su título 16.

Emocionado, Harp declaró: “Es mi temporada 21 con los Diablos en un año donde ganamos el título, acabamos de anunciar que tendremos una nueva casa y cerramos con este reconocimiento. Esto nos impulsa a seguir trabajando para hacer que el beis-bol siga creciendo y siga siendo un deporte familiar”.

Desde 1965, la LMB distingue al directivo más destacado, y únicamen-te ocho personajes lo han recibido en más de una ocasión. Don Alfredo lo recibió también en 1999, aunque desde 1994 ha encabezado 7 equipos campeones.

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PROYECTO INTERINSTITUCIONAL

INICIA SUS ACTIVIDADES LA RED DE APOYO A LA INVESTIGACIÓN

La Red de Apoyo a la Investigación (RAI) es un espacio de servicios de alta tecnología e investigación multi-disciplinaria. Sus objetivos son pro-veer a científi cos de procesamiento de muestras y asesoría tecnológica, bioinformática, bioestadística y biolo-gía computacional. La RAI desarrolla indagación multidisciplinaria, biomé-dica y clínica en un ambiente de diver-sas especialidades, entre ellas, la quí-mica, la biología y las matemáticas.

Durante el mes de enero, el nue-vo sitio para la ciencia fue inaugu-rado por el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, el doctor David Kershe-nobich, director general del Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zu-birán (INNSZ), y Alfredo Harp Helú, presidente de la fundación que lleva su nombre, entre otras personalida-des. La RAI promoverá y facilitará la interacción y colaboración entre los investigadores de la red; además, for-mará recursos humanos en el manejo de equipo de alta tecnología, bioesta-dística y bioinformática. La RAI se ubi-ca en el segundo piso del edifi cio de radio-oncología del INNSZ, cuenta con siete laboratorios o unidades, además de un laboratorio abierto de investiga-ción, área de trabajo y ofi cinas.

En el acto David Kershenobich se-ñaló que desde el inicio se pensó en infraestructura, equipamiento, per-sonal altamente capacitado y disci-plinas distintas a la medicina. Con el auspicio de la UNAM, se autorizaron 15 plazas de investigación; para equi-par los laboratorios acudieron a la Fundación Río Arronte, que presidía en ese entonces Alfredo Harp, cuya fundación también brindó apoyo para infraestructura, añadió. La red “es un ejemplo de alianzas, de opti-mización de recursos humanos y téc-nicos, y de creación de un ambiente donde puedan fl orecer las ideas con los recursos necesarios; en resumen, es una posibilidad de crear ciencia”, consideró.

Narro Robles, rector de la UNAM, destacó que con la RAI se forja una alianza entre lo público –mediante los institutos nacionales, Secretaría de Salud, CONACYT– y lo privado –fun-daciones–. Se confi gura no sólo de recursos, sino además de ideas, deci-sión y determinación. “Esta alianza va más allá, a la ciencia y la tecnología, lo médico y la informática, y su puesta en marcha tendrá una enorme impli-cación para el desarrollo de la socie-dad”, comentó.

Por su parte, Alfredo Harp Helú re-fi rió que: “Ahora atestiguamos la con-creción de un sueño que inició cuan-do el doctor David Kershenobich me planteó la importancia de que en Mé-xico se lleve a cabo investigación cien-

FOMENTO A LA INVESTIGACIÓN / SALUD / CULTURA

han sido ejes de los cinco números que han sido publicados.

Dos secciones siempre presentes en la revista han sido “Nuestra Labor” y el “Catálogo de Publicaciones” de ADABI. El buen gusto en su presentación, di-seño y formación, así como soltura en la pluma y contenidos de los artículos, es manifi esta, y lo debemos en gran parte a los coordinadores, colabora-dores y responsables de proyectos, no escasos en sus aportaciones.

Agradecemos al Consejo Editorial de la revista y a los colaboradores in-ternos y externos que han enriquecido la visión que se tiene de los papeles olvidados, de los libros viejos, de las fotografías antiguas, con su sus apor-taciones nos han adentrado en la ma-ravilla que encierran las bibliotecas no-vohispanas, nos han hecho partícipes del hallazgo de materiales olvidados, de documentos de incalulable valor histórico, de incunables, de manus-critos únicos; hemos sido testigos del rescate de colecciones fotográfi cas, hemos visto cómo el paso del tiempo y las precarias condiciones de resguar-do deterioran materiales que ahora pueden consultarse tras una acertada intervención, han salido a la luz nue-vamente textos que pese a los años si-guen siendo vigentes. En fi n, en estos números de la revista se ha tratado de dar un nuevo enfoque a la memoria es-crita, con la esperanza de que nos con-duzca a valorar nuestro patrimonio.

Nos llena de gusto y satisfacción lle-gar al quinto número de ADABI Punto de Encuentro, que corresponde a las acciones y trabajos del año 2013. No queda sino invitarlos a su lectura, de-seando que ésta los motive a conocer y por consiguiente a apreciar el am-plio patrimonio documental y biblio-gráfi co que albergan los acervos de nuestro México.

tífi ca de punta y no seamos altamente dependientes del exterior. La idea del doctor Kershenobich, que hoy cristali-za, traerá grandes benefi cios y contará con la participación de los institutos nacionales de salud que se verán fa-vorecidos para realizar sus investiga-ciones. Gracias a acciones como éstas, México da pasos fi rmes para acceder a un estadio superior de desarrollo en materia de salud para benefi ciar a nuestra población”, concluyó.

Según Kershenobich, “las investiga-ciones que se emprenderán en la RAI

tienen la fi nalidad de propiciar la crea-ción de nuevo conocimiento que per-mita mejorar la calidad de la atención a los pacientes y la calidad de vida de la población en general. También se pretende avanzar en el diagnóstico y tratamiento de los padecimientos que más afectan a la población mexicana, buscando soluciones innovadoras que contribuyan a la salud pública y a una mejor comprensión de la fi siopatolo-gía de las enfermedades, enfocándose en particular a conocer sus caracterís-ticas genéticas”.

ADABI

ADABI PUNTO DE ENCUENTRO EN SU QUINTA EDICIÓNStella María González Cicero

La revista ADABI Punto de encuentro nace después de cumplir nuestra aso-ciación sus siete primeros años. Para celebrar nuestro primer quinquenio publicamos una Memoria que recogía prácticamente todos nuestros logros y defi nía nuestra identidad de asocia-ción altruista al servicio de los archi-vos y bibliotecas del país.

