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1 Rúbricas ¿Qué son? Las rúbricas son pautas que explicitan ciertas dimensiones del aprendizaje de una tarea y los criterios asociados, así como diferentes niveles de desempeño. “Son guías de puntaje que permiten describir el grado en el cual un aprendiz está eje- cutando un proceso o un producto” (Airasian, 2001, citado en Díaz-Barriga y Hernández, 2002: 390). Se pueden dar dos usos a las rúbricas (Educar Chile, s/f): • como pauta de corrección: para llegar a juicios sobre tareas de ejecución estructuradas, como los ensayos, • como instrumento de evaluación de tareas auténticas: para emitir juicios respecto de situaciones que permiten exami- nar las dimensiones establecidas Las rúbricas son instrumentos que abonan a la mejora del desempeño porque explicitan no sólo los objetivos que los estudiantes deben cumplir, sino también el en que deben al- canzarlos. Los profesores deben explicitar cualitativamente los diferentes niveles de logro que se espera de los alumnos, por lo que éstos pueden conocer estas herramientas y saber de antemano cómo van a ser evaluados, disminuyendo así la subjetividad en el proceso evaluativo. Incluso los estudiantes pueden aplicar la rúbrica antes de entregar un producto, por ejemplo, a manera de autoevaluación. El uso de las rúbricas favorece también la retroalimentación sobre las fortalezas y debilidades que cada estudiante presenta en una tarea o en un desempeño determinado, y para todo el grupo se establece un estándar de calidad esperado, en este sentido su uso es provechoso, tanto para la evaluación for- mativa como en la sumativa. Para los profesores, las rúbricas ofrecen información sobre la efectividad de las actividades de aprendizaje que han diseñado y pueden también ser fuente de información compartida para el trabajo del cuerpo docente. ¿Cómo se organizan? Las rúbricas se presentan como tablas o matrices en las que se colocan en las filas los criterios y en las columnas los niveles de desempeño. Los pasos para elaborar una rúbrica (Pozo, 2013: 63-64) son: 1. Determinar qué aprendizaje se va a medir: cuáles son los criterios de evaluación del logro y qué tipo de tarea o pro- ducto es apropiado. 2. Elegir si se trata de una rúbrica analítica, que es más des- glosada y se refiere a partes específicas del desempeño, o bien, una rúbrica holística que es más general y evalúa la totalidad del proceso o producto. 3. Definir los niveles de desempeño o valoración de cada crite- rio establecido. Se recomienda elaborar primero una rúbrica de tres niveles, dos en los extremos opuestos y uno interme- dio; luego se pueden añadir otros, si se considera necesario. 4. Describir con detalle los niveles de desempeño por cada criterio, señalando los comportamientos observables que los estudiantes deben mostrar, de manera que sea posible ubicar cada desempeño en una casilla. Para realizar la des- cripción se ha de identificar, por ejemplo, una tarea o un producto excelente y uno insatisfactorio para valorar la redacción con base en esas evidencias. 5. Elaborar una tabla en la que se coloquen los niveles de desempeño y la descripción de cada uno. Por lo general, en la fila horizontal superior se coloca la escala de mejor a peor. En la primera columna de la izquierda se colocan los aspectos que se van a evaluar. En las casillas centrales se detallan los indicadores que van a permitir evaluar cada 13 F

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Rúbricas¿Qué son?Las rúbricas son pautas que explicitan ciertas dimensiones del

aprendizaje de una tarea y los criterios asociados, así como

diferentes niveles de desempeño. “Son guías de puntaje que

permiten describir el grado en el cual un aprendiz está eje-

cutando un proceso o un producto” (Airasian, 2001, citado en

Díaz-Barriga y Hernández, 2002: 390). Se pueden dar dos usos

a las rúbricas (Educar Chile, s/f):

• como pauta de corrección: para llegar a juicios sobre tareas

de ejecución estructuradas, como los ensayos,

• como instrumento de evaluación de tareas auténticas: para

emitir juicios respecto de situaciones que permiten exami-

nar las dimensiones establecidas

Las rúbricas son instrumentos que abonan a la mejora del

desempeño porque explicitan no sólo los objetivos que los

estudiantes deben cumplir, sino también el en que deben al-

canzarlos. Los profesores deben explicitar cualitativamente

los diferentes niveles de logro que se espera de los alumnos,

por lo que éstos pueden conocer estas herramientas y saber

de antemano cómo van a ser evaluados, disminuyendo así la

subjetividad en el proceso evaluativo. Incluso los estudiantes

pueden aplicar la rúbrica antes de entregar un producto, por

ejemplo, a manera de autoevaluación.

