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Año. 2 Núm. 4 MAYO 2013

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Año. 2 Núm. 4

MAYO 2013

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EditorialEditorial

Editorialdirectorio

DIRECCIÓN DE LA ENAHJosé Luis Vera Cortés

SUBDIRECCIÓN DE EXTENSIÓN ACADÉMICAMarcela Montellano Arteaga

DEPARTAMENTO DE PUBLICACIONESInés Segovia Camelo

DIRECCIÓN EDITORIAL BOLETÍN ENAH Ilya Tatiana Jiménez Medina

EDITOR GENERALRodrigo Ortiz Sánchez

COEDITORMiguel Ángel Silva Cossio

COLABORADORES Rafael Chaveste Navarrete

Ricardo Alberto Reséndiz RodríguezRodrigo Hernández Sandoval

CORRECTORA DE TEXTOSEréndira Reyes García

DISEÑO GRÁFICODayana Itzel Bucio OrtegaGustavo Jiménez Salinas

DISEÑO DE CABEZALLiliana Serrano

IMPRESIÓNAntonio García G.

¡Participa!

Envía tus comentarios, reseñas, fragmentos de diarios de campo, entrevistas, ilustraciones, fotos, poemas, cuentos,

anuncios, etc., al correo:

[email protected]

¡Oh moda! símbolo e instrumento de la codicia huma-na… y para algunos emblema del pensamiento super-ficial. Sin embargo, como estudiosos de la cultura de los seres humanos, tenemos la oportunidad de anali-zar desde otras perspectivas este tipo de fenómenos sociales. Es por ello que quisimos incluir en este nú-mero la relatoría de la conferencia: “Del recato a la ostentación. La vestimenta femenina en el virreinato”. En este punto es importante resaltar que la ponencia fue dictada por un historiador de arte, quien segu-ramente tiene una forma distinta de abordar el tema respecto a nuestras disciplinas impartidas en la enah. Ojalá nos pudieras compartir ¿tú qué opinas?

En julio de 2009 se inició la obra para construir un nuevo vestíbulo de acceso a la zona arqueológi-ca del Templo Mayor; pero fue hasta 2012 cuando a través del Programa de Arqueología Urbana (pau), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (inah), se realizó un descubrimiento calificado como: “sin precedentes”. Se trataba del entierro de una mujer rodeada por más de 1 700 huesos humanos.

La antropóloga física Perla Ruiz Albarrán, respon-sable del primer análisis de los restos, explica en entrevista exclusiva con Boletín enah, la importancia de este hallazgo.

Como siempre, queremos participarles a quienes no pudieron asistir, un breve resumen de algunos de los eventos realizados en nuestra escuela, tal es el caso de la conferencia dictada por el doctor José Pablo Baraybar, director del Equipo Peruano de An-tropología Forense (epaf) y el emotivo homenaje que se realizó a la doctora Eyra Cárdenas, quien dedicó su vida no sólo a la antropología, también a la enah.

En la efeméride de esta ocasión te compartire-mos aspectos que posiblemente aún no conozcas del psicoanalista más famoso del mundo: Freud. Por supuesto, no pueden faltar los poemas, cuentos y ar-tículos enviados.

Esperamos que disfrutes del ejemplar que tienes en tus manos.

El equipo de Boletín ENAH

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Adriana EscalonaLicenciatura de Arqueología

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… (pronúnciese Froid) es el padre del psicoa-nálisis, pero pocos recordarán que nació el 6 de mayo de 1856.1 Probablemente conozcan que creció en el seno de una familia judía, pero pocos sabrán que fue en la República checa, cuando ésta era parte del imperio austriaco.2 La mayoría se asombrará de que se llamara Si-gismund Froid (escríbase Freud), pues todos lo conocemos como Sigmund, nombre que adoptó cuando tenía alrededor de veinte años.3

A pesar de sus polémicas ideas, este hom-bre destacó visiblemente a finales del siglo xix y principios del xx, prueba de ello es que algunas ediciones de sus obras completas constan de veintisiete volúmenes (Freud, 1997: 32), uno de ellos dedicado al chiste, infaltable en la cotidia-nidad mexicana.

En su libro El chiste y su relación con lo inconsciente,4 Segismundo —versión de su

1 Veáse <http://www.freud.org.uk/about/faq/> (en inglés), «Where and When was Freud Born?», the Freud Museum, Londres [consultado el 1 de abril de 2013].

2 Idem.

3 Veáse <http://www.freud.org.uk/about/faq/> (en inglés), «What was Freud’s ‘Real’ Name?», the Freud Museum, Londres [consultado el 1 de abril de 2013].

4 Freud, Sigmund, El chiste y su relación con lo inconsciente, 3ra. Ed., Madrid, Alianza Editorial, 1973, 235pp.

nombre en castellano, idioma al que era gran aficionado y aprendió de forma autodidacta— planteó que el chiste es inocente o tendencioso (Freud, 1973: 79). El primero se realiza con el único fin de causar gracia (Freud, 1973: 81 y 85), mientras que el segundo tiene dos inten-ciones posibles: la hostil o la obscena.

Ya habrán adivinado que la tendencia obscena es la primera que desarrolla (Freud, 1973: 86) el autor cuya teoría completa da una importancia toral a la libido. Explica con eru-dición que el chiste obsceno —en los snobs— busca satisfacer un placer reprimido propio de los hombres. Sin embargo, su sesudo aná-lisis concluye que en esta clase de chistes: no sabemos de qué reímos, pero reímos ¡mucho! (Freud, 1973: 89-91).