Por otra parte, la Fundación Alfredo Harp Helú nos solicitaba anualmen-te la elaboración de un informe esta-dístico, cuyos contenidos resultaban poco atractivos para el público lector, ya que sólo cumplían la función de re-cuento estadístico, con números du-ros, y no plasmaban la refl exión sobre nuestro quehacer cotidiano.

Fue entonces, cuando pensamos en algo que mediara entre el informe fi -nanciero, lo académico y la relatoría del trabajo cotidiano: una publicación periódica con una línea más huma-nística en donde no sólo informára-mos, sino también comunicáramos el gozo de realizar estas tareas de rescate, organización y difusión del patrimonio documental y bibliográfi -co, unido a las acciones propias de la conservación y restauración como un medio de recuperar y alargar la vida de la memoria escrita.

Teníamos como objetivo crear una revista atractiva, que llegara a un público más amplio y que generara conciencia del valor patrimonial de libros y documentos. Con esta re-vista abrimos un espacio en donde quienes realizan tareas en los espa-cios adoptados por ADABI como su quehacer esencial, se identifi carán y se encontrarán en las labores propias de estos ofi cios tan absorbentes, tan enriquecedores y apasionantes, pero tan poco apreciados por desconoci-miento; de allí su nobleza y su enor-me atractivo, que nos va atrapando entre papeles y tintas de forma calla-da y paulatina.

Para llevar a cabo estas tareas, se requiere de una vocación especial, de una formación humanística y sobre todo de compromiso. En la memo-ria plasmada en libros y documentos como testimonio del devenir históri-co, nos encontramos, nos defi nimos y nos redimimos.

El nombre de la revista deriva del acto de coincidir en un punto, entre el pasado y el presente, entre la me-moria y la identidad, pero más que nada, entre quienes dedican su vida a las labores multidisciplinarias que convergen en un mismo fi n: la pre-servación del patrimonio de los mexi-canos. El tiempo en retrospectiva, el impacto social de nuestras acciones, la naturaleza de las coordinaciones que integran ADABI con su adaptación a los cambios sin perder su esencia, y los logros de importantes proyectos,

DICCIONARIO PARLANTE EN ZAPOTECO, PROYECTO COLABORATIVO. ZAPOTECO DE TEOTITLÁN DEL VALLEJanet Chávez Santiago Biblioteca de Investigación Juan de Córdova

Te gukuadiagung dixza xte’ Xigie

Dixza naaing te dich ni dbenguul rinidaneng a guyak. Par dbini’ing, dxap kon dbi’ing naaing te dich ni rakling liisdan kon xtadtan, xkuldang, lo nez kon dsa’a ni rizhagdan. Dbi’ing ni yuu urre ridedtang xtiempdang lo komputador par guindang xtzïing xkuildang u la par rininedang dsa’a ni rizhagdan, dxii ree internet naaing te erramient ni raa dbi’ing rumbe’dang axt dunung rikaa’zung chu’ dprogram dixza lo internet te gapdang te kali niabdixdang te xi dich dixza rikaa’zdang giakbe’dang.

Lo 2013 Biblioteca de Investigación Juan de Córdova guslau runing dsïing kon Universidad de Haverford, te xkuilih Estads Unid. Dsïing ni kayeniung urre kon Universidad ki, xtiuz Maxkuilih Brook Danielle Lillehaugen, naa te Diccionario Parlante kon dixza xte’ Xigie. Ni rayeniung naa runiung gra-bar ddich dixza ax ralepiuneng lo internet ax raa benih ni yuu lo komputa-dor ax a zak rukuadiagdang xa riniidang xi nekih dixza. Parbes rak mandad ree gadubizté’ maxkuilih Lillehaugen ree’dang Lua kon dbi’ing ni kased lin-güística chiru kon dbenih ni nanaa xa rak dsïing kon dprogram lo kompu-tador te ruindang dsïing kon dunung chiru kon dbenih ni riinidang dixza.

Bel rikaa’zu gukuadiagu ddich lo Diccionario Hablado zak chiu lo http://talkingdictionary.swarthmore.edu/teotitlan/

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MARZO - ABRIL DE 2015 5

que las comunidades indígenas no fueron ajenas al movimiento contra-cultural que fl oreció de Avándaro a Woodstock, y facilitó la apertura so-cial que hoy vivimos.

SEGUIMOS LEYENDO

LAS ESTELAS DE SEGUIMOS LEYENDOMaría del Socorro Bennetts Fernández

Cuando me pregunto qué es servir de manera voluntaria, lo primero que viene a mi mente son los rostros, sonrisas, voces y letras de más de doscientas almas que andan arando espacios, en su mayoría de asistencia social, para sembrar historias y rega-lar “algo precioso”, como ellos mis-mos lo expresan.

Como toda acción que emprende la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, llega el momento de mirar hacia atrás, tomar una breve distancia para valo-rar lo vivido y reconocer el esfuerzo y compromiso de quienes lo hacen po-sible. Este febrero nos reunimos con veintisiete ciudadanos para recono-cerles de manera pública su invalua-ble labor, de manera ininterrumpida llevan de tres a seis años siguiéndole la estela al programa de lectura. Se su-maron, se subieron al barco, y hoy no se imaginan haciendo otra cosa. Des-de amas de casa, obreros, profesionis-tas, jubilados, estudiantes, abuel@s, todos aportan, y reciben, en muchos casos más de lo que esperaban.

Los homenajeados expresan sus tes-timonios: “Es como un vicio, algo que ya no puedo dejar, la lectura llega más allá de las palabras, transforma a mis escuchas”. “Cuando no puedes brin-dar algo material, regalas una lectura, es algo único, las personas se impreg-nan de la historia y te regalan un abra-zo, qué más puedes pedir, nada.” “El programa llegó a mí como si lo estu-viera buscando”. “Somos compañeros, amigos, que hablamos el mismo idio-ma”. “Soy ama de casa, cumplo con todas mis tareas en el hogar y como mujer enseño a otras que podemos hacer muchas cosas más y trascender, hoy imparto talleres, me invitan a fes-tivales y leo”. “Para mí ya es una forma de vida, de ser”.

Verlos a los ojos, y descubrir un bri-llo especial en ellos me hace recono-cer que tienen un alto talante huma-

MUSEO TEXTIL DE OAXACADECHADOS Y PSICODELIAAlejandro de Ávila Blomberg

Pocos años después de la conquista española, Andrés de Olmos recopi-laba dichos y proverbios como ejem-plos de buen lenguaje, para que otros evangelizadores aprendieran a hablar el náhuatl con elocuencia. Encontró que ciertas partes del telar servían para representar orden y virtud en las relaciones humanas. El lizo, que controla a los hilos de la urdimbre, y el templero, que mantiene pareja la anchura del tejido, eran mentados una y otra vez en las antiguas coplas indígenas. Junto con ellos se hacía alusión al dechado, el muestrario de fi guras que guía a la persona que teje para crear diseños. Telar y dechado se convertían así en imágenes de la con-vivencia ideal de una sociedad.