El uso de las rúbricas favorece también la retroalimentación

sobre las fortalezas y debilidades que cada estudiante presenta

en una tarea o en un desempeño determinado, y para todo el

grupo se establece un estándar de calidad esperado, en este

sentido su uso es provechoso, tanto para la evaluación for-

mativa como en la sumativa. Para los profesores, las rúbricas

ofrecen información sobre la efectividad de las actividades de

aprendizaje que han diseñado y pueden también ser fuente de

información compartida para el trabajo del cuerpo docente.

¿Cómo se organizan?Las rúbricas se presentan como tablas o matrices en las que se

colocan en las fi las los criterios y en las columnas los niveles

de desempeño. Los pasos para elaborar una rúbrica (Pozo, 2013:

63-64) son:

1. Determinar qué aprendizaje se va a medir: cuáles son los

criterios de evaluación del logro y qué tipo de tarea o pro-

ducto es apropiado.

2. Elegir si se trata de una rúbrica analítica, que es más des-

glosada y se refi ere a partes específi cas del desempeño, o

bien, una rúbrica holística que es más general y evalúa la

totalidad del proceso o producto.

3. Defi nir los niveles de desempeño o valoración de cada crite-

rio establecido. Se recomienda elaborar primero una rúbrica

de tres niveles, dos en los extremos opuestos y uno interme-

dio; luego se pueden añadir otros, si se considera necesario.

4. Describir con detalle los niveles de desempeño por cada

criterio, señalando los comportamientos observables que

los estudiantes deben mostrar, de manera que sea posible

ubicar cada desempeño en una casilla. Para realizar la des-

cripción se ha de identifi car, por ejemplo, una tarea o un

producto excelente y uno insatisfactorio para valorar la

redacción con base en esas evidencias.

5. Elaborar una tabla en la que se coloquen los niveles de

desempeño y la descripción de cada uno. Por lo general,

en la fi la horizontal superior se coloca la escala de mejor

a peor. En la primera columna de la izquierda se colocan

los aspectos que se van a evaluar. En las casillas centrales

se detallan los indicadores que van a permitir evaluar cada

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aspecto, a partir del excelente, los intermedios y el insufi -

ciente.

6. Probar el instrumento para asegurase de que la redacción

de cada rubro es clara y comprensible, y que se pueden

identifi car fácilmente los rasgos de desempeño; esta revi-

sión puede hacerla alguien involucrado en la tarea educa-

tiva o alguien ajeno, ya que lo que se va a examinar es la

claridad y la facilidad para distinguir los niveles.

7. Finalmente, se puede pedir a los estudiantes que analicen

el instrumento para verifi car que entienden lo que se es-

pera de sus aprendizajes y cómo serán evaluados.

¿Qué aprendizajes o habilidades fomenta?El uso de las escalas estimativas o de apreciación fomenta las

siguientes habilidades y actitudes:

• Habilidad de análisis y síntesis

• Expresión oral y escrita

• Autoevaluación

• Autocrítica

• Coevaluación de los estudiantes

Referencias:

Díaz-Barriga, F. y Hernández, G. (2002). Estrategias docentes para

un aprendizaje signifi cativo. México, McGraw-Hill.

Educar Chile (s/f). Evaluación para el aprendizaje. Evaluación de

aula. Recursos para autoinstrucción. Listas de cotejo y escalas de apre-

ciación. Recuperado de: <http://ww2.educarchile.cl/Portal.Base/

Web/VerContenido.aspx?GUID=e5aae9b3-bb44-4f32-8ec2-55af

44b5e068&ID=217556>. Consultado el 24 de noviembre de 2017.

Pozo, F. J. Á. D. (2013). Competencias profesionales: herramientas

de evaluación: el portafolios, la rúbrica y las pruebas situacionales.

Madrid: ES. Narcea Ediciones. Recuperado de: <https://ebook

central.proquest.com>. Consultado el 24 de noviembre de 2017.

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