Los chistes hostiles los considera una su-blimación de la violencia. A juzgar por lo que escribe el chiste se convirtió en la nueva esgri-ma. La forma educada de batirse en duelo con habilidad e ingenio (Freud, 1973: 91-98).

El estudio continúa con una interesante explicación del mecanismo del chiste y cómo es fuente de placer. No obstante, la parte cús-pide de dicha obra es su relación con los sue-ños. Pero eso deberán leerlo ustedes porque si no le quitaríamos el chiste a su lectura y les daríamos sueño.

Quizás sepan que Sigmund Freud…

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En recuerdo a la comprometida labor académica de la profesora Eyra Cárdenas Barahona (1954-2005), se realizó la devela-ción de una placa y un homenaje en el que se recordaron anéc-dotas y su participación en múltiples actividades en la enah.

El evento realizado el pasado 18 de abril en el aula de usos múltiples que lleva su nombre, contó con la asistencia del director de la escuela, José Luis Vera Cortés y de los académicos: Gloria Falcón, Alejandro Pinet, María Eugenia Peña, Consuelo Maquívar, Juan Antonio Perujo y Juan Carlos Cortés, quienes compartieron sus experiencias de trabajo con la docente, recordándola con entusiasmo y alegría en las múltiples tareas con las que colaboró en la institución.

Panameña de nacimiento y mexicana de corazón, los asistentes co-mentaron los diferentes episodios que componen las huellas del paso

Eyra Cárdenas Barahona

La ENAH rinde homenaje a la doctora

Jhonnatan Zavala

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de doctora por la enah, como su com-promiso con la investigación y la docencia, enmarcado por una visión humanista; siempre en busca de una dinámica propositiva que reconocía el funcionamiento interno de la escuela con las personas que la componían.

“Portadora del virus del entusias-mo incurable”, conforme a María Eu-genia Peña, impulsó infinidad de pro-yectos en los primeros años de la enah en el sur de la Ciudad de México, tal fue el caso de las primeras exposicio-nes museográficas realizadas en las instalaciones y el formato de la revista Cuicuilco.

Dentro de sus múltiples labores se desempeñó en la administración del plantel (posición que en opinión de Alejandro Pinet fungió como una docente que conocía muy bien los ru-bros específicos de la institución entre “las heladas aguas del presupuesto”), así como en la secretaría de Extensión Académica, donde se resaltó su am-plia capacidad para crear grupos de trabajo.

Gloria Falcón resaltó el interés de la investigadora por hilar la memoria de una enah comprometida en gene-rar testimonios, balances y anécdotas que permitieran dejar constancia de la presencia de la escuela y que a su vez permitiera reflexionar sobre sus problemáticas organizativas e insti-tucionales, labor que es un referente fundamental para la historia de la an-tropología y que se encuentra mate-rializada en las memorias de los 50 y 60 años de la escuela, libro que la doctora Cárdenas coordinó.

Su gestión académica transitó por la apertura de más espacios para la in-vestigación. Como Jefa de carrera de la licenciatura en Antropología Física y como directora de tesis conservó una postura abierta a nuevos aportes que mantuvieran dinámica su especiali-

dad. Asimismo, abrió cursos en otras especialidades.

Consuelo Maquívar comentó su acercamiento a la institución a par-tir del interés de la doctora Cárdenas para que se impartieran cursos de arte virreinal en la escuela y reconoció el ejercicio de su equipo de trabajo para llevar a buen fin las actividades em-prendidas.

Maquívar la recordó como una mujer siempre preocupada por entre-gar nuevas ideas, herramientas y pro-yectos de trabajo a sus alumnos.

Juan Antonio Perujo coincidió con el resto de los ponentes al colo-car como pieza fundamental la liber-tad con la que constituía sus equipos de trabajo y su capacidad de generar confianza entre quienes laboraban con ella, a partir de una claridad que le per-mitía construir las condiciones para lograr sus objetivos y en un contexto de compromiso colectivo.

La labor compleja y diversificada que convirtió a la enah y a la antro-pología en su proyecto de vida, puede encontrarse también en los proyectos con los que colaboró. Juan Carlos Cor-tés recordó el carácter duro de Eyra Cárdenas en el cumplimiento de su la-bor y su profesionalismo en el trabajo de campo.

Cortés, relató su experiencia al lado de la investigadora en la realiza-ción de una plataforma habitacional de la sonda de Campeche para Petróleos Mexicanos. En el proyecto se retomó 90% de las propuestas del equipo en-cabezado por Cárdenas Barahona, para mejorar las condiciones de los trabaja-dores. De la misma forma, destacó su firmeza en la organización del trabajo de campo desde una interdisciplina que le permitía resolver los retos dia-rios, supervisando permanentemente el trabajo, negociando y discutiendo el proceso de investigación a diario.

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Rafael Chaveste

Teponaztli <http://www.mexi-canartdealing.com/apps/photos/photo?photoid=24590333>, consultado el 20 de abril de 2013.

La tendencia a sacralizar las fuerzas de la naturaleza entre los nahuas de Mesoamérica provocó que idearan medios para reproducir los sonidos de su entorno y así comunicar-

se con sus deidades. Para los nahuas los sentidos jugaron un papel importante

en la comprensión del universo; entre ellos, el oído tuvo una singular importancia. A través del ritual, los sonidos sirvieron de puente para persuadir a las divinidades a propiciar la bonanza, como la caída del líquido vital para sus cosechas. Ejemplo de ello lo podemos apreciar en las fuentes históricas del siglo xvi. En su Historia general de las cosas de la Nueva España, Fray Bernardino de Sahagún narra la relación del canto de un ave con los rituales de petición de lluvia en las montañas.

se llama[ba] olcomoctli, y también ateponaztli […] ateponaztli porque de lejos parec[ía] que se tañ[ía] un teponaztli. Esta ave siempre viv[ía] en esta laguna, y aquí cr[iaba] entre las espa-dañas [...] Los pescadores y cazadores del agua toma[ban] consejo del canto de esta ave, cuando llover[ía], o si llover[ía] mucho o poco; cuando canta[ba] toda la noche […] vienen ya las aguas cerca, y que llover[ía] mucho y que habr[ía] abun-dancia de peces […]” (Sahagún citado por Murillo, 2009: 66).