El Museo Textil de Oaxaca inau-gura en marzo una muestra de de-chados mexicanos, coordinada con sendas exposiciones en el Museo de Historia Mexicana en Monterrey, en el Museo Franz Mayer y en el Museo del Colegio de San Ignacio de Loyo-la, Vizcaínas, en la Ciudad de Mé-xico. Gracias a la generosidad de la FAHHO, el MTO ha reunido una de las colecciones más importantes de este género. Incluye, entre otras piezas extraordinarias, un muestrario tem-prano de bordados y deshilados con una inscripción en náhuatl. Se exhi-be también un retazo del siglo XIX donde la bordadora plasmó acertijos visuales para completar sus versos de amor y desprendimiento terrenal. Las frases en punto de cruz de ese dechado hacen eco a las palabras de sabiduría que recogiera Olmos tres-cientos años atrás.

Además de los dechados, la expo-sición incorpora una serie de ques-quémeles, blusas, servilletas y talegas donde se hace patente la inspiración en los muestrarios. Con frecuencia, fi guras registradas con rigidez en bordados escolares fechados de 1840 a 1890 aparecen trastocadas o reinter-pretadas en las piezas de uso, como si las proporciones de una escultura clásica fueran adaptadas a un gus-to distinto en manos de un tallador criollo. Los dechados mismos pro-

piciaron el surgimiento de un estilo peculiarmente mexicano, en el que la lógica del muestrario como colección variopinta de diseños se extendió a prendas completas, marcadas por su diversidad y eclecticismo.

Ejemplifi can ese estilo algunos huipiles del norte de Oaxaca, donde las artistas chinantecas sustituyeron fi guras tejidas de sus abuelas por ani-males, fl ores y árboles bordados en conjuntos aleatorios sorprendentes. En la década de 1960, la policromía de esos diseños, antes restringida a hilos rojos y azules de algodón, se disparó al difundirse una paleta muy extensa de madejas mercerizadas. En esos años, el colorido llegó a hacer eco al ecumenismo iconográfi co, y la sinfonía visual se desbocó. La nueva actitud estética no se restringió a la Chinantla, sino que cundió por todo el estado y marcó a una generación entera de tejedoras y bordadoras.

El MTO abre también en marzo una exposición dedicada a esa época. Se ha seleccionado a un grupo de pren-das hechas para uso comunitario, no destinadas al turismo, que ates-tiguan el ánimo de experimentación de los pueblos indígenas. Al lado de diseños milenarios aparecen en esas fechas fi guras emblemáticas de la cultura visual urbana, dominada ya por los medios masivos de comu-nicación, y los colores vibrantes de los huipiles y blusas parecen sinto-nizar las experiencias de los jóvenes sesenteros con los enteógenos, las plantas y hongos sagrados de Oaxa-ca. Sin aseverar de manera ingenua que las tradiciones chamánicas de los pueblos originarios se refl ejan en el estilo textil que tomó forma en esa década, la exposición quiere sugerir

CULTURA / MEDIO AMBIENTE

no, que están buscando la luz a través de la palabra, y a veces también del silencio, cuando dialogan con sus es-cuchas. Ellos tocan a las personas, tie-nen una lectura de aliento para niños en situación de calle, para abuelitos del asilo, para jóvenes del Consejo de tutela, para pequeñitos hospitaliza-dos en el momento que reciben su quimioterapia, entre otros. Los lec-tores voluntarios están en constantes procesos de formación y de creación, esto se los brinda el propio programa, es un derecho que ellos disfrutan y agradecen.

Cada semana se realizan treinta y dos sesiones de lectura en diversos es-pacios, esta cruzada es posible gracias a más de doscientos lectores volunta-rios, hoy nos toca reconocer a veinti-siete, los titanes y ejemplos.

Para mayores informes visitar: www.seguimosleyendo.org

MUSEO DE FILATELIA DE OAXACA¡PROHIBIDO NO REÍRSE EN LA SONRISA FILATÉLICA! Eduardo Barajas / Waldini Ortega

Si en vez de buscar los dientes fl ojos al

timbre o la marca de agua, nos fi jamos

en su contenido estaremos volviendo a

la fi latelia en un divertido pasatiempo

cultural

Rius

Superhéroes, caricaturas, personajes de cuentos, ilustraciones extrañas y coloridas nos roban una sonrisa al mostrarnos el lado más alegre de la fi latelia en esta exposición.

¿Cuántos timbres se necesitan para robar una sonrisa? Probablemente no muchos, y es que la diversión es inna-ta en el mundo del sello postal, así que no faltaba mucho para realizar una

exposición dedicada al arte de reír, y qué mejor que contar con la ayuda de un especialista en este arte, y mejor aún, fi latelista e incondicional amigo del MUFI: Eduardo del Río, Rius.

Con su ayuda y su colección fi latéli-ca iniciamos este trabajo museográfi -co que logra reunir aproximadamen-te 600 piezas postales, entre planillas, sobres, timbres cancelados y timbres nuevos de al menos 50 países. Los criterios de selección cambiaron en esta ocasión y el resultado fue una muestra en la que no se valúan las piezas por su rareza, ni se miden los dentados, ni se descartan timbres cancelados. En esta ocasión lo único que se valúan son las experiencias y recuerdos que el visitante obtenga.

El dentado de los timbres pasa a segundo plano y los dientes de nues-tros visitantes son los protagonistas al despertar una sonrisa con tan ocu-rrente colección.

Con esta muestra podemos afi r-mar que toda colección es refl ejo de la personalidad de quien la elabora. La que hoy se muestra, sin duda, es el refl ejo de un caricaturista que des-de su infancia ha tenido el placer de coleccionar estampillas. Y es que esta exposición, a diferencia de las que se conciben para ser analizadas, nació para recordar la infancia, borrar días malos y reírnos de nosotros mismos. Aquí el timbre postal nos estira las mejillas y el término ‘colección’ toma otros tintes.

Niños y adultos pueden disfrutar ahora de esta exposición en la que revivimos la época dorada de las tiras cómicas como Peanuts, La Familia Bu-rrón, Memín Pinguín o Las aventuras de Tintín, entre muchos otros.