El ave mencionada por Sahagún actualmente es conocida como American bittern o avetoro americano, cuyo canto, en la época de apareamiento, entre febrero y junio (Gilliard apud Murillo, 2009: 66) se asemeja al producido por el teponaztli, artefacto sonoro de percusión prehispánico, el cual estaba liga-do a rituales consagrados a Tláloc (Murillo, 2009: 64). Osvaldo Roberto Murillo Soto1 señala la importancia del canto de esta ave durante el periodo en que se realizaban las fiestas de las veintenas vinculadas a la presentación de ofrendas a las mon-tañas (concebidas como deidades), así como para la petición de lluvias. Esto podría corroborarse con el hallazgo en el “Cue-llo” del Iztaccíhuatl de dos objetos de madera que por su forma bien pudieron haber sido percutores del artefacto sonoro.

Bibliografía

López Austin, Alfredo1996 Cuerpo humano e ideología. Las concepciones de los anti-

guos nahuas, México, unam, p. 20.2003 Los mitos del tlacuache. Camino de la mitología mesoameri-

cana, México, unam-iia, p. 73.Murillo Soto, Osvaldo 2009 “La música en los rituales de montaña: la sierra nevada del

Iztaccíhuatl”, en Antropología. Boletín del Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, inah, pp. 61-66.

1 Arqueólogo egresado de la enah.

Lossonidosy la

con los dioses

comunicación

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Retrato de doña Juana María Cortés Chimalpopoca, autor desconocido. <http://www.flickr.com/photos/condedeselvanevada/8117543233/>, consultado el 20 de abril de 2013.

A muchos de nosotros nos tiene sin cuidado eso que llaman “tendencia de la moda”, sin embargo, no nos hemos escapado de escuchar nombres como “Coco” Cha-nel o Gianni Versace. Incluso, se podría decir que hay un estilo en la manera

generalmente desenfadada de vestirnos en la enah. A través del tiempo, la vestimenta característica de un lugar, localidad o país ha re-

flejado la cosmovisión de los individuos, ocupación, estatus social o los cánones estable-cidos en la época. Un claro ejemplo de ello son las mujeres del virreinato, quienes con sus atuendos mostraban los protocolos establecidos por la Iglesia, así como la manera de concebir el sexo, el pudor y la feminidad, entre otros conceptos.

Durante la conferencia “Del recato a la ostentación”, realizada en el templo de Regi-na Coeli, el historiador de arte, Mauricio Melchor y de Cortés, destacó la transformación de la vestimenta de las mujeres en el actual territorio mexicano a través de los siglos xvi, xvii y xviii.

Tatiana Jiménez

Del recato a la ostentaciónLa vestimenta femenina en el

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En el siglo xvi, las europeas vestían trajes sobrios que de-jaban sus formas femeninas prácticamente a la imaginación. Los retratos de aquel entonces muestran rostros pálidos en trajes oscuros enmarcados por blancas gorgueras (adornos en el cuello, tiesos y plegados). Con su emigración a la Nueva España, se trasladó también una moda basada en valores mo-rales y religiosos.

Las primeras damas que llegaron al territorio enfrentaron dificultades para conseguir los atavíos que acostumbraban en el Viejo Mundo, hecho que favoreció el rápido desarrollo de la industria textil, comentó el historiador de arte y añadió: “Los vestidos tenían aplicaciones y adornos, eran con forma de campana, de telas rígidas y excesivos bordados, las man-gas terminaban en holanes traídos desde Flandes. Los teji-dos eran muy variados, se usaban indistintamente en cortinas, manteles, y demás prendas”.

Para rematar el estilo de las mujeres que se consideraban “refinadas”, los cabellos iban relamidos, con un chongo ador-nado con joyas y plumas. Por supuesto, no podían faltar los anillos en las manos y las pequeñas joyas como relicarios o retratos, para denotar su alta clase social. La exagerada os-tentación en la moda probablemente era para demostrar la igualdad o superioridad de los habitantes del nuevo territorio respecto de los de España, agregó Melchor y de Cortés.

El recato y la opulencia en la vestimenta se difundió entre la población de origen peninsular como forma de perpetuar la identidad hispana y católica ortodoxa.

En el siglo xvii, aunque se permitieron los escotes discre-tos, la moda no tuvo un cambio significativo y continuó es-tando acorde con los estereotipos que se dictaban en Europa. Las mujeres incluso usaban sofocantes e inapropiados (para el clima de América) vestidos de piel de castor, indicó Mauri-cio Melchor y de Cortés.

Es de notar el uso de botones, que a diferencia de la época actual, sólo tenían la función de ornamentar, por ello eran de materiales como carey, metal o hueso de animales.

El historiador de arte explicó que con el transcurrir del siglo xvii, los vestidos se fueron ensanchando hacia los la-dos con el uso de los “guardainfantes”, estructuras de metal que agrandaban de manera exagerada las caderas, lo que se-guramente hizo dificultosa la entrada y salida por puertas y carruajes.

Los vestidos de la nobleza contrastan con la vestimenta de las mujeres de clase baja, quienes confeccionaban sus senci-

Retrato de la infanta Isabel Clara Eugenia, obra del pintor español Alonso Sánchez. <Co-ello.http://www.artelista.com/ypobra.php?o=8776>, consul-tado el 20 de abril de 2013.

Retrato novohispano, anónimo, colección museo Franz Mayer <http://sphotos-a.xx.fbcdn.net/hphotos>, consultado el 20 de abril de 2013.

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llos atuendos: “Las mujeres indígenas conservan en su vesti-menta elementos prehispánicos”, dijo el especialista.

Mauricio Melchor y de Cortés expresó que gracias a las crónicas de viajeros como Thomas Cage, se sabe que las mu-jeres negras también se engalanaban con opulencia, al ser consideradas propiedad de las damas españolas. Sus vestidos eran “de colores encarnados”, mientras que las que casaban con españoles se distinguían por portar aretes de perlas.

“Respecto a las caciques de nobleza indígena o las nati-vas casadas con peninsulares, se les permitía usar ropa euro-pea. Sin embargo, usaban atuendos híbridos. Se las podía ver adornadas con zafiros y vestidos de seda como las europeas, telas que se traían a través de la Nao de China. Sus huipiles eran bordados con arte plumario o chaquira, en la falda ge-neralmente llevaban laminillas de oro y plata. Esta mezcla de elementos españoles, indígenas e incluso mozárabes fue retomada por algunas europeas”, aseveró el conferencista.

En el siglo xviii, con la moda barroca, florece el afrance-samiento en los ahora entallados y escotados vestidos de seda y en las altas pelucas blancas portadoras de vistosos tocados, inspirados en la cortesana francesa Madame de Pompadour y en María Antonieta de Austria, indicó Melchor y de Cortés.

“Los trajes tenían plisados, bordados, incrustaciones de hilos de oro y plata, pedrería, chaquiras, lentejuelas y listones de seda, eran tan suntuosos que se dejaban en los testamen-tos. Es por ello que si las piedras y los metales no eran origi-nales, en una de las bandas de la prenda se debía inscribir la palabra ‘falso’”, comentó el ponente.

No podían faltar, en una moda tan recargada accesorios: listones de terciopelo negro en el cuello, de los que pendían calabacines con perlas o piedras preciosas; peinetas; pañuelos bordados con oro, plata y perlas; abanicos, y los entonces no-vedosos relojes de bolsillo que colgaban de la breve cintura de las mujeres (gracias a los corsets) mediante leopoldinas con joyas, uno se encargaba de marcar la hora de España y el otro la de México). También se usaron los “chiqueadores” de carey o terciopelo, muchas veces con incrustaciones de perlas o piedras preciosas, añadió.

Las influencias asiáticas e indígenas dieron como resulta-do prendas como el rebozo que, al igual que el abanico, sirvió a las mujeres para establecer una discreta forma de expresarse en un contexto limitante, donde se les exigía ser recatadas y virtuosas.

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La arqueóloga Rocío Morales primero detectó una pequeña caja de piedra que contenía carbón y madera. A unos centímetros, poco a poco quedó al descubierto el codo

de la mujer que hasta ahora continúa siendo el enigma de el Templo Mayor.

En mayo de 2012 se encontró la sepultura rodeada por más de 1 700 huesos humanos, “el único hallazgo de su tipo”. Entre sus peculiares características destaca que es un entierro primario, es decir, de un individuo completo, articulado. A diferencia de los entierros secundarios, el cuerpo se descompuso en el lugar, no fue trasladado como el resto de los huesos que lo acompañan.

El descubrimiento se realizó gracias al salvamento arqueológico del Programa de Arqueología Urbana (pau), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (inah), cuando se excavaba un pozo para ubicar el elevador del nuevo acceso al recinto, y podría ser una de las más de cien ofrendas encontradas hasta ahora en el perímetro del templo donde moraban Tláloc y Huitzilopochtli.

En entrevista exclusiva con Boletín enah, la antropóloga física Perla Ruiz Albarrán, responsable del primer análisis de los restos, señaló que el esqueleto se halló decúbito ventral (boca abajo), con la mano izquierda debajo del vientre y el brazo derecho extendido a un costado; cerca de él, se encontró una olla miniatura de color anaranjado.

“Es particular porque los otros entierros que se han encontrado en el Templo Mayor son secundarios y con huellas de tzompantli, además entre los restos óseos que acompañan al entierro primario se encuentran representados todos los huesos del esqueleto humano, incluso los más pequeños, como los de la mano”, dijo la especialista.

Agregó que el único entierro con elementos similares del que se tiene conocimiento se descubrió en Texcoco. Sin embargo, se trata de un entierro secundario, al parecer dedicado a Ehécatl, dios del viento, dada la disposición de los huesos formando caracoles.

La misteriosa mujer de el Templo MayorMiguel A. Silva Cossio y Tatiana Jiménez

Imagen: Perla Ruiz

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La antropóloga destacó que entre los 1 789 huesos de niños, jóvenes y adultos que rodean a la mujer del Templo Mayor, se localizaron diez cráneos (seis de niños menores de ocho años), que en su mayoría presentan deformación intencional.

“Este dato nos puede dar pistas sobre el patrón de selección que hicieron las personas que depositaron los huesos, o bien, la pertenencia u origen común de los individuos ahí depositados”, añadió.

Para Ruiz Albarrán las personas que realizaron la ofrenda acomodaron intencionalmente los huesos, trataron de imitar algunas articulaciones,

por ejemplo de las vértebras, piernas, antebrazos y manos: “básicamente acomodaron huesos del mismo miembro y al parecer de la misma persona”.