Así que, si lo que necesitas es conta-giarte de alegría, te invitamos a visitar La sonrisa fi latélica, una exposición del Museo de Filatelia en colaboración con uno de los grandes moneros de México: Rius.

Homenaje a los lectores voluntarios. Fotografía: Fidel Ugarte

CONSEJOS PARA CUIDAR ÁRBOLES

1. Mantén el árbol lo más saludable posible al remover las hojas y ramas muertas o enfermas.2. Quitar las ramas que se entrecruzan, ya que pueden lastimar o infectar otras partes de la planta; reparar el daño que tenga. 3. Rejuvenece el árbol quitando las ramas secas de tal manera que se propicie la formación de nuevas ramas.4. Disminuye el tamaño del árbol podando periódicamente su follaje para que crezca más sano.

• ¡Los árboles atraen la lluvia, cuídalos!

• ¡Los árboles mejoran tu oxígeno, siémbralos!

• ¡Riega los árboles cercanos a tu casa, protégelos!

• ¡La sombra de los árboles baja las altas temperaturas!

“María Soledad mi mano”, dechado mexicano del siglo XIX, acervo MTO

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caracterizado por una fi nura extraor-dinaria, de tal suerte que las telas que nacen de las manos de las mujeres de este pueblo tzotzil son como un suave soplo sobre la piel. Ana Lui-sa Mendoza Ramírez, una joven de hablar pausado y risueño, nos da la bienvenida y nos muestra el camino para llegar a su casa, donde habría-mos de conocer a su madre: Cande-laria Eloísa Ramírez. Candelaria es una tejedora excepcional, cálida en su trato y generosa con el tiempo que nos dedica. Flanqueada por sus hijas, Ana Luisa y Guadalupe, nos platica de cuando aprendió a tejer, cuando ape-nas contaba con ocho años de edad. Su madre fue su instructora y, entre juegos, aprendió a tejer rebozos, ca-misas y blusas de matrimonio, así como calzones y fajas para hombre. Además del manejo del telar, Cande-laria nos cuenta cómo observaba a su mamá preparar el hilo de petet: algo-dón hilado a mano en el malacate. El malacate, herramienta de origen pre-hispánico, recibe el nombre de petet y así, comparte su nombre con el hilo que nace de él. Actualmente, Cande-laria y sus hijas son las únicas que saben hilar con malacate, por lo que su trabajo es sumamente apreciado por las demás tejedoras del lugar, así como por mujeres y hombres de otras partes de México y el extranjero que llegan a conocerla y a maravillar-se de su trabajo.

Candelaria ha mostrado a sus hijas el valor del trabajo y la independen-cia que pueden lograr a partir de su actividad en el telar. Al escucharla, confi rmamos que la inspiración se enamora de las almas trabajadoras, dedicadas y talentosas. La jornada de Candelaria comienza desde antes de que salga el sol, momentos que dedi-ca al hogar y a los alimentos para lue-go, bajo la luz del día, sentarse frente al telar y dejar que sus dedos dancen entre los hilos. Al caer la noche, pre-fi ere quedarse en su casa en vez de salir al parque o con las vecinas. En compañía de sus hijas, escuchando música o viendo un poco de televi-sión, Candelaria sigue trabajando el hilo de petet. Aunque ya no se trata de algodón hilado a mano, madre e hijas emplean los malacates para se-parar una hilaza de algodón en dos hilos extremadamente fi nos. Para esta tarea, cada una de ellas pone a trabajar no solamente los dedos de sus manos, también los de sus pies. En palabras de Candelaria: “Yo me entretengo al hacer este trabajo.”

Su pasión, su maestría, la convic-ción que ha mostrado para enseñar a sus hijas este arte y el sentimiento que imprime en cada uno de sus tra-bajos, son valores que ponen de ma-nifi esto su admirable personalidad.

CENTRO CULTURAL SAN PABLO / MUSEO TEXTIL DE OAXACA

HÉROES ANÓNIMOS:ENTREVISTA A RAFAEL DONÍZVerónica Loera y Chávez

Hay personas que nos marcan en la vida ¿quiénes serían en tu caso? Por supuesto que don Manuel Álva-rez Bravo, Mariana Yampolsky, Nacho López y Antonio Reynoso, un fotógra-fo poco conocido, inmerecidamente, porque su obra ha sido poco difun-dida, pero era muy cuidadoso con su trabajo. Cuando un joven se acercaba, inmediatamente le ofrecía todo su co-nocimiento y experiencia. Pero quisie-ra mencionar también a mi hermano Roberto, pintor, quien me introdujo al mundo de la plástica. Con él aprendí muchísimo y conocí a infi nidad de pintores de primer nivel en México, entre ellos a Francisco Toledo con quien realizamos proyectos hasta el momento. Ese ambiente me abrió las puertas del mundo y propició que más tarde me dedicara a la fotografía.

Perteneces a una generación de fotógra-fos que estudiaron con Manuel Álvarez Bravo, háblame del grupo.El grupo no era muy grande, esta-ban Jesús Sánchez Uribe, José Án-gel Rodríguez, Antonio Turok y un joven que ya no supe qué pasó con él: Carlos Azpeitia. Caminamos jun-tos cuando no había propiamente un foro para la fotografía en Méxi-co; comentábamos nuestro traba-jo, hablábamos de otros fotógrafos, disfrutábamos el intercambio de opiniones. Estar junto a un hombre

tan talentoso como don Manuel mo-tivaba a hacer locuras como, en mi caso, dejar la universidad y apostarle a la fotografía como forma de vida. Don Manuel preguntaba ¿de qué va a vivir, está usted seguro de dejar la universidad?

Hay una constante a lo largo de tus pro-yectos, en alguna ocasión la denominaste “héroes anónimos”, ¿cómo fue que te in-teresaste en fotografi ar a los trabajadores?Esa identidad empezó con los viajes con Mariana Yampolsky, quien me dio la oportunidad de ir a lugares ale-jados a registrar lo que allá sucedía. Algunas personas en la universidad, antes de que la abandonara, me pre-guntaban por qué me gustaba ir a los lugares donde estaba la gente pobre. Lo que descubrí es que era un concep-to erróneo, porque en esos lugares se llega a la esencia de algo muy senci-llo, muy llano, pero en esa austeridad la gente tiene valores monumentales. Ir a zonas tan aisladas –tardábamos a veces dos días en llegar, caminando por en medio de los cerros– represen-tó la posibilidad de aprender, siempre me sentí muy bien. El trabajo dignifi -ca al hombre y le da identidad. Don-de voy, no hay trabajo enajenado, hay una pasión por lo que hacen, por los ofi cios, las actividades agrícolas, la artesanía. Los mezcaleros, salineros, artesanos o tintoreros son personas que aman su trabajo. Me han regala-do su grandeza humana al dejarme fotografi arlos.