Con respecto a la mujer, se determinó el sexo al momento de la excavación: “por el cráneo que era muy grácil y por él

ángulo que forman los dos huesos de la cadera (subpúbico)”, comentó Perla Ruiz.

Los primeros análisis revelaron fracturas en dos costillas, una edad mayor a 50 años y que en vida realizó una fuerte actividad

física, detectada principalmente en los brazos.

“El descubrimiento es muy importante porque es una mujer con edad muy avanzada para la época. Conforme al promedio de vida, un adulto

de 40 años se podía considerar en etapa senil. Se determinó que realizaba una fuerte actividad física por las inserciones

en los huesos; en una persona estas marcas se improntan cuando ejerce repetidamente un mismo movimiento. Ella tenía muchas excrecencias (salientes) indicativas de que el músculo se jalaba

continuamente. No sé a qué actividad se dedicaba, pero era con las manos”, dijo.

La antropóloga explicó que no se podría definir con toda seguridad su oficio, ya que existen muchas actividades que pudieran estar relacionadas. Sin embargo, en otros entierros de mujeres, se han observado marcas en el área de las rodillas, asociadas con el acuclillamiento realizado al moler en el metate, señas ausentes en la mujer del Templo Mayor.

Añadió que las patologías observadas en los restos de la fémina son las propias de la edad, procesos degenerativos en articulaciones, en los brazos y rodillas, así como la pérdida de todos los molares y una gran cantidad de sarro en los dientes.

“Es un enigma saber por qué el sexo femenino del entierro; tal vez los huesos pudieran estar ofrendados a la mujer; pero también existe la posibilidad de que ella y los huesos fueran ofrendados a una deidad, a un ritual o a una fecha importante en el calendario del recinto”, expresó Ruiz.

Cabe señalar que la arqueóloga especialista en el Templo Mayor, Ximena Chávez, expone en su informe para la Fundación para el Avance de los Estudios Mesoamericanos (famsi) de 2005, que de la muestra realizada, 80% de los restos óseos encontrados en la zona responden a

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Imagen: proyecto de arqueología urbana INAH-2012

un contexto de ofrenda y 20% a relleno constructivo (en contexto utilitario de construcción). Asimismo, destaca que considerando las características de los depósitos rituales y la información aportada por el análisis osteológico, se puede corroborar que los restos encontrados en las ofrendas analizadas corresponden a individuos sacrificados, en su mayoría del sexo masculino, entre los 20 y 30 años de edad.

Conforme al arqueólogo Raúl Barrera, responsable del Programa de Arqueología Urbana del inah, el entierro de la mujer se encontró cerca de los restos de un árbol sagrado, al que la bióloga Aurora Montúfar identificó como un encino, especie que se da en las partes altas de los cerros y que debió haber sido trasladado hasta el recinto y plantado nuevamente.

Otra de las particularidades del enterramiento es que a pesar de que en otras culturas se acostumbraba inhumar los huesos de individuos para acompañar a un miembro de la clase gobernante a su viaje al más allá, los mexicas no observaban esa tradición. Perla Ruiz recordó que en el caso de los integrantes de las clases altas, los restos se cremaban.

La antropóloga aseveró que durante el proyecto se buscará esclarecer el tipo de contexto en que se llevó a cabo el entierro. Expuso que mientras en el ámbito funerario existe una intención y un sentimiento al sepultar a un individuo, en el contexto ritual los huesos tienen otro significado, ya que son objetos sagrados: “Aquí parece ser que no sólo es un entierro, sino una persona ofrendada, probablemente la única que no fue sacrificada”, señaló.

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¿Hacia dónde se dirige la antropología forense y cuáles deben de ser sus funciones prácticas? Aunque pareciera que la relación del antropó-logo forense y su sujeto de estudio termina en el laboratorio, no es así: “va más allá de lo que se ve en C.S.I.”, aseguró el doctor José Pablo Baraybar, director del Equipo Peruano de An-tropología Forense (epaf).

Durante la conferencia magistral “La muer-te a diario: antropología de la (in) humanidad”, celebrada el pasado 12 de abril en la enah, el encargado de realizar el informe final de la Co-misión de la Verdad y Reconciliación para ave-riguar el número de desaparecidos durante el mandato de Alberto Fujimori en Perú, destacó la importancia de la relación del antropólogo con su sujeto de estudio, “el otro”, y en el caso particular de la antropología forense, exhortó a dirigirla hacia un rumbo más holístico y hu-mano.

José Pablo Baraybar, quien ha dirigido la oficina de Personas Desaparecidas y Ciencias Forenses de las Naciones Unidas y ha trabaja-do en exhumaciones de Ruanda, Congo, Etio-pía, Bosnia, Kosovo, Argentina y Guatemala, comentó que su experiencia en campo lo ha llevado a conocer de primera mano casos de genocidio, limpieza étnica y guerras, donde la desaparición forzada de personas es intencio-nal y sistematizada.

Para el director del epaf, dichas situaciones deben ser analizadas desde la ciencia forense, pero tomando en cuenta las cuestiones mora-les, sociales y jurídicas que involucra la inves-tigación.

Baraybar recordó diversos casos de desapa-rición forzada, como la masacre de los poblado-

La muerte a diar io : antropo-logía de la ( in) humanidadRicardo Reséndiz

res de una aldea andina de su natal Perú, durante los años ochenta. En el contexto de la lucha contra la organización Sendero Luminoso, soldados del ejército peruano ma-sacraron a casi toda la población de Putis, para robarles el ganado.

“Hay que reflexionar qué pasa con los familiares de los desapa-recidos y brindarles apoyo a tra-vés de mecanismos específicos, vengan o no desde el Estado. El problema no se resuelve sólo re-gresando los restos de hombres, mujeres y niños a sus familiares, hay que preguntarnos: ¿después que sigue? Necesitamos atender a los vivos, a esos “otros” que han sido olvidados, desaparecidos, ig-norados”, dijo el antropólogo.

El doctor José Pablo Baraybar señaló que la antropología foren-se posee fines prácticos y sociales muy claros, no sólo esclarecer y analizar crímenes, sino brindar un apoyo real a las víctimas.

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El mito es el primer intento de dar respuesta a las preguntas generales acer-ca del mundo, como un consejo que se pasa de generación en generación (Freizer, 1986: 5), adaptándose a cada fase del ser humano, de manera di-

námica, en contracción y expansión, dependiendo la configuración social. Sus lega-dos, con sus transformaciones y toda una representación visual plástica en materiales arqueológicos, códices, arquitectura; refuerzan los mitos cosmogónicos. El sistema de creencias es recreado simbólicamente nutriendo la base de la cosmovisión. En el mito se encierra información que ha trascendido en el tiempo y en el espacio en constante transformación y con nuevos elementos que se van añadiendo (Duch, 2002: 50), dejando su rastro y adaptándose de manera dinámica a la tradición oral y demás materiales con la misión última de condensar los diacronismos constitutivos de la existencia humana (Frazer, 1986: 53). La función principal del mito es servir como un poderoso lenguaje pictórico para la comunicación de la sabiduría tradicional (Campbell, 2001: 234). Los pueblos del centro de México buscaban en el mito las causas de todo lo que existía sobre la tierra (López Aus-tin y López Luján, 2001: 245), proyectando la experiencia humana hacia el futuro y expre-sando la realidad y el sentido de la vida (Aranda, 2007: 6). Cada mito presenta una serie de factores muy diversos que a veces se pueden calificar como naturales y en otros casos como histórico-culturales (F. Soltz, 1982, apud. Duch, 2002: 141). Una de sus funciones más im-portantes es ordenar y clasificar la experiencia humana, evitando la tendencia natural hacia el caos. Por otro lado, narrar algo no es experimentarlo en forma inmediata, para eso está el rito (sistema de representación simbólico), que nos permitirá participar en la narración sagrada (Frank, 1988, apud. Duch, 2002: 177). El mito es la cristalización más primitiva de

la experiencia y la comunicación colectiva (Duch, 2002: 178), el cual forma una estructura permanente de acontecimientos que ocurrieron en un momento del tiempo refiriéndose simultánea-

mente al pasado, al presente y al futuro. Las instituciones plasman datos que arrojan información sobre el contexto

de los lugares sagrados que fueron utilizados para re-crear el sistema de creencias en función de un lengua-je visual que transmite imágenes míticas del mito en el paisaje para así asegurar la continuidad histórica (Aranda, 2007: 6). De acuerdo con Max Müller el

pensamiento mítico tiene una fecundidad misteriosa porque no se satisface con proporcionar una

sola respuesta a un problema: tan pronto es formulada, tal respuesta se inserta en un juego de transformaciones en el

que todas las otras respuestas posi-bles se engendran sucesivamente en

un conjunto. El mito trata simultá-neamente muchos problemas mostrando que son análogos y que constituyen un juego de

Adrián Esparza GarcíaLicenciatura en Etnohistoria mitoLa reverberación

del

Pan ku, <http://coretan-erig.blogspot.mx/>,consultado el 19 de abril de 2013.

Origen de la vida, Popol Vuh, <http://sexoysignomeso-america.blogspot.mx/2012/07/la-familia-quiche.html>, consultado el 19 de abril de 2013.

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espejos que se remi-ten uno al otro. En resumen, un sistema de operaciones lógicas realizadas por medio de muchos códigos (Lévi-

Strauss, 1986: 217), el cual se interpreta en varios niveles, además de estar relacionado a otros mitos y a la etnografía de la so-ciedad de donde proviene (Lévi-Struss, 1968: 82-83 apud. García, 1981: 133). La razón de este mensaje común estriba en que todos remiten a una organización común en la que se insertan como especies dentro del mismo género y pertene-ciendo a tres órdenes o planos simultáneos: real, simbólico e imaginario (Lévi-Strauss, 1971:297 apud. García, 1981:143). Se trata de un conjunto de creencias que dan cuerpo a una concepción causal y taxonómica, de pretensiones holísticas, que atribuye el origen y naturaleza de los seres individuales, de las clases y de los procesos, a conjunciones particulares de fuerzas personalizadas (López Austin, 1995: 395). Por ello, el mito pasa a ser con esto un relato sagrado (López-Austin, 2003: 47) que reaviva las brasas de la cosmovisión.

BibliografíaAranda, Raúl Carlos2007 “Cosmovisión e ideología”, en Vorágine Versión Etnohistórica, núm. 2, abril. Campbell, Joseph 2001 El héroe de las mil caras, Psicoanálisis del mito, México, Fondo de Cultura Económica.Duch, Lluís 2002 Mito, interpretación y cultura, Aproximación a la logomítica, Barcelona, Herder. Frazer, George 1986 Mitos sobre el origen del fuego, Barcelona, Alta Fulla.García Gómez, Pedro1981 La antropología estructural de Cluade Lévi-Strauss: ciencia, filosofía, Ideología, Madrid, Tecnos. Lévi-Strauss, C. 1986 Mirando a lo lejos, Buenos Aires, Emecé Editores.López Austin, Alfredo1995 “La interdiscplina en el estudio del mito”, en Antropología e Interdisciplina, Homenaje a Pedro Carrasco, México, Sociedad Mexicana de Antropología. López Austin, Alfredo y Leonardo López Luján2001 El pasado indígena, México, Fondo de Cultura Económica.2003 Los mitos del tlacuache. Caminos en la mitología mesoamericana, México, UNAM- Instituto de Investigaciones Antropológicas.