Recuerdo que cuando era niño veía cómo soldaban las cubetas viejas con plomo o veía los distintos ofi cios ca-minando por la ciudad: el peluquero, el carnicero, el lechero y me gustaba observar lo que hacían. Ya como fotó-grafo volví a ellos con una intención, con una conciencia mayor y fue para mí como rendirles un homenaje. Todo ofi cio tiene un aprendizaje, es toda una carrera. Esa temática me ha atraído mucho, ayudó a que creciera mi nacionalismo, un nacionalismo sensato, porque amo a mi país y a

FONOTECA JUAN LEÓN MARISCALLA MAGIA DE LA ÓPERARyszard Rodys

El 17 de enero, en el casino del Tea-tro Macedonio Alcalá, tuvo lugar la inauguración de la exposición La ma-gia de la ópera, que presenta la obra gráfi ca del destacado artista polaco Rafał Olbinski. La muestra consta de 48 carteles de títulos de ópera y fue organizada por la Fonoteca Juan León Mariscal y el Centro Cultural San Pa-blo, en colaboración con la Embajada de la República de Polonia y el Teatro Macedonio Alcalá.

Los carteles de este artista, gracias a la luminosidad de los colores emplea-dos, combinada con una imaginería sorprendente, generan un ambiente enigmático. Un elemento constante en su obra es la elevada conciencia necesaria para entablar contacto con la belleza, la tragedia, la farsa y la ironía del destino. El mérito de Olbinski con-siste en comunicarnos con un mundo de imágenes que nos permiten com-prender mejor las trampas que nos tiende la vida. Olbinski tiene la capaci-dad de conectar una cantidad ingente de información en forma de iconos, que quedan profundamente grabados en la memoria. Sus obras, inspiradas en las artes escénicas, poseen múlti-ples niveles de signifi cación. La magia de sus obras surge a partir de la sorpre-sa e incoherencia, de narración dentro de la narración. Sus imágenes son de carácter conceptual: nacen siempre a partir de una idea. El carácter excepcio-nal de Olbinski se percibe en su capaci-dad de articular un mundo misterioso, alegórico, dentro del cual las imágenes mutuamente incongruentes y paradó-jicas armonizan del modo más inespe-rado. De acuerdo con Richard Wilde, Olbinski ha conseguido convertir lo clásico en contemporáneo.

Rafał Olbinski nació en Polonia, en donde se graduó como el arqui-tecto en el Instituto Politécnico de Varsovia. En 1981 emigró a los Esta-dos Unidos para pronto establecerse como un pintor, ilustrador y diseña-dor prominente. Por sus logros artís-ticos ha recibido más de 150 premios y reconocimientos internacionales.

MUSEO TEXTIL DE OAXACACANDELARIA RAMÍREZTEJEDORA DE VIENTO Y LUZHéctor Meneses

Entre las tierras bajas de Chiapas se encuentra un poblado cuyo nom-bre actual, Venustiano Carranza, ha perdido por completo la lírica de su apelativo de antaño: San Bartolomé de los Llanos. En medio de un para-je tropical, entre calles laberínticas que suben y bajan, se ha desarrollado una rica tradición de tejidos de algo-dón elaborados en telar de cintura. Históricamente, estos textiles se han

quienes con su trabajo lo construyen. Por todos los lugares que he andado, al norte, sur, este u oeste me he en-contrado gente muy valiosa, muy tra-bajadora y orgullosa de su quehacer.

¿Cómo fue el proceso para montar la ex-posición La lente que derrama color?Hace algunos años, Fomento Cultural Banamex me pidió realizar el regis-tro de cien maestros del arte popular en Oaxaca. Eso me permitió recorrer el estado y conocer a sus mejores ar-tesanos. Para la rama de los textiles, el apoyo de Remigio Mestas fue muy importante, porque me llevó a cono-cer a los tintoreros que trabajan con el caracol púrpura y yo quedé fascinado con el proceso. Había leído un libri-to de la hermana de Antonio Turok, Martha Turok, y me interesé desde entonces, pero no había podido ir a la zona. Me conmovió profundamente el ritual previo a la extracción del tinte, así como la extracción misma. Estaba muy emocionado, tuve el privilegio de observar de cerca cómo le sacan el tin-te al caracol respetando al animal, por-que no lo dañan. Una vez que extraen el tinte, los regresan al mar.

Por recomendación de Remigio, me acerqué a Alejandro de Ávila, di-rector del Jardín Etnobotánico y cu-rador en el Museo Textil de Oaxaca. Fue él quien me dijo que, si quería hacer una exposición, ésta debería contener los tres colores mágicos: caracol púrpura, grana cochinilla y añil. Su idea me pareció excelente y fue otra oportunidad para conocer el trabajo de los teñidores, es impresio-nante. Horas y horas de trabajo, no se diga el añil, porque hay que empezar desde limpiar el campo para sembrar la semilla, sembrarla, esperar a que crezca, cultivarla para iniciar recién el proceso para obtener el tinte. Son verdaderos héroes.

El proyecto creció y se complemen-tó con la exhibición de piezas del mu-seo que contienen esos tintes. Fue una buena experiencia, estoy satisfe-cho con lo que logramos.

CULTURA

Candelaria Ramírez. Fotografía: Fidel Ugarte

Caracol púrpura. Fotografía: Rafael Doníz

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CASA DE LA CIUDAD

CENTRO DE BARRIO BUGAMBILIAS: EL CONTACTO CON LA COMUNIDADGustavo Madrid Vazquez

Desde hace ya poco más de tres años la Casa de la Ciudad se ha dedicado al de-sarrollo de proyectos de equipamiento que buscan conectar a la población de las colonias periféricas mediante la creación de espacios comunes.

Se trata de un proceso de diseño participativo de forma directa de la población en cada una de las fases de planeación y diseño del objeto arqui-tectónico. Lo que implica la participa-ción –también en las de construcción futura– e interacción de los vecinos con el equipo de la Casa de la Ciudad en reuniones, asambleas y talleres di-rigidos a crear un ambiente de crea-ción conjunta cuyo objetivo es dar lugar a un espacio verdaderamente común para todos.