Zeus, <http://www.g-600m.site11.com/mitologia/grie-ga.html>, consultado el 19

de abril de 2013.

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La Enredadera

Tirado en el jardín, Pablo

alcanzó a mirar la enre-

dadera; y supo que se

iba a morir. La enreda-

dera tenía la forma de

un cristal verde quebran-

tado; se dio cuenta que

en sus lentos ocho años

nunca antes la había vis-

to. Siguió la estela verde

y vio que se detenía en

la ventana de su cuarto,

como que quisiera en-

trar. Pudo ver un desfile

de insectos nadando

por las ramas del río

verde que se formaba.

Lo último que vio fueron

sus flores rojitas que,

como siempre, estaban

abiertas.

A nadie le conmovió la

muerte de Pablo, y hubo

a quien incluso le pare-

ció quitarse un peso de

encima. Sobre el pasto

quedó su cuerpo peque-

ño boca arriba. ¿Cómo

hacer la descripción de

un cuerpo de niño muer-

to? Básteme mencionar

el gesto de su rostro. Un

gesto casi impercepti-

ble, como de melancolía

contenida. Las cejitas

negras y amplias caían

suavemente como dos

surtidores de plomo ne-

gro, parecido al color de

sus ojos, que quedaron

abiertos, como las flores

que tenía la enredadera.

Las Visitas

Una noche intranquila,

Pablo soñaba y hablaba.

A la mañana siguiente,

no pudo salir a sentir

entre sus dedos la cari-

cia del pasto; las visitas

al jardín se detuvieron.

La enfermedad lo

acompañaba desde

antes. Imposibilitado a

recobrar su sonrisa y sus

juegos, sentía la nos-

talgia de una vida que

parecía, ahora, nunca

haber vivido. Iba y venía

mirando al piso, regre-

Cue

ntos

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sando al lugar que le

asignaron:

“Las plantas nunca

te van a contestar. Nun-

ca lo hicieron”. “Aquí

no hay plantas, ¿dónde

ves a Soledad?”. Pablo

no contesta.

Enfermo más de nos-

talgia que de otra cosa,

trataba de olvidar las

preguntas del hombre

de blanco. Mirando un

lugar lejano, recordaba

el jardín.

El Sauce Lloron

Igual que el sonido de

la avenida entraba en

el espacio interno del

jardín, por encima de la

barda, lograban entrar

y robar un momento la

mirada, las ramas del

sauce llorón.

Ese movimiento

pendular, casi musical,

agradaba a Pablo, pues

aquellos compases

imaginarios lo fugaban

del jardín, de su casa,

del abandono.

Las ramas eran

también un tanto enfer-

mizas en su delgadez,

pero hermosamente lle-

nas de hojitas. Al mirar

ese verde amarillento

lograba sentirse el can-

to agónico del árbol.

Una tarde en que las

nubes abandonaron

su lugar en el cielo,

mostrando un azul

insoportable, el ruido

de las motosierras y

un aroma de polvo de

madera, se adhirieron a

la nariz, a los tímpanos

y al recuerdo de Pablo.

La fragancia de la carne

mutilada de las hojas

quedó hasta

el final del día.

Pablo busca desde

su ventana las ramas

del sauce llorón, pero

siempre aparece la obra

negra que, según el

ingeniero, embellecerá

la colonia.

de El Jardín Interno Jesús Eduardo Díaz del Castillo

Licenciatura en Lingüística

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Agua negraLlueve agua negra

en la ciudadlos ojos se tiñen de noche

la tierra acepta el hombre reclama, lamenta y

maldicelo que no le hace daño.

Imaginar Imaginar

es aprender a volar con los pies clavados en la tierra,

jugar con las nubes, beber el agua del cielo

y contarle al solel universo de nuestros pies.

DiabloAntes de partir hacia tierra ajena

madres y abuelas dibujaron una cruz en el viento

para encomendarnos a Dios.No guardemos pendiente,

Dios sabrá entenderque hay que ser muy diablo

para sobrevivir en el infierno de la ciudad

Femenino ser

A Sofía Eres antítesis de la vida y de la muerte,

eres poema cósmico, erótico desequilibrio.Fecunda es tu belleza en el mundo sombríoy andar por tu vientre

es mi camino y mi fuerte. Yo, incapaz de quitar lo que no te puedo dar

quitaré “quitar” y todo lo que pueda te daré:

la lagrima más fría y hasta mi torpe desandar,

las heridas de tus pies con fino perfume lavaré.

Eres tú quien salva de la historia de la náusea

y carga la vida cual desafiante alba presea,

embriagante, blanca y alta como la luna,son tus sueños de mis ojos la laguna.

Cualquier verso es el desgarro infinito por no verte.

Tu cuerpo hace de mi corazónlo inéditamente ebrio…(¿Dónde estás mujer?)

Poema cósmico, erótico desequilibrio,antítesis de la vida y de la muerte.

Poe

mas

Rodrigo López Licenciatura en Historia

Uziel CelisLicenciatura en Antropología Social

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Primer Congreso de Estudios sobre el Anarquismo23 de mayo9:00 a 13:00 hrs. y 17:00 a 21:00 hrs.Sala Doctora Eyra Elizabeth Cárdenas24 de mayo9:00 a 13:00 hrs. y 17:00 a 21:00 hrs.Auditorio Javier Romero MolinaInformes: Eduardo Salazar Martí[email protected][email protected]

Primer Encuentro de Tesistas de la enah27 y 29 de mayo10:00 a 18:00 hrs.Auditorio Javier Romero Molina28 y 30 de mayo10:00 a 18:00 hrs.Sala doctora Eyra Elizabeth CárdenasInformes: Paulina Ruiz [email protected]

Segundo Encuentro de Egresados enah30 y 31 de mayo10:00 a 19:00 hrs.Auditorio Román Piña Chan30 de mayo10:00 a 17:00 hrs.Auditorio Javier Romero Molina31 de mayo10:00 a 19:00 hrs.Auditorio Javier Romero MolinaInformes: María Patricia Monsiváis [email protected]

Taller de elaboración de citas y referencias bibliográfi-cas asistidas por computadoraDirigido a quienes se relacionan con el quehacer edito-rial o con la investigación, bien sea comoautores, correctores, o para quienes tienen la inquietud de presentar sus trabajos escolares oprofesionales de acuerdo con los parámetros que se reconocen en nuestro medio académico.Su intención es dotar a los interesados de las herra-mientas digitales que les permitan manejar elaparato crítico y las bibliografías de manera más sen-cilla y en concordancia con las convencioneseditoriales propuestas por la ENAH.

• Grupo 1Profesores e investigadoresLunes 20 a viernes 24 de mayo de 14:00 a 16:00 hrs.• Grupo 2Estudiantes, tesistas y público generalLunes 27 a viernes 31 de mayo de 14:00 a 16:00 hrs.

Imparte: Juan Ignacio Flores Salga

Nota: Para las sesiones prácticas los asistentes al taller de-berán traer su computadora y los textos que quieran trabajar.

Informes: [email protected]

Presentación de Libro "Entnografía de los lugares"Dr. Abilio Vergara Figueroa30 de mayo18:00 hrs.Sala Eyra Cárdenas Barbosa

CONGRESOEstéticas de la calle: unidad, diversidad y comple-jidad en el graffiti como práctica cultural urbana alternativa 8 y 10 de mayo11:00 a 20:00 hr.Auditorio Román Piña ChanInformes: Marco Tulio Pedroza Amarillas [email protected]

CONFERENCIAConmemoración del día internacional de la enfer-mera. Una perspectiva histórica de la dama de la lámpara: Florence Nightingal10 de mayo11:00 a 13:00 hrs.Auditorio Javier Romero MolinaInformes: Marisol Islas Amarillas [email protected]

CICLO DE CONFERENCIASVIII semana de antropología de la montaña13 a 16 de mayo10:00 a 21:00 hrs.Auditorio Javier Romero MolinaInformes: Ricardo Cabrera [email protected]

SEMINARIOTratamientos farmacológicos en el Hospital para hombres dementes - San Hipólito (1875 – 1906)14 a 16 de mayo11:00 a 13:00 hrs.Auditorio Román Piña ChanInformes: Marisol Islas Pacheco [email protected]

COLOQUIOMosaico de rebeldía: Manifestaciones de la guerrilla armada en el siglo xx en México y el mundo20 y 21 de mayo9:00 a 20:00 hrs.Auditorio Javier Romero MolinaInformes: José Rogelio Estrada [email protected]

COLOQUIOAntropología del deporte21 al 23 de mayo11:00 a 15:00 hrs.Auditorio Román Piña ChanInformes: Nickthell Raquel [email protected]

CONFERENCIAS Y EXPOSICIÓNConstruyamos experiencias, arte y ciencia para y desde la antropología: Perú22 al 24 de mayo22 y 23 de mayo, conferencias sobre antrop. andina11:00 a 15:00 hrs. y 16:00 a 20:00 hrs.Auditorio Javier Romero Molina24 de mayo, conferencias sobre antropología andina 11:00 a 15:00 hrs. y 16:00 a 20:00 hrs.Sala de Usos Múltiples22 al 31 de mayo, exposiciónMedia LunaInformes: Karla Bustos [email protected]

Car

tele

ra

Mayo

La información se obtuvo de los proyectos que se entregan al Departamento de Difusión Cultural, enah. Los eventos pueden cancelarse o modificarse.

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Periférico Sur y Zapote, s/n col. Isidro Fabela, Del. Tlalpan, 14030 México, D.F.

75ANIV

ERSA

RIO de la EN

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de la ENAH

El BuenInicio

La Escuela Nacional de Antropología e Historia a través del Departamento de Publicaciones

12 al 14 febrero de 201310 a 19 hrs.Librería y Media Luna

Celebremos el

75ANIV

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RIO de la EN

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y el ANIVERSARIO DEL 20 DEPARTAMENTO DE PUBLICACIONES

GRAN REMATE DE LIBROS

No dejes de venir, te esperamos. Habrá sorpresas...ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOG ÍA E HISTORIAÍÍ

ÍNDICE

Quizás sepan que Sigmund Freud…

3

La misteriosa mujer de Templo Mayor

10

La enah rinde homenaje a la doctora Eyra Cárdenas Barahona

4

La muerte a diario: antropología de la (in) humanidad

13

Los sonidos y la comunicación con los dioses

6

La reverberación del mito

14

Del recato a la ostentación. La vestimenta femenina en el virreinato

7

Cuento

16Poemas

18Cartelera Mayo

19