El proceso del Centro de Barrio de la colonia Bugambilias inició hace poco más de un año mediante un acerca-miento con los vecinos de la colonia para entender sus necesidades y saber si estaban dispuestos a involucrarse en un viaje común. Se trata de una de las zonas desgastadas por la inse-guridad en la ciudad y con alto índice de marginación y segregación social, ubicada en las colinas de Santa Rosa.

La respuesta de los pobladores de la colonia a esta iniciativa fue positiva, de inmediato se involucraron en cada uno de los pasos que el desarrollo de un proyecto de este tipo demandaba, incluyendo una serie de actividades donde la FAHHO tuvo un papel central.

Talleres con vecinos niños y jó-venes para entender su concepto de lugar común y permitir que sus ideas se refl ejarán en el proyecto. Conciertos, proyecciones y fi estas fueron actividades que se vieron a lo largo de estos meses, integrando a más y más vecinos e, incluso, colo-nias vecinas antes distanciadas que el proyecto ha logrado reunir en un objetivo común.

Hubo también momentos duros como la pérdida de don Froilán, uno de esos héroes anónimos de la colo-nia que dedicaba su tiempo a mejo-rar su entorno físico y social. Pese a ese golpe, la colonia se sobrepuso, el equipo de trabajo también y el pro-yecto siguió adelante.

CULTURA / MEDIO AMBIENTE

El fi n de año pasado, en una asam-blea popular con la presencia de cien-tos de vecinos, se votó y se aprobó la iniciativa que arranca estos días: can-chas deportivas, biblioteca pública, salón para talleres, área infantil, jar-dines y espacios comunes se habilita-rán para el benefi cio de los habitantes del lugar. Este proyecto es un bien co-lectivo del que hay muchos autores y esperamos muchos felices usuarios.

CENTRO CULTURAL SAN PABLONAVIDAD SAN PABLO

La Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, por medio del Centro Cul-tural San Pablo, ha adoptado la tra-dición de celebrar la Navidad, reci-biendo en casa la visita de personas chiquitas y otras que no lo son tanto, para agasajarlas con la Navidad San Pablo, una festiva constelación de ac-tividades y juegos para las familias.

En 2014, la magia dio vida a Navi-dad San Pablo, y los festejos comen-zaron con un fabuloso taller de ma-gia y trucos encabezado por el Mago Martín, quien compartió su fantásti-co arsenal de trucos con niñas y ni-ños, y presentó un espectáculo que disfrutaron más de 200 personas de todas las edades.

Como por arte de magia, una fría mañana en el atrio de San Pablo apare-ció el Carrusel de don Natalio Salazar, con su historia y tradición de más de 70 años, y allí permaneció por más de un mes para girar y girar divirtiendo a cientos personas que iban y venían, subían y bajaban, y siempre reían.

La Navidad San Pablo busca tam-bién preservar una tradición popular navideña muy querida: el Nacimien-to, por ello, cada año, San Pablo ins-tala una bella obra de arte, con más

de 50 años de historia: el Nacimien-to Las Palomas, conformado por 79 fi guras de cera que representan di-versos pasajes bíblicos, y que fueron amorosamente moldeadas por la se-ñora Luz María Bravo de Irabién.

Desde luego que los Reyes Magos también llegaron a San Pablo y traje-ron consigo sorpresas y muchos ju-guetes que entregaron a niñas y niños de albergues y comunidades aparta-das del centro de la ciudad de Oaxaca, como muñecas de manta, animalitos tejidos, carritos de madera, balones y muchos juguetes tradicionales más. Así fue como personas de todas las edades y de diversos orígenes convi-vieron en familia, entre abracadabras, becerritos de cera, caballitos galopan-tes, comida, y muchos juegos, e hicie-ron posible una divertida y muy feliz Navidad en San Pablo.

BIBLIOTECA DE INVESTIGACIÓN JUAN DE CÓRDOVA

LA POSADA DE CACAO 2014: LA BEBIDA LLAMADA ‘CHONE’Sebastián van Doesburg (FAHHO/UNAM)Demián Ortiz (FAHHO)

Los días 13 y 14 de diciembre tuvo lugar la tradicional Posada de Cacao en el Centro Cultural San Pablo. Or-ganizada cada año por la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova y Cho-colate Mayordomo, reúne en un am-biente festivo más de una docena de equipos de mujeres procedentes de muy diversas comunidades del estado de Oaxaca con el objetivo de preparar y compartir la gran variedad de bebi-das de cacao que se preparan tradicio-nalmente en el estado. En esta oca-sión, la conferencia magistral estuvo a cargo de la especialista en el chocolate de la época colonial Marcy Norton, de la Universidad George Washington. El público que concurrió a esta degus-tación oaxaqueña fue numeroso.

Esta edición se enfocó en el poco conocido chone, una variedad de ato-le formado por una espesa base líqui-da de tlaciahual (maíz cocido sin cal) a la que se añaden varios ingredien-tes para darle sabor y color, entre los cuales no pueden faltar el cacao, la fl or conocida como “rosita de cacao”

y la semilla de mamey o pixtle, todos tostados y molidos. A esa mezcla se suele añadir panela (piloncillo) para endulzar y achiote para dar color; una variante de la receta incorpora un poco de chile guajillo para darle un toque especial. La bebida se sirve caliente, sola o acompañada de pan, tamales u otros alimentos.

En la actualidad, el chone se consu-me en ciertas localidades de los alre-dedores de la ciudad de Oaxaca, entre ellas San Bartolo Coyotepec, Santa Ma-ría Atzompa y la Villa de Zaachila; en cada uno de estos lugares se prepara en ocasiones muy específi cas y distintivas, como la Semana Santa, las posadas de-cembrinas o los velorios. Actualmente son sólo algunas personas mayores las que todavía conocen el proceso de elaboración y, en casos como el de At-zompa, su preparación y consumo casi han desaparecido. Sin embargo existen referencias al chone en algunos docu-mentos históricos que nos indican que esta bebida antigua llegó a ser muy popular no sólo en estas poblaciones aledañas, sino en la misma capital, y que era aún más diverso el tipo de oca-siones en que se consumía.

El protomédico Francisco Hernán-dez recorrió la región central de la Nueva España (incluyendo parte de lo que hoy es Oaxaca) entre 1571 y 1576 por encomienda del rey Felipe II para documentar las plantas, animales y minerales del territorio conquistado. Respecto al árbol y frutos del cacao realizó no sólo una descripción botá-nica, sino que se adentró en los usos dados a sus semillas, dando cuenta de la preparación de diversas bebidas

con fi nes medicinales y alimenticios. Entre ellas queda registrada una bebi-da llamada tzone que mezcla maíz y cacao, aunque su descripción de los ingredientes o del proceso de prepa-ración no son muy detallados.

Sigue un largo silencio, pero en un recetario –escrito en la ciudad de Oaxa-ca por don José Moreda en 1832– se describen un proceso y unos ingre-dientes para preparar el chone que son casi iguales a los que se utilizan en la actualidad. La bebida está incluida en la sección de postres y por las relativa-mente pequeñas cantidades anotadas (por ejemplo sugiere usar de 12 a 15 granos de cacao y media semilla de pix-tle) se puede deducir que la receta está dirigida al consumo doméstico. Por la misma época también se bebía chone en contextos públicos: el historiador oaxaqueño Juan Bautista Carriedo, en sus Estudios Históricos y Estadísticos pu-blicados en 1849, nos narra que en ese entonces durante las celebraciones del Corpus del Carmen –antecedente de los Lunes del Cerro–, al concluir las ce-lebraciones religiosas, la concurrencia “se dirige al pie al Cerro del Fortín; los plebeyos a tomar la fruta, los tamales y el ‘chone’ (bebida de maíz teñida con achiote)”. Su descripción nos permite saber que la bebida se le asociaba con determinados sectores sociales.

Aunque la información sobre la historia cultural del chone es míni-ma, al menos nos permite vislumbrar que quien prepara y quien bebe una taza de este aromático y sabroso atole está dando continuidad a una profun-da trayectoria culinaria que merece ser conocida y rescatada.

MAÍZ, PAÍS Y TOLEDO

Día de Reyes en San Pablo. Fotografía: Sandra Fernández

Proyecto Centro de Barrio Bugambilias a cargo de Gustavo Madrid y Elisa de Simone (Casa de la Ciudad).

Page 8: Boletín FAHHO mar - abr 2015

8 MARZO - ABRIL DE 2015

PRESIDENCIA Alfredo Harp HelúMaría Isabel Grañén PorrúaSissi Harp Calderoni

VICEPRESIDENCIA Carlos LevyÁlvaro Hegewisch

DIRECCIÓN Gabriela Torresarpi Marti

COMUNICACIÓN Alma Rosa Espíndola Rosario Santamaría

CENTRO CULTURAL SAN PABLO

Edú Nieto Cabral

BIBLIOTECA FRAY JUAN DE CÓRDOVA

Sebastián van Doesburg Michael Swanton

MUSEO TEXTIL DE OAXACA

Héctor Manuel Meneses Alejandro de Ávila Blomberg

MUSEO DE FILATELIA DE OAXACA

Eduardo Barajas Mendoza

CASA DE LA CIUDAD

Gustavo Madrid

BIBLIOTECAS Y FOMENTO A LA LECTURA

Freddy Aguilar / Socorro Bennetts

PROYECTOS ECOLÓGICOS

Pina Hamilton / Lorena Harp Iturribarría

ADABI DE MÉXICO

Stella González Cicero

PROYECTOS DE MÚSICA

Ignacio Toscano / Cecilia Winter Ricardo Rodys

DEPORTES

Eduardo de la Cerda / Jorge Spíndola Guillermo Spíndola

BOLETÍN FAHHO

Coordinación EditorialVerónica Loera y Chávez

DiseñoBernardo Recamier

Haarlem llegó a imprimir un sermo-nario en náhuatl.

Durante los meses de marzo y abril la obra original estará expuesta en la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova.

PRESENTACIÓN DE HISTORIETA TRIQUI EN CHICAHUAXTLAMichael Swanton (FAHHO/UNAM)

Para muchos es sorprendente la tem-prana fecha en que se empezaron a escribir las lenguas indígenas de Oaxaca con letras europeas. En algu-nas lenguas oaxaqueñas el uso de la escritura alfabética se remonta a me-diados del siglo XVI. El texto alfabético más antiguo que se conoce en zapo-teco fue un reconocimiento de tierras en Zimatlán que se remonta a 1565 y el texto más antiguo en chocholte-co es un testamento de 1577 que fue elaborado en San Miguel Tequixtepec. Hay indicaciones de la existencia de textos, ahora perdidos, en zapoteco y en mixteco a inicios de la década del 1540. Para ponerlo en contexto, el de-sarrollo de la escritura alfabética en zapoteco y mixteco era contemporá-neo al inicio de la escritura en letras latinas en ciertas lenguas europeas, como el fi nés.

No obstante, en la actualidad, en otras lenguas no se conoce ninguna tradición antigua de escritura alfabé-tica. El triqui es un ejemplo de eso. Hablada en su tradicional territorio, –ahora en los municipios de Putla, Juxtlahuaca, San Martín Itunyoso y la ciudad de Oaxaca, así como en nue-vas regiones, como California (EUA), por la búsqueda de empleo y seguri-dad–, la lengua triqui, como elemen-to de su identidad, tiene mucha vida, a pesar de que el número total de hablantes no es mayor a 30 000. Los escritos más antiguos existentes en triqui son notas lingüísticas de la se-gunda mitad del siglo XIX que fueron recabadas por intelectuales oaxaque-ños como Francisco Belmar y Manuel Martínez Gracida, y por instituciones nacionales como la Dirección Gene-ral de Estadística.

A mediados del siglo XX el Insti-tuto Lingüístico de Verano, en cola-boración con la Secretaría de Edu-cación Pública, inició proyectos de lectoescritura en San Juan Copala, San Martín Itunyoso y San Andrés Chicahuaxtla y sobre estos cimien-tos varios maestros e intelectuales triquis han promovido el alfabetismo en su lengua. Sin embargo, el núme-ro de textos publicados en esta len-gua es muy bajo. Son pocos los libros para niños y aún más contado el nú-mero de libros que es monolingüe, es decir, libros que obligan al lector a leerlos en triqui en vez de referir a una versión en español en la mis-ma publicación. ¿Si no existen libros monolingües en una lengua por qué aprender a leerla?

Preocupado por esta situación, Juan Vásquez Ramírez, originario de San

Andrés Chicahuaxtla y bibliotecario en la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, decidió traducir una his-torieta para niños y jóvenes a su len-gua materna. Escogió una historieta con muchas imágenes que hizo la aso-ciación Defenders of Wildlife –Pepe el Loro es inocente–, la cual relata las con-secuencias negativas del tráfi co ilegal de animales salvajes. Con la colabo-ración de Defenders of Wildlife y con el apoyo de la Biblioteca de Investiga-ción Fray Juan de Córdova/Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, Vásquez Ramírez publicó su traducción, ¡Nitaj Gakïn’ Nikaj Su’ui Pepe!

El pequeño libro fue presentado en la escuela primaria de San Andrés Chicahuaxtla el 16 de diciembre con la presencia del agente municipal del pueblo, los maestros de la escuela y unos 170 niños. Cada uno de los ni-ños recibió un ejemplar de la histo-rieta y, con la orientación del autor, leyó con mucho interés las primeras páginas. Los adultos también queda-ron intrigados por la publicación y el director de la escuela anunció que van a usar el texto en sus clases de lengua materna. Para muchos, niños y adultos, esta fue la primera vez que vieron un libro impreso monolingüe en su lengua.

Se puede bajar el texto en triqui de manera gratuita en las páginas: www.pericosmexico.org www.bibliotecajuandecordova.mx/publi-caciones-electronicas/.

CULTURA

prenta. A los ocho años, y por suge-rencia de la dirección calvinista de la escuela donde cursó las primeras le-tras, Cornelio Adrián César entró en el taller de Antonis Ketel, entonces el único impresor en Haarlem, donde aprendió el ofi cio. Durante siete años trabajó primero con Ketel, después con su viuda y luego con el segundo esposo de la viuda, antes de abando-nar el taller en 1588. Luego trabajó en la famosa sucursal del taller de Cris-tóbal Plantino en la cercana ciudad de Leiden, pero hacia mediados de 1591, a sus dieciocho años, abandona de nuevo el trabajo. Siguen algunos años de vagancia en los que participa en el ejército rebelde de la república, terminando en la ciudad calvinista de Emden, en el norte de Alemania, sin que sepamos nada de su ocupación allí. Finalmente, decide enrolarse en un fi libote comercial que zarpa rum-bo a España, tierra enemiga, donde toma la sorprendente decisión de alistarse, en 1595, en la fl ota del vi-rrey recién nombrado para la Nueva España. En la Ciudad de México se establece en la calle de Tacuba, don-de tienen su morada varios artistas, artesanos y comerciantes fl amencos y holandeses, y comienza a trabajar en la imprenta de la viuda de Pedro Ocharte. También trabaja en una im-prenta montada en el convento de Texcoco, donde conoce el trabajo de fray Juan Bautista en náhuatl e im-prime quizá algunas de sus primeras

obras en esta lengua. Al mismo tiem-po, él y sus paisanos siguen de cerca el desenlace del confl icto en Holan-da; se enteran de los éxitos de la repú-blica y la gestación del Siglo de Oro holandés. Pero en 1598 todos son arrestados por la Inquisición bajo la sospecha de cultivar ideas calvinistas y tener simpatías con la causa de la república. Sus declaraciones y las de los demás reos hacen un retrato de la comunidad fl amenco-holandesa de la Ciudad de México de esos años y nos dan múltiples detalles sobre la vida de sus miembros. En el proceso, Cor-nelio es condenado a un arresto do-miciliario en el convento franciscano de Tlatelolco, en donde trabaja con una antigua imprenta, posiblemente la de Ocharte. Finalmente, reinserta-do en la sociedad novohispana, Cor-nelio imprime múltiples libros para la familia de Pedro Balli y para Diego López Dávalos. En 1614 demuestra su habilidad imprimiendo el Sermo-nario que se conserva en la ciudad de Oaxaca. Seguirá imprimiendo hasta 1633, cuando desaparece su nombre de los impresos novohispanos y co-mienza otro capítulo de la imprenta en nuestro país.

Al contemplar y hojear el precioso ejemplar de la Biblioteca de Investi-gación Juan de Córdova para prepa-rar esta pequeña nota, no puedo de-jar de pensar en la extraordinaria vida del hombre que los imprimió y cómo fue que un muchacho huérfano de

BIBLIOTECA DE INVESTIGACIÓN JUAN DE CÓRDOVA

UN IMPRESO DE CORNELIO ADRIÁN CÉSAR EN LA BIBLIOTECA DE INVESTIGACIÓN JUAN DE CÓRDOVASebastián van Doesburg (FAHHO/UNAM)

En 1614, el fraile dominico Martín de León mandó imprimir la primera parte de una extensa serie de sermo-nes redactados en la lengua náhuatl. La intención del fraile era imprimir cuatro tomos en total, pero sólo logró imprimir el primero. No obstante, el libro, con sus 330 folios densamen-te impresos en náhuatl, es hoy un monumento de la tradición de im-presiones en lenguas indígenas de Mesoamérica. La Biblioteca de Inves-tigación Juan de Córdova tiene el pri-vilegio de custodiar en su acervo un ejemplar completo de esta obra.

Muy poco sabemos de su autor, aunque nos consta su dominio de la lengua náhuatl a través de sus obras publicadas: el famoso Camino del Cie-lo de 1611, el Sermonario y un Manual breve y forma de administrar los Santos Sacramentos a los indios de 1614, este último en una mezcla de latín, espa-ñol y náhuatl. Todas estas obras se imprimieron en casa de Diego López Dávalos, durante los primeros quince años del siglo XVII la imprenta más importante de la Nueva España.

Además, una nota en la portada del Sermonario nos indica que lo im-primió un hombre llamado Cornelio Adrián César, impresor del taller. Fue este nombre el que me llamó la aten-ción al ver el libro por primera vez en 2014.

Cornelio nació en mi tierra, fue un holandés que se mudó a la Nueva Es-paña hacia fi nales del siglo XVI, por lo que siempre sentí una cierta afi ni-dad hacia su persona. Varios autores han intentado rastrear los caminos de su vida, una tarea a la que me he unido en ocasiones. Me parecía ex-traordinario que un huérfano de la ciudad de Haarlem llegara en calidad de “mojado” a la Ciudad de México a sus 22 años y entrara de inmediato en los talleres de Pedro Ocharte. Y que después de un episodio dramá-tico con la Inquisición (1597-1604), se estableciera como un respetado impresor, imprimiendo, entre otras cosas, obras en náhuatl. Su ajetrea-da vida comenzó en el año de 1573, sólo meses después de terminar el dramático asedio de Haarlem, uno de los episodios iniciales de lo que se conoce como la Guerra de los Ochen-ta Años, confl icto en que las ciudades holandesas se liberarían del dominio de la casa de Habsburgo para dar ori-gen a la primera república barroca de Europa. La vorágine de la Reforma envolvía a Holanda en estos años y, sin duda, su principal arma era la im-